Edicion 06 de noviembre 2021

DE LA LEALTAD
de aquella virtud que quería entregarle.
El mar bramaba bravamente,
ques.
-
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ruido. Prosiguió:
- De todo lo anterior, aunque
mucho de ello me agrada y me haría
cosa, la lealtad. Ser hábil narrador,
-
tes,
teniendo que hacerle el amor a
quisieron engañarme con su canto,
del dios Helios, evitando hartarme
de sus vacas hasta morir.
Por: Eduardo Badía Serra,
Miembro de la Academia Salvadoreña
de la Lengua.
El hombre aquel, de recio talante y
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-
Tantas hazañas no eran usuales. El
-
ante lo que ahora le era relatado.
Entraron, y se situaron en la
orilla, mientras una gran embarcación
se acercaba a todo
viento, moviendo sus velas y ayudándose
con los remos de muchos
-
se acercó a él, tendiendo su mano
-
que traigo y que debo entregarte.
Esa virtud es la que más me agra-
han sido. Toma de nuevo asiento,
que llamas calabazas no he visto en
y mucho sentimiento habrán de te-
toda su caravana, y observó al hom-
-
cosas y me han endilgado tantos
muy astuto, de los muchos recursos,
taimado, redomado aventurero,
redomado mentiroso, audaz. No
dudar en algunos casos. Pero todo
Era brillante el hombre aquel cuan-
hermoso, el ambiente brillaba ante
caba
cuando se lanzaba sobre las ro-
lealtad no sólo no me las da, sino
-
de que bien él sabía que en mi regre-
-
toria
de una guerra en la que estuve
-
-
-
- Aun habiendo arribado a mi
-
hiladas y deshiladas, y hube de luchar
y vencer a mis contrincantes,
me saludaba desde sus alturas, sonriendo
de haber ella también vencido
a sus dioses enemigos.
hermoso mancebo, la virtud de la
lealtad. Celebraron todos los de la
caravana tanta bondad recibida, y el
-
las olas, subió a su barca, ordenó a
ba
disimuladamente escondido entre
las aguas.
cillo.
Edición Especial | 06 de Noviembre de 2021 | 07