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modalidad - y además por la idea de sobriedad de donde comienza el segundo movimiento:<br />
un Andantino rubato con forma de variaciones en el tema, con una línea melódica voluble<br />
y que se desarrolla en una floración de ornamentos, evocando el arte de los clavicembalistas<br />
franceses. Bajo la égida de Rameau, el Tambourin cierra brillantemente esta obra con<br />
cabriolas maliciosas.<br />
La última obra de este estuche (CD 4 - p. 21) constituye una revelación por más de un motivo.<br />
Se trata del «prefacio en música» destinada a ornamentar La Création du Monde revue et<br />
corrigée selon l’esprit du siècle par René Peter. Con esta obra sutilmente alocada que acerca<br />
los pastiches de Reboux y Muller a los burlones diseños de Peter, nos encontramos muy lejos<br />
del universo de Massenet. La Création du monde abre el telón a un lado del carácter de<br />
<strong>Reynaldo</strong> Hahn que no nos esperábamos, revelando características de un extravagante humor<br />
que evocan el ingenio de Erik Satie: a pesar de tener 8 años más que Hahn, el iconoclasta<br />
había cruzado su camino a principios de los años 90 de 1800, cuando ambos acudían a la<br />
compañía de entretenimiento que se había auto-bautizado «las viejas gallinas». En este<br />
«prefacio en música», musicalmente se siente cada vez menos el eco tanto del Maestro de<br />
Arcueil como de Debussy, y además se mofa de los tics del lenguaje y las armonías debussyanas<br />
que <strong>Reynaldo</strong> Hahn, con gran descontento de su amigo Marcel Proust, no apreciaba en<br />
absoluto.<br />
Al mismo tiempo obra de madurez y de éxito de su carrera pianística, Le Rossignol éperdu<br />
(CD 1 y 2) se presenta como una vasta colección de 53 poemas para piano: ¡una ocasión única<br />
para un compositor propenso a vivir las experiencias más variadas, que puede aquí poner a<br />
prueba nuevos desafíos! Así, por tanto, se puede desarrollar un amplio abanico de sonoridades,<br />
una amplia gama de armonías, donde la suavidad (CD 1 - p. 7: Les deux Écharpes) se mezcla<br />
con la extravagancia (CD 1 - 22: Ouranos), creando así un lenguaje encantador que, en esta<br />
ocasión, se olvida de la delicadeza para mostrarse ácido y vigoroso (CD 1 - p. 8: Liebe! Liebe!).<br />
Por lo contrario, piezas como Soleil d’automne (CD 1 - p. 5) o Adieux au soir tombant (CD<br />
2 - p. 21) dejan entrever una ardiente dulzura, que parece estar pidiendo sólo derretirse en el canto.<br />
El compositor es precisamente este «Rossignol éperdu», un ruiseñor, que acaba pareciéndose a las<br />
páginas dispersas de este diario de artista que, como admite él mismo, se ha escrito «conteniendo