Vernos con nuestros propios ojos - Editorial 'El perro y la rana'
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La fa<strong>la</strong>z ayuda al desarrolloEl anuncio del G-8 respecto a <strong>la</strong> decisión de cance<strong>la</strong>r <strong>la</strong> deuda, nopasa de ser una cortina de humo ya que solo se hará para algunospaíses y bajo <strong>con</strong>dicionalidades dra<strong>con</strong>ianas que sirvan para que<strong>la</strong>s transnacionales intensifiquen el saqueo.Hoy, el dinero que se destina a ello, se resta del que se destinaa <strong>la</strong> cooperación al desarrollo. Solo se cance<strong>la</strong>rán 54 mil millonesde los 2,4 trillones que <strong>con</strong>stituye <strong>la</strong> deuda del mundo en desarrollo,deuda en gran parte ilegítima de <strong>la</strong> cual son corresponsableslos acreedores. Por lo demás, al G-8 no le <strong>con</strong>viene terminar <strong>con</strong><strong>la</strong> deuda que ha sido el instrumento privilegiado para mantener <strong>la</strong>dependencia y garantizar el servilismo de los países endeudados alos intereses de los acreedores.Cabe recordar el debilitamiento internacional del multi<strong>la</strong>teralismo,única forma capaz de frenar el riesgo de <strong>la</strong> utilización de <strong>la</strong>cooperación como un negocio. El multi<strong>la</strong>teralismo puede enfocarseen problemas de desarrollo que traspasan <strong>la</strong>s fronteras –comoepidemias, <strong>la</strong> gestión ambiental, entre otros– y permite <strong>la</strong> utilizacióncomún de un banco de recursos técnicos que difícil y costosamentepodrían reunir cada uno de los donantes y, además, ofrece unmayor grado de neutralidad.Otro aspecto negativo es <strong>la</strong> descoordinación entre los donantesrespecto al destino de <strong>la</strong> ayuda, <strong>la</strong> duplicación de los esfuerzos,<strong>la</strong>s metodologías utilizadas, y los procedimientos administrativos.Igualmente negativo es el apoyo a proyectos puntuales enlugar de a <strong>la</strong>s estructuras generadoras de desarrollo. Al desvincu<strong>la</strong>rsede el<strong>la</strong>s, el resultado es <strong>la</strong> falta de sustentabilidad de losproyectos.Por otra parte, <strong>la</strong> cooperación puntual tiende a atender lossíntomas y no <strong>la</strong>s raíces del problema. En este sentido, no basta<strong>con</strong> que <strong>la</strong> cooperación al desarrollo <strong>con</strong>tribuya a aliviar los efectosdel injusto orden mundial, sino que, además, debe <strong>con</strong>tribuir acambiarlo. Corresponde, en <strong>con</strong>secuencia, buscar el cambio tanto alo interno de los países en desarrollo como en <strong>la</strong> política pública delos países industrializados y muy especialmente en los dictámenesde <strong>la</strong>s instituciones financieras internacionales.89
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