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gripe A (H1N1)
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Educar es prevenir
Numerosos interrogantes se abren a partir de la difusión a nivel
global de la influenza del tipo A H1 N1. El Departamento Médico
de Natural Life ha elaborado este informe, procurando despejar
las dudas sobre las implicancias de la gripe porcina, y aportar
consejos útiles para su prevención.
El virus de la influenza de origen porcino
se detectó por primera vez en México, los
Estados Unidos y Canadá, en marzo y abril
de este año. El primer caso de un paciente
infectado por el virus en los Estados Unidos
fue confirmado por pruebas de laboratorio
en los CDC (Centers for Disease Control)
el 15 de abril. El segundo caso se confirmó
el 17 de abril de 2009. Se determinó rápidamente
que el virus se estaba propagando
de persona a persona. El 22 del mismo
mes, los CDC activaron su Centro de Operaciones
de Emergencia para coordinar de
una mejor manera la respuesta de los organismos
de la salud pública. Al terminar abril
(el 26), el gobierno de los Estados Unidos
ya había declarado la emergencia sanitaria.
Fue a partir de entonces que el virus comenzó
a propagarse a Europa, e incluso
llegó a nuestra región, creando un estado
de preocupación. Uno de los primeros interrogantes
que se plantean con la gripe
porcina entre nosotros, es cómo distinguirla
de la influenza común. Pero en el caso
de que una persona contraiga una gripe, no
es posible saber si se trata de una u otra:
los síntomas son similares en ambos casos.
Puede aparecer tos, dolor de garganta, dolor
de cabeza, fiebre de más de 38 grados
-sobre todo en los dos primeros días-, dolores
musculares, malestar general, congestión
nasal, estornudos, y también vómitos
y diarrea. Sólo un médico o las autoridades
sanitarias locales pueden confirmar un caso
de gripe porcina mediante diagnósticos específicos.
Ante la presencia en nuestro medio de esta
enfermedad, las medidas de higiene básicas
a tomar, van desde lavarse las manos
con frecuencia, incluyendo el uso de alcohol
en gel antibacteriano, hasta taparse la nariz
y boca al estornudar. En lugares de riesgo,
también deben utilizarse mascarillas. Son
éstas las medidas más efectivas, sumadas
a una alimentación equilibrada y tomando
los recaudos necesarios para reforzar el sistema
inmunitario.
Profilaxis
Las vacunas protectoras son utilizadas ampliamente
en el mundo. Las hay de dos tipos:
a virus inactivados y a virus atenuados
(que dan una gripe). Es importante darlas
en las personas con co-morbilidad, como
por ejemplo, diabéticos, portadores de
EPOC, enfermos renales, inmunodeficientes,
personal sanitario de la salud, asmáticos
y anémicos.
El período en que se puede concretar el
contagio es amplio. El virus se puede transmitir
desde un día antes de empezar con
los síntomas, hasta siete días después. La
gripe presenta una capacidad máxima de
contagio los tres primeros días desde que
empiezan los síntomas, pero puede seguir
transmitiéndose hasta una semana más tarde.
Es por esto que se recomienda permanecer
siete días en el hogar, de manera tal