Trobairitz 1 - 2023 abr
Año 1. Nº1. Abril de 2023 Número lanzamiento de Trobairitz Magazine. La voz de quienes no (siempre) tienen voz es tormenta, sensación y lucha serena contra la corriente de la historia que nos contaron. Es alzar la voz en un silencio que molesta, mostrar en calma los talentos escondidos. No es esta una revista feminista, sino reivindicatoria de todo aquel que sienta que su lugar no está en la corriente del capricho de moda. Que sea este un espacio para los escritores que navegamos las aguas que están fuera del poder y de las ideas vacuas. Alejandra Jonte Francy de los Ríos Mercedes Chimirri Ed. Dir. Andrea V. Luna www.instagram.com/trobairitzmagazine
Año 1. Nº1. Abril de 2023
Número lanzamiento de Trobairitz Magazine.
La voz de quienes no (siempre) tienen voz es tormenta, sensación y lucha serena contra la corriente de la historia que nos contaron. Es alzar la voz en un silencio que molesta, mostrar en calma los talentos escondidos. No es esta una revista feminista, sino reivindicatoria de todo aquel que sienta que su lugar no está en la corriente del capricho de moda.
Que sea este un espacio para los escritores que navegamos las aguas que están fuera del poder y de las ideas vacuas.
Alejandra Jonte
Francy de los Ríos
Mercedes Chimirri
Ed. Dir. Andrea V. Luna
www.instagram.com/trobairitzmagazine
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que habitaban ese libro. ¡Qué placer llenaba su
espíritu al volver a verlos! ¡Al volver a leerlos!
Lo cerró y lo llevó hasta sus labios y,
aunque su intención era besar la amada tapa,
le pareció que podía, también, saborearlo.
Como si su lengua jugara en la boca de un
amante, rozó con levedad la cubierta de la bella
tapa y su corazón palpitó con ese pensamiento
cruzando su mente. Un gusto, apenas salobre,
estimuló sus papilas; sonrió para sus adentros:
estaba enamorada, sí, lo estaba, enamorada de
aquel libro. No había otro como él en toda su
biblioteca, ni en las de otros lugares, era único
y esa condición
elevaba su valor,
más allá de lo
material. No existía
una persona
en todo el mundo
que pudiera pagar
el precio, porque
no lo tenía:
era simple,
cuando es el corazón
el que determina
el valor
de algo, no hay
dinero que lo
pueda comprar.
De pronto la abrazaron por la espalda,
su esposo en cuclillas le susurró al oído:
—¡Querida, todavía estás acá! Ya llegaron
todos y están empezando a dividir las cosas,
piden que vayas. Está la vajilla de tu mamá, hay
algunos adornos y las cosas de valor: el reloj de
oro de tu papá y las joyas de tu madre. Preguntan
qué te vas a llevar. —Ella salió de su ensimismamiento,
se levantó, alisó su vestido y sacudió
el pasto que se había depositado en su
falda. Él la tomó con suavidad del brazo y juntos
caminaron hasta la entrada de la vieja casona.
Dentro todo era bullicio, discusiones y
movimiento. Su hermano tenía una conversación
algo subida de tono con su cuñada que, al
parecer, se había peleado con alguien más de
la familia para quedarse con un antiguo y delicado
juego de café. Sus sobrinos corrieron hacia
ella y se abrazaron a sus piernas, ella besó
sus cabezas. Los adultos la saludaron y su cuñada
se acercó con dos de los mencionados pocillos
en la mano.
—Hola Elena, ¡al fin estás aquí! Espero
que no te interese que me quede con estos pocillos.
Al fin y al cabo, tu hermano, también
tiene derecho. Lo digo porque parece que tu
hermana fuera la única dueña de todo. Perdón,
si soy algo brusca, pero esto me altera un poco.
¿No sé qué
querés elegir
para vos?
—No te
preocupes, no
se preocupen:
lo que más me
importa ya lo
tengo en mis
manos.
Buscó
la cartera y el
abrigo que habían
quedado
sobre un sillón,
se volvió hacia su esposo, él se acercó y saludó
con una inclinación de cabeza a los presentes,
ella comenzó a caminar erguida y triunfante.
Del brazo, como habían entrado, se dirigieron
hacia la salida del antiguo caserón familiar. Una
vez en la vereda se paró para mirarlo por última
vez.
—Te amo —le dijo él, rodeándola por la
cintura—. Lo sabés, ¿no?
Ella se volvió hacia él con una sonrisa,
mientras apretaba el libro contra su pecho.
—Por supuesto que lo sé. Vámonos
pronto de acá.
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