09.07.2023 Views

Trobairitz 4 - 2023 JUL

Crecemos de a poco, caminamos lento. Nadie nos corre, nadie nos espera con un premio. Andamos por ahí, recogiendo letras y disfrutando del camino como se pueda, con el alma en una mano y una lapicera en la otra. Te invitamos, siempre te invitamos, a ser parte, en encontrarnos, a abrazarnos y reírnos o llorar hasta que pase la tormenta. Nada que valga la pena es sencillo. «Ad astra per aspera».

Crecemos de a poco, caminamos lento. Nadie nos corre, nadie nos espera con un premio. Andamos por ahí, recogiendo letras y disfrutando del camino como se pueda, con el alma en una mano y una lapicera en la otra. Te invitamos, siempre te invitamos, a ser parte, en encontrarnos, a abrazarnos y reírnos o llorar hasta que pase la tormenta. Nada que valga la pena es sencillo. «Ad astra per aspera».

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

día —que no tengo la menor duda llegará— en

que la Atlántida será estudiada como cualquier

otro tema histórico-científico en las cátedras universitarias.

—Ahora bien: tanto los griegos como diferentes

pueblos coetáneos entendían la historia no

solo como una colección de hechos fehacientes,

sino que también daban cuenta del imaginario de

los pueblos en tanto soporte vital para la (re)construcción

de los acontecimientos que querían preservar.

Entonces… ¿La escisión actual entre el extremo

materialismo y la espiritualidad extrema no

nos dejan ver la problemática de la investigación

histórica en su conjunto?

—Cierto. Ha sido un grandísimo error ese

injustificado «divorcio» entre el patrimonio material

(directamente mensurable) y el patrimonio inmaterial

(indirectamente mensurable). El pasado,

sobre todo el prehistórico, no se debe medir e interpretar

solo desde la evidencia física, tangible

(patrimonio material), sino también desde la evidencia

intelectual que se infiere desde las leyendas

y mitos, que aunque difícilmente es mensurable

por evidencias tangibles, nos revelan una importante

información sobre el patrimonio inmaterial

de los pueblos, en el cual entran sus creencias y su

espiritualidad, inferibles (ya sea con textos antiguos

o sin ellos) por sus leyendas y mitos. Antes

del surgimiento de la historikê (indagación, investigación)

iniciada por Heródoto y Tucídedes como

método principal para redactar «historias», los griegos

se valían para lo mismo de la «Logografía», y

esta no presentaba tal divorcio entre lo tangible

(material), el «hecho histórico» propiamente dicho,

y lo legendario o mitológico (inmaterial). Sucesos

que se consideraban reales, históricos, eran narrados

en plena convivencia con sucesos legendarios

o míticos. Para los primeros «historiadores» (logógrafos)

no existía apenas diferencia, y este es el

tipo de «historia» que vemos en el Timeo y en el

Critias de Platón: una logografía donde la mayor

parte de lo que se describe pertenece al mundo de

lo tangible o material (realidades geográfico-históricas)

y una muy pequeña parte (apenas en el comienzo

y en su final incompleto) pertenece al

mundo de lo legendario o mitológico. No debe

pues extrañarnos que varias veces se puntualice

que lo que se está narrando en esta ocasión en el

Critias (adelantado con un breve resumen en el Timeo)

es una «historia verdadera, no un mito fabricado

(o inventado)». Platón no oculta en ninguno

de sus diálogos cuando recurre a un mito o leyenda

o a una mera alegoría simbólica, pero en

cuando a la logografía de la Atlántida, deja más

que claro que no se trata de un mito, sino de una

historia (logografía) verdadera.

—Hace algunos meses te vimos hacer campaña

por la preservación de un sitio arqueológico

en Jaén. ¿Podrías contarnos su importancia, la

problemática que surgió y el estado actual del sitio?

—Bueno, la campaña realmente fue una

iniciativa del equipo de la Revista Argárica y el Instituto

Almenara para el Progreso y el Desarrollo de

Andalucía, donde mi papel no ha sido mucho mayor

que el que cumplieron muchas de las personas

que lo han apoyado y entre las cuales te hayas tú

misma. Mi aporte se mide desde la investigación

histórico-científica sobre tan importante yacimiento

arqueológico y en especial por la asociación

que he propuesto entre el mismo y la tradición

o leyenda de la Atlántida, así como el haberme

percatado de una serie de histórico-científicos

que habían pasado inadvertidos (no explícitamente

mencionados) sobre Marroquíes Bajos (el

nombre arqueológico dado a la ciudad prehistórica

de la Primigenia Jaén), una megalópolis, o

sea, una «ciudad gigantesca», según clasificación

arqueológica internacional. Tales hitos se pueden

enumerar:

1. «La más antigua megalópolis de Europa».

Dicho de otro modo: la más antigua y más

grande ciudad de Europa.

2. «La más antigua megalópolis fortificada

de Europa». Dicho de otro modo: la ciudad amurallada

más antigua y más grande de Europa.

26

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!