AULA DE OPOSICIONES Academia de preparación de oposiciones a la enseñanza: Maestros, Profesores de Secundaria y Profesores de Formación Profesional AULA DE OPOSICIONES Ofrecemos preparación presencial y online J O S É C A R L O S S.L.U. Visita nuestra web auladeoposiciones.es o contacta a través de nuestros teléfonos: 922 897 062 / 629 282 392 (teléfono y WhatsApp)
NOTICIAS & EMPRESAS E INSTITUCIONES JUL-AGO <strong>2023</strong> 37 El Colegio de psicólogos de Tenerife ofrece pautas para lidiar con el síndrome prevacacional Niños, mayores y enfermos crónicos, los más vulnerables ante las altas temperaturas Los niños, los mayores y las personas con enfermedades <strong>crónicas</strong> como diabetes, cardiopatías o enfermedades mentales o renales son los grupos de población que presentan una mayor vulnerabilidad ante las altas temperaturas, afirma el médico de familia de Hospital Parque Nicolás Maffiotte. En este sentido, señala que es necesario extremar precauciones para evitar complicaciones que pueden revestir en algunos casos gravedad. En este caso, insiste en la importancia de adoptar medidas preventivas, como evitar la realización de deporte o trabajos al aire libre en las horas de más calor, usar ropas ligeras y de color claro, hidratarse, evitar las bebidas alcohólicas y las comidas pesadas y descansar en caso de teners sensación de <strong>ag</strong>otamiento. Nicolás Maffiotte explica que paciente en una zona con sombra o en una habitación fresca, dar <strong>ag</strong>ua o jugos naturales no azucarados, quitarle la ropa y darle duchas de <strong>ag</strong>ua fría, además de solicitar ayuda médica. Intoxicaciones y gastroenteritis Por otro lado, el aumento de la temperatura va asociado también a un incremento de otras afecciones, como las intoxicaciones alimentarias y la gastroenteritis. Matiza que el calor propicia la aparición de bacterias o virus en alimentos y líquidos que no se conservan en las condiciones adecuadas. A esto, se suma también la presencia de alimentos en mal estado de conservación por haberse roto la cadena de frío. En el caso de las gastroenteritis víricas, los afectados presentan diarreas, dolor abdominal La sintomatología que muchos sufren tras acabar el periodo vacacional es comúnmente conocida y viene fuertemente marcada por la tristeza y un cansancio generalizado. Sin embargo, desde el Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife explican que casi un 30% de la población sufre un fenómeno de similares características al inicio de sus vacaciones. El síndrome prevacacional se vive en la mayoría de los casos en solitario y sin saber identificar el estado por el que se está transitando. En muchas ocasiones, puede llegar a convertirse en una sensación de estrés tan intensa que cuesta dejar atrás la rutina diaria y comenzar a disfrutar del periodo vacacional. La psicóloga colegiada Azucena Duque explica que este síndrome consiste en un estado de “nerviosismo, ansiedad, insomnio, dificultad para concentrarse o incluso somatizaciones físicas, como el dolor de estóm<strong>ag</strong>o o de cabeza. Una sintomatología que sufre el paciente justo unos días antes de comenzar sus vacaciones”. Duque señala que estos procesos suelen presentarse especialmente en “aquellas personas que ya sufren estrés laboral y se enfrentan a una rutina diaria <strong>ag</strong>otadora mentalmente o en aquellas que se caracterizan por ser perfeccionistas y autoexigentes”. En estos casos, la persona siente que necesita parar con urgencia pero se enfrenta a los preparativos de las vacaciones como una tensión añadida”, añade. Asimismo, según el estudio ‘What Workers Want’, realizado por la compañía de selección Hays para analizar el ciclo de la vida laboral, un 53% de la población no consigue romper por completo con la rutina laboral, sintiendo la necesidad de revisar el correo electrónico y/o atender el teléfono móvil durante sus días de descanso. Azucena Duque señala que “para entender todo esto es importante saber que nuestro cerebro funciona por costumbre, le cuestan los cambios. Si estamos acostumbrados a despertarnos y comprobar nuestro teléfono, en los primeros días de vacaciones el cerebro tiende a realizar ese hábito tan arraigado”. Pautas recomendadas Desde el Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife señalan que existen diferentes pautas que pueden ayudar a paliar los efectos que causa el síndrome prevacacional en aquellos que lo sufren. La principal es identificar lo que sucede y no preocuparse por ello, ya que eso incrementa el estrés y el malestar. Planificar con tiempo el cierre de temas pendientes y aprender a delegar lo necesario así como posibles imprevistos que puedan surgir contribuirá a pensar que todo quedó organizado y relajar así los pensamientos recurrentes de preocupación que sacan a la persona del momento presente. También como parte de la organización previa, es importante definir y planear con tiempo las vacaciones para que esto no suponga un estrés añadido. Además, interiorizar que es un periodo de descanso merecido, y por tanto bajar la autoexigencia, ayudará a disfrutar más de este periodo. Una vez comienzan las vacaciones es conveniente no mantener el ritmo del resto del año. Lo ideal es relajarse y olvidar los horarios y las normas. Para llegar a este punto, los primeros días hay que darse permiso para ir poco a poco dejando atrás los hábitos cotidianos e introducir la sensación de descanso y disfrute. la exposición a altas temperaturas y humedad provoca un incremento de la temperatura del cuerpo que puede dar lugar a un <strong>ag</strong>otamiento por golpe de calor, que se traduce en sudoración excesiva, sequedad de la boca y sed intensa, debilidad, náuseas y vómitos, así como dolor de cabeza. En el caso del golpe de calor, precisa, la temperatura corporal asciende hasta los 39 y 40 grados, al mismo tiempo que la piel está roja, seca y caliente, se incrementa la respiración y la frecuencia cardiaca y se produce una alteración del estado de conciencia, llegando a provocar convulsiones e incluso la muerte. El médico de familia de Hospital Parque puntualiza que en ambas situaciones es necesario actuar con celeridad y colocar al y vómitos, que se palía con la reposición de líquidos y dietas blandas. En las gastroenteritis bacterianas, a estos síntomas se suma también la fiebre, pudiendo incluso conllevar el ingreso hospitalario en los casos más graves. Los tratamientos seguidos se centran en la ingesta de líquidos, junto a antibióticos en determinados casos. Nicolás Maffiotte señala que el mantenimiento de hábitos de alimentación y vida adecuados son la principal herramienta de prevención. En este caso, insiste en la necesidad de cuidar una correcta conservación de los alimentos, lavar todos los productos que se consuman en crudo, así como tener especial cuidado a la hora de consumir salsas y mayonesas, en especial las de elaboración casera.