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68<br />
CULTIVO DE INTERIOR<br />
AIRE ACONDICIONADO NATURAL<br />
ENFRÍA EL CUARTO<br />
CON AGUA<br />
“EL CULTIVADOR<br />
TIENE ACCESO A<br />
AGUA FRÍA, PUEDE<br />
REFRIGERAR EL<br />
CUARTO DE<br />
CULTIVO CON POCO<br />
MÁS DE 100W”<br />
Los pozos, piscinas, ríos, lagos y estanques pueden utilizarse para conseguir aire<br />
acondicionado gratuito. Puedes calentar el agua de la piscina mientras enfrías el cuarto<br />
de cultivo. Y lo mejor… puedes disponer de la misma capacidad de refrigeración de un aire<br />
acondicionado convencional con un gasto eléctrico diez veces menor y sin necesidad de que<br />
venga un instalador a montarlo. Te mostramos cómo puedes hacerlo. por José T. Gállego<br />
La refrigeración con agua es un concepto<br />
muy poco conocido entre los<br />
cultivadores. Tiene grandes ventajas<br />
y resulta una fantástica solución<br />
siempre que ciertas condiciones sean<br />
dadas. No es un sistema adecuado<br />
para todo el mundo, pero quien pueda<br />
disfrutarlo se sentirá sin duda, un cultivador<br />
afortunado.<br />
El agua es un recurso valioso y una<br />
sustancia increíble. No sólo es absolutamente<br />
esencial para la supervivencia<br />
de todas las formas de vida conocidas,<br />
sino que además tiene unas propiedades<br />
fisicoquímicas muy especiales.<br />
Es una de las pocas sustancias que, se<br />
encuentran de manera natural en el planeta<br />
en sus tres estados (sólido, líquido<br />
y gaseoso). Entre sus características<br />
más notables destaca su capacidad de<br />
absorber energía térmica, una de las<br />
más absorbentes entre todas las sustancias<br />
y que hace del agua un elemento<br />
muy apropiado para usarse en sistemas<br />
de refrigeración y calefacción. La<br />
mayoría de los cultivadores de interior<br />
paran de cultivar durante los meses de<br />
verano, ya que resulta muy complicado<br />
mantener las plantas a 25ºC, cuando en<br />
la calle hay 30 o 35º.<br />
Aquellos que siguen plantando, en<br />
verano acaban instalando un aire acondicionado<br />
después de los primeros fracasos<br />
intentando cultivar sin él. El problema<br />
de los acondicionadores de aire<br />
es que consumen mucha electricidad,<br />
sobre todo cuando deben funcionar casi<br />
continuamente para contrarrestar el<br />
calor emitido por las lámparas de alta<br />
presión. Generalmente se calcula una<br />
potencia de refrigeración de 1,5 Kw/h<br />
(1300 frigorías) por cada 1.000 w de<br />
luz. Las necesidades concretas de cada<br />
cuarto de cultivo dependen de varios<br />
factores, entre ellos se cuenta si tiene<br />
o no paredes que den al exterior y<br />
reciban sol directo, si los balastros<br />
de las lámparas están dentro o fuera<br />
del cultivo, o si las luces cuentan con<br />
reflectores refrigerados. El consumo<br />
del aire acondicionado puede incluso<br />
ser mayor que el consumo de las lámparas<br />
de cultivo, por lo que la factura de<br />
electricidad puede aumentar el doble<br />
durante los meses de verano.<br />
Un problema añadido es que la mayoría<br />
de los cultivadores, se resisten a<br />
dedicar una buena parte de la potencia<br />
eléctrica disponible a la refrigeración,<br />
puesto que esto implica disminuir la<br />
capacidad para encender lámparas.<br />
El afán por buscar sistemas de refrigeración<br />
que consuman menos energía<br />
ha llevado a desarrollar nuevos<br />
enfoques y adaptar al cultivo tecnologías<br />
utilizadas en otros negocios,<br />
como los intercambiadores de calor<br />
industriales o las enfriadoras de agua<br />
que se emplean en hotelería. Este artículo<br />
repasa los principios generales<br />
que se aplican en todos los sistemas<br />
de refrigeración, así como las ventajas<br />
e inconvenientes de cada uno. La<br />
refrigeración por agua es una gran<br />
desconocida para los cultivadores<br />
españoles pero, con los años, será<br />
cada vez más popular, conforme se<br />
vayan dando cuenta de su potencial y<br />
eficiencia energética.<br />
Todos hemos oído aquello de que la<br />
energía ni se crea ni se destruye, sólo<br />
se transforma. Este principio de conservación<br />
de la energía hace que no se<br />
pueda enfriar un cultivo destruyendo<br />
el calor que desprenden las lámparas,<br />
es imposible. Lo único que podemos<br />
hacer es llevarnos ese calor (energía) a<br />
otro sitio. Para trasportar el calor hace<br />
falta un elemento conductor, los más<br />
empleados son el aire, el agua y los<br />
gases refrigerantes.<br />
Un extractor que saque el aire caliente<br />
de la habitación de cultivo, combinado<br />
con un intractor que introduzca<br />
aire fresco, forman un sistema de<br />
refrigeración que utiliza el aire como<br />
conductor de la energía. Los sistemas<br />
de aire acondicionado convencionales,<br />
emplean un gas refrigerante para trasladar<br />
el calor desde el interior al exterior<br />
de la habitación, donde vuelven a<br />
enfriar el gas, cediendo el calor a la<br />
atmósfera. Los radiadores de las casas<br />
emplean el agua como vehículo conductor<br />
de energía aunque en sentido<br />
inverso. La caldera calienta el agua y<br />
la distribuye a los radiadores de toda la<br />
casa, el agua caliente libera su energía<br />
calorífica y se va enfriando, luego retorna<br />
a la caldera y se calienta de nuevo.<br />
Todo sistema de refrigeración comprende<br />
dos procesos: cesión de calor desde<br />
el cuarto de cultivo al material conductor<br />
(agua, aire o gas refrigerante) y traslado<br />
del calor desde el material conductor<br />
al exterior. Una vez que se entiende<br />
bien este concepto, resulta mucho más<br />
fácil comprender las ventajas de los<br />
distintos tipos de sistema de refrigeración.<br />
Los aires acondicionados tipo split,<br />
que son los más habituales, captan el<br />
calor de la habitación por medio de un<br />
evaporador (la unidad interior), en el<br />
que el gas refrigerante absorbe energía.<br />
Luego llevan ese gas al condensador (la<br />
unidad exterior) donde lo enfrían, liberando<br />
el calor al exterior. Una vez frío, el<br />
gas vuelve al evaporador y comienza de<br />
nuevo el ciclo.<br />
EL AGUA COMO REFRIGERANTE<br />
El agua tiene un índice muy alto de<br />
capacidad calorífica específica, esto<br />
quiere decir, es una de las sustancias<br />
que más energía requiere para variar<br />
su temperatura. Dicho de otro modo,<br />
el agua es perfecta para acumular frío<br />
o calor y trasportarlo con facilidad.<br />
Por eso los sistemas de calefacción<br />
centrales alimentan radiadores de<br />
agua. Es mucho más eficiente calentar<br />
agua con una caldera y distribuirla por<br />
todo el edificio a través de pequeñas<br />
tuberías que tratar de repartir aire<br />
caliente. Este último, tiene un índice de<br />
capacidad calorífica específica cuatro<br />
veces menor que el agua y por tanto,<br />
perdería buena parte de su temperatura<br />
antes de llegar a destino y