VEREDICTO. ponen el ejemplo. juicios orales y públicos. Revista Especializada en el Nuevo Sistema de Justicia Penal

Consejo de ancianos escucha el problema
>>>Los tarahumaras
manejan una filosofía
muy distinta de justicia
que los occidentales
o chabochis como los
nombran ellos, pues
buscan en primer orden
la reparación del daño
y no el castigo
tema de justicia de los rarámuris es
recuperar la armonía en su sociedad,
al interior de los habitantes de su
pueblo, recalca Víctor Martínez, antropólogo
de Sierra Madre A.C.
En términos generales, los tarahumaras
manejan una filosofía muy
distinta de justicia que los occidentales
o chabochis como los nombran
ellos, pues buscan en primer orden la
reparación del daño y no el castigo.
Es por ello que en el idioma rarámuri
no existe la palabra castigo,
pues la finalidad del juicio no es encontrar
culpables, sino restablecer la
armonía. “La justicia no tiene un fin
castigador”, insiste el antropólogo de
Sierra Madre A. C.
A diferencia de la justicia occidental,
los rarámuris consideran
graves delitos que en apariencia no
traen mayores consecuencias, como
el chisme y el robo, explica Víctor
Martínez, pues estas conductas antisociales
que pueden dañar de manera
seria la convivencia en la comunidad.
Juzgan delitos como la envidia e
infidelidad, señala Juan Luis Sariego,
al indicar que muchas veces juzgan
delitos que para los mestizos son ridículos;
sin embargo, en comunidades
pequeñas son conductas que en
definitiva cobran importancia, pues
pueden dañar la paz social.
Jaime Enríquez, titular de la Coordinación
Estatal de la Tarahumara,
enfatizó que los rarámuri, si bien no
tienen un catálogo preciso de las conductas
antisociales que se llevan a la
justicia tradicional, por lo general se
trata de robo de animales, golpes, riñas,
agresiones, falta de respeto a las
autoridades tradicionales y la omisión
de cuidados de niños, personas
desvalidas y ancianos. “Son acciones
que van en contra del respeto y cordialidad
que debe prevalecer en la
comunidad”, hace ver.
Los tarahumaras toman tesgüino
sólo en fiestas y es para agradar
a Dios. Juzgan y califican como alcohólico
a quien toma fuera de esta
norma y a quien se atreva a adulterar
el tesgüino por medio de bebidas con
alto grado de contenido de alcohol,
abunda Jaime Enríquez.
Sin embargo, en algunas comunidades
ya no juzgan esta conducta,
sobre todo en las más cercanas a expendios
de bebidas y licores, reconoce
el titular de la Coordinación Estatal
de la Tarahumara.
Necesariamente debe haber una
acusación, los delitos no se persiguen
de oficio. Generalmente, el afectado
Revista Especializada en el Nuevo Sistema de Justicia Penal
VEREDICTO / Año 1 • Número 12 09