12.07.2015 Views

Habitabilidad de niños y niñas - Chile Crece Contigo

Habitabilidad de niños y niñas - Chile Crece Contigo

Habitabilidad de niños y niñas - Chile Crece Contigo

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Conclusiones72rentemente pasiva pue<strong>de</strong>n ser todas entendidas como formas <strong>de</strong> integración conel entorno y <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s que éste ofrece. La creativida<strong>de</strong>s débil, ya que el progreso <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> los otros y <strong>de</strong>l entorno. La envidia, lapráctica <strong>de</strong>l chisme y el carácter amistoso e interesado en la vida <strong>de</strong> los otros sontambién elementos constitutivos <strong>de</strong> este patrón cultural <strong>de</strong> personalidad. ¿En quémedida el predominio <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l “espacio vigilado” en los hogares chilenosayuda a producir niños y niñas melancólicos y taciturnos faltos <strong>de</strong> creatividad ycapacidad <strong>de</strong> amar?El niño o niña vigilado no significa niño o niña querido y afectivamente seguro.Su madre carga con una cuota importante <strong>de</strong> frustración. La violencia intra–familiares parte <strong>de</strong>l cuadro. Por lo mismo, el niño o niña que encuentra autonomíaen la calle, o que es simplemente abandonado en ella, es parte <strong>de</strong> los mismospatrones culturales. Estará culturalmente inclinado a la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y a la explotaciónutilitaria <strong>de</strong> las ventajas que le ofrecen su entorno social y material.Por tener una baja auto–estima organiza relaciones utilitarias con su ambiente,erigiendo obstáculos a su capacidad <strong>de</strong> amar, bloqueando su acción <strong>de</strong>sinteresadaen favor <strong>de</strong> los otros, y creando estímulos a la <strong>de</strong>sconfianza inter–personal.También existe el niño o niña contestatario, entendido como una dimensión enla personalidad <strong>de</strong> todo menor: a saber, el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> prácticas subalternastendientes a procurarse, sólo o en compañía, los ámbitos <strong>de</strong> autonomía y libertadque el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l “espacio vigilado” le tien<strong>de</strong>n a negar. Los espacios y tiemposintersticiales que estos niños y niñas construyen en la práctica <strong>de</strong> la subalternidadson parte importante <strong>de</strong> nuestro foco <strong>de</strong> atención en el presente trabajo. Es elnúcleo sano que po<strong>de</strong>mos reconocer en todo ser humano, aún cuando esté sometidoa una vida <strong>de</strong> precariedad y limitaciones, sean éstas materiales o culturales.ConclusiónLa reestructuración espacial y temporal <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y socialización<strong>de</strong> niños y niñas, así como la modificación <strong>de</strong> los estilos <strong>de</strong> supervisiónparental, tienen a nuestro juicio una doble prioridad para la política pública: poruna parte, por lo que esa acción pueda significar para mejorar la calidad <strong>de</strong> viday el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los niños y niñas; y por otra parte, por su contribución a la remoción<strong>de</strong> patrones culturales que, en tanto tales, tien<strong>de</strong>n a persistir más allá <strong>de</strong>las condiciones <strong>de</strong> dominio machista o precariedad económica que posiblementeestuvieron en su origen.Por una parte, es necesario reconocer el escaso espacio disponible <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lasviviendas, ya sea por su metraje como por su número <strong>de</strong> moradores. Sin embargo,aún consi<strong>de</strong>rando esta limitante, es posible dar espacio a los niños y niñasen sus viviendas.Mientras lo usual es pensar en tiempos para los niños y niñas a partir <strong>de</strong> espaciosconfigurados por y para adultos, la invitación es a pensar espacios para niños/as,compatibles temporalmente con los espacios para adultos. Mientras la primeraalternativa da mayor importancia a un espacio que se toma como dado e invariable,confinando a niños y niñas en espacios que no se a<strong>de</strong>cuan a sus necesida<strong>de</strong>sy características, la segunda conduce a dar prepon<strong>de</strong>rancia a los tiempos porsobre los espacios, <strong>de</strong> modo tal que un mismo espacio pueda servir para distintosusos y personas en distintos momentos <strong>de</strong>l día. El espacio <strong>de</strong> los niños y niñas,en este sentido, no es fijo, sino que va cambiando durante el día, <strong>de</strong> acuerdo alas disponibilida<strong>de</strong>s en la vivienda.El que los niños y niñas posean su espacio, a pesar <strong>de</strong> que este no sea evi<strong>de</strong>ntetodo el día, no sólo contribuye a mejorar la calidad <strong>de</strong> vida y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!