N° 182

Una instalación icónica, en uno de los símbolos de la Historia, esa con
la “H”mayúscula. El nuevo ascensor instalado en el Coliseo de Roma
tiene, como el edificio en sí mismo, una gran historia para ser contada.
Cinco años de trabajo, restricciones arquitectónicas importantes, la
necesidad de impactar lo menos posible en uno de los edificios más
antiguos y visitados del mundo, símbolo de Roma y de toda Italia.
Marco Patrignani, Presidente de la Orquesta Italiana
del Cine, comisionado de la obra, y Franca
Borzaga, Miembro Ejecutivo del Directorio de
Metal Working, la empresa que hizo el diseño y la
instalación del armazón metálico del ascensor, nos
cuentan cómo se realizó el proyecto.
Doctor Patrignani, ¿nos puede contar la historia
de esta instalación icónica?
Este ascensor nace de un sueño realizado a través de
un evento artístico y cultural extraordinario e irrepetible.
Es un modelo virtuoso de colaboración entre una
institución importante y una Orquesta sinfónica. Esta
joya maravillosa de la tecnología toma su forma de
la sinergia entre la Orquesta Italiana del Cine (que
presido y he fundado en 2009, dentro de los históricos
estudios de grabación Forum, fundados por el
Maestro Ennio Morricone), cuya misión es promover
y valorizar en todo el mundo la gran tradición de la
música de películas no solo italianas sino también
internacionales y el Parque Arqueológico del Coliseo,
con la finalidad de dar vida, en el interior del fórnix
XXVII del Coliseo, a un nuevo ascensor panorámico
que permitiese a todos los visitantes (e incluso a
personas con discapacidad, dificultades motrices o
mujeres embarazadas, etc.) alcanzar el tercer nivel
del anfiteatro y de gozar a pleno de la belleza del
monumento más famoso del mundo. Nunca había
pensado, siendo un hombre que se ocupa de música y
cine, que iba a seguir personalmente la realización de
un ascensor nuevo en el Coliseo, desde la fase inicial
del proyecto a su inauguración. Cinco largos años
para hacer que una poderosa estructura de hierro y
cristal pudiese dar felicidad a millones de visitantes
provenientes de todo el mundo para garantizar que
todos, inclusive las personas con dificultades motrices
o físicas, accedieran a los pisos más altos del monumento,
gozando indudablemente de una de las vistas
más bellas del mundo.
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