Zona Dostres Enero 2013

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ba campeón de la Copa del Rey como local, hecho
que no ocurría en las últimas 18 ediciones. El MVP
fue para Dejan Tomasevic que acabó con 20 puntos,
8 rebotes y 34 de valoración, pero en Vitoria,
el verdadero héroe y jugador de aquella final no
fue otro que Elmer Bennett.
La “Doble R” Ricky y Rudy
La tercera edición de Copa del Rey dejó como campeón
a un DKV Joventut liderado por Rudy Fernández
y Ricky Rubio. El subcampeonato fue para
TAU Cerámica que no pudo alzarse con el título
como ya lo hiciera seis años atrás ante su público.
El conjunto vasco se enfrentó en cuartos a Unicaja
de Málaga en un partido que estuvo liderado
por Igor Rakocevic y Sergi Vidal, actualmente jugador
del equipo malagueño. El siguiente rival fue
el también equipo vasco, Iurbentia Bilbao Basket,
conjunto revelación de la temporada y que venía
de derrotar por la mínima al AXA F.C. Barcelona
en cuartos. Los bilbaínos no se lo pusieron fácil y a
punto estuvieron de dar la sorpresa y meterse en
la gran final en su primera participación copera,
pero la experiencia de los jugadores de TAU Cerámica
hizo que en los segundos finales la victoria
cayese del lado de los vitorianos. En la final les
esperaba ya el DKV Joventut.
El conjunto verdinegro tuvo a Pamesa Valencia
como primer equipo a batir. Los valencianos, lejos
de su mejor juego, no fueron rival para el equipo
catalán que tuvo en Ricky Rubio y Rudy Fernández
a sus mejores jugadores. Su último rival antes de la
final fue el Real Madrid, que en cuartos se deshizo
sin demasiados problemas de un Akasvayu Girona
liderado por Marc Gasol y Fernando San Emeterio.
Tras un primer cuarto de dominio por parte
del equipo blanco, los de Aíto García Reneses, de
la mano de Demond Mallet, Jan Hendrik Jagla y
Eduardo Hernández-Sonseca, dieron la vuelta al
marcador en un gran tercer cuarto. Rudy Fernán-
dez, actualmente jugador blanco, dio la puntilla al
conjunto madrileño con acciones espectaculares
que hicieron levantarse al público de sus asientos.
TAU Cerámica y DKV Joventut se volvían a ver las
caras en una final cuatro años después tras la disputada
en 2004 en Sevilla en la que los vitorianos
salieron como campeones. El equipo vasco volvía
a jugarse el título ante su público. La final comenzó
igualada sin claras diferencias a favor de ninguno
de los dos equipos. Poco antes del descanso, Caja
Laboral dio un pequeño estirón en el marcador. Parecía
que los locales podían romper el encuentro a
su favor con el ánimo de sus aficionados, pero DKV