Ecovatios_11

Prototipos bioclimáticos, una solución
apropiada para el uso eficiente de la
energía
Vivienda Bioclimática en Nazareth - La Guajira.
El Instituto de Planificación y Promoción
de Soluciones Energéticas para las Zonas
No Interconectadas (IPSE), en desarrollo
de su compromiso social en el sentido de actuar
en procura de mejorar las condiciones
de vida de las comunidades rurales, aisladas,
y con ayuda de la Universidad Nacional de
Colombia, sede Medellín, implementó durante
el periodo 2010-2012, siete prototipos de
espacios bioclimáticos, con los cuales pretende
demostrar cómo se puede proporcionar
confort a sus habitantes, utilizando, en lo posible,
la menor cantidad de energía eléctrica
y que, a su vez, fueran replicados en parte o
en su totalidad por las mismas comunidades
que los vieron desarrollarse.
Para ello, determinó los sitios habitacionales
que mayor impacto generan en las localidades,
como son las viviendas, las escuelas
y sus centros de reuniones sociales, involucrándose
en la creación de una arquitectura
sostenible, que no afectara negativamente
al entorno, colocara en peligro sus recursos,
ni estigmatizara a la población en una imagen
de abandono, lo cual ocurre cuando no
se apega la construcción a técnicas citadinas,
dentro de una modernidad arrasadora y desobligante
con su cultura y sus raíces.
El primer paso para este proyecto fue caracterizar
los sitios seleccionados, con el propósito
de conocer el entorno que los rodeaba,
el pensamiento y el querer local, la experiencia
alrededor de los materiales usados en
las localidades y, así, establecer las mezclas
con las técnicas conocidas para llegar a una
mezcla ideal, que habría de completar el conocimiento
que se plasmaría en las construcciones.
El concepto bioclimático involucra el espacio,
el hábitat, la orientación de las construcciones
con vientos a favor e iluminación suficiente,
con sombras que protejan los recintos
haciéndolos parte del paisaje y convirtiéndolos
en estancias agradables a quienes las habitan.
Se realizaron construcciones en sitios como
Isla Fuerte, Bolívar; Totumo, Antioquia; Titumate,
Chocó y Nazareth, La Guajira, respetando
las diferencias étnicas, diversidad
geográfica y ambiental, pero; sobre todo, la
identidad cultural, sus fortalezas técnicas,
adquiridas a través de sus quehaceres ancestrales,
sus habilidades de supervivencia, dadas
por las condiciones climáticas y sociales
propias o combinadas en el constante contacto
con otras sociedades.
La materia prima de construcción fue elegida
de acuerdo con el uso de recursos locales en
la edificación. Para cimentaciones y muros de
carga, los materiales pétreos de cada localidad
conformaron los ciclópeos, fundándose
de una gama entre coralinos de cantera y
cantos de río. Los cerramientos fueron diseñados
en fibras naturales, cada una contemplando
su hábitat natural, desde la hoja de
palma del Urabá antioqueño, erguida y fuerte,
sobreviviente neta a las duras realidades
de un caminar difícil en el paraíso ambiental,
donde las aguas dulces hacen crecer los pastos
en inmediaciones del mar y se divisa, en
un solo entorno, la exuberancia de selva tropical
y los atardeceres caribes; pasando por
Caña Flecha, en el Chocó, a Caña de Lata
en Bolívar, el mismo material que manejaban
los isleños desde su asentamiento y que
han venido cambiando por ladrillos y pañetes.
Este cambio fundamental en los métodos
constructivos obliga al uso de aires acondicionados,
equipos de alto consumo que impactan
la prestación de servicio de energía
con renovables, poniendo en riesgo los sistemas
solares híbridos, que no son fuentes infinitas
de energía sino soluciones ambientalmente
amigables, en zonas no conectables al
Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Los prototipos implementados abarcan los sitios
sociales, por antonomasia, utilizados en
las comunidades indígenas, como son sus
malocas de diseño circular, donde la cabe-
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12 ECOVATIOS ∙ Edición No. 11 ∙ Diciembre 2014