14<strong>La</strong>s llamadas pedagogías psicológicas o “blandas” reinantes en <strong>el</strong> actu<strong>al</strong> modo deeducación tecnocrático de masas y que tanto deben a Rousseau, son,(independientemente de aqu<strong>el</strong>los v<strong>al</strong>ores que puedan apreciarse en otro planodiscursivo) otra forma más sutil de inculcación, de conducción.Conviene quedar bien sentadas las siguientes ideas. <strong>La</strong> <strong>disciplina</strong> como control de losimpulsos de la infancia, como garante d<strong>el</strong> orden escolar, dominio d<strong>el</strong> cuerpo y <strong>el</strong> <strong>al</strong>ma,es forma de gobierno en la que participa <strong>el</strong> hábito creado en <strong>el</strong> sujeto. Y es unaaspiración moderna compartida “por todos” (Comenio y Erasmo, jesuitas yprotestantes,...). <strong>La</strong> idea se prolonga en <strong>el</strong> tiempo llegando a ser aspiración ilustrada porexc<strong>el</strong>encia. Para Kant, la <strong>disciplina</strong> es sinónimo de civilidad frente a barbarie, dehumanidad frente a anim<strong>al</strong>idad: ese es para <strong>el</strong> pensador <strong>al</strong>emán <strong>el</strong> sentido más profundode la educación 15 : la <strong>disciplina</strong> <strong>hace</strong> <strong>al</strong> <strong>hombre</strong>.Para superar las “prácticas pre-modernas” que a principios d<strong>el</strong> siglo XVIII describe, yrecomienda, Diego de Torres Villarro<strong>el</strong>, (y que, como es bien sabido, han estadopresentes en la escu<strong>el</strong>a hasta <strong>hace</strong> bien poco tiempo) los reformadores (los de laReforma y los de la Contrarreforma) inventan distintos mod<strong>el</strong>os: desde <strong>el</strong> completosistema teórico-práctico de los jesuitas hasta la fina y ordenada propuesta comeniana.Uno y otro han de tomarse como paradigmas que simplificadamente representantradiciones pedagógicas de prolongada presencia en la historia de la escolarización<strong>sobre</strong> su <strong>al</strong>tiva cabeza, <strong>el</strong> duro yugo que la natur<strong>al</strong>eza impone <strong>al</strong> <strong>hombre</strong>, <strong>el</strong> pesado yugo de la necesidad,bajo <strong>el</strong> cu<strong>al</strong> es necesario que acabe plegándose todo ser; que él vea esta necesidad en las cosas y , nuncaen <strong>el</strong> capricho de los <strong>hombre</strong>s; Que <strong>el</strong> freno que le retiene sea la fuerza y no la autoridad. En <strong>el</strong> caso enque deba abstenerse, no le prohibáis; impedidle que lo haga, sin explicaciones, sin razonamientos.»(Rousseau, 1988, 98). <strong>La</strong> estrategia educativa consiste en natur<strong>al</strong>izar de t<strong>al</strong> forma <strong>el</strong> dominio d<strong>el</strong> educadorque se vea en él una fuerza de la natur<strong>al</strong>eza, suprahumana, incontestable, ajena a su voluntad (y capricho).Así <strong>el</strong> niño se someterá <strong>al</strong> maestro como a un ciclón, <strong>al</strong> dolor o a la necesidad de comer, sin percibir <strong>el</strong>ejercicio de la coerción como una operación pedagógica, sin ver que es objeto de educación, en suma.15Estas ideas se pueden ver ampliamente desarrolladas en Kant, M. (1911): “Sobre pedagogía”, enLuzuriaga, L.: Kant, Pest<strong>al</strong>ozzi y Goethe, Dani<strong>el</strong> Jorro Editor, Madrid. Por cierto que Kant, en estaspáginas, se introduce en <strong>el</strong> contradictorio binomio represión-libertad, educación natur<strong>al</strong> / dominio de lanatur<strong>al</strong>eza empantanándose en la ambigüedad y los inevitables monstruos de la razón. A veces proponeprácticas educativas espartanas y otras claramente roussonianas. <strong>La</strong> ambiv<strong>al</strong>encia lereniana de reprimir yliberar puede entreverse en <strong>el</strong> conjunto de este ensayo de Kant, y concretamente la pág. 23: «<strong>La</strong> únicacausa d<strong>el</strong> m<strong>al</strong> es <strong>el</strong> no someter la Natur<strong>al</strong>eza á reglas. En los <strong>hombre</strong>s solo hay gérmenes para <strong>el</strong> bien».
15institucion<strong>al</strong>. Son los polos más visibles de un arco que, a lo largo de los modos deeducación en <strong>el</strong> capit<strong>al</strong>ismo, tensa la di<strong>al</strong>éctica entre la “escu<strong>el</strong>a tradicion<strong>al</strong>” y la“escu<strong>el</strong>a renovada”. <strong>La</strong>s diferencias entre mod<strong>el</strong>os pedagógicos, ya dependen, siguiendoun esquema marxista-lereniano, de la materia prima (de los sujetos educables, o mejordicho, la percepción de los mismos y, por tanto, de su identidad soci<strong>al</strong>) y d<strong>el</strong> producto aobtener (<strong>el</strong> ide<strong>al</strong> de formación que se busca). <strong>La</strong>s continuidades y —<strong>sobre</strong> todo— loscambios en esa triada de <strong>el</strong>ementos se producen <strong>al</strong> compás de las transformacioneseconómicas, políticas soci<strong>al</strong>es y cultur<strong>al</strong>es en <strong>el</strong> capit<strong>al</strong>ismo. Son vías de entrada paraentender históricamente la educación. Estos y otros equipajes teóricos nos ayudan amontar la estructura de categorías heurísticas como los modos de educación y loscomplejos periodos de transición entre los mismos 16 . Pero ese es asunto que supera loslímites de estos apuntes.16 Los modos de educación son un constructo de periodización histórica r<strong>el</strong>acionado con <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong>capit<strong>al</strong>ismo, con las formas <strong>disciplina</strong>rias de dominación y producción de subjetividades y las técnicas deproducción y distribución d<strong>el</strong> conocimiento. Una visión gener<strong>al</strong> <strong>sobre</strong> este asunto puede verse —ya se hadicho— en R. Cuesta (2005). En las investigaciones de J. Mainer (2007) y de J. Mateos (2008) se hausado (y adaptado) la categoría de modos de educación con <strong>el</strong> propósito de indagar problemasespecíficos.