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Revista Sala de Espera R.D Nro. 57

Portada 6 Jochy Santos La risa de República Dominicana El humor y la risa son parte de la idiosincrasia de los dominicanos. Es característico el espíritu que pinta buena cara a la adversidad y que “saca de abajo” en los peores momentos. Pasa igual en el colmado, en el play, en las plazas y en los medios, el buen humor identifica al criollo, y de eso sí que se puede estar orgulloso. Por Katherine Hernández Especial Humor 10 ¡Ellos hacen humor en serio! 12 Sobre el humor y otras yerbas literarias Por Daniel Centeno M. 16 La Historia me da risa Por Lucas Monsalve 17 La risa mejora la salud Casos y rostros 18 El talento y sus ricas miserias Por Daniel Viglione 20 Mi familia es el tour Por: Tita Hasbun tita.hasbun Secciones Fijas 30 Ambiente y Decoración Disfrutar de las noches y conciliar el sueño Por Marisela Castillo Apitz 31 Cuerpos y Mentes Elementos que podrían desencadenar la migraña Todo lo que puedes hacer con la manzanilla en 5 minutos 34 Vitrina Los 5 retos de los médicos en el manejo de sus finanzas Por Orlando J. Sthory 36 Equipaje Encanto total Por: Gonzalo Delgado 38 Mundo Animal Zoonosis: entenderla y protegerse Por Hans J Graf 40 Gente en Sala Joven emprendedor lidera Uber Eats en Panamá y el Caribe Columnistas 4 Imágenes digitales: una cuestión de encuadre Por Froilán Fernández 24 Compras Inteligentes: Por Adriana Boscarolo 33 ¿Será Amor? Por Ana Simó

Portada
6 Jochy Santos
La risa de República Dominicana
El humor y la risa son parte de la idiosincrasia de los dominicanos. Es característico el espíritu que pinta buena cara a la adversidad y que “saca de abajo” en los peores momentos. Pasa igual en el colmado, en el play, en las plazas y en los medios, el buen humor identifica al criollo, y de eso sí que se puede estar orgulloso.
Por Katherine Hernández
Especial Humor
10 ¡Ellos hacen humor en serio!
12 Sobre el humor y otras yerbas literarias
Por Daniel Centeno M.
16 La Historia me da risa
Por Lucas Monsalve
17 La risa mejora la salud
Casos y rostros
18 El talento y sus ricas miserias
Por Daniel Viglione
20 Mi familia es el tour
Por: Tita Hasbun tita.hasbun
Secciones Fijas
30 Ambiente y Decoración
Disfrutar de las noches y conciliar el sueño
Por Marisela Castillo Apitz
31 Cuerpos y Mentes
Elementos que podrían desencadenar la migraña
Todo lo que puedes hacer con la manzanilla en 5 minutos
34 Vitrina
Los 5 retos de los médicos en el manejo de sus finanzas
Por Orlando J. Sthory
36 Equipaje
Encanto total
Por: Gonzalo Delgado
38 Mundo Animal
Zoonosis:
entenderla y protegerse
Por Hans J Graf
40 Gente en Sala
Joven emprendedor lidera Uber Eats en Panamá y el Caribe
Columnistas
4 Imágenes digitales:
una cuestión de encuadre
Por Froilán Fernández
24 Compras Inteligentes:
Por Adriana Boscarolo
33 ¿Será Amor?
Por Ana Simó

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ESPECIAL Humor<br />

raban en la consciencia como elementos<br />

propios <strong>de</strong>l inconsciente: <strong>de</strong>l breve escape<br />

<strong>de</strong> la represión venía el placer, y éste<br />

solía aparecer con la carcajada. De allí<br />

que el chiste tenga algo <strong>de</strong> liberación y<br />

contribución a lo cómico. También no<br />

es errado <strong>de</strong>cir que en el hecho chistoso<br />

el carácter dramático <strong>de</strong> la realidad sirve<br />

sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto anecdótico.<br />

El humor, entonces, es otra cosa.<br />

Es una manera <strong>de</strong> negar una realidad<br />

que sí es esencialmente dramática para<br />

el humorista. La forma como lo hace es<br />

enfrentándola mediante la rebelión. Para<br />

Freud, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> mantener un carácter<br />

grandioso y exaltante, esta rebeldía<br />

se manifestaba en el triunfo <strong>de</strong>l narcisismo<br />

y en la victoriosa confirmación <strong>de</strong> la<br />

invulnerabilidad <strong>de</strong>l yo. Ésta última no<br />

es resignada y se logra imponer sobre la<br />

adversidad <strong>de</strong> las circunstancias reales (el<br />

humor negro es una <strong>de</strong> las variantes que<br />

más vienen a cuento, por ejemplo). Y<br />

también es evi<strong>de</strong>nte que en estos dominios<br />

la risa esté más controlada, porque<br />

su placer jamás tendrá la intensidad con<br />

la que viene dado el chiste o lo cómico.<br />

Su parcela, en cambio, es otra: la <strong>de</strong> la<br />

sonrisa.<br />

No es <strong>de</strong> extrañar que Freud haya<br />

escrito sobre este tema, cuando muchos<br />

siglos atrás Aristóteles hizo lo propio en<br />

su Poética. Aunque en este caso los procesos<br />

fueron explicados mediante la tragedia<br />

y la comedia, es todo un hecho<br />

la vigencia que aún mantiene este pensamiento.<br />

Para el griego, “la segunda<br />

intenta representar a los hombres peores<br />

<strong>de</strong> lo que hoy son; la primera, mejores”.<br />

En la opinión <strong>de</strong> este filósofo fue<br />

esencial el nacimiento <strong>de</strong> lo que llamó<br />

“un cuadro dramático <strong>de</strong> lo ridículo”,<br />

capaz <strong>de</strong> imitar a los hombres peor <strong>de</strong><br />

lo que son. Entonces podría afirmarse<br />

que lo ridículo se convirtió en un nuevo<br />

elemento, que para Aristóteles era otra<br />

especie <strong>de</strong> lo feo.<br />

I<br />

¿Por qué tanta parrafada abisal sobre<br />

el humor? Porque quizás sea necesaria<br />

para enten<strong>de</strong>r los ejemplos que se irán<br />

<strong>de</strong>stilando. Porque quizás para hablar<br />

<strong>de</strong>l tema se tiene que lograr un grado<br />

<strong>de</strong> seriedad. Porque quizás con todo lo<br />

anterior quien esto escribe gane cierto<br />

respeto en el lector.<br />

Por una, varias o todas las anteriores.<br />

Recorrer el mundo literario <strong>de</strong>l<br />

humor es casi un viaje sin retorno. Baste<br />

<strong>de</strong>cir que El ingenioso hidalgo don Quijote<br />

<strong>de</strong> La Mancha suele ser consi<strong>de</strong>rada<br />

la primera novela mo<strong>de</strong>rna. Polifónica,<br />

con juegos <strong>de</strong> cajas chinas y momentos<br />

autorreferenciales, esta obra fue publicada<br />

en 1605 bajo la total responsabilidad<br />

<strong>de</strong> su autor: Miguel <strong>de</strong> Cervantes Saavedra.<br />

Y, ¿cómo no <strong>de</strong>cirlo aquí?, se solaza<br />

en la parodia <strong>de</strong> las novelas <strong>de</strong> caballería,<br />

al crear a un noble loco que sale a en<strong>de</strong>rezar<br />

entuertos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> llenar su cabeza<br />

<strong>de</strong> libros sobre héroes, duelos y espadas.<br />

En sus <strong>de</strong>lirantes aventuras, contenidas<br />

en dos tomos, Alonso Quijano es<br />

acompañado por su fiel escu<strong>de</strong>ro, Sancho<br />

Panza, quien reconoce la <strong>de</strong>mencia<br />

<strong>de</strong> su amo y no comulga <strong>de</strong>l todo con<br />

los atributos <strong>de</strong> valentía, honor y <strong>de</strong>cencia<br />

<strong>de</strong> su llave. Por eso se ha dicho que el<br />

Quijote es el hombre que <strong>de</strong>bería ser, el<br />

i<strong>de</strong>al; y Sancho el que es, el real, el <strong>de</strong> a<br />

<strong>de</strong> veras. Y eso no es nada. Esplendores y<br />

miserias <strong>de</strong> la condición humana pue<strong>de</strong>n<br />

leerse, <strong>de</strong> formas dramáticas o pícaras, en<br />

episodios que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los juicios en la<br />

isla <strong>de</strong> Barataria y la búsqueda <strong>de</strong>l gigante<br />

Pandafilandio <strong>de</strong> la Fosca Vista; hasta<br />

el relato <strong>de</strong>l cautivo y la misma muerte<br />

<strong>de</strong>l personaje central, que fue creada<br />

por su autor para evitar nuevas versiones<br />

<strong>de</strong> una historia que ya había gozado con<br />

continuadores apócrifos.<br />

Como todo recuento es injusto y parcial,<br />

vale la pena mantener tan mala raíz<br />

<strong>de</strong> esta afirmación para hablar <strong>de</strong> La conjura<br />

<strong>de</strong> los necios. Ser amante <strong>de</strong> la literatura<br />

humorística y no haberse leído este<br />

libro es un pecado mortal. La escribió<br />

John Kennedy Toole (1937-1969) antes<br />

<strong>de</strong> sus 30 años. Aunque los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> cámara <strong>de</strong>l libro son bastante<br />

trágicos, fue un clásico instantáneo tras<br />

su tardía publicación en 1980. Rememorar<br />

sus episodios ya es causal <strong>de</strong> sonrisa:<br />

un gordo que vive con su anciana madre,<br />

Ignatius Reilly, tan vago como genial,<br />

es obligado a ganarse el sustento en la<br />

calles <strong>de</strong> New Orleans. Lo hace a regañadientes<br />

en un mundo que odia y critica<br />

en esos cua<strong>de</strong>rnos, en los que mezcla<br />

filosofía y pensamientos <strong>de</strong> gente como<br />

Boecio, Chesterton o Addison (bajo la<br />

autoría <strong>de</strong> algunos pseudónimos como<br />

Tab, Gary, Lance o Darryl, “vuestro<br />

chico trabajador pacifista o activista”).<br />

Las situaciones estrambóticas, para provocar<br />

un cambio en la sociedad, se suce<strong>de</strong>n<br />

en las peripecias <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sadaptado<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mundo que se le hace idiota<br />

e incontrolable. Tanta marca <strong>de</strong>jó La<br />

conjura <strong>de</strong> los necios que es la calle Canal<br />

<strong>de</strong> New Orleans la que tiene la estatua<br />

<strong>de</strong> su personaje principal, siempre altivo,<br />

siempre gracioso, pese a la horda <strong>de</strong><br />

borrachos que pasan a su lado con rumbo<br />

al mismo infierno: Bourbon St.<br />

Más cercano a las culturas <strong>de</strong> por<br />

estos lados se ubica la obra <strong>de</strong> Jorge Ibargüengoitia.<br />

En su volumen <strong>de</strong> cuentos La<br />

ley <strong>de</strong> Hero<strong>de</strong>s (que es una abreviatura<br />

<strong>de</strong>l dicho mexicano: “O te chingas o te<br />

jo<strong>de</strong>s”), el personaje principal <strong>de</strong> la totalidad<br />

<strong>de</strong> los relatos parece ser un alter ego<br />

<strong>de</strong>l autor, que refiere con cierta solemnidad<br />

cada uno <strong>de</strong> los episodios vividos en<br />

una cotidianidad esperpéntica. La voz se<br />

sitúa en una primera persona reconocible<br />

y los eventos que registra van <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la visita a un médico o la firma <strong>de</strong> papeles<br />

<strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> una casa; hasta las<br />

tramas <strong>de</strong> enamoramientos en apariencia<br />

inofensivos, como el contenido en el<br />

relato What became of Pampa Hash?<br />

El autor tira un ancla a la realidad<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo título <strong>de</strong>l libro y establece<br />

un pacto que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio planea<br />

en lo coloquial. Es posible que ésta<br />

sea una <strong>de</strong> las razones por las cuales logra<br />

con mayor facilidad el trato con el lector:<br />

por su lenguaje directo, sin mayores florituras<br />

y anclado en el universo <strong>de</strong>l hombre<br />

común. Los lugares que refiere son<br />

reconocibles, como también lo son las<br />

www.revistasala<strong>de</strong>espera.com<br />

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