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Vernos con nuestros propios ojos - Editorial 'El perro y la rana'

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¿Dónde está el periodista?para su debate y resolución. Los neocríticos son críticos específicos,que recortan parce<strong>la</strong>s pero no implican a <strong>la</strong> totalidad del poder; denunciancorrupte<strong>la</strong>s puntuales pero no <strong>la</strong> corrupte<strong>la</strong> y <strong>la</strong> perversidad totaldel sistema, seña<strong>la</strong> el historiador argentino Jorge Rivera.Los medios comerciales tratan de evitar debates: ellos presentanlos problemas, deciden los protagonistas y antagonistas, fal<strong>la</strong>nsobre el culpable, lo ejecutan moralmente. Intentan estimu<strong>la</strong>r elrechazo del <strong>con</strong>junto de opciones políticas o, más banalmente, otorgara <strong>la</strong> crítica un tono in<strong>con</strong>sistente que establece cierta complicidad<strong>con</strong> <strong>la</strong> desmemoria, los humores cambiantes o <strong>la</strong> frivolidad dealgún sector de los lectores o de <strong>la</strong> audiencia.Rivera seña<strong>la</strong> que se denuncian escándalos pero no se prestauna atención equivalente a los nuevos problemas de diseño oreestructuración del Estado, <strong>la</strong> crisis de <strong>la</strong> educación o <strong>la</strong> salud, <strong>la</strong>agobiante exclusión social. Con cretinismo posmoderno, <strong>la</strong> mayoríade los operadores de los medios comerciales parece imaginar uneterno festival de rencil<strong>la</strong>s domésticas y negociados ubicables en <strong>la</strong>portada de un periódico o en los titu<strong>la</strong>res de un noticiero, y lo que esaún peor, parecen empeñados en hacerle creer a <strong>la</strong> sociedad que elpoder y el futuro tienen solo esa cara.Hay quienes piensan que el fenómeno denunciológico es simi<strong>la</strong>ral del caso Watergate que en Estados Unidos determinó <strong>la</strong> caídadel presidente Richard Nixon. Juan Luis Cibrián, director de El Paísde España, cree que los periodistas del Watergate han fomentadoel divisionismo, situando a <strong>la</strong>s redacciones en una tensión artificial,dedicadas exclusivamente a descubrir escándalos que hagantemb<strong>la</strong>r a los gobiernos.Según el periodista estadounidense Carl Bernstein, investigadordel Watergate, <strong>la</strong> profesión de periodista es un reflejo de <strong>la</strong>sociedad: no es razonable esperar grandes notas o investigacionesde los diarios y revistas, como tampoco esperar buena atención delos doctores o los hospitales, o gran arquitectura de <strong>la</strong> mayoría delos diseñadores.Quizá por eso, Michael Crichton hab<strong>la</strong> del mediosaurio e insisteen que los medios de comunicación de hoy serán combustibles27

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