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Vernos con nuestros propios ojos - Editorial 'El perro y la rana'

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<strong>Vernos</strong> <strong>con</strong> <strong>nuestros</strong> <strong>propios</strong> <strong>ojos</strong>///Aram Aharonianbúsqueda <strong>la</strong> creación– de nuevos caminos, nuevas lógicas, nuevosparadigmas, nuevos horizontes, nuevos lenguajes.Como pi<strong>la</strong>res de <strong>la</strong> re<strong>con</strong>strucción aparecen los rec<strong>la</strong>mos departicipación y protagonismo popu<strong>la</strong>r, respeto a <strong>la</strong> diversidad étnica,social y cultural, preservación del medio ambiente y <strong>la</strong> biodiversidad,respeto de todos los derechos humanos y ciudadanos (desdeel elemental derecho a alimentarse), reestructura del Estado y delorden internacional <strong>con</strong> fórmu<strong>la</strong>s institucionales nuevas, superaciónde <strong>la</strong>s asimetrías, lucha <strong>con</strong>tra <strong>la</strong> inequidad y por <strong>la</strong> inclusiónsocial, y <strong>la</strong> cooperación, complementaridad y solidaridad entre lospueblos.Y, justamente, <strong>la</strong> propuesta que hiciera el presidente bolivianoEvo Morales –el primer mandatario indígena de América– ennoviembre de 2006 en <strong>la</strong> cumbre de <strong>la</strong> Unión de Naciones Suramericanasrecogía esos rec<strong>la</strong>mos, esas bases para <strong>la</strong> re<strong>con</strong>strucción.Era <strong>la</strong> expresión de recuperación de <strong>la</strong> soberanía, de <strong>la</strong> necesidadde redefinir desde los <strong>propios</strong> países, desde sus ciudadanías, losobjetivos políticos que hasta ese momento se dictaban desde lospaíses más ricos, en especial desde Estados Unidos.Quizá venga bien, nuevamente, leer al enemigo. John Gray,asesor de Margaret Thatcher, en Las dos caras del liberalismo,seña<strong>la</strong> que el libre mercado operó como una tenaza que apretó a<strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses medias, enriqueció a una pequeña minoría y aumentó eltamaño de <strong>la</strong> subc<strong>la</strong>se de los excluidos, infligió serios daños a losvehículos políticos a través de los cuales fue aplicado, usó los poderesdel Estado sin escrúpulos, pero corrompió y de alguna maneradeslegitimó <strong>la</strong>s instituciones estatales, y dividió a <strong>la</strong>s sociedades.En <strong>la</strong>s últimas dos décadas del siglo XX, el neoliberalismorompió el orden existente <strong>con</strong> un nuevo orden criminal, y dejóirrumpir nuevamente los fantasmas que se habían sosegado tras e<strong>la</strong>cuerdo social de <strong>la</strong> posguerra.Los retos a los que los pueblos se enfrentan hoy día son, sinduda, diferentes a los de ayer. Hay novedades. Son el resultado del<strong>con</strong>junto de <strong>la</strong> transformación que han sufrido <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones socialesy <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones internacionales.224

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