12.07.2015 Views

maqueta tripa roderick.indd - Editorial Funambulista

maqueta tripa roderick.indd - Editorial Funambulista

maqueta tripa roderick.indd - Editorial Funambulista

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

se deleite el ojo de un escultor. Roderick conserva en buena partela vieja arrogancia sureña, tiene un temperamento aristocrático.No quiere relacionarse con las gentes de las ciudades pequeñas,dice que son «innobles». No soporta las amistades de su madre, lasviejas señoras y los sacerdotes y la gente que acude a tomar el té, leprovocan un aburrimiento mortal. Así que viene aquí, se recuestay despotrica contra todo y contra todos.El joven burlón volvió a aparecer un par de tardes después yconfirmó la impresión agradable que había provocado en Rowland.Estaba de mejor humor que la vez anterior, habló de manera menosextravagante y le hizo a Rowland una serie de preguntas bastanteelementales sobre el estado de las artes en Nueva York y Boston.Cuando se marchó, Cecilia dijo que ése había sido el sano efecto delelogio de Rowland hacia su estatuilla. Roderick era sumamente sensible,y el inteligente elogio de Rowland lo había serenado; estabasaboreando el jugoso veredicto de la cultura. Rowland se encaprichóde él, de su encanto personal y de su más que probable genio.Ejercía una atracción indefinible, era algo tierno y divino propiode la inmaculada, exuberante y confiada juventud. Al día siguienteera domingo, y Rowland propuso que dieran un largo paseo y queRoderick le enseñara la región. El joven asintió alegremente, y porla mañana, mientras frente a la cancela del jardín Rowland deseabaa su anfitriona que tuviera un buen paseo hasta la iglesia, él llegócaminando por el herboso margen de la carretera, ahogando con susilbido la música de las campanas. Era uno de esos hermosos días definales de agosto en que el verano parece hacer de contrapeso en labalanza del otoño.—Recuerda qué día es hoy, y procura no robar en ningúnhuerto —dijo Cecilia, mientras se separaban.Los dos jóvenes caminaron a buen ritmo sobre colinas y va-34

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!