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Trobairitz 4 - 2023 JUL

Crecemos de a poco, caminamos lento. Nadie nos corre, nadie nos espera con un premio. Andamos por ahí, recogiendo letras y disfrutando del camino como se pueda, con el alma en una mano y una lapicera en la otra. Te invitamos, siempre te invitamos, a ser parte, en encontrarnos, a abrazarnos y reírnos o llorar hasta que pase la tormenta. Nada que valga la pena es sencillo. «Ad astra per aspera».

Crecemos de a poco, caminamos lento. Nadie nos corre, nadie nos espera con un premio. Andamos por ahí, recogiendo letras y disfrutando del camino como se pueda, con el alma en una mano y una lapicera en la otra. Te invitamos, siempre te invitamos, a ser parte, en encontrarnos, a abrazarnos y reírnos o llorar hasta que pase la tormenta. Nada que valga la pena es sencillo. «Ad astra per aspera».

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Daür

Jorge Ortíz

Alberto Abramovici

Graciela Kovacic

Silvia Duarte

Liliana Perone

Georgeos

Díaz-Montexano

AÑO 1. Nº4. JULIO de 2023


Contenido

Año 1. Nº4. Julio de 2023

Un texto es un producto cuya suerte

interpretativa debe formar parte de su

propio mecanismo generativo.

Umberto Eco

Entonces, cada lector es parte imprescindible

en la construcción de la novela

que lee.

Andrea V. Luna

Andrea V. Luna

@andreavluna

www.andreavlunaescritora.com.ar

Alejandra Jonte

Francy de los Ríos

Mercedes Chimirri

Victoria Ocampo.

Vogue.mx, 2021.

Trobairitzmagazine

@gmail.com

IG @trobairitzmagazine

https://sites.google.com/view/

trobairitzmagazine

Todas las imágenes de esta publicación están tomadas de la Web, excepto que se indique lo contrario, y pueden estar sujetas a derechos

de autor. Créditos a quien corresponda. Todos los derechos pertenecen a sus respectivos autores.

Todos los textos han sido cedidos por sus respectivos autores para ser publicados en este magazine de manera desinteresada. Cada uno es

responsable de sus dichos y de su obra. Todos los derechos pertenecen a sus respectivos autores.

2


Editorial

Andrea V. Luna

@andreavluna

Me abrazo en vos

De cuando estamos en sintonía

«Ad astra per aspera» (a las estrellas por el camino áspero)

Durante el pasado mes de junio tuve la

posibilidad de darme un lujo de esos que te dejan

pensando mucho, vibrando fuerte y meditando

sin parar. Después de como 25 años (¡Sh!

No vale sacar cuentas de la edad, ¿sí?) regresé a

mi maravillosa casa de estudios, la Universidad

Nacional de La Plata. Y es que, entre el trajín

cotidiano, la morriña y el paso de los años, siempre

es bueno recordar las raíces

que nos formaron en

quienes somos: familia, escuelas,

amistades y, ¿por qué

no?, la bendita y tan vapuleada

carrera de Letras. ¿Qué

si es imprescindible para ser

un escritor? ¡Claro que no!

Personalmente, me dio ideas

y la sensación de interminable

vulnerabilidad en las habilidades

que pueda o no tener

como escritora. Sin embargo,

sí es un maravilloso lugar de

encuentro de gente que, como suelo decir, dice

cosas interesantes e inteligentes sobre literatura

sin fines de lucro.

Tengo la dicha de poder decir que siempre

me he dedicado a lo que me gusta según la

etapa de la vida: he estudiado con gente mágica,

he trabajado en escuelas hermosas, he

dado con escritores e ilustradores a quienes hoy

puedo llamar amigos, he producido por 9 años

Café entre Libros junto a hermosas mujeres y

hoy, hago esto junto a otras a quienes también

adoro.

Trobairitz Magazine se está perfilando

como un espacio en el cual puedan confluir

ideas, sentimientos, historias, literatura artes

provenientes de personas híperdiversas. No importa

acá si nunca antes habían podido publicar

(queremos ser tu primer medio) o si ya lo hicieron

con alguna editorial grande o pequeña. Este

número contiene eso mismo: estamos ampliando

nuestro horizonte… ¡Y pronto tendremos

novedades!

Crecemos de a poco, caminamos

lento. Nadie nos corre,

nadie nos espera con un

premio. Andamos por ahí, recogiendo

letras y disfrutando del

camino como se pueda, con el

alma en una mano y una lapicera

en la otra.

Te invitamos, siempre te

invitamos, a ser parte, en encontrarnos,

a abrazarnos y reírnos

o llorar hasta que pase la

tormenta. Nada que valga la

pena es sencillo. «Ad astra per

aspera».

Este espacio sigue siendo para vos, que

creés que luchás en soledad y que no encontrás

un horizonte cercano. Seguimos queriendo ser

oasis en este desierto de incertidumbres, por

fuera de la mercantilización, ser tu voz y las de

otros.

Envianos tu mensaje a:

trobairitzmagazine@gmail.com

¡Hasta la próxima!

3


Alejandra Jonte

MARCHOSAS VEREDAS

Marchosas veredas tienden oscuras emboscadas

a mi paso. Cada baldosa es una

nota; cada cordón, un acorde inconcluso de

una melodía.

Paredes gritando lamentos llorones y

nostálgicos de lo que fue. Ladrillos gastados

por malevos, hábiles

en cortes y quebradas.

Árboles desafiantes del cemento y del

hollín cantan su oda al verde último que

el viento otoñal se roba.

Semáforos, señales y letreros enceguecen

la vista en la oscuridad, invitando

a lugares a los que todos

quieren ir.

Y tengo miedo. Un frío mortal por

mi espalda corre.

Y tengo miedo de que la noche me

encadene a sus sueños, a sus paredes, a

sus letreros.

Y tengo miedo, mucho miedo, de

que el sol de la mañana me encuentre,

sola, en el abismal cordón

de una vereda.

4


Daür, celta tribal

LA INVOCACIÓN

(PRÓLOGO A «HIJOS DEL ROBLE»)

Erguido en lo alto de la colina

Reposando en medio del bosque

De bellota y ancestro vengo

De raíz, corteza y hoja soy

De tiempo, luna y sol

El río, viejo amigo

Lleva mi consejo y mi voz

El viento, compañero

Mece mis hojas y el verdor

La tierra, madre de todo

Alimenta mi corazón

La ardilla traviesa y el pájaro

cantor

Nos miramos y seguimos

Nos sentimos

Yo soy el que observa

[el mundo de los hombres,

la memoria y el portal

Las eras, que han pasado

El mundo, que ha cambiado, y yo,

Yo resisto

Alto y orgulloso como antaño

Sabio como mis padres

Hogar de mil seres

Ahora he de callar

A mis hijos convoco

A su valor invoco

A los que asuman mi misión

5


Daür, celta tribal

Es una banda de música celta fusión, de

la provincia de Buenos Aires. En ella se combinan

las melodías y ritmos celtas con la música

pagan folk e influencias del rock progresivo. Comenzó

allá por 2016 cómo un dúo, integrado

por Candela Czarnoska y Corel Álvarez en tin

whistle y mandolina. En 2017 la banda se expande

hasta llegar a un Quinteto, con cuerdas y

percusión. Desde entonces se presentan en numerosos

espacios del conurbano y el AMBA. La

banda ha pasado por diversas formaciones con

varios integrantes y músicos invitados que han

participado y acompañado. Actualmente la

banda es un sexteto, conformado por Mayra Palavecino

en Tin whistle, accesorios y voz, Nicolás

Maiello en violonchelo, bouzouki irlandés y

voz, Rocío Pérez Posada en violín, Rodrigo Masciandaro

Arcos en teclados, Damián Saffirio en

percusión y accesorios, y Sigfrido Stach en guitarras.

La cultura celta es lo que marca su estética,

no solo desde lo musical sino también

desde su cosmovisión, en tanto el respeto y la

conexión que tenían las culturas celtas con la naturaleza.

Así pues, Daür, además de ser una

banda, pretende llevar un mensaje de ecología

y conexión con la tierra y todo lo que habita en

ella. Esto se refleja en nuestro show, en el cual

se busca involucrar sensorialmente a los espectadores.

Daür se ha presentado en distintos

eventos, en bares, ferias medievales, teatros,

eventos autogestivos... También ha realizado

dos giras por la Patagonia Argentina: en el verano

del 2020 la primera y durante enero de

2022 la segunda, visitando las ciudades de san

Martín de los Andes y Bariloche, presentándose

en eventos, teatros y haciendo arte callejero.

Han publicado un disco físico publicado

en el 2020 titulado como la banda, con todas

canciones originales, y actualmente se encuentran

en producción el segundo álbum de estudio

«Hijos del roble», a estrenar en capítulos durante

el 2022.

6


Mabel Bernal: vida sana

YOGA Y SALUD

¿Qué es Yoga?

El yoga es una

filosofía de vida, un

medio para equilibrar

cuerpo, mente y emociones.

No es religión

ni gimnasia. El fin es el

de establecer un enfoque saludable en la vida.

La buena alimentación es parte de esta ciencia.

El secreto de la práctica de yoga es aprender el

arte de vivir sanos, felices y en armonía.

Las técnicas de respiración (pranayamas)

además de mejorar el funcionamiento

de las vías respiratorias, calman la mente y equilibran

las emociones.

La meditación (dhyana) es un estado

que se manifiesta al lograr la tan ansiada paz interior.

Las técnicas utilizadas inducen a la percepción

de la verdadera esencia del Ser.

¿Qué es Hatha Yoga?

El Hatha Yoga es el aspecto físico de la

práctica de la ciencia del Yoga, hace hincapié en

postura parados, acostados o sentados en el

suelo o en sillas, técnicas de respiración y meditación.

Las posturas (asanas) están diseñadas

para relajar los músculos tensos, mejorar el funcionamiento

de los órganos internos, dar flexibilidad

a las articulaciones y columna vertebral.

Regular la circulación, digestión sistema nervioso

y endocrino, etc.

¿Quiénes pueden practicar yoga?

Puede ser practicado por cualquier persona

independientemente de la edad, condición

física o creencias. Se debe consultar con el médico

antes de comenzar, sobre todo con problemas

específicos de salud como: hipertensión,

enfermedad cardíaca, epilepsia, etc.

Practicado de manera correcta aportarán

los mejores beneficios. Es importante la guía de

un profesor calificado.

Será una gran experiencia.

Profesora de Yoga

7


Jorge Ortiz

LA MICROFICCIÓN

UNA VARIANTE DIDÁCTICA DE GRAN IMPACTO EDUCATIVO

El hiperónimo de la llamada Microficción

(entre otras denominaciones) tiene las particularidades

de ser un nuevo género que responde a

parámetros propios de la postmodernidad y que

impactó decisivamente en la literatura actual.

Sus características principales son la extrema

brevedad, la hipertextualidad y la participación

activa del lector, entre otras. Para culminar, dejo

algunas microficciones que pueden ser utilizadas

como recurso educativo

Venganza

(por el mal uso de las redes)

Cuando ella lo dejó por violento y lo denunció,

él ejecutó su venganza. Ocultando identidad,

difundió “Fake News” sobre ella y esperó

complacido. Sabía que muchos tenían la mala

costumbre de retransmitir posteos humillantes

sin ocuparse de chequear veracidad, ni de corregir

el error de haber difundido una noticia

falsa.

Transgresor

(para inducir a aprender)

—No leas— me habían advertido.

Pero no les hice caso. Y ahora, por

desobediente, veo lo que otros no ven y ya no

soy el mismo conformista de siempre.

Lobos

(contra el Grooming)

Cuenta una persona muy cercana a

Charles Perrault que después de haber escrito su

famosa historia, en un manuscrito posterior a

1700 aseguró dos cosas: que la niña de la capa

roja creció y juró que nunca, por ninguna razón,

dejaría que sus hijos caminen solos por

senderos peligrosos como aconteció con ella y

que en el futuro, el problema ya no estará en la

oscuridad de los bosques, porque los lobos vivirán

en la ciudad pretendiendo ser personas

confiables, esperando sorprender con nuevos y

sofisticados engaños, a sus inocentes víctimas.

Jorge Ortíz

Jorge Ortiz es Profesor de filosofía y Teología. Licenciado

en Educación. Cursó una maestría en Orientación Familiar.

Ha publicado libros de temas sociales por iniciativa de las

Editoriales San Pablo, Guadalupe y Tau del Sur (Argentina) y

ha escrito numerosos artículos para Revistas. Tiene formación

nacional e internacional en temas de seguridad pública.

Posee publicaciones en Papel, Ebook y Audiolibro en

Argentina y México. Ha incursionado en varias modalidades de

Microficciones como la Micronovela, los microcuentos educativos

las Mini frases y ahora con el novedoso mundo de la

Micro Obra teatral. Integra diversas antologías de microficciones

en Argentina, Chile, Colombia, México, España y Canadá.

8


Maxi Aregger: Chaeros Arts

https://www.instagram.com/chaeros_arts/

9


Alberto Abramovici

LA BATALLA DE

MONTEVIDEO

EXTRACTO

El principio del verano demoró en

presentarse, como si los vigentes y dramáticos

acontecimientos europeos estuvieran

templando y retrasando el natural clima

estival, propio del hemisferio sur del continente

americano. Reciente estaba aún el

recuerdo de 1938, del encuentro de las

tres máximas glorias femeninas de la poesía

hispanoamericana contemporánea en

Montevideo: nada menos que la uruguaya

Juana de Ibarbourou, la argentina Alfonsina

Storni y la chilena Gabriela Mistral.

Montevideo, puerto tranquilo y pacífico

del Plata en América del Sur, fue testigo

del arribo de un barco de guerra alemán

el “Admiral Graf Spee” que llegaba surcando

el mar a toda velocidad desde las

proximidades de Punta del Este, perseguido

por tres naves de la Marina Real británica.

Era miércoles 13 de diciembre y jamás

en Montevideo se había experimentado

la temible presencia de un buque corsario

moderno, y menos aún, sembrando

pánico entre mercantes y poniendo en jaque

a la poderosa Royal Navy.

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Graciela Kovacic

LA FELICIDAD SON MÁGICOS

MOMENTOS

Sale el sol,

Sale el sol,

En la esquina de mi casa 1

Voy a ver, voy a ver…

Las caritas sonrientes. Polleritas cortas,

zapatitos y zoquetes blancos. La infaltable vincha,

la cola de caballo, el viento sobre la piel, y

sobre la inocencia, el viento.

Que salga la dama, dama…

Nuestro pequeño círculo femenino danzando,

aquelarre mágico sin luna, simples complicidades,

susurros húmedos al contarnos secretitos

al oído.

—¿Querés ser mi amiga? —La vergüenza,

la esperanza, y la espera. Mis manitos

tapando mi boca.

—Vení a mi casa a tomar la leche —La

alegría de la merienda compartida.

—Mamá, vine a tomar la leche con mi

amiga —le anuncio gritando desde la puerta, y

seguimos corriendo hacia la cocina, acompañándonos

de las risas porque sí.

El ritual de las galletitas mojadas en el

café con leche, y el pedazo que se cae dentro de

la taza, al que intentamos pescar con la cucharita,

antes de que se deshaga.

—Terminamos. Salimos a jugar —grito el

nuevo anuncio.

El portazo, la calle, la libertad, las escondidas.

Nuevos hechizos bajo la luz del sol.

—Está oscureciendo. Tengo que entrar.

¿Mañana la seguimos? —le pregunto.

—Seguro —me contesta.

Ya es de noche, y yo tengo una nueva

amiga que hace brillar con más intensidad la

luna.

«Sale el sol, sale el sol, en la esquina de

mi casa…», canto mientras me duermo.

Salió el sol, salió el sol… en mi corazón.

***

Carita redonda, cabello fino, lacio, castaño,

hasta los hombros, siempre despeinado.

Ojos chicos, oscuros, profundos. Te veía venir

corriendo delante de los otros chicos, gritando,

1 “Sale el sol”. Canción de Ronda Infantil. Muy popular

desde los años sesenta.

11


riéndote a carcajadas. Girabas la cabeza por

momentos, para decirles algo que mis oídos no

llegaban a distinguir.

Hacia el final del angosto pasadizo que

se abría al gran patio de adoquines, te esperaba

simulando esconderme, y vos, fingiendo sorpresa,

te frenabas.

volvían a encontrarse nuestras miradas, me esquivabas

para salir corriendo detrás de tus amigos,

que ya te habían sacado ventaja.

Los grandes piletones estaban todos juntos

y en línea sobre la pared opuesta y manchada

de humedad. Los adoquines del piso de

alrededor se volvían resbalosos cuando fregaba

la ropa y el agua jabonosa los salpicaba.

Cada tanto, el torbellino infantil volvía a

pasar a las corridas. Giraba sin fin entre los dos

pasadizos que unían el patio

con las habitaciones. Nosotras

alquilábamos la del centro.

Reconocía tu risa y tus

pasos desde lejos. Cuando se

acercaban y rompían el sonido

del agua corriendo, yo giraba, y

secándome las manos en el delantal,

me quedaba tildada, ensimismada,

como si se hubiera

detenido el tiempo, y con los

ojos húmedos, y el corazón inflado

de felicidad, me quedaba

observando el milagro de tenerte

en mi vida.

Me acercaba como si fuera a hacerte cosquillas.

No dejabas de reírte. Cuánto más me

acercaba, tus risas, cada vez más fuertes, dejaban

escapar grititos. Aleteabas tus manitas redonditas

para agitar el viento. Estaba tan cerca

que podía abrazarte. Me agachaba para que mis

ojos estuvieran a la altura de los tuyos. Con

gesto lento, para no asustarte, te tocaba la punta

de la nariz con el dedo índice, mientras te decía

suavemente «te amo». Por reflejo, apretabas tus

párpados. Y cuando al cabo de unos segundos

Tardecita, casi noche, te

sentabas sobre mi regazo y me

pedías que entonara alguna

canción, o que te contara algún

cuento. Apoyabas tu cabeza sobre

mi pecho, y sin dejar de mirarme,

me tomabas la mano que sólo soltabas

cuando te empezaba a vencer el sueño.

Así, cada noche, antes de recostarte en la

cama, te decía suavemente «siempre juntas».

Cada noche, cuando te arropaba, con una dormida

sonrisa, mientras girabas para abrazarte a

la almohada, repetías en un susurro «juntas

siempre».

12


@cuentos_solyluna

Cuentosolyluna@gmail.com

Graciela Kovacic

Graciela Kovacic nació en 1957, en Buenos Aires,

Argentina, radicada en Puerto Madryn.

Publicó la trilogía de fantasía épica, Lanis, la hechicera

pequeña roca, (2021); Enedina, la hechicera

alma vida. El portal (2022), ambos (Editorial Autores

de Argentina) y El Linaje de Lanís, Talismán (2023),

(Editorial Remitente Patagonia). Dos libros de cuentos

y relatos cortos Meraki (Autores de Argentina, 2022);

y Lo Singular en lo Plural (Remitente Patagonia,

2023).

Recientemente, sus cuentos «El Farallón» y «Ceguera»,

integran la Antología Cuentos de(mentes) y el

cuento «El último bloqueo» integra la «Antología

Siento luego escribo» (Editorial Rubin, 2023).

13


Humorarte

14


Silvia Duarte

DESCANSO

Natalia estaba agotada. Necesitaba un

descanso y tachaba los días en el almanaque a

medida que iban pasando. «Una semana más»,

pensó, «y estaré frente a las montañas». Había

organizado un viaje al sur para recuperarse de

algunas dolencias y reponer energías. Disfrutaría

de una cabaña en Dina Huapi, propiedad de

uno de los abogados del estudio donde trabajaba

al que la unía algo más que el compañerismo

y que había estado allí unas semanas

atrás.

El viernes se despidió de sus compañeros

de trabajo y salió apurada hacia su departamento

porque aún tenía que terminar de preparar

el equipaje. Al día siguiente bien temprano

un taxi la pasaría a buscar para llevarla al aeropuerto:

era un viaje corto.

Después de aterrizar buscó la forma de

acercarse al complejo de cabañas que no quedaba

lejos, consiguió alquilar un auto y se dirigió

hacia allí. En el trayecto encendió la radio, estaban

dando las noticas locales y una de ellas

llamó su atención, hablaban de la desaparición

de una mujer de unos cuarenta años a quién

buscaban desde hacía días. «Pobre mujer»,

pensó, «¿Qué le habrá pasado?». Perdida en sus

pensamientos llegó a su destino, bajó la valija y

caminó rápido ya que el viento era muy frío.

Entró en la cabaña, encendió las luces y

un ambiente agradable la recibió: habían puesto

la calefacción. Como estaba exhausta decidió

preparar un café, necesitaba beber algo caliente

antes de acostarse. Caminó hasta el dormitorio

arrastrando los pies y se dejó caer en la cama.

Se despertó renovada y comenzó a acomodar el

equipaje. Se arrepentía de no haber llevado más

abrigo; no estaban en invierno, pero el frío y algunas

nevadas se habían adelantado. El resto

del día lo dedicó a mirar a través de la ventana,

disfrutando del cambio en el paisaje que se volvía

blanco por los copos de nieve que caían.

Remoloneaba en la cama mientras leía

los diarios online cuando vio la foto de la mujer

que estaban buscando, amplió la imagen y un

colgante que llevaba le pareció conocido. Cerró

la aplicación en el celular y pensando en la foto

se levantó, tropezó con un zapato y se cayó.

Uno de sus dedos quedó enganchado en una

tabla del piso de parquet que estaba floja y sangraba.

«A torpe no me gana nadie», pensó». Se

incorporó y fue al baño a limpiarse y curar la

herida que no paraba de sangrar. «¡Qué raro

una tabla así? ¿Le aviso a Alberto o a la gente

de mantenimiento del complejo?», se preguntaba,

pero en ese momento el estómago le avisó

que era hora de alimentarse y fue a prepararse

un café con leche.

Ya no nevaba y podía salir a recorrer la

zona. Le gustaba caminar, tomar fotos, era su

hobby, y quería sentarse en algún lugar y admirar

las montañas. Respirar ese aire distinto al de

la ciudad. Cargó su mochila, tomó las llaves del

auto y salió a disfrutar del primer día de sus vacaciones;

sin embargo, no podía olvidarse del

colgante de la mujer desaparecida.

Al caer el sol volvió a la cabaña cansada

pero contenta. Mientras se duchaba el dedo lastimado

le recordó la tabla floja del dormitorio y

decidió llamar a Alberto. Cubierta por un grueso

albornoz fue hasta el living donde había dejado

la mochila y buscó el celular, pero cambió de

opinión y le envió un mensaje de voz: «Hola,

disculpa que te moleste, ¿sabías que hay una tabla

floja en el piso del dormitorio? ¿Aviso a

mantenimiento?, besos».

15


Se desenredaba el largo cabello cuando

sonó el teléfono:

—Hola, ¿cómo estás? Supongo que

aprovechando el descanso, ¿no?

—¡Sí!

—Por la tabla no te preocupes … lo veo

cuando vaya la próxima vez. Relaja y carga pilas.

—Dale, otra vez te pido disculpas por

molestar, pero está tan bueno el lugar que…

— Naty, olvídate… te dejo, estoy por salir.

—Okey, chau.

Natalia quedó intrigada, lo oyó tenso,

nervioso, hasta le pareció que elevó el tono de

voz cuando se despidió. «Lo molesté por una

pavada. ¡Ay, Naty, vos y tu obsesión por que no

haya nada fuera de lugar!», se reprochó. Suspiró

y se dedicó a preparar la cena.

Según el cronograma que había hecho,

el segundo día tocaba andar en bicicleta por la

zona y así lo hizo. Le encantaba sentir el sol en

la cara y quería aprovechar que no hacía mucho

frío. Mientras atravesaba las calles vio afiches de

la mujer desaparecida y recordaba el colgante.

Cuando regresó guardó la bicicleta y entró apurada

al dormitorio, tropezando y cayendo nuevamente.

Se fijó en la tabla: al querer acomodarla,

se elevó más. Se sorprendió al ver una

bolsa con algo en su interior. Comenzó a temblar,

los latidos del corazón retumbaban en sus

oídos. ¿Qué había en esa bolsa? Sin darse

cuenta la tomó y miró en su interior. Ahogó un

grito y pensó en cómo habría llegado allí ese colgante,

en quién lo había puesto… Corrió a buscar

el celular y comenzó a llamar nuevamente a

Alberto que no contestaba. Le dejó varios mensajes

mientras caminaba muy alterada por el living.

Se sentó en el sillón

arrojando el teléfono

sobre la mesa y

tratando de ordenar

los pensamientos sobre

qué hacer.

Escuchó que

golpeaban la puerta y

se sobresaltó. Caminó

sin darse cuenta que

llevaba la bolsa en la

mano y abrió. Afuera

había dos agentes de

policía que la miraron

atentamente mientras

agitaba la bolsa de la

que cayó un colgante.

—¡Yo no sé

nada! —gritó asustada.

—No lo parece —dijo uno de los agentes.

—¡Llamen a Alberto! Él les va a explicar.

Los agentes se miraron entre ellos y trataron

de calmarla. Como seguía insistiendo,

buscaron el celular, marcaron el número del tal

Alberto recibiendo por respuesta: «No corresponde

a un abonado en servicio».

16


Silvia Duarte

Porteña de nacimiento, aunque viví las primeras décadas

en la zona sur del gran Buenos Aires. Ávida lectora

desde la infancia y ya en la adolescencia fanática de las novelas

románticas, románticas-históricas.

Soy multifacética, he integrado coros, tocado la guitarra,

bailado, en diferentes momentos de mi vida siendo la

escritura una asignatura pendiente. Esta última comencé a

desarrollarla durante la pandemia realizando diferentes talleres

que continúo en la actualidad.

«Se hace camino al andar», escribió Machado… y en

eso estoy.

17


Sebastián Saavedra:

cocina y algo más

VÍAS DEL FERROCARRIL,

HUERTA Y TARTA DE ACELGA

Ante la ausencia de personas transcendentales

de nuestras vidas nos damos cuenta de

la importancia de los recuerdos. En este caso,

este mes, les traigo una de las memorias de mi

abuela materna, Irma, cuya casa terminaba sobre

las vías del ferrocarril y donde parte del patio

estaba cargado de tablones de huerta de verduras

como zanahorias, zapallitos troncos, berenjenas,

calabazas, también acelga, perejil y no

podía faltar el apio que era el gran aliado en la

cocina de Abuelita.

Una de las tantas cosas que ella cocinaba

era su famosa tarta de acelga. Pero no solo porque

era de acelga de su cosecha sino también

por los otros ingredientes que usaba y, por sobre

todo, por esa masa agridulce que hacia una

combinación y explosión de sabores al comerla.

Debo reconocer que en ese momento no

era amante de lo agridulce pero esta tarta era la

única excepción que aceptaba.

Siempre hablamos de «legados» y lo asociamos

al éxito profesional o empresarial que

podemos alcanzar. Pero a

veces, un legado puede

ser esta costumbre de cocinar

con amor para

nuestra gente, para aquellos

a quienes amamos;

que el objetivo de cocinar

sea más que comer algo

rico, que sea crear esos

momentos, esas memorias

de compartir, de recolectar

hojas de acelga

de una huerta, de preparar

una masa, de estirarla

y ponerla en un molde

para llenarla de sabores y

hornearla. Ese legado

que dejó se repite con mi

mamá y sus hermanas, y

18


de ellas hacia nosotros sus hijos, y nosotros hacia

nuestros hijos.

Esta receta es de un molde de tarta tradicional.

Con mucho relleno, sabor, recuerdos y

amor.

TARTA DE ACELGA

INGREDIENTES

Masa

250 g de harina de trigo 0000

1 huevo

100 g manteca

50 g de azúcar

10 g de sal

50 cc leche

Relleno

600 g de acelga

100 g de cebolla

100 g de morrón

1 latita picadillo-paté de carne

100 g de queso regianitto

200 g de queso cremoso

5 huevos

sal y nuez moscada

Rehogar la cebolla con el morrón hasta

que estén bien cocidos. Agregar la acelga previamente

hervida y picada. Una vez bien mezclado

todo, agregar también la latita de paté y

el queso rallado.

Preparar un molde de tarta enmantecado

y enharinado y colocar la mitad de la

masa estirada. Verter el relleno y, sobre él, agregar

los huevos enteros hervidos y el queso cremoso

en tiras. Cubrir con la otra parte de la

masa y formar la cubierta haciendo el repulgue

clásico en los bordes para sellarlo. Pincelar con

huevo y espolvorear con azúcar. Cocinar en

horno precalentado hasta que la masa este bien

dorada

¡Que lo disfruten!

PROCEDIMIENTO

Para la masa:

Mezclar la harina, la sal y el azúcar con

la manteca a temperatura ambiente, el huevo y

la leche. Mezclar bien y amasar por 2 minutos

hasta que la masa quede homogénea. Dejar reposar

por media hora en heladera.

Para el relleno:

19


Francy De Los Ríos

NUESTROS

NUEVOS CRÍTICOS

¡LOS QUERIDOS BOOKSTAGRAMMERS…

LLEVAN EL APLAUSO POR DENTRO!

Hay personajes que se hacen querer por el

puro hecho de existir. Esos que por amor a una

causa se entregan a un fin determinado con el solo

propósito de degustar un contenido y disfrutar el

transcurso del mismo. En su mayoría, no esperando

nada a cambio más que el placer de deshojar,

desmenuzar, devorar y disfrutar una novela,

un escrito, una poesía… así como un buen comensal

degusta un buen plato. ¡Sí! Hablo de los

comensales de la literatura actual, nuestros

queridos, y apreciados bookstagrammers, lo

merecedores de muchos aplausos de parte

del gremio de escritores quienes a diarios los

reciben de ellos en forma de reseñas y notas.

en el ámbito del crítico literario y así nacieron

nuestros influencers de

los libros con su estilo e

identidad propias en

una interacción

entre círculos

Los estimados y muy abnegados bookstagrammers

son los nuevos críticos literarios,

personas que dedican horas de sus vidas a leer

a escritores reconocidos y no reconocidos,

cada día son más los lectores que por una u

otra razón comenzaron a llenar sus espacios

digitales con reseñas, síntesis e hipótesis de

autores. La nueva tecnología y sus avances

nos permiten a los autores darnos a conocer

por medio de este fenómeno que beneficia de

manera exuberante a la nueva generación de

autores y escritores. Como todo en la vida

evoluciona, la literatura también evolucionó

20


de lecturas, editoriales, autores y escritores, por lo

cual los literatos debemos dar las gracias.

Es por eso, que cuando buscaba un tema

para escribir la columna de la edición de julio se

vino a mi mente estas grandes piezas del mundo

literario y que muy pocos son visualizados a pesar

del enorme trabajo que realizan en sus tiempos libres.

El mismo que hace crecer las carreras de los

autores y escritores sin que la mayoría de veces se

les reconozca su labor de la misma forma que ellos

hacen con nuestras obras literarias. Este gran grupo

de lectores realizan un trabajo a honores sin esperar

nada a cambio, los escritores esperamos que

nuestro trabajo sea leído por lo que siempre estaremos

en deuda con ellos. Un adeudo que años

atrás lo realizaban los agentes literarios de las grandes

industrias editoriales para llevar a su escritor al

mercado. Hoy en día todos los escritores contamos

con una cadena de lectores abnegados que difunden

nuestra carrera por el puro arte de leer y amar

la literatura.

En este momento en estos pocos peros sentidas

líneas quiero agradecer tan ardua y honorable

labor aun cuando sus oídos no lo puedan escuchar

el aplauso va por dentro, desde el corazón hasta

cada uno de ustedes: nuestros queridos bookstagrammers.

21


Georgeos Díaz-Montexano:

entrevista

ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA

por Andrea V. Luna

Hace varios años que conozco a Georgeos:

he tenido el placer de entrevistarlo en el marco del

que fue un programa de radio online muy querido

para mí, Café entre Libros 2 , y debo decir que me

causa una mezcla de admiración e intriga muy

fuerte. Sus ideas son controversiales, pero absolutamente

plausibles y está empeñado en demostrarlo

de manera incansable y con tanto ahínco

como su personalidad luchadora lo amerita.

Antes que nada, te agradezco que aceptaras

ser parte de este espacio. Siempre es un placer

charlar con vos y este espacio nos permite ir por

aquellos caminos que tanto nos agradan: los controversiales.

—Lo mismo siento cuando habla contigo.

Así que el placer es mutuo.

—En este punto, me parece muy importante

que nos cuentes quién es Georgeos Díaz-

Montexano: el académico, el documentalista, el

defensor del patrimonio arqueológico…

—No se me da nada bien hablar de mí

mismo… Pero haré un resumen:

De padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos

y trastarabuelos españoles por ambos linajes

(hasta donde he podido verificar mi genealogía) y

con un trastatarabuelo griego por vía materna, nací

en Cuba. Estudié Arqueología y Antropología entre

finales de los ‘80 y principios de los ‘90 a través

de cursos de formación especializada de la SEC,

Sociedad Científica de Estudios de Espeleología,

Arqueología y Antropología, adscrita a la Academia

de Ciencias de Cuba. En 1992 obtuve membrecía

honorífica vitalicia (como Accepted Member)

en The Epigraphic Society por mis descubrimientos

e investigaciones epigráficas de antiguas

inscripciones precolombinas en Cuba y otros lugares

de las Antillas y el Caribe.

En 1994 llegué a España. En 1995 fundé la

revista «Arqueología y Enigmas de la Historia»,

poco después fundé otras como «Arqueología Sin

Fronteras», «ArqueoHistoria», «Canaán: Revista de

Arqueología Bíblica», así como la primera revista

de egiptología en castellano de distribución en

kioscos y librerías de toda España y América, «La

Esfinge. Revista de Egiptología». En 1999 fundé

otra revista de egiptología: «Osiris. Revista de Egiptología».

He sido autor del primer curso y método

sencillo para aprender a leer jeroglíficos egipcios

(en lengua castellana) que se vendió por fascículos

—como coleccionable— desde 1995 hasta 1998.

Desde hace más de veinte años investigo la Atlántida,

pero a través de las fuentes históricas especialmente

desde el análisis de los antiguos códices,

2

Enlaces a aquellas entrevistas:

https://www.facebook.com/cafeentrelibrosoficial

https://www.ivoox.com/entrevistas-programa-cafe-entre-libros-audios-mp3_rf_19181437_1.html

https://www.ivoox.com/entrevistas-programa-cafe-entre-libros-audios-mp3_rf_20053447_1.html

https://www.youtube.com/watch?v=P0pym1x0PTs&ab_channel=Caf%C3%A9entreLibros

22


papiros y manuscritos escritos en griego, latín y

árabe (entre otros lenguajes) sobre la tradición manuscrita

del Timeo y el C ritias de Platón, y todos

los antiguos textos que hicieron alguna referencia

a la Atlántida, a los Atlantes o a pueblos de una

cultura o civilización atlántica importante. Mi gran

pasión es pues el estudio del origen de las Antiguas

Civilizaciones, así como el origen y evolución del

lenguaje, los mitos, y la filosofía. Desde 2009 soy

Asesor de Atlantología Histórico-Científica para

National Geographic Channel y para los productores

James Francis Cameron y Simcha Jacobovici,

y he sido nombrado «President Emeritus of Scientific

Atlantology International Society» (SAIS), la

única sociedad actualmente existente para el estudio

histórico-científico de

la Atlántida.

Como escritor, soy

autor de una treintena de

libros que versan sobre la

Atlántida, Tartessos,

Egipto y otros temas relacionados

con la epigrafía y

las lenguas antiguas y el

origen de las primeras

proto-escrituras de la humanidad,

y actualmente

estoy escribiendo el guion

de dos nuevos documentales

para el mismo

equipo de productores de

James Cameron y National

Geographic y preparándome para un congreso

científico en Turquía donde he sido invitado por

grandes expertos en lingüística e historia antigua

para exponer mis descubrimientos sobre el más

que probable parentesco lingüístico del idioma de

los antiguos Iberos de la península ibérica y l os

antiguos pueblos transeurasiáticos-altaicos prototúrquicos,

una teoría sin precedentes que a raíz de

este congreso va a marcar un importante hito histórico-lingüístico,

un antes y un después en la carrera

científica por el desciframiento de la lengua

de los iberos.

—Me gustaría conocer tus inicios. En realidad,

me intriga sobremanera saber cuál fue el momento,

el punto de quiebre, en el que te diste

cuenta de qué es lo que harías el resto de tu vida.

—Todo comenzó hacia los 14 años, justo

cuando descubrí a Platón; pero la sensación de

que investigar el pasado sería algo a lo que siempre

me dedicaría, en realidad, comenzó unos años

después, tras mis primeras experiencias y descubrimientos

dentro del seno de la Sociedad Espeleoarqueológica

de Cuba: una sección de investigación

de la Academia de Ciencias de Cuba en la

cual obtuve membresía a los 18 años. A partir de

ese momento y tras varios descubrimientos que

realicé como miembro de dicha institución cubana,

En el barco «Atlantic Explorer». Es de uno de los momentos en los que estaba determinando los lugares

donde había que bucear para buscar restos del puerto atlante sumergido. La foto me la hizo la asistente

personal que me otorgó James Cameron, la profesora francesa Caroline Biolay.

descubrimientos de restos óseos de antiguos pobladores

de miles de años, así como numerosas

inscripciones por casi todo el archipiélago cubano

cuyas características recordaban a las antiguas escrituras

del Mediterráneo (fenicias, célticas oghámicas,

líbica-bereberes, griegas arcaicas, etruscas y

latinas, entre otras), fue cuando realmente descubrí

mi vocación y sentí que mi destino ya estaría

ligado para siempre a la investigación del pasado.

—En ese transcurrir, definitivamente diste

algún paso en alguna dirección que te puso en el

23


camino de James Cameron. ¿Nos contarías la experiencia?

Porque, la verdad, debe haber sido un

proceso y una experiencia más allá de lo que alguna

vez hayas esperado…

—Sinceramente, ni en mis mejores sueños

pude imaginar, no ya que algún día James Cameron

me elegiría como su «Historical-Scientific

Atlantogy Adviser», ni siquiera pude imaginar que

terminaría participando como asesor especialista

en un documental de National Geographic. Cientos

de miles de investigadores y expertos en diferentes

materias sueñan con poder tener la oportunidad

de salir aunque sea una vez en un documental

de NatGeo. Pienso que lo que hizo que Jim se

fijara en mi como experto asesor en materia de la

Atlántida y con ello que NatGeo también lo hiciera,

se debe a lo que ya había logrado desde al

menos dos décadas antes, y tras casi media vida

consagrada al estudio constante e infatigable de

todo lo referente a la Atlántida desde una visión

histórico-científica. Hace unos años Jim decidió

contratar a unos cuarenta científicos de diversas

universidades del mundo (EE.UU, Canadá, Israel,

Nueva Zelanda, España y otros países de Europa)

y les encargó que analizaran a fondo todas las hipótesis

conocidas hasta la fecha sobre la Atlántida,

siguiendo la lista histórica de las mismas publicadas

en Wikipedia. El objetivo era que eligieran de

todas ellas cuáles eran las más verosímiles, y entre

ellas la que consideraban como más probable, es

decir, la más verosímil en cuanto a rigor históricocientífico.

Tras dos años de estudio, el equipo eligió

solo cuatro hipótesis verosímiles que en cuanto

a la ubicación de la Isla Atlantis han sido clasificadas

como Santorini, Malta, Cerdeña y la que la sitúa

en el Atlántico, pero cercano a España y Marruecos,

que es la teoría que yo vengo defendiendo

desde hace ya casi treinta años. De las cuatro,

el equipo acordó que sin la menor duda, la

más verosímil, era la del Atlántico y el Sur de España,

y así es mostrado en el documental «Atlantis

Rising» (El resurgir de la Atlántida), en el cual no

solo se muestran algunas de mis numerosas pruebas

indiciarias, sino que se confirma, mediante hallazgos

arqueológicos subacuáticos, algunas de mi

hipótesis sobre la existencia de zonas portuarias

(bajo el mar, obviamente) muy antiguas de varios

miles de años (de entre 7000 y 6000 años como

mínimo) que remontarían a los tiempos en que la

civilización atlántica que los sacerdotes egipcios

describen a Solón y este llama «Atlántica» o «Atlántida»,

por hallarse justo en el comienzo del Atlántico,

ante las Columnas de Hércules (Gibraltar),

florecía en esa parte del mundo antiguo que para

los mismos egipcios era ya conocida desde siglos

antes de la visita de Solón. En fin, que aún recuerdo

la gran emoción que sentir al ver a Jim y a

Simcha del otro lado del Skype informándome del

resultado del estudio preliminar de la comisión de

expertos y de cómo deseaban que aceptara ser el

Historical-Scientific Atlantology Adviser del

«Atlantis Project» que culminaría en un futuro documental

para National Geographic.

Como decía, jamás había ni siquiera imaginado

que algo así podría sucederme. La emoción

fue tan grande que durante algunos segundos no

podía ni hablar siquiera… En fin, supongo que todos

podéis imaginar la situación.

—¿Habrá segunda parte de «Atlantis Rising»?

Desde el primer momento esa fue la idea.

De hecho, fui contratado para una saga o serie de

al menos tres episodios. Este fue el primero, tal

como se puede apreciar en la info del mismo canal

de NatGeo, sin embargo, con todo lo del COVID,

a día de hoy aún no tenemos fecha. Jim está muy

atrasado con la segunda entrega de su proyecto

Avatar que para él constituye su máxima prioridad.

Así que, de momento, no sabemos cuándo

vamos a comenzar con el segundo episodio. Además,

los permisos de filmación del segundo episodio

que se pidieron antes del COVID, para filmar

en España, fueron todos denegados, y al parecer

esta es la intención por parte de España: la de no

permitir que se filme en territorio de España (ni en

sus aguas) ningún otro documental sobre la Atlántida

de James Cameron o de quien sea que esté

24


basado en mis investigaciones o que el guion, o

parte del mismo, haya sido escrito por mí.

—Creo que podríamos conjeturar mucho

al respecto, pero solo se me ocurre preguntarte al

respecto: ¿Qué hay de cierto en la afirmación que

hemos hecho, vos y yo, más de una vez, de que

tanto los españoles como los latinoamericanos nos

autoboicoteamos y por eso no podemos terminar

de desarrollarnos?

—Bueno, no sé si estaremos o no en lo

cierto, pero desde luego que esa sensación de autoboicoteo

es algo que muchos percibimos y no

parece algo meramente subjetivo. Muchos hechos

constatados apuntan a que, lamentablemente, los

hispanos (de ambos lados del Atlántico), aún no

terminamos de evolucionar en ese sentido y muchos

pierden demasiado tiempo en el celo profesional

y hasta en la mera envidia. Si bien esto se

da en casi todas las naciones, al parecer es mucho

más notable (casi patológico) entre los españoles y

sus descendientes. La envidia o el excesivo «celo

profesional» (como algunos prefieren) es un grandísimo

lastre para el desarrollo de la investigación

y sobre todo para la búsqueda intelectualmente

honesta de la verdad histórico-científica: sea cual

sea, esté donde esté, venga de quien venga y caiga

quien caiga, que debería ser el único lema y principio

de todos los investigadores del mundo.

—En este sentido, ¿cómo toma el mundillo

académico tus postulados con relación a la ubicación

geográfica de la Atlántida? En realidad… con

su existencia misma.

—Es muy difícil pode evaluar el sentir general

dentro del mundo académico. Se suele pensar

que toda la comunidad científica internacional,

o su mayor parte, se lo toma mal, que está en contra

totalmente de cualquier investigación sobre la

Atlántida; sin embargo, desde hace algunos años

(especialmente tras el estreno del documental),

vengo notando que cada vez son más los científicos

bien acreditados que desde el mundo académico

comienzan a opinar de manera favorable sobre

la teoría que proponemos en el documental

«Atlantis Rising» de James Cameron, basada en

mis investigaciones sobre la existencia de una alta

civilización marítima que habría proliferado en el

Atlántico cercano a las costas de Europa y África

desde el Neolítico hasta el Bronce. Una alta civilización

marítima que, a juzgar por las evidencias

del puerto sumergido en el Atlántico hace

más de 6000 o 7000 años, que hallamos en

pleno rodaje del documental, y los siete tipos

de barcos propulsados con remos y velas que

fueron representados en la Cueva de Laja Alta

(Jimena de la Frontera, Cádiz), según parece

hace más de 6000 años, perfectamente podría

ser la misma alta civilización marítima que por

tradición llega hasta los egipcios y desde estos

hasta Solón y Platón y otros antiguos autores

como Dionysio Skytobrajión y Theopompo,

entre otros. Ahora bien, sin la menor duda, estos

cambios favorables a la teoría son minoría

con relación a la opinión generalizada en el

mundo académico de que lo de la Atlántida no

es más que un mero cuento que se inventó

Platón, y seguramente está seguirá siendo la

visión dominante por mucho tiempo. Aún estamos

lejos (aunque un poco menos) de ese

25


día —que no tengo la menor duda llegará— en

que la Atlántida será estudiada como cualquier

otro tema histórico-científico en las cátedras universitarias.

—Ahora bien: tanto los griegos como diferentes

pueblos coetáneos entendían la historia no

solo como una colección de hechos fehacientes,

sino que también daban cuenta del imaginario de

los pueblos en tanto soporte vital para la (re)construcción

de los acontecimientos que querían preservar.

Entonces… ¿La escisión actual entre el extremo

materialismo y la espiritualidad extrema no

nos dejan ver la problemática de la investigación

histórica en su conjunto?

—Cierto. Ha sido un grandísimo error ese

injustificado «divorcio» entre el patrimonio material

(directamente mensurable) y el patrimonio inmaterial

(indirectamente mensurable). El pasado,

sobre todo el prehistórico, no se debe medir e interpretar

solo desde la evidencia física, tangible

(patrimonio material), sino también desde la evidencia

intelectual que se infiere desde las leyendas

y mitos, que aunque difícilmente es mensurable

por evidencias tangibles, nos revelan una importante

información sobre el patrimonio inmaterial

de los pueblos, en el cual entran sus creencias y su

espiritualidad, inferibles (ya sea con textos antiguos

o sin ellos) por sus leyendas y mitos. Antes

del surgimiento de la historikê (indagación, investigación)

iniciada por Heródoto y Tucídedes como

método principal para redactar «historias», los griegos

se valían para lo mismo de la «Logografía», y

esta no presentaba tal divorcio entre lo tangible

(material), el «hecho histórico» propiamente dicho,

y lo legendario o mitológico (inmaterial). Sucesos

que se consideraban reales, históricos, eran narrados

en plena convivencia con sucesos legendarios

o míticos. Para los primeros «historiadores» (logógrafos)

no existía apenas diferencia, y este es el

tipo de «historia» que vemos en el Timeo y en el

Critias de Platón: una logografía donde la mayor

parte de lo que se describe pertenece al mundo de

lo tangible o material (realidades geográfico-históricas)

y una muy pequeña parte (apenas en el comienzo

y en su final incompleto) pertenece al

mundo de lo legendario o mitológico. No debe

pues extrañarnos que varias veces se puntualice

que lo que se está narrando en esta ocasión en el

Critias (adelantado con un breve resumen en el Timeo)

es una «historia verdadera, no un mito fabricado

(o inventado)». Platón no oculta en ninguno

de sus diálogos cuando recurre a un mito o leyenda

o a una mera alegoría simbólica, pero en

cuando a la logografía de la Atlántida, deja más

que claro que no se trata de un mito, sino de una

historia (logografía) verdadera.

—Hace algunos meses te vimos hacer campaña

por la preservación de un sitio arqueológico

en Jaén. ¿Podrías contarnos su importancia, la

problemática que surgió y el estado actual del sitio?

—Bueno, la campaña realmente fue una

iniciativa del equipo de la Revista Argárica y el Instituto

Almenara para el Progreso y el Desarrollo de

Andalucía, donde mi papel no ha sido mucho mayor

que el que cumplieron muchas de las personas

que lo han apoyado y entre las cuales te hayas tú

misma. Mi aporte se mide desde la investigación

histórico-científica sobre tan importante yacimiento

arqueológico y en especial por la asociación

que he propuesto entre el mismo y la tradición

o leyenda de la Atlántida, así como el haberme

percatado de una serie de histórico-científicos

que habían pasado inadvertidos (no explícitamente

mencionados) sobre Marroquíes Bajos (el

nombre arqueológico dado a la ciudad prehistórica

de la Primigenia Jaén), una megalópolis, o

sea, una «ciudad gigantesca», según clasificación

arqueológica internacional. Tales hitos se pueden

enumerar:

1. «La más antigua megalópolis de Europa».

Dicho de otro modo: la más antigua y más

grande ciudad de Europa.

2. «La más antigua megalópolis fortificada

de Europa». Dicho de otro modo: la ciudad amurallada

más antigua y más grande de Europa.

26


3. «La más antigua megalópolis fortificada

y con ingeniería hidráulica del mundo». Dicho de

otro modo: la ciudad amurallada con ingeniería hidráulica

más antigua y más grande del mundo.

4. «La más antigua megalópolis del mundo

que empedraba calles y construía puentes para

cruzar por encima de fosos inundados y canales,

miles de años antes que en las civilizaciones clásicas».

5. «La única antigua megalópolis fortificada

y con ingeniería hidráulica con diseño atlante del

mundo». Dicho de otro modo: la única antigua ciudad

amurallada con ingeniería hidráulica y diseño

atlante (circular concéntrico)

como el que se describe

para la capital de

Atlantis, hasta en los detalles.

—¿Cómo podemos

colaborar?

—La mejor manera

de colaborar es enviar un

breve vídeo, tal como habéis

hecho todos los que

habéis apoyado la causa,

pero también se puede enviar

un breve texto o comentario

de apoyo. La

web oficial del proyecto

«Salvemos Marroquíes Bajos»

es https://marroquiesbajos.org

—Para terminar, y

a la luz de los actuales acontecimientos geopolíticos:

¿No tienes la sensación de que la Historia se

repite una y otra vez sin que nadie pueda hacer

algo para evitarlo?

—Sí, lamentablemente estoy teniendo esa

misma sensación… pero aún no he perdido del

todo la esperanza en una humanidad intelectualmente

sana y madura que pueda salvar nuestro futuro.

—Como siempre, mil millones de gracias

por tu caballerosidad y el tiempo que dedicas a

demostrarles a todos que siempre hay posibilidad

de voces serias, académicas pero en disonancia…

porque no toda idea de aceptación masiva debe

ser la única verdad disponible.

—Gracias a ti por darme esta oportunidad

de llegar a tus cultos lectores. En cuanto a las ideas

aceptadas masivamente, siempre recuerdo ese

pensamiento de Denis Diderot, sobre que la verdad

es un triunfo suficiente incluso cuando son pocos

la que la aceptan, pues complacer a todos no

es su destino.

Reconstrucción paleogeográfica aproximada de la «Imago Mundi» con la Isla Atlantis ante Gibraltar, según

la tradición que los sacerdotes egipcios transmitieron a Solón en Sais en el siglo VI a. C.

—Entre vos y yo, y fuera de la entrevista

(guiño, guiño)… ¿Dónde creés que está la antigua

Atlántida?

—Solo entre tú y yo, y fuera de entrevista

(guiño)… Considero que los restos de su capital

están bajo el mar, exactamente en la misma zona

geográfica del Atlántico donde dijo Platón que se

había sumergido.

27


Georgeos Díaz-Montexano

Georgeos Díaz-Montexano es Asesor

de Atlantología Histórico-Científica para National

Geographic Channel y para los productores

James Francis Cameron y Simcha Jacobovici,

Accepted Member of The Epigraphic

Society, Presidente Emérito de la Scientific

Atlantology International Society (SAIS), Escritor

especializado en lenguas y escrituras de

antiguas civilizaciones

De padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos

y trastarabuelos españoles por ambos

linajes (hasta donde ha llegado verificar su genaología)

y con un trastatarabuelo griego por

vía materna, nació en Cuba. Estudió Arqueología

y Antropología entre finales de los 80 y

principios de los 90 a través de cursos de formación especializada de la SEC, sociedad científica de

estudios de espeleología, arqueología y antropología, adscrita a la Academia de Ciencias de Cuba.

Nota: Para todo contacto con Georgeos, favor de dirigirse a su web oficial:

www.AtlantidaHistorica.com donde, además, podrán conocer más sobre sus investigaciones.

28


Mercedes Chimirri

VIVENCIAS

DE LA PRESENTACIÓN DE MI SEGUNDO LIBRO

El mes de junio comenzó ajetreado: el

día 10 sería la presentación de mi segundo libro:

Las Manzanas del Paraíso y todavía quedaban

cosas por hacer. Se trataba de combinar

mi trabajo diario con turnos médicos, con otros

compromisos (en fin, la vida cotidiana de cualquiera

de nosotros) con la impresión de láminas,

la preparación de todo lo que tenía que llevar

el día del evento, la compra de algunos materiales

y la coordinación de lo que sería la presentación

en sí. Incluso buscar un sweater e ir a

la peluquería figuraban en la lista (se trataba de

un momento muy especial en mi vida y tenía

que lucir radiante).

Cuando edité mi primer libro, El Paraíso

según Lilith, en diciembre de 2019, estuve buscando

con bastante adelanto, el lugar en el que

se celebraría la presentación, sin encontrarlo, o

eran muy caros o no me respondían o no tenían

fechas disponibles. Creo que el Universo tiene

un motivo certero por el cual hace las cosas de

determinada manera: entrábamos en el 2020 y

en marzo nos sorprendió la noticia de que se

declaraba la pandemia del Covid 19. Como a

muchas otras personas, me tocó hacer un curso

intensivo acerca de la virtualidad y aprender

que teníamos herramientas eficaces para comunicarnos,

aún en el aislamiento. Decidí realizar

la presentación a través de una plataforma virtual,

lo que fue posible, en parte, gracias a la

ayuda de una querida colega y amiga que se

sintió atraída por la idea y se ofreció a acompañarme,

gracias, también, a mis hijos que siempre

están ahí, dispuestos a apoyarme y gracias

a la que fue, en ese momento, la editora y correctora,

Andrea V. Luna. Fue un éxito: unas 25

personas se dieron cita ese día, escucharon lo

que teníamos para contarles acerca de la creación

de ese libro y se animaron a preguntar y a

expresar lo que sentían.

Ahora, lo que no había podido concretarse

en ese momento, era posible: una presentación

en vivo de mi segundo libro y eso era

todo un desafío. El lugar adecuado apareció

luego de algunas búsquedas: la biblioteca de

una sociedad de fomento. Las bibliotecas suelen

ser los mejores sitios para una presentación:

se puede colaborar con ellas dejando algún

ejemplar de nuestro libro y no está mal una colaboración

monetaria, si estamos en condiciones

de hacerlo, ya que, de esa forma ayudamos

29


a que se sustenten, teniendo en cuenta que,

como sucede con muchos de estos lugares, no

reciben la ayuda suficiente de parte del estado.

Pero ellos no nos cobrarán por el uso del lugar,

además, ¿qué mejor que un entorno como ese

para la presentación de nuestro libro?

Confieso que durante este proceso tuve

sentimientos encontrados: por momentos me

agobiaba y creía que no iba a poder con todo,

en otros me sentía muy feliz y con sensación de

logro. La bipolaridad flotaba en el ambiente.

Por las noches me costaba conciliar el sueño,

me desvelaba pensando en las cosas que no podía

olvidar, haciendo listas y me sobresaltaba

recordando lo que aún quedaba por hacer,

pero también soñando con el significado profundo

que ese momento tenía para mí.

En las semanas previas algunas cosas se

endemoniaron y estuvieron patas para arriba:

aparecieron obstáculos, varias tareas en mi trabajo

no salían bien, algunos trámites se complicaron,

un pendrive se rompió cuando llevé las

láminas a imprimir y recorrí toda Villa Urquiza

y todo Cabildo en búsqueda del sweater soñado,

me llevó dos días encontrar algo adecuado.

Decidí mantenerme serena y empecé a

reírme un poco de todo, me acompañó una

frase de Nichiren Daishonin que dice: “El viaje

de Kamakura a Kyoto dura doce días. Si usted

viaja durante once jornadas y se detiene en la

duodécima, ¿cómo podrá admirar la luna sobre

la capital?”.

Y finalmente, el día 10 de junio llegó y

yo no me detuve, persistí y, cuando fueron las

17, pude disfrutar de una reunión cálida, llena

de color y de alegría, con la música que había

elegido dando marco, con un catering provisto

por Cookies Love que, con sus delicias y bebidas

calientes suavizó la temperatura invernal y

lo más importante: rodeada de gente muy querida,

personas entrañables que decidieron estar

presentes para acompañarme en ese momento

inolvidable: amigas de distintas áreas de mi

vida, colegas, compañeras de mi época de estudiante

y familia.

Deseo agradecer, muy especialmente, a

los que fueron mi sostén y me alivianaron el trajín

de esos días, las mismas personas que estuvieron

ahí en ese primer evento: mi presentadora

oficial, Beatriz Marina, mi hijo e ilustrador,

Chaeros Arts, mi profesora y prologuista de este

segundo libro, Andrea V. Luna y, como siempre,

mis queridas hijas y esposo.

Espero que mi experiencia pueda ser de

utilidad para muchos escritores, sobre todo, a

los independientes que tienen que gestionar,

muchas veces en soledad, todo lo que se proponen.

Los aliento a realizar la presentación de

su libro de manera presencial y a buscar entre

sus afectos a aquellos que, con seguridad, estarán

dispuestos a acompañarlos en este hermoso

camino que decidieron emprender. Habrá mucho

que hacer, habrá momentos de agotamiento

y no siempre será fácil, pero será lo más

gratificante y bello que hayan podido lograr.

30


Liliana Perone

LOS PLATILLOS CHINOS

El malabarista mira los platillos chinos.

Ellos giran y giran, cada uno a su ritmo, cuando

alguno de ellos comienza a disminuir su velocidad

se concentra e n ese, lo va guiando, acompañando

con sus manos, dándole el envión necesario

para que continúe con su desplazamiento.

Son tres, de colores diferentes: los tiene

desde que comenzó a

realizar malabares en el

circo, desde su nacimiento,

procediendo de

la misma manera con

cada uno de ellos. Los

guio, los orientó y los colocó

en su varilla correspondiente

con el mismo

amor. Los observa día a

día y se enorgullece de

las vueltas que son capaces

de dar, de la fuerza

con la que enfrentan los

obstáculos.

Pero no es capaz de comprender por qué

el más grande tiene más resistencia para los giros:

con un solo envión continúa dando vueltas

por largo rato. Al principio le costó al malabarista

guiarlo, fueron horas y horas de buscar en

él su centro y ver la potencia que debía darle.

Tuvo muchas caídas, muchos nuevos comienzos,

intentando nuevamente volver a girar, así

aumentar la velocidad y hacerlo con más fuerza.

Pero finalmente lo logró, se mantiene girando

solo y, muy de vez en cuando, el malabarista le

da un suave empujoncito y vuelve a su órbita.

El del medio es el más sensible a la corriente

de aire que lo hace tambalear bastante

seguido, el malabarista está atento porque le

cuesta mucho encauzar sus giros. Ante cada

caída, lo vuelve a su sitio, lo ubica, le da impulso,

hasta que encausa su órbita nuevamente,

pero no puede perderlo de vista. Aunque últimamente

se lo ve algo desorientado y en soledad,

cada vez se aparta más de todo, ignorando

el amor que le profesan.

El más pequeño en cambio, se va alejando

de los otros dos, ya que es el más veloz,

pero a su vez dependiente

de quien lo guía.

Por ese motivo está

siempre pendiente del

malabarista, trata de no

ser causa de preocupaciones

innecesarias, y de

continuar con su ritmo

pegadito a él. De todos

modos el equilibrista no

se distrae, pero al encontrarse

un poco separado

de los demás, este platillo

es el que se encuentra

más cerca de su guardián. Ambos se cuidan.

Para el malabarista sus platillos deberían

ser iguales, en sus giros, resistencia y con idéntica

cadencia. Le cuesta entender que si todos

tienen el mismo origen sean tan diferentes. Sus

manos intentan establecer lazos de unión y,

aunque considere darles el mismo impulso, sus

platillos continúan cada uno a su ritmo. La brisa

los moldea y les da la velocidad justa que necesitan.

De esta manera el malabarista se constituye

en acompañante y protector de sus platillos

chinos. Es por ese motivo que observa a todos

con igual atención, a pesar de que no se aprecie,

porque, aunque se diferencien, para él tienen el

mismo valor y los vigila con mucho amor.

Texto dedicado al Padre Jorge Truco.

31


¿Qué escribirías con ellas?

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