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Lecturas de domingo<br />
SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>15</strong> DE ENERO DE <strong>2023</strong><br />
11<br />
La República<br />
Enfoque: Arquitectura<br />
El ingrediente ‘secreto’<br />
del hormigón romano<br />
El componente sería la cal viva, un elemento<br />
que, con humedad, puede rellenar las grietas<br />
que producen con el paso del tiempo.<br />
CONSTRUCCIÓN<br />
P. BIOSCA<br />
Madrid, España<br />
Tomado de ABC<br />
El Coliseo, el teatro<br />
romano de Mérida,<br />
y el Cesarea Marítima<br />
en el actual Israel<br />
son solo algunos<br />
de los ejemplos de arquitectura e<br />
ingeniería romana que han llegado<br />
hasta nuestros días; muchas<br />
de ellas se construyeron en base<br />
a hormigón, el ‘opus caementicium’<br />
romano. Como paradigma<br />
de esta técnica, el famoso Panteón<br />
de Roma, que tiene la cúpula<br />
de hormigón no reforzado más<br />
grande del mundo y se construyó<br />
entre el 118 y el 125 d.C. y todavía<br />
está intacto. Sigue en pie, diecinueve<br />
siglos después de haber<br />
sido constuido, mientras, estructuras<br />
de hormigón modernas se<br />
han derrumbado después de algunas<br />
décadas. Entonces, ¿cuál<br />
es el ingrediente ‘secreto’ que hace<br />
al material de construcción romano<br />
tan duradero?<br />
Esta es la pregunta a la que llevan<br />
buscando respuesta los científicos<br />
desde hace mucho tiempo.<br />
SE SUPONÍA QUE<br />
CUANDO LA CAL SE<br />
INCORPORABA AL<br />
HORMIGÓN, PRIMERO<br />
SE COMBINABA<br />
CON AGUA PARA<br />
FORMAR UN MATERIAL<br />
PASTOSO ALTAMENTE<br />
RADIOACTIVO EN UN<br />
PROCESO CONOCIDO<br />
COMO APAGADO.<br />
El Panteón romano sigue en pie, diecinueve siglos después de su<br />
construcción . 2) El Coliseo. 3) La Torre de Pisa.<br />
Más aún teniendo en cuenta que<br />
se han empleado para elementos<br />
como en muelles, alcantarillas o<br />
diques, soportando condiciones<br />
extremas. Incluso las edificaciones<br />
han aguantado durante terremotos.<br />
Ahora, un equipo de investigadores<br />
del MIT, la Universidad<br />
de Harvard y laboratorios<br />
en Italia y Suiza dicen haber<br />
encontrado desvelado el misterio:<br />
cal viva. Este material<br />
no solo provocaría que los materiales<br />
se secasen antes, sino<br />
que además se ‘autorreparasen’<br />
con el paso del tiempo.<br />
Los hallazgos acaban de publicarse<br />
en la revista ‘” Science<br />
Advances’.<br />
Más allá de la ceniza<br />
del volcán<br />
Durante muchos años se pensó<br />
que la clave del hormigón romano<br />
era la ceniza volcánica<br />
del área de Pozzuoli, en la Bahía<br />
de Nápoles. Este material le confería<br />
propiedades puzolánicas,<br />
para reaccionar con el hidróxido<br />
de calcio para formar compuestos<br />
hidráulicos similares a<br />
los que se generan durante la hidratación<br />
del clinker del cemento.<br />
Se sabe que este elemento se<br />
envió por todo el vasto imperio<br />
romano para ser utilizado en la<br />
construcción como un ingrediente<br />
clave.<br />
Sin embargo, eso no era suficiente.<br />
Al analizar el hormigón,<br />
los investigadores también se<br />
percataron de que las muestras<br />
contenían una especie de gránulos<br />
blancos brillantes y milimétricos,<br />
denominados clastos<br />
de cal —otro de los componentes<br />
básicos del hormigón— que<br />
se pensaba que era algo así como<br />
un ‘descuido’ al ‘rematar’ la<br />
creación del material de construcción.<br />
«Desde que comencé a trabajar<br />
con concreto romano antiguo,<br />
siempre me han fascinado estas<br />
características», explica Admir<br />
Masic, profesor de ingeniería civil<br />
y ambiental del MIT y primer autor<br />
del artículo. «Estos componentes<br />
no se encuentran en las formulaciones<br />
modernas de hormigón;<br />
entonces, ¿por qué están presentes<br />
en estos materiales antiguos?».<br />
A Masic siempre le molestó la<br />
idea de que estos clastos de cal fueran<br />
un defecto de fabricación. «Si<br />
los romanos pusieron tanto esfuerzo<br />
en hacer un material de construcción<br />
sobresaliente, siguiendo<br />
todas las recetas detalladas que<br />
habían sido optimizadas a lo largo<br />
de muchos siglos, ¿por qué pusieron<br />
tan poco esmero en la producción<br />
final? Tenía que haber algo<br />
más en esta historia«, señala el<br />
investigador. Al analizar en profundidad<br />
estos clastos utilizando<br />
imágenes multiescala de alta resolución<br />
y técnicas de mapeo químico<br />
en laboratorio, el equipo obtuvo<br />
nuevos conocimientos sobre<br />
la funcionalidad potencial de estos<br />
clastos de cal.<br />
Cocinando hormigón<br />
hace dos milenios<br />
Históricamente, se suponía<br />
que cuando la cal se incorporaba<br />
al hormigón, primero se<br />
combinaba con agua para formar<br />
un material pastoso altamente<br />
reactivo, en un proceso<br />
conocido como apagado. Pero<br />
este proceso por sí solo no<br />
podría explicar la presencia<br />
de los clastos de cal. Masic se<br />
preguntó entonces si era posible<br />
que los romanos hubiesen<br />
utilizado cal pero en su forma<br />
más reactiva: cal viva.<br />
Al estudiar muestras de este<br />
material antiguo, el equipo determinó<br />
que las inclusiones blancas<br />
estaban hechas de varias formas<br />
de carbonato de calcio. Y el examen<br />
espectroscópico proporcionó<br />
pistas de que estos gránulos se<br />
habían formado a temperaturas<br />
extremas, como era de esperar de<br />
la reacción exotérmica producida<br />
por el uso de cal viva en lugar de<br />
la cal apagada. O además de ella.<br />
La mezcla en caliente, concluyeron<br />
los investigadores, fue en realidad<br />
la clave de su naturaleza súper<br />
duradera.<br />
«Los beneficios de la mezcla<br />
en caliente son dobles —dice Masic—.<br />
Por un lado, cuando la mezcla<br />
se calienta a altas temperaturas,<br />
se producen procesos que<br />
no son posibles si solo se usa cal<br />
apagada. Por otro, este aumento<br />
de la temperatura reduce significativamente<br />
los tiempos de<br />
curado y fraguado, ya que todas<br />
las reacciones se aceleran,<br />
lo que permite una construcción<br />
mucho más rápida».