Trobairitz 4 - 2023 JUL
Crecemos de a poco, caminamos lento. Nadie nos corre, nadie nos espera con un premio. Andamos por ahí, recogiendo letras y disfrutando del camino como se pueda, con el alma en una mano y una lapicera en la otra. Te invitamos, siempre te invitamos, a ser parte, en encontrarnos, a abrazarnos y reírnos o llorar hasta que pase la tormenta. Nada que valga la pena es sencillo. «Ad astra per aspera».
Crecemos de a poco, caminamos lento. Nadie nos corre, nadie nos espera con un premio. Andamos por ahí, recogiendo letras y disfrutando del camino como se pueda, con el alma en una mano y una lapicera en la otra. Te invitamos, siempre te invitamos, a ser parte, en encontrarnos, a abrazarnos y reírnos o llorar hasta que pase la tormenta. Nada que valga la pena es sencillo. «Ad astra per aspera».
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
a que se sustenten, teniendo en cuenta que,
como sucede con muchos de estos lugares, no
reciben la ayuda suficiente de parte del estado.
Pero ellos no nos cobrarán por el uso del lugar,
además, ¿qué mejor que un entorno como ese
para la presentación de nuestro libro?
Confieso que durante este proceso tuve
sentimientos encontrados: por momentos me
agobiaba y creía que no iba a poder con todo,
en otros me sentía muy feliz y con sensación de
logro. La bipolaridad flotaba en el ambiente.
Por las noches me costaba conciliar el sueño,
me desvelaba pensando en las cosas que no podía
olvidar, haciendo listas y me sobresaltaba
recordando lo que aún quedaba por hacer,
pero también soñando con el significado profundo
que ese momento tenía para mí.
En las semanas previas algunas cosas se
endemoniaron y estuvieron patas para arriba:
aparecieron obstáculos, varias tareas en mi trabajo
no salían bien, algunos trámites se complicaron,
un pendrive se rompió cuando llevé las
láminas a imprimir y recorrí toda Villa Urquiza
y todo Cabildo en búsqueda del sweater soñado,
me llevó dos días encontrar algo adecuado.
Decidí mantenerme serena y empecé a
reírme un poco de todo, me acompañó una
frase de Nichiren Daishonin que dice: “El viaje
de Kamakura a Kyoto dura doce días. Si usted
viaja durante once jornadas y se detiene en la
duodécima, ¿cómo podrá admirar la luna sobre
la capital?”.
Y finalmente, el día 10 de junio llegó y
yo no me detuve, persistí y, cuando fueron las
17, pude disfrutar de una reunión cálida, llena
de color y de alegría, con la música que había
elegido dando marco, con un catering provisto
por Cookies Love que, con sus delicias y bebidas
calientes suavizó la temperatura invernal y
lo más importante: rodeada de gente muy querida,
personas entrañables que decidieron estar
presentes para acompañarme en ese momento
inolvidable: amigas de distintas áreas de mi
vida, colegas, compañeras de mi época de estudiante
y familia.
Deseo agradecer, muy especialmente, a
los que fueron mi sostén y me alivianaron el trajín
de esos días, las mismas personas que estuvieron
ahí en ese primer evento: mi presentadora
oficial, Beatriz Marina, mi hijo e ilustrador,
Chaeros Arts, mi profesora y prologuista de este
segundo libro, Andrea V. Luna y, como siempre,
mis queridas hijas y esposo.
Espero que mi experiencia pueda ser de
utilidad para muchos escritores, sobre todo, a
los independientes que tienen que gestionar,
muchas veces en soledad, todo lo que se proponen.
Los aliento a realizar la presentación de
su libro de manera presencial y a buscar entre
sus afectos a aquellos que, con seguridad, estarán
dispuestos a acompañarlos en este hermoso
camino que decidieron emprender. Habrá mucho
que hacer, habrá momentos de agotamiento
y no siempre será fácil, pero será lo más
gratificante y bello que hayan podido lograr.
30