El Cantar Quinchero
La historia de este espectacular conjunto folclórico chileno que a permanecido vigente por casi 80 años.
La historia de este espectacular conjunto folclórico chileno que a permanecido vigente por casi 80 años.
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2.<br />
EL CANTAR QUINCHERO<br />
2.5<br />
ESLABONES DE UNA TRADICIÓN<br />
La aventura musical de Los <strong>Quinchero</strong>s<br />
hunde sus raíces en Los Cuatro Huasos,<br />
conjunto musical señero cuya influencia<br />
sobre la música típica nadie desconoce. Para<br />
Gabriela Mistral estos “cuatro cantadores”<br />
tuvieron la tarea de salvar nuestros aires<br />
rurales, que se perdían. “Nuestras canciones<br />
retrocedían hacia las quebradas de la<br />
cordillera –dice Gabriela–, aventadas por el<br />
descastamiento como pobres vergonzantes<br />
o como desechos. […] Los cuatro mozos se<br />
dieron a la gran persecución del folklore<br />
medio huido, por aldeas y serranías. Harto<br />
les costó rehacer el cuerpo desgranado de<br />
la vieja canción chilena; mucho han debido<br />
buscar, y en lo hallado, mucho tendrían<br />
que expurgar; habían visto en bastantes<br />
piezas el desgarrón de los giros intrusos;<br />
y en otros la adulteración lisa y llana. En<br />
todo caso, la aventura era maravillosa y la<br />
batalla fue ganada por los cuatro mozos de<br />
la fortuna. Gracias a ellos Chile luce hoy<br />
una plana de música popular que vale por<br />
la de Colombia o el Perú y que nos asombra<br />
a nosotros, ricos de esa clase de riqueza.<br />
Habíamos dejado de cantar las piezas<br />
entrañables: cantábamos, ¡qué barbaridad!,<br />
con unas entrañas compradas, como si<br />
la víscera racial fuese cosa de tomar y<br />
dejar. Muchas veces he seguido de lejos a<br />
nuestros cantadores, sin saberles las caras,<br />
gozándoles el agrio triunfo y aplaudiéndoles<br />
como auditor invisible en las plateas de<br />
teatros. También aquello era mío por ser<br />
chileno y de la chilenidad rural, que tal vez<br />
sea la única que llevo.” 18<br />
Las palabras de nuestra poetisa, escritas<br />
después de oír un recital de Los Cuatro<br />
Huasos en Río de Janeiro, no requieren<br />
de grandes comentarios. Sin embargo, de<br />
ellas se desprende un dato fundamental:<br />
la música típica, iniciada por esos cuatro<br />
jóvenes, es para Gabriela parte de la<br />
chilenidad, verdadera expresión folklórica.<br />
Ahora bien, Los <strong>Quinchero</strong>s de igual modo<br />
pueden ser considerados “rescatadores” de<br />
esa “chilenidad” rural.<br />
Como ya se ha señalado anteriormente,<br />
es en la década de 1930, en las fiestas<br />
universitarias y en las radios capitalinas,<br />
donde se evidencia el surgimiento de nuevos<br />
grupos de música chilena. Entre ellos<br />
destacan Los <strong>Quinchero</strong>s, quienes introducen<br />
una variante a esta nueva modalidad de canto<br />
e interpretación de nuestro folklore. Al poco<br />
andar, se les une Raúl Velasco –hermano de<br />
Hernán, ya integrante del conjunto– quien<br />
formaba parte de Los Cuatro Huasos. Así,<br />
Raúl, quien perteneció a Los <strong>Quinchero</strong>s<br />
entre 1942 y 1946, fue eslabón de unión entre<br />
los dos conjuntos.<br />
También el paso a “las ligas mayores” de<br />
los cuatro estudiantes de la Universidad<br />
Católica estuvo relacionada con Los<br />
Cuatro Huasos. A mediados de 1939 estos<br />
últimos viajaron a New York para cumplir<br />
18 Gabriela Mistral. La música americana de Los Cuatro Huasos. <strong>El</strong> Mercurio, Santiago, Chile 1° de diciembre, 1940, p. 3.<br />
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