VEREDICTO. ponen el ejemplo. juicios orales y públicos. Revista Especializada en el Nuevo Sistema de Justicia Penal

INDÍGENAS
Revista Especializada en el Nuevo Sistema de Justicia Penal
>>>Los juicios se
hacen públicos no sólo
para dar participación
a la comunidad, sino
también para
evidenciar a aquella
persona que se está
portando mal, opera
la vergüenza pública
expone su causa al gobernador. Dependiendo
del caso, es posible que
éste cite al acusado y se pueda llegar
a un acuerdo y evitar el juicio, explica
Víctor Martínez.
Cuando no se logra un acuerdo
entre las partes, ya sea porque el acusado
no acuda a la cita, o simplemente
el acusador no quiso negociar, se
emplaza a juicio, siempre en domingo
después del nawesari (sermón que
expresa el gobernador a la comunidad
después de misa). Si el acusado
no acude, el gobernador manda a los
soldados a traerlo.
El proceso de los juicios varía de
pueblo a pueblo. Sin embargo, existen
ciertos principios que son comunes:
son públicos, orales y en general
opera la reparación del daño.
Con bastante anticipación, el gobernador
comunica a toda la comunidad
sobre el juicio, a efecto de que
todo el pueblo esté presente. Toda la
gente tiene derecho a la palabra en
el juicio, se presentan alegatos de las
dos partes y testigos a favor y en contra
del enjuiciado.
En los juicios, el gobernador o
gobernadores presiden, con la asesoría
de exgobernadores o de gente
que ellos consideran sabia. Toda la
comunidad participa, unos acusan,
otros defienden. Empieza a hablar
la gente, incluso al mismo tiempo,
las autoridades observan, escuchan.
Al final, algunas de las pláticas van
venciendo a otras, se van quedando
permanentes hasta que ya se dicta
sentencia. Generalmente se pide la
reparación del daño”, expone Alfredo
Ramírez.
“Todo lo que perturbe la paz social
es asunto en el que debe participar
la voluntad de la comunidad y
del gobernador”, subraya el antropólogo
Víctor Martínez.
Los especialistas en este tema coinciden
en que los juicios se hacen
públicos no sólo para dar participación
a la comunidad, sino también
para evidenciar a aquella persona
que se está portando mal, opera la
vergüenza pública.
“Para nosotros no hay más castigo
que la evidencia, ante los demás
hermanos, ante la propia familia”,
señaló Ana Cely Palma.
Además de ser públicos, los juicios
son orales. “De hecho, toda la
cultura de los rarámuri es completamente
oral”, subraya Sariego Rodríguez.
En el mismo tenor, la palabra es
muy importante para los rarámuris,
enfatiza Víctor Martínez: “La palabra
basta, la palabra se dice con verdad,
a diferencia de nuestra sociedad”.
Dada su cultura oral, es de entenderse
que las formas de hacer
juicios se transmiten de generación
en generación, es por ello que acude
toda la familia. Los adultos hombres
y mujeres son los únicos que pueden
participar. Los niños observan.
Como parte imprescindible de la
justicia se aplica la reparación del
daño, sin este requisito no se restablece
el tejido social. “Es como cocer”,
subraya Alfredo Ramírez.
Aunque la pena de cárcel, no es
una constante en los juicios tradicionales,
sí se da. Esta pena no se impone
en la generalidad de las comunidades
rarámuri, pues cada pueblo tiene sus
propias reglas, se puede decir que no
existe un patrón general para los juicios,
enfatiza Alfredo Ramírez.
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VEREDICTO / Año 1 • Número 12