You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
SELECCIONES <br />
LOS PLANTÍOS DE CAÑA DE AZÚCAR resp<strong>la</strong>ndecían bajo<br />
<strong>la</strong> luz del Sol cuando el agricultor australiano Barry Lynch<br />
detuvo su camioneta a <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> del camino y metió el fr<strong>en</strong>o<br />
de mano. Eran <strong>la</strong>s 6 a. m. El corpul<strong>en</strong>to trabajador, de 54<br />
años, le dio un sorbo a su refresco, se puso <strong>la</strong> gorra y bajó<br />
del auto <strong>en</strong> <strong>la</strong> región más sept<strong>en</strong>trional de Que<strong>en</strong>s<strong>la</strong>nd.<br />
Sin perder tiempo, revisó <strong>la</strong> maquinaria<br />
que utilizaría ese día. El tractor<br />
rojo y negro arrastraría un remolque<br />
de 4.5 tone<strong>la</strong>das para fumigar: una<br />
especie de cisterna sobre ruedas cargada<br />
con 5,400 litros de herbicida.<br />
Aunque el p<strong>la</strong>n era acudir a un lejano<br />
sembradío con objeto de rociar <strong>los</strong><br />
brotes de caña, su m<strong>en</strong>te ya estaba <strong>en</strong><br />
lo que haría esa noche. Era 1 de octubre,<br />
el primer aniversario del fallecimi<strong>en</strong>to<br />
de su madre. Después de <strong>la</strong><br />
jornada se dirigiría al pueblo costero<br />
de Lucinda, a 140 kilómetros, donde él<br />
y Susan, su hermana, arrojarían flores<br />
al mar <strong>en</strong> su memoria.<br />
Al haber nacido y crecido <strong>en</strong> <strong>la</strong><br />
franja azucarera australiana, que<br />
bordea <strong>la</strong> húmeda costa tropical del<br />
noreste del país, <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor agríco<strong>la</strong> le<br />
corría por <strong>la</strong>s v<strong>en</strong>as. Visitaba una finca<br />
tras otra para preparar el terr<strong>en</strong>o y<br />
nutrir <strong>los</strong> brotes de caña. Dada <strong>la</strong> naturaleza<br />
del trabajo, pasaba una gran<br />
cantidad de tiempo solo; casi todos<br />
<strong>los</strong> días andaba por su cu<strong>en</strong>ta. No<br />
obstante, disfrutaba operar maquinaria<br />
pesada y s<strong>en</strong>tir el aroma de <strong>la</strong><br />
<strong>tierra</strong> a su paso. Era famoso por su determinación<br />
y dedicación al trabajo:<br />
por no r<strong>en</strong>dirse jamás.<br />
Esa mañana salió a <strong>la</strong>s 5 a. m. de su<br />
casa, ubicada <strong>en</strong> el pequeño pob<strong>la</strong>do<br />
de Tully. No había vuelto a t<strong>en</strong>er una<br />
pareja desde su divorcio, hacía tres décadas,<br />
y si bi<strong>en</strong> vivía solo, visitaba a sus<br />
dos hijas y cinco nietos cada que t<strong>en</strong>ía<br />
oportunidad. Él t<strong>en</strong>ía seis hermanos y<br />
había sido muy cercano a su padre, de<br />
qui<strong>en</strong> atesoraba una hermosa navaja<br />
de bolsillo. T<strong>en</strong>ía dos hojas, pinzas de<br />
corte, desarmador y una pequeña sierra.<br />
Era un legado muy especial; jamás<br />
salía sin el<strong>la</strong>. Por <strong>la</strong> mañana <strong>la</strong> había<br />
tocado con sus dedos antes de <strong>en</strong>c<strong>en</strong>der<br />
un cigarrillo y repasar su itinerario.<br />
Para llegar al cañaveral, t<strong>en</strong>dría<br />
que llevar el tractor y <strong>la</strong> carga cuesta<br />
abajo, atravesar un riachuelo y subir<br />
de nuevo. Apagó el cigarrillo presionándolo<br />
contra el suelo duro y seco;<br />
subió al vehículo, giró <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve y sintió<br />
el rugir del motor que <strong>en</strong>traba <strong>en</strong> acción.<br />
Ajustó <strong>la</strong> transmisión y arrancó.<br />
Algo tronó. Se sintió un tirón y,<br />
luego, el tractor se detuvo. “Maldición”,<br />
refunfuñó Barry. Al bajar de <strong>la</strong><br />
máquina se le cayó el teléfono del bolsillo.<br />
Se agachó a recogerlo al tiempo<br />
que murmuraba groserías. Después,<br />
caminó hacia <strong>la</strong> parte trasera para<br />
averiguar qué había pasado.<br />
FOTOS: VERONICA SAGREDO/BLUECLICK PHOTOGRAPHY