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Diario Co Latino
Nacionales
Lunes 6 de diciembre de 2021 5
41 Aniversario luctuoso
Religiosas mártires del pueblo y
presentes en la memoria de El Salvador
Gloria Silvia Orellana
@Diario CoLatino
Las redes sociales fueron
el medio para la
conmemoración del 41
aniversario luctuoso para honrar
a las cuatro religiosas que
fueron secuestradas y asesinadas
por miembros de la Guardia
Nacional, por órdenes directas
de altas autoridades militares
y seguridad, a principios de la
década de los ochenta, a inicios
de la guerra civil que duró de 12
años en El Salvador.
Share El Salvador y Diócesis
de Chalatenango honraron este
4 de diciembre, en la redes sociales,
la memoria de las religiosas
estadounidenses Ita Ford y
Maura Clark, de la orden Mariknoll,
así como a Dorothy Kazel,
de la orden ursulina, y la
misionera laica Jean Donovan.
En el Informe de la Comisión
de la Verdad, se encuentra
documentado que la tarde del 2
de diciembre de 1980 las religiosas
Ita Ford y Maura Clark, venían
de Nicaragua para seguir
trabajando en Chalatenango. Y
que fueron a recogerlas al aeropuerto
internacional (Comalapa)
Dorothy Kazel y Jean Dono-
Las monjas Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel y Laica Jean Donovan, en su
41 aniversario luctuoso. Foto Diario Co Latino/Cortesía.
van, cuando miembros de la Guardia
Nacional, a cargo del subsargento
Luis Antonio Colindres Alemán,
quienes las desaparecieron alrededor
de las siete de la noche.
El Informe de la Comisión de
la Verdad estableció que la detención
de las religiosas estuvo “planeado
de antemano”, casi dos horas
antes que ellas arribaran al país.
“Colindres se dirigió al puesto
en San Luis Talpa para avisar al
comandante que hiciera caso omiso
si escuchaba algunos ruidos pertubadores
, por cuanto sería el resultado
de una acción que Colindres
y su gente estarían cumpliendo”
(pág 75/Informe de la Comisión
de la Verdad).
Y describen que una vez secuestraron
y tenían capturadas a las
cuatro religiosas las llevaron a un
lugar solitario donde fueron violadas
y asesinadas.
Robert White, embajador de
Estados Unidos en El Salvador, se
enteró del paradero de las religiosas
el 4 de diciembre, quien luego
de algunas peticiones al gobierno
lograron sacar los cadáveres y llevarlos
a San Salvador.
La Junta de Gobierno en ese
momento, y en especial el ministro
de la Defensa José Guillermo
García, negaron enfáticamente que
cuerpos militares o de seguridad
secuestraran y asesinaran a las cuatro
religiosas.
La Junta de Gobierno nombró
una comisión que fue llevada por
el coronel Roberto Monterrosa y
la segunda fue designada por el entonces
director de la Guardia Nacional,
coronel Carlos Eugenio Vides
Casanova, a través del mayor
Lizandro Zepeda.
Los integrantes de la Comisión
de la Verdad concluyeron
que ninguna de las investigaciones
fue seria para esclarecer y resolver
los hechos, alegando que
no habían pruebas y rechazando
la posibilidad de la participación
de fuerzas de seguridad en ese hecho
de violencia.
El juez Harold R. Ryler jr. ,
quien fue nombrado por el secretario
de Estado en los Estados
Unidos, llevó adelante
una tercera investigación, concluyendo
que las primeras dos
investigaciones fueron para
“dejar por escrito un precedente
que fundara la inocencia
de las fuerzas de seguridad salvadoreña”,
(pág. 76 Inf.Com.
Verdad).
Fue en 1981, que la embajada
de Estados Unidos, proporcionó
las evidencias que incriminaban
a Colindres, pero
no recibió castigo, ni el grupo
involucrado. El 10 de febrero
el presidente José Napoleón
Duarte, informó que se hizo
una segunda investigación que
señalaban a los involucrados,
pero afirmó que estos actuaron
por cuenta propia.
Del proceso judicial los señalados
fueron: el subsargento
Luis Antonio Colindres Alemán
y los agentes Daniel Canales
Ramírez Carlos Joaquín
Contreras Palacios, Francisco
Orlando Contreras Recinos,
quienes fueron condenados a
30 años de prisión, luego del
juicio realizado el 23 y 24 de
mayo de 1984.
En Segundo Domingo de Adviento: Hay
que esperar la verdadera luz de Cristo
Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“El Señor invita a vestirse
de su gracia y que salgamos
de nuestras tinieblas
para llevarnos a la vida verdadera
y eterna”, predicó el vicario
de Cripta de Catedral, padre
Guillermo Palacios, en el segundo
domingo de adviento que prepara
la natividad de Jesús.
La Comunidad de la Cripta
de Catedral preparó la procesión
de ofrendas, en el segundo domingo
de adviento, enunciando
las palabras proféticas de San Oscar
Romero sobre el consuelo de
saber que Dios viene a nosotros.
Y esperamos la verdadera luz de
Cristo, el Mesías que traerá con-
suelo a la vida de los cristianos.
El padre Palacios recordó la
Homilía de San Oscar Romero
del Segundo Domingo de Adviento
de 1979, que tituló “Dios viene
a salvar en la historia y con la colaboración
de los Hombres”.
El sacerdote pidió a la grey católica
que en esta época de Adviento,
mantener la mirada en Jesús
y estar de su mano para que todos
y todas enfrenten sus realidades,
vidas e historias de la mano
del Señor.
Asimismo, citó las palabras de
San Oscar Romero, quien dijo que
“cada cristiano, con su integridad
y sus virtudes grita y denuncia,
aunque le cueste la vida”. Un modelo
de vida que siguieron las religiosas
Ita Ford, Maura Clark , Dorothy
Kazel y la misionera laica
Jean Donovan, que en su 41 aniversario
de sus muerte martirial es
un vivo testimonio cristiano que
guía el camino al Reino de Dios.
El Vicario reiteró a la feligresía
que “Jesucristo es verdadero
rey y sacerdote”, del cual participan
todo el clero y en un momento
histórico como su nacimiento,
él entró a la historia de la humanidad
para acompañar a cada cristiano
sin cuestionar sus pecados, faltas,
luchas o combates en sus propias
historias y ofrecerles la salvación.
Y agregó “cuando el mundo estaba
en cierto modo tan convulsionado,
viene Jesucristo a esta
Guillermo Palacios, vicario de la Cripta de Catedral Metropolitana. Foto Diario
CoLatino /Gloria Orellana.
historia para redimirla, como viene
a redimir la tuya o la mía, y
aparece también en este tiempo
de adviento y que nos acompañara
siempre y es la figura de San
Juan Bautista, que junto al profeta
Isaías y la Virgen María, son
las figuras más importantes del
Adviento”.
Monseñor Romero explicó,
años atrás en su Homilía 9 de diciembre
de 1979 “Vivamos nuestra
Navidad no como un diciembre
sin navidad, sino como un
diciembre negro, pero en su negrura
deja ver la esperanza clara
de un Salvador de la historia que
vendrá a salvar nuestra patria”.