NWAGS-julio_agosto2023
Son posibles las ciudades felices, con espacios verdes, proyectos innovadores, sostenibles y una experiencia turística corresponsable. Se deben construir urbes Inteligentes y rediseñar las ciudades a favor del bienestar. ¿Sabes si tu perro te quiere de verdad? La ciencia responde a esta interrogante humana. #Ciudadesinteligentes #Aguascalientes #perros
Son posibles las ciudades felices, con espacios verdes, proyectos innovadores, sostenibles y una experiencia turística corresponsable. Se deben construir urbes Inteligentes y rediseñar las ciudades a favor del bienestar.
¿Sabes si tu perro te quiere de verdad? La ciencia responde a esta interrogante humana.
#Ciudadesinteligentes #Aguascalientes #perros
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Horizontes
NUESTROS CANES
¿MI PERRO
ME QUIERE
DE VERDAD?
La “cognición canina” es un campo nuevo y dinámico
que está generando datos científicos para responder a
la pregunta más apremiante de cualquiera que conviva
con un perro: ¿el suyo es amor verdadero?
TAL VEZ NUNCA SEPAMOS, A
ciencia cierta, qué pasa por la
cabeza de nuestros perros. Pese a
ello, hace unos años, Gregory Berns,
neurocientífico de la Universidad
de Emory, decidió que trataría de
averiguarlo.
El catalizador del esfuerzo de Berns
fue su minúsculo pug, Newton, un perrito
color dorado, amistoso y con un
lunarcito negro en la mejilla que hacía
pensar en un joven Robert de Niro.
Cada noche, a lo largo de más de una
década, Newton trepaba en la cama
con el matrimonio Berns, apretujaba
su cabecita redondeada en la axila del
neurocientífico y, casi de inmediato, se
ponía a roncar ruidosamente. Aquella
rutina persistió incluso
después de que la artritis
obligó a Newton a usar un
diminuto carrito adaptado
POR
ADAM PIORE
a sus patas traseras, gracias al cual podía
seguir desplazándose.
Cuando Newton finalmente falleció,
a la venerable edad de 97 (en
años caninos), Berns se puso a reflexionar
la relación con su mascota.
En efecto, amó profundamente al
chiquitín. Pero, ¿acaso Newton sintió
lo mismo por él? El neurocientífico
trató de no ahondar mucho en esa
interrogante, pues le resultaba muy
triste contemplar la posibilidad de
que, para el animalito, la relación
se haya reducido a recibir premios
de comida o un juguete nuevo para
roer. ¿Cómo era posible que alguien
supiera lo que pasaba por la cabeza
de un animal?
Meses después, Berns
tuvo una idea mientras miraba
un reportaje televisivo
sobre un perro adiestrado
LA MENTE DEL PERRO. Nuestros perros forjan
vínculos sociales muy estrechos con nosotros.
En la foto, un jack russell terrier (PM Images / Getty)
que participó en la operación militar
para capturar a Osama bin Laden. Si
un perro era capaz de conservar la
calma durante una redada militar,
tal vez pudiera lograr que su nueva
terrier se mantuviera inmóvil dentro
de una máquina de resonancia magnética
mientras él escaneaba su actividad
cerebral para averiguar lo que
estaba pensando.
A partir de entonces, Berns ha escaneado
los cerebros de más de 100
canes; ha publicado sus resultados en
26 NEWSWEEKESPANOL.COM