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Listín Diario 28-04-2024

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DOMINGO SÁBADO 27 <strong>28</strong> DE ABRIL DE <strong>2024</strong> THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />

15 3<br />

El estatus laboral<br />

divide a migrantes<br />

E L M U N D O<br />

Por MIRIAM JORDAN<br />

y LYDIA DEPILLIS<br />

Sam Sanchez, dueño de un restaurante<br />

en Chicago, se indignó<br />

cuando el presidente Joe Biden<br />

anunció en septiembre que su<br />

administración extendería la<br />

elegibilidad laboral a casi medio<br />

millón de venezolanos, muchos<br />

de ellos inmigrantes que recientemente<br />

habían cruzado la frontera<br />

en forma irregular.<br />

¿Qué sucedía con sus empleados<br />

indocumentados como Rubén,<br />

un padre mexicano de dos<br />

hijos nacidos en Estados Unidos<br />

que ha estado en el país desde<br />

1987, y Juan, otro trabajador<br />

mexicano, que ha capacitado a<br />

docenas de nuevos empleados?<br />

“Es ofensivo que mis empleados<br />

y otros inmigrantes estén<br />

siendo brincados por recién llegados”,<br />

dijo Sanchez.<br />

Después de haber construido<br />

vidas y familias desde haber ingresado<br />

irregularmente al país<br />

hace muchos años, han estado esperando<br />

un camino para trabajar<br />

legalmente. Obtener un permiso<br />

de trabajo abre una gama más<br />

amplia de oportunidades y eleva<br />

los salarios de los inmigrantes<br />

Recién llegados<br />

reciben permisos, que<br />

otros aún esperan.<br />

en un 10 por ciento en promedio,<br />

muestra una investigación.<br />

“Para quienes llevamos mucho<br />

tiempo tratando de hacer todo<br />

bien, simplemente no es justo que<br />

seamos olvidados”, dijo Juan, de<br />

53 años, cuyo apellido no se reveló<br />

debido a su estatus.<br />

Ante una afluencia de migrantes<br />

que se dirigen a las grandes<br />

ciudades, Biden ha permitido que<br />

varios cientos de miles de ellos<br />

vivan y trabajen temporalmente<br />

en EE. UU. en un esfuerzo por<br />

hacerlos menos dependientes de<br />

refugios y otras ayudas.<br />

“Si el presidente Biden puede<br />

otorgar permisos de trabajo a<br />

recién llegados, puede hacerlo<br />

para las personas que tienen más<br />

de 10 años pizcando nuestras cosechas,<br />

vaciando orinales y limpiando<br />

habitaciones de hotel”, dijo<br />

Rebecca Shi, directora ejecutiva<br />

de la Coalición Estadounidense<br />

de Inmigración Empresarial.<br />

Los líderes empresariales tienen<br />

décadas de estar presionando<br />

por que se reforme el fallido<br />

Los<br />

indocumentados<br />

de su restaurante<br />

deberían poder<br />

obtener permisos<br />

de trabajo, dijo<br />

Sam Sanchez.<br />

sistema de inmigración y que se<br />

aborden sus necesidades laborales.<br />

Pero los llamados no han llegado<br />

a ninguna parte en un Congreso<br />

cada vez más polarizado.<br />

Aproximadamente tres cuartas<br />

partes de las 10.5 millones<br />

de personas indocumentadas en<br />

Estados Unidos en 2021 formaban<br />

parte de la fuerza laboral, reporta<br />

el Centro de Investigación<br />

Pew. Alrededor de dos millones<br />

de la población indocumentada<br />

total tiene estatus legal temporal<br />

que los hace elegibles para<br />

trabajar.<br />

Pero una acción del presidente<br />

para permitir que millones más<br />

trabajen legalmente podría provocar<br />

impugnaciones judiciales<br />

y ataques políticos. La propuesta<br />

más reciente de Biden —un<br />

proyecto de ley de este año para<br />

frenar la migración ilegal— fue<br />

respaldada por los principales<br />

republicanos del Congreso. Pero<br />

colapsó después de que los líderes<br />

republicanos retiraron su apoyo,<br />

cediendo a la presión del expresidente<br />

Donald Trump.<br />

Aunque en los últimos años se<br />

han emitido más visas para trabajadores<br />

invitados de temporada<br />

para algunos sectores, los<br />

patrones dicen que otorgar permisos<br />

de trabajo a inmigrantes<br />

no autorizados de mucho tiempo<br />

ayudaría más a abordar la escasez<br />

de mano de obra.<br />

El dinero que aportan los inmigrantes<br />

indocumentados a las<br />

arcas públicas ha aumentado la<br />

sensación de que los esfuerzos<br />

recientes para los recién llegados<br />

son injustos. De acuerdo con<br />

un análisis de los datos del censo<br />

de 2021 efectuado por el Consejo<br />

Estadounidense de Inmigración,<br />

los trabajadores indocumentados<br />

pagaron US$31 mil millones<br />

en impuestos federales, estatales<br />

y locales.<br />

Eréndira Rendón, cuyos padres<br />

son mexicanos indocumentados<br />

mayores de 60 años, ha visto a<br />

los alcaldes presionar a la Casa<br />

Blanca para que emita permisos<br />

de trabajo a inmigrantes recién<br />

llegados. Su madre enlató encurtidos<br />

y su padre trabajó en un<br />

rastro, pagaron los estudios universitarios<br />

de sus dos hijos y compraron<br />

una casa. Como no pueden<br />

obtener beneficios de jubilación,<br />

dependen de sus hijos.<br />

“Me gustaría que los alcaldes<br />

defendieran con tanta fuerza a los<br />

indocumentados que han estado<br />

aquí todos estos años”, dijo Rendón,<br />

de 38 años, que trabaja para<br />

un grupo sin fines de lucro en Chicago,<br />

el Proyecto Resurrección,<br />

que ayuda a nuevos inmigrantes.<br />

JAMIE KELTER DAVIS PARA THE NEW YORK TIMES<br />

Rebeldes de Birmania ganan terreno<br />

Por HANNAH BEECH<br />

LOIKAW, Myanmar — La noche<br />

en que Suu Kyi pensó que moriría<br />

a causa de sus heridas en el frente<br />

de una guerra olvidada, una luna<br />

creciente pendía en el cielo. Una<br />

imagen de la Virgen María colgaba<br />

de su cuello. Quizás esos símbolos<br />

la salvaron. O tal vez, dijo, aún no<br />

había llegado su momento de morir.<br />

“Cuando me uní a la revolución,<br />

sabía que mis posibilidades de sobrevivir<br />

eran 50-50”, dijo Suu Kyi,<br />

de 21 años, sobre su decisión de convertirse<br />

en soldado rebelde, luchando<br />

por deponer a la junta que devolvió<br />

a Birmania una dictadura militar<br />

hace tres años. “Soy una chica<br />

común, una joven común. Creo en la<br />

democracia federal y los derechos<br />

humanos”. Suu Kyi dijo las palabras<br />

“democracia federal” en inglés. No<br />

hay palabras fáciles para este concepto<br />

en birmano.<br />

Desde que la junta perpetró su<br />

golpe de Estado en febrero de 2021,<br />

poniendo fin a un breve periodo de<br />

reforma democrática y apuntando<br />

sus armas una vez más contra manifestantes<br />

pacíficos, gran parte<br />

de Birmania se ha vuelto contra el<br />

ejército. Una nueva generación, que<br />

alcanzó la mayoría de edad durante<br />

la administración civil de la premio<br />

Nobel Aung San Suu Kyi, ha tomado<br />

las armas y se ha unido a los rebeldes<br />

que tienen décadas de oponerse<br />

a la dictadura militar.<br />

Ahora, después de tres años de<br />

resistencia desesperada, las líneas<br />

de batalla han estado cambiando<br />

rápidamente. Los rebeldes han<br />

invadido veintenas de bases militares<br />

y tomado docenas de poblados.<br />

Las fuerzas antijunta ahora<br />

afirman controlar más de la mitad<br />

de Birmania, desde las selvas bajas<br />

hasta las faldas del Himalaya.<br />

Si logran avanzar hacia el corazón<br />

de la nación, los insurgentes<br />

podrían deponer a un ejército que,<br />

de una forma u otra, ha mantenido a<br />

Birmania bajo control durante más<br />

de medio siglo. El resultado puede<br />

ser no tanto un cambio de poder como<br />

la desintegración de una nación,<br />

con su vasta periferia separándose<br />

permanentemente del control central.<br />

“Queremos liberarnos del ejército<br />

de Birmania”, dijo Suu Kyi. “Estoy<br />

dispuesta a sacrificarme por<br />

eso”.<br />

La milicia de Suu Kyi se llama<br />

Fuerza de Defensa de las Nacionalidades<br />

Karenni, o KNDF. Con<br />

más de ocho mil soldados, es una<br />

organización que agrupa a bandas<br />

de jóvenes armados en Karenni, el<br />

estado más pequeño de Birmania<br />

y lugar de algunos de los combates<br />

más intensos. Su estratega de<br />

primera línea, el subcomandante<br />

Maui Phoe Thaike, es un ambientalista<br />

que estudió en la Universidad<br />

de Montana, en Missoula.<br />

El KNDF y sus milicias aliadas<br />

pronto podrían controlar todo Karenni,<br />

convirtiéndose en el primer<br />

estado en liberarse del control de<br />

la junta, dicen los analistas militares.<br />

A lo largo del medio siglo que los<br />

militares han estado en el poder,<br />

Una junta pierde el<br />

control, a tres años de<br />

su golpe de Estado.<br />

varias fuerzas rebeldes han intentado<br />

derrocar a los generales. Todos<br />

han fracasado. Esta vez es diferente,<br />

dice la oposición, en parte<br />

porque la mayoría étnica bamar del<br />

país ha encontrado unidad con las<br />

minorías que viven en las regiones<br />

fronterizas.<br />

Los jóvenes que crecieron durante<br />

un período de apertura, cuando<br />

Birmania dio la bienvenida a innovaciones<br />

extranjeras como Facebook,<br />

se resisten a cómo la junta ha<br />

vuelto a aislar el país. Han utilizado<br />

las redes sociales para exponer las<br />

atrocidades de la junta: el encarcelamiento<br />

y la tortura de miles de<br />

FOTOGRAFÍAS POR ADAM FERGUSON PARA THE NEW YORK TIMES<br />

Las milicias rebeldes podrían pronto controlar todo el Estado de<br />

Karenni en Myanmar. Soldados de la resistencia en Karenni (sup.).<br />

Una iglesia dañada por los militares (arr.).<br />

civiles, ataques aéreos a escuelas<br />

y hospitales, el asesinato de niños<br />

con un solo disparo a la cabeza.<br />

Aun así, dista mucho de ser seguro<br />

que los insurgentes puedan mantener<br />

su determinación durante un<br />

cuarto año o más.<br />

Desde el golpe hace tres años,<br />

más de cuatro mil 800 manifestantes<br />

y presos políticos han sido asesinados<br />

y 26 mil 500 personas han<br />

sido arrestadas, reporta la Asociación<br />

de Asistencia a los Presos<br />

Políticos (Birmania), que utiliza el<br />

antiguo nombre de Myanmar.<br />

En noviembre, Suu Kyi resultó<br />

herida durante el intento del KN-<br />

DF de tomar Loikaw, la capital de<br />

Karenni. Se había refugiado en un<br />

edificio derribado en una ciudad<br />

bombardeada, una que se había<br />

quedado sin 50 mil residentes en<br />

unos días. Las tropas de la junta se<br />

apostaron al otro lado de la calle.<br />

Un proyectil detonó cerca de Suu<br />

Kyi.<br />

“No podía sentir mi cuerpo”, dijo.<br />

“Pensé que esto es lo que se siente<br />

morir”.<br />

Una radiografía confirmó que la<br />

metralla le había atravesado la espalda<br />

y perforado el pulmón. Pero<br />

tres meses después, estaba de nuevo<br />

en la línea del frente en Loikaw.<br />

La metralla permaneció alojada en<br />

su cuerpo.<br />

Antes del golpe, antes de la guerra,<br />

Suu Kyi iba a estudiar geografía<br />

en la universidad. Iba a convertirse<br />

en maestra.<br />

“Tal vez después de que ganemos<br />

la revolución, pueda continuar con<br />

mi vida”, dijo.<br />

“Tal vez no yo, pero sí la gente de<br />

mi generación”.

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