Nº 4 - Octubre 2016

El milagro y la culpa del amor
Cuando nace un romance entre dos personas, lo digo por experiencia
propia, se pertenecen una a la otra. Esa es mi manera de ver al
quinto elemento: el amor.
Por esa definición, ya que los otros cuatro elementos existen en
el cuerpo o se pueden ver alrededor del ser humano, este que no se ve
existe en el alma.
Cada uno necesita la posesión de ese elemento y decidí comprobar
que al amar, también caemos en la tentación de los siete pecados
capitales.
No lo pensé como mujer, sino como enamorada. Cabe también
para el hombre que ama.
Desafío a todos los enamorados a que lean esta poesía, varón o
mujer, y consideren los conceptos aplicándolos a su propio sentimiento,
ese tan grande y difícil de obtener o descubrir, que se llama amor.
Si amas a alguien, es mayor el desafío que amarte a vos mismo,
porque son dos en un mismo sentimiento.
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