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la-cabana-Paul-Young

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www.rafaelochoa.com.ve<br />

W. <strong>Paul</strong> <strong>Young</strong> – La Cabaña<br />

había encontrado algo. A unos quince kilómetros del entronque donde se separaron, un<br />

antiguo camino sin nombre se apartaba de <strong>la</strong> 4260 y tomaba directo al norte a lo <strong>la</strong>rgo de<br />

casi tres kilómetros. Apenas era visible y estaba muy escondido. Ellos lo habrían pasado<br />

por alto o ignorado de no haber sido porque uno de los rastreadores dio con su reflector<br />

sobre un tapón de l<strong>la</strong>nta a menos de quince metros del camino principal. Lo recogió por<br />

curiosidad, y bajo <strong>la</strong> cubierta de tierra halló manchas de pintura verde. Probablemente ese<br />

tapón se había desprendido en un salto de <strong>la</strong> camioneta sobre uno de los muchos baches<br />

diseminados en esa dirección. El grupo de Tommy dio marcha atrás sin demora. Mack se<br />

resistía a <strong>la</strong> esperanza de que quizá, por un mi<strong>la</strong>gro, Missy estuviera con vida aún, en<br />

especial cuando todo lo que sabía indicaba lo contrario. Veinte minutos después, otra<br />

l<strong>la</strong>mada de Wikowsky, esta vez para decirles que habían hal<strong>la</strong>do <strong>la</strong> camioneta. Helicópteros<br />

y aviones de inspección no <strong>la</strong> habrían visto nunca desde el cielo, oculta como estaba bajo<br />

un cobertizo de ramas y matorrales cuidadosamente armado. El grupo de Mack tardó casi<br />

tres horas en alcanzar al primer equipo, y para entonces todo había terminado. Los perros<br />

habían hecho el resto del trabajo, descubriendo una descendente vereda de caza que más<br />

de un kilómetro y medio ade<strong>la</strong>nte desembocaba en un pequeño y oculto valle. Ahí<br />

encontraron una cabañita en ruinas, próxima a <strong>la</strong> ori- l<strong>la</strong> de un prístino <strong>la</strong>go, apenas<br />

ochocientos metros más allá, alimentado por un arroyo en cascada a cien metros de<br />

distancia. Un siglo antes, ésta había sido quizá <strong>la</strong> casa de un colono. Tenía dos<br />

habitaciones de regu<strong>la</strong>r tamaño, suficientes para alojar a una familia pequeña. Lo más<br />

probable era que desde entonces hubiese servido como choza ocasional de un cazador,<br />

autorizado o furtivo. Cuando Mack y sus amigos llegaron, el cielo empezaba a desplegar<br />

los grises previos al amanecer. Un campamento base se había insta<strong>la</strong>do a considerable<br />

distancia de <strong>la</strong> derruida choza para preservar <strong>la</strong> escena del crimen. En cuanto el grupo de<br />

Wikowsky descubrió el lugar, se había enviado a rastreadores con perros en diferentes<br />

direcciones para intentar localizar algún olor. Ocasionalmente, los <strong>la</strong>dridos indicaban que<br />

se había hal<strong>la</strong>do algo, sólo para perder el rastro en seguida. Todos habían vuelto ya, para<br />

reagruparse y p<strong>la</strong>near <strong>la</strong> estrategia del día. La agente especial Samantha Wikowsky estaba<br />

sentada a una mesa de juego trazando unos mapas y bebiendo una enorme botel<strong>la</strong> de<br />

agua he<strong>la</strong>da cuando Mack llegó. La agente le ofreció una sonrisa lúgubre, que él no le<br />

devolvió, y una botel<strong>la</strong> extra, que aceptó. Los ojos de Wikowsky parecían tristes y abatidos,<br />

pero sus pa<strong>la</strong>bras eran toda agitación. -Oiga, Mack... -vaciló el<strong>la</strong>-. ¿Por qué no ja<strong>la</strong> una<br />

sil<strong>la</strong>? Mack no quería sentarse. Tenía que hacer algo para que el estómago dejara de darle<br />

vueltas. Presintiendo dificultades, se quedó de pie y esperó a que el<strong>la</strong> continuara. -Mack,<br />

encontramos algo, pero no son buenas noticias. Él buscó a tientas <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras correctas. -<br />

¿Encontraron a Missy? Era <strong>la</strong> pregunta cuya respuesta no quería oír, pero que necesitaba<br />

desesperadamente saber. -No. -Sam hizo una pausa y empezó a levantarse-. Pero necesito<br />

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