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Medioambiente
La mayor sequía
en 77 años del río Paraná
L
o comparten Argentina, Paraguay y Brasil, y su caudal es
hoy históricamente bajo, con graves consecuencias para
el medioambiente y la economía de la región.
Cuando un río se seca, la tragedia es visible. La desaparición
de las aguas deja al descubierto un paisaje de tierra polvorienta,
salpicado de pequeñas lagunas y nuevas islas.
Así es como se ven hoy grandes sectores del río Paraná, el
segundo más largo de América del sur después del Amazonas, y
que se encuentra en su nivel más bajo desde 1944.
El río de 4.880 km nace en el sureste de Brasil, atraviesa Paraguay
y desemboca en el Río de la Plata en Argentina, y es clave para la
industria comercial y la pesca, y además de fuente de agua dulce
para 40 millones de personas.
Constituye además una de las vías fluviales más importantes para
el transporte de granos, y su situación está obligando a muchos
exportadores a considerar el uso de rutas terrestres.
Esta alternativa es menos sostenible que la vía fluvial: mientras
que el transporte por camión produce 100 gramos de CO2 por
cada tonelada por kilómetro transportado, en la vía fluvial son 20
gramos. Además, el transporte por carretera es más costoso.
“El Paraná es el humedal socioproductivo más grande, con mayor
biodiversidad e importante de Argentina”,comenta el geólogo
Carlos Ramonell.
En el tramo de río al otro lado de la frontera brasileña, en
Argentina, hay varias colonias de pescadores y miles de familias de
pescadores enfrentan una crisis debido al bajo caudal.
Para ahorrar agua y poder atender la demanda energética en
los próximos meses, el Ministerio de Minas y Energía de Brasil
recomendó que algunas plantas en el río Paraná reduzcan su
caudal.
Entretanto en Argentina, el gobierno declaró a fines de julio la
emergencia hídrica por 180 días en varias provincias, incluida
Buenos Aires, para mitigar las graves consecuencias económicas
y medioambientales del descenso del nivel de las aguas.
Actualmente, como consecuencia de la sequía, el caudal del
Paraná se ha reducido de un promedio de 17.000 metros cúbicos
por segundo a solo 6.200.
Los bajos niveles de agua están causando problemas para la
producción de energía, ya que la central hidroeléctrica que cruza el
río Paraná entre Argentina y Paraguay —Yacyretá— funciona solo
al 50%.
El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, advirtió que la sequía
también podría provocar un racionamiento energético en Brasil.
Según expertos, las causas de esta sequía en los últimos años
están vinculadas a la deforestación descontrolada, el cambio
climático, y los ciclos naturales.
Los expertos pronostican que la sequía podría prolongarse hasta
2022.
32 Las Hojas Octubre 2021