REVISTA ESTILO COUNTRY DIGITAL Edición Especial

NUTRICIÓN - ESTILO COUNTRY
Cómo volver
a una alimentación sana
después de la cuarentena
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Estar en casa las 24 horas del día por la
pandemia de Covid-19 ha provocado en la
mayoría de personas ansiedad, y ésta a su
vez ha actuado de diferentes formas en
cada uno.
En algunos casos ha llevado a comer
compulsivamente o en exceso, sobre todo
grasas y harinas, panificados y dulces, con
un aumento de sedentarismo, no solo por
el cierre de gimnasios o no poder realizar
actividad fuera de casa, sino también por
la disminución de movimientos que
generan las actividades cotidianas como
salir a realizar compras, trabajar, llevar a
los hijos a la escuela, sumado a la posibilidad
de reemplazarlas con la televisión,
dispositivos móviles, las redes sociales o
internet.
Otros han aprovecharon el tiempo libre o
el home office para aumentar su actividad
física en casa, con ejercicios, videos y
entrenamientos online. Mayor organización
en comidas familiares, más tiempo
para dedicarle a la cocina casera, con una
reducción de consumo de alimentos
procesados, lo que permitió una mejor
alimentación durante la cuarentena,
mejoró hábitos en el orden de comidas, en
la actividad física y hasta se redujeron los
desperdicios de alimentos.
Estamos atravesando una situación única,
en la que cada uno lo afronta de la mejor
manera que puede. Lo importante es que
los hábitos pueden modificarse y mejorarse.
Desde la Sociedad Argentina de Nutrición
recomiendan considerar tres aspectos
fundamentales para lograr sobrellevar
exitosamente este período: la alimentación,
la actividad física y el manejo de
las emociones.
De a poco hemos recuperado nuestras
rutinas, actividades, volvimos al gimnasio,
salimos un poco más… pero ¿cómo podemos
comer mejor después de varios
meses de excesos y sedentarismo? Acá les
dejo unas recomendaciones para intentar
lograrlo:
• Realizar las 4 comidas diarias y colaciones
de ser necesarias (si tengo hambre
entre comidas, si soy de picotear, si me
levanto muy temprano y almuerzo tarde)
• Consumir agua durante el día, unos 8 a
10 vasos distribuidos a lo largo de toda la
jornada. Recordemos que lo que no ocupa
el agua, lo ocupamos con alimentos.
• Trabajar en la separación de las emociones
con los alimentos. Siempre que
atravesemos una situación estresante o
de dolor, no refugiarnos en la comida,
desviar la atención del cerebro hacia otro
lado: leer un libro, hacer actividad física,
bailar, escuchar música, tocar un instrumento,
o simplemente enfocar la
atención en otra actividad cotidiana
como bañarnos, limpiar, ordenar la casa.
Las huellas que dejamos en el cerebro se
van repitiendo y formando parte de los
hábitos, y la cuarentena se basó bastante
en el consumo excesivo por falta de
estímulos.