You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—Un niño a quien conocí siendo yo músico ambulante; él vendía
periódicos y me trataba con afecto; lo encontré en la ciudad, le dije lo bien que
aquí me hallaba, y se ha venido.
—Pronto ha deseado visitarte.
—No viene de visita; viene a vivir aquí, si usted quiere.
—No sé quién es, ni tengo antecedentes de él.
—Pensé que a usted le agradaba recoger a los niños pobres y tratarlos con
el cariño con que me trata a mí —observó Nat, sorprendido y algo alarmado.
—Sí, pero antes necesito informarme y escoger, porque no dispongo, y lo
siento, de casa para todos.
—No sabía nada de eso, y por eso lo invité; pero, si no hay habitación,
tendrá que marcharse —murmuró Nat tristemente.
Conmovida y deseosa de no defraudar la idea que Nat se forjara sobre la
hospitalidad en Plumfield, mamá Bhaer dijo:
—Dame informes sobre Dan.
—No puedo; sólo sé que no tiene familia, que es pobre, que me trató con
afecto y que, de poder, le favorecería.
—Ya es algo lo que me cuentas, pero no sé dónde acomodarlo —advirtió
mamá Bhaer, siempre propicia al bien.
—Podría acostarse en mi cama; yo me iría a dormir al pajar; ahora no hace
frío y no me importa dormir sobre paja; peor lo he pasado en vida de mi padre.
Emocionada y acariciando al muchachito, habló la tía Jo:
—Trae a tu amigo, Nat, y ya procuraremos acomodarlo.
Nat salió sonriendo alegremente y volvió en seguida trayendo a un
muchacho de aspecto poco simpático, huraño, de mirada medio atrevida,
medio insolente. Tras rápida ojeada, mamá Bhaer pensó: "No me las prometo
muy felices de mi nuevo huésped".
—Este es Dan —exclamó Nat.
—Nat me dice que te gustaría vivir con nosotros.
—Sí.
—¿No tienes familia ni amigos que te cuiden?...
—No tengo a nadie.
—¿Cuántos años has cumplido?