En Obra 173 - Agosto 2018

OPINION
GUERRA COMERCIAL Y DE DIVISAS, “TRAMA RUSA”
¿Se acerca la hora final de Trump?
VARIOS FANTASMAS RECORREN EL MUNDO DESARROLLADO: LOS DESASTRES DEL CAMBIO CLIMÁTICO,
LAS VICTORIAS DE LA EXTREMA DERECHA O FUERZAS ANTISISTEMA (COMO EN EEUU, GRAN BRETAÑA,
ITALIA E INCLUSO EN ALEMANIA DONDE MERKEL PELIGRA), Y LAS GUERRAS COMERCIALES Y DE DIVISAS,
Y LOS DESBALANCES FISCALES QUE PUEDEN PROVOCAR UNA NUEVA GRAN RECESIÓN. TODOS SON
HIJOS DE LA MISMA MADRE: LA INSUSTANCIALIDAD DE LAS CLASES POLÍTICAS, LA FALTA DE PROYECTOS
GLOBALES, Y LA PRESENCIA DE LÍDERES SEMIAUTORITARIOS COMO DONALD TRUMP, XI JINPING Y
VLADIMIR PUTIN, QUE NO CONSTRUYEN UN ORDEN MUNDIAL COMO EL QUE, MAL QUE BIEN, EXISTIÓ
DURANTE LA GUERRA FRÍA, O LA ALIANZA SINO – NORTEAMERICANA, ENTRE 2009 Y 2016. COMO
SIEMPRE, LA TURBULENCIA GOLPEARÁ MÁS A LOS MÁS DÉBILES.
por Cr. Carlos Luppi
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En un mundo en el que la droga hace
estragos, la desigualdad y la delincuencia
aumentan, a la vez que la robotización amenaza
a más del 45% de los empleos existentes,
los partidos y líderes autoritarios ganan
espacio y presagian dictaduras y soluciones
similares, es inevitable sentir nostalgia por
la época que nació al fin de la Segunda
Guerra Mundial. A pesar de la Guerra Fría,
que al fin y al cabo era un orden mundial,
un esquema de equilibrios cuya necesidad
señaló obsesivamente Henry Kissinger,
el principal geoestratega estadounidense
desde hace 60 años, en toda su carrera
intelectual.
Cuatro líderes de estatura histórica
colosal, cada cual a su manera, Franklin D.
Roosevelt, Joseph Stalin, Winston Churchill
y Charles de Gaulle habían liderado
la derrota del eje nazi fascista, que fue la
perfecta encarnación del mal. Las ideas de
John Maynard Keynes habían derrotado
la Gran Depresión y se impusieron universalmente,
dando lugar a la “era dorada
del capitalismo”: un capitalismo en el que
Estado sostenía la economía privada, con
presencia sindical, apuntando al Estado de
Bienestar, único fin posible de las Ciencias
Económicas. La “era dorada del capitalismo”
transcurrió entre 1946 y 1973.
Hoy, tres líderes continentales, Donald
Trump, Xi Jinping y Vladimir Putin compiten
en mostrar quién tiene armas más grandes
y poderosas, y el primero no tiene mejor
idea que declarar una guerra comercial (que
se transforma de inmediato en “guerra de
divisas”) inaugurando una confrontación
sin límites ni vencedores posibles.
Los sueños delirantes del Sr. Trump
El discurso sobre “América primero”
de Donald Trump se nutrió de la idea de
restaurar la grandeza norteamericana de
posguerra (cuando EEUU era el 51% del PIB
mundial), en base a un proteccionismo antiglobalización,
que restaurara el esplendor
perdido de la industria norteamericana.
Apuntó directamente a China – entonces
el principal aliado de EEUU en los planos
comercial y financiero- culpándola de su
déficit comercial y señalando que si era
electo habría una “guerra comercial”.
Por supuesto, China advirtió contra un
enfrentamiento entre las potencias señalando
que “las empresas estadounidenses
serían las más perjudicadas”.