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viaje memorable
VMÑ
tercer lugar”, recuerda, agregando que
la ausencia de los guías en la etapa de
trote, lo hizo perder la ruta y la ventaja
que había alcanzado. “Cuando regrese al
sendero adecuado, ya había perdido todo
el tiempo que había ganado en la bicicleta
y perdí la carrera”.
Sin embargo, la versión 2016 de este evento
médico deportivo, realizada en Eslovenia
tuvo su revancha y un gran broche de oro.
“Lo mejor, es que gané el triatlón. Una carrera
muy disputada. Me sentí muy cómodo en el
agua, saliendo tercero, pero en la bicicleta, que
es mi fuerte, logré pasar al primer lugar, que
lo mantuve hasta el final. Fue nuestra única
medalla de oro de la delegación chilena”.
Por supuesto, luego de la intensa
competencia viene la oportunidad de
recorrer, conocer, fotografiar, comer. Y
es el momento en que se une el deporte
con el espíritu viajero. “Las Olimpiadas se
realizaron en Maribor, Eslovenia, Europa
del Este y parte de la antigua Yugoslavia. Un
paisaje maravilloso, montañoso, con gente
simple y encantadora, una arquitectura
antigua, típica del Este, pero limpia y
bien cuidada. Siempre es tan interesante
compartir con individuos de otras
nacionalidades, conocer sus realidades,
y estrechar vínculos. Además viajar con
la delegación nacional en un ambiente
de camaradería, como integrantes de un
equipo, que se apoyan entre sí, hace de esta
competencia deportiva, una experiencia
notable”.
Pero su historia suma innumerables viajes
que han escrito pasajes recordados en su
historia deportiva. “Siempre he estado
relacionado al deporte competitivo. En la
Universidad jugaba Rugby por el equipo
de la Universidad Católica, fuimos varias
veces campeones de Chile. Participé en
la selección Nacional de Rugby por varios
años, de manera que frecuentemente
viajábamos a Argentina, Uruguay y
Brasil por competencias. La gira más
extraordinaria fue la que hicimos a
Sudáfrica. Estuvimos un mes jugando por
todo Sudáfrica. Fue en pleno tiempo del
Apartheid, con Nelson Mandela aún preso.
Después del rugby, vino el triatlón. Pero la
genética competitiva se mantiene”.
Es que se trata de una perspectiva, una
visión que empapa cada aspecto de la
vida. “La familia, el trabajo y el deporte,
de alguna manera todo está relacionado.
El deporte es esencial para hacerte ver que
es la disciplina en todos los aspectos de
la vida, lo que conduce a un camino más
armonioso. Y esto se aplica al trabajo, a
la vida familiar y a la vida espiritual. Los
caminos de la vida, así como en una carrera,
están llenos de altos y bajos, de alegrías y
dolores. Con el deporte se aprende a forjar
el carácter, a desarrollar la disciplina y la
fortaleza para no sucumbir a los momentos
obscuros, a no desfallecer, a cumplir con
el trabajo, a no abandonar. El desarrollo
espiritual, que al final, es lo esencial,
requiere de las mismas características:
constancia, trabajo, disciplina”.
Es así como siguiendo esta perspectiva,
ya prepara su próximo viaje para las
Olimpiadas de este año. “Competiré en
Marsella, Francia, en la competencia
mundial médica, defendiendo el título. Y
estoy enfocado en subirme al podio”. Sin
duda, un médico con el alma puesta en el
deporte.
Revista Vida Médica Ñuble Mayo 2017 N°4
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