BeR MARZO 2016
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14<br />
Y a ti ¿Qué te gusta hacer?<br />
Las Redes Sociales y<br />
las Nuevas Tecnologías se<br />
han convertido en parte<br />
de nuestras vidas y son una<br />
herramienta muy potente y<br />
positiva para mejorar muchos<br />
aspectos de nuestro<br />
día a día.<br />
Hay que saber discernir y<br />
separar el grano de la paja,<br />
tarea nada fácil en este<br />
maremágnum de información<br />
que hay en la nube<br />
pero para eso estamos en<br />
Redes Noroeste para buscar<br />
cosas interesantes que<br />
ayuden a nuestros lectores.<br />
o al menos, esa es nuestra<br />
intención.<br />
“<br />
“Cada niño es un Universo”<br />
Muchas veces nos encontramos<br />
con el problema de querer<br />
hablar con nuestros hijos cuando<br />
son adolescentes y nos resulta<br />
complicado e incluso a<br />
veces imposible iniciar una<br />
conversación con ellos. Para<br />
conseguir una buena relación<br />
con nuestros hijos, es importante<br />
lograr una buena comunicación<br />
y que ellos sientan que<br />
podemos comprenderles y que<br />
somos capaces de ponernos en<br />
su lugar validando y respetando<br />
sus emociones.<br />
En importante aprender a escuchar<br />
a nuestros hijos, desde<br />
las edades más tempranas, porque<br />
de este modo aprenderán<br />
una manera adecuada para<br />
compartir sus pensamientos y<br />
sentimientos y a su vez aprenderán<br />
a escuchar y oír lo que<br />
tratamos de enseñarles.<br />
Debemos de tener en cuenta<br />
distintos aspectos para que la<br />
comunicación se dé de forma<br />
apropiada y especialmente entender<br />
que es muy importante<br />
que mi hijo se sienta escuchado.<br />
Lo primero de todo es recordarle<br />
diariamente mediante<br />
frases sencillas que siempre que<br />
necesite ayuda, podrá contar<br />
con nosotros. Casi todos pensamos<br />
que esto ya lo hacemos,<br />
o creemos que el niño lo sabe<br />
sin necesidad de repetírselo,<br />
pero no siempre es así y es de<br />
suma importancia recordárselo<br />
con frases sencillas, como por<br />
ejemplo: “Siempre que lo necesites,<br />
sabes que mamá y papá<br />
estarán dispuestos a escucharte.<br />
Puedes contarme todo aquello<br />
que te apetezca o te preocupe”<br />
dándole la libertad al niño<br />
para acercarse a nosotros siempre<br />
que quiera.<br />
Lo segundo es tener en cuenta,<br />
que si lo que voy a hacer es<br />
fomentar con mi hijo una buena<br />
comunicación deberé de<br />
pensar que para ello es imprescindible<br />
encontrar un momento<br />
adecuado para hacerlo. Intente<br />
reservarse cada día un<br />
instante para charlar individualmente<br />
con su hijo, en el que<br />
sepa que va a poder prestarle la<br />
atención adecuada, aunque solamente<br />
sean 5 minutos antes<br />
de irse a dormir. Recuérdele<br />
que tienen ese rato para hablar<br />
y lo más importante, usted no<br />
lo olvide.<br />
Cuando su hijo llega del colegio<br />
y está haciendo la cena, o<br />
preparando un proyecto importante<br />
para el trabajo, o dedicándose<br />
a asuntos personales<br />
y éste le dice: “Papá, mamá,<br />
hoy en el cole la profe me ha<br />
puesto un punto positivo porque<br />
he sido el más rápido en<br />
hacer el ejercicio que me han<br />
mandado” en ese momento, mi<br />
hijo está reclamando mi atención,<br />
está intentando mostrarme<br />
su satisfacción, es decir, sus<br />
sentimientos e inquietudes,<br />
intentando iniciar una comunicación<br />
e incluso reclamando<br />
nuestra aprobación, pero<br />
quizás, no sea el momento más<br />
adecuado para prestarle toda la<br />
escucha que requiere ya que<br />
estoy concentrado en otra actividad.<br />
Solemos caer en el error<br />
de contestarle únicamente, a<br />
veces sin dirigir nuestra mirada<br />
a ellos: “¿Si?, que bien, me alegro”.<br />
Por supuesto que nos<br />
alegramos, pero no estamos<br />
ayudando a reforzar una comunicación<br />
de calidad con nuestro<br />
hijo y tampoco reforzamos que<br />
esa conducta de contarnos las<br />
cosas se mantenga o aumente<br />
en el tiempo. Pero, ¿qué puedo<br />
hacer si no puedo atenderle<br />
siempre que él me lo pida?<br />
Es importante que en el momento<br />
en el que nos demos<br />
cuenta de que nuestro hijo nos<br />
está dando pistas de que algo le<br />
está preocupando, valoremos si<br />
puedo sentarme con él a<br />
hablar, en un lugar privado<br />
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