You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
/ 1 1111/a Bombara
boludo. Que se la saque de la cabeza. Pero él sabe que ella
no es así, que algo le pasa. Y que la vieja de la plaza líl
está ayudando. Las vio llegar juntas varias veces.
Vuelve al trabajo y sigue, cada vez más inquieto. Pero
no sabe el porqué de la inquietud.
Cuando Leonor está terminando su práctica de yoga,
Darío se le acerca. Seífora, quería saber cómo está Alma. ¿Está
bien?
Leonor sonríe, el amor del muchacho la conmueve.
Con la chica han hablado de él, del evidente enamoramiento.
Sí, querido, ella está conmigo. Está bien, gracias. ¿Le
podría decir que le mando saludos? ¿Querés verla? Ehh ... yo sí pero
no creo que ella quiera, vio que apenas me habla, je, le responde
Darío con los brazos cruzados por delante, moviéndose
nervioso ante la idea.
YB
Podemos probar, vení conmigo, invita Leonor.
l'REINTA Y CUATRO
( uando llegan a la puerta, le dice a Daría
que espere ahí. Entra a su casa y en~uentra
a Mara en la cocina, tomando un te con la
mirada perdida en el blanco de la helad_e:a.,
Está Daría en la puerta. ¿Querés verlo? No. d:.stas
segura? Sí, Leonor, estoy segura. ¿y q11é lin ~e'.JJos
entonces con este pobrecito? ... está prcoc11¡)(u/rs11110.
Me dio tanta pena que le dije que vi 11imr.
No quiero que me ven así. .
Leonor va hasta la puerta. Dcirío lo mira.
Ella se apura a hablar. Tenías mzó11, 1ro q11ie~·e
verte. ¿vio? Le dije ... bueno, máJJdde saludos 111íos. El
se da vuelta para irse. Se siente tan l riste, tan
quebrado por ese rechazo. Ella le gusta tanto.