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6 SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>28</strong> DE ABRIL DE <strong>2024</strong> 10 cm<br />
La República Lecturas de domingo<br />
5 cm<br />
4 cm<br />
Internacional<br />
3,5 cm<br />
3 cm<br />
GINA MONTANER<br />
CORTESÍA PARA LD<br />
Donald Trump ha<br />
conseguido ser<br />
omnipresente.<br />
Al menos así se<br />
siente en cuanto<br />
uno pone un pie en Estados Unidos.<br />
Aunque es inevitable que<br />
aparezca en los informativos en<br />
Europa, principalmente por sus<br />
diversos reveses judiciales además<br />
de aspirar nuevamente a la<br />
Casa Blanca, acaba por ser un<br />
zumbido de fondo en medio de<br />
acontecimientos con mayor urgencia<br />
internacional como la invasión<br />
rusa en Ucrania y el volátil<br />
conflicto palestino-israelí. Sin<br />
embargo, entrar en territorio<br />
americano es ingresar en la órbita<br />
del caos que el ex presidente<br />
republicano estableció como<br />
su marca en las elecciones que le<br />
dieron la victoria en 2016.<br />
Cuatro años después, Trump<br />
perdió contra Joe Biden tras un<br />
más que agitado mandato, pero<br />
su halo permea el medioambiente<br />
sociopolítico como una<br />
nube tóxica. Los medios cubren<br />
su último espectáculo en Nueva<br />
York, donde se ha seleccionado<br />
el jurado por el caso de los fondos<br />
de campaña que supuestamente<br />
empleó para pagarle a<br />
una ex amante a cambio de su silencio<br />
en torno a la relación extramarital<br />
que había mantenido<br />
con ella. En el exterior de la corte<br />
en Manhattan un puñado de<br />
seguidores MAGA ha jaleado a<br />
Trump, convencidos, tal y como<br />
él se ha encargado de repetir ad<br />
nauseam, de que se trata de una<br />
“caza de brujas”. Una vez más,<br />
el magnate se sienta en el banquillo<br />
como si fuera víctima de<br />
un sistema aparentemente corrupto,<br />
y no como el estratega de<br />
una maniobra que pretendía revertir<br />
los resultados electorales<br />
de 2020. Ese es el trasfondo de<br />
un circo mediático del que se alimenta<br />
el ex mandatario y en el<br />
que su falta más grave –la de intentar<br />
por todos los medios manipular<br />
la elección en la que perdió<br />
en las urnas– se difumina en<br />
el paisaje de sus turbios manejos<br />
financieros.<br />
Aunque no se trata de las multitudes<br />
a las que está acostumbrado<br />
a convocar, el reducido<br />
grupo que lo defiende como un<br />
leal club de fans secunda la falsedad<br />
de que a su líder le arrebataron<br />
la presidencia por medio<br />
de un supuesto pucherazo. Son<br />
los mismos que albergaron la esperanza<br />
de que el 6 de enero de<br />
Trump está en<br />
todas partes<br />
TRUMP PERDIÓ<br />
CONTRA JOE<br />
BIDEN TRAS UN<br />
MÁS QUE AGITADO<br />
MANDATO, PERO SU<br />
HALO PERMEA EL<br />
MEDIOAMBIENTE<br />
SOCIOPOLÍTICO<br />
COMO UNA NUBE<br />
TÓXICA.<br />
2021 el intento de golpe de estado<br />
que Trump instigó se hubiera<br />
consumado en el asalto al Capitolio.<br />
El que fuera todavía presidente<br />
propagó la mentira de un fraude<br />
electoral e impulsó una espiral<br />
de violencia que estalló en un acto<br />
sin precedentes en la primera<br />
democracia del mundo: una turba<br />
irrumpía violentamente para<br />
frenar la certificación de Biden.<br />
Los hilos de aquellos guiñoles los<br />
manejaba desde la Casa Blanca<br />
un gobernante con vocación autoritaria<br />
que pretendía hacer añicos<br />
los engrasados mecanismos<br />
de transición de poder. El tiro le<br />
salió por la culata, pero el daño<br />
estaba hecho y persistiría tras su<br />
derrota al solidificarse su elaborada<br />
teoría de conspiración, en<br />
la que el victimario (Trump) se<br />
transformaba en la víctima de<br />
un pretendido complot.<br />
Así es cómo hemos llegado a<br />
<strong>2024</strong>, en pleno año electoral y<br />
con el republicano nuevamente<br />
enfrentándose a Biden, porque<br />
esa espina (la de no haber<br />
logrado quedarse con una presidencia<br />
que los electores le negaron<br />
limpiamente) la lleva cla-<br />
vada y vuelve a la carga con las<br />
falsedades. El juicio en curso<br />
sobre los pagos supuestamente<br />
ilícitos a una de sus amantes,<br />
es sólo uno de los tantos<br />
shows que forman parte de la<br />
tramoya de este personaje con<br />
más talento para los realities<br />
que para las funciones de estadista.<br />
Hay más juicios pendientes<br />
y, paradójicamente, todo lo<br />
que apunta a sus ardides para<br />
revertir las elecciones de 2020<br />
se disipan en esta vorágine circense<br />
en la que el ex presidente<br />
se presenta como un gladiador<br />
acechado por las fieras, cuando<br />
en verdad nunca ha arrugado<br />
sus afiladas garras.<br />
En esta ocasión el magnate<br />
neoyorkino vuelve a confiar<br />
en su capacidad de beneficiarse<br />
del desconcierto que<br />
genera con su ristra de fabricaciones<br />
y con el que debilita<br />
la confianza en los pilares de<br />
la democracia.