Identidad 21 - Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia

IDADIDENembargo, la relación compatibleIDENTIDAD 21“Ministerio de la Paz”. SinIDENTIDADentre mercado y diversidad culturalsiguió favoreciendo a lastransnacionales de cultura a la parque se desprotegían cada vez máslas minorías étnicas y sem a r g i n a b a n e x p r e s i o n e sculturales y populares de zonasperiféricas del país de losescenarios de representacióncultural e identidad nacional. Lejosde los planteamientos de ManuelCepeda, la creación del Ministeriode Cultura no favoreció laa m p l i a c i ó n d e l a srepresentaciones culturales hacialo “popular” y, por el contrario, seconvirtió en una actividad idóneapara la corrupción a escalaregional y nacional.9Iniciando la primera década de éste siglo, durante el gobiernodel Álvaro Uribe, cuando se dio un viraje en el campo políticoa nivel internacional caracterizado por la lucha internacionalcontra el terrorismo, las instituciones y actividades culturalesdel Estado colombiano, asumieron un protagonismo centralen la política guerrerista del gobierno nacional. Paralelo a ellose emprendieron una serie de movilizaciones y accionesdesde el Estado a favor de la paz y la desmovilización de losgrupos armados insurgentes. Particularmente desde 2008,se empezó a difundir a través de actividades del Ministerio deCultura, como el Gran Concierto Nacional, un discurso afavor de diversidad cultural, la paz y la terminación de laguerra. Desde bandas de rock como DrKrápula hasta Shakiray Juanes en sus canciones expresaron la “colombianidad” yel anhelo de vivir en un país en paz. Para ese mismo año, serealizaron distintos conciertos y actividades culturales, comoel concierto en la frontera colombo-venezolana, con laintensión “filantrópica” de acabar con las tensiones entreambos países hermanos, protagonizadas por Uribe-Chávez,en la que participaron desde Carlos Vives, Juanes, AlejandroSáenz y otros, entonando al unísono el canto por la paz y laconvivencia binacional.El discurso, el canto, el concierto y la bandera blanca otricolor elevada a favor de la paz, es una apuesta en la quecoinciden la mayoría de los actores políticos, sociales,culturales y económicos del país. Es una apuesta quecohesiona y unifica a gran parte de artistas, productores,poblaciones, movimientos etc. Pero ojo, es importanteobservar y analizar qué esconde este discurso y propuestaen favor de la paz. ¿Cuál es la paz que están buscandoartistas como Juanes o instituciones como el Mincultura? Lapaz que se pretende desde estos espacios culturalesdominantes e institucionales es entendida como el fin de laviolencia, es decir, como el fin del terrorismo. Una apuestapor la paz centrada en resaltar la tragedia de la guerra comola muerte y se entiende entonces como la “superación de laviolencia”. Es este el imaginario que se produce, reproduce yse establece como dominante desde el Estado y susactividades culturales en torno a una paz donde el carácterhistórico y estructural de la guerra desaparece.La paz entendida como la superación del conflicto social yarmado, con la comprensión de los componentes históricosy estructurales que han mantenido y han reproducido lainequidad y la marginación, termina por ser invisibilizada poruna apuesta institucional a favor de la paz entendidasimplemente como el “fin de la violencia”, como el “no más”,bajo el cual se ha estructurado un discurso compatible con lasolución militar del conflicto armado que ha favorecido laperpetuación en el poder de una clase política y económicahistóricamente dominante.Mientras este discurso sobre la paz se posiciona desdedistinas esferas e instituciones a través de la actividadcultural perteneciente al Estado colombiano, en otrosescenarios caracterizados por la participación social,popular, comunitaria, campesina, indígena yafrodescendiente se cuestiona y se pone en duda esta