falcon...1° parte

-¿Te habló de mí? –dijo con su vocecita de gorrión y sonriendo.
-¡Qué! – exclamé atragantándome.
-Como dije soy Érica, 25 años, soltera y de Buenos Aires.
-¿Y qué más?
-Y eso es todo. –y rio como el pajarillo cuando hace ji, ji, ji.
Pues claro, dio toda la información que creyó que yo necesitaba
saber.
-Como dije, soy Jony, 26 años y de la provincia de Buenos
Aires.
-Pero... –me miró seriamente y lo soltó: -¿Soltero o casado?
-Soltero. –respondí perdiendo una magnífica oportunidad,
debí decir casado, pero me di cuenta muy tarde.
-¿Y eso es todo?
-Sí, eso es todo. –ahí aproveché para irme y se lo dije.
-¿Por qué te vas? –se puso inquieta y se puso de pie también.
-Tengo algunas cosas que hacer. –di una excusa trivial.
-Qué pena que te vayas, Podríamos conocernos mejor. Me
caes bien.
-Tal vez mañana nos encontremos. Adiós. –dije y antes de
que dijese algo más, salí apresuradamente.
Me fui lejos, no sé a dónde. Todo era playa y gente.
Finalmente decidí mudarme al hotel.
Al otro día regresé a la playa, pues me atraía poderosamente
el mar y ver tantas mujeres casi sin ropa, ahí nomás, al alcance
de la mano. Me quedé de pie entre el gentío para ver si
pescaba a la morenita que me miraba y sonreía la tarde anterior,
pero era difícil, era como buscar un alfiler en un pajal, sin
embargo a mí me buscaron y me pescaron en menos de cinco
minutos.
-¡Jony! ¡Qué casualidad! –dijo esa muchacha delgada y rubia.
-¡Hola! ¡Cómo te va? –hube de decir sin alegría y a desgano.
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