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El Cadáver de la Novia
Un tributo al Stop-Motion
Victoria da tres pasos adelante. Víctor accidentalmente da cuatro.
-¡Tres pasos! ¡Tres! ¡No puedes contar!
Víctor retrocede rápidamente, pisando el dedo del pie de Victoria.
-¡Oh, Dios! P-perdón. Uhm. tres pasos . . .
Nell se abanica angustiada mientras Maudeline y Finis la miran
con absoluta repugnancia, ahora muy notoria.
-No importa. Vamos a recogerlo en la parte de las velas -dice.
-¿La parte de la vela?
-¡La vela! ¡La vela! ¿No recuerdas nada?
-N-no, no, claro que no... ¡Quiero decir que sí!
Víctor coge una vela encendida.
-Con esta vela...
El ruido de la puerta abriéndose corta la inspiración de Víctor.
Barkis Bittern, el abogado de los Everglot, entra y le entrega a
Finis unos papeles para que los firme.
-Disculpe, señor. Son muy importantes...
-Ahora no, Barkis.
-¿Las prenupciales.
Finis firma rápidamente los papeles y se los devuelve, mientras
frunce el ceño a Víctor. Barkis hace una señal de desaprobación.
-Con esta vela... esta vela... -intenta continuar el novio.
Víctor intenta encender la otra vela. Le cuesta. Durante largos
segundos juguetea con la mecha mientras los demás le observan.
Finalmente, acercándose, consigue encender la vela. Suspira
aliviado, apagando accidentalmente la vela. Desde su silla, Nell
gime de la frustración.
-¿No desea casarse, señorito Van Dort? -explota el Pastor Galswells.
-¡No! ¡No!
Victoria levanta la vista sorprendida.
-¿No?
-¡No! Quise decir no, yo no, er, no deseo casarme, es decir, quiero
mucho
El pastor Galswells lo golpea con el cetro sagrado.
-¡Presta atención! ¿Te has acordado siquiera de traer el anillo?
-El anillo... ¡sí! Por supuesto...
Saca el anillo del bolsillo y, tanteando, lo deja caer. Todo el
mundo se asusta ante este sacrilegio.
-¡Dejando caer el anillo! ¡Este chico no quiere casarse!
Incluso Victoria está empezando a preocuparse ahora.
-¡Yo me encargo! -se apresura a decir Víctor.
Se pone de rodillas y agarra desesperadamente el anillo que
rueda bajo la silla de Maudeline. Lo alcanza, tanteando a ciegas
bajo el dobladillo de su largo vestido mientras ella lo mira con
indignación y una mezcla de sentimientos.
Víctor se pone en pie, levantando el anillo triunfalmente.
-¡Lo tengo!
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