Situación de los y las Jóvenes - Inicio - Injuv

ofrecen bienes y servicios. Esta realidad se radicaliza en los y las jóvenes ya que el mercado comienza acontrolar muchos de los aspectos de la vida social, que empiezan a incidir en aspectos de la esfera de laintimidad como la elección de pareja (Valenzuela, 1985).A partir de la década de los noventa comienza a cuestionarse el potencial político de los y las jóvenesque en los ochenta protestaron en revueltas inorgánicas y luego manifestaron su opinión de maneramás institucional y organizada en el Plebiscito del ’88. Algunos autores señalan que este potencial esbastante bajo, respaldando su afirmación con el claro proceso de despolitización que en los noventa sehizo innegable con la creciente no inscripción electoral de los y las jóvenes. Valenzuela ya advertía estefenómeno a través de la aplicación del concepto de “anomia social” para comprender la situación de losy las jóvenes populares:La crisis modernista que se expresará, pues, como crisis de integración (desarticulación de las reglas,valores y certezas comunes que constituyen el orden social). Todos estos síntomas de desintegraciónserán particularmente ostensibles en el caso de la juventud popular… (Valenzuela, 1985:22).Esta situación de anomia en los ’80 lleva a que la “rebelión juvenil” de esos años se caracterizara porcarecer de principios positivos de acción, presentando escasa identidad y ausencia de un proyectohistórico de sociedad. En consecuencia, la desconformidad y rechazo de los y las jóvenes populareshacia el gobierno militar residía en una defensa de la dignidad y la reivindicación de los derechos delas personas debido a ciertos apremios injustos, más que a una crítica políticamente fundada. Este bajopotencial politizador de los y las jóvenes de los ochenta tiene una cierta continuidad durante los noventa(Weinstein, 1990:233).Los y las jóvenes acomodados, por su parte, tienen una vida cotidiana que requiere menor articulacióncon el Estado, de manera tal que sus actividades diarias y expectativas están más bien reguladas por elmercado y la vida social: estos jóvenes son propiamente los ‘hijos del mercado’ (Weinstein, 1990). Deeste modo, ese distanciamiento político en los y las jóvenes de mayores recursos es evidente ante laausencia casi total de relaciones con instituciones del Estado. En este proceso se encuentran con los ylas jóvenes populares, es decir, en la despolitización y su convergencia en una nueva imagen juvenil: eljoven apático.La juventud de los ochenta sufre un proceso de despolitización que se radicaliza en los noventa, cuandoaparece la idea de que ya no hay nada contra qué luchar. Sin embargo, eso no quiere decir que nose reconozca la acción juvenil alguna que los y las jóvenes pueden colaborar en la formación de unacontracultura marginal y emergen, de este modo, algunas modalidades no convencionales de protesta:24. LaNoción de Juventud