12 SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>28</strong> DE ABRIL DE <strong>2024</strong> 10 cm La República Lecturas de domingo 5 cm 4 cm 3,5 cm 3 cm
Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY SÁBADO DOMINGO 27<strong>28</strong> DE DE ABRIL ABRIL DE DE <strong>2024</strong> <strong>2024</strong> Copyright © <strong>2024</strong> The New York Times ¿El petróleo beneficia o perjudica a Guyana? Por GAIUTRA BAHADUR GEORGETOWN, Guyana — Basjit Mahabir no me deja entrar. Estoy tratando de convencerlo de que abra la puerta asegurada con candado de la finca Wales, donde resguarda los restos destartalados de una fábrica rodeada de kilómetros de campos de caña de azúcar en barbecho. El cultivo y la molienda de azúcar en esta plantación a unos 15 kilómetros de Georgetown, la capital de Guyana, terminó hace siete años, y partes del complejo se han vendido como chatarra. Le doy argumentos. “Viví aquí cuando era niña”, digo. “Mi padre dirigía el laboratorio de campo”. Mahabir es amable, pero firme. No voy a entrar. Las ruinas son los vestigios de una industria azucarera que, después de enriquecer a los colonizadores británicos durante siglos, fue la medida de la riqueza de la nación cuando logró la independencia. Ahora está previsto que la finca forme parte del último auge de Guyana, una fiebre petrolera que está remodelando el futuro del país. Esta nación de 800 mil habitantes está a la vanguardia de una paradoja global: aún cuando el mundo promete abandonar los combustibles fósiles, los países en desarrollo tienen muchos incentivos a corto plazo para comprometerse aún más con ellos. Antes del petróleo, los fuereños principalmente venían a Guyana en busca de ecoturismo, atraídos por las selvas tropicales que cubren el 87 por ciento de su territorio. En 2009, el esfuerzo para combatir el calentamiento global convirtió esto en un nuevo tipo de moneda cuando Guyana vendió créditos de carbono por un total de US$250 millones, prometiendo esencialmente mantener ese carbono almacenado en los árboles. Seis años después, Exxon Mobil descubrió un botín de petróleo bajo las aguas costeras de Guyana. Pronto, la empresa y sus socios de consorcio, Hess y la Corporación Nacional China de Petróleo Offshore, co- Con tin úa en la página 5 TOMA VAGNER Un mundo de estafas En un universo digital, cualquier interacción con un extraño es peligro potencial KEISHA SCARVILLE PARA THE NEW YORK TIMES En la finca Wales, una antigua plantación de azúcar en Guyana, ahora se construye un conducto de gas natural. Por STEVEN KURUTZ Abres los ojos y buscas tu teléfono. Revisas tu bandeja de entrada y descubres docenas de correos electrónicos basura. En Instagram, encuentras una solicitud para una presunta colaboración de marca en tus mensajes directos. Mientras tanto, tus notificaciones de WhatsApp consisten únicamente en extraños que te piden que inviertas en una bolsa de criptomonedas. Un gerente de reclutamiento te contactó vía LinkedIn para decirte que está “impresionado con tu trayectoria única” y que desea hablar sobre “oportunidades laborales interesantes” en varias empresas de Fortune 500. En las redes sociales, ves a Tom Hanks promocionando un plan dental y a Taylor Swift promoviendo una rifa de utensilios de cocina. (O al menos eso es lo que parece estar sucediendo). Más tarde, recibes una alerta de texto de Con tin úa en la página 4 INTELIGENCIA Lo me que enseñó un pulpo juguetón. PÁG. 2 EL MUNDO Estos migrantes se sienten excluidos. PÁG. 3 DINERO Y NEGOCIOS Boletos gratis generan lealtad en los fans. PÁG. 6 ARTE Y DISEÑO Su Bienal puede sorprender. PÁG. 8