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Túnel del viento<br />
sa aplicar mejoras aerodinámicas principalmente sobre<br />
la posición en la bicicleta, la vestimenta, el casco… ya<br />
que es lo que influye sobre la resistencia del cuerpo al<br />
avance. La mayoría de estudios sobre el tema, que no<br />
son pocos por cierto, definen a la posición en la bicicleta<br />
como el factor que mayor mejora aportaría, por delante<br />
de la vestimenta (ya hablaremos algún día de esto) y del<br />
uso de cascos aéreos, que es el último en relevancia pero<br />
al que dedicamos este artículo.<br />
Casi todos reconoceréis el casco aéreo y casi con total<br />
seguridad lo asociareis al casco en forma de gota que tan<br />
de moda se puso durante las contrarrelojes en los años<br />
90 y primera década del nuevo siglo. Este diseño se basa<br />
en el concepto de flujo laminar que ya explicamos en un<br />
artículo anterior y por el cual el aire incidente sobre el<br />
casco se mantiene en todo momento ordenado, estratificado<br />
y suave a lo largo de su superficie. Esto hace que la<br />
resistencia a la fuerza del viento se minimice, y su efecto<br />
aerodinámico se maximiza gracias a la cola del casco que<br />
permite que las capas de aire que han sido separadas<br />
en la parte frontal del mismo se encuentren en la parte<br />
posterior de forma “amigable”.<br />
Ahora bien, toda esta maximización de efecto aerodinámico<br />
y minimización de resistencia al aire para un casco<br />
aéreo en forma de gota se produce únicamente si varias<br />
condiciones se cumplen. En primer lugar que la postura<br />
del ciclista sea óptima y precisa, con la cola del casco<br />
pegada a la espalda. En segundo lugar que la dirección del<br />
viento sea siempre frontal. Pero claro, ya habréis caído<br />
en la cuenta que mantener una posición fija en la bicicleta<br />
durante toda una prueba de contrarreloj es bastante<br />
complicado, siendo normalmente necesario cambiar la<br />
postura frecuentemente bien sea por la necesidad de<br />
beber agua, por el trazado de la prueba o por el agarrotamiento<br />
muscular. Además, como ya comentamos en<br />
nuestro artículo sobre abanicos, el viento es cambiante<br />
y en muchas ocasiones impredecible, por lo que conseguir<br />
que siempre incida frontalmente sobre el ciclista es<br />
bastante utópico.<br />
Sabiendo ya todo esto, entendemos que la clave de un<br />
casco aéreo de uso universal debería lograr un compromiso<br />
entre la ganancia aerodinámica y la dificultad<br />
de obtener la posición óptima. Así es como nacen los<br />
nuevos cascos de contrarreloj que cada vez vemos más<br />
habitualmente en el ciclismo en carretera, con una forma<br />
que permite que el ángulo óptimo postural de uso no<br />
sea único ni difícilmente alcanzable. Cascos con un diseño<br />
aerodinámico que tienen un rendimiento menor que<br />
los de gota para viento frontal, pero que ante vientos en<br />
otras direcciones no penalizan prácticamente y para los<br />
que la postura óptima de uso no está al alcance de unos<br />
pocos únicamente sino que puede ser adoptada por la<br />
gran mayoría de los mortales.<br />
“Un compromiso entre la ganancia<br />
aerodinámica y la dificultad de<br />
obtener la posición óptima”