Vernos con nuestros propios ojos - Editorial 'El perro y la rana'
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La (pen) última pa<strong>la</strong>bramecanismo político e ideológico decisivo para <strong>la</strong> <strong>con</strong>tinuidad delproceso de explotación y marginalidad.Pasando por el pasatismo y <strong>la</strong> diversión, así se llega a <strong>la</strong> farandulizacióny casi a <strong>la</strong> ficcionalización de hechos de <strong>la</strong> realidad. E<strong>la</strong>rgentino Raúl Isman sostiene que <strong>la</strong>s megaindustrias culturalesdel entretenimiento –los monopolios que tienen mayor podere<strong>con</strong>ómico, cultural y simbólico–, persiguen no solo que pasemoshambre, frío, sed, sino que nos exigen que además estemos alegres,<strong>con</strong>tentos por eso.La televisión comercial está llena de programas al estilo Al RojoVivo y/o Ocurrió Así, donde el poder transforma a <strong>la</strong>s víctimas másdébiles de su accionar en sujetos pasibles de recibir <strong>la</strong> brutal arbitrariedad<strong>con</strong> que <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses dominantes procesan <strong>la</strong>s <strong>con</strong>tradiccionesde nuestra sociedad. A este tipo de programas, el filósofo argentinoJosé Pablo Feinman lo denomina “tevé-vómito”.Las sociedades <strong>con</strong>temporáneas, más aún en esta etapa de <strong>la</strong>globalización posmoderna, son de un carácter marcadamentemediático. Tal como afirma el sociólogo español Manuel Castells,es un sistema de retroalimentación entre espejos distorsionantes:los medios de comunicación son <strong>la</strong> expresión de nuestra cultura, ynuestra cultura penetra primordialmente mediante los materialesproporcionados por los medios de comunicación.Los medios agigantan su función hasta <strong>con</strong>fundirse <strong>con</strong> <strong>la</strong>sociedad misma, hecho legitimado por <strong>la</strong>s personas que viven suvida a través de ellos, fantaseando <strong>con</strong> <strong>con</strong>vertirse en héroes dehazañas guerreras, deportivas –o por qué no– de alcoba. En uncomplejo proceso de prestidigitación catódica el suceso de <strong>la</strong> vidareal se <strong>con</strong>vierte en folletín televisivo de aristas escabrosas o másbien en thriller erótico, seña<strong>la</strong> Isman.Este proceso ostenta ribetes que estimu<strong>la</strong>n <strong>la</strong> imaginación delespectador más chismoso (ese que todos llevamos dentro). Algunoscomponentes que se están volviendo habituales en <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> hogareñay en <strong>la</strong> mesa familiar: han invadido el espacio de ocio.Crímenes violentos y más aún si cuentan <strong>con</strong> aristas sexuales,forman parte de <strong>la</strong> cotidianidad policial y judicial en cualquier207