Edicion 11 de enero de 2019
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Realidad Nacional<br />
16 Viernes <strong>11</strong> <strong>de</strong> <strong>enero</strong> <strong>de</strong> <strong>2019</strong> Diario Co Latino<br />
Optimismo <strong>de</strong> la voluntad<br />
Luis Armando González<br />
No se sabe cuál será el resultado <strong>de</strong><br />
las elecciones presi<strong>de</strong>nciales<br />
<strong>de</strong> <strong>2019</strong>.<br />
Se ha puesto <strong>de</strong> moda apelar<br />
a las encuestas para asegurar<br />
quién ganará, pero si eso fuera<br />
inapelable las elecciones serían<br />
innecesarias. De hecho, nos ahorraríamos<br />
un montón <strong>de</strong> dinero y tiempo<br />
si solo preguntáramos a 2,000 mil personas<br />
por sus preferencias electorales y <strong>de</strong> ahí <strong>de</strong>termináramos<br />
quién es el ganador. Pero la <strong>de</strong>mocracia<br />
no funciona así, y la votación efectiva<br />
<strong>de</strong> los ciudadanos constituye la última palabra<br />
para <strong>de</strong>cidir quiénes ocuparán los cargos públicos<br />
<strong>de</strong> máximo nivel.<br />
Así las cosas, ningún partido político (y sus<br />
candidatos) <strong>de</strong>bería darse por ganador o per<strong>de</strong>dor<br />
seguro antes <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> votación<br />
efectivo <strong>de</strong> los ciudadanos. En el caso <strong>de</strong> quienes<br />
se dan por vencidos <strong>de</strong> antemano, nada<br />
pue<strong>de</strong> ser más contraproducente que eso, pues<br />
el <strong>de</strong>rrotismo impi<strong>de</strong> avanzar hacia peldaños<br />
que, aunque no concluyan con un triunfo, no<br />
facilitan la victoria <strong>de</strong>l vencedor y hacen <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>rrota algo honorable.<br />
A<strong>de</strong>más, siempre quedan otras batallas electorales<br />
que librar y un buen <strong>de</strong>sempeño, incluso<br />
en la <strong>de</strong>rrota, es un capital acumulado para<br />
la siguiente oportunidad.<br />
En la cultura <strong>de</strong> éxito que se ha impuesto en<br />
la actualidad, se hace creer que solo los primeros<br />
lugares cuentan, y que los segundos y terceros<br />
son irrelevantes. En una <strong>de</strong>mocracia eso<br />
es totalmente incorrecto. Los segundos y terceros<br />
lugares partidarios son un recordatorio<br />
para el ganador <strong>de</strong> que su triunfo es provisional<br />
y que tiene competidores que le pisan los<br />
talones y que, en la siguiente contienda, lo pue<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong>splazar. De ahí lo importante que es que<br />
un partido que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> competir en una elección<br />
busque su mejor <strong>de</strong>sempeño posible, con<br />
entusiasmo y con energías, con la meta <strong>de</strong> obtener<br />
el mejor resultado. El <strong>de</strong>rrotismo es una<br />
<strong>de</strong> las peores amenazas para un buen <strong>de</strong>sem-<br />
peño.<br />
Y cabe sospechar –por lo menos es lo que<br />
sospecha quien esto escribe— que sectores importantes<br />
<strong>de</strong>l FMLN han sido proclives al <strong>de</strong>rrotismo<br />
en la actual campaña electoral.<br />
Quizás sus análisis los llevaron a la conclusión<br />
<strong>de</strong> que el partido no tenía posibilida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> ganar y, olvidando que el<br />
pesimismo <strong>de</strong> la inteligencia <strong>de</strong>be ser<br />
exorcizado con el optimismo <strong>de</strong> la voluntad<br />
(como enseñó el gran Antonio Gramsci),<br />
cayeron en el <strong>de</strong>sánimo.<br />
En un viraje novedoso, el optimismo <strong>de</strong> la voluntad<br />
parece estarse abriendo paso entre los<br />
efemelenistas. Por doquier se están generando<br />
actitu<strong>de</strong>s y brotes <strong>de</strong> entusiasmo <strong>de</strong> cara a las<br />
elecciones <strong>de</strong> febrero próximo. No es un entusiasmo<br />
triunfalista, sino un entusiasmo que lleva<br />
a encarar la situación (que tiene tintes <strong>de</strong> ser adversa)<br />
con espíritu combativo. En <strong>enero</strong> está saliendo<br />
a relucir eso que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>l 2018 se<br />
apagó en muchos simpatizantes y militantes <strong>de</strong>l<br />
FMLN: el espíritu <strong>de</strong> combate, la convicción <strong>de</strong><br />
que no hay peor <strong>de</strong>rrota que aquella que se sufre<br />
sin luchar.<br />
Para el partido <strong>de</strong> izquierda recuperar ese espíritu<br />
es importante ya que eso le asegura mantener<br />
su presencia en el país, y no solo en el plano<br />
electoral, aunque esto último no <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sestimarse.<br />
Pero el éxito electoral <strong>de</strong>be <strong>de</strong>rivarse<br />
<strong>de</strong> un compromiso –el compromiso a luchar<br />
por un mejor El Salvador— se tenga o no po<strong>de</strong>r<br />
electoral. Es esto lo que está en juego en estos<br />
momentos.<br />
La actitud <strong>de</strong> muchos simpatizantes (y también<br />
<strong>de</strong> no pocos militantes) <strong>de</strong> bajar la guardia<br />
en su apoyo al partido porque creen que no<br />
va a ganar las presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> <strong>2019</strong> ha sido (y<br />
es) una actitud contraria a una ética <strong>de</strong> izquierda,<br />
que va más allá <strong>de</strong> lo electoral.<br />
Hay señales <strong>de</strong> que esa actitud está siendo <strong>de</strong>jada<br />
atrás y que cada vez más militantes y simpatizantes<br />
<strong>de</strong>l FMLN están dispuestos a ponerse<br />
en pie <strong>de</strong> lucha, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> las<br />
predicciones que se han hecho moda en el país.<br />
Hay señales <strong>de</strong> que muchos efemelenistas están<br />
cayendo en la cuenta <strong>de</strong> que votar por el FMLN<br />
no es “<strong>de</strong>sperdiciar” su voto, sino seguir manteniendo<br />
vivo un proyecto que, si llegara a <strong>de</strong>saparecer<br />
(o a <strong>de</strong>bilitarse <strong>de</strong> manera extrema), <strong>de</strong>jaría<br />
a la sociedad a expensas <strong>de</strong> una <strong>de</strong>recha que haría<br />
las suyas sin andarse con remilgos. Brasil es<br />
un ejemplo aleccionador al respecto.<br />
Y con ese ánimo que está brotando en las filas<br />
efemelenistas es indudable que el partido dará<br />
una buena batalla en la elección <strong>de</strong> febrero. Será<br />
un rival que competirá honrosamente, y eso es<br />
bueno para el partido pero también para la salud<br />
<strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>l país.<br />
Quienes <strong>de</strong>sean ver enterrado al FMLN –gente<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> la más variopinta ralea— tendrán<br />
que quedarse con las ganas. Si el partido<br />
sale bien parado en esta contienda –aunque no<br />
obtenga el triunfo— seguirá siendo el referente<br />
<strong>de</strong> oposición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha salvadoreña, y en<br />
las elecciones <strong>de</strong>l 2021 podrá refrendar su lugar<br />
como alternativa <strong>de</strong> izquierda en la Asamblea<br />
Legislativa y en los municipios.<br />
Para que nadie malinterprete lo que aquí se<br />
dice, el argumento principal es que en el FMLN<br />
se ven señales <strong>de</strong>l surgimiento <strong>de</strong> un “optimismo<br />
<strong>de</strong> la voluntad” que, <strong>de</strong> afianzarse en estas<br />
semanas, le permitirá dar una buena batalla en<br />
las elecciones <strong>de</strong> febrero próximo.<br />
No se está diciendo otra cosa. Afirmar la victoria<br />
<strong>de</strong> cualquier partido y su fórmula, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya,<br />
es caer en juegos adivinatorios que son propios<br />
<strong>de</strong> charlatanes. El <strong>de</strong>senlace electoral se <strong>de</strong>cidirá<br />
el 3 <strong>de</strong> febrero, cuando cada ciudadano vote<br />
efectivamente por el partido y fórmula <strong>de</strong> su preferencia.<br />
Seguir apelando a las encuestas es seguir repitiendo<br />
un estribillo que a estas alturas, lejos <strong>de</strong><br />
ayudar a que la gente se informe, la confun<strong>de</strong> y<br />
la hace creer que cualquier <strong>de</strong>cisión contraria a<br />
lo que dicen las encuestas será un sinsentido. O<br />
sea, que hay que ir, como Vicente, a don<strong>de</strong> va<br />
toda la gente.<br />
Pues no. La libertad consiste, justamente, en<br />
algo distinto: en discernir críticamente si conviene<br />
ir o no a don<strong>de</strong> va toda la gente, y a obrar<br />
en consecuencia. Ojalá que ese discernimiento<br />
se haga presente en la <strong>de</strong>cisión que cada quien<br />
tome el próximo 3 <strong>de</strong> febrero.