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2 Miércoles 18 de mayo de 2022
Nacionales
Diario Co Latino
En la región la población con VIH está
expuestas a múltiples discriminaciones
y agresiones de toda índole
Representantes de la Red Centroamericana de Personas Viviendo con VIH (REDCA+) piden a los gobiernos
de la región, mayor participación en la toma de decisiones sobre los grupos poblacionales de la diversidad.
Foto Diario Co Latino/Gloria Orellana.
Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Soy una persona con
VIH desde 1998, soy
profesional de la salud
y formo parte de la población
clave, soy una persona gay además
de ser líder a nivel regional”,
expresó, Otoniel Ramírez,
director ejecutivo de la
Red Centroamericana de Personas
Viviendo con VIH, (RE-
DCA+) .
La Red Centroamericana
de Personas con VIH (RED-
CA+) , se pronunciaron públicamente
en el marco de la conmemoración
del Día Internacional
contra la Homofobia,
Transfobia y Bifobia”, este 17
de mayo, designado desde hace
32 años por la Asamblea General
de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), cuando
eliminó la palabra “homosexualidad”
de las enfermedades
mentales.
“Muchas veces, existe el
pensamiento que no tenemos
estas competencias, pero decirles
que desde muchas décadas
atrás, la comunidad LGB-
TIQ+ hemos dado pasos agigantados.
Y debemos hacer un reconocimiento
a las personas de esta
comunidad que cuando en nuestro
país se hizo necesario establecen
todo el proceso de acceso a
medicamentos, retrovirales y derechos
que protegieran a las personas
LGBTIQ+ se hizo ”, reconoció.
“Fueron procesos colectivos
de mucha lucha social, cuando
muchas personas vivían en el
anonimato y debemos comenzar
a desmitificar que las personas
con VIH , no podemos ejercer
nuestros derechos o que las
poblaciones claves no deben tener
esas oportunidades que todos
los profesionales tienen y todas
las otras personas”, manifestó
Ramírez.
El director de REDCA+ señaló,
durante el lanzamiento de la
campaña comunicacional en la
región sobre personas viviendo
con VIH, que en la región centroamericana
estas poblaciones se
encuentran expuestas a múltiples
discriminaciones y agresiones de
toda índole.
Asimismo, recalcó que en los
sistemas de salud nacionales en
muchos países no se atiende adecuadamente
la condición de personas
que viven con VIH, y sobre
todo el acceso a los medicamentos
que consideró deriva por
la postura de los Estados de la región
que no muestran una voluntad
política de garantizar los derechos
de la diversidad.
“La discriminación y exclusión
social de las personas con VIH, a
nivel de país y la región centroamericana
sigue estando latente
por falta de políticas, programas,
planes y leyes que atiendan de
manera directa las necesidades y
respeto de los derechos humanos
de las personas con VIH y poblaciones
clave”, agregó. En cuanto
al impacto de estos grupos poblacionales
y la pandemia del CO-
VID-19, el director ejecutivo de
REDCA+ señaló la ocurrencia
de “situaciones complejas para el
acceso a medicamentos retrovirales”,
principalmente porque todo
el esfuerzo fue rediccionado a la
respuesta de COVID-19, que ha
generado un retroceso en la respuesta
nacional al VIH .
“Se tenían metas que pretendíamos
alcanzar en su momento
como la reducir las nuevas infecciones
pudiendo ser diagnosticadas
a tiempo; que la carga viral
pueda estar indetectable y muchas
cosas que quedaron rezagadas
por la pandemia de CO-
VID-19, y que entendemos que
algunos lugares, aún no prestan
atención como habitualmente lo
hacían”, informó.
Bessy Díaz es una mujer viviendo
con VIH, desde hace 15
años, quien relató que durante ese
tiempo fue víctima de la discriminación,
estigmatización y recibió
trato diferente que otras personas,
pero que encontró en RED-
CA una familia que le acompañó
en su proceso para superar muchos
retos “esa etapa fue terrible
en mi vida”, afirmó al pedir respeto
a los derechos humanos de
estas poblaciones.
“Al ser humano no se le puede
medir por la orientación sexual,
se debe medir por los valores que
cada uno pueda tener y necesitamos
que se nos trate con dignidad
y respeto. Porque tenemos derechos
desde que nacimos. Y, esperamos,
a través de la campaña
garantizar estos derechos”, acotó.
En cuanto a las estadísticas en
El Salvador sobre el VIH, Jaime
Argueta, jefe de departamento de
VIH de REDCA, y en representación
de la Procuraduría para la
Defensa de los Derechos Humanos
(PDDH), advirtió que desde
el primer caso reportado en 1984
hasta el presente año, se tiene un
estimado de 34 mil personas con
VIH, este es un acumulado que
al ser depurada esa base de datos
por fallecimientos, personas que
migraron o salieron del radar del
Ministerio de Salud, disminuyen
las cifras.
“Hay una estimación que a
través de spectrum -un programa
de ONUSIDA que calcula una
proyección nacional de cuántos
casos vivos hay hasta el momento-,
que son aproximadamente
23 mil personas con VIH. Y de
estas posiblemente un porcentaje
no sabe que tiene VIH”, aseguró.
“De esas 23 mil personas
que han sido diagnosticadas,
el 80%, estamos hablando de
unas 17 mil personas con diagnóstico
y de estas que están
vinculadas al Sistema de Salud
(MINSAL) y se han quedado a
recibir atención médica el estimado
es de 15 mil personas,
que es similar al número de
personas con tratamiento retroviral
en el MINSAL, el ISSS,
Sanidad Militar y en Bienestar
Magisterial, que es el cálculo,
de personas vivas con tratamiento”,
señaló.
Al abordar el tema de la
mortalidad, Argueta manifestó
que todavía continúan los
“diagnósticos tardíos”, que las
personas continúan llegando
en estados avanzados de VIH.
“Esta situación no permite
que los hospitales puedan hacer
una mejor intervención de rescatar
sus vidas y tenemos una
mortalidad de 300 a 400 personas
anualmente. Que consideramos
alta, pero al compararlo
a las cifras de los años 2010
a 2011, se ha logrado reducir
grandemente la mortalidad por
complicaciones relacionadas al
VIH”, reafirmó.
“¿Por qué se ha reducido?,
porque se ha aumentado el
diagnóstico y vemos que cada
vez se están haciendo más pruebas
de diagnóstico, y cada vez
se detectan más casos y se eleva
el número de pruebas y se
mantiene estable el número de
casos”, dijo.
Al interpretar estas cifras,
señaló Argueta, se deduce que
El Salvador tiene una epidemia
concentrada en cierta poblaciones,
en la general la prevalencia
es del 0.6% y en cuanto
a poblaciones específicas o
poblaciones claves, como mujeres
trans, los hombres que tienen
sexo con otros hombres y
mujeres trabajadoras del sexo,
la cifra es más alta llegando
en algunos casos a porcentajes
del 6% al 15 o 20% en mujeres
trans.