NORMAS DE COLABORACIÓN

es saben que esa apuesta por mayores grados de libertad requiere un fuerte compromiso con el cliente.
Un trabajo mal hecho, entregado fuera de término, una violación de seguridad, o que no se ajuste a los
parámetros convenidos puede implicar el fi n de la relación laboral. La confianza mutua adquiere un rol
preponderante.
Paradójicamente, esa mayor volatilidad de uno y otro lado (el Ejército) pierde control sobre el proceso;
el trabajador sabe que debe cumplir con el trabajo para recibir su paga y nuevos encargos, maximiza
la orientación a resultados, lo que permite una gestión en función de objetivos más efi ciente, aunque independiente
de las horas de trabajo invertidas en el producto fi nal.
Una forma de afi anzar las relaciones con un freelance
puede ser el concepto de recompensas, pero
¿cómo recompensar a los trabajadores externos?
La conectividad permanente que favorece este tipo
de relaciones laborales también otorga herramientas
para retener el talento de los trabajadores externos
y evaluar su desempeño. Un buen trabajo puede ser
recomendado en redes sociales, por ejemplo a nivel
Ejército, puede ser a través de nuestra INTRANET.
Esa difusión a la vista de todos es buena publicidad
para el trabajador freelance, y lo hará sentirse valorado.
En cambio, es conveniente marcar aspectos
negativos en privado, para no dañar la imagen pública
del colaborador mientras se le otorgan elementos
para que mejore su desempeño en el futuro.
Debe quedar claro que la relación de dependencia será siempre la de freelance, ya que puede que
este trabajador desee formar parte de la compañía. La eventual relación de dependencia se convertirá en
un factor de retención de talento y de gestión de compromiso. Es importante dejar en claro que la empresa
(Ejército) prefi ere mantener la relación de forma externa. Otra vez: la confi anza mutua es la clave de que
este tipo de relaciones prosperen.
En resumen, gestionar el compromiso de trabajadores a distancia presenta nuevos desafíos para
las compañías y en mayor medida para el Ejército. Los colaboradores freelance son más independientes y
es necesario comprender esos grados de libertad mayores. Pero es justamente esa autonomía la que los
focaliza más hacia los resultados. Un objetivo compartido con el que ambas partes se comprometan hará
más fructífera la relación para unos y otros, y la compañía/Ejército podrá benefi ciarse de este nuevo tipo de
relaciones laborales más fl exibles.
Ahora cabe preguntarse, dos cosas:
1. ¿Tiene esta forma de compromiso laboral cabida en nuestro Ejército? ¿Cuáles serían los trabajos
a desarrollar y los cometidos asignados? En principio nunca hay que dar un no por respuesta cuando
tenemos que afrontar cambios en nuestra estructura de pensamiento. Seguramente que si reunimos a un
grupo heterogéneo de militares de distinto empleo, diferente formación de perfeccionamiento, distinto tipo
de unidad, distinta entidad geográfi ca, etc., y organizamos una tormenta de ideas, saldrían múltiples trabajos
y cometidos en los distintos niveles de mando. Por otra parte, requerirá una reestructuración de los
presupuestos, y la dotación de créditos específi cos en la cuantía necesaria.
2. ¿Se puede adaptar el concepto freelance a personal de distintas unidades trabajando en tiempo
real en un proyecto común? Se trataría de buscar el facilitar la conciliación familiar y evitar en determinados
casos movilidad geográfi ca. Este punto es más controvertido y peligroso; precisa, inicialmente, de una modifi
cación de las situaciones administrativas en las Fuerzas Armadas y, posteriormente, de gran compromiso
y responsabilidad por el solicitante, y una normativa muy restrictiva y sin fi suras que evite el abuso y la
solicitud masiva de esa situación administrativa. En la vida civil, el incumplimiento de lo contratado supone
la cancelación de dicho contrato, pero para el personal militar en las Fuerzas Armadas, el contrato tiene
otras formas y procedimientos.
TEXTO: CORONEL DE INFANTERÍA GUILLERMO LABRADO GÓMEZ
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