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Diario Co Latino
Opinión Martes
27 de abril de 2021 11
Ética y Política
La intolerancia contra el migrante
José M. Tojeira
La intolerancia contra el migrante
está creciendo. Pero
no solo en el mundo que
llaman desarrollado. También
en nuestros países latinoamericanos,
tan acogedores
de la migración en algunos
momentos de principios
del siglo XX, se está dando
el mismo fenómeno. El éxodo
de venezolanos a los países limítrofes
o cercanos, la llegada de
nicaragüenses a Costa Rica, de centroamericanos
a México, al tiempo
que encuentra gente muy solidaria,
sufre también con frecuencia serios
rechazos cuando no abusos graves.
Quienes piensan que los Derechos
Humanos solo se violan en el tercer
mundo no se dan cuenta del terrible
racismo, xenofobia y violencia,
incluso estatal, contra los migrantes,
que se mantiene viva y activa en
el mundo desarrollado.
El Salvador, que recibió migrantes
hace un siglo, también desde hace
un siglo comenzó a empujar salvadoreños
hacia un salario mejor. Primero
a las plantaciones bananeras
Presidente:
Nelson López
Director General:
Francisco Elías Valencia
Jefa de Información:
Gabriela Castellón Fajardo
Coordinadora de Prensa: Patricia Meza
Teléfonos: 2222-1009, 2271-0671, 2271,0971 Fax: 2271-0822
130 AÑOS INFORMÁNDOTE CON CREDIBILIDAD
de Honduras y, después de la guerra
con el país hermano, hacia los Estados
Unidos principalmente. De nosotros
se suele decir que una tercera
parte de nuestra población ha migrado
y vive fuera de las fronteras
patrias. El apoyo económico
que muchos salvadoreños
reciben de sus parientes
migrantes se ha convertido
en el principal factor
de reducción de la pobreza y
fuente de alivio para una economía
demasiado maltrecha. A lo largo
de la posguerra, pocos políticos
han dejado de alabar a nuestros
hermanos migrantes. Incluso políticamente
se desarrolló un sistema de
consulados extendidos por diversas
ciudades de México y Estados Unidos
muy superior en calidad y servicios
a otros sistemas consulares
de países del área. Por eso llama la
les
de la actual Asamblea Legislativa
se haya intentado sacar una ley
que castigando duramente la trata
de personas, criminaliza la solidaridad
con los migrantes.
La ley se llama “Ley Especial con-
está vetada (bien vetada esta vez)
por el presidente de la República.
Contiene serias ilegalidades como
el de no respetar el principio de territorialidad
y posibilitar la persecución
penal de salvadoreños por cometer
acciones que en El Salvador
serían delictivas y fuera de El Salvador
no lo son. Como ejemplo albergar
a un migrante sin papeles en
su viaje hacia Estados Unidos. Aunque
resulte chocante decirlo, esto es
tan absurdo y brutal como lo que
hacían en sus años más dictatoriales
los regímenes comunistas, que podían
meter preso a una persona que
recibiera a un sacerdote en su casa.
Cuando hace años hemos visto fotos
de mujeres mexicanas lanzando
agua y alimentos a los migrantes
que viajaban en el tren al que llama-
de saber que la fraternidad triunfaba
sobre los prejuicios racistas y xenófobos.
Hoy algunos diputados salientes
parecen desear que vaya preso
cualquier salvadoreño que se le
ocurra dar un pan con café a una
mujer o a un adulto mayor que camine
en una caravana.
decir que exageramos, pero esa ley
ca
en algunos aspectos que puede
de personas con la solidaridad humanitaria
con el migrante. Está bien
perseguir a quienes ponen en riesgo
a los salvadoreños en su viaje hacia
Estados Unidos. Pero no todos
aconsejan o ayudan incluso económicamente
a quienes deciden migrar.
Decir que para prevenir la migración
hay que desarrollar políticas
públicas es una generalidad tan amplia
que termina no diciendo nada.
Y no podemos engañarnos: el Estado
salvadoreño ha fallado sistemáticamente
a la hora de cumplir con
su deber constitucional de brindar
al ciudadano “bienestar económi-
No es de extrañar que muchos ciudadanos
confíen más en los coyotes
cos.
Y peor todavía si estos últimos
le hacen la migración más difícil a
los migrantes.