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ALG<br />

ALGA (Botánica é Industria).—Con esta<br />

denominación genérica, y más comúnmente<br />

con la de algas, se designan vulgarmente pequeños<br />

fragmentos, vegetales por lo general,<br />

que el mar arroja á las playas, y cuya variable<br />

elevación indica la violencia de las tempestades<br />

y la intensidad mayor ó menor de las<br />

mareas. Científicamente se designan con esa<br />

denominación varias plantas que, según la<br />

clasificación de Jussieu, figuran en la familia<br />

de las acotiledóneas y en la última clase de las<br />

lineanas, todas las cuales habitan y se desenvuelven<br />

en medio de las aguas y en los sitios<br />

pantanosos, siendo sumamente sencillas por<br />

su organización, y presentando, ora la forma<br />

de filamentos, ora la de tubos continuos ó interrumpidos<br />

por líneas transversales más ó<br />

menos visibles y variables en la forma, porte,<br />

grandor, colorido, estructura, contextura y<br />

modo de fructificar. En cuanto á la forma, se<br />

ven algas constituidas por filamentos sutilísimos,<br />

ya sencillos, ya ramosos, que parecen en<br />

muchas ocasiones elegantes céspedes, plantas<br />

vistosas, hongos, sedosos cordones y fascículos<br />

de pluma. En otras ocasiones se presentan<br />

como elementos rudimentarios de organización,<br />

y casi cristaliformes, ó aparecen constituyendo<br />

glóbulos visibles únicamente por medio<br />

del microscopio.<br />

Desde luego se puede establecer que son<br />

siempre vegetales celulares de sencilla organización.<br />

La substancia y tenacidad del tejido<br />

que constituye las algas marinas es gelatinosa<br />

y blanda, si bien en algunas es coriácea<br />

y de consistencia cartilaginosa, y aun en rarísimas<br />

ocasiones de naturaleza leñosa, por lo<br />

cual conservan la elasticidad y aun son muy<br />

flexibles después de secas. El tejido que forma<br />

las algas consiste generalmente en células<br />

semejantes entre sí, bien amontonadas,<br />

pero en algunas se observa una organización<br />

fibrosa bastante caracterizada. Unas son transparentes,<br />

otras completamente opacas; las hay<br />

de color verde y de color obscuro. No faltan<br />

especies que después de secas suministran un<br />

A<br />

ALG<br />

color de púrpura, que tiñe el papel y el agua<br />

que las rodea. Algunas especies ofrecen muy<br />

pronunciado el olor del cohombro, y casi todas<br />

ellas, al desecarse, producen un olor especial,<br />

conocido por los habitantes de las costas<br />

con el nombre de olor á mar. Cuando entran<br />

en putrefacción se desprende de ellas un olor<br />

fétido.<br />

Las algas se propagan por medio de esporos,<br />

siendo todavía un problema sin solución<br />

para la fisiología vegetal el de averiguar cómo<br />

se nutren esas plantas singularísimas. Algunas<br />

parecen ansiosas de luz, bajo cuya influencia<br />

exhalan oxígeno; otras prevalecen en sitios<br />

sombríos, y perecen bajo la acción de los rayos<br />

solares; no faltan algas que crezcan con asombrosa<br />

rapidez y adquieran una enorme longitud,<br />

cual se observa en la Macrocystis pirifera,<br />

que llega á medir 500 pies. El modo de<br />

desarrollarse para algunas especies es tal, que<br />

destacándose de las rocas á las cuales se hallaban<br />

adheridas, se reúnen grandes cantidades<br />

y forman en el océano inmensos bancos flotantes,<br />

que sirven de refugio á muchos animales<br />

acuáticos, que van aumentando constantemente<br />

y llegan á alcanzar algunos kilómetros<br />

de extensión, y que á veces llegan á impedir<br />

la marcha de los más poderosos barcos. La<br />

formación de esos inmensos tapices, de los<br />

cuales hacen á veces mención los viajeros antiguos<br />

, débese al Fucun natans, y precisamente<br />

uno de ellos fué la primera causa deque comenzaran<br />

á sobresaltarse los compañeros del<br />

intrépido é inmortal explorador Cristóbal Colón<br />

, el descubridor del Nuevo Mundo. Todavía<br />

se señala en las cartas marítimas el llamado<br />

Mar del Sargazo, que mide muchos kilómetros<br />

cuadrados de extensión, que se halla en la<br />

parte del Atlántico comprendida entre Europa<br />

y América, y que las corrientes marítimas<br />

no agitan con sus ímpetus. Según Ehrenberg,<br />

el color del Mar Kojo se debe precisamente á<br />

una especie de alga que se multiplica extraordinariamente<br />

sobre la superficie de aquel mar,<br />

y cualquiera puede notar la facilidad y rapi-


ALG — 6 — ALG<br />

dez con que las aguas estancadas se cubren<br />

con una tenue película verde, que en realidad<br />

es un tejido de algas.<br />

Los algólogos dividieron estas plantas en<br />

siete órdenes distintos, á saber: las diutómeas,<br />

las nostocíneas, las conférveas ó conferváceas,<br />

las ulváceas, las tiianóideas, las florídeas y las<br />

fucúceas. Daremos una breve descripción de<br />

cada una de ellas<br />

1.° Las diatónicas ó diatomúceas están constituidas<br />

por corpúsculos microscópicos de formas<br />

variadas, pero cuyos contornos son generalmente<br />

líneas rectas. Poseen la facultad de<br />

moverse como si fueran verdaderos animales.<br />

Esos seres tan pequeños, acerca de cuya naturaleza<br />

se abrigan fundadas dudas, y que tal<br />

vez pertenezcan al reino animal y al vegetal<br />

al mismo tiempo, están casi constantemente<br />

envueltos por una especie de capa silícea muy<br />

resistente, como lo prueban esas grandes masas<br />

detrípoli, explotadas para fines industriales,<br />

que están casi únicamente compuestas de<br />

cubierta caliza, y ciryaformación se remonta<br />

á los períodos geológicos.<br />

2." Las nostocíneas son por lo común masas<br />

gelatinosas, sin forma determinada, que<br />

envuelven series de células pegadas entre sí;<br />

células que son consideradas generalmente<br />

como elementos de propagación. Las nostocíneas<br />

habitan en las aguas dulces, y se hallan<br />

diseminadas sobre las tierras húmedas. A esta<br />

familia pertenece el Protococcus nivalis, alga<br />

microscópica que comunica un tinte rojizo á<br />

la nieve de las regiones árticas y de las altas<br />

montañas, y que en las épocas de ignorancia<br />

alimentó la creencia de que hay también lluvias<br />

de sangre. En el estío y en días de tempestad<br />

se encuentra también en los paseos de<br />

los jardines y sobre las praderas el Nostoc<br />

commun, masa gelatinosa de color verde obscuro,<br />

Ninguna, entre las diferentes especies<br />

de nostocíneas, tiene aplicación á la industria<br />

humana.<br />

3." Las conferváceas, que pertenecen de<br />

una manera más manifiesta al reino vegetal,<br />

se hallan formadas por filamentos de color<br />

verde, y contienen esporos simples por medio<br />

de los cuales se propagan. Las conferváceas,<br />

cuyo tipo es el género de las confervas propiamente<br />

dichas, abundan en las aguas dulces<br />

y estancadas de nuestros climas.<br />

4. a Las titanídeas, caracáceas ó charáceas<br />

son vegetales sumergidos en las aguas dulces<br />

de todos los climas; consisten en frondas filiformes,<br />

ramosas y dispuestas en tubos articulados,<br />

en los cuales se observa.al trasluz un<br />

perceptible movimiento de ciclosis. Su principal<br />

utilidad en la economíal de la naturaleza<br />

consiste en que propenden, en unión con<br />

otros vegetales de más elevado orden, á llenar<br />

y hacer desaparecer las lagunas en que se propagan<br />

y prevalecen.<br />

5. a Las ulváceas habitan en las aguas<br />

dulces y en las saladas, y sus frondas, membranosas<br />

y verdes, se cubren de esporos en<br />

ciertas épocas del año. Dos especies, la Ulva<br />

latissima y la Ulva lactuca, que abundan en los<br />

mares occidentales de Europa, constituyen un<br />

alimento para los individuos pertenecientes á<br />

las clases pobres de Noruega, Escocia é Irlanda.<br />

También se utilizan para la alimentación<br />

de los ganados.<br />

6." Las florídeas, casi todas ellas plantas<br />

marinas, se distinguen por su hermosa coloración<br />

rosada ó purpúrea, y consisten en frondas<br />

membranosas ó coriáceas, planas unas veces<br />

y delicadamente cortadas ó ramificadas<br />

otras. Sus esporos tí órganos reproductores se<br />

hallan encerrados en cavidades particulares y<br />

que no se diseminan por toda la hoja. Esos<br />

vegetales abundan en el Océano Atlántico,<br />

especialmente entre los 35 y 48 grados de latitud<br />

septentrional, y prestan numerosos servicios<br />

á los habitantes de las costas, principalmente<br />

porque les proporcionan abonos para<br />

los campos cultivados. Algunas de estas especies,<br />

como la llamada musgo de Córcega y<br />

helniiniocortón] se emplean todavía en nuestros<br />

tiempos en medicina por sus propiedades<br />

vermífugas.<br />

7. a Las fucáceas se distinguen fácilmente<br />

de las anteriores por ser de consistencia más<br />

firme y más coriácea, y por su color aceitunado<br />

tí obscuro. Habitan en todos los climas, y<br />

adquieren en ocasiones proporciones verdaderamente<br />

prodigiosas, llegando á medir varios<br />

centenares de metros de longitud, según hemos<br />

indicado anteriormente. Sus aplicaciones<br />

industriales son muy numerosas , y algunas<br />

de las especies se utilizan para la extracción<br />

del yodo; otras son comestibles, y todas<br />

ellas se recogen desde la más remota antigüedad<br />

en las costas de los países agrícolas, para<br />

utilizarlas como excelente abono y previa la<br />

preparación que oportunamente se indica.<br />

Esta última es la más interesante de todas<br />

las familias, porque precisamente de la mayoría<br />

de los fucóideos se extraen productos medicinales<br />

y muchas substancias adecuadas para<br />

obtener productos industriales de ellas y para<br />

aumentar la feracidad de los terrenos. (Véase<br />

Fuco.)<br />

Una mezcla de esa clase de plantas rechazadas<br />

por el mar y comprimidas artificialmente<br />

para facilitar su transporte, dio después de<br />

analizada los resultados siguientes:<br />

Agua 29,00<br />

Sal marina 4,00<br />

Sales alcalinas y terrosas 1,58<br />

Materias orgánicas 61,11<br />

Materias minerales insolubles 3,00<br />

Ázoe..' 1,23<br />

100,00<br />

Según los análisis de Godechens, las cenizas<br />

de los diferentes fucos contienen muchas centésimas<br />

de ácido fosfórico, y en todas ellas<br />

sin excepción se encuentra gran cantidad de<br />

álcalis. He aquí las proporciones que obtuvo<br />

al examinar química y cuantitativamente las<br />

cenizas:


ALG — 7 — ALG<br />

• En el Fucus vesciculosus, 13^01 de potasa y<br />

9,54 de sosa.<br />

. En el Fucus digitatus, 20,66 de potasa y<br />

7,65 de sosa.<br />

En el Fucus nudosus, 9,13 de potasa y 14,53<br />

de sosa.<br />

. En el Fucus serratas, 3,98 de potasa y 18,67<br />

¿e sosa.<br />

_ Las algas rechazadas por el mar pueden servir<br />

para diferentes usos. La misma naturaleza<br />

las destina, no solamente á nutrir un gran número<br />

de animales acuáticos, si que también<br />

para sostén y albergue de sus nidos, á la manera<br />

que las plantas terrestres sirven de albergue<br />

á los animales que respiran por medio<br />

de pulmones. Además, á causa de gozar de la<br />

propiedad de descomponer, bajo la influencia<br />

de la luz, el ácido carbónico, emitiendo oxígeno<br />

, consideran muchos probable que las<br />

algas sirvan para conservar la salubridad de<br />

las aguas del mar, y que para mantener á los<br />

animales que en ellas viven, han de proporcionarles<br />

cierta cantidad de aire mucho más oxigenado<br />

que el aire respirado generalmente por<br />

los animales dotados de pulmones. En muchas<br />

localidades próximas á las aguas donde las<br />

algas abundan, se .utilizan éstas para cubrir<br />

las chozas y casas, y así los habitantes de la<br />

desolada Suecia se valen del Fucus vesciculosus,<br />

como se valen en otros países del tendo, para<br />

construir cuerdas sumamente resistentes, al<br />

decir de los que han tenido ocasión de examinarlas.<br />

El tejido un tanto fibroso de semejantes fucos<br />

y de otras varias especies de algas podría<br />

servir para fabricar papel; muchos son usados<br />

en medicina, como A Fucus helminiocorton y<br />

otros, que son muy apreciados como poderosos<br />

antihelmínticos, y no faltan algas que se<br />

suministran para combatir la pelagra y las escrófulas,<br />

porque es de advertir que casi todas<br />

las cenizas que se obtienen de las algas y de<br />

los fucos procedentes de costas marinas, y que<br />

crecen en el seno del mar, son muy ricas en<br />

yodo y bromo, cuyas virtudes medicinales son<br />

innegables hoy día.<br />

Pero, ante todo, la principal aplicación de<br />

las algas es su 'empleo como abono, prescindiendo<br />

de otras secundarias, como la de formarse<br />

con ellas camas para los ganados y rellenarse<br />

los jergones que usan las gentes pobres<br />

de las costas. Tal vez, sin advertirlo, la<br />

práctica ha echado mano de uno de los recursos<br />

más valiosos en economía rural, porque<br />

de esa manera, y con el transcurso de los siglos<br />

, se devuelven á los terrenos las substancias<br />

que extraen de ellos las plantas para nutrirse<br />

, y que generalmente los ríos arrastran<br />

al mar en inmensas cantidades, empobreciendo<br />

el suelo cultivable. Las algas se emplean<br />

como abono desde la más remota antigüedad.<br />

Todos los cultivadores de tierras costaneras<br />

las recogen, y después de dejarlas amontonadas<br />

para que fermenten, las entierran<br />

en los campos, y obtienen de esa suerte cosechas<br />

excelentes. Ese abono, que en algunas<br />

comarcas del Occidente de Francia denominan<br />

goemon, se halla constituido principalmente<br />

por el Fucus vesciculosus, por el serratus, el<br />

ceramoides, el disticus y el longifructus. En algunos<br />

puntos no se contentan con utilizar las<br />

algas que la marea deposita, sino que arrancan<br />

otras que con los años se han convertido<br />

en fósiles. Así, en el departamento de Einisterre<br />

y en el municipio de Kerouan se halla<br />

un cuantiosísimo depósito, donde el flujo y reflujo<br />

del mar ha almacenado durante los siglos<br />

algas de esa especie, que hoy se hallan mezcladas<br />

con arena.<br />

En algunos puntos, como la bahía de Jerén,<br />

los depósitos de ese género forman escollos<br />

que evitan el arrastre de las algas por las<br />

olas del mar hacia el interior de éste, una vez<br />

que aquéllas han tocado á la playa, y de ahí<br />

que se acumulen y formen depósitos considerables,<br />

acabando por constituir con el transcurso<br />

del tiempo capas fósiles, cuya masa es<br />

homogénea y de estructura hojosa, y cuyo<br />

contenido se calcula en 190.000 hectolitros. La<br />

composición de ese depósito, que fué examinado<br />

por Bobierre, resulta ser como sigue:<br />

Materia orgánica 83,3<br />

Sales solubles en agua: cloruros de sodio<br />

, magnesia y calcio, y sulf atos de<br />

potasa, sosa y magnesia 8,0<br />

Carbonato de cal y magnesia 1,7<br />

Alúmina y óxido de hierro 3,0<br />

Sílico 4,0<br />

Ázoe 18 por 100<br />

La proporción de ázoe que se descubre por<br />

medio del análisis en esa materia fósil es superior<br />

á la de todas las turbas conocidas. No<br />

estará tampoco fuera de lugar el exponer el<br />

análisis que el mencionado químico hizo del<br />

depósito en cuestión, considerándole bajo el<br />

punto de vista industrial, tanto más cuanto<br />

que también se hallan tales depósitos á lo largo<br />

de las costas del Mediterráneo y sus dependencias.<br />

He aquí ahora los resultados del<br />

análisis industrial hecho por Bobierre:<br />

La calcinación de la materia mezclada con<br />

el litargirio acusó un peso de carbono puro<br />

igual al 28 por 100, lo que corresponde á un<br />

poder calorífico de 2.022 grados, siendo así<br />

que el de la turba llega únicamente á 1.500, y<br />

el de la madera seca á 2.945. Cien partes de<br />

materia seca dieron treinta y ocho de agua<br />

amoniacal, que contenía una décima parte de<br />

alquitrán, cincuenta y dos de carbono coloreado<br />

de un negro azulado, y diez de gas dotado<br />

de gran fuerza lumínica.<br />

El agua amoniacal proporcionó sulfato de<br />

amoniaco en la proporción de un 4 por 100;<br />

proporción que aumentó considerablemente<br />

adicionando un poco de cal á la substancia en<br />

cuestión al tiempo de destilarla. Decantado y<br />

destilado el líquido que contenía el alquitrán,<br />

y que equivalía al 5 por 100 de la materia<br />

empleada, dio espíritu de leña y parafina en<br />

cantidad mucho mayor que la obtenida por<br />

medio de la destilación de la turba. El residuo


ALG ALG<br />

carbonoso, que contenía el 6'por 100 de ázoe,<br />

dio 66,2 de carbono, y además sales solubles de<br />

sosa, potasa y magnesia, carbonatos de cal y de<br />

magnesia, alumbre, óxido de hierro y sílice.<br />

Las cifras referidas patentizan la utilidad<br />

que podría obtenerse explotando esos bancos<br />

de algas fósiles, tanto más cuanto que, destilándolas<br />

en vasos cerrados, no habría necesidad<br />

de emplear otro combustible, economizándose<br />

éste con sólo utilizar el gas que durante la<br />

combustión ge desprende. Después podría condensarse<br />

el amoniaco por medio del ácido sulfúrico<br />

, y separada la parafina del alquitrán y<br />

del alcohol metílico, se jjodría aprovechar<br />

para la elaboración de bujías. Los residuos de<br />

carbón son valiosos como materia absorbente<br />

y desinfectante, propia para todas las substancias<br />

destinadas á fertilizar las tierras cultivadas.<br />

En España é Italia se emplean desde tiempos.remotísimos<br />

las algas en concepto de abonos,<br />

pero ordinariamente van mezcladas con<br />

plantas cuyos órganos se hallan bien caracterizados,<br />

tales como la zoslcra marina, la mediterránea<br />

y la oceánica. Tal mezcla lleva<br />

consigo una considerable cantidad de pólipos y<br />

animálculos marítimos, y es fecunda en sumo<br />

grado, supliendo en muchas partes los estiércoles<br />

que los agricultores no se pueden procurar<br />

por falta de ganados. lie aquí ahora<br />

cómo describe un publicista italiano el método<br />

que debe seguirse en las comarcas meridionales<br />

para preparar los abonos de algas y zosteras:<br />

«En el reino de Ñapóles. y en casi todas las<br />

comarcas bañadas por el Adriático, desde las<br />

dos provincias de Bari y de Lecce, se recogen<br />

las hierbas arrojadas por el mar sobre el litoral.<br />

Una vez almacenadas én abundancia,,<br />

aquellos campesinos las extienden por los caminos<br />

, á fin de que recibiendo las orinas y<br />

otros líquidos, puedan fermentar y ser mezcladas<br />

con el estiércol común. Los que adquieren<br />

tal producto son los habitantes de Bari y de<br />

Barletta. En Otranto se sirven de ellas para<br />

abonar las huertas. Véase ahora el método que<br />

siguen en la Pulla pedregosa para macerar los<br />

fucos y algas marinas:<br />

»Se recogen y se extienden por capas en los<br />

contornos de la ciudad de Bari sobre terreno<br />

inculto. Sobre tales capas se coloca estiércol<br />

animal y aun excrementos humanos, los cuales<br />

son preferidos siempre que se encuentran,<br />

y después se agrega una buena capa de algas,<br />

alternando de esa suerte hasta formar montones<br />

elevados. En la cima se forma una cavidad<br />

para que se depositen en ella las aguas de<br />

lluvia ó las eche el labrador por.su propia<br />

mano. A los seis meses se descompone la<br />

masa, y hallándose ya ésta en sazón, se transporta<br />

á las tierras. En caso contrario se rehace<br />

nuevamente el montón y se aguardará<br />

otros seis meses para abrirle.»<br />

La feracidad que produce ese procedimiento<br />

en los campos es admirable, aun cuando no<br />

se les suministren otra clase de abonos, y eso<br />

á pesar de que en tierras como las de Bari se<br />

han introducido últimamente toda clase de cultivos,<br />

incluyendo el del algodón, planta esencialmente<br />

depauperante. En algunos campos<br />

dé ese país se recogen tres cosechas en un año,<br />

sin que el suelo dé señales de haber quedado<br />

empobrecido, siendo de advertir que la altura<br />

de la capa arable es apenas de un decímetro<br />

ó poco más. Donde es factible, los cultivadores<br />

abren zanjas en las orillas del mar y donde<br />

solamente alcanzan las aguas durante el período<br />

del flujo, y dejan las algas allí durante<br />

dos años para que fermenten y entren en descomposición.<br />

En otros puntos las ponen á se^<br />

car, las queman y mezclan después las cenizas<br />

con el estiércol ordinario; práctica en realidad<br />

la menos recomendable de todas.<br />

No faltan comarcas, principalmente algunas<br />

de Italia, donde el cultivo de las hortalizas<br />

ha alcanzado gran desarrollo, en que se<br />

guardan las algas como oro en paño y no se<br />

entrega á nadie la más insignificante cantidad.<br />

Algunos solamente emplean ese abono<br />

cuando está completamente seco, pero en ese<br />

caso es dudoso que merezca ser recomendado,<br />

á no ser como un correctivo contra una exagerada<br />

tenacidad del suelo. La dosis á que se<br />

distribuye es variable en sumo grado; hay<br />

quien esparce 60 metros cúbicos por hectárea,<br />

y quien se limita á distribuir 15 ó 20.<br />

La beneficiosa influencia de esa substancia<br />

se patentiza aplicándola al cultivo del lino, de<br />

los cereales y de las patatas; en cambio no<br />

tiene eficacia para las vides y para los prados<br />

naturales ó artificiales. Los olivares resultan<br />

muy beneficiados con la masa que nos ocupa<br />

cuando ha fermentado y está muy desmenuzada,<br />

pero en cambio no produce efecto alguno<br />

cuando no ha sufrido ninguna alteración,<br />

al decir del Sr. Presta. De las observaciones<br />

hechas por el profesor italiano D. Anselmo<br />

Selmi, parece deducirse que, mezcladas con<br />

estiércol las algas, gracias á su gran porosidad,<br />

y empleándolas en climas meridionales,<br />

poseen la facultad de convertir fácilmente el<br />

ázoe que existe en la masa, en ácido nítrico.<br />

En estos últimos tiempos se ha descubierto<br />

en las algas un principio nuevo, denominado<br />

algina, que se describe en el lugar correspondiente.<br />

Aun cuando hemos dado á este artículo bastante<br />

extensión, ampliaremos algunas de las<br />

indicaciones hechas al examinar la significación<br />

de la palabra varechs, que ha comenzado<br />

á emplearse en estos últimos tiempos.<br />

B. Aragó.<br />

ALGr ARROBA (JSrvum monanthos, L.).—<br />

Esta planta útilísima, de que sacan gran provecho<br />

en las inmediaciones de Madrid, cuyos<br />

terrenos areniscos le convienen, es buena para<br />

alimentación del ganado de. leche, tanto la<br />

planta arrancada en verde y convertida en heno<br />

por la desecación, como la paja y el fruto entero<br />

ó triturado. Las palomas gustan extraordinariamente<br />

de la algarroba, y en Madrid los<br />

cabreros no usan otra cosa para pienso seco de


ALG — 9 — ALG<br />

las cabras de leche. El ganado vacuno se alimenta<br />

muy bien con la harina de algarroba.<br />

Estando nosotros en las campiñas de Jerez,<br />

llevamos simiente de Madrid y la sembramos,<br />

dándonos muy buenos resultados en terrenos<br />

calizos sueltos. Difiere algo de la planta que<br />

allí se llama arveja, y se tiene por sinónimo ó<br />

igual al de algarroba.<br />

En el turno de cosechas se emplea para barbecho<br />

sobre siembra de trigo. Al efecto se<br />

limpian los surcos, se tira la semilla y se<br />

tapa; crece y cubre el suelo con vigor, y su<br />

sombra y lozanía se ampara del terreno y<br />

ofrece de ordinario buenas cosechas, sobre las<br />

que se siembra trigo ó cebada. Es planta considerada<br />

como fertilizadora.<br />

Hay dos especies, una blanca y otra negra,<br />

y se dice algarroba blanca ó algarroba negra;<br />

ésta es preferible. La época de sembrar la algarroba<br />

está determinada por el clima, como<br />

sucede con todas las plantas; cuando se siembran<br />

los guisantes y demás semillas, se siembra<br />

también la algarroba. Debe tenerse mucho<br />

cuidado en arrancar la planta cuando esté<br />

maduro el fruto; que éste esté liso y lustroso,<br />

y conservado después en sitio seco y ventilado.<br />

Prospera en toda clase de tierras de secano,<br />

pero prefiere las sueltas calizas, siendo<br />

muy conveniente elegir la semilla cosechada<br />

en distinta clase de tierra de la en que se ha<br />

de sembrar. Como planta forrajera es útil<br />

para toda clase de ganado, ya se consuma sobre<br />

el terreno en verde, ya se seque para heno.<br />

Sus tallos delgados, ramosos y angulosos,<br />

se extienden por el suelo y alcanzan á 25 ó 35<br />

centímetros en suelos pobres; más en los fértiles<br />

y sueltos. Las hojas están compuestas de<br />

seis ú ocho hojuelas pequeñas, lineares, pequeñas<br />

y lampiñas; su pecíolo común termina<br />

en zarcillo ó tijereta, con que se agarra á cualquier<br />

poste. La flor es parecida á la del guisante,<br />

algo menor, axilar, con pedúnculos filiformes,<br />

en cada uno dos flores pequeñas de<br />

color azul muy débil; una de las flores generalmente<br />

aborta; la otra se convierte en un<br />

fruto redondo, encerrado en una vainilla, que<br />

contiene ordinariamente cuatro granos lustrosos<br />

y lampiños.<br />

La utilidad de esta planta para en la alternativa<br />

de cosechas suprimir los barbechos de<br />

reja, hasta en.las tierras más pobres, es incontestable<br />

, y buen ejemplo práctico nos dan los<br />

labradores de los secanos de las inmediaciones<br />

de Madrid.<br />

El precio de la semilla de la algarroba es<br />

poco menos que el del trigo, y esto la recomienda<br />

nuevamente. La producción por hectárea<br />

es igual en fanega al trigo, es decir,<br />

igual que produzca una tierra de trigo dará<br />

sembrada de-algarroba.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALGARROBA.—Fruto del algarrobo, que<br />

es una legumbre ó vaina con semillas de color<br />

de café, azucarada y comestible, y la cual sirve<br />

de alimento al ganado de labor. (V. Algarrobo.)<br />

.<br />

ALGARROBILLA.—Fruto ó silicua de<br />

un árbol que lleva el mismo nombre en el Paraguay<br />

y otras partes de la América meridional.<br />

Pertenece á la familia de las mimosas,<br />

clase de las leguminosas, pero no se conoce<br />

con exactitud el género á que debe inscribirse,<br />

si al Prosopis ó al Inga (1).<br />

El fruto, cuando es maduro y seco, se parece<br />

en su aspecto exterior al de la garrofa (fruto<br />

de la Ceratoria silicua), solamente que es<br />

mucho más corto y no contiene sino una ó dos<br />

semillas de forma lenticular, casi igual á la de<br />

los altramuces y de la casia. La longitud del<br />

fruto es de 2 á 3 centímetros por 8 ó 10 milímetros<br />

de grueso, de forma Oval más ó menos<br />

prolongada y aplanada, con frecuencia regular,<br />

pero algunas veces se presenta con sinuosidades.<br />

El peso es de unos 2 gramos, y la<br />

sutil película exterior ó epicarpio es de un<br />

color anaranjado obscuro.<br />

La parte pulposa del fruto, que está debajo<br />

de la película morena reluciente, está constituida<br />

de una materia gomosa farinácea, de<br />

color amarillo anaranjado obscuro, más ó menos<br />

intenso, de aspecto resinoso, de estructura<br />

esponjosa, de sabor astringente, que tira á<br />

amargo un poco azucarado; en la parte más<br />

interior hay un endocarpo membranoso que<br />

reviste la semilla dura y lenticular de que hemos<br />

hablado. La materia pulposa está compuesta<br />

de una especie de tanino, de una pequeña<br />

cantidad de resina particular, de una materia<br />

colorante amarillenta y de una materia amilácea<br />

gomosa y sacarina, que puede dar alcohol<br />

por fermentación. Con la algarrobilla, los indios<br />

de Chaco y de Bolivia preparan una bebida<br />

espirituosa embriagante, á que dan el<br />

nombre de alvia; á veces la mezclan con harina<br />

de maíz; mezcla que fermentada constituye<br />

una especie de vino ó chicha.<br />

La algarrobilla presenta además un hecho<br />

particular : al paso que curte perfectamente<br />

las pieles como las hojas del zumaque y mejor<br />

que la encina, deja un residuo de aguas de<br />

tenería, que puede dar por destilación alcohol<br />

de un olor bastante agradable de miel, el que,<br />

como es sabido, se debe generalmente á la<br />

asociación del éter amilvalérico.<br />

Las semillas tienen, al parecer, propiedades<br />

emolientes. La madera del árbol que lleva<br />

el nombre de algarrobilla, llamado también<br />

por algunos guayacán negro, se usa en el Paraguay<br />

para las construcciones, para las armas<br />

y labores de ebanistería.<br />

ALGARROBO (Arboricultura) .—Este<br />

árbol, que por los recursos que brinda al.la-<br />

(1) Para algunos la algarrobilla ó algarroba de<br />

Chile ó de Nuera Granada es el Prosopis dulcís (mezquite<br />

ó mczquitl de loa mejicanos) ó el Prosopis pallida<br />

{Guibourt, Jacques Demarsoy); para otros el Inga<br />

martlie (Virey, Ure), algarrobilla de Santa Marta,<br />

provincia de la Nueva Cartagena; Lamond la indica<br />

con el nombre de algarobia juliflora; y, por último,<br />

para Gay (en su Flora de Chile) sería el Balsamodendron<br />

brevifolium.


ALG — 10 — ALG<br />

brador ha sido denominado vulgarmente árbol<br />

del pobre, es una de las plantas más antiguas<br />

entre las que vegetan actualmente en nuestro<br />

planeta, puesto que ya en el período terciario<br />

existían árboles de ese género, hasta el punto<br />

de que los geólogos han descrito cinco especies<br />

fósiles pertenecientes al género Cercdonia, á<br />

las cuales ha sobrevivido el algarrobo, tan<br />

"expuesto á perecer á poco que descienda la<br />

temperatura del globo. Algún botánico, Monsieur<br />

Bernaut, ha creído reconocer en el fruto<br />

del algarrobo ia liaba funeraria de los antiguos<br />

romanos, que no podían tocar los flámines por<br />

semejar á carne cruda, que los discípulos de<br />

Pitágoras rechazaban como comestible, y que<br />

con el nombre de liaba negra era arrojada á<br />

las almas de los malvados ó larvas que vagaban<br />

por los espacios con formas pavorosas,<br />

según las creencias místicas. En algunos sepulcros<br />

de griegos y romanos se han hallado<br />

semillas de esa especie para comprobar suposiciones<br />

tales. Según Gelio, las sacerdotisas de<br />

Júpiter llevan prendida una ramita de algarrobo<br />

al cubrirse con el velo de color de púrpura;<br />

entre los hebreos se utilizaban las semillas<br />

para cebar los cerdos, y en sentir de Cornelio<br />

Alapide, San Juan se alimentó en el desierto<br />

con ese fruto, llamado pan de Juan pollos<br />

alemanes. Teofrasto dice que los jonios<br />

llamaron ceronia al árbol; Columela se ocupa<br />

también de él; Pedacio Dioscórides le considera<br />

como espontáneo en las costas españolas<br />

de Levante, y Plinio el Joven le menciona de<br />

una manera especial, es decir, que se conoce<br />

desde antiguos tiempos.<br />

El algarrobo, llamado garrofera por los<br />

valencianos, alfarrovo por los portugueses,<br />

caroubier por los franceses, carrubo ó carrubio<br />

por los italianos, Joliannisbred por los alemanes,<br />

Jansbroad por los holandeses, y por los<br />

ingleses Johisbread, es conocido en la costa<br />

septentrional de África con el nombre de liarme,<br />

y se ha denominado ceratonia siliqua pollos<br />

hombres de ciencia, de ceratonia, griego,<br />

procedente de Iteras, cuerno, y siliqua, palabra<br />

que con la de edulis empleaban los latinos<br />

para indicar el algarrobo.<br />

Ese interesante árbol, á más de una vigorosa<br />

y corta raíz central, desenvuelve otras laterales,<br />

leñosas, consistentes y rastreras, que<br />

á veces se extienden á una distancia de 40<br />

metros, y que por ser muy superficiales quedan<br />

frecuentemente al descubierto, gracias á los<br />

arrastres de las lluvias ó á las labores del arado,<br />

y no siempre evitan que los vendábales<br />

descuajen el árbol. El tronco puede alcanzar'<br />

hasta 7 ú 8 metros de altura, si bien las exigencias<br />

del cultivo la reducen generalmente<br />

á 1,50 metros. En cambio el diámetro del<br />

tronco alcanza tales dimensiones, que en el<br />

Llano de Cuarte, en el campo de Liria y en<br />

otras localidades los hay de 6 metros de circunferencia<br />

en la base. La forma del tronco<br />

suele ser irregular, la superficie escabrosa, y<br />

generalmente aquel-aparece hueco por su parte<br />

interior, gracias á que se pudre la masa in­<br />

terior. En los troncos sanos., mediante secciones<br />

transversales, se distingue bien el duramen<br />

por su color rojizo obscuro, de la albura que<br />

es blanca; la zona medular es muy reducida,<br />

pentagonal el estuche y numerosos los radios<br />

medulares. Los anillos, que representan el<br />

trabajo anual, se distinguen perfectamente, y<br />

su estrechez revela la lentitud del crecimiento.<br />

Con el microscopio se perciben numerosos<br />

vasos mezclados entre las fibras. La corteza<br />

es delgada aun en árboles seculares, lisa y de<br />

color claro en las ramas jóvenes, rugosa y<br />

pardo obscura en las viejas, gracias á que, resquebrajándose<br />

en pequeñas placas rectangulares,<br />

deja al descubierto las capas rojizas del<br />

líber.<br />

. Las ramas propenden á seguir la dirección<br />

vertical, pero con el cultivo, y gracias á los<br />

esfuerzos y cuidados del arboricultor, se mantienen<br />

casi horizontales y llegan á constituir<br />

una copa semiesférica. Las yemas son pequeñas,<br />

planas, triangulares, y están formadas por<br />

pequeño número - de capas. Las hojas compuestas,<br />

paripinadas, quinqueyugadas por lo<br />

común, cuadriyugadas con frecuencia y triyugadas<br />

á veces, quedando reducida la hoja<br />

terminal á un hilillo, prolongación del raquis.<br />

Las hojuelas, aovadas y casi elípticas en ocasiones,<br />

de borde entero y ájúce hendido, son<br />

coriáceas, verde obscuras y lustrosas por el<br />

haz, claras y mates por el envés, y están sostenidas<br />

por un pecíolo corto, algo abultado;<br />

el nervio medio se adelgaza y termina en ira<br />

pezoncillo saliente; los transversales son peninerviados;<br />

las venas y venillas, anastomosadas;<br />

acanalado el raquis, y las hojuelas, en dos<br />

Figura 1."—A, racimo de flores masculinas;<br />

JB, flor separada, de tamaño natural; C, estambre<br />

series situadas en distintos planos, forman<br />

entre sí ángulos obtusos.<br />

Las flores del algarrobo son masculinas, femeninas<br />

ó hermafroditas. Las primeras se ha-


Figura 2."<br />

Racimo de flores femeninas<br />

ALG — 11 — ALG<br />

llañ reunidas en racimos, con ún pedúnculo<br />

central que llega á medir 80 centímetros, y<br />

en el cual se articulan en espiral pedunculillos<br />

de 5 centímetros, cada uno de los cuales sostiene<br />

una flor. La expansión del pedunculillo<br />

constituye el cáliz, ligeramente rojizo y formado<br />

por cinco<br />

sépalos enteros,<br />

de ápice<br />

redondeado, y<br />

encorvados y<br />

ahuecados ligeramente,<br />

de<br />

manera que<br />

presentan una<br />

pequeña giba<br />

al exterior;<br />

sobre el cáliz<br />

hay un disco<br />

de cinco sépalos<br />

carnosos;<br />

de los sépalos<br />

y de la parte<br />

inferior del<br />

disco nacen<br />

filamentos largos,<br />

blanco<br />

amarillentos, adelgazados en su ápice, y que<br />

sostienen una antera versátil, formada por<br />

dos celdillas unidas y prolongadas, que se<br />

abren por la cara exterior, y que efectuada la<br />

fecundación, presentan tres aberturas después<br />

de expelido un polen parecido al de la vid.<br />

El pistilo rudimentario se<br />

halla sustituido por un pequeño<br />

pezoncito puntiagudo,<br />

situado en el centro<br />

del disco.<br />

También las flores femeninas<br />

se hallan dispuestas<br />

en racimo; su disco se<br />

ennegrece y endurece después<br />

de la fecundación, y<br />

acompaña al fruto, constituyendo<br />

el reborde que éste<br />

ostenta en su base una<br />

vez maduro. Los estam-<br />

Figura 3. a —Flor con bres se hallan sustituidos<br />

anteras rudimenta- p 0 1. pez0ncitos pediculados;<br />

el pistilo, único, central,<br />

con un ovario simple, ligeramente arqueado<br />

y deprimido; se parece al fruto por la<br />

forma, y lleva de placenta<br />

un hilillo que corre<br />

por la curvatura<br />

inferior, y lleva numerosos<br />

huevecillos adheridos,<br />

sin tabique de<br />

separación y con una<br />

l ^ sutura en el dorso. El<br />

estilo es casi nulo, y el<br />

Figura 4. a —Flor herma- estigma forma una esturaí<br />

ta d e t a m a f i o n a " P e o i e d e cabeza claviforme<br />

y partida -por la<br />

continuación de la sutura dorsal. Las flores<br />

hermafroditas son idénticas á las anteriores<br />

en sus detalles, y en lugar de los pezbncitos,<br />

llevan estambres y pistilos.<br />

El fruto es una legumbre prolongada que<br />

mide de 14 á 26 centímetros, según las variedades<br />

, y que se distingue por ser comprimida<br />

y arqueada, de color castaño, á veces más<br />

obscuro y casi negro; superficie lustrosa y<br />

arrugada, en la cual se marcan en ocasiones<br />

I<br />

w<br />

/ l»'/<br />

I<br />

' / F<br />

Figura 5.*—H, hojas, y F, fruto<br />

los lóculos de las semillas; indehiscente, y estigma<br />

persistente. Tiene epicarpio ó cubierta<br />

exterior, formada por dos capas delgadas y<br />

perfectamente unidas, la exterior rojiza y.la<br />

interior fibrosa; mesocarpio ó capa media, formada<br />

por una pulpa esponjosa, dulce y grata<br />

al paladar, y endocarpio ó cubierta interna,<br />

amarillenta y apergaminada, que reviste las<br />

dos valvas de la legumbre y se une entre las<br />

semillas, formando tabiques y cavidades transversales<br />

en que aquéllas se alojan.<br />

Las semillas, denominadas garrqfines, son<br />

aovadas y comprimidas, de 8 á 10 milímetros<br />

de longitud por 4 ó 5 de anchura,<br />

duras, de superficie lisa y<br />

&<br />

Figura 6.°<br />

Semilla<br />

brillante, y de color rojizo. Están<br />

formadas por el espermodermo<br />

ó cubierta externa de<br />

dos capas delgadas; la testa<br />

ó exterior, que comunica forma y dureza á la<br />

semilla, la interior unida íntimamente con<br />

aquélla, que corresponde al tegmen de los<br />

botánicos, y es de color rojizo. La almendra<br />

encerrada entre esas capas se halla constituida<br />

por una capa albuminosa córnea y durísima, y<br />

por el embrión, que representa la radícula y<br />

el diminuto tallo, envueltos en dos cotiledones<br />

tan anchos como la almendra, planos y que<br />

separan la almendra en dos partes, formando<br />

un tabique.<br />

El porte de los algarrobos es bastante característico<br />

cuando se hallan sometidos á cultivo,


ALG — 12 — ALG<br />

según de lo dicho se desprende. Es un árbol<br />

de mediano tamaño, de tronco relativamente<br />

corto, grueso y deforme; de corteza parduzca;<br />

de copa frondosa, redondeada y que se extiende<br />

en ramas laterales de hojas persistentes,<br />

gruesas y compactas, y de color verde<br />

obscuro muy distinto del propio de los olivos.<br />

Algunos han considerado á este árbol incluido<br />

en la clase Peniandria monoginia, de<br />

Linneo, por prescindir de la clase Poligamia.<br />

Turnefort le coloca en la clase 18, ó sea entre<br />

los árboles y arbustos de flores apétalas, en su<br />

primera sección, por mantenerse pegadas al<br />

fruto, y le denomina Siliqua edulis.<br />

VARIEDADES.—No es necesario encarecer<br />

aquí la importancia que bajo el punto de vista<br />

agrícola tiene el conocimiento de las variedades<br />

de las plantas; el de las correspondientes<br />

al algarrobo, aun cuando poco numerosas, es<br />

difícil, por ser muy afines entre sí. Perteneciente<br />

el árbol á la clase 23 del sistema sexual<br />

de Linneo, denominada Poligamia triada, por<br />

estar formada con individuos cuj'a floración<br />

es exclusivamente masculina, exclusivamente<br />

femenina ó hermafrodita. La circunstancia de<br />

no perpetuarse tan importante carácter por la<br />

reproducción seminal, y la de estar afectadas<br />

las plantas de otros caracteres de menor importancia<br />

que desaparecen también con facilidad<br />

, es motivo suficiente para considerar cada<br />

mío de estos grupos como verdaderas variedades<br />

ó agrupaciones de éstas, ya que si los individuos<br />

de flores hermafroditas no presentan<br />

modificaciones tales que constituyan una variedad<br />

, en cambio en los individuos de flores<br />

masculinas hay dos clases perfectamente definidas,<br />

y varias en los de flores femeninas. Partiendo<br />

, pues, de esa división natural, conviene<br />

describir con algún detenimiento cada uno<br />

de esos tres grupos.<br />

Algarrobos de flor masculina.—Estos árboles<br />

, denominados vulgarmente Judíos ó Chudeus,<br />

se distinguen ante todo por sus flores,<br />

desprovistas de gineceo, y además por tener<br />

las ramas blanquecinas, brotes rojizos y hojas<br />

muy, pequeñas, ligeramente redondeadas, y<br />

además por florecer antes que los demás algarrobos<br />

de la agrupación. Por ignorar que el<br />

concurso de sus flores es indispensable para la<br />

fructificación, y al observar que ellos por su<br />

parte no dan fruto, se les exterminaba antiguamente<br />

, mientras que hoy se injertan ramas<br />

de ellos en los algarrobos de flores femeninas.<br />

Distínguense dos clases de algarrobos de flor<br />

masculina, según que ésta sea de color blanco<br />

amarillento ó de color rojizo. Los primeros se<br />

caracterizan además por la rapidez de su desarrollo,<br />

que exige frecuentes podas, si bien<br />

tardan cuatro ó cinco años en hallarse acondicionados<br />

para desempeñar sus funciones, y<br />

porque resisten sin quebranto fríos bastante<br />

intensos. Los segundos son raquíticos y achaparrados,<br />

superiores en fragancia á los primeros,<br />

menos frondosos, pero más abundantes<br />

en flores; particularidad que los hace preferibles:<br />

en cambio son menos rústicos, se secan<br />

á consecuencia de los fríos intensos, y deben<br />

plantarse en sitios abrigados de los vientos<br />

septentrionales.<br />

Algarrobos de flores femeninas.— Treinta<br />

variedades se enumeraron en la Exposición<br />

agrícola celebrada en Madrid en 1857, procedentes<br />

todas ellas de comarcas peninsulares;<br />

sin embargo, todo hace creer que en realidad<br />

no llegaban á ese número, puesto que las denominaciones<br />

de po,m, plomall y manolleras,<br />

por ejemplo, se refieren á la variedad que reúne<br />

sus frutos en manojos; las negras y negretas<br />

se llaman así por su coloración; las veras y<br />

lisas son en realidad las descritas con el nombre<br />

de rojas; las de costilla de asno son una<br />

variación de les caches; las de vara larga probablemente<br />

serían las de flor hermafrodita, y<br />

las mollares indudablemente no eran otra cosa<br />

que las casudas, siendo de presumir que otras<br />

presentadas como variedades distintas no lo<br />

fueran en realidad. Entre las descritas especialmente<br />

figuran las variedades siguientes:<br />

1. a Casudas.—Esta variedad, también denominada<br />

mollar y doncell, es la mejor entre<br />

las cultivadas en el reino de Valencia. Sus individuos<br />

se desarrollan extraordinariamente, y<br />

presentan ramas frondosas, pjobladas de hojas,<br />

nudosas y abundantes. Las hojas son desiguales,<br />

y muchas aguzadas por el borde inferior,<br />

dominando las pequeñas. El fruto es de color<br />

rojo castaño con visos amarillentos, largo,<br />

grueso y ancho, abundante en pulpa blanca,<br />

y es muy dulce y estimada. Ese árbol exige<br />

frecuentes podas, y las cosechas son muy inseguras.<br />

Una subvariedad se distingue por ser<br />

más lisas las ramas, más abundante en follaje<br />

y más escasa en fruto, y porque éste es de<br />

pequeñas dimensiones, estrecho en su base y<br />

parecido á una cuchara.<br />

2. a Royas. — En algunos puntos (Turis,<br />

Gedelleta, etc.) se denominan ¡lisas ó llises,<br />

y aun tal vez melars; son árboles de gran<br />

desarrollo, aun cuando no tanto como los anteriores;<br />

de ramas abundantes, conñisas y nudosas;<br />

numerosas hojas pequeñas, de color<br />

verde claro, que le caracteriza aun á grandes<br />

distancias; frutos regulares, de un decímetro<br />

á decímetro y medio de longitud, repartidos<br />

por el tronco y las ramas, rara vez agrupados<br />

formando manojo más de dos ó tres, y de color<br />

verde claro, y pulpa blanca y .dulce. Esta<br />

variedad, más estimada que la anterior por la<br />

regularidad de sus cosechas, se suele denominar<br />

Roya vera, es decir, buena, para distinguirla<br />

de la rebordonida ó degenerada, de<br />

ramas más claras, hojas más estrechas y algarrobas<br />

más pequeñas, entre las que destacan<br />

no pocas de forma de cuchara. Las dos variedades<br />

descritas exigen terreno de buena calidad.<br />

3." Matalaferas.—Variedad muy abundante<br />

en la región valenciana, tal vez á causa<br />

del gran tamaño de sus frutos. Sus individuos<br />

son de mediana altura; las ramas lisas y derechas,<br />

formando entre sí ángulos casi rectos,<br />

son escasas en follaje; las hojas tan largas, que


ALG — 13 — ALG<br />

llegan á medir en ocasiones 85 milímetros de<br />

longitud y 50 de anchura, con vértice muy<br />

escotado; los frutos son de color rojo muy obscuro,<br />

casi negros, anchos, gruesos y hasta<br />

de 22 centímetros de longitud, y aun cuando<br />

su aspecto es excelente, la calidad es bastante<br />

inferior, y la pulpa relativamente escasa, y<br />

por lo mismo la algarroba menos dulce. Los<br />

frutos forman manojos, y por la abundancia<br />

y seguridad de las cosechas es el árbol muy<br />

estimado. Lo escaso de su follaje, la amplitud<br />

de sus hojas, lo derecho y liso de las ramas le<br />

dan,un aspecto especial, que permite distinguirle<br />

fácilmente; prospera en terrenos flojos.<br />

La subvariedad denominada del pomb en Játiva<br />

y Liria, ponieres en Gilet y Sagunto, y<br />

del pomell en Bétera, tiene las ramas menos<br />

abiertas, y hojas solamente en las extremidades;<br />

produce mayor número de frutos en cada<br />

racimo, pero las cosechas son menos seguras.<br />

4. A Caches.—Arboles de ramificación clara<br />

y tamaño mediano ó pequeño, ramas lisas,<br />

largas, colgantes y poco ramificadas; llámanse<br />

caches ó achaparrados porque impiden el paso<br />

de las caballerías en las labores; las hojas,<br />

bastante grandes, forman ramilletes en el extremo<br />

de las ramas; los frutos sou de color<br />

rojo obscuro, largos, anchos y delgados, tan<br />

pesados como escasos en pulpa,' reunidos en<br />

manojos y tan poco estimados como los de las<br />

matalaferas. La cosecha es segura todos los<br />

años. La subvariedad cuerno de, cabra se distingue<br />

por sus frutos en forma de herradura,<br />

por la escasa cantidad de pulpa y por lo desagradable<br />

del sabor.<br />

5. A Negretas.— De ramas algo más compactas<br />

que la matalafera y porte parecido al<br />

de ésta, con ramas algo rugosas y hojas medianas,<br />

largas relativamente, las negretas producen<br />

frutos cortos, de color muy obscuro,<br />

delgados, dulces y algo picantes; circunstancia<br />

por la cual las rechazan las caballerías<br />

cuando se las administran mezcladas con otras<br />

variedades; las aceptan, sin embargo, cuando<br />

las encuentran solas, y estimulan al ganado á<br />

beber mucha agua; son las menos estimadas, y<br />

las cosechas suelen ser alternas. La costilla de<br />

toro, variación de la precedente, produce algarrobas<br />

anchas y gruesas, de buen aspecto y<br />

sabor aceptable recién recolectadas, pero negras<br />

, amargas y malas después.<br />

Algarrobos ele flor hermafrodita.—Denomínanse<br />

también esos árboles machos garroferos<br />

, másele floridor, borroses, ondaes y mata<br />

caballos. Su porte es muy parecido al de la<br />

matalafera; las ramas, lisas y derechas, son<br />

más largas, forman ángulos agudos y tienen<br />

pocas ramificaciones; las hojas son poco abundantes<br />

y forman una copa clara; los frutos<br />

anchos, largos, de color rojo, muy leñosos y<br />

poco dulces, pero abundantes y muy adheridos<br />

al tronco y á las ramas, por lo cual se distinguen<br />

de las matalaferas, con las que podrían<br />

confundirse. La recolección es penosa,<br />

pero en cambio los frutos resisten á las sacudidas<br />

de los vientos fuertes. Los algarrobos<br />

hermafroditas no necesitan injertos de ramas<br />

machos; abundan en Onda y en toda la provincia<br />

de Castellón, y se exporta al extranjero<br />

gran cantidad de frutos, porque resisten perfectamente<br />

el agua de mar, con que se rocían<br />

las algarrobas para que resulten más sabrosas<br />

y las coma el ganado con gusto.<br />

CLIMA.—Siendo el algarrobo planta de hojas<br />

persistentes, dicho se está que aun durante el<br />

invierno se mantiene en- movimiento la savia,<br />

y que por ser de delgada corteza y de someras<br />

raíces, sucumbirá bajo la acción de fríos intensos<br />

y no resistirá sin padecer ardores tropicales.<br />

Un frío inferior á 5 O bajo 0 perturba completamente<br />

su vegetación, y un calor superior<br />

á 47°, sobre todo cuando escasea la humedad,<br />

le hace languidecer y vuelve sus hojas de color<br />

amarillento. Para que maduren sus frutos en<br />

los trescientos treinta y cinco días que transcurren<br />

desde el mes de Octubre, época en que<br />

ciernen las flores, se ha calculado que el árbol<br />

necesita recibir 5.965 grados de calor; cantidad<br />

mucho mayor que la de 3.978 que -exige<br />

el olivo y la de 2.700 que requiere la uva;<br />

pero además es preciso que durante el invierno<br />

no viva el algarrobo en una atmósfera excesivamente<br />

húmeda, y que aumenta la acción<br />

destructora de las heladas.<br />

De ahí que el área ó zona del algarrobo sea<br />

limitada en sumo grado, y se extienda por la<br />

costa del Mediterráneo tínicamente, y no por<br />

el interior de nuestra Península, desde Málaga<br />

hasta Gerona, y especialmente en las provincias<br />

valencianas y en la de Tarragona, y que<br />

vegete en las provincias de Cádiz, Sevilla y<br />

Huelva sobre zonas de temperatura bastante<br />

igual y próximas á la costa. Esa zona es muy<br />

estrecha, hasta el punto de no medir más de<br />

25 kilómetros de anchura en la provincia de<br />

Tarragona, poco más en las de Castellón, Valencia<br />

y Alicante, y reducirse casi á una faja<br />

inmediata á la costa en las provincias de Barcelona<br />

y Gerona. Cuanto á la provincia de Valencia,<br />

se observa que mientras en las estribaciones<br />

de las sierras de Porta-Coeli, que<br />

parte de Sagunto, y la de Valldigna, que nace<br />

en Gandía, desaparece de las faldas y mesetas<br />

á poca distancia de la costa, á consecuencia de<br />

elevarse el suelo sobre el nivel del mar; en<br />

cambio penetra por los valles hasta los términos<br />

de Villar, Chulilla, Sot de Chera, Chera,<br />

Requena, Tons, Enguera y Fuente la<br />

Higuera á más de 40 kilómetros de la costa<br />

mediterránea.<br />

Esa misma desigual amplitud se observa en<br />

la zona que ocupa en la provincia de Castellón,<br />

donde, según dice el doctor D. Juan Vilanova<br />

en su Memoria geológica sobre dicha<br />

provincia, está limitada por una línea irregular<br />

que, arrancando de Vinaroz y Benicarló,<br />

sigue por Traiguera y San Jorge, Las Cuevas,<br />

Villanueva y Benlloch, Borriol, Argelita y<br />

Lucená, llegando hasta Las Uceras, y por Fanzara<br />

y íübesalbes á Onda, subiendo en el río<br />

Palancia hasta Segorbe y Castellnovo. Es también<br />

objeto de especial cultivo en toda la costa


ALG — 14 — ALG<br />

de la provincia de Alicante, extendiéndose<br />

principalmente por los fecundos valles de<br />

Pego y Gallinera, Monóvar y Orihuela. En<br />

la de Murcia tiene en la actualidad escasa importancia<br />

su cultivo, pues solamente se ven<br />

algunos centenares de algarrobos viejos y maltratados,<br />

esparcidos desde la Sierra de Palos<br />

hasta Mazarrón, extendiéndose algunos en la<br />

cuenca del Segura hasta Ricote, que son los<br />

más elevados que en la mencionada provincia<br />

existen. Para remediar ese abandono, algunos<br />

de los amantes de la prosperidad agrícola de<br />

aquella región han comenzado á hacer plantaciones,<br />

que podrán convertir en productivos<br />

muchos terrenos hoy abandonados.<br />

. El algarrobo crece espontáneamente en<br />

todos los montes del litoral andaluz que no<br />

exceden de una altitud determinada, y se<br />

aprovechan en unión de las demás matas de<br />

monte bajo, sin que hasta el presente hayan<br />

sido objeto de cultivo especial, exceptuando<br />

algunos sitios donde se desarrolla con mayor<br />

vigor y suelen injertarse algunos rodales para<br />

utilizar el fruto, sin hacerle objeto de nuevos<br />

cuidados. Por hallarse en ese caso pueden citarse<br />

los algarrobos existentes en algunos cerritos<br />

de Dalias, en las estribaciones de la sierra<br />

de Gador, en la provincia de Almería, y<br />

los del monte de Casulas (Granada), de Ubrique<br />

en Cádiz, de Torrox en Málaga, etc., etc.<br />

Si del litoral andaluz nos trasladamos á la<br />

costa de Cataluña, tendremos que en la provincia<br />

de Tarragona es donde dicho árbol tiene<br />

mayor importancia, según queda apuntado.<br />

Elevándose en la cuenca del Ebro hasta Tortosa,<br />

se le encuentra espontáneo en los montes<br />

inmediatos á la costa, y cultivado en una zona,<br />

si bien más estrecha que en las precedentes<br />

provincias, puesto que sólo alcanza hasta 25<br />

kilómetros en su mayor amplitud, en cambio<br />

mucho mejor atendidos. En la de Barcelona<br />

aparece también espontáneamente en todo el<br />

litoral y cultivado en menor escala que en la<br />

anterior provincia, y por último, en la de Gerona<br />

apenas si se ven algunos ejemplares, á<br />

consecuencia del clima frío propio de esa provincia,<br />

determinado por la proximidad del Pirineo<br />

y por los frecuentes vientos del golfo.<br />

En las Baleares existen también numerosos<br />

ejemplares del algarrobo, pero sin constituir<br />

plantaciones especiales. Generalmente se le<br />

tiene poca afición, sin duda á causa de la mala<br />

calidad de sus frutos; así es que únicamente<br />

aprovechan los innumerables que, gracias á la<br />

benignidad de su clima, nacen espontáneos y<br />

viven frondosos en las laderas de sus montes,<br />

salpicados entre olivos, higueras ó almendros,<br />

ó en las lindes de las heredades, mientras no<br />

son perjudiciales para cualquier otra producción,<br />

en cuyo caso los cortan sin consideración<br />

alguna. Tal vez aquellos isleños aumentarían<br />

sus beneficios económicos si sustituyeran muchas<br />

de sus actuales plantaciones de higueras<br />

y almendros, y aun algunos árboles frutales,<br />

con el algarrobo, aprovechando los más estériles<br />

suelos, introduciendo algunas de las me­<br />

jores variedades valencianas y dedicando mayor<br />

atención al cultivo.<br />

Reconociendo la importancia agrícola del<br />

algarrobo, se han venido haciendo desde fines<br />

del siglo pasado, numerosos ensayos para extender<br />

el área de esa planta. En las Provincias<br />

Vascongadas; en Talavera de la .Reina, según<br />

se desprende de documentos recogidos por las<br />

Sociedades económicas, y en la Alcarria, al<br />

decir de D. Nicolás de Palma, vivieron algunas<br />

plantaciones en buen estado, hasta que un<br />

invierno riguroso acabó con ellas, como acabaron<br />

con la mayor parte de los existentes en<br />

la provincia de Valencia durante los años de<br />

1789 y muchos en 1875. De ese fracaso no se<br />

desprende en manera alguna que esa planta sea<br />

exclusiva de la zona costanera del Mediterráneo,<br />

sino que no puede resistir temperaturas<br />

demasiado bajas; así como del hecho de queno<br />

pueda producir frutos en la costa del Atlántico<br />

solamente se puede deducir, puesto<br />

que en ella no desciende la temperatura á cero<br />

por lo general, que no se eleva allí la temperatura<br />

lo suficiente para que el árbol se<br />

desenvuelva.<br />

También vegeta el algarrobo fuera de nuestra<br />

Península, en las costas meridionales: en<br />

Córcega; en el litoral de Italia; en Cerdeña y<br />

en Sicilia; en Istria y Dalmacia; en Grecia y<br />

sus islas; en Creta, Rodas y Chipre: en el<br />

Occidente de Asia, y. especialmente en el Asia<br />

Menor, Siria y Palestina, de donde se ha<br />

supuesto originario el árbol; en Arabia, en<br />

Egipto y en Berbería. También vegeta en las<br />

Canarias, y se cultiva en las comarcas lusitanas<br />

de los Algarbes, donde se eleva á 500 metros<br />

sobre el nivel del mar; en la sierra de<br />

Arrabida, y en las costas de Extremadura y<br />

laBeira, donde se distinguen las variedades<br />

denominadas canella, mulata, galliosa y de<br />

burro. El Sr. Carruano afirma que se encuentran<br />

algarrobos en la América meridional, aun<br />

á grandes distancias de la costa; es decir, que<br />

la zona del algarrobo viene á ocupar una extensión<br />

superficial de 700.000 kilómetros cuadrados<br />

, ó sea '/isi d e I a superficie continental é<br />

insular, que se eleva á 126.630.000 kilómetros<br />

cuadrados. .<br />

LATITUD.—Determinada el área ó habitación<br />

del algarrobo, íácil es precisar sus límites<br />

geográficos. Siendo Lovrana, en el imperio<br />

austríaco, el punto más septentrional en que<br />

vegeta, resulta que aquélla se extiende hasta<br />

los 4*5° de latitud Norte próximamente, es decir,<br />

casi tanto como la zona del olivo que termina<br />

á los 46, y poco menos que la de la vid,<br />

cuyo límite septentrional es el paralelo 50. En<br />

cambio no avanza hacia el Sur más allá 'del<br />

paralelo 30° tanto como la vid, y menos que<br />

el olivo que llega á los 18°; es decir, que el<br />

área de aquél mide 15° de anchura en vez de<br />

28 y 25 como la vid y el olivo respectivamente.<br />

ALTITUD.—El algarrobo no vegeta en el interior<br />

de los continentes, aun en terrenos bajos,<br />

por lo mismo que los cambios de tempetura<br />

no se hallan regulados en cierto modo


ALG — 15 — ALG<br />

por la influencia del mar. Aun en las costas<br />

se eleva el árbol á poca altura, aun contando<br />

con abrigos especiales; así en la provincia de<br />

Valencia solamente se eleva á 460 metros sobre<br />

el nivel del mar en Chelva; en Buñol, á<br />

425; en Onteniente, á 400, y en Mogente, á<br />

420; en el Algarbe (Portugal) vegeta á 500<br />

metros; en el África septentrional probablemente<br />

á mayor altura, mientras que al Norte<br />

disminuye notablemente la altitud.<br />

EXPOSICIÓN.—Dada la enorme cantidad de<br />

calor que necesita acumular el algarrobo para<br />

que sus frutos maduren, dicho se está que le<br />

han de convenir, ó llanuras bien caldeadas por<br />

el sol, ó laderas abrigadas de los vientos fríos.<br />

La circunstancia de que pueda vegetar en terrenos<br />

flojos permite dedicar las vegas y los<br />

terrenos feraces á otras explotaciones agrícolas,<br />

y destinar al algarrobo laderas que se hallen<br />

á cubierto de vientos frescos; es decir,<br />

que no deben plantarse en las umbrías expuestas<br />

á las intensas heladas invernales y que<br />

durante varios meses reciben muy oblicuamente<br />

los rayos solares, á no ser en países<br />

muy meridionales y donde sean excesivos los<br />

ardores del estío; en nuestra Península, pollo<br />

tanto, solamente madurará bien sus frutos<br />

el algarrobo que vegete en laderas expuestas<br />

hacia el Mediodía ó el Poniente! Las exposiciones<br />

de Levante y Poniente presentan condiciones<br />

intermedias entre las del Norte y Sur,<br />

y son preferibles á la septentrional, aun cuando<br />

no tan recomendables como la meridional, á<br />

no ser en el límite de la zona de la interesante<br />

planta que nos ocupa. El brusco cambio de<br />

temperatura que experimentan los vegetales<br />

en aquellas dos exposiciones, al retirarse súbitamente<br />

el sol en los momentos" en que su<br />

acción es más enérgica tratándose de la primera<br />

, y al ponerse para dar lugar á la noche<br />

tratándose, de la segunda, perturban, empero,<br />

notablemente la marcha de la vegetación<br />

del algarrobo, y de ahí que en realidad no<br />

presenten ventajas incuestionables en la mayoría<br />

de los casos. En la de Levante son más<br />

perjudiciales las heladas, á causa de la rapidez<br />

en el deshielo; en la de Poniente, en las comarcas<br />

levantinas de la Península, los árboles<br />

sufren á consecuencia de vientos secos y<br />

abrasadores durante los meses estivales. Así,<br />

pues, en climas secos y cálidos es preferible<br />

la exposición oriental; en climas húmedos, la<br />

occidental..<br />

TERRENO.—La lozanía y desarrollo de los<br />

algarrobos que crecen espontáneamente entre<br />

los peñascos de muchas sierras desnudas, muestran<br />

la frugalidad de la planta y patentizan<br />

que es poco exigente respecto á la calidad de<br />

los terrenos. De ahí que vegeten en las pedrizas<br />

y llanuras ó colinas cubiertas de delgada<br />

capa de tierra, como en los terrenos profundos<br />

y de ribera. La gran superficie foliácea<br />

y el notable desarrollo que adquieren las raíces<br />

del algarrobo explotando vastas extensiones,<br />

explican ese hecho anómalo al parecer;<br />

sin embargo, no quiere decir esto que no se<br />

desenvuelva y viva con mayor lozanía y vigor<br />

en los suelos profundos y de mucha miga. '<br />

Respecto de la - naturaleza de los terrenos,<br />

es de advertir que el algarrobo , á la manera<br />

que la vid, se acomoda á casi todos ellos.<br />

Así se ven magníficas y extensas plantaciones<br />

en suelos procedentes de la descomposición<br />

de roca caliza en Liria, Chelva y valles<br />

de Albaida y Pego, y en los terrenos numulíficos<br />

de la provincia de Tarragona; en el silíceo<br />

procedente de la descomposición de arenisca<br />

roja ó rodeno, que abundan en Sagunto, Gilet,<br />

Puig, desierto de las Palmas y Borriol;<br />

en las arenas marítimas de la costa; en ciertos<br />

rodales graníticos de la provincia de Barcelona.<br />

Únicamente son poco favorables ó más<br />

bien adversos para el desarrollo de la planta<br />

los.terrenos arcillosos y compactos, vulgarmente<br />

denominados tierras fuertes.<br />

Tampoco exige riegos frecuéntesele bastan<br />

por lo común las lluvias de otoño y primavera<br />

para resistir los ardorosos calores del verano,<br />

y aun cuando escaseen aquéllas, no sufre<br />

tanto como la vid y el olivo. Sin embargó,<br />

para activar su vegetación conviene regarle<br />

en tiempos de sequía con alguna frecuencia,<br />

siempre que no sea excesiva la cantidad de<br />

agua que se emplee, si bien el fruto suele resultar<br />

menos azucarado y la frondosidad extraordinaria<br />

, es decir, que en definitiva los<br />

riegos facilitan el desarrollo del árbol, y son<br />

convenientes durante los primeros años, pero<br />

perjudican á la calidad del fruto.<br />

ESTACIÓN.—No es difícil determinar la estación<br />

del algarrobo para quien haya recorrido<br />

los montes de Valí de Tabernes, los inmediatos<br />

á Sagunto, los que rodean al valle de Pego<br />

y otros situados cerca del mar. Allí se observa<br />

que la mayoría de los barrancos y laderas están<br />

cubiertos de algarrobos espontáneos, que<br />

vegetan con lozanía entre descarnadas peñas,<br />

sin más apoyo que la escasa capa de tierra que<br />

las lluvias torrenciales no pueden arrastrar<br />

por hallarse entre las grietas, y sin reclamar<br />

del hombre otro esfuerzo que el de cosechar<br />

los abundantes frutos.<br />

APLICACIONES.—Varias son las que se pueden<br />

hacer del algarrobo, sobre todo cuando<br />

nuestros labradores abandonen el limitado<br />

campo de la rutina. Desde luego, la flor, destinada<br />

al parecer á fecundar el ovario y preparar<br />

la formación del fruto, es un elementó<br />

valioso para las colmenas, que se suelen transportar<br />

en invierno á sitios en que abundan los<br />

algarrobos, y donde hallan, por consiguiente,<br />

alimento abundante, cuando sin ese recurso<br />

morirían tal vez las abejas. Ha de advertirse,<br />

empero, que la miel procedente de la flor de<br />

ese árbol es de color amarillo rojizo, y tiene<br />

un sabor desagradable y áspero, causa tal vez<br />

de que no la consuman las mismas abejas<br />

sino á falta de otro alimento y como último<br />

recurso, conservando todo el tiempo que las<br />

es posible la miel del algarrobo, como hacen<br />

observar los labradores.<br />

Pero el fruto es el que facilita las principa-


ALG — 16 — ALG<br />

les aplicaciones de ese árbol. En la mayoría<br />

de los pueblos en que abunda, constituye la<br />

base para la alimentación, ya que no el alimento<br />

único para el ganado caballar, mular y<br />

asnal, y aun para el vacuno, de cerda, lanar y<br />

cabrío. Maduras y secas las garrofas, tal vez<br />

á causa de su abundancia en azúcar, constituyen<br />

un pienso apetitoso para los ganados; los<br />

engordan de una manera visible, y los mantienen<br />

perfectamente sanos y vigorosos. En estado<br />

verde ese fruto es excesivamente astringente<br />

y áspero, siendo casi imposible comerle<br />

por las violentas contracciones que produce<br />

en los músculos del aparato bucal. Recién cogido,<br />

resulta algo desabrido, mas conforme va<br />

secándose, se desenvuelve en él un principio<br />

azucarado meloso que impregna la pulpa, haciéndola<br />

mucho más grata al paladar, siquiera<br />

dificulte su masticación la capa coriácea que<br />

la cubre. En épocas de carestía también utilizan<br />

ese fruto los pobres como alimento.<br />

Si se comen las algarrobas cuando están<br />

verdes, causan perturbaciones en el estómago<br />

á causa de su extremada astringencia, y secas<br />

son de digestión difícil á causa de la capa casi<br />

leñosa que las acompaña, y produce astricciones<br />

de vientre. Antiguamente se confeccionaba<br />

con las algarrobas verdes un extracto, que<br />

entraba como uno de los principales ingredientes<br />

en el llamado emplasto de algarrobo<br />

Cemplastum siliquce de la farmacopea matritense),<br />

que se aplicaba con buen éxito á las<br />

roturas de los huesos, y muy particularmente<br />

en las quebraduras ó hernias simples de los<br />

niños. También se celebra la eficacia de esos<br />

frutos para calmar las gastralgias; virtud que<br />

se ha atribuido al desdoblamiento de la glucosa,<br />

que contiene en gran cantidad, convirtiéndose<br />

en alcohol y ácido carbónico, y obrando<br />

este último como sedante en la membrana<br />

mucosa del estómago.<br />

Con el fruto del algarrobo solo, ó mezclado .<br />

. con salvado ó harina de cebada, maíz ó centeno<br />

, preparan en Italia una masa, y forman<br />

unos panes con que se ceban los animales domésticos.<br />

De la pulpa de las mejores variedades,<br />

mezclada con harina de trigo ó de maíz,<br />

puede obtenerse un pan económico, gustoso<br />

al paladar, que en época de carestía constituye<br />

un valioso recurso. Hace muchos años se<br />

vendía también en el comercio una especie de<br />

café denominado harceba, que se confeccionaba<br />

con la pulpa en cuestión. De las algarrobas<br />

secas y machacadas, ó solamente de su pulpa,<br />

forman en algunos países unos panes que, según<br />

Valcárccl, son más sabrosos que los de<br />

higos y almendras. Según la agricultura nabathea,<br />

con las algarrobas secas bien trituradas,<br />

amasadas con harina y medio fermentadas, se<br />

preparaban en dulce unas exquisitas croquetas<br />

ó tortas, que se comían fritas con aceite ó<br />

manteca. Los egipcios, exprimiendo la pulpa<br />

de la algarroba, extraían una miel muy dulce,<br />

que servía de azúcar á los árabes, y que empleaban<br />

para confitar los tamarindos, mirabolanos<br />

y otros frutos. En Siria y Egipto se ela­<br />

boraba antiguamente con ese fruto una especie<br />

de vino, y aun hoy día confeccionan una bebida<br />

vinosa los moros de Berbería disolviendo<br />

en agua la pulpa de la algarroba. Por último,<br />

dicha pulpa, mezclada con extracto de raíz de<br />

regalicia, se utiliza para fabricar ciertos helados<br />

de que los musulmanes hacen frecuente<br />

uso.<br />

Las semillas del algarrobo, previamente reblandecidas<br />

por la cocción, constituyen un<br />

excelente alimento para los cerdos, carneros,<br />

cabras y otros animales, gracias al tamaño y<br />

á lo feculento de los cotiledones de aquéllas,<br />

pudiendo citarse muchas reses que han adquirido<br />

extraordinario desarrollo con pienso tan<br />

económico. Tostadas y trituradas sustituyen<br />

en muchos casos al café, y aun suministran<br />

un principio colorante amarillo. Las hojas y<br />

corteza del algarrobo contienen gran cantidad<br />

de tanino, lo que permite utilizarlas en la importante<br />

industria de la tenería.<br />

Los troncos del algarrobo proporcionan<br />

una madera quebradiza, generalmente descompuesta,<br />

que se usa casi exclusivamente<br />

como leña ó para fabricar carbón, más apreciable<br />

que el de pino y bastante mejor que el<br />

procedente de troncos de olivo; razón por la<br />

cual se expende á precios más elevados. El<br />

producto de la descomposición del tronco del<br />

algarrobo constituye un polvillo rojizo, llamado<br />

vulgarmente carcoma, que forma parte<br />

esencial del celebrado caldo de pollo Valentino,<br />

jusculum pulli gallinacei Vulentinum, de<br />

que la medicina hacía gran uso no hace muchos<br />

años, y que aún prescriben algunos facultativos.<br />

Una de las consecuencias de la lentitud en<br />

el crecimiento de los algarrobos es que la madera<br />

de dichos árboles se halle formada por<br />

anillos sumamente delgados, y que gracias á<br />

la casi completa ausencia de radios medulares,<br />

sea extremadamente compacta y dura, y bastante<br />

estimada, especialmente en ebanistería<br />

y marquetería, sobre todo el duramen, que<br />

adquiere un gran desarrollo, que se distingue<br />

de aquél, que es rojizo, por ser él blanco, y<br />

que por la finura de sus tejidos se presta á un<br />

pulimento tan perfecto como el de la caoba.<br />

Los-pocos troncos sanos que se obtienen suelen<br />

ser utilizados por los fabricantes de carruajes,<br />

ya que por su dureza son preferibles á la<br />

madera de olmo para cubos de ruedas, cartelas,<br />

barras y otras piezas que hayan de ser<br />

muy resistentes, como sucede con las de las<br />

ruedas de molino, mazos, mangos de diversos<br />

instrumentos, cepillos y garlopas de carpintero,<br />

etc.<br />

De lo expuesto se desprende cuan variadas<br />

son las aplicaciones que pueden hacerse de los<br />

algarrobos, y que, por desgracia, nuestros labradores<br />

no sacan de ese árbol todo el partido<br />

posible, ya fabricando pan para los pobres ó<br />

para los animales domésticos, imitando á los<br />

italianos, ya extrayendo de la miel y el azúcar<br />

el alcohol y el aguardiente por medio de la<br />

fermentación. El empleo de las muchas semi-


ALG — 18 — ALG<br />

do que penetre el frío, como penetraría á través<br />

de los huecos que el suelo forma.<br />

Al segundo ó tercer año de hallarse en el<br />

vivero el arholito, para darle dirección se irán<br />

podando las ramas y trotes laterales de la<br />

parte inferior del tronco, á menos de que no<br />

se halle muy retrasado su crecimiento, y se<br />

cuidará de que la copa guarde proporción con<br />

la altura y fortaleza del tronco. La guía terminal<br />

habrá de dirigirse cuidadosamente, á fin<br />

de obtener un buen tallo, formando la copa<br />

cuando el árbol haya adquirido una altura de<br />

2 metros y un grosor de 4 ó 5 centímetros.<br />

Con ese objeto se poda completamente la planta,<br />

cortando también la guía terminal, y de<br />

ese modo se obtienen vigorosos brotes, de los<br />

cuales se conservan tres ó cuatro al año siguiente,<br />

simétricamente dispuestos, haciendo<br />

desaparecer todos los demás. El transplante<br />

se ejecuta en el período que media desde el<br />

cuarto al séptimo año, entresacando las plantas<br />

que más adelantadas se hallen.<br />

Ocioso es advertir que no ha de consentirse<br />

la aproximación de los ganados á los viveros,<br />

porque devoran los tallos tiernos, principalmente<br />

en años escasos de hierba, ó cuando<br />

aquéllos salen hambrientos de los apriscos para<br />

pastal'. Los,fríos de invierno, y especialmente<br />

los húmedos de la primavera, cuando los jugos<br />

están ya en movimiento, son sumamente<br />

perjudiciales, y de ahí la necesidad de abrigar<br />

las plantas con pajas de arroz, de trigo ó<br />

con brozas, hasta que se halle asegurado el<br />

transplante, ya que tampoco durante él verano<br />

son perjudiciales tales envolturas á la planta<br />

y evitan la evaporación de la savia. Como<br />

las plantas son muy bajas durante el primer<br />

invierno, se protegen contra el frío con ladrillos<br />

, tejas ó trenzados de cañas.<br />

TBAKSPEANTES.—A consecuencia del gran<br />

desarrollo radical del árbol, es necesario poner<br />

á su disposición considerable extensión de terreno,<br />

máxime cuando el suelo es pobre; de<br />

ahí que se deje una zona de 20 metros entre<br />

líño y liño, ya que el número de árboles queda<br />

compensado sobradamente con el desarrollo<br />

de cada individuo y la abundancia del fruto.<br />

Como son persistentes las hojas de la especie<br />

, necesario es no interrumpir la vegetación<br />

durante el transplante, y de ahí la necesidad<br />

de que éste sea rápido y se verifique en la época<br />

de la vegetación activa, es decir, en el mes<br />

de Septiembre, ó en los últimos días de Marzo<br />

ó primeros de Abril. En el primer caso arraigarán<br />

las plantas antes de que lleguen los fríos<br />

invernales; en el segundo, antes de los rigurosos<br />

ardores de la canícula, tratándose de<br />

climas cálidos. En las comarcas frías es preferible<br />

efectuar el transplante durante la primavera.<br />

Puede ejecutarse el arranque de las plantas<br />

conservando ó no el cepellón, cuando no hayan<br />

de conducirse á puntos lejanos; en este<br />

caso es necesario conservarle, que la tierra<br />

tenga la conveniente humedad, y que se sujete<br />

con broza, pajas, cuerdas ó espuertas, debien­<br />

do ser tales las dimensiones del cepellón, que<br />

se conserve el mayor número de raíces que sea<br />

dable, para asegurar la conservación de la<br />

planta. En ocasiones los cepellones pesan cuatro<br />

y cinco arrobas. Cuando no se saque la<br />

planta con cepellón, se cuidará de no destruir<br />

las raíces, de abrir hoyos extensos y de no cortar<br />

las raíces que estorban con instrumentos<br />

afilados. Deben cortarse las raíces estropeadas,<br />

las desecadas, y aun parte de la central.<br />

La plantación se efectúa en hoyos abiertos<br />

con antelación, y mayores que el espacio ocupado<br />

por cada planta en el vivero, y para que<br />

sea menos sensible la influencia del cambio de<br />

terreno, se envolverán las raíces con buena<br />

tierra tomada de la superficie, y, por consiguiente<br />

, más meteorizada y fértil que la extraída<br />

del hoyo. A veces se mezcla con ella estiércol<br />

común, y aun brozas y hojas de agáveas,<br />

para que la humedad y el riego penetren<br />

hasta las últimas raíces , ya que los riegos artificiales<br />

durante el primero y segundo año, y<br />

más ó menos frecuentes, según las condiciones<br />

climatológicas, favorecen el desarrollo del<br />

árbol.<br />

SIEMBBA !DE ASIENTO.— Este método de reproducción<br />

, para el cual se prepara el terreno<br />

en igual forma que cuando se establece una<br />

almáciga, se combina con la explotación de la<br />

vid, porque el algarrobo no fructifica hasta los<br />

quince años, y no florece hasta los doce; de<br />

manera que no necesita hasta esa edad explotar<br />

todo el terreno que se pone á su disposición.<br />

Cumplido ese plazo, se arrancan las vides,<br />

y el árbol puede vivir á sus anchas. Es<br />

de advertir que por ese sistema de plantación<br />

se desarrolla con mayor lentitud, y no puede<br />

injertarse hasta la edad de diez y ocho ó veinte<br />

años, floreciendo entonces á los veintidós ó<br />

veinticuatro.<br />

Entre los métodos de reproducción por semilla<br />

debe mencionarse el llamado de barbadas<br />

en la región valenciana, y que pudiera denominarse<br />

reproducción por plantón borde. En las<br />

zonas mediterráneas, donde crece el árbol espontáneamente,<br />

abundan en los montes los<br />

ejemplares silvestres, que se utilizan, como<br />

Jos olivastros para las plantaciones de olivo,<br />

arrancándolos con raíces, que se. cortan á nn<br />

palmo de su base, y se colocan envueltos con<br />

buena tierra en grandes hoyos, para cortarlos<br />

después á flor de tierra, dejar libres dos ó tres<br />

yemas, y educar el mejor delosbrotesdeigual<br />

modo que los procedentes de semilla en el<br />

vivero.<br />

REPRODUCCIÓN ARTIFICIAL.— La arboricultura<br />

enseña diferentes métodos de reproducción<br />

por división, según el órgano de donde<br />

proceden las plantas y el procedimiento de<br />

propagación; pero al algarrobo solamente son<br />

aplicables los procedimientos de estaca, retoño<br />

ó injerto. La reproducción artificial se llama<br />

también gemmipara, porque la nueva planta<br />

ha de proceder de una yema.<br />

|? La reproducción por estacas procedentes<br />

del ramaje del árbol es muy poco usual tra-


ALG — 19 — ALG<br />

tándose del algarrobo, por ser la planta refractaria<br />

á la formación de yemas y raíces adventicias.<br />

Sin embargo, da origen á hermosos<br />

árboles, gracias á la considerable cantidad de<br />

savia que contiene en depósito y producen<br />

las primeras raíces y brotes, y que deberán<br />

cortarse cuando la planta está pletórica de savia,<br />

cual ocurre en otoño ó primavera, y especialmente<br />

durante esta última, para evitar<br />

que desequen la planta los calores estivales.<br />

Abiertos los hoyos de medio metro de profundidad<br />

cuando sea de buena calidad el terreno,<br />

y de mayores dimensiones en caso contrario,<br />

se envolverá la estaca colocada en el centro<br />

con buena tierra y alguna cantidad de estiércol,<br />

adoptándose además las precauciones ordinarias<br />

en tales casos, y dejando solamente<br />

dos ó tres yemas fuera, y tapando la herida y<br />

poniéndola á cubierto del sol de primavera<br />

con tejas, ladrillos ó cualquiera otro abrigo<br />

artificial. También en este caso ha de procurarse<br />

formar el árbol de manera que los ganados<br />

puedan pasar por debajo de su copa y sea<br />

posible labrar la tierra con yuntas. Para ello,<br />

de las yemas que quedaron fuera del suelo, y<br />

que arrojarán brotes durante el primer año,<br />

se elegirá la rama más vigorosa, y que esté<br />

situada á cierta distancia del vértice de la estaca;<br />

se mantendrá en posición vertical sujetándola<br />

al mismo patrón ó á un tutor especial;<br />

se cortará al siguiente año con cuidado<br />

sumo la porción sobrante de la estaca, facilitando<br />

la cicatrización con coaltar, barro ó un<br />

betún apropiado, y se conservarán los otros<br />

brotes para favorecer la formación de la savia,<br />

pero despuntando las ramas para que se<br />

concentre toda la vida en la rama vertical,<br />

que se cuidará en igual forma que las procedentes<br />

de vivero, una vez cortadas en el segundo<br />

invierno las otras. Ya hemos dicho que<br />

rara vez se reproducen por estacas los algarrobos,<br />

toda vez que no arrojan brotes con<br />

facilidad y se hallan expuestos á los mismos<br />

peligros que las siembras de asiento.<br />

Retoños.—Los que nacen al pie de los algarrobos,<br />

separados con una pequeña porción<br />

de madera del tronco, mediante un instrumento<br />

muy cortante, y colocados en hoyos<br />

como las estacas, producen brotes y raíces<br />

que originan nuevos individuos. Cuando se<br />

trata de renovar un árbol que por añoso no<br />

da fruto, que ha sufrido alguna mutilación<br />

ó que padece alguna enfermedad, se utiliza<br />

para sustituirle alguno de los más robustos<br />

retoños de la base, el que se cuidará cual si<br />

fuese una estaca.<br />

INJERTO.—Aun cuando con éste no se multiplica<br />

realmente la especie, sino que únicamente<br />

se modifica la naturaleza de árboles<br />

persistentes y se conservan las buenas variedades<br />

, no nos parece extemporáneo tratar de<br />

él aquí. Practícase en las dos temporadas de<br />

Abril á Mayo y Septiembre á Octubre, ó más<br />

bien en cuanto se observa el movimiento primaveral<br />

de la savia, y antes de que se abran<br />

las yemas ó apunten las hojas, y en otoño<br />

cuando se desprende con facilidad una porción<br />

de la corteza. Prefiérese el injerto de<br />

escudete, y se usa á veces el de canutillo, y se<br />

practican ambos en la forma que se expondrá<br />

en el artículo correspondiente.<br />

La operación se suspende durante los días<br />

de gran calor ó de viento fuerte, para evitar<br />

la desecación del escudete ó del canutillo; en<br />

los días de frío intenso, porque se paraliza el<br />

movimiento de la savia,- y en los de lluvia,<br />

para evitar que el agua la disuelva, penetrando<br />

por la herida, é impida la unión del injerto. El<br />

patrón y el injerto deberán hallarse igualmente<br />

adelantados en la vegetación, porque<br />

un exceso de savia en el primero produce derrames<br />

y heridas cancerosas, y en el segundo<br />

es causa de que éste se deseque por no hallar<br />

suficiente cantidad de jugo en el árbol. Las<br />

maderas de ambos deberán ser de igual consistencia,<br />

es decir, que no han de ser el uno<br />

de madera celular y joven, y el otro de madera<br />

fibrosa y compacta, ó de madera elástica<br />

y jugosa el uno, y de madera seca y quebradiza<br />

el otro.<br />

El injerto que se pone á 10 centímetros de<br />

la base y del vértice de la rama para cortar<br />

el sobrante de ésta á los dos años con las debidas<br />

precauciones, arraiga mejor cuando la<br />

circulación de la savia es activa, por estar bien<br />

cultivado el terreno y durante los años lluviosos.<br />

Ingiérense generalmente en los plantones<br />

en la misma primavera del transplante,<br />

y cuando van á brotar las yemas, utilizando,<br />

ora la misma caña, ora las ramas preparadas<br />

de antemano en el vivero, practicándose un<br />

injerto en cada uno de los brazos. Si no se ha<br />

hecho la preparación antes del transplante, se<br />

practica el injerto á los dos ó tres años, durante<br />

el otoño, y cuando las ramas hayan adquirido<br />

la necesaria consistencia. En alguna<br />

comarca valenciana, la de Sagunto, se injertan<br />

los árboles en el vivero, y han de permanecer<br />

dos ó tres años más en la almáciga, y no<br />

se resienten al ejecutar el transplante.<br />

Generalmente se practican cuatro injertos,<br />

uno de ellos masculino, en cada árbol, aun<br />

cuando éste sea de pie macho, con objeto de<br />

que sea más persistente el brote, y porque<br />

nunca se puede abrigar completa certidumbre<br />

respecto del género del patrón. Han de injertarse<br />

simultáneamente el brote masculino y el<br />

femenino para asegurar el resultado, si bien<br />

algunos arboricultores aguardan varios años<br />

para que no adquiera excesivo incremento,<br />

principalmente si es de flor blanca amarillenta,<br />

y dificulta el desarrollo de los brotes femeninos;<br />

inconveniente que se evita acotándole. En<br />

ambos casos se dirigirá hacia el centro del árbol,<br />

para facilitar la distribución del polvillo<br />

fecundante. Cuando desaparezca por una poda<br />

indiscreta ó cualquiera otra causa, y no sea<br />

dable injertar en la cruz del árbol por estar<br />

endurecido, se dejará crecer un pimpollo ó<br />

brote en el pie del árbol, y se injertará en él á<br />

conveniente altura.<br />

Por lo mismo que debe evitarse el desarro-


ALG — 20 — ALG<br />

lio de las ramas del patrón, se irán cortando<br />

cuantas arroja con cierta precaución, para no<br />

acumular exceso de savia en los injertos y entorpecer<br />

su desarrollo. Conviene, por lo tanto,<br />

dejar algunos de los pequefios renuevos, y<br />

en número proporcional al vigor del tronco, y<br />

suprimirlos gradualmente á medida que vayan<br />

vigorizándose los injertos y se establezca el<br />

equilibrio entre el sistema radical y el aéreo.<br />

Cuando no broten los injertos, se respetarán<br />

los brotes y se repetirá la operación al año siguiente<br />

ó á los dos años, en el supuesto de<br />

que el patrón haya adquirido suficiente vigor.<br />

Adoptando las precauciones indicadas, se conseguirá<br />

que los algarrobos arrojen flores á los<br />

dos ó tres años, si bien suelen desprenderse<br />

antes de los siete, por insuficiencia en el desarrollo<br />

de las raíces.<br />

LABOBES.—Estas ejercen decidida influencia<br />

en la cantidad y calidad de los productos<br />

del algarrobo, y suelen ser pospuestas á las de<br />

la huerta, la viña y el olivar, que son más<br />

exigentes y delicadas. De ahí que raras veces<br />

se emplee el azadón en el suelo que explota<br />

el algarrobo, máxime cuando vegeta entre<br />

peñascos y en laderas. Generalmente sólo se<br />

cultiva con el arado simple y tirado por una<br />

sola caballería, si bien en estos tiempos emplean<br />

ya algunos labradores dos. Suelen dar<br />

dos vueltas únicamente, una en primavera y<br />

otra en otoño.<br />

La de primavera se ejecuta por lo común<br />

después de terminada la sementera, ó sea á<br />

fines de Octubre, por no ocupar á los agricultores<br />

otros trabajos, ser económicos los jornales<br />

(de 4 pesetas en lugar de 5) y no haber<br />

comenzado la recolección de la aceituna. Debería<br />

hacerse la labor en Septiembre para favorecer<br />

la fecundación de la flor y no exponerle<br />

á los estragos de las primeras heladas, particularmente<br />

en la zona alta de la región. La<br />

segunda vuelta se suele dar también en Abril<br />

ó Mayo, por estar paralizadas las faenas agrícolas<br />

, y tiene por objeto evitar que la semilla<br />

de la hierba germine. Se completaría su acción<br />

beneficiosa dando una tercera vuelta en Junio<br />

ó primeros de Julio, cuando comienza á sazonar<br />

el fruto y está la tierra seca, ya que así el<br />

árbol recobraría el intenso color verde que caracteriza<br />

la robustez y lozanía; fenómeno debido<br />

tal vez á la influencia del polvo que se desprende<br />

del suelo removido y seco, y que depositándose<br />

sobre las hojas, aumenta la fuerza<br />

de absorción. Sólo así se explica ese magnífico<br />

porte de los algarrobos inmediatos á las<br />

carreteras y caminos. Pero en la época mencionada<br />

absorben la atención del agricultor<br />

los trabajos de la recolección de los cereales,<br />

y de ahí el olvido de los algarrobos. No es necesario<br />

advertir que las dos rejas precitadas<br />

son insuficientes para mantener la soltura y<br />

permeabilidad del suelo, y destruir todas las<br />

malas hierbas, al mismo tiempo que se facilita<br />

la meteorización; no ya tres, sino cuatro rejas<br />

deberían darse para que el cultivo fuera cuidadoso,<br />

procurando siempre remover con la<br />

azada la parte del suelo que el arado deje intacta.<br />

PODAS.—La poda ó supresión moderada é<br />

inteligente de órganos vegetales derivados del<br />

tallo, considerándola limitada á una sola especie<br />

arbórea, no está sujeta á reglas tan precisas<br />

que hagan la práctica innecesaria, pues<br />

ésta difiere según el clima, la naturaleza del<br />

suelo, su altitud y otras mil y mil condiciones<br />

en que viven las plantas. La poda, operación<br />

siempre delicada, es tan beneficiosa bien dirigida,<br />

como perjudicial cuando se prescinde de<br />

las exigencias de la vegetación y el cultivo.<br />

Es necesario elegir con acierto las ramas que<br />

hayan de suprimirse, practicar debidamente<br />

los cortes y no descuidar ningún detalle.<br />

No debe anticiparse nunca la primera poda,<br />

porque toda supresión de hojas envuelve un<br />

entorpecimiento en el desarrollo de las raíces<br />

y en la fijeza del árbol. Antes del período de<br />

fructificación no debe someterse el árbol á<br />

podas extremas, máxime teniendo en cuenta<br />

que la copa no cuenta más de cinco ó seis<br />

años. Esto no quiere decir que no deban suprimirse<br />

ramas bordes y á formar bien la copa.<br />

Desde los quince ó diez y seis años es cuando<br />

se ha de encaminar la poda á obtener una<br />

abundante fructificación.<br />

Los arboricultores de la costa mediterránea<br />

suelen podar en el mes de Septiembre, apenas<br />

terminada la recolección, antes de que se<br />

abran las yemas florales y sufran los árboles<br />

por cubrir sus ramas los tiernos frutos y porque<br />

el podador tiene necesidad de trepar siempre.<br />

Practicada la poda en invierno, deja el<br />

árbol desguarnecido contra los fríos, y no da<br />

tiempo á que salgan hojas y la savia cure las<br />

heridas. No debe practicarse la poda á fines<br />

del invierno ó principios de primavera, contra<br />

lo recomendado respecto de otros árboles, porque<br />

disminuiría la producción, puesto que habrían<br />

de nutrirse durante el otoño é invierno<br />

muchos elementos leñosos llamados á desaparecer,<br />

y esto á expensas del fruto, á más de<br />

ser necesario hacer el doloroso sacrificio de<br />

muchas ramas cargadas, y cuya conservación<br />

perjudicaría á la calidad del producto. También<br />

en verano, á más de los inconvenientes<br />

propios de la poda de invierno, coincidiría<br />

ésta con la paralización de la savia y los estragos<br />

de un sol canicular sobre la madera y<br />

el fruto. Lo más recomendable y beneficioso<br />

es que la recolección y la poda sean simultáneas<br />

casi, de manera que inmediatamente después<br />

de terminada la primera se proceda á la<br />

segunda.<br />

Elección de ramas.— Problema es éste de<br />

verdadero interés. Desde luego ha de atenderse<br />

á la exigencia de que penetren moderadamente<br />

el sol y la luz en el interior del árbol<br />

, para excitar el desarrollo de ramas florales<br />

y lograr la maduración del fruto. Habrán<br />

de suprimirse las ramillas secas y las verdes<br />

de segundo y tercer orden que no resulten<br />

bien dirigidas, sobre todo en las caras que<br />

miren al Poniente y Mediodía, es decir, ha-


ALG — 21 — ALG<br />

cía los puntos cardinales por donde más se hace<br />

sentir la acción solar, y en los cuales es siempre<br />

más activa la vegetación. Lo contrario ha<br />

de tenerse presente con relación á las ramas<br />

dirigidas hacia el Norte, y queldeben resguardarse<br />

de la acción de los vientos fríos.<br />

Preciso es, sin embargo, abstenerse de esas<br />

podas excesivas que, á pretexto de renovar la<br />

madera, dejan escueto al árbol, de manera que<br />

no pueda elaborar toda la savia absorbida por<br />

las raíces y provocar una trasudación que acaba<br />

por destruir el corazón del árbol. Además,<br />

la merma en la producción es considerable, y<br />

la planta propende á aiTojar ramaje y hojas<br />

para restablecer el equilibrio entre la copa<br />

y las raíces. Por otra parte, la acción directa<br />

de los rayos solares reseca prematuramente<br />

los frutos y es causa de que pierdan su elasticidad<br />

los tejidos de éstos. Por último, las podas<br />

excesivas tienen el inconveniente de exponer<br />

la cruz del árbol á los rayos estivales<br />

y á los hielos de invierno, que determinan la<br />

formación de grietas profundas, el desgaje de<br />

ramas y hasta la hendedura del tronco.<br />

Siendo propensión natural del algarrobo<br />

desarrollarse en línea vertical, necesario es<br />

servirse de la poda para conservar las ramas<br />

muy oblicuas y horizontales, si ha de lograrse<br />

la formación de una copa semiesférica y redondeada,<br />

para mayor comodidad en la recolección<br />

, mayor abrigo y mejor predisposición<br />

de la savia á la fructificación, obligada á recorrer<br />

caminos largos y tortuosos. Deberán podarse,<br />

por lo tanto, cuantas ramas tiendan á<br />

alterar la simetría y á elevarse sobre la copa,<br />

observando las necesarias precauciones, respetando<br />

hasta donde sea posible las ramas bajas,<br />

porque este árbol produce el fruto en la madera<br />

vieja, al contrario del olivo. Las ramas se<br />

podarán tanto más cuanto mayor sea su pujanza<br />

, y para conservar las viejas se suprimirán<br />

las hojas y las ramas tiernas donde presenten<br />

excesiva frondosidad, respetando las partes<br />

débiles.<br />

lía de procurarse que sean bastante largas<br />

las ramas principales, porque la savia, repartida<br />

entre mayor número de yemas, produce<br />

brotes poco vigorosos y achaparrados, que dan<br />

fruto fácilmente, por lo mismo que halla obstáculos<br />

para su circulación. Además favorece<br />

ese resultado el encorvamiento de las ramas<br />

muy largas, puesto que la savia entonces ha<br />

de seguir una dirección contraria á la natural,<br />

si bien siendo los árboles viejos y de madera<br />

quebradiza, corren aquéllas el peligro de desgajarse.<br />

Al cortar las ramas ha de inspeccionarse<br />

cuidadosamente si son ó no de flor masculina,<br />

y principalmente cuando su color sea<br />

blanco amarillento, porque en ese caso han de<br />

mutilarse sin duelo para evitar que se desarrollen<br />

exageradamente, en daño de las ramas<br />

fructíferas.<br />

Modo de practicar los cortes.—Ha de precederse<br />

siempre de manera que sea fácil la cicatrización<br />

de las heridas, y para ello se harán<br />

los cortes constantemente sobre una yema vi­<br />

gorosa , de modo que no traspasen de su ápice<br />

ni queden inferiores á la base, porque así la savia,<br />

atraída por el nudo vital, cicatrizará muy<br />

luego la herida. Para suprimir por completo<br />

una rama ha de tenerse presente si se aproxima<br />

á la dirección horizontal ó á la vertical.<br />

En el primer caso se cortará por su base en dirección<br />

del plano normal á la rama, de modo<br />

que la herida tenga igual-diámetro que ella<br />

próximamente; en el segundo caso, ó sea cuando<br />

aquélla forme con el tronco un ángulo agudo<br />

, el plano del corte deberá ser oblicuo hacia<br />

el exterior, de suerte que en ambos casos escurrirá<br />

fácilmente el agua de lluvia. Se cuidará<br />

de no causar desgarraduras en la corteza<br />

y en la madera, porque se curan con suma dificultad.<br />

A fin de evitar ese inconveniente,<br />

antes de cortar una rama, especialmente siendo<br />

gruesa, se practicará en la axila inferior de<br />

la misma una entalladura de un tercio ó un<br />

cuarto de su diámetro.<br />

Para que los cortes sean limpios han de emplearse<br />

instrumentos muy afilados, bien se utilice<br />

el podón, bien el cuchillo curvo, el hacha<br />

ó la sierra tratándose de ramas viejas, á condición<br />

de que ésta sea tan fina como sea dable,<br />

no se haga guía y se alise el corte con un instrumento<br />

fino. Debería también utilizarse el<br />

ungüento ó betún de ingeridores, que por cierto<br />

no se conoce en la zona española donde se<br />

cultiva el algarrobo, lo que explica el gran<br />

mimerò de heridas que se observan en los árboles.<br />

Debe evitarse la corta de ramas principales<br />

ó de primer orden que forman la armadura de<br />

la copa, á no ser en circunstancias excepcionales,<br />

es decir, cuando aquéllas estén carcomidas<br />

, presenten llagas de mala especie y fácil<br />

propagación, ó adquieran direcciones viciosas<br />

por lo verticales ó pendientes, ó hayan<br />

sido estropeadas por los vientos. En tales casos<br />

se cuidará de sustituir el miembro suprimido<br />

con uno de los inmediatos, cuyo desarrollo<br />

habrá de fomentarse, concentrando toda la acción<br />

en la guía terminal. También hay que<br />

practicar tales mutilaciones en los árboles viejos<br />

de tronco sano y que dan poco fruto, ó en<br />

los dé mala calidad. En tales casos puede suprimirse<br />

por completo la copa para renovarla<br />

con brotes ó injertos.<br />

También ha de procurarse suprimir todos<br />

los años los retoños ó chupones que brotan<br />

durante el otoño ó la primavera en la base del<br />

árbol, con perjuicio del desarrollo y fructificación<br />

de la copa.<br />

Frecuencia de las podas.—No debe aplazarse<br />

en manera alguna la ejecución délas podas,<br />

para no tener que hacerlas después muy intensas<br />

y no sea necesario suprimir de una vez<br />

muchas ramas cuya vegetación sea vigorosa,<br />

provocando cambios bruscos y perturbando la<br />

función de las raíces y causando heridas de<br />

consideración. Lo más conveniente, allí donde<br />

la economía agrícola lo permita, será ejecutar<br />

las podas anualmente, siquiera hayan de limitarse<br />

á la supresión de un número reducido


ALG — 22 — ALG<br />

de órganos; pero á lo sumo podrá retardarse<br />

la operación tres ó cuatro afios , según la fertilidad<br />

del suelo, puesto que de aplazar la<br />

poda por más tiempo, se obtienen árboles tan<br />

exuberantes de ramaje como pobres de fruto.<br />

Ejecución de la poda.—Necesítanse, ante<br />

todo, operarios hábiles y expertos, siquiera<br />

exijan elevados jornales, que deberán trabajar<br />

reunidos de dos en dos ó de tres en tres,<br />

á fin de que deliberen entre sí respecto de la<br />

marcha de la poda en cada caso, después de<br />

observar el árbol de cerca 3- de lejos, y auxiliándose<br />

de manera que un operario pueda indicar<br />

al que trepa la marcha que haya de seguir,<br />

por dominar mejor la disposición de las<br />

ramas y las condiciones de éstas. Naturalmente<br />

, el propietario deberá presenciar la labor.<br />

Deben seguir á los podadores los capoladores<br />

ó peones encargados de recoger y<br />

disponer en haces la leña de la poda, y á los<br />

cuales no debe permitirse nunca cortar ramas<br />

y estropear los árboles. A ser posible, los podadores<br />

deberán ser los mismos que ejecutaron<br />

la operación de injertar, porque en caso<br />

necesario sabrán también preparar el árbol<br />

para injertar el ramo masculino, si carece de él.<br />

RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DEL FRUTO.—<br />

No puede fijarse con exactitud matemática la<br />

época de la recolección, que naturalmente ha<br />

de coincidir con la de la madurez, y depende<br />

de la temperatura media anual de la localidad.<br />

En la zona baja de la región mediterránea<br />

suele recogerse la algarroba desde el 15 al 30<br />

de Agosto, y en la zona alta desde el 1.° al 15<br />

de Septiembre, fechas que á veces se retrasan<br />

quince días, cual ocurrió en 1885. El aspecto<br />

del árbol indica, por lo demás, el momento<br />

oportuno para la recolección despidiendo, parte<br />

del fruto; anuncio de que el hombre debe<br />

secundar á la naturaleza descargando la planta.<br />

Generalmente se aguarda á que se haya<br />

desprendido espontáneamente la mitad ó tercera<br />

parte del fruto para proceder á recogerle.<br />

La operación se ejecuta por medio de cuadrillas<br />

de hombres, mujeres y niños; dos ó<br />

tres trabajadores derriban con cañas el fruto,<br />

golpeando las ramas y cuidando de no desgajar<br />

las ramillas, ni subir al árbol para batojar<br />

ia cima, por quebrarse fácilmente las ramas<br />

y destruirse así muchas yemas floríferas ya<br />

nacientes por esa época. Lo más cómodo y recomendable<br />

es servirse de escaleras dobles,<br />

cual las que se utilizan para la recolección de<br />

la aceituna. Los muchachos y mujeres recogen<br />

en espuertas el fruto, y le envasan luego<br />

en serones ó sacos, para enviar éstos á los almacenes<br />

llamados garroferas.<br />

Consérvase la cosecha del algarrobo en<br />

compartimientos más ó menos extensos, y que<br />

deberán ser secos, porque la humedad determina<br />

la fermentación de los jugos azucarados,<br />

originando una substancia negruzca que<br />

impregna los tejidos y perjudica á la calidad<br />

del fruto. De ahí que deban instalarse los depósitos<br />

en los pisos altos de las habitaciones,<br />

donde la ventilación sea completa y no llegue<br />

el viento húmedo. Tampoco debe ser<br />

éste muy cálido, á fin de que no se active la<br />

fermentación de los jugos meláceos y [se produzca<br />

una excesiva desecación que disminuya<br />

el peso de las garrofas y las convierta en<br />

substancias indigestas ó poco menos, por contener<br />

casi exclusivamente materia leñosa. Algunos<br />

consideran beneficioso mantener el fruto<br />

amontonado y rociarle con agua, á fin de<br />

promover ó acelerar una fermentación que<br />

destruye un insecto dañino cuya oruga vive<br />

á expensas de la pulpa azucarada. En ese<br />

caso se remedia un mal con otro más grave, y<br />

de ahí que sea preferible airear y extender<br />

las algarrobas para evitar alteraciones, y siquiera<br />

se desarrolle el aludido insecto, el cual<br />

solamente inutiliza una pequeña parte de la<br />

cosecha.<br />

NOSOLOGÍA DEL ALGARROBO.—Las enfermedades<br />

de este árbol son numerosas, y á duras<br />

penas hemos logrado descubrir las causas de<br />

algunas, por no haber sido estudiadas hasta<br />

el presente, que sepamos. Las enfermedades<br />

pueden ser internas, digámoslo así, y externas,<br />

según se desarrollen espontáneamente ó sean<br />

producidas por accidentes ó causas exteriores.<br />

Entre las primeras figura ante todo la decrepitud,<br />

y entre las segundas se pueden enumerar<br />

los siguientes grupos: 1.°, motivadas por<br />

el hombre; 2.°, por los animales; 3.°, por las<br />

plantas, y 4.°, por los agentes atmosféricos.<br />

Enfermedades naturales.—Como todo viviente,<br />

el algarrobo, reconocidas las diferentes<br />

fases de su existencia, llega al período llamado<br />

de la decrepitud, que se manifiesta por la<br />

falta de energía para proseguir la vida vegetativa<br />

é impulsar la savia hasta la cima.<br />

Anunciase la decrepitud por la floración estéril<br />

y abundante, que parece revelar una vigorosa<br />

y última manifestación de la vida.' La<br />

existencia del algarrobo se prolonga durante<br />

varias generaciones de hombres por lo menos,<br />

puesto que en las comarcas valencianas existen<br />

ancianos que no han notado ninguna alteración<br />

en árboles ya completamente formados<br />

cuando ellos comenzaron á darse cuenta de<br />

sus observaciones. Y puesto que el algarrobo<br />

necesita el período que abarca la vida de un<br />

hombre de edad provecta para llegar á la plenitud<br />

de su desarrollo, no es absurdo deducir<br />

que vive cuatrocientos años por lo menos.<br />

Debe tenerse presente que se contraría 3' dificulta<br />

la vegetación con el abandono en el<br />

cultivo, con podas abusivas y la misma naturaleza<br />

con las intemperies. De ahí que por lo<br />

común resulte abreviada la vida del árbol, y<br />

que únicamente conserven las raíces, como<br />

abrigadas y defendidas por el suelo, fuerza<br />

suficiente para renovar la planta. Aun cuando<br />

pueden sustituirse con retoños los árboles envejecidos,<br />

según digimos anteriormente, cuando<br />

lo estén todos los de una finca, es preferible<br />

arrancarlos, convertirlos en carbón y sustituirlos<br />

con vides, para las cuales se hallará<br />

la tierra perfectamente acondicionada.


ALG- — 24 —• ALG<br />

abdomen. El insecto perfecto ó mariposa aparece<br />

á primeros de Julio. El macho se caracteriza<br />

por tener la mitad inferior de las antenas<br />

pectinada, y la superior filiforme; en las<br />

hembras son sencillas. Los palpos son nulos, y<br />

la espiritrompa muy corta y compuesta de filetes<br />

membranosos desunidos. La cabeza y el<br />

cuerpo están cubiertos de un vello suave como<br />

el algodón; el tórax es oval; el cuerpo y las<br />

patas de color blanco; los anillos del abdomen<br />

y los puntos que aparecen sobre el tórax son<br />

negros azulados; las alas superiores blancas<br />

por ambas caras, estrechas, de vértice agudo<br />

y sembradas de puntos negros azulados; las<br />

inferiores son mucho más cortas, y tienen puntos<br />

negruzcos y pequeños. Las hembras solamente<br />

se distinguen de los machos por sus simples<br />

antenas y por el largo oviducto amarillo.<br />

La oruga habita en el interior de los troncos<br />

arbóreos y en el del castaño de Indias<br />

principalmente, en el peral, en el manzano, y<br />

sobre todo en el algarrobo, cuya albura devora<br />

y cuya savia chupa, practicando en las<br />

ramas extensas y perjudiciales galerías descendentes<br />

, cuyo diámetro aumenta á medida que<br />

se desarrolla el insecto. Este vive tres años en<br />

estado de oruga; su presencia en el árbol se<br />

revela por el serrín que sale por, un punto de<br />

la corteza, y porque amarillean las ramas atacadas.<br />

Puede destruirse la oruga introduciendo<br />

un alambre por la abertura de la galería, y cortando<br />

la rama enferma ó tapando el orificio<br />

de entrada para que se asfixie el insecto.<br />

D. Por la blanqueta (Aspicliotus ceratonia,<br />

Lig.).—Este insecto, llamado también ceninilla<br />

ó ensendramenl, ha causado muchos daños<br />

en los algarrobos de la zona oriental de<br />

España. Los árboles atacados adquieren un aspecto<br />

blanquecino. El diminuto insecto pertenece<br />

al orden de los hemípleros, sección de los<br />

homópteros y familia de los coecidos, cuyos géneros<br />

viven cubiertos por envolturas de consistencia,<br />

color y forma variables, que constituyen<br />

la base de clasificación principal. El que<br />

nos ocupa es de forma como redondeada para<br />

ambos sexos, según la descripción del distinguido<br />

micrógrafo Sr. Colvee.<br />

La especie del algarrobo se caracteriza por<br />

una cubierta cónico aplastada, de base circular<br />

y diámetro variable. Las hay de 2 milímetros,<br />

formadas por una substancia blanquecina esponjosa,<br />

sin estructura especial, y que probablemente<br />

segrega el animal mismo, abrigado<br />

bajo tales coberturas. En estado de óvulo aparece<br />

encerrado en una bolsa amarillenta, de<br />

forma arriñonada por lo común, blanda y<br />

transparente, que contiene varios de ellos,<br />

flotando en un líquido y separados por una<br />

membrana. Allí experimentan los primeros<br />

cambios, hasta que asoman los rudimentos de<br />

la locomoción y salen del saco materno, constituyendo<br />

insectos ápteros.<br />

Estos se presentan con antenas cortas, que<br />

constituyen una cerda rígida y con extremidades<br />

terminadas por cuatro cerdas dilatadas<br />

y una uña. Estas se hallan equidistantes en las<br />

hembras, y en los machos el par anterior á un<br />

extremo, y el medio y posterior en el otro.<br />

Tienen seis anillos abdominales, el último con<br />

estrías en sentido longitudinal y varias escamas<br />

sobre el borde, y algunas cerdas entre<br />

ellas, dos de éstas más largas. A los lados del<br />

aparato digestivo hay unos hilos tubulares<br />

arrollados en espiral, verdaderos órganos de<br />

absorción que se clavan en los tejidos tiernos<br />

de los vegetales y se hallan reunidos á veces<br />

formando un haz en comunicación con el aparato<br />

digestivo y formando el chupador ú órgano<br />

de succión.<br />

Tales insectos sufren diferentes transformaciones,<br />

despojándose de una membrana amarillenta<br />

que queda dentro de la cubierta exterior<br />

, desapareciendo las antenas y extremidades,<br />

y apareciendo cuatro tráqueas, dos al<br />

nivel del órgano digestivo, con los estigmas en<br />

el centro de las espirales, y las otras dos en el<br />

tercio posterior del cuerpo, unidas entre sí<br />

por numerosas anastomosis. Las hembras no<br />

sufren después otro cambio que el relativo al<br />

desarrollo de los huevos en su interior, y se<br />

distinguen por tener en las placas superiores-'<br />

del último segmento abdominal siete hileras,<br />

y muchas veces menos, y en las inferiores pollo<br />

general cinco, y en ocasiones tres. Lasglándulas<br />

secretorias de la cubierta forman filas regulares<br />

á lo largo de los bordes del segmento<br />

anal.<br />

Los machos sufren otra nueva muda, y en<br />

su estado perfecto poseen antenas con diez<br />

artejos cada una, cabeza algo saliente, y con<br />

los ojos situados en la base y lados de las antenas<br />

y una pequeña escotadura en su centro,<br />

á cuyo lado están los ojos suplementarios.<br />

Las antenas son pubescentes; el protórax muy<br />

ancho, algo sinuoso en los bordes y cubierto<br />

por el mesotórax. Este y el metatórax reunidos<br />

constituyen una especie de escudo, ensanchado<br />

hacia la parte anterior, de color amarillo<br />

anaranjado, con manchas rojas. El vientre,<br />

siempre más estrecho que el tórax, lleva dos<br />

testículos de gran tamaño, situados á ambos<br />

lados del cuerpo, con dos tubos que se reúnen<br />

en uno común, el cual desagua en la base de<br />

un taladro que le protege, y cuya longitud<br />

iguala á la del vientre y el tórax reunidos; es<br />

recto, agudo, y está compuesto de dos valvas,<br />

que encierran y resguardan el pene. Las patas<br />

anteriores se hallan muy separadas de las medias<br />

y posteriores, y más cortas que ellas; el<br />

muslo es corto y grueso; la tibia escotada en<br />

su base y con un solo artejo, y el tarso más ancho<br />

en su extremo superior, también con un<br />

solo artejo, terminando en una uña casi recta.<br />

Los élitros son membranosos, más largos que<br />

el cuerpo, estrechos en súbase, redondeados<br />

en su extremidad, de borde externo recto y el<br />

interior curvo. Las alas son rudimentarias,<br />

y están formadas por dos apéndices aovados,<br />

terminados por una cerda retorcida en forma<br />

de gancho y colocadas bajo los élitros.<br />

El parásito se presenta á veces con abundancia<br />

tal, que sus cubiertas y escudos cubren


ALG — 25 — ALG<br />

á veces las hojas, ramillas tiernas y frutos del<br />

algarrobo, apareciendo el árbol de color blanquizco.<br />

No siempre se da ese caso, pero raro es<br />

el algarrobo en que no puedan recogerse ejemplares<br />

del insecto. Este ataca preferentemente<br />

el envés de las hojas, acaso por ser poco compacto<br />

su tejido, y se sitúa junto al nervio central<br />

y bajo los rebordes, impidiendo la nutrición<br />

de las partes invadidas , ya absorbiendo<br />

la. savia, ya dificultando con las cubiertas la<br />

entrada de la luz y el aire por los poros y estomas<br />

, y la formación de la clorofila. De ahí<br />

primero el color amarillento de las partes<br />

atacadas, su desecación luego, y, por último,<br />

su caída, habiéndose dado casos en Sot y Gilet<br />

(Valencia) de que pereciera el árbol á consecuencia<br />

de la desfoliación.<br />

Cuando la plaga es intensa se extiende á las<br />

ramillas y frutos; éstos no maduran, y revisten<br />

la forma de cucharillas por falta de desarrollo<br />

, manteniéndose su base y pedúnculos<br />

siempre verdes, hallándose tan adheridos á<br />

la madera que no es posible desprenderlos<br />

con los golpes de las cañas. A veces, en algunos<br />

rodales, no se cogen durante dos ó<br />

tres años algarrobas por ser éstas inútiles y<br />

no compensar los gastos de la recolección;<br />

práctica que no debe seguirse para no impedir<br />

que el árbol arroje brotes y gérmenes. En tales<br />

casos las algarrobas son muy duras y leñosas<br />

, y las rehusan los ganados, á los cuales se<br />

suelen administrar mezcladas con otras buenas<br />

durante las largas noches de invierno. El<br />

insecto ataca preferentemente á los árboles<br />

que se hallan en las inmediaciones de los caminos.<br />

La plaga se conoce en la provincia de<br />

Castellón desde 1863, y desde ella se propagó<br />

á las de Tarragona, Valencia y Alicante.<br />

También se ha señalado en las Baleares, en<br />

Niza y en algunos puntos de Italia. En 1885<br />

se desarrolló algo, gracias á la sequedad de la<br />

atmósfera.<br />

Desgraciadamente, no hay al alcance del<br />

hombre remedios bastante eficaces y económicos<br />

contra la invasión, y todo se ha de esperar<br />

de la acción de la misma naturaleza por medio<br />

de las lluvias y de los descensos de temperatura,<br />

ó de la difusión de las coccinelas, que se alimentan<br />

con el perturbador y ruinoso insecto.<br />

JE. Por la polilla.—Este microlepidóptero<br />

nocturno, de la familia de las Tineidas,<br />

que ataca el fruto, es un terrible enemigo del<br />

algarrobo. Sus orugas son vermiformes, lampiñas,<br />

y éstas provistas de diez y seis pares<br />

de patas y de una placa escamosa sobre el<br />

dorso del primer anillo. Retroceden rápidamente<br />

cuando se las inquieta. Son de color<br />

blanco rosado por el dorso y blancas por la<br />

parte inferior; miden de 10 á 12 milímetros<br />

de longitud; los tres pares de patas anteriores<br />

son escamosos; los restantes membranosos, y<br />

tienen la forma de ventosas diminutas; se hallan<br />

separadas unas de otras por dos anillos<br />

intermediarios, y presentan algunos pelos muy<br />

finos. Las orugas viven aisladas, ó hilan constantemente<br />

una especie de telaraña, con la<br />

cual cubren las habitaciones en que se almacena<br />

la algarroba.<br />

Esa polilla sale durante los últimos días de<br />

Septiembre y primeros de Octubre del fruto<br />

almacenado, agujereando sus paredes, y después<br />

la madera de la techumbre, y de las<br />

puertas y ventanas, en cuyo interior pasan<br />

sin duda al estado de crisálida y de insecto<br />

perfecto tal vez durante la primavera inmediata.<br />

En el interior del fruto consume gran<br />

parte de la pulpa azucarada del mesocarpio,<br />

abandonando gran cantidad de excrementos y<br />

disminuyendo la calidad de aquél. El número<br />

de polillas varía según los años, habiendo<br />

algunos en que todas las garrofas son atacadas,<br />

como se observó en Liria y Serraenl885,<br />

ó según las localidades, y así en Porta-Cceli<br />

y Cariños siempre se halla agujereada una<br />

cuarta ó quinta parte de la cosecha.<br />

Para evitar el desarrollo de la plaga deben<br />

almacenarse los frutos cuidadosamente, y si<br />

bien la fermentación provocada rociándolas<br />

con agua, mata el insecto, es cuando éste ha<br />

causado ya no pocos estragos. La mejor manera<br />

de combatir al insecto estriba en evitar<br />

su propagación y en construir los almacenes<br />

de modo que no tengan maderas al descubierto,<br />

donde las orugas puedan refugiarse<br />

para efectuar sus metamorfosis. El cielo raso.<br />

de la techumbre y las maderas resinosas de<br />

las ventanas y puertas constituyen acaso un<br />

obstáculo eficaz al desarrollo del insecto.<br />

ENFERMEDADES CAUSADAS POR LAS PLAN­<br />

TAS.—A. Placas ó musgos.—En los troncos de<br />

los algarrobos se crían algunos musgos que se<br />

adhieren fuertemente á la superficie, y que si<br />

bien se nutren de la atmósfera, perjudican al<br />

árbol, por mantener la humedad en las grietas,<br />

dificultar la transpiración y evitar que el<br />

aire y la luz ejerzan su acción beneficiosa en<br />

las plantas. El más común de esos parásitos<br />

es el Parmeniana parielina, que aparece bajo<br />

la forma de placas amarillas en muchos árboles<br />

cuando han entrado en el período de la<br />

decrepitud ó durante las lluvias prolongadas,<br />

si bien en este último caso desaparece con la<br />

sequedad.<br />

ENFERMEDADES CAUSADAS POR LOS AGENTES<br />

ATMOSFÉRICOS.—A. Por las bajas temperaturas.—Ya<br />

lo hemos indicado al hablar del<br />

clima, el frío es el enemigo más terrible del<br />

algarrobo, por lo mismo que éste necesita para<br />

subsistir mantener en movimiento, aun durante<br />

el invierno, cierta cantidad de savia que<br />

nutra las hojas y puntos verdes. La delgadez<br />

de la corteza y lo somero de algunas raíces<br />

facilitan los estragos de las bajas temperaturas.<br />

El que suscribe ha podido comprobar en Valencia<br />

que el algarrobo no resiste temperaturas<br />

inferiores á 5 o bajo 0; entonces la paralización<br />

de la savia por una parte, y el aumento de<br />

volumen en los jugos congelados, gracias al<br />

cual se desgarran los tejidos, acaban con la<br />

planta. Naturalmente, los efectos que las bajas<br />

temperaturas causan, dependen de su duración,<br />

de su intensidad, del estado en que se


ALG — 26 — ALG<br />

halle el árbol y de la humedad de la atmósfera.<br />

Unas veces causan aquéllas la pérdida de<br />

las hojas solamente; otras las de los brotes<br />

tiernos y ramas delgadas, y á veces la de todo<br />

el árbol. En 1829 perecieron muchos algarrobos<br />

en el reino de Valencia; en 1789, según<br />

Cabanilles, los fríos causaron estragos de consideración,<br />

y en 1885, la de muchos plantones<br />

y ramas, y la caída de todas las hojas. La gran<br />

humedad favorece de tal manera la acción<br />

destructora de los fríos, por impregnar las<br />

partes aéreas del árbol, que las heladas causan<br />

siempre mayores daños en los valles profundos<br />

y en los sitios inmediatos á los ríos y hueiv<br />

tas. Después de las lluvias, los efectos de las<br />

temperaturas bajas son también más terribles<br />

por la misma razón. La lentitud del deshielo<br />

disminuye en cambio los daños, porque los<br />

tejidos dislacerados recobran la forma y elasticidad<br />

primitiva paulatinamente. La acción<br />

de las escarchas, sobre todo cuando sirven de<br />

lentes convergentes á los rayos de un brillante<br />

sol, es perjudicial por lo mismo en grado<br />

sumo, quemando, como vulgarmente se dice,<br />

los pequeños brotes. Ese efecto no se produce<br />

cuando una lluvia matutina destruye la<br />

escarcha si ocultan el sol algunas nubes, dando<br />

tiempo á que se licúe la escarcha. Las nieves<br />

causan daños, no solamente porque ejercen<br />

la misma acción que las escarchas y los<br />

hielos, sino también porque acumulan enorme<br />

peso sobre los árboles, y son causa de que se<br />

desgajen numerosas ramas, cual ocurrió en la<br />

zona valenciana á mediados de Enero de 1885.<br />

Los efectos de las bajas temperaturas solamente<br />

se pueden evitar ó amenguar respecto<br />

de las plantas jóvenes, abrigando éstas y eligiendo<br />

convenientemente la exposición en el<br />

momento de plantar los algarrobos, es decir,<br />

la de Poniente y Mediodía en los climas fríos,<br />

y la de Levante y Norte en los templados<br />

y cálidos. Tampoco deberá ejecutarse labor<br />

alguna inmediatamente antes del invierno, ni<br />

hasta que no haya desaparecido la probabilidad<br />

de que caigan heladas tardías. Donde sea<br />

dable regar, se utilizará el agua para mantener<br />

en buena sazón el suelo durante la estación<br />

fría. Cuando no se hayan evitado los daños,<br />

será necesario repararlos despojando al<br />

árbol de las hojas, brotes y ramas destruidas,<br />

á fin de que sean sustituidas inmediatamente<br />

por la naturaleza próvida, observando, por supuesto,<br />

las reglas prescritas al hablar de la<br />

poda y de la multiplicación. Épocas hay, como<br />

en 1829 y 1789, en que fué necesario levantar<br />

un nuevo árbol sobre las ruinas del antiguo.<br />

B. Por elevadas temperaturas.—Estas no<br />

son tan dañinas como las bajas, siempre que<br />

los algarrobos obtengan del suelo la humedad<br />

necesaria para suplir el exceso de evaporación;<br />

mas no por eso ha de prescindirse de<br />

las precauciones recomendadas al hablar de<br />

las podas, para evitar que la acción directa del<br />

sol endurezca prematuramente los tejidos de<br />

los frutos, haciéndoles perder su elasticidad<br />

y dificultando su desarrollo. Además, la acción<br />

intensa del sol sobre el tronco y las ramas produce<br />

efectos análogos á los que causan los fríos,<br />

porque aumentando también el volumen de la<br />

savia, ésta rompe los tejidos en que se halla<br />

contenida, además de desprenderse algunas<br />

placas de la corteza, aumentar la evaporación<br />

y hacerse la madera más seca y quebradiza.<br />

El peso que durante los meses de Julio<br />

y Agosto adquiere el fruto, ya casi en sazón,<br />

contribuye á la rotura de innumerables brazos<br />

y ramas, y á que se inutilicen muchos árboles.<br />

Ya Sabemos, porque se ha dicho al hablar<br />

de las podas, que ese daño se previene en<br />

parte practicando aquéllas de modo que no<br />

quede la madera, y especialmente la cruz del<br />

árbol, expuesta á la acción directa de los rayos<br />

solares, sino algo sombrada por el ramaje.<br />

También deberá adoptarse la precaución<br />

de cortar á cierta edad las ramas principales,<br />

porque siendo exageradamente largas, exigen<br />

mayor esfuerzo de la cruz y es más fácil el<br />

desgaje.<br />

C. Por exceso de humedad.—En todos los<br />

árboles produce el exceso de humedad la enfermedad<br />

llamada filomanía, ó sea un extraordinario<br />

desarrollo del sistema foliáceo, á causa<br />

de la gran rapidez en el movimiento de la savia<br />

y de la imperfecta elaboración de ésta. Los<br />

algarrobos son muy propensos á esa viciosa<br />

vegetación, cual se advierte en los árboles<br />

que crecen en las huertas, y cuya producción<br />

en fruto no responde á la pompa y grandiosidad<br />

del porte.<br />

La humedad favorece también el desarrollo<br />

de los musgos ya mencionados en los troncos<br />

y en las ramas. En realidad son raras en<br />

los algarrobos las enfermedades producidas<br />

por la causa que nos ocupa, gracias á que esos<br />

árboles se cultivan generalmente en terrenos<br />

de secano y en laderas donde no se detiene el<br />

agua en cantidad excesiva. En cambio, cuando<br />

las lluvias son abundantes, se llenan de<br />

agua los huecos formados en el tronco por el<br />

reblandecimiento del duramen, penetrando el<br />

líquido por alguna de las heridas abiertas en<br />

la cruz, y á veces por una rendija al parecer<br />

insignificante. Entonces se establece comunicación<br />

entre el agua y la savia ascendente, la<br />

cual se disuelve y no circula con regularidad,<br />

revelando el color amarillo de las hojas que<br />

el árbol no se nutre en las condiciones debidas,<br />

y acabando aquéllas por secarse cuando<br />

no se contienen los progresos del mal.<br />

Los podadores inteligentes conocen, por el<br />

sonido que produce el árbol al golpearle, si<br />

está carcomido ó no, y procuran limpiar su interior<br />

abriendo un agujero en la base del tronco<br />

y estableciendo comunicación con el depósito<br />

de agua, lo que se consigue empleando<br />

simplemente un bastón achaflanado ó terminado<br />

en punta, que utilizan para limpiar el<br />

árbol de toda la escoria que se aglomera en su<br />

interior.<br />

B. Por falta de humedad.—Las sequías<br />

son menos perjudiciales para el algarrobo que<br />

para la generalidad de los árboles, á pesar de


ALG — 28 — ALG<br />

7,50 pesetas, con más los gastos de carga y<br />

descarga, y tiempo perdido, pudiéndose evaluar<br />

próximamente 10 jyesetas por los 24 árboles<br />

que han de ponerse en la referida unidad<br />

de superficie.<br />

4.° Abertura de los 24 hoyos que se necesitan<br />

para colocar los plantones; un peón puede<br />

hacer 5 durante el día, resultando próximamente<br />

á razón de 50 céntimos de peseta, ó<br />

sean 12 pesetas por todos ellos.<br />

5.° Para la plantación, un hombre puede<br />

arreglar 12 árboles por día, lo cual da un<br />

gasto de 5 pesetas para los 24 que entran en<br />

una hectárea.<br />

6.° Los injertos (4 por árbol) , aun cuando<br />

gasto de poca importancia, podemos, sin<br />

embargo, fijarlo á razón de 5 céntimos de<br />

peseta, ó sean unas 5 pesetas por los 100 injertos<br />

que próximamente se han de poner en<br />

cada hectárea, cnya cantidad podremos elevar<br />

hasta 7 pesetas por la revisión que hay necesidad<br />

de practicar.<br />

7.° Para las 24 plantas son necesarias<br />

3 cargas de estiércol, á razón de 5 pesetas<br />

una, ó sean 15 pesetas por hectárea, cuyo<br />

gasto evitan muchos, ó á lo más sustituyen la<br />

basura por leña ú hojas de agávea (vulgarmente<br />

pitera); mas para todo labrador inteligente<br />

es indiscutible su conveniencia.<br />

8.° Generalmente entre el primero y segundo<br />

año son necesarios, por término medio,<br />

5 riegos artificiales, los cuales, suponiendo el<br />

agua sólo á media hora de distancia, y poniendo<br />

3 cántaros á cada árbol, resulta un<br />

gasto de 10 pesetas por hectárea y riego, ó<br />

sea un total de 50 pesetas por los 5.<br />

9.° Los gastos de cultivo hasta los quince<br />

años en que ya el árbol produce para atender<br />

á sus gastos, se reducen á tres rejas ó labores<br />

de arado, á razón de 5 pesetas por día,<br />

término medio, entre 6 que vale una reja á<br />

par y 4 que cuesta simple; de modo que son<br />

30 pesetas por hectárea y año, ó sea un total<br />

de 270 pesetas por los nueve que han transcurrido<br />

desde el transplante.<br />

10. Para las empajadas ó cubiertas para<br />

evitar los efectos de las heladas se necesitan 12<br />

haces de paja á 12,50 céntimos, y además un<br />

cuarto de jornal para colocarlas,. son 2 pesetas<br />

por año, y como hay que repetirlas durante<br />

seis años, forma un gasto total de 12 pesetas.<br />

11. La custodia puede calcularse un gasto<br />

de 50 céntimos de peseta por hectárea, ó sean<br />

4,50 pesetas por los nueve años que hasta los<br />

quince está el árbol en el terreno.<br />

12. Se gasta además, en concepto de contribuciones<br />

, una cantidad anual de 5 pesetas,<br />

calculada sobre la renta líquida de 20 pesetas,<br />

término medio fijado á la tierra campa de tercera<br />

clase en las cartillas evaluatorias en varios<br />

pueblos extremos de la provincia. Por<br />

los referidos nueve años gasta el propietario<br />

la suma de 45 pesetas.<br />

13. Por último, el agricultor que realiza<br />

una de estas plantaciones ha sacrificado la<br />

renta de las cantidades anticipadas que, reuni­<br />

das por los diferentes conceptos expresados,<br />

al 5 por 100 de interés compuesto, forman un<br />

total de 389,50 pesetas, que hay que añadir<br />

al coste de formación del árbol, pues en su<br />

compensación se han obtenido únicamente algunos<br />

kilogramos de fruto, que si acaso habrán<br />

podido recompensar el trabajo y coste de<br />

su recolección.<br />

Resulta, pues, que el propietario que crea<br />

un algarrobal tiene consumidos por hectárea<br />

á los nueve años de realizada la plantación<br />

, ó sean quince de edad del árbol, las siguientes<br />

cantidades:<br />

Conceptos Pesetas<br />

1." Valor de la tierra campa ocupada.. 400<br />

2.° Compra de árboles 36<br />

3.° Acarreo de los mismos del vivero al<br />

terreno 10<br />

é.° Abertura de hoyos 12<br />

ó.° Plantación 5<br />

6." Injertos y revisión 7<br />

7.° Estiércol para la plantación 15<br />

8.° Uiegos durante el primero y segundo<br />

año 50<br />

0.° Cultivo (3 rej as durante nueve años). 270<br />

10. Empajadas durante seis años 12<br />

11. Custodia durante nueve años 4,50<br />

12. Contribución durante nueve años.. • 45<br />

13. Intereses compuestos de dichos anticipos<br />

al 5 por 100 389,50<br />

Total 1.256,00<br />

Cuya cantidad de 1.256 pesetas podemos tomarla<br />

por término medio del valor en coste<br />

de una hectárea de algarrobal, teniendo presente<br />

que el valor en venta es generalmente<br />

mayor, por lo que valen los esfuerzos del propietario<br />

dedicando su inteligencia y trabajo al<br />

éxito de la operación, y el haber vencido las<br />

contingencias y peligros de la primera edad<br />

del árbol, la más expuesta á perecer. A partir<br />

de los quince años la producción sigue en constante<br />

aumento, y el propietario va lentamente<br />

acreciendo los intereses del capital acumulado,<br />

hasta llegar al máximum de producción, que<br />

suele ocurrir á los cuarenta años próximamente<br />

, á partir de cuya fecha sólo influyen<br />

en ésta las alteraciones que ocasionan causas<br />

extrañas. Supongamos transcurrido dicho período<br />

y llegada la época en que el árbol ha entrado<br />

en la plenitud de su producción, y estamos<br />

en el caso de fijar los gastos que se le<br />

irrogan por los cultivos periódicos, entre los<br />

cuales tenemos los siguientes:<br />

1." Tres rejas anuales, á razón de 5 pesetas<br />

día de labor, forman un total de 30 pesetas<br />

por hectárea.<br />

2.° Una poda cada tres años, para la cual<br />

son necesarios: un podador, que gana 3 pesetas;<br />

dos capoladores, 5 pesetas, y un jornal de<br />

carro, 7 pesetas; total, 15 pesetas, ó sean 5<br />

por año.<br />

3.° Por custodia hemos visto que no suele<br />

exceder de 50 céntimos de peseta por hectárea.


ALG — 29 — ALG<br />

4." La recolección y conducción del fruto<br />

al almacén puede calcularse, por término medio,<br />

á razón de 15 pesetas por hectárea, á<br />

saber: 2 hombres para tirarlas, 4 chicos para<br />

recogerlas y un carro para conducirlas.<br />

5.° El almacenaje, aun cuando sea un gasto<br />

insignificante, sin embargo, por no omitir<br />

ninguno, consignaremos que un almacén para<br />

contener 500 arrobas de fruto puede fijarse en<br />

30 pesetas de arrendamiento, y como cabe el<br />

fruto de 4 hectáreas de terreno, podemos fijar<br />

un gasto anual de 7,50 pesetas por hectárea.<br />

6.° La contribución correspondiente áigual<br />

unidad de superficie podemos apreciarla en 12<br />

pesetas, ó sea cuarta parte de la renta de 48<br />

pesetas que corresponde por término medio á<br />

los tipos fijados en las cartillas evaluatorias.<br />

Reasumiendo esos datos, resulta:<br />

Conceptos Pesetas<br />

1.° Tres labores de arado 30<br />

2." Poda y acarreo de la leña 5<br />

3.° Custodia de la finca 0,50<br />

4¡.° Recolección y conducción del fruto. 15<br />

5.° Almacenaje del mismo 7,50<br />

6." Contribución 12<br />

Total 70,00<br />

Sabidos los gastos que se ocasionan en la<br />

cría y cultivo del algarrobo, vamos á fijar con<br />

la posible exactitud su producción, ósea la cantidad<br />

en especie y valor que por término medio<br />

producirá una hectárea de terreno ocupada<br />

por este árbol. Para ello determinaremos separadamente<br />

el numero de árboles por unidad de<br />

superficie, época de su máxima producción y<br />

cosecha probable ó media en un quinquenio.<br />

Dado el espaciamiento recomendado en el<br />

capítulo relativo á las plantaciones, ó sea marco<br />

real de 20 metros, resultan 24 árboles para<br />

una hectárea de terreno,nopudiendo, bajo ningún<br />

concepto, admitir mayor espesura, como<br />

no sea en perjuicio manifiesto de la producción.<br />

Hecha la plantación y el injerto , el algarrobo<br />

florece al segundo ó tercer año, pero<br />

desprende sus flores por falta de fuerza y desarrollo<br />

en sus raíces; á los cuatro ó seis años,<br />

ó sean diez ó doce de su vida, empiezan ya á<br />

fructificar, y desde esta fecha, como los brazos<br />

se endurecen y la enramada crece, la producción<br />

va en constante aumento, pues á los<br />

quince años ya suministra cada árbol 3 ó más<br />

arrobas de fruto (40 kilogramos), civya cosecha<br />

paga los gastos de cultivo y los intereses<br />

del capital empleado.<br />

Este aumento sigue hasta los cuarenta ó<br />

cuarenta y cinco años en que el árbol entra ya<br />

en la plenitud de la vida, en cuya fecha la<br />

producción, si bien variable, podemos fijarla<br />

como término medio de nuestras observaciones<br />

, y sin exagerar la cifra, en 50 kilogramos<br />

por árbol (4 arrobas), ó sean 1.200 kilogramos<br />

por hectárea. No se crea, sin embargo,que<br />

es ésta una cantidad constante, pues está<br />

sujeta á innumerables variaciones, ya por la<br />

naturaleza y fertilidad del suelo, por el clima<br />

de la localidad, por la variedad del árbol y<br />

por el cultivo más ó menos esmerado.<br />

Muchos ejemplos podrían citarse en que la<br />

producción es notablemente grande, y que dan<br />

idea de la posibilidad de acrecer la producción<br />

de esta especie si estuviese dirigida con inteligencia.<br />

Cabanilles (tomo II, página 222) cita<br />

uno en la Granadella, que dice haber producido<br />

120 arrobas de fruto; yo he visto otro soberbio<br />

en el camino de Benaguacil á Liria, que<br />

llegó á dar 100 arrobas, y otro en el término<br />

de Pedralva, partida Cueva del Cacho, de 110<br />

arrobas. Son además bastantes los que producen<br />

40 ó 50 arrobas de fruto por árbol, y muchos<br />

más los que dan 20 y 30. En cambio , es<br />

frecuente que por causas inversas á las anteriores<br />

de suelo, clima, variedad y cultivo, los<br />

árboles arrastren una vida lánguida, con erecimientos<br />

lentos y producción insignificante.<br />

El consumo de este fruto hemos dicho que<br />

está en desproporción notable con su producción,<br />

pues limitada ésta á una estrecha zona,<br />

en el Oriente no basta para abastecer las considerables<br />

exigencias que en ella existen y las<br />

que demandan comarcas inmediatas, donde<br />

este pienso hace ventajosa competencia á la<br />

cebada, como igualmente las que reclama la<br />

exportación para Francia, Italia é Inglaterra,<br />

que se verifica por todos los puertos comprendidos<br />

desde el Segura al Ebro. Por estas causas<br />

no debe extrañarse que sea ésta la cosecha<br />

que mejor sostiene sus precios, y que sea indudablemente<br />

la de más fácil venta, realizada<br />

generalmente á 1,50 pesetas la arroba al tiempo<br />

de la cosecha, y hasta 2 pesetas el que<br />

pueda esperar algún tiempo. De lo dicho resulta<br />

que en la mayoría de los algarrobales,<br />

con 24 árboles por hectárea, regular cultivo<br />

y en años de cosecha media, podemos asegurar<br />

una recolección de 96 arrobas de fruto,<br />

que se evalúa en 144 pesetas. A dicha cantidad<br />

hay que añadir la procedente de una poda<br />

cada tres años, que produce 25 quintales de<br />

lefia gruesa, valorada en otras tantas pesetas,<br />

y 120 haces de ramaje en 8 pesetas; esto es,<br />

33 pesetas cada trienio, ó sean 11 al año. Como<br />

los gastos de cultivo anual suman un total<br />

de 70 pesetas, resulta un líquido de 85 pesetas<br />

por hectárea, que capitalizado al 5 por<br />

100 de interés, da un valor de 1.700 pesetas<br />

por unidad de superficie, cuya valoración en<br />

renta excede del valor en coste y sirve generalmente<br />

de regulador para fijar el valor en<br />

venta.<br />

Para determinar la extensión aproximada<br />

de este cultivo en España, he recurrido á los<br />

señores ingenieros agrónomos, secretarios de<br />

las Juntas provinciales de Industria y Comercio<br />

, que la han calculado para la Memoria<br />

de estadística remitida al Consejo superior de<br />

Agricultura. La producción está deducida por<br />

el término medio de 1.200 kilogramos fijados<br />

á la hectárea. Basadas dichas estadísticas en<br />

los amillaramieutos, consignaremos que estimamos<br />

las siguientes cifras reducidas en un


ALG — 30 — ALG<br />

15 ó 20 por 100, pero que es, sin embargo, lo<br />

más aproximado que nosotros podemos citar:<br />

Producción del algarrobo en España<br />

Alicante<br />

Baleares<br />

Barcelona<br />

Castellón<br />

Tarragona<br />

Murcia<br />

Valencia<br />

PROVINCIAS<br />

Total<br />

Extensión<br />

Hectáreas Quint. Mét.<br />

30,000<br />

10,000<br />

3,000<br />

56,000<br />

20,000<br />

8,000<br />

65,000<br />

Producción<br />

360,000<br />

120,000<br />

36,000<br />

679,000<br />

2á0.000<br />

96,000<br />

780,000<br />

192,000 2,311,000<br />

Exportación de algarrobas<br />

Dicha producción total media en especie,<br />

al precio ordinario de venta, representa una<br />

renta anual de 16 millones de pesetas, y asimismo<br />

un capital en venta de 326 millones<br />

de pesetas para la propiedad rural que representa.<br />

No terminaremos este trabajo sin consignar<br />

antes la importancia del comercio de exportación<br />

é importación de este fruto, deducido de<br />

las estadísticas publicadas anualmente por la<br />

Dirección general de Aduanas. Véase el resultado<br />

que arrojan dichos Anuarios en el<br />

quinquenio de 1879 á 1883, ambos inclusive,<br />

últimos que se han publicado por dicho centro<br />

directivo:<br />

1890 188© 1881 «8SS TOTALES<br />

NACIÓN —<br />

Kilogramos<br />

—<br />

Kilogramos<br />

—<br />

Kilogramos<br />

—<br />

Kilogramos<br />

"<br />

Kilogramos<br />

—<br />

Kilogramo s¡<br />

Resulta, pues, que la exportación en un<br />

quinquenio se eleva á la respetable cifra de<br />

6.665.704 kilogramos de algarrobas, que da<br />

un medio por año de 13.331 quintales métricos,<br />

equivalentes, según los mismos estados<br />

oficiales, á una riqueza de 240.502 pesetas de<br />

exportación anual, en que la mayor parte corresponde<br />

á Francia é Inglaterra.<br />

NACIÓN<br />

DE PROCEDENCIA<br />

380 24.950 » 3) 25.330<br />

11.200 300 88.109 26.000 50 125.659<br />

» 8.960 » » 8.960<br />

6.652 24.060 » 30.712<br />

» )) 8.035 8.035 |<br />

254.690 156.880 1.686.649 2.954.930 752.493 5.805.642<br />

s> 9.050 3.000 » 12.050<br />

3.500 376.610 280 » 380.390';<br />

3> » 568 568<br />

2,300 » 120.000 43.900 :¡> 166.200<br />

1.000 84.200 85.200<br />

)) 92 92<br />

1.140 » 4.850 5.990<br />

5.760 » 5.116 » 10.876<br />

279.970 206.792 2.298.428 3.123.121 757.393 6.665.704<br />

1890<br />

Kilogramos<br />

Importación de algarrobas<br />

*880<br />

Kilogramos<br />

La importación se halla determinada por<br />

las siguientes cifras y procedencias, debiendo<br />

advertir que hemos suprimido algunas, y<br />

entre ellas todas las de Francia, porque se<br />

comprenden con ellas otras semillas que no<br />

tienen tarifa especial; de modo que sólo incluímos<br />

las que son indubitadamente de esta legumbre<br />

:<br />

1881<br />

Kilogramos<br />

1883<br />

Kilogramos<br />

1883<br />

Kilogramos<br />

TOTALES<br />

Kilogramos<br />

19.312<br />

»<br />

280.698<br />

88.669<br />

20.940<br />

»<br />

434.970<br />

2.010<br />

»<br />

»<br />

89.833<br />

»<br />

30.100<br />

79.973<br />

74.824<br />

314.426<br />

825.668<br />

40.139<br />

206.921<br />

314.426<br />

1.071.436<br />

208.781<br />

Portugal<br />

835.476<br />

562.259<br />

38.462 21.648 35.714 1.493.559<br />

Totales.. ........ 1.224.155 1.018.171 40.472 221.554 790.771 3.296.123<br />

La importación total del quinquenio se eleva<br />

á la cifra de 3.295.123 kilogramos, y la<br />

media á 6.590 quintales métricos, que, según<br />

los mismos estados, representa una riqueza de


ALG — 31 — ALG<br />

118.890 pesetas, que en sumayoría procede de<br />

Italia y Portugal. Antes de la unidad italiana<br />

eran grandes las cantidades de este fruto que<br />

nosotros llevábamos á aquella nación, pues<br />

las Aduanas que existían en el interior nos<br />

permitían sostener ventajosa competencia con<br />

la algarroba de Sicilia y Mediodía de Italia;<br />

pero, tan luego se quitaron dichas trabas, no<br />

solamente ha disminuido la exportación, sino<br />

que la importan ellos en abundancia á nuestra<br />

Península, donde, sin embargo, ningún<br />

perjuicio irrogan á la producción nacional por<br />

el extraordinario consumo que aquí se hace<br />

de dicho fruto.<br />

G. Lleó Comín.<br />

ALGARROBO AMARILLO—Con este<br />

nombre y con el de espinillo se conoce en la<br />

República Argentina un árbol (Prosopis, Sp.,<br />

familia Legimiinosas), que vive casi siempre<br />

social con otros algarrobos. Puro sólo se encuentra<br />

formando montes en las orillas del<br />

Río-Corrientes y San Luis.<br />

La madera es muy buena para muebles.<br />

ALGARROBO BLANCO.—Nombre vulgar<br />

que en la República Argentina se da al árbol<br />

Prosopis alba, Gr., de la familia Leguminosas.<br />

Se encuentra en los montes de aquel país.<br />

La madera es más blanca y ligera que la del<br />

algarrobo negro, y como esta, se aplica á la<br />

construcción de puertas y á ligazones. En<br />

idioma guaraní se llama Ygopé para.<br />

ALGARROBO DEL ORINOCO.—Sellana<br />

así en muchos puntos de América al árbol<br />

Himencea courbarü, L., de la familia de las Leguminosas,<br />

tribu de las Cesalpineas. En los<br />

montes de Puerto Rico se desarrolla majestuosamente,<br />

adquiriendo 25 metros de altura<br />

hasta las primeras ramas, y cerca de 1,50 metros<br />

de diámetro. Su madera, una de las más<br />

usadas en el país, presenta diferentes colores<br />

según las variedades, amarilla, negra, etc. Es<br />

fuerte, de 0,929 de densidad, útil para obras<br />

de ebanistería, carpintería, carretería, para<br />

máquinas, y asimismo aplicable á la construcción<br />

naval.<br />

ALGARROBO NEGRO (Prosopis. Sp., familia<br />

Leguminosas).—Árbol abundante en los<br />

montes de la República Argentina, donde alcanza<br />

una altura de 9 á 10 metros. El tronco<br />

suele partirse en gajos, los cuales afectan una<br />

forma curva generalmente. Las hojas son peque<br />

ñas, y las semillas, contenidas en una vaina<br />

ó legumbre, sirven para hacer una bebida<br />

que se llama chicha. La corteza tiene propiedades<br />

curtientes, y la madera se emplea para<br />

puertas de edificios y ligazones. El decímetro<br />

cúbico pesa 750 kilogramos. En idioma guaraní<br />

se llama este árbol Ygopé guazú.<br />

ALGINA (Industria agrícola).— Cuerpo<br />

recién descubierto y cuyas propiedades investigan<br />

actualmente los sabios, que se extrae<br />

de las algas marinas.<br />

Tratando por un nuevo método las plantas<br />

marinas con objeto de extraer su yodo, su.<br />

bromo y sus sales de potasio, se ha descubierto<br />

una substancia sumamente interesante, la<br />

algina, que se parece á la albúmina, y contiene<br />

todo el ázoe y todos los principios nutritivos<br />

de la planta. La algina posee una viscosidad<br />

catorce veces mayor que la del almidón y<br />

treinta y siete veces mayor que la de la goma<br />

arábiga. Distingüese de la albúmina porque no<br />

se coagula con la acción del calor, y de la<br />

gelosa porque se mantiene insoluble en contacto<br />

con el agua hirviente. De la gelatina se<br />

diferencia porque no origina ninguna reacción<br />

cuando se la trata con el tanino, y del almidón<br />

porque no la hace tomar color el yodo. En<br />

fin, no se confunde con la dextrina, la goma<br />

arábiga, la goma tragacanto y la pectina, por<br />

ser insoluble en el alcohol y en los ácidos minerales<br />

diluidos.<br />

M. E. Stanford ha comenzado á emplearla<br />

para clarificar los vinos, los licores, la cerveza,<br />

etc., prefiriéndola á la cola de pescado, pollo<br />

mismo que una parte de algina basta para<br />

gelatinizar una cantidad de agua igual á cincuenta<br />

veces el peso de aquélla. Como se coagula<br />

en contacto con el alcohol, explícase<br />

perfectamente su acción como clarificante.<br />

Una vez coagulada la algina, forma una especie<br />

de red que desciende al fondo de la vasija<br />

ó envase, y al descender arrastra todas<br />

las substancias que contiene el líquido en suspensión.<br />

Como el precio de la algina es sumamente<br />

reducido, sería de desear que los<br />

estudios emprendidos confirmaran cuanto se<br />

viene afirmando respecto de esa substancia.<br />

No es, en verdad, la indicada la única y más<br />

valiosa aplicación que podría hacerse de la<br />

algina. Sabido es que todos los líquidos espirituosos,<br />

vinos ó cervezas, pierden mucho á<br />

consecuencia de la evaporación que se verifica<br />

á través de los poros ó intersticios de los<br />

envases de madera en que aquéllos se hallan<br />

encerrados, y también á consecuencia de las<br />

alteraciones del mismo envase, atacado ó inficionado<br />

por los mohos y por diferentes criptógamas<br />

que hacen perder á los líquidos la<br />

limpidez, el color, el olor y el buen gusto.<br />

Para evitar la disminución de volumen y de<br />

la graduación alcohólica, se ha ideado el colocar<br />

los toneles dentro de cubas, de depósitos<br />

ó de vasijas de hierro herméticamente cerrados,<br />

ó en transportar aquéllos dentro de vagones-cisternas<br />

ó de recipientes de hierro.<br />

Pero al contacto con el metal adquiere muchas<br />

veces el alcohol un color amarillento,<br />

debido á la presencia del óxido de hierro, que<br />

es causa de depreciación.<br />

En Alemania se ha adoptado desde hace<br />

algún tiempo la costumbre de envasar el alcohol<br />

fino en barriles de roble ó encina, de<br />

paredes gruesas, sólidas y barnizadas interiormente<br />

con una delgada capa de gelatina.<br />

Indudablemente esa precaución es recomendable,<br />

pero la acción de la gelatina deja de<br />

ser eficaz y protectora en cuanto se dedica el<br />

tonel á envasar aguardiente, y es necesario<br />

lavarle con agua. La gelatina, insoluble en el<br />

alcohol concentrado y de alta graduación, se<br />

disuelve en el aguardiente y con mayor faci-


ALG — 32 — ALG<br />

lidad en el agua. Por esa causa desaparece<br />

rápidamente el barniz gelatinoso, ora desprendiéndose<br />

en escamas, ora arrastrado pollas<br />

lavaduras de agua. El barril que queda<br />

privado de aquél deja evaporar ó rezumar á<br />

través de sus poros el líquido espirituoso, y<br />

éste disminuye en volumen y en graduación;<br />

pérdida que puede valuarse á 7 por 100 y<br />

por año.<br />

Por su porosidad y propiedades higroscópicas<br />

la madera es muy permeable para los<br />

líquidos muy fluidos, y para los gases y las<br />

criptógamas que no solamente se implantan<br />

en la superficie, sino que penetran en el tejido<br />

de la madera y la infestan á veces con malos<br />

olores. Tal ocurre con los toneles constantemente<br />

expuestos á la influencia del medio que<br />

los rodea, y en el cual contraen diferentes enfermedades<br />

que comunican en seguida á los<br />

líquidos, haciendo que críen mohos y se vuelvan<br />

agrios. La materia extractiva de la madera<br />

, que se disuelve fácilmente en el alcohol,<br />

comunica su color y su gusto al aguardiente<br />

ó al kirsch. Para que éste conserve su blancura,<br />

considerada como una cualidad esencial<br />

y de alto precio, es necesario envasar el líquido<br />

en tarros de cristal ó de gres, lo que resulta<br />

incómodo y dispendioso.<br />

En muchos países, para preservar de alteraciones<br />

los recipientes, los cerveceros tienen<br />

buen cuidado de revestirlos exteriormente con<br />

pez de Sajorna;.pero ese embreado es una operación<br />

que cuesta dinero y cuidados, además<br />

de comunicar al líquido un sabor desagradable<br />

á muchos consumidores. Indicar un medio<br />

fácil y económico para envasar los líquidos<br />

espirituosos y las bebidas, empleando envases<br />

de madera, grandes ó pequeños, y que sean<br />

completamente impermeables, sin correr el<br />

riesgo de que pierdan de volumen y contraigan<br />

sabor extraño, es, pues, un fin que con<br />

razón se persigue. El logro de ese fin es<br />

debido precisamente al reciente descubrimiento<br />

de la algina, como se desprende de lo dicho.<br />

Para aderezar tejidos ofrece también la ventaja<br />

de impregnarlos mejor que el almidón; es<br />

más fuerte, más elástica, y después de seca<br />

más transparente, y no la atacan los ácidos.<br />

También es la algina producto alimenticio;<br />

contiene 44,39 por 100 de carbono, 5,47 de<br />

hidrógeno, 3,77 de ázoe y 44,37 de oxígeno.<br />

La proporción de ázoe viene á ser igual á la<br />

que existe en el queso de Holanda. Para espesar<br />

los potajes y los puddings, para reemplazar<br />

la goma arábiga en la elaboración de<br />

pastas ó dulces de frutas y para preparar<br />

jaleas sería tal vez muy útil.<br />

Se ha patentizado que el alginato de sosa<br />

es uno de los líquidos más adecuados para<br />

evitar las incrustaciones de las calderas de<br />

vapor, puesto que precipita rápidamente la<br />

cal de la caldera en un estado en que es posible<br />

expulsarla abriendo las llaves de salida.<br />

La algina forma alginatos solubles é insolubles;<br />

entre estos últimos se distinguen los de<br />

calcio, de bario y de estroncio. Con el amo­<br />

niaco se producen también alginatos dobles<br />

de metales, todos ellos muy solubles, y que<br />

se convierten en insolubles al secarse y forman<br />

materiales utilizables para hacer impermeables<br />

los tejidos, las maderas y otros objetos.<br />

Aprovechando esas notables propiedades<br />

que posee la algina para formar una especie<br />

de betún ó barniz impermeable é inatacable<br />

por el alcohol, por los ácidos diluidos y<br />

por el agua hirviendo, la viticultura, la industria<br />

y el comercio de bebidas podrán aplicarla<br />

á los fines que á continuación se expresan:<br />

1.° La viticultura evitará la acción de la<br />

argamasa de los depósitos de manipostería sobre<br />

el producto de la vendimia; substraerá las<br />

tinajas y cubas de roble ó de ha}'a á la acción<br />

penetrante de los micodermos que inficionan<br />

el vino, extendiendo una capa de algina sobre<br />

todos los envases. Un sencillo lavado, hecho<br />

antes de utilizar el envase, bastará para que<br />

desaparezcan de él los mohos y los fermentos<br />

dañinos.<br />

2.° La industria de la destilación no tendrá<br />

que temer ya la coloración de sus alcoholes<br />

en los barriles, toneles, cubas, vagonescisternas<br />

y pipas de hierro, siempre que los<br />

haya revestido con un barniz de algina..<br />

3.° La cervecería reemplazará el empegado<br />

y el embreado de sus toneles con una capa<br />

de algina.<br />

4." El envase de madera infectado por los<br />

alcoholes de mal gusto y por el ajenjo, podrá<br />

servir para encerrar cualquiera clase de líquido<br />

sin comunicarle sus malas propiedades,<br />

con tal de que se cubran las paredes con el<br />

barniz impermeable.<br />

5." Las peligrosas incrustaciones de las<br />

calderas de vapor se evitarán con el alginato<br />

de sosa.<br />

Produce gran satisfacción la idea de que el<br />

trabajador de viñas y el de los campos en general<br />

pueda desafiar los aguaceros abrigado<br />

por un vestido impermeable, graeias á los<br />

derivados de la algina, siendo de advertir que<br />

en Glascow los productos de la algina revisten<br />

ya carácter industrial, se expenden á bajos<br />

precios y son muy solicitados. En la Exposición<br />

internacional de inventos celebrada en<br />

Londres han figurado, con razón, y no tardarán<br />

en difundirse por el mundo culto.<br />

ALGODÓN.—Vello largo y fino contenido<br />

en las cápsulas que produce la planta llamada<br />

algodonero, rodeando ó envolviendo las<br />

semillas del mismo. (V. Algodonero.)<br />

El algodón era conocido en América antes<br />

que los españoles pisaran aquellas tierras.<br />

Cuando los españoles se apoderaron de Méjico<br />

, hallaron telas hechas de algodón, cuya<br />

fibra hilaban á mano las mujeres. No debía<br />

tener, sin embargo, esta fibra en Europa importancia<br />

comercial, puesto que Colón presentó<br />

á los Reyes católicos en Barcelona muestras<br />

de algodón como un objeto curioso traído<br />

del Nuevo Mundo.<br />

Influyen en la bondad de la fibra, y por<br />

consiguiente en el aprecio de su calidad co-


ALG — 33 — ALG<br />

mercial, no sólo la variedad de la planta de<br />

que procede, sino también el cultivo más ó<br />

menos esmerado y la buena preparación de la<br />

fibra antes de presentarla al mercado.<br />

A fines del siglo pasado fué cuando las plantaciones<br />

de algodón tomaron incremento en<br />

los Estados Unidos. Inglaterra, que hasta entonces<br />

se había procurado esta fibra en Levante,<br />

por conducto de los comerciantes genoveses,<br />

recibió por primera vez en 1747 siete<br />

balas de algodón, procedente de Charleston.<br />

Cuando en 1784 recibieron los ingleses<br />

setenta y una balas de igual procedencia, el<br />

cargamento fué declarado como contrabando,<br />

so pretexto de que era imposible que la América<br />

hubiese producido una cantidad tan graude<br />

de algodón. Hoy puede considerarse, por<br />

término medio, que produce 6 millones de balas.<br />

En España hoy puede decirse que no se<br />

produce algodón porque no tiene cuenta.<br />

El consumo que hace de esta fibra de distintas<br />

procedencias ha llegado en el año 1883<br />

á 46.287.420 kilogramos, de los cuales los<br />

42.768.420 han sido consumidos en las cuatro<br />

provincias catalanas. La estadística aproximada<br />

del número de husos que'existen en las diferentes<br />

provincias de España dará una idea<br />

del consumo de esta fibra en las diferentes fábricas<br />

que existen en el reino:<br />

Cataluña 1.900.000 husos.<br />

Andalucía 75.500 —<br />

Provincias Vascongadas 23.000 —<br />

Islas'Baleares 21.200 —<br />

Castilla y León lfl.000 —<br />

Galicia 5.500 —<br />

Reino de Valencia 2.920 —<br />

2.033.120 husos.<br />

Inglaterra tenía en 1883 45 millones de<br />

husos, que consumieron 3.482.210 balas de<br />

algodón, que promediadas á 200 kilogramos,<br />

forman la enorme suma de 696.442.000 kilogramos.<br />

Bajo el punto de vista industrial, el algodón<br />

se divide en dos clases: de hebra larga y<br />

de hebra corta.<br />

Respecto de su procedencia, se encuentra<br />

en el comercio el algodón de las Indias orientales,<br />

explotado por los ingleses; los algodones<br />

de las Antillas, de poca importancia; los de<br />

la América del Sur y de la América del Norte,<br />

entre los cuales hay el Georgia de hebra<br />

larga y de hebra corta, y otros muy solicitados;<br />

los de Levante y Egipto, entre los cuales<br />

hay el Jumel y otros, que se reciben en Europa<br />

en grandes cantidades.<br />

^ La época de la recolección del algodón varía<br />

según el clima. Para llegar las cápsulas á<br />

su completo desarrollo necesitan mucho sol.<br />

Las cápsulas que están en las ramas exteriores<br />

maduran y se abren las primeras; las del<br />

interior y de las ramas bajas del arbusto maduran<br />

más tarde, habiendo muchas veces una<br />

diferencia de tres meses. Las cápsulas 1 se abren<br />

espontáneamente en sentido longitudinal, y á<br />

Dic—II.<br />

medida que el aire y el sol penetran en ellas,<br />

va tomando más cuerpo y consistencia la fibra;<br />

pierden entonces la forma esferoidal los ovillos<br />

de dentro de las cápsulas, y salen copos ó<br />

vedijas que flotan á merced del viento. Durante<br />

el tiempo que van las cápsulas madurando,<br />

se verifica la cogida en las veces que se cree<br />

conveniente; y como á medida que adelanta<br />

la estación las cápsulas tardan más en abrirse,<br />

la última vez se recogen también las que toda<br />

vía. no están abiertas. Estas se ponen en<br />

tablas al sol ó en hornos ligeramente caldeados<br />

para que se abran, pero dan siempre un<br />

algodón inferior.<br />

En Andalucía empezaba la recolección á<br />

principios de Septiembre, practicándola mujeres<br />

y niños en tres ó cuatro veces. Cuando<br />

los cogedores son diestros en esta operación,<br />

cogen las vedijas de algodón á dos manos,<br />

echándolas en unas bolsas, que vacían luego<br />

en sacos, dejando la cubierta de la cápsula en<br />

la planta.<br />

El algodón de la primera recolección es mejor<br />

que el de la segunda, y éste mejor que el<br />

de la tercera. No puede dejarse el algodón<br />

mucho tiempo sobre la planta, porque se cae<br />

fácilmente y se mancha si sobrevienen lluvias.<br />

Después de recolectado y seco el algodón, hay<br />

que separar la pepita y embalarlo. La operación<br />

de despepitar se hacía antiguamente á<br />

mano, pero pronto hubo de sustituirse este<br />

medio lento y costoso por un procedimiento<br />

mecánico. En la India, en la China y en toda<br />

el Asia se usó un instrumento bastante tosco,<br />

que los ingleses modificaron y le dieron el<br />

nombre de roller-gin, ó máquina de cilindros,<br />

el cual fué sustituido por el saw-gin, especie<br />

de sierra ó peine, con el cual un hombre podía<br />

limpiar 3 quintales en un día; y, finalmente,<br />

por el mac-cartliy-gin, y otras máquinas<br />

perfeccionadas que se usan hoy. En Motril<br />

el despepito lo efectuaban los mismos<br />

compradores en aparatos toscos, que ponían<br />

en movimiento las mujeres. Esta operación<br />

duraba desde Octubre á Mayo, y llegó á ocupar<br />

600 mujeres. Poco ó nada se hizo para<br />

mejorar en España esta operación, de cuyo<br />

éxito depende el que la fibra tenga más ó menos<br />

aceptación en el meixado, y poco á poco,<br />

por estas y otras razones económicas, el algodón<br />

de Motril fué desapareciendo del comercio,<br />

hasta el punto de que habiendo sido la<br />

producción del algodón un ramo de riqueza<br />

nacional, hoy se considera al algodonero poco<br />

menos que como una planta exótica.<br />

No siendo suficientes los beneficios que se<br />

reportan con la venta de la fibra, se vende<br />

también la semilla que encierra la cápsula.<br />

Cada nuez contiene de cinco á ocho pepitas,<br />

representando un peso dos veces mayor que<br />

el de la fibra. De ellas se extrae un aceite que<br />

hace una terrible competencia á nuestros aceites<br />

de oliva. Los norte-americanos han inundado<br />

todos los mercados con este producto, y<br />

no es suya la culpa si por la defectuosa elaboración<br />

de nuestro aceite de oliva hemos per-<br />

3


ALG — 34 — ALG<br />

dido la idea de lo que vale éste cuando está<br />

bien elaborado, apelando á la química en busca<br />

de reactivos eficaces para reconocer el aceite<br />

de algodón en las mezclas que con la mayor<br />

indiferencia consumimos para la comida,<br />

sin echar de menos el fino aroma y grato sabor<br />

de aquél. Si quiere destinarse esta semilla<br />

á la alimentación del ganado de cerda, hay<br />

que hacerle sufrir una ligera torrefacción para<br />

destruir todo el vello que queda adherido á<br />

ella, en cuyo estado se modifican ventajosamente<br />

sus propiedades nutritivas, siendo preferible<br />

para el ganado reducirla después 4 harina,<br />

á cuya operación se presta perfectamente.<br />

(V. Algodonero.)<br />

ALGODONERO—Planta del género Gos-<br />

Figura 7. a—Algodonero herbáceo<br />

sypium, familia de las malváceas é hibísceas.<br />

Industrialmente se dividen estas plantas según<br />

la longitud de la fibra que producen, y comercialmente.<br />

según el país de donde se exporta<br />

(véase Algodón). Científicamente es<br />

muy difícil determinar el número de especies<br />

de algodoneros que han dado origen á las innumerables<br />

variedades que hoy se cultivan.<br />

Vilanova, en su Historia natural, sólo cita como<br />

principales las siguientes:<br />

G. licrbaceum, Lin.— Originaria de Oriente;<br />

no siempre es herbácea y anual, puesto<br />

que en ciertas localidades toma la forma de<br />

un arbusto de 1,60 á 2 metros de altara, con<br />

el tallo leñoso en la parte inferior. La flor es<br />

de un amarillo pálido, con una mancha púrpura<br />

en la parte inferior de cada pétalo. La<br />

cápsula tiene tres lóculos. El algodón que<br />

produce es blanco ó ligeramente amarillento.<br />

G. arborescens.— Cultivado desde tiempo<br />

inmemorial en las Indias, Arabia y China, é<br />

introducido en Canarias y en América. Su altura<br />

es de 5 á 6 metros; su tallo, leñoso; flores<br />

de color de púrpura. Las cápsulas tienen<br />

de tres á cuatro lóculos. El algodón que produce<br />

es excelente.<br />

G. indicum.—Arbusto de 3 á 4 metros de<br />

altura. Flores amarillas ó purpurinas; cápsu-<br />

'• las con cuatro lóculos. El algodón<br />

es bastante bueno.<br />

G. hirsutum.—Planta herbácea,<br />

anual ó bisanual; tallo ramoso<br />

y velludo como las hojas.<br />

Flores amarillas.<br />

G. religiosum.—Arbusto sobre<br />

cuyo origen no están acordes<br />

los botánicos. Alcanza la altura<br />

de 1 á 1,50 metros; flores blancas<br />

al principio, y rojas al final<br />

de la florescencia; cápsula con<br />

tres lóculos. Hay variedades de<br />

. esta especie que dan un algodón<br />

de un blanco deslumbrante, y<br />

^ otras lo dan rojizo.<br />

§1 G. vitifolium.—Originario de<br />

la India; flores grandes, amarillas,<br />

con una mancha roja; cápsula<br />

con tres lóculos. Este yege-<br />

1? tal se aclimata generalmente en<br />

fe los climas cálidos y hasta en los<br />

| l templados, prosperando en te-<br />

¡jjj rrenos de aluvión, arcillosos,<br />

silíceo - calcáreos y volcánicos.<br />

Después de las plantas que sirven<br />

para nuestra alimentación,<br />

el algodonero es una de las más<br />

importantes.<br />

Herodoto, que escribió cuatrocientos<br />

cuarenta y cinco años<br />

antes de Jesucristo, dice á este<br />

propósito con referencia á los<br />

indios: ccPoseen una especie de<br />

planta que en vez de fruto produce<br />

lana de una calidad más<br />

hermosa y mejor que la de nuestros<br />

carneros, y con ella hacen<br />

los indios sus vestidos.»<br />

Plinio dice que en el Alto Egipto, hacia la<br />

Arabia, crecía un arbusto que unos llamaban<br />

Gossipión y otros Xilón. «Su fruto, dice, es<br />

pequeño y semejante auna avellana, en la cual<br />

hay un vello sedoso que se hila. Con él se hacen<br />

magníficas vestiduras para los sacerdotes<br />

de Egipto.»<br />

El cultivo del algodón propagóse en Persia,<br />

Media y Babilonia.<br />

Los fenicios y cartagineses lo dieron á conocer<br />

en Grecia, Malta, Sicilia y España.


ALG — 35 — ALG<br />

España fué la primera nación de Europa<br />

que cultivó el algodonero en grande escala,<br />

habiéndolo propagado los moros con éxito en<br />

Andalucía.<br />

Abu Zacaría habla del cultivo de esta planta<br />

en el reino de Granada.<br />

A pesar de que el uso de esta planta era conocido<br />

tanto en Africa como en Europa, y á<br />

pesar de que, según Campmany, existía en<br />

Barcelona una corporación de fabricantes de<br />

telas de algodón y otras, su cultivo decaería<br />

indudablemente en España con la expulsión<br />

Figura 8."—Algodonero arbóreo<br />

de los moros, pues que á fines del siglo xvni<br />

se tenía el algodonero como objeto de pura curiosidad<br />

en las huertas de Motril. Por aquella<br />

fecha los catalanes fomentaron su cultivo en<br />

las costas de Andalucía, y al empezar el siglo<br />

xix el algodón de Motril se expedía ya<br />

para Cataluña y Liorna, alcanzando su apogeo<br />

hacia 1817, en que la fértil vega de Motril<br />

surtía las fábricas de Cataluña, y exportaba<br />

un sobrante para Francia é Inglaterra. A consecuencia<br />

de esto fué extendiéndose su cultivo<br />

por las vegas de la provincia de Málaga y Granada,<br />

cosechándose además en varios puntos<br />

de los reinos de Murcia y Valencia.<br />

Para fomentar este ramo de riqueza, el Gobierno<br />

español prohibió la entrada de algodones<br />

extranjeros, excepto el de primera de Per-<br />

nambuco, y esta protección, que significa cierta<br />

superioridad de los algodones extranjeros, es<br />

el primer signo de decadencia que se encuentra<br />

en la historia del cultivo de esta planta en<br />

España. Los pedidos extranjeros fueron cesando<br />

, y cuando con los aranceles de 1825 cesó<br />

el derecho protector, se redujo el cultivo á la<br />

vega de Motril, conservándose tan sólo en Almuñécar.<br />

Las circunstancias políticas de nuestro<br />

país no se prestaban á sostener con los algodones<br />

extranjeros una lucha para la cual se<br />

necesitaban muchos brazos y grandes capitales;<br />

así es que la plauta fué degenerando<br />

por descuido de los<br />

mismos cosecheros, y el producto<br />

por unidad de superficie fué<br />

disminuyendo, hasta el extremo<br />

de que su cultivo llegó á no ser<br />

lucrativo. Esto, unido á que el<br />

algodón de Motril se presentaba<br />

sucio y mal preparado, por no<br />

haber introducido la maquinaria<br />

moderna adoptada por los<br />

grandes cultivadores de los Estados<br />

Unidos, concluyó por reducir<br />

este cultivo á la miserable<br />

condición en que se encuentra<br />

hoy, imposible de remediar<br />

por falta de brazos á causa de la<br />

emigración que tiene lugar por<br />

las costas meridionales de España.<br />

s<br />

Respecto del cultivo de esta<br />

planta en. los Estados Unidos,<br />

casi en todas partes es anual, y<br />

se adopta una especie de rotación<br />

sembrando, en la misma,<br />

tierra un año algodón, otro año<br />

trigo, dejándola él tercer año<br />

de barbecho. Pero donde la propiedad<br />

está más repartida se<br />

abonan las tierras y se siembra<br />

algodón anualmente, excepto en<br />

Tejas, donde esta planta es trienal<br />

, y á veces cuatrienal.<br />

Apenas ha pasado el peligro<br />

de las heladas tardías, empieza<br />

la siembra así que la tierra está<br />

regada por lluvias abundantes,<br />

y después de arada y rastrillada. La semilla<br />

sana y escogida se deja en agua doce horas antes<br />

de la siembra. La siembra se hace amano,<br />

haciendo hoyos con la azada en línea recta, y<br />

depositando cuatro ó cinco semillas. En las<br />

grandes explotaciones se hace la siembra con<br />

máquinas á propósito. Si sobrevienen lluvias<br />

abundantes, la planta sale á los ocho ó diez<br />

días. Se siembra segunda vez en los huecos en<br />

que la semilla no ha germinado, y cuando las<br />

plantas llegan á la altura de 6 á 7 centímetros,<br />

se aclaran, arrancando las más débiles. Ocho<br />

días después se hace un segundo aclaro para<br />

que no quede más que un tronco, y, finalmente,<br />

se limpia el campo de malas hierbas. En muchos<br />

puntos, como en Egipto y en la India, es<br />

necesario el riego; pero en otros, desde que


ALI — 36 — ALI<br />

ha sufrido el aclaro, resiste sin riesgo alguno<br />

los rayos del sol durante su desarrollo, y si la<br />

siembra se ha hecho en Abril, la florescencia<br />

tiene lugar á fines de Junio ó principios de<br />

Julio. 'La flor dura muy poco, y al caerse empieza<br />

el desarrollo de las cápsulas. (V. Algodón.<br />

)<br />

B. Manj arres.<br />

ALGORÍN.—Calificativo que dan en Aragón<br />

al sitio destinado para conservar la aceituna<br />

hasta que se muele, y en los molinos de<br />

aceite, atajadizo que hay para que los que<br />

traen las aceitunas las puedan poner con separación<br />

hasta que se muelan.<br />

ALHELÍ.—(V. Alelí.)<br />

ALHEÑA.—Nombre de naturaleza árabe<br />

con que se designa algunas veces al aligustre,<br />

Ligustrmn mugare, L. (V. Aligustre.)<br />

ALHOLVA.— Es una leguminosa llamada<br />

Trigonella famum grcccurn, de Linneo, cuya<br />

parte oficinal es la semilla, de olor desagradable<br />

parecido al del meliloto, y de sabor amargo<br />

y mucilaginoso; contiene goma en gran<br />

cantidad (basorina, contenida en la cubierta<br />

externa de la semilla), aceites grasos y esenciales,<br />

y una substancia amarga. En otro<br />

tiempo se usaba como atemperante y mucilaginoso.<br />

(V. Fenogreco.)<br />

ALHONDIGA.—Casa pública para la compra<br />

y venta del trigo y demás cereales, que<br />

antiguamente se estaba obligado á llevar á ella<br />

pagando un tanto al Municipio que era dueño<br />

del edificio. La venta de granos no se podía<br />

hacer sin ingresarlos en la albóndiga (también<br />

llamaban impropiamente pósito (véase<br />

esta palabra), en la que llegó á explotarse el<br />

negocio, comprando los acaparadores en términos<br />

que se suprimió la obligación de llevar<br />

los granos á la casa mercado. Entre los corredores<br />

, administrador y agiotistas se arreglaban<br />

de manera que una vez ingresado el grano<br />

y puesto el precio, el vendedor que no<br />

quería darlo tenía obligación de pagar depósito<br />

y otras gabelas que le obligaban á vender<br />

por huir de ellas. Hoy es la venta libre.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALHUCEMA.—Botánicamente hablando,<br />

corresponde este nombre, según la aplicación<br />

que de él se hace en la Sierra Nevada, Ronda<br />

y Grazalema, al decir del Sr. Laguna, á la<br />

Lavandula lanata, Boiss, al paso que en las<br />

provincias de Granada y Jaén parece que se<br />

aplica á la Lar. spica, D. C, ambas correspondientes<br />

á la familia de las Labiadas. (V. Espliego.)<br />

ALHTJCEMILLA. —Se llama así en las<br />

costas de Málaga, Granada y Murcia á la Lavandula<br />

multifida, L., que describiremos en la<br />

palabra Espliego.<br />

ALIÁCEO.—Dícese de las cosas que saben<br />

ó huelen á ajo, ó que pertenecen á esta planta;<br />

así se dice planta aliácea, olor aliáceo, gusto<br />

aliáceo. El botánico Link propuso que se<br />

distinguiera entre las liliáceas un género Allium,<br />

pero no ha sido aceptada esa división. .<br />

ALIAGA.—En algunas provincias de Es­<br />

paña aplican este nombre á la Genista scorpins,<br />

D. C. (V. Aulaga.)<br />

ALIARÍA (Botánica) (Besperis aliaría).<br />

Planta indígena de España, de la familia de<br />

las cruciferas silicuosas, común en los sitios<br />

donde abundan las hierbas, umbrosos y húmedos<br />

, y en los bosques, ó al lado de los setos y<br />

valladares. Estrujadas sus hojas entre los dedos,<br />

exhalan un olor parecido al ajo, de donde<br />

se le ha dado el nombre de aliaría. Es anual,<br />

de tallo casi sencillo y de 50 centímetros de<br />

altura. Las hojas, poco numerosas, son relativamente<br />

grandes, cordiformes, acuminadas y<br />

provistas de grandes dientes. Las flores son<br />

blancas, las silicuas rectas. Esa planta participa<br />

de las propiedades generales de las cruciferas,<br />

y se empleó antiguamente en usos farmacéuticos.<br />

Puede considerarse como forrajera,<br />

mas no debe cultivarse por lo escaso de sus<br />

hojas y lo débil de sus tallos. Tiene cierta<br />

analogía con otra especie de flores violadas, la<br />

juliana (Hesperis maironalis), cultivada desde<br />

hace tiempo en los jardines como planta de<br />

adorno.<br />

ALIBANBÁN.<br />

1.° Este nombre y los de Ahihiro, Alambihor,<br />

Alibihil, Balibanbán, Diis y Marulinao<br />

corresponde á la especie Bauhinia tomentosa,<br />

L., de la familia de las Leguminosas, árbol espontáneo<br />

en los montes de las Islas Filipinas.<br />

DESCRIPCIÓN".—Flores cimosas, con el pedúnculo<br />

propio largo; legumbre con piececito<br />

-lineal, con muchas semillas, separadas entre<br />

sí por medio de tabiquillos estoposos. Hojas<br />

alternas, medio abroqueladas, algo acorazonadas,<br />

orbiculares, con el ápice dividido en dos<br />

grandes lóbulos y con estilete en medio de<br />

ellas, lampiñas por arriba y algo vellosas por<br />

debajo, con nervios que se reúnen en la base,<br />

en la cual se ven dos grandes glándulas chatas;<br />

pecíolos cortos. Florece en Noviembre.<br />

CUALIDADES y APLICACIONES.—Arbolito de<br />

5 metros de altura, cuyas hojas tienen el sabor<br />

ácido bastante grato. Se sirven de ellas los indios<br />

pobres como de vinagre para sus comidas.<br />

El fruto es de unos 30 centímetros de largo.<br />

2." Bauhinia binnata, P. Blanco. También<br />

se llama Alibanbún.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas opuestas, compuestas,<br />

de dos en rama reunidas, aparentando una<br />

sola, con estilete en la reunión; hojuelas inverso-aovadas,<br />

enteras y lampiñas, sin pecíolo<br />

propio.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Arbolito de<br />

2,50 metros de alto, cuyas hojas tienen el mismo<br />

sabor agradable que las de la especie anterior.<br />

3.° Bauhinia purpurea? D. C, llamada<br />

asimismo Alibanbún.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas alternas, algo acorazonadas,<br />

orbiculares, con dos grandes lóbulos,<br />

y con estilete en medio y dos glándulas chatas<br />

en la base, en donde se reúnen los nervios. Flores<br />

en panoja racimosa; pedúnculo propio hueco<br />

y cerrado arriba. Florece en Octubre.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Arbolito de


ALI — 38 — ALI<br />

Entre las sierras de Aitana y Benicadell, y<br />

partiendo de Aleoy, que puede considerarse<br />

como el centro de varias ramificaciones, parten<br />

varias de éstas hacia el E., formando los<br />

valles del Algar, Gorgos y Jirona, que desaguan<br />

respectivamente en Altea, Jávea y<br />

Denia, no sin que entre las dos últimas se<br />

hierga el Mongo, que forma el Cabo de San<br />

Antonio, y desde el cual se descubren horizontes<br />

vastísimos. Al Occidente de la provincia<br />

aparece el terreno cruzado por los contrafuertes<br />

de las sierras de Salinas, El Pinoso y<br />

Pila, al O. de las cuales surge el núcleo montañoso<br />

de la serranía de Crevillente, con una<br />

serie de contrafuertes septentrionales que, alzándose<br />

en los términos de Aspe, Novelda y<br />

Monóvar, parecen pertenecientes al sistema<br />

montañoso del Norte de la provincia. En<br />

cambio la parte meridional de ésta es poco<br />

accidentada.<br />

La constitución geológica del suelo de la<br />

provincia de Alicante es sumamente variada,<br />

abundando la piedra calcárea en las sierras<br />

del Norte, mezclada con arena; la tierra de<br />

las faldas es albariza hasta más allá del puerto<br />

de Salem, después rojiza , abundando en el tiltimo<br />

tercio de la altura las minas de yeso,<br />

precedidas de mármol mezclado con vetas espáticas.<br />

El Montcabrer es calizo, con bancos<br />

inclinados hacia las faldas y mucha tierra roja,<br />

entre la cual se encuentra piedra blanca, y en<br />

algunas partes mármol susceptible de pulimento.<br />

En las cercanías de Villena el suelo es<br />

pobre y muy arenisco, y apenas capaz de producir<br />

algún centeno, si bien no faltan hondonadas<br />

pingües. El valle de Biar es arenisco, á<br />

consecuencia sin duda de las montañas calizoareniscas,<br />

si bien las hay también exclusivamente<br />

calizas, con abundantes mármoles blancos<br />

, de color de leche, amarillentos, con manchas<br />

aplomadas ó de variados matices. Las<br />

aguas que de esos cerros fluyen contienen partículas<br />

calizas.<br />

En la hoya ó cuenca del Castalia hay excelentes<br />

tierras de labor, canteras de yeso , cal,<br />

alabastro, mármoles y sillares. El monte Maimó,<br />

que en ella surge, es calizo; los montes<br />

de Ibi son de tierra yesosa en su base, y de<br />

tierra caliza en su parte superior; entre esa<br />

población y la de Ibi el suelo es algo arenisco,<br />

mientras que las cumbres inmediatas al célebre<br />

pantano son de yeso cubierto de tierra<br />

roja y cenicienta hasta muchos pies de profundidad;<br />

dirigiéndose hacia el NE., y en los<br />

alrededores de Jijona, predomina en montañas<br />

y cerros la arcilla, el yeso y la marga colorada.<br />

En el monte Cabeso la piedra es dura,<br />

caliza, parda unas veces, y otras jaspeada de<br />

rojo y blanco; en el llamado Librería, por la<br />

forma de la estratificación, las capas de piedra<br />

caliza son de 9 centímetros, y se hallan<br />

superpuestas horizontalmente, con alguna inclinación<br />

en las faldas, y como partidas en<br />

multitud de fragmentos en forma de ladrillos.<br />

Entre Sarga y Benifallín el terreno es de albariza<br />

, y está cortado por numerosos barran­<br />

cos; entre Benifallín y Penáguila predomina<br />

la marga arcillosa blanquecina; en el valle del<br />

río Penáguila la tierra es caliza y blanca en<br />

la izquierda; se convierte en sillares, y se endurece<br />

bajo la acción del aire; y en la derecha,<br />

compacta y cenicienta; se utiliza para cal. En<br />

la sierra de Aitana abunda la tierra gredosa,<br />

de color blanco obscuro en unas partes, y<br />

en otras, hacia el Confrides, abundan los cantos<br />

y el cascajo; hay muchas cavernas, y falta<br />

tierra vegetal. El frondoso valle de Guadalest<br />

está formado por tierra blanquecina y yesosa<br />

en parte, lo mismo que las faldas del Serrella,<br />

no escaseando las pedrizas y peñascales, impropias<br />

para el cultivo.<br />

Desde el castillo de Penáguila hasta Alcoy,<br />

ó más bien desde las faldas de Aitana, el terreno<br />

es sumamente desigual, y alternan los<br />

valles profundos con elevados cerros y lomas<br />

de albariza, destacando á veces eminencias calizas.<br />

En los valles orientales de Travadell y<br />

de Ceta el terreno es de marga gredosa y blanca<br />

en parte, que deslumhra cuando la hiere el<br />

sol, y que está surcada por barrancos profundísimos.<br />

De análoga constitución geológica es<br />

el terreno que forma las accidentadas serranías<br />

extendidas entre Alcoy y el mar, siguiendo<br />

la dirección oriental, ó sea entre Alcoy,<br />

Altea y Denia. Imposible describir aquella<br />

variada serie de pingües valles, peligrosos derrumbaderos,<br />

cimas y picachos elevados, colinas<br />

y lomas susceptibles de cultivo provechoso.<br />

En el Mongó, desde el cual se distingue<br />

vasta extensión de terreno, destacan peñascos<br />

pelados, y dominan las tierras calizas y los<br />

mármoles blancos y amarillos con muchos fragmentos<br />

de espatos calizos. En las numerosas<br />

cuevas que comprende ese monte, de 3,730<br />

pies de elevación, ó sea poco más de 1.000 metros,<br />

se encuentran estalactitas de formas caprichosas.<br />

Avanzando hacia el SO. se desciende<br />

al valle del Algar y al término de Callosa<br />

de Ensarriá, en el cual hay numerosos cerros<br />

de yeso, coronados de mármol, mientras que<br />

en las cercanías del mar predominan las albarizas,<br />

y aparecen en algunas partes peñas calizas<br />

descarnadas, no faltando tampoco llanuras<br />

estériles y arenosas, mientras que en las<br />

hondonadas, planicies y laderas de tierra adentro<br />

es el suelo feracísimo, abundante la albariza<br />

hacia el N. y en las cercanías de Benisa.<br />

En Callosa y Calpe, y por el valle del Guadalest,<br />

abundan también los cerritos y lomas de<br />

yeso ó de tierra roja, con gruesa y no menos<br />

fértil corteza de tierra blanquecina, y mármoles<br />

generalmente de color negro. Para la plantación<br />

de viñedos se han elegido lomas de tierra<br />

roja con mezcla de guijos en las faldas, y<br />

blanca á veces en las cumbres.<br />

Altea se halla situada en feracísima vega,<br />

Benidorm, al S. de esta villa, y sobre caliza<br />

blanca, que forma bancos de 2 pies de espesor,<br />

inclinados al N., con cristalizaciones obscuras<br />

de espato; en las capas inferiores se encuentran<br />

tierras gredoso-areniseas, de dureza<br />

semejante á la de la piedra. Al SO., hasta Vi-


ALI — 39 — ALI<br />

llajoyosa, el suelo es de cascajo y tierra dura,<br />

después de cruzado uu gran trecho de arenas<br />

estériles é incultas. En el Cabeso, situado<br />

al NO. de Villajoyosa, se encuentran muchas<br />

piritas y azufre, que da origen á celebrados<br />

manantiales sulfurosos en Aigues y Bnsot, los<br />

cuales proceden de capas de tierra colocadas<br />

sobre las calizas. Pasados esos puntos se entra<br />

en la llamada huerta de Alicante, que fecunda<br />

el Montnegre, y en la cual se ven capas de<br />

guijarro alternando con tierras de marga, con<br />

una gruesa base de greda arenisca en unos<br />

puntos, y en otros hormigón ó almendrilla;<br />

es decir, que hay sitios cubiertos de tierra parda<br />

y pingüe sin mezcla alguna, y otros en que<br />

solamente á fuerza de laboriosidad se ha conseguido<br />

obtener productos agrícolas. Al Occidente<br />

de Alicante comienza el accidentado terreno<br />

en que se encuentra el pueblo de Agos,<br />

en que abunda la tierra yesosa, y en las faldas<br />

de los montes la marga blanquizca. Los montes<br />

son calizos en una extensión de 18 á 20 kilómetros,<br />

hasta No velda y la hoya de Castalia<br />

en dirección opuesta. En el anfiteatro donde<br />

se halla asentada Elda hay muchos cerritos y<br />

torrenteras de yeso blanco, amarillo y á veces<br />

rojo. Enfrente, y al Poniente del Vinalapó,<br />

. se encuentra Salinas, con terreno feraz y clima<br />

enfermizo á causa de no tener salida las aguas<br />

de un depósito natural. Tres leguas al S., en<br />

El Pinoso, hay un cerro de sal blanca, aplomada<br />

y roja, que mide 11 kilómetros de E.<br />

á O., y 6 de N. á S., y unos .54 metros de altura.<br />

En Aspe abunda la caliza, y hay un cerro<br />

todo él de mármol, cuyas capas compactas<br />

parecen formar una masa única; los colores<br />

son muy variados; en algunas partes de color<br />

de sangre, y negro en otras, habiendo también<br />

alabastro en otros cerros. En dirección al<br />

Mediodía, es decir, al entrar en el término de<br />

Elche, después de cruzar terrenos áridos y cerros<br />

blanquecinos, cambia por completo la<br />

perspectiva y la calidad del terreno, que brinda<br />

toda clase de productos, hasta las celebradas<br />

palmeras. A 7 ú 8 kilómetros, al O., se halla<br />

Crevillente, con sus numerosos cerros y barrancos<br />

de greda y cantos rodados, cubiertos<br />

de vegetación, con excepción de las cumbres,<br />

demasiado elevadas y desnudas.<br />

A partir de la sierra de Crevillente, y en<br />

dirección al Mediodía, hasta los montes de<br />

Guardamar, se extiende una llanura pingüe,<br />

compuesta de margas con algunas arenas hasta<br />

un metro de profundidad, y las cuales descansan<br />

sobre un subsuelo de greda compacta<br />

que impide la filtración de las aguas. En los<br />

cerros y sus cercanías la tierra es caliza, y á<br />

veces arrastrada por las aguas penetra hasta<br />

las huertas. En el monte llamado de la Muela,<br />

que destaca en esa hermosa planicie llamada<br />

huerta de Orihuela, y que riega el Segura,<br />

hay bancos calizos y capas de mármol negro<br />

con manchas blancas, pédruscos de alabastro<br />

cristalizado en agujas, y otros de arcilla parda,<br />

laminar, untuosa y brillante. En otros<br />

cerros, como el Oriolet, hay peñas de color<br />

verde obscuro, con cristales de feldespato y<br />

mica parda. También se ven en otros vetas de<br />

arcilla bolar roja, de color de hígado ó negro<br />

azulado; estas últimas tan duras como piedra.<br />

Al S. de los montes llamados de Guardamar,<br />

que se extienden hasta la provincia de Murcia,<br />

siguiendo la dirección de E. á O., se extiende<br />

un terreno bajo, en el cual se encuentran las<br />

célebres salinas de Torrevieja y de Torre de<br />

la Mata, rodeadas de llanuras arenosas y de<br />

colinas de poca elevación.<br />

Ríos, pantanos y canales de riego.—De la<br />

somera descripción topográfica hecha se desprende<br />

que el suelo de la provincia de Alicante<br />

es accidentado en grado sumo, y que<br />

ha de haber numerosos valles, y de consiguiente<br />

numerosos torrentes, arroyos y riachuelos,<br />

ya que escaseen los ríos caudalosos<br />

por lo limitado del curso que las corrientes<br />

pueden tener, dado que limitan la provincia<br />

por el O. y el N. masas montañosas que constituyen<br />

insuperable barrera para los ríos del<br />

interior de la Península. Por la extremidad<br />

meridional de la provincia cruza el Segura,<br />

que nace en la sierra de Alcaráz, riega parte<br />

de la provincia de Murcia, desemboca en<br />

Guardamar, después de penetrar en la provincia<br />

de Alicante por el término de Orihuela y<br />

fecundar la huerta de esta población, la de<br />

Pójales y otros puntos durante los últimos<br />

40 kilómetros de su curso. Solamente recibe<br />

por la izquierda un pequeño afluyente, que<br />

desciende de la sierra de Pila.<br />

La parte central de la provincia de Alicante<br />

se halla regada por el Vinalapó, río de segundo<br />

orden que nace en las cercanías de<br />

Bocairente, corre en dirección al Noroeste<br />

hasta Villena, situada á 1.543 pies sobre el<br />

nivel del mar; tuerce bruscamente su curso,<br />

y pasando por Sax, Elda, No velda y Elche,<br />

desagua en el Mediterráneo por la albufera<br />

de esta ciudad, corriendo en dirección al Mediodía.<br />

El valle del Vinalapó marca una separación<br />

bien determinada entre las serranías<br />

del Norte de la provincia y las que la separan<br />

de Albacete y Murcia; solamente algunos torrentes<br />

y arroyos tributan sus aguas á ese<br />

río, que constituye un venero de riqueza y fecundidad<br />

para la agricultura alicantina. En<br />

un punto próximo á las fuentes del Vinalapó,<br />

y en la sierra Montcabrer, nace el Serpis,<br />

que, procedente de la falda meridional de ella,<br />

cruza por Alcoy, dando movimiento á numerosas<br />

fábricas; se dirige luego hacia el Nordeste<br />

, en dirección opuesta á la seguida en sus<br />

comienzos; recibe en la jurisdicción de Concentaina<br />

el tributo de varios arroyos; cruza<br />

por Lorcha, y penetrando en la provincia de<br />

Valencia, faldea los cerros de Villalonga y fecunda<br />

la huerta de Gandía, antes de verter<br />

sus aguas en el Mediterráneo.<br />

De las serranías que surgen en el Nordeste<br />

de la provincia parten varios ríos de tercer<br />

orden., que recorren feracísimas, si bien á<br />

veces estrechas vegas; tales son el Jirona, que<br />

pasando por Vergel, riega la vega de Denia,


ALI — 40 — ALI<br />

en cuyo término municipal mezcla sus aguas<br />

con las del Mediterráneo; el Gorgós ó Jaló,<br />

que termina en Jávea, junto al Cabo San Antonio;<br />

el Algar, que fecunda los términos de<br />

Callosa de Ensarna y de Altea; el Orcheta,<br />

procedente de las sierras de Aitana, recorre<br />

los términos de Sella y Villajoyosa, desaguando<br />

cerca de esta población en el Mediterráneo,<br />

y el Monegre ó Castalia, que nace en la hoya<br />

hidrográfica formada por las sierras de Carrasqueta,<br />

Ibi, Biar y Castalia, pasa por Tibi<br />

y Muchamiel, y desagua por varias bocas al<br />

Norte de Alicante, después de suministrar<br />

riego á la huerta de esta capital, y haberse<br />

enriquecido con los riachuelos llamados Coscó<br />

de la Torre.y Buyaga.<br />

Sabido es que entre todas las provincias españolas<br />

sobresalen las de Levante por la laboriosidad<br />

é inteligencia de sus agricultores,<br />

no siendo la de Alicante la que menos se distingue<br />

bajo ese concepto; de ahí que por todas<br />

partes hayan levantado ó conservado obras<br />

hidráulicas para aprovechar las escasas aguas<br />

que brotan de los montes, y así son numerosos<br />

los pantanos y canales, aun cuando generalmente<br />

de escasas proporciones, que se encuentran<br />

en la provincia. En la llanura del condado<br />

de Concentaina, por donde cruzan los<br />

ríos Alcoy, Penáguila y Agres, los dos últimos<br />

afluyentes del primero, se han excavado<br />

minas de 3 kilómetros de longitud y de 20<br />

metros de profundidad á veces, y se han<br />

arrancado enormes peñascos para conducir<br />

y aprovechar las aguas. También en el valle<br />

de Biar existen obras bastante importantes de<br />

canalización , y un acueducto por el cual salvan<br />

un barranco las corrientes procedentes<br />

de los cerros llamados de los Capellanes y de<br />

los Molinos, que surten de agua á la población.<br />

Se han utilizado hábilmente para el riego<br />

en la hoya de Castalia las tres fuentes que<br />

brotan cerca de Onil. Pero indudablemente<br />

la obra hidráulica más importante de toda la<br />

provincia es el pantano de Tibi, situado en la<br />

parte meridional de la cuenca de Castalia, y<br />

que reteniendo las aguas del río que lleva ese<br />

nombre para dar origen después al llamado<br />

también Monegre, suministra fecundante líquido<br />

á la huerta de Alicante.<br />

El pantano de Tibi, distante 4 leguas de<br />

la ciudad, fué construido por el vecindario de<br />

la capital durante los años de 1579 á 1594 en<br />

la garganta formada á unos 5 ó 6 kilómetros<br />

de Tibi por los cerros llamados Mas del Bou<br />

y Cresta, cerca del cauce de Castalia; el murallón<br />

mide 40 metros de base, 18 en el coronamiento<br />

y 72 de longitud; el dique se halla<br />

revestido de sillares; tiene una terraza ó explanada<br />

en la parte superior enlosada, y en el<br />

lado occidental una compuerta para dar salida<br />

á las aguas cuando rebasan el límite señalado.<br />

La parte inferior del murallón está cruzada<br />

por una galería que se utiliza para dar salida<br />

al légamo ó inmundicias que se aglomeran en<br />

el pantano; la abertura septentrional de dicha<br />

galería se halla cerrada por una puerta de<br />

madera fuerte y bien calafateada; la meridional<br />

por una reja de hierro. Junto á la galería,<br />

y en el grueso del dique, se halla el torno destinado<br />

á mover la compuerta que regula la<br />

salida de las aguas, las cuales llegan á ella<br />

por un conducto abierto en la roca viva, y se<br />

precipitan por un canal practicado también<br />

en la peña y por escarpas, dando origen al<br />

riachuelo mencionado. Procediendo de yesares<br />

y terrenos de variadas clases las aguas acumuladas<br />

en el pantano, el sedimento que depositan<br />

acabaría por terraplenarle si no se limpiase<br />

de cuatro en cuatro años, mediante el concurso<br />

de todos los labradores de los pueblos<br />

circunvecinos que utilizan las aguas.<br />

Al Mediodía del pantano, y en terreno más<br />

bajo, se encuentran las presas ó azudes llamados<br />

de Muchamiel y de San Juan, construido<br />

el primero á principios de este siglo y<br />

el segundo en 1636 para utilizar las aguas de<br />

los riachuelos Jijona y Vergeret, obras aquéllas<br />

que llenan dos fines, facilitar aguas para<br />

riego y evitar inundaciones. Tiene también<br />

innegable importancia para el cultivo el pantano<br />

construido en las cercanías dé Villajoyosa<br />

para retener las aguas de varios barrancos,<br />

entre ellos el Tagarnia, procedentes de las<br />

alturas de Aitana y el de, Ilelleu, que recoge<br />

aguas del Cabeso. En las cercanías de Altea<br />

y en muchos pueblos inmediatos los labradores<br />

se ven precisados á extraer aguas para<br />

riego por medio de azúas ó norias. No menor<br />

laboriosidad muestran los habitantes de Agost,<br />

al Noroeste de la ciudad de Alicante. Para<br />

utilizar las aguas que se precipitan en épocas<br />

de lluvia por los barrancos y torrenteras, hace<br />

años construyeron un estanque, cuyo dique<br />

mide 8 metros (40 palmos de altura), 5 metros<br />

ó 24 palmos de base, y 1,85 metros, ó sean 9<br />

palmos, en el coronamiento.<br />

En Elda, además de las aguas de la fuente<br />

del Chopo, situada en el término de Villeua, y<br />

conducidas por la llamada acequia del Conde,<br />

que también utilizan los habitantes de Sax,<br />

se emplean recogidas de esa y de otras proce-<br />

• dencias en el pantano, de que sale un angosto<br />

canal que luego se subdivide en otros varios.<br />

Al NO. de la población se halla la fuente llamada<br />

Encantada, cuyas aguas son dirigidas<br />

hacia el S. por medio de una mina. El pantano<br />

de la Torreta, que cae. precisamente al Norte,<br />

está contenido por un murallón de 11,70 metros<br />

(56 palmos de altura) y 8,35 metros de<br />

espesor, fabricado con sillares de cerca de<br />

medio metro de longitud y apoyado en los<br />

cerros contiguos. Por lo mismo que tan hábilmente<br />

se saben aprovechar las aguas en la<br />

provincia de Alicante, es de lamentar que no<br />

se utilicen las que se aglomeran en la laguna<br />

de Pozo Ancho, inmediata á Salinas, dos<br />

leguas al O. de Elda, y que durante las épocas<br />

lluviosas llega á ocupar una extensión de<br />

5 ó 6 kilómetros de longitud y 3 de anchura,<br />

infestando en todo tiempo la atmósfera con<br />

los miasmas que de ese depósito se desprenden.<br />

También merece citarse como obra de


ALI — 41 — ALI<br />

riego el pantano de Novelda, ó más bien de<br />

la Jaut, por llevar ese nombre el barranco en<br />

que se recogen las aguas, las cuales son retenidas<br />

por un dique de 200 metros de longitud<br />

(250 varas), con 4,17 metros de espesor en la<br />

base y 3,34 (10 palmos) en el coronamiento,<br />

hallándose compuesto de sillares cuya longitud<br />

iguala á la anchura del muro. Para reunir<br />

el fecundante líquido que se almacena en<br />

ese pantano, en tres de los cerros iumediatos<br />

se abrieron otras tantas minas de 6.500 palmos,<br />

ó sean 1.337,44 metros, de 9 palmos de<br />

altura y 7,50 de ancho.<br />

No son los habitantes de Monforte, población<br />

situada al E. de Novelda y en la vertiente<br />

opuesta del Vinalapó, los que han descuidado<br />

el aprovechamiento de aguas en comarca<br />

tan cálida y seca como la que ocupan, y<br />

donde por consiguiente ese líquido es el alma<br />

de la agricultura. Monforte ocupa la cima de<br />

una loma, como advierte un geógrafo, y<br />

al SO. de él, sobre otra colina, se halla la<br />

villa de Aspe, dominando la rica y hermosa<br />

huerta que se extiende por la vega del Vinalapó<br />

, y se halla también rodeada de colinas y<br />

cerros. Desde éstos se filtran las aguas hasta<br />

las cercanías de la población, donde son recogidas<br />

por medio de tres diques, de que parten<br />

otros tantos canales á diferentes alturas, para<br />

distribuir el preciado líquido por las diferentes<br />

secciones de la huerta con toda la economía<br />

que la relativa escasez de aquél exige. En<br />

la misma vega, y ya próxima al mar, se encuentra<br />

la ciudad de Elche, conocida en toda<br />

España por sus gallardas palmeras y rica polla<br />

variedad de frutas y cosechas que recogen<br />

sus laboriosos habitantes, y que aún serían<br />

más valiosas si contasen con aguas más seguras<br />

y abundantes que las escasas depositadas<br />

por las lluvias en los pantanos construidos<br />

para ese fin.<br />

Más afortunados son los agricultores de<br />

Crevillente, población situada al Occidente<br />

de Elche y eu las estribaciones de la sierra á<br />

que da nombre, cuya huerta, de 10.000 tahullas<br />

de extensión, es fecundada por las aguas<br />

que descienden de los montes. Para utilizarlas<br />

los naturales han taladrado masas de roca y<br />

han abierto canales subterráneos. Los depósitos<br />

de la fuente principal se hallan ocultos en<br />

las entrañas de un cerro, á 42 metros de la<br />

superficie; las aguas corren por un canal de<br />

más de 2 kilómetros, que cruza un barranco<br />

por un arco grandioso, y cruzan un monte<br />

por una mina de 1.253 metros, ó sean 5.984<br />

palmos, no sin recoger las aguas de otro depósito<br />

menos abundante durante ese mismo<br />

trayecto, las cuales llegan al cauce principal<br />

por otro canal de 82 metros próximamente, ó<br />

sean 392 palmos. La mina tiene 3 palmos de<br />

anchura y 8,50 de elevación, con paredes y<br />

techo de mampostería donde no es bastante<br />

firme el terreno, y dos senderos separados por<br />

el canal de las aguas. Desde la confluencia de<br />

los dos canales hasta los depósitos el techo es<br />

más alto, puesto que tiene una elevación de<br />

24 palmos, ó sean 6 varas ó 5 metros. El canal<br />

por esos puntos se halla excavado en piedras<br />

negruzcas muy duras, sobre las cuales carga<br />

una parte del techo; en ese trecho los respiraderos<br />

tienen menor profundidad, la cual<br />

varía de 15 á 4 varas. Los 412 metros de distancia<br />

que median entre la confluencia y la<br />

escalera para bajar á la mina están constituídos<br />

por una masa de yeso negro, muy duro y<br />

cristalizado aveces, habiendo en ese trayecto<br />

14 respiradores ó pozos, que con los 15 restantes<br />

de la mina suman 29. Otras obras de<br />

menor importancia se han construido también<br />

para suministrar riego á la feraz vega de Crevillente.<br />

También son importantísimas las obras emprendidas<br />

en el sitio conocido con el nombre<br />

de Pías Fundaciones, perteneciente á la jurisdicción<br />

de Dolores, y comprendido entre<br />

el Saladar de Albatera, Guardamar y el Mediterráneo.<br />

Generalmente anegadas esas tierras,<br />

eran impropias para el cultivo, hasta que<br />

el célebre obispo de Cartagena, Cardenal Belluga,<br />

realizó el proyecto de abrir zanjas y<br />

canales por donde corrieran las estancadas y<br />

pestilentes aguas hasta la albufera de Elche,<br />

convirtiéndose las Pías Fundaciones en una<br />

fuente de riqueza y en un verdadero vergel,<br />

que á veces es necesario regar actualmente<br />

con las aguas del Segura. Es igualmente riquísima<br />

y feraz la huerta de Orihuela, que<br />

comprende 74.000 tahullas, ó sean 8.274 hectáreas<br />

y 91 áreas, con las cuales se sustentan<br />

numerosas aldeas, gracias á que el gran número<br />

de acequias y canales facilita el riego y<br />

el más esmerado cultivo. Ora por las dificultades<br />

que ofrece la configuración del terreno,<br />

ora por la resistencia de algunos explotadores<br />

de salicornias y otras plantas de que extraen<br />

sosa, ora por otras causas, es lo cierto que en<br />

Albatera, La Granja, Coix, Callosa y Redován,<br />

en cuyos distritos existen feraces vegas,<br />

alguna como la de Callosa de Segura, que mide<br />

1.962,96 hectáreas, ó sean 17.557 tahullas,<br />

no se saca todo el partido que pudiera sacarse<br />

del cultivo y no se han saneado muchos terrenos<br />

que producirían excelentes cosechas. En<br />

circunstancias análogas se encuentran Almoradi,<br />

Benejuzar, Rafal, Rocamora, Las Dayas,<br />

Formentera y Rojales, este último y algunos<br />

de los otros tocando con la huerta de Orihuela.<br />

El triángulo meridional de la provincia de Alicante,<br />

cuyo vértice forma la Horadada y cuya<br />

base se extiende desde Beniel, en Murcia, á<br />

Guardamar, sobré el Mediterráneo, se presta<br />

poco al cultivo y se halla cubierto de arenales<br />

y salinas; de ahí que no se hayan ejecutado<br />

en él obras de riego de alguna importancia,<br />

y que en realidad no merezca especial estudio<br />

bajo el punto de vista agrícola.<br />

CLIMA.—El de la provincia de Alicante,<br />

gracias á los accidentes del terreno, es muy<br />

vario; así, en tanto que es fresco en las comarcas<br />

montuosas del Norte, es ardiente y seco<br />

en la zona comprendida entre Busot, Agost,<br />

Elda, No velda, Aspe, Crevillente, Orihuela


ALI — 42 — ALI<br />

y el confín meridional de la provincia, lo mismo<br />

que en las hoyas y valles del interior, especialmente<br />

en las vegas del Vinalapó, del-<br />

Castalia y de los demás ríos de la provincia.<br />

La temperatura media máxima se eleva en<br />

Alicante á 39°,2, y en las serranías la mínima<br />

desciende á 2,7 por término medio. Según el<br />

Observatorio de Madrid, las temperaturas medias<br />

durante las cuatro estaciones, son: 11,6<br />

en invierno, 16,1 en primavera, 24,7 en verano<br />

y 18,9 en otoño, y llueve durante cuarenta<br />

y cuatro días en el año, ó sea durante once en<br />

invierno, catorce en primavera, seis en estío<br />

y trece en otoño, siendo los vientos dominantes<br />

los del SE., ó sean los procedentes del caldeado<br />

continente africano. El número de días<br />

nubosos se eleva á 191.<br />

PRODUCCIONES AGRÍCOLAS.—Por la descripción<br />

topográfica que hemos trazado, se comprende<br />

ya cuánta ha de ser la variedad de los<br />

productos agrícolas de la provincia de Alicante,<br />

máxime teniendo en cuenta la aplicación é<br />

inteligencia de aquellos labradores, que saben<br />

sacar partido hábilmente de las especiales condiciones<br />

del suelo y del clima en que viven.<br />

La escala de la flora se extiende desde el centeno<br />

hasta las gallardas palmas de Elche; así<br />

es que se cosechan los riquísimos y afamados<br />

vinos de Alicante; aceites de excelente calidad,<br />

naranjas exquisitas, dátiles, higos, almendras,<br />

melones, cerezas, piñones y otros<br />

frutos; hortalizas, legumbres, zanahorias, pimiento,<br />

anís, comino, gualda, palmitos, cáñamo,<br />

lino, alfalfe, algarroba, hoja de morera,<br />

seda, esparto, cebada, avena, trigo, barrilla,<br />

sosa y otros productos de menor importancia.<br />

Predominan entre todos ellos las frutas<br />

y las hortalizas, que vegetan en las vegas,<br />

cuidadosamente cultivadas y regadas, gracias<br />

á la densidad de la población, que es de 76<br />

habitantes por kilómetro cuadrado, con relación<br />

á la extensión total de la provincia, y<br />

que pasa de 100 por kilómetro cuadrado en<br />

las comarcas especialmente aptas para la agricultura.<br />

GANADERÍA.—Dedicado en la provincia de<br />

Alicante al cultivo casi todo el terreno que<br />

no es completamente estéril é incapaz de alimentar<br />

cualquier género de plantas, y no<br />

siendo los prados y las plantas forrajeras objeto<br />

preferente de los desvelos del cultivador,<br />

á no ser en muy reducidas comarcas montañosas<br />

, claro es que la ganadería no puede alcanzar<br />

extraordinario desarrollo, y de ahí que<br />

la riqueza pecuaria sea relativamente insignificante.<br />

Sin embargo, según el Anuario estadístico<br />

oficial de 1862 á 6o, existen entre ellos<br />

5.354 caballos, 2.000 yeguas, 25.017 machos<br />

y muías, más de 2.415 reses vacunas, 26.901<br />

asnos, 150.645 cabezas de ganado lanar, 25.901<br />

del cabrío y 31.061 cerdos; cifras que solamente<br />

han de adoptarse como expresión aproximada<br />

de una riqueza susceptible de profundas<br />

variaciones, y que aumenta ó disminuye<br />

rápidamente, según la marcha de las cosechas.<br />

De todas maneras, es indudable que en ese<br />

ramo de la producción agrícola no se han realizado<br />

comparativamente tantos y tan notables<br />

progresos desde principios del siglo como<br />

en el cultivo, el cual se halla á la altura de<br />

los países más adelantados, dada la naturaleza<br />

del suelo, sus condiciones topográficas y la<br />

distribución de los habitantes.<br />

También el comercio, á que generalmente<br />

manifiestan gran inclinación los alicantinos,<br />

ha ido adquiriendo notable desarrollo; así es<br />

que los productos de esa provincia, no solamente<br />

llegan á las más lejanas regiones de la<br />

Península, sino que alimentan un activo tráfico<br />

con diversas naciones extranjeras, á las<br />

cuales son exportados especialmente las frutas,<br />

las legumbres y los alcoholizados vinos conocidos<br />

con la denominación de vinos de Alicante.<br />

COMUNICACIONES.—^Cual ocurre en todas las<br />

provincias costaneras, en la de Alicante la<br />

principal vía de comunicación es el Mediterráneo<br />

para una extensa zona. Este presenta,<br />

en efecto, numerosas radas, ensenadas, fondeaderos<br />

y puertos en las 90 millas de costa que<br />

se extienden desde la Torre de la Horadada<br />

hasta el límite septentrional del término de<br />

Vergel. Además de los puertos de Alicante y<br />

Denia, el primero de gran movimiento comercial,<br />

merecen especial mención los fondeaderos<br />

de Torrevieja, Santa Pola, Villajoyosa,<br />

Altea, Calpe y Jávea ó Cabo de San Martín.<br />

Entre las vías terrestres figuran la línea<br />

férrea, que pone á la capital y á muchos<br />

pueblos de la provincia en comunicación directa<br />

con Madrid, y que penetrando por Caudete<br />

desde la provincia de Albacete, penetra<br />

en el valle del Vinalapó, pasando por Villena,<br />

Sax, Blda y Novelda; se desvía sin tocar<br />

á esta población hacia San Vicente de Raspoig,<br />

y desciende luego á Alicante; y entre<br />

las trazadas, la que desde Játiva por Beniganim,<br />

Albaida, Concentaina, Alcoy, Ibi,<br />

Tibi y Agost ha de empalmar en San Vicente<br />

con la general de Madrid á Alicante, no sin<br />

que haya de destacarse de ella un ramal que<br />

desde Villena pase por Ibi, Benifallén y Sella<br />

para terminar en Villajoyosa, y por último,<br />

la línea que, partiendo de Alcira y cruzando<br />

por Carcagente, Tabernes, Gandía y Oliva,<br />

en la provincia de Valencia, penetrará en la<br />

de Alicante por Vergel, enviará un ramal á<br />

Denia, y seguirá por Ondara, Bentachel, Benisa,<br />

aproximándose á la costa en Calpe y siguiendo<br />

ésta por Altea, Benidorm, Villajoyosa<br />

, Aigues y Muchamiel, para terminar en<br />

Alicante.<br />

Entre los caminos, además de las carreteras<br />

que siguen casi constantemente la dirección de<br />

las dos primeras líneas férreas señaladas, deben<br />

citarse el que, procedente de la provincia<br />

de Murcia, pasa por Caudete, Bañeras, Alcoy<br />

y Concentaina, para descender á Denia y Jávea;<br />

el de Alcoy á Alicante, por Jijona y Busot;<br />

el de Alicante á Monforte, JSTovelda, Monóvar<br />

y El Pinoso.; los de la misma capital á<br />

Elche, Crevillente, Albotera, Callosa de Segura<br />

y Orihuela por una parte, y á Santa Pola,


ALI — 43 — ALI<br />

Guardamar, Torrevieja y la Horadada, hasta<br />

•el límite de la provincia de Murcia, por otra;<br />

«1 de Santa Pola por Dolores á Orihuela, y<br />

el que pone esta ciudad en comunicación con<br />

Guardamar por la vega del Segura. También<br />

es vía de algún tráfico el camino que desde<br />

Almansa(Albacete), y cruzando por Yecla, en<br />

la provincia de Murcia, desciende por El Pinoso,<br />

Albanilla y Callosa de Segura hasta<br />

Orihuela, para penetrar nuevamente en la<br />

provincia de Murcia y terminar en la de Cartagena.<br />

B. Fernández Miguel.<br />

ALIENACIÓN (Enajenación) (Jurisprudencia).—<br />

Venta de una posesión, de una tierra,<br />

de la propiedad sobre una finca cualquiera.<br />

Todas las personas no inhabilitadas por la<br />

ley tienen el derecho de enajenar. El menor y<br />

el inhabilitado no pueden enajenar sus inmuebles;<br />

el tutor no puede tampoco enajenar los<br />

bienes del menor sin consentimiento del consejo<br />

de familia; la persona declarada pródiga<br />

no puede enajenar sin consentimiento judicial;<br />

la mujer, sin consentimiento del marido ó<br />

autorización del tribunal de primera instancia.<br />

El marido puede enajenar los bienes de la<br />

comunidad sin el consentimiento de la mujer,<br />

pero no los inmuebles personales de ésta. Una<br />

persona puede enajenar sus bienes en todo ó<br />

en parte á uno de sus herederos presuntivos,<br />

pero á condición de que esa alienación no<br />

oculte liberalidades en perjuicio de otro heredero,<br />

que en momento oportuno podría anular<br />

la enajenación ó reducirla al menos de<br />

manera que no redunde eu su perjuicio. Por<br />

lo mismo, la alienación no debe exceder en<br />

ningún caso la cuota disponible entre el heredero<br />

y aquel á quien herede, sin originar reclamaciones<br />

por parte de los demás herederos<br />

forzosos.<br />

ALIENTO.—'Voz que se emplea en equitación<br />

para indicar el valor y resistencia del<br />

caballo en el trabajo, y también la libertad<br />

de su respiración, si bien en este caso se emplea<br />

preferentemente la palabra resuello.<br />

ALIGERAR EL CABALLO (Equitación<br />

).—-Convertir al bruto, gracias á la educación<br />

á que se le somete en el picadero, en<br />

más ágil de adelante que de atrás, aplomándole<br />

y consiguiendo que se reparta la fuerza<br />

por igual en todos los remos, y que adquiera<br />

la agilidad y libertad que requieren las espaldas<br />

y brazos, y toda la flexibilidad necesaria<br />

para que el jinete le maneje sin esfuerzo. Una<br />

de las más difíciles tareas de los profesores de<br />

equitación es aligerar los caballos, por lo mismo<br />

que éstos tienen naturalmente pesado el<br />

cuarto delantero y propenden á caminar abocinados<br />

sobre los brazos ó abandonados sobre<br />

las espaldas.<br />

ALIGÓNERO.—Llaman así al almez ó alatonero<br />

en la provincia de Valencia. (Véase<br />

Almez.)<br />

ALIGUSTRE ó ALHEÑA (Ligustmm<br />

de T.).—Existen cuatro variedades de esta<br />

planta, que usan mucho-en la jardinería, por<br />

ser de hoja persistente y se presta con facilidad<br />

á los recortes de la tijera.<br />

1. a Aligustre vulgar.—Arbusto de 2 metros,<br />

poco más ó menos, de alto, y en el que<br />

se distinguen: una variedad de hojas anchas;<br />

otra que las tiene abigarradas, y otra que las<br />

presenta entre lanceoladas y agudas. Se presta,<br />

por medio de la poda, á dar formas variadas,<br />

bolas y otros adornos en el jardín. Los<br />

ramos tiernos los come el ganado. Su madera<br />

es muy resistente. Se multiplica por semilla,<br />

por renuevos, barbados y estaca.<br />

2." Aligustre del Japón.—Arbusto mayor<br />

que el anterior y que se multiplica de igual<br />

manera.<br />

3." Aligustre de Nepalia.—Exige abrigos<br />

de invierno, en cuya época florece. Se puede<br />

injertar en el número primero.<br />

4." Aligustre de cuatro aposentos.—Es un<br />

arbolillo que se cría en Filipinas, que se eleva<br />

á 2 metros. Tiene las hojas verdes por abajo<br />

y moradas por encima.<br />

J. H. T.<br />

ALIJAR.—En el concepto propiamente<br />

forestal, vale tanto como terreno inculto, y<br />

aun cuando no sea posible fijar los verdaderos<br />

límites de la vegetación espontánea de los<br />

alijares en clase y espesura, es lo cierto que,<br />

por punto general, envuelve dicha palabra la<br />

idea de erial, ó lo que es lo mismo, la de una<br />

extensión de tierra mayor ó menor, cubierta<br />

de hierbas y matas espontáneas, pero no de<br />

plantas arbóreas, en cuyo caso se suele aplicar<br />

el nombre de monte, bosque, selva, etc.<br />

Se sobrentiende también, tratándose de alijares,<br />

aun cuando no creemos que haya ley<br />

alguna cuyo texto pueda servir de apoyo, que<br />

la propiedad de dichos terrenos es colectiva,<br />

esto es, que pertenecen á los pueblos ó al Estado<br />

, pero no á particulares.<br />

Que alijar equivalga á ejido, según antigua<br />

significación española, cosa es que no puede<br />

admitirse. Son los ejidos los terrenos comunales<br />

contiguos á los pueblos, donde se establecen<br />

las eras de trillar, y donde estaciona accidentalmente<br />

el ganado de los vecinos, al paso<br />

que los alijares tienen de ordinario mucha<br />

mayor extensión, están más lejos de los centros<br />

poblados, alimentan sedentariamente con<br />

sus pastos la ganadería de toda clase, y aun<br />

surten de leñas menudas á los vecinos de las<br />

poblaciones á las cuales pertenecen.<br />

Para evitar confusiones, creemos que la voz<br />

en cuestión no debe emplearse nunca en sentido<br />

jurídico. Bastará reservar su uso para<br />

cuanto se trate de materias dasonómicas.<br />

ALILAILA.—Con este nombre, y también<br />

con el de lilaila, se distingue en Puerto Rico<br />

la especie Melia sempervirens, M. D., árbol de<br />

la familia de las Meliáceas, de hojas alternas,<br />

flores con cinco pétalos oblongo lineares, extendidos<br />

, y estambres monodelfos formando<br />

un tubo. El fruto es una drupa aovada, con el<br />

núcleo quinque-locular y las celdillas monospermas,<br />

de albumen carnoso. Llega á tener la<br />

altura de 8 metros, con un diámetro de 3 decí-


ALI — 44 — ALI<br />

metros. La madera tiene una densidad representada<br />

por 0,803, es rosada, algo dura y de<br />

raja derecha. Se emplea en los instrumentos<br />

de labranza, y para mangos de machetes y<br />

azadones.<br />

ALIM (Botánica).—1.° Arbolillo del Archipiélago<br />

filipino, que corresponde á la especie<br />

Adelia barbota, P. Blanco (género Mallotus,<br />

Lour.), de la familia de las Euforbiáceas.<br />

Recibe además los nombres vulgares de<br />

ahim, arum, pacalcal, tapit, taquipasín, tres<br />

puntas y vitos.<br />

DESCRIPCIÓN.—Flores en racimo compuesto<br />

al extremo de las ramas en los pies masculinos,<br />

terminales en espiga en los femeninos;<br />

cápsula de tres cajitas, cubierta de barbas<br />

muy gruesas y llenas de borra, con tres semillas.<br />

En los individuos masculinos ramas alternas;<br />

hojas alternas, abroqueladas, acorazonadas<br />

y muy borrosas por la cara inferior; pecíolos<br />

del largo de las hojas, con dos glándulas<br />

grandes y otras pequeñas en el extremo superior;<br />

en los individuos femeninos ramas tricótomas,<br />

hojas abroqueladas, aovadas, aguzadas,<br />

con dientecillos separados, poco notables en<br />

las márgenes y borrosas por debajo.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Arbolito de<br />

unos 3,50 metros de altura, común en todas<br />

partes. Las hojas están cubiertas de un polvo<br />

farináceo por debajo. Machacadas con aceite<br />

de ajonjolí ó si él, sanan la hinchazón de las<br />

piernas. Dícese que la corteza macerada en<br />

agua sería buena para hacer papel.<br />

2.° Adelia pappilaris, P. Blanco (género<br />

Mallotus, Lour.). —Arbolito dioico, con las<br />

cajillas cubiertas, no de barbas, sino de pezones<br />

cortos. Se encuentra en Guadalupe.<br />

3.° Adelia monoica, P. Blanco (género<br />

Mallotus, Lour.). — Arbolito cuyas hojas se<br />

usan del mismo modo que las de la primera<br />

especie. Se encuentra en Santa María de llocos<br />

y Parañaque.<br />

DESCRIPCIÓN.—• Planta monoica; flores de<br />

ambos sexos, mezcladas en racimo compuesto;<br />

cápsula de tres ó dos cajitas borrosas, sin<br />

barbas, con semillas solitarias. Hojas apenas<br />

acorazonadas, aserradas, con dientes separados<br />

y cinco nervios, borrosas por debajo y con<br />

cinco glándulas en la base, una en medio de<br />

la cara superior y otras dos á cada lado, en los<br />

bordes de las hojas en la inferior.<br />

4.° Adelia resinosa, P. Blanco (género<br />

Claoxylon, A. Juss.).—Se encuentra en Pasig,<br />

Augono y otros puntos de la Isla de Luzón.<br />

DESCRIPCIÓN. — Planta dioica; individuos<br />

masculinos con las flores en racimos apretados<br />

y hojas lanceoladas, aserradas y algo, vellosas,<br />

con pecíolos cortos y dos glandulitas<br />

poco notables en el extremo superior; individuos<br />

femeninos con tres glándulas gruesas y<br />

alternas, con el cáliz en lá base del germen,<br />

cajita de tres cápsulas que se abre por abajo.<br />

Florece en Abril.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Arbolillo de<br />

unos 5 metros de altura y 20 centímetros de<br />

diámetro, con las ramas medio abarquilladas<br />

y muy comprimidas en los extremos. Los filamentos<br />

délos estambres se coloran de violeta<br />

así que les da el viento. Las hojas y las flores<br />

están llenas de gotas sumamente pequeñas de<br />

una especie de resina amarilla.<br />

ALIMENTACIÓN (Fisiología é Higiene).—<br />

Sabido es que los seres vivientes se<br />

hallan constantemente en actividad, siquiera<br />

esa actividad se manifieste con diferente intensidad<br />

y bajo formas muy diversas, particularmente<br />

en los organismos superiores y<br />

complicados, y sabido que toda actividad supone<br />

movimiento, gasto de fuerzas y consumo<br />

de los elementos que las llevan en sí ó determinan<br />

su aparición, es decir, que el continuo<br />

desarrollo de las energías que dan á los organismos<br />

los caracteres de vitalidad, no podrá<br />

realizarse nunca sin consumo de las materias<br />

que forman parte de la constitución general<br />

del ser viviente, y por consiguiente esas energías<br />

y esa actividad solamente habrán de<br />

subsistir, siempre que sean reparadas las pérdidas<br />

sufridas por el organismo, y siempre<br />

que se mantenga en éste el indispensable equilibrio,<br />

proporcionándole substancias tomadas<br />

del mundo exterior. Precisamente esa sustitución<br />

se realiza por medio de la alimentación,<br />

indispensable para que no perezcan ni los animales<br />

ni los vegetales, y para que puedan<br />

realizar sin interrupción durante períodos de<br />

larga duración á veces los actos y funciones<br />

que constituyen la trama de su existencia y<br />

de su vida.<br />

La máquina animal puede compararse al<br />

cuchillo del pobre, que es siempre el mismo<br />

cuchillo, aun cuando se le haya cambiado muchas<br />

veces la hoja y el mango. Diariamente<br />

desaparece una pequeña cantidad de materia<br />

constitutiva en los animales, y diariamente se<br />

reparan tales pérdidas. En la alimentación se<br />

han de distinguir dos fenómenos distintos; así<br />

en el cuerpo humano, por ejemplo, que se<br />

mantiene á la temperatura constante de 35°<br />

próximamente, se realiza una verdadera combustión<br />

, un fenómeno absolutamente análogo<br />

al que se produce en un horno donde se quema<br />

carbón ó leña. Para sostener la combustión<br />

se necesita combustible, y ese combustible<br />

nos es proporcionado por los alimentos<br />

caloríficos ó respiratorios, que casi exclusivamente<br />

se componen de carbono y agua, ó más<br />

bien de carbono, oxígeno é hidrógeno. Las<br />

diferentes combinaciones de esos tres elementos<br />

se reducen á tres tipos, las grasas, las féculas<br />

y los azúcares, llamados alimentos ternarios.<br />

Si se agrega el ázoe, se obtendrán los<br />

alimentos cuaternarios, plásticos ó nutritivos<br />

propiamente dichos, que revisten la forma de<br />

carne ó de gluten, ya que el ázoe es la base<br />

de la constitución de nuestros órganos, es decir,<br />

que para que un horno funcione bien, no<br />

basta que los combustibles sean excelentes,<br />

es preciso reparar los deterioros que pueda<br />

experimentar el mismo horno. Como no se<br />

realizan las cosas en la naturaleza con la sencillez<br />

que la anterior comparación supondría,


ALI — 45 — ALI<br />

puesto que las oxidaciones se verifican en casi<br />

todas las partes del cuerpo, en nuestra época<br />

se ha renunciado á clasificar los alimentos en<br />

respiratorios y plásticos, y solamente se estudian<br />

bajo el punto de vista de su composición,<br />

y así se habla de materias cuaternarias ó azoadas,<br />

de substancias ternarias no azoadas ó<br />

hidratos de carbono, de cuerpos grasos, sales<br />

y agua. La mayoría de los alimentos, por otra<br />

parte, son complejos ó mezclas de especies<br />

químicas diferentes; así el pan y la leche contienen<br />

substancias azoadas é hidratos de carbono<br />

(almidón y azúcar), además de cuerpos<br />

grasos, materias minerales y agua. Pero basta<br />

lo expuesto para dar idea previa del fin que<br />

ha de llenar la alimentación, ya que más adelante<br />

hemos de insistir sobre lo que aquí anotamos<br />

por vía de ejemplo.<br />

Cuál sea la importancia de la alimentación,<br />

despréndese de las indicaciones apuntadas;<br />

por lo mismo trataremos este asunto con alguna<br />

amplitud, tanto respecto del hombre<br />

como de los animales, reservando el examen<br />

de la alimentación de las plantas para el artículo<br />

Nutrición. Desde luego es innegable,<br />

puesto que la ciencia y la experiencia lo revelan,<br />

que los alimentos ejercen una acción<br />

decisiva sobre el desarrollo y modo de ser de<br />

los organismos vivientes, y en el hombre es<br />

esa tan considerable, aun cuando no llegue á<br />

anular en ningún caso el libre albedrío y las<br />

iniciativas psicológicas, que no sin razón pudo<br />

decir Brillard Savarín, parodiando una máxima<br />

moral: dime lo que comes y te diré quién<br />

eres. En efecto; la estatura y volumen que las<br />

personas y los animales alcanzan, su robustez,<br />

su actividad, dependen en gran parte del régimen<br />

alimenticio, tanto bajo el aspecto de la<br />

cantidad, como bajo el aspecto de la calidad.<br />

Que también ejerce perceptible influjo sobre<br />

el estado moral de los individuos, compréndese<br />

teniendo en cuenta la acción del cuerpo<br />

sobre el espíritu, como del espíritu sobre el<br />

cuerpo, gracias á la íntima unión que entre<br />

esos dos elementos del ser humano existe. El<br />

hombre vigoroso y bien cuidado es más propenso<br />

á la alegría; conlleva mejor las penalidades<br />

del trabajo, y tiene iniciativas más enérgicas<br />

y repetidas que el hombre enfermizo y<br />

débil, observándose diferencia tan importante<br />

aun comparando pueblos con pueblos y naciones<br />

cou naciones. Aquellos en que la alimentación<br />

de los habitantes es más completa,<br />

se distinguen por su actividad comercial é<br />

industrial, por sus progresos materiales y morales,<br />

por la fecunda inventiva, y hasta por<br />

la normalidad y próspera marcha del régimen<br />

político y de las relaciones sociales. Allí donde<br />

la alimentación de los habitantes es defectuosa,<br />

ora por la falta de riqueza, ora por su<br />

mala distribución, todo se conjura al parecer<br />

para labrar la desgracia del pueblo. De ahí<br />

que los países donde la criminalidad y las agitaciones<br />

políticas alcanzan alarmantes proporciones,<br />

sean precisamente los pueblos pobres;<br />

de ahí que degeneren las razas mal nutridas,<br />

cual se advierte con sólo comparar los que<br />

profesan en el Indostán las creencias musulmanas,<br />

y se alimentan bien y reparan sus fuerzas<br />

mediante substancias nutritivas, con los<br />

que, siguiendo la antigua religión de Brahma,<br />

solamente consumen vegetales.<br />

Esto sentado, y como por vía de advertencia,<br />

haremos notar que los organismos vivientes<br />

han de hallar en los alimentos, para que<br />

éstos llenen su objeto cumplidamente, bajo la<br />

forma de principios inmediatos, todas las substancias<br />

elementales que sirven para mantener<br />

el calor animal, y que entran en la composición<br />

del cuerpo, tales como el oxígeno, el hidrógeno,<br />

el carbono, el ázoe y determinadas<br />

substancias minerales. Estas últimas (con excepción<br />

de la sal), así como los tres primeros<br />

cuerpos simples mencionados, existen abundantemente<br />

en todos los vegetales que el hombre<br />

consume; pero como no ocurre lo mismo<br />

respecto del ázoe ó nitrógeno, el cual (aparte<br />

de algunas semillas, como el trigo, las leguminosas,<br />

ó sean las habas, judías, guisantes, lentejas<br />

y titos, muelas ó almortas) se halla en<br />

cantidad tan insignificante que sería preciso<br />

ingerir grandes cantidades de substancias vegetales<br />

para que el hombre pudiese reparar<br />

las pérdidas de ázoe que constantemente experimenta,<br />

ha} - que considerar el régimen<br />

vegetal como incompleto, y de ahí la necesidad<br />

de recurrir á las carnes para obtener, por<br />

lo menos, los 12,5 gramos de ázoe que, según<br />

Gasparín, necesita diariamente un hombre de<br />

62 kilogramos de peso cuando no hace esfuerzos<br />

mecánicos, ó los 25 gramos que le son<br />

precisos si se dedica á trabajos manuales ó<br />

hace esfuerzos de consideración.<br />

Antes de precisar las condiciones á que ha<br />

de satisfacer un buen régimen alimenticio, es<br />

necesario exponer algunas consideraciones<br />

preliminares. La serie de acciones químicas<br />

que experimentan en el organismo los elementos<br />

reparadores desde su ingestión ó entrada<br />

en aquél hasta que son expelidas las materias<br />

impropias para la nutrición, constituye en<br />

conjunto un gran proceso químico, muchas<br />

de cuyas fases son todavía misteriosas, y se<br />

designan con las denominaciones genéricas<br />

de nutrición, movimiento nutritivo y cambio<br />

de materiales orgánicos. El proceso químico<br />

que constituye la alimentación animal se puede<br />

considerar bajo dos fases: progresiva y regresiva.<br />

La fase progresiva consiste en la sucesión<br />

de metamorfosis químicas que experimentan<br />

los alimentos ó substancias reparadoras para<br />

adquirir las diversas formas indispensables, si<br />

aquéllos han de ser absorbidos y asimilados á<br />

los tejidos, y la fase regresiva es la serie de<br />

metamorfosis que experimentan las substancias<br />

constitutivas de los tejidos para adquirir<br />

las formas sencillas de materiales excrementicios<br />

que han de ser expelidos por el organismo.<br />

La fase progresiva comienza con la<br />

ingestión 6 introducción de los alimentos en<br />

el aparato digestivo, y termina con la asimi-


ALI — 46 — ALI<br />

laciún, que se realiza al incorporarse á los tejidos<br />

los alimentos. La fase regresiva comienza,<br />

por el contrario, con la desasimilación, secreción<br />

ó exiulación de elementos constituyentes<br />

de los tejidos, y termina con la excreción ó eliminación<br />

de las diferentes materias consumidas<br />

por la vía de los emuntorios ú órganos varios<br />

destinados á ese fin, bajo la forma de excrementos<br />

, orinas, sudor, aire espirado y líquidos<br />

ó gases de transpiración cutánea.<br />

Esas dos fases se diferencian notablemente,<br />

según que se realicen en el reino animal ó en<br />

el vegetal. En éste la fase progresiva se reduce<br />

á la síntesis química de los diferentes compuestos<br />

orgánicos; los vegetales absorben ácido<br />

carbónico, agua y sales amoniacales, que<br />

son los principales productos de la secreción<br />

animal, y los combinan con el oxígeno, formando<br />

los compuestos orgánicos superiores y<br />

los albuminoideos. En la fase regresiva desoxidan<br />

las materias formadas en la primera<br />

fase, las reducen y expelen el oxígeno libre<br />

como producto de excreción. En los animales,<br />

por el contrario, la fase progresiva no consiste<br />

en la síntesis química de las materias orgánicas<br />

, porque encuentran éstas ya constituidas<br />

por los vegetales, sino en la modificación<br />

de su constitución, en la disolución y en combinaciones<br />

más complicadas. La fase regresiva<br />

no consiste en la desoxidación de las materias<br />

orgánicas, sino en su sucesiva oxidación<br />

hasta reducirlas á la forma inorgánica de<br />

ácido carbónico, agua, derivados amoniacales<br />

como la úrea, el ácido úrico ó hipúrico, y<br />

además ácido fosfórico y sulfúrico. En resumen,<br />

bajo el punto de vista químico, el vegetal<br />

representa un organismo sintético, y el animal<br />

un organismo analítico.<br />

Pero más bien que exponer teorías acerca de<br />

los caracteres y diferencias de los dos reinos<br />

de la naturaleza que suministran alimentos al<br />

hombre, será preferible exponer lo que acerca<br />

de la función digestiva enseña la ciencia.<br />

Los alimentos son masticados, triturados y<br />

reducidos á pulpa en la cavidad de la boca<br />

por los animales superiores, mezclándolos con<br />

saliva y aire atmosférico. La saliva ejerce una<br />

acción química sobre la fécula contenida en la<br />

substancia alimenticia producida por un cuerpo<br />

particular, especie de fermento llamado<br />

diastasa, mediante el cual la fécula se transforma<br />

en dextrina, ó sea materia sacarina, que<br />

se denomina glucosa, y después en ácido láctico.<br />

Una vez en el estómago la substancia alimenticia<br />

, determina la secreción del jugo gástrico,<br />

es agitada por los movimientos de la<br />

viscera y se convierte en una materia homogénea<br />

pulposa, á la cual se da el nombre de<br />

quimo. El jugo gástrico, que tan importante<br />

papel desempeña, se halla compuesto de dos<br />

principios, el ácido láctico y la pepsina, ésta<br />

última bastante análoga al fermento llamado<br />

diastasa. Los alimentos azoados, que comprenden<br />

la fibrina, la albúmina y la caseína,<br />

son penetrados por el jugo gástrico, y el<br />

ácido láctico y la pepsina gozan la virtud<br />

de disolverlos, mediante la fermentación y el<br />

movimiento molecular que tienen la propiedad<br />

de comunicar á las substancias mencionadas.<br />

Modificada de ese modo la masa alimenticia,<br />

es expelida al duodeno y á los intestinos<br />

delgados, donde experimenta una nueva<br />

transformación, incorporándose jugo pancreático<br />

biliar. El ácido láctico, introducido en el<br />

duodeno y en los intestinos delgados con la<br />

pasta de quimo, queda neutralizado por la sosa<br />

libre contenida en la bilis. La fécula que llega<br />

al estómago sin haber sufrido la diastasis salival,<br />

la experimenta bajo la acción del jugo<br />

pancreático biliar; las materias grasas son en<br />

parte saponificadas por la sosa libre de la bilis,<br />

y en parte emulsionadas por el jugo pancreático<br />

, y realizados todos esos cambios, la masa<br />

se disuelve bajo la influencia de la pepsina, ó<br />

es saponificada ó emulsionada, es absorbida y<br />

transportada, por último, al torrente circulatorio.<br />

Durante esa serie de fenómenos fisiológicos,<br />

el estómago absorbe las partes más líquidas,<br />

pero en el duodeno y en los intestinos delgados<br />

se verifica la absorción total de las substancias<br />

nutritivas. A los intestinos gruesos<br />

pasa cierta cantidad de materias que han atravesado<br />

el tubo digestivo sin experimentar<br />

transformación, y son las substancias leñosas,<br />

las epidérmicas, la parte excrementicia<br />

de la bilis, y, en fin, cuantas substancias no<br />

eran susceptibles de ser digeridas y se convierten<br />

en inútiles, constituyendo los excrementos.<br />

Para reparar las pérdidas diarias ocasionadas<br />

por las secreciones y excreciones, el animal<br />

sólo dispone de dos medios, la respiración<br />

y la alimentación; mediante la primera absorbe<br />

oxígeno, y mediante la segunda líquidos y<br />

sólidos. La absorción del agua introducida con<br />

las bebidas ó mezclada con los alimentos es<br />

de todo punto indispensable; la fibrina, la albúmina,<br />

la caseína y la gelatina contienen<br />

los principios inmediatos ázoe, carbono, hidrógeno<br />

y oxígeno, y se hallan organizadas<br />

de tal manera, que constituyen lds diferentes<br />

tejidos de la economía, cuya nutrición intersticial<br />

mantienen. A toda substancia que contiene<br />

los elementos citados se ha dado el nombre<br />

de proteína. Los alimentos que se hallan:<br />

destinados á ese fin se denominan reparadores,<br />

y son substancias azoadas que tienen por<br />

base la proteína, y proceden tanto de los animales<br />

como de los vegetales. En aquéllos se<br />

halla representada por la-fibrina, la albúmina<br />

y la caseína; en los segundos, por la fibrina<br />

vegetal, que no es otra cosa que el gluten de<br />

muchos cereales; por la albúmina vegetal, que<br />

existe abundantemente en los jugos vegetales<br />

y presenta propiedades análogas á las de la<br />

albúmina animal soluble; y por la caseína vegetal<br />

, que se encuentra en los granos leguminosos,<br />

es soluble en el agua, no se coagula<br />

bajo la acción del calor, y sí bajo la acción de<br />

los ácidos.


ALI — 47 — ALI<br />

Todos estos cuerpos, animales ó vegetales,<br />

tienen una composición idéntica, son ricos en<br />

ázoe, reductibles áproteína y susceptibles de<br />

convertirse en tejidos vivos después de haber<br />

sido elaborados por medio de la digestión,<br />

haber sido absorbidos y haber pasado al torrente<br />

circulatorio para que los deposite en<br />

los tejidos. Las funciones que la sangre desempeña<br />

son realmente importantísimas para<br />

la nutrición.<br />

- Ese líquido, al atravesar los pulmones, absorbe<br />

el oxígeno por medio de los glóbulos<br />

que llevan ese gas al sistema capilar y á la<br />

trama de los tejidos orgánicos, y en particular<br />

con el carbono, con el cual constituye aquél<br />

el ácido carbónico, que transportado en la<br />

sangre venosa, es exhalado por los poros de la<br />

piel y de la mucosa pulmonar. La sangre desempeña<br />

también el cometido de despojar á los<br />

tejidos orgánicos de aquellos elementos que<br />

han sido ya utilizados por ellos, y lo mismo<br />

que ha ocurrido al carbono, que con el oxígeno<br />

ha formado el ácido carbónico, así también<br />

el carbono residuo, el hidrógeno y el<br />

ázoe se combinan entre sí, y forman cuerpos<br />

intermedios azoados, cuales son la úrea y el<br />

ácido úrico, que disueltos en el agua, abundante<br />

en todo el organismo, y unidos con diversas<br />

sales, son expelidos de los tejidos vivos,<br />

y constituyen el líquido excrementicio<br />

denominado orina.<br />

La cantidad de calórico que desarrolla la<br />

combustión de los tejidos no es suficiente<br />

para mantener la temperatura animal, y de<br />

ahí que sea necesaria la intervención de otra<br />

clase de alimentos, llamados respiratorios, y<br />

que se hallan destinados á proporcionar el<br />

carbono indispensable para producir el calor<br />

necesario á la vida animal. Esos alimentos<br />

respiratorios son las féculas y todos sus derivados<br />

, gomas, azúcares, etc. He aquí los fenómenos<br />

que su ingestión determina: La fécula<br />

se cambia en dextrina por la acción de la<br />

saliva y del jugo pancreático, y una vez absorbida,<br />

es conducida á la vena porta y desde<br />

ésta al hígado, donde sufre una transformación<br />

en azúcar, y este nuevo elemento,<br />

pasando luego por la vena cava, atraviesa la<br />

parte derecha del corazón, para entrar en los<br />

pulmones, ser sometido á la combustión por<br />

el oxígeno y proporcionar la cantidad de calor<br />

necesaria para mantener una temperatura<br />

constante en los animales.<br />

Las materias grasas que deposita la sangre<br />

en las mallas del tejido celular se pueden<br />

considerar, hasta cierto punto como una reserva<br />

de materias hidrocarbonadas, que suplen<br />

la deficiencia de los alimentos reparadores y<br />

respiratorios para mantener el calor animal.<br />

Trazada en breves palabras la teoría relativa<br />

á la digestión, que aun deja muchos puntos<br />

por esclarecer, examinemos otras cuestiones<br />

relacionadas con ella.<br />

Equilibrio entre los alimentos y los productos<br />

de desasimilación,—Según hemos dicho, los<br />

alimentos más comunes se hallan constituidos<br />

por una mezcla de diferentes substancias. El<br />

pan, la carne, la leche, los huevos,contienen<br />

materias albuminoideas ó proteicas, almidón,,<br />

azúcar, grasa, agua y diferentes sales. La persistencia<br />

de esa mezcla de diferentes especies<br />

químicas en cualquier alimento adecuado para<br />

sostener la vida y la salud, lleva á pensar que<br />

para una buena alimentación es necesaria la<br />

reunión de esas diferentes especies alimenticias.<br />

En principio se puede establecer que ninguna<br />

especie química puede por sí sola bastar<br />

para la marcha normal de las funciones. Esto<br />

es evidente á priori para las substancias no<br />

azoadas, como el almidón, el azúcar y la grasa.<br />

Realmente la continua excreción de ázoe<br />

en estado de úrea no puede ser compensada<br />

por la ingestión de alimentos no azoados. Pero<br />

las mismas substancias azoadas, como la fibrina,<br />

la albúmina y la oseína, tomadas aisladamente<br />

, no pueden conservar la vida durante<br />

largo tiempo. Así, por ejemplo, alimentando<br />

Ranke á varios perros con una excesiva cantidad<br />

de carne magra, 1.800 gramos diarios,<br />

observó que los canes enflaquecían al cabo de<br />

algún tiempo, y que aumentaron en peso solamente<br />

con agregar á los alimentos almidón y<br />

grasa.<br />

También son necesarias para una buena alimentación<br />

las substancias minerales, como las<br />

sales y el agua. La presencia de numerososmateriales<br />

salinos en la orina de todos los animales<br />

no permite desconocer lanecesidad.de<br />

ciertas sales en nuestra alimentación. Las sales<br />

indispensables son aquellas que existen en<br />

el organismo y son continuamente segregadas.<br />

Encuéntranse éstas en todos los alimentos<br />

completos que suministra la naturaleza,:<br />

como en el pan, en la leche, en los huevos,<br />

etc., y consisten en las sales de sosa,<br />

y especialmente el cloruro de sodio, los fosfatos,<br />

las sales de cal, la sílice y algunos otros<br />

cuerpos. Así, pues, la alimentación deberá<br />

comprender diversas clases de cuerpos. Las<br />

materias azoadas, los hidratos de carbono, las<br />

substancias grasas, el agua y las sales minerales,<br />

son los principales. Eso se deduce de:<br />

la composición de los alimentos más usuales,<br />

y de la composición de las excreciones resultantes<br />

de substancias que es preciso separar<br />

constantemente.<br />

Imposible es indicar la cantidad absoluta y<br />

relativa de cada clase de alimentos proteicos,<br />

hidrocarbonatos y minerales que es necesaria?<br />

para una buena alimentación cuotidiana. Indudablemente<br />

esas cantidades varían con el<br />

trabajo producido, con el clima, con el individuo<br />

y con la edad. Respecto del hombre, se<br />

puede resolver el problema aproximadamente<br />

tratándose de un clima templado, de unaedad<br />

adulta y del trabajo medio que siendoobrero<br />

ha de ejecutar.<br />

Dos métodos pueden servir para determinarla<br />

cantidad de los alimentos: 1.°, apreciando<br />

la cantidad consumida por grandes agrupaciones<br />

de hombres igualmente alimentados


ALI<br />

(soldados, braceros, hospicianos, presidiarios,<br />

etc.), y sacando el término medio para<br />

cada individuo; y 2.°, deduciendo por la cantidad<br />

de las secreciones la cantidad de alimentos<br />

necesarios para compensarlas, puesto<br />

que cuando hay equilibrio en los cambios moleculares<br />

hay compensación entre la ingestión<br />

y expulsión del cuerpo.<br />

Los agricultores ingleses, según Eduardo<br />

Smith, ingieren cotidianamente en sus alimentos<br />

20 gramos de ázoe y 420 de carbono.<br />

El soldado francés, según Michel Levy, recibe<br />

diariamente 22,5 gramos de ázoe y 277 de<br />

carbono. Los cálculos y observaciones condujeron<br />

á Gasparín á deducir que la ración de<br />

un obrero francés sometido á grandes fatigas,<br />

contiene 25 gramos de ázoe y 309 de carbono,<br />

es decir, que la proporción de ambas substancias<br />

puede diferir según el clima y la clase<br />

de trabajo. Dichas cifras varían muy poco<br />

cuando la alimentación es normal y substanciosa.<br />

Por el contrario, el obrero irlandés,<br />

obligado á buscar en 6 ó 7 kilogramos de patatas<br />

la cantidad de ázoe que le es indispensable,<br />

vése obligado á absorber una cantidad<br />

de carbono mucho mayor, y su ración diaria,<br />

que contiene 19 gramos de ázoe, se compone<br />

de 669 gramos de carbono.<br />

Por otra parte, la cantidad de ázoe y de<br />

carbono excretado diariamente por el hombre<br />

adulto y sometido á un trabajo bastante moderado,<br />

es de 21,7 gramos respecto del ázoe,<br />

3' de 280 respecto del carbono, es decir, aproximadamente<br />

las cantidades, de alimento que<br />

toma el soldado francés. Payen admite que las<br />

pérdidas diarias de un hombre adulto sometido<br />

á un trabajo moderado se distribuyen del<br />

siguiente modo:<br />

Ázoe expelido con la orina 14,5 gramos.<br />

Ázoe expelido en los excrementos,<br />

sudor, moco, etc 5,5 —<br />

20,0 gramos.<br />

Carbono exhalado con la respiración.. 250 gramos.<br />

Carbono excretado por los ríñones.... 45 —<br />

Carbono excretado con los excrementos<br />

y por la piel 15 —<br />

310 gramos.<br />

Resulta, pues, que, según el mencionado<br />

autor, el hombre adulto necesita reparar con<br />

sus alimentos cotidianos 310 gramos de carbono<br />

y 20 de ázoe.<br />

Preciso es no olvidar que la alimentación<br />

ha de ser proporcionada al trabajo, y que varía<br />

si el trabajo varía. Además, en los climas<br />

fríos la cantidad de carbono absorbido ha de<br />

ser muy considerable. Según Carpenter, los<br />

esquimales llegan á ingerir hasta 15 kilogramos<br />

de alimentos formados especialmente de<br />

substancias grasas, y los viandantes del alto<br />

Canadá absorben diariamente hasta 8 kilogramos<br />

de carne. Cuanto á la relación de los diferentes<br />

alimentos que deben entrar en la nu-<br />

— 48 —<br />

ALI<br />

trición, Moleschott ha fijado para cada hombre<br />

adulto las cantidades siguientes:<br />

Substancias proteicas, suponiendo<br />

que estén secas 130 gramos.<br />

Grasa 84 —<br />

Almidón 404 —<br />

Sal marina ó común 30 —<br />

Agua 2.800 —<br />

De lo anteriormente dicho resulta indudablemente<br />

que para conservar la salud es<br />

necesario que los órganos reciban lo que consumen<br />

en virtud de su actividad. Si bien no<br />

conocemos sino muy imperfectamente el doble<br />

movimiento intermedio é íntimo de asimilación<br />

y desasimilación que se realiza en los<br />

diferentes órganos y tejidos, aún podemos<br />

establecer exactamente el balance entre lo<br />

que entra y lo que sale del organismo. Boussingault<br />

analizó detenidamente los diferentes<br />

alimentos y los productos de excreción de diferentes<br />

animales, y continuaron sus estudios<br />

después Barral, Valentín, Bidder y Schmidt,<br />

demostrando que en estado de salud existe<br />

perfecto balance entre los elementos ingeridos<br />

y los excretados.<br />

De esos primeros experimentos resulta que<br />

la cantidad de oxígeno fijado es algo mayor<br />

que la del oxígeno exjjelido en el ácido carbónico<br />

exhalado. Respecto del hombre, esas<br />

cantidades están, según los Sres. Valentín y<br />

Brunner, en la relación de 487 á 426, es decir,<br />

que de 487 volúmenes de oxígeno inspirado,<br />

426 queman el carbono de la materia<br />

orgánica, con virtiéndole en ácido carbónico, y<br />

61 volúmenes se fijan en los alimentos para<br />

dar otros productos oxigenados de excreción,<br />

que son la íírea y el agua. La riqueza de la<br />

xírea en oxígeno con relación á la composición<br />

centesimal de las materias albuminoideas de<br />

que aquélla se deriva, no permite dudar que<br />

la úrea se forma á consecuencia de la oxidación<br />

de esas mismas substancias.<br />

Los experimentos que mostraron más claramente<br />

el equilibrio entre los alimentos<br />

ingeridos y las secreciones, son debidos principalmente<br />

á Pettenkofer y Vogt. Para practicar<br />

las experiencias á que esos hombres científicos<br />

han consagrado gran parte de sus<br />

valiosas investigaciones, se colocaron primeramente<br />

los animales en un recinto enteramente<br />

cerrado, donde pudieran vivir y moverse<br />

libremente. Se dosificaron desde luego<br />

el aire y los alimentos necesarios para la subsistencia<br />

de aquellos vivientes, y se recogieron<br />

y analizaron con gran cuidado los excrementos<br />

y secreciones.de los animales sometidos á<br />

observación.<br />

En una serie de experimentos hechos con<br />

un perro, se observó que las excreciones superaban<br />

en cantidad á los alimentos, teniendo<br />

en cuenta el oxígeno exhalado, y que esa<br />

sorprendente diferencia era de 34,6 gramos.<br />

Aun cuando débil en sí misma, esa diferencia<br />

se pudo referir casi completamente al peso<br />

del oxígeno, puesto que la cantidad de este


ALI — 49 — ALI<br />

cuerpo segregada fué superior en 33,6 gramos<br />

á la que había recibido el animal. Esa diferencia<br />

en favor del oxígeno excretado se observó<br />

todas las veces que se hizo el experimento<br />

durante el reposo y el sueño del animal,<br />

deduciéndose la importante conclusión<br />

de que durante el sueño acumula el animal<br />

cierta dosis de oxígeno y que la consume más<br />

tarde en la combustión que se verifica en el<br />

período de vigilia.<br />

También se advirtió que el perro absorbe<br />

1.138,5 gramos de agua, siendo así que emite<br />

1.307,1 gramos. Dedújose, por lo tanto, que<br />

durante la combustión respiratoria se formaron<br />

químicamente 168,6 gramos de agua á<br />

expensas de los órganos del animal. De los<br />

477,2 gramos de oxígeno absorbido por el<br />

perro mediante la respiración, 391,5 se encontraron<br />

en el ácido carbónico espirado y<br />

149,9 en el agua producida. Esas cantidades,<br />

comparadas entre sí, hállanse en la relación<br />

de 3 á 1 próximamente respecto del caso particular<br />

que nos ocupa. De los experimentos<br />

practicados por Brunner y Valentín resulta<br />

que por término medio, y respecto del hombre,<br />

esas cantidades se hallan en la relación de 7<br />

á 1, y el calor que determinan en la relación<br />

de 4,43 á 1, esto es, que por cada 100 calorías<br />

desarrolladas en el nombre 81,5 son debidas á<br />

la combustión del hidrógeno de las materias<br />

nutritivas.<br />

Esas cifras permiten determinar cuáles sean<br />

los rendimientos en trabajo de la máquina<br />

humana, y calcular aproximadamente, respecto<br />

de un trabajo externo producido en<br />

tiempo determinado, la cantidad de calor correspondiente<br />

al exceso de oxígeno absorbido<br />

para realizar el esfuerzo.<br />

Relaciones entre- la nutrición y la producción<br />

del calor y de la fuerza.—La desasimilación,<br />

consecuencia de la oxidación orgánica, produce<br />

calor, que es la fuente de la vida animal.<br />

Conociendo la ración diaria media y los principales<br />

productos de la secreción, es dable<br />

determinar de qué cantidad de calor dispone<br />

el animal diariamente. Dada una substancia<br />

combustible, cualesquiera que sean las vías<br />

en que haya de oxidarse, con tal que sean<br />

constantes los productos de oxidación, el calor<br />

producido será siempre el mismo. Si se<br />

quema un gramo de albúmina, de manera que<br />

quede reducido á ázoe, agua y ácido carbónico<br />

, se obtendrá cierta cantidad de calor, que<br />

podremos llamar A. Si por un medio cualquiera<br />

se transformase en úrea y en sus elementos<br />

, y se representa con x la cantidad de<br />

calor desarrollado para obtener ese desdoblamiento,<br />

quemándose completamente los elementos<br />

que no entren en la composición de<br />

la úrea, y, finalmente, si se representa por B<br />

el calor producido por la combustión de la<br />

misma úrea cuando se transforma en ázoe,<br />

agua y ácido carbónico, se tendrá, en virtud<br />

de lo expuesto, A — B •+• x. La combustión de<br />

la albúmina en el oxígeno, y la de la úrea en<br />

el mismo gas, darán experimentalmente el va-<br />

Dic—II.<br />

lor de A y B, y por consiguiente, el de x, es<br />

decir, el calor resultante de la transformación<br />

de la albúmina en úrea, ácido carbónico<br />

y agua, sea que la combustión se verifique<br />

por las oxidaciones que se realizan en el organismo,<br />

ó por cualquier otro medio. Prankland,<br />

que hizo investigaciones acerca de ese<br />

punto, halló que 1.000 gramos de albúmina<br />

seca, al transformarse en úrea dentro del organismo,<br />

producen 4368 calorías. Williamsen<br />

dedujo que de la combustión de un kilogramo<br />

de almidón seco en el organismo se obtienen<br />

4200 calorías. Un kilogramo de grasa de<br />

buey dio en la combustión 9069 calorías.<br />

Partiendo de esas cifras, se ha calculado el<br />

calor producido en cada veinticuatro horas<br />

por la absorción de la ración media de un<br />

hombre adulto en nuestros climas, siendo<br />

moderado el trabajo del individuo, obteniéndose<br />

los resultados siguientes:<br />

Por 124 gramos de materias proteicas<br />

secas 511,6 calorías.<br />

Por 430 gramos de almidón seco.... 1808,0 —<br />

Por 4P gramos de grasa 444,4 —<br />

2792,0 calorías.<br />

Moleschott, en sus análisis, adoptó las siguientes<br />

cifras:<br />

Por 130 gramos de materias protáicas<br />

secas 568 calorías.<br />

Por 401 gramos de almidón 1696 —<br />

Por 84 gramos de grasa 762 —<br />

3026 calorías.<br />

Puede, por lo tanto, sostenerse en general<br />

que un hombre medianamente alimentado en<br />

nuestras regiones necesita producir diariamente<br />

unas 3000 calorías.<br />

El calor animal producido por la oxidación<br />

de las substancias alimenticias sirve para mantener<br />

una temperatura casi constante en los<br />

órganos; temperatura necesaria para que funcionen<br />

normalmente, y que al propio tiempo<br />

es el manantial del cual saca el animal su<br />

energía. Eu efecto, cada manifestación exterior<br />

de la fuerza del animal hace desaparecer<br />

parte de ese calor.<br />

Sabido es que en una máquina, por miiy<br />

perfecta que sea, solamente es susceptible de<br />

transformarse en trabajo útil una parte del<br />

calor. Respecto de la máquina humana, según<br />

las investigaciones de Hirn y Helmhotz,<br />

determinada la cantidad de oxígeno que consume<br />

un hombre durante el reposo, y el exceso<br />

de oxígeno que el mismo individuo consume<br />

durante cualquier esfuerzo muscular,<br />

podrá ser fácil obtener una solución aproximada<br />

del problema en cuestión. En efecto,<br />

sábese que los */t¡ de oxígeno respirado se<br />

unen al carbono, y que solamente '/s s e gasta<br />

en quemar el hidrógeno; también se conoce<br />

bastante aproximadamente la cantidad de calor<br />

producido en el organismo por el exceso<br />

4


ALI —- 50 — ALI<br />

de consumo de oxígeno durante el trabajo, y<br />

es evidente que ese trabajo, multiplicado por<br />

su equivalente mecánico, dará el número de<br />

kilográmetros que correspondan.<br />

Se ha determinado igualmente el valor total,<br />

en unidades de trabajo ó kilográmetros,<br />

que teóricamente deberá corresponder á la<br />

producción de calor, y además se determina<br />

el valor real efectuado. Se puede obtener además<br />

la relación del trabajo efectivo con la<br />

total fuerza disponible; relación que, según<br />

Hirn, será igual en su máximum al 18 por<br />

100, y según Helmhotz al 20 por 100. Así,<br />

pues, dadas 100 calorías producidas por la<br />

combustión en los órganos, solamente un 20<br />

por 100, es decir, la quinta parte será transformable<br />

en trabajo ó esfuerzo efectivo con<br />

la máquina humana. El remanente sirve para<br />

mantener el calor de nuestros órganos, y<br />

explica el hecho singularísimo de que, cuantas<br />

veces se produce esfuerzo, hay un aumento<br />

de calor en el órgano que trabaja.<br />

No debe pasar tampoco desapercibido que<br />

un hombre, suponiendo que se alimente con<br />

la ración media solamente, puede transformar<br />

al día en trabajo real 540 calorías, cuyo equivalente<br />

mecánico es de 229.500 kilográmetros,<br />

adoptando la cantidad máxima. Un hombre,<br />

en siete horas de trabajo, produce á lo<br />

sumo 165.000 kilográmetros, en sentir de<br />

Hirn. Un hombre bien nutrido que eleve agua<br />

por medio de una bomba, podrá en siete horas<br />

producir 190.000 kilográmetros de trabajo,<br />

y cuando más, 200.000, y continuar durante<br />

muchos días sin experimentar pérdidas<br />

perceptibles de su peso.<br />

AUMENTACIÓN DEL HOMBRE.—Como se desprende<br />

de las indicaciones anteriores, para<br />

que ésta sea normal, ha de haber cierta relación<br />

entre el nitrógeno de las substancias<br />

azoadas, ó sean la albúmina, fibrina, etc., y el<br />

carbono, que entre el conjunto de alimentos<br />

puede transformarse en ácido carbónico. También<br />

es necesario que la materia seca alimenticia<br />

vaya adicionada con una cantidad de agua<br />

proporcionada. Por lo demás, una parte del<br />

hidrógeno de los alimentos puede asociarse al<br />

oxígeno inspirado, para originar agua y calor,<br />

y además el almidón y el azúcar pueden suministrar<br />

materias grasas á la economía, reemplazando<br />

las que debieran existir en los alimentos.<br />

La alimentación del hombre se obtiene<br />

solamente con materias orgánicas susceptibles<br />

de transformarse en productos más oxigenados<br />

y de producir calor dentro del organismo,<br />

es decir, que como anteriormente se ha<br />

indicado, se determina el fenómeno inverso<br />

del que realizan los vegetales almacenando<br />

calor solar, cuando bajo la influencia de la<br />

luz absorben carbono y exhalan oxígeno.<br />

Las substancias azoadas que se utilizan para<br />

la alimentación del hombre se pueden dividir<br />

en tres clases, á saber: 1.", materias albuminosas<br />

propiamente dichas; 2.", materias<br />

colágenas, y 3. a , materias azoadas no proteicas.<br />

Las primeras se caracterizan por ser<br />

esencialmente proteicas, y por transformarse<br />

rápidamente dentro del organismo en productos<br />

solubles y asimilables, bajo la influencia<br />

de los jugos gástrico y pancreático. Las principales<br />

de esas substancias, según los estudios<br />

últimamente hechos por M. Armand Gautier,<br />

son las siguientes: 1. a Las albúminas de los<br />

huevos de aves y pescados; las del plasma muscular;<br />

la scrina del suero de la sangre; la vitelina<br />

de la yema de los huevos de las aves;<br />

la hemoglobina, globulina ó hematocristalina<br />

de la sangre; substancias todas solubles en<br />

el agua, y que se coagulan bajo la acción del<br />

calor.—2. a La caseína de la leche; la legúmina,<br />

y tal vez la amandina de gran número<br />

de plantas, que precipita el ácido acético,<br />

no se coagulan bajo la acción del calor y son<br />

solubles en el agua.—3. a Las albúminas coaguladas;<br />

la musculina ó sintonina cocida, substancias<br />

insoluoles en el agua, aun estando<br />

acidulada con el ácido clorhídrico. — 4." La<br />

fibrina de la sangre; la myosina de los músculos<br />

y la sintonina que se forma de ella por la<br />

acción de los ácidos y de las bases, y, por último',<br />

la fibrina del gluten, cuerpos todos insolubles<br />

en el agua, pero solubles en agua<br />

acidulada con una milésima parte de ácido<br />

clorhídrico.— 5." La glutina extraída del gluten<br />

y soluble en el alcohol.<br />

Todas esas substancias contienen, por cada<br />

100 partes, de 51,5 á 54 de carbono, de 7,1 á<br />

7,5 de hidrógeno, de 14,6 á 16,8 de ázoe, de<br />

0,4 á 1,8 de azufre y el complemento en oxígeno,<br />

sin que pueda decirse que el origen<br />

animal ó vegetal influya en la composición.<br />

Son análogas, mas no idénticas, oscilando en<br />

ellas las proporciones de carbono, de ázoe y<br />

de azufre. Así en la vitelina es mayor la cantidad<br />

de ázoe y menor la de carbono que en la<br />

albúmina, es decir, lo contrario que en la<br />

glutina. Algunos opinan que la legúmina y la<br />

amandina debieran agruparse entre las substancias<br />

colágenas. Respecto de la proporción<br />

de azufre, se puede establecer el siguiente orden<br />

decreciente: clara de huevo, serina de la<br />

sangre, fibrina y globulina, vitelina, caseína,<br />

albúmina vegetal coagulada y legúmina; para<br />

el fósforo, legúmina, clara de huevo, fibrina y<br />

albúmina de la sangre; no conteniendo cantidad<br />

alguna de fósforo, á diferencia de las demás<br />

substancias vegetales, la caseína de la leche,<br />

la vitelina, la glutina de los cereales y<br />

la globulina. En la hemoglobina existe el<br />

hierro ante todo. La única diferencia que se<br />

puede establecer entre las materias albuminoideas<br />

de origen animal y las procedentes de<br />

los vegetales es que las últimas se transforman<br />

con mayor dificultad que las primeras<br />

en líquidos asimilables por el organismo.<br />

En la clase de materias proteicas colágenas<br />

se comprenden las que, mediante la cocción<br />

en agua, suministran gelatina ó un cuerpo<br />

análogo, figurando entre ellas la oseína de<br />

los huesos y de las esquenas de pescado, la<br />

gelatina procedente de ellos, la substancia<br />

que forma los epitelios, la cartilageina de los


ALI 1 — ALI<br />

cartílagos, la materia ó condrina en que se<br />

transforman mediante la ebullición, la epider-<br />

•mosis de la epidermis, la materia especial de<br />

los cuernos y de los cabellos y el tejido elástico,<br />

substancias en las cuales por cada 100<br />

partes se encuentran de 49 á 50,5 de carbono,<br />

de 6,5 á 7,3 de hidrógeno y de 14,5 á 18<br />

de ázoe, siendo el complemento oxígeno. Son<br />

menos abundantes en carbono que las materias<br />

de la primera clase.<br />

La composición de las substancias azoadas<br />

no proteicas es menos complicada que la de<br />

las anteriores; provienen éstas, al parecer, de<br />

oxidaciones y desdoblamientos sucesivos de<br />

las clases precedentes. Las principales de esas<br />

substancias son la creatinina, la creatina, la<br />

xantina, la liipoxanlina ó sarcina, la camina,<br />

el ácido úrico, la leucina, la tirosina, la cafeína,<br />

la leobromina y la asparagina. Todo hace<br />

creer que esas substancias son adecuadas para<br />

experimentar en el organismo oxidaciones<br />

graduales, y aparecen en las orinas y en otros<br />

productos de la excreción; son menos ricas en<br />

carbono que las materias albuminoideas, y<br />

varias de ellas poseen, por su aroma y gusto,<br />

propiedades excitantes.<br />

Tienen también suma importancia en la<br />

alimentación las substancias denominadas hidratos<br />

de carbono, ó sean el almidón, los azúcares,<br />

la dextrina, las gomas, las celulosas,<br />

que constituyen la parte más abundante de los<br />

cereales, y por consiguiente del pan. Por ser<br />

dable que se transformen parcialmente en materias<br />

grasas, se las ha denominado materias<br />

adipógenas. Entre ellas puede figurar igualmente<br />

el alcohol, asociación del agua con un<br />

hidrocarburo, es decir, con un cuerpo eminentemente<br />

combustible. Esos cuerpos pueden reemplazar<br />

en la alimentación á las substancias<br />

grasas, pero sólo hasta cierto punto, porque<br />

éstas desempeñan un.papel especial, cuya importancia<br />

resalta del hecho de que la economía<br />

las pueda crear accidentalmente en el caso<br />

de que falten entre las substancias alimenticias.<br />

Rara vez faltan completamente, puesto<br />

que esas substancias grasas existen en todos<br />

los cereales, y constituyen las grasas animales<br />

y vegetales, los aceites y los cuerpos grasos.<br />

Los principios más importantes de todas esas<br />

substancias son la oleína, la margarina, la estearina<br />

y la palmitina, substancias procedentes<br />

de la combinación de la glicerina con ácidos<br />

grasos, después de ser eliminada cierta<br />

cantidad de agua. Algunos de esos cuerpos<br />

grasos se caracterizan por la presencia del<br />

fósforo, y constituyen las grasas fosforadas del<br />

huevo, déla sangre, del cerebro y de la carne<br />

de pescado.<br />

Expuestas estas consideraciones generales,<br />

examinaremos bajo el punto de vista higiénico<br />

las principales substancias con que el hombre<br />

se nutre.<br />

Naturaleza y propiedades de los más usuales<br />

alimentos.—En todo alimento han de considerarse<br />

siempre dos cosas: 1. a , el poder nutritivo;<br />

2.", su aptitud para ser digerido, ya<br />

que ésta es independiente de aquél, y puede ó<br />

no ir asociada con él, según los casos.<br />

Las substancias más nutritivas son las que<br />

tienen por base la proteína, como son la albúmina,<br />

la fibrina y la caseína. La gelatina no<br />

tiene por base la proteína, y de ahí que sus<br />

virtudes reparadoras no se hallen en relación<br />

con la masa; dependen de otros principios que<br />

abandona la carne al agua cuando se la cuece.<br />

Es más, no puede considerarse la gelatina<br />

como un verdadero alimento reparador; acaso<br />

sirva más bien para sobrecargar al estómago.<br />

Las substancias grasas de origen animal son<br />

emulsionadas en parte, y en parte saponificadas<br />

por el jugo pancreático, para ser absorbidas<br />

luego por los vasos linfáticos, entrar en<br />

la cavidad torácica y pasar á la sangre, la<br />

cual las deposita directamente y en la misma<br />

forma sobre las mallas del tejido celular. La<br />

osmazoma ó extracto de carne es una substancia<br />

animal esencialmente azoada y asimilable,<br />

cuya base es la proteína.<br />

Considerando ahora esas substancias bajo<br />

el punto de vista de su aptitud para la digestión,<br />

como hemos indicado, resulta que ésta<br />

no guarda relación con su fuerza nutritiva.<br />

La albúmina, la fibrina y la caseína son más ó<br />

menos digestibles, según el alimento de que<br />

forman parte ó del procedimiento que para<br />

prepararlas se siga. La gelatina, si bien poco<br />

nutritiva, es perfectamente adecuada para los<br />

convalecientes y para los estómagos débiles<br />

cuando se halla bien acondicionada. La osmazoma<br />

es de fácil digestión y algo excitante.<br />

Las substancias grasas tienen poca fuerza nutritiva,<br />

son de digestión difícil y no deben<br />

adoptarlas las personas que padecen gastralgias<br />

ó dispepsias.<br />

Debe advertirse, empero, que la asociación<br />

de todas esas substancias disueltas en agua y<br />

constituyendo el caldo, forman un alimento'<br />

inmejorable, ligero y el más nutritivo que<br />

puede apetecerse. Si queremos citar las carnes<br />

de matadero en orden que indique su facilidad<br />

para ser digeridas, las enumeraremos de esta<br />

suerte: carnero, vaca, cordero, ternera y cerdo.<br />

En igualdad de peso, no ofrecen grandes<br />

diferencias por su fuerza nutritiva, y la facilidad<br />

para la digestión depende además de la<br />

edad de los animales, de su estado de salud y<br />

del régimen alimenticio á que hayan estado<br />

sometidos. Las carnes de los animales jóvenes<br />

se digieren bien y nutren poco; las de los animales<br />

viejos, por el contrario, nutren mucho<br />

y se digieren mal.<br />

Las cuatro especies de volátiles que se utilizan<br />

principalmente como alimento, bajo el<br />

punto de vista de la facilidad con que se digieren,<br />

se pueden enumerar en el siguiente<br />

orden: gallina; pavo, ánade y oca, siendo la<br />

digestión tanto más rápida cuanto más jóvenes<br />

son esos animales y mejor nutridos se hallan.<br />

Las diversas especies bravias ó selváticas<br />

que el hombre emplea para su nutrición<br />

en Europa pueden clasificarse como sigue:<br />

perdiz, faisán, corzo, liebre, paloma, conejo


ALI ALI<br />

y becaza. Todos estos animales, con excepción<br />

de los de pico largo, son muy digestibles<br />

para individuos robustos; las especies selváticas<br />

y obtenidas por medio de la caza son más<br />

nutritivas y de más fácil digestión.<br />

Clasificados los peces bajo la misma base<br />

que los animales precedentes, se podrán citar<br />

en este orden: peces de mar y carne blanca;<br />

moluscos, como ostras, almejas, etc., y los diferentes<br />

peces de agua dulce; después figuran<br />

los peces de carne roja, y por último, los crustáceos<br />

ó cangrejos.<br />

La leche sirve de alimento al hombre en<br />

muchas circunstancias de la vida: la composición<br />

del líquido difiere según las especies y<br />

los individuos que le proporcionan. La leche<br />

de vaca contiene cerca de un 4 por 100 de<br />

manteca, 7 por 100 de caseína, 3 por 100 de<br />

azúcar de leche y 856 de agua; la leche de<br />

mujer tiene menos de 3 por 100 de manteca,<br />

5 de azúcar, 4 de caseína y albúmina y<br />

880 de agua. La leche contiene todos los elementos<br />

necesarios para la nutrición y para la<br />

respiración. La manteca y el azúcar constituyen<br />

los elementos respiratorios, y sirve para<br />

la nutrición la caseína, la cual contiene ázoe.<br />

La leche experimenta modificaciones según<br />

la época en que se verifica la lactancia, y así<br />

como al principio contiene mayor cantidad de<br />

materias grasas y azúcar, sucesivamente va<br />

acrecentándose la proporción de caseína, guardando<br />

relación con la mayor necesidad de alimento<br />

por parte del niño,, y especialmente<br />

durante la dentición.<br />

A veces determina la leche diarreas en los<br />

niños; es debida á la coagulación de la masa<br />

láctea en el estómago y en los intestinos delgados<br />

antes de ser disuelta por el jugo gástrico.<br />

Se remedia ese inconveniente empleando<br />

el bicarbonato de sosa. También se prescribe<br />

el régimen lácteo en algunas enfermedades, intestinales<br />

especialmente, y en las diarreas rebeldes,<br />

con preferencia á otros tratamientos<br />

curativos.<br />

La manteca resulta de una mezcla de la materia<br />

grasa de la leche, que contiene gran cantidad<br />

de esa substancia, con una pequeña proporción<br />

de caseína y de suero. El queso es un<br />

compuesto de caseína coagulada y de manteca<br />

en proporciones diversas: generalmente se obtiene<br />

de leche despojada de la crema.<br />

Huevos.—La clara de huevo es albúmina<br />

casi pura, y la yema contiene una substancia<br />

oleosa combinada con albúmina. Cuando se<br />

hallan crudas ó sin coagular la clara y la yerna,<br />

del huevo, son muy nutritivas y de digestión<br />

fácil, por lo mismo que han de coagularse<br />

en el estómago sin la intervención de una<br />

elevada temperatura, y se disuelven fácilmente<br />

en el jugo gástrico. Aun cuando se digiere<br />

bien el huevo ligeramente coagulado en la superficie,<br />

se convierte en indigesto cuando está<br />

frito ó cocido. La cantidad de ázoe contenida<br />

en el huevo representa una tercera parte de<br />

su peso, y de ahí que sea ese alimento de los<br />

más substanciosos.<br />

Las substancias vegetales contienen diferentes<br />

principios, que son más ó menos apropiados<br />

para la alimentación. La substancia leñosa<br />

y la celulosa, que constituyen el tejido vegetal,<br />

no pueden ser digeridas, y para la nutrición<br />

solamente sirve el almidón y las diferentes<br />

féculas en él contenidas, las cuales experimentan<br />

la transformación indicada respecto<br />

de los alimentos respiratorios. Las substancias<br />

vegetales contienen también fibrina vegetal,<br />

extraída del gluten, la albúmina y la caseína,<br />

que es la parte soluble de los jugos de muchas<br />

legumbres, que no se coagula con el calor y<br />

se coagula bajo la influencia de los ácidos. Esos<br />

tres principios son substancias azoadas y capaces<br />

de nutrir los órganos y los tejidos orgánicos.<br />

Cereales.—Bajo esta denominación se comprenden<br />

el trigo, el centeno, el arroz, el maíz,<br />

la avena, la cebada, etc. Las diferentes especies<br />

de harinas obtenidas de ellos contienen<br />

gluten en variables proporciones, y con la<br />

cantidad de ese elemento se halla en relación<br />

directa el poder nutritivo de esos productos<br />

vegetales. El pan es un precioso alimento para<br />

el hombre, y en cuanto á las cualidades que<br />

adquiere, según la marcha seguida en su fabricación,<br />

es indudable que el pan de miga<br />

demasiado compacta y densa es esencialmente<br />

indigesto. También es indigesto el pan tierno<br />

cuando se halla caliente todavía, y siempre<br />

que se coma con demasiada rapidez, por la<br />

razón de que no se empapa de saliva y no<br />

puede comenzar la transformación de la fécula<br />

en dextrina en la boca, y la substancia amilácea<br />

llega al estómago para obrar allí como<br />

un cuerpo extraño y perturbar la digestión de<br />

las demás substancias simultáneamente introducidas.<br />

La corteza del pan un poco requemada<br />

no es indigesta cuando se mastica bien,<br />

y lo mismo se puede decir de la galleta, porque<br />

habiendo perdido toda la humedad que<br />

contenía mediante la evaporación, requiere<br />

una masticación más prolongada.<br />

El pan es un excelente alimento, por ser<br />

respiratorio y reparador al mismo tiempo, y<br />

la harina de trigo empleada en diferentes usos<br />

y en muchas preparaciones culinarias, adquiere<br />

propiedades nutritivas más enérgicas, sin<br />

convertirse en indigesta por eso. Muy conveniente<br />

sería se generalizase entre los campesinos<br />

el uso del llamado pan de Liebig, por haberle<br />

inventado el ilustre químico alemán. Ese<br />

pan se prepara empleando para cada 100 kilogramos<br />

ó quintal métrico de harina de trigo<br />

con salvado, la cual se puede mezclar con harina<br />

de centeno, un kilogramo de bicarbonato<br />

de sosa, 4,23 kilogramos de ácido clorhídrico<br />

á la densidad de 1,063, 2 kilogramos de sal común<br />

y 80 litros de agua. Con tales ingredientes<br />

se obtienen 180 kilogramos de pan inmejorable,<br />

de más fácil digestión indudablemente que el<br />

preparado con levadura y en las más ventajosas<br />

condiciones. El tínico inconveniente que<br />

ofrece ese procedimiento es el de exigir gran<br />

exactitud en el empleo de las dosis, para no


ALI


ALT — 54 — ALT<br />

salada, en vinagre, éter y alcohol. Esa particularidad<br />

es de importancia suma para adoptar<br />

algunas precauciones higiénicas, es decir,<br />

que para evitar el peligro de un envenenamiento<br />

se cortarán las setas en pequeños trozos<br />

y se sumergerán en agua salada bien caliente,<br />

á la cual se haya incorporado vinagre.<br />

Después de una maceración prolongada durante<br />

dos horas, se sacarán las setas, se exprimirán<br />

bien y se lavarán en agua para ponerlas<br />

á cocer, terminadas esas operaciones,<br />

en la forma que se juzgue conveniente. De esa<br />

manera habrán abandonado las setas todo su<br />

veneno en el agua salada y acidulada, y resultarán<br />

inofensivas, si bien su inocuidad no<br />

suele ser absoluta, porque aún pueden conservar<br />

alguna cantidad de veneno. Para averiguar<br />

si contienen veneno las setas se podrá<br />

mojar pan en el agua con que se las haya enjuagado,<br />

y dárselo á comer á un animal cualquiera,<br />

porque éste revelará muy luego los<br />

efectos tóxicos. La prueba de introducir \m<br />

clavo ó cualquier metal en el agua en que se.<br />

cuecen las setas no debe tenerse por concluyente<br />

en ningún caso, siendo forzoso reconocer<br />

que hasta el presente no se ha descubierto<br />

la manera de averiguar positivamente si las<br />

setas -son venenosas ó no.<br />

Aún hay algunos caracteres que es necesario<br />

tener en cuenta, porque al menos bastan<br />

para rechazar como sospechosas las setas<br />

en que se observen. Así, pues, no se<br />

utilizarán las que tengan olor repugnante, ni<br />

aun aquellas que no exhalen un grato aroma,<br />

ni las que partidas ó cortadas despiden un líquido<br />

lactiginoso, ni las que vegeten sobre<br />

troncos podridos ó cuya superficie esté húmeda,<br />

sucia ó fangosa, ni, por último, las que<br />

hallándose crudas, son acres ó de mal sabor.<br />

Las setas comestibles no han de tener olor<br />

desagradable, y su sabor no ha de ser astringente<br />

ni acre. Tampoco han de cambiar de<br />

color al romperlas ó cortar la pulpa, ni han<br />

de ser untuosas, viscosas y coriáceas, debiendo<br />

ser preferidas siempre las que se hayan<br />

criado en sitios elevados y descubiertos.<br />

Algunos higienistas han combinado cuadros<br />

en que presentaban las setas de buena calidad,<br />

las sospechosas y las dañinas, atribuyéndolas<br />

formas, dimensiones y color característicos, é<br />

indicando sus nombres científicos y los vulgares.<br />

Pero tales descripciones y representaciones<br />

no son útiles para la generalidad de los<br />

campesinos, y lo mejor sería presentarles en<br />

las escuelas, vaciadas en yeso, las diferentes<br />

clases de setas ú hongos. Lo más seguro para<br />

el consumidor es no utilizar jamás setas secas<br />

ó en conserva, cuyos caracteres no pueda reconocer<br />

por sí mismo.<br />

En el caso, por desgracia harto frecuente<br />

en las campiñas, de que ocurra un envenenamiento,<br />

lo primero que ha de hacerse es provocar<br />

el vómito, á fin de librar cuanto antes al<br />

estómago de la acción perturbadora del veneno.<br />

Para excitar el vómito se tocará repetidas<br />

veces la bóveda del paladar y la cavidad pos­<br />

terior de la boca con las barbas de una pluma,<br />

avisando al médico sin pérdida de tiempo,<br />

á fin de que prescriba el vomitivo y los medicamentos<br />

que considere oportunos. Nunca<br />

habrá de intentarse neutralizar la acción del<br />

veneno bebiendo agua salada ó acidulada,<br />

porque precisamente tales líquidos aumentan<br />

la eficacia y rapidez del tóxico, porque le disuelven<br />

, según se ha indicado al prescribir<br />

que se laven las setas, y facilitan su absorción.<br />

Frutas.— Todo revela que la Providencia<br />

ha distribuido en los diferentes climas y regiones<br />

los frutos más adecuados para las necesidades<br />

naturales y para las enfermedades<br />

del hombre. Así en los países fríos, donde las<br />

frutas se hallan al parecer destinadas á contrarrestar<br />

la acción acre y pútrida de una alimentación<br />

exclusivamente animal, las frutas<br />

son acidas, antisépticas y poco nutritivas. Por<br />

el contrario, en los países cálidos, donde se<br />

siente con suma frecuencia la necesidad de<br />

apagar la sed, calmar el calor y nutrirse con<br />

alimentos frescos, las frutas son pulposas,<br />

dulces, azucaradas y jugosas en alto grado.<br />

Bajo el punto de vista higiénico, tiene además<br />

grandísima importancia el estado de madurez<br />

de la fruta, porque, según él, varía la<br />

acción de ésta.<br />

Antes de que la fruta llegue á perfecta<br />

sazón, las fibras de que se halla compuesta<br />

son más duras, y más numerosas y densas;<br />

contiene una gran cantidad de ácido orgánico,<br />

ó sea de ácido málico, acético, cítrico ó tartárico<br />

y otros; el agua es poco abundante, y<br />

la albúmina vegetal se halla en estado rudimentario,<br />

existiendo fécula también. Lis frutas<br />

ingeridas ó comidas en esas condiciones<br />

provocan acidez en el estómago, como consecuencia<br />

de ello la diarrea y aun también la<br />

disentería, y aun si se usan de continuo, la<br />

aparición de vermes ó lombrices. A medida<br />

,que las frutas van madurando, disminuye el<br />

número de fibras leñosas, se vuelven más delgadas<br />

y blandas, apenas se deja sentir la acidez,<br />

desaparece la fécula y es sustituida por<br />

el azúcar de uva y la pectina. En ese estado<br />

las frutas son excelentes para alimento del<br />

hombre, el cual las digiere fácilmente y le<br />

nutren bien, á condición de que no abuse de<br />

ellas hasta el extremo de provocar diarreas<br />

perturbadoras.<br />

También las estaciones influyen en la calidad<br />

de las frutas y modifican de consiguiente<br />

su acción en el hombre. Los temporales fríos<br />

no dejan que los frutos maduren bien, y en<br />

ese caso ofrecen el inconveniente de presentar<br />

una acidez muy marcada. Un tiempo húmedo<br />

los hace demasiado acuosos, insípidos, poco<br />

azucarados é indigestos. En estado de madurez,<br />

la pulpa de la uva, por ejemplo, es suculenta,<br />

de sabor dulce azucarado y ligeramente<br />

templado por una suave acidez. Es una substancia<br />

nutritiva y refrigerante, muy recomendada<br />

en algunas enfermedades irritantes, y<br />

apropiada para los casos en que las funciones<br />

gastro-entéricas languidecen.


ALI — 55 — ALI<br />

La naranja sazonada es una fruta deliciosa,<br />

de sabor dulce y sacarino, ligeramente acídulo,<br />

laxante y refrescante.<br />

La cidra no se puede comer como fruta por<br />

su exagerada acidez, debida á la gran cantidad<br />

de ácido cítrico que contiene ; posee virtudes<br />

antiescorbúticas muy caracterizadas.<br />

Las fresas contienen en gran proporción el<br />

mucílago, 3' además en débil cantidad los<br />

ácidos málico y cítrico, azúcar y un aceite<br />

esencial que les comunica el sabor y aroma<br />

característicos.<br />

Las frambuesas no son tan acidas como las<br />

fresas; contienen los mismos elementos, y un<br />

aceite esencial peculiar suyo.<br />

Las grosellas se caracterizan por una cantidad<br />

de ácido cítrico y péctico, y un poco de<br />

azúcar de uva. Son más laxantes que las fresas<br />

y frambuesas, pero todas provocan fácilmente<br />

la diarrea cuando se comen sin moderación,<br />

cuando no está el estómago en buenas condiciones<br />

para digerirlas con facilidad, cuando<br />

no se mastican bien ó cuando es refractario á<br />

tal alimento por idiosincrasia especial el individuo<br />

que hace uso de ellas.<br />

Las manzanas y las peras, con tal de que<br />

tengan reblandecidos los tejidos, poca acidez<br />

y sabor azucarado, son de fácil digestión,<br />

sobre todo después de cocidas. La cocción<br />

ejerce sin duda alguna influencia sobre la carne<br />

de la fruta, diluyéndola, reblandeciéndola<br />

y favoreciendo la salida del aire; de modo que,<br />

gracias á esa transformación, las frutas mencionadas<br />

son muy nutritivas y de digestión<br />

fácil, aun para los estómagos débiles y para<br />

los enfermos convalecientes.<br />

Las ciruelas bien sazonadas contienen mucílago<br />

, ácido péctico y gran cantidad de azúcar.<br />

Se digieren con facilidad, alimentan muy<br />

poco y poseen propiedades laxantes.<br />

Los alharicoques y melocotones son frutas<br />

de fibra blanda, mucha agua y azúcar de uva,<br />

poco ácido y aceites esenciales característicos.<br />

Su digestibilidad depende de la cantidad de<br />

azúcar que contengan, y ésta aumenta á medida<br />

que es más elevada la temperatura de<br />

que haya gozado la planta durante el período<br />

en que han de madurar sus frutos.<br />

El melón es un alimento indigesto por la<br />

gran cantidad de mucílago y del aceite esencial<br />

que le comunica sabor y olor. Es necesario<br />

que esté muy maduro, y despida un olor<br />

muy aromático y suave; que su fibra esté<br />

blanda,)-que sea muy rico en azúcar para<br />

que sea dable digerirle bien. Es un fruto excelente<br />

en los climas cálidos, donde se puede<br />

comer sin recelo alguno, mientras que en los<br />

climas templados produce indigestiones con<br />

suma facilidad.<br />

Los higos son generalmente considerados<br />

como laxantes, lo que debe atribuirse únicamente<br />

á la acción mecánica de los granillos,<br />

que son insolubles en el jugo gástrico y obran<br />

como cuerpo extraño en la mucosa intestinal.<br />

Las nueces contienen gran cantidad de fécula<br />

y aceite; sus fibras son densas y compac­<br />

tas, y tanto más cuanto más añejo es el fruto.<br />

Por lo general son de digestión difícil, á causa<br />

de la gran proporción de materia oleosa que<br />

encierran.<br />

Las castañas son muy ricas en fécula: bien<br />

cocidas constituyen un excelente alimento<br />

muy digestible. Además de la fécula, contienen<br />

alguna cantidad de albúmina y de fibrina vegetal.<br />

CONDIMENTOS.— Estos pueden ser azucarados,<br />

salados, ácidos, acres, oleosos ó caracterizados<br />

por su aceite esencial.<br />

Los azúcares ocupan un lugar intermedio<br />

entre los alimentos y los condimentos. Las dos<br />

principales especies de azúcar son el de caña<br />

y el de uva. El primero se obtiene de la caña<br />

y de la remolacha; el segundo, más abundante<br />

en la naturaleza, se encuentra principalmente<br />

en la uva. Después figura la miel, que<br />

se halla precisamente en toda clase de frutas.<br />

Para que sea asimilable por medio de la digestión<br />

es necesario que el azúcar de caña se<br />

convierta en azúcar de uva, el cual puede considerarse<br />

como una forma más débil del azúcar<br />

de caña, por contener un 7 por 100 más<br />

de agua.<br />

Por lo mismo que el azúcar puede ceder<br />

carbono á la respiración, es dable considerar<br />

ese producto como un alimento respiratorio.<br />

La facilidad de digerirle y asimilarle es tanto<br />

mayor cuanto más combinado se halla con<br />

otras substancias vegetales. Así es más difícil<br />

de digerir que la miel el azúcar puro, y mucho<br />

más que el azúcar de leche del suero. Esta<br />

observación es aplicable al almidón y á los<br />

demás principios de origen animal, como la<br />

fibrina, la albúmina y la caseína. De ahí la<br />

posibilidad de establecer que cuanto mayor es<br />

la proporción de substancias animales ó vegetales<br />

con que se hallen combinados esos principios<br />

inmediatos, mayor será la facilidad de<br />

digerirlos, sin que disminuya su poder nutritivo.<br />

La miel es una mezcla de azúcar de caña y<br />

de uva, de mucílago, de cera y de aceite esencial<br />

aromático. Es ligeramente purgante, y<br />

se digiere mejor si contiene una pequeña cantidad<br />

de cera. El uso frecuente y el abuso del<br />

azúcar y de la miel puede influir perniciosamente<br />

en nuestro organismo. Las gastralgias<br />

y las dispepsias son una consecuencia de ese<br />

abuso en muchas ocasiones.<br />

Como condimento, el azúcar, al igual de sus<br />

derivados, es uno de los más preciosos de que<br />

disponemos, con tal de que se emplee con<br />

moderación. Constituye un agradable estímulo<br />

para el estómago; provoca la secreción del<br />

jugo gástrico, y favorece la digestión y la asimilación<br />

de las substancias con que se haya<br />

combinado. '<br />

El cloruro de sodio ó sal de cocina es el único<br />

condimento salado y uno de los principios<br />

más importantes para nuestra economía. Eorma<br />

parte de todos nuestros tejidos y de todos<br />

los productos que segregamos. Probablemente<br />

favorece la disolución de los alimentos en el


ALI — 56 — ALI<br />

jugo gástrico, al que proporciona ácido clorhídrico<br />

, así como proporciona sosa á la bilis.<br />

También se cree probable, aun cuando no demostrado<br />

, que entra en la composición de la<br />

sangre, y mantiene el equilibrio entre los elementos<br />

que la componen, ó sean la albúmina,<br />

la fibrina y los glóbulos. Puede ejercer una<br />

acción importante en la nutrición intersticial,<br />

y como puede ser fácilmente eliminada en las<br />

diferentes secreciones, sirve también paramantener<br />

la actividad de los órganos secretorios.<br />

Si bien la sal es un alimento necesario<br />

al hombre si se toma en las dosis convenientes<br />

, cuando se abusa de ella estimula nocivamente<br />

el estómago, y por simpatía la faringe<br />

y la boca, determinando una irritación de la<br />

membrana mucosa, y sed por consiguiente. Si<br />

se usa en pequeña cantidad, retarda la digestión,<br />

principalmente respecto de las substancias<br />

crasas y de las carnes. La cantidad que<br />

por término medio ha de consumir el hombre<br />

diariamente oscila entre 12 y 30 gramos, y<br />

puede ser considerada como alimento y condimento,<br />

porque comunica fuerza y vigor ala<br />

nutrición, y es bastante conveniente á los individuos<br />

de constitución delicada y débil.<br />

El vinagre y el zumo de limón son dos condimentos<br />

ácidos que no pueden usarse en estado<br />

de pureza, porque no podrían ser digeridos<br />

y perturbarían la importantísima función<br />

de la asimilación, interrumpiendo la digestión<br />

é irritando la membrana mucosa. Adoptados<br />

como condimentos, asociándolos á diferentes<br />

substancias alimenticias, realzan el<br />

gusto de éstas, facilitan su disolución en el<br />

jugo gástrico y son verdaderos aperitivos.<br />

Cuando se mezclan con alimentos oleaginosos,<br />

y aun en el caso de que ha3


ALT — 57 — ALI<br />

que se alimentan casi exclusivamente de galletas<br />

de sarraceno, son muy inferiores moral<br />

y físicamente á los habitantes de las costas,<br />

que agregan á ese alimento carne y pescado.<br />

El pan de trigo, cuando contiene todas las<br />

substancias que constituyen el grano, principalmente<br />

en el Mediodía, donde es mayor su<br />

riqueza en gluten, puede constituir en caso<br />

necesario el único alimento; de ahí que con<br />

1,50 ó 2 kilogramos de pan y un poco cebolla<br />

ó ajo se sustenten á veces los obreros en<br />

las provincias meridionales de España, si bien<br />

ese régimen no suele ser más que temporal, y<br />

son muy pocos los que no comen un poco de<br />

tocino, bacalao, ó carne salada ó fresca. Las<br />

únicas substancias que contienen los elementos<br />

precisos para la nutrición, siempre que se<br />

tenga vigoroso estómago y se viva al aire libre,<br />

digámoslo así, son la del trigo y de los<br />

farináceos antes citados. Entre los habitantes<br />

de algunas localidades alemanas inmediatas<br />

se advierten notables diferencias de vigor y<br />

robustez, según que se alimenten de patatas<br />

solamente, ó de guisantes, habas y judías. De<br />

todos modos, la nutrición con substancias farináceas<br />

no iguala jamás á la que se obtiene<br />

mezclando las substancias animales y las vegetales<br />

, sin que resulte más costosa.<br />

Proporción normal de la carne con los alimentos.—En<br />

esta época en que todo se mide<br />

y se pesa, porque es necesaria toda clase de<br />

precauciones para evitar abusos por exceso ó<br />

por defecto, algunos sabios fisiólogos han tratado<br />

de determinar científicamente la proporción<br />

en que debe figurar la carne en un buen<br />

régimen alimenticio, y han deducido, después<br />

de no pocos experimentos, que ese importantísimo<br />

alimento debe representar la cuarta<br />

parte, ó sea un 25 por 100 del peso total de<br />

los alimentos que tome el hombre. Desgraciadamente,<br />

en muchos países, como queda indicado<br />

anteriormente, no se llena esa exigencia<br />

de una buena higiene, y de ahí el empobrecimiento<br />

fisiológico de las razas, que se revela<br />

por la falta de vigor y de iniciativa, tanto<br />

para los esfuerzos materiales como para los<br />

trabajos intelectuales.<br />

Según las estadísticas oficiales de Francia,<br />

uno de los estados más privilegiados sin duda<br />

alguna bajo el concepto que nos ocupa como<br />

bajo otros muchos, se consumen anualmente<br />

de:<br />

Carne de vaca 302.000.000 kilos.<br />

Carne de cabra y oveja 83.000.000 —<br />

Carne de cerdo 315.000.000 —<br />

Carne de aves, caza, pescado y<br />

huevos, expresando su equivalencia<br />

en carne 280.000.000 —<br />

Total 080.000.000 kilos.<br />

Admitiendo la cifra de 1.000 millones de<br />

kilogramos, teniendo en cuenta la deficiencia<br />

de los datos estadísticos, como un publicista<br />

hace notar, y computando la población de<br />

Francia en 36 millones de habitantes, corres­<br />

ponderán 28 kilogramos (27,777 kilogramos)<br />

á cada individuo como término medio. Así,<br />

pues, cada individuo consume un 8 por 100<br />

del peso total de alimentos, esto es, menos de<br />

una tercera parte de la proporción que señalan<br />

los higienistas como necesaria para una<br />

buena alimentación; siendo de advertir que se<br />

halla mal repartida esa cantidad, puesto que<br />

en París, por ejemplo, consume cada habitante<br />

95 kilogramos de carne abaño por termino<br />

medio, mientras que corresponden únicamente<br />

12 kilogramos anuales á los demás franceses,<br />

ó sea una séptima parte de lo que debieran<br />

consumir.<br />

Las Direcciones de Sanidad militar en diferentes<br />

naciones han tenido que emprender<br />

estudios bastante detenidos para fijar la ración<br />

del soldado, y así en Francia, por ejemplo, se<br />

ha señalado para el soldado la siguiente ración:<br />

Al día Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

Pan de munición 0,750 0,15 0,172<br />

Pan blanco 0,518 6,15 0,129<br />

Carne 0,125 3,02 0,150<br />

Judías 0,150 5,70 0,037<br />

Patatas 0,500 1,80 0,013<br />

Total 26,12 0,501<br />

El soldado prusiano consume al día 100 gramos<br />

de albúmina, 50 de grasa, 500 de hidrato<br />

de carbono, ó sean 100 x 5 + 30 x3<br />

+ 500x1 = 1150 unidades nutritivas. Esa<br />

es la misma base que el capitán Wolft ha<br />

adoptado para la determinación de la ración<br />

en las cocinas públicas, y que ha conseguido<br />

repartir en dos comidas, al precio de 80 céntimos<br />

de peseta, en Londres, sin incluir<br />

el pan.<br />

En tiempo de guerra, el soldado prusiano,<br />

además de 75 centímetros cúbicos de aguardiente<br />

y 32 gramos de sal común, recibe 100<br />

de pan, 250 de carne y 170 de harina de<br />

avena, ó sean 139 gramos de albúmina, 50<br />

de grasa y 568 de hidratos de carbono, ó<br />

bien 100 de pan, 250 de carne y 125 de<br />

arroz, equivalentes á 123,7 gramos de albúmina,<br />

20 de grasa y 555,5 de hidratos de<br />

carbono. En ocasiones también se compone<br />

la ración de 100 gramos de pan, 125 de tocino<br />

y 330 de guisantes, que contienen 154 gramos<br />

de albúmina, 105 de grasa y 635 de hidratos<br />

de carbono, siendo, por lo tanto, la<br />

última ración superior á las dos primeras.<br />

Durante la guerra contra Francia, se dio á<br />

los soldados prusianos una ración excelente,<br />

que contenía 159 gramos de albúmina, 285 de<br />

grasa y 331 de hidratos de carbono, ó sean<br />

750 gramos de pan, 500 de carne, 250 de tocino,<br />

30 de cafe, 60de tabaco ó cinco cigarros<br />

puros, 500 de vino ó 1.000 de cerveza, ó bien<br />

100 de aguardiente. Acaso sea esa la ración<br />

más acomodada á los principios científicos suministrada<br />

al soldado, como fueron las victorias<br />

de éste las más rápidas, importantes y


ALI — 58 — ALT<br />

numerosas que en un período de seis meses<br />

registra la historia militar.<br />

También han publicado interesantes datos<br />

algunas sociedades y empresas acerca de la<br />

alimentación de los obreros. Entre ellos reproducimos<br />

de una publicación francesa los<br />

que á continuación verán nuestros lectores:<br />

Obreros ingleses del camino de hierro de Huan<br />

AI día Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

0,660 15,97 0,792<br />

0,750 9,37 0,187<br />

1,000 3,60 0,027<br />

Total . 28,94 1,006<br />

Granja del territorio de Arles<br />

Al año Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

Pan ЪЬЬ 0.760 13S.75<br />

60 1.452 72,00<br />

180 64S 4,86<br />

10 » 8,88<br />

600 » 36,00<br />

Total 8.S60 260,49<br />

La alimentación diaria es de­ .. 24,3 0,71<br />

Obreros agrícolas del cantón de Vaud (Suiza)<br />

Al año Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

286,0 3.801 70,37<br />

364,0 1.010 9,83<br />

41,6 150 1,12<br />

13,0 503 4,70<br />

13,0 95 3,90<br />

57,2 1.384 68,64<br />

28,0 .1.456 23,08<br />

10,4 66 18,20<br />

Café 6,2 155 11,47<br />

229,5 1.308 34,42<br />

Vino (7,213 £g. alcohol).. 121,5 » »<br />

Sidra (5,90 kg. alcohol). 108,0 » 6,58<br />

10.018 253,31<br />

La alimentación diaria es de. .. 27,2 0,079<br />

Obreros del Norte de Francia<br />

Al año Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

320 4.352 71,36<br />

Harina de trigo 30 439 9,00<br />

50 700 9,00<br />

31 1.131 9,29<br />

480 1.728 12,9o<br />

20 484 24,00<br />

10 118 14,00<br />

160 912 24,00<br />

Cerveza (7,33 k. alcohol) 36'j » 3,65<br />

9.914 177,26<br />

La alimentación diaria es de. .. 27,4 0,584<br />

Departamento de Corrèze<br />

Al año Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

. 119 3.504 58,18<br />

. 369 1.328 9,96<br />

1.845 20,83<br />

12 290 14,40<br />

10 118 14,00<br />

. 120 284 18,00<br />

Total 7.369 135,37<br />

La alimentación diaria es de.... 20,2 0,371<br />

Lombardía<br />

Al día Ázoe Precio<br />

Kilos Grataos Fraíleos<br />

1,52 23,41 0,129<br />

0,03 1,52 0,036<br />

Vino flojo para bebida. » » »<br />

Total 24,93 0,165<br />

Irlanda<br />

Al día Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Fraíleos<br />

0,348 22,85 0,171<br />

0,5 0,28 0,075<br />

Granja de la Vienne<br />

23.13 0,246<br />

Al año Ázoe Precio<br />

Kilos Gramos Francos<br />

Pan de morcajo . 460,0 5.612 119,00<br />

. 10,0 242 12,00<br />

. 10,0 118 14,00<br />

. 10,0 » 17,50<br />

5,0 32 8,75<br />

. 30,0 1.110 7,40<br />

Leche ó queso blando.. . 160,0 912 16,00<br />

. 10,0 74 3,00<br />

Patatas y legumbres<br />

. 680,0 647 4,90<br />

Vino flojo para bebida. » »<br />

8.777 202,55<br />

La alimentación diaria es de.... 24,05 0,555<br />

Respecto de España, no ha sido posible reunir<br />

datos, que nadie se cuida de recoger en<br />

esta clásica tierra, ni aun los que por sus funciones<br />

oficiales debieran poner especial cuidado<br />

en ese género de trabajos. Por lo general,<br />

la clase trabajadora de nuestra Península, no<br />

solamente se halla privada de la cantidad de<br />

carne necesaria para un buen régimen alimenticio,<br />

sino que son desgraciadamente harto<br />

frecuentes los casos en que no prueba ese importantísimo<br />

elemento de nutrición. «Nosotros<br />

recordamos, dice un conocido publicista, que<br />

hace cuarenta años, en la localidad en que<br />

escribimos, se vendía la libra de carne á un


ALI — 59 — ALI<br />

real, á cuyo precio se consumía por la clase<br />

trabajadora; hoy vale 3 reales, no puede comprarla,<br />

y la reemplaza con pan, judías, etc.<br />

Comparado el trabajo producido entonces con<br />

el producido ahora, resulta que hoyes menor<br />

en un 50 por 100, pues es indudable que si el<br />

pan entretiene la vida, la carne da la fuerza.<br />

Está demostrado que un kilogramo de carne<br />

tiene un valor nutritivo igual á 3 kilogramos<br />

de pan. El kilogramo de carne vale 7 reales,<br />

y los 3 de pan cuestan lo mismo, por término<br />

general; pero con el pan el obrero puede entretener<br />

á sus hijos, si no para que se alimenten<br />

cual debieran, al. menos para satisfacer en<br />

parte el hambre. La carne absorbería todo el<br />

jornal, el cual no se ha elevado en la proporción<br />

del mayor precio que hoy alcanzan los<br />

* alimentos.<br />

»Que el hombre de trabajo debe, entre los<br />

demás alimentos, consumir diariamente, incluyendo<br />

á los niños y las mujeres que necesitan<br />

menor cantidad, 200 gramos de carne,<br />

es cosa averiguada, y de consiguiente el consumo<br />

de un individuo debe ser de 73 kilogramos<br />

por lo menos al año. Según los datos<br />

estadísticos, resulta que en España ese consumo<br />

es de 8 kilogramos, lo que arroja 2 gramos<br />

diarios por cabeza, inclivyendo las capitales<br />

y los pueblos; pero si de éstos únicamente<br />

se trata, se obtendrá un resultado que<br />

prueba que la mayoría de los españoles no<br />

prueban la carne, y muchos, muchísimos no<br />

comen el pan necesario para vivir El pan, las<br />

patatas, las judías, son en general el alimento<br />

de las clases trabajadoras de una parte de las<br />

de España; en otras partes el pan, las patatas,<br />

las judías, el arroz y los garbanzos, que en<br />

varias reemplazan las almortas ó muelas, y<br />

en algunas las habas, y si bien estas últimas<br />

son alimentos más nutritivos, el vino y la carne<br />

escasea, si no es que no se bebe el vino ni<br />

come la carne nunca. - »<br />

Reproducidas esas observaciones, que realmente<br />

no tienen nada de lisonjeras y satisfactorias,<br />

sin agregar las _ya indicadas anteriormente,<br />

sólo diremos por nuestra parte que<br />

afortunadamente en algunas comarcas se suple<br />

la carne con bacalao salado, con sardinas y<br />

otras especies de pesca, y que de esa suerte<br />

se evitan en parte las terribles consecuencias<br />

de una nutrición excesivamente defectuosa, y<br />

que va dando al traste con el vigor de nuestro<br />

pueblo.<br />

Para aclarar más y más ese importante tema,<br />

completaremos las indicaciones anteriores con<br />

las del ilustre M. Bar ral. Después de consignar<br />

que median notables diferencias entre los<br />

hombres respecto de la alimentación, y que<br />

mientras unos son muy comilones, otros son<br />

bebedores en exceso, dice que en 1847 y 1848<br />

practicó durante veinticinco días con gran cuidado<br />

cuantas observaciones directas pueden<br />

resolver el problema. La edad, el sexo, el<br />

género de ocupaciones y las estaciones, escribe,<br />

ejercen influencia especial. Para obtener<br />

un término medio general hemos practicado<br />

cinco experiencias en cinco días cada una. He<br />

aquí los resultados para cada caso especial,<br />

reducidos á un solo día (veinticuatro horas),<br />

en lo concerniente á las cantidades de alimentos<br />

y bebidas, á las materias secas ingeridas,<br />

al agua total consumida, al ázoe y al carbono<br />

absorbidos:<br />

1.° Un hombre de veintinueve años pesaba,<br />

completamente desnudo, 47,5 kilogramos.<br />

La experiencia se hizo durante el invierno. El<br />

hombre trabajaba mucho en tareas intelectuales,<br />

sobre todo por la noche, y durante el día<br />

hacía bastante ejercicio corporal. El peso total<br />

medio de las ingestiones diarias fué de 2.755<br />

gramos; el de las bebidas, 1.643 gramos, y el<br />

de los alimentos sólidos, 1.112 gramos. Desecando<br />

los alimentos sólidos, y teniendo en<br />

cuenta el agua, consumió cada veinticuatro<br />

horas 756 gramos de materias sólidas secas y<br />

1.999 de agua, habiendo sido la cautidad total<br />

de ázoe ingerido 27,9 gramos al día, y la de<br />

carbono 366 gramos.<br />

2.° El mismo hombre, durante el siguiente<br />

estío, siendo menor el trabajo intelectual é<br />

igual el ejercicio frsico, ingirió, en suma, cada<br />

veinticuatro horas, 2.386 gramos, que se descomponían<br />

en 692 gramos de alimentos sólidos<br />

y 1.694 de bebidas, ó sea también en 544 gramos<br />

de materias secas y en 1.842 gramos de<br />

agua, habiendo sido el consumo de ázoe durante<br />

veinticuatro horas de 21,2 gramos, y de<br />

265 gramos el del carbono.<br />

3.° Un niño de seis años, que pesaba 15<br />

kilogramos desnudo y jugó según las aficiones<br />

de su edad, consumió en cada veinticuatro<br />

horas 440 gramos de alimentos sólidos y 956<br />

gramos de bebidas, ó sea en junto 1.396 gramos;<br />

en otros términos, 327 gramos de materias<br />

secas y 1.069 de agua, conteniendo todo<br />

7,9 gramos de ázoe y 154,3 de carbono.<br />

4." Un hombre de cincuenta y nueve años,<br />

que pesaba 58,7 kilogramos durante la primavera,<br />

y que no se dedicaba á trabajos intelectuales,<br />

sino que desempeñaba las faenas<br />

propias de un mozo de oficina, consumió en<br />

total durante cada veinticuatro horas 2.710<br />

gramos de alimento, que se descomponían en<br />

981 gramos de alimentos sólidos y 1.729 gramos<br />

de bebidas, representado el conjunto por<br />

708 gramos de materias secas y 2.002 de agua,<br />

habiendo alcanzado el consumo de ázoe durante<br />

veinticuatro horas á 27,3 gramos, y el<br />

de carbono á 331,8.<br />

5.° Una mujer de treinta y dos años de<br />

edad, que pesaba 61,2 kilogramos netos, y que<br />

hacía un ejercicio moderado, pero sin trabajar,<br />

consumió en total durante el verano, y en<br />

cada veinticuatro horas, 2.340 gramos, délos<br />

cuales 904 pesaban los alimentos sólidos y<br />

1.436 las bebidas, ó sean 574 gramos de materias<br />

secas y 1.766 de agua, siendo el consumo<br />

de ázoe durante las veinticuatro horas<br />

22,4 gramos, y el del carbono 293.<br />

Haciendo las operaciones consiguientes, se<br />

deduce que por término medio, y atendiendo<br />

á las cinco personas aludidas, consumió una


ALI<br />

en veinticuatro horas 582 gramos de materias<br />

secas, 1.735 de agua, 21,3 de ázoe y 282 de<br />

carbono; y comparando las cantidades de alimentos<br />

consumidos con el peso del cuerpo,<br />

aparece que por cada kilogramo de peso necesitaron<br />

:<br />

Materias<br />

secas Ázoe Carbono Agua<br />

Gr. Gr. Gr. Gr.<br />

El joven durante el<br />

J5,9 0,587 7,71 42<br />

El joven durante el<br />

11,4 0,416 5,58 38<br />

El niño de seis años. 21,8<br />

El hombre de cin­<br />

0,526 10,27 71<br />

cuenta y nueve.... 12,1 0,461 5,63 34<br />

La mujer do treinta<br />

9,4 0,308 479 29<br />

Término medio.. 11,1 0,478 0,79 43<br />

Por cada 100 gramos de materias secas recibieron<br />

respectivamente los sujetos que se<br />

prestaron á la experiencia, y en el orden expuesto,<br />

3,7 gramos, 3,8, 3,4, 3,8 y 3,9, o sea<br />

por término medio 3,6. Ha de tenerse en cuenta<br />

que los grandes esfuerzos intelectuales<br />

y físicos exigen gran consumo de ázoe y de<br />

carbono, y que durante la infancia se consumen<br />

mayores cantidades de éste; que una<br />

mujer, cuando no trabaja, consume relativamente<br />

poco, aun siendo considerable su peso,<br />

y que cuando la temperatura es elevada se<br />

necesita menos cantidad de alimentos que<br />

cuando es baja.<br />

Según M. Gautier, es la alimentación insiijiciente<br />

para un adulto de 63 kilogramos de<br />

peso, si se halla en reposo, cuando contenga<br />

menos de 11 gramos de ázoe y de 220 ó 230<br />

de carbono, es decir, menos de 0,174 gramos<br />

de ázoe y 3,65 de carbono por cada kilogramo<br />

de peso vivo. Es excesiva la alimentación si<br />

proporciona al organismo durante veinticuatro<br />

horas más de 0,349 á 0,365 gramos de<br />

ázoe, y más de 4,76 á 5,55 de carbono por<br />

cada kilogramo de peso vivo cuando se mantiene<br />

exento de fatiga el cuerpo; y si el hombre<br />

consagra siete ú ocho horas á un trabajo<br />

muscular violento, será excesiva su alimentación<br />

siempre que consuma más de 0,489<br />

gramos de ázoe y 7,1 de carbono por cada kilogramo<br />

de peso durante cada veinticuatro<br />

horas. Según el mencionado investigador, la<br />

alimentación de un adulto que pese 63 kilogramos<br />

deberá constar diariamente:<br />

Carbono Ázoe<br />

Gramos Gramos<br />

Cuando no trabaja 280 20,00<br />

Cuando trabaja 430 28,74<br />

Diferencia en más para un buen<br />

obrero 170 8,74<br />

M. Letheby cree que en general un hombre<br />

sano y vigoroso puede consumir al cabo del<br />

— 60 —<br />

ALI<br />

año de 320 á 360 kilogramos de materias secas,<br />

ó sea de 890 gramos á un kilogramo diariamente<br />

, siendo la cantidad de agua combinada<br />

ó libre de 2,535 kilogramos al día. Un hombre<br />

no puede vivir con 500 gramos de pan y agua<br />

diarios durante mucho tiempo; al cabo de ocho<br />

días habrá perdido más de un kilogramo de su<br />

peso. Esa ración contendría únicamente 37<br />

gramos de materias azoadas y 238 de materias<br />

carbonadas, ó sean 123,4 gramos de carbono<br />

y 5,83 de ázoe. Así se comprende que las pobres<br />

costureras de Londres presenten una<br />

constitución muy débil con 670 gramos diarios<br />

de pan y 28 de materias grasas; ración que<br />

contiene 57 gramos de materias azoadas y 414<br />

de materias carbonadas, ó sean 212 gramos de<br />

carbono y 8,7 de ázoe.<br />

Compréndese perfectamente que las raciones<br />

se puedan constituir con elementos variados,<br />

sustituyendo unos alimentos con otros,<br />

con tal de que en los azoados se conserven las<br />

proporciones siguientes:<br />

Alimentos v.z jados secos 5<br />

Almidón seco ó cuerpos análogos 16<br />

Cuerpos grasos 6<br />

Total 27<br />

Un hombre de 63 kilogramos de peso necesitará<br />

14,1 x 63 = 888 gramos de alimentos<br />

secos, ó sean 164 de alimentos azoados secos,<br />

527 de almidón seco ú otros cuerpos análogos<br />

y 197 de cuerpos grasos. - .<br />

A esa ración cotidiana será necesario agregar<br />

16 gramos de sal común, no incluida en<br />

los alimentos como las demás substancias minerales<br />

que la economía necesita. Cuanto á la<br />

cantidad de agua mezclada ó sola, habrá de<br />

ser de 43 X 63 = 2.700 gramos, debiendo procurarse<br />

no darla toda pura, sino reemplazar<br />

parte de ella con café, caldo, vino, cerveza,<br />

sidra ú otras bebidas fermentadas.<br />

ALIMENTACIÓN DE I.OS ANIMALES.—Las consideraciones<br />

expuestas al hablar de la alimentación<br />

en general, son naturalmente aplicables<br />

á los animales todos; pero como los<br />

domésticos constituyen una riqueza de importancia<br />

suma, y además son un elemento indispensable<br />

para la alimentación del hombre,<br />

sería una omisión indisculpable en un Diccionario<br />

de Agricultura la de no examinar con<br />

algún detenimiento esa importante cuestión,<br />

que con razón sobrada preocupa á los agrónomos<br />

y aun á los sociólogos modernos, como<br />

relacionada directamente, no sólo con la riqueza<br />

pública, sino que también con la robustez<br />

y la conservación de las razas humanas.<br />

Si en algunas épocas no se ha apreciado<br />

debidamente el alcance de la cría y cebo de<br />

animales domésticos por causas que no hemos<br />

de exponer en esta ocasión, actualmente puede<br />

afirmarse que la riqueza agrícola de una<br />

nación, y de consiguiente su capacidad industrial<br />

y mercantil, su prosperidad y poder<br />

guardan relación íntima con su riqueza pecuaria,<br />

con el número de aves que alimenta, y


ALI — 61 — ALI<br />

con el desarrollo de la piscicultura, de que en<br />

el lugar oportuno hablamos detenidamente.<br />

El agricultor, por lo tanto, no debe descuidar,<br />

como una de las ramas de su perfección<br />

y una de las fuentes de riqueza, el estudio de<br />

la alimentación de los animales, y de los recursos<br />

que para ese fin tiene á su disposición,<br />

evitando los dos extremos de gastar demasiado<br />

ó nutrir mal á sus animales.<br />

El agricultor se propone aprovechar los diversos<br />

medios que le suministran los animales,<br />

según sus condiciones. El caballo sólo<br />

produce fuerza, y por consiguiente se emplea<br />

para el laboreo de las tierras; el cerdo no da<br />

más que carne; la oveja da carne, leche y<br />

lana, y el ganado vacuno, fuerza, leche y carne.<br />

Estos animales, cuyos productos son tan<br />

diversos y que se nutren á expensas del<br />

predio, deben recibir una alimentación en<br />

consonancia con sus diferentes constituciones<br />

orgánicas, su edad y los productos que se<br />

hayan de sacar de ellos; por cuya razón es<br />

completamente indispensable conocer perfectamente<br />

algunos principios de fisiología animal<br />

y la composición de los alimentos más<br />

usuales, que daremos á conocer someramente<br />

en este artículo. Comenzaremos por las leyes<br />

fisiológicas de la nutrición.<br />

Un animal sano y robusto, cuyas funciones<br />

vitales se cumplan todas con regularidad,<br />

está sujeto, como el hombre, á pérdidas orgánicas<br />

que deben indefectiblemente repararse<br />

por medio de los alimentos. Todos sabemos<br />

que el aire, al entrar en los pulmones cargado<br />

de oxígeno, sale saturado de ácido carbónico,<br />

lo que quiere decir que lleva disuelto en sí<br />

mismo una porción considerable del carbono<br />

que formaba parte del organismo. Al mismo<br />

tiempo lleva cierta cantidad de hidrógeno, lo<br />

que hace que el aire, al salir de los pulmones,<br />

vaya más cargado de humedad que á su entrada.<br />

Se sabe que un hombre adulto, de fuerza y<br />

estatura regulares, expele de sus propios pulmones,<br />

en el término de veinticuatro horas,<br />

una cantidad de 300 gramos de carbono próximamente:<br />

una vaca de leche de regular<br />

corpulencia emite 1.700 gramos; un cerdo,<br />

600, y un caballo, 1.800.<br />

Como ya hemos dicho, el hidrógeno va combinado<br />

con el aire respirado en gran cantidad;<br />

una vaca de leche da diariamente 278<br />

gramos, que combinados con la proporción<br />

consiguiente de oxígeno, dan por resultado<br />

2.500 gramos de agua.<br />

Otra de las pérdidas orgánicas es la transpiración,<br />

y todos sabemos por experiencia<br />

propia que cuanto más se transpira tanto<br />

mayor es la debilidad del cuerpo. Un animal,<br />

estando en reposo ó trabajando, pierde siempre<br />

por los poros de la piel una porción de su<br />

propia substancia; bien que la mayor parte de<br />

lo que trasuda sea agua, lleva una porción de<br />

materias azoadas y carbonadas, y sales, además<br />

de emanar materias gaseosas conteniendo<br />

ázoe y ácido carbónico.<br />

A estas pérdidas hay que añadir las que se<br />

experimentan por la vía excrementicia. Boussingault,<br />

haciendo experimentos en una vaca<br />

de leche, observó que por medio de los excrementos<br />

sufría la vaca una pérdida de 1.973<br />

gramos de carbono y 129 de ázoe, que añadidos<br />

á los 628 de carbono y 46 de ázoe puro<br />

contenidos en la leche, sumaban 2.601 de carbono<br />

y 175 de ázoe.<br />

Si el animal está desarrollándose en crecimiento<br />

por su edad, ó aumenta de corpulencia<br />

por hallarse sujeto á un régimen especial, que<br />

es el engordamiento ó cebo, ó se le hace trabajar,<br />

entonces las perdidas son mayores, y<br />

es indispensable repararlas si se quiere que<br />

tenga una vida en condiciones normales y de<br />

buen producto. Es un hecho que con el trabajo<br />

la respiración aumenta, y con ella la transpiración;<br />

con el engordamiento muchos elementos<br />

que forman parte de la comida deben<br />

quedar en el organismo, para aumentar los<br />

tejidos muscular y adiposo, cuyas materias<br />

traen su origen de las diversas substancias<br />

que forman parte de la alimentación que se<br />

da al ganado.<br />

Las pérdidas que hemos enumerado, á las<br />

que están sujetos indefectiblemente todos los<br />

animales durante su vida, son reparadas por<br />

medio del alimento, de lo que resulta que<br />

conociendo los alimentos y la composición<br />

elemental é inmediata de' las materias á propósito<br />

para mantener al ganado, se puede determinar<br />

racionalmente, por medio de datos<br />

científicos, cuál debe ser la cantidad y la calidad<br />

de pienso que se debe suministrar cada<br />

día á un animal dado.<br />

Los principios elementales de que se componen<br />

las combinaciones químicas que constituyen<br />

los animales, son exactamente los<br />

mismos que se encuentran en los vegetales,<br />

á saber: cuatro organógenos, carbono, ázoe,<br />

hidrógeno y oxígeno; cinco metaloides, fósforo,<br />

azufre, cloro, flúor y silicio, y cinco<br />

metales, que son calcio, magnesio, potasio,<br />

sodio y hierro.<br />

Los cuatro primeros constituyen la base<br />

de las substancias animales y vegetales propiamente<br />

dichas, como por otra parte lo indica<br />

también su nombre de organógenos ó<br />

productores de órganos, y forman la masa<br />

principal de los tejidos, vasos, sangre, linfa<br />

, etc., al paso que los demás elementos,<br />

bien que necesarios, están en segundo lugar,<br />

ya por sus cortas proporciones, ó por ser<br />

menos importantes. Hay, por tanto, una gran<br />

diferencia característica entre las partes que<br />

constituyen los animales y las que forman<br />

las plantas, y esta diferencia consiste en que<br />

el ázoe entre los elementos organógenos, y<br />

el fósforo y el calcio entre los minerales,<br />

abundan bastante más en los animales que en<br />

los vegetales, al paso que en éstos predomina<br />

el carbono.<br />

De modo que, si tomamos heno y carne<br />

para examinar su composición centesimal, encontramos<br />

las siguientes diferencias:


ALI — 62 — ALI<br />

Composición de 100 partes de heno común:<br />

Carbono 37,01<br />

Ázoe 1,15<br />

Composición de 100 partes de carne de<br />

buey:<br />

Carbono 13<br />

Ázoe 3<br />

Mientras que encontramos triplicada cantidad<br />

de carbono en el heno que en la carne,<br />

vemos que ésta contiene tres veces más<br />

ázoe que el heno. Y hay una razón que demuestra<br />

cuan providenciales son las leyes de<br />

la naturaleza, pues el heno que se da á los<br />

animales, no sólo debe reparar las pérdidas<br />

que éstos sufren en sus elementos azoados<br />

por las vías de la transpiración y de los excrementos,<br />

sino que además suministra cierta<br />

cantidad de carbono al oxígeno que entra en<br />

los pulmones, para que éste lo queme y mantenga<br />

por este medio el calor normal en la<br />

máquina animal.<br />

De todos los precedentes que acabamos de<br />

sentar, se deduce la consecuencia de que para<br />

alimentar razonablemente á un animal, es<br />

preciso que éste consuma en un espacio de<br />

tiempo dado cierta cantidad de carbono, ázoe<br />

y materias minerales. Por ejemplo, una vaca<br />

que no aumente de peso y produzca 8.500<br />

gramos de leche, debe consumir alimentos<br />

que contengan:<br />

Carbono<br />

Para la respiración 1.700 grauios.<br />

Para las deyecciones.. 1.973 —<br />

Para la leche 02S —<br />

Total 4.301- gramos.<br />

En cuanto al ázoe, puede hacerse el cálculo<br />

aún más fácilmente quizá. Según los experimentos<br />

practicados por Boussingault en una<br />

vaca del establecimiento de Bechelbrunn, resulta<br />

que ésta se asimilaba todo el ázoe que<br />

contenían 15 kilogramos de patatas y 7,50<br />

de hierba, que suman 202 gramos de ázoe,<br />

emitiendo tan sólo 175 gramos en los excrementos,<br />

en la orina y la leche, sin aumentar<br />

de peso. Por consiguiente, debemos<br />

creer que los 27 gramos restantes se habrán<br />

dispersado por medio de la transpiración, que<br />

contiene siempre cierta cantidad de sales<br />

amoniacales ó de ázoe ó compuestos azoados,<br />

ó bien por medio de la respiración pulmonar,<br />

que lleva en sí misma vestigios de carbonato<br />

amoniacal.<br />

De esto se deduce como consecuencia directa<br />

que para reparar las pérdidas de carbono<br />

y ázoe que sufría aquel animal, debía<br />

usarse un alimento que contuviese 4.301 gramos<br />

de carbono y 202 gramos de ázoe. Y suponiendo<br />

que la vaca examinada por Boussingault<br />

pesase 500 kilogramos, se necesitarían<br />

806 gramos de carbono y 39 gramos de ázoe<br />

por cada 100 partes de peso vivo.<br />

A estas cantidades de carbono y de ázoe,<br />

que deben estar contenidas en la materia alimenticia,<br />

es indispensable que estén asociadas<br />

algunas sales y materias terreas, destinadas<br />

especialmente á mantener en su estado<br />

normal los huesos que forman el esqueleto<br />

del cuerpo.<br />

Hay que advertir antes de nada que todas<br />

estas materias tienen solamente por objeto<br />

conservar en equilibrio la máquina y reparar<br />

las pérdidas; de donde sacamos la consecuencia,<br />

por sólo el cálculo délos elementos cuantitativos,<br />

de que suministrando á un animal<br />

solamente dichas cantidades de ázoe, carbono<br />

y sales, no aumentaría ni su peso ni sus productos.<br />

Por eso la citada proporción de alimentos<br />

debe ser considerada como ración de<br />

conservación, mientras que para obtener copioso<br />

producto hay que aumentar mucho su<br />

cantidad, cuyo exceso recibe el nombre de<br />

ración de producción, como que sirve para dar<br />

carne, leche ó trabajo.<br />

No se limitan á esto las advertencias conducentes<br />

á establecer un buen sistema de alimentación<br />

para el ganado, sino que deben<br />

tenerse en cuenta otras circunstancias importantes.<br />

El que examine solamente la composición<br />

elemental de los forrajes y otros alimentos,<br />

y sobre ella establezca el peso requerido<br />

de materias alimenticias para componer una<br />

buena ración, encontrará probablemente grandes<br />

desengaños; pues no debe olvidarse que<br />

la constitución orgánica de las plantas, no sólo<br />

varía según las diversas circunstancias en que<br />

han vegetado, sino también según la época en<br />

que paró su ciclo vegetativo, la facultad que<br />

tienen de nutrir ó cambiarse en materia nutritiva.<br />

Así, por ejemplo, algunas plantas,<br />

cuando están próximas á florecer, contienen<br />

en su tejido mucha parte de almidón digerible,<br />

mientras que' cuando pasan de este estado y<br />

van á entrar en el siguiente de la formación<br />

de la semilla, casi todo el almidón se convierte<br />

en tejido leñoso, cuya substancia no pueden<br />

atacar los jugos gástricos para que el organismo<br />

lo aproveche para el servicio de la respiración.<br />

Es necesario añadir que la composición elemental<br />

por sí sola no basta para determinar<br />

el poder nutritivo de un alimento, ya que<br />

para ser tal se requiere que los elementos que<br />

lo constituyen estén agrupados convenientemente<br />

para formar substancias especiales, en<br />

cuya propiedad no hay diferencia, bien provengan<br />

de animales ó bien de vegetales. Con<br />

esto aludimos á las materias proteicas, las<br />

que analizadas, ya procedan del reino vegetal<br />

como del animal, no revelan entre sí diversa<br />

cantidad de elementos. Pero si estos elementos<br />

unidos entre sí no revisten la forma de materia<br />

proteica, y están contenidos en otra, entonces<br />

pueden resultar perfectamente inútiles.<br />

Así sucede, por ejemplo, en las hojas de la<br />

remolacha, que examinadas analíticamente<br />

demuestran contener tal cantidad de ázoe que<br />

puedan sustituir 274 á 100 de heno, y sin em-


ALI — 63' — ALI<br />

bargo, todos los prácticos expertos afirman<br />

que para 100 de heno tienen que sustituir 600,<br />

ó sea más del doble. Este hecho, que produciría<br />

quizá alguna duda sobre el valor real<br />

de los estudios hechos por algunos muy experimentados<br />

químicos sobre la constitución de<br />

los alimentos, considerándolo á la ligera, tiene,<br />

sin embargo, una explicación satisfactoria,<br />

y es que gran parte del ázoe contenido en las<br />

hojas de remolacha no está ya en forma de<br />

materia proteica, sino en forma de ácido azótico,<br />

unido á la cal y la potasa, y por tanto,<br />

en condiciones de atravesar los órganos sin<br />

ceder nada de la propia substancia al animal<br />

que se alimenta de la materia que lo contiene.<br />

Finalmente, debemos advertir que la cantidad<br />

de comida dispuesta debe ser de un volumen<br />

conveniente para llenar por completo el<br />

estómago del animal, y contener por tanto<br />

cierta cantidad de substancias insolubles y de<br />

difícil digestión, pero muy poco condensadas.<br />

Faltando el volumen normal, los órganos digestivos<br />

no se extienden bastante y el animal<br />

no experimenta la sensación de la saciedad;<br />

si faltan las substancias insolubles, la masticación<br />

y ¡a salivación son incompletas, y los<br />

rumiantes no encuentran nada que rumiar, y<br />

además los alimentos demasiado blandos ó<br />

disueltos atraviesan con suma rapidez por los<br />

órgauos digestivos. El tejido vegetal y la fibra<br />

leñosa de los forrajes están destinados á este<br />

objeto, y particularmente aquellos que son<br />

voluminosos y tienen poca substancia, como la<br />

paja y el heno. Los piensos demasiado substanciosos,<br />

como los granos, las harinas y los<br />

orujos, contienen muy poca celulosa y leñoso<br />

para poderlos administrar como línico alimento.<br />

De todo lo que hemos expuesto, podemos<br />

deducir directamente las consecuencias siguientes:<br />

1." Es necesario que los alimentos que se<br />

den alganado estén provistos de una determinada<br />

cantidad de carbono, para reparar las<br />

pérdidas de esta substancia que experimenten<br />

los animales por medio de la respiración y los<br />

excrementos.<br />

2." Además del carbono, es preciso que<br />

los alimentos contengan también ázoe bastante<br />

para sustituir el que se pierde por la respiración<br />

, la transpiración y las materias excrementicias<br />

, y también por la leche y el aumento<br />

que el animal pueda tener en estatura y en<br />

tejido muscular.<br />

3."- Estos dos elementos deben estar agrupados<br />

en las combinaciones químicas, de modo<br />

que puedan ser atacados por los jugos gástricos<br />

y pasar al estado de solubilidad, y que el<br />

ázoe entre en aquellos compuestos que toman<br />

el nombre de substancias proteicas.<br />

4." Se sabe que al preparar el alimento<br />

para el ganado, debe tener un determinado<br />

volumen, y para los rumiantes debe contener<br />

materias'poco digeribles para favorecer la<br />

rumia.<br />

5." Finalmente, es de completa necesidad<br />

arreglar las cualidades y la cantidad de los<br />

alimentos á las condiciones en que. se encuentren<br />

los animales y á la calidad de los productos<br />

que se desee obtener de ellos.<br />

Acabamos de exponer los puntos de vista<br />

bajo los cuales los químicos agricultores establecieron<br />

teóricamente los principios generales<br />

con arreglo á los que debe darse al ganado<br />

una ración normal. Ahora veremos á qué resultados<br />

conducen dichos principios, según las<br />

investigaciones de los entendidos agrónomos<br />

Boussingault y Allibert.<br />

Comenzaremos primeramente por el método<br />

que, según los resultados de sus estudios, reputó<br />

por mejor el célebre agrónomo de Alsacia;<br />

debiendo advertir que si entre estos números<br />

y los arriba anotados encuentran los<br />

lectores alguna cortísima diferencia, debe atribuirse<br />

á la diversidad de métodos de experimentación<br />

, y á las condiciones de los forrajes<br />

sometidos al ensayo.<br />

Ante todo, establece Boussingault como<br />

principio incontestable que la facilitad nutritiva<br />

de las plantas está en razón directa del ázoe<br />

que entra en su composición.<br />

Al admitir esta proposición, no quiso significar<br />

Boussingault que bastasen las substancias<br />

azoadas para conservar la vida á un animal,<br />

sino que cuaudo una materia alimenticia<br />

es rica en ázoe, contiene también los demás<br />

elementos orgánicos é inorgánicos indispensables<br />

para la vida.<br />

Admitido este principio, Boussingault analizó<br />

la mayor parte de las substancias vegetales<br />

que sirven de forraje, comparando su<br />

riqueza en ázoe con la del heno, y á los números<br />

resultantes los llamó equivalentes alimenticios<br />

de los forrajes.<br />

El término de comparación que eligió fué<br />

el heno, y le asignó el número 100, hallando<br />

el mismo químico su composición, que es la<br />

siguiente:<br />

Agua 13,0 "i<br />

Sales 7,7 1<br />

Leñoso y celulosa 24,0 U por 100<br />

Materias grasas 3,8 / d e ázoe.<br />

Almidón, azúcar, eto 41,4 I<br />

Materias azoadas 7,2 '<br />

Determinada la composición del heno normal<br />

, Boussingault estableció la tabla de equivalentes<br />

del siguiente modo: Habiendo observado<br />

por medio del análisis que la paja de<br />

trigo de Alsacia contenía 0,3 por 100 de ázoe,<br />

al paso que el heno contiene 1,15, puede deducirse<br />

el valor alimenticio de esta substancia<br />

por medio de la proporción siguiente:<br />

100 : 0,3 : : x : 1,15<br />

x = 383.<br />

De este cálculo se deduce que 383 partes de<br />

paja de trigo tienen el mismo valor nutritivo<br />

que 100 de heno.<br />

El cuadro que sigue es un trabajo de Boussingault,<br />

conteniendo el análisis exacto délas<br />

substancias alimenticias.


ALI — 64 — ALI<br />

COMPOSICIÓN de las substancias alimenticias vegetales por cada kilogramo<br />

NOMBRE DE LOS FORRAJES<br />

Materias indige-<br />

II Materias grasas<br />

Azúcar y almi-<br />

Materias a 1 bu-<br />

I Equivalente<br />

B deduc ido del<br />

Materias nutritivas<br />

no azoadas<br />

en defecto<br />

Materias nutritivas<br />

no azoadas<br />

i 2 3 4 5 6 7 8 • 9 io ii<br />

1.° Vegetales secos Gr. Gr. Gr. Gr. Gr. Gr. Gr. Gr. Gr. Gr. Gì<br />

2." Verdes<br />

130 76 241 3S,0 444 72 11,5 100 » » »<br />

141 SO 215 35,0 405 124 19,8 5S » 23 51<br />

150 57 220 35,0 418 120 19,2 60 » 21 47<br />

200 . 50 220 32,0 392 106 17,0 67 » 20 41<br />

13 51 8,0 06 28 4,5 256 » 21 47<br />

770 14 63 9,0 113 31 5,0 230 » 20 41<br />

007 14 17 6,3 30 26 4,2 274 » 37 82<br />

S22 36 30 10,0 70 32 5,2 221 » 30 67<br />

Hojas de pataca ó tupinambo.. 800 27 34 8,0 98 33 5,3 217 » 25 57<br />

3.° Raíces ó tubérculos<br />

4.° Fajas<br />

5.° Granos<br />

0.° Residuos de industria<br />

820 10 25 1,0 116 28 4,5 256 » 1S 40<br />

860 6 8 1,7 109 15 2,4 479 5<br />

759 8 4 2,0 202 25 4,0 287 10<br />

700 9 6 2,0 252 31 5,0 230 10 »<br />

792<br />

925<br />

11<br />

5<br />

12<br />

3<br />

3,0<br />

2,0<br />

161<br />

57<br />

21<br />

8<br />

3,3<br />

1,3<br />

348<br />

884<br />

9<br />

4<br />

»<br />

»<br />

»<br />

850 A 5 2,0 115 19 3,0 383 » 3 7<br />

861<br />

883<br />

9<br />

7<br />

4<br />

1<br />

1,5<br />

2,0<br />

108<br />

82<br />

16<br />

16<br />

2,5<br />

2,5<br />

430<br />

460<br />

2<br />

»<br />

»<br />

9 20<br />

110 6 3 0,5 70 11 1,7 676 » » »<br />

901 8 6 9,0 53 23 3,7 311 » 29 64<br />

260 51 289 22,0 359 19 3,0 383 98 » » ;<br />

186 30 324 15,0 430 15 2,4 479 164 »<br />

143 40 344 17,0 438 19 3,0 3S3 126 » »<br />

210 36 300 57,0 384 19 3,0 383 118<br />

115 93 203 14,0 523 52 8,3 139 26 » »<br />

144 19 15 10,0 656 156 25,0 46 » 18 40<br />

145 20 21 15,0 676 123 19,7 58 » 8 18<br />

148 16 23 20,0 657 136 21,8 53 12 27<br />

140 39 41 55,0 615 119 19,0 61 » 7 15<br />

140 20 33 20,0 662 125 20,0 58 » 9 20<br />

130 45 26 28,0 637 134 21,4 54 » 12 27<br />

130 25 35 39,0 640 131 20,0 53 » 9 20<br />

170 11 15 70,0 619 125 20,0 58 » 8 18<br />

150 35 28 30,0 488 269 43,0 27 » 34 75<br />

89 20 36 20,0 596 239 38,3 30 » 30 67<br />

125 30 29 20,0 477 319 51,1 23 » 37 82<br />

125 22 21 25,0 557 250 40,0 29 » 31 69<br />

146 30 35 27,0 489 273 43,7 26 » 35 78<br />

123 60 32 370,0 190 205 32,8 35 » 28 62<br />

131 77 94 100,0 325 307 49,2 23 38 84<br />

68 88 117 81,0 308 335 53,6 21 » 40 89<br />

105 77 94 100,0 325 307 49,2 23 » 38 81<br />

53 36 200 60,0 3,88 263 42,1 27 » 36 80<br />

60 32 . 34 90,0 456 388 52,4 22 » 36 80<br />

100 68 506 10,0 64 168 26,0 43 » 41 91<br />

100 180 50 82,0 163 425 68,0 17 41 98<br />

210 30 85 40,0 516 119 19,0 61 » 14 31<br />

726 22 41 17,0 157 37 5,9 195 » 11 31<br />

800 8 70 1,0 ,100 22 3,8 303 » 18 40<br />

67 60 » 130,0 » 723 118,8 10 » 47 104<br />

876 8 » 42,0 36 38 6,1 189 » 33 73<br />

(1) y (3) La alfalfa y el trébol deben segarse en flor para que correspondan á estas cifras.<br />

Los datos de este cuadro, aunque teórica- que, como hemos procurado demostrar, tienen<br />

mente exactos, al ponerlos en práctica pueden muchísima importancia. Esta advertencia expresentar<br />

graves inconvenientes por haber plicará cómo la teoría no está de acuerdo con<br />

omitido los alimentos respiratorios y grasos, la práctica, y lo demuestran dos ejemplos:<br />

Paja que debe


ALI — 66 — ALI<br />

das, y de eso emanaron las siguientes proposiciones<br />

:<br />

1. a Conocida la cantidad de alimentos hidrocarbonados<br />

digeribles, se puede deducir<br />

de ella que el carbono destinado á suministrar<br />

el material para la respiración y las demás<br />

funciones vitales asciende al 42 por 100 de<br />

los mismos.<br />

2. a Que en las substancias albuminoideas<br />

ó proteicas, cuya composición puede indicarse<br />

de este modo:<br />

Carbono 53<br />

Agua 27<br />

Hidrógeno libre 4<br />

Azde. 16<br />

tal vez el carbono puede suplir á la falta del<br />

hidrógeno en las materias respiratorias; de<br />

modo que para determinar la proporción basta<br />

multiplicar el peso del carbono por 0,53 y<br />

el del hidrógeno libre por 0,04, para obtener<br />

la cantidad de substancias que puedan sustituir<br />

á las que falten en los alimentos respiratorios<br />

; y suponiendo que el poder calorífico<br />

del hidrógeno sea triple que el del carbono,<br />

tendremos 4x3 = 12; de ahí que el valor del<br />

carbono es 65 en las materias albuminoideas<br />

que pueden servir de alimentos respiratorios.<br />

3." Por último, para descubrir el hidrógeno<br />

y el carbono existentes en las materias grasas,<br />

basta multiplicar el peso de éstas por el<br />

número 0,79 si se trata del hidrógeno y por<br />

0,10 si del carbono.<br />

Así, de estas proposiciones se deduce que la<br />

composición de las substancias alimenticias<br />

contendrá tanto por ciento de abono utilizable<br />

como material respiratorio, como se indica<br />

en las cantidades siguientes:<br />

En las substancias hidrocarbonadas. 0,42<br />

Carbono<br />

En las substancias albuminoideas. .. 0,53H-12 = 65<br />

En las substancias grasas 0,79<br />

Para hacer comprender de qué sirven estos<br />

números, recordaremos lo que hemos dicho<br />

tratando de la ración de un caballo. Entonces<br />

observamos que sustituyendo el heno por 6,1<br />

kilogramos de avena, 1,7 de paja y 2,7 de cebada,<br />

faltaban 0,140 kilogramos de materia<br />

grasa y 0,599 de substancias hidrocarbonadas;<br />

en junto, 0,388 kilogramos.<br />

Pero en esta ración se encuentra un exceso<br />

de 0,060 kilogramos de materias albuminoideas<br />

, que se podrían considerar como respiratorias,<br />

con lo cual quedaba reducida la diferencia<br />

á 0,060X0,65 = 0,039 kilogramos, ó<br />

sea en realidad 0,139.<br />

Añadiendo, pues, cebada y paja, 3 kilogramos<br />

de ambas substancias, tendremos:<br />

Deficiencia de materias grasas 0,100 kilos<br />

Exceso de alimentos hidrocarbona-\<br />

dos, 0,07 X 0,42 = 0,029 I Q _<br />

Fxceso de materias albuminoideas,! '<br />

0,13X 0,65 = 0,084 /<br />

Diferencia en más 0,013 kilos<br />

El método de Allibert es mucho más sencillo,<br />

y parte de los conocimientos preestablecidos,<br />

que son: •<br />

1.° La cantidad de alimentos plásticos que<br />

ha de darse á cada animal, según sus condiciones.<br />

2.° La proporción del carbono que bajo la<br />

forma de ácido carbónico pierde la máquina<br />

animal en un tiempo dado.<br />

Para determinar la proporción de los alimentos<br />

plásticos ó azoados, Allibert tomó para<br />

cada especie de animales un cierto número<br />

de raciones, cuya utilización estaba seguro<br />

de que era completa, y sirviéndose de las indicaciones<br />

del cuadro de Boussingault, dedujo<br />

la cantidad de materias albuminoideas contenidas<br />

en cada ración.<br />

En cuanto á la determinación del carbono<br />

consumido en veinticuatro horas en el organismo<br />

animal, la obtuvo directamente, y después<br />

de repetidas y cuidadosas observaciones,<br />

midiendo el volumen de ácido carbónico emitido<br />

en aquel espacio de tiempo.<br />

Para establecer, pues, el cálculo de que las<br />

raciones eran suficientes á los animales, admitió<br />

que:<br />

1.° Todo el carbono de los alimentos hidrocarbonados<br />

y de las materias grasas se podía<br />

transformar en ácido carbónico durante<br />

los fenómenos de la nutrición, y naturalmente<br />

hallándose el animal en perfecto estado de<br />

salud.<br />

2.° Que los alimentos hidrocarbonados<br />

pueden dar todo el carbono, que asciende al<br />

42 por 100, y lo mismo los grasos, en que llega<br />

al 80.<br />

3." Que 36 partes de carbono en las substancias<br />

proteicas pueden convertirse en ácido<br />

carbónico, porque una parte es emitida bajo<br />

la forma de úrea, que contiene el 20 por 100<br />

de carbono.<br />

A toda esta suma de elementos carboníferos<br />

les dio Allibert el nombre de carbono disponible.<br />

He aquí de qué manera establece, partiendo<br />

de estos principios, el régimen de alimentación<br />

para el ganado:<br />

Tomamos un caballo de 400 kilogramos de<br />

peso y que trabaje cinco horas al día en un<br />

trabajo penoso.<br />

Ración de conservación<br />

Exhalación de carbono en 24 horas 2,448 kilos.<br />

Exhalación de carbono en una hora.. . 0,102 —<br />

Alimentos azoados disueltos en una<br />

hora 0,333 —<br />

RACIÓN DE TRABAJO.— Esta se evalúa multiplicando<br />

la ración de conservación que á<br />

cada hora corresponde por el número de horas<br />

de trabajo. De estos datos se deduce que<br />

deben componer la<br />

Ración de conservación<br />

Substancias alimenticias<br />

azoadas ó albuminoideas. 33,3 X 34 = 0,800 kilos.<br />

Carbono 102,0 X 24 = 2,448 -


ALI — 67 — ALI<br />

Suplemento por las cinco horas de trabajo<br />

Substancias alimenticias<br />

azoadas ó albuminoideas. 33,3X5=0,167 kilos.<br />

Carbono 102,0X5 = 0,510 —<br />

De esto resulta que los forrajes que hayan<br />

de emplearse deben contener de:<br />

Materias azoadas albuminoideas.. •. 967 gramos.<br />

Materias carboníferas 2.95S —<br />

Ahora observaremos cuál sea la cantidad<br />

de materias alimenticias que debe prepararse.<br />

Se darán al animal 3 kilogramos de paja y 4<br />

de heno. Estas materias comprenden:<br />

Heno Paja<br />

Grs. Grs.<br />

Materias proteicas 28S 57<br />

Substancias hidroearbonadas 1.776 1.077<br />

Materias grasas 152 66<br />

En todo, 345 gramos de las primeras, 2.853<br />

de las segundas y 218 de las últimas. ¿Cuál es<br />

la cantidad de carbono que hay disponible?<br />

Materias proteicas 345 X 036= 124 grs.<br />

Materias hidroearbonadas.. 2.853 X 042= 1.198 —<br />

Materias grasas 218X080= 174 —<br />

Sumrt total 1.496 grs.<br />

¿Cuánta avena hay necesidad de añadir?<br />

He aquí cómo se puede responder á esta<br />

pregunta: La totalidad de los alimentos (4 kilogramos<br />

de heno y 3 de paja) contiene 345<br />

gramos de substancias proteicas nitrogenadas.<br />

Estas deben ser substraídas del cuantitativo<br />

de la capacidad pedida de las raciones de alimentación<br />

y de trabajo, que asciende á 967<br />

gramos, á los que deben añadirse 622 gramos<br />

de substancias proteicas ó una cantidad de<br />

avena que contenga aquellas mismas materias.<br />

Para determinar este número bastará consultar<br />

la sexta columna del cuadro de la página<br />

64, en el artículo Avena, donde se ve que<br />

un kilogramo de avena contiene 119 gramos<br />

de materias albuminoideas, de donde resulta<br />

la siguiente proporción:<br />

119 : 1.000 :: 662 : x x = 5,227 gramos.<br />

De aquí se deduce que hay que añadir 5,227<br />

kilogramos de avena para preparar la ración<br />

alimenticia normal necesaria á un caballo de<br />

400 kilos de peso y que trabaje cinco horas<br />

al día.<br />

Ahora veamos si este peso de avena corresponde<br />

exactamente á las necesidades del<br />

animal.<br />

5,227 kilos de avena contienen:<br />

Carbono<br />

disponible<br />

Gramos<br />

Materias proteicas 622x0,36 = 223<br />

Materias hidroearbonadas. .. 3.214 X 0,42 =1.349<br />

Materias grasas 287 X0,80 = 229<br />

1.801<br />

Se obtiene, pues, una ración total de:<br />

Materias ,<br />

Carbono<br />

proteicas<br />

Gramos Gramos<br />

Por 4 kilogramos de heno 288 970<br />

Por 3 kilogramos de paja 57 526<br />

Por 5,227kilogramos de avena... 622 1.S01<br />

Total 967 3,207<br />

ISTecesidades del animal ~. 967 2,95S<br />

Diferencia 000 + 339<br />

Por lo que vemos que la ración calculada<br />

da un ligero exceso de alimentos respiratorios<br />

que es muy difícil evitar.<br />

Todos los datos precedentes son una guía<br />

segura del agrónomo para determinar antes<br />

del ejercicio de su profesión cuál será el ganado<br />

más útil á su propia hacienda, y que número<br />

de cabezas podrá mantener en su finca.<br />

Será bueno, para completar todo lo posible<br />

este artículo, confrontar las prácticas seculares<br />

que rigen en varios puntos, con los datos<br />

teóricos que acabamos de exponer. Pondremos<br />

un ejemplo:<br />

Eti algunos puntos se ceba de dos maneras:.<br />

la primera, que se llama á media carne, se<br />

practica en todas las estaciones, pero principalmente<br />

después de recogido el grano; y la<br />

segunda, la de los bueyes de carne fina. ÍSTos<br />

ocuparemos sólo del primer método, porque<br />

esperamos tratar del segundo en otra ocasión.<br />

Los bueyes á medias carnes son los de edad<br />

avanzada, ó aquellos que descubren algún defecto<br />

de sanidad ó de cuerpo, y se tienen en<br />

el establo sobre cuarenta días.<br />

La comida que se les dé ha de ser heno muy<br />

picado, en raciones de 14 kilogramos al día y<br />

4 kilogramos de bellota sin corteza y triturada,<br />

y faltando ésta se sustituirá con castañas<br />

ó con 2 kilogramos de nueces, divididos entre<br />

mañana y noche. La comida debe darse poca<br />

de cada vez y dos veces al día, sin perjuicio<br />

de un poco de heno al medio día.<br />

Este es el método antiguo de engordamiento,<br />

descrito por un agricultor hacia el año 1814,<br />

y apenas si ha variado en las montanas hasta<br />

el día de hoy.<br />

Veamos ahora cuál es la cantidad de alimento<br />

real que se les administra, y cómo corresponde<br />

la ración práctica á la teórica.<br />

Catorce kilogramos de heno, administrados<br />

durante cuarenta días, hacen en junto 560.<br />

Cuatro kilogramos cíe bellota por otro tanto<br />

tiempo y administrados de igual modo suman<br />

160. La bellota tiene, según Boussingault,<br />

la composición siguiente:<br />

Principios azoados y materias proteicas 5,0<br />

Materias digeribles no azoadas 61,5<br />

Materias grasas 4,3<br />

Leñoso no digerible 4,6<br />

Sales 1,6<br />

Agua 20,0<br />

Siendo la riqueza de ázoe en el heno el 1,15


ALI — 68 — ALI<br />

por 100, tendremos una suma de materias albuminoides:<br />

En los 500 kilogramos de heno 40,320 kilos.<br />

En los 160kilogramos de bellota...... 8,000 —<br />

Total 48,320 kilos.<br />

Tendremos de materias kidrocarbonadas:<br />

En el heno 248 kilos.<br />

En la bellota 103 —<br />

Total 351 kilos.<br />

Y finalmente, de materias grasas:<br />

En el heno 11,28 kilos.<br />

En la bellota 6,88 —<br />

Total 18,16 kilos.<br />

En este caso se administran en materias<br />

proteicas 48,320 kilos, que divididos por cuarenta<br />

días, dan 1,20 por día.<br />

En materias grasas 18,16 q 4,54kilos.<br />

40<br />

351<br />

En materias hidrocarbonadas. —- = 8,800 kilos.<br />

40<br />

La capacidad en carbono disponible de estas<br />

substancias es por las<br />

Materias proteicas 1,20 X 0,30 = 0,432 kilos.<br />

Materias hidrocarbonadas 8,80x0,42 = 3,696 —<br />

Materias grasas.... i..'... 0,45X0,80 = 0,363 —<br />

4,491 kilos.<br />

Un buey, según Allibert, exhala en veinticuatro<br />

horas 2.340 kilogramos de carbono,<br />

quedando, pues, 2.151 kilogramos, que van á<br />

aumentar la corpulencia del animal.<br />

La teoría nos demuestra que los cálculos<br />

del labrador no van descaminados, y nos lo<br />

prueban las cifras aproximativas.<br />

Hemos dicho al principio de estas observaciones<br />

que, para reparar las pérdidas que sufre<br />

un animal, se necesitan 806 gramos de carbono<br />

por cada 100 kilogramos de su peso vivo.<br />

Ordinariamente los bueyes que se someten á<br />

este régimen pesan por término medio 400 kilogramos,<br />

y en este caso tenemos una pérdida<br />

de 3.224 gramos, lo que conduce á una disminución<br />

^ de 890 gramos. Hay que considerar<br />

que estos números están sujetos á una infinidad<br />

de variaciones; por ejemplo, el carbono<br />

que se pierde por la respiración es en mayor<br />

cantidad durante la estación fría que en la<br />

caliente; también los números que expresan<br />

la capacidad en materias proteicas, hidrocarbonadas<br />

y grasas no se deben considerar sino<br />

como aproximados; tanto más, si se considera<br />

que el heno usado no es el que hemos dado á<br />

conocer bajo el nombre de heno normal, sino<br />

una mezcla de heno de primavera, retoño y<br />

trébol; forrajes en los que la cantidad de materias<br />

albuminoideas, grasas é hidrocarburadas<br />

digestivas varía bastante, como puede verse<br />

en el siguiente cuadro:<br />

Substancias<br />

proteicas<br />

porIOO<br />

Heno de primavera... 7,2<br />

12,4<br />

10,6<br />

Materias<br />

grasas<br />

3,80<br />

3,50<br />

3,20<br />

Materias<br />

hidrocarbonadas<br />

44,4<br />

40,5<br />

39,2<br />

En muchas localidades se cree que no se<br />

engordan bien los bueyes si no se les da el heno<br />

mezclado.<br />

Suponiéndolo compuesto de una tercera<br />

parte de cada planta, encontramos por los albuminoides<br />

en los henos, llegando á 200 kilogramos<br />

:<br />

Por cada planta 14,4 kilos.<br />

Por el trébol 21,2<br />

Por el retoño 24,8<br />

Por las materias hidrocarbonadas:<br />

Por cada planta 88,8<br />

Por el trébol 81,0<br />

Por el retoño 78,4<br />

Por las grasas:<br />

ÜÜL = 8,a<br />

40<br />

Por cada planta 7,60<br />

Por el trébol 7,00<br />

Por el retoño ,6,40<br />

21,00<br />

0,5<br />

Estas substancias dan de carbono disponible<br />

en el heno, retoño y trébol.. 3,382 kilos.<br />

Lo que llevai'ía á creer que esto serviría<br />

directamente para la ración de<br />

conservación que absorbe en carbono 3,224 —<br />

Dejando un solo residuo de 0,15S kilos.<br />

y por esto sólo el que existe en la bellota sería<br />

el que viene asimilado como formando<br />

parte de la ración de engorde.<br />

Puesto que al hablar de los diferentes animales<br />

domésticos trataremos con detenimiento<br />

de su alimentación y engorde, según aconsejan<br />

la ciencia y la práctica, no descenderemos<br />

á tratar de las diferentes raciones de los<br />

animales, limitándonos por ahora á exponer<br />

los procedimientos que se siguen para preparar<br />

los alimentos más usuales y conocidos.<br />

Preparación de los alimentos.— Sabido es<br />

que los animales se asimilan cantidades mayores<br />

ó menores de los elementos nutritivos<br />

que ingieren, según que éstos se hallen ó no<br />

en condiciones adecuadas á las exigencias especiales<br />

del aparato digestivo. Alimentos que<br />

son excelentes para las reses de cebo, por


ALI — 69 — ALI<br />

ejemplo, no son apropiados para los animales<br />

de trabajo; los que convienen á una especie<br />

son perjudiciales á otra. De ahí la necesidad,<br />

no solamente de elegir bien los piensos en toda<br />

explotación rural, si que también la de prepararlos<br />

en muchos casos. Que no es ésta convicción<br />

arraigada entre la mayoría de los ganaderos,<br />

es un hecho innegable; que no siempre<br />

es preciso someter los alimentos á preparaciones<br />

especiales, pruébalo la circunstancia<br />

de que muchas reses se desarrollen, se vigoricen<br />

y engorden, tomando directamente los<br />

alimentos en los mismos puntos en que se producen<br />

, cual ocurre en toda clase de prados, y<br />

lo patentiza también la experiencia al mostrar<br />

que las bestias pueden desarrollarse y nutrirse<br />

con paja, cebada, avena y otros forrajes que<br />

se las suministran directamente y sin someterlos<br />

á preparación de ningún género.<br />

Mas de esa suerte no se saca de los piensos<br />

todo el partido posible; muchos de los elementos<br />

nutritivos y asimilables son expelidos frecuentemente<br />

con los excrementos, y el ganadero<br />

tiene eii ocasiones que hacer más desembolsos<br />

de los que en realidad debiera hacer<br />

para nutrir bien á sus ganados si acondicionara<br />

convenientemente los piensos. Por esa<br />

razón es de gran importancia preparar los<br />

alimentos de las reses, adoptando dentro de<br />

los límites naturales una marcha análoga á la<br />

seguida con los alimentos del hombre, y teniendo<br />

en cuenta las exigencias propias de la<br />

edad, de la especie y del objeto á que se hallan<br />

destinados los animales. Pretender medirlos á<br />

todos por el mismo rasero; equiparar al animal<br />

joven con el viejo y caduco, al de cebo<br />

con el de trabajo, sería ciertamente labrar la<br />

ruina del ganadero.<br />

Esto sentado , podremos reducir á seis los<br />

principales procedimientos seguidos para la<br />

preparación de los alimentos. Consisten en la<br />

mezcla de diversas substancias; en la división,<br />

la maceración, la cocción, la fermentación y la<br />

salazón, á las cuales habrá de recurrirse teniendo<br />

en cuenta la naturaleza de los alimentos<br />

y el resultado que de ellos se pretenda obtener,<br />

y advirtiendo que cada procedimiento<br />

presenta sus inconvenientes y sus ventajas,<br />

según los casos.<br />

Las mezclas tienen por principal base ofrecer<br />

á los animales un pienso completo, empleando<br />

substancias que no tengan propiedades<br />

idénticas y que uo contengan los mismos<br />

elementos nutritivos, á fin de que las unas<br />

suplan la deficiencia de las otras. También se<br />

consigue con ellas en muchos casos hacer apetitosos<br />

alimentos que, administrados separadamente,<br />

son desagradables para los animales.<br />

Hay alimentos excesivamente acuosos, por<br />

ejemplo, que si se administrasen solos, y tal<br />

ocurre con casi todas las raíces, las pulpas y<br />

los residuos de fabricación, producirían malos<br />

resultados. De ahí la necesidad de mezclarlos<br />

con otros secos, con el salvado, la harina ó<br />

las tortas. Otras substancias excesivamente<br />

nutritivas y suculentas por sí solas, han de<br />

mezclarse con alimentos más acuosos ó menos<br />

ricos en principios asimilables, y en no pocos<br />

casos se recurre á la mezcla para lograr que<br />

las reses consuman substancias poco apetitosas<br />

y de escaso valor, y cuya producción ó adquisición<br />

no sea muy costosa. También se recurre<br />

á las mezclas en circunstancias especiales,<br />

y sobre todo cuando se desea cambiar el<br />

régimen alimenticio, cuando se desea pasar<br />

del régimen seco al régimen. verde ó viceversa,<br />

ó se pretende destetar á las crías.<br />

Las mezclas que se adopten pueden ser muy<br />

diversas por su composición y por las proporciones<br />

en que los diferentes ingredientes<br />

figuren; pero siempre han de obedecer á la<br />

regla fundamental de asociar substancias azoadas<br />

con substancias no azoadas, de cuya conveniente<br />

relación depende que los animales<br />

saquen ó_ no de los alimentos todo el partido<br />

posible. Según diversas experiencias, la relación<br />

entre los alimentos azoados y los no azoados,<br />

tratándose del ganado vacuno, debe ser<br />

la de 1 á 5, es decir, que por cada parte de<br />

alimentos azoados han de emplearse cinco partes,<br />

ó más exactamente, 5,2 de alimentos no<br />

azoados, para obtener todo el resultado útil<br />

que se puede exigir de los alimentos. Así,<br />

pues, si á una parte de alimentos azoados se<br />

agregasen ocho de alimentos no azoados, serían<br />

inútiles para la nutrición tres de las últimas,<br />

que serían expelidas en forma de excrementos,<br />

y viceversa; si fuese la de 1 á 3 la<br />

proporción establecida, el efecto alimenticio<br />

del pienso resultaría incompleto. La experiencia<br />

ha llegado en ocasiones á descubrir esas<br />

proporciones á fuerza de ensayos, y de ahí<br />

que se haya reconocido la conveniencia de<br />

mezclar salvado con las patatas cuando se administran<br />

éstas á los animales.<br />

Algunos ganaderos ingleses, cual si hubiesen<br />

comprendido que en este caso podría servir<br />

de guía el instinto de los mismos animales,<br />

han adoptado un método que puede parecer<br />

una prodigalidad dispendiosa. Consiste en<br />

poner á disposición de los bueyes cebones un<br />

pesebre provisto de heno y paja, un comedero<br />

con tortas, otro con raíces y residuos de las<br />

fábricas de destilación , otro con agua y un<br />

recipiente con sal. Por lo pronto, el animal<br />

se dejará arrastrar en la mayoría de los casos<br />

por la glotonería, y comerá gran cantidad de<br />

los alimentos que más le agraden, pero pronto<br />

le hará comprender su instinto la necesidad<br />

de comer de todos ellos en la conveniente<br />

proporción, y al cabo de algunos días habrá<br />

regularizado su ración en la forma conveniente<br />

para alimentarse bien, y de consiguiente<br />

para engordar. Regularizado entonces el consumo,<br />

se podrá echar cotidianamente en el<br />

pesebre y los dornajos la cantidad de heno,<br />

paja, tortas, raíces, etc., que la misma res<br />

haya indicado, y de ese modo no se hastiará<br />

de los alimentos ni comerá mayor cantidad de<br />

la que pueda soportar su estómago, resultando<br />

por lo mismo una verdadera economía en el<br />

cebo, es decir, que en realidad, mediante ese


ALI — 70 — ALI<br />

procedimiento, se sigue la misma práctica que<br />

al dejar libres en los prados á los animales<br />

para que pasten á su sabor. El único inconveniente<br />

grave de ese sistema es el de exigir<br />

gran espacio en los establos y mayores desembolsos<br />

para la construcción de edificios. Aun<br />

cuando podrían observarse las mismas reglas<br />

para alimentar á los caballos, como los servicios<br />

que éstos han de prestar las hacen impracticables,<br />

no conviene someterlos á ellas.<br />

No se crea, empero, que basta mezclar los<br />

alimentos en proporciones tales que contenga<br />

el pienso todos los elementos asimilables necesarios<br />

para el sustento de las reses; es necesario<br />

también que su volumen sea suficiente<br />

para llenar el estómago, y su consistencia tal<br />

que hayan de ser masticados é insalivados<br />

antes de ser ingeridos. El heno de los prados<br />

naturales se considera en muchos países como<br />

ehalimento normal de los caballos, ya porque<br />

llena todos esos requisitos indicados, ya porque<br />

está constituido por una gran diversidad<br />

de plantas, y por elementos azoados y no<br />

azoados. Precisamente respecto del heno, las<br />

precauciones que habrán de adoptarse redúcense<br />

en realidad á evitar que por su considerable<br />

volumen embarace la respiración de<br />

los animales y no permita, que adquieran el<br />

necesario vigor. De ahí la conveniencia de<br />

mezclarle con avena ó cebada, sobre todo tratándose<br />

de animales de trabajo, para disminuir<br />

el volumen del pienso.<br />

Ni la avena ó cebada sola, ni las aguas<br />

blancas ó puches preparadas con harina, aun<br />

cuando contengan todos los elementos nutritivos<br />

necesarios, habrán de emplearse solas<br />

nunca, por no llenar bastante el estómago.<br />

Esto se consigue mediante la adición de paja,<br />

que por sí sola no podría sustentar á las reses,<br />

pero que las obliga á mascar é insalivar,<br />

y sirve de lastre en el estómago.<br />

También es indispensable completar la nutrición<br />

con la cantidad de líquido necesaria<br />

para desleír los alimentos, pero cuidando de<br />

que esa cantidad no sea excesiva, arrastre<br />

parte de las substancias alimenticias y predisponga<br />

á las reses á sudar y á debilitarse. En<br />

realidad, la división ó desmenuzamiento de<br />

los forrajes, la maceración, la cocción y la fermentación<br />

tienen verdadera importancia, precisamente<br />

porque en muchos casos facilita la<br />

mezcla de los alimentos.<br />

La división de los forrajes ejerce tan beneficiosa<br />

influencia en la nutrición de los animales,<br />

que hoj


ALI — 71 — ALI<br />

gramos de paja trillada y humedecida alimentan<br />

tanto como 112 del mismo forraje seco;<br />

100 kilogramos de grano humedecido equivalen<br />

á 125 de grano sin humedecer, y 100 de semillas<br />

leguminosas rociadas se equiparan para<br />

los efectos de la alimentación á 136, y aun á<br />

150 kilogramos de leguminosas sin remojar.<br />

Cocción de los forrajes.—Para dar idea de la<br />

importancia que tiene tal preparación bajo el<br />

punto de vista alimenticio, haremos observar<br />

que 100 kilogramos de patatas cocidas nutren<br />

tanto como 160 ó 180 sin cocer, en sentir de<br />

concienzudos observadores; mas para que las<br />

reses saquen todo el partido posible de esa<br />

substancia, es necesario agregar á las patatas<br />

paja trillada, que imponga á los animales la<br />

necesidad de mascar ó insalivar los alimentos.<br />

Cien kilogramos de heno cocido al vapor<br />

nutren tanto como 170 kilogramos de heno<br />

sin preparar, y 100 kilogramos de avena ó<br />

cebada cocida se equiparan á 300 de la misma<br />

semilla cruda. Unas puches preparadas<br />

con granos triturados, á las cuales se agregue<br />

paja trillada ó picada, suministran doble<br />

cantidad de substancias asimilables que la<br />

misma porción de grano administrado entero<br />

y crudo.<br />

Para cocer los alimentos se emplean diversos<br />

sistemas de calderas, muchas de ellas con<br />

generadores de vapor y bastante complicadas,<br />

pero en todo caso muy útiles, puesto que,<br />

gracias á ellas, se podrá economizar en muchos<br />

casos la tercera parte del gasto que representan<br />

los alimentos, y aun en'ocasiones la<br />

mitad. En lugar oportuno representaremos<br />

por medio del grabado las calderas que nos<br />

parecen más recomendables, según las diferentes<br />

condiciones de las explotaciones agrícolas.<br />

De día eu día aumenta la tendencia á administrar<br />

á los animales alimentos cocidos;<br />

hasta á los caballos de labor se les suministran<br />

los piensos así preparados en algunas<br />

grandes explotaciones rurales, acaso por no<br />

tener en cuenta que tal régimen provoca degeneraciones<br />

linfáticas, y que es necesario<br />

conservar á todo trance la energía muscular<br />

en los animales de trabajo. Por lo mismo, advertiremos<br />

una sola vez que al hablar de cocción<br />

de alimentos no nos referiremos en ningún<br />

caso á las reses de labor. Los criadores<br />

ingleses han adoptado con éxito el método<br />

americano, que consiste en cocer al vapor, no<br />

solamente las patatas y nabos ó turneps, sino<br />

también el heno y la paja para alimentar<br />

las vacas lecheras. En Alemania se preparan<br />

sopas en que figuran el salvado, la avena<br />

molida, las patatas, los nabos cocidos y triturados,<br />

la harina de centeno y la cebada muy<br />

salada. Esas sopas se administran unas veces<br />

calientes y otras frías, en ocasiones muy espesas<br />

y en ocasiones muy claras, y compensan<br />

con sus resultados el trabajo de prepararlas.<br />

En Plandes se alimentan también con<br />

sopas, cuya base es la patata, las reses lanares.<br />

Ese tubérculo, después de rallado, se echa en<br />

un recipiente con paja y heno picados, y se<br />

dirige el vapor sobre él. Cuando se ha enfriado<br />

la preparación se distribuye á las reses.<br />

La composición de la sopa varía, habiendo<br />

países en que no figura el heno, por no recolectarse<br />

en ellos, siendo de advertir que en<br />

ciertas comarcas no se conoce otra clase de<br />

pienso.<br />

En el Hainaut (Bélgica) se prepara una<br />

sopa especial para las terneras con 6 ó 7 litros<br />

de agua, un poco de sal, un cuarto de<br />

libra de pan en lonjas y un puñado de ortigas.<br />

Se cuece en una marmita hasta obtener<br />

una especie de empanada, y se echan tres<br />

pintas de leche, la mitad de ella desnatada.<br />

Después se administra en dos piensos la preparación,<br />

y se consigue obtener reses cebadas<br />

perfectamente á las pocas semanas de iuiciado<br />

el régimen. Por lo común, se someten las<br />

terneras á ese régimen á los ocho ó quince<br />

días de haber nacido. Las ortigas, cuyo valor<br />

nutritivo equiparan con el de la avena las<br />

gentes del país mencionado, ofrecen además<br />

la ventaja de contener la diarrea.<br />

También en el departamento francés de la<br />

Sarthe se administran sopas á los potros durante<br />

el período de la lactancia para que pesen<br />

mucho en la época del destete. Eu el cantón<br />

del Vaud (Suiza) se cuece, no solamente<br />

el heno, sino que también los juncos, las carices<br />

y aun los desperdicios ú hojarascas de<br />

la patata, que los animales rechazan cuando<br />

están crudos.<br />

Para efectuar la cocción se emplean cajas<br />

de madera con agujeros, por los cuales penetra<br />

el vapor acuoso de una caldera colocada<br />

debajo. A pesar de los gastos de combustible<br />

y de jornales, se obtienen innegables ganancias<br />

utilizando ese procedimiento, sobre todo<br />

aplicado á las patatas para cebar vacas lecheras<br />

y bueyes. Para preparar esa sopa se coloca<br />

una caldera de lejía sobre un hogar ordinario,<br />

y encima un cubo de 5 hectolitros de cabida,<br />

cuyo fondo se halle agujereado. En la parte<br />

superior habrá de llevar una tapa movible,<br />

con un orificio para que salga el vapor, y que<br />

además se utiliza para introducir por él una<br />

rama de hierro y asegurarse de si está ó no<br />

cocida la sopa. Después de lleno el cubo, se<br />

embadurnan con greda las partes movibles y se<br />

enciende el fuego; el agua no tarda en hervir<br />

en la caldera; el vapor penetra en el cubo por<br />

los orificios del fondo, y cuece los tubérculos.<br />

Conseguido esto, se abrirá una puertecilla<br />

colocada en el cubo, á poca distancia de su<br />

base, y las patatas cocidas caerán en un recipiente<br />

preparado ad hoc, y en el cual irá aplastando<br />

una mujer los tubérculos para administrar<br />

la pasta, desleída en un poco de agua, á<br />

los animales á que está destinada. Cada caldera<br />

comprende 280 kilogramos generalmente,<br />

exige unas 10 pesetas de leña y ocupa cuatro<br />

ó cinco horas en su preparación.<br />

Para apreciar la importancia de esas preparaciones,<br />

y la influencia del calor y del agua<br />

en las substancias vegetales, baste recordar


ALI — 72 — ALI<br />

que, gracias á esos agentes, la goma se convierte<br />

en fécula, la fécula en azúcar, y que<br />

alimentos que contenían pocos principios asimilables,<br />

los adquieren por la cocción basta<br />

cierto punto, puesto que se convierten en<br />

digestibles substancias que antes no lo eran,<br />

asi como el agua solidificada en la fermentación<br />

panaria es alimenticia por causas aun no<br />

explicadas. Convirtiéndose unas veces en mucílago<br />

y otras en almidón, resultan nutritivas<br />

plantas que se juzgaron inútiles. Hoy es una<br />

afirmación, aceptada por la generalidad de los<br />

químicos, la de que todas las substancias orgánicas<br />

procedentes del reino vegetal, por muy<br />

acidas que parezcan, son susceptibles de convertirse<br />

en alimento; principio cuya transcendencia<br />

salta á la vista, porque permitirá<br />

utilizar algún día plantas que en la actualidad<br />

no tienen aplicación alguna.<br />

La acción del agua hirviendo es tal que reblandece<br />

muchos tejidos que oponen gran resistencia<br />

á las fuerzas digestivas sin esa preparación;<br />

gracias á ella, se utilizan las ortigas<br />

y los punzones de los juncos, se neutraliza el<br />

principio viroso de las patatas y la acritud de<br />

muchos vegetales, y se obtienen otras transformaciones<br />

beneficiosas al penetrar el agua<br />

en los tejidos ó combinarse con algunos elementos<br />

de los vegetales.<br />

El peligro de que no se insaliven bien los<br />

alimentos, señalado por algunos veterinarios,<br />

no es tan grave como pudiera creerse, puesto<br />

que la salivación se determina, ora á la vista<br />

de los alimentos simplemente, Ora al ingerir<br />

las bebidas, ora en el mismo estómago. Precisamente<br />

en la primera edad, es decir, cuando<br />

se alimentan los animales con leche, no es<br />

necesaria la presión de cuerpos duros para<br />

que se verifique la insalivación, y los cerdos<br />

nutridos con suero y residuos délas queserías<br />

se hallan en el mismo caso. Esto no quiere<br />

decir que se haya de alimentar con sopas exclusivamente<br />

aun á las vacas.de leche y á las<br />

reses cebonas; siempre debe ser sólida una<br />

tercera parte del pienso. De todos modos, los<br />

rumiantes no necesitan insalivar tanto los alimentos<br />

al masticarlos.<br />

También es muy recomendable la práctica<br />

de los flamencos, que en lugar de agua pura<br />

dan á sus vacas para beber disoluciones de<br />

harina de cebada, de avena, de centeno ó de<br />

habas, asociándola á veces residuos de semillas<br />

oleaginosas pulverizadas, templando previamente<br />

el líquido, manteniéndole durante<br />

doce horas en cisternas ó en el establo. Se<br />

pueden convertir esas bebidas en sopas frías<br />

solamente con agregar heno picado. Transfórmanse<br />

en dietéticas esas preparaciones, y en<br />

apetitosas para las vacas de leche, que no<br />

beben toda el agua necesaria á la producción,<br />

adicionando un poco de sal ó de un ácido refrescante,<br />

ó de cualquier laxante muy ligero,<br />

especialmente en la época de los fuertes calores.<br />

Ya lo hemos dicho, no sucede lo mismo<br />

cuando se trata de un animal que haya de<br />

utilizarse únicamente por sus fuerzas físicas.<br />

Este tiene que desenvolver sus energías hasta<br />

el mayor grado, lo que solamente se consigue<br />

mediante una alimentación especial y rica,<br />

compuesta de alimentos secos, fibrosos, resistentes,<br />

difíciles de triturar con el aparato<br />

masticador, que por lo mismo ha de funcionar<br />

de la manera más completa posible.<br />

La fermentación de los alimentos, al mismo<br />

tiempo que economiza combustible, produce<br />

. los mismos resultados que la cocción y el remojo;<br />

pero ese procedimiento es, sin duda alguna,<br />

mucho más delicado, y además depende<br />

de que haga bueno ó mal tiempo el obtener<br />

los piensos fermentados en las debidas condiciones.<br />

El pan es un alimento que la cocción<br />

y la fermentación convierte en asimilable en<br />

alto grado, pero la nutrición de los animales<br />

con esa substancia resulta muy costosa, y<br />

cuando no está bien sentado se empasta en la<br />

boca de las reses. Ocioso será también advertir<br />

que con los alimentos fermentados han de<br />

mezclarse alimentos secos para conseguir que<br />

los animales no ingieran aquéllos sin masticar,<br />

sobre todo tratándose del ganado de labor.<br />

En la actualidad se recomienda por todos<br />

los agrónomos la fermentación de los forrajes<br />

almacenándolos en silos, adoptando las prácticas<br />

que expondremos en el lugar correspondiente;<br />

pero por lo común se logra que fermenten<br />

los alimentos manteniéndolos durante<br />

dos días, después de cortados los forrajes y<br />

raíces, en cubos que contengan agua con pequeñas<br />

cantidades de sal cuando son secos, y<br />

sin agua cuando son húmedos, colocando en<br />

todo caso sobre ellos pesos, para que la presión<br />

regularice la operación hasta cierto punto.<br />

En algunas comarcas extranjeras se prepara<br />

una comida fermentada del siguiente<br />

modo: Cada 100 partes de mezcla se obtienen<br />

con 20 de forrajes cortados, 40 de nabos,<br />

300 de remolachas, 9 de agua y '/5 de sal.<br />

Generalmente se preparan de esa suerte los<br />

forrajes de calidad inferior.<br />

Un agricultor de Bohemia, M. E. André,<br />

después de cortar los forrajes secos de heno<br />

y paja, los mezcla en capas alternas con raíces<br />

también cortadas en lonjas, y los deposita en<br />

cajas cerradas herméticamente, no sin rociarlos<br />

antes con agua salada ó pura, ó que contenga<br />

en suspensión polvos de torta, elevando<br />

á veces la temperatura del agua á 70 y 80°<br />

centígrados. La fermentación se desarrolla<br />

espontáneamente en la caja, y á las treinta y<br />

seis ó sesenta horas, según la temperatura se<br />

ha desenvuelto convenientemente. Se extraen<br />

los alimentos antes de que se presente la fermentación<br />

alcohólica, y se administran á los<br />

ganados.<br />

Ese procedimiento aumenta el valor nutritivo<br />

de los alimentos, porque reblandece las<br />

fibras vegetales, prepárala disolución de ciertos<br />

principios, y gracias á la acción del calor,<br />

convierte en dextrina el almidón, la fécula y<br />

el azúcar, permitiendo que se consuma la paja<br />

con provecho y se economice el heno, si bien


ALI — 73 — ALI<br />

la operación exige cierta destreza en el encargado<br />

de preparar el pienso. Creen los alemanes<br />

que el valor nutritivo de 150 kilogramos<br />

de forrajes fermentados iguala al de 200 kilogramos<br />

de forraje natural, si bien no niegan<br />

que, bajo el punto de vista económico, hay<br />

casos en que no conviene recurrir á la fermentación<br />

en la forma expuesta.<br />

Hace algún tiempo ensayó el doctor Crusins,<br />

en Sahlis, en 20 vacas de constitución análoga,<br />

la nutrición con alimentos fermentados hasta<br />

el estado vinoso, nutriendo otras 20 reses con<br />

igual cantidad de alimentos de la misma clase,<br />

pero sin fermentar. La primera tanda suministró<br />

3.400 litros de leche, y la segunda 4.200,<br />

lo que se ha presentado como un argumento<br />

convincente contra el empleo de alimentos<br />

fermentados, pero que en realidad solamente<br />

demuestra una cosa, á saber: que los alimentos<br />

fermentados no son á propósito para la<br />

producción de leche. Un ganadero francés, de<br />

Sens, ha obtenido en cambio resultados excelentes<br />

de los piensos fermentados para nutrir<br />

reses caballares. Los preparaba con paja, heno,<br />

avena triturada, tortas de colza ó de adormidera<br />

y harina de linaza. También en la Saulsaie<br />

se han obtenido excelentes resultados en<br />

los bueyes. De los ensayos hechos puede inferirse,<br />

en último término, que no conviene nutrir<br />

con piensos fermentados á los animales<br />

de trabajo, y que son grandemente útiles para<br />

las reses cebonas.<br />

La salazón de los forrajes tiene por objeto<br />

unas veces garantizar su conservación, y otras<br />

conseguir que pierdan algunas cualidades dañinas.<br />

Es muy conveniente salar los henos<br />

procedentes de praderas húmedas al irlos almacenando.<br />

En muchos puntos salan también<br />

las hojas de remolacha, que se almacenan en<br />

silos. En Alemania conservan en cisternas<br />

para la estación invernal los forrajes verdes,<br />

después de prensarlos bien y rociarlos con<br />

agua salada. Cuando solamente se pretende<br />

asegurar la conservación de los forrajes, se<br />

los salará al almacenarlos, y cuando se desee<br />

que los animales los coman con apetito y que<br />

resalten sus cualidades, se rociarán con agua<br />

salada poco antes de distribuirlos. Los henos<br />

averiados ó enmohecidos se sacudirán antes<br />

de entregárselos á las reses y antes de salarlos.<br />

M. Prieto y Prieto.<br />

ALIMENTACIÓN PÚBLICA (Economía<br />

política).— Uno de los problemas que<br />

todo Estado bien organizado ha de resolver<br />

es la llamada cuestión de subsistencias, es decir,<br />

que ha de procurar que no falten elementos<br />

para que la población obtenga fácilmente<br />

los alimentos necesarios para nutrirse<br />

en buenas condiciones higiénicas, y para que<br />

no degenere el vigor físico ó intelectual de la<br />

raza, ni se multipliquen los padecimientos.<br />

Precisamente, como hace ya años advertía un<br />

escritor, ese es el problema cuya solución no<br />

ha podido alcanzar todavía el hombre, á pesar<br />

de los progresos realizados, tanto en la organización<br />

social, como en la obtención y pro­<br />

ducción de substancias alimenticias. La mayoría<br />

de los habitantes, no ya de las regiones<br />

pobladas por gentes medio civilizadas ó bárbaras,<br />

sino de esta Europa, llamada culta por<br />

antonomasia, no cuentan con medios suficientes<br />

para procurarse alimentos sanos y en<br />

la cantidad necesaria para reparar las pérdidas<br />

que constantemente experimenta el organismo<br />

humano, y que aumentan con el trabajo<br />

en los pobres obreros, extenuados á veces.<br />

En los primeros decenios que siguieron á la<br />

difusión del cultivo del maíz en el Antiguo<br />

Continente, creyóse resuelta la grave cuestión<br />

de las subsistencias ó abastos; pero pronto<br />

se observó que si se había reducido notablemente<br />

el peligro de las carestías y del hambre,<br />

no se había desvanecido por completo. Más<br />

tarde, unos dos siglos después, se extendió el<br />

cultivo de la patata, gracias á la ingeniosísima<br />

propaganda de Parmentier, y se abrigó la<br />

esperanza de haber hallado la solución definitiva<br />

del pavoroso problema; pero en realidad<br />

sólo se encontró un nuevo paliativo, que<br />

no obsta para que en la actualidad hayan de<br />

ocuparse los hombres pensadores en estudiar<br />

aquél.<br />

¿Cómo resolverle? ¿Se produce en la superficie<br />

de la tierra suficiente masa de alimentos<br />

para nutrir á sus pobladores? Todo concurre<br />

á demostrar que se obtiene ó se puede<br />

obtener esa masa mediante la industria agrícola<br />

y la ganadería, y en ese caso la cuestión<br />

queda muy simplificada. De ahí que los hombres<br />

se acerquen más y más á su solución<br />

desde el momento en que se ha comprendido<br />

que la libertad y seguridad del comercio combinadas,<br />

y la perfección de los transportes,<br />

facilitan la distribución económica de los alimentos<br />

y su traslación desde los puntos en<br />

que abundan hasta los puntos en que escasean.<br />

Dejar circular al comercio honrado, sin<br />

envolverle en las trabas que deberán oponerse<br />

al comercio ilícito; garantizar la libertad<br />

en los mercados y en las plazas de abastos;<br />

perseguir y castigar severamente los fraudes<br />

y las falsificaciones, y velar por la salud pública,<br />

tales son los deberes que incumben á<br />

los poderes públicos, y tal la protección única<br />

que han de otorgar á los encargados de distribuir<br />

los artículos de consumo. Solamente<br />

en casos excepcionales, en épocas de bloqueos<br />

y de guerras, de hambres y de pestes, es<br />

cuando la autoridad tiene que encargarse directamente<br />

de proporcionar las subsistencias,<br />

ya que, como se ha indicado anteriormente, el<br />

acaparamiento (véase esta palabra) no suele<br />

perturbar en tiempos normales la regularidad<br />

en la expendición de alimentos.<br />

En resumen: para asegurar la buena distribución<br />

de las subsistencias y evitar perturbaciones<br />

de transcendencia grande, en lugar de<br />

redactar una complicada legislación, y poner<br />

en vigor reglamentos y ordenanzas de todo<br />

género, como antiguamente se practicaba para<br />

regular los abastos, los buenos Gobiernos deberán<br />

limitarse á facilitar y abaratar los me-


ALI — 74 — ALI<br />

dios de comunicación, á garantizar las transacciones<br />

de buena fe, á estimular todas las<br />

iniciativas beneficiosas, á alentar todos los<br />

progresos, y abrir el camino á las sociedades<br />

cooperativas formadas para la fabricación de<br />

pan, parala matanza de ganados, y para la<br />

compra y distribución de todos los artículos<br />

de consumo, principalmente allí donde existan<br />

grandes fábricas, y por consiguiente, grandes<br />

aglomeraciones de trabajadores. Pero, si<br />

no han de olvidarse las enseñanzas de dolorosa<br />

experiencia, el Estado no debe tener intervención<br />

directa en la constitución de esas empresas<br />

colectivas; no debe ser fabricante ni<br />

comerciante. Cuando existen mercados abiertos<br />

para los productos agrícolas, y las transacciones<br />

se realizan libremente, puede confiarse<br />

en que la alimentación pública se halla perfectamente<br />

asegurada. Así, pues, los derechos<br />

de aduanas y de puertas deberán reducirse al<br />

mínimum compatible con las exigencias del<br />

Presupuesto; precisamente nada resulta tan<br />

perturbador, y nada tan costoso y estéril en<br />

definitiva para la sociedad, como los entorpecimientos<br />

que se pongan á la buena distribución<br />

de ios alimentos, porque esos entorpecimientos,<br />

ó bien originan tumultos, motines, y<br />

hasta verdaderas revoluciones y contiendas<br />

fratricidas, ó bien, al provocar la carestía, no<br />

solamente acrecientan la mortalidad entre las<br />

clases pobres, sino que favorecen el desarrollo<br />

de epidemias que van á repercutir en último<br />

resultado sobre las clases ricas.<br />

ALIMENTICIO.—Dícese de todo lo que<br />

tiene la propiedad de alimentar. Las substancias<br />

alimenticias para los vivientes poseen<br />

cualidades especiales, según los géneros y especies<br />

de seres de que proceden ó á que están<br />

destinadas. Respecto del hombreólas substancias<br />

alimenticias pueden ser animales ó<br />

vegetales. Entre las animales figuran los huevos,<br />

la leche y sus derivados, la manteca y<br />

el queso, la carne de los animales domésticos<br />

ó selváticos, la de los pescados, y la de<br />

algunos crustáceos, batracios y reptiles; las<br />

substancias vegetales alimenticias son las que<br />

se obtienen de algunas plantas; éstas á su<br />

vez se llaman también plantas alimenticias, y<br />

bajo esa denominación las estudiaremos en el<br />

lugar correspondiente. (V. Plantas alimenticias.)<br />

RÉGIMEN ALIMENTICIO.—Regla que se sigue<br />

para el uso de los alimentos.<br />

Régimen alimenticio del hombre.—Depende<br />

este régimen, si ha de llenar su primordial objeto<br />

reparando las pérdidas del organismo, de<br />

muchas circunstancias, y ante todo es necesario<br />

determinar, no solamente la cantidad, si<br />

que también la calidad de los alimentos. Para<br />

apreciar la influencia del régimen cuantitativo<br />

es necesario tener en cuenta: 1.°, la cantidad<br />

de alimentos que el hombre ha de tomar diariamente<br />

en razón de la fatiga ó esfuerzo que<br />

se impone por medio de ejercicios musculares;<br />

2.°, la cantidad de alimentos en razón<br />

inversa de la elevación de la temperatura de<br />

la atmósfera, puesto que á medida que aumenta<br />

el calor disminuye la cantidad de alimentos<br />

necesaria para la subsistencia, de tal<br />

manera que es enorme la diferencia entre la<br />

que consume un habitante de regiones frías<br />

y la que necesita el que vive en climas cálidos;<br />

3.°, que la cantidad necesaria para vivir<br />

es generalmente mucho menor que la que ordinariamente<br />

se consume. El hábito, la costumbre<br />

y las incitaciones regulan, por lo común,<br />

la cantidad de alimentos que el hombre<br />

consume. La sobriedad se puede considerar<br />

como uua circunstancia favorable á la higiene<br />

de los individuos.<br />

Llámase dieta, ó más bien dieta rigurosa, á<br />

la absoluta privación de alimentos, y sus efectos<br />

varían notablemente, según que el individuo<br />

que la sufre se halle sano ó enfermo. Un<br />

hombre sano no puede privarse muchos días<br />

de alimentos sin enflaquecer y morir al fin y<br />

á la postre en un período que depende de la<br />

edad, de la constitución y de la resistencia<br />

vital. La gastralgia y el delirio son en ese<br />

caso los precursores de la muerte. En las enfermedades<br />

de carácter agudo se soporta la dieta<br />

sin inconvenientes graves, puesto que en virtud<br />

de ella disminuyen los glóbulos rojos de<br />

la sangre; circunstancia que prolonga la convalecencia<br />

, gracias á la debilidad general de<br />

los enfermos, que en ocasiones llegan á caer<br />

en un verdadero estado de anemia. En las<br />

enfermedades crónicas una dieta demasiado<br />

rigurosa es siempre muy perjudicial. Al facilitar<br />

la comida en la convalecencia, habrá<br />

de precederse gradualmente, comenzando por<br />

substancias alimenticias poco excitantes y proporcionadas<br />

siempre á las fuerzas digestivas.<br />

La insuficiencia de los alimentos depende<br />

en gran parte, según queda indicado, del ejercicio<br />

muscular, del régimen á que se halla<br />

habituado el individuo y de la temperatura<br />

de la atmósfera. Prolongada mucho tiempo,<br />

determina alteraciones en la sangre por disminuir<br />

la proporción de los glóbulos sanguíneos,<br />

de la albúmina}' de la fibrina, apareciendo<br />

así un estado semejante al escorbuto.<br />

Cuando á consecuencia de la carestía afecta<br />

la insuficiencia de los alimentos á toda una<br />

población, aumenta el número de enfermedades<br />

y defunciones, y disminuye la fecundidad.<br />

Un régimen alimenticio demasiado abundante,<br />

sobre todo respecto de los individuos<br />

que no se dedican á trabajos corporales y viven<br />

bajo una temperatura elevada, ocasiona<br />

plétoras, congestiones y hemorragias. Comparando<br />

bajo el punto de vista de la alimentación<br />

únicamente la mortalidad entre los pobres y<br />

los ricos, se observa que es doble entre los<br />

primeros. También se halla en relación perceptible<br />

con la alimentación la fecundidad;<br />

así se advierte que ésta disminuye durante<br />

los períodos de carestía y durante la cuaresma<br />

en las poblaciones donde se guarda la última<br />

con algún rigor. De ahí que generalmente<br />

la robustez de uua raza se encuentre en<br />

relación íntima con la fertilidad y el buen


ALI — 75 — ALI<br />

cultivo del país que habita, porque en ese<br />

caso dispondrá aquélla de alimentos baratos<br />

y abundantes.<br />

La influencia del temperamento en las condiciones<br />

del régimen alimenticio es verdaderamente<br />

notable. Así el hombre rabio del Norte<br />

, cuyos tejidos son blandos, cuyo sistema<br />

cutáneo es más flojo, y por consiguiente, cuya<br />

transpiración cutánea ha de ser abundante en<br />

sumo grado, necesita consumir para su sustento<br />

una cantidad de alimentos considerablemente<br />

mayor que la que ordinariamente consumen<br />

los hombres de tez morena, como son<br />

generalmente los pertenecientes á la raza<br />

greco-latina. Gracias á esa diferente contextura<br />

del sistema cutáneo, compréndese que<br />

los españoles, italianos, griegos, árabes y los<br />

americanos de raza latina vivan y resistan esfuerzos<br />

musculares con raciones alimenticias<br />

que penosamente bastarían para que un inglés<br />

no se muriera de hambre. Probablemente<br />

á la acción que ejercen el café y otros tónicos<br />

sobre la piel, determinando su contracción y<br />

haciéndola más compacta, se debe que disminuyan<br />

las pérdidas y se economicen alimentos<br />

cuando se hace uso de tales preparaciones.<br />

Al considerar los alimentos bajo el aspecto<br />

cualitativo, es necesario dividirlos en alimentos<br />

animales, vegetales y mixtos.<br />

El régimen animal consiste en el uso casi<br />

exclusivo de las carnes, con escasa cantidad de<br />

substancias vegetales alimenticias. Los efectos<br />

fisiológicos de ese género de alimentación se<br />

manifiestan ante todo por un estado casi constante<br />

de irritación en el tubo digestivo, sed<br />

continua, estreñimiento y calor casi febril en<br />

la piel. Ese régimen modifica la composición<br />

de la sangre, en la cual disminuye la cantidad<br />

de agua y aumenta la de glóbulos rojos y<br />

fibrina, ocasionando perturbaciones y enfermedades,<br />

particularmente en la estación calurosa.<br />

La leche, aun cuando de origen animal,<br />

atenúa los efectos de ese régimen, á causa del<br />

azúcar que contiene, y que en cierto modo<br />

produce el mismo efecto que las substancias<br />

vegetales. Lo mismo, aun cuando en menor<br />

proporción, sucede con los huevos. De ahí<br />

que el régimen animal deba combinarse con<br />

cierta cantidad de substancias vegetales.<br />

El régimen vegetal perjudica á la salud indudablemente<br />

menos que el animal, tal vez<br />

por la influencia que ejercen las materias<br />

azoadas contenidas en las substancias vegetales.<br />

Cuando se emplea exclusivamente, languidecen,<br />

sin embargo, las fuerzas digestivas,<br />

las digestiones se hacen difíciles y lentas , con<br />

acompañamiento de desarrollo de gases, es<br />

frecuente la diarrea, aparecen las lombrices y<br />

la diabetes tal vez ; perturbaciones que se consideran<br />

resultado de la abundancia en consumir<br />

féculas. El régimen vegetal es muy apropiado<br />

para los climas cálidos, y de ahí que<br />

deba ser preferido en algunas comarcas de<br />

nuestro país. Ha de advertirse, empero, que<br />

el régimen vegetal exclusivo no es adecuado<br />

á la nutrición del organismo humano, para<br />

que éste se conserve en perfecto estado de robustez<br />

y de salud.<br />

El régimen mixto, como se desprende de<br />

cuanto diciendo venimos, es el que debe preferirse<br />

en los climas templados, y de consiguiente,<br />

en la mayoría de las regiones españolas.<br />

Consiste en la combinación ó alternativa<br />

de substancias animales y vegetales para la alimentación<br />

diaria, tomando por base, según<br />

aconsejan los más acreditados higienistas y<br />

fisiólogos, cuando se trata de personas jóvenes<br />

y bien constituidas, 154 gramos de carbono y<br />

22,5 de ázoe; cantidades que aproximadamente<br />

corresponden á las pérdidas que diariamente<br />

experimenta una organización joven, y que<br />

representan '/25 ó '/20 c' e s u P e s o S E A A 1 "<br />

ó 0,05.<br />

De los diferentes análisis practicados hasta<br />

ahora por diferentes autores, se puede inferir<br />

que, por término medio, el hombre necesita<br />

diariamente para su alimentación las siguientes<br />

substancias alimenticias sólidas:<br />

Con poco Con trabajo<br />

trabajo considerable<br />

Gral?los Gramos<br />

145<br />

72<br />

470 480<br />

27<br />

647 724<br />

A esas cantidades, para cuya determinación<br />

se han tenido en cuenta principalmente<br />

los estudios de Moleschott, hay que agregarlíquidos<br />

que guarden con los alimentos sólidos<br />

la proporción de cuatro á uno.<br />

Exponiendo estas observaciones en términos<br />

comprensibles para la generalidad, diremos<br />

que un hombre adulto de fuerza media<br />

debe consumir en las regiones centrales y septentrionales<br />

de España, por término medio,<br />

unos 125 gramos de carne, un kilogramo de<br />

pan y 200 gramos de legumbres ó substancias<br />

feculentas al día. Los habitantes de la zona<br />

meridional de nuestra Península pueden sin<br />

inconveniente reducir esa ración en una quinta<br />

parte, y los de las regiones septentrionales<br />

de Europa han de aumentarla de una manera<br />

considerable, so pena de exponerse á la anemia,<br />

al escorbuto y á una serie de enfermedades<br />

que no hemos de enumerar aquí, siquiera<br />

advirtamos en términos generales que la nutrición<br />

defectuosa produce desastrosos efectos<br />

en la salud del cuerpo, y en el vigor y energía<br />

del espíritu.<br />

Preciso es persuadirse de que no hay nada<br />

más caro en definitiva que las economías en<br />

la nutrición, y que siempre es forzoso gastar<br />

en medicinas lo que no se gaste en alimentos.<br />

La alimentación puede ser deficiente por la<br />

cantidad ó por la calidad de los comestibles,<br />

es decir, que unas veces no contienen éstos<br />

bastantes elementos reparadores, y otras se<br />

hallan alterados ó son de mala calidad. Tam-


ALI — 76 — ALI<br />

bien ofrece gravísimos inconvenientes una<br />

alimentación excesiva. Además de las indigestiones,<br />

los que tienen el hábito de comer excesivamente<br />

, sufren inflamaciones crónicas de<br />

los intestinos, y acaban por ver entorpecidos<br />

sus movimientos y funciones, gracias á la obesidad,<br />

cuando por digerir bien se trueca su<br />

temperamento en linfático ó sanguíneo. Por<br />

el contrario, cuando digieren mal y no utilizan<br />

los alimentos, acaban por adelgazar y<br />

quedar en el mismo estado que si la nutrición<br />

fuera defectuosa.<br />

Bajo el punto de vista de los principios<br />

constitutivos, cada especie de substancia ejerce<br />

diferente acción. Los alimentos refrigerantes<br />

ó acídulos, tales como los vegetales, las frutas<br />

rojas, etc., cuando se toman en cantidad moderada,<br />

excitan el apetito y favorecen la digestión.<br />

Si se toman en cantidades excesivas,<br />

producen deposiciones abundantes, afectan al<br />

tubo digestivo, entorpecen los movimientos<br />

del corazón, disminuyen el calor animal y debilitan<br />

el organismo. Las personas de temperamento<br />

linfático deberán evitar ese género<br />

de alimentación.<br />

Los alimentos laxantes y poco reparadores,<br />

tales como la leche, los aceites, la manteca,<br />

las grasas, debilitan poco á poco las fuerzas<br />

digestivas, y se digieren con dificultad, aun<br />

cuando provoquen la obesidad con frecuencia.<br />

JE1 régimen alimenticio que tenga por base<br />

esas substancias apaga el ardor de las pasiones,<br />

dulcifica el carácter, disminuye la actividad<br />

intelectual, entumece los sentidos y acaba por<br />

determinar la aparición de temperamentos<br />

linfáticos. Es útil en las afecciones inflamatorias.<br />

Más nutritivos que los precedentes son, sin<br />

duda alguna, los alimentos laxantes procedentes<br />

del reino animal, ó sean los que contienen<br />

gran proporción de gelatina, y se componen<br />

especialmente de carnes de animales jóvenes.<br />

Son útiles en las convalecencias de afecciones<br />

agudas, y perjudiciales en los mismos casos<br />

que los laxantes de origen vegetal.<br />

La alimentación tónica y poco reparadora<br />

se compone de substancias vegetales y amargas,<br />

como quina, genciana, lúpulo, ehucrute<br />

ó col fermentada, etc. Activa y favorece á la<br />

digestión y á la circulación de la sangre, desarrolla<br />

el calor, afirma los tejidos y evita la<br />

obesidad. Por lo mismo es muy conveniente<br />

para las personas linfáticas.<br />

Se llama alimentación media la que es bastante<br />

reparadora y bastante tónica, pero sin<br />

exceso. Se compone principalmente de substancias<br />

que contienen féculay albúmina, y es<br />

recomendable para toda clase de temperamentos.<br />

La alimentación tónica y muy reparadora<br />

se obtiene principalmente de las carnes llamadas<br />

negras, porque éstas contienen el osmazomo,<br />

substancia muy azoada y que ejerce distinta<br />

acción en el organismo, según la forma<br />

en que hayan sido preparados los alimentos.<br />

Cuando las carnes se asan ó se pasan en la<br />

parrilla, se desarrolla el osmazomo, y aquéllas<br />

resultan esencialmente tónicas. Si se las pone<br />

á cocer ó hervir en vasijas cerradas, el caldo<br />

se apodera del osmazomo y las carnes no resultan<br />

más nutritivas qué la de ternera.<br />

También excitan la actividad del estómago<br />

los alimentos tónicos y reparadores; enriquecen<br />

y espesan la sangre , desarrollan mucho<br />

calor, desenvuelven la musculatura y las fuerzas,<br />

y de consiguiente el vigor, la destreza,<br />

las pasiones, el valor y hasta la ambición; pero<br />

como ese régimen enardece, no deben abusar<br />

de él, especialmente las personas de tempera-,<br />

mentó sanguíneo y bilioso, sobre todo cuando<br />

haya propensión á la gota ó al mal de piedra.<br />

La alimentación afrodisíaca es la exageración<br />

de la precedente, y comprende la canela,<br />

el clavo, las especias, la vainilla, el ámbar<br />

gris, las trufas, la nuez moscada y los vinos<br />

muy generosos, que excitan todos los órganos.<br />

RÉGIMEN ALIMENTICIO DE LOS ANIMALES.<br />

Respecto del ganado, se dice que el régimen<br />

es seco cuando principalmente se compone de<br />

substancias secas, tales como el heno, la paja,<br />

los granos y las tortas, y que es verde cuando<br />

se administran á los animales forrajes verdes<br />

ó frescos, raíces, pulpas, etc. El régimen<br />

alimenticio del ganado deberá cambiar, según<br />

que pretenda obtenerse de las reses leche, carne<br />

ó trabajo. En todo caso hay que guardarse<br />

de cambiar bruscamente un régimen alimenticio,<br />

con objeto de evitar los accidentes que<br />

provocaría una modificación no preparada por<br />

transición alguna, es decir, cuando el ganado<br />

pasase de un día á otro desde el régimen seco<br />

al régimen verde ó viceversa.<br />

Raciones alimenticias.—Representan éstas<br />

el conjunto de elementos que cada animal<br />

necesita diariamente para mantenerse robusto<br />

y sano, y suplir todas las pérdidas que la actividad<br />

vital y el trabajo le ocasionen. Para<br />

apreciar la suficiencia ó insuficiencia de una<br />

ración es necesario tener en cuenta la edad y<br />

estado del animal, y los esfuerzos ó servicios<br />

que de él se exigen. Hay dos especies de raciones<br />

alimenticias : las de conservación y las<br />

de producción. En el primer caso se facilitan<br />

á los animales únicamente las cantidades de<br />

alimento que les son indispensables para vivir;<br />

en el seguudo se les administran en tales<br />

proporciones que pueden aumentar en carnes,<br />

producir leche ó trabajar. La experiencia<br />

ha demostrado que, tratándose de una<br />

misma especie de alimentos, las raciones han<br />

de ser en un caso proporcionales al peso del<br />

animal, y en el otro á la cantidad de productos<br />

que se desee obtener, dentro de ciertos límites<br />

por supuesto. Está demostrado que en<br />

una ración se pueden sustituir ciertas substancias<br />

por otras, pero no en peso igual, sino en<br />

proporción mayor ó menor, según la naturaleza<br />

de las substancias que hayan de sustituirse<br />

mutuamente. De las substancias que han de<br />

figurar en las raciones de los diferentes animales<br />

domésticos, y de las proporciones en que<br />

han de combinarse, nos ocupamos al hablar


ALI — 77 — ALI<br />

de la cría, alimentación y cebo de cada uno de<br />

ellos en el artículo correspondiente.<br />

ALIMENTO.—Toda substancia que, absorbida<br />

por un animal ó por un vegetal, contribuye<br />

á conservar su vida ó favorecer su desarrollo.<br />

La ingestión de una materia y su<br />

absorción (véase esta palabra) por las células<br />

vivas, no bastan para caracterizar una substancia<br />

como alimento, porque á veces las substancias<br />

absorbidas son inútiles ó nocivas. La<br />

experiencia y aun el hábito, dan á conocer si<br />

una materia es ó no provechosa. La composición<br />

de los alimentos puede ser muy compleja,<br />

según se verá mis adelante. Un alimento<br />

es ligero, pesado, substancioso, etc., según las<br />

virtudes de que goce; sólido, fluido ó líquido,<br />

según su consistencia; azoado, carbonado, etc.,<br />

según que abunde en él una ú otra de esas<br />

substancias. (V. Alimentación.)<br />

ALINDAR.—Poner ó señalar los límites<br />

de una heredad., (V. Amojonamiento y Apeo.)<br />

ALINEACIÓN (Arboricultura).—Llámase<br />

así la especial disposición de las plantaciones<br />

de árboles cuando los troncos de éstos<br />

se elevan sobre una recta en las márgenes de<br />

los canales, en las orillas de los caminos ó formando<br />

calles en los paseos 3'jardines. También<br />

se alinean las vides formando quinconces<br />

ó no, y otras plantas, con lo cual se facilita el<br />

cultivo y aun se economiza terreno. En los<br />

montes altos ó bajos no se arreglan las plantas<br />

de ese modo por lo común. En las alineaciones<br />

de árboles de puro adorno no se da gran<br />

importancia á la clase de la madera, y en cambio<br />

se eligen los de gran porte y hermoso follaje,<br />

como el plátano, el castaño de Indias,<br />

el olmo, la acacia y otros análogos. El número<br />

de líneas de árboles que se plantan en los caminos<br />

y paseos depende naturalmente de la<br />

amplitud de éstos, puesto que no conviene<br />

que los árboles se hallen muy próximos unos<br />

á otros para que se desarrollen. La distancia<br />

que ha de mediar entre unos y otros depende<br />

naturalmente de la naturaleza del suelo y de<br />

la especie á que pertenece la planta; para los<br />

árboles ordinarios esa separación oscila entre<br />

4,50 y 6 metros cuando los árboles forman<br />

una sola línea, y habrá de ser mayor conforme<br />

aumenta el número de las líneas, pudiendo<br />

llegar á 10 metros. Si los paseos son muy largos,<br />

se deberá adoptar el máximum de separación<br />

para que resulte bien la perspectiva. Las<br />

alineaciones de árboles ó arbustos, cualquiera<br />

que sea la disposición especial que se adopte,<br />

se habrán de cultivar en la misma forma que<br />

si no se hallasen regularizadas las plantaciones.<br />

ALINEAR.—Disponer los objetos de manera<br />

que formen líneas; plantar árboles ó arbustos<br />

en los campos y jardines de manera<br />

que resulten en alineación. Cuando se trate de<br />

alineaciones cortas, cual ocurre en las platabandas<br />

, por ejemplo, ó en los tablares de las<br />

huertas, se alinean las plantaciones valiéndose<br />

de cordeles; cuando se trata de considerables<br />

extensiones, es necesario recurrir á los ja­<br />

lones para marcar la dirección que ha)'a de<br />

seguirse. Colocados dos jalones en los dos extremos<br />

de la línea, para alinear bien los plantones,<br />

será necesario tomar un jalón como<br />

punto de mira, colocándose el operador detrás<br />

del otro, y aquéllos se irán colocando de tal<br />

suerte que oculte el jalón mira al que dirija<br />

una visual desde el que marca el punto de<br />

partida. Cuando, sean bajas las plantas ó se<br />

empleen semillas, habrá que fijar jalones intermediarios<br />

y marcar entre cada dos la línea<br />

por medio de una cuerda, gracias á la cual se<br />

obtendrá una línea continua.<br />

También deben alinearse las calles para que<br />

sea más fácil asearlas, corran con más holgura<br />

las aguas y las corrientes de aire, y resulten<br />

más hermoseadas las poblaciones y el tránsito<br />

más cómodo. Esto es aplicable igualmente á<br />

los caminos, que en las campiñas suelen ser<br />

siempre tortuosos, á veces sin necesidad, cual<br />

si no fuera conveniente abreviar los trayectos,<br />

y de consiguiente, simplificar los transportes 3'<br />

evitar los peligros de las revueltas y curvas.<br />

Generalmente, una insignificante mata, un<br />

árbol, el cauce de un arroyuelo, una piedra y<br />

otros objetos análogos bastan para que un camino<br />

dé un innecesario rodeo y aun para que<br />

se perjudique á los propietarios cuyas fincas<br />

lindan en los caminos. Incomprensible es á la<br />

verdad, el abandono y la incuria de los campesinos<br />

en ese punto.<br />

ALINEAR EL CABALLO.—Conseguir<br />

del bruto que siga con manos y pies la misma<br />

línea, y pararle en esa misma posición sin que<br />

forme ningún pliegue el cuello del animal, de<br />

manera que queden en la misma línea las espaldas<br />

y ancas. Dícese también alinear el caballo<br />

de cabeza,.de cuello, de cuerpo y de ancas<br />

ó de grupa.,<br />

ALINGARÓ.—En el Archipiélago filipino<br />

llaman así al Eleagnus angustifolia, L., de la<br />

familia de las Eleágneas, común en las orillas<br />

de los caminos de San José de Patangas y en<br />

otros puntos de la Isla de Luzón, donde florece<br />

en Octubre. En nuestros paseos es muy<br />

frecuente, llamando la atención por las escamas<br />

plateadas que cubren sus hojas, sobre<br />

todo en el envés. (V. Árbol del Paraíso.)<br />

ALINTATAO—Con este nombre vulgar<br />

designa el P. Blanco una especie arbórea no<br />

determinada del género Diospyros, familia de<br />

las Ebanáceas, común en los bosques de la Isla<br />

de Luzón (Archipiélago filipino), y que con<br />

las demás de igual género , en cirya sociedad<br />

vive, forma el grupo de los ébanos filipinos,<br />

de madera dura, negruzca ó negra, muy útii<br />

para construcciones 3' ebanistería. (Véase<br />

Amaga.)<br />

ALIPAI.—Árbol de los montes de las Islas<br />

Filipinas, que corresponde á la. especie Euplwria<br />

Litchi, D. C. (género Nephelium, L.),<br />

familia de las Sapindáceas. Recibe también los<br />

nombres de Alpai, Alupai, Boboaf y Leclüas.<br />

DESCRIPCIÓN-.—Flores terminales en panoja:<br />

nectarios con dos glándulas muy pequeñas en<br />

la base del germen; fruto de tres pericarpios,


ALI — 78 — ALI<br />

coa escamas ó pezones, globosos (uno ó dos<br />

abortan), con una nuez rodeada de un arilo<br />

jugoso. Hojas medio opuestas, aladas sin impar;<br />

hojuelas casi lanceoladas, enteras y algo<br />

tomentosas por debajo. Florece en Marzo.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Árbol de segundo<br />

orden, cuya madera es dura y muy<br />

buena para diferentes usos. Los indios y aun<br />

los europeos gustan del fruto, que en Manila<br />

llaman lechías y los indios alpai. Lo único que<br />

tiene comestible es el arilo, que se reduce á<br />

un poco de pulpa blanquecina y cuyo sabor se<br />

parece algo al,de las uvas.<br />

ALIPARÓ.—Arbolito del Archipiélago<br />

filipino, que corresponde á la especie Adelia<br />

acidoton, L. (género Sumbavia, Baill), familia<br />

de las Euforbiáceas.<br />

DESCRIPCIÓN.—Flores monoicas, petalíferas,<br />

en racimos espiciformes, laterales; disco casi<br />

borrado; cápsula de tres cajitas, borrosa y sin<br />

barbas, con una semilla en cada una. Tronco<br />

con las ramas caídas, y espinas solitarias largas;<br />

hojas alternas, apenas acorazonadas,<br />

aovadas, obtusas, con dientes obtusos, borrosas<br />

por debajo, y el medio de la base de la<br />

hoja doblado hacia arriba, formando un pequeño<br />

arco; pecíolos cortos.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Arbolillo<br />

lactescente, ó sea de jugo lechoso, como muchas<br />

de las plantas de la misma familia. Llega<br />

á tener una altura de 6 á 7 metros. Usan los<br />

indios esta madera, que es dura, para pilares<br />

de sus casas.<br />

ALIPATA.—Árbol de las Islas Filipinas,<br />

que corresponde á la especie Exaecaria agallocha,<br />

Mull., familia de las Euforbiáceas.<br />

(V. Bufa.)<br />

ALISAL ó ALISAR—Sitio poblado de<br />

alisos-.<br />

ALISEDA.—Se aplica este nombre, muy<br />

especialmente en Sierra Morena, á los rodales<br />

de aliso, árbol que por sí solo no forma nunca<br />

verdaderos montes en España.<br />

ALISMA—(V. Almea.)<br />

ALISMÁGEAS (Botánica).—Plantas de<br />

la familia de las monocotiledóneas, que viven<br />

en sitios pantanosos, sumergidas completamente<br />

á veces, y cuyos rizomas son casi siempre<br />

vivaces, si bien los tallos no viven más de<br />

un año. Sus hojas son casi siempre radicales,<br />

con limbo distinto, lanceolado ó asaetado, el<br />

cual desaparece en ciertas especies accidentalmente,<br />

siendo reemplazado por el pecíolo,<br />

desarrollado en forma Alodial, cual se ve en<br />

el sagitario común. Las flores, dispuestas ordinariamente<br />

en panículas, son regulares, completas<br />

ó unisexuales, y formadas por un perigonio<br />

de seis piezas, de las cuales son caliciformes<br />

las tres exteriores y petalóideas las<br />

tres interiores. Los estambres son seis, doce ó<br />

más; los pistilos, cuyo número varía desde tres<br />

en adelante, son libres unas veces y se hallan<br />

otras soldados á un ovario único, que contiene<br />

casi siempre uno ó dos óvulos. Los frutos son<br />

capsulares, y se abren ordinariamente por la<br />

sutura central de la cápsula, y los granos des­<br />

provistos de perispermo ; particularidad bastante<br />

rara en la clase de las .monocotiledóneas.<br />

La familia de las alismáceas tiene representantes<br />

en casi todas las regiones y climas del<br />

globo. En España crecen varias plantas de esa<br />

especie; entre ellas se puede citar el sagitario<br />

y el llantén de agua, que abunda en los pantanos,<br />

en las márgenes de los ríos, y sobre<br />

todo en las llanuras húmedas. El sagitario es<br />

notable por sus hojas, dispuestas en forma de<br />

flecha, que se elevan sobre la superficie de los<br />

pantanos y que se transforman en largas cintas<br />

que ondulan al impulso del agua cuando<br />

crecen en medio de una corriente. El llantén,<br />

al cual se han atribuido sin razón propiedades<br />

antirábicas, infesta á veces las praderas<br />

bajas y turbosas, alterando la cualidad de los<br />

forrajes por la dureza de sus tallos y por la<br />

acritud de sus hojas. Ambas especies contienen<br />

en sus rizomas una pequeña cantidad de<br />

fécula, y son utilizados por algunos pueblos<br />

asiáticos para su alimentación, fin á que sería<br />

absurdo destinarlas en nuestras regiones.<br />

También hacen figurar muchos entre las<br />

alismáceas al Triglochin marilimum, una planta<br />

de que se extrae la sosa en las regiones<br />

meridionales de Europa.<br />

ALISO.—Árbol que corresponde á la especie<br />

Alnus glutinosa, Giirtn, de la familia de<br />

las Betuláceas. Además del nombre de aliso,<br />

que es el más generalizado, recibe en España<br />

los de vinagrera (Logroño), veril (Cataluña),<br />

ameneiro (Galicia) y humero (Asturias).<br />

DESCRIPCIÓN.—Flores masculinas en amentos<br />

de 5 á 7 centímetros de largo y de 5 á 7<br />

de grueso, colgantes, cilindricos, con escamas<br />

aovadas, obtusas, pardo rojizas. Los amentos<br />

femeninos son ovales ó aovado oblongos, obtusos<br />

, con escamas casi deltoídeas, engrosadas<br />

en el ápice; ovario pequeño, terminado por<br />

dos estigmas filiformes rojizos. Fruto estróbilo,<br />

en racimos de tres á seis, aovado oblongos,<br />

obtusos, de 15 á 20 milímetros de largo y de<br />

9 á 12 de grueso, parduzcos, bastante obscuros,<br />

viscosos al principio; escamas leñosas,<br />

engrosadas en el ápice; frutillos trasovados,<br />

angulosos, comprimidos, rojizos ó pardos, algo<br />

lustrosos, de 2 á 3 milímetros de largo,<br />

coronados por la base de los estilos.<br />

Raíces someras, especialmente en los suelos<br />

de poco fondo y muy húmedos; en los alisos<br />

jóvenes esta circunstancia se caracteriza por<br />

varias raíces secundarias, oblicuas ó casi horizontales<br />

, que se extienden mucho y desarrollan<br />

numerosas raicillas, que son las que penetran<br />

en el terreno según su humedad. Tronco<br />

derecho, rollizo y bastante limpio; corteza<br />

lisa, obscura, pardo rojiza, con puntos blancos<br />

ó lentejillas en las ramas y en los árboles<br />

jóvenes; en los viejos es obscura, agrietada<br />

longitudinalmente y siempre bastante delgada<br />

en proporción al grueso del tronco (un décimo<br />

, y aun menos á veces del radio de aquél);<br />

ramificación irregular; copa arredondeada; ramillas<br />

jóvenes y brotes por lo común angulosos,<br />

pegajosos y quebradizos; yemas'en es-


ALI — 79 — ALI<br />

piral, alternas, con un pedículo grueso y tan<br />

largo como ellas, obtusas.<br />

Crece el aliso con rapidez, tanto que á los<br />

cuarenta ó cincuenta años llega á tener 20 y<br />

más metros de altura por 50 á 60 centímetros<br />

de diámetro al pie del tronco. Este crecimiento<br />

se deja sentir hasta los ochenta ó noventa<br />

años.<br />

Hojas pecioladas, con pecíolos de 12 á 20<br />

milímetros y el limbo de aquéllas de 50 á 60 de<br />

largo y 40 á 50 de ancho, trasovadas ó arredondeadas,<br />

muy obtusas ó escotadas en el ápice,<br />

sinuoso-dentadas ó doblemente dentadas<br />

en la margen, ó alguna vez dentado-laciniadas;<br />

muy glutinosas al desarrollarse; lampiñas,<br />

excepto en los pecíolos y por el envés, en<br />

las axilas de los nervios y en las venillas, verdes<br />

en ambas caras, aunque más pálidas en la<br />

inferior; nervios laterales de cinco á siete pares,<br />

unidos por venillas transversales bastante<br />

marcadas en el envés. Florece el aliso al<br />

principio de la primavera, desde Febrero ó<br />

Marzo, y madura sus frutos y disemina de<br />

Septiembre á Octubre. Los árboles de doce á<br />

quince años llevan ya semillas fértiles.<br />

ÁREA.—Este árbol se extiende por toda<br />

Europa'; si bien abunda más en su parte central<br />

y meridional. Se encuentra también en<br />

el N. y O. de Asia, llegando hasta el Japón,<br />

y aparece asimismo en el Norte de África. Algunos<br />

autores pretenden que se halla á su vez<br />

en el Cabo de Buena Esperanza, si bien otros<br />

entienden que lo probable es que sea allí cultivado<br />

y no espontáneo.<br />

HABITACIÓN EN ESPAÑA.— Se halla el aliso<br />

desde los Pirineos hasta Tarifa y Algeciras, y<br />

desde Cataluña á Extremadura y Portugal,<br />

pero nunca forma por sí solo montes. Aparece<br />

en muchos sitios en ejemplares aislados, y en<br />

otros formando pequeños grupos ó rodales,<br />

que en Sierra Morena llaman alisedas y en<br />

Cataluña vernedas cuando visten las orillas<br />

de algunas corrientes y lagunas.<br />

CLIMA.— El límite inferior de la temperatura<br />

media anual que puede soportar el aliso<br />

parece ser de 3 O C. Por lo demás, huyendo<br />

siempre de las localidades desabrigadas, se refugia<br />

en los valles cuando vive entre montañas,<br />

por el gran daño que le causan las heladas<br />

tardías, aun donde el haya no encuentra obstáculos<br />

para su propagación. La causa de este<br />

hecho consiste en la baja de temperatura polla<br />

evaporación del agua del terreno en que<br />

suelen hallarse los alisales, y en la diferencia<br />

entre el calor diurno y nocturno durante la<br />

primavera en los parajes propios de esta especie.<br />

SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRENO.—En el<br />

Centro y Norte de Europa es el aliso árbol<br />

que sube poco en las montañas, viviendo<br />

siempre en los valles de poca altitud. Sus límites<br />

se encuentran entre 800 y 2.000 metros<br />

sobre el nivel del mar. Hacia el Mediodía vive<br />

á mayores alturas á lo largo de las corrientes,<br />

siendo, sin embargo, raros los individuos que<br />

viven á 1.200 ó 1.300 metros. Más arriba se<br />

achaparran ó son sustituidos por otras especies<br />

CA. virtáis, incana, etc.) no espontáneas<br />

en España.<br />

En las montañas prefiere este árbol las exposiciones<br />

del N. y NO., por ser más frescas<br />

y húmedas.<br />

Respecto al suelo, parecen afectarle más las<br />

condiciones físicas que las mineralógicas, bastándole<br />

siempre que el terreno sea bastante<br />

húmedo. Por esta razón se cría con lozanía á<br />

las orillas de los ríos y arroyos que arrastran<br />

bastante limo. En estos sitios suele mezclarse<br />

con los fresnos, chopos y sauces.<br />

BENEFICIO.—El aliso sufre mal la sombra<br />

y cubierta, y como los suelos en que se cría<br />

abundan en juncos y hierbas, de ahí que no<br />

se beneficie casi nunca en monte alto; pero á<br />

veces se hace esto cuando hay poca demanda<br />

de leñas, en las alisedas que forman fajasá lo<br />

largo de los ríos y entre rodales de monte<br />

alto. Tiene dicho método de beneficio muchas<br />

dificultades. Una de ellas es la diseminación,<br />

que tiene lugar en la última quincena de Febrero<br />

ó en la primera de Marzo, cayendo pollo<br />

común la semilla en la nieve. En este caso<br />

las cortas deben comenzar en la estación de<br />

las primeras heladas, terminando antes del<br />

deshielo. Una vez obtenida la diseminación<br />

de los árboles reservados, se deben cortar éstos<br />

en el invierno inmediato.<br />

Otro obstáculo que se opone á la corta diseminatoria<br />

es que hay que seguir estrictamente<br />

la serie de cortas, y que sólo en algunos<br />

casos se puede esperar la venida de un<br />

año abundante de fruto, sucediendo con frecuencia<br />

que, aun cuando se logre la germinación,<br />

las heladas de primavera dañan ó matan<br />

los brinzales en casi todos los terrenos<br />

pantanosos.<br />

En los alisales libres de inundaciones la<br />

conservación de los árboles padres da resultados<br />

satisfactorios. Así, para favorecer la producción<br />

de semilla, se hace seis ú ocho años<br />

antes de la corta un pequeño clareo, no de los<br />

brotes delgados y ya dominados, sino de los<br />

medianos y de los que forman la cubierta, de<br />

modo que dos ó tres años antes de la corta se<br />

vuelva á establecer la espesura. Cuando ésta<br />

es extraordinaria el aclareo es indispensable.<br />

Cuando las cepas están á 4 ó 5 metros, que esla<br />

distancia regular en un turno largo, hay en<br />

los primeros años el espacio necesario para la<br />

formación de las copas. En último extremo,<br />

cuando falta la fructificación, se emplea la<br />

corta á mata rasa y se mejora el rodal por<br />

medio de plantaciones. Con todo, si las operaciones<br />

no están ligadas á la serie de cortas, se<br />

eligen en los años que falta la cosecha aquellos<br />

rodales que apenas necesitan la espesura, y<br />

se reservan aquellos otros donde ésta es necesaria,<br />

bástala entrada de un año abundante<br />

de semilla.<br />

En los rodales espesos se pueden dejar los<br />

árboles padres, de modo que se toquen las<br />

extremidades de las ramas. La corta de estos<br />

árboles se hace el año siguiente al de la ger-


ALI — 80 — ALI<br />

minación de las semillas. El apeo no perjudica<br />

á los brinzales, porque la nieve los resguarda<br />

á causa de su pequenez.<br />

El monte medio es únicamente ventajoso<br />

cuando se emplea un turno corto en los sobresalvos,<br />

porque los resalvos arrojan muchas<br />

ramas por la parte inferior y cubren mucha<br />

superficie con su sombra, retrasándose el crecimiento<br />

de aquéllos por esta causa, y el de<br />

éstos por el peso de las nieves que en sus copas<br />

se depositan.<br />

Por lo demás, el método de beneficio propio<br />

del aliso, teniendo en cuenta su rápido<br />

crecimiento y la fuerza con que brota de<br />

cepa, no de raíz, es el de monte bajo, pues si<br />

bien su leña no es de primera calidad, se obtiene<br />

ésta en cambio en grandes cantidades.<br />

El turno más útil es el de quince á veinte<br />

años, porque á esta edad llega al máximum<br />

de su productibilidad en volumen.<br />

En los alisales de gran extensión y de inferior<br />

calidad se establece á veces un turno de<br />

cincuenta ó sesenta años, porque entonces<br />

aquel máximum se retrasa mucho.<br />

Los montes bajos, aprovechados á este último<br />

turno, se parecen á los montes altos, no<br />

sólo en las dimensiones de los productos, sino<br />

en que hay que auxiliar también el repoblado<br />

por medio de siembras, pues estando muy<br />

distantes las cepas entre sí, hay que restablecer<br />

la espesura necesaria con el objeto de<br />

conservar la fertilidad del suelo.<br />

En el período de las heladas es cuando se<br />

puede entrar mejor en los rodales y hacer la<br />

roza. Las cepas brotan con lozanía en cualquiera<br />

época que aquélla se haga. Deben darse<br />

los cortes bajos donde la mucha agua no lo<br />

impida, y así la cepa brota mejor, pero nunca<br />

tan bajos que quede ésta cubierta por el agua.<br />

Téngase presente siempre que de alisales se<br />

trate, que si por las masas que forma y las dimensiones<br />

que adquiere no tiene importancia<br />

el aliso, comparado con otras especies arbóreas<br />

, es de gran interés en cambio por los sitios<br />

en que vive, en cuanto hace productivos<br />

algunos terrenos pantanosos donde hasta los<br />

sauces suelen criarse con dificultad.<br />

CULTIVO.—Siembras.—El aliso es cadañego,<br />

y como la semilla que vende el comercio suele<br />

ser añeja, y la arrastrada por las aguas en<br />

las orillas se conserva mal, lo mejor y más<br />

sencillo es recogerla directamente, cortando<br />

las ramillas más cargadas de fruto en el otoño,<br />

época en que ya están maduras las piñitas,<br />

colgarlas después ó extenderlas sobre paños ó<br />

sobre el suelo limpio y seco, y ellas mismas se<br />

irán abriendo, pudiéndose cribar por separado<br />

la semilla; ésta, pasado un año, se conserva mal.<br />

Si se tuviere que hacer alguna siembra temprana<br />

de otoño, sería preciso entonces facilitar<br />

la salida de la semilla de las pinas sometiendo<br />

éstas á un calor moderado para adelantar<br />

la operación. Puede recogerse la semilla en<br />

montones para guardarla, ó bien tenerla sumergida<br />

en el agua. La que es buena debe tener<br />

los cotiledones farináceos, algo húmedos,<br />

y despedir un olor fresco y agradable, estrujada<br />

entre los dedos. El color de esta semilla<br />

es de un castaño parduzco. Pesa el litro, cuando<br />

es de buena calidad, de 320 á 340 gramos.<br />

Los terrenos húmedos y aguanosos, donde<br />

se da bien el aliso, ofrecen dificultades para la<br />

siembra, por la gran cantidad de hierbas en<br />

los primeros, ó porque la imposibilitan en los<br />

segundos á veces las crecidas que inundan los<br />

rodales. En el caso de que los árboles estén<br />

bastante espesos para no dejar crecer las hierbas,<br />

la excesiva sombra perjudica á los brinzales.<br />

Como los inconvenientes indicados no se<br />

presentan sin embargo siempre, casos habrá,<br />

por lo tanto, en que la siembra se indicará<br />

como conveniente. Cuando esto sucede, se podrá<br />

dar una labor general al terreno si la semilla<br />

no anda escasa, aunque en la generalidad<br />

de los casos bastará una labor parcial. La<br />

precaución más importante que hay que tomar<br />

para este trabajo es la de remover poco<br />

la tierra, sin perjuicio de extirpar todas las<br />

hierbas. Podrán presentarse casos en que baste<br />

la quema de la maleza, dando después una<br />

ligerísima cava para la siembra de toda la superficie<br />

, ó pasando el rastrillo si aquélla se ha<br />

de ejecutar por fajas ó á golpes. En algunos<br />

terrenos basta á veces el simple pisoteo del<br />

ganado vacuno y lanar como labor para la<br />

siembra.<br />

La semilla no debe quedar muy enterrada,<br />

bastando pasarle la grada para dejarla bien<br />

asentada en el terreno, salvo el caso en que se<br />

teman los daños que suelen causar las aves.<br />

Si la siembra es parcial, la labor de grada puede<br />

sustituirse por la de rastrillo.<br />

El otoño es la estación más favorable para<br />

la siembra. En este caso las plantitas aparecen<br />

en el siguiente mes de Abril. Tardan<br />

siempre en salir éstas de cinco á seis semanas,<br />

aun cuando la siembra se haga en la primavera.<br />

Para una hectárea se necesitan de 10 á 12<br />

kilogramos de semilla para la siembra ahecho.<br />

Bastan 6 ú 8 kilogramos si la siembra es<br />

parcial.<br />

La plantación es procedimiento más seguro<br />

para obtener el repoblado. Podrán sacarse algunas<br />

veces de los diseminados los plantones<br />

necesarios al efecto. Suelen hallarse plantas<br />

útiles para el transplante en los claros no<br />

inundados ó en los ribazos y linderos, pero<br />

si la plantación tiene que ser algo extensa,<br />

casi siempre habrá que recurrir á la formación<br />

de semilleros y viveros.<br />

Deben establecerse los primeros en sitio fresco<br />

que no se encharque, y de suelo arenosoarcilloso,<br />

suelto, con preferencia al calizo; debe<br />

limpiarse bien el terreno de hierbas, pero sin<br />

ahuecarlo demasiado; la semilla apenas debe<br />

enterrarse, pero sí cubrirse la siembra con<br />

ramas para que el suelo conserve su frescura<br />

hasta que las plantas vayan naciendo, y después,<br />

si sobreviene tiempo seco, hay que darles<br />

riegos ligeros y frecuentes.


ALI — 81 — ALI<br />

La plantación de asiento puede nacerse tomando<br />

desde luego las plantitas del semillero,<br />

si bien es preferible transplantarlas al criadero<br />

cuando tengan dos años, y más tarde,<br />

cuando ya tengan un metro y medio de altura,<br />

ponerlas de asiento. Los plantones demasiado<br />

grandes no suelen dar buen resultado. Por lo<br />

común, se podrá transplantar el aliso sin cepellón<br />

, recortando las raíces que sean demasiado<br />

largas, pero será mejor transplantarlo<br />

con él si el suelo está encharcado, para fijar<br />

y asentar bien los plantones. Si la localidad es<br />

algo seca, podrá hacerse la plantación en otoño;<br />

si es muy húmeda, será mejor la primavera;<br />

localidades hay donde sólo en años secos<br />

puede plantarse. En sitios muy encharcados<br />

pueden ponerse las plantas en montoncitos<br />

que sobresalgan del agua.<br />

Estacas y acodos.—La estaca arroja muchas<br />

veces raíces; con estaquilla rara vez se llega<br />

á lograr la multiplicación. El acodo no puede<br />

emplearse para la reproducción de esta especie<br />

, porque las ramas son poco elásticas y se<br />

quiebran fácilmente.<br />

PRODUCTOS,—Las piezas de aliso no son<br />

buenas para la construcción al aire libre ni<br />

bajo cubierta, porque la madera se pica pronto.<br />

En cambio dura ésta muchísimo en la humedad<br />

constante, y por esto se usa en las<br />

construcciones hidráulicas, tubos de conducción<br />

de agua, pilotaje, diques, minas, etc. Se<br />

dice que los cimientos de la ciudad de Venecia<br />

están construidos con madera de aliso. Es ésta<br />

algo rojiza, tomando rápidamente en los cortes<br />

frescos, sobre todo en tiempo húmedo, un<br />

color rojo, cuya intensidad VA disminuyendo<br />

á medida que aquélla se seca; los vasos son<br />

pequeños, y los radios medulares anchos y numerosos.<br />

El tejido medular presenta manchas<br />

pardo rojizas que forman pequeñas placas paralelas<br />

á las capas leñosas. Su densidad varía,<br />

según T. Hartig, desde 0,427 cuando está<br />

seca, cualquiera que haya sido la estación de<br />

su corte, hasta 0,773 cuando está verde y ha<br />

sido cortada en verano. La contracción es de<br />

10 á 30 por 100, según que el apeo se haya<br />

verificado en invierno ó en el estío. En sentido<br />

del radio el coeficiente de elasticidad es<br />

de 98,3, y en el de la tangente de 59,4. Se<br />

raja bien esta madera, y por esta propiedad y<br />

por su poco peso, y además por su grano fino,<br />

lisura, agradable jaspeado y facilidad con que<br />

recibe el pulimento, es estimada para tornería,<br />

carpintería y ebanistería. Los torneros le<br />

dan un hermoso color negro, imitando el ébano.<br />

Después de labrada ofrece mucha limpieza,<br />

lustre y hermosura. Las excrecencias de<br />

sus raíces, lindamente adornadas con dibujos<br />

encarnados, se trabajan también mucho por<br />

los ebanistas. Los alisales de los montes de<br />

Toledo y el Quejigar abastecen los talleres de<br />

la corte, donde se emplea la madera en las armaduras<br />

de las sillas de tapicería.<br />

La leña de aliso arde con rapidez, produciendo<br />

un calor muy vivo. La llama es clara<br />

é igual, dando poco humo. Los tahoneros dí-<br />

cese que la prefieren á cualquiera otra para<br />

calentar los hornos. El carbón se apaga con<br />

facilidad, por cuyo motivo exige mucho tiro<br />

de chimenea; es blando, ligero y de escasa<br />

fuerza calorífica, representada con respecto á<br />

la del haya por 0,55. No es bueno para los<br />

altos hornos, pero sirve bien para las terrerías<br />

y fabricación de pólvora. Las cenizas del aliso<br />

dan mucha potasa. La corteza contiene un 15<br />

por 100 de tanino, pudiendo servir para el<br />

curtido de pieles. En el N. de Europa le dan<br />

esta aplicación. Los sombrereros y tintoreros<br />

la utilizan en Francia para teñir de negro,<br />

mezclándola con sulfato de hierro. En el valle<br />

de Aran la hemos visto utilizar también para<br />

teñir de negro.<br />

Los cueros ó pieles adobados con esta corteza<br />

adquieren un color amarillo rojizo. El<br />

ramón de este árbol es amargo, y apenas silo<br />

prueba el ganado vacuno. El lanar lo rechaza<br />

en absoluto.<br />

ENEMIGOS Y ENFERMEDADES.—Uno de los<br />

insectos más perjudiciales al aliso es el Bostrielius<br />

dispar. Construye sus galerías en el<br />

leño, en cuyas paredes se cría un hongo blanco,<br />

Mohilia candida, que sirve de alimento á*<br />

la larva. Para disminuir esta plaga, se cortan<br />

los árboles atacados cuando se trata de rodales,<br />

ó se obstruyen los agujeros de las galerías<br />

cuando se desea salvar uno ó dos ejemplares<br />

de los viveros ú otro plantío pequeño. El<br />

Cossus ligniperda y el asculi causan también<br />

la muerte de algunos árboles. Los daños causados<br />

á las hojas por las larvas de la Chrysomela<br />

alni y otros insectos no suelen tener tan<br />

malas consecuencias. Los ganados y la caza<br />

apenas si atacan al aliso. Hasta el día no se<br />

sabe que sufra enfermedad especial alguna.<br />

ESPECIES EXÓTICAS.—-El conjunto del género<br />

Alnus comprende catorce especies: cuatro<br />

asiáticas y cuatro americanas (dos de la América<br />

del Norte y dos de la del Sur); dos qué á<br />

la vez se hallan en. Europa, Asia y América;<br />

dos en Europa y Asia; una en Asia y América,<br />

y otra que vive en Europa, África y Asia.<br />

La especie glutinosa que se acaba de describir,<br />

comprende las variedades siguientes: vulgaris,<br />

dénliculata, quercifolia, laciniata é incisa.<br />

Las restantes especies son las que siguen:<br />

A. nepalensis, D. Don.—Originario del<br />

Himalaya y Bengala oriental.<br />

A. nítida, Endl.—Se cría en Cachemir y<br />

montes Kunawer.<br />

A. viridis, D. C.—Vegeta en la Siberia,<br />

Japón, Kamtschatka y América boreal.<br />

A. firma, Sieb. y Zuce-—Espontánea en el<br />

Japón.<br />

A. acuminata, Kunth.—Especie de las montañas<br />

tropicales de América, Méjico, Nueva<br />

Granada, Bolivia, Perú y Chile. Comprende<br />

cuatro variedades, que son: genuina, Mirbekii,<br />

spaekii y ferruginea.<br />

A. Jorullensis, Kunth. — Originaria del<br />

Perú y Méjico. En el Perú vive cerca de Taenia<br />

la variedad castanifolia, fácil de distinguir<br />

por la forma de las hojas.<br />

Día—II. 6


ALI — 82 — ALI<br />

A. orientalis, Decsne.—Espontánea en el<br />

Líbano, Chipre, Cilicia, Siria y Beiruth.<br />

A. marítima, Nutt.—Se encuentra en<br />

Mandshuria y Japón, y en el río Delaware,<br />

en los Estados Unidos. Es árbol de unos 6<br />

metros de altura.<br />

A. rubra, Boug.—Especie americana de las<br />

montañas pedregosas de California, Terranova,<br />

Isla Váncouver, etc.<br />

A. pubescen.?, Tausch.—Espontánea en<br />

Bohemia, SO. de Alemania, Laponia y Cáucaso.<br />

En AÍsacia se encuentran algunos individuos<br />

diseminados. Se considera como un híbrido<br />

de las especies glutinosa é incana.<br />

A.cordifolia, Ten.—Natural de Córcega,<br />

Italia y el Cáucaso. Este árbol, de mediano<br />

porte, crece rápidamente cuando joven, y se<br />

cubre de un espeso y lindo follaje, que conserva<br />

hasta la entrada del invierno. La corteza<br />

es algo verrugosa. Tiene la madera rojiza,<br />

y más obscura en las capas de otoño; los<br />

vasos aparecen sin aparente agrupación. La<br />

propagación de esta especie no parece difícil.<br />

A. serrulata, Wild.— Originaria de la América<br />

boreal.<br />

A. incana, Wild.—Extendida por Europa,<br />

Asia y América septentrional. Quer la indicó<br />

en su Flora española como existente en los<br />

montes de Jaca y en los Pirineos, pero no se<br />

ha comprobado todavía este particular.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas ovales agudas, ligeramente<br />

acuminadas, con dientes finos, dobles<br />

y agudos, pubescentes al principio y después<br />

lisas, de un verde obscuro y poco glutinosas;<br />

por debajo gris blanquecinas, pubescente-tomentosas,<br />

con nervios laterales en número<br />

de diez á quince pares. Conos verdes, después<br />

pardos, algo más grandes que los de la<br />

especie glutinosa; fruto deprimido, pentagonal,<br />

de un rojo pardo un poco brillante, con<br />

ala casi tan ancha como la semilla; corteza<br />

lisa, de un gris plateado. Las yemas son gruesas,<br />

ovales, obtusas y estipitadas. En general<br />

el porte de este árbol es casi el mismo que el<br />

de la especie glutinosa, pero no adquiere tan<br />

grandes dimensiones.<br />

CUMA, SITUACIÓN , EXPOSICIÓN Y TERRENO.—<br />

El límite inferior de temperatura media que<br />

puede soportar es de 0 á I o . Llega en Europa<br />

hasta el paralelo de 60° de latitud N., y en Suiza<br />

se eleva desde 800 á 1.200 metros sobre el<br />

nivel del mar. Le conviene la misma exposición<br />

y terreno que al aliso común.<br />

BENEFICIO.— Se le pueden aplicar los mismos<br />

métodos que al A. glidinosa. Es más xítil<br />

que éste en aquellas localidades en que por<br />

las inundaciones largas no se aseguran los<br />

efectos de la diseminación, porque extendiéndose<br />

sus raíces muchas veces hasta 30 y más<br />

metros de la cepa madre, se obtienen por esta<br />

circunstancia rodales muy espesos y lozanos.<br />

También en aquellas localidades en que se<br />

atrasa mucho el aliso común por las heladas<br />

tardías es ventajoso el empleo de la especie<br />

aquí descrita.<br />

CULTIVO.—La recolección de la semilla se<br />

verifica en primavera. Las siembras de asiéntese<br />

usan poco, porque de los brotes de las raíces<br />

se saca gran cantidad de plantas. Las precauciones<br />

que hay que tomar para la siembra<br />

y la plantación son las mismas que exige el<br />

aliso común. El de que aquí se trata ofrece<br />

además la particularidad de reproducirse bien<br />

por estaca ó acodo.<br />

PRODUCTOS.— La madera del aliso blancotiene<br />

la misma estructura que la del común,<br />

pero se distingue por ser menos abundantes<br />

los radios medulares, por la regularidad circular<br />

de las capas anuales y por su tinte más<br />

claro y uniforme. La elasticidad es mayor que<br />

la de aquél; así es que los troncos de los árboles<br />

jóvenes se destinan á aros de tonelería<br />

y á otros usos análogos. También la potencia<br />

calorífica es mayor, pudiéndose comparar á<br />

la del abedul.<br />

ENEMIGOS Y ENFERMEDADES.—Los mismos<br />

que los del aliso común.<br />

VARIEDADES.—Según los últimos estudiosa<br />

botánicos, esta especie tiene siete variedades^<br />

que son: vulgaris, glauca, hirsuta, sibérica,<br />

parvifolia, pinnalijida y acuminata.<br />

J. Jordana.<br />

ALISO BLANCO.—Nombre con que en el<br />

Paular de Segovia, según Quer, se designa al<br />

abedul, Betula verrucosa, Ehrh. (V. Aliso.)<br />

ALIVIARSE (Equitación).—Se dice del<br />

caballo que, teniendo fatigados y doloridos<br />

los remos anteriores, adelanta alternativamente<br />

uno ú otro cuando está parado, á fin<br />

de buscar comodidad. También se dice que el<br />

bruto señala el camino de Santiago cuando se<br />

coloca de ese modo.<br />

ALIXIA (Botánica).—Planta de la familia<br />

de las apocíneas, tribu de las plumeriadas,<br />

cuyo nombre significa planta de la cual sedebe<br />

huir. Se distinguen la Alixia gynopogon,<br />

la A. daphnoidea y la Alixia de hojas de<br />

Brusco. Son arbustos, el último de los cuales<br />

principalmente es muy aromático. De su corteza<br />

se extrae un alcanfor que forma cristales<br />

blancos, susceptibles de sublimarse hacia los<br />

80°, solubles en agua cálida, en el alcohol, en<br />

el éter, en la esencia de trementina, en ácido<br />

acético y en los álcalis.<br />

ALIZARI ( Comercio).—Nombre dado<br />

por los negociantes á la raíz entera de la<br />

rubia, que se distingue en clases, según su<br />

procedencia, y así se dice: alizari de España,,<br />

de Ñapóles, de Smirna, de Chipre, dePersia,<br />

de Aviñón, de AÍsacia, etc. También se divide<br />

el alizari en alizari palus y alizari rosa, según<br />

la clase de tierras en que haya vegetado.<br />

El primero procede de tierras que han servido<br />

de lecho á pantanos desecados después, ricas<br />

en detritus orgánicos y que producen raíces<br />

rojas, en tanto que las demás clases de terreno<br />

producen raíces rosadas. Desde que se ha generalizado<br />

la alizarina artificial, ha llegado á<br />

ser casi nulo el comercio de los alizaris para la<br />

tintorería. La alizarina representa, en efecto,<br />

la primera materia tintórea de la rubia, y su<br />

fabricación resulta económica en sumo grado.


ALI — 83 — ALM<br />

ALIZARINA (Industria agrícola).—Materia<br />

colorante, de color rojo anaranjado, que<br />

se extrae de las raíces de la rubia ó se prepara<br />

artificialmente con la antracena. La descubrieron<br />

en 1826 Robinet y Colín en la rubia,<br />

y cuando es pura, resulta absolutamente<br />

idéntica, ora se extraiga de la rubia, ora de la<br />

antracena. Así, pues, la agricultura puede obtener<br />

de los laboratorios un principio inmediato<br />

que existe en las plantas y que durante<br />

mucho tiempo había sido obtenido mediante<br />

el cultivo exclusivamente.<br />

La alizarina se presenta bajo la forma de<br />

una substancia inodora, insípida y neutra ante<br />

los reactivos coloreados, pero que obra como<br />

un ácido débil en contacto con las bases. La<br />

alizarina cristaliza con facilidad, ora en pajillas<br />

delgadas, de color amarillo dorado cuando,<br />

está hidratada, ora en agujas brillantes y<br />

prismáticas, terminadas en biseles agudos, largos<br />

y delgados, de color rojo, que tira á amarillo<br />

cuando es anhidra. Se funde á los 215 grados,<br />

y se sublima entre los 215 y 240 en vasijas<br />

cerradas. Poco soluble en el agua fría, lo es<br />

algo más en el agua caliente, y se disuelve con<br />

facilidad en el alcohol, el éter, la esencia de<br />

trementina, los aceites de brea, el espíritu de<br />

madera, el ácido sulfúrico concentrado, etcétera,<br />

etc. Esas disoluciones son de color amarillo<br />

ó rojo obscuro, según los disolventes.<br />

Con los tejidos convenientemente preparados,<br />

la alizarina da todos los colores que puede<br />

proporcionar la rubia. Con los mordientes de<br />

alumbre, los colores son rojos ó rosados; con<br />

los de hierro, negros ó violados. Esos colores<br />

resisten mucho á la acción de la luz, lo mismo<br />

que á la acción del ácido acético débil y á la<br />

de los baños hirvientes de jabón. El poder<br />

tintóreo de la alizarina es unas 95 veces mayor<br />

que el de la rubia.<br />

Para extraer de ésta la alizarina, que se encuentra<br />

mezclada en ella con un 30 por 100<br />

de purpurina próximamente, el procedimiento<br />

más sencillo es el indicado en 1856 por<br />

Schwartz. Como materia primera se emplea<br />

un extracto alcohólico de garancina reducido<br />

á fino polvo. Una hoja de papel de filtro,<br />

cubierta con una ligera capa de ese extracto,<br />

se coloca sobre una placa de palastro, provista<br />

de un mango que permite aproximar ó alejar<br />

del fuego la preparación; se calentará la placa<br />

de manera que no se altere el papel, y fundiéndose<br />

el extracto, el papel se impregna de<br />

una materia resinosa obscura, mientras que<br />

la alizarina, en estado de pureza, se va depositando<br />

sobre la superficie, bajo la forma de<br />

cristalizaciones de color rojo anaranjado.<br />

Para obtener esa substancia en las condiciones<br />

. de pureza en que el comercio la expende,<br />

se emplean los métodos de los señores<br />

Verdill y, Michell ó de M. Kopp. Los señores<br />

Orache y Liebermann descubrieron en 1868 la<br />

preparación de la alizarina con la antracena,<br />

oxidando directamente ésta, bien mediante el<br />

ácido nítrico, bien mediante una mezcla de bicromato<br />

de potasa y de ácido sulfúrico ó de áci­<br />

do acético cristalizable, y provocando después<br />

una reacción del bromo sobre ese compuesto,<br />

que se pone á calentar con una disolución de<br />

potasa cáustica. Una vez enfriado el producto,<br />

se disuelve en agua, se filtra y se neutraliza<br />

el líquido con un ligero exceso de ácido clorhídrico,<br />

el cual precipita la alizarina. Los industriales<br />

sustituyen generalmente las primeras<br />

operaciones con las siguientes: calientan<br />

la antracena con el ácido sulfúrico, oxidada<br />

después con el peróxido de manganeso; se agrega<br />

una lechada de cal; se calienta luego bajo<br />

presión con la potasa cáustica, y se neutraliza,<br />

por último, el líquido con el ácido clorhídrico.<br />

ALIZO.—Árbol así llamado en la República<br />

Argentina, que abunda en los terrenos<br />

húmedos, principalmente en las islas anegadizas<br />

del río Paraná. Crece muy derecho hasta<br />

la altura de 7 á 8 metros. El follaje es verde<br />

obscuro. Ofrecen estos árboles la particularidad<br />

de crecer con mucha simetría, tanto<br />

en alto como en ancho, cuando forman rodales;<br />

así es que, mirados á distancia, ofrecen una<br />

vista curiosa. La madera es blanca y poco<br />

compacta. El uso más conrán que se hace de<br />

ella es para cercos.<br />

ALJIBE.-(V. Cisterna.)<br />

ALJONJOLÍ.—(V. Ajonjolí.)<br />

ALKANNA (Botánica).—Planta perteneciente<br />

á la familia de las borragíneas, de la<br />

tribu de las lithospérmeas, incluida en la Anchusa<br />

por la mayoría de los autores. Se conocen<br />

unas veinte especies, entre las cuales debe<br />

señalarse la Alkanna tinctoria, cuya raíz constituye<br />

la orcaneta. Se extrae de ella una hermosa<br />

substancia colorante roja, que bajo la<br />

acción de los álcalis suministra un brillante<br />

color azul. También debemos citar la alkanna<br />

de Avicena, que produce el henni de los egipcios<br />

y es una salicariza.<br />

ALKEKENGE.— (V. Alquequenje.)<br />

ALKERMES (Farmacia).—Sustantivo<br />

unas veces y adjetivo otras con que se designan<br />

los elixires ó composiciones en que entra<br />

el kermes animal, ó sean aquellos en que en7<br />

tra la cochinilla. El electuario alkermes se confecciona<br />

con 24 partes de canela, 24 de kermes<br />

animal, 15 de sándalo citrino, 25 de coral<br />

rojo y 500 de jarabe de kermes. También se<br />

denomina elixir alkermes ó alkermes líquido<br />

á un licor estomacal, muy estimado en Italia,<br />

y que se prepara con 23 partes de canela, 15<br />

de macis, 4 de clavo de especia, 4 de nuez<br />

moscada y 3.800 de alcohol á 33°. Se deja<br />

en maceración durante cinco días; se destila<br />

después, y se agregan 6.000 partes de azúcar,<br />

2.500 de agua destilada de rosas y 3.000 de<br />

agua común. Se colora con una tintura acuosa<br />

de cochinilla alumbrada, se clarifica luego<br />

y, por último, se filtra. Algunos agregan ámbar<br />

ú hojas de oro, perlas, almizcle y leños<br />

aromáticos.<br />

ALMACÉN CConstrucciones rurales).—<br />

Son tan variados los frutos que en general<br />

hay que almacenar de los productos de la tierra<br />

, que reasumir en un artículo las diferen-


ALM — 84 -r- ALM<br />

tes condiciones que deben tener los almacenes,<br />

según los casos, es lo mismo que decir de<br />

todos y de cada uno de los que se pueden producir<br />

en diferentes circunstancias.<br />

Aquí, como es natural, no nos detendremos<br />

á determinar el coste de los materiales de<br />

construcción y ejecución de los almacenes;<br />

esto corresponde á otros artículos (véase<br />

Construcciones rurales); sólo diremos lo que<br />

nos parece de su emplazamiento con relación<br />

á los demás departamentos de la granja, según<br />

el objeto á que se destine el almacén.<br />

1." Almacenes de paja.—Los almacenes de<br />

paja deben situarse como nosotros lo hicimos<br />

construir en Valdelomara, término de Alcobendas.<br />

En el centro de un extenso patio, rodeado<br />

de diferentes edificios que lo cercaban,<br />

y formando un gran rectángulo que en su<br />

parte baja tenía cuatro cuadras, cada una para<br />

siete pares de muías, se daba entrada á estas<br />

por un paso central con dos puertas, que<br />

daban acceso á carros; cada cuadra tenía la<br />

suya independiente, que venía al paso general.<br />

Toda la planta alta constituía el pajar; en<br />

éste había un conducto cerrado, que permitía<br />

echar la paja en la pajera de cada cuadra, evitando<br />

así que los criados tuviesen que subir al<br />

pajar ó almacén. Para subir la paja al almacén<br />

, en el centro del paso había una compuerta<br />

con una polea diferencial, con la que se<br />

subían las redes de paja llevadas por los carros<br />

una vez situados al alcance de la polea.<br />

Los cuatro ángulos del edificio tenían como<br />

adornos, y para dar solidez al conjunto, cuatro<br />

torres, cuya planta baja ocupaban los mozos<br />

que no estaban de servicio en cada cuadra, y<br />

en la planta alfa de cada torre había' un palomar.<br />

Aprovechado así el edificio, resultaba un<br />

conjunto de buen aspecto, y quedaba utilizado<br />

todo, alejando al mismo tiempo del todo de<br />

las otras construcciones el peligro de los pajares<br />

, que debiendo estar en alto, la planta<br />

baja quedaba utilizada según queda dicho.<br />

2.° Almacenes para trigo.— No tiene España<br />

las condiciones climatológicas que exigen<br />

lo que se' ven obligados á hacer los labradores<br />

de otros países, que tienen que almacenar<br />

las mieses del trigo para trillarlas en<br />

invierno bajo cubierto, ya sea con máquinas<br />

(véase Trillar) ó con látigos. En nuestro país<br />

se trilla en el verano, y se guarda el grano separado<br />

de la paja.<br />

Los. almacenes de trigo deben estar construidos<br />

de manera que la humedad no llegue<br />

á ellos, ni tampoco el calor excesivo. En el<br />

primer caso se pudre el grano; en el segundo<br />

el gorgojo, la alucita y otros insectos se desarrollan<br />

y hacen daños de consideración.<br />

Según la extensión del cultivo y la cantidad<br />

de granos que deben almacenarse, así se<br />

puede verificar la construcción, teniendo en<br />

cuenta que no deben ponerse los almacenes encima<br />

de cuadras ni otras oficinas que produzcan<br />

emanaciones fétidas que los granos absorben.<br />

Para cantidades pequeñas pueden ha­<br />

cerse en alto, sobre alguna cochera, porche<br />

para carros, etc.<br />

Cuando se dispone de cocheras como las<br />

construidas en la casa de Enrriles (Jerez), que<br />

hemos dirigido algún tiempo, y en la que se<br />

cogían sobre 60 ó 70.000 fanegas de trigo, solamente<br />

hay que recurrir á la construcción<br />

de almacenes de la forma de uno que hicimos<br />

construir en Jerez para 10.000 fanegas de trigo.<br />

Situado en planta baja, y elevado del suelo<br />

lo suficiente para que la humedad no pudiese<br />

por la capilaridad llegar á la superficie, hicimos<br />

embaldosar con piedra caliza el suelo, dejando<br />

las juntas perfectamente unidas. Todas<br />

las paredes fueron revestidas de igual suerte<br />

hasta 2 metros de altura, y la planta alta se<br />

dispuso para almacén de cebada.<br />

El suelo y zócalo de piedra es fresco, no<br />

cobija insectos ni permite á los ratones guarecerse,<br />

y el trigo se conserva perfectamente.<br />

Los suelos de tablas, al contrario, ofrecen dificultades<br />

si están en la planta baja, y más en<br />

la alta, siempre más cálida y propensa á criar<br />

insectos y ratones. Para evitarlo se deben<br />

cubrir con baldosa de barro cocido, y poner<br />

zócalo estucado; además, no se dejará el<br />

techo á teja vana, ó sea poner las tejas sobre<br />

el carrizo ó tablas solamente; esto se verifica<br />

sobre bovedillas ó cielo raso, porque la<br />

teja vana, sobre convertirse en guarida de todos<br />

los enemigos del trigo almacenado, hace<br />

variar mucho la temperatura del local por la<br />

poca reserva que tiene del aire ambiente. Además,<br />

en los casos en que hay que fumigar el<br />

almacén (véase Conservación de los granos),<br />

los efectos que se consiguen son muy limitados,<br />

porque las juntas de las tablas, cañas ó<br />

carrizo dejan escapar el humo.<br />

En cuanto sea posible, deben estos almacenes<br />

tener ventilación expedita en dirección<br />

del N. y NE., que son las que procuran temperaturas<br />

más frescas y secas. En las partes<br />

opuestas se tendrán ventanas, que sólo se abrirán<br />

cuando se apaleen los granos para dar salida<br />

al polvo. Todas ellas estarán tapadas con<br />

alambreras espesas que no permitan la entrada<br />

de pájaros, y si ser pudiera, de la palomilla<br />

que viene de otros almacenes cuando se traspala<br />

el grano.<br />

Los demás cereales, otros que el trigo, pueden<br />

colocarse en las mismas condiciones. Respecto<br />

de las máquinas de limpiar que deben<br />

tenerse en los almacenes, y otros útiles necesarios<br />

al efecto, véase Limpia de granos.<br />

Hay otros medios de almacenar el trigo<br />

(véase Silos y Graneros perpendiculares);<br />

aquéllos para los países cálidos, éstos para los<br />

húmedos.<br />

3.° Almacenes de aceite.—Los almacenes de<br />

este líquido deben reunir circunstancias especiales,<br />

según el tiempo que se intente conservar<br />

y la clase de vasijas en que se deposite el caldo.<br />

Este, que debe evitarse que esté bajo la<br />

influencia del aire, cuyo oxígeno lo enrancia,<br />

debe colocarse en vasos cuyas tapas cierren<br />

herméticamente. Con este fin la mejor clase


ALM — 8, ALM<br />

de vasijas son las zafras de latón blanco. Pero<br />

éstas no pueden colocarse en almacenes húmedos<br />

, ni expuestos en países fríos á que se hiele<br />

el aceite.<br />

En la región central antiguamente se almacenaba<br />

el aceite en sótanos, y se colocaba<br />

en tinajas; hoy se van reemplazando por zafras,<br />

que se colocan en almacenes, fuera, en la<br />

planta baja, en el conjunto de los edificios y<br />

parte abrigada de los molinos aceiteros (véase<br />

esta palabra). En algunos sitios hacen depósitos<br />

del aceite en balsas ó estanques que cubren<br />

con tablas; tal sistema es el peor, porque con<br />

el líquido están las heces, que se depositan y<br />

no pueden separarse hasta vaciar por completo<br />

el depósito.<br />

El mejor método seguido es tener un almacén<br />

para depositar el caldo cuando se saca del<br />

molino, y así que se aclara y depura, lo cual<br />

facilita el calor, se trasiega á las zafras de<br />

conservación. Para dar calor al almacén de<br />

aclaro del aceite se hace pasar xm tubo por él,<br />

recogiendo el calor á que la chimenea del molino<br />

da salida sin utilidad. Descargar pronto<br />

el aceite es muy ventajoso para su calidad.<br />

(V. Fabricación de aceites.)<br />

4.° Almacenes para vino. (V. Bodega.)<br />

Hay otra clase de almacenes, especialmente<br />

los en que se alojan los efectos de cotidiano uso<br />

en las casas de labor, los cuales deben estar<br />

siempre libres de humedad, y colocados los líquidos<br />

en la planta baja y los cereales en la alta.<br />

, J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALMACERÍA.—Voz anticuada con que<br />

se designa la cerca de tapia ó piedra seca de<br />

alguna huerta ó casa de campo. Para mayores<br />

detalles véanse los artículos en que hablamos<br />

de los vallados, estacadas y cerramientos de<br />

las heredades.<br />

ALMÁCIGA.— Tratándose del cultivo, se<br />

designa con este nombre el lugar donde se<br />

siembran las semillas de las plantas para transplantarlas<br />

después á otro sitio. Aplícase comúnmente<br />

al destinado para las semillas de<br />

los árboles.<br />

ALMÁCIGA. — El nombre de almáciga<br />

tiene además otra significación. Aplícase á la<br />

substancia resinosa que se obtiene del tallo y<br />

ramas gruesas del lentisco. Pistacia lentiscns,<br />

L., de las cuales fluye mediante las oportunas<br />

entalladuras abiertas en aquellas partes<br />

del vegetal. También se la llama mástic.<br />

El lentisco es muy común en España hasta<br />

los 600 metros de altitud, pero no da productos<br />

resinosos por la falta de suficiente calor.<br />

En la Isla de Chío la almáciga del lentisco<br />

ó resina de Chío constituye la principal riqueza.<br />

Según Olivier, se hacen allí dos recolecciones<br />

anuales. La primera empieza á fines<br />

de Agosto, dura ocho días y produce la calidad<br />

más estimada. Terminada ésta, se practican<br />

incisiones y se obtiene la segunda, que suele<br />

empezar á recogerse hacia el 25 de Septiembre.<br />

Pasada esta época, los reglamentos<br />

locales prohiben recoger la materia que pueda<br />

derramarse todavía. La resina de Chío es una<br />

substancia de mucho uso en todo el Oriente.<br />

Se distinguen dos calidades: la una llamada<br />

resina en lágrimas ó macho, que es la más<br />

apreciada, y la otra denominada resina común<br />

ó hembra. La primera, que se presenta bajo<br />

la forma de gotas solidificadas de diferentes<br />

tamaños, de un amarillo claro, pulverulentas<br />

en la superficie, translúcidas, de un olor agradable<br />

cuando se calientan ó frotan, y de un<br />

sabor aromático, proviene de las gotas que se<br />

concretan en la planta misma; j la segunda,<br />

compuesta de trozos más voluminosos ó irregulares,<br />

impura y de color gris, procede de<br />

la que cae al suelo cuando la destilación es<br />

abundante. En Oriente las mujeres y aun los<br />

hombres mascan esta substancia continuamente,<br />

con el objeto de perfumar el aliento, fortificar<br />

las encías y blanquear los dientes. Se<br />

quema también como perfume en las habitaciones.<br />

En Europa se usa en preparaciones<br />

farmacéuticas, y entra en la composición de<br />

algunos barnices muy brillantes.<br />

ALMACIGO,—Se aplica este nombre á dos<br />

árboles bastante diferentes, de la familia de las<br />

Terebintáceas y Burseráceas. Es el uno la especie<br />

Pistacia atlántica, Desf., árbol espontáneo<br />

en la región marítima de las Islas Canarias,<br />

donde escasea ya mucho y no se encuentra<br />

sino aislado. Puede adquirir grandes dimensiones,<br />

porque en la Caldera de la Palma<br />

hay uno cuyo tronco mide unos 10 metros de<br />

circunferencia y unos 20 metros de altura. Su<br />

madera es sólida, dura y de hermoso grano;<br />

el duramen esparce suavísima fragancia, y de<br />

él se sacan hermosas tablas para muebles.<br />

También se usa esta madera para yugos y<br />

mangos de azadones. En Puerteventura se<br />

cría mezclado con la palmera Phoenix doctylifera,<br />

L., y viste el pintoresco valle de Palma.<br />

Como la mayor parte de las especies de este<br />

género, requiere para su cultivo tierra franca<br />

y buena exposición, reproduciéndose por acodo<br />

ó sierpes, y mejor por semilla, abrigando<br />

convenientemente la almáciga.<br />

La otra especie, que también recibe el nombre<br />

de almacigo, es láBursera gummif era, Jac,<br />

que se cría en nuestras Antillas, donde florece<br />

por el mes de Junio. En la Isla de Cuba habita<br />

más particularmente las inmediaciones de<br />

Canasi. En el país se le da el nombre de gommur<br />

ó gomard, por la resina sólida, amarillenta,<br />

y de olor fuerte y aromático que de él se<br />

obtiene, y allí denominan cachibou. Este producto<br />

tiene la misma aplicación que las demás<br />

resinas. En el partido de Alquizar tiene<br />

este árbol, según datos inéditos de D. Ramón<br />

de la Sagra, á los siete años de edad, de 14 á<br />

18 metros de altura total; se limpia á los 10<br />

ó 12 metros, y su grueso es de 0,25 á 1 metro.<br />

La madera es floja y rajadiza, porosa, ligera<br />

, de color blanco sucio, con algunas vetas<br />

negras, empleándose para arcas y cajones de<br />

azúcar. El carbón es bueno. La corteza es rojiza,<br />

lisa, reluciente, y se desprende en láminas<br />

delgadas. En la Isla de Puerto Rico se<br />

crían dos castas, distinguidas con los nombres


ALM — 86 — ALM<br />

de blanco y rojo. El almacigo blanco es allí un<br />

árbol que tiene de 12 á 14 metros de altura y<br />

un diámetro de 3 á 4 metros, siendo la madera<br />

de color claro, blanda y de una densidad<br />

de 0,271. El almacigo rojo suele tener las mismas<br />

dimensiones, y su madera, rosada y blanda<br />

, tiene una densidad de 0,274.<br />

ALMA JARRA. — El terreno preparado<br />

con estiércol reciente para mantener y conservar<br />

un cierto grado de calor con que nazcan<br />

anticipadamente las simientes.<br />

ALMAJO.—Plantas barrilleras propias de<br />

las estepas ó terrenos salados, correspondientes<br />

á la familia de las Salsoláceas. Las especies<br />

españolas más importantes son las siguientes:<br />

1/ Suaeda fruiicosa, Forsk.— Nombre<br />

vulgar: Almajo, Almajo dulce, Sosa fina (Andalucía)<br />

, Sosa prima (Alicante).—Mata siempre<br />

verde, derecha, de medio á un metro de<br />

altura, y á veces más; los varios tallos que<br />

parten de la misma cepa son ligeramente estriados,<br />

lampiños, como toda la planta, con su<br />

corteza de un color blanquecino y resquebrajada,<br />

y cubierta de cicatrices, con numerosas<br />

ramillas esparcidas y delgadas; las hojas son<br />

carnositas, garzas, negruzcas al secarse, adelgazadas<br />

en pecíolo y de 6 á 10 milímetros de<br />

largo. Plores sentadas de tres en tres, ó de dos<br />

en dos, en las axilas de las hojas. Perigonio<br />

verdoso, partido en cinco lacinias. Fruto liso y<br />

lustroso. Florece este almajo todo el estío y<br />

aun parte del otoño en algunas localidades.<br />

Esta especie se extiende por las playas y costas<br />

de la Europa central y occidental, hasta<br />

las de la Gran Bretaña; por las de Canarias y<br />

Madera: por el Norte y Occidente de África,<br />

y por el Asia occidental. Eu España vive<br />

abundante en los arenales marítimos, sitios<br />

húmedos y saladares, desde las costas de Cataluña<br />

á las de Portugal; pero internándose<br />

también, aunque más escasa, como se ve en<br />

Aranjuez, por ejemplo, y en el bajo Aragón.<br />

2. a Salicornia fruiicosa, L.—Nombre vulgar<br />

: Sosa alacranera (Almería), Sosa grosa<br />

(Alicante), Almajo salado (Sevilla).—Mata ó<br />

arbustillo de medio á un metro de altura, lampiño<br />

y garzo; tallo derecho, ramoso; ramillas<br />

numerosas, opuestas, articuladas; entrenudos<br />

en forma de embudo en su parte superior,<br />

crasos; flores en espiga, tres por lo común en<br />

cada excavación ó hueco del raquis; espigas<br />

sencillas ó compuestas, formando panoja. Florece<br />

este almajo al fin del verano ó en otoño.<br />

Es especie salpicada en toda la región mediterránea.<br />

En España vive en las marismas de<br />

la provincia de Cádiz; en los saladares de Murcia,<br />

Alicante y Almería, y según Webb y<br />

Costa, cerca de la desembocadura del Ebro y<br />

otros puntos del litoral de Cataluña. (Laguna:<br />

Fl.for. esp.)<br />

Los almajos, los salados, las sosas, y en<br />

general todas las plantas barrilleras que daban<br />

gran valor años atrás á los saladares y<br />

estepas españolas, especialmente á los de Levante,<br />

han perdido su importancia económico<br />

forestal, á consecuencia de la fabricación arti­<br />

ficial de la sosa. Estos estériles eriales, donde<br />

no prospera la agricultura, puede decirse que<br />

no tienen más interés hoy que el pecuario.<br />

ALMANAQUE.—Voz derivada de la palabra<br />

man, que entre los asiáticos significa<br />

luna; calendario que contiene las divisiones<br />

del año, la indicación de los principales fenómenos<br />

astronómicos y la de las fiestas. Por<br />

extensión se aplica ese nombre, que además del<br />

calendario, el cual se convierte en verdadero<br />

accesorio, contiene noticias acerca de diferentes<br />

asuntos, historietas, recetas útiles, etc.<br />

El origen de tales publicaciones se remonta 6<br />

la más alta antigüedad; los chinos, los caldeos<br />

, los persas y los griegos confeccionaban<br />

almanaques ó lunarios, como aún se dice en<br />

castellano. Durante mucho tiempo, hasta en<br />

los almanaques redactados para uso de los<br />

campesinos, después del calendario solamente<br />

se publicaban frivolidades, explicaciones y<br />

hechos fundados en preocupaciones y errores,<br />

predicciones meteorológicas trazadas al capricho,<br />

cuentos, etc.; en la actualidad se han<br />

transformado completamente los almanaques,<br />

y los destinados á una clase especial contienen<br />

artículos y noticias interesantes para esa clase,<br />

reseñas de los descubrimientos y progresos<br />

últimamente realizados, y del orden en que los<br />

trabajos han de efectuarse. Los almanaques<br />

de esa índole están destinados á las clases menos<br />

ilustradas, y deberán redactarse en estilo<br />

sencillo y claro, pero sin valerse de giros ridículos<br />

, y sin pretender, en los almanaques<br />

agrícolas, por ejemplo, que los labradores conozcan<br />

minuciosamente el patrio idioma.<br />

ALMANTA.—El terreno que forma el espacio<br />

entre las líneas que forman las plantaciones<br />

de vides y olivos se denomina almanta.<br />

Las almantas se denominan cuadradas ó al<br />

tresbolillo. Son cuadradas, ó almanta real,<br />

cuando resultan dos de igual anchura, en cuyo<br />

caso cogen menos plantas en terreno de igual<br />

extensión que si se plantan al tresbolillo, en<br />

cuyo caso aparecen tres almantas.<br />

El terreno comprendido entre dos surcos, en<br />

ciertas operaciones del cultivo de tierra, se<br />

denomina también almanta, almelga.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALMELGA, AMELGA.—En las operaciones<br />

de la siembra yunta, y que se echa la<br />

simiente kpwño ó voleo, se marcan en la tierra<br />

con el arado surcos paralelos y distantes<br />

entre sí 4 ó más metros. El terreno comprendido<br />

entre los surcos se denomina almelgas.<br />

Las almelgas facilitan al sembrador la ejecución<br />

del trabajo, pues marchando entre los<br />

dos surcos que le sirven de guía, esparce la si<br />

miente con regularidad. (V. Siembra.)<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALMAZARA (Molino de aceite).—Voz<br />

muy común y muy popular en Andalucía,<br />

algo menos en Castilla y en Valencia, y desconocida<br />

en otras provincias.<br />

Deriva del árabe al-má cara, que P. de<br />

Alcalá traduce molino de aceite. En realidad,<br />

lo mismo se aplica esta palabra al aparato ó


ALM — 87 — ALM<br />

verdadero molino como á la fábrica entera.<br />

(V. Aceite de oliva.)<br />

No hay siempre el mejor criterio al elegir<br />

en las haciendas el punto donde se debe colocar<br />

la almazara, dándose muy -á menudo el<br />

caso de que el que dirige la construcción prefiere<br />

para su regalo y habitación la mejor parte,<br />

expuesta al sol, dejando aquella importante<br />

dependencia expuesta al rigor del viento Norte,<br />

cuando lo que se necesita es calor, principalmente<br />

en el almacén, donde el aceite descuelga<br />

y donde conviene que no se hiele. Sin<br />

embargo, si las aceitunas se han de estrujar,<br />

conviene que estén en sitio fresco y ventilado,<br />

todo lo cual puede tenerse en cuenta al hacer<br />

el plano y distribución de la hacienda y de la<br />

almazara.<br />

No debe faltar la correspondiente dotación<br />

de agua, tanto para el escalde como para la<br />

limpieza de toda la maquinaria y utensilios.<br />

Es la limpieza una de las primeras condiciones<br />

de una buena explotación, siendo preciso<br />

exigirla á todos los que. intervienen en la fabricación.<br />

Esta circunstancia es una gran garantía<br />

en la bondad del producto, y nunca se<br />

recomendará bastante. Pena y asco causa entrar<br />

en algunos molinos, donde se respira un<br />

aire húmedo, frío y pestilente, con los techos<br />

llenos de telarañas,los capachos viejos hacinados<br />

y enmohecidos, los aparatos cubiertos de<br />

una costra mugrienta, y el suelo sucio, asqueroso<br />

y resbaladizo. El aceite fácilmente toma el<br />

olor de todo lo que toca, y es imposible obtener<br />

aceite de buen sabor y buen olor si no reina<br />

la mayor limpieza en todas las operaciones.<br />

Debe procurarse que el alpechín tenga fácil<br />

salida, y que por medio de una ligera pendiente<br />

de los suelos, bien empedrados ó embaldosados,<br />

puedan lavarse con agua y pueda ésta<br />

tener fácil salida del local. Los orujos prensados<br />

se procurará también alejarlos del local,<br />

debiendo estar en sitio fresco y aireado, para<br />

que no se enmohezcan y den mal olor, del<br />

cual participa fácilmente el aceite.<br />

La construcción y distribución de las almazaras<br />

modernas, dotadas de maquinaria de<br />

gran potencia, debe confiarse á personas expertas<br />

, ingenieros ó arquitectos, para que los<br />

muros y cubiertas teugan la debida solidez y<br />

resistencia. Finalmente, como la fabricación,<br />

una vez empezada, continúa día y noche, debe<br />

la almazara tener las dependencias necesarias<br />

para que puedan los operarios comer, calentarse<br />

y descansar con alguna comodidad, estando<br />

todo dispuesto de modo que el capataz<br />

pueda vigilar fácilmente todas las diferentes<br />

partes de esta dependencia.<br />

Difícilmente puede hacerse el presupuesto<br />

de construcción é instalación de una almazara,<br />

por cuanto varía entre límites muy distantes,<br />

según la importancia del olivar y el gusto<br />

del fabricante. Sin embargo, para que se tenga<br />

una idea aproximada del valor de la maquinaria,<br />

adoptando los procedimientos modernos<br />

y rápidos, con motor de vapor y todos<br />

los accesorios relativos á transmisiones y de­<br />

más , podemos decir que con un capital de<br />

28.000 pesetas se puede instalar la maquinaria<br />

necesaria para trabajar de 200 á 300 fanegas<br />

de aceituna en veinticuatro horas, según datos<br />

tomados en la casa de Pfeiffer de Barcelona.<br />

Todavía se necesita trabajar con más<br />

rapidez si se ha de obtener un buen aceite, y<br />

así lo han comprendido muchos constructores,<br />

entre ellos la casa Pérez, hermanos, de Sevilla,<br />

que ha montado la maquinaria para moler<br />

400 fanegas diarias, y ofrece medio de llegar<br />

á moler hasta 800.'<br />

R. Manjarrés.<br />

ALMEA, ALISMA, AZUMBAR (Damasonium<br />

stellaturn).—Género de plantas perennes,<br />

que viven en terrenos pantanosos y<br />

fangosos. Su raíz es fibrosa; sus hojas acorazonadas<br />

y oblongas, y en la parte superior de<br />

sus vastagos nacen apiñadas las flores; éstas<br />

echan unas celdillas á manera de estrellas, y<br />

cada. celdilla contiene una ó dos semillas.<br />

(Véase Alismáceas.) También se aplican los<br />

nombres de almea y azumbar al estoraque.<br />

ALMENDRA (Botánica y Economía doméstica).—Parte<br />

interior de la grana de las<br />

plantas; parte carnosa encerrada en el hueso<br />

de algunas frutas jugosas, y fruto del almendro.<br />

En botánica, la almendra del grano es la<br />

masa de todas las partes contenidas en los tegumentos,<br />

y formada muchas veces por los<br />

cotiledones, el embrión y el albumen, el cual<br />

se halla más ó menos desarrollado, y se denomina<br />

también endospermo, y aun falta en<br />

muchas especies de granos, reemplazándole<br />

los cotiledones. El embrión es una planta en<br />

miniatura, que se llama también plántula, y<br />

los cotiledones representan las primeras hojas,<br />

y suministran el primer alimento al embrión,<br />

es decir, que la almendra contiene en<br />

los granos los alimentos rudimentarios de la<br />

planta y las reservas alimenticias almacenadas<br />

por la naturaleza. Ya queda dicho lo que es la<br />

almendra en arboricultora; los árboles cuyos<br />

frutos la contienen se llaman árboles de hueso.<br />

La almendra, fruto del almendro, es una<br />

drupa verde y alargada, de forma ovoidea,<br />

aplanada y puntiaguda en el vértice; suele<br />

medir de 30 á 35 milímetros de longitud, y de<br />

18 á 25 de anchura. La parte carnosa ó mesocarpo<br />

es poco espesa, dura y coriácea; se abre<br />

en la época de la madurez. Cubre un hueso<br />

leñoso y rugoso en su parte exterior, pero<br />

liso en la interior y que encierra la almendra.<br />

En ésta el embrión ocupa la extremidad<br />

puntiaguda, y por bajo de él se hallan dispuestos<br />

los cotiledones en dos masas carnosas,<br />

cubriéndolo todo una película más ó menos<br />

espesa. La almendra es un fruto seco, y que<br />

por lo mismo se conserva con facilidad; es objeto<br />

de gran comercio, y se divide en dos<br />

grandes categorías: las almendras dulces y las<br />

almendras amargas.<br />

El grupo de las almendras amargas solamente<br />

comprende una variedad de mediano<br />

grosor, cascara dura y caracterizada por el<br />

sabor que presenta. El grupo de las almendras


ALM — 88 — ALM<br />

dulces, por el contrario, comprende gran número<br />

de variedades, de las cuales son las más<br />

importantes las siguientes, empleando términos<br />

comerciales:<br />

1." La almendra princesa, llamada también<br />

almendra sultana y almendra de la reina,<br />

de cascara muy delgada y muy estimada por<br />

los consumidores.<br />

2." La almendra de las damas, de cascara<br />

algo menos fina que la precedente.<br />

3. A La almendra de Tarragona, de Málaga<br />

y de Mallorca, anchas, aplanadas, de buen tamaño,<br />

con película amarilla ó rojiza.<br />

4. a La almendra de Provenza, ancha, larga<br />

y redondeada, de película espesa y rojiza.<br />

Para mayores detalles deben consultar los<br />

lectores el artículo Almendro, donde se clasifican<br />

las variedades del árbol y del fruto.<br />

Las almendras dulces, despojadas de su cascara,<br />

según M. Bouley, contienen por cada<br />

100 partes 54 de aceite amarillento y muy<br />

dulce, que no es secante; 24 de albúmina, 6<br />

de azúcar, 3 de goma, 5 de películas exteriores<br />

y 5 de partes fibrosas. Las amargas contienen<br />

además un alcaloide especial, la amigdalina,<br />

que descomponiéndose en presencia<br />

del aire, forma el ácido cianhídrico, la esencia<br />

de almendras amargas y la glycosa.<br />

El hectolitro de almendras con cascara pesa<br />

56 kilogramos por término medio, variando la<br />

proporción entre las almendras y las cascaras<br />

desde 10 á 16 kilogramos.de almendras desnudas<br />

por cada hectolitro de almendras con<br />

cascara, es decir, que la relación varía entre<br />

un quinto y un tercio del peso total. Los principales<br />

centros que suministran almendras al<br />

comercio son Argelia, España, Francia é Italia.<br />

En España los principales puntos de producción<br />

son las Baleares, Cataluña,, Valencia<br />

y Málaga; en Francia, el Rosellón, el Languedoc,<br />

la Provenza y la Turena. Entre las almendras<br />

mondadas son preferidas las de Mallorca<br />

y la Provenza.<br />

Las almendras se emplean como alimento, y<br />

en muchas preparaciones farmacéuticas é industriales.<br />

Para el consumo se emplean frescas<br />

ó secas; las primeras se recogen antes de<br />

la completa madurez, pero después de formado<br />

el fruto y de manera que se pueda quitar<br />

la cascara con un cuchillo. Las almendras secas<br />

son las que se han dejado madurar en el<br />

árbol; madurez que suele ocurrir, en el mes<br />

de Julio, y se reconoce por abrirse espontáneamente<br />

el pericarpio y dejar el fruto en<br />

parte al descubierto. Después de recoger las<br />

almendras, que se hacen caer de los árboles<br />

vareando éstos con cañas, se ponen á secar,<br />

exponiéndolas durante varias horas á la acción<br />

del sol, é inmediatamente se procede á la limpia,<br />

conservándose en algunos puntos la envoltura<br />

primera, á fin de dársela en pienso á<br />

los ganados durante el invierno. Las almendras<br />

finas se expenden al comercio con cascara.<br />

Leche de almendras.—Ya hemos dicho que<br />

las almendras se utilizan en economía doméstica,<br />

en farmacia y en la industria. Una de las<br />

preparaciones domésticas más usuales es la<br />

leche ú horchata de almendras. Desembarazado<br />

el fruto de la corteza y las películas, se maja<br />

con un poco azúcar, y añadiendo por partes el<br />

agua necesaria, se obtiene una preparación<br />

muy útil en las enfermedades inflamatorias,<br />

en las toses dolorosas y en los reumas.<br />

Aceite de almendras dulces.—Para obtener<br />

ese producto se emplean muchas veces las almendras<br />

amargas, por obtenerse á más bajo<br />

precio, pero las propiedades del aceite son<br />

idénticas. Al prepararle se mondan bien las<br />

almendras y se las quita las películas frotándolas<br />

dentro de un saco y acribándolas después.<br />

La manipulación es muy sencilla, puesto<br />

que basta moler ó pulverizar las almendras<br />

y prensarlas luego en frío. Generalmente se<br />

obtiene una cantidad de aceite que representa<br />

el 38 ó 40 por 100 del peso total. La fabricación<br />

se hace en los centros de producción.<br />

El aceite es muy fluido y casi inodoro, de<br />

color amarillo claro y de sabor muy agradable;<br />

su densidad es de 0,92 á 15° centígrados;<br />

se altera y enrancia con facilidad; es muy<br />

soluble con el éter, y muy poco con el alcohol.<br />

En medicina presta grandes servicios<br />

como emoliente y laxante, y se emplea en las<br />

enfermedades inflamatorias de los pulmones y<br />

del canal digestivo. Los residuos de la fabricación<br />

del aceite de almendras amargas se<br />

utilizan para la preparación de la esencia de<br />

almendras amargas.<br />

Pasta de almendras.—Se halla constituida<br />

por la harina que se obtiene secando las tortas<br />

que quedan después de la fabricación de aceite.<br />

Se adicionan á ella aceites ó esencias perfumadas<br />

para preparar jabones y cosméticos.<br />

Licor de almendras.—Este licor, designado<br />

también con otros nombres, se prepara del<br />

modo siguiente: En un mortero se trituran,<br />

hasta que se hayan reducido á pasta, 240 gramos<br />

de almendras amargas mondadas; después<br />

se pone á macerar esta pasta durante quince<br />

días en 6 litros de coñac muy fuerte ó aguardiente<br />

de muy buena calidad, cuidando de agitar<br />

el líquido todas las mañanas; más tarde se<br />

agregan 2 kilogramos de azúcar, 5 centigramos<br />

de esencia de rosas y 50 gramos de agua<br />

de flor de azahar, y después de filtrar el líquido,<br />

se distribuye en botellas.<br />

Esencia de almendras amargas.—Esta preparación<br />

no es otra cosa que el aldehido benzoico<br />

ó hidruro de benzoilo. Se presenta con<br />

el aspecto de un líquido incoloro que refracta<br />

la luz, cuya densidad es de 1,043, que hierve<br />

á 180°; es muy inflamable, y arde con llama<br />

fuliginosa. Se disuelve en treinta partes de<br />

agua y en el éter bajo cualquier proporción;<br />

su olor recuerda el del ácido prúsico, y su<br />

sabor es ardiente. Obra enérgicamente sobre<br />

la economía animal, y debe considerarse esa<br />

esencia como muy venenosa. Expuesta al aire<br />

ó á la acción de un cuerpo muy oxidante, se<br />

transforma en ácido benzoico. Se prepara destilando<br />

agua sobre hojas de laurel cerezo ó<br />

sobre almendras amargas previamente tritu-


ALM — 89 — ALM<br />

radas y desembarazadas de su aceite por la<br />

presión. Solamente deberá efectuarse la destilación<br />

después de haber mantenido las tortas<br />

en maceración dentro de agua fría durante<br />

doce ó quince horas, porque solamente<br />

se desarrolla en las almendras amargas á consecuencia<br />

de la transformación de la amigdalina<br />

que preexiste. También se puede obtener<br />

mediante otras reacciones, acerca de las cuales<br />

sería ocioso hablar extensamente en un<br />

Diccionario de agricultura.<br />

ALMENDRILLO.—Este árbol, de la Isla<br />

de Santo Domingo, no está bien determinado,<br />

creyendo algunos que corresponde á la especie<br />

Dipholis salicifolia, A. DC, de la familia de las<br />

Sapotáceas. Es planta que se hace de primer<br />

orden, adquiriendo su tronco un diámetro de<br />

70 centímetros á veces. Tiene la corteza obscura,<br />

muy delgada y compacta. La madera es<br />

fina, apenas tiene albura, de color de avellana,<br />

con fibras poco ondeadas, y las vetas en la<br />

dirección de aquéllas, sobresaliendo más con<br />

el pulimento, preparación que adquiere con<br />

facilidad, hermoseándola mucho. Aunque no<br />

suele emplearse en Santo Domingo, sirve con<br />

ventaja para todas las construcciones y ebanistería.<br />

No abunda mucho. Rompe á diagonal<br />

y en astilla larga. Su peso específico es de 1,00.<br />

ALMENDRO (Amygdalus communis, L.).<br />

Árbol originario del Asia y Norte de África,<br />

correspondiente á la familia de las Amigdaláceas,<br />

de mediano porte, aunque excede con<br />

frecuencia de 5 á 7 metros de altura. Su tronco<br />

es tortuoso, si bien abundan los rectos<br />

entre los que se cultivan en las huertas; corteza<br />

lisa y cenicienta en las plantas jóvenes y<br />

sus renuevos, y escamosa y grieteada en los<br />

adultos; ramas simétricas en sus primeros<br />

años. Hojas oblongas, lanceoladas, lampiñas,<br />

finamente, dentadas y con pecíolos muy cortos<br />

(figura 9."). Flores blancas ó rosadas, que<br />

se muestran de dos en dos ó solitarias, y aparecen<br />

antes que las hojas, durante el mes de<br />

Diciembre en África, Persia y Armenia; en<br />

Enero en el Mediodía de España é Italia; en<br />

Febrero y Marzo en Francia é interior de la<br />

Península, y en Abril y Mayo, y aun en Junio,<br />

en el Norte de Europa; corola de cinco<br />

pétalos, anchos y escotados en el extremo, y<br />

de seis en alguna variedad. Fruto llamado almendra,<br />

debido á la transformación del pistilo,<br />

y que es oblongo, comprimido, esponjoso y velloso<br />

cuando verde, y coriáceo y seco al adquirir<br />

consistencia, encerrando su cuesco ó nudo<br />

leñoso la almendra ó gajo objeto del cultivo.<br />

Es árbol fácil de criar, poco delicado, sufrido<br />

para la sequedad y de abundante producción<br />

, pero muy propenso á helarse con los<br />

fríos, á pesar de su intrepidez para pronunciarse<br />

en flor, sin consideración al estado de<br />

la atmósfera, por lo que se le califica de loco.<br />

Con frecuencia alterna con la vid hasta los<br />

47° de latitud; pero no da fruto, efecto de las<br />

escarchas que le sobrecogen. Verdaderamente<br />

debe ocupar su puesto entre el olivo y la vid.<br />

La duración media del almendro está equi-<br />

parada á la del hombre; pero su vida se acorta<br />

cuando crece en terrenos compactos, húmedos<br />

y mal ventilados.<br />

ESPECIES Y VARIEDADES.— Se conocen más<br />

de veinte, que forman dos grupos principales:<br />

almendros de fruto dulce y almendros de fruto<br />

amargo; pero nosotros<br />

haremos también<br />

mención de las<br />

ocho- modificaciones<br />

que figuran en el<br />

Diccionario de agrimicultura<br />

del abate Rozier,<br />

fundadas en las<br />

diferencias de porte<br />

del árbol, magnitud<br />

y recorte de las hojas,<br />

color más ó menos<br />

encendido de las flores,<br />

tamaño de los<br />

frutos y dureza ó falta<br />

de consistencia de<br />

sus nueces ó huesos r<br />

1." Almendro común<br />

de fruto chico<br />

CAmygdalus sativa<br />

fruclu minori, Bauhuin.—Flor<br />

casi toda<br />

blanca, con pétalos<br />

mucho mayores que<br />

el cáliz; fruto que<br />

disminuye mucho de<br />

grueso y progresivamente<br />

hacia la punta.<br />

•<br />

Figura 9.*<br />

Hoja del almendro<br />

¡7<br />

2. ,a Almendro de<br />

cascara tierna ó mollar<br />

pequeño ( Amygdalus<br />

dulcís putamine<br />

molliore, Bauhuin).<br />

Flor más pequeña<br />

que la anterior; pétalos<br />

más largos que<br />

anchos, blancos en<br />

el interior, excepto<br />

en la extremidad, teñida<br />

ligeramente de<br />

color de carne; fruto<br />

más aovado.<br />

3." Almendro de<br />

fruto grande y dulce<br />

(Amygdalus dulcís<br />

fructu majori, Bauhuin).—Árbol<br />

más<br />

vigoroso que los<br />

otros; flores grandísimas;<br />

almendra muy<br />

gruesa, en la inmediación<br />

del pedúnculo.<br />

4." Almendro amargo (Amygdalus amara,<br />

Báuhuin).— Flor mayor que la del almendro<br />

común; fruto más largo y terminado en punta<br />

aguda.<br />

5." Almendro pérsico (Amygdalus pérsica<br />

ó Maluspérsica, H. R. P.).—Variedad híbrida<br />

en la que se encuentran frutos distintos en<br />

un mismo árbol.


ALM — 90 — ALM<br />

6. a , Almendro enano de las Indias (Amygdalus<br />

indica nana, H. R.).—La altura de este<br />

arbusto no excede de 70 centímetros; frutos<br />

pequeños, y rara vez en mucho número.<br />

7. a Almendro enano de hojas venosas<br />

(Amygdalus pumita, L.).—Flores variadas,<br />

muchas veces dobles y otras sencillas; fruto<br />

muy amargo. Es un arbolito de hojas venosas,<br />

propio para embellecer bosquecillos en la primavera.<br />

,<br />

8. a Almendro de Levante (Amygdalus<br />

vrienialis foliis argentéis splendentibus, Duham).—Caracterizan<br />

á este árbol sus hojas<br />

lustrosas y plateadas, y su fruto pequeño,<br />

puntiagudo y malo. Hay variedades de flores<br />

enteramente blancas.<br />

A estos ocho tipos fundamentales podría<br />

agregarse el almendro llamado del desmayo,<br />

de fruto muy gordo y abundante, que resiste<br />

más el frío que las otras variedades, tal vez<br />

por la circunstancia de florecer un poco más<br />

tarde y la disposición en que se presenta la<br />

flor, protegida en cierto modo de las heladas<br />

tardías entre el espacioso follaje de las colgantes<br />

ramas que distinguen á esta variedad,<br />

lís árbol de gran robustez y hasta de elegante<br />

porte, por el efecto que producen sus anchas<br />

hojas sobre el colgante ramaje que se desmaya;<br />

pero se distingue más aún por lo productivo<br />

y la superior calidad de su fruto, tan<br />

duro como grueso. Es muy solicitado por los<br />

propietarios de las provincias de Lérida y<br />

Tarragona, donde tantas veces se compromete<br />

. la cosecha de almendras por heladas tardías.<br />

Se vende esta importantísima variedad<br />

en el gran establecimiento de arboricultora<br />

del Sr. Vidal y Codina, en los Campos Elíseos<br />

de Lérida.<br />

El Sr. Giusseppe Bianca hace subir á setecientas<br />

cincuenta y dos las variedades de<br />

almendros en su Monografía del Mandorle<br />

.commune; pero éstas deben ser más bien modificaciones<br />

pasajeras ó variaciones debidas al<br />

clima, terreno, cultivo, etc.<br />

En España se encuentran casi todas las especies<br />

y variedades conocidas, vegetando espontáneamente<br />

en las provincias de Ciudad<br />

Real, Extremadura, Andalucía y otras el<br />

almendro amargo (Amygdalus communis, L.),<br />

cuyos frutos son más ó menos gruesos, en<br />

proporción al beneficio que gozan respecto<br />

al terreno y clima.<br />

Del almendro de fruto dulce (Amygdalus<br />

dulcís, Bauh.) se cultivan en Alicante principalmente<br />

las cinco variedades que describió<br />

el Sr. Cavanilles, y llaman allí los labradores<br />

peslañeta, bale, blancal ó blanqueta, mollar y<br />

común.<br />

El almendro llamado peslañeta tiene los<br />

frutos más aovados que las demás variedades<br />

(figura 10), y el árbol se eleva de 5,50 metros<br />

hasta 7. Sus flores son rojizas, y resisten al<br />

frío más que las de la variedad llamada bale.<br />

El árbol de esta última casta, ó del bale, es<br />

de menos altura, y ofrece los ramos muy desordenados<br />

por lo común. Sus flores son blan­<br />

quecinas, y sus frutos (figura 11) más largos<br />

y dulces que los de la pestañeta.<br />

El llamado blancal o blanqueta produce frutos<br />

abultados, pero la almendra es muy pequeña.<br />

Es árbol bastante robusto, y las flores<br />

son blancas y grandes (figura 12).<br />

El mollar se parece al blancal en su porte,<br />

pero se diferencia en que la cascara de la nuez<br />

ó hueso es menos resistente (figura 13), pues<br />

se desmenuza á poco que se. apriete entre los<br />

dedos; también tiene la ventaja de florecer<br />

algo más tarde que las demás castas; su corola<br />

se compone constantemente de seis pétalos,<br />

cuando las restantes variedades sólo tienen<br />

cinco; los pétalos son de un color vivo hacia<br />

la base y sonrosados en el resto.<br />

La variedad común tiene las flores masculinas<br />

semejantes á las del almendro amargo,<br />

cuyo árbol es ordinariamente más robusto,<br />

aunque el fruto algo menor (figura 14).<br />

En un excelente trabajo publicado en El<br />

Porvenir de Mallorca por el Sr. P. Graya, del<br />

que hemos de utilizar muchos datos, se sienta<br />

que las principales variedades que se conocen<br />

en aquel país, uno de los primeros y más adelantados<br />

centros que producen almendras en<br />

España, son: la lengona, grande y pequeña; la<br />

verderete; la pótela; la ramellei; la leñoch; la<br />

den faneret; vallenete; pintades; pinol de pres;<br />

den frau; den coll; creste de gall; mollas,<br />

grandes y pequeñas; den horrach; de la canal,<br />

de flor grande y pequeña.<br />

En la colección del Instituto agronómico de<br />

Alfonso XII figuran además como notables<br />

la de fruto de lanza, la de lanceta (figura 15)<br />

y la de la Virgen (figura 16), que se cultivan<br />

en Felanitx (Mallorca).<br />

Además se halla la de fruto encorvado, procedente<br />

del mismo punto (figura 17) y de<br />

cascara tierna, que puede ser muy bien la que<br />

Bosc refería á las inmediaciones de Padua, y<br />

á cuya almendra proponía aplicar el nombre<br />

de almendra de cuerno. No hay que confundir<br />

la almendra de lanza con la de lanceta,<br />

pues aunque es muy parecida, tiene la punta<br />

más aguda.<br />

También es notable, por los dibujos de su<br />

cascara, los tres costurones que presenta en el<br />

rafe y la angostura de su punta, la almendra<br />

pintada de Mallorca (figura 18).<br />

Entre las mejores de la Península debe<br />

figurar la larga de Málaga (figura 19), casi<br />

cilindrica, finísima, de un gusto exquisito, y<br />

que alcanza precios bastante superiores á las<br />

demás.<br />

Como almendras finas y delicadas, merecen<br />

especial mención la diminuta, de Canarias<br />

(figura 20), poco mayor que una judía, que<br />

no falta nunca en las mesas de buen gusto, y<br />

la de Valbuena (figura 21), también fina y<br />

delicada.<br />

Eu Relleu, partido judicial de Villajoyosa<br />

(Alicante), existen algunos almendros de la<br />

variedad monstruosa (Amygdalus monstruosus)<br />

, cuyo fruto afecta la forma de mariposa,<br />

constituida por dos almendras unidas por un


ALM — 91 — ALM<br />

costurón bastante saliente y una hendedura que, aunque de mediano tamaño y de gusto<br />

en el anverso (figura 22). poco exquisito, ofrece la ventaja de su flora-<br />

Figura 10<br />

Almendra pestuüeta<br />

Figura 14<br />

Almendra comúu<br />

Figura 18<br />

Almendra pintada<br />

Figura 11<br />

Almendra bale<br />

Figura 15<br />

Almendra de lanceta<br />

Figura 19<br />

Almendra fina<br />

de Málaga<br />

Figura 12<br />

Almendra blanqueta<br />

Figura 20<br />

Almendra<br />

fina<br />

de Canarias<br />

Figura 16.—Almendra<br />

fina de la Virgen<br />

Figura 21<br />

Almendra<br />

de Valbuena<br />

Hace algunos años se introdujo en Francia<br />

una variedad de almendro llamado de fruto<br />

pedunculado, procedente del Norte de Europa,<br />

Figura 13<br />

Almendra mollar<br />

Figura 17<br />

Almendra encorvada<br />

Figura 22.—Rama con frutos del almendro<br />

monstruoso<br />

ción tardía. El porte del árbol es mediano, y<br />

muy largos los pedúnculos, distinguiéndose<br />

por su rusticidad y aguante (figura 23).


ALM — 92 — ALM<br />

No es menos notable el fruto del almendro<br />

heterophilo. La figura 24 representa un ramo<br />

con dos almendras, y la 25 un corte ó sección<br />

longitudinal del fruto.<br />

La figura 26 ostenta en primer término,<br />

con el número 1, un fruto del amygdalopsis<br />

Luidleye, y el 2 y 3 dos cortes transversales<br />

de la almendra de la misma variedad. El pedúnculo<br />

de los frutos es exageradamente lar-<br />

Figura 23.—Kania con frutos del almendro<br />

peduuculado<br />

go. Las almendras de este árbol se hallan acumuladas<br />

en las ramillas de fruto, afectando<br />

forma especial, como se advierte en la figura<br />

27.<br />

En la 28 aparece una hoja del almendro<br />

conocido con el nombre de Amygdalus balanosa,<br />

sumamente estrecha y festoneada en los<br />

bordes del limbo, como las del almendro<br />

común.<br />

En la figura 29 representamos un ramo del<br />

almendro de fruto rugoso. Más que almendro<br />

parece una nuez por sus rugosidades y abultamientos<br />

en la cascara.<br />

CLIMA Y SUELO.-—El clima más favorable al<br />

cultivo del almendro es el de la región del<br />

olivo, entre los 30° y 45" de latitud Norte,<br />

aunque también suele prosperar hasta el límite<br />

de la región de la vid, comprometiéndose<br />

con frecuencia las cosechas. Como árbol que<br />

teme las heladas tardías de primavera, y las<br />

nieblas y escarchas, apetece con preferencia<br />

la exposición Norte en las comarcas meridionales<br />

y las elevaciones, porque en éstas se<br />

anticipa menos la flor y no se abochorna por<br />

falta de ventilación ni exceso de humedad. Un<br />

suelo cascajoso, algo calizo, favorece el desarrollo<br />

, la vida y la producción del almendro;<br />

al paso que los arcillosos, compactos y húmedos<br />

escatiman el fruto y la duración del árbol,<br />

que muere con frecuencia víctima de la enfermedad<br />

conocida por flujo gomoso. .<br />

Pocos centímetros de tierra bastan para hacerle<br />

vegetar. Es maravilloso cómo inflexiona<br />

y encorva con frecuencia sus raíces, para<br />

insinuarse entre las rocas peladas, á fin de<br />

proporcionarse el alimento necesario para su<br />

desarrollo y fructificación.<br />

MULTIPLICACIÓN.—Se efectúa por siembra,<br />

por acodo con incisión ó por injerto, sirviendo<br />

de patrón el ciruelo, el albaricoquero<br />

ó el almendro franco; pero se prefiere la siembra<br />

con el injerto consiguiente, pues las plantas<br />

procedentes de semilla suelen producir variedades<br />

nuevas que degeneran del tipo.<br />

Aunque para hacer grandes plantíos se emplea<br />

generalmente la siembra de asiento, es<br />

bastante común apelar á los semilleros en las<br />

provincias meridionales, donde no siempre<br />

disfruta la tierra de suficiente humedad para<br />

que germine la semilla y se desarrolle la planta<br />

con holgura en los dos primeros años, época<br />

la más peligrosa.<br />

Como las almendras pierden á los pocos<br />

meses su facultad germinativa, conviene estratificar<br />

en arena las recién cogidas, si no se<br />

han de sembrar hasta la primavera.<br />

Las siembras, tanto de asiento como en<br />

semillero, se verifican en Septiembre y Octubre<br />

en la región meridional; en Diciembre en<br />

los países templados, y en Marzo en el Norte.<br />

El terreno en que haya de establecerse el<br />

semillero será substancioso y suelto á la vez.<br />

Se le dará una cava de dos palas de azadón,<br />

dejándolo muy mullido, y poniendo muy poco<br />

estiércol y bien pasado. Después se formarán<br />

eras, y se marcarán líneas á 80 centímetros<br />

unas de otras, situando las almendras á 40<br />

centímetros en las líneas, áfin de poder hacer<br />

las labores con desembarazo. En las líneas<br />

marcadas se abrirán surcos de 10 centímetros<br />

de profundidad, en cuyo fondo se irán sembrando<br />

las almendras con la punta hacia abajo,<br />

y se cubrirán con la tierra de los costados.<br />

Las que se siembran en Diciembre nacen regularmente<br />

en Marzo.<br />

Aconsejan los autores que si es muy visitado<br />

por las ratas el sitio en que se establece<br />

la almáciga, se siembren almendras amargas<br />

en vez de dulces, y que cuando se haga uso<br />

de éstas se empleen de las variedades más<br />

robustas, como la común, la blancal ó Mangueta<br />

y otras. Pero si con las ratas sucede lo<br />

que con las maricas, el enemigo más temible<br />

de las siembras de almendra en monte, es en<br />

vano la sustitución de semilla, porque la persiguen<br />

donde quiera que se encuentre. A nosotros<br />

nos ha sucedido en los montes de Toledo<br />

sembrar almendra amarga para vallados, y<br />

encontrarnos á los pocos días á descubierto<br />

los puntos que ocupaban las almendras, con<br />

una seguridad tal, que no tuvimos motivo<br />

para complacernos de que se hubiesen equivocado<br />

ni una sola vez en excavar inútilmente.


ALM — 93 — ALM<br />

Cuando los arbolillos que nacen en la almáciga<br />

miden de 20 á 30 centímetros de altura,<br />

se procede á darles una entrecava fundamental<br />

, beneficiando á la vez la tierra con estiércol<br />

repodrido y regándola con tanta más par-<br />

Figura 24.—Ramo con frutos del almendro heterophilo<br />

simonía cuanto más secos sean los terrenos<br />

que han de ocupar de asiento.<br />

De la almáciga se transpondrán á criadero<br />

en el otoño ó á fines de invierno, según el<br />

clima, y se ingerirán en Agosto con escudete<br />

á ojo dormido, á la altura de 10 centímetros<br />

sobre el suelo. A la primavera siguiente se<br />

despuntará el vastago á 10 centímetros del<br />

punto de inserción. Estas plantas ingeridas<br />

pasan á ocupar su asiento definitivo en las<br />

heredades á los dos ó tres años de sembradas.<br />

En Mallorca, donde se cultiva el almendro<br />

con más esmero que en ninguna otra provincia<br />

de España, se verifican siembras y diri­<br />

gen las almácigas de la manera expresada,<br />

variando solamente en las mondas á que someten<br />

los arbolitos, y en el sistema y época de<br />

injertar.<br />

Es costumbre allí retorcer el extremo de los<br />

brotes que arroja el tronco<br />

para que no sigan creciendo<br />

en el sentido de su longitud,<br />

en vez de cortarlos<br />

como se hace en otras partes;<br />

y cuando el tronco alcanza<br />

la altura necesaria,<br />

se le dejan todos los brotes<br />

de arriba y se cortan todos<br />

los demás. A los dos ó tres<br />

años se tala el tronco á 4<br />

centímetros de tierra, para<br />

que arroje un brote vigoroso,<br />

recto y apto para<br />

constituir el tronco definitivo<br />

y ser transplantado de<br />

asiento al año siguiente,<br />

porque en Mallorca reservan<br />

la operación de ingerir<br />

para después que prenden<br />

los árboles de asiento.<br />

TRANSPLANTE.— Con la<br />

debida anticipación abren<br />

en dicha isla hoyos que<br />

miden un metro de lado<br />

y profundidad, á fin de<br />

que se meteoricen bien; y<br />

^ cuando se practican estos<br />

¡3 hoyos en sitios en que han<br />

" vivido otros árboles de la<br />

misma especie, acostumbran<br />

quemar dentro un<br />

haz de leña y toda la maleza<br />

de alrededor.<br />

Los trazan á tresbolillo<br />

y de 10 á 14 metros entre<br />

sí, y verifican el transplante<br />

desde Octubre á<br />

Diciembre. Al efecto sacan<br />

con cuidado los árboles<br />

de la almáciga, procurando<br />

no maltratar las<br />

raíces al tiempo de arrancarlas,<br />

para que no encuentren<br />

dificultades de<br />

prender y volver á criar<br />

otras nuevas. No siguen<br />

la mala práctica que en otros países de mutilar<br />

la raíz central, porque el almendro siempre<br />

busca el centro y no arroja raíces horizontales<br />

sino cuando el fondo del hoyo se<br />

opone. En el suelo de éste se echan 20 centímetros<br />

de tierra suelta, y se pone sobre la<br />

misma el plantón en el centro, introduciendo<br />

á la vez un palo ó tutor bien derecho, al que<br />

se ajusta el plantón para que se mantenga,<br />

muy erguido, atándolo por cuatro ó cinco<br />

partes; después se llena el hoyo de tierra, cuidando<br />

que ocupe la inmediación de las raíces<br />

la de afuera, que está más meteorizada, y sentándola<br />

y apisonándola para que no quede


ALM — 94 •— ALM<br />

hueco entre las raíces y la tierra. Luego que<br />

prende el plantón, se procede á arreglar su<br />

copa, cortando todos los brotes y dejando<br />

sólo tres, cuatro ó cinco de los superiores,<br />

con cinco ó seis yemas cada uno. Se procede<br />

al injerto en Mallorca durante los meses de<br />

Noviembre y Diciembre, porque juzgan más<br />

"ventajoso cortar el tronco cuando está en sus-<br />

Figura 25,—Corte longitudinal de una almendra<br />

heterophüa'<br />

pensó la savia, y practican la hendedura y colocan<br />

la púa luego que empieza el movimiento<br />

y se forma un reborde alrededor del corte'del<br />

tronco. La altura á que debe cortarse éste varía<br />

entre 1,70 á 1,90 metros, según la clase de<br />

yuntas con que se han de hacer las labores;<br />

pero es ventajoso que quede más bajo cuando<br />

Figura 26.—Frutos del amigdalopsisLuidleye<br />

se trabaja con azadón. Colocan la púa hacia la<br />

parte de donde vienen los vientos más recios<br />

y frecuentes, y se cubre con paja ó hierba<br />

seca si se efectúa en localidad fría. Cuando<br />

los brotes que arroja el injerto cuenten ya 10<br />

centímetros de altura, se dejarán tres únicamente<br />

, que servirán para formar las tres ramas<br />

madres del árbol. Fuera de la región meridional<br />

se verificará más tarde el injerto. En<br />

Mallorca y en casi toda la costa del Mediterráneo<br />

prefieren el injerto de cuña á los de<br />

yema para el almendro y demás árboles pro-<br />

pensos á la goma, y hacen el transplante, con.;,<br />

plantones gruesos. Todo tiene sus ventajas é<br />

inconvenientes. Injertando de escudete cuan- •<br />

do la planta es muy joven, se logra el objeto ,<br />

haciéndolo á ojo dormido, y se puede plantar<br />

definitivamente más pronto, sin necesidad de<br />

perder tiempo para verificarlo después que<br />

prenda en su asiento; pero las plantacionescon<br />

arbolitos<br />

jóvenes están<br />

expuestas á<br />

fracasar por la<br />

voracidad d e<br />

los animales<br />

que vagan pollos<br />

sitios lejanos<br />

en que se<br />

acostumbra<br />

acometerlas.<br />

Figura 27.—Agrupación de frutos<br />

en el almendro Luidleye<br />

En Italia y<br />

en algunas<br />

comarcas de<br />

España se<br />

acostumbra<br />

asociar el al­<br />

mendro con el cultivo herbáceo, como cebada<br />

y trigo, recibiendo indirectamente algún<br />

abono, ó con higueras tunas ó chumberas y<br />

aun con la vid, como en Sicilia. Pero no requiriendo<br />

abono el almendro, le es dañosísima<br />

la asociación con la vid, porque con ésta sufre<br />

poderosamente el árbol. Sea debido<br />

á esta causa ó á otra, lo cierto<br />

es qué nunca dieron una cosecha<br />

mediana los almendros que plantó<br />

con las vides en su finca de<br />

Anchurones (montes de Toledo)<br />

el inolvidable Sr. D. Alejandro<br />

Olivan.<br />

I<br />

PODA. — Debe cuidarse mucho<br />

en los primeros años formar al almendro<br />

una copa bien redonda y<br />

desahogada en el centro, cortando<br />

todos los renuevos que toman mala<br />

dirección, y conteniendo el vuelo<br />

de los que tienden á crecer demasiado,<br />

pues el cultivador ha de proponerse<br />

crear árboles de mucho<br />

diámetro en sus ramas y de moderada<br />

altura, puesto que por el<br />

exterior es donde más producen.<br />

Una vez desarrollados los almen-<br />

Figura 28 dros , han de cortarse sin consideahnendro<br />

r a c ^ u ^ as r a m a s chuponas que ro~<br />

balanoso han la mayor parte de la savia y<br />

las secas, economizando en lo posible<br />

la podadera, como en todos los árboles<br />

propensos á la goma. La poda se verificará<br />

cada dos años, por el mes de Noviembre.<br />

Cuando ya son viejos y echan sólo retoños<br />

lánguidos y se ponen amarillentas las hojas,.<br />

conviene cortarles las ramas madres por la<br />

mitad y aplicar una buena estercoladura para<br />

que arrojen muchos renuevos que sirvan para<br />

formar una nueva copa que rinda abundantes<br />

frutos. Se" les dará una labor en invierno y


ALM — 95 — ALM<br />

otra en primavera, pero nunca cuando están<br />

en flor, agradeciendo mucho el que se les abone<br />

con buen estiércol de cuadra.<br />

RECOLECCIÓN DE LAS ALMENDRAS.— Se conoce<br />

la madurez de las almendras por la abertura<br />

espontánea de sus cortezas tiernas, lo<br />

que suele suceder en los meses de Agosto y<br />

Septiembre; llegado este caso, se les hará caer<br />

con largas varas ó cañas, cuidando de no varearlos<br />

mucho, y quitándoles la corteza abierta,<br />

se les pondrá á secar al sol para venderlas<br />

inmediatamente ó almacenarlas después. Al<br />

mismo tiempo que se separan las cortezas, se<br />

expondrán también al sol, á fin de secarlas y<br />

conservarlas para provisión del ganado en el<br />

invierno. Es muy variable la producción de<br />

almendras. Mientras en el Mediodía de Francia<br />

produce un árbol adulto 6 kilogramos de<br />

almendras sin cascara, en Mallorca se calculan<br />

6 litros con cascara. Según el doctor caba-"<br />

llero Antonio Aloi, una planta de almendro<br />

puede dar 8 kilogramos por término medio;<br />

pero hay árboles que rinden 15 kilogramos, y<br />

más, de almendras descascaradas.<br />

ENEMIGOS.—La principal enfermedad que<br />

ataca al almendro es la goma, especie de descomposición<br />

de los jugos saviosos, determinada<br />

por heridas ó por obstáculos que se oponen<br />

á la circulación. Una llaga sin cicatrizar;<br />

la corteza seca y desprovista de elasticidad<br />

por el excesivo ardor del sol, y una poda con­<br />

centrada que,,no deja suficiente salida á la savia<br />

, son causas que determinan la goma. Unsuelo<br />

demasiado compacto ó excesivamente húmedo<br />

, así como una estercoladura exagerada,<br />

provocan igualmente esta enfermedad. Cuando<br />

es accidental, se puede curar refrescando<br />

con un corte limpio las heridas no cicatrizadas,<br />

ó haciendo elástica la corteza con algunas<br />

incisiones longitudinales que no penetren<br />

hasta la albura, y por último, por medio deuna<br />

poda más larga. Es preciso destacar cuidadosamente<br />

la goma que se encuentra en la-<br />

corteza, é impregnar las heridas con una disolución<br />

de sal de acederas, ó frotarlas con algunas<br />

hojas de esta planta.<br />

Entre los insectos que atacan al almendro,<br />

causa los mayores daños una especie de lepidóptero<br />

(el Pieris cralagi), cuya larva come<br />

las hojas tiernas y determina la caída de los<br />

frutos. Se le destruye quitando durante el reposo<br />

de la vegetación los copos sedosos que<br />

envuelven las ramas y abrigan las orugas jóvenes<br />

hasta la primavera. Cuando arrojan los<br />

árboles nuevas hojas, se echan abajo las orugas<br />

que escaparon de la primera destrucción,<br />

sacudiendo las ramas. También le ataca el<br />

pulgón del almendro f Aphis amijgdali), que<br />

se le destruye inyectando los puntos atacados<br />

del árbol con el líquido que resulta del cocimiento<br />

de hojas de tabaco, ó impidiendo que<br />

los pulgones suban á los almendros.


ALM — 96 — ALM<br />

Usos Y APLICACIONES.—Son incalculables<br />

las ventajas de este precioso árbol, que vegeta<br />

en los terrenos más pobres, casi impropios<br />

para otro cultivo, y resiste las sequías, tan frecuentes<br />

en nuestra Península, pues no sólo se<br />

utilizan el meollo, gajo ó almendra del fruto,<br />

su cascara y corteza, sino también sus hojas<br />

y su dura madera. Respecto á las aplicaciones<br />

que pueden hacerse del fruto del almendro,<br />

nos referimos al artículo Almendra que<br />

precede.<br />

Según los datos que presenta el Sr. Graya<br />

en su citado trabajo sobre el cultivo del almendro<br />

en Mallorca, 100 cuarteradas de terreno<br />

(1) contienen 80 almendros, que produce<br />

cada uno 3 almudes de almendras (2).<br />

Para obtener 100 cuarteras (3) de este fruto<br />

se necesitan 15 cuarteradas de terreno. La<br />

corteza de 100 cuarteras de almendras pesa<br />

2.750 kilogramos; 100 cuarteras de almendras<br />

sin corteza pesan 4.900 kilogramos; la parte<br />

comestible, 1.221; la cascara leñosa, 3.679. De<br />

los 1.221 kilogramos de almendras sin cascara<br />

se pueden extraer 448,40 kilogramos de aceite<br />

y 732,60 de una pasta muy nutritiva, que comen<br />

los cerdos, los pavipollos y hasta el ganado<br />

de labor; 2.250 kilogramos de corteza<br />

equivalen á 5.578 kilogramos de paja, á 920<br />

de cebada y á 1.094 de avena.<br />

Resumiendo, diremos que son innumerables<br />

los usos de la almendra sin cascara para mesa,<br />

cocina, repostería, confitería, cafés, medicina<br />

é industria.<br />

Las cascaras constituyen un excelente combustible<br />

, cuyas cenizas se utilizan para la extracción<br />

de la potasa.<br />

La corteza y las hojas un nutritivo alimento<br />

para el ganado.<br />

Y la madera un recurso inapreciable para<br />

carpinteros, aperadores, ebanistas y torneros,<br />

que tienen en tanto su dureza. M. Ivaren,<br />

miembro de la Sociedad de Agricultura de<br />

Vaucluse, estima en 400 francos por hectárea<br />

los gastos de establecimiento de un vergel de<br />

almendros, suponiendo 300 plantas por hectárea,<br />

comprándola á 60 francos el 100 de plantones<br />

de tres años ó- ingeridos.<br />

SETOS DE ALMENDROS.—Estos setos se forman<br />

en las tierras que dan á los caminos y en<br />

las viñas, valiéndose de almendras amargas,<br />

que se siembran de asiento con su cascara.<br />

Algunos las ponen á 15 centímetros de distancia<br />

y otros á 30. El defecto esencial de<br />

estos setos es que el tronco crece y queda<br />

desnudo por abajo, mientras abunda en ramas<br />

por arriba, porque ninguna operación les<br />

obliga á que queden enanos, interceptando el<br />

curso directo de la savia. Tratándose de un<br />

árbol tan propenso á la goma como el almendro<br />

, hay que desistir de los continuos despuntes<br />

á que se someten las plantas de seto<br />

U) Una cuarterada de tierra equivale á poco más<br />

de 71 áreas.<br />

(2) Un almud equivale á 1,95 litros.<br />

(3) Una cuartera, á 70,34 litros.<br />

vivo, para obligarlas á que arrojen por bajo<br />

y no se desnuden sus troncos de vegetación,<br />

porque las continuas heridas que habría que<br />

producir concluirían por debilitar los pies,<br />

llenarlos de goma y podrir sus tejidos.<br />

Rozier aconsejaba cortar los pies por cerca<br />

del suelo, á fin de que se multiplicaran los<br />

renuevos y crecieran como los montes tallares,<br />

impidiendo todos los años la elevación de<br />

estos renuevos con recortes. Pero en la práctica<br />

hubiera tropezado con el escollo de la<br />

goma, que al poco tiempo se habría encargado<br />

de hacer desaparecer las ramas, sin conseguir<br />

vestirlas cerca del suelo, además de robar<br />

mucho terreno.<br />

D. Navarro Soler.<br />

ALMENDRO. — Árbol de la Isla de Cuba<br />

que corresponde á la especie Laplacea curlyuna,<br />

A. Rich, de la familia de las Ternstremiáceas.<br />

Adquiere una altura de 12 á 15 metros,<br />

con un tronco de 8 á 9 metros y un diámetro de<br />

5 decímetros. Es de elegante forma, abundante<br />

follaje y fácil de reproducirse en todos los terrenos.<br />

Tiene las hojas alternas, elípticas, lustrosas<br />

por encima y vellosas por debajo. Las flores<br />

son blancas, olorosas, solitarias en las axilas<br />

de las hojas. La corteza presenta un color verdoso<br />

agrisado. La madera es dura, de duramen<br />

rojizo y albura blanquecina. Puede usarse<br />

en ebanistería y carpintería. Rompe á diagonal<br />

en la flexión y tensión, y á lo largo en la<br />

torsión, haciéndose después una torcida. El<br />

peso específico es de 1,03.<br />

ALMENDRUO0.—Fruto del almendr0j<br />

con su primera cubierta verde todavía, la segunda<br />

blanda, y la simiente carnosa interior<br />

á medio cuajarse.<br />

ALMERÍA (Geografía agrícola).—Hállase<br />

comprendida entre los 37° 30' y los 36°<br />

2o' de latitud septentrional, y entre 2 o 35'<br />

de longitud oriental del meridiano de Madrid.<br />

Tiene la figura de un pentágono muy<br />

irregular, dos de cuyos lados baña el Mediterráneo;<br />

el occidental se dirige desde la<br />

costa á Sierra Nevada; desde las cumbres<br />

de ésta el límite sigue la dirección NE., y<br />

por medio de una breve curva se enlaza con<br />

el quinto lado ó límite oriental de la provincia<br />

que separa á ésta de la de Murcia.<br />

Así, pues, la provincia de Almería confina<br />

al E. con la de Murcia; al N. con ésta y la de<br />

Granada en una reducida extensión; al NO.<br />

y al O. con la de Granada, y al S. y SE. con<br />

el Mediterráneo. Mide 8.553 kilómetros de<br />

extensión superficial; cuenta 703 poblaciones,<br />

358.242 habitantes, ó sean 42 por kilómetro<br />

cuadrado, y por la densidad de su<br />

población ocupa el decimonoveno lugar entre<br />

las 49 provincias españolas. Su mayor longitud<br />

es de 132 kilómetros, y su mayor anchura<br />

de 88.<br />

El suelo de esta provincia, como el de toda<br />

la región oriental de Andalucía, es sumamente<br />

accidentado. Al O. se encuentra la parte<br />

oriental de Sierra Nevada, la más elevada,<br />

como es sabido, entre las montañas de la Pe-


ALM — 98 — ALM<br />

de diámetro; la formada por la sierra de las<br />

Estancias, en la parte que se denomina Saliente,<br />

por el S., y por los montes Frau, Fraile,<br />

Jali y Álamo, con unos 9.000 metros de diámetro,<br />

comprendiendo las campiñas denominadas<br />

Cantar, Campillo, Rincón y Hoya de<br />

Méndez, y por último, la tercera llanura situada<br />

entre la extremidad oriental de la sierra de<br />

las Estancias y un estribo llamado cerro de<br />

Tonosa, que mide unos 6. kilómetros de diámetro,<br />

y comprende la diputación de Viotar,<br />

llegando por el E. hasta los confines de Lorca,<br />

en la provincia de Murcia, y comprendiendo<br />

los sitios de Limones y Nogalte. El terreno<br />

de cañadas y llanuras es casi todo él de la<br />

misma calidad, si bien son superiores las tierras<br />

del centro de éstas y de los asientos de<br />

aquéllas. En las vertientes meridionales de<br />

las colinas hay viñedos excelentes, que producen<br />

vinos estimados con razón sobrada, y en<br />

las septentrionales abundan los pastos de buena<br />

calidad.<br />

Al Mediodía de esas sierras, ó sea de los contrafuertes<br />

del Cabezo de la Jara, y con las estribaciones<br />

meridionales bañadas por las aguas<br />

del Mediterráneo, se levanta la Sierra Almagrera,<br />

celebrada desde 1839 por haberse descubierto<br />

en ella desde entonces muchas minas<br />

de plata, principalmente eu el barranco llamado<br />

Jaroso, donde existen más de cuarenta. Esa<br />

sierra, que comienza á unos 8 kilómetros al E.<br />

de Vera, y cierra por el Oriente el valle del<br />

Almanzora, mide unos 3 kilómetros de anchura<br />

y 7 de longitud desde la desembocadura de<br />

dicho río, y se halla constituida por esquisto<br />

micáceo, variando', según las capas, la proporción<br />

entre la sílice y la mica, apareciendo<br />

entre ellas algunas de esquisto arcilloso. Gracias<br />

á las perturbaciones causadas por las<br />

erupciones basálticas y traquíticas, no es posible<br />

marcar á la estratificación de esas capas<br />

una dirección general; se hallan cortadas por<br />

barrancos profundos; no mana de ellas fuente<br />

alguna, y solamente crecen en la sierra el esparto<br />

ó atocha,faltando,de consiguiente, alas<br />

explotaciones mineras los indispensables materiales<br />

de combustión. Los esquistos se hallan<br />

atravesados en todos sentidos por filones ferruginosos<br />

, acompañados de sulfatos de barita<br />

y cal, algunos de los cuales presentan desde<br />

luego al observador la galena, argentífera<br />

siempre, aunque en proporciones variables.<br />

El aspecto que presentan las materias que<br />

constituyen los filones, principalmente los<br />

hierros, que por lo general aparecen como escoriáceos<br />

y fundidos, indica que esos criaderos<br />

proceden de una erupción interior, acompañada<br />

de fenómenos ígneos. Por numerosos<br />

indicios recogidos, y por los abundantes escoriales<br />

que en la sierra se encuentran, puede<br />

afirmarse que esas minas fueron ya explotadas<br />

por los cartagineses, y principalmente<br />

por los romanos, que fundaron la ciudad de<br />

Urci, en el sitio que ha ocupado después Villaricos.<br />

Entre esas serranías orientales de la provin­<br />

cia que describimos, las de.las Estancias. Lucar<br />

y Baza al N., y de los Filabres al.S., se forma<br />

un extenso y fértil valle, que fecunda ei-<br />

Almanzora, y en que abundan los terrenosmás<br />

adecuados para el cultivo agrícola, si bien<br />

en ocasiones la falta de agua es causa de que<br />

las cosechas no lleguen á sazón, y.en otras las<br />

lluvias torrenciales producen estragos de gran<br />

cuantía. La constitución de la sierra de los-<br />

Filabres es análoga á la de la sierra de las Estancias<br />

en sus principales zonas, abundando'<br />

en ella los mármoles y los minerales de variasespecies.<br />

En la serie de montañas casi paralela á la<br />

precedente que recorre la zona meridional de<br />

la provincia de Almería, se eleva al E.la<br />

Sierra Cabrera, desde Mojacar hasta el río<br />

Alias, y desde Sorbas hasta el fondeadero de-<br />

La Carbonera, formando un núcleo montañoscde<br />

22 kilómetros de diámetro.<br />

Contiene criaderos de galena, que á vecesse<br />

presenta en granos incrustados en la roca,,<br />

otras rellenando grietas ó tapizando las paredes<br />

de las mismas, y otras, en fin, rellenandolas<br />

concavidades formadas por los cantos rodados<br />

envueltos en las tierras que ha originado<br />

la descomposición de los terrenos. Por una<br />

serie de cerros y lomas que se destacan hacia<br />

el N. de la Sierra Cabrera, se enlaza con la<br />

de los Filabres por las jurisdicciones de Bedar<br />

y Lubria, y tomando en algún punto eK<br />

nombre de Sierra del Perro.<br />

En el sitio llamado El Pinar, y que pertenece<br />

á los altos de Bedar, se encuentran excari<br />

vaciones de época desconocida, y en los escombros<br />

y paredes granos de alchol, manchas<br />

de malaquita azul, óxido rojo de hierre<br />

y una sal blanca, compuesta de carbonates de<br />

plomo, cobre, cal, magnesia y gran cantidad .<br />

de sílice, formando combinación y no mezcla<br />

puramente mecánica, puesto que el mineral<br />

se presenta cristalizado en agujas sedosas, y<br />

formando radios á la manera de las feolitas y<br />

de ciertos arbustos. Suele tener color agrisado,,<br />

y aparece á veces la galena en forma pulverulenta<br />

y formando agujas. Dirigiéndose hacia*<br />

el NE., se encuentran las colinas de Ballagona,<br />

cuyo pie baña el Almanzora, donde hay<br />

' un grueso filón de hierro magnético entre<br />

otros muy notables, continuando la misma<br />

clase hasta el término de Huercal-Overa, que<br />

forman tierras calizas y un considerable depósito<br />

de yeso micáceo brillante. Por medio de<br />

la Sierra Pulpi se enlazan las elevaciones mencionadas<br />

con la Almagrera,-siendo aquélla de<br />

constitución análoga á la de ésta, aun cuandose<br />

halle separada por una llanura de una legua<br />

de extensión.<br />

La Sierra Alhamilla, separada por el. ría-<br />

Alias de la Sierra Cabrera, que realmente esuna<br />

continuación de aquélla, corre en una<br />

longitud de 27 kilómetros hasta el río Almería<br />

y cerca de la ciudad de este nombre, y en:<br />

su mayor parte se halla constituida por esquisto<br />

micáceo arcilloso, con pequeños filonesde<br />

mineral de cobre, y también de hierro oxi-


ALM — 99 — ALM<br />

dado y piritoso, manifestándose éste con bastante<br />

abundancia en la fuente que surte los<br />

baños termales de Alhamilla. Las masas calizas<br />

contienen depósitos de galena, formando<br />

nidos ó bolsas y vetas irregulares de corta<br />

extensión, en comunicación unas con otras.<br />

Los cerros de Benadux proporcionan, gracias<br />

ala explotación minera, medios de subsistencia<br />

á los pueblos situados en las márgenes del<br />

río Almería; en la falda meridional de la sierra,<br />

y á unos 1.000 metros de Nijar, hay una<br />

excavación circular de 200 metros de diámetro,<br />

llamada El Zarayo, con señales de haberse<br />

formado por erupción volcánica, y en la cual<br />

se podría formar un pantano con las aguas<br />

llovedizas, y que podría prestar grandes servicios<br />

á la agricultura. Entre la sierra de<br />

Alhamilla y la sierra de los Filabres se encuentran<br />

los feraces campos de Tabernas y<br />

TJleila del Campo, recorridos el primero por<br />

el Almería y sus tributarios, y el segundo por<br />

el Aguas ó Mojacar, que pasa después por<br />

Sorbas y Turre, siendo de lamentar que ni el<br />

pobre caudal de esas corrientes, ni las lluvias,<br />

harto escasas, basten por lo común para asegurar<br />

las cosechas. Al S. de la Alhamilla, y<br />

entre la sierra de Gata y el Mediterráneo, se<br />

encuentra el campo de Nijar, muy feraz en<br />

años de lluvias frecuentes y copiosas.<br />

Al O. de la Alhamilla, en la misiña dirección,<br />

y separada de ella por el río Almería,<br />

corre de E á O., en una extensión de 55 kilómetros,<br />

la célebre sierra de 'Gador, con cimas<br />

de 2.000 metros de elevación y formando parte<br />

del sistema de las Alpujarras. Abundan en<br />

ella los plomos, con que se ha inundado á todos<br />

los países civilizados, calculándose la cantidad<br />

de mineral extraído durante cincuenta<br />

años en 15 millones de quintales y un millón<br />

de alcohol ó alchol de hoja, que los alfareros<br />

emplean. La base dé la sierra se halla formada<br />

por terrenos mica-esquistos, pertenecientes<br />

al tercer período de la época primitiva. En<br />

la caliza negra, que predomina en los terrenos<br />

intermedios y alterna con la cal esquista, los<br />

esquistos arcillosos y las calizas brechiformes,<br />

como substancias accesorias á la formación caliza,<br />

se encuentran nodulos de cuarzo blanco<br />

y coloreado, yesos de varias clases, espatos,<br />

flúor, y varias y abundantes especies del género<br />

plomo. Los criaderos de mineral son tan<br />

irregulares que no se pueden considerar como<br />

filones, riñones ni capas; generalmente se hallan<br />

á una profundidad de 70 á 110 metros.<br />

Por falta de combustible han sido abandonadas<br />

muchas minas, y la explotación ha disminuido<br />

notablemente. Entre la sierra de Gador<br />

y el mar se encuentra el fértil y hermoso campo<br />

de Dalias.<br />

Entre esa sierra y la Nevada se extiende<br />

la parte oriental del terreno montuoso y<br />

agreste que se comprende con la denominación<br />

de Alpujarras, célebre por la feracidad<br />

de sus valles, por lo abrupto de sus cimas y<br />

por la rapidez con que se pueden recorrer,<br />

subiendo desde la llanura hasta las cumbres<br />

todas las zonas y climas, desde el tropical<br />

hasta el polar ó alpestre. Junto á la costa, y á<br />

28 kilómetros al E. de la ciudad de Almería,<br />

se eleva la sierra de Gata, serie confusa dé<br />

pequeñas cimas escarpadas y desprovistas de<br />

vegetación, producto de erupciones volcánicas,<br />

según revela, además de la naturaleza<br />

del terreno, la circunstancia de hallarse algún<br />

cráter apagado, como el del Morrón de los genoveses,<br />

en cuyo fondo existe, un depósito de<br />

pómez, puzzolanas y tierras volcánicas, que envuelven<br />

granos de piceas, perlitas obsidianas<br />

y demás vidrios volcánicos. La parte superior<br />

del depósito presenta una especie de<br />

corriente de lava, de aspecto arenisco, semivitrificada,<br />

ondulosa, y con basaltos pirosénicos<br />

compactos en algunos puntos. En el cerro del<br />

Garbanzal existe una variedad de dolerita<br />

roja, de estructura granitoide, atravesada por<br />

vetas dé mineral negro pulverulento; en otros<br />

cerros más orientales, y que comienzan con el<br />

de Escullos, abundan las termántidas, los jaspes,<br />

las caledonias y ágatas, formando vetas y<br />

depósitos entre basaltos. Abunda también el<br />

caolín, que se utiliza en la fábrica de lozas de<br />

Sevilla, en las cercanías del Castillo del Rodalquilar,<br />

y en el sitio denominado El Hornillo<br />

se ve un conglomerado calizo muy abundante<br />

de cemento que cubre los terrenos volcánicos,<br />

para aparecer éstos luego en Artichela, y con<br />

ellos las traquitas blancas ó amarillentas, con<br />

cristales de antibol, y depósitos de tierra pómez<br />

y perlitas. En varios puntos asoman cerros<br />

de cuarcita entre los de traquitas y basaltos,<br />

y en ellos hay filones de cobre y de<br />

galena, mezclada ésta por lo común con óxido<br />

de hierro, carbonato de plomo, espatos flúor<br />

y barítico.<br />

Ríos Y ARROYOS.—La proximidad de las serranías<br />

de la provincia que nos ocupa al mar<br />

es causa de que no circule por su territorio<br />

ningún río caudaloso, ni aun ríos de segundo<br />

orden. En cambio, á más de algunos de tercer<br />

orden por la cantidad de agua que arrastran<br />

y por lo breve del curso, á no ser en épocas<br />

de lluvias torrenciales, durante las cuales son<br />

las inundaciones desastrosas á veces, gracias<br />

á lo accidentado del terreno, abundan los<br />

arroyos y torrentes, que, tributarios ó no<br />

de los riachuelos, se hallan comprendidos en<br />

cuatro hoyas hidrográficas principales, formadas<br />

dos de ellas por las cordilleras que<br />

cruzan la provincia de O. áE., y.las otras pollas<br />

sierras que se elevan en las comarcas meridionales.<br />

La más septentrional vierte hacia<br />

la provincia de Murcia, es decir, hacia el E. de<br />

la de Almería, y es conocida con el nombre<br />

de avenidas' de Lorca ó torrente de Lorca.<br />

Recoge aguas de la sierra de las Estancias y<br />

de la Sierra María, á partir de las Vertientes,<br />

entre Oria y Cullar, y lleva el nombre de<br />

Rambla de Chirivel, para desaguar en el Sangonera<br />

con la denominación de río Vélez,<br />

después' de aumentar su caudal con las aguas<br />

de los arroyos Aspilla, Clavi, Jali, Guite y<br />

Charche.


ALM — 100 — ALM<br />

La ¡segunda cuenca vierte sus aguas al Mediterráneo<br />

por el río Almanzora, que nace en<br />

el sitio denominado Rambla de Ranul, en la<br />

falda oriental de la sierra de Baza; corre<br />

de O. á E. en un principio entre las estribaciones<br />

de las sierras de Lncar y de los Filabres,<br />

por un fértil llano que probablemente<br />

fué lago en un principio, y en el cual se encuentran<br />

los términos de Serón, Purchena y<br />

Macael, para seguir por los de Cantería,<br />

Albanchez , Zurgena y Cuevas de Vera, pasado<br />

el cual recoge las aguas del Taberno y<br />

otras corrientes procedentes de la sierra de<br />

las Estancias y del Cabezo de la Jara, para<br />

dirigirse luego hacia el Mediodía, pasar por<br />

Cuevas de Vera y desaguar en el Mediterráneo<br />

por Torre de Villaricos, después de un<br />

curso de 72 kilómetros, durante el cual fecunda<br />

hermosos pagos, y recibe por la izquierda,<br />

y de la sierra de las Estancias, las aguas de<br />

las ramblas ó bancos de Olula, Ojilla, Albox,<br />

el ya mencionado arroyo Taberno, Las Piedras,<br />

Almajalejo del Peral y arroyo Guitar;<br />

de la sierra de Almagro, las ramblas de Albaricos<br />

y Santa Bárbara y el Pulpi, cerca de su<br />

desembocadura, y por la margen derecha, con<br />

aguas recogidas en la sierra de los Filabres, el<br />

río Albanchez y las ramblas de Gevas, Oria,<br />

Tenobra, y los arroyos Bayarque, Sulfi, Macael,<br />

Aceituno, Zurgena y Damián.<br />

La tercera hoya hidrográfica es la del río<br />

Almería, que nace en las faldas meridionales<br />

de la sierra de Baza, en las ramblas de Juanr<br />

cho y Fiñana; corre primero entre la sierra<br />

mencionada y la Nevada, entre ésta y la de<br />

los Filabres luego, y, por último, entre las de<br />

Alhamilla y Almería, ó más bien Gador, y<br />

desagua al Oriente y á 2 kilómetros de la capital<br />

de la provincia, después de regar los<br />

términos de Fiñana, Doña María, Nacimiento<br />

, Huécija, Santa Fe de Mondujar, Gador,<br />

Pechina, Viator y otros pueblos. Gracias á lo<br />

accidentado del terreno que recorre, el Almería<br />

recibe numerosos afluentes por ambas<br />

márgenes, entre ellos, por la izquierda, el Gergal,<br />

el Taberno con el Horcajar y otros, procedentes<br />

de la sierra de los Filabres y de la<br />

Alhamilla, y por la derecha el que, corriendo<br />

entre sierra de Gador y Sierra Nevada, ó sea<br />

por la Alpujarra oriental, desciende del cerro<br />

del Almirez por Laujar, riega los términos<br />

de Fondón, Canjayar, Ragol y Huécija. Las<br />

aguas que ordinariamente arrastra el Almería<br />

no bastan para las exigencias del riego en las<br />

vegas que cruza; en cambio durante las avenidas<br />

arrastra gran cantidad de tarquín, que<br />

abona considerablemente las tierras. En algunos<br />

puntos el cauce es muy profundo, y desgraciadamente<br />

los agricultores del país no se<br />

han ingeniado para construir pantanos y almacenar<br />

el agua de lluvia, en lugar de dejar<br />

que vaya á perderse en el Mediterráneo.<br />

Otra de las cuatro cuencas importantes de<br />

la provincia de Almería es la que riega con<br />

abundante caudal el río Adra, que divide las<br />

sierras de Gador y la Alpujarra propia, y des­<br />

agua en el mar por la villa que le da nombre.<br />

Nace en las vertientes de Sierra Nevada, por<br />

cima de Laroles, provincia de Granada y puerto<br />

de Ragua. Aumentan sucesivamente sus<br />

aguas .las que se desprenden de las vertientes<br />

occidentales de la sierra de Gador y de los<br />

montes de las Alpujarras; son tributarios suyos<br />

el Yator y Ugijar, y fertiliza, entre otros,<br />

los términos de Alcolea, Lucainena, Danical,<br />

Ceninar , Berja y Adra; corre de N. á S. en<br />

una extensión de 40 kilómetros, sirviendo<br />

en gran parte de su curso como límite occidental<br />

de la provincia de Almería, y sus márgenes<br />

son deliciosas en muchos sitios por el<br />

gran número de huertas y frutales que existen<br />

en ellas. Por lo mismo que es perenne el caudal<br />

de ese río, aun. cuando no muy caudaloso,<br />

á no ser en épocas de lluvias é inundaciones,<br />

podría sacarse de él más partido del que actualmente<br />

se saca, en beneficio de la producción<br />

agrícola.<br />

Además de las cuatro principales hoyas<br />

hidrográficas descritas, existen en la provincia<br />

de Almería otras vertientes de extensión más<br />

reducida é inmediatas al Mediterráneo; tales<br />

son: al Oriente de la anterior, la que constituye<br />

la feraz campiña de Dalias, y las de Vicar<br />

y Roquetas, que se encuentran al Mediodía<br />

de la sierra de Gador, y son fecundadas por<br />

varios riachuelos y arroyos; la comprendida<br />

al E. del Almería, entre las sierras de Alhamilla,<br />

Cabrera y Gata, que comprende las<br />

campiñas de Nijar, Lucainena de las Torres<br />

y Carboneras entre otras, y es recorrida por<br />

los riachuelos Artal y Alias en la parte central<br />

y oriental respectivamente, y por varios<br />

arroyos que desaguan directamente en el Mediterráneo,<br />

ó que son afluyentes de las corrientes<br />

citadas. Entre la parte oriental de<br />

la sierra de Alhamilla y la Sierra Cabrera<br />

al S., y la parte oriental también de la sierra<br />

de los Filabres existe otra pequeña cuenca,<br />

que recorren el río de Aguas ó Mojacar<br />

y el Antas, pasando el primero por Sorbas,<br />

Turre y Mojacar, después de recoger el<br />

tributo de algunos arroyos en la primera mitad<br />

de su curso, y el segundo por los términos<br />

de Lubrín, Antas y Vera.<br />

La costa de Almería, bastante accidentada<br />

en su trazado, y escarpada en sus cuatro quintas<br />

partes, mide cerca de 300 kilómetros de<br />

longitud; sus puntas más importantes de O.<br />

á E. son la de las Sentinas ó del Centinela, y<br />

la de Elena al O. del golfo de Almería; al E.<br />

las del Corralete y de Vela Blanca, entre las<br />

cuales destaca el Cabo de Gata; á partir de<br />

este punto la ruta sigue la dirección NE., con<br />

accidentes poco pronunciados, y en ella aparecen<br />

las puntas de Loma Pelada, Polacra,<br />

Mesa de Roldan, Farallón y Cautel. Los puertos<br />

y fondeaderos más importantes son los de<br />

Adra, Guardia Vieja, Roquetas, Almería,<br />

Puerto Genovés, Ensenada de Escullos, Puerto<br />

de San Pedro, Fondeadero de la Carbonera,<br />

Puerto del Rey ó golfo de Vera y otros<br />

menos importantes. Como dependencia marí-


ALM — 102 — ALM<br />

der la preferencia á cultivos propios de aquellas<br />

localidades y de aquel clima, siquiera uo<br />

siempre remuneren debidamente los esfuerzos<br />

del agricultor, ora por lo atrasado de los procedimientos<br />

de cultivo, ora por falta de actividad<br />

y medios para dar salida á los productos.<br />

Entre los varios que se recolectan en la<br />

provincia de Almería, deben enumerarse el<br />

trigo, la cebada, el centeno, el mijo, el maíz,<br />

los garbanzos, habichuelas ó judías secas,<br />

los guisantes, las habas, las lentejas blancas<br />

y «legras, las patatas, los nabos, las batatas,<br />

la caña dulce, las aceitunas, nueces, castañas,<br />

bellotas, peras, melocotones, ciruelas, albaricoques,<br />

manzanas, naranjas), limas, limones,<br />

granadas, algarrobas, higos, uva común,<br />

uva de embarque ó pasas, sandías, melones,<br />

calabazas, pimientos, aceite de linaza, lino,<br />

cáñamo, esparto y toda clase de hortalizas.<br />

Abundan igualmente la barrilla y la sosa.<br />

También se cría en esa provincia toda clase<br />

de ganados domésticos propios de nuestras<br />

latitudes, mereciendo especial mención, por la<br />

magnitud y hermosura de las reses, el ganado<br />

vacuno de la vega de Almería. El 24 de Septiembre<br />

de 1865, según el -recuento oficial,<br />

existían en la provincia de Almería 3.072 caballos,<br />

23.901 reses mulares, 43.927 asnales,<br />

5.773 vacunas, 257.967 lanares, 60.484<br />

cabrías y 43.230 de cerda. Abunda igualmente<br />

la sal, producto/natural que tanta importancia<br />

tiene en la ganadería, debiendo ser<br />

citadas aquí las salinas de Roquetas, pertenecientes<br />

al Estado, y de las cuales se pueden<br />

obtener 80.000 fanegas de sal común en años<br />

que no sean escasos de lluvias. En la parte<br />

opuesta del golfo de Almería existen las salinas<br />

denominadas Espumeros del Cabo de<br />

Gata, que no se explotan en grande escala<br />

por no exigirlo el consumo. Gracias á que los<br />

jornales alcanzan precios muy elevados por<br />

absorber muchos brazos el trabajo de las minas,<br />

la agricultura no adquiere el desarrollo<br />

que pudiera prometerse en suelo tan privilegiado.<br />

La industria del esparto ha decaído un<br />

tanto por la misma causa.<br />

B. Fernández Miguel.<br />

ALMEZ.— Con este nombre, y con los de<br />

latonero, alatonero (Aragón), lladoner, lledoner<br />

(Cataluña), lodoño (Navarra), lodoeiro<br />

(Galicia) y llidoner, llidonelero y aligonero<br />

(Valencia), se designa en nuestro país<br />

al Cellis australis; L. (familia Celildeas).<br />

Los frutos toman á su vez el nombre de<br />

almecina, latones (Aragón), lladons (Cataluña),<br />

y llidons, cáicabes ó calcabas (Valencia).<br />

. DESCRIPCIÓN.—Árbol por lo común de poca<br />

altura (6 á 10 metros), aunque cultivado en<br />

buenas condiciones suele formar troncos bastante<br />

altos y gruesos, pudiéndose citar á este<br />

propósito los hermosos ejemplares del célebre<br />

Monasterio de Piedra en España, y el almez<br />

de la Plaza de Predicadores.de Aix (Francia),<br />

que supera en altura á todos los edificios que<br />

le rodean, y mide á un metro del suelo 5,60<br />

metros de circunferencia, siendo su edad de<br />

unos quinientos años. La raíz central está bien<br />

desarrollada en los suelos arenosos y sueltos,<br />

siendo numerosas y someras las laterales en<br />

los duros y pedregosos. Tronco derecho, de<br />

corteza lisa y de color pardo ó cenizoso obscuro.<br />

Copa ancha; ramas principales erectas,<br />

las secundarias patentes, y las ramillas tiernas<br />

pubescentes y casi colgantes; yemas aovadoagudas,<br />

pubescentes, arrimadas al ramo, de<br />

pocas escamas; éstas son aovado-lanceoladas,<br />

agudas, pardo-rojizas y algo pestañosas; hojas<br />

dísticas, alternas, aovado-lanceoladas , con<br />

punta larga, desigualmente arredondeadas en<br />

la base, aserradas ó dentadas, con dientes<br />

grandecitos y obtusos, ásperas y de un verde<br />

obscuro en el haz, pubescentes y de un verde<br />

más claro en el envés; nervios pinados, pero<br />

dos de los laterales arrancan de la base del<br />

limbo; pecíolo corto, de un centímetro ó poco<br />

más; limbo de 7 á 12 centímetros de largo y<br />

4 á 6 de ancho (la punta suele alcanzar 1 á 2<br />

centímetros); estípulas pequeñas, más cortas<br />

que el pecíolo, lineares y caducas.<br />

Flores hermafroditas solitarias, axilares,<br />

con pedúnculos más largos que los pecíolos;<br />

perigonio de cinco hojuelas erectas, aovadas,<br />

obtusas, pubescentes en el dorso, pestañosas,<br />

caducas; estambres cinco, opuestos á ellas y<br />

poco más largos que las mismas; pistilo más<br />

largo que los estambres; ovario ao vado-oblongo,<br />

unilocular y uuiovulado, pelosillo en su<br />

parte superior; estilo corto y grueso, dividido<br />

en dos estigmas divergentes, lanceoladoliueares,<br />

pubescentes y glandulosos, blanquecinos,<br />

más largos que el ovario; el fruto<br />

(figura 30) es una drupa aovada ó arredondeada,<br />

de un centímetro ó poco más de diámetro,<br />

verde al principio, después rojiza ó<br />

amarillenta, por fin negruzca, poco carnosa,<br />

de pulpa comestible; pedúnculo doble de largo<br />

que el pecíolo.<br />

En la parte baja de los ramillos floridos<br />

suelen presentarse algunas flores masculinas.<br />

Florece el almez de Abril á Mayo, ó antes en<br />

localidades cálidas, y madura sus frutos al<br />

fin del estío, permaneciendo éstos en el árbol<br />

hasta bien entrado el invierno.<br />

ÁREA.. — Extiéndese esta especie por los<br />

países que rodean el Mediterráneo y por las<br />

islas de este mar; Francia, España, Portugal,<br />

Italia, Argel, Marruecos, Túnez, Cerdeña,<br />

Sicilia, Creta, Turquía, etc. También se encuentra<br />

en la Isla de la Madera, pero no en<br />

Canarias.<br />

HABITACIÓN EN ESPAÑA.— Hállase el almez<br />

casi siempre en ejemplares aislados, en las<br />

provincias meridionales y orientales, y con<br />

menos frecuencia en Aragón, Castilla la Nueva<br />

y Extremadura. Hailo también entre Toledo<br />

y Mora, en la parte baja del Valle del<br />

Tiétar, en la Sierra de Espadan (Castellón),<br />

en Huesca (Barbastro, Boltaña, etc.), y en<br />

Cataluña (Cabrils, Balaguer, Avellanas, etc.),<br />

siendo probable que en varios de estos puntos<br />

proceda de cultivo.


ALM — 103 — ALM<br />

CLIMA, SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRENO.—<br />

Prefiere este árbol climas cálidos ó templados,<br />

-siendo sensible al frío en los primeros años,<br />

cuando vive en climas fríos. En este caso hay<br />

que proporcionar abrigo á las plantitas. Se da<br />

bien en todas las exposiciones, y prospera lo<br />

mismo en las llanuras que en las laderas y oteros<br />

, y á veces hasta en las mismas montañas.<br />

Poco exigente en clase de terreno, gusta, sin<br />

embargo, de los que son algo profundos, arenosos<br />

y frescos, no rehusando los pedregosos<br />

y secos, si bien entonces su desarrollo es más<br />

lento y su porte algo raquítico. Los terrenos<br />

muy ligeros, húmedos ó pantanosos no le<br />

convienen.<br />

BF.NEFICIO.—Técnicamente hablando, el<br />

almez no tiene importancia dasonómica, porque<br />

no suele criarse en rodales. Su beneficio,<br />

por lo tanto, es más bien del dominio de la<br />

arboricultura. El desarrollo de los árboles se<br />

favorece con la poda, y una vez llegados á<br />

una edad avanzada, se cortan por el pie, sustituyéndose<br />

por otros procedentes de plantación.<br />

Cuando por excepción forma rodal, se<br />

puede beneficiar en monte bajo, y también<br />

por desmoche ó descabezamiento los árboles<br />

aislados. La fuerza reproductora de sus cepas<br />

y tronco permiten estos tratamientos. En el<br />

extranjero suelen poner á veces algunos alme-<br />

Kiriiu-n 30,—Fíat) del almez<br />

ees en los .cazaderos para atraer la caza, que<br />

gusta mucho del fruto de este árbol.<br />

CULTIVO.—El almez se cultiva mucho, no<br />

sólo por sus usos económicos, sino también<br />

porque contribuye al adorno y variedad de los<br />

jardines. Puede multiplicarse por semilla, estaca<br />

ó barbado, siendo el método más fácil y<br />

de más seguro éxito el primero. Según opinión<br />

corriente, debe sembrarse la almeeina en otoño,<br />

en cuyo caso suele nacer en la primavera<br />

inmediata, al paso que, sembrada en prima-<br />

vera, suele permanecer un año sin germinar.<br />

El riego frecuente adelanta la germinación.<br />

Las semillas se entierran á la profundidad de<br />

10 á 15 centímetros. Las plantitas sienten el<br />

frío; así es que en Francia acostumbran á<br />

abrigarlas con paja, hojarasca ó musgo durante<br />

el invierno. A los dos años se trasladan los<br />

brinzales al vivero, á fin de favorecer el desarrollo<br />

de las raíces. Colócanse á la distancia<br />

de unos 20 á 30 centímetros, y cuando tienen<br />

de 0,66 á 1 metro de altura, se sacan del vivero<br />

y se plantan de asiento.<br />

PRODUCTOS.—La madera del almez tiene<br />

los radios medulares algo desiguales y todos<br />

delgados; vasos gruesos y perceptibles á la<br />

vista en la parte interior de cada anillo, y<br />

pequeños y reunidos, formando líneas onduladas<br />

de color más claro que el del fondo en


ALM — 104 —. ALM<br />

la parte exterior; color amarillo verdoso muy<br />

claro y mate, y aunque muy parecida á la<br />

del fresno, cuyas buenas cualidades casi sobrepuja,<br />

carece del satinado que es propio de<br />

aquélla. Puede decirse que en general esta<br />

madera es más dura, coriácea y flexible que<br />

la de los demás árboles. Secada al aire tiene<br />

una densidad de 0,66 (madera de Francia),<br />

ó 0,88 (madera de España), según los ensayos<br />

hechos en la Escuela forestal de ÍÑfancy. La<br />

contracción por la desecación es de 18 por<br />

100 del volumen primitivo. Es esta madera<br />

sumamente útil para todos los objetos que<br />

exijan elasticidad y tenacidad. Ocupa el primer<br />

lugar para remos, cabillas de barcos,<br />

aros de cuba, mangos, varas de coche, rodrigones,<br />

baquetas, bieldos y mangos de látigos.<br />

Estos últimos<br />

son muy estimados en<br />

Francia, particularmente<br />

los del SE., conocidos<br />

con el nombre<br />

de varas de Perpignan.<br />

Para esto se beneficia<br />

el almez en monte bajo<br />

muy espeso, con objeto<br />

de obtener varas largas<br />

y delgadas. Es excelente<br />

también esta<br />

madera para carretería,<br />

tornería, carpintería,<br />

escultura y fabri­<br />

Figura 31.—Cepa de alcación<br />

de instrumentos<br />

mez después del año del<br />

desmoche.<br />

de cuerda.<br />

En el valle de Cofrentes y algunos otros<br />

puntos del reino de Valencia, y también en<br />

Cataluña, dirigen y podan el almez, guiando<br />

Figura 32<br />

Tallo de almez<br />

de dos años de edad<br />

Figura 33<br />

Tallo de almez<br />

de tres años de edad<br />

y atando sus ramas para obtener horcas y<br />

bieldos, muy estimados en aquellas comarcas<br />

por su dureza y elasticidad. Criado de este<br />

modo, sirve á la vez para asegurar los ribazos<br />

de los terrenos cultivados en pendiente, sin<br />

proyectar demasiada sombra sobre las demás<br />

plantas.<br />

Cuando se cultiva con tal fin el almez, se<br />

propaga por medio de las raíces de los troncos<br />

viejos, ya que los frutos germinan mal,<br />

obteniendo de esa suerte una almáciga con<br />

facilidad suma. A los dos años se transplantan<br />

los pies, y gracias á su propensión natural,<br />

á los cinco comenzarán á formar horqui^<br />

lia, por la divergencia de las ramas que vayan<br />

brotando. Entonces se cortarán por cima<br />

del nudo, y al año siguiente aparecerán las ramas<br />

que constituirán la horca, la cual se acondicionará<br />

bien, inireduciéndola después de<br />

Fisura 31<br />

Horca<br />

de tres ramas<br />

Fi' uní 35<br />

Horca<br />

de tres dientes<br />

Figura 3'.i<br />

Horca bidente-<br />

cortada en el horno, para dar á las ramas<br />

la inclinación conveniente. De no ser dable<br />

obtener una horca de forma regular, podrá<br />

utilizarse la rama para otros usos, como horcates,<br />

etc.<br />

Todos los años deberán practicarse en el<br />

cultivo las labores que indican las figuras 31,<br />

32 y 33, hasta que los tallos presenten una<br />

circunferencia de 10 á 12 centímetros, lo que<br />

generalmente suele ocurrir en el período comprendido<br />

entre el cuarto y octavo año de la<br />

planta, según que el suelo sea más ó menosferaz<br />

y más ó menos vigorosa la vegetación<br />

del árbol.<br />

Al año siguiente arroja varios brotes el<br />

tronco del arbolito que se cortó á ras de tierra;<br />

se podarán oportunamente todos, menos<br />

dos ó tres, para que no se fatigue la planta..


ALM — 105 — ALM<br />

y á los tres ó cuatro años se recogerán otras<br />

tantas horcas; cuatro años más tarde podrán<br />

cortarse 9 ó 10, y así sucesivamente irá aumentando<br />

el número. El cultivador cuidará<br />

de podar el tronco de tal manera que todos<br />

los años suministre algún producto. Conforme<br />

va transcurriendo el tiempo, y gracias<br />

á las repetidas podas, los troncos presentan<br />

una superficie muy irregular y horizontal, de<br />

manera que las aguas se van acumulando so-<br />

Fiprura S7 Finura 38<br />

Bieldo Bieldo de cinco dientes<br />

bre las cavidades, y provocan caries que comprometen<br />

la duración de las plantas si no<br />

se tiene la precaución de abrir salidas, practicando<br />

hendeduras en la superficie. Ocioso es<br />

advertir que no todos los brotes reservados<br />

en un mismo año se desarrollan con igual vigor<br />

y rapidez, y de ahí que no puedan ser<br />

utilizados al mismo tiempo.<br />

Por otra parte, como se conservan nuevos<br />

tallos después de cada corta parcial, resultará<br />

que un tronco presenta á la vez, después de<br />

varios años, 15 ó 18 tallos (figura 39), es decir,<br />

tallos de un.año, A; de dos, B; de tres, C;<br />

de cuatro, D; de cinco, E, y de seis, F, los<br />

últimos de los cuales pueden cortarse. Dicho<br />

se está que, no hallándose siempre bien dispuestas<br />

las ramas, deberán suprimirse podándolos,<br />

aquellos dientes que no conserven<br />

la dirección conveniente, y los tallos se destinarán<br />

á aquellos fines para que sean adecuados,<br />

cómo dientes de bieldo, horcates,<br />

mangos, etc. Para preparar bien las horcas,<br />

encorvar los dientes y enderezar el mango,<br />

después de mantenerlas en un horno<br />

algún tiempo, se las somete á un aparato especial<br />

cuando aún se hallen reblandecidaspor<br />

el calor.<br />

En el Ampurdán producen grandes rendimientos<br />

los almeces, cultivados para el fin ,<br />

que nos ocupa. No poseemos datos minuciosos,<br />

pero basta para dar idea de las utilidades<br />

que los labradores pueden obtener, citar las<br />

que encontramos en algunas publicaciones<br />

francesas, teniendo presente que los jornales<br />

son allí más caros que en España. Durante<br />

muchos años hubo en Sauve un industrial<br />

que se encargaba de adquirir y dar salida á<br />

todas las horcas obtenidas en la localidad.<br />

Los labradores le entregaban las ramas en.<br />

bruto por un precio fijado de antemano, es<br />

decir, por un franco, y él se encargaba de acondicionarlas<br />

bien, y las expendía á 1,50 á los<br />

consumidores. En la actualidad los productores<br />

han constituido una sociedad, encomendando<br />

á un gerente la preparación y venta de los<br />

productos, el cual expende las horcas á 25<br />

francos la docena, por término medio, é inunda<br />

los mercados del Languedoc, la Provenza<br />

y Argelia. Como cada hectárea de terreno cubierto<br />

de almeces produce al año, por término<br />

medio, 50 docenas de horcas, resulta que<br />

en las 1.500 hectáreas de Sauve se obtienen<br />

anualmente 75.000 docenas de horcas, es decir,<br />

que admitiendo el precio mínimo de 15<br />

francos la docena, se deduce que la población<br />

de Sauve percibe anualmente 1.125.000 francos<br />

por las horcas que envía á los mercados; suma<br />

á la cual es necesario agregar el valor de Iosbrotes<br />

empleados en diferentes usos, por no<br />

hallarse dispuestas sus ramas en forma conveniente;<br />

otros agricultores consideran que<br />

el producto líquido que deja por hectárea,<br />

este cultivo se eleva á 500 pesetas.<br />

El terreno que cubren los almeces, tan inteligentemente<br />

explotados, es accidentado en<br />

grado sumo, y se halla constituido por tierra,<br />

calcárea, con numerosas y grandes hendeduras,<br />

que están rellenadas con arcilla calcárea<br />

ferruginosa, en la cual se introducen profundamente<br />

las raíces de los almeces, de manera<br />

que no les falta nunca la humedad necesaria<br />

para su desarrollo, además de que por hallarse<br />

las plantas muy próximas unas á otras,,<br />

impiden que la superficie se seque en demasía.<br />

La madera de la raíz no es tan compacta<br />

como la del tronco, pero su color es muchomás<br />

obscuro; se hacen con ella mangos decuchillas<br />

y otras pequeñas obras de quincallería.<br />

Dícese que contiene una materia colovrante<br />

que se usa en el tinte'de las lanas.<br />

En los contornos de Chelva y en la vega<br />

de Lanjarón crían la vid en alto enlazándola<br />

al almez, y prefiriendo estos rodrigones á Iosde<br />

olmo, fresno y arce, tan celebrados en Italia<br />

(Lombardía) para este objeto. En el Mediodía<br />

de Francia también se observa esta<br />

práctica, sosteniéndose allí las vides sobre los


ALM — 106 — ALM<br />

espinos majuelos. Este método de criar la vid<br />

en alto es esencialmente español, al decir de<br />

algunos ilustrados agricultores. Nuestro insigne<br />

Clemente se expresaba así á este propósito:<br />

«Ninguno se presta mejor que él (el almez)<br />

á las formas pintorescas y miras económicas<br />

4 del artista cultivador, ni le iguala otro alguno<br />

en lo correoso, dócil, fuerte y demás cualidades<br />

que para el efecto de que ahora tratamos<br />

pueden apetecerse».<br />

Su leña y el carbón son muy apreciados, lo<br />

mismo que el ramón, que se da al ganado du­<br />

rante el invierno. La almeciua es comestible,<br />

pero tiene poca pulpa y es bastante insípida;<br />

contiene un aceite análogo al de las almendras<br />

dulces. Es bueno este fruto para contener la<br />

diarrea. La corteza contiene una substancia<br />

tintórea amarilla.<br />

Con los almeces se forman perfiles muy hermosos<br />

en los bosquetes de estío y otoño, á<br />

causa de los muchos brotes que arrojan sus<br />

ramas. Se presta bien este árbol al corte de<br />

tijera y guadaña, y se pueden formar con él<br />

buenos setos vivos.<br />

ESPECIES EXÓTICAS.—El género Celtis comprende<br />

unas setenta especies, extendidas por<br />

.las regiones templadas y cálidas de todo el<br />

orbe. El mayor número se encuentra en Asia<br />

y América, principalmente en la América<br />

meridional (Brasil); África y Australia cuenta<br />

cada una con seis especies. En Europa<br />

sólo hay dos, el C. ausiralis, ya descrito, y<br />

el C. Tourncforlii. En la Isla de Cuba y en<br />

Filipinas vegetan también algunos almeces.<br />

De éstos y de algunos otros, los más importantes<br />

para el cultivo, vamos á dar algunas<br />

ligeras noticias.<br />

Celtis Philippensis, P. Blanco. — Ramas<br />

medio ahorquilladas; hojas alternas, lanceoladas,<br />

enteras, lampiñas, tiesas, con tres nervios.<br />

Flores axilares en panoja; drupa del tamaño<br />

de un garbanzo, globosa, más gruesa en el<br />

medio, poco carnosa, con cuatro ángulos confusos<br />

y algunas eminencias; nuez huesosa, con<br />

una línea negra que la divide de arriba abajo<br />

en dos, con un aposento y una semilla. Árbol<br />

de segundo orden, bastante común en las Islas<br />

Filipinas. Los indios emplean su madera<br />

en varios usos, porque es muy buena, blanca,<br />

limpia y bastante dura. Llámanla malaitmo,<br />

por parecerse sus hojas á las del itmo 6 betel.<br />

C. lima, P. Blanco.—• Hojas alternas, con<br />

dos escotaduras angulosas en la base, aovadas,<br />

muy aguzadas, menudamente aserradas, muy<br />

ásperas por arriba, con pelo corto, y por debajo<br />

vellosas. Drupa carnosa, que afecta tener<br />

cuatro lados, dos más marcados: contiene una<br />

nuez escabrosa, con una semilla. Árbol filipino<br />

de tercera magnitud. Florece en Mayo. Los<br />

indios tagalos le dan el nombre de hanarión.<br />

El fruto es pequeño. Los indígenas pescadores<br />

del mar de Batangas lo conocen bien, porque<br />

con su corteza frotan las cuerdas de algodón<br />

de los anzuelos, dejándolas así teñidas de un<br />

hermoso barniz encarnado obscuro, y haciéndolas<br />

muy resbaladizas é impenetrables al<br />

agua. El color encarnado se vuelve negro<br />

cuando se mojan las cuerdas.<br />

C. macrophüla, Kunth.— Este árbol se cría<br />

en las sierras de la región boreal de la Isla de<br />

Cuba, donde se conoce con el nombre de guacimilla.<br />

Llega á tener de 16 á 28 metros de<br />

alto, y de 1 á 1,25 de grueso á los treinta y<br />

cinco ó cuarenta años de edad. La madera es


ALM — 107 — ALM<br />

ílura, rivalizando con la del quiebra-hacha. Se ALMIAR.—-En los cortijos de Andalucía,<br />

hacen de ella ejes de carretas, y es muy útil en que la extensión del cultivo no permite en­<br />

para construcción.<br />

cerrar la paja en almacenes, pues sería nece­<br />

C. occidentalis, L.—Este almez se cría en sario construcciones muy costosas 3' extensas,<br />

las tierras frescas y pingües de la América sep­ se guarda la paja en montones, que se llaman<br />

tentrional , donde alcanza la altura de 23 á 25 almiares. Su construcción es de forma rectan­<br />

metros. Florece en primavera, y sus frutos gular, según b (figura 40). El tamaño de los<br />

maduran hacia la mitad del otoño. Sirve, como almiares es en algunos casos extraordinario,<br />

el almez común, para adorno de los jardines; pues el lujo ó costumbre es hacerlos grandes.<br />

sus hojas se desarrollan al fin de la primave­ El emplazamiento del almiar debe hacerse<br />

ra; la desfoliación es tardía, y al caer las ho­ de manera que el suelo escurra el agua de<br />

jas conservan mucha parte de su frescura y lluvia en todo su contorno, y al efecto es cos­<br />

lozanía; esto, y la circunstancia de caer todas tumbre hacer una zanja de salida de las aguas,<br />

á la vez, ha hecho decir á Miller que sería para que en ella caiga la de la cubierta y la<br />

ventajosa su recolección para preparar abonos.<br />

El fruto pasa por<br />

astringente, y dícese<br />

que su jugo<br />

es útil contra la<br />

disentería. La<br />

madera es dura,<br />

flexible y útil para<br />

la carretería v<br />

lleve lejos del almiar<br />

carpintería. Este<br />

almez resiste mejor<br />

que el común<br />

las heladas, sobre<br />

todo cuando ha<br />

pasado sus dos<br />

primeros años:<br />

quiere terrenos'<br />

húmedos, y ad- •<br />

quiere en poco<br />

tiempo una corpulenciaextraordinaria<br />

cuando<br />

«1 frío respeta sus<br />

ura. iü.—Alnüares de heno<br />

brotes anuales. Se multiplica generalmente En otras provincias de España y del extran­<br />

por semilla.<br />

jero se construyen almiares para conservar el<br />

C. crassifolia, L (C. cordifolia, L'IIe- heno. Estos ordinariamente afectan otra consrit.).—Este<br />

árbol, de 13 á 17 metros de altutrucción; son circulares, según aparece de a,<br />

ra, habita en las tierras pingues de los Estados en dicha figura. En éstos es lo común fijar un<br />

del Norte de América, y más abundantemen­ grueso palo en el centro, y civva altura rebate<br />

en ¡as del O. Su madera es blanda; florece se la del almiar que á su alrededor se forma.<br />

á principios de la primavera, y se cultiva en Según se ve en la figura, su forma, más es­<br />

Europa como planta de adorno.<br />

trecha del centro que del medio, no es indife­<br />

C. Touriieforlii, Lam. (C. oricntalis, Mili.). rente; tiene por objeto que la lluvia que cae<br />

Originario de Levante. Este y el almez común de la cubierta no lo verifique cerca del pie;<br />

son las dos úuicas especies europeas, como ya que caiga lejos, donde, como en el caso ante­<br />

se ha dicho anteriormente. Sus usos son los rior, se da salida, para evitar la humedad, que<br />

mismos que los de las especies precedentes; su pudre el heno si permanece al pie.<br />

madera es muy blanca, y sus frutos amari­ Una costumbre inglesa debe adoptarse en<br />

llentos y dulces, pero algo estípticos. Esta es­ España para formar los almiares, en particupecie<br />

es muy delicada, y exige algún cuidado lar el de heno. Según que se extienden las<br />

en los climas fríos, sobre todo en los primeros capas secas de hierba, se echan rocíos de sal<br />

años de su vegetación.<br />

Ccloruro de sodium) de cocina, en la propor­<br />

C. orientalis, .L.—Árbol de mediana magción de 30 kilogramos de sal por 80 quintales<br />

nitud que habita en las riberas de la India, en de heno. Esta operación, hoy poco costosa<br />

la costa de Malabar y en las islas de Francia por el poco valor de la sal, mejora el alimen­<br />

y Borbón.<br />

to del ganado, lo conserva y le da cualidades<br />

C. micranlha, Swartz.—Árbol muy eleva­ de higiene.<br />

do, originario de las Antillas. El tejido fila­ La sal se echa molida, y se extiende con un<br />

mentoso de su corteza, según se dice, es tan tamiz en cada tongada de heno puesta en el<br />

útil como el cáñamo para la fabricación de almiar. Cuando el heno es insuficiente, ó para<br />

cuerdas.<br />

conservarlo exige alguna modificación, al<br />

J. Crehuet. construir el almiar se mezcla con paja, echan-


ALM — 108 — ALM<br />

do una tanda de ésta y otra de aquél, y al mismo<br />

tiempo la sal. De esta manera la paja mejora<br />

de condiciones, á la vez que coopera á la<br />

conservación y aumento del heno.<br />

Los almiares se cubren con junco, anea, castañuela,<br />

etc., y en algunos sitios con paja de<br />

centeno. En nuestro país debe iutroducirse la<br />

costumbre, hoy establecida en otros países<br />

para cubrir los almiares: se construyen en el<br />

suelo zarzos que se arrollan, y por los medios<br />

que se indican en a l> (figura ya citada), se extienden<br />

para cubrir el almiar. Esta operación<br />

así ejecutada, es más económica y breve que<br />

como hoy se efectúa, haciendo el tejido sobre<br />

ellos; operación más difícil.<br />

La conservación de la paja y del heno en<br />

la forma expresada no crean nuestros lectores<br />

que es perjudicial á la higiene de los animales.<br />

Mague dice: «la costumbre de conservar<br />

el heno en las cámaras se va perdiendo, y es<br />

un bien con relación á la economía y la higiene<br />

veterinaria; las cámaras son dispendiosas,<br />

y el heno al aire libre es mejor, se altera<br />

menos, tiene más aroma, y las ratas y ratones<br />

no le perjudican».<br />

Sea el heno ó la paja que se guarde en almiares,<br />

estando bien construidos, bien comprimidos<br />

y cubiertos, se conservan perfectamente,<br />

aunque sea el país lluvioso, como sucede al<br />

Norte de París, en que los hemos visto secos,<br />

como tiene lugar en Andalucía, nuestra patria.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALMIDÓN Y FÉCULA (Industria agrícola).—Esta<br />

substancia, conocida ya por los<br />

antiguos, y especialmente por los egipcios y<br />

griegos, que únicamente sabían extraerla del<br />

trigo, y que se preparaba de una manera<br />

hábil por los habitantes de la Isla de Chío, á<br />

quienes atribuía Plinio su descubrimiento, se<br />

usaba como alimento y medicina, y ha dado<br />

origen á una industria agrícola de gran importancia,<br />

adquiriendo su fabricación en los tiempos<br />

modernos extraordinario desarrollo. De<br />

aquí la importancia de su estudio para los que<br />

explotan las producciones agrícolas, y de aquí<br />

que hayamos de examinar su origen, naturaleza<br />

y aplicaciones con algún detenimiento.<br />

La extracción y uso del almidón de patata,<br />

ó sea de la substancia llamada fécula, que<br />

también se extrae de otras plantas y raíces, y<br />

que se conoce con ese nombre para distinguirla<br />

de la procedente de los granos, que se designa<br />

especialmente con la palabra almidón, ó<br />

de la obtenida de las partes aéreas de las plantas,<br />

es de fecha muy reciente, y data á lo sumo<br />

de fines del siglo xvi ó de principios del xvn.<br />

Algunos creen que la palabra almidón procede<br />

de la palabra griega mola, que con la<br />

preposición privativa a antepuesta, debe significar<br />

sin molienda, con lo cual se indica que el<br />

almidón se prepara sin someter el grano á la<br />

acción de la piedra de moler, á diferencia de<br />

las demás substancias farináceas. Tampoco falta<br />

quien entienda que la palabra es de origen<br />

árabe, en atención á que aparece como primera<br />

süaba la partícula al.<br />

El almidón 6 substancia amilácea, llamado<br />

en francés arnidon, en italiano amido, en inglés<br />

starch y fécula, y en alemán starke, stárhmelü,<br />

es un principio no azoado que tieneuna<br />

organización particular, y que se halla<br />

distribuido con mayor ó menor abundancia<br />

en casi todas las plantas y en diferentes partes<br />

de su organismo.<br />

Abunda en las raíces de las zanahorias,<br />

malvas, regaliz, jalapa, belladona, colombo,<br />

manioc y en muchas otras raíces, sobre todo<br />

en la estación de otoño, escaseando en la primavera,<br />

porque es uno de los principios de<br />

secreción que se acumulan en las plantas durante<br />

la estación estival, para servir en el siguiente<br />

período de vegetación como materia<br />

alimenticia de las tiernas yemas, á las cuales<br />

se transporta en estado soluble y transformada<br />

en dextrina en la linfa ascendente.<br />

También se halla en los rizomas y tallos<br />

subterráneos del lirio, de la caña, etc.; en<br />

los tubérculos de la patata, de la batata, del<br />

arrow-root, de los arums, etc.; en los bulbosdel<br />

cólchico, de los tulipanes, del asfódelo y<br />

de otras liláceas; en la parte central del talla<br />

de las palmas; en las bellotas; en las castañas<br />

comunes; en las de Indias; en el trigo sarraceno;<br />

en las semillas de las leguminosas,,<br />

como las habas, aluvias, lentejas y altramuces,<br />

y en los granos de los cereales, ó sea del<br />

trigo, centeno, cebada, maíz, avena, mijo y<br />

arroz.<br />

En proporciones menores se halla también<br />

en las cortezas de quina, de canela blanca, en<br />

los liqúenes, en las manzanas y en otras frutas.<br />

Puede asegurarse que ninguna especie vegetal<br />

se halla privada de almidón , y que por<br />

lo menos en alguno de sus órganos, y durante<br />

algún período de su existencia, contienen esa.<br />

substancia, descubriéndose lo mismo en las<br />

especies arbóreas más desarrolladas que en<br />

las que ocupan un lugar muy inferior en la,<br />

escala vegetal, como el locopodium, la conferva,<br />

la chara y la marchantía.<br />

Únicamente no se ha descubierto ó no existe<br />

realmente en los tejidos rudimentarios,,<br />

como las espongiolas de las raíces y los rudimentos<br />

de las yemas, mientras que aparece,<br />

por el contrario, en la epidermis de las plantas<br />

, abundando más y siendo mayores los granos<br />

de almidón en las partes del vegetal que<br />

más próximas se hallan á la parte central de<br />

los órganos compuestos. En una especie de<br />

infusorio, el Englena viridis, halló Gottlieb<br />

gran cantidad de una substancia análoga al<br />

almidón del trigo por su estructura y propiedades<br />

, y la denominó paramilón. Los granos<br />

de esa substancia son de color blanco, insolubles<br />

en el agua y en los ácidos diluidos, presentando,<br />

sin embargo, la misma composición<br />

que la substancia amilácea. Calentados áuna<br />

temperatura de 200°, se transforman en<br />

una materia gomosa, insípida y soluble en el<br />

agua. El ácido clorhídrico los transforma en<br />

glucosa. Algunos creen que existe una pequeña<br />

cantidad de almidón en los animales supe-


ALM — 109 — ALM<br />

riores; pero esa suposición se halla muy distante<br />

de estar demostrada.<br />

Como se desprende de las anteriores indicaciones,<br />

se conocen muchas plantas y frutos,<br />

semillas ó raíces de las cuales se puede extraer<br />

ventajosamente el almidón, bajo el punto<br />

de vista industrial, siendo de advertir que<br />

no basta que el almidón exista en abundancia<br />

para preferir un vegetal á otro, porque no<br />

siempre el producto extraído posee las cualidades<br />

exigidas en la práctica, por mucho que<br />

abunde en el vegetal que se pretenda utilizar<br />

para la especulación. Algunas plantas suministran<br />

un almidón colorado, como sucede<br />

con una variedad del ñame, cultivado en la<br />

Guayana francesa, el cual da un almidón rojo,<br />

mientras que otra variedad le produce amarillo;<br />

coloraciones que es difícil hacer que desaparezcan<br />

, y que por lo mismo son causa de<br />

que tengan poca aplicación los almidones de<br />

esa índole.<br />

Estructura y propiedades del almidón.—Esta<br />

substancia se presenta una veces como polvo<br />

blanco, suave al tacto, que cruje bajo la<br />

presión de los dedos; otras veces en masas<br />

friables ó quebradizas, que se dividen fácilmente<br />

en muchas partículas, que semejan<br />

cristales prismáticos, pero que no revelan ninguna<br />

estructura cristalina ni tendencia alguna<br />

á cristalizar. Que el almidón es una substancia<br />

orgánica, se reconoce fácilmente por<br />

medio de la inspección microscópica; descubrimiento<br />

que se atribuye á Leeinvenhajck, y<br />

que confirmaron después Raspail, Gay-Lussac<br />

y otros eminentes químicos.<br />

El microscopio nos muestra que el almidón<br />

se halla formado por numerosos granulos<br />

incoloros, translúcidos, de diferente forma y<br />

grosor, según la especie vegetal de que proceden.<br />

Unos son esféricos, otros ovoideos, otros<br />

lenticulares, no pocos angulosos ó sinuosos, y<br />

así un observador hábil reconoce por medio<br />

del microscopio á qué vegetal pertenece el almidón<br />

que inspecciona. Los diminutos granos<br />

del almidón de los cereales tienen generalmente<br />

forma más ó menos esférica; en la fécula<br />

de patatas se encuentran más bien formas diversas<br />

entre sí, es decir, esféricas en los granos<br />

más pequeños y angulosas en los más<br />

gruesos. Schleiden patentizó la existencia de<br />

una pequeña cavidad en los granitos amiláceos<br />

de algunas especies, como el Arum maculaban<br />

y el Colchicum autumnale.<br />

Todos los granulos se hallan constituidos<br />

por la superposición de muchas capas concéntricas,<br />

de las cuales las más sutiles, densas y<br />

antiguas son las exteriores, y las más gruesas,<br />

tiernas y recientes las interiores. Todos los<br />

estratos ó capas se hallan en relación concéntrica<br />

respecto de un pequeño orificio, por el<br />

cual penetra el líquido nutritivo destinado á<br />

ir aumentando el volumen de los diferentes<br />

granulos. Ese orificio, invisible aun por medio<br />

del microscopio, cuando los granos se hallan<br />

en su estado natural, se hace perceptible, determinando,<br />

por medio de la desecación, una<br />

contracción de los granulos, que determina la<br />

apertura del orificio en forma de embudo.<br />

Es fácil patentizar la estructura estratigráfica<br />

de los granulos de almidón sometiéndolos<br />

á una temperatura de 200 á 210°, y bañándolos<br />

después con agua, que hincha los granos<br />

y pone de manifiesto las capas cuando se bañan<br />

con una disolución acuosa de yodo.<br />

Triturando los granos de almidón bien secos<br />

entre dos láminas de vidrio, se rompen<br />

aquéllos, y los planos de rotura pasan siempre<br />

por el orificio, como si en este punto fuese<br />

menos resistente la materia. Calentando el<br />

almidón, primeramente humedecido, á una<br />

temperatura de 200", los granos se abren y<br />

deshojan á modo de una coliflor.<br />

El grosor de los granulos de almidón es<br />

variable, no solamente en las diferentes especies<br />

de vegetales, sino que también en la misma<br />

especie, según la edad de la planta, el estado<br />

de formación en que están los granulos<br />

y el órgano vegetal en que se hallan. De<br />

aquí la imposibilidad de fijar exactamente las<br />

dimensiones, y de aquí que juzguemos estéril,<br />

bajo el punto de vista industrial y práctico,<br />

reproducir alguno de esos minuciosos cuadros<br />

sinópticos que suelen redactar los que del estudio<br />

del almidón se ocupan, bajo el punto de<br />

vista puramente científico; baste saber que los<br />

granos más diminutos examinados hasta ahora<br />

son los del Chenopodium quinoa, que miden de<br />

una á dos milésimas de milímetro, y los más<br />

gruesos los del almidón de patata, cuyo diámetro<br />

alcanza á 10 centésimas de milímetro<br />

según Wiesner, y á 0,185 en su máximum,<br />

según Karmarsch.<br />

Los granulos de almidón se hallan contenidos<br />

dentro de células vegetales, pasando á<br />

veces desde la forma redondeada á la forma<br />

poliédrica, á causa de la presión que experimentan<br />

los granillos acumulados en una misma<br />

célula. Precisamente por la relativamente<br />

considerable magnitud del granulo en el almidón<br />

de patatas, la fécula de éstas forma un<br />

grano menos suave y fino que el del almidón<br />

de trigo. En el artículo Adulteraciones, página<br />

314 y siguientes, se hallará una descripción<br />

minuciosa de los granulos de almidón, y los<br />

grabados que representan su aspecto y dimensiones.<br />

El almidón es inodoro é insípido cuando es<br />

puro, estado en que rara vez le expende el comercio<br />

; pero no es difícil notar en las diversas<br />

clases de almidón, los de patatas,- sagú,<br />

trigo, etc., un sabor característico, y debido,<br />

según Payen, á diferentes aceites esenciales,<br />

que se mantienen adheridos á los granos. El<br />

peso específico del almidón se aproxima á 1,5,<br />

siendo de advertir que influye mucho eu<br />

aquél la cantidad de agua que contiene, y así<br />

la fécula secada al aire tiene un peso específico<br />

de 1,503, mientras que si se halla completamente<br />

seca pesa 1,633.<br />

Puesto á secar al aire, el almidón conserva<br />

un 18 por 100 de agua próximamente, y en<br />

tal estado, aun cuando se halle reducido á


ALM — 110 — ALM<br />

polvo, conserva todavía la tendencia á aglomerarse<br />

formando bolas. Conservado en un<br />

recinto cuyo aire sea húmedo, el almidón<br />

retiene un 35,5 por 100 de agua; en el caso<br />

de que contenga un 45, se denomina fécula<br />

verde.<br />

Una vez humedecido el almidón, se aglomera<br />

en masas y se conserva en ese estado<br />

aun después de haber sido puesto á secar; pero<br />

si se lava previamente con agua, alcohol ó<br />

éter, pierde la propiedad de aglomerarse en<br />

masa, gracias probablemente á la separación<br />

de substancias heterogéneas. Es completamente<br />

insoluble en el agua fría, en el alcohol<br />

y en el éter. Desleído el almidón en doce ó<br />

quince partes de.agua, y calentado después, se<br />

altera físicamente, y á la temperatura de 57°<br />

comienzan á henchirse los granos más jóvenes,<br />

y paulatinamente, á medida que se va elevando<br />

la temperatura, el fenómeno va apareciendo<br />

en mayor número de granos. A los 72°<br />

centígrados el líquido se pone denso y la ebullición<br />

se presenta en una masa gelatinosa y<br />

semitransparente, que se llama engrudo 6 cola<br />

de almidón. Los granulos hinchados ocupan<br />

un volumen veinticinco ó treinta veces mayor<br />

que el primitivo, y con el enfriamiento el<br />

engrudo se. contrae, se solidifica y se hiende<br />

tal vez.<br />

Para preparar rápidamente el engrudo de<br />

almidón conviene diluirle en poca cantidad<br />

de agua y verter después esta mezcla poco á<br />

poco en agua hirviendo. También la harina<br />

de trigo forma engrudo con el agua, á causa<br />

del almidón que contiene; no así la harina de<br />

patata, gracias al tejido celular que encierra<br />

los granulos amiláceos y á la coagulación de<br />

la albúmina á causa del calor. Pero si las patatas<br />

desmenuzadas y hervidas se tratan con<br />

el álcali cáustico, la albúmina se disuelve, es<br />

atacada la celulosa, y entonces el almidón se<br />

mezcla con agua y forma engrudo.<br />

Si se pone á hervir agua que contenga una<br />

centésima parte de almidón, los granos se<br />

hinchan completamente y parece que se disuelven,<br />

puesto, que el líquido se mantiene<br />

límpido y pasa en gran parte á través del<br />

filtro de papel; pero los granos pueden reunirse<br />

de nuevo bajo la influencia del hielo.<br />

Las raicillas de las plantas no absorben el almidón<br />

de semejante líquido, lo cual prueba<br />

que en realidad no se hallan disueltos los<br />

granulos.<br />

Jacquelin observó que, calentando por espacio<br />

de unas dos horas, y á 150°, el almidón<br />

con agua dentro de una marmita de Papin,<br />

y dejando enfriar después el liquido, se<br />

forma en éste un sedimento de granulos sumamente<br />

diminutos que tienen un diámetro<br />

de 2 milésimas de milímetro, y esa propiedad<br />

es natural y común á todas las especies de almidón.<br />

En el siguiente cuadro se indican las cantidades<br />

de almidón halladas por Krocker en las<br />

diferentes semillas y raíces más importantes,<br />

considerado el almidón que contienen 100<br />

partes de la substancia examinada después de<br />

ser desecada á la temperatura de 100°:<br />

Harina de trigo núm. 1, de 65,21 á 66,10-<br />

Harina de trigo núm. 2, de 66,93 á 67,42<br />

Harina de trigo núm. 3, de 57,21 á 57,70<br />

Harina de centeno núm. 1, de 60,ñ0 á 01,26<br />

Harina de centeno núm. 2, de 52,12 á 54,84<br />

Harina de centeno núm. 3, de 57,07 á 57,77<br />

Harina de cebada de Darmstadt, de. 64,18 á.64,63<br />

Harina de trigo sarraceno 65,0 i<br />

Harina de maíz 77,74<br />

Cebada de Jerusalén, de 42,03 á 42,60<br />

Avena del Kamshütka, de 39,55 á 40,17<br />

Trigo sarraceno, de 43,80 á 44,45<br />

Maíz, de 65,88 á 66,80<br />

Mijo,,de 53,76 á 55,86<br />

Arroz, de 8ó,78 á S6,63<br />

Habas, de 37,71 á 37,79<br />

Guisantes, de 38,70 á 38,81<br />

Lentejas, de 39,62 á 40,08<br />

Patatas, de 70,50 á 83,50<br />

Como los vegetales que se someten á un<br />

tratamiento para extraer el almidón rara vez<br />

han sido desecados á la temperatura de 100".<br />

sino que únicamente se ponen á secar bajo la<br />

acción del aire, es útil conocer la cantidad de<br />

agua que contienen en ese estado y la cantidad<br />

de almidón, según se ve por el siguiente<br />

análisis:<br />

Agua Almidón<br />

por zoo por IOO'<br />

68,7<br />

61,7<br />

11,0 59,7<br />

59,5<br />

57,5<br />

46,6<br />

37,3<br />

33,0<br />

20,0<br />

Principios generales piara la extracción del<br />

almidón. — Para extraer el almidón de los<br />

vegetales, cualquiera que sea la especie de<br />

éstos, es necesario, en primer término, dislacerar<br />

y desmenuzar el tejido vegetal que<br />

encierra esa substancia. Por lo tanto, la fabricación<br />

del almidón, como basada en ese principio,<br />

ha de ser esencialmente mecánica. También<br />

se ha ensayado la aplicación de proce j<br />

dimientos químicos para la extracción del almidón<br />

que contienen los cereales, recurriendo<br />

á la putrefacción ó al empleo'de reactivos químicos<br />

, á fin de obtener la disgregación de los<br />

tejidos. Para comprender la base del primer<br />

procedimiento, basta recordar que, amasando<br />

con la mano, bajo un chorrito de agua y sobre<br />

un tamiz fino la harina de cereales redu- -<br />

cida á pasta, el almidón [es arrastrado únicamente<br />

y pasa con el agua á través de las<br />

mallas de la tela metálica, mientras que el gluten<br />

se queda entre las manos del operador,<br />

bajo la forma de una masa elástica. Ese gluten<br />

, abandonado á sí mismo bajo la acción del<br />

agua, acaba por liquidarse, gracias auna fer-


ALM — 111 — ALM<br />

mentación acida especial; de aquí los procedimientos<br />

apuntados para la extracción del almidón<br />

, uno mecánico y otro químico; procedimientos<br />

que á las veces se combinan, sirviendo<br />

el segundo de complemento al primero.<br />

Los vegetales adoptados en Europa para la<br />

extracción del almidón son pocos, á saber: la<br />

patata, el trigo, el maíz y el arroz, los cuales<br />

presentan la ventaja de ser muy ricos en almidón<br />

y de ser cultivados en grande escala.<br />

Las raíces y los tubérculos ricos en almidón<br />

presentan ordinariamente un tejido celular<br />

tierno, del cual se separa la substancia, en<br />

cuestión con facilidad suma. Por el contrario,<br />

en las semillas y en los frutos esa operación<br />

se hace á veces muy trabajosa, y así la fécula<br />

que llena las células de la patata se aisla fácilmente<br />

con las lavaduras, mientras que en<br />

el trigo los granulos amiláceos permanecen envueltos<br />

en la pasta glutinosa, su separación<br />

es difícil, y además el almidón no resulta puro,<br />

por conservar adherido un poco de gluten.<br />

Si se pudiera hallar un reactivo que disolviese<br />

completamente las células vegetales sin<br />

atacar al almidón, sería fácil extraer todo lo<br />

que contuviera un vegetal amiláceo, mientras<br />

que los medios mecánicos generalmente adoptados<br />

sólo permiten extraer el almidón contenido<br />

en las células que hayan sido abiertas.<br />

También es bueno tener presente que en la<br />

fabricación del almidón ejerce gran influencia<br />

la calidad del agua, la cual debe ser completamente<br />

incolora y límpida.<br />

ALMIDÓN ó FÉCULA DE PATATA.—En algunos<br />

países se hace gran consumo de almidón<br />

de patatas para encolar las telas de algodón y<br />

el papel, y para fabricar dextrina ó glucosa.<br />

También se presta perfectamente á la imitación<br />

de diferentes almidones americanos ó alimenticios,<br />

como la tapioca, el sagú, el arroicroot,<br />

etc; Entre los vegetales amiláceos, la<br />

patata es la mejor acondicionada para la explotación<br />

de una industria verdaderamente rural,<br />

por ser materia que. no se presta á largos viajes.<br />

De aquí que la fabricación de la fécula se<br />

haya de establecer en los mismos centros de<br />

cultivo, mientras que la del almidón de cereales<br />

se puede establecer en comarcas lejanas de<br />

los puntos en que se recolectan.<br />

La patata (Solanum tuberosum) es un tubérculo<br />

cuyo tejido celular solamente contiene<br />

granillos feculentos y jugo, ó sea una disolución<br />

acuosa de albúmina, goma y diferentes<br />

sales. La cantidad de fécula que contiene es<br />

muy variable, según la calidad de los terrenos,<br />

los cambios meteorológicos, el grado de<br />

madurez y otras circunstancias. Oscila entre<br />

el 15 y el 25 por 100, y completan el peso<br />

total la epidermis, celulosa, pectina, materia<br />

colorante obscura, albúmina y otras substancias<br />

azoadas, grasa, azúcar, resina, aceites<br />

esenciales, sales, como el citrato de potasa, el<br />

fosfato de potasa, de cal y de magnesia, la sílice,<br />

el óxido de hierro, el manganeso en distintas<br />

proporciones y un 74 por 100 de agua.<br />

También ha revelado el análisis la existen­<br />

cia de la solanina, del ácido asperámico, del<br />

ácido málico , de un glucósido y de una materia<br />

colorante azul y cera en la piel.<br />

La cantidad de fécula en las patatas aumenta<br />

durante el período de desenvolvimiento<br />

y madurez de los tubérculos, pero decrece<br />

más tarde, como lo demuestran las observaciones<br />

que resumimos á continuación. Las patatas,<br />

según ellas, contenían en<br />

Fécula<br />

Agosto, del 9,6 al 10 por 100<br />

Septiembre, del 13,3 al 15,8 —<br />

Octubre, del 13,3 al 16,7 —<br />

Noviembre hasta Marzo, del. ... 15,8 al 18,7 —<br />

Abril, del 11,7 al 15,8 —<br />

Mayo, del 8,3 al 11,7 —<br />

Es muy importante conservar bien acondicionadas<br />

las patatas en los almacenes, preservándolas,<br />

por lo tanto, de la putrefacción, de<br />

los hielos y de la germinación. Cuando germinan<br />

ó entallecen las patatas, pierden una parte<br />

de la fécula, y de aquí que convenga'ejecutar<br />

la extracción de esa substancia cuatro<br />

meses después de recogidos los tubérculos á.<br />

lo sumo. Las patatas deberán almacenarse en<br />

locales secos, de temperatura baja y poco variable,<br />

es decir, que no pase de 6 o centígrados<br />

y que no descienda al punto de congelación.<br />

Algunos las suelen colocar en silos; en<br />

todo caso, antes de almacenarlas, deberán espurgarse,<br />

separando las que estén averiadas<br />

por cualquier motivo y en cualquiera forma.<br />

También se ha intentado secarlas para asegurar<br />

su conservación, y en ese caso se comenzará<br />

por despojarlas de la piel, se cortarán en<br />

pequeños prismas por medio del aparato llamado<br />

corta raíces, y se echarán en agua acídula<br />

que contenga media milésima parte de<br />

ácido sulfúrico ó de ácido clorhídrico, el cual<br />

llena la misión de impedir que se ennegrezca<br />

el tejido vegetal, y, finalmente, se extienden<br />

en zarzos, dentro de una estufa, para que se<br />

sequen.<br />

Dos procedimientos se conocen para la extracción<br />

del almidón ó fécula de patatas: el<br />

antiguo, puramente mecánico, que se funda<br />

en el desmenuzamiento y lavado del tejido celular,<br />

y el moderno ó método de Vólker, reducido,<br />

como veremos luego, á cortar en rodajas<br />

las patatas, á macerarlas un poco en<br />

agua tibia y á amontonarlas luego en un local<br />

donde se calientan espontáneamente; y se determinan<br />

tales modificaciones, que el tejido<br />

celular se desagrega y convierte en una substancia<br />

pastosa, la cual se puede someter ya á<br />

tratamiento para separar la fécula, haciéndola<br />

pasar por un cedazo mediante el empleo del<br />

agua, y lavándola después para extraer la<br />

fécula.<br />

El método antiguo, que por sus facilidades<br />

industriales es el generalmente seguido, reclama<br />

en realidad las siguientes operaciones:<br />

1.°, remojo en agua de los tubérculos para reblandecer<br />

la tierra que contienen; 2.°, lavado


ALM — 11' 2 — ALM<br />

para separar la arena y la tierra adherida ya<br />

remojada; 3.°, rallado ó raspado de la manera<br />

más acabada posible, para romper ó destrozarlas<br />

células y dejar en libertad los granos de fécula;<br />

4.°, tamizado de la pulpa bajo la influencia<br />

de una corriente de agua y sobre un tamiz, de<br />

manera que el tejido celular quede como residuo,<br />

en tanto que el agua arrastre la fécula;<br />

.5.°, purificación y decantación del líquido, que,<br />

además de la fécula, puede contener todavía<br />

en suspensión substancias terreas y silíceas que<br />

no haya eliminado completamente el lavado y<br />

que se depositan fácilmente mediante el reposo<br />

del líquido durante algunos minutos en<br />

cualquier recipiente ó en una cuba, y que<br />

quedan separadas de la fécula mediante la decantación<br />

del líquido.<br />

Remojado y lavado. — Ya hemos indicado<br />

cuál es el objeto de esta operación: despojar á<br />

los tubérculos de la tierra y arenas que pudieran<br />

causar deterioros en la máquina de desmenuzar<br />

y rallar. Esa operación es fácil y rápida<br />

tratándose de patatas que hayan vegetado<br />

en terrenos arenosos; difícil y lenta si los tubérculos<br />

han sido recogidos en suelos arcillosos,<br />

ó si las raíces tienen muchos y profundos<br />

hoyos y son de formas muy irregulares.<br />

Se comienza la operación poniendo los tubérculos<br />

en agua durante algún tiempo para<br />

que se maceren, á fin de reblandecer las substancias<br />

extrañas adherentes y preparar aquéllos<br />

para el verdadero lavado, que se puede<br />

practicar de dos maneras: á mano ó á máquina.<br />

La lavadura á mano solamente debe emplearse<br />

cuando se trata de obtener pequeñas<br />

cantidades de almidón; se ejecuta por medio<br />

de una tina ó cuba con doble fondo, el superior<br />

provisto de agujeros, sobre el cual se colocarán<br />

los tubérculos; se mantendrá una corriente<br />

de agua sobre la tina, en tanto que un<br />

obrero, provisto de una escoba áspera, agitará<br />

las patatas, á fin de que todas ellas experimenten<br />

la acción de la escoba y de la corriente<br />

de agua.<br />

Para el lavado á máquina se adoptará un<br />

cilindro formado por listones de hierro ó de<br />

madera que tengan de 1 á 4 centímetros de<br />

anchura y se hallen separados entre sí por una<br />

distancia de 15 á 20 milímetros.- El cilindro<br />

ha de colocarse algo inclinado, dentro de una<br />

caja, en la cual pueda girar sobre un eje con<br />

la velocidad de 10 á 15 revoluciones por minuto.<br />

La caja deberá contener una cantidad<br />

de agua que llegue hasta la altura de un tercio<br />

del diámetro del cilindro próximamente.<br />

Las patatas se introducirán en él por la parte<br />

superior, y se lavan gracias al movimiento del<br />

mismo, en virtud del cual van quedando despojadas<br />

de la tierra y de las piedrecillas; residuos<br />

que van cayendo á la caja por los espacios<br />

que hay entre los listones que forman el<br />

cilindro giratorio. Se extraen del recipiente<br />

por la parte inferior, mediante un enrejado<br />

en hélice, adaptado al eje y á la pared interna.<br />

Es importante en sumo grado la operación<br />

de separar las piedrecillas incrustadas en<br />

las patatas, que á veces es imposible distinguir<br />

por la forma y el color que presentan.<br />

Para ese objeto se utiliza el aparato llamado<br />

despedrador, que puede ser de varias formas,<br />

entre las cuales es preferible la del inventado<br />

por Joly, el cual consta de una artesa semicilíndrica,<br />

que se coloca con una inclinación<br />

leve sobre el plano del horizonte, de modo que<br />

pueda tener llena de agua la mitad de su cavidad<br />

, tocando la superficie de ésta en los ángulos<br />

opuestos de las dos bases ó lados planos.<br />

En medio del cilindro, y en el sentido de su<br />

eje ideal, girará un árbol de hierro, armado de<br />

palas dispuestas en forma de hélice. Se comunica<br />

el movimiento giratorio á ese árbol por<br />

medio de una rueda cónica que ha de engranar<br />

con otra rueda de la misma forma, sujeta<br />

á un eje horizontal, el cual habrá de moverse<br />

por medio de una manivela ó de una correa<br />

sin fin.<br />

Introducidas las patatas en el cilindro por<br />

la extremidad superior opuesta á la rueda cónica<br />

y arrastradas por la hélice,, van á salir por<br />

una abertura practicada detrás de esa rueda;<br />

y como las piedras son específicamente más<br />

pesadas que las patatas, caerán en la parte<br />

inferior de la caja, donde existe una salida<br />

que se podrá abrir de cuando en cuando. Otros<br />

diferentes sistemas de despedradores se pueden<br />

emplear, citándose entre los más usados<br />

el de Siemens y la máquina de Metzger y Benuleth,<br />

muy generalizada en el imperio germánico.<br />

Rallado ó raspado del tubérculo.—Una vez<br />

limpia la patata, se lleva á una tolva, de donde<br />

cae poco á poco sobre el rallo. Esta opera,ción<br />

tiene por objeto desgarrar el mayor número<br />

posible de células, á fin de poner en descubierto<br />

los granitos feculentos; por consiguiente<br />

, será tanto mayor el rendimiento en<br />

fécula en cuanto sea más completo el rallado.<br />

El aparato, empleado para desmenuzar la patata,<br />

ó sea el rallo, es tal vez el más importante<br />

en una fábrica de fécula; desgraciadamente<br />

no hay ninguno perfeeto,. como lo demuestra<br />

el hecho de que cada fábrica usa<br />

distinto sistema. Hay rallos de varias dimensiones<br />

, según la importancia de la fabricación,<br />

desde los de uso doméstico, movidos á mano,<br />

que desmenuzan 200 á 1.000 kilogramos de<br />

tubérculos por día, hasta los empleados por la<br />

gran industria, movidos por vapor ó agua, que<br />

deshacen hasta 25.000 kilogramos al día.<br />

El rallo se componía en las antiguas fábricas<br />

de cilindros de madera provistos de láminas<br />

de hierro, cuya mitad inferior penetra en<br />

el agua, con el objeto de separar la pulpa de<br />

patata'adherida á las láminas. Posteriormente<br />

se ha modificado mucho y con grandes ventajas<br />

el rallo, siendo los más comúnmente usados<br />

los de Thierry, de Burette, de Rozet y<br />

Eaffin, Markl, Robert, Tesca, Klusemann,<br />

etcétera. Nosotros nos limitamos á dar á conocer<br />

el de Champonnois (figura 41).


ALM — 113 — ALM<br />

En este aparato el órgano principal es un<br />

tambor cilindrico, provisto de láminas de acero,<br />

pero cuyos dientes sobresalen al interior,<br />

en la concavidad de la superficie. El tambor,<br />

en vez de estar fijo á un árbol giratorio que<br />

le conduzca, va sujeto á un fondo inmóvil. El<br />

árbol de rotación, que penetra en el interior<br />

del tambor, está provisto en su extremo de<br />

una.pieza de hierro, cuya sección presenta la<br />

forma de una paleta rectangular ahorquillada,<br />

•que levauta y arrastra á medida que llegan los<br />

tubérculos, que quedan aplicados y prensados<br />

contra la superficie del tambor por la acción<br />

Figura 11.—Bailo<br />

de la fuerza centrífuga. Esta superficie es al<br />

mismo tiempo mojada por el agua que cae sobre<br />

ella, en virtud de la velocidad de la paleta<br />

, y que se escapa con la fécula que arrastra<br />

por los intervalos libres entre dos láminas<br />

dentadas consecutivas.<br />

Las disposiciones del rallo hacen desaparecer<br />

de este modo los inconvenientes del rallo<br />

cilindrico ordinario. Lo que caracteriza especialmente<br />

al primero es que el rendimiento<br />

en fécula, por motivo de la ausencia de los<br />

fragmentos no rallados, es superior para un<br />

mismo trabajo mecánico en el mismo tiempo,<br />

con un rallo de diámetro más pequeño, marchando<br />

á razón de 800 vueltas por minuto.<br />

La operación del rallado se verifica, en efecto,<br />

sobre la mayor parte de la extensión interior<br />

del tambor, lo que disminuye notablemente<br />

su longitud. Por último, el montaje, de este<br />

rallo presenta un grado de precisión y una<br />

facilidad de entretenimiento que no se encontrará<br />

nunca en los rallos ordinarios.<br />

El grado de división de la materia y la<br />

cantidad de trabajo á obtener se regulan de<br />

varios modos, bien sea por el saliente de las<br />

láminas, por su separación, ó, por último, por<br />

el. número y abertura de las lumbreras. La velocidad<br />

de rotación de la paleta se aumenta,<br />

según la perfección de la división, hasta 1.000<br />

revoluciones por minuto. Con este rallo se<br />

deshacen 13.000 kilogramos de patatas en<br />

diez horas, y se desmonta c! aparato cada<br />

Día— II.<br />

cuarenta y ocho horas de trabajo, con el objeto<br />

de limpiarlo.<br />

Tamizado ó lavado de la pulpa.—La materia<br />

que sale del rallo es una papilla, compuesta<br />

principalmente de agua, granos de<br />

fécula, celulosa y tejido celular no lacerado,<br />

bastando colocar esta papilla sobre un cedazo<br />

y lavarla con una corriente de agua, para<br />

que la fécula atraviese el cedazo junto con el<br />

agua, quedando sobre el mismo el tejido celular.<br />

Este tamizado se hacía antes á mano, y<br />

lo mismo puede hacerse cuando se trabaja en<br />

pequeña escala; pero en las grandes fábricas<br />

se opera con aparatos de acción continua.<br />

La pulpa cae inmediatamente después del<br />

rallo al tamiz, que generalmente es cilindrico,<br />

y se compone especialmente de un tamiz<br />

metálico redondo, en el cual giran lentamente<br />

un par de brochas, que barren, por decirlo<br />

así, en medio de una corriente continua de<br />

agua, la pulpa de las patatas contenida en el<br />

tamiz, hasta que el agua cuela perfectamente<br />

clara; el residuo se quita en seguida, y se introduce<br />

nueva cantidad de pulpa en el. aparato.<br />

El agua del lavado que tiene en suspensión<br />

los granos de fécula, se conduce auna<br />

cuba de depósito. Este procedimiento, que seguramente<br />

es muy sencillo, presenta, sin embargo,<br />

varios inconvenientes graves que se<br />

oponen á su empleo. Así, el lavado no es<br />

completo y queda á la pulpa una cantidad<br />

considerable de almidón; por otra parte, el<br />

tamizado no tiene lugar de un modo continuo;<br />

la separación de la pulpa pobre y el<br />

cambio del tamiz exigen mucho tiempo.<br />

Para evitar estos inconvenientes se ha acudido<br />

á los aparatos continuos, siendo uno de<br />

ellos el que vamos á describir en su conjunto,<br />

y que es debido á los Sres. Huch y Stolz.<br />

La figura 42 representa la disposición completa<br />

del aparato de estos fabricantes.<br />

El primer rallo A opera sobre los tubérculos,<br />

reduciéndolos á pulpa, que cae en el recipiente<br />

B, de plano inclinado. La pulpa, aspirada<br />

por medio de la bomba P, se dirige por<br />

un tubo ascendente C hacia la tolva que alimenta<br />

el primer tamiz D E, formado en su<br />

parte D con tela metálica del número 25, y<br />

en la E con el número 35, y después de haber<br />

sido lavada por los chorros de agua de los<br />

tubos t t',y diluida en las partes D E, cae<br />

por una canal de descarga eu la tolva de un<br />

segundo rallo H, donde los trozos que han escapado<br />

del primero quedan convertidos también<br />

en pulpa fina, de la que puede todavía<br />

extraerse cierta cantidad de fécula. Este último<br />

efecto se obtiene por medio de un tamizado<br />

que facilita una inyección de agua de<br />

los tubos //'' en la criba ó tamiz / K; de<br />

aquí pasa la pulpa libre de fécula á un depósito<br />

exterior que la conduce hacia un.recipiente<br />

especial.<br />

Los líquidos cargados de fécula del primer<br />

cedazo £> E y el segundo IK, corren por<br />

los receptores inclinados T G y L M, al primer<br />

cedazo depurador 7? O. El líquido car-<br />

8


ALM — 114 — ALM<br />

gado de fécula corre en el extremo del receptor<br />

de este cedazo á un recipiente Q, donde<br />

Figura 42.—Apnmto continuo<br />

una segunda bomba P' le sube al segundo y<br />

último depurador i" TI, por medio del tubo Z.<br />

La fécula, separada por estos diferentes tamizados<br />

de la película que la envolvía, y á la<br />

cual se da el nombre de salvado en las fábricas<br />

, es arrastrada por el agua sobre el receptor<br />

V X, que la dirige á grandes cubas, donde<br />

se deposita, en las que se opera el último,<br />

lavado, ó mejor aún sobre planos ligeramente<br />

inclinados, como en el representado en la<br />

figura 43, donde se posa, mientras que la&<br />

materias grises que la ensucian desaparecen<br />

con el líquido que las tiene en suspensión.<br />

La fécula que queda depositada sobre los<br />

tableros ó planos de este aparato ó mesa dedepósito<br />

puede expenderse directamente al<br />

comercio para ciertos usos, pero lo más común<br />

es lavarla, para lo cual bastan al día<br />

seis ú ocho cubas, mientras que antes, cuando<br />

aún no eran conocidas las modernas mesas<br />

de depósito, se necesitaban muchísimas más<br />

cubas, más tiempo y no se obtenían tan buenos<br />

productos.<br />

Los cedazos cilindricos, que como se ha visto<br />

son los órganos principales del aparato, han<br />

sufrido diversas modificaciones; por ejemplo,.<br />

Markl adoptó tamices que contienen un cilindro<br />

macizo de madera, provisto de brochas<br />

en línea espiral, girando en sentido opuestoai<br />

primero; en el mismo principio se construyen<br />

los aparatos de Fesca y de Vólkner.<br />

Purificación y sedimentación de la fécula.—r-<br />

Mediante el reposo, las aguas con que se ha<br />

lavado la pulpa van depositando la fécula<br />

mezclada con algunas impurezas, puesto que<br />

contiene partículas terrosas y fragmentos de<br />

célula, además de los componentes solubles de<br />

la patata. Las materias terrosas, que es lo que<br />

más conviene separar, se lavan agitando lafécula<br />

dentro de una tina que contenga agua,<br />

en la cual habrá de reposar durante algunos;<br />

minutos, y como las substancias más pesadasse<br />

depositan primero, se puede decantar la<br />

fécula mantenida en suspensión, y que resultará<br />

purificada mediante un sifón, ó se substrae<br />

de la tina mediante una espita. Para mejor<br />

obtener el resultado que se desea, se construyen<br />

las tinas de tal suerte que contengan un<br />

aparato capaz de provocar la agitación mecánica<br />

de la fécula en el agua; aparato que recibe<br />

el nombre de agitador, que gira sobre un<br />

eje vertical suspendido dentro de la tina, y<br />

que se puede elevar según las condiciones dela<br />

operación.<br />

Las aguas feculentas, reunidas en nuevas<br />

tinas, depositan en el breve espacio de algunas<br />

horas la fécula que contienen en suspensión,<br />

apareciendo sobre la superficie del depósitouna<br />

capa grisácea, que se extraerá por medio<br />

de una pala ú otro instrumento adecuado. La<br />

fécula que quede en el depósito se diluirá<br />

nuevamente en agua y se pasará por un cedazo<br />

de seda. La fécula gris se purificará también<br />

por medio del lavado, es decir, se extiende<br />

sobre una mesa que tenga la inclinación<br />

de 1 por 1.000 con el plano del horizonte, una<br />

longitud de 7 metros por 1 de anchura y<br />

un reborde bajo. Debajo de esa mesa deberá<br />

haber otras dos de iguales dimensiones y con<br />

la misma inclinación, pero ésta en sentidos


ALM — 115 — ALM<br />

inversos, de manera que la parte más baja de<br />

la mesa superior coincida con la más alta de<br />

la inferior. El líquido que contiene la fécula,<br />

previamente agitado por un operario, va cayendo<br />

desde el depósito á la mesa superior,<br />

mediante un tubo provisto de su llave correspondiente,<br />

y así el agua va depositando primero<br />

las materias más pesadas que la fécula,<br />

y ésta, al llegar el líquido á la extremidad más<br />

baja de la mesa inferior, resulta completamente<br />

purificada, y se recoge en tinas dispuestas<br />

convenientemente para ese fin.<br />

Entre las varias formas de mesas de depósito<br />

que se emplean, creemos sea la mejor<br />

dispuesta la que indica la figura 43, y que va-<br />

Figura *3.—Mesa de depósito ;<br />

mos á describir detalladamente. Como en la<br />

misma se ve, y,con objeto de hacer que la<br />

instalación sea más fácil, se ha hecho en tres<br />

partes la mesa de depósito.<br />

El primer plano ó tablero, construido de<br />

manipostería sobre el suelo, y recubierto de<br />

una capa de mástic embetunado, tiene, como<br />

los otros, una pendiente de 1 á 1,5 milímetros<br />

por metro. El segundo tablero, colocado á 60<br />

centímetros del primero, presenta la misma<br />

pendiente, aunque en sentido contrario; y lo<br />

mismo que el tercero, está formado de tablas<br />

gruesas, fuertemente unidas y rodeadas de un<br />

saliente ó reborde de madera ó cinc de 20 á<br />

25 centímetros de altura; las compuertas reguladoras<br />

que se ven en los extremos inferiores<br />

del tercero y segundo tablero suben y<br />

bajan á voluntad por medio de tornillos, con<br />

lo que se consigue mantener la pendiente,<br />

aunque la fécula se deposite en capa más gruesa<br />

en la parte superior de los dos planos. Puédese<br />

emplear otro medio de regularizar la<br />

pendiente, sosteniendo el centro de cada plano<br />

con un árbol transversal sobre el que gire,<br />

calándolos ó fijándolos en seguida hacia sus<br />

dos extremos sobre las traviesas fijadas entre<br />

los montantes.<br />

La manera como funciona el aparato es muy<br />

sencilla: el líquido que lleva la fécula en. suspensión<br />

cae directamente en lo alto del plano<br />

superior, á medida que sale del tamiz y lavado;<br />

pasa después por los otros dos, depositándose<br />

en todos ellos el almidón. Todos los días,<br />

por la mañana, antes de empezar el trabajo,<br />

se quita con una pala todo el almidón depositado<br />

sobre el plano superior; del mismo modo<br />

se quita el que se encuentra en el segundo<br />

plano, sólo que la operación no se hace más<br />

que dos veces por semana; en cuanto al tercer<br />

plano, como es muy pequeña relativamente<br />

la cantidad de fécula en él depositada, basta<br />

extraerle una, vez por semana. El líquido, casi<br />

libre de fécula,<br />

corre hacia el<br />

recipiente inferior;<br />

pero es<br />

ventajoso depositarlosucesivamente<br />

en varias<br />

cisternas, donde<br />

puedan recogerse<br />

las pequeñas<br />

cantidades, de<br />

fécula arrastradasaccidentalmente.<br />

Durante la<br />

sedim en tac ion<br />

de la fécula en<br />

las tinas sucede<br />

á veces que, á<br />

causa de la albúminadisuelta,<br />

se dificulta<br />

la precipitación<br />

de esa misma<br />

fécula. Para salvar ese inconveniente se puede<br />

agregar al líquido cierta cantidad de solución<br />

de alumbre ó de ácido sulfúrico muy dilatado,<br />

siendo de advertir- que tratada la fécula con<br />

el ácido sulfúrico resulta impropia para el engomado<br />

del algodón.<br />

La purificación mecánica de la fécula se<br />

completa con su blanqueo; en la mayoría de<br />

las fábricas se emplea para ese fin el ácido<br />

sulfúrico, y con objeto de separar,los restos<br />

de ácido sulfúrico, que permanecen adheridos<br />

al almidón por muchas veces que se lave éste<br />

con agua, se agregará á la última lavadura<br />

una pequeña cantidad de amoniaco, la cual<br />

satura el ácido sulfúrico.<br />

En casi todas las féculas del comercio se<br />

encuentra sulfato de cal, compuesto que ciertamente<br />

depende de la acción del ácido sulfúrico<br />

empleado en la purificación de la fécula,<br />

sobre el carbonato de cal, que se halla disuelto<br />

en las aguas empleadas para el lavado.<br />

También se ha adoptado para el blanqueo<br />

de la fécula el cloro, bajo la forma de cloruro<br />

de cal (hipoclorito y cloruro de calcio). Se<br />

prepara una disolución extendida de este compuesto<br />

, y se acidula con ácido sulfúrico, que<br />

se tratará con la fécula. Esta deberá ser lava-


ALM — 116 — ALM<br />

da, por último, con agua acidulada emplean­ cuyas mallas son bastante pequeñas para que<br />

do el ácido sulfúrico, y después con agua pura. no deje paso más que á la fécula y alas fibras<br />

Mediante este tratamiento la fécula resulta más finas. La separación de los granos de<br />

sumamente blanca.<br />

fécula de estas últimas se hace por medio de<br />

Procedimiento Volkner.—Este autor inventó<br />

un procedimiento para extraer la fécula de<br />

las patatas, completamente distinto del que<br />

lavados; las fibras son en tal caso arrastradas<br />

por el agua, mientras que los granos de fécula,<br />

más pesados, permanecen en su sitio.<br />

venimos describiendo. Consiste en destruir la Desecación de la fécula.—Recogida la fé­<br />

estructura de las patatas, ó mecánicamente, ó cula de las cubas de sedimentación ó de los<br />

por el medio químico de putrefacción, con lo planos inclinados de los depuradores, es muy<br />

cual se obtiene mayor cantidad de fécula. húmeda, pudiéndose calcular que contiene dos<br />

Una vez cortadas en rodajas las patatas, se tercios de agua en peso. Para separarla se<br />

las separa la mayor parte de su agua de vege­ emplean distintos procedimientos. En las fátación<br />

por maceración con el agua, y se transbricas pequeñas, ó montadas á la antigua, se<br />

forman en seguida por un procedimiento quí­ toma la masa pastosa de fécula, y se coloca<br />

mico en una masa dividida finamente; al dentro de sacos de tela, encerrados dentro de<br />

efecto, las patatas cortadas se disponen en cestos ligeramente cónicos, ó bien se vierte<br />

montones de varios pies de altura, á fin de en pequeños moldes de madera, llenos de agujeros<br />

y provistos interiormente<br />

de tela basta.<br />

Después del primer escurrido<br />

que experimenta<br />

la fécula en los moldes,<br />

en los que queda en forma<br />

de masa ó pan, se<br />

vierte ésta sobre una mesa<br />

para terminar la desecación<br />

al aire libre, aunque<br />

generalmente se prefiere<br />

que el suelo del secador<br />

esté formado por<br />

una capa espesa de yeso,<br />

que ayuda la desecación<br />

absorbiendo una gran<br />

llIlinUlW» flWl!^<br />

parte del agua interpuesta.<br />

Al cabo de veinticuatro<br />

horas de permanencia<br />

contiene todavía 33 á<br />

| 45 por 100. En tal estado<br />

~¡¿$1^¡}:S^¿ se llama fécula verde, y<br />

se la expide á los fabri-<br />

Fisura 44.—Turbina ó Maroextracfcor cantes de glucosa.<br />

que se calienten espontáneamente; para que<br />

las capas inferiores no estén demasiado apretadas<br />

por el peso de las superiores, lo cual<br />

impediría el acceso del aire, los montones se<br />

hacen con capas alternativas de rodajas de<br />

patatas y de cañizos ó pedazos de madera.<br />

Estos montones se abandonan á sí mismos y<br />

á una temperatura de 30 á 42". Al cabo de<br />

ocho días próximamente, la podredumbre se<br />

encuentra bastante adelantada, y la substancia<br />

fibrosa está suficientemente disgregada<br />

para que las patatas queden transformadas en<br />

una masa blanda y pastosa. En esta masa pastosa<br />

y poco coherente se encuentran mezcladas<br />

juntas la fécula, la substancia fibrosa y<br />

la corteza, de tal modo que se puede efectuar<br />

mecánicamente y con facilidad la separación<br />

completa de la primera. Con este objeto se<br />

remoja la masa en el agua y se le hace pasar<br />

ú través de un tamiz de grandes mallas, que<br />

retiene las partes más gruesas. La separación<br />

de las partículas más finas se efectúa por medio<br />

de un tamiz de crin ó de tela metálica,<br />

En cuanto á la que<br />

debe ser vendida bajo el nombre de'.fécula seca,<br />

aun cuando contiene todavía 18 por 100 de<br />

agua, se la lleva á la estufa de aire caliente,<br />

de que hablaremos más adelante, cuya temperatura<br />

durante las primeras horas no debe exceder<br />

de 40 á 50°, pero que se puede elevar<br />

sucesivamente hasta 70 y aun 80°. Al cabo de<br />

diez y ocho á veinte horas está ya la fécula<br />

seca. En seguida se la hace pasar entre cilindros<br />

de bronce para deshacer los trozos ligeramente<br />

aglomerados; se tamiza, y se la pone<br />

en sacos ó en paquetes.<br />

La fécula seca se conserva indefinidamente<br />

al abrigo del aire húmedo; en otro caso se<br />

hidrata, se vuelve amarilla y acaba por perderse.<br />

Para facilitar la desecación de la fécula se<br />

han propuesto los aparatos de fuerza centrífuga,<br />

por reunir las ventajas siguientes: 1.°, no<br />

ser necesario Jos vastos locales empleados<br />

cuando se dispone la fécula sobre suelos enyesados;<br />

2.°, se gana tiempo, puesto que en<br />

diez minutos el agua que retiene la fécula no


ALM — 117 — ALM<br />

llega al 30 por 100, cantidad que disminuye<br />

luego con la desecación á la estufa; y 3.°, economizan<br />

tiempo y combustible, y, por último,<br />

adquiere la fécula más blancura y pureza.<br />

Aplicación de los aparatos de fuerza centrífuga.—Las<br />

turbinas ó hidroextractores, tan<br />

empleados en la fabricación de azúcar, y de<br />

los cuales damos dos modelos en las figuras 44<br />

y 45, consisten en un tambor de tela metálica<br />

fiua, al que se le da la necesaria solidez por<br />

medio de bandas ó aros de hierro dispuestos<br />

exteriormente. Se pone en movimiento á la<br />

Fisura 45—Turbina ó hidroextraefcor<br />

velocidad de 1.000 á 1.500 revoluciones por<br />

minuto en el interior de un depósito ó envolvente<br />

de fundición, y con este objeto el eje<br />

de hierro vertical lleva en su extremo superior<br />

un cono de frotamiento, puesto en actividad<br />

por otro cono semejante. El interior del<br />

tambor está limitado por un cono de palastro<br />

que obliga á la fécula que debe ser desecada<br />

á aproximarse más cerca del borde del tambor.<br />

He aquí ahora cómo funcionan estos aparatos:<br />

una vez separada la fécula y bien lavada,<br />

se introduce en un saco de piel de<br />

gamuza, que guarnece la superficie interior,<br />

cilindrica y llena de agujeros, del tambor del<br />

hidroextractor de cobre. Por efecto de la<br />

fuerza centrífuga, el agua se tamiza y escapa<br />

á través de los poros de la piel, mientras que<br />

la fécula queda retenida por la envolvente y<br />

se deposita sobre la superficie interior bajo la<br />

forma de un cilindro hueco de paredes consistentes.<br />

Este depósito no se verifica nunca<br />

sin una separación ó clasificación de las materias<br />

extrañas, según su densidad. Los cuerpos<br />

más pesados, tales como la arena, son proyectados<br />

á la circunferencia del cilindro de<br />

fécula, mientras que los cuerpos ligeros, tales<br />

como el carbón, etc., quedan en la superficie<br />

interior. Bastará, pues, raspar ligeramente<br />

las dos superficies para obtener la fécula blanca,<br />

al estado de mayor pureza.<br />

Aplicación de las prensas continuas.—Puédese<br />

también sacar partido,<br />

en las fábricas de fécula del<br />

empleo de las prensas continuas.<br />

En la mayor parte de las feculerías,<br />

los residuos pobres ó libres de<br />

almidón no son utilizados en la alimentación<br />

directa del ganado. Los<br />

labradores que suministran las patatas<br />

rechazan el alimento, mucho<br />

más acuoso y, según su frase, «demasiado<br />

frío», y el industrial queda<br />

embarazado con una cantidad de<br />

residuos que se ve con frecuencia<br />

obligado á guardar en fosas, y que<br />

son para él una causa frecuente de<br />

inconvenientes que comprometen<br />

en ciertos casos la vitalidad de su<br />

fábrica. Las infiltraciones de las<br />

aguas que escurren vienen á corromper<br />

.los pozos vecinos; las feri><br />

mentaciones pútridas se desarrollan<br />

durante el verano, y aparte de estos<br />

inconvenientes, el industrial deja<br />

perder ciertos productos que se<br />

consideran en algunas fábricas como<br />

capaces para pagar una gran parte<br />

de los gastos de fabricación.<br />

A pesar de ser su trabajo incompleto<br />

y costoso, en cierto número de<br />

=É¡E fábricas se emplean las prensas de<br />

tornillo para desecar los residuos á<br />

Hp- 5 que venimos refiriéndonos, y secarlos<br />

en seguida en la estufa. En otras<br />

se emplea la prensa hidráulica. Después<br />

de repetidos ensayos, el señor<br />

Champonnois ha aplicado su prensa continua<br />

(figura 46) á la presión de estos residuos,<br />

habiendo obtenido los resultados más<br />

felices. La experiencia adquirida en diferentes<br />

feculerías en que ha sustituido su prensa<br />

á la hidráulica, ha demostrado que aquélla<br />

puede alcanzar al menos el mismo grado de<br />

presión, es decir, 16 por 100 próximamente<br />

de pulpa del peso de la patata. Además de<br />

estas ventajas, como supresión de todo gasto,<br />

mano de obra, sacos, etc., su manejo y entretenimiento<br />

están al alcance de los obreros menos<br />

inteligentes de las feculerías, las reparaciones<br />

son raras y fáciles de ejecutar, su superficie<br />

filtrante es rígida y resistente á los<br />

mayores esfuerzos de presión, no experimenta'<br />

ningún frotamiento el residuo sobre los cilindros<br />

que desarrollan continuamente la pulpa


ALM — 118 — ALM<br />

prensada, y la disposición particular de esta<br />

superficie filtrante, que da ciertas lumbreras ó<br />

aberturas dispuestas en hélice continua, constantemente<br />

limpiada por los cuchillos que desprenden<br />

la pulpa prensada, es una garantía<br />

de mantenimiento de la limpieza de estas<br />

aberturas, que permanecen tan activas y tan<br />

abiertas al cabo de tres meses de fabricación<br />

como en el primer día.<br />

La pulpa que sale de esta prensa resulta<br />

mejor en la estufa que la de las prensas hidráulicas;<br />

esta última enrojece por el mucho<br />

tiempo que está sobre la rejilla, sea á causa<br />

del gran espesor de las tortas, ó si están divididas<br />

éstas, á causa de las partes frías que<br />

obstruyen aquélla y paralizan ó dificultan el<br />

Figura 46.—Prensa continua<br />

paso del aire caliente. La pulpa de la prensa<br />

Champonnois, por-el contrario, se presenta<br />

en plaquitas delgadas, desarrolladas por los<br />

cilindros, y que situadas sobre la rejilla de la<br />

estufa, se sostienen y dan paso fácil á la corriente<br />

del aire caliente; las superficies .de<br />

contacto del aire se aumentan, y el extraordinario<br />

grado de presión, que corresponde á 35<br />

y 37 por 100 de materia seca, hace que la desecación<br />

sea regular y rápida; de donde resulta<br />

una importante economía de combustible.<br />

A estas condiciones de la desecación es á<br />

las que debe la ventaja muy apreciada de dar<br />

salvados blancos; también la debe á la rapidez<br />

de la presión, en que la pulpa le es ins-


ALM — 119 — ALM<br />

tantáneamente sometida, sin manipulación, á<br />

su salida de los tamices.<br />

De la estufa.— Tenemos dicho que si la fácula<br />

debe servir para fabricar dextrina ó glucosa,<br />

no es necesario que esté del todo seca,<br />

pudieudo servir directamente la que se saca<br />

de la turbina; pero si debe destinarse al comercio<br />

¡para otros usos, debe desecarse completamente<br />

hasta reducirla al grado de hidratación<br />

normal, que es de 18 por 100 de agua.<br />

A este objeto se emplean los secadores al aire<br />

libre y las estufas. Los primeros, usados tan<br />

sólo en las pequeñas fábricas, consisten en un<br />

Figura 47.—Bstuta para desocar<br />

local con suficientes telares, provistos de tela<br />

fuerte ó bien enrejados, en los que se extiende<br />

la fécula en pedazos, revolviéndolos de<br />

tanto en tanto hasta que se seca. Este local<br />

debe ser suficientemente vasto, bien ventilado<br />

y lejos de los caminos ó carreteras-que levanten<br />

polvo.<br />

En las grandes feculerías el secador es una<br />

estufa, ó sea un local en el que se calienta el<br />

aire por medio del vapor comunicado por el<br />

generador común ó con auxilio de caloríferos<br />

apropiados. La temperatura al principio<br />

de la desecación debe ser inferior á 60°, para<br />

evitar se agrume la fécula. Lacambre y Persac<br />

han propuesto la estufa metódica y continua,<br />

que calienta gradualmente la fécula desde<br />

40° en el plano superior hasta 90° en el inferior.<br />

Esta estufa es la misma que se emplea<br />

en las fábricas de cerveza para desecar la malta,<br />

y representamos en la figura 47. Se compone<br />

de dos compartimientos iguales (en la<br />

figura no se representa más que uno), separatíos<br />

por una pared divisoria que en su parte<br />

superior lleva un balancín de fundición, que<br />

pone en juego, por medio de una biela y de<br />

una manivela, diez y seis grandes marcos de<br />

hierro, recubiertos de telas metálicas. Estos<br />

marcos están superpuestos dos á dos, inclinados<br />

de manera que viertan uno sobre otro la<br />

fécula, que reciben de un modo casi continuo<br />

por su parte superior. La fécula recorre de<br />

este modo los cuatro pisos de marcos en sentido<br />

contrario al del aire caliente procedente<br />

del calorífero que se encuentra en la parte inferior,<br />

y que sigue la dirección señalada por<br />

las flechas, para escaparse cargado de humedad<br />

por la abertura superior. De esta clase de<br />

estufas se construyen distintos modelos, más<br />

ó menos perfeccionados.<br />

Rendimiento de los tubérculos en fécula.—<br />

Ninguna máquina desmenuzadora de patatas<br />

es capaz de abrir todas las células de esos tubérculos,<br />

por lo cual es imposible dejar en libertad<br />

toda la cantidad de fécula que contienen.<br />

Por término medio se calcula que se extraen<br />

los dos tercios y á lo sumo los tres cuartos<br />

de la fécula contenida. Cien kilogramos<br />

de patatas que contengan un 19 por 100 de<br />

almidón anhidro, los cuales corresponden á<br />

23,17 de almidón secado al aire, producen alo<br />

sumo, es decir, en las mejores condiciones de<br />

elaboración, 17,5 kilogramos de almidón.<br />

. Modo de utilizar los residuos de la fabricación<br />

de féculas.-—Los residuos que quedan del<br />

lavado de la pulpa de patata son los más importantes<br />

que se obtienen en la fabricación<br />

que nos ocupa; representan cerca del 65 por<br />

100 del peso de los tubérculos, y contieuen, por<br />

término medio, un 12 por 100 de materia seca,<br />

del cual siete partes son fécula y el resto celulosa<br />

, materias albuminoideas y cenizas. La<br />

cantidad de ázoe en la pulpa seca es de 1,33<br />

por 100. Si no toda, se. podrá extraer la mayor<br />

parte de. esa cantidad de fécula sometiendo<br />

el residuo á un nuevo desmenuzamiento.<br />

Muchos han propuesto que se convierta en<br />

dextrina ó glucosa mediante la bien conocida<br />

acción del ácido sulfúrico y de la diastasa.<br />

Volkner sugirió la idea de hacer que ese residuo<br />

se transforme por medio de la putrefacción,<br />

gracias á la cual el tejido celular se descompone<br />

y las substancias albuminoideas y<br />

gomosas que lo retienen se disuelven, pudiendo<br />

ser aislado de esa suerte el almidón, empleando<br />

un cedazo en la forma ordinaria. Para<br />

que la substancia de que hablamos sufra esa<br />

putrefacción en las mejores condiciones, no<br />

habrá de estar ni muy seca ni muy húmeda,<br />

y deberá exponerse á la temperatura de 32 á<br />

37° centígrados.<br />

Generalmente ese residuo se utiliza en la<br />

•alimentación de los ganados, y en ese caso<br />

debe procurarse que pierda la mayor parte de<br />

la humedad que contiene, lo cual se podrá conseguir<br />

haciéndolo pasar entre dos cilindros que<br />

por medio de la presión hagan escurrir casitoda<br />

el agua contenida. Cuando se haya secado<br />

completamente y haya sido cernido, podrá<br />

servir para enharinar el pan antes de cocerlo.


ALM — 120 — ALM<br />

Las aguas del lavado se dejan ordinariamente<br />

salir de la fábrica hacia los vertederos<br />

ordinarios y hacia fosos especiales abiertos<br />

para ese fin. Estas aguas contienen substancias<br />

albuminoideas, y de ahí que den origen<br />

fácilmente á una putrefacción, de la cual se<br />

desprende un olor molesto. En algunas fábricas<br />

se ha pensado en aprovechar esas materias<br />

que contienen disueltas y en suspensión las<br />

aguas, dejándolas reposar durante algún tiempo<br />

en depósitos especiales. En ese caso, el sedimento<br />

que va quedando en el fondo se utiliza<br />

como abono y las aguas se emplean después<br />

para el riego de los campos.<br />

Eesca recomienda otro procedimiento para<br />

sacar partido de las aguas de las lavaduras, y<br />

entiende que deberán calentarse por medio<br />

del vapor, elevando la temperatura al grado<br />

necesario para que la albúmina se coagule, en<br />

cuyo caso ésta se almacena y se utiliza para<br />

alimentación de las reses. •<br />

Para obviar el inconveniente del ingrato<br />

olor que se desarrolla en esas aguas cuando se<br />

pudren, se podrá agregar á ellas un desinfectante.<br />

Para ese fin propone Süvern la adopción<br />

de una lechada de cal mezclada con cloruro<br />

de magnesia, teniendo en cuenta que esa<br />

base tiene la propiedad de formar compuestos<br />

insolubles en la mayoría de las substancias<br />

orgánicas. En el comercio la fécula se expende<br />

bajo las siguientes formas:<br />

1. a Fécula en harina, que se presenta seca,<br />

molida y cernida, y sirve para elaborar diferentes<br />

pastas.<br />

2. a Fécula ordinaria, la cual forma grumos<br />

más ó menos gruesos, que contienen de<br />

14 á 18 por 100 de agua.<br />

3." Fécula verde, ó sea fécula húmeda, la<br />

cual contiene de 34 á 45 por 100 de agua.<br />

4. a Fécula común ó sin lavar, la cual no es<br />

otra cosa que el primer sedimento de las aguas<br />

de la lavadura de la pulpa; sedimento que no<br />

ha sido purificado después. Se vende á bajo<br />

precio, y se emplea para la fabricación de glucosas.<br />

La fécula tiene sobre las demás clases de<br />

almidón la desventaja de presentar un olor y<br />

un sabor muy marcados y desagradables; de<br />

manera que no es posible soportar esa fécula<br />

en las viandas; propiedad que es precisamente<br />

debida á la presencia de un aceite esencial.<br />

Según Martín, ese aceite se puede separar<br />

lavando la fécula con un peso igual de una<br />

disolución de carbonato sódico al 2 por 100,<br />

con tal de que más tarde se lave cuidadosamente<br />

con agua.<br />

Tal vez en ninguna nación europea se encuentren<br />

tantas fábricas de fécula como en<br />

Francia, donde también se hace gran consumo.<br />

Generalmente esas fábricas, que comenzaron<br />

á desarrollarse en 1846, se hallan montadas<br />

en las cercanías de la capital de esa<br />

república.<br />

EXTRACCIÓN DEL ALMIDÓN DE TRIGO.— Según<br />

los naturalistas, Jas especies de trigo son<br />

siete, ásaber:<br />

1. a Triticum vulgare (T. rnstimm, T. hibernum),<br />

ó trigo común.<br />

2. a Triticum turgidum, ó trigo inglés.<br />

3. a Triticum durum (T. algeriense, T. hordciforme),<br />

ó trigo de semilla, dura.<br />

4. a Triticum polonicum (T. glaucum), ó<br />

trigo de Polonia.<br />

5. a Triticum spelta.<br />

6. a Triticum amylaceum (T. alratum, T. dicoccum,<br />

T. tricoccum), que es muy rico en almidón<br />

, y por lo tanto muy apropiado para la<br />

extracción de esa substancia.<br />

7. a Triticum monococcum.<br />

Bajo la influencia de los diferentes climas,<br />

terrenos y métodos de cultivo de esas especies,<br />

se han derivado muchísimas variedades de<br />

trigo que sería enojoso caracterizar aquí detalladamente<br />

, y que no siempre han sido clasificadas<br />

con rigor científico. En la práctica<br />

los trigos se dividen en los tres grupos siguientes<br />

:<br />

1.° Trigo duro.—De granos córneos, compactos,<br />

pesados, translúcidos, amarillos. Es<br />

menos higroscópico, y más rico en materias<br />

azoadas y grasas; da menos salvado y una harina<br />

poco blanca, no siendo conveniente, pollo<br />

tanto, para la preparación del almidón.<br />

2.° Trigo tierno.—De granos blancos interiormente<br />

, harinosos y opacos, que producen<br />

gran cantidad de harina blanca, y contienelas<br />

substancias azoadas, y grasas en menor<br />

proporción que el precedente, dejándose además<br />

penetrar fácilmente por el agua.<br />

3.° Trigo semiduro.—Los granos de esta<br />

clase, de trigo poseen propiedades intermedias<br />

entre las precedentes, y son los generalmente<br />

adoptados para la fabricación de harinas,<br />

porque el salvado se separa fácilmente y<br />

la harina resulta blanca.<br />

Los granos de trigo tienen forma elipsoidal,<br />

y se hallan divididos en dos lóbulos<br />

por un surco dirigido en el sentido de la<br />

longitud de la semilla. En una de las extremidades<br />

se observa una pequeña cavidad que<br />

llena el embrión, y en la opuesta pelos sumamente<br />

tenues y menudos. El peso específicode<br />

esos granos, según las variedades, oscila<br />

entre 1,32 y 1,60. Si se corta un grano por<br />

mitad, se ve que consta de un involucro, especie<br />

de cutícula epidérmica y de pericarpio'<br />

seco, formado por un tejido resistente y cargado<br />

de materias grasas, azoadas y de sílice.<br />

Bajo ese involucro se observa un extracto de<br />

células de color gris, que contiene substancias<br />

azoadas, fosfatos de cal y de magnesia y materias<br />

grasas. En el interior se ven las partes<br />

más blancas, ó sea el perisperma harinoso, tejido<br />

celular rico en almidón y en gluten.<br />

La cantidad de agua que contiene el trigo<br />

secado al aire varía de un 11 á un 16 por 100f<br />

y la cantidad de almidón de 50 á 75 por 100.<br />

Por punto general, la riqueza en gluten es tanto<br />

mayor cuanto menos abundante es en almidón<br />

el grano, y oscila entre 10 y 35 por 100.<br />

El almidón del trigo se distingue de la<br />

fécula de patatas por la forma y por las di-


ALM — 121 — ALM<br />

mensiones de los granulos cuando se observan<br />

por medio del microscopio. Los granillos<br />

del almidón del trigo son más menudos, y se<br />

depositan lentamente en el agua. El almidón<br />

secado al aire es más opaco que la fécula, y de<br />

un color blanco algo distinto; en ese estado<br />

contiene cerca de un 12 por 100 de agua, es<br />

decir, menor cantidad que la fécula. Una parte<br />

del almidón del trigo se halla íntimamente<br />

unida al gluten; de aquí que cuando se emplean<br />

ciertos procedimientos para la separación,<br />

resulte siempre una pérdida de almidón<br />

considerable.<br />

Cuando sea necesario determinar el rendimiento<br />

que puede dar una clase especial<br />

de grano en almidón, se opera del siguiente<br />

modo: se baña con agua una cantidad de grano<br />

, que se pesará previamente, y se deja en<br />

un lugar templado hasta que se haya empapado<br />

el agua completamente, siendo conveniente<br />

renovar de cuando en cuando el agua<br />

del lavado. Después se muele el grano en un<br />

mortero hasta reducirlo á pasta, la cual habrá<br />

de recogerse en un lienzo; se sumerge<br />

luego el saquito en un vaso lleno de agua, se<br />

aplasta repetidas veces, amasándole con la<br />

mano, y entonces el almidón atraviesa el lienzo<br />

y pone turbia el agua; este líquido se irá<br />

renovando y recogiendo sucesivamente en una<br />

vasija, y se proseguirá la operación hasta que<br />

completamente estrujada la pasta, deje el agua<br />

limpia. A las doce horas de reposo el agua recogida<br />

habrá ido depositando sobre el fondo<br />

del vaso por sedimentación casi todo el almidón<br />

que contenía, y entonces se recoge y se<br />

pesa. Con tal de que se hayan empleado 100<br />

gramos de trigo para operar, se tendrá facilitada<br />

la operación de determinar cuantitativamente<br />

la proporción de almidón que hay en'<br />

cada 100 partes de grano. El almidón que así<br />

se obtiene es almidón basto, porque contiene<br />

un poco de gluten. Si se desea depurarle,<br />

será necesario diluirle en agua y agregar un<br />

poco de ácido acético concentrado; dejando<br />

la mezcla en maceración durante algún<br />

tiempo, queda el almidón libre del gluten. El<br />

trigo sin madurar da en almidón un rendimiento<br />

inferior al, trigo maduro. El germinado<br />

da menos todavía, y según el estado de la<br />

germinación, llega á ser la diferencia desde<br />

6 á 30 por 100 menos que la del trigo no germinado.<br />

Para la extracción del almidón de trigo se<br />

siguen varios procedimientos, y como del trigo<br />

se utiliza también el gluten en su condición<br />

de substancia alimenticia, algunas fábricas<br />

procuran separar esa substancia al mismo<br />

tiempo que el almidón, si bien en- la mayoría<br />

de los casos solamente se cuidan de obtener<br />

éste. En igualdad de circunstancias se debe<br />

preferir el primer método, aun cuando la<br />

práctica demuestra que no se pueden utilizar<br />

completa y simultáneamente ambos principios,<br />

por lo mismo que separando completamente<br />

el uno se pierde una parte del otro.<br />

El método que desde la antigüedad se vie­<br />

ne siguiendo consiste en hacer que fermente<br />

durante mucho tiempo la harina desleída en<br />

agua; de ese modo el gluten queda disuelto,<br />

gracias á la acción de los ácidos desarrollados<br />

, y gracias á que entra parte de él en putrefacción,<br />

y así es posible y fácil separar el<br />

almidón completamente. Otro procedimiento<br />

consiste en extraer el almidón del grano triturado<br />

sin fermentación, y el tercero, propuesto<br />

por M. Martín, en tratar también la<br />

harina sin dar tiempo á que fermente. En estos<br />

dos últimos procedimientos el gluten se<br />

recoge y utiliza, y en el primero resulta destruido<br />

y sin aplicación directa. Resumiendo,<br />

por lo tanto, se puede establecer que son tres<br />

los métodos seguidos para la extracción del<br />

almidón de trigo, á saber:<br />

1.° Método antiguo, ó sea por fermentación.<br />

2.° Método alsaciano.<br />

3.° Método Martín ó por lavado.<br />

Extracción del almidón por fermentación.—<br />

Aun cuando este método ofrece no pocos inconvenientes,<br />

se usa mucho en España, sobre<br />

todo cuando la fabricación no se halla montada<br />

en grande escala. Ofrece la ventaja de que<br />

con este procedimiento se pueden utilizar para<br />

la obtención del almidón los granos averiados,<br />

y la de que en años de escasez no sea necesario<br />

distraer de la fabricación del pan los<br />

trigos que son de buena calidad y se hallan<br />

en buenas condiciones. Durante los años de<br />

abundancia se prefiere generalmente extraer<br />

de los granos sanos el almidón, cuyo precio<br />

permite pagar con exceso la que pudiera llamarse<br />

materia primera de esa producción fabril.<br />

En cambio este método no. permite utilizar<br />

el gluten del trigo para alimento del<br />

hombre y de los ganados, á más de ofrecer el<br />

inconveniente de desarrollar olores pútridos y<br />

molestos; razón por la cual en algunos países,<br />

en Francia, por ejemplo, las autoridades<br />

sanitarias han vedado el ejercicio de esa industria<br />

en las poblaciones.<br />

Las operaciones á que se ha de someter el<br />

trigo para extraer el almidón pueden reducirse<br />

á las siguientes: 1."-, maceración y trituración<br />

del grano; 2. a , fermentación; 3. a , separación<br />

del almidón de la masa fermentada;<br />

4. a , purificación del almidón, y 5. a , desecación<br />

del producto.<br />

La tina para la maceración puede ser de<br />

madera, de hierro, de manipostería ó de piedra,<br />

y habrá de estar situada en un local donde<br />

se pueda mantener constantemente la tem-.<br />

peratura á 12 ó 15° centígrados. En el fondo<br />

de la tina deberá haber un tubo con llave,<br />

provista de una red de cobre, ó una lámina<br />

agujereada para impedir el paso de los granos,'<br />

y en una de las paredes, á poca distancia del<br />

fondo, deberá existir una puertecilla para extraer<br />

por ella el trigo.<br />

Separadas previamente las inmundicias del<br />

grano por medio de un aventador para que<br />

quede despojado de polvo y paja, y por medio<br />

de violenta agitación de vaivén sobre una


ALM r- 122 — ALM<br />

red metálica, á fin de que caigan las semillas<br />

de otras plantas que por su tamaño puedan<br />

pasar á través de la red y las desmedradas<br />

del mismo trigo, se depositará paulatinamente<br />

en la tina de maceración, que deberá contener<br />

agua hasta la mitad de su altura, y agitando el<br />

trigo con una pala, se podrán separar con un<br />

cedazo las impurezas que sobrenaden, agregando<br />

después agua hasta que quede sobre la<br />

masa de trigo una capa de 8 á10 centímetros<br />

de líquido. El agua habrá de ser clara, y cuando<br />

se desee acelerar la fermentación, se empleará<br />

á una temperatura de 30 á 38° centígrados.<br />

Durante la maceración el agua adquiere<br />

un color amarillento, porque además de quedar<br />

libre el ácido carbónico, se disuelven algunos<br />

componentes del grano durante esa operación<br />

preparatoria.<br />

Esta deberá darse por terminada cuando<br />

los granos se despedacen fácilmente entre los<br />

dedos. La fermentación dura más ó menos, según<br />

la calidad del trigo y la temperatura del<br />

agua. El trigo rico en almidón, de película<br />

sutil y que no esté demasiado seco, se macera<br />

fácilmente durante el verano en el espacio de<br />

cuatro días próximamente; durante el invierno<br />

, en un período de once á doce. Terminada<br />

la maceración, se extraerá el agua, se lavará<br />

el grano en la tina con agua limpia y se trasladará<br />

al aparato triturador, que consta de un<br />

par de cilindros de hierro fundido, colocados<br />

horizontalmente, y que pueden ser aproximados<br />

más ó menos entre sí. Una tolva colocada<br />

sobre los dos cilindros y movida al mismo<br />

tiempo que éstos, va arrojando poco á poco<br />

sobre ellos el grano, que después de ser quebrantado<br />

entre los cilindros, va cayendo en<br />

una caja colocada en la parte inferior.<br />

Reducido de esa manera el trigo á una especie<br />

de pasta granulosa, se llevará á la tina<br />

de fermentación, la cual ha de ser de madera<br />

de encina, y haber sido remojada con agua<br />

hirviendo antes de ser adoptada para la fábrica.<br />

Al trigo se agregará una cantidad suficiente<br />

de agua de fuente en verano y templada<br />

en invierno, mezclada con agua procedente<br />

de una fermentación anterior, porque de esa<br />

manera se abrevia el proceso fermentativo.<br />

Con el mismo objeto se emplea á veces la levadura<br />

de pan, diluida previamente en agua<br />

templada. Al cabo de algún tiempo aumenta<br />

de volumen la pasta harinosa, y. entonces es<br />

necesario revolverla con una pala de madera,<br />

hasta que terminada la fermentación se reduce<br />

la masa á su primitivo volumen.<br />

Ya hemos indicado que la duración de la<br />

fermentación depende de la temperatura del<br />

ambiente; cuando ésta es de 20° centígrados,<br />

que es la considerada como preferible, la operación<br />

termina á los catorce ó quince días;<br />

cuando aquélla es muy baja, cual sucede en<br />

invierno, convendrá activarla calentando el<br />

local artificialmeute, porque de lo contrario<br />

se prolonga la fermentación durante muchos<br />

días.. Considérase terminada cuando el agua<br />

de la tina ha quedado bastante clara y cu­<br />

bierta de una capa de moho (Penicillum glaucum<br />

ordinariamente), y cuando la pasta, estrujada<br />

entre las manos, cede fácilmente el<br />

almidón, abandonando la cubierta cortical.<br />

Las transformaciones químicas á que esa<br />

operación da origen se explican del siguiente<br />

modo: El cereal cede al agua la goma, el azúcar<br />

, la albúmina y diferentes sales. Primeramente<br />

se realiza la fermentación alcohólica<br />

del azúcar con desprendimiento de ácido carbónico,<br />

y posteriormente se forma ácido acético<br />

por oxidación del alcohol. En la misma<br />

masa se verifica más tarde la fermentación<br />

láctea ó butírica, dando origen á los ácidos<br />

respectivos láctico y butírico. Después, por<br />

contacto con los ácidos, el gluten se disuelve<br />

en parte y en parte se reblandece, de manera<br />

que pierde su propiedad aglutinante. Después<br />

de estas fermentaciones se produce la fermentación<br />

pútrida de la albúmina y del gluten, la<br />

cual contribuye á disgregar más y más este<br />

último principio, quedando los granos amiláceos<br />

libres del gluten que los retenía. ISTo debe<br />

darse lugar á que la fermentación pútrida<br />

prosiga durante mucho tiempo, porque podría<br />

atacar al almidón y hacerle perder su color<br />

blanco.<br />

Hay aparatos más ó menos perfeccionados<br />

para separar el almidón de la masa fermentada.<br />

El más sencillo consiste en una serie de<br />

cedazos de tela metálica, y cuyo espesor se<br />

halla graduado de manera que las mallas del<br />

primero son grandes y las del último muy estrechas,<br />

de modo que estén comprendidas entre<br />

los números 50 y 120. Cada cedazo puede<br />

medir de 20 á 30 litros de capacidad; en<br />

ellos se agita la masa pulposa con las manos<br />

ó con una manivela, adicionando de vez en<br />

cuando agua común. La manivela mueve un<br />

árbol en cuya extremidad inferior, es decir,<br />

junto al fondo del cedazo, hay dos paletas verticales<br />

al eje que agitan la masa, dando lugar<br />

á que atraviese la tela metálica el almidón<br />

arrastrado por el agua.<br />

La que ha pasado por el primer cedazo cae<br />

en otro más fino, y así sucesivamente hasta<br />

que quede separado el almidón de las partes<br />

gruesas que contiene el trigo fermentado, es<br />

decir, de la cascara, del gluten alterado, etc.<br />

Esos residuos se pueden utilizar para el cebo<br />

de cerdos. Al aparato indicado, que es en extremo<br />

sencillo y primitivo, se prefiere un<br />

tambor de tela metálica y armadura de madera<br />

ó de cobre, que tenga de 1,6 á 2,2 metros<br />

de diámetro, 60 centímetros de grueso y que<br />

gire sobre un eje horizontal. La masa amilácea<br />

que ha de lavarse se introduce por una<br />

abertura de la periferia, provista de la puerta<br />

correspondiente. Cuando gira el tambor, una<br />

corriente de agua cae sobre la tela metálica,<br />

la cual llevará en la parte exterior cajas ó<br />

canjilones que retengan el agua durante algunos<br />

minutos antes de que caiga en el interior<br />

del tambor. La mitad inferior de éste ha de<br />

quedar encerrada en una artesa en forma de<br />

tolva, que podrá inclinarse más ó menos por


ALM — 123 — ALM<br />

medio de un tornillo. El agua que cruza por<br />

el tambor va á parar á ese recipiente, y pasa<br />

desde él á las tinas de sedimentación.<br />

En ese aparato, destinado á lavar la masa, se<br />

han introducido varias modificaciones, y así<br />

se ha llegado á construir con cobre agujereado,<br />

introduciéndose el agua en él por medio<br />

de un tubo también agujereado.<br />

El almidón contiene un poco de gluten y<br />

el salvado fino del trigo. El líquido ácido que<br />

se separa del mismo contiene, además del gluten<br />

convertido en soluble, ácido acético, láctico,<br />

butírico, succínico, sales amoniacales,<br />

fosfatos terrosos y otras sales, á más de una<br />

pequeña cantidad de hidrógeno sulfurado. La<br />

mejor manera de utilizar el producto estriba<br />

en tratarle con lechada de cal, la cual produce<br />

un sedimento, y el líquido, que de esa manera<br />

es menos hediondo y corruptible, puede hallar<br />

salida en el comercio, y el sedimento, abundante<br />

en materias azoadas y en fosfatos de cal,<br />

se emplea como excelente abono.<br />

La purificación del almidón se ejecuta mecánicamente<br />

por el mismo procedimiento que<br />

la fécula, y que en el lugar oportuno describimos,<br />

es decir, que se echa el almidón en una<br />

tina con cierta cantidad de agua, se agita<br />

primero la mezcla, se deja en reposo después,<br />

y las materias que contiene el líquido en suspensión<br />

se irán depositando sobre el fondo<br />

por orden de densidad, resultando que precisamente<br />

la primera capa es la de almidón, y<br />

ocioso es advertir que la separación de las<br />

capas no es tan matemáticamente exacta que<br />

cualquiera de ellas no contenga substancias<br />

de las que por su peso corresponden á las superiores<br />

ó á las inferiores.<br />

Clarificado el líquido, se extrae mediante<br />

una espita colocada á la conveniente altura.<br />

La capa superior, que es glutinosa, se recogerá<br />

en una tina separada, á fin de pasarla por cedazos<br />

más tupidos, con objeto de obtener todavía<br />

alguna cantidad de almidón. La materia<br />

que queda en el recipiente se agita nuevamente<br />

con agua; se pasa luego por un cedazo fino<br />

de crin, y de esa manera se separan los más<br />

pequeños fragmentos de salvado que todavía<br />

hayan quedado. Con el almidón obtenido se<br />

repite nuevamente la operación de diluirle en<br />

agua, separando siempre las capas de sedimentación<br />

más blancas, porque son almidón<br />

puro, y las menos blancas se someten al mismo<br />

proceso para depurarlas más y más, teniendo<br />

en cuenta, por último, que en los recipientes<br />

en que se recoja el líquido amiláceo<br />

debe estar éste en reposo tres días, poco más<br />

ó menos.<br />

El almidón se echa en cajoncitos de madera<br />

de 28 centímetros de altura por 34 de anchura<br />

y 60 de longitud. Estas cajas deberán tener<br />

agujereado el fondo para que escurra el agua,<br />

y se cubrirán con una tela que haga oficios<br />

de filtro. Después de conservarse el almidón<br />

en esas cajas durante diez y ocho ó veinticuatro<br />

horas, se desocuparán sobre una mesa, y<br />

separando las telas con que se cubrió el inte­<br />

rior de las cajas, se obtienen los panes de<br />

almidón, que se pueden subdividir en otros<br />

más pequeños, y se pondrán á secar en un<br />

lugar adecuado. A veces sucede que el almidón<br />

no tiene bastante tenacidad. En ese caso<br />

se le comunica rociándole con agua caliente y<br />

apretándolo después mediante las manos ó<br />

mejor con un mazo adecuado á ese fin. De esta<br />

suerte se forma un poco de engrudo que une<br />

entre sí á los granillos amiláceos; así que, una<br />

vez seco el almidón, aparece más firme y produce<br />

un ligero ruido al ser oprimido entre los<br />

dedos. Cuando el producto se expende en polvo<br />

no es necesario someterle á esa última<br />

operación.<br />

Muchas fábricas de almidón trabajan solamente<br />

durante el estío, con objeto de aprovechar<br />

la elevación natural de la temperatura<br />

para la desecación del almidón; pero esa limitación<br />

en el período de trabajo se salva por<br />

aquellos fabricantes que disponen de máquinas<br />

de vapor, tanto para las labores mecánicas<br />

como para obtener la desecación del producto.<br />

Es de advertir que para este fin debe tenerse<br />

en cuenta lo que se ha dicho respecto de la<br />

desecación de la fécula.<br />

Para que se sequen más pronto los panes<br />

de almidón, en algunas fábricas hay la costumbre<br />

de colocarlos ó adaptarlos sobre planos<br />

de yeso ú otras piedras porosas, además<br />

de someterlos á la acción de una bomba que<br />

vaya aspirando el aire húmedo. Obtenido el<br />

grado necesario de desecación, los panes se<br />

rasparán con un cuchillo para despojarlos del<br />

polvo y demás impurezas que se hayan adherido<br />

á ellos mientras escurrían, y, por último,<br />

se depositan en la estufa ó cámara de desecación.<br />

Cuando presenta agujeros ó cavidades<br />

algún pan de almidón, se deslíe en agua nuevamente<br />

y se repetirán todas las precedentes<br />

operaciones, ó sean la purificación, el cernido,<br />

la escurridura, etc., hasta que se logre<br />

obtener compacto y puro.<br />

Es muy importante conseguir la completa<br />

desecación del almidón, porque de no estar<br />

completamente seco, pierde en precio yen calidad,<br />

especialmente cuando haya de emplearse<br />

reducido á polvo. De ahí, cualquiera que<br />

sea el método de desecación que se adopte, la<br />

necesidad de poner cuidado en que sea gradual<br />

la pérdida de la humedad y de que se renueve<br />

el aire cálido constantemente. La experiencia<br />

ha demostrado que la desecación natural, es<br />

decir, sin caloríferos, da mejores resultados<br />

durante el mes de Marzo, porque en esa época<br />

dominan los vientos. En cambio entonces<br />

se advierte otro inconveniente más grave que<br />

en épocas de calma, y contra el cual es necesario<br />

preservar al almidón, impidiendo que<br />

le cubra el polvo durante la desecación, para<br />

lo cual se envuelve el producto en hojas de<br />

papel. La acción directa de los rayos solares<br />

no se debe utilizar para secar los panes, porque<br />

produce en éstos hendeduras y acaba por<br />

reducirlos á pequeños pedazos.<br />

Ocioso es advertir que la evaporación del


ALM — 124 — ALM<br />

agua solamente se verifica en la superficie,<br />

pero que gracias á la capilaridad es arrastrada<br />

hacia ella la humedad del interior de los panes.<br />

Esa agua, juntamente con las impurezas<br />

del almidón, ó sean el gluten y las sales minerales,<br />

constituye un elemento favorable para<br />

el desarrollo de mohos, que cubren con mucha<br />

frecuencia los panes de almidón durante<br />

el período en que se hallan sometidos á la<br />

acción del aire y del calor para que se sequen.<br />

Esa capa de impurezas es la que ha de hacerse<br />

desaparecer mediante el empleo de un cuchillo.<br />

Cuando para la desecación se utilizan<br />

las estufas, se comenzará por mantener el<br />

ambiente á la temperatura de 32° centígrados,<br />

para ir elevando ésta paulatinamente de manera<br />

que llegue á 72° al terminar la operación.<br />

Después que se han secado los panes, se<br />

dejan en reposo durante algún tiempo antes<br />

de entregarlos al comercio, porque de otra<br />

suerte se romperían con facilidad, y al romperse<br />

no conservarían los fragmentos la forma<br />

de prismas irregulares de ciertas dimensiones<br />

que han dado origen á que algunas clases del<br />

producto se denominen almidón en agujas ó<br />

cristalizado. Esa forma depende de la adhesión<br />

que tienen entre sí los granillos amiláceos, y<br />

que es debida principalmente á la presencia<br />

de materias extrañas, y especialmente á un<br />

residuo de gluten, puesto que nunca se observa<br />

esa contextura en el almidón ó fécula<br />

de patata. Según Fesca, el almidón de primera<br />

calidad en trozos gruesos contiene un 2 ó 3<br />

por 100 de materias solubles en el agua. También<br />

las sales tienen la propiedad de aumentar<br />

la cohesión del almidón, y de ahí que si en<br />

la última lavadura se agrega al almidón una<br />

sal, éste aparece luego más compacto y suave.<br />

También la cohesión del almidón se halla en<br />

razón directa con la lentitud en secarse el<br />

producto.<br />

Extracción del almidón por el jirocedimiento<br />

alsaciano. — Este método no es otra cosa que<br />

la aplicación en grande escala del procedimiento<br />

anteriormente descrito para la determinación<br />

de la proporción de almidón que<br />

contiene el grano. Exige como preparatorias<br />

las mismas operaciones que el precedente, ó<br />

sean el aventado, el cernido, la maceración y<br />

la trituración. El almidón se separa de la masa<br />

obtenida por el quebrantamiento del trigo<br />

mediante diversas lavaduras con agua; pero<br />

esa separación es mucho más difícil que por el<br />

método anterior, en el cual se opera con una<br />

masa fermentada, mientras que por el alsaciano<br />

el gluten forma grumos y retiene el almidón<br />

tenazmente.<br />

El lavado y extracción del almidón se ejecuta<br />

generalmente al quebrantar el grano, el<br />

cual se echa en una artesa circular de hierro<br />

fundido, dentro de la cual gira una muela vertical<br />

, también de hierro, y que mide generalmente<br />

un metro de diámetro. Sobre el grano<br />

han de caer constantemente chorros sutiles de<br />

agua, la cual se va cargando de almidón y<br />

pasa á través de una tela metálica que se halla<br />

en una abertura practicada á la extremidad<br />

del recipiente, y por la cual pasa el líquido<br />

á una canalitá que la conduce á un depósito.<br />

La mayor parte del salvado ó envoltura del<br />

trigo queda en la artesa mezclada con el gluten,<br />

el cual, agitado por la muela, forma<br />

agregaciones que resisten á la acción del agua,<br />

y no son arrastradas por este líquido en su<br />

corriente.<br />

El almidón sin purificar se va depositando<br />

en las tinas de sedimentación, después de pasar<br />

el agua amilácea por un cedazo. En esos<br />

depósitos se deja reposar hasta que se haya,<br />

puesto ácido; resultado que se obtiene más<br />

pronto mediante la adición de un poco de ácido<br />

acético. El objeto de la acidificación es provocar<br />

la disolución del gluten arrastrado al mismo<br />

tiempo que el almidón, y para conseguirlo<br />

más fácilmente se removerá de cuando en<br />

cuando la masa. El resultado de la operación<br />

es idéntico al resultado del procedimiento antiguo.<br />

El almidón obtenido no es tan blanco<br />

y tan puro como el que se obtiene por fermentación.<br />

Extracción del almidón por el procedimiento<br />

Martín. — Si bien este proceso se atribu3'e á<br />

Martín, el principio en que se funda es conocido<br />

mucho tiempo ha. Presenta muchas ventajas,<br />

puesto que da un excelente almidón,<br />

deja intacto el gluten y en condiciones de ser<br />

empleado para la alimentación, y las operaciones<br />

que exige no son tan molestas ni peligrosas<br />

como las de los dos procedimientos anteriores;<br />

de ahí que se prefiera actualmente ese<br />

método, y que haya adquirido gran importancia<br />

entre las industrias agrícolas. En este caso<br />

hay indudablemente que tener en cuenta los<br />

gastos que exige la transformación del grano<br />

en harina; pero en cambio es de advertir que<br />

se obtiene una compensación con el salvado y<br />

el gluten.<br />

Obtenida la harina, se hará una pasta mezclando<br />

aquélla con 40 ó 50 partes por 100 de<br />

agua, y luego habrá de amasársela á mano ó<br />

con una amasadora mecánica, hasta que resulte<br />

completamente homogénea, para dejarla<br />

después reposar durante un período de veinte<br />

á veinticinco minutos en estío y de una hora<br />

en invierno. Después se somete la masa al lavado<br />

mecánico, empleando el agua, á la vez<br />

que se estruja continuamente con un aparato<br />

adecuado á ese fin. Practicando la operación<br />

en pequeño, con las manos, y trabajando la<br />

pasta sin cesar bajo un chorro de agua, se<br />

consigue fácilmente separar el gluten del almidón,<br />

el segundo de los cuales es arrastrado<br />

por el líquido, en tanto que el primero queda<br />

retenido en la mano del operador.<br />

El lavado mecánico se ejecuta por medio de<br />

ún aparato llamado almidonera (figura 48),<br />

reducido á' una artesa semicilíndrica, cuyas<br />

paredes se hallan guarnecidas lateralmente<br />

por dos telas metálicas. La almidonera se asemeja<br />

bastante á una cuna que descausa sobre<br />

cuatro pies, y en su fondo hay un cilindro estriado,<br />

de madera, que recorre toda la ampli-


ALM — 125 — ALM<br />

tud del recipiente, y se halla dotado de un<br />

movimiento de vaivén. En la parte superior de<br />

la almidonera, é inmediatamente encima, del<br />

mencionado cilindro, hay un tubo doble de<br />

cobre ó cinc, en él cual hay gran número de<br />

agujeros que dan salida al agua en forma de<br />

lluvia. A poca distancia del fondo se extiende<br />

sobre las paredes la red de tela metálica de que<br />

.antes hemos hablado, y cuya función es dejar<br />

•escapar el agua á unas canales forradas de cobre,<br />

y colocadas á uno y otro lado del aparato.<br />

La pasta recogida en la amasadora se vierte<br />

por porciones en la almidonera, adoptando<br />

antes la precaución de abrir la llave ó espita<br />

del agua que comunica con los tubos agujereados<br />

de que hemos hablado, á fin de que se<br />

moje bien el cilindro estriado, el fondo de la<br />

almidonera y las telas metálicas, con objeto de<br />

Figura iS.—Almidonera<br />

•evitar que la pasta se adhiera á ninguno de<br />

osos puntos. Al mismo tiempo se comunicará<br />

al cilindro el movimiento de vaivén, que no<br />

habrá de interrumpirse hasta que no haya terminado<br />

la operación. El agua se irá cargando<br />

de almidón y arrastrará esta substancia á través<br />

de las telas metálicas, que deberán limpiarse<br />

frecuentemente con un cepillo fuerte<br />

por su cara interior, para facilitar la salida<br />

del líquido, pasando también la mano mojada<br />

por el exterior, pues de lo contrario se obstruiría<br />

también y llegaría á dificultar mucho<br />

«1 paso del agua cargada de almidón. La práctica<br />

es la única que puede indicar la cantidad<br />

de agua que para la operación habrá de emplearse,<br />

debiendo tenerse en cuenta de todas<br />

maneras que al principio ha de ser reducida<br />

esa cantidad para que la pasta no se anegue<br />

por completo, y que ha de aumentarse paulatinamente<br />

desde el momento en que se advierta<br />

que se van separando algunas partículas de<br />

gluten. Desde las canales el agua almidonada<br />

se dirige á un recipiente de-bastante capacidad,<br />

después de pasar por un tamiz, con objeto<br />

de que quede depositada delante de él la<br />

parte de gluten que el líquido pueda arrastrar<br />

consigo.<br />

Con una almidonera de 2 metros de longi­<br />

tud por 1,25 de anchura se pueden trabajar<br />

160 kilogramos de pasta, obtenida de 100 de<br />

harina. La cantidad de agua que la operación<br />

exige es cuatro ó cinco veces mayor en peso<br />

que la cantidad de harina empleada. El movimiento<br />

alternado dé los dos cilindros se obtiene<br />

mediante una manivela, pudiendo ser movidos<br />

á la vez ó separadamente, según las<br />

condiciones del mecanismo que se prefiera emplear.<br />

También las a'perturas de los canales<br />

por los cuales sale el agua cargada de almidón<br />

se pueden regular á gusto de los operadores.<br />

Después de amasada la harina que contiene<br />

un saco de 157 kilogramos ó 160, y que se<br />

mezcla con 75 á 80 litros de agua, y después<br />

de haber reposado durante el tiempo .indicado,<br />

tanto para verano como para invierno, se<br />

distribuirá en los dos recipientes de la almidonera<br />

cuando ésta se halla así dividida,<br />

y se empleará próximamente una hora<br />

en el tratamiento mecánico, obteniéndose<br />

50 kilogramos de gluten y 100 de almidón<br />

seco, siempre que la harina contenga<br />

un 12 por 100 de agua llamada higroscópica,<br />

cuando se halla incorporada<br />

con ella, sin que aparezca húmeda.<br />

El agua cargada de almidón ha de<br />

permanecer en reposo durante veinticuatro<br />

horas para que se deposite en el fondo<br />

de la tina ó recipiente el almidón sin<br />

purificar todavía. La purificación se obtiene<br />

mediante el empleo del aparato<br />

compuesto de tres mesas ó planos inclinados<br />

con reborde, que en otro lugar se<br />

describe (figura 43). Las aguas turbias<br />

que hayan depositado la fécula por sedimentación<br />

se podrán utilizar para desleír<br />

las harinas que hayan de emplearse en<br />

la fabricación del pan, por ofrecer mayores<br />

ventajas que el agua pura, toda vez que por<br />

contener dextrina, glucosa y substancias albuminoidéas,<br />

pueden servir para preparar un líquido<br />

fermentado, por ejemplo, la cerveza, y<br />

son siempre útiles para la alimentación de los<br />

ganados y para abono de las tierras de pan<br />

llevar.<br />

El almidón se recoge y seca por los procedimientos<br />

anteriormente descritos, y como el<br />

que se deposita en los planos inclinados ó en<br />

las tinas contiene todavía residuos de gluten,<br />

á fin de obviar á ese inconveniente, Martín<br />

hacía que sufriera el líquido una fermentación,<br />

con objeto de que se formasen ácidos<br />

capaces de disolver el mismo gluten, operando<br />

del siguiente modo: Se mantiene depositado el<br />

almidón en una tina que contenga una cantidad<br />

de agua triple que la de aquél; se agrega<br />

un 5 por 100 de agua acida procedente de<br />

una fermentación anterior, y con tal que la<br />

temperatura oscile entre 16 y 20° centígrados,<br />

la fermentación. según las estaciones, se veri.<br />

ficará en un período de seis á diez días. Mediante<br />

esa transformación se forma alcohol,<br />

ácido carbónico y ácidos láctico y acético, los<br />

últimos de los cuales provocan la disolución<br />

del gluten que hacía desmerecer al almidón.


ALM' — 126- — ALM<br />

Conseguido eso, se procederá á una serie de<br />

lavados, como en los métodos ordinarios, y<br />

después á la formación, desecación y empaquetado<br />

de los panes.<br />

Sirviéndose del procedimiento y de las<br />

transformaciones expuestas, de 100 kilogramos<br />

de harina pueden obtenerse 52 de almidón<br />

de primera calidad y 6 de segunda, aunque<br />

en la práctica se llega difícilmente á ese<br />

máximum, además de recogerse casi todo el<br />

gluten que la harina contenia. Por el método<br />

de la fermentación, ó sea el antiguo procedimiento,<br />

cada 100 kilogramos de harina solamente<br />

producen un rendimiento de 42 kilogramos<br />

de almidón de primera, además de<br />

perderse todo el gluten. Con el método alsaciano<br />

se obtienen 34 kilogramos de almidón<br />

fino, 18 de almidón ordinario y se pierde una<br />

parte del gluten.<br />

Respecto del gluten que el procedimiento<br />

Martín proporciona, véase cuáles son sus aplicaciones:<br />

Cuando aún se halla húmedo, se incorpora<br />

á la pasta de pan, de macarrones ó<br />

de fideos para aumentar su valor nutritivo, ó<br />

se le mezcla con salvados y otras substancias<br />

para pienso de los ganados. Cuando se le haya<br />

dejado secar, se pulveriza y se obtienen de él<br />

harinas especiales, pudiéndose fabricar con él<br />

macarrones, fideos y un pan muy suave, tenaz<br />

y que se recomienda á ciertos enfermos,<br />

como los que padecen diabetes sacarina, por lo<br />

mismo que esa substancia no contiene almidón<br />

y no puede, por lo tanto, convertirse en azúcar.<br />

El gluten solamente se conserva sin sufrir<br />

alteración durante algunos días, cuando<br />

está húmedo; en verano se pone fácilmente<br />

ácido, y de ahí la conveniencia de secarle á<br />

un calor suave, ó sea á la temperatura de 50<br />

á 60° centígrados.<br />

El procedimiento Martín ha sido objeto de<br />

varios perfeccionamientos en cuanto al mecanismo<br />

de la molienda concierne, como revelan<br />

los inventados por Lebandy/, Landry, Moret,<br />

Rolland, etc., que evitan el trabajo á mano.<br />

Polaillón, Maillard y Pesca han llegado á<br />

prescindir de la operación previa de formar<br />

la pasta con la harina, utilizando el último la<br />

fuerza centrífuga, ó sea la separación entre el<br />

almidón y la harina, bañando ésta sencillamente<br />

dentro de un aparato especial, y purificando<br />

después el almidón por los procedimientos<br />

que todos conocen.<br />

Cuando se desee preparar una pequeña cantidad<br />

de almidón con destino á los usos domésticos,<br />

se trata el trigo en la forma que hemos<br />

descrito al hablar del procedimiento que ha<br />

de seguirse para determinar el rendimiento<br />

del grano en almidón; se depura inmediatamente<br />

este producto, desliéndole en agua y<br />

dando ocasión á que se depositen las partes<br />

más pesadas, ó sea el mismo almidón, y expulsando<br />

por la decantación las impurezas; y después<br />

de repetir la operación varias veces, se<br />

echará el almidón sobre un lienzo para que<br />

escurra, y se pondrá á secar después.<br />

También se han propuesto varios procedi­<br />

mientos químicos para purificar el almidón;<br />

sólo haremos mención de los principales.<br />

Rash emplea-el amoniaco á. fin de disolver el<br />

gluten que retiene el almidón, y se sirve de<br />

una disolución amoniacal de 0,945 de densidad<br />

, capaz de disolver el gluten, las materias<br />

colorantes y otras substancias, sin atacar al<br />

almidón. Con este tratamiento se mejora sensiblemente<br />

la calidad de los almidones obtenidos<br />

del arroz, de las habas, de los guisantes<br />

, etc. Kirckhoff propuso el empleo de la<br />

potasa cáustica para despojar al almidón de<br />

gluten. Con tres partes de carbonato potásicoy<br />

cuatro de cal, apagados en ciento de agua,<br />

prepara una disolución cáustica que se mezcla<br />

con el almidón en proporciones iguales, y después<br />

se deja depositar la mezcla durante dos<br />

ó tres días, no sin agitarla con alguna frecuencia.<br />

El almidón así obtenido deberá lavarse<br />

después cuidadosamente con agua pura.<br />

Hall ha recomendado el uso de una disolución<br />

de cloruro de cal para despojar al almidón<br />

del color amarillo que posee, cuando no<br />

se halla completamente purificado, debiéndose<br />

preparar la disolución de kilogramo y medio<br />

de cloruro de cal por cada 100 litros de<br />

agua. El almidón se deslíe en agua hasta que<br />

presente la consistencia de.la crema, y luego<br />

se mezcla con la solución decolorante en la<br />

proporción de 9 litros de aquélla por cada kilogramo<br />

de almidón. Después de mezclar íntimamente<br />

ambos líquidos, se adicionarán unos<br />

20 litros de agua y se dejará toda la masa en<br />

reposo. Cuando se hayan depositado las partes<br />

más pesadas, se verterán en el líquido 133 gramos<br />

de ácido sulfúrico, diluido previamente en<br />

9 litros de agua por cada kilogramo de almidón:<br />

se agitará nuevamente la mezcla, y sé agregarán<br />

otros 18 litros de agua por cada kilogramo<br />

de la substancia que nos ocupa. Dejando<br />

la masa en reposo, se depositará en el fondo el<br />

almidón blanqueado, y purificado, el cual habrá<br />

de ser sometido á cuidadosas lavaduras con<br />

objeto de separarle completamente.de los reactivos<br />

con que se ha hallado en contacto: El<br />

almidón purificado de esa suerte comunica<br />

un brillo especial á los objetos planchados.<br />

La coloración del almidón, coii azul turquí se<br />

practica especialmente en Inglaterra y Francia.<br />

Para ese fin se adopta el azul de. Ultramar,<br />

el añil ó el carmín y el índigo. También<br />

se puede dar al almidón color rojo adoptando<br />

una disolución de tres partes de fuchsinaen<br />

veinte de glicerina. Para que resulten más brillantes<br />

las telas de lino y algodón almidonadas,<br />

se suele agregar al almidón estearina ó ácido<br />

esteárico. En ese caso bastan de 60 á 70 gramos<br />

de estearina en polvo por cada kilogramo<br />

de almidón. Para reducir aquélla á polvo se<br />

desmenuza con un raspador. La plancha, además<br />

de comunicar mayor brillantez y blancura<br />

en ese caso, corre con mucha facilidad sobre<br />

las telas.<br />

El almidón de trigo se distingue perfectamente<br />

de la fécula de patata por ser más menudos<br />

los granillos que le constituyen; coutie-


ALM — 127 — ALM<br />

ne siempre adherido mecánicamente un poco<br />

de gluten, y después de hallarse bien seco, se<br />

presenta en trocitos que no se confunden fácilmente<br />

con los de otras substancias.<br />

ALMIDÓN DE MAÍZ.—El conocido vegetal<br />

maíz, ó Zea mais, oriundo de América, presenta<br />

muchas variedades, que se distinguen<br />

principalmente por la forma de sus espigas ó<br />

panojas, por el tamaño y color de sus granos,<br />

y porque son unas veces blancos, otras<br />

rojos, amarillos ó pintados. La composición<br />

química de esos granos presenta también diferencias<br />

cuantitativas, según la variedad á<br />

que las semillas pertenecen, y el clima, terreno,<br />

etc., en que viven. Por regla general, se<br />

puede admitir que la cantidad de almidón en<br />

el maíz oscila entre 50 y 60 por 100 de la<br />

masa total, según han comprobado con sus<br />

análisis Wagner, Polson y Pillitz.<br />

Tanto por la estructura anatómica de las<br />

semillas, como por la composición química<br />

cualitativa, el maíz se parece mucho al trigo,<br />

y de ahí que los procedimientos para separar<br />

el almidón de ambos cereales sean muy parecidos.<br />

Mas, así como el gluten del maíz no forma<br />

una masa tenaz como la del gluten del trigo,<br />

tampoco es necesario recurrir á la fermentación<br />

para disgregarle y hacerle soluble; por lo<br />

cual se podrán utilizar completamente los residuos<br />

en la alimentación de los ganados. La<br />

cantidad de almidón contenida en el maíz es<br />

mayor que la de trigo, pero los granulos del<br />

primero son menores que los granulos del segundo.<br />

Aquéllos son angulosos ó irregularmente<br />

redondeados; presentan un diámetro de<br />

22 á 132 milésimas de milímetro, y muestran<br />

en el interior una cavidad, observados por supuesto<br />

en el campo del microscopio.<br />

Para extraer el almidón se comienza por<br />

macerar los granos de maíz en agua durante<br />

veinte ó treinta horas; después se muelen,<br />

haciéndolos pasar entre dos cilindros , ó bajo<br />

una muela horizontal de piedra. La materia<br />

obtenida se lava luego entre cedazos cilindricos,<br />

idénticos á los descritos al hablar del almidón<br />

de trigo, ó se trata por medio de aparatos<br />

equivalentes, separándose de esamanera<br />

el almidón de la envoltura del grano. El líquido<br />

amiláceo se pasa luego por planos inclinados,<br />

en los cuales el almidón se va separando<br />

del gluten y de la celulosa, que son<br />

arrastrados por el agua, y que al igual de los<br />

demás residuos, son utilizables más tarde para<br />

alimentación de las reses domésticas. El almidón<br />

que se deposita sobre los planos inclinados<br />

no queda completamente limpio de materias<br />

azoadas, y en ese estado solamente se<br />

puede utilizar para almidonar telas ordinarias.<br />

Para purificarle por completo se habrá<br />

de tratar con lejía alcalina, la cual disuelve<br />

el gluten que aquél contiene, hecho lo cual<br />

deberá lavarse repetidas veces sobre cedazos<br />

finos.<br />

Para obtener una separación más completa<br />

del almidón y de las demás substancias que<br />

él maíz contiene, se ha aplicado en estos últi­<br />

mos tiempos con éxito favorable el ácido sulfúrico.<br />

He aquí cómo se procede: reblandecida<br />

el maíz con agua en un período de doce á<br />

cuarenta y ocho horas, según la temperatura<br />

del ambiente, se lavará después con agua<br />

pura, con objeto de privarle de las partículas<br />

extrañas que contenga, valiéndose del aparato<br />

indicado. Hecho esto, se muele el maíz entre<br />

tres pares de cilindros, de los cuales el primero,<br />

construido de hierro y acero acanalado,<br />

sirve para quebrantar las semillas; el segundo,<br />

cuyos cilindros son de hierro liso, para<br />

molerlas, y el tercero, de acero y granito,<br />

para completar la pulverización.<br />

La materia así obtenida se recogerá en una<br />

gran cuba, en la cual se mezclará con agua<br />

acidulada mediante el ácido sulfúrico; se agitará<br />

la mezcla repetidas veces, y se .dejará<br />

luego en reposo durante un plazo de seis á<br />

doce horas, durante el cual irán quedando<br />

completamente aislados los granulos de almidón.<br />

Entonces es cuando se ha de proceder al<br />

aislamiento mecánico de éstos por medio - de<br />

los cedazos cilindricos, y á la purificación de<br />

los mismos en la forma descrita. Las más importantes<br />

fábricas de almidón de maíz se encuentran<br />

actualmente en los Estados Unidos<br />

y en Inglaterra, habiendo algunas en Francia,<br />

Hungría, Italia, Australia y Brasil. Ese<br />

almidón se ha adoptado para diferentes aplicaciones<br />

industriales y para la preparación<br />

de substancias alimenticias.<br />

Modificaciones introducidas.—Aparte de las<br />

dificultades que ofrece la molienda del maíz<br />

por la especial constitución del grano, ha de<br />

lucharse para la obtención de un almidón de<br />

Condiciones superiores con el inconveniente<br />

que presenta la particularidad de que las ser<br />

millas contengan en su centro un germen<br />

aceitoso que embota las muelas ordinarias y<br />

comunica sabor rancio ala harina. De ahí que<br />

lavándola en la forma ordinaria para separar<br />

el gluten, resulte un almidón de mediana calidad,<br />

con bastante cantidad de gluten, agrisado<br />

y aceitoso, que no se fluidifica fácilmente<br />

y no se distribuye por igual en los tejidos, debilitando<br />

el efecto de los colores.<br />

Hasta el presente no se ha logrado obtener<br />

de una manera completa la separación del<br />

germen aceitoso, y por lo mismo las harinas<br />

conservan señales de su existencia, que disminuyen<br />

notablemente el valor de ese producto<br />

en el mercado. Desde hace algún tiempo se<br />

viene considerando como el mejor agente para<br />

ablandar los granos, separar ese principio y<br />

blanquear la harina, el ácido sulfuroso, que en<br />

realidad no ha ofrecido los satisfactorios resultados<br />

prácticos que de él se esperaban. El<br />

Sr. Chiozza, que le adoptó en un principio y<br />

obtuvo en Francia privilegio de invención,<br />

hubo de abandonar posteriormente el intento<br />

de utilizarle para facilitar en Cerivignano<br />

(Italia) la molienda con piedras de molino,<br />

porque el procedimiento reclama el empleode<br />

la estufa para la desecación de las harinas<br />

y tamizados repetidos que no impedían el en-


ALM — J28 — ALM<br />

grase de las muelas; en cambio el ingeniero<br />

francés M. Camus modificó ese método ventajosamente,<br />

haciendo obrar sobre el mismo<br />

grano, en estado naciente, el ácido sulfuroso,<br />

en vez de emplearle como disolución , poniendo,<br />

digámoslo así, cada molécula de grano en<br />

contacto con cada molécula de ácido, y procediendo<br />

del siguiente modo:<br />

Comienza por colocar el maíz en cubas de<br />

madera; agrega luego bisulfito de sosa ó bisulfito<br />

de cal en cantidades variables, según la<br />

rapidez con que se pretenda terminar la operación<br />

y según la temperatura. A la de 50° centígrados<br />

se necesitan 2 kilogramos de bisulfito<br />

de sosa cristalizado para cada 100 kilogramos<br />

de maíz, y la operación termina en el plazo<br />

de seis días. Cuando se practica la transformación<br />

á la temperatura ordinaria el resultado<br />

apetecido no se obtiene hasta pasados ocho<br />

días por lo menos. A ser posible, debe procurarse<br />

que el líquido de las cubas se agite ascendiendo<br />

y descendiendo, lo que se podría<br />

conseguir calentando las cubas.<br />

Gracias á la humedad, los granos se hinchan,<br />

absorben el bisulfito, y entonces se agregará<br />

ácido sulfúrico ó clorhídrico muy hidratado<br />

en cantidad igual á la del bisulfito. Ese<br />

ácido penetra por endosmosis en el interior de<br />

los henchidos granos, y no tarda en verificarse<br />

la reacción química, produciéndose el ácido<br />

sulfuroso en el interior del grano, el cual disgrega<br />

y blanquea completamente la materia<br />

harinosa al tratar de salir, aisla el germen<br />

aceitoso y rompe las películas que constituyen<br />

el salvado. Terminada .la reacción, se derramará<br />

el líquido y se lava el maíz con agua<br />

pura, para llevar los granos á la máquina de<br />

pulpa, la cual los reduce á papilla fina, compuesta<br />

de harina, de salvado y de los gérmenes<br />

aceitosos.<br />

Tamizando luego esa masa por un cedazo<br />

del húmero 50, se aislan los gérmenes y los<br />

salvados gruesos; con otro del número 150 se<br />

retiene el salvado fino, y la harina es trasladada<br />

á las tinas de decantación, y despojada<br />

luego de agua, se pondrá á secar inmediatamente<br />

en la estufa, conduciéndola antes,<br />

si se desea acelerar la operación, á filtrosprensas<br />

que la convierten en tortas, las cuales<br />

se vuelven en la estufa bastante quebradizas<br />

y susceptibles de ser desmenuzadas; de manera<br />

que se pueden pulverizar en un molino y<br />

tamizarlas luego para obtener una harina<br />

blanca y pura, que se entrega directamente á<br />

ia panadería, según se practica en Charly.<br />

Mezclada esa harina con harina de trigo en la<br />

proporción de 20 por 10.0, se obtiene un pan<br />

illanco, perfectamente esponjado y que rivaliza<br />

ventajosamente con el candeal puro. Esa harina<br />

se puede emplear sola en las pastelerías<br />

y en diferentes preparaciones culinarias.<br />

Del procedimiento descrito se obtienen 75<br />

kilogramos de harina y 15 de salvado, excelente<br />

alimento éste para las reses domésticas.<br />

La harina que contiene el almidón y el gluten<br />

ts designada generalmente en el comercio con<br />

el nombre de almidón de maíz. Para obtener<br />

éste. en realidad, ha de procederse á la separación<br />

del gluten.<br />

En este caso, en vez de secar y pulverizar<br />

la masa contenida en la tina, habrá de mantenerse<br />

disuelta en el agua, ó más bien en suspensión,<br />

y se adicionará cierta cantidad de sosa<br />

ó de potasa cáustica, también en la proporción<br />

de uno á dos, con relación al bisulfito de<br />

sosa y al ácido clorhídrico ó sulfúrico, es decir<br />

, un kilogramo de sosa ó potasa cáustica<br />

por cada dos de las substancias mencionadas.<br />

Gracias á la acción disolvente de los álcalis<br />

sobre las substancias azoadas, se descompone<br />

la harina y el gluten se separa del almidón.<br />

Haciendo entonces pasar la masa líquida por<br />

planos inclinados, provistos de los rebordes<br />

consiguientes, va depositándose por sedimentación<br />

la materia amilácea como más pesada,<br />

y la disolución que contiene el gluten arrastra<br />

consigo las harinas segundas que no han<br />

sido descompuestas.<br />

La disolución se hace pasar luego por un<br />

filtro-prensa, el cual retiene las harinas segundas<br />

, las cuales habrán de secarse, como<br />

se ha dicho. El agua cargada de gluten se recoge,<br />

conforme va saliendo del filtro, en un<br />

recipiente especial, y se aisla el gluten, saturando<br />

la disolución con sosa, pudiendo emplearse<br />

aquél por su pureza en la fabricación<br />

de pastas alimenticias y del pan destinado á<br />

los diabéticos. Mezclándole con determinada<br />

cantidad de harina de trigo, forma una pasta<br />

abundante en grumos, que se deseca después,<br />

se tritura y se emplea en la confección de<br />

sopas, conocidas en el comercio con el nombre<br />

de gluten granulado. También los droguistas,<br />

los estampadores de telas y los fabricantes<br />

de cola utilizan ese producto para diferentes<br />

usos.<br />

Las harinas llamadas segundas se entregan<br />

á los cerveceros y destiladores bajo la forma<br />

de tortas, que, una vez secas, pulverizadas y<br />

cernidas, son empleadas también por los panaderos<br />

, mezcladas con harinas de trigo, no<br />

siendo necesario separarlas del gluten cuando<br />

con ellas hayan de fabricarse pastas alimenticias,<br />

puesto que acrecientan el valor nutritivo<br />

de las preparaciones.<br />

El almidón depositado sobre los planos inclinados<br />

se recoge y lava en una tina, provista<br />

de un agitador, de manera que el agua del<br />

lavado arrastra el gluten que había quedado<br />

interpuesto entre los granos del almidón, á<br />

más de arrastrar también las partículas negruzcas<br />

procedentes de los granos de maíz que<br />

se hallaban atacados por el carbón. El almidón<br />

que de esa manera se obtiene es muy puro, y<br />

fácilmente se dispone en agujas dentro del<br />

secador, pudiendo expenderse en agujas, en<br />

panes ó en polvo.<br />

ALMIDÓN DE ARROZ.—El arroz, que tanta<br />

importancia alcanza como alimento en España,<br />

Italia, Portugal, África, Asia oriental<br />

Occeanía y Brasil, no obstante su pobreza en<br />

materias azoadas, es más rico eu almidón que


ALM — 129 — ALM<br />

los restantes cereales, y adecuado, por consiguiente<br />

, para la preparación del producto que<br />

nos ocupa. La cantidad de almidón que el<br />

arroz contiene en estado seco varía de 70 á 75<br />

por 100, y sin embargo, su separación es harto<br />

difícil si únicamente se emplean medios<br />

mecánicos, por hallarse sumamente adheridos<br />

los granos amiláceos á las células. Los reactivos<br />

químicos son los medios que habrán de<br />

utilizarse.<br />

Jones, desde 1840, ha venido basando las<br />

operaciones de extracción en la acción de los<br />

álcalis cáusticos. Para conseguirlo coloca el<br />

arroz natural ó sin descascarillar en. una cuba<br />

de cobre ó de hierro estañado, con una solución<br />

de potasa ó sosa cáustica que lleve de 280 á<br />

287 gramos de álcali por hectolitro de agua,<br />

y teniendo cuidado que entren en la mezcla<br />

5 litros del líquido alcalino por cada, kilogramo<br />

de arroz. A las veinticuatro horas de<br />

hallarse en maceración éste, se decanta el líquido<br />

á otra cuba y se lava con agua fresca el<br />

arroz que ha quedado en el depósito. Una vez<br />

bien escurrido el arroz, se machaca entre cilindros,<br />

y por último se tamiza, á fin de que<br />

los cedazos retengan los salvados y cuerpos<br />

extraños.<br />

El producto así obtenido se pone suavemente<br />

en maceración, empleando la solución<br />

alcalina en la proporción de 10 litros por cada<br />

kilogramo de arroz, y después de agitar la<br />

mezcla varias veces durante veinticuatro horas,<br />

se deja en reposo durante tres días, se<br />

decanta el líquido alcalino, que habrá disuelto<br />

el gluten, se trata el almidón con agua fresca,<br />

y al cabo de una hora de reposo se extrae por<br />

medio de un sifón el líquido, que contendrá<br />

casi toda la masa de almidón suspendida, y<br />

se pasa por un tamiz fino de seda, para depositarlo<br />

finalmente en un recipiente, donde se<br />

hallará ya en condiciones de ser depurado por<br />

los procedimientos descritos al tratar de la fécula<br />

y del almidón de trigo.<br />

La solución alcalina del gluten puede también<br />

utilizarse; he aquí cómo: se neutraliza<br />

con ácido sulfúrico, y se decanta después de<br />

reposar durante doce horas: de esta suerte se<br />

obtiene una masa de gluten que, una vez lavado<br />

, seco y reducido á polvo, se aprovecha<br />

para alimentar el ganado.<br />

El procedimiento Jones ha sufrido diferentes<br />

modificaciones de Ransford, Berger y otros.<br />

Así, por ejemplo, el arroz limpio de antemano<br />

se reduce á harina y es tratado directamente<br />

por el álcali; el líquido que sobrenada<br />

contiene el gluten en la primera operación.<br />

Otras veces se ha reemplazado el álcali cáustico<br />

por los carbonatos. El arroz linvpio, puesto<br />

en maceración en el agua fría durante dos<br />

días, es tamizado, y el producto cremoso que<br />

resulta es tratado durante cincuenta ó sesenta<br />

horas por una disolución que contiene 5 kilogramos<br />

de carbonato de sosa por hectolitro.<br />

Una vez el gluten disuelto, se decanta, y se<br />

termina la operación por medio de lavados y<br />

tamizados.<br />

Se puede extraer el almidón del arroz recurriendo<br />

á la fermentación de la materia,<br />

como se hace para el trigo. Al efecto se deja<br />

macerar el arroz por cinco ó seis días en el<br />

agua; se muele después y diluye la harina en<br />

agua, donde permanecerá hasta que el gluten<br />

fermente y se disuelva en el líquido. Este procedimiento<br />

es, empero, poco usado.<br />

Por el procedimiento Colmann el arroz<br />

remojado y reducido á papilla se diluye en<br />

cinco partes de agua que contienen 500 gramos<br />

de ácido clorhídrico por hectolitro. Al<br />

cabo de una maceración de cinco días, durante<br />

la cual se agita cada cuatro horas, se deja<br />

reposar diez y ocho horas y se decanta. El almidón<br />

que queda se trabaja de la misma manera,<br />

pero con un líquido menos ácido, que no<br />

contiene más que 125 gramos de ácido clorhídrico<br />

por hectolitro.<br />

Le Maiche, en su fábrica de Poucang, muele<br />

previamente el arroz, lo diluye con agua y<br />

luego lo extrae, introduciendo la papilla dentro<br />

de la turbina, que da 1.000 vueltas por minuto.<br />

Siendo el almidón específicamente más<br />

pesado que la celulosa y el agua, es arrojado<br />

contra las paredes del aparato, en las cuales<br />

forma una capa sólida de una blancura nivea<br />

y de algunos centímetros de espesor, permaneciendo<br />

la celulosa y las materias azoadas<br />

suspendidas en el agua en medio de la turbina.<br />

Con un aparato de 70 centímetros de diámetro<br />

se obtienen 20 kilogramos de almidón de<br />

arroz común en diez minutos; luego se seca<br />

por los medios conocidos.<br />

Observado al microscopio el almidón de<br />

arroz, se presenta en granulos aislados y en<br />

granulos aglomerados. Cada grano es de forma<br />

angulosa, y presenta una cavidad nucleal; su<br />

diámetro mide 0,0066 milímetros por término<br />

medio. En Inglaterra es preferido para los<br />

usos domésticos, por desleírse más íntimamente<br />

en el agua y adaptarse perfectamente á las<br />

telas finas. Con el nombre de almidón gomado<br />

expende el comercio almidón de harina de<br />

arroz procedente de Inglaterra, que ofrece la<br />

ventaja de comunicar á las telas planchadas<br />

un brillo marcadísimo, que no es dable obtener<br />

con otra clase de almidón.<br />

Las maj'ores fábricas de almidón de arroz<br />

se hallan montadas en Inglaterra, Bélgica y<br />

Francia. En la primera se emplea el arroz<br />

procedente de la ludia, y la conocida fábrica<br />

de Colemann ocupa á 1.000 personas, y no<br />

solamente produce diversas clases de almidón<br />

blanco y coloreado, sino que facilita á muchas<br />

fábricas de papel el almidón que éstas emplean.<br />

Los llamados polvos de arroz, empleados<br />

para conservar la blancura del cutis, se preparan<br />

fácilmente limpiando bien el arroz, macerándolo<br />

en agua, que habrá de renovarse<br />

todos los días, y á los quince estará aquél tan<br />

blando que se aplasta con facilidad suma. Hecho<br />

esto, se disuelve, se deslíe la masa en agua<br />

pura, se cuela el líquido'lechoso que resulta<br />

por un tamiz ó paño fino, y el depósito que<br />

se forme en el agua colada se pondrá á secar<br />

Día—H. 9


A L M — 130 — ALM<br />

sobre un paño. Cuando se halle la masa completamente<br />

seca, se mezcla con una reducidísima<br />

cantidad de sosa pulverizada, con lo cual<br />

resulta el producto de que tanto partido han<br />

venido sacando algunos industriales de París,<br />

gracias á las exigencias de la moda y á las indicaciones<br />

que á veces llena esta clase de<br />

polvos.<br />

ALMIDÓN DE CENTENO, CEBADA Y AVENA.—<br />

No se halla tan generalizada la extracción del<br />

almidón qué contienen el centeno, la cebada<br />

y la avena; sin embargo, en algunos puntos<br />

acuden á estos cereales para obtener el producto<br />

que nos ocupa. A este fin, una vez molidos<br />

los granos y privados del salvado, se<br />

ponen á fermentar en agua á la temperatura<br />

de 15 á 18° centígrados, y terminada la fermentación<br />

á los catorce ó veinte días, se lava<br />

y hace pasar la materia por los cedazos ó tamices,<br />

y, por último, se somete á las mismas<br />

operaciones que el almidón de trigo reclama.<br />

Los granos del almidón de cebada son lenticulares,<br />

de núcleo globular ó rayado y de<br />

0,0264 milímetros de diámetro; los de centeno,<br />

semejantes á los anteriores, son más grandes;<br />

los de avena aparecen en grupos ó aislados;<br />

en el primer caso de figura prolongada y oval,<br />

y en el segundo de forma completamente esférica.<br />

ALMIDÓN DE LEGUMBRES.—Las semillas de<br />

diferentes plantas leguminosas, especialmente<br />

las de judías, guisantes, lentejas y habas¡ se<br />

emplean también en algunos puntos para la<br />

fabricación del almidón, y generalmente contiene<br />

de 45 á 55 partes de esta substancia poicada<br />

100. Con este objeto se maceran durante<br />

unas treinta horas en agua ordinaria y se someten<br />

á la molienda entre dos cilindros acanalados,<br />

favoreciéndola por medio de un chorrito<br />

de agua. La pulpa pastosa se trasiega<br />

por una serie de cedazos cilindricos que retienen<br />

las partes gruesas, mientras el líquido<br />

amiláceo escurre por planos inclinados ó mesas<br />

de depósito, en las que queda retenido el<br />

almidón blanco y más grueso; el que continúa<br />

en suspensión se deposita lentamente en grandes<br />

cubas ó recipientes. La parte sólida, separada<br />

del almidón, se hace escurrir sobre telas,<br />

y se puede distribuir en seguida, añadiéndole<br />

en cantidad conveniente á las raciones alimenticias<br />

de los animales, ó bien se le deseca<br />

para poderle conservar ó expedir lejos. Si se<br />

verifica la desecación con bastante rapidez<br />

para evitar la alteración pútrida, el producto<br />

molido, bajo la forma de granulos ó de harina,<br />

formará uno de los alimentos más económicos<br />

para el hombre.<br />

El almidón de habas y demás leguminosas<br />

contiene ordinariamente cierta cantidad de<br />

albúmina, que no es dable separar con disoluciones<br />

alcalinas sin atacar al mismo almidón.<br />

El almidón de legumbres produce tanto engrudo<br />

como el de castañas de la India, es decir,<br />

vez y media lo que el almidón de trigo;<br />

por otra parte, como el engrudo de habas retiene<br />

mayor cantidad de agua, es económico<br />

y deja más suave el lienzo preparado con éL<br />

Los granos de almidón de judías, lentejas,<br />

guisantes, etc., son más ó menos ovales y -ramiformes,<br />

y tienen generalmente una ranura<br />

central; su estratificación es concéntrica como<br />

la del que los cereales dan, y el diámetrovaría<br />

de 0,032 á 0,079 milímetros.<br />

ALMIDÓN DE CASTAÑAS DE INDIAS.—El castaño<br />

de India ( Aesculus liippocastanum) da<br />

un fruto que contiene un 28 por 100 de almidón,<br />

y que puede utilizarse para la obtención<br />

de esta substancia, por lo mismo que se desarrolla<br />

fácilmente aquél en los países templados,<br />

y sus frutos no tienen valor alguno. En<br />

Sajonia y en algunas localidades de Francia<br />

donde se ha desarrollado mucho esta fabricación,<br />

después de mondadas las castañas, se<br />

rallan ó se reducen á harina por medio de una<br />

muela dé piedra, y la pulpa resultante se lava<br />

con agua sobre un tamiz convenientemente<br />

dispuesto, con el objeto de retener los restos<br />

leñosos, siendo útil añadir un poco de sosa al<br />

agua del lavado. Para obtener 100 kilogramos<br />

de almidón se necesitan unos 250 de castañas.<br />

El procedimiento más antiguo de extracción<br />

del almidón de castañas de Indias está basado<br />

en la fermentación; mezclada con agua en una<br />

tina la harina obtenida, se deja en el depósito<br />

el tiempo suficiente para que se desarrolle la<br />

fermentación acida, y después se somete á<br />

iguales procedimientos que para las otras semillas<br />

de que hemos hablado.<br />

Incolle y Deschamps recomiendan que para<br />

despojar á las castañas de su acritud y de su<br />

color verdoso se laven varias veces en agua<br />

que contenga de 5 á 10 por 100 de ácido clorhídrico<br />

, y se desmenucen después para someterlas<br />

á las operaciones necesarias, no sin tener<br />

en cuenta la conveniencia de lavar también<br />

el almidón con agua acidulada para que<br />

desaparezca totalmente el sabor amargo y el<br />

ligero tinte verdoso.<br />

Hedenus propone otro procedimiento para<br />

preparar el almidón blanco y sin sabor con<br />

las castañas amargas: se echan éstas en agua<br />

hirviendo; se mondan y desmenuzan ; se empasta<br />

la masa con agua que contenga una parte<br />

de sosa para cada 100 de harina, y se tratan<br />

mecánicamente, como tenemos explicado para<br />

la fécula de patatas. De esta manera se obtiene<br />

de 15 á 17 por 100 de almidón. Las pulpas que<br />

quedan se pueden tratar con agua acidulada<br />

por medio del ácido sulfúrico, y así se convierte<br />

el almidón que aún quedaba en ellas en<br />

glucosa, y se obtiene un 2 por 100 de esta<br />

substancia, tan útil para diversos fines.<br />

Del arrow-root, sagú, tapioca y otras féculas<br />

exóticas hablaremos en las secciones correspondientes<br />

del DICCIONARIO.<br />

OBSERVACIONES. — Como complemento de<br />

cuanto acabamos de consignar respecto de la<br />

fabricación almidonera, hemos de advertir<br />

que esa industria no siempre da en España<br />

los resultados que en otros países se obtienen,<br />

por muchas razones que expondremos sumariamente.<br />

En primer lugar, ha de tenerse en


ALM — 131 — ALM<br />

cuenta que en los libros solamente se pueden<br />

recoger y explanar consideraciones generales<br />

acerca de los procedimientos industriales, y<br />

que éstos han de modificarse según las diferencias<br />

de clima y estación, según la naturaleza<br />

de las aguas que se empleen, según la<br />

variedad del producto que haya de ser transformado,<br />

y sobre todo, según la índole y condiciones<br />

especiales de la primer materia con<br />

que se cuenta. Esas modificaciones solamente se<br />

pueden introducir á fuerza de observaciones<br />

y ensayos inteligentemente dirigidos, y cuando<br />

el fabricante se convenza de que, por muy<br />

perfeccionados que sean los mecanismos de<br />

que se sirva, éstos no hacen nunca la labor<br />

por sí solos, y exigen la dirección del hombre<br />

en cada momento. Precisamente por hallarse<br />

muy generalizada la opinión contraria, muchos<br />

especuladores sufren desengaños y no ¡legan<br />

á explicarse el hecho de que fábricas cuyo<br />

menaje y aparatos no son tan perfeccionados<br />

como el empleado por aquéllos, obtengan resultados<br />

excelentes y logren el favor de los<br />

consumidores, no siendo extraño observar que<br />

empleando mecanismos análogos é idénticas<br />

materias primeras, los productos de dos fabricantes<br />

sean muy diferentes por su calidad, y<br />

es que el uno carecerá de lo que llaman nuestros<br />

vecinos tour de main 6 savoir faire, es<br />

decir, destreza, y el otro la poseerá en alto<br />

grado.<br />

Para adquirirla se requiere ante todo un<br />

conocimiento exacto de las materias que hayan<br />

de transformarse, y de las máquinas y aparatos<br />

que se empleen, y sobre todo espíritu<br />

observador é investigador á la vez, es decir,<br />

tal afición á la industria que no solamente se<br />

adviertan las particularidades que puedan surgir,<br />

sino que también se busque la razón y<br />

causa de ellas, y por medio de ensayos se intente<br />

evitarlas si son desfavorables, ó provocarlas<br />

si son útiles. Para ello es necesario que<br />

directores, fabricantes y obreros posean conocimientos<br />

que generalmente no poseen en<br />

España, ó que los jefes no aplican, faltos de<br />

estímulo y remuneración para perfeccionar<br />

la industria á que se consagran. En todas las<br />

comarcas verdaderamente industriales, cuantos<br />

intervienen en la fabricación poseen pollo<br />

común conocimientos auxiliares de física,<br />

química, etc., que los ponen en condiciones<br />

de salvar cualquier dificultad que se presente,<br />

de variar las dosis de los ingredientes, de<br />

alargar ó acortar los períodos indispensables<br />

para obtener una reacción química, y de seguir<br />

distintos procedimientos cuando así lo<br />

exige el carácter especial de las primeras materias<br />

sometidas á la transformación fabril.<br />

Preciso es, pues, que los dedicados á una industria,<br />

máxime si es-nueva en España, no se<br />

desalienten porque las máquinas, por perfeccionadas<br />

que sean, no hagan ellas solas el<br />

trabajo; que estudien bien las condiciones especiales<br />

en que montan la especulación para<br />

obtener resultados remuneradores, y sobre<br />

todo, que procuren siempre hallar salida para<br />

los desechos, los cuales en muchos casos constituyen<br />

la utilidad y provecho de los industriales<br />

, no fiándose nunca de los complicados<br />

aparatos que se anuncian con bombo y platillos,<br />

como vulgarmente se dice, y que más<br />

complicados de día en día, muchos de ellos<br />

solamente sirven para que los constructores<br />

obtengan los rendimientos que buscan mediante<br />

insignificantes modificaciones, y estimulando<br />

constantemente á los industriales<br />

para que cambien de sistema y hagan desembolsos<br />

inútiles, cuando no ruinosos de todo<br />

puuto.<br />

Por hallarnos persuadidos de que tales<br />

anuncios y tales encomios, unidos á la falta de<br />

constancia y de espíritu de observación, desalientan<br />

á muchos que han intentado plantear<br />

nuevas industrias en nuestro país, nos guardamos<br />

generalmente de dar gran amplitud á<br />

la descripción de aparatos cuya complicación<br />

es harto embarazosa y costosa además, siendo<br />

así que las fábricas prósperas, á juzgar pollas<br />

observaciones repetidas que hemos hecho,<br />

se distinguen siempre por la sencillez de sus<br />

mecanismos, por el cuidado con que se vigilan<br />

todas las operaciones y por el especial empeño<br />

en sacar todo el partido posible de las substancias<br />

que se obtienen de la fabricación, en<br />

atender á las exigencias del consumo y estudiar<br />

bien las condiciones en que se adquieren<br />

las primeras materias.<br />

Esto no quiere decir en manera alguna que<br />

deje de haber, entre los aparatos modernos<br />

para la fabricación del almidón, algunos que<br />

ofrecen positivas ventajas sobre los artefactos<br />

rudimentarios que, por regla general, emplean<br />

las fábricas de nuestro país; pero esas<br />

ventajas, más bien que á las condiciones de<br />

un aparato determinado, se deben al conjunto<br />

del procedimiento de fabricación que, de<br />

agrícola que era antes, y sigue siéndolo en<br />

España, con muy pocas excepciones, ha pasado<br />

á constituir en otros países una grande<br />

industria, perdiendo por completo su carácter<br />

primitivo. Así se explica que los almidones<br />

extranjeros, y muy particularmente los ingleses<br />

y belgas, hagan una concurrencia ruinosa<br />

á los de producción nacional, que no<br />

compiten en precio, y menos todavía en calidad.<br />

Para cambiar esta situación es necesario<br />

emprender la fabricación industrial del almidón<br />

, que en realidad constituye hoy una industria<br />

completamente distinta de la antigua<br />

fabricación, con su material y procedimientos<br />

propios, cuya descripción estaría fuera de lugar<br />

en un Diccionario de Agricultura, dado el<br />

carácter exclusivamente industrial que reviste<br />

la moderna fabricación del almidón.<br />

El trigo, el maíz, la patata y el arroz son<br />

las principales materias principales que explotan<br />

las grandes fábricas modernas, y todas<br />

ellas se producen en España en condiciones<br />

suficientemente favorables para poder intentar<br />

con éxito el establecimiento y aclimatación<br />

de tan importante industria en "el país.<br />

J. Alcover.


ALM — 132 — ALM<br />

ALMIJAR.— Sitio en que se ponen á secar<br />

los higos. Cobertizo en que se ponen extendidas<br />

las uvas para que se oreen y pierdan parte<br />

del agua de vegetación, para hacer los vinos<br />

supurados.<br />

J. H. T.<br />

ALMIZCLE.—Substancia resinosa, de olor<br />

característico muy penetrante , la cual se extrae<br />

de una bolita especial, dependiente del<br />

Figura 49.—Bolsas del almizcle de Tonkm,<br />

vistas por las dos caras<br />

canal de la uretra, que tiene un animal muy<br />

común en la Tartaria y en el Tibet, y el cual<br />

se denomina almizclero vulgarmente, y científicamente<br />

Moschus moschiferus. El almizcle de<br />

buena calidad, cuando es reciente, tiene la<br />

consistencia de la miel, el color rojo obscuro,<br />

y un olor tan penetrante y fuerte que los cazadores<br />

del almizclero apenas le pueden soportar.<br />

Una vez desecado, el producto, se vuel-<br />

Figura ñO.—Almizcle cabardino: A, pelos de tamaño natural<br />

ve casi sólido, de consistencia gomosa, de color<br />

moreno negruzco, de sabor amargo aromático,<br />

de olor fuerte y apenas soportable cuando está<br />

concentrado, pero capaz de una extraordinaria<br />

difusión, que le hace agradable al olfato.<br />

Entre los comerciantes se conocen dos especies<br />

de almizcle principales: el de Tonkín,<br />

representado en la figura 49, procedente de<br />

Cantón, y el cabardino ó de Siberia (figura<br />

50), si bien hay otras variedades menos<br />

conocidas, como la de China, la de Assam<br />

y la de Bengala (figura 51). También los expendedores<br />

clasifican el almizcle según que se<br />

expenda dentro de la bolsa ó vejiga ó fuera<br />

de ella, siendo preferible el primero, y de consiguiente,<br />

el extraerlo directamente por medio<br />

de una incisión circular en la piel que se hallaba<br />

adherida al vientre; porque es de advertir<br />

que, de estar abierta la vejiga, es difícil<br />

dar con almizcle que no se halle falsificado,<br />

y mucho más difícil naturalmente si el almizcle<br />

se expende separadamente y sin la<br />

bolsa.<br />

De los análisis del almizcle hechos por Geiger<br />

y Beiman á que se refiere Berzelius en su<br />

química, resulta que el producto en cada cien<br />

partes contiene: 1,1 de grasa sin saponificar; 4<br />

de colesterina, que encierra una parte de la<br />

materia grasa; 5 de resina amarga especial;<br />

7.5 de extracto alcohólico, ácido láctico libre<br />

y sales; 36.5 de extracto acuoso, substancia<br />

especial combinada con la potasa y con el<br />

amoniaco, y sales solubles en el agua; 0,4 de<br />

residuo arenoso insoluble, y 45,5 de agua y<br />

amoniaco, aprisionadas por el lactato del último.<br />

Como el almizcle es una droga de precio<br />

elevado, se procura conservar cuidadosamente<br />

para que su peso no disminuya, y de ahí el<br />

mantenerle en recintos húmedos y en vasijas<br />

herméticamente cerradas. Es de advertir que<br />

la substancia en cuestión experimenta en breve<br />

una alteración, ó sea una especie de descomposición<br />

de los principios azoados que<br />

desarrollan amoniaco, el cual, por lo mismo<br />

que permanece<br />

-¿jf- lSlíiSs;- aprisionado, reacciona<br />

sobre las<br />

- - materias grasas y<br />

i , engendra un producto<br />

análogo al<br />

llamado grasa de<br />

los cadáveres. El<br />

almizcle, que expende<br />

el comercio<br />

en mayor ó menor<br />

grado ha experimentad<br />

o esa<br />

alteración, sin<br />

perder por eso las<br />

propiedades aromáticas<br />

y excitantes<br />

que le hacen<br />

apreciar pol­<br />

los perfumistas y<br />

los médicos.<br />

Como difusivo y antiespasmódico se emplea<br />

en veterinaria contra las fiebres tifoideas y<br />

atáxicas, el tétanos, convulsiones, neurosis,<br />

cefalalgia, vértigos, y también como afrodisíaco;<br />

pero por su alto precio'se sustituye por<br />

otros antiespasmódicos.<br />

El ácido cianhídrico despoja al almizcle del<br />

olor que le es característico; de manera que<br />

mezclándole con agua de laurel cerezo ó almendras<br />

amargas, con jarabe de horchata y de<br />

almendras amargas, no se advierte el aroma.


ALM — 133 — ALM<br />

También producen el mismo efecto el centeno<br />

cornezuelo, la esencia de mostaza y el azufre<br />

dorado de antimonio. El quermes mineral cambia<br />

el olor del almizcle en olor de cebolla, no<br />

habiéndose averiguado todavía si esas modificaciones<br />

son ó no permanentes.<br />

El almizcle constituye uno de los perfumes<br />

más penetrantes y duraderos que se conocen.<br />

En la actualidad se usa pocas veces solo, pero<br />

entra en la preparación de muchos perfumes<br />

compuestos, y se utiliza para aromatizar determinados<br />

jabones, ciertos cosméticos y algunos<br />

saquitos olorosos. Al almizcle es debi-<br />

b igura ol.—Almizcle de Bengala en bolsas<br />

vistas por la cara superior y lateralmente<br />

da la reputación que ha alcanzado el jabón de<br />

Windsor, que se fabrica en París. La reacción<br />

alcalina del jabón promueve la manifestación<br />

del aroma, si bien cuando es exagerada la proporción<br />

del álcali se desarrolla amoniaco y el<br />

olor resulta desagradable. La tintura sencilla<br />

de almizcle se obtiene haciendo macerar durante<br />

seis meses á temperatura suave, y filtrando<br />

después, una mezcla de 28 gramos de<br />

almizcle en grano y 4 litros de alcohol rectificado<br />

de 84° centesimales. Para el jabón se<br />

emplea la siguiente fórmula:<br />

Jabón blanco de sebo, que se colora<br />

de obscuro pálido después. 2.500 gramos.<br />

Almizcle en grano 7 —<br />

Esencia de bergamota 28 —<br />

Se incorpora el almizcle con la esencia, se<br />

agrega después al jabón y se mezcla todo,<br />

debiéndose conservar preparado durante seis<br />

meses para que el perfume se distribuya perfectamente.<br />

Son bastante frecuentes las falsificaciones<br />

del almizcle, las cuales se practican, ora introduciendo<br />

cuerpos pesados en las bolsitas,<br />

como plomo ó hierro, ora sustituyendo parte<br />

del almizcle con otras substancias, sangre,<br />

gelatina, cola animal, carne, pelos, estiércol<br />

de ave, cera, asfalto, tabaco, arena, benzoina,<br />

etc., etc. Para descubrir la falsificación<br />

habrá de carbonizarse una parte del almizcle<br />

y emplear el microscopio para examinar los<br />

residuos, ó tratar las cenizas, si á ellas se reducen,<br />

con ácido nítrico. Para descubrir los demás<br />

cuerpos extraños se emplean diferentes proce­<br />

dimientos, debiendo advertirse que si las bol"<br />

sas están cosidas, hay doble motivo para supo -<br />

ner la existencia de la falsificación. El almizcle<br />

que se expende fuera de las vejigas suele<br />

estar mezclado con otros de calidad inferior ó<br />

que fué ya tratado por el alcohol, y en ese<br />

caso no se conocen hasta ahora medios para<br />

descubrir la falsificación. Lo mismo en los<br />

países en que lo recogen que en Europa, es<br />

muy común el fraude, que se facilita por el<br />

estado de frescura de las bolsas, cuyas paredes<br />

son en este caso muy extensibles, y por<br />

el orificio central, que es también muy dilatable.<br />

En efecto, los chinos, y también los<br />

puharrias, sacan por esta abertura una parte<br />

del producto, y le reemplazan por materias<br />

orgánicas é inorgánicas. Las bolsas suelen estar<br />

entonces selladas y algunas veces recosidas<br />

cuando se han desgarrado, ó con pelos segados<br />

asemejando la disposición concéntrica<br />

natural que tienen en estos órganos. Algunas<br />

veces también fabrican falsas bolsas (figura52)<br />

con un pedazo de la piel de almizclero, que<br />

llenan de una substancia cualquiera; pero se<br />

las reconoce porque sus pelos no están dis-<br />

Fignra 52.—Falsas bolsas de almizcle<br />

puestos en círculo, y porque carece de orificio<br />

central, recubierto y tapado por un pincel de<br />

pelos rojos.<br />

ALMIZCLE AETIHCIAL.—En Alemania se<br />

prepara una especie de almizcle haciendo que<br />

reaccione una parte de aceite de succino con<br />

cuatro de ácido nítrico, de lo cual resulta una<br />

resina amarilla.<br />

ALMIZCLERO—Animal como de 40 centímetros<br />

de altura y 55 de longitud, parecido<br />

al cabrito, pero sin cuernos, pardo gris y á<br />

veces de color de hierro obscuro, con manos<br />

rectas, delgadas y flexibles, piernas robustas,<br />

pesadas y muy arqueadas, y una especie de<br />

bolsa ovalada debajo del vientre, que contiene<br />

el almizcle.<br />

ALMOCAFRE. —Instrumento de hierro<br />

que usan los jardineros y hortelanos para escarbar<br />

la tierra, limpiarla de malas hierbas y<br />

transponer plantas pequeñas. Su figura es corva<br />

, y remata en una lengüeta de dos cortes.<br />

Tiene un cabo redondo de madera que sirve<br />

de agarradero. (V. Instrumentos agrícolas.)<br />

ALMOHADILLA.—Pieza de aposito consistente<br />

en un saquito lleno de una substancia<br />

blanda y elástica, como lana, borra, crin, etc.,<br />

que sirve para sostener los miembros enfermos<br />

y de punto de apoyo á los vendajes.—Al-


ALM — 134 — ALM<br />

mohadilla de grupa. Cojín de becerro y lienzo,<br />

relleno de cerda, de 8 pulgadas de largo<br />

y 10 de ancho, con dos francaletes de una<br />

cuarta de longitud, los cuales se fijan por<br />

medio de hebillas en el cojín, y sirven para<br />

que quede adherido á la silla de montar, pasando<br />

por las grapas del borren trasero, con<br />

objeto de que gravite sobre aquél el peso de<br />

la grupa y no se roce el dorso del caballo, y<br />

particularmente los ríñones.<br />

ALMOHAZA.—Instrumento formado por<br />

una chapa cuadrilonga de hierro, sobre una<br />

de cuyas caras, y dispuestas perpendicularmente<br />

á ella, hay cuatro serrezuelas paralelas<br />

entre sí, con dientes muy menudos y romos.<br />

El instrumento, que se halla provisto del<br />

correspondiente mango de madera, se usa mucho<br />

para la limpia de los caballos, y suelen<br />

manejarlo con excesiva rudeza los mozos de<br />

cuadra. Se pasa sobre la piel de los solípedos<br />

para restregársela y despojarlos de los pelos<br />

y de los lodos, aveces fuertemente adheridos<br />

á consecuencia de haberse secado el sudor ó el<br />

agua que los humedecía. En manos de gentes<br />

poco consideradas, la almohaza se convierte<br />

en un verdadero instrumento de tortura, con<br />

que se mortifica y dislacera á veces la piel de<br />

las caballerías en los puntos en que es más<br />

fina ó en las partes menos carnosas y más<br />

huesudas. Cuando se maneja el instrumento<br />

con suavidad, no solamente levanta el polvo<br />

y los pelos adheridos á la piel, arrastrando<br />

con ellos la grasa, sino que estimula suavemente<br />

los órganos cutáneos y ejerce saludable<br />

influencia sobre ellos bajo el punto de vista de<br />

la secreción.y exudación de que están encargados.<br />

Por desgracia, son pocos los palafreneros<br />

que manejan la almohaza con la debida<br />

delicadeza, á no ser que cuiden caballos de<br />

pura sangre, cuya piel es siempre más delicada<br />

y cuya capa está formada siempre por pelos<br />

más cortos, por lo cual sólo toleran que<br />

se levante el polvo con el instrumento que<br />

nos ocupa.<br />

ALMORADUX.—(V. Mejorana.)<br />

ALMORRON.—Lomo alto de tierra que<br />

se hace en los canteros para dividir las tierras.<br />

En el cultivo de los esparragales se levantan<br />

almorrones con la tierra que se saca de las<br />

zanjas donde se siembran las esparragueras.<br />

ALMORTA, GUIJAS, MUELAS.—En<br />

la región central de España se denomina á esta<br />

planta anual almorta; en Castilla la Vieja y<br />

Norte, muelas, por el parecido á ellas que tiene<br />

la semilla, y en la parte meridional, guijas.<br />

Género de la familia de las leguminosas, tribu<br />

de las papilonáceas, tiene varias especies.<br />

Lathyrus salimis, L.—Esta es la que se cultiva<br />

como alimento del hombre y de los animales.<br />

Planta anual, sensible á las heladas,<br />

por lo cual se siembra generalmente en Febrero.<br />

Raíz fibrosa, ramosa; tallo flexible, anguloso,<br />

herbáceo y aplastado; hojas lanceoladas,<br />

con zarcillos; flores amariposadas, axilares,<br />

pedunculares, de color azul, rosa ó blancas;<br />

«1 fruto es una legumbre cilindrica, con dos<br />

ó cuatro simientes comprimidas, angulosas;<br />

que tienen la forma de una muela, y de aquí<br />

que se la dé ese nombre en algunas partes.<br />

Su cultivo en la alternativa de las cosechases<br />

como planta mejoradora, como lo son todas<br />

las leguminosas. No es exigente en la calidad<br />

de la tierra, pero vegeta mejor en las sueltas<br />

y substanciosas; en el turno de los cereales<br />

tiene lugar para barbecho de semillas. Se<br />

prepara el suelo con dos rejas sobre rastrojo,<br />

y con una tercera<br />

se siembran<br />

á. chorrillo,<br />

un surco<br />

sí y otro no,<br />

en el mes de<br />

Febrero, y<br />

después se da,<br />

cuando están<br />

bien nacidas,<br />

otra labor de<br />

arado ó un<br />

aricado, ó mejor<br />

se da una<br />

cava, si hay<br />

oportunidad.<br />

En los terrenos<br />

fuertes<br />

crecen mucho<br />

las plantas y<br />

llevan generalmenteme­<br />

Figura 53.—Almorta de prados nos simiente<br />

que en los ligeros, en que ocurre lo contrario.<br />

Las plantas, llegada la madurez del fruto,<br />

que de ordinario no se verifica para todos á la<br />

vez, se arrancan y se llevan á la era, se dejan<br />

algunos días para que se regranen y luego se<br />

trillan como las demás leguminosas, guisantes,<br />

etc. La paja de almortas la comen bien toda<br />

clase de ganados, y aprovecha especialmente<br />

para el lanar y cabrío en los inviernos. La<br />

semilla, hecha harina, la usan en la.región<br />

central para hacer puches, especie de gachas<br />

con que se alimentan y sirve de desayuno, á<br />

la gente pobre. Es de mucho alimento.<br />

En algunas partes usan las almortas en sustitución<br />

de los garbanzos y judias para potaje.<br />

Las palomas que se alimentan délas almortas<br />

engordan mucho. El valor de lasialmortas es<br />

poco menor que el del trigo ,^<br />

La almorta de prados (Lathyfuspratensis),<br />

representada en la figura 53, es otra-especie<br />

vivaz, común en los prados, que produce un<br />

forraje muy buscado por los animales. Para<br />

las demás especies, véase Látiro.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALMOTACÉN (Fiel de pesos y medidas).<br />

Antiguamente había en España varios oficios<br />

derivados de este nombre; por ejemplo: se<br />

llamaba almotalafe al fiel que pesaba la seda<br />

y almotazaf al que pesaba la lana. Se decía al-<br />

•molacenio al derecho que se exigía al fiel almotacén.<br />

Los árabes introdujeron en España esos oficios,<br />

que con distinto nombre siguen hoy,


ALM — 135 — ALO<br />

aunque mermadas y casi nulas las funciones<br />

de esos empleados desde que se suprimió la<br />

obligación que antes tenían los pueblos de<br />

pesar y medir con los pesos y medidas de los<br />

Ayuntamientos, los cuales se arrendaban como<br />

arbitrio municipal, y los vecinos, transeúntes,<br />

etcétera, que pesaban y medían, obligados estaban<br />

de pagar al fiel una cantidad por fanega<br />

ó arroba, y el fiel á su vez daba al Ayuntamiento<br />

la cantidad en que subastaba el derecho.<br />

En el día, aun la mayoría de los Ayuntamientos<br />

arriendan los pesos y medidas de<br />

uso voluntario, por lo cual los vecinos no están<br />

obligados á usarlos, pero si los usan tienen<br />

que pagar. Los que no se sirven de las medidas<br />

del fiel almotacén están obligados á tenerlas<br />

marcadas por el fiel contraste, pagando<br />

los derechos de arancel por la marca y sello<br />

puesto al efecto. Cada seis meses se está obligado<br />

á sellar, y contrastar los pesos y medidas.<br />

El arriendo de pesos y medidas de uso voluntario<br />

se efectúa en algunos pueblos bajo el<br />

nombre de la mojona, y se administra por los<br />

cosecheros, utilizando los ingresos para emplearlos<br />

en obras públicas, con la intervención<br />

del Ayuntamiento. El medio proporciona recursos<br />

para la policía urbana y rural, desatendida<br />

en muchos casos por insuficiencia<br />

del presupuesto y por el expedienteo necesario<br />

cuando los fondos están en ellos incluidos.<br />

Si los vecinos todos piden y se obligan á<br />

pesar y medir con las pesas y medidas del fiel<br />

medidor, la Diputación lo autoriza y se hace<br />

obligatorio. Esto suele ocurrir donde el arbitrio<br />

se hace preciso para cubrir los presupuestos<br />

municipales. Sólo la costumbre puede hacer<br />

que se recurra á medios á que la mayoría<br />

no contribuye, y todos se aprovechan de los<br />

ingresos y su aplicación, ya sea en el presupuesto<br />

municipal, ó en obras públicas fuera<br />

de él.<br />

Hoy los Ayuntamientos son los encargados<br />

de confrontar los pesos y medidas por medio<br />

de los patrones que todos tienen, y también<br />

del repeso, imponiendo las penas que marca<br />

el código penal á los defraudadores.<br />

El arriendo de los pesos y medidas, ya sea<br />

á la exclusiva si se autoriza por todos los vecinos,<br />

ó de uso voluntario cuando parcialmente<br />

lo acuerdan varios, suele oiiginar en<br />

los pueblos serios inconvenientes, en particular<br />

cuando la venta de los frutos es difícil. Los<br />

sacadores ó rematantes se convierten en corredores<br />

, y sólo procuran la venta de los frutos<br />

de aquellos propietarios que los gratifican<br />

con largueza, y no en pocos casos desacreditan<br />

los de los que, ó no pueden, ó no quieren<br />

gratificarlos. Cuando los compradores son<br />

amigos ó se ponen de acuerdo con los fieles<br />

medidores, éstos faltan á su deber, con perjuicio<br />

de los vendedores.<br />

' Resulta, pues, un gran beneficio el que se<br />

hizo á los pueblos suprimiendo el almotacén ó<br />

fiel medidor, que hoy sólo tiene el carácter de<br />

uso voluntario, siendo así que en lo antiguo<br />

era obligatorio, hasta el extremo que, en uno<br />

de los privilegios que en 1163 dio á Cuenca<br />

D. Alfonso, se dice «que no tengan pesos y<br />

medidas en su casa, salvo el peso del mercado,<br />

que es del ReyD.<br />

En 1659 se concedió al Rey por las provincias<br />

de Castilla la facultad de que cobrase el<br />

fiel medidor 4 maravedís en arroba de vino,<br />

vinagre y aceite que se pesara, aforara ó<br />

consumiera en los pueblos; el destino que debía<br />

darse á los ingresos era la asistencia de la<br />

caballería del ejército; pero después se aplicó<br />

al bolsillo secreto de S. M. Este impuesto,<br />

que importaba grandes sumas y que ponía á<br />

los pueblos á disposición de los arrendatarios,<br />

se suprimió en 1817 y se restableció en 1824,<br />

quedando extinguido definitivamente, según<br />

queda indicado, al reformar las leyes de tributación.<br />

Hoy á nadie se puede obligar, según<br />

hemos dicho, á pagar pesos ni medidas,<br />

pero sí á tenerlos marcados y sellados del contraste<br />

cada seis meses los que se usen para la<br />

venta.<br />

El 14 de Julio de 1842 se publicó un decreto<br />

de las Cortes que dice:<br />

«Artículo único. El Gobierno suprimirá en<br />

los presupuestos de 1843 los oficios ó cargas<br />

de fiel medidor, lonja, contaduría, peso real y<br />

demás que bajo cualquier denominación recaigan<br />

sobre el peso y la medida, librando á los<br />

pueblos de estos gravámenes; por lo tanto,<br />

mandamos, etc., etc.»<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALMUD (Medida de áridos).—El célebre<br />

D. Jaime I de Aragón, en las leyes que dio á<br />

Valencia, determinó «que en todo el reino y<br />

ciudad no hubiese de haber más que una vara<br />

(alna), un cuartal, un almud, una fanega, un<br />

cahiz, una onza, una,libra, una arroba, un<br />

quintal, un peso y una medida; la fanega, ocho<br />

almudes y><br />

Esa es-la procedencia del nombre almud,<br />

usado en Valencia y Aragón antes de la época<br />

de D. Jaime, pues es de origen árabe esa palabra.<br />

El almud, como toda la diversidad de<br />

medidas, ha caído en desuso desde que se ha<br />

planteado el sistema de pesos y medidas decimales.<br />

En algunos puntos de la América española<br />

se usa el almud.<br />

J. de H. T.<br />

ALMUDADA.—La superficie de terreno<br />

en que se puede sembrar la cantidad de grano<br />

que contiene un almud, y cuya extensión<br />

naturalmente varía según la capacidad de<br />

ÁLMUDENA—(V. Alh.on.diga.)<br />

ALMUÉRDAGO—Con este nombre, ó<br />

con el de muérdago, se conoce en casi toda<br />

España al Viscum álbum, L. (V. Muérdago.)<br />

ALNUS.—Género de plantas de la familia<br />

de las Betuláceas. (V. Aliso.)<br />

ALOBAHAI—(V. Anagap.)<br />

ALOCASIA (Horticultura).— Planta de<br />

la familia de las aroídeas, originaria de Borneo<br />

y cultivada en los invernaderos de Europa por<br />

la belleza de sus hojas. Las principales espe-


ALO — 136 — ALO<br />

cíes de alocasia que allí se encuentran son las<br />

siguientes: Weitcliii, Lowii, Zebrina y Metallica,<br />

ó de reflejos metálicos, que es la más<br />

celebrada. Sus hojas, radicales y redondeadas,<br />

tienen 40 centímetros de longitud por 30 de<br />

anchura; la cara superior es de hermoso tinte<br />

bronceado, mientras que la inferior es de púrpura<br />

obscuro. Esas plantas reclaman estufa<br />

caliente y húmeda, y deben cultivarse en tierra<br />

de brezo.<br />

ALOCH.—Así llaman en Cataluña (Montalegre,<br />

Caldetas, Arbucias, etc.) al Vitex<br />

agnus castas, L. (V. Sauzgatillo.)<br />

ALOCHESIA (Medicina veterinaria).—<br />

Desarreglo consistente en la salida de los excrementos<br />

por una abertura accidental del<br />

intestino, ó por un ano artificial.<br />

ALOCROMASIA. —Voz empleada para<br />

expresar el cambio de los colores ó la percepción<br />

de éstos de distinta manera de como son.<br />

ALODIG — (V. Calios.)<br />

ALOE, ALOES. — Linneo dio ese nombre<br />

á un género de liliáceas originario del<br />

Cabo de Buena Esperanza. Transportado á<br />

Figura 54.—Aloes en espiga<br />

Europa el áloe, nos sorprendió por su forma<br />

extraña, cuyo modelo no se encuentra<br />

en ningún vegetal. Privado de la elegancia<br />

que tienen otros vegetales, es característico<br />

por los bellos colores, número y disposición<br />

de sus flores, la forma de su corola tubular,<br />

casi cilindrica, partida en seis lóbulos en su<br />

orificio, que encierran seis estambres pegados<br />

en el receptáculo. El ovario es libre, y se<br />

convierte en una cápsula con tres departamentos<br />

ocupados por la simiente.<br />

Existen numerosas variedades de áloes:<br />

Aloe dístico (A. disticha, L.).—Procede de<br />

África.<br />

Aloe de abanico (A. plicatibilis).— Procede<br />

del Cabo de Buena Esperanza,<br />

Aloe lengua de gato (A lingua, Hurnb.).<br />

Aloe umbelala (A. saponaria).—Del Cabo;<br />

hay variedades de hojas color púrpura.<br />

Aloe feroz (A.ferox).<br />

Aloe forma de mitra (A. milrceformis).—<br />

Procede de África.<br />

Aloe de África (A. fruiicosa, Lm.).<br />

Aloe sucotrino (A. socotrina, D. C).—Es<br />

el áloe del comercio.<br />

Aloe de la Isla de Borbón (A. purpurea,<br />

Lm.).<br />

Existen hasta diez y ocho variedades; todas<br />

se cultivan en los jardines como plantas de<br />

adorno; la mayor parte exige en los países<br />

fríos conservarlas en estufas en el invierno.<br />

De las especies perfoliata, variegata y algunas<br />

otras se extrae el acíbar, purgante<br />

que se vende en las droguerías.<br />

J. deH.T.<br />

ALOISIA (Lippia de Lin.).—Género de<br />

planta de la familia de las verbenáceas.<br />

Aloisia común, luisa, hierba luisa, hierba de<br />

la princesa, hierba cidrera (L., Citriodora,<br />

Verbena triphylla).—Es arbusto de 1,50 á 2<br />

metros de altura, originario de Chile y del<br />

Perú, que vegeta al raso de nuestro clima,<br />

pero en algunos inviernos las heladas le matan<br />

, por lo cual, para precaver este inconveniente<br />

, se cultiva en tiestos y se coloca en sitios<br />

resguardados de los aires fríos.<br />

Se multiplica por esqueje, acodo, estaca y<br />

semilla; el plantío de los esquejes se hace<br />

desde últimos de Abril hasta mediados de<br />

Marzo, colocándolos á la sombra hasta que<br />

lleguen á prender; por el mismo tiempo se<br />

hace la siembra en los tiestos, transplantando<br />

el arbusto por Marzo siguiente. Las hojas y<br />

flores despiden un olor muy agradable de<br />

limón, y se usan como medicamento; corroboran<br />

el sistema nervioso, y suelen emplearse<br />

en la medicina doméstica contra las indigestiones,<br />

flatos, palpitaciones y vértigos precedidos<br />

de la hipocondría ó histérico.<br />

ALOMAR.— Arar la tierra por lomos, regularmente<br />

después de haberla arado por yunto.<br />

(V. Cultivo de las tierras.)<br />

ALOMARSE EL CABALLO—Esta expresión<br />

equivale á la de tener mucho lomo,<br />

y empléase para indicar que por falta de<br />

ejercicio ó por otras causas el bruto adquiere<br />

excesiva fuerza en el cuarto trasero, es decir,<br />

en las piernas y en las ancas. Antes de adquirir<br />

el potro fuerza en el lomo no se le debe<br />

parar bruscamente, ni obligarle á recular.<br />

Para remediar ese inconveniente es necesario<br />

alomar al bruto, ó sea equilibrar la fuerza


ALO — 137 — ALO<br />

del caballo repartiéndola entre los cuatro remos,<br />

lo que se consigue mediante los llamados<br />

dobleg-cimientos entre los inteligentes.<br />

ALOMORFIA—Paso de una forma á otra<br />

completamente diferente. Es una alomorfia la<br />

transformación de las larvas de los coleópteros<br />

ó lepidópteros en insectos perfectos.<br />

ALONDRA (Alando, aroensis, L.).—La<br />

alondra es una de las especies que más se distingue<br />

de la familia de los Armirostres, orden<br />

de los Passeres. Eutre las diversas especies se<br />

cuenta la alondra de África; la de los arenales,<br />

ó calandria pequeña; la alondra de los<br />

bosques; la de gola negra; la moñuda ó cogujada;<br />

la de Tartaria, etc.<br />

La calandria de gola negra es la más estimada,<br />

pues en la jaula sus gorjeos son muy<br />

alegres, que hace que los machos sean estimados<br />

con ese objeto. Son de las mayores de<br />

su especie; su pluma negruzca y parda está<br />

teñida de blanco rojo; los machos se distinguen<br />

por un collar negro que les ocupa la<br />

garganta; desde el pico á la parte final de la<br />

cola tienen de largo de 6 á 8 pulgadas (de 14<br />

á 19 centímetros). Su carne es muy sabrosa,<br />

y si bien este pájaro suele alimentarse de insectos,<br />

con lo cual favorece á la agricultura,<br />

es cuando en los campos no encuentra grano<br />

con que nutrirse. En la época del frío se retira<br />

á los países cálidos.<br />

J. de H. T.<br />

ALONSO DE HERRERA (Gabriel)<br />

(Biografía agrícola).—Célebre agrónomo<br />

español que nació en Tala vera de la Peina,<br />

provincia de Toledo, por los años de 1470 á<br />

1480, según dedujo D. Mariano Lagasca de sus<br />

investigaciones relativas á ese punto. La importancia<br />

y celebridad que este escritor adquirió<br />

se halla sobrado justificada, ora por haber<br />

sido el primero que se ocupó de agricultura<br />

eu la época del Renacimiento, ora porque fué<br />

un hombre verdaderamente docto. Capellán<br />

del gran cardenal Cisneros y beneficiado en la<br />

iglesia de San Miguel de Talavera, tuvo ocasión<br />

desde 1500 á 1512 de viajar por la mayoría<br />

de las provincias de España, por la Galia<br />

Narbonense y por Alemania, estudiando las<br />

tradiciones y prácticas agrícolas de países diferentes<br />

por muchos conceptos. No pequeña<br />

parte tuvo el gran estadista castellano en la<br />

publicación del libro que había de hacer célebre<br />

á' su capellán , puesto que conociendo la<br />

afición de éste á las cosas del campo y su especial<br />

competencia, le excitó á que compusiera<br />

la obra que, dividida en seis libros, y con el<br />

título de Agricidtura general, se publicó por<br />

vez primera en Toledo el año 1513, á expensas<br />

del cardenal, que distribuyó ejemplares de<br />

aquélla en todos los pueblos del arzobispado;<br />

y más tarde, en 1540, se reprodujo en una segunda<br />

edición que no hemos tenido ocasión<br />

de ver, y que apareció, según unos, en Toledo,<br />

y en Alcalá de Henares según otros.<br />

Posteriormente se hicieron nuevas ediciones<br />

del libro escrito por el sacerdote talaverano;<br />

alguna de ellas tuvo probablemente<br />

menos aceptación de la que merecía, á causa<br />

de haber sido aumentado el texto de Herrera<br />

con producciones de otros escritores de poca<br />

monta, y en 1818 apareció una nueva con<br />

otros trabajos no exentos de valor. A mediados<br />

del siglo xvi falleció el ilustre Herrera, á<br />

quien la patria no ha dedicado hasta ahora<br />

monumento alguno que perpetúe su memoria<br />

y recuerde sus méritos. El libro de Alonso de<br />

Herrera en realidad es una compilación más<br />

que un trabajo original, y revela más erudición<br />

de docto que maestría de hombre práctico.<br />

La aparición de aquél no pudo ser más<br />

oportuna, porque los textos y reglas de los<br />

escritores clásicos no bastaban para las exigencias<br />

de la agricultura en la época del Renacimiento,<br />

y además se limitaban á consignar<br />

las prácticas propias de las comarcas del<br />

Mediodía de España, y no tenían noticia de<br />

las enseñanzas de los árabes, y de las condiciones<br />

especiales del cultivo en los países ocupados<br />

en el Centro y Norte de Europa por las<br />

razas germánicas y eslavas. En realidad, la<br />

obra clásica de Junio Moderato Columela,<br />

redactada en el siglo primero de la Era cristiana;<br />

la de Abu-Zacaría labia Aben Mohamed<br />

Ben Ahmed Ebn-el-Anvam, que vivió<br />

en Sevilla en el siglo xn, y el libro de Agricultura<br />

general de Gabriel Alonso de Herrera,<br />

marcan los tres períodos más importantes del<br />

cultivo agrícola en España, y de ahí la importancia<br />

que tienen esos libros y la influencia<br />

que han ejercido en el desarrollo de la labranza<br />

en nuestra patria.<br />

Así como el libro de Abu-Zacaría recoge<br />

las noticias y consejos de los escritores agrónomos<br />

que le precedieron, así Alonso de Herrera,<br />

sin ostentar la erudición bibliográfica de<br />

aquél, da á conocer las prácticas de los agricultores<br />

españoles , y deja adivinar la influencia<br />

que los árabes ejercieran en ellas durante<br />

su larga estancia. En el libro sexto y víltimo<br />

de su obra precisa la clase de trabajos que<br />

se han de emprender en cada fase de luna,<br />

acogiendo en realidad tradiciones que los musulmanes<br />

habían recibido de los caldeos, dados<br />

á la astrología, según saben todos. Por lo<br />

mismo que no escasean los ejemplares del libro<br />

de Herrera, gracias á las numerosas ediciones<br />

hechas, no creemos necesario hacer<br />

aquí un resumen de él; resumen que, por otra<br />

parte, habría de ser extenso en demasía, ya<br />

que impondría la tarea, si habían de aquilatarse<br />

los méritos del autor, de discernir las<br />

reglas y preceptos originales de él, ó que por<br />

primera vez formulara, de las ya tradicionales<br />

en la Península desde las épocas de la dominación<br />

romana y de la dominación árabe.<br />

Para que no se le juzgue tan falto de originalidad<br />

como han supuesto algunos críticos<br />

extranjeros, habremos de advertir que, ocupándose<br />

de ganadería, recomendaba ya en<br />

1513 prácticas que hasta el año 1806 no adoptaron<br />

los holandeses, y que han sido encomiadas<br />

con sobrada razón por muchos escritores<br />

contemporáneos. De las precauciones


ALO — 138 — ALO<br />

cuya adopción prescribe contra los estragos<br />

causados por los pájaros, se desprende que<br />

abundaban considerablemente en España esos<br />

volátiles por aquella época, y la mayoría de<br />

las prácticas de cultivo que aconseja, se siguen<br />

observando aún en nuestros días, y son<br />

las recomendadas generalmente por los agrónomos<br />

que no se curan de exageraciones y<br />

teorías peregrinas, siendo de lamentar que no<br />

amplíe Herrera algunas de las consideraciones<br />

que apunta, y que no exponga detallada y<br />

minuciosamente la marcha adoptada por los<br />

agricultores del Mediodía de la Península respecto<br />

de plantas que no prosperan en la meseta<br />

central de las Castillas.<br />

B. Aragó.<br />

ALONZOA (Jardinería). — Arbusto de<br />

la familia de las escrofularíneas, originario de<br />

Chile, muy estimado en los jardines por su<br />

follaje ornamental. Cultívanse dos especies :1a<br />

Alonzoa icarscewiczii, arbolito de un metro<br />

de elevación, de ramas bastante delicadas, numerosas<br />

y rectas, con hojas lanceoladas y<br />

flores en racimo de color rojo vivo, que se<br />

abren durante una gran parte del estío, y la<br />

Alonzoa incisa'folia, llamada así por tener las<br />

hojas cortadas. Es un arbusto muy ramoso y<br />

que forma mata á la manera de las zarzas.<br />

Tanto los individuos de la primera como de<br />

la segunda especie pueden vegetar al aire libre<br />

durante el estío en toda Europa, pero durante<br />

el invierno es necesario abrigarlos en la estufa,<br />

á no ser en la Andalucía meridional, en<br />

Sicilia y en algunas otras regiones de nuestro<br />

Continente. Esos arbustos se multiplican<br />

por semillas ó renuevos. Se siembran en los<br />

comienzos de la primavera, para plantarlos<br />

definitivamente á los dos meses ó seis semanas.<br />

ALOPATÍA.—Sistema médico que consiste<br />

en administrar á los enfermos medicamentos<br />

tales que provoquen accidentes mórbidos<br />

distintos de aquellos que sufre el animal enfermo.<br />

ALOPECIA (Medicina veterinaria).—•<br />

Caída parcial ó total de los pelos de los animales.<br />

Esa enfermedad puede curarse, y nunca<br />

produce la caída definitiva del pelo. Casi siempre<br />

es consecuencia de alguna enfermedad de<br />

la piel y de la sarna especialmente. Siendo la<br />

alopecia resultado de una alteración constitucional<br />

en el estado de salud, se la hace desaparecer<br />

tratando convenientemente el padecimiento<br />

que la origina. Cuanto al tratamiento<br />

directo, varía según las circunstancias en<br />

que se desarrolla aquella enfermedad. Cuando<br />

haya inflamación será necesario combatirla<br />

primero con lociones emolientes, y después<br />

con lociones ligeramente estimulantes. Recomiéndanse<br />

las lociones con una disolución de<br />

jabón é hígado de azufre, y las fricciones de<br />

pomada oxigenada, administradas dos ó tres<br />

veces en otros tantos días, con una preparación<br />

obtenida con 12 á 24 gramos de yoduro potásico<br />

y 30 de manteca de cerdo, formando<br />

ungüento. Hofer aconseja el empleo de la tin­<br />

tura de yodo sobre las partes enfermas, distribuyéndola<br />

con una pluma.<br />

En las ovejas han producido resultados excelentes<br />

las lociones con lejía de cenizas, y las<br />

unciones, en los puntos del cutis afectados, con<br />

aceite de asta de ciervo, y además las fricciones<br />

con óxido de manganeso. También los<br />

baños diarios sobre los puntos enfermos con<br />

una disolución de sublimado, ó sea un gramo<br />

de sublimado en 350 gramos de agua, producen<br />

excelentes efectos. El último remedio<br />

mencionado fué usado también con éxito por<br />

Pilhvax para combatir la alopecia en los papagayos,<br />

preparándole según las fórmulas si­<br />

guientes:<br />

1. a Sublimado corrosivo 12 centigrs.<br />

Agua destilada 120 gramos.<br />

Espíritu aromático 60 —<br />

2." Sublimado corrosivo 6 centigrs.<br />

Glicerina 30 gramos.<br />

Extracto de quina 1,25 —<br />

Bálsamo peruano 1,25 —<br />

Con cualquiera de esas preparaciones se<br />

bañarán diariamente las partes denudadas<br />

por la mañana y por la noche.<br />

Para usada en fricciones se ha recomendado<br />

mucho la siguiente preparación, que forma<br />

un ungüento :<br />

Acido nítrico 8 gramos.<br />

Manteca de cerdo 30 —<br />

ALOPECURO PRATENSE (Alopecurus<br />

pratensis, L.) (figuras 55, 56 y 57).—En los<br />

prados situados en terrenos húmedos es muy<br />

común esta planta, que prefiere los suelos arcillosos<br />

no muy fuertes. Es un excelente forraje<br />

que, si bien prefiérelos suelos húmedos, no<br />

se acomoda á los que están inundados la mayor<br />

parte del año. Su forraje es de los más<br />

precoces y abundantes, apropiado á toda clase<br />

de ganados, y especialmente para el caballar<br />

y lanar. Su fecundidad permite que en<br />

buenas condiciones se le den tres siegas: una<br />

en primeros de Mayo, cuando la espiga empieza<br />

á salir, otra en fin de Junio, y la última,<br />

según el clima, al fin de otoño.<br />

En España se encuentra en los prados del<br />

Centro y Norte de la Península; prefiere los<br />

países fríos, por lo que se cultiva en grande<br />

, escala en Inglaterra, Suiza y Norte de Europa.<br />

Dura mucho tiempo; á los tres años de sembrado<br />

es cuando está en todo su vigor y desarrollo.<br />

Su altura es de 70 á 90 centímetros,<br />

y para sembrar una hectárea se emplean de 16<br />

á 20 kilos de semilla. Los autores españoles la<br />

denominan cola de zorra. Hay otras tres especies:<br />

Alopecuro nudoso (figura 58). — También<br />

vivaz, que crece bien en los terrenos que se<br />

inundan con frecuencia. Su forraje es un poco<br />

duro, y su precocidad lo hace apropiado para<br />

el ganado caballar y vacuno; al lanar no le<br />

es favorable. Para sembrar una hectárea se necesitan<br />

25 kilos de simiente.<br />

Alopecuro bulboso.—Esta especie parece


ALO — 139 — ALO<br />

una variedad de la anterior; se cría en terrenos<br />

salitrosos húmedos, lo cual le da cierta<br />

importancia para emplearlo en las estepas, que<br />

Figura 55.—Alopecuro de prados<br />

tanto abundan en España. Se acomoda á tierras<br />

frescas salitrosas, y su altura llega á 80<br />

centímetros.<br />

Alopecuro agreste (figuras 59 y 60).—Esta<br />

gramínea, vivaz como las anteriores, reúne á<br />

sus buenas cualidades del forraje temprano que<br />

proporciona, que con él aumenta la leche el<br />

ganado que con ella se alimenta. Su altura es<br />

de 60 á 70 centímetros. Es planta que resiste<br />

más la sequedad que las otras, y que puede<br />

sembrarse mezclada con trébol, y luego queda<br />

Fig. 56.— Variedad cola de zorra<br />

Fig-. 57.—Mata y flor de alopecuro<br />

el prado de la gramínea, que resiste cinco ó<br />

seis años.<br />

Las gramíneas descritas ofrecen grandes<br />

recursos á los ganaderos, ya sea para fomentar<br />

su cultivo en terrenos húmedos, ya en los<br />

salitrosos, ya eu los que se inundan periódicamente,<br />

y en esas condiciones, si el arte<br />

secundad la naturaleza, el resultado pro ve-


ALO — 140 — ALO<br />

choso que presta indica que hoy nuestros ganaderos,<br />

mal acostumbrados porque antiguamente<br />

les sobraban pastos, no tienen otro<br />

remedio que recurrir al trabajo de crear pra-<br />

Figura 38.—Alopecuro nudoso<br />

Figura 50.—Alopecuro de campo<br />

dos que mantengan triple número de cabezas,<br />

pues el arte enseña que puede conseguirse.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALOQUE.— Clarete; calificación que se da<br />

al yino claro ó á la mezcla del tinto con el<br />

blanco.<br />

ALOSA Ó SABOGA (Piscicultura).—Género<br />

de pesca perteneciente á la familia de<br />

los clupeidos, que comprende el arenque, las<br />

anchoas y las sardinas. Las sabogas se confunden<br />

con los sábalos ó trisas, y abundan<br />

en el curso inferior del Ebro, siendo muy<br />

celebradas las qué se pescan en las cercanías<br />

de Tortosa y Cherta. Los caracteres generales<br />

de esos peces son: cuerpo en elipse muy prolongada<br />

cerca de la cola; vientre comprimido,<br />

Figura 60.—Alopecuro campestre<br />

cortante y dentado en sierra desde la garganta<br />

hasta el ano; cabeza triangular y pequeña;<br />

hocico obtuso; boca grande, con la mandíbula<br />

inferior más saliente que la superior; ojos redondos<br />

y bastante grandes; cola redondeada;<br />

escamas cuadradas, y con numerosas y pequeñas<br />

pintas negras las de los flancos; dorso de<br />

color verde oliva pálido, con reflejos irisados<br />

y dorados; garganta y vientre verdosos, con<br />

reflejos plateados, nacarados y dorados. La<br />

aleta anal comienza inmediatamente, á partir<br />

del ano; es baja, prolongada y de color gris


ALO — 141 — ALP<br />

manchado de negro; la caudal es muy ahorquillada<br />

y de color gris negruzco; la dorsal<br />

está muy poco desarrollada y es de igual color<br />

que la precedente; las pectorales son pequeñas<br />

y puntiagudas; las ventrales se hallan adheridas<br />

por la misma línea que la dorsal, y son<br />

pequeñas, blancas y redondeadas. El ojo se<br />

halla protegido por un párpado adiposo, que<br />

basta para distinguir la alosa de otros peces<br />

con los cuales pudiera confundirse.<br />

La alosa común, pez que emigra como el<br />

salmón y el esturión, es decir, que vive alternativamente<br />

en el mar y en las aguas dulces,<br />

ó más bien en los ríos que con aquél comunican<br />

, se encuentra en las costas del Océano y<br />

en las del Mediterráneo, y se pesca en el Ebro,<br />

hasta cerca de Zaragoza, en el Ródano, en el<br />

Po, en el Don, en el Volga, en el Guadalquivir,<br />

en el Loira, en el Sena, el Escalda y el Rhin,<br />

en algunos de los cuales recorre considerables<br />

trayectos, penetrando 800 kilómetros en el<br />

interior de Rusia, en la parte oriental de la<br />

Westfália, en el centro de Francia y á grandes<br />

distancias de las costas españolas, apareciendo<br />

en considerables grupos al comenzar<br />

la primavera, para desovar, no solamente en<br />

los ríos que desaguan directamente en el mar,<br />

sino que también en los afuyentes cuyas aguas<br />

no son excesivamente frías. En algunas corrientes<br />

forman espesos bancos, y ya en las<br />

antiguas medallas de la Bética se encuentra<br />

representada á veces la alosa, indicando que<br />

abundaba esa pesca en las aguas del Guadalquivir.<br />

El sábalo ó alosa se nutre de peces pequeños,<br />

gusanos, larvas, conchas ó insectos; desova<br />

generalmente durante los meses de Mayo<br />

y Junio, y sus grupos producen un ruido característico<br />

que se oye á bastante distancia.<br />

Cada hembra pone de 50.000 á 100.000 huevos;<br />

no come en las aguas dulces; de ahí que sea<br />

muy apreciada cuando se pesca en el momento<br />

de subir, y se considere manjar poco sabroso<br />

cuando se pesca en la época del retroceso.<br />

Después de haber desovado, las hembras<br />

extenuadas se dejan arrastrar por las aguas,<br />

apoyándose sobre el dorso, y aun muchas de<br />

ellas mueren. Su fuerza para saltar los obstáculos<br />

es inferior á la del salmón; no salva las<br />

cascadas, y aun en ocasiones se deja arrastrar<br />

por las corrientes de agua impetuosas. De ahí<br />

la conveniencia de no obstruir los ríos por<br />

medio de diques, y de procurar que éstos formen<br />

pendientes bastante suaves para facilitar<br />

la subida de las alosas.<br />

Distingüese la alosa común (Alosa vidgaris)<br />

de la ^losa finta (Alosa finia) ; aquélla<br />

llega á pesar 2 y 3 kilogramos, y su longitud<br />

varía desde 30 á 70 centímetros; se distingue<br />

por el color verde azulado del dorso, por el<br />

plateado del vientre con reflejos cobrizos, y<br />

por dos manchas verdosas mu}' obscuras ó<br />

negruzcas y de forma irregular que aparecen<br />

detrás de las orejas. La alosa finta es más pequeña;<br />

mide dé 30 á 50 centímetros; llega á<br />

pesar medio kilogramo á lo sumo, y es de for­<br />

ma más prolongada que la alosa común, á la<br />

cual se parece mucho. El dorso es gris azulado<br />

más ó menos obscuro; los flancos plateados,<br />

mostrando una mancha sobre la espalda, con<br />

otras cuatro ó seis más pequeñas, y generalmente<br />

redondeadas. Se presenta en los ríos<br />

más tarde que la alosa vulgar; desova en los<br />

meses de Junio y Julio, y su carne es poco<br />

estimada. En algunas localidades se ha llamado<br />

al sábalo rey ó madre de los arenques, por<br />

su semejanza con éstos.<br />

La alosa constituye una importantísima<br />

fuente de riqueza para las comarcas en cuyos<br />

ríos desova; por desgracia, son muchos sus<br />

enemigos acuáticos, y devoran gran número<br />

de ellas otros peces y las aves, anticipándose<br />

al pescador. Muchos individuos perecen, ora<br />

á consecuencia del desove, ora por la acción<br />

de vermes intestinales, y especialmente de la<br />

Phillaria piscium.<br />

Para pescar las alosas se tienden redes á<br />

través de los ríos, ó también se interponen<br />

barcas para obstruir completamente las corrientes.<br />

Generalmente aparecen primero los<br />

sábalos mejor cebados y más voluminosos; la<br />

calidad de su carne depende ante todo de la<br />

naturaleza de las aguas en que son pescados,<br />

siendo, por lo común, más sabrosos los que se<br />

pescan en el mismo mar ó en aguas salobres.<br />

Este pez, que es también de cacea ó curricán,<br />

usándose con plomo ó sin él, que durante<br />

algunos años aparece muy abundante en las<br />

rías y ensenadas más abrigadas del Cantábrico,<br />

donde se le denomina jarabe y sábalo, y<br />

que arribando en Marzo se retira á mediados<br />

de Junio, se utiliza como cebo para la pesca<br />

de altura y para la merluza especialmente,<br />

siendo poco apreciada su carne para alimento,<br />

al contrario de lo que ocurre en las regiones<br />

del Ebro y del Guadalquivir, donde desova á<br />

últimos de Mayo, y se consume frito ó asado<br />

á causa del gran número de espinas. Como en<br />

España, en Francia y en Italia se consume la<br />

alosa generalmente fresca; en Rusia y otros<br />

países septentrionales la salan por igual procedimiento<br />

que á los arenques. En el Volga<br />

se pesca la Clupea pontica, que es muy voluminosa<br />

y de excelente carne. En América<br />

existe una variedad muy estimada, y cuya<br />

importación en Europa podría intentarse.<br />

También se pescan alosas en la India, en la<br />

Indo-China, en China y en el Japón.<br />

Para la cría de los sábalos, lo mismo que<br />

para la de otros pescados, consúltese el artículo<br />

Piscicultura, que hallará el lector en el<br />

lugar correspondiente de esta obra.<br />

ALPACA (Zoología).—Especie de llama,<br />

originaria de la cordillera de los Andes, y especialmente<br />

de las altas mesetas del Perú,<br />

donde vive á veces en estado de domesticidad,<br />

y es muy buscada por su lana y su carne.<br />

Créese que desciende de la vicuña, si bien no<br />

faltan naturalistas que la consideran como de<br />

distinta especie. Se reproduce en la domesticidad;<br />

mide generalmente un metro de longitud<br />

desde la cabeza hasta la extremidad de la


ALP — 142 — ALP<br />

grupa, y de 87 á 95 centímetros de altura<br />

desde los pies á la cruz. Su cuerpo se halla<br />

cubierto por un vellón de lana muy fina, cuyas<br />

hebras miden por término medio 35 centímetros<br />

de longitud, y son derechas, brillantes,<br />

suaves y elásticas. El vellón pesa por lo común<br />

de 2 á 6 kilogramos, y en ocasiones hasta<br />

8 y 9. Se desarrolla principalmente en el cuello<br />

, las espaldas, el dorso, los flancos, la grupa<br />

y los muslos, formando largos mechones que<br />

caen por los lados del cuerpo. La cabeza y el<br />

vientre se hallan casi desnudos, y son blancos,<br />

mientras que el vellón es de color aleonado<br />

obscuro.<br />

La alpaca es un animal dócil y tímido, que<br />

se deja guiar fácilmente por las personas que<br />

le cuidan. Se alimenta de igual modo y con<br />

las mismas plantas que el carnero. La carne<br />

de la alpaca es excelente para el consumo; su<br />

cuero, muy resistente, se curte con facilidad,<br />

y se utiliza para fabricar calzado y arneses<br />

de mucha duración. Desde hace medio siglo se<br />

vienen importando en Europa grandes cantidades<br />

de lana de alpaca, destinadas ala fabricación<br />

de tejidos especiales, brillantes y ligeros<br />

, que comenzaron á preparar las industrias<br />

inglesas, y que desde hace años elaboran también<br />

la industria francesa y la catalana.<br />

Vive la alpaca en estado selvático sobre las<br />

altas mesetas del Perú y en otras comarcas de<br />

la región andina, según queda apuntado, á 5<br />

y 6.000 metros sobre el nivel del mar; de ahí<br />

que se confiara hace tiempo en poder aclimatar<br />

las alpacas en nuestro Continente; las tentativas<br />

de aclimatación no han producido el<br />

resultado que se esperaba; varias veces se ha<br />

logrado organizar rebaños en Inglaterra, en<br />

Holanda y aun en Francia; pero por unas ú<br />

otras causas han desaparecido esos rebaños,<br />

patentizando, sin embargo, que el animal puede<br />

vivir y desarrollarse en nuestros climas. Y,<br />

en efecto, el marqués de Campo, en su posesión<br />

de Viñuelas, al Norte de Madrid, y otros<br />

propietarios españoles, han logrado aclimatar<br />

numerosas alpacas. La domesticación es más<br />

difícil de conseguir, porque el animal reclama<br />

cuidados muy minuciosos, gran paciencia y<br />

destreza; sólo los indios americanos han logrado<br />

educar á las alpacas, porque solamente ellos<br />

pueden habituarse á vivir en las altitudes en<br />

que vive el animal, y que no pueden habitar<br />

los hombres de raza blanca.<br />

Del cruzamiento de la alpaca con el llama<br />

resulta el alpallama, animal de más alzada<br />

que el último y de igual lana que la primera.<br />

También se obtiene la alpavicuña cruzando la<br />

alpaca con la vicuña; su lana es casi tan fina<br />

como la de la vicuña y tan larga como la de<br />

la alpaca. En el Perú se ha logrado formar<br />

rebaños de alpavicuñas.<br />

ALPAL—,(V. Alipai.)<br />

ALPECHÍN.— Mientras la aceituna permanece<br />

amontonada antes de pasar al molino,<br />

suelta una porción de agua de vegetación que<br />

con el contacto del aire toma un color pardo<br />

obscuro, de un olor especial, y sabor amargo<br />

y astringente á la vez. Se llama también alpechín<br />

al líquido que ocupa la parte inferior de<br />

las bombas ó depósitos donde se reúnen todos<br />

los líquidos que salen del cargo que se pone<br />

en la prensa; este líquido es en realidad alpechín<br />

, con mayor ó menor cantidad de agua<br />

procedente del escalde del orujo.<br />

Este alpechín varía de densidad según la<br />

cantidad de agua que contiene, marcando unas<br />

veces hasta 13° del areómetro Baumé, mientras<br />

otras veces apenas pasa de 2. Tiene siempre<br />

una reacción acida muy marcada, y los<br />

reactivos químicos descubren en él la existencia<br />

de un principio curtiente.<br />

Haciéndolo hervir da un precipitado pardo,<br />

albuminoide, insoluble en el agua. Abandonado<br />

el alpechín en contacto con el aire, forma<br />

en su superficie una capa mohosa, al propio<br />

tiempo que precipita una materia de un color<br />

obscuro. La acidez del líquido va desapareciendo<br />

por efecto de una especie de fermentación<br />

del mismo líquido, siendo reemplazada<br />

por una reacción alcalina bien marcada.<br />

Un litro de alpechín procedente de la primera<br />

presión de la aceituna, evaporado hasta<br />

sequedad en baño-maría, me dio 26 gramos de<br />

residuo extractivo. Cuyo extracto, después<br />

de calcinado, dejó 7,627 gramos de ceniza, la<br />

cual representa los principios fijos existentes<br />

en el alpechín, ó lo que es lo mismo, las materias<br />

minerales que el vegetal extrajo del<br />

suelo.<br />

La composición de dicha ceniza es la siguiente<br />

:<br />

Acido carbónico 1,131 gramos.<br />

Sílice 0,086 —<br />

Fosfatos tórreos 0,175 —<br />

Cal.... 1,018 —<br />

Magnesia 0,191 —<br />

Potasa 4,101 —<br />

Acido sulfúrico 0,587 ' —<br />

Cloro 0,203 —<br />

La cantidad de ázoe que contiene un litro<br />

de alpechín es de 51 centímetros cúbicos, ó<br />

en peso 0,64 gramos.<br />

La generalidad de los propietarios dejan<br />

perder el alpechín en el mismo terreno, dando<br />

lugar á quejas y hasta á litigios con los<br />

colindantes, creyéndolo perjudicial á la vegetación,<br />

puesto que destruye y quema toda<br />

planta que encuentra al paso. Sin embargo,<br />

desde muy antiguo se ha estudiado el medio<br />

de modificar esta acción demasiado enérgica<br />

, á fin de aprovechar este. líquido como<br />

abono. Herrera dice que «mezclado el alpechín<br />

con otra tanta agua para que no dañe,<br />

se eche en las excavas de los árboles, mayormente<br />

á los olivos; y sea en poca cantidad,<br />

añade, porque cuanto aprovecha siendo poco,<br />

tanto daña si es mucho, que esteriliza la tierra,<br />

y donde quieran que no nazca hierba, que<br />

lo echen, y no hay pulgas donde riegan con<br />

alpechín, ni ratones, ni topos».<br />

La perniciosa acción que tiene este líquido<br />

sobre los vegetales cuyas raicillas llega á


ALP — 143 — ALP<br />

bañar, debe atribuirse al principio curtiente<br />

que contiene; pero como este principio queda<br />

modificado ó destruido por la fermentación<br />

del líquido, según se ha dicho antes, resulta<br />

que con esta transformación preliminar puede<br />

el alpechín considerarse como un buen abono.<br />

Basta para esto recibir el alpechín en albercas<br />

ó pilones, y aguardar á que experimente<br />

el citado cambio. Esta transformación es<br />

acelerada por cualquier causa que active la<br />

fermentación pútrida; por ejemplo, mezclándolo<br />

con deyecciones animales, estiércol de<br />

cuadra ú otros desperdicios en descomposición.<br />

Este método tiene la ventaja de que las semillas<br />

que acompañan al estiércol de cuadra<br />

participan también poco ó mucho de este estado<br />

general de descomposición de la masa,<br />

quedando, por consiguiente, destruido en ellas<br />

el germen que más tarde produciría en el .terreno<br />

abundancia de malas hierbas.<br />

Puede también aplicarse directamente el<br />

alpechín abriendo surcos en las barbecheras y<br />

dejando que corra por ellos. Llegado el otoño,<br />

la tierra que absorbió el alpechín sirve de<br />

abono, extendiéndola sobre la que se quiere<br />

abonar como una especie de mantillo.<br />

Es lógico que el alpechín, que contiene todos<br />

los principios minerales procedentes del olivar,<br />

sirva para abono del mismo, y en este caso no<br />

debe nunca echarse el alpechín directamente<br />

al pie del olivo, sino prepararlo de alguna de<br />

las maneras antes indicadas, esto es, fermentado<br />

con el estiércol ó transformado en mantillo<br />

por imbibición en la tierra. Si así se hace,<br />

la cantidad de abonos que tendrá que comprarse<br />

para el olivar en donde se aproveche<br />

esta materia será muy pequeña, puesto que<br />

se devuelven á la tierra la mayor parte de los<br />

principios minerales que de ella extrajo el vegetal.<br />

El equilibrio puede, decirse que se restablecería<br />

por completo en el terreno si, quemado<br />

el orujo y demás desperdicios del olivar,<br />

se mezclara la ceniza de todo esto con el alpechín;<br />

método que dará el mayor resultado<br />

económico que es posible obtener, siempre<br />

que haya medio de utilizar el calor producido<br />

por la combustión del orujo, cuyas cenizas,<br />

fuertemente alcalinas, neutralizan los ácidos<br />

del alpechín y aceleran su preparación.<br />

ÍS. Manj arres.<br />

ALPES (Geografía agrícola).—Voz de<br />

origen celta, que probablemente significa montaña<br />

elevada. Denominación genérica que se<br />

aplica á todo sistema de montañas importante,<br />

y así se dice: Alpes de Transilvania, Alpes<br />

americanos, Alpes de Australia. Desígnanse especialmente<br />

con ella la serie de cordilleras que<br />

se elevan entre la Europa central y la meridional,<br />

y que comprende las más elevadas cimas de<br />

esta parte del mundo y el sistema montañoso<br />

mejor desarrollado de todo el orbe, designado<br />

ya en tiempo de los romanos con el mismo nombre<br />

con que le conocemos hoy. Como ha servido<br />

de base para el estudio y clasificación de las<br />

montañas de la tierra, su importancia científica,<br />

geológica y agrícola es grandísima, y de<br />

ahí que debamos dedicar un artículo especial<br />

á la descripción de los Alpes.<br />

Extiéndese ese conjunto de montañas desde<br />

el valle del Ródano inferior por el Occidente,<br />

hasta las llanuras de Hungría por el Oriente,<br />

y contemplado desde el Norte ó desde el Mediodía,<br />

aparece como un gigantesco é imponente<br />

muro, cuya elevación y variedad de<br />

formas sorprende. Por todas partes se destacan<br />

esos montes enhiestos, surgiendo bruscamente<br />

de las comarcas que los rodean; sin<br />

embargo, por la parte meridional es por donde<br />

aparece más brusca y elevada la pendiente.<br />

Los Alpes se hallan circundados por llanuras,<br />

y solamente están enlazados cou tres cordilleras:<br />

la de los Apeninos, al SO.;la del Jura<br />

suizo, al NO., y la que forman las mesetas<br />

calizas de la Península de los Balkanes, al SE.<br />

Aun cuando la constitución geológica de los<br />

Alpes se extiende hasta el paso de laBocchetta,<br />

al N. de Genova, supónese generalmente que<br />

el límite de la cordillera está marcado en Italia<br />

por el Col di Tenda, si bien se extienden<br />

las estribaciones de los Alpes hasta la embocadura<br />

del Ródano en el Mediterráneo. El<br />

valle de ese río, á partir del lago Lemán ó de<br />

Ginebra, marca el límite occidental de la gran<br />

cordillera. El septentrional está formado por<br />

las llanuras suizas de la Argovia y por las alemanas<br />

de la cuenca del Danubio; el oriental,<br />

por las llanuras de la Hungría superior, y el<br />

meridional por el valle del Sava, separado por<br />

las prolongaciones de los Alpes Julianos, de<br />

las costas del Adriático, y por las llanuras del<br />

Véneto, de la Lombardía y del Piamonte;<br />

estas últimas limitadas al Occidente, y en parte<br />

al S., por el gran arco que los Alpes forman<br />

en el NO. de Italia.<br />

Los Alpes se extienden, por lo tanto, en<br />

una longitud de 12°, desde el 6° hasta el 1S°<br />

de longitud oriental del meridiano de Greenwich,<br />

ó sean más de 1.000 kilómetros, en tanto<br />

que su anchura es de 75 en el O. y de 300<br />

en el E., siendo de 175 kilómetros la amplitud<br />

media, y ocupando una zona limitada por los<br />

paralelos 43 y 48 de latitud N.; de manera<br />

que la cordillera ocupa una región intermedia<br />

entre el Ecuador y el Polo. Sin incluir las altas<br />

mesetas circundantes, cubre una superficie<br />

de 240.000 kilómetros cuadrados, ó sea una<br />

extensión casi igual á la mitad de España, y<br />

la altura media de la cordillera es de 1.400<br />

metros sobre el nivel del mar. Para formar<br />

idea de la enorme masa que constituyen los<br />

Alpes, bastará considerar que, si se extendiese<br />

por toda Europa, elevaría en 6,50 metros la<br />

superficie del suelo. En tanto que los Alpes<br />

occidentales van elevándose gradualmente desde<br />

el S. hacia elN., á partir del núcleo central,<br />

va descendiendo constantemente la cordillera<br />

en dirección al Oriente. Desde el Monte Blanco,<br />

la más elevada cima de Europa (4.810<br />

metros), hasta las fuentes del Adigio, donde<br />

la altitud de las cumbres oscila entre 4.800 á<br />

2.600 metros; á partir de ese río, entre 4.000<br />

y 1.600, en la primera sección, las crestas de


ALP — 144 — ALP<br />

las sierras miden menos de 2.600 metros, y en<br />

la segunda no exceden de 2.000, sucediendo<br />

una cosa análoga con los pasos ó desfiladeros.<br />

La altitud de los valles y llanuras que circundan<br />

á los Alpes varía también notablemente;<br />

en el O., Lyón está á 174 metros; Valencia del<br />

Delfinado, á 104; en el ti., Turín, á 239; Milán,<br />

á 114; Brescia, á 139; Bassano, á 149, y<br />

Udina, á 108, y en el N., Viena, á 157; Passau,<br />

á 279; Munich, á 520; Constanza, á 400;<br />

Zurich , á 412, y Berna, á 540. Por lo tanto,<br />

el nivel de las planicies septentrionales es mucho<br />

más elevado que el de las meridionales.<br />

Los valles de los Alpes, sumamente importantes<br />

por residir en ellos casi toda la población<br />

de la montaña (unos 8 millones de habitantes),<br />

y por ser el terreno que únicamente<br />

se cultiva, se pueden dividir en valles principales<br />

, que siguen próximamente la dirección<br />

del eje de las montañas, y en valles secundarios<br />

ó transversales. En los primeros es donde<br />

mejor se patentizan los especiales caracteres<br />

geológicos y topográficos de los Alpes. Son<br />

más extensos que los de cualquiera otra cordillera,<br />

y han podido fundarse en ellos varias<br />

ciudades populosas. Presentan en su disposición<br />

cierta regularidad, y aun pudiéramos decir<br />

uniformidad; profundos por lo general,<br />

tienen acceso por medio de gargantas hasta<br />

el corazón de las sierras, digámoslo así. Cuando<br />

el fondo es pantanoso, lo que á menudo se<br />

observa, las casas y jardines de las aldeas y<br />

villas aparecen en las faldas de los montes, ó<br />

sobre los cerros y recuestos formados por los<br />

aluviones de los torrentes. Pueden considerarse<br />

como tipos de tales valles el del Ródano<br />

superior ó TV'alles, el del Rhin anterior,<br />

el de Engadin, el de Salza, y los del Enns, Drava,<br />

Sava y Mur.<br />

Los valles transversales, que forman ángulos<br />

casi rectos con la dirección general de la<br />

cordillera, penetran en el interior de ésta y<br />

casi la cortan en secciones, siendo más grandiosos<br />

y pintorescos que los longitudinales;<br />

sus laderas son más abruptas; más considerables<br />

las masas de roca depositadas en ellas; su<br />

pendiente más brusca, y su longitud menor.<br />

Especialmente en la región media de los Alpes,<br />

presentan indicios de haber formado lagos,<br />

que fueron vaciándose paulatinamente.<br />

Las corrientes de agua que en ellos se forman<br />

fluyen al principio por terrenos de poco<br />

declive y entre márgenes poco elevadas, y van<br />

penetrando después en el suelo más y más,<br />

para cruzar por estrechísimas y profundas<br />

gargantas, y descender á veces por grandiosas<br />

cascadas hacia la llanura. Como modelo de<br />

tales valles se pueden citar el del Ródano, por<br />

bajo de Martigny; los del Aar, Reuss y Linth;<br />

el del Rhin, por bajo de Churo Coire; el de<br />

Gastein, el de Otz y el de Móll.<br />

Deben su aspecto especial á la acción de las<br />

aguas esos celebrados valles, y los arroyos y<br />

riachuelos reciben su caudal de las nevadas<br />

cimas y de los ventisqueros, que ocupan una<br />

extensión de 3.300 metros superficiales. De<br />

ahí que aumente su caudal en estío. En los<br />

Alpes calizos, que se extienden hacia el SE.<br />

de la cordillera y en dirección á la Península<br />

de los Balkanes, el agua de las lluvias y de<br />

las nieves penetra por las profundas grietas y<br />

por las numerosas cavernas, y aparece formando<br />

caudalosas fuentes en la parte inferior<br />

de los valles y en los límites de la planicie,<br />

dando generalmente origen á vastos pantanos<br />

y á grandes lagunas. Los arrastres de las corrientes<br />

forman al final de los valles y en los<br />

comienzos de las llanuras colinas de grava y<br />

guijarro, sobre las cuales edifican los habitantes<br />

sus casas y aldeas.<br />

Uno de los rasgos característicos del sistema<br />

hidrográfico de los Alpes es el que muchos<br />

ríos procedan de un centro común, y así<br />

del núcleo que constituye el San Go tardo fluyen<br />

el Reuss, el Rhin, el Tessino y el Ródano<br />

, que envían sus aguas al Mar del Norte, al<br />

Mediterráneo y al Adriático, y no lejos de<br />

esa cima nace el caudaloso Linn, que cediendo<br />

su nombre al Danubio, lleva sus aguas al Mar<br />

Negro. En el interior de la cordillera sólo<br />

existen algunos lagos insignificantes; en cambio<br />

son importantes bajo muchos conceptos<br />

los que existen en la vertiente meridional,<br />

Mayor, Como y Garda, y en la septentrional<br />

y occidental, los de Cuatro Cantones, Zug, Zurich<br />

, Constanza, Neuchatel y Ginebra, todos<br />

los cuales desempeñan el oficio de depósitos<br />

en que van sedimentándose las aguas de las<br />

corrientes alpinas, y circundados por la parte<br />

más próxima á la montaña de abruptas y elevadas<br />

laderas, ofrecen fácil acceso por el lado<br />

inmediato á las planicies.<br />

Los desfiladeros ó pasos, que constituyen<br />

un verdadero sistema, sirven en los Alpes,<br />

cual en ninguna otra cordillera, para poner<br />

en contacto á los habitantes de una y otra<br />

vertiente, como servían ya en tiempo de los<br />

romanos; y si en la Edad Media sólo cruzaban<br />

por ellos algunos caminos de herradura, en<br />

la actualidad se hallan generalmente recorridos<br />

por bien construidas carreteras, cuando<br />

no se han abierto bajo ellos túneles para dar<br />

paso á la locomotora, como los del Monte Genis,<br />

del San Gotardo, del Semmering y del<br />

Arlberg.<br />

En nuestro siglo se ha estudiado cuidadosamente<br />

la estructura geológica de los Alpes, y,<br />

gracias á las observaciones de los últimos años,se<br />

ha podido deducir, con visos de verosimilitud<br />

, que la cordillera se formó á causa de una<br />

sacudida en sentido horizontal, y que siguió<br />

la dirección de S. á N. de la costra terrestre,.,<br />

y no por un simple levantamiento realizado<br />

en el punto en que se alza la grandiosa cordillera.<br />

Partiendo de esa hipótesis, se explica la<br />

especial estructura de los Alpes. Allí donde<br />

resistieron al empuje masas anteriormente<br />

formadas, la disposición de los estratos ó capas<br />

es mucho más variada que en aquellos<br />

puntos donde la revolución geológica no tropezó<br />

con tales impedimentos. Esa opinión se<br />

confirma también por la disposición interior


ALP — 145 — ALP<br />

de la cordillera. Examinando un mapa geológico<br />

de los Alpes, se distinguen á simple vista<br />

tres zonas: la central ó media, la septentrional<br />

y la meridional. Las masas de la central se<br />

hallan constituidas predominantemente por el<br />

granito gneis, que reviste diferentes formas,<br />

rara vez la de granito puro, y que se halla<br />

cubierto por capas de esquisto pizarroso, de<br />

esquisto micáceo, de anfibol, y especialmente<br />

de pizarra negra y gris, apareciendo en los<br />

Alpes orientales terrenos silúricos y devonianos,<br />

y aun, como en los occidentales, algunos<br />

depósitos carboníferos. También en la zona<br />

occidental se ven algunas cumbres, constituidas<br />

por terreno jurásico, piedra gredosa y<br />

restos de formación eocena; de manera que<br />

los esquistos que envuelven las capas de la<br />

zona central pudieran ser debidos á metamorfosis<br />

geológicas. Esos estratos están á veces arqueados<br />

y oprimidos por las masas cristalinas<br />

que los han impulsado ó atravesado. Las zonas<br />

laterales están constituidas en su mayor parte<br />

por terrenos calizos, de formación terciaria y<br />

secundaria, y en ellos sólo aparecen algunas<br />

masas cristalinas aisladas completamente. En<br />

realidad no existe al S. una zona lateral accesoria<br />

como al N., pues si bien al S. del Lago<br />

Mayor hay muchas piedras de formación terciaria,<br />

correspondientes á la zona central, no<br />

presentan disposición regular y sistemática.<br />

La arqueada vertiente meridional de los Alpes<br />

surge harto abrupta y bruscamente para<br />

que pueda existir la gradación y variedad que<br />

se observa en la zona del Norte.<br />

La central es la más rica en minerales raros<br />

y preciosos, siquiera únicamente en algunos<br />

puntos haya podido ser explotada. En ella se<br />

encuentran algunos yacimientos de oro y muy<br />

abundantes de cobre, plomo, níquel, cobalto,<br />

y sobre todo de mineral de hierro, que en la<br />

Stiria alimenta una floreciente industria. En<br />

las zonas laterales del Oriente abundan los<br />

terrenos triásicos, mientras que en las del Occidente<br />

solamente algunas cuarcitas, como la<br />

llamada Verrucano. Aquéllas, no solamente<br />

contienen minerales, si que también grandes<br />

masas de sal gema. En el Oriente desaparecen<br />

las huellas de la formación jurásica, y no<br />

tienen apenas importancia los terrenos gredosos.<br />

No menor importancia tienen las piedras<br />

de la formación eocena, las margas de nummulites,<br />

las piedras areniscas y las margas<br />

ricas en fucos, llamadas jiych por los suizos,<br />

muy extendidas en el interior de los valles<br />

septentrionales de la sección oriental, y en las<br />

mesetas situadas entre el Adriático y el Sava.<br />

También abundan en los límites de los Alpes,<br />

como en sus valles, los terrenos de formación<br />

terciaria moderna y los terrenos diluviales,<br />

sobre los cuales aparecen muchas piedras erráticas,<br />

arrastradas sin duda alguna por los<br />

ventisqueros durante la época glacial, según<br />

puede colegirse por la acción que en la actualidad<br />

ejercen esos mismos ventisqueros, las<br />

avalanchas y los aludes, y por la gran cantidad<br />

de piedras que disgregan los hielos, mu­<br />

chas de las cuales caen con estrépito al fondo<br />

de los valles y cañadas. En la zona lateral<br />

meridional de los Alpes, entre los terrenos<br />

sedimentosos, aparecen á veces antiguas rocas<br />

aisladas de granito, pizarra, feldespato,<br />

melafiro y aun dolomita en el lago Lugano y<br />

en el Tirol.<br />

Según los terrenos que constituyen las masas<br />

de los Alpes, así son las formas de sus<br />

crestas y cumbres. En la zona central, donde<br />

las capas aparecen en disposición vertical,<br />

abunda el cuarzo y no existen rocas que se<br />

disgreguen fácilmente; y especialmente en los<br />

Alpes occidentales, las cumbres presentan<br />

formas rígidas, piramidales y agudas, mientras<br />

que en otras secciones predominan, por<br />

el contrario, las formas redondeadas. En los<br />

Alpes calcáreos del SE., á pesar de las perturbaciones<br />

que las revoluciones geológicas<br />

han causado, predomina la propensión á constituir<br />

altiplanicies y mesetas, con profundas<br />

hendeduras y simas infundibuliformes, apareciendo<br />

en ocasiones rocas de las más raras y<br />

pintorescas figuras, semejando torres, minas y<br />

estatuas, que caracterizan perfectamente aquella<br />

zona alpestre.<br />

CLIMA , VEGETACIÓN y FAUNA DE LOS ALPES.<br />

La temperatura media es más elevada en la<br />

sección occidental que en la oriental, y en la<br />

meridional más que en la septentrional. A<br />

medida que es mayor la altitud de los terrenos,<br />

aumenta la frialdad del clima, habiéndose<br />

calculado que por término medio desciende<br />

la temperatura un grado por cada 176 metros<br />

de elevación, siendo de notar que el descenso<br />

debido á la altura es mucho mayor en verano<br />

que en invierno. Los fenómenos atmosféricos<br />

tienen gran importancia en los Alpes; anualmente<br />

cae sobre ellos en forma de nieve ó de<br />

lluvia una capa líquida de un metro de espesor,<br />

si bien en la región hidrográfica del Tagliaménto<br />

el espesor de esa capa llega á 2,4 y<br />

hasta á 2,8 metros anuales. El número de días<br />

lluviosos es menor que el de los días de nevada<br />

en todos los puntos que se hallan á más de<br />

1.500 metros de altura sobre el nivel del mar.<br />

Además son también muchos los días de niebla<br />

y de tempestad, amontonándose las nubes<br />

en grandiosas masas, que no pocas veces disipa<br />

en breves instantes un aire caliente. Los<br />

vientos dominantes, especialmente en la alta<br />

montaña, son los del Sudoeste y los del Nordeste.<br />

El primero, llamado f'óhn por los suizos,<br />

es templado. violento, y determina aplanamiento<br />

3 r somnolencia en los habitantes,<br />

ejerciendo gran influencia en el clima y en la<br />

disposición de las capas alpestres, por determinar<br />

en primavera la fusión de las nieves;<br />

el del Nordeste, ó bise de los suizos, determina<br />

un descenso en la temperatura, sequedad del<br />

aire y mantiene despejado el cielo.<br />

La vegetación de los Alpes es característica<br />

bajo muchos conceptos. Bajo ese aspecto difieren<br />

notablemente las tres zonas en que se considera<br />

dividida aquella montuosa región. La<br />

zona forestal se extiende desde una altitud de<br />

Día—II. 10


ALP — 146 — ALP<br />

600 metros hasta la de 1.800, ó sea hasta la<br />

región verdaderamente alpina. La sección inferior<br />

de esa zona se caracteriza por la abundancia<br />

de nogales y castaños, los últimos de<br />

los cuales no vegetan en la falda septentrional<br />

, y por el cultivo del maíz, que se eleva<br />

hasta los 800 metros. La vid, que en la vertiente<br />

septentrional no fructifica más allá de los<br />

500 metros sobre el nivel del mar, alcanza en<br />

el Sur una altitud de 800 metros. Más arriba<br />

dominan en los bosques las hayas; tanto en la<br />

vertiente Norte como en la meridional, el cultivo<br />

de los cereales europeos se eleva hasta<br />

una línea de 1.300 metros sobre el nivel del<br />

mar, lo mismo que los frutales propios del<br />

centro de Europa; las coniferas únicamente<br />

vegetan en la faja superior de la zona forestal,<br />

apareciendo también la sabina y el pino de las<br />

landas ó Pinus cimbra, que rara vez forma<br />

bosques por sisólo. La región alpestre, consagrada<br />

especialmente á la industria pastoril,<br />

y en la cual pocos hombres habitan constantemente,<br />

se extiende hasta la región de las<br />

nieves perpetuas, y por lo tanto hasta unos<br />

2.700 metros sobre el nivel del mar. Poblada<br />

esa zona en su parte inferior por arbustos<br />

encogidos y raquíticos, especialmente en los<br />

Alpes calcáreos, después únicamente produce<br />

algunas hierbas y las llamadas plantas alpestres,<br />

cuyas hermosas flores son muy celebradas.<br />

La región de las nieves perpetuas, que<br />

ocupa la parte superior de los Alpes, allí<br />

donde lo escarpado de las rocas no permite la<br />

permanencia de las nieves, ostenta algunas<br />

fanerógamas, y aun en los más elevados puntos<br />

de las montañas algunos liqúenes poco<br />

desarrollados.<br />

. Entre la flora de los Alpes, lo más notable<br />

y característico son las llamadas plantas alpestres,<br />

que crecen á más de 1.800 metros<br />

de elevación, y ostentan casi siempre grandes<br />

flores, teñidas de vivo color; forman céspedes<br />

pulviniformes y espesos, y arrancan de un<br />

tallo corto y leñoso. Esa flora se halla constituida<br />

por muchas especies de saxífragas, de<br />

gentianas, prímulas, alsinas, campánulas y suenas;<br />

por muchas cruciferíneas y carices (C'arex<br />

sp.J, á las cuales han de agregarse la Salix<br />

herbácea, la reticulata y la relusa, de algunos<br />

centímetros de elevación, y el Rhododendron<br />

ó rosa de los Alpes. Algunas de esas fanerógamas,<br />

si bien con raquítico desarrollo, penetran<br />

hasta en la región de las nieves, de<br />

manera que se han recogido en altitudes de<br />

3.140 metros el Silcnc acaulisjel Ranunculus<br />

glacialis. También se encuentran sobre la<br />

nieve, como en el Polo, algas microscópicas,<br />

entre ellas el Protococcus nioalis, Ag., última<br />

huella de la vida orgánica que se descubre<br />

en los ventisqueros, ciertas criptógamas y<br />

musgos, y los liqúenes ya mencionados. La<br />

Lecidea confluens aparece en las cimas del<br />

Jungfrau y aun del Monte Blanco, á 4.520<br />

metros de altitud. Existe cierto paralelismo y<br />

correlación entre esa flora y la de la Laponia,<br />

del archipiélago de Spizberg y de la Groenlan­<br />

dia. Viven en los Alpes 294 especies propias<br />

de las regiones elevadas, de las cuales 64 vegetan<br />

también en. las altas mesetas de la zona<br />

ártica. Como especies exclusivamente alpinas,.<br />

Christ enumera 182, de las cuales algunas<br />

viven en los Cárpatos, en los Pirineos y aun<br />

en varias cordilleras del interior de la Península<br />

española. En nuestra época se ha intentado<br />

cultivar plantas alpestres en las llanuras,<br />

protegiéndolas convenientemente contra la<br />

acción del sol y sembrándolas en condiciones<br />

especiales que han expuesto varios botánicos-<br />

También hay algo característico en la fauna<br />

de los Alpes. En las regiones inferiores<br />

predominan los animales propios de la Europa<br />

central; solamente en los valles meridionales<br />

viven algunas especies pertenecientesá 7a fauna<br />

italiana. En las regiones superiores, ápartir<br />

del límite de la zona forestal, existe una fauna<br />

alpina especial, caracterizada por hermosas<br />

mariposas, especiales escarabajos y limacos ó<br />

leocodides; aves como el buitre, que hace<br />

presa de los corderos; el Coronspynocorax, el<br />

mochuelo rojo, la perdiz blanca, Tetrax lagopus,<br />

y mamíferos como la rupi-capra, el lobo<br />

común y el cerval; osos en algunos puntos; la<br />

rata de los Alpes (Arctomis alpina); la liebre<br />

de montaña (Lepus alpina), y otras especies<br />

menos conocidas. Entre las reses domésticas<br />

figuran los bueyes, de excelente raza en algunos<br />

puntos, y cuya cría constituye una importante<br />

industria para los montañeses; la<br />

cabra, muy extendida por doquier, y la oveja,<br />

que sube á cerros, laderas y cumbres, á donde<br />

no pueden subir las vacas. También se crían<br />

algunos caballos; los asuos y los mulos solamente<br />

en la vertiente meridional son criados<br />

y utilizados.<br />

Los habitantes de los Alpes, de origen celta,,<br />

germano ó eslavo, los primeros y segundos en<br />

número de 3 '/j millones cada raza y de un millón<br />

los últimos, atribuyen poca importancia al<br />

cultivo de los campos, como incompatible con<br />

el clima y la pobreza del snelo. La zona cereal<br />

sólo llega hasta una altitud de 600 metros<br />

en el Norte, de 1.300 en el Centro y de 1.550<br />

en el Sur; la cebada madura á veces á 1.650<br />

metros de elevación, y aun á 1.950 en algunas<br />

vertientes meridionales. La vid se cultiva en<br />

una zona cuyos límites respectivos son de<br />

500, 600 y 900 metros de altitud, obteniéndose<br />

buenas cosechas de vino en Stiria, en el<br />

Tirol meridional, en la Valtelina, en el Valles<br />

y en el Piamonte; los frutales comunes de<br />

Europa vegetan en el interior de los Alpes, y<br />

en puntos convenientemente abrigados, hasta<br />

1.200 y 1.500 metros. En la vertiente meridional<br />

prospera la morera, de manera que en los<br />

valles orientales y en el Tirol tiene bastante<br />

importancia la industria sericícola. La ganadería<br />

y la fabricación de quesos y mantecas son<br />

las industrias agrícolas que mayor riqueza<br />

proporcionan álos habitantes de los Alpes. La<br />

producción de las vacas suizas no es más<br />

cuantiosa que la de otras razas bien cuidadas,<br />

pero la leche es de calidad exquisita. Las me-


ALP — 147 — ALP<br />

jores suministran al día de 18 á 20 kilogramos<br />

de leche, mas sólo durante un período<br />

breve; ordinariamente sólo dan 14 ó 15 kilogramos<br />

diarios, contando diez y seis ó diez y<br />

ocho semanas de pasto alpestre. También de las<br />

cabras y ovejas, pero especialmente como reses<br />

de matadero, así como del ganado de cerda, se<br />

obtienen bastantes utilidades. En 260 millones<br />

de francos se calcula el valor de la ganadería<br />

vacuna de los Alpes suizos, calculándose en 190<br />

millones las utilidades anuales obtenidas de<br />

todas las especies de reses.<br />

B. A.<br />

ALPESTRE (Botánica). — Etimológicamente,<br />

cosa propia de los Alpes, y por extensión<br />

cuanto tiene analogía ó parecido con<br />

los productos, localidades y clima de los Alpes.<br />

Dícese costumbres alpestres, plantas alpestres,<br />

terrenos alpestres, aplicando el calificativo<br />

á los vegetales que crecen en montañas<br />

elevadas. Las plantas alpestres son muy numerosas<br />

, y entre ellas puede decirse que están<br />

representadas todas las familias vegetales. De<br />

esas plantas muchas se hallan sometidas á cultivo<br />

en nuestros jardines y en nuestros parques,<br />

para adornar grutas y rocas artificiales.<br />

ALPINIA (Jardinería).—Grupo de plantas<br />

pertenecientes á la familia de las alpiniáceas,<br />

de la clase de las monocotiledóneas, que<br />

son conocidas también con el nombre de zingiberáceas<br />

, amóméas y sectamíneas. Hierbas<br />

vivaces , de rizoma rastrero ó tuberoso, con<br />

raíces fibrosas muy raras veces; hojas simples,<br />

radicales ó alternas, y flores irregulares ó desnudas,<br />

dispuestas en espiga, en racimo ó en<br />

panícula. Las de la alpinia son hermafroditas<br />

y muy hermosas, y de ahí que sea muy estimada<br />

la planta para adorno de estufas. Se ha<br />

designado el grupo con el nombre que lleva,<br />

en homenaje al botánico Próspero Alpini.<br />

Generalmente los- rizomas de la alpinia están<br />

dotados de propiedades aromáticas estimulantes.<br />

Existe una veintena de especies, procedentes<br />

del Asia tropical, que vulgarmente se han<br />

denominado hierbas indias, y que proporcionan<br />

la grande y pequeña galanga de la China<br />

y la cotufa babilónica, que se emplea en el Indostán<br />

para sazonar los manjares, y de la cual<br />

se extrae un aceite esencial muy usado en perfumería.<br />

La principal especie es la alpinia inclinada<br />

(Alpinia nutansj, de magnífico porte,<br />

tallo de unos 3 metros de altura, cubierto de<br />

un vello sedoso y corto; las hojas son oblongas,<br />

lanceoladas, acuminadas, con pelos rojizos,<br />

pecioladas, de 30 á 40 centímetros de longitud<br />

y de 11 á 14 de anchura. La inflorescencia<br />

de la planta es multiflora, ñútante, es<br />

decir, que sigue el movimiento del sol, encerrada<br />

en dos grandes espatas coriáceas, con el<br />

raquis y el pedúnculo velludos. El limbo interior<br />

de la corola se halla dividido en tres segmentos<br />

ovales, blancos ó rosados en su extremidad,<br />

siendo más lai'go y agudo el de<br />

en medio. El limbo interior es grande, oval,<br />

ensanchado y prolongado hacia la cima, que<br />

es escotada, acanalada y de color anaranjado,<br />

con líneas divergentes rojas. Florece la planta<br />

durante la primavera y el estío, y se cultiva<br />

en grandes tiestos, con tierra arcillosa que contenga<br />

una cuarta parte de arena y una sexta<br />

parte de turba. Necesita mucha agua en primavera<br />

y en estío, y debe mantenerse á cubierto<br />

de los rayos solares muy ardientes. En<br />

1792 importó Banks por primera vez en Europa<br />

esa hermosa planta desde el Bengalas.<br />

ALPINO.—Perteneciente á los Alpes.<br />

ALPISTE.— Se conocen dos variedades de<br />

alpiste, una vivaz y otra anual. La primera es<br />

indígena, la segunda de Canarias, de donde<br />

fué importada; aquélla es planta forrajera, que<br />

Figura (31.—Caña alpistera<br />

se cría en los<br />

suelos húmedos;<br />

ésta en<br />

los frescos y<br />

substanciosos,<br />

y su semilla<br />

se utiliza para<br />

los pájaros,<br />

canarios y jilgueros,<br />

etc.<br />

Ambas son<br />

plantas de pocaimportancia<br />

agrícola.<br />

A l p i s t e<br />

arundináceo<br />

(Pli al ar is<br />

ar un dinace a,<br />

Linneo) (figura61).—Boit<br />

a r d y L ecoq<br />

dicen que<br />

cultivada esta<br />

planta en<br />

cualquier clase<br />

de terreno,<br />

produce abundante<br />

forraje,<br />

muy apetecido<br />

de toda clase de ganado, en particular del vacuno.<br />

Prefiérelos suelos pantanosos, y mezclando<br />

su semilla para la siembra con la de la<br />

cañuela flotante, forma un buen prado vivaz.<br />

Vilmorín, con referencia á ensayos practicados<br />

en terrenos calizos ligeros, dice que resiste<br />

bien aun en los estíos poco lluviosos.<br />

En Andalucía la hemos visto crecer en tierras<br />

que se encharcan en el invierno y están<br />

sin agua en la primavera. La altura de esta<br />

gramínea, por término medio, es de 1 á 1,30<br />

metros. Cuando sale la espiga de la última<br />

hoja, debe segarse la planta, que en condiciones<br />

regulares suele admitir hasta tres<br />

cortes.<br />

En Lombardía, en los terrenos de regadío,<br />

es de las plantas que más dominan para prados<br />

artificiales. Aunque se siembra clara, como se<br />

multiplica por sus articulaciones, pronto ocupa<br />

toda Ja tierra. Su. espiga ó pauícula toma<br />

el color de violeta y blanco.<br />

Alpiste de Canarias (Phalaris canariensis)<br />

(figura 62).—Planta anual que cultivada


ALP — 148 — ALQ<br />

para forraje sería más útil que para comida de<br />

los pájaros. Se puede cultivar en terrenos se-<br />

Figura 62.—Alpiste de pájaros<br />

plea para forraje, hay que segarlo cuando la<br />

espiga sale de la última hoja, sin lo que se<br />

endurece y el ganado lo come<br />

mal si cuaja la simiente.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALQUEQUENJE (Vejiga<br />

de perro) (Physalis alkehengi,<br />

L.).'—Llámase así<br />

una planta de 3 á 6 decímetros<br />

de altura, cuyo rizoma<br />

es articulado, rastrero, el<br />

tallo recto, sencillo ó ramoso<br />

, anguloso y de color verde<br />

rojizo. Las hojas son alternas,<br />

pecioladas, ovales,<br />

irregulares, puntiagudas,<br />

onduladas y sinuosas por los<br />

bordes, bastante grandes y<br />

de color verde obscuro. Las<br />

flores, que aparecen de Junio<br />

á Septiembre, son solitarias<br />

, blancas, bastante<br />

grandes, y sostenidas por<br />

pedúnculos axilares encorvados<br />

y cortos; el cáliz es<br />

pequeño y de cinco lóbulos;<br />

la corola rotácea y de tubo<br />

corto; los estambres en número<br />

de cinco; los filamentos<br />

bastante largos; las anteras<br />

conniventes; el ovario ovoideo,<br />

lampiño y de dos celdas;<br />

los estilos de igual longitud<br />

que los estambres, y el estigma<br />

pequeño y convexo. El<br />

fruto (figura 63) es una baya<br />

rojiza, carnosa, del tamaño<br />

de una cereza pequeña<br />

(fr), que conserva el cáliz<br />

persistente por lo tanto ( s ),<br />

el cual forma una envoltura<br />

membranosa, vesicular y rojiza,<br />

que encierra las semillas<br />

reniformes y aplastadas.<br />

No debe confundirse con la<br />

BBl<br />

Figura 63<br />

Fruto del alquequenje<br />

eos y ligeros. Se siembra en Marzo, para ser- 1 belladona. Se diferencia por su cáliz coloreado<br />

vir en la alternativa de las cosechas. Si se em- | y acrescente, y sus bayas rojas ó amarillas,


ALQ. — 149 — ALQ<br />

pero no negras. Crece espontáneamente en los<br />

campos, en las viñas y en las florestas.<br />

Para propagar por medio del cultivo esa<br />

planta, que sin dxida conocieron los árabes<br />

puesto que ha conservado el sello de su lengua<br />

, se siembran los granos durante el otoño<br />

ó durante la primavera en tiestos, y se transplantan<br />

los pies cuando ya han adquirido bastante<br />

desarrollo. También se propaga el alquequenje<br />

por sí mismo, lo que indica que en<br />

la mayoría de las comarcas se puede multiplicar<br />

sin necesidad de someterle á todos los esmeros<br />

del cultivo. Se utilizan en medicina todas<br />

las partes de la planta menos la raíz, pero<br />

muy especialmente las bayas, las cuales habrán<br />

de recogerse cuando ya están maduras,<br />

es decir, á fines de Agosto ó en Septiembre.<br />

Cuando se desea acelerar la desecación, se<br />

las separa del cáliz, se las expone al aire libre<br />

primero, y después en un horno ó estufa<br />

cuya temperatura se haya elevado á 40° centígrados.<br />

Cuando están completamente secas<br />

se asemejan á las azufaifas arrugadas. El comercio<br />

las expende, ora separadas del cáliz,<br />

ora envueltas en éste, que es de color anaranjado.<br />

Son de sabor agrio, algo amargas y<br />

bastante gratas al paladar. Contienen una<br />

substancia cristalina amarga, que no es alcalina,<br />

y recibe el nombre de jisalina, la cual se<br />

ha empleado como succedánea de la quinina.<br />

Se prepara fácilmente tratando las hojas de la<br />

planta por el agua fría, y se agita vivamente<br />

el extracto acuoso con cloroformo, en la proporción<br />

de 2 gramos por litro, hasta que este<br />

disolvente haya quitado al extracto todo su<br />

amargor. Por un reposo prolongado el cloroformo<br />

deja posar la fisalina. El sabor ácido de<br />

las bayas es debido al ácido milico. En medicina<br />

se prescribe el alquequenje en polvo<br />

obtenido de las bayas ó de las hojas, á la dosis<br />

de 4 á 20 gramos; en bayas frescas y maduras,<br />

á la de 6 á 20; en infusión de bayas, en<br />

la proporción de 15 á 60 por 1.000; en zumo<br />

de las mismas, en cantidades de 30 á 60<br />

gramos, y también en extracto vinoso, que<br />

forma la base de las pildoras antigotosas de<br />

Laville. Figuran generalmente en el jarabe<br />

compuesto de achicorias.<br />

Por las anteriores indicaciones se comprende<br />

que se apliquen á diferentes usos. Las<br />

bayas son diuréticas; las hojas, los tallos y los<br />

cálices se emplean como depurativos amargos,<br />

y de ahí que se hayan preconizado todas esaspartes<br />

contra el mal de piedra, la gota, la ictericia<br />

y varias especies de hidropesía, así como<br />

también en su calidad de febrífugas, que poseen<br />

en alto grado los polvos de las bayas y<br />

de los cálices, y por lo mismo han solido<br />

dar resultados satisfactorios en las fiebres intermitentes.<br />

De ahí que constituyan un remedio<br />

precioso para los campesinos, aun cuando<br />

su acción no sea tan segura ni tan rápida<br />

como la del sulfato de quinina. En cambio<br />

cuentan con la no despreciable ventaja de<br />

no costar nada y de hallarse siempre á mano<br />

para los labriegos. Las hojas se emplean á ve­<br />

ces exteriormente en fomentos y cataplasmas,<br />

en concepto de calmantes y emolientes.<br />

Se conocen otras especies de alquequenje,<br />

siendo las principales las siguientes:<br />

El comestible, alquequenje amarillo dulce ó<br />

capidi cultivado (Pliyspalispubescens óedulis),<br />

originario de la América meridional; es una<br />

planta vivaz en los jardines, pero en las huertas<br />

se la trata como anual. Forma muy buenas<br />

matas de 70 centímetros á un metro, con<br />

abundantes frutos jugosos de un amarillo anaranjado<br />

, del tamaño de una cereza y sabor ligeramente<br />

ácido.<br />

Con el nombre de tomate de Méjico (Pliyspalis<br />

mexicana) se conoce otra especie notable<br />

por su vigor; tiene las flores amarillas, con<br />

una mancha obscura en el centro, y produce<br />

unas bayas del tamaño de una ciruela y de<br />

sabor casi igual al de los tomates.<br />

El alquequenje del Perú (Physpalisperuviana)<br />

es otra especie recién importada, cuyos<br />

frutos, de sabor agradable, se comen crudos ó<br />

confitados. Se cultiva como la anterior, lo<br />

mismo que los tomates. La recolección de los<br />

frutos se verifica á principios de Septiembre,<br />

cuya madurez se conoce por el aspecto del<br />

cáliz, que se deseca como una hoja muerta.<br />

Los frutos se conservan hasta Enero.<br />

ALQUERÍA.— Casa de labranza, dependa<br />

de una casa de campo, ó casa de campo de<br />

labranza. De los fines que llenan las alquerías,<br />

y de la forma en que deberán estar dispuestas,<br />

nos ocuparemos al hablar de las<br />

construcciones agrícolas y del establecimiento<br />

de casas de labor.<br />

ALQUEZ.— Medida de vino de 12 cántaras.<br />

ALQUIFOL (Mineralogía).—Así se llama<br />

al sulfuro de plomo que se emplea para el vidriado<br />

de las vasijas de alfarería. Una vez reducido<br />

el mineral á polvo y diluido en agua,<br />

se sumerge en la preparación la pieza que se<br />

haya de vidriar, después de haberla tenido en<br />

el horno, y vuelta á éste, el alquifol constituye<br />

un barniz que se adhiere enérgicamente<br />

al barro de los cacharros. Mediante la combinación<br />

de diferentes mezclas, se obtiene vidriado<br />

de varios colores, negro, rojo, azul, etc.<br />

ALQUITARA.—(V. Alambique).<br />

ALQUITRÁN.—Llámase también brea vegetal<br />

por algunos, aun cuando este nombre<br />

debe reservarse para el producto que se obtiene<br />

de la exudación de los residuos de la<br />

purificación de la miera ó barras.<br />

El alquitrán propiamente dicho es el producto<br />

de la destilación seca de la madera resinosa<br />

de los tocones ó cepas, y aun de los<br />

troncos y de las ramas de las coniferas, esjsecialmente<br />

de los pinos.<br />

Toda madera de pino contiene jugos resinosos<br />

y puede sacarse de ella alquitrán; sin<br />

embargo, en los árboles jóvenes son muy escasos<br />

aquéllos para poderse aprovechar con ventaja;<br />

así es que de los troncos de los pinos se<br />

utiliza solamente la verdadera tea, es decir,<br />

aquella parte del leño cuyas cavidades anató-


ALQ — 150 — ALS<br />

micas se hallan incrustadas de resina. Pero<br />

como generalmente los productos maderables<br />

tienen mucho más valor como maderas de<br />

construcción civil y naval, es raro el caso en<br />

que conviene destinarlos á la obtención de<br />

aquel producto resinoso. A este fin se usan<br />

exclusivamente los tocones y raíces, los cuales<br />

dan tanto más producto cuanto más tiempo<br />

han permanecido baj o de tierra después de<br />

la corta; no, como algunos creen, porque los<br />

jugos resinosos aumenten constantemente en<br />

los tocones muertos, lo cual no es posible y<br />

la experiencia lo demuestra, pues las raicillas<br />

mueren y se descomponen al poco tiempo,<br />

sino á causa de que la resina, por la descomposición<br />

exterior, va concretándose poco á<br />

poco en las partes interiores, y esa misma resina,<br />

ó tal vez una cantidad menor, se encuentra<br />

más tarde en un volumen más reducido<br />

de madera, lo que hace que sea más rica<br />

en esta substancia, sin que por esto haya<br />

aumentado en la más mínima cantidad.<br />

La leña sana y seca de los tocones más recientes<br />

puede, por consiguiente, emplearse lo<br />

mismo que la de los descompuestos, pero sucede<br />

que además de costar más el extraerla,<br />

cortarla y prepararla, da menos cantidad de<br />

alquitrán en igual volumen de leña.<br />

En España se aplica á este beneficio la del<br />

pino rodeno, Pinus pinaster, Sol.; la del pino<br />

albar, P. sylvestris, L., y la del pino salgareño,<br />

P. laricio, Poir. En la provincia de Jaén<br />

llaman alquitrán dulce al que se obtiene de la<br />

leña de esta última especie, distinguiéndolo<br />

así del de los demás pinos, que es menos apreciado<br />

y le llaman allí alquitrán amargo.<br />

DESTILACIÓN SECA.—-El alquitrán se obtiene<br />

per descensum con pocos gastos por medio de<br />

la carbonización de las leñas resinosas en los<br />

montes, en hoyos de 1 á 1,5 metros de profundidad<br />

y de 1 á 2 metros de diámetro, en<br />

el centro de los cuales se echa una pequeña<br />

cantidad de chavasca y chasca inflamada, ó<br />

bien sin encender, en cuyo caso se da fuego<br />

por arriba, llenando sucesivamente el hoyo<br />

con la leña que se quiere carbonizar, hasta<br />

que está lleno, cubriéndolo entonces con céspedes<br />

y tierra. A las veinticuatro ó treinta y<br />

seis horas las leñas están ya. carbonizadas y obtenido<br />

el alquitrán, el cual corre por un cana-<br />

Hilo inferior aun recipiente, donde se recoge.<br />

Se conocen y están en uso diferentes clases<br />

de hornos para obtener el alquitrán, estando<br />

generalizados en sus respectivos países los<br />

franceses, suecos, americanos y alemanes.<br />

No siendo propio de una obra como la presente<br />

la descripción minuciosa de los hornos<br />

indicados y del modo de conducir en cada<br />

uno de ellos la destilación, porque esta materia<br />

es exclusivamente industrial, recomendamos<br />

á los lectores que deseen conocerla con<br />

alguna minuciosidad, el estudio de los dos trataditos<br />

siguientes: La teoría y la práctica de<br />

la resinarían, por D. llamón de Xérica, ingeniero<br />

jefe de montes: Madrid, 1869.—Combustibles<br />

vegetales: Teoría y práctica de la com­<br />

bustión, carbonización y destilación de la madera,<br />

por D. Carlos Castel y Clemente, ingeniero<br />

jefe de montes; Madrid, 1885.<br />

APLICACIONES DEL ALQUITRÁN.—Se usa este<br />

producto en construcción naval y en agricultura<br />

para impregnar las maderas, los herrajes<br />

y las cuerdas, y preservarlas contra la acción<br />

de los agentes atmosféricos; por medio<br />

de su interposición se hacen las telas dobles<br />

impermeables; sirve para preparar betunes<br />

hidrófugos y cartones impermeables, muy generalizados<br />

en Alemania para cubrir tinglados,<br />

almacenes, etc., y para ahuyentar los insectos<br />

que atacan á los cereales; en farmacia se emplea<br />

en pildoras y otros preparados contra la<br />

disentería, y en agua para acelerar la digestión;<br />

se recomienda su aplicación sobre el<br />

fondo de las cisternas y depósitos de agua cuyas<br />

paredes sean de fábrica ó manipostería,<br />

para impedir la disolución de las sales contenidas<br />

en los cementos; fundido con un peso<br />

igual de resina ó miera, da una mezcla de color<br />

claro, llamada brea americana, que se reputa<br />

como la mejor para calafatear los buques;<br />

también se usa para el mismo objeto<br />

mezclado con pez negra, tomando entonces el<br />

nombre de pez grasa, é igualmente se mezcla<br />

con varias grasas animales, sobre todo con el<br />

sebo, formándose así diversos betunes que reciben<br />

el nombre de alquitrán ó pez naval.<br />

Mezclado el alquitrán con carbones menudos,<br />

y sometiendo á la vez la mezcla á una elevada<br />

temperatura y á una gran presión, se<br />

obtienen los llamados carbones aglomerados,<br />

que se consumen ya en gran escala, especialmente<br />

en Francia. Finalmente, asociado el<br />

indicado producto con la gutapercha, se forma<br />

la almáciga ó mástic llamada de Chatterton,<br />

que, entre otras aplicaciones, ha tenido<br />

la de servir para revestir el cable eléctrico<br />

tendido en el Océano en 1866 para poner<br />

en comunicación el Viejo con el Nuevo Mundo<br />

, aumentándose así la solidez de dicho cable<br />

y disminuyendo su fuerza eléctrica de inducción.<br />

(V. Productos resinosos.)<br />

ALSINA.—Nombre catalán y valenciano<br />

que recibe la encina, Queráis ilex,T¡. (Véase<br />

Encina.)<br />

ALSINA SURERA.—Uno de los nombres<br />

con que en Cataluña se designa al alcornoque.<br />

(V. Alcornoque.)<br />

ALSINEAS (Botánica).—Plantas pertenecientes<br />

á una tribu de las cariofiláceas, y<br />

que algunos naturalistas han hecho figurar<br />

en el género Stellaria. Su cáliz, que es lo más<br />

característico de la planta, se compone de cinco<br />

piezas completamente libres, y á veces extendidas,<br />

lo que la distingue de la tribu de las<br />

siléneas, cuyo cáliz es tubuloso. En nuestros<br />

climas abundan muchas alsíneas, cuyas flores<br />

son blancas. La especie más común es la ahina<br />

media de Lin., ó Stellaria media de Smith,<br />

conocida con el nombre vulgar de bocado de<br />

gallina, pamplina de canarios ó hierba pajarera;<br />

nombres que indican ya el uso á que se<br />

destina la semilla.


ALS — 151 — ALT<br />

ALSTONIA.-—Género de plantas de la familia<br />

de las Apocináceas. En los montes de<br />

Filipinas se encuentran dos especies de este<br />

género. (V. Balino y Dita.)<br />

ALSTREMERIA (Alstr cernerla de Lin.)<br />

CJardinería).— Planta perteneciente al género<br />

de las amarilídeas, vivaz, de raíces fibrosas,<br />

fasciculadas y tuberosas. Tallos rectos ó<br />

volubles, con hojas alternas, sésiles y oblicuas.<br />

Flores terminales, solitarias ó en corimbos,<br />

desprovistas de espatas. Perianto adherente,<br />

con seis divisiones, que forman dos<br />

verticilos, y las dos divisioues inferiores del<br />

verticilo interno huecas, con salida en la base.<br />

Seis estambres desiguales, insertos en las divisiones<br />

del perianto; ovario infero, exágono,<br />

de tres cavidades multiovuladas; estilo sencillo;<br />

estigma trífido; fruto capsular, exágono,<br />

con tres cápsulas, cada una de las cuales encierra<br />

varios granos globulosos.<br />

El género alstremeria comprende unas veinte<br />

especies, que pertenecen á las regiones<br />

ecuatoriales de América. Casi todas son notables<br />

por la hermosura de sus flores, que son<br />

muy buscadas por lo mismo para adornar los<br />

jardines de Europa; algunas son susceptibles<br />

•de usos económicos. Las más notables son las<br />

siguientes:<br />

1. A A. peregrina, azucena de Lima, peregrina<br />

de Lima, lirio de los incas.—Planta de<br />

tallo recto, de unos 40 centímetros de altura;<br />

hojas casi lineares; flores ordinariamente solitarias,<br />

de color blanco rojizo, manchadas de<br />

color púrpura y amarillo, de 5 centímetros de<br />

longitud y que aparecen desde Junio á Octubre;<br />

es originaria del Perú.<br />

2. A Ligtá de Chile.—-De flores rayadas,<br />

tallo recto, hojas espatuladas y oblongas; flores<br />

en umbela pauciflora, grandes, olorosas,<br />

•de color rojo y á veces manchadas de blanco.<br />

Esta especie, también originaria del Perú, tiene<br />

raíces comestibles y de las cuales se extrae<br />

fécula. Las alstremerias tomatosa y salsilla<br />

(salsilla de Lima ó zarcilla de Lima) crecen<br />

en la misma región y poseen las mismas propiedades.<br />

3. a A. comestible, zarcilla de Cuba (Alstremeria<br />

edulis).—Procede de las Antillas,<br />

como indica una de sus denominaciones; presenta<br />

raíces del tamaño de una patata pequeña,<br />

la cual se expende en los mercados bajo el<br />

nombre de tupinambo blanco, y se come arreglada<br />

de diferentes formas. Los negros se contentan<br />

con reblandecerlas, cociéndolas con<br />

agua y sal.<br />

4. a A.psiltacina (Lehm.).—Planta con tallos<br />

floríferos de 5 á 7 centímetros, manchados<br />

de negro; hojas lanceoladas; flores en umbelas<br />

terminales, con seis divisiones casi iguales,<br />

verdes y manchadas de negro violeta en el<br />

tercio superior, y de hermoso color púrpura<br />

violado en las partes restantes. Es originaria<br />

de Méjico.<br />

5. a Alstremeria coccínea (A. tamanla),<br />

copihué del Perú.—-Planta de flores grandes,<br />

con cuatro divisiones de color rojo vivo, con<br />

rayas purpúreas, dos amarillas, y manchadas<br />

de rojo en la cima.<br />

6. a Alstremeria de cambiantes f A. versicolor,<br />

E-. y P.).—Procedente de Chile, con el tallo<br />

inclinado y las flores amarillas, manchadas<br />

de púrpura.<br />

7. a Alstremeria pálida (A. pallida, Grah).<br />

Presenta flores con cuatro divisiones exteriores<br />

de color pálido y dos interiores amarillas<br />

con venas rojas. Es también oriunda de la<br />

América del Sur.<br />

8. a La A. roja (A. rubra) y la A. olorosa<br />

(A. odorata).—Proceden de Bahía, en el Brasil.<br />

La última exhala un suave y delicioso olor<br />

á jacinto.<br />

El cultivo de las alstremerias es bastante<br />

sencillo; casi todas ellas crecen en las regiones<br />

meridionales de España, sin exigir especiales<br />

precauciones. La azucena de Lima, el ligtú de<br />

Chile y la alstremeria pálida deben cubrirse<br />

ó ponerse al abrigo durante los rigores invernales.<br />

Generalmente se siembran en tiesto con<br />

tierra ligera y se las riega poco. La alstremeria<br />

roja reclama los cuidados de la estufa. Todas<br />

eílas se propagan por semillas ó por separación<br />

de raíces, pero como éstas son muy<br />

frágiles, es necesario operar con delicadeza<br />

suma. Las siembras se hacen durante la primavera<br />

y el otoño. Por lo común, esas plantas<br />

no florecen hasta el segundo año, y deben ponerse<br />

en sitio conveniente para que no las<br />

perjudiquen los vientos ni los rayos del sol.<br />

En los climas templados esas plantas se propagan<br />

por sí mismas, gracias á su rusticidad,<br />

y siempre que vegeten en terrenos más bien<br />

secos que húmedos.<br />

ALTABACA.—En Andalucía dan este<br />

nombre al matojo silvestre, ínula viscosa, Ait.,<br />

de la familia de las Compuestas. (V. ínula.)<br />

ALTEA.—(Y- Malvavisco.)<br />

ALTERACIÓN—Del latino aller, otro;<br />

modificación en la forma, en las cualidades y<br />

propiedades de un cuerpo, de un órgano, de<br />

un tejido, de un fluido animal. Aberración<br />

morbosa, colorido anormal observado en cualquiera<br />

parte del organismo. Así se dice alteración<br />

déla sangre, alteracióu del vino, alteración<br />

de los productos agrícolas. Por extensión<br />

se aplica también á las tierras que<br />

carecen de condiciones que antes favorecían<br />

el buen desarrollo de los cultivos.<br />

ALTERANTE ( Veterinaria). — Medicanlento<br />

que, sin provocar evacuaciones, cambia<br />

el estado de los sólidos ó de los líquidos. Los<br />

calmantes y los tónicos son remedios alterantes,<br />

pero generalmente se aplica con preferencia<br />

el calificativo á los estimulantes administrados<br />

en pequeñas dosis, á fin de que no<br />

produzcan efectos inmediatos aparentes, cual<br />

ocurre en las afecciones crónicas de las visceras<br />

del vientre, administrando en pequeñas<br />

dosis el áloes y la digital. La acción de<br />

los alterantes en la economía difiere mucho,<br />

según la naturaleza de las substancias; así los<br />

narcóticos obran especialmente sobre el sistema<br />

nervioso; el yodo, el bromo, el mercurio,


ALT — 152 — ALT<br />

el hierro y las preparaciones en que entran<br />

esas substancias, asi como los ácidos, los álcalis,<br />

etc., determinan cambios materiales en diferentes<br />

órganos. Administrados en grandes<br />

dosis, provocan una verdadera desorganización,<br />

y causan envenenamientos. Absorbidos<br />

en pequeña cantidad, su acción lenta y continuada<br />

produce excelentes resultados cuando<br />

se trata de combatir un vicio general, en cuyo<br />

caso los alterantes deberán administrarse en<br />

medicación interna mejor que externa. Empléanse<br />

tales substancias contra los padecimientos<br />

antiguos de la piel, contra el muermo,<br />

los lamparones, etc.<br />

ALTERNATIVA DE LAS COSE­<br />

CHAS (Agricultura).—I. El asunto más difícil<br />

del cultivo de las tierras; del que depende<br />

el resultado económico de la producción<br />

del suelo; aquello en que estriba la prosperidad<br />

y el progreso agrícola de un país, se encierra<br />

en estas palabras: Alternativa de las<br />

cosechas. Según resulta del cultivo especial de<br />

cada planta, que puede verse en su lugar respectivo,<br />

aparece que necesitan clima adecuado<br />

para desarrollarse, tierra á propósito que dé<br />

vida á la vegetación, y labores que cooperen<br />

al fin de conseguir el máximum de producto,<br />

objeto principal del asunto. Pero como determinado<br />

el clima, suelo y cultivo, no puede cultivarse<br />

todos los años sin interrupción un mismo<br />

vegetal por las razones que expondremos,<br />

sin que se intercalen otros adecuados á la condición<br />

determinada, y como además puede<br />

ocurrir, y ocurre en la práctica, que la órbita<br />

á que alcanza el consumo del producto de una<br />

explotación obliga á producir determinados<br />

vegetales, de todo ello resulta que la alternativa<br />

de las cosechas para fijar las más útiles á<br />

un sitio, exige conocimientos generales de<br />

agricultura y especiales de la localidad respecto<br />

al clima, composición del suelo, industrias,<br />

mercados y consumo, transportes, etc. De<br />

todas esas cuestiones nos ocupamos en su lugar<br />

especial, y dando esto por sentado, aquí<br />

haremos sus aplicaciones y citaremos ejemplos;<br />

unos en que, sin embargo de ignorar los<br />

labradores los principios de la ciencia aplicada,<br />

han llegado, por medio de tanteos, á cierta<br />

perfección; otros, y son los más por desgracia,<br />

y de ello depende nuestro retraso agrícola, en<br />

que la alternativa del cultivo de las plantas<br />

está en la infancia del arte, de lo que depende<br />

la pobreza de sus habitantes, y como consecuencia<br />

, de los de la nación, pues hay que<br />

convenir en que del progreso de la agricidtura<br />

depende el de las naciones.<br />

La agricultura en progreso se funda en la<br />

abundancia de abonos; la abundancia de abonos<br />

se funda en la ganadería; la ganadería, en<br />

la abundancia de alimentos; el aumento de la<br />

población, en la abundancia de alimentos animales<br />

y vegetales á precios módicos; y esa relación<br />

de hechos necesarios á la vida de toda<br />

población en progreso, depende de la sucesión<br />

ordenada de las plantas que, sin esterilizar la<br />

tierra, aprovechan á la alimentación necesa­<br />

ria. De aquí resulta otra clase de conocimientos<br />

útiles y necesarios al cultivador, para determinar<br />

la alternativa de las cosechas que<br />

debe plantear en su explotación agrícola.<br />

Para suerte de la humanidad, el Supremo<br />

Hacedor ha creado tal abundancia de vegetales<br />

y de animales, que no falta, sea cual fuere<br />

el clima donde exista tierra cultivable, que no<br />

sea posible aplicar plantas que se adapten al<br />

cultivo, ni ganados que presten abonos naturales<br />

para impulsar la producción, resultando<br />

de ello tener asegurada la subsistencia del<br />

hombre. Sólo falta que éste sea instruido y<br />

trabajador para cumplir el precepto que dice<br />

Ayúdate, que yo te ayudaré.<br />

II. Desde muy antiguo la práctica del cultivo<br />

de los vegetales hizo observar que era<br />

indispensable vai-iar el turno de cultivo de los<br />

vegetales en una misma tierra, y de aquí nació<br />

tener varios pedazos de terreno que se<br />

sembraban de un vegetal con el objeto de conseguir<br />

cada-año un producto determinado de<br />

cierta clase; y en el año que quedaba la parte<br />

sin sembrar ó vacía, se daban labores ó se hacía<br />

barbecho de reja. La siembra repetida de<br />

un mismo vegetal, por ejemplo, trigo, resultaba<br />

poco provechosa, porque la falta de tiempo<br />

para labrar la tierra daba lugar á que<br />

creciesen diferentes semillas, que en no pocos<br />

casos se aprovechaban de la tierra y hacían<br />

nula la producción de la planta sembrada. De<br />

estos hechos prácticos nació la alternativa ó<br />

sucesión de las cosechas.<br />

Si la agricultura moderna ha determinado<br />

química y físicamente la razón y conveniencia<br />

de la alternación de plantas distintas, fijando<br />

los compuestos químicos de la tierra y de.los<br />

vegetales, y los grados de calor que según la<br />

latitud y altura pueden contarse para favorecer<br />

la vida, desarrollo y madurez de las plantas<br />

cultivadas, los antiguos, sin esos medios,<br />

llegaron á comprender su importancia, y por<br />

tanteos repetidos fijaron la práctica que hoy<br />

la ciencia explica. Sin embargo, en aquellos<br />

tiempos remotos, la sobriedad consiguiente á<br />

pueblos que estaban en la infancia no exigía<br />

las producciones que hoy, que las artes, la industria<br />

y el comercio nos parecen llegados á<br />

un alto grado para satisfacer las exigencias de<br />

todas las clases sociales, que no se distinguen<br />

de aquéllos desgraciadamente por la modestia.<br />

Los celtas (1), pueblo indo-germánico que<br />

invadió la Europa en el siglo vn antes de<br />

nuestra era, decían: «la tierra debe descansar<br />

después de cada cosecha, y si se desea que<br />

produzca todos los años, debe procurarse el<br />

descanso variando las especies de plantas, haciendo<br />

turnar á un cereal una leguminosa (2)».<br />

He aquí en compendio lo que hoy se practica<br />

como buen principio de economía cultural.<br />

Los celtíberos, nombre compuesto de celta é<br />

ibero, que formaban parte del pueblo espa-<br />

(1) Aunque antes de éstos vinieron á España otropueblos,<br />

partimos de esta época.<br />

(2) Virgilio: Geórgicas, L. I, v. 73 y 82.


ALT — 153 — ALT<br />

ñol en los tiempos anteriores á los cartagineses<br />

y romanos, sabían en principio y practicaban<br />

como necesaria la alternativa de las<br />

cosechas.<br />

Los fenicios y cartagineses.—-En los principios<br />

de los libros escritos por el célebre agrónomo<br />

cartaginés Magón se comprenden los<br />

del turno alterno de diferentes plantas en<br />

un mismo terreno cultivado. Los cartagineses,<br />

de origen fenicio, debieron importar, cuando<br />

se establecieron en África, lo que habían aprendido<br />

en su país. En los libros de Magón es<br />

sabido que ¡os romanos estudiaron la ciencia<br />

agraria de aquellos remotos tiempos. El Senado<br />

romano que mandaba el mundo no desdeñó<br />

acordar que fuesen traducidos al latín los libros<br />

de Magón. De la Numidia, Mauritania,<br />

Esparta, etc., se surtía á liorna y sus provincias,<br />

poco dadas á los trabajos agrícolas, de<br />

abundantes alimentos. En los tiempos de Augusto,<br />

al principio de la Era cristiana, de las<br />

costas del Mediterráneo partían continuamente<br />

bajeles españoles para llevar á Boma las<br />

producciones españolas, ya naturales, )-a manufacturadas.<br />

España surtía á la gran ciudad<br />

de aceites, de cereales, de carnes, de telas y<br />

de las exquisitas lanas, que en tanta estima<br />

tenían y á tan subido precio pagaban los romanos,<br />

según nos dice Estrabón.<br />

Los romanos. — Los autores latinos, empezando<br />

por Catón, enseñan la manera de<br />

aumentar la fertilidad de la tierra (capítulo<br />

XXXVI) con el empleo de la palomina<br />

mezclada con agua, puesta al pie de los olivos,<br />

de que casi exclusivamente se ocupa.<br />

Varrón, el más sabio de los romanos, como<br />

decía Cicerón, escribió su obra á la edad de<br />

ochenta años, reasumiendo cuanto sobre el<br />

arte de cultivar la tierra había observado y<br />

leído hasta su época; vivió por los años de 116<br />

al 26 antes de la Era vulgar, fecha en que<br />

murió.<br />

Varrón nos enseña, libro I, párrafo XVI,<br />

tratando de la organización de una explotación<br />

rural, «que las tierras más ventajosas<br />

para el cultivo son las que ofrecen más facilidad<br />

para la venta de lo que producen , y permiten<br />

la adquisición de todo lo que exigen las<br />

necesidades de la explotación». «Es un error<br />

creer, continúa, que una tierra grasa ó crasa<br />

puede recibir indiferentemente toda clase de<br />

semillas, y que una delgada y pobre no puede<br />

sembrarse; en esta clase de suelos pobres se<br />

siembra con utilidad plantas que no exigen<br />

muchos jugos, como el cítiso y algunas legumbres,<br />

pues legumbre se deriva de ligera.<br />

En las tierras crasas se sembrarán todas las<br />

plantas que exigen más nutrición, como las<br />

raíces, trigo, centeno, lino, etc.»<br />

«Ciertas plantas, continúa Varrón, se cultivan,<br />

no por su cultivo inmediato, sino para<br />

mejorar el suelo para las cosechas siguientes,<br />

y para segarlas en verde, dejarlas sobre el terreno<br />

, cubrirlas con el arado y sirven de abono.<br />

Al efecto, en suelos poco fértiles, en lugar<br />

de estiércol, se siembran los altramuces ó las<br />

habas, y cuando están en flor se entierran, despiscándolos<br />

previamente.»<br />

Después de una cosecha de trigo, es necesario<br />

dejar un año descansar las tierras, ó sembrarlas<br />

con simientes que exijan poca nutrición<br />

para que no la esterilicen.<br />

Columela nació en Cádiz á principios del<br />

primer siglo de la Era cristiana; escribió su<br />

obra en liorna por los años 42; sus libros se<br />

tienen por lo mejor que nos legaron los agrónomos<br />

latinos. Mucho antes de Columela, el<br />

año 171 anterior á nuestra Era, abolió el Senado<br />

romano el derecho que tenían sus magistrados<br />

en España para que los españoles<br />

le vendieran la veintena del trigo que recolectaban<br />

al precio que los romanos fijaban. Esto,<br />

y las grandes riquezas que por ese medio se<br />

granjeaban los pretores, hace suponer que la<br />

producción' agrícola era importante.<br />

Columela dice: «La ciencia y la voluntad<br />

no son bastantes sin los gastos necesarios para<br />

los diferentes trabajos agrícolas; lo mismo la<br />

voluntad, unida á los recursos suficientes, serán<br />

inútiles si no están dirigidos por ¡a ciencia<br />

admira si quieres una gran propiedad, pero<br />

tú cultiva una pequeña la tierra, decían los<br />

cartagineses, no debe ser más fuerte que el<br />

labrador; si la tierra exige más que el labrador<br />

puede hacer, éste se arruina; un terreno<br />

pequeño bien labrado produce más que uno<br />

grande que está descuidado».<br />

«Para sembrar las habas es necesario verificarlo<br />

en terreno fértil y bien estercolado<br />

pero si se desean sembrar en tierra que no ha<br />

reposado el año antes, sino que produjo una<br />

cosecha de trigo, es necesario cubrir las pajas<br />

y echarle veinticuatro carretas de estiércol por<br />

arpaul (sobre media fanega).' Algunos dicen<br />

que se puede obtener la producción de habas<br />

sin abonos; esto quiere decir, y estoy conforme,<br />

que esta cosecha enriquece la tierra como<br />

hacen los abonos, pero en cantidad pequeña.<br />

Estoy convencido que una tierra queda mejor<br />

dispuesta para el cultivo del trigo cuando el<br />

año anterior no se ha sembrado nada en ella,<br />

que si ha producido una cosecha de habas.»<br />

Vemos que antiguamente era conocida la<br />

utilidad de alternar los cultivos en una misma<br />

tierra con el fin de sostener su fertilidad, y<br />

también que la acción atmosférica sobre la<br />

tierra labrada la beneficiaba, y de aquí los<br />

barbechos de reja, el año de descanso para eje^<br />

cutarlo, ó la siembra de leguminosas, que se<br />

labran para favorecer su crecimiento y limpiar<br />

el suelo.<br />

Visigodos.—A los romanos siguieron en la<br />

dominación española los visigodos, que siguieron<br />

las prácticas establecidas, si bien la división<br />

de la propiedad y la costumbre de pastar<br />

los ganados los terrenos una vez levantada la<br />

cosecha, redujo en parte el turno de ellas,<br />

en particular las que ocupaban la tierra más<br />

tiempo que lo bacía la generalidad; las plantas<br />

estivales quedaron confinadas á los terrenos<br />

exentos de la pastoría.<br />

La conquista de España-romana por los vi-


ALT — 154 — ALT<br />

sigodos trajo una perturbación extraordinaria<br />

en la constitución de la propiedad territorial.<br />

Los conquistadores se apropiaron dos partes<br />

de la propiedad de las tierras cultivadas, y<br />

dejaron 4 los españoles el tercio de las que<br />

poseían. Como era natural, tal trastorno, y<br />

además que la parte recibida por los visigodos<br />

quedaba exenta de impuestos y la reservada<br />

á los españoles pechaba con ellos, todo, con<br />

más el encono, guerras, etc., contribuyó á<br />

que los adelantos verificados bajo la dominación<br />

romana se trastornaran, hasta que pasados<br />

muchos años se confundieron las razas, y<br />

la tranquilidad, tan necesaria para el progreso<br />

agrícola, empezó á tener lugar. Sin embargo,<br />

la manera que tuvo después de organizarse ei<br />

cultivo (1), dificultó por largo tiempo las<br />

mejoras, que no llegaron al estado que antes<br />

de la invasión visigoda.<br />

Los árabes.—Los árabes, en principios del<br />

siglo vm, invadieron y conquistaron á España<br />

en poco tiempo; como era consiguiente,<br />

hubo trastornos, propiedades abandonadas y<br />

retraso en la marcha cultural del país invadido<br />

, por una sorpresa que nadie podía presumir<br />

llegase al extremo que llegó. La poca<br />

resistencia hizo que los conquistadores no<br />

despojasen de sus propiedades á los vencidos,<br />

dejándoles sus leyes, costumbres é instituciones<br />

religiosas; sólo impusieron, como de costumbre<br />

, la contribución de capitación, igual á<br />

la que pagaban los árabes.<br />

Que España bajo la dominación árabe progresó<br />

en el cultivo de las plantas; que conocía<br />

la utilidad y necesidad del turno de las<br />

cosechas, es sabido por todos, y la traducción<br />

de los códices árabes, hecha por Banqueri, lo<br />

demuestra. Más de sesenta autores de escritos<br />

de agricultura árabe cita Banqueri; el más<br />

moderno escribió en Sevilla en el siglo XII.<br />

Gran impulso se dio al cultivo del suelo agrario;<br />

los árabes introdujeron en España miles<br />

de plantas de otros países; fertilizaron con el<br />

riego extensas comarcas que aún recuerdan<br />

su existencia, como lo recuerdan algunos sitios<br />

de Sierra Morena, en que se ven plantas de<br />

jardín mezcladas con las de monte, porque<br />

aquéllas cubrían en su tiempo el suelo que<br />

abandonaron cuando la expulsión. Las jaras y<br />

madroños las reemplazaron, no sin dejar señales<br />

evidentes del infatigable trabajo rural<br />

de los árabes.<br />

Herrera.—Nuestro inmortal Herrera, que<br />

escribió su popular obra á principios del siglo<br />

xvi, no descuidó recapitular las buenas<br />

prácticas conocidas hasta su época, siendo el<br />

padre de la agricultura europea, cuyos adelantos<br />

posteriores impulsó. Seguido por Olivier<br />

en Francia, por Galo en Italia, por<br />

Heresbach en Alemania y por Haslliben en<br />

Inglaterra, el autor español fué, pues, el primero<br />

que escribió de un modo ordenado sobre<br />

las cosas del campo.<br />

(lí JSiiscryo sobre la historia de la propiedad territorial<br />

de España, por D. Francisco Cárdenas.<br />

Herrera dice: «Si las habas se siembran en<br />

tierras que han de llevar después trigo, y<br />

cuando están en flor se entierran para que se<br />

pudran , es muy singular manera de estercolar<br />

las tierras; lo mismo hace la paja de ellas, aunque<br />

no tan perfectamente.» Igual opinión sostiene<br />

respecto de los altramuces.<br />

III. Hemos hecho conocer lo que nos dicen<br />

desde hace dos mil quinientos ochenta y<br />

cinco años varios autores agrícolas, aquellos<br />

que fueron y son tenidos por más conocedores<br />

de las prácticas del campo, y vemos que<br />

desde la antigüedad más remota se conoció<br />

el beneficio de turnar las plantas en el cultivo<br />

de los campos. Pero esos antecedentes<br />

que mejoraron por la observación práctica la<br />

producción del suelo, no tenían, como hoy,<br />

la explicación científica que los adelantos de<br />

las ciencias naturales han prestado á la agricultura<br />

en general, y en particular á la alternativa<br />

de las cosechas. En su aplicación hoy<br />

sabemos la manera de apreciar las partes<br />

componentes del suelo, con el auxilio de la<br />

química; con ésta la composición de los elementos<br />

que constituyen cada vegetal, los grados<br />

de calor y humedad que necesita cada<br />

uno para llegar á la madurez los frutos, para<br />

lo cual nos presta su conocimiento la física<br />

por medio de la meteorología.<br />

Pero como el agricultor que conoce por la<br />

composición del suelo, de los vegetales, y de la<br />

humedad y calor, los vegetales que puede<br />

obtener del sitio en que vive, necesita saber<br />

también, antes de dedicarse á obtenerlos, cuáles<br />

son los medios de que dispone para su<br />

consumo, sin lo cual su industria no puede<br />

marchar, aquí entran otros elementos de estudio<br />

que debe tener presente, y que se enlazan<br />

con la marcha comercial de las localidades<br />

limítrofes, la economía rural, la economía pública<br />

y comercio é industria en general.<br />

Como ocurre algunas veces que la cosecha<br />

que agrícolamente considerada le conviene explotar,<br />

no puede venderla en el sitio de producción,<br />

pero transformada en otros productos<br />

le puede facilitar ventajas, en este caso,<br />

como por ejemplo, la recría de ganado, convertir<br />

en carne que por su pie se traslada<br />

al mercado, en alcohol que reduciendo el volumen<br />

aumenta el valor y facilita los transportes,<br />

etc., según las circunstancias, entra la<br />

combinación del agricultor con el ganadero,<br />

que es la mejor manera de sostener la fertilidad<br />

del suelo. El ganado le da abonos y consume<br />

la producción agrícola con ventajas.<br />

Si la producción de raíces sacarinas le hacen<br />

convertirlas en alcohol, con los restos de<br />

ellas alimenta el ganado, que le proporciona<br />

trabajo, abonos y carnes, además de la especulación<br />

del alcohol.<br />

Cuando las tierras están situadas cerca del<br />

mercado, la producción de más consumo es la<br />

que más importancia tiene; si están inmediatas<br />

á alguna fábrica que emplea los productos de<br />

la agricultura, facilitarle las primeras materias<br />

suele ser ventajoso.


ALT — 155 — ALT<br />

Determinada la producción del suelo explotable<br />

según los casos, y el turno de cosechas<br />

según su mejor aplicación y facilidad de obtenerlas,<br />

se encuentra el agricultor en el caso<br />

de distribuir el suelo en las parcelas necesarias<br />

, á fin de que anualmente le provean sus<br />

productos á las necesidades creadas por la<br />

organización dada á la explotación. El agricultor<br />

instruido que adquiere un terreno no<br />

debe ciegamente aceptar la marcha cultural á<br />

que estaba sometido, ni variarla sin examen.<br />

Hecho éste bajo las bases ya indicadas, aceptado<br />

el plan que ha de llevarse á efecto, entra<br />

el estudio de la aplicación.<br />

IV. En la producción agrícola intervienen<br />

varios agentes, cuyas fuerzas importa<br />

mucho combinar, con el fin de que los resultados<br />

sean satisfactorios. Esas fuerzas están<br />

determinadas en dos:<br />

1.° Fuerzas naturales: clima, suelo, agua.<br />

2.° Fuerzas artificiales: el hombre, trabajo<br />

, material, abonos, capitales. Empleo, relación<br />

y dirección de las fuerzas.<br />

En la industria agrícola los hechos tienen<br />

lugar como en la manufacturera; las materias<br />

primarias se transforman en productos fabricados<br />

por medio de mecanismos impulsados<br />

por fuerzas diferentes. Las materias primeras<br />

en la producción del suelo son las substancias<br />

en él contenidas, y en las aguas y la atmósfera,<br />

que sirven á la alimentación vegetal.<br />

Con los abonos se suplen los alimentos<br />

naturales que faltan ala tierra; con los riegos,<br />

la humedad, y el suelo desenvuelve la fuerza<br />

misteriosa que determina la germinación de<br />

las semillas, las desarrolla y grana el fruto,<br />

así como con ellas se alimentan los animales,<br />

crecen, se forman, y nos dan leche, carne, lana<br />

y trabajo, etc., etc.<br />

1.° En los países despoblados, las fuerzas<br />

naturales producen forrajes que se transforman<br />

en carne, leche, etc.; pero la producción<br />

natural ó espontánea carece de cualidades<br />

alimenticias para el hombre; las plantas útiles<br />

para él sólo crecen con su concurso y el<br />

cultivo; así se determina la necesidad de empleo<br />

de las fuerzas artificiales combinadas con<br />

las naturales, lo cual explica que la producción<br />

rural sea la resultante de dos fuerzas,'<br />

una natural y otra artificial.<br />

Las fuerzas artificiales las impulsa y dirige<br />

el hombre, y las naturales las modifica con<br />

más ó menos facilidad.<br />

Modifica las condiciones físicas de la tierra<br />

con el uso de los abonos naturales y artificiales,<br />

con los riegos, con los abrigos naturales<br />

3' artificiales, y conociendo la organización<br />

de los vegetales y sus necesidades, según en<br />

cada planta se indica, puede preparar con el<br />

arte la manera de reproducirlos.<br />

Pero las condiciones en que las fuerzas artificiales<br />

deben emplearse en más ó menos escala<br />

exigen un estudio detenido de parte del<br />

que las ha de emplear, pues modifican su<br />

aplicación diferentes circunstancias anejas á<br />

la explotación. Si el terreno es propio, tiene<br />

gran extensión y está distante de los centros<br />

de consumo, puede emprender mejoras combinadas<br />

por el tiempo y el capital. Pero si la<br />

tierra es arrendada, ó se tiene en usufructo,<br />

toda mejora costosa que no puede reintegrarse<br />

eii un corto período de tiempo es imposible<br />

con utilidad del explotador del suelo; en este<br />

caso la producción cereal y aprovechamiento<br />

de los pastos para transformarlos en carne<br />

está indicada, por más que si en lugar de<br />

aprovechar los pastos naturales se pueden<br />

crear artificiales y cultivo de tubérculos ó<br />

raíces para fomento de la cría de ganados, no<br />

se debe descuidar, porque se triplican los productos.<br />

La mayor parte de los terrenos del Mediodía<br />

de España, esas campiñas andaluzas y extremeñas,<br />

cuyo cultivo deja tanto que desear,<br />

se encuentran en el caso de que los explotadores<br />

de ellas son meros arrendatarios, colonos<br />

en su mayor parte con pocos fondos, y<br />

esta circunstancia, y la de no ser suyo el terreno,<br />

hace que no se modifique el cultivo imperfecto<br />

que domina. Los dueños de esas inmensas<br />

superficies las utilizarían mejor cediéndolas<br />

á censo, que les produciría mayor<br />

renta, y los colonos, podiendo mejorar la producción<br />

, acrecerían la riqueza pública en una<br />

escala hoy ni presumida por los que se aferran<br />

en ser dueños de miles de hectáreas de<br />

tierra que nada producen , considerando como<br />

ho}' se llevan y como debieran llevarse.<br />

Por esto vemos dominar el sistema extensivo,<br />

esto es, usar de las fnerzas que concurren<br />

en la producción, la que menos cuesta, que es<br />

la natural.<br />

El turno de producción cereal con algunas<br />

semillas intercaladas, para en los barbechos<br />

semillados sacar algún beneficio, es el adoptado<br />

en tales casos.<br />

2.° Cuando una finca tiene mediana extensión<br />

, está situada cerca de los centros de<br />

consumo y nos pertenece, las fuerzas artificiales<br />

deben preponderar sobre las naturales;<br />

el cultivo intensivo debe dominar. Si los riegos<br />

son fáciles, la primera mejora será tenerlos en<br />

abundancia; con agua y abonos todas las tierras<br />

producen las plantas adecuadas al clima.<br />

Pero si no nos pertenece la tierra en propiedad;<br />

si, como en el caso anterior, es arrendada<br />

ó en usufructo, etc., sólo podremos<br />

utilizarla con las precauciones de estar expuestos<br />

al desahucio. Las mejoras cuyos resultados<br />

son realizables en corto período, son las<br />

únicas que pueden acometerse en tales casos,<br />

y el turno de cosechas será con arreglo al número<br />

de años de arrendamiento.<br />

En ambos casos, como en todos los concernientes<br />

á la labranza, cuanto mayor sea la<br />

fertilidad de la tierra menos cuesta conservarla<br />

, y al contrario; de consiguiente, en éste<br />

las fuerzas artificiales concurren con más parte<br />

que en el otro.<br />

Suele ocurrir que examinadas las condiciones<br />

de dos fincas de igual extensión, y la una<br />

se encuentre en el casó primero y la otra en


ALT — 156 — ALT<br />

el segundo, ofrezca más ventajas para la producción<br />

la primera, porque siendo suelos más<br />

fértiles, su producción sea mayor y con menos<br />

gastos, y compense los gastos de portes que<br />

el segundo caso beneficia. El primer caso nos<br />

da comúnmente menos valor á la tierra, siendo<br />

más fértil; el segundo más valor por su<br />

proximidad á centros de población, aunque<br />

los terrenos sean de menos calidad.<br />

La situación cultural y los beneficios que<br />

es dable conseguir, según elementos que á la<br />

producción concurren, sólo pueden estimarse<br />

por los que conocen el valor de cada uno, y<br />

la aplicación oportuna del sitio y lugar requerido.<br />

Para juzgar con acierto no debe juzgarse<br />

á la ligera;, una propiedad arrendada,<br />

que el colono no puede hacer mejorar y gasta<br />

más las fuerzas naturales que las artificiales,<br />

que sólo emplea el turno de cosechas aplicable<br />

con barbechos de reja y semillados, puede<br />

sextuplicar su producción si en lugar del colono<br />

la cultiva el propietario, que usará las<br />

dos fuerzas combinadas con el fin de la mayor<br />

utilidad y mejora á la vez.<br />

V. En la combinación del turno de cosechas<br />

ó alternativa de las plantas cultivadas<br />

se ha establecido una clasificación agrupando<br />

por clases los vegetales; pero en esas clases<br />

se enumeran plantas que por sus diferentes<br />

aplicaciones resultan puestas en dos ó más<br />

clases.<br />

PRIMER GRUPO. Plantas alimenticias.—-Los<br />

cereales en general: judías, guisantes, almofías,<br />

garbanzos, habas, lentejas, tubérculos, raíces,<br />

plantas de huerta, etc., etc.<br />

SEGUNDO GRUPO. Plantas comerciales.—<br />

Cáñamo, lino, rubia, azafrán, adormidera,<br />

gualda, pastel, tabaco, caña de azúcar, remolacha,<br />

patatas, etc., etc.<br />

TERCER GRUPO. Plantas forrajeras.—Alfalfa,<br />

trébol, lupulina, pipirigallo, vallico,<br />

etcétera.<br />

Esta clasificación general comprende la<br />

producción vegetal, cuyas plantas se adaptan<br />

á las diferentes clases de clima y suelo, teniendo<br />

en cuenta siempre sus cualidades estáticas<br />

(véase Estática vegetal), esto es, según<br />

que exigen más ó menos elementos de nutrición<br />

en la tierra, ó que los aspiran de la<br />

atmósfera. Así se dice:<br />

PLANTAS QUE MEJORAN MUCHO LA TIERRA.—<br />

Los prados naturales.—Sabemos que los prados<br />

naturales que se siegan y después se pastan<br />

por los ganados en libertad, fertilizan la<br />

tierra en términos que en algunas localidades,<br />

en particular en Andalucía, se precia por los<br />

años que tiene el prado, y cada uno se dice<br />

ser una corteza. Cuantas más cortezas cuenta<br />

una dehesa en la época de roturarla para ponerla<br />

en cultivo, más valor se da á su fertilidad.<br />

PLANTAS MEJORADORAS DE LA TIERRA.—Los<br />

prados artificiales, que se cultivan para consumir<br />

sus productos verdes en la quinta. La alfalfa,<br />

trébol, pipirigallo, etc.<br />

PLANTAS QUE CONSERVAN LA FERTILIDAD DE<br />

LA TIERRA.—El cultivo de las raíces y tubércu­<br />

los, y varias leguminosas que se intercalan entre<br />

el cultivo de los cereales, porque absorben<br />

de la atmósfera parte de su alimentación, y<br />

las labores que demandan, limpian la tierra y<br />

la colocan en buenas circunstancias para que<br />

la beneficien los gases atmosféricos.<br />

PLASTAS POCO ABSORBENTES DE LA FERTILI­<br />

DAD DE LA TIERRA.—Las habas, almorlas, guisantes,<br />

algarroba, lentejas, etc., que también<br />

entran en el turno de barbecho semillado, y<br />

cuya paja se emplea en alimentación del ganado<br />

y fabricación de estiércoles.<br />

PLANTAS ABSORBENTES DE LA FERTILIDAD DE<br />

LA TIERRA.— El trigo, cebada, avena, maíz,<br />

sorgo, mijo, panizo, etc. Estas plantas, cuyo<br />

grano al formarse apura la tierra, no devuelven<br />

á ella más elementos de ordinario qué<br />

los comprendidos en la paja, no conteniendo<br />

ésta en un gran volumen lo que aquél en pequeño.<br />

PLANTAS QUE ABSORBEN MUCHA FERTILIDAD<br />

DE LA TIERRA.—El cáñamo, el lino, la rubia ó<br />

granza, la achicoria, café (1), etc.<br />

Indicados quedan en conjunto los resultados<br />

que ofrece el cultivo de las plantas más usuales<br />

con relación á la fertilidad que del suelo retiran<br />

, y por esa razón el turno que necesita llevarse<br />

con ellas en la intercalación de las cosechas,<br />

no sólo con el fin de mejorar el suelo,<br />

limpiándolo de plantas extrañas, sino al mismo<br />

tiempo mejorándolo.<br />

En el cultivo de los cereales, que no es costumbre<br />

labrar la tierra en el período de su<br />

desarrollo, el suelo se encuentra después de<br />

la cosecha comprimido y duro en la superficie<br />

; ésta hay que labrarla para que se ponga<br />

suelta; al efecto, sobre un cereal se siembra<br />

una planta de raíz que profundice, y que para<br />

su completo desarrollo exija labrar la tierra,<br />

ya sea con el arado ó con el azadón, según el<br />

método de labor. Después de cosechada la<br />

planta que siguió al cereal, por ejemplo, sembrada<br />

de zanahorias, resulta la tierra bien<br />

removida, pero aterronada al arrancar las zanahorias;<br />

para evitar que la siembra de un<br />

cereal nazca mal porque las simientes no se<br />

cubren bien con los terrones, es necesario,<br />

ó pasar un desterronador para deshacerlos,<br />

ó sembrar un cereal tardío, á fin de dar tiempo<br />

á que naturalmente los terrones se deshagan.<br />

Cuando la superficie de la tierra está aplastada<br />

y la cosecha recolectada es tardía, no hay<br />

más remedio que alzar el suelo con el arado y<br />

darle tiempo para que nazcan las plantas adventicias,<br />

de que se cubrirá en seguida; labrarlo<br />

otra vez, y si da tiempo, sembrar una<br />

semilla de las de barbecho, que exigen labores<br />

para su desarrollo, ó dejar el barbecho de reja,<br />

que en no pocos casos conviene.<br />

La fertilidad natural ó adicionada de la<br />

tierra determinan el turno de los cultivos,<br />

(1) Los franceses siembran una clase de achicoria,<br />

con la cual, secando y moliendo sus raíces, sustituyen<br />

el café.


ALT — 157 — ALT<br />

según ya queda indicado, teniendo en cuenta<br />

las condiciones del clima y la composición<br />

del suelo.<br />

Los terrenos arcillosos son á propósito para<br />

los cereales, habas, trébol, etc. Los terrenos<br />

calizos, para el pipirigallo, cereales, guisantes,<br />

lentejas, etc. Los terrenos areniscos, p.ara el<br />

centeno, avena, patatas, zanahorias, nabos,<br />

judías, etc.<br />

En la combinación del turno de cosechas<br />

entra por mucho el conocimiento de la duración<br />

del tiempo necesario para completar su<br />

desarrollo los vegetales que entran en él. Los<br />

cereales se siembran en otoño, siembra temprana,<br />

y los hay para verificarlo tarde por<br />

medio del trigo tremés, cebada tremesina; esto<br />

puede dar tiempo á las labores y la siembra.<br />

Las avenas se siembran también en Enero y<br />

aun en Febrero. El mijo, los panizos, el maíz<br />

de Marzo , etc., son un recurso para la siembra<br />

tardía de los cereales.<br />

VI. Es un hecho demostrado por la práctica<br />

de la agricultura, y de que la ciencia ha<br />

dado tina explicación satisfactoria, que independientemente<br />

del suelo y de las necesidades<br />

del hombre, cada región agrícola está<br />

caracterizada por la producción de una planta,<br />

que es la que domina en primer término, porque<br />

es la más productiva y no está sujeta á los<br />

contratiempos que sufren las introducidas de<br />

otras regiones. Y de esa predominación suele<br />

ocurrir en una especie de producción que una<br />

variedad de ella ofrece resultados en tal región<br />

y no en otra diferente. Los trigos duros los<br />

determinan los autores latinos para la región<br />

meridional, y los blandos para la central; así<br />

se sigue hoy esa marcha en las campiñas andaluzas<br />

y en las provincias castellanas y del<br />

Norte de España. En 1858, estando al frente<br />

nosotros de la gran explotación agrícola de la<br />

Viuda de Várela, en que se sembraban hasta<br />

S.000 fanegas de trigo, todos de las variedades<br />

de raspa y duros, ensayamos los chamorros,<br />

cañi huecos y blandos, por que hicimos ir á<br />

las campiñas de Jerez y Medina Sidonia, y los<br />

malos resultados nos demostraron la importancia<br />

que tienen ciertas prácticas locales, que<br />

no deben dejarse de tener en cuenta, aunque<br />

no sea raro ver. que pueden modificarse con<br />

ventajas, pero no sin estudio deben variarse.<br />

En los sitios ya indicados, en terrenos de<br />

secano, se siembra en las campiñas, llevando<br />

el turno de tres hojas, ó sea que cada tercer<br />

año siembran un cereal, otro se deja la tierra<br />

de erial, durante el cual en algunos sitios casi<br />

siempre se produce espontáneamente el trébol<br />

oloroso, la zulla y el vallico (raygras de los ingleses),<br />

en tal abundancia, que no hemos visto<br />

prados artificiales de riego que se les pueda<br />

comparar cuando el tiempo concurre. El tercer<br />

año se hace barbecho de reja ó semillado,<br />

y así, con pocos gastos, se tiene una alternativa<br />

de: primer año, trigo; segundo, prado;<br />

tercero, semillas, y cuarto, otra vez trigo, cebada,<br />

zahina, etc. Como el año de prado éste<br />

se consume sobre el terreno, no porque no<br />

pueda segarse, sino por no tener la buena costumbre<br />

de almacenar el heno, cuyo recurso<br />

no pocas veces hace falta, la tierra recibe un<br />

aumento de fertilidad importante, debido á la<br />

estancia del ganado en ella para consumir el<br />

producto espontáneo de la tierra. En tales<br />

circunstancias, con una mejora del sistema,<br />

sin alterar las buenas condiciones de esa producción<br />

espontánea, que no se aprecia en. lo<br />

que vale, la producción sería extraordinaria.<br />

Donde esa producción extraordinaria de<br />

plantas forrajeras tiene lugar en las primaveras<br />

propicias, en que los ganados, como vulgarmente<br />

allí se dice, tienen que arrastrar<br />

estando en pie los cencerros sobre la hierba,<br />

en Junio todo está agostado, y no viniendo el<br />

otoño temprano y lluvioso, el ganado perece<br />

de hambre y ocasiona pérdidas inmensas.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALTICAS ó ALTISAS (Altica, lialtica,<br />

Pabr.) (Entomología agrícola).— Denomínanse<br />

así unos insectos que en algunas comarcas<br />

llaman pulgas de tierra, y que causan<br />

grandes estragos á veces en algunas cosechas,<br />

y especialmente en las de plantas cruciferas,<br />

en las remolachas y en las viñas. Esos insectos<br />

figuran hoy en la tribu de los altlcidas, perteneciente<br />

á la gran familia de los fitófagos y<br />

orden de los coleópteros, habiéndolos clasificado<br />

por vez primera en 1862 Geoffroy, quien<br />

describió diez y nueve especies; número que<br />

ha ido aumentando con posteriores investigaciones,<br />

hasta elevarse actualmente á doscientas<br />

veintidós en Europa y á trescientas treinta<br />

y ocho en otras partes del mundo.<br />

Las altisas se distinguen por tener antenas<br />

cuya longitud iguala á la mitad del cuerpo,<br />

de igual grosor ó un poco más abultadas en<br />

la extremidad é insertas entre los ojos, á poca<br />

distancia de la boca, y aproximadas y cerca de<br />

una pequeña carena longitudinal. El cuerpo<br />

es unas veces ovoideo ú ovular, y otras veces<br />

casi semiesférico; particularidad que impide<br />

confundirle con el grupo de los galerucitos,<br />

que presenta casi los mismos caracteres generales,<br />

si bien las altisas tienen casi siempre<br />

muy gruesos los muslos de las patas posteriores<br />

, lo que las pone en condiciones de dar<br />

saltos descomunales, atendida su pequenez.<br />

Las altisas de Europa se han agrupado en<br />

ocho géneros, y las conocidas en el mundo<br />

entero, en cincuenta.<br />

Por lo común, las europeas son insectos<br />

mucho más pequeños que las exóticas, y están<br />

adornadas de hermosos y brillantes colores<br />

metálicos, pudiendo escapar al peligro por el<br />

vuelo y por el salto. Aliméntanse con las partes<br />

verdes de los vegetales, tanto cuando son<br />

larvas, como cuando han alcanzado el estado<br />

de insecto perfecto; se reproducen varias veces<br />

durante el año, y de ahí que causen muchos<br />

estragos en los cultivos en que pululan<br />

dentro de limitado espacio. Viven las dos ó<br />

tres especies cuyas costumbres se conocen, en<br />

galerías construidas en las cutículas de las hojas,<br />

manteniéndose á cubierto de esa suerte


ALT — 158 — ALT<br />

cuando se hallan en estado de larvas. Las larvas<br />

de las altisas exóticas y de gran tamaño<br />

viven probablemente al descubierto y alimentándose<br />

del parénquima de las hojas, como los<br />

galénicos y crisomelas, ocultándose en tierra<br />

para transformarse en crisálidas y en insectos<br />

perfectos.<br />

Las larvas de las altisas son por lo general<br />

de forma prolongada, bastante gruesas y pro-<br />

Figura 63.—A. nemorum<br />

a. Insecto perfecto de tamaño natural.—b. Galería de la larva.<br />

vistas de algunas cerdas. La cabeza es de mediano<br />

tamaño, córnea, y con la boca dirigida<br />

hacia adelante y hacia la parte inferior. Sostiene<br />

dos pequeñas antenas, formadas de tres<br />

artejos; las mandíbulas son medianas, poco<br />

arqueadas y bastante anchas en su extremidad,<br />

que se halla dividida en varios dientes<br />

agudos. El tórax se compone de tres segmentos<br />

casi semejantes á los del abdomen, con<br />

placas escamosas diferentes, y de diversa forma<br />

y labrado. De cada uno de esos segmentos<br />

arranca un par de patas de mediana longitud,<br />

terminadas por un tarso encorvado de un solo<br />

artejo, el cual se halla provisto en la extremidad<br />

de una uña delgada. Los segmentos<br />

del abdomen son nueve, y se hallan también<br />

cubiertos de placas escamosas que llevan uno ó<br />

más pelos ó sedas rígidas, presentando el último<br />

de aquéllos una prolongación membranosa<br />

y retráctil, que utiliza el insecto para<br />

avanzar. En cada costado hay nueve estigmas,<br />

de los cuales ocho están en los ocho primeros<br />

segmentos del abdomen, y el noveno en el<br />

mesotórax ó segundo segmento del pecho, en<br />

su ángulo anterior y externo.<br />

Ocioso es advertir que no estudiaremos<br />

las quinientas sesenta especies<br />

de altisas, y que nos limitáremos<br />

á pasar revista á las que atacan<br />

á las cruciferas, al cohombro y<br />

á las viñas en España, Italia, Francia<br />

y aun en los Estados Unidos.<br />

Las cruciferas son atacadas por<br />

varias especies de altisas, cada una<br />

de las cuales se ceba en una especie<br />

de esas plantas, según es de presumir,<br />

porque hasta el presente no<br />

se ha demostrado de una manera<br />

positiva que no puedan vivir larvas<br />

de diferentes especies de altisas en<br />

las berzas, los nabos, etc., y aun en<br />

las demás cruciferas no sometidas<br />

al cultivo. La altisa más común y<br />

que mayores estragos causa en los<br />

nabos, turnip-crop de los ingleses,<br />

es una de las más diminutas, la<br />

Chrysomella nemorum de Linn.,<br />

Phyllotreta nemorum de liedt., llamada<br />

con harta impropiedad altisa<br />

de los bosques.<br />

Ese pequeño insecto, que escasamente<br />

mide 2 milímetros de longitud<br />

y la mitad de ancho, es de color<br />

negro vivo, con algunos reflejos<br />

verdosos, de forma oval, y cuerpo<br />

bastante grueso y cubierto en la<br />

parte superior de puntos entrantes<br />

muy marcados. Cada uno de sus estuches<br />

ó élitros tiene una ancha banda<br />

longitudinal de color amarillo,,<br />

que partiendo de la base, llega hasta<br />

la extremidad, sin confundirse con<br />

ella sin embargo. Las antenas tienen<br />

los tres primeros artejos amarillos,<br />

y las patas, sólo en su base, ó sea en<br />

la tibia, presentan ese color.<br />

Esta especie, representada en la figura 63<br />

ha sido detenidamente estudiada bajo el punto<br />

de vista entomológico por M. Curtís, y bajo<br />

el agrícola por MM. Kollar,<br />

Le Keux, Pearson,<br />

Ponché, Wundram, Jíord-<br />

Figura 64<br />

Larva de la altisa<br />

linger y otros, como monsieur<br />

Guerin-Meneville,<br />

según los cuales la altisa<br />

deposita sus gérmeues, que son ovulares y<br />

pequeñísimos, sobre las hojas de las cruciferas,<br />

cuidando de colocarlos al lado de algunos nervios<br />

salientes, para evitar la caída y cualquier<br />

rozamiento. Esos huevecillos se abren en la<br />

primavera y el estío á los doce días. La larva<br />

(figura 64) es .pálida, carnosa, de forma ci-


ALT — 159 — ALT<br />

líndrica , aplastada, con una placa córnea obscura<br />

en el primer segmento del tórax y puntos<br />

análogos en los demás anillos torácicos y<br />

abdominales.<br />

Tan pronto como nace la larva, atraviesa<br />

la piel ó una de las cutículas de la hoja, y se<br />

introduce entre las dos membranas, como las<br />

larvas mineras de los pequeños lepidópteros<br />

y dípteros, con objeto<br />

de alimentarse del parénquima interior.<br />

De esa manera practica á<br />

cubierto del observador galerías<br />

numerosas, tan cercanas unas á<br />

otras en ocasiones, que la hoja aparece<br />

seca, no llena las funciones á<br />

Figura 65 que se halla destinada, y la planta<br />

Crisálida s uf r e y perece. La larva adquiede<br />

la altisa ± i . j n • '<br />

re todo su desarrollo en quince o<br />

veinte días, según la estación, y entonces,<br />

abandonando la galería, va á ocultarse en la<br />

tierra, al pie de la planta y á poca profundidad<br />

, para transformarse en una crisálida blanquizca<br />

(figura 65) é inmóvil, que presenta<br />

todos los órganos del insecto perfecto rebujados<br />

bajo la última piel, que arroja en el momento<br />

de cambiarse en insecto perfecto.<br />

Este sale de la tierra al cabo de quince ó<br />

diez y seis días, y se sube á las plantas para<br />

alimentarse con sus hojas y poner los huevos,<br />

siendo sumamente peligroso cuando su aparición<br />

coincide, con la de los brotes tiernos de<br />

las plantas, que son devorados muy luego,<br />

principalmente cuando la vegetación no es<br />

muy vigorosa. Se extirpan esos insectos difícilmente,<br />

porque dan cinco ó seis generaciones<br />

cada año, y la especie se conserva durante<br />

el invierno por los numerosos individuos<br />

en estado perfecto que se refugian bajo<br />

las piedras, en las cortezas de los árboles y en<br />

los agujeros de los muros, para arrojarse sobre<br />

algunas cruciferas silvestres ó cultivadas<br />

al reaparecer la primavera y comenzar la obra<br />

de destrucción. En Inglaterra causa tales estragos<br />

el insecto, que hace un siglo, en 1786,<br />

se calcularon sus daños en 16 millones de<br />

reales solamente en el Devonshire.<br />

Créese que es desconocido en Suecia y Noruega;<br />

que no se prolonga más allá de ciertas<br />

latitudes; en la Europa central devora los campos<br />

de berza, colza, nabos, coles, etc., y llega<br />

á formar enjambres tan numerosos, que negrean<br />

las hojas de las plantas y producen un<br />

ruido perceptible al saltar sobre ellas ó escapar<br />

asustadas por alguna sacudida. Las plantas,<br />

si están bien desarrolladas, resisten bastante<br />

á la acción destructora de esas malas pulgas<br />

de tierra; no así los tallos que sostienen las<br />

flores, las cuales constituyen el más sabroso<br />

manjar para las altisas. Estas cambian fácil<br />

y frecuentemente de sitio, volando ó saltando<br />

para trasladarse á grandes distancias, y abandonando<br />

muchas veces un pago cuando hay<br />

nabares en otro inmediato, siguiendo generalmente<br />

la dirección del viento.<br />

No se ha podido determinar todavía cuáles<br />

son los parásitos de las altisas que sé opon-<br />

gan al desarrollo de éstas, si bien M. Curtís<br />

opina que hay algunos carábicos y estafilinos<br />

que las dan caza en los nabares. También<br />

es muy probable que laspersigan<br />

los igneumones y<br />

las calciditas, tan dados á<br />

perseguir insectos. Tampoco<br />

se conoce ningún medio<br />

eficaz para combatir la plaga<br />

en grande, si bien se han<br />

ensayado algunos medios,<br />

absurdos en muchos casos,<br />

Figura 66<br />

. nemoricm<br />

Figura 67.—Pata<br />

posterior de Altisa<br />

nemorum<br />

como el de remojar la grana<br />

ó semilla en salmuera, con<br />

objeto de matar los gérme­<br />

nes , que supusieron ser algunas manchitas<br />

blancas observadas. Ni la cal viva, ni las cenizas<br />

, ni el polvo de los caminos han evitado<br />

el desarrollo del voraz<br />

insecto, ni producido tal vez<br />

otro resultado que alejar de<br />

las hojas grandes, las que<br />

reciben la aspersión generalmente,<br />

alas altisas, y hacerlas<br />

huir á las hojas tiernas<br />

, donde causan mayores<br />

daños. Tampoco ha dado resultado<br />

el cubrir las plantas<br />

con ramas de abeto, ni el<br />

regarlas con composiciones<br />

saladas, acres, aceitosas, etc.<br />

" Los medios propios de la<br />

horticultura, que consisten<br />

en emplear redes pendientes de una especie<br />

de hoz con que se barren las hojas, y en la<br />

colocación de planchas bañadas con substancias<br />

pegajosas, como el jarabe, la. cola y la<br />

brea, para que las altisas se queden adheridas<br />

á ellas al ser sacudida la planta, son muy costosos<br />

y entretenidos. Lo vínico recomendable<br />

se reduce á apresurar el desarrollo de las<br />

plantas mediante los abonos, para que tengan<br />

resistencia al ser invadidas. El entierro de las<br />

plantas cuando las larvas se hallan todavía en<br />

su interior no ha producido notables resultados<br />

en Inglaterra; las vueltas dadas á las tierras<br />

en tanto que se hallan los huevecillos en<br />

ellas, hacen perecer muchos de éstos. La alternativa<br />

de los cultivos constituye un paliativo<br />

y nada más, y por ahora, lejos de bañar<br />

las plantas en el semillero con agua de tabaco,<br />

debe apelarse á las labores repetidas de rastra<br />

y confiar en los cambios atmosféricos.<br />

Análogas por sus costumbres, fecundidad<br />

y modo de vivir son las demás altisas, que<br />

á veces aparecen mezcladas y confundidas con<br />

la llamada altisa de los bosques con impropiedad<br />

notoria. De esas especies, las más importantes<br />

y dañosas en Europa son las siguientes:<br />

La altisa de las coles (A. brassicoi, Fabr.),<br />

más pequeña que la anterior, negra y con dos<br />

manchas amarillas en cada élitro, lo que la'<br />

valió la denominación de punclulala.<br />

La cdtisa antenada (A. antennata), también<br />

pequeña, de forma prolongada, negra, con<br />

débiles reflejos cobrizos. Las antenas del macho


ALT — 160 — ALT<br />

tienen el cuarto artejo muy dilatado y más<br />

grueso que los demás.<br />

La altisa negra (A. aira ó nuelena y obscurella,<br />

Illig.), sólo distinta de la precedente<br />

en que no se diferencian las antenas del macho<br />

de las antenas de la hembra.<br />

La altisa negra y cobriza (A. nigroa>nea de<br />

Marsh., Lepidii de Ent. Hefte), también prolongada<br />

como las precedentes y un poco aplanada,<br />

de color verde obscuro, con el coselete<br />

un tanto bronceado, es más común que las<br />

precedentes en las huertas.<br />

Todas esas especies pertenecen al grupo ó<br />

subgénero Phyllotreta. Otra especie del subgénero<br />

Plectroscelis, señalada por M. Curtís<br />

en los Turneps de Inglaterra, y descrita también<br />

con los nombres de Hallica dentipes y<br />

A. continua, es algo más gruesa, oval, de<br />

color verds cobrizo, con las patas amarillas y<br />

la base de las antenas de igual color. Se distingue<br />

principalmente por un garfio situado<br />

cerca de la extremidad<br />

de las patas posteriores.<br />

Figura OS. — Larva<br />

de la A. olerácea<br />

También se puede<br />

incluir entre las altisas<br />

dañinas la altisa del<br />

rábano CA. rapa; de<br />

Illig.), que pertenece<br />

al subgénero Psillioides,<br />

así como la Altisa<br />

cJirysocephala. En<br />

cuanto á la altisa de las<br />

huertas (A. olerácea<br />

de Linn.), no causa daño<br />

en las hortalizas,<br />

pero es difícil distinguirla<br />

de la que tantos<br />

estragos causa en las<br />

viñas de España y del Mediodía de Francia.<br />

Solamente desde hace-veinte años es aquélla<br />

bien conocida, gracias á los estudios de los<br />

Sres. Chapuis y Candeze.<br />

En su primer estado,<br />

la A. olerácea vive<br />

sobre las hojas del avellano,<br />

royendo su parénquima<br />

por un solo<br />

lado. Solamente cono­<br />

Figura (i!).— Cabeza<br />

de la A. olerácea<br />

ciendo bien los caracteres<br />

de las larvas es posible distinguir esas<br />

altisas de sus afines. Son de color amarillo<br />

sucio, con manchas escamosas, planas y poco<br />

salientes, de color verdoso obscuro,<br />

con pelos rígidos y sedas<br />

prolongadas, lo que da á esa<br />

larva un aspecto particular<br />

(figura 68). El insecto perfecto<br />

Figura 70<br />

Coselete de<br />

la A. olerácea<br />

es generalmente más pequeño y<br />

más verde; su carena frontal<br />

desciende hasta el epístomo,<br />

siendo más espesa por la parte superior (figura<br />

69); el coselete es más ancho en la posterior,<br />

con los ángulos anteriores sencillos, sin<br />

dilataciones redondeadas (figura 70).<br />

La larva del insecto propio de las comarcas<br />

españolas y de las del Mediodía de Francia,<br />

A. ampelophaga, cuyo insecto perfecto sólo se<br />

diferencia de la altisa del avellano por ser más<br />

largo y con puntuación menos pronunciada,<br />

únicamente se distingue de la precedente por<br />

la dirección de las placas escamosas, por su<br />

Figura 71.—Larva de la A. ampelophaga<br />

grandor relativo, su color casi negro y la poca<br />

longitud de los pelos y sedas que presenta<br />

(figura 71).<br />

Otra especie propia de las mismas comarcas<br />

es la A. CgraptoderaJ cardui, cuyo insecto<br />

perfecto solamente se distingue de la A. olerácea<br />

por ser de mayor longitud, la puntuación<br />

más fina y más densa de sus élitros, por<br />

su coselete más largo y tan ancho por delante<br />

como por la parte posterior, con los ángulos<br />

anteriores redondeados y sin saliente. La<br />

larva vive exclusivamente sobre un cardo,<br />

probablemente el Cardas tenniflorus, que infesta<br />

las viñas del<br />

Mediodía de<br />

Francia; se parece<br />

mucho á la altisa<br />

de la vid por<br />

lo corto de los pelos<br />

de sus tubérculos;<br />

por el<br />

color y forma de<br />

sus placas, que<br />

son pálidas y rodeadas<br />

de un<br />

Figura 72,—Larva círculo más obs­<br />

de la A. cardui curo; por segmentos<br />

poco replegados ó arrugados transversalmente,<br />

y por el primer segmento del tórax,<br />

que es desigual y no liso como los precedentes.<br />

Esta especie, á<br />

la que se ha denominado<br />

A. cardui,<br />

es de color azul brillante,<br />

por lo común ,<br />

más pequeña que la<br />

altisa de las viñas<br />

C Graptodera ampelophaga,<br />

Guer.),<br />

Figura 73<br />

Segundo y tercer segmento<br />

del tórax del A. cardui<br />

un poco mayor que<br />

la olerácea, que con<br />

más frecuencia es<br />

verde, con el coselete más largo y prolongado<br />

hacia adelante. La ¿arena frontal comienza<br />

á la altura del punto en que se insertan<br />

las antenas, y desciende hasta el epístomo,<br />

para terminar sobre el borde de éste<br />

convertida en una carena transversal paralela<br />

á ese epístomo (figura 76). Es más espesa en


ALT — 161 ALT<br />

la parte superior que en la inferior, y su perfil<br />

casi recto. Los ángulos anteriores del coselete<br />

ño se hallan prolongados en un pequeño<br />

saliente redondeado (figura 76), y los<br />

élitros solamente presentan<br />

una puntuación fina y<br />

vaga, casi desvanecida polla<br />

parte posterior. Siendo<br />

tan débiles las diferencias<br />

tanto de las larvas como<br />

de los insectos perfectos,<br />

esa altisa, sin embargo,<br />

tiene costumbres muy diferentes<br />

de sus congéneres.<br />

Las figuras 72, 73, 74, 75<br />

Figura 71.—Primero y 76 representan respecti-<br />

J S%eltSn VT 6 U t e lalal'Va' S¥^°<br />

1 Í 0<br />

de la A. carcha 7 t e r c e r segmento del tórax<br />

, primero y segundo<br />

segmento del abdomen, cabeza sola, y cabeza<br />

y coselete de la A. carclui.<br />

La altisa (graptodera) ampelophaga ó de<br />

las viñas (figuras 77<br />

y 78), muy común en<br />

España, según hemos<br />

advertido, se distingue<br />

de la olerácea y<br />

de la carcha por algu­<br />

Figura 75<br />

Cabeza de la A. carcliú<br />

nas particularidades<br />

en la organización<br />

externa de la larva.<br />

Se diferencia por la carena frontal de la cabeza<br />

, más espesa en la parte inferior y cerca<br />

del epístomo; por los ángulos anteriores de<br />

Figura 76<br />

Cabeza y coselete<br />

de la A. cardui<br />

Figura 77<br />

Altisa ampelophaga<br />

aumentada<br />

Su coselete (figura 79), un poco dilatados<br />

y redondeados, formando unas pequeñas salientes<br />

, y por su mayor talla. En Andalucía<br />

Figura 78 Figura 79 Coselete<br />

Cabeza de la A. ampelophaga de la A. ampelophaga<br />

causaba tantos estragos que antiguamente se<br />

hacían en Málaga rogativas públicas para pedir<br />

al cielo la destrucción de ese insecto, llegando<br />

algunos á suponer que desde nuestro<br />

país se ha propagado al Mediodía de Francia,<br />

Dio.—n.<br />

dónde comenzaron á mostrarse en 1812. Aparecen<br />

en Abril, ó sea en los momentos en que<br />

las cepas comienzan á arrojar brotes; depositan<br />

sus huevos sobre las hojas tiernas y en el<br />

corazón de los botones, y salen en larvas de<br />

color negro. Estas roen preferentemente las<br />

hojas bajas de las viñas y los racimos incipientes,<br />

y llegados á su completo desarrollo<br />

en Junio, descienden al pie de las cepas, se<br />

introducen en tierra y se transforman en crisálidas.<br />

Algunos han observado que se propagan<br />

mejor en ciertas viñas cuya exposición<br />

topográfica es especial, prefiriendo las que se<br />

hallan en terrenos bajos y abrigadas de los<br />

vientos fríos. Para destruirlas se ha empleado<br />

una especie de embudo de hoja de lata, con una<br />

lámina saliente por uno de los lados para que.<br />

pueda recoger mejor los insectos al sacudir<br />

las ramas para que se desprendan. El embudo<br />

va á parar á un pequeño saco. Es necesario<br />

reiterar muchas veces la operación durante<br />

la misma estación para destruir gran cantidad<br />

de altisas, y ha de elegirse el momento en<br />

que el rocío y el fresco de la mañana las tienen<br />

entumecidas. Las altisas que se vayan<br />

recogiendo deberán ser quemadas. Cuando se<br />

desarrollan considerablemente destripen las<br />

cosechas, devorando los pámpanos y los racimillos<br />

tiernos. Calcúlase en 50 ó 60 pesetas<br />

la cantidad necesaria para limpiar una viña<br />

de 10.000 pies, practicando cuatro veces el<br />

espurgo para no dar tiempo á que los insectos<br />

depositen los gérmenes de nuevas generaciones.<br />

De ese modo cierto cosechero francés<br />

solamente perdió un tercio de su cosecha,<br />

mientras que perdieron dos tercios los propietarios<br />

que no quisieron emprender la persecución.<br />

En algunas comarcas se ha adoptado la<br />

costumbre de arrancar las hojas inferiores de<br />

las cepas durante los meses de Mayo y Junio,<br />

cuando se hallan cubiertas de larvas; pero<br />

esa operación produce pocos resultados, porque<br />

las larvas mayores caen al suelo, ascienden<br />

luego á las cepas y acaban por transformarse<br />

en crisálidas, ó si han llegado al término<br />

de su desarrollo, se entierran para verificar la<br />

transformación. Además, como solían amontonarse<br />

las hojas arrancadas en un rincón de<br />

la viña, las larvas continuaban nutriéndose,<br />

y se trasladaban más tarde á las cepas vecinas<br />

ó se refugiaban en el suelo para metamorfosearse.<br />

Por lo demás, arrancando las hojas se<br />

compromete también el desarrollo del racimo,<br />

por quedar expuesto á los ardores del sol.<br />

Algún naturalista ha aconsejado que se unte,<br />

con grasa ó aceite el embudo que se ha de<br />

emplear para recoger las altisas, y que se las<br />

haga caer en un plato que contenga aceite<br />

para asfixiarlas, sustituyendo el saco en todo<br />

caso con un recipiente de hoja de lata.<br />

Es de advertir que la altisa de las viñas<br />

tiene un terrible enemigo en el Sliretrus cocrulcus,<br />

que devora los huevos y las larvas y<br />

ataca al insecto, al decir de algunos observadores,<br />

si bien aseguran otros que ese segundo<br />

11


ALT — 162 — ALT<br />

insecto no es carnicero. Esas chinches ó vaquitas<br />

de San Antón caen también con las<br />

altisas al sacudir las cepas, y se ha propuesto<br />

disponer el embudo de manera que por medio<br />

de unos pequeños orificios puedan caer al<br />

fondo los insectos dañinos y queden en la<br />

parte superior los Stiretrus. Estos dan dos<br />

generaciones anualmente, la segunda para el<br />

invierno, convertida en insecto perfecto.<br />

Se ha observado que las altisas rara vez habitan<br />

más de tres años en el mismo sitio, y<br />

que acaban por desaparecer espontáneamente,<br />

porque en cuanto adquieren un<br />

desarrollo anormal, acuden otros<br />

insectos á perseguirlas, desarrollándose<br />

proporcionalmente al número<br />

de los insectos que constituyen<br />

la plaga. Naturalmente necesitan<br />

algunos años para multiplicarse<br />

los parásitos, y de ahí que<br />

no acaben inmediatamente con el<br />

azote. También consumen muchas<br />

altisas las aves bravias y las mismas<br />

de corral, y de ahí la conveniencia<br />

de conducir éstas á los<br />

viñedos en la época en que se<br />

hallan todavía las larvas sobre las<br />

hojas inferiores; de ahí también<br />

que no deban destruirse ciertos<br />

pájaros, para mantener el equilibrio<br />

y la armonía que la Providencia<br />

estableció entre los seres<br />

de la naturaleza.<br />

Hay también una altisa americana,<br />

la A. (graptodera) clialybcea,<br />

que M. Thomas propuso<br />

denominar Chrysomella vitivora<br />

en 1830, y que ataca los brotes<br />

de las viñas. También se han estudiado<br />

en los Estados Unidos dos<br />

especies perjudiciales á los nabos,<br />

á los melones y á los pepinos; la<br />

A. ó Phillotreta striolata, parecida<br />

á la A. nernorum, y la A. (crepidodera)<br />

pubescens. Esta última<br />

es común á Europa y América, y no ciertamente<br />

la única que se halla en ese caso, porque<br />

lo mifmo puede decirse de la A. (crepidodera)<br />

helxines, que vive en los sauces.<br />

ALTIMETRÍA.—Medida de las alturas.<br />

Con frecuencia es de gran utilidad en agricultura<br />

conocer la diferencia de nivel de dos<br />

puntos ó la altura de un árbol, etc. Algunos<br />

de los procedimientos que permiten determinar<br />

las alturas se han descrito en el artículo<br />

Agrimensura, y de otros nos ocuparemos al<br />

describir el Deudómetro y el Barómetro.<br />

ALTO DE AGUJAS—Dícese del caballo<br />

que tiene la cruz prominente, deprimido proporcionalmente<br />

el cuarto trasero, y las piernas<br />

más cortas que los brazos. Suelen ser ligeros<br />

del cuarto delantero; se colocan bien; se levantan<br />

frecuentemente de manos; elevan con<br />

soltura los brazos en las marchas; se les corre<br />

mucho la silla hacia atrás, hiriéndolos y rozándolos<br />

en los ríñones con facilidad suma, y<br />

para que marchen bien es necesario ponerles<br />

un bocado de camas vencidas y cortas. Precisamente<br />

por esas circunstancias, y porque van<br />

muy engallados y airosos con los arneses, los<br />

caballos altos de agujas son más adecuados<br />

para el tiro que para la silla.<br />

ALTO DE BREMA ó COPETE.—El<br />

caballo que tiene muy elevada la parte situada<br />

entre ambas orejas, y cuya crin se les esquila<br />

para que asiente bien el testero de la<br />

cabezada. Considérase como un defecto esa<br />

particularidad; los caballos de buena raza.<br />

Figura Alsiamuz blanco<br />

tienen precisamente el tupé ó brema más finoy<br />

largo, y les sirve de adorno cuando caminan<br />

con gran precipitación.<br />

ALTO DE CUADRILES (Anquiboyuno).<br />

Caballo alto de palomilla y con los huesos de<br />

las caderas muy elevados.<br />

ALTO DE PALOMILLA.—Dícese del<br />

caballo que tiene muy elevado el hueso sacro<br />

ó inmediato á los riñones. Se llama puntiagudo<br />

, y ese defecto hace que aparezca el caballo<br />

ensillado, cuando sobresale más de lo<br />

regular la punta de la grupa. Por lo común,<br />

los caballos altos de palomilla son también<br />

altos de cuadriles y resultan anquiboyunos;<br />

defecto que, sin inutilizarlos para el trabajo,<br />

les hace impropios para la plaza y para el lucimiento<br />

, porque les sientan mal los arneses,<br />

y porque con el roce de éstos se les pela la<br />

grupera.<br />

ALTO DE TALONES.—Califícase así el<br />

caballo que presenta los talones más prolon-


ALT — 163 — ALT<br />

gados de lo que suelen ser normalmente, y las<br />

lumbres más reducidas , con estrechez de la<br />

corona. Ese defecto se corrige herrando bien<br />

á los brutos.<br />

ALTEAMTJZ (Lupinus albiis, L.).—El<br />

altramuz cultivado, ó Lupinus albus (figu-<br />

\ Vt '<br />

VJ<br />

Figura 81.—Altramuz amarillo<br />

ra 80), tiene cualidades respecto del clima que<br />

no se observan en el silvestre, que se cría en<br />

varios sitios de España, especialmente en los<br />

términos de Fuencarral, Alcobendas, Valdelamasa,<br />

etc., donde lo hemos visto. Su flor es<br />

azul ó amarilla. El cultivado se hiela en la<br />

región central; los otros resisten.<br />

En Andalucía y Extremadura se cultiva el<br />

altramuz en turno de barbecho semillado. Su<br />

raíz es leñosa y profundiza bastante; su tallo<br />

fuerte, recto, ramoso, de 50 á 60 centímetros<br />

de alto, velloso; sus hojas alternas, digitadas,<br />

verticiladas; estípulas adheridas al pecíolo por<br />

su base; flores grandes, numerosas y blancas.<br />

Legumbre coriácea, oblonga, saliente y comprimida,<br />

con nudosidades oblicuas y semillas<br />

separadas por el tejido celular,<br />

aplastadas.<br />

Su cultivo es el mismo que<br />

se emplea para todas las semillas;<br />

labor de otoño sobre cereales;<br />

siembra un surco sí y<br />

otro no, para labrar después<br />

las partes interlineales, que<br />

casi ocupa la planta; se siembran<br />

en Febrero, y su madurez<br />

es tardía para Septiembre.<br />

Si el país es propenso á heladas<br />

, hay que recogerlos antes<br />

que ocurran.<br />

*• Nosotros los hemos sembra­<br />

do en Marzo en la región central<br />

(Morata de Tajuña, 6 leguas<br />

al Este de Madrid), y se<br />

• han helado en Abril y Mayo,<br />

obteniendo resultados muy<br />

} medianos. Los terrenos areniscos<br />

calizos son los que más<br />

le convienen, aunque prosperan<br />

en los calizos arcillosos.<br />

Se siembran en razón de hectolitro<br />

por hectárea.<br />

La simiente, puesta en agua<br />

salada y quitada la parte<br />

amarga, engorda mucho á los<br />

cerdos. También se comen por<br />

las personas puestos á endulzar<br />

en agua salada. Los sembrados<br />

de altramuces no los<br />

comen las cabras y ovejas por<br />

el amargo excesivo de la planta.<br />

Si cuando están en flor se<br />

entierran, sirven de excelente<br />

abono al suelo. Las otras variedades<br />

silvestres son:<br />

Altramuz de semilla abigarrada<br />

(Lupinus varias, íi.J.—<br />

Esta variedad, que el célebre<br />

Quer indica como silvestre en<br />

las inmediaciones de Madrid,<br />

nosotros no la hemos encontrado.<br />

Cutanda dice también<br />

lo mismo.<br />

Altramuz esjiauol (Lupinus<br />

hispanicus, B o i v.).—Flores<br />

violado pálidas; se cría en Colmenar<br />

Viejo y cerca del Escorial (Cutanda).<br />

Altramuz amarillo (Lupinus luteus, Linneo)<br />

(figura 81).—Especie fácil de distinguir<br />

por sus flores amarillas olorosas, semillas de<br />

color jiardo obscuro; se cría en la Casa de<br />

Campo, El Pardo, etc.<br />

Altramuz de hojas angostas (Lupinus angustifolia).—Esta<br />

especie se cría silvestre en las<br />

inmediaciones de Madrid, en la parte de I lortaleza,<br />

etc. Es muy tardía la madurez del fruto;


ALU — 164 — ALU<br />

resiste la planta las heladas, y creemos sea la<br />

especie que hoy se cultiva en Alemania con<br />

gran éxito para enterrarla en verde y beneficiar<br />

las tierras.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALUCITA (Entomología agrícola).—<br />

Esta pequeña mariposa, parecida á la polilla<br />

del trigo, causa á veces terribles estragos en<br />

las cosechas. Para distinguirla de las fainas<br />

polillas de los sembrados, Olivier la clasificó<br />

en 1789 y la denominó Alucita cerealella. En<br />

Erancia, con ocasión de los daños que causara<br />

desde 1800 á 1805, se la llamó piojo volador.<br />

Posteriormente Latreille la ha clasificado en<br />

el género (Ecoplioro, con la designación científica<br />

de Qicophora gran ella, dentro del cual<br />

han incluido otros entomólogos la especie ó<br />

subgénero butal (Butalis), que comprende<br />

nuestra alucita.<br />

Duponchel atribuye á ese género Butalis<br />

los siguientes caracteres: antenas filiformes<br />

en los dos sexos; palpos inferiores visibles,<br />

delgados y elevados por cima de la cabeza;<br />

vellosos los dos primeros artejos, el tercero<br />

desnudo y subuliforme; trompa muy visible;<br />

cabeza casi tan ancha como el coselete, que<br />

es oval y robusto; abdomen corto y cilindrico;<br />

patas posteriores poco vellosas; alas superiores<br />

estrechas, ligeramente arqueadas de lado,<br />

con la cima ligeramente obtusa y provista en<br />

la parte inferior de una franja largábalas inferiores<br />

terminadas también en punta, pero<br />

aguda y con ancha franja, principalmente por<br />

la cara interna, y aspecto brillante y bronceado.<br />

La especie que más interesa á los agricultores,<br />

ó sea la B. cerealella (figura 82), presenta<br />

alas y faz superior de color café con<br />

i leche, con algunas pintas<br />

negras en la cima, y la faz<br />

inferior de un rojizo obscuro<br />

brillante; la franja es de<br />

rubio más claro que la parte<br />

superior de las alas, y mar-<br />

Alucita^lafalas c a d a igualmente con pintas<br />

extendidas negruzcas. Las segundas<br />

alas son de color gris plomizo<br />

en sus dos caras, con franjas del mismo aspecto.<br />

La cabeza, el cuerpo, las antenas y los<br />

palpos, del color de las primeras alas; las antenas<br />

, observadas con lentes, parecen ligeramente<br />

moniliformes. Todos los entomologistas<br />

se hallan acordes para distinguir esta especie<br />

de la polilla de los granos (Tinea granella<br />

de Fabr.), y para facilitar esa distinción Duponchel<br />

ha hecho notar que la alucita común<br />

(Butalis cerealella) tiene la cabeza lisa y la<br />

polilla erizada de pelos; los palpos largos, arqueados<br />

y levantados aquélla, y cortos y rectos<br />

ésta; las alas supriores rectas, con cima<br />

muy aguda, haciendo abstracción de la franja,<br />

y formando un todo redondeado y como aplanado<br />

, cruzándose la una sobre la otra en sus<br />

extremidades durante el reposo la primera, y<br />

la segunda alas superiores, ligeramente elevadas,<br />

formando un todo agudo y levantándose<br />

en su extremidad en figura de cresta de gallo<br />

durante el reposo.<br />

La mariposa de la alucita es de 6 á 7 milímetros<br />

de longitud (figura 83), y proviene de<br />

una oruga que al salir del huevo presenta un<br />

color rojo vivo, y mide poco más de un milímetro<br />

de longitud, para alcanzar<br />

en el momento de la metamorfosis<br />

de 6 á 7, con 1 de diámetro.<br />

En diferentes épocas de<br />

la estación calurosa se unen las<br />

alucitas en cópula, y poco des-<br />

Figura 83 pues ponen las hembras hue-<br />

Alucita hembra '<br />

vecillos de un color rojo intenso<br />

sobre las espigas de los cereales ó sobre<br />

los granos de las paneras en porciones ó paque'titos<br />

de diez á quince, ya sea sobre los<br />

mismos granos ó cubiertas foliáceas que los envuelven<br />

: siendo tan sumamente pequeños que<br />

pasan por el ojo de la más fina aguja, y son<br />

casi invisibles á simple vista. Cuando son favorables<br />

las circunstancias, es decir, cuando<br />

es bastante elevada la temperatura, sólo transcurre<br />

un mes desde la aparición de la generación<br />

primera hasta la aparición de la segunda.<br />

La temperatura cálida y la obscuridad favorecen<br />

el desarrollo de las alucitas, y los fríos<br />

y las variaciones de temple, sobre todo acompañadas<br />

de lluvias y viento Norte, entorpecen<br />

ó evitan su desenvolvimiento.<br />

Mediante una temperatura de 25 á 30° centígrados<br />

, la eclosión de los huevos se verifica<br />

á los cuatro días de haber sido depositados, ó<br />

á los ocho si la temperatura es baja, y aparece<br />

un gusanillo rojo, de un milímetro de longitud<br />

y un quinto de milímetro de grueso, con<br />

tres pares de patas escamosas, y cuya boca<br />

está armada de mandíbulas córneas perfectamente<br />

visibles en el campo del microscopio.<br />

La oruga recién avivada se dirige á un grano<br />

Figura 8k—Oruga de la alucita<br />

atacando un grano de trigo<br />

que se halle intacto, y se instala en la parte<br />

media del surco, formando para abrigarse un<br />

pequeñísimo montón con los restos del huevo<br />

ó los que halla á su alcance, que sujeta con<br />

algunos hilillos de seda que lanza del uno al<br />

otro lóbulo del grano (figura 84). Bajo ese refugio<br />

temporal abandona su primera epidermis<br />

, cambia el color rojo por el blanco mate,<br />

y al cabo de cuatro horas, royendo el grano,<br />

practica un orificio que no excede de un quinto<br />

de milímetro, y ahondando paulatinamente,<br />

traza en el perispermo harinoso una galería<br />

que generalmente se dirige hacia el embrión


ALTJ — 165 — ALU<br />

(figura 85). De ahí que no germine la inmensa<br />

mayoría de los granos atacados, y una vez<br />

devorado el embrión, el gusano continúa nutriéndose<br />

con la harina, que no siempre con-<br />

Fi} nu^i —Oiu„i de linciti Jolili indo 11 galería<br />

sume completamente antes de haber adquirido<br />

todo su desarrollo.<br />

Al cabo de cuatro ó cinco semanas, ó de<br />

un período más largo, cuando no haya sido<br />

favorable el tiempo, el gusano adquiere todo<br />

su desarrollo, y llega á medir de 6 á 7 milímetros<br />

de longitud, apareciendo de color blanco,<br />

casi enteramente desprovisto de pelos, y<br />

que se mantiene encorvado sobre sí mismo<br />

Figura í -Oruga de alucita que lia alcanzado<br />

todo su desarrollo<br />

cuando se extrae del grano en que se ha desenvuelto<br />

(figura 86). El cuerpo es de color<br />

blanco mate entonces; solamente la cabeza<br />

aparece algo manchada de obscuro en la proximidad<br />

de la boca, á causa de las piezas córneas<br />

que sirven para roer la harina. Esa oruga<br />

Figura 87.—Cabeza de alucita<br />

tiene un par de patas escamosas en cada uno<br />

de los tres primeros anillos; sus patas membranosas<br />

aparecen como puntitos ó manchas carnosas<br />

en el sexto, séptimo, octavo y noveno<br />

anillo del cuerpo, existiendo el décimo ó final<br />

absolutamente libre de manebitas (figura 87).<br />

La oruga no abandona su morada aun cuando<br />

se sacuda el grano; allí se transforma en<br />

crisálida, no sin tener cuidado, antes de encerrarse<br />

eu el capullo, de hender la epidermis<br />

del grano en un punto, que cubre con los<br />

excrementos y que la sirve de válvula; ese<br />

agujerito es redondo, y mide un milímetro de<br />

diámetro. Cuando el grano se halla todavía<br />

en la espiga, prolonga el agujerito hasta atravesar<br />

la gluma ó cascarilla, tapándolo por<br />

medio de un tubo sedoso y soldando el grano<br />

á los más inmediatos.<br />

Terminada la formación de la envoltura ó<br />

capullo, el gusano se transforma en una crisálida<br />

de color rubio (figura 88), con la cabeza<br />

colocada en dirección al orificio que ha practicado<br />

preventivamente, y á los seis días sale la<br />

Figura SS.—Crisálida de alucita engruesada<br />

mariposa, que no tarda en revolotear sobre la<br />

mies ó el montón de grano en que ha nacido.<br />

En el momento de la aparición ofrece algunas<br />

particularidades dignas de ser mencionadas,<br />

como dos bandas transversales ligeramente<br />

obscuras y formadas por algunas escamas negras,<br />

que destacan sobre el color de café con<br />

leche de las alas, y que desaparecen luego<br />

con el roce. Se distinguen fácilmente los dos<br />

sexos: la hembra es mayor; su abdomen más<br />

abultado y largo, y su coloración blanquizca<br />

uniforme; termina por un haz de escamas que<br />

forman un pequeño moño; el abdomen del macho<br />

es de color gris de pizarra, y termina en<br />

dos hacecillos simétricos<br />

de escamas,<br />

colocados á derecha<br />

ó izquierda (figura<br />

89). Terminada<br />

la eclosión, se unen<br />

macho y hembra<br />

para la fecundación<br />

si la temperatura es<br />

superior á 15° centígrados,<br />

porque de<br />

lo contrario mueren<br />

_. „ las hembras sin ha-<br />

Figura 80 , . -, „ ,<br />

Mariposa de alucita hembra her sido fecundadas,<br />

y á los pocos<br />

días en el primer caso cada hembra pone una<br />

treintena de huevos fecundos. Por lo común,<br />

la alucita emplea cuarenta días para convertirse<br />

de huevo en mariposa; su existencia<br />

bajo la forma de insecto perfecto dura de<br />

nueve á diez días en circunstancias favorables.<br />

Cuando éstas no lo son, las mariposas aparecen<br />

á los dos ó tres meses de haber sido depo-


ALTJ — 166 — ALTJ<br />

sitados los huevos, y aun más tarde en realidad<br />

tratándose de la generación de invierno.<br />

M. Doyere, mediante cálculos bastante curiosos<br />

y fundados, y partiendo de que tres<br />

años sucesivos sean favorables al desarrollo<br />

de las alucitas, ha deducido que cada pareja<br />

puede dar en ese período 729, que habrán<br />

devorado para desenvolverse un decilitro de<br />

trigo. Al cabo de seis años, suponiendo que se<br />

sucedan los períodos favorables y adversos,<br />

cada hectárea, dado que sólo contuviera una<br />

pareja al principio, contendrá 531.441, que<br />

necesitan consumir 70 litros de grano para<br />

llegar al estado perfecto. No es, pues, de maravillar<br />

que el insecto cause considerables estragos,<br />

y que sea temida su aparición por los<br />

labradores, que saben cuan inutilizadas deja<br />

las semillas para que germinen y para transformarlas<br />

en pan, porque á más de destruir<br />

los embriones de los gérmenes y de disminuir<br />

la cantidad de harina, ésta resulta de pésima<br />

calidad por el color sucio que los excrementos<br />

del animalillo la comunican. Hasta los animales<br />

domésticos se resisten á comer los granos<br />

atacados por la alijcita, máxime cuando aún<br />

se halla dentro de ellos el animal y produce<br />

por la masticación una substancia viscosa, lo<br />

mismo que al ser<br />

sis*} molido. En los<br />

SjIBIr mercados, el trigo<br />

aífasE^saípP^ atacado por la<br />

alucita se expen-<br />

Figura 00.—Granos de trigo<br />

atacados por la alucita<br />

d e generalmente<br />

á la mitad del<br />

precio que el tri­<br />

go sano. El mal se desarrolla con tanta rapidez<br />

, que desde mediados de Julio á mediados<br />

de Diciembre puede perder el grano un 50 por<br />

100 de su valor (figura 90).<br />

Es conveniente, por lo tanto, en grado sumo,<br />

conocer si el trigo se halla ó no atacado por<br />

la alucita. De aquí que deba adoptar todo género<br />

de precauciones cuando advierta que revolotean<br />

las mariposas en las mieses ó en los<br />

montones. Generalmente en éstos aparecen<br />

los insectos perfectos de la primera generación<br />

en Septiembre, y en Mayo ó Junio los de<br />

la segunda. En uno y otro caso, el labrador<br />

debe procurar utilizar el trigo limpiándolo hasta<br />

donde sea posible y aislando el montón ó<br />

la cosecha del campo en que aparezca el azote.<br />

También se conoce la existencia de la alucita<br />

por las picaduras que aparecen en los granos<br />

después de salir la mariposa; picaduras<br />

que son visibles aun en la misma espiga. La<br />

presencia de los gusanos, que se mantienen<br />

ocultos, como es sabido, en el interior de los<br />

granos, se conoce por el poco peso de éstos<br />

cuando se echan en agua. Si se echa un decilitro<br />

de trigo (unos 1.500 granos) en una<br />

vasija con agua, caerán al fondo todas las semillas<br />

sanas, y se mantendrán flotantes las<br />

que ya se hallen invadidas, pudiéndose apreciar<br />

así, no solamente la existencia del estrago,<br />

sino que también las proporciones de éste,<br />

es decir, la relación entre los granos sanos y<br />

los granos atacados. Si se abren éstos con un<br />

cortaplumas, se hallará el gusanillo junto al<br />

embrión. Se conoce igualmente la existencia<br />

de la alucita por la temperatura de los montones,<br />

que se eleva considerablemente en el interior<br />

cuando los insectos devoran los granos,<br />

sin duda en virtud del célebre principio mote<br />

est causa caloris. Esta es al menos una opinión<br />

muy corriente entre labriegos, que algunos<br />

combaten; pero lo cierto es que, aun<br />

siendo debida la elevación de la temperatura,<br />

elevación que se reconoce con sólo introducir<br />

la mano dentro del montón, á la fermentación<br />

provocada en los granos por la humedad,<br />

esa circunstancia favorece considerablemente<br />

el desarrollo del insecto, y se puede considerar<br />

como indicio de la plaga y que es necesario<br />

examinar el trigo detenidamente para cerciorarse<br />

de si han aparecido ó no las alucitas.<br />

Ocioso es advertir que el insecto ataca también<br />

al centeno y la cebada, y que al citar<br />

preferentemente el primero, no hemos hecho<br />

otra cosa que seguir una costumbre bastante<br />

generalizada, por ser aquél el cereal que más<br />

estiman los labradores, no sin razón.<br />

Antes de exponer los medios con que cuenta<br />

el labrador para impedir la invasión ó la<br />

propagación del insecto, bueno será advertir<br />

que éste llega generalmente á los campos en<br />

los granos sembrados; que el insecto, abrigado<br />

por el calor de la tierra que cubre la semilla,<br />

se convierte en mariposa y sale á la superficie<br />

para encaramarse en las espigas, cuando no se<br />

propaga la plaga por las mariposas que nacen<br />

en los graneros y huj'en durante la noche á<br />

las mieses, sin que sea fácil apercibirse de<br />

que se está realizando una emigración devastadora.<br />

Durante el día se esconden las mariposas<br />

en las espigas ó en los mismos graneros,<br />

siendo por lo mismo difícil averiguar si han<br />

verificado ó no su invasión en los trigos que<br />

aún se hallan en pie.<br />

Para destruir la plaga se han ideado muchos<br />

medios, que se pueden reducir en último extremo<br />

á los siguientes: 1.", modificación de<br />

los procedimientos agrícolas; 2.°, empleo del<br />

choque mecánico y traspalar á la luz los granos;<br />

3.°, empleo del frío ó del calor; 4.°, conservación<br />

de los granos en silos, y 5.°, empleo<br />

de gases y vapores anestésicos.<br />

Entre los procedimientos puramente agrícolas<br />

que se vienen recomendando, figura el<br />

de segar los trigos antes de que se hayan secado<br />

por completo, para que acaben de madurar<br />

en los haces, y el no almacenarlos en las<br />

granjas ó graneros. Muchos labradores han<br />

preferido recurrir al choque mecánico, que se<br />

obtiene lanzando los granos violentamente y<br />

por medio de palas contra las paredes, ó dejándolos<br />

caer desde un punto elevado; pero<br />

ese procedimiento no ha dado los resultados<br />

que se esperaban de él. Un agricultor francés,<br />

M. Arnaud, ha perfeccionado el procedimiento<br />

agitando los granos durante los quince días<br />

siguientes á la recolección por medio de una<br />

máquina que da 1.000 vueltas por minuto, ha-


ALTJ — 167 — ALU<br />

ciendo desaparecer de esa manera, no solamente<br />

la alucita, sino todos los insectos perjudiciales<br />

para el grano. En 1848 inventó una<br />

tarara, que fué premiada por la Sociedad central<br />

de Agricultura, que sanea 10 hectolitros<br />

de trigo, centeno ó cebada por hora, y que<br />

puede moverse mediante la fuerza motriz de<br />

cualquier molino ó tahona, sin que deje de<br />

utilizarse el mecanismo de éstos para las ordinarias<br />

faenas. Un caballo de vapor imprime á<br />

la tarara un movimiento de 450 vueltas, ó<br />

sea una velocidad de 2.000 metros por minuto.<br />

El aparato cuesta menos de 100 pesetas, y<br />

exige un gasto diario de 5 para pagar la mano<br />

de obra. M. L. Doyere inventó también un<br />

sencillo aparato portátil, que denominó mata<br />

polillas, y que con la cooperación de 25 ó 30<br />

hombres limpia de 25 á 30 quintales métricos<br />

por hora y por hombre, cuando no se quiere<br />

que tenga considerables dimensiones.<br />

Se ha recurrido también para hacer desaparecer<br />

los insectos, al caldeo de los granos. Para<br />

ello se introduce el trigo en un horno de cocer<br />

pan, procurando, mediante observaciones<br />

termométricas, determinar las condiciones en<br />

que ha de introducirse el grano y el tiempo<br />

que ha de permanecer en el horno. Las imprudencias<br />

cometidas por los que adoptaron<br />

ese procedimiento le desacreditaron de una<br />

manera tan completa, que en la actualidad<br />

nadie le recomienda ni le practica. Se apeló<br />

también á la estufa, pero como el trigo se<br />

mantiene inmóvil, no se caldea por todas partes<br />

y no quedan destruidos todos los gérmenes<br />

y todos los insectos. El empleo del vapor,<br />

á que también recurrieron MM. Robín,<br />

Cháteauron y Haranguier de Quincerot, no<br />

produjo resultados satisfactorios.<br />

De aquí que se recurriese al uso de estufas<br />

rotatorias, donde es agitado el grano continuamente<br />

y se caldea por igual. Después de<br />

varias aplicaciones infructuosas por la imperfección<br />

de los aparatos, M. Terrase-Desbillón<br />

construyó su hélice insecticida, consistente en<br />

un cilindro de 2 metros de longitud, dentro<br />

del cual se colocan cinco hélices de tela metálica<br />

que comunican entre sí y envuelven<br />

unas á otras. El grano se introduce por un<br />

extremo del cilindro en la hélice interior, y<br />

se calienta mediante el fuego encendido en<br />

una hornilla colocada debajo del aparato,<br />

bastando que la temperatura se eleve sin<br />

abrasar la mano que se pone sobre el cilindro<br />

para que mueran los insectos. M. Doyere<br />

transformó el mecanismo en 1850, suprimiendo<br />

las hélices y modificándole; con el propósito<br />

de preservar los granos destinados, no solamente<br />

á la molienda, si que también á sembrar,<br />

dispuso el cilindro de manera que conservase<br />

cierta inclinación y diese salida por la<br />

parte inferior al trigo introducido por la superior,<br />

ymáo á parar á una caja llamada termométrica;<br />

colocó al lado el calorífero, y<br />

manteniendo la temperatura entre 57 y 62°<br />

centígrados, logró sanear los granos, sin que<br />

perdiesen la cualidad germinativa.<br />

Todavía se abrigan no pocas prevenciones<br />

contra el caldeo, el cual se supone que impide<br />

que se levante la masa durante la panificación,<br />

y comunica un sabor particular y muy pronunciado<br />

en ocasiones al pan; sabor debido<br />

acaso á la existencia misma de las alucitas.<br />

Respecto de la aplicación del frío para matar<br />

éstas, aplicación áque algún inteligente agricultor<br />

ha recurrido, no conocemos ningún<br />

procedimiento especial, porque el Marqués de<br />

Travanet, que, según afirmaba, obtuvo resultados<br />

excelentes, no divulgó el sistema que<br />

siguió en sus manipulaciones.<br />

El almacenaje de los granos en silos ó en<br />

vasos cerrados es un procedimiento general<br />

que impide el desarrollo de los insectos y determina<br />

la muerte de cuantos existan en aquéllos.<br />

En otro lugar nos ocuparemos con detenimiento<br />

del sistema. Entre los anestésicos<br />

que se han recomendado contra la alucita deben<br />

citarse el humo de tabaco, los vapores de<br />

esencia de trementina y el óxido de carbono.<br />

En 1857 consiguió M. L. Doyere, en Argel,<br />

limpiar 11.600 hectolitros de cebada que contenían<br />

alucitas y en un plazo de veinte minutos,<br />

empleando 50 kilogramos de sulfuro de<br />

carbono, deduciendo que cuanto mayores son<br />

las masas de grano con que se opera, mejores<br />

y más completos son los resultados obtenidos.<br />

El mismo investigador se sirvió del cloroformo<br />

con el más satisfactorio éxito. Para cazar<br />

las alucitas, digámoslo así, cuando se encuentran<br />

en su completo desarrollo, es decir, cuande<br />

se han transformado en mariposas, se puede<br />

utilizar la luz artificial, colocada al lado<br />

de pantallas que se hallen bañadas con alguna<br />

substancia untuosa, ó al lado de vasijas que<br />

contengan aceite ú otro líquido análogo por<br />

su consistencia y propiedades físicas.<br />

No ha de olvidarse que la alucita se llama<br />

así porque practica sus operaciones en la obscuridad<br />

más absoluta; de aquí que el movimiento<br />

de los granos, y la luz artificial como<br />

la natural (mejor ésta que aquélla), son medios<br />

heroicos que la ventilación ofrece á los<br />

labradores para librar de esta plaga á sus cosechas<br />

de cereales.<br />

M. Prieto y Prieto.<br />

ALTJM.—(V. Alim.)<br />

ALUMBRAR (Cultivo de la vid).—Cuando<br />

en el otoño se abren con el azadón las cepas<br />

, dejando alrededor una abertura para que<br />

penetren las aguas de lluvia, quitar las raíces<br />

superficiales y los insectos que se abrigan en<br />

la tierra amontonada al tronco en la primavera,<br />

esa operación se denomina alumbrar. Es<br />

una labor que produce resultados muy importantes<br />

, y que en la época que se verifica es<br />

poco costosa por la escasez de trabajo.<br />

Si una vez alumbrada la cepa se procede á<br />

descortezarla con el fin de destruir los gérmenes<br />

de la piral ó gusano de la vid y otros insectos<br />

que en ella anidan, todo cae en el fondo<br />

del hoyo, donde los fríos y humedad los<br />

destruye en el invierno; y cuando en la primavera<br />

se cubren las aberturas, la tierra ter-


ALU — 168 — ALU<br />

mina la existencia de los que hayan podido<br />

sobrevivir.<br />

Donde hay costumbre de embasurar las viñas<br />

, con frecuencia la labor de alumbrar la<br />

cepa es menos costosa.<br />

En Navarra se acostumbra hacer la labor<br />

de abrir ó alumbrar las cepas, y al efecto la<br />

tierra extraída la reparten en cuatro montículos<br />

simétricos alrededor del tronco. Esto facilita<br />

la meteorización de la tierra, y luego<br />

echan, al tapar, de la que está entre los cuatro<br />

montones, y éstos los esparcen; así las raíces<br />

tienen la nutrición que las presta la tierra de<br />

la superficie, que todos los años se renueva.<br />

Cultivando un plantío sin alumbras y otro<br />

con ellas, es como se advierten las ventajas de<br />

éstas para el desarrollo y mayor producción de<br />

la vid. También se hace con ventajas esa labor,<br />

en particular en los plantíos nuevos de olivos.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALUMBRAR.—Registrar, descubrir las<br />

aguas subterráneas y sacarlas á la superficie.<br />

(V. Fuente, Noria, Pozo artesiano, etc.)<br />

ALUMBRE ( Química agrícola).—Es una<br />

sal muy abundante en el comercio, y de gran<br />

importancia en las artes; su uso se remonta á<br />

la más lejana antigüedad; era conocida de los<br />

griegos y los romanos, y Plinio describe perfectamente<br />

la extracción y algunas de sus aplicaciones.<br />

Hasta los primeros siglos de la Era<br />

cristiana ese compuesto llegaba á Europa procedente<br />

del Oriente. La ciudad de Eocca, hoy<br />

Edessa, cerca de Smirna, poseía en aquellos<br />

tiempos el monopolio de la fabricación, ya<br />

que en aquella comarca abunda bajo la forma<br />

de eflorescencias salinas la especie mineralógica<br />

llamada por los modernos alumita, cuerpo<br />

que, convenientemente tratado, da un alumbre<br />

de gran pureza, muy buscado, y que por su<br />

procedencia recibió el nombre de alumbre de<br />

Rocca. Ese monopolio desapareció en el siglo<br />

xv, época en que un mercader genovés,<br />

después de haber viajado largo tiempo por el<br />

Oriente y haber permanecido en Rocca, aprendió<br />

la manera de preparar la substancia, y<br />

fundó una fábrica en la Isla de Ischia, á mediados<br />

del mencionado siglo. Juan de Castro<br />

estableció otra cerca de Civitavecchia, que<br />

se hizo célebre y ha continuado funcionando<br />

hasta nuestra época. El descubrimiento de la<br />

alumita en Italia dio origen á una industria<br />

que, fomentada por los Papas, alcanzó gran<br />

importancia en los Estados de la Iglesia y en<br />

el gran ducado de Toscana.<br />

El alumbre es una sal blanca, astringente,<br />

muy soluble en el agua, que resulta de la<br />

combinación del sulfato de alúmina con el sulfato<br />

de potasa. Aun cuando aparece completamente<br />

formado en las cercanías de gran número<br />

de volcanes, ordinariamente se prepara el<br />

alumbre exponiendo á la acción del oxígeno<br />

del aire ciertos esquistos aluminosos, ricos en<br />

sulfuro de hierro, y que paulatinamente se<br />

transforman en sulfato de alúmina, al cual se<br />

agrega en seguida la sal de potasa que le falta<br />

para convertirse en alumbre. Casi siempre<br />

en el comercio el alumbre lleva diferentes<br />

nombres, que indican la localidad de donde<br />

procede. El alumbre calcinado de los farmacéuticos<br />

no es otra cosa que un alumbre que<br />

se ha calentado bastante, hasta conseguir que<br />

pierda su agua de cristalización; entonces se<br />

presenta bajo la forma de una masa blanca,<br />

empleada en veterinaria como astringente y<br />

hasta cáustico, ya solo, ya maridado con polvos<br />

de zumaque, ratania y otros astringentes;<br />

sirve para curar ciertas heridas, así como<br />

úlceras, empleándose asimismo en la desaparición<br />

de carnes fungosas, conforme á las indicaciones<br />

del tratamiento veterinario. El alumbre<br />

ordinario, además de utilizarse cómo<br />

mordiente para tintes, se utiliza también para<br />

preservar de incendios las piezas de madera,<br />

para preservar de la putrefacción las substancias<br />

animales, para conservar las pieles con<br />

sus pelos, para fabricar cola fuerte y papel, y<br />

para clarificar las aguas cenagosas, cual se<br />

practica en los alrededores de París con las<br />

del Sena, con objeto de emplearlas en el blanqueo.<br />

Desde remotos tiempos es conocida esa<br />

propiedad de clarificar las aguas turbias que<br />

posee el alumbre, pero siempre se ha empleado<br />

con cierta desconfianza, aun en los casos<br />

en que era difícil hacer potable ese líquido por<br />

otros medios. Se aconseja, sin embargo, por<br />

muchos sabios el empleo del alumbre en todos<br />

aquellos casos en que las aguas son abundantes<br />

en principios orgánicos y en productos<br />

tórreos. Como el primer efecto del alumbre<br />

sobre el agua es comunicar al líquido una<br />

reacción acida, el humus que se halla disuelto<br />

por la influencia de los álcalis es el primer<br />

producto que se elimina; después, á medida<br />

que se va quedando libre la alúmina, fija la<br />

materia orgánica, y forma con ella un compuesto<br />

insoluble, semejante al que resulta de<br />

la acción del percloruro de hierro sobre las<br />

aguas pantanosas y pútridas. En cuanto á la<br />

clarificación propiamente dicha, es el resultado<br />

de la separación de las dos sales que constituyen<br />

el alumbre, y de la transformación de<br />

los carbonates alcalinos ó alcalino-terrosos en<br />

sulfatos á expensas del ácido sulfúrico del<br />

alumbre. El único inconveniente que se podría<br />

provocar por medio de ese sistema sería<br />

el de introducir sulfatos alcalinos en el agua<br />

clarificada; inconveniente de muy poca importancia,<br />

puesto que la proporción del alumbre<br />

que haya de adoptarse es, por término medio,<br />

de 2 á 5 décimos de gramo por litro, y si el<br />

agua retiene los sulfatos alcalinos, en cambio<br />

se enriquece también con los bicarbonatos y<br />

con el ácido carbónico libre.<br />

Ya hemos indicado que en las artes se emplea<br />

el alumbre en proporciones considerables,<br />

especialmente á causa de la afinidad que tiene<br />

la alúmina, su principal componente, con muchas<br />

materias vegetales y con las colorantes<br />

especialmente. Las fibras de algodón, de seda<br />

y de lana tienen tal avidez por la alúmina y<br />

por las sales básicas de este óxido, que cuando<br />

se sumergen en una disolución de alumbre,


ALTJ — 169 — ALTJ<br />

la alúmina probablemente en estado de sulfato<br />

básico permanece adherida á esas substancias<br />

de tal suerte que ninguna lavadura es capaz<br />

de desagregarla. La presencia de los compuestos<br />

aluminosos en los tejidos aumenta la afinidad<br />

de éstos hacia las materias colorantes,<br />

y sobre esa propiedad precisamente se funda<br />

el arte del tintorero y del estampador de tejidos.<br />

El curtidor recurre también al alumbre<br />

siempre que desea preparar el cuero en blanco,<br />

y en ese caso saca partido de una propiedad<br />

especial del alumbre, la de formar con la gelatina<br />

animal un compuesto insoluble é imputrescible.<br />

En estos últimos tiempos, ora solo,<br />

ora'mezclado con yeso, el alumbre se viene<br />

aplicando para preservar las cajas fuertes de<br />

los efectos destructores del fuego.<br />

En Viena especialmente se fabrican cajas<br />

fuertes á prueba del fuego, en las cuales se<br />

reserva cierto espacio para recibir una capa<br />

de alumbre pulverizado. Los efectos que se<br />

obtienen pueden atribuirse á dos causas: primero,<br />

á la gran cantidad de agua de cristalización<br />

que el alumbre contiene, y en segundo<br />

lugar, á la poca conductibilidad para el calórico<br />

que posee ese cuerpo después que ha<br />

perdido el agua de cristalización. De ahí que<br />

cuando una de esas cajas se encuentra rodeada<br />

de llamas, así que la temperatura se eleva<br />

considerablemente, cede el alumbre su agua<br />

de cristalización, que al evaporarse absorbe<br />

una cantidad considerable de calor; de manera<br />

que la temperatura de la caja se mantiene<br />

estacionaria en tanto que dura esa evaporación.<br />

Para regularizar ese efecto se provee la<br />

caja de dobles paredes, y la cavidad que entre<br />

una y otra resulta se llena con cenizas, á fin<br />

de que el calor aplicado exteriormente se propague<br />

con gran lentitud al interior. El alumbre<br />

se echa en una cavidad correspondiente<br />

al fondo de la caja. Para otras aplicaciones<br />

véase el final del siguiente artículo.<br />

ALÚMINA (Química agrícola).— Procede<br />

esta palabra del latín alumen, y la substancia<br />

es también denominada por los químicos<br />

óxido de aluminio, por ser un compuesto formado<br />

de alúmina y oxígeno, y que goza de las<br />

propiedades características de los óxidos. Esa<br />

substancia abunda considerablemente en la<br />

naturaleza, y en combinación con la sílice<br />

constituye inmensas masas de una tierra grasa,<br />

conocida con el nombre de arcilla, y generalmente<br />

entra en la composición de un gran<br />

número de minerales ó rocas que forman la<br />

corteza sólida del globo, como son el feldespato,<br />

la mica, el granito, etc. Se encuentra<br />

diseminada la alúmina en casi completo estado<br />

de pureza en diferentes depósitos volcánicos,<br />

constituyendo entonces el corindón, el topacio<br />

oriental y el rubí, piedras todas ellas de elevados<br />

precios. El esmeril, con tanta frecuencia<br />

empleado en las artes para pulimentar los metales<br />

ó abrillantarlos, así como los mármoles<br />

y los cristales, es no más que una variedad<br />

de corindón asociada con gran cantidad de<br />

óxido de hierro<br />

En sus diversos estados la alúmina se disuelve<br />

difícilmente en el agua, y la atacan<br />

pocas veces los ácidos. En los laboratorios se<br />

prepara ordinariamente una alúmina artificial<br />

muy pura descomponiendo el alumbre de<br />

potasa por el álcali volátil, resultando entonces<br />

una masa blanca, gelatinosa, formada de<br />

agua y alúmina, que se disuelve algo en el<br />

agua, y mucho más en los ácidos y en los álcalis.<br />

Cuando se somete ese hidrato de alúmina<br />

á una temperatura moderada, pierde gran<br />

parte de su agua, disminuye su volumen y<br />

adquiere una compacidad que la hace friable.<br />

De esa suerte se obtiene un polvo blanco, que<br />

puede asociarse nuevamente al agua, de manera<br />

que produzca una pasta susceptible de<br />

revestir toda clase de formas, y que si hallándose<br />

en tal estado se calienta á una temperatura<br />

elevada, casi al rojo por ejemplo, después<br />

del enfriamiento cesa de ser desleíble en el<br />

agua y adquiere tal dureza que los líquidos<br />

corrosivos la atacan muy débilmente. Gracias<br />

á un cambio semejante de propiedades, que<br />

por la calefacción experimenta la alúmina contenida<br />

en las materias plásticas empleadas en<br />

la confección de utensilios de barro, está basado<br />

el arte de alfarería.<br />

El empleo de tierras aluminosas para la<br />

construcción de hornillos, crisoles, etc., descansa<br />

igualmente sobre la infusibilidad de la<br />

alúmina á las más elevadas temperaturas de<br />

los altos hornos. En este sentido la alúmina<br />

se parece bastante á la sílice, á la cual se encuentra<br />

frecuentemente asociada en las especies<br />

minerales, puesto que también la sílice<br />

gelatinosa pierde con la calcinación la propiedad<br />

de ser disuelta por los ácidos. Un carácter<br />

que distingue á la primera de la última<br />

es la propiedad que posee aquélla, cuando se<br />

halla sencillamente desecada, de pegarse á la<br />

lengua. También se diferencia en el estado de<br />

hidrato por la tendencia á absorber las materias<br />

colorantes, para originar compuestos insoluoles<br />

llamados lacas, y de que se hacen<br />

aplicaciones numerosas en las artes. La alúmina<br />

es, por último, la base del alumbre de<br />

los tintoreros.<br />

Entre esas aplicaciones industriales tiene<br />

importancia la preparación del estuco aluminoso,<br />

que se fabrica desliendo yeso cocido<br />

durante seis horas en un baño saturado de<br />

alumbre, dejándole secar después y poniéndole<br />

á calentar luego en un horno hasta elevar<br />

la temperatura al color rojo obscuro. El yeso<br />

preparado de esa suerte, convertido en polvo .<br />

y disuelto más tarde en agua, forma un cemento<br />

que se adhiere fuertemente á la madera<br />

y á la piedra, y que mezclado en partes iguales<br />

con arena, adquiere una gran tenacidad.<br />

El yeso aluminado sirve especialmente para<br />

revoques que resisten á la acción del airé y<br />

del agua en los edificios expuestos á las alternativas<br />

de frío, calor y humedad. También<br />

se emplea para modelar estatuitas y bajos relieves<br />

que tienen el aspecto del mármol, y<br />

para preparar estucados de gran aspecto y


ALU — 170 — ALU<br />

belleza, más duros, más uniformes y más<br />

idóneos para el pulimento que el estuco ordinario.<br />

Ofrece también la ventaja de prestarse<br />

en estado de pasta á ser manejado con holgura,<br />

porque hasta que no transcurren dos horas<br />

no se endurece.<br />

Con el alumbre, con la cal apagada, con<br />

el ocre amarillo y con la cola fuerte, Dumesnil<br />

enseñó á fabricar una especie de estuco<br />

que tiene muchas propiedades del anterior, y<br />

que además se endurece de tal suerte que se<br />

puede comparar con las mejores piedras. Se<br />

prepara del siguiente modo: disuélvense 7 kilogramos<br />

de alumbre en 500 litros de agua, y<br />

se agregan 6 kilogramos de cal apagada y 1<br />

de ocre amarillo, y más tarde se adiciona un<br />

kilogramo de cola fuerte, disuelta en 500 litros<br />

de agua caliente. Con esa mezcla líquida<br />

se forma pasta, apagando 9 hectolitros de yeso<br />

cocido en dicha mezcla é incorporando bruscamente<br />

con ella 4,50 hectolitros de arena<br />

fina de río, privada de arcilla, para verter la<br />

pasta en el molde cuando aún está fluida. Al<br />

cabo de doce ó diez y ocho horas la preparación<br />

se deseca y adquiere una dureza extremada.<br />

De esa manera se obtienen piedras artificiales<br />

de construcción, que se pueden convertir<br />

totalmente en inatacables por los agentes<br />

atmosféricos extendiendo sobre ellas dos<br />

ó tres capas sucesivas de silicato de potasa en<br />

disolución, á la densidad de 25° del areómetro<br />

de Baumé.<br />

Hablando anteriormente del alumbre, hemos<br />

indicado que mediante ese cuerpo se pueden<br />

clarificar las aguas turbias. Los chinos, que<br />

practican esa operación desde tiempos remotos,<br />

introducen un trozo de alumbre en el<br />

hueco de una caña de bambú agujereada; se<br />

agita con ella el líquido durante algunos minutos,<br />

y el agua resulta clarificada por completo.<br />

Félix d'Arcet, durante su estancia en<br />

Egipto desde 1828 á 1829, aconsejó el empleo<br />

del alumbre para purificar las aguas del Nilo<br />

durante el período de la inundación, y pudo<br />

adquirir la convicción de que medio gramo<br />

de alumbre basta para purificar un litro de<br />

agua que contenga hasta 8 gramos de substancias<br />

en suspensión. La clarificación termina<br />

al cabo de una hora, y se obtiene también<br />

con un cuarto de gramo por litro, esperando<br />

más tiempo á que la clarificación termine.<br />

El agua saturada de alumbre y que contiene<br />

además arcilla, puede utilizarse con gran<br />

ventaja para extinguir incendios más rápidamente<br />

que si se emplease el agua común,<br />

según pudo observar hace tiempo el coronel<br />

Origo, jefe de los bomberos de Roma, que<br />

empleó ese método imitándole del seguido<br />

antiguamente en la ciudad eterna, cuyos vigiles<br />

usaban una mezcla de agua, vinagre y<br />

arcilla.<br />

El alumbre seco y pulverizado, mezclado<br />

con la tercera parte de su peso de una materia<br />

orgánica reducida á carbón (azúcar, miel,<br />

harina, etc.), si se calcina en un recipiente<br />

cerrado, produce un residuo negro, poroso,<br />

que se enciende cuando está en contacto del<br />

aire y se quema como si fuera yesca. Se ha<br />

llamado piróforo d'Homberg, y debe su cualidad<br />

de ser inflamable al sulfuro de potasio<br />

que contiene, y que condensa rápidamente el<br />

oxígeno del aire, ayudado por el carbón poroso<br />

y la alúmina dividida que le acompaña.<br />

La alúmina, asociada íntimamente con el<br />

carbón y calcinada á fuego intenso, produce<br />

un carbón de gran fuerza decolorante, siendo<br />

tal mezcla insoluble en los ácidos.<br />

Alúmina como elemento agrícola.—Pero<br />

entre las propiedades de la alúmina más interesantes<br />

y de mayor alcance para el agricultor<br />

figura sin duda alguna en primer término<br />

la que caracteriza á esa substancia como cuerpo<br />

absorbente, gracias á la cual las substancias<br />

aeriformes se condensan en los poros de<br />

la alúmina y originan de ese modo numerosas<br />

y variadas combinaciones. En virtud de<br />

esa misma propiedad, la alúmina mantiene<br />

adheridas las substancias colorantes y muchas<br />

otras análogas; de ahí que las sales de alúmina<br />

sirvan, como se ha indicado, de mordientes<br />

á los tintoreros para fijar y precipitar los colores<br />

sobre los tejidos; de ahí también que<br />

condense en sus poros algunas materias disueltas<br />

en los líquidos ó gaseosas, y que tan<br />

íítil sea su presencia en los terrenos cultivables.<br />

La alúmina condensa el oxígeno del aire<br />

atmosférico, según observó ya á fines de 1783<br />

Humboldt, el cual consignó que las tierras<br />

arcillosas, es decir, las tierras ricas en alúmina<br />

y algunos esquistos podían absorber perfectamente<br />

el oxígeno del aire, cual sucede<br />

con las paredes de las excavaciones de sal<br />

gema en Salzburgo, donde pronto se vuelve<br />

irrespirable el aire para los obreros que trabajan<br />

en aquellos subterráneos.<br />

Boussingault negó, es cierto, que la alúmina<br />

poseyera semejante propiedad, y la atribuía<br />

más bien al óxido de hierro, que abunda<br />

ordinariamente en las tierras laborables, y<br />

que por no haber experimentado durante mucho<br />

tiempo la acción del aire, en la generalidad<br />

de los casos se presenta en estado de protóxido<br />

de hierro. Para confirmar sus sospechas<br />

citaba Boussingault el hecho de que una<br />

arcilla extraída al excavar un terreno cambiase<br />

su primitivo color blanco en azul, indicio<br />

seguro de la presencia del hierro. El<br />

mismo químico entiende que se puede explicar<br />

mediante ese hecho el aumento de fertilidad<br />

que se observa en un terreno después que ha<br />

estado sometido durante algún tiempo á la<br />

acción del aire atmosférico, porque al pasar<br />

el hierro del estado de protóxido al de peróxido<br />

, engendra amoniaco. La generalidad de<br />

los químicos opinan en la actualidad que no<br />

deben aceptarse en toda su integridad las observaciones<br />

de M. Boussingault, y para hacer<br />

semejante salvedad se fundan en el siguiente<br />

hecho:<br />

Precipitada la alúmina obtenida del alumbre<br />

de Bocea disuelto en agua pura y separado<br />

del hierro, y manteniendo aquélla expues-


ALU — 171 — ALU<br />

ta durante mucho tiempo al aire para que se<br />

' seque, y haciendo pasar después en el vacío<br />

con una pequeña trompa pneumática á un<br />

recipiente calentado hasta la temperatura de<br />

100° una mezcla equivalente á un centímetro<br />

cúbico de alúmina próximamente bajo una<br />

campana llena de oxígeno, preparado con auxilio<br />

del clorato de potasa, mezclado con óxido<br />

de manganeso, resulta que al principio no se<br />

verifica absorción, pero recordando oportunamente<br />

el experimentador que las tierras no<br />

absorben oxígeno cuando no se hallan húmedas<br />

ó hidratadas por lo menos, arrojó por<br />

medio de una pipeta bajo la campana dos ó<br />

tres gotas de agua, que fueron absorbidas inmediatamente<br />

por la alúmina, y entonces la<br />

desaparición del oxígeno fué tan rápida que á<br />

los ocho días había disminuido su volumen<br />

en 3 centímetros cúbicos. La constitución química<br />

de la alúmina demostró que el gas no<br />

podía haberse combinado con ella, sino que<br />

únicamente se había condensado en sus poros.<br />

Tal sucedió también con el oxígeno extraído<br />

en los laboratorios por los procedimientos<br />

comunes, el cual, sometido á experimentación,<br />

fué absorbido en el mismo período de tiempo<br />

y en proporción igual. La propiedad que posee<br />

la alúmina de absorber y concentrar el<br />

oxígeno en sus poros parece exclusiva de esa<br />

substancia entre las varias que componen los<br />

terrenos, puesto que ni el carbonato calcáreo<br />

ni la sílice comparten con ella esa importante<br />

acción, y si el óxido de hierro y el humus la<br />

absorben, no es para condensarle mecánicamente<br />

, sino para combinarse con él y originar<br />

la formación de materiales que tienen una<br />

composición química diferente.<br />

Para que se comprenda bien la iriiportancia<br />

y utilidad de la alúmina como el más enérgico<br />

de los agentes de condensación de los elementos<br />

que componen el aire atmosférico, ó más<br />

bien el oxígeno, es necesario considerar que<br />

esa misma substancia lleva en sí la facultad<br />

de embeberse en todas las substancias capaces<br />

de formar con ella compuestos análogos á las<br />

lacas. Así, si se toma líquido de los estercoleros<br />

y se agita con la alúmina húmeda, quedará<br />

el líquido privado de color, porque todas las<br />

materias á que debía el color amarillo negruzco<br />

van á incorporarse con la alúmina suspendida<br />

en el líquido, y no se pueden desprender<br />

con simples lavaduras. Ahora bien; tales materias,<br />

para que resulten titiles á las plantas,<br />

necesitan experimentar una especie de metamorfosis<br />

que puede ser comparada con la digestión<br />

, y que no se realiza nunca si no interviene<br />

el oxígeno. Este mismo agente, en<br />

estado aeriforme y á la densidad ordinaria 1 , y<br />

diluido como está en el aire con cuatro quintas<br />

partes de ázoe, tal vez no desarrolla su acción<br />

sobre los productos nombrados si no se condensa<br />

en los poros de la alúmina. Ni se verificará<br />

reacción alguna, como no se verifica si<br />

se mezclan juntamente oxígeno é hidrógeno,<br />

que podrán permanecer en contacto durante<br />

años y años sin producir agua, mientras no<br />

se introduzca la esponja de platino en el recipiente<br />

, la cual, por la facultad que posee de<br />

condensar en sus poros ambos gases, determina<br />

rápidamente su combinación y la formación<br />

del agua.<br />

Probablemente, gracias á la propiedad de<br />

determinar tales reacciones que la alúmina<br />

posee, se debe en gran parte la transformación<br />

cíe las substancias contenidas en los abonos<br />

en substancias capaces de alimentar la<br />

vida vegetal, é indudablemente á dicha propiedad<br />

es debido el hecho de que el amoniaco<br />

permanezca largo tiempo en el terreno, y no<br />

se disperse en la atmósfera, para cambiarse,<br />

llegada la oportunidad, en ácido nítrico, ya<br />

que el amoniaco se condensa también en los<br />

poros de la alúmina con mayor avidez que el<br />

mismo oxígeno. Verdaderamente es admirable<br />

el orden general que preside á la economía<br />

de la naturaleza, puesto que si la alúmina retiene<br />

el amoniaco en sus poros y necesita<br />

calor ó cualquiera base enérgica para dejarle<br />

en libertad, el agua, en cambio, puede volatilizarle<br />

en parte. A poca atención que prestemos<br />

, tendremos una prueba de ello en la circunstancia<br />

de que con las lluvias de estío,<br />

cuando comienza á humedecerse la tierra, se<br />

nota en seguida un olor característico, que<br />

atribuyen los científicos al amoniaco: olor que<br />

se desprende de los poros de la alúmina donde<br />

se hallaba condensado.<br />

Ni es ese el único oficio importantísimo que<br />

desempeña en los terrenos la alúmina. Aun<br />

cuando no se encuentran huellas de esa substancia<br />

en las cenizas de las plantas, de lo cual<br />

se podría deducir que no es un elemento necesario<br />

para la vegetación, sin embargo, la<br />

especial circunstancia de ser muy plástica es<br />

causa de que constituya el légamo normal de<br />

todas las tierras. Estas son más ó menos tenaces,<br />

más ó menos plásticas; conservan la<br />

humedad más ó menos tiempo y utilizan en<br />

mayor ó menor escala los abonos, según que<br />

abunde ó no la alúmina en ellas. Sin ella, los<br />

terrenos serían arenales áridos y movibles,<br />

que cambiarían de aspecto conforme cambiase<br />

la dirección de los vientos, cual sucede en los<br />

desiertos de África; las aguas permanecerían<br />

solamente en las tierras el tiempo que permitiese<br />

una rápida evaporación, y de ahí surgirían<br />

oscilaciones de la temperatura perjudiciales<br />

en grado sumo, mientras que se perderían<br />

inútilmente los elementos que contienen<br />

los abonos, favorables á la vegetación. No nos<br />

cansaremos, por lo tanto, de repetir que la<br />

alúmina es un elemento importantísimo; sirve<br />

para mantener la consistencia de los terrenos,<br />

para que no queden completamente secos en<br />

ningún momento; mantiene cierta cohesión<br />

entre las moléculas; condensa los agentes atmosféricos<br />

y los gases que se originan constantemente<br />

de la transformación de las substancias<br />

orgánicas, y suministra á las plantas<br />

con cierta normalidad los elementos que necesitan<br />

para su alimentación y en condiciones<br />

de que resulten asimilables.


ALU — 172 — ALU<br />

Siendo tanta su importancia y tan trascendentales<br />

las funciones que desempeña, no es<br />

de maravillar que la alúmina se encuentre en<br />

la naturaleza con asombrosa abundancia. Según<br />

los cálculos de Cordier, cien partes de la<br />

costra terrestre están compuestas por término<br />

medio de cuarenta y ocho partes de feldespato,<br />

treinta y cinco de cuarzo, ocho de mica,<br />

cinco de talco, una de carbonato doble de cal<br />

y magnesia, una de peridoto, de anfibol y piroseno,<br />

una de arcilla y una de todos los demás<br />

cuerpos minerales conocidos. Pues bien;<br />

en el feldespato la alúmina representa un 20<br />

por 100, en la mica un 37 y en la arcilla un<br />

40; de manera que á lo menos el 25 por 100<br />

de la costra terrestre está constituido por la<br />

alúmina.<br />

ALUMINIO (Química).— Metal que se<br />

extrae de la alúmina, de color blanco azulado,<br />

cu}'o brillo es parecido al de la plata y casi<br />

tan intenso como él; es notable por su ligereza<br />

é inalterabilidad bajo la acción del aire atmosférico.<br />

La abundancia de su mineral en la naturaleza,<br />

puesto que la arcilla y el caolín contienen<br />

un 23 por 100 de aluminio en peso, y<br />

la inocuidad de las combinaciones á que aquél<br />

da origen, hacen esperar que la industria logrará<br />

algún día aplicar ese metal á la fabricación<br />

, á fin de que reemplace al cobre en la<br />

confección de utensilios de cocina. Ya hace<br />

algún tiempo que se viene utilizando para fabricar<br />

cafeteras, teteras, cubiertos, etc., y si<br />

bien es todavía elevado el precio de esa vajilla,<br />

no lo es tanto como el de la plata.<br />

Además de la blancura, del brillo y de la<br />

inalterabilidad del aluminio, hace estimable<br />

ese metal para la joyería, platería y bisutería,<br />

su especial aptitud para revestir el matiz que<br />

se desee darle. Por su ligereza se ha venido<br />

utilizando para la construcción de ciertos instrumentos<br />

de física, para anteojos de campo y<br />

de teatro, giróscopos, anemómetros é indicadores<br />

de Walt. También se emplea actualmente<br />

en grande escala para la confección de aparatos<br />

de telegrafía eléctrica y para las balanzas<br />

de precisión.<br />

Uno de los obstáculos con que ha habido<br />

que luchar durante más tiempo, desde el momento<br />

en que se hicieron los primeros ensayos<br />

para el empleo del aluminio, ha sido la resistencia<br />

que oponía al dorado por medio de la<br />

pila y á la soldadura. Se superaron afortunadamente<br />

esos dos inconvenientes, y en la gran<br />

Exposición universal de Londres se pudieron<br />

admirar trabajos de aluminio dorado por medio<br />

de la pila sin intermedio de ninguna preparación,<br />

y cuyas diferentes partes, reunidas<br />

por soldadura, poseían, sin embargo, gran<br />

solidez y resistencia.<br />

Entre las últimas y más interesantes aplicaciones<br />

del aluminio debe citarse la construcción<br />

de espejos reflectores con ese metal.<br />

Todos saben cuan graves inconvenientes<br />

presentan los reverberos fabricados con una<br />

lámina de plata, metal que se combina fácilmente<br />

con el azufre. A fuerza de reflexionar<br />

acerca de esa particularidad, se pensó que ese<br />

inconveniente quedaría fácilmente salvado<br />

sustituyendo la plata con el aluminio, el cual,<br />

según queda dicho, conserva su blancura y su<br />

brillantez bajo la acción de todos los agentes<br />

gaseosos, y por consiguiente de las combinaciones<br />

de azufre. La fabricación de la lámina<br />

de aluminio sobre otra de cobre que se ensayó<br />

inmediatamente, correspondió á la espectación<br />

de los químicos para satisfacer la indicada<br />

necesidad, y pronto veremos adoptados los<br />

reverberos de aluminio por las administraciones<br />

de las vías férreas, en las oficinas, en las<br />

prisiones, en los teatros y en todos los sitios<br />

en que no se podían emplear sin grave inconveniente<br />

los reflectores de plata.<br />

Pero si con sus útiles y elegantes aplicaciones<br />

justificó plenamente el aluminio el interés<br />

que despertara su aparición en el mundo científico<br />

é industrial, no hay alguna razón para<br />

que no esperemos de él ligas y mezclas que<br />

produzcan tan excelentes resultados como la<br />

impropiamente llamada bronce de aluminio.<br />

Por su tenacidad y resistencia fué ya adoptado<br />

con gran éxito en las fábricas de cañones<br />

de fusil y de pistolas, y por iniciativa del<br />

Gobierno francés se fundió hace algunos años<br />

con aluminio un cañón de artillería de pequeño<br />

calibre, que sometidosá experiencias mostró<br />

una superioridad incontrastable respecto<br />

de los cañones de hierro y acero que medían<br />

iguales dimensiones. Por ahora el único óbice<br />

para que se emplee en la fabricación de piezas<br />

de artillería el aluminio es el elevado precio<br />

á que resulta este metal.<br />

Por su elegante color y por su inalterabilidad<br />

bajo la influencia de lá mayoría de los<br />

agentes químicos, constituye ya al presente el<br />

objeto de una fabricación industrial, fundada<br />

sobre firmes, amplias y seguras bases, como<br />

hemos indicado anteriormente, al anunciar que<br />

se construyen con aluminio excelentes baterías<br />

de cocina y servicios de mesa. Sin embargo<br />

, la llamada industria del bronce de aluminio<br />

no ha hecho más que nacer, y cuando se<br />

utilicen todas las excelentes y ya comprobadas<br />

propiedades de ese metal, cuando se haya<br />

vencido la resistencia, hija de la inercia exclusivamente<br />

con que luchan todos los que<br />

intentan introducir innovaciones en los hábitos<br />

de la generalidad, no es posible poner en<br />

tela de juicio que aparecerá el aluminio en<br />

todo género de aleaciones y ligas metálicas, y<br />

que le veremos en los titiles de trabajo, en los<br />

talleres, oficinas, en los salones, modelado en<br />

obras de arte, y en manos del soldado para<br />

defensa de la patria y daño de sus enemigos.<br />

No le examinaremos bajo el punto de vista,<br />

químico, que exigiría detenidas observaciones<br />

y daría á este artículo dimensiones exageradas.<br />

ALUNADO.—Dícese del caballo ó yegua<br />

que padece algún género de constipación ó<br />

encogimiento de nervios.<br />

ALUNAMIENTO.—Se llama también heladura<br />

alunada. Es una especie de doble albu-


ALTJ — 174 — ALU<br />

y preservar el subsuelo de una desecación<br />

completa. Por el contrario, donde es menos<br />

intensa la acción solar, conviene que el calor<br />

pueda penetrar fácilmente el suelo, y que le<br />

retenga bien éste, y de ahí que en las regiones<br />

del Norte no sean feraces los aluviones<br />

arcillosos, y sí los que son susceptibles de<br />

perder fácilmente el exceso de humedad, y de<br />

absorber y retener el calor.<br />

Mas no se crea que únicamente los aluviones<br />

que ocupan el fondo de los valles son los<br />

terrenos cuya formación es debida al transporte<br />

de las aguas. Los geólogos distinguen<br />

dos grupos principales de terrenos de arrastre:<br />

el aluvión antiguo y el aluvión moderno. El<br />

primero aparece á veces por bajo del segundo,<br />

pero también ocupa los puntos elevados del<br />

suelo, y es, propiamente hablando, el diluvium<br />

resultado de causas que han dejado de existir.<br />

El aluvión moderno, por el contrario, es debido<br />

á causas que todavía obran con mayor ó<br />

menor intensidad, según los sitios. Esas causas<br />

no se reduceu exclusivamente á los desbordamientos<br />

de las aguas corrientes, sino<br />

también á las aguas de los lagos, de las lagunas<br />

y de los estanques, y cuyos lechos son<br />

entregados á veces al cultivo, gracias á la desecación.<br />

Los desprendimientos que se aglomeran<br />

también en ocasiones al pie de las pendientes<br />

á consecuencia de la acción continua<br />

y alternativa de las lluvias, del sol, de las heladas,<br />

del deshielo, y que van descendiendo<br />

rodando por el declive hasta llegar al fondo<br />

de los valles ó á las llanuras y á los ríos que<br />

acaban por arrastrarlas; las segregaciones que<br />

determina el movimiento de las masas de hielo<br />

amontonadas en los ventisqueros y sobre<br />

el fondo de éstos, y por último, los depósitos<br />

que forman los mares, y que son indudablemente<br />

las más importantes de las modificaciones<br />

que determina la acción de las aguas sobre<br />

la superficie de la tierra, acrecentando<br />

considerablemente la extensión de la tierra<br />

firme, son otros tantos cambios debidos á los<br />

aluviones, y que no deben pasar desapercibidos<br />

para quien desee estudiar la influencia de<br />

éstos en las condiciones de la tierra vegetal.<br />

Si en nuestros días han perdido parte de su<br />

energía las causas y fenómenos que han determinado<br />

el levantamiento del fondo de los<br />

valles, no sucede indudablemente lo mismo<br />

con la acción de las corrientes marinas y del<br />

oleaje, que van acumulando en las costas depósitos<br />

de consideración.<br />

Esas aglomeraciones no se han formado,<br />

como las capas aluviales de los valles, por capas<br />

horizontales, sino por capas inclinadas<br />

que penetran bruscamente á veces bajo las<br />

aguas del mar, de manera que la mayor parte<br />

del limo acarreado por ¡os ríos se deposita casi<br />

inmediatamente sobre la costa en el momento<br />

en que las aguas dulces, animadas de cierta<br />

velocidad, chocan con la resistente masa de<br />

las aguas marinas. No hallándose sostenidas<br />

las materias en suspensión por el movimiento<br />

de las aguas que las ha arrastrado, descienden<br />

inmediatamente por su propio peso y se depositan<br />

sobre el fondo más inmediato á ellas. De<br />

ahí el crecimiento rápido de los deltas que los<br />

ríos van formando en su desembocadura. En<br />

Europa los principales son los del Rhin, del<br />

Danubio, del Ródano, del Po y del Ebro, y<br />

también los forman considerables el Escalda,<br />

el Mosa, el Loira, etc.<br />

Un distinguido investigador, M. Horner,<br />

ha examinado la naturaleza y cantidad de las<br />

materias en suspensión que contienen las<br />

aguas del Rhin, y ha deducido que existen en<br />

ellas 28 gramos de limo por cada pie cúbico<br />

de agua en Bonn, donde el río mide 1.500<br />

pies de anchura por 15 de profundidad, y de<br />

consiguiente, que en el período de veinticuatro<br />

horas son arrastrados en suspensión pollas<br />

aguas nada menos que 145.981 pies cúbicos<br />

de materias sedimentosas. El Ródano, cuyo<br />

delta es denominado la Camargue, ha robado<br />

al mar 10.000 metros superficiales, y sus<br />

brazos se han prolongado en una longitud de<br />

3 leguas. El Po ha cubierto con sus sedimentos<br />

14 leguas en los dos i'dtimos siglos. El<br />

avance de los aluviones fué de 25 metros anuales<br />

desde el duodécimo hasta el decimoséptimo<br />

siglo, y de 70 metros desde 1604 á 1804;<br />

progresión que ya habían observado los antiguos<br />

respecto del Nilo. En tiempo de Herodoto<br />

no existía el puerto de Alejandría, y los<br />

barcos iban desde la Isla del Pharo hasta el<br />

lago Mareotis, el cual, en el lapso de nuevecientos<br />

años, ha visto reducida su longitud<br />

desde 20 á 6 leguas que en tiempo de Estrabón<br />

medía; hoy ha desaparecido casi, y se halla<br />

obstruido ó poco menos el brazo del Nilo que<br />

estaba próximo á él. Por esa misma razón se<br />

elevan cada vez más las crecidas del Nilo, que<br />

eran ya superiores en 8 codos á las antiguas en<br />

tiempo de Herodoto, y que en nuestro tiempo<br />

exceden en 7 pies á la altura que alcanzaban<br />

en la época de Septimio Severo, ó sea en el<br />

siglo tercero de la Era cristiana, rellenando<br />

por lo tanto más y más cada vez las desigualdades<br />

del suelo.<br />

Cuando las aguas de los ríos arrastran poca<br />

cantidad de materias en suspensión y se halla<br />

poco inclinado el lecho, el fondo de los valles<br />

es generalmente turboso, á consecuencia del<br />

desarrollo de ciertas plantas que crecen sobre<br />

las aglomeraciones de otras anteriores en descomposición<br />

, según veremos al hablar de Turba<br />

y Turberas.<br />

La marcha que siguen en su sedimentación<br />

las materias arrastradas por las aguas es bien<br />

sencilla. Primero se depositan los restos más<br />

voluminosos; después, á medida que va disminuyendo<br />

la fuerza de la corriente, las arenas<br />

más ó menos gruesas, y por último, las<br />

partes más tenues, en que domina la arcilla.<br />

El espesor y composición de las capas es naturalmente<br />

muy variable, según la naturaleza<br />

de los terrenos que el río recorre, y según la<br />

naturaleza de las rocas por las cuales cruzan<br />

el río y sus tributarios.<br />

Por lo mismo que es considerable la impor-


ALU — 175 — ALU<br />

tancia de los aluviones, tanto parala configuración<br />

topográfica de los terrenos como para<br />

la agricultura, han estudiado aquéllos, los<br />

geólogos, con detenimiento, y para precisar<br />

bien las ideas han comenzado por dividirlas<br />

en aluviones antiguos y en aluviones modernos,<br />

de los cuales hablaremos por separado,<br />

siquiera insistamos en algunos conceptos apuntados<br />

en las precedentes líneas. Ambas clases<br />

de terreno se han formado de igual manera,<br />

y solamente se diferencian por la época geológica<br />

de su formación, y por su composición<br />

física y química.<br />

ALUVIONES ANTIGUOS.—Desígnanse así ciertos<br />

terrenos cuaternarios ó de diluviara, que<br />

se subdividen en períodos y se distinguen pollas<br />

osamentas de especies de animales antidiluvianos<br />

que se encuentran en ellos. Esas<br />

clases de terrenos son las siguientes:<br />

1. a Depósitos formados en el mismo sitio<br />

que ocupan á expensas de las rocas subyacentes<br />

y por la acción de las aguas que las cubrían.<br />

Hállanse en hondonadas aisladas ó depresiones<br />

anteriores al parecer á la formación<br />

de los valles. Casi siempre se hallan constituídos<br />

esos depósitos por aglomeración de fragmentos<br />

de calcárea jurásica ó de creta, reunidos<br />

ó aglutinados mediante un cemento de la<br />

misma naturaleza ó mediante arcillas crasas,<br />

mezcladas muchas veces con gres bastante<br />

grueso. También las forman en ocasiones cantos<br />

rodados de naturaleza diversa.<br />

2. a El diluvium g?is, que contiene osamentas<br />

de mamouths y rinocerontes, se halla<br />

constituido por terrenos de transporte que<br />

forman guijarros pelados de calcárea jurásica,<br />

y á veces con calcáreas gredosas, grava, arenas<br />

verdes y otras formaciones terciarias.<br />

3. a El diluvium rojo, que aparece sobre el<br />

precedente, está constituido por uua arcilla<br />

rojiza mezclada con guijarros casi siempre<br />

angulosos. Son considerados esos terrenos<br />

como resultado de la desagregación provocada<br />

por manantiales ferruginosos y ácidos que<br />

han disuelto las partes solubles de las rocas.<br />

4. a Limos de color gris amarillento, arcillo-arenosos<br />

y calizos, arrastrados al parecer<br />

por los grandes ríos y depositados sobre las<br />

capas anteriores. Abundan en ellas los restos<br />

del reno y las conchas terrestres.<br />

5. a Capa de limo amarillo ó moreno, formado<br />

por una mezcla de arena y arcilla en<br />

proporciones variables, y que no contiene<br />

nunca carbonato de cal.<br />

6. a Capa superior de los aluviones antiguos<br />

, formada por un depósito calcáreo blanquizco,<br />

que descansa en las laderas de algunos<br />

valles, y que los geólogos atribuyen á<br />

antiguas fuentes cargadas de carbonato de<br />

cal, que se fué depositando paulatinamente.<br />

El valor agrícola de esos terrenos es muy<br />

diverso, y constituye gran parte de los suelos<br />

arables. Caracterízause por la ausencia de<br />

tierras calcáreas en muchos casos. Las proporciones<br />

de arcilla y arena son muy variables;<br />

el subsuelo está desprovisto de mantillo,<br />

y á veces superpuesto á una capa de marga á<br />

profundidad variable. Esos aluviones han sido<br />

originados probablemente por el paso de una<br />

gran corriente de agua, tal vez en la época<br />

del levantamiento de los Alpes, ya que el<br />

choque de las corrientes desagrega las más<br />

sólidas rocas, como son las feldespáticas, y modifica<br />

profundamente la composición del limo.<br />

En muchas regiones se halla formada por<br />

esos aluviones antiguos la capa de tierra<br />

arable.<br />

ALUVIONES MODERNOS.—Estos se forman<br />

aun en nuestros días, según queda apuntado,<br />

por la acción de los ríos y corrientes; su composición<br />

varía según los terrenos recorridos<br />

y según los afluyentes que aportan sus aguas<br />

á los ríos ; de manera que en algunas comarcas<br />

ribereñas distinguen los habitantes de qué<br />

zona procede la crecida del río, visto el coloide<br />

las aguas'. El estudio de los aluviones sería<br />

muy ventajoso para la agricultura, y su análisis<br />

serviría para determinar la naturaleza de<br />

los abonos más convenientes en cada caso. De<br />

todos modos, los terrenos de aluvión son siempre<br />

sueltos y se prestan bien al cultivo.<br />

También se constituyen aluviones artificiales<br />

por medio del colmateo ó entarquinamiento,<br />

ó sea deteniendo la corriente de los<br />

ríos, y haciendo por medio de diques que las<br />

aguas se extiendan y depositen el limo que<br />

arrastran.<br />

E. Rivas.<br />

ALUVIÓN (Jurisprudencia).—El aluvión<br />

es uno de los modos de adquirir la propiedad<br />

de las cosas por virtud de la accesión, y consiste<br />

en el aumento de los terrenos confinantes<br />

con los arroyos, torrentes, ríos y lagos,<br />

por la accesión ó sedimentación lenta é imperceptible<br />

de las aguas. (Artículo 47 de la ley<br />

de aguas de 13 de Junio de 1879.)<br />

En este sentido estricto se empleó en el Derecho<br />

romano dicha palabra, pero de ella se<br />

sirvieron también para designar el incremento<br />

que reciben los campos contiguos á las riberas<br />

de los ríos cuando éstos, desviándose y<br />

separándose poco á poco, y de manera que no<br />

pueda conocerse, van dejando en seco alguna<br />

parte de su cauce; y en esta doble acepción la<br />

toman casi todas las legislaciones modernas.<br />

Debe, sin embargo, tenerse en cuenta que<br />

el carácter esencial del aluvión en uno y en<br />

otro caso se encuentra en la imperceptibilidad<br />

de la agregación. Ha de ser el aluvión una<br />

agregación lenta é insensible, incrementum<br />

latens que decía el Derecho romano, porque<br />

el fundamento de la accesión estriba en la imposibilidad<br />

de determinar á quién ó á quiénes<br />

correspondiera primitivamente el terreno<br />

agregado. En este supuesto, como por el aluvión<br />

se lleva á un campo una parte de tierra,<br />

se unen y se forma un todo, es natural que<br />

adquiera el dominio del terreno el dueño del<br />

campo á que se agrega, que se halla expuesto<br />

á sufrir igual daño y perjuicio que el propietario<br />

de la tierra agregada.<br />

Sigúese de lo expuesto que en los dos casos


ALU — 1 76 — ALU<br />

que hemos indicado, los dueños de los terrenos<br />

ribereños ganan la propiedad de la tierra<br />

que se une á sus fundos. Así el artículo 47 de<br />

la citada ley de aguas dice que: «pertenece á<br />

los dueños de los terrenos confinantes con<br />

los arroyos, torrentes, ríos y lagos, el acrecentamiento<br />

que reciben paulatinamente por<br />

la accesión ó sedimentación de las aguas, si<br />

bien los sedimentos minerales que como tales<br />

se hubiesen de utilizar, habrán de solicitarse<br />

con arreglo á la legislación de minas»; y así<br />

mismo el artículo 41 de dicha ley, hablando<br />

de la mutación natural del eaxice, dice que<br />

pertenece á los dueños ribereños en toda la<br />

longitud respectiva.<br />

Nuestros lectores podrán comprender de un<br />

modo sensible estas dos clases de accesión,<br />

fijándose en los siguientes grabados:<br />

El terreno C (figura 91), agregado á la<br />

Fisura 91<br />

propiedad A por la fuerza insensible de la<br />

corriente X, pertenece al dueño del fundo A,<br />

porque se halla constituido con la tierra que<br />

se ha ido uniendo á él de un modo imperceptible.<br />

La corriente X (figura 92) se desvía de su<br />

primitiva dirección, deja libre el terreno C y<br />

va á correr por la propiedad B, cubriendo<br />

una parte de ella D. El terreno que deja descubierto<br />

ó en seco la corriente por virtud de<br />

su cambio de dirección pertenece al dueño<br />

del fundo A, sin que el propietario de la finca<br />

B pueda intentar compensación de ningún<br />

género.<br />

Fué cuestión muy discutida por los jurisconsultos<br />

la relativa al modo de adjudicar los<br />

terrenos de aluvión á los dueños de los predios<br />

colindantes. M. Dupin, citado por los<br />

ilustrados autores de la Enciclopedia española<br />

de Derecho y Administración, dice que la adjudicación<br />

que reúne todas las condiciones<br />

necesarias consiste en atribuir á cada uno de<br />

los propietarios de los campos contiguos al<br />

aluvión la parte de éste que resulte alargando<br />

sus propiedades desde el punto en que acometen<br />

la antigua ribera, comparada con la<br />

extensión de la nueva. Para esto basta dividir<br />

esta nueva ribera formada por el aluvión en<br />

tantas partes proporcionales cuantas propiedades<br />

haya confinantes con la antigua, de<br />

forma que cada parte de la nueva ribera tenga<br />

la extensión que presenta cada propiedad,<br />

y juntar por medio de una línea los límites<br />

Figura 92<br />

de cada propiedad con las divisiones correspondientes<br />

sobre la nueva ribera.<br />

He aquí, respecto á la mutación natural de<br />

cauce, lo que dice el artículo 41 de nuestra<br />

ley de aguas de 1879 (artículo 78 de la ley<br />

de 1866): «Los cauces de los ríos que queden<br />

abandonados por variar naturalmente el curso<br />

de las aguas pertenecen á los dueños de<br />

los terrenos ribereños en toda la longitud respectiva.<br />

Si el cauce abandonado separaba heredades<br />

de distintos dueños, la nueva línea<br />

divisoria correrá equidistante de unas y otras»;<br />

prescripción que, aunque no se refiere exclusivamente<br />

á la mutación imperceptible, sino<br />

á todo cambio natural de cauce, es aplicable<br />

á unos y otros casos como regla para hacer la<br />

adjudicación.<br />

Dada una idea del aluvión, expuesto su<br />

carácter esencial é indicado quién gana la<br />

propiedad del terreno, debemos decir algunos<br />

de los efectos y limitaciones de esta adquisición.<br />

Fundada ésta en el principio de la accesión,<br />

despréndese naturalmente que el terreno agregado<br />

}' que forma un todo en el campo á que<br />

se une, viene á quedar en las condiciones en<br />

que éste se encuentra respecto á los que en él<br />

tienen derechos reales. En su consecuencia,<br />

el usufructuario del campo que se aumenta<br />

por el aluvión tiene el usufructo en el terreno<br />

agregado, y el propietario se hace dueño del<br />

acrecentamiento, 3' cuando se enajena la propiedad<br />

del primero y no se estipula lo contrario,<br />

se entiende enajenado el aluvión, cuya<br />

propiedad comprende además todas las cosas<br />

que en él existen.<br />

Esta propiedad tiene, sin embargo, sus limitaciones,<br />

3 r es necesario que desaparezca<br />

cuando embaraza el curso de las aguas, y perjudica<br />

las obras 3' establecimientos públicos


ALTJ —177 — ALU<br />

construidos en el río. Asimismo en los ríos<br />

navegables ha de dejarse la navegación libre<br />

y expedita, y la senda ó camino que exigen<br />

el paso de las barcas ú otros objetos, acomodándose<br />

en este punto á los reglamentos. Finalmente<br />

, cuando el aluvión afecta al interés<br />

privado de algunos y les perjudica, hay que<br />

distinguir si se formó naturalmente por fuerza<br />

lenta de las aguas ó á consecuencia de<br />

obras construidas en el propio río, pues en el<br />

primer caso es un accidente fortuito é inevitable,<br />

y en el segundo, resultado de un hecho<br />

voluntario que no debe prevalecer en perjuicio<br />

de tercero.<br />

Creemos oportuno copiar aquí, para mayor<br />

ilustración de nuestros lectores, los artículos<br />

de la vigente ley de aguas de 13 de Junio<br />

de 1879, que tratan de las accesiones, arrastres<br />

y sedimentos de las aguas, pues en ellos<br />

se distinguen el aluvión y la avulsión ó fuerza<br />

del río, mutación de cauce y formación de<br />

isla, estableciendo los diferentes efectos que<br />

producen.<br />

«Art. 40. Los terrenos que fuesen accidentalmente<br />

inundados por las aguas de los lagos,<br />

ó por los arroyos, ríos y demás corrientes,<br />

continuarán siendo propiedad de sus dueños<br />

respectivos.<br />

»Art. 41. Los cauces de los ríos que queden<br />

abandonados por variar naturalmente el<br />

curso de las aguas, pertenecen á los dueños<br />

de los terrenos ribereños en toda la longitud<br />

respectiva. Si el cauce abandonado separaba<br />

heredades de distintos dueños, la nueva línea<br />

divisoria correrá equidistante de unas y otras.<br />

»Art. 42. Cuando un río navegable y flotable,<br />

variando naturalmente de dirección, se<br />

abre un nuevo cauce en heredad privada, este<br />

cauce entrará en el dominio público. El dueño<br />

de la heredad lo recobrará siempre que las<br />

aguas volviesen á dejarlo en seco, ya naturalmente,<br />

ya por trabajos legalmente autorizados<br />

al efecto.<br />

»Art. 43. Los cauces públicos que queden<br />

en seco á consecuencia de trabajos autorizados<br />

por concesión especial son de los concesionarios,<br />

á no establecerse otra cosa en las condiciones<br />

con que aquélla se hizo.<br />

»Art. 44. Cuando la corriente de un arroyo,<br />

torrente ó río segrega de su ribera una<br />

porción conocida de terreno y la transporta<br />

á las heredades fronteras ó á las inferiores, el<br />

dueño de la finca que orillaba la ribera segregada<br />

conserva la propiedad de la porción de<br />

terreno transportado.<br />

»Art. 45. Si la porción conocida de terreno<br />

segregado de una ribera queda aislada en el<br />

cauce, continúa perteneciendo incondicionalmente<br />

al dueño del terreno de cuya ribera<br />

fué segregada. Lo mismo sucederá cuando,<br />

dividiéndose un río en arroyos, circunde y<br />

aisle algunos terrenos.<br />

»Art. 46. Las islas que por sucesiva acumulación<br />

de arrastres superiores se van formando<br />

en los ríos, pertenecen á los dueños de<br />

las márgenes ú orillas más cercanas á cada<br />

una, ó á las de ambas márgenes si la isla se<br />

hallase en medio del río, dividiéndose entonces<br />

longitudinalmente por mitad.<br />

»Si una sola isla así formada distase de una<br />

margen más que de otra, será únicamente y<br />

por completo, dueño suyo el de la margen más<br />

cercana.<br />

»Art. 47. Pertenece á los dueños de los terrenos<br />

confinantes con los arroyos, torrentes,<br />

ríos y lagos el acrecentamiento que reciban<br />

paulatinamente por la accesión ó sedimentación<br />

de las aguas. Los sedimentos minerales<br />

que como tales se hubiesen de utilizar habrán<br />

de solicitarse con arreglo á la legislación de<br />

minas.<br />

»Art, 48. Cualquiera puede recoger y salvar<br />

los animales, maderas, frutos, muebles y<br />

otros productos de la industria arrebatados<br />

por la corriente de las aguas públicas ó sumergidos<br />

en ellas, presentándolos inmediatamente<br />

á la autoridad local, que dispondrá su<br />

depósito ó su venta en pública subasta cuando<br />

no puedan conservarse. Se anunciará en<br />

seguida el hallazgo en el mismo pueblo y limítrofes<br />

superiores, y si dentro de seis meses<br />

hubiese reclamación por parte del dueño, se<br />

le entregará el objeto ó su precio, previo abono<br />

de los gastos de conservación y del derecho<br />

de salvamento, cuyo derecho consistirá<br />

en un 10 por 100. Transcurrido aquel plazo<br />

sin haber reclamado el dueño, perderá éste<br />

su derecho y se devolverá todo á quien lo salvó,<br />

previo abono de los gastos de conservación.<br />

»Lo dispuesto en el párrafo anterior no tendrá<br />

lugar desde el momento en que el dueño<br />

de los objetos provea á su salvamento.<br />

»Art. 49. Las brozas, ramas y leñas que<br />

vayan flotando en las aguas ó sean depositadas<br />

por ellas en el cauce ó en terrenos de<br />

dominio público, son del primero que las<br />

recoge. Las dejadas en terrenos de dominio<br />

privado son del dueño de las fincas respectivas.<br />

»Art. 50. Los árboles arrancados y transportados<br />

por la corriente de las aguas pertenecen<br />

al propietario del terreno á donde<br />

vinieren á parar, si no los reclaman dentro<br />

de un mes sus antiguos dueños, quienes deberán<br />

abonar los gastos ocasionados en recoger<br />

los árboles ó ponerlos en lugar seguro.<br />

»Art. 51. Los objetos sumergidos en los<br />

cauces públicos siguen perteneciendo á sus<br />

dueños; pero si en el término de un año no<br />

los extrajesen, serán de las personas que verifiquen<br />

la extracción, previo el permiso de la<br />

autoridad local. Si los objetos sumergidos<br />

ofreciesen obstáculo á las corrientes ó á la<br />

viabilidad, se concederá por la autoridad un<br />

término prudente á los dueños, transcurrido<br />

el cual sin que hagan uso de su derecho, se<br />

procederá á la extracción como de cosa abandonada.<br />

»E1 dueño de los objetos sumergidos en<br />

aguas de propiedad particular solicitará del<br />

dueño de éstas el permiso para extraerlos, y<br />

Día—II. 12


ALV — 178 — ALZ<br />

én el caso de que éste lo negase, concederá el<br />

permiso la autoridad local, previa fianza de<br />

daños y perjuicios.» (V. Fuerza del río, Mutación<br />

de cauce, Isla.)<br />

E. Delgado Martín.<br />

ALVARELHAO ( Viticultura). — Variedad<br />

de la vid, cuyo fruto es negro, muy común<br />

en la región inferior del Duero, es decir,<br />

en las comarcas portuguesas que cruza ese<br />

río. La uva de esa cepa se emplea en considerable<br />

proporción para la fabricación de vinos<br />

de Oporto. El racimo es de mediana longitud,<br />

ramoso y poco apretado: el pedúnculo largo<br />

y algo herbáceo; las uvas de forma elipsoidal,<br />

casi iguales, de mediano volumen, y de carne<br />

firme y jugosa. La corteza de la planta, que<br />

es de regular vigor, adherente y espesa. Esa<br />

variedad, verdaderamente precoz, madura en<br />

Portugal á fines de Agosto. Cien kilogramos<br />

de racimos, según Villamayor, dan 62 kilogramos<br />

de mosto, que en completa madurez<br />

contienen 26,660 kilogramos de azúcar. Conócense<br />

dos variedades de alvarelhao, una<br />

de pedúnculo verde y otra de pedúnculo rojo,<br />

que se denominan también pie de perdiz y pie<br />

rojo; en la región del Miño, distrito de Basto,<br />

se llama lacaia á esa clase de cepa.<br />

ÁLVEO.— Se denomina álveo la madre de<br />

los ríos, arroyos, ramblas y barrancos que<br />

sirven para dar paso á las aguas pluviales.<br />

La ley de aguas ha determinado los derechos<br />

que corresponden á la Administración y<br />

á los particulares respecto de los álveos, y<br />

conviene al agricultor su conocimiento.<br />

El título III dice de los álveos ó cauces de<br />

las aguas, de las riberas ó márgenes, y de las<br />

accesiones.<br />

« Capítulo VIII.—De las ramblas y barrancos<br />

que sirven de álveo á las aguas pluviales.—<br />

Art. 66. Álveo ó cauce natural de las corrientes<br />

de aguas pluviales es el terreno que<br />

éstas cubren durante sus avenidas ordinarias,<br />

en barrancos, ramblas ú otras vías naturales.<br />

»Art. 67. Los cauces naturales de que habla<br />

el artículo anterior, y que no son de propiedad<br />

privada, pertenecen al dominio público.<br />

»Art. 68. Son de propiedad privada los<br />

cauces naturales de aguas de lluvia que atraviesan<br />

fincas de dominio privado.<br />

»Art. 69. El dominio privado de los álveos<br />

de las pluviales no autoriza para construir en<br />

ellos obras que puedan hacer variar el curso<br />

natural de las mismas en perjuicio de un tercero<br />

, ó cuya destrucción por la fuerza de las<br />

avenidas pueda causar grave daño á predio,<br />

fábricas ó establecimientos, puentes, caminos<br />

ó poblaciones inferiores.<br />

»Art. 70. El álveo ó cauce natural de un<br />

arroyo ó río es el terreno que cubren sus<br />

aguas en las mayores crecidas ordinarias.<br />

»Art. 71. El álveo de todos los arroyos<br />

pertenece á los dueños de las heredades ó<br />

terrenos que atraviesan.<br />

»Art. 72. Son de dominio público los álveos<br />

en terreno público de los arroyos por<br />

donde corren las aguas manantiales.<br />

sCorresponden al dominio público los álveos<br />

ó cauces naturales de los ríos.<br />

»Art. 73. Se entiende por ribera de los ríos<br />

las fajas ó zonas laterales de sus álveos que<br />

solamente son bañadas por las aguas de crecidas<br />

que no causan inundación. El dominio<br />

privado de las riberas está sujeto á la servidumbre<br />

de 3 metros de zona de uso público,<br />

en el interés general de la navegación, la<br />

flotación, la pesca y el salvamento.<br />

»Sin embargo, cuando los accidentes del terreno<br />

lo exigieren ó lo aconsejaran, se ensanchará<br />

ó se estrechará la zona de esta servidumbre<br />

, conciliando todos los intereses.<br />

~»Del álveo, orillas de los lagos, lagunas y<br />

charcas.—Art. 74. Álveo ó fondo natural<br />

de los lagos, lagunas ó charcas es el terreno<br />

que en ellos ocupan las aguas en su mayor<br />

altura ordinaria.<br />

»Art. 75. Corresponden á los dueños de las<br />

fincas colindantes los álveos de los lagos, lagunas<br />

ó charcas que no pertenezcan al Estado<br />

ó por título especial de dominio alguno particular.<br />

»Art. 76. Las orillas de los lagos navegables<br />

que se hallen cultivadas no están sujetas<br />

á más servidumbre que á la de salvamento en<br />

casos de naufragio, en los términos establecidos<br />

en los artículos 8.° y siguientes para,<br />

la heredad limítrofe al mar. Se exceptúan<br />

los puntos que la autoridad designe para embarque<br />

y desembarque, depósito de barcos<br />

y demás operaciones del servicio de navegación.<br />

»Art. 84. Pertenece á los dueños de los<br />

terrenos confinantes con los arroyos, torrentes,<br />

ríos y lagos, el acrecimiento que reciban<br />

paulatinamente por la acción ó sedimentos<br />

de las aguas.»<br />

Nos ha parecido mejor copiar los artículos<br />

de la ley que extractarlos, lo cual pudiera dar<br />

lugar á confusión.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ALVÉOLOS.—Se denominan alvéolos las<br />

celdillas que forman las abejas y las avispas,<br />

etc. También se llaman alvéolos en anatomía<br />

las cavidades de las mandíbulas en que se<br />

hallan encajadas las muelas y los dientes. En<br />

botánica se llaman alvéolos los receptáculos<br />

ó celdillas en que se encuentran las semillas<br />

de varias plantas.<br />

J. de H. T.<br />

ALVERJA—(V. Aveza.)<br />

ALTSSUM.—Corresponde á este género el<br />

A. serpylifolium, Desfi; planta leñosilla, de la<br />

familia de las Cruciferas, que forma parte de<br />

la maraña de los montes de la Sierra Mariola<br />

(provincia de Alicante), Aranjuez, provincia<br />

de Guadalajara (Trillo, Matillas, Alaminos,<br />

Masegoso, etc.).<br />

ALZADA.—Término usado en veterinaria<br />

para indicar la distancia que media entre el<br />

borde posterior de la corona del casco y la<br />

parte más elevada de la cruz de un cuadrúpedo.<br />

En equitación se emplea para medir la<br />

alzada una cadena ó cinta que se ha denomi-


AMA — 179 — AMA<br />

nado marca, y también un sencillo aparato<br />

que se ha denominado hipómetro.<br />

ALLEGAR.—Entre labradores, recoger la<br />

parva en montones después de trillada.<br />

ALLOZA.-—En algunas provincias designan<br />

con este nombre la almendra verde. (Véase<br />

Almendruco.)<br />

ALLOZAR.—Sitio poblado de allozos.<br />

ALLOZO.—Almendro silvestre.<br />

AMACATO (Jardinería).—El grupo de<br />

los vegetales pertenecientes á la familia de las<br />

amarilídeas, y cuj'o nombre mitológico procede<br />

de una pastora celebrada por Virgilio,<br />

suministra á la jardinería un gran número de<br />

plantas hermosas, tanto por su porte gallardo<br />

como por el grandor y colores vivos de sus<br />

flores, que reemplazan á los lirios en los países<br />

cálidos. Abundan en América, aunque algunas<br />

son indígenas de nuestros climas.<br />

El amacayo de Méjico (Amaryllis formosissima),<br />

llamado también flor ó cruz de San<br />

Jaime ó de Calatrava, y por otros belladona,<br />

no debe confundirse con la planta llamada belladona<br />

(Atropa belladona), planta herbácea,<br />

de bayas narcóticas y venenosas.<br />

La flor de San Jaime es una planta de la<br />

América austral, de flores vistosas, de color<br />

rojo púrpura obscuro. Los jardineros sacan<br />

partido de esta planta para embellecer platabandas<br />

especiales, por ser de fácil cultivo,<br />

porque los bulbos con que se propaga, y que<br />

se extraen en estío ú otoño, se conservan durante<br />

el invierno en un local á propósito. Esta<br />

planta curiosa se presta perfectamente al cultivo<br />

en macetas, y lo mismo que los jacintos,<br />

puede vegetar sobre botellas llenas de agua.<br />

Para el cultivo en tiesto convendrá emplear<br />

con preferencia una tierra fresca, ligera, mezclada<br />

con un cuarto de mantillo de hojas, ó<br />

bien tierra franca, arenosa y un cuarto de tierra<br />

de brezo.<br />

El Amaryllis cybister, llamado saltimbanco,<br />

oriundo de los Andes de Méjico y de Guatemala,<br />

es una planta singular, cuyo tallo floral<br />

termina por una umbela de cuatro flores, al<br />

principio rectas, luego horizontales y de una<br />

conformación muy caprichosa. Esta especie<br />

es más exigente que la anterior, y reclama la<br />

estufa templada en el clima de Madrid.<br />

El llamado lirio de Guernesey (A. sarniensis),<br />

cuya verdadera patria es el Japón, ha<br />

tomado el nombre de Guernesey por habérsele<br />

encontrado naturalizado abundantemente<br />

en esta isla, en donde la introdujo el naufragio<br />

de un buque que llevaba bulbos en su<br />

bordo. Es una hermosa planta de flores rosas<br />

ó rosa de carmín, en forma de lirio, reunidas<br />

en número de doce á veinte á la punta de<br />

cada tallo floral. Para obtener una bella y<br />

abundante floración no deben quitarse los bulbos<br />

de la tierra sino cada tres años. Es bastante<br />

rústica.<br />

El Amaryllis dorado de China (A. áurea)<br />

es una hermosa planta del Asia oriental, de<br />

flores amarillo de oro, reunidas en umbelas.<br />

Su floración es por otoño, así como la de la<br />

especie siguiente, con la cual es esencial no<br />

confundirla.<br />

Narciso de otoño (Amaryllis lútea).—Planta<br />

de la Europa meridional. Sus flores solitarias<br />

y de un amarillo vivo, se abren ordinariamente<br />

en Septiembre. Su gran rusticidad, su<br />

floración tardía y su bonito color la hacen<br />

preciosa en una estación en que los parterres<br />

comienzan á despojarse de sus adornos. Cuando<br />

se cultiva en grupos se la asocia al azafrán<br />

cultivado (Crocus speciosusJ y á los cólchicos,<br />

que florecen al mismo tiempo, obteniéndose<br />

un contraste de colores muy agradables.<br />

Produce igualmente un vistoso electo cuando<br />

se la planta en los céspedes. Siendo poco delicada,<br />

prospera en todos los terrenos, pero<br />

prefiere los suelos ligeros. En los inviernos<br />

muy rigurosos y húmedos será bueno cubrir<br />

esta especie con hojas ó pajaza.<br />

"El Amaryllis belladona ó belladona de otoño,<br />

originaria de la Europa meridional, tiene las<br />

flores rosas ó de color de carmíu, parecidas á<br />

las del lirio blanco. Es una especie hermosa,<br />

naturalizada en los jardines de la región mediterránea,<br />

en donde vive, por decirlo así,<br />

sin cultivo. En el Norte debe abrigarse durante<br />

el invierno.<br />

El A. alamasco ó de Virginia es una bonita<br />

especie que florece en Junio y Julio, y las<br />

flores tienen la forma de embudo, con divisiones<br />

casi iguales, blancas interiormente y rosa<br />

por fuera. Para la replantación y multiplicación<br />

se prefiere la primavera, poniendo los<br />

bulbos á la distancia de 10 ó 15 centímetros.<br />

La belladona de estío ó rayada (A. vittata)<br />

es una grande y fuerte planta de la América<br />

meridional, con flores reunidas en número de<br />

cuatro á cinco, en forma de campana abierta,<br />

tubo corto, verdecino, lavado de rojo, con<br />

divisiones casi iguales, blancas y líneas de<br />

color de rosa, verdecinas ó purpúreas. En el<br />

Mediodía es rústica, pero en el Norte puede<br />

pasar el invierno al aire libre con tal que se<br />

la plante al pie de una pared y cubriéndola<br />

de hojas. Se cultivan otras muchas variedades<br />

de gran mérito, de las que no hablamos porque<br />

son consideradas tínicamente como plantas<br />

de estufa.<br />

AMACENO—Calificación de la variedad<br />

del ciruelo llamado damasceno.<br />

AMACOLLARSE.—Dícese de las plantas<br />

cuando forman mazollas ó mazorcas, y también<br />

de los ramos de flores que parten de un<br />

mismo punto y se agrupan ó forman mazorcas.<br />

También cuando las plantas que nacen de<br />

tronco resinoso y después ahijan empiezan á<br />

verificarlo.<br />

J. de H. T.<br />

AMADRINADO—Dícese del caballo que,<br />

acostumbrado á vivir en compañía de otros,<br />

cual ocurre con los de los escuadrones, se inquieta<br />

y azora cuando se queda solo.<br />

AMADRINAR—Emparejar ó juntar los<br />

caballos con la madrina, ó sea cierta correa<br />

que por las dos hebillas de sus cabos se sujeta<br />

en la parte posterior de la muserola de aqué-


AMA — 180 — AMA<br />

líos, á fin de que marchen unidos y alineados<br />

de espalda y ancas.<br />

AMAESTRADO.—Dícese del animal doméstico,<br />

y por tanto del caballo instruido y<br />

práctico en las artes de la equitación, ó que<br />

se halla adoctrinado para el servicio á que se<br />

le destina.<br />

AMAGA.—Nombre que en las Islas Filipinas<br />

se da al árbol silvestre Diospyros embriopteris,<br />

Pers., de la familia de las Ebenáceas.<br />

(V. Diospyros.)<br />

AMAGO.— Substancia correosa y amarilla,<br />

de sabor amargo, que labran las abejas y se<br />

halla en algunas celdillas de los panales.<br />

AMAJADAR.— Hacer mansión el ganado<br />

en la majada; detenerse ó permanecer algún<br />

tiempo en ella. Hacer la majada ó redil al<br />

ganado lanar en una tierra de pasto, de labor<br />

ó en otro lugar para que la abone ó se mantenga<br />

recogido.<br />

AMAMANTAMIENTO—Acción y efecto<br />

de amamantar.<br />

AMAMANTAR (Zootecnia). — Función<br />

propia de las hembras de los animales mamíferos,<br />

consistente en suministrar alimento á sus<br />

hijuelos con la leche que segregan las mamas.<br />

La existencia de éstas patentiza ya la relación<br />

de dependencia que la naturaleza ha establecido<br />

entre el hijo y la madre, el estado de imperfección<br />

orgánica en que el primero aparece<br />

y la índole del alimento que ha de recibir.<br />

Generalmente los mamíferos domésticos nacen<br />

ya con suficiente vigor para mantenerse en<br />

pie, á diferencia de otros animales que nacen<br />

débiles y ciegos, pero en cambio el estómago<br />

no se halla bien acondicionado para digerir<br />

cualquiera clase de alimentos, y no aparece<br />

formado el sistema dentario, y de ahí la necesidad<br />

de nutrirlos con leche, líquido admirablemente<br />

apropiado por su estado, su temperatura,<br />

su riqueza en elementos nutricios y<br />

sus sucesivas transformaciones para satisfacer<br />

las necesidades más perentorias del tierno animalito.<br />

La lactancia comienza en el momento<br />

en que sale del seno de la madre; se prolonga<br />

durante un período más ó menos largo, según<br />

las especies, y termina con el destete. Ese<br />

período ha de estudiarse de dos maneras: con<br />

relación á las madres, y con relación á los<br />

hijos.<br />

Cuanto á las madres, la función de amamantar<br />

satisfará todos los requisitos exigibles,<br />

siempre que siendo aquéllas robustas y sanas,<br />

se hallen sometidas á una higiene racional, y<br />

reciban alimentos nutritivos y adecuados para<br />

promover la secreción de la leche, de tal manera<br />

que, sin sufrir la madre, el pequeñuelo se<br />

desarrolle en buenas condiciones. Si los animales<br />

son de tiro, y especialmente yeguas,<br />

podrá exigírselas que trabajen durante algún<br />

tiempo, pocos días después del parto, pero<br />

sin fatigarlas, y aumentando el pienso en<br />

proporción al esfuerzo exigido. Las buenas<br />

condiciones del lecho, la limpieza de las mamas<br />

y otros cuidados que sería ocioso enumerar,<br />

son condiciones que aseguran los re­<br />

sultados del amamantamiento. Es exigencia<br />

ineludible que el hijuelo no se vea obligado á<br />

ingerir leche demasiado recalentada, no solamente<br />

por ser menos nutritiva, sino también<br />

porque puede provocar desarreglos en el organismo<br />

del joven animal. Pero no ha de confundirse<br />

la leche recalentada con la primera<br />

leche de las hembras parturidas, que algunas<br />

veces se llama calostro. Esa primera leche es<br />

serosa y amarillenta, y ejerce sobre el aparato<br />

digestivo del recién nacido una acción purgante<br />

que limpia á aquél y le prepara á recibir<br />

una leche más substanciosa. Las causas<br />

que pueden disminuir la secreción de la leche<br />

ó paralizarla por completo son muchas, y la<br />

afección que entonces experimenta la madre<br />

se ha dado á conocer con la denominación de<br />

agalaxia (véase), así como los cuidados que<br />

su curación exige y los remedios que podrán<br />

adoptarse para combatir un desarreglo de tal<br />

entidad.<br />

También los hijuelos deben ser sometidos<br />

á una rigurosa higiene para que saquen todo<br />

el partido posible de la leche de sus madres.<br />

Generalmente se los mantiene constantemente<br />

en el mismo recinto que á éstas; práctica que<br />

no se halla exenta de inconvenientes, siendo<br />

el principal la circunstancia de que el tierno<br />

animal pueda mamar á cada momento del día<br />

y de la noche, y no se habitúe á un régimen<br />

regular é higiénico, fatigando á la madre en<br />

muchas ocasiones con exceso. Lo más prudente<br />

es colocarle algunos días después de nacer<br />

en local separado y cercano al que ocupe la<br />

madre, si se quiere, de tal manera que ésta<br />

pueda oirle, y aun lamerle y acariciarle, pero<br />

sin que el animalito se halle en condiciones<br />

de acercarse á las mamas. En horas determinadas<br />

se reunirá al hijo con la madre y durante<br />

breve tiempo, para separarlos nuevamente<br />

así que aquél se haya hartado de<br />

mamar. Mediante ese régimen no se fatiga<br />

inútilmente á la madre, y se prepara con antelación<br />

el destete, aumentando progresivamente<br />

la cantidad de alimentos que se faciliten<br />

á los animales jóvenes, yreduciendo proporcionalmente<br />

el período durante el cual<br />

hayan de estar en compañía de las madres.<br />

Cuando éstas ofrecen buenas condiciones<br />

para criar, sus mamas se llenan á veces de<br />

una cantidad de leche mayor de la que puede<br />

consumir el hijuelo, ocurriendo entonces el<br />

hecho de que la leche se derrame por sí sola,<br />

si bien casi siempre permanece retenida en las<br />

mamas, en cuyo caso distiende las paredes<br />

excesivamente y causa sufrimientos á la hembra.<br />

La única manera de remediar ese accidente<br />

se reduce á ordeñar á la madre cuando<br />

se produzca ese hecho.<br />

Respecto de la duración de la lactancia, la<br />

única regla general que puede formularse es<br />

la de que se prosiga hasta que se desarrollen<br />

completamente los dientes caducos ó de leche<br />

en los animales jóvenes. Mientras no hayan<br />

aparecido todos ellos, el destete será prematuro,<br />

porque entonces no se hallan todavía


AMA — 181 — AMA<br />

suficientemente desarrollados los órganos digestivos,<br />

y el animal no puede sustentarse<br />

con una alimentación vegetal exclusivamente.<br />

Partiendo de esa base, resulta que la lactancia<br />

debe durar de seis á ocho meses para los potros;<br />

de cuatro á cinco para las reses vacunas;<br />

de cuatro á cuatro y medio para las lanares;<br />

de seis semanas á dos meses para los cerdos,<br />

y períodos iguales para la raza canina. El destete<br />

se ha de hacer siempre poco á poco y<br />

progresivamente, de manera que el animal<br />

se vaya habituando á cambiar el régimen cuya<br />

base es la leche, por el característico de los<br />

animales adultos.<br />

Tampoco debe incurrirse en la exageración<br />

de alimentar mal á las crías por obtener lucro<br />

mediante la venta de la leche, porque en<br />

ese caso no se robustecerán y perfeccionarán<br />

Jli<br />

Figura 93—Biberón para animales<br />

nunca las reses. Sabido es que la mayoría de<br />

las crías que dan las vacas y ovejas se envían<br />

inmediatamente al matadero en los puntos<br />

que se hallan próximos á un gran centro de<br />

consumo. Pues bien; á pesar de eso, en lugar<br />

de corresponder dos madres á cada ternera,<br />

por ejemplo, como tal vez imaginará alguno<br />

por desconocer las prácticas que los ganaderos<br />

siguen, éstos, á trueque de obtener mayor<br />

cantidad de leche ó de manteca, cercenan todavía<br />

la ración á las terneras, y destinan á la<br />

industria las siete octavas partes de la leche<br />

que da cada hembra.<br />

En vista de tales prácticas, y teniendo en<br />

cuenta que muchas veces la secreción láctea<br />

de las madres es mala ó insuficiente para alimentar<br />

á las crías, se ha planteado la cuestión<br />

de si convendría ó no dar á beber la leche<br />

á los animales en una cubeta ó herrada.<br />

En favor de este procedimiento se alega que,<br />

gracias á él, el animal joven se habitúa fácil<br />

y progresivamente á prescindir de la leche; se<br />

ha de contentar con leche de inferior calidad,<br />

y consume leche desnatada, si bien á condición<br />

de completar el alimento con otros sólidos;<br />

de suerte que el momento del destete<br />

pasa desapercibido, y la cría no pierde peso y<br />

no desmejora, cual ocurre en los casos ordinarios.<br />

Por otra parte, y máxime si la hembra<br />

se halla acostumbrada á que la ordeñen, y<br />

aun ha llegado á experimentar una sensación<br />

agradable al ser extraída su leche á mano, la<br />

madre no se resistirá á ser ordeñada después<br />

del destete, ni se negará á tomar alimentos,<br />

cual en algunos casos se observa, ó no contraerá<br />

afecciones que la impidan nutrirse bien.<br />

Si se desea cebar animales de leche, el sistema<br />

de obligarlos á que beban la leche en<br />

una vasija puede ofrecer la ventaja de permitir<br />

al ganadero regular la<br />

cantidad y calidad del alimento,<br />

según el estado en<br />

que se hallen los animales y<br />

el objeto que se proponga<br />

alcanzar. Empero nunca deberá<br />

recomendarse uno ú<br />

otro método de una manera<br />

absoluta; si las vacas, ovejas,<br />

etc., son lecheras, habrá<br />

ventaja innegable en dar la<br />

leche á los animales en cubos<br />

ó herradas para que la<br />

beban; pero en caso contrario<br />

, y máxime cuando la raza<br />

sea de mediana calidad,<br />

será preferible que las crías<br />

mamen la leche de sus madres,<br />

aparte de que las repetidas<br />

succiones despiertan<br />

siempre la actividad de las<br />

mamas, y el animal joven<br />

tendrá á su disposición mayor<br />

cantidad de líquido que<br />

en el caso de ser obtenido<br />

éste ordeñando.<br />

Para amamantar artificialmente<br />

á los corderos, M. Dutertre, director<br />

de la Escuela nacional francesa de agricultura<br />

establecida en Grignon, ha imaginado un<br />

biberón muy sencillo, y que se viene utilizando<br />

hace años con éxito. Ese biberón, representado<br />

en la figura 93, hállase formado por<br />

una caja de madera que mide 1,20 metros de<br />

longitud y 0,30 de anchura en su parte superior,<br />

por 0,35 de altura, y que se suspende á<br />

la conveniente elevación por medio de palomillas<br />

ó patas de hierro. La parte anterior,<br />

inclinada hacia la base de la caja, dentro de<br />

la cual se acomoda otra de hoja de lata, cuyo<br />

fondo se halla redondeado, lleva cinco aberturas.<br />

La caja interior, provista de una abertura<br />

y la puerta correspondiente para verter la<br />

leche, lleva también cinco orificios, correspondientes<br />

á los de la caja exterior; orificios<br />

á los cuales se adaptan cinco pequeños tubos<br />

de hoja de lata, como se ve en la figura, que<br />

descienden hasta el fondo del depósito. En la


AMA — 182 — AMA<br />

extremidad exterior de esos tubos se fijan<br />

pezones de caucho, que facilitan á los corderos<br />

la succión de la leche; además, la extremidad<br />

de esos tubos se halla rodeada de un<br />

pequeño cojín de cuero, para que los corderos<br />

no se hieran golpeando con la cabeza.<br />

Desde que los corderos son sometidos á ese<br />

régimen, se les lacta cuatro veces al día<br />

hasta pasadas algunas semanas; más tarde<br />

tres, y se les desteta así que cumplen tres meses<br />

y medio, comenzando por darles á beber<br />

leche dos veces al día primero y una sola después<br />

, de manera que cesen de tomar leche á<br />

los cuatro meses justos. Conviene someter los<br />

corderos al régimen del biberón á las veinticuatro<br />

horas de nacer, porque de esa manera<br />

aprovecha las cualidades purgantes de la primera<br />

leche de su madre que, como es sabido,<br />

tiene por efecto útil expulsar del intestino del<br />

cordero las materias acumuladas durante su<br />

vida fetal, y puesto al biberón el animalito<br />

se habitúa fácilmente á ese nuevo género de<br />

alimentación. Naturalmente, no teniendo el<br />

aparato más de cinco chupadores, habrá de<br />

instalarse en un recinto separado del local en<br />

que se recluyan los corderos, y éstos habrán<br />

de entrar de cinco en cinco en aquél; también<br />

convendrá hacer que pasen los corderos<br />

á un tercer local así que hayan bebido,<br />

para evitar confusiones. En Grignón se emplea<br />

leche de vacas recién ordeñada para<br />

amamantar los corderos. El biberón se habrá<br />

de mantener constantemente limpio, fregándole<br />

siempre con agua caliente.<br />

AMANDINA (Química).—Así se llama<br />

el fermento especial que existe en las almendras<br />

amargas y en las dulces, y que provoca<br />

la descomposición de la amigdalina. Es sinónimo<br />

de emulsina y sinaptasa.<br />

AMANDINA.—En perfumería se emplea<br />

ese nombre para designar un preparado, uno<br />

de cuyos principales ingredientes es el aceite<br />

de almendras ; se usa para dar morbidez á la<br />

piel de las mauos y del rostro. Prepárase del<br />

modo siguiente: En un mortero de piedra se<br />

mezclan 60 gramos de goma arábiga en polvo<br />

fino con 185 gramos de miel blanca y de aroma<br />

agradable. Se trituran durante mucho tiempo,<br />

y cuando la masa se ponga homogénea, se agregarán<br />

90 gramos de jabón con base de potasa,<br />

blanco, que no tenga mal olor y sea completamente<br />

neutro, ó al menos no contenga exceso<br />

de álcali. Efectuada la mezcla, se incorpora<br />

paulatinamente un kilogramo de aceite de almendras<br />

dulces, fresco y bien preparado, y sin<br />

interrumpir la trituración se agregan después<br />

cinco yemas de huevo, completamente desprovistas<br />

de clara. De esa manera se obtendrá<br />

una masa de consistencia muy suave, que se<br />

reblandece un poco agregándola un liquido<br />

preparado de esta suerte: tómanse 200 gramos<br />

de agua de rosas, y 30 ó 40 pistachos bien<br />

mondados y recientes; se parten y se baten<br />

en un mortero, para diluirlos después en agua,<br />

á fin de obtener una emulsión que se colará<br />

por una tela tupida. Esa emulsión colora la<br />

pasta ligeramente de verde, y se puede aumentar<br />

ese color con 5 gramos de aceite de olivas,<br />

que se habrá puesto á cocer con espinacas<br />

hasta que desaparezca el agua de vegetación.<br />

Por último, se aromatiza la pasta agregando<br />

1 ó 2 gramos de esencia de almendras amargas<br />

ó cualquier otro aroma por cada 500 gramos<br />

de pasta.<br />

Para hacer uso de la amandina se disuelve<br />

una pequeña cantidad, una bolita del tamaño<br />

de una avellana, en un poco de agua tibia, y<br />

muy luego se formará un líquido de aspecto<br />

lactiginoso y de olor agradable; se bañan con<br />

él la cara y las mano§, que se lavarán después<br />

con un poco de agua, á fin de que desaparezca<br />

tan sólo el exceso de amandina que haya quedado<br />

adherido. Dicho se está que han de enjugarse<br />

con mucho cuidado las manos y el rostro<br />

mientras se hallen humedecidos; el agua del<br />

lavado resultará un poco lactiginosa. La pequeña<br />

cantidad de amandina que de esa suerte<br />

queda adherida á la piel, bastará para preservar<br />

á ésta de las impresiones demasiado<br />

vivas del aire ambiente. Es de advertir que<br />

la harina de habas ó la de almendras desleída<br />

en un poco de agua produce el mismo<br />

efecto que la amandina, la cual es sumamente<br />

costosa; pero se da á ésta la preferencia en los<br />

tocadores de lujo, porque siendo mayor su<br />

precio, se supone que es preferible, además<br />

de que la amandina no ofrece el inconveniente<br />

de las harinas, las cuales contienen granos<br />

sólidos y causan alguna ligera incomodidad.<br />

No es necesario advertir que la amandina solamente<br />

habrá de emplearse después de lavadas<br />

las manos y la cara en la forma usual, con<br />

agua y jabón.<br />

AMÁNITA (Botánica).—Nombre de un<br />

grupo de hongos del género Agárico; algunos<br />

botánicos han hecho de las amanitas un género<br />

especial. (V. Hongos.)<br />

AMANITINA. — Substancia deletérea,<br />

principio venenoso del Agaricus muscariiis y<br />

del Agaricus bulbosus, y probablemente de la<br />

mayor parte de los hongos venenosos; es un<br />

narcótico muy violento en pequeñas dosis. La<br />

amanitina es un líquido obscuro, muy soluble<br />

en el agua, en el alcohol y en el éter; tiene<br />

un olor repugnante, y se volatiliza sin descomponerse.<br />

Se la obtiene sometiendo los agáricos<br />

á la presión, haciendo hervir el líquido<br />

obtenido y tratándole en seguida por el tanino.<br />

El tanato formado se descompone á su<br />

vez por la cal, y el líquido que resulta se purifica<br />

con una mezcla de alcohol y de éter.<br />

AMANO A (Botánica).—Arboles ó arbustos<br />

, algunas veces trepadores, de la familia<br />

de las euforbiáceas, de hojas alternas, y<br />

flores pequeñas y agrupadas. Habitan las regiones<br />

cálidas del antiguo y nuevo Continente;<br />

los botánicos describen varias especies.<br />

La madera de esos árboles es muy dura.<br />

AMANSAR.—Hacer manso á un animal,<br />

domesticarle. (V. Adiestrar, Doma y Domesticación.)<br />

AMAPOLA (Papaver rhaias de L., P. erra-


AMA — 183 — AMA<br />

ticvm de T.).—Esta planta, que tanto abunda<br />

en nuestro país y que tan perjudicial es á<br />

veces para los sembrados, no exige, por nuestra<br />

parte, una descripción minuciosa, por lo<br />

mismo que nos hemos ocupado de ella con la<br />

Figura 94.—Amapola<br />

denominación ababol, y realmente es innecesaria<br />

para darla á conocer. Como todos saben,<br />

es una hierba ruda (figura 94), erizada de<br />

pelos rígidos y denticulados; la<br />

raíz es delgada, casi sentada y<br />

fibrosa; el tallo de 3 á 6 decímetros<br />

de altura, ramoso y recto;<br />

las hojas alternas y ordinariamente<br />

penatipartidas, con lóbulos<br />

oblongos, lanceolados,<br />

agudos y con dientes terminados<br />

en una seda. Las flores, que se<br />

abren en Junio y Julio, rojas,<br />

grandes, con largos pedúnculos<br />

Figura 95<br />

Cáliz<br />

de amapola<br />

terminales y rectos, provistos<br />

de pelos; el cáliz (figura 95) caduco<br />

con dos sépalos cubiertos<br />

de pelos, y cóncavos; la corola (figura 94)<br />

de cuatro pétalos anchos, suborbiculares,<br />

manchados de negro en la base; los estambres<br />

numerosos, con anteras oblongas y negruzcas;<br />

el ovario (figura 96) supero, sencillo y lampiño;<br />

los estigmas en número de ocho á diez,<br />

sobre un disco lobulado. El fruto (cápsula)<br />

subglobuloso, redondeado en la base, tiene un<br />

receptáculo en el cual se hallan separadas<br />

por medio de tabiques las numerosas semillas<br />

reniformes (figura 97).<br />

Parte que se usa.—Los pétalos, que tienen<br />

un olor fuerte y desagradable, y sabor amargo<br />

y viroso.<br />

Recolección y conservación.—Se recogen las<br />

amapolas durante todo el estío; se las seca rápidamente<br />

y con precaución en un<br />

granero bien caliente .ó en una estufa,<br />

después de haberlas extendido<br />

sobre papel, cuidando de no ajarlas<br />

y removiéndolas de vez en cuando<br />

para impedir que se conglomeren.<br />

Si la operación se ejecuta bien, no<br />

se ennegrecen, y después de acribarlas<br />

para separar de ellas los estambres<br />

y los huevos de insectos,<br />

se las encerrará, cuando todavía<br />

estén calientes, en sacos, donde se<br />

Figura 96 las apretará enérgicamente. Han<br />

Ovario de depositarse en un sitio que esté<br />

de amapola bien seco.<br />

Dosis farmacéuticas.—-Los pétalos de la<br />

amapola se administran: 1.°, en infusión de 5<br />

por 1.000; 2.°, en tintura, de 1 á 2 gramos;<br />

3.°, en jarabe, de 10 á 30 gramos.<br />

Con la flor de malva y<br />

el tusílago forma parte de<br />

las especies béquicas. Los<br />

Figura 97<br />

pétalos son ligeramente calmantes<br />

y diaforéticos; se<br />

emplean contra los catarros<br />

pulmonares, la coqueluche,<br />

las anginas y las fiebres<br />

Fruto de amapola<br />

eruptivas. Se les atribuyen<br />

efectos ligeramente narcóticos, debidos á la pequeñísima<br />

cantidad de morfina que contienen.<br />

De las amapolas cultivadas en los jardines<br />

hemos hablado ya, al examinar las diferentes<br />

especies de adormidera.<br />

AMAR ACÓ (Botánica). — Granero de<br />

plantas originarias de Grecia, de la familia de<br />

las labiadas. Se conocen dos especies. El Amaracus<br />

lomentosus ó díctamo de Creta ha gozado<br />

de gran reputación en la antigüedad como<br />

planta aromática; sus propiedades son análogas<br />

á las de la salvia y del romero.<br />

AMARANTÁCEAS (Botánica) .—Llámase<br />

así una familia de las dicotiledóneas, que<br />

tiene mucha afinidad con la familia de las<br />

quenopódeas y polipóneas. Se compone de especies<br />

herbáceas y anuales, ó vivaces y leñosas<br />

, predominando las primeras; sólo un<br />

pequeño número de especies son verdaderos<br />

arboles. Se hallan diseminadas esas plantas,<br />

formando tribus, por todos los parajes cálidos<br />

de la tierra. Aun cuando abundan especialmente<br />

en las regiones tropicales, algunas penetran<br />

hasta la zona templada septentrional, y viven<br />

hasta en comarcas europeas situadas bajo el<br />

paralelo 50, y á las cuales han debido ser importadas<br />

desde Asia y África, acompañando<br />

á los cereales en las edades más remotas, porque<br />

es de advertir que en nuestras regiones<br />

sólo se encuentran en los terrenos cultivados,


AMA — 184 — AMA<br />

cual ocurre con otras muchas plantas, al parecer<br />

también de origen exótico.<br />

Las hojas de las amarantáceas son siempre<br />

sencillas y casi siempre enteras, opuestas ó<br />

alternas, sésiles ó pecioladas, y desprovistas<br />

de estípulas. Las flores, por lo general pequeñas<br />

y sésiles, se hallan reunidas en mayor ó<br />

menor número, y forman variadas inflorescencias,<br />

unas veces terminales, otras axilares, y<br />

en ocasiones de una desmesurada magnitud,<br />

como se ve en el amaranto cresta de gallo. Se<br />

hallan circundadas de brácteas casi siempre<br />

en número de tres, y exteriormente se componen<br />

de un perigouio de la misma consistencia<br />

, con tres, cuatro ó cinco divisiones más<br />

ó menos soldadas entre sí, muy á menudo coloreadas<br />

, y que se han considerado como cáliz<br />

por unos y como corola por otros. Los estambres<br />

están libres ó soldados en una especie de<br />

tubo, é insertos en el fondo del perigonio,<br />

siendo del mismo número que las piezas que<br />

le componen, y á las cuales se hallan opuestos.<br />

Muy á menudo alterna con igual número<br />

de estambres estériles de diferentes formas.<br />

El ovario es libre y aparece en el centro de la<br />

flor; se halla compuesto de una sola cárpela, y<br />

destaca sobre él un estilo sencillo, cuyo estigma<br />

está frecuentemente dividido. Ese ovario<br />

contiene uno ó varios óvulos, y en la mayoría<br />

de las especies se transforma en un utrículo<br />

membranoso, monospermo ó polispermo, que<br />

se abre de diferentes maneras, convirtiéndose<br />

rara vez en cariopside ó baya. El grano contiene<br />

un perispermo harinoso más ó menos<br />

abundante.<br />

A pesar de ser realmente pocas las virtudes<br />

que las amarantáceas tienen, son empleadas<br />

por la medicina popular en América y Asia.<br />

Los labradores del Mediodía de Europa.suelen<br />

consumir á guisa de espinacas las hojas<br />

del Amaranlus blitum y de algunas otras especies<br />

análogas á ésta. También ocurre lo mismo<br />

en la India y la China, donde se cultivan ciertas<br />

especies de grana más gruesa y harinosa<br />

en calidad de cereales. Entre nosotros, las<br />

amarantáceas no tienen otro mérito que el de<br />

proporcionar algunas plantas de adorno, las<br />

principales de las cuales pertenecen á los géneros<br />

Amaranlus, Celosía y Gomphrena, y son<br />

notables por lo vivo de los colores ó por sus<br />

inflorescencias unas, y otras por la persistencia<br />

de sus flores, casi tan brillantes y tan duraderas<br />

como las inmortales.<br />

AMARANTINAS (Gomphrena).—El<br />

nombre de estas plantas indica ya su parentesco<br />

con la cresta de gallo y los amarantos,<br />

de los que no se diferencian más que por la<br />

forma de su inflorescencia. La belleza de las<br />

amaran tinas no la constituye la corola, que<br />

falta completamente, sino las brácteas secas y<br />

escamosas que rodean el cáliz, y que por su<br />

duración coloca el vulgo entre las siemprevivas.<br />

Los capítulos florales de esta planta son<br />

buscados para confeccionar ramilletes, no sólo<br />

por su bonito color, sino también por su duración<br />

casi indefinida. Cortadas y desecadas las<br />

flores á la sombra, conservan su color, y son k<br />

propósito para guarnecer y decorar vasos y<br />

muebles de salón. Este género abunda bastante<br />

en especies, siendo las más conocidas la amarantina<br />

globulosa ó amaranlina violeta, que se<br />

dice procede de la India; la amaranlina encarnada<br />

de Méjico, un poco más alta que la precedente,<br />

y como ella anual, con las brácteas de<br />

un encarnado escarlata y flores amarillas; la<br />

amaranlina de Sellow, originaria de Montevideo<br />

, con capítulos globulosos de color rosa de<br />

carmín. A estas especies se podría añadir la<br />

amaranlina oficinal, muy poco conocida todavía<br />

de los jardineros. Todas las amarantinas<br />

sirven de diversas maneras para decorar las<br />

platabandas, ya sea en macizos, ó en pequeños<br />

grupos, ó bien en pies aislados. Les gusta la<br />

exposición cálida y tierras sueltas preparadas<br />

con mantillo. La siembra tiene lugar en Marzo<br />

y Abril, en cama caliente en el N., y se<br />

transplanta cuando no sean de temer las heladas.<br />

Haciendo la siembra cada quince días, se<br />

puede obtener una floración continua de amarantinas<br />

desde Junio hasta los primeros hielos.<br />

AMARANTO (Jardinería ).— Los antiguos,<br />

por haber consagrado el amaranto á los.<br />

muertos, lo plantaban alrededor de las tumbas.<br />

Son plantas de la familia de las amarantáceas,<br />

que comprenden gran número de especies<br />

, siendo una de las más interesantes el<br />

amaranto conocido con el nombre de cresta de<br />

gallo (A. cristalus, Celosía cristala), planta<br />

anual de la India, con el tallo de 50 á 60<br />

centímetros; hojas alternas, ovales ó lanceoladas,<br />

de un color verde tierno ; flores numerosas,<br />

pequeñas é insignificantes tomadas<br />

aisladamente, pero la inflorescencia se halla<br />

formada por la agrupación de millares de<br />

dichas flores, que simulan en conjunto una<br />

masa de color amaranto, dispuesta en forma<br />

de cresta de gallo. Los matices ordinariamente<br />

muy vivos y como metálicos, y los reflejos<br />

aterciopelados de dicha inflorescencia monstruosa,<br />

dan un gran valor á esta planta. Se<br />

cultivan también en macetas ó jardineras para<br />

adorno de los balcones y habitaciones, ó para<br />

decorar un jardín. Se la multiplica por grana,<br />

que se siembra en vivero, y se transplanta<br />

en pequeños vasos, que más tarde se colocan<br />

en su sitio definitivo. Existen muchas variedades<br />

de crestas de gallo, unas con flores amarillas<br />

, otras róseas, pero su mayor estima no<br />

consiste tanto en el color como en su respectiva<br />

altura, porque generalmente se aprecian<br />

más las clases enanas, que producen algunas<br />

veces una inflorescencia que mide hasta 30 y<br />

35 centímetros sobre una altura del suelo apenas<br />

de 25 centímetros. Esta clase debe reservarse<br />

especialmente para el cultivo en macetas.<br />

A las crestas de gallo se les debe procurar<br />

una tierra ligera arenosa, porque en un<br />

terreno muy abonado los tallos se elevan orgullosos<br />

y pierden parte de su mérito, que es<br />

el de permanecer enanos.<br />

Amaranto moco de pavo, disciplina de monjas<br />

ó cola de zorra con que la designan los


AMA — 185 — AMA<br />

franceses (A. caudatus), es una grande especie<br />

de la India, de hojas y tallos rojo carmíneo<br />

obscuro, y cuyas largas espigas de color amaranto<br />

se doblan con su propio peso. Es una<br />

planta anual y rústica que á causa de su tallo,<br />

del matiz poco común de su follaje y del<br />

desarrollo de su inflorescencia es propia para<br />

ser vista de lejos, por lo que conviene más<br />

especialmente para la decoración de los grandes<br />

jardines que de los parterres propiamente<br />

dichos. Requiere una tierra substanciosa, suelta<br />

y fresca, con riegos frecuentes en verano.<br />

Se siembra de asiento ó en vivero por Abril,<br />

y se transplauta en Mayo. Como es una planta<br />

tanto más hermosa cnanto más ramificada<br />

y vigorosa crece, se procurará darle mucho<br />

espacio para que circule bien el aire, y sobre<br />

todo mucho abono en los pies que se desee adquieran<br />

gran desarrollo. De esta clase existe<br />

una variedad de flores amarillas, que lo mismo<br />

que la anterior, adquiere todo su desarrollo<br />

y está en su mayor belleza desde Julio á<br />

Septiembre, y requiere idéntico cultivo y atenciones.<br />

Amaranto sanguíneo ó de hojas encarnadas<br />

(A. sanguineiis).— Tallo un poco carnoso,<br />

lavado ó estriado de púrpura; hojas ovales ó<br />

lanceoladas, agudas, de un color rojo sanguíneo<br />

; flores purpúreas, en espigas prolongadas.<br />

La floración, el cultivo, empleo y multiplicación<br />

igual que el anterior.<br />

Amaranto elegante gigantesco ó piramidal<br />

(A. speciosus).—Planta anua, oriunda de 3STepaul,<br />

de tallos que adquieren la altura de cerca<br />

de 2 metros, y cuyas hojas lanceoladas ó<br />

elípticas son de un color rojo de carmín más ó<br />

menos vivo. Se hace notable por su inflorescencia,<br />

que es grande, en forma de pirámide,<br />

y de un hermoso color de púrpura. Florece<br />

de Julio á Septiembre, y conviene para la ornamentación<br />

de las platabandas, produciendo<br />

también muy buen efecto esparcidas entre los<br />

macizos de arbustos recién plantados y sembrados<br />

claros, ó bien aislados ó en grupos<br />

sobre los céspedes.<br />

Amaranto de dos colores ó melancólico<br />

(A. melancolicus bicolor).—Procede de la<br />

Isla de Ceilán, y tiene los tallos de un metro<br />

de altura, con las hojas ovales ú oblongo lanceoladas,<br />

de un rojo sanguíneo. El amaranto<br />

melancólico y sus notables variedades son<br />

muy convenientes para las platabandas, para<br />

los canastillos y macizos. Reunidas en pequeños<br />

grupos, producen buen efecto en los céspedes<br />

y en los jardines modernos, presentándose<br />

su follaje en toda su belleza por los meses<br />

de Julio á Septiembre y hasta Octubre si<br />

el tiempo es favorable. Esta clase es más delicada<br />

que las anteriores, siendo tanto más<br />

vistosa en cuanto se plante en un suelo ligero<br />

y cálido. Se siembra por Marzo ó Abril en<br />

cama caliente, ó de asiento, según sea la estación;<br />

se replanta en vivero en el primer caso,<br />

y se pone el plantel en su sitio cuando ha adquirido<br />

suficiente desarrollo.<br />

Amaranto tricolor ó ala de loro (A. trico­<br />

lor).—Planta procedente de China, con los<br />

tallos de 70 á 80 centímetros de altura, y cuya<br />

belleza reside en el follaje, que tiene en su<br />

centro una ancha mancha amarilla, circuida<br />

de púrpura y de verde; algunas veces los colores<br />

se reducen á dos: el amarillo y el verde,<br />

ó el encarnado y el amarillo.<br />

Se cultivan muchas otras especies de amarantos<br />

intermedios por la forma y la belleza<br />

entre los amarantos cola de zorra, gigantesco,<br />

sanguíneo y melancólico, como son, entre<br />

otros, los A. lividus, altissimus, paniculalus,<br />

etc.; pero estas especies ó variedades son<br />

poco constantes y menos vistosas que las que<br />

hemos descrito, por cuya razón consideramos<br />

inútil mencionarlas.<br />

AMARGAZA.—(V. Matricaria.)<br />

AMARGO.—Dícese de las substancias que<br />

causan en el paladar la sensación especial de<br />

amargor; así se habla de líquidos amargos, de<br />

frutas amargas, etc. En medicina veterinaria<br />

se llaman amargas las substancias medicamentosas<br />

de origen vegetal que tienen sabor amargo.<br />

Son tónicas, digestivas y febrífugas. El<br />

principio amargo es unas veces sencillo, cual<br />

ocurre en la genciana, en la achicoria y en la<br />

cuasia, y otras veces compuesto, es decir, que<br />

se asocia con un aroma, cual ocurre en la<br />

manzanilla y en el ajenjo. Los principales<br />

amargos de uso más común en veterinaria<br />

son los mencionados, y además la artemisa,<br />

la asafétida, énula campana, cariofilata, cascarilla,<br />

centaura menor, cardo santo, colombo,<br />

hojas de naranjo, gálbano, hiedra terrestre,<br />

lúpulo, hisopo, liquen de Islandia, trébol<br />

acuático, quina, ruibarbo, sapageno, saponaria,<br />

salvia, escabiosa, simaruba, tanaceto y<br />

otros.<br />

Los amargos acres, que, como la estricnina,<br />

son venenos violentos, no deben colocarse<br />

eutre los medicamentos de que tratamos. Los<br />

forrajes contienen muchas veces algunas plantas<br />

amargas, cuya presencia -es sumamente<br />

ventajosa, porque obran como estimulantes;<br />

tales son el ajenjo, la centaura, la achicoria<br />

y otras.<br />

AMARILIDEAS (Botánica).— Constituyen<br />

éstas una familia de plantas monocotiledóneas,<br />

que habitan en Europa y en la zona<br />

tórrida, en el antiguo mundo y en el nuevo,<br />

y son vivaces, bulbosas ordinariamente, con<br />

tallos floríferos, desnudos unas veces, provistos<br />

de brácteas otras, y con hojas más ó menos<br />

reducidas. Las hojas, radicales casi siempre,<br />

son sencillas, prolongadas, enteras, y son muy<br />

raras veces espinosas por los bordes. Las flores<br />

son hermafroditas, regulares ó irregulares<br />

, solitarias ó reunidas en umbelas en la cima<br />

del tallo común, á veces en panículas, y<br />

generalmente rodeadas antes de su completo<br />

desarrollo por una ó varias brácteas en forma<br />

de espata.<br />

El perigonio es petalóideo, coloreado, frecuentemente<br />

infundibuliforme, y compuesto<br />

de seis piezas más ó menos soldadas, de las<br />

cuales las tres interiores son por lo general


AMA — 186 — AMA<br />

más petalóideas que las exteriores. Los estambres,<br />

casi siempre en número de seis, y sólo<br />

rarísima vez más numerosos, se hallan opuestos<br />

al perigonio, y se insertan en la base de<br />

éste, y exteriormente en un disco apigino que<br />

rodea la base del estilo. El ovario consta de<br />

tres celdas, que contienen un gran número de<br />

óvulos adheridos á las placentas centrales. El<br />

estilo es largo, sencillo , encorvado de diferentes<br />

maneras y terminado por un estigma indiviso.<br />

En la mayoría de los casos el fruto es<br />

un cápsula trilocular, polisperma y que se<br />

abre generalmente por rotura longitudinal de<br />

las celdas, si bien en ocasiones es también<br />

unilocular ó monosperma por aborto. Los granos<br />

contienen un perispermo carnoso, en medio<br />

del cual se halla encajado el embrión.<br />

Esa familia de plantas ha sido dividida por<br />

casi todos los naturalistas en dos grandes tribus,<br />

las mnarilíaleas y las narcíseas, alas cuales<br />

ha asimilado Endlicher, á título de subfamilia,<br />

las agáveas, formada por dos géneros<br />

solamente, el género agave y elfurcrcea, que<br />

contienen una multitud de plantas muy buscadas<br />

para adorno, bastando citar aquí los<br />

géneros Amaryllis, Hcemantus, C'rimim, Pancralium,<br />

Alsirameria y Dorianílies.<br />

AMAEO.—(V. Salvia sclarea.)<br />

AMARRA.— Correa que va desde la muserola<br />

al pretal, y se pone á algunos caballos<br />

para que no levanten la cabeza. (V. Oamarra.J<br />

AMARRE.—Con este nombre, y también<br />

con el de amarro, se designa en zootecnia una<br />

operación que consiste en sujetar al pesebre,<br />

por vez primera, uno ó más animales.<br />

Aunque en diversos períodos de su vida<br />

sometemos á dicha operación todos ó la mayor<br />

parte de los domésticos que han de ser<br />

explotados como máquinas, j 7 a de trabajo,<br />

ora de producción, y algunos otros no comprendidos<br />

en estas categorías, la palabra amarre<br />

se aplica más principalmente á la sujeción<br />

del ganado caballar, y mejor todavía de los<br />

potros cerriles.<br />

Esta operación, sencilla en la apariencia,<br />

exige muchas precauciones, espíritu de observación<br />

é inteligencia por parte del personal<br />

encargado de llevarla á cabo. Para comprenderlo<br />

así, séannos permitidas algunas consideraciones<br />

que han de evidenciar la necesidad<br />

de las precauciones y cuidados con que debe<br />

procederse al amarre del caballo, y que con<br />

ligeras variantes pueden los ganaderos hacer<br />

extensivas á las demás especies.<br />

El organismo de un potro criado por el sistema<br />

de pastoreo está identificado por su alzada,<br />

sus anchuras, temperamento y demás<br />

cualidades orgánicas, físicas y dinámicas, y<br />

también por sus necesidades, con el género<br />

de vida y con las condiciones particulares de<br />

la localidad en que ha crecido; es, pues, la<br />

expresión genuina ó el resultado de la acción<br />

combinada de los agentes naturales que imperan<br />

en dicha localidad y que tienen encadenada<br />

su existencia.<br />

Llegada la época del amarre, cesan para él<br />

las condiciones biológicas con que estaba familiarizado,<br />

y empiezan otras nuevas que<br />

obran en diferente sentido. Este cambio radical<br />

en las expresadas condiciones acarrea fatalmente<br />

otro más ó menos profundo, no sólo<br />

en los órganos y aparatos, sino también en el<br />

modo y actividad con que cada uno funciona;<br />

dicho cambio es absolutamente indispensable<br />

para que la vida continúe; de otra manera, el<br />

individuo sucumbiría por no poder plegarse á<br />

las nuevas condiciones de existencia. Para<br />

mayor claridad añadiremos que desde el momento<br />

en que empieza el amarre se empeña<br />

una lucha entre el medio que obra y el potro<br />

que resiste, tanto más grande, tenaz y duradera<br />

cuanto más avanzada es la edad de éste,<br />

y de la cual puede salir vencedor ó vencido,<br />

como sucede en los casos de aclimatación, que<br />

como tal puede considerarse el asunto que nos<br />

ocupa, si no por su identidad, por su gran<br />

semejanza.<br />

En efecto; acostumbrado el potro desde su<br />

más tierna edad á la vida del campo; gozando<br />

de completa libertad en todos sus actos y movimientos;<br />

galopando á voluntad por terrenos<br />

llanos unas veces y por accidentados otras;<br />

saltando barrancos ó arroyuelos; relinchando<br />

alegremente cuando encuentra á su madre ó<br />

á sus compañeros; en una palabra, sometiendo<br />

su cuerpo todo á esa gimnasia funcional casi<br />

continua á que la juventud le incita y obliga;<br />

respirando el aire puro de la campiña, embalsamado<br />

en ocasiones muchas con excitantes y<br />

saludables aromas que despiden miles de odoríferas<br />

plantas; haciendo uso de una comida<br />

hábilmente dispuesta y condimentada por la<br />

mano liberal de la Naturaleza, de la que forman<br />

parte multitud de vegetales de distintas<br />

familias, complicando así su composición química<br />

y naciéndola propia para la satisfacción<br />

de todas sus necesidades; expuesto con frecuencia,<br />

si no siempre, á las intemperies, que<br />

le producen diversas impresiones y se oponen<br />

á la monotonía de la vida, y, por último, vivificado<br />

el animal por una luz intensísima<br />

cuyo esplendor nada empaña de ordinario en<br />

nuestra privilegiada nación, necesariamente<br />

el potro ha de experimentar y experimenta<br />

serias contrariedades, no sólo en el orden físico<br />

, sino también en el que podemos llamar<br />

moral, desde el momento en que por el amarre<br />

se le arranca de la vida semisalvaje para<br />

hacerle entrar en otra que, comparada con<br />

ella, ofrece verdadero contraste.<br />

Así, la tristeza que de • ciertos potros se<br />

apodera y que algunas veces alcanza los honores<br />

de la nostalgia; la desesperación y movimientos<br />

desordenados á que otros se entregan<br />

á causa de cuantos extraños objetos les<br />

rodean; la inapetencia que á muchos ocasionan<br />

la obscuridad y poca limpieza de las cuadras,<br />

la falta de ejercicio y la presencia de un<br />

alimento que por lo regular tiene poco de<br />

complicado y nada de excitante; la dificultad<br />

con que en todos se expelen las excreciones;


AMA — 187 — AMA<br />

el respirar un aire cuya pureza es por lo menos<br />

dudosa, mas los accidentes de todo género<br />

á que tales estados pueden dar lugar, son otras<br />

tantas causas que contribuyen á hacer tanto<br />

más laboriosa la operación de que se trata,<br />

cuanto más brusco es el cambio de régimen y<br />

de vida.<br />

De lo que precede se deduce que el amarre<br />

debe hacerse de una manera gradual y progresiva,<br />

no sólo en lo que concierne al materialismo<br />

de la sujeción, sino también á cuanto<br />

se comprende con el nombre de hábito,<br />

que, como se sabe, una vez contraído por el<br />

animal, engendra en él necesidades tan imperiosas<br />

y de tan imprescindible satisfacción<br />

como las innatas ó propias de la especie á que<br />

dicho animal pertenece.<br />

Por consiguiente, y sin perjuicio de las modificaciones<br />

de que el procedimiento que vamos<br />

á exponer es susceptible, y que confiamos<br />

al buen sentido de los experimentados<br />

ganaderos, diremos que lo primero que á ser<br />

posible debe hacerse, es acostumbrar á los<br />

animales á que permanezcan por cierto tiempo<br />

encerrados y sueltos en la cuadra destinada al<br />

objeto, sirviéndoles en el pesebre á que más<br />

tarde se les ha de sujetar, el mismo alimento<br />

que comían en el prado, y permitiéndoles<br />

volver á él alguna que otra vez durante los<br />

dos ó tres primeros días. Pasados éstos, se les<br />

coloca la cabezada sin ronzal y se les saca á<br />

paseo, ó bien se les permite salir al corral ó<br />

patio, que debe estar en comunicación con la<br />

cuadra.<br />

A fin de hacer menos violento este cambio<br />

de vida en los potros, conviene que por el<br />

pronto no sufra alteración alguna su régimen<br />

alimenticio, como no sea ofrecerles algunas<br />

golosinas, tales que pan, sal ó azúcar, que<br />

tanto contribuyen á suavizar su carácter, naturalmente<br />

salvaje.<br />

La duración de este segundo período debe<br />

ser próximamente igual á la del primero, y<br />

concluido, se les coloca dos ronzales pendientes<br />

de la cabezada, cada uno de los cuales pasa<br />

por la anilla que debe haber á ambos lados del<br />

pesebre, y lleva una bola de madera sujeta á<br />

su extremo libre, con lo que quedan doblemente<br />

asegurados, y se evita, por una parte que<br />

se enreden y se extrangulen ó encabestren, y<br />

por otra que maltraten al hombre ó á sus compañeros.<br />

Durante un tiempo prudencial no deben<br />

los potros estar amarrados más que por la<br />

noche, pasando el día de la manera que queda<br />

indicada, hasta que por fin se hace con<br />

ellos lo que con los ya acostumbrados.<br />

Teniendo en cuenta que dichos potros son<br />

sociables por naturaleza, y con el objeto de<br />

hacerles más llevadera su extraña y penosa<br />

situación, á falta de compañeros se les colocará<br />

al lado de otros animales de su misma<br />

especie ya domados, cuya presencia y cuyos<br />

actos pueden servir de lenitivo para los que<br />

sufren, y de ejemplo que convierta en émulos<br />

los inapetentes y los tercos.<br />

Aunque no creemos necesaria la recomendación<br />

, diremos, sin embargo, que el hombre,<br />

cuando haya de aproximarse á los animales,<br />

lo verifique con todo género de precauciones;<br />

pues si bien es cierto que los potros cerriles,<br />

por regla general, no saben cocear ni tienen<br />

malas intenciones, también lo es que algunos<br />

en su desesperación pueden enfurecerse y<br />

acometerle de un modo tan violento como<br />

inesperado.<br />

Una de las cosas acerca de la cual llamamos<br />

preferentemente la atención de los ganaderos<br />

es el cambio de régimen alimenticio á que por<br />

varios conceptos obliga la necesidad. Experimentos<br />

hechos con el fin de averiguar los efectos<br />

de los cambios bruscos, han demostrado<br />

constantemente que el alimento, nuevo, aunque<br />

sea más nutritivo, produce en los animales<br />

una disminución sensible de su peso, tardando<br />

muchos días en recobrar el inicial; este<br />

resultado, que en los adultos entraña grande<br />

importancia económica, supuesto que se pierden<br />

para el dueño todas las raciones consumidas<br />

en aquel interregno, ofrece un inconveniente<br />

mayor y más trascendental en los<br />

jóvenes, que, encontrándose en el período de<br />

formación orgánica, se suspende ésta, dejando<br />

aquéllos de crecer y ensanchar, y perdiendo<br />

de este modo un tiempo precioso, imposible de<br />

recuperar.<br />

Por estas razones, el cambio debe hacerse<br />

mezclando ó alternando el nuevo alimento<br />

con el antiguo, de tal manera que, á medida<br />

que aumenta la cantidad del primero, vaya<br />

disminuyendo la del segundo en la misma proporción<br />

, hasta realizar la sustitución completa.<br />

Invirtiendo eu ésta un período de diez á<br />

veinte días, se evitan, amén de los inconvenientes<br />

que dejamos apuntados, el peligro de<br />

que los animales enfermen, y la complicación<br />

ó entorpecimiento en el amarre á que dicha<br />

causa pudiera dar lugar.<br />

Otra de las cosas que también tiene grande<br />

importancia es la limpieza más esmerada posible<br />

en el individuo y en cuantos objetos estén<br />

con él relacionados; en efecto, si dicha<br />

limpieza es indispensable al animal en todas<br />

las épocas de su vida, nunca lo es tanto como<br />

en la de que nos estamos ocupando, y en la<br />

cual el cambio de las condiciones biológicas,<br />

por una nada feliz coincidencia, á la par que<br />

exige que la piel funcione con la mayor regularidad<br />

para subsanar en parte la deficiencia<br />

en la pureza del aire que forzosamente se ve<br />

aquél obligado á respirar, ha hecho que cese<br />

la acción de las lluvias y la de los vientos<br />

que, en unión con los saltos, sacudidas y demás<br />

movimientos ejecutados con una libertad<br />

de que ya se ve privado, contribuían á desembarazar<br />

el cuerpo de la inmundicia que le<br />

atormentaba.<br />

Las precauciones que exige la limpieza consisten<br />

sencillamente en no emplear en un<br />

principio más trastos que el conocido con el<br />

nombre de lúa; más tarde puede usarse la<br />

] bruza, y, por último, al cabo de algunos días


AMA — 188 — AMB<br />

la almohaza, cuyo roce produce una sensación<br />

que á veces es dolorosa, sobre todo en<br />

las articulaciones y demás puntos en que la<br />

piel está en contacto con los huesos; por cuya<br />

razón deben ser respetados, sustituyendo el<br />

instrumento con los otros y en ciertos casos<br />

por el agua.<br />

Para que desaparezca el contraste que existe<br />

entre la vida activa de los pastos y la sedentaria<br />

de las habitaciones, y que tanto perjudica<br />

á la salud y robustez del potro, es<br />

necesario someterle á un ejercicio cotidiano y<br />

moderado, precisamente al aire libre, adoptando<br />

las oportunas medidas para evitar los accidentes<br />

que de su fogosidad ó mal domado<br />

carácter pudieran resultar.<br />

Para concluir, fáltanos recomendar á las<br />

personas encargadas de cuidar y alimentar á<br />

los animales, que procuren alejar de estos,<br />

por cuantos medios estén á su alcance, toda<br />

causa que pueda producirles miedo, terror ó<br />

espanto, y al propio tiempo que los traten con<br />

la mayor solicitud y dulzura, colmándoles prudentemente<br />

de halagos y caricias, y ofreciéndoles,<br />

como ya se ha dicho, alguna de las<br />

substancias á que demuestren preferente afición.<br />

Procediendo de esta manera se consigue<br />

fácilmente infundir en los potros la necesaria<br />

confianza para que tranquilos y alegres gocen<br />

del bienestar que se les depara y de la<br />

salud que ha de dar cima á la trabajosa obra<br />

del amarre.<br />

A. Viúrrun.<br />

AMAUROSIS (Patología).—Voz compuesta<br />

de la partícula a, privativa, y del verbo<br />

griego mauroo, lucir. Denomínase vulgarmente<br />

gota serena. Es la disminución ó pérdida<br />

total de la vista, con inmovilidad constante<br />

del iris, sin lesión aparente en las partes componentes<br />

del globo del ojo. Parálisis del nervio<br />

óptico. La padecen todos los animales.<br />

Puede ser esencial ó simpática. Las causas de<br />

ese padecimiento pueden ser las contusiones,<br />

las enfermedades del cerebro ó de las partes<br />

que le rodean, la vejez y el vértigo abdominal.<br />

Se llama simple cuando se presenta en un<br />

ojo, y doble cuando ataca los dos.<br />

Los síntomas en la amaurosis doble son:<br />

ceguera completa, caracterizada por el movimiento<br />

de las orejas; el animal levanta mucho<br />

las manos al andar, ya vaya al paso, ó ya al<br />

trote. Cuando solamente es un ojo el afectado,<br />

inclina un poco la cabeza, y al examinar el órgano,<br />

que tiene la apariencia ordinaria, se ve<br />

la pupila dilatada, sin contraerse con la luz,<br />

y el fondo del ojo parece opalino y verdusco.<br />

En la amaurosis incompleta, los síntomas<br />

enunciados son menos perceptibles, y el diagnóstico<br />

difícil; suele suceder en este caso que,<br />

distinguiendo mal los objetos, se vuelve el<br />

animal receloso. En la amaurosis antigua el<br />

ojo es más pequeño.<br />

La curación de la gota serena es muy problemática;<br />

sin embargo, pueden ensayarse<br />

primero los medios antiflogísticos y revulsivos<br />

, y luego los excitantes, como las friccio­<br />

nes del linimento volátil sobre los párpados y<br />

alrededor del ojo, y los vejigatorios y sedales<br />

detrás de las orejas.<br />

ÁMBAR (Tecnología).—Empléase este<br />

término para nombrar dos substancias completamente<br />

diferentes, á saber: el ámbar gris,<br />

que exhala un olor muy penetrante, y que es,<br />

según se cree, una concreción formada en los<br />

intestinos de una especie de cachalote, y se<br />

encuentra en las costas de la India, y el ámbar<br />

amarillo, especie de resina fósil, que se encuentra<br />

en las arenas, las arcillas ó los lignitos<br />

de los terrenos terciarios superiores, que<br />

es sólida, dura y quebradiza, y se puede<br />

modelar con el torno y pulimentar hasta aparecer<br />

translúcida. El ámbar gris tiene la consistencia<br />

de la cera; se reblandece á una temperatura<br />

débil, y se emplea á veces como medicamento<br />

excitante y antiespasmódico. Los<br />

perfumistas lo pagan á subido precio por lo<br />

delicado del olor. El ámbar amarillo procede<br />

de un árbol parecido al abeto, y que era mucho<br />

más resinoso q\ie ninguna de las especies<br />

vivientes en la actualidad. (V. Succino.)<br />

ÁMBAR BLANCO—También se emplea<br />

la denominación de ámbar blanco para designar<br />

algunas variedades de la resina anime,<br />

que se usa para los barnices de copal, y que<br />

impropiamente se han calificado de gomas.<br />

Se obtiene esa resina de un árbol llamado<br />

Hymenwa courbaril, indígena de la América<br />

meridional. Se expende en pedazos gruesos, de<br />

fractura vitrea, color amarillo pálido, con la<br />

superficie manchada por un polvillo formado<br />

por el frotamiento de los trozos entre sí, cual<br />

se advierte, por punto general, en todas las<br />

substancias resinosas. Tiene sabor amargo, y<br />

es aromática gracias á una pequeña cantidad<br />

de aceite volátil que contiene. Se disuelve<br />

completamente en el alcohol hirviendo, y al<br />

enfriarse el líquido se deposita en cristales<br />

incoloros, pudiendo ser sublimada en ese estado<br />

sin que se descomponga. Se utiliza para<br />

la preparación de algunos medicamentos y<br />

barnices, y escasea bastante en el comercio.<br />

Se conocen otras dos clases: el ámbar blanco<br />

de Cayena, en lágrimas ovoideas, de consistencia<br />

blanda, translúcidas y blanquecinas en<br />

la superficie, vitreas, transparentes y casi incoloras<br />

en el interior, y muy parecidas á la<br />

resina anime, procedente de Oriente, á que antes<br />

nos hemos referido. El ámbar blanco del<br />

Brasil se expende en lágrimas más pequeñas,<br />

menos puras y regulares que las de Cayena;<br />

casi todas ellas se hallan cubiertas por una<br />

capa más ó menos gruesa de resina opaca y<br />

casi completamente soluble en el agua.<br />

AMB ARCILLO.—(V. Abelmosco.)<br />

AMBARINA—(V. Abelmosco.)<br />

AMBLADOR.— Caballo que tiene paso de<br />

andadura.<br />

AMBLADURA.—Paso de andadura en<br />

que el caballo muda al mismo tiempo los remos<br />

de un lado para marchar.<br />

AMBLAR.—Andar moviendo á un tiempo<br />

el pie y la mano de un mismo lado, como la


AME — 189 — AME<br />

girafa, el camello y el dromedario, en lugar<br />

de moverlos en cruz, como generalmente acontece<br />

en los cuadrúpedos. (V. Andadura.)<br />

AMBULANCIA.—Establecimiento provisional<br />

para cuidar heridos ó enfermos, que<br />

debe organizarse siempre que se reúne un<br />

número considerable de personas accidentalmente.<br />

Los agricultores que emprenden grandes<br />

trabajos de roturación, saneamiento y<br />

movimiento de tierras; los que empleen dinamita<br />

para arrancar árboles ó saltar rocas; los<br />

que empleen máquinas montadas apresuradamente<br />

ó se dediquen á perseguir animales nocivos,<br />

deben preparar ambulancias, es decir,<br />

vendajes, medicamentos ó instrumentos para<br />

hacer la primera cura de heridas, picaduras<br />

y envenenamientos por mordedura, ya que<br />

con tiempo se previene en ocasiones el desarrollo<br />

de graves peligros.<br />

AMBULANTE.—(V. Amblador.)<br />

AMELANCHIERO (Cornijuelo, Corrillo<br />

), Coruñe en Aragón, y Cataluña (Aroma,<br />

Pers.; Amelancliier, Medik.).—Género de<br />

plantas perteneciente á la familia de las rosáceas<br />

y tribu de las pomáceas, la cual comprende<br />

especies que se han referido sucesivamente"<br />

á los géneros Pyrns, Malus, Crattegus y Mespilus.<br />

Son arbustos ó arbolillos de hojas alternas,<br />

sencillas, dentadas en sierra y caducas; flores<br />

blancas, dispuestas en racimos paucifloros,<br />

con brácteas liueales-lanceoladas en la axila,<br />

caducas también. La corola es de cinco pétalos<br />

lineales lanceolados; el número de estambres<br />

es indefinido; éstos son un poco más<br />

cortos que el cáliz, el cual tiene un tubo algo<br />

cónico y un limbo dividido en cinco lóbulos,<br />

prolongados y rígidos aun en el mismo fruto.<br />

El ovario tiene cinco cavidades, cada una de<br />

las cuales se halla dividida en dos celdas incompletas<br />

por los salientes de la nerviación.<br />

Los estilos, en número de cinco, se hallan<br />

soldados también por su base. El fruto es redondeado,<br />

pequeño, carnoso, con endocarpo<br />

cartilaginoso, de cinco celdas bipartidas como<br />

el ovario, y cada una de las cuales contiene<br />

dos granos.<br />

Ese género comprende un pequeño número<br />

de especies, todas las cuales pertenecen geográficamente<br />

á las regiones templadas de la<br />

zona meridional. Las más notables son las<br />

siguientes:<br />

1. a Amelanchiero común (Aronia roiundifolia,<br />

Pers.; Mespilus amelanchier, Lin.;<br />

Amelanchier vulgaris, Mcench.).-—Es un arbolillo<br />

de 1 á 2 metros de elevación, ordinariamente<br />

muy ramoso y de ramas negro-rojizas,<br />

con hojas redondeadas, óvalo-obtusas ú<br />

oblongas, dentadas, blancas y algodonosas<br />

por la parte inferior durante los primeros<br />

meses, y más tarde lampiñas y coriáceas. Las<br />

flores, bastante grandes y blancas, se hallan<br />

dispuestas en racimos paucifloros, con brácteas<br />

membranosas, lineales y largas en las axilas.<br />

El fruto es negro azulado, del tamaño de un<br />

guisante. Esta especie florece en Abril y<br />

Mayo, y su fruto madura á fines de otoño.<br />

Habita en Europa, y se encuentra en las laderas<br />

escarpadas, en las hendeduras de las<br />

rocas y en los sitios pedregosos de los bosques,<br />

vegetando en altitudes de 800 á 1.000<br />

metros bajo el cielo español. Su fruto es dulce<br />

y comestible.<br />

2." Amelanchiero de Creta (Aronia crética,<br />

Pers.; Amelanchier crética, Cratagus crética,<br />

Desfi; Pyrus crética, Willd.).—Es un<br />

arbolito de hojas redondeadas, escotadas, terminadas<br />

en punta, lanudas por la parte inferior,<br />

y sus flores son de cáliz también algodonoso.<br />

Vive en la Isla de Creta ó Candía, sobre<br />

el celebrado monte Ida.<br />

3. a Amelanchiero de racimos (Aronia<br />

botryapium, Pers.; Amelanchier botryapium,<br />

D. C.; Mespilus canadensis, L.; Pyrus botryapium,<br />

Lin. f.; Cratcegus racemosa, Lam.).—<br />

Árbol de 3 á 4 metros, con ramos rojizos; hojas<br />

ovales oblongas, dentadas en sierra, puntiagudas<br />

, lanosas en los primeros años, y más<br />

tarde lampiñas; flores de mediana magnitud,<br />

en racimos flojos, de pétalos blancos y lineales,<br />

y frutos pequeños de color rojo obscuro. Plorece<br />

durante los meses de Abril y Mayo. Vegeta<br />

en la América septentrional, y especialmente<br />

en la Virginia, en los montes Alleghanies y<br />

en el Canadá. Se cultiva también en los jardines<br />

y en los parques, que embellece durante<br />

la primavera. Se amolda á toda clase de terrenos,<br />

pero prefiere los ligeros y francos.<br />

Se propaga por granos, que después de estratificados<br />

se siembran en primavera, ó por<br />

injertos sobre el espino albar. Su madera es<br />

blanca con venas rojas, y el fruto comestible.<br />

4. a El amelanchiero de espigas (Amelanchier<br />

ovalis, D. C; Pyrus ovalis, Willd.;<br />

Malus microcarpa, Raffi.; Cralcegus spicata,<br />

Lam.).—Es un arbolito algo menor que el<br />

precedente, con hojas redondeadas, elípticas,<br />

agudas, un poco vellosas por la parte inferior<br />

en la primera época, y lampiñas ó glabras en<br />

la edad adulta. Las flores son pequeñas, y dispuestas<br />

en racimos apretados y de forma de<br />

espiga. El fruto es rojo, del tamaño de una<br />

endrina; el cáliz es pubescente; la corola de<br />

pétalos obovales. Esa especie es oriunda de la<br />

América septentrional, y constituye un bonito<br />

arbusto de adorno, que vegeta perfectamente<br />

al aire libre en nuestros climas.<br />

También se cultivan: el amelanchiero de<br />

hojas de serval, cuyas hojas son pinadas, las<br />

flores se hallan dispuestas en racimo corimbiforme<br />

y los frutos son negros; el amelanchiero<br />

de hojas de madroño; el amelanchiero sanguíneo<br />

(Amelanchier sanguínea, D. C.; Mespilus<br />

canadensis, Mich.), y algunas otras especies<br />

análogas al amelanchiero de racimos.<br />

Las tierras más adecuadas para el amelanchiero<br />

son las francas y ligeras, si bien ese<br />

árbol vegeta bien en casi todos los suelos. Se<br />

propaga por medio de grana sembrada en la<br />

primavera, después de mantener estratificadas<br />

las semillas durante el invierno, ó por<br />

medio de injertos, sobre el espino majuelo especialmente,<br />

de escudete, hendedura ó coro-


AME — 190 — AME<br />

na. El injerto deberá ejecutarse sobre espinos<br />

jóvenes y vigorosos, tan cerca del suelo como<br />

sea posible.<br />

AMELGA—(V. Almelga.)<br />

AMENEIRO.—Nombre gallego del Alnus<br />

glutinosa, Giirtu. (V. Aliso.)<br />

AMENTÁCEAS. —Familia natural de<br />

plantas fanerógamas, dicotiledóneas, apétalas,<br />

establecida por Jussieu, pero que posteriormente<br />

se ha elevado á la categoría de grupo,<br />

en el cual se comprenden las familias naturales<br />

Salicíneas, Miricáceas, Setuláceas, Platáneas<br />

y Cupulíferas.<br />

Estas á su vez comprenden un gran número<br />

de árboles forestales de gran importancia<br />

(álamos, sauces, abedules, alisos, plátanos,<br />

robles, encinas, haya, castaño y avellano),<br />

indígenas unos y exóticos otros, de los cuales<br />

se da cuenta en el lugar respectivo.<br />

AMÉRICA.—Gran continente y parte del<br />

mundo que se extiende de N. á S. entre el<br />

Océano Atlántico al E. y el Grande Océano ú<br />

Océano Pacífico al O. Por el N. confina con el<br />

Océano Glacial Ártico, y termina al S. con el<br />

Cabo de Hornos (Horn), donde mezclan sus<br />

aguas el Atlántico y el Pacífico. Tiene de longitud,<br />

de N. á S., unos 15.000 kilómetros; su<br />

anchura varía entre 5.000 kilómetros en la<br />

latitud del Cabo de San Roque y 45 en el Istmo<br />

de Panamá, que une la América septentrional<br />

con la meridional. Actualmente se está<br />

construyendo un canal que cortará el istmo,<br />

pondrá en comunicación los dos Océanos por<br />

el centro de Ja América y hará dos continentes<br />

de esta parte del mundo. Su extensión superficial<br />

es de 41 millones de kilómetros; su<br />

población, de 88 millones de habitantes.<br />

Las costas orientales de la América del<br />

Norte fueron vistas por los osados navegantes<br />

normandos al terminar el siglo x. Habían fundado<br />

anteriormente colonias en la Groenlandia,<br />

vasta tierra situada al NE. de América, y<br />

luego, navegando hacia el S., descubrieron la<br />

costa septentrional de los actuales Estados<br />

Unidos, y las tierras que hoy se denominan<br />

Nueva Escocia, Terranova y Labrador. En<br />

algunas de las comarcas descubiertas hallaron<br />

en abundancia vid silvestre, y por esto dieron<br />

al nuevo país el nombre de Vinlandia ó Tierra<br />

del vino. Las crónicas escritas por los historiadores<br />

islandeses; las cartas y mapas del<br />

veneciano Zeno, y los monumentos ó piedras<br />

con inscripciones rúnicas de los siglos xi y xu,<br />

descubiertas en los lugares de que se trata,<br />

demuestran cumplidamente que los navegantes<br />

islandeses y groenlandeses conocían algunos<br />

territorios de América al empezar el siglo<br />

xi. Pero el conocimiento de América no<br />

llegó á generalizarse en los Estados europeos<br />

durante la Edad Media, efecto del aislamiento<br />

en que vivieron los pueblos del Norte y los<br />

del Mediodía. Así es que en el siglo xv, en la<br />

época de los grandes descubrimientos, no había<br />

noticia de la existencia de aquel continente,<br />

y sí sólo indicios, tradiciones vagas, de<br />

tierras situadas al O. de Europa. Estos indi­<br />

cios y tradiciones, y la idea ya común entre<br />

los sabios de que la tierra era redonda, y de<br />

que, por consiguiente, podía llegarse al Asia<br />

navegando hacia el O. por el Atlántico, impulsaron<br />

al animoso genovés Cristóbal Colón<br />

á emprender arriesgado viaje, no precisamente<br />

en busca de un continente cuya existencia<br />

ignoraba, sino de las tierras orientales<br />

de Asia. La reina de Castilla, Isabel la Católica,<br />

acogió favorablemente los proyectos de<br />

Colón. Luis de Santángel, tesorero de la Corona<br />

de Aragón, adelantó parte de los recursos<br />

necesarios para la empresa; los hermanos<br />

Pinzón, marinos muy afamados de Huelva,<br />

dieron su valioso concurso, y equipada una<br />

escuadrilla de tres carabelas, la Santa María,<br />

la Pinta y la Niña, mandadas por Colón y los<br />

Pinzones, dióse á la vela el 3 de Agosto de<br />

1492, y tras larga y penosa navegación, que<br />

duró setenta y dos días, vieron los españoles<br />

la isla Guanahani ó San Salvador, la Isabela<br />

y otras del grupo de las Lucayas, y después<br />

Cuba y Santo Domingo. Otros tres viajes hizo<br />

Colón, en los que descubrió gran número de<br />

islas y parte del continente americano. Continuaron<br />

la obra de Colón atrevidos navegantes<br />

y conquistadores que fueron completando el<br />

descubrimiento de América, tierra que también<br />

se llamó Indias occidentales, porque durante<br />

bastantes años se creyó que era la América<br />

parte de Asia. El nombre de América lo<br />

debe á un florentino, Américo Vespuccio, que<br />

fué el primero que publicó mapas de las nuevas<br />

tierras.<br />

Tanto en la América septentrional como en<br />

la meridional, el centro del país es como una<br />

gran depresión contenida entre la cordillera<br />

de los Andes al O. y otras más pequeñas al E.;<br />

los montes Alleghany ó Apalaches en la América<br />

septentrional, y la Serra do Espinhaco<br />

y dos Vertentes en la meridional. Estas últimas,<br />

con los Andes y la Sierra Pacaraima al<br />

Norte, forman el gran triángulo orográfico<br />

de la América meridional.<br />

En la región andina de la América septentrional<br />

dominan las masas de granito y gneiss<br />

separadas por una zona de rocas de mica de<br />

las colinas de asperón-mica y almendrilla, que<br />

se levantan junto á los montes Roquizos. Los<br />

Alleghany presentan, á partir del extremo<br />

meridional, una dilatada línea de montañas<br />

de asperón que terminan en una zona de esquistos<br />

pizarrados y margas azules, á las que<br />

suceden hasta cerca del Canadá rocas graníticas.<br />

Entre los paralelos 41 y 42 se encuentran<br />

masas basálticas y otras rocas ígneas. Hacia<br />

las inmediaciones del lago Michigan se extiende<br />

una zona de terrenos de sedimento inferior<br />

; las pendientes que van desde los montes<br />

al Atlántico y al Golfo de Méjico, así<br />

como los terrenos atravesados por el Mississippi<br />

después de su reunión con el Missouri,<br />

están cubiertos de depósitos de aluvión y de<br />

acarreo. Las montañas de Méjico se componen<br />

principalmente de rocas de pórfido, traquíticas<br />

y basálticas, que contienen ricas vetas de


AME — 191 — AME<br />

metales preciosos. El granito y el gneiss dominan<br />

también en los Andes meridionales, que<br />

encierran con frecuencia capas de caliza y de<br />

esquisto, y sostienen á veces rocas de basalto,<br />

pórfido y otras de origen ígneo. En la falda<br />

de las montañas hay masas de asperón y depósitos<br />

de residuos aglomerados, sobre los que<br />

se apoyan calizas y depósitos de aluvión.<br />

También estas montañas están atravesadas polvetas<br />

de diversos metales, y en-varios puntos<br />

hay ricas minas de esmeraldas, topacios y<br />

otras piedras preciosas. /<br />

El sistema de la Sierr/á Pacaraima es una<br />

continuación de montabas graníticas. Granito<br />

forma también la mayor parte de las montañas<br />

de la Serra do jEspinhaco y sus ramales,<br />

pero hay además, formaciones calizas. Tierras<br />

de aluvión cubren los valles inmediatos, y<br />

hay en ellos, oro, plata, diamantes, topacios,<br />

amatistas _y otras piedras preciosas.<br />

En el.interior de América dominan las 11anuraslfiajas,<br />

que están separadas de las mesetas<br />

que sostienen las montañas por una pendiente<br />

muy corta y rápida; todas las grandes<br />

lla/nuras, ya las cubiertas de altas y ondulantes<br />

hierbas, como las sábanas del Missouri, ya<br />

tfas que presentan colinas de arena movediza,<br />

mezcladas de estanques salobres y cubiertas de<br />

Jplantas salinas, como las pampas, todas presenil<br />

tan, aun estando tan distantes unas de otras,<br />

J un nivel muy bajo, interrumpido á veces por<br />

i ribazos, pues el sistema de los Apalaches en<br />

( la América septentrional, y el de las cordilleras<br />

del Brasil en la meridional, sólo están<br />

unidos al sistema andino por mesetas de muy<br />

poca altura ó por meras escarpaduras y elevaciones<br />

del terreno. A esta vasta extensión<br />

de las llanuras americanas se debe la inmensa<br />

longitud de los ríos que corren hacia el Atlántico<br />

(Mississippi, Amazonas, etc.), en tanto<br />

que los del O. son de muy poco curso por el<br />

reducido espacio que hay entre la línea divisoria<br />

y el Pacífico. Esta configuración espe-<br />

, cial del suelo americano; la existencia de mesetas<br />

montuosas muy altas junto á grandes<br />

llanuras muy bajas, ocasiona dos climas muy<br />

distintos y muy próximos uno á otro. El<br />

valle de Quito y la ciudad de Méjico, por<br />

ejemplo, aunque situados en los Trópicos, tienen,<br />

por su elevación, una temperatura primaveral;<br />

los páramos y las montañas altas se<br />

cubren de nieve, y á muy pocas leguas de<br />

distancia se siente un calor sofocante é insalubre.<br />

Naturalmente, estos dos climas producen<br />

dos sistemas distintos de vegetación; la<br />

flora de las zonas tórridas rodea los campos y<br />

\. bosques de las zonas templadas. Conviene,,<br />

\sin embargo, advertir que, en general, el cli-<br />

J ^aa de América es más bajo que el de otras<br />

P ar \tes del mundo. La razón de este hecho la<br />

expiuw, ya el célebre Humboldt. La poca anchura\<br />

a e] continente; su prolongación hacia<br />

los Polot^. ] o s vientos alisios que barren el<br />

Océano; la^., ^.j' a g corrientes de agua que van<br />

desdé e l e^f-echo de Magallanes hasta el Perú;<br />

las cordilleO:i,as c u v o s p} 0 0s cubiertos de nie-<br />

i<br />

ve se elevan más allá de la región de las<br />

nubes; la abundancia de grandes ríos; los desiertos<br />

sin arena, y por consiguiente menos<br />

susceptibles al calor; los espesos bosques que<br />

cubren las llanuras del Ecuador, y las enormes<br />

masas de agua que en ellas corren, todas<br />

estas causas producen en las partes bajas de<br />

la América un clima que contrasta por su humedad<br />

y frescura con el del África. Estas<br />

indicaciones climatológicas tienen, aplicación<br />

especialmente á la zona tórrida de América.<br />

La América septentrional tiene muy poca extensión<br />

en esta zona, mientras que avanza<br />

mucho en la glacial; así es que tienen más<br />

fuerza y amplitud los vientos del N. que los<br />

del Ecuador, de donde resulta que el clima<br />

polar se extiende hasta muy cerca del trópico,<br />

y los cambios de una á otra estación extrema<br />

suelen ser rapidísimos. En regiones de los Estados<br />

Unidos situadas á la misma latitud que<br />

Madrid, baja la temperatura en invierno hasta<br />

tal punto que se hielan los ríos y la nieve<br />

cubre los campos durante meses.<br />

Muy importantes y variadas son las producciones<br />

naturales del Nuevo Mundo. En<br />

las rocas esquistosas que forman las cordilleras<br />

de Chile, Perú, Méjico y California abundan<br />

el oro y la plata. Hay también ricas minas<br />

de platino, cobre, mercurio, estaño, plomo,<br />

hierro y hulla; no escasean las piedras preciosas,<br />

y los Estados Unidos suministran grandes<br />

cantidades de petróleo.<br />

En el reino vegetal funda la América su<br />

orgullo. Las plantas adquieren allí extraordinai-io<br />

desarrollo. Hay abetos que miden 100<br />

metros de altura, y plátanos orientales y tulipíferos<br />

en el Ohío que tienen 15 metros de<br />

circunferencia. No se crea, sin embargo, que<br />

toda la América está cubierta de frondosa<br />

vegetación. Inmensos bosques cubren, sí, las<br />

tierras llanas de ambas Américas; pero gran<br />

parte de la región del Missouri, vastas comarcas<br />

de la Nueva Bretaña, las mesetas de<br />

Nuevo Méjico, los llanos de Venezuela y las<br />

Pampas, es decir, casi una cuarta parte del<br />

continente, se encuentran sin vegetación, ó<br />

sólo cubiertas de hierbas más ó menos altas.<br />

Lo que verdaderamente da importancia á la<br />

flora americana es el gran consumo que se<br />

hace en el Antiguo Mundo de muchos de sus<br />

productos, tales como azúcar, tabaco, café, cacao,<br />

algodón, vainilla, zarzaparrilla, quina y<br />

palo de campeche. Produce también excelentes<br />

maderas de construcción, algunas sin rival,,<br />

como la caoba de caracolillo, el ébano y el carey<br />

vegetal. Además de las frutas de las zonas<br />

templada y fría, comunes con Europa y Asia,<br />

se encuentran en América la anana ó pina de<br />

Cuba, la guanábama, el sapote, el mango, el<br />

aguacate, el mamey, los plátanos y otras<br />

muchas.<br />

Exceptuando los osos, zorros, rengíferos,<br />

focas y algunos otros , todos los animales de<br />

América son especies particulares distintas<br />

de las conocidas en el Antiguo Mundo. Tales<br />

son, entre los principales, el bisonte y el buey


AME — 192 — AME<br />

almizclado, el jaguar, el pecar y el patira,<br />

parecidos al jabalí; el cabiel, el agutí, el paca<br />

y otras especies, parecidos al conejo; los mirmecófagos,<br />

tamandoas y otros insectívoros; el<br />

perezoso ay, el llama y la vicuña; el ligero<br />

tití, las cotorras y los preciosos colibríes.<br />

AMERICA SEPTENTRIONAL. — Las tierras é<br />

islas septentrionales de América lindan con<br />

el Mar Glacial, donde los hielos aparecen derribados<br />

y acumulados de mil maneras, semejando<br />

á veces castillos, pirámides y obeliscos<br />

derruidos, 3' arcadas, bóvedas ó serie<br />

continua de montones de hielo de más ó menos<br />

elevación, algunos de los que, de 150 y<br />

200 metros de altura, parecen de lejos islas.<br />

Durante el verano estas enormes masas pierden<br />

su equilibrio y se desmoronan á consecuencia<br />

del derretimiento de parte de los<br />

hielos. Se ha supuesto la existencia de un<br />

mar libre, por lo menos en algunos veranos,<br />

en la región más inmediata al Polo; sin embargo<br />

, el capitán Nares, jefe de la última expedición<br />

inglesa que avanzó algo más allá del<br />

grado 83 de latitud, dio á aquel mar el nombre<br />

de Mar Paleocrístico, es decir, cristalizado<br />

desde remota antigüedad.<br />

Dado el clima de esta región de América,<br />

se comprenderá fácilmente la poca importancia<br />

que en general tiene como comarca agrícola.<br />

En las Islas Aleutienas la nieve sólo<br />

desaparece en el mes de Mayo. En las más<br />

próximas á América se encuentran pinos, alerces<br />

y robles; en las occidentales, algunos sauces<br />

achaparrados. En las montañas se dan moras,<br />

y en los valles frambuesas muy desabridas.<br />

Los bosques de pinos son los que más importancia<br />

tienen, porque proporcionan excelentes<br />

maderas de construcción. Las raíces y la pesca<br />

forman el principal alimento de los habitantes.<br />

En los archipiélagos del Príncipe de<br />

Gales, Duque de Yorck y demás de la antigua<br />

América rusa, el clima es menos riguroso,<br />

y crecen ya con más vigor el pino, el cedro y<br />

•otros árboles, y se dan el centeno y la cebada.<br />

La parte del continente conocida con el<br />

nombre de América rusa ó Alaska, y que no<br />

hace muchos años han comprado los Estados<br />

Unidos, presenta por todas partes aspecto<br />

•salvaje y sombrío. Sobre una hilera de colinas<br />

cubiertas de pinos y abedules se levantan<br />

montañas peladas, coronadas de enormes masas<br />

de hielo. Desde la falda de estas montañas<br />

al mar, el terreno es llano, casi todo negro y<br />

pantanoso, y sólo produce musgo, gramas y<br />

otras plantas pequeñas. El comercio en estas<br />

regiones está limitado casi exclusivamente<br />

á las pieles de lobos marinos, zorros y otros<br />

animales de la zona glacial.<br />

En las cercanías del mar de Hudson sólo se<br />

ven tierras impropias para el cultivo. En las<br />

márgenes del río Churchill crecen varios arbustos-bayas,<br />

el grosellero, el fresal, una especie<br />

de boj, musgos, y varias gramíneas y hortalizas.<br />

Los árboles de los bosques son el pino,<br />

el alerce enano, el álamo blanco, el sauce y el<br />

abedul enano. En todas estas regiones, y más<br />

aún hacia el E., en el Canadá, el pino es el<br />

árbol que más se explota.<br />

La Groenlandia es un país muy frío y pobre<br />

en vegetación. Es un montón de rocas mezcladas<br />

con inmensos pedazos de hielo. Las<br />

únicas producciones que alimentan su escaso<br />

comercio son de origen animal: aceite y barbas<br />

de ballena, pieles de foca, zorro, oso y<br />

liebre, y plumazón.<br />

En el Canadá, el frío y el calor son extremos.<br />

La temperatura del verano en Quebec es<br />

de -t- 20°, y la desinvierno de — 10°. Es país<br />

montuoso y cubierto de bosques, y el cultivo<br />

se encuentra principa-lmente en las márgenes<br />

del gran río San Lorenzo. Los principales<br />

productos son tabaco, legumbres y granos. A<br />

la entrada del golfo de San Lorenzo se encuentra<br />

la isla de Terranova,\al SE. déla que<br />

está el gran banco, tan famoso .por la pesca<br />

del bacalao.<br />

Unos 50 millones de acres forman" el territorio<br />

agrícola del Canadá, de los que>37 millones<br />

están cultivados y 6 millones destusados<br />

•i. pastos, y en ellos se alimentan 3.500.000 cabezas<br />

de ganado lanar, cerca de 3 millones ^de<br />

vacuno, 1.500.000 cerdos y 700.000 caballos. Lopesca<br />

tiene mucha importancia; en ella se emplean<br />

cerca de 20.000 barcos, entre grandes'<br />

y pequeños, y más de 40.000 individuos. La!<br />

producción de petróleo es de bastante consideración.<br />

En los últimos años la producción i<br />

media anual puede calcularse en 12 á 15 millo- \<br />

nes de galones. En metales preciosos produjo N<br />

en 1881 5.500.000 pesetas de oro y 340.000 de<br />

plata.<br />

La orografía de la América del Norte está<br />

constituida, como anteriormente se ha dicho,<br />

por dos grandes sistemas de montañas, los<br />

Apalaches y las cordilleras propiamente dichas.<br />

Estas montañas limitan las varias regiones<br />

en que el país puede dividirse desde el<br />

punto de vista de la riqueza predominante, á<br />

saber:<br />

1.° Los Apalaches y la zona comprendida<br />

entre estas montañas y las costas del Atlántico.<br />

Región principalmente comercial y manufacturera.<br />

2.° Gran valle central; vasta región comprendida<br />

entre los Apalaches y las cordilleras<br />

del O., que se distingue por una gran uniformidad,<br />

casi igualdad, en su relieve. En ella<br />

predomina la agricultura.<br />

3.° Llanuras en el centro y O. de la región<br />

central, que puede denominarse región<br />

del pastoreo.<br />

4.° Las cordilleras y la costa del O., que<br />

es la zona minera por excelencia.<br />

Respecto al clima, el calor se distribuye<br />

con bastante regularidad, según la latitud d e<br />

los lugares, aunque, como ya indicamos a n "<br />

tes, la temperatura suele ser más baja q. de . e n<br />

latitudes iguales del Antiguo Mundo. C° n v i e "<br />

ne también observar que no es tanta l- 1 "iterencia<br />

en el O. como en el E., pues te l a c o s * a<br />

del Océano Pacífico es más temp! ^l U( l * a<br />

del Atlántico. Las diferencias mási profundas<br />

\


AME — 193 — AME<br />

en cuanto á la latitud se encuentran en las<br />

temperaturas más bajas, y como la disminución<br />

del calor es causa de grandes modificaciones<br />

naturales en la vida vegetativa, claro es<br />

que el aspecto físico-agronómico del territorio,<br />

en sus relaciones con los seres que sustenta,<br />

es muy distinto en el S. de los Estados Unidos<br />

respecto del N. En algunas comarcas se<br />

observa bastante diferencia de temperatura<br />

entre latitudes relativamente próximas. Tal<br />

sucede en el centro de la región baja del Mississippi<br />

y en el arranque de la Península de<br />

la Florida, donde, sin duda porque no llegan<br />

allí fácilmente las frescas brisas del mar, excede<br />

la temperatura en 4° á la del litoral<br />

próximo. Algo semejante ocurre desde Washington<br />

á Filadelfia.<br />

Los cultivos más circunscritos en el S. son<br />

la caña de azúcar, el algodón y el arroz, que<br />

difícilmente se encuentran más al N. de la<br />

confluencia del Mississippi y Ohío. En cambio,<br />

el tabaco sube hasta el territorio de los grandes<br />

lagos, entre el de Washington al O. y el<br />

estado de Nueva York al E. El maíz y el trigo<br />

corren toda la escala termométrica hasta<br />

el Canadá, sin más diferencia que en la cantidad<br />

de los productos.<br />

La lluvia se reparte con extrema desigualdad.<br />

La mayor cantidad de agua cae en la costa<br />

del Pacífico, desde el Cabo de Flattery hasta el<br />

de Arago. Fuera de esta zona cae muy poca<br />

agua, y la escasez de las lluvias es una de las<br />

causas que más contribuyen á la aridez y sequedad<br />

de los territorios esteparios ó salados<br />

de la gran cuenca interior. En la costa de Levante<br />

y en las vertientes del Mississippi decrecen<br />

las lluvias bastante. Donde menos agua<br />

cae es en toda la faja central que va desde el<br />

Lago Superior hasta los ríos Drazos y Grande.<br />

En resumen, puede decirse que llueve más en<br />

el litoral que en el interior, y que dentro de<br />

la zona marítima la mayor lluvia_ se observa<br />

en la parte más septentrional de la costa del<br />

Pacífico. La vegetación forestal es más abundante<br />

y lozana donde más llueve, y así resulta<br />

que la despoblación mayor se encuentra en<br />

el centro del territorio norte-americano, en<br />

la gran cuenca interior y altas regiones de la<br />

vertiente derecha del Mississippi, y de los valles<br />

del Colorado y Columbia. En la región<br />

de las montañas roquizas, desde el río Columbia<br />

hasta Alaska, los montes cubren toda la<br />

sierra, exceptuando las cumbres, y algunos<br />

prados y rasos. Al S. del Columbia, los montes<br />

de las cordilleras están separados de los<br />

del Pacífico por llanuras secas y desnudas, y<br />

por valles de mayor ó menor anchura. Hacia<br />

los 42° de latitud existe una faja desarbolada<br />

de unas 100 millas de ancho, que va desde las<br />

desiertas llanuras del O. hasta la cuenca más<br />

estéril aún del interior. Al S. de esta faja<br />

vuelven á aparecer los montes que atraviesan<br />

el Colorado y el N. de Nuevo Méjico en una<br />

extensión longitudinal de 400 millas por 200<br />

ó 250 de ancho. La vegetación arbórea de<br />

estos montes está formada por veintiocho ó<br />

treinta especies, entre las que son comunes<br />

dos especies de Populus, el aliso, el chopo, y<br />

una especie de roble. La gran masa forestal<br />

del Colorado consta principalmente de cinco<br />

especies de coniferas; en las colinas y estribaciones<br />

se hallan cedros achaparrados, y en<br />

los valles más secos el pino piñonero.<br />

Al O. de las montañas roquizas hay otra<br />

región desnuda de arbolado, ó muy poco poblada<br />

, que se extiende desde el río Columbia<br />

hasta Méjico; en ella se encuentran secos é<br />

inhospitalarios desiertos, y también algunos<br />

matorrales y prados de gramíneas. En Nevada,<br />

donde escasea bastante el arbolado, hay<br />

una especie muy notable, la caoba de montaña,<br />

que llega á medir 30 pies de altura, y tiene<br />

madera muy dura y grano compacto. Al S. de<br />

los 35° hay otro árbol de más valor, el mesquit,<br />

que vegeta en los sitios cálidos y secos de<br />

los valles y mesetas. Los postes de telégrafo<br />

hechos con madera de este árbol duran hasta<br />

cincuenta años; su fruto es comestible, y da<br />

una goma parecida á la arábiga. En las vertientes<br />

occidentales de Sierra Nevada, Cascada<br />

y gran valle central de California se encuentran<br />

los montes mayores del mundo y la<br />

flora forestal más interesante que se conoce.<br />

También hay bastantes montes en el territorio<br />

Washington, aunque de pocas especies.<br />

La más importante es el Abies Douglasii, que<br />

alcanza una altura de 150 pies por 4 de diámetro.<br />

El cedro del Oregón, el pino, el abeto<br />

amarillo y el pinabete negro son, después de la<br />

anterior, las especies más abundantes entre<br />

las de grandes dimensiones. Esta región, desde<br />

las Cascadas hasta el Pacífico y N. de Columbia<br />

, produce 32.000 pies maderables por<br />

acre. Bajando por el S. á California, la vegetación<br />

arbórea llega á constar de ochenta especies;<br />

pero las coniferas no se encuentran ya<br />

tan abundantes ni del mismo tamaño que las<br />

de Washington y Oregón.<br />

En la región N. de la costa oriental se encuentra<br />

mucha madera de pino y abeto. En<br />

general, dominan las maderas duras, principalmente<br />

al S. del paralelo 44°. Son notables<br />

por su duración y textura, por lo que constituyen<br />

la primera materia de muchas industrias.<br />

En los Estados del Centro, y en algunas<br />

comarcas de Pennsylvania y Nueva York hay<br />

algunos montes de excelentes maderas; pero<br />

la región más rica en especies es la del SE.,<br />

desde Virginia á la Florida, que tiene unas<br />

ciento treinta especies, de las que setenta y<br />

cinco llegan á 50 pies de altura. Entre las<br />

montañas y el mar hay aquí una gran faja de<br />

pinares de madera muy dura. Según las estadísticas<br />

oficiales, la exportación anual de sólo<br />

Georgia varía entre 200 y 300 millones de<br />

pies. La encina de la Florida tiene fama universal<br />

para la construcción de buques.<br />

También se encuentran muchos montes y<br />

muy frondosos al S. del Ohío é Indiana. Las<br />

comarcas septentrionales de Michigan, Wiscousin<br />

y Minnesota dan mayor cantidad de<br />

madera que cualquiera otra parte del país. Se<br />

Día—II. 13


AME — 194 — AME<br />

cita una fábrica que en tres horas aserró<br />

179.718 pies. En el Minnesota hay también<br />

graneles prados. En la región del SE., desde<br />

Kentucky y Missouri hasta Alabama y la<br />

cordillera del O. de Texas hay bastantes pirados,<br />

desde los que se pasa insensiblemente á<br />

las llanuras secas y desnudas de Occidente. En<br />

general, en los Estados del SE. hay muchas<br />

coniferas; pero el elemento que domina en los<br />

montes son las especies de hoja plana. Muchas<br />

plantas que en otros países son arbustos,<br />

adquieren aquí dimensiones de árbol, como<br />

el sasafrás, el alcanfor y el nogal negro. Al O.<br />

de los distritos citados, y lindando ya con las<br />

zonas de montes de la costa occidental, hay<br />

una larga faja de N. á S., sin árboles, ó con alguna<br />

línea de arbolado á lo largo de los ríos,<br />

ó con algunos arbustos achaparrados. Esta<br />

faja se conoce con el nombre de Las Llanuras.<br />

Su despoblación se debe á la escasez y mala<br />

distribución de las aguas.<br />

Como vemos, abundan los bosques y las maderas<br />

en el N. de América; pero la destrucción<br />

crece de día en día, y los americanos<br />

piensan ya en las dificultades que han de encontrar<br />

para sostener sus múltiples industrias<br />

cuando llegue el día en que se agoten los<br />

montes. Baste decir que, según estadísticas<br />

presentadas en la Exposición de Filadelfia,<br />

la madera aserrada en un solo año representaba<br />

un capital de 140 millones de pesos y la<br />

ocupación de 150.000 trabajadores. En las industrias<br />

en que la madera entra como primera<br />

materia había ocupados 22.000 ebanistas,<br />

15.000 carpinteros y 32.000 operarios en las<br />

fábricas de aserrar y cepillar. Además, la gran<br />

mayoría de los edificios del país se construyen<br />

con maderas, las que son también primera<br />

materia en los buques, carruajes y otras muchas<br />

industrias. Se comprende, pues, que el<br />

día en que falten ó escaseen los productos de<br />

los bosques, decaerá la vida industrial de América,<br />

si no encuentra mercados donde proveerse<br />

de maderas. La América meridional podrá<br />

en su día suministrar este artículo, pues son<br />

muchos los bosques inexplotados que aún<br />

existen en el centro de aquella parte del continente.<br />

Respecto á los cultivos de la América del<br />

Norte, son los principales los cereales, que en<br />

1875 ocupaban 87 millones de acres (de ellos<br />

el trigo 44 millones y el maíz 26 millones); el<br />

heno, 24 millones; el algodón, 10 millones; las<br />

huertas, viñedos y frutales, 5 millones; Atabaco,<br />

460.000. Los demás cultivos ocupaban una<br />

superficie de 7 millones de acres. Resulta,<br />

pues, que los cultivos más importantes son<br />

los cereales, los forrajes y el algodón, que<br />

sostiene la industria más importante de cuan-<br />

'tas se conocen. Los Estados que mayor cantidad<br />

de trigo producen son Illinois, Yova, Ohío,<br />

Indiana y "YV'iscousin. Relativamente al número<br />

de habitantes, la mayor producción se<br />

nota en los Estados de Minnesota, Wiscousin<br />

y Yova, al NO. de los grandes lagos, y en los<br />

de California y Oregón, expuestos á la in­<br />

fluencia marítima del Pacífico. La producción<br />

del trigo, no solamente satisface al consumo,<br />

sino que da un gran sobrante para la exportación.<br />

A fin de conocer el desarrollo que este<br />

cultivo ha tenido, baste decir que el término<br />

medio anual de la exportación en el quinque­<br />

nio de 1830 á 1835 fué de 10.041.842 bushels,<br />

y en el año 1875, 1.062.415.747. Antes de 1860<br />

se exportaba muy poco trigo en grano y casi<br />

todo en harina; hoy casi se ha igualado la exportación<br />

de uno y otro. El valor del trigo<br />

exportado en el ya citado año ascendió á<br />

2.073.921,890 dollars. Respecto al maíz, los<br />

Estados del E., principalmente manufactureros,<br />

y los de California, Oregón y Nevada<br />

al O., donde la explotación minera predomina,<br />

apenas producen un bushel por habitante,<br />

mientras que los del Centro, en la gran cuenca<br />

del Mississippi, dan de 35 á 55 bushels por cabeza.<br />

La exportación también ha aumentado,<br />

poco más ó menos, en la misma proporción<br />

que el trigo. El valor de la exportación puede<br />

estimarse en una sexta parte del del trigo.<br />

En el algodón hay pocas variaciones. La producción<br />

de azúcar ha disminuido mucho. Ya<br />

en 1876 la producción no llegó á la décima<br />

parte del consumo. En 1882 los Estados Unidos<br />

consumieron 1.008.932 toneladas de azúcar,<br />

de las que 504.454 procedían de Cuba.<br />

Respecto al tabaco, según datos de 1880, hay<br />

300.000 hectáreas de terreno -cultivado, que<br />

anualmente producen 300.000 toneladas y se<br />

exportan 145.000.<br />

Las siguientes cifras, según estadísticas<br />

más recientes, darán mejor idea de la importancia<br />

de la producción agrícola:<br />

Cereales<br />

Años Bushels producidos Acres de terreno<br />

1880 2.704.000.000 120.926.000<br />

1881 2.034.000.000 123.388.000<br />

1882 2.088.000.000 125.721.000<br />

1883 2.530.000.000 138.600.000<br />

Algodón<br />

Años Balas producidas Acres de terreno<br />

1880 6.589.329 16.120.000<br />

5.435.845 16.851.000<br />

6.992.234 16.276.000<br />

1883 6.000.000 16.777.000<br />

Tabaco<br />

Años Acres de tierra Cantidad en libras Valor, pesos<br />

1870 575.000 385.000.000 38.500.000<br />

1875 710.000 552.000.000 41.760.000<br />

1880 610.000 460.000.000 50.600.000<br />

El término medio del valor de la rama fué<br />

de 10 centavos la libra en 1870, 8 centavos en<br />

1875 y 11 en 1880.<br />

Los Estados cuya agricultura produce más<br />

en proporción á las personas empleadas en<br />

ella son los del Pacífico. También en los Estados<br />

del S. se halla en estado muy floreciente;<br />

los principales productos son algodón, azúcar,<br />

cereales, heno y arroz.


AME — 195 —<br />

AME<br />

El suelo y clima de la América del Norte<br />

no deja de favorecer el cultivo de la vid, puesto<br />

que este arbusto vegeta espontáneamente<br />

en algunas partes del territorio, y además los<br />

americanos tienen bastante afición á sus productos<br />

, como lo prueba la cifra de sus importaciones,<br />

que se eleva á la cantidad de 221.640<br />

hectolitros en pipas ó botellas, por valor de<br />

5.936.091 dollars. En 1880 cultivaban la vid<br />

35 Estados, representando en total 181.583<br />

acres, ó sean 60.257 hectáreas. La producción<br />

de vinos alcanzó la cifra de 1.064.804 hectolitros,<br />

por valor de 13.126.175 dollars. El Estado<br />

que más produce es California (4.046.875<br />

dollars). Siguen después Ohío, Missouri, Illinois<br />

y New- York. Afirman los americanos que<br />

sus vinos tintos de California son excelentes<br />

como vinos de mesa, y pueden sustituir á los<br />

de Burdeos. Las principales variedades de<br />

vid cultivadas son las cepas Concord, Ivés,<br />

Catamba, Noston, Clinton, Elvira y Noé. En<br />

el Canadá, ápesar del frío, se han hecho plantaciones<br />

de viñas con algún resultado; pero<br />

puede afirmarse que en este país nunca alcanzará<br />

la viticultura gran desarrollo, á causa del<br />

rigor del clima. No así en los Estados Unidos,<br />

donde, como ya hemos visto, sólo la California<br />

produce cantidades considerables, que se<br />

exportan en gran parte. En un porvenir no<br />

muy lejano, los Estados Unidos han de ser<br />

uno de los primeros, por la cantidad, entre los<br />

países productores del vino; pero su calidad<br />

inferior hará que nuestros vinos de Jerez, de<br />

Cataluña y de la Rioja, y los franceses de<br />

Burdeos y Borgoña, obtengan preferencia en<br />

los mismos mercados americanos.<br />

En cuanto á la riqueza pecuaria, tomando<br />

el promedio desde 1846, resulta que el ganado<br />

vacuno ocupa el primer término, y siguen el<br />

caballar, el de cerda, el mular y el lanar. El<br />

vacuno tiene gran importancia, pues los americanos<br />

han puesto singular empeño en introducir<br />

las especies de gran valor. El ganado de<br />

cerda adquiere también gran desarrollo, y son<br />

muy notables las crías que se producen en el<br />

Estado de New-Hampshire. • El ganado caballar<br />

es fuerte y dócil, y muy á propósito para<br />

los trabajos agrícolas. En las lanas ponen ahora<br />

mucho cuidado, y es de presumir que muy<br />

pronto puedan competir con las de Australia<br />

y las mejores del mundo. En 1.° de Enero de<br />

1879 existían en los Estados Unidos 21.500.000<br />

reses vacunas, 38 millones de carneros y 34<br />

millones de cerdos; cifra que parecerá una<br />

hipérbole en Galicia y Extremadura, mucho<br />

más si se añade que hay propietarios poseedores<br />

de 35.000 reses vacunas cada uno. En cambio<br />

no les causaría envidia las razas bovinas,<br />

razas ordinarias descendientes de las introducidas<br />

por los primeros colonos, y de ortgen<br />

español á no dudarlo. A Inglaterra, sin<br />

embargo, en gracia á los transportes, que<br />

cuestan lo mismo ya se trate de animales buenos<br />

ó malos, se envían hermosos bueyes, modelos<br />

en las razas de cuerno corto. EÍ ganado<br />

de cuerno corto sólo se encuentra en Iventuc-<br />

ky, dominando en el S. y en el O. las razas<br />

inferiores. El valor oficial de los ganados<br />

americanos estaba representado en 1878 por<br />

la suma de 1.574.620.783 dollars. Entran en<br />

esta cifra: en un 40 por 100 el valor del ganado<br />

vacuno, en 38 por 100 el de los caballos,<br />

10 por 100 el de los cerdos, 7 por 100 el de<br />

los machos y muías y 5 por 100 el de los carneros.<br />

Respecto á minería, los Estados Unidos<br />

produjeron en 1881 172 millones de pesetas<br />

en oro y 215 millones de plata. Además de<br />

los metales preciosos, tiene gran importancia<br />

la producción de petróleo y carbón mineral.<br />

Petróleo<br />

Años Galones producidos<br />

1880 949.065.37S<br />

1831.... 1.083.825.246<br />

1882 1.161.30S.862<br />

La exportación es unas dos terceras partes<br />

de la producción. En 1882 se exportó por valor<br />

de 51 millones de pesos de petróleo bruto<br />

y refinado.<br />

Del carbón mineral se obtuvieron en 1881<br />

28.500.016 toneladas de antracita y 48.405.000<br />

de bituminoso. Casi todo se consume en el<br />

país.<br />

La emigración extranjera ha contribuido<br />

mucho á engrandecer los recursos generales<br />

de los Estados Unidos. Véase el aumento que<br />

ha tenido el número de emigrantes:<br />

Años Emigrantes<br />

1S21 9.127<br />

1830 23.322<br />

1840 84.066<br />

1850 310.004<br />

1860 150.237<br />

1870 3S7.203<br />

1875 277.49S<br />

1880 457.257<br />

1881 669.431<br />

1882 788.992<br />

1883 603.322<br />

De los de 1883 sólo procedían de España<br />

205 varones y 57 hembras.<br />

Se ha calculado que cada emigrante representa<br />

físicamente un valor de 1.000 pesos en<br />

metálico ; de modo que en 1883 el país adquirió<br />

por tal concepto 603.322.000 pesos.<br />

El comercio exterior de los Estados Unidos<br />

en 1883 estuvo representado por las siguientes<br />

cifras:<br />

Exportación 823.839.402 pesos.<br />

Importación 723.180.914 —<br />

Los principales artículos de la exportación<br />

son algodón, trigo, petróleo, harina de trigo,<br />

tocino, harina de maíz, manteca de cerdo, tabaco<br />

y quesos. En 1883 exportó algodón por<br />

valor de 262 millones de pesos, y trigo por<br />

valor de 120 millones. Importan principalmente<br />

azúcares, café, tejidos de algodón,<br />

sederías, cueros y pieles, tes, tabaco, frutas,


AME — 196 — AME<br />

hoja de lata y estaño, gutapercha, seda y acero.<br />

' SÓLO EN LA ADUANA DE NUEVA YORK SE IMPOR­<br />

TARON DURANTE LOS DIEZ PRIMEROS MESES DE 1884<br />

776.960.343 LIBRAS DE azúcar y 201.721.670<br />

LIBRAS DE café, SEGÚN UNA MEMORIA DEL CÓNSUL<br />

GENERAL DE MÉJICO EN NUEVA YORK. DE LOS<br />

DATOS PUBLICADOS POR LA OFICINA CENTRAL DE ESTA­<br />

DÍSTICA DE WASHINGTON RESULTA QUE EN EL AÑO<br />

ECONÓMICO 1883-84 SE IMPORTARON 12.955.017<br />

LIBRAS DE tabaco EN RAMA, CON UN VALOR DE<br />

5.962,163 PESOS, y 891.769 LIBRAS DE PUROS Y<br />

CIGARROS, POR VALOR DE 3.189.225 PESOS. CASI<br />

TODO EL azúcar IMPORTADO (707.588.841 LIBRAS)<br />

PROCEDE DE CUBA; EL RESTO DE SANTO DOMINGO,<br />

PUERTO PICO Y MÉJICO. HOY HACE GRAN COMPE­<br />

TENCIA AL AZÚCAR DE CUBA Y DEMÁS PAÍSES TRO­<br />

PICALES EL AZÚCAR DE REMOLACHA, FABRICADO EN<br />

GRANDES CANTIDADES EN ALEMANIA Y OTROS PAÍ­<br />

SES DE EUROPA. EL café SE IMPORTA PRINCI­<br />

PALMENTE DEL BRASIL (199.474.792 LIBRAS); EL<br />

RESTO DE MÉJICO, CUBA Y PUERTO RICO.<br />

LOS PRINCIPALES PRODUCTOS EXPORTADOS Á ES­<br />

ESPAÑA<br />

CUBA<br />

PUERTO RICO<br />

CANARIAS Y POSESIONES ESPAÑOLAS DE<br />

ÁFRICA<br />

FILIPINAS<br />

Totales<br />

LUGAR CORRESPONDIENTE Á ESTOS TOTA-\<br />

COMERCIO GENERAL DE LOS JISL<br />

UNIDOS CON TODOS LOS PAÍSES.<br />

S<br />

De la<br />

importación total<br />

de los Estados<br />

Unidos<br />

SOLAMENTE LOS PAÍSES BRITÁNICOS Y FRANCIA<br />

TIENEN MÁS COMERCIO QUE NOSOTROS CON LOS ES­<br />

TADOS UNIDOS.<br />

1,08<br />

9,06<br />

0,76<br />

0,07<br />

1,39<br />

NUESTRO COMERCIO DE vinos CON LOS ESTADOS<br />

UNIDOS TIENE BASTANTE IMPORTANCIA, COMO LO<br />

DEMUESTRAN LOS SIGUIENTES DATOS SOBRE LA IM­<br />

PORTACIÓN DE VINOS ESPAÑOLES EN DICHO PAÍS<br />

DURANTE LOS AÑOS ECONÓMICOS DE 1881 Á 1883:<br />

1881-1882<br />

Importados di-(En envases de<br />

Cantidad Valor<br />

Litros Pesetas<br />

rectamente de madera 5.462.73S 4.898.S47<br />

la Península..(En botellas... 10.549 36.595<br />

Procedentes de|^ = e ?_de ^ ^<br />

ü u b a ( E n botellas... 1.656 5.724<br />

De Canarias y(Bn envases de<br />

otros puntos! madera 11.384 6.185<br />

españoles (En botellas... 464 1.461<br />

Totales 5.584.306 4.993.748<br />

PAÑA EN EL AÑO 1883, ENTRE OTROS VARIOS, FUERON:<br />

Algodón en rama 11.000.000 pesos.<br />

Tabaco en rama 1.450.000 —<br />

Trigo 1.941.000 —<br />

Petróleo 1.500.000 —<br />

Maíz 178.000 —<br />

Tablas y vigas 200.000 —<br />

Aguardientes 98.000 —<br />

LOS IMPORTADOS FUEROU:<br />

Frutas 500.000 pesos.<br />

Vinos 1.221.000 —<br />

Corcho en bruto 202.000 —<br />

Artículos de paja y palma. 86.000 —<br />

Productos químicos 86.000 —<br />

EL COMERCIO DE LOS ESTADOS UNIDOS CON<br />

NUESTRAS COLONIAS Y PROVINCIAS ULTRAMARINAS<br />

ES DE BASTANTE IMPORTANCIA. VÉASE EL TANTO<br />

POR 100 QUE CORRESPONDIÓ Á ESPAÑA, Á SUS<br />

PROVINCIAS DE ULTRAMAR Y Á LAS DEMÁS POSE­<br />

SIONES ESPAÑOLAS EN EL COMERCIO GENERAL DE LOS<br />

ESTADOS UNIDOS EN 1883:<br />

TANTO POR CIENTO<br />

De la<br />

exportación total<br />

de productos<br />

del país<br />

2,09<br />

1,81<br />

0,27<br />

0,02<br />

0,01<br />

De la<br />

exportación total<br />

de productos<br />

extranjeros<br />

0,59<br />

2,73<br />

0,24<br />

0,04<br />

»<br />

Del total<br />

de la importación<br />

y exportación<br />

de los Es't. Unid.<br />

1,60<br />

5,21<br />

0,49<br />

0,05<br />

0,66<br />

12,36 4,20 3,60 8,01<br />

TERCER LUGAR. QUINTO LUGAR SÉPTIMO LUG. TERCER LUGAR.<br />

1882-1883<br />

Cantidad<br />

Importados di-[En enyases de<br />

rectamente de! madera 7.394.059<br />

la Península.. (En botellas... 13.410<br />

Valor<br />

Pesetas<br />

6.282.288<br />

41.460<br />

Procedentes d e p - = d e ^<br />

80.870<br />

O U D a ( E n botellas... 591 2.176<br />

De Canarias y [En envases de<br />

otros puntos! madera 12.990<br />

20.746<br />

124<br />

españoles 'En botellas...<br />

Totales<br />

27<br />

7.576.914 6.430.664<br />

LA IMPORTACIÓN DE NUESTROS VINOS COMUNES<br />

PARA MEZCLA ES CASI NULA, Y LA DE VINOS COMU­<br />

NES PARA PASTO INSIGNIFICANTE; LOS QUE MÁS SE<br />

IMPORTAN SON JEREZ Y SUS SIMILARES.<br />

EL TRANSPORTE DE GRANOS CONSTITUYE UNO DE<br />

LOS GRANDES RECURSOS DEL COMERCIO AMERICANO.<br />

LOS GRANDES ALMACENES DE GRANOS ESTÁN ESTA­<br />

BLECIDOS Á ORILLAS DEL LAGO MICHIGAN Y DEL


AME — 197 — AME<br />

Mississippi. Los gastos de flete varían en el<br />

interior, según se hagan por vía fluvial ó férrea,<br />

siendo aquélla mitad más económica<br />

que ésta, única en los meses de Noviembre y<br />

Abril, en que el hielo interrumpe las comunicaciones<br />

por agua. La travesía del Océano<br />

resulta calculada por las tarifas de precios de<br />

transportes igual á vela que á vapor, aunque<br />

frecuentemente el transporte á vela es más barato.<br />

Las tres cuartas partes del excedente de<br />

cereales se envían á Inglaterra, y sólo en<br />

años de gran escasez la solicitan otros países.<br />

El total de precio resulta:<br />

Precio de reventa de im hectolitro de<br />

trigo en el depósito ó en la estación<br />

más cercana 12,06 pesetas.<br />

Transporte á Chicago 2,80 —<br />

De Chicago á Nueva York 2,25 —<br />

De Nueva York á Liverpool 2,10 —<br />

Embalaje en América 0,50 —<br />

Gastos en Liverpool 0,96 —<br />

Total 20,67 pesetas.<br />

En cuanto á los medios de comunicación y<br />

transporte, además de los grandes lagos, ríos<br />

navegables y canales, hay más de 100.000 millas<br />

de ferrocarriles en explotación, que es<br />

aproximadamente la longitud de todas las<br />

vías férreas de Europa juntas. Sobre todo en<br />

algunas regiones del Este y del Centro, los ferrocarriles<br />

se cruzan en todas direcciones, y<br />

forman una verdadera red, pero de malla<br />

muy estrecha.<br />

AMÉRICA CENTRAL. — A la América central<br />

corresponden Méjico, las cinco repúblicas del<br />

Istmo y las Antillas.<br />

Las costas y terrenos bajos de Méjico, que<br />

se conocen con el nombre de tierras calientes,<br />

producen azúcar, añil, algodón y plátanos.<br />

Las pendientes de las cordilleras, donde<br />

reina siempre temperatura primaveral, se llaman<br />

tierras templadas, y en ellas se producen<br />

muchas especies de esta zona. Hay otra zona,<br />

denominada tierras frías, que comprende las<br />

mesetas de más de 2.200 metros de elevación.<br />

La vegetación varía lo mismo que la temperatura.<br />

En los confines de la zona templada y<br />

cálida se cultivan la caña dulce, el algodonero,<br />

el cacao y el añil. En las zonas templada y<br />

fría hay muchos bosques, y los árboles coniferos<br />

terminan en esta comarca, como en los<br />

Alpes y los Pirineos, la escala ¿e los mayores<br />

vegetales. El banano es una de las plantas más<br />

abundantes; hay racimos de bananos que contienen<br />

de 160 á 180, y pesan de 30 á 40 kilos.<br />

El cultivo del maíz es muy extenso; se da en<br />

las costas y en los valles, y suele producir 150<br />

por 1. El trigo, A centeno y otros cereales<br />

de Europa sólo se cultivan en la meseta de la<br />

región templada. En la región fría se cultiva<br />

la patata. El maguey, variedad de la pita, da<br />

la bebida llamada pulque; sus fibras dan cáñamo,<br />

y con ellas se fabrica papel, y las espinas<br />

sirven de alfileres y clavos. En la zona caliente<br />

se produce excelente cacao. La palabra<br />

chocolate (chocolatl) deriva del idioma mejicano.<br />

Las márgenes de las bahías de Honduras<br />

y Campeche son notables por sus bosques<br />

de caoba y palo campeche. Hay una especie<br />

de acacia que produce un excelente tinte negro.<br />

El guayaco, el sasafrás y el tamarindo<br />

adornan estas fértiles provincias; se encuentran<br />

en los bosques emanas silvestres, y todos<br />

los terrenos peñascosos y bajos están cargados<br />

de diversas especies de áloes y euforbios. La<br />

vainilla, que se cultiva en el Estado de Veracruz,<br />

es muy apreciada en el exterior. La<br />

caña de azúcar se da en todos los lugares cálidos<br />

, y muy especialmente en el Estado de<br />

Morelos. Los plantíos de café adquieren de<br />

día en día mayor desarrollo. Los principales<br />

productos anuales de la agricultura son:<br />

Algodón 10.S57.000 pesos.<br />

Caña dé azúcar 8.735.000 —<br />

Henequén 3.718.000 —<br />

Café 3.200.000 —<br />

Tabaco 2.500.0C0 —<br />

Arroz 1.2á6.000 —<br />

Cacao 1.135.000 —<br />

Vainilla 900.000 —<br />

Maíz 110.000.000 —<br />

Trigo 18.000.000 —<br />

Fríjol S.000.000 —<br />

Iía.y varias colonias agrícolas de europeos<br />

establecidas en el territorio de esta República.<br />

La primera y más antigua es la de Jicaltepec,<br />

de franceses, en el Estado de Veracruz.<br />

La vainilla constituye la principal riqueza de<br />

la colonia. Los animales domésticos de Europa<br />

transportados á Méjico se han multiplicado<br />

mucho. Multitud de caballos se encuentran<br />

en las llanuras del Norte. Como país minero,<br />

tiene mucha más importancia que como agrícola.<br />

Méjico ha producido en oro y plata desde<br />

1537 á 1880 la respetable cantidad de<br />

15.525.551.045 pesetas, es decir, una producción<br />

media anual de 45 millones de pesetas. El<br />

Estado de Chihuahua es el más rico en metales<br />

preciosos. En él existen 120 distritos mineros,<br />

con 575 minas, explotadas desde la conquista<br />

española; pero ha habido que abandonar<br />

las que menos producen, á causa de la dificultad<br />

de los transportes y de la falta de la mano<br />

de obra. Según datos oficiales, existen en varias<br />

localidades yacimientos de hulla, y el petróleo<br />

se encuentra en cantidades abundantes.<br />

La producción de metales y piedras minerales<br />

en el año 1880 á 1881 fué:<br />

Oro acuñado 492.058 pesos.<br />

Plata acuñada 24.617.395 —<br />

Oro en barras 520.629 —<br />

Plata compacta 3.976.878 —<br />

Piedra mineral 613.702 —<br />

Tierras minerales 26.045 —<br />

Producto total 30.246.707 pesos.<br />

Cantidad exportada. 18.951.730 —<br />

La cantidad producida por las minas debe<br />

aumentarse en 5 ó 6 millones de pesos en que


AME — 198 — AME<br />

se estima la extracción clandestina. Respecto<br />

al comercio, los únicos datos de confianza de<br />

las importaciones son los publicados por la<br />

Secretaría de Hacienda, correspondientes al<br />

año fiscal de 1873 á 1874. Según ellos, el valor<br />

de plaza de las importaciones debe estimarse<br />

en pesos 36.292.956, procediendo las<br />

mercancías de las naciones siguientes:<br />

Noticia por procedencias de la total importación<br />

á la república mejicana en el año fiscal<br />

delS73 á 1874.<br />

Valor de facturas Valor de plaza<br />

Alemania ....... 2.920.414,13 4.652.058,25<br />

España 872.172,21 1.270.496,39<br />

Francia 3.443.178,10 4.878.497,29<br />

Inglaterra 8.708.580,29 12.642.062,58<br />

Estados Unidos 5.946.913,52 8.666.643,16<br />

América del Sur 1.386.340,31 1.895.511,48<br />

Los datos de exportación son más modernos,<br />

pues corresponden al año 1882-83. Las cifras<br />

son: para Inglaterra, 17 millones; Estados<br />

Unidos, 16 millones; Francia, 4 millones; España,<br />

2 millones; Alemania, 1 millón. Los<br />

principales artículos exportados son : henequén,<br />

maderas, café, pieles, animales vivos,<br />

ixtle, vainilla, tabaco y azúcar. Los metales<br />

preciosos exportados ascienden 4 29.600.000.<br />

Nuestra exportación de vinos á Méjico en el<br />

año 1882 fué la siguiente:<br />

Vino común 466.051 pesetas.<br />

Jerez y similares 1.780.826 —<br />

Generoso 269.978 —<br />

Al S. de Méjico se encuentra una angosta<br />

región, encerrada entre los dos océanos, que<br />

se dilata de NO. á SE. por espacio de 1.600<br />

kilómetros, con anchura máxima de 58 kilómetros.<br />

En ella hay cinco pequeñas repúblicas:<br />

Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua<br />

y Costa Rica.<br />

Guatemala es uno de los países mejor regados<br />

de la zona tórrida, sobre todo en la estación<br />

de las lluvias, de Junio á Octubre. La<br />

humedad produce un clima insalubre en los<br />

terrenos bajos, pero en las montañas y mesetas<br />

es mejor.<br />

Los principales cultivos son maíz, añil y<br />

cacao. Hay algunos viñedos, y minas de plata<br />

y azufre. En las demás repúblicas se encuentran<br />

los mismos productos. En Honduras tienen<br />

importancia la caoba, las maderas tintóreas,<br />

la zarzaparrilla, la vainilla y el café.<br />

Costa Rica debe su nombre á las minas de<br />

oro que se descubrieron en el siglo xvi. Hoy<br />

su verdadera riqueza la constituyen preciosas<br />

maderas de construcción, y en particular la<br />

caoba; sus ricos pastos, que mantienen numeroso<br />

ganado, sobre todo de cerda, y sus plantaciones<br />

de café, algodón, azúcar, añil, tabaco,<br />

maíz, trigo y arroz. Comparativamente<br />

con las Antillas y Estados tropicales de la<br />

América meridional, la producción y exportación<br />

de los llamados géneros coloniales tiene<br />

poca importancia. De la importación reci­<br />

ben principalmente algodón, lana, hilo en tela<br />

y seda en hilo y tela, mercería, lino en tela,<br />

calzado, vino y harina. Comercian principalmente<br />

con Inglaterra y los Estados Unidos.<br />

España ocupa el quinto lugar. Guatemala<br />

produjo en 1883-84 495.000 quintales de<br />

café, cuyo valor, á 10 pesos quintal, término<br />

medio, fué 4.950.000 pesos. La caña de azúcar<br />

produjo 39.000 quintales de azúcar, 154.000<br />

de panela, 90.000 de miel y 47.000 de mascabado.<br />

Los productos más comúnmente exportados<br />

son: oro, plata y caucho, añil, cacao,<br />

café, cueros, azúcar, nácar y peídas, algodón<br />

y maderas de tinte. Se importan tejidos,<br />

mercería, droguería, armas, vinos, licores,<br />

conservas, te, porcelana, calzado, vestidos y<br />

sombreros.<br />

Entre la América del Norte y la del Sur se<br />

extiende en arco de círculo la cadena de islas<br />

que se llaman Antillas. Casi todas tienen el<br />

mismo clima. Durante la sequía, de Enero á<br />

Mayo, el calor sería insoportable si las brisas<br />

del mar no refrescaran algo. En la época de<br />

las lluvias caen verdaderos diluvios. La vegetación<br />

es lozana y riquísima. Allí se encuentran<br />

el plátano, el algodonero salvaje, la palmera<br />

abanico y el árbol del sagú, que alcanza<br />

80 metros de altura; y los árboles de campeche,<br />

el tamarindo, el palo hierro, el cedro y<br />

el olmillo de España (especie de cordia) son<br />

muy estimados por sus maderas. La manzana,<br />

la uva y demás frutas de Europa sólo<br />

maduran en las partes montuosas, mientras<br />

que en las llanuras aparecen todos los productos<br />

de la zona tropical. Casi todos los productos<br />

comerciales que constituyen la riqueza<br />

de las Antillas están mantenidos por el cultivo;<br />

sin embargo, se encuentra la vainilla en<br />

estado salvaje en los bosques de Jamaica y de<br />

Haiti; el áloe crece espontáneamente en el<br />

suelo pedregoso de Cuba, de las Lucayas y de<br />

otras islas. La gran mercadería de consumo y<br />

exportación es el azúcar, y también tienen<br />

importancia el tabaco y el café. El árbol del<br />

algodón encuentra en estas islas el terreno<br />

seco y pedregoso que necesita; pero la cosecha<br />

está sujeta á muchos vaivenes. En las Antillas,<br />

pues, la vegetación es exuberante y poderosa,<br />

habiendo infinitos tesoros que explotar<br />

en sus bosques. Sólo la República de Santo<br />

Domingo exportó en 1881 574.000 pies de<br />

caoba, 26.000 de cedro y 34.000 de espinillo,<br />

y eso que los naturales miran con bastante<br />

desdén su riqueza forestal. Además exportó<br />

3.000 toneladas de guayacán, 4.000 libras de<br />

resina de guayacán, 10.000 toneladas de campeche,<br />

563.000 libras de extracto de campeche<br />

y 360.000 cocos. Pero el producto de más importancia<br />

en las Antillas es indudablemente<br />

la caña de azúcar, y después el café, el cacao<br />

y el tabaco. Productos de la industria europea<br />

se importan muchos; de España principalmente,<br />

vino, cereales, calzado y piedra; sin embargo,<br />

conviene advertir que la exportación<br />

de productos españoles es mucho más exigua<br />

dejo que debiera. Nuestros caldos de todo gé-


AME — 199 — AME<br />

ñero, nuestras conservas, armas, tejidos, cordelería<br />

y otros muchos productos serían perfectamente<br />

recibidos, especialmente en las Repúblicas<br />

de Santo Domingo y líaiti, y aun los<br />

tejidos mismos no tendrían que temer la competencia<br />

de las producciones inglesas y francesas,<br />

con tal que fuesen directamente, porque<br />

los gastos de nuestros mercados son muy<br />

reducidos y difieren mucho de los de Inglaterra<br />

y Francia. En Santo Domingo no debería<br />

beberse más vino que el nuestro.<br />

Dos de las grandes Antillas, Cuba y Puerto<br />

Rico, son nuestras. En ambas islas la vegetación<br />

es exuberante, como la de los trópicos,<br />

y se cosechan todos los frutos de Europa,<br />

aunque éstos degeneran pronto, y los de Asia,<br />

África y América. En Cuba, á pesar de cultivarse<br />

sólo la cuarta parte de su terreno, su<br />

fertilidad es tanta que se cosechan de los mejores<br />

azúcares como unas 730.000 toneladas<br />

métricas, por valor de 75 millones de pesos,<br />

por lo que puede considerarse como el primer<br />

centro productor del mundo en cuanto<br />

á calidad y aun en cantidad, pues sólo la<br />

India produce más, pero su territorio es más<br />

extenso.<br />

En 1882 exportó 500.000 toneladas para<br />

los Estados Unidos, 5.600 para otras partes de<br />

América, 17.200 para España, 10.000 para<br />

Inglaterra y 360 para otras partes de Europa.<br />

La exportación total fué de 537.859 toneladas.<br />

Siguen en importancia en los cultivos de<br />

Cuba el tabaco, considerado como el mejor<br />

del mundo (se calcula en 20 millones de kilogramos<br />

por valor de 15 millones de pesos),<br />

café, cera, miel, maíz, jengibre, pimienta, Rigodón,<br />

cacao, yuca,pinas, plátanos, guayabas<br />

y otras ricas frutas. En Puerto Rico el terreno<br />

es muy quebrado en el centro, deprimiéndose<br />

hacia las costas, y formando numerosas<br />

cuencas y hermosos valles, plantados en el interior<br />

de café, de tabaco en las riberas de los<br />

ríos y de caña de azúcar en las costas generalmente<br />

llanas. Además hay algodón, cacao,<br />

añil, especias, ricas frutas, mucha miel y cera.<br />

Del terreno cultivado en Cuba está destinado á<br />

pastos 127.000 hectáreas; 75.000 al de azúcar;<br />

73.000 al café; 20.000 al tabaco, y 334.516 á<br />

jardines y huertas, é inculto lo demás. La industria<br />

está poco desarrollada en ambas islas;<br />

hay algunas fundiciones de cobre y otros metales,<br />

600 ingenios de azúcar, 80 molinos de<br />

maíz, 100 fábricas de picado de tabaco y elaboración<br />

de cigarros, 60 de ron y otros licores,<br />

25 de curtidos, y algunas de dulces, conservas,<br />

sombreros de paja y objetos para<br />

consumo local. El comercio de Cuba por sí<br />

solo es tan importante como el que hacen algunas<br />

naciones, contribuyendo á su desarrollo<br />

su excelente situación y la riqueza de su suelo.<br />

Asciende á 121 millones de pesos, de los<br />

que 55 corresponden á la importación, consistiendo<br />

en trigos, harinas, vinos, aceite de<br />

olivas, tasajo, carnes, manteca, embutidos,<br />

bacalao, pesca, especiería, herramientas, máquina,<br />

material de ferrocarriles y para los<br />

ingenios de azúcar, calzado, abanicos, arroz,<br />

tejidos de todas clases, y artículos de lujo y<br />

moda; y 70 millones á la exportación; en azúcares,<br />

unos 2 millones de cajas; tabaco, 8 millones<br />

de kilogramos; aguardiente, 40.000 pipas;<br />

miel de caña, 250.000 bocoyes; café, 2 millones<br />

de kilogramos; mineral de cobre, 350.000 quintales;<br />

cera y maderas. El comercio de Puerto<br />

Rico se eleva á unos 24 millones de pesos, de<br />

los que 14 corresponden á la importación de<br />

los mismos artículos que en Cuba y 10 á la exportación;<br />

en azúcar, unos 62 millones de kilogramos<br />

; café, 7 ídem; tabaco, 3 ídem; algodón,<br />

20.000 kilogramos; miel, 35.000 bocoyes;<br />

aguardientes, 130 bocoyes; ganado, 13.000 cabezas;<br />

cueros, 320.000 kilogramos. Este comercio<br />

se hace principalmente con España, para<br />

donde Cuba exporta por valor de 4 millones<br />

de pesos, y Puerto Rico 1, é importan la primera<br />

por valor de 18 millones de pesos y la<br />

segunda por 3, mucho con los Estados Unidos<br />

norte-americanos, y no tanto con Inglaterra,<br />

Francia, Bélgica, Méjico y América del Sur,<br />

Suecia y posesiones inglesas, holandesas y danesas.<br />

Las Antillas inglesas comercian principalmente<br />

con la Gran Bretaña, Canadá, Estados<br />

Unidos y Francia. La Jamaica importó en<br />

1882 por valor de 1.321.000 libras esterlinas,<br />

y exportó por valor de 1.560.000. Los principales<br />

artículos que importan son manufacturas<br />

de hilo, lana y algodón, harina de trigo,<br />

bacalao, arroz, carbón de piedra, maderas de<br />

pino, petróleo y cerveza. Los de exportación,<br />

azúcar, ron, café, pimentón, campeche, gineos<br />

y naranjas.<br />

Curacao importa palos tintóreos, dividivi,<br />

hielo, café, tabaco y madera de construcción.<br />

líaiti produce café, campeche, algodón y caoba.<br />

Se calcula en 60 millones de libras de café<br />

el exportado en 1882, á lo que, para estimar el<br />

producto total de la cosecha, deben agregarse<br />

8 millones de libras por el consumo del país, y<br />

lo menos un 50 por 100 que se pierde al pie<br />

de los cafetales por no haber quien lo recoja<br />

y prepare. La Martinica, la más importante<br />

de las Antillas francesas, produce de 45 á<br />

50 millones de kilos de azúcar por año, 9 á<br />

10 millones de litros de ron, 600.000 kilos de<br />

cacao y 400.000 de campeche. Harinas y vinos<br />

son los principales artículos de la importación<br />

en las Antillas. Véanse, para terminar,<br />

las siguientes cifras de nuestro comercio con<br />

los Estados de la América central en 1882:<br />

Importación Exportación<br />

Pesetas Pesetas<br />

6.743<br />

75.573<br />

1.245.886 5.580.722<br />

112<br />

115.443<br />

25.173 3.204<br />

17.408<br />

»


AME — 200 — AME<br />

. AMÉRICA: MERIDIONAL. — La zona tropical<br />

de la América meridional comprende la mitad<br />

septentrional y la parte más ancha de<br />

la América del Sur. Por ella corren el Amazonas<br />

y sus caudalosos afluentes. En general,<br />

el clima es cálido, puesto que se trata de países<br />

situados en la zona tórrida ; pero, como<br />

ya antes hemos apuntado, y por las circunstancias<br />

también dichas, allí se encuentran<br />

todos los climas de la tierra, desde el de las<br />

nieves perpetuas hasta el de las planicies<br />

ecuatoriales. Y no hay que apartarse muchas<br />

leguas de distancia para encontrar esta<br />

diferencia; dentro de la República de Venezuela,<br />

por ejemplo, la temperatura media en<br />

Egido (Estado de los Andes) es 11° 67 centígrados,<br />

y en San Fernando (Estado de Bolívar),<br />

30° 50. Estaciones hay sólo dos; la seca<br />

y la lluviosa, ó verano é invierno. El tiempo<br />

de sequía comienza en Noviembre y termina<br />

en Mayo. Los mayores calores son de Abril á<br />

Octubre. En las regiones ecuatoriales la temperatura<br />

es menos cálida de lo que debiera, á<br />

causa de los grandes bosques y de los numerosos<br />

ríos de que está cruzado el territorio.<br />

La cordillera de los Andes y los montes de<br />

la Parima se extienden por el O. y N. de la<br />

América meridional, no muy lejos de la costa,<br />

y la parte de terreno comprendida entre<br />

ésta y los primeros ramales ó vertientes de las<br />

cordilleras forma la zona agrícola, pues exceptuando<br />

algunas comarcas, como en el Perú,<br />

donde la costa, salvo los valles, es arenosa y<br />

estéril, por lo general, en ella está la casi totalidad<br />

de las plantaciones de caña, café, cacao,<br />

cereales, etc. Sigue después, más al interior,<br />

la zona de los pastos, cubierta de gramíneas<br />

gigantescas y asiento principal de los rebaños,<br />

y también con algún cultivo de la tierra,<br />

y, por último, la montaña ó zona de los bosques.<br />

En algunas repúblicas, como en Venezuela<br />

, se hallan en esta zona de los bosques<br />

grandes plantaciones naturales de sarrapia,<br />

copaiba, jubia y vainilla, que los habitantes<br />

explotan con gran provecho. Es tal la abundancia<br />

de producciones vegetales silvestres en<br />

la zona de los bosques, que bastarían para<br />

enriquecer con poco trabajo á muchos millones<br />

de hombres. El clima de la parte Sur de<br />

la América meridional, sobre todo hacia la<br />

República Argentina y Chile, es, en conjunto,<br />

de los más templados ; menos riguroso en invierno,<br />

aunque á veces algo más cálido en<br />

verano que el de Italia. Como es natural, disminuyen<br />

en ella las producciones de la zona<br />

tropical, y aumentan las propias de las templadas.<br />

Considerada la América del Sur desde el<br />

punto de vista económico, se puede dividir en<br />

tres regiones: la periferia, el centro y el extremo<br />

meridional.<br />

La primera es la región más importante.<br />

Allí están las poblaciones más cultas, los principales<br />

cultivos, y allí se utilizan con más facilidad<br />

los productos espontáneos de la naturaleza,<br />

gracias á la proximidad de las costas<br />

que abren camino á la exportación. Allí están<br />

las grandes ciudades, Río Janeiro, Bahía y Recife<br />

en el Brasil, Buenos Aires en la República<br />

Argentina, Santiago y Lima en la vertiente<br />

del Pacífico; allí se encuentran los puntos por<br />

donde la América del Sur, con pocos medios<br />

de comunicación por el interior, á pesar de<br />

sus numerosas corrientes de agua, se relaciona<br />

con las otras partes del mundo. Esta vasta<br />

región puede gubdividirse en las siguientes:<br />

Chile y región sub-audina de la vertiente<br />

oriental de la cordillera, región andina de la<br />

zona tropical, litoral de la Guyana, litoral<br />

del Brasil y región del SE., ó llanuras de la<br />

zona templada, desde el S. del Brasil hasta la<br />

Patagonia. La primera y la última pertenecen á<br />

la zona templada; las otras tres á la tropical.<br />

La actividad económica está casi concentrada<br />

en la zona periférica. Como en todos los<br />

países, tiende principalmente á la producción<br />

de alimentos; se cultivan la banana y el manioc<br />

en el N. y NE.; el maíz en las mismas regiones,<br />

pero más aún en los Andes y en el<br />

Brasil; la patata en las comarcas altas de la<br />

región de los Andes, y el trigo en Chile. En<br />

la cuenca del Plata, la carne sustituye á los<br />

vegetales. Los países de la zona templada son<br />

los que más exportan, principalmente carne<br />

los del E. y trigo los del O. La región andina<br />

de la zona tropical se subdivide en región de<br />

Colombia y región del Perú y Bolivia. La primera<br />

comprende la cordillera del Ecuador, la<br />

de Colombia y las montañas de Venezuela,<br />

inmediatas á la costa. En ellas la población se<br />

agrupa en los valles altos, en las mesetas y en<br />

las vertientes de la cordillera, donde el clima<br />

es más favorable y los cultivos más fáciles.<br />

Por regla general, aquí la agricultura y la<br />

ganadería son los ramos más importantes de<br />

la riqueza. Una de las estadísticas agrícolas<br />

más recientemente publicadas es la de Venezuela<br />

(1884). El rendimiento auual bruto fué<br />

275.989.443 pesetas. En primer término figura<br />

el café (56.286.453), y siguen después el<br />

azúcar (38.430.037), plátanos (31.597.207),<br />

maíz (30.245.110), hortalizas y verduras<br />

(26.001.127), cacao ( 14.990.224), casabe<br />

(14.756.108), caráotas y otros diferentes granos<br />

(14.775.930), y ron y otras preparaciones<br />

de aguardiente de caña (10.139.143). Los artículos<br />

que más se exportan son café, cacao,<br />

quina, zarzaparrilla y otras plantas medicinales,<br />

y tabaco. La pesca y la caza son muy abundantes.<br />

Uno de los países más ricos en pesca<br />

es Venezuela, especialmente en la parte oriental<br />

de su costa. Emplea en estas industrias<br />

50.000 brazos, y el producto bruto anual por<br />

cada brazo es de 912 pesetas. En el Perú hay<br />

poca población en la costa, que por lo general<br />

es árida; poca también en el Puna, país<br />

frío y poco fértil, pero muy densa en los valles<br />

de la Sierra, sobre las vertientes orientales<br />

y occidentales de la cordillera, donde se<br />

encuentran los grandes cultivos en los valles<br />

y grandes bosques, en las laderas de la vertiente<br />

meridional.


AME — 201 — AME<br />

En el litoral del Atlántico es donde se fijan<br />

con preferencia los colonos europeos, porque<br />

allí están en comunicación directa con Europa,<br />

porque la proximidad al mar atempera el<br />

clima tropical, y porque los escalones que forman<br />

los taludes de las montañas brasileñas<br />

facilitan la aclimatación por la variedad de<br />

climas, y la producción por la variedad de la<br />

vegetación. Cultivan principalmente el azúcar,<br />

el café y el algodón. Río Janeiro es el primer<br />

mercado de café del mundo. La región más<br />

favorable para este cultivo es el O. de la provincia<br />

de San Pablo, donde la planta, de excelente<br />

calidad, alcanza la mayor altura conocida.<br />

El Brasil da actualmente las tres quintas<br />

partes del café que se consume en todo el<br />

mundo.<br />

También puede decirse que difícilmente<br />

habrá en el mundo una región que produzca<br />

el algodón con tanta facilidad y abundancia<br />

como el Brasil. Aquí, como en toda la América,<br />

el algodonero es una planta salvaje que,<br />

bien cultivada, remunera ampliamente el capital<br />

y el trabajo. Hay ciertas comarcas del<br />

Brasil en que da un beneficio del 20 por 100.<br />

La región chilena es una de las más favorecidas,<br />

porque la tierra y el clima se prestan<br />

admirablemente al cultivo de los pastos, y de<br />

muchos cereales y otras plantas de Europa.<br />

El cultivo de los cereales toma en Chile de<br />

día en día mayores proporciones, y sostiene<br />

importante comercio de exportación, no sólo<br />

con los puertos del Pacífico, sino también<br />

con muchos de Europa, donde los trigos chilenos<br />

son muy apreciados. En estos últimos<br />

años la producción ha variado entre 5 y 7<br />

millones de hectolitros. Casi todas las plantas<br />

leguminosas y los frutos de la Europa<br />

meridional crecen y prosperan en Chile. Hay<br />

viñedos de muy buenas especies, pero se obtiene<br />

un vino de muy poca fuerza. La producción<br />

agrícola llega anualmente, por cálculo<br />

prudencial, á 6 millones de hectolitros de trigo<br />

y 2.300.000 de los demás cereales. De vinos<br />

se cosechan unos 7 millones de decalitros. No<br />

obstante el desarrollo que va tomando la<br />

agricultura, Chile en los mercados extranjeros<br />

tiene más importancia como país minero<br />

que como país agrícola. El mayor mal para el<br />

agricultor chileno en estos últimos tiempos<br />

es la creciente carestía y falta de brazos. Chile<br />

ocupa lugar muy preferente en la explotación<br />

del cobre. En el espacio de cincuenta años<br />

ha exportado unas 50.000 toneladas anuales de<br />

cobre. También hay oro, aunque su producción<br />

ha disminuido mucho; en la parte central,<br />

entre Valparaíso y Santiago, es donde<br />

hoy más se encuentra. Pero generalmente el<br />

oro se halla tan íntimamente asociado con la<br />

blenda, cobre y piritas de hierro, que su extracción<br />

es imperfecta y costosa. La producción<br />

de la plata ha aumentado; durante los últimos<br />

cincuenta años ha sido de 3 á 4 millones<br />

anuales. Según datos muy modernos, de 1885,<br />

la minería produce en Chile unos 500.000<br />

quintales métricos de cobre, 160.000 kilogra­<br />

mos de plata, 500 de oro, 5.500.000 quintales<br />

métricos de carbón de piedra y otro tanto de<br />

salitre.<br />

Los artículos introducidos importaron en<br />

1883 54 millones de pesos; la exportación pasó<br />

de 77 millones. Los artículos que por mayor<br />

cantidad figuran en la importación son tejidos,<br />

artículos alimenticios, materias primas animales<br />

y vegetales, instrumentos y objetos<br />

para industria y oficios, vestuario y joyas,<br />

artículos de uso doméstico, y vinos y licores.<br />

La exportación se reparte así:<br />

Productos mineros 63.000.000 pesos.<br />

Productos agrícolas 12.000.000 —<br />

Oro y plata acuñados.... 1.800.000 —<br />

Manufacturas 790.000 —<br />

El resto, artículos varios. Los minerales exportados<br />

son cobre, plata, carbón mineral, oro,<br />

plomo y cobalto. Él carbón chileno uo puede<br />

competir con el inglés, ya por su calidad inferior,<br />

como por lo costoso de su extracción.<br />

La región del SE., ó llanuras de la zona<br />

templada, no son propias hacia la costa para<br />

los cultivos tropicales, pero á cierta distancia<br />

del mar, sobre todo en la Mesopotamia ó Entre<br />

Ríos (Argentina), se obtienen algunos.<br />

Estas llanuras están cubiertas de grandes pastos<br />

, en las que se cría numeroso ganado. En los<br />

bosques "hay excelentes maderas de construcción,<br />

entre las que figuran el sarandí, el sauce<br />

blanco y negro, el laurel blanco, el guayabo<br />

, algarrobo, cedro criollo, palofierro, etc.<br />

De plantas textiles son notables la corteza del<br />

vira-vira, cuyas fibras son de notable resistencia;<br />

el lino, el cáñamo, la hoja de pita, cxxy&s<br />

fibras nacaradas son muy resistentes, y la ortiga<br />

blanca ó ramié, que ha empezado á cultivarse.<br />

Entre las plantas oleosas, el olivo, el maní<br />

y el tártago, que adquiere proporciones arborescentes<br />

y empieza á ser objeto de cultivo en<br />

grande escala. Entre las plantas medicinales,<br />

luparcira brava contra la tisis ; la semilla de<br />

tártago, cuyo aceite es excelente purgante;<br />

zarzaparrilla de diversas clases ; la cepa caballo<br />

, usada en las enfermedades del hígado; la<br />

hierba de las piedras contra las úlceras rebeldes<br />

, y otras muchas. La familia de las gramíneas<br />

es digna de mención por el gran número<br />

de especies que contiene, y que forman<br />

la mayor parte de los pastos. La ganadería<br />

tiene su principal importancia en la República<br />

Argentina, donde constituye la principal<br />

fuente de riqueza. En fin de 1882 era la riqueza<br />

pecuaria la siguiente:<br />

Cabezas Valor en pesetas<br />

Ganado vacuno.... 14.206.199 568.259.960<br />

Ganado lanar 72.683.045 363.415.225<br />

Ganado caballar.... 4.856.308 97.136.160<br />

Ganado mular 158.551 7.927.550<br />

Ganado de cerda.... 266.583 6.664.575<br />

Ganado cabrío 757.559 3.787.795<br />

Ganado asnal 206.078 3.091.170<br />

1.050.282.435


AME — 202 — AME<br />

Los productos principales de la ganadería,<br />

lanas, cuero, carne, sebo, cerda, astas y huesos,<br />

alimentan el 95 por 100 del total comercio<br />

de exportación.<br />

Otro país eminentemente ganadero, y uno<br />

de los más ricos del mundo bajo este concepto,<br />

es el Uruguay. Hay en él 8 millones de cabezas<br />

de ganado vacuno, 20 millones de lanar,<br />

1.500.000 de caballar, 100.000 de cerda y<br />

600.000 del cabrío. Valen hoy los ganados 30<br />

pesetas cada uno los vacunos de recría, es decir,<br />

chico y grande; las vacas y novillos para<br />

engordar en los potreros se venden de 40 á<br />

60 pesetas; las vacas gordas para saladero, 60<br />

y 65 pesetas; los novillos, de 75 á 90; los terneros,<br />

25 á 30; los corderos, 4; las ovejas, 5;<br />

las muías, de 50 á 60; las yeguas gordas, 12<br />

pesetas, y los capones caballares, de 15 á 20.<br />

También aquí va tomando desarrollo la agricultura;<br />

la cosecha de trigo en el año 1881<br />

se calculó en un millón de fanegas. Se han<br />

iniciado con buen éxito los cultivos de lino y<br />

tabaco.<br />

La región central comprende las llanuras<br />

del Orinoco, las del Amazonas, la zona montañosa<br />

de la Guaj'ana y gran parte de la del<br />

Brasil, y la cuenca occidental del Paraguay.<br />

Es la región de los bosques y las sábanas,<br />

con algunos desiertos situados principalmente<br />

en las mesetas del Brasil y en la cuenca de los<br />

afluentes de la derecha del Paraguay. El comercio<br />

europeo sólo ha penetrado en esta región<br />

por los tres grandes ríos que recogen<br />

sus aguas. En sus orillas se han establecido<br />

mercados, ya convertidos en ciudades, de los<br />

que los principales son Bolívar sobre el Orinoco;<br />

Manaos, cerca de la confluencia del<br />

Río Negro con el Amazonas, y Asunción sobre<br />

el Paraguay. El comercio explota únicamente<br />

productos espontáneos de la flora tropical,<br />

tales como las maderas de tinte y ebanistería,<br />

el cacao, las resinas, y sobre todo el caucho, que<br />

hoy es el producto que más se exporta. La<br />

vegetación es por demás rica y exuberante,<br />

pero el clima es muy malo para los europeos.<br />

Sólo la parte meridional de la llanura central,<br />

es decir, las Pampas, entre el Gran Chaco y<br />

la Patagonia, que goza de un clima templado,<br />

tiene mejor porvenir; su horizontalidad<br />

facilita la construcción de ferrocarriles, y ya<br />

ha)' una vía que la atraviesa hacia Tucumán;<br />

sus inmensas sábanas pueden servir de pasto<br />

á innumerables ganados, y figura muy en<br />

primer término en el comercio general por la<br />

exportación de lanas y cueros. Además, en<br />

ciertos puntos bien regados pueden cultivarse<br />

los cereales en gran escala. Realmente en esta<br />

parte del Nuevo Mundo la agricultura ocupa<br />

un rango secundario al lado de la ganadería;<br />

pero, no obstante, hoy por hoy la agricultura<br />

no sólo da para el consumo del país,<br />

sino que además alimenta una regular exportación<br />

á Europa. Sólo la República Argentina<br />

exportó en 1882 100 millones de kilos de<br />

maíz y 25 millones de kilos de lino, que dieron<br />

un beneficio neto de unos 20 millones de<br />

pesetas. En el primer semestre de 1883 se<br />

exportaron:<br />

Trigo 36.4,87.120 kilos.<br />

Lino 21.363.595 —<br />

Maíz 4.350.240 —<br />

Pasto seco 7.206.317 —<br />

Harina 1.413.074 —<br />

Papas 751.953 —<br />

Maní 722.433 —<br />

Semilla de nabo 616.666 —<br />

por valor total de 14.575.480 pesetas.<br />

El antiguo territorio de Las Misiones, llamado<br />

así de las que establecieron los jesuítas<br />

hacia 1631, es un país de rica vegetación, en<br />

el que abundan enormes selvas vírgenes. Entre<br />

sus producciones merece especial mención<br />

la hierba mate, cuya infusión caliente constituye,<br />

á la manera del te, un artículo de consumo<br />

general en los países del Plata y sus<br />

tributarios. El clima permite á la vez el cultivo<br />

de muchas plantas de las zonas templadas<br />

y de varias de la tropical, puesto que<br />

simultáneamente prosperan el trigo, el maíz,<br />

las legumbres europeas, las naranjas, el algodón,<br />

el tabaco y la caña de azúcar.<br />

El extremo meridional de América es un<br />

país sin agricultura ni minas, abandonado y<br />

salvaje. La población es tan escasa que apenas<br />

tiene 0,02 habitantes por kilómetro cuadrado,<br />

que se dedica á la ganadería en el interior y ala<br />

pesca en la costa. Hoy la importancia económica<br />

de esta región estriba en el estrecho de<br />

Magallanes, que posee Chile. La costa patagónica<br />

en el estrecho, está desprovista de vegetación<br />

arborescente, pero tiene abundantes<br />

pastos. Punta Arenas es la.colonia chilena<br />

donde, así como más al N., en Cabo Negro,<br />

presenta la costa aspecto menos salvaje que<br />

en la parte oriental, con altas colinas circundadas<br />

por bosques de 7-obles y coigñes.<br />

La colonia de Punta Arenas está situada<br />

sobre la falda de una colina terciaria, suavemente<br />

inclinada hacia el mar. La forman unas<br />

300 casas, poco más ó menos, dispuestas en<br />

anchas y rectas calles. Su fisonomía es risueña<br />

en el verano y templada su temperatura,<br />

pero en Julio y Agosto, en que cubre sus calles<br />

un espeso manto de nieve que oculta ó<br />

paraliza la vida vegetal, el pecho se oprime<br />

dolorosamente, y sin quererlo se abandona el<br />

viajero al recuerdo de la tierra natal, donde<br />

la pobre hierba que engalana los campos no<br />

está condenada á vivir bajo la lápida de hielo<br />

de estas inhospitalarias tierras australes. Los<br />

habitantes de Punta Arenas son de distintas<br />

nacionalidades, encontrándose en pequeña<br />

mayoría los chilenos, que se dedican al pastoreo<br />

y lucrativo comercio de pieles de guanaco<br />

y avestruces, muy abundantes en los territorios<br />

frecuentados por los indios tehuelches,<br />

que bajan á la colonia para cambiar sus productos<br />

por aquellos artículos de que son consumidores,<br />

como el aguardiente, la hierba<br />

mate y el tabaco.<br />

Las casas de negocio están á cargo de in-


AME — 203 — AME<br />

gleses ó franceses. Hay también suizos, que se<br />

dedican á la agricultura, y han formado una<br />

pequeña aldea al S. de la colonia, que se designa<br />

con el nombre de Agua fresca. Seis vapores<br />

al mes tienen á la colonia en comunicación<br />

directa con los puertos chilenos y con<br />

Europa. Punta Arenas posee varios aserraderos<br />

, que convierten en tablones los hermosos<br />

troncos del Fagus antartica.<br />

La Tierra del Fuego, esa grande isla habitada<br />

por tribus antropófagas, que la etnografía<br />

coloca con razón en la última escala de los<br />

seres humanos, se ve bastante lejos, con sus<br />

altas mesetas, con sus bosques raquíticos siempre<br />

azotados por los huracanes, nunca visitados<br />

por el hombre civilizado. Pasarán muchos<br />

años sobre esta tierra misteriosa antes que la<br />

civilización, penetrando en ella, saque de la<br />

horrible barbarie en que viven á tantos miles<br />

de criaturas humanas.<br />

En varios puntos de la América meridional<br />

hay colonias agrícolas, fundadas expresamente<br />

para dar hospedaje y trabajo á los inmigrantes.<br />

En Venezuela hay dos, la de Guzmán Blanco<br />

y la de Bolivar. La primera está situada entre<br />

los pueblos de Orituco y de Concagua, á<br />

1.800 metros sobre el nivel del mar, del que<br />

dista próximamente 100 kilómetros, y de Caracas<br />

120. Su extensión superficial es de 555<br />

kilómetros cuadrados, de terrenos montañosos<br />

y propios para la agricultura. Muchas maderas<br />

de construcción y ebanistería abundan en los<br />

extensos y vírgenes bosques de la colonia,<br />

siendo las principales por su calidad, cantidad<br />

y ventajosas condiciones para ser explotadas,<br />

el roso, el gateado, el roble, el trompillo, el<br />

púy y el laurel. El café, la caña de azúcar y<br />

la yuca son los frutos de cultivo preferente.<br />

La caña de azúcar rinde productos asombrosos,<br />

no sólo por el vigor y lozanía con que se<br />

desai'rolla, sino porque, una vez sembrada,<br />

puede sufrir quince y hasta veinte cortes en<br />

las mejores condiciones. El clima es benigno<br />

y muy sano. La colonia de Bolivar tiene 37<br />

kilómetros cuadrados, y está situada á 50 kilómetros<br />

al JSTJS. de Caracas. Su clima es cálido,<br />

pero muy sano, y en sus terrenos hay<br />

catorce fundaciones de café, con 16.000 matas<br />

, y 200 conucos de maíz, plátanos y frutos<br />

menores.<br />

Estas y otras colonias son núcleos de establecimientos<br />

agrícolas donde las personas y<br />

familias labriegas europeas que llegan al país<br />

encuentran facilidades para adquirir tierra,<br />

útiles y animales de labranza. Se puede conseguir<br />

una hectárea de terreno en las colonias<br />

argentinas por 80 y aun 60 pesetas, pagaderas<br />

en 4 anualidades. Sólo en la provincia de<br />

Santa Fe (República Argentina) hay 55 colonias<br />

agrícolas; la más antigua, La Esperanza,<br />

data de 1856, y tiene hoy 3.300 habitantes.<br />

Hay 8 colonias nacionales en dicha Re-<br />

.pública: 3 en el Chaco, 2 en Entre Ríos, 2 en<br />

Córdoba y una en Patagonia. Todas ellas<br />

. cultivan principalmente trigo, maíz, lino, arvejas,<br />

habas y papas, y poseen gran número<br />

de cabezas de ganado vacuno, caballar, mular<br />

, lanar y de cerda.<br />

Según las leyes de inmigración, los inmigrantes<br />

deben ser con preferencia agricultores;<br />

son por cuenta de los Gobiernos los gastos<br />

que ocasione su desembarco, su residencia<br />

en los depósitos y su traslación hasta su destino;<br />

á cada familia que se establece en los<br />

distritos coloniales se le da un título de propiedad<br />

provisional de cierto número de hectáreas<br />

de terreno de cultivo, un rancho y los<br />

instrumentos necesarios para el trabajo. Según<br />

el mayor ó menor cultivo que hagan, adquieren<br />

derecho á más hectáreas y á convertir<br />

en definitivo el título provisional.<br />

La ley de inmigración de la República Argentina<br />

establece que todo . inmigrante que<br />

acredite su buena conducta y aptitud para<br />

cualquier industria tiene derecho á ser alojado<br />

y mantenido á expensas de la nación durante<br />

los cinco días siguientes á su desembarco, y<br />

si enfermaren, mientras dure la dolencia. Los<br />

contratados por la nación para las colonias<br />

agrícolas tienen derecho á alojamiento y manutención<br />

hasta que sean enviados á su destino.<br />

Todos lo tienen á ser colocados en el trabajo<br />

ó industria que elijan; á ser trasladados<br />

al punto de la república donde quieran fijar<br />

su domicilio, y á introducir libres de derechos<br />

las prendas de uso, vestidos, instrumentos y<br />

herramientas. En varias ciudades hay una<br />

casa para alojamiento de los inmigrantes.<br />

La inmigración es muy escasa en la zona tropical.<br />

Sólo algunos centenares de individuos<br />

al año llegan á Venezuela, Colombia, Ecuador<br />

y Perú, que se establecen en los puertos y en<br />

las grandes ciudades, donde ejercen el comercio<br />

y algunas industrias de lujo. Más importante<br />

ha sido la inmigración de chinos en el Perú<br />

y de africanos en la Guayana inglesa. De 1860<br />

ál877 desembarcaron 80.458 chinos en el Callao.<br />

La inmigración de negros en la Guayana<br />

fué de 187.248 individuos de 1835 á 1873. La<br />

cuestión de la inmigración preocupa mucho<br />

á los agricultores brasileños, que necesitan<br />

gran número de brazos para el cultivo del<br />

café, y que tienen que escasear aún más, á<br />

consecuencia de la supresión de la esclavitud.<br />

La emigración europea se dirige con preferencia<br />

á la zona templada. Sin embargo, en Chile<br />

no sólo Imy poca inmigración, ya porque está<br />

lejos, ya porque allí, dada la constitución déla<br />

propiedad, el colono tiene pocas probabilidades<br />

de llegará poseerla tierra, sino que los mismos<br />

chilenos emigran á la costa del Pacífico. La<br />

región del SE., es decir, el Brasil meridional, el<br />

Uruguay y la República Argentina, son los<br />

países escogidos por los inmigrantes europeos,<br />

donde en las ciudades y en el campo hay inmensas<br />

colonias de alemanes, italianos, españoles<br />

y franceses. Se calcula que estas regiones<br />

reciben un contingente anual de 50.000<br />

individuos.<br />

El valor de los terrenos agrícolas y el de<br />

los pastos varía mucho, según sus condiciones<br />

naturales y artificiales, y la posición que ocu-


AME — 204 — AME<br />

pen respecto á los centros poblados y á las<br />

vías de comunicación, y también según pertenezcan<br />

á particulares ó á la nación. Los terrenos<br />

agrícolas de particulares varían desde 20<br />

á 7.000 y más pesetas la hectárea en Venezuela,<br />

y los de cría, según sean potreros ó sábanas<br />

, desde 2.000 hasta 5.000 pesetas la legua,<br />

ó sea una extensión superficial de 31 kilómetros<br />

cuadrados. En la República Argentina,<br />

en la provincia de Tucumán, vale la hectárea<br />

de tierra de labranza entre 60 y 750 pesetas.<br />

En la de Córdoba la hay por 15 pesetas. De<br />

más de 100 rentas efectuadas en 1S82 y 1883,<br />

se hallan como valores medios entre 15 y 270<br />

pesetas la hectárea de campo de pastoreo, y<br />

entre 175 y 685 la hectárea para quintas. En el<br />

distrito de Montevideo el precio de las tierras<br />

de labranza varía entre 150 y 800 pesetas la<br />

hectárea. En los demás distritos del Uruguay,<br />

de 60 á 280.<br />

La explotación de las minas es también uno<br />

de los más importantes elementos de riqueza<br />

en la América del Sur. Da próximamente 110<br />

millones de pesetas en metales preciosos<br />

plata y '/.i oro). Los principales países<br />

productores son Perú, Bolivia, Colombia y<br />

Brasil. Añadiendo el cobre de Chile, los diamantes<br />

del Brasil, y el guano y el salitre de la<br />

costa del Pacífico, resulta un total de más de<br />

320 millones. En Venezuela se explotan hoy<br />

las minas de oro de Guayana, las de cobre de<br />

Aroa, las de petróleo en el Táchira, y las de<br />

plata y galena argentífera en Carúpano. El<br />

oro de Guayana lo explotan 14 compañías,<br />

pero la más rica de todas es la de El Callao.<br />

Para que se tenga una idea de la prodigiosa<br />

riqueza aurífera de esta región, véase el producto<br />

obtenido por esta sola compañía el año<br />

de 1882. En 7.722 horas, en que trabajaron de<br />

48 á 60 pilones, se trituraron 22.405 toneladas<br />

de cuarzo, que dieron 105.396,38 onzas de<br />

oro fundido, por valor de 10.150.584,56 pesetas;<br />

lo cual da un resultado de más de 4,7 onzas<br />

de oro por tonelada de cuarzo. Recientemente<br />

se ha formado en Europa una compañía<br />

para explotar las ricas minas de carbón de<br />

piedra de Barcelona. El Brasil es uno de los<br />

países que más cantidad de oro han producido.<br />

De 1730 á 1739 dio 1.250 millones de<br />

pesetas; cantidad que de 1870 á 1879 se ha<br />

reducido á 17.500.000. Sin embargo, la riqueza<br />

aurífera del país no está agotada, pues recientemente<br />

se han encontrado yacimientos<br />

nuevos. Otros Estados produjeron en 1881:<br />

Oro Plata<br />

Colombia 20.000.000 5.000.000<br />

Bolivia 360.000 55.000.000<br />

Brasil 3.700.000 »<br />

Venezuela 11.370.000 »<br />

República Argentina... 392.000 2.100.000<br />

La producción de Chile está ya indicada<br />

anteriormente. En el Uruguay es notable el<br />

departamento de Las Minas por los muchos<br />

criaderos que posee de oro, plata, cobre, plo­<br />

mo, estaño, hulla, hierro, mármoles y pórfidos,<br />

cristal de roca, magnesita, yeso, azufre,<br />

amianto, pizarra, etc.<br />

La industria es muy pobre. Hay fábricas<br />

en las grandes ciudades que producen para el<br />

consumo local y alguno que otro establecimiento<br />

metalúrgico, pero en general no basta<br />

la industria para satisfacer las necesidades de<br />

los habitantes, y hay que acudir á la importación.<br />

Las principales industrias en la América<br />

del Sur son las que se relacionan con la<br />

agricultura, la cría de ganados, la explotación<br />

de minerales y la pesca. Existen además<br />

telares para tejidos de algodón, fábricas de<br />

sombreros, tenerías, fábricas de cigarros, de<br />

chocolates, conservas y calzado, y alfarerías.<br />

Tiene también alguna importancia la extracción<br />

de esencias de flores y de aceites de coco,<br />

tártago y ajonjolí. Hoy, á medida que la producción<br />

se extiende, la importación de ciertos<br />

artículos disminuye rápidamente , aumentando,<br />

sin embargo, en armonía con el incremento<br />

de la población, la de aquellos que no<br />

pueden ser fabricados en condiciones ventajosas<br />

en el país. Disminuye, por ejemplo, la<br />

importación de ropa, calzado, fósforos, muebles<br />

y frutas en conserva; pero auméntala del<br />

vino, carbón de piedra y máquinas. Un país<br />

como el Uruguay, que sólo tiene 650.000 habitantes,<br />

importó solamente en vinos tintos y<br />

blancos durante seis años, de 1872 á 74, y de<br />

1878 á 1880, 138.229.766 litros, sin contar<br />

148.734 botellas. Y sin embargo, en muchas<br />

comarcas de la zona templada de la América<br />

meridional puede adquirir gran desarrollo el<br />

cultivo de la viña, como lo demuestran algunos<br />

ensayos que se han hecho con muy buen resultado.<br />

Lo mismo puede decirse del cultivo<br />

del olivo. Con condiciones climatológicas muy<br />

parecidas á las del Mediodía de España é Italia,<br />

es decir, las propias de las regiones productoras<br />

de los más exquisitos vinos y aceites,<br />

la vinicultura y el cultivo de la vid pueden<br />

llegar á ocupar un lugar preferente en la<br />

producción de muchos territorios de la región<br />

más meridional de América. La vid y el olivo,<br />

con los cereales, deben llegar á ser la base y el<br />

porvenir agrícola en gran parte de estos países<br />

(Uruguay, Plata y Chile), tanto más<br />

cuanto que la escasez y carestía de brazos se<br />

suple al presente con máquinas que centuplican<br />

las fuerzas industriales. Hoy en la república<br />

del Uruguay hay plantadas 240.000 viñas<br />

y 10.000 olivos.<br />

Productos agrícolas y de ganadería es lo<br />

que principalmente exporta la América meridional<br />

; en cambio tiene que importar muchos<br />

productos manufacturados que necesita<br />

para el consumo, comestibles y ciertas bebidas.<br />

Los tejidos, especialmente los de algodón,<br />

el vino, la quincallería, los comestibles en<br />

general y la ropa confeccionada, son artículos<br />

de gran consumo en la América meridional.<br />

Las regiones de la zona templada importan<br />

también azúcar y café. Según datos de 1880,<br />

el Brasil exporta 13.300 toneladas de tabaco;


AME — 205 — AME<br />

Colombia, 1.800; Perú, 390; República Argentina,<br />

70; Bolivia, 15; Ecuador, 7. Los<br />

países de la zona tropical tienen que importar<br />

muchos artículos, especialmente trigo y harina.<br />

Es lo que sucede en la mayor parte de<br />

los países productores de géneros coloniales.<br />

El principal esfuerzo del cultivo se concentra<br />

en la producción de éstos, que son mercancías<br />

de seguro despacho en los mercados de Europa<br />

y de los Estados Unidos. El más importante<br />

es el café, cuya exportación alcanza la<br />

cifra de 340 millones de kilogramos, que valen<br />

más de 200 millones de pesetas; más de las 8<br />

décimas partes pertenece al Brasil; el resto<br />

á Venezuela, Colombia y Ecuador. El azúcar<br />

, casi todo del Brasil y la Guayana, representa<br />

un peso de más de 150 millones de kilogramos;<br />

el cacao del Ecuador, Brasil y Venezuela<br />

se exporta por valor de 55 millones<br />

de pesetas. Siguen después el tabaco del Brasil,<br />

Paraguay y Colombia; el algodón del<br />

Brasil, Colombia y Venezuela; el mate del<br />

Paraguay, Brasil y República Argentina; la<br />

quinquina de la región de los Andes orientales<br />

(Colombia y Ecuador), y el marfil vegetal<br />

del Ecuador y Colombia. Las demás produc-<br />

ciones de los países tropicales tienen importancia<br />

secundaria, excepto el caucho y las<br />

maderas, que aunque son las principales riquezas<br />

explotadas en la región central, se<br />

producen también en la zona periférica. Indudablemente<br />

, la América del Sur, en muchas<br />

comarcas, tiene admirables condiciones<br />

para la producción del trigo; pero como hay<br />

pocos brazos y las comunicaciones son miry<br />

difíciles, se produce relativamente .muy poco,<br />

y la exportación es punto menos que imposible.<br />

Por esto, exceptuando las llanuras de<br />

Plata y Chile, país que exporta ya para el<br />

Perú y Australia principalmente, en todo el<br />

resto de la América meridional hay que acudir<br />

á la importación. Agregando á los géneros<br />

coloniales los productos todos de la región<br />

templada, las pieles, la lana y demás substancias<br />

animales procedentes de sus numerosos<br />

rebaños, de los que se exportan más de 300<br />

millones de pesetas, resulta, calculados en 700<br />

millones los productos vegetales, un total de<br />

más de 1.000 millones de exportación agrícola<br />

y forestal de la América del Sur. Véase el siguiente<br />

cuadro:<br />

CUADRO de los principales artículos del comercio de exportación de la 'América meridional,<br />

para dar idea aproximada de la importancia de la producción en los varios Estados. (Según<br />

una Memoria de M. Lavasseur, comunicada á la Sociedad de Geografía comercial de París el<br />

19 de Diciembre de 18S2.J<br />

PRODUCTOS<br />

Gafé.—Producción<br />

Exportación<br />

Azúcar.—Producción<br />

Exportación<br />

Cacao.—Exportación<br />

Algodón.—Exportación<br />

Tabaco.—Producción<br />

Exportación<br />

Mate.—Exportación<br />

Marfil vegetal.—Exportación<br />

Quina.—Exportación<br />

Caucho.—Exportación<br />

Maderas de tinte.—Exportación<br />

Pieles y cueros.—Exportación<br />

Lana.—Exportación<br />

Carne y animales vivos.—Exportación....<br />

Huesos y productos animales.—Exportac.<br />

Oro.—Exportación<br />

Plata.—Exportación<br />

Cobre Exportación<br />

Sal.—Exportación<br />

Guano—Exportación<br />

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10 — 35 » 6 = 55<br />

20 » » » — 1.5 1 30<br />

40? 2? » » » 3,5 0,2 » »<br />

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» 2,5 36 16 15 » 1 » » 71<br />

» 1 78 5 » » 3 » 90<br />

» » 75 » 10 » 85<br />

» » » 2 20 » 22<br />

NOTAS. Las cifras de la producción indican millones de kilogramos; las de la exportación, millones<br />

de francos. El signo = indica exportación cuya cantidad es inferior á un millón de francos, ó no es<br />

bien conocida.<br />

El comercio de la América del Sur con Europa<br />

y los Estados Unidos tiene un valor total<br />

de 3.000 millones de pesetas. El 'Brasil<br />

ocupa el primer lugar; siguen luego la República<br />

Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Éstos<br />

cinco Estados reunidos suman los 5 / 0 del<br />

total. La nación que más productos americanos<br />

recibe es Inglaterra (800 millones en<br />

1881); después siguen Francia (677), Alemania<br />

y los Estados Unidos. España é Italia, á<br />

pesar de la comunidad de idioma de la primera,<br />

y de los muchos colonos que una y<br />

otra tienen en el Plata, figuran en tercer lugar.<br />

Conviene advertir, sin embargo, que en<br />

estos últimos años el comercio de Alemania,<br />

Estados Unidos é Italia va superando al de


AME — 206 — AME<br />

Francia. El comercio entre España y la República<br />

Argentina nos ha de merecer alguna<br />

mayor consideración. La República Argentina,<br />

con un área que Otto Hubner estima en<br />

3.049.162 kilómetros cuadrados; con una población<br />

que ha aumentado en los últimos seis<br />

años, según el mismo autor, en 190 habitantes<br />

por 1.000, siendo esta la porporción mayor de<br />

los Estados de América; con un comercio que<br />

en los últimos treinta y cinco años ha crecido,<br />

por término medio, según M. Vaillant,<br />

14,8 por 100 por año, más del doble del aumento<br />

del de los Estados Unidos, 4 por 100<br />

más que el de Francia, casi tres -veces más<br />

que el de Inglaterra; la República Argentina,<br />

que ocupa una superficie equivalente al 67<br />

por 100 de la parte extra-tropical de Sud-<br />

América, es decir, de la parte en que no hay<br />

razas inferiores, en que los blancos pueden<br />

desenvolver todas sus actividades, y en que<br />

se puede explotar el único productor de la riqueza,<br />

el trabajo, está destinada á ser una<br />

grande y poderosa nación, y es ya uno de los<br />

mercados más importantes del mundo. España<br />

sostiene ya muy activas relaciones con ella, y<br />

no cabe desconocer la importancia relativa de<br />

la navegación española en el puerto de Buenos<br />

Aires, que es casi el único de la República<br />

Argentina que tiene constantes y directas relaciones<br />

con Europa, toda vez que España es<br />

la tercera nación en importancia en la navegación<br />

de vela en cuanto al número de buques<br />

y tonelaje, procediendo de España 106<br />

buques de los 902 que arribaron al puerto, y<br />

sumando éstos 28.908 toneladas de las 219.036<br />

que corresponden á la navegación de vela. Si<br />

se considera el pabellón, ocupan los barcos<br />

españoles también el tercer lngar en cuanto al<br />

número, siendo de nuestra nacionalidad 97 de<br />

los ya citados 902; pero en cuanto al tonelaje,<br />

sólo ocupa el.quinto lugar, teniendo 17.988<br />

toneladas de los 219.036, habiendo tenido más<br />

toneladas los noruegos y norte-americanos, á<br />

pesar de tener menor número de buques.<br />

Pero en cambio, de los 814 vapores llegados<br />

á Buenos Aires durante el año 1879, ni uno<br />

solo ha procedido directamente de puertos de<br />

España.<br />

Y sin embargo, un solo artículo (el vino)<br />

puede sostener una importante línea de vapores<br />

españoles. Basta decir que durante todo<br />

el año de 1880 fueron al Río de la Plata<br />

80.430 pipan de vino tinto español, distribuidas<br />

así: á Buenos Aires 59.898, á Montevideo<br />

20.532; es decir, contando el vino de otras<br />

clases, lo menos llegaron 90.000 pipas; cantidad<br />

suficiente para cargar tres grandes vapores<br />

al mes. (Pueden consultarse más datos en<br />

las Memorias comerciales escritas por E. Dupuy<br />

de Lome y otros cónsules españoles.)<br />

Convendría, pues, mucho establecer una<br />

línea de vapores que deberían salir de Barcelona<br />

y hacer escalas en Valencia y Cádiz.<br />

Así podrían favorecer la industria de las más<br />

importantes regiones de España; cargar los<br />

vinos que hoy vienen en buques de vela, y dar<br />

impulso á la exportación de aceites, cuyo<br />

principal mercado es Valencia, y cuyo más<br />

importante centro de producción está en Sevilla<br />

, unido á Cádiz por ferrocarriles y por la<br />

vía fluvial.<br />

Los vapores españoles no deberían contentarse<br />

con explotar los productos de la costa<br />

de Levante de España y de las regiones que<br />

á ella afluyen. Sería conveniente que', extendiendo<br />

sus negocios, ya sea por bien entendidas<br />

combinaciones ó prolongando los viajes,<br />

fuesen hasta Marsella y Genova, compitiendo<br />

con las compañías que hoy explotan nuestro<br />

comercio.<br />

Hoy navegan entre Europa y el Río de la<br />

Plata las siguientes líneas de vapores:<br />

INGLESAS.—Pacific steam Navigation Company.—De<br />

Liverpool, Burdeos, puertos de<br />

Galicia, Lisboa, San Vicente, Bahía, Fernambuco<br />

, Río Janeiro, Montevideo (combinación<br />

con Buenos Aires), Punta Arenas, Talcahuano,<br />

Valparaíso y Callao.<br />

Mala Real.—Southampton, Amberes, Lisboa<br />

, Brasil, Montevideo y Buenos Aires.<br />

Lamport y Holt.—Liverpool, Londres, Amberes<br />

, Brasil, Montevideo y Buenos Aires.<br />

Alian Line, Donaldson, Penkey y Som.—<br />

Vapores de carga, que únicamente vienen en<br />

la época de las lanas.<br />

ALEMANAS.—Lloyd Norte Alemán.—Bremen,<br />

Amberes ó Havre, el Brasil, Montevideo<br />

y Buenos Aires.<br />

Compañía Hamburgo Sud-Americana.—De<br />

Hamburgo, Lisboa, el Brasil, Montevideo y<br />

Buenos Aires.<br />

Compañía Kosmos.—De Hamburgo, Cherburgo,<br />

Lisboa, Brasil, Montevideo (combinación<br />

con Buenos Aires), Islas Malvinas,<br />

Punta Arenas, Valparaíso y Callao.<br />

FRANCESAS. — Messageries Mariiimes.—<br />

Burdeos, Coruna, Lisboa, Dakar, el Brasil,<br />

Montevideo y Buenos Aires.<br />

Chargeurs Réunis.—Havre, Lisboa, Santa<br />

Cruz de Tenerife, Brasil, Montevideo y Buenos<br />

Aires.<br />

Compagnie genérale de Transports Mariiimes.—Marsella,<br />

Genova, Barcelona, Gibraltar,<br />

Brasil, Montevideo y Buenos Aires.<br />

ITALIANAS.—Compañía Lavoretto.—Ñapóles,<br />

Genova, Marsella, Barcelona, Gibraltar,<br />

Brasil, Montevideo y Buenos Aires.<br />

Rocco Piaggio é hijos.—El mismo itinerario.<br />

li. Schiaffino.—El mismo itinerario, pero<br />

no con regularidad.<br />

Las comunicaciones, como la industria, se<br />

encuentran en estado rudimentario. Los tres<br />

grandes ríos, Orinoco, Amazonas y Plata,<br />

con el Paraná, el Paraguay, el Uruguay y el<br />

Magdalena, son las vías más frecuentadas.<br />

Pero el mejor de todos, el Amazonas, que con<br />

sus afluentes constituye la red de vías navegables<br />

más extensa del mundo, está mucho<br />

menos frecuentado de lo que debiera, porque<br />

su situación bajo el Ecuador, en la comarca<br />

salvaje del centro, limita el uso que el comer-


AME — 207 — AME<br />

ció puede hacer de ella. Ferrocarriles hay<br />

pocos en la zona tropical; algunos más se<br />

han construido en la templada, principalmente<br />

en Chile y República Argentina. Por<br />

la costa se hace, no sólo el comercio de la<br />

América del Sur con las otras partes del<br />

mundo, sino casi todo el de los mismos Estados<br />

americanos entre sí y aun parte de los<br />

cambios de una provincia con otra del mismo<br />

Estado, porque el cabotaje es en muchos casos<br />

el medio más cómodo de transporte. Los<br />

principales puertos comerciales son: en el<br />

mar de las Antillas, Colón, Sabanilla y Cartagena<br />

(Colombia), y la Guayra (Venezuela);<br />

en el Atlántico, Georgetovra, Paramaibo y<br />

Cayena (Guayanas); Belem, San Luis de Maranhao,<br />

Recife, Bahía, Río de Janeiro, Santos<br />

y Porto-Alegre (Brasil); Montevideo y<br />

Buenos Aires (el Plata), y en el Océano Pacífico,<br />

Valdivia, Valparaíso é Iquique (Chile),<br />

Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador), y<br />

Buenaventura y Panamá (Colombia).<br />

Terminaremos este artículo con algunas<br />

breves indicaciones acerca de la importancia<br />

y consecuencias económicas del futuro canal<br />

de Panamá, Muchos suponen que este canal<br />

ha de ejercer en el comercio una influencia<br />

tan eficaz por lo menos como el canal de<br />

Suez. Añaden que el comercio de Europa con<br />

la China, Japón y Australia preferirá el nuevo<br />

canal. Sin embargo, conviene no olvidar<br />

que en los mares de las Indias y de China<br />

hay excelentes escalas que no se encuentran<br />

en el Pacífico. Es cierto que el trayecto desde<br />

Londres y desde el Havre á Sidney disminuye<br />

en 2.200 leguas, ó sea la tercera parte del<br />

viaje; pero si este beneficio es de importancia<br />

para los buques de vapor á causa de sus gastos,<br />

no lo será probablemente para compensar<br />

á los buques de vela el precio de tránsito<br />

por el canal. Pero, sea lo que fuere, lo cierto<br />

es que en la América y en Oceanía hay mucho<br />

más que explotar que en Asia; la producción<br />

es aún muy exigua comparada con lo<br />

que pueden dar, y desde este punto de vista<br />

el canal de Panamá tiene inmensa importancia<br />

económica.<br />

El ilustrado marino español Sr. Concas, en<br />

una conferencia que dio en la Sociedad Geográfica<br />

de Madrid, no cree tampoco que el<br />

canal tenga la inmensa importancia comercial<br />

que se le supone. Sucede, por ejemplo,<br />

que en los mercados de Lima se hallan siempre<br />

los frutos propios de las regiones frías, y<br />

en Valparaíso la rica chirimoya, la palta,<br />

la granadilla y la dulce lima del Perú, y en<br />

San Francisco de California se encuentran<br />

reunidos los frutos de las tres zonas, desde<br />

la glacial hasta los propios del Ecuador,<br />

llevados en rápidos vapores; cada costa se<br />

complementa fácilmente, y no hay la necesidad<br />

que se supone de cruce del canal. Los<br />

pueblos del centro de América nada tienen<br />

que cambiar entre sí; sólo acaso algún tráfico<br />

de tabaco de nuestra Isla de Cuba, que surte<br />

á alguna de las repúblicas del Sur. California<br />

y Nueva York seguramente sostendrán su línea<br />

de vapores, pero los ferrocarriles bajarán<br />

sus tarifas y aumentarán la competencia, y<br />

los pasajeros mirarán siempre con recelo el<br />

paso del mortífero Istmo de Panamá. Las repúblicas<br />

del Plata y Chile hallarán siempre<br />

mejor comunicación por el ya conocido estrecho<br />

de Magallanes, y en breve por el ferrocarril<br />

trasandino, y el movimiento de pasajeros<br />

se hará seguramente por éste, que es paso<br />

brevísimo por la mayor estrechura'de la América<br />

, pudiendo hacer el viaje á Europa por la<br />

zona de los alisios, por el mar del eterno<br />

buen tiempo. Construido el ferrocarril, hasta<br />

los habitantes del Perú vendrán á buscar ese<br />

camino, mejor que el canal con sus fiebres, el<br />

golfo de Méjico con sus huracanes y el de las<br />

Yeguas con sus mares tormentosos en todo<br />

tiempo; viaje, por lo demás, no más breve<br />

que el que se haga por Montevideo. Los viajes<br />

que se dicen al Japón son ilusorios, pues<br />

las distancias son enormes y no compensarían<br />

el cambio de ruta; pero aun'así, queda el viaje<br />

de vuelta, que hay que hacerlo remontando<br />

ó bajando si es desde Australia, y en que<br />

no se haría sino perder con ir á Panamá.<br />

Si de la navegación de buques mixtos se<br />

tratara, no por eso podrían evitar el golfo de<br />

Méjico, peligrosísimo en otoño; es más, esos<br />

buques tendrían que ir á buscar la salida por<br />

el canal de La Florida, corriendo 480 leguas<br />

sólo para salir del golfo ; camino que seguirán<br />

todos los que no sean vapores de primera<br />

fuerza que busquen las Antillas menores á<br />

fuerza de máquina, contracorriente y alisio en<br />

una distancia de más de 300 leguas. De modo<br />

que desde el punto de vista económico es dudoso<br />

que el canal llegue á producir grandes<br />

beneficios álos accionistas constructores. Véase<br />

si no la cuestión de distancias: desde Panamá<br />

á California hay más de 1.000 leguas; á<br />

Valparaíso, unas 800; á Nueva York, 680; á<br />

nuestras Filipinas, más de 3.000 leguas; á<br />

Puerto Rico, que es el mejor paso, 340, y de<br />

este punto á Europa, 1.200; háganse las com-,<br />

binaciones que se quieran con estos números,<br />

y se verá que representan cantidades enormes<br />

de combustible en los vapores y dilaciones<br />

extraordinarias para los veleros ó buques de<br />

máquina auxiliar.<br />

Recientemente se han hecho viajes rapidísimos,<br />

tales como el del Swordfisli, en setenta<br />

y seis días desde San Francisco de California<br />

á Nueva York; el del Sovereing of tJw<br />

Seas, trece y tres cuarto días, de Nueva York<br />

á Liverpool, y el del Architeci, de Cantón á<br />

Londres, en ciento siete días. Ante estos viajes<br />

se comprende que los de Panamá no puedan<br />

ser más rápidos ni más económicos; las distancias<br />

son demasiado grandes para que los<br />

buques de vela no salgan victoriosos. Lo que<br />

podría salvar al canal sería una serie de mercancías<br />

como las que pasan por el de Suez, de<br />

gran valor intrínseco y de algún volumen al<br />

mismo tiempo; condiciones que no reúnen ni<br />

el guano del Perú, ni los salitres y cobres de


AMI — 208 — AMI<br />

Chile. Según el British trade Journal de 1.° de<br />

Agosto de 1883, en 1870 salieron de Calcutta<br />

por Suez 44.818 toneladas, y por el Cabo de<br />

Buena Esperanza 390.443, y en 1882 por<br />

Suez 487.772 y por el Cabo 440.375; luego,<br />

si bien es cierto que el tráfico del canal se<br />

desarrolló por sí propio, no fué quitando nada<br />

al comercio del Cabo, que ha aumentado en<br />

50.000 toneladas, pues por Buena Esperanza<br />

iban y siguen viniendo á Europa las mercancías<br />

que no pueden pagar el flete en vapor ni<br />

el paso del canal. Lo mismo sucederá en América;<br />

muchas mercancías seguirán por necesidad<br />

su antiguo camino, y no quedarán desiertas<br />

las aguas de Magallanes y de Hornos.<br />

E. Belfcrán y JRózpide.<br />

AMERIMNÓN.— Género de plantas de la<br />

familia de las Leguminosas, subfamilia de las<br />

Papilionáceas. (V. Macapil.)<br />

AMETISTEA (Amethystea, L.).—Género<br />

de la familia de las labiadas, que solamente<br />

comprende una especie, la Á. ca>rulea, ametislea<br />

azul, planta anual, de tallo recto, ramoso,<br />

lampiño, de 33 centímetros de altura y<br />

con hojas trilobuladas ó quinquilobuladas. El<br />

color es azulado, casi globuloso, campanulado<br />

, recto y con cinco dientes iguales. La corola<br />

es azul, y apenas sobresale del cáliz; su<br />

limbo inclinado, dividido en cinco lóbulos, los<br />

cuatro superiores casi iguales, el inferior más<br />

largo; dos estambres juntos en los lóbulos superiores<br />

, acompañados de otros dos rudimentarios<br />

y pequeños. El estilo es bilobulado; el<br />

fruto compuesto de cuatro piezas. Originaria<br />

de Asia, esa planta se cultiva á veces en los<br />

jardines; su aspecto es agradable, así como el<br />

olor de sus flores, que aparecen en Junio y<br />

Julio. Se siembra de asiento á principios de<br />

Mayo, y no reclama cuidados especiales.<br />

AMIANTO, ASBESTO (Amianthus, _ asbestinum)<br />

(Mineralogía).—Substancia mineral,<br />

compuesta de sílice, magnesia, pequeña<br />

cantidad de cal y alúmina, constituyendo químicamente<br />

un silicato de cal y de magnesia,<br />

que se halla dispuesto en filamentos muy finos<br />

y es completamente refractario al fuego. Bajo<br />

el punto de vista mineralógico, los amiantos<br />

pertenecen por lo común al grupo de los anfíbolos,<br />

y se encuentran especialmente en los<br />

terrenos magnesíferos de España, Córcega y<br />

Chipre, y especialmente en los Pirineos y en<br />

los Alpes. Se presentan unas veces flexibles,<br />

blancos y brillantes, hasta el extremo de asemejarse<br />

á seda fina, y otras duros, frágiles y<br />

coloreados, de tal manera que se confunden<br />

con fragmentos de leña, y se distinguen por<br />

una dureza que á veces llega á raj'ar el cristal.<br />

En ocasiones el amianto es compacto y elástico<br />

como el corcho, y en ocasiones presenta un<br />

color blanco sucio, que parece pasta de papel<br />

seca, y de ahí que los mineralogistas antiguos<br />

le dieran los nombres de corcho de montaña, de<br />

cuero y de papel fósil.<br />

Desde la más remota antigüedad se tuvo<br />

esa substancia por incorruptible é incombustible,<br />

y se empleó para la confección de lien­<br />

zos ó mortajas en los cuales se quemaban los<br />

cadáveres sin que sus cenizas se confundiesen<br />

con las de la leña que alimentaba el fuego. En<br />

nuestros días se ha empleado para fabricar<br />

papel, vestidos y mechas incombustibles. Los<br />

antiguos tejían ya telas con el asbesto ó amianto,<br />

pero resultaban á tan elevados precios<br />

que, ajuicio de Plinio, solamente los reyes y<br />

emperadores podían emplearlas para mortaja.<br />

También se fabricaban toballas y manteles,<br />

que se limpiaban echándolos al fuego. Precisamente<br />

el nombre asbesto procede de un término<br />

griego que significa no consumir, y se<br />

aplicaba al amianto empleado en las lámparas.<br />

Una mujer italiana, la Sra. Perpenti, logró<br />

fabricar papel y telas muy finas de amianto á<br />

principios del siglo actual. Comenzaba para<br />

elaborar esos productos fabriles, por despojar<br />

al amianto de la tierra que pudiera contener,<br />

lavándole repetidas veces; después le dividía<br />

en paquetes y los estiraba tirando en sentido<br />

contrario desde ambas extremidades, llegando<br />

á separar éstas poco á poco y á obtener filamentos<br />

de amianto mucho más largos que el<br />

trozo del cual eran extraídos, resultando la<br />

particularidad sorprendente de que también<br />

se desarrollen en largos hilos las clases de<br />

amianto que presentan estructura fibrosa muy<br />

grosera. Determinada la separación de los hilos<br />

en la parte media del trozo sometido á una<br />

enérgica tracción, se colocarán en un peine<br />

con tres órdenes de púas, ya para escarmenarlos<br />

ó desenmarañarlos, ya para mantenerlos<br />

separados al hacer algún trabajo con ellos, y<br />

sobre todo para hilarlos y prepararlos convenientemente<br />

para la fabricación de telas. Los<br />

residuos se reducen á papel de amianto aplicando<br />

una disolución de agua de cola ó de goma,<br />

que les comunica alguna coherencia y elasticidad.<br />

En la China se llegan á fabricar papeles<br />

de hasta 6 metros de longitud. Si se escribe<br />

en el papel de amianto con tinta compuesta de<br />

óxido de manganeso y de sulfato de hierro,<br />

las letras no se borran ni aun después de haber<br />

sometido el papel á la acción del fuego.<br />

A más de las mechas, cuyo uso se va generalizando<br />

, se fabrican con amianto, después<br />

de reducido á polvo, hornos portátiles ó fijos,<br />

que siendo ordinariamente de color rojizo,<br />

blanquean bajo la acción de un calor intenso.<br />

Para la fabricación de vestidos se suele<br />

mezclar el amianto con algodón, y de ahí<br />

que no se haya conseguido sacar el partido<br />

que se esperaba empleando esa substancia<br />

en la construcción de trajes para los bomberos.<br />

Es de advertir, además, que si bien el<br />

amianto pasa por incombustible, lo es solamente<br />

respecto del fuego ordinario, no respecto<br />

de la llama del soplete, que le funde,<br />

convirtiéndole en una especie de vidrio negruzco.<br />

En cambio es en todos los casos inatacable<br />

por los ácidos. La agricultura no ha<br />

sacado hasta ahora gran partido de una substancia<br />

que podría ser utilizada principalmente<br />

para preservar muchos objetos del incendio.<br />

AMIGA DE NOCHE (Polianthes tubero-


AMI — 209 — AMI<br />

sa).—Planta bulbosa de Méjico, llamada también<br />

jacinto de las Indias, cuyo nombre botánico<br />

procede del griego polys, mucho, y anthos,<br />

flor, por las numerosas flores aromáticas que<br />

contiene. Esta planta se multiplica por sus<br />

bulbos. ,<br />

AMÍGDALA (Anatomía animal).—Folículo<br />

mucoso ó glándula en forma de almendra,<br />

situada en el fondo y á cada lado de la<br />

garganta, en una depresión que limitan por<br />

las partes anterior y posterior los pilares del<br />

velo del paladar. Esas glándulas segregan en<br />

la parte posterior de la boca, y por unos pequeños<br />

orificios, un líquido algo viscoso y semitransparente.<br />

Experimentan inflamaciones<br />

especiales, producidas generalmente por enfriamientos<br />

súbitos, y que se convierten en<br />

anginas cuando son muy agudos.<br />

AMIGDALITIS (Medicina). — Inflamación<br />

de las amígdalas, llamada por algunos<br />

angina tonsilar, debida generalmente á un<br />

enfriamiento súbito. Se manifiesta exteriormente<br />

por la hinchazón de la parte posterior<br />

de la boca; por el entorpecimiento de la lengua;<br />

por la rubicundez de la garganta, y por<br />

la dificultad con que los animales tragan los<br />

alimentos y las. bebidas. Generalmente el padecimiento<br />

no es grave, pero puede degenerar<br />

en absceso. Ordinariamente el tratamiento<br />

se reduce á la dieta y las bebidas emolientes<br />

ó suavizadoras prescritas por el veterinario.<br />

Cuando se forma absceso, éste será sometido<br />

al tratamiento prescrito en el artículo correspondiente.<br />

AMIGDALOIDE (Mineralogía).— Roca<br />

de origen volcánico, que contiene cuerpos<br />

pequeños y blancos, en forma de almendra, y<br />

que se hallan constituidos generalmente por<br />

ágatas, caledonias y espato calcáreo.<br />

AMILÁCEO.—Que tiene analogía ó semejanza<br />

con el almidón. La materia amilácea es<br />

un principio inmediato que se halla en distintos<br />

órganos de un gran número de plantas.<br />

(V. Almidón, féculas.)<br />

AMILOIDE (Medicina veterinaria). —•<br />

Voz empleada para designar una degeneración<br />

de los tejidos ó de los órganos, producida<br />

por una infiltración de una substancia sedimentosa,<br />

homogénea y translúcida, semejante<br />

á la cera. Hállase en casi todas las partes<br />

del cuerpo, más sobre todo en el hígado, los<br />

ganglios linfáticos, el bazo y los ríñones. La<br />

concreción que se forma aparece rodeada de<br />

capas concéntricas. El depósito se inicia en los<br />

tejidos de los pequeños vasos sanguíneos, los<br />

cuales se estrechan, de modo que interceptada<br />

la sangre en parte, se decoloran los órganos<br />

y disminuye la actividad de las funciones.<br />

Esas degeneraciones, frecuentes en las aves y<br />

en los faisanes principalmente, se observan á<br />

veces también en los animales domésticos; á<br />

su desarrollo acompaña por lo común un profundo<br />

marasmo en los animales enfermos.<br />

AMILLARAMIENTOS (Contribución<br />

territorial).—1. El Diccionario de la lengua<br />

dice:


AMI — 210 — AMI<br />

e. Que el impuesto sólo afecte á la renta<br />

líquida, sin dar lugar á que lo verifique al<br />

capital ni á los bienes raíces.<br />

f. Que los impuestos no debiliten, y mucho<br />

menos destruyan los elementos de producción<br />

y de riqueza de la comunidad que<br />

compone el Estado.<br />

g. Que de ningún modo sea el impuesto<br />

mayor de lo que exigen las conveniencias públicas,<br />

ni afecten la libertad individual.<br />

h. Que la suma del impuesto no sea tal<br />

con relación al producto líquido, que sea difícil<br />

al contribuyente economizarla, haciendo<br />

trabajosa la recaudación.<br />

i. Que la recaudación se verifique de modo<br />

que sea poco costosa al Estado, de cuya manera<br />

pueda reducirse el impuesto.<br />

II. Indicadas, aunque ligeramente, las<br />

doctrinas que deben regir para la formación<br />

de los amillaramicntos, y dejando sentados<br />

principios incontrovertibles de que no puede<br />

prescindirse para llegar á la imposición de los<br />

impuestos, nuestros lectores echarán de menos,<br />

como nosotros, la falta de aplicación de<br />

tales principios con relación á la contribución<br />

territorial, urbana y pecuaria, que son las que,<br />

por las disposiciones vigentes en nuestro país,<br />

dan lugar á evaluar las riquezas que constan<br />

en los amillaramientos.<br />

Para la formación de ellos está mandado:<br />

1.° Que los propietarios den relaciones<br />

juradas de las fincas rústicas y urbanas que<br />

posean, determinando el nombre de la finca,<br />

pago en que está situada, su cabida y linderos,<br />

cultivos á que está destinada, su clase,<br />

valor en venta, renta anual si está arrendada,<br />

y nombre del colono en las fincas rústicas. En<br />

las urbanas, situación, calle, número, destino,<br />

valor y renta.<br />

La ganadería da relación de las clases de<br />

ganado, expresando su destino, si á granjeria ó<br />

trabajo del cultivo, número de cabezas, sus<br />

clases, edades y producto en las de granjeria<br />

y de trabajo.<br />

2.° Que las Juntas periciales formen la<br />

cartilla de evaluación de los productos de los<br />

tres ramos de riqueza que han de comprender<br />

los amillaramientos, haciendo en cada clase<br />

la cuenta de gastos, productos y líquido imponible<br />

sobre el que ha de recaer el impuesto.<br />

3.° Las Juntas aplicarán los resultados á<br />

formar el padrón de riqueza rústica, urbana<br />

y pecuaria, copiando en un libro (amillaramiento)<br />

las declaraciones juradas, aplicando<br />

las cuentas de la cartilla á cada clase de riqueza<br />

, expresando su deslinde, el producto total,<br />

la baja por gastos, y líquido imponible á que<br />

ha de aplicarse la contribución, marcando si<br />

ese líquido pertenece al propietario y al colono<br />

ó al propietario solo.<br />

4." Hecho el amillaramiento, de 61 nace<br />

el reparto individual de lo que cada contribuyente<br />

ha de pagar.<br />

5.° Como las relaciones dadas por los propietarios<br />

y las inscripciones de fincas en los<br />

amillaramientos varían por ventas, defun­<br />

ciones, variaciones de cultivo, de plantíos que<br />

se arrancan y tierras que se convierten en<br />

plantíos, anualmente se hace un apéndice del<br />

amillaramiento, que comprende las variaciones<br />

indicadas. Los apéndices no pueden variar<br />

las inscripciones hechas en los amillaramientos<br />

sino en cuanto por escritura pública se<br />

justifica la traslación de dominio, que pasa al<br />

nuevo dueño con la misma evaluación é impuesto<br />

que venía pagando. Para el cargo correspondiente<br />

á la riqueza colónica, consta en<br />

apéndice las variaciones de los arrendamientos<br />

, tanto del nombre de los colonos como de<br />

la renta.<br />

6.° La recaudación se verifica por trimesr<br />

tres, cobrándose por los recaudadores de la<br />

Hacienda en los primeros días del segundo<br />

mes del trimestre, por lo cual resulta que<br />

son casi adelantados.<br />

Este sistema de contribuir fué establecido,<br />

según la Instrucción de 6 de Septiembre de<br />

1845, para cobrar los impuestos de 1846. El<br />

ministro de Hacienda, Mon, que los estableció,<br />

no ignoraba que las operaciones preliminares<br />

necesarias para la repartición, de suyo dificilísimas<br />

, debían serlo más con la premura que<br />

habían de verificarse, pues si bien el 15 de<br />

Junio de 1845 se publicó el Peal decreto de<br />

23 de Mayo de dicho año, en que se estableció<br />

la contribución sobre el producto líquido de<br />

los bienes inmuebles, cultivo y ganadería, la<br />

insuficiencia de personal á propósito para trabajos<br />

de una índole desconocida en España<br />

dificultó desde el principio el planteamiento<br />

de la contribución territorial en la forma y<br />

manera que debiera, para aproximarse, si no<br />

llegar, á cumplir con los preceptos que hemos<br />

indicado en el párrafo I. Nosotros tuvimos<br />

que tocar prácticamente cuantas dificultades<br />

ofrecía en la práctica el planteamiento del<br />

en España nuevo sistema tributario, porque<br />

en aquella fecha éramos alcalde del pueblo en<br />

que esto escribimos (Morata de Tajuña); dificultades<br />

que del mal planteamiento han seguido<br />

y hemos podido apreciar muchos años<br />

después, como encargados oficialmente de la<br />

estadística administrativa en varias provincias,<br />

las cuales siguen hoy mismo, porque, lo repetimos<br />

y lo probaremos, mal educados los pueblos<br />

desde el principio, ya no hay camino en<br />

un asunto de intereses tan encontrados.<br />

Hemos dicho que era nuevo en España el<br />

sistema tributario planteado por el ministro<br />

Mon, porque en Francia, de donde se copió,<br />

fué planteado por la ley de 3 de Enero del vn<br />

de la Eepública (año 1800), formando las bases<br />

el Consejo de los Ancianos y el de los Quinientos;<br />

ambas corporaciones fueron oídas, y<br />

el Cuerpo legislativo aceptó les principes et<br />

perfectionnement de le mode de la répartition et<br />

du recouvrement de la contribulion fonciére.<br />

Esa ley, que comprende 8 títulos y 155 artículos<br />

, contiene el decreto de 23 de Mayo, reducido<br />

á 119 artículos, algunos copiados al pie<br />

de la letra.<br />

El estado en que se encontraba nuestra Ha-


AMI — 211 — AMI<br />

cienda, que se venían suprimiendo ingresos<br />

desde 1834, sin crear otros nuevos, por lo que<br />

un Gobierno los suprimía y otro los volvía á<br />

restablecer. En 26 de Mayo de 1843, por decreto<br />

del Regente del reino, autorizado por<br />

Mendizábal, se suprimieron los derechos de<br />

puertas y arbitrios que se cobraban por cuenta<br />

de la Hacienda, dejando sólo los que se<br />

aplicaban á los Municipios sobre las especies<br />

de carnes, vinos, aguardientes, licores, aceite,<br />

vinagre y jalón, dejando libres los demás géneros.<br />

Por otro de 3 de Julio se suprimió el<br />

impuesto sobre aguardientes y licores; por<br />

otro de 20 de Junio se suprimieron los impuestos<br />

que se exigían bajo el nombre de alcabalas,<br />

cientos, nieve y millones, catastro, equivalente<br />

y talla.<br />

Verdad es que tan múltiples impuestos y su<br />

manera de realizarlos causaban mil vejámenes<br />

y exigían para recaudarlos la mayor parte de<br />

los ingresos.<br />

El 30 de Julio del mismo año, firmado por<br />

otro ministro (Ayllón), se deja sin efecto el<br />

decreto de supresión de las rentas indicadas, y<br />

se dan instrucciones para recaudarlas. Con<br />

igual fecha, por el mismo ministro, se pidió á<br />

las Juntas formadas en las provincias, por estar<br />

en una insurrección continua, fondos, por<br />

encontrarse el Tesoro público exhausto y empeñado.<br />

El decreto de 31 de Julio del mismo año<br />

mandaba se procediera á la recaudación y cobranza<br />

de las contribuciones de paja y utensilios,<br />

y de frutos civiles y atrasos, etc.<br />

Otro decreto de 7 de Agosto restablece la<br />

contribución de culto y clero, que en 1." de Junio<br />

del mismo año 43 había suprimido Mendizábal.<br />

Tal era el embrollo que presentaba nuestra<br />

Hacienda, y las órdenes de supresión y de<br />

restablecimiento se sucedían con tal rapidez<br />

que aumentaban la confusión. El desbarajuste<br />

era natural, habida consideración á las luchas<br />

políticas, en que cada partido tenía ideas económicas<br />

diferentes y empleados de su escuela.<br />

Los unos, queriendo destruir todo, porque en<br />

realidad era malo, sin crear nada; los otros,<br />

queriendo conservar todo lo qxie aquéllos deshacían;<br />

los unos y los otros, sin tiempo bastante<br />

en el poder para pensar en reformar el<br />

sistema tributario, se contentaban con medidas<br />

que en último término aumentaban la<br />

confusión.<br />

En 21 de Agosto de 1843 se expresaba así el<br />

Gobierno: «Tan pronto como se constituyó el<br />

Gabinete de 9 de Mayo, tomó conocimiento<br />

de los trabajos estadísticos que se habían ejecutado<br />

en consecuencia de repetidas circulares<br />

que han visto la luz pública. El examen<br />

de los papeles remitidos por los intendentes<br />

de provincia demuestra que, por muy laudable<br />

que fuera el deseo del Gobierno, sus esperanzas<br />

habían sido defraudadas, porque un<br />

asunto de tanta trascendencia no había sido<br />

mirado en su importancia, sino bajo formas<br />

pequeñas y aun sin el correspondiente enlace.<br />

Así es que el Gabinete de 9 de Mayo, reconociendo<br />

la gravedad de la materia, puso en<br />

movimiento el expediente, con objeto de traer<br />

á un centro la formación de la estadística catastral<br />

» El decreto concluye con el articulado,<br />

formando una Comisión de cinco individuos<br />

para formar la estadística de la riqueza<br />

pública de España. Esta Comisión hizo poco<br />

más ó menos que las anteriores y posteriores.<br />

Siendo la base de esas Comisiones pedir datos<br />

á los pueblos y éstos á los contribuyentes, los<br />

resultados no pueden ser otra cosa que emborronar<br />

papel sin utilidad, que hasta hoy no<br />

ha mejorado, pues unos por malicia, otros<br />

por mala intención, y todos por ignorarla<br />

importancia del asunto, y el Gobierno por carecer<br />

de voluntad propia para obrar, es lo<br />

cierto que la estadística administrativa, con<br />

relación á los impuestos, se encuentra, poco<br />

más ó menos, como al principio de su instalación<br />

, sin bases fijas para repartir las contribuciones<br />

con igualdad relativa, puesto que la<br />

exacta no cabe en este asunto.<br />

III. Por lo dicho se viene en conocimiento<br />

de qite el ministro Mon se vio obligado á introducir<br />

la reforma de los impuestos, abandonando<br />

el camino trillado por sus antecesores<br />

de supresión por unos y rehabilitación por<br />

otros. Mon suprimió la infinidad de impuestos<br />

que existían, creando otros nuevos en infinito<br />

menor número, con lo que hizo un gran<br />

bien, pues la sencillez en estas materias son<br />

siempre un adelanto. La falta fué la cortedad<br />

del tiempo para estudiar y formar los datos<br />

que exigen las operaciones previas para la<br />

confección del padrón de riqueza ó amillaramientos.<br />

La cartilla de evaluación de la riqueza que<br />

ha de amillararse es la base de todo el sistema;<br />

es la medida de la capacidad tributaria<br />

de cada uno de los propietarios y colonos. Y<br />

no prestándose esa medida á la exactitud, todo<br />

el sistema carece necesariamente de ella.<br />

Las dificultades que ofrece la formación de<br />

la cartilla de evaluación son de dos géneros:<br />

1.°, los defectos que tienen las disposiciones<br />

administrativas; 2.°, los pocos conocimientos<br />

y no muy buena voluntad de los individuos<br />

de las Juntas municipales llamados á formarlas.<br />

La Administración se empeña en que la riqueza<br />

rústica, que es la más importante, se<br />

ha de sujetar á una clasificación de primera,<br />

segunda y tercera clase, fundándose en que<br />

sólo pueda haber bueno, mediano y malo. Y<br />

como quiera que en realidad ese principio es<br />

falso, y que entre esas clases hay otras, que<br />

deberían lo menos ser nueve, tres en primera,<br />

tres en segunda y tres en tercera, es decir,<br />

que en primera hubiese bueno, mediano y<br />

malo, según quiere la Administración, y lo<br />

mismo en las otras, de este modo no sucedería<br />

lo que hoy tiene lugar, que siendo el producto<br />

líquido de una tierra de primera 100,<br />

por ejemplo, el de segunda40 y el de tercera<br />

10, los tránsitos de una á otra clase son tan


AMI — 212 — AMI<br />

violentos, y sus aplicaciones tan difíciles, que<br />

los pueblos, para no salir perjudicados, aumen7<br />

tan el número de unidades de tercera, y en<br />

segunda y primera lo menos que pueden; la<br />

Administración exige lo contrario, y esa lucha,<br />

en que nunca resulta acuerdo, da por resultado<br />

que se imponga á los pueblos forzosamente<br />

lo que en realidad no existe, y que los pueblos<br />

á su vez perjudiquen á los que se les<br />

supone tener tierras de primera, siendo de segunda<br />

ó tercera.<br />

La Administración se empeña en imponer<br />

á los pueblos el precio de los frutos y de los<br />

jornales para formar las cuentas de cultivo,<br />

y como esos precios no son de aplicación en<br />

todos los casos, aquí entra otro elemento de<br />

perturbación para confeccionar las cuentas.<br />

La Administración no consiente que en los<br />

gastos para obtener el producto líquido se bajen<br />

como tales el interés del capital que representa<br />

la tierra y los de amortización del<br />

capital mobiliario, que sin ambos no hay industria,<br />

y de consiguiente falta el producto<br />

líquido. ¿Es producto líquido el de una tierra<br />

en que no se rebaja de él el interés del capital<br />

del fundo ni el tanto por ciento de amortización<br />

del mobiliario necesario para labrar?<br />

Sin hacer esas bajas, resulta que pagan contribución<br />

los arados, azadones, trillos, etc., etc.,<br />

así como la paga sin descargo de la cuenta de<br />

cultivo el edificio necesario para cobijar los<br />

frutos, animales y efectos indispensables á la<br />

explotación, pues sin ellos no pueden conservarse<br />

aquéllos.<br />

Los pocos conocimientos y no muy buena<br />

voluntad de los peritos municipales, hemos<br />

dicho, dificultan también la confección de las<br />

cartillas; pero compréndase que esto tiene la<br />

disculpa de saber prácticamente mejor que la<br />

Administración que lo que se les exige es injusto<br />

, y que metidos en el círculo de hierro<br />

de hacer cuanto se les mande, ó verse intervenidos<br />

por una Comisión oficial, constituida en<br />

juez y parte, hacen lo que pueden y como<br />

pueden para salir del paso, no faltando alguna<br />

vez influencias políticas que ayudan á los<br />

pueblos para que les den la razón, que ^unos<br />

y otros ignoran quién la tiene.<br />

Con tales elementos se forman los amillaramientos,<br />

que no titubeamos en decir son mucho<br />

peores que la estadística que formó Ensenada,<br />

y en una época que respecto al asunto<br />

se supone inferior en conocimientos.<br />

La cartilla, una vez aprobada por la Administración,<br />

se aplica á las cédulas de declaración<br />

de la propiedad, aplicando los tipos á la<br />

clasificación hecha á cada género de riqueza,<br />

que después, inscrita en amillaramiento, se<br />

suman las partidas y arrojan el resumen general<br />

de la riqueza. Pero como quiera que la<br />

Administración desea, antes de aprobar la cartilla,<br />

saber el capital imponible que arrojará<br />

el resumen, exige éste antes de hacer el amillaramiento<br />

, y aumentando el número de hectáreas<br />

de tierra en una clase y bajando en<br />

otras, llega á formar el capital líquido que se ]<br />

le ha de reconocer anticipadamente, sin cuidarse<br />

del que arrojará el amillaramiento. Así,<br />

no una vez sola hemos examinado algunos de<br />

éstos que en el' resumen ofrecían una suma<br />

bien diferente de la verdadera. Los pueblos,<br />

con tal barajar, tienen que seguir subiendo á<br />

unos y bajando á otros contribuyentes; llegan<br />

á la distribución del cupo que les fija la Hacienda,<br />

que ni tiene tiempo para hacer un<br />

examen concienzudo de los documentos que<br />

sirven de regla para la distribución, no administra,<br />

se convierte en recaudadora, y viendo<br />

que este fin se cumple, lo demás lo deja correr.<br />

Ayer como hoy, puede decirse que con relación<br />

ala contribución territorial, relaciones<br />

de los propietarios, cartillas, resúmenes y<br />

amillaramientos, todo es mentira; y lo que no<br />

lo es, por desgracia, es el gravamen del 25<br />

por 100 que se cobra del supuesto líquido producto;<br />

el 21 para el Tesoro y 4 para municipales<br />

y provinciales. Pero esos 25 para unos<br />

contribuyentes resulta ser en realidad un 12,<br />

y para otros un 60, pues la forma y la esencia<br />

de la documentación permite tales desigualdades<br />

, siendo lo peor que el que menos propiedad<br />

tiene es el más perjudicado.<br />

Aunque se llegue á obtener un catastro que<br />

marque con exactitud la superficie del suelo<br />

español, siempre el impuesto territorial adolecerá<br />

de lo difícil de hacer una evaluación<br />

(véase esta palabra) verdadera del producto<br />

bruto, baja por gastos y líquido imponible, y<br />

la dificultad se aumentará siguiendo la Administración<br />

el método adoptado desde el principio<br />

de hacer colectivo el cupo. En la colectividad,<br />

los que andan en el asunto de la estadística<br />

encuentran medios para descaigarse y<br />

hacer pagar á otros lo que ellos dejan de satisfacer.<br />

Siendo el cupo directo á cada contribuyente<br />

según su capital contributivo y el tanto por<br />

ciento del impuesto, se facilitaría mucho para<br />

llegar á la verdad: 1.° Porque la influencia de<br />

un pueblo con relación á la Administración<br />

es mayor en el caso colectivo que en el individual.—2.°<br />

Porque distribuido el cupo general<br />

entre las provincias, y éstas á su vez entre<br />

los pueblos, la Administración no puede<br />

alterar los cupos de cada uno, porque en seguida<br />

se alborotan los diputados y se termina<br />

por dejar las cosas en tal estado, lo cual no<br />

ocurriría si el cupo fuera directo y personal.<br />

Nosotros hemos tocado la dificultad que<br />

ofrece en la práctica el sistema de colectividad<br />

del cupo, desde el momento en que se<br />

trata de subir el de algún pueblo que está beneficiado.<br />

Igual sucede si tiene lugar entre<br />

los contribuyentes de un pueblo. Que Mon,<br />

cuando planteó el sistema tributario y no<br />

existía capital reconocido, hiciera el reparto<br />

dando el carácter de colectivo, se comprende;<br />

pero hoy, que ya existe capital reconocido por<br />

los contribuyentes, debiera la Administración,<br />

partiendo de esa base, declarar directo<br />

el impuesto y regularizar la equidad necesaria<br />

en la repartición.


AMI — 213 — AMM<br />

La Administración debiera, en lugar del<br />

gran lujo de penas impuestas en los reglamentos<br />

antiguos y modernos tratándose de la<br />

contribución territorial, y que nunca ha puesto<br />

en práctica, no por falta de delincuencia,<br />

demostrar suficiencia administrativa, hasta<br />

dominar con ella y con su imparcial honradez,<br />

para enseñar á los pueblos á cumplir,<br />

ínterin no suceda esto, seguirá el barullo, sin<br />

mejorar la situación aflictiva para el contribuyente<br />

honrado que ha cumplido sus deberes,<br />

resultando beneficiados los que tienen ocultos<br />

el verdadero producto de su riqueza, para<br />

substraer del pago de la cuota que otros pagan<br />

por 61, pues hay que cubrir colectivamente<br />

el cupo, y el que está beneficiado es á<br />

costa de otro.<br />

IV. La conservación de los amillaramientos,<br />

que está mandado renovar cada diez años,<br />

y los actuales existen desde 1860 al 62, es<br />

decir, de veintidós á veinticuatro años, se verifica<br />

por medio de apéndices, según digimos.<br />

Si en los amillaramientos no constaran, como<br />

no debían constar, los nombres de los colonos;<br />

si se suprimiera esa clase, que debía constar<br />

en la contribución industrial, pues industria<br />

es la que se ejerce arrendando tierras para<br />

labrar, se facilitaría la conservación de los<br />

amillaramientos, pues sólo constaría en ellos<br />

las traslaciones de dominio de la propiedad,<br />

y las altas ó bajas de las excepciones temporales.<br />

La supresión de la riqueza colónica en los<br />

amillaramientos y su traslación á la contribución<br />

industrial, en lugar de perjudicar á la<br />

Hacienda, aumentaría sus ingresos con el producto<br />

de esa nueva clase de contribuyentes<br />

industriales. Las tierras, etc., determinado su<br />

producto, el dueño debe pagar el impuesto, y<br />

no hacer como hoy se verifica, que se reparte<br />

entre el propietario y el colono, si éste declara<br />

ser la renta que paga menor que el impuesto,<br />

cuando en no pocos casos resulta lo<br />

contrario.<br />

Que el cultivador que explota una finca<br />

llevada en renta es un industrial como el que<br />

emplea su inteligencia y capital en otra clase<br />

de industria de las que se comprenden en las<br />

tarifas industriales, no cabe duda alguna. Que<br />

separándolos de la contribución territorial se<br />

haría fácil la conservación de los amillaramientos,<br />

y que imponiendo una contribución<br />

á la industria colónica tendría más ingresos<br />

el Estado, es fácil demostrar, pues en realidad<br />

no se paga esa clase de impuestos, y de aquí<br />

nace que paguen en no pocos casos más de la<br />

renta evaluada á las tierras que llevan, fundándose<br />

después en ese dato la Administración,<br />

en perjuicio de los propietarios que cultivan<br />

por su cuenta.<br />

Desearemos que llegue un día que la Administración<br />

comprenda que su misión es administrar;<br />

que para aumentar los ingresos no<br />

es el camino seguido el justo y equitativo,<br />

pues todo lo que perjudica á la riqueza particular<br />

es contrario al fomento de la colectiva<br />

del Estado, y éste necesariamente resulta con<br />

menos ingresos.<br />

Nada diremos de las disposiciones que en<br />

1878 se publicaron para que la contribución<br />

territorial sólo pagase el 16 por 100 del producto<br />

líquido en lugar del 21 para el Tesoro<br />

que venía pagando, pues con decir que en<br />

pocos pueblos se ha llegado á realizar y se<br />

prefiere seguir como se estaba, se demuestra<br />

la bondad de ellas. La Administración intenta<br />

que los pueblos aumenten el capital de los<br />

amillaramientos, hasta que se pueda, por el<br />

16, cubrir el cupo, que hoy resulta al 21.<br />

¿Existe una ocultación suficiente para realizar<br />

la aspiración administrativa? No tal; y<br />

como quiera que no se han aprobado las cartillas<br />

ni las cédulas de los contribuyentes, ni<br />

se permite con estos datos formar el nuevo<br />

padrón de riqueza, como sin esos medios legales<br />

se obliga á elevar el capital, los pueblos<br />

resisten, la Administración se calla y sigue<br />

el barullo, que conviene á los que tienen grandes<br />

propiedades, y perjudica al mayor número,<br />

que es los que poseen medianas fortunas. Así<br />

fué siempre.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AMÍNEAS.—Variedad de vides de tiempo<br />

de los romanos. (V. Ampelografía.)<br />

J. de H. T.<br />

AMIQTJI.—Nombre de un árbol de nuestras<br />

Antillas que corresponde á la especie<br />

Byrsonima lucida, D. C. (V. Aimiqui, Jaimiqui,<br />

Carne de doncella.)<br />

AMIRÍDEAS— Tribu de plantas de la<br />

familia de las Terebintáceas, que comprende<br />

algunas especies de nuestras Antillas. (Véase<br />

Amyris.)<br />

AMMI (Botánica). — Género de plantas<br />

pertenecientes á la familia de las umbelíferas,<br />

ele aspecto herbáceo, hojas penaticortadas y<br />

muy partidas á veces; flores en umbela, con<br />

numerosos radios; involucro de varias hojitas<br />

trisecadas ó pinatífidas; flores blancas; cáliz<br />

adherente, casi completamente desprovisto de<br />

limbo; corola de cinco pétalos cordiformes, con<br />

tres lóbulos desiguales, y el de en medio encorvado<br />

en la parte superior hacia adentro, y pétalos<br />

situados en el exterior de la umbela, muchas<br />

veces mayores que ella. El fruto es oval<br />

y oblongo, comprimido lateral ó perpendicularmente<br />

á la comisura; los carpelos tienen<br />

cinco lados filiformes, casi iguales, y los<br />

laterales ensanchados y membranosos; la columela<br />

libre, bipartita, y el grano redondeado,<br />

convexo y con la cara interior plana.<br />

El género en cuestión comprende hasta<br />

diez especies, de las cuales la más conocida<br />

durante mucho tiempo fué llamada ammi de<br />

Candía ó Sisón ammi de Linn.; planta con hojas<br />

tres veces pinadas y lineares, muy común<br />

en los sitios húmedos de la Europa meridional,<br />

cuyos granos son verdosos, óvalo-oblongos<br />

y del tamaño de una cabeza de alfiler, y<br />

de sabor cálido, amargo y algo cáustico. Mediante<br />

la destilación, se extrae de él una cantidad<br />

considerable de aceite esencial. Clasifi-


AMN — 214 — AMO<br />

cados los granos en otros tiempos entre las<br />

llamadas semillas calientes menores, entraban<br />

en la composición de la triaca y de los polvos<br />

cordiales; hoy son muy poco usados. Generalmente<br />

proceden de la Isla de Creta, pero<br />

pueden obtenerse en los jardines de Europa<br />

con sólo arrojar las semillas en sitio húmedo<br />

y abrigado, y regar, abundantemente la planta.<br />

Entre las varias especies del género merecen<br />

especial mención las siguientes:<br />

1. a Ammi majus, Linn.—Planta anual, de<br />

tallo recto, de unos 50 centímetros de altura,<br />

con hojas pinado divididas en lóbulos, cuya<br />

margen es en todas cartilaginosa y con aserraduritas<br />

agudas; los de las inferiores lanceolados,<br />

los de las superiores multífido lineares.<br />

El involucro presenta foliólas trífidas, prolongadas<br />

y muy estrechas, é involucela con unas<br />

doce foliólas lineares. Esta planta crece en los<br />

eriales, en los sembrados y en las viñas del<br />

Mediodía de Europa, y se emplea en medicina<br />

como estomacal, carminativa, incisiva y<br />

emenagoga. Todas sus partes son acres y aromáticas<br />

, pero lo son más los frutos, que gozan<br />

propiedades estimulantes, tónicas y diuréticas,<br />

si bien hoy se emplean rara vez en medicina.<br />

Este ami vulgar, que también se denomina<br />

jistra, se cultiva poco; se siembra en el sitio en<br />

que haya de adquirir su completo desarrollo,<br />

y en suelo ligero y con exposición cálida; se<br />

transplanta pocas veces, y sus granos habrán<br />

de emplearse inmediatamente después de haber<br />

madurado ó á la primavera siguiente.<br />

2." Ammiglaucifolium, Linn.—Simple variedad<br />

de la especie precedente, de la cual se<br />

distingue por tener todas las hojas con divisiones<br />

lineares. Tiene las mismas propiedades;<br />

se cultiva de igual modo, y crece especialmente<br />

en las vegas cultivadas, en los prados, en<br />

los páramos, y en las pendientes secas y pedregosas.<br />

3." La Visnaga ó Ammi visnaga de Lam.<br />

y Daucus visnaga de Linn.—Es una planta<br />

anual, de hojas decompuestas, con divisiones<br />

lineares, umbela contraída después de la madurez,<br />

y con radios soldados en una especie de<br />

receptáculo casi carnoso. De propiedades análogas<br />

á las demás especies, los turcos se sirven<br />

de los rayos de la umbela á guisa de mondadientes,<br />

y con objeto de comunicar al aliento<br />

un olor agradable.<br />

AMNIOS (Anatomía).—Membrana interna,<br />

delgada y diáfana que envuelve el feto.<br />

Pertenece al orden de las serosas; forma un<br />

saco sin abertura, y es la envoltura más inmediata<br />

de aquél. Más fuerte que el corión,<br />

y penetrada de un gran número de vasos procedentes<br />

del cordón umbilical, se reflecta sobre<br />

éste hasta la alantóidea, y retrocede en<br />

seguida para formar un gran receptáculo que<br />

contiene un líquido donde nada el feto. La<br />

cara externa de la membrana amnios está<br />

unida á la interna de la alantóidea, y la interna,<br />

que es lisa, segrega el humor acumulado<br />

en el saco, y se halla en contacto con él.<br />

Cuando se halla adelantada la gestación, el<br />

amnios presenta gran número de puntitos<br />

blanquecinos, muy semejantes á los granos<br />

del mijo. En los comienzos de la preñez la<br />

membrana se presenta unida al feto y cubriéndole<br />

casi enteramente. En todas las hembras<br />

domesticadas son iguales su disposición y usos,<br />

esencialmente físicos y encaminados á preservar<br />

al feto de la acción inmediata del útero<br />

y viceversa.<br />

AMOGUIS.—Árbol abundante en los<br />

montes del Archipiélago filipino, que corresponde<br />

á la especie Cyrtocarpa quinquestila,<br />

P. Blanco (género Odina, Roxb.), familia de<br />

las Anacardiáceas. Se llama también Amuguis.<br />

DESCRIPCIÓN. — Plores muy pequeñas, en<br />

panoja, que á veces salen del tronco; fruto<br />

compuesto de cinco drupas carnosas y ovales,<br />

de las que abortan cuatro; el núcleo es comprimido,<br />

medio arriñonado, entre leñoso y<br />

coriáceo, lleno de venas salientes, conteniendo<br />

una semilla. Hojas opuestas, aladas sin<br />

impar; hojuelas aovadas, oblongas, aguzadas,<br />

enteras y lampiñas. Florece en Marzo.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES. — Árbol de<br />

segunda magnitud; madera de color rojo claro<br />

ó rojo de carne, uniforme ó con manchas<br />

plomizas; textura medianamente compacta;<br />

poros numerosos y de regular tamaño; radios<br />

medulares de primer orden, bien marcados;<br />

los secundarios apenas visibles; rompe en<br />

astilla larga. Da buena tablazón, usada en las<br />

construcciones de edificios y buques; la hormiga<br />

Anay la ataca mucho^ Recién cortada<br />

despide un olor desagradable. Elasticidad,<br />

0,005 metros; límite de resistencia al peso, de<br />

23,924 kilogramos; peso específico, 0,538;<br />

peso al aire, 7,414 gramos (pulgada cúbica).<br />

El fruto maduro es blanquecino y se come.<br />

AMOJONAMIENTO, APEO, DESLIN-<br />

DE.—Estas tres palabras, que tienen un significado<br />

distinto, constituyen juntas un solo<br />

acto legal con ei nombre de amojonamiento,<br />

que es del que vamos á ocuparnos. Deslinde<br />

es el acto de fijar y determinar la pertenencia<br />

legítima de heredades antiguas, examinando<br />

al objeto los títulos de propiedad y las demás<br />

pruebas que los interesados suministran para<br />

conocer sus derechos respectivos. Apeo es la<br />

operación material de medir las fincas deslindadas.<br />

Y amojonamiento, por último, significa<br />

la operación de ponerlos mojones ó señales en<br />

las líneas que dividen la fincas ó propiedades<br />

ya deslindadas, para que sirvan de señal perenne<br />

y perpetua.<br />

La palabra deslinde se deriva de la latina<br />

delimitor, que significa fijar los límites de<br />

dos ó más fundos ó tierras contiguas. La palabra<br />

apeo se deriva de aspentum, que era un<br />

instrumento de que se servían los agrimensores<br />

para medir las tierras, ó de la medida unidad,<br />

que era el pie, que era la usada, y la palabra<br />

amojonamiento del mojón que se ponía<br />

como señal para la división, y que se llamaba<br />

así de moyo, que era una medida de trigo que<br />

se hacía colmada y tenía la figura de mojón.


AMO — 215 — AMO<br />

Estas etimologías, como muchas de las doctrinas<br />

contenidas en este artículo, están tomadas<br />

de la Enciclopedia espartóla de Derecho<br />

y Administración.<br />

Estas tres palabras, que, como hemos dicho,<br />

aunque indican por separado tres operaciones<br />

distintas, juntas significan un solo acto que<br />

puede ejecutarse judicial ó extrajudicialmente,<br />

que puede tener lugar ya entre particulares<br />

, ya éstos con terrenos del Estado, y ya<br />

también entre términos de pueblos lindantes.<br />

De todas las cuestiones que puedan presentarse<br />

en la práctica procuraremos ocuparnos,<br />

dando á conocer los principios y doctrinas<br />

que rigen en estas cuestiones.<br />

I. Sería imposible formarse idea de la propiedad<br />

rural sin que fuera unida á esa idea la<br />

de linderos ó señales que dividan las propiedades,<br />

pues sin ellos cada uno se internaría<br />

en lo del otro, y de aquí el continuo semillero<br />

de cuestiones, perjudicando tanto á la propiedad<br />

como á la agricultura. Por eso puede<br />

decirse que el derecho al deslinde y amojonamiento<br />

de propiedades contiguas es tan antiguo<br />

como la propiedad, sin que pueda concebirse<br />

uno sin otro, y de aquí también el respeto<br />

que siempre merecieron las señales ó mojones<br />

que indicaban las divisiones de la propiedad,<br />

y las severas penas con que fueron castigados<br />

en todas las legislaciones los que destruían ó<br />

variaban estas señales.<br />

Los objetos, pues, de la operación de que<br />

nos ocupamos pueden ser dos: ó dividir y señalar<br />

los límites de dos propiedades que nunca<br />

han estado divididas, determinando dónde<br />

concluye una y empieza otra, ó reponer los<br />

que, habiendo existido, por el transcurso del<br />

tiempo ú otras causas diferentes han variado<br />

ó desaparecido.<br />

Estas operaciones, como á primera vista se<br />

deja conocer, pueden hacerse judicial ó extrajudicialmente.<br />

Para este último medio no pueden<br />

darse reglas; bastará que los dueños colindantes<br />

se pongan de acuerdo, para lo que<br />

es conveniente suscriban un compromiso de<br />

estar y pasar por lo que se haga, haciendo<br />

constar de una manera auténtica y fidedigna<br />

el resultado de la operación. Para cuando la<br />

operación se haga judicial es paralo que existen<br />

reglas, que daremos á conocer en el presente<br />

artículo.<br />

Hágase de una manera ó de otra, es claro<br />

que los gastos que la operación acarree han<br />

de pesar sobre los dueños de las propiedades<br />

que se deslindan en proporción á la extensión<br />

de ellas, pues de otra manera unos se aprovecharían<br />

de la utilidad de otros, lo que está<br />

prohibido de derecho. Esta regla no es tan<br />

absoluta que, como todas, no tenga sus excepciones<br />

que la confirmen; pues siendo judicial<br />

la operación y obrando alguno de mala fe, es<br />

visto que á él se le deben imponer las costas.<br />

Son, por consiguiente, los mojones y su fijación<br />

el término de la operación, y debe procurarse<br />

que éstos sean fijos y perpetuos, por<br />

lo que se suelen poner de piedra y lo suficien­<br />

temente grandes para que no se confundan.<br />

Pueden ser, y de hecho se usan, de otras mil especies,<br />

como árboles, zanjas, setos y lindes de<br />

terreno sin labrar, pero siempre serán los mejores<br />

aquellos que no puedan ni destruirse ni<br />

variarse, y deben ponerse tantos cuantos sean<br />

necesarios para el objeto, de manera que tirada<br />

desde uno á otro una línea recta, marque<br />

el linde divisorio de ambas heredades.<br />

Para conseguir el deslinde de sus propiedades<br />

todo dueño tiene una acción de las llamadas<br />

mestas en Derecho, pues puede tener dos<br />

objetos: ya con el carácter personal para la<br />

fijación de mojones, la prestación de daños y<br />

perjuicios y devolución de frutos, ya con el<br />

carácter real para la revindicación de alguna<br />

parte del terreno usurpado por el lindante.<br />

Esta acción que tiene todo propietario está<br />

marcada en el Derecho con un carácter especial;<br />

es imprescriptible; por consiguiente, en<br />

cualquier tiempo puede usarse, sin que esto<br />

se oponga á la prescripción de la propiedad.<br />

II. A pesar del favor con que en Derecho<br />

es mirada esta acción por las ventajas indudables<br />

que á la sociedad presta su objeto, no es<br />

tan absoluto su dominio que se extienda á todos<br />

sin limitación alguna.<br />

El primer requisito que es indispensable<br />

para que se dé, es que las heredades ó fincas<br />

de cuyo amojonamiento se trata sean rústicas,<br />

pues en lo urbano no puede existir la confusión,<br />

pues sabido es que las construcciones<br />

se rigen por otros principios y nunca puede<br />

haber la confusión de límites que hay en lo<br />

rústico.<br />

Otro requisito necesario para que la acción<br />

se dé, es que las fincas de que se trata estén<br />

unidas ó contiguas para que pueda haber la<br />

confusión, pues cuando están separadas por<br />

un lindero fijo, como un camino, un río, un<br />

caz IÍ otra cosa semejante, ya no tiene lugar<br />

esta acción de deslinde; podrán nacer otras de<br />

usurpación, desviación ú otras semejantes,<br />

pero nunca ya de la que se trata.<br />

Otro requisito necesario para que exista el<br />

derecho á la acción de deslinde es que las<br />

fincas de que se trata sean de distinto dueño;<br />

así el que posee pro indiviso con otros no tendrá<br />

esta acción, aunque sí tenga derecho á la<br />

división material.<br />

III. Como la acción de deslinde puede considerarse<br />

como una secuela del derecho de<br />

propiedad, y tiene como uno de sus principales<br />

fundamentos el interés público, que no<br />

puede consentir la confusión de heredades<br />

para evitar cuestiones entre los partícipes, es<br />

evidente que se da, no sólo al dueño, sino<br />

también á aquellos que el Derecho considera<br />

como tales. Así se da al usufructuario y al que<br />

tiene la mera propiedad, pues sin este derecho,<br />

independiente el uno del otro, ninguno podría<br />

disponer de todas sus facultades sobre las fincas,<br />

pues si alguno se intrusase en ellas y no<br />

pudiera demandarle para que se deslindaran<br />

y amojonaran, sufrirían disminución sus derechos.<br />

Así también corresponde la acción de


AMO — 216 — AMO<br />

deslinde al usuario y al enfiteuta, pues tienen<br />

derechos de propiedad, aunque estén limitados.<br />

Lo único que cualquiera de estas personas<br />

que ejercite la acción de deslinde deberá<br />

hacer, es dar cuenta ó pedir que se cite también<br />

al dueño directo.<br />

Al marido, como administrador legal de los<br />

bienes de su mujer, es visto que corresponderá<br />

también el derecho á ejercitar la acción de<br />

deslinde sobre los bienes de su mujer, como<br />

asimismo al tutor, curador y cualquier administrador<br />

legal.<br />

IV. Tanto en este párrafo como en los anteriores,<br />

nos ocupamos de los deslindes en<br />

fincas particulares, reservando para más adelante<br />

hacerlo de los principios que informan<br />

esta materia, cuando sean del Estado ó los<br />

pueblos las fincas de que se trate.<br />

Tratándose del deslinde de fincas entre particulares<br />

, y como en el examen de estas cuestiones<br />

pueden nacer cuestiones sobre la propiedad,<br />

y de todas maneras hay que examinar<br />

títulos, papeles y documentos, no pueden resolverlas<br />

más que jueces letrados, por lo que<br />

corresponderá su conocimiento á los jueces de<br />

primera instancia, bajo el procedimiento que<br />

preceptúa la ley de enjuiciamiento civil en su<br />

libro III, título XV.<br />

Si esto está claro, en Derecho pudiera caber<br />

dudas sobre á qué juez correspondería el conocer<br />

de estos asuntos, si al del lugar de la<br />

cosa ó al del domicilio de los dueños, pues<br />

siendo la acción mixta, cabe la duda; pero<br />

considerando la naturaleza de estas actuaciones<br />

judiciales, lo necesario que en ellas es el<br />

examen del terreno y de los mojones antiguos,<br />

operaciones que únicamente puede efectuar el<br />

juez del territorio, es visto que al que tiene<br />

jurisdicción en el lugar en que está sita la<br />

cosa corresponderá el conocimiento de estas<br />

cuestiones.<br />

Los mismos principios se tendrán presentes<br />

cuando el deslinde sea entre un particular y<br />

terrenos de los pueblos, de establecimientos<br />

públicos ó del Estado, pues también corresponderá<br />

á los jueces de primera instancia presidir<br />

las operaciones; ahora bien, si en ella<br />

naciera alguna cuestión sobre propiedad, ya<br />

las cuestiones se seguirían por otros principios;<br />

pero siendo sólo de deslinde y amojonamiento,<br />

la autoridad judicial es la única competente.<br />

En las operaciones de deslinde y amojonamiento<br />

deberán tenerse presentes algunas<br />

reglas generales. La posesión es la primera señal<br />

que demuestra la propiedad. Cuando los<br />

títulos que las partes presenten sean claros, á<br />

ellos debe sujetarse la operación, limitándose<br />

á poner los mojones donde indiquen. Cuando<br />

en los títulos haya dudas, debe estarse por la<br />

posesión. Si un interesado presenta títulos<br />

que determinan claramente su derecho y el<br />

otro no los presenta, debe estarse por el que<br />

los presentó. Si de la presentación de títulos<br />

se ve que sobra ó falta terreno á los dos interesados,<br />

debe dividirse el exceso ó la falta á<br />

prorrata de la extensión de terrenos que cada<br />

uno justifica.<br />

V. Cuando sean dos los pueblos que contiendan<br />

sobre los linderos respectivos, corresponde<br />

á la autoridad administrativa la solución<br />

de las cuestiones, que está representada<br />

por el gobernador civil de la provincia.<br />

La mayor parte de las reglas que llevamos<br />

dicho rigen los deslindes entre particulares,<br />

son aplicables al caso de cuando sean dos pueblos<br />

los que contiendan sobre sus linderos,<br />

siendo la posesión demostrada principalmente<br />

por el pago de tributos la que debe hacer más<br />

fe faltando documentos concluyentes.<br />

Otro punto que en materia de deslinde debemos<br />

tocar, siquiera sea ligeramente, son las<br />

reglas por que se rigen los deslindes de montes<br />

correspondientes al Estado, á los pueblos<br />

y álos establecimientos públicos; materia que<br />

ha ocasionado en la legislación española infinidad<br />

de disposiciones legales, que van quedando<br />

muchas en desuso, y pronto quedarán<br />

todas, pues van siendo pocos los montes que<br />

quedan fuera de la desamortización de los llamados<br />

públicos.<br />

La autoridad única competente para resolver<br />

sobre los deslindes es la administrativa,<br />

y las cuestiones contenciosas que puedan ocurrir<br />

se resolverán por la vía contencioso-administrativa,<br />

previo informe del respectivo<br />

Ministerio á que corresponda el monte en<br />

cuestión.<br />

VI. Tan importante se ha considerado<br />

siempre el derecho de propiedad, y tal fuerza<br />

tiene para la vida de las sociedades, que en<br />

todas las legislaciones ha sido castigado con<br />

rigor el que atenta contra ella, y siempre se<br />

ha considerado que el que lo hace contra los<br />

mojones ó señales que la determinan, lo hace<br />

contra ella misma. Así vemos que Grecia y<br />

Roma consideraban como cosa religiosa los<br />

mojones, y era duramente castigado el que<br />

los destruía ó variaba. En nuestro Derecho<br />

también siempre fué castigada dicha transgresión<br />

, y en el día se castiga por las prescripciones<br />

del Código penal, muy particularmente<br />

en su artículo 535, en que se castiga al que<br />

destruyere mojones ó señales que marquen<br />

los linderos de pueblos ó propiedades con<br />

multa de 50 al 100 por 100 de la utilidad que<br />

reporte, y no siendo ésta estimable, en una<br />

multa de 125 á 1.250 pesetas; esto sin perjuicio<br />

del resarcimiento del daño que hubiera<br />

causado.<br />

M. García Gutiérrez.<br />

AMOMO (Amomum).-—Género de planta<br />

de la familia de las Amómeas. Las principales<br />

especies de este género son: 1.°, amonio de<br />

las Indias (Amomum zingiber, L.); 2.°, amonio<br />

de Madagascar (Amomum cardamomum);<br />

3.°, Amomum granum paradisi; 4.", Amomum<br />

zerumbelh; 5.°, Amomum angustifolium;<br />

6.°, Amomum villosum; 7.°, Amomum echinatu-m;<br />

8.°, Amomum afzelii; 9.°, Amomum foliginosum.<br />

El primero, se distingue la planta por su


AMO — 217 — AMO<br />

raíz tuberosa, de un dedo de gruesa, blanca<br />

en el centro y amarilla en la parte externa;<br />

de las raíces nacen tallos de 30 centímetros<br />

de alto, que echan una espiga escamosa verduzca,<br />

y su vértice un punto rojo; las espigas<br />

llevan flores amarillentas que duran muy poco;<br />

la corola es monopétala, dividida en cuatro<br />

segmentos, uno maj'or que los otros, en figura<br />

de labio; el fruto es una cápsula triangular,<br />

con tres alvéolos que encierran varias simientes<br />

de sabor amargo, aromático y de olor<br />

agradable.<br />

Crece naturalmente en las cercanías de<br />

Gingi, de la cual procede el nombre de Gingiber<br />

ó Zingiber. Se encuentra en las Islas<br />

de la Sonda, en Java, Ceylan, Sumatra, en<br />

las costas de Malabar y en China.<br />

La raíz del jengibre (que es la planta de<br />

que venimos tratando) es mny aromática, de<br />

sabor acre, y da por la destilación un aceite<br />

volátil de olor muy fuerte. En Inglaterra especialmente<br />

se usa el jengibre como medicamento<br />

y como especia. Los indianos hacen una<br />

conserva muy agradable, tónica y excitante.<br />

Hace algunos años que circula en el comercio<br />

una clase de jengibre que traen los ingleses<br />

de Jamaica; éste es de raíz muy delgada, de<br />

color amarillento, estriada longitudinalmente;<br />

tiene un sabor cáustico y olor muy agradable.<br />

El segundo, Cardamomum ó azafrán de la<br />

India, se distinguen en el comercio algunas<br />

variedades, cuyas semillas difieren poco en<br />

sus propiedades. Crecen en las costas de Malabar<br />

y Java. Los indianos las emplean para<br />

sazonar los alimentos. La farmacia las usa<br />

también para algunas preparaciones medicinales.<br />

Las otras variedades no tienen importancia<br />

para nosotros; el tercero lo usan los países en<br />

que se produce, Guinea y Madagascar, en sustitución<br />

de la pimienta; el cuarto se consume<br />

como planta de huerta; su raíz es menos aromática<br />

que la del jengibre; se produce en el<br />

Indostán, donde se le tiene por muy rítil para<br />

curar los cólicos.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AMONÍACO (Álcali volátil) (Química<br />

agrícola).—Gas incoloro, de olor vivo y sofocante,<br />

y de sabor irritante y cáustico, bastante<br />

abundante en la naturaleza, y que se forma<br />

por la descomposición de las substancias animales<br />

y especialmente de las orinas. Durante<br />

los grandes calores se desprenden de las letrinas<br />

considerables cantidades de amoníaco,<br />

cuya irritante acción provoca el lagrimeo. La<br />

destilación de las materias azoadas produce<br />

también considerable cantidad de amoníaco,<br />

y precisamente á causa de su riqueza en sales<br />

amoniacales los productos secundarios del negro<br />

animal y el gas del alumbrado son recogidos<br />

cuidadosamente por el comercio.<br />

Ya hemos dicho que el amoníaco se halla<br />

en la naturaleza; así, á corta distancia de Pozzuolo<br />

(Italia) existe una gruta que llaman las<br />

gentes del país gruta del amoníaco, porque<br />

constantemente se desprenden de ella grandes<br />

cantidades de ese gas. Mas no se crea que<br />

el amoníaco se presenta por lo común en estado<br />

libre sobre la superficie del globo. Una<br />

de sus propiedades características precisamente<br />

es su tendencia á unirse con muchos<br />

ácidos, desempeñando funciones de base, para<br />

formar cuerpos más ó menos volátiles, denominados<br />

sales amoniacales. Ejemplos de ello<br />

son particularmente el sulfhidrató de amoníaco,<br />

que se desprende durante la putrefacción de<br />

materias animales, y el carbonato de amoníaco,<br />

engendrado principalmente por la descomposición<br />

ígnea de dichas materias orgánicas.<br />

Las sales amoniacales ejercen notable influencia<br />

en el desarrollo de los vegetales, y algunas<br />

de ellas representan la forma estable más común<br />

del álcali volátil; de aquí la conveniencia<br />

de conocer los principales caracteres de<br />

esos cuerpos compuestos, y de aquí que hayamos<br />

creído oportuno resumirlos brevemente.<br />

Clorhidrato de amoníaco.—Con el nombre<br />

de sal amoníaco conocía ya el comercio de los<br />

antiguos egipcios ese producto volátil, que<br />

obtenían sublimando en grandes retortas de<br />

vidrio el hollín procedente de la combustión<br />

de los excrementos del camello, que recogían<br />

y ponían á secar para quemarle en sus hogares.<br />

Todavía conserva hoy esa sal su antiguo<br />

nombre, mas para obtenerla se apela á cuerpos<br />

que no sabían utilizar los habitantes del<br />

país del Nilo. En efecto, en la actualidad se<br />

extrae de las aguas de depuración del gas, de<br />

los productos líquidos de la destilación de los<br />

cuernos y de los huesos en la fabricación del<br />

negro animal, y sometiendo á la acción del<br />

calor una mezcla de cloruro de sodio y de sulfato<br />

de amoníaco, que da por resultado sulfato<br />

de sosa que queda fijo, y clorhidrato de amoníaco<br />

que se volatiliza y se condensa en la<br />

parte fría del vaso en que se verifica' la reacción.<br />

El clorhidrato de amoníaco, llamado<br />

también muriato, es un cuerpo blanco, cuyos<br />

cristales se agrupan á la manera de las barbas<br />

de las plumas y se volatiliza á una temperatura<br />

muy inferior á la del calor rojo. Se compone<br />

de 68,17 partes de ácido clorhídrico y de 31,83<br />

de amoníaco. Siendo esta sal más cara que el<br />

sulfato, rara vez se emplea en agricultura.<br />

Carbonato de amoníaco.—Es una sal extremadamente<br />

volátil, de fuerte olor amoniacal,<br />

que á la temperatura ordinaria desaparece en<br />

la atmósfera, por lo cual se la ha llamado sal<br />

volátil de Inglaterra, que es muy soluble en<br />

el agua y presenta un color blanco. El comercio<br />

la expende en cantidades de alguna consideración.<br />

Sulfato de amoníaco.—Sal de color blanco<br />

también, y soluble en el agua é insoluble en el<br />

alcohol, de sabor amargo muy picante. Su<br />

composición centesimal es de 17 de amoníaco<br />

y 49 de ácido sulfúrico. Es la sal amoniacal<br />

más importante para la agricultura, empleándose<br />

comúnmente como abono, por ser la que<br />

se fabrica en mayor cantidad, á causa de la<br />

facilidad con que cristaliza y se conserva, per-


AMO — 218 — AMO<br />

mitiendo toda clase de transportes. Se prepara<br />

neutralizando los líquidos amoniacales por el<br />

ácido sulfúrico, ó haciendo pasar los vapores<br />

amoniacales por una disolución de este ácido.<br />

Nitrato de amoníaco. — Cuerpo de color<br />

blanco que posee la propiedad de hacer descender<br />

hasta 15° bajo 0 la temperatura del<br />

agua en que se disuelve, y que por lo mismo<br />

se utiliza para producir fríos intensos con<br />

economía tanto mayor cuanto que evaporando<br />

el agua hasta la sequedad, se puede emplear<br />

la misma cantidad de nitrato de amoníaco en<br />

un número indefinido de operaciones. La proporción<br />

más adecuada para obtener la mezcla<br />

frigorífica es la de partes iguales de agua y de<br />

esta sal, pudiendo echarla en cualquier vasija,<br />

dentro de la cual se colocarán los recipientes<br />

que contengan los líquidos ó licores que se<br />

desee enfriar ó helar. Por la acción del calor<br />

se descompone el nitrato de amoníaco en agua<br />

y en protóxido de ázoe. Si se arroja sobre carbones<br />

ardientes, activa la combustión como<br />

todos los nitratos. Esta sal contiene 35 por 100<br />

de ázoe, pero su precio elevado impide se emplee<br />

como abono. Se prepara saturando el ácido<br />

nítrico por el amoníaco y concentrando el<br />

líquido.<br />

Fosfato de amoníaco.—Existen muchos fosfatos<br />

amoniacales; se obtienen por la combinación<br />

directa del amoníaco con diversos ácidos<br />

fosfóricos, ó bien por dobles descomposiciones.<br />

Bajo el punto de vista agrícola, presentan la<br />

notable particularidad de contener en gran<br />

cantidad el ácido fosfórico y el ázoe en forma<br />

amoniacal, ó sea en un estado inmediatamente<br />

soluble los dos principales elementos de la vegetación,<br />

los dos cuerpos más buscados para<br />

aumentar la fertilidad de una tierra. El fosfato<br />

neutro contiene 24,05 de ázoe y 54,15 de ácido<br />

fosfórico por 100; el fosfato básico, 27 de<br />

ázoe y 49,6 de ácido fosfórico por 100, todo<br />

en estado soluble. Con el nombre de agente<br />

floral se ha propuesto emplear estas sales para<br />

uso de la jardinería, ya que la aplicación de<br />

las mismas á la agricultura no es ventajosa,<br />

en atención á lo caras que se venden en el<br />

comercio.<br />

Cloroplatinato de amoníaco.—Cuerpo amarillo<br />

, poco soluble en agua fría y casi insoluble<br />

en alcohol. El calor le descompone en<br />

clorhidrato de amoníaco y en platino, que se<br />

presenta en estado esponjoso. En los laboratorios<br />

se prepara frecuentemente el amoníaco<br />

bajo la forma de cloroplatinato de amoníaco,<br />

el cual contiene 7,63 partes de amoníaco, 16,34<br />

de ácido clorhídrico y 76,03 de cloruro de<br />

platino.<br />

Conocidas las principales sales amoniacales,<br />

vamos á hacer algunas observaciones acerca<br />

del álcali volátil que precisamente se extrae<br />

de esas sales. Para ello basta tratar una de<br />

ellas por un álcali fijo, potasa ó cal, el cual<br />

determina el desprendimiento del amoníaco<br />

puro en estado gaseoso. Generalmente se prefiere<br />

emplear para obtenerle la cal apagada y<br />

el clorhidrato de amoníaco, que se mezclan<br />

íntimamente y colocan en un frasco lleno<br />

hasta la mitad. En el espacio que queda vacío<br />

en la parte superior se ponen fragmentos de<br />

cal destinados á secar el gas, el cual pasa por<br />

un tubo á una campana llena de mercurio,<br />

porque el agua le disuelve en cantidad demasiado<br />

grande para que pueda emplearse, á fin<br />

de recogerle bajo la forma de gas. Aun cuando<br />

la reacción se determina á la temperatura del<br />

ambiente, es necesario, sin embargo, activarla<br />

mediante la aplicación de algunos carbones<br />

encendidos.<br />

El amoníaco líquido, que tanta importancia<br />

comercial tiene, se prepara haciendo pasar el<br />

gas á una masa de agua destilada hasta que el<br />

líquido cese de disolverle. Para esa" operación<br />

se puede utilizar, si se considera oportuno, el<br />

frasco anteriormente descrito, que habrá de<br />

conducir el álcali volátil, no á una campana<br />

de mercurio, sino á otro frasco que contenga<br />

el líquido absorbente.<br />

El gas amoníaco se compone de 2 volúmenes<br />

de ázoe y 6 de hidrógeno, que se condensan<br />

en 4 volúmenes de gas amoníaco, y en<br />

peso de 82,36 partes de ázoe y 17,64 de hidrógeno<br />

por 100.<br />

Es sumamente fácil distinguir el amoníaco,<br />

por las cualidades especiales que le caracterizan,<br />

de los demás cuerpos aeriformes con los<br />

cuales pudiera confundirse. Su propiedad de<br />

volver azul, á la manera de poderoso álcali, el<br />

papel de tornasol enrojecido por los ácidos, y<br />

su estado gaseoso, han sido causa de que se le<br />

denomine álcali volátil. Es incoloro, de olor<br />

penetrante y vivo, fácil de conocer, y produce<br />

los efectos de un cáustico violento, que causa<br />

la muerte de los seres vivos cuando se introduce<br />

en la economía en proporciones de alguna<br />

entidad. Es tan extraordinariamente soluble<br />

en el agua, que este líquido disuelve 670<br />

veces su volumen de amoníaco. También le absorbe<br />

el carbón de una manera notable, puesto<br />

que, según las experiencias de M. Th. de<br />

Saussure, un volumen determinado de ese<br />

cuerpo llega á encerrar en sus poros 90 volúmenes<br />

de amoníaco, siendo así que solamente<br />

absorbe 7,50 volúmenes de ázoe y penosamente<br />

2 de hidrógeno. También se impregnan<br />

enérgicamente de amoníaco, cuando se someten<br />

á la influencia de atmósferas que le contengan,<br />

la arcilla, las piedras calizas, y en<br />

general todas las substancias porosas; de ahí<br />

que se condense el amoníaco en todos los<br />

cuerpos porosos que existen sobre la superficie<br />

del globo.<br />

También es una particularidad bien digna<br />

de mención que la disolución del álcali volátil<br />

ofrezca las mismas cualidades que el mismo<br />

amoníaco en estado gaseoso, causando aquélla<br />

en nuestros órganos la misma impresión que<br />

éste. Por esa razón le emplea casi siempre en<br />

estado de disolución la medicina, la veterinaria,<br />

la industria y el químico en su laboratorio.<br />

Gracias á su gran afinidad con el amoníaco,<br />

los ácidos se emplean con mucha frecuencia<br />

para conseguir que desaparezcan los olores


AMO<br />

amoniacales que se advierten en muchas circunstancias.<br />

Sin embargo, en la generalidad<br />

de los casos es preferible emplear para ese fin<br />

otras substancias menos peligrosas por sí mis-<br />

.mas, como son los sulfatos de cal, de hierro,<br />

etcétera, que llenan ese mismo objeto en el<br />

estado de polvo ó de disolución. De ahí que<br />

en las cuadras se consiga librar á los animales<br />

del mal olor de la atmósfera en que viven<br />

muy á menudo, echando yeso sobre la cama.<br />

Indudablemente el amoníaco, por las numerosas<br />

aplicaciones que de él se hacen, es<br />

uno de los cuerpos más importantes que el<br />

hombre puede utilizar. Se emplea siempre con<br />

éxito en la curación de un padecimiento que<br />

contraen las bestias á consecuencia de haber<br />

comido en cantidad excesiva forrajes como la<br />

alfalfa y el trébol, que dan origen á la formación<br />

de gases ácidos en el estómago y en<br />

los intestinos, produciendo el meteorismo,<br />

que causa en breve tiempo la muerte de los<br />

animales si no se los medicina oportunamente.<br />

Precisamente 32 gramos de amoníaco, disueltos<br />

en bebidas mucilaginosas, curan casi<br />

instantáneamente á un buey ó un caballo, y<br />

8 ó 10 gramos bastan para evitar la muerte<br />

•de un carnero, una cabra, etc. La acción del<br />

amoníaco en estos casos se reduce á transformar<br />

en sales fijas los ácidos gaseosos cuya<br />

formación determina el padecimiento.<br />

También se utiliza con gran resultado la<br />

causticidad del amoníaco para neutralizar en<br />

las heridas los efectos que causan las mordeduras<br />

venenosas de las víboras, de los perros<br />

rabiosos, de las avispas y de las abejas. Siempre<br />

que se emplee el amoníaco en tales circunstancias,<br />

es necesario cuidar de que penetre<br />

el álcali en la profundidad de la llaga, á fin<br />

de que pueda obrar eficazmente. Otra propiedad<br />

curiosa que también posee el álcali volátil<br />

es la de disipar casi instantáneamente los efectos<br />

de la embriaguez, empleándole en la dosis<br />

de cinco á seis gotas en un vaso de agua azucarada.<br />

Las aplicaciones que de ese cuerpo se hacen<br />

en las artes son bien importantes en sumo<br />

grado. Sacan partido de sus preciosas cualidades<br />

los encargados de desengrasar substancias,<br />

los tintoreros y los fabricantes de perlas falsas.<br />

Pero lo que para nosotros es mucho más<br />

interesante es que la agricultura, conforme<br />

tenemos indicado, puede emplear las sales<br />

amoniacales para favorecer la vegetación, es<br />

decir, para acrecentar notablemente las cosechas.<br />

M. Pierre, que ha estudiado esa substancia<br />

como elemento adecuado para forzar la<br />

producción agrícola, digámoslo así, afirma en<br />

su Tratado de química agrícola que de sus<br />

experimentos resultan exactas las cifras que<br />

Teproducimos á continuación:<br />

Ooseeha de heno y retoño por hectárea<br />

sin abono 3.820 kilos.<br />

Abonando con 333 kilos de clorhidrato<br />

de amoníaco 9.906 —<br />

Mxceso de producción 6.0S6 kilos.<br />

— 219 —<br />

AMO<br />

También ha hecho otro experimento que<br />

debemos citar, sirviéndose para el abono de<br />

distinto compuesto de amoníaco, obteniendo<br />

los resultados siguientes:<br />

Sin abono 3.820 kilos.<br />

Abonando con 250 kilos de sulfato de<br />

amoníaco 5.564 —<br />

JZxceso de producción 1.744 kilos.<br />

Las cifras consignadas revelan con incontrastable<br />

elocuencia cuan beneficiosa es la influencia<br />

fertilizante que las sales amoniacales<br />

poseen, por lo cual en la fabricación de abonos<br />

habrá de tenerse siempre en cuenta la<br />

cantidad de amoníaco que esas preparaciones<br />

contengan.<br />

La fermentación pútrida que se determina<br />

en las materias orgánicas cuando cesa la<br />

vida y en todas aquellas substancias cuyo<br />

principal elemento es el ázoe, origina amoníaco<br />

en cantidad siempre proporcional á la de<br />

ese cuerpo simple. Precisamente el ser el amoníaco<br />

la base de los abonos; la gran facilidad<br />

que posee para disolverse en el vehículo común;<br />

la provechosa influencia que ejercen en<br />

la vegetación las sales amoniacales, han sido<br />

razones para que la mayoría de los agrónomos<br />

entiendan que el amoníaco es el único cuerpo<br />

capaz de suministrar ázoe á las plantas, y<br />

que de esa substancia se nutren para componer<br />

en su interior las materias orgánicas azoadas.<br />

Por lo mismo se ha venido admitiendo<br />

durante largos años que el amoníaco se infiltra<br />

directamente en los vegetales, y en atención<br />

á la facilidad con que se disuelve en el<br />

agua, se ha pretendido que las raíces eran el<br />

órgano apropiado para la absorción de esa<br />

substancia, y para introducirla en la estructura<br />

de las plantas que han de elaborarla.<br />

Para explicar el hecho de que también abunde<br />

el ázoe en los vegetales que crecen en terrenos<br />

estériles y á los cuales no llegan los<br />

cuidados del hombre, se invocó muy luego el<br />

descubrimiento de la existencia del amoníaco<br />

en el aire; descubrimiento que hiciera Saussure<br />

y que comprobaron Liebig y Kemp.<br />

Sin embargo, como también existe en la<br />

atmósfera ácido nítrico, y como algunos compuestos<br />

distribuidos por los terrenos resultaron<br />

provechosos, aun cuando se hallasen desprovistos<br />

de álcali volátil, á condición de ser<br />

ricos en ácido nítrico, admítese que también<br />

éste se puede convertir en fuente de ázoe para<br />

el reino vegetal. Kuhlmann, aceptando la<br />

afirmación de que posee también excelentes<br />

propiedades el ácido nítrico, pretende que se<br />

atribuya exclusivamente al amoníaco la función<br />

de que ocupándonos venimos, y con tal<br />

propósito intentó demostrar que en el seno de<br />

la capa cultivable el ácido nítrico se convierte<br />

en amoníaco gracias á la presencia de materias<br />

orgánico-carboníferas que nunca faltan<br />

en los terrenos; materias que mediante el<br />

carbono que poseen despojan de oxígeno al<br />

mismo ácido nítrico. La idea de que el amo-


AMO — 220 — AMO<br />

níaco era la tínica fuente de ázoe para los<br />

vegetales se hallaba arraigada tan profundamente,<br />

que se admitió la hipótesis de Kuhlmann,<br />

sin recordar que cuando el ácido nítrico<br />

comienza á perder su propio oxígeno, se<br />

convierte en compuestos menos oxigenados, si<br />

bien ávidos en sumo grado de ese cuerpo elemental,<br />

gracias á lo cual el mencionado ácido<br />

vuelve á reconstituirse y aparece en la primitiva<br />

forma. Además se demostró cumplidamente<br />

errónea la explicación cuando Boussingault<br />

consiguió que vegetasen algunas plantas<br />

en terreno despojado completamente de materias<br />

orgánicas en putrefacción, y que solamente<br />

había sido abonado con nitro.<br />

Con ese hecho se reconoció que el ácido nítrico<br />

era un alimento directo para las plantas,<br />

si bien se concedía siempre el primer puesto al<br />

amoníaco, al cual se ha seguido considerando<br />

como principal fuente y origen del ázoe para<br />

las plantas, y que se introducía en el organismo<br />

por medio de las raíces. Pero si la primera<br />

parte de la proposición es admisible sin género<br />

alguno de duda, se oponen á la aceptación<br />

de la segunda varios hechos. En efecto; haciendo<br />

Bouchardat experimentos con algunas<br />

plantas cuyas raíces se hallaban sumergidas<br />

en una disolución de sales amoniacales, no<br />

tardó en notar que iban pereciendo aquéllas<br />

con rapidez, y dedujo de ahí que las sales<br />

amoniacales constiftryen un tósigo para las<br />

plantas. A la afirmación del mencionado químico<br />

se podía, sin embargo, objetar que habiendo<br />

empleado él sales y ácidos muy enérgicos,<br />

como el sulfúrico, el nítrico, el clorhídrico<br />

y el fosfórico, pudo imputarse á la<br />

energía de su acción la muerte de los vegetales<br />

sometidos á la experiencia, tanto más<br />

cuanto que no se hallaban éstos en condiciones<br />

normales, puesto que tenían sus raíces<br />

sumergidas en agua, lo cual no está conforme<br />

con la manera de vegetar de la mayoría de<br />

las plantas. Para que desapareciese todo género<br />

de duda, Cloez y Gratiolet operaron<br />

con plantas acuáticas, y observaron que también<br />

morían éstas, y de ahí que Boussingault,<br />

en algunas consideraciones explanadas acerca<br />

del guano en una Memoria presentada al<br />

Instituto de Francia, creyese conveniente<br />

restringir la aplicación de las sales de base<br />

amoniacal á aquellas que tienen por componente<br />

electro-negativo un ácido orgánico y el<br />

carbono.<br />

Pero aun el mismo Boussingault hubo de<br />

reconocer que es todavía insuficiente esa restricción<br />

, y conviene en que algunas plantitas<br />

de trébol, regadas con una disolución muy<br />

prolongada de oxalato de amoníaco (1 por 600)<br />

perecen á los ocho días, mientras que prosperan<br />

otras en iguales condiciones, pero bañadas<br />

con agua destilada; hecho que le indujo<br />

á reconocer la utilidad del álcali volátil<br />

únicamente bajo la forma de carbonato. Mas<br />

también ese límite resultó ilusorio, y no falta<br />

quien haya observado en Regio que una robusta<br />

planta de maíz, regada con una disolu­<br />

ción muy prolongada de carbonato de amoníaco,<br />

fué desmejorando gradualmente y acabó<br />

por morir. De ese hecho se puede deducir también<br />

que el carbonato amoniacal es letal para<br />

la vegetación cuando penetra por las raíces.<br />

Para explicar el resultado de esas experiencias<br />

es preciso tener presente que probablemente el<br />

oxalato de amoníaco de que se valiera Boussingault<br />

encontró en el terreno carbonato de<br />

cal; suposición tanto más verosímil cuanto<br />

que ese compuesto es indispensable para la<br />

vegetación del trébol, y probablemente esa<br />

substancia se cambiaría en carbonato amoniacal,<br />

resultando perjudicada la planta en tales<br />

condiciones.<br />

Para eludir toda clase de objeciones encaminadas<br />

á poner en duda la facultad de la sal de<br />

que se habla, calificándola de mortífera para<br />

los vegetales, se realizó otro experimento. Tomada<br />

una planta de trébol cuando se hallaba<br />

en plena vegetación, y después de despojarla<br />

de la tierra de que se hallaba rodeada mediante<br />

repetidas lavaduras, se colocó en una vasija<br />

de tierra que tenía un orificio en el fondo, por<br />

el cual pasaban libremente las raíces con sus<br />

espongiolas. Llenada esa vasija de piedra pómez<br />

para sostener la planta, se introdujo en<br />

otra más ancha y que tenía en el fondo una<br />

mezcla de tierra preparada artificialmente, y<br />

en la cual entraban, además de los componentes<br />

del terreno, privados de toda materia orgánica,<br />

las substancias que también se encuentran<br />

en las cenizas de la planta sometidas<br />

á la prueba y en condiciones de hacerse fácilmente<br />

asimilables.<br />

Con objeto de regar luego fácilmente esa<br />

capa de tierra, se practicó un agujero lateral<br />

en el recipiente exterior, en el cual se colocó<br />

un tubo con un pequeño embudo, mediante<br />

el cual se pudiera echar en la tierra la disolución<br />

que se creyera conveniente, manteniendo<br />

humedad suficiente en el terreno artificial en<br />

el cual habían de penetrar las raíces. Dos<br />

plantas fueron colocadas en sus respectivas<br />

vasijas, en condiciones análogas respecto de<br />

los agentes externos, y se las bañó primeramente<br />

á ambas con agua de lluvia, para que<br />

se repusieran después de transplantadas. Luego<br />

, en tanto que una de esas plantas era bañada<br />

con agua pura, se administró á la segunda<br />

una disolución de carbonato amoniacal, y para<br />

que este cuerpo perdiese su causticidad completamente<br />

, se adoptó la precaución de disolverle<br />

en agua saturada de ácido carbónico, de<br />

la cual se extraía después, mediante la agitación,<br />

el gas libre, hasta que no la quedase más<br />

que leves indicios de acidez, según se comprobó<br />

con el papel de cúrcuma.<br />

La planta tratada con el carbonato de amoníaco<br />

fué desmedrando al cabo de dos semanas,<br />

y pasado ese plazo comenzó ya á sufrir,<br />

mientras que, por el contrario, la regada con<br />

agua pura se manifestó aún más vigorosa que<br />

aquellas que vegetaban en el campo de donde<br />

fueron extraídas las dos sometidas al experimento.<br />

Pero como en el terreno artificial


AMO — 221 — AMO<br />

preparado faltaba alúmina, podía objetarse<br />

que ésta absorbe el amoníaco, y sólo gradualmente<br />

le va cediendo, por lo cual debía imputarse<br />

á la acción demasiado enérgica de la<br />

disolución amoniacal la muerte de la primera<br />

planta sometida á la experiencia. De aquí que<br />

se agregase alúmina á la vasija segunda para<br />

proseguir los riegos con la disolución amoniacal;<br />

pero también en este caso la planta fué<br />

desmejorando, y de ahí que el experimentador<br />

dedujese la conclusión de que para ser<br />

útiles á la vegetación las sales amoniacales necesitan<br />

entrar por una vía distinta de las raíces,<br />

siendo á este propósito digno de observación<br />

el hecho de que si las raíces de las<br />

plantas profundizan mucho en el terreno, es<br />

posible que el amoníaco no pueda acercarse á<br />

las partes de la raíz destinadas á absorberle.<br />

Si se considera que las tierras son un poderosísimo<br />

agente de absorción respecto del<br />

amoníaco, fácilmente nos daremos cuenta de<br />

esa observación. Desde luego no estamos seguros<br />

de que el álcali volátil, aun cuando se<br />

abriera camino hasta allí, se presente realmente<br />

en el estado en que podemos observarle<br />

en nuestros laboratorios. De todos modos, el<br />

gran número de reacciones que se verifican<br />

entre los cuerpos que constituyen el conjunto<br />

que denominamos terreno; la dificultad de<br />

señalar cuáles son los cuerpos que durante<br />

esas reacciones se forman, y la disposición en<br />

que se presentan, todo induce á creer que,<br />

atravesando el suelo arable para descender á<br />

las capas inferiores, el amoníaco sufre modificaciones<br />

complicadas que le vuelven menos<br />

letal para las plantas.<br />

Mas, ¿habremos de deducir de todas las precedentes<br />

consideraciones que el amoníaco por<br />

sí mismo sea directamente inútil á la vegetación?<br />

Semejante conclusión sería demasiado<br />

precipitada y violenta. No es posible negar<br />

rotundamente la acción del amoníaco en la<br />

vegetación, pero no es aventurado afirmar, no<br />

obstante cuanto en contrario se ha venido<br />

creyendo, que tal vez penetre el álcali volátil<br />

en los organismos vegetales, no por las raíces,<br />

sino j>or las hojas, cual ocurre con el ácido<br />

carbónico. En apoyo de esa opinión se pueden<br />

citar algunos hechos.<br />

Hacia el año de 1846 se advirtió en Ñapóles<br />

que el amoníaco purificado en la proximidad<br />

de algunas plantas de wolchameria producía<br />

efectos realmente admirables, haciendo crecer<br />

de esa manera frondosos los órganos foliáceos<br />

de las plantas. Esa observación se vio confirmada<br />

por M. Ville en París, y por Magnus<br />

en Alemania, el cual practicó sus experiencias<br />

con dos plantas de cebada colocadas en<br />

dos vasos distintos, uno de los cuales contenía<br />

tierra fértilísima, y en el estado normal en que<br />

se había recogido, mientras que la tierra del<br />

otro se había sometido durante mucho tiempo<br />

al fuego, bajo la acción de una corriente de<br />

oxígeno, á fin de despojar á la masa de todo<br />

residuo orgánico, y se había colocado, sin<br />

embargo, de tal manera que pudiera recibir<br />

los efluvios de tierra de la misma clase, sin hallarse<br />

empero en contacto con ella. Precisamente<br />

la planta colocada en la última creció<br />

y se multiplicó mejor que la que crecía sobre<br />

la primera tierra.<br />

No nos extenderemos en consideraciones<br />

acerca de ese hecho bastante significativo, mas<br />

en cambio no nos parece oportuno guardar<br />

silencio acerca de un experimento hecho por<br />

un ilustrado agrónomo italiano. Tomó dos vasos<br />

iguales por su capacidad, de tierra cocida,<br />

y con los bordes vueltos de manera que pudiese<br />

colocarse sobre ellos una campana; los llenó<br />

con tierra artificial formada de ladrillo en polvo,<br />

alúmina, carbonato de cal, silicato de potasa<br />

soluble, carbonato de la misma base, fosfato<br />

de cal y óxido de hierro, todo ello en<br />

proporción suficiente para que la planta absorbiese<br />

las cantidades que su organismo reclamase.<br />

En una de las vasijas se depositó una<br />

semilla de guisante, y sobre ella un embudo<br />

de vidrio, para que apenas naciese la planta<br />

se abriese camino á través del tubo; en la otra<br />

vasija se echaron algunos granos de cebada,<br />

y sobre la tierra se extendió una capa de arcilla<br />

bien empastada, con objeto de que el<br />

amoníaco suspenso en el aire no penetrase en<br />

aquélla. Al cabo de algunos días asomaban<br />

por el embudo las primeras hojas; entonces<br />

se cubrieron ambas vasijas con sus respectivas<br />

campanas, y en ellas se formó una atmósfera<br />

artificial, á la cual se hacían pasar diariamente<br />

de 20 á 100 centímetros cúbicos<br />

de ácido carbónico. Bajo la misma campana<br />

se dispuso una cazoleta que contenía subcarbonato<br />

de amoníaco; ambas plantas crecieron<br />

y prosperaron, mas no dieron semillas perfectas.<br />

Esta experiencia parece demostrar de una<br />

manera irrecusable que el amoníaco para alimentar<br />

á las plantas penetra por los órganos<br />

foliáceos; mas no explica de qué manera surge<br />

hasta las hojas el amoníaco que se encuentra<br />

en el terreno próximo á las raíces. Para darse<br />

cuenta de lo que ocurre en ese caso es necesario<br />

examinar las reacciones que ofrecen las<br />

sales de base amoniacal y de ácido fijo en presencia<br />

de los carbonatos térreo-alcalinos. Según<br />

Boussingault, mezclando el carbonato de<br />

amoníaco y el sulfato de cal, cuando ambas<br />

sales se hallan disueltas, se verifica un trueque<br />

de los componentes, formándose sulfato<br />

de amoníaco por una parte y carbonato de<br />

cal por otra; pero si en lugar de colocar las<br />

dos sales disueltas, y una en presencia de otra,<br />

se mezclan en estado de polvo y se bañan únicamente<br />

hasta el punto que sea necesario para<br />

favorecer la reacción , sin disolver los productos,<br />

esa reacción no llega á verificarse. Colocando,<br />

pues, sulfato de amoníaco y carbonato<br />

de cal, se realiza una reacción inversa de la<br />

poco antes descrita, la cual prosigue hasta<br />

que se agrega agua bastante para disolver los<br />

productos, ya que en ese momento cesa toda<br />

reacción y se verifica la contraria. Si después<br />

se deja evaporar el exceso de humedad, la


AMO — 222 — AMO<br />

reacción y la consecutiva formación del carbonato<br />

de amoníaco se repite hasta tanto que<br />

desaparece la última huella de agua en el interior<br />

de la masa. Igual reacción se verifica<br />

con las demás sales amoniacales y con ácidos<br />

diferentes del sulfúrico, cuales son el fosfórico,<br />

el nítrico y el clorhídrico.<br />

No es necesario encarecer la importancia<br />

de esas reacciones, estudiadas por el príncipe<br />

de los agrónomos, y que deben ser muy análogas<br />

á las que en los terrenos se cumplen, ya<br />

que el suelo cultivable se halla compuesto de<br />

arcilla y arena, á las cuales casi necesariamente<br />

se agrega el carbonato de cal en polvo. Los<br />

seres orgánicos que en esos terrenos hallen<br />

sepulcro y los materiales esparcidos por la<br />

mano del hombre se encuentran allí en estado<br />

de putrefacción. El primer período de esa<br />

reacción química produce amoníaco y ácido<br />

carbónico, siendo tanto más abundante el primero<br />

cuanto más rica en ázoe sea la materia<br />

que le produce. En ese caso el álcali volátil<br />

producido puede ser carbonato, pero aun<br />

cuando así no sea, las lluvias menudas y el<br />

rocío pueden acabar por suscitar reacción tal<br />

que determine el cambio de las bases entre el<br />

carbonato calcáreo y la sal amoniacal formada.<br />

Esta, transformada en carbonato, es volátil<br />

por sí, pero lo será más impulsada por<br />

la evaporación del agua, y de ahí que aparezcan<br />

cargadas de esa base las aguas de lluvia,<br />

el rocío y sobre todo las nieblas.<br />

Pero si existe en el terreno arcilla que tiene<br />

la alúmina como componente esencial, ésta<br />

se opondrá á la dispersión del amoníaco y le<br />

condensará en sus poros, si bien no en todas<br />

las condiciones. Cuando la arcilla está completamente<br />

seca, ó mejor cuando contenga únicamente<br />

el agua necesaria para su hidratación<br />

química, puede absorber el amoníaco;<br />

pero si aumenta la humedad, se desprende<br />

una parte de la base volátil, según se demuestra<br />

echando aliento, sobre un pedazo de arcilla<br />

que haya estado expuesto durante mucho<br />

tiempo á la acción del aire, y cuando los<br />

campos son humedecidos repentinamente en<br />

épocas de calor por las lluvias. En ambos casos<br />

la primera cantidad de agua que humedece<br />

un tanto la arcilla hace sentir un olor<br />

terroso que tiene por vehículo el amoníaco, el<br />

cual se fija unas veces en la arcilla y otras es<br />

abandonado á la circulación, que es cuando se<br />

advierte su presencia.<br />

Sentado por algunos agrónomos que el amoníaco<br />

entra en los organismos vegetales por<br />

medio de las hojas, es un hecho que merece<br />

especial examen el de que las plantas sometidas<br />

al experimento en París por M. Ville en<br />

una atmósfera limitada, no utilizasen el amoníaco<br />

y le dejasen escapar del aparato completamente.<br />

Algunos han tratado de explicar esa<br />

particularidad haciendo observar que el cuerpo<br />

se hallaba muy diluido y podía escapar fácilmente<br />

al poder de atracción de las plantas;<br />

que si el ázoe contenido en las plantas se<br />

hallaba en mayor proporción del que conte­<br />

nían las semillas, el exceso del mismo debe<br />

atribuirse al que existe en la atmósfera, el<br />

cual no penetra y es asimilado en forma elemental<br />

, sino que pasa antes al estado de ácido<br />

nítrico, gracias al oxígeno que se desarrolla<br />

bajo la influencia de la luz, y que se combina<br />

en estado nativo ú ozonizado tanto con el ázoe<br />

elemental como con el amoníaco, para formar<br />

el ácido dicho.<br />

Esas explicaciones están al parecer de<br />

acuerdo con los hechos que la naturaleza presenta<br />

á cada instante. Cuando abonamos los<br />

terrenos, no suministramos directamente, salvo<br />

algunas excepciones, las sales amoniacales,<br />

sino substancias complejas que fermentan<br />

fácilmente y que producen amoníaco<br />

en la primera transformación, mientras que<br />

cuando este fenómeno se prosigue acaba por<br />

formarse ácido nítrico. De igual manera las<br />

plantas, cumpliendo su ciclo vegetativo, presentan<br />

dos fases: en la primera propenden á.<br />

desarrollar los órganos foliáceos, y en la segunda<br />

los órganos reproductores. Y á la manera<br />

que en la primera fase se observa gran<br />

actividad en los órganos foliáceos, y absorción<br />

de las substancias titiles que se hallan en la<br />

atmósfera, durante la segunda aparece la vitalidad<br />

especialmente en las raíces. También<br />

sabemos que las plantas que más empobrecen<br />

los terrenos son aquellas cuyas semillas recolectamos;<br />

hecho importantísimo para nuestro<br />

objeto, y que con el anterior constituye interesante<br />

antecedente para explicar los fenómenos<br />

de que nos venimos ocupando. En la primera<br />

fase de la fermentación pútrida hay rápida<br />

producción de amoníaco, y precisamente<br />

esa es una substancia muy necesaria á las<br />

plantas en el primer período de su desenvolvimiento.<br />

En el segundo período de la metamorfosis<br />

se encuentran materias más complejas<br />

que el amoníaco y que puedan servir para<br />

las plantas, que buscan entonces en el terreno<br />

las substancias necesarias para la vitalidad y<br />

el desarrollo de los órganos de la generación;<br />

materiales preparados anteriormente, gracias<br />

al oxígeno nativo que se desarrolla de las hojas<br />

y que transforma el amoníaco, el cual, por<br />

su volatilidad, escaparía en un cuerpo que no<br />

es volátil.<br />

La práctica viene á confirmar en parte tales<br />

inducciones; todos los agrónomos convienen<br />

efectivamente en que los abonos ricos en amoníaco<br />

son especialmente provechosos para el<br />

desarrollo del follaje y casi inútiles para el<br />

desarrollo de las semillas. Precisamente por<br />

esa causa se puede recurrir al empleo de abonos<br />

ricos en amoníaco, orinas, guano, etc.,<br />

siempre que en una tierra bastante fecunda,<br />

después de la estación invernal, comiencen<br />

los cereales á mostrarse retrasados y á<br />

presentar hojas de color amarillento. Otro hecho<br />

que confirma lo expuesto es el de que las<br />

gramíneas de raíces superficiales exijan terrenos<br />

que no hayan sido abonados poco antes,<br />

si han de producir semilla en abundancia y de<br />

buena calidad, mientras que solamente pro-


AMO — 223 — AMO<br />

dricen follaje cuando los abonos son muy ricos<br />

en ázoe, fácilmente volatilizable bajo la<br />

forma de amoníaco. Las leguminosas de raíces<br />

fusiformes, por el contrario, prefieren que se<br />

abone con materias ricas en amoníaco, y dejan<br />

después en la capa cultivable un excelente<br />

residuo de materias orgánicas, cuya cantidad<br />

supera tal vez á la que suministran los<br />

abonos que se hayan podido administrar anteriormente<br />

, á causa de haberse introducido en<br />

las capas inferiores substancia azoada bajo<br />

la forma de ácido nítrico. Del conjunto de las<br />

observaciones recogidas pueden deducirse, por<br />

lo tanto, las siguientes conclusiones:<br />

1. a Se debe admitir la utilidad del amoníaco<br />

para la vegetación, mas ha de tenerse<br />

presente también que no es este cuerpo la<br />

única base para suministrar á las plantas el<br />

ázoe necesario.<br />

2. a El amoníaco, según los últimos experimentos,<br />

no penetra por las raíces en el organismo<br />

de las plantas, sino por los órganos<br />

foliáceos, á los cuales llega bajo la forma de<br />

carbonato, única substancia que puede resultar<br />

útil para las plantas.<br />

3." El ázoe que no se desarrolla en los terrenos<br />

bajo la forma de amoníaco no es inútil,<br />

pero experimenta una especie de digestión,<br />

en virtud de la cual se convierte en una<br />

substancia asimilable á las plantas, aun sin<br />

desprenderse del mismo terreno.<br />

4. tt Las substancias orgánicas, al experimentar<br />

la metamorfosis llamada putrefacción,<br />

y al pasar de un estado á otro, presentan el<br />

fenómeno de adaptarse á las diversas fases del<br />

ciclo vegetativo de las plantas, suministrando<br />

primero el amoníaco necesario para que crezcan<br />

los órganos foliáceos y después el ácido<br />

nítrico, útilísimo en alto grado cuando los<br />

órganos absorbentes aéreos comienzan á perder<br />

su eficacia.<br />

Dada la influencia que el amoníaco ejerce<br />

en la vegetación, á nadie se oculta la importancia<br />

de determinar con precisión la proporción<br />

de esa substancia que contienen las tierras,<br />

y sobre todo los abonos; cuestión que<br />

se tratará con el debido detenimiento en el<br />

artículo Análisis, al cual remitimos á los lectores.<br />

Usos del amoníaco.—Además de las aplicaciones<br />

del amoníaco indicadas anteriormente,<br />

debemos citar algunas otras muy usuales.<br />

Los perfumistas emplean el amoníaco para<br />

componer substancias de olor fuerte, punzante<br />

y excitante, corrigiendo el desagradable<br />

olor de dicha substancia con varias especies<br />

de esencia. Las sales llamadas de Preston<br />

se preparan mezclando dos partes de cal recién<br />

apagada con una de sal amoníaco. La<br />

mezcla se introduce y comprime en frascos<br />

de cristal que se puedan cerrar herméticamente,<br />

no sin adicionar antes algunas gotas<br />

de esencia de espliego ó de bergamota. Cuando<br />

se desee oler los frascos, se quitará el tapón<br />

y se olerá sin tener las narices muy inmediatas<br />

al recipiente, con objeto de no ex­<br />

perimentar una sensación demasiado fuerte<br />

é irritante.<br />

También se preparan otros frasquitos análogos<br />

con las llamadas sales inglesas, llenándolos<br />

primero de esponja comprimida, de amianto<br />

ó de cristales de potasa ó de sosa, y regando<br />

estas substancias con amoníaco líquido mezclado<br />

con alguna esencia. También se obtienen<br />

algunos preparados análogos á los descritos<br />

empleando carbonato de amoníaco seco<br />

en polvo, del cual se rellenan los frascos para<br />

aromatizarlos después con cualquiera esencia<br />

y cerrarlos herméticamente. Pero si para ese<br />

uso se adopta el carbonato de amoníaco del<br />

comercio, ofrece el inconveniente de conservar<br />

el olor característico del amoníaco. Para<br />

evitarlo se ha propuesto convertir primero el<br />

sexquicarbonato en carbonato neutro, aplicando<br />

el procedimiento siguiente:<br />

Se reduce el sexquicarbonato á pedacitos<br />

del tamaño de una avellana, y éstos se colocan<br />

en un recipiente de vidrio, el cual ha de<br />

poderse cerrar herméticamente. Después, sobre<br />

el sexquicarbonato, se verterán 500 gramos<br />

de amoníaco líquido concentrado hasta<br />

donde sea posible. Se agitará ligeramente la<br />

mezcla de vez en cuando durante toda una<br />

semana, y después se mantendrá durante un<br />

mes entero en un sitio fresco. Pasado este<br />

tiempo, la mezcla aparecerá convertida en<br />

una masa seca y sólida, la cual habrá de pulverizarse<br />

para llenar los frasquitos. Ese polvo<br />

seco es todavía capaz de absorber líquido, y<br />

por lo mismo se suele rociar con un líquido<br />

amoniacal aromático que tenga la composición<br />

siguiente ú otra análoga:<br />

Esencia de espliego 2 gramos.<br />

— de bergamota 1 —<br />

— de clavo 1 —<br />

— de canela 5 gotas.<br />

— de rosa 10 —<br />

Tintura de almizcle 10 —<br />

Amoníaco líquido concentrado.. 1 kilo.<br />

El acetato de amoníaco líquido, ó espíritu de<br />

Minderero, se prepara con las siguientes substancias:<br />

Carbonato do amoníaco 3 partes.<br />

Agua destilada 20 —<br />

Acido acético C. S.<br />

El carbonato amónico se disuelve en agua<br />

caliente, y paulatinamente se disuelve en la<br />

solución ácido acético hasta que la efervescencia<br />

cese; se agregan ala disolución algunas<br />

gotas de amoníaco líquido para hacerla alcalina,<br />

porque de no hacerse esto, al cabo de<br />

algún tiempo el espíritu de Minderero pierde<br />

un poco de amoníaco y se vuelve ácido, mientras<br />

que con la adición indicada se retrasa la<br />

alteración. El líquido se filtrará por papel, y<br />

se conservará en vasijas bien tapadas. Obtenido<br />

de esa suerte, resulta muy límpido, incoloro,<br />

marca 5 o en el areómetro de Baumé y<br />

contiene en disolución una décimatercera parte<br />

de acetato cristalizado.


AMO — 224 — AMO<br />

En veterinaria se emplea el acetato de amoníaco<br />

líquido al interior y al exterior, en brebajes<br />

y en lociones, empleándose para<br />

Las reses mayores, de 150 á 200 gramos.<br />

Los animales de talla mediana, de 25 á 50 —<br />

Los animales pequeños, de 10 á 15 —<br />

Usase principalmente en las afecciones gangrenosas,<br />

en la anasarca, la influenza, y al<br />

exterior, contra las picaduras de los insectos<br />

venenosos.<br />

En economía doméstica se puede emplear<br />

en muchos casos el espíritu de Minderero bajo<br />

una forma especial. En un pequeño frasco,<br />

cerrado con esmerilado tapón, se echa una<br />

cantidad de ácido acético que ocupe la cuarta<br />

parte de aquél; se agrega por gotas y con<br />

precaución amoníaco líquido en la proporción<br />

de una parte de esta substancia por cada cinco<br />

de ácido acético, y se mantendrá el recipiente<br />

herméticamente cerrado. Ese acetato se ha<br />

utilizado mucho en la creencia de que purificaba<br />

el aire echando dos ó tres gotas sobre<br />

una badila enrojecida; de ahí que se haya<br />

empleado como preservativo para penetrar<br />

en lugares infectos y sucios; pero en realidad<br />

no destruye los miasmas y gases fétidos, sino<br />

que por ser fuerte el olor del líquido impide<br />

que se perciba el de los otros. Cuando una<br />

persona desfallece, se recomienda con razón<br />

la aplicación del frasco que contenga el acetato<br />

de amoníaco líquido á las narices del paciente;<br />

unas cuantas gotas, doce ó quince,<br />

en un vaso de agua, bastan para que desaparezca<br />

la embriaguez.<br />

También se emplea el amoníaco líquido<br />

para quitar las manchas de grasa, empleándole<br />

para ese fin diluido en dos ó tres volúmenes<br />

de agua, con objeto de que no incomode<br />

al operador el gas que desarrolla el amoníaco<br />

concentrado, y además para que no altere<br />

el color de las telas. Cuando no se quiera<br />

restregar las telas para desgrasarlas, se dejarán<br />

sencillamente en maceración dentro del<br />

amoníaco líquido muy diluido. Sirve especialmente<br />

para librar de manchas grasientas á los<br />

objetos de lana que tengan colores muy estables<br />

y que no se alteren bajo la acción del álcali<br />

que nos ocupa.<br />

En muchos casos se sustituye actualmente<br />

el amoníaco líquido con el carbonato de sosa,<br />

pero es indudable que es mucho más activo<br />

el amoníaco. Tratándose de telas delicadas<br />

se prefiere el carbonato de amoníaco, y<br />

también cuando pudiera causar daño en ellas,<br />

se sustituye con la bencina ú otro líquido<br />

neutro.<br />

AMONÍACO (Botánica y Farmacia).—<br />

Con la palabra amoníaco se designa también<br />

una gomo-resina que se recoge en los tallos y<br />

ramas de una gran planta herbácea de la familia<br />

de las leguminosas, la Dorema ammoniacmn,<br />

que se designa también con la misma<br />

palabra que la goma, y que se cría en varias<br />

comarcas de Egipto y en diferentes regiones<br />

de Asia, principalmente en la Armenia, de la<br />

cual vino la calificación de armeniacnm, por<br />

corrupción ammoniacnm.<br />

La planta herbácea, según- queda dicho, alcanza<br />

de 1 á 2 metros de altura, y se halla<br />

toda ella cubierta de pelos suaves; la raíz es<br />

fusiforme, puntiaguda, y aparece coronada<br />

por las fibras procedentes de la destrucción<br />

de antiguas hojas. El tallo sólo en su base presenta<br />

hojas, que son alternas, muy pecioladas,<br />

amplexicaules, descompuestas en segmentos<br />

sésiles, elípticas, prolongadas y confluentes<br />

en su base. Las flores son muy pequeñas, blancas,<br />

sésiles, reunidas con pequeños pedúnculos<br />

comunes en la cima y dispuestas en umbelas<br />

contraídas. El conjunto de las flores ofrece<br />

el aspecto de un racimo compuesto; el cáliz es<br />

de cinco dientes muy pequeños y agudos; el<br />

tubo adherente, con ovario comprimido y cubierto<br />

de pelos lanuginosos ; la corola consta<br />

de cinco pétalos pequeños, elípticos, acuminados,<br />

doblados hacia el centro de la flor; el<br />

ovario es bilocular, coronado por un disco<br />

muy grande; los estilos largos y divergentes,<br />

y el fruto es lampiño ó casi lampiño, de color<br />

obscuro, con una mancha amarilla poco saliente<br />

y entera en el borde.<br />

La gomo-resina que fluye de los tallos y de<br />

las ramas durante el estío á consecuencia de<br />

las picaduras de un insecto, se concreta sobre<br />

el tallo y cae á tierra por su propio peso. En<br />

el comercio se presenta esa gomo-resina bajo<br />

dos formas: ora en lágrimas separadas, amarillentas<br />

ó blanquizcas, duras, opacas, de fractura<br />

blanca, cerosa y concoide, que se vuelve<br />

amarilla por el contacto con el aire, y que exhala<br />

un olor fuerte y penetrante, y es de sabor<br />

amargo, acre y nauseabundo; ó bien se<br />

expende en masas sólidas, formadas por lágrimas<br />

aglomeradas, las cuales se emulsionan<br />

con el agua y se disuelven parcialmente en el<br />

alcohol, en el éter y el vinagre. Ordinariamente<br />

prescriben esa substancia como medicamento<br />

los facultativos en pildoras y en la<br />

cantidad de 75 centigramos á 2 ó 4 gramos al<br />

día. Entra en la composición del emplasto<br />

diaquilón, en el de cicuta y en las pildoras de<br />

Bontius.<br />

Considérase la gomo-resina como un excitante<br />

tan enérgico como la asafétida; en pequeñas<br />

dosis obra solamente sobre el estómago,<br />

si bien Trousseau y Pidoux niegan<br />

semejante acción. Como medicamento externo<br />

produce una rubefacción, seguida de una<br />

erupción papulosa. Se emplea como antiespasmódico,<br />

y posee propiedades anticatarrales<br />

y antiasmáticas, prescribiéndose en el asma<br />

esencial húmedo para facilitar la espectoración;<br />

en los catarros pulmonares crónicos,<br />

para disminuir la secreción mucosa ó mucoso-purulenta;<br />

en las neurosis de la respiración<br />

y de la digestión, y aun en la leucorrea<br />

y la amenorrea, de seguirse la opinión de<br />

algunos médicos. Al exterior es un resolutivo<br />

que se aplica á las tumefacciones frías<br />

de los miembros, de las glándulas y de las articulaciones.


AMO — 225 — AMP<br />

AMONTILLADO—Se llama así al vino<br />

generoso y pálido que se hace principalmente<br />

en Jerez de la Frontera, y el cual en su origen,<br />

fué hecho á imitación del de Montilla.<br />

AMOR AL USO (Hibiscus mutabilis)<br />

(Jardinería).—Arbolito con ramos cubiertos<br />

de una borra muy fina; hojas acorazonadas,<br />

angulosas, y notable por el cambio de color de<br />

la corola, que por la mañana es blanca, algo<br />

encarnada al mediodía y rosada por la tarde.<br />

Los hibiscos pertenecen á la familia de las<br />

malváceas, son vivaces, con frecuencia leñosos<br />

y arborescentes, extraños la mayor parte<br />

á nuestros climas y rústicos en distintos grados.<br />

Sus flores se hallan, por decirlo así,<br />

calcadas en las de nuestras malvas comunes,<br />

pero son ordinariamente mucho más grandes.<br />

Entre las numerosas especies que componen<br />

este género, citaremos como la más admisible<br />

en las platabandas de los jardines de flores, la<br />

Ketmia vessiculosa, conocida en algunas partes<br />

por ojo de faisán (H. trionum), planta anual<br />

de flores de un color amarillo pálido, con cinco<br />

manchas de color purpúreo obscuro en el<br />

fondo de la corola. Otras especies, tales como<br />

la ketmia de los pantanos (H. jialustrisJ y<br />

la ketmia de flores róseas (H. roseus), son vivaces<br />

y de gran talla; pero sus flores grandes<br />

y muy hermosas no convienen sino á los<br />

grandes jardines ingleses, y con más justa razón<br />

sucede lo mismo con las especies decididamente<br />

arborescentes.<br />

Se reproducen de grana sembrada en primavera<br />

en cama caliente y transplantándolas por<br />

Mayo. Se pueden también sembrar en otoño,<br />

resguardándolas del frío en invierno.<br />

ÁMORECER.—Encariñar el morueco á la<br />

oveja. Echar los moruecos á las ovejas.<br />

AMORES MIL.—(V. Valeriana rubra.)<br />

AMORGADO.—Voz anticuada de albeitería<br />

que se empleaba para indicar que un animal<br />

estaba moribundo.<br />

AMORGONAR.—(V. Amugronar.)<br />

AMOR MIÓ —(V. Narciso de mar.)<br />

AMORPHA.—Género de plantas de la familia<br />

de las Leguminosas, que comprende algunos<br />

arbustos exóticos de hojas imparipinadas,<br />

con hojuelas multiyugadas, adornadas con puntos<br />

translucientes y generalmente provistas de<br />

estipulólas en su base. Están provistas además<br />

de estípulas caulinares, caedizas, y las flores<br />

son de color azul violado, encontrándose<br />

dispuestas en espigas alargadas, reunidas comúnmente<br />

en hacecillos hacia el extremo de<br />

los ramos. El fruto es una legumbre comprimida,<br />

unilocular, de una ó dos semillas.<br />

Las especies más comunes en los jardines y<br />

cultivos de adorno son las siguientes:<br />

Amorpha fruticosa, L.—Arbusto de 2 á 3<br />

metros de altura, casi arborescente, á veces un<br />

poco velloso, con hojas aladas, elíptico-oblongas,<br />

el cáliz también velloso, con cuatro dientes<br />

obtusos y el quinto puntiagudo. El estandarte<br />

carece de glándulas. El conjunto de las<br />

flores forma espigas de color purpúreo-violado.<br />

En Madrid florece desde Junio á Septiembre.<br />

Es originaria esta planta de la Carolina, en<br />

la América del Norte, y algunos jardineros la<br />

llaman impropiamente mangle. Los indios sacan<br />

de sus brotes tiernos un color azul parecido<br />

al añil, por lo cual se conoce también esta<br />

planta con el nombre de añil bastardo. Se<br />

multiplica por semilla y estaca.<br />

La madera presenta espejillos angostos,<br />

veta muy marcada, poros desiguales y cerrados<br />

, y tejido celular algo esponjoso. Es verdosa,<br />

y no tiene importancia en la producción.<br />

Amorpha glabra, Desf.—Arbusto oriundo<br />

de la Carolina y cultivado en Europa como<br />

planta de adorno.<br />

Amorpha. pumita, Michx. (A. herbácea,<br />

Walt.).—Originaria de los sitios secos y arenosos<br />

de la Carolina, Georgia y Florida. Suele<br />

extenderse por el suelo, y es algo pubescente,<br />

con las hojas elípticas, mucronadas, y las más<br />

inferiores aproximadas al tallo. Florece en<br />

Julio. Requiere para el cultivo tierra suelta,<br />

seca y ligera, y exposición meridional. Se<br />

multiplica por sierpes, acodo y estaca.<br />

Amorpha Leivissi, Loddig.—Arbusto poco<br />

elevado, de la misma procedencia que los anteriores.<br />

OBSERVACIONES GENERALES.—Las amorfas<br />

tienen un fruto muy elegante, y adornan mucho<br />

los bosquetes de estío y otoño, porque<br />

conservan sus hojas hasta las primeras heladas.<br />

Brotan con prontitud y vigor, pero deben<br />

resguardarse de los vientos fuertes, porque<br />

sus ramas son muy frágiles, por lo cual<br />

se viene prefiriendo el cultivo en espaldera.<br />

AMORRARSE.—Colocar el caballo la cabeza<br />

sobre el pesebre, ó mantenerla baja; generalmente<br />

es síntoma de grave padecimiento.<br />

Dícese también del caballo que buscando<br />

punto de apoyo en la mano del jinete, baja<br />

la cabeza y se abandona sobre las espaldas ó<br />

sobre los brazos.<br />

AMOSQUEARSE—(V. Mosquearse.)<br />

AMOSQUILADO, DA—Aplícase á la res<br />

vacuna que, fatigada de las moscas y por defenderse<br />

de ellas, mete la cabeza entre las<br />

carrascas ó retamas.<br />

AMPELÍDEAS (Botánica).—Plantas dicotiledóneas,<br />

que constituyen una familia así<br />

llamada, de la palabra griega ampelos, vid,<br />

que es la especie más notable de toda esa<br />

agrupación. Todas las plantas de ésta son arbustos<br />

ó árboles sarmentosos y trepadores,<br />

gracias á sus zarcillos, los cuales no son otra<br />

cosa que una transformación especial de los<br />

ramos. Solamente están opuestas las primeras<br />

hojas de esas plantas; las posteriores son alternas<br />

á consecuencia de abortar las ramas,<br />

que se suplantan unas á otras. Son simples ó<br />

compuestas, y generalmente de tipo palmatinérveo.<br />

Las flores hermafroditas son pequeñas,<br />

dispuestas casi siempre en umbelas, reunidas á<br />

su vez en panículas ó en racimos laterales y<br />

opositi-foliados, como los zarcillos, cuyo punto<br />

ocupan. El cáliz, que es sumamente pequeño<br />

y casi siempre se halla reducido al estado<br />

de disco, presenta cuatro ó cinco dientes poco<br />

Día—II. 15


AMP — 226 — AMP<br />

perceptibles, que alternan con igual número<br />

Üe pétalos, libres unas veces, aglutinados entre<br />

sí otras por la parte superior, y que en ese<br />

caso se desprenden formando una sola pieza<br />

en la época de la floración. Los estambres<br />

son libres, opuestos á los pétalos y en igual<br />

número que éstos. El ovario es supero, con<br />

dos cavidades, cada una de las cuales contiene<br />

dos óvulos anátropos, y se halla coronado<br />

por un estilo corto, de estigma indiviso. El<br />

fruto es una baya suculenta, que encierra de<br />

una á cuatro pepitas, con envoltura leñosa y<br />

cuyo embrión se halla incluido en un abundante<br />

perispermo de consistencia cartilaginosa.<br />

Las ampelídeas pertenecen á las regiones<br />

cálidas y templadas del antiguo continente;<br />

también vegetan algunas en la América septentrional,<br />

hasta el paralelo 46 y aun hasta<br />

el 47, y son, por consiguiente, las más rústicas<br />

de toda la familia, pero la mayoría de las especies<br />

se hallan en las comarcas cálidas de<br />

Asia y en las Islas de la Malasia. La vid propiamente<br />

dicha es originaria de Persia, ó tal<br />

vez de las comarcas occidentales de la India.<br />

Actualmente se halla distribuida por casi todos<br />

los países civilizados, donde la temperatura<br />

media anual no es inferior á 9 ó 10°<br />

centígrados; pero solamente prospera en aquellas<br />

regiones en que detenida su vegetación por<br />

inviernos templados, el estío y el otoño son<br />

bastante secos y cálidos para que pueda madurar<br />

el fruto, tales como las comarcas del<br />

Asia occidental, el Mediodía de Europa, el<br />

Norte de África y la colonia del Cabo, ó sea<br />

la región meridional de esta última parte del<br />

mundo. En la mayoría de los demás países,<br />

ya sean cálidos ó fríos, el cultivo de la vid<br />

resulta infructuoso y precario. En los Estados<br />

Unidos han fracasado todos los esfuerzos hechos<br />

hasta ahora para cultivarla en grande<br />

escala, si bien es de advertir que tal vez el<br />

fracaso no sea debido exclusivamente á las<br />

condiciones climatológicas. Tampoco da resultados<br />

en las regiones tropicales, donde no<br />

descansa la planta por no contar con la paralización<br />

invernal de su vegetación.<br />

Los principales géneros pertenecientes á<br />

esta familia son: vilis, cissus y ampelopsis, que<br />

en rigor podrían reducirse á uno solo.<br />

AMPELITA (Mineralogía). — Roca terrea,<br />

de estructura hojosa, considerada como<br />

una variedad de esquisto que no se diluye en<br />

el agua. La palabra que se emplea para designarla<br />

significa tierra negra bituminosa, y procede<br />

del griego. En geogehia se clasifica esa<br />

roca entre los terrenos de transición, ó sea<br />

entre los más antiguos considerados por la<br />

ciencia como de procedencia ígnea ó volcánica,<br />

y los terrenos de sedimento depositados<br />

paulatinamente por las aguas, y que han experimentado<br />

cambios ó modificaciones en su<br />

estructura á consecuencia de hallarse en contacto<br />

con las rocas ígneas y sufrir la presión<br />

de éstas.<br />

Algunos geólogos han distinguido dos variedades<br />

de ampelita, la aluminosa y la gráfi­<br />

ca, la última conocida con los nombres de<br />

piedra negra, piedra de diseñar y lápiz de<br />

carpinteros. Es un esquisto carburado y bituminoso;<br />

bajo la acción del fuego se vuelve<br />

rojo. Generalmente se encuentra en los terrenos<br />

primitivos, en los de transición y aun<br />

en los secundarios que sucedieron á éstos,<br />

sobre todo en .España, Francia é Italia. En<br />

este último país ese esquisto es conocido con<br />

el nombre de matita de España, y no es otra<br />

cosa que un silicato de alúmina que contiene<br />

un 11 ó 12 por 100 de carbono. La variedad<br />

considerada generalmente como aluminosa no<br />

se presta á las mismas aplicaciones. Su rotura<br />

es esquistosa, de color negro brillante; expuesta<br />

al aire se cubre de eflorescencias salinas,<br />

que determinan la desagregación de las<br />

hojuelas y proporcionan gran cantidad de<br />

alumbre. En algunas comarcas vitícolas donde<br />

abunda, la emplean para abonar las viñas y<br />

para destruir los insectos.<br />

AMPELOGRAFÍA—I. Ampelografía<br />

quiere decir vid y descripción, ó sea descripción<br />

de la vid. Es el asunto más difícil de<br />

tratar de cuantos tiene la ciencia agrícola. La<br />

sinonimia de la vid no se presta como la de<br />

otros vegetales, el trigo por ejemplo, á un<br />

estudio fácil cultivando las plantas y examinando<br />

sus caracteres, siempre constantes de<br />

ordinario, para, con el auxilio de la botánica,<br />

agrupar las especies conocidas con diferentes<br />

nombres bajo uno solo que determine la especie.<br />

La vid no se presta á un estudio fácil,<br />

pues es tal la influencia que sobre su modo de<br />

vegetación ejerce el clima y suelo, que la hacen<br />

variar de una manera tal, que llega hasta<br />

desconocerse esa especie según ellos varían.<br />

Si nos extendemos á comparar una variedad<br />

de vid procedente de una localidad fértil,<br />

buen clima y transplantada por nosotros mismos<br />

á otra de inferiores condiciones, dudaremos<br />

de la identidad; esa condición peculiar<br />

de la vid ya Plinio observó y dio por motivo<br />

de la dificultad de formar una sinonimia exacta<br />

, lo cual han confirmado después Parmentier,<br />

Chaptal, Lenoir y otros. Esto, que hemos<br />

comprobado por nosotros mismos, es más<br />

marcado en unas especies que eu otras, sin<br />

que estemos, al afirmarlo, en contradicción con<br />

el ejemplo puesto por Pojas Clemente de los<br />

emparrados que existían en su tiempo de la<br />

uva teta de vaca, que no habían variado de<br />

caracteres aunque procedían de la época de<br />

los árabes. Ni nos convence Odart, que en su<br />

ampelografía se esfuerza por probar que las<br />

especies de vid no varían de una manera sensible<br />

aunque muden de situación. Si esto fuese<br />

exacto, ¿cómo es que á la cepa temprana blanca<br />

que describe en la página 453 vuelta de su<br />

ampelografía, y que dice ser la descrita por<br />

Pojas Clemente, le asigna: De gros et longs<br />

sarment annoce la vigueur, la forte nalure de<br />

ce cépage etc., etc? Nosotros cultivamos<br />

esa cepa, y, como dice Clemente, resultan<br />

«sarmientos muchos, muy largos, delgados».<br />

Si siguiéramos las discusiones de ambos auto-


ÁMP — 227 — AMP<br />

res, que son enteramente opuestas, y que el<br />

error es de parte de Odart, ¿qué fe puede darse<br />

á lo dicho por él? Hay que guardar gran<br />

reserva si es exacto que la vid, como él asegura,<br />

no varía trasladándola de uno á otro<br />

sitio, porque en este caso hay grandes errores<br />

en su ampelografía, según veremos después.<br />

Los sarmientos de la cepa temprana son siempre<br />

delgados; la mayor fertilidad del suelo<br />

los prolonga hasta 5 metros de largo, y al<br />

contrario hasta 1, pero delgados serán siempre.<br />

Bien atendidos á unos y á otros, los que<br />

sostienen la invariabilidad de los caracteres<br />

esenciales de las especies de vid, y los que los<br />

niegan, unos y otros se refieren á una que otra<br />

especie. Plinio, para sostener su tesis, cita un<br />

ejemplo diciendo que las Eugenianas que habían<br />

sido trasladadas á otras localidades, en<br />

todas habían degenerado, y sin embargo sus<br />

cualidades sobresalientes, pues eugenianas<br />

quiere decir excelentes, sólo se conservaban<br />

en los viñedos de las colinas de Albaniini.<br />

Odart, que defiende la no variación esencial<br />

de las especies, no puede menos de confesar<br />

que la vid Garnacha, tan extendida en Francia<br />

bajo distintos nombres, como después haremos<br />

constar, en sus plantíos de estudio<br />

(cerca de Tours) no maduraba la uva; la<br />

Balsámica retarda la producción, y no lleva<br />

fruto hasta pasados ocho años; la Kishmish,<br />

procedente de Persia, en la Turena se convierte<br />

en una esterilidad completa; en cambio<br />

otras especies de Austria, Portugal é Italia,<br />

etcétera, respondían perfectamente. Luego<br />

Odart conviene en lo dicho por los autores<br />

latinos, varios modernos, y que nosotros en<br />

los ensayos practicados y en examen que hemos<br />

hecho en varios distritos vitícolas de España<br />

y del extranjero, y es que en general la<br />

vid se presenta con caracteres agronómicos<br />

distintos según que varía el clima y el suelo,<br />

y que esas variaciones en algunas especies<br />

llegan hasta confundir unas con otras.<br />

No porque en algunos casos de traslación<br />

de una especie de vid de un punto á otro, por<br />

más distante que sea, se observe, como dice<br />

Odart, que la vid denominada Butírica por Columela,<br />

trasladada de Burdeos,al Berry, perdió<br />

sus cualidades, y llevada de Italia á Ancona,<br />

produjo buen resultado; esto consistiría<br />

en que el clima del Berry sería diferente<br />

al de Burdeos y el de Ancona no. Además, se<br />

sabe por experiencia que la vid mejora ó no<br />

varía cuando se traslada de Norte á Mediodía,<br />

pero no resulta igual marchando al contrario.<br />

En fin, Odart dice: «Que algunas cepas se<br />

bastardean, es decir, que no conservan sus<br />

cualidades, no lo contradigo; pero hay otras<br />

que no varían y que ganan con las traslaciones<br />

de país; tal son las amíneas, á las que reconozco<br />

ese mérito, pues en todas partes en<br />

que se han introducido han producido excelentes<br />

vinos que no daban las vides del país.<br />

Entre los ejemplos numerosos citaré la cepa<br />

Liverdum, poco estimada en el Mosela, de<br />

donde procede, y en mis viñedos se ha porta­<br />

do de la manera más satisfactoria. ¿Cuántas<br />

cepas traídas de España y de Italia han fundado<br />

la reputación de los viñedos del Mediodía<br />

de la Francia? La vid Trebiano, tan estimada<br />

en Italia, y desde mucho tiempo también<br />

la Garnacha de Aragón, de donde se extendió<br />

al Eosellón, y desde aquí al Languedoc y la<br />

Pro venza; la Murviedro, del litoral del Mediterráneo;<br />

la Picapollo, \a.Macabeo, etc.»<br />

Por de pronto, si se examina él sitio de origen<br />

de donde esas plantas fueron trasladadas<br />

á Francia, se ve que iban mejorando de<br />

clima ó variando en poco; porque si no, ¿cómo<br />

es que la Garnacha no ha madurado el fruto<br />

en Turena, donde Odart la ha estudiado? Porque<br />

la Turena, que hemos visitado, es un país<br />

poco apropiado para los experimentos que<br />

con laudable celo emprendió el Conde Odart,<br />

que debía.haber elegido un clima medio, á<br />

propósito para el cultivo de plantas de vid<br />

de todos los países; y con decir que en el elegido<br />

no maduraba el fruto la vid Garnacha,<br />

se prueba la mala situación en que se colocó,<br />

y que no todos los conceptos emitidos como<br />

resultado de sus ensayos son exactos. No por<br />

eso dejamos de reconocer en el Sr. Conde altas<br />

dotes y celo, que sería muy ventajoso ver en<br />

su clase, pues tales asuntos exigen querer y<br />

poder, y no todos reúnen tales condiciones;<br />

es lo ordinario que estén separadas; el que<br />

quiere no tiene medios, y el que los tiene no<br />

quiere.<br />

Siendo cierto, como lo es, que algunas especies<br />

de vid varían los caracteres de una manera<br />

extraordinaria según el clima y suelo, es<br />

indudable que de aquí nace una gran dificultad<br />

para fijar la sinonimia y traer á un nombre<br />

común los diferentes con que se conocen las<br />

especies. Esto se comprende mejor cuando se<br />

estudian las Tablas sinópticas de los caracteres<br />

de la vid común que formó Pojas Clemente.<br />

II. No es menor obstáculo para la sinonimia<br />

de la vid el hecho de denominar una<br />

planta con el nombre del lugar de que procede,<br />

con lo cual resulta no pocas veces que<br />

una clase de vid tiene tantos nombres cuantos<br />

lugares ha recorrido, añadiendo al nombre<br />

del lugar de que procede las palabras tardía ó<br />

temprana, roja, negra, dorada, verde, etc.,<br />

etcétera; cualidades que suelen resultar del<br />

clima, suelo y exposición; pero que en no<br />

pocos casos ocurre que una misma especie es<br />

en el mismo sitio de su procedencia temprana,<br />

y en el que se examina resulta ser tardía,<br />

etcétera.<br />

Nosotros tenemos en nuestra colección el<br />

Jaén doradilla, de Granada, y en Morata el<br />

color de las uvas de esta planta no difiere en<br />

mucho de la cultivada en ella de tiempo inmemorial,<br />

que es tardía, y que sólo en años<br />

muy favorables para la vegetación de la vid<br />

se ponen doradas las uvas que les da el sol, y<br />

eso en sitios guijarrosos y de secano. En los<br />

regadíos se queda cuando más blanca, que de<br />

ordinario es verdosa.<br />

En la Pdoja llaman tempranillo tinto lo que


AMP — 228 — AMP<br />

en otros sitios llaman casca (uva para dar color<br />

tinto al vino) y en Andalucía tintilla; en<br />

la región central y en varios pueblos, tinto de<br />

Valdepeñas, en otros xancivel, Unto fino, etc.<br />

Esta especie de vid, que en sus condiciones<br />

requeridas da una clase de vino que ha hecho<br />

célebre á Valdepeñas, fuera de ellas el caldo<br />

que se consigue es de poco color, poca fuerza<br />

y mala conservación; exige tierras calizas, ferruginosas,<br />

coloradas, de secano, para llegar á<br />

sus cualidades distintivas. Pero el color tinto<br />

que da la uva es siempre propenso á precipitarse<br />

según el vino envejece, llegando hasta<br />

quedarse blanco dorado.<br />

La especie Malvas, Malvar ó Malvasía la<br />

cultivamos en diferentes condiciones de suelo<br />

y exposición, y la hemos examinado en otras<br />

localidades, y difieren sus productos de tal<br />

suerte, que sólo la costumbre puede hacer<br />

que se reconozcan los obtenidos en tierras de<br />

regadío, en secano, en suelos guijarrosos y en<br />

los calizos; en cada uno resultan diferencias<br />

que confunden al más experto.<br />

Thiebaut de Berneaud, al describir la vid,<br />

es de opinión que todas las especies que existen<br />

proceden de Labrusca, vid silvestre que el<br />

cultivo ha modificado y de ella han resultado<br />

otras variedades.<br />

El reduce á diez y siete las variedades, que<br />

dice ser las esenciales, y cita la Pinol, Morillon,<br />

Meunier, Tinturier, Gamet, Uva perla,<br />

Cornichon, Griset, Beaunier, Mornain, Muscal,<br />

Chasselas, Corinto, Alepo, Gonais y<br />

Verjus.<br />

LIT. Además de lo expuesto, el infinito<br />

número de variedades ó de nombres, sóbrelo<br />

cual nos dice Columela: «Hay además muchas<br />

especies de cuyo número y nombres no podemos<br />

decir con certeza; el quererlo conocer es<br />

querer saber cuántos granos de arena levanta<br />

el aire en las llanuras de Lybia. Porque todas<br />

las regiones y casi cada una de las partes de<br />

ellas tienen especies de vid que le son propias<br />

y á las que dan nombre en su idioma; algunas,<br />

en mudando de lugar, mudan de nombre; otras<br />

que por la mudanza de lugar han perdido su<br />

cualidad, de manera que pueden ser reconocidas.<br />

Y tanto es así, que en esta misma Italia,<br />

para no hablar de toda la extensión de la<br />

tierra, que tan dilatada es, aun las naciones<br />

vecinas entre sí no están de acuerdo en los<br />

nombres que dan á las vides, y dan diferentes<br />

á la vid de una misma especie».<br />

Esto nos dice Columela después de expresar<br />

los nombres de algunas variedades, los<br />

cuales en su ma3'or parte, según veremos después,<br />

proceden de los sitios en que se cultivaron.<br />

Catón y Celso, en consecuencia de la variación<br />

y transformación de las especies de<br />

vid, aconsejaron que no se perdiera el tiempo<br />

en tales investigaciones para formar una nomenclatura,<br />

sino fijarse en que ningún género<br />

de vides se debe plantar sin que tenga probada<br />

su reputación, y si no se comprueba, que<br />

no se tenga mucho tiempo, teniendo por<br />

principio que donde el vino tenga estimación<br />

se buscarán vides afamadas, y donde valga<br />

poco, las que lo den en abundancia, prefiriendo<br />

la cantidad á la calidad, que suele compensar<br />

en el resultado.<br />

Bosc sostiene en principio: «cuanto más antiguo<br />

es el cultivo de una especie de vid, más<br />

ha viajado, más cuidados se han dado á su cultivo<br />

, más el número de especies y de variedades<br />

se aumenta».<br />

Se dice por Odartque Bosc, que fijó en 1.400<br />

las especies de vid, y que M. fíardy, jardinero<br />

jefe del Luxemburgo, cuya colección de<br />

vides llegó á sumar 1.800 nombres, se quedaron<br />

reducidos á menos de la mitad, porque<br />

las especies, una vez estudiadas, resultaron algunas<br />

con dos, tres y más nombres. Y termina<br />

Odart que por experiencias propias puede<br />

asegurar que «de 700 á 800 especies cuando<br />

más, un millar de especies de vid cultivadas<br />

es lo que hay en toda la superficie del globo».<br />

. Comprendan nuestros lectores que si la hipótesis<br />

es entre 700 á 1.000, que son 300<br />

especies más ó menos, la diferencia es demasiada<br />

para suponerla en duda, y más por un<br />

hombre tan ilustrado en la materia, y teniendo<br />

en su auxilio el estudio de la colección<br />

que desde tiempo de Chaptal se cultiva y estudia<br />

en el Luxemburgo; colección que hemos<br />

visto bien mermada respecto del número de<br />

especies indicado por Hardy, y que en ninguna<br />

manera se debió formar en tan malas<br />

condiciones, pues las uvas en París no maduran<br />

, y de consiguiente, ese sitio era impropio<br />

para el estudio de colecciones de vides.<br />

Stoltz, autor de la Ampélographie rhénane<br />

(del Rhin), que según nos dice en su obra ha<br />

estudiado más de treinta años seguidos en la<br />

Alsacia, localidades inmediatas y otras varias,<br />

dice: «Estoy muy lejos de las opiniones de<br />

los sabios botánicos que creen las grandes variaciones<br />

de caracteres distintivos de la vid,<br />

y el número infinito de variedades y subvariedades,<br />

pues hace cuarenta años que observé<br />

las cepas cultivadas en el valle del Rhin y<br />

no he visto en una sola en ese tiempo ninguna<br />

diferencia, ni que haya cambiado de cualidades,<br />

ni que se haya desconocido. Lo que he<br />

podido observar es que hay cepas que están<br />

sujetas á modificar sus caracteres distintivos<br />

ó degenerar, ya sea por efecto de la naturaleza<br />

del suelo, sea por vejez ó por otras influencias<br />

desconocidas que actúan sobre la<br />

planta».<br />

Stoltz en su obra describe en 15 clases<br />

602 variedades de vid, agrupando á ellas los<br />

nombres de éstas. Dice que no ha adoptado<br />

ninguna clasificación de las que le han precedido,<br />

porque considera todas como pensamientos<br />

abortados por el deseo de llegar á una sinonimia<br />

imposible; por la forma de las uvas,<br />

los nudos de los sarmientos., el más ó menos<br />

vello de las hojas y otros caracteres, no pueden<br />

conducir á una clasificación con base<br />

sólida.<br />

l.° Porque esos caracteres no son siempre<br />

constantes en la misma especie.


AMP — 229 — AMP<br />

Y 2.° Porque hay la contingencia de reunir<br />

cepas de propiedades agronómicas del<br />

todo diferentes y cualidades del todo opuestas.<br />

De ello se apercibe uno desde el momento<br />

que se observa la clasificación de Rojas Clemente,<br />

aceptada por Metzger y por Babo.<br />

Nada significa la denominación de tardías ó<br />

tempranas, pues especies que bajo la influencia<br />

de los 49 y 50° de latitud en que escribe<br />

Stoltz, en otro clima pueden tener cualidades<br />

distintas sobre la época de la madurez.<br />

IV. Especie en botánica es la reunión de<br />

individuos enteramente iguales y parecidos,<br />

que se reproducen siempre de semilla bajo la<br />

misma forma; y variedad es la planta que, sin<br />

embargo de proceder de semilla de una misma<br />

especie, presenta diferencias comparadas<br />

con los esenciales caracteres de la planta de<br />

que procede.<br />

Tribu se denomina la reunión de varias especies<br />

de una subfamilia. En general, las plantas<br />

se clasifican en familias, géneros, especies,<br />

variedades, etc.<br />

Teniendo en cuenta las descripciones más<br />

ó menos completas que han llegado á nuestro<br />

conocimiento relativas á la vid y sus productos,<br />

seguimos el orden cronológico de los autores,<br />

agrupando los nombres diferentes de<br />

las especies, pues no es posible, en un trabajo<br />

de esta especie, extenderse como se debiera si<br />

fuese en un libro especial de ampelografía<br />

universal; esos conocimientos los encontrarán<br />

nuestros lectores en el Ensayo sobre las variedades<br />

de vid común de Rojas Clemente, libro<br />

que honra nuestra patria, y que siendo director<br />

general de agricultura D. José de Cárdenas,<br />

hizo imprimir con láminas iluminadas,<br />

que facilitan el estudio que nos dejó Rojas<br />

Clemente. En Francia existe otra obra de<br />

ampelografía, con láminas iluminadas, escrita<br />

por Stoltz, y otra por Royer, y la del Conde<br />

Odart, que es resultado del estudio práctico<br />

hecho en su propiedad, sita cerca de Tours.<br />

Jullien, en la topografía de Tous les vignobles<br />

connus, hace referencias importantes de<br />

las variedades de vid que se cultivan y la<br />

clase de vinos que se obtienen en casi todos<br />

los centros de producción vinícola conocidos,<br />

siendo, como es natural, su país (Francia) el<br />

que con más exactitud describe.<br />

V. Reasumiremos lo dicho con toda la<br />

brevedad que nuestras circunstancias exigen.<br />

Odart y Stoltz son los que, según sus libros,<br />

que tenemos á la vista, han hecho estudios<br />

ampelográficos teniendo presentes las plantas<br />

en colecciones, y por un tiempo, si no suficiente,<br />

pues el asunto requería, como dice<br />

Odart, después de treinta años, que otros<br />

continuaran lo hecho por él otros sesenta,<br />

pero siempre cuarenta años algo han debido<br />

enseñar al uno y al otro. Sin embargo, la localidad<br />

elegida por Odart á los 47° de latitud,<br />

y por Stoltz entre los 49 y 50, no eran<br />

á propósito para resolver el problema á que<br />

tiende y la utilidad que reportar debe una<br />

descripción de vides, pues el agrupamiento<br />

de diferentes nombres con una especie de<br />

planta se conoce que tal vez en esas circunstancias<br />

puede conseguirse, al decir su aplicación<br />

económica es lo regular que en tal situación<br />

se califique de una manera contraria<br />

á la que en sitio más adecuado tendría. Por<br />

ejemplo, la vid Garnacha, tan estimada en<br />

España y el Mediodía de la Francia, dice<br />

Odart que no madura el fruto en el sitio que<br />

tenía su colección; los que no'conozcan esa<br />

planta, ¿qué opinión formarán de su utilidad?<br />

Nosotros creemos que las colecciones de vides<br />

para un estudio tan formal y difícil como<br />

es una sinonimia, debe hacerse en un Establecimiento<br />

del Estado, encargando al efecto<br />

un personal á propósito, que la estudie bajo<br />

todos los términos que requiere. No es suficiente<br />

decir el nombre que tiene una planta<br />

en la localidad de quejrroeede; deben añadirse<br />

los grados de latitud, altura sobre el nivel del<br />

mar, suelo y temperatura, así como la cantidad<br />

de lluvia que cae, si se cultiva en riego ó<br />

secano; su producción en cantidad y calidad<br />

del fruto ó del vino, según qué á uno ó á otro<br />

se aplique, no bastan. Con estos datos y los<br />

del sitio en que se estudia, se podrá venir en<br />

conocimiento por el viticultor, para quien esos<br />

datos son titiles, de las condiciones de la planta<br />

, para en caso de convenirle su introducción<br />

en sus plantíos.<br />

En España pudiera intentarse ese estudio<br />

en el Instituto de Alfonso XII, sin embargo<br />

que siendo el suelo poco calizo, dominando la<br />

sílice, los productos en vino no llegarían á<br />

tener los grados de alcohol que iguales plantas<br />

ofrecieran en suelos más adecuados, en<br />

igual grado de latitud y altura sobre el nivel<br />

del mar. Teniendo el Instituto por centro, establecer<br />

Estaciones ampelográficas en Barcelona,<br />

Valencia, Granada, Sevilla, Palencia,<br />

Logroño y Tudela de Navarra. Comunicadas<br />

entre sí y con el Instituto todas las Estaciones,<br />

se harían adelantos importantes.<br />

Según nuestras noticias, en 1884 se ha fundado<br />

la Estación ampelográfica catalana, bajo<br />

la dirección de D. Rafael Roig y Torres,<br />

cuyo libro sobre las vides americanas hemos<br />

recibido.<br />

La clasificación de las vides por sus caracteres,<br />

según prolijamente nos da nuestro compatriota<br />

Rojas Clemente, que creemos de utilidad<br />

en el caso de escribir un libro descriptivo<br />

de colección, no es para nosotros ventajosa,<br />

pues haría interminable este artículo. Además<br />

, muchas de las bases que se marcan, como<br />

por ejemplo, sarmientos largos, muy iargos,<br />

bastante largos, medianos, cortos, muy cortos,<br />

son caracteres que se observan en todas<br />

las especies de vid, según que el terreno<br />

en que vegeten es más ó menos fértil.<br />

Puede servir la indicación de sarmientos erguidos,<br />

horizontales, postrados; pero en estas<br />

tres situaciones se conocen especies distintas,<br />

como en el anterior caso; las especies tintas<br />

están en el primer caso, las blancas en el segundo<br />

y las malvas en el tercero, y en gene-


AMP — 230 — AMP<br />

ral, en estos últimos todas las blancas y en<br />

el primero las tintas. El tamaño de las hojas,<br />

desde muy grandes hasta muy pequeñas, resultan,<br />

como los sarmientos en su longitud, de<br />

la fertilidad del terreno. Otras objeciones pudiéramos<br />

hacer á las tablas sinópticas de los<br />

caracteres de la vid á que sujetó su clasificación<br />

Pojas Clemente; pero siendo sin objeto<br />

en este sitio, lo reservamos para en su día<br />

con más espacio discutirlas.<br />

Entre las clasificaciones que tenemos á la<br />

vista vemos que Columela dividió las vides en<br />

grupos: el primero las buenas para fruto, y el<br />

segundólas para vino; de este grupo hizo tres<br />

clases. Pero en el primero pone la Duratino?,<br />

que son las Jaénes, de las cuales se hace vino;<br />

y en la tercera clase del segundo grupo para<br />

vino pone las Apiana;, que son las Moscateles,<br />

que sirven para fruto y para vino de primera.<br />

Metzger divide todas las clases de vid en<br />

dos: la primera, la de uvas redondas; la segunda,<br />

la de uvas oblongas, y esas dos clases<br />

en tres divisiones: la primera, la que tiene<br />

las uvas muy grandes; la segunda, la de las<br />

medianas, y la tercera, la de las pequeñas.<br />

Luego hace otra división, basada en el tamaño<br />

de los racimos, y la forma y tamaño de las<br />

hojas. Tal confusión es inconcebible, pues<br />

cada uno de esos caracteres pueden muy bien<br />

encontrarse en las diversas especies agrupadas<br />

en las primeras clases y confundirlas. En<br />

último término, esto nada dice al viticultor.<br />

El abate Milano dividió las vides en dos<br />

clases, uvas blancas y uvas de color, que, según<br />

dice, es el orden natural de las familias.<br />

Fácil es comprender lo imposible de fundar<br />

sobre esa base una clasificación, pues en las<br />

diferentes especies de uvas que se conocen<br />

hay más de dos colores en las uvas, y en esos<br />

colores cepas que tienen el color negro las<br />

uvas y dan éstas el mosto blanco.<br />

Odart adopta en su ampelografía la clasificación<br />

por regiones no sujetas á grados de<br />

latitud; regiones formadas por él, más en consonancia<br />

con la procedencia de las plantas coleccionadas,<br />

y añadiendo agrupadas las especies<br />

de vid, según que son conocidas por<br />

su calidad y el vino que producen. Las subvariedades<br />

las incluye en las variedades, pues<br />

dice: «¿La subvariedad procede de la variedad,<br />

ó ésta de aquélla? ¿Se ha reconocido el<br />

tipo?» Esta es una cuestión difícil de resolver.<br />

Tomando Odart la Francia por centro del<br />

mundo bajo el punto de vista vitícola, en la<br />

parte occidental ha comprendido toda la América<br />

; en su parte oriental los viñedos del<br />

Rhin, los afluentes al Danubio hasta el Mar<br />

Negro; en la región meridional, España, Italia,<br />

Grecia y también Persia, y la región central<br />

que comprende la Francia.<br />

En esas cuatro regiones comprende Odart<br />

417 nombres de cepas.<br />

En cada región separa en dos clases las especies:<br />

cepas de uva tinta y cepas de uva blanca.<br />

También separa los nombres de las plantas<br />

apropiadas para emplear su fruto para vino,<br />

de lo que trata por regiones separadas primero<br />

, y después de las plantas cuyo fruto es<br />

apropiado para mesa, ó sea para fruta.<br />

Termina con un cuadro, dividido en seis<br />

clases, según la época de la madurez las cinco<br />

primeras, y la sexta con el nombre de las<br />

plantas cuyo fruto no ha madurado en el sitio<br />

(cerca de Tours) donde tiene sus plantíos<br />

de estudio.<br />

Stoltz funda su clasificación diciendo: «Creo<br />

deber admitir que el número indefinido de<br />

especies de vid se distingue por caracteres<br />

propios á cada una de ellas, y reuniendo los<br />

individuos que se parecen en la pluralidad de<br />

caracteres, costumbres, cualidades y defectos,<br />

no difieren entre sí más que por el color de<br />

las uvas. Una observación constante me ha<br />

convencido que el número de individuos de<br />

forma primitiva, que nombraré variedades primitivas<br />

de la especie, son tres: una de esas variedades<br />

lleva las uvas blancas, con variaciones<br />

de verde hasta amarillo; la segunda, uvas<br />

de rojo claro, carmesí ó azulado; la tercera<br />

produce uvas negras en apariencia, pero que<br />

examinadas tienen el color púrpura, ó rojo<br />

rubí. Cada una de esas tres variedades está<br />

sujeta á ciertas modificaciones en sus caracteres<br />

distintivos que le imprime el clima, el<br />

suelo, la exposición, el cultivo, etc., y esas<br />

modificaciones pueden producir una especie,<br />

subvariedad, ó variedad degenerada. Si las<br />

tres variedades que yo atribuyo á cada especie<br />

no se encuentran; si una ú otra no se encuentra<br />

y es desconocida, no es porque no<br />

existe ni ha existido jamás; es que existe en<br />

otros plantíos, ó que su poco valor y producto<br />

la hizo abandonar. Mi obra la divido en<br />

tres secciones: 1. a Contiene la designación de<br />

rasgos característicos generales de la especie,<br />

y los caracteres distintivos de cada una de sus<br />

variedades, subvariedades ó variedades degeneradas<br />

en el estado normal en que son conocidas<br />

y cultivadas. —2. a Hago la historia del<br />

origen conocido ó presumido de la cepa y de<br />

sus emigraciones. Indico el sitio actual en<br />

que hoy se cultiva; los diversos nombres<br />

que tiene en el valle del Ehin, en Alemania<br />

del Sur, en Francia y España, etc. Hago preceder<br />

el nombre vulgar al genérico que doy á<br />

la especie, que derivo de los caracteres más<br />

salientes y constantes, y en defecto de signos<br />

característicos, los del lugar de donde procede.—Y<br />

3. a Está consagrada á las indicaciones<br />

agronómicas y valor económico de las cepas<br />

descritas. En ésta se encuentra todo lo que es<br />

propio á la especie, su fuerza vegetativa, su<br />

duración, su fertilidad, época de madurar el<br />

fruto, la calidad y la cantidad de su producto<br />

en condiciones ordinarias, sus exigencias<br />

con relación al terreno, exposición, cultivo y<br />

abonos Indicaré al viticultor todo cuanto<br />

tiene que hacer y observar para obtener del<br />

cultivo de la vid, según su especie, el mayor<br />

provecho posible; esto con relación á las variedades<br />

descritas en mi ampelografía.»<br />

Sin embargo que Stoltz indica una manera


AMP — 231 — AMP<br />

de clasificación que parece que no acepta los<br />

caracteres en que funda Rojas Clemente la<br />

suya, se expresa como él en la descripción de<br />

cada una de las partes que componen la vid.<br />

Igual hace Odart, y puede decirse que el método<br />

adoptado por Clemente es el generalmente<br />

admitido, aunque, como antes hemos<br />

dicho, se presta á algunas inexactitudes, pero<br />

hast'x ahora no hay otro mejor.<br />

Nosotros, para aligerar nuestro trabajo,<br />

que no admite largas descripciones como en<br />

una obra especial, adoptaremos la forma de<br />

indicar con brevedad los caracteres de las especies<br />

de vid más importantes, agrupándolas,<br />

diciendo del color de su fruto, haciendo las<br />

indicaciones de la importancia de él para vino<br />

ó para fruta. No omitiremos nada de lo que<br />

interese al viticultor, que es la misión principal<br />

de este DICCIONARIO.<br />

VI. Las especies de vid cuyos nombres<br />

nos dan los autores latinos son las que vamos<br />

á enumerar, y á esos nombres hemos hecho<br />

cuanto hemos podido por determinar su origen<br />

y ponerles á continuación las relaciones<br />

necesarias para venir hoy en conocimiento de<br />

las especies de vid que se cultivan, lo cual<br />

hemos conseguido en algunas, la mayor parte.<br />

En las descripciones que haremos, para facilitar,<br />

al lado del nombre común hoy, pondremos<br />

el que da Columela ó el que sepamos ser en<br />

español. Nuestro principal objeto es facilitar<br />

con brevedad el estudio importante de las especies<br />

de vid común que con más extensión<br />

tenemos preparado.<br />

COLUMELA.— Cepas cuyo fruto sirve para<br />

fruta:<br />

Duracince.—Estas son las Jaénes.<br />

Bumasti.—Teta de vaca.<br />

Dactylique Rodica>.—Datilillos de Rodas.<br />

Libycce (de Libia).— Cepa procedente de<br />

Bitinia, en la Propontide, entre Calcedonia y<br />

Nicomedia.<br />

Caraunim (Cabrioles).—Rojas Clemente<br />

describe una tribu (la XIII) con esta denominación,<br />

Cábrieles, y dice ser la Oleagince, en<br />

lo que Stoltz no está conforme, y Odart incluye<br />

en esta denominación la Teta de vaca, que<br />

da Clemente en la tribu XII, Bumasti. Cuanto<br />

más se leen las sinonimias modernas y antiguas,<br />

más confusión se advierte en las descripciones<br />

, porque cada uno adopta un método<br />

y describe las especies según él.<br />

Tripedaneoz.<br />

Stephanila.—Afestonadas.<br />

Cydonitce.— Cepa procedente de Cidonia.<br />

Numisianm (Numisianas ).—Dedicada á<br />

Numa.<br />

Unciarke.— Uva de onza.<br />

Venuculce (Venéculas).— Quiere decir que<br />

produce uvas con rayas; cepa muy fértil y de<br />

gran desarrollo. Agracera de Rojas Clemente.<br />

1. a Cepas para vino:<br />

Aminea: (Amíneas).—De la región amínea<br />

ó campos de Falerno. Hay amínea mayor<br />

y amínea menor ó pequeña; Chasselas en<br />

Francia.<br />

Aminea; germina;.—Especie de la anterior.<br />

Aminea lanatum (Amínea borrosa).—Especie<br />

de la anterior.<br />

2," Cepas para vino:<br />

Nomentana.<br />

Eugenia.—• Nombre que quiere decir excelente<br />

, y que en tiempo de Columela se cultivaba<br />

en las colinas de Alba; da buen vino,<br />

pero en su sitio de procedencia, que fuera se<br />

bastardea.<br />

Allobrogicce (Alobroges).—Vid cultivada<br />

por los Alobroges, pueblo que hoy compone<br />

la Sebolla. Según Columela, esta especie tiene<br />

el mismo defecto que las Eugenias, que mudan<br />

de cualidades mudándolas de sitio.<br />

3. a Cepas para vino:<br />

Apiana; (Apianas, Moscateles).—Nombre<br />

derivado de la tierra de Apia, que así se llamó<br />

en lo antiguo el Peloponeso. Apis (abeja),<br />

que así se llamó la hija de Phoreneo, rey<br />

muy antiguo de aquella localidad.<br />

Biturica (de Berri).—Cepa procedente de<br />

la Galia transalpina, de un pueblo llamado Bituriges,<br />

que habitaban en Burdega, hoy Burdeos<br />

; es el Cabernel ó Vidure de los franceses.<br />

Basílica ó real (Cocolubis).—Nombre dado<br />

á la Basilicata, parte de la antigua Lucania.<br />

Visula.—Cepa de sarmientos cortos y hojas<br />

anchas; uvas que fácilmente se pudren ó se<br />

caen del racimo. En terreno fértil se desarrolla<br />

mucho.<br />

Argitis minor (Albulo pardo, Pardillo).—<br />

Cepa procedente de Argos. Según Virgilio,<br />

producía en su tiempo vino muy celebrado y<br />

medicinal; hoy el pardillo de Fuencarral se<br />

vende en Madrid con aprecio. Nosotros cultivamos<br />

esa especie. En el Rhin y Alemania es<br />

la especie más estimada bajo el nombre de<br />

Riesling y de Gentil aromático. Ya diremos<br />

más adelante.<br />

Helvolai (Even).-—-Una especie blanca y<br />

otra color rojo pálido que da el mosto blanco,<br />

y que por eso se le ha dado ese nombre; son<br />

las Mollares, según Rojas Clemente.<br />

Albuelis (Albana, Albanus).—-Pequeño<br />

monte del Latium, cerca de Roma, á cuyo<br />

pie existió Alba longa, cuyos vinos eran muy<br />

estimados en la antigua Roma. La cepa brota<br />

con fuerza, lleva racimos y uvas largas muy<br />

dulces, piel dura, color dorado. Elbling en el<br />

Rhin y Alemania; Pedro Ximénez en España.<br />

Moreotica; (Moreúticas ) . — Cepa procedente<br />

de Grecia, y de una cíase de vino muy<br />

celebrado antiguamente, llamado Moreolis,<br />

pueblo del Epiro. El Pinot ó Noirien de<br />

Borgoña.<br />

Thasice (de Taso). — Cepa procedente de<br />

Tassus, en las costas de Macedonia. Poco fértil,<br />

lleva pocos racimos y uvas pequeñas.<br />

Psithia.— Cepa procedente de Grecia; poco<br />

productiva por llevar racimos chicos, pocos y<br />

uvas pequeñas.<br />

Sophorlia; (Soforcias). — Cepa procedente<br />

de Grecia, poco fértil, buen fruto, aunque<br />

poco.<br />

Helvenacia: (Helvenáceas).—Emarco en las


AMP — 232 — AMP<br />

Galias. El NOMBRE de esta cepa procede del de<br />

un pueblo de las Galias denominado Helvii,<br />

cuya cabeza de distrito se denominó Helviorum.<br />

Hay tres especies que producen buen<br />

vino.<br />

Inestictda nigra.-—-(V. Ametisto.)<br />

Spionia.—Plinio la llama Spinea, de espina.<br />

Planta fértil que da mucho mosto por llevar<br />

grandes racimos, aunque no muchos.<br />

Oleaginia.— Nombre dado á la cepa por<br />

tener las uvas la forma de aceituna; cepa fértil.<br />

Rojas Clemente dice ser las Gabrieles<br />

(véase).<br />

Mugenlina ó Pompeiana.-—Cepa que lleva<br />

el nombre de Mugentium, villa antigua de<br />

gí<br />

Sicilia, muy nombrada por sus excelentes vinos.<br />

Cepa muy fértil y de gran tamaño.<br />

Numinisiana.— Cepa procedente de la Numidia,<br />

distrito del África antigua, situado<br />

donde hoy es la provincia francesa Constantina.<br />

Cepa de gran desarrollo y producto.<br />

Verrucula ó Sciipula ó Slicula.<br />

Fregellana nigra. — Cepa procedente de<br />

Pregenella, villa antigua del Latium, hoy Ceprano.<br />

Es planta de mucho porte y producto,<br />

Menia.<br />

Rhaitica.—Cvpa. procedente de RhaBtra, provincia<br />

de la Galia cisalpina, que poblaron los<br />

etruscos y Tiberio Drusso conquistó á los<br />

quince años de la Era cristiana.<br />

Arcelaca mayor.—La más fecunda de todas<br />

las conocidas; cepa que algunos confunden<br />

con la Argitis; es más productiva y de las especies<br />

más conocidas, y da buen vino.<br />

Figura 98.—Hojasüde la vid común<br />

Percxdanm ó Istiolam.—Nombre dado á las<br />

cepas que servían para emparrados. Ferraras<br />

de Rojas Clemente.<br />

Fercolam.<br />

Dracontiom.— Cepa dedicada á Dracón, legislador<br />

ateniense que vivió seiscientos veinticuatro<br />

años antes de la Era vulgar. Es muy<br />

temprana, produce mucho y sus uvas son<br />

tan buenas como las Arcelaca y Berri.<br />

Amelhysto (Incsticula).— Cepa procedente<br />

de Grecia, y que su vino, según el nombre de<br />

la cepa, significa que no embriaga, que puede<br />

colocarse en la segunda clase. Es uva tinta.<br />

Pocas son las especies de vid de que trata<br />

Columela de que hoy se puede venir en co­<br />

nocimiento; existen algunas que hemos apuntado,<br />

pero ahora, como en lo antiguo, confunden<br />

la costumbre de dar á las cepas el<br />

nombre del sitio de que proceden, lo cual<br />

quiere decir pasados algunos años. Hemos<br />

hecho lo posible por inquirir el origen de<br />

esos nombres, y no hemos podido averiguar<br />

los de algunas.<br />

VIL DESCRIPCIÓN DE LOS CARACTERES DE<br />

LA VID COMÚN.— Hojas: la figura 98 representa<br />

los tipos de hojas de la vid que como<br />

más comunes se encuentran en casi todas las<br />

especies. El tamaño, como comprenderán<br />

nuestros lectores, es arbitrario y mucho menor<br />

que el natural.<br />

La hoja número 1 es la representación de<br />

las del Moscatel, vista por la parte inferior. Es<br />

casi entera; tiene dientes medianos y puntiagudos:<br />

a es el seno de la base ó pecíolo; éste


AMP — 233 — AMP<br />

lo representa b, y forma con la hoja ángulo<br />

agudo.<br />

La número 2 es una hoja de la uva de Loja,<br />

vista por la parte superior; es casi entera, algo<br />

lustrosa; tiene dientes cortos y nada puntiagudos:<br />

a, seno de la base, que es un poco<br />

ensanchado.<br />

La número 3 es hoja de la vid Perruno duro<br />

, vista por la parte inferior. Es palmeada,<br />

muy pelosa; sus gajos y dientes son largos y<br />

puntiagudos; a, el seno de la base, que ensancha<br />

bastante, haciendo que los gajos casi se<br />

toquen; c, senos laterales, muy ensanchados,<br />

hasta producir la sobreposición de los gajos;<br />

/;, pecíolo que forma con la hoja ángulo agudo.<br />

La número 4 representa la vid Listan, vista<br />

por la parte superior, palmuda, algo rugosa;<br />

gajos y dientes medianos, algo puntiagudos:<br />

a, seno de la base, que ensanchan hasta sobreponerse<br />

los gajos; c, senos laterales acorazonados<br />

que hacen se cabalguen los gajos.<br />

La número 5 es hoja de la vid Garahatona,<br />

vista por el envés, palmeada, algo borrosa;<br />

gajos y dientes muy puntiagudos: a, seno de la<br />

base algo ensanchado; c, senos laterales que<br />

ensanchan y hacen sobreponerse los gajos; b, el<br />

pecíolo, que forma con la hoja ángulo recto.<br />

Descripción de las flores de la vid.— La<br />

figura 99 manifiesta: el número 6, dos flores<br />

unidas por su base, y el 7 las mismas muy<br />

aumentadas para poder comprender la descripción:<br />

a, uno de los dos pezoncitos; b, bráctea<br />

que cubre el pezón de la otra flor; c, cáliz;<br />

d, ápice de la corola cerrada.<br />

El número 8 indica muy aumentada la flor<br />

abierta: a, pezoncillo; c, cáliz; d, corola próxima<br />

á caer, con sus cinco pétalos unidos todavía<br />

por el ápice; e, filamentos; f, anteras;<br />

g, dos glándulas de las cinco que rodean la<br />

base del ovario; b, el ovario; i, estigma.<br />

El número 9 representa el pezón verrugoso<br />

de algunas variedades de uva mientras están<br />

en agraz: c, cáliz; d, el disco bastante abultado;<br />

e, filamentos;,/', anteras marchitas; j, parte<br />

del hollejo; i, carne que se queda pegada<br />

al receptáculo y hollejo,<br />

El número 10 indica una uva de la especie<br />

Figura 00.—Flores y granos de la vid común<br />

Aleonada, cortada verticalmente y de su tamaño<br />

natural: a, pezoncito cortado por toda su<br />

longitud; b, su rodete, que es bastante abultado;<br />

c, la placenta; d, cordoncillo umbilical;<br />

e, la semilla;/, ápice de la uva, con sus surcos,<br />

ombligo y el estigma persistente.<br />

El número 11, uva de la misma variedad<br />

sin pezón: g], el anillo con cinco lados.<br />

El 12, semilla aumentada, vista por la espalda,<br />

algo prolongada: a, escotadura; b, piececito;<br />

c, chapita que tapa el ombligo.<br />

El 13, la misma vista por el vientre: d, los<br />

surcos.<br />

El 14, semilla aumentada, vista por la espalda,<br />

despojada de su cubierta exterior y<br />

excavado el ombligo ó sin chapa: c, ombligo.<br />

El número 15, semilla aumentada, cortada<br />

en sentido transversal, cerca del ápice: a, piececillo;<br />

c, substancia de la chapita que penesurcos;<br />

e, meollo que<br />

El número 16, la misma cortada por más<br />

abajo del ombligo: c, el meollo.<br />

El 17, el meollo aumentado y visto por el<br />

vientre: b, la escotadura del ápice; a, los<br />

surcos.<br />

El 18, el mismo, visto por la espalda y despojado<br />

por el ápice de la membrana interior:<br />

c, resto de la chapita.<br />

El 19, el mismo, cortado verticalmente: .v,<br />

el embrión.<br />

El 20, el embrión muy aumentado: a, el rejo;<br />

b, los dos cotiledones.<br />

La figura 100 representa: el número 21, individuo<br />

de la vid común recién nacido, algo<br />

menor que el natural: a, la raíz; b, los cotiledones;<br />

c, una yema; d, una hoja desarrollándose;<br />

e, estípulas que acompañan á las yemas.<br />

El 22, racimo de la vid Leonada, unido al<br />

sarmiento. Es entre cilindrico y algo cilíndrico-cónico,<br />

poco apretado: a, el pezón, que es<br />

largo y medianamente" grueso; b, la coyuntura;<br />

c, pezón parcial; d, agracejo; e, pedazo<br />

de sarmiento. \<br />

VIII. Las breves descripciones que nos<br />

proponemos hacer de las especies de vid más<br />

estimadas por sus uvas con aplicación á fa-


AMP — 234 — AMP<br />

bricar vino, pasas y fruta, tanto en España<br />

como en otras naciones, las distribuiremos<br />

en cinco grupos, siguiendo el orden alfabético,<br />

y pondremos: 1.°, Alemania; 2.°, España;<br />

3.°, Francia; 4.°, Italia, y como terminación,<br />

el quinto grupo serán cepas americanas.<br />

l.° ALEMANIA.— Las cepas cultivadas en<br />

la parte agregada al imperio alemán, Alsacia,<br />

y la parte septentrional de esta provincia, tanto<br />

en lo correspondiente á Alemania como á<br />

Austria, donde se fabrican vinos de gran precio<br />

y renombre merecido, están descritas por<br />

M. J. L. Stoltz en la Ampélographie rhénane.<br />

En ella se encuentran nombres de plantas que<br />

se cultivan en España, y que seguramente, ó<br />

Figura 100<br />

no se han apreciado en lo que valen sus productos,<br />

ó la abundancia de otras variedades<br />

más conocidas han sido motivo de no apreciar<br />

aquéllas. Algunas, según veremos, se aplican<br />

á la fabricación de vinos que se venden en el<br />

año, y que los alemanes conservan muchos, y<br />

venden con gran estimación y aprecio.<br />

Sección I.—Gentil aromático. — En español<br />

se conoce con el nombre de pardillo, albulo<br />

pardo. Es el Argitis minor de Columela.<br />

Caracteres generales de la especie: Sarmientos<br />

numerosos, más ó menos largos, derechos,<br />

tiernos y flexibles, color amarillo claro, punteados<br />

de negro; nudos poco gruesos, no muy<br />

distantes; yemas agudas; ramificados ó con<br />

nietos, en que suele llevar algún rebusco ó carpones.<br />

Hojas no muy grandes, carnosas, arrugadas,<br />

con tres ó cinco senos ó lóbulos, dentadas,<br />

más ó menos redondo desigual; color<br />

verde obscuro, luciente por debajo, verde<br />

gris por encima, algodonosa; pecíolo de mediano<br />

grueso y longitud, velloso, verde con<br />

tintas rojas en la base y en los nervios; se<br />

caen temprano. Racimos numerosos, cortos<br />

de ordinario; forma cilindrico cónica, com­<br />

puestos en la parte superior; pedúnculo corto<br />

frágil; granos apretados generalmente, otros<br />

más claros, redondos, de tamaño pequeño,<br />

comprimidos en la base y oblongos; color verdoso<br />

ó amarillo claro, con venas verdosas,<br />

punteadas, adheridas al pecíolo, en el que dejan<br />

algo de pulpa cuando se tira de uno. Película<br />

espesa, pulpa jugosa, sabor azucarado y<br />

aromático cuando está en perfecta madurez.<br />

El aroma es muy fino, y parece al que resultaría<br />

de canela, nuez moscada y corteza de<br />

naranja mezcladas.<br />

Hay tres variedades: la blanca, rosa claro<br />

y la.púrpura ó negra, cuyos caracteres se diferencian<br />

en el color de la uva.<br />

En el valle del Rhin se cultiva la variedad<br />

blanca desde tiempo inmemorial, el gentil aromático,<br />

bajo el nombre de Riesling. El gentil<br />

aromático es el Argitis minor de los romanos;<br />

se cultiva también con gran estimación en<br />

Baviera, en el Gran Ducado de Badén, y en<br />

la alta y baja Alsacia, en Wissemburgo, etc.,<br />

en el valle del Mosela. Se cultiva desde los 48<br />

á los 50° de latitud, en terrenos sueltos y profundos;<br />

arraiga con mucha facilidad, produce<br />

en abundancia, es poco sensible al frío. Cuaja<br />

pronto la .flor, se corre pocas veces; aunque<br />

un poco tardía en madurar la uva, buscando<br />

á las plantas una buena exposición al Mediodía<br />

, da un vino seco, fresco, limpio, bastante<br />

espirituoso, que en tres ó cuatro años adquiere<br />

gran finura, aroma muy suave, y todas las<br />

cualidades de esta especie de planta, que el<br />

mejor terreno en que vegeta es el arcilloso<br />

esquistoso, un poco inclinado y reservado de<br />

los aires del Norte, fundadas las cepas bajas<br />

como tiene lugar en España. Se abonan cada<br />

tres ó cuatro años, según la fertilidad del suelo.<br />

El vino que produce el gentil aromático es<br />

muy sobresaliente, espirituoso y aromático, y<br />

según Bronner, el fundamento de la viticultura<br />

de Alemania.<br />

Metzger dice que una cuba de vino del<br />

gentil aromático, de cabida de 1.100 litros, se<br />

vendió en 4.800 florines, ó sean 10.800 pesetas.<br />

En general esa clase de vino se vende lo menos<br />

á 300 pesetas el hectolitro. El gentil aromático<br />

, que en los países del Norte desarrolla<br />

tan buenas cualidades, debe cultivarse en los<br />

meridionales en exposición menos abrigada,<br />

pues en los sitios de mucho calor el mosto sale<br />

tan azucarado, que el vino en los primeros<br />

años es dulce, según se observa en algunos<br />

sitios de España en que se hace vino de uva<br />

pardilla. Así tiene lugar por los ensayos que<br />

nosotros hemos hecho, de que en otro lugar<br />

trataremos.<br />

Sección II.— Gentil Duret.—Malvas ó malvar<br />

en español.<br />

Caracteres distintivos de la especie: Sarmientos<br />

postrados, delgados, de ordinario largos,<br />

de color pardo obscuro, punteados, flexibles;<br />

nudos salientes y muy cerca unos de otros;<br />

maduran tarde en Alemania, y algunas veces<br />

no llegan á madurar. Hojas de mediano tamaño<br />

(10 centímetros en todos sentidos), casi re-


AMP — 235 — AMP<br />

dondas, trilobadas, dentadas, algunas enteras,<br />

blancas, algodonosas; al nacer con ribetes<br />

rojo violeta, en su desarrollo verde azulado<br />

por encima, luciente, con filamentos sedosos;<br />

por bajo, cubiertos de algodón espeso y adherente;<br />

se marchitan y caen temprano. Pacimos<br />

en abundancia mientras la cepa es joven,<br />

de tamaño regular, ramosos en su parte superior,<br />

de forma de cono truncado; pedúnculo<br />

corto, verde y flexible. Uvas de tamaño regular<br />

(de 12 á 14 milímetros), algo oblongas,<br />

algunas casi redondas, más ó menos apretadas<br />

, con algunos granos verdes. Cuando están<br />

bien-maduras tienen gusto azucarado y aromático<br />

, y contienen una gran proporción de<br />

parénquima que le hace poco jugoso. De ordinario<br />

contiene tres granulas.<br />

Hay tres variedades: una blanca, rojo clara<br />

y otra negra. Las variedades blanca y roja<br />

son muy susceptibles de degenerar; la negra<br />

es más subsistente.<br />

La cepa Gentil Duret fué introducida en<br />

Alemania hace tres siglos y medio, procedente<br />

de Tramin, villa del Tirol italiano, y así es<br />

que en algunos sitios se la denomina Traminer.<br />

En el sitio de su procedencia se presume<br />

tiene el'nombre de Malvasía. En varias localidades<br />

del Rhin se la denomina Dreimcenner,<br />

por corrupción de Traminer. Según Sprenger,<br />

el Gentil Duret es idéntico al gris rojo, de<br />

piel dura, á que los vinos espumosos de Sillery,<br />

en Champaña, debían en otro tiempo su<br />

superioridad sobre otras especies de cepa. La<br />

cree igual á la Fromenteau de Duhamel y á<br />

la Formentin roja de Hungría.<br />

En nuestros días los vinos espumosos de<br />

Sillery son el producto de tres variedades de<br />

cepa: negra, gris roja y blanca. Morcóle, dicha<br />

Pinol, mezclada en diferentes proporciones,<br />

y como la variedad gris roja, lleva también el<br />

nombre de Fromenteau gris y de Malvasía<br />

gris; se confunde con la variedad roja del<br />

Gentil Duret, aunque no tenga relación con<br />

ellas.<br />

Las observaciones reiteradas respecto de<br />

Gentil Duret demuestran que sus plantas<br />

prenden bien y á los tres años llevan fruto, y<br />

que producen en abundancia los primeros años<br />

hasta los treinta, cultivándolas bien y en buen<br />

terreno; pero que luego degenera su producto<br />

, y si el terreno es mediano y se cultiva<br />

medianamente, pronto se esteriliza. Que es<br />

muy fácil de correrse la uva si el tiempo de<br />

cuajar la flor no es apropiado.<br />

El gusto de la uva es azucarado y aromático<br />

, da vinos secos, semilicorosos, y de gusto<br />

agradable y aromático. El mosto llega en<br />

buenos años á 13° del pesa-mosto.<br />

Las mismas cualidades que aquí se designan<br />

hemos observado en España respecto á<br />

la cepa Malvas ó Gentil Duret, en la especie<br />

blanca y roja; la tinta no la conocemos, y según<br />

se dice, en Alemania es tan poco productiva<br />

que casi se hace caso de ella.<br />

Sección III.—Elbling (Elbeulin de Columela).—Caracteres<br />

generales de la especie:<br />

Sarmientos derechos, redondos, vigorosos en<br />

los terrenos fértiles, más pequeños en los pobres,<br />

en general con mucha médula, y que<br />

rompen con facilidad, de color amarillo claro,<br />

con rayas obscuras; nudos un poco abultados,<br />

distantes de 3 á 6 centímetros; yemas<br />

gruesas, algo aplastadas, cerradas, de color<br />

obscuro.<br />

Plojas de mediano tamaño, grandes cuando<br />

las cepas son jóvenes y el terreno fértil, de<br />

forma redonda ó triangular, trilobadas; lóbulos<br />

débilmente indicados, dentados, irregular,<br />

de dientes chicos y grandes alternando; rugosas<br />

por encima y color verde obscuro, más<br />

pálido por debajo, efecto del vello algodonoso<br />

que cubre esta parte, y que cerca de los nervios<br />

es muy adherente. Pecíolo h-regular, largo<br />

ó corto, medianamente grueso, formando un<br />

ángulo bastante agudo con la hoja, acanalado<br />

en la parte superior, verde amarillo, teñido de<br />

rojo casi violeta, que se extiende en las nervaduras.<br />

Resisten bastante para caer.<br />

Racimos numerosos ordinariamente, en particular<br />

cuando las yemas se desarrollan sin<br />

dificultad; los racimos son grandes (de 10 á 15<br />

centímetros de largo), de ordinario sencillos,<br />

cónicos ó cilindricos, con granos serrados, y<br />

también sobrepuestos; iguales si grana bien<br />

la flor, más claros y pequeños, y separados<br />

cuando se corre, y unos grandes y otros pequeños<br />

cuando la fecundación de la flor ha<br />

sido irregular. Escobajo recio; pedúnculo de<br />

longitud mediana, grueso y flexible , duro de<br />

romper, verde rojizo gris. Uvas en general<br />

más que medianas, algo oblongas, algunas<br />

casi redondas, de color verde blanco, y cuando<br />

les da el sol, amarillo claro, doradas, con<br />

pecas obscuras; película delgada; pulpa tierna<br />

y jugosa; jugo azucarado vinoso, un poco<br />

gomoso si madura la uva con tiempo seco;<br />

aroma de albaricoque, según la madurez.<br />

Hay tres variedades: roja, blanca y negra,<br />

que difieren sólo en el color de las uvas.<br />

Las variedades roja y negra se cultivan<br />

poco en Alemania; en el valle del Rhin las<br />

han reemplazado con la uva del Morcóte (Pinot<br />

ó Negral de Borgoña).<br />

La cepa Elbling se cultiva en los valles del<br />

Rhin desde tiempo inmemorial, y el nombre<br />

Alba, Albig, Elbling y Elba sobre que es conocida<br />

en Baviera, en el Ducado de Badén y<br />

en el reino de Wurtemberg, etc., hacen suponer<br />

fundadamente que son las Albuerus,<br />

Albuelis ó Albana de los romanos, que la<br />

propagaron en las riberas del Mosella, del<br />

Nake, del Mein, del Neckar, etc.<br />

Esta clase de vid, la variedad blanca se va<br />

reemplazando por otra variedad más productiva<br />

, nombrada Burger en unos sitios, Rhin-<br />

Elba en otros.<br />

Para distinguir la variedad primitiva del<br />

Elbling de la secundaria ó degenerada, han<br />

añadido al nombre Burger y Elben uno de<br />

los adjetivos gut (bueno) y geschlacht (fino)<br />

cuando se desea designar la variedad primitiva,<br />

y para la degenerada dicen grob (ordi-


AMP —- 236 — AMP<br />

nario), rauh (ruda), griin (verde, agreste) y<br />

kerbig (de hojas con grandes senos).<br />

Presumo que el nombre dado en Francia á<br />

una especie de vid que denominan Gouais es<br />

idéntica al Elbling; los diferentes nombres<br />

con que se conoce me hacen poner, por creerlo<br />

útil, la siguiente lista:<br />

Variedad blanca primitiva.—Kleinberger,<br />

en el Rhingau.<br />

Kleinberger, Kleinbeer y Klammer, en las<br />

riberas del Mosella.<br />

Albig, Alba, Weissalbe, Baviera.<br />

Elbling, Weisser Elblings ó Weisselbling,<br />

Franche, Methling, en el valle del Mein.<br />

Kristeller y Kristaller, en las riberas del<br />

Tauber.<br />

Wolfgeslroube, Elbeling, en el Hesse-Electoral.<br />

Elbling, Weisselbling, Weissalbe, en Bergstrasse.<br />

Albele, Alben, Elber, Elblinger, Elmene,<br />

Burger, Geschlachter Burger (bon bourgeois),<br />

Rheinelba, en el Orleans, cerca del<br />

lago de Constanza.<br />

Elben, Weisselben, en el Würbemberg.<br />

Elbling, Alben, Elben, desde Wissembourg<br />

hasta Estrasburgo.<br />

Burger, Geschlachter Bxirger, Rheinelba,<br />

desde Estrasburgo hasta Belfot. Aquí la tienen<br />

por la Albana de Italia.<br />

La Albuelin de Columela, Schubler.<br />

Weisselben, de Kalb, Sprenger, Bronner,<br />

Metzger y Babo.<br />

Variedad blanca degenerada. — Kerbiger<br />

Kleinberger (de hojas laciniadas), Riser (sujeta<br />

á correrse la uva), Pranger, en el Rhingau.<br />

Grobes, Lüssgrobes, Hartgrobes, Gelgrobes,<br />

en el valle del Mein.<br />

Grobelbling, Spitzelbling, en la Bergstrasse.<br />

Krauses, Grobes, G?iing?vbes, riberas del<br />

Mein.<br />

Rauelbene, en el AVurtemberg.<br />

Ramler, en el Hardt.<br />

Rau-elben, Grobburger, Hart-elbe, en el<br />

Alto y Bajo Rhin.<br />

La Rau-elbe, de Kalb.<br />

La Isidora Vireus, de Vest.<br />

Nos hemos extendido algo más en las descripciones<br />

de esta especie de planta, por sella<br />

de que procede la Pedro Ximénez, tan celebrada<br />

en Andalucía (que nosotros cultivamos<br />

también procedente de Granada), y que<br />

según Babo, Berckenmeyer, Dr. Hoffmann<br />

y otros, suponen ser el Elbling del valle del<br />

Rhin, transportado á Andalucía por un tal<br />

Pedro Jiménez, del cual tomó el nombre;<br />

Odart niega el hecho. Al tratar de las variedades<br />

españolas lo haremos de este asunto.<br />

En Alemania esa planta es fácil de arraigar<br />

en cualquier clase de terreno, y si el tiempo<br />

es bueno en la época que la flor cuaja, no se<br />

corre. Su uva da mosto de 11 á 14° del pesamosto,<br />

según el suelo; el vino que produce es<br />

dulce y picante al principio, y con el tiempo<br />

se vuelve seco, diáfano, con más ó menos<br />

color, espirituoso, que á los tres ó cuatro<br />

años adquiere mucha finura, vinosidad agradable<br />

y aroma especial. Si la situación en que<br />

la cepa está plantada no permite que el fruto<br />

llegue á completa madurez, entonces el caldo<br />

es áspero, ácido y poco espirituoso, y si además<br />

la humedad es excesiva, como la materia<br />

azucarada y los tartratos se encuentran disueltos<br />

en mucha agua, el jugo de la uva no<br />

tiene cualidades, la uva adelgaza y la epidermis<br />

se cuartea y pudre.<br />

Aunque la variedad tinta se cultiva poco<br />

en Alemania, se cree allí que con el nombre<br />

de Gouais se cultiva en la Borgoña y la Champaña,<br />

y que da un vino de color vivo, sin<br />

aspereza, y que resiste en su conservación.<br />

Sección IV.—Moréote (Moretica de Columela;<br />

tinto, Rojas Clemente).— Caracteres<br />

generales de la especie: Variedad negra.—<br />

Sarmientos poco gruesos, no muy largos, tiernos,<br />

con mucha médula, rojo claros, puntuados;<br />

nudos salientes, distantes de 7 á 10 centímetros;<br />

zarcillos pocos y opuestos á las<br />

hojas. Yemas muy agudas, algo algodonosas,<br />

formando ángulo agudo con el sarmiento;<br />

éstos maduran tarde, y la terminación suele<br />

quedar verde.<br />

Hojas de mediano tamaño, más largas que<br />

anchas, variando entre la forma redonda y la<br />

triangular; algunas veces casi orbiculares,<br />

otras enteras; algunas con tres lóbulos, otras<br />

con cinco; senos de la base agudos; los de los<br />

costados dos en cada uno, terminando en punta;<br />

color blancuzco, algodonoso en las dos<br />

faces; rojas al nacer, después verde más ó<br />

menos obscuro. Los nervios algodonosos, en<br />

particular en los encuentros. Se vuelven rojas<br />

unas veces en los bordes, otras todas ellas,<br />

excepto en los nervios y cerca de ellos. Pecíolo<br />

rojo carmín, de 7 á 10 centímetros de largo.<br />

Racimos de dimensión media, poco compuestos,<br />

y de ordinario sencillos, de forma<br />

cilindrica ó cilíndrico-cónica. Escobajo fuerte<br />

y pedúnculos cortos. Uvas de 12 milímetros<br />

de largo por 11 de diámetro, redondas ó redondo-oblongas,<br />

muy apiñadas cuando el<br />

terreno es bueno y la cepa nueva; en otras<br />

condiciones, más claras y con uvas verdes mezcladas<br />

con las maduras. El color negro es<br />

aparente bajo un ligero color azulado, pero<br />

persistente de rojo púrpura ó color de rubí,<br />

poco transparente. Película delgada, según el<br />

grado de madurez, que en las riberas del Rhin<br />

es muy temprana. Jugo azucarado y ligeramente<br />

aromático, algo acre y gomoso en perfecta<br />

madurez.<br />

Lo poco fijo de los caracteres de esta especie<br />

hace presumir que existen subvariedades<br />

de ella. Bosc dice conocer más de veinte variedades<br />

del Moréote negro, que es como decir<br />

Pinot negro del interior de la Francia, que<br />

todas producen buenos vinos, y el más distinguido,<br />

el| Noarieu de la Cóte-d'Or, y el<br />

Franc-Pinot, que da el vino tinto de la Alta<br />

y Baja Borgoña, y también,de la Champaña.<br />

El Morillon hatif, nombre en francés equivalente<br />

al Moréote, tiene una variedad deno-


AMP — 237 — AMP<br />

minada Frilhes Mwhrlein para distinguir,<br />

aunque su madurez sigue á la otra pocos días<br />

después.<br />

La variedad gris roja difieren poco sus caracteres<br />

de la anterior, excepto en el color,<br />

más obscuros los sarmientos, diferencia del<br />

color del fruto, y el sabor de la uva, que es<br />

más delicado y aromático.<br />

La variedad blanca se diferencia de las otras<br />

y el color más claro de los sarmientos, en las<br />

hojas verde pálido y en el color del fruto como<br />

es natural, que es amarillo pálido ó dorado,<br />

y que cuando están bien maduras tienen pintas<br />

rosadas. La película es delgada, el jugo<br />

abundante, un poco gomoso, muy azucarado<br />

y ligeramente aromático.<br />

La especie de cepa denominada Moréote<br />

se cultiva en Alemania hace muchos años,<br />

según parece desde el siglo xvn en que se importó<br />

de Francia y fué conocida en el Wurtemberg<br />

con el nombre de Auvenat, procedente<br />

de la Auvernia, que se cultiva bajo el<br />

nombre de Pinol, y que trasladada á Orleans<br />

la denominaron Auvenat, lo mismo que trasladada<br />

á otras provincias la denominaron<br />

Orleanesa.<br />

La etimología del nombre Pinol, que también<br />

escriben Pineau, y que lleva la especie<br />

Moréote en muchas localidades de Francia,<br />

mi opinión es que esa planta es originaria de<br />

la Morea, y como las buenas cualidades de<br />

precocidad en la madurez y bondad del vino<br />

que produce debió llamar la atención para<br />

ocupar con esas plantas un dominio real ó<br />

señorial situado en un pueblo nombrado de<br />

Pinos ó Pinols, pues ese nombre se encuentra<br />

en la lista que Eustache Deschaps, muerto<br />

en 1420, publicó, en que indicábalos sitios en<br />

que en su tiempo se producían los mejores<br />

vinos de Francia. Los vinos Pinol de Francia,<br />

habiéndose puesto, según la historia, por cima<br />

de todos los conocidos por una Ordenanza del<br />

Louvre con fecha 1394, de aquí le vino el<br />

nombre de Planta del Rey y su propagación<br />

rápida hasta el Ehin. Los italianos la llaman<br />

Pignolus, según Crescenzio, que dice se cultivaba<br />

cerca de Milán.<br />

Los nombres de las variedades de la cepa<br />

Moréote en varios sitios son:<br />

Especie negra.— En Alemania meridional:<br />

Klebroth, Spaerter, Burgurder (Rhingau).<br />

Burgunder, Sptcees, Mcerchen (álaHaarde).<br />

Schwarzer, Burgarder, blauer Burgander,<br />

ordincerer Rohter, Malterdinger, blauer Aroste<br />

, Affenfíialer, rother Elscesser (en Oberland<br />

badois).<br />

Burgander, Kleinroth (valle del Mosela).<br />

Rother Asmannshaiuser (sobre las riberas<br />

del Mosela y del Rhin inferior).<br />

Burgander y blauer Burgander (en el<br />

Bergstrasse, donde se la confunde alguna vez<br />

con el Schwarzer Riesling).<br />

Burgarder, Auvernat, Schwarzer Champagner<br />

(en el Wurtemberg).<br />

En el interior de Francia: Pinolnoir (en la<br />

Auvernia).<br />

Planta de Roi, Pinot noir, Tresseau<br />

(Yonne).<br />

Auvernal noir (en el Orleanesado).<br />

Orleans noir, Petit Arnaison noir (Indre<br />

et Loire).<br />

Plant doré, Petit plant doré (Sarthe, Haute-Vienne,<br />

Marne y Vosgos).<br />

Petit noir (Cher et Nièvre).<br />

Pinot noir (en el Jura).<br />

Morillon por excelencia, Franc-Pinot, Noirien<br />

(Côte d'Or et Yonne).<br />

Petit Pinot (Mosela).<br />

Petit noir (Meurthe).<br />

Pinot dru (Côte d'Or.).<br />

Morillon noir (Epernay).<br />

Pinot mour 6 Mouret, Pinot noir luisanc<br />

(Haute-Saone).<br />

Pinot crepel (en Dijon).<br />

Petit Bourguignon (en Allier).<br />

Pinet y Pinot (Cher).<br />

Noirain (Franco Condado).<br />

Pinot rouge (Aube).<br />

Variedad gris roja.—En el valle de Rhin y<br />

Alemania méridional: Kliener Traminer, Rulœnder<br />

(Rhingau).<br />

Rulœnder, Ruliœnder (Baviera).<br />

Rulœnder, Rolœnder, Villibonner (Bruhreim).<br />

Grauer, Grauclœvner, Tokayer, Villibonner<br />

(Oberland).<br />

Grauklevner, Grauer Tokayer, Gentil gris<br />

(Alsacia).<br />

En el interior de Francia: Pinot gris, Borot,<br />

Beurot (Borgona).<br />

Fromentena gris (Champana).<br />

Fromete violet (Aube).<br />

Servinieu gris (Yonne).<br />

Auxois, Auseras, Gris de Dornot, Petit gris<br />

(Mosela y Meurthe).<br />

Enfumé (Lorena).<br />

Grise, Muscadet enfumé (en varias localidades).<br />

Malvoise grise , Auvernat gris (Tours).<br />

Fauve, Fromenteau (Jura).<br />

Malvoise (Doubs).<br />

Gris comi'in (Metzger yBabo).<br />

Pinot cendre (Odart).<br />

Variedad blanca.—Valle del Rhin y Alemania<br />

méridional: Weissgelber, Clamer (Wurtemberg).<br />

Weisser rolander (en los jardines).<br />

Grosser klingenberger, Breisgauer sussling<br />

(Oberland).<br />

Weisser Burgander, weisser Tokayer, Auvernat<br />

blanc {Alto y Bajo Rhin).<br />

En Francia: Pinot blanc, Noirien blanc,<br />

Chardenay, Chaudenet, Rousseau, Roussot<br />

(Côte d'Or, Borgona y ribera del Saône).<br />

Plant doré, Episnete blanche (Champana).<br />

Blanc de Champagne (Meurthe).<br />

Morillon blanc (antigua Borgona).<br />

Auxeras, Auxerrois blanc (antigua Borgona).<br />

Savignijaune (Jura).<br />

Auvernat blanc (Loiret).<br />

Arnaison blanc (Indre et Loire).


AMP — 238 — AMP<br />

Fromenté blanc (Atibe).<br />

Pinol Mane (ífievre).<br />

Mauzac blanc (Sedan, Ardennes).<br />

Las tres especies de "vid tinta, blanca y gris<br />

roja que componen la Morcóte tienen, cualidades<br />

análogas respecto de su desarrollo poco<br />

vigoroso; la duración de la cepa es termino<br />

medio; su fertilidad igual; su vegetación temprana,<br />

y también la madurez del fruto. Plantada<br />

en suelos sueltos y substanciosos, bien<br />

labrada y abonada con frecuencia, produce<br />

bien y dura bastante tiempo la planta.<br />

La especie gris roja es más exigente respecto<br />

del suelo y cultivo que la negra. En terrenos<br />

arcillosos calizos se obtiene de la cepa<br />

Moréote vinos de superior calidad, aunque<br />

alguna vez en pequeña cantidad, sobre todo<br />

cuando las cepas pasan de la edad de veinte á<br />

treinta años; entonces da menos fruto, pero el<br />

vino es superior en calidad. Llegando á esa<br />

edad, se observan plantas de igual tiempo y<br />

colocadas en circunstancias iguales que llevan<br />

fruto abundante, otras poco y algunas nada;<br />

deben multiplicarse las fértiles.<br />

La poda debe hacerse corta, á pulgar y dos<br />

yemas, fundadas bajas las cepas, como se hace<br />

de ordinario en España.<br />

Los vinos que producen estas tres especies<br />

de planta hasta los 50° de latitud, ya sean<br />

tintos ó blancos, son excelentes, y el tinto en<br />

particular es el mejor de su clase y fácil conservación.<br />

La uva blanca del Moréote es la que da en<br />

Champaña el mejor vino espumoso, y también<br />

se emplea el tinto y gris rojo en las mezclas.<br />

Al ocuparnos de la fabricación de vinos diremos<br />

cómo se debe manejar esta especie de<br />

uva, que en país tan septentrional ofrecen<br />

sus mostos de 11 á 13° del pesa-mosto.<br />

Sección V.—Hoja redonda (vulgarmente<br />

Sylvaner).— Caracteres generales de laespecie:<br />

Sarmientos no muy largos, gruesos, algo en<br />

zig-zag, comprimidos por debajo, medulosos<br />

y quebradizos, color castaño claro, rayados y<br />

puntuados, rojizos, juntos los nudos, éstos<br />

salientes y distantes 8 ó 10 centímetros, con<br />

muchos nietos y zarcillos muy fuertes, que<br />

maduran tarde y no por completo.<br />

Hojas de mediano tamaño (12 centímetros),<br />

las más redondas, casi enteras ó poco escotadas<br />

, trilobadas, y alguna vez con cinco lóbulos;<br />

de color verde claro ó amarillento; punteadas,<br />

lisas de ordinario; algo vellosas sobre<br />

los nervios; dentadas desigual; pecíolo corto<br />

y verde á veces, con tintas rosadas. Se caen<br />

tarde.<br />

Racimos medianos, obtusos, cónicos tí ovalados,<br />

algo compuestos en la parte superior;<br />

pedúnculos gruesos, algo largos, verdes, flexibles;<br />

pecíolos cortos, verdes y verrugosos.<br />

Uvas redondas, de mediano tamaño, de superficie<br />

unida, algunas veces cerradas, sin uvas<br />

verdes, de color verde claro, y cuando les da<br />

el sol verde amarillento, puntuadas de pardo,<br />

tiernas, crugientes, jugosas, que sueltan con<br />

dificultad el pezón y dejan en él algo de pulpa<br />

en forma de pincel; llegando á la madurez,<br />

suelen abrirse si el suelo es muy fértil y llueve<br />

en exceso. De sabor meloso amoscatelado<br />

y con un aroma especial.<br />

Hay tres especies: negra, rojo claro y blanca,<br />

que sólo difieren entre sí en el color del<br />

fruto.<br />

La especie hoja redonda ó Sylvaner resulta<br />

cultivada hace tiempo y en grande escala en la<br />

Baja Austria, en las cercanías de Viena, de<br />

Pesthy Hungría, bajo el nombre de Zierifahndl,<br />

Zierfahndler y de Weissblancke. Desde<br />

el siglo xvi es conocida en el Sureste y<br />

Suroeste de Alemania con el nombre de Oestriecher<br />

ó uvas de Austria. Subiendo por la<br />

ribera derecha del Rhin, su cultivo se extiende<br />

hasta Wissemburgo (bajo Rhin) con el<br />

nombre de Grünfroinkisch, Frankentraube<br />

(uva de Franconia y de Frankenriesling),<br />

mas Oestrecher y Sylvaner. En el gran Ducado<br />

de Badén, en el valle del Neckar, Wurtemberg,<br />

tiene los nombres de Sylvaner, Salviner,<br />

Salvaner, también Grün Elmene, y en Fribourgo<br />

Bazzinger.<br />

En Francia, los nombres de Mourlon, Clezier,<br />

Melé, Picarneau, Gucche blanc y tal<br />

vez Bourguignon, Morillon blanc, según los<br />

autores alemanes Christ, Heindel y Sickler,<br />

son procedentes de la Sylvaner ó Feuille-ronde<br />

según Babo, que cree procede esa planta<br />

de la Trannsylvania, de allí vino á Hungría y<br />

de Hungría á la Baja Austria, y extendiéndose<br />

después, pasó á Francia. Otros autores creen<br />

procede de Francia, y de allí pasó á Alemania.<br />

La Sylvaner ó Feuille-ronde cuaja bien su<br />

fruto, que lo madura temprano y es muy<br />

bueno para mesa el blanco, que da vinos flojos.<br />

Se poda corto á pulgar. Cuando el año es bueno<br />

para la madurez, el vino es agradable, se<br />

hace pronto y paga bien los gastos.<br />

La madera, como tiene tanta médula, exige<br />

sitios no muy fríos en invierno; en caso contrario<br />

se hiela. Trasladada á país menos frío que<br />

el alemán, donde se describe desde los 47 á 50°<br />

de latitud Norte, esta especie de planta ofrece<br />

una madurez de fruto más anticipada y vinos<br />

de condiciones muy apreciables, en particular<br />

para mezclar con otros más abundantes en<br />

tanino.<br />

Sección VI.—Pelit Mielleux (vulgarmente<br />

Kleinrceuschling y Knipperle). —- Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos poco vigorosos<br />

, gruesos según la fertilidad de la tierra,<br />

y más en las cepas nuevas que en las viejas,<br />

medulosos y quebradizos, de color castaño<br />

rojizo, punteados ó pecosos, con manchas<br />

blanquizcas; nudos poco gruesos, salientes, más<br />

ó menos cercanos; yemas obtusas, con la extremidad<br />

algodonosa, cubierta de escamas obscuras.<br />

Hojas de tamaño regular, carnosas, de ordinario<br />

planas, casi redondas, alargadas, trilobadas,<br />

con frecuencia enteras, con escotes<br />

poco profundos y agudos, cubiertas de algodón<br />

blanco al desarrollarse, después verde


AMP — 239 — AMP<br />

obscuro luciente y mate por encima, con algunos<br />

grupos de algodón; verde pálido ó verde<br />

gris por debajo, á causa del algodón que la cubre.<br />

Bordes desigualmente dentados; pecíolo<br />

largo y delgado, velloso, verde, pintado de<br />

rojo violeta.<br />

Pacimos numerosos, de 7 á 8 centímetros<br />

de largo y algunos de 12, de ordinario sencillos,<br />

otras veces compuestos en la parte superior<br />

, cilindricos y obtusos en la parte inferior;<br />

pedúnculo corto, grueso, recto y leñoso,<br />

color verdoso, y que se rompe con facilidad<br />

estando la uva madura; pecíolos de las uvas<br />

cortos, gruesos y verrugosos. Uvas pequeñas,<br />

redondas, muy apiñadas, hasta sobrepuestas<br />

unas á otras si cuajan bien; de color verde<br />

amarillo en sitios poco ventajosos, en los apropiados<br />

blancas amarillentas, pecosas de puntos<br />

amarillos, tiernas; película delgada, que<br />

se cuartea con facilidad cuando la uva está<br />

madura y aun se pudre; jugo de sabor dulce,<br />

agrete ó insípido, poco sabroso cuando la cepa<br />

está en terreno hvímedo; dulce meloso y gomoso<br />

en suelo de grava, granítico, calizo.<br />

Las especies tinta y roja no son conocidas<br />

en Alemania meridional.<br />

En varios puntos de Alemania ha tomado<br />

el nombre del sitio de que procedía; así en<br />

Gelnhausen la nombran Straburger, Landauer;<br />

en el país de Badén la designan con el<br />

nombre Knipperle, de Lundganer, de Colmerer,<br />

Elscesser (alsaciana); en la Franconia,<br />

Oelber Mosler, de Franzose. En otros sitios<br />

de Alemania la dan el nombre de Gelber<br />

Mosler.<br />

Hace largo tiempo que es cultivada en el<br />

departamento de 'la Charente con el nombre<br />

Folie Manche, de Enrageat, cuya cepa es<br />

idéntica á la Petit Mielleux, aunque el nombre<br />

no es propio, pero la cepa que describe<br />

Odart con los nombres de Miellose, Folie<br />

blanc, es idéntica al Petit Mielleux.<br />

Esta planta, puesta en suelo suelto y fértil,<br />

arraiga bien, se desarrolla con pujanza<br />

y produce bien; pero llegando á los veinte<br />

años de edad, disminuye de vigor de una<br />

manera visible, llegando en pocos años á decrecer<br />

de tal manera que hay que reemplazarla.<br />

En suelos calizos fértiles se sostiene<br />

mejor la poda corta, y esta condición la hace<br />

llevar más fruto y de mejor calidad.<br />

Ortlier dice que 25 áreas de viña de la especie<br />

Burger no da más que 100 de producto<br />

neto, mientras de Petit Rceuschling (Petit<br />

Mielleux) dará, en igualdad de circunstancias<br />

, de 400 á 500.<br />

Sección VIL—Especie Grosse­race (vulgarmente<br />

Lamberl y Bochskoden).— Caracteres<br />

distintivos de la especie: Sarmientos numerosos,<br />

de ordinario gordos, unas veces largos y<br />

otras cortos, algo arqueados entre los nudos,<br />

y éstos bastante gordos y poco distantes, de<br />

color amarillo pardo, con rayas longitudinales<br />

más obscuras, lisos. Puntas guarnecidas<br />

de tijeretas largas, fuertes y ramosas, que<br />

no maduran en el clima del valle del Rhin.<br />

Hojas grandes, de forma orbicular, algunas<br />

alargadas, trilobadas, con escotes poco profundos<br />

, de color verde obscuro al principio y<br />

después verde amarillento; se caen tarde; la<br />

parte inferior más pálida, casi lampiña ó poco<br />

algodonosa, vellosa sobre las nervuras, regularmente<br />

dentadas. Pecíolo largo, grueso, verde<br />

amarillo, mezclado de rosa.<br />

Racimos algunas veces voluminosos, principalmente<br />

en los emparrados, donde llegan<br />

algunos á 35 centímetros, y peso de 2 á 3 kilogramos;<br />

de forma piramidal, alados, y de<br />

granos más ó menos apiñados. Pedúnculo<br />

poco gordo, pero largo, verde gris y flexible,<br />

con algunos nudos. Pezones de las uvas regularmente<br />

largos, rojizos y verrugosos.<br />

Uvas globulosas, algunas oblongas y obtusas,<br />

en la base negras cuando han madurado;<br />

película gruesa, pero tierna; carne crugiente,<br />

jugosa, de sabor dulce, sin aspereza, сод un<br />

pequeño gusto moscatel cuando la cepa está<br />

en suelo seco, y en caso contrario, que la madurez<br />

es incompleta, el sabor es insípido y<br />

agrete.<br />

Las tres variedades tinta, blanca y roja clara<br />

que componen la especie sólo difieren en<br />

el color del fruto.<br />

La especie Grosse­race es conocida en las<br />

riberas del Rhin con los nombres de Trollinger<br />

y Troller, que quiere decir cosa grande,<br />

voluminosa. El nombre Schwarzwcelscher, que<br />

quiere decir negro de Italia, bajo el cual existe<br />

en el Wurtemberg, nos conduce á suponer<br />

esa cepa procedente de Italia, y según<br />

Babo es común en Lombardía, á causa de su<br />

pujanza vigorosa para maridada á los árboles.<br />

En las riberas del Mein se conoce con el<br />

nombre de Troller. En Baviera, la Haardt,<br />

etcétera, etc., se denomina Fleischlranbe, á<br />

causa de la consistencia carnosa de sus uvas.<br />

Cerca de Mayence la dan el nombre de Grosschwarzer<br />

(Gros­noir).<br />

En Badén la llaman Schwarzer, Guledel<br />

( Chasselas­?wir) en Vissemburgo, Malvasier<br />

(Malvasía).<br />

La variedad negra de la Grosse­race se<br />

cultiva en el Mediodía de la Francia, en la<br />

Provenza, Languedoc, etc., con los nombres<br />

de Spangnen, Gros­noir d'Espagne,<br />

Grand­noir, Gros­noir. Según la casa rústica<br />

que la Gros­noir de España, ó vid de Alicante,<br />

cuando llegan á su plena madurez,<br />

dan un vino de fuerza aromática y fácil conservación.<br />

La Grosse­race es propia para los países<br />

meridionales; en Italia y Francia, donde se conoce<br />

con los nombres de Gros­lómbard, Mansard,<br />

Plant d Espagne, etc., madura bien el<br />

fruto, y se aplica para fruto y vino.<br />

Sección VIII. — Especie Olivelte (vulgarmente<br />

Mohrendutle, Oleaginosa de Columela).—<br />

Caracteres generales de la especie: La<br />

variedad tinta, que es la más cultivada en Alemania,<br />

tiene sarmientos cortos, más ó menos<br />

gruesos, según el terreno; nudos salientes; en­


AMP — 240 A Mi'<br />

trenudos rectos, amarillos obscuro; yemas adventicias<br />

y gruesas, enroscadas, que maduran<br />

tarde.<br />

Hojas de mediano tamaño, más largas que<br />

anchas, con tres ó cinco lóbulos, dentadas, y<br />

más agudas en la base, algunas redondas, de<br />

color verde obscuro, lisas por encima, más pálida<br />

y borrosa por encima, vellosa en las nervuras;<br />

pecíolo largo, liso y verde rojizo.<br />

Racimos grandes, alargados, alados y con<br />

gajos pendientes; forma piramidal. Pedúnculo<br />

largo, arqueado en la unión del sarmiento;<br />

pecíolos largos y sueltos. Uvas regulares de<br />

tamaño, desiguales, de forma oblonga, elizóideas<br />

ú olivóideas; azul negro cuando están<br />

maduras, rojo azulado antes, lucientes,<br />

con pincel al separarlas del pecíolo; carne poco<br />

pulposa y jugosa, de gusto dulce, sabroso, sin<br />

aspereza, parecido al fruto del cerezo silvestre<br />

ó cornejo.<br />

Las dos variedades roja clara y la blanca<br />

no difieren más que en el color del fruto.<br />

Esta especie de cepa, cultivada en Wurtemberg<br />

desde el siglo xvm bajo el nombre<br />

de Blauer Zottewatlscher, que quiere decir azul<br />

italiano, de gajos pendientes, y Schivarzíucelsclier,<br />

negro de Italia, vulgarmente Trollinger,<br />

prueba su procedencia de Italia. En el<br />

Jura (Francia) y Alto Rhin (Alemania), en<br />

particular en las llanuras , se cultiva con el<br />

nombre de Poulsard, Pídsart, Plussart, de<br />

Belorard, y también de Pendonlot, á causa de<br />

sus gajos de uva colgantes. En el departamento<br />

de Ain le dan el nombre de Metie.<br />

Chaptal describe la misma variedad bajo el<br />

nombre de Raisin-perle, Rognon de Cop,<br />

Pendonlan y Barlantine, y también Samoireau,<br />

Quille de Coq, Olívete, Oliveto, Anlivetos,<br />

dice el perfecto viticultor.<br />

La variedad blanca se llama en el Jura<br />

Lignan, Pulsarl Mane; Burgey la denomina<br />

Blossart blanc; Odart la nombra Madeleine<br />

verde y Madeleine blanc.<br />

La especie de planta que nos ocupa es poco<br />

consecuente en productos no estando en terreno<br />

adecuado, en el cual sus grandes racimos<br />

compensan extraordinariamente el trabajo.<br />

Es planta de las localidades meridionales<br />

y terrenos fértiles calizos, y no expuestos á<br />

fríos y lluvias. Colocada la cepa en buen clima<br />

, buen suelo, y fundando las cepas altas,<br />

podando largo sobre tres yemas, da buena y<br />

abundante uva de mesa.<br />

Sección IX.— Especie Gros fendant (vulgarmente<br />

Rwnschling ) . — Caracteres generales<br />

de la espide: Sarmientos numerosos, rectos,<br />

flexibles, con rayas muy finas, color pardo<br />

claro, ó rojo obscuro cuando están maduros,<br />

con pecas negras.<br />

Hojas grandes (15 centímetros), redondas,<br />

algunas enteras, de ordinario con tres ó cinco<br />

lóbulos, con escotes poco profundos y cordiformes<br />

en la base, de color verde sucio obscuro,<br />

más ó menos borrosas, afieltradas por<br />

abajo, cóncavas en la época de la madurez.<br />

Dentadas con irregularidad; pecíolo grueso y<br />

velloso, rojo carmesí ó verde, pintado de rojo<br />

violeta. Se caen pronto.<br />

Racimos grandes, largos, alados y con gajos<br />

pendientes, algunos de ellos sencillos; pedúnculo<br />

largo, grueso y fácil de romperse<br />

cuando la uva está madura; verde pintado de<br />

violeta, color que se extiende á los grumos<br />

superiores; pecíolos largos, verrugosos y abultados<br />

en las extremidades. Uvas de 9 á 10 milímetros<br />

de grueso, desiguales, redondas, algunas<br />

alargadas, apiñadas cuando la flor cuaja<br />

bien, sueltas en otro caso, con venas blancuzcas<br />

, debajo de un color agrisado, transparentes;<br />

película más ó menos gruesa, tierna;<br />

carne crugiente, tierna y jugosa, bastante dulce,<br />

agradable, sin aroma.<br />

Las tres variedades manifiestan iguales caracteres,<br />

con la diferencia de color blanco,<br />

rojo ó negro que tienen las uvas.<br />

En Austria está muy propagada la variedad<br />

blanca bajo el nombre de Selber-weiss<br />

(blanca plateada), donde se cuidan más de la<br />

cantidad que de la calidad del vino; también<br />

se cultiva en Hungría y en Stiria; en este último<br />

punto se denomina LuetenbergerstocJc, de<br />

Luttenbershna, Divísima- Viznha, Erjava-<br />

Tishna.<br />

En el Lago de Constanza se nombra Franhentraube<br />

(uva de Franconia), Weiswelscher<br />

(blanca de Italia) en las cercanías de Zurich.<br />

En Suiza la distinguen bajo el nombre Züriwis<br />

(blanca de Zurich). En las cercanías del<br />

Lago de Genova, bajo el nombre de Fendantvertía,<br />

el Gran Ducado de Badén y en la Alsacia,<br />

bajo el nombre Weisser Rwnschling,<br />

Grosser Rwnschling, y cerca de Fribourg<br />

Klcepfer, de la palabra klaffen, que quiere<br />

decir crieteada, con crietas.<br />

La cepa Gros-Fendant, que en Francia se<br />

conoce con los nombres de Momean blanc,<br />

Melier, Feuüle-ronde, Gamay blanc, Melón<br />

blanc, Barralbo, etc., produce mucho, pero da<br />

vino de mediana calidad; la variedad negra<br />

se mezclan sus mostos con los del Moréote, el<br />

Noirien de Borgoña y del Gros-lombart.<br />

Se debe podar largo y sentarla en buen terreno.<br />

Las variedades que nos ocupan mejoran<br />

sus cualidades trasladadas á países meridionales;<br />

en Alemania sus mostos no sirven,<br />

como no sea para mezclar con otros de cualidades<br />

superiores, con el fin de conseguir vinos<br />

regulares.<br />

Sección X.—Especie Doncel ( vulgarmente<br />

Gutedel Ghasselas, Giuti de Rojas Clemente).—Caracteres<br />

generales ole la especie: Sarmientos<br />

derechos, acanalados, color rojo castaña<br />

y con tintas gris aplomado. Nudos grandes;<br />

yemas salientes, obtusas, con la punta<br />

borrosa, envuelta en.escamas pardas.<br />

Hojas de mediano tamaño, delgadas, ásperas<br />

al tocarlas, arrugadas ó lisas; nervuras<br />

salientes por encima, algunas arrugadas en el<br />

centro, de forma oblonga, con tres ó cinco<br />

lóbulos, el del centro mayor, con senos laterales<br />

profundos en forma de V, de color verde


AMP — 241 — AMP<br />

por bajo y afleltrado de amarillo verdoso; más<br />

pálida, borrosa por encima; dentada, corta é<br />

irregular; se caen pronto.<br />

Racimos largos, de 12 á 16 centímetros;<br />

granos desiguales, más ó menos apiñados, con<br />

uvas verdes que quedan entre ellos, según<br />

que cuaja la flor; compuesto en la parte superior.<br />

Pedúnculo del racimo más ó menos<br />

largo, flexible, verde claro, pintado de rosa.<br />

Uvas de tamaño regular, redondas, transparentes,<br />

de color blanco verdoso, que llega á<br />

amarillo y se cubre de manchas rojas del lado<br />

del sol. Pulpa firme, crugiente, de sabor dulce,<br />

mucoso, agradable; madurez precoz en<br />

buena exposición y terreno caliente.<br />

La especie roja no se distingue de la descripción<br />

anterior en más que el color de la<br />

uva. La negra tiene el fruto algo mayor.<br />

Babo describe:<br />

Chassela Mane (francés), Weisser Gutedel<br />

(alemán).<br />

Chassela amarilla (francés), Gelber Gutedel<br />

(alemán).<br />

Chassela petit (francés), Kleiner Gutedel<br />

(alemán).<br />

Chassela de Paris ó de Fontainebleau (francés).<br />

Chassela blanca temprana (francés), Fru-<br />

Jierweirser Gutedel (alemán).<br />

Chassela crugiente (francés), Kracligutedel<br />

(alemán).<br />

Ciuti. — Chassela de Espagne (francés),<br />

Halbgeschlitzblœtteriger Gutedel (alemán).<br />

Ciuti.—Grand Chasselas d'Espagne (fran-<br />

,cés ), Halbgeschlitzblœtteriger Gutedel ( ale-<br />

,mán).<br />

Chasselas rouge (francés), Rother Gutedel<br />

(alemán).<br />

Chasselas royal ( francés ), Fr'úhrolher<br />

Krachgutedel (alemán).<br />

Palop.—Chasselas rouge d'Espagne (francés);<br />

Rother geschlitzblœtteriger Gutedel (alemán).<br />

Las especies Chasselas son las que más indican<br />

las diferencias de suelo, exposición y<br />

clima, que en un sitio ofrecerán el fruto-verdoso;<br />

insípido y abundante en mosto de poco<br />

valor, y también poco apreciable la uva para<br />

fruto; y sarmientos de esa especie, puestos en<br />

suelo suelto, cálido y de condiciones adecuadas,<br />

las uvas serán doradas ó blancas, sabrosas,<br />

jugo bueno para todo.<br />

Esta clase de vides son sobre todo muy es--<br />

: timadas para fruta; generalmente en Francia<br />

se conoce con los nombres :<br />

CJiasselas blanca ó roja, Chasselas de Fontainebleau.<br />

Raisin d'Officier, cerca de Montpeller.<br />

Bar-sur-Aube, Chasselas doré, Seine-et-<br />

Oise.<br />

Bon-douse, en el Indre et Loire.<br />

Doucet del Gard.<br />

Narbonne de la Côte d'Or.<br />

Donne de la Gironde.<br />

Bar-sur-Aube de Duhamel.<br />

Ciastat y Persillade, Raisin d ' Atcstriche,<br />

Die—II.<br />

Raisin d'Rspag'ne, blanca y roja en lo general<br />

de Francia.<br />

Las cepas Doucet ó Ghasselas exigen un cultivo<br />

esmerado, suelo suelto y fértil, que no<br />

le falte jugo en la época del calor, pues en<br />

este caso languidece la planta, lleva poca uva<br />

y pequeña. Clima medio, que adelante la madurez,<br />

para evitar los efectos de las lluvias<br />

tempranas del otoño que pudren el fruto.<br />

La poda larga ó corta, según la'fertilidad del<br />

suelo. Exige abonos, sin lo cual, y en terrenos<br />

pobres, vive poco. En Alemania y Francia el<br />

vino que produce es mediano y de poca conservación;<br />

se usa la uva para fruta en general;<br />

sólo en alguno que otro sitio se fabrica<br />

vino, mezclando el mosto con lo de otras clases<br />

mejores, ó se hace vino de paja, dejando la<br />

uva tendida en cámaras hasta que se oree,<br />

con lo cual da un vino fino y agradable.<br />

Al tratar de España diremos sobre esta<br />

clase de vid, que cultivamos en buenas condiciones,<br />

y en mejores en Colmenar de Oreja,<br />

bajo el nombre de Malvas ó Malvar, con productos<br />

de consideración, pues se conserva la<br />

uva en el clavo mucho tiempo y se vende con<br />

estimación, y también hacen una clase de vino<br />

especial muy estimado.<br />

Sección.XI.—Especie Agreste (vulgarmente<br />

Fcerber (Teinturier), tinto de la región<br />

central de España, tempranilla tinto en la<br />

septentrional),—Caracteres generales de la especie:<br />

Sarmientos medianamente gruesos, derechos,<br />

acanalados regularmente, de color<br />

pardo rojo, con pecas aplomadas. Nudos salientes,<br />

más obtusos que el sarmiento; yemas<br />

obtusas, con escamas pardas, con la punta<br />

blanca y borrosa.<br />

Hojas ordinariamente pequeñas, rígidas,<br />

gruesas, de forma algo oblonga, con cinco<br />

lóbulos, con escotes más ó menos profundos,<br />

algo ásperas, con vello por encima, y borrosa<br />

y poco afieltrada por abajo, con pelo en las<br />

nervuras; color verde obscuro, luciente al<br />

principio, tomando una tinta roja encarnada<br />

cuando la uva empieza á madurar, que se extiende<br />

en toda al concluir. Dentada, irregular,<br />

con puntas agudas, y algunas dentadas<br />

pequeñas. Pecíolo grueso y medianamente largo,<br />

verde sombra, pintado de rojo obscuro,<br />

que se extiende en la base de los nervios con<br />

borra ó pelos.<br />

Racimos de mediano tamaño, de 8 á 9 centímetros,<br />

cónicos por la base; uvas apiñadas<br />

y algunas sobrepuestas. Pedúnculo corto, grueso,<br />

leñoso y flexible, encorvado en ángulo,<br />

verde al principio y luego rojo obscuro. Pecíolos<br />

cortos, verrugosos, y del color del pedúnculo.<br />

Uvas de 20 á 22 milímetros de largas,<br />

redondas, algunas redondo oblongas y<br />

comprimidas, azul negro ó azul gris, duras,<br />

poco jugosas; pulpa de color rojo violeta, de<br />

sabor dulce acidulado, acompañado de aspereza,<br />

y algunas veces casi insípido. Según los<br />

años y la madurez de la uva, ésta es dulce,<br />

agradable, sin aspereza ni acidez.<br />

De esta especie de planta no se conoce en<br />

16


AMP — 242 — AMP<br />

Alemania más que la tinta; la roja y la blanca<br />

no la tienen.<br />

Stoltz dice que de esta variedad tinta no<br />

hay más que la especie descrita, pero Odart<br />

dice que la Gros noir femella da el jugo menos<br />

tinto, y que es la Bettica del departamento<br />

del Isére. Que hay otra bajo el nombre de<br />

Raisin del alto Egipto, que cree ser Egiciano<br />

de Ñapóles, que se ha introducido en Francia<br />

con el nombre de Gros noir commun, que<br />

cree una especie degenerada.<br />

El Teinturier ó Agreste, dice, la tintilla<br />

dé Rota, el tinto de Granada, la uva tinta<br />

de Valcárcel, y en fin, el tinto Romé de Motril<br />

de Rojas Clemente y el Teinturier de<br />

Rozier.<br />

El cultivo del Teinturier ó Agreste se verifica<br />

en Alemania desde tiempo inmemorial bajo<br />

el nombre de Fcerbtraúbe y de Fcerber (Teinturier<br />

). Se cree que procede del interior de<br />

Francia; desde el tiempo de Sprenger se encuentra<br />

el Agreste noir en los viñedos del<br />

Wurtemberg, Gran Ducado de Badén, en Baviera,<br />

y en el alto y bajo Rhin bajo dichos<br />

nombres, y en el alto Rhin bajo el Bayonner<br />

(Bayonesa).<br />

En Francia se conoce en varios departamentos<br />

con los nombres de Gros noir, no por el<br />

tamaño del fruto, sino por el mucho color<br />

tinto que da la uva; Noireau, Gascón, Aubérnat<br />

teini, Teinturier, Alicante; Oporto en la<br />

Gironda; en Provenza Spagneu y Gros noir;<br />

Grosgamet cerca de París ; Tachart en el<br />

Iséré; Plant de Tache en el Jura; Plant de<br />

Bois en los viveros de Macheteaux. En Bohemia,<br />

Pontanch. En ningún departamento tiene<br />

tantos nombres la especie que nos ocupa<br />

como en la Provenza, que se dice Alicante,<br />

Portugal, Spagnen, JEspagnius, Noir de Espagne,<br />

Negret, Negramol en la Isla de la<br />

Madera, y tinto también. En Cahors se cultiva,<br />

según Stoltz Jacobin, el Auxerrais prénsete<br />

y Malvec de la Gironda.<br />

En terreno arcilloso calizo, fértil, da un<br />

fruto abundante, que produce vino de mucho<br />

color, de gusto áspero, pero que después de<br />

algún tiempo se le quita, pero se queda insípido<br />

, pierde el color, que deposita en las paredes<br />

del vaso que lo contiene. En condiciones<br />

de poco calor para la madurez del fruto, produce<br />

vinos ácidos, pero en las opuestas de<br />

madurez completa, dulces. Mezclados sus mostos<br />

con otros blancos, da vino de buen color,<br />

pero de ordinario se decolora y descompone<br />

pronto; debe consumirse al segundo año.<br />

Para mejorar las cualidades del mosto dice<br />

Stoltz que se añade al fermentar 500 gramos<br />

de azúcar por hectolitro y 60 gramos de crémor<br />

tártaro; al primer trasiego se añade alcohol<br />

de 20° á razón de 2 litros por hectolitro;<br />

así se conserva bien en toneles. Al tercer año,<br />

si baja de color, como sucede de ordinario, se<br />

añade vino nuevo al primer trasiego y se consume<br />

en seguida.<br />

Sección XII.—Especie Duré-feuille (vulgarmente<br />

Hart-olber).— Caracteres distinti­<br />

vos de la especie: Sarmientos medianamente<br />

largos, gruesos, medulosos y quebradizos, color<br />

castaña claro cuando se agostan; canutos<br />

cortos en el nacimiento y más largos en la terminación<br />

y con tijeretas; nudos salientes, más<br />

obscuros que los sarmientos; yemas gruesas y<br />

borrosas en la punta.<br />

Hojas grandes, ásperas, coriáceas, orbiculares,<br />

con tres ó cinco lóbulos, el de la basé<br />

largo, doble dentado y cordiforme; seno peciolar<br />

agudo; faz superior gravelada, de color<br />

verde obscuro, algunas veces amarillento, luciente<br />

, con nervios amarillentos verdosos. Faz<br />

inferior más ó menos borrosa, adherente, alguna<br />

vez sin borra, pero vellosa hasta los<br />

nervios. Pecíolo de mediana longitud, verde<br />

amarillento y alguna vez rojo violeta; se caen<br />

muy tarde.<br />

Racimos de mediano tamaño, algunos grandes,<br />

de 10 á 14 centímetros de largo, compuestos<br />

en la parte superior, de forma cónica;<br />

gajos también compuestos; uvas casi globulosas,<br />

de 1,50 á 2 centímetros de largas y de 1,50<br />

de diámetro; verdes, blancas ó blanco amarillento<br />

cuando le da el sol; casi transparentes.<br />

Maduran tarde. Apiñadas ó sueltas, según el<br />

suelo, clima y tiempo de cuajar el racimo.<br />

Las especies roja y tinta no se conocen en<br />

Alemania; tal vez existan en Francia, España<br />

é Italia.<br />

Esta especie se cultiva en el bajo Rhin con<br />

el nombre de Hart-olber en los terrenos esquistosos<br />

micáceos; en los años buenos madura<br />

bien el fruto, que produce la especie blanca<br />

vino espirituoso, áspero y seco al principio,<br />

que después se vuelve, pasados algunos años,<br />

uh vino delicioso y seco, superior á los de su<br />

clase del alto Rhin, Gentil, Moréote, etc.<br />

Es una planta para los países cálidos.<br />

Sección XIII.— Especie Grand Tokai<br />

(vulgarmente PutzscJier y Thalburger).—Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos<br />

un poco ondulados, de color pardo claro, con<br />

rayas más obscuras; yemas obtusas, más obscuras<br />

que el sarmiento, muy borrosas sobre<br />

las .escamas.<br />

Hojas grandes, gruesas ¡algo redondas; escotes<br />

de forma redondo oblonga, con tres lóbulos,<br />

con indicación de otros dos; las primeras<br />

hojas del sarmiento más escotadas que las<br />

altas, de color verde obscuro y lisas por encima,<br />

más ó menos borrosas por debajo, algunas<br />

veces afieltradas, con manchas amarillentas;<br />

dientes cortos y fuertes en los pliegues;<br />

senos inferiores dentados; seno peciolar en<br />

ángulo obtuso.<br />

Racimos largos, de 13 á 15 centímetros, de<br />

granos desiguales, pero apiñados y aun superpuestos,<br />

ramosos en la parte superior; pedúnculo<br />

alargado, flexible, un poco curvo en<br />

su unión al sarmiento, algo velloso; pecíolos<br />

largos y verrugosos. Uvas de tamaño medio,<br />

redondas, amarillo verdoso ó blanco verdoso,<br />

con pecas transparentes; película delgada.<br />

Jugo de sabor dulce acidulado si la planta<br />

está en tierra fuerte y húmeda; da mejor sabor


AMP — 243 — AMP<br />

y más dulce - en terreno delgado y caliente,<br />

aunque su vegetación es menos vigorosa.<br />

La variedad roja se distingue de la descripción<br />

de la blanca, que es la anterior, en que<br />

los racimos son más grandes, llegan basta 30<br />

centímetros de largo, las uvas distantes, casi<br />

iguales, por lo que la nombran Fischtraube y<br />

Weisser langer Tohier. La negra no difiere<br />

más que en el color de las uvas.<br />

La cepa Weisser tokayer, de la Alta Alsacia,<br />

hace muchísimo tiempo se cultiva con el nombre<br />

de Tolcai en Hungría, unida á la Tarmin.<br />

De allí pasó al Wurtemberg por la estimación<br />

que se daba en Hungría. En Badén se nombra<br />

Tokauer, Elender y FuUsclieer. También la<br />

dan en otros sitios el nombre de Grünling<br />

(verdeta), Seelambert y Haunschander.<br />

Según Metzger, esta especie de vid se debiera<br />

prohibir su cultivo, por ser perjudicial á<br />

los intereses vitícolas, por ser planta que dura<br />

pocos años, su producción eventual por la facilidad<br />

que tiene la uva de correrse, y porque<br />

el vino que produce es de mediana calidad.<br />

Pero esa planta, que en la zona septentrional<br />

ofrece tan poca utilidad, en la meridional de<br />

Europa produce en abundancia, se acomoda á<br />

terrenos de mediana calidad y da un vino pasable;<br />

esto es la variedad blanca, que la roja<br />

y tinta no se conoce en Alemania.<br />

Sección XIV.—Especie Huns, vulgarmente<br />

Heunsclien.— Caracteres generales de la<br />

especie: Sarmientos erguidos, acanalados, vigorosos<br />

, de color amarillo obscuro que tira á<br />

violeta, con pecas negras; nudos salientes;<br />

canutos de 6 á 8 centímetros de largo; yemas<br />

pequeñas, obtusas, borrosas, con escamas<br />

rojo pardo.<br />

Hojas de mediano tamaño, gruesas, ásperas,<br />

de ordinario completas, poco sinuosas, trilobadas,<br />

algo más largas que anchas; lóbulo del<br />

centro triangular en la base; color verde obscuro,<br />

lustroso por encima y verde gris por<br />

abajo, muy vellosas unas veces y otras poco;<br />

dentado fuerte y agudo; seno peciolar muy<br />

abierto; lóbulos casi indicados; nervios pintados<br />

de rojo en la inserción del pecíolo, que<br />

es medianamente grueso, muy velloso y pintado<br />

de rojo obscuro.<br />

Pacimos grandes, compuestos, algunos sencillos<br />

y cilindricos; apiñados los granos si la<br />

flor cuaja bien, y al contrario si el tiempo no<br />

favorece; pedúnculo del racimo corto, grueso,<br />

leñoso, verde pálido pintado de rojo; pecíolos<br />

largos, verrugosos; uvas de mediano tamaño,<br />

de forma redonda, color verde claro, transparentes<br />

, pecosas, cubiertas de un bruñido gris<br />

blanco; película delgada; jugo fluido, dulce<br />

ácido de ordinario, sin aroma en las localidades<br />

de Alemania. Madura en el tiempo medio.<br />

Las tres variedades sólo difieren en general<br />

sus caracteres por el color de las uvas rojo ó<br />

tinto.<br />

Se cree que la especie de cepa Huns procede<br />

del centro de la Francia, de donde se ha<br />

llevado á Alemania por los Huns, de quien<br />

lleva el nombre de Hunischtrabe. Se cree que<br />

en ese país lleva los nombres de Gois, Gouache,<br />

Gamay, Gouais y Facau. En Alemania<br />

tiene diferentes nombres; pero desde los 47°<br />

de latitud en que se cultiva, y que es la parte<br />

más meridional, tiene poca importancia la<br />

planta, porque se corre fácilmente la uva, el<br />

mosto tiene muy pocos grados y el vino que<br />

se saca de muy mediana calidad, áspero y<br />

ácido; así es que se propaga poco la cepa, si<br />

bien la tinta es más temprana y mejor que la<br />

roja y blanca.<br />

Se cree por los alemanes que esa planta<br />

produciría mejores resultados cultivándola en<br />

países más cálidos.<br />

ESPAÑA.—Sección I.—Especie Listones,<br />

vulgarmente Tempranillo (Albuelis de Columela).—Caracteres<br />

generales de la especie:<br />

Sarmientos muchos, muy largos, delgados,<br />

rollizos, color pardo rojizo; nudos medianos;<br />

entrenudos medianos, medulosos, flexibles y<br />

fáciles de desprenderse del pulgar, á que están<br />

poco adheridos; zarcillos opuestos á las hojas,<br />

algo ramosos.<br />

Hojas de más ó menos tamaño, según la fertilidad<br />

del suelo, irregulares; senos acorazonados<br />

y ensanchados en la base; rugosas,<br />

lampiñas en la parte superior y color verde<br />

obscuro, borrosas, muy adherentes y blancas<br />

en la inferior, con cinco lóbulos puntiagudos,<br />

dentadas medianamente; nervios medianos.<br />

Pedúnculo algo delgado, no muy largo, velloso,<br />

color rojo que se extiende hasta las<br />

nervuras, angular agudo con la hoja.<br />

Pacimos grandes estando en buen terreno<br />

la cepa; medianos si el aire no echa al suelo<br />

despegados los sarmientos del primer brote,<br />

que es frecuente; chicos los de segundo en<br />

este caso; compuestos en la parte superior;<br />

gajos cortos, sin agracejo. Uvas medianas;<br />

pecíolo grueso, tierno, color pardo claro; pezoncillos<br />

verrugosos; uvas redondas, de superficie<br />

unida, iguales si la flor no se corre; color<br />

dorado donde la luz y el sol circula libremente,<br />

blanco verdoso ó verdoso blanco en sitios<br />

sombríos y poco ventilados; carnosas; se desprenden<br />

fácilmente.<br />

Se conoce esta especie blanca con diferentes<br />

nombres, y en general se cultiva para fruta,<br />

por lo que se ponen las plantas en suelo fértil<br />

para que produzca mucha uva, y así la calidad<br />

del mosto no tiene las necesarias para el vino;<br />

nosotros cultivamos esta cepa en secano, y su<br />

mosto ha llegado algunos años á 15°, y el vino<br />

que hemos obtenido en ensayos hechos ex profeso<br />

confirma lo que dicen los alemanes al<br />

tratar del producto de la cepa Elbling, que<br />

hemos descrito en la sección tercera, y que<br />

según parece es esta especie nuestra. Pero en<br />

nuestro favor existe que podemos cultivar la<br />

planta desde los 35 á los 43° de latitud Norte,<br />

siendo así que los alemanes lo hacen desde<br />

los 47 á los 50. Nosotros estamos mejor situados<br />

para obtener de la vid productos superiores<br />

, y esto es lo que falta comprender y<br />

ejecutar.<br />

Sin embargo, el tempranillo tinto se estima


AMP — 244 — AMP<br />

en la Eioja y el blanco en Cariñena; entra en<br />

la composición de algunos vinos de Sanlúcar,<br />

Jerez, Málaga y Puerto de Santa María. En<br />

algunos sitios que por estar plantadas las cepas<br />

en suelo muy fértil sale el mosto con pocos<br />

grados, asolean las uvas y así elevan los grados<br />

del caldo.<br />

Se conoce la cepa con los nombres:<br />

Listan en Sanlúcar.<br />

Palomino blanco en Jerez, Arcos y Pajarete.<br />

Palomino en Conil, Tarifa, etc.<br />

Tempranilla en Rota, Granada, Arganda,<br />

Morata, Cariñena, etc, etc.<br />

Orgazuela en el Puerto de Santa María.<br />

Ojo de liebre en Lebrija.<br />

Tempranas blancas en lo general de España.<br />

Albán en los pueblos de la provincia de<br />

Granada.<br />

Esta especie de vid exige un cuidado especial;<br />

despuntar los sarmientos cuando están<br />

verdes, y más si el sitio es propenso á los aires<br />

fuertes, pues con poco se despegan y se pierde<br />

el fruto, con más lo difícil que es luego fundarlos<br />

pulgares, como no sea de los retoños, por<br />

lo que en pocos años queda la cepa casi estéril.<br />

Cuidándola ó poniéndola en sitios reservados<br />

de aires fuertes, dura mucho la planta, y<br />

produce mucho y buen fruto para vino y para<br />

fruta temprana, que es la que más vale.<br />

Listan morado.—-Uvas rojas, variedad que<br />

produce poco y cuyos caracteres son iguales<br />

al Listan blanco descrito anteriormente. En<br />

algunos puntos las llaman tempranas negras y<br />

tempranillo tinto.<br />

Listan Ladrenado, Listón Lacren, Colgadera<br />

de Etientidueña y Tempranillo son otros<br />

tantos nombres con que Clemente describe la<br />

tribu de las Listarles, y que con pocas diferencias<br />

en el color del fruto, tienen los caracteres<br />

indicados. El Tempranillo tinto, de la<br />

Rioja, tiene los sarmientos menos largos y<br />

más duros; las hojas con seis lóbulos; dientes<br />

más largos; racimos apiñados; uvas más duras,<br />

carnosas; jugo muy negro para vino<br />

tinto. Transplantada esta variedad y la Colgadera<br />

de Peralta á Andalucía, han degenerado<br />

, de manera que sólo los que como nosotros<br />

hemos estudiado esas plantas en Navarra<br />

y la provincia de Cádiz, con la advertencia<br />

que Rojas Clemente hace en la página 139 de<br />

su Ensayo sobre la vid común, podemos reconocer<br />

ambas plantas y su diferencia, que se<br />

salen de la regla general de que la vid mejora<br />

marchando hacia el Mediodía. En la Rioja y<br />

Navarra el término medio de la temperatura<br />

anual es menor que en Cádiz; aquí resulta<br />

18°,5, allí 15°,8; el verano en Cádiz, 23; el<br />

otoño, 19; la primavera, 17, y el invierno, 14;<br />

la vid florece cuando la temperatura se eleva<br />

á -+- 17°, y termina su madurez ínterin no baja<br />

de 14, necesitando entre esos dos términos<br />

sumar 2.700° de temperatura; cuando la suma<br />

de estos grados se obtiene en corto período de<br />

tiempo, como sucede en la provincia de Cádiz,<br />

que en Febrero se cuentan los 17°, brota la<br />

planta, que en la Rioja y Navarra no lo verifica<br />

hasta Mayo, no se suman los 2.700° para<br />

madurar hasta mediados de Octubre, y en la<br />

provincia de Cádiz en Julio. Aquí las altas<br />

temperaturas, el suelo seco y algunas ráfagas<br />

de aire que queman las hojas y las uvas, hoy,<br />

como en tiempos de Columela, hacen que las<br />

plantas iniciadas hayan degenerado y sirvan<br />

con utilidad en la región central y septentrional<br />

de España, y no en la meridional. En<br />

ambas Riojas el Tempranillo tinto domina;<br />

sigue el Graciano, después la Mazuela, y en<br />

algunos sitios hay la Rojal; con estas uvas se<br />

producen los vinos de capa que tanta aceptación<br />

tienen para el coupage en Francia.<br />

Sección II. — Especie Palominos. —• Caracteres<br />

generales de la especie-. Sarmientos<br />

tendidos, largos, tiernos; canutos largos. Hojas<br />

palmeadas; senos acorazonados, irregulares;<br />

borrosas, planas.<br />

Racimos no muy numerosos; uvas poco<br />

apiñadas, ralas, con agracejo; color negro,<br />

blandas, poco dulces; hollejo grueso; madura<br />

en el centro de la temporada, en seguida de<br />

la temprano.<br />

Se le conoce con los nombres de:<br />

Palomino en Sanlúcar.<br />

Palomino negro en Jerez, Rota, Arcos,<br />

Pajarete, Moguer, etc.<br />

Centella en Rota.<br />

Palomino bravio en Sanlúcar.<br />

Graciano tinto en ambas Riojas, donde<br />

produce mejor uva y da mejor caldo que en<br />

la parte meridional de España.<br />

Sección III.—Especie Mantuos (Pensiles<br />

de los latinos).—Caracteres generales de la<br />

especie -. Sarmientos muchos, parte erguidos<br />

y parte postrados, largos, algo delgados, rectos,<br />

redondos, lampiños, pardo rojizos; canutos<br />

largos; yemas muy agudas, borrosas.<br />

Hojas inferiores grandes, las superiores medianas,<br />

irregulares, casi enteras, rugosas en<br />

la parte inferior, muy borrosas, adherentes y<br />

blancas; senos agudos, algunos ensanchados;<br />

medianamente dentadas; nervios regulares.<br />

Pedúnculo de longitud media, casi en ángulo<br />

recto, algo borroso, de color rojo claro.<br />

Racimos grandes, bastantes; pedúnculo correoso,<br />

resistente; uvas grandes, carnosas, sabrosas;<br />

venas manifiestas; hollejo delgado;<br />

color pardo claro. Se pudren con facilidad si<br />

llueve cuando están maduras, y tienen poca<br />

ventilación los racimos.<br />

Esta especie de uvas y todas las de esta<br />

sección, colgadas en tiempo oportuno de madurez,<br />

resisten bastante su fruto; de aquí el<br />

nombre de Pensiles.<br />

Se conocen con los nombres de:<br />

Mantua castellano en la provincia de Cádiz<br />

y Huelva.<br />

Mantuo de Sanlúcar en Almonte.<br />

Mantuo en Algeciras.<br />

Hay algunas subvariedades, denominadas:<br />

Mantuo bravio.<br />

Mantuo de palos.


AMP — 245 — AMP<br />

Uva del Rey.<br />

Gabriela.<br />

Mantuo La eren.<br />

Cordovi.<br />

Fraigusano.<br />

Esos nombres, dados en distintos sitios á<br />

la especie descrita por sólo diferencias poco<br />

apreciables, por tener los sarmientos más duros,<br />

hojas menos borrosas, uvas más chicas,<br />

etcétera, que todo depende de las condiciones<br />

del suelo y clima, no por eso dejan de pertenecer<br />

á una variedad.<br />

El Mantuo inorado difiere por el color de<br />

su fruto.<br />

Sección IV.—Especie Torrontes.—Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos muchos,<br />

largos, delgados, blanquecinos, duros; poca<br />

médula; muy pocos carpones, algo borrosos<br />

en la base ; yemas agudas, borrosas.<br />

Hojas medianas, irregulares, palmeadas, con<br />

senos acorazonados', color verde muy obscuro<br />

en la parte superior, borrosas blancuzcas<br />

en la inferior; tardan en caer.<br />

Racimos muchos, sin agracejo; uvas de mediano<br />

tamaño; hollejo algo grueso; muy dulces;<br />

resisten bien la acción del sol y las lluvias<br />

si están las plantas en terreno franco y alto.<br />

En la provincia de Madrid se conoce con<br />

los nombres de:<br />

Torrontes y Aris.<br />

Torrontes en la de Guadalajara.<br />

Torrontes en Andalucía y la Mancha.<br />

Produce un vino blanco dulce, que es el<br />

generalmente usado en Guadalajara, que se<br />

consume en el año. El mosto tiene en regulares<br />

condiciones 13°, y produce, conservando el<br />

vino tres ó cuatro años, caldo espirituoso,<br />

aromático y dulce muy grato.<br />

Sección V,—Especie Jaénes (Duracince de<br />

Columela).—Caracteres generales de la especie-.<br />

Sarmientos bastantes, largos en suelo fértil,<br />

y más cortos los de la especie tinta que<br />

los de la blanca; los de ésta son gruesos; los<br />

de aquélla más delgados, rectos, rollizos, lampiños,<br />

pardo rojizos los de la variedad tinta,<br />

pardo claro los de la blanca. Canutos de<br />

mediana longitud; rebusco ó carpones pocos.<br />

Hojas grandes la especie blanca, chicas la<br />

tinta, algo irregulares; senos acorazonados;<br />

algo rugosas; color verde amarillento, que en<br />

las tintas cambia en rojo cuando maduran en<br />

la parte superior; muy borrosas en la inferior;<br />

borra blanca y adherente; se caen en el<br />

tiempo ordinario; con cinco lóbulos, algo puntiagudos;<br />

dientes medianos; nervios medianos<br />

en la tinta', más gruesos en la especie blanca.<br />

Pedúnculo regular, con pelos cortos, algo rígidos,<br />

rojos en la tinta y pardos en la blanca,<br />

formando ángulo recto con la hoja.<br />

Racimos muchos, grandes en lo blanco, más<br />

chicos en lo tinto (1), compuestos, cilindricos;<br />

(1) Yo cultivo arabas variedades: la tinta procedente<br />

de Granada, y no lleva los racimos mayores<br />

que la blanca, según afirma Rojas Clemonte. A esta<br />

se le cogen de 2 á 3 kilos de peso, á aquélla de medio.<br />

agracejo poco; pezón corto, duro, leñoso cuando<br />

está maduro. Uvas gordas en lo blanco,<br />

más chicas lo tinto; casi redondas; apiñadas si<br />

cuaja la flor bien, pues suele correrse; carnosas;<br />

piel gruesa, dura; gusto áspero; tardías.<br />

Los nombres con que se conocen son:<br />

Jaén negro en Granada, Sevilla, Madrid,<br />

etcétera.<br />

Jaén prieto en Motril.<br />

Jaén blanco en lo general de España.<br />

Granula en Umbreta.<br />

La uva Jaén blanco dice Clemente no debiera<br />

emplearse para vino, como sucede en la<br />

Mancha; los mejores son los de Valdepeñas y<br />

Manzanares, y es porque en lugar del Jabí<br />

emplean en las mezclas del mosto tinto las<br />

uvas Lairenes. Cometen un error, dice, los que<br />

cultivan la vid Jaén tardía en exceso, en países<br />

fríos, con lo que resultan caldos ásperos,<br />

ácidos y poco durables.<br />

En efecto; la cepa Jaén, estando plantada<br />

en suelos húmedos, bajos y fríos, no madura<br />

en la región central, ni en Morata de Tajuña,<br />

donde esto escribimos y la cultivamos. Pero<br />

colocada en suelos calizos, ventilados, secos,<br />

ó en guijarrosos areniscos calizos, madura para<br />

primeros de Octubre ; su uva se pone dorada,<br />

dulce, y produce un vino blanco resistente<br />

y espirituoso. Mezclada con la uva tinta que<br />

aquí se cultiva (véase Fabricación de vinoJ,<br />

que es en nuestro juicio la Teinturier, da vigor<br />

al caldo y facilita su conservación.<br />

La uva de la vid Jaén es la mejor que se<br />

conoce para dar mucho y superior aguardiente,<br />

y de ella viene el crédito de los de Chinchón<br />

, cabeza de distrito de esta localidad, y<br />

que, lo mismo que en ella, se fabrican en Arganda<br />

del Rey, Morata, etc.<br />

Es cierto que en los años muy lluviosos la<br />

uva de la vid Jaén se pudre si los racimos<br />

llegan al suelo ó las cepas están plantadas en<br />

sitios bajos que se encharcan; pero como son<br />

muy esquilmeñas, y su fruto sirve para vino,<br />

fruta y aguardiente, y los vinos de poco precio<br />

, es la planta más adecuada á tales condiciones.<br />

Sección VI.—Especie Mollares fSelvolce<br />

de Columela).—OaracUres generales de la especie:<br />

Sarmientos muchos, tendidos, largos,<br />

delgados, rectos, rollizos, color pardo rojizo<br />

subido; canutos medianos; rebusco poco. En<br />

los árboles en que cultivamos la tinta llegan<br />

hasta 6 metros de largos.<br />

Hojas rugosas, rojizas al nacer, después<br />

verde amarillento, que se vuelve rojizo al<br />

caer; muy borrosas en la parte inferior; pedúnculo<br />

mediano, lampiño ó poco peloso, rojizo;<br />

ángulo agudo con la hoja.<br />

Racimos bastantes, grandes, irregulares,<br />

compuestos, en la parte superior ralos; agracejo<br />

poco; uva menuda poca; pecíolo largo,<br />

delgado, tierno; pezones algo verrugosos. Uvas<br />

de buen tamaño, desiguales, muy obtusas,<br />

poco carnosas; hollejo delgado; tempranas.<br />

Las variedades roja Mollar cano y la Mollar<br />

negro sólo difieren de la blanca antes


AMP — 246 — AMP<br />

descritas, el tinto, en los sarmientos más delgados,<br />

racimos más ralos, uvas más chicas y<br />

con más agracejo.<br />

Se conoce con los nombres:<br />

Mollar blanco.<br />

Mollar cano.<br />

Mollar tinto ó negro.<br />

Eben tinto y Eben blanco.<br />

Heben.<br />

La tinta da el mosto blanco igual que la<br />

blanca, con más ó menos grados, según el terreno<br />

, que si es calizo y exposición al Mediodía,<br />

como nosotros cultivamos las dos especies',<br />

da un vino muy fino, delgado, aromático<br />

y especial; pero exige mucho cuidado para<br />

su conservación, pues hasta los cuatro años<br />

no desarrolla esas cualidades.<br />

Las especies Nebiolo ó Nebbiolo de Bie-<br />

11a, Nebbieul, Machio del Piamonte, Melessa<br />

Spanna, Picoutener en Italia, dan las uvas<br />

tintas el vino blanco.<br />

La variedad roja, que no conocemos, pero<br />

que creemos ser el Nebbieul • Grosso del Piamonte,<br />

Spanna Grossa del Na várese, etc., es<br />

más robusta que las otras dos; como ellas resiste<br />

las lluvias sin podrir la uva, y las heladas<br />

sin gran daño, según nos Confirma Odart.<br />

Sección FU.—Especie Albulo.—Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos muchísimos,<br />

por lo común nada ondeados, rollizos,<br />

de color pardo rojo subido; canutos medianos;<br />

rebusco muy poco.<br />

Hojas algo irregulares, palmeadas; senos<br />

acorazonados; algo rugosas; lampiñas por encima<br />

, borrosas por abajo; borra adherente<br />

y blanca, con cinco lóbulos poco agudos;<br />

dientes cortos; nervios medianos; pedúnculo<br />

regular, peloso, rojo, en ángulo casi recto<br />

con la hoja. Estas, al desarrollarse, afectan<br />

el color rojizo.<br />

Racimos muchos, medianos ; uva pequeña;<br />

pezón corto. Uvas más pequeñas que las del<br />

Listan común, casi iguales, redondas, muy<br />

blandas y jugosas, muy dulces, tempranas;<br />

hollejo grueso.<br />

Las variedades de Albulo blanco, Albulo<br />

negro y Albulo rojo, con distintos nombres,<br />

son las únicas que como en las demás especies<br />

de vid existen, aunque la costumbre de<br />

tiempo inmemorial introducida de añadir el<br />

nombre del pueblo, localidad, etc., al de la<br />

vid, haya hecho multiplicar los nombres Albillo<br />

de Huelva, Albulo de, Fuencarrál, Albulo<br />

castellano, etc., multiplicando los nombres y<br />

sosteniéndolos, cuando las diferencias consisten<br />

en que, según el clima, exposición y terreno,<br />

las uvas sean doi-adas ó verdosas, Mancas,<br />

etcétera, como sucede al Albulo pardo, variedad<br />

del blanco, conocida por Pardillo, ó aquélla<br />

de éste que Columela denominó Argüís<br />

minor.<br />

Las especies Albulos se usan generalmente<br />

para fruta, aunque cultivadas en buenas condiciones,<br />

el mosto azucarado que prestan da<br />

vino de buenas cualidades.<br />

Que Rojas Clemente, prolijo examinador de<br />

los caracteres de la vid, encontrase algunas,<br />

aunque cortas diferencias para establecer variedades<br />

que dedicó ala Leña, Degnillet, etc.,<br />

no prueba que existen, pues un poco más<br />

gruesos los sarmientos, senos algo más anchos<br />

en las hojas, racimos con pezón más corto y<br />

uvas más chicas, sólo prueban en la vid degeneración<br />

de la especie, que puede proceder de<br />

malas condiciones de suelo y clima.<br />

Sección VIII.—Especie Ximenecias.—Caracteres<br />

generales de la especie: Cepa grande;<br />

corteza poco adherente.<br />

Sarmientos muchos, medianos, algo cortos,<br />

medianamente gruesos, nada ondeados, de.<br />

color pardo rojizo, blandos; canutos medianos;<br />

nietos bastantes, y rebusco también. Yemas<br />

gruesas, muy agudas.<br />

Hojas medianas, a veces pequeñas, irregulares,<br />

algo lobadas, á veces lobadas, con los<br />

senos agudos, lisas en la parte superior; dientes<br />

cortos; lampiñas en la parte inferior; pedúnculo<br />

blanco verdoso y también rojizo, en<br />

ángulo casi recto con la hoja.<br />

Racimos bastante medianos, cilindrico cónicos,<br />

algo flojos, sin agracejo, con alguna<br />

uva menuda; pezón tierno. Uvas de 12 milímetros<br />

de largo y 10 de grueso, muy obtusas,<br />

superficie igual, algo doradas, bastante traslucientes;<br />

se desprenden del pezón con facilidad<br />

; blandas, poco carnosas, sumamente<br />

dulces; maduran temprano; pincel ninguno;<br />

estigma persistente; hollejo muy delgado.<br />

La uva de esta especie se pudre fácilmente<br />

con las lluvias.<br />

Nosotros cultivamos la especie blanca, que<br />

hemos recibido de Granada, y la tinta de<br />

igual procedencia; no hay diferencias esenciales<br />

, fuera del color del fruto.<br />

En la sección III, al tratar de las especies<br />

de vid en Alemania con el nombre de Elbling,<br />

describimos las Albuelis ó Albuelín de los romanos,<br />

y en la sección I de España la misma<br />

especie, bajo el nombre de Listanes. La Elbling,<br />

según Stoltz y otros autores, es la especie<br />

blanca que se dice importó en Málaga un<br />

tal Pedro Jiménez, de donde viene el nombre<br />

á la cepa; de Canarias pasó á la Madera, luego<br />

al Rhin y al Mosela, de donde la trajo Jiménez<br />

á España. Pero leyendo con atención<br />

las descripciones hechas por Rojas Clemente,<br />

que admite la importación de la planta y su<br />

procedencia; la de Stoltz que hace lo mismo;<br />

examinando las láminas iluminadas que ambos<br />

dan, y aun teniendo en cuenta que el uno<br />

hizo el retrato en el Rhin á los 49° de latitud<br />

Norte, y el otro en Andalucía entre los 36 y<br />

38°, se advierten diferencias que hacen presumir,<br />

sin negar la procedencia de la cepa Jiménez,<br />

que hay error en determinar la especie,<br />

pues entre las diferencias se nota que Clemente<br />

dice yemas gruesas muy agudas; Stoltz<br />

muy aplastadas; que el primero da hojas lampiñas<br />

y racimos chicos flojos; el segundo borrosas<br />

por abajo, racimos grandes, uvas apiñadas,<br />

algunas sobrepuestas. Y siendo esos<br />

dos autores igualmente entendidos en la ma-


AMP — 247 — AMP<br />

teria, y el uno que describe la vid en el país<br />

de su procedencia, y el otro en el que fué introducida,<br />

las diferencias que resultan de las<br />

descripciones no pueden menos de tenerse en<br />

cuenta.<br />

En nuestro juicio, merece para el viticultor<br />

atender más á las cualidades agronómicas del<br />

Pedro Jiménez, que son excelentes para vino,<br />

que inquirir su historia, que la curiosidad hacía<br />

esclarecer, y esa no es nuestra misión en<br />

este sitio. Por lo demás, en lo general de España<br />

se conoce con el nombre de:<br />

Pedro Jiménez blanco.<br />

Pedro Jiménez tinto.<br />

Pedro Jiménez.<br />

Jiménez.<br />

Soplona en Arcos.<br />

Hay una variedad degenerada que se llama<br />

Jiménez loco en algunos pueblos de la provincia<br />

de Cádiz.<br />

Sección IX.—Especie Perrunos.—Caracteres<br />

generales ele la especie-. Cepa gruesa; brota<br />

temprano.<br />

Sarmientos muchos, erguidos, algo cortos,<br />

gruesos, rectos, rollizos, lampiños; color rojo<br />

parduzco, algo claro; canutos largos; rebusco<br />

muy poco.<br />

Hojas medianas, algo irregulares, casi enteras<br />

, rara vez lobadas, con senos comúnmente<br />

agudos, algo lustrosas en su parte superior,<br />

pelosas en la inferior; en ésta algunas veces<br />

muy espesas; dientes medianos. Pedúnculo<br />

grueso, algo peloso; color algo pardo, madera<br />

rojiza, en ángulo casi recto con la hoja.<br />

Pacimos muchos, grandes, con poco agracejo,<br />

estando la planta en buenas condiciones;<br />

pezón muy tierno, blanco verdoso; uvas algo<br />

trasovadas, muy obtusas, superficie igual,<br />

translucientes, ásperas, muy tardías; venas<br />

muy manifiestas; hollejo grueso.<br />

Esta especie es.de las más estimadas para<br />

vino después de las Listanes, Moscateles y<br />

Jiménez, en particular en la provincia de<br />

Cádiz.<br />

La especie tinta ó negra difiere de la anterior<br />

en sarmientos más largos, menos francos,<br />

más rojos; racimos mayores, más apretados;<br />

uyas negro rojizas, menos ásperas y de mosto<br />

con menos grados.<br />

Los nombres con que se conoce esta especie<br />

son:<br />

Perruno común en Cádiz (provincia).<br />

Perruno tierno en Arcos.<br />

Perruno negro.<br />

Moravita y Granadina en Arcos y Pajarete.<br />

Perruno duro.<br />

Perruno de la Sierra.<br />

Clemente dedicó la especie roja, con el nombre<br />

de la Quintinea, asignándole algunas diferencias<br />

poco esenciales con lo dicho anteriormente.<br />

L/a que denomina Bernala creemos<br />

que fué más fundado el deseo de poner nombres<br />

nuevos que el motivo para hacerlo,<br />

Sección X.—Especie Vigiriejos.—Caracteres<br />

generales de la especie: Cepas muy gran­<br />

des en buen "terreno, en malo chicas, como<br />

dice Clemente; brota en tiempo ordinario.<br />

Sarmientos muchos, largos, delgados, rollizos,<br />

pardo rojizos; canutos regulares; rebusco<br />

mucho.<br />

Hojas más que medianas, casi orbiculares,<br />

casi enteras, algo lustrosas en la parte superior,<br />

casi lampiñas en la inferior, medianamente<br />

dentadas; pedúnculo lampiño, color<br />

rojo claro, en ángulo recto con la hoja.<br />

Pacimos muchos, muy grandes, apiñados,<br />

compuestos, cilindricos; pezón tierno; uvas<br />

grandes, muy obtusas, de color blanco verdoso<br />

, de gusto agradable, que duran bien en<br />

el clavo.<br />

Esta variedad, que antes de aparecer la enfermedad<br />

del oidium se obtenía en estos pueblos<br />

para vender las uvas en Madrid para fruta<br />

con el nombre de Gordal, y que producía<br />

fabulosamente, pues nosotros en una viña de<br />

400 plantas cobrábamos algunos años hasta<br />

1.500 pesetas en una aranzada de tierra, hoy<br />

han quedado pocas cepas, pues la enfermedad<br />

las ha destruido y se han reemplazado por las<br />

cepas Malvasía ó Malvas.<br />

Las vigiriegas tintas y rojas no difieren de<br />

la blanca más que en el color del fruto, pero<br />

sólo rinden buenos productos en suelos fértiles.<br />

Clemente dice que el mosto de la vigiriega,<br />

mezclado con la tintilla, produce buen vino;<br />

nosotros diremos que sí produce vino, pero<br />

muy flojo, y que hay que consumirlo muy<br />

pronto sin trasegarlo, pues en cuanto pierde<br />

el ácido carbónico de la fermentación se pone<br />

que hay que quemarlo y no da mucho aguardiente.<br />

Los nombres por que se conocen son:<br />

Vigiriega común en varios pueblos de las<br />

provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada,<br />

etc.<br />

Vigiriejo negro ó tinto en ídem, ídem.<br />

Gordal blanco, provincia de Madrid.<br />

Gordal tinto, ídem, ídem.<br />

Vigiriego rojo en Jerez, Sanlúcar, etc.<br />

Sección XI.—Especie Agraceras.—-Caracteres<br />

generales de la especie: Cepa grande,<br />

que brota temprano.<br />

Sarmientos pocos, postrados, largos, algo<br />

delgados, redondos, pardos tintados de rojo,<br />

con vetas claras pardas, blandos; rebusco poco;<br />

nietos pocos y cortos.<br />

Hojas medianas, enteras ó casi enteras, algo<br />

lustrosas en la parte superior, casi lampiñas<br />

en la inferior, algo cóncavas; caen tarde.<br />

Racimos muchos, grandes, casi cilindricos,<br />

algo apretados; agracejo poco; pezoncillos muy<br />

verrugosos; pedúnculo tierno. Uvas de mediano<br />

tamaño, obtusas, superficie igual, con listas<br />

negro gris, que corren desde el ápice hasta la<br />

base, ensanchando al centro y volviendo á estrechar,<br />

y que se borran si se limpian de la<br />

pucina ó polvillo; son duras, de sabor áspero,<br />

mezclado de acidez agradable.<br />

Hay tres especies de esta clase de uvas: la<br />

anteriormente descrita, que se denomina en.


AMP — 248 — AMP<br />

general Melonera y Rayada de Granada; ésta<br />

es la que tiene rayas; nosotros la cultivamos<br />

en cepa y en parra; con este fin cubren mucho,<br />

y sus tardías uvas, que son resistentes á las<br />

lluvias, son agradables y de mucho adorno.<br />

En cepa lleva poco fruto, y no así en parrales.<br />

La variedad blanca y la roja no tienen rayas,<br />

y se distingue por el color del fruto y<br />

con muy corta diferencia de la anterior.<br />

Se denominan A graceras porque su jugo en<br />

estado de perfecta madurez es ácido, y además:<br />

Blanquecina.<br />

Agracera de Soto.<br />

Melonera.<br />

Rayada-<br />

Agracera de Moguer.<br />

Sección XII.—Especie Ferrares (Pergulanw<br />

de Columela).—Caracteres generales de la<br />

especie: Cepa muy gruesa; brota tarde.<br />

Sarmientos pocos, algo cortos, gruesos, rollizos,<br />

pardo rojizos claro en la variedad negra,<br />

y blanquecinos en la blanca; canutos medianos<br />

; nudos gruesos lo tinto, más pequeños<br />

lo blanco, con bastante médula y rebusco.<br />

Yemas más chicas lo blanco.<br />

Hojas medianas, algunas veces pequeñas,<br />

irregulares, algo lobadas; senos agudos, poco<br />

profundos ; lisas en la parte superior; amarillentas<br />

en lo blanco, con manchas rojas en lo<br />

negro; verde obscuro antes de maduras.<br />

Pacimos grandes, irregulares, compuestos,<br />

claros en la cepa, algo apretados, en las parras<br />

más espesos; agracejo mucho; algo de uva<br />

menuda ; pedúnculo verrugoso, verde amarillento.<br />

Uvas grandes, de 22 milímetros de<br />

largo y casi igual de grueso, irregulares ó desiguales,<br />

obtusas, muy carnosas, sabor agridulce,<br />

tardías; mosto de pocos grados.<br />

Las variedades de esta especie sólo se aplican<br />

para emparrados, y el fruto para verdeo<br />

ó fruta.<br />

Las tres variedades aparecen con sólo la<br />

diferencia indicada por sus caracteres entre<br />

tinta y blanca, y como es natural, el color del<br />

fruto. La roja lleva los racimos más apretados;<br />

las uvas son más pequeñas y se pudren pronto.<br />

Las variedades llevan los nombres:<br />

Ferrar común en la provincia de Cádiz y<br />

Huelva; es la variedad roja.<br />

Ferrar blanco en la provincia de Cádiz y<br />

Huelva; es la variedad roja.<br />

Corona de Rey en la provincia de Cádiz y<br />

Huelva; es la variedad roja.<br />

Fetubí loco, uvas negruzcas, en la provincia<br />

de Cádiz.<br />

Cascábelona en Granada.<br />

Ojo de buey en Baza.<br />

Gordal en Lorca.<br />

De Lorca en Vélez.<br />

Ocal en Jaén y Córdoba.<br />

Bocal en Madrid.<br />

Colona negra en Motril, Jerez, etc.<br />

Corclvuna en Motril, Jerez, etc.<br />

_ Zucarí negra ó roja, Moravia, en las provincias<br />

de Granada, Valencia y Madrid.<br />

Zucarí roja, Moravia, en las provincias de<br />

Granada, Valencia y Madrid.<br />

Mechín en Murcia.<br />

Melcocha, uvas doradas, casi tan grandes<br />

como el Ferrar común, sumamente dulces.<br />

Cultivamos en parra la especie tinta, cuyas<br />

uvas son de gusto muy agradable, pero que es<br />

tan poco esquilmeña que, sin embargo de cubrir<br />

el emparrado, pocas veces lleva racimos<br />

regulares; es de ordinario carpones ó rebusco<br />

lo que produce.<br />

Sección XIII. — Especie Tetas de vaca<br />

(Bumasti de Columela).— Caracteres generales<br />

de la especie: Cepas muy grandes, gruesas;<br />

corteza adherente.<br />

Sarmientos tendidos, muy largos, gruesos,<br />

amarillos, rojos ó pardo claro, blandos; nietos<br />

pocos; canutos largos; poco rebusco; en la<br />

variedad negra son delgados y más subidos de<br />

color; en la roja, rojo pardo subido.<br />

Hojas medianas las superiores, las inferiores<br />

grandes, casi enteras y á veces lobadas, con<br />

senos agudos y algo redondeado en el del pedúnculo,<br />

lisas, de color verde amarillento en<br />

la parte superior, casi lampiñas en la inferior,<br />

en la variedad negra casi orbiculares y enteras;<br />

seno de la base algo ensanchado, con<br />

manchas rojas; en la roja cubiertas en la parte<br />

inferior de vello muy corto, con cinco lóbulos<br />

algo cortados en la blanca, y más ó menos indicados<br />

en las otras; dentadas, largas. Pedúnculo<br />

lampiño, de color rojizo, que se extiende á<br />

varios nervios, en ángulo recto con la hoja.<br />

Pacimos pocos en las especies blanca y roja,<br />

muchos en la negra, compuestos ó sencillos,<br />

cilindricos en este caso; gajos cortos; poco<br />

agracejo; pedúnculo mediano, á veces largo,<br />

algo tierno; uvas de forma irregular, pero de<br />

ordinario de punta roma, como truncada, convexa<br />

en su mitad hacia la base; pezón hundido;<br />

son duras de desprenderse de él; color<br />

rojo muy claro en unas, negro en otras, dorado<br />

en las blancas, sin pincel, carnosas; sabor<br />

dulce agradable; crugientes.<br />

Son variedades aplicables para emparrados<br />

y cepas destinadas para el verdeo ó fruta.<br />

Las variedades de esta especie varían por<br />

el color del fruto, si bien Clemente hizo un<br />

aumento con algunas subvariedades, y aumentó<br />

el número, en nuestro juicio, sin razón<br />

, pues sabemos que la uva blanca ordinariamente<br />

es verdosa ó dorada, según el sueloy<br />

clima; que la roja aumenta de color si se<br />

cultiva en cepa y se compara con la de emparrados,<br />

etc., etc.<br />

Leonada en Madrid.<br />

Quebranta tinajas en las provincias de<br />

Cádiz y Huelva.<br />

Corazón de cabrito en Córdoba, Granada<br />

y Madrid.<br />

Teta de vaca en Valencia y Rioja, etc.<br />

Uva de Malta, de Valcárcel y Vao.<br />

Leonada negra, Madrid.<br />

Teta de vaca negra.<br />

Santa Paula, de Granada, Córdoba, Lucena.


AMP — 249 — AMP<br />

Teta de vaca Manca en Málaga, Madrid,<br />

Jaén, etc., etc.<br />

Dedos de doncella en Marruecos.<br />

Uva de África.<br />

Casco de tinaja en Motril.<br />

Sección XIV.—Especie Cabrieles (Oleagince<br />

de Columela).—Caracteres generales de<br />

la especie: Cepa delgada; brota temprano.<br />

Sarmientos pocos, tendidos, delgados, largos,<br />

de color rojizo en la parte inferior y<br />

blanquizco en la superior; rojo vivo, blandos;<br />

poco rebusco; canutos regulares.<br />

Hojas enteras ó casi enteras; pequeñas en<br />

la especie negra, algo más grandes en la blanca<br />

y roja, sobre todo en la parte inferior; casi<br />

lampiñas en la parte inferior; cóncavas al madurar;<br />

color verde claro, con nervuras muy<br />

marcadas, con manchas amarillentas; lóbulos<br />

bien marcados, y en la negra casi que entran<br />

á un tercio del limbo; pedúnculo rojo en la<br />

especie negra, que sigue al principio de los<br />

nervios; pardo claro en la blanca; en ángulo<br />

agudo con las hojas.<br />

Racimos regulares, apretados en la especie<br />

roja, claros en las otras, según cuaja la flor,<br />

sin agracejo; pecíolo duro, correoso, verde;<br />

uvas grandes, oblongas ó aovadas, superficie<br />

igual, duras, carnosas, tardías; hollejo grueso.<br />

En España estas especies sólo sirven para<br />

uva de fruta tardía, que lo son mucho.<br />

Los nombres con que se conocen en general<br />

son:<br />

Torralbo.<br />

Teta de negra.<br />

Torralbo negro.<br />

Cuello de dama en Cataluña.<br />

Jetubí.<br />

Ataubí.<br />

Uva de Ragol.<br />

Palop áspero, de Vao.<br />

Canon tardío en Valencia.<br />

Moravita en Jerez.<br />

Faldona en Motril.<br />

Moravia en Madrid.<br />

Arrobal en la provincia de Cádiz y Málaga.<br />

Sección XV.—Especie Datilera (Dactylique<br />

de Columela).—Caracteres generales de la<br />

especie: Cepa delgada; brota en tiempo ordinario.<br />

Sarmientos muchos, largos, rollizos, lampiños,<br />

muy blandos, de color blanco rojizo,<br />

en la especie blanca pocos, y erguidos en la<br />

subespecie, blandos; poco rebusco; canutos<br />

medianos; zarcillos opuestos á las hojas, ramosos.<br />

Hojas amarillas, con senos profundos; en<br />

otras casi enteras ó lobadas, y senos ensanchados;<br />

algo lustrosas; dientes largos, de color<br />

verde amarillento, con pintas rojas. Pedúnculo<br />

color rojo, que se extiende á la base de los<br />

nervios, abultados.<br />

Racimos bastantes, alguna vez muchos,<br />

largos, recompuestos en la parte superior y<br />

compuestos en la inferior; gajos muy largos;<br />

uva menuda, poca ó mucha según la cuaja;<br />

pedúnculo largo, con algunas verrugas. Uvas<br />

grandes, adelgazadas por la punta, algo<br />

convexas de un lado y cóncavas del otro,<br />

doradas unas veces, otras verdosas, traslucientes,<br />

carnosas, tempranas; se pudren pronto<br />

si se las deja tarde en la planta; son dulces.<br />

Estas variedades se emplean en la fabricación<br />

de pasas por el tamaño de sus uvas y lo<br />

temprano que maduran.<br />

Las diferencias entre las especies, por el<br />

color de las uvas en lo que difieren.<br />

Los diversos nombres con que se conocen:<br />

Casta de Ragol, Alpujarras.<br />

Datilillos, uvas rojas.<br />

Teta de vaca negra, provincia de Cádiz.<br />

Teta de negra, Granada, Motril, etc.<br />

Botón de gallo, Huelva.<br />

Teta de vaca, del Vao.<br />

Uva de Lo ja en Málaga, etc.<br />

A Imuñécar.<br />

Pasa de A Imuñécar.<br />

Largo de Málaga.<br />

Uva de pasa.<br />

Palot en Valencia.<br />

Verdejo en Trebujena.<br />

Sección X VI.—Especie Moscateles (Apianm<br />

de Columela).-—Caracteres generales de<br />

la especie: Cepa delgada; brota temprano.<br />

Sarmientos muchos, tendidos, desiguales<br />

en su longitud, delgados, rollizos, lampiños,<br />

color pardo rojizo algo subido, blandos en las<br />

especies blanca y roja ó morada; canutos largos;<br />

rebusco; zarcillos opuestos, ramosos.<br />

Hojas pequeñas, irregulares, casi enteras ó<br />

enteras; seno de la base agudo; lustrosas, rojas<br />

en los bordes al brotar, verde amarillento en<br />

la parte superior, muy poco vellosas en la<br />

inferior; dientes cortos; pedúnculo liso, color<br />

rojo subido, ordinariamente en ángulo agudo<br />

con la hoja.<br />

Racimos pocos, no muy grandes en la variedad<br />

de moscatel menudo, regulares y á veces<br />

largos en el moscatel gordo; apretados<br />

aquéllos, y sueltos éstos y compuestos, con<br />

agracejo o uvas pequeñas según la cuaja; pezón<br />

leñoso. Uvas pequeñas ó grandes, según<br />

la especie, casi iguales, muy obtusas, superficie<br />

igual, duras, carnosas; se pudren pronto;<br />

sabor y olor almizclado, dulce, empalagoso;<br />

tempranas.<br />

Conocido es de la generalidad los buenos<br />

vinos que dan las uvas moscateles, y cuánta<br />

utilidad rinden cuando, por tener el mercado<br />

cerca, se venden para fruta.<br />

Los diferentes nombres con que se conocen:<br />

Moscatel menudo blanco, Sevilla, Huelva,<br />

Madrid, etc.<br />

Moscatel morisco, Málaga.<br />

Moscatel común, Ocaña, Madrid.<br />

Moscatel castellano.<br />

Moscatel gordo blanco, provincias de Cádiz,<br />

Málaga, Madrid, etc.<br />

Moscatel romano.<br />

Moscatelón.<br />

Moscatel flamenco. La Leña, Málaga, Madrid.<br />

Moscatel gorrón, Málaga.


AMP — 250 — AMP<br />

Moscatel morado ó rojo.<br />

Moscatel menudo morado, Cádiz, Granada,<br />

Málaga, Madrid, Ciudad Real, etc.<br />

Moscatel gordo morado, Sanlúcar, Motril,<br />

Madrid, etc.<br />

Moscatelón encarnado, de Rozier, etc.<br />

Sección X VII.—Especie Ciuti (Oran Chasselasj<br />

(V. Alemania, sección X).—Caracteres<br />

generales de la especie-. Cepa mediana; brota<br />

en tiempo ordinario.<br />

Sarmientos mucbos, largos, delgados, rollizos,<br />

pardo rojizos; canutos cortos; rebusco<br />

mucho; broncos; nietos pocos.<br />

Hojas medianas, casi orbiculares, casi enteras,<br />

lustrosas en la parte superior, casi lampiñas<br />

en la inferior, poco vellosas; dientes<br />

medianos. Pedúnculo lampiño, color rojo claro<br />

, en ángulo casi recto con la hoja.<br />

Racimos muchos ó bastantes, muy grandes,<br />

sin agracejo; pezón corto, correoso; uvas<br />

de 16 milímetros de largo y 14 de grueso, casi<br />

iguales, adelgazadas hacia la punta, obtusas,<br />

superficie igual, translucientes; se desprenden<br />

fácilmente del pezón; crugientes, muy carnosas,<br />

de sabor dulce remiso, algo áspero y ácido,<br />

algo tardías; venas manifiestas; hollejo<br />

grueso.<br />

Esta variedad, que en las parras apenas se<br />

dora, en cepas se mancha con un dorado sucio<br />

por el lado que baña el sol.<br />

Los racimos suelen desarrollarse en formas<br />

3' tamaño extraordinario; Clemente dice que<br />

en Lanjarón (Granada) llegan hasta pesar 18<br />

libras en los parrales; nosotros en cepa los<br />

hemos conseguido de 4 nada más.<br />

Esta especie de cepa es sin duda la denominada<br />

de Ohanes, mejorada por el cuidadoso<br />

cultivo, que en el pueblo que le ha dado<br />

su nombre (provincia de Almería) ha establecido<br />

una riqueza importante, embarcando<br />

las uvas para distintos puntos. La cultivan<br />

en parrales bajos, y aprovechando la cualidad<br />

de ser tardía y buena conservación, pues ninguna<br />

dura tanto, la embarcan para Francia é<br />

Inglaterra, y se trae á Madrid en Diciembre,<br />

acabada de cortar de las parras. Nosotros las<br />

conservamos en las cepas hasta Noviembre, y<br />

en el clavo hasta Abril ó Ma3'0.<br />

Los nombres con que se conoce esta especie:<br />

Ciuti, Granada.<br />

Cedoti, Ciuti, Motril y Lanjarón.<br />

Vcdenci, Valcárcel.<br />

Palop ó Polop dulce en Valencia.<br />

Lanjarón, La Leña.<br />

Guadalupe en Madrid.<br />

Casta de Ohanes en Ohanes.<br />

Uva blanca en Ohanes y Ujijar.<br />

Uva de Jijona, Chelvana.<br />

Ataubi, uva de liagol (pueblo de la provincia<br />

de Almería).<br />

Sección X VIII.—Especie tinto (Moreoticae<br />

de Columela). — Caracteres generales de la especie:<br />

Cepa gruesa; brota algo tarde, según la<br />

situación que ocupa; nosotros la tenemos en<br />

sitio que adelanta en brotar en general y en<br />

madurar dos meses, pues en 15 de Agosto<br />

hay uvas maduras y en general hasta primeros<br />

de Octubre no están.<br />

Sarmientos medianos, erguidos, largos ó<br />

cortos, según la fertilidad del suelo, gruesos<br />

en cepas jóvenes y buena tierra; canutos regulares;<br />

rebusco poco ó mucho, según la<br />

poda; nietos pocos; yemas cónicas, borrosas<br />

en la punta.<br />

Hojas más ó menos grandes, según la situación<br />

de la planta; dentado desigual, casi<br />

enteras algunas, lo general con cinco lóbulos<br />

acorazonados que entran á dos tercios de la<br />

hoja; verde obscuro en la parte superior;<br />

borra adhérente en la inferior, tintada de<br />

rojo hasta las nervuras cuando la uva madura<br />

, y toda al caer, que lo verifica temprano;<br />

pedúnculo de regular longitud, rojo, verdoso<br />

junto la hoja hasta que madura.<br />

Racimos regulares, cilindricos, compuestos<br />

ordinariamente en la parte superior, apretados,<br />

con algún agracejo. Uvas de mediano tamaño,<br />

redondas, dulces cuando están maduras<br />

en terreno de secano, con caldo muy tinto;<br />

ásperas y con poco dulce, desabridas en terrenos<br />

húmedos, de riego, etc., en cuya situación<br />

es mucho menos tinto el mosto.<br />

La uva tinta es muy cultivada en lo general<br />

de España para el vino tinto, que es de lo<br />

mejor de Europa. Pero esa especie de tinto<br />

están confundidos con ese nombre varias especies<br />

de cepa; el tinto de Valdepeñas, que es el<br />

que se cultiva en general, no es el tinto garnacha<br />

ó garnacha tinto, no es el Rome negro<br />

de Motril; pero siendo exactos los retratos<br />

que dio Clemente del racimo, hojas y sarmientos,<br />

al de Stoltz que denomina Morcóte ó<br />

Pinot (V. Alemania, sección IV), hay fundamento<br />

para decir sea el mismo.<br />

En nuestro juicio, la tintilla, el tinto y el<br />

Romé tinto de Rojas Clemente es una sola<br />

especie, y las diferencias que hace notar no<br />

son otra cosa que sutilezas de observador minucioso<br />

que facilitan las cepas según las condiciones<br />

en que se examinan para compararlas.<br />

El Trovad, negro de Lérida es la especie<br />

tinto á que venimos haciendo referencia.<br />

Sección XIX.—Existen en España, multitud<br />

de nombres de vides que no son otra<br />

cosa que lo que por doquier sucede en este<br />

asunto. Un viticultor recibe plantas de la<br />

cepa tinta que hemos descrito, y la denomina<br />

tinto de Valdepeñas; éste le da á otro, y la<br />

dice tinto de Morata, etc.<br />

Especie garnacha.—Tiene tres variedades<br />

muy generalizadas en España y Francia. La<br />

tinta, que presta mucho color al vino; la roja<br />

que le da poco, 3^ la blanca que en Aragón las<br />

llaman á la blanca Viuna, á la Corsa y á la<br />

tinta sólo garnacha; Tinto aragonés en Madrid;<br />

Roussillon, Alicante, etc., en Francia.<br />

Los vinos que producen son de buena calidad.<br />

FRANCIA.—Sección I.—Además de' lo que<br />

hemos visto y examinado en varios distritos<br />

vitícolas, de la Francia, bien puede decirse


AMP — 251 — AMP<br />

que es el país en que más se ha escrito y escribe<br />

sobre la vid y vinificación. De la vid tenemos<br />

á la vista la Ampelografía del Conde<br />

d'Odart; la Topografía de todos los viñedos<br />

conocidos, por Jullien; la Ampelografía francesa,<br />

por V. Eandu, con 70 láminas iluminadas;<br />

La Vigne dans le Bordalais, por Lafitte.<br />

La Francia cultiva, puede decirse, todas las<br />

variedades de vid que se cultivan en Europa,<br />

y principalmente las mejores de España, porque<br />

la industria de los vinos de pasto en ningún<br />

país ha hecho los progresos que entre<br />

los franceses. Los vinos de Burdeos son una<br />

especialidad (véase BurdeosJ, que por más<br />

que se ha hecho antes y ahora, no se ha<br />

conseguido otra cosa que poner nombres sin<br />

consecuencias para los verdaderos vinos bordeleses.<br />

Al tratar de Alemania y España, é indicar<br />

la sinonimia de algunas especies de vid, hemos<br />

visto que hay muchos nombres franceses;<br />

esto nos hace aquí referir los de aquellas localidades<br />

que por la importancia de sus vinos<br />

dan valor á sus plantíos.<br />

Especie Cabemet ó Vidure (Biturica de<br />

Columela).—Tronco delgado, flexible y derecho.<br />

Sarmientos erguidos, duros, redondos, lucientes,<br />

color marrón al principio y después<br />

al madurar casi rojo; nudos medianamente<br />

gruesos; canutos medianos; poca médula; yemas<br />

cónicas, blancuzcas.<br />

Hojas de color de rosa al desarrollarse, delgadas,<br />

verde obscuro después, con cinco lóbulos<br />

profundos y el pedúnculo mayor que<br />

los otros, dentadas, con dientes largos y obtusos;<br />

lóbulos sobrepuestos; nervuras bien marcadas,<br />

poco borrosas; pedúnculo cilindrico,<br />

delgado y de color rojizo.<br />

Racimos de mediano tamaño, recogido,<br />

cilindrico cónico; uvas medianas, redondas;<br />

piel gruesa y dura, crugiente, negro violeta,<br />

recubiertas de un polvillo abundante que algunas<br />

veces le da reflejo blancuzco; jugo espeso,<br />

viscoso; sabor dulce, franco, enérgico,<br />

agradable; pedúnculos largos, pardo rojos;<br />

pezones más claros. La uva resiste el calor y<br />

la sequedad, y no se altera después de madura<br />

por las lluvias tardías; la flor se corre muy<br />

pocas veces.<br />

Las yemas inferiores del sarmiento son las<br />

fructíferas.<br />

Produce vino tinto de color brillante, pero<br />

poco obscuro, fino, delicado, pastoso, suave,<br />

con aroma pronunciado, pronto potable y de<br />

mediana duración.<br />

Esta especie es la que domina en los terrenos<br />

gravelosos del Medoc y de Burdeos, no<br />

sólo con el indicado nombre, sino con otros<br />

también, con los Vidure, Bretón.<br />

En otros sitios se denomina también:<br />

Petit Cabemet ó Cabernet-Sauvignon.<br />

Gros Cabemet ó Garmenet.<br />

Petit Vidure.<br />

Gros Vidure.<br />

Petit Cabernet-Sauvignon.<br />

Gros Cabernet-Sauvignon.<br />

Plant Bretón.<br />

Veronais.<br />

Veron.<br />

Bouchet.<br />

Negrillon.<br />

Craput.<br />

Petit-Per.<br />

Creemos que esta especie es la Negral, de<br />

que existen algunas plantas en Morata de<br />

Tajuña y otros pagos del distrito de Chinchón.<br />

El vino que hemos hecho de las plantas<br />

que poseemos reúne las cualidades indicadas,<br />

y hemos observado que el color lo conserva<br />

mejor que tinto de Valdepeñas, del que aquí<br />

se hace el vino tinto.<br />

Sección II.—Especie Malbech.—Descripción<br />

general de la especie-. Tronco grande,<br />

fuerte.<br />

Sarmientos erguidos, firmes; resisten al<br />

viento cuando están tiernos; de color gris al<br />

principio, después pardo claro; nudos abultados,<br />

salientes; canutos bastante cortos; yemas<br />

negruzcas.<br />

Hojas en su primer desarrollo blancuzcas,<br />

y en los bordes pintadas ligeramente de color<br />

rosado, arrugadas, verdes pálido, casi redondas,<br />

trilobadas, y terminadas en puntas<br />

obtusas; dentado desigual y poco profundo.<br />

El escote del pedúnculo regular, acorazonado;<br />

nervuras salientes por debajo y de color<br />

rojizo, borrosas por bajo; pedúnculo fuerte,<br />

largo, cilindrico y más ó menos rojizo.<br />

Racimos grandes, largos, ramosos , ó compuestos<br />

en la parte superior, poco apretados;<br />

uvas ovaladas; película tierna; blandas, color<br />

negro violeta; flor pronunciada; jugo dulce,<br />

agradable, desprovisto de ningún sabor sobresaliente;<br />

pedúnculo redondo, largo, fuerte,<br />

rojizo; pezoncillos rojo vivo en tiempo de la<br />

madurez.<br />

Esta especie es muy propensa á correrse la<br />

flor y podrirse la uva con la humedad de las<br />

lluvias tempranas.<br />

El vino que produce tiene buen color tinto<br />

, sabor delicado perfumado, un poco flojo,<br />

de difícil conservación; es pronto potable, pero<br />

dura poco.<br />

Lleva el fruto en las yemas bajas.<br />

El nombre de Malbech procede del apellido<br />

de un médico que hubo en el siglo pasado<br />

en Burdeos, que la importó en la localidad<br />

procedente de Cahors, en cuyo punto es la<br />

principal que se cultiva con el nombre de<br />

Auxerrois.<br />

Se conoce con diferentes nombres en<br />

Francia:<br />

Malbech<br />

Auxerrois.<br />

Quercy.<br />

Estrangey (extranjera).<br />

Cepage des Cotes.<br />

Agreste.<br />

Pied rouge.<br />

Cote rouge, Plant rouge.<br />

Boucharés, Bourgignon noir.


AMP — 252 AMP<br />

Gourdoux.<br />

Petit Boucharés-<br />

Gruckinet, Grosse serine.<br />

Doux-Same.<br />

Co, Moza.<br />

Balouzat ó Mourene.<br />

Etranger gros, Etranger petit.<br />

Puneyral du Lot..<br />

Moussin, Negre Precliac.<br />

Prolongeau.<br />

Moussac, Moza.<br />

Romieu, Plant-de-?vi.<br />

Saumansigne.<br />

Guillan, Damas.<br />

Teinlurier.<br />

Moustere.<br />

Negredou.<br />

Sección III.—Especie Verdot (Oepage des<br />

Palus).—Caracteres generales de la especie:<br />

Tronco grande en buena tierra; dura bastante.<br />

Sarmientos gruesos, largos, y en dirección<br />

horizontal; nudos gruesos, muy marcados;<br />

canutos bastante cortos, en particular en la<br />

parte baja; corteza con rayas paralelas ó estrías<br />

salientes, rojo obscuro sobre fondo gris;<br />

médula muy marcada; yemas pardas; zarcillos<br />

numerosos.<br />

Hojas trilobadas, poco salientes, grandes y<br />

puntiagudas, separadas por un escote estrecho<br />

y poco profundo, dentadas ligeramente<br />

y desigual; el punto de inserción del pedúnculo<br />

escotado hasta el tercio de la longitud de<br />

la hoja; cerrado en la base por el cruzamiento<br />

de los lóbulos, que dan la forma acorazonada;<br />

color verde claro; nervuras salientes, por debajo<br />

con borras abundantes blanco leñoso;<br />

pecíolo largo, arqueado, rojizo.<br />

Racimos cilindricos, poco apretados; uvas<br />

relativamente pequeñas, redondas; piel dura,<br />

muy negra; granillos grandes; pedúnculo largo<br />

, verde y pezoncillos rosa.<br />

Cepa muy productiva en terrenos fértiles,<br />

en los que debe quitársele los brotes adventicios<br />

, si no se esteriliza, y gobernarla con poda<br />

larga. En terreno mediano produce poco.<br />

Produce vino cerrado y agradable; rico y<br />

brillante color; aroma pronunciado; bouquet<br />

que recuerda la violeta; tarda mucho en adquirir<br />

todas sus cualidades, y es apto para<br />

conservarlo mucho tiempo.<br />

Sección IV.— Especie Sauvignon (¿Pardillo?).—<br />

Caracteres generales de la especie: Las<br />

especies blancas de Graves (de suelos de grava),<br />

de Cotes (de laderas) y de Plateaux (de<br />

las llanuras). La primera, que da nombre á<br />

los vinos blancos des Graves, los produce la<br />

cepa denominada Sauvignon; esta especie de<br />

planta es en el Bordaíesado para los vinos<br />

blancos lo que el Cabernet para los tintos;<br />

es el fundamento de los plantíos que ofrecen<br />

los vinos más delicados y de justo renombre.<br />

Tronco grueso, fuerte.<br />

Sarmientos largos, delgados , gris amarillo,<br />

con manchas pardas; nudos poco distantes, que<br />

hacen torcerse y arrastrar ó postrarse; entre-<br />

nudos cortos; canal nudular pequeño; yemas<br />

blancas.<br />

flojas al principiar su desarrollo ligeramente<br />

de color rosado en los bordes, después verde<br />

obscuro, de tamaño medio, arrugadas, trilobadas,<br />

puntiagudas, con una separación<br />

poco profunda, dentadas; escote del pecíolo<br />

de la cuarta parte del largo de la hoja, redondeada<br />

en la parte de inserción; borras<br />

abundantes en la parte inferior, blancuzca;<br />

nervios salientes; pecíolo largo, delgado y de<br />

color violado.<br />

Racimos pequeños, bien apretados; uvas<br />

oblongas, pequeñas, apiñadas, color ámbar,<br />

con puntos negros; pepitas pequeñas; sabor<br />

dulce agradable, aromático; pedúnculo muy<br />

corto, que hace que las uvas casi toquen al<br />

sarmiento y hagan difícil cortar el racimo;<br />

pezones muy cortos.<br />

Esta especie aborta la flor con frecuencia,<br />

y se pudre la uva fácilmente.<br />

Produce vino limpio, fino, delicado, color<br />

de ámbar, espirituoso; llega á todas sus cualidades<br />

á los cinco años.<br />

La cepa debe podarse largo, sobre tres<br />

yemas.<br />

Se conoce la planta con los nombres:<br />

Sauvignon gris.<br />

Sauvignon blanco.<br />

Sauvignon jaune.<br />

Sauvignon vert (1).<br />

Punechou.<br />

Lurin.<br />

Fie.<br />

Blanc fumé.<br />

Servoyen.<br />

Servonier.<br />

Savagnin.<br />

Se supone esta especie el Gentil aromatique<br />

de los alemanes, en cuyo caso, y nos inclinamos<br />

á afirmarlo, es el Argitis de Columela y<br />

Pardillo ó Albulo pardo español.<br />

Sección V.—Especie Semillion (Cepa des<br />

Gates).— Caracteres generales de la especie:<br />

Tronco grande, grueso.<br />

Sarmientos de gran desarrollo, ligeramente<br />

aplastados, broncos; corteza rojiza, con mucha<br />

médula; zarcillos largos, fuertes y gruesos;<br />

yemas abultadas.<br />

Hojas que á su desarrollo tienen de color<br />

rosa los bordes, después verde pálido, trilobadas<br />

profundamente, grandes y gruesas,<br />

superficie arrugada, poco vellosas; pecíolo<br />

largo, gordo y duro.<br />

Racimos grandes, bien compuestos, ramosos,<br />

caídos; uvas gordas, abundantes, redondas,<br />

amarillo pálido ó doradas; granulas gordas;<br />

sabor dulce agradable, algo aromáticas;<br />

pedúnculo largo y grueso; pezones largos;<br />

tardías.<br />

Cepa poco sujeta al aborto de la flor en general<br />

ó correrse; más expuesta á podrir que<br />

la Sauvignon. Se debe podar á dos yemas, y<br />

(1) Loa diferentes colores de la uva proceden de<br />

la situación en que la cepa esta plantada.


AMP — 253 — AMP<br />

una cepa lleva más que cinco de la anterior.<br />

Produce vino licoroso, agradable, suave,<br />

aromático; adquiere todas sus cualidades á los<br />

cuatro ó cinco años; se conserva mucho tiempo<br />

, y adquiere un color amarillo que se aumenta<br />

con el tiempo.<br />

Hay Sémillion Mane y Sémillion roux<br />

(blanco y rojo). El blanco tiene más pulpa;<br />

el rojo da más caldo. Además de estos nombres<br />

, se les da los nombres de Sémillion mol,<br />

Sémillion crucillant.<br />

Sección VI.—Especie Enrageat (Cepa<br />

des hauíes plaines) ¿Jaén Manco? — Caracteres<br />

generales de la especie: Tronco grande,<br />

recto.<br />

Sarmientos cortos, gruesos; nudos gruesos,<br />

salientes; entrenudos relativamente cortos;<br />

corteza gris rojiza; zarcillos fuertes, con mucha<br />

médula; yemas grandes,y algunas veces<br />

sobre la que le sigue ó reemplaza.<br />

Hojas oblongas, sin lóbulos regulares, pero<br />

con tres puntas principales desiguales, y dentadas<br />

poco profundamente. Seno de la base<br />

del tamaño de la cuarta parte de la altura de<br />

la hoja; éstas grandes, gruesas, verde obscuro,<br />

pintadas de rojo sobre los bordes; nervuras<br />

muy gruesas por ambas faces; la inferior muy<br />

borrosa; pecíolo fuerte y corto.<br />

Eacimos grandes, apretados, cilindricos,<br />

mayores en el centro; uvas de buen tamaño,<br />

redondas; película fina; color verde blanco;<br />

jugo poco azucarado, casi ácido; pedúnculos<br />

fuertes, cortos.<br />

Cepa que exige poda corta; maduración<br />

tardía. Suele correrse la flor, y se pudre la<br />

uva con las lluvias tempranas con facilidad.<br />

Si los hielos de primavera dañan las primeras<br />

yemas, brotan los embriones de las otras.<br />

El vino que produce cuando madura bien<br />

la uva tiene el color brillante, blanco, algo<br />

aromático, pero de sabor lacio. La excelencia<br />

de su caldo es para la fabricación de aguardiente.<br />

Sus vinos son difíciles de conservar.<br />

Esta especie se aprecia en extremo, no por<br />

la distinción de su producto en vino, sino por<br />

el aguardiente, y principalmente por lo poco<br />

exigente en las condiciones del suelo, abundante<br />

producción de uva, que compensa la<br />

inferioridad de su vino, obteniendo en cantidad<br />

lo que pierde en calidad como vino, siendo<br />

superior á las otras por la de los aguardientes<br />

, para lo que no tiene rival, y donde<br />

no sean superiores la cepa Enrageat existe en<br />

gran escala.<br />

Los diferentes nombres con que se conoce<br />

son:<br />

Enrageat.<br />

Petit mielleux.<br />

Folie Manche, Folie jaune.<br />

Piquepoul, Piqvjepout.<br />

Piquepouille.<br />

Grais.<br />

Rebauche.<br />

Bouillon.<br />

Plant de dame.<br />

£ lanche.<br />

Enrageade.<br />

Granel plant de da,me.<br />

Plant de madone.<br />

Plant de madame.<br />

Sale, Chalos.<br />

En las cepas descritas se comprenden las<br />

principales que forman los plantíos de Burdeos<br />

y sus inmediaciones. Los vinos de Burdeos<br />

se componen de mezclas de los mostos<br />

de esas especies de vid, en proporciones según<br />

su objeto.<br />

A ellas se añaden otras cinco especies, entre<br />

las que la principal es la Merlot, por causa de<br />

la suavidad que. su mosto presta al vino; la<br />

Mauchi asegura á la cantidad, sin alterar la<br />

calidad fundamental; la Tarney coidant y la<br />

Teinturier que ejercen su acción sobre la calidad<br />

del vino, y en fin, la Sirrha, que da al<br />

vino conservación y firmeza.<br />

Sección VII. —Especie Merlot. — Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos de<br />

mediano grueso, algo aplastados, fuertes, largos,<br />

de color rojizo; nudos aproximados y<br />

abultados.<br />

Hojas grandes, trilobadas, dentadas, puntiagudas,<br />

separadas por escotes profundos,<br />

aunque poco aparentes, verdes en la parte<br />

superior, algo borrosas en la inferior, rugosas.<br />

Eacimos largos, apiñados; pedúnculo largo,<br />

de color pardo; pezones rosa en su extremidad,<br />

compuestos; uvas redondas, algunas<br />

oblongas, negras, dulces, muy buenas de comer.<br />

Se Üaman Merlot porque los mirlos las<br />

buscan con avidez.<br />

Esta especie lleva los racimos en las primeras<br />

yemas del brote.<br />

La mezcla de su mosto, que es muy dulce,<br />

con el del Cabernet, asegura á los vinos más<br />

finura, delicadeza y disposición para adquirir<br />

todas sus buenas propiedades.<br />

La cepa "Merlot es temprana, y debe cuidarse<br />

mucho de su fruto, deshojando para evitar<br />

que se pudra, lo que ocurre con frecuencia.<br />

Sin embargo, para las mezclas es estimada<br />

en Burdeos.<br />

Sección VIII.—Especie Tarney coulant.—<br />

Caracteres generales de la especie: Tronco<br />

pequeño, tortuoso, delgado, que retoña en la<br />

madera vieja.<br />

Sarmientos largos, delgados, rojizos, rayados;<br />

nudos muy distantes, en particular en<br />

la parte superior; zarcillos abundantes.<br />

Hojas largas, verde claro, con escotes profundos<br />

en tres lóbulos, con manchas por la<br />

parte superior y borrosas por la inferior.<br />

Eacimos pequeños al salir de la yema, que<br />

después aumentan, y lleva uvas grandes,<br />

apretadas, redondas, muy negras; piel delgada,<br />

con granula pequeña y á veces ninguna;<br />

jugo muy azucarado y negro.<br />

Madura temprano y es propensa á podrirse<br />

la uva.<br />

Esta especie y la Maucin se creen una mis-,<br />

ma cosa.<br />

Sección IX.—Especie Teinturier (véase la<br />

sección XVIII, España).—Caracteres genera-


AMP — 254 — AMP<br />

les de la especie: En la sección XVIII de España<br />

hemos descrito los caracteres de esta<br />

especie, que por el color de su mosto, que se<br />

usa en general para darlo á los vinos tintos,<br />

está muy generalizado el cultivo de la cepa.<br />

En Francia se conoce con los nombres de:<br />

Mousat.<br />

Noirieau.<br />

Plant de Spagne.<br />

Plant de Tache.<br />

Odart dice que es la tinta Fransica del Alto<br />

Duero (Portugal); la tintilla de Rota; el tinto<br />

de Granada; el Romé de Motril, según Clemente;<br />

el Fceber del Rhin; el Noireau ó Teinturier<br />

de Orleans; Gros noirs femelle, y el<br />

Egiziano de Ñapóles.<br />

Jullien indica que el Teinturier, que en<br />

Blois da mal vino, en Cahors lo da excelente;<br />

y en efecto, lo hemos podido examinar, y la<br />

diferencia consiste en que los plantíos de uva<br />

tinta de Cahors están en terrenos guijarrosos<br />

y tierras ferruginosas colocadas en pendientes<br />

suaves, y los de Blois están 400 kilómetros<br />

más al Norte de Cahors, país más húmedo y<br />

frío, tierras pardas y planas.<br />

Esta planta recibe muy marcadas influencias<br />

del terreno y clima, como todas las especies<br />

de vid, pero ésta en particular, hasta el<br />

extremo que nosotros la cultivamos en tres<br />

condiciones de exposición y suelo distinto; en<br />

el situado al Mediodía madura en Agosto, y<br />

el color del mosto es cerrado, casi negro; en<br />

los llanos madura en Septiembre, y el color<br />

es más abierto, y en regadío madura en Octubre<br />

, y en años de lluvias es casi ojo de gallo;<br />

esto tiene lugar en el término de un pueblo,<br />

Morata de Tajuña, é igual se observa en los<br />

limítrofes.<br />

El uso que se hace en Burdeos del Teinturi<br />

er ya lo digimos al terminar la sección VI.<br />

Sección X.—Especie Sirlia ó Sirrah.—<br />

Los celebrados vinos del Hermitage, que en<br />

sus cuatro quintas partes se empleaban en las<br />

mezclas de los principales y de más nota de<br />

Burdeos, surgieron la idea de introducir las<br />

cepas que los producían, y ahora en este último<br />

punto se cultivan las cepas Sirrah con<br />

buen éxito, pues á decir de los bordaleses, se<br />

han aclimatado, sin perder ninguna de las buenas<br />

cualidades de los mostos.<br />

Los vinos que produce tienen un color vivo,<br />

natural y permanente, que de ordinario no<br />

ofrecen todas las uvas tintas, que prestan color<br />

aromático y agradable cuando está hecho;<br />

tiene suficiente fuerza para conservarse y envejecer;<br />

es muy estomacal, y se vende con<br />

mucho aprecio en toda Europa y Asia, bajo<br />

el nombre de vinos de las Hermitaje.<br />

La madera de los sarmientos en el invierno<br />

es de color gris sobre un fondo pardo; entrenudos<br />

largos; nudos abultados, color de violeta.<br />

Hojas grandes, borrosas por bajo. Racimos<br />

cilindricos, bien cubiertos de uvas negras,<br />

iguales, poco apiñadas, oblongas, que maduran<br />

bien.<br />

Hay dos variedades, ambas tintas: Pttit<br />

Sirah y Gros Sirah; ésta es menos estimada<br />

por ser menos productiva.<br />

SecciónXI.—Especie Massoutet (en la Rioja<br />

(España) Mazuelaj.—Hay dos especies: blanca<br />

y tinta; la tinta es la más estimada, no<br />

sólo en Burdeos, sino en la Borgoña y la<br />

Champaña, bajo el nombre de Massoutet. La<br />

misma cepa se denomina en Orleans Auveran<br />

franc; en Nuyts, Pine.au. Lo apiñado de sus<br />

uvas en los racimos le excluye de cultivarla;<br />

en sitios húmedos se pudre muchas veces antes<br />

de madurar.<br />

Sección XII.—Espxcie Pinot.—Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos delgados,<br />

largos, de grueso casi igual en su longitud,<br />

color pardo ó gris pardo.<br />

Hojas grandes, rugosas, por encima sin<br />

borra, ó lampiñas por la parte inferior, ó casi<br />

lampiñas; algunas veces con lóbulos, pero poco<br />

marcados por su escote; caen pronto.<br />

Racimos pequeños; uvas redondas, apretadas<br />

ó apiñadas las uvas, con algunas más pequeñas<br />

mezcladas que los hacen más apiñados.<br />

El vino tinto que produce la especie Pinot<br />

es de un color vivo bastante obscuro cuando<br />

no se mezcla el mosto con el de las especies<br />

tintas; no se desgrana la uva, sino que se hace<br />

cocer con el escobajo, pues en Borgoña los<br />

ensayos hechos de desgranar dieron tan malos<br />

resultados que se abandonó por completo ese<br />

método.<br />

El tipo de la tribu de los Pinots, entre los<br />

que hay de uva tinta, que es el descrito, rojas<br />

y blancas, se ha hecho una confusión incomprensible<br />

y multiplicado su nombre al infinito,<br />

lo cual indica lo multiplicado que está.<br />

Los nombres con que se conoce la especie<br />

tinta son, entre otros:<br />

Pinot ó Noirien (Cote d'Or).<br />

Franc Pinot (Yonne).<br />

Petit plant doré (Marne).<br />

Áuvenat noir (Haut Rhin, Loret et Cher).<br />

Orleans y también Plant Noble (Indre et<br />

Loire).<br />

Salvagnin noir (Jura y Cortaillod en<br />

Suiza).<br />

Schwartz Klewner (Alsace).<br />

Noir de Franconia, Noir de Versitch<br />

(Buda).<br />

Czerna, Oh'ugla, Ranea (Hungría).<br />

Esta especie, que es una de las principales,<br />

que se cultiva en la Borgoña, en Volnay,<br />

Coulanges, Chambertin, etc., no sólo se estima<br />

la especie tinta, sino la blanca también, con<br />

el nombre de Pineau tinto y Pineaa blanco.<br />

La especie Tresseau, que denominan Vero; la<br />

Roncam y la Gamnai, son la cepas de fondo<br />

de la Borgoña, si bien la Gamnai se sostiene<br />

porque produce mucho, aunque desde el<br />

tiempo de Carlos IX se tiene porque la calidad<br />

del mosto de la Gamnai perjudica la<br />

calidad de los celebrados vinos de Borgoña;<br />

también se cultivan las especies Samoreau, le<br />

Melier y la Gouais.<br />

La cepa denominada Pinot crepet se diferencia<br />

de la antes descrita en las hojas más


AMP — 255 — AMP<br />

grandes y racimos más voluminosos. Madura<br />

temprano. Pinot Mouret ó Teta de negra, de<br />

Clemente.<br />

Menú noir 6 Noir Menú (del Moselle), Petit<br />

noir (Cote d'Or et Meurthe), se han confundido<br />

con el tipo de los Pinot, muy extendido<br />

su cultivo en la Borgoña. La Pinot<br />

Rougin sólo se encuentra en las viñas de<br />

primera clase de Borgoña.<br />

Las especies rojas y blancas de la tribu de<br />

los Pinot no son en menor número que las<br />

tintas. Entre los varios nombres con que se<br />

conocen citaremos los más comunes:<br />

Pinot gris (Borgoña).<br />

Petit gris (Champaña).<br />

En fumé (Lorena).<br />

Malvoise, Auvernat gris (Indre et Loire).<br />

Gris Cordelier (Allier).<br />

Gris de Domot (Moselle).<br />

Malvoisien (Doubs).<br />

Ruhlander (Alemania).<br />

El vino que producen esas plantas es blanco,<br />

aromático, seco y de larga conservación cuando<br />

vegetan las cepas en terrenos calizos, de<br />

buenas condiciones para la vid. Nosotros<br />

tenemos vino de ella que se conoce con el<br />

nombre de Malvar ó Malvas, procedente de<br />

la cosecha de 1860, y que fué premiado en la<br />

Exposición de 1878 en Madrid, entre otros,<br />

con medalla de perfección. Los vinos blancos<br />

y tintos de Borgoña deben á las especies Pinot<br />

(Malvar tinto y Malvar blanco) sus buenas<br />

cualidades y renombre. Pero esas plantas<br />

en suelos húmedos y mal apropiados dan<br />

mostos de poco valor.<br />

Sección XIII.—Especie Gamais.— Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos lisos,<br />

rectos, color rojo, punteados de manchas<br />

negras; yemas gruesas, salientes; nudos regulares.<br />

Hojas palmeadas, algo borrosas por la parte<br />

inferior, lisas y verde amarillento por la<br />

superior, grandes, dentadas, poco lobadas;<br />

pecíolo fuerte, color violeta.<br />

Racimos numerosos, grandes, alados, cónicos,<br />

bien guarnecidos de uvas negras, ligeramente<br />

oblongas; pedúnculos y pezoncillos<br />

rojo violeta cuando está madura.<br />

Especie que resiste bien las heladas, y si los<br />

primeros tallos se pierden, retoña y lleva siempre<br />

una cosecha media. Es planta muy fértil<br />

en los primeros años, pero que pasados veinte<br />

años decrece el producto.<br />

El mosto produce un vino áspero, lacio,<br />

pero abundante y cerrado de color.<br />

Las cepas de esta especie son atacadas con<br />

la enfermedad de agostarse ó acedarse.<br />

La mejor aplicación es plantarla en terrenos<br />

llanos y fértiles.<br />

Existen especies tintas, rojas y blancas, y<br />

algunas variedades del tipo principal, todas<br />

conocidas con los nombres:<br />

Gamai noir ó Petit Gamai (Beaujolais).<br />

Petit Lionnese (Allier).<br />

• Lionnaise-de Fonchay ó Gamai Chatillon.<br />

Gamai Picard.<br />

Gros Gamai, Plant de Bery.<br />

Plant de Arcenat.<br />

Gamai de Malain (Borgoña).<br />

Plant de Malain (Haute Mame).<br />

Plant de la Dole.<br />

Gamai d'Orleans ó Lionnaise commune<br />

(Allier).<br />

Liverdum ó Erice noir y también Grosse<br />

Race (Moselle, etc.).<br />

Gamai de Liverdum.<br />

Gamai blanc ó Feulle Ronde (Jura).<br />

Melón du Jura (Jura).<br />

Lionnaise blanche (Allier).<br />

Barrólo (Piamonte).<br />

La posición, suelo y clima pueden influir é<br />

influyen en modificar el concepto de producir<br />

mucho fruto, y resultar vinos ásperos y de<br />

poco valor en las especies Gamai.<br />

Sección XIV.—Pudiéramos extender más<br />

la lista de los nombres de especies de cepas<br />

que se cultivan en Francia, y en esto no haríamos<br />

más que multiplicar denominación de un<br />

mismo nombre. Las especies garnacha tinta,<br />

roja y blanca; las moscateles, etc., etc., de<br />

que ya hemos tratado al hablar en otros sitios,<br />

resultarían aquí empleadas para vino y para<br />

fruto, como ya digimos hablando de España,<br />

etcétera. Para no prolongar más este artículo,<br />

ya largo, al final, en la Bibliografía, indicaremos<br />

los medios de inquirir más extensos<br />

detalles aquellos que lo deseen.<br />

ITALIA.—Cuando se estudia el laberinto de<br />

nombres que tienen las diferentes especies de<br />

vid que se cultivan, se viene en conocimiento<br />

de lo importante que es el estudio de un asunto<br />

trabajoso y poco remunerado, de lo que<br />

indudablemente procede la confusión. En Italia<br />

como en España, y en Francia como en<br />

Alemania, hay noticias de hombres que, llenos<br />

de abnegación, estudiaron la sinonimia de la<br />

vid y nos legaron trabajos importantes; pero<br />

que, bien examinados, una sinonimia de vid<br />

tal como se necesita no existe, ni existirá ínterin<br />

las naciones vinícolas, puestas de acuerdo<br />

, no establezcan oficialmente ese estudio y<br />

siguiese de unos á otros hasta completarlo,<br />

pues el esfuerzo individual no alcanza más<br />

que la vida de un hombre, y eso no satisface<br />

asunto tan complejo.<br />

Sección I.—Especie Trebbiano (Trebulanus<br />

de Plinio).—Caracteres de la especie: Sarmientos<br />

vigorosos que se desarrollan pronto.<br />

Hojas grandes, trilobadas, y algunas con<br />

cinco lóbulos y aun enteras, manchadas de<br />

puntos amarillos sobre toda su extensión; la<br />

parte inferior borrosa.<br />

Racimos largos antes de florecer, bifurcados;<br />

uvas redondas, blancas, según el sitio, co-<br />

• lor de rosa, poco apiñadas, poco productiva<br />

en los primeros años y abundante en formándose<br />

la planta.<br />

Esta especie ha dado nombre á una clase<br />

de vino de mucho crédito desde tiempo inmemorial<br />

por su larga conservación, finura,<br />

aroma y cualidades de higiene, que hoy como<br />

] en lo antiguo conserva.


AMP — 256 — AMP<br />

Se conoce con los nombres:<br />

Trebbiano bianco (Toscana).<br />

Trebbiano vero, Erbalus (Piamonte).<br />

Trebbiano fin (Piamonte).<br />

Erbalus rojo (Toscana).<br />

Pizzutello di Roma.<br />

Trebbiano falso (Toscana).<br />

Bianca natural (Saluces).<br />

Trebbiano verde (Albano).<br />

Nebbiolo bianco, Melasca bianca (Biella).<br />

Melasca, Spanna, Picontener (en general<br />

de Italia).<br />

Entre esos nombres resultan las especies<br />

blancas, rojas y tintas.<br />

La diferencia que ofrece la tinta de las otras<br />

dos es que el jugo, aunque la uva es negra, es<br />

blanco; las hojas de color verde, y con tres á<br />

cinco lóbulos, y algunos de éstos también divididos<br />

; cuando madura la uva se coloran de<br />

rojo amarillento, con manchas rojas. En general<br />

produce buen vino, si bien las cepas son<br />

sensibles á los hielos. La Spanna Grossa es<br />

más fuerte, sus racimos más voluminosos, los<br />

granos más gordos y de color más obscuro;<br />

resiste bien la intemperie.<br />

Sección II.—Especie Bálsamea.—Caracteres<br />

generales de la especie: Sarmientos delgados,<br />

pero duros, resistentes á los aires fuertes,<br />

con muchos zarcillos delgados y leñosos.<br />

Hojas medianas, de color verde claro por<br />

la parte superior, borrosas por la inferior.<br />

Racimos guarnecidos con uvas redondas,<br />

de buen tamaño, separadas, irregulares, color<br />

negro intenso y jugo algo colorado de rojo,<br />

que cuando madura en buenas condiciones es<br />

más intenso.<br />

En el Piamonte y Ducado de Genova se<br />

considera como una especie de vid de las mejores<br />

para conseguir vinos rojos ordinarios y<br />

claretes de calidad superior; Benedeti los coloca<br />

en el primer término de los vinos de la<br />

Liguria.<br />

Sección III.—Especie Barbera de Asti.—<br />

Cepa vigorosa; madera blanda.<br />

Sarmientos largos, delgados; entrenudos<br />

largos.<br />

Hojas de mediano tamaño, de un verde intenso<br />

por encima, borrosas por abajo, rojo<br />

fuerte cuando maduran las uvas.<br />

Racimos con granos poco apiñados, oblongos;<br />

pulpa llena de jugo algo áspero, picante;<br />

película dura y de color azul muy intenso<br />

cuando está bien madura la uva; en otro caso<br />

es de color violeta ceniciento. Pedúnculos<br />

largos.<br />

El vino que produce es de los mejores por<br />

su buen gusto y espíritu.<br />

Se conoce con los nombres:<br />

Barbera Verat.<br />

Barbera fina, Bonarda.<br />

Las hojas de esta última se diferencian de<br />

la otra en que son pequeñas, carnosas, glaceadas<br />

en la parte superior; seno peciolar en forma<br />

de V; racimo alargado; uvas oblongas,<br />

negras; pecíolos largos, de color rojo obscuro.<br />

Sección IV.— Especie Barbarrossa.-—Ca­<br />

racteres generales de la especie: Cepa de las más<br />

estimadas en el Mediodía de Italia y Francia<br />

por sus excelencias para fruta y por dar un<br />

vino de excelente calidad, ligero, refrescante<br />

y agradable; es espirituoso en el primer año<br />

de fabricación, según dice el autor de la Pomona<br />

italiana, y Odart denomina esta especie<br />

de uvas la reina de las de mesa. Es de países<br />

cálidos, sin lo cual no madura el fruto.<br />

Hojas borrosas en la parte inferior.<br />

Racimos de mediano tamaño; pedúnculo<br />

largo, delgado; uvas algo oblongas ó casi redondas<br />

al madurar; color rojo, cuyo brillo<br />

amortigua la flor que lo cubre.<br />

Se la conoce con los nombres:<br />

Rossea en Niza.<br />

Brizzola en la Liguria.<br />

La especie blanca:<br />

Barbarrosa verdona.<br />

Sección V.—Especie Aleatico Ñero.—Caracteres<br />

de la especie: Cepa que brota muy<br />

temprano y madura el fruto tarde. Cultivada<br />

en Córcega y Toscana. La especie tinta da el<br />

vino licoroso mejor de ese país.<br />

Hojas que toman un color rojo en la parte<br />

superior al brotar, y después en su desarrollo<br />

en los nervios principales en sus dos faces;<br />

lóbulos alargados, dentados, agudos.<br />

Racimos cónicos y apretados , ó claros si<br />

cuaja mal la flor; los primeros grandes, y chicos<br />

los segundos; uvas desiguales, redondas,<br />

con flor fácil de pudrirse, como todas las moscateles<br />

á que pertenece.<br />

Planta fértil, vinos muy delicados.<br />

Se conoce con los nombres:<br />

Uva liatica.<br />

Agliancio.<br />

Moscatelle Livatiche.<br />

Moscatel de Livadia (1).<br />

Sección VI.—Especie Vaiano.— Carácter<br />

general de la especie: Cepa de una vegetación<br />

moderada.<br />

Sarmientos delgados, largos; yemas pequeñas.<br />

. •<br />

Hojas con cinco lóbulos; senos marcados;<br />

borrosas por la parte inferior y vellosas las<br />

nervuras.<br />

Racimos de regular tamaño, cónicos, alargados<br />

; pedúnculo pardo rojizo. Uvas pequeñas,<br />

negras, redondas, poco apiñadas; se conservan<br />

bien en la cepa; maduran temprano.<br />

Produce el vino de Monte Pulciano, entrando<br />

su mosto por una parte, otra del producto<br />

de la cepa San Gioveto, y otra La Ganaloja<br />

ñera. Esta por sí produce un vino agradable,<br />

y mezclada con la San Gioveto quita á ésta<br />

su aspereza con la abundancia de dulce del<br />

jugo de la Canaloja.<br />

Sección VII.—Hemos indicado las variedades<br />

principales de vides que utilizan los italianos<br />

para la confección de los vinos más<br />

estimados que producen. Los vinos de Marsa-<br />

(1) Nombre dado por los turcos á una parte de la<br />

antigua Grecia, situada al N. del itsmo de Corinto,<br />

al S. de Tesalia y al SE. del Epiro.


AMP — 257 — AMP<br />

la, Vesubio, Monte Pulciano, etc., etc., se<br />

obtienen de las cepas ya indicadas, que como<br />

digimos al comenzar, no producen mostos<br />

iguales á diferencia de condiciones de cultivo,<br />

suelo y clima, cuyos principios son generales<br />

para la vid.<br />

Cepas americanas.—Las cepas americanas<br />

procedentes de los Estados Unidos, introducidas<br />

en Europa, se supone nos trajeron la<br />

filoxera y otras enfermedades, que hoy destruyen<br />

las cepas á millares de millones la filoxera,<br />

y las cosechas de uva el mildew, que hace<br />

caer la hoja y podrir la uva. Pero como quiera<br />

que ya no es tiempo de pensar en los males<br />

que habiendo evitado la introducción de<br />

tales plantas nos hubiésemos ahorrado, sino<br />

en hacerlos lo menor posible, indicaremos las<br />

especies de vid americanas que hoy dicen resisten<br />

los ataques de la filoxera y se usan como<br />

patrón para injertar las especies indígenas.<br />

Indicaremos los nombres de algunas<br />

que estudiamos cultivándolas.<br />

La introducción de las cepas americanas,<br />

que tantos perjuicios nos ha originado su introducción,<br />

en cambio ninguna, en tesis general,<br />

sirve para suplir - la producción de las cultivadas<br />

antiguamente en Europa, y así se ve<br />

que los norte americanos las llevan porque<br />

las suyas no les sirven (1), y, sin embargo,<br />

las emplean como patrón para injertar las<br />

nuestras.<br />

Entre lo mucho que se ha escrito sobre<br />

asunto tan importante, lo mejor que encontramos<br />

es un libro que los Sres. Mouset y<br />

Roig y Torres han publicado: Manual práctico<br />

de viticultura: Vides americanas; Barcelona,<br />

1885; de él tomaremos algunos párrafos<br />

relativos á esa especie de vides. También puede<br />

verse con utilidad el Catalogue des vignes<br />

américaines, por Bush.<br />

Sección I.—Especie JEstivális.— Caracteres<br />

generales de la especie: Cepa de mediano<br />

vigor en general.<br />

Sarmientos gruesos, largos; zarcillos discontinuos;<br />

brotes tiernos, de color de rosa<br />

vivo.<br />

Hojas algunas enteras, de ordinario con lóbulos<br />

más ó menos marcados, un poco gruesos;<br />

borrosas en ambas superficies al desarrollarse,<br />

después casi lampiñas y en las nervuras<br />

vellosas.<br />

Racimos de uvas pequeñas, cubiertas de flor<br />

prunosa, sin gusto alguno especial.<br />

Se consideran como variedades de la JEstivalis,<br />

y más aptas que ella para portainjerto,<br />

la Jacquez, la Herbemont, la Blak July, Devereus<br />

ó Lenoir, Cunningham, la Nortons, la<br />

Virginia ó Cinthiana, la Hermán, la Alvey,<br />

la Rulander ó Luisiana.<br />

De todas, la mejor es la Jacquez como resistente<br />

á la filoxera; los caracteres de la Jacquez<br />

son: Cepa vigorosa; sarmientos largos;<br />

(1) Véase primero y segundo Annual Raport of<br />

the chiefe exscutive viUcaltural officer Sacramento,<br />

1882 al 1884.<br />

canutos medianos, de grueso mediano, derechos.<br />

Hojas con tres ó cinco lóbulos; seno peciolar<br />

profundo, así como los otros, con dos<br />

series de dientes obtusos; verde obscuras y<br />

lampiñas por la parte superior, verde pálido<br />

y vellosos los nervios de la inferior. Racimo<br />

grueso, largo; uvas claras entre sí; granos<br />

redondos, pequeños; jugo negro azulado.<br />

Es muy propenso á la enfermedad conocida<br />

con el nombre de anthracnosis., por lo que<br />

sólo medra en terrenos altos; en los bajos esa<br />

enfermedad la hace decaer.<br />

La clorosis le ataca también.<br />

Sección II.—Especie Riparia.— Caracteres<br />

generales de la especie: Cepa delgada.<br />

Sarmientos largos, delgados ordinariamente<br />

; canutos largos, lampiños ó ligeramente<br />

vellosos, con muchos nietos; zarcillos discontinuos;<br />

brote y floración precoz.<br />

Hojas al brotar dobladas, algo vellosas, en<br />

su desarrollo acorazonadas, lampiñas, con algunos<br />

pelos en los nervios.<br />

Racimos pequeños; uvas pequeñas, tiernas<br />

y de sabor particular, menos acentuado que<br />

la Labrusca.<br />

Las variedades de esta especie sólo sirven<br />

para portainjerto, y son las siguientes: Riparia<br />

silvestre, Solonis, Cliton, Taylor, Vialla,<br />

Franklin.<br />

En esas variedades aparecen sub variedades,<br />

y ninguna hasta hoy se ha podido utilizar para<br />

obtener producto directo por sus cortos<br />

rendimientos y difícil aplicación de las plantas,<br />

sujetas á enfermedades que lo aminoran.<br />

Sección III.—Especie Rupertris.—Cepa de<br />

mediano vigor, achaparrada.<br />

Sarmientos semirectos, de mediana longitud;<br />

canutos cortos; nietos muchos; zarcillos<br />

alternos.<br />

Hojas al brotar como barnizadas en la parte<br />

superior, después pequeñas, enteras, cordiformes<br />

ú orbiculares, tanto ó más anchas que<br />

largas, de color verde azulado, lampiñas.<br />

Racimos pequeños; granos chicos, de color<br />

negro azulado, sin sabor especial.<br />

Esta especie no tiene hasta hoy variedades; 1<br />

se reproduce bien en toda clase de suelos, excepto<br />

en los gredosos. Sólo sirve para porta<br />

injerto, pues su fruto no sirve por su pequenez<br />

en tamaño y producto.<br />

Sección IV.—Especie Labrusca.— Caracteres<br />

generales de la especie: Cepa de mediano<br />

vigor.<br />

Sarmientos gruesos , largos; zarcillos continuos;<br />

brotes de color rosado.<br />

Hojas cubiertas en la parte inferior de vello<br />

espeso, que le da viso metálico.<br />

Racimos más ó menos grandes; granos gordos,<br />

redondos ú ovalados; pulpa coriácea, y<br />

sabor ó aroma zorruno; hollejo muy grueso;<br />

madurez precoz.<br />

Esta especie es inferior en resistencia á las<br />

otras americanas con respecto á la filoxera,<br />

aunque superior á nuestras cepas indígenas.<br />

Tiene dos variedades adoptadas como portainjerto:,<br />

la Comond y la York Madeira. La<br />

Dio.—II. 17


AMP — 258 — AMP<br />

primera ha prosperado ocho años seguidos en<br />

los centros más atacados de la filoxera, pero<br />

su tendencia á la clorosis hará que se abandone<br />

su cultivo. La segunda, que es una planta<br />

híbrida, existe en Europa hace treinta años;<br />

al cruzarse con la Labrusca parece haber adquirido<br />

una rusticidad que la hace resistente<br />

á la clorosis, pero el sabor de sus uvas la hace<br />

impropia para la producción directa; de todos<br />

modos, para portainjerto son mejores la Rupertris,<br />

etc.<br />

Las cepas Montefiore, Huetingdon, Black,<br />

i'igura 101.—Aiupeíopcis mberosa<br />

ó viña de raíz tuberculosa<br />

Black defiance y Othello, que se suponen híbridas<br />

, pero que aún no están bien estudiadas<br />

sus aptitudes, no podemos decir nada de ellas<br />

con exactitud.<br />

IX. Para terminar tan largo artículo como<br />

incompleto, según su denominación, hemos<br />

tenido especial cuidado de elegir, repetimos,<br />

las especies de vid de más crédito, la descripción<br />

más clara y los autores de más nota, á<br />

todo lo cual hemos añadido cuanto la práctica<br />

de cuarenta años nos ha enseñado en España<br />

y fuera de ella. Pero asunto tan complejo sólo<br />

progresará con los medios que dejamos ya<br />

apuntados.<br />

Las obras que pueden consultarse con provecho<br />

son:<br />

Víctor Rendu: Ampelografía.— Odart:<br />

ídem.—Stoltz: ídem.—Julli'en: Topografía<br />

de los viñedos conocidos.—Lenoir: Tratado del<br />

cultivo de la vid.—Ottavio Ottavi: II vino da<br />

pasto.—La Puerta: Tratado práctico del cultivo,<br />

de la vid.—Herrera: Tomo primero.—<br />

Rojas Clemente: Ensayo sobre las variedades<br />

de vid común.—Molí y Guyot: Enciclopedie<br />

pratique d'Agriculture.—Valcárcel: Agricultura<br />

general.—Lafitte: La vigne dans le Bordelais.—Hidalgo<br />

Tablada: Cultivo de la vid,<br />

segunda edición.—Mouset y Koig y Torres:<br />

Vides americanas.—Board of State: Viticultura!<br />

comissioners, San Francisco California.—<br />

Vivien: Cours d Agriculture, tomo XVII.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AMPELOPSIS (Viticultura).—-De ampelos,<br />

voz griega que significa vid, y opsis, aspecto,<br />

apariencia, se ha formado esa palabra<br />

con que se designan unos arbustos sarmento-<br />

Figura 102.—Ampélopsis napeüormis<br />

ó viña con raíz de nabo<br />

sos, trepadores, que pertenecen á la familia<br />

botánica de las Ampelideas. Esas plantas presentan<br />

el aspecto y la inflorescencia de la vid;<br />

las flores, de color verde pálido, destacan poco<br />

y tienen un cáliz monosépalo casi entero; los<br />

frutos, en forma de baya, contienen dos ó<br />

cuatro semillas. En la flor el disco confluye<br />

con el ovario. Esas plantas alcanzan generalmente<br />

gran desarrollo; las seis principales conocidas<br />

son originarias de la China y de la<br />

América septentrional.<br />

1." La Ampélopsis hederacea ó parra virgen<br />

es verdaderamente notable; sus vastagos<br />

alcanzan 20 metros de longitud, y por medio<br />

de raíces adventicias se fijan en los objetos<br />

próximos. Las hojas son numerosas, y divididas<br />

en foliólas palmeadas y dentadas, verdes,<br />

lampiñas por ambas caras y lustrosas; las flores<br />

son pequeñas, forman racimo, y se abren<br />

en los meses de Junio y Julio; las bayas son<br />

negras. Esa especie es originaria de la América<br />

del Norte.<br />

2. a La Ampélopsis hirsuta 6 vellosa se dis-'<br />

tingue de la precedente por lo velloso de las


AMP — 259 — AMP<br />

hojas en ambas caras y por florecer antes;<br />

vegeta en las mismas regiones que aquélla.<br />

3. a La A. bipinnata es de tallo arborescente,<br />

se eleva hasta 5 metros y aun á alturas<br />

mucho más considerables cuando hallan apoyos<br />

las ramas. Las hojas son bipinadas, con foliólas<br />

incisas; las flores están dispuestas en racimos<br />

pedunculados; se abren desde el mes de Julio<br />

hasta el mes ¿e Septiembre, y las bayas son<br />

globosas y amarillentas. Abunda mucho la<br />

planta en la Virginia, en el Kentucky y hasta<br />

en las comarcas más meridionales de los Estados<br />

Unidos.<br />

4. a La A. cordata arroja hojas acorazonadas<br />

, dentadas y agudas, con nervios vellosos<br />

en el envés; las flores, que forman racimos<br />

pedunculados, se abren en los meses de Abril<br />

y Mayo. La planta exige suelos bastante profundos<br />

y un poco húmedos. Crece á lo largo<br />

de ríos y arroyos, en la Pennsylvania y en las<br />

Carolinas.<br />

5. a La Ampelopsis serjania\folia (figura<br />

102) ó de hojas de vid, es de tallo arborescente,<br />

hojas lobuladas, quinquefoliadas con<br />

frecuencia y grandes raíces tuberosas. Cuando<br />

son tiernas éstas contienen una abundante<br />

substancia mucilaginosay son carnosas; cuando<br />

se vuelven leñosas y duras contienen un<br />

principio acre y amargo. Esa especie es originaria<br />

de la China septentrional.<br />

6." La Ampelopsis aconitifolia 6 de hojas<br />

de acónito, también originaria de la China<br />

septentrional, distingüese de la precedente por<br />

sus hojas penatífidas. También se desarrolla<br />

más este arbusto, del cual se cultivan dos variedades,<br />

que se distinguen entre sí por ser<br />

las hojas más ó menos laciniadas.<br />

Entre las ampelopsis del Antiguo Continente<br />

son curiosísimas la A. tricuspidata (Sieb.)<br />

en el Japón, la A. tuberosa (figura 101) y la<br />

A. napaiformis, que hemos descrito con el<br />

nombre de serjaniafolia. Estas dos especies<br />

presentan ciertas analogías con las vides herbáceas<br />

del Sudán, por ser sus vastagos tiernos<br />

y anuales, conservándose la vitalidad de la<br />

planta en una cepa tuberculosa, que al año<br />

siguiente arroja nuevos brotes, capaces de<br />

florecer y fructificar. Cultívanse las ampelopsis<br />

en los jardines como plantas de adorno,<br />

gracias á que su rápido desarrollo permite cubrir<br />

los muros, emparrados, cenadores, etc.<br />

Para tal objeto se concede la preferencia á la<br />

primera especie descrita; prospera bien en los<br />

terrenos frescos, y se multiplica por semillas,<br />

barbados y estacas.<br />

A consecuencia de los grandes estragos causados<br />

en Francia por la filoxera, M. Lavallée<br />

estudió las ampelopsis, y especialmente las<br />

originarias de China, para tomarlas como patrón<br />

en injertos de las cepas finas de Europa,<br />

ya que la filoxera no ataca á las ampelopsis;<br />

mas hasta el presente no se han obtenido en<br />

los ensayos resultados satisfactorios.<br />

AMPLECTIVO—Término aplicado á los<br />

órganos que abrazan completamente á otro, y<br />

particularmente á las plantas cuyas hojas<br />

plegadas á lo largo del botón, se abrazan recíprocamente<br />

por sus extremos.<br />

AMPLEXATIL —Calificación de la radícula<br />

cuando se ensancha y encierra ó rodea<br />

al embrión, como en ciertas gramíneas.<br />

AMPLEXICATJLE.—Hoja ó pecíolo cuya<br />

base abraza el tallo en toda su circunferencia,<br />

como en el salsifí ó barba cabruna silvestre, la<br />

adormidera y la mayor parte de los ranúnculos<br />

y de las umbelíferas. El pecíolo presenta<br />

en este caso la forma de un triángulo más ó<br />

menos pronunciado, terminado por una cinta<br />

estrecha. Se llama semi-amplexicaule el pecíolo<br />

ó la hoja que solamente rodea la mitad de<br />

su circunferencia.<br />

AMPLEXIFLORO.—Calificación que se<br />

ha dado á las escamas del receptáculo ó clinanto<br />

de las flores compuestas.<br />

AMPOLLA.—Pústula llena de serosidad<br />

cristalina que se presenta debajo de la epidermis<br />

, en el grosor del dermis y aun en los órganos<br />

interiores. Son las primeras muy frecuentes<br />

durante la primavera en los caballos,<br />

y les incomodan poco. El ganado vacuno las<br />

padece también con alguna frecuencia durante<br />

la misma estación. Es de presumir que sean<br />

causadas por la picadura de insectos que mortifican<br />

á los animales mientras pacen ó trabajan.<br />

Generalmente se secan después de despedir<br />

una substancia serosa que aglutina el pelo, y<br />

al cabo de algún tiempo se cae la postilla que<br />

habían formado. No causan en la piel alteración<br />

alguna; de ahí que vuelva á nacer el pelo<br />

inmediatamente. Se disipan por sí mismas sin<br />

método curativo, y sólo cuando el líquido que<br />

encierran no tiene bastante fuerza para abrir<br />

el pellejo, hay necesidad de abrir la epidermis.<br />

AMPUTACIÓN ( Veterinaria). — Operación<br />

mediante la cual se separa con un instrumento<br />

cortante un miembro ó una parte<br />

saliente del cuerpo de los animales. Unas veces<br />

se practica la amputación para evitar estragos<br />

á consecuencia de algún padecimiento,<br />

y otras para separar órganos inútiles ó entorpecedores,<br />

como las orejas, la cola de ciertos<br />

animales, los cuernos de algunos rumiantes,<br />

etcétera. Estas últimas amputaciones no ofrecen<br />

por lo general dificultades ni peligros, y<br />

las pueden practicar personas profanas ó que<br />

no hayan hecho estudios especiales de anatomía<br />

y veterinaria. No ocurre lo mismo con las<br />

amputaciones en caso de sufrir el animal alguna<br />

lesión ó padecimiento, y las cuales deben<br />

ser encomendadas á los facultativos.<br />

Desde luego se podrá practicar la amputación<br />

en los animales destinados al matadero<br />

cuando se facilite el cebo con ella. Sin embargo<br />

, no siempre se consigue evitar que surjan<br />

inconvenientes, sobre todo tratándose de animales<br />

de mucho peso y de miembros cuya<br />

longitud sea considerable. En muchos casos<br />

se puede amputar una extremidad á los caballos<br />

sementales y á las yeguas de cría sin que<br />

se inutilicen para el fin especial á que se hallan<br />

destinados, con tal de que conserven un muñón<br />

para apoyarse, y con tal de que la extre-


AMP — 260 — AMP<br />

midad sea delantera tratándose de sementales.<br />

Lo mismo ocurre con los toros y las vacas;<br />

cuando es pequeña la talla de éstas, pueden<br />

apoyarse en una pata de madera, convenientemente<br />

adaptada. Tampoco es un óbice en las<br />

ovejas, carneros y cabras la mutilación de<br />

un miembro para que desempeñen las funciones<br />

de la reproducción. Los perros y los gatos<br />

no suelen soportar con paciencia la mutilación<br />

de una extremidad, si bien se curan con rapidez<br />

suma.<br />

Amputación de las extremidades.—Esta operación<br />

se practica rarísima vez, á no ser en<br />

los casos indicados antes, por lo mismo que<br />

los animales quedan inútiles para prestar servicio,<br />

á no tratarse de animales pequeños, como<br />

el perro, la oveja, el gato, etc. De todos modos,<br />

recogeremos algunas indicaciones. Para amputar<br />

el antebrazo se hará la operación por cima<br />

del punto lesionado; se mantiene quieto por<br />

los medios conocidos ó con el vendaje de Esmarck,<br />

y se prepararán de antemano los instrumentos<br />

necesarios, ó sean la sierra, las<br />

tijeras, un bisturí, un cuchillo grande bien<br />

afilado, muchas agujas enebradas con hilos<br />

encerados, una almohadilla dura, estopas,<br />

planchuelas, compresas cuadradas con los ángulos<br />

divididos, vendas, vendajes de figura de<br />

saco, esponjas y agua caliente.<br />

Para comenzar la operación se detendrá la<br />

circulación mediante la presión de la arteria<br />

principal con la almohadilla y una ligadura<br />

para sostenerla. El operador cortará en seguida<br />

circularmente la piel un poco más abajo<br />

del punto en que haya de practicarse la sección,<br />

porque de esa manera podrá cubrir el<br />

hueso una vez terminada la amputación. Mientras<br />

un ayudante sostenga la piel vuelta hacia<br />

la parte superior, el operador irá cortando los<br />

músculos y sosteniéndolos con una compresa,<br />

y cuando haya dejado el hueso al descubierto,<br />

le serrará transversalmente, manejando el instrumento<br />

con la mano derecha y valiéndose<br />

del pulgar de la izquierda para que le sirva<br />

de guía, no resbale la sierra y no resulten<br />

muchos cortes, cuidando al mismo tiempo de<br />

que no se rompa el hueso. Terminada la resección<br />

, se cogerán con las pinzas los vasos grandes<br />

para ligarlos ó torcerlos, con objeto.de<br />

contener la hemorragia; se dispondrá luego la<br />

piel sobre el muñón; se practicará una sutura,<br />

dejando una salida para la ligadura y el pus,<br />

y se colocará finalmente la compresa por su<br />

parte media, extendiendo los cabos á lo largo<br />

del miembro y sujetándolos con una venda<br />

que dé vueltas circulares en derredor de él,<br />

acabando por introducir la parte del miembro<br />

operado en el saco de antemano dispuesto, y<br />

en el cual habrá de permanecer hasta la completa<br />

cicatrización.<br />

En muchas ocasiones se promueve la supuración,<br />

particularmente cuando la parte enferma<br />

ha sufrido una intensa contusión, y en<br />

tal caso se aplicarán planchuelas de estopa<br />

mojadas en vmo y aceite caliente. También<br />

ocurre con frecuencia que después de la liga­<br />

dura de los vasos grandes haya un poco de<br />

hemorragia procedente de los vasos capilares.<br />

Tal derrame se contiene espolvoreando la parte<br />

con el agárico ó con el extracto de ratania<br />

antes de colocar el aposito. Si la amputación<br />

se practica en un miembro desorganizado, es<br />

necesario hacer la sección en las partes vivas<br />

y aun en la articulación, porque los resultados<br />

serían funestos si se dejase adherida alguna<br />

parte desorganizada.<br />

La amputación de los dedos se usa muy<br />

poco en los grandes rumiantes, si bien á veces<br />

se les corta alguna uña; no así en los perros,<br />

á los cuales es necesario en ocasiones amputarles<br />

uno ó varios dedos á consecuencia de los<br />

aplastamientos. Entonces se corta la piel circularmente<br />

ó en colgajos; se desarticula una<br />

falange ó se corta en continuidad; se junta la<br />

piel ó los colgajos por medio de suturas, y se<br />

contendrá la hemorragia con antisépticos, ácido<br />

fénico, permanganato de potasa ó agua<br />

oxigenada. Para despuntar las alas de las aves<br />

puede emplearse un secador ó tijeras bien<br />

cortantes, y se cauteriza después con percloruro<br />

de hierro ó nitrato de plata. También se<br />

puede desunir la articulación del metacarpiano<br />

con las falanges.<br />

Amputación de la lengua.—Esta operación<br />

se practica en muy contados casos, y solamente<br />

se halla indicada en las heridas profundas<br />

en que la parte libre está casi completamente<br />

separada. Basta un bisturí para ejecutar la<br />

amputación, y una vez hecha se lavará la boca<br />

con un cocimiento de hierbas amargas. Si se<br />

amputa el extremo inferior de la lengua, suele<br />

suceder que no se hace bien la masticación,<br />

que los alimentos se caen de la boca y que los<br />

animales enflaquecen rápidamente y acaban<br />

por inutilizarse, sobre todo si son rumiantes,<br />

porque éstos necesitan servirse de la lengua<br />

para recoger los pastos.<br />

: Amputación de las orejas.—Practícase con<br />

frecuencia esta operación en los perros y aun<br />

á veces en los caballos por capricho, moda ó<br />

enfermedad. En los perros se ejecuta para que<br />

se defiendan mejor de los lobos y de otros individuos<br />

de su propia especie, que tienden á,<br />

sujetarse recíprocamente por las orejas cuando<br />

riñen. La amputación de esos órganos se verifica<br />

de diversos modos: 1.° Arrancándolas á<br />

los pocos, días de haber nacido el animal, y<br />

para ello el operador agarra una oreja del animal,<br />

con cada mano, le suspende en el aire,<br />

apretando fuertemente las ternillas é impuL<br />

sándole para comunicar un movimiento de<br />

rotación á todo'el cuerpo del paciente y conseguir<br />

que dé una vuelta en redondo; se desgarrarán<br />

el cartílago y el pellejo por el sitio<br />

en;que.los.dedos ejerzan la presión, y la operación<br />

quedará realizada. Tal método, á más<br />

de ser doloroso, ofrece el inconveniente de<br />

que las orejas resulten de longitud desigual si<br />

no se agarran ambas por puntos precisamente<br />

simétricosy. además, como se arranca toda la<br />

cuenca, no queda nada que pueda sostener la<br />

piel en derredor-del orificio auricular; de ma-


AMP — 261 — AMP<br />

ñera que, prolongándose aquélla, llega en<br />

ocasiones á tapar la abertura. Eu tal caso el<br />

animal se queda sordo, y como la membrana<br />

mucosa que guarnece el conducto auditivo<br />

continúa segregando moco, éste se acumula é<br />

irrita la parte cada vez más, acabando por<br />

llenar el conducto auditivo y originar un tumor<br />

que hace sufrir al perro, le obliga al propio<br />

tiempo á estar constantemente sacudiendo la<br />

cabeza y le causa vértigos con frecuencia.<br />

En ocasiones se cura ese accidente practicando<br />

una abertura para dar salida al moco<br />

acumulado, haciendo una incisión en cruz,<br />

recortando los ángulos y aun toda la piel que<br />

obstruía el conducto, cauterizando luego con<br />

el nitrato de plata ó piedra infernal, y poniendo<br />

un lechino en la abertura para impedir que<br />

vuelvan á unirse las partes separadas. Se sujetará<br />

aquél con un vendaje; se mantendrá<br />

atado el perro para evitar que se le quite con<br />

las patas, y de tal modo se logrará en quince<br />

ó veinte días que recobre el sentido del oído.<br />

Cuando no se logre dejar al descubierto todo<br />

el conducto auditivo, será necesario extirpar<br />

todo el tejido celular que le cubra ó destruirle<br />

con el cauterio actual, curando después la herida<br />

por el procedimiento antes indicado.—2.° La<br />

amputación circular ó total de la oreja se puede<br />

ejecutar con un instrumento cortante cuando<br />

el animal tenga dos ó tres meses por lo menos.<br />

Para ese fin se le tiende y sujeta sobre una<br />

mesa, en términos que no pueda mover la cabeza,<br />

y el profesor, colocado detrás de la mesa,<br />

cogerá la oreja y la volverá de manera que<br />

se vea la parte interior, tirando entonces del<br />

apéndice hacia la nuca para ver el tubérculo<br />

que sobresale en la base de la cuenca, que es<br />

el punto desde el cual habrá de comenzar la<br />

operación. Entonces cortará la piel de la parte<br />

interna juntamente con el cartílago, y continuará<br />

la incisión de modo que el corte resulte<br />

casi circular. Cuando el cartílago se halle<br />

dividido ya y solamente quede adherida la piel<br />

de la parte externa, se disecará aquél como<br />

cosa de media pulgada, y en seguida, si el<br />

instrumento corta bien y la piel no es muy<br />

gruesa, se cortará ésta de un solo golpe, doblándola<br />

antes. Con el pedazo de cutis que<br />

haya quedado sin separar se cubrirá toda la<br />

herida, y la cicatrización no ofrecerá complicaciones<br />

ni tardará en realizarse. En los perros<br />

muy jóvenes se puede practicar la amputación<br />

con tijeras bien afiladas, recortando luego<br />

las puntas y desigualdades que queden en la<br />

cuenca.<br />

En muchos casos se desea dar á las orejas<br />

del perro una forma igual á la de las del zorro.<br />

Para ello basta doblar la oreja á lo largo, y<br />

señalar, cortando el pelo con tijeras, la figura<br />

que hayan de tener aquéllas. Entonces se corta<br />

la oreja desde abajo hacia arriba, pudiendo<br />

aplicarse á la segunda oreja la parte separada<br />

de la primera, á fin de que sirva de medida<br />

para que ambos apéndices queden exactamente<br />

iguales después de la operación. No es preciso<br />

detener una hemorragia que no se produ­<br />

ce ni aplicar medicamento alguno; la herida<br />

se cura por sí sola.<br />

Durante varias épocas, y aun cuando los<br />

caballos no sufrieran padecimiento alguno, ha<br />

sido moda en España recortarles las orejas. La<br />

operación se ejecuta de dos modos: 1.°, cortando<br />

la cuenca transversalmente á 2 pulgadas<br />

de su base y dejando un poco de oblicuidad<br />

de afuera adentro, maniobra para la cual<br />

basta un bisturí; y 2.°, cortando una porción<br />

de cartílago por ambos lados de la cuenca, de<br />

manera que las orejas queden de igual forma<br />

que antes de la operación, pero más cortas.<br />

El método más comúnmente seguido para ejecutar<br />

la amputación consiste en colocar la<br />

oreja entre dos láminas de hierro cuya forma<br />

sea triangular y de figura análoga á la de la<br />

oreja en pequeño, fijando una en la parte inferior<br />

y otra en la superior, y sujetándolas<br />

con un tornillo á manera de compás. Así preparada<br />

la oreja, con un bisturí convexo se<br />

hará después la incisión, llevando el instrumento<br />

por el borde de los moldes. También se<br />

puede hacer la operación con unas tijeras y á<br />

ojo. Para ello se corta el pelo en la parte externa<br />

de la cuenca, marcando las dimensiones<br />

que ha de conservar la oreja. Hecho esto, se<br />

corta con el bisturí la parte que quede fuera<br />

de la línea de demarcación; se aplica sobre la<br />

segunda oreja el pedazo de cartílago separado<br />

de la primera, á fin de que sirva de patrón,<br />

y de esa manera resultarán iguales las dos<br />

orejas.<br />

Amputación de los cuernos.—Practícase la<br />

operación en las reses vacunas y en las lanares;<br />

en unas y otras, para evitar que, tomando<br />

una dirección viciosa, hieran la cabeza ó los<br />

ojos se fracturen, puedan ser instrumento<br />

ofensivo cuando los animales y particularmente<br />

los carneros riñen entre sí, ó den ocasión á<br />

que se enreden las reses entre las matas. En<br />

los bueyes se cortan también los cuernos con<br />

objeto de que sea más fácil ayuntarlos cuando<br />

se destinan al acarreo y á los trabajos agrícolas.<br />

Necesítanse para ejecutar la operación<br />

una cornicortadera, especie de escoplo, y un<br />

mazo. A fin de facilitar aquélla se echa al animal<br />

boca arriba en un hoyo preparado al efecto,<br />

y en tal guisa que los cuernos descansen<br />

sobre un madero colocado preventivamente<br />

para ese fin. Entonces se aplica la cornicortadera<br />

á la parte por donde haya de hacerse la<br />

sección del asta; se comienza dando un pequeño<br />

golpe para introducirla un poco, y al segundo<br />

se hará saltar el cuerno. La maniobra<br />

generalmente no tiene malas resultas, y á lo<br />

sumo puede aparecer una pequeña hemorragia<br />

si se corta la prolongación huesosa que sirve<br />

de apoyo al cuerno. También se ejecuta á<br />

veces la amputación con una sierra, sujetando<br />

bien al animal, agarrando el asta con la<br />

mano izquierda, de modo que el dedo pulgar<br />

sirva de guía al instrumento, y se maneja éste<br />

con la mano derecha, cuidando de que un ayudante<br />

sostenga la extremidad del cuerno para<br />

evitar que se astille cuando esté á punto de


AMP — 262 — AMP<br />

terminar la operación. Si la amputación se<br />

hace á bastante distancia de la cabeza, como<br />

solamente se corta el tejido córneo, no se produce<br />

dolor ni hemorragia; pero si la operación<br />

se practica en un punto próximo al cráneo,<br />

entonces se cortará también el tejido reticular<br />

que hay entre el frontal y la vaina córnea, y<br />

aun la misma apófisis del frontal en ocasiones;<br />

saldrá sangre, y será necesario aplicar compresas<br />

de estopa empapadas en vino caliente y<br />

sujetarlas con una venda, ó bien se emplearán<br />

aquéllas empapadas en un poco de pez derretida.<br />

En ambos casos la cicatrización no se<br />

hará esperar.<br />

Amputación del pene.— Hay padecimientos,<br />

como la parálisis, ciertas transformaciones<br />

mórbidas, las llagas gangrenosas, etc., que<br />

hacen precisa la amputación de ese órgano.<br />

La operación puede limitarse en muchos casos<br />

á la parte alojada en la vaina, pero en<br />

otros es necesario cortar más arriba. En todo<br />

caso habrá de evitarse que fluya orina por la<br />

uretra y que surja la hemorragia. No deberá<br />

recurrirse á la operación quirúrgica, particularmente<br />

cuando existan espundias, sino después<br />

de agotar todos los recursos tópicos ó en<br />

el caso de que se advierta el prolapso del órgano.<br />

Podrá practicarse la operación por exlrangulación<br />

ó por amputación directa. En el primer<br />

caso se introducirá una cánula de plomo<br />

por la uretra, tan larga como la verga hasta<br />

su salida del prepucio, y con un botón en el<br />

extremo que se introduce. Bajo él se fijará un<br />

cordón de seda encerado que dé una vuelta<br />

circular á la verga, y que habrá de atarse y<br />

apretarse todo lo necesario para que se extrangulen<br />

las arterias. Al día siguiente se apretará<br />

un poco más el cordón; se repetirá esa operación<br />

durante cuatro ó cinco días, y al cabo de<br />

ellos se corta toda la porción del pene situada<br />

bajo la ligadura. Se dejará colocada la cánula<br />

hasta que termine la cicatrización, y con objeto<br />

de que no se caiga, se atará con dos cintas<br />

que pasen por cima de la región lumbar.<br />

Ese procedimiento, largo y doloroso, no es<br />

aplicable al perro; se emplea ventajosamente<br />

para la ligadura un hilo de caucho.<br />

La amputación directa se puede practicar<br />

de diferentes modos. Si se recurre á la cauterización,<br />

se fijarán en el pene dos distintas ligaduras<br />

á 8 ó 10 centímetros tratándose de caballos,<br />

y se cortarán con un cauterio cutelar<br />

calentado hasta el blanco, dejando la uretra<br />

un centímetro más larga que el cuerpo cavernoso.<br />

Si se emplea un instrumento cortante, se<br />

harán también dos ligaduras, y entre ellas se<br />

cortará la verga, comenzando por la porción<br />

dorsal; se ligarán las arterias, y se dejará, como<br />

en el caso anterior, un poco más de longitud<br />

á la uretra que al cuerpo cavernoso. Hasta<br />

que se cicatrice el corte se mantendrá constantemente<br />

una cánula en el canal urinario.<br />

Para evitar la hemorragia se ha aconsejado<br />

que se vaya raspando la verga de tal suerte<br />

que la parte del pene que se conserve termine<br />

en un cono cuya cúspide se halle formada<br />

por la uretra. También se emplea el galvanocauterio,<br />

ó sea una ligadura de metal calentada<br />

por la electricidad, modificación ligera del<br />

método de cauterización. A veces, después de<br />

la operación, se estrecha el canal urinario; inconveniente<br />

que se salva desbridándole 6<br />

practicando una fístula en el perineo. En los<br />

perros jóvenes se amputa la verga con las tijeras<br />

, y en los viejos con un bisturí; la herida<br />

se cicatriza sin recurrir á tópicos de ninguna<br />

especie.<br />

Amputación de la cola.—Casi siempre se<br />

impone esa mutilación á los animales por capricho,<br />

rara vez por enfermedad. En este<br />

caso se practica de esa manera una sangría<br />

como remedio urgente; se evita la caries; se<br />

asegura el aseo, ó se previenen las consecuencias<br />

de la inoculación peripneumónica. Cuando<br />

se practica la operación por capricho, puede<br />

seguirse la moda inglesa ó la francesa.<br />

Figura 103.—Corta colas<br />

Tratándose de caballos, y adoptando el segundo<br />

procedimiento, es necesario trenzar las crines<br />

de la cola en la parte inmediatamente superior<br />

al punto en que se pretenda hacer la<br />

sección, y se corta el pelo formando un anillo<br />

de 2 centímetros de anchura. Después de atar<br />

las dos piernas traseras del animal, se extenderá<br />

la cola horizontalmente, se colocará, sobre<br />

el punto en que haya de practicarse la<br />

sección, el corta colas (figura 103), y se cerrará<br />

bruscamente el instrumento. Siempre que<br />

sea posible, se practicará la operación en la articulación<br />

de dos coxígeos; se cauterizará la<br />

extremidad amputada con auxilio del instrumento<br />

que representa la figura 104, de manera<br />

que se contenga la hemorragia y se forme<br />

una escara que se desprenderá más tarde por<br />

sí sola. A veces se produce el tétanos á consecuencia<br />

de la resección de la cola, practicada<br />

en las mejores condiciones apetecibles.


AMP — 263 — AMP<br />

Cuando se adopta el método llamado á la<br />

inglesa, después de señalar el sitio en que<br />

haya de cortarse el maslo, esquilando con<br />

unas tijeras una porción de cerdas, de modo<br />

que quede un espacio de uno ó dos dedos, las<br />

cerdas de la parte superior se sujetan hacia<br />

adelante trenzándolas, y las de la parte inferior<br />

se dividen en dos porciones<br />

iguales, se trenzan y<br />

se sujetan cada una de ellas<br />

:on una cinta, mediante la<br />

cual se formará una especie<br />

de asa. En el techo del recinto<br />

que haya de ocupar el<br />

caballo después de la operación,<br />

se fijan dos pequeñas<br />

poleas, precisamente enfrente<br />

del sitio que hayan de corresponder<br />

los ríñones, y á<br />

pie y medio de distancia una<br />

de otra; á tres ó cuatro pies<br />

de las primeras se colocarán<br />

otras dos poleas en la parte<br />

posterior; se toma después<br />

una cuerda delgada y de longitud<br />

suficiente para que sin<br />

tocar en el suelo se sujete<br />

por uno de sus extremos á<br />

una asa de las trenzas, y el<br />

otro pase por la garrucha<br />

anterior y posterior, sosteniendo<br />

un saquito de arena<br />

!|№ del peso de una libra. Otra<br />

cuerda de igual longitud pasará<br />

por las otras dos garruchas<br />

y habrá de colocarse<br />

del mismo modo que la primera.<br />

Los instrumentos y<br />

aposito necesario para la<br />

operación son: un bisturí<br />

encorvado por la punta á<br />

manera de podadera, un escalpelo,<br />

la erina, las pinzas<br />

de disección, las tijeras cur­<br />

Fig­uralOi vas sobre el plano, plan­<br />

Cauterizador chuelas, tres ó cuatro vendas<br />

de un dedo de anchura y una<br />

vara de longitud, un cubo con agua y una<br />

esponja.<br />

Llegado el momento de practicar la operación,<br />

se echará al animal en tierra sobre el<br />

costado izquierdo; un ayudante sostendrá la<br />

cola por su extremidad, y hecha la sección por<br />

la parte inferior, se volverá al animal sobre<br />

el lado derecho para completar la operación,<br />

que es molesta por tal sistema en sumo grado.<br />

De aquí que sea preferible, siempre que<br />

sea dable, mantener al animal en pie sobre un<br />

terreno igual, sujetándole con el acial y dos<br />

trabas, una en cada cuartilla de las extremidades<br />

posteriores. De los anillos de las trabas<br />

partirá una cuerda que pase entre los brazos<br />

y suba por el lado izquierdo del cuello, para<br />

volver por el derecho y, atarla á sí misma,<br />

dejándola tirante, para que el animal no pueda<br />

levantar el cuarto posterior. Un ayudante,<br />

colocado en la grupa de cara al operador, levantará<br />

la cola, en tanto que otro se hallará<br />

al cuidado de los instrumentos, preparados con<br />

antelación.El operador, sujetando la cola con<br />

la mano izquierda y manejando el bisturí con<br />

la derecha, dará, á tres ó cuatro dedos del ano,<br />

un corte que forme ángulo recto con el maslo,<br />

empujará el instrumento y dirigirá la punta<br />

por la parte lateral interna del músculo<br />

sacro­coxígeo inferior hasta el hueso, pero sin<br />

herir éste, y en seguida volverá hacia el el dorso<br />

del instrumento y apoyará el extremo de la<br />

hoja en el pulgar de la mano izquierda. Desde<br />

ese punto de apoyo hará resbalar el bisturí<br />

sobre el hueso hasta la parte externa del<br />

músculo, formando una línea horizontal que<br />

le atraviese por medio; retirará después el pulgar<br />

, y quedará la hoja del instrumento apoyada<br />

sobre el hueso. Para retirarla se corre la<br />

Figura 105.—Corte de la cola al nivel<br />

de una articulación de las dos vértebras coxígeas<br />

mano derecha hacia el mango, y haciendo un<br />

movimiento de arriba abajo, y de fuera adentro<br />

, se cortará el músculo sacro­coxígeo inferior<br />

y una parte del lateral. Detrás de esta primera<br />

incisión, y á dos dedos de distancia una<br />

de otra, se harán otras tres incisiones del<br />

mismo modo que queda descrito. Tan pronto<br />

como se hayan dividido los músculos, se retirarán<br />

hacia el ano, y para ponerlos mejor al<br />

descubierto se practicará una incisión con el<br />

escalpelo en medio de cada una de las primeras<br />

de arriba abajo, y del largo de 6 líneas, de<br />

modo que resulte una herida en forma de T.<br />

Con la mano que sostenga la cola se tomarán<br />

las pinzas; se disecarán los bordes de la herida<br />

y los músculos en toda su extensión, y se los<br />

cortará cerca del hueso ó se los extirpará profundamente<br />

con las tijeras. Se hará lo mismo<br />

en el lado opuesto.<br />

En la operación que nos ocupa, y que con<br />

tanta frecuencia se practica en los caballos de<br />

lujo, se corta un nervio, una vena y una arteria<br />

de cada lado, saliendo la sangre con más<br />

ó menos fuerza, según el calibre del vaso<br />

abierto. Para contener la hemorragia se colocará<br />

el caballo en su puesto y se sujetará la<br />

cola mediante las poleas posteriores, de manera<br />

que se mantenga en posición casi horizontal<br />

(figura 112); se cubre bien con planchuelas<br />

la parte operada, sosteniéndolas por lo pronto<br />

un ayudante, y el profesor que opere, con una


AMP 264 AMP<br />

de las cuatro vendas arrollada en forma esférica,<br />

irá comprimiendo las planchuelas colocadas<br />

sobre la primera incisión, hasta que la<br />

hemorragia se vaya conteniendo, y sujetará<br />

Figura 106.—Procedimientoordinario<br />

de tres incisiones<br />

transversales<br />

á cada lado.<br />

Figura 107.—Procedimiento<br />

de incisiones-transversales<br />

y longitudinales.<br />

con dos alfileres el extremo que quede libre.<br />

La misma marcha seguirá con las otras tres<br />

vendas, apretando con ellas sucesivamente, y<br />

más con las dos primeras, entre las incisiones.<br />

Transcurridas ocho ó diez horas, podrán quitarse<br />

las vendas sin inconveniente, dejando las<br />

estopas hasta que se caigan espontáneamente.<br />

A los tres ó cuatro días se pasarán las cuerdas<br />

por las poleas situadas enfrente de los ríñones.<br />

Para curar las heridas causadas por el bisturí,<br />

bastará lavarlas de vez en cuando y cubrirlas<br />

con estopas picadas. También se recomienda<br />

que el caballo pasee con frecuencia,<br />

pudiendo llevar suelta la cola. La figura 105<br />

Figura 108.—Procedimiento<br />

por incisioneslongitudinales<br />

de Delaf ond.<br />

representa la anatomía de la región coxígea, 6<br />

indica el aspecto que presenta la base de la<br />

cola después de amputada ésta.<br />

En la miotomía coxígea ó amputación de la<br />

/<br />

h<br />

í<br />

i f<br />

lil<br />

n<br />

-l<br />

Figura 109.—Procedimiento<br />

Patu de<br />

incisiones en forma<br />

de T.<br />

Figura 111.—Aparato de Brognier para fijarla cola<br />

Figura 110.—Procedimiento<br />

de incisiones<br />

laterales<br />

continuadas.<br />

cola á la inglesa, se han adoptado diferentes<br />

procedimientos, que sólo difieren en algunos<br />

detalles. Las incisiones se practican en los<br />

músculos coxígeos del modo que indican las<br />

figuras 106, 107 y 108, según que se prefiera<br />

el procedimiento ordinario de incisiones trans-<br />

versales, el de incisiones transversales y longitudinales<br />

ó el de Delafond. En el procedimiento<br />

Patu, ó sea el de incisiones en T, se<br />

practican éstas en la forma que indica la figura<br />

109. Los Sres. Hertwig y Dietrichs recomiendan<br />

las incisiones laterales prolongadas<br />

(figura 110).<br />

En ocasiones se presentan los siguientes


AMP — 265 — AMTJ<br />

accidentes consecutivos: hemorragia, hinchazón<br />

ó erisipela flegmonosa, gangrena y llagas<br />

en los coxígeos; también ocurre á veces que<br />

la operación resulta inútil, y que la cola conserva<br />

su dirección primitiva. El aposito Lister,<br />

aun hallándose debidamente colocado, no evita<br />

siempre los accidentes mencionados. También<br />

se ejecuta en ocasiones la desviación lateral<br />

de la cola practicándola en el músculo<br />

coxígeo correspondiente al punto de inflexión<br />

del apéndice caudal. También se ha recomendado<br />

mucho el aparato de Brognier, que re-<br />

diéndola trabajar con libertad, deberán amputarse,<br />

siempre que no sean de temer gravesaccidentes.<br />

En cambio no conviene intentar<br />

nunca la operación cuando esas partes accesorias<br />

sean muy voluminosas ó de complicada<br />

estructura, puesto que en tales casos se pondría<br />

casi siempre en peligro la existencia del<br />

animal.<br />

" AMPUTACIÓN (Arboricultora) .—En los<br />

árboles frutales y forestales se practica también<br />

la amputación con frecuencia. Esa operación<br />

llena fines muy diversos. Con el carác-<br />

Figura 112—Posición del caballo operado y sometido al procedimiento de la polea<br />

presenta la figura 11.1. La suspensión, tanto en<br />

este caso como en el anterior, debe durar de<br />

diez y ocho á veinte días, no debiéndose emplear<br />

en todo caso un peso demasiado grande<br />

para mantener tensa la cuerda de las poleas y<br />

la cola levantada sobre la horizontal. Así que<br />

se hallen completamente cicatrizadas las heridas,<br />

se amputará la cola, dejándola de la longitud<br />

que indique el dueño del caballo. Esa operación<br />

se practica con el amputador de la cola<br />

que representa la figura 103, y se cauteriza el<br />

maslo con el cauterio anular hasta detener la<br />

hemorragia.<br />

En los-perros, los gatos, las ovejas y otros<br />

animales pepueños se corta también la cola<br />

con bastante frecuencia. Si los animales son<br />

jóvenes, la amputación se ejecuta con las tijeras<br />

rectas, desapareciendo por sí misma la<br />

hemorragia en la mayoría de los casos.<br />

Amputación de una parte supernumeraria. —<br />

De cuando en cuando se observan entre los<br />

animales lo que el vulgo llama fenómenos, es<br />

decir, que nacen monstruosos por exceso de<br />

partes, con un órgano ó una porción de órgano<br />

demás, una quinta extremidad, dos colas,<br />

tres astas, etc. Cuando son poco voluminosas<br />

y causan á la res alguna incomodidad, impi-<br />

ter de poda se practica la amputación en los<br />

frutales para aumentar, mejorar ó acelerar la<br />

producción; en los forestales, para regularizar<br />

su forma ó separar ciertas ramas para que adquiera<br />

la planta más vigor; operación que se<br />

llama escamonda en muchas partes. Finalmente,<br />

se desmochan ó afrailan los árboles de<br />

cualquier clase, es decir, se despoja el tronco<br />

de toda clase de ramas, ora para que broten<br />

con mayor vigor, ora para injertar una<br />

nueva planta. Todas esas operaciones se han<br />

de practicar según las reglas especiales que<br />

se expondrán en los artículos Escamondar,<br />

Desmochar y Podar.<br />

AMUGAMIENTO. — (V. Amojonamiento.)<br />

AMUGRONAR. — Llevar el sarmiento<br />

largo de una vid por debajo de tierra, de modo<br />

que su extremidad salga á la distancia necesaria<br />

para que ocupe el vacío de una cepa<br />

que faltaba en la viña. (V. Acodo y Vid.)<br />

AMUGUIS.—(V. Amoguis.)<br />

AMULETO.—Voz derivada del verbo latino<br />

amoliri, que significa alejar, preservar-<br />

Llámase así á cualquier objeto que lleva el<br />

hombre consigo ó que se hace llevar á los animales<br />

, considerándole como preservativo con-


AMU — 266 — AMU<br />

tra las enfermedades, las heridas, la muerte<br />

y los maleficios. Desde tiempo inmemorial se<br />

halla generalizado el uso de amuletos entre<br />

las clases populares de todos los países. Es<br />

consecuencia de supersticiones muy difíciles<br />

de destruir; se trasmite de generación en generación,<br />

y adquirido el hábito de atribuir importancia<br />

á los amuletos desde la infancia,<br />

muchos hombres, aun habiendo llegado á una<br />

gran cultura, no saben desechar tan absurdas<br />

preocupaciones, á menos de que sean fervorosos<br />

y obedezcan á las prescripciones de la religión<br />

, que prohibe creer en agüeros ó cosas<br />

supersticiosas. Cuéntase del profundo pensador<br />

Pascal que llevaba un amuleto, y podrían<br />

enumerarse centenares de hombres descreídos,<br />

y principalmente de mujeres, particularmente<br />

entre gentes avezadas al vicio y al crimen,<br />

que llevan constantemente amuletos y tienen<br />

fe en su eficacia. En vano ridiculizan los hombres<br />

ilustrados tales preocupaciones; en vano<br />

se demuestra, como dos y tres son cinco, que<br />

á nada conduce llevar sobre el pecho, pendiente<br />

del cuello ó simplemente en el bolsillo, un<br />

amuleto; los supersticiosos, y lo son todos los<br />

hombres que no se hallan contenidos por los<br />

preceptos de la religión, creen que tales chirimbolos<br />

son eficacísimos contra los accidentes<br />

fortuitos, contra las balas, contra los descarrilamientos<br />

en los ferrocarriles, contra el rayo,<br />

contra los naufragios, etc., etc. Esa absurda<br />

creencia se aplica también á los animales, cual<br />

si no ocurrieran desgracias á las personas y<br />

animales, aun cuando lleven amuletos.<br />

No debe confundirse el amuleto con el talismán,<br />

porque al segundo se atribuye la virtud<br />

de atraer bienes al que le posee, ó de preparar<br />

eventos prósperos, no la de evitar males.<br />

Tampoco debe confundirse el amuleto con<br />

el encanto, que exige la pronunciación de<br />

frases misteriosas, maldiciones contra las personas,<br />

los animales y los objetos, ó bien gestos<br />

extravagantes.<br />

Los amuletos son tan numerosos como las<br />

desgracias que con ellos se pretenden evitar.<br />

La esmeralda, la calcedonia, la turquesa y otros<br />

muchos minerales colgados del cuello ó llevados<br />

en sortijas, son considerados como preservativos<br />

contra la epilepsia, las pesadillas, las<br />

caídas, el granizo, el rayo, y medios de facilitar<br />

el destete entre los animales. También se<br />

acude al reino animal para la obtención de<br />

amuletos, y así se emplean los excrementos<br />

de lobo contra el cólico, la cabeza de víbora<br />

contra la esquinencia, los dientes de perro<br />

rabioso contra la rabia, las telas de araña contra<br />

las cuartanas, la piel de vaca marina contra<br />

el rayo (amuleto éste de que se hallaba<br />

provisto el Emperador Augusto) y el estiércol<br />

de serpiente contra las fiebres malignas.<br />

Entre los amuletos del reino vegetal se<br />

citan: la acedera y el llantén contra las escrófulas;<br />

la hierba cana malaxada entre los dedos<br />

y suspendida al cuello, contra la mordedura<br />

de los escorpiones; la raíz de espárrago<br />

aplicada sobre una muela ó diente enfermos,<br />

para evitar que duelan al ser extraídos; la<br />

raíz de piretro ó de peonía, contra la epilepsia<br />

en los niños; las castañas guardadas en el bolsillo<br />

del pantalón, contra las hemorroides; un<br />

collar de corcho aplicado al cuello de las vacas,<br />

contra la secreción de leche; saquitos de<br />

azafrán en el estómago, contra el mareo; una<br />

rama de cerezo colgada de la chimenea, para<br />

curar los males de garganta; el mimbre silvestre,<br />

contra las dislocaciones de las extremidades;<br />

una raíz de col chico colgada al<br />

cuello y que llegue hasta el pecho, contra los<br />

sudores nocturnos, y el trébol de cuatro hojas,<br />

contra una multitud de males.<br />

Desde los más remotos tiempos vienen empleándose<br />

como amuletos también figuras y<br />

escritos de diferente índole. Para preservar<br />

sus caballos de las balas y garantizarlos contra<br />

las enfermedades, los árabes suspenden al<br />

cuello de sus yeguas versículos del Corán, cosidos<br />

entre dos placas de cuero más ó menos<br />

adornadas. Los griegos modernos, cuando sufren<br />

una enfermedad, escriben el nombre de<br />

ésta en un papel triangular y le suspenden á<br />

la puerta de la habitación. La figura de un<br />

león en oro grabada cuando el sol se halla en<br />

el signo de Leo, ha sido considerada como un<br />

amuleto contra la mordedura de los escorpiones;<br />

la de un carnero con la del dios Marte,<br />

como preservativo contra los dolores de cabeza;<br />

la de un toro, contra la esquinencia; la<br />

orla del sudario de un muerto colocada sobre<br />

los ríñones, contra los cólicos; una bolsa de<br />

lino nuevo llena de sal, con una tela de araña<br />

y cebolla, es un amuleto contra las cuartanas;<br />

la cuerda de un ahorcado y un objeto que haya<br />

tocado el verdugo inmediatamente después<br />

de ejecutar á un hombre, se consideran como<br />

remedios contra muchos males, y especialmente<br />

contra el dolor de cabeza. En algunas comarcas<br />

de España recomiendan los charlatanes<br />

y curanderos contra muchas enfermedades<br />

el llevar colgado un acerico ó colchoncillo<br />

relleno de diversas hierbas.<br />

Hay también anillos mágicos, á los cuales<br />

se atribuye la virtud de curar muchos padecimientos,<br />

y especialmente la gota, cuando<br />

contienen un pedazo de ombligo de niño.<br />

Sólo el buen sentido, la experiencia y los preceptos<br />

religiosos pueden destruir eficazmente<br />

las supersticiones de los que atribuyen virtudes<br />

á los amuletos. Esas supersticiones son<br />

verdaderamente dañinas cuando son causa de<br />

que no se llame al facultativo y no se emprenda<br />

la curación de los padecimientos.<br />

AMURCA Ó MORCA en Cataluña, Aragón<br />

y Valencia.—La Academia española hace<br />

esa palabra sinónima de alpechín. Es el residuo<br />

de la fabricación del aceite de olivas, ó las<br />

heces ó lías que se obtienen por la depuración<br />

del aceite mediante el reposo. Ese término<br />

fué usado ya por los romanos, que empleaban<br />

la amurca en la medicina humana y en<br />

veterinaria como tópico ó en unturas. Después<br />

de mezclada con heces de buen vino y<br />

agua en que se hubieren macerado granos de


ANA — 267 — ANA<br />

altramuz, la recomendaron Catón, Virgilio y<br />

Plinio como .el mejor preservativo contra la<br />

sarna en los carneros. Se ha confundido á veces<br />

la amurca con el orujo de aceitunas, y en<br />

la actualidad se utiliza para la fabricación de<br />

jabones comunes.<br />

AMURCAR.—Dar el golpe el toro con las<br />

a S AMURILLAR ó AMURILLAR.—pícese<br />

cuando se arrima tierra al pie de un árbol<br />

ó una planta para cubrir y abrigar sus raíces.<br />

(V. Recalzar.)<br />

AMUSGAR.—Echar hacia atrás las orejas<br />

el caballo, el toro, etc., en ademán de querer<br />

morder, tirar coces ó embestir.<br />

AMUYON.—Se da este nombre en las Islas<br />

Filipinas al árbol silvestre Uñona cauliflora,<br />

P. Blanco, de la familia de las Anonáceas.<br />

(V. Uñona.)<br />

AMYGDALUS — Género de plantas de la<br />

familia de las Amigdáleas. (V. Almendro.)<br />

AMYRIS.— Género de plantas de la familia<br />

de las Terebintáceas. Las especies leñosas<br />

más importantes son las siguientes:<br />

Amyris marítima, Jacq. (Amyris dyatripa,<br />

Spreng.).—Este arbusto, que vive en las<br />

playas de Cuba, donde lo llaman cuaba amarilla,<br />

es frecuente en las cercanías de Cabana,<br />

y se cría bastante torcido. Es muy resinoso, y<br />

exhala un olor fuerte, parecido al de la ruda.<br />

Con la madera se hacen hachas ó antorchas<br />

que dan una luz muy clara.<br />

Amyris sylvalica, Jacq. (Amyris cimosa,<br />

Reich.).—En Cuba llaman á este árbol cuaba.<br />

En Puerto Rico se llama tea. Abunda en las<br />

•costas del Norte. A los cuarenta años de edad<br />

llega á la altura de 8 á 10 metros, con una<br />

caña de 4 á 5 metros de alto, y grueso de<br />

•0,50 á 0,75.<br />

La madera es dura y flexible. Sirve para<br />

vigas, viguetas y arboladuras de casas de<br />

campo. Su principal uso es para hachones,<br />

pues da una luz clara y permanente, por la<br />

parte resinosa que contienen sus astillas ó<br />

teas. De cuaba debe venir cuabar, esto es, pescar<br />

de noche con hachones.<br />

Amyris polígama, Cav. (Schinus dependens,<br />

Ort.; Durana dependens, D. C.). — Árbol<br />

•oriundo de Chile, donde recibe el nombre de<br />

huinghan. En nuestros jardines florece en<br />

Mayo. Los racimos de flores son de la misma<br />

longitud que las hojas. El tronco es tortuoso,<br />

de unos 4 á 6 metros de alto.<br />

Esta planta se multiplica por semilla y forma<br />

parte de los bosquetes de invierno, porque<br />

es siempre verde. La madera es dura, blanca<br />

y de grano fino, pudiéndose usar en la tornería<br />

, ensamblaje y otros usos.<br />

ANABASIS. — Género de plantas de la<br />

familia de las Salsoláceas: Corresponde al<br />

grupo de las leñosas barrilleras, que dan carácter<br />

á los terrenos esteparios del SE. de España.<br />

(V. Rémeh.)<br />

ANABONG.—(V. Anibong.)<br />

ANA CARDIÁCEAS ó ANACAR-<br />

DIEAS (Botánica).—Vegetales dicotiledó­<br />

neos, pertenecientes á una familia compuesta<br />

de árboles y de arbustos, la mayoría de los cuales<br />

viven fuera de Europa. Su savia es láctea ó<br />

resinosa; sus hojas alternas, sencillas unas veces,<br />

folioladas otras, desprovistas de estípulas<br />

y de glándulas en su tejido. Las flores son alguna,<br />

muy rara vez, hermafroditas, y más generalmente<br />

monoicas ó dioicas; en ocasiones<br />

incompletas, y siempre pequeñas, más ó menos<br />

herbáceas, y formando espigas ó panículas axilares<br />

ó terminales. El cáliz cuenta de tres á<br />

cinco sépalos; la corola se halla compuesta de<br />

igual número de pétalos, que alternan con las<br />

piezas del cáliz y se insertan en un disco glanduíoso<br />

que rodea el ovario ú ocupa el centro<br />

de la flor. Los estambres alternan con los pétalos,<br />

y su número es igual ó doble que el<br />

de éstos; las anteras son biloculares, y su polen<br />

es fácilmente arrebatado por los vientos. El<br />

ovario es libre, si- bien alguna vez se halla<br />

soldado con el cáliz; contiene de uno á tres<br />

carpelos, terminados por otros tantos estigmas<br />

, y á veces de cuatro á seis, pero siempre '<br />

es unilocular, por aborto de todos los carpelos<br />

menos uno, donde solamente existe un grano<br />

inserto en el fondo de la celda. Ese óvulo,<br />

sostenido por un funículo más ó menos largo,<br />

se halla siempre invertido, y parece suspendido<br />

á veces en el vértice de la cavidad del ovario,<br />

á consecuencia de la soldadura del funículo<br />

con la pared. El fruto es una drupa seca unas<br />

veces, carnosa otras, y que siempre contiene<br />

un hueso cuya almendra, constantemente desprovista<br />

de perispermo, se halla exclusivamente<br />

constituida por el embrión. En un solo<br />

grupo, el de las Espondiáceas, del cual se ha<br />

pretendido hacer una pequeña familia, el fruto<br />

presenta cuatro ó cinco celdas, y contiene<br />

igual número de granos, cuya estructura es<br />

por lo demás idéntica á la de las otras especies<br />

de anacardáceas.<br />

Algunos botánicos continúan designando<br />

todavía á esta familia con el nombre de Terebintáceas.<br />

Contiene unos cuarenta géneros y<br />

cerca de cien especies; casi todas ellas vegetan<br />

en las regiones intertropicales de América<br />

y del Antiguo Continente, no conociéndose<br />

ninguna de ellas en la Australia ó Nueva Holanda.<br />

El mímero de las especies va decreciendo<br />

en los países que se hallan situados al N.<br />

ó S. del Ecuador, de manera que pasado el<br />

paralelo 45 de ambos hemisferios desaparecen<br />

por completo de la flora. En Europa esa familia<br />

se halla representada por los géneros Pistacia<br />

y Rhus, especies poco numerosas á la<br />

verdad y que vegetan especialmente en la región<br />

mediterránea.<br />

La cornicabra (Pistacia terebintkus) es la<br />

especie que más avanza hacia el Norte, puesto<br />

que crece en las cercanías de Lyón, y es conocida<br />

en el Rosellón, en el Languedoc y en<br />

la Provenza. Otra especie, el lentisco (P. lentiscos<br />

), se aleja poco de las costas del Mediterráneo,<br />

y abunda, por el contrario, en algunos<br />

puntos de la costa española de Levante, en<br />

Córcega, en Cerdeña y en la África septen-


ANA — 268 — ANA<br />

trional ó Berbería, donde forma muchas veces<br />

espesos matorrales.<br />

El alfónsigo ó pistacho (Pistacia vera) es<br />

muy interesante para la industria; procede de<br />

Oriente, y se ha naturalizado completamente<br />

en las costas del Mediterráneo, donde sus almendras<br />

son utilizadas por los reposteros y<br />

confiteros. En las islas del Archipiélago, del<br />

pistacho de Chíos (Pistacia chía) se extrae<br />

una resina balsámica que se emplea en farmacia<br />

y en perfumería desde los más remotos<br />

tiempos, y es conocida con el nombre de mastic<br />

ó trementina de Chíos. La especie más<br />

elevada de todo el género es el pistacho del<br />

Atlas (Pistacia atlántica), árbol de mediana<br />

estatura, común en Marruecos y Argel.<br />

Las especies del género Rhus, que viven<br />

también en la región mediterránea, abundan<br />

mucho en el Japón y en la América septentrional.<br />

En muchas comarcas vegetan el Rhus<br />

coraría y el Rhus cotínus ó árbol de las pelucas<br />

ó fustetes, que se emplean para el curtido<br />

' de los cueros, además de utilizarse el segundo<br />

como madera tintórea para dar color amarillo;<br />

su corteza, astringente y aromática, ha<br />

sido preconizada también como succedáneo de<br />

la quinina. El barniz del Japón (Rhtes vernicifera)<br />

y el de América (Rhus venenóla) exudan<br />

una gomo-resina con la cual se prepara un<br />

brillante barniz, y que es muy venenosa; propiedad<br />

común á muchas otras especies del género.<br />

Esos diversos arbustos, y á veces árboles<br />

de tercera magnitud, son cultivados en los<br />

jardines de Europa como plantas de adorno.<br />

Entre las especies exóticas se puede citar el<br />

manga (Mangifera indica), frutal del Asia<br />

meridional, hoy esparcido por todas las regiones<br />

intertropicales, y cuyas azucaradas, aromáticas<br />

y suculentas drupas (mangas) constituyen<br />

una de las frutas más estimadas. El anacardo<br />

falso acajú (Anacardium occidentale)<br />

es un hermoso árbol que crece en las mismas<br />

regiones que el anterior, y produce frutos<br />

piriformes, denominados manzanas de acajú,<br />

que no son otra cosa que los pedúnculos de<br />

las flores, cuyo volumen ha aumentado, convirtiéndose<br />

aquéllos en suculentos. El verdadero<br />

fruto, el que resulta del crecimiento del<br />

ovario, es una nuez comprimida, muy dura,<br />

que aparece superpuesta y débilmente encajada<br />

en la parte superior de la fruta carnosa.<br />

Esa nuez se designa con el nombre de nuez<br />

de acajú, y la almendra que contiene es comestible,<br />

lo mismo que la llamada manzana.<br />

Otros varios árboles de la familia qué nos<br />

ocupa dan también frutas, pero de menos<br />

aceptación que las suministradas por las dos<br />

especies precedentes; entre ellos se pueden<br />

citar los mombins ó falsos ciruelos (spondias),<br />

cuyo cultivo se ha generalizado mucho en las<br />

regiones intertropicales, y cuyos frutos, muy<br />

semejantes á nuestras ciruelas, solamente se<br />

diferencian de las mangas propiamente dichas<br />

por contener sus huesos varias almendras en<br />

lugar de una sola.<br />

Por lo expuesto se ve que la familia de las<br />

anacardáceas es realmente interesante bajo<br />

muchos conceptos, y que convendría introducir<br />

en las comarcas meridionales de España<br />

varias de las especies exóticas que en aquélla<br />

se incluyen. De ellas podría obtener la industria<br />

resinas, substancias astringentes ó colorantes<br />

y excelentes maderas de ebanistería, á<br />

más de algunos frutos.<br />

ANACARDO (Anacardium).— Género de<br />

plantas de la familia Anacardiáceas.<br />

Comprende una especie cultivada en las<br />

Islas Filipinas, y en las de Cuba y Puerto Rico.<br />

(V. Casoi.)<br />

ANACOMPTIS (Botánica).—Árbol de<br />

Madagascar cuyo fruto lechoso sirve para<br />

hacer cuajar la leche. ,<br />

ÁNADE—(V. Pato.)<br />

ANAPRODISIA (Medicina veterinaria).—Frialdad<br />

genital que á veces es necesario<br />

combatir en los animales para provocarlos<br />

al acto de la reproducción. Para ese fin se<br />

emplea naturalmente una medicación afrodisíaca.<br />

Esta solamente puede producir el apetecido<br />

resultado cuando el desarreglo no es<br />

determinado por estados morbosos de los órganos<br />

genitales, y especialmente de los testículos<br />

ó del ovario, ó por otras afecciones<br />

crónicas. Cuando la anomalía se presenta como<br />

resultado de una nutrición insuficiente, se logrará<br />

que desaparezca suministrando piensos<br />

muy alimenticios, por ejemplo, cebada germinada,<br />

legumbres, cañamones, linaza, etc.,<br />

y manteniendo á los enfermos en reposo. En<br />

los animales gordos y flemáticos debe recurrirse,<br />

por el contrario, al movimiento violento,<br />

á los purgantes y á la compañía de ambos<br />

sexos. Cuando la falta de excitación es producida<br />

por las frecuentes cópulas y porque no se<br />

entregan á los machos hembras jóvenes, se<br />

emplearán aquellos medios que obran especialmente<br />

sobre los órganos genitales, considerándose<br />

de esa índole las cantáridas, la pimienta<br />

blanca, la sabina y el Paris quadrifolia,<br />

administrando cotidianamente cuatro ó seis<br />

plantas secas de esta especie durante tres días<br />

y estando en ayunas el animal. También prescribe<br />

algún veterinario, el Sr. Zundel, el áloes<br />

con el carbonato de amoníaco. Las lociones<br />

de las partes genitales con agua fría producen<br />

también buenos efectos.<br />

La esterilidad en las hembras puede ser<br />

causada por la gran excitabilidad; contra ésta<br />

se recomiendan las sangrías, el alcanfor y el<br />

aguardiente, que ha de administrarse á las<br />

vacas en la dosis de 180 á 350 gramos un<br />

cuarto de hora antes de la cópula. También<br />

determina la esterilidad la falta de excitabilidad<br />

, la obesidad, la impotencia del macho y<br />

ciertas enfermedades. Mientras que en el último<br />

caso la curación no da resultados por lo<br />

general, los producen, por el contrario, buenos<br />

los estimulantes contra la falta de excitabilidad<br />

, y contra la obesidad frecuentemente las<br />

sangrías, los purgantes, el trabajo y una moderada<br />

dieta. Las fórmulas farmacéuticas más<br />

recomendadas para la administración de los


ANA — 269 —<br />

ANA<br />

medicamentos mencionados son las siguientes:<br />

E. Polvos de raíz de regaliz 30 gramos.<br />

Polvos de cantárida 0,6 —<br />

Agua caliente para infusión 350 —<br />

. Se mantendrá el líquido en una vasija cerrada<br />

durante media hora, y se administrará<br />

al buey ó al caballo enfermo en una sola vez.<br />

También se podrán propinar al buey 15<br />

gramos de polvos de cantárida, administrándole<br />

una cuarta parte antes de que salga á pastar<br />

y en el período que media entre dos raciones.<br />

K. Cañamones 30 gramos.<br />

Agua para emulsión 350 —<br />

Tintura de cantáridas 4 á 8 —<br />

Se administrará de una sola vez á las reses<br />

mayores durante el curso del día.<br />

E. Polvos de pimienta blanca 60 gramos.<br />

Polvos de raíz de altea • t c g<br />

Agua i<br />

Para hacer ocho pildoras.<br />

Se administrarán diariamente al buey dos<br />

pildoras en dos veces.<br />

R. Aloes en polvo 120 gramos.<br />

Carbonato de amoníaco 60 —<br />

Raíz de cálamo aromático on polvo. 180 —<br />

Mézclese, divídase en cuatro dosis y adminístrese<br />

diariamente una al buey en un litro<br />

de vino caliente.<br />

,AN AFRODISIACO Ó ANTIAFRODI-<br />

SIAC0.—Medicamentos á los cuales se atribuyen<br />

virtudes contrarias á las que se atribuyen<br />

á los afrodisíacos, y entre los cuales<br />

figuran en primer término el alcanfor, la lechuga<br />

y las flores del lúpulo.<br />

ANAGÁLIDA (Anagallis).—Esta voz<br />

procede del verbo griego anagelao (reir), y<br />

se ha aplicado á la designación de la planta<br />

aludida, por suponerse que goza la propiedad<br />

de excitar la risa en las personas. Ese género<br />

comprende graciosas matas de flores axilares,<br />

solitarias, que forman rueda, y se distingue<br />

por la tendencia característica de sus frutos á<br />

abrirse circularmente como los relojes de bolsillo.<br />

Entre las variedades se pueden citar la<br />

A. collina, la grandiflora, la fruticosa, la<br />

A. mcnelli ó de Argelia, de tallo sufrutescente,<br />

ramoso, de hojas aovado-lanceoladas, flores<br />

de color bermellón en racimos. Todas ellas<br />

constituyen excelente adorno para los jardines;<br />

se multiplican por esquejes en Julio y Agosto<br />

ó en primavera, manteniéndolas abrigadas;<br />

florecen, según los casos, en Septiembre ó Julio,<br />

y prefieren los terrenos ligeros, frescos.y<br />

húmedos.<br />

ANAGRAP.—-1." Árbol frecuente en la provincia<br />

de Batangas y otras de la Isla de Luzón,<br />

del Archipiélago filipino. Corresponde á<br />

la especie Mimosa scüiifera, P. Blanco (gé-„<br />

ñero Pithecolobium, Mart.), familia de las<br />

Leguminosas, subfamilia de las Mimoseas.<br />

DESCRIPCIÓN.-—Flores hermafroditas, axi-<br />

lares, en panoja; legumbre grande, muy larga,<br />

torcida en espiral, hendida transversalmente<br />

hasta la sutura en muchos pedazos<br />

cuadrados y redondeados; por el extremo separados<br />

unos de otros, y dirigidos unos á un lado<br />

y otros al opuesto, alternando, semejando escudetes,<br />

de donde toma el nombre específico;<br />

cada pedazo encierra una semilla grande, gruesa,<br />

oval, sin línea elevada paralela ala orilla,<br />

y fija por un hilo largo á la sutura del aposento<br />

opuesto á la superior. Hojas dos veces<br />

aladas, sin impar, en cuyo lugar hay un estilete;<br />

hojuelas de 14 centímetros de, largo y<br />

7 de ancho, membranosas, en número de tres<br />

pares, lanceoladas, enterísimas y lampiñas,<br />

con una glándula entre el último par; pecíolos<br />

primarios', con una glándula y una grieta<br />

en la base; los parciales, alternos los inferiores,<br />

y el último par opuesto. Florece en<br />

Junio.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES. — Llega este<br />

árbol á la altura de 20 metros. Su madera es de<br />

color amarillo parduzco y de textura fina, algo<br />

vidriosa; rompe en astilla larga. No se usa<br />

mucho en la construcción, si bien los indios la<br />

usan para pilares (harigues) de sus casas, por<br />

suponerle buenas condiciones de duración debajo<br />

de tierra.Elasticidad, 0,006 metros; resistencia<br />

máxima al peso de 23,465 kilogramos;<br />

peso el aire (pulgada cúbica), 6,389 gramos, y<br />

peso específico, 0,486.<br />

Según opinión del Padre Blanco, la corteza<br />

puede servir para lavar, como la del langil.<br />

2.° Mimosa scüiifera, P'. Blanco, var.?—<br />

Recibe los nombres de Alobahai, Casai y<br />

Malacoimonsile.<br />

DESCRIPCIÓN.—Flores hermafroditas, en panoja;<br />

legumbre roja en la madurez, más pequeña<br />

que la anterior, torcida en espiral, con<br />

muchas escotaduras que no llegan á la sutura<br />

superior y otros tantos aposentos; en cada uno<br />

de ellos una semilla arriñonada ó lenticular,<br />

fija por un hilo largo á la sutura de cada aposento.<br />

Hojas opuestas, tres veces aladas, sin<br />

impar, en cuyo lugar hay un estilete; hojuelas<br />

de 15 milímetros de largo, más de diez y<br />

seis pares, romboideas, lampiñas por arriba y<br />

algo vellosas por debajo, con una glándula en<br />

los últimos pares; pecíolo principal de cinco ángulos<br />

medio alados, con una glándula cóncava<br />

hacia la base y otra semejante en la base de<br />

los pecíolos secundarios, que son alternos; los<br />

parciales son opuestos, en número de unos<br />

diez pares, con una glándula en la base. Florece<br />

en Enero.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES. — Árbol de<br />

más de 30 centímetros de diámetro en el<br />

tronco. Los indios se sirven de su corteza<br />

para afirmar el color azul.<br />

ANAGATLI.—Nombre que se da en las<br />

Islas Filipinas al árbol silvestre Canariopsis<br />

villosum, Blum., de la familia de las Burseráceas.<br />

(V. Canariopsis.)<br />

_ AWAG-YRIS.—Género de plantas de la<br />

familia de las Leguminosas. (V. Hediondo.)<br />

AWAHA0.—Nombre que en las Islas Fi


ANA — 270 — ANA<br />

iipinas se aplica á di versas palmas bravas, pero<br />

más particularmente á la Livinstona rotundifolia,<br />

Mart., de la familia Palmas. Se llama<br />

también Anao y Bolong luyong.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas en figura de abanico,<br />

con pliegues terminados en punta; pecíolos<br />

sin aguijones. Flores en espata; el espádice<br />

largo, de 1,50 metros, conteniendo muchas florecillas<br />

en racimos compuestos; el pedúnculo<br />

propio cortísimo y grueso. Fruto drupa globosa,<br />

del tamaño de una cereza, con el pericarpio<br />

sin escamas, y la semilla dura y córnea.<br />

Florece en Febrero.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.'—Esta palma<br />

se hace tan alta como los cocoteros y arecas.<br />

El tronco es negro y muy derecho; la madera<br />

muy dura, y la médula blanda, como en las<br />

otras palmas.<br />

La semilla tierna se come, pero es muy astringente<br />

y tolerable sólo para los indios.<br />

Empléase esta palma en estacadas, en canales<br />

para conducir agua y en otros usos,<br />

porque es de mucha duración.<br />

Las hojas sirven para cubrir los techos de<br />

las casas.<br />

ANALEPSIA.—Restablecimiento de las<br />

fuerzas de una enfermedad; realmente es un<br />

estado intermedio entre el estado patológico y<br />

el estado de salud; el término es sinónimo de<br />

convalecencia.<br />

ANALÉPTICO.—Lo que restaura las fuerzas.<br />

Dícese de una clase particular de medicamentos,<br />

tónicos ó excitantes, qué despiertan<br />

el vigor y las energías fisiológicas en los<br />

convalecientes ó en los animales mal nutridos.<br />

En patología veterinaria pueden considerarse<br />

como analépticos las harinas de trigo<br />

y de cebada, la alfalfa, las patatas, las habas,<br />

los caldos de substancias animales, el arroz<br />

cocido, etc. Auméntala acción de esas substancias<br />

con la adición de líquidos espirituosos,<br />

que por sus principios estimulantes excitan<br />

el órgano gástrico. Conviene administrarlos<br />

con frecuencia á todos los animales que tienen<br />

la fibra blanda y temperamento linfático, á<br />

los sometidos á penosos trabajos y á los que<br />

viven en terrenos húmedos y pantanosos, aun<br />

cuando no hayan enfermado. Dicho se está<br />

que los analépticos se hallan contraindicados<br />

en circunstancias opuestas.<br />

ANALES.—Relaciones de sucesos por<br />

años: los anales agrícolas se distinguen generalmente<br />

de las obras de agricultura en que<br />

en éstas se expone una doctrina, y se diferencian<br />

de los periódicos en que en ellos se trata<br />

sin método ni sistema los asuntos agrarios, en<br />

tanto que los anales son, por lo general, una<br />

recopilación de observaciones sobre ensayos<br />

de cultivo, sobre resultados de experiencias.<br />

En los anales más famosos se va anotando periódicamente,<br />

á veces día por día, todo lo que<br />

un espíritu investigador puede observar, para<br />

que su práctica en las reformas intentadas<br />

sirva de guía á los demás, para que caminen<br />

con paso firme en la vía del progreso, sin<br />

riesgo de contratiempos y desengaños.<br />

Existen muchas publicaciones que llevan<br />

el título de anales, aunque realmente no lo<br />

son; de todos modos, citaremos algunas, por<br />

si hay agricultores que tengan interés en consultarlas.<br />

Anales de Ciencias naturales. Madrid, 1799<br />

á 1S04. Imprenta Real. Siete tomos en 4.°, de<br />

300 á 400 páginas y 49 láminas.<br />

Con el nombre de Anales de Historia natural<br />

comenzó esta publicación en Octubre<br />

de 1799, por cuadernos de 80 á 100 páginas, y<br />

el tercer tomo aparece ya con el epígrafe que<br />

encabezamos.<br />

D. Antonio José Cavanilles era el principal<br />

empresario, y publicó en estos Anales muchos<br />

artículos y descripciones de nuevos géneros<br />

de plantas. También colaboraron Lagasca,<br />

Rojas Clemente, Neé, Asso y otros, registrándose<br />

entre sus artículos de botánica muchos<br />

relativos al abacá, cacahuet, chufa, encina,<br />

vegetales que producen resina, y otros<br />

sobre palomas domésticas.<br />

Anales de Ciencias, Agricultura, Comercio<br />

y Artes. Habana, 1827-1829. Dos tomos en 4.°,<br />

de 286 y 377 páginas respectivamente, con<br />

4 láminas.<br />

D. Ramón de la Sagra comenzó esta publicación<br />

en Julio de 1827, y la continuó hasta<br />

Junio de 1829, dando un número mensual.<br />

La Intervención de la Habana protegió estos<br />

Anales, que contienen, especialmente en su<br />

segundo tomo, los principales escritos, consignando<br />

los adelantos modernos en sus relaciones<br />

con la agricultura cubana.<br />

Anales de Ciencias, Literatura y Artes.<br />

Madrid, 1832. Seis tomos en 8.°, de cerca de<br />

300 páginas cada uno. Editor, D. Casimiro de<br />

Grregory.<br />

En esta publicación, más que la literatura<br />

y las artes, predominan los asuntos de economía<br />

política. Sin embargo, en el primer tomo<br />

se habla con alguna extensión del estado en<br />

que á la sazón se encontraban los productores<br />

de lanas y de su porvenir; se dan además algunas<br />

noticias respecto á la propagación de<br />

los ganados merinos, y se insertan datos estadísticos<br />

de la exportación de lanas.<br />

En el tercer tomo se reseña el estado de la<br />

agricultura española y sus necesidades, especialmente<br />

en cuanto se relacionan con las comunicaciones<br />

y caminos para dar salida á los<br />

frutos.<br />

El quinto contiene artículos sobre piscicultura<br />

y respecto á aclimatación de nuevas especies<br />

de animales.<br />

Anales de la Sociedad Económica de Jaén.<br />

Jaén, 1820. Un cuaderno en 4.°, de 53 páginas.<br />

Imprenta de Doblas.<br />

El socio contador D. Francisco C. de Lanuza<br />

los redactó, y aprobados, se dieron á. la<br />

estampa. En estos Anales se da cuenta de los<br />

trabajos realizados en la explotación que la<br />

Sociedad creó para fabricar objetos de esparto,<br />

lino y cáñamo, con objeto de difundir está<br />

industria y socorrer con sus productos á los<br />

niños, á los pobres y á los ancianos.


ANA — 271 — ANA<br />

Se estudia el escaso progreso que entonces<br />

la agricultura alcanzaba, señalando algunas<br />

de sus causas, y se elogian con muchos detalles<br />

los beneficios del riego del Guadalbullón<br />

para fertilizar los campos de Casa Blanca, las<br />

Infantas y Graciena.<br />

Anales de la Sociedad Económica Matritense.<br />

Madrid, 1853-70. Veinte tomos en 4.°,<br />

holandesa. Imprenta del Colegio de sordomudos.<br />

Desde 1870 se publica una Revista para<br />

dar cuenta de los trabajos de la Sociedad, interrumpida<br />

solamente durante el año 1883, en<br />

que vieron la luz pública dos cuadernos de<br />

114 páginas cada uno, que forman un tomo<br />

de Anales, y que fueron impresos en la imprenta<br />

de D. Manuel Tello.<br />

Como las Sociedades Económicas, y especialmente<br />

la Matritense, han fomentado tanto<br />

los intereses morales y materiales, y la agricultura<br />

sobre todo, sus Anales insertan gran<br />

número de informes y dictámenes sobre muchas<br />

cuestiones agrarias, como prueban los<br />

dos cuadernos del tomo publicado en 1883.<br />

En el primero se insertan dictámenes sobre<br />

la libre importación de cereales y respecto á<br />

la conveniencia de publicar la carta agrícola<br />

de España; en el segundo se trata de la adulteración<br />

de algunas substancias alimenticias.<br />

Anales de la Escuela práctica de Agricultura<br />

de la M. N. y M. L. provincia de Álava.<br />

Vitoria, 1858-1860. Imprenta de la Viuda de<br />

Manteli é hijos. Tres folletos en 4.°, de 30 á 40<br />

páginas.<br />

El director de la Escuela, D. Eugenio de<br />

Garagarza, publicó en dichos años los Anales,<br />

que consignan la marcha científica y administrativa<br />

de la Escuela, y las observaciones<br />

diarias respecto á los varios cultivos allí entonces<br />

establecidos, y á las evoluciones vegetales,<br />

conteniendo además consejos sobre agricultura<br />

local, muy apreciables y tan importantes<br />

en aquella provincia, que merecieron<br />

los Anales ser circulados oficialmente para<br />

difundir sus prácticas enseñanzas.<br />

Anales de la Sociedad española de Historia<br />

natural. Madrid, 1871 á 86. Imprenta de Portanet.<br />

Catorce tomos.<br />

Se publica por cuadernos en épocas indeterminadas<br />

, formando los tres de cada año un<br />

tomo en 8.°, de más de 500 páginas, con facsímiles,<br />

mapas y láminas de animales, vegetales<br />

, minerales y cortes geológicos de varias<br />

zonas de la Península, que ilustran el texto,<br />

en que se estudian la fauna, la flora y la geología<br />

del suelo español, y donde el agrónomo<br />

puede utilizar valiosos datos locales, pues que<br />

insertan descripciones geológicas de algunas<br />

provincias, estudios acerca de la fosforita de<br />

Belmez (tomo VII), de algunos insectos nocivos<br />

á la agricultura y de plantas notables por<br />

su utilidad y rareza de la zona NE. de España<br />

(tomos VIII y IX).<br />

Estos Anales abundan en. noticias entomológicas,<br />

petrográficas y micro-mineralógicas;<br />

en descripciones geológicas de zonas peninsu­<br />

lares y ultramarinas, constituyendo un rico<br />

arsenal á que puede recurrir el agrónomo<br />

para ilustrar muchos problemas de su especialidad.<br />

Anales de Agricultura. Madrid, 1877 á<br />

1882. Imprenta de la Sociedad tipográfica, y<br />

de D. José Ruiz de Castroviejo. Cinco tomos<br />

en 8.° marquilla y un cuaderno, siendo el<br />

tercero en 4.° doble. Comenzó su publicación<br />

el 15 de Abril de 1877, y terminó el 30 de<br />

Julio de 1882.<br />

La Asociación de Ingenieros agrónomos<br />

fundó esta Revista quincenal para defender<br />

los intereses agrícolas del país, y á fin de que<br />

la clase agronómica tuviese representación en<br />

la prensa periódica. Durante ios dos primeros<br />

años dirigió la Revista un Consejo de Redacción,<br />

que fué sucesivamente presidido por los<br />

agrónomos D. Luis Casabona, D. Zoilo Espejo,<br />

D. Manuel Rodríguez Ayuso, D. Manuel<br />

del Busto y D. José de Arce. El expresado<br />

Sr. Espejo estuvo encargado de la dirección<br />

en 1879, y con el Sr. Pequeño (D. Diego)<br />

; adquirió la propiedad en 1880, dirigiendo<br />

los Anales ambos ingenieros en dicho año y<br />

en el siguiente de 1881; hasta que, al principiar<br />

el de 1882, quedó único propietario don<br />

Diego Pequeño, que los rigió hasta cesar su<br />

publicación.<br />

Todo el movimiento agrícola, así como los<br />

adelantos agronómicos que se realizaron entonces,<br />

están registrados en los cinco tomos de<br />

Anales, los cuales además contienen profundos<br />

estudios sobre varios ramos de la producción<br />

: rural.<br />

Anales de la Sociedad rural argentina.<br />

Buenos Aires, 1866-1886. Veinte volúmenes<br />

en 4.° Imprenta de P. Buffet y Compañía.<br />

Actualmente está dirigida por el doctor<br />

', D. Estanislao S. Zeballos, y su lectura acusa<br />

el estado de la agricultura, y especialmente<br />

de la ganadería, en aquella República sub-americana;<br />

las asociaciones y medios de fomentar<br />

1 su riqueza rural, y la incesante labor con que<br />

introducen los adelantos que obtiene la vieja<br />

• Europa.<br />

Y ya que de Anales se trata, mencionare-<br />

'. mos los de otras naciones, de origen no espa-<br />

; ñol, tales como los siguientes:<br />

Anales de la Sociedad Entomológica de<br />

i Francia, que resumen los trabajos de los sabios<br />

modernos acerca del estudio de insectos<br />

; útiles y perjudiciales.<br />

I Anales de la Agricultura italiana, que acu-<br />

' san los trabajos oficiales y particulares que<br />

' han dado por resultado el rápido desenvolvimiento<br />

de su riqueza agraria.<br />

Anales agrícolas de Roville. París, 1824<br />

i á 1832. Ocho tomos y otro de suplemento,<br />

: publicado en 1837, en 8.°<br />

Roville fué un Establecimiento agrícola<br />

creado en 1822 por subscripción, con objeto<br />

• de fundar una explotación agrícola con carácter<br />

industrial, y cuyas enseñanzas prácticas<br />

pudieran ser aprovechadas por los alumnos de<br />

un Instituto anejo, los cuales recibirían la


ANA — 272 — ANA<br />

enseñanza teórica suficiente para alcanzar<br />

aptitud de directores de granjas agrícolas.<br />

Eoville también contaba con una fábrica de<br />

instrumentos y máquinas agrícolas.<br />

Su director. Mateo de Dombasle, comenzó<br />

á publicar los Anales en 1824, y continuó repartiendo<br />

á los accionistas del Establecimiento<br />

un tomo cada año, hasta el de 1832, en que<br />

suspendió la publicación, la cual reanudó en<br />

1837 dando á la estampa un suplemento.<br />

En estos Anales no se ocupa Dombasle solamente<br />

en dar cuenta á los interesados de las<br />

ganancias ó pérdidas del Establecimiento, y<br />

•el detalle de los cultivos é industrias que iba<br />

estableciendo, con las observaciones recogidas,<br />

sino que inserta muchos trabajos sobre impuestos,<br />

montes, economía, legislación rural<br />

y correspondencias con los agrónomos y centros<br />

agrícolas más renombrados á la sazón en<br />

Europa, y que algún adelantamiento habían<br />

obtenido, para implantarlos en Eoville; por lo<br />

cual llegó á ser este Establecimiento la expresión<br />

práctica de los progresos agrarios del<br />

primer tercio del siglo actual, y sus Anales el<br />

compendio de todos los adelantos de la agricultura<br />

y de sus industrias derivadas durante<br />

los años de su publicación.<br />

Anales del Instituto agronómico de Versailes.<br />

París, 1852. Un tonio en 4.° mayor.<br />

Para dar .cumplimiento á la ley de 3 de<br />

Octubre de 1848 que creó esta Escuela de estudios<br />

superiores agronómicos en Versalles,<br />

•el Conde de Gasparín, Comisario general del<br />

Instituto, reunió y publicó el tomo de Anales<br />

de que se trata, y que, según el patriarca de la<br />

•agricultura moderna, debían contener: 1.° La<br />

historia del Establecimiento durante el año<br />

anterior.—2.° Los estudios realizados.—:3.° Los<br />

•cultivos.—4.° Los^detalles de las experiencias<br />

agrícolas hechas en los campos de la explotación.—<br />

5.° Las practicadas en los ganados.—6.°<br />

Los análisis químicos hechos en el<br />

laboratorio.-—7.° Las observaciones meteorológicas.—8.°<br />

Los trabajos científicos del profesorado<br />

res.pecto al progreso de la agricultura<br />

y de la zootecnia.<br />

Aunque en esta división no se comprende<br />

la parte económica, porque ésta es secundaria<br />

•en una Escuela de estudios superiores agronómicos<br />

, consigna los ingresos y gastos en el<br />

tomo publicado de estos Anales, y cumple<br />

fácilmente el anterior programa, mereciendo<br />

«spécial recuerdo, entre los trabajos del profesorado,<br />

una Memoria estudiando la alucita<br />

en su origen, naturaleza y extensión de sus<br />

daños, y los medios de destruirla.<br />

Anales de la Agricultura francesa. París,<br />

1804 á 1873. Doscientos seis tomos en 8.°, distribuidos<br />

en seis series, é ilustrados con grabados.<br />

Es la publicación más antigua del país vecino<br />

que ha llegado hasta los tiempos modernos.<br />

Cada mes aparecía un cuaderno de 60 á<br />

80 páginas, habiendo sido dirigida en los últimos<br />

años por M. Londet, profesor de Economía<br />

en la Escuela de Grand^Jouan, y siendo<br />

redactor jefe M. L. Bouchard-Huzard. La<br />

utilidad de esta Revista puede aquilatarse leyendo<br />

su lema, que dice: «La mejor agricultura<br />

es la que enriquece al labrador». Los<br />

cuadernos de cada semestre forman un tomo,<br />

y contienen Memorias y numerosas observaciones<br />

prácticas sobre todos los ramos de la<br />

agricultura; las actas de la Sociedad central<br />

de Agricultura de Francia; una Crónica agrícola<br />

en que constan los principales acontecimientos<br />

del mes correspondiente; un Boletín<br />

bibliográfico dando cuenta de las obras notables<br />

publicadas sobre cualquier ramo agrícola<br />

ó sus industrias derivadas, y los grabados<br />

necesarios para la inteligencia del texto. En<br />

esta Revista se dan á conocer todos los progresos<br />

que interesan al labrador, y sus índices<br />

son un registro de los progresos de las ciencias<br />

agronómicas en tan largo período.<br />

Anales de la Escuela regional de Agricultura<br />

de Grignon. París, 1828-1850. Veintiséis<br />

volúmenes en 8.°, con grabados.<br />

Insertan los métodos de cultivo seguidos y<br />

experimentados en aquel Establecimiento, sus<br />

mejoras y progresos, como también varias<br />

Memorias sobre diversos problemas importantes<br />

de la agricultura francesa.<br />

Anales y Archivos de la Industria en el siglo<br />

xix. París, 1867-1869. Ocho volúmenes<br />

en 8.°, con 4.000 páginas de texto, 600 grabados<br />

y 300 láminas.<br />

Bajo la dirección de M. E. Lacroix comenzó<br />

esta publicación para vulgarizar los estudios<br />

de especialidades respecto á todos los ramos<br />

de la actividad humana en la Exposición<br />

celebrada en París en 1867. Es, por lo tanto,<br />

una vasta Revista enciclopédico-tecnológica<br />

de ciencias, artes é industrias, entre las que<br />

trata extensamente cuantas se relacionan con<br />

la agricultura, sobre todo en sus relaciones<br />

con la mecánica, riegos y construcciones.<br />

Anales de la Estación agronómica del Este<br />

de Francia. París, 1879. Un volumen en 8.°<br />

mayor, de 414 páginas.<br />

El director de la Estación, M. Grandeau,<br />

trata de las aplicaciones de la química y de la<br />

fisiología á la silvicultura, y concreta todos<br />

sus trabajos y análisis desde 1868 á 1878.<br />

Anales de la Sociedad de Horticultura de<br />

París y Central de Francia. Un cuaderno<br />

en 8.°, mensual, con grabados en colores.<br />

Varios tomos de esta Revista de jardinería<br />

se han publicado, consignando el estado y<br />

progresos de este ramo cultural, é insertando<br />

el extracto de las actas de la Sociedad.<br />

La importancia agrícola de los Anales, redactados<br />

á tenor de los famosos de Roville y<br />

de Versalles, es grandísima, porque los hechos<br />

observados sirven de base á la doctrina económica.<br />

En atención á esto, sería de desear<br />

que se redactasen en algunos establecimientos<br />

públicos del Estado, y sobre todo en el Instituto<br />

agrícola de Alfonso XII. Allí hay razas<br />

de ganado extranjeras y nacionales, unas de<br />

las cuales se alimentan al aire libre, y otras en<br />

estabulación; allí hay aves de corral y empo-


ANA — 289 — ANA<br />

metilo, y se deseca suavemente (1); se lava con<br />

cuidado la preparación por medio de un hilo<br />

de agua corriente; se cubre con el cubreobjetos<br />

de cristal, y se pasa á la platina para observar<br />

el campo en el microscopio, con aumento de<br />

100 á 800 diámetros gradual y sucesivamente.<br />

Una vez hecha la observación del agua de<br />

la superficie del frasco, se decanta el resto<br />

hasta que queden en el fondo de 300 á 600<br />

centímetros cúbicos de agua; se agita y se<br />

vuelve á colocar para que repose en una probeta<br />

alta de pie y llave inferior. Depositada<br />

bien el agua, se extrae con cuidado la superior,<br />

y se recogen 3 ó 4 centímetros cúbicos del<br />

agua del fondo, al cual se le agrega un volumen<br />

igual de glicerina, después de haber examinado,<br />

primeramente sin colorear y luego<br />

coloreando, parte del mismo y de reservar otra<br />

parte para cultivo. La observación en el microscopio<br />

se hace en la forma dicha, variando<br />

la coloración con los diversos reactivos, como<br />

el picrocarminato de Ranvier, el verde de<br />

metilo, la eosina, el violeta de París, la hematoxilina,<br />

etc., y empleando la glicerina en<br />

las preparaciones para evitar la evaporación.<br />

Puede acelerarse el procedimiento tratando<br />

cada 30 ó 40 centímetros cúbicos del agua que<br />

se quiere reconocer por un centímetro cúbico<br />

de disolución acuosa de ácido ósmico á 1,5 por<br />

100. Por este medio mueren rápidamente todos<br />

los organismos microscópicos, animales y vegetales<br />

, y se fijan con sus formas, según Certes;<br />

y para evitar que se ennegrezcan por la<br />

acción del reactivo, se añade luego bastante<br />

agua pura -para llenar el frasco en que se<br />

opera; se deja reposar, se decanta, y recogiendo<br />

el depósito, se colorea y se procede á<br />

la observación micrográfica, como se ha dicho<br />

anteriormente.<br />

Se acelera y facilita igualmente el reconocimiento<br />

filtrando el agua con la presión conveniente<br />

por el filtro de porcelana de Maillé<br />

ó por la llamada bujía de Cbamberland, filtro<br />

de la misma materia, con lo cual se consigue<br />

reunir casi todos los organismos dentro del<br />

filtro; pasan, sin embargo, al través algunos<br />

gérmenes y micrococos si se opera á la presión<br />

de algunas atmósferas, sin cuya presión<br />

no se consigue por otra parte lo que se intenta.<br />

Sin embargo, el paso parcial de los<br />

gérmenes y micrococos no constituye un obstáculo<br />

serio para el reconocimiento, siendo<br />

posible el reconocimiento de los que trausporan<br />

en especial por el cultivo. De esta manera<br />

se consigue reunir en breve horas un<br />

gran número de microorganismos de los diversos<br />

existentes en el agua en corto volumen,<br />

y pueden desde luego efectuarse diversos<br />

y variados reconocimientos y cultivos.<br />

El número de los microbios existentes en<br />

(1) La desecación tiene inconvenientes, así como<br />

el lavado, y puede evitarse coloreando directamente<br />

la preparación y pasando á la cámara de Kocli, cubriendo<br />

con el Ciistal y desalojando el exceso de materia<br />

por presión de la lámina para la observación.<br />

Día—II.<br />

las aguas es dato interesante para su calificación;<br />

aumenta ó disminuye según las estaciones<br />

, y decrece notablemente por el frío.<br />

El cultivo de los microorganismos tiene interés<br />

capital para su completo examen y evolución;<br />

el conocimiento de ésta es indispensable<br />

en gran número de casos para determinar<br />

las especies. Puede efectuarse el cultivo en<br />

cámaras húmedas ó en estufas adecuadas, en<br />

portaobjetos de cristal ó en tubos de ensayo<br />

esterilizados previamente, ya sea colocando<br />

una ó dos gotas de la gelatina esterilizada de<br />

Koch, á la cual se añade luego una partícula<br />

del agua concentrada de microorganismos por<br />

medio de un hilo de platino esterilizado en la<br />

lámpara de alcohol, ó ya sea añadiendo en<br />

tubos de ensayo al agua la gelatina de cultivo<br />

, la de agar-agar, el caldo peptonizado, ú<br />

otro de los líquidos empleados por Pasteur,<br />

Miquel y otros microbiólogos, á cuyos interesantes<br />

trabajos y escritos debe dirigirse el<br />

que intente penetrar este vastísimo campo de<br />

la ciencia, consultando á la vez la obra de<br />

Cornil y Babés, en la que encontrará sumaria<br />

y bien expuesto cuanto se refiere á la técnica<br />

y clasificación, tanto de la clásica de<br />

Cohn, cuanto de la de Rabenhorst y Plugge.<br />

El agricultor podrá después aplicar los conocimientos<br />

adquiridos con este motivo para las<br />

industrias propias de su explotación, y para<br />

la defensa de los innumerables enemigos que<br />

persiguen sus productos.<br />

í\ Garagarza.<br />

ANÁMENLA {Botánica).— Género de<br />

plantas de la familia de las ranunculáceas,<br />

cuyas hojas vesicantes reemplazan á las cantáridas<br />

en la colonia inglesa del Cabo. Conócense<br />

dos especies: l. ü , la Anamenia coriácea<br />

ó Adonis capensis, llamada también Knowltonia<br />

rígida; y 2.°, la A. laserpitifolia ó Knowllonia<br />

vesicatoria.<br />

AN AMIRT A ( Botánica ) . — Desígnase<br />

así la vulgarmente llamada coca de Levante<br />

(Anamirta coccidus de Wight y Arnolt, Menispermum<br />

cocculus de L., y Cocculus snberosus<br />

de Decandolle), y que comprende un género<br />

de plantas pertenecientes á la familia de<br />

las Menispermáceas, que importa señalar seguramente.<br />

Es un arbusto vigoroso, de tallo<br />

trepador, del grueso de un brazo humano, con<br />

ramas sarmentosas, estriado y cubierto de<br />

una corteza suberosa y hendida. Las hojas<br />

son altei'iias, pecioladas, anchas,.cordiformes<br />

por la base, con cinco nervios, gruesas, lisas<br />

y relucientes. Las flores son unisexuales, es<br />

decir, que están separadas las femeninas de<br />

las masculinas; son muy numerosas, pequeñas,<br />

dioicas, blancas y dispuestas en grandes<br />

racimos compuestos y colgantes. El cáliz consta<br />

de seis sépalos en dos filas, y llevados<br />

brácteas cóncavas sin corola. Los numerosos<br />

estambres son monadelfos; las anteras se<br />

abren longitudinalmente por una hendedura,y<br />

forman una especie de cabeza en la cima de<br />

la columna délos estambres. Las menudas flores<br />

femeninas presentan estaminodios libres;.<br />

19


ANA — 290 A XA<br />

el cáliz es trífido; los tres ovarios, libres y sentados,<br />

se hallan sostenidos por un ginóforo<br />

cilindrico; los estilos son muy cortos, y los<br />

estigmas redondeados por el lado. Los frutos,<br />

en número de uno á tres, forman drupa; son<br />

globulosos (figura 117), ovoideos, carnosos,<br />

rojos y del tamaño de una pequeña avellana;<br />

la corteza verde cubre una cascara blanda, con<br />

dos valvas, cuya cavidad presenta una eminencia<br />

que avanza formando dos lóbulos. La<br />

semilla se amolda á esa eminencia, y contiene<br />

una almendra córnea que puede dividirse en<br />

dos partes desiguales, y es semi-lunar, amarillenta,<br />

oleaginosa y enteramente amarga.<br />

Del pericarpio se extraen la menispermina,<br />

principio amargo y vomitivo; paramenisperrnina,<br />

materia alcalina amarilla, ácido hipomcrotóxico<br />

y clorofila. El albumen ó almen-<br />

Fiqura 117.—Coca do Levante<br />

dra contiene picrotoxina, principio que hace<br />

peligroso el uso de la coca de Levante', y que<br />

se emplea para envenenar los peces y comunicar<br />

amargor á la cerveza, á pesar de que<br />

lo último se halla castigado en Inglaterra con<br />

5.000 y 12.500 pesetas respectivamente al cervecero<br />

y el expendedor, y á pesar de que es<br />

peligroso comer peces que se hayan pescado<br />

con la coca. La¡picrotoxina ó coculina es el<br />

principio activo: es una substancia neutra que<br />

cristaliza en agujas ó filamentos, blanca, inodora,<br />

muy amarga, soluble en el alcohol y<br />

en el éter, poco soluble en el agua, que se<br />

combina mal con los álcalis y no se combina<br />

con los ácidos. También se obtienen de la almendra<br />

reúna, goma, materia grasa acida,<br />

cera, ácido málico, almidón y sales. La menispermina<br />

es un alcaloide soluble también<br />

en el alcohol y en el éter, insoluble en el agua<br />

é insípido.<br />

A pesar de llamarse coca de Levante, la<br />

anamirta procede de las Indias orientales;<br />

pero el comercio europeo la adquirió en un<br />

principio en los puertos del Asia menor, y de<br />

ahí la denominación empleada. El fruto que<br />

expende el comercio presenta una parte exterior<br />

seca, delgada, negruzca, rugosa, débilmente<br />

acre y amarga, y de un núcleo blanco<br />

, leñoso, que contiene una almendra blanca<br />

y amarga. Debe cogerse fresca, porque se<br />

deteriora con el tiempo. En la almendra reside<br />

el principio activo; produce náuseas y vómitos<br />

administrada á la dosis de 30 á 50 centigramos.<br />

En dosis tóxica su acción se mani­<br />

fiesta principalmente sobre los músculos de la<br />

voluntad, provocando vacilación, temblores,<br />

insensibilidad y convulsiones tetánicas que<br />

inmovilizan el cuerpo, dejándole en la posición<br />

en que se hallaba al tomar el venenó.<br />

Este paraliza el movimiento del corazón. ISTo<br />

se conoce contraveneno, y nunca debe emplearse<br />

como tal el ácido acético, que disuelve<br />

precisamente la picrotoxina y facilita pollo<br />

tanto su difusión.<br />

Aun cuando se consigue aislar el principio<br />

activo de la coca de Levante, y aun cuando<br />

es una substancia muy enérgica, apenas se<br />

usa en medicina, ano ser en pomada, para<br />

combatir el pórrigo inveterado y matar los<br />

piojos. En la India se mezcla con miga de pan,<br />

y se obtiene un excelente cebo para pescar,<br />

porque los peces que han ingerido la pasta<br />

salen á la superficie del agua para morir.<br />

En tales casos, para que los pescados no<br />

sean alimento peligroso, es necesario destriparlos<br />

en cuanto salen del agua. La<br />

práctica se halla prohibida por las leyes.<br />

ANAMIRTA.—(V. Lactang.)<br />

ANANANGTAN.—Árbol silvestre de<br />

los montes de las Islas Filipinas, que corresponde<br />

á la especie Turraba virens, L.,<br />

de la familia de las Meliáceas. (V. Turrma.)<br />

ANANAPLAS—(V. Adaan.)<br />

ANANAS (Sromelia ananas, L.; Anana<br />

nassa sativa, Lindley).—Esta importantísima<br />

planta tropical, de la familia de las<br />

Bromeliáceas, es muy conocida con el nombre<br />

de pina de América. Aunque parece haber sido<br />

cultivada en todos tiempos en las Indias occidentales,<br />

no se introdujo en Europa hasta la<br />

segunda mitad del siglo xvín, desde cuya,<br />

época se han ido perfeccionando progresivamente<br />

su fruto y su cultivo.'<br />

Es planta vivaz, de raíces fibrosas; tallo<br />

corto y suculento, de 40 á 50 centímetros de<br />

largo; hojas radicales numerosas, que alcanzan<br />

de 80 centímetros á un metro, y que son poco<br />

anchas, guarnecidas en sus bordes de dientes<br />

muy duros y bastante agudos en la mayoría<br />

de las variedades; flores de color azul en espiga,<br />

con un gracioso ramillete ó penaoho de<br />

hojas pequeñas, en su extremidad superior,<br />

llamado corona; fruto ovoideo, oblongo, cilindrico<br />

ó piramidal y carnoso en su interior,<br />

cuya superficie imita bastante bien las escamas<br />

de la pina del pino piñonero. La figura<br />

118 representa la anana comestible, conocida<br />

por pina común de América.<br />

Los horticultores distinguen cincuenta variedades,<br />

siendo las más apreciadas las siguientes<br />

:<br />

VARIEDADES DE HOJAS LISAS.—Ananas de<br />

Cayena ó Maspourí.— Fruto bastante alargado<br />

, de excelente sabor y muy tardío. La figura<br />

119 representa la variedad ananas de Cayena.<br />

Ananas de Cuba.—Buena variedad, aunque<br />

inferior á la de Cayena.<br />

VARIEDADES DE HOJAS ESPINOSAS TEMPRA-


ANA — 291 — ANA<br />

ÑAS.—Ananas de la Providencia.—Fruí o<br />

oblongo ú oval, muy grueso, color rojizo, de<br />

muy buena calidad y muy temprano. La figura<br />

120 representa la variedad ananas de la<br />

Providencia.<br />

Ananas de Montserrat.—Fruto cilindrico,<br />

algunas veces más grueso en la parte superior<br />

perfumada. Existe una variedad con hojas<br />

rayadas de blanco.<br />

VARIEDADES TARDÍAS.—Ananas Carlota<br />

Rotschild.—Fruto cilindrico, un poco ovalado,<br />

amarillo de oro; carne amarilla, muy jugosa.<br />

Buena variedad de invierno. Planta vigorosa<br />

y de fruto temprano.<br />

Figura 118.—Anana comestible ó pina común de América<br />

que en la base, y de color de cobre; carne<br />

compacta, jugosa y de excelente calidad, aunque<br />

tardío.<br />

Ananas Euville.—Fruto piramidal, coloide<br />

naranja intenso, y corona pequeña; carne<br />

amarilla pálida, jugosa y perfumada.<br />

VARIEDADES DE HOJAS ESPINOSAS Y ESTACIÓN-<br />

MEDIA.—Ananas de la Martinica ó común.—<br />

Fruto mediano ó pequeño, anaranjado; carne<br />

compacta y en extremo perfumada.<br />

Ananas Conde de París.—Procedente de la<br />

comiín, pero que se distingue por su fruto<br />

mucho más desarrollado y hermoso.<br />

Ananas de Jamaica.—Fruto oval, alargado,<br />

obscuro, de mediano tamaño; carne compacta,<br />

jugosa y muy perfumada.<br />

VARIEDAD EXCELENTE PARA INVIERNO.—<br />

Ananas pan de azúcar.—Fruto cilindrico,<br />

amarillo intenso; carne amarilla, azucarada y<br />

Ananas de Antigoa verde.—Buena variedad<br />

de invierno, y de carne muy jugosa y perfumada.<br />

Pero la que constituye la variedad más importante<br />

y generalizada es la anana común<br />

(Bromelia ananas ó ananassa), representada<br />

en la figura 118, con el nombre de pina común<br />

de América ó pan de azúcar, que forma una<br />

masa compacta, amarilla, ovoidea, elipsoidal ó<br />

globosa. Se extrae de ella un jugo rico en materias<br />

azucaradas y aromáticas, así como en<br />

ácidos vegetales, especialmente ácido málico.<br />

Las siembras de ananas suministran un<br />

gran número de variedades, reproduciéndolas<br />

por cualquiera de los medios que indicaremos.<br />

Cuando las plantas proceden de semilla,<br />

dan I,fruto ordinariamente al cuarto ó<br />

quinto año; la multiplicación por hijuelos tiene<br />

la ventaja de producir fruto á los dos ó


ANA — 292 — ANA<br />

tres años. El cultivo al aire libre es fácil en<br />

la Habana, en Cayena, Jamaica, etc., países<br />

muy cálidos, con tal de elegir sitios húmedos<br />

y frescos. Algunos ensayos practicados en la<br />

Argelia han dado tan buenos resultados como<br />

los emprendidos en Málaga y otros puntos<br />

de nuestra costa del Mediterráneo. Pero<br />

en general, no se puede practicar su cultivo<br />

sino en estufas calientes, y en las regiones<br />

templadas, en bacas.<br />

Las ananas requieren, como decimos, calor<br />

y humedad, y cajones ó camas calientes donde<br />

se les haga fructificar,<br />

dentro de un<br />

invernáculo en<br />

buena exposición,<br />

aunque poco elevad<br />

o, para que las<br />

plantas no se_ encuentren<br />

muy alejadas<br />

de los vidrios.<br />

La mayor dificultad<br />

que ofrece el<br />

cultivo de las ana­<br />

Fisura 119<br />

Ananas de Cayena<br />

nas consiste en<br />

calcular la suma de<br />

calor y humedad<br />

que necesita esta<br />

planta, porque, originaria<br />

de los países<br />

tropicales, en<br />

que el calor es casi<br />

uniforme, sin ser<br />

excesivo, las ananas<br />

no exigen período<br />

de reposo<br />

anual.<br />

MlJITIPL ICA-<br />

'CIÓN.— Se verifica<br />

por semillas é hijuelos<br />

, ó por los esquejes<br />

de corona,<br />

que ocupan la parte<br />

superior del fru­<br />

to. Sólo se emplea la siembra para obtener<br />

variedades nuevas, porque se necesitan tres ó<br />

cuatro años por lo menos para obtener fruto<br />

de las plantas sembradas. Por mucho tiempo<br />

se han preferido las coronas, pero hoy se<br />

apela á los hijuelos, que dan resultados más<br />

rápidos.<br />

Deben destacarse con cuidado los hijuelos,<br />

y muy especialmente los de la base de los<br />

tallos, que son los mejores, y plantarlos con<br />

sus hojas tan pronto como sea posible.<br />

TIERRA Y ABONOS.—La tierra que conviene<br />

mejor á las ananas es la ligera, y suave, que<br />

contenga una gran proporción de materia vegetal<br />

en estado fibroso para que no se deforme<br />

con los riegos. Se puede conseguir ésta mezclando<br />

un tercio de buena tierra con otro<br />

tercio de tierra de brezo y otro de mantillo<br />

de hojas. Debe enriquecerse en seguida, según<br />

las necesidades, con estiércol muy descompuesto.<br />

PLANTACIÓN.—-Antes de la época de la plan-<br />

tación, y hacia los últimos días de Septiembre<br />

, se prepara un lecho ó cama de unos 60<br />

centímetros de espesor, compuesto de mitad<br />

y mitad de estiércol enterizo y hojas mezcladas<br />

ó estiércol bien fermentado. La altura de<br />

la cama debe calcularse de tal modo que después<br />

de haber cargado de 20 á 30 centímetros<br />

de residuos de tenerías ó de musgo, las plantas<br />

se encuentren lo más cerca posible de los<br />

vidrios. En cualquier época los cajones y<br />

camas que se destinen al cultivo de ananas<br />

deben estar cubiertos de musgo.<br />

Para efectuar la plantación se despojará de<br />

h ojas la parte que se ha de introducir en la<br />

tierra de los tiestos, que deberá ser de 10 á 12<br />

centímetros. Algunas personas conservan los<br />

renuevos durante varios días á la sombra en<br />

un sitio del invernáculo<br />

, á fin<br />

de enjugarlos<br />

un poco, y lo<br />

mismo puede<br />

hacerse con las<br />

coronas foliáceas.<br />

Figura 120<br />

Ananas de la Providencia<br />

No ha de estar<br />

la tierra seca<br />

al tiempo de<br />

plantarlas, ni<br />

tampoco muy<br />

húmeda, pues<br />

el exceso de humedad<br />

sería el<br />

más perjudicial<br />

entre los dos<br />

extremos.<br />

Después de<br />

la plantación se<br />

colocarán los<br />

tiestos en la cama<br />

ó caja preparada<br />

al efecto,<br />

dejando entre<br />

los tiestos<br />

un espacio conveniente,<br />

que se<br />

calculará con<br />

arreglo al desarrollo<br />

y fuerza<br />

de las plantas. Durante la noche se cubrirán<br />

cuidadosamente los cajones con esteras, y por<br />

el día se colocará un toldo de tela gruesa, ó se<br />

echará por encima paja para atenuar la intensidad<br />

de los rayos solares.<br />

Cuando las ananas jóvenes comienzan á vegetar,<br />

se les ventilará de vez en cuando, abriendo<br />

las cajoneras ínterin da el sol, y siempre<br />

del lado opuesto al viento, pues es planta tan<br />

sensible y delicada que se estropea al menor<br />

descuido. Se regará con precaución, no haciéndolo<br />

más que cuando sea absolutamente<br />

necesario, y entonces de pie, pero cuidando<br />

que no penetre agua en el cogollo.<br />

A principios de Noviembre, ó en la época<br />

en que comienza á sentirse el frío entre nosotros,<br />

se recalentarán las cajoneras, rodeando-


ANA —,293 — ANA<br />

las de estiércol reciente hasta la altura de la<br />

superficie de plantación, renovando todos los<br />

meses el estiércol hasta la primavera.<br />

Como esta planta tropical languidecería ó<br />

moriría tal vez de frío en nuestro clima durante<br />

los hielos y nieblas, si no se redoblasen<br />

los medios de arroparlas, se recubren las cajoneras<br />

por la noche con una doble estera,<br />

extendiendo además sobre ella una buena capa<br />

de paja, y encendiendo braseros á la altura<br />

de las cajoneras.<br />

En la primavera serán más frecuentes y<br />

abundantes los riegos, aumentando la cantidad<br />

de agua á medida que van tomando más<br />

fuerza los rayos solares.<br />

En los primeros días de Mayo se formará<br />

una cama más alta que la de otoño, arreglada<br />

al desarrollo que han tomado ya las plantas,<br />

reemplazando el lecho ó capa de residuos de<br />

tenerías por otro de tierra de 25 centímetros<br />

de espesor, en donde se replantarán las ananas,<br />

examinando antes sus raíces para suprimir<br />

las que se hallen podridas. Se introducirán<br />

de modo que el antiguo cepellón se encuentre<br />

recubierto algunos centímetros por la tierra, á<br />

fin de favorecer la emisión de nuevas raíces<br />

que parten del cuello.<br />

Poco tiempo después de plantadas se empezará<br />

á ventilarlas gradualmente, aumentando<br />

la introducción de aire conforme se va elevando<br />

la temperatura, porque ya no deben<br />

habituarse las plantas á una sombra constante<br />

en esta estación templada, si se aspira á que<br />

sean vigorosas.<br />

Durante el verano no hay inconveniente<br />

en regarlas con la alcachofa de la regadera,<br />

pues en la estación calurosa no perjudica la<br />

humedad que se extiende por la planta.<br />

Con este tratamiento las plantas habrán<br />

tomado al segundo otoño ó al año de plantadas<br />

un desarrollo como el de las plantas de<br />

dos años cultivadas sin estos cuidados.<br />

A fines de Septiembre ó principios de Octubre<br />

se transplan taran á.los arriates del invernáculo,<br />

suprimiendo los renuevos y algunas<br />

hojas de la parte inferior, y después de cortar<br />

al rape de la planta todas las raíces viejas,<br />

porque perecen todos los años para ser reemplazadas<br />

por otras nuevas, se les volverá á<br />

plantar en tiestos de 24 centímetros de diámetro<br />

y altura, que son los más proporcionados<br />

á las dimensiones adquiridas por las plantas.<br />

En seguida se les arregla otra nueva cama,<br />

compuesta de la misma mezcla de materias<br />

que la del primer año y de igual espesor, consagrándolas<br />

los mismos cuidados que á los renuevos<br />

durante su primera edad, hasta que<br />

arrojan otras raíces. Así pasan todo el invierno<br />

, hasta que se inicia la fructificación desde<br />

el mes de Abril á Julio. Los tiestos deberán<br />

estar enterrados en la cama, á distancia de 50<br />

centímetros unos de otros. Entonces se les sacará<br />

del tiesto y se les plantará en un lecho<br />

de tierra que reemplazará á los residuos de<br />

tenerías.<br />

Durante el tiempo que están las ananas en<br />

el invernáculo, se pueden sustituir con ventaja<br />

las camas calientes por el termosifón. En<br />

este caso se colocarán los residuos de tenerías<br />

y la tierra por consiguiente sobre un suelo<br />

bajo por el que circulen los tubos del termosifón<br />

, que permanecerán llenos de agua. Para<br />

obtener hermosos frutos en el más corto espacio<br />

de tiempo posible es preciso que las plantas<br />

se hallen constantemente á una temperatura<br />

uniforme de 22 á 25° centígrados en el<br />

invierno, y de 25 á 30° en el verano. En el mes<br />

de Mayo puede dejar de funcionar el termosifón,<br />

porque desde esta época hasta Septiembre<br />

es suficiente el calor solar.<br />

El invernáculo en que se colocan las ananas<br />

se divide ordinariamente en dos partes por<br />

medio de un tabique de vidrio, para obtener<br />

frutos de dos estaciones. Las plantas más robustas<br />

deben colocarse en el primer departamento<br />

, donde se recolectan pinas hermosas y<br />

maduras desde Julio á Septiembre.<br />

Para cultivar las plantas colocadas en el<br />

otro departamento y destinadas á segunda estación,<br />

se les consagrarán durante el invierno<br />

los mismos cuidados indicados para los de la<br />

primera, con la diferencia que la temperatura<br />

que les rodee no debe elevarse más de 22°.<br />

Los frutos de esta segunda estación maduran<br />

ordinariamente de Septiembre á Diciembre.<br />

La figura 121 representa un invernadero<br />

calentado por un termosifón, viéndose las vidrieras<br />

A B, los listones C en que se apoyan,<br />

y en D D los canales que protegen los muros.<br />

En E E se advierten los tubos del termosifón<br />

al salir de la caldera de agua caliente, y<br />

en FE los mismos tubos más bajos, al volver<br />

á la parte inferior de la caldera, después de<br />

haber recorrido todo el lecho del invernadero.<br />

En G se representan los soportes del piso en<br />

que descansa el lecho H, que también contiene<br />

el muro pequeño I, junto al sendero de<br />

servicio J. En K se ve la altura mayor del<br />

invernáculo, que alcanza 2,24 metros en la<br />

parte interior. Se advierte en L un soporte<br />

móvil para la colocación de los tiestos cerca<br />

de las vidrieras. Estos invernáculos calientes<br />

quedan enteramente enterrados por su parte<br />

anterior y elevados poco más de un metro en<br />

M, por su parte posterior. Así se consigue<br />

una temperatura más constante y apropiada<br />

para el desarrollo y fructificación de estas<br />

plantas.<br />

ENEMIGOS.—Desde hace algún tiempo se<br />

conoce una cochinilla que, venida del Senegal,<br />

se encuentra en casi todos los invernáculos de<br />

Europa, y que sólo puede evitarse su propagación<br />

con gran cuidado y exquisita limpieza.<br />

Para hacerla desaparecer se quebrantan con<br />

una pequeña espátula de madera las escamas<br />

que forma el insecto sobre el tejido vegetal, y<br />

se cepillan las hojas ó se lavan bien con agua<br />

y jabón negro.<br />

Aplicaciones.—Se consume la anana como<br />

fruto fresco, ó en forma de compota y conserva.<br />

Se prepara con el jugo que se extrae, la<br />

tan decantada limonada contra las afecciones


ANA — 294 — ANA<br />

ligeras del pecho, ó bien después de fermentado<br />

, un licor que pasa por ser fortificante y<br />

provocar la emisión de orina, aunque embriaga.<br />

Pero es necesario evitar el abuso de<br />

este fruto, especialmente cuando no está maduro<br />

del todo. Las mujeres deben abstenerse<br />

de comerlo si se hallan en estado interesante.<br />

Comercio.— Da origen á una considerable<br />

exportación para Inglaterra en las Islas Luca-<br />

JTignra 121.—Invernadero para ananas<br />

yas y de Bahama, la que dura desde 1.° de<br />

Junio á 15 de Julio. El número de cargamentos<br />

que arriban directamente todos los años<br />

de las Islas Bahamas á Londres es de 9 á 11,<br />

y cada buque conduce 48.000 ananas por término<br />

medio; 1.300 frutos pesan una tonelada.<br />

Sin embargo, se hace por Nueva-York el<br />

mayor comercio de ananas procedentes de las<br />

Indias Occidentales, y más principalmente de<br />

Cuba, Lucayas, etc., llegando la importación<br />

en algún año á 449.418 docenas de ananas,<br />

que importaron 1.046.900 francos. El valor de<br />

la docena suele variar desde 3,75 francos á 5.<br />

No es menos considerable el comercio de<br />

ananas en conservas. Para preparar éstas se<br />

cortan en trozos delgados; los frutos deben<br />

estar sanos, y medir una circunferencia de 30<br />

á 35 centímetros por término medio. Las ananas<br />

son peladas y troceadas en los patios de<br />

las casas de campo. Hay explotación en donde<br />

se pelan al día 20.000 ananas para cargar<br />

12.675 latas, que se acaban de llenar con jarabe<br />

de azúcar. Una vez soldadas las latas, se<br />

introducen 400 ó 500 de una vez en cubas, donde<br />

se les somete á la acción de vapor bastante<br />

caliente; después de haberse elevado la temperatura<br />

lo suficiente para poner el jarabe en<br />

ebullición, lo que se comprueba por un agujerito<br />

que se deja en la tapa á fin de que<br />

escape el vapor, se acaban de cerrar herméticamente<br />

las latas cuando, se enfrían, estando<br />

en disposición de poderlas librar al comercio.<br />

En los últimos años ha tomado mucha extensión<br />

en Jamaica el cultivo de las ananas,<br />

donde las escogidas alcanzan el valor de, 11<br />

á 15 francos la docena en el punto de producción<br />

, llegando el rendimiento de una hectárea<br />

á 6.000 francos á los diez y seis ó diez y<br />

ocho meses.<br />

En las Islas Azores se crían ananas de mucha<br />

estima en Inglaterra por el desarrollo<br />

de los frutos, que alcanzan<br />

alguna vez el peso de 5 á 6 kilogramos.<br />

El embalaje tiene lugar en cajas<br />

pequeñas, en que alternan los<br />

lechos de ananas con capas de hielo.<br />

El cultivo de las ananas debería<br />

tomar gran desarrollo en nuestras<br />

costas del Mediterráneo, donde podrían<br />

economizarse mucho los medios<br />

artificiales.<br />

15. Navarro Soler.<br />

ANANTERIX —Género de las<br />

clepiadas.<br />

ANANTO (Botánica).—Que<br />

no produce flores.<br />

ANAO.—Nombre que en las Islas<br />

Filipinas se aplica á la palma<br />

Livinstona rotundifolia, Mart., familia<br />

Palmas. (V. Anahao.)<br />

ANAPELO.—(Y. Acónito.)<br />

ANARANJADO.—Caballo<br />

cuya capa ó pelo es de color parecido<br />

al de la naranja. Los aficionados<br />

estiman mucho esos caballos, y<br />

les atribuyen cualidades especiales.<br />

ANARG-ASI (Botánica ).—Árbol de las<br />

Islas Filipinas, poco conocido. Se hila su corteza<br />

, y del hueso de su fruto hacen los naturales<br />

unos brazaletes que llevan siempre consigo<br />

, por considerarlos como un preservativo<br />

contra el veneno.<br />

ANASARCA.—Palabra formada de las<br />

dos griegas ana y sarkos (carne); significa<br />

literalmente entre carnes, y se emplea para<br />

designar un padecimiento consistente en una<br />

especie de hidropesía del tejido celular subcutáneo<br />

, ó sea en la acumulación de serosidad<br />

ó parte líquida de la sangre. Divídese en pasiva,<br />

secundaria ó sintomática de una enfermedad<br />

preexistente, y en activa, que al<br />

parecer no debe referirse á ninguna otra enfermedad<br />

, y que es la que hemos de examinar<br />

aquí. La anasarca se distingue de la hidropesía<br />

ó edema en que éste solamente ocupa un<br />

miembro, una parte de él ó una región, en<br />

tanto que aquélla invade todo el tejido celular<br />

subcutáneo, bajo la forma de una intumescencia<br />

blanda y sin elasticidad, con disminución<br />

de la temperatura en los tegumentos. Se ha<br />

denominado también coriza gangrenoso, carbunco<br />

blanco y diastasemia rápido, si bien no<br />

es contagiosa en realidad.<br />

La anasarca se desenvuelve en las mismas<br />

circunstancias que los otros derrames serosos,<br />

y depende de estados morbosos pasajeros ó<br />

permanentes en la piel, en las membranas


ANA — 295 — ANA<br />

mucosas, en las serosas ó en los órganos parenquimatosos.<br />

Las causas principales de ese<br />

padecimiento son las que suprimen por mucho<br />

tiempo ó disminuyen la acción secretoria<br />

de la piel y de los ríñones, é introducen en la<br />

economía grandes cantidades de líquido. De<br />

ahí que los animales estén expuestos á contraer<br />

la anasarca cuando están expuestos mucho<br />

tiempo á la acción del aire húmedo, de<br />

las nieblas y de las lluvias; cuando permanecen<br />

en terrenos cenagosos; beben con exceso<br />

agua, sobre todo si es estancada ó salobre, y<br />

comen alimentos que tengan gran proporción<br />

de mucílago. En ocasiones se halla el organismo<br />

tan predispuesto á la anasarca por esas<br />

influencias, que el padecimiento puede presentarse<br />

repentinamente en un animal que entre<br />

de pronto en el agua, absorba una gran masa<br />

de ese líquido hallándose sudando, ó experimente<br />

una brusca supresión de la transpiración<br />

cutánea.<br />

La anasarca se presenta sin verdaderos pródromos;<br />

la hinchazón es uniforme desde un<br />

principio; no se limita por lo tanto auna parte<br />

del cuerpo, ni oponen resistencia á la presión<br />

las partes hinchadas. Si se aprieta con el dedo,<br />

se determina en la piel un hoyo que va desapareciendo<br />

paulatinamente. La piel aparece<br />

tirante, fría y seca; hay desarreglo en todas<br />

las funciones; la circulación suele ser lánguida<br />

, y el pulso lento, débil y pequeño por lo<br />

común; las fuerzas musculares disminuyen;<br />

la orina forma un sedimento copioso de color<br />

amarillo, y es escasa, encendida,}' turbia. La<br />

sed es devoradora; la lengua se pone árida y<br />

mucosa, y á veces roja por la punta y los<br />

bordes. El apetito es escaso, y marcado el extreñimiento.<br />

La hinchazón se inicia generalmente<br />

por las piernas; se extiende de noche<br />

principalmente y mientras descansa el animal,<br />

y va apareciendo sucesivamente en los muslos<br />

, en el escroto, en el vientre, en las ancas,<br />

en el pecho y en el cuello por último, sin<br />

invadir la cabeza en la mayoría de los casos,<br />

cuando el clima es seco y la anasarca es secundaria,<br />

no primitiva.<br />

En ese caso la enfermedad reviste por lo<br />

regular carácter crónico, sobre todo si se desenvuelve<br />

paulatinamente y si el animal enfermo<br />

es viejo. La terminación favorable se<br />

anuncia por abundantes flujos de orina y de<br />

vientre, y á veces por sudores copiosos, y»por<br />

el aumento de las fuerzas vitales y de las digestivas.<br />

Cuando la terminación haya de ser<br />

fatal, la hinchazón aumenta constantemente,<br />

acaba por embarazar, no solamente la acción<br />

de los órganos, sino también la de la respiración;<br />

aparece una tos seca y una respiración<br />

fatigosa, y al poco tiempo se produce la muerte,<br />

anunciada generalmente por una elevación<br />

de temperatura y por la plenitud del<br />

pulso.<br />

La anasarca solamente se cura cuando es<br />

dable restablecer la acción de la piel y de los<br />

ríñones, siendo casi siempre inútiles los medios<br />

terapéuticos encaminados á provocar el<br />

sudor, que rara vez pone término al padecimiento.<br />

Los diuréticos, ayudados por fricciones<br />

espirituosas alcanforadas en los remos, en<br />

el abdomen y en el tórax; los purgantes,<br />

cuando se tenga la seguridad de que no está<br />

inflamado el intestino y además no haya diarrea;<br />

escarificaciones ligeras en los miembros<br />

abdominales, cuidando no provocar accidentes<br />

inflamatorios y aun gangrenosos, lo mismo<br />

que al emplear en casos graves los sedales y<br />

vejigatorios, que aumentan la infiltración allí<br />

donde se aplican, y si el animal es fuerte y<br />

pletórico, los baños fríos generales, la sangría<br />

seca, la dieta, las bebidas aciduladas y nitradas<br />

y las opiatas, son los medicamentos á que<br />

ha de recurrirse, á más de suministrar al enfermo<br />

escasa cantidad de bebida, y alimentos<br />

de buena calidad y de digestión fácil, teniendo<br />

siempre en cuenta la fuerza del estómago<br />

y de los intestinos.<br />

Anasarca del caballo.—Entre los animales<br />

domésticos es indudablemente el caballo el<br />

que más fácilmente contrae la anasarca, y el<br />

que más expuesto se encuentra á morir de sus<br />

resultas. El padecimiento, consecuencia de<br />

un enfriamiento casi siempre, se inicia en la<br />

parte inferior de la cabeza, en el pecho, bajo<br />

el vientre, y en la cara interna de las extremidades,<br />

donde aparecen placas edematosas,<br />

dolorosas al tacto, aisladas en un principio,<br />

confluentes después, y cuya dimensión aumenta<br />

desde el tamaño de un duro al de la palma<br />

de la mano, acabando por confundirse unas<br />

con otras y extenderse más ó menos, deformando<br />

al animal. La hinchazón de los labios<br />

y de la nariz dificulta la respiración, y de esa<br />

manera se agrava notable y peligrosamente el<br />

estado del enfermo. Un carácter del padecimiento<br />

es que á la vez que se forman las infiltraciones<br />

serosas aparezcan en las mucosas de<br />

la nariz, de la boca y de los ojos, petequias,<br />

manchas de color rojo vivo, que se extienden<br />

constantemente hasta presentar sus centros<br />

un color negro violáceo.<br />

Generalmente se pueden marcar tres períodos<br />

bastante caracterizados en ese padecimiento.<br />

Durante el primero se inicia casi<br />

siempre de una manera brusca el mal, con<br />

fiebre más ó menos intensa, el pulso fuerte<br />

al principio y pequeño después, con. latidos<br />

del corazón muy violentos y mucosas de color<br />

azafranado, manchadas de petequias. Los labios<br />

y la parte extrema de la nariz se hinchan<br />

por placas que, una vez reunidas, forman<br />

un edema más ó menos extendido. La cabeza<br />

se vuelve disforme.<br />

En el segundo período se acentúan los<br />

síntomas indicados; el paciente arroja mucosidades<br />

sanguinolentas por las narices, y por<br />

la boca una pegajosa saliva. Aumenta la intensidad<br />

del color en las mucosas y la hinchazón<br />

, y á los cinco ó seis días, si prosigue el<br />

padecimiento, se hiende la piel en la ranilla,<br />

en las rodillas y en los jarretes, ó se desprenden<br />

escaras más ó menos largas. Los latidos<br />

del corazón son fuertes, el pulso débil, grande


ANA — 296 — ANA<br />

la tristeza y el abatimiento, y casi completa<br />

la inmovilidad.<br />

En el tercer período la respiración es cada<br />

vez más acelerada y ansiosa; se esfolian las<br />

placas de la mucosa nasal, el aliento se vuelve<br />

fétido, la auscultación revela que el pulmón<br />

se halla invadido por la serosidad, la violencia<br />

de los latidos del corazón aumenta al mismo<br />

tiempo y en el mismo grado que la debilidad<br />

del pulso, y la sangre aparece manifiestamente<br />

alterada. A veces son absorbidos los infartos,<br />

sobrevienen diarreas y sucumben los anímale.-.<br />

La duración varía desde cuatro á diez días.<br />

La gravedad del padecimiento es incuestionable;<br />

el éxito funesto, casi seguro; sin embargo,<br />

cuando se somete á tratamiento desde un<br />

principio, no es imposible obtener resultados<br />

satisfactorios. Ese tratamiento se ha de fijar<br />

en vista de las circunstancias y estado del paciente<br />

, y ha de encaminarse ante todo á evitar<br />

ó contener la infiltración edematosa en la<br />

cabeza, por lo mismo que no solamente determina<br />

inflamaciones gangrenosas, sino que<br />

llega á impedir la respiración. Al principio se<br />

podrá recurrir á las fricciones con vinagre<br />

caliente en los puntos hinchados, á los purgantes<br />

salinos y á las bebidas estimulantes<br />

calientes. Siempre que transcurran veinticuatro<br />

horas sin advertirse mejoría marcada, se<br />

empleará el acetato de amoníaco en la dosis<br />

de 40 á 50 gramos.<br />

También es beneficioso el 'empleo de electuarios<br />

tónicos de genciana y quina, el aguardiente<br />

alcanforado y el café negro, cada uno<br />

en la dosis de un litro, habiendo de administrarse<br />

la mezcla en cuatro ó cinco tomas y en<br />

un día. Se deberán dilatar mecánicamente las<br />

narices, mautener limpias las partes invadidas,<br />

escarificar las hinchazones y obligar al<br />

caballo enfermo á que respire aire puro, pasee<br />

al sol.y tome alimentos nutritivos. Como advierte<br />

M. H. Bouley, es preciso evitar la desaparición<br />

demasiado rápida de las infiltraciones<br />

del tronco y de las extremidades, con<br />

objeto de evitar metastasis en las visceras, es<br />

decir, que hay que promover la expulsión<br />

gradual del líquido seroso que se acumula en<br />

el tejido celular, ora abriendo al líquido artificialmente<br />

salidas, ora por medio de la absorción<br />

intersticial, sosteniendo las fuerzas del<br />

enfermo mediante un régimen alimenticio<br />

apropiado.<br />

ANASER (Botánica) (Anasseráe Juss.).<br />

Género de plantas de la familia de las Loganiúceas,<br />

que comprende el Anasser Laniti,<br />

árbol de segundo orden, muy conocido en las<br />

Islas Filipinas, porque su madera es muy<br />

blanca, blanda y fácil de trabajar; se emplea<br />

para hacer sillas y otras cosas; es de jugo lechoso;<br />

florece en Agosto, y le llaman en el país<br />

Laniti (véase esta palabra).<br />

ANASTOMOSIS—Término de anatomía,<br />

tanto vegetal como animal, que indica la confluencia<br />

de dos vasos. Las anastomosis tienen<br />

por objeto facilitar la circulación en los vasos,<br />

canales y venas.<br />

ANATOMÍA ANIMAL (Zoología).—<br />

El término anatomía, compuesto de dos palabras<br />

griegas que significan disecar ó separar<br />

cortando, designa una ciencia que en realidad<br />

solamente puede estudiarse disecando, que<br />

considera separadamente las diferentes partes<br />

que forman el organismo animal, y que examina<br />

esos órganos en sí, prescindiendo de las<br />

funciones que desempeñan, á diferencia de<br />

la fisiología. En realidad, la anatomía proporciona<br />

elementos y base á la fisiología; de manera<br />

que son dos ciencias correlativas y que<br />

se completan mutuamente. A medida que mejor<br />

se conocen los elementos que figuran en<br />

el organismo, se comprende más claramente<br />

la misión de éste y las alteraciones que es<br />

susceptible de experimentar. De ahí que en<br />

último término la anatomía sea la base de la<br />

higiene, de la medicina y de la cirugía, y por<br />

consiguiente, del arte veterinaria.<br />

Por lo mismo que la anatomía ha necesitado<br />

emplear gran número de términos especiales<br />

para designar las diferentes partes del organismo<br />

animal, y por lo mismo que el agricultor<br />

hallará empleados esos términos á cada<br />

paso en los libros y publicaciones que haya de<br />

manejar, creemos que dejaríamos un verdadero<br />

vacío en la presente obra si no expusiéramos<br />

algunas nociones de anatomía, siquiera<br />

nos abstengamos de entrar en todos los pormenores<br />

de la ciencia, y dar á nuestro trabajo<br />

una amplitud incompatible con la profesión á<br />

que han de consagrarse la mayoría de los lectores.<br />

Por lo pronto, comenzaremos por consignar<br />

que la anatomía animal se divide en<br />

dos grandes ramas, á saber: la anatomía general<br />

ó comparada, que examina y parangona<br />

los elemeutos y partes constitutivas de todos<br />

los animales, y la anatomía especial, que á su<br />

vez se subdivide en varias secciones, y que<br />

con relación á los animales se denomina anatomía<br />

veterinaria, que comprende la anatomía<br />

del caballo, del buey, del carnero, etc., es<br />

decir, de los animales todos, considerados separadamente.<br />

Los principales términos anatómicos que<br />

ha de conocer el agricultor son los que á continuación<br />

explicamos, reservando para los especiales<br />

artículos la amplia exposición que<br />

requieren.<br />

TEJIDOS.—El cuerpo de todo animal se compone<br />

de partes sólidas y de partes fluidas, que<br />

se hallan entre sí en mutua dependencia y se<br />

conciertan constantemente unos con otros,<br />

gracias al doble movimiento de composición<br />

y descomposición. Los sólidos, es decir, la<br />

carne, los huesos, etc., se hallan compuestos<br />

de fibras muy tenues, que se reúnen en gran<br />

número para formar los tejidos. Hay varias<br />

clases de éstos.<br />

El tejido celular se halla repartido por todo<br />

el cuerpo, siendo constantemente idéntico y<br />

desarrollándose en continuidad no interrumpida.<br />

Es una substancia blanda, blanquizca<br />

y semitransparente que rodea á los órganos,<br />

y los une y separa al mismo tiempo. Sus có-


ANA — 297 — ANA<br />

lulas se estudian fácilmente cuando han sido<br />

dilatadas insuflando aire, cual suelen hacer<br />

los carniceros para dar á la carne mejor aspecto.<br />

En esas células ó mallas se encuentra<br />

depositada una parte de la grasa y de las serosidades.<br />

A medida que aumente la edad del<br />

animal, se va secando y adquiriendo rigidez<br />

ese tejido, y de ahí que sea tan difícil engordar<br />

los animales viejos.<br />

El tejido adiposo, semejante al precedente,<br />

es el que mayor cantidad de grasa contiene<br />

en sus mallas. Abunda especialmente en el<br />

canal vertebral y en la proximidad de las articulaciones;<br />

sus mallas están siempre dispuestas<br />

en granulaciones y lóbulos.<br />

La grasa es una substancia que goza la<br />

misma propiedad que los aceites fijos ó no<br />

volátiles. Es amarillenta ó blanca, inodora,<br />

de sabor soso, fluida á la temperatura del<br />

cuerpo é insoluble en el agua. Está formada<br />

por dos principios, la oleína y la estearina, y<br />

se presenta en los animales bajo diferentes<br />

aspectos, formando el sebo, el tocino y la<br />

manteca.<br />

El tejido seroso es una modificación del tejido<br />

celular; forma membranas serosas que tapizan<br />

las cavidades del cuerpo.<br />

El tejido fibroso es blanco ó amarillo. El<br />

blanco forma cordones y membranas muy tenaces<br />

y poco extensibles; constituye los ligamentos<br />

que sostienen los huesos y los tendones,<br />

cuyo oficio es transmitir la contracción<br />

muscular á las partes del cuerpo que han de<br />

ponerse en movimiento. El amarillo es muy<br />

elástico, y forma cuerdas, tubos y membranas.<br />

Aparece donde quiera que es necesaria una<br />

resistencia continua.<br />

El tejido cartilaginoso compone los cartílagos,<br />

que se hallan ordinariamente adheridos<br />

á los huesos para cubrirlos en las articulaciones<br />

, donde tiene por fin amortiguar el choque,<br />

gracias á su elasticidad; prevenir el desgaste<br />

de las superficies óseas, y determinar una adaptación<br />

más exacta, favoreciendo por tanto los<br />

movimientos. La asociación de las fibras cartilaginosas<br />

con el tejido fibroso blanco forma<br />

el tejido fibro-cartilaginoso, que sirve para<br />

unir los órganos y favorecer los movimientos<br />

giratorios ó no en las diferentes articulaciones.<br />

Tejido óseo es el que forma todos los huesos.<br />

El tejido muscular es eminentemente contráctil,<br />

y compone todos los músculos que<br />

forman la masa principal del cuerpo, la carne<br />

propiamente dicha. Ejecuta todos los movimientos<br />

voluntarios é involuntarios. Para<br />

contraerse sus fibras se plegan en zig-zag, sin<br />

dividirse ni cruzarse nunca. Reunidas en mayor<br />

ó menor número, forman los músculos,<br />

cuyo color es generalmente rojizo.<br />

El tejido nervioso consta de fibras ó tubos y<br />

de células, envueltas en una masa de tejido<br />

conjuntivo. Las fibras nerviosas ó primitivas<br />

forman casi exclusivamente la substancia blanca<br />

del sistema nervioso, ya estén rellenas de<br />

substancia medular y presenten una tinta<br />

obscura en las márgenes, ya se hallen desprovistas<br />

de substancia medular y sean de color<br />

pálido. Sólo presentan ramificaciones en su<br />

origen ó en su terminación; su grosor varía<br />

desde 0,0018 y aun menos, hasta 0,022, y de<br />

ahí la división de los tubos nerviosos en gruesos<br />

y sutiles. En los tubos de márgenes obscuras<br />

se distinguen tres partes: 1. a Una membrana<br />

de envoltura, formada por un sutilísimo<br />

tejido conjuntivo.—2. a Un filamento de naturaleza<br />

albuminoidea.—3. a Una mezcla de materia<br />

albuminoidea y de grasas cerebrales, situada<br />

entre la envoltura y el eje, y llamada<br />

substancia medular ó médula nerviosa.<br />

Las células ó corpúsculos gangliares se<br />

pueden dividir en células desprovistas de prolongaciones<br />

y en células con prolongaciones.<br />

Las primeras se llaman apolares; las otras<br />

unipolares, bipolares ó multipolares. Sus divisiones<br />

son bastante varias, y oscilan entre<br />

0,09 de milímetro y 0,045. El núcleo de las<br />

células nerviosas, cuando existe, á diferencia<br />

del núcleo de las otras células, desaparece<br />

muy luego bajo la acción del ácido acético. El<br />

contenido de la célula nerviosa es probablemente<br />

una especie de protoplasma, el cual<br />

presenta, bajo la forma de una masa blanda,<br />

numerosas y finísimas moléculas de substancia<br />

proteica, moléculas grasosas y á veces<br />

granulaciones de pigmentum amarillento, obscuro<br />

ó negro. Algunos observadores niegan<br />

que exista una membrana envolvente, tanto<br />

para las células nerviosas centrales, como para<br />

las periféricas. Ocupan la substancia gris de<br />

los centros nerviosos, y se hallan sumergidas<br />

en la substancia conjuntiva fundamental, que<br />

sirve de sostén á los centros nerviosos. En<br />

los ganglios periféricos se hallan circundadas<br />

por un tejido de forma fibrosa, rico en núcleos.<br />

. El tejido vascular forma un conjunto de<br />

canales ramificados que se denominan vasos,<br />

y que transportan los fluidos nutritivos á<br />

todas las partes del cuerpo. Hay tres especies<br />

de canales, designados con los nombres de<br />

arterias, venas y vasos linfáticos. La sangre<br />

circula en las arterias y en las venas, y la<br />

linfa en los vasos linfáticos.<br />

Arterias.—Estas transportan la sangre desde<br />

el corazón á todas las partes del cuerpo.<br />

Play dos especies de arterias: unas tienen su<br />

origen en el ventrículo derecho del corazón,<br />

transportan sangre negra y que no es nutritiva<br />

á los pulmones, para ser vivificada mediante<br />

el acto de la respiración; las otras arterias<br />

nacen en el ventrículo izquierdo del<br />

corazón, y conducen sangre roja á todas las<br />

partes del cuerpo para nutrirlas.<br />

Las venas son más numerosas y menos elásticas<br />

que las. arterias, siendo su capacidad<br />

mayor; generalmente acompañan á las segundas<br />

en su distribución. Por ellas vuelve al<br />

corazón la sangre que las arterias han transportado<br />

á los órganos. Las últimas ramificaciones<br />

de las arterias, llamadas vasos capilares,<br />

se hallan en inmediato contacto con las


ANA — 298 — ANA<br />

venas, cuya continuación forman sin interrupción<br />

alguna. También hay venas de dos especies:<br />

unas llamadas venas pulmonares, que<br />

llevan al corazón por la aurícula izquierda la<br />

sangre que las arterias han derramado en los<br />

pulmones, y otras llamadas venas cavas, que<br />

terminan en la aurícula derecha del corazón,<br />

para verter en ella la sangre negra, residuo<br />

de la nutrición, de la secreción y de la sangre<br />

que las arterias habían conducido á todas las<br />

partes del cuerpo. Un gran desarrollo del<br />

sistema vascular, cual se observa en el caballo,<br />

es siempre señal de una constitución enérgica<br />

y de un temperamento sanguíneo.<br />

La sangre es un fluido rojo, viscoso, de sabor<br />

salado y de temperatura igual á la del<br />

cuerpo. Se compone de dos elementos principales,<br />

el suero y la fibrina. El primero es flui-<br />

Fifrura 122.—Nacimiento de los nervios del caballo<br />

do y el otro se solidifica por enfriamiento. La<br />

sangre de las arterias tiene una temperatura<br />

más elevada que la de las venas, la cual se<br />

distingue por su color obscuro.<br />

Vasos linfáticos.—Son transparentes, están<br />

muy anastomosados, y lo mismo que las venas,<br />

nacen de todas las partes del cuerpo. En su<br />

trayecto atraviesan pequeños núcleos, llamados<br />

ganglios, y todos ellos terminan en las venas,<br />

pudiendo ser considerados como una dependencia<br />

de éstas, en las cuales vierten el fluido<br />

llamado quilo y la linfa que contienen.<br />

Sistema nervioso.—Forma el cerebro, la<br />

médula espinal y los ganglios dispersados por<br />

todas las regiones del cuerpo, así como los filamentos<br />

que se encuentran por doquier. El es<br />

el que anima todos los órganos, recibe y transmite<br />

todas las impresiones, y preside á todos<br />

los movimientos voluntarios, así como á las<br />

operaciones instintivas. En sus últimas ramificaciones<br />

son invisibles los nervios, al igual<br />

de todos los vasos de que acabamos de hablar.<br />

Los nervios son unos órganos ó partes de<br />

composición complicada, que forman masas,<br />

como los sesos ó encéfalo, de gran volumen;<br />

otras más pequeñas, llamadas ganglios, y unos<br />

como cordones, hilos y filetes que se reparten<br />

por todo el cuerpo; los sesos ó masa encefálica<br />

están contenidos en el cráneo, caja huesosa<br />

fuerte, sólida y resistente; los ganglios abundan<br />

en la cabeza, pecho, vientre y pelvis; los<br />

cordones formando la médula existen en todo<br />

el espinazo, compuesto de unos huesos llamados<br />

vértebras, cada una de las que tienen dos<br />

agujeros que permiten salga un cordón que<br />

luego se esparce por todos los órganos del<br />

cuerpo del caballo.<br />

La siguiente lámina indica el nacimiento de<br />

los nervios en el caballo.<br />

A, hemisferio izquierdo del cerebro; a', substancia<br />

gris cerebral; b, cuerpo calloso, substancia<br />

blanca y pedúnculos cerebrales; c, cerebelo;<br />

al, médula espinal; e, vértebra atlas;<br />

f, origen de los pares cerebrales nerviosos<br />

que presiden á la sensación del gusto, á la<br />

respiración, etc.; h, base<br />

del cerebro, apoyando<br />

sobre el hueso esfenoides,<br />

glándulas pineal y<br />

pituitaria, y nervios ópticos;<br />

l, tabique etmoidal<br />

que separa los lóbulos<br />

olfatorios del etmoides y<br />

las fosas nasales; m, tabique<br />

nasal.<br />

Los nervios presentan<br />

dos clases de substancia,<br />

una blanca y otra gris;<br />

son el asiento en el cráneo<br />

del instinto y de la<br />

inteligencia; presiden á<br />

la vitalidad de todas las<br />

entrañas por las derivaciones<br />

que irradia el<br />

gran simpático y las de<br />

los plexos; presiden al<br />

sentimiento y al movimiento á partir de la<br />

médula; son causa de la sensibilidad general<br />

y de la especial; la sensibilidad general que es<br />

interna ó propia de los órganos que existen<br />

dentro de las cavidades, que es externa ó peculiar<br />

á la piel y órganos más externos del<br />

animal.<br />

Existe además dtra función encomendada á<br />

los nervios, no á todos, sino á muy pocos, y<br />

es la sensibilidad especial; la sensibilidad propia<br />

de los órganos de los sentidos, determinada<br />

por los nervios de raíz cerebral, llamados: óptico,-que<br />

preside á la visión ó acto de ver; el<br />

auditivo ó acústico, que preside á la audición;<br />

el olfatorio, al acto de oler; el del gusto, á la<br />

acción de gustar, y cuya particularidad consiste<br />

en que cada nervio de los expresados es<br />

impresionable sólo por un agente ó excitante<br />

especial, esto es, el óptico por la luz, el acústico<br />

por los sonidos, el olfatorio por las partículas<br />

olorosas, el del gusto por las partículas<br />

sápidas ó sabrosas de los cuerpos.<br />

Sistema tegumentario.—Este forma la piel<br />

que cubre todo el exterior del cuerpo del<br />

animal, y las membranas mucosas que tapizan<br />

todas las cavidades internas.<br />

Las membranas mucosas segregan el mucus,


ANA — 299 — ANA<br />

abundante en todo el canal digestivo y respiratorio;<br />

forman muchos pliegues y aberturas,<br />

y presentan un inmenso número de pequeñas<br />

eminencias llamadas papilas.<br />

~La,piel, con sus accesorios de uñas y pelos,<br />

compone una vestidura natural que constituye<br />

lo que se llama capa, pelaje y vellón. Cada<br />

pelo, cada uña, cada pezuña, cada casco se<br />

halla adherido á la piel por su base, que se<br />

aloja en un bulbo ó folículo.<br />

Aparatos ú órganos.— De los varios que<br />

existen en el cuerpo de todo animal, unos<br />

Figura 123.—Esqueleto del caballo<br />

tienen por objeto facilitar las relaciones del<br />

individuo con el mundo exterior; tales son los<br />

ojos, las orejas, la nariz, la lengua y las manos,<br />

y otros tienen por misión reparar las<br />

incesantes pérdidas del cuerpo, figurando entre<br />

ellos los aparatos de nutrición, de la respiración,<br />

de la secreción, de la circulación,<br />

de la locomoción y de la reproducción.<br />

El aparato de la locomoción se compone de<br />

músculos ií órganos activos y contráctiles, y<br />

de órganos .pasivos ó huesos. La reunión de<br />

los huesos forma<br />

EL ESQUELETO.— Éste se halla compuesto<br />

de una rama central, llamada columna vertebral<br />

(figura 123), terminada en la parte anterior<br />

por un abultamiento, que no es otra cosa<br />

que la cabeza, y en la parte posterior por<br />

una serie de pequeños huesos que forman la<br />

cola. A esa rama se hallan lateralmente adheridos<br />

arcos óseos, llamados costillas, que forman<br />

el tórax. Toda la armazón se halla soportada<br />

por cuatro columnas, que constituyen<br />

las extremidades ó remos en los cuadrúpedos.<br />

El grabado adjunto da idea acabada del esqueleto<br />

de un caballo: a, occipital; b, parietal;<br />

c, lagrimales; d, frontal; d", esfenoides;<br />

/, temporales; g, grandes maxilares y muelas;<br />

h, pequeños maxilares; li', colmillos; h", dientes<br />

incisivos; i, supranasales; k, zigomáticos;<br />

l, palatinos; m, terigoideos; n, vómer; o, maxilar<br />

posterior;^, vértebras cervicales; q, vértebras<br />

dorsales (aligamento cervical); r, vértebras<br />

lumbares; s, sacro; i, vértebras coxígeas;<br />

u, costillas; v, esternón; x, escápula;<br />

Figura 121<br />

Cabeza del caballo<br />

y, húmero; z,<br />

cubito; 1, carpo;<br />

2, caña:<br />

3, cuartilla; 4,<br />

corona; 5, tejuelo;<br />

6, sesamoideos;<br />

7,<br />

navicular; 8,<br />

íleon; 8', isquión;<br />

8", pubis;<br />

9, fémur;<br />

9', rótula; 10,<br />

tibia; 11, tarso;<br />

12, peroné;<br />

13, calcáneo.<br />

Partes del<br />

esqueleto.—El<br />

tronco, compuesto<br />

de la<br />

columna vertebral,<br />

espina<br />

dorsal ó raquis,<br />

es una<br />

gran palanca<br />

hueca, encorvada,<br />

formada<br />

por diferentes<br />

piezas, articuladassólidamente<br />

unas<br />

con otras, llamadasvérte­<br />

bras y erizadas de eminencias ó apófisis, que<br />

según indica la figura 125, consta de las partes<br />

siguientes: a, cuerpo de una vértebra; b, apófisis<br />

espinosa; c,<br />

apófisis transversa;<br />

dd, apófisis articulares;^,costilla<br />

articulada con<br />

dos vértebras. En<br />

el caballo, en el<br />

asno y en el mulo<br />

hay treinta y una<br />

vértebras; en el<br />

carnero y la cabra<br />

veintiséis; en el<br />

Figura 125<br />

cerdo veintiocho.<br />

Vértebras dorsales<br />

En la columna<br />

vertebral, según queda dicho, se apoya una<br />

caja ósea, que forma el tórax ó pecho, que<br />

contiene un hueso llamado esternón, y lateralmente<br />

las costillas, especies de arcos óseos,<br />

flexibles, cartilaginosos en su parte inferior,


ANA — 300 — ANA<br />

articulados en la parte superior con las vértebras,<br />

y separados unos de otros. El caballo, el<br />

asno y el mulo tienen treinta y seis costillas;<br />

el buey, el carnero y la cabra veintiséis, y el<br />

cerdo veintiocho. La especial<br />

articulación de las<br />

costillas permite que se ~<br />

pueda aumentar la amplitud<br />

de la cavidad pectoral<br />

, cuya capacidad es<br />

siempre proporcionada<br />

al volumen del pulmón.<br />

La cabeza está compuesta<br />

del cráneo, que<br />

aloja y protege el cerebro<br />

y las partes del aparato<br />

auditivo, y de la<br />

cara, que contiene los<br />

órganos de la vista, del<br />

olfato y del gusto, y sirve<br />

para efectuar la masticación.<br />

Un pequeño<br />

aparato, formado por varios<br />

elementos óseos, movibles<br />

unos sobre otros,<br />

sirve para la producción<br />

del sonido. Al hueso<br />

hioides se adhieren la<br />

lengua, la laringe y la<br />

faringe; se compone de<br />

siete piezas en el buey<br />

y de cinco en el caballo.<br />

La cavidad pelviana se<br />

halla en la parte posterior<br />

del tronco. Aloja en<br />

parte los órganos genitales<br />

y urinarios, y lleva<br />

en la parte superior el<br />

hueso llamado sacro.<br />

Las extremidades 6 remos<br />

se dividen en anteriores<br />

ó manos y posteriores<br />

ó pies. Las anteriores<br />

se hallan formadas<br />

por los huesos escápula,<br />

omóplato ó paletilla, que<br />

forma la base de la espalda;<br />

el húmero, hueso del<br />

brazo;-el radio y el cubito,<br />

huesos del antebrazo<br />

y del codo; el carpo ó articulación<br />

carpiana, que<br />

corresponde á la muñeca<br />

del hombre; debajo de<br />

los huesos de la rodilla ó carpianos están los<br />

metacarpianos, que son tres: uno principal, la<br />

caña, y dos rudimentarios, dichos peronés. Sigue<br />

á la caña el primer hueso falangiano ó<br />

hueso cuartilla; á éste el hueso corona, y á éste<br />

el tejuelo, que sirve de base al casco. Los miembros<br />

posteriores están compuestos del hueso<br />

coxal ó pelviano, hueso de la grupa y ancas;<br />

el fémur ó hueso del muslo; la rótula, que sirve<br />

de base á la región llamada babilla; la tibia<br />

ó hueso de la pierna; los huesos del corvejón<br />

ó tarso; los metatarsianos y los falangianos.<br />

El esqueleto del caballo consta de ciento<br />

setenta y nueve huesos, que se distinguen en<br />

largos, cortos, anchos ó planos.<br />

La figura 126 representa el esqueleto de<br />

una res vacuna, que se compone de las siguientes<br />

partes:<br />

A, cabeza; B, mandíbula inferior; C, atlas<br />

(primer hueso del espinazo); D, avis (segundo<br />

hueso del espinazo); E, los otros cinco<br />

huesos del espinazo, que con los dos anteriores<br />

forman el cuello ó cerviz; F, huesos del<br />

espinazo que constituyen el dorso; G, huesos,<br />

del espinazo del lomo-, H, huesos del espinazo<br />

que forman la palomilla ó sacro; /, huesos<br />

del espinazo que forman la cola (á todos estos<br />

huesos se les llama científicamente verte-


ANA — 301 — ANA<br />

bras); J, omóplato ó escápula (hueso de la<br />

espaldilla); K, húmero (hueso del brazo);<br />

L, radio y cubito (huesos del antebrazo);<br />

M, huesos carpianos ó de la rodilla; N, hueso<br />

de la rodilla en forma de cuña; O, hueso metacarpiano<br />

ó caña; P, primer falange ó cuartilla;<br />

Q, huesos sesamóideos; R, segunda falange<br />

ó corona; S, tercera falange ó hueso<br />

tejuelo; T, costillas; U, coxal (hueso de la<br />

grupa); V, fémur (hueso del muslo); X, rótula;<br />

Y, tibia (hueso de la pierna); Z, huesos<br />

del tarso (huesos del corvejón); a, metatarso<br />

(hueso de la caña posterior): b, primera falange<br />

posterior; c, huesos sesamóideos; d, segunda<br />

falange posterior; e, tercera falange poste-<br />

Figura 127.—Corte de la parte anterior<br />

de la cabeza del buey<br />

rior ó tejuelo; 1, arcada zigomàtica (hueso de<br />

la cara) ; 2, cavidades orbitarias (donde se alojan<br />

los ojos) : 3, cavidad temporal (cuencas) :<br />

Figura 128.—Aspecto de los músculos del caballo<br />

4, dientes incisivos; 5, muelas; 6, articulación<br />

de la espaldilla y el nombro; 7, acromiónó<br />

elevación de la espaldilla; 8, huesos subnasales;<br />

9, ternilla'de la paletilla; 10, gran elevación<br />

del húmero; 11, elevación delolécranon<br />

ó hueso del codo; 12, ternillas de las costillas;<br />

13, íleon (hueso del anca); 14, isquión (hueso<br />

de la nalga); 15, trocánter (parte del hueso<br />

del muslo); 16, cresta del hueso del muslo;<br />

17, articulación del hueso del muslo con el de<br />

la pierna; 18, cresta del hueso de la pierna;<br />

19, hueso calcáneo, 20, peroné.<br />

La cabeza se compone, como en la figura<br />

127.se expresa, de: a, occipital; b, parietal;<br />

c, frontal; e, temporal; f, esfenoides; g, etmoides;<br />

h, gran maxilar; i, pequeño maxilar;<br />

It, supranasal; l, terigóideo; m, cornetes<br />

nasales; n, vómer.<br />

Los músculos, que, según se ha dicho, son<br />

los órganos activos de la locomoción, cubren<br />

los huesos y están situados en el sentido del<br />

movimiento de las articulaciones. Se dividen<br />

en músculos de la columna vertebral, músculos<br />

del tórax, músculos del abdomen, músculos<br />

de la cabeza, que son muy numerosos, y<br />

comprenden los de las orejas, de los ojos, de<br />

la cara, de la lengua, del hioides y de las.<br />

mandíbulas, y músculos de las extremidades<br />

anteriores y posteriores.<br />

Los músculos se dividen también en externos<br />

ó de la vida animal, é internos ó de la vida<br />

orgánica. Los primeros ocupan el exterior<br />

del esqueleto, y se adhieren al mismo, abrazando<br />

y envolviendo los huesos, cubriéndolos<br />

á manera de tapiz de caprichosa forma. Todos<br />

ellos están constituidos por partes blandas<br />

más ó menos rojizas y elásticas, compuestas<br />

de fibras ó especies de hilos orgánicos que<br />

forman haces, manojos, hacecillos, masas<br />

más ó menos condensadas, cilindricas, largas,<br />

cortas, aplanadas, prominentes, cuadradas,<br />

triangulares, lisas, dentadas, formando un<br />

admirable entrelace que llena los huesos<br />

del esqueleto, cierra cavidades<br />

como las del cráneo y cara, la del pecho<br />

ó torácica, la del vientre ó abdominal<br />

y la de la pelvis; cavidades en<br />

las que se alojan órganos, entrañas y<br />

partes absolutamente necesarias para<br />

el desarrollo de la vida.<br />

Los músculos, que gozan la propiedad<br />

de contraerse y relajarse,'suelen<br />

presentar dos extremidades: una gruesa<br />

y carnosa, otra más delgada, elástica<br />

y resistente, llamada tendón. Además<br />

existen en los músculos vasos que<br />

conducen sangre arterial y venosa,<br />

nervios y grasa. La sangre arterial<br />

contiene los elementos reparadores de<br />

los músculos, la venosa y los principios<br />

que ya no sirven para la nutrición.<br />

Los nervios tienen la propiedad de determinar<br />

la contracción y dilatación<br />

de los músculos, y hacerles movibles;<br />

la grasa llena varios fines, entre otros<br />

el de hacer más pronunciadas las formas<br />

del cuerpo, además de producir calor al<br />

quemarse.<br />

El aspecto de los músculos es el que presenta<br />

la adjunta figura 128, en la que aparece<br />

el caballo cual si estuviera desprovisto de piel,<br />

mostrándose las formas y disposición de los<br />

músculos en las líneas del dibujo, y revelándose<br />

sus usos y condiciones mecánicas.<br />

1, gran dorsal ó íleo espinal; 2, trapecio;<br />

3, elevador de la espalda; 4, cervico-mastói-


ANA — 302 — ANA<br />

deo; 5, ligamento cervical; 6, sub-naso-labial;<br />

7, gran sub-maxilo-labial; 8, mastóideo humeral;<br />

9, costo escapular; 9', externo maxilar;<br />

a, sub-espinoso; b, gran abductor escápulohumeral;<br />

c, largo abductor; d, grueso extensor<br />

del antebrazo; e, corto extensor; f, largo<br />

Fisura 12P. -Órganos digestivos y i'espi. atorios contenidos en la cabeza<br />

y cuello del caballo<br />

flexor; h, tensor anterior de la caña; i, extensor<br />

interior de las falanges; k, extensores oblicuos;<br />

l, perforantes; m, flexor de. la caña;<br />

n, gran pectoral; o, corto flexor del antebrazo;<br />

q, dorso costal por su parte superior, y<br />

oblicuo del abdomen por la inferior; r, apo-<br />

igual en toda la extensión de éste, que forma<br />

estrecheces y dilataciones. Se considera dividido<br />

en dos partes: la primera se compone de<br />

órganos situados fuera de la cavidad abdominal,<br />

tales como la boca, los labios, los carrillos,<br />

el paladar, la lengua, los dientes, las<br />

glándulas salivares, la<br />

laringe y el esófago; la<br />

segunda parte comprende,<br />

el estómago, los intestinos,<br />

el hígado, el<br />

bazo, el páncreas, el epiploón<br />

y el mesenterio.<br />

La figura 129 representa<br />

parte de los órganos<br />

digestivos y parte de<br />

los respiratorios contenidos<br />

en la cabeza y cuello<br />

del caballo. Así, i es la<br />

posboca y la abertura de<br />

la trompa de Eustaquio;<br />

o , abertura de la faringe<br />

en las fosas nasales; p,<br />

velo del paladar; q, glotis<br />

y epiglotis; r, aberturas<br />

de la laringe y cuerdas<br />

vocales; s, ventrículo<br />

de la laringe; /, glándulas<br />

salivares y sub-linguares; u, porción del<br />

hueso hioides; v, lengua; x, esófago; y, paladar:<br />

z, molares.<br />

La siguiente figura muestra, entre otros órganos,<br />

los de la digestión existentes en el cuello,<br />

pecho y vientre (figura 130): c¡, esófago;<br />

Figura 130.-Órganos de la digestión Figura 131.—Estómago de los rumiantes<br />

neurosis fascia; s, gran íleo troneanteriano;<br />

i, sacro femoral; u, semitendinoso y semimembranoso;<br />

v, gemelos de la pierna; x, sacro<br />

femoral; z, extensor de la caña; v y z, flexor<br />

de la caña, extensor lateral del pie.<br />

Aparato digestivo.—Compónese de un largo<br />

canal que se extiende desde la boca hasta el<br />

ano, habiendo otros diferentes canales anejos<br />

que vierten en su interior los diferentes fluidos.<br />

Ese canal digestivo recibe las substancias<br />

de que se alimenta el animal, las elabora y<br />

extrae de ellas por absorción las partes nutritivas.<br />

El calibre del canal digestivo no es<br />

b, tráquea; c, columna vertebral y médula espinal;<br />

d, bronquios; e, corazón, sin pericardio<br />

ni más vasos que la arteria aorta; f, pulmones;<br />

g, esternón; h¡ diafragma; i, aorta;<br />

k, bazo; lt estómago; m, páncreas; n, hígado;<br />

o, intestinos delgados; p, ciego; q, colón;<br />

r, recto; s, vulva á la terminación de la vagina;<br />

l, matriz; u, ovarios; x, vejiga de la orina;<br />

y, sección de la pelvis.<br />

No todos los mamíferos presentan el estómago<br />

de la misma forma, pues mientras en el<br />

caballo y sus especies, y en otros muchos animales,<br />

el estómago es una especie de saco ó


ANA — 303 — ANA<br />

zurrón con dos aberturas, una, como ya hemos<br />

dicho, la cardíaca, por donde entran los<br />

alimentos procedentes de la boca para convertirse<br />

én quimo, otra opuesta, de la que nacen<br />

las tripas ó intestinos, por donde sale el quimo<br />

á convertirse en quilo, y se conoce con el<br />

nombre de pilórica; observase en los rumiantes,<br />

como el toro, vaca, cabra, oveja, etc., el<br />

estómago, dividido en cuatro espacios ó cavidades,<br />

llamadas panza ú omaso, bonete ú abomaso,<br />

libro ó librillo y cuajar, que demuestra<br />

la figura 131: f, esófago; a, panza ú omaso;<br />

c, bonete ó abomaso; e, libro ó librillo;<br />

d, cuajar.<br />

La digestión estomacal en los rumiantes es<br />

más lenta, y los alimentos sufren varias pre­<br />

paraciones en los tres primeros reservatorios,<br />

verificándose la quimificación en el cuarto ó<br />

verdadero estómago, esto es, en el cuajo.<br />

El estómago está situado junto á las costillas<br />

del lado izquierdo, por cima de las<br />

curvas de los intestinos gruesos, que le mantienen<br />

constante-<br />

• mente alejado de las<br />

paredes abdominales<br />

inferiores. La forma<br />

de esa .importante<br />

viscera difiere según<br />

los diferentes animales.<br />

En los rumiantes,<br />

según hemos dicho,<br />

presenta cuatro compartimientos.<br />

Los órganos anejos<br />

o al canal intestinal<br />

g son: el hígado, glán-<br />

S3 dula voluminosa y de<br />

o forma irregular, des-<br />

•§ tinada á segregar la<br />

^ bilis; el bazo, órgano<br />

g esponjoso y vascular,<br />

a situado á lo largo de<br />

•| la gran curva del es-<br />

> tómago, y el pán-<br />

§? creas, glándula tam-<br />

É bien situada detrás<br />

g del estómago, y la<br />

g cual segrega un líquio<br />

do especial que vierte<br />

§ en la primera porg<br />

ción del intestino<br />

•3 delgado.<br />

S La figura 132 re-<br />

§ presenta el aparato<br />

¡¡ digestivo de un buey,<br />

|_ visto por el lado derecho:<br />

es 1, boca; 2, lengua;<br />

§ 3, faringe (principio<br />

i¡ del tubo digestivo);<br />

4, epiglotis (principio<br />

del conducto respiratorio)<br />

; 5, esófago<br />

(continuación del tubo<br />

digestivo); 6, tráquea<br />

(conducto respiratorio<br />

); 7, corazón;<br />

8, vena cava anterior;<br />

9, arteria aorta<br />

anterior; 10, arteria<br />

aorta posterior;<br />

11, ramificaciones<br />

bronquiales (órgano respiratorio); 12, diafragma<br />

(tabique divisor del pecho y vientre);<br />

13, cardias (comunicación del esófago en la<br />

panza); 14, hígado; 15, panza ó primer estómago;<br />

16, bonete ó segundo estómago; 17, librillo<br />

ó tercer estómago; 18, cuajo ó cuarto<br />

estómago; 19, vejiga de la hiél; 20, intestino<br />

delgado (tripas); 21, intestino grueso (tripas)<br />

; 22, intestino ciego (tripas) ; 23, intestino<br />

recto (tripas); 24, ano; 25, riñon derecho


ANA — 304 — ANA<br />

(donde, como en el izquierdo, se forma la<br />

orina); 26, uréter derecho (conducto por donde<br />

, como por el izquierdo, corre la orina del<br />

riñon á la vejiga); 27, uretra (conducto que<br />

parte de la vejiga y termina en el miembro);<br />

28, miembro; a, hígado (cara superior); 1, vejiga<br />

de la hiél; 2, duodeno (tripas); 3, vena<br />

porta, propia del hígado.<br />

Aparato respiratorio.—Compónese del pulmón<br />

y de un canal, mediante el cual aquel<br />

órgano comunica con el aire exterior. Ese<br />

canal se compone á su vez de las fosas nasales,<br />

de la faringe, de la laringe, de la tráquea,<br />

y, por último, de los bronquios. La figura 133<br />

representa el corazón y el pulmón de un caballo,<br />

y consta de: l, tráquea; Ak, pulmones:<br />

f, vena cava anterior; e, vena cava posterior:<br />

d, arteria aorta;<br />

j, venas<br />

pulmonares;<br />

a, aurícula derecha<br />

del corazón;<br />

b, ventrículoderecho;<br />

h, aurícula<br />

izquierda;<br />

c, ventrículo<br />

izquierdo.<br />

Figura 133<br />

El pulmón<br />

se halla situado<br />

en la cavidad<br />

pectoral,<br />

que rellena<br />

completamente;<br />

presenta<br />

dos partes, separadas<br />

una<br />

Corazón y pulmón de xiu caballo de otra por el<br />

corazón. Ese<br />

órgano se halla formado por una inmensidad<br />

de lóbulos distintos, adheridos en sentido<br />

longitudinal á los canales aéreos. Cada<br />

uno de esos lóbulos se halla constituido por<br />

un grupo de vesículas. En las delgadísimas<br />

paredes de éstas es donde se extiende, digámoslo<br />

así, la sangre arrastrada por las arterias<br />

pulmonares, y donde queda expuesta á la<br />

acción del aire que penetra por el acto de la<br />

inspiración. El pulmón se halla envuelto por<br />

las pleuras, membranas que, gracias á su disposición<br />

especial, evitan las irritaciones de<br />

los lóbulos pulmonares, disminuyendo el rozamiento<br />

de éstos entre sí ó con las costillas,<br />

mediante la serosidad de sus superficies.<br />

El pulmón está compuesto de un parénquima<br />

esponjoso, formado por la reunión de los<br />

vasos venosos y arteriales que conducen á él<br />

la sangre para que sea hematosada. Concurren<br />

á la formación de ese admirable instrumento<br />

de purificación de la sangre las infinitas ramificaciones<br />

de los bronquios, sus células, los<br />

nervios, y, por último, el tejido celular y los<br />

vasos propios de los pulmones.<br />

El desarrollo de los pulmones y su integridad<br />

son condiciones esenciales de la fuerza,<br />

del vigor y de la salud de los animales. Cuan-<br />

do ese órgano está bien desarrollado, ejerce<br />

sus funciones libre y ampliamente, y sin fatiga.<br />

Cuando el desarrollo del pulmón no se<br />

halla en relación con la talla de los animales,<br />

éstos sufren al trabajar y hacer esfuerzos,<br />

resultando una irritación intensa á veces ó<br />

enfermedades más ó menos agudas, que acaban<br />

por causar la muerte de los animales.<br />

Esas enfermedades son el muermo, la tisis y<br />

la pulmonía. La capacidad de los pulmones<br />

está en relación con la capacidad del pecho.<br />

Las/osas nasales ó narices se hallan en la<br />

extremidad exterior del canal que conduce el<br />

aire á los pulmones, y sus dimensiones son<br />

proporcionales á las del pecho, es decir, que<br />

de su forma se puede deducir la amplitud ó<br />

reducción de la cavidad pectoral y de los pulmones.<br />

Esa condición es más indispensable<br />

todavía en los animales del género caballo,<br />

porque en ellos la organización del velo del<br />

paladar y de la epiglotis es tal, que no permite<br />

el paso del aire por la boca. De ahí la<br />

necesidad de dilatar las fosas nasales cuando<br />

son demasiado estrechas, para evitar la asfixia.<br />

La laringe (figura 134) es un órgano compuesto<br />

de varias piezas cartilaginosas, ajustadas<br />

entre sí; termina la parte<br />

superior de la tráquea-arteria<br />

formando un verdadero<br />

instrumento de viento, yes<br />

el aparato esencial de la voz,<br />

tanto en el hombre como en<br />

los animales: consta de a,<br />

Figura 131<br />

Laringe<br />

hueso hioides, y los cartílagos<br />

d, tiroides; e, cricoides;<br />

c, aritenoides, y f, epiglóti-<br />

co, músculos, etc. La laringe de los pájaros<br />

cantores, mediante la cual emiten sonidos tan<br />

admirables, ofrece notables particularidades.<br />

Es la tráquea el largo tubo aéreo que conduce<br />

el aire á los pulmones, y que partiendo<br />

de la laringe, sigue la región inferior del cuello<br />

bajo las vértebras; pasa entre las dos primeras<br />

costillas, y llega á los pulmones, donde<br />

se divide para formar los bronquios. La tráquea<br />

tiene la forma de un canal cilindrico, y<br />

conserva su forma sin aplanarse, á pesar de<br />

los movimientos propios del cuello. Se compone<br />

de aros cartilaginosos y elásticos, adheridos<br />

unos á otros por medio de ligamentos<br />

especiales. Esos círculos, verdaderas bandas<br />

cartilaginosas cortadas en bisel por sus extremidades,<br />

están dispuestos de manera que se<br />

cruzan sus extremos cual los aros de un tonel.<br />

El sistema muscular especial que mantiene<br />

unidos esos círculos puede modificar su diámetro,<br />

y por lo tanto, la capacidad del tubo.<br />

Los bronquios se hallan constituidos por las<br />

divisiones y subdivisiones de la tráquea-arteria;<br />

sus ramificaciones penetran en los pulmones<br />

, y sirven para conducir á ellos el aire<br />

y ponerle en contacto con la sangre en el acto<br />

de la respiración.<br />

Aparato circulatorio.—Compónese del corazón,<br />

órgano central; de las arterias, de las<br />

venas y de los vasos linfáticos.


ANA — 305 — ANA<br />

El corazón (figura 133) es un órgano muscular<br />

hueco. Contiene cuatro cavidades distintas,<br />

y forma un aparato hidráulico doble,<br />

que hace oficios de bomba aspirante-impelente,<br />

para recibir la sangre y expelerla. Esas<br />

cuatro cavidades, designadas con los nombres<br />

de ventrículos y aurículas, están dispuestas<br />

por pares, y se distinguen en par izquierdo y<br />

par derecho, según el lado del cuerpo á que<br />

corresponden. Al corazón se traslada la sangre<br />

de todas las partes del cuerpo para ser<br />

lanzada á los pulmones, en los cuales se pone<br />

en contacto con el aire, y también del corazón<br />

parte la sangre para ser lanzada hacia<br />

todas las regiones, á fin de llevar alimento y<br />

conservar la vida.<br />

Considerado como una doble máquina hidráulica,<br />

el corazón tiene dos aparatos, formados<br />

por cavidades destinadas á recibir la<br />

sangre venosa ó la sangre arterial; cada una<br />

de ellas está formada por una aurícula y un<br />

ventrículo. Las aurículas están superpuestas<br />

á los ventrículos, y reciben los nombres de<br />

aurícula derecha y aurícula izquierda. Todas<br />

esas cavidades están provistas de válvulas,<br />

dispuestas de tal modo que cuando la sangre<br />

ha salido de una de ellas no puede volver. No<br />

habiendo de recorrer la sangre venosa más<br />

que un breve trayecto para trasladarse desde<br />

el corazón á los pulmones, el aparato destinado<br />

á lanzarla á éstos tiene menos energía que<br />

el destinado á impeler la sangre arterial que<br />

ha de difundirse por todo el cuerpo. De ahí<br />

que las paredes del ventrículo derecho del<br />

corazón sean más delgadas que las del ventrículo<br />

izquierdo, el cual, por la aorta y las<br />

arterias, lanza la sangre á todas las partes del<br />

cuerpo, cual lo haría un pistón enérgicamente<br />

impulsado en un cilindro. El corazón, situado<br />

en el pecho entre los dos pulmones de los<br />

animales, está suspendido por medio de grandes<br />

vasos, llamados arteria aorta y venas cavas.<br />

Además se halla sujeto por medio de una envoltura<br />

particular, Wa.raz.Aa,pericardio. Las alternadas<br />

sacudidas de ese órgano constituyen<br />

el movimiento vulgarmente llamado pulso.<br />

Las arterias son venas que realmente desempeñan<br />

el papel de canales, para llevar la<br />

sangre desde el corazón á todas las partes del<br />

cuerpo. Las paredes de esos canales son elásticas,<br />

y se dilatan en el momento en que la<br />

sangre es lanzada con fuerza á su interior;<br />

después, volviendo sobre sí mismas en virtud<br />

de su fuerza de retracción, impelen á la Sangre<br />

que no puede regresar ya al corazón, para<br />

que se extienda y penetre por todos los tejidos,<br />

y los riegue en cierto modo, gracias alas<br />

infinitas divisiones en vasos de todos calibres<br />

por los cuales circula la sangre. El movimiento<br />

permanente de contracción y dilatación' de<br />

las arterias es lo que constituye el pulso, según<br />

queda indicado.<br />

Las arterias son de dos clases: unas se dirigen<br />

desde el ventrículo derecho del corazón<br />

á los pulmones, transportando la sangre negra<br />

y venosa que llega de todas las partes del<br />

cuerpo para ser hematosada. Esas son las llamadas<br />

arterias pulmonares. Las otras parten<br />

del ventrículo izquierdo, que recibe la sangre<br />

arterial procedente de los pulmones, donde<br />

ha estado en contacto con el aire. Son las que<br />

componen el sistema arterial propiamente dicho,<br />

y las que se extienden por todas las regiones<br />

del organismo animal. Las arterias<br />

simulan un árbol, cuyas raíces representan el<br />

corazón, cuyo tronco forma la aorta y cuyas<br />

ramas son las divisiones y subdivisiones del<br />

sistema.<br />

Las venas, cuyo oficio hemos indicado, transportan<br />

la sangre desde la periferia al centro<br />

de la circulación. Su origen está en las radículas<br />

y en los vasos capilares, y sus extremidades<br />

se hallan en su tronco, por el cual vierten<br />

la sangre en el corazón. Por lo demás, las<br />

venas se hallan ramificadas, lo mismo que las<br />

arterias; pero como la sangre circula con menor<br />

velocidad en su interior, las divisiones de<br />

las venas son más numerosas que las de las<br />

arterias, su capacidad total y sus dimensiones<br />

mayores. Se explica esto por el hecho de que<br />

una misma cantidad de líquido que circula<br />

muy rápidamente en un tubo, exige que tenga<br />

menos capacidad ese tubo que cuando el líquido<br />

fluye con lentitud. Las venas se hallan<br />

provistas en su trayecto de pequeñas válvulas,<br />

encargadas de impedir que la sangre refluya<br />

hacia su origen, facilitando de esa suerte la<br />

circulación venosa. Esas válvulas existen también<br />

en las arterias, pero á la salida del corazón<br />

, para impedir que la sangre retroceda á<br />

ese órgano una vez expulsada de él. En las<br />

venas es donde se practican las sangrías, y sus<br />

dilataciones constituyen las varices.<br />

Los vasos linfáticos sirven para la circulación<br />

de la linfa y del quilo. Al igual de las<br />

venas, se hallan provistos de pequeñas válvulas,<br />

que desempeñan el mismo oficio que las<br />

del sistema venoso. Generalmente se desconoce<br />

el origen de esos vasos, exceptuando los<br />

quilíferos, que nacen siempre en el tubo intestinal.<br />

Cuando esos vasos son muy numerosos<br />

y están muy desarrollados, constituyen' los<br />

temperamentos llamados linfáticos.<br />

Aparato urinario.—-Se compone de los ríñones,<br />

órgano secretor de la orina; de los<br />

uréteres ó canales destinados á transportar la<br />

orina; de la vejiga, depósito de paredes contráctiles,<br />

en el cual se mantiene la orina almacenada<br />

durante algún tiempo, y, en fin, de<br />

la uretra, aparato por el cual es lanzada la<br />

orina al exterior.<br />

Los ríñones se llama también una región<br />

exterior de los animales, comprendida entre el<br />

dorso en la parte posterior á las costillas y la<br />

grupa. Anatómicamente, como queda indicado,<br />

son las dos glándulas encargadas de segregar<br />

la orina, que se hallan situadas en el<br />

abdomen, bajo la región lumbar ó de los ríñones<br />

que antes aludíamos, y á los dos lados de<br />

la columna vertebral. Las funciones de los<br />

ríñones son muy importantes, y contribuyen<br />

á depurar la sangre. De ahí que las arterias<br />

Día—II. 20


ANA — 306 — ANA<br />

de esas glándulas sean relativamente muy<br />

gruesas. Los ríñones están provistos en su interior<br />

de una pequeña cavidad, provista de un<br />

canal encargado de conducir á la vejiga las<br />

orinas que van cayendo en ella. En los animales<br />

gordos los ríñones están generalmente<br />

rodeados de grasa que los recubre, y forma el<br />

sebo en el buey, en el carnero y en la cabra.<br />

La vejiga es un depósito membranoso que<br />

recibe por los uréteres la orina segregada pollos<br />

ríñones y la expulsa por la uretra cuando<br />

aquélla está llena, gracias á una sensación<br />

especial que en el animal se determina. La<br />

uretra termina en la parte posterior é inferior<br />

de la vagina en las hembras, y en la extremidad<br />

del pene en los machos.<br />

Sentidos.—Así se llaman las facultades en<br />

virtud de las cuales un animal percibe la impresión<br />

de las propiedades de los cuerpos. Distínguense<br />

cinco sentidos: el tacto, el gusto, el<br />

olfato, el oído y la vista. Algunos de ellos están<br />

extraordinariamente desarrollados en ciertos<br />

animales; tales son el olfato en el perro, la<br />

vista en el gato y en las aves, el tacto en el<br />

murciélago, etc. En cambio el sentido del tacto,<br />

que reside generalmente en los dedos, es<br />

muy obtuso en los animales que tienen cubiertas<br />

las manos por cascos y pezuñas, como<br />

el caballo, el buey, los carneros, etc. Los herbívoros<br />

tienen el olfato muy fino para escoger<br />

sus alimentos. Los sentidos desempeñan<br />

en la vida de los animales un papel tan importante<br />

, que sin ellos no podrían multiplicarse<br />

ni aun vivir. Sin el sentido de la vista<br />

no podrían capturar sus presas; sin el olfato y<br />

el gusto los herbívoros se envenenarían muchas<br />

veces con ciertas plantas, y los animales<br />

débiles, privados del oído y de la vista, no<br />

podrían escapar á sus perseguidores.<br />

El tacto se localiza en la piel, principalmente<br />

en las partes desprovistas de pelo; el gusto<br />

reside en la lengua, la cual está cubierta por<br />

una membrana mucosa cubierta de papilas;<br />

el olfato está situado á la entrada de las vías<br />

respiratorias, es decir, en las cavidades nasales,<br />

cubiertas por una membrana vascular y<br />

erectil. El oído se compone de una serie de<br />

cavidades que forman: 1.°, la oreja externa,<br />

especie de pabellón donde se recogen las ondas<br />

sonoras, y el cual dirigen los animales en<br />

todos sentidos con rapidez; 2.°, el oído medio<br />

ó tímpano, cavidad situada entre el oído externo<br />

y el laberinto, y que se halla atravesada<br />

por una pequeña cadena de huesecillos,<br />

comunicando con la parte posterior de la boca<br />

mediante la trompa de Eustaquio; 3.°, el oído<br />

interno ó laberinto, cavidad muy irregular<br />

dividida en varios compartimientos, que son<br />

el vestíbulo, los tres canales semicirculares y<br />

el caracol, en el que se dilata el nervio auditivo,<br />

por medio del cual son transmitidas al<br />

cerebro las vibraciones del aire.<br />

La visión se efectúa por medio del órgano<br />

de la vista, ó sean los ojos (figura 135), que<br />

en los animales superiores constan de: a, membrana<br />

iris; b, cámara posterior; c, pupila;<br />

d, córnea transparente; /, procesos ciliares;<br />

g, humor vitreo; li, músculos del ojo; i, córnea<br />

opaca ó esclerótica; h, coroides; l, retina;<br />

n, cristalino; o, conjuntiva ocular; p, párpados<br />

y pestañas; q, nervio óptico; r, cartílago<br />

tarso. En los animales inferiores los ojos<br />

tienen forma y disposición muy diversa, habiendo<br />

algunos de aquéllos que poseen millares<br />

de ellos inmóviles.<br />

El ojo es el instrumento de óptica más perfeccionado<br />

que puede concebir la inteligencia<br />

humana; tiene una forma globosa, constituida<br />

por humores y partes semilíquidas de<br />

diferente densidad, y que refractan por consiguiente<br />

la luz en diferente grado. En ese<br />

admirable instrumento existen además lentes,<br />

Figura 135.—Organo de la visión<br />

cuyo objeto es desviar los rayos luminosos de<br />

manera que se pinten las imágenes de los objetos<br />

en el fondo del ojo. Esas imágenes se transmiten<br />

fácilmente al cerebro por el nervio óptico,<br />

y así es como percibimos los cuerpos y juzgamos<br />

de sus dimensiones, de sus formas y de<br />

sus colores. El ojo además está provisto de<br />

todas las condiciones accesorias necesarias<br />

para moderar la acción de la luz según su<br />

densidad. Órganos especiales mantienen la<br />

flexibilidad y la humedad del aparato, y le<br />

preservan del contacto de cuerpos extraños<br />

capaces de irritarle y de perturbar sus funciones.<br />

(V. Ceja, Conjuntiva, Córnea, Iris,<br />

Lágrima, Párpados, Pupila.)<br />

El estudio de los ojos tiene gran importancia<br />

para juzgar de la salud y vigor de algunos<br />

animales, y especialmente de los caballos.<br />

Ha de ser igual el volumen de aquéllos,<br />

igual su desarrollo é igual la dilatación de la<br />

pupila. Cuando el tamaño de los ojos es desigual<br />

, el comprador de un caballo debe proceder<br />

con cautela. A veces esa desigualdad es debida<br />

á padecimientos graves; otras es síntoma<br />

. de miopía. Los ojos pequeño! muy convexos y<br />

que están rodeados de párpados gruesos y espesos,<br />

constituyen un inconveniente para la<br />

belleza del animal. Los ojos hermosos han de<br />

ser grandes, rasgados, abiertos sin exageración<br />

, con párpados delgados, flexibles y cubiertos<br />

de un vello fino y poco tupido. El semicírculo<br />

que forma cada uno de los párpados,<br />

y sobre todo el superior, ha de estar bien<br />

arqueado, y sus contornos han de ser regulares<br />

, en lugar de presentar, cual se advierte en


ANA — 307 — ANA<br />

los caballos llamados lunáticos, por cima del<br />

ángulo mayor, una especie de tercer ángulo.<br />

Órganos de la generación.—Además de los<br />

órganos de movimiento ó locomoción, como<br />

el esqueleto, músculos, tendones, etc.; además<br />

de los órganos de nutrición y los de sensibilidad,<br />

movilidad, inteligencia é instinto,<br />

existen los de generación , que son los encargados,<br />

tanto en el macho como en la hembra,<br />

de elaborar un producto que, mezclándose por<br />

contacto inmediato, origine un nuevo ser, producto<br />

de la unión de ambos sexos y que se<br />

parezca á los progenitores ó padres.<br />

El producto elaborado por el macho lo es<br />

en los testículos, y se llama semen; el producto<br />

por la hembra elaborado se llama óvulo ó<br />

Figura 136.—Órganos de generación del caballo<br />

germen, y esta elaboración se realiza en los<br />

ovarios (figura 136): a, escroto; b, membrana<br />

dartros; c, membrana eritroides; d, músculo<br />

cremaster; e, testículo y membrana albugínea;<br />

f, epidídimo; g, conducto deferente;<br />

h, vesículas seminales; i, próstata;,/, vejiga de<br />

la orina; k, prepucio; l, conducto de la uretra;<br />

n, miembro viril; o, uréteres;p, ríñones;<br />

q, venas.<br />

El escroto, el dartros, la eritroides, la albugínea<br />

y otra que no aparece en el grabado<br />

y recibe el nombre de vaginal, son membranas<br />

que envuelven y protegen el testículo; el<br />

epidídimo es una aglomeración de vasos pequeños<br />

y delicados, donde terminan los conductores<br />

seminíferos, por donde desciende el<br />

semen que se elabora en el. interior del testículo<br />

; de aquí pasa al conducto deferente, que<br />

algunos llaman eferente, y llega á las vesículas<br />

seminales, reservatorio donde permanece<br />

más ó menos tiempo, de donde en el momento<br />

de la expulsión al exterior camina á los<br />

conductos eyaculadores, mezclándose con un<br />

líquido especial formado por la próstata, llamado<br />

jugo ó líquido prostático, incorporado<br />

al cual corre por la uretra hasta verterse en<br />

el órgano genital de la hembra.<br />

La uretra es un conducto por donde corre<br />

también al exterior la orina, líquido que forman<br />

ó elaboran los riñones, y de estos órganos<br />

es conducida al reservatorio ó cavidad vejiga<br />

por unos conductos llamados uréteres; la ure-<br />

tra, en fin, existe en el interior del miembro<br />

viril, cuya piel constituye el prepucio, que cubre<br />

y envuelve al balano. La esencialidad de los<br />

órganos de generación de la hembra se resume<br />

en el grabado (figura 137): a, matriz; i, cuello<br />

de la matriz; e, conducto vaginal ó vagina;<br />

c, trompa uterina ó de Falopio; d, ovarios.<br />

Así como el semen se forma en los testículos,<br />

que son los órganos que lo elaboran, así<br />

el germen ó futuro individuo se forma en los<br />

ovarios; una vez fecundada la hembra, esto<br />

es, apenas el semen del macho<br />

penetra en la matriz,<br />

- í<br />

I<br />

m<br />

Figura 137 ,<br />

Órganos<br />

de generación<br />

de la hembra<br />

para lo que es de precisa necesidad<br />

la erección del<br />

miembro viril y el acto llamado<br />

coito, merced al que<br />

el pene introducido por la<br />

vulva deja salir el semen, el<br />

germen, que también se llama<br />

óvulo, pasa del ovario<br />

á la trompa, uterina y de la<br />

trompa á la matriz, donde<br />

se implanta, y empieza poco<br />

á poco el desarrollo del nuevo<br />

ser, que dura varias se­<br />

manas ó meses, y se conoce con el nombre de<br />

gestación ó preñez. Al mismo tiempo que se<br />

desarrolla el potro, por ejemplo, cuyo primer<br />

estado es de embrión, y el que le sigue de feto,<br />

se desarrollan ciertas membranas y forman varios<br />

líquidos, conocidas aquéllas con las deno-<br />

Figura 138.—Posición del feto en la matriz<br />

minaciones de amnios, alantoides y corión, y<br />

éstos con los nombres de amniótico y alantóideo,<br />

sirviendo unos y otros de órganos protectores<br />

al feto, el cual, en su desarrollo y aspecto<br />

normal en la matriz, presenta la posición<br />

que demuestra la figura 138. La entraña parece<br />

dividida en sentido vertical, conteniendo al<br />

feto, percibiéndose además: a, pared del útero<br />

ó matriz; b, corión; c, alantoides; d, amnics;<br />

e, placenta;f, cordón umbilical; g, vejiga de<br />

la orina; k, recto.<br />

El feto se comunica con la madre por medio<br />

del cordón umbilical, formado por la arteria<br />

y venas umbilicales, que se ramifican en<br />

la placenta, membrana vascular que está relacionada<br />

íntimamente con la matriz, de cuya


ANA — 308 — ANC<br />

sangre arterial por absorción pasan los elementos<br />

nutritivos de la sangre de la madre,<br />

de la yegua, al feto, quien crece y se alimenta<br />

merced á esa sangre hasta llegar los doce<br />

meses, en cuya época se anuncia el parto<br />

por dolores intensos, que dan por resultado<br />

el nacimiento del animal.<br />

Una vez fuera del útero ó claustro materno,<br />

el potro vive algún tiempo nutrido por la leche<br />

de la madre, que elaboran unas glándulas<br />

llamadas mamas ó tetas, hasta que puede tomar<br />

los alimentos vegetales de que se ha de<br />

nutrir durante todo el tiempo que viva.<br />

M. Prieto y Prieto.<br />

ANATOMÍA VEGETAL.—(V. Botánica<br />

y Fitotomía.)<br />

ANA VIA.—En la provincia de Logroño<br />

llaman así al Vaccinium myrlillus, L. (familia<br />

Vaccíneas). En la de Santander (Valle<br />

del Saja) se llama ításpano y Rasponera.<br />

Mata arbustiva, de medio metro de altura,<br />

muy lampiña, de ramas verdes y angulosas,<br />

hojas caducas, verdes, ovales, agudas y dentadas.<br />

Flores solitarias, colgantes, de limbo<br />

entero y corola urceolada, de color blanco<br />

verdoso y rosado. Baya erguida, de un negro<br />

azulado, cubierta de una eflorescencia glauca,<br />

dulce y azucarada. Florece en Mayo y fructifica<br />

en Julio ó Agosto.<br />

Las raíces son largas y penetran mucho en<br />

el suelo. Producen brotes, y en la superficie<br />

del suelo forman á modo de un tejido muy<br />

apretado con las que son más delgadas.<br />

Se encuentra en los Pirineos, Provincias<br />

Vascas, Santander (Valle del Saja), provincia<br />

de Logroño, Moncayo y sierra de Guadarrama<br />

, cerca de la laguna de Peñalara.<br />

Invade esta especie los terrenos pizarrosos,<br />

cascajosos y areniscos, señalando un empobrecimiento<br />

del suelo que por lo común acaba de<br />

manifestarse por la invasión de los heléchos.<br />

En Francia y también en los Estados Unidos<br />

se come el fruto crudo, cocido ó en conserva.<br />

Con su jugo se suele dar color rojo á los vinos.<br />

En los Vosgos, además del fruto, aprovechan<br />

los tallos, con los cuales hacen escobas.<br />

Otra especie del mismo género, el Vacc. uliginosum,<br />

L., se cría en España, en Set-Cases<br />

(Pirineo catalán), Panticosa (Pirineo aragonés)<br />

y en la sierra de la Demanda (Burgos).<br />

La forma Nanum Boiss se halla en la parte<br />

alta de Sierra Nevada, de Capileira á Muley-<br />

Ilacen, según el Sr. Laguna.<br />

Tiene el Vacc. uliginosum hojas cárdenas,<br />

enteras, obovales, obtusas, escotadas en el<br />

ápice, de color verde claro mate en el haz y<br />

muy glauco en el envés. Las flores son pequeñas,<br />

y están dispuestas en racimos colgantes;<br />

cáliz de lóbulos redondeados, y corola urceolada,<br />

blanca ó rojiza. El fruto es una baya globosa,<br />

negruzco-azulada, cubierta de una eflorescencia<br />

glauca; tiene el sabor muy azucarado.<br />

Este arbusto tiene un metro de altura, con<br />

el tallo y las ramas redondeadas; la corteza es<br />

gris, y las raíces rastreras. Florece en Mayo ó<br />

Junio, y fructifica en Agosto ó Septiembre.<br />

En Francia (Vosgos, Jura, Alpes, Auvergne<br />

y Pirineos) caracteriza los terrenos pantanoso-turbosos.<br />

ANAVINGA.—Árbol mediano que se halla<br />

en Filipinas; su fruto madura en Agosto;<br />

el jugo es sudorífico; siempre está verde.<br />

ANCA ó CADERA.—Los músculos y tegumentos<br />

que cubren los huesos fleos, ó sea la<br />

parte superior lateral del cuarto trasero de diversos<br />

animales, que comprende el cuadril, desde<br />

la babilla hasta la nalga ó muslo. No deben<br />

confundirse, por lo tanto, las ancas, partes<br />

laterales, con la grupa. Las ancas han de ser<br />

amplias y robustas; cuando son muy largas,<br />

por lo general están acompañadas de las mismas<br />

proporciones en las partes que forman<br />

las extremidades posteriores, por cuya razón<br />

las flexiones y extensiones serán grandes y<br />

suave su reacción, máxime si la región lumbar<br />

es también larga y flexible. Los caballos<br />

que se hallan en ese caso se unen excesivamente.<br />

Se llama unión en el caballo á la acción<br />

de las extremidades posteriores para dirigirse<br />

al centro de gravedad. Si las ancas son cortas<br />

guardan las mismas proporciones los miembros<br />

abdominales, es decir, que las flexiones<br />

y extensiones del cuarto posterior serán también<br />

cortas, y por consiguiente, el paso corto<br />

y la reacción muy fuerte. Considéranse largas<br />

las ancas cuando sale mucho el corvejón hacia<br />

atrás, y cortas cuando caen las piernas casi<br />

rectas hasta el menudillo. A las ancas del caballo<br />

debe acompañar la redondez de la cadera;<br />

cuanto más ancha y abultada sea el anca,<br />

mayor será su vigor, puesto que se hallará<br />

formada por músculos fuertes, y los huesos se<br />

hallarán separados, formando grandes ángulos.<br />

ANCADO.—'El caballo que por tener permanentemente<br />

contraídos los músculos extensores<br />

de los pies, arrastra las lumbres del casco<br />

al andar, de manera que es un animal incapaz<br />

de prestar grandes servicios. Ese mal es incurable.<br />

ANCOLIA—(V. Aguileña.)<br />

ANCUSA (Anchusa) (Botánica, Jardinería<br />

) . — Género de plantas indígenas de<br />

las comarcas europeas, de la familia de las<br />

borragíneas, que comprende cuatro especies,'<br />

una de las cuales, la ancusa de Italia y la officinalis,<br />

que son muy abundantes en los sembrados<br />

de España, y especialmente en Aragón<br />

, y se conoce indistintamente con los nombres<br />

de argamula, melera y buglosa, ó lengua<br />

de buey. Ésa planta, de 50 centímetros á un<br />

metro de altura, es ramosa, erizada de pelos<br />

rígidos y casi punzantes, con hojas estrechas<br />

y prolongadas. Sus flores hipocrateriformes,<br />

del tamaño de las del botón de oro, y dispuestas<br />

en racimo en el vértice de las ramas, son<br />

azuladas y de agradable efecto. La planta solamente<br />

luce en los grandes parterres y á cierta<br />

distancia, gracias á su elevación. Es muy rústica,<br />

y prevalece en los terrenos profundos y<br />

algo frescos, sobre todo en los que contienen<br />

sales nitrosas, es decir, que vegetan en las


ANCH — 309 — ANCH<br />

mismas condiciones que la borraja, con la cual<br />

tiene muchos caracteres comunes.<br />

ANCHOA (Piscicultura) (Engraulis encrasiclwlus,<br />

Clupea encrasicholus de Lin.).—<br />

El nombre griego encrasicholus significa hiél<br />

en la cabeza, porque en la antigüedad se creía<br />

que la anchoa tenía las partes amargas en la<br />

cabeza. Este pez pertenece á la familia de los<br />

Clupeidos, que comprende un gran número de<br />

especies de las costas europeas, americanas y<br />

meridionales del Asia.<br />

De menor tamaño que la sardina por lo común<br />

, mide 12 ó 14 centímetros de longitud, y<br />

rara vez excede de 15, pareciéndose mucho por<br />

sus caracteres y costumbres á las sardinas y<br />

arenques. El color verdoso del lomo contrasta<br />

con el plateado del vientre cuando el pez está<br />

vivo y dentro del agua, y después de muerto<br />

adquiere en breve un tinte azulado que llega á<br />

volverse muy obscuro; color que se atenúa en<br />

parte por la salazón y la salmuera. El cuerpo<br />

es muy prolongado y redondeado, el ojo bastante<br />

grande, las agallas muy hendidas, la<br />

boca considerablemente abierta y el hocico<br />

muy agudo, de manera que puede tragar pececillos<br />

enteros. Las nadaderas son cortas y<br />

transparentes; la dorsal triangular y situada<br />

en el medio del lomo; las pectorales son triangulares,<br />

y presentan en la axila una ancha escama<br />

membranosa, triangular y puntiaguda;<br />

las ventrales 'son pequeñas, y se insertan en<br />

una línea vertical anterior á la de la dorsal;<br />

la anal es poco ancha y alta, y la caudal es<br />

pequeña y ahorquillada.<br />

Estos peces forman bandas numerosas; tragan<br />

cuanto hallan á su paso, y atacan á otros<br />

peces de regulares dimensiones, gracias á<br />

lo partido de su boca; se multiplican fácilmente;<br />

en la primavera retroceden desde alta mar<br />

á las playas para desovar, y de ahí que los<br />

pescadores aprovechen esa época para coger<br />

en sus redes por millares esos pececillos, cuyos<br />

enemigos son muchos. Ofrece excelente y<br />

abundante pasto á las ballenas, focas, gados<br />

y marsopas.<br />

Las anchoas frescas, que tanto abundan en<br />

las aguas de Cataluña, Valencia, y en general<br />

en las del Mediterráneo, se comen fritas ó asadas<br />

á la parrilla, pudiéndose comer enteras<br />

por ser blanda y delgada la espina dorsal, y<br />

no poder causar heridas ó accidente alguno.<br />

Los pescadores, en el momento de cogerlas,<br />

las van quitando la cabeza y las entrañas, que<br />

salen al arrancar aquélla con la hiél. Se prefieren<br />

generalmente las anchoas saladas á las<br />

frescas, especialmente en las costas de Cataluña<br />

y de la Provenza.<br />

La salazón se practica del siguiente modo:<br />

Apenas terminada la pesca, se van arrancando<br />

las cabezas y los intestinos á los peces<br />

uno por uno, despojándolos así del principio<br />

amargo; se los lava luego en agua dulce ó marina,<br />

y después de haber estado escurriendo<br />

en cestos ó banastas, se los va colocando por<br />

capas en barriles, y de manera que quede el<br />

dorso en la parte superior, para cubrir con<br />

sal roja las diferentes capas que se forman<br />

hasta llenar el recipiente. La sal que se emplea<br />

es la ordinaria, mezclada con ocre rojo en la<br />

proporción de un kilogramo de éste por cada<br />

100 de aquélla. En la Provenza no se suelen<br />

contentar con preparar así la salmuera que se<br />

forma, gracias á la humedad que contienen<br />

los pescados, sino que rocían de vez en cuando<br />

las capas de anchoas con una salmuera hecha<br />

al fuego, á la cual se ha añadido cierta cantidad<br />

de ocre y algunas anchoas pequeñas. El ocre<br />

tiene por objeto disimular el color que toman<br />

los mencionados pececillos después de muertos<br />

, haciéndolos agradables á la vista. No les<br />

comunica ninguna propiedad especial.<br />

Las anchoas más estimadas no han de ser<br />

añejas ni de tamaño grande; el dorso ha de<br />

ser redondo; el vientre blanco y la carne roja,<br />

porque ¿e ser el cuerpo plano y largo, se<br />

las considera como sardinas de poco valor.<br />

Los griegos y latinos apreciaban mucho la<br />

salsa, que ellos denominaban garum, y que<br />

preparaban con pequeñas anchoas en conserva,<br />

fundidas, digámoslo así, en la salmuera.<br />

Para prepararla, despojaban á los peces de la<br />

cola, las nadaderas y las escamas, y se exponía<br />

la carne de pescado al sol durante más ó<br />

menos tiempo. Cuando se deseaba abreviar la<br />

operación, se colocaban las anchoas sin lavar<br />

en un plato con vinagre y peregil; se colocaba<br />

después el plato á la acción de un fuego<br />

vivo, y removiendo las anchoas hasta que quedasen<br />

completamente fundidas, se obtenía la<br />

salsa llamada aceiogarum, que utilizaban, lo<br />

mismo que el garum, para sazonar las viandas<br />

ordinarias.<br />

El comercio de anchoas en las costas del<br />

Mediterráneo y aun en las del Océano ha sido<br />

siempre muy considerable, habiendo poblaciones<br />

en que se preparan anualmente muchos<br />

millares de barriles. Estos se clasifican,<br />

según sus dimensiones, en tres categorías: los<br />

de 8 á 10 kilogramos, los de 18 á 20 y los de<br />

28 á 30, calculándose que entran 60 anchoas<br />

saladas en cada kilogramo , y que por término<br />

medio se obtiene en el mercado á 1,80 pesetas<br />

el kilogramo.<br />

Pesca.—Las anchoas, según queda apuntado,<br />

son un objeto importante de pesca en España y<br />

en Francia, diferenciándose el procedimiento<br />

seguido del adoptado para pescar sardinas únicamente<br />

en que las mallas de las redes son<br />

más estrechas. También se emplea con éxito<br />

un red que suele tener 65 metros de longitud<br />

y de 8 á 9 de caída, siendo sus mallas bastante<br />

cerradas, para que las anchoas puedan introducir<br />

la cabeza, mas no pasar las aletas ni<br />

retroceder una vez introducida la cabeza, pues<br />

se oponen los opérenlos. Para hacer su tarea<br />

los pescadores reúnen cuatro barcas; en una<br />

de ellas, que va montada por cuatro ó cinco<br />

hombres, se halla depositada la red, y en las<br />

otras se colocan dos ó tres marineros, los cuales<br />

han de encender en una de las extremidades<br />

de la embarcación una farola ó parrilla que<br />

produzca una luz muy clara.


AND — 310 — AND<br />

Los barcos provistos de luces salen del<br />

puerto al anochecer, y van á colocarse a una ó<br />

dos leguas de la costa, donde se crea que ha<br />

de haber anchoas en abundancia, situándose<br />

á cierta distancia unos de otros. Atraídas<br />

por la luz, se aproximan las anchoas, y<br />

cuando los pescadores advierten que hay ya<br />

aglomerados muchos peces, avisan á la barca<br />

donde se halla depositada la red, y que se<br />

habrá mantenido á poca distancia; aproxímase<br />

aquélla con precaución, y va lanzando<br />

la red de manera que comprenda todo<br />

el espacio en que se han ido aglomerando las<br />

anchoas. Terminada la operación, las barcas<br />

auxiliares apagan bruscamente sus luces, y<br />

cuando los peces, asustados por esa rápida<br />

transición de la luz ala obscuridad, huyen desordenadamente,<br />

quedan aprisionados en la<br />

red. Para que el desorden y la confusión aumente,<br />

los pescadores hacen ruido desde sus<br />

barcas con pies y remos, y así que las anchoas<br />

han ido enredándose en la red, los que la habían<br />

tendido la van recogiendo é introduciendo<br />

en la barca, y de consiguiente recogen la<br />

pesca al propio tiempo. Después se trasladan<br />

á la proximidad del segundo barco que haya<br />

dado la señal, y operan del mismo modo, prosiguiendo<br />

de esa suerte en tanto que se mantenga<br />

la obscuridad de la noche. Generalmente<br />

esa pesca se practica desde el mes de Abril<br />

hasta el mes de Julio, y solamente durante<br />

las noches en que no brille la luna. También<br />

se pescan las anchoas por medio de redes fijas,<br />

en cuyo caso la barca que lleva la luz se va<br />

aproximando lentamente hacia el punió en<br />

que se halla la red, arrastrando en pos de sí<br />

á las anchoas.<br />

ANCHURAS.— Amplitud de pechos y de<br />

grupa en el caballo. Dícese que tienen muchas<br />

anchuras cuando están muy separados los encuentros<br />

ó espaldas, muy elevados los ijares,<br />

contorneadas las costillas y el vientre desarrollado<br />

en proporción. Son esas condiciones<br />

muy estimables en el bruto, y cuya falta da<br />

lugar á que se le califique de caballo de pocas<br />

anchuras.<br />

ANDADURA ó PORTANTE.—Modo de<br />

andar los caballos. Puede ser perfecta é imperfecta,<br />

natural y artificial. La perfecta es<br />

una marcha que consta de dqs tiempos, porque<br />

el caballo levanta en este aire los dos<br />

remos de un mismo lado con igualdad, y en el<br />

mismo instante que pone en tierra los dos remos<br />

opuestos. Indica debilidad en los animales,<br />

y es el manejo que adoptan los potros en<br />

las dehesas para seguir á sus madres, para<br />

perderle después si no se cuida de que le conserven,<br />

mediante la educación y el hábito,<br />

gracias al empleo de trabas, ó sean dos cuerdas<br />

con las cuales se sujetan la mano y el pie<br />

de cada lado, usando dos traboncillos. La andadura<br />

imperfecta es un manejo en que el caballo<br />

marcha á paso de andadura con los pies,<br />

y galopa con las manos, ó viceversa. Andadura<br />

natural es la que adopta el potro, que<br />

rara vez trota espontáneamente, y artificial<br />

la que se le enseña por medio de la educación.<br />

Andadura mal andada ó entrepaso es aquel<br />

manejo en que el caballo marca cuatro tiempos<br />

, colocando unas veces la pierna sobre el<br />

suelo antes que el brazo, y otras el brazo antes<br />

que la pierna.<br />

El paso de andadura es tenido en gran estima<br />

todavía donde no existen líneas férreas<br />

y vehículos cómodos para viajar. Ese paso no<br />

produce sacudimientos ni grandes molestias á<br />

los jinetes, y obtuvo gran acogida en Castilla,<br />

don-de se llamaban ambladores ó ambulantes<br />

á los caballos que le poseían, y en Inglaterra,<br />

donde ha habido siempre hombres<br />

hábiles para enseñar ese manejo á los caballos<br />

capones. Los ambladores británicos son muy<br />

celebrados por su rapidez y resistencia; dícese<br />

que los caballos no pueden seguirlos á los<br />

aires ordinarios, y la verdad es que el caballo<br />

amblador, si bien nunca recorre más de 17<br />

kilómetros en una hora por terreno llano y<br />

fácil, resiste perfectamente largas jornadas,<br />

sostiene el mismo paso sin interrupción en<br />

bajadas y subidas, y le sostiene durante más<br />

tiempo que los aires ordinarios, porque marcha<br />

muy terrero, emplea escasa fuerza y camina<br />

casi como una máquina, una vez dado el<br />

primer impulso. En las Antillas recorren<br />

de 20 á 25 leguas diarias sin inconveniente, y<br />

en España es celebrada la rapidez de las jacas<br />

ambladoras de Valencia, que han venido á<br />

sustituir en parte á las antiguas hacaneas de<br />

las damas. Dícese que un caballo es franco de<br />

andadura cuando marcha voluntariamente á<br />

ese paso y sin necesidad de que se le hostigue.<br />

Se ha escrito mucho acerca de los procedimientos<br />

que han de seguirse para enseñar el<br />

paso de andadura á los caballos; en realidad,<br />

la observación y la práctica bastan para obtener<br />

de los brutos ese manejo.<br />

ANDALUCÍA (Geografía agrícola).—<br />

Extensa y celebrada región, situada en la parte<br />

más meridional de la Península española,<br />

que mide 81.000 kilómetros cuadrados de extensión,<br />

y se halla limitada al Norte por la<br />

cordillera mañanica ó montes de Sierra Morena<br />

, que separan esa zona de Castilla la Nueva<br />

y Extremadura; al Oeste por Portugal y<br />

el Océano Atlántico; al Sur por este mar y el<br />

Mediterráneo, y al Este por el antiguo reino<br />

de Murcia, ó sean las provincias actuales de<br />

Murcia y Albacete, en cuya zona occidental<br />

se hallan las sierras de Alcaráz, Calar del<br />

Mundo, Taibilla y Montreviche.<br />

El suelo de Andalucía es muy accidentado;<br />

al Norte cierra la región, según queda dicho,<br />

la cordillera de Sierra Morena, con sus estribaciones<br />

y formando numerosos valles; en el<br />

Oriente se alzan las lomas de Chiclana y de<br />

Ubeda; las sierras de Cazorla y Segura, la<br />

Sagra, las sien-as de María, de las Estancias,<br />

de los Pilabres y la Almagrera; en el centro<br />

destacan la sierra Mágina, las de Lucena,<br />

Aznar, Jarana, Priego y Parananda, y en la<br />

zona meridional las de Gata, Almería, Alpujarras<br />

y Sierra Nevada (el núcleo montañoso


AND — 311 — AND<br />

más elevado de la Península), la Contraviesa,<br />

la Almijara, las de Alhama, Antequera, Algodonales,<br />

San Cristóbal, Cabras, Gallina,<br />

Ronda, Bermeja y Mijas, además de las varias<br />

serranías que cruzan la provincia de<br />

Cádiz y avanzan hacia Tarifa, Gibraltar y el<br />

estrecho de este nombre.<br />

Esas sierras determinan la cuenca del Guadalquivir<br />

y de los numerosos afluyentes de<br />

este río, que nace al Oriente de la sierra de<br />

Cazorla, es decir, en la zona oriental de Andalucía,<br />

y desagua en el Atlántico por Sanlúcar<br />

de Barrameda, en la parte occidental<br />

de la región, después de recoger las aguas<br />

del Guadalimar, con las del Guadarmena y del<br />

Gualalén; tributarios de éste, las del Guadiel,<br />

Jandula, Pedro Gil, Matapuercos, Guadiato,<br />

Bembezar, Retortillo, Vivar, Cala y Guadiamar<br />

por la derecha, y por la izquierda el<br />

Guadiana menor, Jandulilla, Guadalbullón ó<br />

Jaén, Porama, Guadajoz, Genil, Carbones,<br />

Guadaira y Salado de Morón. Además fecundan<br />

las vegas de Andalucía, vertiendo sus<br />

aguas directamente en el mar, después de breve<br />

curso, el Tinto, el Odiel y el Piedra en la<br />

provincia de Huelva, separada de Portugal<br />

por el Chanza y el Guadiana, el Guadalete en<br />

la de Cádiz, el Guadiaro, que corre en el límite<br />

oriental de ésta y en la de Málaga, terminando<br />

en el Mediterráneo; el Guadalhorce, el<br />

Guadalmedina, el Vélez, el Gudalfeo, el Río<br />

Grande, el de Mojacar y el Almanzora. Muchos<br />

de esos ríos son de escaso caudal en las<br />

estaciones secas; algunos circulan por valles<br />

profundos y escarpados, y la mayoría se utiliza<br />

en gran parte de su curso para el riego.<br />

Las vegas son numerosas y feraces, así<br />

como la ondulada planicie que fecunda el Guadalquivir<br />

en los dos últimos tercios de su curso.<br />

Mas por lo mismo que el suelo es muy<br />

accidentado, y las serranías extensas y elevadas,<br />

el clima de las diferentes comarcas es<br />

muy diverso; hay algunas donde la temperatura<br />

máxima á la sombra no pasa de 35° por<br />

la influencia de las brisas del mar y de las<br />

montañas, y hay otras, y especialmente la<br />

llamada Andalucía baja, donde el termómetro<br />

marca todos los veranos de 40 á 44° centígrados<br />

á la sombra. Los rigores invernales solamente<br />

se hacen sentir en las zonas montuosas;<br />

las lluvias escasean por lo común, y no caen<br />

en períodos regulares; de ahí la desigualdad<br />

de las cosechas según los años. El suelo es<br />

feraz, como ha venido reconociéndose desde<br />

la antigüedad más remota; se presta al cultivo<br />

de todo género de plantas, aun de las intertropicales,<br />

allí donde es posible el riego; pero<br />

desgraciadamente la agricultura no ha abandonado<br />

ruinosas rutinas, y la fama de algunos<br />

de sus productos se debe á las condiciones del<br />

suelo y del clima, más que á la inteligente laboriosidad<br />

del hombre.<br />

A pesar de todo, son valiosas las cosechas de<br />

trigos duros y de barba, de cebada, maíz y<br />

aun centeno, legumbres de todas especies, patatas<br />

, remolachas, cacahuetes, caña de azúcar,<br />

boniatos, batatas, aceituna, vinos de variadas<br />

clases, naranjas, iimones, granadas, algarrobas,<br />

higos y frutas exquisitas de toda especié.<br />

También abundan los pastos de secano y regadío,<br />

siendo numeroso el ganado de cerda,<br />

lanar, cabrío, vacuno, y sobre todo caballar,<br />

famosísimo desde las primeras edades de la<br />

historia, y hoy postergado en parte por la<br />

moda, que prefiere los caballos ingleses de pura<br />

sangre. En la región andaluza, encomiada con<br />

razón por sus hijos, podrían vivir 9 ó 10 millones<br />

de habitantes, si dominada la indolencia<br />

y vencida la apatía intelectual, los naturales<br />

plantearan todas las reformas agrícolas<br />

que la ciencia moderna aconseja, y que reclaman<br />

las necesidades del consumo. No sin razón<br />

colocaron los antiguos el jardín de las<br />

Hespérides en la región del Betis, y no sin<br />

razón los apasionados árabes veían en ella una<br />

tierra bendita. No es necesario mencionar aquí<br />

los inimitables y aromosos vinos de Jerez, los<br />

de Málaga, los de Montilla y otros puntos;<br />

las aceitunas de Sevilla y Málaga; las exquisitas<br />

frutas, y las perfumadas flores de los verjeles<br />

y cármenes andaluces. Para que nada<br />

falte á esa región privilegiada, sus montañas<br />

encierran preciosos mármoles, y variados y<br />

ricos metales en su seno. Lástima que la industria<br />

no saque de tantos elementos todos<br />

los beneficios y todas las riquezas que el hombre<br />

puede prometerse.<br />

Andalucía se halla dividida en ocho provincias,<br />

á saber: Jaén, Granada, Almería,<br />

Málaga, Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva;<br />

al hablar de ellas expondremos pormenores<br />

que serían impropios del presente artículo.<br />

ANDANA (Agricultura).— En algunas<br />

localidades de España se denomina así á la<br />

zona de prado que un obrero siega á cada<br />

paso que avanza, y de consiguiente la línea<br />

de forraje cortado que resulta del trabajo<br />

hecho con la guadaña; por lo demás, en lenguaje<br />

vulgar andana significa fila, hilera,<br />

colección de objetos alineados.<br />

ANDAR CLARO—Dícese del caballo que<br />

traza bien distintamente sus huellas, y no se<br />

cierra, cubre ni obscurece.<br />

ANDAR OBSCURO-—Aire en que el caballo,<br />

al marchar, cubre parte de la línea de<br />

una mano con la otra.<br />

AND IRA.—Género de plantas de la familia<br />

de las Leguminosas, tribu de las Cesalpíne.as.<br />

En los montes de la Isla de Cuba vive<br />

la Yaba, que corresponde á la especie Andira<br />

inermis, Swartz. Es árbol que adquiere una<br />

altura de 12 metros, por un metro de diámetro.<br />

Es de larga vida, y abunda en las tierras<br />

arcillosas. La corteza es gruesa, de color de<br />

moho. La madera es poco elástica, vidriosa,<br />

compacta, verde obscura, con la fibra recta á<br />

lo largo y ondulada en la sección transversal,<br />

formando círculos concéntricos. Resiste mucho<br />

á la presión y muy poco á la torsión.<br />

Rompe en todas las direcciones en diagonal,<br />

saltando en astillas cortas. Su peso específico<br />

es de 0,82. Es atacada del comején.


AND — 312 — AND<br />

Se emplea en quillas de barcos, y puede<br />

usarse para postes y toda clase de construcciones<br />

que exijan mucha resistencia á la presión.<br />

Da este árbol por incisión uua resina que<br />

se usa contra las lombrices; pero debe tomarse<br />

con prudencia por los principios venenosos<br />

que contiene el vegetal, especialmente la corteza.<br />

En la Isla de Puerto Rico se cría á su vez<br />

la Moca, Andira racemosa, Lam., que abunda<br />

en las demás Antillas. Su madera se utiliza<br />

para tablas y tablones de pisos y otras obras<br />

de carpintería. Algunas veces se usa en carretería<br />

y en la construcción naval. Su color varía<br />

mucho, dando lugar á la moca amarilla,<br />

colorada y otras.<br />

ANDORRA (República de) (Geografía<br />

).—Pequeño Estado de 495 kilómetros<br />

cuadrados de extensión , habitado por 10.000<br />

almas, y que ocupa tres valles situados eu la<br />

vertiente meridional de los Pirineos y en la<br />

región catalana. Confina al N. con el departamento<br />

francés del Ariege, y con la provincia<br />

de Lérida por el E., Mediodía y O., ó sea con<br />

el antiguo Condado de Poix, que forma el valle<br />

de Ansat por el N.; con éste, el valle de<br />

Carol y la Cerdaña, por el E.; con el término<br />

de Barrida, con la comarca de Urgel y parte<br />

del Vizcondado de Castellbó por el S., y por<br />

el O. con dicho Vizcondado,(con los valles de<br />

San Juan y Farrera, con la llamada Conca del<br />

Burch y con las municipalidades de Os y de<br />

Tor. Esa pequeña república, independiente y<br />

neutral, se considera colocada bajo el protectorado<br />

del obispo de Urgel y de Francia.<br />

Ese pequeño país es muy montuoso, y se<br />

encuentra á gran altura sobre el nivel del<br />

mar. Las cumbres más elevadas son las de las<br />

Mineras, Casamanya, Montelar, San Julia,<br />

Inclar y la Tosa. Inaccesibles por lo general<br />

las sierras, hállanse cortadas por varios puntos,<br />

transitables solamente durante las estaciones<br />

templadas, si bien con no poco peligro.<br />

Los principales desfiladeros que ponen los valles<br />

en comunicación con Francia, son el de<br />

Balira ó Valira, Solden, Fortargent, Siquer,<br />

Ansat, Arbella y Rat; en dirección al territorio<br />

español se hallan los puertos de Pontnegre,<br />

Perafita, Portella, Conflent, Trivia, Cabos<br />

, Cervells y Esparvers, que se dirige hacia<br />

el valle de Llosa. La parte llana de la comarca<br />

es muy reducida.<br />

La principal corriente de los valles es el<br />

Balira, que confluye con el Segre por la derecha,<br />

al Occidente de la Seo de Urgel. Nace<br />

ese río dos ó tres horas más arriba de Solden,<br />

y está formado por varios torrentes y rieras<br />

que brotan de la montaña, y son el torrente<br />

del Forn, el río de Anyós, el de Montalar, la<br />

riera de Aringal, la de Naugonella, la de<br />

Enseger, la de Comavaga, la de Madrín y<br />

Claró, las del Coborren, Loria, Ras del Ramonet,<br />

etc. El Puy de Penya divide el Balira<br />

en corriente oriental y septentrional, que<br />

se juntan después de un curso de 5 leguas<br />

entre Escaldas y Andorra la Vieja, y son<br />

famosos por sus truchas. Entre Claró y el<br />

puerto de Perafita está el estanque de la Nou,<br />

que no cría peces; en la sierra de Madrín, el<br />

Blau; en el valle de Cibera, los llamados de<br />

los Forcats, abundantes en truchas manchadas<br />

de pintas encarnadas. En el grande estanque<br />

de Angulastés se pescan barbos. Son numerosas<br />

las fuentes de aguas ferruginosas,<br />

algunas de ellas, como las de Llors, eficaces<br />

contraías afecciones herpéticas, la debilidad<br />

de estómago y la retención del flujo menstrual.<br />

Las sulfurosas de las Escaldas, las más copiosas<br />

de las aguas minerales de los Pirineos,<br />

brotan á una temperatura de 85°, si bien son<br />

más celebradas las que surgen junto al torrente<br />

de Madrín.<br />

El clima es frío, el cielo despejado, el aire<br />

sano;durante la mitad del año el aspecto es<br />

desolado y triste, como que todas las montañas<br />

aparecen cubiertas de nieve y no se encuentra<br />

vegetación por ninguna parte. En<br />

cambio durante parte de la primavera y durante<br />

el estío presenta el país encantadores<br />

panoramas, y la tierra se cubre por doquiera<br />

de verdor. Por las hendeduras de las rocas<br />

brotan cristalinas fuentes, surcan los valles<br />

torrentes que forman ruidosos saltos, y ostentan<br />

las praderas su verde tapiz.<br />

Los productos minerales más notables son<br />

los yacimientos de hierro, explotados desde<br />

remotas épocas, á juzgar por las profundas<br />

excavaciones practicadas; el alumbre, que<br />

abunda en las montañas de Amical; un mineral<br />

de plomo, aun no explotado, en la de Encamps<br />

; la tierra negra, la piedra caliza, los<br />

jaspes y los mármoles, de que existen varias<br />

canteras. La flora es la propia de la región<br />

pirenaica; en las vertientes meridionales se<br />

encuentra el espliego, el tomillo, el romero y<br />

otros vegetales aromáticos ; el sauce, el fresno<br />

, el boj, el enebro y otros arbustos; las fresas,<br />

frambuesas, zarzamoras y otros sabrosos;<br />

frutos silvestres. Los únicos árboles frutales<br />

que vegetan eu el país son los nogales, los<br />

castaños y los avellanos. En los eriales se encuentran<br />

durante el verano pastos abundantes<br />

, y los bosques de pinos, robles, abetos,<br />

encinas y abedules suministran combustible<br />

y madera de construcción, que es transportada<br />

por el Balira, el Segre y el Ebro hasta<br />

Tortosa y los puertos del Mediterráneo.<br />

El ganado lanar, cabrío, vacuno y mular,<br />

bien cuidado, gracias á la excelencia de los.<br />

pastos, es numeroso; el de cerda, menos abundante,<br />

de carne sabrosa; los caballos, fuertes y<br />

resistentes, si bien de pequeña alzada; las avesde<br />

corral, tan dignas de la aceptación que gozan<br />

como los jamones. En los parajes menos<br />

accesibles anida la paloma torcaz, la perdiz<br />

blanca, la parda y aun la común; en las riberas,<br />

los tordos, mirlos y ruiseñores; en los picachos<br />

peñascosos, los milanos, las águilasy<br />

otras aves de rapiña. En las espesuras de<br />

los bosques buscan refugio las cabras monteses,<br />

los zorros, lobos, ardillas y algunos osos,.<br />

Él terreno, estéril y accidentado en grado-


AND — 313 — AND<br />

sumo por lo general, se divide en parte llana<br />

y parte montañosa; abundan las praderas, y<br />

se. cosecha centeno, cebada, algunas legumbres<br />

, hortalizas, cáñamo, sabrosas patatas, y<br />

tabaco en las hondonadas de los valles.<br />

El suelo se halla dividido en tres partes,<br />

que pertenecen á los particulares, á los Municipios<br />

y al Estado, ó sea.-al Consejo general.<br />

También son los andorranos copropietarios<br />

con algunos pueblos españoles y franceses de<br />

terrenos, á que dan el nombre de emprius ó<br />

baldíos. La parroquia de Andorra la Vieja los<br />

posee con los pueblos de Vilella y Lies; la de<br />

Massana, con algunos del alto Pallas; las de<br />

Ordino y Camillo, con los pueblos franceses<br />

de Siquer, Míelos y Coma de Ensignas; la<br />

Solana, pago situado entre Solden y Hospitalet,<br />

fué origen de un largo pleito que en 1835<br />

resolvió el Tribunal real de Tolosa á favor de<br />

los andorranos.<br />

Las comunicaciones de los valles con España,<br />

y especialmente con Francia, son en extremo<br />

difíciles; la República no posee carretera<br />

alguna; todos los caminos son de herradura,<br />

y están muy mal conservados; la única<br />

vía transitable es la que desde Seo de Urgel<br />

llega hasta Julia.<br />

El principado de Andorra, generalmente<br />

llamado República, tiene una organización<br />

especial. Son considerados como co-príncipes<br />

de los Valles el obispo de Urgel y el soberano<br />

ó Estado francés. El obispo, que en realidad<br />

se ha titulado siempre príncipe soberano, tiene<br />

exclusivamente el poder legislativo. Todas<br />

las leyes dictadas para el gobierno de los<br />

Valles, desde Poncio en 1231 hasta Caixal<br />

en 1866, proceden de los prelados. Son muy<br />

numerosas las leyes y disposiciones legislativas<br />

de carácter general, y ninguna de ellas<br />

ha sido debida á los Condes de Foix ni á los<br />

reyes de Francia. En la actualidad el mando<br />

de la fuerza armada y el poder judicial son<br />

ejercidos por los vegueres, que nombran el<br />

obispo de Urgel y Francia, y que son sustituidos<br />

por dos bayles, que nombra cada uno<br />

de aquéllos. Esos delegados de los co-príncipes<br />

pueden administrar justicia en nombre de<br />

ambos cuando uno de ellos está ausente, y<br />

tienen acceso siempre al tribunal constituido<br />

por cualquiera de ellos. Cuando surge un desacuerdo,<br />

decide un juez asesor, que ha de ser<br />

letrado, y nombran alternativamente el obispo<br />

y Francia. Los dos vegueres y el asesor<br />

reunidos forman el Tribunal de Corts, que se<br />

constituye únicamente para fallar causas criminales,<br />

y entiende también en los asuntos<br />

civiles como tribunal de segunda instancia.<br />

Por lo común, la primera la constituye cualquiera<br />

de los bayles, la segunda el juez asesor<br />

y la tercera el obispo de Urgel.<br />

Por concesión otorgada en 1231 por el obispo,<br />

se organizó un Consejo general para los<br />

asuntos administrativos; pertenecían á él en<br />

un principio todos los notables de los Valles,<br />

y más tarde se redujo el número de sus miembros<br />

á veinticuatro, cuatro por cada parro­<br />

quia, quienes nombran dos síndicos, primero<br />

y segundo, y un secretario. Los cuatro<br />

miembros del Consejo, que hasta 1866 eran<br />

designados por los notables, son elegidos desde<br />

esa época por todos los cabezas de familia.<br />

En cada parroquia existe un Consejo p>articular,<br />

de cuyas resoluciones se puede apelar al<br />

general, y en último caso ai obispo, sin que<br />

Francia tenga ningún derecho á ingerirse. La<br />

fuerza armada está compuesta de todos los<br />

jefes de familia, quienes se hallan obligados á<br />

poseer un arma en buen estado, con las municiones<br />

correspondientes. Hay capitanes y decuriones,<br />

que sucedeu por su orden en el mando<br />

á los vegueres y bayles. La fuerza, reclutada<br />

por éstos, es sedentaria; en 1881 se creó<br />

una guardia móvil de seis hombres para vigilar<br />

y patrullar, á causa de estar la población<br />

agitada, y hubo de ser suprimida porque el<br />

Estado no podía atender á los gastos que ocasionaba.<br />

Los conflictos entre las autoridades han sido<br />

frecuentes en los últimos años, á consecuencia<br />

de las infundadas pretensiones del veguer<br />

francés, como representante de los derechos<br />

de los Condes de Foix, que en realidad nunca<br />

tuvieron soberanía sobre los Valles, sino únicamente<br />

algunos derechos taxativos, concretos<br />

y personalísimos, concedidos en los Pariatges<br />

ó convenio de 1278, y que no los han podido<br />

trasmitir á la República ultra-pirenaica, sucediendo<br />

todo lo contrario respecto de España,<br />

puesto que Ludovico Pío concedió la soberanía<br />

á la dignidad de los obispos de Urgel, que<br />

se halla bajo la protección y obediencia de la<br />

nación española, la cual puede reivindicar<br />

por lo tanto la verdadera soberanía.<br />

En efecto, el Conde de Urgel, Senyofredo,<br />

en nombre y representación del emperador<br />

Ludovico Pío, donó en el año 819 al obispo<br />

Sisebuto y sucesores todo el territorio de<br />

Andorra para que le rigiesen y gobernasen,<br />

sin que ningún conde ó príncipe ú otra persona.,<br />

por elevada que fuere, pudiese perturbar ni inquietar<br />

á los prelados. Andando el tiempo, los<br />

Condes de Urgel trataron de usurpar esos<br />

derechos, pero en 1132 Ermengol I reconoció<br />

que no los tenía, y en caso de tenerlos los<br />

cedió á los obispos; declaración que reprodujo<br />

en 1230 la Condesa Aurumbaix. En 1231<br />

treinta andorranos de cada parroquia reconocieron<br />

solemnemente la soberanía del obispo<br />

de Urgel, y le prestaron homenaje en la persona<br />

del obispo Poncio de Vilamur, quien<br />

instituyó inmediatamente el Gobierno político,<br />

administrativo y judicial, conservado sin<br />

alteraciones notables hasta nuestros días.<br />

Los Condes de Foix en 1278, á consecuencia<br />

de una guerra promovida contra el prelado<br />

de Urgel por el Conde Roger Bernardo,<br />

celebraron el convenio llamado Pariatges,<br />

siendo mediadores el rey de Aragón y el obispo<br />

de Valence (Francia), y testigos muchos eclesiásticos<br />

y nobles; convenio en virtud del<br />

cual se reconoció al Conde de Foix y sus sucesores<br />

el derecho de nombrar un veguer, que


AND — 314 — AND<br />

juntamente con el del obispo, pudiese tener<br />

en Andorra hombres del país armados; ejercer<br />

altas, medianas y bajas justicias, y cobrar<br />

una quinta ó tributo como el obispo. El Conde<br />

prestó homenaje á éste después de firmar<br />

el convenio, y en 1288 se celebró otro reconociendo<br />

á los Condes el derecho de nombrar<br />

notarios en los Valles como el obispo, en<br />

feudo de éste. En 1589 se refundieron la casa<br />

de Foix y la de Francia en la persona de Enrique<br />

IV, y desde entonces comenzaron á<br />

intervenir los monarcas de la nación vecina,<br />

sin que sus personalísimos derechos pudieran<br />

ser ejercidos por el Gobierno republicano y<br />

aun por los monarcas en la limitada participación<br />

que en la soberanía se les concediera,<br />

no prestando homenaje al obispo.<br />

ANDRÓCEA (Botánica).— Palabra formada<br />

del sustantivo griego aner, andros, que<br />

significa hombre ó varón, y la cual se emplea<br />

hoy para designar el conjunto de los órganos<br />

masculinos de la flor. Esa palabra es la opuesta<br />

de gineceo con que se designa el aparato<br />

femenino. La andrócea comprende también los<br />

estambres abortados ó reducidos á simples<br />

glándulas, y aquellos que normalmente desarrollados<br />

sirven eficazmente á la fecundación,<br />

gracias á su polen. La andrócea se halla formada,<br />

unas veces por un solo círculo de estambres,<br />

otras por varios, según las familias.<br />

Ese término se usa todavía hoy como sinónimo<br />

de verticilo estaminal, aun cuando casi<br />

haya caído en desuso su opuesto gineceo.<br />

ANDRÓGENO Ó ANDRÓGINO (Botánica<br />

y Zoología).—Llámase así alas plantas<br />

que sobre el mismo pie presentan los órganos<br />

de ambos sexos, sin estar reunidos en la misma<br />

flor, y sin indicar de una manera precisa<br />

el modo de ser de esos órganos. También se<br />

emplea ese término en zoología hablando de<br />

los que, reuniendo individualmente los dos<br />

sexos, no pueden reproducirse sin juntarse de<br />

dos en dos,,como las limazas.<br />

ANDRÓMEDA (Andrómeda) .— Género<br />

de la familia de los brezos. Se compone de varios<br />

arbolillos que se elevan desde un arbusto<br />

enano hasta la altura de árboles de mediano<br />

porte. Nacen la mayoría en los países del Norte,<br />

sobre las rocas estériles; habitan en la parte<br />

más elevada de las montañas; los hay de<br />

un tamaño tan pequeño que por la singularidad<br />

de su porte y finura de sus hojas los han<br />

comparado con las plantas alpinas y á ciertas<br />

especies de musgos. Otros tienen el aspecto<br />

de algunos brezos, pero.á medida que descienden<br />

de los Alpes y que se encuentran en las<br />

laderas menos elevadas ó en las llanuras, esas<br />

especies tienen diferente aspecto. Las hojas<br />

no son tan serradas, aparecen alternas, distantes,<br />

llenas, ovaladas, alargadas y parecidas á<br />

los brezos, de que sólo se diferencian por el<br />

fruto. El mayor uso de los diferentes géneros<br />

de andrómeda es para adornar los jardines de<br />

los países fríos de Europa, pues sus bonitas<br />

flores son muy á propósito. Se multiplica por<br />

semilla y acodo; la semilla debe ponerse en<br />

tierra cuando se recoge, y cubrirla con tierra<br />

de brezo.<br />

Andrómeda mirsinita (A. mirsinita).—<br />

Arbusto que se asemeja al mirto común; florece<br />

en primavera y principios del verano; se<br />

eleva hasta 2 metros de altura. Habita en las<br />

montañas de Magallanes.<br />

Andrómeda hipno (A. hipnoides).—Se cría<br />

en la Siberia y países más fríos de Asia y<br />

América; es de los pigmeos de los árboles y<br />

arbustos, de los que puede llamarse una miniatura;<br />

florece á últimos de la primavera.<br />

Andrómeda arbórea (A. arbórea, L.).—<br />

Planta que habita en los montes de la Carolina<br />

y la Virginia, y que en 1700 se introdujo<br />

en Inglaterra. Es un árbol que se eleva<br />

hasta 20 y más metros de altura, y que se parece<br />

al peral. Las hojas se emplean en los Estados<br />

Unidos de América en decocción para<br />

calmar la sed y templar el ardor de la fiebre<br />

en las enfermedades inflamatorias; á la parte<br />

acida que contienen se atribuyen esas propiedades.<br />

Hay otras varias especies, que por<br />

su poca importancia á nuestro objeto no tratamos<br />

de ellas.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANDRÓMEDA—Género de plantas de la<br />

familia de las Ruláceas. (V. Tulibas.)<br />

ANDROPOGÓN—Este género de gramínea,<br />

cuyo nombre significa barba de hombre,<br />

es de la poligamia monoecia de Linneo.<br />

Tiene por caracteres tres espiguitas: la del<br />

centro sésil, hermafrodita y uniflora; las otras<br />

pediciladas, machos, algunas veces neutras, en<br />

panículas ramosas ó en espiga. Entre las numerosas<br />

especies de que este género se compone<br />

, se citan particularmente el A. nardus,<br />

cuya raíz se conoce con el nombre de nardo<br />

indiano, y es muy empleado en las Indias como<br />

condimento, pues posee condiciones excitantes.<br />

El A. schísnantlius, también originario<br />

de las Indias y de Arabia, muy estimado por<br />

su olor á limón, y porque sus flores se toman<br />

en infusión como el te. El A. caricorum, muy<br />

común en la Isla de Java, sirve de bálago para<br />

cubrir las casas; el pelo sedoso de sus espigas<br />

sirve perfectamente para hacer buenos cojines<br />

ó almohadones. La raíz de otra especie, bajo<br />

el nombre de grama, entra en la confección de<br />

valeos. El vitever, que se toma en pequeños paquetes<br />

para corregir el mal olor del aire, es la<br />

raíz del .4. squarrosus de L. De las flores del<br />

junco oloroso, A. schamanthus, en la India preparan<br />

un líquido producto de la destilación,<br />

aceite de un gusto muy agradable que sirve<br />

para fortificar el estómago; para conservarlo se<br />

mezcla con el aceite de palma. La terminación<br />

de las flores, puestas en infusión teiforme, son<br />

muy favorables en los reumas tenaces.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANDROSACE (Androsace) (Botánica y<br />

Jardinería).—Género de plantas indígenas de<br />

Europa, de la familia de las primuláceas, unas<br />

vivaces por sus raíces, otras, en menor número<br />

, anuales. La mayoría de ellas vegetan en<br />

los Alpes, en los Pirineos y en otras cordille-


AND — 315 — ANE<br />

ras de nuestro continente. Algunas crecen sobre<br />

las llanuras, y hasta en las regiones meridionales.<br />

Todas son de corta talla, rectas,<br />

ramosas, de mucho follaje, de corolas hipocrateriformes<br />

, bastante parecidas á las de las<br />

primaveras, pero generalmente más pequeñas,<br />

de color blanco, rosado ó lila, más ó menos<br />

obscuro; en algunas es algo violado, y<br />

aparece con frecuencia una mancha amarilla<br />

en la garganta ó cuello. El fruto es una cápsula<br />

unilocular polisperma. Según que las flores<br />

están solitarias ó agrupadas en umbelas<br />

involucradas, los botánicos las clasifican como<br />

carelios ó androsaces, que en realidad constituyen<br />

un solo género.<br />

Todas las androsaces, especialmente las<br />

que presentan las flores en umbela, son muy<br />

elegantes, y de ahí que se hallen muy generalizadas<br />

en los jardines, ya que además su<br />

cultivo es fácil. La androsace de flores encarnadas<br />

(A. carnea) y la gran androsace<br />

(A. maxima), llamada vulgarmente canlarillo,<br />

se cultivan generalmente en tierra de<br />

brezo, sobre las platabandas ó en tiestos,<br />

multiplicándolas por medio de semillas. Ambas<br />

especies son precoces, y florecen en el período<br />

que media desde Marzo á Mayo, según<br />

los temporales, la exposición y el clima.<br />

Casi todas las demás especies pertenecen á las<br />

regiones alpestres de nuestras montañas, se<br />

conservan con dificultad en los jardines y son<br />

de consiguiente poco conocidas aún de los aficionados.<br />

ANDROSEMO (Androsamum, All.)<br />

(Botánica).— Género de la familia de las hipericíneas,<br />

que comprende arbustos ó matas<br />

de hojas opuestas, sésiles, flores terminales,<br />

pédunculadas; cáliz de cinco sépalos, muy desiguales,<br />

ligeramente soldados en la base; corola<br />

de cinco pétalos; estambres hipoginos, en<br />

número indefinido,,soldados también por sus<br />

bases; tres estilos; fruto carnoso, baciforme<br />

é indehiscente. Este género se incluía antes<br />

en el Hypericum, y comprende una sola especie,<br />

la A. officinale, All.; Hypericum androscemum<br />

de Linn., llamada ordinariamente sánalo<br />

lodo, castellar, todabuena ó todasana.<br />

Es un arbusto muy tupido, redondeado,<br />

que alcanza la altura de un metro; sus raíces<br />

son vivaces; sus tallos rectos, ramosos, subleñosos,<br />

redondeados, con dos líneas salientes,<br />

lisos, verdes ó rojizos; las hojas son opuestas,<br />

sésiles, ovales, enteras, espesas, de un<br />

hermoso color verde, sembradas de glándulas<br />

transparentes, de manera que parecen perforadas;<br />

adquieren en otoño hermosas tintas rojizas.<br />

Las flores son amarillas, dispuestas en<br />

umbelas terminales, y las bayas negras y lustrosas.<br />

La planta florece desde el mes de Mayo<br />

hasta el de Septiembre. Cuando está seca conserva<br />

un olor y un sabor balsámicos bastante<br />

agradables, parecidos y más perceptibles que<br />

los del hipericón ó corazoncillo.<br />

El androsemo habita en casi toda la Europa<br />

central y occidental, en las costas de Berbería,<br />

en el Cáucaso y en las márgenes occiden­<br />

tales del Mar Caspio. En los Pirineos occidentales<br />

se le encuentra á 1.200 metros de altitud.<br />

Al parecer prefiere los sitios húmedos<br />

y pedregosos, donde forma matas más ó menos<br />

espesas. Por la hermosura de sus flores,<br />

que se van sucediendo durante varios meses,<br />

se la cultiva en los jardines, y se suele colocar<br />

en las platabandas de los parterres y en los<br />

jardines de paisaje ó á la inglesa, al pie de<br />

las rocas y en derredor de los macizos. Los<br />

fríos rigurosos matan sus tallos, pero arroja<br />

en seguida nuevos brotes, que florecen en el<br />

mismo año.<br />

Prospera á la sombra.y en sitios frescos;<br />

no es exigente respecto de la calidad del suelo;<br />

crece bien en campo abierto, y prefiere los<br />

terrenos feraces y húmedos. Se le puede propagar<br />

de semillas, sembrando éstas así que<br />

maduren en tablares ó eras abrigadas; pero<br />

generalmente es preferible multiplicarle por<br />

separación de pies durante el otoño ó el invierno.<br />

Esta planta, de sabor un poco resinoso,<br />

ha recibido el nombre de cúralo todo á<br />

causa de los saludables efectos que la medicina<br />

la ha atribuido. Es considerada como vulneraria<br />

, resolutiva, vermífuga, y aun se ha pretendido<br />

que, tomada interiormente, es un preservativo<br />

contra la rabia. Las hojas se emplean<br />

en cataplasmas contra las quemaduras<br />

y para contener las hemorragias; los frutos<br />

son purgantes. También goza el androsemo<br />

gran reputación en las campiñas, donde se le<br />

atribuyen muchas virtudes que fuera ocioso<br />

enumerar, y que no obstan para que actualmente<br />

se halle casi completamente abandonado<br />

entre los médicos.<br />

ANEMASIS ( Medicina veterinaria ).—<br />

Dase este nombre, que significa privación de<br />

sangre, á una enfermedad epizoótica que se<br />

ceba en los muletos á los pocos días de haber<br />

nacido principalmente. Se caracteriza por la<br />

frecuencia y pequenez del pulso, la aceleración<br />

ó rapidez de la respiración, y la dureza<br />

y color negro de los excrementos. Practicada<br />

la autopsia, aparece la sangre de color rosa<br />

pálido, serosa, siempre líquida y desprovista<br />

de fibrina. Para combatir el padecimiento se<br />

han empleado con bastante éxito bebidas azucaradas<br />

ó mieladas, adicionándolas algunas<br />

gotas de éter, las lavativas emolientes y la conservación<br />

de los enfermos en una temperatura<br />

suave.<br />

ANEMIA (Patología).— Esta enfermedad,<br />

poco frecuente en los animales, designada<br />

con un nombre compuesto de dos palabras<br />

griegas que significan privación de sangre,<br />

consiste en un estado enfermizo, debido á la<br />

insuficiencia de la masa de sangre, ó auna<br />

disminución sensible en la proporción de los<br />

glóbulos rojos. La anemia se presenta con los<br />

mismos caracteres en todos los animales. Siendo<br />

el número normal de los glóbulos de la sangre<br />

en el hombre 127 por 1.000, el) estado<br />

anémico comienza cuando sólo contiene„¡el líquido<br />

113, denominándose entonces clorosis.<br />

Si la cifra desciende á 80 ó 60, se manifiesta la


ANE — 316 — ANB<br />

clorosis ó anemia de una manera evidente por<br />

los caracteres y síntomas que después se indican.<br />

La anemia puede ser local ó general. En<br />

el primer caso se caracteriza por la disminución<br />

de la cantidad de sangre en una porción<br />

más ó menos circunscrita del cuerpo, por<br />

ejemplo , en el hígado, en el pulmón, en un<br />

punto del cutis, etc., ó en algunas otras visceras,<br />

sin que en realidad haya disminuido la<br />

masa total de la sangre.<br />

La anemia general, cualquiera que sea su<br />

origen, tiene por caracteres más ó menos<br />

acentuados, según el progreso de aquélla, los<br />

siguientes: tinte pálido de las mucosas visibles<br />

de la boca, la nariz, los ojos y los órganos<br />

sexuales; palidez de la piel; pelo falto de<br />

lustre; coloración á veces amarillenta, ictérica,<br />

de la mucosa de los ojos y de sus contornos;<br />

disminución progresiva de la energía, de la<br />

fuerza, de la aptitud,para el trabajo y de la<br />

alegría; propensión á sudar y respiración fatigosa;<br />

disminución del volumen de los vasos, y<br />

principalmente de las venas superficiales; pulsaciones<br />

débiles, sobre todo durante el reposo;<br />

latidos desordenados del corazón á la menor<br />

excitación que el animal experimente, y<br />

bajo la influencia del trabajo si la anemia está<br />

bastante avanzada; disminución del apetito;<br />

digestiones tardas ; extremada debilidad, y<br />

temblor de las extremidades durante la locomoción.<br />

En el último período de la enfermedad, pocos<br />

días antes de la muerte, aparecen á veces<br />

infiltraciones serosas en las partes inferiores<br />

del tronco, y en ocasiones se declara una diarrea<br />

serosa que acaba rápidamente con el enfermo.<br />

Examinados los tejidos mediante la<br />

autopsia, se encuentran notablemente pálidos<br />

y descoloridos los órganos que en estado normal<br />

presentan un color obscuro; la sangre<br />

ofrece el aspecto de agua en que se hayan lavado<br />

objetos sanguinolentos, y en los grandes<br />

vasos en que ha podido coagularse sólo presenta<br />

cuajarones pálidos y casi sin consistencia.<br />

Causas de la anemia.—Pueden reputarse<br />

como tales, entre otras no tan importantes, los<br />

accidentes que determina en la composición<br />

de la sangre una substracción de elementos<br />

nutritivos, en tal forma que el líquido resulta<br />

deficiente para satisfacer á las necesidades de<br />

la economía, y así puede atribuirse ese padecimiento<br />

á las hemorragias y á las sangrías muy<br />

repetidas; á supuraciones y vejigatorios cuya<br />

acción se prolonga durante largo tiempo; á<br />

una energía digestiva desproporcionada con<br />

los medios de alimentación; á la gestación de<br />

muchos fetos y á la secreción abundante de<br />

leche en las hembras; á la existencia de tumores<br />

absorbentes; á un régimen alimenticio<br />

insuficiente y que no aporta al organismo los<br />

indispensables elementos reparadores; al abuso<br />

del agua como bebida ó á los alimentos demasiado<br />

acuosos, y á las enfermedades que disminuyen<br />

la actividad de la digestión ó que<br />

determinan perturbaciones en ésta.<br />

Tratamiento.—En éste, como en todos los<br />

padecimientos, lo primero que debe hacerse<br />

al someter los enfermos á un tratamiento, es<br />

investigar la causa del desarreglo y substraer<br />

el individuo á su influencia, siempre que sea<br />

posible, para someterle en seguida á un régimen<br />

reparador. Cuando es debida la anemia á<br />

secreciones purulentas y aun á secreciones<br />

normales excesivas, para no producir lo que<br />

unos llaman repercusión y otros metástasis, se<br />

procurará suprimir gradualmente esas pérdidas;<br />

también es útil emplear medicamentos<br />

tónicos y reparadores, además del régimen<br />

reparador para combatir la anemia.<br />

Aun cuando tengan carácter anémico, forman<br />

tipos separados y no van incluidos en los<br />

caracteres generales arriba establecidos dos<br />

padecimientos que producen entre los ganados<br />

pérdidas de consideración, á saber: la caquexia<br />

acuosa y la anemia idiopática. Esta<br />

última aparece en condiciones enteramente<br />

opuestas entre los caballos, y de aquí que no<br />

sea posible atribuirla á causa alguna bien determinada;<br />

de aquí que no sea fácil evitar sus<br />

desastrosos efectos, si bien se halla caracterizada<br />

por síntomas que la distinguen perfectamente<br />

de las demás anemias. Su terminación<br />

es fatal casi siempre.<br />

ANEMÓGrRAFO.—(V. An e m ó m et r o.)<br />

ANEMÓMETRO (Física) (De uñemos,<br />

viento, y metron, medida).—Aparato destinado<br />

á la apreciación de la fuerza del viento, ora<br />

por la presión que éste ejerce contra los obstáculos<br />

que le salen al paso y que empuja<br />

con violencia variable por momentos, ora por<br />

la velocidad que comunica á ciertos cuerpos<br />

susceptibles de girar con mínima dificultad<br />

alrededor de ejes horizontales ó verticales, y<br />

convenientemente orientados, é interpuestos<br />

también en su camino. De los anemómetros<br />

propiamente dichos suele formar parte muy<br />

principal, como aparato ú órgano orientador,<br />

la veleta ó anemoscopio: simple indicador,<br />

aunque de muy grande utilidad, de la dirección<br />

en que sopla el viento, ó en que se mueve<br />

el aire atmosférico, desequilibrado por<br />

cualquier causa.<br />

La veleta, como es cosa bien sabida, consta<br />

de una plancha metálica, de figura y dimensiones<br />

muy variables, móvil alrededor de un<br />

eje vertical, que la soporta en posición ó plano<br />

vertical también, y expuesta á las embestidas<br />

del viento, sobre la techumbre de los edificios,<br />

ó en el remate de las torres de las iglesias.<br />

Si el eje aparente, ó barra de sustentación, es<br />

hueco, nada más fácil que embutir en él otro<br />

eje, ó varilla más delicada, empalmado y móvil<br />

con la veleta, que por un taladro abierto<br />

en la techumbre penetre en el interior del<br />

edificio, y que por medio de un índice, ó flecha,<br />

situado en el mismo plano de la veleta,<br />

señale sobre un círculo graduado, ó rosa de<br />

los vientos, la dirección del que sopla ó domina<br />

en cualquier instante, por referencia á los<br />

puntos cardinales del horizonte, Norte (N),<br />

Este fE), Sud (S) y Oeste (O ÚW).


ANE — 317 — ANE<br />

Al instalar la veleta, ha de tenerse gran<br />

cuidado de que su eje de giro quede realmente<br />

vertical, y de que la plancha receptora del<br />

impulso del viento, situada casi por completo<br />

de un lado del eje, resulte del otro lado, donde<br />

lleva la punta ó flecha indicadora de la<br />

región de donde el viento sopla, perfectamente<br />

equilibrada, sin tendencia á cabecear en<br />

ningún sentido, ni á tomar determinada posición<br />

con preferencia á cualquiera otra, en<br />

tiempos ó momentos de calma. Y también,<br />

después de instalada, será menester cerciorarse<br />

de que ni por su peso, ni por la suciedad,<br />

oxidación y corrosión del eje, puntos de apoyo<br />

, y superficies de contacto de unas piezas<br />

Figura 139<br />

con otras, gira la plancha con dificultad, ó no<br />

gira sino en tiempos borrascosos, como por<br />

saltos y de un modo violento. Aunque sencillísimas<br />

en principio, la construcción é instalación<br />

de una buena veleta son operaciones<br />

delicadas, cuyo desempeño no puede ni debe<br />

ponerse en manos de cualquiera. Y si al aparato<br />

no es factible acercarse con facilidad,<br />

para desmontarle, limpiarle y engrasarle de<br />

nuevo, de vez en cuando, muy escasa confianza<br />

deberá abrigarse en sus indicaciones al<br />

corto tiempo de colocado y como abandonado<br />

para siempre á la intemperie. Preferible entonces<br />

á la veleta ordinaria, cuando de precisar<br />

la dirección del viento se trate, es guiarse<br />

por las indicaciones de una cinta negra, ó de<br />

otro color, que se destaque bien contra el fondo<br />

del cielo, como de 2 á 3 centímetros de<br />

anchura por medio á un metro de longitud,<br />

pendiente de lo alto de un palo, ó asta de bandera,<br />

afianzado en la arista superior ó cumbre<br />

del edificio.<br />

Aligerándola de peso, equilibrándola con<br />

sumo cuidado, y engrasándola á menudo, nada<br />

más fácil que construir y tener una veleta<br />

de extraordinaria sensibilidad. Pero, salvado<br />

cierto límite, la sensibilidad excesiva antes re­<br />

sulta perjudicial que provechosa: como que<br />

en días de borrasca, zarandeada furiosamente,<br />

la plancha oscila como loca sin cesar de un<br />

lado para otro, por efecto muchas veces de su<br />

misma inercia, no contrariada por ninguna<br />

fuerza moderadora; y nada inteligible ni conforme<br />

con la realidad señala entonces. Para<br />

aminorar en lo posible este inconveniente grave<br />

, háse recurrido al expediente de formar la<br />

parte de la veleta opuesta á su flecha ó punta,<br />

y que casi exclusivamente recibe el azote de<br />

los vientos, por dos planchas concurrentes en<br />

el eje de rotación, formando ángulo ó cuña<br />

como de 22" de abertura, conforme la figura<br />

139 indica. Y también en la actualidad se<br />

recomienda<br />

como artificio<br />

ingenioso,<br />

apropiado al<br />

mismo fin, el<br />

de montar la<br />

veleta sobre<br />

un flotador<br />

metálico, cilindrico<br />

ó esférico<br />

, de chapa<br />

de cinc,<br />

provisto de algún<br />

as aletas<br />

para dificultar<br />

su movimiento<br />

de rotación,<br />

y sumergido<br />

en un cuenco<br />

ó baño, lleno<br />

de agua saturada<br />

de sal ordinaria<br />

de cocina,<br />

ó cargada<br />

de cloruro de calcio, para aumentar su<br />

densidad. La veleta así dispuesta no pierde<br />

nada en sensibilidad bajo la acción ordenada y<br />

continua de los vientos moderados; y al impulso<br />

perturbador de las ráfagas violentas y<br />

efímeras, de dirección indecisa ó variable por<br />

momentos, resiste mucho mejor que construida<br />

y montada por el procedimiento vulgar y<br />

más usado todavía.<br />

Entre los anemómetros de presión, cuyas<br />

formas y apariencias varían, ó pueden variar<br />

hasta lo infinito casi, merecen, por su sencillez,<br />

recomendarse, ó por lo menos mencionarse:<br />

1." El propuesto ó ideado por R. Hoolce,<br />

contemporáneo de Newton, ha ya más de dos<br />

siglos olvidado, ó abandonado luego por mucho<br />

tiempo, y vuelto á poner en favor y uso<br />

por distintos meteorologistas modernos.<br />

2." El llamado de Lind, inventado cien<br />

años después, por el 1775, no más sencillo<br />

que el anterior, ni tampoco, por regla general<br />

, á él preferible en ningún concepto.<br />

3.° Y el empleado por Osler y otros físicos<br />

y constructores más modernos, en la combinación<br />

de sus aparatos de mayor delicadeza y<br />

precisión, y precios también mucho más elevados:


ANE — 318 — ANE<br />

El anemómetro, que pudiera llamarse de<br />

Hooke, consta esencialmente de una veleta<br />

que, al girar y enfilarse con el viento, lleva<br />

consigo y coloca normal ó perpendicular á la<br />

corriente aérea, cuya fuerza se trata de valuar,<br />

una plancha metálica, generalmente rectangular,<br />

y de área y peso perfectamente determinados,<br />

giratoria alrededor de la arista<br />

horizontal superior, á guisa de portezuela ó<br />

trampilla. En tiempos ó momentos de calma,<br />

la planchuela, por efecto de su propio peso,<br />

toma la posición vertical; pero, conforme el<br />

viento arrecia, se desvía más y más de aquella<br />

su posición natural de equilibrio, describiendo,<br />

vista de canto, un arco de círculo, de cuya<br />

amplitud se deduce con aproximación á la<br />

verdad, suficiente las más veces en la práctica<br />

, la fuerza del viento que la impele, y levanta,<br />

y propende en vano á colocarla en<br />

posición horizontal. Dando á la plancha 2 decímetros<br />

cuadrados de superficie, y un peso<br />

de 456 gramos, el constructor madrileño señor<br />

Cobo ha conseguido, en combinación con<br />

una veleta de grandes dimensiones, fabricar<br />

un anemómetro bien equilibrado y ligero, de<br />

figura elegante, y dócil á los caprichos y sacudidas<br />

del viento, tanto en dirección como<br />

en intensidad, representado en la figura 139.<br />

Para apreciar las desviaciones de la plancha,<br />

completa el instrumento un arco de círculo<br />

graduado, en el cual pueden leerse fácilmente<br />

las amplitudes de aquellas desviaciones. Y de<br />

los grados leídos se pasa á las presiones ejercidas<br />

por el viento, referidas al metro cuadrado<br />

de superficie, y expresadas en kilogramos,<br />

con auxilio de la siguiente tabla:<br />

Presión P del viento, conocida la desviación '•?<br />

de la plancha<br />

? P !0 P CO P<br />

Grados Kilog. Grados Kilog. Grados Kilog.<br />

2 0,8 30 15,2 60 78,9<br />

4 1,6 32 16,8 Ül 84,8<br />

6 2,4 34 18,5 62 91,3<br />

8 3,2 36 20,5 63 98,5<br />

10 4,1 38 22,6 64 106,5<br />

12 5,0 40 25,0 65 115,6<br />

1* 5,9 42 27,6 66 125,8<br />

16 6,8 44 30,6 67 137,3<br />

18 7,8 46 34,0 68 150,5<br />

20 8,8 48 37,8 09 165,6<br />

22 9,9 50 42,2 70 183,0<br />

24 11,1 52 47,4 »<br />

26 12,4 54 53,4 »<br />

28 13,7 56 60,4 >> »<br />

30 15,2 58 68,8 » »<br />

A propósito de este anemómetro son de advertir<br />

tres cosas importantes:<br />

Primera.—Que no conviene que la plancha<br />

de presión retroceda súbitamente, después de<br />

desviada, á su posición vertical, tan pronto<br />

como cede ó pasa el impulso del viento; pues<br />

en días de borrasca daría entonces un gran<br />

número de golpes y violentas sacudidas con­<br />

tra el eje ó árbol de sustentación de la veleta<br />

y de la misma plancha, y el deterioro del aparato<br />

sería en breve tiempo casi inevitable. Este<br />

inconveniente le ha sorteado el Sr. Cobo de un<br />

modo muy ingenioso y sencillísimo en la apariencia,<br />

ó después de discurrido, permitiendo<br />

á la plancha ascender sin dificultad ó tropiezo,<br />

alguno, impulsada por la fuerza del viento; y<br />

dejándola enganchada en suposición de máximo<br />

desequilibrio, hasta que la mano del hombre<br />

interviene y separa el obstáculo que á su<br />

descenso se oponía. Con lo cual se consigue,<br />

no sólo asegurar la conservación del aparato<br />

en buen estado de servicio, sino determinar la<br />

presión máxima ejercida por el viento en<br />

tiempos ó períodos dados, de día en día, ó de<br />

hora en hora, sin molestia del observador, y<br />

hasta en ausencia suya: problema de la mayor<br />

importancia.<br />

Segunda.—Que las indicaciones del anemómetro,<br />

y números consiguientes en la tabla<br />

anterior insertos, se refieren á la fuerza<br />

del viento, ó componente suya horizontal, en<br />

la hipótesis, falsa muchas veces, de que el<br />

viento sopla paralelamente á la superficie ó<br />

haz de la tierra. Pero cuando el viento, estrellándose<br />

contra las paredes de un edificio, contra<br />

un árbol ó grupo de árboles, ó contra las<br />

desigualdades del suelo, bota y asciende, formando<br />

caprichosos remolinos, puede suceder<br />

que llegue á pegar inclinado contra la plancha,<br />

y que la sacuda y despida oblicuamente<br />

hacíalo alto, falseando en términos considerables<br />

sus indicaciones. Contra este inconveniente,<br />

que no lo es del aparato, sino que procede<br />

de la índole especial del fenómeno que<br />

con auxilio suyo trata de apreciarse, no hay<br />

más remedio eficaz que el de una instalación<br />

en sitio adecuado, lejos en lo posible de las<br />

causas ó circunstancias de perturbación indicadas.<br />

En este como en otros muchos casos<br />

análogos, la experiencia y buen juicio del observador<br />

tienen que suplir, y corregir ó completar,<br />

las deficiencias é imperfecciones inevi<br />

tables de todas las combinaciones mecánicas<br />

de la simple materia, sometidas sin defensa á<br />

las fuerzas enfurecidas de la Naturaleza.<br />

Y tercera.—Defecto deplorable del aparato,<br />

de que también adolecen casi todos los demás<br />

de su especie, es el de la pérdida de<br />

sensibilidad, conforme la violencia del viento<br />

aumenta, precisamente cuando más falta haría<br />

que funcionase con gran delicadeza y precisión.<br />

Para que, según la precedente tabla<br />

indica, se desvíe y levante 2 o la plancha receptora<br />

del empuje del viento, bien poca fuerza<br />

se necesita cuando se halla en posición casi<br />

vertical; pero, en pasando de los 30° de desviación,<br />

la resistencia que opone al giro ascendente<br />

es cada vez mayor, por efecto de su<br />

propio peso, no soportado por el eje de rotación<br />

horizontal, y la superficie útil ó eficaz que<br />

á la acción del viento presenta, cada vez, ó<br />

por momentos, más y más pequeña: de manera<br />

que para levantarla de los 30 á los 32° se<br />

necesita doble esfuerzo que de los 2 á los 4 o ;.


ANE — 31 9 — ANE<br />

triple de los 38 á los 40°; quíntuplo de los 46,<br />

á los 48, y de los 56 á los 58 décuplo. Más<br />

arriba del grado 70 no se concibe que la plancha<br />

pueda ascender, á no ser en días temerosos,<br />

muy excepcionales, de borrasca desenfrenada<br />

y destructora; y si alguna vez en nuestros<br />

climas, por este concepto relativamente<br />

benignos, se eleva á mayor altura, á los remolinos<br />

desconcertados y rebotes ascendentes<br />

del viento debe atribuirse. Al llegar á las mayores<br />

y más temerosas presiones, cuyo conocimientopreciso<br />

tan interesante<br />

sería<br />

para saber á<br />

ciencia cierta,<br />

en los problemas<br />

de construcciónurbana<br />

ó rústica,<br />

qué resistencias<br />

ú obstáculos<br />

defensivos<br />

convendría<br />

oponer para<br />

evitar ó aminorar<br />

sus estragos<br />

, el aparato<br />

falla hasta<br />

cierto punto<br />

ó enmudece<br />

en términos<br />

lam entables.<br />

Pero este defecto,<br />

repe-<br />

. . , , T- -, timos, á casi<br />

Figura 140.—Anemómetro de Jjind | 0 (j o g ] o s c] e_<br />

más anemómetros de presión alcanza.<br />

El llamado de Lind, representado en la<br />

figura 140, como el de Hooke, consta esencialmente<br />

de una veleta, que lleva consigo<br />

y orienta un tubo encorvado de vidrio, en<br />

forma de sifón, de brazos próximamente de<br />

iguales longitud y calibre, cerrado uno y<br />

abierto el otro, por cuya boca, como de bocina<br />

, plana en el sentido vertical y adaptada á<br />

la recepción del viento que en sentido horizontal<br />

contra ella sopla, puede éste colarse en<br />

el interior del tubo. Hasta cosa de la mitad,<br />

el sifón está cargado de agua, que en momentos<br />

de calma ascieude á la misma altura en<br />

ambos brazos; pero, cuando el viento sopla y<br />

penetra con ímpetu en el tubo receptor, la<br />

doble columna líquida se desequilibra, desciende<br />

por un lado y asciende por otro, y de<br />

la diferencia de alturas en ambos brazos, apreciada<br />

en la escala entre ambos existente, se<br />

infiere en cualquier momento la presión del<br />

viento que la produce, nunca sin error ó incertidumbre,<br />

pero sí, en la práctica, ó prescindiendo<br />

de cavilosidades y nimiedades teóricas,<br />

con grado de aproximación á la verdad tolerable<br />

y útil muchas veces. Lo mismo que el<br />

anterior, este anemómetro puede, sin demasiada<br />

complicación, modificarse y disponerse de<br />

manera que señale la máxima presión del vien­<br />

to durante determinado intervalo de tiempo,<br />

en ausencia ó sin la intervención inmediata<br />

del observador. Y, como el anterior y el<br />

siguiente, su sensibilidad disminuye conforme<br />

la fuerza del viento arrecia, ó conforme<br />

la diferencia de alturas de las dos columnas<br />

líquidas es mayor, y mayor, por lo tanto, la<br />

resistencia opuesta al empuje de la corriente<br />

atmosférica. Su graduación difícilmente puede<br />

obedecer á ningún principio teórico, aplicable<br />

sin correcciones notables á la práctica;<br />

y debe considerarse como empírica, variable<br />

con las dimensiones y forma de embocadura<br />

del sifón, y distinta, por lo tanto, en cada ejemplar<br />

del aparato.<br />

Substancialmente. el anemómetro de Osler<br />

consta también, en primer término, de una veleta<br />

que, al girar y tomar la enfilación del<br />

viento, mueve una plancha metálica, circular<br />

ó cuadrada, de área conocida, y la coloca en<br />

posición normal ó perpendicular á la misma<br />

dirección. Esta plancha no es giratoria como<br />

en el anemómetro de Hooke, sino móvil en<br />

el sentido longitudinal de la corriente aérea:<br />

hacia atrás por el impulso del viento, y hacia<br />

delante por el de un muelle ó resorte antagonista<br />

en espiral, apoyándose para ello<br />

en un sistema de guías y pequeñas poleas ó<br />

rodillos, que la sostienen y permiten avanzar<br />

ó retroceder horizontalmente con mínimo esfuerzo.<br />

Colocada la plancha, firme é invariablemente<br />

relacionada con la veleta, en posición vertical<br />

y normal al viento, cuando éste sopla, y<br />

la oprime y empuja, necesariamente retrocede,<br />

y se apoya contra la espiral elástica, que se<br />

contrae ó encoge más ó menos, conforme aumenta<br />

ó disminuye la fuerza que contrarresta.<br />

Las contracciones del muelle, apreciadas sin<br />

dificultad por medio de una escala aneja al<br />

aparato, sirven para deducir la presión del<br />

viento, expresada en kilogramos, previa graduación<br />

experimental y muy escrupulosamente<br />

efectuada, por referencia al área de la plancha,<br />

y mejor todavía al decímetro ó al metro<br />

cuadrado.<br />

Este anemómetro no tiene, en verdad, todos<br />

los defectos del primeramente descrito; pero<br />

algunos posee que en gran manera amenguan<br />

su valor como aparato de precisión y no simplemente<br />

indicador de los efectos que con él<br />

pretendemos medir. La plancha receptora de<br />

las embestidas del viento no cambia, por ejemplo,<br />

de superficie útil ó eficaz; pero con la compresión<br />

la fuerza del muelle antagonista se<br />

sobreexcita notablemente y opone al empuje<br />

externo resistencia cada vez mayor, y en casos<br />

extremos como insuperable; y con la exposición<br />

del aparato á la intemperie varía la<br />

estructura molecular del muelle, y con esto<br />

la graduación resulta ilusoria al poco tiempo<br />

de servicio. Ni el sistema de guías y poleas,<br />

para facilitar ó suavizar el movimiento de<br />

avance y retroceso de la plancha, es tan delicado<br />

ni tan duradero, en perfecto estado de<br />

conservación, como el de suspensión de la


AJSTE — 320 — ANE<br />

plancha por su arista horizontal superior en el<br />

otro anemómetro antes descrito.<br />

La dificultad, punto menos que insuperable,<br />

de obtener un buen anemómetro de presión,<br />

ó de apreciar la fuerza del viento por el empuje<br />

de éste contra los obstáculos relativamente<br />

fijos que se le ponen por delante, indujo<br />

á idear varios aparatos equivalentes, para<br />

tratar de valuar aquella fuerza por la velocidad<br />

de rotación que á otros cuerpos delicadamente<br />

equilibrados, y dispuestos para girar<br />

alrededor de un eje fijo, el mismo viento comunica.<br />

~>Auemómetro dé esta segunda especie, muy<br />

usado en tiempos pasados, y que ha servido<br />

Figura 141.—Anemómetro del Dr. Robinson<br />

como de base ó modelo para la construcción<br />

de otros muchos de distintos nombres, es el<br />

llamado de Woltmann: molinete de alas oblicuas,<br />

susceptible de orientarse por sí solo,<br />

pero mejor todavía con auxilio de una veleta<br />

con él empalmada, y móvil alrededor de un<br />

eje horizontal, terminado éste en uno de sus<br />

extremos por un tornillo sin fin, que gira también<br />

y se relaciona con un sistema de ruedas<br />

dentadas, adecuado para contar el número de<br />

vueltas del molino por procedimiento muy<br />

vulgar ó conocido, como empleado con el<br />

mismo objeto en otros muchos casos análogos.<br />

El molinete ó anemómetro de que ahora<br />

se trata así puede emplearse para apreciar<br />

la velocidad de las corrientes aéreas atmosféricas,<br />

como las de una galería ó pozo de<br />

mina, como las del hogar y chimeneas de<br />

los grandes establecimientos fabriles, como la<br />

de las corrientes líquidas de ríos, arroyos y<br />

canales. Todo ello es cuestión de dimensiones<br />

y de esmero en la construcción ó mano de<br />

obra, y todo principalmente de graduación<br />

del contador. En esto estriban la mayor dificultad<br />

é inconvenientes, en la práctica más<br />

graves , del aparatillo á que nos referimos.<br />

Pues, aunque transportándole sobre la cubierta<br />

de un vagón de ferrocarril, por la velocidad<br />

del tren pueda en días de calma, y<br />

prescindiendo de causas perturbadoras, inferirse<br />

el valor de sus indicaciones, y así, por<br />

repetidos ensayos, fijarse diversos puntos de<br />

su escala, y formarse una tabla de veloci-<br />

^ dades del viento, en función de las vueltas<br />

8k del contador durante tiempo determinado,<br />

|£t ni en la práctica el procedimiento es de<br />

IW fácil y breve desempeño, ni en teoría irre-<br />

W prochable tampoco. Cuando las velocidades<br />

del fluido en movimiento sean pequeñas,<br />

del molinete de Woltmann ó de cualquier<br />

otra de sus muchas variantes podrá<br />

sacarse buen partido, si el aparato es de<br />

construcción esmerada, y si á la apreciación<br />

de aquellas velocidades se aplica con<br />

diligencia y prudencia; pero en días de<br />

viento alborotado, ondulante y variable<br />

por momentos en dirección é intensidad,<br />

de muy cuestionable certidumbre serán<br />

los resultados que con auxilio suyo se deduzcan.<br />

Súplele en muchos casos con manifiesta<br />

ventaja, aunque tampoco sin incertidumbres<br />

é inconvenientes, el anemómetro del<br />

Dr. Robinson, inventado y comenzado á<br />

usar en Irlanda por el año 1850, y el cual,<br />

por la sencillez de su construcción, sensibilidad<br />

extraordinaria, y facilidad de graduación,<br />

suplantó en breve término á los<br />

demás aparatos destinados á la medición<br />

de la velocidad del viento.<br />

Consta este anemómetro, representado<br />

en la figura 141, de un volante horizontal,<br />

formado por dos varillas delgadas y resistentes<br />

, ó dos tubitos huecos de cobre, dispuestos<br />

en forma de cruz rectangular, de<br />

brazos iguales, y terminados en los extremos<br />

por cuatro hemisferios huecos ó cacitos,<br />

también de plancha ú hoja de cobre muy delgada,<br />

dispuestos de manera que la concavidad<br />

del uno corresponde á la convexidad del que<br />

en el movimiento de rotación inmediatamente<br />

le sigue. El volante forma cuerpo con una varilla<br />

metálica ó árbol vertical, que superiormente<br />

pasa por una anilla ó abrazadera bien<br />

pulimentada y engrasada, é inferiormente se<br />

apoya sobre perdigón durísimo de acero, colocado<br />

y libre dentro de una cazoleta llena de<br />

aceite: anilla y cazoleta, y el contador de que<br />

luego se hablará, se hallan naturalmente relacionados<br />

con la base de sustentación de todo<br />

el aparato.<br />

• Tan grande es la sensibilidad que éste posee,<br />

cuando se halla bien construido y prepa-


ANE — 321 — ANE<br />

rado, y sus dimensiones son moderadas para<br />

evitar el exceso de peso y rozamientos consiguientes,<br />

que ni las hojas de un árbol se mueven,<br />

mecidas por el soplo de blanda brisa, sin<br />

que el volante suavemente gire, obedeciendo<br />

á la diferencia de presiones que el aire desequilibrado<br />

ejerce sobre los hemisferios, alternadamente<br />

cóncavos y convexos, que siempre,<br />

y sin necesidad de veleta auxiliar orientadora,<br />

encuentra preparados para recibir su impulso.<br />

Y, á poco que el viento arrecie, el volante<br />

gira con tal velocidad, que la impresión de<br />

los hemisferios en la retina es la de una corona<br />

circular continua, en ilusoria quietud.<br />

El árbol vertical, que soporta el volante y<br />

gira con él, está interiormente trabajado en<br />

figura de tornillo sin fin, y comunica ó empalma<br />

con muy ingeniosa combinación de ruedas<br />

dentadas, ó contador, que permite apreciar el<br />

el espacio recorrido por el viento entre dos<br />

lecturas consecutivas á distintas horas, desde<br />

,10 ó 100 metros, hasta 500 ó 1.000 kilómetros:<br />

mil kilómetros que, sólo en casos extremos<br />

muy excepcionales, recorre el viento en el intervalo<br />

no interrumpido de veinticuatro horas.<br />

La graduación del aparato, cualesquiera<br />

que sean sus dimensiones y proporciones, entre<br />

prudentes y racionales límites consideradas,<br />

descansa en un principio sencillísimo,<br />

teóricamente demostrado por el Dr. Robinson,<br />

y hasta época muy reciente admitido<br />

como bueno ó irreprochable en la práctica:<br />

,en el de que el viento se mueve con velocidad<br />

triple que los centros de los hemisferios huecos<br />

del volante. De manera que si, como intencionadamente<br />

se verifica en los anemómetros<br />

de esta especie, instalados en muchas Estaciones<br />

meteorológicas de España, el diámetro del<br />

volante, contado de centro á centro de dos hemisferios<br />

opuestos, es de 423 milímetros, ó la<br />

circunferencia de 1.333, á cada vuelta del molinete<br />

corresponderá una velocidad del viento<br />

de 4 metros, ó de justos diez metros á cada<br />

NOMBRES VULGARES<br />

DE LOS VIENTOS<br />

dos y media vueltas. Y el contador se halla<br />

preparado en términos tales que cada una de<br />

sus indicaciones representa estos 10 metros de<br />

velocidad, ó de camino recorrido por el viento,<br />

ó 100 para mayor sencillez.<br />

Aun cuando el anemómetro de Robinson<br />

poseyera las excelencias que su inventor le<br />

atribuyó, y que como incuestionables sin demasiado<br />

detenido examen por muchos años se<br />

le otorgaron, lo cual, por desgracia, ni puede<br />

admitirse como cierto, ni ya sin protestas,<br />

salvedades y vacilaciones lo admite como seguro<br />

nadie, faltaría saber en qué relación se<br />

hallan la velocidad y la presión del viento, ó<br />

cómo de una de estas cantidades puede desprenderse<br />

la otra sin error de considerable<br />

cuantía. Y esto es muy dudoso que nadie lo<br />

sepa. Con la velocidad aumenta rápidamente<br />

la presión; y la presión, ó el empuje del viento<br />

, ora utilizable, ya perjudicial ó destructor,<br />

es el elementó ó dato que en la práctica con<br />

mayor frecuencia se necesita. Pero, ¿en qué<br />

proporción? ¿Solamente de la velocidad, ó de<br />

su cuadrado como generalmente se cree y afirma<br />

, ó en relación mucho más complicada de<br />

las potencias de la misma velocidad, de varios<br />

extraños modos combinadas? Preguntas<br />

son éstas, repetimos, que no admiten sencilla<br />

y categórica respuesta. Y como por otra parte<br />

la presión no sólo depende de la velocidad<br />

del fluido en movimiento, sino de su densidad,<br />

y hasta del área y forma del obstáculo<br />

contra el cual el fluido desencadenado pega, y<br />

se estrella, y bota, desviándose atropellado de<br />

su camino primitivo, y de coeficientes compensadores,<br />

llamados constantes, que acaso no lo<br />

son en gran número de circunstancias, sólo<br />

como resultados hasta cierto punto empíricos<br />

y aproximados á la verdad, pueden considerarse<br />

los comprendidos en las tablas de correspondencia<br />

de velocidades y presiones del<br />

viento, análogas á la adjunta, que á título de<br />

ejemplo presentamos.<br />

RELACIÓN entre la presión y la velocidad del viento.<br />

Clasificación<br />

por números<br />

Presión<br />

por<br />

metro cuad.°<br />

Velocidad<br />

por hora<br />

Velocidad<br />

por minuto<br />

Velocidad<br />

por segundo<br />

Kilogramos Kilómetros Hectómefs. Metros<br />

0 0,00 0,0 0,0 0,0<br />

1 1,22 11,4 1,9 3,2<br />

2 4,88 22,8 3,8 6,3<br />

3 10,99 34,1 5,7 9,5<br />

Viento bonancible 4 19,53 45,5 7,6 12,6 .<br />

5 30,52 56,9 9,5 15,8<br />

6 43,94 68,3 11,4 19,0<br />

Viento frescachón. 7 59,81 79,7 13,3 22,1<br />

8 78,12 91,0 15,2 25,3<br />

Viento muy duro 9 98,87 102,4 17,1 28,4<br />

Viento de temporal 10 122,06 113,8 19,0 31,6<br />

Viento borrascoso 11 147,70 125,2 20,9 34,8<br />

Viento huracanado 12 175,77 136,6 22,8 37,9<br />

Día—II.<br />

21


ANE — 322 — ANE<br />

Esta tabla, arreglada en lo posible á la escala<br />

y nomenclatura de los vientos, propuesta<br />

á principios de siglo, para inteligencia y uso<br />

de los marinos, por el almirante inglés Beaufort,<br />

y cuyo contenido, expresado en unidades<br />

métricas y no inglesas, resulta algún tanto<br />

extraño ó caprichoso, fácilmente puede resumirse<br />

ó compendiarse, y ampliarse también en<br />

caso necesario, por medio de los símbolos matemáticos.<br />

Admitiendo, en efecto, que las<br />

presiones varían en proporción de los cuadrados<br />

de las velocidades, para deducir de las velocidades<br />

por hora, Vh, en kilómetros; ó por<br />

minuto, Vm, en hectómetros ; ó por segundos,<br />

Vs, en metros; las presiones, P, que les<br />

corresponden, en kilogramos, referidas al metro<br />

cuadrado de superficie receptora, bastan<br />

las formulitas siguientes:<br />

P= 0,0094 x Vh- y P =0,336 x VJ-<br />

ó, aproximadamente:<br />

P = 'U VJ 7 P= 0,121 XF/.<br />

Suponiendo, pues, que<br />

Vs= 5, 10, 15, 20, 25, 30, 35 ó 40 metros,<br />

resultará que<br />

P = 3, 12, 27, 48, 76, 109, 148 ó 194 kilogs.<br />

Y, recíprocamente, si<br />

P = 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70/80, 90 ó 100 kg.<br />

será<br />

Vs = 9,13, 16, 18, 20, 22, 24, 26, 28 ó 29 m.,<br />

con leves diferencias.<br />

En la materia de que tratamos hay todavía<br />

algo más que advertir, importante de suyo,y<br />

que viene á dificultar todavía más, ya que no<br />

á imposibilitar por completo, el establecimiento<br />

dé la relación matemática entre velocidades<br />

y presiones, y deducción de tablas de correspondencia<br />

merecedoras de fe entre ambas<br />

cantidades: el distinto modo de actuar el viento,<br />

ó de manifestar sus efectos, en los aparatos<br />

de presión y en los de velocidad. Los primeros<br />

ceden instantáneamente casi al choque<br />

violento de las moléculas aéreas, como á la sacudida<br />

del ariete cedería, derrumbándose, endeble<br />

muralla, y funcionan como por saltos<br />

ó sacudidas reiteradas, unas de otras separadas<br />

por intervalos de reposo; mientras que en<br />

los segundos, ni el aumento ni el decremento<br />

de fuerza de las ráfagas atmosféricas se revelan<br />

por excitaciones repentinas en la velocidad<br />

que indican, ni por intervalos consecutivos<br />

de laxitud ó calma, entre ráfaga y<br />

ráfaga. El volante, de cualquier forma que sea,<br />

recibe el empuje del viento, y se apodera de<br />

él, y le almacena, para utilizarle gradualmente,<br />

primero moderando su acción, y luego<br />

prolongándola por largo rato, dando tiempo<br />

con esto á que llegue una nueva ráfaga,<br />

que avive ó sostenga el movimiento que las<br />

anteriores le comunicaron, sin intervalo apa­<br />

rente de respiro. De la velocidad de un anemómetro,<br />

por hora, mal puede inferirse su verdadera<br />

velocidad por minuto, y peor todavía<br />

por segundo ó en determinados segundos de<br />

tiempo; y, para elevarse del conocimiento de<br />

la velocidad al de la presión, como instantánea,<br />

sería menester que correspondiese la primera<br />

á un momento indivisible casi: al que emplea<br />

desatinado huracán para volcar un edificio, ó<br />

tronchar y arrancar de cuajo un árbol corpulento<br />

y profundamente arraigado. Si el viento<br />

obrase, moderado en sus ímpetus por un<br />

volante, de seguro que no produciría los estragos<br />

que á las veces produce, por resultado<br />

natural é inevitable de su modo de proceder,<br />

en aterradora libertad absoluta. Los anemómetros<br />

de presión y de velocidad no pueden<br />

suplirse unos por otros, porque cada cual refleja<br />

efectos distintos de la fuerza que contra<br />

ellos actúa. Pero mutuamente se completan y<br />

contribuyen á la definición precisa de aquella<br />

potente é indómita fuerza, que en vano nos<br />

empeñamos en apreciar con exactitud, considerándola<br />

tan sólo bajo de uno de sus múltiples<br />

y muy variados aspectos.<br />

Apropiados á este fin, mucho mejor que los<br />

simples anemómetros, están los anemógrafos, 6<br />

registradores automáticos de un modo continuo,<br />

por de pronto de la dirección del viento,<br />

y además de supresión ó de su velocidad, y á<br />

la vez también de algún otro fenómeno meteorológico,<br />

como la lluvia, con la dirección y<br />

fuerza del viento estrechamente relacionado.<br />

En los anemógrafos, de que sólo muy por<br />

encima y en principio trataremos, hay que<br />

distinguir tres distintas partes: la destinada á<br />

recibir la acción del viento, ó anemómetro ordinario,<br />

más ó menos completo, y naturalmente<br />

expuesto sin defensa alguna á la intemperie;<br />

la preparada so techado para la consignación<br />

gráfica, con lápiz ó tinta, de las indicaciones<br />

de la veleta, plancha de presión, ó<br />

volante giratorio, sobre papel cuadriculado y á<br />

propósito para ello; y la que una con otra los<br />

empalma, ó enlaza el mecanismo receptor con<br />

el registrador de los efectos del viento.<br />

De la primera nada realmente nuevo hay<br />

que advertir.<br />

La segunda consta de un mecanismo de<br />

relojería, que con movimiento uniforme y bastante<br />

rápido arrastra un tablero ó hace girar<br />

un cilindro, provisto de un papel cuadriculado,<br />

sobre el cual, ora en un punto, ora en otro<br />

muy distinto, enlazados por líneas automáticacamente<br />

trazadas, se apoyan el lapicero ó la<br />

pluma, obedientes al impulso que del exterior<br />

reciben.<br />

Y la tercera, destinada á la transmisión de<br />

ese impulso, suele reducirse á una cadenilla<br />

metálica, ó á una cuerda resistente y flexible,<br />

sostenidas y guiadas por sistema bien concertado<br />

de poleas, que tiran del lápiz ó pluma, ó<br />

las sueltan y abandonan á la acción antagor<br />

nista de un muelle ó contrapeso, conforme el<br />

anemómetro superior se desequilibra y funciona,<br />

ó recupera el equilibrio momentánea-


ANE — 323 — ANE<br />

mente perdido, y se prepara para recibir<br />

nuevas embestidas del viento y volver á funcionar.<br />

A la combinación puramente mecánica de<br />

órganos de transmisión del movimiento, desde<br />

el aparato receptor al indicador del anemógraío,<br />

sustituyese con frecuencia ingenioso<br />

artificio electro-magnético, que suprime los rozamientos<br />

intermedios y permite separar por<br />

enorme distancia, sin dificultad ni complicación<br />

de ningún género, aquellas dos partes<br />

del anemógrafo que deben permanecer en<br />

continuo é íntimo enlace. Los anemógrafos<br />

eléctricos, variadísimos en la apariencia, aventajan<br />

en muchos conceptos á los puramente<br />

mecánicos; pero también exigen mayores cuidados<br />

de conservación, y presentan en la práctica<br />

no pocos ni leves inconvenientes. Tanto<br />

que, á no ser en casos excepcionales, no creemos<br />

que deben ser preferidos á los que, como<br />

el llamado de Osler, sin intervención de extraños<br />

agentes, marcan de un modo continuo sobre<br />

el mismo papel cuadriculado la dirección<br />

y presión del viento, ó la dirección y velocidad<br />

en el de Whewell, juntamente con la<br />

cantidad de lluvia que por accidente se desprende<br />

de las nubes, mejor ó con más frecuencia<br />

en cada localidad cuando soplan ciertos<br />

vientos que cuando reinan los contrarios. Donde<br />

la fuerza inicial es bastante intensa, y no<br />

apremia además la necesidad de transmitir sus<br />

efectos á considerables distancias, el auxilio de<br />

la electricidad suele ser de puro lujo, é inconveniente<br />

por lo tanto.<br />

Como todos los aparatos de que hemos hablado<br />

, y muy en particular los anemógrafos,<br />

son caros, de instalación complicada, y de molesta<br />

conservación, la fuerza del viento suele<br />

apreciarse prudencial y aproximadamente por<br />

la observación de sus efectos, aplicada á los<br />

objetos naturales diseminados en torno nuestro.<br />

Y así se han formado escalas de comparación<br />

ó de referencia útilísimas, aun cuando<br />

nada en absoluto signifiquen ó expresen, para<br />

llevar un registro minucioso de observaciones,<br />

que permite estudiar tan importante elemento<br />

climatológico, ora en el transcurso del<br />

tiempo, por relación á determinada localidad,<br />

ya por fechas y épocas sucesivas, parangonando<br />

lo que en unos países ó territorios pasa<br />

con lo que en otros más ó menos lejanos sucede<br />

y se advierte. Los días de calma, de brisa,<br />

de viento, de ventarrón, borrascosos y<br />

huracanados, distinguénse unos de otros fácilmente<br />

por los efectos que el viento, según su<br />

grado variable de intensidad, produce en el<br />

follaje, ramas, brazos y troncos del arbolado;<br />

en las vallas ó empalizadas de cercados y praderas;<br />

en las techumbres y remates endebles<br />

ó resistentes de los edificios; y hasta en los seres<br />

vivos que vagan á la intemperie, cortándoles<br />

el aliento y haciéndoles vacilar en sus<br />

movimientos de avance ó progresión en determinados<br />

sentidos. Y basta, la observación de<br />

estos efectos sistemáticamente verificada, y<br />

sobre todo anotada con constancia y esmero,<br />

para elevarse al conocimiento del fenómeno<br />

meteorológico de donde proceden, establecer<br />

la ley aproximada de su evolución en el transcurso<br />

del día, días del mes, y meses del año,<br />

y adquirir provechosa experiencia en tan complicado<br />

y misterioso asunto, utilizable en la<br />

resolución de muchos problemas de verdadera<br />

importancia práctica. Temeroso, por ejemplo<br />

, de que el viento no sople con suficientes<br />

fuerza y constancia en la estación de verano,<br />

prescinde un agricultor de establecer un molino<br />

de viento, destinado á mover potente bomba,<br />

que á muy poca costa le surta de abundante<br />

agua de riego; y otro, más reflexivo y avisado,<br />

sabedor de que ha de sobrarle fuerza para ello,<br />

casi de balde, plantea aquel artificio y obtiene<br />

muy beneficiosos resultados. A verificar en<br />

cualquier sitio, y orientadas de cualquier modo,<br />

delicadas plantaciones que en determinadas<br />

épocas del año piden abrigo y relativa tranquilidad<br />

atmosférica, se arroja imprudente<br />

quien desconoce ú olvida las leyes de los más<br />

sencillos fenómenos naturales; y con mayor y<br />

más provechosa cautela procede quien las<br />

conserva en la memoria, y procura completar<br />

su conocimiento con nuevas y diligentes investigaciones.<br />

Y á la ejecución de las faenas<br />

rústicas, que demandan temporal apacible y<br />

duradero, húmedo ó caluroso, se lanza desatentado<br />

quien para nada se preocupa de advertencias<br />

y sugestiones científicas, y, apegado<br />

á la tierra con muy mal entendida codicia, no<br />

levanta nunca los ojos hacia lo alto para tratar<br />

de inquirir por indicios, si engañosos alguna<br />

vez, otras muchas veces de muy significativa<br />

elocuencia, lo que está por venir, dentro<br />

de breve plazo. El labrador ó hacendado de<br />

buen sentido y afanoso de ilustración no puede<br />

prescindir del estudio de la Meteorología,<br />

no verificado con auxilio de aparatos costosos,<br />

y cuya frecuente consulta le distraería<br />

demasiado y le robaría tiempo precioso, sino<br />

por aquellos medios rudimentarios que á todas<br />

horas tiene á su disposición y alcance,<br />

sin haber de molestarse en buscarlos. Y el<br />

espíritu observador y curioso de las gentes<br />

campesinas, que viven con holgura, y que en<br />

la contemplación de las evoluciones incesantes<br />

de la Naturaleza fundan su delicia, en nada<br />

puede emplearse mejor ni con menos trabajo<br />

que en el estudio de cuanto al régimen de los<br />

vientos se refiere en la localidad donde habitan<br />

y dentro del horizonte bastante limitado<br />

que sus ojos abarcan. Ensáyenle, y de seguro<br />

que, después de emprendido, en combinación<br />

con otros análogos complementarios, ya no le<br />

abandonan.<br />

M. Merino.<br />

ANÉMONA (Anemona hortensis ei coronaria).—Género<br />

de planta de la familia de<br />

las ranunculáceas de Juss., tercer género.<br />

Todas las variedades conocidas de esta<br />

planta se encuentran distribuidas y crecen<br />

espontáneamente en el Japón, en la India, en<br />

África, en Oriente, en Siberia, en la América<br />

meridional y septentrional, y en Europa.


ANE — 324 — ANE<br />

En la provincia de Madrid, según Cutanda,<br />

se encuentran silvestres la A. palmata, L., y<br />

la A. nemorosa, L., A. pavoniana, P.<br />

Este género de plantas suministra á los<br />

jardineros varias especies notables por la variedad<br />

de su coloración, tamaño y plenitud<br />

de sus flores, pertenecientes á las especies<br />

exóticas horlensis y coronaria, de las que se<br />

han formado por hibridación más de ciento<br />

sesenta variedades, unas color carmesí, otras<br />

encarnadas, matizadas de blanco y morado;<br />

varias carmesí listadas; algunas color rosa,<br />

jaspeadas de blanco; azules; azul claro, mezcladas<br />

de blanco; blancas cenicientas; color<br />

lila, etc. La raíz es un tubérculo desigual, por<br />

el exterior pardo, por dentro blanquecino; se<br />

aumentan anualmente con tubérculos nuevos,<br />

que separados multiplican la planta. El tallo<br />

nace entre las hojas radicales, es herbáceo,<br />

sin hojas, algo velloso, de 15 centímetros de<br />

altura, y remata en una flor sola. Hojas más<br />

pequeñas que las radicales, de donde sale el<br />

tallo. Flor plana, ancha; corola de tres órdenes<br />

de pétalos, casi redondos; muchos pistilos<br />

y ovarios, los primeros sentados sobre un receptáculo<br />

cónico. El fruto, contenido en el<br />

receptáculo, es pequeño, puntiagudo, velloso.<br />

Se multiplica la planta por semilla y por<br />

sus tubérculos. Las semillas producen nuevas<br />

variedades; los tubérculos, la de que proceden.<br />

Se siembran en Septiembre en cajones, que<br />

en los países que hiela se cubren; en el mes<br />

de Junio se transplantan á los asientos, cuadros,<br />

etc., en terreno suelto, ligero, y bien<br />

abonado con mantillo, y sitio en que el agua<br />

no se encharque, porque la raíz se pudre.<br />

Cuando se quiere determinar la variedad, se<br />

dejan las plantas en el semillero hasta que<br />

florecen (se entiende siembra de semilla), y<br />

cuando la flor se marchita y el tallo pierde el<br />

jugo de la vegetación, se marcan las plantas,<br />

y se extraen los tubérculos de las que deseamos<br />

transplantar; esos tubérculos son pequeños,<br />

como avellanas cuando más; se guardan,<br />

y en Octubre ó Noviembre se plantan, según<br />

hemos dicho, en los cuadros, etc. 1<br />

El semillero se escarda y deja para que germinen<br />

nuevamente los tubérculos, que por<br />

muy pequeños, deben dejarse brotar en él.<br />

Pueden hacerse los plantíos de tubérculos<br />

en Enero y Febrero, pero los de otoño dan<br />

flores quince días antes, y prevalecen mejor.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANEMOSCOPIO. (V, Anemómetro.)<br />

ANEROBIO.— Nombre con que ha designado<br />

M. Pasteur las bacterias ó vegetales vibrionarios<br />

que viven sin oxígeno libre y sin<br />

aire, pero que absorben el oxígeno en estado<br />

de combinación, y se distinguen por esa particularidad<br />

de los aerobios, ó sean los seres que<br />

viven en contacto con el aire. Es de advertir<br />

que el sabio químico francés no cree en la posibilidad<br />

indefinida de la vida sin aire, como<br />

no cree en la partenogénesis, ó sea en el nacimiento<br />

indefinido de hembras que aparezcan<br />

fecundadas en el mero hecho de haber<br />

sido fecundada la madre por el macho. La esterilidad<br />

acaba por manifestarse, y la especie<br />

perecería si no fuesen fecundadas nuevamente<br />

las hembras. El oxígeno del aire, á juicio de<br />

M. Pasteur, después de excitar directamente<br />

las células dé los anerobios de la levadura de<br />

cerveza, por ejemplo, los pone en condiciones<br />

de reproducirse al abrigo del aire. Pero esa<br />

facultad de reproducirse sin aire á consecuencia<br />

de la excitación de las primitivas células<br />

por el oxígeno, excitación comparable á<br />

la fecundación por medio de los espermatozoides,<br />

desaparece al cabo de unas cuantas<br />

generaciones de células, y para reavivar la facultad<br />

reproductora de las células que han<br />

llegado á ser estériles, es necesario que el oxígeno<br />

ejerza una nueva excitación. Es de advertir<br />

que, según ciertos observadores, los anerobios<br />

solamente dan señales de vida cuando se<br />

hallan substraídos á la influencia del oxígeno,<br />

perteneciendo á esa clase de animales muchos<br />

fermentos y ciertos microbios que se encuentran<br />

en el conducto intestinal del hombre sano<br />

ó enfermo.<br />

ANEROIDE (De la partícula griega privativa<br />

a, y de ñeros, húmedo, no líquido).—<br />

Nombre de un barómetro inventado por Vidi,<br />

de París, en 1844, y exclusivamente compuesto<br />

de órganos metálicos sólidos, rígidos<br />

unos, y más ó menos elásticos los otros, por<br />

lo cual suele también denominarse olostérico<br />

(de oíos, todo, y slereos, sólido).<br />

Substancialmente, ó en principio, consta<br />

este aparato de una pequeña caja cilindrica,<br />

herméticamente cerrada, y vacía ó desprovista<br />

interiormente de aire, por completo casi, y sobre<br />

cuya tapa superior ó anterior, en la posición<br />

habitual del instrumento, ejerce la atmósfera<br />

enérgica presión, variable por momentos.<br />

La tapa, de hoja metálica muy delicada y trabajada<br />

con mucho esmero, en ondas ó canales<br />

circulares concéntricos, que aumentan su elasticidad<br />

y se oponen á la alteración permanente<br />

de su figura, se deprime ó aplasta, ó se levanta<br />

y esponja, más ó menos, por efecto inmediato<br />

de su gran elasticidad, conforme la<br />

presión atmosférica aumenta ó disminuye; y,<br />

aunque este movimiento de alza y baja sea<br />

reducidísimo é inapreciable á la vista, por<br />

medio de ingeniosa combinación de resortes<br />

y palanquillas, en relación con la tapa móvil,<br />

consigúese amplificarle enormemente, en la<br />

proporción, por ejemplo, de 1 á 500; transformarle<br />

además en circular; y transmitirle á<br />

una aguja ó índice, que recorre, en uno ú otro<br />

sentido, una muestra ó esfera graduada, parecida<br />

á la de los relojes.<br />

En la figura adjunta representan:<br />

A la caja vacía, de tapas acanaladas, afianzada<br />

por la inferior con un tornillo al disco<br />

B, que sostiene todas las piezas del aparato.<br />

S un fuerte muelle ó resorte de acero, por<br />

un borde asegurado al puente F, firmemente<br />

empalmado á su vez con el disco B; y por el<br />

otro, en a, relacionado con la tapa superior de<br />

la caja A, de tal manera que la elasticidad del


ANE — 325 — ANE<br />

muelle S se 'opone constantemente á Ja depresión<br />

ó hundimiento de aquella tapa, por<br />

resultado de la presión atmosférica, así refrenada<br />

ó momentáneamente equilibrada.<br />

C una palanca bimetálica, de hierro y cobre<br />

, con intento de que no varíe de posición<br />

por simples cambios de temperatura; empalmada<br />

por un extremo con el borde anterior del<br />

muelle S, y, por lo tanto, con la caja ó cámara<br />

barométrica A; y que así, al subir ó bajar<br />

con ésta, comunica por el otro extremo, articulado<br />

con el eje D, un movimiento giratorio<br />

á este eje más ó menos amplio.<br />

E una cadenita, por cuyo intermedio se<br />

transmite suavemente este movimiento gira-,<br />

torio, en uno ú otro sentido, al tamborcito<br />

Figura 142.—Aneroide<br />

central O, á cuyo eje, superiormente prolongado<br />

, al través y por cima de la muestra del<br />

instrumento, va afianzada la aguja indicadora<br />

de la presión variable de la atmósfera.<br />

Y P un resorte en espiral, fijo por un extremo<br />

, y sujeto por el otro al mismo tamborcito<br />

O, al cual propende siempre á comunicar movimiento<br />

de. rotación, en sentido contrario<br />

que la cadenilla E.<br />

El aparato así preparado funciona del siguiente<br />

modo: Cuando la presión atmosférica<br />

aumenta, ceden la tapa A y el muelle S; desciende<br />

la palanca C; tira del tambor la cadena<br />

E; y la aguja indicadora se mueve ó gira<br />

hacia la derecha. Y, cuando disminuye, sucede<br />

todo lo contrario: por su elasticidad, menos<br />

contrariada ahora que en el otro supuesto, el<br />

muelle S levanta la tapa, que también de por<br />

sí propende á desbandarse; la palanca C se<br />

levanta también; la cadenilla E queda floja; y<br />

el muelle P, ó resorte fino y endeble en espiral<br />

, libre con esto, actúa sobre el tambor O, y<br />

comunica á la aguja indicadora un movimiento<br />

de rotación hacia la izquierda. En el primero<br />

de estos casos suele decirse que el barómetro<br />

sube, y que baja en el segundo; pero lo<br />

que hay de verdad es que en aquél aumenta<br />

y en éste disminuye la presión barométrica.<br />

Las subidas y bajadas se refieren al barómetro<br />

de mercurio, cuyas indicaciones correlativas<br />

se han grabado por comparación en la<br />

muestra ó cuadrante del aneroide.<br />

El barómetro aneroide, cuyo aspecto bien<br />

conocido, visto por fuera, es el de un reloj<br />

de bolsillo ó de pared, de tamaño ó diámetro<br />

muy variable, debe leerse colocándole siempre<br />

en la misma posición, colgado, por ejemplo,<br />

de una escarpia, dentro de habitación no caldeada<br />

con exceso artificialmente, ó no expuesta<br />

á grandes y rápidos cambios de temperatura.<br />

La costumbre de dar previamente en el<br />

cristal protector de la muestra unos cuantos<br />

golpecitos con el dedo índice de la mano derecha,<br />

para que la aguja vibre, se desperece, y<br />

tome la posición de equilibrio que en aquel<br />

momento le corresponde, es muy conveniente<br />

y no debe omitirse nunca. Al aire libre o en<br />

pleno campo se cuidará también de observar<br />

el barómetro aneroide, en lo posible con iguales<br />

precauciones, siempre en la misma postura,<br />

ó colgándole, ó suspendiéndole con la<br />

mano por la anilla; en lugares sombríos ó resguardados<br />

de la furia del sol; y dando tiempo<br />

á que el equilibrio de temperatura se establezca<br />

por igual en las varias piezas de su delicado<br />

mecanismo. Cuando de lo alto de una montaña<br />

se desciende á lo profundo de un valle ó<br />

viceversa, el rato de espera, previo al momento<br />

de la lectura de sus indicaciones, debe prolongarse<br />

prudentemente; porque, á no ser de<br />

construcción muy esmerada, y de sensibilidad<br />

exquisita, los cambios muy amplios y súbitos<br />

de presión parece como que violentan el mecanismo,<br />

y que piden tiempo para reflejarse<br />

fielmente en las posiciones extremas de la<br />

aguja.<br />

Tratado con esmero y cariño, un buen aneroide<br />

puede prestar excelentes servicios por<br />

largo tiempo: por años consecutivos tal vez.<br />

Pero, como la elasticidad de los metales cambia<br />

de continuo, y sus condiciones de flexibilidad<br />

y de resistencia varían de un modo permanente<br />

al fin, siempre que haya oportunidad<br />

para ello ,• deberán compararse las indicaciones<br />

del aneroide con las de un buen barómetro<br />

de mercurio, para saber á qué atenerse en lo<br />

referente á las del primero. Y si alguna diferencia<br />

entre ambas se percibe, menester es<br />

llevarla en cuenta hasta el momento de otra<br />

comparación, ó corregirla, variando en el sentido<br />

y cantidad convenientes, la posición de<br />

la aguja: para lo cual basta, con un atornillador<br />

á propósito, comunicar muy suave movimiento<br />

de rotación, hacia la derecha ó la izquierda,<br />

á un tornillito, perceptible por un<br />

agujero ó taladro, en el respaldo del instrumento.<br />

Pero sin verdadera necesidad no conviene<br />

apelar á este recurso extremo: como no<br />

conviene, porque un reloj de bolsillo se adelante<br />

ó atrase un poco, alterar todos los días<br />

la situación de sus agujas. Lo indispensable<br />

es conocer el estado ó error del instrumento,<br />

por medio de la comparación aconsejada, y<br />

conservarle siempre en la memoria para la<br />

rectificación oportuna de sus indicaciones.<br />

Las dimensiones del aneroide son muy variables,<br />

y nada en el fondo significan. Como<br />

instrumento de servicio y ornamentación en


ANE — 326 — ANE<br />

algún edificio público, menester es que el diámetro<br />

de su esfera abarque 50, 80 ó 100 centímetros<br />

de amplitud. Como de un decímetro<br />

de diámetro constrúyense excelentes barómetros<br />

de esta especie para el interior de las<br />

habitaciones, y de fácil transporte en viaje,<br />

cuidadosamente acomodados en funda de vaqueta.<br />

Y del tamaño de un reloj de bolsillo se<br />

fabrican tapbién muy merecedores de aprecio<br />

y confianza, por la facilidad suma de llevarlos<br />

de un lado para otro, y la exactitud suficiente<br />

de sus indicaciones. Los precios varían<br />

naturalmente con las dimensiones, y mucho<br />

más con el esmero de la mano de obra y pulcritud<br />

de su ejecución. Los demasiado baratos<br />

deben considerarse como meros artículos<br />

de comercio, de pacotilla pura, y de muy escasa<br />

ó ninguna utilidad. Barómetro aneroide,<br />

de sencillo aspecto, ó sin ornamentación extraña<br />

de ningún género, que cueste menos<br />

de 80 ó 100 pesetas en fábrica, ó depósito de<br />

formalidad y confianza, no debe, por regla<br />

general, adquirirse con fines científicos, ni<br />

de aplicación sensata á ningún ramo de la<br />

ciencia.<br />

En la muestra ó esfera de los aneroides,<br />

graduada en centímetros y milímetros, por referencia,<br />

conforme renglones antes se ha dicho<br />

, al barómetro fundamental de mercurio,<br />

suelen inscribirse además éstas palabras: sereno<br />

, buen tiempo, vario , nuboso, lluvioso, borrascoso,<br />

ú otras análogas equivalentes, como<br />

en señal del estado ó cariz del tiempo cuando<br />

la aguja apunta á ellas. Por regla general,<br />

tampoco esta costumbre tiene aplicación práctica<br />

ni sentido racional siquiera. Los constructores<br />

de pacotilla proceden con ancha<br />

conciencia en la colocación y distribución de<br />

aquellas palabras; y aunque alguno se afanase,<br />

con éxito muy dudoso, en estamparlas en<br />

los sitios que mejor les cuadran, su trabajo,<br />

útil hasta cierto punto para determinada localidad,<br />

de nada serviría, como no fuese de<br />

motivo de confusión, en localidades más elevadas<br />

ó más bajas que la primera con respecto<br />

al nivel del mar. Lo mejor es que la esfera<br />

del aneroide contenga limpia la graduación, y<br />

fiar á la experiencia, que en breve tiempo se<br />

adquiere, el cuidado de la interpretación racional<br />

de sus indicaciones. De esto se tratará<br />

con los detalles suficientes en el artículo Barómetro<br />

de este DICCIONARIO, así como de cuanto<br />

concierne á las aplicaciones útiles en la<br />

Agricultura y vida en el campo de los diversos<br />

aparatos del mismo nombre genérico.<br />

M. Merino.<br />

ANESTESIA—Privación de sensibilidad,<br />

según su etimología griega. La anestesia puede<br />

ser general ó local, es decir, que puede desaparecer<br />

la sensibilidad de todas las partes del<br />

cuerpo ó solamente de algunas, como la piel, los<br />

músculos, una extremidad ó cualquier órgano.<br />

La anestesia es efecto unas veces de un padecimiento;<br />

otras de los agentes naturales y del<br />

.descenso de la temperatura, y otras, en fin,<br />

del empleo momentáneo de alguna substancia<br />

capaz de engendrar aquélla. Desde que se<br />

descubrieron los medios de provocar la insensibilidad<br />

artificialmente, y especialmente el<br />

éter y el cloroformo, la palabra anestesia se<br />

emplea como sinónima de eterización y cloroformización.<br />

Caracterízase el estado anestésico por la<br />

suspensión de la sensibilidad general y especial,<br />

y con mayor frecuencia por la desaparición<br />

de los movimientos que dependen del<br />

sistema muscular de las funciones animales.<br />

Durante ese estado se mantienen algún tiempo<br />

las funciones orgánicas ó vegetativas, variando<br />

la duración de ese período según las condiciones<br />

del sujeto y la intensidad de la causa anestesiante.<br />

Bajo el punto de vista de la complexión,<br />

los animales de sangre caliente ó de doble<br />

circulación no soportan la anestesia durante<br />

tanto tiempo como los animales de sangre<br />

fría, y los individuos jóvenes ó recién nacidos<br />

resisten más que aquellos que llevan<br />

mucho tiempo ejerciendo las funciones respiratorias.<br />

Naturalmente se resiste mejor la<br />

acción del anestésico cuando no se suspenden<br />

las funciones vegetativas, y si la anestesia no<br />

ha pasado de ciertos límites, la desaparición<br />

de la causa permite que el sujeto recobre el<br />

movimiento y la sensibilidad sin consecuencias<br />

dañosas para la salud.<br />

Las causas de la anestesia, que puede ser<br />

general ó parcial, según queda indicado, son<br />

muchas, desconocidas algunas de ellas. La asfixia<br />

gradual, cuando llega á cierto grado, es<br />

un medio general para provocar la anestesia,<br />

según patentizaron los doctores Demarquay,<br />

Dumeril y Bouchut, y los efectos que producen<br />

el cloroformo, el ácido carbónico, etc.,<br />

solamente se explican por la asfixia. También<br />

se puede considerar como una especie<br />

de asfixia la anestesia local producida polla<br />

compresión de las arterias y de los filetes<br />

nerviosos, con lo cual se oponen obstáculos<br />

al aflujo de los agentes de vitalidad en<br />

la parte interesada. La conservación de los<br />

sapos en estado vivo durante muchos centenares<br />

de años, y que se encuentran vivos con<br />

frecuencia en el interior de las piedras, debe<br />

referirse, al parecer, á la anestesia por asfixia.<br />

Que el frío es causa de anestesia general ó<br />

parcial, obsérvalo el más desatento, y sus efectos<br />

se advierten en todos los animales. ¿Quién<br />

no ha notado en alguna parte de su cuerpo el<br />

entumecimiento y la insensibilidad producidos<br />

por el frío? Pero aun más que ese hecho,<br />

cuyas consecuencias llegan á ser tan terribles<br />

que viajando por comarcas glaciales se pierde<br />

aveces un miembro, las narices, las orejas,<br />

etcétera, por la acción del frío, ó [se queda<br />

adormecido el caminante y acaba por dormir<br />

el último sueño, aun es más digna de estudio<br />

la anestesia normal que el frío determina todos<br />

los años en los más numerosos grupos de<br />

los seres animados. Los mamíferos invernantes,<br />

algunos pájaros, los peces, la mayor parte<br />

de los reptiles y los batracios caen en el<br />

sopor anestésico á consecuencia del descenso


ANE — 327 — ANE<br />

de temperatura. Aun son más mareados los<br />

efectos en los articulados, en los insectos,<br />

en los arácnidos, en los infusorios, en los<br />

crustáceos y en los moluscos terrestres. En<br />

unos y otros la anestesia va acompañada de<br />

una considerable disminución en el ejercicio<br />

de las funciones respiratorias, y de un notable<br />

descenso de la temperatura.<br />

Pero los fenómenos de anestesia más dignos<br />

de estudio son los provocados artificialmente<br />

para evitar sufrimientos á los enfermos sometidos<br />

á una operación dolorosa. El descubrimiento<br />

de los agentes anestésicos, debido en<br />

realidad á los americanos Jackson y Morton,<br />

quienes en 1846 comprobaron bien los efectos<br />

de la eterización ó inhalación de vapores de<br />

éter por las vías respiratorias, hizo recordar la<br />

acción hilarante del protóxido de ázoe, y se<br />

pensó en examinar la acción de otros cuerpos<br />

volátiles, como de varios éteres, el cloroformo,<br />

el cloral y el sulfuro de carbono, conviniendo<br />

todos en que el cloroformo es el más adecuado<br />

de los anestésicos para las operaciones<br />

quirúrgicas, y que para las anestesias locales<br />

debía recomendarse la aplicación sobre regiones<br />

determinadas del cuerpo, de una mezcla<br />

frigorífica de éter ó sulfuro de carbono, que<br />

se hace evaporar rápidamente; de cloroformo,<br />

bajo la forma de linimento; de una corriente<br />

de ácido carbónico, de la electricidad, etc.,<br />

pudiendo recurrirse también al hipnotismo, y<br />

teniendo en cuenta los efectos que se desee<br />

provocar para servirse de uno ú otro de los<br />

mencionados agentes.<br />

En veterinaria se recurre muy rara vez á<br />

la anestesia, á no ser para evitar que los animales'<br />

opongan resistencia al operador con<br />

movimientos bruscos y cambios de postura.<br />

Los casos especiales en que debe apelarse á la<br />

anestesia son los siguientes: reducción de fracturas<br />

en las extremidades, y de la distensión ó<br />

luxación de las grandes articulaciones; reducción<br />

de la hernia inguinal estrangulada, de<br />

las hernias simples, de la matriz, de la vagina,<br />

del recto; castración de los animales irascibles<br />

y de gran precio; operaciones de los<br />

pies; ablación de tumores; operaciones de la<br />

boca, de la región dentaria y de los ojos, y<br />

partos laboriosos, especialmente en el caso de<br />

ser monstruoso el feto. Solamente mediante<br />

la anestesia se logra que muchas de esas operaciones<br />

no sean peligrosas para el cirujano y<br />

para el paciente, á causa de las violentas sacudidas<br />

del animal. También se emplean los<br />

anestésicos para evitar que sufran los animales<br />

sometidos á la vivisección.<br />

La eterización se practica fácilmente en los<br />

animales domésticos por medio de una esponja<br />

ó tapones de estopa bien empapados en<br />

éter ó en cloroformo, que se aplican á las fosas<br />

nasales. El aire atraído por la aspiración,<br />

al atravesar la esponja ó los tapones, se carga<br />

de vapores anestésicos é introduce éstos en el<br />

organismo. Para operar bueno es acostar á los<br />

animales, porque de esa manera se administran<br />

mejor los remedios ó maneja con más co­<br />

modidad sus instrumentos el cirujano. El olor<br />

del agente anestésico penetra en todos los tejidos<br />

de la economía, los impregna completamente<br />

y se conserva mucho tiempo después<br />

de haber desaparecido la anestesia. La carne<br />

y la leche adquieren el olor del éter y del<br />

cloroformo, y no pueden ser entregadas al<br />

consumo.<br />

Hoy se sabe que la anestesia puede ser provocada<br />

por todos los gases y líquidos que se<br />

evaporan fácilmente y contienen gran cantidad<br />

de carbono. Tales son los alcoholes, los<br />

éteres líquidos muy volátiles, los derivados<br />

del ácido fórmico, y particularmente el cloroformo<br />

y bromoformo; los aceites esenciales<br />

muy volátiles, y entre ellos la bencina, los<br />

productos hidrocarbonados gaseosos y volátiles,<br />

el sulfuro de carbono, el ácido carbónico,<br />

el óxido de carbono, etc., siendo el éter sulfúrico<br />

el preferible en la cirugía veterinaria,<br />

y el cloroformo en la cirugía humana. Para<br />

combatir la anestesia producida por los medios<br />

indicados, se recurre á los mismos medios que<br />

se emplean para combatir la asfixia, y especialmente<br />

á las inhalaciones de vapores amoniacales<br />

y á;las corrientes galvánicas.<br />

ANESTÉSICO.—Vocablo compuesto de la<br />

partícula privativa griega a y de la voz aislhesis,<br />

sensibilidad. Medicamentos que embotan<br />

la sensibilidad temporalmente, y entre los que<br />

de origen vegetal hemos de mencionar en primer<br />

lugar el alcanfor, la cicuta, la coca del<br />

Perú, y además el eucalipto, la lechuga, el<br />

laurel-cerezo y el opio.<br />

ANETO (Anethum de Tour.) (Botánica).—Se<br />

designa también con la palabra eneldo<br />

, y pertenece á un género de la familia de<br />

las umbelíferas, plantas anuales y herbáceas,<br />

de hojas descompuestas en lóbulos lineares,<br />

sin involucro, con cáliz de limbo obliterado,<br />

corola amarilla de cinco pétalos redondeados<br />

y obtusos, fruto comprimido por el dorso,<br />

lenticular y rodeado de un reborde aplanado.<br />

Las cárpelas constan de cinco lados filiformes<br />

y equidistantes, y grana un poco convexa exteriormente<br />

é interiormente plana.<br />

El eneldo (A. graveolens) es una planta<br />

anual, de 60 á 80 centímetros de altura, que<br />

se parece al hinojo, del cual se distingue por<br />

su fruto aplastado y no cilindrico. Su olor es<br />

fuerte, penetrante y aromático, no tan agradable<br />

como el del hinojo, y su sabor vivo y<br />

picante. Oriundo del Oriente, se halla el<br />

eneldo esparcido por toda Europa en las mieses<br />

y en las cercanías de las habitaciones; se<br />

le cultiva en los jardines, y ha recibido también<br />

el nombre de hinojo bastardo, empleándose<br />

en Francia como condimento; allí se le<br />

siembra en tierra mullida y con exposición al<br />

sol, y no se le tributan otros cuidados. No se<br />

emplea hoy tanto como antiguamente, época<br />

en que eran sus cualidades muy celebradas.<br />

A veces se emplean en medicina las sumidades<br />

de las flores secas, que se deben recolectar<br />

en los comienzos del estío. La semilla se<br />

cosecha en otoño; tiene gusto á anís, y se em-


ANE — 328 — ANE<br />

plea para aromatizar los frutos en adobo, y<br />

aun en algunos puntos para obtener por destilación<br />

un aguardiente fuerte y aceite esencial<br />

amarillo que conserva el olor de la planta<br />

y se fija fácilmente en frío. También se obtiene<br />

agua destilada.<br />

Esos granos son carminativos, excitantes,<br />

y se administran ordinariamente en infusión;<br />

por sus propiedades tónicas son útiles contra<br />

los padecimientos del estómago y del canal<br />

intestinal cuando se desarrollan ventosidades;<br />

ejercen también una acción ligeramente narcótica.<br />

En Inglaterra se usa mucho el agua<br />

destilada en los cólicos de los niños. Se emplean<br />

también las diferentes preparaciones de<br />

los granos en las fiebres intermitentes y en<br />

los dolores ciáticos ó reumáticos. La infusión<br />

acuosa edulcorada estimula suave y agradablemente<br />

el tubo digestivo, y disminuye<br />

ó detiene los vómitos. También se utilizan<br />

para cataplasmas al exterior y para lavativas,<br />

las hojas, las flores y los frutos triturados. El<br />

hinojo reemplaza ventajosamente á esta planta<br />

en todos los casos. El anelo de los trigos<br />

CA. segetum de Lin.) es análogo al precedente<br />

, y crece en los sembrados.<br />

ANEURISMA (Patología).—Voz derivada<br />

del griego aneurein, dilatar. Tumor sanguíneo<br />

producido por la dilatación de las túnicas<br />

de las arterias. Hállase lleno de sangre<br />

líquida ó cuajada. El aneurisma se distingue<br />

del canal de la arteria con la cual comunica<br />

siempre, y se forma por la ruptura parcial ó<br />

total de las túnicas arteriales. Dícese que es<br />

verdadero el tumor cuando se halla constituido<br />

por la dilatación de las membranas de<br />

la arteria, y que es falso cuando es producido<br />

por un derrame de la sangre fuera del<br />

vaso. La lesión llamada aneurisma activo del<br />

corazón es una hipertrofia de las paredes de<br />

esta viscera. Divídense también los aneurismas<br />

en espontáneos y traumáticos; los últimos<br />

, siempre falsos y resultado de una lesión<br />

ó herida. Los aneurismas traumáticos se han<br />

dividido en falsos primitivos, difusos, no circunscritos,<br />

y en falsos consecutivos, circunscritos<br />

y saciformes, según que la sangre fluye<br />

libremente de la arteria lesionada á los<br />

espacios del tejido conjuntivo circunstante, ó<br />

según que la sangre derramada en el tejido<br />

conjuntivo se halla contenida en una especie<br />

de bolsa formada por él.<br />

Entre los aneurismas verdaderos, en los<br />

cuales todas las túnicas arteriales igualmente<br />

dilatadas forman las paredes del tumor sanguíneo<br />

, y los aneurismas falsos, se colocan los<br />

llamados aneurismas mixtos, resultado de la<br />

dilatación que experimenta una ó dos túnicas,<br />

con división ó ruptura de la otra ú otras dos.<br />

Divídense en internos y externos. En los primeros<br />

la túnica interna forma el saco°aneurismático,<br />

que sale á través de la división de<br />

las otras dos túnicas; en los externos se dilata<br />

la túnica exterior ó celulosa. También se han<br />

denominado los aneurismas enquistados, quistogénicos<br />

y disecantes, cuando los sacos de los<br />

tumores se hallan constituidos por túnicas de<br />

nueva formación ó quistes situados de diferentes<br />

maneras. En resumen: los aneurismas<br />

arteriales se pueden reducir á cuatro clases, á<br />

saber: 1. a Circunscritos saciformes.—2. a Circunscritos<br />

fusiformes.—3. a Difusos primitivos.—Y<br />

4. a Difusos consecutivos.<br />

Puede agregarse á esas divisiones la de los<br />

aneurismas varicosos ó arterio-venosos, que se<br />

subdividen en varices aneurismales y en aneurismas<br />

varicosos saciformes. Fórmanse cuando<br />

entre una arteria y una vena adyacente se<br />

establece una comunicación á consecuencia<br />

de la lesión de sus respectivas túnicas.<br />

Rara vez se han descubierto aneurismas espontáneos<br />

en los animales, observándose lo<br />

contrario que en el organismo humano, en el<br />

cual aparecen las afecciones arteriales por<br />

todas las regiones del cuerpo. Por lo común<br />

la ruptura de un aneurisma provoca una<br />

muerte repentina, siendo en cambio muy rara<br />

desgraciadamente la curación espontánea del<br />

mal. Para tratarle es necesaria siempre la dirección<br />

y acción del facultativo. En los animales<br />

domésticos, y especialmente en el caballo,<br />

se manifiesta el aneurisma en la gran<br />

arteria mesentérica, á veces en la pequeña, y<br />

en los demás vasos de la aorta posterior, y en<br />

muy contados casos en la arteria celíaca.<br />

Los aneurismas traumáticos se presentan<br />

frecuentemente á consecuencia de la picadura<br />

de la carótida del caballo. En muchos tumores<br />

aneurismáticos de éste se descubre la existencia<br />

de un gusano, el Strongylus armatus,<br />

dentro de la cavidad del vaso dilatado. De<br />

ahí que muchos patólogos hayan dado á tales<br />

afecciones el nombre de aneurismas verminosos<br />

, causa con frecuencia de cólicos en la especie<br />

caballar. El helminto de que se trata<br />

desempeña en apariencia importante papel en<br />

la afección cuando se halla en estado de hematozomia<br />

y durante los períodos de sus metamorfosis.<br />

Por lo demás, el aneurisma verminoso<br />

no es una afección grave tratándose de<br />

caballos.<br />

Son muy contados los casos en que el veterinario<br />

tiene que tratar un verdadero aneurisma.<br />

Cuando se vea obligado á ello, deberá<br />

recurrir, si el aneurisma es interno, á la sangría,<br />

la dieta y los purgantes; si es externo,<br />

también á los astringentes y refrigerantes, á<br />

la compresión mediata ó inmediata, á la ligadura<br />

de la arteria enferma por cima ó por<br />

bajo del tumor, ó simultáneamente por ambas<br />

partes. También puede servirse de la acupuntura,<br />

de la gálvano-puntura y de las inyecciones<br />

de percloruro de hierro.<br />

En realidad, deben desecharse como impropias<br />

las expresiones aneurisma del corazón,<br />

aneurisma dentario y aneurisma de los huesos.<br />

Consisten realmente en el aumento ó disminución<br />

del espesor de las paredes del corazón, ó<br />

bien en tumores de la mandíbula, de la tibia,<br />

del húmero, etc., etc.; tumores erectiles ó pulsátiles<br />

que proceden de alteraciones en diferentes<br />

órganos.


ANF — 329 — ANG<br />

ANFIBIO.—Calificación de los animales y<br />

de las plantas que pueden vivir indistintamente<br />

en el aire ó en el agua. Entre los animales<br />

son anfibios los que realmente pueden<br />

respirar eu el aire y en el agua, como los<br />

proteos; los que viven habitualmente en el<br />

agua y respiran en el aire, como las ranas, las<br />

focas, etc., por extensión se llaman también<br />

anfibios. Plantas anfibias son las que crecen<br />

en las márgenes de los ríos, estanques y lagunas<br />

, ó que no perecen aun cuando las cubra<br />

una inundación durante mucho tiempo, y<br />

sobre todo las que se desarrollan en el agua<br />

lo mismo que fuera de ella, cual ocurre con<br />

el Poligonum amphibium.<br />

Los anfibios forman una sección de los carniceros<br />

en el orden de los mamíferos, y reciben<br />

también el nombre de cetáceos.<br />

ANFLBOL.—Boca formada por un silicato<br />

de 'cal y de magnesia, coloreada ordinariamente<br />

por el óxido de hierro ó el óxido de<br />

cromo. Es de extremada dureza, de estructura<br />

laminar, y reviste muchas veces formas<br />

prismáticas. Su pesantez específica es de 3,3.<br />

Se conocen muchas variedades: la negra ó<br />

verdoso-obscura, que ejerce una acción muy<br />

perceptible sobre la aguja imanada, y la<br />

variedad blanco-verdosa, que no goza de esa<br />

propiedad. Sus especies principales son la tremolita<br />

y la anfibolita ó actinota.<br />

La tremolita es la menos dura de las dos;<br />

su textura, fibrosa generalmente, adquiere á<br />

veces una gran flexibilidad, y entonces se<br />

convierte en amianto ó asbesto, llamado también<br />

lino mineral, el cual se funde bajo la<br />

acción del soplete en un esmalte negro. En su<br />

estado natural es blanco; se empleó en la antigüedad,<br />

y se emplea actualmente, para fabricación<br />

de tejidos, especialmente en China,<br />

donde le mezclan con el kaolín para dar consistencia<br />

á la loza mediante la acción del fuego.<br />

Cuando la tremolita aparece cristalizada<br />

en prismas, ó sea cuando son sus fibras quebradizas,<br />

se la denomina gramatiza, y se presenta<br />

de color blanco ó de color verde. El<br />

nombre de tremolita procede de tremola, nombre<br />

de un valle inmediato al San Gotardo, y<br />

en el cual abunda ese mineral entre los micaesquistos.<br />

La anfibolita, llamada también actinota, es<br />

generalmente verde ó de color azul obscuro,<br />

debiendo ese color á la gran cantidad de óxido<br />

de hierro que contiene. Su textura es laminar<br />

ó maciza, y su dureza tal que raya el cristal.<br />

Se encuentra en los terrenos primitivos, y especialmente<br />

en las rocas donde domina el talco<br />

y en los terrenos volcánicos de fecha más reciente.<br />

Unida con el granito, constituye la<br />

syenita de Egipto, en la cual se hallan tallados<br />

muchos obeliscos; asociada al feldespato, la diorita<br />

cuando los dos elementos se distinguen en<br />

la pasta, y la ofita, trachyta, cuando la pasta<br />

es compacta. Se encuentra en los Pirineos, en<br />

la Auvernia, en Inglaterra y en Alemania,<br />

donde se llama grunslein ó piedra morena, y<br />

su estructura es semejante á la de la diorita.<br />

ANFÍGAMAS.—Vegetales así denominados<br />

por ser dudosa su fecundación. Constituyen<br />

la segunda denominación de las plantas<br />

cripj;ógamas, que contiene órdenes inferiores,<br />

es decir, los liqúenes, los hongos y las algas.<br />

Algunos botánicos prefieren ese nombre al de<br />

ágamas y criptógamas celidares, que es el que<br />

durante,algún tiempo ha venido empleándose.<br />

ANFÍTROPO.—Embrión encorvado sobre<br />

sí mismo, de manera que se juntan sus dos<br />

extremidades, que también se hallan dirigidas<br />

hacia el cabillo. Casi siempre envuelve por un<br />

lado una parte ó la totalidad del albumen.<br />

Así es el embrión de la mayoría de las leguminosas<br />

, de las cariofiláceas, de las cruciferas<br />

y de varias atriplíceas, entre otras el Chenopodium<br />

álbum. A ese embrión acompaña constantemente<br />

un óvulo curvo ó campilótropo.<br />

ÁNFORA.—En botánica se da ese nombre<br />

á la valva semiesférica inferior del fruto llamado<br />

Pixydia, y que se observa en los beleños<br />

y en el Anagallis arvensis.<br />

Antiguamente se empleaba esa palabra para<br />

designar jarras con dos asas destinadas á<br />

guardar vino, aceite, etc. El mismo nombre<br />

se daba á una medida para líquidos, que entre<br />

griegos y romanos equivalía á unos 19 litros<br />

y medio.<br />

ANGARILLAS ó PARIHUELAS.—<br />

Utensilio compuesto de dos varas ó palos con<br />

un tablero en el medio, donde se transportan<br />

materiales para edificar, y aun las basuras, tierras<br />

y otras materias, á condición de que en el<br />

medio ó sobre el tabladillo sé forme un cajón.<br />

Cuando se destinan simplemente al transporte<br />

de piedra, en lugar del tablero llevan á<br />

veces unos travesanos en el medio, que evitan<br />

la caída de las piedras. También se da el nombre<br />

de angarilla á una armazón de cuatro palos<br />

clavados en cuadro, de los cuales penden unas<br />

bolsas grandes de esparto, cáñamo ú otra materia<br />

flexible, que forman dos senos, y sirven<br />

para transportar á lomo de caballerías, cristalería,<br />

porcelana, loza y otros objetos frágiles.<br />

Empléase el término en singular para indicar<br />

un solo seno. Las angarillas de mano exigen<br />

el concurso de dos hombres, y no serán necesarias<br />

en las cuadras cuando se hallen adoptados<br />

los^carretones.<br />

ANGÉLICA (Angélica).— Género de<br />

planta de la familia de las umbelíferas. Pentandria<br />

dyginia de L. La componen nueve ó<br />

diez especies, descritas las más importantes,<br />

entre las cuales la Angélica archangelica es<br />

una, que se cultiva por sus propiedades aromáticas<br />

y medicinales. Sus tallos sirven para<br />

conservas; su raíz sirve para extraer un licor<br />

espirituoso que se usa como diurético; sus hojas<br />

sirven para la higiene de la boca, y sus semillas,<br />

hechas polvo, son vermífugas.<br />

. Su raíz es gruesa, fusiforme, morena en la<br />

parte externa y blanca en la interna. El tallo<br />

recto, ramoso, cilindrico, con viso colorado.<br />

Hojas muy grandes, compuestas de hojuelas<br />

ovales, hendidas, alternas, aladas dos veces.<br />

Flores aparasoladas en . la terminación del


ANG — 330 — ANG<br />

tallo, de color verdoso; corola con cinco pétalos;<br />

cinco estambres libres; ovario con dos<br />

estilos abiertos. Fruto oblongo; granos unidos<br />

uno á otro, convexos por un lado y aplastados<br />

por el otro. La Angélica sylvestris, L., se<br />

encuentra muy generalizada en la provincia<br />

de Madrid en los terrenos de barbecho y algunas<br />

dehesas.<br />

El cultivo de la planta exige terrenos sueltos<br />

y fértiles. La semilla se siembra en criadero<br />

, para transplantar en Marzo. El semillero<br />

se forma en Septiembre ú Octubre. El trans-<br />

Figura 143.—Angélica cultivada<br />

plante desde el criadero á tierra de asiento<br />

conviene ejecutarlo en días nublados y que<br />

llueva en seguida, para evitar el riego sobre<br />

la plantación. Los espacios entre planta deben<br />

ser de un metro en todos sentidos. Las plantaciones<br />

de otoño prenden mejor, porque las<br />

lluvias facilitan el arraigo. Una vez arraigadas<br />

las plantas, duran de diez á doce años,<br />

siempre que se cultive, dándoles binas y rebinas,<br />

abonándolas, etc.; al siguiente año de<br />

plantación es cuando está en todo su desarrollo<br />

para usarla, según las aplicaciones indicadas.<br />

Gusta de terrenos húmedos.<br />

En la Laponia é Irlanda los habitantes usan<br />

la angélica para su alimentación.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANGINA (Medicina veterinaria).—Inflamación<br />

general ó parcial de la mucosa que<br />

cubre los órganos de la posboca y de la laringe.<br />

Tiene mucha analogía con el catarro nasal<br />

y con la papera; si bien afecta á otros órganos,<br />

se extiende más y determina fenómenos<br />

simpáticos. Puede ser debida la angina á la<br />

irritación viva de la mucosa, causada por la<br />

impresión de un aire frío y húmedo sobre<br />

Figura 141.—Raíces de la angélica<br />

cultivada<br />

todo, cual ocurre cuando los animales salen<br />

de un lugar caliente ó vuelven sudorosos por<br />

haber corrido ó trabajado, beben líquidos<br />

fríos, comen alimentos estimulantes, aspiran<br />

gases irritantes, como el amoníaco, el cloro,<br />

etcétera, etc. Además de esas causas directas,<br />

pueden provocar las anginas otras indirectas,<br />

como la interrupción de la transpiración á<br />

consecuencia de las escarchas, nieblas y lluvias,<br />

de pastar en sitios fríos y pantanosos,<br />

ó de la supresión de cualquier evacuación<br />

ó derrame, que determina irritaciones por<br />

simpatía en la membrana posterior de la bo-


ANG — 331 — ANG<br />

ea. Esas varias causas afectan á los animales<br />

de todas edades, pero especialmente á los<br />

jóvenes, que tienen más desenvuelto el sistema<br />

sanguíneo. Durante la primavera y el otoño<br />

son más frecuentes las anginas por el brusco<br />

cambio de la temperatura.<br />

La angina ha recibido diferentes nombres,<br />

según la parte de la membrana mucosa en que<br />

aparece. Se ha llamado angina faríngea, cuando<br />

se presenta en los órganos de la deglución;<br />

laríngea, si ataca los de la respiración, y por<br />

consecuencia, faringitis y laringitis respectivamente;<br />

maligna, gangrenosa y garrolillo,<br />

•cuando se extiende por toda la parte posterior<br />

de la boca y presenta síntomas alarmantes.<br />

Ese padecimiento, que ataca á todos los<br />

animales domésticos, es muy peligroso en los<br />

didáctilos, por ser reducida en éstos la extensión<br />

de las cavidades nasales y obstruirse con<br />

facilidad suma, dificultando la hematosis á<br />

poco que se hinche la membrana, siendo imposible<br />

calcular las consecuencias del desarreglo.<br />

Cuando la flegmasía es muy aguda<br />

y numerosas las partes afectadas, la respiración<br />

es siempre penosa y el peligro inminente.<br />

El buey presenta la lengua hinchada, tose,<br />

lanza resoplidos, y cuando la inflamación disminuye<br />

un poco, arroja grandes cantidades<br />

•de mucosidades viscosas por la boca y las<br />

narices.<br />

También da frecuentes resoplidos el carnero<br />

que sufre anginas, tose, levanta la cabeza,<br />

cual si esperara respirar con mayor libertad,<br />

y muere asfixiado cuando se le obstruyen<br />

totalmente las cavidades nasales, si al mismo<br />

tiempo disminuye un poco el diámetro de la<br />

glotis. En el cerdo la angina es mucho más<br />

peligrosa y puede matarle en poco tiempo.<br />

Los síntomas que revelan la existencia de la<br />

afección son: debilidad, respiración trabajosa,<br />

gruñido ronco, pulso agitado, meneo de cabeza,<br />

pataleo é hinchazón del cuello. La gangrena<br />

se presenta con más prontitud que en<br />

ninguna otra especie de animales. Cuando se<br />

ponen lívidas las membranas afectadas y la<br />

lengua se vuelve negra, siendo imposible deglutir,<br />

puede considerarse cercana la muerte<br />

del enfermo. También los perros están muy<br />

expuestos á padecer anginas, dando origen<br />

por sus movimientos y agitación á que el vulgo<br />

crea que tienen atravesado un hueso en la<br />

garganta. Entonces ladran de un modo particular<br />

y quejumbroso, y manifiestan horror al<br />

agua, por lo cual se ha denominado esa afección<br />

rabia muda.<br />

En la mayoría de los casos la angina es tan<br />

benigna que bastan algunas precauciones higiénicas<br />

y un buen régimen para que desaparezca.<br />

Cuando no es considerable la dificultad<br />

de respirar y tragar, y la calentura es poco<br />

intensa, bastará tener á dieta al paciente, administrándole<br />

corta cantidad de alimentos nutritivos<br />

y agua blanca nitrada, abrigarle con<br />

mantas, mantenerle tranquilo y en un ambiente<br />

de igual temperatura, administrarle<br />

algunas lavativas y friccionarle en las fauces<br />

con ungüento de altea. Cuando no se logre la<br />

desaparición del mal con ese plan curativo,<br />

será necesario recurrir á otro más activo, cual<br />

se prescribe para la laringitis y faringitis.<br />

Angina epizoótica.— Ocurre á veces que la<br />

angina se presenta á la vez en varios individuos<br />

y en una comarca más ó menos extensa.<br />

Aun cuando la naturaleza del padecimiento<br />

sea entonces la misma que en los casos ordinarios,<br />

suele presentar diferencias bastante<br />

marcadas, según la edad de los enfermos, las<br />

condiciones del país, las del clima y las de la<br />

estación. Generalmente el desarrollo de esa<br />

epizootia coincide con los cambios frecuentes<br />

de la atmósfera, con el frío húmedo cuando sucede<br />

á un tiempo seco y caluroso, con la aparición<br />

de nieblas densas, irritantes y fétidas,<br />

porque en esos casos se suprime bruscamente<br />

la transpiración cutánea, y aumentada la acción<br />

vital en la membrana mucosa, irrítase<br />

ésta á consecuencia de los estímulos.<br />

Los síntomas de esa afección en el caballo<br />

son hinchazón de la lengua, calor y abundante<br />

baba en la boca, inflamación de la garganta<br />

, dificultad de la respiración, jadeo más ó<br />

menos violento, y en el período álgido, tos y<br />

jadeo, cual los de un caballo asmático cuando<br />

se le obliga á correr. A veces se pone el animal<br />

tan envarado, que es necesario obligarle<br />

á que dé una vuelta entera para salir de la<br />

cuadra, por serle imposible doblar el cuerpo.<br />

Generalmente arroja mucho moco por las narices<br />

y la boca, ó se forman abscesos en la<br />

garganta, si es que no se presentan las dos<br />

alteraciones á la par. Todos esos accidentes<br />

van acompañados de calentura más ó menos<br />

intensa.<br />

Los síntomas de la enfermedad en el ganado<br />

vacuno son muy parecidos á los que se observan<br />

en el caballo. La lengua va hinchándose<br />

poco á poco, y llega á adquirir extraordinario<br />

volumen; el enfermo jadea, respira penosamente,<br />

se queja, se tambalea, y come y<br />

bebe con dificultad suma. En ocasiones la<br />

irritación primitiva se extiende por simpatía<br />

á la conjuntiva, aumentando la secreción de<br />

ésta y dando lugar á la epífora; la secreción<br />

láctea disminuye, y el líquido contiene poca<br />

manteca. Esos síntomas son más ó menos perceptibles,<br />

según la marcha de la afección.<br />

Es muy conveniente separar los animales<br />

enfermos de los sanos, y alejarlos de las causas<br />

que producen la enfermedad cuanto sea<br />

posible, como primera medida de precaución.<br />

El plan curativo y los recursos terapéuticos<br />

á que habrá de apelarse, son análogos á<br />

los que se emplean en la faringitis y laringitis;<br />

pero como en la angina epizoótica la lengua<br />

aparece hinchada, muchas veces es necesario<br />

abrir con la lanceta las venas raninas<br />

y poner un masticatorio, á fin de que excitando<br />

al animal á mover la lengua, provoque la<br />

evacuación de la sangre. Esa operación se repetirá<br />

cuantas veces sea necesario.<br />

Además figuran en el tratamiento más recomendado<br />

las sangrías y las fumigaciones;


ANG — 332 — ANG<br />

los eméticos, tratándose de animales que puedan<br />

vomitar; los revulsivos en derredor de la<br />

garganta; las cauterizaciones con limonadas<br />

acídulas, con ácido clorhídrico diluido; la disolución<br />

de nitrato de plata ó de percloruro<br />

de hierro; la insuflación de polvos de alumbre<br />

y de calomelanos; la traqueotomía, y de una<br />

manera especial los polvos de cubeba.<br />

Durante la convalecencia ocurre á veces<br />

que aparezcan los animales muertos repentinamente<br />

, y entonces se descubre en la faringe<br />

la presencia de un bolo alimenticio detenido,<br />

y que no ha podido franquear el istmo á consecuencia<br />

de la parálisis del órgano. Porfío<br />

tanto, es necesario vigilar cuidadosamente á<br />

los animales enfermos cuando comen.<br />

Angina diftérica.—También se presentan<br />

las anginas con carácter diftérico, y se revela<br />

ese padecimiento por la formación de<br />

falsas membranas en la mucosa de las primeras<br />

vías; la respiración llega en ocasiones<br />

á dificultarse de tal manera, que la asfixia<br />

es inminente en muchas ocasiones. Obsérvase<br />

cianosis, concreciones blancas ó amarillentas<br />

en la base de la lengua, sobre el velo<br />

del paladar y en los pilares. La tos arrastra<br />

restos de las falsas membranas, y la circulación<br />

se acelera. La temperatura suele ser de<br />

40 á 42°, y á la postración acompañan abundantes<br />

sudores.<br />

Angina gangrenosa ó maligna (garrotilloj.—Este<br />

padecimiento, casi siempre de<br />

carácter epizoótico, ataca con preferencia al<br />

ganado vacuno, no habiéndose demostrado de<br />

una manera indubitable su carácter contagioso,<br />

á pesar de afirmarlo así muchos veterinarios.<br />

Las causas que pueden producir las flegmasías<br />

de la mucosa y de la parte posterior de<br />

la boca son las emanaciones de las substancias<br />

animales ó vegetales en putrefacción, el<br />

heno recalentado ó amohecido, las aguas encharcadas<br />

y corrompidas, las variaciones repentinas<br />

de la atmósfera, etc., etc. Cuando<br />

esas causas obran con mucha intensidad, el<br />

padecimiento suele terminar por gangrena,<br />

de modo que la angina maligna solamente se<br />

diferencia de las demás por la rapidez de su<br />

marcha, por la intensidad de los síntomas,<br />

por atacar á la vez á un gran número de animales<br />

y por la forma en que termina.<br />

Anunciase la invasión de esa especie de angina<br />

por la fatiga y el profundo abatimiento<br />

de los animales, por la intensidad de la calentura<br />

y el jadeo, y por la dificultad de tragar.<br />

Las membranas de la boca y de la nariz presentan<br />

un color rojo obscuro; la cabeza, y<br />

particularmente las orejas, se ponen muy calientes,<br />

y los ojos muy empañados. En ese<br />

período el dolor es muy vivo en las fauces;<br />

dolor que disminuye á proporción que va progresando<br />

el mal. También se obscurece más<br />

y más el color rojo de la membrana mucosa,<br />

presentándose en ella manchas de diferentes<br />

colores, flictenas y aftas. Llegado ese período,<br />

disminuye la celeridad del pulso, el cual<br />

va concentrándose, y el aire espirado es de<br />

olor fétido. Por lentos que sean los progresos<br />

de la enfermedad, el animal se va debilitando<br />

sensiblemente, se enfría la piel en todo el<br />

cuerpo, la cabeza, y principalmente la nariz y<br />

las orejas; el pulso se vuelve blando , irregular<br />

ó inexplorable casi; el olor del aliento es<br />

cadavérico, y por las narices frecuentemente,<br />

y por la boca en ocasiones, comienza á salir<br />

una materia icorosa que corroe las partes por<br />

donde pasa. La leche que segregan las hembras<br />

es muy espesa y de color parecido al de<br />

la orina; así que la gangrena se desenvuelve<br />

en un punto , se extiende por todas partes rápidamente<br />

, y como entonces cesa el dolor, el<br />

animal presenta apariencias de mejoría y procura<br />

comer, mas al poco tiempo se apodera<br />

de todo su cuerpo una debilidad mortal, y<br />

muere muy luego la res, con convulsiones á<br />

veces y á veces sin ellas.<br />

Para examinar por medio de la necroscopia<br />

el estado en que quedan las partes lesionadas,<br />

es necesario abrir el animal sin pérdida de<br />

tiempo, pues de lo contrario la putrefacción<br />

las desfigura y es imposible formar idea de<br />

los estragos de la enfermedad. La carne exhala<br />

un olor fétido que se percibe desde lejos, y<br />

aparece enfisematoso todo el tejido celular.<br />

Se notan infiltraciones en el tejido celular<br />

subcutáneo de la cabeza; del cuello y de las<br />

otras regiones. La membrana mucosa de la<br />

nariz, de la faringe, de la laringe y de las<br />

demás partes de la garganta y de la boca<br />

está desorganizada y despegada á pedazos,<br />

ó cubierta á trechos por otra membrana que<br />

se forma sobre ella. También se advierte la<br />

desorganización en los cornetes de las narices<br />

y del hueso etmoides, como en todas las partes<br />

blandas. Esta flegmasía extiende en ocasiones<br />

sus estragos hasta los bronquios, y<br />

aun hasta la mucosa del aparato digestivo.<br />

En tal caso la mucosa que cubre la panza está<br />

roja, y la del cuajo cubierta de una especie de<br />

falsa membrana.<br />

Siempre es funesto el pronóstico de la enfermedad<br />

, y sus progresos tales que á los pocos<br />

días mata á las reses,^siendo completamente<br />

inútil cuanto se haga una vez llegado<br />

el segundo período. Con esto decimos que han<br />

resultado completamente infructuosos cuantos<br />

métodos terapéuticos se han empleado, puesto<br />

que la gravedad del padecimiento llega á tal<br />

grado que casi siempre produce la muerte.<br />

Se recomiendan, sin embargo, las sangrías<br />

pequeñas y repetidas, pero son perjudiciales,<br />

á menos de que se administren al principio de<br />

la enfermedad. El medio más seguro para<br />

preservar á los animales estriba en alejarlos<br />

de las causas que puedan provocar el padecimiento.<br />

El agua que se dé á beber á los animales<br />

habrá de acidularse con ácido sulfúrico;<br />

los alimentos se rociarán con agua salada, y<br />

además se emplearán alganos excitantes, como<br />

sedales, vejigatorios, etc.<br />

ANGIÓLEUCITIS, LINFANGITTS<br />

CPatología).—Inflamación de los vasos linfa-


ANG — 333 — ANG<br />

ticos, que termina en una llaga superficial ó<br />

profunda. En ocasiones es debida esa perturbación<br />

á los rozamientos. Los síntomas que<br />

revelan la existencia del padecimiento son la<br />

aparición de cordones más ó menos gruesos,<br />

duros y dolorosos frecuentemente, el calor y<br />

la rubicundez sobre las partes desprovistas de<br />

pelo ó de piel fina. Cuando la angioleucitis es<br />

profunda, los ganglios próximos se ponen tumefactos<br />

y dolorosos, la hinchazón es considerable,<br />

y la piel aparece brillante y tensa. Para<br />

curar el padecimiento han de adoptarse desde<br />

luego las precauciones necesarias para mantener<br />

la llaga limpia; se tratará con lociones<br />

emolientes ó alcoholizadas, y se empleará la<br />

pomada alcanforada. Además se aplicarán fricciones<br />

resolutivas ó vejigatorios en las partes<br />

hinchadas, y se practicará la punción de los<br />

abscesos. El régimen alimenticio no ha de<br />

comprender excitantes de ninguna especie. Es<br />

necesario no confundir la angioleucitis con los<br />

abscesos, la flebitis y las hinchazones lamparónicas.<br />

ANGOLA (Geografía).— Región costanera<br />

del África occidental, no bien conocida<br />

aún y perteneciente á los portugueses, que durante<br />

algún tiempo fué llamada Congo y Nigricia<br />

portuguesa. Se extiende desde 5 o y 12<br />

minutos hasta los 18° de latitud Sur y hacia<br />

el Este, hasta unos 500 ó 600 kilómetros<br />

de la costa. Existen en esta vasta comarca<br />

cuatro reinos principales, á saber: el de Loango,<br />

que comprende parte del distrito de Kabinda;<br />

el antiguamente llamado del Congo, y<br />

los de Angola y Benguela. Forman los límites<br />

naturales de esos estados los ríos Zaire ó<br />

Congo, el Loge, el Cuanza y el Cuamene.<br />

También corren por esos territorios el Liundo,<br />

el Ambriz, el Lifune, el Dande, el Bengo,<br />

el Cuvo, el Cotumbello, el Beso, y numerosos<br />

torrentes, hinchados y devastadores durante<br />

el período de la lluvias, es decir, á<br />

fines de Marzo ó en Abril, y en la época de<br />

las tempestades, ó sea desde Septiembre hasta<br />

Noviembre, quedándose completamente secos<br />

durante los meses de Junio, Julio y Agosto,<br />

ó sea durante la llamada estación invernal.<br />

Como en todas las regiones intertropicales,<br />

en Angola es la flora variada en sumo grado<br />

y muy distinta, según que se considera la<br />

zona costanera, que generalmente forma grandes<br />

llanuras, ó las altiplanicies del interior,<br />

que se elevan hasta 1.500 y 2.000 metros sobre<br />

el nivel del mar. De esa comarca se exportan<br />

para los invernáculos de Europa numerosas<br />

plantas tropicales, árboles enanos y<br />

árboles gigantescos, vegetales de adorno muy<br />

diferentes y plantas que han de excitar mucho<br />

tiempo todavía la curiosidad de los botánicos,<br />

coleccionadores y viajeros. Los varios lagos<br />

que existen en la región de Angola presentan<br />

una exuberante vegetación palustre, y el<br />

calor y la humedad de los contornos constituye<br />

una atmósfera mortífera para los europeos.<br />

En tales depósitos se encuentran muchos cocodrilos<br />

é hipopótamos, y recorren todo el país<br />

l numerosos antílopes y animales de caza. Desde<br />

que la Conferencia celebrada en Berlín á<br />

fines de 1884 comprendió una parte de la región<br />

de Angola ó Congo portugués en la vastísima<br />

zona de comercio libre, nuestros vecinos<br />

occidentales han comprendido la necesidad<br />

de sacudir la indiferencia que venían<br />

mostrando respecto de la organización administrativa<br />

de sus colonias africanas, de la<br />

difusión de la cultura y del fomento del comercio,<br />

y han alentado á los exploradores,<br />

acogiendo y honrando con grandes festejos á<br />

los audaces viajeros Sres. Capello é Ivens,<br />

que regresaron á Portugal en Septiembre<br />

de 1885, después de cruzar la zona africana<br />

que se extiende entre Angola y la desembocadura<br />

del caudaloso Zambeza.<br />

ANGORA ( Geografiay Zootecnia).—Ciudad<br />

del Asia menor ó Anatolia, llamada Ancyra<br />

por los antiguos, y hoy capital de un distrito<br />

de la Turquía'asiática. Es célebre en zootecnia,<br />

porque da nombre á varios animales domésticos<br />

de largas y sedosas lanas, ó sea á los<br />

gatos, cabras y conejos de Angora, que por<br />

corrupción de la palabra llama el vulgo gatos<br />

de Angola, etc.<br />

Las cabras de Angora tienen el pelo largo,<br />

sedoso, tupido, muy fino y adecuado para la<br />

fabricación de tejidos que parecen tisúes de<br />

seda. Los pelos, que miden á veces 75 centímetros<br />

de longitud y descienden desde el<br />

lomo hasta el suelo, se caen espontáneamente<br />

en la primavera, y son blancos ó negros. El<br />

animal es de índole muy apacible y cariñosa,<br />

resiste bien los más rigurosos fríos, aun cuando<br />

proceda de país cálido, y solamente perturban<br />

su salud las humedades. Tienen las orejas<br />

largas y pendientes, y en las hembras<br />

aparecen los cuernos retorcidos en espiral hacia<br />

los dos lados de la cabeza, mientras que en<br />

los machos se elevan á gran altura y en espiral<br />

también, muy separados uno de otro.<br />

Esas cabras han de ser alimentadas únicamente<br />

con forrajes secos, pero comen de<br />

todo y hasta engordan con paja y ramas de<br />

abeto, que devoran con avidez, al contrario<br />

de la cabra común que no las toca. La leche<br />

es grasa, abundante y sin gusto especial. Cada<br />

res produce unos 2 kilogramos de lana tanto<br />

más fina cuanto más joven es el animal, y que<br />

se expende á 6 pesetas el kilogramo para la<br />

confección de terciopelos de Utrech, con que<br />

se guarnecen algunos muebles. Empléase para<br />

tal objeto, porque la fibra es muy flexible y<br />

brillante, y no se desgasta ó aja fácilmente,<br />

ni se mancha con las substancias grasas, que<br />

resbalan sobre el tejido tupido, liso y firme.<br />

También se emplea la lana de Angora en la<br />

fabricación" de mezclas, á las cuales comunica<br />

resistencia y brillo, además de facilitar el teñido<br />

de los tejidos con toda clase de materias<br />

colorantes, ora sean de las que se utilizan<br />

para el algodón, ora de las que se emplean en<br />

las lanas.<br />

Pueden dar las cabras de Angora una ó dos<br />

crías al año, siendo tal la finura de las sedas


A5TG — 334 — ANG<br />

de los cabritos, que se pueden emplear en<br />

peletería. Por la facilidad con que se dejan<br />

conducir, podrían sustituir esas reses en muchas<br />

comarcas de Europa á las ovejas, sobre<br />

todo en las provincias meridionales de España,<br />

ya que se han aclimatado en Medeah (Argelia),<br />

gracias á que el sultán de Turquía<br />

regaló al gobierno francés 35 ó 40 cabezas algunos<br />

años ha. Los vellones se expenden con<br />

facilidad, y á precios elevados, y se trata á las<br />

reses como á los carneros merinos.<br />

El gato de Angora, delicado y objeto de<br />

agasajos y estima por parte de muchas damas,<br />

tiene el pelo muy largo y sedoso; carácter<br />

que le distingue á primera vista. Cuando<br />

se le hostiga, revela la ferocidad de su índole,<br />

y se vuelve desconfiado y feroz, pero es dócil<br />

cuando se le acaricia. Los pelos del vientre<br />

llegan al suelo en ocasiones, los del cuello forman<br />

una ancha y hermosa gorguera. Generalmente<br />

son blancos, aleonados á veces, y en<br />

ocasiones forman manchas. Los labios y las<br />

plantas de los pies son de color de carne y<br />

sonrosados en ese singular felino.<br />

El conejo de Angora tiene también el pelo<br />

fino, sedoso, largo, onduloso, y de color blanco,<br />

gris perla ó rojo claro; es muy abundante,<br />

y se cae en parte con frecuencia durante la<br />

primavera y el otoño. En esas épocas se puede<br />

entresacar con un peine ó con la mano, y<br />

se vende á buen precio, porque le utilizan los<br />

fabricantes de sombreros. Algunos animales<br />

suministran pelo cuatro veces al año, durante<br />

los siete ú ocho que generalmente viven<br />

; la carne es muy poco estimada. La lana del<br />

vientre es muy grosera, y no se priva de ella<br />

nunca á las hembras, que se la arrancan por<br />

sí mismas para formar la cama cuando se hallan<br />

próximas á parir. La castración del macho<br />

es causa de que produzca una lana mucho más<br />

fina; los animales viejos suministran mayor<br />

cantidad del preciado producto que los jóvenes.<br />

Se arranca cuando se pone rizado y forma<br />

pelotones. A causa del pelecho, los animales<br />

son muy sensibles á las variaciones atmosféricas,<br />

y sobre todo al frío;.de ahí la necesidad<br />

de criar muchos juntos, para que se abriguen<br />

unos k otros en las conejeras. Es necesario<br />

ejercer mucha vigilancia para que no estropeen<br />

los vellones. La seda, que se hila bien, se<br />

puede utilizar para la confección de guantes,<br />

medias, etc., si no se destina á la sombrerería.<br />

ANGOSTURA (Botánica). —Árbol que<br />

crece en Venezuela, que Bonpland describió<br />

por primera vez, y que Wild llamó por lo mismo<br />

Bonplandia trifoliata, de 12 á 25 metros<br />

de elevación, recto, cilindrico, dividido en la<br />

cima, y de aspecto de palmera contemplado<br />

desde lejos. Las hojas, reunidas en cabeza hacia<br />

la cima, son persistentes, verdes, de pecíolo<br />

prolongado y limbo trifoliado; hojuelas<br />

sentadas, ovales, prolongadas, agudas y enteras;<br />

flores blancas, ligeramente rosadas, formando<br />

racimos erguidos y cilindricos; cáliz<br />

gamo-sépalo, de cinco divisiones ovales, agudas<br />

y cubiertas en su parte exterior por un<br />

espeso vello; corola en tubos de cinco pétalos,<br />

obtusos y soldados interiormente, tres veces<br />

más larga que el cáliz; siete estambres, y á veces<br />

seis ó cinco, de los cuales solamente son<br />

fértiles dos; ovario de cinco costillas obtusas,<br />

rodeado de un disco saliente y cóncavo; estilo<br />

sencillo, y estigma con cinco lóbulos. El fruto<br />

se halla formado por cinco cajas uniloculares,<br />

bivalvas, monospermas y reunidas en un eje<br />

común. El árbol forma grandes selvas en las<br />

cercanías de Angostura, á la derecha del Orinoco,<br />

y por esa razón ha sido llamado Angostura<br />

trifoliata.<br />

En el comercio se conocen dos especies de<br />

corteza, la verdadera angostura ó corteza del<br />

Figura 145.—Angostura<br />

Galipea febrífuga ó Cusparía febrífuga,<br />

Bondplandia trifoliata, y la angostura falsa,<br />

corteza de la planta que da la nuez vómica<br />

(Strychnos ux vómica), que contiene estricnina<br />

y brucina, ó sean dos violentos venenos,<br />

y que es causa de que sea necesario reconocer<br />

cuidadosamente la angostura antes de utilizarla.<br />

Las formas de la Angostura officinalis, ó<br />

sea la verdadera, tal como el comercio la expende,<br />

son tres. En la primera los pedazos son<br />

planos y de 20 centímetros; la epidermis delgada,<br />

gris amarillenta y casi lisa; la fractura<br />

pardo amarillenta, limpia, compacta y resinosa;<br />

el olor algo nauseabundo, y el sabor<br />

amargo, con impresión mordicante en la punta<br />

de la lengua. En la segunda aparecen los<br />

trozos redondos, de 48 á 50 centímetros; la<br />

epidermis es gruesa y fungosa, rugosa, blanquecina<br />

y marcada con estrías horizontales;<br />

la fractura es morena, dura, compacta y<br />

limpia; el olor muy fuerte, desagradable y<br />

nauseabundo, y el sabor amargo y muy acre.<br />

La tercera forma es un intermedio entre las<br />

dos anteriores. En todo caso, el polvo recuer-


ANG — 335 — ANG<br />

da el del ruibarbo por su color, y los pedazos<br />

presentan un bisel en los bordes.<br />

La corteza de angostura verdadera, que<br />

ofrece la particularidad de no contener tanino,<br />

contiene en cambio goma, materia amarga,<br />

resina, aceite volátil y un principio particular<br />

cristalizable, llamado cusparina. En medicina<br />

se propina en dosis de 4 á 12 gramos por día;<br />

en infusión, bajo la proporción de 30 por 1.000,<br />

y en dosis de 30 á 60 gramos por día; en tintura,<br />

en la proporción de 4 á 8 gramos, y<br />

asociada á la quina, al opio y á la quassia<br />

amara, forma parte del vino de Seguín.<br />

La corteza de angostura, además de ser tónica,<br />

goza de propiedades estimulantes; en<br />

pequeñas dosis reanima las fuerzas digestivas<br />

y aumenta el apetito, y en grandes dosis produce<br />

náuseas. Se ha preconizado como febrífuga<br />

en las fiebres intermitentes y remitentes<br />

biliosas de los países cálidos, en algunas fiebres<br />

continuas de mal carácter, en la anemia y<br />

en los catarros de las mucosas. También se<br />

ha prescrito contra la fiebre amarilla y la disentería.<br />

Las equivocaciones á que ha dado<br />

origen la frecuencia con que se confundía la<br />

angostura verdadera con la angostura falsa,<br />

ha sido causa de que se renunciara á emplear<br />

la primera como medicamento, no obstante<br />

sus excelentes condiciones.<br />

Como sería conveniente utilizarla, terminaremos<br />

marcando bien las diferencias que separan<br />

á las dos cortezas en cuestión. La verdadera<br />

se expende en pedazos casi planos,<br />

adelgazados en bisel por los bordes; la falsa<br />

en pedazos contorneados, sin adelgazar; el olor<br />

de la primera es nauseabundo y desagradable,<br />

el de la segunda nulo; el sabor de aquélla<br />

amargo y deja una sensación particular mordicante<br />

en la punta de la lengua; el de la<br />

falsa muy amargo y persistente, sobre todo<br />

en el paladar y después en la lengua; la primera<br />

es dura, pero fácil de partir; la segunda<br />

dura también y muy difícil de romper; la superficie<br />

externa de la angostura verdadera<br />

amarilla grisada, plana y sin excrecencias;<br />

la superficie de la falsa, obscura, gris ó amarillo-anaranjada,<br />

desigual y como alterada por<br />

la desecación, colorándose en rojo de sangre<br />

la superficie interna cuando se trata con el<br />

ácido nítrico. La infusión de la primera no<br />

precipita ni por el ácido fosfórico ni por el<br />

yoduro de potasio; la de la segunda, en fin,<br />

precipita tratándola por el ácido fosfo-molíbdico<br />

y el yoduro de potasio.<br />

ANGUILA ( Piscicultura). — Género de<br />

peces de la familia de los Anguiliformes, caracterizado<br />

por su cuerpo prolongado ó serpentiforme<br />

, de escamas pequeñas y como embutidas<br />

en la piel gruesa y muy mucilaginosa;<br />

las aletas están poco desarrolladas, no<br />

formando más que un simple reborde de la<br />

piel ó faltando por completo. La especie tipo<br />

es la anguila común, llamada por Linneo Murena<br />

anguilla, del verbo griego murein, deslizarse,<br />

escaparse, y Anguilla vulgaris por<br />

Roud; es conocida desde tiempo inmemorial,<br />

y era considerada entre los griegos y romanos<br />

como un manjar exquisito y de lujo, y tan<br />

apreciada como la murena propiamente dicha.<br />

De ahí que en Roma tuvieran numerosas piscinas<br />

ó viveros para cebarlas. De uno de ellos<br />

obtuvo Hirrius, que fué el primero en organizarlos,<br />

6.000 murenas, que prestó y no<br />

quiso vender á Julio César para sus comidas<br />

triunfales. También criaban anguilas los romanos<br />

para domesticarlas, y aun en una fuente<br />

consagrada á Júpiter, cerca de Liorna, eran<br />

adornadas con pendientes. Vedio Pollión, comensal<br />

de Augusto, arrojaba esclavos á las<br />

murenas para que los devorasen, en la suposición<br />

de que alimentados de esa suerte, la<br />

carne de tales pescados resultaba más delicada<br />

y sabrosa. Cuéntanse horrorosos episodios á<br />

que diera origen la pasión de los romanos por<br />

las murenas. También los griegos estimaban<br />

mucho las anguilas, y las pagaban á elevadísimos<br />

precios; en Sibaris eximieron de toda contribución<br />

á los pescadores de anguilas. Durante<br />

algún tiempo, y gracias á las afirmaciones<br />

del poeta Nicandro, se creyó que la carne de<br />

las anguilas podía ser venenosa, á consecuencia<br />

de asociarse esos pescados con las víboras.<br />

Los sacerdotes egipcios declararon sagradas<br />

las del Nilo, probablemente para que no las<br />

comiera el pueblo, por ser muy aceitosas las<br />

del gran río y constituir un alimento malsano.<br />

Fué considerada la anguila, ora como<br />

emblema de la envidia, ora como símbolo de<br />

la instabilidad de las cosas humanas. En la<br />

Edad Media fué también muy apreciado ese<br />

pescado, puesto que en los tiempos anteriores<br />

á Cario Magno se hacían muchas donaciones<br />

de anguilas á los monasterios de Inglaterra,<br />

Francia y Alemania, y se pagaban muchos<br />

arrendamientos con anguilas. Posteriormente<br />

los reyes en sus pragmáticas y ordenanzas se<br />

ocuparon también de la pesca de las anguilas.<br />

Ya hemos indicado que el género anguila<br />

comprende muchas especies, y que éstas se<br />

pueden distribuir en dos grupos, á saber: anguilas<br />

de hocico corto y ojos grandes, y anguilas<br />

de hocico largo, ojos pequeños y aleta<br />

dorsal elevada. En el primer grupo se incluyen<br />

las siguientes: Anguilla Renieri, A. Cuvieri,<br />

A. Bibroniy A. Savigny, de Kaup, muy<br />

comunes en la parte meridional de Europa.<br />

En el segundo grupo figuran además de otras<br />

especies, éstas: A. capitana, morena y melamcheir,<br />

de Val; la marginata, de Kaup, que<br />

se pesca en Valencia; la microptera, del mismo,<br />

que abunda en Algeciras; la ancidda<br />

(Kaup), de Cerdeña; la mediorostris, de Farr.,<br />

que habita en las regiones septentrionales<br />

principalmente; la altirostris (Kaup), del<br />

Sena; la platycephala (Gunth), del Canal de<br />

la Mancha; la latirostris (Farr.) y la acutirostris,<br />

del Elba y de Inglaterra.<br />

En tanto que los zoólogos han confundido<br />

con frecuencia en una sola especie la Anguilla<br />

vidgaris, de Cuv., la latirostris y la mediorostris,<br />

de Farr., los pescadores las venían<br />

distinguiendo á su manera y las designaban


ANG — 336 — ANG<br />

con diferentes nombres. Así en .Tortosa los<br />

prácticos conocen tres especies, que denominan<br />

de oreja negra, fartonas y canastros;<br />

los pescadores de • la Albufera de Valencia<br />

distinguen las anguilas marinas de las paslurencas<br />

y maresas, y los gallegos llaman<br />

anguila á la vulgaris, y Airoa, Eirá de los<br />

portugueses, á Ta anguila latirostris.<br />

La anguila común, elemento de riqueza en<br />

las comarcas donde hay lagos, lagunas y ríos,<br />

tiene todos los caracteres del género antes<br />

indicado, y otros distintivos que la singularizan<br />

bastante para no confundirla á simple<br />

vista con individuos de otras especies. Su<br />

cuerpo es cilindrico y de naturaleza viscosa,<br />

generalmente muy prolongado y aplanado en<br />

la región caudal. La cabeza es delgada; la<br />

mandíbula inferior avanza más que la superior<br />

y es puntiaguda; las escamas son oblongas,<br />

pequeñas, apenas visibles, numerosísimas, y<br />

están muy adheridas á la piel. No tiene aletas<br />

ventrales; las pectorales son pequeñas é insertas<br />

cerca de los oídos; la dorsal y la anal se<br />

prolongan hasta confundirse con la caudal,<br />

formando una lista estrecha y poco elevada<br />

que se ensancha conforme va acercándose á la<br />

extremidad de la cola. Por esa especial disposición<br />

de las aletas, y por la forma del cuerpo,<br />

se explica perfectamente que las anguilas naden<br />

á reculones casi tan fácilmente como hacia<br />

adelante, y que se distingan de las demás<br />

por su agilidad y su vigor. También favorece<br />

su huida la materia mucilaginosa que<br />

segregan abundantemente, sobre todo cuando<br />

están fuera del agua, por una serie de glándulas<br />

distribuidas en los flancos. Esa secreción<br />

cubre las escamas de una especie de barniz<br />

que pone muy untuosa y brillante la piel.<br />

Una vez fuera del agua el animal, es en ocasiones<br />

tan espeso y consistente el barniz, que<br />

obstruye los poros de la piel. Cuando se desee<br />

que la anguila se conserve viva, es necesario<br />

en esos casos limpiarla bien, haciéndola pasar<br />

por entre la mano un tanto apretada antes<br />

de echar el pez al estanque.<br />

Las anguilas ofrecen una particularidad<br />

verdaderamente curiosa, ó sea la existencia<br />

de un corazón linfático, dotado de pulsaciones<br />

bien caracterizadas. Ese órgano se halla situado<br />

en la extremidad de la vena caudal.<br />

Gracias á él, se explica que muchos pescadores<br />

maten las anguilas mordiéndolas con fuerza<br />

en la cola, y que en cuanto se toca este apéndice<br />

suavemente, el pez sacuda el sopor en que<br />

se halla á veces, y aun que se agite el cuerpo<br />

convulsivamente cuando se halla casi privado<br />

de vida. Los huevos son tan pequeños que sólo<br />

después de investigaciones minuciosas por<br />

medio del microscopio han podido descubrirse<br />

en el cuerpo del animal, dispuestos, como en<br />

las lampreas, á ambos lados de la columna vertebral.<br />

Se ha hablado varias veces de testículos<br />

y de espermatozoos, pero nada de cierto<br />

puede asegurarse, y hasta el día no se conocen<br />

anguilas machos; de ahí que se inclinen muchos<br />

á admitir el hermafroditismo, y que se<br />

sospeche la existencia de individuos estériles<br />

é incapaces de reproducirse. En algunas comarcas<br />

costaneras se llaman angulas á las crías<br />

de las anguilas.<br />

Habitan las anguilas en todas las partes del<br />

mundo, en Europa, África septentrional, Islas<br />

de Madagascar y de Francia, en la India y en<br />

los Estados Unidos. Abunda en las aguas salobres<br />

del litoral; en las charcas, estanques,<br />

lagunas y ríos de las regiones templadas; en<br />

el Mediterráneo y en el Atlántico; en todos<br />

los ríos de la Europa central, excepto el Danubio.y<br />

sus tributarios, y en todos los golfos<br />

y mares de esta parte del mundo, excepto el<br />

Mar Negro y el Caspio. Vive indistintamente<br />

en las aguas corrientes ó en las estancadas,<br />

en las cascadas y en los remansos de los ríos;<br />

á veces remonta las corrientes con rapidez<br />

suma, y al descender se deja arrastrar por el<br />

impulso del agua, y cae muchas veces en los<br />

artificios que colocan los pescadores para aprisionarla,<br />

reuniéndose gran número de individuos.<br />

Durante el día y en las noches claras la<br />

anguila se mantiene generalmente enterrada<br />

en el lodo ú oculta entre las piedras, entre<br />

las raíces de los árboles, y en las cavidades y<br />

agujeros de las márgenes de los ríos. Puede<br />

permanecer mucho tiempo enterrada entre<br />

el lodo húmedo, y en ocasiones transcurre<br />

mucho tiempo antes de que la sensación<br />

del hambre, el calor ó el frío excesivos la<br />

obliguen á abandonar el sitio de descanso.<br />

Cuando no encuentran suficiente cantidad de<br />

alimentos en las aguas; cuando éstas se caldean<br />

demasiado y comienzan á corromperse,<br />

esos peces emigran hacia los arroyos frescos<br />

y puros, rastreando á veces por las márgenes<br />

poco inclinadas, y haciendo el viaje por<br />

tierra, buscando con admirable instinto los<br />

regueros, y los sitios bajos y húmedos, especialmente<br />

los cubiertos de hierba. Por lo<br />

demás, solamente emprende tales excursiones<br />

de noche, y cuando el tiempo y la humedad la<br />

favorecen. En esas excursiones las anguilas<br />

se alimentan de gusanos, de insectos, de larvas,<br />

de caracoles y limacos, pero contraen<br />

con frecuencia un padecimiento, cuya existencia<br />

revelan ciertas manchas blancas en la piel.<br />

Numerosos hechos comprueban la existencia<br />

de esa propensión de las anguilas á emigrar<br />

por tierra, si bien la niegan muchos naturalistas.<br />

Solamente gracias á esa tendencia se.<br />

explica que desaparezcan á veces completamente<br />

las anguilas de un río, y aparezcan en<br />

charcos y corrientes que no tienen ninguna<br />

comunicación con él. También aparecen anguilas<br />

en lagos que se hallan á muchos metros<br />

sobre el nivel del mar, gracias á la tendencia<br />

de los animales jóvenes á remontar por las<br />

corrientes y marchar en busca de aguas ricas<br />

y frescas.<br />

La historia natural y los hábitos de las anguilas<br />

son muy conocidos. Durante la primavera<br />

, en los meses de Marzo y Abril, se verifica<br />

la llamada trepa, es decir, que infinidad


ANG — 338 — ANG<br />

época. En un abrevadero perteneciente, al Barón<br />

de Riviére, situado en la Isla de la Camarga,<br />

formada por el delta del Ródano, que<br />

solamente mide 200 metros cuadrados, y no<br />

recibe más agua que las de lluvia, algún pescador<br />

obtuvo en un año de 300 á 350 kilogramos<br />

de anguilas. M. C. Millet, que en 1840<br />

recogió cerca de Abbeville un kilogramo de<br />

angulas, ó sean 3.500 próximamente, y que<br />

echó en canales y fosos que recibían agua del<br />

Aisne, obtuvo á los cinco años 2.500 kilogramos<br />

de hermosas anguilas, y continuó obteniendo<br />

durante varios años el mismo resultado<br />

con sólo tomarse el cuidado de aportar crías.<br />

A este propósito escribe un publicista español:<br />

si en una libra de anguilas vivas recién<br />

nacidas entran, como hemos dicho, 6.000, en<br />

una arroba entrarán 150.000, y en 2 quintales<br />

1.200.000. Creciendo estas anguilas en las<br />

proporciones establecidas por M. Coste en el<br />

Colegió de Francia, al cabo de seis años pesarían<br />

3.600.000 libras, que al mínimo precio<br />

de 8-reales libra del mercado de Madrid, producirían<br />

la considerable suma de 28.800.000<br />

reales.<br />

Enemigos y enfermedades.—Los enemigos<br />

con que ha de luchar la anguila y las enfermedades<br />

que padece son numerosos. Pudiendo<br />

habitar en aguas poco profundas, y teniendo<br />

propensión á instalarse en ellas, cuenta<br />

con menos medios que cualquiera otro pescado<br />

para substraerse á las persecuciones. De<br />

ahí que no obstante su agilidad, la facilidad<br />

con que se oculta entre las piedras y hendeduras<br />

y bajo la hierba, es devorada por las<br />

nutrias, por las aves acuáticas y por los peces<br />

voraces, á más de que en ocasiones las mismas<br />

anguilas devoran los individuos pequeños<br />

de su especie.<br />

La alteración de las aguas en los países cálidos<br />

es causa de que mueran muchas anguilas;<br />

ya hemos indicado que en sus emigraciones<br />

por tierra contraen el padecimiento que<br />

se revela por la aparición de manchas blancas<br />

en el cuerpo del pez, y que son mortales á<br />

veces. El exceso de calor y de frío acaba<br />

también con su existencia. En el siglo pasado<br />

perecieron de frío en las lagunas de Comachio<br />

tantas anguilas que se calculó su peso en<br />

1.600.000 kilogramos; en 1850 murieron otras<br />

tantas. La elevación de la temperatura y la<br />

sequía en 1789 causó la muerte á una masa<br />

de 296.000 kilogramos, y en 1825 á más de<br />

2.400.0CO kilogramos.<br />

Aplicaciones y cualidades de las anguilas.—<br />

La carne de este pescado tiene un sabor característico<br />

y agradable; es á veces viscosa,<br />

aceitosa y de digestión difícil para algunos<br />

estómagos, á menos de que esté asada. En las<br />

aguas dulces adquiere un gusto exquisito, y<br />

tan apreciada es, que en Londres se consumen<br />

anualmente mas de 10 millones de kilogramos<br />

de anguilas. La semejanza de la anguila con<br />

la culebra ó la serpiente ha sido causa de que<br />

en muchos pueblos, como el irlandés, el escocés,<br />

el ruso y algunos del Asia septentrional,<br />

se consuma con repugnancia ó se repudie dé<br />

una manera absoluta como alimento.<br />

Las anguilas se sirven en la mesa frescas,<br />

saladas ó escabechadas. Los antiguos estimaban<br />

mucho las anguilas de Macedonia, y en<br />

la Edad Media constituían las anguilas saladas<br />

un importante artículo del comercio de<br />

Inglaterra, Holanda, Dinamarca y algunas<br />

comarcas francesas. Se depositaban en barricas,<br />

alternando las capas de anguilas con las<br />

de sal común, y se cerraban herméticamente<br />

las barricas á fin de que se conservasen las<br />

anguilas durante todo el invierno en una especie<br />

de salmuera. En algunos países almacenan<br />

actualmente las anguilas divididas en trozos,<br />

después de freír éstos, escabechándolas;<br />

si en España, y particularmente en el cursó<br />

inferior del Ebro y de los principales ríos, se<br />

adoptasen esas prácticas, podría surtirse á<br />

muchas regiones de un excelente y exquisito<br />

alimento. Eso sería preferible á consumir las<br />

angulas en el momento en que remontan los<br />

ríos, inutilizando casi un inmenso número de<br />

peces que más tarde, una vez desarrollados,<br />

representarían una riqueza valiosísima. Generalmente<br />

se cuecen las pequeñas anguilas para<br />

comerlas, bien en tortilla, bien á la vinagreta,<br />

empleándose también el caldo para sopa.<br />

Gracias á su especial organización, puede<br />

conservarse largo tiempo la anguila viva friera<br />

del agua. Cuando no sean muy considerables<br />

las distancias que hayan de recorrerse',<br />

podrán trasladarse esos peces en sacos humedecidos<br />

ó en cestos planos, guarnecidos de<br />

hierbas frescas. La piel de las anguilas es<br />

muy tenaz, y se emplea en diferentes usos<br />

después de bañarla bien de aceite; los tártaros<br />

sustituyen con ella los cristales de las ventanas.<br />

En las lagunas de Comachio se expide<br />

el pescado, ó vivo, ó preparado después demuerto.<br />

Anguilas vivas.—Para transportar las anguilas<br />

vivas á las provincias meridionales dé<br />

Italia se emplean unas barcas cerradas, análogas<br />

á los barcos viveros, cuyas paredes están<br />

llenas de agujeros, para que los peces se<br />

mantengan constantemente en comunicación<br />

con el agua. Generalmente esas barcas miden<br />

de 13 á 14 metros de longitud, de 3,50 á 4 dé<br />

anchura, y pueden transportar de 9.000 á<br />

10.000 kilogramos de pesca. Para que la abun¿<br />

dancia de pescado en los puntos de venta rió<br />

influya en la disminución de los precios, se<br />

deja largo tiempo la mayoría de las anguilas<br />

en la barca, ó bien en estanques ó depósitos<br />

adecuados.<br />

Anguilas preparadas.—Estas pueden conservarse<br />

en barriles durante largo tiempo:<br />

Así es posible enviar á Rusia desde Comachio<br />

barriles de anguilas, cada uno de 69 kilogramos<br />

próximamente, cuyo precio oscila, según<br />

la clase del producto, desde 60 á 100 pesetas:<br />

Antes de colocar los peces en esos barriles,^es<br />

necesario salarlos, escabecharlos, marinarlos<br />

ó ahumarlos.<br />

Para salar las anguilas se comienza por .


ANG — 339 — ANG<br />

echarlas en un foso cuadrangular, cuyo fondo<br />

esté bien enlosado, y cuyas paredes se hallen<br />

convenientemente revestidas, para que no dejen<br />

filtrarse el líquido que se forma. Comiénzase<br />

por extender sobre el fondo una capa de<br />

sal gris; se coloca encima una de anguilas, y<br />

cuando se ha rellenado el foso, se cubrirá con<br />

tablones fuertes, sobre los cuales se colocarán<br />

pesos considerables, á fin de prensar la masa.<br />

Gracias á la humedad que despiden las anguilas,<br />

se funde muy luego la sal, se forma<br />

una salmuera que impregna completamente<br />

las carnes, y aparece en la superficie una capa<br />

terrosa que preserva al pescado de la influencia<br />

deletérea de los agentes exteriores. La salmuera<br />

en exceso se escurre por la pendiente<br />

ligera del fondo de la hoya, y se recoge en un<br />

depósito para utilizarla á otros usos. A los<br />

quince días se pueden distribuir las anguilas<br />

en los barriles para entregarlas al comercio.<br />

Para escabechar las anguilas es necesario<br />

someterlas á la cocción: para ello se desprenden<br />

la cabeza y la cola; se divide en trozos el<br />

resto del cuerpo cuando las anguilas sean voluminosas,<br />

y se ensartan en el asador, para<br />

someter éste á la acción de un fuego bastante<br />

vivo y sostenido. La grasa que escurra se recogerá<br />

para alumbrar los barcos y para otros<br />

usos, y para freír las anguilas que no sea dable<br />

asar, por ser delgadas en demasía. Las pequeñas<br />

se ensartan en zig-zag. Una vez asadas ó<br />

fritas las anguilas, se depositarán en cestos<br />

para que escurran y se enfríen, y después se<br />

las apilará en los barriles, rodándolas con sal<br />

y vinagre, á la manera de los arenques, y se<br />

cuidará de que quede el menor vacío que sea<br />

dable. Los barriles grandes contienen á veces<br />

hasta 65 kilogramos de escabeche, y los pequeños<br />

suelen tener forma cónica.<br />

La anguilas ahumadas, ó más bien secas,<br />

han de someterse previamente á una saladura<br />

por inmersión. Para ello se comienza por<br />

echar las anguilas vivas en el agua salada que<br />

se habrá recogido precedentemente en el fondo<br />

del foso donde se salan las anguilas; de<br />

esa manera el cuerpo del pez se impregna de<br />

salmuera mejor que si estuviese muerto. Después<br />

de mantenerle durante algún tiempo en<br />

el baño, se extraerá, se limpiará con agua<br />

templada, y se colgará del techo de una habitación<br />

que esté suficientemente caldeada. Gracias<br />

á esa desecación, la anguila adquiere un<br />

color bronceado, por lo cual se ha dicho que<br />

está ahumada, siendo así que no interviene<br />

para nada el humo en la preparación. Para<br />

que no se endurezcan las anguilas con la sequedad<br />

ni se enrancien con la humedad, se<br />

las cubre con paja ó se colocan en las cajas<br />

en que se transporten.<br />

Cría de las anguilas.—Siendo tantas las<br />

utilidades que de las anguilas se pueden obtener,<br />

no es de maravillar que se haya tratado<br />

de criarlas artificialmente , y obtener las<br />

cuantiosas utilidades que proporciona esa industria.<br />

Se utilizan charcas, lagunejas y estanques<br />

especiales. Para ello, y toda vez que<br />

no han podido obtenerse todavía las huevas<br />

de la anguila, ni por los medios naturales ni<br />

artificialmente, es preciso recoger la cría durante<br />

las mareas de Abril y Mayo, ya que solamente<br />

se encuentra en el mar, cerca dé la<br />

desembocadura de los ríos y lagunas de agua<br />

dulce en ese estado, y se deberán trasladar en<br />

seco al estanque las angulas, como dicen en<br />

la costa cantábrica, colocándolas en excusas<br />

ó cestos con tapa, y cuyo apretado tejido no<br />

permita que se escapen. Para mayor seguridad<br />

se podrán cubrir interiormente con lienzo<br />

las cestas, colocando en ellas alternativamente<br />

capas de paja entera ó hierbas acuáticas,<br />

y capas de los delgados pececillos. De esa<br />

manera se pueden trasladar éstos con insignificantes<br />

pérdidas á enormes distancias. Algunos<br />

prefieren alas angulas los rabiches, ó<br />

sean las crías más desarrolladas y que generalmente<br />

se recogen en las albuferas. Las an j<br />

güilas tienen una vida tan tenaz, que en todas<br />

las edades se pueden trasladar á grandes distancias.<br />

Si las charcas ó lagunas en que se las<br />

deposite son cenagosas y se hallan provistas<br />

de vegetación, encuentran muy luego con qué<br />

mantenerse, devorando primero gusanillos y<br />

larvas de insectos acuáticos, y después moluscos,<br />

peces y hasta culebras de agua, cuyos<br />

restos se encuentran muchas veces en él estómago<br />

de las anguilas adultas.<br />

Cuando se desee cebar las anguilas para<br />

que se desarrollen más pronto, se colocarán<br />

en un depósito especial, y se las echan los<br />

desperdicios de la cocina y del matadero, es<br />

decir, tripas, callos, asaduras, piltrafas, etc.,<br />

tanto más desmenuzadas cuanto más jóvenes<br />

sean las anguilas, debiendo cuidar el piscicultor<br />

de que la charca ó estanque donde críe<br />

anguilas no se quede exhausto de cebo, porque<br />

entonces emigrarían los hambrientos peces<br />

para buscar alimento en otra parte, trasladándose<br />

por praderas, pantanos y sitios<br />

húmedos, en la forma que hemos indicado<br />

anteriormente.<br />

Después de sembrada la cría, es necesario<br />

atender á su conservación, evitando la destrucción<br />

consiguiente á la mezcla de especies<br />

distintas y carnívoras, y limpiando las charcas<br />

de enemigos tan temibles como las culebras,<br />

las ratas de agua, galipatos, salamandras,<br />

tritones y otros bichos reconocidos como<br />

dañinos á la pesca. Cuando los depósitos sean<br />

extensos, no faltará alimento por lo general á<br />

las voraces anguilas. Cuando los depósitos<br />

sean reducidos, es decir, cuando la piscicultura<br />

tiene carácter verdaderamente doméstico<br />

, es necesario atender al cebo de las anguilas,<br />

como antes se ha indicado.<br />

ANGUILERA (Piscicultura).—Depósito<br />

en que se conservan vivas las anguilas. Deben<br />

construirse en sitios bien sombreados y abrigados<br />

, al lado de los ríos ó de los estanques. '<br />

Deben ofrecer tales condiciones, que no moleste<br />

la luz á los peces en cuestión, y que éstos<br />

encuentren sinuosidades y agujeros para refugiarse.<br />

De ahí que convenga cubrir los de-


ANG — 340 — ANG<br />

pósitos con tablas agujereadas, y que deban<br />

echarse en el fondo troncos de árboles y piedras<br />

huecas, conductos sueltos de barro ó<br />

de metal, etc., etc. Los toneles y barriles<br />

pueden servir también para el mismo objeto.<br />

A veces se echan en los depósitos las anguilas<br />

que están excesivamente cebadas, ó cuya carne<br />

sabe á cieno, para que pierdan el mal gusto<br />

y el exceso de grasa. En otros casos se las<br />

deposita para cebarlas y nutrirlas bien, echándolas<br />

restos animales y vegetales.<br />

También se llama anguilera el aparato que<br />

emplean los molineros para retener las anguilas<br />

arrastradas por la corriente, y el que<br />

Utilizan los pescadores para coger las anguilas<br />

en las salidas de los estanques y en los<br />

puntos donde es rápida la corriente de los<br />

ríos y arroyos.<br />

ANGUILÍDEOS (Ictiología). — Familia<br />

de pescados pertenecientes al orden de los apodos,<br />

y que comprende dos géneros: las anguilas<br />

y los congrios. Los anguilídeos tienen el<br />

cuerpo prolongado y serpentiforme, redondeado<br />

en la parte anterior y comprimido hacia<br />

la cola, hallándose cubierto con una piel<br />

que tiene escamas muy pequeñas, y está embadurnada<br />

de una materia viscosa. La cabeza<br />

es larga y mandíbulas dentadas; la lengua<br />

suelta; las narices de dos orificios muy separados<br />

uno de otro y situados delante del ojo;<br />

el ano se halla á gran distancia de la cabeza.<br />

En la anguila es la mandíbula superior más<br />

corta que la inferior, al contrario de lo que se<br />

observa en el congrio.<br />

ANGTJILIFORMES (Zoología) .—Pescados<br />

pertenecientes á una familia comprendida<br />

en el orden de los malacopterigios apodos, y<br />

que comprende los géneros anguila, gimnoto,<br />

sarcofarinx, ceptocéfalo, gimnarco, equila<br />

y doncella.<br />

ANGUILULAS (Zoología y Agricultura).—<br />

Gusanos pequeños, confundidos un<br />

tiempo con los vibriones, que tienen, como<br />

otros animales, la propiedad de secarse y permanecer<br />

secos durante un período indefinido,<br />

sin dar la menor señal de vida, pero también<br />

sin perecer; de manera que bajo la influencia<br />

de la humedad recobran el movimiento y la<br />

vida; de ahí que se los haya considerado, lo<br />

mismo que á los tardígrados y rotíferos, animales<br />

que resucitan. Hállanse en las tierras<br />

húmedas, en las aguas estancadas y en los<br />

cuerpos enmohecidos. Distínguense varias especies<br />

de anguilulas, entre las cuales son las<br />

más importantes la anguililla del vinagre (Anguillula<br />

aceti), la de la cola (A. glulinis) y<br />

la del trigo (A. tritici). Esta última es la más<br />

interesante para la agricultura; fué descubierta<br />

en 1743, y estudiada posteriormente por<br />

el doctor Davaine.<br />

Pertenece á la clase de los gusanos nematoides,<br />

que viven como parásitos; puede considerarse<br />

como el tipo del género anguilula,<br />

creado y definido por Ehrenberg; predomina<br />

en los individuos el aparato reproductor, y se<br />

nota la falta de un aparato especial para la<br />

respiración; función que probablemente se verifica<br />

por la piel del animálculo, cuya facultad<br />

absorbente se halla muy desarrollada. Solamente<br />

posee un órgano rudimentario para la<br />

circulación, un sistema nervioso poco desarrollado<br />

y un sencillo canal muy largo. El parénquima,<br />

que se halla contenido en el tubo<br />

mesentérico y que rodea el intestino, cumple,<br />

al parecer, las transformaciones y la eliminación<br />

de las substancias introducidas en la economía<br />

, y desempeña las funciones del hígado<br />

y de los ríñones; aparatos que faltan en esos<br />

animales. Hay anguilulas machos y anguilulas<br />

hembras; en estado de larvas no presentan<br />

sexo; antes de la larva existen huevos masculinos<br />

y huevos femeninos, que pone la anguilula<br />

hembra, la cual es ovípara, y cuyos<br />

huevos son fecundados por la unión con la<br />

anguilula macho. Un grano de trigo atacado<br />

contiene de 8.000 á 10.000 larvas, las cuales<br />

forman un polvo blanquizco y seco que reemplaza<br />

á la fécula, constituyendo millares de<br />

anguilulas muertas al parecer. La harina de<br />

tales trigos es absolutamente impropia para<br />

la alimentación del hombre y para los usos<br />

industriales, pero no es nociva á la salud. Esa<br />

enfermedad, que se ha confundido con la neguilla,<br />

tizón, etc., es especial del cereal mencionado<br />

, y no se observa en el centeno, en la<br />

cebada y en la avena.<br />

Según M. Davaine, la larva de la anguilula,<br />

observada con un buen lente ó con el microscopio<br />

, presenta un cuerpo filiforme, cilindrico,<br />

elástico, de 0,8 milímetros de longitud y<br />

de 0,012 á 0,015 milímetros de grueso, y está<br />

un poco adelgazada en sus extremidades. El<br />

tegumento es liso, no presenta pliegues ó estrías<br />

visibles; la cabeza se confunde con el<br />

cuerpo; la boca es redonda; el intestino indistinto<br />

y oculto en una substancia granujienta;<br />

en el medio del cuerpo existe un espacio<br />

vacío, que forma una lúnula; no es visible<br />

el ano, y la cola termina en punta roma, y es<br />

más delgada que la cabeza. Los movimientos<br />

ondulatorios son muy rápidos á los pocos<br />

días de aparecer la larva, si ésta se halla en<br />

sitio muy húmedo. Muere aparentemente por<br />

desecación, y resucita con la humedad; facultad<br />

de que no gozan las anguilulas adultas,<br />

machos ó hembras.<br />

Las primeras son muy parecidas á la larva<br />

por la forma general del cuerpo, y presentan<br />

las extremidades de ésta relativamente más<br />

adelgazadas; miden 2,3 milímetros de longitud<br />

y 0,1 de grueso. El tegumento está algo estriado;<br />

la boca es redonda; el bulbo esofagiano<br />

se halla muy próximo á la boca, y á continuación<br />

de él hay un abultamiento estomacal;<br />

el intestino es flexuoso en un mesenterio tubuloso<br />

y recto; el ano, casi terminal é imperforado;<br />

testículo y canal deferente amplios; el<br />

pene casi terminal, sencillo, corto, formado<br />

por dos piezas laterales y una media más pequeña;<br />

dos alas membranosas, longitudinales<br />

y delgadas. La vivacidad y agilidad del animálculo<br />

son grandes, y sus actitudes diversas.


ANG — 341 — ANG<br />

La anguilula hembra es de mayor volumen<br />

que el macho; su longitud varía de 3 á 4,50<br />

milímetros, y su anchura alcanza á 0,25. El<br />

ovario es tubuloso, y está á continuación de<br />

la trompa; la matriz es distinta y corta; la<br />

vagina bastante larga; la vulva está á 0,3 ó<br />

0,4 milímetros de la extremidad caudal. Los<br />

huevos son oblongos, de cascara membranosa<br />

y una longitud de 0,8 milímetros. Cada hembra<br />

pone de 1.200 á 1.500 huevos; generalmente<br />

contorneada en espiral, no es susceptible<br />

de locomoción, y solamente se mueve la<br />

cabeza en diferentes sentidos.<br />

Sentados esos precedentes, lo importante es<br />

definir bien la enfermedad del trigo causada<br />

por las anguilulas. La existencia del mal<br />

se conoce en un principio, según el doctor<br />

Davaine, que tan detenidamente le ha estudiado<br />

, porque la caña de la planta atacada es<br />

proporcionalmente más baja que las sanas de<br />

su misma edad, y además es tortuosa y raquítica.<br />

Las hojas suelen ser de color verde<br />

azulado, y algo retorcidas en sentidos diferentes,<br />

ora sinuosas, ora en espiral, y semejantes<br />

á un tirabuzón. En los trigos muy enfermos<br />

la espiga es enteca, se halla medio seca<br />

y solamente presenta rudimentos, ora de las<br />

glumas que han de envolver los granos, ora<br />

de los granos que debieran haberse formado.<br />

En aquellos trigos cuyo aborto no se manifiesta<br />

exteriormente de tan patente manera, la<br />

caña es bastante recta, la espiga aparece formada<br />

y las hojas no se presentan arrugadas<br />

en demasía; las glumas, aun cuando más cortas<br />

y más separadas que las del trigo sano, se<br />

hallan completas; pero en lugar de contener<br />

un pequeño cuerpo blanco y aterciopelado en<br />

su cima durante la época de la floración, solamente<br />

encierran un grano verde, que termina<br />

bruscamente en punta, y que asemeja á<br />

los guisantes cuando comienzan á formarse en<br />

la vaina. Esos granos verdes tienen en ocasiones<br />

dos puntas, y aun á veces tres, formando<br />

en algunas circunstancias dos ó tres granos<br />

distintos. En su interior contienen una materia<br />

blanca pulposa, la cual no es otra cosa que<br />

una aglomeración de anguilulas. Los granos,<br />

verdes en un principio, se vuelven de color<br />

obscuro, y después de color negro por la parte<br />

exterior. La substancia interna se seca y adquiere<br />

tal aspecto que pudiera tomarse por<br />

harina. Esos granos se parecen á los de la neguilla<br />

de los trigos, Lychnis ó Agrostema githago;<br />

Tillot ba establecido diferencias entre<br />

esta enfermedad y la de la caries, que<br />

ha llamado aborto ó raquitismo; pero no ha<br />

descubierto la presencia de la anguilula en un<br />

grano abortado; de manera que le ha sido imposible<br />

explicar el mal y descubrir los medios<br />

para contenerle. M. Davaine, según queda<br />

dicho, es quien ha aclarado muchas dudas.<br />

«Cuando se siembra un grano seco de trigo atacado<br />

, dice, no germina ni vegeta, sino que se<br />

hincha, se reblandece y se pudre, agujereando<br />

la cascara los millares de larvas que contenía,<br />

y que se abren camino y reviven gracias á la<br />

humedad, pero mueren si no encuentran en el<br />

camino alguna planta de trigo en estado herbáceo.<br />

Pues bien; como al efectuarse la sementera<br />

, al lado de los granos abortados caen<br />

granos sanos, las anguilulas encuentran muy<br />

luego las plantas que han producido los segundos;<br />

penetran en los estuches de las hojas,<br />

que forman entonces el tallo; caminan de<br />

uno en otro, y del exterior al interior; se mantienen<br />

durante mucho tiempo al abrigo de las<br />

hojas arrolladas, y si es húmedo el tiempo, van<br />

elevándose á medida que la planta se desarrolla.<br />

Como la espiga de trigo se forma antes de<br />

aparecer al exterior, y permanece mucho tiempo<br />

oculta en los estuches de las hojas centrales,<br />

la encuentran libre las anguilulas y se<br />

introducen entre las partes que la componen.<br />

Para que á la invasión de las anguilulas siga<br />

la enfermedad, es necesario que esa invasión<br />

se efectúe en una época próxima á aquellas en<br />

que haya de formarse la espiga, y generalmente<br />

se verifica cuando ésta tiene pocos milímetros<br />

de longitud, y cuando tienen todavía<br />

forma escamosa las diferentes partes que constituyen<br />

la flor. Puestas las anguilulas en contacto<br />

con las escamas, se introducen en éstas,<br />

horadándolas fácilmente, y determinan la enfermedad<br />

de que se trata. Cuando esas escamas<br />

han adquirido la forma de las diferentes partes<br />

que han de constituir la flor, las anguilulas<br />

no pueden penetrar ya en su parénquima,<br />

y no se produce el raquitismo. Hasta que no<br />

penetran en la substancia de la espiga, las anguilulas<br />

no adquieren desarrollo ninguno; pero<br />

una vez instaladas, llegan muy luego al estado<br />

adulto, revistiendo la forma de hembras y de<br />

machos, y poniendo las primeras un gran número<br />

de nuevos, en los cuales se distingue muy<br />

pronto el embrión. Al cabo de pocos días el<br />

embrión rompe la cascara del huevo, y sin experimentar<br />

inmediatamente otro cambio ulterior,<br />

vive en estado de larva en la cavidad que<br />

encierra á sus padres. Mientras que las anguilulas<br />

que han penetrado en la espiga van<br />

desarrollándose, el parénquima que las envuelve<br />

se desarrolla también, y forma una excrecencia<br />

redondeada que constituye el grano<br />

abortado. En la época de la madurez del trigo<br />

las anguilulas adultas han terminado ya de poner<br />

huevos; éstos se han desarrollado, y los<br />

embriones han salido del cascarón. Entonces<br />

perecen sus padres; sus tegumentos y órganos<br />

se reducen a restos que es imposible reconocer;<br />

las anguilulas de la nueva generación se<br />

secan, y la fécula del grano es reemplazada por<br />

infinidad de larvas muertas aparentemente,<br />

pero dispuestas á resucitar así que encuentran<br />

la humedad necesaria. Las anguilulas<br />

no tienen más que un año de vida activa. En<br />

las larvas nuevas esa vida cesa con la madurez<br />

del grano, ó sea durante un mes escaso, y<br />

se reanuda cuando el grano es confiado nuevamente<br />

á la tierra en la época de la siembra,<br />

cuando se humedece, se reblandece y permite<br />

la salida de las larvas, que viven por lo pronto<br />

en la tierra, y después en la caña del trigo


ANG 342 — ANG<br />

hasta la formación de la espiga; de manera<br />

que todas esas evoluciones se verifican desde<br />

el mes de Octubre hasta el mes de Abril, es<br />

decir, que la vida activa de la larva es de siete<br />

meses. Hacia mediados de Julio acaban de<br />

desovar y perecen los individuos adultos; de<br />

manera que ese nuevo período de la existencia<br />

de la anguililla dura unos tres meses.<br />

Naturalmente esos períodos de ]a evolución<br />

vital del animálculo son más ó menos largos,<br />

según las diferentes regiones y el tiempo que<br />

emplea el trigo para llegar á la madurez.<br />

Cuando no hay humedad suficiente entre las<br />

hojas que forman el tallo herbáceo, los gusanos<br />

no pueden pasar de una á otra y elevarse<br />

hasta la espiga, y de ahí que durante un tiempo<br />

seco se las halle inmóviles en el interior de<br />

la joven planta, aun cuando está todavía verde<br />

y continúa desarrollándose. La estación seca<br />

es, pues, contraria al desarrollo de la neguilla,<br />

y por otra parte, las anguilillas no pueden ya<br />

penetrar en el parénquima de la espiga tierna<br />

así que las diferentes partes que deben constituir<br />

la flor del trigo han adquirido cierto<br />

grado de desarrollo. Precisamente en el mes<br />

de Abril, que es cuando la espiga se halla todavía<br />

en estado rudimentario, ofrece ya bastante<br />

resistencia para que penetren las anguilulas,<br />

refiriéndonos á la mayoría de las regiones<br />

españolas, y más tarde en el centro de Europa;<br />

de manera que á partir de ese momento,<br />

cualquiera que sea la' marcha de los fenómenos<br />

meteorológicos, el raquitismo no podrá<br />

desarrollarse.<br />

No todas las espigas de una misma mata<br />

son atacadas con igual intensidad, puesto que<br />

algunas de ellas quedan completamente preservadas<br />

de la invasión. Los primeros brotes,<br />

los que primero se ofrecen para refugio y<br />

pasto de las anguilillas, después de haber<br />

abandonado éstas el grano atacado, pueden<br />

ser invadidos por tal número de larvas, que<br />

las espigas no tengan grano sano, en tanto<br />

que los tallos más tardíos del mismo pie solamente<br />

reciban algunos animálculos retrasados<br />

en su desarrollo, ó no reciban ninguno, de<br />

manera que la espiga resulte completamente<br />

sana. M. Davaine obtuvo espigas intactas de<br />

plantas invadidas por numerosas anguilillas,<br />

cortando sucesivamente los primeros tallos<br />

herbáceos por el cuello de la raíz; en lo que<br />

no cabe duda es en que todo grano atizonado<br />

queda completamente perdido, siendo cuestionable<br />

si son invadidos ó no todos los granos<br />

de una espiga.<br />

La mezcla de granos infestados con granos<br />

sanos en la siembra es casi siempre la causa<br />

que se extienda la enfermedad. Por lo mismo,<br />

no deben sembrarse nunca trigos abortados, y<br />

en caso de no haber otro recurso, es necesario<br />

espurgar bien la semilla de los granos contaminados,<br />

ó en caso contrario, recurrir á un<br />

procedimiento imaginado por M. Davaine,<br />

después de averiguar que la cal y el sulfato de<br />

cobre son insuficientes para destruir las larvas<br />

de las anguilulas. Ese procedimiento, de<br />

cuya eficacia no dudan los que le han aplicado,<br />

consiste en mantener durante veinticuatro<br />

lloras la semilla que haya de sembrarse sumergida<br />

en un líquido compuesto de 150 partes<br />

de agua ordinaria y una parte de ácido<br />

sulfúrico. El líquido mata todas las larvas,<br />

haciendo probablemente que pierdan su facultad<br />

germinadora algunos granos de trigo.<br />

De ahí la precisión de aumentar la cantidad<br />

de la semilla cuando no se haya logrado obtener<br />

un trigo limpio completamente. De todos<br />

modos, en las localidades en que se desarrolla<br />

la neguilla no deben echarse las acribaduras<br />

en los basureros, ni echar los granos infestados<br />

á las gallinas, porque éstas no los comen,<br />

y recogidos al barrer, vuelven con los estiércoles<br />

á los campos, donde se desarrollan las<br />

larvas en condiciones favorables. Todos esos<br />

residuos deberían quemarse ó someterse pollo<br />

menos á la torrefacción en el horno del pan,<br />

cuando la temperatura de éste sea poco inferior<br />

de 100°. La medida más eficaz consiste en<br />

que no siga á una cosecha de trigo otra en la<br />

rotación, puesto que las anguilulas, reavivadas<br />

por la humedad, mueren cuando no encuentran<br />

plantas jóvenes de trigo en que refugiarse<br />

y verificar sus evoluciones.<br />

ANGULAR.—Hueso llamado también lagrimal,<br />

par, muy delgado, aplastado y de figura<br />

irregular, que ocupa el ángulo grande ó<br />

nasal del ojo, sostiene el saco y el conducto<br />

lagrimal, y concurre á la formación de la órbita<br />

y de los senos de la cabeza.<br />

ÁNGULOS.—Llámanse así las cuatro esquinas<br />

del picadero y las que forma un caballo<br />

trabajando sobre un cuadro.—Ángulos del<br />

ojo. Los dos puntos en que se reúnen las dos<br />

extremidades del párpado superior con las del<br />

inferior. Ángulo grande ó interno es el inmediato<br />

á la nariz, y pequeño ó externo el que<br />

se halla más próximo á la sien.<br />

ANGULOSO.—Dícese de los cuerpos que<br />

presentan ángulos salientes, y en zootecnia de<br />

los animales cuyas formas son angulosas y de<br />

mal aspecto, haciéndoles aparecer flacos sin<br />

estarlo en realidad. Precisamente esa particularidad<br />

es una consecuencia del gran desarrollo<br />

óseo, ventajosísimo tratándose de animales<br />

de trabajo. Esas eminencias forman brazos de<br />

palanca que por su longitud favorecen el movimiento<br />

de las masas musculares. Muchos<br />

caballos de pura sangre son angulosos, así<br />

como varias castas de bueyes celebradas por<br />

su vigor para el trabajo.<br />

ANGURIA (Horticultura).—Género de<br />

plantas de la familia de las cucurbitáceas y<br />

tribu de las cucumeríneas, herbáceas ó frutescentes,<br />

muy sarmentosas, y pubescentes ó vellosas.<br />

El fruto ofrece una pulpa abundante;<br />

es oblongo ú ovoideo, y contiene muchos granos<br />

comprimidos. Distínguense unas cuarenta<br />

especies de angurias, entre las cuales lapedata,<br />

cuyas semillas son emulsivas y cuya pulpa<br />

se utiliza en cataplasmas emolientes, comiéndose<br />

sus frutos en las Antillas como cohombros<br />

ó adobados en vinagre, y la trilobala,


ANG — 343 — ANG<br />

cuyo fruto se utiliza también como alimento.<br />

También se emplea la palabra anguria para<br />

designar el cidracayo (Cucumis anguria 6<br />

Cucúrbita citrullus), empleado en confitería<br />

para el dulce llamado cabellos. De las pepitas<br />

se obtiene un aceite dulce y agradable que se<br />

emplea como condimento.<br />

ANGUS (Baza vacuna de) (Zootecnia).<br />

Así se llama una raza vacuna que se cría en<br />

el Condado de Angus ó Forfar, denominado<br />

así también del nombre de la población<br />

más importante, y que se extiende al E. de<br />

Escocia, entre el golfo de Tay y el Esk, constituido<br />

por abundantes llanuras y feraces valles<br />

, entre los cuales es el de Stathmore el<br />

más importante. El clima de esa comarca, situada<br />

al E. de los montes Grampians, es bastante<br />

frío y parecido al de la zona oriental de<br />

Inglaterra, siendo la temperatura media de 8<br />

sobre O, y no excediendo<br />

la máxima de<br />

15. La raza vacuna<br />

de Angus, robusta y<br />

poco exigente, desciende<br />

sin duda alguna<br />

de la raza de los<br />

Highlands, que se ha<br />

desenvuelto gracias<br />

á las excelentes condiciones<br />

de los pastos<br />

en país arcilloso y<br />

húmedo. Las reses se<br />

clasifican en dos<br />

grandes grupos, según<br />

que sean mochas<br />

ó tengan cuernos,<br />

pero no se diferenciansubstancialmente<br />

por sus cualidades.<br />

Precoces y de rápido<br />

desarrollo, comen<br />

con extraordinario<br />

apetito; consumen ó<br />

más bien devoran<br />

gran cantidad de alimentos,<br />

y presentan<br />

rasgos de rusticidad,<br />

asociados á delicadeza<br />

y finura de cruzamientos<br />

por selección.<br />

Todas las familias<br />

ó variedades tienen<br />

generalmente capa<br />

más ó menos negra,<br />

á veces con manchas<br />

morenas y aun blancas<br />

en la cabeza, en<br />

los costados, en el<br />

vientre y en las mamas,<br />

no siendo tampoco<br />

raros los individuos<br />

en que los pelos<br />

blancos forman rayas<br />

ó manchas grises.<br />

Pocas veces es el pelo<br />

rojo obscuro,' gris<br />

ó blanco, y en ocasiones<br />

los pelos negros<br />

aparecen hacia<br />

la cabeza. Esta siempre es pequeña y ligera;<br />

los ojos expresivos revelan el carácter pacífico<br />

de los animales; el morro es reducido, húmedo<br />

y brillante en general; las orejas grandes al<br />

parecer por la falta de cuernos en la variedad<br />

mocha; el dorso mullido, ancho, cuadrado y<br />

muscular, principalmente en la región de.los<br />

ríñones y de los lomos; el cuerpo redondeado<br />

y macizo; el esqueleto ligero y de pequeñas<br />

dimensiones; las extremidades cortas;<br />

la cola larga y pegada á los miembros poste-


ANG — 344 — ANG<br />

riores, termina en cerdas prolongadas, flexibles<br />

y que pasan de los corvejones. La piel<br />

es fina, elástica, y se halla cubierta de un<br />

pelo sedoso, reuniéndose en esos animales todos<br />

los caracteres<br />

que denotan excepcional<br />

aptitud<br />

para el engorde,<br />

y que anuncian<br />

considerable peso<br />

en vivo y un peso<br />

neto extraordinario.<br />

En todas las regiones<br />

de la res<br />

se hallan perfectamentedesarrollados<br />

los macizos<br />

•carnosos, y cuando<br />

el animal est:i.<br />

convenient emente<br />

cebado, aparecen<br />

envueltos en<br />

masas grasientas<br />

que comunican<br />

jugo y delicado<br />

sabor á esas carnes.<br />

Sobre todo<br />

en la región dorsal,<br />

adquieren un<br />

espesor tal, que<br />

no debe sorprender<br />

á nadie la<br />

gran acogida que<br />

la carne de esas<br />

reses obtiene en<br />

el país del roaslbeef,<br />

donde se paga<br />

á precios considerables<br />

la que<br />

ofrece u n gusto<br />

exquisito. La raza<br />

de Angus se parece<br />

mucho á la<br />

raza vacuna de<br />

Durham, y si bien<br />

es algo inferior á<br />

ésta, teniendo en<br />

cuenta la masa de<br />

carne que llega á<br />

reunir, se amolda<br />

perfectamente á<br />

las especiales condiciones<br />

del país<br />

escocés en que ha<br />

de desenvolverse.<br />

En realidad, los criadores del Condado de Angus<br />

han perfeccionado su raza vacuna lo suficiente<br />

para sostener la competencia con las<br />

razas inglesas, prescindiendo en ciertos casos<br />

de cruzamientos que, si podían mejorar un<br />

tanto los productos, nunca procurarían buenos<br />

reproductores, ó por lo menos comparables á<br />

los de esa raza privilegiada. De ahí que los<br />

escoceses reduzcan el papel de los Durham á<br />

la obtención de reses destinadas al consumo y<br />

al aprovechamiento de los notables recursos<br />

forrajeros de que disponen, y no á la creación<br />

de una nueva variedad que sustituya á la raza<br />

Angus. El primer cruzamiento en toda su<br />

plenitud les proporciona las cualidades de ambas<br />

razas, y combina sus aptitudes, elevándose<br />

el precio de los productos de carnicería obtenidos<br />

en razón directa de la perfección adquirida<br />

por la raza del país y de su pureza.<br />

Determinándose más y más de día en día<br />

como raza especial, la de Angus ha conservado<br />

una gran fecundidad, su primitivo vigor<br />

y hasta la rusticidad compatible con sus<br />

facultades y su destino. La alianza de la finu-


ANG — 345 — ANG<br />

ra con la fuerza, de una gran ligereza con<br />

una gran masa, de la delicadeza de sus formas<br />

verdaderamente femeniles con la energía<br />

de la constitución, revela una armonía maravillosa<br />

en esos animales. Constituyen el resultado<br />

de una civilización avanzada y de unahábil<br />

dirección de la naturaleza. Puede decirse<br />

que realizan perfectamente las aspiraciones<br />

de aquellos que pretenden hallar tipos<br />

acabados y acomodados al país en que han de<br />

nutrirse y desenvolverse. Todos los ganaderos<br />

celebran la dulzura de carácter y la docilidad<br />

de los angus; hasta es una ventaja no<br />

despreciable la falta de cuernos en la variedad<br />

mocha, porque los animales ocupan poco espacio<br />

y no están expuestos á herirse mutuamente.<br />

Dan tanta importancia los ganaderos<br />

al color negro de la capa, máxime cuando va<br />

acompañado de pelos blancos en las ubres,<br />

que jamás consienten que al lado de una vaca<br />

destinada á la reproducción haya reses manchadas<br />

de blanco, temerosos de que cualquiera<br />

impresión ejerza influencia en el color de<br />

la cría.<br />

Sacrificadas las reses, son de notar sus carnes<br />

, no solamente por sus propiedades nutritivas,<br />

sino que también por el aroma especial<br />

que exhala el caldo resultante de la cocción<br />

de aquéllas. En cambio, á medida que se ha<br />

perfeccionado la raza como animal de carnicería,<br />

ha ido perdiendo en cualidades lecheras.<br />

En la época más favorable de la vegetación<br />

dan de 9 á 14 litros por día las vacas<br />

lecheras, y sólo excepcionalmente llegan á<br />

suministrar algunas de 20 á 23 litros. En algunas<br />

comarcas dan á los terneros la leche<br />

recién ordeñada en cubos, distribuyéndoles<br />

de 9 á 14 litros diarios por espacio de tres<br />

meses, si los ganaderos especulan con laventa<br />

de la leche, adoptándose también como suplemento<br />

el te de heno, que se mezcla con leche<br />

y diversas harinas. Donde se dirige la cría<br />

con mayor cuidado dejan que los terneros mamen<br />

de las vacas directamente, especialmente<br />

durante la estación invernal, habiendo algunos<br />

ganaderos que hacen que una vaca amamante<br />

dos terneros, comprando el uno á gentes<br />

para las cuales la venta de leche constituya<br />

la industria principal. Colocados el uno<br />

á la derecha y el otro á la izquierda de la madre<br />

, esos terneros maman y agotan las ubres<br />

durante un período ¿le quince á veinte minutos.<br />

A medida que van desarrollándose, se les<br />

suministra heno, patatas cortadas en pedazos<br />

, sopas y otros alimentos apropiados á su<br />

edad. En el supuesto de que hayan nacido durante<br />

los meses de Enero ó Febrero, hacia el<br />

mes de Mayo, cuando comienzan á abundar<br />

los pastos, son destetados los terneros, siendo<br />

reemplazados por otros dos para que los<br />

amamante la misma vaca tres veces al día, y<br />

destetarlos en el mes de Agosto, época en<br />

que se encomienda á la vaca una nueva y<br />

única cría.<br />

Otros ganaderos dejan que la vaca ama­<br />

mante su propio hijo por espacio de ocho ó<br />

nueve meses, y verificado el destete, y durante<br />

el primer invierno, los chotos reciben por<br />

alimento nabos, paja y unos 900 gramos de<br />

orujos por día. En la primavera siguiente<br />

son enviados á pastar, y durante el segundo<br />

invierno se les aumenta la ración y reciben el<br />

mismo pienso que el resto del ganado, es decir,<br />

el compuesto con los residuos ordinarios<br />

de la granja, paja y nabos, debiendo cuidarse<br />

de medir la ración de las terneras para que el<br />

engorde excesivo no las inhabilite para la reproducción.<br />

A los dos años son cubiertas, y<br />

al tercero dan la primera cría. El ganado de<br />

cebo se vende generalmente á los dos ó tres<br />

años de edad, sometiéndole al pasto durante<br />

la primavera, y estabulándole á mediados de<br />

Agosto, cuando disminuye la vegetación en<br />

aquella zona oriental de Escocia. Además de<br />

los nabos y los henos de prados artificiales, la<br />

ración comprende un kilogramo de tortas aceitosas<br />

y otro de grano ó harina. Casi todas las<br />

reses de matadero son enviadas á Londres, si<br />

bien se consumen algunas en Edimburgo y<br />

Glasgow. En los Condados de Angus y Aberdeen<br />

existen, por término medio, 400.000<br />

reses.<br />

El peso medio de los bueyes de Angus es<br />

de 380 á 400 kilogramos; cuando están bien<br />

cebados alcanza á 500 y 570, habiéndose criado<br />

algunas reses de cerca de 800. En la Exposición<br />

celebrada en 1857 en Poissy, tres bueyes<br />

de cuatro á cinco años alcanzaron por<br />

término medio 1.088 kilogramos de peso;<br />

en 1862, uno de treinta y tres meses y quince<br />

días alcanzó 940 kilogramos. Examinado el<br />

producto de seis reses sacrificadas en el matadero<br />

de París, resultó que tres bueyes de<br />

treinta y seis á treinta y nueve meses pesaron<br />

por término medio y por cabeza 801 kilo­<br />

gramos, y dieron:<br />

Peso neto 543 kilos.<br />

Sebo 65 —<br />

Cuero 43 —<br />

Sangre y otros líquidos 66 —<br />

Intestinos, despojos y heces fecales 80 —<br />

Total 801 kilos.<br />

Tres bueyes de cuarenta y ocho á cincuenta<br />

y seis meses dieron el ya mencionado peso<br />

medio de 1.088 kilogramos, que se descompuso<br />

como sigue:<br />

Peso neto 742 kilos.<br />

Sebo 105 —<br />

Cuero 53 —<br />

Sangre y otros líquidos 70 —<br />

Intestinos, despojos y heces fecales 118 —<br />

Total 1.088 kilos.<br />

Ya hemos dicho que el primer cruzamiento<br />

de las reses de la raza Angus y la de Durham,<br />

produce aún más abundancia de carne.<br />

ANGUSTIA CMedicina veterinaria ) . —<br />

Estado de ansiedad, de inquietud extrema en


ANI — 346 — ANI<br />

que caen á veces los animales. Cuando el animal<br />

no puede moverse, la angustia va acompañada<br />

de molesta opresión en la región epigástrica,<br />

respira con dificultad y se apodera<br />

la tristeza de él.<br />

, ANHIDRITA (Mineralogía).—Variedad<br />

de yeso anhidro, es decir, que no contiene,<br />

como el yeso crudo, una quinta parte de agua.<br />

La anhidrita se encuentra formando grandes<br />

masas irregulares, cristalinas, que acaban algunas<br />

veces por transformarse en yeso ordinario<br />

mediante la acción del agua y del aire<br />

en la superficie del montón.<br />

ANHIDRO ( Química).—Voz derivada de<br />

una palabra griega compuesta de la partícula<br />

an y udor (agua), y que significa privado de<br />

agua. De ahí que los químicos empleen ese<br />

calificativo para designar los cuerpos que no<br />

tienen agua, oponiéndole al adjetivo hidratado,<br />

que significa lo contrario, es decir, que se<br />

aplica á las substancias que contienen agua.<br />

Así se dice cuerpo anhidro, ácido anhidro,<br />

sal anhidra. El yeso crudo es un sulfato de cal<br />

hidratado, y si se le somete á la acción del<br />

calor, pierde fácilmente el agua que contiene<br />

y se convierte en yeso cocido, ó sea sulfato de<br />

cal anhidro.<br />

ANHIDROS^ Química).— Subdi visi ón<br />

adoptada por Brongniart en su clase de los<br />

metales heteróptidos (bases de las tierras y<br />

álcalis), y que comprende el cuarzo hialino,<br />

el gres, la sílice y el jaspe. Esa subdivisión<br />

es opuesta á la de los aguíferos, que contienen<br />

agua de cristalización, tales como la hialita,<br />

el ópalo, el cuarzo retirito y menilito.<br />

ANI (Ornitología).— Ave trepadora, común<br />

en Méjico, en la Gua} r ana y en el Brasil;<br />

vive formando numerosas bandadas, y se distinguen<br />

varias especies, entre las cuales son<br />

las más importantes la Crotophaga mayor y<br />

la Crotophaga ambulatoria.<br />

ANIARO (Entomología).—Género de insectos<br />

coleópteros, heterómeros taxicornes.<br />

ANI ATAN. —Arbolito silvestre de los<br />

montes de las Islas Filipinas, cuyo tronco adquiere<br />

un diámetro de 6 á 10 decímetros. Corresponde<br />

á la especie Ocluía fascicularis,<br />

P. Blanco, de la familia de las Ochnáceas. Tiene<br />

las hojas alternas, de unos 7 centímetros de<br />

largo, casi sentadas, entre ovales y lanceoladas,<br />

enteras, lampiñas y ramosas, con estípula<br />

caediza. Las flores son terminales, y forman<br />

racimos de hacecillos, con los pedúnculos muy<br />

largos. El fruto lo forman seis ó más drupas,<br />

algo mayores que lentejas, con la carne morada,<br />

comprimidas, poco carnosas, y la cubierta<br />

delgada y huesosa; contienen cuatro<br />

celdillas, con otras tantas semillas solitarias.<br />

Florece este vegetal en Junio.<br />

ANIBONG.—Arbusto espontáneo en las<br />

Islas Filipinas, correspondiente á la especie<br />

Abroma aleda, P. Blanco, familia Esterculiáceas.<br />

Recibe también los nombres de Anibiong,<br />

Anabong, Labón y Nabo.<br />

DESCRIPCIÓN.—Flores opuestas á las hojas,<br />

solitarias ó en número de dos; cajilla que se<br />

rompe por arriba, de figura piramidal inversa,<br />

con cinco ángulos y plana por arriba, con<br />

cinco rendijas en los lados y cinco láminas<br />

coriáceas, en donde están fijos los tabiques,<br />

con cinco aposentos, y en cada uno muchas<br />

semillas ocultas debajo de un listón peloso.<br />

Hojas de unos 30 centímetros de largo, pelosas,<br />

alternas, abroqueladas, hendidas en la<br />

base, con tres ángulos en los bordes, aserradas<br />

y con dos alas pareadas que siguen el<br />

curso de los nervios; pecíolos muy largos,<br />

estriados, hinchados por la base, con dos estípulas<br />

aleznadas. Tronco peloso, con púas<br />

pequeñas. Florece en Enero.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Arbustito de<br />

unos 2 metros de altura, de cuya corteza,<br />

que es tenacísima, se pueden hacer cuerdas<br />

muy fuertes. Los muchachos de Bauang aplican<br />

estas cuerdas á sus cometas.<br />

ANIBOUG—(V. Anibong.)<br />

ANIGOSANTO (Botánica y Jardinería<br />

).—Género de plantas de la familia de las<br />

hemodoráceas, algunas de cuyas especies pueden<br />

emplearse como adorno en los invernáculos.<br />

Merece especial mención entre eilas el<br />

anigosanto de racimos (Anigosanthus pulcherrimus),<br />

planta vivaz de la Nueva Holanda<br />

meridional, de raíces fibrosas, largas hojas,<br />

estrechas y ensiformes, muy semejantes á las<br />

del asfódelo de Europa, pero de color verde<br />

gris. Del centro de la planta surgen largos tallos,<br />

de 60 á 80 centímetros de altura, vellosos<br />

y terminados por una amplia inflorescencia<br />

que ofrece la particularidad de que sus ramas<br />

forman tantos apretados racimos de flores tubulosas,<br />

algo vellosas, de color vivo amarillo<br />

en el exterior, y de color blanco casi puro<br />

en el interior. Una especie aparece carga<br />

da con las flores de pelos rojos, plumosos y<br />

espesos; otra de flores de color rojo amaranto,<br />

y aun de rojo fuego otra. Se pueden cultivar<br />

los anigosantos al aire libre en estío, y en<br />

tiestos y bajo invernáculo durante las estaciones<br />

frías. Se multiplican por renuevos, y<br />

durante el período la floración exigen riegos<br />

frecuentes.<br />

ANII.—Árbol de los montes de las Islas<br />

Filipinas, que corresponde á la especie Erythrina<br />

ovalifolia, Roxb., de la familia de las<br />

Leguminosas. (V. Erythrina.)<br />

ANILAO.—Nombre que en las Islas Filipinas<br />

se da al árbol silvestre Columbia Anilao,<br />

P. Blanco, de la familia de las Tiliáceas.<br />

(Véase Columbia.)<br />

ANILEMA (Botánica).— Planta del género<br />

de las commelíneas, que forma numerosas<br />

especies de hierbas ramosas, rectas, difusas ó<br />

rastreras, en Asia, África y Australia, que<br />

tienen hojas provistas de una vaina entera,<br />

flores terminales, dispuestas en panícula y<br />

sostenidas por pedículos bibracteolados.<br />

ANILINA (Química).—Alcaloide descubierto<br />

en 1826 en los productos de la destilación<br />

seca del índigo, y que ha sido llamada<br />

también fenilamina. Desde que se consiguió<br />

obtener de ella un gran número de materias


ANI —• 347 — ANI<br />

colorantes, notables por su esplendidez, ha<br />

adquirido gran importancia industrial. Preséntase<br />

la anilina como un líquido de aspecto<br />

incoloro, sabor acre é ingrato olor, cuya densidad<br />

es 1.031, que hierve á 184,8°, y que se<br />

obscurece al contacto del aire, absorbiendo oxígeno.<br />

Es poco soluble en el agua, pero se<br />

disuelve bien en el alcohol, en el éter y en las<br />

esencias. Con los ácidos forma sales que cristalizan<br />

con gran regularidad; precipita de sus<br />

disoluciones salinas, la alúmina, el óxido de<br />

hierro y el óxido de cinc. Obra como una<br />

base análoga al amoníaco, y realmente es el<br />

primer amoníaco compuesto que se ha descubierto.<br />

La anilina no existe libre en la naturaleza;<br />

es un producto de la destilación de todas las<br />

breas, y después de ser descubierta en la brea<br />

procedente de la destilación seca del índigo ó<br />

ailil, se vio que también existía en la brea de<br />

la hulla. Se obtenía con mucha dificultad en<br />

estado de pureza mediante destilaciones fraccionadas,<br />

hasta que M. Bechamp ideó su preparación<br />

, reduciendo la nitrobencina, ó esencia<br />

de mirbano entre los perfumistas, empleando<br />

el ácido acético y el hierro, porque<br />

efectivamente es necesario despojar del oxígeno<br />

á la nitrobencina y fijar el hidrógeno<br />

para obtener la anilina. Desde que en 1856<br />

dio á conocer M. Perkin su violeta de anilina,<br />

esa preparación se ha convertido en una industria<br />

muy importante. Más tarde se descubrió<br />

que oxidando la anilina se obtiene otra<br />

base, la rosalina ó fuchsina, que produce sales<br />

cristalizables de color verde dorado, cuyas<br />

disoluciones son rojas. Posteriormente se ha<br />

descubierto el azul, el violeta, el verde y el<br />

negro, que presentan matices variados y nuevos<br />

, cambiando los oxidantes y las proporciones<br />

de rosalina y anilina empleadas. Aun<br />

cuando la solidez de los colores nuevos esté<br />

muy lejos de ser satisfactoria, ese descubrimiento<br />

ha sido una gran conquista para la industria<br />

tintorera. A veces se emplean cuerpos<br />

venenosos como oxidantes, y pueden entrar<br />

en las telas teñidas cuando no se han hecho<br />

las convenientes depuraciones después de la<br />

primera preparación tintoreal. De ahí las intoxicaciones<br />

producidas por el prolongado<br />

contacto de algunas partes del cuerpo con<br />

telas teñidas con colores derivados de la anilina.<br />

Debe proscribirse de la preparación de<br />

los vinos el rojo llamado fuchsina, que tan<br />

hermoso color comunica al líquido.<br />

ANILINA NATURAL ( Química industrial).—Molusco<br />

cefalópodo, del género Aplysies,<br />

llamado Aplysias depilans, muy abundante<br />

en el Mediterráneo, en el Atlántico y<br />

especialmente en las costas.de Portugal, el<br />

cual tiene en los órganos de la respiración<br />

una vesícula que contiene anilina roja y violácea<br />

en estado muy concentrado. Sirve para<br />

tales animales de arma ofensiva y defensiva,<br />

puesto que derramándola en el agua cuando<br />

son perseguidos por sus enemigos, enturbian<br />

una masa tan considerable en su derredor, que<br />

aquéllos se ocultan á la vista de sus perseguidores,<br />

además de esparcir una substancia fétida<br />

y venenosa, que por ambas cualidades<br />

ahuyenta á los enemigos de las anilinas.<br />

Los antiguos naturalistas se sirvieron de la<br />

palabra aplysias, y Perussac observó en 1828<br />

que la materia colorante segregada por esos<br />

moluscos se descompone con facilidad cuando<br />

es lanzada fuera del receptáculo natural, y<br />

que se puede evitar ó retardar el momento de<br />

la descomposición agregando cierta dosis de<br />

ácido sulfúrico. Cuvier creía que ese líquido<br />

era la verdadera púrpura de los antiguos, y<br />

desde luego se comprende que esa púrpura<br />

estuviera contenida en un gran molusco, y<br />

poseyese ya el color formado, mejor que el<br />

hecho de que contuvieran la púrpura conchillas<br />

pequeñas, sin que se desarrollase el color<br />

hasta pasado cierto tiempo. El cuento ó anécdota<br />

de los antiguos naturalistas, según el<br />

cual fué descubierta la púrpura porque un<br />

perro que comió mariscos quedó con el hocico<br />

teñido de ese celebrado color, debe ser considerado<br />

como una fábula.<br />

Las Aplysias depilans, de que podría sacarse<br />

gran partido, y que por el aspecto de sus tentáculos,<br />

semejantes á orejas de liebre, ha sido<br />

llamada liebre de mar por franceses é italianos,<br />

es de forma oval, y de 20 á 25 centímetros<br />

de longitud; se nutren de algas marinas,<br />

y abundan de tal manera en las costas de<br />

Portugal, que cuando son arrojadas sobre la<br />

costa j)or las borrascas, se acumulan en tal número<br />

que al descomponerse inficionan el aire<br />

y engendran enfermedades epidémicas. Cuando<br />

se exprime la vesícula ó receptáculo, sale<br />

de él un líquido que contiene la anilina natural,<br />

acompañado de otras materias orgánicas<br />

que se alteran con rapidez, según queda dicho<br />

, y al cabo de algunas horas se cambia el<br />

color rojo en amarillo y el violado en obscuro.<br />

Pero agregando algunas gotas de ácido sulfúrico,<br />

siguiendo el consejo de Ferussac, se<br />

consigue evitar la descomposición. Empleando<br />

ese agente de conservación, Ziegler logró preparar<br />

una substancia que calificó de anilina<br />

natural. Para ello procedió del siguiente modo:<br />

Derramó sobre un fieltro el líquido sucio<br />

después de tratado con el ácido, y como éste<br />

retiene el color, se conserva sobre el filtro y<br />

se obtiene en forma de pasta. Entonces se<br />

trata la pasta con alcohol concentrado, el cual<br />

disuelve el color y le aisla. Al líquido alcalino<br />

se agrega cloruro de sodio, el cual hace que<br />

se precipite una materia violácea que Ziegler<br />

consideró como anilina en estado muy puro y<br />

adecuada para producir las mismas reacciones<br />

que la anilina del comercio. Ensayándola con<br />

el ácido sulfúrico concentrado se transformó<br />

en un hermosísimo color azul, para recobrar<br />

el violáceo en cuanto fué disuelta en agua<br />

destilada.<br />

El líquido alcalino en el cual se obtuvo por<br />

precipitación y por medio del cloruro de sodio<br />

el color violáceo, quedó tinturado de rojo, que<br />

después precipitó también el mencionado quí-


ANI — 348 — ANI<br />

mico recurriendo al tanino. Ese color es semejante<br />

á la fuchsina; desaparece tratándole<br />

con el amoníaco, y reaparece con la misma<br />

intensidad primitiva empleando el ácido acético.<br />

Esa anilina roja ó fuchsina natural resulta<br />

al precio de 60 pesetas kilogramo, incluyendo<br />

todos los gastos de preparación.<br />

ANLLOCRES (Zoología) . — Género de<br />

crustáceos del orden de los isópodos, que<br />

viven como parásitos sobre los pescados, especialmente<br />

en el Mediterráneo.<br />

ANILLAMIENTO (Economía del ganado<br />

).—'Operación por la cual se aplican anillos<br />

de hierro ú otros aparatos análogos á diferentes<br />

partes del cuerpo de los animales, bien<br />

para sujetar éstos, bien para evitar que funcionen<br />

ciertos órganos. Empléase el anillamiento<br />

por lo común para sujetar á los grandes<br />

rumiantes; para impedir que los cerdos<br />

hocen, y para evitar en las hembras el acto del<br />

coito, acercando los labios de la vulva, ó sea<br />

en la práctica llamada injibulación. En España,<br />

al contrario de lo que en Francia ocurre,<br />

rarísima vez se acude al anillamiento, ni debe<br />

acudirse por ser un medio bárbaro y que se<br />

suple con los cuidados del hombre y con mil<br />

recursos que bastan para domesticar las más<br />

bravas reses.<br />

En los grandes rumiantes se practica el<br />

anillamiento taladrando el tabique nasal en la<br />

parte inmediata al hocico, con objeto de pasar<br />

por la abertura un anillo, al que se ata una<br />

cuerda para sujetar y conducir á los animales.<br />

Empléanse unas veces palas ó medias cañas<br />

que comprimen el tabique nasal, y otras los<br />

aludidos anillos, que pueden ser cuadrados,<br />

ovalados ó circulares; se componen de piezas<br />

unidas por medio de una bisagra, y llevan en<br />

uno de los segmentos otro anillo más pequeño<br />

para introducir la cuerda por él. En ocasiones,<br />

en vez de anillo se usa un semicírculo, cuyas<br />

dos extremidades, convenientemente horadadas<br />

, sostienen una caña recta que pasa por el<br />

tabique nasal, en tanto que el semicírculo sujeta<br />

el hocico. También se emplean anillos estriados,<br />

cual si los lisos no bastaran para provocar<br />

infartos en la región á que se aplican.<br />

La perforación del tabique se ejecuta con un<br />

trocar ó punzón de diámetro proporcionado<br />

al grosor del anillo, y aun con una punta de<br />

hierro enrojecido. Para imponer esa tortura<br />

al animal se le traba fuertemente y se asegura<br />

la cabeza de modo que se mantenga inmóvil.<br />

Taladrado el tabique, se pasa el anillo por la<br />

abertura y se cierra remachándole, ó con tornillos<br />

adecuados. En todo caso, lo más sencillo<br />

y conveniente es emplear anillos de dos<br />

piezas, unidos por una bisagra, de los cuales<br />

termina una en acerada punta y encaja en el<br />

hueco que habrá de presentar la otra. La ligera<br />

hemorragia que la operación determina<br />

no debe inquietar al profesor.<br />

El anillamiento denominado injibulación,<br />

se ha empleado en las burras y en las perras,<br />

colocando anillas, hebillas ó hilos de latón metálicos,<br />

para mantener unidos los labios de la<br />

vulva é impedir la cópula y el prolapso de la<br />

vagina y del útero. A veces se hace la sutura<br />

en forma de aspa con una mecha de cáñamo.<br />

Ese anillamiento ofrece inconvenientes gravísimos,<br />

origina infartos dolorosos, abscesos,<br />

desgarraduras, irritaciones y supuraciones locales.<br />

En la actualidad nadie recurre á él, y se<br />

prefiere la separación de los machos y las hembras<br />

para evitar la cópula.<br />

Para anillar el cerdo se fija en el hocico del<br />

animal un pequeño aparato metálico que le<br />

produzca al hozar una sensación más ó menos<br />

dolorosa. El más usual es un anillo de alambre<br />

de hierro ó cobre; en ocasiones se emplea una<br />

especie de caña, cuyas dos extremidades terminan<br />

en forma de flecha.<br />

ANILLO (Historia natural).— Círculo<br />

formado por una materia más ó menos sólida<br />

y dura. Llámanse así los círculos que constituyen<br />

el cuerpo de los anélidos, y aun las manchas<br />

de otros, como las serpientes de rayas<br />

circulares. El anillo crural es una abertura<br />

circular, situada en la parte media de la arcada<br />

del muslo, que da paso á diferentes arterias;<br />

el umbilical es la abertura circular por<br />

donde pasan los vasos que constituyen el cordón<br />

umbilical; injerto en anillo es el que se<br />

ejecuta ajustando á un vastago ó rama de un<br />

vegetal un anillo de corteza que contenga una<br />

yema en lugar de la corteza que se habrá separado<br />

previamente.<br />

ANIMAL (Zoología).—No es fácil dar<br />

una definición cerrada del animal, porque no<br />

conocemos, en el actual estado de la ciencia, en<br />

qué consiste el principio primordial de la animalidad,<br />

y cuál es el límite en que termina su<br />

acción para comenzar la de los agentes físicos<br />

y químicos, ó viceversa. De ahí las discusiones<br />

á que los espiritualistas, vitalistas y materialistas<br />

se entregan. Ni es tampoco un artículo<br />

de Diccionario agrícola, adecuado para<br />

examinar profundamente tema tan discutido<br />

como el relativo á lo que por animal deba entenderse.<br />

Actualmente, y teniendo en cuenta<br />

la organización de las ciencias naturales, solamente<br />

se puede formar concepto de lo que<br />

es el animal por sus actos y manifestaciones,<br />

y así se ha dicho que animal es todo ser viviente<br />

dotado de la facultad de sentir y de la<br />

facultad de querer ó determinar algunos actos,<br />

dejando aparte la cuestión de si conocen ó no<br />

todos los animales, ó más bien si son capaces<br />

de reflexionar y formular juicios como el hombre<br />

, ó se determinan en la mayoría de los casos<br />

por movimientos instintivos y por impulsiones<br />

que no son capaces de reprimir en las<br />

circunstancias en que son llevados á obrar ó<br />

moverse.<br />

Aun limitando todo lo posible la esfera de<br />

acción de los animales, es indiscutible la superioridad<br />

orgánica y vital de éstos sobre las<br />

plantas. Estas, en efecto, realizan pasivamente<br />

su vida, ó sea la serie de actos que la constituyen;<br />

no tienen poder ni intervención alguna<br />

para substraerse a la influencia de los agentes<br />

exteriores, y obedecen fatalmente á las leyes


ANI — 34& — ANI<br />

de la naturaleza. Las plantas son verdaderos<br />

autómatas que viven., crecen, se desarrollan<br />

y propagan sin darse cuenta de ello, sin experimentar<br />

placer ó dolor, sin tratar de resistir<br />

ó de secundar los impulsos que se agitan<br />

dentro de ellas. El animal, por el contrario,<br />

puede determinar ciertos cambios, puede contrarrestar<br />

ciertos impulsos exteriores por su<br />

propia iniciativa, y de ahí que goce de libertad<br />

de acción, más ó menos limitada, según<br />

las inclinaciones y necesidades que el Creador<br />

le ha impuesto; de ahí que influya realmente<br />

en la mayoría de los movimientos que en su<br />

.organismo se realizan, siquiera el instinto limite<br />

la esfera de los caprichos y antojos. A<br />

medida que el organismo se perfecciona y se<br />

complican sus funciones, mayor es la influencia<br />

de la voluntad, y en los de orden elevado<br />

aparece una sensibilidad cada vez más delicada<br />

y que llega hasta el amor.<br />

Precisamente para facilitar la realización<br />

de esas funciones del animal existe un sistema<br />

especial, el sistema nervioso; aparato predominante<br />

que interviene en todos los actos de<br />

la existencia animal; instrumento á la vez de<br />

la sensibilidad y de la voluntad, que se sobrepone<br />

á los órganos todos, aun cuando sin anularlos,<br />

y regulariza sus funciones. Ese sistema,<br />

que tanta importancia fisiológica tiene, y<br />

que no aparece en los vegetales ni siquiera<br />

bajo forma rudimentaria, ejerce tan decisiva<br />

acción en los animales, que la organización<br />

de éstos depende en gran parte de la disposición<br />

de los centros nerviosos. Otro de los caracteres<br />

distintivos del animal es también la<br />

locomoción, ó sea la facultad de trasladarse<br />

de un punto á otro por propia iniciativa; facultad<br />

que ha de ser guiada por los sentidos<br />

y que permite al animal ejecutar las decisiones<br />

que adopte. Naturalmente la locomoción<br />

supone apéndices movibles ó remos, los cuales<br />

obedecen á las resoluciones del sujeto, gracias<br />

á la acción que los nervios ejercen en los<br />

músculos correspondientes. Esa necesidad de<br />

moverse supone para los animales la de una<br />

forma más recogida, la de una concentración<br />

de fuerzas y de órganos que no poseen los vegetales,<br />

los cuales se extienden y expansionan,<br />

digámoslo así, en el medio en que viven. Otra<br />

consecuencia de la movilidad del animal es<br />

que no pueda tener enterrada en el suelo una<br />

parte de su organismo para proporcionarse la<br />

necesaria nutrición. De ahí la necesidad de la<br />

cavidad exterior llamada estómago, en la cual<br />

se ingieren los alimentos, y de ahí una función<br />

especial, la nutrición, que tiene por objeto<br />

extraer de aquéllos los principios nutritivos<br />

, á fin de que los puedan absorber otros<br />

órganos destinados especialmente á ese fin.<br />

En resumen: el organismo animal se caracteriza<br />

por la existencia del sistema nervioso; por<br />

la de los músculos y de los apéndices que éstos<br />

tan de poner en movimiento; por los órganos<br />

de la sensibilidad, también íntimamente relacionados<br />

con el sistema nervioso, y por el aparato<br />

digestivo.<br />

Prescindiendo ahora de señalar las especiales<br />

facultades que en el orden fisiológico corresponden<br />

á los órganos y aparatos mencionados,<br />

no hemos de hacer caso omiso del papel<br />

que el animal desempeña en la creación, y<br />

de sus relaciones con las plantas y la materia<br />

inorgánica. La planta forma la materia vegetal<br />

á expensas del reino inorgánico; que el vegetal<br />

se nutra ó reproduzca, el último resultado<br />

de sus funciones es organizar cierta cantidad<br />

de materia adecuada para la- formación de<br />

la planta ó de alguna de sus partes. El animal<br />

ejerce una acción más amplia; no solamente<br />

organiza materia animal y proporciona al<br />

hombre substancias alimenticias al igual de<br />

los vegetales, substancias que la industria explota,<br />

y aun otras que sirven para fertilizar<br />

los campos, y de consiguiente para la alimentación<br />

de las plantas, sino que también puede<br />

obrar á voluntad sobre la naturaleza exterior,<br />

y desarrollar fuerzas que el hombre utiliza y<br />

convierte en movimiento y en riqueza. Por lo<br />

mismo, el animal, sobre todo el doméstico ó<br />

susceptible de ser educado, se ofrece á nuestra<br />

consideración bajo dos aspectos principales:<br />

como productor de materia animal, y como<br />

causa de actos y de movimientos que es<br />

dable al hombre dirigir y utilizar.<br />

De dos maneras principales produce el animal<br />

la materia que le caracteriza: por la nutrición<br />

y la reproducción. Gracias á la primera<br />

función, acrecienta la cantidad de su propia<br />

substancia; gracias á la segunda, perpetúa su<br />

especie y asegura la ejecución de actos que él<br />

mismo realiza. En el reino vegetal, en el agua<br />

que absorbe y en el aire que respira, encuentra<br />

el animal los elementos indispensables<br />

para la realización de esas dos importantes<br />

funciones. En realidad, nada toma directamente<br />

de la tierra, á no ser el agua y algunos elementos<br />

que pueda contener este líquido en<br />

disolución; el reino vegetal es el que directa ó<br />

indirectamente le proporciona los elementos<br />

químicos de la materia viviente, ó sean el carbono<br />

, el hidrógeno, el oxígeno y el ázoe, convenientemente<br />

preparados ya. Los mismos<br />

carnívoros han de nutrirse con substancias<br />

que proceden también de una elaboración de<br />

las materias vegetales que otros animales han<br />

realizado. También del aire toma el animal un<br />

elemento importante para mantener en buenas<br />

condiciones ese líquido llamado sangre, que<br />

circula por todo el organismo y que parece<br />

ser el agente de la vida. Así, pues, mediante<br />

la digestión de substancias nutritivas, la absorción<br />

del agua y la respiración del aire atmosférico<br />

libre ó del disuelto en los líquidos,<br />

el animal produce materia y movimiento, y<br />

constituye un admirable instrumento de transformación.<br />

Los animales absorben el oxígeno<br />

del aire atmosférico como un estimulante necesario<br />

para sostener su vida; cuanto más completa<br />

es la respiración, mayor es la vivacidad<br />

y la intensidad del calor, como se advierte en<br />

las aves y en todos los animales de sangre caliente<br />

, comparados con los de sangre fría, que


ANI — 350 — ANI<br />

consumen poco oxígeno en su lenta respiración.<br />

v<br />

El hombre utiliza de mil maneras la materia<br />

producida por los animales, y tal influencia<br />

ejerce en el desarrollo de ese elemento, que se<br />

caracterizan las diferentes fases de la cultura<br />

humana por la importancia que aquél atribuye<br />

á la producción de carnes, á la buena alimentación<br />

de los animales y á la fácil multiplicación<br />

de éstos. Los salvajes solamente se<br />

cuidan de cazar, pescar y hacer presas; los<br />

pueblos pastores guardan los animales útiles y<br />

aumentan su número; los agricultores procuran<br />

además que no les falten alimentos, cultivando<br />

las plantas más convenientes para la<br />

nutrición de los ganados, y apropiándose los<br />

pastos que espontáneamente produce el suelo,<br />

acabando por sembrar gran variedad de plantas,<br />

á fin de proporcionar las más convenientes<br />

á cada especie de animales, y de variar la<br />

alimentación de los pertenecientes á una misma<br />

especie, según las exigencias de la estación,<br />

de la edad del animal y de su estado de<br />

enfermedad ó de robustez. Al cabo de muchos<br />

siglos de desengaños y observaciones, los descendientes<br />

de los primeros labradores han ido<br />

llegando á apreciar las misteriosas relaciones<br />

que en la explotación agrícola unen al hombre<br />

con la tierra, la atmósfera, las plantas y<br />

el ganado; aprecian la importancia de éste, y<br />

saben que no solamente el buey, la vaca, el<br />

carnero, el cerdo y las aves convierten en excelentes<br />

carnes y en apetitosa leche el heno<br />

de las praderas, la avena, los granos todos y<br />

mil restos de plantas; no solamente proporcionan<br />

cueros, lanas, materias córneas, plumas<br />

y huesos que la industria utiliza, sino que<br />

cuantas substancias no hayan utilizado los<br />

animales para crecer y vivir, se convertirán<br />

en fecundos abonos, origen de nuevas riquezas.<br />

De ahí la convicción de que es necesario<br />

asociar á la agricultura la ganadería, de que<br />

sin ésta aquélla languidece y se arruina; de<br />

ahí el especial cuidado que en los países adelantados<br />

se pone en la cría y explotación de<br />

los ganados.<br />

Pero, como queda indicado, no solamente<br />

puede el hombre sacar partido de los animales<br />

que vayan á poder de él, sino que puede<br />

multiplicarlos y modelarlos á su manera, y según<br />

los fines á que los destine, y según las necesidades<br />

que hayan de satisfacer. El labrador<br />

puede dirigir la reproducción de sus animales<br />

domésticos de igual manera que dirige su alimentación<br />

; aumenta el número de las reses,<br />

mejora las razas, y acrecienta y perfecciona sin<br />

cesar los recursos que le ofrecen las maravillosas<br />

funciones desempeñadas por los animales.<br />

No es menor el interés que tiene el hombre<br />

eu utilizar los animales como elementos ó<br />

máquinas de trabajo. Bajo ese aspecto constituyen<br />

auxiliares que no es fácil sustituir en<br />

muchos casos, y amplían notablemente la esfera<br />

de acción del hombre, ora permitiéndole acometer<br />

empresas que por su solo esfuerzo no<br />

podría realizar, ora abreviando las tarea? que<br />

ha de ejecutar y haciendo posible que atienda<br />

á mayor número de ellas. Además, cada animal<br />

cuyas fuerzas y voluntad dirige, le brinda<br />

una aptitud especial y facilita una clase de<br />

trabajo. Sin el auxilio de ciertos insectos no<br />

poseeríamos la seda, la cera, el carmín; los<br />

caballos, mulos, bueyes y demás animales de<br />

tiro son necesarios, á pesar de las locomotoras;<br />

sin los camellos no hubiera podido el hombre<br />

penetrar en los desiertos de África y Asia;<br />

sin los rengíferos permanecerían desconocidas<br />

para el hombre muchas regiones glaciales; es<br />

decir, que los animales domésticos han colaborado<br />

al progreso y al enriquecimiento de la<br />

humanidad. Tal es la condición de algunos<br />

animales, que obran cual si tuvieran conciencia<br />

de su domesticidad y de la importancia de<br />

los servicios que prestan, y el hombre llega<br />

á hacerse comprender por ellos de una manera<br />

verdaderamente maravillosa á veces, cual<br />

ocurre con el perro, el elefante, el camello, el<br />

caballo y otros muchos animales que acaban<br />

por mostrarle verdadero cariño y por consolarle<br />

en ocasiones con su sincera adhesión. De<br />

aquí que deban ser tratados con cariño y dulzura,<br />

y que tengan derecho á ser bien nutridos.<br />

Animales hay también que, á su pesar, ó al<br />

menos sin el concurso de su voluntad, prestan<br />

excelentes servicios al hombre. En este caso<br />

último se hallan los animales salvajes, que suministran<br />

caza; los pescados, crustáceos, moluscos,<br />

etc., muchos de los cuales se pueden<br />

someter á especiales, ya que no directos cuidados,<br />

y contribuir á satisfacer las necesidades<br />

del hombre y acrecentar su riqueza. En resumen:<br />

los animales en general ejercen una influencia<br />

verdaderamente providencial en el<br />

bienestar del hombre sobre la tierra, y contribuyen<br />

admirablemente á la misteriosa armonía<br />

de la creación, siendo su estudio uno<br />

de los más interesantes y útiles. No es, pues,<br />

de maravillar que el hombre haya consagrado<br />

especial empeño al conocimiento de los animales;<br />

que haya construido una ciencia especial,<br />

la zoología, y que los haya clasificado<br />

minuciosamente para distinguir bien sus cualidades<br />

y las aplicaciones de que son susceptibles.<br />

Clasificación del reino animal.—Todos. los<br />

animales se hallan comprendidos en cuatro<br />

secciones, que son: la de los vertebrados, la<br />

de los articulados, la de los moluscos y la dé<br />

los zoófitos.<br />

Llámanse vertebrados los animales comprendidos<br />

en la primera clase, y también osteozoarios,<br />

porque la parte principal de su<br />

esqueleto es una espina dorsal, formada por<br />

la reunión de piezas anulares denominadas<br />

vértebras. El conducto ó vaina que las vértebras<br />

constituyen sirve de soporte al sistema<br />

nervioso de tales animales, que se halla muy<br />

desarrollado, y que comprende, además de<br />

los nervios y los ganglios, un cerebro, un<br />

cerebelo y un cordón raquídeo ó médula espinal<br />

que atraviesa la cavidad de las vértebras.


ANI — 351 — ANI<br />

La armazón ósea proporciona además puntos<br />

de apoyo ó de inserción á los principales<br />

músculos, y se compone de piezas ligadas unas<br />

á otras, y dispuestas de manera que protejan<br />

los órganos esenciales ó sirvan de palanca y<br />

de puntos de apoyo para la locomoción. De<br />

esa manera resulta bien alojado el aparato<br />

de la circulación, que consta de un corazón<br />

con dos cavidades por lo menos; la sangre<br />

es de color rojo; cuatro el número de extremidades<br />

ó remos casi siempre, no habiendo<br />

nunca más; casi todas las partes del cuerpo<br />

son pares y simétricas con relación á un<br />

plano longitudinal; por último, en la cabeza<br />

existen órganos distintos para la vista,<br />

el oído, el olfato y el gusto. Los animales de<br />

esta clase son los más perfectos, y sus órganos<br />

más numerosos y complicados.<br />

Divídense los vertebrados en alantoidianos<br />

y analantoidianos. Los primeros respiran por<br />

pulmones desde que nacen; no tienen nunca<br />

bronquios; su feto se halla provisto de un<br />

alantoides y un amnios. Ese grupo se divide<br />

en tres clases: mamíferos, aves y reptiles. Los<br />

analantoidianos tienen respiración branquial<br />

durante toda la vida, ó al menos durante su<br />

primera edad; no presentan alantoides ni<br />

amnios, y forman dos clases, los batracios y<br />

los peces.<br />

La segunda sección comprende los animales<br />

entomozoarios ó articulados, que no tienen esqueleto<br />

interior, y difieren radicalmente pollo<br />

tanto de los vertebrados. Los músculos se<br />

unen á los tegumentos exteriores, los cuales<br />

se hallan formados por anillos más. ó menos<br />

movibles, y que pueden adquirir una dureza<br />

considerable y constituir entonces una especie<br />

de esqueleto ó estuche exterior. Por consiguiente,<br />

el cuerpo de los entomozoarios se<br />

puede dividir en una serie de trozos homólogos<br />

y más ó menos semejantes entre sí. No<br />

existe en ellos eje cerebro-espinal. El sistema<br />

nervioso es central ó poco desarrollado; generalmente<br />

se compone de una serie de centros<br />

medulares pequeños, llamados ganglios, y reunidos<br />

por pares sobre la línea media del cuerpo,<br />

de manera que rodean el esófago primero<br />

y constituyen después una larga cadena recta,<br />

que comienza en la cabeza y se dirige después<br />

por debajo del tubo digestivo y la región<br />

ventral, sin constituir cerebro ni médula espinal.<br />

Los diferentes órganos se hallan simétricamente<br />

dispuestos con relación á una línea<br />

media; no son tan numerosos y tan perfeccionados<br />

como en los vertebrados; el aparato<br />

circulatorio es muy incompleto; la sangre casi<br />

siempre blanca, y las extremidades generalmente<br />

muy numerosas.<br />

Esa sección se divide en dos grupos: los<br />

anillados articulados y los gusanos. Los primeros,<br />

llamados también antropodarios, se caracterizan<br />

por hallarse su cuerpo provisto de órganos<br />

de locomoción articulados, y por estar<br />

muy desarrollado en ellos el sistema ganglionar.<br />

Su construcción es compleja y bastante<br />

perfeccionada- relativamente. Divídense en<br />

cuatro clases: insectos, miriápodos, arácnidos<br />

y crustáceos. El grupo de los gusanos comprende<br />

animales anillados, cuyo cuerpo está<br />

desprovisto de órganos de locomoción articulados.<br />

El sistema ganglionar está en ellos<br />

poco desarrollado, y es rudimentario á veces.<br />

Su organización es mucho menos perfecta que<br />

la de los articulados. Los gusanos se dividen<br />

en seis clases: anélidos, helmintos ó nematoides,<br />

rotatores, turbelarios, tremátodes y cestóideos.<br />

La tercera sección del reino animal comprende<br />

los moluscos ó malacozoarios. Se caracteriza<br />

principalmente por la desaparición<br />

de ciertos órganos de los animales precedentes<br />

y por la simplificación de la estructura. No<br />

contienen esos animales esqueleto articulado<br />

ni interior ni exterior. Su cuerpo, lejos de<br />

desarrollarse en sentido longitudinal, siguiendo<br />

una línea recta, afecta una disposición encorvada<br />

ó en espiral, de tal manera que el<br />

orificio del ano y la boca, en lugar de ocupar<br />

las dos extremidades, se hallan más ó menos<br />

próximos. No existe eje cerebro-espinal. El<br />

sistema nervioso se compone de ganglios,<br />

cuya reunión forma una serie colocada primero<br />

en el lado dorsal y después en el lado<br />

ventral del tubo digestivo; esa serie constituye<br />

un collar esofágico, mas no una larga<br />

cadena situada en la línea media. El cuerpo<br />

es blando, y está cubierto de una piel ó envoltura<br />

flexible y contráctil, desnuda unas veces<br />

y revestida otras de placas córneas ó calcáreas,<br />

denominadas conchas. Los principales<br />

órganos se hallan colocados simétricamente<br />

con relación á la línea media y curva del<br />

cuerpo. La sangre es blanca; el aparato de la<br />

circulación á veces más completo que en los<br />

anélidos, y por el contrario, los órganos de<br />

la sensibilidad casi siempre más incompletos.<br />

En muchos animales no aparecen los ojos, y<br />

en ninguno existe órgano especial para el<br />

olfato. También poseen los moluscos muy rara<br />

vez órganos de locomoción.<br />

La sección de los moluscos se divide en dos<br />

grupos: los moluscos propiamente dichos y los<br />

moluscoides. En los primeros el sistema ner^<br />

vioso se compone de varios ganglios reunidos<br />

mediante cordones medulares, y la generación<br />

es ovípara. Distínguense cuatro clases: cefalópodos,<br />

ierópodos, gasterópodos y acéfalos. En<br />

los moluscoides el sistema nervioso es rudimentario<br />

ó nulo, y la reproducción se efectúa<br />

por gemas y aun por nuevos. Distínguense<br />

dos clases de animales moluscoides, los tunicados<br />

y los b?~iozoos.<br />

La cuarta y última sección comprende los<br />

zoófitos, es decir, los animales plantas. Caracterízanse<br />

principalmente porque las principales<br />

partes de su cuerpo, en vez de hallarse<br />

dispuestas con arreglo á una línea media ó á<br />

un plano, se agrupan en derredor de un punto<br />

central ó de una línea vertical, de modo<br />

que afectan una forma radial ó esférica más<br />

ó menos perfecta. Cuando no carecen absolutamente<br />

de sistema nervioso, éste es rudimentario.<br />

No poseen esqueleto articulado ni inte-


ANI — 352 — ANI<br />

rior ni exterior. Todas las partes de la economía<br />

son sumamente sencillas en esos animales,<br />

y su semejanza con las plantas llega á tal<br />

grado, que durante mucho tiempo se desconoció<br />

la verdadera naturaleza de esos animales,<br />

y se creyó que pertenecían al reino vegetal.<br />

Sin embargo, se distinguen perfectamente en<br />

ellos algunos órganos de la vida animal, hallándose<br />

colocados en disposición más ó menos<br />

radial con respecto á un eje ó á un centro, ya<br />

cuando son adultos los animales, ya en su<br />

primera edad solamente.<br />

La sección de los zoófitos se divide en dos<br />

grupos: los radiados y los sarcodarios. El<br />

cuerpo de los primeros presenta una disposición<br />

radial bastante pronunciada, bien en su<br />

conjunto, bien en las principales partes. Casi<br />

siempre se distinguen en ellos apéndices de<br />

prehensión, tales como tentáculos, dispuestos<br />

formando corona en derredor de la boca. Ese<br />

grupo comprende tres clases: los equinodermos,<br />

los acalefos y los pólipos ó coralarios. En<br />

los sarcodarios el cuerpo afecta la forma esférica<br />

más bien que la radiada; forma que se desfigura<br />

muchas veces con el transcurso del tiempo.<br />

Casi nunca se ven en ellos apéndices de<br />

prehensión. En el grupo se incluyen dos clases:<br />

los infusorios propiamente dichos y los<br />

espongiarios.<br />

Clasificados de esa suerte los animales, á<br />

partir de los organismos superiores que siguen<br />

al humano por su complicación y perfección<br />

relativa, hasta llegar á los que solamente presentan<br />

organismos rudimentarios, resulta dividido<br />

el reino en veintiséis clases; número<br />

que muchos naturalistas llegan á duplicar,<br />

adoptando diferente base de clasificación.<br />

M. Prieto y Prieto.<br />

ANIMAL (Materia).—Denomínase así<br />

toda substancia que entra en la composición<br />

de un organismo animal ó que procede de<br />

cualquiera de ellos. Así se habla de grasas y<br />

aceites animales, para distinguirlos de las grasas<br />

y aceites procedentes de vegetales; de ácidos<br />

animales y de ácidos vegetales, según su<br />

origen; de manera que el ácido oxálico extraído<br />

de la acedera es un ácido vegetal, y el<br />

ácido láctico extraído de la leche de los animales<br />

es un ácido animal. Los principales<br />

productos animales que proporciona la agricultura<br />

son: las carnes, los sebos, los aceites<br />

de diversas partes del cuerpo, los huesos, las<br />

pieles y cueros, las lanas, los pelos y las crines,<br />

los intestinos, los cuernos, la sangre, la<br />

leche, la manteca, los quesos, los huevos, las<br />

plumas, los capullos de seda, la cera de abejas<br />

y la miel.<br />

ANIMÁLCULO.—Diminutivo con que se<br />

designan los animales pequeños que no se distinguen<br />

bien á simple vista, y cuyo número<br />

y cuyas especies han aumentado ,á medida que<br />

el hombre ha ido extendiendo el campo de<br />

sus observaciones mediante el empleo de microscopios<br />

más potentes cada vez. Sabido es<br />

que desde mediados del siglo xvm la aplicación<br />

de ese maravilloso instrumento al examen<br />

del vinagre y de varias disoluciones preparadas<br />

con substancias procedentes de cuerpos<br />

organizados, fué causa de que se descubriera<br />

una innumerable masa de seres vivientes, con<br />

todos los caracteres que distinguen á los animales,<br />

y cuya existencia no se sospechaba siquiera.<br />

Pronto se observó que esos seres microscópicos<br />

son engendrados, se mueven libremente,<br />

presentan órganos de nutrición<br />

más ó menos desarrollados, y experimentan<br />

sensaciones al ponerse en relación con el mundo<br />

exterior. Tales eran los animales infusorios<br />

y espermáticos, que desde luego fueron reconocidos.<br />

Más tarde se ha patentizado que<br />

existe gran número de esos animálculos en el<br />

aire atmosférico, en las aguas pantanosas, en<br />

las corrientes y en casi todos los líquidos orgánicos.<br />

Algunos de ellos apenas miden 2 ó 3<br />

milésimas de milímetro de longitud, y sin<br />

embargo, son muy marcadas las diferencias<br />

que distinguen á unos de otros, y de ahí que<br />

hayan podido ser clasificados en varias especies,<br />

resultando de significación muy vaga y<br />

sin alcance científico el término animálculo,<br />

y habiéndose demostrado que no es dable señalar<br />

un límite mínimo á la extensión en que<br />

puede desarrollarse la vida.<br />

ANIMALES ACUÁTICOS (Zoología y<br />

Zootecnia).—Se denominan así todos aquellos<br />

cuya habitación es el agua, y los que viven<br />

en las inmediaciones del elemento líquido ó<br />

en sitios húmedos, pudiéndose dividir, según<br />

su estancia, en fluviátiles y marinos. Sus dimensiones<br />

varían desde la más extraordinaria<br />

pequenez, visible únicamente con el auxilio<br />

del microscopio, hasta los de agigantado tamaño,<br />

que excede en mucho al de los animales<br />

terrestres más corpulentos. La especialidad<br />

de ciertas cualidades de su organización está<br />

relacionada con el medio en que habitan, participando<br />

, como es consiguiente, de los caracteres<br />

propios que distinguen á los tipos, clases,<br />

órdenes, familias, especies y géneros á<br />

que pertenecen. Los animales acuáticos son<br />

los más numerosos y variados, y los más antiguos<br />

de la creación, y por ellos se inició la<br />

vida, pues primeramente aparecieron en las<br />

turbulentas aguas de los mares primitivos los<br />

zoófitos (radiados), los moluscos, los crustáceos<br />

y los peces; después los reptiles; más<br />

adelante las aves, y por último, los mamíferos,<br />

incluso el hombre. De aquí el que se haya<br />

dicho por los partidarios de cierta escuela<br />

filosófico-naturalista que el Océano es el padre<br />

de la creación. Tipos y clases enteras se<br />

hallan formadas exclusivamente por animales<br />

acuáticos, y en el líquido elemento se encuentran<br />

desde los seres de organización más sencilla,<br />

pero no por eso menos perfecta, hasta<br />

los de más complicado organismo, ya habiten<br />

exclusivamente en sus profundidades, ya nadando<br />

en su superficie, ó ya alternando su vida<br />

en aquél con la respiración aérea. Así, pues,<br />

para dar á conocer las particularidades más<br />

notables de sus organismos y algunos de los<br />

rasgos característicos de la vida, costumbres


ANI — 353 — ANI<br />

y aplicaciones de los grupos más principales,<br />

nos ocuparemos sucintamente de los que, en<br />

cada uno de los tipos que abraza la escala<br />

zoológica, se comprenden bajo la denominación<br />

de animales acuáticos, y son los siguientes<br />

:<br />

HETEROMORFOS, que quiere decir diversa<br />

forma, porque cada especie la tiene distinta;<br />

carecen de sistema nervioso y de verdadero<br />

estómago, ó cuando más, le tienen tan rudimentario<br />

que no es apto para la preparación<br />

del alimento; se mueven por lo común á virtud<br />

de contracciones generales; se multiplican<br />

por todos los medios conocidos, y se dividen<br />

en dos clases, que son infusorios y rizópodos.<br />

Los infusorios son microscópicos, y cuando<br />

más, de 1 á 3 milímetros; su forma es ovoidea<br />

y redondeada; sus órganos exteriores son unas<br />

especies de sedas ó pelos, filamentos ó expansiones<br />

que simultáneamente sirven para la<br />

respiración, nutrición y locomoción. Por lo<br />

diminuto de su tamaño, cualidades de forma<br />

y portentosas condiciones de existencia, lian<br />

estimulado al perfeccionamiento del microscopio<br />

y dado lugar á profundas observaciones<br />

biológicas. Aunque se encuentran en las aguas<br />

corrientes, tanto dulces como saladas, viven<br />

más particularmente en las estancadas y fangosas,<br />

como las de los arrozales y carrizales.<br />

Es sumamente fácil proporcionarse individuos<br />

de esta prodigiosa y variada multitud de seres,<br />

que parecen puntitos animalizados. Basta para<br />

ello tomar un frasco de cristal de boca ancha,<br />

y echar en él agua y tierra mantillosa de<br />

macetas, légamo de los charcos y lagunazos<br />

donde crecen plantas palustres, agua turbia<br />

recogida en los hoyos de los jardines después<br />

de las lluvias ó en la de las vasijas donde se<br />

haya puesto á macerar carne, insectos ó materias<br />

orgánicas animales, vegetales y productos<br />

orgánicos (manteca, queso, miel, azúcar,<br />

harina), y exponer este frasco directamente<br />

al sol y al aire, y al cabo de dos ó tres<br />

días se inicia en él la existencia de estos diminutos<br />

seres, que pueden destinarse á experimentos<br />

y observaciones microscópicas.<br />

Los infusorios que se encuentran diseminados<br />

por todas partes contribuyen á aminorar<br />

los efectos de descomposición de las aguas<br />

estancadas.<br />

RIZÓPODOS.'—Tienen la organización tan<br />

sencilla y sorprendente cómodos anteriores;<br />

son, por lo común, considerados como infusorios<br />

recubiertos de una membrana resistente,<br />

ó bien de una concha regular, y constituidos<br />

por una masa homogénea y blanda, denominada<br />

por unos sarcoda y por otros protoplasrna.<br />

Los rizópodos denominados foraminíferos son<br />

microscópicos, de consistencia glutinosa, cabeza<br />

manifiesta y provistos generalmente de<br />

una cubierta testácea. La coloración de su cuerpo<br />

es roja, azulada ó violácea; no son conocidos<br />

sus órganos de nutrición y reproducción; los<br />

de la locomoción son ramificaciones de los fila^<br />

mentos transparentes que ocupan diversas partes<br />

del cuerpo. La aglomeración de los restos<br />

Día—II.<br />

de tan microscópicos seres, acumulados por el<br />

transcurso de los siglos, y aglutinados por el<br />

fango, han formado inmensos bancos en el fondo<br />

de los mares, islas en su superficie, bancos<br />

en el seno de la tierra y hasta han rellenado<br />

dilatadas cuencas. En la actualidad las especies<br />

vivas continúan su trabajo de transformación<br />

en las profundidades del abismo, hallándose<br />

de igual manera en las arenas de las playas.<br />

Usos y aplicaciones.—No carecen de importancia<br />

los rizópodos bajo el punto de vista<br />

de sus aplicaciones, pues los llamados numulites,<br />

que forman inmensas masas pétreas,<br />

algunas de ellas calizas, y que se encuentran<br />

en España (Alicante y Monserrat), Francia,<br />

Inglaterra, Suiza, Alemania y Egipto, se utilizan<br />

como piedras de construcción. Las llamadas<br />

piedras numulares, numismales y lenticulares<br />

son conchas microscópicas y fósiles, con<br />

cuyas piedras se ha construido gran parte de<br />

París y otras poblaciones, y con numulites se<br />

edificó la mayor de las pirámides de Egipto.<br />

Dichas piedras, pulverizadas con un triturador<br />

de minerales, son una excelente mejora y<br />

á la vez abono para los suelos arcillosos y<br />

areniscos.<br />

Los sistólidos son también animales acuáticos,<br />

que viven en las aguas dulces y saladas,<br />

y por su microscópico tamaño figuran por lo<br />

general entre los infusorios; mas atendida su<br />

complicada organización, deben figurar en clase<br />

separada y superior, puesto que se parecen<br />

á los articulados. Tienen el cuerpo semitransparente;<br />

apariencias de sistema nervioso; tubo<br />

digestivo bien manifiesto; vasos y músculos;<br />

la locomoción se efectúa por numerosos pelos<br />

vibrátiles, implantados alrededor de la boca.<br />

En algunos géneros existen sexos separados, y<br />

los machos carecen de estómago é intestinos.<br />

Se les ve en los sitios en que abundan los infusorios,<br />

en las aguas estancadas, entre los<br />

musgos húmedos y en las infusiones en que<br />

se hayan puesto á macerar restos ó substancias<br />

orgánicas animales ó vegetales; tienen la prodigiosa<br />

facultad de sobrevivir después de una<br />

desecación relativamente prolongada. Los rotíferos<br />

braquiones (cuya perfecta organización<br />

ha dado lugar á que algunos naturalistas los<br />

consideren como crustáceos microscópicos),<br />

•las foradarias, vorticelas, fioscidarias, los<br />

estefanóceros y otros, pertenecen á esta clase.<br />

RADIADOS.— Llamados así por la forma estrellada<br />

ó radiada que presentan, algo parecida<br />

á una flor marchita, asemejándose otros á<br />

. arbolillos ramificados cuando se unen entre<br />

sí en el fondo de las aguas en que habitan,<br />

como sucede á los pólipos. No siendo manifiesto<br />

en muchos de ellos el sistema nervioso, se<br />

cree que sólo existe en estado latente, y confundido<br />

con la masa orgánica, aunque en algunos<br />

individuos se presenta en estado rudimentario<br />

en una serie de pequeños ganglios,<br />

dispuestos circularmente en una sola masa<br />

medular, situada en el eje del cuerpo. Los órganos<br />

de los sentidos no se encuentran manifiestos;<br />

el tacto, si es que existe, es muy<br />

23


ANI — 354 — ANI<br />

obtuso. Los individuos superiores parece que<br />

ejecutan movimientos generales. En unos la<br />

boca y el ano suelen estar reunidos, en otros<br />

es sólo un simple saco, no faltando algunos<br />

que presentan dos orificios. La mayor parte<br />

son andróginos (hermafroditismo incompleto);<br />

otros pueden fecundarse á sí mismos (hermafroditismo<br />

completo), y otros tienen multiplicación<br />

escisípara ó gemnípara, como las<br />

plantas. Se encuentran mayormente en las<br />

aguas del mar, en las dulces, y también parece<br />

que se albergan en el cuerpo de otros animales.<br />

Se dividen en tres clases, que son: equinodermos,<br />

acalefos y pólipos. Los equinodermos,<br />

que tienen la particularidad de reproducir las<br />

partes mutiladas (reintegración), son animales<br />

marinos con tendencia á la disposición simétrica,<br />

y de forma tan variable que en ocasiones<br />

no parecen animales completos, sino<br />

partes de un animal que tienen la facultad de<br />

vivir por sí mismas durante un tiempo más ó<br />

menos largo, y de nutrirse sin órganos digestivos.<br />

El dermato-esqueleto de los equinodermos<br />

es calizo (oval, circular, globular, cilindrico<br />

, discoideo ó pentagonal), compuesto de<br />

placas poligonales llenas de filas de agujeros<br />

llamados ambulacros, por la semejanza con las<br />

alamedas de un jardín (ambulacrum). Los<br />

apéndices de la superficie (púas, tentáculos,<br />

escamas, pedicelos), articulados y movibles,<br />

ó en parte introducidos en el tegumento, ayudados<br />

por órganos interiores, contribuyen en<br />

parte á la nutrición y respiración, que se verifica<br />

por la asimilación de los elementos gaseosos<br />

disueltos en el agua. La reproducción<br />

de estos animales, que en otro tiempo se creyó<br />

que eran hermafroditas, es por generación.<br />

Se encuentran en todos los mares, si bien en<br />

aquellos cuyas aguas son poco saladas, como<br />

las del Mar Caspio y otros interiores, son muy<br />

escasos. Los equinodermos se han dividido en<br />

cinco órdenes, que son: crinoideos, qfiuridos,<br />

asteridos, equinidos y holturidos.<br />

Usos y aplicaciones.—Algunos de estos individuos,<br />

como los erizos, son comestibles,<br />

pues se comen crudos sus testículos y ovarios<br />

en las épocas en que adquieren mayor desarrollo.<br />

El dermato-esqueleto de los erizos y estrellas<br />

de mar es un excelente abono para los suelos<br />

silíceos y arcillosos. En Sicilia se emplean<br />

las estrellas de mar para abonar las tierras.<br />

Los briozoos, cuyo nombre, que significa<br />

musgo animal, se les ha dado por la semejanza<br />

que ofrecen con algunos vegetales, forman el<br />

enlace con los asculidos, y establecen el tránsito<br />

de los moluscoideos á los zoófitos. Tienen<br />

el cuerpo en forma de saco, en cuyo interior<br />

se encuentra el aparato digestivo, formado de<br />

un tubo encorvado en asa, que se ensancha ó<br />

estrecha alternativamente. El sistema nervioso<br />

presenta indicios de ganglios esofágicos, se<br />

propagan por huevos ó gemación, y se reúnen<br />

en grupos que afectan diversa forma, de donde<br />

han tomado también el nombre depolizoos<br />

(muchos animales).<br />

Los moluscoideos ó tunicados constituyen la<br />

última división de los moluscos; tienen el sistema<br />

nervioso nulo ó rudimentario; cuerpo<br />

desnudo ó encerrado en una concha caliza, y<br />

por lo común soldado al de otros individuos<br />

cuya masa se encuentra fija en el suelo, en el<br />

mar ó en las aguas dulces. Se dividen en dos<br />

órdenes: tunicados propiamente dichos y ascididos.<br />

MOLUSCOS.—Son animales de cuerpo blando,<br />

compuestos de una substancia carnosa y viscosa;<br />

de partes más ó menos simétricas; de<br />

forma variable, envueltos en una membrana<br />

llamada manto; la superficie libre de la piel<br />

segrega una substancia mucosa que facilita su<br />

locomoción, así como por ciertos puntos del<br />

exterior é interior la secreción forma láminas<br />

córneas ó calizas, que solidificándose, constituyen<br />

la concha, ya formada de una sola pieza,<br />

ya compuesta de dos ó más (conchas univalvas,<br />

bivalvas y multivalvas). Esta concha<br />

protege los órganos interiores ó partes blandas.<br />

El sistema nervioso es ganglionar, en<br />

masas esparcidas por el cuerpo, siendo las más<br />

voluminosas las situadas sobre el esófago<br />

(collar esofágico). El gusto y el tacto son los<br />

sentidos más desarrollados; algunos, aunque<br />

pocos, tienen ojos (los cefalópodos los tienen<br />

como los peces) y otros oído (los pulpos y<br />

sepias participan de él); la respiración es<br />

branquial y pulmonar; la circulación doble,<br />

y el corazón por lo común aórtico. El aparato<br />

digestivo, completo, con dos aberturas; los<br />

órganos de la locomoción están dispuestos<br />

para la natación y reptación.<br />

La inmensa mayoría de los moluscos habita<br />

los mares de ambos hemisferios; los de<br />

agua dulce viven indistintamente en las cristalinas<br />

y cenagosas, ó en los sitios frescos y<br />

húmedos. Los modernos naturalistas subdividen<br />

los moluscos en cefalópodos, ierópodos,<br />

gasterópodos, acéfalos y braquiópodos.<br />

Usos y aplicaciones.—Una gran parte de<br />

los moluscos que reciben la denominación de<br />

mariscos, son alimenticios; entre ellos se cuentan<br />

el pulpo común, la sepia ó jibia, el calamar,<br />

las almejas, los morcillones, los mejillones<br />

y las ostras, cuya importancia bajo<br />

este punto de vista ha dado lugar al establecimiento<br />

de parques ó criaderos artificiales, y de<br />

la provechosa industria de la ostricultura. En<br />

cuanto á los caracoles de tierra, muy usados<br />

como alimento, los antiguos Tómanoslos engordaban<br />

en sitios á propósito, que llamaron<br />

codearía. Los moluscos sirven también de<br />

alimento á determinados mamíferos, aves, peces<br />

, reptiles y hasta á las larvas de ciertos<br />

insectos. Otros tienen aplicaciones industriales<br />

y comerciales, como la madreperla; la<br />

sepia producida por el animal de este nombre,<br />

el nácar, las conchas de los nautilos, el ámbar<br />

gris, el biso de cierta especie marina, con el<br />

cual se fabrican bolsas, guantes y otros objetos,<br />

y las conchas de las ostras para la fabricación<br />

de cal. El caldo y la pasta de caracoles se<br />

recomiendan como un excelente medicamen-


ANI — 355 — ANI<br />

to para las enfermedades de pecho. Sin embargo,<br />

estos gasterópodos, así como las limazas<br />

y todos los moluscos herbívoros, son perjudiciales<br />

á los cultivos, especialmente el de las<br />

plantas tiernas y semilleros, que pueden verse<br />

destruidos por estos animales en una sola noche.<br />

Para exterminarlos se esparcirá por el<br />

suelo arena, ceniza, cal ó yeso, paja menuda<br />

ó polvo fino de los caminos, porque estos cuerpos<br />

excitan su secreción glutinosa y viscosa<br />

hasta el punto de hacerlos perecer. Las conchas<br />

de los moluscos reducidas á polvo, constituyen<br />

una excelente enmienda, y á la vez<br />

abono para las tierras arcillosas, silíceas y<br />

mantillosas, teniendo iguales aplicaciones sus<br />

fósiles, que en abundancia suelen encontrarse.<br />

HELMINTOS. — Conocidos también con el<br />

nombre de gusanos ó lombrices intestinales,<br />

porque algunas de sus especies viven en el interior<br />

de los seres orgánicos, se han llamado<br />

entozoos (animales dentro de otros); son considerados<br />

como acuáticos los que viven en las<br />

aguas dulces ó en otros líquidos, como la Filaría<br />

acuática que habita libremente en el<br />

agua y debajo de las plantas acuáticas, y el<br />

Rhabditis aceti, rabditis del vinagre; los hay<br />

que viven en otros seres orgánicos, y se encuentran,<br />

ya encerrados en quistes, ya fijos en<br />

los distintos órganos y aun en la sangre, ó libres<br />

en los intestinos, así como también suelen<br />

encontrarse en el interior de los vegetales,<br />

siendo, entre otros, los siguientes: el Trichosomum<br />

longicolis, tricosomo de cuello largo,<br />

que se encuentra en las gallinas; el Trichocephalus<br />

afinis, tricocéfalo afine, que vive en el<br />

intestino ciego de varios rumiantes; la Filaría<br />

papulosa, filaría del caballo, que se encuentra<br />

entre los pliegues del peritoneo en el caballo,<br />

y en ocasiones en la región torácica y aun en<br />

sus ojos; el Ascaris margínala, ascáride del<br />

perro, que se desarrolla en el intestino delgado<br />

de este animal y del lobo; el Esclerostoma<br />

equinum, esclerostomo del caballo, el cual por<br />

su armadura bucal se fija fuertemente en los<br />

intestinos ciego y colón, así como en el páncreas<br />

, duodeno, tónica del testículo y en los<br />

aneurismas de la arteria mesentérica; la Trichina<br />

spiralis, triquina espiral, que desarrollándose<br />

en el cerdo, puede ser trasmitida al<br />

hombre cuando se alimenta de esta carne<br />

cruda triquinada ó sus preparados (longanizas,<br />

chorizos y toda clase de embutidos); el<br />

Pentastoma tcetiioides, pentastomo tenióideo,<br />

que algunas veces suele encontrarse en los senos<br />

frontales del perro y en la laringe del<br />

lobo; el Pentastoma denticidata, que se ha encontrado<br />

en el hígado y pulmones del buey,<br />

cabra y otros rumiantes; el Amphisloma conicum,<br />

anfistoma de los rumiantes, que vive en<br />

la panza de los bueyes; el Echinorhincus gigas,<br />

equinorinco del cerdo, que vive adherido<br />

á la túnica interna de sus intestinos, y atravesando<br />

éstos llega algunas veces hasta la cavidad<br />

abdominal; el Cislicercus cellusa, cisticerco<br />

del tejido celular, que desarrollándose<br />

en gran número en el tejido celular del cer­<br />

do, produce la lepra; y por último, el Rliabditis<br />

triticus, rabditis del trigo, que se desarrolla<br />

en los granos verdes de este cereal, ocasionando<br />

la enfermedad conocida con el nombre de<br />

tizón.<br />

ANÉLIDOS.—Animales simétricos, de cuerpo<br />

blando por lo común, cilindrico, y compuesto<br />

de anillos, con antenas ó apéndices en la cabeza<br />

y tentáculos en el anillo bucal; el pie de<br />

los anélidos consiste en una especie de tubérculo<br />

hueco, llamado reino. Tienen sangre<br />

roja; respiración cutánea ó branquial; tacto<br />

delicado, particularmente en los pies y en los<br />

espacios interanulares, y reproducción vivípara.<br />

Viven en todos los mares, en las aguas<br />

dulces y en la tierra húmeda, y se dividen en<br />

dos órdenes: anélidos errantes y anélidos sedentarios.<br />

Usos y aplicaciones.—No son comestibles,<br />

y únicamente se utilizan como cebo para pescar;<br />

entre ellos se encuentra la sanguijuela,<br />

cuyo uso medicinal es de todos conocido.<br />

Los cirrápodos, que según los modernos<br />

naturalistas forman una serie intermedia entre<br />

los articulados y moluscos, y por lo tanto<br />

deben colocarse á continuación de los crustáceos<br />

y como tránsito de los articulados á los<br />

moluscos, tienen un sistema nervioso semejante<br />

al de los crustáceos, así como también<br />

existe semejanza entre sus órganos interiores.<br />

Están dotados de un corazón con movimiento;<br />

respiran por branquias; su cabeza no es visible;<br />

el cuerpo está provisto de pies ó brazos<br />

tentaculares; en la primera época de su vida<br />

viven libres, flotando en las aguas, y en estado<br />

adulto se fijan en los cuerpos submarinos por<br />

un pie carnoso, comestible en los percebes. Se<br />

dividen en dos órdenes: arropados sésiles y<br />

cirrópodos pediculados.<br />

CRUSTÁCEOS.—Son animales articulados, con<br />

dermato-esqueleto, unas veces flexible, otras<br />

endurecido por la quitina, como el de los<br />

insectos, ó bien muy solidificado por el carbonato<br />

y fosfato calizos. Compuestos de cabeza,<br />

unas veces unida 1 , otras separada del<br />

tórax ó cuerpo, el cual se halla formado por<br />

segmentos transversales, y frecuentemente de<br />

una sola pieza, llamada caparazón, terminando<br />

por el abdomen ó cola. El sistema nervioso se<br />

compone de cerebro, médula prolongada y<br />

nervios. Sentidos muy desarrollados, menos el<br />

del tacto, que es obtuso. Sangre blanca, y respiración<br />

muy activa por branquias y por una<br />

especie de sacos aéreos en las especies superiores.<br />

Los órganos del movimiento (patas ó<br />

pies) están dispuestos para la locomoción y<br />

natación, ó para servirles de apoyo ó de<br />

sostén.<br />

Las especies de gran tamaño viven en todos<br />

los mares; las pequeñas son, por lo general,<br />

fluviátiles, y habitan las aguas tranquilas; las<br />

terrestres prefieren los sitios húmedos.<br />

Usos y aplicaciones.—-Las numerosas especies<br />

de pequeño tamaño se utilizan como<br />

alimento del nombre, aun cuando su carne es<br />

algo indigesta. El dermato-esqueleto pulveri-


ANI — 356 — ANI<br />

zade- es útil como abono y mejora de los suelos<br />

arcillosos y silíceos.<br />

Entre los arácnidos figuran como acuáticos<br />

las llamadas arañas de agua. El Argyroneta<br />

aquatica, argironeta acuático ó araña de<br />

agua, aun cuando, como todos los arácnidos,<br />

respira por aberturas pulmonares, tiene el abdomen<br />

cubierto de un relio que impide se<br />

moje la epidermis, y cuando nada, toda esta<br />

parte queda envuelta en una capa de aire que<br />

sirve para que funcionen los opérculos branquiales;<br />

de modo que puede sumergirse, vivir<br />

y funcionar en el agua. Este arácnido se<br />

encuentra en Suecia, Alemania, Francia y<br />

Holanda.<br />

INSECTOS.—El cuerpo de los insectos está<br />

cubierto por un dermato-esqueleto, y compuesto<br />

de cabeza, tórax y abdomen. La respiración<br />

es traqueal, entrando el aire por los estigmas<br />

que existen en los anillos del cuerpo. Son<br />

ovíparos, habiendo algunas especies en las que<br />

salen los hijuelos vivos, y sufriendo metamorfosis<br />

ya completas ó ya incompletas. Los<br />

insectos esencialmente acuáticos son: entre los<br />

tisanuros, algunas de las especies de las podurelas,<br />

que se ven reunidas sobre la superficie<br />

del agua y otras encima de la nieve, pudiendo<br />

estos pequeños animales volver á la vida<br />

después de haber estado congelados en el<br />

agua.<br />

Entre los hemípteros se cuentan el Gerris<br />

paludum, gerris de los pantanos, y el Gerris<br />

lacustrix, gerris de los lagos, que viven en<br />

la superficie de las aguas; los Nepas, que habitan<br />

en el fondo de las aguas ó entre el cieno;<br />

las Notonectas, llamadas así por la particularidad<br />

de nadar de espalda; la Noionecia<br />

glauca sale del agua durante la noche para<br />

andar por tierra ó volar, con el fin de dirigirse<br />

de un pantano á otro.<br />

Entre los neurópteros, las riacófilas, cuya<br />

larvas habitan en las aguas corrientes, y<br />

de las limn áfilas, la Limnophila striata, limnófila<br />

estriada, que se sumerge en el fango para<br />

metamorfosearse; los friganidos son frecuentes<br />

en los sitios húmedos cercanos á los<br />

arroyos y lagunas, abundando sus larvas en<br />

la mayoría de las aguas. La Phryganea pilora,<br />

frigánea vellosa, es una de las más importantes.<br />

Las efémeras, cuyo nombre indica la<br />

brevedad de su vida, en estado de larva, que<br />

es cuando más duración alcanza su existencia,<br />

nadan en los ríos y lagunas, y salen del agua<br />

para transformarse en ninfas. La Ephemera<br />

vulgaris, efémera vulgar, es una de las más<br />

conocidas. Las libélulas ó señoritas se distinguen<br />

por sus elegantes formas y colores brillantes;<br />

por lo común habitan en las inmediaciones<br />

de las aguas, y viven en ellas en el<br />

estado de larva y ninfa, siendo la Libellula<br />

maculata, libélula manchada, una de las más<br />

comunes.<br />

Entre los dípteros, insectos diseminados<br />

por todos los países de la tierra, figuran algunas<br />

especies que frecuentan las orillas de las<br />

aguas, y otras que viven sobre la espuma de<br />

las olas del mar, así como también las hay<br />

que habitan en las nieves de las regiones polares.<br />

La larva del Stratiomys chamceleon, que<br />

vive en el agua, es una de las más notables.<br />

Algunas de las especies de los lepidópteros<br />

se las ve durante los calurosos días del verano<br />

reunidas en grupos en los sitios encharcados<br />

de las vegas, en los caminos fangosos ó<br />

en las orillas de los arroyos y riachuelos, chupando<br />

la tierra húmeda.<br />

Entre los coleópteros tenemos los hidrofílidos,<br />

que viven en las aguas tranquilas de<br />

las charcas, estanques y pantanos; no son<br />

buenos nadadores, y al trasladarse por la<br />

tarde ó noche de un estanque á otro, se percibe<br />

el ruido fuerte y sonoro de su vuelo. La<br />

larva del Hidrophilus piscens, ó gran hidrófilo<br />

, que es la especie más notable, nada con<br />

suma facilidad y abandona el agua para metamorfosearse.<br />

Algunas especies de los esferididos<br />

habitan las aguas y se alimentan de vegetales.<br />

Ciertas especies de los palmicórneos<br />

se encuentran en las aguas de los arroyos,<br />

ó bajo los cantos rodados situados en el lecho<br />

de los riachuelos, ó entre las raíces de las plantas<br />

palustres. Los girinidos nadan con ligereza<br />

extraordinaria, moviéndose y girando en<br />

todos sentidos con suma rapidez en la superficie<br />

del agua, y particularmente con movimientos<br />

circulares, por lo cual se les ha denominado<br />

torniquetes; y como su cuerpo es de<br />

color negruzco bronceado y brillante, cuando<br />

los rayos del sol se reflejan directamente sobre<br />

estos insectos, producen una mágica visualidad.<br />

El Gyrinus nalalor, girino nadador,<br />

es uno de los más conocidos.<br />

Los peces forman la última división de los<br />

vertebrados, y aun cuando afectan variadas<br />

formas, su cuerpo es oblongo, lateralmente<br />

comprimido, carecen de cuello y su cabeza es<br />

una continuación del tronco. Están cubiertos<br />

generalmente de escamas. Son de variados y<br />

muy vistosos colores, conformados esencialmente<br />

para la natación; las aletas, que se dividen<br />

en pares é impares, según el sitio que<br />

ocupan, se denominan pectorales, ventrales,<br />

dorsales y caudal. Tienen además un órgano<br />

muy apropiado para su especial forma de locomoción<br />

, cual es la vejiga natatoria, que se<br />

encuentra llena de aire, y que se la puede considerar<br />

como un pulmón rudimentario. Respiran<br />

por branquias el aire disuelto en el agua;<br />

su sangre es roja y fría; el corazón, colocado<br />

en las partes inferiores de los arcos branquiales,<br />

se compone de un ventrículo y de una aurícula,<br />

y por lo tanto corresponde á la mitad<br />

derecha del corazón de las aves y de los mamíferos,<br />

puesto que recibe la sangre venosa procedente<br />

de todas las partes del cuerpo para<br />

conducirla á las branquias. Por lo común, la<br />

generación es ovípara, pero también tienen los<br />

sexos separados, y parece que se han observado<br />

casos de hermafroditismo en algunas pescadillas,<br />

carpas y otros. En cuanto á los huevos,<br />

son numerosos y pueden llegar en algunas especies<br />

á muchos millones en cada postura. Por


ANI — 357 — ANI<br />

punto general, no son fecundados sino después<br />

de haber sido expulsados del cuerpo de la hembra,<br />

y por lo tanto existe la posibilidad de operar<br />

la impregnación de una manera artificial, á<br />

cuyo medio recurre la piscicultura para propagar<br />

ciertas especies. Los salmones y las truchas,<br />

cuyos hueros adquieren gran volumen,<br />

se prestan mejor que los de los otros pescados<br />

á esta práctica, y como pueden ser transportados<br />

entre hierbas humedecidas, y retardar<br />

su eclosión rodeándolos con nieve y encerrándolos<br />

en cajas convenientemente preparadas,<br />

se han propagado en los diferentes puntos en<br />

donde naturalmente no se producían. También<br />

puede ser la generación ovo-vivípara, que<br />

es cuando se verifica la fecundación en el interior<br />

del cuerpo de la madre, naciendo vivos<br />

los pececillos, como sucede con alguna de las<br />

especies de los percídeos, pecilias y bienios.<br />

Las rayas, escualos, quimeras y otros tienen<br />

los órganos reproductores muy semejantes á<br />

los de los vertebrados; los machos fecundan<br />

los huevos antes de la puesta de la hembra.<br />

Los Syngnaius, pertenecientes á los lofobranquios,<br />

tienen debajo del vientre una ranura<br />

ó especie de bolsa en donde colocan sus<br />

huevos, permaneciendo allí hasta su completo<br />

desarrollo, recordando este alto fin la gestación<br />

de los marsupiales. El Chromis paterfamilias<br />

del lago Tiberiades tiene las branquias<br />

dispuestas en simples laminillas, y sin<br />

embargo, sirven para incubar en ellas hasta<br />

200 huevos, de cuya noble misión están encargados<br />

los machos; los pececillos crecen con<br />

suma rapidez, aumentando mucho su volumen<br />

, y salen por la abertura que pone en comunicación<br />

la cavidad branquial con la boca.<br />

Algunas especies experimentan al parecer<br />

ciertas metamorfosis después de su nacimiento,<br />

ó por lo menos manifiestos cambios de<br />

forma, como sucede, entre otros, con los pescados<br />

planos (platijas, hipoglosos, rodaballos<br />

y lenguados). Algunos peces construyen<br />

verdaderos nidos, tales como los espinosos<br />

(Gasterosteus), el Eupomotis ó pez sol, la<br />

Antennaria, el Weisfich rhynchitus, las lampreas<br />

(Petromison) y el Protoplerus del Nilo<br />

blanco. Otros tienen la facultad de volar, como<br />

entre otros, el Dactylopterus volitans, dactilóptero<br />

volador, conocido desde los antiguos<br />

griegos con el nombre de golondrina de mar.<br />

Habiéndolos, por último, tan notables, que<br />

á causa de su especial organización pueden<br />

salir del agua y trepar por ciertos árboles<br />

para alimentarse del agua acumulada en sus<br />

hojas. El esqueleto que sirve de protección á<br />

los centros nerviosos, cerebro y médula espinal<br />

, puede ser huesoso ó ternilloso, constituyendo,<br />

según Cuvier, dos grandes subclases.<br />

Los naturalistas aun no han convenido ni<br />

adoptado una clasificación para los peces; una<br />

de las más modernas los divide en cinco subclases,<br />

que son: teleósteos, ganoídeos, selacios,<br />

ciclostomos y leptocardios, que comprenden<br />

los doce órdenes siguientes: acantopterigios,<br />

anacantinos, faríngeos, malacopte- |<br />

rigios, pletognatos, lofobranquios, holosteos,<br />

condrosteos, plagiostomos, holocéfalos, ciclostomos<br />

y leptocardios.<br />

Usos y aplicaciones.— Desde la época prehistórica<br />

los peces han servido de alimento á<br />

la especie humana, pues sabido es que el hombre<br />

primitivo fué cazador y pescador, y ha<br />

habido y aun existen sociedades cuyos individuos,<br />

por las especiales circunstancias de las<br />

localidades donde habitan, son esencialmente<br />

ictiúfagos. En los sitios donde no existe vegetación<br />

, los animales domésticos se alimentan<br />

únicamente de peces. Los peces secos, pulverizados<br />

y mezclados con harina de maíz ó de<br />

otro cereal, son un buen alimento, alternado<br />

con el pienso ordinario, para cebar en poco<br />

tiempo toda clase de ganados y aves de corral;<br />

de modo que este sistema puede adoptarse en<br />

los pueblos de nuestras costas, ya con el sobrante<br />

de la pesca, ya con los desperdicios de<br />

las fábricas de salazón. También se utilizan<br />

estos animales como abono para las tierras,<br />

por lo que en algunas localidades, como en los<br />

pantanos del Condado de Lincoln, puede un<br />

hombre ganar 4 chelines diarios recogiendo<br />

gasterosteos de cola aguda, que se suelen pagar<br />

á medio penique la fanega. En muchos<br />

pueblos de nuestra costa cantábrica tienen<br />

también desde muy antiguo la costumbre de<br />

abonar con los pescados y sus desperdicios,<br />

ya esparciéndolos y enterrándolos en las tierras,<br />

ya mezclándolos con las demás materias<br />

que se descomponen en los estercoleros. De<br />

los peces se extraen aceites y grasas que, con<br />

las fábricas de salazón y de conservas alimenticias,<br />

constituyen industrias muy lucrativas,<br />

que aumentan y avaloran las utilidades que<br />

estos animales proporcionan.<br />

BATRACIOS.—Los reptiles batracios tienen,<br />

por lo común, la piel desnuda; cabeza articulada<br />

con la primera vértebra; unos con las<br />

extremidades posteriores doblemente más largas<br />

que las anteriores, y á consecuencia de<br />

sus metamorfosis aparece la cola como si hubiese<br />

sido cortada del tronco, por lo cual se<br />

les denomina anuros. Otros tienen patas y<br />

conservan la cola durante su vida (urodelos),<br />

y otros carecen de cola y patas, tienen<br />

el cuerpo largo y cilindrico, y son muy parecidos<br />

á las serpientes (ceciloides). La cabeza<br />

de los batracios está articulada con la primera<br />

vértebra, y el ventrículo carnoso del corazón<br />

tiene una sola cavidad interna. Pueden<br />

activar ó moderar, según les plazca, los movimientos<br />

respiratorios, resistiendo por este<br />

medio el frío y el calor. La generación es ovípara,<br />

y sin órganos genitales externos ó aparentes,<br />

siendo más complicada la estructura<br />

de los de las hembras. Experimentan metamorfosis;<br />

están dotados de una gran resistencia<br />

vital, y pueden reproducir los miembros<br />

mutilados. No beben agua, pero en cambio<br />

la absorben por la piel ó por la membrana<br />

mucosa que corresponde á la epidermis. Los<br />

batracios acuáticos nadan con facilidad y rapidez,<br />

extendiendo el cuerpo horizontalmente.


ANI — 358 — ANI<br />

Durante el invierno se sumergen en el fondo<br />

de los estanques ó lagunas, permaneciendo<br />

aletargados hasta las primeras lluvias de primavera;<br />

las mudas de su piel las verifican en<br />

el agua. Las especies que conservan la cola<br />

toda su vida son acuáticas en su mayor parte<br />

(tritones, tritomegas, proteos, sirenas, menopomes<br />

y otros). De los anuros, ciertas especies<br />

de los raniformes. Los ceciloides son terrestres.<br />

Usos y aplicaciones.—Algunas especies de<br />

batracios son muy útiles á la agricultura, porque<br />

destruyen los insectos que le son perjudiciales;<br />

otras, como las ranas, tienen partes<br />

comestibles, las ancas, que se condimentan de<br />

diferentes maneras, y sometidas á la ebullición,<br />

producen un exquisito caldo, muy apropiado<br />

para los enfermos, y tienen cierta importancia<br />

en la historia de las ciencias por<br />

haber dado ocasión, aunque casual, al descubrimiento<br />

del magnetismo por las contracciones<br />

musculares que en ellas se observaron al<br />

ponerlas en contacto con dos metales de distinta<br />

naturaleza, lo que después dio lugar á<br />

los experimentos y controversias de Galvani<br />

y Volta, origen de tantas y tan útiles aplicaciones.<br />

Otras especies, como los tritones, han<br />

engrandecido la biología con notables descubrimientos<br />

y experiencias acerca de la vivificación<br />

artificial de sus gérmenes, cambios verificados<br />

en los principales centros de la vida,<br />

y singular particularidad de reproducir las<br />

partes perdidas ó mutiladas de su cuerpo, tales<br />

como las extremidades, la cola y hasta los<br />

ojos.<br />

Los ofidios ó serpientes tienen el cuerpo<br />

cilindrico; piel escamosa y gruesa, que mudan<br />

varias veces al año; cabeza pequeña y más ancha<br />

que el cuerpo; boca muy hendida, y tal<br />

movilidad en los huesos de la cara, que les<br />

facilita poder dilatar dicha cavidad y engullir<br />

la presa que les sirve de alimento. La conformación<br />

de los dientes es un carácter distintivo<br />

de las diferentes familias de este orden; carecen<br />

de esternón; tienen el tacto en la lengua;<br />

beben agua, y les agrada el bañarse. Las<br />

serpientes acuáticas son marinas ó fluviátiles;<br />

las primeras, que son venenosas y se conocen<br />

con el nombre de platicercos ó serpientes marinas,<br />

habitan el Océano índico, las costas<br />

Sur de la China y las del Norte de la Australia.<br />

Entre las fluviátiles figura en primer término<br />

, por su gran tamaño, el anacondo, Ennecies<br />

marinus, pitonido del Nuevo Mundo,<br />

que mide de 24 á 30 pies de largo; vive en<br />

los pantanos, y se encuentra en mejores condiciones<br />

en las tranquilas y cristalinas aguas<br />

de los lagos y de los ríos que corren por los<br />

frondosos bosques del Brasil. El Trigonocephalus<br />

piscivorus, mocasín de agua, es venenosa,<br />

voraz y muy temida porque ataca repentinamente<br />

á cuantos se le acercan; habita<br />

los ríos, lagos, pantanos y estanques déla<br />

América del Norte.<br />

Entre los saurios ó lagartos figuran como<br />

acuáticos el Champsa Mississipensis, caimán<br />

del Mississippi, que se encuentra en este gran<br />

río, y en los de la Carolina y Luisiana; el caimán<br />

de anteojo, C. sclerops, que habita los<br />

ríos, lagos y estanques de la América meridional<br />

y Brasil; y los cocodrilos vulgar, listado,<br />

del Nilo y el del Ganges.<br />

Los quelonios ó tortugas, cuya resistencia<br />

vital es tan extraordinaria que se les ve moverse<br />

por espacio de algunos meses después<br />

de haberles cortado la cabeza, y que pueden<br />

vivir por mucho tiempo sin respirar ni mezclar<br />

oxígeno en su sangre, se dividen en acuáticos<br />

y terrestres, y aquéllos en marinos y de<br />

agua dulce. Entre los quelónidos ó tortugas<br />

marinas figuran la verde, que alcanza muy<br />

cerca de 2 metros de lai'go y hasta 460 kilos<br />

de peso; el carey y el laúd, ó tortuga coriácea.<br />

Las fluviales las constituyen los galápagos, que<br />

habitan las charcas, lagos, estanques y pantanos<br />

de ambos continentes.<br />

Usos y aplicaciones.— Las tortugas marinas<br />

se utilizan por su carne, grasa y huevos,<br />

y además la carey por su concha. Los huevos<br />

de las fluviátiles son muy abundantes en Norte-América,<br />

y constituyen para los indios un<br />

exquisito alimento. Entre nosotros los galápagos<br />

se utilizan en las huertas y jardines<br />

para destruir los insectos perjudiciales á las<br />

plantas.<br />

AVES.—Además de los caracteres propios<br />

de estos animales, que sirven para distinguirlos<br />

del resto de los vertebrados, tienen las especies<br />

acuáticas cualidades orgánicas especiales,<br />

debidas al medio en que naturalmente habitan,<br />

en proporción tan considerable, que<br />

sólo las que frecueutan los mares forman la<br />

décima cuarta parte de las que pueblan el globo<br />

, suponiéndose ascender su número á 9.400<br />

especies. Estas aves, que viven en el agua,<br />

frecuentan los sitios húmedos ó encharcados,<br />

las riberas de los ríos, costas y orillas de los<br />

mares, se subdividen en dos grupos, que son:<br />

palmípedas (aves esencialmente acuáticas), y<br />

zancudas (aves denominadas de ribera).<br />

Las palmípedas se distinguen por tener el<br />

cuerpo dispuesto para la natación, y con un<br />

peso específico menor que el agua; patas cortas<br />

, implantadas muy atrás, que les dificulta<br />

mucho para andar por exigirles la posición<br />

vertical; los dedos unidos en todo ó en parte<br />

por membranas interdigitales ó colocadas lateralmente;<br />

la glándula sebácea que las aves<br />

tienen en el origen de la cola se encuentra<br />

muy desarrollada en las acuáticas, y con la<br />

materia grasienta que en abundancia segregan,<br />

lubrifican y untan frecuentemente sus<br />

plumas, con el fin de hacerlas impermeables al<br />

agua. Unas vuelan con dificultad, otras apenas<br />

si pueden elevarse y sostenerse en el aire;<br />

por último, las hay con alas tan desarrolladas<br />

que les permite surcar los aires hasta muy lejano<br />

de las costas, aun en medio de las tormentas.<br />

Habitan los ríos, lagos y mares de los diferentes<br />

puntos de la tierra, y hasta parece<br />

habérselas encontrado en los lagos subterráneos<br />

de la América. Este orden se divide en


ANI — 359 — ANI<br />

cuatro familias, que son: anátidas (cisnes,<br />

gansos ú ocas, patos, alabancos ó ánades, y<br />

mergus), pelecanidos (pelícanos, cuervos marinos,<br />

rabihorcados, rababo de junco), láridas<br />

(procella tempestad, petrel, patines ó<br />

pamperos, gaviotas ó paviotas, golondrinas de<br />

mar, picotijera y otras), colimbidas (somormujos,<br />

colimbos, pájaros-bobos ó pájarosniños).<br />

Las aves ribereñas tienen las patas largas<br />

(zancudas), tarsos y parte inferior de las piernas<br />

desprovistas de plumas, vuelo fuerte<br />

y sostenido, y afectan al volar la forma de<br />

cruz, por llevar rectos y extendidos el cuello<br />

y las patas, á fin de disminuir el rozamiento<br />

del aire. Habitan las orillas de los<br />

mares, lagos, ríos, charcas y pantanos, penetrando<br />

para pescar en las aguas de poco fondo,<br />

y emigrando de unos á otros países según las<br />

estaciones. El orden de las zancudas (aves de<br />

ribera) está constituido por las familias de<br />

las ardeidas (grullas, garzas y cigüeñas, menos<br />

acuáticas que las anteriores); escoloplácidas,<br />

que son las menos acuáticas (ibis, zarapitos,<br />

chochas ó becadas); rábidas (rascones,<br />

fochas y gallinas de agua), y fenicopterídeas<br />

(flamencos). Las otídeas son terrestres.<br />

Usos y aplicaciones.— Entre las palmípedas<br />

se encuentran algunas de las más importantes<br />

aves de corral y otras especies que<br />

viven en estado natural, tales como el ganso<br />

doméstico, que son comestibles y útiles además<br />

por sus plumas, de las que las del vientre y<br />

pechuga se utilizan para rellenar almohadas<br />

y colchones, y las penuas y remeras para escribir;<br />

son también celosos vigilantes en un<br />

cortijo, pues con sus graznidos anuncian cuando<br />

alguien se acerca de noche. En algunas<br />

localidades se practica para cebarlos un cruel<br />

procedimiento, que consiste en cegar al animal<br />

y fijarle durante veinte ó treinta días á unas<br />

tablas colocadas cerca de la lumbre, clavándole<br />

tachuelas en las membranas interdigitales, pues<br />

se ha observado que en estas condiciones y con<br />

abundante alimento el hígado adquiere una<br />

gran hipertrofia, es decir, aumenta de volumen<br />

y además adquiere un sabor muy exquisito,<br />

que le hace ser el principal ingrediente para<br />

confeccionar los célebres pasteles de Estrasburgo.<br />

El pato común y las variaciones del<br />

doméstico, la zarzeta mayor y la menor, aun<br />

cuando no de carnes tan buenas como la de<br />

la gallina, sabiéndolos condimentar, resultan<br />

muy gustosos y nutritivos. El anas mollísima,<br />

pato de flogel, gran pato del Norte, que se<br />

encuentra en Noruega, Islandia, Escocia é<br />

islas cercanas, anida en los peñascos de las<br />

proximidades del mar, en cavidades aprovechadas<br />

y preparadas al efecto; el plumón ó<br />

flogel que las hembras se arrancan de la pechuga<br />

y abdomen para tapizar el nido se emplea<br />

en fabricar cubrepies y colchas ligeras,<br />

pero de mucho abrigo. El pelícano de Manila,<br />

que también se encuentra en la China, es<br />

adiestrado para la pesca, á la que se le destina<br />

colocándole en el cuello un anillo metálico<br />

que le impide tragar los peces, que después<br />

de cogidos arroja á los pies de su amo. La<br />

misma aplicación se hace del cuervo marino,<br />

cuya carne es comestible. Las gaviotas ó paviotas,<br />

también comestibles, limpian de animales<br />

muertos todos los sitios que frecuentan,<br />

proporcionando con ello un reconocido beneficio.<br />

En los países del Norte, donde apenas<br />

existe vegetación, las aves acuáticas con sus<br />

plumas, piel, huevos y materia grasienta del<br />

cuerpo de algunas de ellas, como los pingüinos<br />

(del latín pinguis, grasa), proporcionan<br />

á los habitantes vestidos, alimentos y hasta<br />

aceite para el guiso y alumbrado. Los ibis<br />

y cigüeñas, destruyendo los más inmundos<br />

reptiles, contribuyen ala salubridad del Egipto,<br />

así como los marabús limpian de inmundicias<br />

las grandes ciudades de las Indias. Las<br />

aves marinas que viven en los islotes desiertos<br />

ó poco habitados suministran á la agricultura<br />

los guanos naturales, producto de sus excrementos<br />

mezclados con sus propios restos y<br />

los de los pescados de que se alimentan.<br />

MAMÍFEROS.—El mamífero de organización<br />

más extraordinaria, que más difiere de la de<br />

los demás de su clase, y cuyo nombre específico<br />

significa pico de ave, es el Ornithorhyncusparadoxus,<br />

ornitorinco paradógico, animal<br />

acuático de la Australia, que habita los ríos<br />

y aguas tranquilas de la costa oriental de<br />

Nueva Holanda, en madrigueras sombreadas<br />

por frondosas plantas acuáticas, y cuyo animal<br />

es comestible.<br />

CETÁCEOS.—Son tan exclusivamente acuáticos,<br />

que no pueden vivir más que en el elemento<br />

líquido; participan de los caracteres<br />

esenciales de los mamíferos, si bien atendiendo<br />

al medio en que habitan y funciones que<br />

desempeñan, varían de los terrestres en su<br />

conformación externa é interna. Figura entre<br />

ellos el ser más gigantesco é inofensivo de la<br />

creación (la ballena), el cual, á pesar de sus<br />

extraordinarias magnitud y fuerza, está expuesto<br />

á ir desapareciendo poco á poco, á<br />

causa de la encarnizada persecución de que<br />

es objeto. Entre los cetáceos figuran las ballenas,<br />

rorcuales, cachalotes, delfines, sopladores<br />

y marsopas, y todos son marinos menos el<br />

platanista del Ganges, que es un delfín que<br />

se encuentra en este río. Entre los sirenios se<br />

cuentan los dugons y los manatís, á los cuales<br />

rara vez se les ve salir del agua, y los ritinos,<br />

que no encontrándose ya en los sitios donde<br />

hasta hace poco han habitado, se ha llegado<br />

á suponer que hayan desaparecido. Entre los<br />

mamíferos marinos se hallan también los pinípedos<br />

(focas y morsas), pero la guerra de<br />

esterminio que se les hace es causa de su notable<br />

disminución, que indudablemente conducirá<br />

á la total desaparición de estas especies,<br />

particularmente de las primeras.<br />

Usos y aplicaciones. — De los individuos<br />

de estos órdenes se utiliza con reconocidas<br />

ventajas la piel, carne, grasa, esperma y esqueleto<br />

, y muy especialmente los dientes en<br />

los dugons y manatís. Los pueblos del Norte


ANI — 360 — ANI<br />

aprovechan todas las partes del cuerpo de los<br />

pinípedos, piel, grasa, carne, sangre, tendones,<br />

huesos y hasta los intestinos, que además<br />

de servirles de alimento, utilizan en confeccionar<br />

vestidos.<br />

PAQUIDERMOS.— Todas las especies de este<br />

orden gustan de la proximidad del agua y<br />

parajes encharcados, prefiriendo las proximidades<br />

de ríos y pantanos ocultos en espesos<br />

bosques, y hasta nuestro cerdo doméstico revuélcase<br />

con frecuencia en los charcos y lodazales.<br />

Mas entre todos los paquidermos el<br />

hipopótamo anfibio es el que más habita en el<br />

agua, si en ella abundan los vegetales acuáticos,<br />

y únicamente á falta de ellos sale de los<br />

ríos durante la noche para pacer las planta ;<br />

de los alrededores. De este monstruoso y fiero<br />

animal, que en la actualidad sólo se encuentra<br />

en los lagos y grandes ríos del interior del<br />

África, se utiliza la piel y los dientes, con los<br />

cuales se construyen en Europa dentaduras<br />

que se conservan muy blancas; la carne, que<br />

es exquisita, especialmente la de los individuos<br />

jóvenes; la lengua y la manteca, que es superior<br />

á la de cerdo.<br />

Los rinocerontes habitan los sitios abundantes<br />

de pastos inmediatos á los grandes ríos<br />

y lagos pantanosos, y aun cuando para pastar<br />

se internan en los sitios secos, es para ellos<br />

una necesidad el bañarse diariamente y revolcarse<br />

en el fango. Estos colosales paquidermos,<br />

próximos á desaparecer, son totalmente utilizados<br />

por los naturales del país donde se encuentran.<br />

Entre los paquidermos ordinarios (suideos),<br />

el que siente más necesidad de habitar los<br />

sitios inmediatos á las aguas es el babirusa<br />

oriental, que atraviesa los pequeños brazos<br />

de mar para trasladarse de unas islas á otras.<br />

Aunque los bisontes y otros bovidos tienen<br />

la costumbre de bañarse y revolcarse en el<br />

cieno para librarse de las picaduras de los insectos,<br />

ninguno como el Bubalus herabau, búfalo<br />

kerabao, permanece tanto tiempo dentro<br />

del agua. Este animal, may temible y difícil<br />

de cazar, mide más de 2 metros de largo por<br />

1,50 de alto hasta la cruz, y sus cuernos tienen<br />

una longitud de 1,65. Se halla en estado<br />

salvaje y en el de domesticidad en las islas de<br />

las Indias Orientales, Sonda, Ceilan, Borneo,<br />

Sumatra, Java, Timor, Molucas, Filipinas y<br />

Marianas. En nuestras Filipinas se le ve en<br />

grandes manadas dentro de estanques ó charcas<br />

cercadas con bambúes ó inmediatas á las<br />

habitaciones, no sacando fuera del agua más<br />

que el hocico y los cuernos; actitud en la que<br />

permanece sumergido el tiempo que no trabaja.<br />

Se utiliza como animal de carga, tiro y<br />

silla, haciéndose indispensable en la época de<br />

las lluvias para poder transitar por los caminos<br />

y tierras inundadas.<br />

Entre los roedores figuran como acuáticos<br />

el Miopotamus coypu, miopótamo coipu ó<br />

castor de los pantanos, que aun cuando no se<br />

sumerge, bien, nada perfectamente en las<br />

aguas tranquilas de la América meridional; el<br />

Castor jiber, castor ó bívaro, que habita en el<br />

Norte de América; viven en sociedades numerosas;<br />

edifican sus habitaciones con admirable<br />

perfección en los remansos y orillas de<br />

los ríos, pero cuando tienen gran corriente<br />

construyen diques que producen la elevación<br />

y estancamiento de las aguas. Su pelo, abundante<br />

y fino, tiene gran valor en el comercio,<br />

así como el castóreo, que es una substancia segregada<br />

por dos glándulas situadas en el origen<br />

del pene; el Arvícola amphibius, arvícola<br />

anfibio; los arvícolas acuáticos ó ratas de agua<br />

son perjudiciales á la agricultura, porque<br />

minan los diques de los canales de riego y los<br />

estanques , y se alimentan de tallos de cañas,<br />

raíces de todas clases, especialmente carnosas,<br />

y hortalizas; el Fiber zibethicus, ondatra<br />

almizclado, es sociable como el castor, y como<br />

éste habita en tribus ocultas en madrigueras,<br />

en los ríos y lagos del Canadá; su carne se<br />

utiliza en el país, y las pieles se remiten á<br />

Europa. De los talpídeos son notables los escalópodos<br />

acuáticos ó topos de agua, que frecuentan<br />

los sitios húmedos y se apartan de<br />

los encharcados.<br />

CARNÍVOROS (Soricídeos).—El desmán de<br />

los Pirineos ó almizclero es más acuático que<br />

la musaraña de agua, como lo indican sus<br />

cinco dedos unidos por una membrana palmar,<br />

y su cola terminada en forma de remo; el<br />

Sor ex fodiens, musaraña acuática, tiene el<br />

pelo tan compacto que no le penetra el agua;<br />

es una de las mayores especies, frecuenta las<br />

aguas claras y solitarias de los países montañosos<br />

, y es muy perjudicial para los pescados<br />

por su extremada voracidad. Entre los ursídeos,<br />

los osos marinos (Thalaretos), que<br />

viven en los mares polares, son excelentes<br />

nadadores y se encuentran organizados para<br />

habitar los mares congelados y líquidos, en<br />

tierra firme y entre la nieve. De estos animales<br />

se utiliza la piel, la carne y la grasa.<br />

Finalmente, entre los mustelidos acuáticos se<br />

cuentan las nutrias marinas y las fluviátiles.<br />

Las enhidras ó nutrias marinas tienen la piel<br />

más hermosa que la del castor; son animales<br />

cariñosos; viven en familia con sus hijuelos, á<br />

quienes cuidan con ternura; son muy ágiles y<br />

excelentes nadadores; descansan y duermen<br />

en las playas, y se las caza por el valor de<br />

sus pieles.<br />

Las nutrias de agua dulce son numerosas<br />

en especies, y por todas partes se encuentran<br />

diseminadas, menos en las regiones polares<br />

y Nueva Holanda. La Lutra vulgaris, nutria<br />

común, es de muy antiguo conocida; se encuentra<br />

en Europa y Asia central, y se parece<br />

mucho á la japonesa. Prefiere los pantanos,<br />

lagunas, estanques y riachuelos; construye<br />

madrigueras cuyas aberturas se encuentran<br />

al nivel del agua, en la que nada y se sumerge<br />

con facilidad; caza de noche, y con particularidad<br />

en las de luna, y destruye las redes de<br />

los pescadores cuando sale envuelta con el<br />

pescado. Se domestica fácilmente; se la adiestra<br />

para la pesca, y hasta se la educa para


ANI — 361 — ANI<br />

cazar aves acuáticas en compañía de los perros.<br />

Se utiliza la piel; con el vello se hacen sombreros,<br />

y con los pelos de la cola pinceles.<br />

M. Atienza y Sirvent.<br />

ANIMALES DAÑINOS—Los esfuerzos<br />

del hombre para limpiar la tierra de animales<br />

que causan daños en una ú otra forma, aun<br />

cuando esos esfuerzos sean continuados desde<br />

que apareció la humanidad sobre el globo terráqueo,<br />

no han producido todo el resultado<br />

que fuera de desear, siquiera hayan acabado<br />

con millares de esos seres y con especies enteras.<br />

Los auimales dañosos figuran en todos<br />

los grados de la escala animal, desde los órdenes<br />

más elevados hasta las especies microscópicas<br />

, no siendo las últimas las menos temibles<br />

para la salud y para las cosechas. Los cuadrúpedos<br />

carniceros van desapareciendo ante el<br />

empuje de la civilización, y el hombre ha ido<br />

descubriendo animales domésticos que le ayudan<br />

en la persecución contra las fieras, figurando<br />

en primer lugar el fiel perro, mediante<br />

cuya cooperación han desaparecido de Inglaterra<br />

completamente el oso, el lobo y el jabalí,<br />

y va disminuyendo el número de esos animales<br />

en otras regiones templadas.<br />

Las pérdidas que causan á la agricultura<br />

los animales nocivos son incalculables, y á<br />

veces llegan á determinar la escasez y el hambre.<br />

El lobo, la zorra y la garduña atacan á<br />

los animales domésticos; los conejos, las ratas<br />

y los ratones, cuyo número es mucho mayoique<br />

el de los carniceros, ocasionan daños más<br />

graves que los xíltimos, y de aquí que sea necesario<br />

hacer toda clase de esfuerzos para acabar<br />

con esos animales. Su fuerza de reproducción<br />

es verdaderamente asombrosa, y por lo<br />

mismo es poca toda vigilancia. No contentas<br />

las ratas y ratones con devorar las semillas en<br />

el surco, penetran en las paneras, en los silos<br />

y en los molinos, y viven en medio de los<br />

seres humanos, devorando las semillas de<br />

todas clases, las frutas, legumbres, carnes,<br />

grasas y hasta los cueros, las telas y los vestidos<br />

con que el hombre se precave contra la<br />

intemperie.<br />

Con ser grandes las pérdidas que tales animales<br />

ocasionan, no igualan seguramente á<br />

las causadas por los parásitos y los insectos<br />

de muchas especies. La naturaleza ha dotado<br />

á esos seres de, una fecundidad portentosa y<br />

casi ilimitada, puesto que, según los cálculos<br />

de Keaumur, la hembra de un ophis en cinco<br />

generaciones puede dar origen á 6.000 millones<br />

de insectos, y á la séptima generación<br />

excederían de 23 billones los individuos engendrados.<br />

El gran número de insectos dañosos;<br />

las transformaciones que experimentan;<br />

lo reducido de su volumen y el secreto instinto<br />

que les mueve á burlar la existencia del<br />

hombre, son circunstancias que, reunidas, hacen<br />

dificilísima su destrucción. Por fortuna<br />

las acometidas suelen ser intermitentes; de lo<br />

contrario, la agricultura se haría imposible, y<br />

ninguna planta llegaría á producir sazonados<br />

frutos.<br />

Sucede á veces que una plaga de parásitos<br />

desaparece para dejar el puesto á otra no menos<br />

voraz y funesta, y el hombre necesita<br />

mantenerse alerta sin cesar para prevenir ó<br />

disminuir los daños. De esos insectos unos<br />

atacan los cotiledones y hacen abortar las semillas;<br />

otros causan estragos en la época de<br />

la floración, cual ocurre con la cecidomia, que<br />

deposita sus huevos en el ovario del trigo é<br />

impide la formación del grano. Una vez las<br />

semillas en el granero, todavía están expuestas<br />

á los estragos de ciertos insectos que devoran<br />

la materia feculenta, y solamente dejan<br />

la envoltura leñosa del fruto, cual los gorgojos,<br />

alucitas y otros. Es, pues, indispensable<br />

que el agricultor posea algunos conocimientos<br />

de historia natural, y de consiguiente, las<br />

costumbres de los insectos, para evitar sú desarrollo<br />

ó para destruirlos una vez desarrollados.<br />

Algunas especies no son directamente dañosas,<br />

como el elaterio en estado de insecto<br />

perfecto, que no ataca las cosechas, pero engendra<br />

las larvas que durante cinco años destruyen<br />

los cereales; la mariposa de la col, que<br />

siendo también inofensiva en ese estado, da<br />

origen á orugas destructoras y voraces. En<br />

cambio hay animales que ayudan al hombre<br />

en la destrucción de los dañinos, porque persiguen<br />

á las especies perjudiciales, y de ahí<br />

que deban ser respetados, y que, aun causando<br />

destrozos á su vez, compensen de sobra los<br />

que causan con los que evitan.<br />

Los medios generales que se emplean para<br />

hacer desaparecer esos azotes de la agricultura<br />

consisten en venenos, fumigaciones, fuego,<br />

agua, etc. Entre los animales que compensan<br />

los daños que causan, se puede citar<br />

el topo, que si bien al socavar el suelo destruye<br />

las hortalizas y otras plantas útiles en<br />

los prados, devora en cambio muchas lombrices<br />

de tierra, y muchas babosas y larvas, á<br />

más de facilitar con las galerías que practica<br />

la ventilación del suelo. El gorrión, cuya voracidad<br />

llega al extremo de destruir gran cantidad<br />

de trigo al año, también devora una<br />

inmensa cantidad de orugas y de gusanos, habiendo<br />

demostrado la experiencia á varios<br />

agricultores ingleses que al destruir los gorriones<br />

contribuyeron á la propagación de<br />

insectos dañosos, cuya voracidad hizo que<br />

disminuyera el rendimiento agrícola en proporciones<br />

considerables. También debe guardarse<br />

bien el labrador de destruir los icneumones,<br />

insectos que devoran la terrible cecidomia<br />

del trigo, las libélulas ó señoritas, cuyas larvas<br />

son carniceras, y muchas especies de arañas.<br />

Muchas clasificaciones se han hecho de los<br />

animales dañinos; no hemos de citarlas y exponerlas<br />

todas aquí. Amoldándonos al carácter<br />

práctico que deben revestir las descripciones<br />

destinadas á ser leídas por los agricultores,<br />

preferimos ampliar las indicaciones hechas<br />

dividiendo los animales nocivos en dañosos<br />

directamente para el hombre, en dañosos<br />

para los animales domésticos, y en dañosos<br />

para las plantas y los cultivos.


ANI — 362 — ANI<br />

Los animales enemigos del hombre lo son<br />

accidentalmente ó constantemente. En el primer<br />

caso se hallan comprendidos el león, el oso,<br />

el tigre, el lobo, etc., y muchas aves que no<br />

suelen tomar nunca la iniciativa para acometer<br />

al hombre, y que solamente le atacan<br />

cuando los hostiga ó persigue. Los animales<br />

constante ó esencialmente hostiles al hombre<br />

son ó venenosos ó parásitos; los primeros poseen<br />

en diversas partes del cuerpo glándulas<br />

ú órganos destinados á segregar el veneno;<br />

los segundos son epizoarios, es decir; que se<br />

alojan en la piel, ó entozoarios si se alojan en<br />

el interior del cuerpo. No hay mamíferos<br />

ni aves que segreguen veneno; en cambio la<br />

clase de los reptiles, el orden de los ofidios<br />

comprende muchas especies ponzoñosas. Entre<br />

los batracios hay sapos, salamandras y tritones<br />

que segregan humor tóxico por unos folículos<br />

subcutáneos ó tubérculos en forma de<br />

verruga. De los peces tienen varios carne venenosa,<br />

pero no está demostrado que estén<br />

provistos de órganos para segregar veneno.<br />

Entre los millares de especies que constituyen<br />

el mundo de los insectos, hay muchos<br />

nocivos, provistos de un órgano especial para<br />

evacuar el veneno; otros viven parásitos, las<br />

abejas, abejones, avispas, los piojos, las pulgas,<br />

las chinches, los cínifes, los tábanos, los<br />

estomoxos, etc., etc. Esos insectos son molestos<br />

y dañinos solamente cuando han llegado<br />

á su completo desarrollo..Otros lo son cuando<br />

se hallan en estado de larva y viven en el interior<br />

del cuerpo, como los cuterebros, las<br />

cefalemias, los hipodermos y los estros. Algunos<br />

en estado de oruga segregan líquidos<br />

acres, ó tienen pelos caducos que introducen<br />

en el dermis ó en cavidades naturales, determinando<br />

comezón 3' aun inflamaciones á veces.<br />

Entre los miriápodos deben citarse los<br />

escalopendras, que con sus mordeduras determinan<br />

afecciones dolorosas. De los arácnidos<br />

son perjudiciales al hombre los escorpiones,<br />

las mígalas, los argas, los trombidios, los<br />

ácaros, y sobre todo el sarcoptes de la sarna.<br />

En la clase de los anélidos son temibles los<br />

nematoides, y las tenias ó lombrices solitarias.<br />

Entre los moluscos abundan también los animales<br />

nocivos, siquiera no escaseen los comestibles,<br />

y descendiendo en la escala animal,<br />

siquiera sus líltimas especies no estén también<br />

estudiadas como fuera de desear, se encuentran<br />

los acalefos, las medusas y las actinias,<br />

que puestos en contacto con el cuerpo, determinan<br />

picor y molestias.<br />

Para luchar contra esos animales y prevenir<br />

las consecuencias de las heridas que<br />

causan ó las enfermedades que puedan originar,<br />

el hombre puede recurrir á la caza, á la<br />

pesca, al empleo de las armas y de los lazos,<br />

y aun de venenos apropiados á la naturaleza<br />

de los seres cuya desaparición se propone conseguir.<br />

Combate los efectos del veneno de los<br />

animales inmediatamente por medio del amoníaco,<br />

y si se. recurre tarde al tratamiento<br />

amoniacal, apelando á cauterizaciones y medi­<br />

camentos, cuyo objeto es suprimir ó contrabalancear<br />

la acción deletérea de la ponzoña.<br />

La aplicación de pomadas adecuadas, sulfurosas<br />

, mercuriales, opiadas, etc., según los<br />

casos, mata los parásitos y mitiga la picazón<br />

de la piel. Los vomitivos ó purgantes desembarazan<br />

de parásitos el interior del organismo<br />

en muchas ocasiones. El aseo de las personas<br />

y de las habitaciones por otra parte, y el empleo<br />

de ingredientes adecuados, contribuye<br />

notablemente á disminuir el número de animales<br />

dañosos.<br />

También son muy numerosos los animales<br />

enemigos de los domésticos. El león, el tigre,<br />

el chacal, la hiena, la pantera y otros no menos<br />

voraces, han desaparecido de Europa. En<br />

cambio el oso en algunas comarcas, el lobo<br />

en muchas, la zorra, el gato montes, la garduña,<br />

el vezo y la comadreja causan no pocos<br />

estragos entre los rebaños y aves de corral;<br />

la nutria despuebla los viveros; la rata mata<br />

pollos, pichones y conejos jóvenes, y el tejo<br />

devora las abejas y la miel á la par. Las aves<br />

que acometen á los animales domésticos, y á<br />

las aves de corral especialmente, son también<br />

numerosas, pudiendo citarse el águila, el buitre,<br />

el milano, el gavilán y el halcón común;<br />

otros devoran las ranas, la freza de los peces<br />

y los mismos peces. El abejarruco es un enemigo<br />

temible para las abejas en muchas regiones.<br />

Tampoco dejan de causar daños los reptiles<br />

en los animales domésticos, si bien en Europa<br />

suelen ser de poca importancia. Los insectos<br />

los persiguen como al hombre, pudiendo citarse<br />

entre los perjudiciales los tábanos, ensópeos,<br />

hematópotos, estomoxos, hipoboscos,<br />

pulgas, pulgones, piojos, mosquitos y simulias<br />

que atormentan de una manera insojiortable<br />

á muchos animales, y que les causan á veces<br />

picaduras contra las cuales es necesario aplicar<br />

el alcohol, el agua amoniacal y el agua<br />

fenicada, que en ocasiones hacen desaparecer<br />

rápidamente las ampollas. Otros insectos se<br />

establecen como parásitos sobre la piel, en el<br />

estómago ó en diferentes cavidades de los<br />

animales domésticos, ora bajo la forma de<br />

larvas, ora bajo la de insectos adultos, cual<br />

ocurre con los estros, la cefalemia de la oveja,<br />

el melófago del carnero, los piojos y los<br />

ricinos. El aseo, el empleo del pelitre, de pomadas<br />

sulfurosas ó mercuriales, del petróleo,<br />

de la bencina, de la esencia de trementina y<br />

de medicamentos interiores, son los medios<br />

usados para destruir esos diferentes enemigos<br />

del ganado y de las aves de corral. Por otra<br />

parte, los insectos se atacan entre sí y algunos<br />

son dañinos por destruir especies de que el<br />

hombre saca utilidad. Así, entre los enemigos<br />

de las abejas figura el meloe variado, cuyas<br />

larvas, que suelen hallarse en las flores, se<br />

adhieren al cuerpo de aquéllas y las hacen<br />

perecer; los avispones, que comen la miel, y<br />

á los cuales no se debe hostigar, porque se<br />

lanzan en tropel al agresor y le causan picaduras<br />

muy peligrosas por su número; el esfinge<br />

ó calavera, que devora la miel en las regio-


ANI — 363 — ANI<br />

nes meridionales y arroja á las abejas de la<br />

colmena; las falsas polillas de la cera, elfilanto<br />

apívoro y los cetoinos. También atacan algunos<br />

insectos á las arañas y son perjudiciales<br />

al hombre, porque las segundas destruyen no<br />

pocos insectos nocivos. Entre los ácaros dañosos<br />

á los animales domésticos deben mencionarse<br />

los ixodos, garrapatas, que se adhieren<br />

á las orejas de los perros de caza y de<br />

rebaño, y los sarcoptes, que determinan la<br />

formación de las pústulas de la sarna en el<br />

caballo, el cerdo, la cabra y la oveja. Se destruyen<br />

con lociones de bencina ó de esencia<br />

de trementina. La clase de los helmintos suministra<br />

no pocos enemigos de los animales<br />

domésticos, causando en el interior de los<br />

cuerpos de éstos terribles estragos. Los cisticercos<br />

de las..tenias se albergan en las carnes<br />

del cerdo y del buey; los perros son invadidos<br />

con frecuencia por las tenias, entre las cuales<br />

la más temible es la equinococo, cuyos cisticercos<br />

llenan frecuentemente el hígado del<br />

carnero y del "buey. La carne del cerdo se<br />

halla á veces sembrada de quistes con triquinas<br />

arrolladas, que causan graves y mortales<br />

padecimientos en otros animales; las tenias<br />

abundan también en los peces de ciertos lagos;<br />

de ahí que deba cocerse cuidadosamente la<br />

carne de los animales muertos, para evitar la<br />

propagación de tales helmintos.<br />

Animales nocivos á las plantas.—Entre los<br />

animales de bastante talla causan considerables<br />

daños á los cultivos y á muchas plantas<br />

las reses de caza y los roedores, que viven<br />

bajo la tierra, abriendo galerías en el suelo.<br />

Entre ellos figuran los osos, los jabalíes, los<br />

ciervos, los gamos, los corzos, los venados,<br />

las liebres, los conejos, las ardillas, los tejos,<br />

los topos, las marmotas, los lirones, los ratones<br />

y las ratas. En muchas naciones civilizadas<br />

se concede á los terratenientes y arrendatarios<br />

el derecho de reclamar indemnizaciones<br />

de los dueños de cotos de caza próximos á las<br />

explotaciones, en atención á los daños que los<br />

animales de caza causan en los cultivos; en<br />

otras circunstancias está permitido que los<br />

labradores destruyan en sus campos con armas<br />

de fuego ó cojan con lazos las reses y aves de<br />

caza. Cuanto á los demás mamíferos que se<br />

alimentan á expensas de las cosechas, son perseguidos<br />

de varias maneras: se les da humazo,<br />

se los envenena, etc., etc.; tal se practica con<br />

los roedores que invaden los graneros y sótanos.<br />

Entre las aves las hay también muchas que<br />

causan perjuicios al agricultor, figurando en<br />

primer término las palomas, que comen guisantes,<br />

titos, almortas, garbanzos, habas, judías<br />

, nabina, bellotas, granos de cereales, fresas<br />

silvestres, yemas, hojas tiernas, etc., etc.,<br />

por lo que se hallan los palomares sujetos á<br />

reglamentos especiales durante la época de la<br />

sementera, y los propietarios deben colocar redes<br />

en las salidas de esos refugios, para evitar<br />

que los abandonen las aves y devoren las semillas<br />

que el labrador arroja en sus campos,<br />

V '<br />

y que á veces desaparecen casi por completo<br />

en las comarcas que recorren grandes bandadas<br />

de palomas, y que es necesario apartar de<br />

cañamares y otros sembrados; tarea que suele<br />

encomendarse á niños ó muchachos de pocos<br />

años. Los gorriones se pueden equiparar casi<br />

á las palomas por la gran cantidad de grano<br />

que devoran, y los siguen el verderón, el<br />

pinzón, el jilguero, la picaza, el cuervo, el<br />

pardillo, y en general, todas las aves llamadas<br />

fringilas, pájaros de pico grueso, cónico y<br />

convexo en la parte superior. Los pico-gordos<br />

ó pyrrlmlas se comen las yemas de los ciruelos,<br />

y reunidos en bandadas pueden destruir<br />

los brotes de un gran plantío en pocos instantes.<br />

Muchos de esos pájaros, al igual de los gorriones<br />

, son muy útiles, á pesar del gran consumo<br />

de granos y frutos que hacen, porque se<br />

alimentan también de insectos, pudiendo clasificarse,<br />

como el topo, entre los animales útiles;<br />

de ahí que no deba procederse de ligero para<br />

destruir las aves que, según los puntos y la<br />

clase de cultivos, pueden ser útiles ó dañosos;<br />

la experiencia es la llamada á decidir en ese<br />

caso.<br />

Los animales articulados, los gusanos y los<br />

moluscos son los que comprenden mayor número<br />

de especies dañinas á la agricultura, á<br />

la horticultura y á la arboricultura. De ahí la<br />

conveniencia de conocerlos bien y de estudiar<br />

sus costumbres para perseguirlos y exterminarlos.<br />

Entre los insectos nocivos para los cereales,<br />

figuran muchos coleópteros, los cuales tienen<br />

cuatro alas, según es sabido, dos de las cuales,<br />

llamadas élitros ó estuches, son duras, opacas,<br />

granugientas á veces, y que hallándose quieto<br />

el insecto, cubren completamente las otras dos,<br />

de estructura membranosa, transparente y<br />

que forman una especie de malla ó red, plegándose<br />

además transversalmente por el medio.<br />

Las larvas ú orugas de estos insectos tienen<br />

seis patas adheridas á los tres primeros<br />

anillos, ó no tienen ninguna (apodas), distinguiéndose<br />

en tal caso de las de los dípteros<br />

por ser su cabeza bien visible y recibir el nombre<br />

vulgar de gusanos. Entre los coleópteros<br />

qite atacan los principales cereales figura el<br />

Eleater segetis, ó escarabajo del trigo, cuya<br />

larva prolongada, delgadísima, amarillenta y<br />

muy dura, es subterránea, roe las raíces del<br />

trigo hasta el mismo cuello y hace morir las<br />

plantas en Abril, sobre todo cuando ha sido<br />

muy riguroso el invierno y cuando el cultivo<br />

del trigo sigue al del trébol. El gorgojo del<br />

trigo ó Calandra granaría es otro coleóptero<br />

muy dañino también. La altica del trigo, Altica<br />

segetis, es también muy perjudicial á esta<br />

gramínea, como los amaros, las larvas del abejorro,<br />

etc. De los ortópteros, los más terribles<br />

sou los acridios, familia de las langostas. Algunas<br />

especies, llamadas migratorias, se reúnen<br />

en legiones que forman densa nube y obscurecen<br />

el sol, hasta el punto de no poderse<br />

leer en las habitaciones; devastan los más florecientes<br />

campos en un momento, y hasta las


ANI — 364 — ANI<br />

cosechas almacenadas, con excepción de las<br />

judías de careta, el trigo sarraceno y el sésamo,<br />

lío es este el lugar adecuado (véase Langosta)<br />

para dar detalles acerca de la manera<br />

de combatir el desarrollo de la devastadora<br />

plaga. Entre los himenópleros ó insectos de<br />

alas membranosas debe mencionarse el ce/o<br />

pigmeo (C'ephns ó Sirex pigmens), del cual<br />

existen muchas variedades que causan considerables<br />

daños en trigos y centenos, en cuyos<br />

tallos deposita por el mes de Mayo un huevecito,<br />

abriendo antes una herida en la planta<br />

con una especie de sierrecita que lleva el insecto<br />

en la extremidad posterior del cuerpo. Las<br />

hormigas causan también considerables perjuicios<br />

al labrador, máxime si viven cerca de<br />

la era. Entre los lepidópteros, son especialmente<br />

nocivos la tina ó polilla de los granos, la<br />

alucita de los cereales, las noctuelas, como<br />

la Noclna segetis, noctua del trigo, de alas superiores<br />

morenas ó color gris ceniciento en el<br />

haz, con rayas ondeadas transversales, una<br />

mancha redonda y otra lunulada más obscura,<br />

y el envés de las alas inferiores blanco, con el<br />

borde posterior negruzco. Ataca la larva las<br />

raíces del trigo, las coles y las alcachofas, y<br />

se oculta en la tierra después de hecho el daño<br />

, convirtiéndose á fines de Junio eji crisálida,<br />

y á fines dé .Julio en insecto perfecto ó<br />

mariposa. Para destruirla se emplea la lechada<br />

de cal. La Leucania zece y la Orobena frumenlalis<br />

causan igualmente daños en los cereales.<br />

De los dípteros son temibles los clorops,<br />

la mosca de la cebada, la cecidomia del trigo<br />

y las oscinas. Entre los hemípteros citaremos<br />

al Thrips cerealium. En la clase de los miriápodos<br />

figuran como dañinos en tal sentido el<br />

Blaniulus gutlulatus, el Iidns terrestris, el lulns<br />

punctatus y el Polidermus complanalus, que se<br />

agrupan en derredor de los granos sembrados<br />

y los devoran cuando están blandos y á punto<br />

de germinar. Ese desastre se impide tratando<br />

las semillas con el sulfato de cobre. Las anguilnlas,<br />

clase de los nematoides, causan también<br />

grandes daños, que se evitan rociando<br />

las semillas con agua acidulada mediante el<br />

ácido sulfúrico. De los moluscos gasterópodos,<br />

y durante los años lluviosos, devoran los pies<br />

de trigo al nacer, los limacos agrestes y aun<br />

los grises, que solamente se destruyen cogiéndolos<br />

á mano.<br />

Los granos secundarios, guisantes, judías,<br />

lentejas, habas, arvejas, etc., son atacados por<br />

los mismos mamíferos y las mismas aves que<br />

los cereales, y cuentan con enemigos especiales<br />

entre los insectos. Los brucos ó gorgojos<br />

que atacan á los guisantes, garbanzos, habas,<br />

lentejas y arvejas, llegando á multiplicarse en<br />

ocasiones de tal modo que es preciso variar el<br />

cultivo para acabar con él por falta de alimento.<br />

También se impide la propagación sometiendo<br />

las semillas á la acción de los vapores<br />

de sulfuro de carbono para destruir las larvas<br />

del insecto que en ellas se encuentran. El Apis<br />

muscorum y la Apis terrestris atacan las flores<br />

de las habas, y se apoderan del polen, ha­<br />

ciéndolas abortar; A pulgón negro se extiende<br />

por sus tallos; la nochiela de huerta causa grandes<br />

estragos, y las larvas de una típula devoran<br />

las raíces, no faltando algún insecto que se<br />

introduzca eu los tallos y sea causa de que<br />

se sequen. Las arvejas son atacadas por la<br />

cochinilla globulosa. Las blaniulas devoran los<br />

tiernos tallos de las lentejas, cebándose en esa<br />

planta casi los mismos insectos que en las<br />

judías.<br />

Las raíces y tubérculos tienen también muchos<br />

enemigos entre los insectos. El silfo obscuro<br />

destroza las raíces de las remolachas; el<br />

atomario lineal ataca los tallos y las hojas;<br />

los gusanos grises y blancos, ó larvas de las<br />

noctuelas y abejorros, devoran las partes aéreas<br />

ó subterráneas de esa preciosa planta industrial,<br />

en que también causan estragos las<br />

Altica olerácea, brassica? y nemorum; los Psylliodes<br />

chrysocephala y napi; la Cassida nebulosa;<br />

la Hylemia coarctata; la Anthomya<br />

conformis; la típula de huerta, y de los miriápodos,<br />

el Blaniulus y Iulus. Los nabos son<br />

atacados por los gorgojos, la casida nebulosa,<br />

varias al ticas, las orugas de las pieridas ó mariposas<br />

blancas, la chinche de las legumbres<br />

CStrachia olerácea) y las orugas de dos noctuelas,<br />

la Agrotis segetum y A. exclamationis.<br />

Las larvas de varias polillas viven en las umbelas<br />

de las zanahorias y chirivías, envueltas<br />

en sedosa tela, y devoran las flores y los frutos.<br />

La Tephritis onopordinis ataca las-hojas<br />

del nabo gallego ó pastinaca, y también causan<br />

daños en las zanahorias algunos arácnidos del<br />

género cheridión. La patata es atacada por la<br />

dorífora, cfisomela del género Leptinolarsa<br />

decemlineata, las orugas de los abejorros y de<br />

la esfinge Acheronlia átropos, las larvas de<br />

algunas noctuelas y el pulgón ó Aphis de las<br />

solanáceas.<br />

En la imposibilidad de enumerar aquí todos<br />

los animales que causan daños en las plantas,<br />

prescindiremos de enumerar los que atacan á<br />

las coles y á todas las plantas de huerta, las<br />

hierbas de todas clases, y en particular las de<br />

prados naturales y artificiales, las plantas industriales,<br />

las de jardín, los árboles frutales,<br />

y entre ellos la vid, el olivo y los forestales,<br />

remitiendo á los lectores á los artículos especiales<br />

en que se describe cada uno de aquéllos,<br />

exponiendo los medios que para destruirlos<br />

pueden emplearse, ó las precauciones que se<br />

deban adoptar para impedir que se desarrollen<br />

y propaguen.<br />

ANIMALES DOMÉSTICOS—Llámanse<br />

así los animales sometidos constantemente á<br />

la dirección del hombre, quien les proporciona<br />

alimento siempre, preside á su propagación<br />

y desarrollo, y utiliza sus productos ó sus fuerzas<br />

en muchas ocasiones. En sentido más restricto<br />

se denominan domésticos los animales<br />

que habitan en la misma morada del hombre,<br />

vuelven espontáneamente á ella cuando se<br />

extravían ó son alejados contra su voluntad, y<br />

obedecen con mayor ó menor inteligencia á<br />

las indicaciones del amo, mostrándole en mu-


ANI — 365 — ANI<br />

chos casos 'fiel adhesión. Los individuos de<br />

especies susceptibles de ser domesticadas, conservan<br />

esa cualidad, aun cuando hayan permanecido<br />

abandonados á sí mismos durante<br />

generaciones enteras, es decir, aun cuando<br />

hayan vivido en estado selvático. La domesticidad<br />

no debe confundirse con la doma, debida<br />

en muchos casos á la especial habilidad<br />

de los hombres, que logran ser obedecidos por<br />

animales feroces y selváticos ó bravios por<br />

naturaleza; de modo que la doma de un individuo<br />

no supone su domesticación ni mucho<br />

menos la de la especie, puesto que los descendientes<br />

del domado serán rebeldes siempre y<br />

procurarán recobrar la libertad. Probablemente<br />

lo que más influye en la domesticidad de los<br />

animales es la circunstancia de que se les proporciona<br />

albergue y alimento, siquiera pudiera<br />

hacer tal vez del perro una excepción verdaderamente<br />

notable, puesto que conserva su<br />

adhesión al amo aun cuando sean otros los<br />

encargados de proporcionarle comida. El número<br />

de especies domésticas es muy limitado;<br />

algún naturalista las reduce á cuarenta y siete,<br />

á saber: veintiuna de la clase de mamíferos;<br />

diez y siete de aves; dos de pescados, y<br />

siete de insectos.<br />

No es necesario mencionar los mamíferos y<br />

las aves; entre los pescados figuran la carpa<br />

común y el pez dorado de la China ó dorada,<br />

que no obedecen ciertamente las indicaciones<br />

del hombre, y entre los insectos tres especies<br />

de abejas: la cochinilla del nopal, el gusano<br />

de seda de la morera, el del ricino y el del<br />

ailanto.<br />

ANIMALES MEDICINALES.—Compréndense<br />

bajo esa denominación los animales<br />

que suministran productos utilizables en<br />

terapéutica. Sometidos á una ebullición prolongada<br />

los huesos de muchos mamíferos, por<br />

ejemplo, suministran la gelatina, que sirve<br />

para hacer la cola fuerte, la cola de boca y la<br />

cola de Plandes, y también para preparar<br />

pastillas alimenticias y envolver ciertos medicamentos<br />

en las llamadas cápsulas ó granulos.<br />

Destilando materias animales azoadas se obtiene<br />

el aceite animal de Dippel, que se usaba<br />

mucho antes en el tratamiento de las enfermedades<br />

nerviosas. La pepsina se extrae del<br />

cuajo de los rumiantes, y especialmente de las<br />

reses lanares. También las vacunas proporcionan<br />

otros tres fermentos digestivos muy<br />

usados en farmacia, y que por indicaciones<br />

del célebre Claudio Bernard se han asociado<br />

á la pepsina para constituir la pandigerlina, y<br />

son: la ptialina, extraída del jugo salival; la<br />

pancreatina, extraída del páncreas, y la feninversina,<br />

de las glándulas que tapizan las paredes<br />

internas del intestino delgado. El te de<br />

buey, que se administra á los convalecientes,<br />

es un caldo que se obtiene de carne de vaca<br />

sin gorduras. La manteca ó grasa de cerdo se<br />

emplea en la composición de muchos ungüentos<br />

y pomadas.<br />

La espesa capa de grasa que existe bajo la<br />

piel de las ballenas suministra el aceite de ba­<br />

llena ó de pescado; de la cabeza de los cachalotes<br />

se obtiene el blanco de ballena ó esperma<br />

ceti, y á esos animales se atribuye la producción<br />

del ámbar gris, substancia olorosa que<br />

se utiliza contra muchas enfermedades inflamatorias<br />

y contra la tifoidea. Ciertos rumiantes<br />

proporcionan el almizcle, antiespasmódico<br />

y sudorífico, y el daman del Cabo, perteneciente<br />

á los paquidermos, suministra el hyraceum,<br />

substancia dotada de propiedades excitantes.<br />

De los carniceros llamados civetas de<br />

África y civetas de la India se extrae el perfume<br />

civeto ó algalia, considerado como antiespasmódico;<br />

del orden de los roedores, el<br />

castor proporciona el castoreum, estimulante<br />

que obra enérgicamente sobre el sistema nervioso.<br />

También hay peces que suministran medicamentos,<br />

como el aceite de hígado de bacalao,<br />

muy usado en terapéutica, el dera}-ay otros.<br />

De los reptiles ningún medicamento se prepara<br />

ya, gracias á los adelantos de la ciencia, que<br />

ha demostrado la ineficacia del caldo de culebra<br />

contra el reumatismo y de las cabezas de<br />

víbora. Tampoco se usan hoy las preparaciones<br />

hechas antiguamente con algunos saurios<br />

y con batracios, especialmente ranas. En cambio<br />

los insectos continúan suministrando á la<br />

medicina no pocos recursos.<br />

Figura en primer término la cantárida oficinal<br />

(" Cantharis vesicatoria), que habita en<br />

los fresnos preferentemente, y que se encuentra<br />

también en las lilas, madreselvas y aligustres.<br />

También es un vejigatorio análogo el<br />

milabro de la achicoria y muchos meloes. La<br />

trícala 6 irehala, producida por el Larinus<br />

subrugosus, se emplea en Persia y Siria contra<br />

las bronquitis catarrales en la dosis de<br />

15 gramos por cada litro de agua y en cocimiento.<br />

Las cochinillas que viven en el nopal<br />

se emplean en farmacia para dar color<br />

á las pastillas ó preparar algunos jarabes.<br />

El quermes animal, por cochinillas que viven<br />

sobre los robles. La laca en grano se forma<br />

gracias á la picadura de ciertos insectos en<br />

varias plantas; otro pulgón, el Aphis sinensis,<br />

determina la formación de las llamadas<br />

agallas de China, empleadas como un poderoso<br />

astringente; el Aphis pistacia determina<br />

en el pistacho unas excrecencias que<br />

sirven á los mismos usos: los Cynips producen<br />

diferentes clases de agallas. Las abejas producen<br />

la miel y la cera; ésta, unida al aceite de<br />

almendras dulces, constituye los ceratos, y<br />

sirven también para preparar el cold-cream,<br />

el diaquilón, el emplasto diapalma y muchos<br />

ungüentos. La miel se emplea como laxante,<br />

ó para aplicar con diferentes medicamentos<br />

más ó menos activos, contra los padecimientos<br />

de garganta, las aftas y úlceras de diferente<br />

especie.<br />

Entre los crustáceos solamente se pueden<br />

citar como animales medicinales los cangrejos<br />

, cuyo caldo se considera analéptico ó apto<br />

para los enfermos convalecientes y aun contra<br />

la tisis pulmonar. Las concreciones blan-


ANI — 366 — ANI<br />

cas del estomago., llamadas vulgarmente ojos<br />

de cangrejo, atendiendo á su forma, se emplean<br />

como absorbente cuando se padece acidez de<br />

estómago, y pueden ser sustituidas por- la<br />

creta y la magnesia calcinada.<br />

De la clase de los anélidos se utiliza la sanguijuela<br />

gris (Iíirudo medicinalis), la verde<br />

ú oficinal (Sanguisuga officinalis) y la interrumpida<br />

(Sanguisuga interrupta), aun cuando<br />

no con tanta frecuencia como en otros<br />

tiempos. Entre los gasterópodos solamente se<br />

puede señalar el caracol (Helixpomatia:), que<br />

se emplea para preparar caldos, pastos y jarabes,<br />

que se administran á los enfermos de<br />

bronquitis y á los tísicos.<br />

ANIMALES MUERTOS.—La mayoría<br />

de los animales domésticos que mueren, ya<br />

sea de vejez, de enfermedad, ó á consecuencia<br />

de algún accidente, proporcionan restos<br />

que se pueden utilizar como abono, y materias<br />

que el comercio utiliza siempre. En muchos<br />

países se contentan las gentes con desollar<br />

los cadáveres y enterrarlos en hoyos profundos,<br />

procediendo de ese modo llevadas de la<br />

aprensión de tocar animales muertos, siendo<br />

así que hay muchos medios de utilizar fácil y<br />

cómodamente esos cadáveres, sometiéndoles<br />

á sencillas operaciones que se pueden practicar<br />

en las mismas granjas.<br />

Después de desollarlos, se descuartizarán ó<br />

despedazarán los animales cuando aún están<br />

calientes, si esto'es posible, porque entonces<br />

no ha comenzado todavía la descomposición,<br />

no sin haberles cortado antes las crines y haber<br />

arrancado las herraduras. Cuando se hayan<br />

hecho los trabajos preparatorios en todo<br />

caso, se comenzará por tender el animal sobre<br />

el dorso, y con un cuchillo bien aguzado se<br />

cortará la piel desde la mandíbula inferior<br />

hasta el ano, abriendo el vientre en línea recta<br />

, así como el pecho y el cuello. Después se<br />

practica una nueva incisión longitudinal en<br />

la piel de las cuatro extremidades y otra circular<br />

alrededor de los cascos ó pezuñas. La<br />

piel se irá separando entonces sin gran esfuerzo<br />

con la mano ó ayudándose con un cuchillo,<br />

cuidando de dirigir el corte del instrumento<br />

hacia los músculos ó carne, con<br />

objeto de no estropear el cuero.<br />

Las pieles de los caballos, mulos, asnos,<br />

bueyes, vacas y terneras deben enviarse á las<br />

tenerías cuando se hallen todavía frescas; las<br />

de morueco, oveja, carnero, cordero, macho<br />

cabrío, cabra, cabrito, ciervo, lobo, perro,<br />

etcétera, pueden ser conservadas durante muchos<br />

meses si en cuanto hayan sido desolladas<br />

las reses se las pone á airear manteniéndolas<br />

extendidas. Cuando hayan de ser expedidas á<br />

puntos lejanos las pieles de los solípedos y de<br />

los grandes rumiantes, ó cuando hayan de ser<br />

conservadas durante varios días y aun durante<br />

una ó dos semanas, se las despojará cuidadosamente<br />

de todas las partes carnosas y de<br />

las materias grasas, y se tenderán bajo un<br />

cobertizo para que se sequen bien y no se pudran.<br />

Para conservarlas en estado seco, después<br />

de someterlas á una incompleta desecación,<br />

extendiéndolas al aire, se podrán exponer á la<br />

acción del ácido sulfuroso, suspendiéndolas en<br />

un recinto cerrado donde se quema azufre, ó<br />

empaparlas en una disolución de sal marina y<br />

alumbre, en la cual se las mantendrá en remojo,<br />

ó bien se las tratará con una disolución<br />

fenicada. Para conservar frescas las pieles se<br />

impregnarán en una ligera lechada de cal,<br />

obtenida con un kilogramo de cal viva diluído<br />

en unos 40 litros de agua.<br />

Después de despellejada la res se extraerán<br />

los intestinos, y se irán recogiendo las partes<br />

crasas, para dividirlas en pequeños fragmentos<br />

y echarlas á derretir en una caldera. La<br />

grasa se pasará por un tamiz, y se depositará<br />

en una orza, para emplearla después de fría<br />

en el engrase de arneses, carruajes y máquinas.<br />

Los chicharrones que queden en el tamiz<br />

se podrán utilizar para alimentar á los perros<br />

de la granja ó del rebaño. Para derretir los<br />

sebos se viene utilizando un procedimiento<br />

que ofrece bastantes ventajas. Consiste en<br />

echar en la caldera de fusión una agua que<br />

contenga el 3 por 100 de su peso en ácido<br />

sulfúrico próximamente, y en hacer que hiervan<br />

las materias grasas brutas con esa agua<br />

en la proporción de dos partes de grasa poicada<br />

una de materia acidulada. Cuando hayan<br />

sido bastante atacadas las células por el<br />

hirviente líquido, se dejará la mezcla en reposo.<br />

Entonces sobrenadará el sebo, se le separa<br />

con un cucharón ó pala y se pasará por el tamiz.<br />

Los restos que queden sobre el tamiz<br />

formarán chicharrones, y se utilizarán para<br />

los perros. Durante la operación se desprenderán<br />

vapores acres y desagradables, á los<br />

cuales se dará salida por una chimenea que<br />

tire bien.<br />

Una vez separada la materia grasienta, se<br />

irán desarticulando los miembros, y se despojarán<br />

los huesos de la carne que los cubre;<br />

operación larga y minuciosa, pero necesaria<br />

cuando se pretenda utilizar por separado la<br />

carne y los huesos. Estos, después de limpios,<br />

se pueden vender á los fabricantes de carbón<br />

animal, ó se emplean triturados ó en polvo<br />

como excelente abono (véase Hueso). Los<br />

torneros utilizan los huesos planos de los<br />

espaldares de las reses vacunas; los cilindricos<br />

de las extremidades de todas las reses'<br />

mayores, y las costillas anchas del buey y<br />

de la vaca. Los fabricantes de gelatina ó de<br />

cola de hueso compran los procedentes de las<br />

cabezas de buey, los que llenan la cavidad<br />

de los cuernos y las partes óseas que forman la<br />

base de las pezuñas. Los huesos de los cascos,<br />

ya sean de caballo, ya de buey, se venden á los<br />

fabricantes de aceites grasos. La carne sana<br />

de las reses muertas se puede utilizar para ali- •<br />

mentó de los cerdos, ora cocida, ora cruda ócomo<br />

abono , si es que no se prefiere venderla<br />

á los fabricantes de azul de Prusia y de pru-,<br />

siato de potasa, después de haberla desecado;<br />

operación que exige trabajos particulares. Los


ANI — 367 — ANI<br />

tendones, llamados vulgarmente nervios, se<br />

deberán separar de manera que conserven toda<br />

su longitud. Para desmondarlos con facilidad<br />

se pasará la hoja de un cuchillo entre<br />

ellos y los huesos, y una vez separados se los<br />

despojará de la carne adherida.<br />

Cualquiera que sea el procedimiento adoptado<br />

para matar un animal, es necesario recoger<br />

la sangre cuidadosamente, porque ese<br />

líquido, después de preparado en debida forma,<br />

constituye un poderoso abono y muy soluble.<br />

Para preparar un buen abono con la sangre<br />

, convendrá mezclarla con una cantidad de<br />

tierra de un peso ocho veces mayor, que se<br />

expondrá luego á la acción del fuego á fin de<br />

que se seque. Con 4.000 ó 5.000 kilogramos<br />

de esa mezcla se podrá abonar bien una hectárea<br />

de terreno. Cuando la sangre sea fresca<br />

y proceda de una res sana, podrá utilizarse<br />

también para elaborar un pan muy nutritivo,<br />

empleando ese líquido en lugar de agua para<br />

amasar la harina de trigo.. El pan se cuece<br />

luego en la forma ordinaria. Se podrá consumir<br />

fresco ó cornservaiíe cotándole en rebanadas,<br />

que habrán de secarsr en el horno, para<br />

consumirlas conforme seaenecesario.<br />

Las partes intestinales ,el corazón, los pulmones,<br />

el hígado, etc., foramn también un<br />

abono sumamente activo, y se utilizan en la<br />

elaboración de abonos compuestos, no debiendo<br />

ser empleados sino cuando hayan sido<br />

transformados en una especie de mantillo ó<br />

abono pulverulento.<br />

Los intestinos deberán separarse de los demás<br />

restos que del vientre se extraigan, lavarlos<br />

á varias aguas y raerlos con un cuchillo<br />

de madera para despojarlos de las partes grasas<br />

á ellos adheridas. Hecho esto, se les tenderá<br />

á la sombra sobre cuerdas para que aquéllos<br />

se sequen. Cuando se hallen á medio secar,<br />

se los azufrará, se los tenderá de nuevo, y<br />

cuando se hallen secos y conserven la flexibilidad<br />

, serán entregados al comercio, que los<br />

destina á la fabricación de cuerdas de violín,<br />

etcétera, etc.<br />

Para separar fácilmente los cascos y las<br />

uñas de j los pies, deben mantenerse éstos remojándose<br />

en agua durante varias semanas, y<br />

cuando se halla disuelta la substancia blanda<br />

interpuesta entre el hueso del pie y la parte<br />

córnea, se operará fácilmente la. separación<br />

de esas dos partes introduciendo una hoja de<br />

cuchillo entre el hueso y la carne. Los cascos,<br />

clasificados por su tamaño y por su color, se<br />

expenden á los fabricantes, que preparan con<br />

ellos mangos de cuchillo, peines, etc. Los<br />

cuernos enteros y anchos se venden á mejor<br />

preco que los de pequeñas dimensiones y que<br />

se hillan incompletos; los defectuosos se raspanapara<br />

convertirlos en polvo, que utilizan<br />

los fabricantes de azul de Prusia y de objetos<br />

de cuerno fundido, ó se emplean como abono.<br />

Las crines se conservan durante largo tiempo<br />

después de lavadas y secas; las destinadas<br />

á mullido de muebles, á la preparación de<br />

colchones, se exponen al vapor del agua hir­<br />

viendo para que se desengrasen y adquieran<br />

notable elasticidad. Las crines largas se utilizan<br />

para elaborar telas de lujo; las cortas, para<br />

hacer cuerdas excelentes. Los pelos que se separan<br />

de la piel del caballo, del buey, etc., y<br />

que constituyen el producto llamado borra,<br />

son utilizados por los silleros, los tapiceros, etc.<br />

Las cerdas del cochino sirven para fabricar<br />

cepillos, pinceles, escobillas y para agujas de<br />

los zapateros. Las plumas de todas las aves<br />

domésticas, cuando han estado bien conservadas,<br />

tienen también fácil salida en el comercio<br />

, sobre todo si no se mezclan las de aves<br />

muertas violentamente con las que se han<br />

arrancado en vivo ó cuando aún estaban calientes<br />

los cadáveres.<br />

También buscan los herreros y herradores<br />

los clavos y las herraduras de caballos, mulos<br />

y bueyes, porque gracias á los choques que<br />

sufren, forman un hierro de excelente calidad.<br />

Los clavos son utilizados por los albañiles,<br />

jardineros y toneleros.<br />

Cuando no haya en la casa de labor alguna<br />

persona adiestrada en desollar animales<br />

muertos, y se desee utilizarlos como alimeuto,<br />

bien para los hombres, bien para los<br />

cerdos, perros y gallinas, se puede seguir un<br />

procedimiento más sencillo, comenzando por<br />

abrir el vientre del animal, extraer los intestinos<br />

, que se colocarán en sitio aparte para<br />

utilizarlos como abono, y dividir la canal en<br />

seis ú ocho trozos, de tal tamaño que puedan<br />

introducirse uno por uno en la caldera que<br />

ha de figurar en el menaje de toda explotación<br />

agrícola para cocer los alimentos de las<br />

reses. Se echa en la caldera una cantidad de<br />

agua que la llene hasta la mitad; se calienta<br />

el líquido hasta que está á punto de hervir, y<br />

una vez conseguido esto, se introducirá en la<br />

caldera un trozo del animal muerto, que se<br />

mantendrá en el agua hirviendo hasta que se<br />

arranquen los pelos fácilmente.<br />

Entonces se extraerá el trozo caldeado y se<br />

la arrancará el pelo sin pérdida de tiempo, sujetándole<br />

entre la hoja de un cuchillo y el<br />

pulgar, y rayéndole después con el cuchillo.<br />

De igual manera se irán limpiando los demás<br />

trozos del animal, que podrán salarse luego<br />

para poder conservarlos, ó que se cocerán inmediatamente<br />

para consumirlos en seguida.<br />

El agua que se haya utilizado para la ebullición<br />

podrá colarse por un lienzo claro, á fin<br />

de despojarle de los pelos, y se mezclará con<br />

salvado ú otras substancias para preparar á<br />

los cerdos comida apetitosa. Hoy está admitido<br />

como hecho innegable que mediante la<br />

ebullición quedan destruidos todos los virus<br />

y gérmenes que pudieran contener los animales<br />

cuando mueren á consecuencia de una enfermedad<br />

, y de ahí que se utilicen las reses<br />

muertas en mayor escala que antes para la<br />

alimentación.<br />

Producios de un caballo muerto.—Un caballo<br />

de fuerza y talla regular, desollado y descuartizado<br />

cuidadosamente, de manera que se<br />

separen los productos en la forma que hemos.


ANI — 368 — ANI<br />

indicado, suministra las materias que se enumeran<br />

á continuación:<br />

Kilos Pesetas Pesetas<br />

Piel 80,000 4 0,40 12,00<br />

Carne 160,000 .1 0,05 S,00<br />

Huesos descarnados 45,000 á 0,10 4,50<br />

Sangre no desecada 16,000 & 0,02 1,80<br />

Grasa 4,000 á 1,00 4,00<br />

Crines largas y cortas... 0,100á 3,00 0,30<br />

Tendones sin secar 2,000 á 0.10 0,20<br />

Entrañas 40,000 a 0,05 2,00<br />

Cascos 2,000 á 0,50 1,00<br />

Clavos y herraduras 0,500 á 0,50 0,25<br />

299,600 34,05<br />

Tratados todos esos restos según los procedimientos<br />

seguidos por los que se dedican es-<br />

pecialmente á descuartizar animales muertos,<br />

adquieren un valor de 60 á 70 pesetas. Un<br />

caballo en estado regular proporciona de 25<br />

á 30 kilogramos de sangre, 200 de carne y 500<br />

gramos de crines; cifras que revelau la imprevisión<br />

de los labradores que abandonan las<br />

reses muertas de enfermedades ó accidentes<br />

que no den origen á contagio, como el carbunco<br />

y el muermo. Cuando los animales<br />

mueran á consecuencia de estos y otros padecimientos<br />

análogos, habrán de adoptarse las<br />

precauciones que en el lugar oportuno se prescriben.<br />

Para completar estas indicaciones acerca de<br />

las utilidades que los animales muertos proporcionan<br />

, ya que tan importante es bajo el<br />

punto de vista agrícola, expondremos el pro-<br />

l'igura 148<br />

cedimiento seguido por M. Aimé Girard para<br />

aprovechar los cadáveres de los animales.<br />

Este profesor disuelve en frío y en el ácido<br />

sulfúrico las carnes de los animales muertos.<br />

Los cadáveres sumergidos en ese baño desaparecen<br />

tan completamente que al cabo de<br />

algunos días no quedan huellas de ellos, destruyéndose<br />

al mismo tiempo los gérmenes de<br />

enfermedades contagiosas, una de las más importantes<br />

ventajas de ese procedimiento. El<br />

ácido sulfúrico empleado en el tratamiento de<br />

cadáveres se puede utilizar en seguida para<br />

fabricar superfosfatos azoados.<br />

' En una granja de Lamothe-Jarry (Yonne)<br />

se hicieron hace poco tiempo ensayos, que no<br />

dieron resultado en un principio por haberse<br />

olvidado que el ácido sulfúrico se hidrata<br />

muy luego y pierde la propiedad de disolver<br />

materias que disuelve siempre cuan-<br />

do se halla depositado en un recipiente cerrado<br />

é incomunicado hidráulicamente. Las cubas<br />

ó depósitos de encina ó roble (figura 148),<br />

instalados á flor de tierra, tenían las siguientes<br />

dimensiones: longitud en la parte alta, 1,85<br />

metros; en el fondo, 1,50: anchura en la parte<br />

superior, 1,40; en el fondo, un metro; profundidad,<br />

60 centímetros. Por la parte interior<br />

se hallaban guarnecidos con una hoja de plomo<br />

de 0,005 metros de espesor. El borde de<br />

los depósitos lleva una ranura de 8 centímetros<br />

de anchura y otros tantos de profundidad<br />

, que se llena de aceite de hulla ó de cualquiera<br />

otra especie, y en el cual se sumergen<br />

los bordes de la tapa, que sobresalen 7 centímetros<br />

de ella.<br />

Los depósitos se instalan bajo un cobertizo,


ANI — 369 — ANI<br />

y á 50 centímetros de ellos se abrirá un recipiente<br />

de 2 metros de diámetro y 22 centímetros<br />

de profundidad en el centro, que se<br />

revestirá de ladrillos, cal y cemento, y recibirá<br />

el líquido ó jarabe negruzco procedente de<br />

los depósitos, y que se empleará inmediatamente<br />

en la fabricación del superfosfato. Para<br />

bacer la preparación, cuando muere una res,<br />

se corta en pedazos con una hacha; pedazos<br />

que son depositados en la cuba bajo una reja<br />

de fundición, bastante pesada y capaz de irapedir<br />

que sobrenaden en el líquido. Después<br />

se echa en el depósito ácido sulfúrico á 66°<br />

en cantidad suficiente para que bañe y cubra<br />

completamente la carne.<br />

Como la tapa de la cuba ó depósito es muy<br />

pesada y sería difícil elevarla á brazo, se fijará<br />

convenientemente una polea en el techo y<br />

un torno en un poste del cobertizo, para poder<br />

elevar fácilmente y mantener suspendida<br />

la tapadera, conforme se demuestra en la<br />

figura 148.<br />

A las cuarenta y ocho horas la graduación<br />

del ácido sulfúrico habrá descendido de<br />

66 á 42°, y como entonces no tiene bastante<br />

energía, se empleará en la fabricación del superfosfato.<br />

Se introduce nuevamente ácido<br />

de 66°, y á los dos ó tres días habrán quedado<br />

completamente disueltas las carnes.<br />

Los resultados que con tal procedimiento<br />

obtuvo M. Picard son verdaderamente dignos<br />

de mención. Para el cadáver de un caballo<br />

cuyos despojos pesaron 153 kilogramos, empleó<br />

235 de ácido sulfúrico á 66°, y para que<br />

absorbiera el producto de la disolución, 500<br />

kilogramos de excelente fosfato del Auxois,<br />

que contenía 60 á 65 partes de esa substancia<br />

por 100, es decir, que se operó con:<br />

Carne y huesos 1">3 kilogramos.<br />

Acido sulfúrico á 66° 235 —<br />

Fosfato del Auxois 500 —<br />

Total en peso SS8 kilogramos.<br />

Esos 888 kilogramos dieron 868 de superfosfato<br />

azoado, que sometido después al análisis,<br />

produjo un total de ácido fosfórico de<br />

14,770 por 100, de los que 11,300 eran inmediatamente<br />

solubles, y 2,150 de ázoe, ó sea un<br />

total de 128,203 kilogramos de ácido fosfórico<br />

y 18,662 de ázoe.<br />

El coste de todos los ingredientes empleados<br />

para la preparación fué:<br />

Valor del caballo sin el cuero....... 7,00 francos.<br />

Acido sulfúrico á 66° y á 13 francos<br />

el 100 30,55 —<br />

Fosfato del Auxois, 500 kilos, á 7,50<br />

el 100 37,50 —<br />

75,05 francos.<br />

La riqueza en ázoe y ácido fosfórico obtenida<br />

después de varios caballos, asnos y vacas,<br />

se diferenció poco de la anterior; de manera<br />

que el abono resultó á 8,64 francos los 100<br />

kilogramos, ó sea 2 / 3 más barato que el fosfo-<br />

Dic—II.<br />

guano expendido por el comercio, cuya riquer<br />

za se aproxima bastante á la del superfosfato<br />

azoado en cuestión. La utilización de los cadáveres<br />

de los animales es, pues, recomendable<br />

en grado sumo, tanto bajo el aspecto de<br />

la salubridad pública, como de la obtención<br />

de abonos baratos. También en el período de<br />

dos ó tres horas se consigue en tales depósitos<br />

que se disuelvan perfectamente los retazos y<br />

desechos de la lana.<br />

ANIMALES SALVAJES—Así se llaman<br />

los animales que viven abandonados'á sí mismos<br />

en lugar de hallarse sometidos á la vigilancia<br />

y al cuidado del hombre. Los primeros<br />

gozan de completa libertad para dar libre<br />

carrera á sus instintos; los segundos se hallan<br />

sometidos á la servidumbre más ó menos completa.<br />

El número de los segundos es realmente<br />

insignificante, si se atiende á las especies, pero<br />

muy considerable si atendemos á los individuos.<br />

Si es posible ó no domesticar muchas<br />

de las especies bravias, es un problema que<br />

no se ha estudiado debidamente, á pesar de<br />

las ventajas que en muchos casos podrían obtenerse<br />

, y á pesar de que los primeros patriarcas<br />

del género humano debieron dedicarse con<br />

especial cuidado á amansar, domesticar y aclimatar<br />

las especies de que nos servimos, y que<br />

por cierto no han aumentado en número desle<br />

los tiempos históricos.<br />

Uno de los problemas más interesantes respecto<br />

del general de la aclimatación es ante<br />

todo el de introducir animales silvestres que<br />

se habitúen á vivir en nuestras regiones, de lo<br />

que se podrían obtener incuestionables ventajas<br />

en determinados casos. Y no se diga que<br />

es inútil aclimatar ciertos animales cuando se<br />

poseen ya otros análogos; ¿quién censurará la<br />

aclimatación del pavo en Europa porque aquí<br />

se poseyesen ya las gallinas? Lo mismo podría<br />

hacerse notar respecto del asno y del caballo.<br />

Por muy análogos que puedan ser los servicios<br />

y cualidades de dos especies parecidas,<br />

nunca se confunden tan completamente que<br />

cada una de ellas no preste servicios especiales.<br />

Ahora bien; ¿es posible la aclimatación?<br />

¿es posible transportar los animales de una<br />

región á otra? Punto es este que no admite<br />

discusión, porque indudablemente en la actualidad<br />

podría realizarse lo que se consiguió<br />

antiguamente. Tanto en las especies domésticas<br />

como en las silvestres, observamos que el<br />

pelaje y la plumazón se ponen en armonía con<br />

la región en que los animales viven; respecto<br />

de la aclimatación de los animales de sangre<br />

fría, varía la cuestión, y es una de las más difíciles<br />

que ha de resolver la zoología aplicada<br />

á la piscicultura; respecto de los animales de<br />

sangre caliente, el problema no es exageradamente<br />

complicado.<br />

Indudablemente sería temerario pretender<br />

que un animal, oriundo de las regiones tropicales,<br />

se acomodase inmediatamente á vivir<br />

en las septentrionales de Europa; pero si la<br />

aclimatación se hace gradualmente y de una<br />

manera racional, de generación en generación,<br />

24


ANI — 370 — ANI<br />

puede afirmarse que el éxito coronará la empresa<br />

en la mayoría de los casos, es decir, que<br />

la aclimatación es un hecho infalible cuando<br />

se la dirige prudentemente y se prosigue con<br />

la necesaria parsimonia; pero hay mucha distancia<br />

de la aclimatación de un animal á su<br />

naturalización en un país extraño, cuando no<br />

conviene á su temperamento, á su carácter y<br />

á sus hábitos el medio á que se destine al nuevo<br />

huésped, y cuando tal vez no podrá encontrar<br />

una alimentación apropiada á su organización<br />

en la nueva patria. De aquí la<br />

necesidad de estudiar cuidadosamente las costumbres<br />

de una especie, antes de pretender<br />

introducirla en grande escala.<br />

Dicho se está que será fácil domesticar los<br />

animales de carácter sociable, y que se habitúan<br />

fácilmente á la presencia del hombre,<br />

mientras que, por el contrario, los que<br />

conservan su ferocidad natural, los que son<br />

irascibles ó recelosos, los que huyan de la<br />

presencia del hombre, únicamente podrán introducirse<br />

en nuestras regiones para tener<br />

nuevos elementos de caza, siquiera no sea<br />

inasequible de todo punto su domesticación.<br />

El hombre, que ha conseguido reducir á la<br />

domesticidad el gato, puede domeñar otros<br />

animales no menos feroces. Cierto que en los<br />

últimos años algunos se han complacido en<br />

suscitar dificultades de todo género contra la<br />

aclimatación; pero de su valor real se puede<br />

juzgar por las precedentes indicaciones. La<br />

más rara y chocante de esas objeciones ha<br />

sido la observación de que cada animal ha<br />

recibido del Creador su puesto y su destino,<br />

y de consiguiente, la domesticación y la aclimatación<br />

constituyen una obra contraria á<br />

las leyes naturales y divinas. ¿Qué pensarán<br />

los que así discurren de nuestros desconocidos<br />

bienhechores, de los que sometieron á la domesticidad<br />

nada menos que cuarenta y tres<br />

especies de animales?<br />

Los servicios que esos animales nos prestan<br />

se pueden apreciar bajo diferentes puntos de<br />

vista; de ahí que unos se deben considerar<br />

como auxiliares del hombre en su trabajo; tales<br />

son el caballo y el perro; otros como animales<br />

alimenticios, el carnero, el buey, el conejo, la<br />

gallina, el pavo, la perdiz, etc.; otros como<br />

industriales, por suministrar productos que se<br />

utilizan para la fabricación; las reses lanares<br />

y aun la mayoría de las domésticas, que suministran<br />

pieles, huesos y otras materias primeras;<br />

algunos como medicinales, la sanguijuela<br />

y la cantárida, y no pocos como animales<br />

accesorios y de adorno, el pavo real, los<br />

cisnes, canarios, etc., que envuelven también,<br />

siquiera sea en segundo término, la ventaja<br />

de ser generalmente comestibles.<br />

ANIMAI.ES AUXLLIAKES.—Los animales de<br />

esta clase que el hombre utiliza pertenecen á<br />

muy pocas especies, siendo probable que pudiera<br />

aumentar su número con un poco de<br />

paciencia y de previsión. El caballo, el asno,<br />

el dromedario, el camello y el buey prestan<br />

grandes servicios; pero esto no obsta para que<br />

pudiera añadirse algunos otros, como el hemíono<br />

y el Equus montanus, cuya aclimatación<br />

y domesticación son fáciles, á juzgar por los<br />

varios ensayos hechos. El hemiono (Equus<br />

hemionus) vive en los desiertos de la Mongolia,<br />

en el Tibet y en la China, y su carne es<br />

muy apreciada de los tártaros. Su alzada, su<br />

conformación, su temperamento ardiente y<br />

activo, revelan que se convertiría fácilmente<br />

en un servidor animoso y sobrio, robusto é inteligente.<br />

Su pelo es de color café claro, con<br />

una banda de color castaño obscuro, que se<br />

extiende desde la cabeza al extremo de la cola,<br />

siendo blancos el hocico y todas las partes<br />

inferiores del cuerpo, así como las nalgas.<br />

Transportada al Jardín de aclimatación de<br />

París una pareja en 1844, se aclimató tan perfectamente,<br />

que no se interrumpió la reproducción,<br />

y durante un rigorosísimo invierno<br />

cuidó la hembra á su cría sin sufrir ningún<br />

percance y sin necesidad de que se encendiese<br />

fuego en la choza que ocupaba. Queda, pues,,<br />

desmentida la opinión de los que afirmaban<br />

que son indomables esas bestias. Es más, en el<br />

Instituto agronómico de Versalles se ha logrado<br />

amaestrar algunos hemíonos para la.<br />

silla y el tiro, y eso sin graves inconvenientes.<br />

Pueden considerarse esos animales como<br />

intermediarios entre el caballo y el asno; de<br />

ahí su denominación de hemi y onos, medio<br />

asno, y de ahí que algunos confíen en obtener<br />

excelentes resultados con las crías mestizas de<br />

hemiona y caballo.. Los cruzamientos de asna<br />

y hemiona han producido resultados satisfactorios<br />

y notables, unas veces por su gallardía,<br />

y otras por su fortaleza. Algunos agricultores<br />

y ganaderos franceses que han adquirido algunos<br />

mestizos de esa clase, se dan por satisfechos<br />

con los servicios que les prestan. También<br />

se ha sometido el Equus montanus á diferentes<br />

experiencias. Procede de un país más<br />

frío que el hemiono, puesto que es originario<br />

del Cabo de Buena Esperanza, en cuyas montañas<br />

habita, y de ahí que su aclimatación<br />

haya sido fácil, y que hayan podido resistir<br />

sobre la nieve y con fríos excepcionales durante<br />

los años de 1829 á 1830 sin sufrir lomás<br />

mínimo. Su reproducción no ofreció dificultades<br />

ni en Inglaterra ni en Francia. Es<br />

parecido á la cebra, con la piel cruzada por rayas,<br />

negras en la cabeza, el cuello y el dorso<br />

únicamente; blanco-amarillentas las extremidades<br />

en su parte inferior, y de castaño claro<br />

en la superior; la cola blanca, y la hembra es<br />

siempre mayor que el macho. Tiene próximamente<br />

la misma alzada que el hemiono, pero<br />

es más recio y posee gran fuerza, que se ha.<br />

utilizado sólo accidentalmente en el Cabo, en<br />

Inglaterra y aun en París. También se ha intentado<br />

aclimatar en Europa otros solípedos,<br />

como el cuagga y las cebras ó hipotigres de<br />

los antiguos, si bien la última no ofrece grandes<br />

ventajas y habita en regiones demasiado<br />

cálidas. El cuagga habita en montañas, pero<br />

ha sido poco estudiado hasta el presente.<br />

Entre las aves merecen citarse como auxi-


ANI — 371 — ANI<br />

liares y dignas de aclimatación y domesticación<br />

el agamí y el serpentario ó mensajero.<br />

El primero tiene el volumen de la gallina, y<br />

está llamado tal vez á prestar grandes servicios<br />

como ave de corral, sin que sean de temer<br />

con él alborotos y batallas, porque es ave de<br />

paz, y porque sabe cuidar bien á sus polluelos<br />

y aun á los de los patos que se le encomiendan,<br />

distribuyendo entre todos los alimentos<br />

que se ponen á su disposición, y defendiéndolos<br />

de las acometidas de los adultos. En el<br />

país de que es oriundo se domestica perfectamente<br />

el agamí, y aun se asegura que sirve<br />

para guiar los rebaños de ovejas, de las cuales<br />

se hace obedecer perfectamente. No hay ningún<br />

animal tan sociable como esa ave ni tan<br />

aficionado al trato del hombre. Pero respecto<br />

de las facilidades que ofrece para la aclimatación<br />

en Europa, es de advertir que habita<br />

las regiones cálidas de América y del Brasil<br />

especialmente. Aun cuando su adquisición no<br />

ofrezca tantas ventajas como la de los solípedos<br />

antes nombrados, no son de despreciarlos<br />

servicios que de él podrían obtenerse.<br />

La segunda ave á que nos hemos referido,<br />

y que podría aclimatarse en determinados<br />

casos, ya lo hemos dicho, es el serpentario ó<br />

mensajero, que pertenece á las aves de rapiña,<br />

y que se encuentra en estado salvaje en Africa,<br />

y en particular en los alrededores del<br />

Cabo. Ese precioso volátil se alimenta especialmente<br />

de reptiles, y persigue con éxito<br />

las serpientes más venenosas. También se ha<br />

ensayado en las Antillas, invadidas como es<br />

sabido por reptiles venenosos, la introducción<br />

de esa ave para que persiga á los trigonocéfalos,<br />

siendo de advertir que también destruye<br />

las langostas y ratas, y según Levaillant, domesticada<br />

en los corrales, parece que se impone<br />

la misión de poner paz entre volátiles levantiscos.<br />

ANIMALES QUE PROPORCIONAN ALIMENTO AL<br />

HOMBRE.—Indudablemente para los que se<br />

ocupan en aumentar por medio de la aclimatación<br />

los animales útiles al hombre, figuran,<br />

no sin razón, en primer término, los animales<br />

llamados á proporcionar nuevos alimentos al<br />

hombre, ya que el número entre los de esta<br />

clase que vagan por las diversas regiones del<br />

mundo es tal y tan variadas sus condiciones,<br />

que llegarían constituir una verdadera riqueza.<br />

Basta recordar las variadas especies de gallináceas<br />

que podrían condimentar los cocineros<br />

para juzgar de la importancia que tendría el<br />

aclimatar esa y otras clases de animales, cuya<br />

carne es grata para los paladares de todos los<br />

hombres. Entre los rumiantes se han indicado<br />

para la aclimatación diferentes bóvidos seválticos,<br />

sin que hasta el presente hayan adelantado<br />

mucho los estudios hechos con ese objeto.<br />

También han ensayado algunos utilizar<br />

en Europa los antílopes como reses de matadero,<br />

y para ese fin se han sometido á la<br />

experimentación dos razas, ambas notables<br />

por su alzada, que iguala á la de los bueyes<br />

domésticos; la primera, el Oreas hoselaphus,<br />

procedente del Cabo de Buena Esperanza, se<br />

ha reproducido en algunas granjas de Inglaterra;<br />

la segunda, el Antílope strepsiceros,<br />

oriundo del África occidental, es menos conocida,<br />

y no ha sido sometida á serio examen,<br />

si bien es de gran talla y su aclimatación proporcionaría<br />

ventajas innegables. También es<br />

digno de mención el Antílope píela, que se reproduce<br />

sin dificultad, soportando perfectamente<br />

los rigores invernales de este continente.<br />

La carne de todos esos' animales es muy<br />

estimada, y ofrece analogías con la de la ternera<br />

unas veces y con la del ciervo otras. Algunos<br />

han creído que se podrían utilizar también<br />

los antílopes como animales auxiliares<br />

para el agricultor, pero en realidad esa cuestión<br />

no se halla bien dilucidada á estas fechas.<br />

Respecto de las otras razas de la numerosa<br />

familia de los antílopes, solamente advertiremos<br />

que todos los individuos son comestibles,<br />

y que por el momento deben agrujiarse entre<br />

los animales accesorios y de adorno, más bien<br />

que entre los animales de trabajo ó destinados<br />

á proporcionarnos alimento.<br />

También el orden de los roedores puede<br />

proporcionar al hombre alimento y carne exquisita.<br />

Entre los más interesantes bajo ese<br />

punto de vista figura el cabiai, que por su<br />

forma es comparable al cochinillo de Indias,<br />

y cuyo cuerpo, mayor que el de un cordero,<br />

está sostenido por patas muy cortas. Habita<br />

en los ríos y estanques de la América meridional,<br />

y se alimenta de cañas y plantas acuáticas,<br />

es decir, que está llamado á transformar<br />

en carne productos que se pierden todos<br />

los años sin provecho para nadie. La introducción<br />

de la paca, del agutí y del mará, que<br />

pertenecen, como el cabiai, al orden de los roedores,<br />

ofrecerán nuevos recursos para la alimentación<br />

del hombre. La paca, por su talla<br />

y fecundidad, sería muy útil, y no es de presumir<br />

que ofrezca muchas dificultades el domesticarla.<br />

Los agutís, de la alzada del conejo,<br />

se hallan en vías de aclimatación, y aun<br />

cuando oriundos de países muy cálidos, se<br />

reproducen perfectamente en todas las comarcas<br />

de la Europa central y meridional.<br />

Aun no se ha conseguido en ellas la reproducción<br />

del mará, destinado á proporcionar<br />

ventajas análogas á las que hau de proporcionar<br />

los agutís. Unos y otros podrían criarse<br />

como los conejos, ora en los campos y selvas,<br />

ora en los corrales.<br />

El fascolomo es otro de los animales llamados<br />

á prestar grandes servicios; puede habitar<br />

en las más elevadas montañas, y aun en la región<br />

de las nieves perpetuas, puesto que la<br />

naturaleza le ha dotado de espeso abrigo. Pertenece<br />

á la gran subclase de los animales marsupiales,<br />

y procede de la patria de los kanguros<br />

, que también merecen especial mención.<br />

Pequeños y grandes, los unos pueden ser domesticados<br />

y los otros ser criados para reses<br />

de caza. Su carne es excelente, y la piel de<br />

algunos de ellos muy estimada por el comercio.<br />

Su aclimatación no ofrece ya dificultades;


ANI — 372 — ANI<br />

se reproducen bien, y viven perfectamente en<br />

Madrid, París, Londres y Amsterdam. Es<br />

una de las primeras adquisiciones que está<br />

llamada á hacer Europa, y no ciertamente de<br />

las menos valiosas. Por último, debemos hablar<br />

aquí también de los tapiros, cuyas diferentes<br />

especies habitan en América, en la China y en<br />

la India, y que en unas ocasiones pueden suministrar<br />

excelentes carnes, y en otras cueros<br />

muy superiores á nuestros cueros indígenas.<br />

De talla más elevada que la del cerdo, al cual<br />

se los puede comparar por los servicios que<br />

pueden prestarnos, la domesticación de los<br />

tapiros es fácil, y se pueden contar entre los<br />

animales que más pronto se familiarizan con la<br />

presencia del hombre. Aun cuando todas las<br />

especies de tapiros, excepto una de América,<br />

proceden de países cálidos, esos animales resisten<br />

bien los fríos de Europa, y se debería<br />

emprender su aclimatación en grande escala,<br />

comenzando por habituarlos á las regiones<br />

meridionales y mediterráneas de esta parte<br />

del mundo.<br />

En la clase de las aves hay muchas que<br />

pudieran utilizarse en Europa; las tentativas<br />

hechas con muchas palmípedas han producido<br />

resultados satisfactorios, y así hay hoy<br />

muchos gansos y patos que en lo futuro podrán<br />

prestar grandes servicios. Tales son el<br />

ánsar de Egipto, la cereopsa, el ganso de<br />

Magallanes, el de Sandwich, tan notable por<br />

sus sociables instintos; pero la cuestión de la<br />

aclimatación es todavía más importante respecto<br />

de las gallináceas, entre las que merecen<br />

especial mención los hocos y el marailo.<br />

Los primeros, que se encuentran en diferentes<br />

puntos de América, son aves casi del tamaño<br />

del pavo, y cuya carne tiene excelente<br />

gusto; se ha conseguido que se reproduzcan<br />

en estado de domesticidad, pero todavía no se<br />

ha logrado aclimatarlos, porque les hacen<br />

mucho daño las heladas, si bien no faltan naturalistas<br />

en sentir de los cuales se podrán<br />

aclimatar en Europa, con tal de que se escojan<br />

bien las localidades, y se importen de la América<br />

del Norte y no del Brasil, como se había<br />

venido haciendo. El marailo es más rústico<br />

que el hoco; procede también de América, y<br />

soporta perfectamente nuestros fríos, habiéndose<br />

conseguido que se reproduzca en Europa<br />

á fuerza de cuidados.<br />

Merecen citarse también las diferentes especies<br />

de faisanes indios, cuya aclimatación<br />

se ensaya actualmente con gran empeño; las<br />

tres especies de colins, es decir, los del Brasil,<br />

California y Virginia, que se reproducen<br />

con facilidad suma; la perdiz gambra [ó perdiz<br />

de roca, oriunda de Argelia, que han tratado<br />

de aclimatar algunos monarcas en sus<br />

parques, y aun otras aves interesantes, cuya<br />

enumeración sería harto enojosa.<br />

Todas esas aves pueden agregarse á las que<br />

ya nos son familiares y conocidas, y además<br />

como propias para la carnicería, según las llama<br />

Geoffroy Saint-Hilaire, el casoar y el<br />

nandú de América, y aun pudiera añadir­<br />

se el avestruz; pero éste pertenece más bien<br />

á la sección de los animales propios para la<br />

industria. Esos grandes volátiles, que en su<br />

edad adulta alcanzan un considerable peso,<br />

cuya carne es excelente y cuya fecundidad es<br />

verdaderamente notable, á más de ofrecer<br />

enormes huevos, pueden utilizarse como alimento<br />

en cualquier circunstancia. El casoar<br />

emeu, que abunda en la Australia, alcanza<br />

á veces una talla de 1,80 metros, y soporta<br />

sin inconveniente los más intensos fríos.<br />

Se ha reproducido en Inglaterra y en Francia,<br />

y tal vez no transcurrirá mucho tiempo<br />

sin que haya en las campiñas de Europa piaras<br />

de ese animal, como las hay de pavos,<br />

puesto que basta importarle en realidad para<br />

conseguir que se aclimate. No podrá esperarse<br />

lo mismo del casoar de la India, por lo<br />

mismo que es oriundo de un país cálido. El<br />

nandú, por el contrario, es un animal cuya<br />

aclimatación debe recomendarse por lo excelente<br />

de su carne y por el valor de sus plumas,<br />

que se importan desde América en cantidades<br />

considerables, y cuya domesticidad es tal<br />

que muchas veces se los ve pacer en las inmediaciones<br />

de los edificios habitados por el<br />

hombre. El difunto lord Derby consiguió que<br />

los nandúes se reprodujeran en la Gran Bretaña.<br />

Otra rama de la zoología aplicada, de que<br />

no se ha sacado todo el partido debido, es la<br />

piscicultura, á que hasta los últimos treinta<br />

años no se había prestado toda la atención que<br />

merece. De ella hablaremos detenidamente en<br />

el artículo especial que en el lugar correspondiente<br />

de esta obra la dedicamos, ya que<br />

tantos y tan valiosos recursos puede proporcionar<br />

, gracias á la fecundidad de esos seres<br />

acuáticos, innumerables en todos los mares.<br />

ANIMALES INDUSTRIALES. — Desígnanse así<br />

aquellos vivientes que suministran productos<br />

buscados por el comercio ó la industria. Entre<br />

los mamíferos que no han sido domesticados<br />

todavía, puede citarse la vicuña, cuya<br />

naturalización en las montañas de Europa<br />

procuraría no pocos provechos. Para sacar<br />

partido de él, no es necesario, ni mucho menos,<br />

domesticarle; basta importarle y dejarle<br />

vivir en estado salvaje. También se ha propuesto<br />

la aclimatación del chinchilla, roedor<br />

que vive en estado salvaje en las regiones de<br />

la América meridional, principalmente en las<br />

comarcas montañosas de Chile, y cuyas pieles<br />

son muy apreciadas por el comercio. Entre las<br />

aves, ya lo hemos indicado, merece recomendarse<br />

el avestruz, cuyas plumas se venden á<br />

elevados precios, y que podría reducirse fácilmente<br />

á domesticidad. Además de las plumas,<br />

esa ave, como antes hemos indicado, puede proporcionar<br />

excelente carne, abundantes y voluminosos<br />

huevos, y una grasa preciosa y que<br />

se puede emplear en diferentes usos.<br />

También la clase de los insectos puede suministrar<br />

algunos elementos de bienestar y riqueza<br />

con sus arañas seríferas y sus gusanos<br />

de seda, compensando los perjuicios que las


ANI — 373 — ANI<br />

enfermedades causan en las poblaciones donde<br />

se dedican á obtener capullos. En efecto;<br />

el Bombyx morí, ó gusano de seda del moral,<br />

exige plantaciones costosas, y vive en una<br />

zona muy limitada, á más de exigir penosos<br />

cuidados por parte de los criadores. De ahí<br />

que se haya propuesto la introducción del<br />

Bombyx Pernyi, ó gusano de seda del roble,<br />

que los chinos explotan en grandísima escala,<br />

puesto que suministra vestido á muchos millones<br />

de personas, hasta en las comarcas septentrionales<br />

del celeste imperio, y que tiene<br />

complexión bastante robusta para resistir las<br />

nieves y los hielos. Cuando nacen los gusanos,<br />

se los deposita en los robles, y después no hay<br />

que cuidarse de ellos sino para recoger los capullos<br />

que hayan elaborado. El único cuidado<br />

que exigen es el de que alguna mujer ó algún<br />

muchacho se ocupen durante el día en espantar<br />

los pájaros que acuden al tallar para devorar<br />

los gusanos. La seda que produce ese<br />

insecto no es tan fina como la del gusano común<br />

, pero en cambio es mucho más fuerte, y<br />

de ahí que la introducción del Bombyx Pernyi<br />

en Europa prometa no pocas ventajas, así como<br />

el cultivo del roble de la China, sobre el cual<br />

vive. También el Bombyx mylitia ó paphia,<br />

que vive en las mismas condiciones y sobre<br />

el mismo árbol que el anterior en las montañas<br />

de Bengala, ha sido objeto de ensayos,<br />

por lo mismo que vive, mejor que en las llanuras,<br />

en las comarcas elevadas. Esos insectos<br />

dan solamente una cría al año. No sucede<br />

lo mismo con el gusano del ricino, Bombyx<br />

cynthia, ó más bien arindia, del cual se<br />

pueden obtener varias al año, y que vive sobre<br />

el ricino, aunque también se alimenta con<br />

el cardo batanero. Podría explotarse perfectamente<br />

en las comarcas meridionales de nuestra<br />

España y en todaá las costas del Mediterráneo<br />

donde prospera el ricino, llegando á<br />

obtener hasta seis crías anualmente.<br />

ANIMALES ACCESORIOS ó DE ADORNO.—Estos<br />

son muy numerosos, mas sólo- citaremos<br />

los más importantes, y así entre los mamíferos<br />

del género ciervo, el Cervus porcinus, ó<br />

ciervo cerdo, oriundo de la India, pequeño,<br />

pero de crecimiento rápido. Se desarrolla<br />

bien en los bosques de Europa, y ha sido<br />

ya aclimatado en Francia; el Cervus axis, notable<br />

por su pelaje, también originario de<br />

la India y aclimatado en nuestras regiones;<br />

el ciervo de Virginia, parecido á nuestros gamos;<br />

el ciervo de Aristóteles, animal de gran<br />

talla y que, considerado como animal verdaderamente<br />

de lujo, se puede propagar en los<br />

parques. También hay muchas especies de antílopes<br />

que deben incluirse en la sección que<br />

nos ocupa, como son la guiba, el antílope de<br />

la India, la misma gacela, la grima, etc.<br />

Entre las aves deben mencionarse las guras,<br />

especie de palomas gigantescas con moño,<br />

cuya reproducción se ha obtenido en Inglaterra<br />

y Francia; el lofoforo resplandeciente,<br />

ave magnífica cuya plumazón de brillantes<br />

colores presenta cambiantes metálicos, tiene<br />

la corpulencia de la gallina común, y ha sido<br />

aclimatada en Inglaterra; el tragopán y el<br />

monaul, también gallináceas, aun cuando no<br />

tan magníficos como el lofoforo, pueden utilizarse<br />

para adorno de los parques. De los<br />

palmípedos son admirados los patos de la Carolina<br />

y de la China, el cisne de Nueva Holanda,<br />

de cuello negro, aclimatados todos en<br />

nuestras regiones; y además, como procedentes<br />

del continente oceánico, citaremos la cotorra<br />

ondulada y la calopsita, y los brillantes<br />

fringilos de África y América. Tales son, en<br />

resumen, las más importantes especies de<br />

animales que se pueden aclimatar en nuestros<br />

parques y granjas como animales de adorno<br />

y alimenticios, que se describirán extensamente<br />

en la letra correspondiente del DICCIO­<br />

NARIO.<br />

ANIMALES ÚTILES—Llámanse así<br />

aquellos animales que directa ó indirectamente<br />

proporcionan al hombre alguna ventaja ó<br />

le prestan algún servicio. Se comprenden entre<br />

ellos los auxiliares, los alimenticios, los<br />

industriales, los medicinales, los de adorno,<br />

los destructores de otros animales dañinos, los<br />

que consumen substancias orgánicas y capaces<br />

de exhalar miasmas. De todos ellos hablamos<br />

separadamente.<br />

ANIMALIDAD.— Conjunto de caracteres<br />

y facultades que distinguen á los animales de<br />

los vegetales y minerales.<br />

ANIMALIZACIÓN. —Operación en virtud<br />

de la cual se mezclan ó combinan materias<br />

animales con otras de origen vegetal ó<br />

animal.<br />

ANIMALIZADO.— Dícese de cualquier<br />

abono cuando se halla formado por materias<br />

fertilizantes de origen mineral ó vegetal, que<br />

se han mezclado ó combinado con materias<br />

animales. No debe confundirse el negro animal<br />

procedente de la carbonización de los<br />

huesos en vasos cerrados y de su consiguiente<br />

pulverización, con el negro animalizado, el<br />

cual no es otra cosa que el producto de la absorción<br />

de materias animales por el negro obtenido<br />

de materias vegetales ó minerales.<br />

ANIME.—Kesina olorosa de color amarillo<br />

de azufre, que fluye de las incisiones hechas<br />

en el tronco del curbaril (Hymencea curbaril).<br />

Se la denomina también anime verdadera y<br />

anime de Oriente, porque en el Brasil se extrae<br />

de otro árbol, el Hymen&a martiana, una<br />

resina que se denomina anime de Occidente.<br />

Esa goma ó resina se emplea en la fabricación<br />

de barnices, y para preparar fumigaciones contra<br />

las afecciones catarrales.<br />

ANING/A (Ornitología).—Ave del orden<br />

de las palmípedas, que se encuentra frecuentemente<br />

en las costas del Brasil y la Guayana,<br />

y en el Senegal. Los naturalistas han denominado<br />

Plolus melanogaster á esa ave, que presenta<br />

el cuello prolongado, la cabeza pequeña,<br />

el pico recto, delgado y muy puntiagudo, los<br />

pies gruesos y cortos. Anda con dificultad,<br />

pero su vuelo es muy alto y le sostiene durante<br />

mucho tiempo. Vive y construye el nido so-


ANI — 374 — ANI<br />

bre los árboles, pero se alimenta de pescados.<br />

Su volumen es análogo al del pato, pero el<br />

cuello es más largo. La piel es muy gruesa, y<br />

muy grasienta la carne, con un gusto aceitoso<br />

nada grato á la verdad.<br />

ANÍS (Anisum, L.).— Género de planta<br />

de la familia de las Umbelíferas, género Pimpinella,<br />

cuyos caracteres son: raíz fibrosa;<br />

tallo fistuloso pubescente; hojas alternas am-<br />

Figura 149.—Anís común<br />

plexicaules; flor pequeña, blanca, dispuesta<br />

en umbela doble terminal; cinco pétalos ovales,<br />

cordiformes, ligeramente curvos en la<br />

parte alta; cinco estambres libres que sostienen<br />

las anteras redondas; ovario con dos estilos<br />

rectos; estomatos globulosos. Fruto aovado<br />

, compuesto de semillas pequeñas, de color<br />

gris verdoso. Esta planta crece naturalmente<br />

en Egipto y en Turquía. Se cultiva en el Mediodía<br />

de Francia y en las provincias del centro<br />

de España, donde se le llama anís, y en<br />

Andalucía matalahúga y matalahúva. El anís se<br />

destina á varios usos; la confitería lo emplea, y<br />

también la farmacia. En la destilación de alcoholes<br />

se emplea para el anisado. Su cultivo no<br />

es de los que más responden, pues exige terreno<br />

suelto, calizo, fértil, sin terrones ni hierbas;<br />

que llueva sobre la siembra para que nazca;<br />

que el suelo sea fresco sin ser húmedo, y la<br />

calidad y aroma de la semilla es mejor cuando<br />

se cultiva en secano que si se verifica en regadío;<br />

en este caso la semilla es mayor, pero<br />

tiene menos aroma. Un litro de anís bueno de<br />

secano, vale más que doble de riego. Para la<br />

siembra, que debe hacerse en barbecho muy<br />

suelto y limpio, se mezcla la semilla con arena<br />

con el fin de extenderla bien. Se escarda cuan­<br />

do están las plantas de un decímetro de altas.<br />

Cuando está granada la semilla, lo cual no<br />

tiene lugar todo al mismo tiempo y por esto<br />

es desigual, se arrancan las matas, y se tienden<br />

á secar á la sombra, donde se regrauan,<br />

se sacuden y sueltan la simiente. Cuando el<br />

anís no es de buena clase, grana mal, se observa<br />

que tiene mucha hoja revuelta con la simiente,<br />

la que se la hace quitar tendiéndola en<br />

una parte que circule aire suave, que al mover<br />

la semilla queda ésta y separa el polvo, la<br />

parte no granada y la hoja.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANÍS (Esencia de).—Materia que se obtiene<br />

destilando con agua semillas de anís por<br />

el procedimiento que se sigue para preparar<br />

todos los aceites esenciales. La del comercio<br />

es de color blanco, de sabor picante y olor<br />

agradable. Se solidifica en gran parte á la<br />

temperatura de 8 o sobre 0; se emplea en la<br />

preparación de licores, y para disimular el sabor<br />

de los medicamentos.<br />

ANÍS ESTRELLADO—(V. Badián.)<br />

ANISAR.— Tierra sembrada de anís.<br />

ANISAR.— Comunicar á una cosa el gusto<br />

de anís, ora por medio de la grana, ora por<br />

la adición de un extracto de anís ; de manera<br />

que se puede anisar con algunas gotas de esencia<br />

de anís.<br />

ANISETE (Tecnología).—Licor que se<br />

prepara principalmente con alcohol, semillas<br />

de anís, azúcar y una cantidad variable de<br />

agua. Se emplean muchas fórmulas para su<br />

preparación. El anisete ordinario se obtiene<br />

con 125 gramos de anís estrellado, 125 de almendras<br />

amargas, 65 de lirio de Florencia en<br />

polvo y 125 de cilantro. Se tritura y se ponen<br />

á macerar las materias en 4 litros de alcohol<br />

á 85° durante ocho días. Se agregan entonces<br />

2 litros de agua, y se destila hasta obtener 4<br />

litros de líquido, al cual se agrega un jarabe<br />

preparado en frío con 3 kilogramos de azúcar<br />

y 2 litros de agua. Se mezcla todo y se agrega<br />

agua para completar 10 litros.<br />

El anisete superfino de Burdeos se prepara<br />

con 500 gramos de anís, 1.750 de badiana,<br />

437 de hinojo, 437 de cilantro, 450 de leño de<br />

sasafrás, 190 de te imperial y 10 de nuez moscada.<br />

Se trituran todas esas substancias juntas,<br />

y se tienen en maceración durante catorce<br />

horas en 38 litros de alcohol de 85°. Se agregan<br />

después 19 litros de agua ; se destila y se<br />

rectifica, añadiendo 19 litros de agua, para obtener<br />

36 litros de líquido solamente. Por separado<br />

se prepara en caliente un jarabe con 56<br />

kilos de azúcar y 24 litros de agua. Después<br />

de enfriado éste, se mezcla con la otra preparación,<br />

y se agregan 50 centilitros de infusión<br />

de lirio y 2 litros de agua de azahar. Por último<br />

, se adiciona la cantidad de agua necesaria<br />

para obtener un hectolitro de líquido, y se<br />

filtra luego. Se pueden variar las proporciones<br />

de los ingredientes, emplear raíces de angélica<br />

y cascaras de limón ó de naranja antes de<br />

destilar, y después de agregar el jarabe y adicionar<br />

algunos centilitros de agua de clavo,


ANI — 375 — ANO<br />

de canela, etc., para dar carácter especial á<br />

los anisetes.<br />

ANISILLO (Botánica). — Nombre dado<br />

al Pipe?' anisatum, hallado por Humboldt en<br />

el Orinoco, y que produce la madera de anís.<br />

El cocimiento de sus bayas sirve para lavar<br />

las llagas y las úlceras. También se llama anisillo<br />

una planta de Chile perteneciente á la<br />

familia de las umbelíferas, y que se considera<br />

•como carminativa.<br />

ANISOPTERA.—Género de plantas de la<br />

familia de las Dipterocárpeas. Vegetan en los<br />

montes de las Islas Filipinas las especies arbóreas<br />

siguientes:<br />

Anisoptera plágala, P. Blanco (Diptero-<br />

•carpus). Nombre vulgar, Sapolongán ¡/acal.—<br />

Árbol cuyo tronco alcanza una altura de 12<br />

á 20 metros, por un diámetro de 8 decímetros.<br />

Tiene las ramas negras; las hojas alternas,<br />

lanceoladas, enteras, lampiñas y tiesas,<br />

con una glándula larguita que se rompe á lo<br />

largo en cada vena lateral del envés; los pecíolos<br />

son cortísimos. Las flores axilares, cabizbajas,<br />

globosas, menores que guisantes, formando<br />

racimos compuestos. El fruto es una nuez<br />

coronada con unas cinco especies de alas verdosas<br />

, dos de ellas mayores de 4 centímetros de<br />

largo, derechas, y las otras tres pequeñas;<br />

la cubierta del micelio es delgada y coriácea,<br />

conteniendo una semilla hendida en cinco<br />

partes. Florece este árbol en Marzo. Las flores<br />

estrujadas despiden un olor como el del<br />

•lauán, y lo mismo la madera. Esta es de color<br />

amarillo terroso, de textura sólida y fina;<br />

rompe en astilla larga, y da una viruta fina,<br />

•compacta y enroscada. La procedente de los<br />

montes de Angat, en Bulacán, tiene particular<br />

estima, si bien no es inferior la de Tayabas.<br />

La elasticidad es de 0,0032 metros; la<br />

resistencia límite, de 54,981 kilogramos; el<br />

peso en el aire de la pulgada cúbica, de 14,790<br />

gramos, y el específico, de 0,925. Como se ve,<br />

es una de las maderas más pesadas y resistentes<br />

de Filipinas, siendo lástima que escaseen<br />

ya las de dimensiones regulares.<br />

Son notables las glándulas de las hojas, que<br />

cuando se rompen parecen heridas ó llagas<br />

pequeñas. De esta circunstancia ha tomado el<br />

árbol el nombre específico que lleva.<br />

Anisoptera thurifera, P. Blanco (Diplero-<br />

•carpus). Nombre vulgar, Lauán, Sandana.—<br />

Este árbol es de primera magnitud, y su tronco<br />

adquiere gran diámetro. Tiene las hojas<br />

alternas, aovadas, alargadas, aquilladas, enteras<br />

y lampiñas, con los pecíolos cortos. Las<br />

flores son terminales, y forman panojas muy<br />

grandes. El fruto es una nuez globosa, coronada<br />

cerca del remate con las partes del cáliz;<br />

muy grandes en la madurez, y lanceoladas á<br />

modo de alas (dos mucho mayores), con la<br />

cubierta delgada y leñosa; contiene una semilla<br />

semejante, con los lóbulos envueltos entre<br />

sí. Sazona este fruto en Junio.<br />

El tronco da por incisión una gomo-resina<br />

blanca y dura, muy olorosa, que se usa seca<br />

en vez de incienso en algunas iglesias.<br />

La madera es de color blanco-rojizo ó ceniciento,<br />

con manchas pardas, de textura floja<br />

y estoposa, y los poros muy marcados; rompe<br />

á hilo y á tronco. Se usa principalmente<br />

en la construcción de canoas (bancas) y para<br />

cajones. En el manuscrito de la segunda parte<br />

de la Historia de Filipinas del P. Gaspar de<br />

San Agustín se dice que los costados de los galeones<br />

antiguos se hacían de esta madera por<br />

no levantar las balas astillas en ella. Hoy no se<br />

emplea en la fábrica de embarcaciones mayores.<br />

Anisoptera Mangachapoi, P. Blanco (Dipterocarpus).<br />

Nombre vulgar, Mangachapoi.—<br />

Árbol de primera magnitud, que tiene las hojas<br />

alternas, anchas, lanceoladas, aguzadas,<br />

membranosas y con venillas salientes por debajo;<br />

los peciolos son cortísimos. Las flores<br />

son axilares, y forman panojas de pocas florecitas.<br />

El fruto es casi igual al de la especie<br />

A. Plagata, P. Blanco, llamado Sapolongán.<br />

Florece este árbol en Junio. Su madera se<br />

presenta con dos variedades de color, blanco y<br />

colorado, de los cuales la primera es amarillo-cenicienta,<br />

de fibras comprimidas y poros<br />

longitudinales, textura compacta y vidriosa;<br />

rompe á tronco ó en astilla larga; algunos<br />

ejemplares despiden un olor como de linaza;<br />

su viruta es algo áspera y apenas enroscada;<br />

es más común que la segunda, que sólo se diferencia<br />

por sus tintas rojizas. La elasticidad<br />

es de 0,003; la resistencia máxima, de 33,127<br />

kilogramos; el peso en el aire de la pulgada<br />

cúbica, de 9,665 gramos, y el específico de<br />

0,766.<br />

ANITAB.— (V. Adaán.)<br />

ANO.— Orificio natural en que termina el<br />

recto, y abertura correspondiente de la piel<br />

por la cual salen los excrementos, y se pueden<br />

introducir alimentos y medicamentos en los<br />

intestinos por medio de la jeringa. Protegido<br />

por las prominencias de las nalgas, y en ciertos<br />

animales por la cola, no se halla expuesto á<br />

golpes de cuerpos contundentes, lo que no<br />

obsta para que el animal encoja la grupa cuando<br />

ve amenazada esa parte. La piel que circunda<br />

al ano se halla retraída hacia el interior<br />

del orificio por medio de tres músculos, dos<br />

pares y uno impar; éste compuesto de fibras<br />

orbiculares de dos ó tres dedos de anchura,<br />

que al contraerse cierran el orificio. Los músculos<br />

pares del ano son también muy anchos, y<br />

se hallan colocados á los lados de aquél. Cuando<br />

no se cierra bien el ano, se puede suponer<br />

que el animal carece de vigor; de la simple<br />

inspección de ese orificio se puede deducir si<br />

hace bien las digestiones la res, y si se hallan<br />

en buen estado las visceras del aparato digestivo.<br />

En los animales viejos y flacos se hunde<br />

y queda á medio cerrar, indicio de debilidad<br />

y decadencia. En los bueyes no es saliente, y<br />

en los perros sobresale más á medida que la<br />

existencia del canino se prolonga.<br />

Los corderos nacen á veces sin tener abierto<br />

el ano, vicio de conformación grave y que<br />

compromete la existencia del recental por no


ANO — 376 — ANO<br />

poder esté expeler ninguna materia. En ese<br />

caso se producen muy luego síntomas de malestar<br />

, el auimalillo rehusa la teta y hace vanos<br />

esfuerzos para arrojar el depósito excrementicio.<br />

Entonces será necesario examinar al<br />

animal cuidadosamente, y si no se descubre<br />

abertura anal, se observará, por el contrario,<br />

un abultamiento más ó menos pronunciado y<br />

•duro, formado por los excrementos que no<br />

han hallado salida. Entonces se practicará en<br />

el lugar de la piel en que debiera existir el<br />

ano, una incisión crucial, por la cual se escapan<br />

las materias fecales inmediatamente, ó se<br />

facilitará su salida, ora por medio de inyecciones,<br />

ora extrayéndolas. Si no se ha inflamado<br />

el intestino recto, el recental no correrá ya<br />

peligro alguno; en caso contrario, habrá que<br />

ponerle en manos del facultativo. En los caballos<br />

de pelo muy claro se desarrollan á veces<br />

en el ano tumores negros, llamados melanosis,<br />

que disminuyen considerablemente el valor de<br />

los animales.<br />

En el ano y su región se producen también<br />

llagas y fístulas, y otras afecciones, como los<br />

abscesos, la caída del recto, las hemorroides,<br />

los pólipos y el prurito, que se describirán en<br />

el lugar correspondiente. Las llagas pueden<br />

ser longitudinales ó transversales, interesen<br />

ó no la mucosa, y hallarse en los bordes ó en<br />

la profundidad del auo. Pueden ser causadas<br />

por golpe de las varas y aun del látigo del<br />

conductor, por extravío en el acto de la cópula,<br />

por el uso inhábil de la jeringa ó la mala<br />

dirección de la mano en la exploración del<br />

recto, por la introducción intencionada de<br />

cuerpos extraños, y en los perros, por la presencia<br />

de huesos entre la materia excrementicia.<br />

Los síntomas varían según la extensión<br />

y naturaleza de la lesión; obsérvanse en los<br />

animales deseos de defecar, quejidos al efectuar<br />

esa función y deposiciones sanguinolentas.<br />

Con mucha frecuencia se presentan cólicos,<br />

algunas veces abscesos y fístulas. Para<br />

emprender un tratamiento es necesario determinar<br />

bien la naturaleza de la lesión, y<br />

se extraerá desde luego el cuerpo extraño<br />

cuando le haya. Se practicarán suturas si fuese<br />

preciso; se recurrirá á las lociones frías y<br />

astringentes, y se cuidará de que esté la llaga<br />

muy limpia, y no permanezcan en ella crines<br />

y otros cuerpos extraños.<br />

Las fístulas, ó sean los trayectos accidentales<br />

que se extienden desde el recto á los tegumentos,<br />

penetrando en el tejido celular perirectal,<br />

pueden ser consecuencia de las llagas<br />

y de abscesos que hayan destruido el tejido<br />

conjuntivo. Cuando son externas, obsérvanse<br />

á la primera ojeada; su abertura es estrecha,<br />

de bordes gruesos, y exhala pus hediondo generalmente,<br />

hacen penosa la defecación, y<br />

dejan penetrar profundamente á la sonda.<br />

Cuando son internas, son muy dolorosas, dificultan<br />

mucho la defecación, y determinan la<br />

presencia de pus y de sangre en los excrementos;<br />

Para curarlas se mantendrán todo lo limpias<br />

que sea posible, y se harán en ellas in­<br />

yecciones del licor de Villate y de tintura dé<br />

yodo. A veces es necesario desbridarlas y aplicarlas<br />

el cauterio actual, ligarlas y ejercer<br />

sobre ellas una presión longitudinal.<br />

ANOBING.—Árbol de los montes de las.<br />

Islas Filipinas, que corresponde á la especie<br />

Artocarpus ovala, P. Blanco, de la familia de<br />

las Artocárpeas. (V. Artocarpus.)<br />

ANOBIÓN — (V. Anohing.)<br />

ANOBLING.—Nombre que se da en las<br />

Islas Filipinas al árbol silvestre Talauma<br />

angatensis, P. Blanco (Magnolia), de la familia<br />

de las itagnoliáceas. Se hace tan alto<br />

como los cocoteros, y tiene las hojas alternas,,<br />

de 24 á 28 centímetros de largo y 10 de ancho,<br />

semi-membranosas, anchas, lanceoladas,,<br />

enteras, lampiñas, reticuladas y con los pecíolos<br />

cortísimos, hinchados en la base y planos<br />

por arriba, hasta cerca del extremo. Estróbilos,<br />

ovales, terminales, compuestos de muchas escamas<br />

apiñadas, romboidales, leñosas, desiguales,<br />

salpicadas de puntos escabrosos por<br />

fuera, sin pestañas, terminadas en el extremo<br />

por una rendija y un cornezuelo cortísimo y<br />

truncado, dilatadas por adentro con dos alas<br />

anchas y leñosas que encierran entre sí á los<br />

gérmenes de dos en dos, en unos alvéolos que<br />

siguen el largo del eje del estróbilo. Fruto<br />

con dos nueces sin alas, debajo de cada escama,<br />

puesta una sobre otra por la orilla, ovales<br />

ó circulares, comprimidas, cortadas al sesgo<br />

por el lado del contacto mutuo, algo carnosas<br />

y con la corteza huesosa, cubiertas y encerradas<br />

dentro de las alas de la escama, fijas cada,<br />

una por un hilo blanco largo en el fondo del<br />

alvéolo, y con una semilla en cada uno. Las flores<br />

son blancas, con viso amarillo por dentro,,<br />

muy olorosas y de unos 3 centímetros. Raspada<br />

una rama y aun las escamas, se advierte un<br />

olor muy agradable. En los extremos de las<br />

ramitas se notan unos círculos como los de<br />

las higueras.<br />

ANODINO.—Medicamentos llamados también<br />

analgésicos, narcóticos y calmantes, capaces<br />

de calmar, ó mitigar el dolor.<br />

ANOMALÍA.—Dícese de todo aquello<br />

que es irregular ó contrario á las reglas. En<br />

química se dice de los variados y en apariencia<br />

contradictorios efectos qué presentan las<br />

substancias en su unión y en su separación.<br />

ANÓMALO.—Califícase así en las cienciastodo<br />

lo que se aparta de las ordinarias reglas.<br />

En botánica las plantas anómalas forman la.<br />

clase 21." de Tournefort, y en medicina se denominan<br />

enfermedades anómalas las que presentan<br />

en su marcha fenómenos contrarios al<br />

orden general.<br />

ANONA.—Género de plantas de la familia,<br />

de las anonáceas. En los montes de la Isla de<br />

Santo Domingo suelen encontrarse las especies,<br />

siguientes:<br />

Anona glabra, L. Nombre vulgar, Mamón<br />

de comer.—Árbol de 12 á 15 metros dealtura<br />

y 50 á 60 centímetros de diámetro, que;<br />

tiene la corteza de un centímetro de grueso,<br />

con estomas á lo largo, poco abiertos.


ANO — 377 — ANQ<br />

La madera es blanda y amarillo verdosa;<br />

toma mal el barniz. Rompe á tronco, y su peso<br />

específico es de 0,55. Aunque se puede emplear<br />

en construcción, se estima poco, apreciándose<br />

generalmente el árbol por el fruto,<br />

cjue es comestible.<br />

Anona, Sp. Nombre vulgar, Mamón simple.—Este<br />

árbol, parecido al anterior, tiene la<br />

corteza más áspera y obscura, y su madera es<br />

de textura más floja. Rompe á tronco en todas<br />

direcciones, y en la flexión tuerce sin romper.<br />

Vale poco para construcciones, aunque se<br />

puede emplear con preferencia á otras para<br />

embarcaciones. Su peso específico es de 0,44.<br />

ANONÁCEAS (Anonacct).—Familia de<br />

las plantas dicotiledóneas, polipétalas, de estambres<br />

hipogínicos; se distingue de las Menispérmeas<br />

por sus estambres indefinidos, y<br />

de las Magnoliáceas por la falta de estípulas.<br />

La estructura de su fruto le separa también<br />

de esas dos familias. En ella se ha comprendido<br />

un pequeño número de géneros que tienen<br />

por carácter común un cáliz persistente con<br />

tres divisiones; seis pétalos dispuestos en dos<br />

líneas; anteras muy numerosas, casi sésiles;<br />

pistilos numerosos, muy reunidos, cerrados,<br />

algunas veces soldados en el centro de la flor.<br />

El fruto es una baya ó cápsula unilocular, con<br />

uno ó varios granos; éstos tienen Iaperiesperma<br />

cartilaginosa y profundamente surcada.<br />

Las anonáceas son todas exóticas, y sólo<br />

contienen árboles y arbustos ramosos, de<br />

hojas alternas, sencillas, y flores de ordinario<br />

axilares, sostenidas por pedúnculos sencillos.<br />

Las principales especies son:<br />

Anón del Perú (A. tripétala, A. cherimolia).—Árbol<br />

originario de Chile y del Perú;<br />

se cultiva en la mayor parte de Cuba; su<br />

fruto es delicado; tiene poca semilla.<br />

Anón escamoso (A. squamosa, L.).—Los<br />

franceses llaman á esta planta Pommier de<br />

cannelle (manzano' de canela). Se cultiva en<br />

casi todas las regiones tropicales por su fruto<br />

excelente, fresca carne, blanca, azucarada<br />

y aromática. En el Perú se sirve como el<br />

mejor fruto del país. El cultivo le ha hecho<br />

perder gran parte de la semilla. En España<br />

se cultiva en algunas partes al aire libre, en<br />

particular en Málaga y provincia de Valencia.<br />

Es una especie indígena de la América meridional,<br />

y abunda en las Indias Orientales.<br />

Es planta de países cálidos, y en los fríos<br />

hay que sostenerla en estufa á una temperatura<br />

mínima de 12° centígrados. Es árbol que<br />

al aire libre se eleva á más de 6 metros de altura.<br />

Requiere terrenos areniscos ferruginosos<br />

muy fértiles, riegos abundantes según las<br />

estaciones.<br />

Anón de pantanos (A. paluslris, L.).—<br />

En Cuba, donde habita este árbol en los suelos<br />

pantanosos, se aprovecha la madera de las<br />

raíces en reemplazo del corcho para tapones<br />

y otros usos. El fruto no es comestible; le<br />

denominan palo bobo.<br />

Anón de fruto erizado (A. mauricata,<br />

L.).—En la Isla de Cuba es muy común<br />

y usada la fruta de este árbol, que denominan<br />

guanábana. El jugo del fruto es acidulado y<br />

fresco, y exprimido, tomado en ayunas, se tiene<br />

por buena medicina para los que padecen del<br />

hígado.<br />

Anón de caudal (A. bullata). — Se dice<br />

en términos vulgares en Cuba, donde habita<br />

este árbol, laurel de caubal, por el olor que<br />

despide su madera. El nombre caubal se deriva<br />

de los terrenos pedregosos en que vegeta,<br />

llamados caubales. Se eleva este árbol hasta<br />

20 metros de altura; su madera es muy resistente<br />

, y se emplea en construcciones.<br />

El fruto es muy áspero, y se usa para los<br />

cerdos, y también las hojas las emplean en<br />

la alimentación del ganado caballar y vacuno.<br />

Anón de fruto lampiño. — Esta especie,<br />

conocida por el vulgo por el nombre de mamón,<br />

es sumamente abundante en todas las<br />

Antillas, donde se aprecia por sus hojas para<br />

darlas aí ganado vacuno; su fruto tiene poca<br />

estimación; habita en la Isla de Cuba.<br />

Hay otras especies de anones, hasta el número<br />

de veintisiete, que se encuentran en las<br />

regiones ecuatoriales, que debieran introducirse<br />

con objeto de ver si alguna se aclimataba<br />

en el Mediodía de España, en particular<br />

las que sirven de alimento á los animales,<br />

pues conocemos pocos árboles que en nuestro<br />

país tengan tan importante aplicación.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANONANG.—Árbol silvestre de las Islas<br />

Filipinas, que corresponde á la especie Cordia<br />

sabestena, L., de la familia de las Borragíneas.<br />

(V. Cordia.)<br />

ANOREXIA (Medicina veterinaria).—<br />

Inapetencia, pérdida ó privación del apetito.<br />

Voz compuesta de la a, privativa, de la n,<br />

eufónica, y orexia, verbal griega que significa<br />

apetencia. No debe confundirse ese desarreglo<br />

con la repugnancia á tomar alimentos<br />

que se manifiesta durante casi todas las enfermedades<br />

, y particularmente en las que determinan<br />

la irritación de la membrana mucosa<br />

del aparato digestivo. Las afecciones primitivas<br />

ó secundarias que producen la anorexia<br />

no se curan con la aplicación de los tónicos,<br />

de los estimulantes y de los amargos, como<br />

se practica comúnmente, ci^endo que basta<br />

entonar el estómago; es necesario combatir la<br />

causa que ha producido el desarreglo.<br />

ANORMAL.— Con esta palabra se expresa<br />

la rareza ó apariencia extraña del objeto ó ser<br />

á que se aplica.<br />

ANOS.—Caña ó bambú de los montes de<br />

las Islas Filipinas, correspondiente á la especie<br />

Bambusa lima, P. Blanco, familia de las<br />

Gramíneas. (V. Bambú.')<br />

ANQUIALMENDRADO.—Dícese del caballo<br />

que por falta de desarrollo muscular<br />

tiene las ancas muy estrechas, de manera que<br />

forman punta hacia la cola. Ese defecto de<br />

conformación solamente perjudica al buen,<br />

aspecto del animal.<br />

ANQUIBOYUNO.—El caballo alto de palomilla,<br />

que tiene muy elevados los íleos ó


uesos de las caderas, presentando un aspecto<br />

poco agradable.<br />

ANQTJIDERRIBADO—Caballo que presenta<br />

alta la grupa, cayendo ésta bruscamente<br />

hacia la cola.<br />

ANQUILOS.— Tumor que se forma hacia<br />

el ángulo mayor del ojo, delante ó á un lado<br />

del saco lagrimal, y que algunos autores han<br />

confundido con el tumor lagrimal. Cuando el<br />

anquilos se abre, sale de él una materia mucosa<br />

purulenta, y da origen á una ulcerita<br />

llamada egilops.<br />

ANQUILOSIS.— Enfermedad de las articulaciones<br />

diartrodiales, cuando éstas se inclinan<br />

demasiado, y pierden en todo ó en parte<br />

sus movimientos ordinarios. La anquilosis<br />

puede ser completa ó verdadera, é incompleta ó<br />

falsa. En la primera hay adherencia íntima<br />

de las superficies sinoviales y soldadura de las<br />

extremidades articulares, á consecuencia de<br />

fracturas inmediatas á las articulaciones, de<br />

las lujaciones, de los esguinces, délas contusiones<br />

y de cuanto sea capaz de producir una<br />

inflamación muy intensa en las caras articulares.<br />

Es incurable siempre. En la anquilosis<br />

incompleta las superficies no se hallan completamente<br />

adheridas, y la articulación conserva<br />

algunos movimientos obscuros; pero las<br />

partes fibrosas están más ó menos rígidas, adquieren<br />

más espesor y forman en derredor de<br />

la articulación un cerco que impide sus movimientos.<br />

Esa especie de anquilosis se puede<br />

detener mediante la aplicación de algunos<br />

medios terapéuticos, no siendo fácil lograr<br />

una curación radical. De todos modos, se procurará<br />

que la articulación haga algunos movimientos,<br />

paseando al enfermo ñor terreno<br />

llano, y se aplicarán fricciones de acido sulfúrico<br />

á la parte enferma, dilatando 3 gramos<br />

de esa substancia en 2 onzas de agua destilada.<br />

Cuando no sea suficiente ese remedio, se<br />

aplicará el cauterio actual en rayas. Las articulaciones<br />

más propensas á la anquilosis son<br />

las de las regiones inferiores de las extremidades<br />

y las de las vértebras. Aun cuando padezcan<br />

esa afección los animales, pueden ser<br />

útiles para el trabajo á que se les destine, con<br />

tal de que no sea muy activo ni exija mucha<br />

ligereza en los movimientos. En vez de los<br />

emolientes, antiguamente muy recomendados<br />

contra la anquilosis, se prefieren hoy los vejigatorios,<br />

los baños alcalinos, las materias<br />

grasas, y sobre todo los mercuriales, debiéndose<br />

aplicar durante mucho tiempo la pomada<br />

de mercurio, no rnuy cargada, es decir, con<br />

la proporción de 1 á 16.<br />

La anquilosis se puede dividir también en<br />

general, múltiple y particular, siendo imposible<br />

que puedan vivir los animales que padezcan<br />

la primera, porque no podrían moverse,<br />

y ofreciendo la segunda cierto carácter de simetría<br />

por la disposición de las articulaciones<br />

á que afecta. La gravedad de la anquilosis depende<br />

de la posición viciosa adquirida por<br />

la articulación, y de la resistencia que opone<br />

á los movimientos. Cuando reside en la arti­<br />

— 378 — ANT<br />

culación témporo-maxilar, su gravedad es inmensa.<br />

Para emprender la curación, lo más<br />

importante es averiguar si es completa ó incompleta,<br />

habiendo casos en que el diagnóstico<br />

es casi imposible. También es necesario<br />

averiguar si las causas de la enfermedad primitiva<br />

ú ocasional han desaparecido por completo,<br />

pues en esas circunstancias ha de basarse<br />

el tratamiento terapéutico.<br />

ANQUIMULEÑO.—El que tiene muy redondeadas<br />

las ancas y la grupa.<br />

ANQUISECO.—El que tiene las ancas descarnadas<br />

, flacas y enjutas. Carece ordinariamente<br />

de fuerza en el cuarto trasero.<br />

ÁNSAR.— (V. Ganso.)<br />

ANSERINA.— Género de planta de la familia<br />

natural de las Quenopodias. Su nombre<br />

se deriva de anser, pájaro, á causa de la conformación<br />

de sus hojas, con las que se encuentra<br />

alguna semejanza. Sus caracteres son:<br />

tallo herbáceo ; hojas pecioladas alternas; cáliz<br />

de cinco hojas, lanceoladas y persistentes<br />

alrededor de la semilla; cinco estambres<br />

opuestos á las hojas del cáliz; anteras globulosas;<br />

ovario con un estilo corto;-dos ó tres<br />

estomatos obtusos. El fruto es una semilla redonda<br />

, encerrada en el cáliz que persiste. La<br />

mayor parte de las especies de este género<br />

son indígenas de Europa; las principales son:<br />

Anserina buen Enrique (Chenopodium bornes<br />

Henricus.)—Planta vivaz cuya semilla<br />

parece al mijo ; se cultiva en los jardines por<br />

el bello color púrpura de sus hojas. Crece en<br />

los terrenos incultos. Se tiene por vulneraria<br />

y detersiva. En algunos países se comen sus<br />

hojas en sustitución de las espinacas. Se cultiva<br />

en los jardines y huertas.<br />

A. de las murallas (Ch. rubrum, L.).—<br />

Hojas obtusas, rojizas; los grupos de flor mezclados<br />

con las hojas ; es anual; crece en las<br />

murallas.<br />

A. Ambrosiada ( Ch. Ambrosioides).—Tallo<br />

acanalado, guarnecido de hojas lanceoladas;<br />

flores axilares. Esta especie, conocida con el<br />

nombre de te de Méjico, á causa de su olor<br />

agradable, se cultiva por esa cualidad. Exige<br />

país cálido, terreno suelto y substancioso.<br />

Existen otras varias especies, entre las" que<br />

se cuenta la A. vermífuga, que sirve según su<br />

nombre lo indica; la A. marítima, que se quema<br />

la planta para retirar en sus cenizas la<br />

sosa; A. glauca (Ch. glaucum), planta que se<br />

siembra en los terrenos pantanosos porque<br />

purifica el aire.<br />

J. ríe Hidalgo Tablada.<br />

ANTEBRAZO.—Parte de los miembros<br />

anteriores, situada entre el brazo y la rodilla;<br />

se halla formado por los huesos radio y cubito<br />

, que cubren varios músculos y tegumentos.<br />

Los músculos de esa parte deben ser gruesos,<br />

robustos, y han de aparecer muy separados<br />

del eje del movimiento, en cuyo caso se dice<br />

que es nervudo el antebrazo. Cuando es largo,<br />

los animales se fatigan en el trabajo poco, y<br />

los caballos son impropios para el picadero<br />

1 por ser rastreros sus aires, y cuando es corto,


ANT — 379 — ANT<br />

la articulación de la rodilla está más alta; de<br />

manera que si se dobla esa articulación, las<br />

piezas inferiores del miembro han de recorrer<br />

mayor espacio. De ahí que todo caballo de<br />

antebrazo largo sea bueno para la carga y<br />

tiro, y el que le tenga corto, para la silla y el<br />

picadero, porque mueve los brazos con viveza<br />

y los eleva con gracia, si bien se fatiga<br />

pronto. La separación entre los dos antebrazos<br />

debe ser proporcionada; si es excesiva, el<br />

cuarto anterior resulta muy pesado, y sus movimientos<br />

tardos y desiguales, siendo el caballo<br />

pesado á la mano. Si esa distancia es reducida<br />

, el pecho del animal será muy estrecho,<br />

los pulmones estarán poco desarrollados y la<br />

respiración será poco amplia. El antebrazo se<br />

llama también brazuelo ó región radial, y los<br />

músculos que rodean su parte externa, morcillo,<br />

debiendo ser palpables y visibles á través<br />

de la piel. Un antebrazo delgado es indicio de<br />

debilidad, y suele ir acompañado siempre de<br />

corvejones estrechos, causa de que los caballos<br />

en que concurran esas circunstancias se<br />

arruinen ó inutilicen pronto, siquiera parezcan<br />

ágiles y gallardos.<br />

Los caballos andaluces han sido considerados<br />

como el tipo de la raza ágil, graciosa y de<br />

movimientos cortos; de manera que al marchar<br />

hace gallardos movimientos, sin avanzar<br />

rápidamente; el caballo inglés depura sangre,<br />

por el contrario, es el tipo de los movimientos<br />

amplios en la marcha, pero su manejo es rastrero<br />

en lugar de alzar las manos. El caballo<br />

de guerra debe tener cualidades intermedias.<br />

En la muía, y sobre todo en el asno, el antebrazo<br />

es siempre delgado, en comparación<br />

con el del caballo; el de las reses vacunas es<br />

más grueso que el de éste; en el perro y en el<br />

gato es más largo proporcionalmente, y susceptible<br />

de movimientos de pronación y supinación<br />

poco extensos. En algunas razas de perros<br />

está encorvado, quedando entre los dos antebrazos<br />

un hueco más ó menos considerable.<br />

En el medio de la cara interna del antebrazo<br />

del caballo, del asno y de la muía, se observa<br />

una producción oblonga, de naturaleza<br />

córnea, llamada espejuelo, cuyo uso se<br />

ignora, y cuya formación se atribuye á la<br />

postura del feto en el seno de la madre. En<br />

los caballos finos el espejuelo es de más reducidas<br />

dimensiones que en los caballos comunes,<br />

y aun suele faltar en algunos individuos.<br />

Cuando el espejuelo es muy abultado se corta<br />

á veces, sin arrancarle nunca.<br />

ANTEJO—Árbol de la Isla de Cuba, cuya<br />

determinación específica no nos es conocida.<br />

Crece pronto y adquiere regulares proporciones.<br />

La corteza es morada, y la epidermis<br />

blanca y algo gruesa. Tiene la madera con<br />

textura igual, fibra recta, carece de nudos y<br />

es fácil de trabajar. Resiste bastante á la tensión.<br />

Puede emplearse en obras provisionales<br />

y en las que exijan mucha elasticidad. Pintada<br />

se conserva bien, pero el barniz no luce<br />

en esta madera. Rompe casi á tronco en la<br />

flexión y tensión, y á lo largo en la torsión,<br />

haciéndose después una torcida antes de separarse<br />

las fibras. El peso específico es de 0,60.<br />

ANTEN.— Es este uno de los nombres<br />

que en las Islas Filipinas se aplica á la especie<br />

arbórea y silvestre Canarium luzonicum,<br />

Blum., de la familia de las Burseráceas (véase<br />

Canarium ).<br />

ANTENA (Zoología).—Cada uno de los<br />

dos ó más cuerpos largos y delgados, á manera<br />

de cuernos, y de una ú otra forma, estructura<br />

y consistencia, que tienen en la,cabeza casi<br />

todos los animales articulados.<br />

ANTEOJERAS (Anteojos).— Pedazos de<br />

baqueta ó especie de sombreros pequeños, de<br />

5 á 6 pulgadas de diámetro, que sirven para<br />

tapar los ojos á las caballerías cuando tiran<br />

de una noria y á los caballos espantadizos al<br />

darles alguna lección de picadero, al quitarles<br />

algún resabio, al someterlos á una operación<br />

quirúrgica, y para conseguir que se dejen<br />

montar ó llevar de la mano sin resistencia, y<br />

que no muerdan ó den manotadas á las personas<br />

que se les acerquen. Sujétanse las anteojeras<br />

con dos correas. También se llaman<br />

anteojeras cada una de las piezas ó chapas de<br />

cuero que caen junto á los ojos del animal<br />

para que no vea por un lado.<br />

ANTERA (Botánica).—Cuerpo en el extremo<br />

de los estambres de las flores, y dentro<br />

del cual se elabora el polen.<br />

ANTHERIDIAS.—Se da este nombre á<br />

los órganos que representan las anteras en los<br />

criptógamos. Son pequeños sacos membranosos,<br />

celulares, sencillos, que ordinariamente<br />

tienen la forma oblonga, algunas veces esférica,<br />

y que contienen una substancia mucilaginosa.<br />

Cuando el saco se abre, sale de él un<br />

gran número de pequeños glóbulos transparentes,<br />

cuyo interior está ocupado, enroscado<br />

en forma de círculo, parecido á un espermatogénero.<br />

En esto hay más analogía entre la<br />

materia fecundante de las acotiledóneas y la<br />

de los animales, que entre éstos y la de las<br />

plantas fanerógamas.<br />

J. de H. T.<br />

ANTESIS (Botánica) . — Florescencia,<br />

conjunto de fenómenos que acompañan la<br />

abertura de las flores. La antesis no corresponde<br />

siempre con la fecundación; ella denota<br />

tan sólo el instante de la floración.<br />

ANTEVERSIÓN. — Cambio de posición<br />

del útero cuando se apoya por su fondo sobre<br />

la vejiga y por su cuello sobre el recto. Esta<br />

afección se trata por medio de vendajes, el<br />

reposo y medicamentos apropiados cuando se<br />

produce una inflamación de los órganos.<br />

ANTHYLLIS.— Género de plantas de la<br />

familia de las Leguminosas. (V. Albayda.)<br />

ANTIAFRODISÍACOS.—(V. Anafrodisíacosj<br />

ANTlCRESIS.—Contrato en que el deudor<br />

consiente que su acreedor goce de los frutos<br />

de la finca que le entrega, hasta que le<br />

haga pago de la deuda.<br />

ANTIDESMA.— Género de plantas de la<br />

familia de las Euforbiáceas. En los montes de


ANT — 380 — ANT<br />

las Islas Filipinas no son raras las especies<br />

siguientes:<br />

Antidesma alexiteria, L. Nombre vulgar,<br />

Calarnantao.—Árbol de 5 á 6 metros de alto,<br />

con hojas alternas, aovadas, alargadas, enteras<br />

y vellosas; pecíolos cortísimos. Flores<br />

masculinas, axilares, en espigas, compuestas<br />

de muchas florecitas sentadas; las femeninas<br />

en espiga apretada. Fruto drupa pequeñísima,<br />

oval, con una nuez. Florece en Agosto.<br />

El fruto se parece al de la frambuesa, pero<br />

los granos están más sueltos. La madera se<br />

emplea para tabiques y tablas de piso.<br />

Antidesma Bunius, L. Nombre vulgar, Bignai.—Arbolito<br />

de unos 3 metros de alto,<br />

con las hojas alternas, oblongas, de 12 centímetros<br />

de largo y 5 de ancho, terminadas<br />

en punta tiesa, enteras y lampiñas; pecíolos<br />

cortísimos. Flores dioicas; las masculinas en<br />

espiga y las femeninas en racimos terminales,<br />

con los pedúnculos propios cortísimos. Fruto<br />

drupa globosa, con la nuez comprimida y<br />

excavada con hoyos; contiene una semilla;<br />

es dicho fruto del tamaño de una cereza, negro<br />

en la madurez, ácido y comestible, aunque<br />

poco sabroso. El carbón de la leña se<br />

usa para las fraguas. Florece este vegetal en<br />

Julio.<br />

ANTÍDOTO— (V. Contraveneno.)<br />

ANTIESPASMÓDICO (De anti, contra, y<br />

spasmos, contracción).—Empléanse las substancias<br />

así calificadas contra los espasmos ó<br />

sacudidas involuntarias de los músculos. Entre<br />

las de origen vegetal figuran la angélica,<br />

la artemisa, la asafétida, el bedelio, la belladona,<br />

la manzanilla, el eucalipto, díctamo,<br />

las hojas de naranjo, el gálbano, la goma<br />

amoníaco, el hidrolato de flores de naranjo,<br />

el beleño, el laurel-cerezo, el espliego, el meliloto,<br />

la melisa, la menta', el orégano, el<br />

azafrán, el sagapeno y el tilo, además de<br />

otras muchas substancias y plantas que sería<br />

ocioso enumerar aquí.<br />

ANTIFERMENTATIVO (Química y<br />

Medicina). — Esta palabra es sinónima de<br />

antiséptico, porque son antisépticos todas las<br />

substancias capaces de impedir que se produzcan<br />

ó desarrollen, una vez ya iniciadas,<br />

las fermentaciones, y de ahí que sirvan para<br />

preservar las substancias orgánicas de una profunda<br />

descomposición. Precisamente en estos<br />

últimos años se ha patentizado que se puede<br />

detener el curso de las enfermedades pútridas<br />

ó de fermento morbífico, y aun curarlas por<br />

completo, mediante el uso de los medios con<br />

que se detienen las demás fermentaciones que<br />

se realizan fuera del organismo de los animales,<br />

tales como la fermentación alcohólica, la<br />

amigdálica y la diastásica. El doctor G. Polli,<br />

de Milán, que ha estudiado la cuestión detenidamente<br />

, descubrió también que son preciosos<br />

remedios para esos casos el ácido sulfuroso,<br />

los sulfitosy los hiposulfitos especialmente;<br />

substancias que figuran á la cabeza de las<br />

llamadas hoy antifermentativas en medicina<br />

, porque impiden la acción de los fermentos<br />

morbosos que alteran profundamente la sangre.<br />

Inyectando en las venas de los perros pus,<br />

sangre putrefacta y otras substancias capaces<br />

de producir ciertas afecciones, se ha observado<br />

que éstas se determinan, y que son<br />

debidas al fermento séptico y contagioso introducido.<br />

Para combatir éste se comienza por<br />

emplear ácido sulfuroso disuelto en agua, ó<br />

sulfitos que se administran con facilidad mayor.<br />

Precisamente en los animales preservados<br />

anticipadamente con esos antifermentativos<br />

, la inyección de los fermentos solamente<br />

origina perturbaciones pasajeras, de igual<br />

manera que, si antes de proceder á la inyección,<br />

se mezclan esos fermentos y materias<br />

purulentas con los sulfitos, bisulfitos ó hiposulfitos.<br />

Es decir, que se pueden emplear como<br />

medios preservativos ó profilácticos, y como<br />

remedios curativos, contra las fiebres palúdicas<br />

, las tifoideas, dartrosis, etc., etc.<br />

Muchos médicos han combatido las terminantes<br />

afirmaciones del doctor Polli, y por lo<br />

. tanto, han hecho resaltar el inconveniente de<br />

que los sulfitos no se hallen preparados en las<br />

debidas condiciones y contengan un 50 por<br />

100 de substancias extrañas, además de haberse<br />

conservado en contacto con el aire, de<br />

manera que se hayan transformado en sulfatos<br />

y resulten completamente inertes. Probablemente<br />

es análoga á la acción de los tan<br />

celebrados sulfitos la de otros antisépticos<br />

que hace tiempo se vienen empleando en medicina<br />

, como el ácido arsenioso, la quinina, la<br />

salicina, que tan excelentes resultados diera<br />

al profesor Piazza en el tratamiento de las<br />

fiebres tifoideas y otras enfermedades de proceso<br />

disolutivo, en que disminuye notablemente<br />

la eliminación de los productos de<br />

consumo animal, llamados también productos<br />

de metamorfosis regresiva, como son la<br />

leucina, la creatina y la glicócola principalmente,<br />

los cuales se descomponen dentro del<br />

cuerpo del enfermo, y se convierten, gracias<br />

á la llamada metamorfosis regresiva, en úrea,<br />

ácido lírico y en amoníaco, alterando la composición<br />

normal de la sangre y de los tejidos.<br />

La salicina, y acaso también la quinina,<br />

obran como antisépticos ó como antifermentativos<br />

en la curación de las fiebres tifoideas<br />

ú otras, de una manera algo diferente á la de<br />

los sulfitos.. Estos últimos descompondrán probablemente<br />

los fermentos, en tanto que los<br />

primeros comunican estabilidad á las materias<br />

fermentescibles ó capaces de desdoblarse; pero<br />

el resultado en definitiva es el mismo, puesto<br />

que de todos modos se dificulta é impide la<br />

fermentación.<br />

ANTIFLOGÍSTICO. —Voz compuesta de<br />

la preposición anti, contra, griega, y de otra<br />

palabra, phlogs, llama, y con la cual se designan<br />

los medicamentos adecuados para combatir<br />

las inflamaciones. Como además suelen ser<br />

emolientes y calmantes, pueden verse estas<br />

palabras.<br />

ANTIHELMÍNTICO—(V. Vermífugo.)<br />

ANTILECHOSO.—Califícanse así los me-


ANT — 381 — ANT<br />

dicamentos y plantas que tienen la propiedad<br />

de disminuir la secreción de la leche. Son antilechosos<br />

los diréuticos, los purgantes y los<br />

sudoríficos.<br />

ANTÍLIDE (Anthyllis J—Género de plantas<br />

de la familia de las leguminosas, parecidas<br />

al trébol, de las que se distinguen por su porte;<br />

sus caracteres son: tallo herbáceo ó leñoso;<br />

hojas alternas, compuestas de cuatro ó<br />

menos, según la especie; tiene más de cinco<br />

la Antílide vulneraria de L.; son siete ó nueve<br />

en la A. gerarde, L.; de quince á veinte en<br />

la A. montana, L.; tiene de quince á diez y<br />

siete en la A. barba jovis.<br />

Las principales especies son:<br />

A. anthylla.— Especie anual; se cría en los<br />

terrenos áridos y secos.<br />

A. vulneraria.—Esta especie tiene algunas<br />

variedades, que se distinguen por sus flores<br />

azules, blancas ó púrpura, y se denominan<br />

según el color de las flores.<br />

A. montana.— Pequeña y elegante planta,<br />

parecida á la astrágala; sus flores son purpúreas.<br />

Se observa sobre el envés del pétalo superior<br />

unas manchas violeta que contrastan<br />

agradablemente con el fondo de la corola; color<br />

purpurino. Crece en Europa en las faldas<br />

de las montañas, en la parte del Mediodía.<br />

A. barba jovis.—Es un arbusto que llega<br />

á 2 metros de alto, cuyas hojas están cubiertas<br />

de una pelusa plateada y sedosa; las flores<br />

son amarillas. Crece en las costas del Mediterráneo.<br />

En el Cabo de Buena Esperanza<br />

crece la A. capensis, de hoja perenne, flor rojiza<br />

y terminal. En Córcega se cría la. A. liermonnia,<br />

arbusto de flores pequeñas amarillas.<br />

Según Cutanda , la A. erinacea, L., se encuentra<br />

en el Pontón de la Oliva.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ANTÍLOPE (Zoología). — Rumiante de<br />

cuernos huecos, redondos, con anillos salientes<br />

ó aristas en espiral, conservando un término<br />

medio entre el ciervo y la cabra, así por su<br />

forma como por su rapidez en la carrera. Son<br />

de carácter apaóible y sociable, y se domestican<br />

con facilidad. Viven formando grandes<br />

manadas en África y Asia, y se conocen más<br />

de sesenta especies.<br />

ANTILLAS ( Geografía agrícola).—Conjunto<br />

de islas., situadas en el gran seno que<br />

forma el Atlántico, entre la América septentrional<br />

y la meridional, y que dan nombre al<br />

mar que las circunda. Ilállanse comprendidas<br />

entre el 10° paralelo de latitud septentrional y<br />

el trópico de Cáncer, y entre los 62 y 82° de<br />

longitud occidental; los ingleses y alemanes las<br />

denominan todavía Indias occidentales, nombre<br />

con que fueron designadas en la época de<br />

su descubrimiento por los españoles. Divídense<br />

en grandes y pequeñas Antillas, siendo las<br />

primeras Haiti, Puerto Rico, Cuba y Jamaica;<br />

y las pequeñas tan numerosas, que no creemos<br />

oportuno mencionarlas aquí, máxime habiendo<br />

tratado de ellas en el artículo América.<br />

El clima de todas esas islas es á la vez cálido<br />

y húmedo; la temperatura muy constante, de<br />

26 á 27° centígrados la media; las lluvias durante<br />

las estaciones'calurosas caen con extremada<br />

violencia, comenzando en la segunda<br />

quincena de Abril ó en la primera de Mayo, y<br />

continúan hasta el mes de Noviembre, con una<br />

interrupción de seis semanas, en los meses de<br />

Junio y Julio. En Cuba las lluvias y las estaciones<br />

resultan mejor distribuidas, siendo el<br />

más húmedo el período comprendido entre<br />

Julio y Septiembre.<br />

Las pequeñas Antillas, con excepción de la<br />

Trinidad y Tabago, se encuentran en la zona<br />

de los grandes ciclones, siendo grandes los<br />

estragos que éstos causan, así como la fiebre<br />

amarilla y otras enfermedades propias de los<br />

países intertropicales. Son de formación volcánica<br />

al parecer, con capas calcáreas que miden<br />

á veces 300 metros de grosor; la constitución<br />

de algunas es granítica, con secciones<br />

plutónicas y calcáreas, y en muchas son frecuentes<br />

las exhalaciones volcánicas y los temblores<br />

de tierra.<br />

En todas las Antillas se obtienen los prodnctos<br />

llamados coloniales desde hace cuatro<br />

siglos casi, ó sean el café, el azúcar, el algodón,<br />

el tabaco, la pimienta, el índigo, el jengibre,<br />

el sasafrás, el áloe, las ananas, las<br />

nueces de coco, etc., etc. Entre todas las islas<br />

miden una extensión superficial de 26.600.000<br />

hectáreas, de las cuales 20.700.000 corresponden<br />

á las grandes Antillas. La población comprende<br />

4.195.000 habitantes, de raza negra la<br />

mitad de ellos, y mulatos casi todos los demás,<br />

exceptuando á Cuba y Puerto Rico, donde<br />

predomina la raza blanca. La raza indígena<br />

sólo está representada por algunas familias<br />

refugiadas en una ó dos islas de las más pequeñas.<br />

Solamente es independiente la Isla de<br />

Haiti, donde se hallan organizadas dos pequeñas<br />

repúblicas, la de Santo Domingo y la<br />

de Haiti.<br />

ANTIMONIO—Metal blanco, brillante y<br />

muy frágil, que se encuentra bajo diferentes<br />

estados y abundantemente en la naturaleza.<br />

En uno de ellos aparece asociado al azufre, y<br />

es conocido en el comercio con la denominación<br />

de antimonio crudo, antiguamente muy<br />

usado en las preparaciones de terapéutica veterinaria,<br />

lo mismo que el llamado hígado de<br />

antimonio, el vidrio de antimonio, el antimonio<br />

diaforético, el quermes mineral, medicamentos<br />

todos ellos que, aun cuando poco usados<br />

en el día, figuran aunen la terapéutica,<br />

siendo de advertir que su manejo es difícil y<br />

que no deben andar en manos de todo el mundo,<br />

sino solamente de los facultativos.<br />

El antimonio crudo ó protosulfuro de antimonio<br />

ha sido muy celebrado como apto para<br />

excitar el apetito en los cerdos, y de consiguiente,<br />

como substancia muy adecuada para<br />

favorecer el engorde , pudiéndose administrar<br />

cotidianamente en la dosis de 4 gramos á lo<br />

sumo, y de 2 gramos únicamente cuando se<br />

administra á los animales alimento más ó menos<br />

acidulado. Administrado el proto sulfuro<br />

de antimonio á más altas dosis, provocaría


ANT — 382 — ANT<br />

vómitos, y por lo tanto un efecto enteramente<br />

contrario al que se desea obtener con él.<br />

Cuando se administra con prudencia y moderación,<br />

despierta realmente el apetito y favorece<br />

la digestión, porque según ha podido<br />

advertirse, disminuye el incómodo prurito<br />

que tanto fatiga al cerdo durante el período<br />

de cebo. Sin embargo, es de advertir que esas<br />

ventajas se pueden obtener empleando substancias<br />

mucho menos activas, y cuya administración<br />

y manejo no ofrece ningún peligro,<br />

como sucede con la sal marina, por ejemplo.<br />

Por lo demás, generalmente nuestras razas<br />

de cerda no necesitan estimulantes ni auxiliares<br />

para comer bien, y las razas mejoradas<br />

ofrecen la ventaja de aumentar considerablemente<br />

de peso con una ración relativamente<br />

pequeña, y de consiguiente, no es necesario<br />

recurrir á procedimientos artificiales para obtener<br />

el resultado que el protosulfuro de antimonio<br />

, brinda.<br />

ANTÍPOLO.—Se da este nombre en las<br />

Islas Filipinas al árbol silvestre Artocarpiis<br />

incisa, L., de la familia de las Arlocárpeas.<br />

(V. Artocarpus.)<br />

ANTIRRÍNEAS (Botánica).— Tribu de<br />

la familia de las escrofularíneas, llamada así<br />

del género Antirrkinum,, y cuya denominación<br />

ha sido aplicada en ocasiones á toda la familia.<br />

El carácter peculiar de las antirríneas consiste<br />

en tener una corola de dos labios ó personada,<br />

y cuya garganta se halla cerrada por<br />

un abultamiento del labio inferior, que se llama<br />

paladar. A esa tribu pertenecen diferentes<br />

plantas de adorno, entre otras las bocas de<br />

dragón y las linarias. (V. Escrofularíneas.)<br />

ANTISEPTICISMO.—Método curativo é<br />

higiénico mediante el cual se trata de evitar<br />

la putrefacción en las enfermedades, llagas,<br />

fracturas y operaciones violentas que sufren<br />

el hombre ó los animales. No debe confundirse<br />

el antisepticismo con la desinfección. Esta<br />

última tiene por objeto privar el ambiente de<br />

un recinto cualquiera, los muebles, los arneses,<br />

los tejidos orgánicos, un cuerpo cualquiera<br />

en descomposición, de los gases mefíticos<br />

y dañinos de que puedan hallarse inficionados.<br />

La teoría de los gérmenes, desenvuelta por<br />

Pasteur y otros sabios, constituye la base del<br />

antisepticismo. Los innumerables micro-organismos<br />

que flotan sin cesar en la atmósfera<br />

bajo las más variadas formas, son gérmenes<br />

vitales que se desarrollan en cuanto encuentran<br />

un medio adecuado para vivir y provocar<br />

la descomposición de los tejidos en que se albergan.<br />

La putrefacción que producen es respecto<br />

de ellos anuncio de vida. Cuando se<br />

adoptan las precauciones necesarias para impedir<br />

que causen daños ó excluir esos gérmenes,<br />

se evita su desarrollo ó su acción deletérea.<br />

Las lesiones, mordeduras, picaduras, etc.,<br />

son peligrosas, porque una vez lacerada ¡a<br />

piel, el aire aporta á los tejidos gérmenes que<br />

determinan la putrefacción. El catedrático<br />

escocés Lister, estudiando esa cuestión, acabó<br />

por descubrir, para combatir esa descomposi­<br />

ción , una disolución de ácido carbónico y la<br />

acción antipútrida del fénico y el thymico,<br />

pertenecientes ambos á la familia química del<br />

fenol. Bernard estudió el método de Lister<br />

desde 1876 á 1877 aplicado á las operaciones<br />

fisiológicas, y proseguidos sus trabajos por<br />

M. Georges Barral, pudo proclamarse que los<br />

resultados son innegables y análogos en higiene,<br />

medicina y arte veterinaria, confirmándose<br />

la creencia de que es debido el especial<br />

carácter de las afecciones de índole zimótica,<br />

en que desempeña importante papel la<br />

fermentación de los jugos del cuerpo, al desarrollo<br />

de gérmenes sépticos. Los parásitos,<br />

poco numerosos en un principio, se multiplican<br />

muy luego á expensas del paciente, queinvaden<br />

y matan al fin, si no mueren ellos<br />

mismos. De esperar es que se consiga matar<br />

esos microbios, nombre genérico con que son<br />

conocidos, ó que se logre, por lo menos, contrarrestar<br />

su acción corruptora, ó bien utilizarlos<br />

para que ellos protejan al mismo individuo<br />

en que penetren. Los magníficos descubrimientos<br />

hechos por M. Pasteur, y los<br />

resultados de sus inoculaciones, revelan que<br />

muy luego será dable modificar todos esos<br />

gérmenes y servirse de ellos para preservar,<br />

tanto á los hombres como á los animales, de<br />

muchas enfermedades que revisten carácter<br />

agudo, recurriendo á la inoculación. Inocular<br />

al hombre, á las gallinas, al buey y al carnero<br />

, según los métodos de Jenner y de Pasteur,<br />

no es otra cosa que practicar el antisepticismo<br />

en el interior de los cuerpos vivos, como Lister<br />

le practica en el exterior, y en las heridas<br />

y llagas.<br />

ANTISÉPTICOS (Higiene).— Llámanse<br />

antisépticos todos los agentes que impiden y<br />

detienen la putrefacción de las materias orgánicas,<br />

y especialmente de las animales; razón<br />

por la cual se denominan también antipútridos.<br />

La putrefacción se impide por todos los mediosque<br />

imposibilitan la fermentación, ó sea haciendo<br />

desaparecer los fermentos, el agua, el<br />

aire y la temperatura que es necesaria para,<br />

que la transformación se realice. Precisamente<br />

un descenso considerable de la temperatura<br />

hace posible la conservación de todas las substancias<br />

orgánicas, sin que se inicie siquiera la<br />

descomposición, cual se observa en las regiones<br />

polares, donde al cabo de muchos años se<br />

encuentran los cadáveres sin alteración ninguna.<br />

Por el contrario, una temperatura superior<br />

á 60 ó 70° centígrados obra también<br />

como antipútrido y es capaz de detener la<br />

marcha de la putrefacción iniciada, porque<br />

la intensidad del calor hace desaparecer la<br />

energía del fermento.<br />

De aquí que todos los agentes capaces de<br />

desecar las substancias orgánicas, sean verdaderos<br />

antisépticos; tales son el aire cálido y<br />

seco, las arenas y tierras absorbentes, y de<br />

ahí que muchos cadáveres se momifiquen en<br />

algunos terrenos donde se sepultan. Los espacios<br />

privados de aire, ó al menos aquellos en<br />

que se halla éste enrarecido y no puede reno-


ANT — 384 — ANT<br />

antracitas, se observa desde luego que se pueden<br />

distinguir dos variedades principales y<br />

perfectamente diferentes una de otra: la antracita<br />

vitrea y la antracita común.<br />

La antracita, vitrea es compacta, homo-<br />

.génea, de color negro intenso, y dotada de<br />

brillo y reflejos metálicos; su fractura es concoidea<br />

como la de cualquier masa vitrea, y<br />

los fragmentos que se desprenden tienen cortantes<br />

sus aristas y bordes. La densidad de<br />

esta especie de antracita no excede de 1,60<br />

por lo común; á esa variedad pertenece la celebrada<br />

antracita de Pensilvania.<br />

La antracita común es de color negro algo<br />

menos intenso que el de la anterior, y que<br />

tira á gris; su estructura es laminar, y la rotura<br />

escamosa. Se reduce fácilmente á polvo,<br />

y mancha las manos, principalmente cuando<br />

«stá húmeda. Abunda en muchas comarcas<br />

montañosas de España, y sobre todo en Hernani,<br />

en los Alpes, en el Valle de Aosta, en<br />

la Sabo3 7 a, en la provincia italiana de Cuneo,<br />

en Cerdeña y en los departamentos franceses<br />

dellsere, del Mayenna y del Sartha. Todas<br />

las antracitas europeas se hallan mezcladas<br />

con gran cantidad de materias terrosas, y en<br />

particular con arenas cuarzosas y arcillas esquistosas,<br />

hallándose también asociadas á veces<br />

con el carbonato calcáreo, la dolomita y<br />

-el hierro carbonatado; pero la substancia que<br />

principalmente inutiliza las antracitas para<br />

las aplicaciones industriales es la pirita ferrosa,<br />

que á veces las acompaña en proporciones<br />

considerables. Ocioso es advertir que el valor<br />

de las antracitas depende de la cantidad de<br />

materias extrañas que contengan, y de la mayor<br />

ó menor proporción á crepitar al ser quemadas.<br />

También la antracita ha sido propuesta<br />

como medicamento. Habiéndose observado<br />

que el cerdo come con avidez los polvos de<br />

antracita, se ha ensayado el administrarles de<br />

12 á 24 gramos al día, y se ha obtenido un<br />

rápido aumento de volumen, y de consiguiente<br />

el aumento de apetito, acabándose por deducir<br />

que es preferible á la sal común como<br />

medio de activar la digestión y conservar la<br />

salud de los animales cebados. Partiendo de<br />

esas observaciones, Deyees ensayó el empleo<br />

de la antracita contra las afecciones abdominales,<br />

y eligió para ese fin la antracita de<br />

Piesberg, en las cercanías de Osnabruck, habiendo<br />

obtenido constantemente efectos rápidos<br />

y beneficiosos, y que los enfermos evacuasen<br />

las lombrices que había en su vientre. El<br />

profesor citado prescribió la antracita en dosis<br />

que variaron desde 15 á 25 gramos diarios,<br />

asociándola con pulpa de ciruela ó varios extractos<br />

amargos.<br />

Entre las antracitas que se explotan en<br />

Europa merece especial mención la del país<br />

de Gales, que contiene 91,44 de carbono, 5,98<br />

de materias volátiles, 2,58 de cenizas, con un<br />

poder de 7.864 calorías, y vaporiza 9,45 veces<br />

su peso de agua, es decir, una cantidad<br />

igual á la de la mejor hulla. La antracita del<br />

Valle de Aosta contiene 68,80 por 100 de<br />

carbono, 4,80 de materias volátiles, 26,50 de<br />

cenizas, 29,00 de plomo reducido, con una<br />

energía de 4.820 calorías, siendo capaz de<br />

evaporar 9,63 veces su peso de agua. La antracita<br />

obtenida en las minas españolas de<br />

Hernani contiene 70 por 100 de carbono, 6<br />

de materias volátiles y 24 de cenizas, con una<br />

intensidad calorífera capaz de evaporar una<br />

masa de agua 9,80 veces mayor que su peso.<br />

Por sus condiciones especiales la antracita<br />

no se puede adoptar para las locomotoras,<br />

pero se utiliza ventajosamente en los hornos<br />

de cal y de ladrillos, y en otras industrias<br />

análogas que requieren un calor muy intenso<br />

y localizado. Los ingleses emplean la excelente<br />

antracita de Clamorgan en las fábricas de<br />

cerveza, y la pagan á precios más elevados<br />

que la hulla. Pero si el empleo de la antracita<br />

en las máquinas de vapor resulta hasta ahora<br />

poco ventajoso, está muy lejos de ser absolutamente<br />

imposible. Alguno ha tratado de<br />

activar la combustión por medio de ventiladores<br />

colocados en los hogares de las fábricas;<br />

otros han intentado aumentar la intensidad<br />

del calor revistiendo el hogar con ladrillos<br />

refractarios, reconociendo como todos la<br />

necesidad de aumentar notablemente las dimensiones<br />

de ese mismo hogar. Para la industria<br />

metalúrgica y aun para calentar las oficinas<br />

solamente se emplea antracita en las<br />

comarcas norte-americanas, donde abunda ese<br />

combustible. En Inglaterra y el país de Gales<br />

se han hecho también muchos ensayos para<br />

el mismo objeto. La procedente de Beavermeadow<br />

se ha utilizado también en la marina<br />

de los Estados Unidos y aun para las locomotoras<br />

de algunas líneas férreas, que consumen<br />

35 kilogramos por kilómetro, con convoyes<br />

de 750 toneladas, en terreno llano y con una<br />

velocidad de 18 á 20 kilómetros por hora. La<br />

antracita, que en ese país contiene 80 por 100<br />

de carbono, cuesta casi menos que la leña.<br />

En los Estados Unidos, donde se comenzó<br />

á utilizar la antracita á consecuencia del bloqueo<br />

de sus costas desde 1813 á 1815 por Inglaterra,<br />

y donde con locomotoras que pesaban<br />

25 toneladas métricas se consiguió también<br />

recorrer 50 kilómetros por hora con<br />

pendientes de 1 por 100 y carruajes de ocho<br />

ruedas., se continúan haciendo ensayos para<br />

utilizar los grandes depósitos existentes, habiéndose<br />

conseguido extraer anualmente un<br />

millón de toneladas de antracita, es decir,<br />

diez veces más que en Francia, país que posee<br />

también considerable riqueza de ese combustible<br />

, y cuyo ejemplo habrá de seguir España,<br />

que se halla en idéntico caso, sacudiendo la<br />

apatía de que hasta el presente ha dado sobradas<br />

pruebas, cual si los yacimientos de antracita<br />

no constituyeran un verdadero tesoro.<br />

Aun admitiendo que la antracita no puede alimentar<br />

algunos hornos, ¿no podría en todo<br />

caso aprovecharse como combustible mezclándola<br />

con leña y con cok, combustibles que facilitarían<br />

la combustión notablemente? Extra-


ANT — 385 — ANT<br />

ño es, en verdad, que no se haya tratado de<br />

explotar ese producto en grande escala allí<br />

donde la naturaleza le brinda generosamente<br />

y á condición de que el hombre se tome la<br />

molestia de recogerle.<br />

ANTRACNOSIS (Viticultura).— ^ designa<br />

con el nombre de antracnosis, carbón ó<br />

carbunco de la vid, una serie de alteraciones<br />

de los tejidos de la planta, que se manifiestan<br />

exteriormente por manchas negras en todas las<br />

partes verdes de la planta, en los sarmientos<br />

jó venes, en los nervios de las hojas y en las<br />

uvas verdes. Esa enfermedad criptogámica determina<br />

la atrofia de los vastagos, el arrollado<br />

de las hojas y la paralización en el crecimiento<br />

de la uva; de manera que á veces se<br />

pierde completamente la cosecha. El mycelium<br />

ó aparato de nutrición, dispuesto en forma de<br />

enrejado espeso, oprime los tejidos, y los hilos<br />

de esa redecilla producen en su extremidad<br />

un número casi infinito de esporos ó gérmenes<br />

de extremada tenacidad, que penetran en<br />

la epidermis y vegetan en su interior. Atribuyese<br />

la causa del mal á la propagación de<br />

hongos microscópicos parásitos, que pertenecen<br />

al grupo de los pirenomicetos ó hipoxíleos,<br />

y sobre todo al Phoma vitis, y tal vez<br />

al Sphaceloma ampclium. Últimamente han<br />

convenido muchos investigadores en que existen<br />

tres formas principales de la antracnosis,<br />

á saber: la maculada, la punteada y la deformante.<br />

En la antracnosis maculada, los sarmientos,<br />

y á veces las ramitas ó pedúnculos<br />

de los racimos y los granos de uva, presentan<br />

manchas circulares que constituyen el dry rot<br />

de los americanos, y son verdaderas erosiones<br />

que atrofian y desecan el órgano atacado. En<br />

la antracnosis punteada se observan en los<br />

sarmientos pequeñas pústulas salientes, rojizas<br />

ó negruzcas en un principio, cuando aparece<br />

su punta, formando un cono que eleva la<br />

epidermis, y que se vuelven blanquizcas en<br />

el centro, cuando han arrojado los esporos.<br />

Por último, en la antracnosis deformante aparecen<br />

las hojas achuchadas, y experimentan<br />

una especie de detersión. El parasitismo se<br />

presenta con frecuencia á la vez en los tejidos<br />

ya muertos y en las partes verdes, y causa<br />

mayores destrozos en las vides plantadas en<br />

suelos bajos, durante los años húmedos y bajo<br />

cielos brumosos.<br />

Algunos confunden la antracnosis con el<br />

mildew, á pesar de distinguirse ambas enfermedades<br />

por muchos caracteres. Las manchas<br />

causadas por el mildew en el envés de las hojas<br />

son de color blanco puro, algo nacarado<br />

cuando son tiernas las hojas, y obscuro y visible<br />

en ambas caras cuando son adultas. Siempre<br />

se observan eflorescencias blancas, parecidas<br />

á concreciones salinas, y en la cara superior<br />

manchas lisas, y puntitos amarillentos<br />

y de tono variable. La antracnosis produce en<br />

las partes verdes manchas de color negro, rodeadas<br />

á veces por una aureola. En ocasiones<br />

son de color obscuro; las hojas se abarquillan<br />

y caen, como se ha dicho, se agostan los sar­<br />

Día—II.<br />

mientos, cesa el crecimiento del fruto y se<br />

pudre éste, apareciendo cubierta la superficie<br />

del tronco de la cepa por manchas negruzcas,<br />

que forman verdaderas colonias. El procedimiento<br />

considerado como más eficaz para combatir<br />

la antracnosis, consiste en embadurnar<br />

las cepas en Febrero con una de las dos mezclas<br />

siguientes:<br />

1. a Agua 100 litros.<br />

Sulfato de hierro 50 kilogramos.<br />

2." Agua 91 litros.<br />

Acido sulfúrico áb'6°. 5 id.<br />

La primera preparación, menos activa que<br />

la segunda, basta para lograr que desaparezca<br />

la antracnosis cuando comienza á desarrollarse<br />

ó en sitios poco favorables á la propagación;<br />

la segunda deberá emplearse en los viñedos<br />

muy infestados. El sulfato de hierro<br />

habrá de disolverse en agua caliente, y mientras<br />

se vaya aplicando habrá de agitarse y<br />

aun agregar nuevas cantidades de la preparación<br />

bien calientes, con objeto de impedir que<br />

se deposite la sal de hierro en el fondo del recipiente;<br />

circunstancia en muchas ocasiones<br />

causa de que resulte ineficaz el tratamiento.<br />

El ácido sulfúrico y el agua se mezclarán<br />

paulatinamente, echando primero el agua en<br />

el recipiente de madera que habrá de emplearse,<br />

y haciendo que descienda el ácido sulfúrico<br />

poco á poco, á lo largo de la pared interior.<br />

La mezcla determina una considerable elevación<br />

de la temperatura. Deberá aguardarse á<br />

que se enfríe el líquido, antes de aplicarle á<br />

las cepas enfermas.<br />

Esas dos preparaciones se aplican por medio<br />

de brochas á toda la cepa, tronco y vastagos<br />

, cuidando de rociar bien todas las partes<br />

de la planta. Deberá operarse en tiempo seco,<br />

y repetir la manipulación siempre que llueva<br />

antes de transcurrir cuarenta y ocho horas<br />

después de terminada. Conviene que se dé á<br />

todas las cepas el baño antes de que llegue<br />

el mes de Marzo y se inicie la vegetación<br />

activa.<br />

Pasada la primavera, y cuando no haya podido<br />

efectuarse la operación anterior, cuando<br />

no produzca resultados suficientes, ó cuando<br />

desee el viticultor prevenir á todo trance los<br />

estragos de la antracnosis, podrá espolvorear<br />

la cepa con el hidrato de cal en estado pulverulento<br />

durante todo el estío, ó con flor de<br />

azufre y reducido á polvo fino, que deberá<br />

aplicarse desde el momento en que aparezca<br />

el hongo microscópico, y de ocho en ocho días<br />

ó de diez en diez, hasta que cese el mal por<br />

completo. M. Eeich entiende que es más eficaz<br />

el jalbegado de las cepas á fines de otoño<br />

y durante el invierno con la disolución del<br />

sulfato de hierro, aplicando el líquido con<br />

una esponja ó un rebujo de trapos, y procurando<br />

no destruir las yemas.<br />

ÁNTRAX (Medicina veterinaria).—Tumor<br />

inflamatorio, de volumen variable, que<br />

aparece en el aparato glandular pilo-sebáceo;<br />

se extiende al dermis periférico y al tejido<br />

25


ANU — 386 — ANU<br />

celular subyacente, determinando la mortificación<br />

de los tejidos, acompañada casi siempre<br />

de síntomas generales graves. Produce dolores<br />

análogos á los de las quemaduras, y se<br />

mantiene circunscrito, duro y de color rojo<br />

encendido. La piel se vuelve violácea ó negruzca,<br />

sobre todo en la cima de la tumefacción,<br />

cuando la piel se abre, formándose varios<br />

orificios que arrojan pus sanguinolento, y produciéndose<br />

á veces la gangrena. No debe confundirse<br />

el ántrax, aun cuando la palabra signifique<br />

carbón en griego, ni con el furúnculo<br />

ó divieso vulgar, que abandonado á sí mismo<br />

termina por supuración, ni con el carbunco,<br />

afección siempre maligna. El ántrax se presenta<br />

principalmente en la nuca, en el lomo,<br />

el tórax y las ancas. Deben aplicarse cataplasmas<br />

desde un principio, y encomendar su<br />

tratamiento al facultativo para que le saje<br />

cuanto antes.<br />

ANTURIO (Anlhurinm) (Jardinería).—<br />

Importante subtribu de la familia de las aróideas.<br />

Se conocen más de doscientas especies,<br />

originarias de las regiones ecuatoriales de<br />

América, y especialmente del Brasil, de Méjico<br />

y de Nueva Granada. Son plantas de adorno<br />

muy notables por la hermosura de su follaje<br />

de tonos metálicos y de color diferente<br />

según las distintas partes, y por la elegancia<br />

y brillantez de las flores. Las espatas, libres<br />

y desarrolladas hasta la base, son verdes ó de<br />

diversos colores, extendidas ó recogidas; las<br />

flores hermafroditas, sésiles y con cuatro sépalos<br />

imbricados; los frutos, de color variable,<br />

contienen uno ó dos granos de albumen harinoso.<br />

Los tallos son cortos ó prolongados, y<br />

trepadores en ocasiones. Entre las especies<br />

más notables se citan el A. magnijicum, cuyas<br />

gigantescas hojas miden un metro y 60 centímetros<br />

de longitud; los A. sclierzerianum,<br />

andreanum, crassifolimn, reflexum, regale,<br />

cordatum, etc. Todas esas plantas deben<br />

resguardarse del frío durante el invierno.<br />

ANTUSINEAS ( Ornitología) . — Subfamilia<br />

de las alaudídeas ó alondras de prado.<br />

ANUAL.—Lo que se hace ó sucede cada<br />

año; lo que dura un año. En botánica se llaman<br />

plantas anuales aquellas cuyo completo<br />

desarrollo se verifica en un año ó en un período<br />

menor, es decir, que germinan las semillas,<br />

crecen las plantas y maduran los frutos<br />

en ese tiempo. Por el contrario, se denominan<br />

bisanuales ó vivaces aquellas plantas<br />

que no presentan todas las fases de su desarrollo<br />

en un solo año. (Véanse los artículos<br />

correspondientes á esas palabras.)<br />

ANUALIDAD (Economía pública y agrícola).—Empléase<br />

este término generalmente<br />

para indicar la renta ó rendimiento anual que<br />

se obtiene de un negocio, industria ó explotación.<br />

Sin embargo, la palabra anualidad tiene<br />

otra significación puramente industrial. Hay,<br />

en efecto, muchas industrias que exigen un<br />

capital considerable para la adquisición de<br />

material destinado á su explotación; y de la<br />

necesidad en que se hallan de poseer ese capi­<br />

tal , aun para reponer el material deteriorado,<br />

ha surgido en esta época la idea de constituir<br />

sociedades que le suministren. Pues bien;<br />

cuando la asociación ó compañía se disuelve<br />

y es necesario liquidar el capital social, ese<br />

capital está muy lejos de representar en valores<br />

existentes las sumas de dinero que ha exigido.<br />

De ahí que una administración prudente<br />

no deba considerar en tales industrias los<br />

beneficios anuales como la representación de<br />

los dividendos del capital social, y que sobre<br />

los resultados obtenidos haya de percibir anualmente<br />

una cantidad destinada á reembolsar el<br />

capital; y eso es lo que viene llamándose anualidad,<br />

es decir, que en tal caso el término<br />

anualidad expresa una suma fija, convenida<br />

de antemano y percibida todos los años, á.<br />

diferencia del dividendo, que representa una<br />

renta insegura, y que varía según las circunstancias<br />

y la marcha de las industrias.<br />

En toda explotación agrícola bien dirigida,<br />

es necesario que el director se dé exactamente<br />

cuenta de los resultados de su industria, teniendo<br />

en cuenta, no solamente la renta líquida<br />

que obtenga cada año, sino también las sumas<br />

que ha de emplear para ir amortizando<br />

el capital de explotación. Esos principios han<br />

dado origen en este período de desarrollo industrial<br />

á muchos contratos y á la organización<br />

de compañías ó asociaciones que se encargan<br />

de suministrar á los agricultores capital<br />

para la adquisición de material agrícola, bajo<br />

la condición de que sea reembolsado por anualidades.<br />

Los bancos territoriales y agrícolas<br />

cuentan para su existencia con la amortización<br />

del capital prestado mediante sumas calculadas,<br />

de manera que representen los intereses<br />

y la anualidad.,En vez de pesar censos perpetuos<br />

sobre las fiácas, con un leve aumento del<br />

interés se logra reintegrar el capital primitivo<br />

en un período de treinta, cuarenta, cincuenta<br />

años, etc., gracias á la acumulación<br />

de intereses compuestos. Mediante ese nuevo<br />

sistema, la agricultura ha adquirido en muchos<br />

países una prosperidad y un desarrollo á<br />

que los labradores no la hubieran elevado nunca<br />

con sus ahorros.<br />

ANUARIO.—Libro que se publica de año<br />

en año. Tómase generalmente por el que se<br />

publica al principio de cada año para que sirva<br />

de guía á las personas de determinadas profesiones,<br />

suministrando datos para el ejercicio<br />

de éstas ó prefijando la sucesión de trabajos en<br />

que habrán de ocuparse, y el modo de ejecutarlos.<br />

Hay anuarios agrícolas, astronómicos,<br />

económicos, comerciales, etc., etc., que generalmente<br />

contienen interesantes datos estadísticos<br />

y forman guías útilísimas.<br />

ANULAR.—Lo que tiene forma de anillo-<br />

Llámase incisión anular al corte en forma de<br />

anillo que en ciertas circunstancias se hace<br />

sobre la corteza de los árboles.<br />

ANULINA.—Nombre dado á una especiede<br />

conferva ( Conferva rivularis).<br />

ANUSEP. — Recibe este nombre en las<br />

Islas Filipinas, y también el de Anusip, un


AÑA — 387 — AÑI<br />

árbol cuya especie no está bien determinada<br />

todavía, y que corresponde al género Palaqitium,<br />

P. Blanco (Dichopsis, Twait), familia<br />

de las Sapolúceas.<br />

El indicado género comprende varios árboles<br />

grandes, lechosos, de hojas muchas veces<br />

tomentoso-leonadas ó rojizas en el envés, menos<br />

frecuentemente lampiñas; íiores medianas,<br />

en hacecillos axilares ó en los nudos, pedice-<br />

ladas; ovario velloso, de seis lóculos; estilo<br />

alesnado. Baya oblonga, carnosa. Semillas<br />

casi siempre solitarias por aborto.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Espontáneo<br />

este árbol en varios montes de la Isla de Luzón,<br />

da una madera de color rojo tostado y<br />

en algunas variedades rojo ceniciento; poros<br />

poco visibles, y textura fina y algo estoposa;<br />

rompe en astilla larga. Elasticidad, 0,004 metros;<br />

resistencia máxima con una carga de<br />

36,938 kilogramos; peso al aire de la pulgada<br />

cúbica, 16,339 gramos, y peso específico, 0,870.<br />

Se usa poco en construcción civil.<br />

ANUSIP—(V. Anusep.)<br />

AÑADA.-—Se dice del temporal bueno ó<br />

malo que hace durante un año, y también de<br />

cada una de las hojas de una dehesa ó tierra<br />

de labor.<br />

AÑAL.—Cordero ó becerro que tiene un<br />

año cumplido. También se dice del potro de<br />

quince á diez y ocho meses. En esa edad se<br />

É¡0<br />

Figura 150,—Rama de una planta de añil<br />

sacan de la dehesa los potros de carrera para<br />

someterlos á la educación. El traslado desde<br />

la yeguada á la caballeriza es siempre operación<br />

bastante dificultosa, porque los potros<br />

se defienden desesperadamente cuando no han<br />

sido preparados con antelación, y provocan<br />

accidentes qne influyen á veces en el porvenir<br />

de los animales. La doma comienza desde que<br />

son trasladados á la cuadra.<br />

AÑIL fíndigo/era añil).—Género de planta<br />

de la familia de las papilionáceas. Se conocen<br />

más de sesenta especies de indigófera,<br />

pero las más cultivadas, por la materia azul<br />

que de ellas se saca, son:<br />

Indigófera tinctoria, L.—Esta planta, originaria<br />

de la India, se cultiva en América, donde<br />

se ha naturalizado, y adquiere hasta un metro<br />

de altura, con numerosos tallos rectos; hojas<br />

opositipéneas; flor papilionácea, axilar, con<br />

olor penetrante; cáliz monopétalo, con cinco<br />

divisiones; vainas falciformes, cubiertas de vello<br />

plateado, que contienen la semilla, de color<br />

verde obscuro. Las variedades de esta especie,<br />

según Iloefer, que se suponen, son: Indigófera<br />

disperma, indigófera añil, indigófera plateada,<br />

indigóferapseudo tintórea, que todas producen<br />

la materia azul. La indigófera de la Jamaica,<br />

también, según Jfandin, es una variedad.<br />

Aunque se ha ensayado en el Mediodía de<br />

Europa el cultivo del añil, siempre ha sido


AOE — 388 — APA<br />

sin resultados; la India, África y América<br />

conservan la producción de esa planta, de<br />

que, según parece, se hacen ensayos hoy en la<br />

colonia francesa de Argel. También se supone<br />

fácil de aclimatar tal vez el indigófero de la<br />

Carolina, con cuyo fin se trabaja. La substancia<br />

azul de las plantas expresadas se encuentra<br />

también en otras (véase Pastel, Isatis tinctoria,<br />

el Polygonum tinctorium, el Solanum indigoferum,<br />

etc.).<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AÑO.—El tiempo que transcurre durante<br />

una revolución real de la tierra en su órbita<br />

alrededor del sol, ó aparente del sol alrededor<br />

de la tierra. Como esa duración no se fijó con<br />

exactitud desde un principio, y se halla expresada<br />

por un número exacto de días, de ahí la<br />

divergencia entre el número de días que comprende<br />

en muchos casos el período denominado<br />

año; de manera que hay años que constan<br />

de 304 días, según su denominación y el género<br />

de cultura de los pueblos que los cuentan,<br />

y años de más días, hasta 366. De ahí la<br />

conveniencia de definir ias diferentes especies<br />

de años, ó sea el año trópico, el sideral, el sinódico,<br />

el civil, etc., de que se hablará en el artículo<br />

Calendario.<br />

AÑO METEOROLÓGICO.— Período de tiempo<br />

que no puede coincidir con el año astronómico<br />

ó civil, por lo mismo que está constituido<br />

por el conjunto de las cuatro estaciones, y<br />

según los climas, así varía el comienzo de éstas.<br />

Así el invierno meteorológico se compone<br />

de los meses de Diciembre, Enero y Febrero,<br />

y así sucesivamente.<br />

AÑO AGRÍCOLA.— Comienza con la sementera<br />

y termina después de la recolección.<br />

AÑO VITÍCOLA.—Período de tiempo que<br />

transcurre entre dos vendimias sucesivas.<br />

Bajo el punto de vista agrícola, los años,<br />

con relación á la cantidad y calidad de las<br />

cosechas recogidas, se dividen en abundantes,<br />

fértiles, buenos, medianos, malos y estériles.<br />

Año mediano es aquel en que se cosecha una<br />

cantidad igual, ó la inedia que resulta entre<br />

las buenas y las malas cosechas, y partiendo<br />

de esa base se califican los demás. También se<br />

clasifican los años en lluviosos, secos, fríos,<br />

templados, cálidos, tempestuosos, según la serie<br />

de fenómenos atmosféricos que influyen<br />

en eljrendimiento de los cultivos.<br />

AÑO Y VEZ.—Sistema seguido por agricultores<br />

y ganaderos, que consiste en dejar<br />

que descansen en años alternados las tierras<br />

y lasjhembras de cría.<br />

AÑOJAL.—Pedazo de tierra que se cultiva<br />

algunos años y después se deja erial por<br />

más ó menos tiempo.<br />

AÑOJO.—Becerro ó cordero que no tiene<br />

más de un año.<br />

AÑUBLO—(V. Tizón.)<br />

AORTA {Anatomía).—Arteria principal<br />

y origen de todas las demás. Sale del ventrículo<br />

izquierdo del corazón en un tronco<br />

que luego se divide en dos ramas, llamadas<br />

aorta anterior y aorta posterior en los anima­<br />

les. Las divisiones y subdivisiones de la aorta<br />

dan las arterias, que llevan la sangre á todas<br />

las partes del cuerpo.<br />

AP AL ACHINA (Prinos).— Género de<br />

plantas de la hexandria monogínea y de la<br />

familia de las rámneas, que contienen tres<br />

arbolillos cuyas formas elegantes y belleza de<br />

su follaje contribuyen al ornamento de los<br />

jardines. Se desarrollan en plena tierra en sitios<br />

umbríos, y se multiplican de semilla, de<br />

acodo y por retoños, que arraigados se pueden<br />

separar.<br />

Apalachina hojas de ciruelo (P. verticillatus).—Es<br />

un bonito arbusto de 2 á 3 metros<br />

de altura, guarnecido de hojas alternas,<br />

lanceoladas agudas , sobredentadas, velloso<br />

sobre las nervuras inferiores, dispuestas en<br />

verticilos muy cerrados y que se caen anualmente.<br />

Las flores son pequeñas, blancas, con<br />

ramos en las axilas, que se abren en medio<br />

del estío, y producen un fruto rojo, pequeño,<br />

que está mucho tiempo en el árbol. Las mayores<br />

heladas no perjudican á este arbusto,<br />

aunque es originario de la Carolina y de la<br />

Virginia.<br />

Apalachina lisa ( P. Glaber ) . —Arbusto<br />

que se eleva á 2 metros en su máximum de<br />

altura; de hoja perenne, y de un verdor agradable.<br />

Sus ramos, muy numerosos, llevan<br />

panículas de flores blancas, apenas aparentes,<br />

con un olor ligero y agradable; duran un mes,<br />

poco más ó menos. Sufre la frialdad del invierno<br />

de nuestro clima, pero pocas veces cuaja<br />

la simiente.<br />

Apalachina ambigua (P. ambiguus) . —<br />

Esta especie, importada de la Carolina por<br />

Michaux, difiere de la primera en las hojas<br />

más largas, flores mayores, fruto amarillo<br />

y mayor. Las hojas en infusión, dice Nandin,<br />

producen una bebida ligeramente purgativa,<br />

que los americanos nombran blacli drink,<br />

brebaje negro, que está muy estimado en<br />

las tribus salvajes. No debe confundirse con<br />

el te del Paraguay (Ilex paraguayensis),<br />

que es otra especie de la América del Sur,<br />

cuyas hojas son el mejor succedáneo conocido<br />

del te de la China.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

APALEAR.—Se dice cuando con los horquillos<br />

se sacan las judías de las matas', después<br />

de haber estado expuestas á secarse al<br />

sol ó debajo de algún cobertizo, según el<br />

tiempo que por la recolección tiene lugar.<br />

También en algunas comarcas de sierra, terrenos<br />

tardíos y cosechas cortas de cereales y<br />

semillas, cuando no tienen máquinas de trillar,<br />

se sacan los granos á palos, con látigos, con<br />

los horquillos, etc.; al efecto, como la cosecha<br />

madura tarde y las lluvias vienen en seguida,<br />

se guardan las mieses bajo techado, y<br />

luego en el invierno se apalean y separa el<br />

grano de las pajas. También se dice apalear<br />

cuando los árboles que producen almendras,<br />

nueces, avellanas, etc., se echan abajo con<br />

varas largas de castaño, como ocurre para la<br />

recolección de aceituna, que si en todos los


APA -r- 389 — APA<br />

casos el apalear los árboles tiene el grave inconveniente<br />

de echar ramas y tallos abajo que<br />

al año siguiente llevarían fruto, es mucho<br />

mayor el perjuicio en los olivos, que además<br />

del daño causado á los árboles se hace también<br />

no poco á las aceitunas. En los otros frutos<br />

no reciben daño los productos almendras, etc.,<br />

aunque los árboles pierden mucho. El maíz<br />

suelen sacarlo de las mazorcas á palos, después<br />

que éstas están ya secas; pero sobre ser<br />

pesada la operación, se parten muchos granos;<br />

es mejor una máquina desgranadora (véase<br />

Desgranadora de maíz), como es mejor para<br />

los cereales una trilladora (véase esta palabra),<br />

que de una y otra las hay de poco precio<br />

, desde movidas á brazo hasta con máquinas<br />

de vapor; si el precio de estas máquinas es<br />

más que lo que puede pagar un labrador en las<br />

condiciones expresadas, reunidos varios pueden<br />

adquirirlas, y con la economía de brazos<br />

en pocos años tendrán las máquinas de balde.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

APALIT.—(V. Narra.)<br />

APARATE.—En términos forestales es el<br />

conjunto de astillas y ramas gruesas que á<br />

modo de soleras colocan los hacheros en el<br />

monte para hacer descansar sobre él el tronco<br />

del árbol derribado, cuya labra deben practicar.<br />

(V. Labra de las maderas.)<br />

APARATO.—Término muy usado por los<br />

hombres de ciencia y por los de arte; designa<br />

un conjunto de objetos diferentes destinados<br />

á desempeñar una función. En los animales<br />

se distinguen los aparatos de la circulación,<br />

de la respiración, de la digestión, de la locomoción,<br />

etc., etc. Conjunto de instrumentos<br />

unidos convenientemente para hacer experimentos<br />

ú operación; aposito, vendaje ó máquina<br />

que se aplica al cuerpo humano con el<br />

fin de curar una enfermedad ó corregir una<br />

imperfección. En economía rural y en tecnología<br />

es una reunión de instrumentos destinados<br />

á obtener un objeto determinado, y así se<br />

habla de aparatos para la cocción de los alimentos<br />

del ganado, de aparatos de destilación<br />

, de condensación, etc. En jardinería son<br />

los medios destinados á sostener los árboles, y<br />

curar sus heridas y lesiones por . medio de<br />

emplastos.<br />

APARCERÍA, APARCERO—Estas palabras<br />

significan arreglo ó convenio de los<br />

que llevan parte en alguna granjeria, tráfico<br />

ó comercio. En la industria agraria se significa<br />

también por medianero en los sitios que<br />

se da á medias de producto la tierra.<br />

En la Edad Media, en que los señores eran<br />

casi exclusivamente dueños de la tierra y se<br />

desdeñaban de ocuparse de ningún arte ni<br />

oficio, debió nacer el contrato de aparcería,<br />

que supone un dueño de la tierra que no<br />

quiere explotarla por sí mismo, como hacían<br />

los primeros romanos, y un industrial agrícola<br />

con conocimientos y medios que la explota,<br />

pagando al dueño del suelo en una<br />

parte de los frutos obtenidos, la remuneración<br />

necesaria de la propiedad de la tierra.<br />

Estos contratos, que han llegado hasta nuestros<br />

días, y hemos visto en los pueblos de<br />

señorío las grandes paneras en que se recogían<br />

los frutos, que llamaban tercias, pues la tercera<br />

parte de ellos era lo que se daba al dueño.<br />

Pero llegó una época en que la desamortización<br />

facilitó adquirir propiedad, y desde<br />

entonces los contratos de aparcería empezaron<br />

á desaparecer, y en general á cultivarse<br />

por los mismos dueños la tierra ó darse ésta<br />

en renta (véase Arrendamientos) á dinero, á<br />

una cantidad determinada en medida y especie<br />

de frutos.<br />

Estos dos medios son los hoy empleados en<br />

general en España, sin que no falten localidades<br />

, Cataluña por ejemplo, en que sigue el<br />

sistema de aparcería en algunos casos, pero<br />

de una manera de que hay pocos casos, según<br />

hemos tenido ocasión de oir á un gran propietario<br />

de aquel país. Desde mis bisabuelos<br />

tenemos fincas dadas en aparcería á la tercera<br />

parte de frutos, llevando hoy las mismas familias<br />

las fincas, sin que nos falten á lo convenido.<br />

Los aparceros tienen la hacienda como<br />

cosa propia, se suceden de padres á hijos, la<br />

han mejorado en provecho suyo y nuestro.<br />

Esos raros casos, si tuviesen lugar á la inversa<br />

, es decir, que los dueños encontrasen<br />

aparceros que después de mejorar su hacienda,<br />

con lo cual aumentan el producto, fueran<br />

raros los que no tuviesen tan buenas cualidades,<br />

bien pudieran darse las fincas en aparcería.<br />

Pero hoy, como siempre, sea cual fuere el<br />

contrato por el cual explote la tierra el que<br />

no sea dueño de ella, nunca mejorará, pues<br />

son intereses encontrados.<br />

Sin embargo que digimos que los primeros<br />

romanos cultivaban por sí sus tierras, cuando<br />

aumentaron sus riquezas y extensión de las<br />

propiedades con nuevas y numerosas conquistas<br />

, en muchos casos dejaban en poder de los<br />

vencidos sus tierras bajo el contrato de aparcería,<br />

que los conquistados aceptaban y cumplían<br />

medianamente, pero que en último término<br />

se conseguía algún ingreso.<br />

Plinio el Joven, tratando de esta clase de<br />

contratos, dice: «íío hay género de renta más<br />

justa que la que nos viene de la fertilidad de<br />

la tierra, de la temperatura del aire y del<br />

orden de las estaciones, si bien para esto se<br />

necesita tener sirvientes fieles, vigilantes y<br />

aj>arceros honrados».<br />

La acumulación de la propiedad en pocas<br />

manos fué siempre en todo lugar, tanto en<br />

España como fuera de ella, la causa del contrato<br />

de aparcería, que si bien estamos conformes<br />

con las apreciaciones hechas por Plinio,<br />

no lo estamos en su conveniencia cuando implica<br />

las grandes propiedades que fueron la<br />

ruina del imperio romano, y serán la de todo<br />

aquel en que la propiedad del suelo agrario<br />

toque los extremos de propiedades muy grandes<br />

ó muy chicas.<br />

El contrato de aparcería, que implica el poco<br />

valor de la tierra y la pobreza de los que la<br />

cultivan, no puede convenir en ningún caso,


APA — 390 — APA<br />

y por más que algunos autores encomien su<br />

bondad, porque dicen que llevando el propietario<br />

parte en los accidentes y eventualidad<br />

de las cosechas, el colono • aparcero puede<br />

prosperar mejor, en contra de esa ventaja resulta<br />

la evidencia de no mejorar la propiedad,<br />

no haber estímulo en el colono, siempre expuesto<br />

á que al terminar el contrato se le<br />

desahucie, y últimamente, lo que hemos dicho<br />

al principio de este párrafo y lo que lo termina<br />

son razones que abogan en contra de la<br />

aparcería, que siempre significará propiedad<br />

concentrada en pocas manos, poco valor de la<br />

tierra, colonos pobres y frutos de mala calidad.<br />

Es una consecuencia natural del organismo<br />

humano, cuando se trata de dar y se hace al<br />

que en nuestro juicio no nos ha ayudado á<br />

crear un fruto, tratar de dar lo menos posible<br />

y lo de peor calidad. Así es que en las antiguas<br />

tercias en que se reunían las rentas de<br />

los grandes señores, los frutos eran de peor<br />

calidad que los de la generalidad de los renteros;<br />

éstos resultaban perjudicados en la venta<br />

de sus frutos, tanto en el precio como en la<br />

facilidad de venderlos, pues las tercias los<br />

daban á menos precio, y estando abiertas<br />

para la venta, nadie vendía más que ella, porque<br />

si bien de menos calidad, la compensaba<br />

el precio, y se acaparaba del mercado.<br />

Aunque el contrato de aparcería esté en<br />

nuestro juicio en España limitado en una escala<br />

que anuncia las ventajas de la desamortización<br />

y el progreso de la agricultura en<br />

general, pues sólo existe en aquellas comarcas<br />

y tierras que el producto es eventual, ó donde<br />

esa clase de contrato, como digimos de Cataluña,<br />

deja al colono la hacienda casi como propiedad<br />

á uso indefinido, de todos modos, indicará<br />

siempre malas condiciones para los aparceros.<br />

La primera reforma que se cuenta en<br />

esos contratos, fué la de dar la tierra el dueño<br />

al colono en propiedad, bajo la obligación de<br />

dar una parte del fruto, según el uso del suelo;<br />

después se convirtió esa renta eventual en<br />

una cantidad fija en dinero, bajo la denominación<br />

de censo enfitéutico, reservativo ó<br />

consignativo, y en el día las leyes de desamortización,<br />

que han obligado en ciertos<br />

casos á la redención de los censos, han facilitado<br />

la multiplicación de propietarios, y de<br />

ese modo el progreso verdadero del arte agrario,<br />

que no puede existir donde los colonos<br />

están en mayoría, y más si, como es costumbre,<br />

los propietarios no los auxilian con sus medios<br />

propios para facilitar los adelantos.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

APAREAMIENTO (Zootecnia). — Acción<br />

de aparear, de juntar dos cosas ó animales<br />

iguales, de formar parejas cuyos individuos<br />

tengan análogas dimensiones y vigor. El término<br />

apareamiento se usa mucho actualmente<br />

en zootecnia para indicar la unión de macho y<br />

hembra, y no debe confundirse con el cruzamiento,<br />

el cual tiene por principal objeto unir<br />

razas diferentes; en el apareamiento solamente<br />

se atiende á las cualidades y condiciones de<br />

los individuos; en el cruzamiento se atiende<br />

ante todo á las particularidades de la variedad<br />

ó í-aza. El primero consiste, por lo tanto, en la<br />

elección racional de un macho y de una hembra<br />

para asociarlos en la generación, de manera<br />

que sus engendros ofrezcan buenas condiciones<br />

y posean en grado eminente las mejores<br />

cualidades de la raza á que pertenecen los<br />

padres. Fúndase el apareamiento en la tendencia<br />

general de los seres orgánicos á reproducir,<br />

salvo contadas excepciones, seres semejantes<br />

á ellos, y en el cumplimiento de la<br />

ley en virtud de la cual los machos robustos<br />

buscan hembras robustas, y prescinden de las<br />

jóvenes, débiles ó viejas, y las hembras obedecen<br />

á la misma propensión respecto de los<br />

machos. Precisamente á esa circunstancia se<br />

debe la conservación y subsistencia de las especies,<br />

y el hombre, al aparear los animales, se<br />

limita realmente á facilitar el cumplimiento<br />

de una ley natural, harto descuidada en ocasiones<br />

por los labradores y ganaderos.<br />

Es innegable que de animales débiles ó<br />

valetudinarios no se obtienen nuncas crías<br />

robustas, y que éstas no poseerán nunca cualidades<br />

que no poseyesen sus ascendientes. Naturalmente,<br />

la edad adecuada para la reproducción<br />

es muy distinta, según las especies,<br />

como se indica al hablar de cada una de ellas;<br />

adelantar ó retrasar la época de la reproducción<br />

dará, por consiguiente, malos resultados,<br />

sobre todo con relación á los machos. La potencia<br />

prolífica desaparece ó se debilita tanto<br />

más pronto cuanto más se haya anticipado el<br />

acto de la reproducción. En todo caso, si la<br />

potencia generatriz se desarrollai casi en la<br />

misma edad en todos los animales de una<br />

misma especie, no sucede lo mismo con su<br />

desaparición, y la vejez se adelanta ó retrasa<br />

notablemente, según el vigor, las condiciones<br />

de vida y las de trabajo.<br />

Por medio del apareamiento se pueden obtener<br />

resultados muy diferentes, según que se<br />

apareen macho y hembra de constitución robusta<br />

y sanguínea y en estado adulto, animales<br />

linfáticos y débiles, machos.robustos y<br />

hembras débiles ó viceversa, machos jóvenes<br />

y hembras viejas, ó machos viejos y hembras<br />

jóvenes, estribando en esas bases la especialidad<br />

que constituye el apareamiento, y que estudió<br />

á conciencia Girou de Buzareingues. Dividiendo<br />

en tres períodos la edad en que se<br />

mantienen los animales aptos para la reproducción,<br />

ó sean: 1.", edad correspondiente<br />

á los primeros momentos de la pubertad;<br />

2.°, época media de la vida con relación á la<br />

energía procreadora, y 3.°, época que precede<br />

á la desaparición de la facultad prolífica, dedujo<br />

ese observador que<br />

El macho joven engendra más hembras que<br />

machos.<br />

El macho en el segundo período engendra<br />

machos y hembras en igual proporción.<br />

El macho viejo ó en el tercer período más<br />

hembras que machos.<br />

Con la hembra sucede todo lo contrario.


APA — 391 — APA<br />

La hembra joven engendra más machos<br />

que hembras.<br />

La de edad media, en iguales proporciones.<br />

La hembra en el último período, más machos<br />

que hembras.<br />

Recurriendo á animales que se encuentren<br />

en esos tres diferentes períodos, se logra mantener<br />

el necesario equilibrio entre el número<br />

de machos y el de hembras. Confirmando y<br />

ampliando esas observaciones respecto de la<br />

especie oviua, M. Martegoute estableció las<br />

conclusiones siguientes:<br />

1. a En los comienzos de la lucha, como<br />

que el morueco se halla en todo su vigor,<br />

procrea más machos que hembras.<br />

2. a Algunos días después, por lo mismo<br />

que aumenta el número de las ovejas dispuestas<br />

á recibir al macho, y éste repite los saltos<br />

en intervalos más cortos, fatigándose y debilitándose,<br />

aumentará el número de engendros<br />

hembras.<br />

3. il En los últimos días de monta disminuye<br />

el número de hembras dispuestas á recibir<br />

al macho, éste recobra su energía, y aumentará<br />

proporcionalmente el número de machos engendrados.<br />

Otras importantes observaciones hizo también<br />

M. Martegoute. Las ovejas que han parido<br />

cordera pesan más que las que han parido<br />

cordero, y pierden más carne durante la<br />

lactancia, es decir, que la conservación délas<br />

especies en estado de libertad y el perfeccionamiento<br />

de las razas domésticas descansan<br />

sobre los mismos principios y se manifiestan<br />

por los mismos hechos, asegurándose el desarrollo<br />

de las especies cuando se confía la reproducción<br />

de ambos sexos á los individuos<br />

más perfectos de cada uno. Las mismas circunstancias<br />

influyen respecto del estado de<br />

salud ó enfermedad. En todas partes se hacen<br />

esfuerzos para transmitir las formas de los padres<br />

á los productos, y al hacerlo no se suele<br />

tener en cuenta que también se transmiten<br />

las mismas propensiones, la misma conformación<br />

de los órganos interiores y el mismo<br />

modo de funcionar éstos; así que es necesario<br />

que los ganaderos no se paguen únicamente<br />

del aspecto exterior.<br />

El conocimiento de las bellezas é imperfecciones<br />

de la forma ha sido el punto de partida,<br />

si es que no ha constituido el fondo mismo<br />

de la ciencia del apareamiento; y lo cierto<br />

es que implicaba ésta el conocimiento de las<br />

cualidades individuales. Generalmente se han<br />

estudiado los animales superficial y exteriormente,<br />

no bajo su aspecto fisiológico, y de<br />

ahí los fracasos y los desengaños. No quiere<br />

esto decir que carezca de importancia el estudio<br />

de la conformación individual, que por<br />

otra parte está más al alcance de la generalidad<br />

de los ganaderos.<br />

Dicho se está que no basta consignar principios<br />

generales, y que en cada caso ha de<br />

atenderse á unas ú otras circunstancias. En<br />

los animales destinados al trabajo es necesario<br />

cuidar de que las crías tengan fuerza, resis­<br />

tencia y agilidad, prescindiendo de cualidades<br />

que realzan á los animales de tiro, por ejemplo.<br />

De todos modos, para conseguir que desaparezcan<br />

los defectos y malas cualidades por<br />

medio de la generación, es preciso combatirlos<br />

uno á uno, y de ahí que haj'a surgido la idea<br />

de especializar las razas, que no excluye las<br />

razas intermedias y las cualidades medianas,<br />

digámoslo así. Para conseguir ese objeto se<br />

elegirán en la misma raza los individuo; que<br />

posean en grado más eminente la cualidad que<br />

se pretenda desenvolver, persistir en el mismo<br />

procedimiento, y así se logrará que desaparezcan<br />

en generaciones sucesivas las formas<br />

contrarias á las condiciones especiales<br />

que se pretende obtener en los engendros.<br />

Reparar, mediante las perfecciones del semental,<br />

las deformidades de la hembra, y<br />

con las perfecciones de ésta las deformidades<br />

del macho, ha constituido desde hace mucho<br />

tiempo la base fundamental del apareamiento,<br />

y precisamente ese principio erróneo ha sido<br />

causa de no pocos fracasos, porque la experiencia<br />

demuestra que en la mayoría de casos<br />

los defectos opuestos no se compensan, sino<br />

que uno y otro se reproducen integralmente.<br />

Deben tenerse en cuenta otras muchas particularidades,<br />

como las exigencias de la alimentación<br />

y las de una cría cuidadosa; que<br />

no ha de confiar en que los animales jóvenes<br />

han de alcanzar gran talla solamente por<br />

el hecho de que el padre la posea, si las deficiencias<br />

de la nutrición hacen imposible el<br />

desarrollo. Precisamente el cirujano inglés<br />

H. Cline ha llegado á deducir que para obtener<br />

crías bien desarrolladas es necesario<br />

aparear con las hembras machos de menor<br />

talla que éstas.<br />

Fúndase ese facultativo en el hecho de que<br />

el germen propende á ser semejante al padre,<br />

y si éste es de gran talla, el feto resulta voluminoso;<br />

de manera que cuando la madre sea de<br />

poca talla, no podrá albergar ni nutrir bien al<br />

engendro. El feto mal nutrido se desarrolla de<br />

una manera defectuosa; las partes flexibles y<br />

poeo resistentes, las visceras, no adquieren el<br />

conveniente volumen, y los huesos, las extremidades<br />

, los órganos duros adquieren un desarrollo<br />

proporcionalmente excesivo, resultando<br />

por lo tanto un producto mal conformado,<br />

que no encuentra bastante alimento en la leche<br />

de la madre, y no llega á presentar una<br />

buena constitución y una conformación regular.<br />

Cuando, por el contrario, la madre es de<br />

más talla que el padre, el feto se desarrolla<br />

bien, todos sus órganos resultan bien proporcionados<br />

, una vez nacidas las crías, cuentan<br />

con suficiente cantidad de alimentos , y elaboran<br />

éstos bien, mostrando viveza y agilidad<br />

en sus movimientos.<br />

Esa teoría tan sencilla y lógica deja en<br />

realidad mucho que desear; precisamente con<br />

ovejas de pequeña talla y moruecos de gran<br />

talla consiguió Malingió Nouel crear la raza<br />

lanar de la Charmoise, porque las madres,<br />

que solamente pesaban 25 kilogramos, mien-


APA — 392 — APB<br />

tras que los machos pesaban 100, no suministraban<br />

gran cantidad de alimentos al engendro<br />

en la vida intrauterina, y las crías,<br />

pequeñas al nacer, acababan por adquirir notable<br />

desarrollo mediante una conveniente<br />

alimentación; de manera que no es raro ver<br />

mamar á corderos de más talla que la madre.<br />

La verdad es que ese resultado se halla de<br />

acuerdo con las mismas indicaciones de la naturaleza,<br />

que generalmente concede á los machos<br />

mayor desarrollo que á las hembras, y á<br />

éstas la propensión de preferir los más desarrollados<br />

y vigorosos; de modo que sobran<br />

razones y hechos para combatir la teoría del<br />

cirujano inglés, que no siguen muchos de sus<br />

compatriotas.<br />

El desarrollo de la alzada depende principalmente<br />

de la abundancia y riqueza de la<br />

alimentación y del buen apetito. Cuando la<br />

herencia impulsa á los animales á adquirir<br />

grandes proporciones, y no secunda esa tendencia<br />

la alimentación, aparecen los desengaños<br />

del ganadero; y lo contrario se observa<br />

cuando la nutrición es cuantiosa y de buena<br />

calidad, siquiera la raza no propenda á un<br />

gran desarrollo. Naturalmente, todo tiene sus<br />

límites, y no debe incurrirse en la exageración<br />

de aparear animales gigantes con animales<br />

enanos, y aquí puede aplicarse también el in<br />

medio virtus, rechazando todo lo que sea violento<br />

y suponga contraposiciones muy marcadas.<br />

Ha de tenerse también presente, cuanto á la<br />

conformación, que no se corrigen en una generación<br />

sus imperfecciones, como que suelen<br />

depender del esqueleto ante todo, y éste no se<br />

modifica con facilidad. Una cabeza demasiado<br />

voluminosa es perjudicial á la agilidad de los<br />

animales, y solamente se corrige después de<br />

varias generaciones, cuando el volumen es<br />

debido al gran desarrollo de los huesos del<br />

cráneo; lo mismo se puede decir del exiguo ó<br />

exagerado desarrollo de las vértebras, de las<br />

costillas, de la grupa, etc., cuya amplitud ó<br />

estrechez indica mucho ó escaso desarrollo de<br />

las visceras y demás órganos internos. Por lo<br />

tanto, y máxime teniendo en cuenta el atavismo,<br />

no deben pretender los ganaderos que el<br />

apareamiento modifique de golpe, digámoslo<br />

así, las castas, y corrija en una sola generación<br />

los defectos.<br />

APAREAR.—Arreglar ó ajustar una cosa<br />

con otra, de modo que queden iguales; juntar<br />

las hembras de los animales con los machos<br />

para que críen. Habiéndonos ocupado de esto<br />

último en el artículo Apareamiento, advertiremos<br />

aquí que al aparear los animales por<br />

parejas ó por grupos más considerables, deberá<br />

cuidarse de que sean bastante iguales entre<br />

sí los apareados, de la misma edad, de la misma<br />

sangre, alzada y pelo á ser posible, de<br />

manera que resulten de análogas cualidades y<br />

aptitudes los animales apareados. Para obtener<br />

animales que se apareen bien, lo mejor<br />

es criarlos expresamente, es decir, que pertenezcan<br />

á la misma casta y familia, sobre todo<br />

tratándose de tiros de lujo. La dificultad de<br />

hallar animales iguales estriba en la diversidad<br />

de los elementos de producción, y en la<br />

diferencia de las prácticas seguidas en cada<br />

ganadería. Dos caballos apareados ó que constituyen<br />

tronco, tienen mucho más valor que<br />

dos caballos de desigual alzada y que no puedan<br />

engancharse juntos. En España se ha descuidado<br />

mucho esa rama de la ganadería, y<br />

de ahí que generalmente se adquieran en el<br />

extranjero los troncos de lujo. En este caso<br />

se aprecia mucho la circunstancia de que sea<br />

igual el pelo ó capa de los animales, y hasta el<br />

grado de sangre. La edad influye mucho en<br />

las cualidades de los animales, de manera que<br />

no se pueden aparear aquellos que se diferencien<br />

mucho bajo ese aspecto; cuando la diferencia<br />

es insignificante, no hay inconveniente<br />

en aparearlos. A veces no se pueden aparear<br />

caballos de la misma edad y de igual talla, por<br />

ser diferentes sus temperamentos y por haber<br />

sido sometidos en su crianza á distinto régimen;<br />

de modo que ni son iguales en viveza,<br />

fuerza y agilidad, ni los alimentos producen<br />

los mismos efectos en uno y en otro. No siempre<br />

es posible, por lo tanto, mantener mucho<br />

tiempo apareados dos animales que llenan<br />

todos los requisitos y satisfacen á todas las<br />

condiciones exteriores que han de satisfacer<br />

para ser apareados, esto es, que sean de la<br />

misma alzada, de la misma conformación y<br />

del mismo volumen, ya que el color es un accidente<br />

harto insignificante. Ante todo, es necesario<br />

que los animales tengan igual fuerza<br />

é iguales aires; circunstancias precisas, no<br />

solamente para que el tronco resulte elegante,<br />

sino también para que la yunta trabaje con<br />

desembarazo. También los caballos de. un regimiento,<br />

y sobre todo los de cada escuadrón,<br />

deberán estar bien apareados, siquiera no se<br />

exija una igualdad completa, y que difícilmente<br />

se lograría. Lo dicho respecto de los caballos<br />

es aplicable á los mulos y á los bueyes.<br />

APARVADERO. —Instrumento para<br />

amontonar la mies después de trillada.<br />

APARVAR. — Hacer ó componer parva;<br />

disponer la mies para trillar. (V. Trilla.)<br />

APEA.—Soga como de una vara de larga,<br />

con un palo de figura de muletilla á una punta<br />

y un ojal en la otra, que sirve para trabar<br />

ó maniatar las caballerías.<br />

APEADERO.— Se da este nombre á un<br />

poyo ó silla que hay en los pueblos en las puertas<br />

de las casas para montar ó apearse de las<br />

caballerías. Si con este fin pueden tener alguna<br />

utilidad, los inconvenientes de esa mala<br />

costumbre son mayores, pues además de impedir<br />

el tránsito de día, en las noches obscuras,<br />

y en aquellos pueblos, que son la generalidad<br />

, donde no hay alumbrado ni policía urbana,<br />

ocurre con frecuencia, y nosotros podemos<br />

dar fe de ello, que se tropieza y aun se<br />

cae sobre los poyos, lesionándose malamente.<br />

Estando prohibido por el Código penal vigente<br />

poner obstáculos que impidan la libre<br />

circulación en la vía pública, muchas autori-


APE 393 APE<br />

dades los han hecho quitar: pero como en España<br />

lo que uno hace otro lo deshace, terminado<br />

el tiempo del que hace quitar los poyos,<br />

viene otro alcalde y tolera que los vuelvan á<br />

poner, siguiendo el mal, que en muchos casos<br />

se hace peligroso salir á la calle de noche en<br />

los inviernos, pues el centro de la vía pública<br />

lleno de barro y lodo, y las aceras de poyos,<br />

no hay por dónde echar.<br />

Creemos que los apeaderos en los pueblos<br />

debe obligarse á que se quiten, y los que los<br />

necesiten que los pongan dentro de sus casas,<br />

en los portales.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

APEDREAR—(V. Granizar.)<br />

APELADO.—Dícese de dos ó más caballerías<br />

del mismo pelo ó color.<br />

APEO.—(V. Amojonamiento.)<br />

APERADOR (Administración rural).—<br />

El aperador es una clase especial que sólo se<br />

conoce en los cortijos de Andalucía. Su ocupación<br />

especial es cuidar de los aperos, que son<br />

las yuntas de labor que surcan la tierra; vigilar<br />

la siembra, siega y trilla; almacenar los<br />

frutos y entregarlos al casero. Esta debe ser<br />

la obligación del aperador, que de apero se<br />

deriva su nombre y ocupación. Pero hoy se<br />

ha dado más extensión é importancia á los<br />

aperadores, en particular en aquellos sitios<br />

que no hay hacedores (véase esta palabra). No<br />

existiendo esta persona, que es el administrador<br />

y director de todas las dependencias del<br />

cortijo ó casa de labor, le reemplaza el aperador,<br />

cuyas atribuciones se extienden á ser el<br />

jefe director de la explotación en general.<br />

Cuando se conoce el mecanismo de las dependencias<br />

de un cortijo que de ordinario lleva<br />

en cultivo miles de hectáreas de tierra, beneficia<br />

en los prados y rastrojeras miles de<br />

cabezas de ganado de todas clases, ha de proveer<br />

de alimentos al personal permanente y<br />

transitorio, etc., etc., y se ve que todo resulta<br />

al cargo de un hombre rústico que apenas si<br />

sabe hacer letras, se comprende sin esfuerzos<br />

el resultado mediano que ofrecen al investigar<br />

los productos de labores llevadas así. Aunque<br />

los dueños de los cortijos vigilen y lleven la<br />

iniciativa en la dirección de las operaciones<br />

agrícolas del cortijo, como su estancia es corta<br />

con relación á las necesidades continuas de él,<br />

resulta que el aperador hace lo que quiere, ó<br />

mejor dicho, lo que sabe, que es bien poco,<br />

y el retraso y abandono resalta por doquiera<br />

que se examinan los elementos de producción<br />

con que se cuenta y los resultados obtenidos.<br />

Esto se comprende, pues siendo el aperador<br />

de la clase jornalera, y que en ella ha dado<br />

principio á las prácticas que sabe, siempre se<br />

inclina más á ir con los suyos que en favor<br />

del amo, que cuando menos le dicen: «¿lo vas<br />

á erear?i><br />

No deja de haber aperadores activos, aplicados,<br />

honrados y deseosos de ir adelante;<br />

nosotros los hemos tenido hasta de alumnos,<br />

pagados por sus amos los estudios, en la Escuela<br />

agronómica de Nogales (León). También<br />

los hemos tenido á nuestras órdenes cuando<br />

dirigimos las inmensas haciendas de D. Jerónimo<br />

Martínez Enriles, en Jerez de la Frontera,<br />

Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules.<br />

Pero esos casos son raros, y la verdad evidente<br />

es que, cuando se conocen los elementos<br />

del trabajo de dirección y se ve encargada á<br />

tales manos, no hay derecho para reclamar<br />

adelantos ni argüir á los dueños de refractarios<br />

alas mejoras, cuando no tienen á su disposición<br />

personal que las dirija'y lleve á su<br />

fin. Obligarles á ello sería confinarlos en sus<br />

haciendas, donde no pocas veces los secuestran<br />

los malhechores.<br />

Tal vez, y mucho bien se haría á la agricultura<br />

andaluza, se plantee en la provincia<br />

de Sevilla, como centro de la región meridional,<br />

una escuela de aperadores; entonces se<br />

vería marchar, mejorar y triplicar los productos<br />

de los cortijos de Andalucía.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

APERITIVO (Medicina).—Substancia<br />

que facilita la digestión y secreción, ó favorece<br />

el curso de los líquidos del cuerpo humano. Se<br />

aplica á los remedios que tienen virtud para<br />

abrir las vías y excitar el apetito, cuales son el<br />

áloes, la aristoloquia, la hierba de San Benito,<br />

los espárragos, la manzanilla, la centaura, los<br />

berros, la angostura, el eucalipto, el hinojo,<br />

el helécho macho, el ruibarbo, la quina, la<br />

salvia, el brusco común, la fumaria, la romaza,<br />

la savia de pino y otras muchas.<br />

APERO.—Nombre que se da especialmente<br />

á los instrumentos y útiles de la labranza.<br />

Denota también el conjunto de animales destinados<br />

á labrar la tierra, y así se dice, por<br />

ejemplo, apero de bueyes. Es también sinónimo<br />

de majada entre los pastores, indicando<br />

la cabana de éstos y el sitio en que se recoge<br />

el ganado.<br />

APÉTALAS ó APETALIAS (Botánica<br />

).— Clase de plantas de la familia de las dicotiledóneas,<br />

con flores hermafroditas, desprovistas<br />

de corolas, y que por esta particularidad<br />

se designan con una voz formada de a,<br />

privativo griego, y de pelalon, hoja floral ó<br />

pétalo. No todos los botánicos siguen á Jussieu,<br />

admitiendo la existencia de las apétalas<br />

como clase distinta; y la verdad es que, aun<br />

cuando las familias reunidas bajo esa designación<br />

común, sólo tengan muchas veces entre<br />

sí analogías lejanas, en cambio tampoco pueden<br />

ser incluidas en otras clases. Bueno será<br />

recordar que en ciertas plantas el cáliz se<br />

adorna de brillantes colores y reviste el aspecto<br />

de la corola, que en esos casos no existe,<br />

pero ese no es un motivo para excluir á<br />

esas plantas de las apétalas, como sucede con<br />

las nictagíneas, gala y adorno de nuestros jardines<br />

, y cuyas flores son hermosas y brillantes,<br />

aun cuando no tengan corola.<br />

Las apétalas fueron divididas por Jussieu<br />

en tres secciones ó subclases, según que la<br />

inserción de los estambres sea hipogina, perigina<br />

ó epigina; secciones que denominó hypostaminia,<br />

peristaminia y epistaminia. Nue-


API — 394 — API<br />

vas clasificaciones han relegado al olvido esa<br />

agrupación, como antes hemos indicado. Las<br />

principales familias de esa clase son las aristolóqueas,<br />

las santaláceas, las proteáceas, las<br />

lauríneas, las timeleas, las poligóneas, las chenopodiáceas,<br />

las amarantáceas y las nictagíneas.<br />

APETITO.— Gana de comer, sensación<br />

que advierte á los animales la necesidad de<br />

tomar alimentos. El apetito tiene mucho de<br />

individual, y su intensidad varía aun entre<br />

animales de la misma especie. De ahí que unos<br />

sean glotones y voraces, es decir, que coman<br />

con gran apetito, y otros no. Por lo mismo,<br />

cuando hayan de comer varios animales juntos<br />

, deberá cuidarse de que los más voraces<br />

no arrebaten el alimento á los que no tienen<br />

tanto apetito. Generalmente el buen apetito<br />

es señal de que el animal goza de buena salud.<br />

De ahí que, en observando que un animal<br />

come de mala gana, deba el ganadero consultar<br />

al veterinario, puesto que la falta de<br />

apetito depende en muchos casos del mal estado<br />

del aparato digestivo. No deberá excitarse<br />

artificialmente el apetito y sin consejo<br />

del facultativo, porque si el desgano es síntoma<br />

de una afección, pudiera suceder que se<br />

despertasen las ganas de comer en el animal,<br />

y que sin embargo, la enfermedad siguiera<br />

desarrollándose, para revelarse en un momento<br />

en que sea ya difícil ó imposible combatirla<br />

con éxito. En otras épocas, particularmente<br />

tratándose de caballos, en cuanto perdían el<br />

apetito, se suponía la existencia de un padecimiento<br />

especial, y se combatía con excitantes<br />

que, ó no producían resultado alguno, ó agravaban<br />

la dolencia. No creemos, por lo tanto,<br />

oportuno consignar aquí sus extravagantes<br />

denominaciones. A.veces se deprava el apetito<br />

de los animales en tal forma, que éstos comen<br />

tierra, devoran el cuero, las telas, el estiércol,<br />

el yeso y la cal de las paredes, y manifiestan<br />

con eso la existencia de una excitación ó<br />

alteración morbosa de la mucosa de las vías alimenticias,<br />

resultando las digestiones laboriosas<br />

y difíciles. Cuando se abrigue la seguridad<br />

de que la disminución del apetito no es debida<br />

á padecimientos, podrá despertarse, como suele<br />

hacerse con frecuencia, ora cambiando los<br />

alimentos, ora espolvoreándolos con sal, ora<br />

mezclando con ellos algunas plantas aromáticas<br />

ó aperitivas, con objeto de que los animales<br />

consuman toda la ración que se juzga<br />

necesaria para su nutrición, desarrollo ó engorde.<br />

Con razón cuidan los ganaderos, si se<br />

dedican al cebo de reses, que éstas coman con<br />

apetito, por ser una garantía de que podrán<br />

transformar en carne una masa considerable<br />

de alimentos. El apetito no debe confundirse<br />

con el hambre; ésta supone la necesidad ineludible<br />

de tomar alimentos para no enfermar<br />

ó perecer, y aquél supone placer y delectación<br />

en tomarlos.<br />

APICULTURA. — Cultivo ó cuidado de<br />

las abejas; los procedimientos que se emplean<br />

para criarlas, conservarlas, preservarlas de<br />

sus enemigos, y todo cuanto hace relación á<br />

su fomento y utilidad. (V. Abeja.)<br />

APIMPOLLARSE.—Echar pimpollos las<br />

plantas.<br />

APIO CApium graveolens, L.).— Del apio<br />

silvestre, correspondiente á la familia de las<br />

Umbelíferas, se han producido, en sentir de<br />

sabios botánicos, muchas especies comestibles<br />

de la huerta. Es planta indígena y bisanual,<br />

que produce una considerable cantidad de hojas<br />

radicales, dos veces aladas con impar, de<br />

12 á 14 centímetros de longitud, sostenidas<br />

por pecíolos de 17, 22 y hasta 29 centímetros,<br />

carnosos y acanalados. El tallo es grueso,<br />

asurcado, lampiño, hueco, ramoso en su parte<br />

superior, y guarnecido de hojas alternas,<br />

aladas, mucho más pequeñas que las radicales<br />

y con pecíolos muy cortos. Las flores son<br />

aparasoladas, con corolas blancas, y las simientes<br />

muy pequeñas, oblongas, un poco<br />

encorvadas, aromáticas y de color obscuro poco<br />

intenso. Un gramo de semilla contiene 350,<br />

y el litro pesa 420 gramos; su duración germinativa<br />

no pasa de tres años.<br />

Desarrollando el cultivo unas veces los pecíolos<br />

de las hojas , otras veces las raíces, ha<br />

determinado dos plantas muy diferentes, tanto<br />

por sus usos, como por las labores que cada<br />

una necesita. Por esta razón, y siguiendo á<br />

M. Vilmoriu, describiremos por separado el<br />

apio de pencas y el apio rábano.<br />

El apio de pencas, de que se han derivado<br />

variedades muy importantes, es el más antiguo<br />

de los que se conocen y el más generalmente<br />

cultivado.<br />

Apio lleno, blanco.—Planta vigorosa, de 40<br />

á 50 centímetros, de pencas carnosas, llenas,<br />

tiernas y verdes, que al ahilarse adquieren<br />

color blanco amarillento; hojas erizadas.<br />

Apio turco ó de Prusia.—Subvariedad de la<br />

precedente. Planta sumamente vigorosa, que<br />

alcanza de 50 á 60 centímetros de altura; pencas<br />

muy llenas, gruesas y largas, pero menos<br />

anchas relativamente que las del apio lleno<br />

común. Esta subvariedad tiende á desaparecer.<br />

Apio lleno, blanco, rizado.—Variedad muy<br />

diferente, de hojas abundantes y anchas; las<br />

hojuelas erizadas y onduladas, de un verde<br />

menos obscuro y más amarillento que las de<br />

las otras variedades; las pencas son bastante<br />

gruesas y completamente llenas; las hojas mismas,<br />

en vez de ser amargas como las de las<br />

otras variedades, ofrecen un sabor dulce, que<br />

permite emplearlas para ensalada. Esta variedad<br />

data del año de 1870, y parece que es<br />

un poco más sensible al frío que las variedades<br />

de hojas lisas.<br />

Apio lleno, blanco, corlo, temprano.—Variedad<br />

más rechoncha que la del apio lleno, blanco,<br />

ordinario; pencas anchas y muy llenas; hojas<br />

cortas. Esta variedad blanquea fácilmente<br />

por sus muchas hojas, que se sobreponen unas<br />

á otras. Se les puede aporcar sin atarlas para<br />

blanquearlas. Se cultiva mucho en los Estados<br />

Unidos una variedad que sólo se diferencia


API — 395 — API<br />

de ésta por ser un poco más elevada, y que<br />

tiene el defecto de arrojar renuevos constantemente.<br />

Apio lleno, blanco, corto, de pencas gruesas.—<br />

Subvariedad del apio lleno, blanco, corto, temprano;<br />

presenta las mismas ventajas que él,<br />

incluso la de no arrojar renuevos. Las pencas<br />

son extremadamente anchas, llenas y erizadas,<br />

lo que permite cultivarlas espesas. Es de<br />

todos los apios el de pencas más desarrolladas<br />

con relación á las dimensiones de sus hojas<br />

(figura 151).<br />

Entre las buenas variedades inglesas de<br />

apio blanco de pencas, cita M. Vilmorin las<br />

siguientes:<br />

Danesbury celery ou Veilch 's solid ivhite<br />

C, et Dickson's Mammoth wliite C.— Varié-<br />

Figura 151.—Apio lleno, blanco y corto,<br />

de pencas gruesas<br />

dades compactas, de pencas muy llenas, que<br />

presentan alguna analogía con el apio de pencas<br />

gruesas.<br />

Seymeur's minie.—Planta muy graude, que<br />

se aproxima un poco al apio turco.<br />

Apio violeta de Tours.—Planta vigorosa, de<br />

pencas muy anchas, de un verde teñido de<br />

violeta, muy llenas, tiernas y broncas; hojas<br />

casi salientes, anchas, verde obscuras. El apio<br />

lleno violeta es una variedad muy rústica y<br />

de excelente calidad. Los ingleses cultivan<br />

muchas variedades de apios con pencas rojas,<br />

y M. Vilmorin reseña las siguientes:<br />

Hood's dwarf red celeri.—Más enana que<br />

las demás variedades rojas, más llena y productiva.<br />

Major Clarke's solid red celeri.—Planta<br />

vigorosa, casi de la misma altura que el apio<br />

violeta de Tours, pero de follaje más frondoso<br />

y de verde más intenso.<br />

Manchester red celeri.—• Planta extremadamente<br />

vigorosa, de cerca de un metro de<br />

altura.<br />

Apio de cuchillo ó pequeño.—Variedad poco<br />

mejorada, que se aproxima al apio en estado<br />

silvestre. Planta rústica, de muchas hojas erizadas,<br />

peucas huecas, bastante finas, tiernas<br />

y broncas; renuevos abundantes. Se cultiva<br />

por sus hojas, que se empleau para potajes ó<br />

como condimento. Brota después de cortada.<br />

Apio rábano ó nabo.—En esta clasificación<br />

entran todas las variedades de apio que se<br />

cultivan para utilizar su raíz.<br />

Apio rábano ordinario.— Hojas más pequeñas<br />

que las de los apios llenos, con pecíolos<br />

teñidos de. rojo, ó al menos bronceados, y<br />

siempre huecos y de sabor amargo. Raíz que<br />

Figura 152.—Apio tuberoso de hojas menudas<br />

forma una especie de bola redondeada ó cónica<br />

en la parte superior, y que se divide por<br />

debajo en muchas ramificaciones más ó menos<br />

carnosas y entrelazadas las unas con las otras.<br />

El peso de esta protuberancia, desembarazada<br />

de hojas y raíces, se eleva por término medio<br />

de 200 á 300 gramos, aunque se han obtenido<br />

mucho mayores.<br />

Apio rábano grueso, liso, de París. — Raíz<br />

generalmente más ancha que alta, y un poco<br />

irregular; hojas numerosas.<br />

Apio rábano de Esfurt.—Variedad más pequeña<br />

que la precedente y más temprana;<br />

raíz bien formada, regulai'mente redondeada<br />

y de cuello fino.<br />

Apio rábano apomado, de pequeñas hojas.—<br />

Subvariedad de la de Erfurt, de follaje ligero,<br />

con pecíolos largos y violáceos; raíz muy regular,<br />

redondeada, desprovista de raicillas en<br />

su mitad superior.<br />

Existe un apio rábano extraordinariamente<br />

pequeño, con hojas de 10 á 12 centímetros<br />

solamente de longitud, y cuya raíz no pasa


API — 396 — API<br />

del tamaño de una nuez. Es más curioso que<br />

útil; se llama Celeri raba de Erfurt Tom<br />

Thumb.<br />

Apio tuberoso.— Recientemente ha puesto<br />

á la venta la casa Vihnorin de París una nueva<br />

variedad de apio tuberoso, de raíz mejor<br />

conformada, más globosa, más pequeña, fina<br />

y temprana, y con hoja muy menuda (figura<br />

152).<br />

CULTIVO DEL APIO DE PENCAS.—Son las variedades<br />

de apio que más se cultivan.<br />

Clima, suelo y abonos.—Aunque da mejores<br />

productos en los climas meridionales y<br />

templados, se cultiva en todos, y apetece una<br />

buena tierra, rica, dócil, bien estercolada, y<br />

más bien fresca ó húmeda que seca.<br />

Siembra.—En la región central de España<br />

son las más á propósito las siembras de Marzo,<br />

aunque se forman algunos semilleros tempranos<br />

por Febrero y antes en los climas meridionales,<br />

y otros tardíos en Abril. Pero dan<br />

medianos resultados las siembras anticipadas,<br />

porque se espigan y suben á simiente muchas<br />

plantas, efecto de los fuertes 3' prematuros<br />

calores que se pronuncian en el Centro y Mediodía<br />

de España. En las inmediaciones de<br />

Madrid se siembra el apio desde mediados de<br />

Marzo hasta principios de Abril, no haciéndose<br />

por lo regular más dé una sola siembra<br />

clara, y cubierta la semilla con una tanda de<br />

mantillo de un centímetro de espesor, y se<br />

saca la planta de estos semilleros para los<br />

plantíos tempranos y tardíos, escogiendo<br />

siempre la más adelantada. Es oportuno hacer<br />

las siembras tempranas en albitanas, camas ó<br />

abrigos naturales, practicándose las demás en<br />

eras ordinarias, de tierra suelta si se puede.<br />

Los principales cuidados de los semilleros<br />

consisten en distribuir los riegos sin escasez,<br />

pero sin enaguachar el terreno por exceso. Se<br />

darán los primeros riegos con regadera á<br />

mano, y no principiarán los de pie hasta que<br />

las plantas estén suficientemente fuertes.<br />

Conviene preservar los semilleros de los<br />

hielos y soles demasiado intensos cuando empiezan<br />

á nacer las plantas, teniendo prevenidos<br />

setos, esteras ú otra clase de cubiertas<br />

para cuando se necesiten. En Aranjuez permanecen<br />

los apios en los semilleros hasta Julio,<br />

que se transponen las plantas de asiento;<br />

pero la práctica más común es transplantarlas<br />

en eras criaderos, para irlas sacando cuando se<br />

hallan en buen estado y conviene.<br />

Plantación.— Tendrá lugar el transplante<br />

de los apios desde los semilleros desde el 20 de<br />

Junio hasta Julio, pues en los plantíos que se<br />

hacen después se crían regularmente más endebles<br />

las plantas. Sin embargo, conviene<br />

plantar algunas eras de apio cada quince días<br />

durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre,<br />

para prolongar el disfrute de esta<br />

ensalada.<br />

Se dispone de dos modos el terreno para<br />

estos plantíos: en eras ó en zanjilla. Se prefiere<br />

el primer método cavando á pala de azadón<br />

eras de 2 á 3 metros de anchura. Después<br />

de allanarlas bien, se abona el terreno con<br />

mantillo ó basura repodrida, que se mezcla<br />

con la tierra para aligerarla. La situación de<br />

las eras debe ser ventilada 3' sin sombra. Se<br />

trazarán alternativamente líneas distantes 30<br />

centímetros unas de otras, señalando los golpes<br />

á la misma distancia en las líneas, j- se<br />

abrirán hoyos con el plantador en los puntos<br />

correspondientes; I103-0S proporcionales al tamaño<br />

de la planta.<br />

Se sacarán las plantitas del semillero con<br />

una paleta, cuidando de no estropear la raíz<br />

y que salga entero el cepelloncito si es posible,<br />

y nunca á tirón ó repelón, porque así tardan<br />

más en prender. Una vez arrancadas, se les<br />

cortará con navaja todas las raíces magulladas,<br />

heridas ó estropeadas al sacarlas, chapodando<br />

igualmente todas las hojas laterales<br />

que se apartan mucho de la perpendicular,<br />

pero sin mutilar inconsideradamente las superiores<br />

ni suprimir más que lo indispensable<br />

de las raíces hasta donde ha3'a alcanzado el<br />

daño. Al concluir la plantación se regarán las<br />

eras para sentar mejor la tierra y que las raíces<br />

disfruten de humedad y frescura para su<br />

más pronto desarrollo, repitiendo los riegos<br />

al principio un día sí 3' otro no, y dejando de<br />

hacerlo con tanta frecuencia en adelante.<br />

Cultivo.—Se reduce á entrecavas y escardas<br />

á medida que se muestran hierbas extrañas, 3'<br />

á regar oportunamente, pues el apio es planta<br />

que necesita mucha agua.<br />

Se practica la plantación transponiendo dos<br />

plantas á cada golpe, á distancia de 5 ó 6 centímetros<br />

entre sí, para arrancar á últimos de<br />

Septiembre aquellas que tiendan á espigar.<br />

Se humedecerá el terreno para proceder al<br />

arranque.<br />

En los países fríos y tierras ligeras se planta<br />

con preferencia en zanjillas; sistema que<br />

no puede seguirse eu las comarcas bochornosas<br />

y poco ventiladas. Se abren las zanjas á 30<br />

centímetros de profundidad, y de 30 á 35 de<br />

anchura, dejando entre zanja y zanja espacios<br />

de 85 á 110 centímetros sin plantar. Se desparrama<br />

por igual la tierra que se saca de<br />

estas zanjas, para rellenarlas á su debido<br />

tiempo al hacer la plantación. Se cava el fondo<br />

á pala de azadón, y se allana la superficie,<br />

después de haber abonado y revuelto la tierra<br />

como para la plantación en eras. Se trazarán<br />

las líneas á 30 centímetros, y los golpes á igual<br />

distancia.<br />

Aporcar.—Algunos días antes de aporcar<br />

los apios se dará al terreno un abundante riego<br />

de pie, pero dejándolos unos días sin atar,<br />

á fin de que las hojas se vayan desembarazando<br />

del exceso de humedad que percibieron<br />

con el riego. Se atará cada apio con tres ligaduras,<br />

distribuidas en toda su longitud, no<br />

llegando la primera aporcadura más arriba de<br />

la primera ligadura. Esta operación suele tener<br />

lugar desde mediados de Octubre en adelante.<br />

Su objeto es blanquear los tallos 3' pencas<br />

de los apios, curarlos y hacerles perder la<br />

tenacidad de sus fibras, pues dejándolos ex-


API — 397 — API<br />

puestos á las intemperies no se lograría nunca<br />

que perdiesen el color verde, el sabor acre y<br />

amargo, y su fuerte olor.<br />

Para proceder á aporcar estará enjuta la<br />

tierra, desterronada y suelta, y se irá arrimando<br />

con conocimiento de uno y otro lado<br />

de las líneas, dejando sin enterrar la parte<br />

superior, y evitando que penetre tierra en el<br />

interior del cogollo.<br />

Quince días después de la primera aporcadura<br />

se hará la segunda, enterrando el apio<br />

hasta la ligadura superior. Se elegirán días<br />

serenos, y se procurará no sentar con violencia<br />

la tierra contra los apios para no agobiarlos<br />

con el peso, ni magullar ni destruir los tallos<br />

y hojas, porque se pudren y pierden con estas<br />

lesiones.<br />

En las primeras aporcaduras se dejarán<br />

fuera de tierra unos 20 centímetros de las hojas<br />

superiores para facilitar su incremento y<br />

desarrollo, pero se cubrirán hasta muy cerca<br />

del cogollo al aproximarse la época de estar<br />

en sazón para el consumo, principalmente si<br />

hostigan los fríos. Si apurasen los hielos, se taparán<br />

con basura las plantas y sus cogollos,<br />

porque si se hiela la parte descubierta se comunica<br />

también el daño á los tallos.<br />

En los jardines de Aranjuez se suelen atar<br />

los apios de una vez con enea ó espadaña,<br />

envolviendo bien en toda su longitud los tallos<br />

y las hojas. En las huertas de las inmediaciones<br />

de Madrid se atan también los apios de<br />

una vez con una hoja del mismo apio que envuelve<br />

á las restantes, por cuyo método pronto<br />

y económico queda la planta holgada y en<br />

buena disposición. Los apios preparados de<br />

este modo necesitan dos meses ó algo más para<br />

curarse perfectamente, y se conservan sin podrirse<br />

tres semanas ó un mes después de blanqueados.<br />

Los apios se dan con tanta más anticipación<br />

cuanto más pronto se atan; los que se aporcan<br />

tarde resultan con pencas huecas, de fibra<br />

dura y de mal gusto. Por esta razón deben<br />

atarse las plantas de apio antes que empiecen<br />

los grandes fríos del invierno. Desde Diciembre<br />

en adelante han de escogerse días<br />

serenos y templados para aporcar, á fin de<br />

que la tierra ni esté helada ni demasiado húmeda.<br />

Recolección de los apios.—Se sacan de la<br />

tierra los apios en cuanto están curados, blancos<br />

y tiernos. También pueden sacarse de<br />

tierra antes de estar curados del todo, para<br />

conservarlos en arena ó tierra suelta y seca,<br />

en algún sótano, cueva ó habitación abrigada,<br />

siempre que no quede el apio enteramente<br />

cubierto, pues debe salir fuera el cogollo.<br />

Recolección de la semilla.—Se dejarán para<br />

semilla los mejores pies, descubriéndolos y<br />

desatándolos á principios de Marzo ó Abril,<br />

según el clima, y limpiándolos de toda hoja<br />

podrida ó dañada. Luego que brotan nuevos<br />

tallos después de la monda, empezarán los<br />

riegos, que deben continuar en tiempos secos,<br />

hasta que maduran las semillas. Se recogerán<br />

éstas en las madrugadas de Julio y Agosto,<br />

conservándolas después en botijas. Cada especie<br />

de apio debe cultivarse por separado para<br />

semilla.<br />

Enemigos del apio.—No se conoce ninguno<br />

que ataque especialmente á esta planta.<br />

Rendimiento líquido en la huerta de Orihuela.—El<br />

producto medio de una hectárea<br />

plantada de apio en Orihuela se eleva á 460<br />

pesetas próximamente, ó 0,55 pesetas por<br />

tahulla.<br />

Usos Y APLICACIONES.—Es una planta aromática<br />

interesante, cuyas pencas y hojas se<br />

comen en ensalada, constituyendo una de las<br />

hortalizas más estimadas en España, aunque<br />

hay quien la rechaza por su olor á chinches<br />

cuando no está bien curada. Se cuecen también<br />

las pencas y raíces con diferentes viandas,<br />

y se emplean las pencas y hojas para<br />

aromatizar el cocido. Aunque fortalece el estómago<br />

y a}'uda á la digestión, es pernicioso<br />

para las personas de avanzada edad y de estómago<br />

delicado, así como para las que padecen<br />

enfermedades que atacan el sistema nervioso.<br />

Se cuenta entre los antiescorbúticos, y<br />

se usan sus semillas como carminativas,}' como<br />

diuréticas y aperitivas las raíces, después de<br />

secas.<br />

Cultivo del apio rábano.—Esta clase de<br />

apios constituye una excelente hortaliza, cuya<br />

introducción, reciente todavía, no se ha generalizado<br />

bastante; se conservan perfectamente<br />

, y pueden llegar á ser un gran recurso<br />

en el invierno.<br />

El cultivo se dirige al desarrollo de la raíz,<br />

y no al de los pecíolos y hojas, que quedan<br />

huecos, de mediano tamaño y sabor amargo,<br />

que los hace impropios para el consumo.<br />

Se cultiva casi del mismo modo que el apio<br />

de pencas, exigiendo, como él, una buena tierra,<br />

fresca, rica, muy mullida y mejor estercolada.<br />

Se siembran ordinariamente en el mes<br />

de Marzo en semillero, y se transponen de<br />

asiento las plantitas en Mayo. Hasta el mes<br />

de Octubre en que ya están en buena disposición<br />

para-recolectarse, no exigen otros cuidados<br />

que riegos abundantes y frecuentes entrecavas.<br />

Los hortelanos de las inmediaciones de<br />

París acostumbran cortar con la pala, durante<br />

el curso de la vegetación, las raíces que se<br />

desarrollan alrededor del pie del apio rábano,<br />

creyendo que así aumenta el volumen de la<br />

raíz principal.<br />

D. Navarro Soler. .<br />

APIOS.—El apios (apio tuberoso ó glicina<br />

tuberosa) es una planta vivaz, originaria de<br />

la América septentrional, y de la familia de las<br />

Papilonáceas, que ha sido recomendada por<br />

la virtud de sus flores, y que puede figurar<br />

muy bien en la categoría de hortaliza.<br />

Según M. Vilmorin, sus raíces, que pueden<br />

alcanzar el tamaño de un puño en su parte<br />

tuberculosa, son feculentas y de gusto agradable<br />

cuando se les cuece en agua como las<br />

patatas. Se ha propuesto el apios para sustituir<br />

á éstas, pero ofrece los inconvenientes de


API — 398 — APL<br />

ser esquilmador, exigir ramas para sostenerse,<br />

y desarrollarse sus raíces con lentitud (figura<br />

153). • -<br />

Convienen al apios todos los terrenos ligeros,<br />

pudiendo hacer uso de esta planta por su<br />

hermoso follaje y flores en racimo para vestir<br />

toneles, cunetas y enverjados. Sus semillas no<br />

maduran en el clima de París, por lo que hay<br />

que multiplicarlo en primavera con los tubérculos.<br />

En fin de Julio ó en Agosto presenta<br />

racimos muy poblados de flores color de<br />

púrpura y encarnado, y olor delicioso. Cada<br />

Figura 153.—Apio tuberoso vivaz<br />

dos ó tres años se sacan las tuberosidades, á<br />

fin de reponer las plantaciones, aprovechando<br />

esta ocasión para distraer algunas y consumirlas.<br />

Exige muy pocos cuidados, y éstos se reducen<br />

á humedecer ligeramente el terreno en<br />

tiempo seco,, á escardar y entrecavarlas plantas<br />

, y ponerles tutores cuando no se destinan<br />

sus tallos volubles á cubrir enverjados y muros.<br />

Los tallos alcanzan una altura que varía<br />

de 2 á 4 metros. Se plantan ordinariamente<br />

los tubérculos á 30 centímetros de distancia.<br />

Aunque el apios puede prestar servicios<br />

muy reducidos como hortaliza, porque sus<br />

tubérculos necesitan dos ó tres años para desarrollarse,<br />

debemos llamar la atención acerca<br />

de esta planta, supuesto que su fruto es comestible<br />

y delicado.<br />

D. N. S.<br />

APIS.—Arbusto de las Islas Filipinas, que<br />

corresponde á la especie Satis hermafrodiia,<br />

P. Blanco, de la familia de las Salsoláceas.<br />

DESCRIPCIÓN.— Tronco lampiño; hojas articuladas,<br />

en número de dos, y rara vez tres,<br />

enteras y lampiñas. Flores axilares, en espata<br />

monofila de figura de capucha, colocadas en<br />

gran número en un receptáculo común globoso,<br />

con piececito; baya superior con ángulos<br />

y tres semillas larguitas. Florece en Diciembre.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Este arbusto,,<br />

que se encuentra en Bauang y otras localidades<br />

, se extiende bastante, echándose sobre los<br />

árboles. Usan de él los naturales para atar,<br />

porque es tan fuerte como el bejuco.<br />

APISONAR.—Apretar, oprimir, aplanar<br />

ó igualar con pisón ó con el rodillo las calles<br />

de un jardín recién enarenadas, ó las tierras<br />

que están muy esponjosas, con perjuicio de las<br />

plantas sembradas en ellas.<br />

APITON.—Árbol de los montes de las Islas<br />

Filipinas, que corresponde á la especie Dipterocarpas<br />

Griffithii, Miq., de la familia de las<br />

Dipterocárpeas. (V. Dipterocarpus.)<br />

APITONAR. — Comenzar á descubrirse,<br />

salir ó apuntar los pitones en los animales<br />

cornudos ó dotados de cornamenta.<br />

APLANADERA. — Instrumento que se<br />

emplea con mucha frecuencia en los jardinespara<br />

aplanar ó apisonar sus calles, ora estén<br />

formadas con guijo y arena, ora se hallen empedradas.<br />

El sencillo aparato se compone de<br />

un cilindro de madera de medio metro de<br />

longitud y 20 ó 25 centímetros de diámetro, y<br />

de un astil en la parte central, prolongación<br />

del eje ideal del cilindro, cuya longitud ha de<br />

ser tal que se pueda golpear el suelo sin necesidad<br />

de que doble el cuerpo la persona que<br />

le maneje. Para que la madera no se abra con<br />

los golpes se ajustan abrazaderas circulares<br />

de hierro á los dos extremos del cilindro.<br />

APLOMO.—Voz que se emplea para indicar<br />

que un objeto se halla colocado en equilibrio<br />

estable y bien afirmado sobre la base en<br />

que descansa. Dícese de los animales que están<br />

aplomados, cuando sostienen el cuerpo<br />

sobre sus cuatro extremidades, perfectamente<br />

equilibrado. El aplomo depende de la conformación<br />

de las extremidades, siendo perfecto<br />

cuando éstas son regulares y defectuoso cuando<br />

los miembros no están bien constituidos.<br />

Tratándose del caballo, respecto del cual se<br />

usa con frecuencia el término aplomo, es necesario<br />

que el peso del cuerpo del animal se<br />

halle regularmente repartido y gravitando<br />

por igual sobre las cuatro extremidades, de<br />

manera que los cascos se apoyen en el terreno<br />

por toda su circunferencia..<br />

Para que los aplomos sean perfectos, es necesario<br />

que las extremidades estén bien conformadas,<br />

y que el peso ó masa representada<br />

por el cuerpo ó tronco gravite por igual sobre<br />

los miembros de un modo rigorosamente<br />

exacto, en cuyo caso el animal presenta el<br />

equilibrio estable, y está, si pudiéramos emplear<br />

esta frase, cuadrado á su frente. Los<br />

aplomos pueden ser normales ó anormales,<br />

exactos ó viciosos, como veremos muy pron-


APL — 399 — APL<br />

to. Para examinar los aplomos de un solípedo<br />

es necesario, ante todo, colocarle perfectamente<br />

, esto es, en un plano superficial, en<br />

un terreno completamente igual, llano y donde<br />

el animal se sostenga igualmente; para que<br />

así suceda, el suelo deberá ser duro, ya esté<br />

ó no empedrado. Hecho esto, se procede al<br />

examen del animal, cuya belleza de aplomos<br />

deberá satisfacer las indicaciones siguientes,<br />

ya la observación se verifique de costado ó<br />

lado, ya de frente, ya por detrás: visto el<br />

animal de costado, y tirando una línea vertical<br />

desde el codo ó punta de la espalda, deberá<br />

terminar recta en la parte posterior del<br />

casco ó talón (figura 154); tirando otra verti-<br />

Figura 15i<br />

Aplomo normal<br />

cal del tercio superior y posterior externos<br />

del antebrazo, dividiendo igualmente la rodilla<br />

, caña y menudillo, terminará en el suelo<br />

á cierta distancia de los talones (figura 155);<br />

tirando , en fin, una vertical de frente, en la<br />

región en que el antebrazo empieza á disminuir<br />

ó adelgazar , deberá dividir todo el resto<br />

de la extremidad en dos partes, hasta terminar<br />

en el suelo (figura 156). Observado el<br />

animal por la parte posterior, y tirando otra<br />

vertical, la punta de la nalga deberá dividir<br />

exactamente el corvejón en dos partes iguales,<br />

como también la caña, menudillo y casco<br />

, correspondiendo rigorosamente á la bifurcación<br />

de la ranilla (figura 157); si se tira<br />

otra vertical á partir de la parte anterior y<br />

superior de la nalga, tocando en la punta del<br />

corvejón y cara posterior de la extremidad,<br />

quedando un poco delante, el aplomo será<br />

normal. Pero en el momento en que la normalidad<br />

de estas verticales varía, los aplomos<br />

son defectuosos. Los defectos de los aplomos<br />

pueden ser congénitos y adquiridos; se llaman<br />

congénitos cuando la mala dirección de los<br />

remos es de nacimiento, cuando el animal nace<br />

defectuosamente conformado; y adquiridos,<br />

cuando son debidos á causas varias, que desfiguran<br />

los remos del animal; tales son, entre<br />

otras, el abuso de las fuerzas de los solípedos<br />

en edad temprana y cuando los huesos no se<br />

han consolidado debidamente, el exceso de<br />

trabajo, la mala práctica de herrar, las reacciones<br />

desagradables sobre terrenos duros muy<br />

repetidas, etc. Así, pues, cuando la línea que<br />

se tira desde la punta del encuentro hasta el<br />

suelo deja la lumbre ó parte anterior del casco<br />

muy atrás (figura 158), se dice que el ani-<br />

Figura 155.—Aplomo normal Figura<br />

150.—Aplomo normal<br />

mal es remetido de brazos ó está sobre sí; puede<br />

también suceder que la vertical termine,<br />

quedando la lumbre delante de aquélla (figura<br />

159). En ambos casos la irregularidad es<br />

visible y perjudica notablemente al animal: en<br />

el primero, el bípedo anterior se inclina hacia<br />

adelante, los tendones y los ligamentos trabajan<br />

doble ó triplemente, alza poco la extremidad,<br />

es terrero, como vulgarmente se dice,<br />

tropieza con facilidad y suele caer; no sirve<br />

para la silla, y se le utiliza en el tiro, procurando<br />

no fatigarle con trabajo rápido, y empleándole<br />

en tracciones para las que baste<br />

una marcha lenta. En el segundo, el peso carga<br />

más sobre los talones, el animal se escurre<br />

con facilidad al subir pendientes algo pronunciadas<br />

, trabaja más el bípedo posterior sobre<br />

todos los corvejones, que soportan más peso<br />

que el debido, que elevan el cuerpo y materialmente<br />

le lanzan hacia la parte superior,<br />

pero que en la proyección, ó en el empuje<br />

hacia adelante, no hacen gran cosa, originan-


APL — 400 — APL<br />

do este defecto cierta lentitud en las marchas,<br />

que no verifica el caballo á grandes distancias<br />

sin cansarse extraordinariamente. Opuesto<br />

defecto se encuentra en ambos bípedos,<br />

Figura 157.—Aplomo normal<br />

Figura 160.—Plantado de delante<br />

anterior y posterior, y recibe los nombres de<br />

plantado de delante ó corvejones acodados, ó<br />

plantado de atrás cuando los corvejones se dirigen<br />

á la parte posterior; defectos significados<br />

en las figuras 160 y 161.<br />

Los caballos que tienen los defectos expre-<br />

sados separan la extremidad del centro de<br />

gravedad: el casco del miembro anterior se<br />

presenta más allá, en la línea de aplomo en el<br />

plantado de delante; la mitad del miembro<br />

Figura 161.—Plantado de atrás<br />

posterior, sobrepasa hacia atrás la vertical<br />

que recorre el corvejón y la caña, en el plantado<br />

de atrás; en ambos defectos, el bípedo se<br />

aparta de la línea de aplomo, separándose del<br />

centro de gravedad; los solípedos que los presentan<br />

se fatigan pronto; el peso del cuerpo


APL — 401 — APL<br />

ge reparte desigualmente; el bípedo normal, el<br />

bípedo no desituado, sufre el peso del bípedo<br />

que no puede reaccionar libre 7 normalmente,<br />

del bípedo mal conformado, y generalmente<br />

son más bien adquiridos que congénitos.<br />

Visto de perfil el miembro anterior, puede<br />

presentar otras irregularidades, desviaciones<br />

verdaderas de la vertical ó línea de aplomo,<br />

que siempre afectan á la rodilla, que aparece<br />

detrás ó delante de la normal vertical; si sucede<br />

lo primero (figura 162), se llama arqueado,<br />

bracicorto ó corvo al animal; si ocurre lo<br />

segundo, se le califica de Irascorvo (figura<br />

163) ó rodillas de carnero. El arqueado<br />

procede generalmente de un exceso de traba-<br />

1<br />

jo, y semejante defecto está acompañado de<br />

una alteración más ó menos profunda de los<br />

radios inferiores de la extremidad; pero si el<br />

bracicorto se observa en los caballos de carrera<br />

como congénito, entonces los músculos no<br />

se violentan, trabajan poco, las marchas son<br />

rápidas, la belleza de las formas no desaparece,<br />

los radios de la extremidad, á partir de la<br />

rodilla, se presentan normales, el defecto desaparece<br />

en la marcha y más aún en la rapidez<br />

de la carrera, y únicamente se hace perceptible<br />

cuando el animal permanece en reposo.<br />

Otro defecto hay, conocido con el nombre de<br />

largo de cuartillas, vencido de cuartillas, en el<br />

que la línea de aplomo cae muy detrás de los<br />

talones (figura 164), y entonces el radio huesoso<br />

abruma á los tendones que le rodean con<br />

un exceso de peso que pronto determina desórdenes<br />

graves, inicia una debilidad lenta y<br />

presenta varios grados en su aparición; influye<br />

este defecto en lo cadencioso y dulce de los<br />

movimientos cuando el animal marcha, pero<br />

en cambio impide la continuidad agitada de<br />

aquéllos, y el caballo se cansa pronto y rinde<br />

ala fatiga. La figura 165 nos demuestra lo que<br />

Día—II.<br />

es el defecto llamado corto de cuartillas ó estacado,<br />

debido á la verticalidad de las cuartillas,<br />

merced á cuyo defecto los radios huesosos<br />

cargan con la mayor parte del peso, que<br />

contribuye á que sean duras las reacciones,<br />

bastos y pesados los aires y marchas, y á que<br />

el animal se arruine pronto, inhabilitándose<br />

para todo servicio. En cambio, el cerrado de<br />

pechos (figura 166) consiste en la aproximación<br />

de los miembros anteriores, defecto no<br />

menos conocido y perjudicial al caballo. Este<br />

defecto significa, fisiológicamente, que el animal<br />

en quien se observa tiene un pecho poco<br />

desarrollado; además desitúa el centro de gravedad<br />

y disminuye la base de sustentación;<br />

Figura 162.—Corvo Figura 163.—Trascorvo Figura 1(51<br />

Largo ó vencido de cuartillas<br />

hace que el caballo se roce, y no pocas veces<br />

le obliga á marchar como si cojeara, á tropezar<br />

y á caer. El izquierdo (figura 167), muy<br />

ancho de delante, consiste en la separación de<br />

los miembros lateralmente, fuera de la vertical<br />

normal que debieran seguir; este defecto<br />

hace que las marchas sean pesadas, y que<br />

cuando el animal camina parezca se balancea.<br />

Si la lumbre cae hacia fuera, entonces el caballo<br />

es estrecho de pechos é izquierdo (figura<br />

168), llamándose zambo el defecto contrario<br />

á éste. El izquierdo y cerrado de pechos<br />

obliga al animal á levantar las manos de cierto<br />

modo, dirigiendo las lumbres con una inclinación<br />

especial afuera, saliéndose el pie del centro<br />

de gravedad; el peso del cuerpo cae sobre<br />

la parte interna de la superficie plantar, y<br />

como los movimientos se efectúan con desigual<br />

resistencia del casco, existe cierta debilidad<br />

en el punto de apoyo, pierde mucho la<br />

marcha de su gracia, viveza y desembarazo,<br />

el paso se acorta y el animal se roza, tropezando<br />

un miembro frecuentemente con otro hasta<br />

herirle. Los inconvenientes del zambo, idénticos<br />

en los resultados, son debidos á causa<br />

26


APL 402 APL<br />

inversa; las extremidades se aproximan á partir<br />

de las rodillas, y las lumbres de los cascos<br />

miran casi frente á frente; el animal tropieza<br />

otras veces son debidos á la construcción viciosa<br />

de los remos anteriores ó torácicos, que<br />

aparecen muy próximos ya desde la región<br />

Figura 163.—Estacado Figura 166.—Cerrado de pechos Figura 167.—Izquierdo<br />

y se hiere, marcha con pesadez, llega á desherrarse<br />

en ocasiones, tropieza, y como el peso<br />

gravita sobre los hombros y cerca ya de las<br />

Figura 168<br />

Estrecho de pechos é izquierdo<br />

lumbres, las marchas son también irregulares,<br />

y notable la debilidad de los remos en su parte<br />

inferior y laterales. Generalmente ambos<br />

defectos, el estrecho de pechos é izquierdo y<br />

el zambo, dependen de la viciosa dirección de<br />

los radios inferiores, á partir de las rodillas;<br />

de los pechos. Otro defecto es el combado, orqueado<br />

ó estevado (figura 169), debido á cierta<br />

rigidez que dan ó presentan los remos to-<br />

1 igura 169.—Estovado Figura 170.—Hueco de piernas<br />

rácicos, en cuyo caso la vertical se desvía<br />

desde la rodilla hasta terminar cerca de las<br />

lumbres, aproximándose ambas extremidades<br />

desde la parte inferior de la rodilla. Este defecto<br />

neutraliza la acción de las fuerzas, por<br />

la desigual gravitación del peso del tronco so-


APL — 403 — APN<br />

bre los miembros, y violenta álos ligamentos<br />

articulares; á esta mala conformación se la<br />

conoce con el nombre de rodillas boyunas; los<br />

animales que son estevados no pueden utilizarse<br />

eu todos los servicios que la carrera<br />

impone á los solípedos; los estevados marchan<br />

bien al paso, y no se resienten gran cosa si se<br />

los destina ai tiro pesado, en el que la lentitud<br />

de los esfuerzos de tracción no exige la flexibilidad<br />

de los remos y la verticalidad exacta<br />

que dan los aplomos en los caballos de silla.<br />

Los miembros abdominales ó posteriores<br />

pueden ser y son muchas veces defectuosos,<br />

por la mala dirección de los radios; así, cuando<br />

los corvejones casi se tocan y la vertical parte<br />

de la punta del corvejón para terminar en<br />

el terreno, separada completamente de los<br />

cascos á igual distancia, formando un triángulo<br />

agudo que presenta el vértice en la punta<br />

del corvejón, siendo sus lados el mismo<br />

corvejón y la vertical, y la base el terreno<br />

comprendido entre la expresada vertical y el<br />

casco, que se dirige hacia fuera, á la izquierda,<br />

en ambas extremidades, se llama al animal<br />

así conformado zancajoso. Por el contrario,<br />

cuando los corvejones aparecen muy separados,<br />

} r la vertical, en vez de presentarse entre<br />

ambas extremidades, como eu el zancajoso<br />

sucede, se observa fuera, dando los miembros<br />

la figura de un paréntesis por su aspecto muy<br />

izquierdo, hasta el extremo de que las lumbres<br />

casi se miran (figura 170), se dice que el<br />

animal es hueco de piernas; ambos defectos<br />

afean al caballo y dificultan los movimientos,<br />

por la sencilla razón de la desituación del centro<br />

de gravedad. Todos los defectos de conformación<br />

expresados, de los que con gran<br />

pericia é inteligencia se ocupan, entre otros<br />

autores, el práctico y minucioso M. Lecoq, y<br />

el estudioso y diligente M. Gayot, dependen,<br />

como ya hemos dicho, de multitud de causas,<br />

las más de ellas accidentales. Generalmente<br />

el descuido en el cumplimiento de<br />

los preceptos higiénicos es el origen de casi<br />

todas las conformaciones viciosas de los remos.<br />

La falta de alimentos nutritivos; las malas<br />

caballerizas; la desigualdad del piso; lo<br />

duro y escabroso de éste; la carencia de luz y<br />

de ventilación; el excesivo trabajo, que siempre<br />

debe estar en relación con la edad, temperamento,<br />

idiosincrasia, constitución y sexo<br />

de los animales; los malos tratos de los encargados<br />

de cuidarlos; el descuido en el herrado,<br />

acomodando el pie á la herradura en vez de<br />

acomodar la herradura al casco; la viciosa posición<br />

que al colocar los cascos en el terreno<br />

toman los solípedos, no corregida á tiempo, y<br />

otras causas, contribuyen á la pérdida de los<br />

aplomos y la determinación de la debilidad de<br />

los remos.<br />

La corrección de muchos de esos defectos<br />

es sencilla; consiste en el cuidado y esmerado<br />

trato que deben emplearse con los animales<br />

domésticos, siquiera, ya que no bajo el punto<br />

de vista benéfico, por el egoísmo de la conservación<br />

de los seres organizados, que tan<br />

buenos oficios prestan al hombre y tanto le<br />

ayudan en los diferentes usos de la vida. Además<br />

de la observancia y rigorosa práctica de<br />

los higiénicos preceptos, acostúmbrase también<br />

en ocasiones dejar á los animales solípedos<br />

en uu soto ó dehesa, en el campo, en fin,<br />

á su libertad, en cuyo caso la nutrición, el<br />

descanso y la naturaleza corrigen los defectos<br />

de los aplomos, debidos á la incuria ó<br />

desaciertos del hombre, en el trato de los seres<br />

organizados. ~Sa se olviden los propietarios<br />

de animales, que éstos son máquinas vivas<br />

que, á semejanza de las inertes, se gastan, se<br />

oxidan, se inutilizan tanto más pronto cuanto<br />

menos se las cuida y se las conserva. Los solípedos,<br />

caballo, muía y asno, se aplican á la<br />

agricultura, á la industria, se utilizan en el<br />

ejército por las fuerzas que desarrollan, ya los<br />

trabajos de que la equitación se ocupa, ya los<br />

de carga, tracción y arrastre. Movimientos de<br />

impulsión y de propulsión, marchas, ejercicios<br />

gimnásticos, y hasta los de recreo en los<br />

circos ecuestres, reclaman como condición<br />

indispensable, perfecto desarrollo del aparato<br />

locomotor de los solípedos y rigorismo en la<br />

determinación de los aplomos. Si éstos son<br />

imperfectos, si aparecen pervertidos ó anulados,<br />

los animales inútiles para todo trabajo<br />

activo ó para determinados movimientos, desmerecen<br />

, se desprecian y convierten en una<br />

carga insoportable, en seres que consumen y<br />

no producen, en máquinas descompuestas é<br />

inservibles.<br />

M. Frieto y Prieto.<br />

APLOSPÓREAS (Botánica) . — Género<br />

de algas que comprende todas aquellas cuyos<br />

cuerpos reproductores ó esporos son simples<br />

y están aislados. El término aplospóreas es<br />

opuesto al de chorislospóreas, que se aplica á<br />

todas las algas cuyos esporos se hallan reunidos<br />

de cuatro en cuatro, dentro de una envoltura<br />

común. Las aplospóreas se reconocen generalmente<br />

por su color, que es verde cuando<br />

se hallan sumergidas y vivas, y que palidece<br />

y se vuelve blanco cuando son extraídas del<br />

agua. Algunos autores proponen que se escriba<br />

haplospóreas.<br />

APNEA.—Se dice de la respiración que<br />

después de realizarse á costa de grandes esfuerzos<br />

de inspiración, se detiene ó se suspende<br />

durante algún tiempo. La apnea se observa<br />

principalmente durante los ataques de epilepsia.<br />

Finalmente, la apnea toma el nombre de<br />

asfixia, de que hablaremos extensamente, y<br />

de unematosia, cuando la respiración se cumple<br />

con la mayor dificultad, permanece á veces<br />

como suspendida y acaba por no efectuarse.<br />

La asfixia precede inmediatamente á la<br />

muerte, de la cual es causa. Los animales<br />

hacen grandes esfuerzos para respirar, dilatan<br />

las ventanas de la nariz, pero muy luego las<br />

mucosas visibles se vuelven de color rojo negruzco<br />

y lívidas, la respiración se acelera y<br />

se agitan los costados, es decir, que se elevan<br />

y descienden tumultuosamente. A veces los<br />

animales producen un ronquido sibilante que


APO — 404 — APO<br />

se oye á gran distancia, sienten gran ansiedad,<br />

caen en tierra, se agitan, hacen esfuerzos por<br />

levantarse, y cuantas veces lo consiguen vuelven<br />

á caer, hasta que por fin mueren.<br />

APOCÍNEAS.— Familia natural de la décima<br />

clase de las dicotiledóneas monopétalas,<br />

de corola hypogynea, teniendo semejanza con<br />

las gencianáceas, las rubiáceas y las sapotiliáceas.<br />

Los géneros que componen las apotincas<br />

son ordinariamente originarios de países<br />

cálidos, de tallo leñoso, árboles, arbustos, algunas<br />

plantas herbáceas. De jugo lechoso, hojas<br />

opuestas, coriáceas, enteras, y de flores,<br />

unas verdosas, otras blancas, y también especies<br />

con flores amarillas, rojas, violeta y también<br />

azules, lo cual es muy raro en los vegetales<br />

de tallo leñoso; muchas especies se<br />

cultivan en los jardines de recreo, y de este<br />

número son las pervenchas, las asclepiádeas,<br />

los laurjles rosa, las apocinos, etc., etc. Esta<br />

familia tiene caracteres comunes que enlazan<br />

todos los géneros, y cada género tiene particularidades<br />

muy salientes en sus órganos<br />

esenciales; los unos tienen el fruto simple ó<br />

sencillo, compuesto de una drupa, una baya ó<br />

una cápsula; los otros un fruto doble siempre,<br />

formado de dos folículos alargados; algunos<br />

tienen los granos descubiertos, otros coronados<br />

de una cresta sedosa.<br />

Varias especies de apocíneas habitan la región<br />

mediterránea, el Asia y América septentrional.<br />

El jugo lechoso de esas plantas<br />

tiene propiedades eméticas, purgativas, y algunas<br />

tóxicas. La corteza de gran número de<br />

especie? es amarga. astringente y suministra<br />

materia colorante. El fruto de algunas es comestible;<br />

la semilla de otras es venenosa. El<br />

Carissa carandas, L., es un árbol frutal muy<br />

estimado en las Indias. El Carissa edulis de<br />

Vahl., lleva una fruta muy estimada de los<br />

árabes; es una baya dulce, ligeramente acida.<br />

Las carpodinas dan un fruto que sirve de alimento<br />

á los habitantes de la costa occidental<br />

del África tropical. Las bayas de la abelina,<br />

pasuria, cuma y hancornia sirven de alimento<br />

en algunos países de América.<br />

Apocino con hojas de androsemo, L.—Planta<br />

vivaz, cultivada en los jardines de Europa,<br />

aunque su origen es de Virginia. Se multiplica<br />

de semilla en tierra ligera y fresca. También<br />

prospera sembrada por brotes de la raíz. Se<br />

siembra en Marzo en exposición Este.<br />

Apocino de Venecia, L.— Es originario de<br />

las islas del mar Adriático; se eleva su tallo<br />

vivaz á un metro; se cultiva para adorno de<br />

los jardines en exposición cálida. Se propaga<br />

como el anterior.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

APODO.—Significa literalmente falto de<br />

pies, y se aplica á las serpientes entre los reptiles<br />

, á las larvas de muchos insectos, y á los<br />

peces que, como las anguilas, carecen de aletas<br />

ventrales.<br />

APÓFISIS. —Término de anatomía con<br />

que se designa la parte saliente de un órgano,<br />

y particularmente de un hueso.<br />

APONEUROSIS (AnatomíaJ. —Especie<br />

de membrana más ó menos ancha, blanca ó<br />

blanca azulada, reluciente, con reflejos nacarados,<br />

de tejido denso, apretado, elástico,<br />

poco extensible y muy resistente, compuesto<br />

de hacecillos fibrosos, y que sirve, unas veces<br />

para mantener fijos los músculos é impedir<br />

que cambien de situación, y otras para inserción<br />

de los cordones y hacecillos.musculares.<br />

Suele tener muchas aberturas, por donde pasan<br />

los vasos ó los nervios sin ser comprimidos.<br />

Las aponeurosis son muy numerosas, y se<br />

dividen en capsulares, las cuales envuelven los<br />

músculos, y musculares, que sirven para la<br />

inserción de los músculos y para la implantación<br />

de los hacecillos de éstos. Estas perte^<br />

necen á los músculos anchos, y entran en su<br />

composición, ó son su prolongación y su término.<br />

Las aponeurosis del abdomen se entrecruzan<br />

en la línea media.<br />

APOPLEGrIA. —Palabra formada de las<br />

griegas apo y plexo, con que se designa una<br />

enfermedad de los centros nerviosos de la<br />

médula espinal ó del cerebro, que se caracteriza<br />

por una brusca privación del sentimiento<br />

y del movimiento, más ó menos extensa,<br />

completa y duradera, sin que se interrumpan<br />

la respiración ni la circulación durante las<br />

primeras manifestaciones del desarrollo. La<br />

parálisis es determinada generalmente por ún<br />

derrame de sangre en las membranas cerebrales,<br />

en los ventrículos del cerebro ó en la<br />

misma substancia del encéfalo, y á veces por el<br />

derrame de una serosidad en los ventrículos<br />

cerebrales ó en la aracnoides. Por analogía se<br />

ha llamado también apoplegía toda formación<br />

repentina de un foco sanguíneo en un órgano<br />

cualquiera. De ahí las varias denominaciones<br />

de apoplegía cerebral, apoplegía pulmonar,<br />

apoplegía muscular, apoplegía del corazón,<br />

del hígado, del bazo, del ulero, de la placenta,<br />

etc. En la actualidad se denominan especialmente<br />

apoplegías á los accidentes cerebrales<br />

ó del eje cerebro-espinal causados por<br />

derrames, y se llaman congestiones á los fenómenos<br />

mórbidos análogos que se realizan en<br />

los demás órganos.<br />

Se observa la apoplegía cerebral en el caballo,<br />

el buey, el cerdo, el carnero y el perro,<br />

mas con menor frecuencia que en el hombre.<br />

Cuando la apoplegía aparece súbitamente, y<br />

persiste la circulación y la respiración, se<br />

puede abrigar la esperanza de salvar los animales<br />

por medio de enérgicos revulsivos, de<br />

sinapismos, fricciones con esencia de trementina<br />

ó con agua amoniacal, lavativas con cocimiento<br />

de tabaco, etc., etc., recurriendo cuanto<br />

antes al veterinario. Cuando son animales<br />

de matadero los atacados, debe preferirse matarlos<br />

á ponerlos en cura.<br />

APORCAR.—Es una operación que consiste<br />

en arrimar tierra al pie de las plantas<br />

para formar á su alrededor un montículo más<br />

ó menos voluminoso, y algunas veces para<br />

cubrirlas por completo. Dos objetos diferentes<br />

se propone el cultivador al aporcar: ó abrigar


APO — 405 — APP<br />

y fortalecer sus plantas, ó blanquearlas y curarlas<br />

, haciéndolas perder el carácter acerbo<br />

que les perjudica.<br />

En otro tiempo apenas se aporcaban las<br />

plantas en los grandes cultivos, concretándose<br />

la operación á las huertas y jardines; pero<br />

desde que la agricultura entró en la vía intensiva,<br />

auxiliada por un material agrícola tan<br />

poderoso como variado, se generalizó su uso<br />

tan considerablemente que es raro el cultivo<br />

en que no toma parte.<br />

Ocupándonos en primer término de los recalces,<br />

ó sea de la aporcadura como medio de<br />

fortalecer y abrigar los vegetales, hemos de<br />

manifestar las ventajas é inconvenientes que<br />

presenta en la práctica esta labor, que, unas<br />

veces ampara solamente el pie ó parte del tallo,<br />

y otras eleva couos, montículos, camellones<br />

ó lomos, hasta cubrir por completo las<br />

plantas.<br />

La aporcadura, en el concepto de simples<br />

recalces, sirve para proteger las plantas contra<br />

el frío y el calor, y contra la humedad con<br />

frecuencia. Con los primeros recalces se propone<br />

el cultivador fortalecer las plantas contra<br />

los agentes exteriores y aumentar su rendimiento.<br />

Estas labores aprovechan sobre todo<br />

á las plantas cuyas raíces se extienden poco,<br />

al paso que su tallo, ramas, follaje y fruto<br />

toman mucho aparato y hacen ostentación de<br />

sus galas, como el maíz, el girasol, la adormidera,<br />

etc., etc. Con el auxilio de recalces,<br />

que van arrimando tierra sucesivamente, nacen<br />

nuevas raíces, que contribuyen á afianzar<br />

mejor el tallo, multiplicando por otra parte<br />

los órganos absorbentes que concurren al aumento<br />

de producción. Se recomienda mucho<br />

aporcar los tubérculos y raíces, y con especialidad<br />

las plantas de patatas, por la creencia<br />

de ser sumamente ventajoso para favorecer<br />

la emisión de nuevas ramas tuberculíferas;<br />

pero no han respondido siempre hasta el presente,<br />

en concepto de aumentar el producto,<br />

las aporcaduras de las patatas, infundiendo la<br />

duda de si será más conveniente abandonarlas<br />

plantas á su suerte en el nivel que alcanzan,<br />

dejándolas sin abrigo en ciertas circunstancias.<br />

Independientemente de los efectos especiales<br />

que producen los recalces, contribuyen<br />

además á airear el suelo, á la destrucción de<br />

las hierbas extrañas, economizándolas entrecavas,<br />

y á desalojar la humedad en exceso, dada<br />

la forma que presentan los lomos, camellones<br />

y conos, para que por ellos se deslice<br />

fácilmente.<br />

Pero la aporcadura es solamente útil cuando<br />

se acomete en tiempo hábil, y la tierra<br />

ofrece un buen tempero. Con frecuencia se<br />

retarda más de lo que sería de desear, adquiriendo<br />

las plantas demasiado desarrollo y dando<br />

tiempo á que tomen cuerpo las extrañas,<br />

robando á las primeras los jugos nutritivos<br />

que les corresponden y arrimando la tierra<br />

de una vez, al impulso de una mal entendida<br />

economía. Es más ventajoso recalzar cuando<br />

las plantas están todavía tiernas, porque en<br />

este caso el tallo emite más fácilmente raíces<br />

en la parte enterrada, y ofrece menos peligros<br />

de mutilación de las que se han extendido someras,<br />

por estar aun poco desenvueltas y endurecidas.<br />

Los recalces deben efectuarse gradualmente<br />

y á medida de las necesidades, no<br />

dando á los camellones y montículos el cuerpo<br />

que han de tomar más tarde, porque así el<br />

refuerzo no se interpone inconvenientemente<br />

entre la atmósfera y la planta, dificultando la<br />

respiración de las raíces cuando aún no disponen<br />

de la energía necesaria para absorber los<br />

elementos del aire.<br />

Se aporca en primavera, verano y otoño, y<br />

en las tres épocas con diferente objeto. En las<br />

dos primeras, para fortalecer las plantas y<br />

proteger las raíces de la acción desecante del<br />

calor; en la tercera, para resguardarlas del frío<br />

y de ía humedad.<br />

Los recalces tendrán lugar con instrumentos<br />

de mano, ó con arados movidos por caballerías.<br />

Los primeros corresponden casi siempre<br />

al cultivo hortícola, que exige mayor esmero<br />

, y necesita de la habilidad y destreza de<br />

trabajadores muy ejercitados en estas operaciones,<br />

para recalzar plantas tan poco separadas<br />

entre sí que no permiten el paso de un<br />

arado. Se emplea al efecto la azada, cuya pala<br />

varía en anchura según la distancia á que están<br />

espaciadas las plantas. Si se hallan en líneas<br />

regulares, la labor avanza rápidamente.<br />

La aproximación excesiva de las líneas embaraza<br />

naturalmente la marcha de la labor,<br />

haciéndola más costosa; pero en las tierras<br />

ricas y bien estercoladas el exceso de gastos<br />

queda compensado con creces por el aumento<br />

de la cosecha.<br />

No siempre se aporca á mano de la misma<br />

manera. Con frecuencia se abren zanjillas en<br />

las líneas y se reparte uniformemente la tierra<br />

que se saca entre los órdenes de plantas<br />

que les sirven de límite. Otras veces se acumula<br />

la tierra alrededor de las plantas, de<br />

manera que envuelva cada una de ellas aisladamente;<br />

pero este sistema es más lento y costoso.<br />

En el primer caso , resultan bancos ó lomos<br />

de mayor ó menor altura; en el segundo,<br />

conos ó montículos más ó menos truncados, y<br />

sin truncadura, para cuya formación es preciso<br />

profundizar más la labor.<br />

En los grandes cultivos agrícolas se emplea<br />

con ventaja el aporeador, instrumento que<br />

lleva una reja triangular y vertederas gemelas<br />

que pueden separarse ó aproximarse al compás<br />

de las necesidades y de la conveniencia,<br />

removiendo á la vez dos prismas de tierra,<br />

uno á cada lado, para recalzar el pie de las<br />

cultivadas en líneas, como las patatas, nabos,<br />

remolachas, etc.; pues no estando en líneas,<br />

no es posible que funcione este arado especial.<br />

Es generalmente de un solo caballo, y lo<br />

maneja un hombre. Sin embargo, cuando la<br />

tierra está muy dura, se emplean dos caballos<br />

en rastra, y en este caso se necesita un peón<br />

que auxilie al que maneja el aporeador.


APO — 406 — APO<br />

Las cosechas destinadas á recalces deben<br />

sembrarse en surcos separados por lo menos<br />

•50 centímetros entre sí. Se abren las vertedei'as<br />

con relación tí la anchura que han de<br />

alcanzar los lomos. En el primer recalce deben<br />

trabajar con el máximum de separación;<br />

pero al siguiente, que penetra más profundamente,<br />

es necesario aproximar las vertederas<br />

si la labor ha de resultar en límites convenientes.<br />

Aunque los recalces ayudan á la destrucción<br />

de las malas hierbas, no hay que renunciar<br />

á las entrecavas, creyéndolas inútiles.<br />

Son, por el contrario, en extremo ventajosas<br />

las más veces, porque facilitan la función del<br />

aporeador, y hacen su marcha más expedita'v<br />

más perfecto su trabajo, desembarazando de<br />

malas hierbas los lomos, en que toman tanto<br />

desarrollo, por encontrarse en las mejores condiciones<br />

para desenvolverse.<br />

Un aporeador bien manejado debe recalzar<br />

por lo menos una hectárea al día. Es un instrumento<br />

útilísimo é irremplazable en los<br />

grandes cultivos, y que puede emplearse también<br />

para abrir regueras por donde corran las<br />

aguas. Otro de los fines que se propone el<br />

cultivador aporcando, es el de blanquear y<br />

curar las plantas para quitarles el gusto amargo<br />

que las hace desagradables. En este caso<br />

ha de ser completo el recalce de toda la parte<br />

del vegetal que se someta al blanqueo, pues<br />

de otro modo no se lograría el objeto si no se<br />

interceptase por completo la luz.<br />

Es sabido que la obscuridad, no sólo se opone<br />

á la coloración y acentuación de ciertos<br />

sabores en las plantas, sino que en determinados<br />

casos las descolora y debilita los segundos.<br />

Las plantas privadas de la luz no ofrecen<br />

el sabor que las que reciben libremente los<br />

rayos del sol; lo que no es siempre un mal<br />

para los hortelanos, porque utilizan la ausencia<br />

de la luz para blanquear sus achicorias,<br />

lechugas romanas, apios, cardos, etc.<br />

Estas aporcaduras son exclusivamente propias<br />

de la horticultura, y se practican con<br />

útiles de mano, requiriendo cuidados y precauciones<br />

de que no es conveniente prescindir<br />

para no comprometer el éxito.<br />

Deben aporcarse las plantas con buen tiempo<br />

y cuando la tierra no se encuentra húmeda<br />

, á fin de no provocar la putrefacción segura<br />

de las primeras. Por esta razón ofrecen<br />

menos inconvenientes para aporcar, con el fin<br />

de blanquear y curar, las tierras ligeras y porosas<br />

, que las frescas y fuertes.<br />

D. Nava'TO Soler.<br />

APORÉTICA.—Género de plantas de la<br />

familia de las Sapindáceas. En los montes de<br />

las Islas Filipinas suelen encontrarse las dos<br />

especies leñosas siguientes:<br />

Aporética gemella, P. Blanco.—Árbol de 4<br />

ó 5 metros de alto, con las hojas ternadas ó<br />

quinadas; hojuelas casi lanceoladas, aguzadas<br />

y aserradas; flores pequeñas, del tamaño de<br />

una lenteja, dispuestas en panoja, y fruto dos<br />

drupas unidas por abajo. Florece en Junio.<br />

Retorciendo con los dedos una ramilla se advierte<br />

un olor bastante grato.<br />

Aporética penicellala, P. Blanco.—Arbusto<br />

de poca talla y tronquito delgado, que necesita<br />

el apoyo de los árboles, con las hojas ternadas;<br />

hojuelas aovadas, aserradas, con puntitas<br />

en las aserraduras, y otra en el ápice,<br />

lampiña, con un grupo de lana en las axilas<br />

de las venas. Flores en racimos umbelados;<br />

cada umbelilla con dos ó tres flores. Fruto dos<br />

drupas pequeñas, lampiñas y globosas, de las<br />

cuales una aborta muchas veces. Florece en<br />

Junio. También despiden las ramas cierto<br />

olor grato cuando se las retuerce con los<br />

dedos.,<br />

APOSITO-—Es el conjunto y aplicación<br />

de todas las cosas necesarias para la curación<br />

de una enfermedad externa, en la que se ha<br />

hecho alguna operación. Entre los objetos que<br />

forman los apositos, hay unos que no quedan<br />

adheridos á las' partes dolientes, como son los<br />

instrumentos de curaciones, y otros que están<br />

destinados á permanecer fijos más ó menos<br />

tiempo. Los apositos que sirven para sujetar<br />

las partes heridas en condiciones convenientes,<br />

ó para fijar los tópicos ú otros objetos de curación,<br />

se llaman vendajes (véase esta palabra).<br />

APOSTASIÁCEAS (Botánica).— Familia<br />

muy poco numerosa de plantas monocotiledóneas,<br />

exóticas todas ellas y muy semejantes<br />

á las orquídeas por la estructura de sus<br />

flores. Se diferencian de las segundas casi exclusivamente<br />

por contener tres estambres en<br />

lugar de uno solo, y por la dehiscencia valvar<br />

de sus cápsulas. Sólo ofrecen interés para los<br />

botánicos, puesto que ninguna de las pocas<br />

especies se cultiva como planta útil ó como<br />

planta de adorno.<br />

APOTO.—Lo que sirve para sostener, como<br />

el puntal respecto de una pared; esa palabra<br />

se emplea en diversas acepciones. En mecánica,<br />

apoyo ó punto de apoyo es el punto fijo<br />

sobre el cual estriba la palanca para que la<br />

fuerza venza á la resistencia. En bipiátrica se<br />

denomina tiempo de apoyo el momento durante<br />

el cual un caballo en marcha mantiene<br />

el pie posado sobre el suelo, pudiéndose , por<br />

la atenta observación del tiempo empleado,<br />

descubrir las más leves cojeras. En equitación<br />

se llama apoyo la acción recíproca entre la<br />

mano del jinete y la boca del caballo por medio<br />

de la brida, ó'también la impresión de la<br />

acción de la brida en la mano del jinete. El<br />

bueno y verdadero apoyo de la mano es un<br />

sostenimiento delicado de la brida; de suerte<br />

que retenido el animal por la sensibilidad de<br />

la boca, no se atreve á apoyarse sobre la embocadura,<br />

ni á pisotear ó dar cabezadas para<br />

resistir su efecto. Se dice que un caballo tiene<br />

apoyo fino, cuando su boca es suave; sordo,<br />

cuando fuerza la mano; que no tiene apoyo,<br />

cuando obedece con dificultad al jinete y<br />

teme la embocadura, y que tiene demasiado<br />

apoyo, si se abandona sobre el freno ó sobre<br />

la brida. Llámase apoyo á mano llena un apo-


APR — 407 — APR<br />

yo firme de la boea del caballo, sin que por<br />

eso picotee, pese ni cargue la cabeza en el<br />

freno ó embocadura, y apoyo á más que á<br />

mano llena, el que no fuerza la mano del jinete,<br />

y sin embargo carga un poco en la embocadura.<br />

APREMIO.—Es el acto de cualquiera autoridad<br />

por el cual se obliga á alguno á que<br />

haga ó ejecute alguna cosa. Divídese el apremio<br />

en judicial y administrativo, y se refiere<br />

siempre á la prestación de un servicio, á la<br />

•ejecución de un hecho ó al pago de alguna<br />

cantidad. Sólo entra en la esfera de este trabajo<br />

lo que se refiere al apremio por la vía<br />

gubernativa, especialmente cuanto atañe á los<br />

débitos á la Hacienda por contribuciones de<br />

diversas clases y compra de bienes nacionales.<br />

El establecimiento del nuevo sistema tributario<br />

originó necesariamente una legislación<br />

moderna relativa al cobro de los tributos<br />

•cuando los contribuyentes no satisfacen en el<br />

plazo señalado por la administración la cuota<br />

que les corresponde; legislación que parte del<br />

Real decreto de 23 de Mayo de 1545, y cuya<br />

base principal, que se ha conservado en las<br />

demás disposiciones vigentes sobre la materia,<br />

consiste en considerar como gubernativos<br />

todos los procedimientos de cobranza, sin<br />

exceptuar los que llevan consigo medidas<br />

coactivas contra las personas, y sin que en<br />

ningún caso puedan mezclarse en ellos los<br />

tribunales ó juzgados, mientras se trate del<br />

interés directo de la Hacienda pública.<br />

Bien pronto aconsejó la experiencia la ampliación<br />

y modificación de lo dispuesto en el<br />

decreto á que aludimos más arriba, y con este<br />

fin se dictó el de 23 de Julio de 1850, destinado<br />

á organizar convenientemente la ejecución<br />

de los apremios contra los primeros contribuyentes,<br />

aclarado en varios puntos por la ley de<br />

19 de Julio de 1869, y constituyendo un cuerpo<br />

de doctrina especial para el ramo de apremios,<br />

por la Instrucción de 3 de Diciembre<br />

de 1869, vigente hasta el 20 de Mayo de 1884,<br />

•en que por un Real decreto se puso en vigor<br />

la Instrucción para el procedimiento contra<br />

deudores á la Hacienda pública, última disposición<br />

vigente sobre el asunto, y que comprende<br />

y organiza todas las anteriores.<br />

Gracias á esta circunstancia, encuéntrase<br />

reunido y armonizado cuanto puede interesar<br />

al contribuyente para defender sus derechos,<br />

y conocer de un modo claro y concreto cuáles<br />

son sus deberes; y como la referida Instrucción<br />

es de fecha muy reciente, todo induce á<br />

creer que regirá durante un plazo relativamente<br />

largo; circunstancia que nos mueve á<br />

tratar de sus principales disposiciones, y con<br />

•especialidad cuanto se refiere á los primeros<br />

contribuyentes, los cuales de este modo podrán<br />

consultar cuanto les interese en un asunto<br />

de tanta trascendencia para todos los agricultores.<br />

El primer artículo parte del principio establecido<br />

en anteriores disposiciones de que<br />

los procedimientos contra contribuyentes y<br />

otros responsables para la cobranza de los<br />

descubiertos liquidados á favor de la Hacienda<br />

pública, son puramente administrativos, y<br />

se siguen por la vía de apremio, siendo por lo<br />

tanto privativa la competencia de la Administración<br />

para entender y resolver sobre todas<br />

las incidencias del apremio, sin que los<br />

tribunales ordinarios puedan admitir demanda<br />

alguna, á menos que se justifique haberse<br />

agotado la vía gubernativa, y que la Administración<br />

ha reservado el conocimiento del<br />

asunto á la jurisdicción ordinaria.<br />

En el caso en que los contribuyentes estimen<br />

que no tienen obligación de pagar la cantidad<br />

por que se les apremia, pueden intentar reclamaciones<br />

contra ellos; pero no podrán obtener<br />

la suspensión inmediata del apremio si no<br />

depositan en la Caja del Tesoro público ó en la<br />

de Depósitos, el total importe del débito, gastos,<br />

costas é intereses de demora, á cuyo efecto<br />

presentarán con la instancia en que formulen<br />

la petición, la carta de pago de dicho ingreso<br />

(artículo 2.° de la Instrucción de 20 de<br />

Mayo de 1884).<br />

Considéranse como débitos liquidados á favor<br />

de la Hacienda pública, tratándose de los<br />

primeros contribuyentes, la cuota que contra<br />

él aparezca en repartimientos, matrículas, liquidaciones,<br />

relaciones ó certificaciones expedidas<br />

por autoridad ó funcionario competente<br />

, y éstos son el ministro de Hacienda, la<br />

Dirección general de contribuciones, la autoridad<br />

económica de la provincia, el administrador<br />

depositario del partido y los alcaldes de<br />

los- pueblos que no son ni capitales de provincia<br />

ni cabezas de partido administrativo, y<br />

que proceden por delegación de la autoridad<br />

administrativa de la provincia (artículos 7."<br />

La cobranza de las contribuciones directas<br />

se verifica por medio de recibos talonarios,<br />

con sujeción á las listas cobratorias y repartimientos,<br />

y por trimestres, entendiéndose vencido<br />

el plazo para el pago el día 1.° del segundo<br />

mes de cada trimestre, y debiendo estar<br />

abierta la cobranza, según el vecindario<br />

de cada localidad, los días siguientes: En los<br />

distritos municipales que no excedan de 150<br />

contribuyentes, dos días; tres en los de 151 á<br />

400; cuatro en los de 401 á 800; cinco en los<br />

de 801 á 1.000; seis en los de 1.001 á 3.000;<br />

ocho en los de 3.001 á 6.000; diez en los de<br />

6.001 á 10.000; doce en los de 10.001 á 20.000;<br />

catorce en los de 20.001 á 40.000, y quince<br />

en los de más de 40.000 (artículo 10).<br />

No puede exigirse al contribuyente por la<br />

vía ejecutiva toda cuota que no haya sido reclamada<br />

legalmente por la recaudación en el<br />

término de quince años (artículo 11).<br />

Como el acto de la cobranza de las contribuciones<br />

da muchos abusos, porque<br />

los recaudadores no cumplen cou todos los requisitos<br />

señalados por la ley, á fin de que nadie<br />

pueda alegar ignorancia, y con frecuencia los<br />

contribuyentes se ven apremiados sin que<br />

previamente se les haya exigido su cuota ó


APR — 408 — APR<br />

empleado los medios de publicidad que disponen<br />

las leyes, bueno es que nuestros lectores<br />

tengan presente que antes de llegar á la<br />

vía de apremio han de llenarse las siguientes<br />

formalidades: En las capitales de provincia,<br />

antes del vencimiento del plazo de cada trimestre,<br />

se anunciará la cobranza por medio<br />

del Boletín oficial y un periódico de la localidad<br />

de los de más circulación, debiendo, dentro<br />

del tiempo señalado, presentarse el recaudador<br />

á cobrar al domicilio del contribuyente.<br />

Transcurrido este plazo, se concederá otro,<br />

que no será menor de tres días, para que los<br />

que no hayan pagado puedan hacerlo en la<br />

oficina de recaudación sin recargo alguno. Sólo<br />

entonces procederá la vía de apremio (artículo<br />

14). En los pueblos que no son capitales<br />

de provincia el recaudador se instalará en<br />

el pueblo, fijará los oportunos edictos, se publicarán<br />

por orden del alcalde los bandos en<br />

que se señalen los días, horas y lugar donde ha<br />

de efectuarse la recaudación, según la escala<br />

de que hacemos mérito más arriba (artículo<br />

15).<br />

El artículo 16 establece que se procederá á<br />

la vía de apremio contra todo contribuyente<br />

que no pague su respectiva cuota en los plazos<br />

marcados, y señala los tres grados del apremio,<br />

consistiendo: el 1.°, en el recargo de 5 por 100<br />

sobre el total importe del recibo talonario;<br />

el 2.°, en la ejecución contra los bienes muebles<br />

y semovientes, y nuevo recargo de 9 por<br />

100; y el 3.°, en la ejecución contra los bienes<br />

¡umuebles y recargo de 10 por 100, debiendo<br />

los recaudadores y comisionados de<br />

apremio consignar siempre en los recibos talonarios<br />

el importe del recargo ó recargos que<br />

cada deudor satisface.<br />

Terminado el plazo de la cobranza, la Administración<br />

de contribuciones declarará incursos<br />

en el apremio de primer grado á los<br />

contribuyentes morosos, y el término para<br />

satisfacer la cuota y el recargo de primer<br />

grado será de cinco días, desde la fecha del<br />

acuerdo de la Administración en las capitales<br />

de provincia, y en los pueblos no capitales, de<br />

tres días, desde la fijación de los edictos en<br />

las Casas Consistoriales.<br />

Los contribuyentes que dentro de este plazo<br />

no satisfaciesen la cuota y el apremio de<br />

primer grado, incurrirán en el de segundo, ó<br />

sea en la venta de bienes muebles y semovientes,<br />

etc., conforme disponen los siguientes<br />

artículos de la instrucción vigente:<br />

«Artículo 27. Si notificado el decreto de<br />

apremio observa el comisionado ejecutor que el<br />

deudor oculta sus bienes muebles ó semovientes,<br />

procederá á hacer de ellos un embargo<br />

preventivo, con asistencia de dos testigos, dando<br />

inmediatamente cuenta al alcalde, y llevando<br />

adelante la ejecución en los términos<br />

que prescribe el artículo siguiente. El deudor<br />

podrá evitar el embargo preventivo presentando<br />

persona abonada, á satisfacción del comisionado,<br />

que responda del débito y recargos<br />

impuestos.<br />

«Artículo 28. Pueden ser embargados todos<br />

los bienes muebles y semovientes del deudor,<br />

inclusos los ganados, y todos los frutos<br />

agrícolas ya recolectados; y además, pero sólo<br />

á falta de aquéllos, los frutos á la vista próximos<br />

á la recolección, las rentas, los alquileres,<br />

y las pensiones y sueldos de cualquier<br />

clase. Se exceptúan sólo del embargo los bienes<br />

siguientes: 1.° Los ganados destinados á<br />

la labor y al acarreo de frutos de las tierras<br />

cultivadas por el deudor, según resulte del<br />

amillaramiento.—2." Los carros, arados y demás<br />

instrumentos y aperos de labranza. —<br />

3." Los libros, instrumentos y herramientas<br />

que el deudor necesite para el ejercicio personal<br />

de su profesión, arte ó industria.—4." La<br />

cama del deudor é individuos de su familia<br />

que vivan en su compañía.—5." La ropa de<br />

uso diario de las mismas personas.—Y 6." Los<br />

uniformes, equipos y armas de los militares,,<br />

con arreglo-á su grado<br />

«Artículo 29. El procedimiento de ejecución<br />

para la veuta de bienes muebles y semovientes<br />

es el que sigue:<br />

»1." En el caso que especifica el artículo 27,<br />

el comisionado pasará el expediente al alcalde<br />

solicitando providencia, que se dictará inmediatamente,<br />

para convertir en definitivo el embargo<br />

preventivo hecho al deudor.<br />

»2.° El comisionado ejecutor, acompañado<br />

de dos testigos se personará en casa del<br />

deudor, y hará acto continuo la traba de Iosbienes<br />

muebles y semovientes necesarios á cubrir<br />

el descubierto de éste por principal, recargos<br />

y costas.<br />

»3." Cuando no pueda verificarse el embargo,<br />

porque el deudor se niegue á abrir laspuertas<br />

de su casa ó de cualquier otro modo<br />

oponga resistencia, la autoridad local prestará,<br />

al ejecutor los auxilios necesarios para que<br />

continúen sin interrupción los procedimientos.<br />

»4." Hecha la traba, requerirá el comisionado<br />

al deudor para que nombre depositario.<br />

Si el deudor no quiere nombrarlo, ó si el designado<br />

no quiere aceptar, ó si no ofrece suficiente<br />

garantía á juicio del comisionado, hará<br />

éste el nombramiento á su satisfacción. Si el<br />

elegido no quiere aceptar, acudirá el comisionado<br />

al alcalde, y éste, entre los contribuyentes<br />

capaces para ello, nombrará á quien<br />

juzgue oportuno, siendo ya en este último<br />

caso obligatoria la aceptación, con responsabilidad<br />

criminal por desobediencia en caso de<br />

negativa, y en todo caso con el derecho á<br />

indemnización de los gastos de toda clase que<br />

le ocasione su cargo, incluso el de guardería<br />

»5.° La tasación de los bienes embargados<br />

se hará nombrando un perito el deudor, otro<br />

el comisionado y un tercero el alcalde, en caso<br />

de discordia. Si el deudor se niega al nombramiento<br />

de perito, se practicará exclusivamente<br />

la tasación por el del comisionado ejecutor.<br />

»6.° Hecha la tasación, el alcalde decretará<br />

la venta, cuyo decreto se notificará al deudor.<br />

»7.° La venta se anunciará con tres días de<br />

antelación, por los medios usuales en cada lo-


APR — 409 — APR<br />

calidad. Se verificará la subasta bajo la presidencia<br />

del alcalde, siendo postura admisible<br />

la que cubra los dos tercios de la tasación. El<br />

alcalde podrá delegar esta presidencia en<br />

quien legalmente deba sustituirle.<br />

»8.° Si estando abierto el remate pasara<br />

una hora sin que se presente postor que cubra<br />

los dos tercios de la tasación, se admitirá la<br />

postura que cubra el importe del débito, y los<br />

recargos y gastos del procedimiento, debiendo<br />

preferirse al propietario.<br />

»9." Si no hubiese postura alguna, se dispondrá,<br />

si así lo pide el comisionado ejecutor,<br />

que el todo ó parte de los efectos embargados<br />

sean trasladados á otro pueblo donde se<br />

crea más fácil la venta.<br />

»10.° Trasladados á otro pueblo los efectos<br />

embargados, se celebrará allí la subasta con<br />

las formalidades que expresan los números 7.°<br />

y 8.° de este artículo.<br />

»11.° Si después de todas estas diligencias<br />

no se pueden vender efectos bastantes á cubrir<br />

el débito, recargos y costas, podrán ponerse<br />

los que restan durante cinco días á la<br />

venta en pública almoneda, valuados por la<br />

tercera parte del tipo que sirvió de base én la<br />

primera subasta.<br />

»12.° El producto de la veuta en todo caso<br />

pasará á poder del depositario de los efectos<br />

embargados. El depositario lo entregará, deducidos<br />

los gastos que justifique con la oportuna<br />

cuenta, al recaudador, y éste lo aplicará<br />

á cubrir el principal, los recargos y las costas,<br />

entregando al dueño el sobrante si lo hubiese<br />

»Artículo 31.. Hasta el momento de celebrarse<br />

la venta ó la almoneda puede el deudor<br />

librar sus muebles ó semovientes embargados,<br />

pagando el principal, los recargos y las costas.<br />

Después de verificada la subasta ó abierta la<br />

almoneda, no podrá en modo alguno evitar la<br />

adjudicación si sé hubiesen presentado proposiciones<br />

admisibles.<br />

» Artículo 32. Esta parte del procedimiento<br />

de apremio se considerará terminada respecto<br />

de los deudores: 1.° Cuando de las diligencias<br />

practicadas resulte que el deudor carece de<br />

toda clase de bienes de los enumerados en el<br />

artículo 28.—2.° Cuando hayan sido ineficaces<br />

todas las gestiones hechas para vender el todo<br />

ó parte de los bienes muebles ó semovientes<br />

embargados en cantidad suficiente á cubrir el<br />

adeudo.—3.° Cuando se hayan embargado frutos<br />

pendientes de recolección, rentas, sueldos<br />

y pensiones, sin haberse hecho efectivos los<br />

adeudos en su totalidad.—Y 4.° Cuando resulten<br />

cubiertos en su totalidad el principal, recargos<br />

y costas.»<br />

Terminados los procedimientos de segundo<br />

grado sin haberse podido realizar los descubiertos<br />

de los deudores, comenzará el apremio<br />

de tercer grado por una providencia del alcalde<br />

, que dictara en el plazo de veinticuatro<br />

horas. Para la tasación de las fincas rústicas<br />

se hará la capitalización, tomando por base el<br />

4 por 100 del líquido imponible si están arren­<br />

dadas , y sobre las dos terceras partes de dicho<br />

líquido si el dueño hace el cultivo por su cuenta.<br />

Las fincas urbanas se capitalizarán al 5<br />

por 100 de las indicadas bases, rebajándose<br />

en unas y otras el importe de las cargas y<br />

gravámenes que tengan un carácter preferente<br />

al del' crédito que se persigue. El alcalde<br />

dictará providencia fijando la fecha en que ha<br />

de efectuarse la subasta, la cual ha de anunciarse<br />

con quince días de anticipación por medio<br />

de edictos y demás medios usuales en cada<br />

distrito municipal, en los cuales se expresará<br />

el día, hora 3' sitio de la subasta. Esta será<br />

presidida por el alcalde, con todas las formalidades<br />

de costumbre, y se considerará postura<br />

admisible la que cubra las dos terceras partes<br />

del valor líquido fijado á los bienes.<br />

Si en el espacio de una hora después de comenzar<br />

la subasta no se presentara postura<br />

alguna admisible, el alcalde dará por terminado<br />

el acto, anunciando nueva subasta, con<br />

seis días de anticipación, con la rebaja de una<br />

tercera parte del tipo que sirvió para la primera.<br />

Esta segunda subasta se celebrará con<br />

las mismas formalidades que la primera, y si<br />

ha habido posturas admisibles, el alcalde dictará<br />

providencia adjudicando la finca ó fincas<br />

al mejor postor, exigiendo al mismo el pago<br />

del principal, recargos y costas, y señalando<br />

día para otorgamiento de la escritura. El comisionado<br />

ejecutor hará la liquidación, entregando<br />

al deudor el sobrante si le hubiere (artículos<br />

45, 46 y 47).<br />

En el caso en que no hubiese untadores ó<br />

las posturas no fueran admisibles, el alcalde<br />

dictará providencia adjudicando la finca ó<br />

fincas á la Hacienda, que las administrará 3'<br />

cobrará sus rentas hasta su venta definitiva<br />

(artículo 49).<br />

Hasta el momento de celebrarse los remates<br />

puede el deudor librar su finca pagando el<br />

principal, cuota, recargos, costas y demás<br />

gastos (artículo 50).<br />

También existe el apremio para la cobranza<br />

del impuesto de derechos reales, transmisión<br />

de bienes, pago de rentas, alquileres; pensiones<br />

de censo y plazos vencidos de bienes nacionales;<br />

pero en todos los casos se ha de hacer<br />

la notificación con arreglo á las prescripciones<br />

que vamos á insertar, por ser de gran<br />

interés para los contribu3'entes, y porque muchas<br />

veces se prescinde de varias de las formalidades<br />

de la instrucción, imponiendo indebidamente<br />

los apremios.<br />

«Artículo 80. Toda notificación en los procedimientos<br />

de esta instrucción se hará en la<br />

forma que á continuación se expresa: 1.° El<br />

comisionado ó la persona que ha3'a de hacer<br />

la notificación pasará á la casa del deudor,<br />

llevando cédula duplicada en donde conste la<br />

providencia ó el requerimiento que se va á<br />

notificar.—2.° El alcalde designará dos personas<br />

de su confianza que acompañen como testigos<br />

al comisionado, siendo precisamente una<br />

de ellas el alcalde pedáneo ó de barrio, ó persona<br />

en quien estos funcionarios deleguen.—


APE, — 41 O — APR<br />

3." Si el deudor se halla en su casa, firmará<br />

el enterado en una de las cédulas, que se unirá<br />

al expediente, quedándose con la otra. Si no<br />

sabe firmar, lo harán dos testigos.—4.° Si el<br />

deudor se niega á recibir la notificación, ó si<br />

no se halla en su casa y se niega su familia, ó<br />

si no se encuentra á nadie de su familia, firmarán<br />

los testigos con el comisionado una de<br />

las cédulas expresivas del hecho, para que<br />

acompañe como justificante al expediente, remitiendo<br />

el otro ejemplar al alcalde de la localidad,<br />

á los efectos que estime convenientes.—Ú.°<br />

Toda notificación verificada, en los<br />

términos prescritos, causará sus efectos en el<br />

procedimiento ejecutivo.<br />

El recurso de queja para ante la autoridad<br />

económica de la provincia contra un acto de<br />

sus inferiores, ó para el ministro de Hacienda<br />

contra un acto de aquélla, se puede interponer<br />

en cualquier tiempo y forma, mientras<br />

dure el procedimiento. Los expedientes de<br />

alzada seguirán en la Administración económica,<br />

y en el Ministerio de Hacienda el curso<br />

de todos los administrativos, debiendo tenerse<br />

presente que las reclamaciones ante el Ministerio<br />

se interpondrán dentro del plazo de<br />

quince días, contados desde el siguiente al de<br />

la notificación del apremio, y que contra las<br />

resoluciones de aquél se puede entablar la vía<br />

contenciosa administrativa, .puesto que las<br />

decisiones del ministro de Hacienda son definitivas<br />

y sin ulterior recurso administrativo.<br />

De la comparación entre las diversas disposiciones<br />

que en distintos tiempos y desde<br />

que se ha establecido el actual régimen tributario<br />

han estado vigentes, resulta que si<br />

bien se aclararon muchos puntos dudosos, se<br />

concedieron ciertas garantías á los contribuyentes<br />

en lo que se refiere al oportuno conocimiento<br />

de las cuotas y plazos en que deben<br />

satisfacerse, y se ha rebajado notablemente<br />

el tanto por ciento del apremio de primer grado,<br />

todavía son onerosísimas y perjudiciales<br />

para el desarrollo agrícola é industrial las<br />

condiciones del apremio en sus diversos grados,<br />

mucho más si se considera el tipo, elevado<br />

de las contribuciones, y más especialmente<br />

de la de inmuebles.<br />

Es cierto que en el decreto de 23 de Mayo<br />

de 1845 y en la Instrucción de 3 de Diciembre<br />

de 1869 se impone por el apremio de primer<br />

grado el 11,50 por 100 de recargo sobre la<br />

cuota de contribución, y éste se aumenta según<br />

una escala proporcional en los otros dos<br />

grados del apremio, reduciéndose en la novísima<br />

Instrucción al 5;, 9 y 10 por 100 respectivamente<br />

en los tres procedimientos distintos<br />

del apremio; pero con sólo considerar que el<br />

contribuyente ejecutado en el tíltimo grado<br />

pagará, además de la cuota correspondiente,<br />

cerca de la cuarta parte más por concepto de<br />

recargos, se comprende muy bien que con las<br />

últimas disposiciones vigentes en la materia<br />

nos hallamos todavía muy lejos de llegar á la<br />

equidad y la conveniencia, aunque no sean más<br />

que relativas.<br />

Teniendo en cuenta que la contribución se<br />

impone sobre el producto líquido de las fincas;<br />

de la frecuencia con que se llega á la<br />

venta, no sólo de los bienes muebles, semovientes<br />

y frutos, sino también de los bienes<br />

inmuebles, se deduce que sobre la agricultura,<br />

la industria y el comercio pesan gravámenes<br />

cada día menos soportables, y que reclaman<br />

una distribución más equitativa y tolerable<br />

de los impuestos, y procedimientos más<br />

benignos en cuanto se refiere á la vía de apremio.<br />

De esta manera disminuirían notablemente<br />

estos procedimientos; no sería preciso<br />

mantener, como ahora, un numerosísimo personal,<br />

azote de los pueblos, y la Hacienda no<br />

se vería obligada á incautarse de multitud de<br />

fincas particulares que nada le producen, por<br />

la imposibilidad en que se encuentra de administrarlas<br />

bien, prefiriendo en muchos casos,<br />

y esto revela cuan justas son las quejas<br />

de los contribuyentes, ofrecerlas á los mismos<br />

dueños mediante el pago de los respectivos<br />

descubiertos en cierto número de plazos.<br />

Con la ampliación y perfección de los datos<br />

estadísticos, que disminuirá en vasta escala<br />

la ocultación en cantidad y calidad, permitiendo<br />

la disminución del tipo del impuesto, y<br />

rebajando también el del apremio en todos<br />

los grados, las clases contribuyentes experimentarían<br />

un gran alivio, y entonces se podría<br />

llegar en la práctica al bello ideal en esta<br />

materia, que para nosotros consiste en la aminoración<br />

de los apremios, y en que éstos se impongan<br />

solamente sobre los productos de las<br />

fincas, y de ninguna manera sobre los bienes<br />

muebles y semovientes, ni sobre las fincas<br />

rústicas y urbanas; sistema que ocasiona la<br />

absoluta ruina de un número no despreciable<br />

de contribuyentes, produciendo, en vez del<br />

desarrollo progresivo de las fuerzas tributarias<br />

á que debe aspirarse, la disminución de los<br />

impuestos, y con ella el déficit siempre creciente<br />

para el Tesoro jmblico.<br />

M. G inzález Llana.<br />

APRISCAR.—Recoger el ganado en sitio<br />

resguardado de los temporales.<br />

APRISCO.—El lugar en que los pastores<br />

recogen el ganado lanar y cabrío para resguardarle<br />

del frío y de los temporales.<br />

I. IDEAS GENERALES SOBRE EL ABRIGO DEL<br />

GANADO.—Los autores que han escrito sobre<br />

ganadería lanar han emitido dictamen sobre<br />

la siguiente cuestión, que se puede llamar<br />

previa: ¿Conviene apriscar el ganado, ó es<br />

preferible para éste vivir siempre á la intemperie?<br />

El célebre Daubenton, que hizo profundos<br />

y minuciosos estudios de la raza merina, era<br />

de opinión que el ganado lanar debe estar al<br />

aire libre, sin ningún abrigo, para conservarse<br />

en perfecto estado de salud, y que la lana<br />

se afine y mejore. En Inglaterra son de la<br />

misma opinión muchos ganaderos, y nosotros<br />

hemos visto, viajando por aquella nación, rebaños<br />

de la raza South-Down y de la Cheviot,<br />

expuestos constantemente á la intemperie.


APR — 411 — APR<br />

En España, que es el país de la ganadería<br />

lanar, los rebaños viven sin abrigo, salvo<br />

contadísimas excepciones. Bien se puede asegurar<br />

que existen 15 millones de cabezas sin<br />

entrar jamás en cubierto.<br />

Hay escritores, por el contrario, que juzgan<br />

de suma utilidad para la salud de las reses<br />

y la finura de la lana, pernoctar bajo techado<br />

3' aun tener cubierto el cuerpo con una funda.<br />

En Alemania se ha practicado por muchos<br />

este sistema, y claro es que el de cubrir la res<br />

sólo puede usarse en pequeños rebaños, y no<br />

•conviene sino cuando la lana tiene muy elevado<br />

precio.<br />

Nuestra opinión está entre esas dos, que<br />

conceptuamos exageradas. No participamos<br />

en absoluto de la primera, á pesar de conceder<br />

que hay pocos animales formados por la<br />

naturaleza de un modo tan á propósito para<br />

resistir los rigores del frío y de las lluvias. El<br />

vellón es una excelente zamarra que tiene en<br />

constante abrigo á los animales, y la grasa<br />

de la hebra de la lana impide que penetre el<br />

agua hasta la piel, sobre todo cuando las vedijas<br />

se unen por la extremidad á causa de la<br />

mugre.<br />

Pero que las lluvias continuas y el frío intenso<br />

ejercen un influjo pernicioso en el ganado<br />

lanar, es indudable, puesto que durante<br />

el tiempo más crudo del invierno contrae enfermedades<br />

distintas de las que resultan de<br />

comer la hierba mojada. La cría, sobre todo,<br />

sufre con la humedad extraordinariamente,<br />

tanto que los corderos que nacen en noches<br />

lluviosas generalmente perecen arrecidos, rechazados<br />

por las madres.<br />

El calor no es menos molesto para este ganado<br />

que la lluvia y el frío. Para convencerse<br />

de ello no hay más que verlo durante la canícula.<br />

Triste, abatido é inapetente, se arremolina,<br />

y las ovejas se esfuerzan por resguardarse<br />

la cabeza de los rayos solares, colocándola<br />

á la sombra de las compañeras. Y<br />

no hablamos de las que no tienen costumbre<br />

de soportar una temperatura seca y muy<br />

elevada, porque esas no pueden resistir la inclemencia<br />

del verano. Varios ganaderos amantes<br />

del progreso pecuario han traído de treinta<br />

años á esta parte ganado lanar inglés de<br />

diferentes razas, y todo ha perecido al llegar<br />

el calor extremo del verano.<br />

No son menores los inconvenientes de encerrar<br />

el ganado en un aprisco poco ventilado.<br />

El aire se vicia en él con la respiración<br />

de tantos animales y con los miasmas que se<br />

desprenden de las deyecciones; ¿cómo es posible<br />

que no se resienta la salud en una atmósfera<br />

tan deletérea? Por otra parte, la temperatura<br />

se eleva hasta el punto de que los animales<br />

sudan, los poros de la piel se dilatan, y<br />

si en tal disposición se los saca al aire libre<br />

estando helando, quedan como sobrecogidos<br />

de frío, siendo la consecuencia un fuerte catarro<br />

, cuando no una pulmonía. M. Tessier ha<br />

expuesto con gran lucidez y detenimiento los<br />

perjuicios causados al ganado lanar con el<br />

encerramiento en apriscos estrechos y poco<br />

ventilados.<br />

Los ganaderos ilustrados de todos los países<br />

huyen en la actualidad de los sistemas exagerados<br />

en este punto, y siguen sin preocupación<br />

las reglas que dicta el sentido común<br />

y vamos á exponer.<br />

La primera regla es tener el ganado á la<br />

intemperie durante las estaciones de primavera<br />

y otoño. La repugnancia que tiene á estar<br />

encerrado cuando el frío ó el calor'no son excesivos,<br />

es tal que si se deja abierta la puerta<br />

del aprisco y no se le fuerza á permanecer<br />

dentro, sale al aire libre, manifestando su<br />

grande alegría desde que cruza el dintel, corriendo<br />

, saltando y dando balidos. En Inglaterra<br />

se le tiene en los cercados ó en los corrales<br />

de las granjas, hallándose mejor que en<br />

estabulación. Con más razón conviene este<br />

sistema en España, por ser el clima mucho<br />

más benigno, y puede decirse que sobre esto<br />

no cabe duda, puesto que está generalmente<br />

adoptado.<br />

La segunda regla es que el encierro del ganado<br />

durante la noche en la estación invernal<br />

es muy conveniente. Cierto esque casi<br />

toda la ganadería, según va manifestado, sufre<br />

los fríos y las lluvias sin gran detrimento;<br />

estando bien alimentado ocurren pocas pérdidas<br />

por este motivo; pero también es cierto<br />

que las reses enfermas se agravan extraordinariamente<br />

ó perecen, bastando muchas veces<br />

la estabulación para que se alivieu ó curen.<br />

Bien se comprende la gran dificultad que<br />

existe en apriscar rebaños de mil y más cabezas,<br />

mayormente si pastan, que es lo ordinario,<br />

en dehesas arrendadas: pero se establece<br />

el principio, independientemente de su aplicación.<br />

El uso constante en España respecto á la<br />

ganadería trashumante es encerrar los rebaños<br />

en redes, tanto para evitar que las reses se<br />

extravíen y confundan si están divididas en<br />

secciones, cuanto para ordenar el majadeo de<br />

las dehesas.<br />

Adviértese que esta práctica tiene un gravísimo<br />

inconveniente. La paridera se verifica<br />

entre Noviembre y Diciembre. Si mientras<br />

dura sobrevienen recios temporales, puede<br />

asegurarse que perecerán la mayor parte de<br />

los corderos nacidos de noche. Si existiera<br />

una tinada y se pusiesen en ella á cubierto<br />

de los vientos y de la lluvia las ovejas<br />

preñadas de más tiempo, se evitaría todo peligro<br />

y la cría quedaría á salvo. La utilidad<br />

del abrigo en esas noches tempestuosas la revelan<br />

los animales de un modo que no deja<br />

lugar á duda. Si la red está colocada cerca de<br />

una pared ó peñasco, las ovejas se dirigen en<br />

apretado montón hacia el sitio más resguardado.<br />

Esto indica que es muy preferible á la<br />

red la maleza para construir los cercados de<br />

las majadas. La retama, la jara, las ramas<br />

de encina engavilladas y sostenidas por tomizaatada<br />

á unas estacas, formarían un muro<br />

suficientemente espeso para librar las reses


APR 412 — APR<br />

de las corrientes violentas de los huracanes.<br />

En cuanto á los ganaderos que tengan dehesas<br />

propias, á toda costa deben construir<br />

apriscos cerrados, en la seguridad de que el<br />

capital invertido en ellos quedará ampliamente<br />

remunerado con las ventajas que obtengan.<br />

Hablamos con esta seguridad por haber hecho<br />

la experiencia.<br />

En Inglaterra y en otros países los ganade-<br />

Si conveniente es el aprisco de abrigo eu<br />

invierno, no lo es menos el de sombra en verano.<br />

No hay más que observar, según hemos<br />

dicho, el afán con que las ovejas procuran<br />

evitar los rayos del sol para convencerse de<br />

lo molesto que es para ellas recibirlos directamente.<br />

En las dehesas de arbolado el ganado<br />

se coloca bajo las copas de los árboles, costando<br />

no poco trabajo echarlo fuera de la<br />

zafa<br />

Figura 171.—Akala en perspectiva del aprisco Daubenton<br />

ros cuyos rebaños se componen de corto número<br />

de reses'y no necesitan por lo mismo<br />

un edificio especial, proveen á la necesidad<br />

del abrigo construyendo unas casetas portátiles,<br />

algunas de dos pisos, en las cuales encierran<br />

de noche las ovejas próximas á parir, y<br />

retienen algunos días los corderos recién nacidos.<br />

En Perales del Río, á corta distancia<br />

de Madrid, hemos visto una de estas casetas,<br />

adquirida en el extranjero. Su uso, aquí como<br />

en aquella nación, no puede menos de ser útil,<br />

pero por razones especiales de economía no<br />

nos atrevemos á recomendarlas. Los ganaderos<br />

trashumantes pueden sustituirlas con un<br />

chozo, y los estantes con una corraliza si el<br />

ganado pernocta en la dehesa; con un tinado<br />

eu la casa si todas las noches se recoge en ella.<br />

Regla tercera.—En verano es de la mayor<br />

importancia apriscar los animales durante las<br />

horas de más calor en las provincias del centro<br />

y meridionales.<br />

Figura 172.—Aprisco de la Charmoise<br />

sombra mientras duran las horas de sesteo.<br />

Difícil es construir tinglados de sombra en<br />

sustitución del arbolado. Es grave inconveniente<br />

para ello el componerse las dehesas de<br />

agostadero por punto general de gran número<br />

de fincas particulares: el arrendatario no se<br />

resuelve nunca á invertir la menor cantidad<br />

en propiedad ajena, sobre todo si el arrendamiento<br />

es de corta duración. Lo único qué se<br />

puede aconsejar, en atención á esta circunstancia,<br />

después de enunciar la regla, es que los<br />

dueños de dehesas rasas de verano deben plantar<br />

algunos árboles para proporcionar sombra<br />

al ganado; que los pastores, mientras no los<br />

haya, conviene hagan lo posible por sestear<br />

donde haya paredones ó riscos; que si también<br />

faltan éstos, se ha de procurar sestear<br />

en sitios altos, donde corra el aire. Al llegar á<br />

este punto nos es forzoso censurar la conducta<br />

de algunos pastores que sestean en tierras bajas,<br />

porque los propietarios dan una pequeña


APR 414 APR<br />

gran manera á cubierto de los ataques de los<br />

Tobos.<br />

La casa de los pastores debe estar unida al<br />

aprisco.<br />

Donde sólo sirve éste para encerradero de<br />

noche, no es necesario construir comederos,<br />

pero sí en los que sirvan de encerradero constante<br />

durante algún tiempo, por estar el suelo<br />

cubierto de nieve. Los comederos deben variar<br />

según el alimento que se haya ele colocar en<br />

ellos. En el extranjero se sustenta el ganado<br />

generalmente con heno, y allí el comedero<br />

Figura 175.— Pesebre sencillo<br />

consta de pesebre y escalera, según manifiesta<br />

la figura 175.<br />

En España suele darse ración de oliva, y<br />

donde tal se hace basta fijar unas estaquillas<br />

en las paredes, en las cuales se pueda colocar<br />

el ramaje engavillado. Donde se da al ganado<br />

salvado con paja, hojuela de aceitunas ú otras<br />

substancias análogas, la escalerilla ó ratelera<br />

es inútil, y basta una pesebrera fija, ó la colocación<br />

de dornajos de quita y pon colocados<br />

en las hileras que permita el local. El suelo<br />

debe estar siempre, lo mismo en el corral que<br />

Figura 174.—Aprisco López Martínez<br />

en la parte cubierta, en plano ligeramente inclinado.<br />

El sistema de apriscar las grandes ganaderías<br />

exige una reforma radical en cuanto al<br />

modo de aprovechar la chirle, con cuya reforma<br />

se evita por completo el inconveniente que<br />

algunos ven en no majadear sobre el mismo<br />

terreno.<br />

Piensan algunos que sesteando y pernoctan-<br />

do en la dehesa, es como mejor se aprovecha<br />

el abono del gauado. Este sistema, según ellos,<br />

tiene dos ventajas: 1. a , evitar los gastos de<br />

transporte; 2. a , aprovechar sin ninguna pérdida<br />

la orina de las reses. (V. Majada.)<br />

Nosotros creemos que lo principal no debe<br />

sacrificarse á lo accesorio, y en esto lo principal<br />

es la salud y el rápido desarrollo de los<br />

animales; y lo accesorio, aunque le damos<br />

mucha importancia, el estiércol. Pero aun considerando<br />

el aprovechamiento de éste, el<br />

ganadero que es también agricultor, puede<br />

obtener grandes ventajas con el sistema de<br />

apriscar.<br />

Desde luego puede y debe aumentar la cantidad<br />

de estiércol, poniendo por cama á los<br />

animales la paja que no sirva para pienso; las<br />

raíces arrancadas por los arados, las cuales<br />

han de recogerse para este objeto; las plantas<br />

que se cortan en la escarda, y, cuando todo<br />

esto falte, tierra de buena calidad, llevada de<br />

los acirates y taludes de los caminos. Extendidas<br />

en el suelo entran en descomposición las<br />

substancias vegetales, y la orina se empapa en<br />

ellas y en la tierra. La cama se saca del encerradero<br />

cuando el olor indica que la fermentación<br />

ha empezado. En el nuevo local se dan<br />

dos ó tres vueltas al montón, y todas las materias<br />

así mezcladas forman un abundante y<br />

excelente abono. Cierto es que estas operaciones<br />

son costosas, pero el gasto que se origina<br />

queda bien compensado : 1.°, con la mayor<br />

cantidad de estiércol que'se consigue; 2.°, con<br />

la mejor distribución que se hace de él en la<br />

tierra; 3.", con poderse abonar las fincas que


APR — 41 5 — APT<br />

mejor pagan, á causa de su superior calidad,<br />

el estercolado.<br />

Algunos autores aconsejan que se construya<br />

el suelo del aprisco en claraboya, es decir,<br />

que lo forme un enverjado de madera para<br />

que las orinas pasen á un piso inferior enladrillado<br />

y corran por una reguera dispuesta<br />

para el caso, á un sumidero ó estercolero colocado<br />

en la parte exterior y á más bajo nivel<br />

que el aprisco. Varios hemos visto en el extranjero<br />

en esta forma, pero de ningún modo<br />

aconsejamos se adopte tal disposición en España,<br />

lis un lujo de detalle que no cuadra bien<br />

con el espíritu de economía que debe reinar<br />

en todo lo que á construcciones rurales se refiere.<br />

M. López Martínez.<br />

APROPIACIÓN (EconomíaruralJ.—Acción<br />

de apropiar, de amoldar á las exigencias<br />

del consumo, de la producción, del clima, etc.,<br />

una tierra, una explotación rural, un establo,<br />

un aprisco, una porqueriza, las reses domésticas<br />

, etc., con objeto de recabar los mayores<br />

rendimientos compatibles con el modo de ser<br />

de la agricultura en una comarca ó región.<br />

No debe confundirse la apropiación con la<br />

preparación; aquélla en todo caso deberá ser<br />

el resultado de ésta cuando va encaminada, más<br />

que á acrecentar la producción, á amoldarla á<br />

las exigencias del mercado, obteniendo, por<br />

consiguiente, mayores utilidades líquidas. Para<br />

que la apropiación dé los resultados apetecibles,<br />

preciso es tener en cuenta dos cosas: los<br />

recursos á que se presta el objeto que se pretende<br />

apropiar, y el fin á que se le destina.<br />

No darán resultados remuneradores, respecto<br />

de los desembolsos que su apropiación exija,<br />

los animales, el cultivo de ciertas plantas y<br />

un conjunto cualquiera de instrumentos, cuando<br />

no respondan á las exigencias del clima y<br />

del suelo, y á los hábitos agrícolas, comerciales<br />

é industriales del país. De ahí que se requiera<br />

gran experiencia y tacto para dirigir la apropiación<br />

de cualquiera objeto, y que sta imposible<br />

prescribir reglas que han dé variar según<br />

las circunstancias.<br />

Algunos escritores confunden la apropia'ción,<br />

término agrícola que se ha puesto de<br />

moda en estos últimos tiempos, con la mejora.<br />

Nada más equivocado. La mejora supone una<br />

serie de hechos que se han de realizar en una<br />

dirección determinada, y teniendo en cuenta<br />

experiencias cuyo buen éxito ha de estar comprobado<br />

antes de seguirlos, mientras que la<br />

apropiación supone una organización, una<br />

creación debida á hombres dotados de iniciativa,<br />

que preveen las consecuencias y disponen<br />

del porvenir. Con relación al ganado, la<br />

apropiación deberá tener presentes sus aptitudes<br />

y exigencias, al mismo tiempo que el<br />

desarrollo que son capaces de adquirir y los<br />

productos que pueden suministrar, habida<br />

cuenta de los recursos locales, de sus hábitos,<br />

de los medios de comunicación, y de la situación<br />

y condiciones de los mercados. También<br />

ha de. atenderse al clima, á la naturaleza del<br />

suelo y á los medios con que se cuenta para<br />

evitar los inconvenientes del clima y de las<br />

variaciones atmosféricas en la cría y cebo de<br />

ganados.<br />

Respecto de una explotación rural, la apropiación<br />

depende, en primer término, de la situación<br />

de las fincas bajo el aspecto geográfico.<br />

Es evidente que no se pueden adoptar<br />

iguales disposiciones en las zonas cálidas y en<br />

las frías; en un país llano y en un país montañoso,<br />

donde resulta remuuerador el cultivo<br />

de la vid, por ejemplo, y donde solamente<br />

prosperen los manzanos; en una región de<br />

pastos y en una región cereal, ó en una comarca<br />

adecuada para los cultivos industriales, y<br />

con fábricas dispuestas á emplear los productos<br />

cosechados; en localidades próximas á<br />

grandes centros de población y de consumo, ó<br />

en países poco poblados; en puntos donde<br />

abundan las aguas de riego, ó en laderas, pendiente^<br />

y planicies que solamente humedecen<br />

las aguas de lluvia. Ha de tenerse muy en cuenta<br />

también si abundan ó no las margas, la cal<br />

y los abonos; si es elevado ó barato el precio<br />

de la mano de obra; si existen combustibles, y<br />

cuál es la cantidad y naturaleza de los materiales<br />

de construcción que pueden utilizarse.<br />

En resumen, hay que conocer todos los elementos<br />

de que el agricultor dispone, examinarlos<br />

y estudiarlos bien; preveer todas sus<br />

aplicaciones é inconvenientes, y combinarlos<br />

con perspicacia y previsión para que la apropiación<br />

pueda dar buenos resultados, aun<br />

cuando se trate de una explotación menos considerable<br />

que la de un vasto cortijo, como, por<br />

ejemplo, cuando se pretende roturar un terreno<br />

ó plantear un nuevo cultivo. Para apropiar<br />

un alojamiento de animales domésticos, es<br />

necesario calcular con exactitud los beneficios<br />

de la granjeria, el valor y la cantidad de leche,<br />

de queso, de manteca, de animales reproductores<br />

y de reses de cebo; la circunstancia<br />

de si ha de recurrirse á los pastos ó á la estabulación<br />

para alimentar las reses; la naturaleza<br />

de los alimentos que habrán de consumir;<br />

el sistema de vigilancia que haya de adoptarse;<br />

las propiedades del agua, y las facilidades<br />

ó dificultades que haya de haber para procurársela.<br />

Cada operación agrícola exige una apropiación<br />

especial, y de ésta depende el éxito de la<br />

primera. Así, para la recogida, acarreo y almacenaje<br />

de ias mieses ó de los henos, habrán<br />

de distribuirse convenientemente los operarios,<br />

de manera que unos sieguen, otros recojan<br />

gavillas, otros aten los haces y otros los<br />

carguen y conduzcan en los carros, sin que<br />

haya exceso en el personal destinado á una<br />

faena y falta en el que se consagra á otra, es<br />

decir, que la apropiación depende del buen<br />

golpe de vista, y por consiguiente, déla experiencia<br />

y del espíritu observador del buen<br />

agricultor ó del buen ganadero, y se traduce<br />

también por lo que vulgarmente se llama habilidad<br />

y tino.<br />

APTITUD (Zootecnia). —Predisposición


APT — 416 — ARA<br />

natural de los animales á desarrollar un producto<br />

ó á ejecutar algún trabajo. En los animales<br />

domésticos, según su especie y raza, se<br />

observan disposiciones especiales para suministrar<br />

trabajo, carne, leche, lana, pelo, grasa,<br />

huevos, seda, pluma, etc., y hasta la predisposición<br />

natural á sacar gran partido de<br />

los alimentos, necesaria en último término<br />

para el desarrollo de algunos de esos productos.<br />

Así en la especie caballar hay dos clases<br />

de animales, unos aptos para arrastrar pesos,<br />

y otros para correr con rapidez; en la especie<br />

asnal son apreciables los individuos por su<br />

idoneidad para llevar cargas; en la especie<br />

bovina se caracterizan las reses por tres aptitudes<br />

diferentes con especialidad, á saber: por<br />

la facilidad para producir leche, para producir<br />

carne ó para el trabajo. La aptitud para<br />

formar carne supone la rapidez, esto es, la<br />

precocidad. En la especie ovina se distinguen<br />

las razas por su aptitud para dar leche, formar<br />

carue y producir lana; en el ganado cabrío<br />

se atiende á la producción de leche ante<br />

todo, y en algunas castas de pelo fino, á.la<br />

abundancia de éste. En la especie porcuna se<br />

recomienda la aptitud para el cebo, combinada<br />

naturalmente con la precocidad y la predisposición<br />

especial á desarrollar el tocino ó<br />

el tejido fibroso. Entre las aves se distinguen<br />

unas por sus buenas condiciones para el engorde,<br />

otras por su facilidad para poner, y<br />

otras por su aptitud para criar pollos.<br />

En esas aptitudes destacan las cualidades<br />

individuales más bien que las de la especie;<br />

así que entre los individuos de una cualquiera<br />

de éstas aparecen unos más ágiles y otros más<br />

fuertes, unos más aptos para andar y otros<br />

para llevar carga; pero el hombre puede desarrollar<br />

las cualidades especiales de los animales,<br />

y hasta perpetuarlas por medio de la<br />

educación y de la reproducción, convirtiéndolas<br />

en hereditarias. Por consiguiente, los<br />

que especulan con los ganados deberán estudiar<br />

bien las especiales aptitudes de éstos y<br />

desarrollar cuidadosamente las de los reproductores<br />

que se hayan de emplear en cuadras,<br />

establos, porquerizas, apriscos, corrales, etc.,<br />

buscando aquéllos en comarcas donde propendan<br />

á desarrollar las aptitudes que desee<br />

utilizar el agricultor ó ganadero. La influencia<br />

del hombre en las especies es tanta, como<br />

se desprende de las aptitudes que con el tiempo<br />

han ido mostrando los animales domésticos,<br />

y de la diferencia que se advierte entre los<br />

ganados abandonados á sí mismos y los que<br />

se ven sometidos á una verdadera educación.<br />

Es, por tanto, conveniente en grado sumo<br />

que el agricultor conozca bien las aptitudes<br />

de los auimales todos que haya de emplear<br />

como auxiliares en sus faenas ó que haya de<br />

utilizar para obtener productos de distinta<br />

especie. Según que aquéllas se amolden ó no<br />

á la naturaleza de sus especulaciones, así deberá<br />

retener ó enajenar los animales, fomentarlas<br />

ó contrariarlas. Para ello habrá de dirigir<br />

convenientemente el ejercicio y la alimenta­<br />

ción, teniendo presentes las prescripciones de<br />

la higiene y de la fisiología.<br />

APULONG.—Árbol de los montes de las<br />

Islas Filipinas, cuya especie botánica no está<br />

bien determinada, si bien parece que pertenece<br />

al género Osmoxylon, de la familia de las<br />

Araliáceas. Tiene el tronco derecho, de 40 á<br />

50 centímetros de grueso, con estrías irregulares.<br />

Hojas muy grandes, lampiñas, con diez<br />

ó más lóbulos profundos, lanceolados y obtusamente<br />

aserrados; pecíolos larguísimos. Flores<br />

monoicas, en umbela grande, de más de<br />

treinta pedúnculos largos, que se subdivideu<br />

en dos, terminados cada uno por una cabezuela<br />

globosa que contiene las flores masculinas,<br />

y en la subdivisión de los pedúnculos las<br />

femeninas, en otra especie de cabezuela; involucro<br />

común de la umbela con unas cuatro<br />

hojuelas, y el parcial con dos, opuestas, aguzadas<br />

y pelosas; los pi-opios de las cabezuelas<br />

masculinas tienen dos hojuelas también opuestas<br />

y unas escamitas. Aparecen las flores en<br />

Abril. Fruto cajilla de figura de peonza, con<br />

cinco ángulos, otros tantos aposentos y semillas<br />

solitarias.<br />

La madera de este árbol es bastante dura.<br />

APUNTALAR.—Sostener con horquillas<br />

ó puntales las ramas de un árbol para que no<br />

se desgajen con el peso de su fruto, ó con el de<br />

la nieve si es invierno y está cubierto aquél<br />

de paja.<br />

AQUILARÍNEAS.—Familia de las plantas<br />

fanerógamas, clase XVIII, orden CX,<br />

chailletiáceas de Brow. Arbustos de hojas alternan,<br />

pecíolos cortos, axilares y en manojo.<br />

Cáliz tubuloso, en cinco divisiones, persistente,<br />

imbricado. Estambres diez ó cinco, opuestos<br />

al segmento del cáliz. Filamentos pegados al<br />

orificio calicinal, un poco por debajo de las escamas;<br />

ovario libre.<br />

Género Gyrinops, Gxria, Aquilaria, Linneo,<br />

son plantas que habitan en el Asia tropical.<br />

La Aquilaria agallocha, indígena en las<br />

montañas del Tiber, entre los 24 y 25° de latitud<br />

Norte, produce la madera olorosa conocida<br />

con el nombre de madera de áloe. Su<br />

substancia olorosa es un aceite esencial esparcido<br />

en la madera, y que se extrae hirviendo<br />

en agua ésta. Es un perfume muy estimado<br />

en Oriente, que se llama aggur ó uggor.<br />

J. de H. T.<br />

ÁRABE.—(V. Caballo.)<br />

ARABIA {Geografía agrícola).—Vasta<br />

península asiática, situada en la zona meridional<br />

del antiguo continente, cuyas comarcas<br />

no son bien conocidas, y que comprende una<br />

extensión de 2.600.000 kilómetros cuadrados,<br />

ó sean 260 millones de hectáreas aproximadamente.<br />

Se halla limitada al E. por el Golfo<br />

pérsico; al S., por el mar de Omán, el Océano<br />

de las Indias y el golfo de Aden; al O., por el<br />

Mar Rojo y el itsmo de Suez, y al N. por la<br />

Siria y la Mesopotamia ó Algezireh. Algunos<br />

calculan en 5 millones el número de habitantes<br />

que pueblan esa célebre península; otros<br />

elevan á 12 millones la cifra; en realidad no


ARA — 417 — ARA<br />

hay datos positivos para determinarla ni aproximadamente.<br />

ARÁBIGA — (V. Gomas.)<br />

ARABLES—(V. Tierras.)<br />

ARABO.— Árbol silvestre de la Isla de<br />

Cuba, que corresponde á la especie Erythroxyllum<br />

odoratiim, Macf., de la familia de<br />

las Eritroxilúceas. (V. Erylhroxyllum.)<br />

ARACHICHÚ. —Arbolillo ó arbusto,<br />

abundante bajo esta última magnitud en los<br />

bosques de la República Argentina. Tiene las<br />

hojas redondas, de 3 á 4 centímetros de diámetro.<br />

El fruto, parecido á una estrella, presenta<br />

tres ó cuatro puntas truncadas y algo<br />

aplastadas. La madera es de color blanco, y<br />

no tiene aplicación alguna por ser demasiado<br />

blanda. Este vegetal es apropiado para adorno<br />

de los jardines.<br />

ARÁCNIDOS— (V. Araña.)<br />

ARADO.—El arado es sin disputa uno de<br />

los instrumentos más importantes de que se<br />

vale el hombre para beneficiar la producción<br />

vegetal, y el más útil de cuantos su genio inventivo<br />

ha sabido aplicar al cultivo del suelo.<br />

Si la agricultura es la base sólida de las naciones,<br />

el arado es una de las primeras, la<br />

primera necesidad de una buena agricultura;<br />

de su elección dependen las buenas labores, y<br />

éstas á su vez contribuyen á las buenas cosechas.<br />

No es de extrañar, por lo tanto, que<br />

en todos los tiempos y en todos los países, las<br />

inteligencias más privilegiadas, los sabios más<br />

distinguidos, y hasta los hombres de Estado, se<br />

hayan ocupado y se ocupen con marcada preferencia<br />

de este apero de labranza, que ennoblecieron<br />

con sus manos, manejando la esteva,<br />

varones ilustres de la antigüedad que ocuparon<br />

los más altos puestos de la magistratura.<br />

Los objetos que el labrador se propone con<br />

el arado, se llenan más cumplidamente con la<br />

pala ó el azadón, que suponen el empleo del<br />

esfuerzo muscular del hombre, y que ejecutan<br />

la labor tipo y de mejores condiciones para la<br />

buena preparación del suelo. El motor, en<br />

este caso, desarrolla una fuerza inteligente,<br />

digámoslo así, que se acomoda á las desigualdades<br />

y accidentes del terreno, se acerca al<br />

pie de la planta sin herirla, y gradúa la profundidad<br />

á que debe atacar la capa arable.<br />

Pero como ésta labor es la más cara, por más<br />

que sea la más perfecta, queda relegada á las<br />

pequeñas extensiones de terreno, á la huerta<br />

y al jardín, al pequeño cultivo, y en general<br />

cuando se trata de obtener cosechas en que la<br />

carestía de la mano de obra, es compensada<br />

con usura por el monopolio que ejercen en el<br />

mercado los frutos obtenidos, los cuales alcanzan<br />

precios considerables.<br />

Cuando la escena agrícola se ensancha;<br />

cuando en vez del limitado recinto de la huerta,<br />

hay que atender á los extensos terrenos<br />

del gran cultivo, se hace imposible el empleo<br />

económico de la labor practicada con los instrumentos<br />

manejados por el brazo del hombre.<br />

r Una nación necesita, por otra parte, medios<br />

rápidos de producción; de suerte que al utili-<br />

Dic—II.<br />

zar el arado y al animal como motor, se llena<br />

el doble fin económico de ahorrar brazos para<br />

otras industrias, necesarias también en una<br />

sociedad organizada. Existe en realidad una<br />

desventaja cuando se compara el trabajo del<br />

animal con el del hombre, puesto que éste<br />

desarrolla, como antes hemos dicho, una fuerza<br />

inteligente que opera en todas direcciones,<br />

mientras que el animal, al tirar del arado,<br />

sólo puede obrar en una dirección rectilínea,<br />

y por más que obedezca á la voz del<br />

que le guía, no es ya el trabajo del obrero<br />

que modifica á su antojo las condiciones de la<br />

labor, según lo exijan las circunstancias de las<br />

plantas á que la aplica y el terreno sobre que<br />

ha de basar el cultivo.<br />

Si la labor tipo por excelencia es, por consiguiente,<br />

la que procede del instrumento de<br />

cultivo manejado directamente por el obrero,<br />

no cabe duda de que el arado que corte, disloque<br />

é invierta la tierra de la manera más<br />

aproximada á la labor que ejecuta el azadón,<br />

será el que mayores ventajas ofrezca para una<br />

buena preparación del suelo.<br />

Historia del arado.—Aun cuando la tradición<br />

acompaña al hombre desde el diluvio<br />

universal, la historia déla agricultura, en los<br />

tiempos primitivos sobre todo, se halla envuelta<br />

en la mayor obscuridad. El Asia central<br />

aparece como cuna de las primeras sociedades,<br />

y las llanuras del Nilo los primeros<br />

parajes en que las artes alcanzan cierto grado<br />

de perfección. Colonizada la Grecia por los<br />

egipcios, es natural que los conocimientos adquiridos<br />

por aquel pueblo, se transmitieran á<br />

los romanos, como éstos los difundieron más<br />

tarde por Europa.<br />

Pocas en número y con frecuencia contradictorias,<br />

son las noticias que se refieren á los<br />

primeros períodos de la agricultura suministradas<br />

por los autores; Moisés, el más antiguo<br />

de todos, que vivió 1600 años antes de Jesucristo;<br />

Herodoto y Diodoro de Sicilia, que se<br />

ocuparon de la historia y geografía del Egipto,<br />

y Hesiodo, el escritor griego más antiguo sobre<br />

agricultura. Lógico es suponer, sin embargo,<br />

que exterminada casi por completo la raza<br />

humana después del diluvio, los que sobrevivieron<br />

debieron tener y conservar los conocimientos<br />

del mundo antidiluviano. Noé, en<br />

efecto, aparece como agricultor, cultivando la<br />

viña, y tres siglos después Abraham, su hijo<br />

Isaac y sus sucesores, criando numerosos rebaños<br />

y dedicados al cultivo; de donde se deduce<br />

que la agricultura era practicada en<br />

Oriente desde tiempo inmemorial.<br />

La idea del cultivo y de la labranza tuvieron<br />

nacimiento, en opinión de autoridades respetables,<br />

á imitación de lo que acontece en los<br />

efectos producidos por los légamos y arenas<br />

que depositan los desbordamientos de los. ríos<br />

en sus crecidas. Enriquecido el terreno con<br />

los sedimentos, después de retiradas las aguas<br />

de las inundaciones, efectos que periódicamente<br />

tienen lugar en Egipto con el Nilo, se<br />

cubría anualmente de hierbas; consecuencia<br />

27


ARA — 418 — ARA<br />

natural era suponer que no había más que extender<br />

y arrojar las semillas para que vegetaran.<br />

Preparada la tierra por la naturaleza<br />

para recibir la semilla, no exigía más que una<br />

ligera labor para cubrirla; de suerte que de<br />

este hecho sencillo se aprendieron dos cosas:<br />

que el terreno debía recibir una preparación<br />

antes de las siembras, y que la mezcla de un<br />

légamo rico en substancias producía la fertilidad.<br />

Sin negar en manera alguna que semejantes<br />

hechos influyeran en la idea del cultivo, es<br />

indudable que la observación de lo que en la<br />

naturaleza acontece debió indicar al hombre<br />

la marcha que había de seguir en las prácticas<br />

culturales. No bastando los frutos y raíces<br />

, ni los productos de la caza y de la pesca,<br />

y la cría de ganados, con que se alimentaba<br />

en su rudeza primitiva y en la infancia de las<br />

sociedades, para satisfacer las necesidades de<br />

una población cada día mayor, y aguijoneado<br />

por la necesidad, que es el más poderoso de<br />

Figura 177 Figura 178<br />

los estímulos, debió observar un fenómeno<br />

que á cada paso se ofrecía á su mirada, y que<br />

la naturaleza emplea en la diseminación y<br />

perpetuación de las especies vegetales. Observó<br />

sin duda alguna que las semillas transportadas<br />

por el aire ó procedentes de la misma<br />

planta, que caían sobre un terreno endurecido<br />

y compacto, quedando expuestas á la<br />

acción del calor que las desecaba, y siendo<br />

pasto además de las aves granívoras, no germinaban,<br />

al paso que las que encontraban una<br />

tierra ligeramente removida, apenas cubiertas<br />

por algunas hojas que las defendían de los<br />

agentes exteriores, conservaban la necesaria<br />

humedad y producían una planta igual á<br />

aquella de que procedían. Se ocurrió naturalmente<br />

la idea de escarbar y de remover la<br />

tierra, y primero á brazo con el gancho primitivo,<br />

y después con ayuda de los animales,<br />

se imitó la marcha seguida por la naturaleza,<br />

inventando los toscos y rudimentarios instrumentos<br />

de cultivo, y entre ellos el arado, que<br />

al trazar el primer surco, labró los cimientos<br />

de civilizaciones cada día más fecundas y adelantadas.<br />

La invención de los instrumentos agrícolas<br />

debió marchar paralelamente con la invención<br />

de la labranza, y por consecuencia en Egipto<br />

debió ser donde primeramente se imaginaron.<br />

El útil más antiguo empleado para cultivar el<br />

suelo, parece haber sido una especie de pico,<br />

representado en la figura 176. En una medalla<br />

de la más remota antigüedad, desenterrada<br />

en Siracusa, se ve la figura de un instrumento<br />

de esta clase; y sus modificaciones<br />

sucesivas hasta llegar á ser el arado, pueden<br />

comprobarse comparando la forma del arado,<br />

que recuerda el pico primitivo, representado<br />

en la figura 177, arrastrado por dos serpientes;<br />

en una medalla procedente de la villa de<br />

Etna, en Sicilia (figura 178), en donde aparece<br />

arrastrado por dos abejas; en una figura<br />

encontrada en una tumba antigua, en que<br />

aparece ya el buey tirando del arado y con-<br />

Figura 179<br />

ducido por una matrona (figura 179); en un<br />

arado etrusco, copiado de un fragmento que se<br />

conserva en el Colegio romano (figura 180),<br />

y en el que representa la figura 181, empleado<br />

en el cultivo en Egipto y en la Arabia. La<br />

imagen de Osiris, el primer maestro de los<br />

Figura 180 Figura 181<br />

egipcios en agricultura, esculpida con un arado<br />

semejante en cada mano y con una grada<br />

suspendida con una cuerda por encima de<br />

la espalda izquierda, parece confirmar estas<br />

conjeturas. Esta especie de arado parece que<br />

sirvió también para la guerra, y que con un<br />

arma de este género los israelitas combatieron<br />

contra los filisteos.<br />

Los griegos aborígenes ó pelasgos, civilizados<br />

por las colonias procedentes de Egipto,<br />

recibieron de este país sus conocimientos agrícolas.<br />

Hesiodo, contemporáneo de Homero, en<br />

su poema titulado Los trabajos y los días, es<br />

el escritor que se ocupa de la agricultura de<br />

la Grecia, y enumera el arado entre los instrumentos<br />

agrícolas, recomendando tener dos


ARA — 419 - - ARA<br />

liara casos de accidentes. El arado se componía<br />

de tres partes: la reja, el timón y la esteva.<br />

La reja debe ser de encina, y las otras partes<br />

de álamo ó de laurel, todo sólidamente sujeto<br />

con clavos. Algunos anticuarios creen que la<br />

Figura 182<br />

forma de este arado ofrece alguna analogía<br />

con uno utilizado en los mismos países y en el<br />

Mediodía de Europa. Otros lo refieren al más<br />

Figura 183<br />

sencillo (figura 182), que no ha dejado de<br />

usarse en la Sicilia y la Calabria, teatro de<br />

antiguas colonias griegas.<br />

Incompletas y escasas son las noticias y datos<br />

que existen con respecto al estado del cul-<br />

Figura 184<br />

tivo en otras naciones de la antigüedad. Créese<br />

que la Fenicia era cultivada en época muy remota<br />

, y que desarrolló la agricultura en las<br />

comarcas que colonizó, Cartago 3' Marsella<br />

entre otras. La agricultura debió experimentar<br />

grandes progresos en España durante la<br />

dominación de los cartagineses, puesto que<br />

cuando Cartago fué destruida por Escipión,<br />

existían en sus bibliotecas los Veintiocho libros<br />

de agricultura del capitán cartaginés Magón,<br />

traducidos por Decio Silano, cuyos libros<br />

conservaron por largo tiempo los romanos.<br />

Lógico es presumir que los instrumentos de<br />

cultivo sufrieron algún perfeccionamiento en<br />

esta época, supuesto que existía ya un cuerpo<br />

de doctrina agraria.<br />

Conocida es por demás la preferente atención<br />

que concedieron los romanos á las cosas<br />

del campo, á cuyo estudio se dedicaron sus<br />

más grandes hombres, sus tribunos y sus poetas.<br />

La agricultura romana fué la de la Europa<br />

en una época próxima al principio de<br />

nuestra era, en la cual, á las conjeturas, sucede<br />

ya la certidumbre, encontrándose en las<br />

obras de aquellos eminentes varones, singularmente<br />

Catón, Varróu, Virgilio, Columela,<br />

Plinio y Paladio, datos seguros para apreciar<br />

el creciente é inusitado desarrollo de los intereses<br />

rurales en las comarcas que dominaron.<br />

Entre los muchos instrumentos que utilizaba<br />

la agricultura romana, ocupaba un lugar<br />

preferente el arado. Catón menciona dos clases:<br />

uno para las tierras fuertes, y otro para<br />

los suelos ligeros. Varrón menciona uno de<br />

dos vertederas. Plinio otros de una vertedera<br />

y de cuchilla. Tenían, pues, arados con vertederas<br />

y sin ellas, con cuchillas, con ruedas<br />

y sin ruedas, de reja ancha y de reja estrecha;<br />

pero en medio de toda esta variedad, no se ha<br />

dicho todavía la última palabra acerca de la<br />

forma más sencilla del arado usado comúnmente<br />

por los romanos. El abate Rozier asegura<br />

era el mismo que se usa en la actualidad<br />

en el Mediodía de la Francia (figura 183);<br />

pero según la forma<br />

y denominación de<br />

Figura 185<br />

las partes de este instrumento<br />

, mencionadas<br />

por los escritores<br />

romanos, el que más<br />

se aproxima es el empleado<br />

desde tiempo<br />

inmemorial en España,<br />

sobre todo en el antiguo reino de Valencia<br />

(figura 184).<br />

Este arado se componía del buris ó telera<br />

(a); el temo ó la cama (b); la sliva ó esteva<br />

(c); el clentale, dental ó cabeza de la reja<br />

(d), y el vomcr ó reja (e). Las restantes<br />

partes, el aura, oreja ó vertedera, y el culter ó<br />

cuchilla, no pertenecen á la forma más sencilla<br />

del arado romano; la manícida ó mancera<br />

era una pequeña pieza transversal, sujeta á la<br />

esteva ó estevas; la haie era la parte del timón<br />

en que se enganchaban los bue3 r es.<br />

El arado descrito por Virgilio tiene una<br />

vertedera, y era empleado para enterrar la semilla<br />

y para alomar; el anteriormente indicado<br />

es el que se utilizaba para abrir ó romper<br />

el suelo. Dicho se está que, ni por la forma ni<br />

por su disposición, lo que llamaban vertedera<br />

los antiguos, tiene semejanza alguna con las<br />

vertederas de los arados modernos. Eran, como<br />

son en la actualidad en el arado español,<br />

unos palitroques insertos en el dental, que se<br />

inclinaban más ó menos, según la clase de labor<br />

que se había de ejecutar.<br />

Los arados de ruedas fueron imaginados,<br />

según M. Lasteyrie, en tiempo de Plinio, atribuyendo<br />

este autor su invención álos habitantes<br />

de la Galia Cisalpina. Virgilio los menciona<br />

también en sus Geórgicas. Las figuras 185,<br />

186 y 187 representan tres arados de ruedas<br />

de esta época.


ARA — 420 — ARA<br />

Poco es lo que se sabe acerca de los instrumentos<br />

y operaciones agrícolas en los primeros<br />

siglos de la Edad media. La naturaleza de<br />

aquellas sociedades, en las que imperaban el<br />

feudalismo, la esclavitud y la fuerza, y en que<br />

las continuas guerras absorbían casi por completo<br />

la ocupación de los habitantes, no era<br />

seguramente la más á propósito para desarrollar<br />

un arte para cuyo ejercicio y perfección<br />

se necesitan en primer término paz, y el tra-<br />

Figura 186<br />

bajo y el concurso del hombre libre y del animal,<br />

ocupados entonces preferentemente en<br />

la lucha y el pillaje. En la Gran Bretaña, nación<br />

que hoy<br />

~~ camina á la<br />

vanguardia<br />

del progreso<br />

agrícola, y en<br />

donde los ins-<br />

„. frumentos de<br />

Figura 18/ ,.. ,<br />

cultivo han<br />

alcanzado la mayor perfección posible en<br />

nuestros días, fueron nulos los progresos realizados<br />

durante la dominación de los sajones<br />

después de abandonada por los romanos, hasta<br />

Figura 138<br />

que invadido el país por los normandos, raza<br />

más civilizada que la anterior, la agricultura<br />

experimentó considerables mejoras. No parecen<br />

diferir gran cosa los arados de esta época<br />

de las anteriores, según se desprende del examen<br />

del representado en la figura 188. Posteriormente,<br />

y aunque de construcción imperfecta<br />

y más groseros, los instrumentos aratorios<br />

debieron ser de la misma especie que" los<br />

usados en nuestros días. El arado representado<br />

en la figura 189 no tenía más que una esteva,<br />

que el labrador guiaba con una mano,<br />

teniendo en la otra un instrumento que le<br />

servía á la vez para limpiarlo y deshacer los<br />

terrones. Este.instrumento estaba destinado<br />

probablemente á labrar las tierras fuertes y<br />

tenaces, contribuyendo las ruedas á sujetarlo<br />

y á darle estabilidad, haciendo inútil una segunda<br />

esteva. El conductor tenía, por consiguiente,<br />

libre la mano derecha, con la que<br />

empuñaba la aguijada, utilizándola para desembrozarlo<br />

de las raíces y tierra que lo obstruían.<br />

Existían otros tipos de arado sin ruedas<br />

(figura 190), destinados probablemente para<br />

las tierras ligeras.<br />

El arado<br />

normando<br />

tenía dos ruedas,<br />

y en los<br />

Figura 189<br />

terrenos ligeros<br />

era arrastrado por uno ó dos bueyes, empleándose<br />

mayor número de animales en las<br />

tierras fuertes de Inglaterra.<br />

Los progresos realizados en todos los ramos<br />

del saber en los siglos que constituyen la his-<br />

Figura 190<br />

toria moderna, debieron forzosamente reflejarse<br />

en los instrumentos de cultivo, y perfeccionar<br />

los anteriormente conocidos, dotando<br />

á la agricultura de un material que ejecutara<br />

las operaciones de la labranza con mayor<br />

perfección y economía. Ya no es el arado el<br />

tosco apero de la época antigua y de la Edad<br />

media, conjunto informe de piezas dispuestas<br />

al acaso, sin conocimiento alguno,<br />

en que se perdían inútilmente los esfuerzos<br />

desarrollados por el hombre y por el animal.<br />

Es una verdadera máquina, construida<br />

con arreglo á los principios y á los adelantos<br />

de la mecánica, en la que se aprovechan<br />

de la mejor manera posible las<br />

fuerzas utilizadas. La adición de piezas<br />

nuevas, antes desconocidas; la sustitución<br />

de la madera con el hierro, y el empleo<br />

de nuevos materiales; la combinación diversa<br />

de sus órganos ; sus diferentes formas, su graduación,<br />

sus detalles y su conjunto , han originado<br />

el numeroso arsenal, que aumenta cada<br />

día, de los arados de que hoy dispone la agricultura<br />

moderna, y á cuyo estudio han prestado<br />

y prestan su atención sabios, agricultores<br />

y fabricantes.<br />

Favorecidos por la costumbre inveterada y<br />

por las tradiciones locales, algunas naciones,<br />

entre las que se cuenta España particularmente,<br />

y en general el Mediodía de Europa, han<br />

permanecido, con contadas excepciones, apegadas<br />

á sus antiguas prácticas de labranza, utilizando<br />

el arado primitivo, si bien con algunas<br />

modificaciones. A pesar de esto, y aun en


ARA — 421 — ARA<br />

los países más atrasados, se van conociendo y<br />

apreciando las ventajas de los arados modernos;<br />

y la mayor facilidad de las comunicaciones,<br />

el gran número de instrumentos que á<br />

poco coste pueden suministrar las fábricas á<br />

la agricultura, y sobre todo su bondad reconocida<br />

, contribuirán seguramente á su mayor<br />

empleo y generalización.<br />

La aplicación del vapor á los trabajos del<br />

campo ha venido en nuestros días á abrir nuevos<br />

horizontes al cultivo, poniendo á disposición<br />

de la agricultura el caballo de vapor, que<br />

no se cansa como el caballo vivo, que desarrolla<br />

una fuerza poderosa, que no come más<br />

que cuando trabaja, y que en las circunstancias<br />

y condiciones en que pueda aplicarse, ha<br />

de variar de una manera profunda y radical<br />

el modo de ser de los procedimientos culturales.<br />

La historia del arado, en último término,<br />

es la historia del trabajo y de la humanidad,<br />

y en las formas y disposición de este antiquísimo<br />

apero de labranza, puede estudiarse de<br />

una manera exacta y gradual el desarrollo<br />

histórico de la agricultura, que ha marchado<br />

siempre en un sentido paralelo á la civilización.<br />

Porque si los sistemas y procedimientos<br />

culturales indican el grado de civilización de<br />

un pueblo; si á cada cambio en la civilización<br />

de un país ha correspondido un cambio de<br />

cultivo, los instrumentos con que ese cultivo<br />

se practica, han de dar forzosamente la medida<br />

de sus progresos.<br />

No hay más que comparar, en efecto, el<br />

tosco instrumento primitivo que debió servir<br />

para labrar la tierra, no ya con el arado de<br />

vapor, sino con esos otros más sencillos, que<br />

construye la industria en nuestros días, para<br />

convencerse de la inmensa distancia que separa<br />

las épocas en que se utilizaran. En el primero<br />

se ve la imperfección de una sociedad rudimentaria<br />

en que la agricultura no se había<br />

elevado ni aun á la categoría de arte, al paso<br />

que en los segundos se marca el sello de una<br />

industria y de una civilización poderosas, que<br />

hacen del instrumento primitivo una verdadera<br />

máquina, cada día más perfeccionada al<br />

calor de la ciencia, que es la que en sus múltiples<br />

aplicaciones caracteriza la época moderna.<br />

Ideas generales acerca del arado, y condiciones<br />

de detalle y de conjunto que determinan su<br />

valor.— No es posible determinar en absoluto<br />

la bondad de un arado, puesto que su valor<br />

relativo depende de una porción de circunstancias<br />

difíciles de apreciar. Un arado puede<br />

ser bueno para un objeto dado, y para cierta<br />

clase de suelos y de labores, y malo en las<br />

opuestas condiciones. El mejor arado es para<br />

la generalidad el que hace mejor labor, pero<br />

como en último resultado la palabra labor<br />

nada dice en verdad, porque será diferente<br />

según los terrenos, según los cultivos y hasta<br />

segúu los países, queda indeterminada la<br />

cuestión.<br />

Una buena labor, según el Conde de Gaspa-<br />

rin, supone que la tierra ha sido bien levantada<br />

y removida en prismas más ó menos anchos,<br />

que hayan experimentado más de un<br />

cuarto de conversión, de manera que la superficie<br />

superior quede totalmente tapada, y<br />

que las plantas que la cubrían dejen de aparecer,<br />

del mismo modo que los abonos extendidos<br />

sobre el terreno; que las bandas de tierra<br />

hayan experimentado un movimiento de torsión<br />

que disminuya la agregación entre sus<br />

moléculas; que se apoyen las'unas sobre las<br />

otras, dejando siempre un vacío por debajo de<br />

su punto de unión, y que cada surco quede<br />

bien limpio después del paso del instrumento.<br />

En un cultivo progresivo, y para los agricultores<br />

inteligentes que disponen de numerosos<br />

instrumentos especiales para cultivar el<br />

suelo, una buena labor es la que se practica<br />

con la menor fatiga por parte de la yunta, y<br />

presenta-bandas ó fajas de anchura 3' de profundidad<br />

uniformes, volteadas é invertidas regularmente,<br />

sin que sea necesario que se rompan,<br />

según la inclinación más adecuada, para<br />

que disfruten de la influencia de los agentes<br />

atmosféricos, haciendo regular y eficaz la<br />

aplicación de los demás instrumentos especiales<br />

de cultivo. No puede exigirse al arado un<br />

trabajo completo, sino solamente una inversión<br />

del prisma de tierra, y en este concepto<br />

su buen trabajo debe consistir en que quede<br />

invertida cada banda de tierra. Nace de aquí<br />

la incertidumbre que ha reinado y reina todavía<br />

, y la variedad de opiniones acerca de su<br />

modo de apreciación. Para el práctico, el mejor<br />

arado es aquel que tiene la costumbre de<br />

manejar; para los críticos iletrados en agricultura<br />

, el que ofrece un aspecto exterior más<br />

agradable, y para no pocos, aquel que, gracias<br />

á la destreza de un hábil obrero, ejecuta mejor<br />

trabajo en un ensayo de pocos minutos.<br />

Ha contribuido grandemente á esta diversa<br />

apreciación, la idea generalizada de considerar<br />

al arado como una panacea en agricultura que<br />

bastaba para la buena preparación del suelo,<br />

sin tener en cuenta que el citado instrumento<br />

no puede por sí solo completar esa buena preparación<br />

sin el concurso de otros instrumentos<br />

también importantes y necesarios. El arado,<br />

además, se ha especializado en nuestros días,<br />

como tendremos ocasión de comprobar más<br />

adelante; de suerte que para nosotros, de<br />

acuerdo con la opinión de respetables autoridades<br />

, y dando el nombre de arado á todo instrumento<br />

movido por la fuerza animal ó por<br />

un motor inanimado, destinado á atacar el suelo<br />

mediante una acción continua, corlándolo en<br />

fajas paralelas invertidas más ó menos, el mejor<br />

arado será el que en circunstancias dadas<br />

de terrenos y de cultivos, ejecute la labor exigida<br />

de la manera más conveniente y más barata<br />

posible.<br />

En el precio de producción de la labor por<br />

unidad superficial, intervienen diferentes elementos<br />

difíciles de apreciar en la práctica,<br />

tales como el trabajo mecánico del motor y el<br />

uso, entretenimiento y amortización del ins-


ARA — 422 — ARA<br />

truniento, basados en el examen detallado de<br />

todas sus piezas.<br />

El motor animado no puede dar al día más<br />

que una cierta cantidad de trabajo, que depende<br />

de su raza, de su edad, de su peso, de<br />

la ración que recibe y de su costumbre de<br />

trabajar. Si ejerce un esfuerzo considerable,<br />

su velocidad disminuye proporcionalmente;<br />

si se le obliga á marchar con rapidez, soportará<br />

una carga menor, y si uno y otro día se le<br />

fuerza á hacer un trabajo superior al que buenamente<br />

puede dar, se deteriora con rapidez.<br />

Un arado mal construido ó mal graduado,<br />

exigirá, pues, ó mayor mímero de animales, ó<br />

más tiempo para labrar la misma superficie.<br />

El exceso de tiro exigido por un mal arado, se<br />

traduce para el agricultor, por una menor velocidad<br />

de la yunta, ó por un tiempo más considerable<br />

para practicar la labor; por el empleo<br />

de mayor número de animales, ó por el<br />

más pronto deterioro de estos mismos animales<br />

y la exigencia de mayor ración. El motor<br />

inanimado, el vapor por ejemplo, gastará el<br />

combustible en proporción al trabajo que se<br />

le exija. La menor tracción es, por consiguiente,<br />

la primera y más importante circunstancia<br />

que debe tener un arado, con tal de<br />

que ejecute su trabajo de la mejor manera<br />

posible.<br />

El uso y entretenimiento de un arado, en<br />

circunstancias idénticas de suelo y de cultivo,<br />

dependen de la solidez y precisión de su construcción.<br />

La solidez no resulta solamente del<br />

peso y espesor de sus piezas, sino de la buena<br />

elección y juicioso empleo de los materiales,<br />

puesto que pueden obtenerse simultáneamente<br />

la ligereza y la solidez.<br />

El entretenimiento depende de las mismas<br />

condiciones. Ciertas piezas se gastan con rapidez,<br />

y el constructor debe preveer su reemplazo,<br />

de modo que se verifique con economía,<br />

eficacia y prontitud. Un arado bien conservado<br />

puede durar mucho tiempo, si está construido<br />

en buenas condiciones de solidez, hasta<br />

que llega el caso de que no puede repararse<br />

económicamente; debe, pues, incluirse en el<br />

precio de producción de la labor, una cantidad<br />

destinada á amortizar el capital de compra<br />

del instrumento en el tiempo probable de su<br />

duración. Esta amortización es poco elevada<br />

en la mayoría de los casos, y menor siempre<br />

cuando el arado está mejor construido, bajo<br />

los puntos de vista precedentes. Debe tenerse<br />

también en cuenta la baratura del instrumento,<br />

que depende, no solamente del bajoprecio<br />

de los materiales y de la mano de obra, si que<br />

también de su juicioso empleo y de la economía<br />

de esta mano de obra. En los grandes talleres<br />

situados cerca de las vías de comunicación, y<br />

en donde se aplica el fecundo principio de la<br />

división del trabajo, el precio de los instrumentos<br />

es siempre menor que en los talleres<br />

aislados de las aldeas.<br />

La cantidad de trabajo gastada por el motor<br />

para labrar la misma extensión superficial,<br />

depende de porción de circunstancias, entre<br />

las que, la naturaleza de la labor, figura en<br />

primer término, puesto que no será el mismo<br />

el que exige la operación de romper, de alzar,<br />

binar ó la necesaria para una labor profunda<br />

ú otra superficial. La naturaleza del terreno<br />

y su inclinación influyen también en este sentido,<br />

necesitándose naturalmente mayor trabajo<br />

en las tierras fuertes y tenaces que en<br />

los suelos ligeros, y siendo también diferente<br />

en los accidentados, que en los llanos y uniformes.<br />

Ejerce además influencia la magnitud<br />

de las parcelas que se han de labrar, puesto<br />

que es mayor el tiempo que se tarda en labrar<br />

una hectárea cuando las parcelas son más. pequeñas.<br />

Constituido el arado por diferentes piezas<br />

ú organismos, la disposición de cada cual y su<br />

relación con las restantes, debe ejercer forzosamente<br />

una influencia decisiva en su bondad.<br />

Cada pieza debe ejecutar de un modo conveniente<br />

el trabajo á que está destinada, con el<br />

menor esfuerzo por parte del motor, y ofrecer<br />

además la mayor resistencia con las menores<br />

dimensiones. Estas piezas deben ser<br />

ligeras en lo posible, pero con la conveniente<br />

solidez, y fáciles de ejecutar, reparar y reemplazar.<br />

El conjunto del arado debe ser sencillo,<br />

y reducirse sus partes á las estrictamente necesarias<br />

, en armonía con el trabajo á que se<br />

destinan.<br />

Leyes del frotamiento de las tierras.—El<br />

estado del terreno y la función que desempeñan<br />

las diferentes piezas dei arado, son las<br />

causas que originan las resistencias que tiene<br />

que vencer. Hay piezas que ejecutan un trabajo<br />

directamente útil, como cortar, dividir,<br />

levantar y voltear la tierra; otras no producen<br />

ningún trabajo útil, y sólo sirven para<br />

dirigir la marcha del instrumento en su movimiento<br />

rectilíneo y paralelo á la superficie<br />

del suelo. Esta última clase de resistencia es<br />

común á todas las piezas operadoras, de dirección<br />

ó de apoyo.<br />

En el trabajo que tiene por objeto la división<br />

del terreno, existen siempre dos clases de<br />

resistencias que vencer: la fuerza de cohesión<br />

ó de afinidad que une las moléculas de la tierra<br />

, y la resistencia que opone la misma tierra<br />

como plano de apoyo, al movimiento de las<br />

piezas que componen el instrumento y que<br />

constituye los frotamientos.<br />

Las asperezas más ó menos aparentes que<br />

existen en la superficie de todos los cuerpos,<br />

son la causa de este frotamiento. Cuando se<br />

hacen deslizar sobre el talud de una tierra<br />

dos cuerpos, uno pulimentado y otro sin pulimentar<br />

, se observa que este último se halla<br />

en lo que en mecánica se denomina equilibrio<br />

dinámico, sobre un ángulo más pequeño, y<br />

tanto menor cuanto más perfecto es el pulimento.<br />

Las asperezas se desgastan con el frotamiento<br />

repetido muchas veces sobre las mismas<br />

superficies, es decir, las superficies én<br />

contacto se pulimentan, y en este caso es menor<br />

la resistencia al movimiento, ó el ángulo<br />

de frotamiento más pequeño. Y siendo como


ARA — 423 — ARA<br />

es la sílice uno de los elementos que contienen<br />

todas las tierras, se comprende que se pulimenten<br />

las piezas del arado con la tierra en<br />

contacto, y que por este solo hecho, un arado<br />

usado presente menos resistencia que uno nuevo<br />

no pulimentado.<br />

Los ángulos de frotamiento varían con la<br />

naturaleza de la materia, siendo diferentes<br />

para el hierro, madera, etc. Débese también<br />

el frotamiento, á que en virtud de su peso ó<br />

•de una presión cualquiera, el cuerpo que frota<br />

penetra cierta cantidad en el cuerpo frotado;<br />

de suerte que no puede efectuarse el movimiento<br />

sino por una especie de apartamiento<br />

de las moléculas del cuerpo frotado. De las<br />

anteriores indicaciones dedúcese la consecuencia<br />

práctica siguiente: que todas las piezas del<br />

arado que rueden ó resbalen, deben presentar<br />

una superficie pulimentada; que se debe elegir<br />

cuidadosamente el material que se emplee para<br />

la construcción de las piezas sujetas al frotamiento<br />

, y que las diferentes tierras exigirán<br />

rejas y vertederas de diferentes materiales.<br />

De esta suerte se disminuirá la fatiga del animal<br />

ó se hará mayor labor en menos tiempo.<br />

Las leyes del frotamiento de las tierras, deducidas<br />

de numerosas experiencias, entre las<br />

cuales ocupan un lugar preferente las practicadas<br />

por M. A. Morin, son las siguientes:<br />

1." El frotamiento es proporcional á la<br />

presión.—De donde se deduce, que su intensidad<br />

es también proporcional al peso del cuerpo;<br />

doble para un peso doble. El arado debe<br />

ser todo lo ligero que sea posible. El frotamiento<br />

es una fracción del peso tanto mayor<br />

cuanto mayor es el ángulo de frotamiento.<br />

Esta fracción, denominada coeficiente de frotamiento<br />

, es de difícil determinación (1).<br />

2. a La intensidad del frotamiento es independiente<br />

de la extensión de las superficies en<br />

•contacto.—Si se hace deslizar sobre planos in-<br />

•clinados un cuerpo de caras desiguales, primeramente<br />

sobre las más pequeñas y después<br />

sobre las más grandes, se observa que el ángulo<br />

de frotamiento permanece el mismo, y<br />

como el peso no ha variado, resulta la misma<br />

intensidad del frotamiento. JSTO hay, por consiguiente,<br />

ventaja alguna en disminuir ó aumentar<br />

la extensión de las superficies frotantes.<br />

Cuando las tierras, sin embargo, se adhieren<br />

á los instrumentos, es decir, cuando<br />

existe adherencia entre la tierra y las super-<br />

(1) Las observaciones del Conde de Gasparin, he­<br />

chas con superficies de madera y de hierro pulimen­<br />

tado sobre una tierra labrada, dan los siguientes<br />

resultados:<br />

Fuerza, empleada Coeftcieittes<br />

PESOS = - - = ^ = .<br />

Hierro Madera Hierro Madera<br />

88 kilos.. 47,2 50 0,537 0,568<br />

150 — .. 95,6 100 0,637 0,666<br />

218 143,7 148 0,659 0,678<br />

0,611 0,637<br />

El coeficiente, como se ve, aumenta con el peso.<br />

ficies frotantes, el frotamiento se verifica tierra<br />

contra tierra, y es mayor que el del hierro<br />

ó la madera. En este caso deben reducirse las<br />

superficies cuanto lo permitan las Otras resistencias.<br />

En las tierras en que esto no se verifica,<br />

pero muy compresibles, hay ventaja en<br />

aumentar las superficies de las piezas frotantes.<br />

3. a La intensidad del frotamiento es independiente<br />

de la velocidad del movimiento.—<br />

Cualquiera que sea la velocidad, si el movimiento<br />

permanece uniforme, las fuerzas deben<br />

destruirse, y como el peso y el ángulo de frotamiento<br />

son los mismos, el frotamiento conservará<br />

la misma intensidad.<br />

En cuanto á las piezas ó cuerpos que ruedan,<br />

su resistencia es proporcional á la presión del<br />

cuerpo sobre el suelo; se halla en razón inversa<br />

del radio de la rueda; es independiente<br />

de la anchura de la llanta, si ésta no es muy<br />

estrecha y el camino suficientemente sólido,<br />

y está en razón inversa de la anchura de la llanta<br />

sobre un camino blando; y por último, es<br />

independiente de la velocidad, variando la relación<br />

entre la resistencia y la presión, con el<br />

estado y naturaleza de las superficies en contacto.<br />

Piezas de que se compone el arado.—Con<br />

estos datos y conocimientos previos que de-,<br />

muestran bien á las claras los complejos y<br />

variados elementos que concurren en el arado,<br />

y que sólo pueden tener solución provechosa<br />

con las indicaciones y con el concurso de la<br />

ciencia, vamos á entrar en el examen y estudio<br />

de las diferentes piezas de que se compone.<br />

Prescindiendo de algunos órganos excepcionales<br />

que no pertenecen á la generalidad de<br />

los arados, y de que á su tiempo nos ocuparemos,<br />

se clasifican las piezas que lo componen,<br />

en piezas operadoras ó que trabajan; piezas<br />

directrices y de graduación, y piezas de<br />

unión ó de ensamble.<br />

Las piezas operadoras son: la cuchilla, destinada<br />

á cortar la tierra verticalmente; la reja,<br />

que la corta horizontalmente, y la vertedera,<br />

destinada á voltear el prisma de tierra cortado<br />

por las dos piezas anteriores.<br />

Las piezas directrices y de graduación son:<br />

el dental, que dirige el arado en un plano horizontal<br />

, frotando ligeramente contra la tierra<br />

no removida para mantenerlo en el plano vertical<br />

del movimiento; la esteva ó estevas, destinadas<br />

á hacer tomar al dental su posición<br />

normal cuando se separa de ella horizontal ó<br />

verticalmente por la acción de causas accidentales,<br />

variando transitoriamente los puntos<br />

de aplicación de la fuerza; el regulador ó graduador,<br />

que-constituye un medio permanente<br />

de hacer variar el punto de aplicación de la<br />

fuerza, y que como su nombre indica, sirve<br />

para graduar la anchura y profundidad de la<br />

labor, y la cama, que sirve de guía con un<br />

punto alejado del terreno, para que el labrador<br />

pueda trazar una línea recta, y que por su<br />

longitud dé estabilidad al instrumento.


ARA — 424 — ARA<br />

Las piezas de unión ó de ensamble son:<br />

la cama, que recibe el regulador, la cuchilla<br />

y las estevas, y se une también al dental; el<br />

porta cuchillas, que sirve para fijar en la cama<br />

la posición de este órgano; la armadura ó<br />

montante, que sujeta la vertedera al cuerpo<br />

del arado y á éste con la cama; los travesanos<br />

ó piezas que dan solidez á las estevas, conservando<br />

su separación; y por último, los tornillos<br />

, pasadores, chavetas, cuTias, etc., que sirven<br />

para sujetar las diferentes piezas en sus<br />

posiciones relativas.<br />

Dicho se está que en los arados llamados<br />

limoneros, el timón es una pieza directriz y al<br />

mismo tiempo de graduación, puesto que por<br />

el clavijero de su extremidad anterior se regula<br />

el arado; las orejeras son piezas operadoras<br />

que pretenden imitar el trabajo de la<br />

vertedera, y las teleras y belortas, pescuñas,<br />

etcétera, piezas de unión de que á su tiempo<br />

nos ocuparemos.<br />

PIEZAS OPERADORAS.— Cuchilla.—La cuchilla,<br />

que no es un órgano exclusivo del arado,<br />

puesto que forma parte de otros instrumentos<br />

de cultivo, obra penetrando en el terreno por<br />

la acción de una parte de la fuerza motriz en<br />

una dirección inclinada con respecto al horizonte,<br />

cortando casi verticalmente la tierra<br />

en el sentido de la labor. Hallándose fuertemente<br />

sujeta por su parte superior, resiste lo<br />

mismo que resistiría una pieza fija en un extremo<br />

, y empujada en el otro extremo por una<br />

fuerza igual á la resistencia que experimenta<br />

la cuchilla al dividir el suelo, al comprimirlo<br />

para abrirse paso. Suponiendo aplicada esta<br />

fuerza total á la extremidad ó jmnta de la<br />

cuchilla, la forma de esta pieza en altura, debe<br />

ser la de un sólido de igual resistencia, de secciones<br />

triangulares.<br />

La cuchilla puede considerarse formada por<br />

una serie de cuñas que tienen el mismo ángulo.<br />

De la magnitud de este ángulo y de la posición<br />

de la cuña con relación á la línea de<br />

tiro, depende la facilidad de entrada y su manera<br />

de obrar, demostrando el cálculo matemático<br />

que la tracción aumenta con el espesor<br />

de la cuña, por lo cual deben construirse las<br />

cuchillas todo lo agudas que permita la condición<br />

de solidez. La resultante de las resistencias<br />

de una cuchilla vertical, no se encuentra<br />

en medio del corte ó filo que trabaja, sino<br />

un poco más arriba. Si actúa á una profundidad<br />

de 15 centímetros, por ejemplo, habrá resistencias<br />

tanto mayores cuanto más ancha<br />

sea la cara de la cuña y mayor el espesor del<br />

dorso; y por consiguiente, al componer en una<br />

sola las pequeñas resistencias decrecientes, á<br />

partir de la parte superior, se llegará á una<br />

resultante, que tendrá su punto de aplicación<br />

sensiblemente más arriba que la parte media<br />

del filo en acción.<br />

Suponiendo rectilíneo el corte de la cuchilla,<br />

puede colocarse de tres maneras: en el<br />

plano vertical del movimiento; verticalmente<br />

ó inclinada, con la punta hacia adelante, ó con<br />

la punta hacia atrás.<br />

En el primer caso, la resultante de las<br />

resistencias de las dos caras para cada cuña<br />

elemental de las que se compone la cuchilla,<br />

se dirige en un plano horizontal, no habiendo,<br />

por tanto, por parte de esta pieza, tendencia á<br />

hacer salir ó entrar al arado en el surco. En<br />

el segundo caso, además de la resistencia de<br />

la tierra á su separación en el plano horizontal<br />

, existe una pequeña parte del peso de la<br />

tierra que soporta la cuchilla, resultando de<br />

aquí una reacción y una tendencia á la entrada,<br />

seguida de un efecto tan pronto como un<br />

obstáculo accidental obliga á la yunta á hacer<br />

un esfuerzo mayor; cada sección horizontal, á<br />

espesor igual del dorso de la cuchilla, presenta<br />

un ángulo más pequeño en la posición inclinada<br />

del corte que en la posición vertical;<br />

hay, pues , mayor facilidad de entrada en la<br />

segunda posición, por más que es insignificante<br />

la disminución de la fuerza de tiro que<br />

supone la inclinación. Aparte de la tendencia<br />

á la entrada, útil sobre todo en los arados ligeros,<br />

la inclinación de la cuchilla ejerce poca<br />

influencia en las tierras homogéneas. En el<br />

tercer caso, rara vez empleado en la práctica,<br />

la cuchilla comunica al arado una tendencia á<br />

salir de la tierra á cada obstáculo accidental,<br />

aumentando la tracción, lo cual es siempre un<br />

inconveniente. No debe, pues, colocarse la<br />

cuchilla con la punta hacia atrás. Los cortes<br />

curvos pueden descomponerse en partes rectas;<br />

sus ventajas é inconvenientes participan<br />

de los de las tres formas que acabamos de<br />

examinar.<br />

En las tierras labrantías se encuentran siempre<br />

obstáculos, como piedras, raíces y demás,<br />

que entorpecen la marcha de la cuchilla; su<br />

posición debe influir necesariamente en el modo<br />

de salvarlos. En el caso de que el corte sea<br />

vertical, las piedras deberán separarse en un<br />

sentido horizontal, lo que exige un aumento<br />

de tracción para comprimir esta piedra contra<br />

la tierra á derecha é izquierda. Si hay raíces,<br />

embarazan el filo de la cuchilla vertical, deben<br />

ser rotas y no aserradas, sucediendo muchas<br />

veces que en lugar de romperlas se las<br />

arranca. Cuando la cuchilla inclina su punta<br />

hacia adelante, las piedras tienden á montar<br />

sobre ella como si fuera un plano inclinado,<br />

y son separadas sin aumentar sensiblemente<br />

la tracción; y si encuentra raíces á su<br />

paso, el corte obra aserrando, puesto que levantadas<br />

dichas raíces, tienen sobre el filo ó<br />

corte un movimiento relativo análogo al de la<br />

sierra. En la posición del corte inclinado con<br />

la punta hacia atrás, las raíces son cortadas,<br />

operando como sierra y por compresión con<br />

facilidad; pero en cambio las piedras se entierran<br />

más en el suelo, á expensas de mayor<br />

fuerza consumida.<br />

El corte vertical y el inclinado con la punta<br />

hacia atrás, no tienen el inconveniente de<br />

acumular las raíces y malas hierbas hasta cerca<br />

de la cama, entorpeciendo la marcha del<br />

arado, lo cual tiene lugar en el corte inclinado<br />

con la punta hacia adelante. El aumento


ARA — 425 — ARA<br />

de tracción, debido á esta circunstancia, puede<br />

ser hasta de un tercio de la tracción media<br />

en tierras limpias de malas hierbas. Para evitar<br />

estos inconvenientes, y no contando con<br />

la vigilancia y los cuidados del obrero, se<br />

adoptan las siguientes disposiciones: 1. a Dar<br />

al filo de la cuchilla una dirección vertical á<br />

partir del suelo, y por debajo una inclinación<br />

conveniente, uniendo estas dos direcciones por<br />

una parte curva; las hierbas y raíces ascienden<br />

por el filo inclinado de la cuchilla, pero<br />

se detienen al nivel del suelo, en donde son<br />

cortadas, puesto que existe siempre hacia adelante<br />

una reacción de la tierra que permite<br />

cortar á la cuchilla, lo que no se verificaría si<br />

el filo fuera inclinado, porque las hierbas continuarían<br />

ascendiendo y acumulándose debajo<br />

de la cama.— 2. a - Se encorva la cama en el<br />

punto en que va sujeta la cuchilla, de modo<br />

que entre las dos quede un espacio considerable,<br />

difícil de embrozarse.;—3. a Se abre la<br />

cama en este punto, de modo que quede por<br />

encima de la cuchilla un espacio en donde<br />

puedan precipitarse las malas hierbas que se<br />

eleven.<br />

En algunos arados, aunque excepcionalmente,<br />

y con objeto de evitar los entorpecimientos<br />

por las malas hierbas que se acumulan debajo<br />

de la cama , la cuchilla tiene una forma<br />

que remeda la del cuerno del rinoceronte, y<br />

va sujeta, no á la cama, sino soldada á la reja,<br />

evitando de esta suerte el órgano que la<br />

sujeta ó porta-cuchilla. Estas cuchillas, aunque<br />

ejecutan buen trabajo, son más difíciles<br />

de colocar con la necesaria solidez.<br />

Dispónense á veces las cuchillas en forma<br />

de hoz encorvada, pero aun cuando superiores<br />

á todas las demás, deben evitarse las<br />

piezas curvas, que son de muy difícil construcción.<br />

Las cuchillas circulares, que son discos delgados<br />

de hierro acerado en sus bordes, girando<br />

alrededor de un eje, y que obran como un cuchillo<br />

ó sierra circular, son poco usadas, y se<br />

utilizan principalmente para los terrenos turbosos<br />

y para cortar los céspedes á poca profundidad.<br />

No debe colocarse la cuchilla de manera<br />

que corte la tierra según un plano vertical,<br />

sino un poco oblicuo, de modo que aumente<br />

la estabilidad del arado. Esta inclinación del<br />

eje de la cuchilla, que cuando es exagerada aumenta<br />

las resistencias, es á veces de 4 á 8°. La<br />

separación de la punta no debe exceder de 6<br />

á 8 milímetros con relación á la vertical, partiendo<br />

del terreno, ó sean unos 6 milímetros<br />

por 0,21 metros de profundidad.<br />

Con frecuencia se colocan las cuchillas de<br />

modo que vayan delante de la reja; disposición<br />

que da mayor estabilidad, pero que exige<br />

mayor esfuerzo por parte del animal. No<br />

sucede lo mismo con respecto á la separación<br />

vertical entre la punta de la cuchilla y la punta<br />

de la reja, la cual no ofrece ningún inconveniente,<br />

porque la pequeña parte no cortada<br />

entre las dos puntas es atacada por la gar­<br />

ganta de la vertedera. Puede, pues, sin inconveniente,<br />

separarse hasta 25 milímetros.<br />

En los terrenos ligeros y arenosos, la cuchilla<br />

es inútil, porque las partículas de la<br />

tierra tienen poca adherencia entre sí, y la<br />

vertedera las separa fácilmente. En las tierras<br />

pedregosas es perjudicial, puesto que encuentra<br />

en su camino obstáculos que la entorpecen<br />

ó la rompen.<br />

Muchos son los medios ideados para fijar<br />

la posición de las cuchillas en la-cama del arado,<br />

por lo cual sólo mencionaremos los empleados<br />

en los instrumentos modernos de más<br />

fama. Sean cuales fueren, deben permitir que<br />

se varíe su posición á voluntad, girando horizontalmente,<br />

verticalmente, avanzando ó retrocediendo,<br />

y elevándose ó descendiendo.<br />

En los arados antiguos, de madera principalmente<br />

, la cama va provista de una mortaja<br />

por la cual pasa el mango de la cuchilla,<br />

que se sujeta por medio de cuñas ó con tornillos<br />

de presión. Además de la dificultad de<br />

graduar su posición y de su poca estabilidad,<br />

este medio tiene el inconveniente de disminuir<br />

la solidez del instrumento, haciendo frecuentes<br />

las roturas.<br />

En algunos arados americanos, un simple<br />

cuadro de hierro de una sola pieza (figura<br />

191), que puede correr fácilmente sobre la<br />

cama, sujeta la cuchilla contra la misma,<br />

fijándola á la altura que se quiera por medio<br />

de un tornillo de presión, de suerte que el<br />

mango de la cuchilla puede tomar una sola<br />

inclinación,<br />

que depende<br />

de la anchura<br />

del mango, y<br />

del espesor ó<br />

grueso de la<br />

cama. Este<br />

procedimiento<br />

se mejora algúntanto,interponiendo<br />

entre la cama<br />

del arado y la<br />

abrazadera<br />

del cuadro,<br />

placas que au­<br />

Fiprura 191<br />

mentaránnaturalmente el<br />

espesor de la cama. Semejante disposición,<br />

adoptada en algunos arados, permite dar á la<br />

cuchilla inclinaciones más variadas con relación<br />

al plano vertical, y hacerla avanzar más<br />

ó menos, pero en muy pequeña escala.<br />

La disposición adoptada en el arado Dombasle,<br />

que es la general en los arados franceses,<br />

consiste (figura 192) sencillamente en<br />

una mortaja hecha en una grapa de hierro,<br />

cuyas nervaduras ó parte superior é inferior<br />

abrazan la cama, sujetándola contra ésta con<br />

dos ó cuatro tornillos. En el arado Armelín<br />

el tornillo es reemplazado con una cuña. La<br />

figura 193 representa la manera de fijar la<br />

cuchilla en el arado de Grignon: a es la mor-


ARA — 426 — ARA<br />

taja en la cual entra el mango de la cuchilla;<br />

B, el tornillo de presión que sujeta la cuchilla<br />

á la altura deseada.<br />

En los arados ingleses más perfeccionados,<br />

se emplean los porta-cuchillas llamados de<br />

Fi :ura 102<br />

doble rotación, que son los mejores de todos,<br />

y satisfacen á las condiciones que dejamos<br />

Figura 193<br />

enumeradas. En el de Hoivard (figura 194) el<br />

mango es cilindrico y enfilado en dos anillos<br />

Figura 191<br />

A y B, que tienen una cola fileteada, y pasan<br />

por encima y por debajo de la cama, atravesando<br />

el porta-cuchilla. Dos tornillos cuadrados<br />

C y _D permiten apretar estos anillos<br />

hasta hacer oprimir la cuchilla contra una<br />

pieza saliente E, colocada al lado izquierdo de<br />

la cama. La placa de hierro O H, con los dos<br />

tornillos de anillo Ay B, permiten acercarse<br />

ó separarse de la cama, que por su gran curvatura<br />

hace variar mucho la inclinación del filo<br />

con relación al plano horizontal. Una cuña ,7".K,<br />

que se apoya sobre la cama, modifica también<br />

la inclinación, obligando al porta-cuchilla á<br />

girar alrededor de su centro. Y como el mango<br />

es cilindrico, se puede variar la posición<br />

del filo de la manera que se quiera antes de<br />

apretar los dos tornillos D y C. Si uno de<br />

éstos se aprieta más que el otro, se hace variar<br />

al propio tiempo la inclinación de toda la<br />

cuchilla con relación al plano vertical.<br />

En los arados sencillos de Ransomes, el<br />

mecanismo se reduce (figura 195) á una pieza<br />

Figura 195<br />

de fundición A , que puede girar alrededor de<br />

su centro entre ciertos límites, cuando se actúa<br />

sobre el tornillo G, que pasa por una<br />

tuerca F, sujeta á la cama. Una cuña circular<br />

B C permite alejar más ó menos la cuchilla<br />

de la cama y variar su inclinación con respecto<br />

al plano vertical. La pieza A lleva dos soportes<br />

circulares MM, sobre los cuales se<br />

apoya el mango circular de la cuchilla, que<br />

pasa además por el anillo de un tornillo D,<br />

que por medio de la tuerca R aprieta el mango,<br />

sobre los dos apoyos. La cuchilla puede,<br />

pues, elevarse más ó menos, girar hacia la izquierda,<br />

inclinándose más ó menos por el tornillo<br />

G, y quedar sólidamente sujeta en su<br />

posición por medio de la tuerca. Es un mecanismo<br />

sencillo y perfectamente entendido.<br />

Reja.—La reja, llamada por algunos el<br />

alma del arado, y que no puede suprimirse en<br />

ningún caso, como la cuchilla, desempeña un<br />

papel más importante y está destinada-á cortar<br />

la tierra horizontalmente. 3STo siendo en<br />

realidad más que el principio de otra pieza<br />

llamada vertedera, sólo la consideraremos bajo<br />

el punto de vista de la forma é inclinación<br />

del corte y de la anchura de su ala, con la de<br />

la banda de tierra que se quiere separar. La<br />

forma de la superficie superior depende de la<br />

de la vertedera, que debe comenzar á voltear<br />

la tierra desde el corte mismo de la reja. Es<br />

evidente que el ángulo de la reja con el plano


ARA — 427 — ARA<br />

horizontal ha de ser el más pequeño posible;<br />

si está muy inclinada, aumenta la resistencia.<br />

La reja, no es, ni puede ser considerada<br />

como un instrumento que obra á la manera<br />

de un cuchillo que corta aserrando, puesto<br />

que trabaja por medio de una fuerza que la<br />

empuja paralelamente á su primera posición.<br />

Puesta en movimiento, obra como una lámina<br />

ó una serie de cuñas ordinarias cuya sección<br />

es vertical. La inclinación del corte con rela-<br />

Figura 198 Figura 197<br />

ción á la línea horizontal, que es la de la dirección<br />

del movimiento, es la primera condición<br />

á que debe satisfacer la reja.<br />

Tres son las formas que se dan al filo ó corte<br />

de la reja: rectilínea, cóncava y convexa<br />

(figuras 196<br />

A „ y 197), adoptándose<br />

á veces<br />

formas<br />

mixtas combinando<br />

las tres<br />

anteriores<br />

Figura 19S (figuras 198<br />

y 199).<br />

El corte rectilíneo sencillo, á longitud igual,<br />

no penetra con tanta facilidad como el cóncavo<br />

, cuya punta es muy aguda; en cambio dura<br />

más que el segundo, el cual se rompe con<br />

mucha facilidad. El corte convexo no tiene<br />

más ventaja que presentar mayor superficie<br />

de hierro que desgastar á la extremidad del<br />

ala. Los cortes ó filos mixtos, tienen la ventaja<br />

de las formas<br />

sencillas de<br />

que se componen.<br />

La reja<br />

de Valcourt<br />

(figura 19 8)<br />

penetra con<br />

Figura 199<br />

f a c i 1 i d a d ,<br />

o f r e c e una<br />

gran superficie al desgaste y el corte en su<br />

mayor parte es rectilíneo. Los cortes curvos<br />

de las rejas de hierro son difíciles de ejecutar,<br />

son de mayor precio y sus reparaciones exigen<br />

el concurso de obreros hábiles, que no suelen<br />

encontrarse en los campos. A estas formas<br />

del filo suele añadir á veces una punta (figura<br />

197) que tiene por objeto facilitar su entrada<br />

en todos los terrenos, en los duros y<br />

pedregosos sobre todo.<br />

Hay diferentes opiniones acerca de la anchura<br />

que ha de tener la reja; unos pretenden<br />

que sea igual á la de la banda de tierra que se<br />

ha de desprender; otros, por el contrario, que<br />

debe ser mayor, no faltando quien la prefiera<br />

de mayor anchura. Todo lo que es superfluo<br />

en un órgano destinado á experimentar fro-<br />

tamientos, es perjudicial, puesto que aumenta<br />

la resistencia; no hay, por consiguiente, razón<br />

alguna para dar una anchura mayor que la de<br />

la banda, con tal de que tenga la necesaria<br />

para atacar la mayor banda que haya que desprender.<br />

Algunos constructores ingleses dejan<br />

una cuarta parte de la banda y á veces la mitad<br />

sin cortar, con el fin de impedir que la<br />

tierra sea arrojada fuera de la vertedera, hacia<br />

la derecha. lío exagerando este sistema, y no<br />

dejando más que unos 3 ó 4 centímetros de la<br />

banda sin cortar, es un medio excelente que<br />

asegura la buena rotación del prisma de tierra.<br />

Varias son las formas que en su conjunto y<br />

en su ensamblaje con el cuerpo del arado, ó<br />

con el dental, se dan á la reja, y haciendo<br />

caso omiso de las rejas características de los<br />

arados timoneros, entre ellos el usado más generalmente<br />

en España, y de que más adelante<br />

nos ocuparemos, sólo mencionaremos las disposiciones<br />

adoptadas en los arados modernos.<br />

Tres son las clases de rejas completas utilizadas;<br />

Las rejas de mango ó de enchufe (figuras<br />

197 y 199), que constan de dos partes, el<br />

mango A y el ala B. El primero se adapta<br />

en la extremidad anterior del dental, sujeto<br />

con un pasador ó una cuña. Las rejas de espiga<br />

ó de vastago (figuras 196 y 198), tienen<br />

la forma de un triángulo rectángulo, y se ensamblan<br />

ó sujetan al dental por medio de anillos,<br />

cuñas ó tornillos. Y las rejas americanas<br />

ó trapezoidales, compuestas de una placa de<br />

hierro acerado de forma trapezoidal, ensamblada<br />

por medio de uno ó dos tornillos á la<br />

parte anterior del dental.<br />

Sea cual fuese la forma de la reja, es necesario<br />

, para su buen trabajo, que solamente el<br />

filo y la punta lleguen al fondo del surco,<br />

para impedir la adherencia de la tierra del<br />

subsuelo que de otra manera habría sobre su<br />

cara inferior, procurando también que la punta<br />

se dirija un poco hacia la izquierda para<br />

dar al arado mayor tendencia á entrar, consiguiéndose<br />

además mayor estabilidad.<br />

El hierro dulce, el hierro fundido y el acero,<br />

son los materiales que se emplean en la<br />

construcción de la reja, y de cuya elección dependen<br />

la.facilidad del ajuste, su precio y reparaciones;<br />

y como es la pieza que más se deteriora,<br />

no debe ser indiferente la elección<br />

del material, en armonía con su forma y disposición.<br />

Si la reja es de hierro y de enchufe,<br />

y con mayor razón si es de espiga, una vez<br />

gastado el filo, hay que acerarlo de nuevo, lo<br />

cual es caro, llegando el caso de que no sirviendo<br />

ya, se pierde una gran cantidad de hierro.<br />

Esta circunstancia no se encuentra en la<br />

reja trapezoidal, en la que se halla reducida<br />

la parte que trabaja á una pequeña lámina de<br />

acero, suficientemente ancha para ser ensamblada;<br />

de suerte que cuando no sirve, se pierde<br />

menor cantidad de materia, siendo también<br />

de menor precio, y de más fácil y económica<br />

renovación.<br />

Análogas consideraciones son aplicables á<br />

las rejas de fundición, cuyo precio es mucho


ARA — 428 — ARA<br />

menor, por más que puede serlo todavía más,<br />

adoptando la forma trapezoidal. Las reparaciones<br />

son imposibles en las rejas de fundición<br />

, pero una pieza de recambio de pequeñas<br />

dimensiones, es menos costosa que la reparación<br />

de una de hierro ó de acero.<br />

Vertedera.—La vertedera, es la pieza que<br />

caracteriza el arado propiamente dicho, y que<br />

le distingue esencialmente de los restantes instrumentos<br />

de cultivo con que se ejecutan las<br />

labores. Su misión importantísima, imitando<br />

en lo posible y mediante una acción continua<br />

con ayuda de los animales, lo que ejecuta el<br />

hombre de una manera discontinua con la<br />

pala ó azadón en las labores á brazo, es invertir<br />

y voltear sobre sí mismo el prisma de tierra<br />

desprendido y cortado por la acción combinada<br />

de la cuchilla y de la reja.<br />

Para conseguir este resultado, y para averiguar<br />

cuáles son las superficies más á propósito<br />

para su buena construcción, la vertedera<br />

ha de satisfacer á las siguientes condiciones,<br />

según la autorizada opinión de M. Grandvoinnet,<br />

que ha hecho un estudio profundo y detallado<br />

de estas cuestiones, y cuyos trabajos<br />

merecen ser conocidos por los agricultores:<br />

1. a La superficie puesta en movimiento<br />

por la fuerza motriz, obra por separación, es<br />

decir, que hallándose retenida la banda de tierra<br />

por delante por la reacción de la tierra no<br />

desprendida todavía, y por detrás por la reacción<br />

de la tierra ya invertida, los pequeños<br />

paralelepípedos ó rectángulos materiales que<br />

componen la banda deben encontrarse constantemente<br />

sobre la superficie de la misma<br />

vertedera, y por consecuencia, esta superficie<br />

es el lugar geométrico de las posiciones del<br />

lado inferior de uno de los rectángulos, elementos<br />

de la banda en todas las fases de su<br />

inversión, y á veces de su separación. Supuesto<br />

perfecto el volteo, las generatrices rectas<br />

de la vertedera deben apoyarse sobre una línea<br />

recta horizontal, paralela al movimiento<br />

de traslación del arado, porque no teniendo<br />

más objeto que voltear la tierra, y no elevarla<br />

en todos sus puntos ni separarla lateralmente,<br />

la arista de rotación debe quedar horizontal<br />

y paralela á la dirección del instrumento.<br />

Esta línea puede, por consiguiente, considerarse<br />

como directriz, puesto que todas las<br />

generatrices deben apoyarse en ella. Si la banda,<br />

después de haber girado sobre una de sus<br />

aristas, adquiere un movimiento de rotación<br />

alrededor de otra de sus aristas, la directriz<br />

de la nueva porción de vertedera, será por las<br />

mismas razones, una recta horizontal paralela<br />

á la dirección general del movimiento de<br />

traslación. La primera condición de la superficie<br />

de la vertedera es, por lo tanto, que ha<br />

de tener por directrices dos rectas definidas,<br />

colocadas en el fondo del surco y paralelas al<br />

movimiento de traslación.<br />

2. a Cada uno de los rectángulos materiales<br />

que componen la banda, debe girar alrededor<br />

de uno ó de dos de sus vértices, hasta que<br />

su peso le haga caer por sí mismo, moviéndo­<br />

se el uno contra el otro en ciertos límites. Si<br />

la vertedera ejecutara esta rotación en un<br />

plano oblicuo á la dirección del movimiento<br />

del arado, podría suponerse este movimiento<br />

descompuesto en dos, uno de rotación en el<br />

plano normal á la directriz y otro rectilíneo<br />

de traslación en la dirección del movimiento<br />

del arado. Este movimiento longitudinal de<br />

los rectángulos, es inútil y hasta perjudicial.<br />

Además, los movimientos de la tierra en esta<br />

dirección, se hallan impedidos por delante<br />

por la reacción de la tierra no invertida, y<br />

por detrás, por la reacción de la porción de<br />

banda volteada. Estas dos reacciones, cuando<br />

son solicitadas por una mala forma de la vertedera,<br />

tiendeu á acumular la tierra delante<br />

de ella, á romper la banda ó á elevarla más<br />

de lo que conviene para su inversión. La rotación<br />

de los rectángulos terrosos debe hacerse<br />

, pues, normalmente á la dirección de la<br />

marcha del arado; es decir, que las generatrices<br />

deben ser normales á los ejes de rotación<br />

de las bandas.<br />

Dos fases presenta el movimiento de rotación<br />

que debe operar la vertedera, suponiendo<br />

que la banda de tierra tiene por sección un<br />

rectángulo ó que es rectangular. El prime-<br />

Ai'A'<br />

Figura 200<br />

ro (figura 200) consiste en la elevación del<br />

prisma desde la posición horizontal A B C D<br />

á la vertical, describiendo cada punto un cuarto<br />

de círculo alrededor del punto B como<br />

centro. En el segundo, la banda, desde la posición<br />

vertical, toma una posición B\A" C" D',<br />

tal que se halle por lo menos en equilibrio<br />

con relación á la arista D' y tienda á caer<br />

sobre los prismas anteriormente invertidos.<br />

Para que esto suceda es necesario que la diagonal<br />

D' A" haya pasado poco más de la<br />

vertical. La última generatriz de la vertedera<br />

B' A" tendrá entonces, con relación al horizonte<br />

, una inclinación igual al complemento<br />

del ángulo B' A" D', puesto que el triángulo<br />

ni A " D' es rectángulo. Tendremos, pues,<br />

D' B'<br />

cot. A"mD' = tg. B' A" D' = • 6<br />

llamando l á la anchura de la labor, p la profundidad<br />

y a; la inclinación de la última generatriz,<br />

P<br />

cot. x — —.<br />

Si la anchura de la banda es igual á una<br />

vez y un décimo la profundidad, á vez y media,<br />

á una vez y tres cuartos, ó á dos veces,


ARA — 429 — ARA<br />

el valor del ángulo x será de 54°,28', de<br />

56°, 19', de 60°,15' y de 63°,26'; lo que demuestra,<br />

que cuanto más ancha es la banda<br />

con relación á la profundidad, mayor es también<br />

el ángulo de la última generatriz. Cuando<br />

la banda tiene una anchura igual á vez y<br />

media el espesor, la última generatriz debe<br />

estar inclinada de 41°,49' á 56°,19'. Las inclinaciones<br />

dependen, por consiguiente, de la<br />

relación que existe entre las dimensiones de<br />

la banda, lo cual no es indiferente, como vamos<br />

á ver.<br />

La profundidad de la labor que el arado ha<br />

de ejecutar, es un dato conocido y fijado de<br />

antemano. Dada esta profundidad, ¿cuál debe<br />

ser su anchura para que resulte la más conveniente<br />

y barata?<br />

Puede admitirse á priori que para un mismo<br />

arado, la tracción es proporcional al desarrollo<br />

del corte vertical y á la altura á que<br />

ha de elevarse la tierra. Para labrar, por consecuencia,<br />

á una misma profundidad una hectárea,<br />

la tracción es tanto menor bajo el punto<br />

de vista del corte vertical, cuanto más<br />

anchas son las bandas, puesto que hay menos<br />

tierra que cortar con la cuchilla. La superficie<br />

de tierra nueva expuesta al aire, va creciendo<br />

desde la anchura más pequeña posible<br />

hasta que llegue á ser igual á una vez y 42<br />

centésimas de la profundidad. Esta superficie<br />

disminuye lentamente á partir de esta cifra.<br />

El volumen de tierra accesible á la influencia<br />

del aire, crece con la anchura hasta la relación<br />

indicada, pero la ventaja disminuye mucho y<br />

no es sensible para una anchura doble de la<br />

profundidad. Bajo el punto de vista del aire<br />

penetradora relación comprendida entre 1,42<br />

y 2, es también la más conveniente; y bajo el<br />

punto de vista de la acción de la grada después<br />

de la labor, cuanto más pequeña es la anchura,<br />

hay mayor número de aristas y mayor<br />

facilidad de que trabaje este instrumento. Tomando<br />

en cuenta todas estas circunstancias,<br />

hay que adoptar una anchura igual por lo<br />

menos á una vez y un tercio de la profundidad,<br />

no pasando nunca de dos.<br />

La mayoría de los autores admiten que la<br />

relación inás adecuada, es la que inclina los<br />

prismas á 45", es decir, cuando la anchura es<br />

ala profundidad como 1,42 es á 1. Esto no<br />

es exacto, á no ser que se prescinda del míni­<br />

mum de tracción y del cubo de tierra nueva<br />

expuesto al aire.<br />

Comparando las figuras 201, 202, 203 y<br />

204, en las cuales la anchura de la labor es<br />

de 0,22, 0,256, 0,30 y 0,36, quedando la misma<br />

la profundidad de 0,18, se observa que la<br />

superficie de tierra nueva expuesta al aire por<br />

hectárea labrada, es respectivamente 13,840^<br />

14,040, 14,000 y 13,666. Para anchuras diferentes,<br />

puesto que varían de 0,20 á 0,36, la superficie<br />

expuesta al aire no aumenta sensiblemente,<br />

aun cuando alcanza su máximum en la<br />

relación 1,42 entre la anchura y la profundidad.<br />

El volumen de tierra expuesta al aire<br />

crece con la anchura, y es sucesivamente de<br />

aloma, 610, 705 y 770. r> T o todo este cubo de<br />

tierra se halla sometido al aire ; pero suponiendo<br />

que sólo lo sea una capa de 5 centímetros,<br />

no es menos cierto, que cuanto más<br />

anchas sean las bandas, mayor es el cubo de<br />

tierra expuesto á las influencias atmosféricas.<br />

El cubo de aire penetrado crece con la anchura,<br />

pudiendo variar de 30 por 100 sobre el<br />

mínimum.<br />

La tracción disminuye cuando la anchura<br />

aumenta, porque la cuchilla tiene que cortar<br />

menor superficie de tierra por hectárea. La<br />

diferencia puede ser de un 70 por 100 de la<br />

tracción máxima necesaria.<br />

La tracción crece cuando la anchura aumenta,<br />

porque la tierra debe ser elevada más<br />

arriba, lo que puede ocasionar una diferencia<br />

~ del por 100 de la tracción total. De modo<br />

¿< * ^s^t finque, en resumen, la tracción disminuye un<br />


ARA — 430 — ARA<br />

tar mayor superficie que en una banda rectangular.<br />

En el segundo caso, las bandas presentan<br />

aristas agudas, fáciles de destruir con<br />

la grada, y un gran cubo de tierra y de aire<br />

penetrado. Estas ventajas no se hallan compensadas<br />

por la mayor elevación de toda la<br />

tierra y por el mayor corte de la cuchilla.<br />

Las bandas de sección trapezoidal (figura<br />

207) producen aristas agudas muy salientes<br />

que se destruyen fácilmente con la grada;<br />

el volteo es más fácil; las hierbas se entierran<br />

mejor, siendo mayor el cubo de tierra que<br />

A<br />

Figura 206<br />

cae en los intervalos de las crestas. Es, pues,<br />

preferible á la forma ordinaria, sobre todo<br />

cuando se trata de romper un prado, pero<br />

presenta dos inconvenientes: exigir mayor<br />

r* . \ - , "*-:.- .Ü^-<br />

Figura 207<br />

tracción y dejar la tierra desigualmente labrada,<br />

formando el fondo del surco una especie<br />

de cremallera. En resumen, la banda rectangular<br />

es preferible en la generalidad de los<br />

casos, y su anchura debe estar comprendida<br />

entre una y media y dos veces la profundidad<br />

de la labor. La paralelográmica puede convenir<br />

para las tierras tenaces. La trapezoidal<br />

tiene todas las ventajas y ninguno de los inconvenientes<br />

de la banda paralelográmica, y<br />

es ventajosa para roturar un prado.<br />

Dos son, como queda dicho, los movimientos<br />

de la banda (figura 200). En la primera<br />

fase, para que el prisma tome una posición<br />

vertical, cada uno de los rectángulos terrosos<br />

debe hacer un cuarto de revolución alrededor<br />

de la arista B. En la parte anterior de la vertedera,<br />

la primera generatriz es, por consiguiente,<br />

horizontal, y la última, B A', vertical;<br />

las restantes ocuparán posiciones cada<br />

vez más inclinadas. La directriz definida de<br />

la superficie anterior de la vertedera es, pues,<br />

el eje rectilíneo B, paralelo á la dirección del<br />

arado é igual á la anchura de la labor, debiendo<br />

apoyarse normalmente las generatrices<br />

sobre esta directriz.<br />

El centro ó eje de rotación, cambia en la<br />

segunda fase del movimiento y llega á D',<br />

distante, del primero, el espesor de la banda ó<br />

la profundidad de la labor.<br />

Dos clases de superficies pueden emplearse<br />

para la parte posterior de la vertedera que<br />

ejecuta el volteo de la tierra:<br />

l." La vertedera dirigirá la banda por el<br />

lado B' D', y las nuevas generatrices serán<br />

más inclinadas á partir de la horizontal B D'<br />

hasta una inclinación un poco mayor que B'D',<br />

tal que la diagonal A" B' haya pasado un<br />

poco de la vertical, y que la banda pueda caer<br />

por sí misma; ó si se quiere B" B', tal que<br />

la banda sea conducida poco á poco á su posición<br />

de estabilidad. Esta superficie es evidentemente<br />

del mismo género que la de la<br />

parte anterior, variando sólo su eje. Todas<br />

las generatrices se apoyarán sobre un eje rectilíneo,<br />

pasando por D' y paralelo al movimiento<br />

del arado.<br />

2. a La vertedera conducirá la tierra por<br />

el lado grande B A' colocado verticalmente<br />

por la parte anterior de la vertedera, y este<br />

lado deberá tomar posiciones cada vez más<br />

inclinadas, desde la vertical B A' hasta la<br />

inclinación B' A", á donde la banda se halla<br />

en equilibrio, ó más bien un poco más allá.<br />

Esta superficie no es en absoluto de la misma<br />

especie que la anterior, pero la continúa,<br />

puesto qué la misma generatriz engendra las<br />

dos superficies sin discontinuidad, mientras<br />

que en la primera hipótesis la superficie posterior<br />

no continúa la anterior, lo cual es un<br />

inconveniente real en la práctica, y además<br />

la vertedera, cogiendo la banda por una<br />

nueva cara, puede encontrarla desmenuzada<br />

en parte ó contorneada, lo que ocasionaría<br />

un volteo irregular. Si se determina esta primera<br />

superficie posterior, la segunda será conocida,<br />

porque todas sus generatrices son<br />

perpendiculares á las de la primera especie de<br />

superficie posterior.<br />

En el primer género de superficie posterior<br />

la directriz es el eje de rotación D', paralelo<br />

al eje B de la superficie anterior y distante<br />

de éste la profundidad de la labor, apoyándose<br />

normalmente en dicho eje todas las generatrices.<br />

En la segunda hipótesis, las generatrices<br />

de la superficie posterior de la vertedera<br />

son perpendiculares á las que acabamos de<br />

indicar para el primer género, ó normales á<br />

las generatrices de un cilindro cuyo eje esB',<br />

y cuyo radio es la profundidad de la labor.<br />

Sea cual fuese la superficie posterior adoptada,<br />

debe llenar, con relación al nuevo eje de<br />

rotación ó al cilindro, las dos condiciones que<br />

hemos dicho son necesarias para la superficie<br />

anterior, es decir, que sus generatrices sean<br />

normales á la dirección del arado, ó á directrices<br />

definidas paralelas á esta dirección.<br />

Para hallar las superficies más convenientes<br />

que debe tener la vertedera, y después de lo<br />

expuesto, resta examinar las condiciones relativas<br />

al buen empleo de la fuerza, averiguando<br />

cuál es el movimiento que debe producirse<br />

para conseguir la inversión de la<br />

tierra.<br />

Considerando cada uno de los rectángulos<br />

que componen la banda (figura 208) divididos


ARA — 431 — ARA<br />

por planos normales á sus bases é infinitamente<br />

próximos, es fácil observar que las rectas<br />

materiales a b c se sostienen una contra otra<br />

por la cohesión, y que cada uno de los puntos<br />

de estas líneas, describe un círculo alrededor<br />

del eje de rotación JV, cualquiera que sea la<br />

forma de la vertedera. El punto JV' terroso<br />

tiene por movimiento absoluto el arco de<br />

círculo NP, descrito desde JVcomo centro, y<br />

con un radio igual á la distancia del punto JV'<br />

al eje. Los puntos JVde la vertedera, que se<br />

mueven según una recta paralela al eje JV,<br />

tienen por movimiento absoluto la recta N R.<br />

Por consiguiente, mientras que el punto JV<br />

de la vertedera recorre la recta NR, la tierra<br />

que soporta<br />

describe el ar­<br />

11111»<br />

co de<br />

lo N'P.<br />

círcu­<br />

Y como<br />

cuando<br />

dos cuerpos<br />

solidarios están<br />

en movimiento,<br />

la<br />

Figura 20S<br />

fuerza que<br />

hay que considerar<br />

es la que puede producir el movimiento<br />

relativo, falta determinar este movimiento<br />

de la tierra con relación á la vertedera.<br />

El movimiento relativo del punto JV' con<br />

relación al punto JV, es el que resultaría para<br />

un observador, arrastrado por la vertedera,<br />

que para él se hallaría entonces sin movimiento.<br />

Para estar en la situación de este observador,<br />

hay que suponer inmóvil el punto JV,<br />

sin cambiar nada en el movimiento relativo,<br />

bastando para esto, considerar el sistema de<br />

los dos puntos JVy JV', arrastrado por un movimiento<br />

igual y directamente opuesto al de<br />

la vertedera. En este caso, el punto JV se halla<br />

inmóvil, puesto que está sometido á dos movimientos<br />

rectilíneos simultáneos iguales y<br />

directamente opuestos, y el punto terroso JV'<br />

se halla á su vez sometido á dos movimientos<br />

simultáneos, uno rectilíneo A 7 '? 1 , igual y directamente<br />

opuesto al movimiento de la vertedera,<br />

y otro circular JV'P, movimiento de<br />

rotación propio de la tierra. El movimiento<br />

resultante, ó movimiento relativo de la tierra,<br />

será, pues, la diagonal N'U. Es evidente que<br />

N'U, T U y JV' T se hallan sobre un cilinT<br />

dro cuyo eje es la recta Z; por consecuencia,<br />

también el movimiento relativo JV'ZJdel punto<br />

JV' tiene lugar sobre un cilindro cuyo radio<br />

es la distancia de este punto á la arista de<br />

rotación. Si se busca el movimiento relativo<br />

durante el instante siguiente, se encontrará<br />

también una recta infinitamente pequeña U V,<br />

situada sobre el mismo cilindro ideal. Puédese<br />

concluir de lo que precede, que cada uno de<br />

los puntos de la tierra que descansan sobre la<br />

vertedera, tiene un movimiento relativo, representado<br />

por una línea trazada sobre un<br />

cilindro recto, cuyo eje es la arista de rotación<br />

de la banda, y cuyo radio es igual á la<br />

distancia más corta de este punto al eje Z.<br />

Por consiguiente, cuando una vertedera actúa<br />

sobre la tierra, se produce el mismo efecto<br />

que si cada molécula de tierra ascendiera sobre<br />

la vertedera, recorriendo líneas trazadas sobre<br />

cilindros concéntricos y variables, según la<br />

relación de las velocidades de rotación y de<br />

traslación.<br />

El movimiento de la vertedera es uniforme,<br />

pero en rigor el movimiento circular de la<br />

banda puede ser variado, es decir, que la rotación<br />

se hará con un movimiento acelerado<br />

ó retardado. La vertedera más sencilla, será la<br />

construida con la condición de que la rotación<br />

tenga lugar, con un movimiento uniforme por<br />

un movimiento uniforme de la vertedera. En<br />

este caso (figura 209) el movimiento relativo<br />

de cada punto sobre el cilindro, será una línea<br />

igualmente inclinada con relación á las<br />

generatrices del cilindro, puesto que para los<br />

mismos arcos N'P, N'P, se tiene el mismo<br />

avance de la vertedera P U, P U. Esto quiere<br />

decir que la línea U U U del movimiento re-<br />

Figura 209<br />

lativo, es una hélice, y todos los puntos de<br />

cada rectángulo material, describirán también<br />

hélices cuyo paso es el mismo. Por esta razón<br />

la vertedera engendrada se llama helizoidal,<br />

que es la que exige menor fuerza para invertir<br />

el prisma de tierra. Sea cual fuese el movimiento<br />

de rotación, el movimiento resultante,<br />

será siempre una curva trazada sobre un cilindro.<br />

Puede, pues, considerarse á esta curva<br />

como dividida en pequeñas partes rectas, más<br />

ó menos inclinadas con relación al eje del cilindro,<br />

y por consiguiente, puede decirse, que<br />

cada punto de la tierra colocado sobre la vertedera,<br />

debe seguir una serie de pequeños planos<br />

inclinados.<br />

TSo entramos en detalles minuciosos, ni en<br />

el cálculo matemático del elemento de la vertedera,<br />

que comprueba lo anteriormente expuesto<br />

, contentándonos con resumir las conclusiones<br />

que se desprenden, que son las<br />

siguientes:<br />

1. a Cualquiera que sea la forma de la superficie<br />

de la vertedera, ninguna curva trazada<br />

sobre los cilindros ó curvas de los movimientos<br />

relativos, puede tener inclinado uno<br />

de sus elementos, el ángulo complementario<br />

del de frotamiento que tiene lugar entre la<br />

tierra y la materia de que esté construida la


ARA — 432 — ARA<br />

vertedera, porque entonces sería infinita la<br />

fuerza necesaria para elevar la tierra.<br />

2. a Las inclinaciones de los diferentes elementos<br />

de cada una de las curvas del movimiento<br />

relativo, deben ser siempre superiores<br />

á este límite.<br />

3. a Es necesario conocer el ángulo de frotamiento<br />

de la tierra con la materia que forma<br />

la vertedera, para evitar que esté muy inclinada<br />

ninguna porción de ella, siendo el<br />

plano, la superficie que exige menor tracción<br />

para elevar un mismo peso de tierra de un<br />

punto á otro. La superficie de la vertedera, en<br />

resumen, debe reunir las siguientes circunstancias:<br />

generatrices que se apoyen sobre directrices<br />

rectas definidas y paralelas al movimiento<br />

del arado; generatrices normales á las<br />

directrices, y movimiento de rotación uniforme,<br />

ó caminos relativos helizoidales.<br />

Siendo como es la vertedera helizoidal, la<br />

única que satisface á estas condiciones y la<br />

que utilizan los buenos arados modernos, prescindimos<br />

del examen de otras, que pueden estudiarse<br />

en las obras especiales. Y teniendo<br />

en cuenta que escribimos principalmente para<br />

los agricultores, que deben saber discernir las<br />

cuestiones que se relacionan con la elección \<br />

de un buen arado, pasamos por alto los importantes<br />

trabajos acerca de este órgano del<br />

instrumento, debidos á Jefferson Dawis, el<br />

antiguo Presidente de los Estados Unidos,<br />

Hachette, Lambruschini, Ridolfi, Gasparin,<br />

Saint Venant y otros, para cuyo estudio se<br />

hacen precisos los conocimientos matemáticos<br />

del ingeniero ó del constructor.<br />

Generación de la superficie helizoidal y<br />

construcción de la vertedera.—La superficie<br />

helizoidal puede considerarse engendrada de<br />

Figura 210<br />

varias maneras, y entre otras, por una recta<br />

A B (figura 210) que se apoya constantemente<br />

sobre otra recta directriz Z Z' normalmente,<br />

y teniendo dos movimientos, uno<br />

de traslación uniforme en la dirección Z Z', y<br />

otro de rotación alrededor de la directriz ZZ'<br />

como eje, es decir, que la generatriz A B<br />

avanzará, por ejemplo, 1,50 centímetros poicada<br />

grado de rotación. Una superficie helizoidal,<br />

cortada por dos planos normales al eje<br />

Z Z' y equidistantes, tiene por secciones, rectas<br />

que proj-ectadas sobre un mismo plano<br />

normal al eje, forman entre sí ángulos iguales<br />

(figura 211). Esta figura representa en<br />

plano y elevación las proyecciones de una<br />

vertedera helizoidal completa. Las generatrices<br />

tienen el mismo número de orden en sus<br />

proyecciones.<br />

Si se emplea una vertedera helizoidal matemática,<br />

marchando el arado con un movimiento<br />

uniforme, la faja de tierra cortada<br />

y desprendida por la cuchilla y la reja, gira<br />

alrededor de una de sus aristas con un movimiento<br />

uniforme, es decir, que para avances<br />

iguales del arado, la banda gira cantidades<br />

iguales en toda su longitud.<br />

Para facilitar su estudio supónese á la vertedera<br />

helizoidal formada por dos partes distintas:<br />

la superficie anterior, destinada á hacer<br />

pasar á la banda de tierra desde la posición<br />

Figura 211<br />

horizontal á la vertical, y la superficie posterior,<br />

cuyo fin consiste en el movimiento de la<br />

banda colocada verticalmente, hasta que vaya<br />

á apoyarse sobre las bandas, ya invertidas,<br />

bien se la conduzca á esta posición de estabilidad<br />

, ó bien se la coloque en una posición tal<br />

que su propio peso la haga caer sobre la banda<br />

anteriormente invertida.<br />

La primera generatriz de la superficie de<br />

la parte anterior de la vertedera es horizontal<br />

, y la última vertical; es, pues, la cuarta<br />

parte de una espira entera de superficie helizoidal.<br />

Si se suponen un gran número de puntos<br />

sobre la primera generatriz horizontal, y<br />

tantos cilindros concéntricos como puntos, se<br />

tendrá sobre cada uno de estos cilindros como<br />

curva de los movimientos relativos de estos<br />

diferentes puntos una hélice; y si se desarrollan<br />

todos estos cilindros sobre el mismo plano,<br />

siendo el mismo el eje para todas las


ARA — 433 — ARA<br />

hélices, se desarrollará siguiendo rectas convergentes<br />

(figura 212) A B, iguales á la cuarta<br />

parte del contorno del primer cilindro, mas<br />

el radio; A C, á la cuarta parte del contorno<br />

del segundo cilindro, mas su radio, y así sucesivamente:<br />

o; b es el radio del primer cilindro;<br />

a c, el radio del segundo, representando A a<br />

la longitud de la parte anterior de la vertedera.<br />

La última ouestión que hay que examinar<br />

es cuál debe «er esta longitud. La figura 212<br />

muestra que todas las hélices tienen el mismo<br />

paso, ó todos los planos inclinados una misma<br />

base, pero las alturas son diferentes. Hallándose<br />

toda la parte anterior de la vertedera<br />

cubierta de un mismo espesor de tierra homogénea,<br />

cada hélice ó cada plano soporta el<br />

mismo peso; luego las tracciones parciales necesarias<br />

para elevar la tierra sobre cada uno<br />

z<br />

Figura 212<br />

de estos planos son desiguales, y van creciendo<br />

desde el eje hasta la hélice Z Z. Es decir,<br />

que la resultante de las resistencias que opone<br />

la tierra á la vertedera, no se halla colocada<br />

en la mitad de la anchura, como suponen<br />

algunos autores.<br />

El cálculo demuestra cuál debe ser la longitud<br />

de la parte anterior de la vertedera, y<br />

para que ninguno de sus puntos presente demasiada<br />

inclinación, basta que su longitud sea<br />

igual á 785 milésimas de la anchura de la labor<br />

en tierras de mediana compacticidad. Si<br />

excede mucho de este límite, hay que emplear<br />

una gran fuerza para la inversión de la tierra,<br />

y aun cuando á primera vista parece que habría<br />

ventaja en disminuir en lo posible los<br />

ángulos de las hélices dandouna gran longitud<br />

á la vertedera, aumentaría proporcionalmente<br />

el peso de la tierra que soportaría cada<br />

plano inclinado. Las vertederas no deben ser<br />

ni demasiado cortas, ni largas en demasía.<br />

A igualdad de altura (anchura de la banda),<br />

aumentando la base de los planos (longitud<br />

de la vertedera), es decir, disminuyendo la<br />

inclinación, se disminuye la relación entre la<br />

fuerza motriz y el peso que hay que elevar;<br />

pero al propio tiempo se aumenta este peso,<br />

puesto que el espesor de la banda elevada<br />

permanece constante. Y recíprocamente, si se<br />

Día—II.<br />

disminuye la longitud de la vertedera, lo cual<br />

aumenta la inclinación de las hélices, se disminuye<br />

el peso elevado, pero se aumenta la<br />

relación entre la fuerza motriz y este peso.<br />

La consecuencia práctica de todo esto, es<br />

que, si para elevar una misma banda de tierra<br />

se emplea una hélice corta, hay poca tierra que<br />

mover, pero la tracción es una gran fracción<br />

del peso; y si, por el contrario, se emplean<br />

hélices largas, es mayor el peso de tierra que<br />

hay que elevar, y la tracción, es una débil<br />

fracción del peso. Debe haber, pues, una longitud<br />

tal, que la fuerza motriz necesaria para<br />

elevar la tierra, sea la menor posible. El cálculo<br />

indica que el mínimum de tracción, resulta<br />

para un plano inclinado á 31°,41'.<br />

Vése, pues, que la mejor inclinación que<br />

debe tener un elemento de vertedera, depende<br />

del ángulo de frotamiento de la tierra con la<br />

materia de que se compone el plano. Según<br />

sea el mayor ó menor frotamiento de la tierra<br />

con el hierro, madera, etc., será diferente<br />

la longitud del elemento de la vertedera con<br />

relación á la profundidad y anchura de la labor.<br />

En cierta clase de tierras, deberán usarse<br />

vertederas largas; en otras de poco frotamiento<br />

, vertederas cortas.<br />

Basándose en repetidas observaciones y<br />

experimentos, M. Grandvoinnet concluye:<br />

1.° Que en las tierras de poca consistencia,<br />

calcáreas, silíceas ó silíceo calcáreas, la longitud<br />

de la parte anterior de la vertedera debe<br />

ser igual á una vez y cuarto la anchura de la<br />

labor.—2.° En las tierras que conservan sin<br />

deformación su forma de paralelepípedo sobre<br />

la vertedera, pero que se desmoronan en muchos<br />

sentidos, tierras calcáreas fáciles, dicha<br />

longitud debe ser igual á una vez y dos tercios<br />

la anchura de la labor.—3.° En las calcáreas<br />

muy finas, arcilloso-calizas y tierras francas,<br />

doble de la anchura de la labor.—Y 4.° En<br />

las tierras fuertes y tenaces, dos y media veces.<br />

Las consecuencias que quedan apuntadas<br />

son verdaderas en absoluto si la vertedera es<br />

de fundición, y si las tierras están bien sazonadas<br />

para que no se adhieran á aquélla y cuando<br />

se busca la menor resistencia posible. Pero<br />

toda cuestión práctica tiene dos fases: bueno<br />

es que la resistencia sea la menor posible,<br />

pero por satisfacer á esta condición la forma<br />

de la vertedera, puede ser desventajosa bajo<br />

el punto de vista de la bondad de la labor en<br />

las tierras fuertes, por ejemplo, en las que<br />

conviniera una forma que facilitara la desmenuzación<br />

de la banda, evitando de esta<br />

suerte el endurecimiento por la desecación.<br />

Y como pueden aplicarse análogas consideraciones<br />

á diferentes clases de tierras y de labores,<br />

las cifras que determinan la longitud<br />

deben considerarse como puntos de partida,<br />

variables según la naturaleza de las tierras.<br />

En cuanto á la forma de la parte posterior<br />

de la vertedera helizoidal, existen las mismas<br />

razones para que, como en la anterior, esté<br />

formada por bandas helizoidales dirigidas absolutamente<br />

según las hélices que representan<br />

28


ARA — 434 — ARA<br />

el movimiento relativo de la tierra al voltearse.<br />

De los cálculos hechos para determinar la<br />

longitud más conveniente que debe tener la<br />

parte posterior de la vertedera, y teniendo en<br />

cuenta que la presión que esta superficie soporta<br />

, es una porción de la presión total que<br />

la banda entera torcida ejerce sobre ella, y<br />

que esta porción es proporcional á la longitud<br />

de esta superficie, resulta que la tracción más<br />

pequeña se verifica para una longitud igual<br />

á 2,5, por una rotación de. 90°.<br />

Los detalles en que hemos entrado al ocuparnos<br />

de los diversos extremos relacionados<br />

con la vertedera helizoidal, que es la mejor<br />

de todas, demuestran bien alas claras, que en<br />

la mayoría de los casos, y salvo contadas excepciones<br />

, las vertederas de la generalidad de<br />

los arados, no reúnen ni con mucho, las condiciones<br />

exigidas para ejecutar su trabajo de la<br />

manera debida. En su construcción, no preside<br />

de ordinario más criterio que el capricho<br />

del que las fabrica, dándolas por tanteos, y sin<br />

sujeción á regla alguna, las formas que presentan,<br />

resultando de aquí, esa confusión que<br />

originan las variadas disposiciones que presentan<br />

en su figura y superficies. Por esto, y<br />

sin entrar en detalles de ejecución, propios del<br />

fabricante, consideramos oportuno dar á conocer<br />

los medios de trazar la vertedera, para<br />

obtener un modelo ó molde que sirva de matriz<br />

para su ejecución.<br />

De tres maneras puede obtenerse un modelo<br />

de vertedera helizoidal: cortando un trozo de<br />

/ /<br />

— N<br />

/ / / / / / / / /<br />

e H F<br />

Figura 213<br />

madera que represente la superficie; representando<br />

las generatrices rectas de la vertedera,<br />

por hilos extendidos entre dos reglas, de<br />

forma y de posición convenientes, y formando<br />

un molde que sirva para fundirla. Sólo nos<br />

ocuparemos del primer medio, eligiendo el<br />

procedimiento más sencillo y práctico, al alcance<br />

de cualquiera.<br />

Se construye un cilindro de madera de un<br />

diámetro doble de la profundidad de la labor<br />

y de longitud igual á la que haya de tener la<br />

vertedera. Sea A B C D este cilindro (figura<br />

213). Se desarrolla su superficie sobre un<br />

plano representado por el rectángulo C'DEF;<br />

se dividen los lados del rectángulo en dos partes<br />

iguales por medio de la línea R H, y se<br />

tiran las diagonales RE y HD. Se arrolla<br />

después el rectángulo sobre el cilindro, y las<br />

diagonales representarán la curva espiral que<br />

se busca. Si se ha cuidado de trazar estas diagonales<br />

con una tinta cualquiera húmeda, al<br />

arrollarlas sobre el cilindro, quedará trazada<br />

é impresa la espiral. Dividiendo ó cortando<br />

el cilindro en dos, por medio de una superficie<br />

que pase por los dos extremos de la espiral<br />

trazada, resultará un semicilindro O B CD A<br />

(figura 214 y 215), y tirando rectas o o, o o, o o<br />

desde cada uno de los puntos muy aproximados<br />

de la espira al diámetro A B, se obtendrá una<br />

superficie curva<br />

A o, B o,<br />

que será la<br />

que buscamos.<br />

Se va quitando<br />

madera de<br />

Figura 211<br />

la masa del cilindro<br />

, según<br />

estas líneas rectas, y resultará la superficie en<br />

hueco, que se comprueba colocando sucesivamente<br />

una regla sobre los puntos o o o de la<br />

espira y los correspondientes en la dirección<br />

vertical o' o' o' o' del diámetro. Estas dos series<br />

de puntos deben hallarse siempre en línea<br />

Figura 215<br />

recta. Si se moldea en fundición la superficie<br />

así obtenida, podrá servir de matriz para forjar<br />

vertederas de cobre ó hierro.<br />

La superficie helizoidal construida de esta<br />

suerte, hará describir á la banda de tierra solamente<br />

un cuarto de revolución, y después<br />

del paso del arado, no hallándose sostenida<br />

parte de ella, volverá á caer en el surco. Este<br />

defecto, muy general, se remedia terminando<br />

la hélice con un apéndice que se proyecte fuera<br />

de la vertical, sobre todo cuando hay que<br />

labrar tierras fuertes y tenaces, cuyas bandas<br />

no se desagregan completamente por el movimiento<br />

de torsión que experimentan al aplicarse<br />

sobre la superficie de la vertedera.<br />

PIEZAS DIRECTRICES Y DE GRADUACIÓN.—<br />

Dental.—Es la pieza del arado, que sirve para<br />

sujetar las restantes piezas en su parte inferior,<br />

y que trabajan en el fondo del surco,<br />

apoyándose por su lado izquierdo contra la<br />

tierra no removida. Sirve, pues, como soporte<br />

y guía además al instrumento en el plano<br />

horizontal inferior. En los arados antiguos, en<br />

los timoneros sobre todo, es de madera, revestido<br />

á veces con una chapa de hierro para disminuir<br />

los frotamientos; en los arados perfeccionados,<br />

es de hierro forjado ó de fundición.<br />

La superficie vertical izquierda y la inferior<br />

horizontal, no deben ser planas en el dental,<br />

sino más bien un poco cóncavas, para dar más<br />

estabilidad al instrumento. Si fueran comple-


AKA — 435 — ARA<br />

tamente planas, se redondearían muy pronto<br />

sus extremidades con los rozamientos, y el dental<br />

ofrecería tendencia á salir de su posición,<br />

obligando al labrador á apoyarse fuertemente<br />

sobre las estevas, tan pronto á la izquierda como<br />

á la derecha, para dirigirlo.<br />

La longitud del dental determina la del<br />

cuerpo del arado. Uu cuerpo más largo, experimenta<br />

sin duda alguna mayores frotamientos,<br />

y su marcha es más difícil; pero en cambio<br />

son mayores la estabilidad del instrumento<br />

y la facilidad de labrar con dimensiones más<br />

uniformes; y como conviene por otra parte,<br />

que no presente una gran superficie, para evitar<br />

la adherencia de la tierra, se deduce que<br />

debe haber un término medio, que varía en los<br />

arados modernos, de 75 centímetros á un metro.<br />

Estas variaciones dependen de diversas<br />

circunstancias, entre las que la presión que<br />

debe soportar, ejerce una grande influencia.<br />

Esta presión no debe exceder de 0,250 kilogramos<br />

por centímetro cuadrado para las tierras<br />

en buen estado de cultivo, y doble para<br />

las secas y tenaces. Según esta regla, la superficie<br />

del dental debe crecer con el peso del<br />

arado.<br />

El dental está sometido á una presión superior<br />

al peso del arado y de la tierra que lo<br />

carga, puesto que existe además la componente<br />

vertical de las diferentes reacciones; esta<br />

presión varía entre las 34 y 42 centésimas de<br />

la tracción total, para un ángulo ordinario de<br />

tracción de 20 á 25°. La tracción horizontal<br />

debida al frotamiento, está comprendida entre<br />

las 17 y 21 centésimas de la total en las tierras<br />

fáciles, y entre los 24 y 28 en las tenaces.<br />

La cara lateral del dental soporta solamente<br />

una pequeña presión, puesto que no es más<br />

que el resultado de los esfuerzos horizontales<br />

del labrador al apoyarse sobre las manceras.<br />

La cara ó superficie inferior y la lateral que<br />

experimentan el frotamiento con la tierra, deben<br />

presentar la forma de dos planos perpendiculares<br />

uno al otro; y como los dentales de<br />

una pieza se deforman con el uso volviéndose<br />

planos, sea cual fuese su concavidad, son necesarias<br />

reparaciones costosas siempre. Para evitarlas,<br />

en los arados modernos, los dentales<br />

son de dos piezas, de las cuales la una, llamada<br />

talón, es muy pequeña, y puede reemplazarse<br />

fácilmente.<br />

Para que el dental conserve una forma<br />

constante, conviene adoptar rejas de puntas<br />

móviles, formadas por barras de hierro ó de<br />

acero, un poco oblicuas al horizonte, que puedan<br />

alargarse á medida que se desgastan. Para<br />

disminuir el frotamiento, llevan algunos arados,<br />

dentales que ruedan, en vez de frotar, por<br />

medio de unas pequeñas ruedas que facilitan<br />

su marcha.<br />

Cama.—La cama es una pieza importantísima<br />

en el arado, sobre la cual se colocan<br />

todas las demás, y por cuyo medio, el cuerpo<br />

del instrumento recibe el movimiento de progresión<br />

que le hace avanzar. Como parte intermedia<br />

entre las resistencias y la tracción,<br />

tiene que hallarse sometida á la acción de<br />

grandes esfuerzos. Y aun cuando es una parte<br />

de combinación y de ensamble principalmente,<br />

vamos á ocuparnos de ella, aunque nos separemos<br />

al hacerlo, del orden y clasificación<br />

en que hemos agrupado las piezas del arado<br />

según su destino.<br />

En los arados timoneros, la cama es una<br />

continuación del timón, y forma con el dental<br />

un ángulo más ó menos agudo. En los de<br />

timón partido, como su nombre indica, es<br />

una pieza de diferente longitud, sobre la cual,<br />

y en un montante ó armadura, van colocados<br />

el dental y la vertedera por uña parte, y por<br />

otra la cuchilla, el graduador y las palancas<br />

que forman la esteva ó estevas.<br />

La ligereza y la solidez son las cualidades<br />

principales de la cama; no son indiferentes,<br />

pues, ni la forma ni la naturaleza del material<br />

empleados en su construcción. En unos arados,<br />

la cama es recta y de madera; en otros, de<br />

hierro, y más ó menos encorvada. Para que<br />

tenga la mayor solidez posible, en las camas<br />

de los buenos arados, se hallan trabajadas las<br />

piezas que componen su armadura, bien sean<br />

de hierro ó de madera, en la dirección de sus<br />

fibras ó contra los efectos de extensión, y en<br />

el hierro fundido, contra los esfuerzos de compresión.<br />

En los buenos arados ingleses, la cama<br />

de hierro está formada por dos láminas delgadas<br />

, soldadas en la parte anterior, que van<br />

separándose progresivamente, sujetadas de la<br />

manera conveniente por piezas ó barras transversales,<br />

en las que se colocan, entre otras,<br />

la cuchilla. Sin disminuir la solidez, esta disposición<br />

disminuye en un 20 por 100 el peso<br />

del hierro.<br />

Rara vez se da curvatura á las camas de<br />

madera, porque además de hacer más costosa<br />

su labra, al trabajarlas se cortan transversalmente<br />

muchas fibras, disminuyendo por tanto<br />

su resistencia y solidez. En las de hierro,<br />

nada importa la curvatura.<br />

Conocida la inclinación de la resultante de<br />

las resistencias que opone la tierra á las diferentes<br />

partes del arado, la inclinación del<br />

tiro debe ser la misma, y su longitud debe<br />

guardar cierta relación con la de la cama,<br />

puesto que en la marcha normal del instrumento<br />

, el punto de unión sobre el regulador<br />

debe hallarse lo suficientemente próximo al<br />

extremo anterior de la cama. Si se adopta una<br />

cama de menor longitud, el punto de unión<br />

se encontrará forzosamente muy por debajo<br />

de ella y recíprocamente. Una cama corta facilita<br />

las vueltas del arado, pero en cambio<br />

una más larga, le da más estabilidad y contribuye<br />

á guiar de mejor manera al labrador,<br />

que traza los surcos más derechos.<br />

La necesidad de hacer muescas, escopleaduras<br />

y taladros para colocar en la cama las demás<br />

piezas, obliga á exagerar á veces, en las<br />

de madera, sus dimensiones para que no pierdan<br />

su solidez, á pesar de lo cual, se rompen<br />

con mucha frecuencia. Dicho se está, pues,<br />

que son preferibles las de hierro.


ARA — 436 — ARA<br />

Para sujetar la cama con el dental, y más<br />

bien todo el arado, hay en todos los de timón<br />

partido, una armadura ó montante de hierro,<br />

que debe ser de gran resistencia, puesto que<br />

tiene que sufrir grandes esfuerzos. En algunos,<br />

como en el Brabante y otros belgas, esta<br />

armadura es de madera; su parte anterior es<br />

recta, atraviesa la cama, y se sujeta con cuñas<br />

de madera; y la parte posterior está formada<br />

por la prolongación de la esteva, que atraviesa<br />

también la cama, sujetándose á su vez con<br />

abrazaderas de hierro.<br />

En otros arados, como en el de Dombasle,<br />

la parte anterior del montante, forma la garganta<br />

ó cuello de la vertedera, y á veces parte<br />

de la superficie de esta última; por.la parte<br />

inferior lleva la reja sujeta con dos tornillos;<br />

la vertedera á la derecha, y á la izquierda el<br />

dental. La parte posterior es recta, y las dos<br />

partes se sujetan á la cama por medio de tornillos.<br />

De suerte, que forma con la cama y el<br />

dental, una especie de trapecio ó de paralelógramo<br />

que tiende á deformarse á los esfuerzos<br />

del tiro; inconveniente que se evita construyendo<br />

el montante de una sola pieza, como lo<br />

tienen los buenos arados modernos. Los montantes<br />

de hierro dulce, son de difícil ejecución;<br />

los de fundición, más económicos, pero expuestos<br />

á romperse cuando se trabaja en terrenos<br />

endurecidos.<br />

Estevas.—Las estevas son las piezas del<br />

arado, por cuyo medio el labrador obliga al<br />

instrumento á penetrar en el suelo, y corrige<br />

sus desviaciones horizontal y verticalmente.<br />

No sirven en realidad para conducirle, puesto<br />

que estando bien construido, debe seguir por<br />

sí mismo la marcha que se le señale. Pero<br />

cuando el instrumento encuentra un obstáculo<br />

y experimenta sobre cualquiera de sus partes<br />

una presión que le hace desviar de su camino,<br />

el labrador le hace tomar su anterior posición<br />

por medio de las estevas, que no debe<br />

abandonar, pero sin emplear una gran fuerza<br />

ni una presión inútiles.<br />

Los arados tienen una ó dos estevas, no<br />

siendo realmente necesaria más que una, la de<br />

la izquierda, para el de una vertedera, ó una<br />

en medio para los de doble vertedera. En muchas<br />

localidades prefieren los agricultores una<br />

sola esteva, aun para los arados con ruedas ó<br />

antetrén, con el fin de que el obrero se habitúe<br />

á servirse con la mano derecha del látigo<br />

ó de la aguijada, para desembarazarlos de la<br />

tierra y de las raíces. Dícese, que las estevas<br />

dobles hacen perezoso al labrador, incitándole<br />

á apoyarse sobre el instrumento, lo que aumenta<br />

el trabajo de los animales. No puede<br />

desconocerse, sin embargo, la utilidad de las<br />

estevas dobles, ayudando como ayudan al arado<br />

á penetrar en el suelo y á vencer los obstáculos<br />

que se encuentran.<br />

Las estevas llevan en su extremidad unos<br />

mangos llamados manceras, de diferente forma,<br />

que es á las que se agarra el obrero al<br />

marchar el instrumento.<br />

Cuando el labrador, apoyado en estas man­<br />

ceras, ejerce una presión sobre la esteva, el<br />

instrumento obra como una palanca de primer<br />

género, girando alrededor del talón del dental<br />

como punto de apoyo. El hombre debe<br />

vencer en este caso el peso del arado y la<br />

reacción de la tierra sobre la reja y la vertedera.<br />

Puede, pues, asegurarse con mucha<br />

aproximación, que las estevas deben ser tanto<br />

más largas cuanto más largos son á su vez el<br />

dental y el cuerpo del arado, y cuanto más<br />

pesado es el instrumento.<br />

Cuando el obrero se apoj^a de derecha á izquierda<br />

para variar la anchura, el arado obra<br />

de la misma manera en su plano horizontal<br />

de rotación. Cuando eleva las manceras para<br />

aumentar transitoriamente la profundidad de<br />

la labor, el arado obra como una palanca de<br />

segundo género y gira alrededor de la punta<br />

de la reja como apoyo. Si opera en el plano<br />

horizontal, es decir, oprimiendo las manceras<br />

de izquierda á derecha para variar momentáneamente<br />

la anchura de la labor, el esfuerzo<br />

es la mitad ó dos tercios del anterior.<br />

La longitud de las estevas no obliga al obrero<br />

á desarrollar esfuerzos considerables. En<br />

el primer caso que hemos considerado, el esfuerzo<br />

es de 30 á 37 kilogramos, mitad próximamente<br />

del que puede ejercer un hombre<br />

verticalmente de arriba á abajo; en el segundo<br />

, la mitad ó dos tercios del precedente, de<br />

15 á 25 kilogramos; en el último, la mitad ó<br />

dos tercios del anterior, de 4 á 6 kilogramos.<br />

Las estevas más largas exigen menos esfuerzos<br />

, pero sus efectos no son tan prontos.<br />

La presión de arriba á abajo que ejerce el<br />

obrero en los arados timoneros hace picar más<br />

á la reja, aumentando momentáneamente la<br />

profundidad de la labor; en los de timón partido<br />

sin ruedas, sucede lo contrario, puesto<br />

que al apoyarse sobre las manceras, se eleva<br />

la punta de la reja y el arado profundiza menos<br />

ó hace menos labor.<br />

La forma de las estevas no tiene influencia<br />

alguna, con tal de que sean sólidas y ligeras.<br />

Cuando son de madera, deben ser rectas; las<br />

de hierro pueden encorvarse para que tengan<br />

mayor rigidez, y cuando haya dos, deben sujetarse<br />

una á otra de una manera conveniente<br />

por medio de travesanos que las den la necesaria<br />

solidez.<br />

Reguladores.—Además de la clase del instrumento<br />

, el sistema de tiro influye en la manera<br />

de graduar el arado, para que la resultante<br />

de todas las resistencias siga la dirección<br />

conveniente.<br />

En los arados timoneros , como más adelante<br />

veremos, la graduación consiste sencillamente<br />

en correr el extremo del timón más ó<br />

menos sobre el yugo, fijándolo en los clavijeros<br />

, con lo cual se varía la abertura del ángulo<br />

que forma la cama con el dental, y por<br />

consiguiente se varía también la profundidad<br />

de la labor.<br />

En los arados de timón partido, el tiro se<br />

verifica por medio de balancines ó boleas, en<br />

las cuales se enganchan los tirantes, y para


ARA — 437 — ARA<br />

dar al arado mayor estabilidad en el plano<br />

vertical del movimiento, se emplean simultáneamente<br />

dos medios: subir ó bajar el punto<br />

de unión del balancín con el extremo de la<br />

cama, y alargar ó acortar los tiros. Y para<br />

darle estabilidad en el plano horizontal, inclinar<br />

más ó menos á derecha ó á izquierda<br />

este punto de unión.<br />

Es evidente que estos cambios de posición<br />

influyen en las dimensiones de la labor ejecutada.<br />

Si se baja el punto de unión de los tiros<br />

con la cama, se disminuye la profundidad de<br />

la labor, aumentándola, por el contrario,<br />

cuando se eleva dicho punto.<br />

La pieza del arado destinada á practicar<br />

estas operaciones y á producir estos cambios,<br />

graduando en un mismo instrumento la anchura<br />

y profundidad de la labor, se llama regulador.<br />

Numerosos son los reguladores conocidos,<br />

que aumentan cada día, por las combinaciones<br />

y mejoras de detalle que en ellos se introducen.<br />

Se clasifican en dos grupos: unos que limitan<br />

el número de posiciones que puede<br />

tomar el tiro, y otros que ejecutan los cambios<br />

de posición de una manera continua y en escala<br />

tan pequeña como se quiera. En la imposibilidad<br />

de describir todos los sistemas, examen<br />

que por otra parte á nada conduciría,<br />

mencionaremos solamente algunos de ellos.<br />

Entre los reguladores discontinuos correspondientes<br />

á la primera división, se cuentan<br />

los de cremallera, compuestos de una barra<br />

de hierro provista de dientes horizontal ó verticalmente<br />

colocados, separados entre sí á<br />

distancias variables, y en los cuales se engancha<br />

el extremo de la cadena de tiro, haciendo<br />

variar su dirección, y separándose á derecha<br />

ó á izquierda según convenga. Las posiciones<br />

que puede tomar la cadena de tiro, son tantas<br />

como dientes forman la cremallera. En este,<br />

como en todos los reguladores discontinuos, es<br />

imposible conseguir una graduación precisa,<br />

puesto que existe, y no puede menos de existir,<br />

entre los dientes, una separación mayor ó menor,<br />

lo cual supone desviación forzosa en el<br />

cambio de posición.<br />

A veces, en vez de los dientes que forman<br />

la cremallera, van provistas las barras, de agujeros,<br />

en los cuales se engancha el extremo<br />

de la cadena de tiro, combinándose en ocasiones<br />

la cremallera y los agujeros para conseguir<br />

la graduación horizontal y verticalmente.<br />

Esto sucede en el regulador de Dombasle<br />

en forma de T, compuesto de una barra vertical<br />

con agujeros, que atraviesa el extremo de<br />

la cama, unida á otra horizontal, con la que<br />

forma por consiguiente un ángulo recto, provista<br />

de varios dientes; subiendo ó bajando la<br />

barra vertical, sube ó baja la cadena de tiro,<br />

y colocando á izquierda ó derecha, entre los<br />

dientes de la cremallera, la anilla de dicha<br />

cadena, se varía á voluntad la anchura.<br />

En los arados norte-americanos, es muy general<br />

el empleo de un regulador continuo giratorio,<br />

ingenioso por demás, y que consiste<br />

en una pieza circular de hierro, sujeta al extremo<br />

de la cama, de bordes salientes, y provista<br />

de dientes de sección triangular y bastante<br />

ancha. La cama lleva un tornillo fijo,<br />

sujeto de cualquier manera, que presenta su<br />

orificio enfrente del platillo. Una corredera<br />

que tiene dos nerveaduras salientes, puede<br />

aplicarse sobre la placa circular, engranando<br />

sus nerveaduras con los dientes, y así aplicada,<br />

puede deslizar la corredera de arriba á<br />

abajo y recíprocamente; y desengranando, se<br />

la pueden hacer tomar las posiciones que se<br />

quieran alrededor del centro del platillo. Un<br />

tornillo de presión fija la posición del regulador,<br />

y como la cadena de tiro colocada en<br />

una de las extremidades de la corredera, sigue<br />

todos los movimientos, se varía su dirección,<br />

obteniéndose la graduación apetecida.<br />

Los reguladores de los arados ingleses modernos,<br />

se distinguen por su sencillez. Constan<br />

de un arco de círculo de hierro, con varias<br />

series de agujeros, colocado en el extremo de<br />

la cama y en una posición horizontal. Una<br />

barra de hierro, á cuyo extremo va enganchada<br />

la cadena de tiro, puede subir ó bajar á<br />

voluntad, fijando su posición con un tornillo<br />

de presión; de suerte, que variando á la derecha<br />

ó á la izquierda la posición del arco de<br />

hierro, que se fija por medio de un pasador en<br />

el agujero correspondiente, y subiendo ó bajando<br />

la barra vertical, sube ó baja á su vez<br />

la línea de tiro, y se inclina á la derecha ó á<br />

la izquierda, variando de esta manera la anchura<br />

y profundidad de la labor.<br />

Los reguladores se colocan generalmente en<br />

la parte anterior del arado, en el extremo de<br />

la cama. A veces, aunque son pocos los instrumentos<br />

en que se adopta, dichas piezas se<br />

hallan colocadas en la parte posterior y trasera,<br />

y sus mecanismos, análogos á los de los<br />

reguladores ordinarios, están dispuestos de tal<br />

manera, que un pequeño manubrio, colocado<br />

al alcance de la mano del labrador, permite<br />

obtener la graduación sin ninguna dificultad.<br />

El tiro se verifica directamente en unos<br />

arados, desde el regulador ó extremo de la<br />

cama, y en otros, por medio de varillas de hierro<br />

que parten por debajo de dicha cama,<br />

detrás de la cuchilla, y cerca de la parte anterior<br />

de la armadura ó cuerpo del arado, de<br />

donde arranca la vertedera. Esta última disposición<br />

es la más ventajosa y la adoptada<br />

por los buenos constructores; la cama trabaja<br />

menos, y sus fibras, sobre todo si es de madera,<br />

experimentan menos tensión cerca del punto<br />

de arranque, en donde debe encontrarse la<br />

mayor resistencia. Cuando la tracción se verifica<br />

por delante del regulador, como que el<br />

camino que sigue la línea de tiro no es una<br />

línea recta, sino ligeramente ondulada horizontal<br />

y verticalmente, la parte anterior de<br />

la cama participa de estas oscilaciones, de lo<br />

que resultan presiones por debajo y contra el<br />

dental. Cuando, por el contrario, la tracción'<br />

se ejecuta por detrás, son más pequeñas las


ARA — 438 — ARA<br />

oscilaciones y se obtiene mayor estabilidad<br />

para el instrumento.<br />

Antetrén- y soportes.—Sea cual fuere la disposición<br />

del arado, y por más que vaya provisto<br />

de regulador, presenta siempre una tendencia<br />

á adquirir un movimiento de adelante<br />

hacia atrás y recíprocamente, y de izquierda<br />

á derecha ó al contrario. Al marchar tropieza<br />

con diferentes obstáculos: la desigual resistencia<br />

que experimenta en las diversas capas de<br />

tierra en que penetra, piedras, raíces, etc., y<br />

que le levantan ó le dan mayor profundidad,<br />

es causa que dificulta una profundidad constante<br />

y uniforme en la labor, sin grandes esfuerzos<br />

y vigilancia por parte del labrador.<br />

Para remediar en parte este inconveniente, se<br />

da mayor entrada al arado en el terreno, inclinando<br />

hacia adelante el dental, ó solamente<br />

la punta de la reja, lo suficiente para contrarrestar<br />

las diferentes causas que fuerzan al<br />

instrumento á salir de la tierra; ó se consigue<br />

mayor estabilidad, disminuyendo al propio<br />

tiempo la intervención del obrero, y haciendo<br />

más regular la profundidad de la labor, con el<br />

empleo de soportes ó piezas especiales que se<br />

denominan también antetrenes.<br />

Con el antetrén, la parte anterior de la<br />

cama se mantiene constantemente á la misma<br />

altura, y opone una fuerza invencible al esfuerzo<br />

de la tendencia del dental hacia abajo,<br />

de donde nace una presión continua ó casi<br />

continua de la cama sobre el antetrén y de<br />

las ruedas sobre el suelo. De estas dos tendencias<br />

opuestas, y de la presión vertical de la<br />

cama sobre el antetrén, resultan descomposiciones<br />

de fuerza que suponen la necesidad de<br />

emplear mayor tracción.<br />

A pesar de este aumento de fuerza, los soportes<br />

se hallan plenamente justificados, y<br />

con su ayuda, un mal arado, puede marchar<br />

casi tan bien como uno bueno; experimenta<br />

menos desviaciones, tiene mayor estabilidad<br />

y el conductor trabaja mucho menos para su<br />

manejo y dirección. No deja de ofrecer inconvenientes<br />

la mayor estabilidad del arado con<br />

antetrén; entre otros, el de no hacer sensible<br />

para el labrador los obstáculos que se oponen<br />

á su marcha. Cuando carecen de soporte, el<br />

obrero salva los obstáculos maniobrando sobre<br />

las manceras; en el otro caso, sólo se apercibe<br />

en caso de rotura, ó por los esfuerzos y cansancio<br />

de la yunta. Pesando estas circunstancias<br />

, se deduce que un arado sin ruedas, provisto<br />

de un buen regulador, es preferible en la<br />

mayoría de los casos, sobre todo para las tierras<br />

que presentan obstáculos á su paso; mientras<br />

que el antetrén es beneficioso cuando se<br />

quieren ejecutar labores, sobre todo superficiales,<br />

de una gran regularidad.<br />

Muchas son las clases de soportes empleados.<br />

El más elemental y sencillo, que subsiste<br />

todavía en algunos arados antiguos, consiste<br />

en una barra colocada verticalmente en la<br />

cama, detrás del regulador, que puede subir ó<br />

bajar, fijándose su posición. En el extremo de<br />

dicha barra hay un tarugo ó patín de madera,<br />

que es el que constituye el verdadero soporte.<br />

Graduado el instrumento en anchura y profundidad<br />

, y colocado el patín á la altura conveniente<br />

, si un obstáculo cualquiera hace entrar<br />

más al arado, el patín lo hace imposible;<br />

si tiene tendencia á salirse del surco, será<br />

necesaria una presión mayor que la que el<br />

soporte ejerce sobre el suelo; y como esta<br />

presión puede fijarse al graduarlo, el labrador,<br />

agarrado á las manceras, no tiene que preocuparse<br />

en sostener el instrumento en la línea<br />

del surco, manteniéndose constante la profundidad<br />

de la labor. A veces, en lugar del<br />

patín de madera, los soportes están constituídos<br />

por un casquete esférico de hierro, que<br />

puede tomar diversas posiciones.<br />

Los antetrenes se componen de una ó dos<br />

ruedas iguales, ó de desigual diámetro, colocadas<br />

al extremo de unas barras verticales,<br />

que pueden subirse ó bajarse, sujetándolas<br />

con tornillos de presión á la altura deseada,<br />

combinando esta altura con la graduación<br />

obtenida por medio del regulador. Para evitar<br />

la adherencia de la tierra sobre las llantas<br />

de las ruedas, llevan una especie de raspador<br />

que la va desprendiendo al marchar el instrumento.<br />

Todas las piezas de que se compone el<br />

antetrén, se ponen y se quitan con gran facilidad.<br />

Dicho se está, que en las tierras pedregosas<br />

y accidentadas, con grandes obstáculos<br />

para el cultivo, el antetrén, lejos de ofrecer<br />

ventajas, presenta inconvenientes, porque su<br />

marcha se entorpece con su choque.<br />

PIEZAS DE UNIÓN ó DE ENSAMBLE.—Estas piezas,<br />

cuñas, tornillos, pasadores, etc., así como<br />

otras de detalle, son más propias del constructor,<br />

por lo cual no nos entretenemos en<br />

mencionar sus diferentes formas y disposiciones.<br />

Algunos arados tienen, además de las piezas<br />

operadoras que hemos descrito, otras cuyo<br />

objeto es aumentar las buenas condiciones de<br />

la labor, ó ejecutar al propio tiempo trabajos<br />

especiales que la complementen. Los construidos<br />

por los fabricantes ingleses para labores<br />

profundas y que exigen una gran fuerza<br />

de tiro, suelen llevar detrás de la cuchilla<br />

una fuerte barra de hierro, que tiene en su<br />

extremo una pequeña reja muy cortante y<br />

una pequeña vertedera, que operando en la<br />

capa más superficial del terreno, corta é invierte<br />

los céspedes y malas hierbas, que quedan<br />

enterradas por completo al pasar la vertedera<br />

principal.<br />

Para enterrar igualmente los abonos verdes<br />

y los estiércoles, se coloca, bien en la cama<br />

delante de la cuchilla, ó en ia cuchilla misma,<br />

una cadena provista en su extremo de un peso<br />

ovoideo. Esta cadena se arrastra oblicuamente<br />

delante de la vertedera, y acuesta las hierbas<br />

ó arrastra el estiércol al fondo del surco.<br />

En los arados de timón partido, el tiro se<br />

verifica, como hemos dicho, por medio de balancines<br />

ó boleas que se enganchan en el extremo<br />

de la cadena, en número vario según sea el<br />

número de animales empleados (figura 216).


ARA — 439 — ARA<br />

En estas boleas se enganchan á su vez los tirantes<br />

que parten del collerón; y cuando, como<br />

acontece generalmente en España, es el yugo<br />

el empleado, se utiliza un timón de madera con<br />

su clavijero como en los arados comunes, cuyo<br />

extremo se sujeta á la anilla ó barzón del<br />

yugo, y por una cadena que lleva en el otro<br />

extremo, al gancho del regulador.<br />

Elección de las maderas más convenientes<br />

para la construcción del arado.—Siendo, como<br />

son, los arados de madera los más empleados,<br />

sobre todo en nuestro país, no creemos inútil<br />

indicar las condiciones que debe tener dicho<br />

material de construcción. La clase de madera<br />

debe estar en relación con la naturaleza y objeto<br />

de la pieza que se ha de construir.<br />

El dental debe ser de madera dura y compacta,<br />

susceptible de un gran pulimento, con<br />

objeto de disminuir los frotamientos. Las maderas<br />

de peral, ciruelo, etc., son las mejores<br />

para esta pieza, por su gran dureza y fácil<br />

pulimento; y aun cuando esta última condición<br />

no se encuentra en tanto grado en la encina<br />

, su dureza y la cualidad de resistir por<br />

mucho tiempo la humedad, que pudre las otras<br />

maderas, hacen que se emplee también en su<br />

construcción. Para hacer el dental, deben tenerse<br />

en cuenta las resistencias que el arado<br />

tiene que vencer, muy diferentes en el extremo<br />

de la reja, que, aguda y cortante, corta fácilmente<br />

la tierra, y en las caras laterales é<br />

inferiores del dental. La resistencia de la tierra,<br />

no depende tanto de su propia pesantez,<br />

cuanto de la cohesión de sus partículas, que<br />

forman una masa sólida y oponen su resistencia<br />

delante del arado, según la línea de tiro.<br />

Hallándose el centro de resistencia sobre el<br />

plano de las caras laterales é inferiores del<br />

dental, deben estar dichas partes perfectamente<br />

pulimentadas, para que sean menores los<br />

obstáculos.<br />

La cama constituye á veces el único regulador<br />

en muchos arados; su marcha uniforme<br />

y la entrada de la reja en el surco, dependen<br />

de su posición con respecto al antetrén, y en<br />

Figura 213<br />

ocasiones, sobre todo cuando el arado pique<br />

menos ó haga menos labor, la parte anterior,<br />

al descansar sobre el antetrén, origina un peso<br />

considerable que fatiga al animal. Si se construye,<br />

por consiguiente, de una madera dura<br />

y pesada, como que su longitud es considerable,<br />

y grande también su espesor, se aumentará<br />

considerablemente el esfuerzo de la yunta.<br />

Hay que elegir, pues, una madera ligera,<br />

haya, fresno, tilo, que son las más á propósito<br />

para las camas, y con mayor razón para el<br />

yugo, de uso tan general en muchas comarcas.<br />

Para las orejeras y vertederas, se escogen<br />

maderas duras y susceptibles del buen pulimento<br />

que exigen piezas que tienen que experimentar<br />

resistencias y rozamientos. La vertedera<br />

se construye ordinariamente de la misma<br />

madera que el dental.<br />

Las estevas no deben ser de madera muy<br />

ligera; la encina ú otra semejante es la más á<br />

propósito. Por el contrario, en los arados en<br />

que el antetrén es de madera, debe ser ésta lo<br />

más ligera posible, con el fin de evitar el peso<br />

considerable, que aumentaría el esfuerzo de los<br />

animales.<br />

Las cualidades de las maderas dependen en<br />

parte de las localidades en que se crían. Los<br />

sitios húmedos, los expuestos á Poniente, producen<br />

maderas de calidad inferior á las que<br />

crecen entérrenos secos, pedregosos y expuestos<br />

al Saliente. Sea cual fuere la madera empleada,<br />

es preciso que esté perfectamente seca;<br />

cuando no lo está suficientemente, la humedad<br />

de la tierra y las lluvias la hienden y<br />

agrietean. Para no exponerse á estos riesgos,<br />

no hay inconveniente en someterlas por algunas<br />

horas al calor moderado de un horno, no<br />

haciéndolo recién cortadas, puesto que estando<br />

todavía verdes, el calor súbito que experimentarían<br />

, dilataría sus poros para dejar paso<br />

al agua, lo cual produciría grietas y hendeduras.<br />

Teoría del arado.—Entre los muchos autores<br />

que han escrito acerca del arado, ocupa un<br />

lugar preferente el célebre agrónomo francés


ARA — 440 — ARA<br />

Mateo de Dombasle, cuyos trabajos han contribuido<br />

á dar á conocer la teoría de este importante<br />

instrumento, siendo origen de ulteriores<br />

reformas y perfeccionamientos. La sencillez<br />

con que expone su teoría, al alcance del<br />

último de los agricultores, y los razonamientos<br />

que emplea para demostrar lo que, como<br />

dice con fundamento, necesita explicarse más<br />

bien que demostrarse, nos inducen á ocupar-<br />

Figura 217<br />

nos de ella con algún detenimiento, por más<br />

que algunas de sus conclusiones, entre otras la<br />

de que el peso del arado no ejerce influencia<br />

en la tracción, como veremos, no sean del todo<br />

exactas.<br />

Cuando en una máquina cualquiera, el mo-<br />

Figura 218<br />

vimiento se transmite de la potencia á la resistencia<br />

por el intermedio de un cuerpo inflexible<br />

, se efectúa en una línea recta, tirada<br />

desde el punto de aplicación de la potencia<br />

al de la resistencia, sea cual fuese la forma del<br />

cuerpo.<br />

Sea el cuerpo inflexible aehb (figura 217)<br />

de una forma arbitraria. Suponiendo aplicada<br />

la potencia en el punto a, en la dirección a c,<br />

y la resistencia en el punto b, obrando en la<br />

dirección b d, la potencia ejercerá la misma<br />

acción é imprimirá al móvil el mismo movimiento<br />

, que si se transmitiese por el intermedio<br />

de un cuerpo sólido, en el cual se encontraría<br />

la línea recta a b, y como si la potencia<br />

se aplicara directamente al punto de la resistencia<br />

b.<br />

Si en vez de un cuerpo inflexible interpuesto<br />

entre la potencia y la resistencia, se<br />

supone uno flexible; si, por ejemplo, hallándose<br />

siempre en b (figura 218) la resistencia,<br />

se supone aplicada la potencia en el extremo<br />

c de una cuerda c a, los tres puntos b c a, es<br />

decir, el de la resistencia, el de la potencia<br />

y aquel en que la cuerda se halla fija al cuerpo<br />

inflexible, tenderán siempre á colocarse en<br />

línea recta, y cuando esto hubiere sucedido,<br />

la potencia obrará como si se hubiera aplicado<br />

directamente á la resistencia, ó como si el<br />

punto de unión de la cuerda c a se encontrara<br />

en el de la resistencia b.<br />

Si la acción de la potencia no se ejerce en<br />

el sentido de la resistencia,<br />

k resultará una descomposición,<br />

y por consiguiente una<br />

pérdida de fuerza. Supongamos<br />

(figura 218) que la resistencia<br />

colocada en el punto<br />

b, obre en la dirección b d;<br />

j no pu di en do moverse el<br />

— ~— -•• punto b más que en la dirección<br />

b f; si la potencia colocada<br />

en el punto c actúa en<br />

la dirección a c ó b c, habrá<br />

en el punto b una descomposición de fuerza<br />

proporcional á la [abertura del ángulo f b e,<br />

pero independiente de la forma del cuerpo inflexible<br />

aehb, obrando la potencia en c como<br />

si estuviese aplicada en el punto de la resistencia<br />

b, pero en la dirección b c.<br />

Suponiendo siempre<br />

la resistencia en<br />

el punto b, que no<br />

puede moverse más<br />

que en la dirección b<br />

f, si se aplica la potencia<br />

g en la dirección<br />

a g, formando<br />

con b f, ó una de sus<br />

paralelas, un ángulo<br />

más agudo que el f<br />

b c, los tres puntos g<br />

7 ab tenderán siempre,<br />

según la segunda proposición,<br />

á colocarse<br />

en una línea recta g<br />

b; pero si por la disposición de la máquina el<br />

punto ano pnede tomar esta posición, y si<br />

en su movimiento no puede seguir más que<br />

la dirección a i, paralela á d f, habrá en este<br />

punto a una nueva descomposición de fuerza;<br />

una parte de la potencia g se empleará en<br />

producir en el punto a una presión, según a It.<br />

En esta disposición de la máquina habrá,<br />

pues, una doble descomposición: la una en el<br />

punto b, que es solicitado, según la dirección<br />

b a, pero que no puede moverse más que<br />

en la dirección b f, y la otra en el punto a, en<br />

donde una parte de la potencia ejerce una<br />

presión, según a k.<br />

Estos principios tienen aplicación al tiro<br />

del arado. Un arado con ó sin antetrén no es,<br />

en efecto, más que un cuerpo inflexible, de<br />

forma irregular, por cuyo intermedio la acción<br />

de la potencia se transmite á la resistencia.<br />

Además de esta parte inflexible de la<br />

máquina, existe otra flexible, que son los tiros<br />

en el arado de timón partido, y que van<br />

desde la parte del animal en donde se ejerce,


ARA — 441 — ARA<br />

hasta el punto de enganche con el arado.<br />

En los arados sin antetrén, el punto de<br />

unión se encuentra colocado en la extremidad<br />

anterior de la cama. En algunos, la cadena de<br />

tiro se halla fija más cerca del cuerpo del arado,<br />

pero en este caso la cadena se mantiene<br />

fija en su posición por medio del regulador,<br />

colocado en la parte anterior de la cama; el<br />

punto de unión existe realmente sobre el re-<br />

Figura 219<br />

guiador, puesto que la parte de la cadena que<br />

se encuentra detrás, no puede cambiar de posición<br />

con respecto á las partes inflexibles del<br />

arado, y debe ser considerada como inflexible.<br />

En los arados timoneros, de que más adelante<br />

nos ocuparemos, en los cuales la extre-<br />

Figura 220<br />

midad del timón, que no es más que una continuación<br />

de la cama, se apoya sobre el yugo,<br />

deduciremos consecuencias análogas á los de<br />

timón partido.<br />

En el arado sin antetrén (figura 219), el<br />

punto de tiro ó de la potencia a, el punto de<br />

Figura 221<br />

unión & y el de la resistencia c se colocan<br />

siempre naturalmente en una misma línea<br />

recta, cuando no se ejerce ninguna potencia<br />

sobre la esteva; de modo que si se imagina<br />

una recta a c, tirada desde la espalda del animal<br />

á la parte anterior del cuerpo del arado,<br />

en donde se encuentra colocado el punto de<br />

la resistencia, el ángulo que esta línea forma<br />

con el horizonte ó con la línea de resistencia<br />

de, que la es paralela, es decir, el ángulo ac e,<br />

determina la proporción en que se descompone<br />

la fuerza motriz, y por consiguiente, la<br />

pérdida que experimenta. En este caso, el motor<br />

ejercerá la misma acción que si los tiros se<br />

extendiesen hasta el punto de la resistencia y<br />

estuviesen sujetos á ella.<br />

Cuando en el arado con ruedas (figura 220)<br />

el punto de unión se encuentra precisamente<br />

en la línea tirada desde la espalda del animal<br />

b al punto de la resistencia c, la descomposición<br />

de la fuerza es la misma que en el arado<br />

sin ruedas; la presión<br />

que las ruedas ejercen<br />

sobre el suelo,<br />

será precisamente la<br />

que resultará del<br />

peso del antetrén;<br />

las ruedas no contribuirán<br />

á aumentar<br />

ni á disminuir la<br />

fuerza necesaria para el tiro.<br />

Si el punto de unión (figura 221) se encuentra<br />

por encima de la línea b c, tirada desde<br />

el punto de la potencia al 2iunto de la resistencia,<br />

la máquina se encontrará colocada<br />

en el caso de la cuarta proposición. Entonces,<br />

no solamente será más considerable<br />

la descomposición<br />

de fuerza que se opera en<br />

el punto c, puesto que la línea<br />

a c forma con el horizonte<br />

un ángulo más abierto<br />

que la línea b c, sino que se<br />

operará también otra descomposición<br />

en el punto a,<br />

en donde una parte de la<br />

fuerza de tiro se empleará en ejercer sobre<br />

el antetrén una presión vertical. Si, por el<br />

contrario, el punto de unión se halla colocado<br />

por debajo de la línea de tiro de la espalda<br />

de los animales al punto de la resistencia,<br />

existirá también una descomposición de fuerza<br />

en el punto de unión,<br />

empleándose una parte<br />

de la potencia en levantar<br />

el antetrén.<br />

Concluye Dombasle<br />

de las anteriores observaciones,<br />

que la pérdida<br />

ocasionada por la oblicuidez<br />

del tiro, es la mínima<br />

en el arado sin ruedas;<br />

que la mayor perfección<br />

que puede alcanzar<br />

el arado con antetrén,<br />

es igualarse en este<br />

concepto al arado sencillo, no teniendo en<br />

cuenta además el aumento de fuerza motriz<br />

por el peso del antetrén, por el frotamiento<br />

de las ruedas, y por la resistencia que ocasiona<br />

la tierra á ellas adherida.<br />

En cuanto á la forma del arado y al mecanismo<br />

por medio del cual corta, eleva é invierte<br />

la banda de tierra, considera esta forma como<br />

derivada de dos cuñas confundidas en su base;<br />

la una, que denomina cuña anterior, porque su<br />

corte se halla colocado un poco más adelante<br />

que el de la otra, tiene una de sus caras hori-


ARA — 442 — ARA<br />

zontal; es el plano formado por la cara inferior<br />

de la reja y del dental, así como por el borde<br />

inferior de la vertedera, que actúan sobre el<br />

fondo del surco; el corte de la cuña, que es horizontal<br />

y en el mismo plano, no representa la<br />

parte (cortante de la reja. La otra cuña, que<br />

denomina posterior, está colocada en ángulo<br />

recto con la primera, y es la que en los arados<br />

ordinarios forma la cara izquierda del cuerpo<br />

del instrumento. El corte de la segunda cuña<br />

se encuentra colocado en un plano vertical á<br />

la garganta del arado.<br />

Con respecto al punto en que debe colocarse<br />

el centro de la resistencia que experimenta<br />

el arado, deduce : 1.° Que la línea de resistencia<br />

se encuentra en el eje mismo de la cuña,<br />

si obra dividiendo en dos partes iguales el ángulo<br />

formado por ella.—2.° Que se halla en el<br />

plano de la cara de la cuña paralela á la línea<br />

de movimiento, pasando siempre por el corte.<br />

3.° Que en la acción de la cuña en general, es<br />

indiferente que la potencia se aplique á la base<br />

por percusión ó por presión, ó bien al corte<br />

por una fuerza de tracción; pero que en todo<br />

caso, y para que produzca el mayor efecto posible,<br />

es necesario que se aplique en la dirección<br />

de la línea de resistencia.—4.° La línea de<br />

resistencia de la cuña anterior, será una línea<br />

recta colocada en el fondo del surco, en medio<br />

de su anchura y paralela á su dirección. La de<br />

la cuña posterior, será uña recta colocada sobre<br />

la cara izquierda del cuerpo del arado, á<br />

la mitad de la profundidad del surco y paralela<br />

á su dirección. Si se imagina un plano que<br />

pase por estas dos líneas paralelas entre sí, la<br />

resultante de las dos líneas de resistencia, se<br />

encontrará en este plano á igual distancia de<br />

las dos líneas. El punto en que esta resultante<br />

encuentre á la superficie superior de la reja y<br />

de la vertedera, será el punto en que debe<br />

considerarse acumulada la resistencia que experimenta<br />

el cuerpo del arado en su acción.<br />

Infiérese de aquí que, para que la fuerza<br />

motriz se empleara en el arado de la manera<br />

más útil, sería preciso: 1.° Que obrara tirando<br />

adelante ó empujando por detrás, en la prolongación<br />

de la línea de resistencia que se encuentra<br />

debajo de la superficie del suelo y paralela<br />

á esta superficie.—2.° Que el motor se<br />

encontrara igualmente debajo de la superficie<br />

del suelo, á la misma profundidad que la línea<br />

de resistencia.—Y 3." Que no pudiendo encontrarse<br />

el motor en la prolongación de esta<br />

línea, hallándose á cierta altura, resulta un<br />

tiro oblicuo, semejante al que experimenta una<br />

barca tirada desde la orilla de un río por animales<br />

, lo cual origina una descomposición de<br />

la fuerza motriz, y por consiguiente, una pérdida<br />

considerable de fuerza, inevitable por desgracia<br />

, sea cual fuere la disposición del arado.<br />

De estas observaciones se desprende :<br />

1.° Que cuanto más baja se halle colocada la<br />

parte del cuerpo de los animales por la cual se<br />

hace el tiro, hay menos pérdidas de fuerzas,<br />

puesto que el ángulo que forma con el horizonte<br />

la línea de tiro, tiene menos abertura.—<br />

2.° Que el tiro se ejecuta con más ventaja con<br />

animales de poca alzada.—Y 3.° Que el tiro<br />

de los bueyes por medio del yugo, es superior,<br />

bajo este concepto, al de los caballos.<br />

Resistencias opuestas por la tierra al movimiento<br />

de las diferentes piezas del arado.—<br />

Muchas son las experiencias practicadas con<br />

el objeto de averiguar la dirección, punto de<br />

apoyo é intensidad de las resistencias que, en<br />

contacto con la tierra, experimentan la cuchilla,<br />

la reja, la vertedera y el dental, dificultando<br />

la marcha del arado. Sin entrar en el<br />

examen de los ensayos dinamométricos, ni en<br />

cálculos matemáticos, que á nada conducirían<br />

por otra parte, siendo como son tau variables<br />

los elementos en que se apoyan, y que hacen<br />

variar los resultados obtenidos hasta para una<br />

misma clase de instrumentos, sólo consignaremos<br />

los términos medios, que, como datos<br />

prácticos, son el resultado de numerosos experimentos.<br />

La disminución del espesor de la cuchilla<br />

puede disminuir en una cuarta parte el trabajo<br />

resistente, y el aumento de espesor, aumentar<br />

el trabajo de un 20 á 27 por 100; ó en<br />

otros términos, según que las cuchillas sean<br />

delgadas ó gruesas en los límites de la práctica<br />

de una buena ejecución, la resistencia que<br />

presentan varía de un 34 á un 61 por 100. En<br />

una tierra un poco seca, el corte de un metro<br />

cuadrado exige 617 kilográmetros con cuchillas<br />

delgadas, y hasta 840 con cuchillas de mucho<br />

espesor. En una tierra demasiado seca, el<br />

corte de un metro cuadrado exige 836 kilográmetros<br />

y 1.030, con cuchillas delgada y gruesa<br />

respectivamente.<br />

El trabajo necesario por hectárea de labor<br />

para el corte vertical de la cuchilla, es de<br />

1.936.620 kilográmetros cuando es 1,42 la relación<br />

que existe entre la anchura y la profundidad<br />

de la labor, y de 1.350.000 kilográmetros<br />

cuando es 2 esa relación. Bajo el punto<br />

de vista del corte vertical, por consiguiente,<br />

conviene más tomar una faja de tierra más<br />

ancha, por una profundidad determinada. En<br />

los límites posibles, entre 1,42 y 2, el trabajo<br />

del corte vertical puede variar más de 43 por<br />

100; y como este trabajo se calcula que es igual<br />

á las 16,8 centésimas partes del trabajo total<br />

exigido por la labor, se deduce que la relación<br />

2 (anchura doble de la profundidad) economiza<br />

los 7,3 centímetros de trabajo, comparada<br />

con la que exige la relación 1,42.<br />

La resistencia que experimenta la reja, se<br />

ha calculado de la misma manera que la de la<br />

cuchilla, teniendo en cuenta además la presión<br />

que ejerce la tierra sobre su cara. A igualdad<br />

de inclinación de la cara que trabaja con relación<br />

al plano descrito por el corte, la reja<br />

exige mayor tracción que la cuchilla, ó más<br />

trabajo por metro cuadrado. En el caso más<br />

ordinario, la reja presenta una inclinación de<br />

unos 12°,50', pudiéndose fijar como tracción<br />

necesaria, la que exige una cuchilla ordinaria,<br />

69,3 kilogramos por una anchura de corte<br />

igual á Om ,14, ó por metro, 495 kilográmetros


ARA — 443 — ARA<br />

en tierras en buen estado de cultivo. Para una<br />

hectárea de labor, la reja debe cortar una superficie<br />

de una hectárea, y como dada igual<br />

tenacidad, el trabajo del corte horizontal permanece<br />

el mismo, sean cuales fueren la anchura<br />

y profundidad, su relación es de 2.600.000<br />

kilográmetros, cuando la reja es plana y bien<br />

cortante. Una buena reja puede economizar<br />

las 27 centésimas partes de la tracción; de<br />

suerte que, bajo el punto de vista de la menor<br />

tracción, un buen arado, debe tener una reja<br />

plana, que conserve bien su filo ó corte.<br />

La vertedera se halla sujeta á diferentes resistencias;<br />

cada uno de sus puntos está sometido<br />

á tres fuerzas: una, que proviene de la<br />

reacción de la tierra al girar contra la hélice;<br />

otra, que es una fracción de la tracción total<br />

de los animales; y la tercera, que está representada<br />

por la presión de la vertedera contra<br />

la tierra, igual y opuesta al peso de esta tierra.<br />

La resultante de estas diversas reacciones es<br />

igual á 128,8 kilogramos para una vertedera<br />

apropiada para una tierra en buen estado de<br />

cultivo, que tenga una longitud igual á una vez<br />

64 de la anchura 0,24. Bajo el punto de vista<br />

de la tracción, la forma de la vertedera es de<br />

poca importancia, pero la tiene mucha bajo el<br />

de la buena inversión ó volteo de la banda.<br />

El peso del arado y el de la tierra que soporta,<br />

así como las reacciones verticales de la<br />

tierra sobre la reja, cuchilla y vertedera, accionan<br />

sobre el dental, ejerciendo una presión<br />

sobre su talón y sobre la parte inferior del<br />

corte de la reja contra el fondo del surco. La<br />

resistencia horizontal debida al frotamiento del<br />

dental, es proporcional al peso del arado y á<br />

las reacciones verticales de la tierra sobre las<br />

tres piezas que trabajan, cuando, una vez<br />

graduado, el dental marcha horizontalmente,<br />

sin que el labrador se apoye sobre las estevas.<br />

Si el arado tiene tendencia á entrar en el snelo,<br />

el obrero se apoya fuertemente sobre las<br />

estevas en los arados de timón partido, ejerciendo<br />

una presión triple sobre el talón del<br />

dental, lo que acarrea un aumento de frotamiento.<br />

Sobre un arado graduado de este modo<br />

, puede añadirse al centro de gravedad, situado<br />

ordinariamente en una vertical que pasa<br />

por la parte superior de su garganta, un peso<br />

de 50 á 75 kilogramos, sin que aumente sensiblemente<br />

la tracción, porque este peso añadido,<br />

corresponde á una presión de 8 á 12 sobre<br />

las estevas, para contrarrestar el efecto de una<br />

graduación que ocasione demasiada tendencia<br />

á la entrada del instrumento.<br />

Aplicando M. Grandvoinnet los cálculos necesarios,<br />

ha obtenido para el arado Grignon los<br />

siguientes resultados : 1.°, para la cuchilla,<br />

una reacción cuya proyección vertical es iguai<br />

á 42 kilogramos y la horizontal á 54,6 kilogramos,<br />

lo que da para la citada pieza, una<br />

tracción de 38,80; 2.°, para la reja, una reacción<br />

cuya proyección vertical es igual á 116,80<br />

kilogramos y la horizontal 81,6 kilogramos,<br />

lo que da para la parte de tracción que exige<br />

la reja 78,8; 3.°, para la vertedera, la tracción<br />

es de unos 16,50; 4.°, el dental soporta el peso<br />

del arado, que es de 52,40 kilogramos; el de la<br />

tierra que carga la vertedera, 11 kilogramos,<br />

y por último, las reacciones verticales de las<br />

tres piezas operadoras, en todo 133 kilogramos,<br />

lo que da una tracción de 78,40. La reacción<br />

contra la cara izquierda del dental, exige<br />

una tracción de 20,8 kilogramos. De suerte<br />

que, según estas cifras, en un terreno en buen<br />

estado de cultivo, existe en totalidad una reacción<br />

de 233,30 kilogramos, superior á la que<br />

realmente exige el arado de Grignon, pero en<br />

la que las resistencias conservan sus relaciones<br />

de magnitud.<br />

En un soporte ó una rueda que resbala<br />

sobre el terreno, la tierra no ejerce reacción<br />

contra él, á no ser que esté sometido á una presión<br />

sobre esta tierra. En el caso de una buena<br />

graduación, es pequeña la resistencia debida<br />

al soporte, pero puede ser considerable<br />

cuando una mala disposición dé al arado<br />

tendencia á profundizar, ejerciéndose por consecuencia<br />

una gran presión sobre él. Un antetrén<br />

de grandes ruedas en un arado bien dispuesto,<br />

ocasiona por sí mismo un aumento de<br />

resistencia insignificante. En un arado bien<br />

construido, y representando por 100 la resistencia<br />

total, debe distribuirse próximamente<br />

de la siguiente manera:<br />

La cuchilla exige 17,5<br />

La reja 35,4<br />

La vertedera 9,4<br />

El dental 37,7<br />

Las consecuencias prácticas que deduce<br />

M. Grandvoinnet del estudio de las resistencias,<br />

son las siguientes:<br />

1. a Un arado medianamente construido<br />

exigirá en la misma tierra, 60 por 100 más<br />

de tracción que otro bien construido, siendo<br />

la que sigue la influencia parcial de cada pieza:<br />

Una reja demasiado rígida puede aumentar<br />

la tracción 28,0 por 100<br />

Una cuchilla demasiado gruesa ó mal<br />

colocada 17,5 por 100<br />

Una vertedera demasiado rígida y mal<br />

contorneada 11,0 por 100<br />

Una construcción pesada 8,2 por 100<br />

2. a En una tierra endurecida, la cuchilla y<br />

la reja exigirán de 180 á 340 por 100 de más;<br />

y suponiendo que la resistencia de la vertedera<br />

y del dental no aumenten con el endurecimiento<br />

de la tierra, habrá, no obstante, un aumento<br />

de 95,22 por 100 por sólo el efecto del<br />

endurecimiento.<br />

3. a Si se aumenta la profundidad sin cambiar<br />

la anchura, la resistencia de la cuchilla<br />

aumenta proporcionalmente , sucediendo lo<br />

propio con la tracción exigida por la vertedera,<br />

puesto que aumenta el peso que hay que<br />

levantar; la tracción del dental aumenta también<br />

en razón del mayor peso de la tierra, pero<br />

la resistencia de la reja permanece poco más ó<br />

menos la misma. Para un aumento de 2 centímetros<br />

en tierras propias para el cultivo, ha-


ARA — 444 A RA<br />

brá para la cuchilla 20 en lugar de 17,5; para arado.—La autoridad indiscutible que tienen<br />

la vertedera 10,14 en vez de 9,4, y para el en el mundo agrícola las doctrinas del Conde<br />

dental 38,15 en lugar de 37,7. En este aumento de Gasparin, nos mueven á consignar los re­<br />

de profundidad, la tracción no aumenta más sultados de los importantes trabajos del emi­<br />

que de 4,29 por 100.<br />

nente agrónomo, que resume de la siguiente<br />

Circunstancias que influyen en la tracción del manera:<br />

arado.—La naturaleza de la tierra, ejerce evi­ El arado que exige menor fuerza de tiro,<br />

dentemente una grande influencia en la trac­ ocasionando menos fatiga al hombre y al anición.<br />

Los ensayos comparativos dan á conocer, mal, es el de antetrén de ruedas elevadas,<br />

queel trabajo por hectárea en las diversas clases cuyo radio se aproxima más á la altura de la<br />

de terrenos, es de 11.944.160 kilográmetros en espalda del animal, y después el arado sin an­<br />

la arcilla; en una tierra fuerte, 6.389.500 kitetrén. Los arados con antetrén de ruedas balográmetros<br />

; en una tierra franca arenosa, jas , necesitan mayor tiro y fatigan más á la<br />

3.889.000, y en las tierras silíceo-arcillosas, yunta, aun cuando sean más cómodos para el<br />

3.334.000 á la profundidad de 0m,l27. De labrador.<br />

modo, que si se representa por 100 la tracción La vertedera debe tener una separación<br />

para una labor poco profunda en la tierra ar­ igual á la anchura de la reja, la que debe ser<br />

cillosa, la franca exige 53,47; la franca areno­ igual á la anchura que se quiere dar al surco,<br />

sa 32,5, y la arena 27,9.<br />

y marchar en una dirección paralela á su eje,<br />

El estado de la tierra es otra de las causas nunca en una dirección oblicua.<br />

que influyen en la tracción, y según los expe­ La vertedera helizoidal exige poca más fuerrimentos<br />

de Pusey y de Morton, el exceso de za de tiro que la vertedera paraboloide, pero<br />

sequedad la aumenta en un 92 por 100, com­ voltea completamente la tierra, que la última<br />

parada con la que exige cuando se encuentra no hace más que separar lateralmente. La di­<br />

en buen estado de tempero.<br />

ferencia de fuerzas es de poca consideración.<br />

La profundidad de la labor, debe hacer va­ La cuchilla debe venir á parar á la punta de<br />

riar forzosamente la fuerza necesaria para el la reja; su acortamiento ó supresión no hace<br />

arrastre, y prescindiendo del peso del instru­ más que aumentar las resistencias, sin dismento<br />

, con un buen arado, el aumento debido pensarse en los cálculos de considerarla como<br />

á la profundidad, es próximamente proporcio­ existente en toda su integridad. La dirección<br />

nal á esta profundidad, y de 1,25 kilogramos de la cuchilla, debe ser paralela al eje de la<br />

por centímetro de 0,102 á 0,127; de 2,73 ki­ reja y nunca oblicua. El empleo del regulador<br />

logramos de 0,127 á 0,152, y de 3,67 kilogra­ en los arados sin antetrén, y la posición de<br />

mos de 0,52 á 0,178.<br />

la cama sobre el antetrén, deben tener por<br />

Las experiencias practicadas por diferentes objeto mantener la dirección del arado en la<br />

agrónomos, Morton sobre todo, dejan fuera línea del eje de la reja, y disminuir el tiro apro­<br />

de duda la influencia del peso del arado en la ximando su línea directriz al centro de resis­<br />

tracción, y el error de Dombasle al suponer, tencia.<br />

como digimos al examinar su teoría, que po­ Sean cuales fueren las disposiciones secundían<br />

cargarse de 50 á 75 kilogramos en el darias de los diferentes arados, deben prefe­<br />

centro de gravedad del instrumento, sin aurirse los que más se aproximen á estos prinmentar<br />

de una manera sensible la resistencia. cipios , produciendo mayores resultados cuan^<br />

A medida que aumenta el peso del arado, au­ do los reúnen todos.<br />

menta aquélla, y cargándolo con un peso de CLASIFICACIÓN DE EOS AKADOS.—Siendo la<br />

100 kilogramos, se aumenta la tracción de 60 tendencia de nuestros días especializar la cons­<br />

á 93 kilogramos. La observación de Dombasle trucción del arado, aplicándolo á determina­<br />

debió verificarse en un arado que tuviere gran dos fines, por más que la mayoría de los cono­<br />

tendencia á entrar en la tierra, la cual era cidos se apliquen á toda suerte de labores y á<br />

compensada por el labrador por medio de una múltiples usos, parece natural clasificarlos se­<br />

gran presión en las manceras; la adición del gún su destino; pero teniendo en cuenta la<br />

peso en este caso', al centro de gravedad, si­ multiplicidad de operaciones que exige un<br />

tuado á una pequeña distancia, hacia atrás, cultivo mecánico bien entendido, y el conside­<br />

del centro de las resistencias, reemplazaba el rable número de instrumentos á ellas destina­<br />

esfuerzo del hombre sobre las estevas.<br />

dos, preferimos como cuestión de método, y<br />

Gran número de experimentos y de ensayos teniendo en cuenta además la preponderancia<br />

dinamométricos, verificados en los concursos que tienen en España ciertos tipos, agrupar­<br />

y exposiciones para juzgar de la bondad de los en dos grandes divisiones: arados de timón<br />

los instrumentos de cultivo, han demostrado ó timoneros, y arados de timón partido.<br />

que , según sean los arados, la tracción varía Arado limonero español.—El arado que se<br />

de una manera considerable para la misma utiliza desde tiempo inmemorial en casi todas<br />

tierra y para la misma clase de labor, hasta las provincias de España, se diferencia muy<br />

el punto de que, un arado mal construido exi­ poco del arado romano, y se compone de las<br />

ge 65 por 100 más de tracción que otro en siguientes piezas ó partes: el timón, la cama,<br />

que sus piezas se hallan dispuestas de la ma­ el dental, la reja y la esteva, con su mancera<br />

nera conveniente.<br />

correspondiente.<br />

Recapitulación general de las condiciones del | El timón, que, como su nombre indica, sirve


ARA — 445 — ARA<br />

para dirigir y graduar el arado, se sujeta por<br />

su parte posterior al extremo anterior de la<br />

cama, por medio de unas abrazaderas de hierro,<br />

llamadas belortas. En el extremo anterior<br />

va provisto de unos cuantos agujeros, que forman<br />

lo que se denomina el clavijero, en los<br />

que, y por medio de un pasador de hierro, llamado<br />

lavija ó clavija, se sujeta á la anilla ó<br />

barzón del yugo, por donde se ejerce el tiro del<br />

animal. En la parte posterior de la cama, que<br />

es encorvada, entra en una mortaja el extremo<br />

del dental, sobre el cual descansa la reja, con<br />

la que constituye la base del arado, formando<br />

cou la cama, 3' por consiguiente con el timón,<br />

un ángulo más ó menos agudo. En esta misma<br />

mortaja se introduce la extremidad inferior<br />

de la esteva, que á su vez lleva en su extremo<br />

superior, la mancera ó mango, á donde se apo-<br />

3 r a la mano del obrero, variando transitoriamente<br />

la dirección y profundidad de la labor.<br />

Estas tres piezas se sujetan con un tarugo ó<br />

cuña de madera, llamadopascuño.<br />

Para sujetar la cama con el dental, tienen<br />

la mayor parte de los arados españoles, una<br />

pieza, la telera, constituida por una varilla<br />

cilindrica de hierro, que contribuye á dar mayor<br />

solidez al instrumento; y, por último, á<br />

uno y otro lado del dental, se colocan según<br />

las necesidades, dos palitroques llamados orejeras<br />

, á los que se da diferente inclinación y<br />

longitud , según la labor que se haya de practicar.<br />

A excepción de la reja y de la telera,<br />

las piezas restantes son ordinariamente de<br />

madera.<br />

N0 puede ser más sencillo el mecanismo del<br />

arado que nos ocupa; consiste en la combinación<br />

de dos palancas, una de primer género y<br />

otra de segundo género, las cuales tienen un<br />

punto de apoyo común, y obran al mismo tiempo<br />

para vencer la resistencia que la reja opone<br />

á su acción. La primera palanca está formada<br />

por la esteva, sujeta al dental; la potencia que<br />

la hace obrar, son las manos del labrador aplicadas<br />

á la mancera, á que se agarra para conducir<br />

el ai - ado; el punto de apoyo, se encuentra<br />

en el talón ó parte posterior del dental, 3'<br />

su resistencia primera, en la punta de la reja;<br />

las que provienen del frotamiento del dental<br />

en el surco, son secundarias, puesto que no son<br />

más que una continuación del primer obstáculo<br />

que experimenta la reja al cortar la<br />

tierra.<br />

La palanca de segundo género está constituida<br />

por el timón. La fuerza de los animales,<br />

aplicada á su extremidad, constituye la potencia<br />

que la hace obrar; y siendo su punto de<br />

apoyo el mismo que el de la otra palanca, se<br />

encuentra, por consiguiente, en el talón del<br />

dental, hallándose de igual manera la resistencia<br />

en la punta de la reja.<br />

La especial disposición de los órganos que<br />

constituyen el arado timonero no es, ni con<br />

mucho, la más á propósito para que se aprovechen<br />

de la manera debida las fuerzas que en<br />

el actúan y para conseguir el mayor efecto<br />

útil. Obrando como obra el arado, como una<br />

verdadera palanca, la resistencia se encuentra<br />

en la parte anterior, siguiendo una dirección<br />

paralela al fondo del surco. La fuerza de tracción<br />

debería seguir una dirección paralela á la<br />

de esta resistencia, para que no hubiera descomposición<br />

de fuerzas; pero como el motor<br />

empleado, que es el animal, tiene una alzada,<br />

se desvía la línea de tiro de su dirección verdadera,<br />

y forma con el horizonte un ángulo<br />

más ó menos agudo, llamado de tiro, lo cual<br />

supone una descomposición de la fuerza motriz<br />

, parte de la cual se emplea en sostener el<br />

peso de la parte anterior del arado, que gravita<br />

sobre la parte del animal por donde el tiro<br />

se verifica. Y como que tiene que vencer la<br />

resistencia de las restantes partes del instrumento,<br />

además de sostener ese peso, trabaja<br />

como animal de tiro y como animal de carga,<br />

lo cual da lugar á que se desaproveche, según<br />

los cálculos generalmente admitidos, una cuarta<br />

parte de la fuerza empleada. Los inconvenientes<br />

de este ángulo de tiro, inevitables<br />

siempre por efecto del motor empleado, se<br />

aminoran considerablemente con la disposición<br />

que ofrecen los buenos arados de timón partido.<br />

La graduación del arado, se obtiene sencillamente<br />

alargando ó acortando el timón, haciéndole<br />

subir ó bajar sobre la anilla ó barzón<br />

del yugo, y sujetando su extremo en el clavijero<br />

por medio de la clavija; de esta suerte, se<br />

varía la abertura del ángulo de tiro, 3' la reja<br />

pica más ó menos, haciendo una labor más ó<br />

menos profunda.<br />

El pescuño 3' las cuñas que sujetan el dental<br />

, la cama y el extremo inferior de la mancera,<br />

sirven también para graduar la entrada<br />

de la reja, combinando las cuñas de modo que<br />

la abertura que forme la cama con el dental<br />

sea mayor ó menor, para cu3'o objeto es conveniente<br />

que la mortaja en que entran y se<br />

sujetan dichas piezas, sea bastante ancha para<br />

que puedan colocarse dos cuñas, una por arriba<br />

y otra por abajo. Dependiendo, como queda<br />

dicho, la profundidad de la labor del ángulo<br />

que forman la cama y el dental ensamblados<br />

, si este ángulo es muy abierto, el arado<br />

penetra poco, porque la cama se halla muy<br />

alta, y el obrero, cuya mano se apoya constantemente<br />

sobre la mancera, trabaja mucho<br />

para dirigir el instrumento y para darle la<br />

entrada conveniente.<br />

Cuando, por el contrario, el ángulo es poco<br />

abierto, la yunta trabaja más, porque estando<br />

más baja la cama, la reja penetra á mayor profundidad;<br />

pero el labrador en cambio trabaja<br />

menos, limitándose á dirigir el instrumento<br />

y á trazar el surco recto. Para que este ángulo<br />

sea poco abierto, se aprieta y se hunde fuertemente<br />

la cuña superior, y poco la inferior.<br />

Cuando se quiere más abertura para que la<br />

reja pique menos, la cuña de abajo es la que<br />

se hunde y se aprieta fuertemente. A veces<br />

también varía el obrero la abertura del ángulo,<br />

colocando cuñas entre las belortas que<br />

sujetan la cama y el timón, empleándose de


AEA — 446 — ARA<br />

ordinario los tres procedimientos indicados,<br />

hasta que se consigue la conveniente graduación.<br />

Es indudable que este modo de graduación<br />

es muy inferior al de los arados modernos de<br />

timón partido. El obrero que maneja el instrumento,<br />

trabaja mucho más, teniendo que<br />

apoyarse sobre las manceras y ejercer una<br />

presión considerable de arriba á abajo para<br />

hacer variar transitoriamente la profundidad<br />

de la labor; y ocasiones hay en que, no bastando<br />

la presión de su brazo, se coloca de pie<br />

sobre el dental para que el arado haga más<br />

labor, con lo cual se aumenta, como es consiguiente<br />

, su trabajo y el esfuerzo de la yunta.<br />

El sistema de tiro en el arado timonero, contribuye<br />

también en gran parte á que no se<br />

aproveche en buenas condiciones la fuerza<br />

empleada, y á que se produzcan accidentes que<br />

no se producen con los arados de timón partido.<br />

Empleándose el yugo, bien para la muía<br />

ó bien para el buey, y siendo inflexible la dirección<br />

del tiro, puesto que el timón y la cama<br />

vienen á formar una sola pieza, cualquier movimiento<br />

brusco por parte de la yunta, el choque<br />

del arado contra una raíz ó un obstáculo<br />

cualquiera, hacen que, desviándose la reja de<br />

su dirección, cause heridas, enrejando ala yunta,<br />

entre cuyas patas va constantemente, cosa<br />

que no acontece con los movimientos ondulatorios<br />

de los tirantes y balancines ó boleas de<br />

los arados modernos cuando el tiro se hace<br />

con collerón. Los animales, por otra parte,<br />

aun cuando tengan igual alzada, se hallan<br />

sujetos forzosamente el uno al otro en sus<br />

movimientos, y como no todas las superficies<br />

que hay que labrar son uniformes, van siempre<br />

marchando en planos diferentes, y no pueden,<br />

por consecuencia, desarrollar sus esfuerzos con<br />

completa libertad.<br />

Hemos dicho que para dar solidez y sujetar<br />

al propio tiempo la cama con el dental, existe<br />

una pieza de hierro llamada telera, cuya disposición<br />

y forma, es una de las causas que más<br />

contribuyen á la inferioridad del arado español.<br />

Dicha telera es cilindrica, y no corta ni<br />

puede cortar la tierra verticalmente como lo<br />

hacen las cuchillas de los buenos arados; de<br />

suerte que, al tropezar con un obstáculo, al<br />

encontrar una raíz de las muchas que abundan<br />

en el terreno, tiene forzosamente que<br />

romperla á expensas, como es natural, de un<br />

grande esfuerzo por parte de la yunta.<br />

Como el dental es de madera, es grande la<br />

adherencia de la tierra y considerables los frotamientos<br />

producidos con el terreno; circunstancias<br />

que conspiran también contra el buen<br />

aprovechamiento de la fuerza desarrollada<br />

por el motor. Para disminuir estos rozamientos,<br />

suele revestirse el dental con una chapa<br />

de hierro.<br />

Las orejeras, imperfecto remedo de la vertedera,<br />

son simplemente dos palitroques que<br />

con frecuencia labxa y coloca en el mismo<br />

campo el labrador con la azuela de que siempre<br />

va provisto, á uno y otro lado del dental,<br />

en dos agujeros que al efecto tiene dicha pieza.<br />

La inclinación de estos dos palitroques<br />

con relación al dental, así como su longitud,<br />

no están sujetos á reglas determinadas; de<br />

ordinario es convencional su colocación y sujeta<br />

al criterio del obrero, que las quita, las<br />

alarga ó las acorta, separándolas más ó menos,<br />

según trate de practicar una labor, yunta ó<br />

alomada. Las orejeras no voltean el prisma de<br />

tierra como las vertederas; la separan simplemente<br />

á su paso, y hacen una labor incompleta,<br />

que no puede compararse en manera<br />

alguna con la que ejecutan los arados perfeccionados<br />

, y que por los mayores rozamientos<br />

supone mayor fuerza de tracción.<br />

La reja es de forma, peso y dimensiones<br />

variables en el arado timonero español, según<br />

sean la clase de labor y los terrenos que se<br />

han de labrar. No hace muchos años predominaban<br />

las rejas cónicas y prismáticas, las<br />

peores de todas; hoy ya se construyen anchas,<br />

planas y cortantes, que cortan horizontalmente<br />

el terreno y hacen mejor labor.<br />

El arado que nos ocupa, tal y como queda<br />

descrito, sólo ataca al suelo, cortándolo horizontalmente<br />

y separando la tierra con las orejeras;<br />

de suerte, que por más yunta que se dé<br />

la labor, y por muchas que sean las vueltas de<br />

arado ó rejas que se den, cruzándolas en diferentes<br />

direcciones, queda siempre tierra sin<br />

remover. La labor, por consiguiente, es de<br />

todas las que producen los instrumentos de<br />

cultivo movidos por el animal, la que menos<br />

se aproxima á la labor que hemos considerado<br />

como tipo, ejecutada por el brazo del hombre<br />

con el empleo de la pala ó del azadón.<br />

A pesar de los muchos defectos é inconvenientes<br />

del arado común, que es, como se deduce<br />

por su descripción, con muy pocas diferencias,<br />

el que se empleaba en tiempo de<br />

Virgilio, su extremada sencillez, la facilidad<br />

con que se conduce al campo colocado sobre<br />

el yugo y arrastrando el extremo del timón<br />

al andar la yunta, su fácil manejo, su baratura,<br />

la facilidad de construirse y de componerse<br />

en casos de rotura por cualquier herrero ó<br />

carpintero de la última aldea, y hasta por el<br />

mismo labrador, son circunstancias que explican<br />

su preponderancia en el cultivo en España.<br />

Y sin que sea nuestro ánimo hacer su<br />

apología, ni mucho menos predicar excelencias<br />

que no existen, el hecho es que, á pesar<br />

de conocerse en muchas localidades los instrumentos<br />

modernos, tienen muy limitado empleo,<br />

al paso que el arado timonero, más ó<br />

menos modificado, es de uso general. Fuerza<br />

es, pues, confesar que tal obstinación por<br />

parte de nuestros agricultores y tal preponderancia,<br />

tienen su razón de ser, y que si no<br />

pueden compararse en manera alguna sus<br />

efectos y sus resultados con los producidos<br />

por los arados de timón partido, el arado español<br />

puede prestar todavía buenos servicios<br />

al labrador. Los hábitos de tanto tiempo adquiridos<br />

no se cambian en un breve plazo, y<br />

la humanidad, en esto como en todo, no mar-


ARA — 447 — ARA<br />

cha tan deprisa que destruya en un día, la obra<br />

de tantos siglos y de tantas generaciones.<br />

Por esto consideramos de grande importancia,<br />

dadas las condiciones de la agricultura<br />

española, las modificaciones que tiendan á su<br />

perfeccionamiento, y que eviten parte, si no<br />

todos los inconvenientes que presenta su primitiva<br />

construcción, sin perder de vista su<br />

tipo de arado timonero, á que se hallan acostumbrados<br />

desde tiempo inmemorial los labradores<br />

de nuestro país; y por esto consideramos<br />

de grande interés práctico, las innovaciones<br />

en él introducidas, por los Sres. Asensio,<br />

Jaén, Hidalgo Tablada, Reinoso y otros agrónomos<br />

y agricultores que se han ocupado de<br />

este importante asunto.<br />

Modificaciones introducidas en el arado español.—La<br />

sustitución de la madera por el<br />

hierro en muchas piezas; la forma de la reja;<br />

el sistema de graduación, y la adición de la<br />

cuchilla y vertedera, son las mejoras más importantes<br />

introducidas en el arado que nos<br />

ocupa. En muchas provincias, el dental, la<br />

cama y hasta la esteva se construyen ya de<br />

Figura 222<br />

hierro, con lo cual se da mayor solidez al<br />

arado y se disminuyen los rozamientos. Las<br />

innovaciones introducidas por el Sr. D. Pascual<br />

Asensio, agrónomo modesto y de gran<br />

sentido práctico, merecen especial mención,<br />

porque pueden aplicarse con facilidad á cualquiera<br />

de los arados que se usan en las diversas<br />

provincias, y construirse por cualquier<br />

herrero ó carpintero del pueblo más atrasado.<br />

Partiendo el Sr. Asensio del principio, de<br />

que todas las herramientas del cultivo obran<br />

á la manera de cuñas, cuanto más delgadas<br />

sean y cuanto más agudo el ángulo que forman,<br />

sus superficies, con tanta más suavidad<br />

entrarán en la tierra. Aconseja, pues, y con<br />

razón sobrada, que la reja, que es la pieza<br />

que más directamente se halla destinada á<br />

este objeto, sea triangular, plana y cortante<br />

por sus dos lados, como se usa en toda la costa<br />

de Levante y en la del Norte, y como representa<br />

la figura 222. No importa que en los<br />

terrenos secos y pedregosos del interior, se<br />

emplean para las primeras labores, rejas cónicas;<br />

pero debe tenerse otra cortante para sustituirla<br />

cuando las tierras estén ya algo sueltas<br />

y estercoladas, y destruir con ella mucho<br />

mejor las malas hierbas.<br />

En los terrenos feraces, medianamente<br />

compactos, donde abundan las raíces que suelen<br />

entorpecer la marcha del arado, es evidente<br />

que vale más cortarlas con la cuchilla que<br />

romperlas con la telera, y para esto tienen<br />

los arados con que se cultivan los arrozales<br />

de la ribera baja del Júcar y los de la provincia<br />

de Gerona, una cuchilla que desciende<br />

verticalmente desde la garganta ó cama hacia<br />

la punta de la reja. Esta cuchilla puede ponerse<br />

á todos los arados de un modo fácil y<br />

sólido, dándola la forma siguiente<br />

, indicada por el señor<br />

Asensio (figura 223): el<br />

tacón inferior entra en una<br />

cavidad que se hace al lomo<br />

de la reja, y para que se<br />

pueda sujetar de un modo<br />

estable, se aprieta contra la<br />

cama la tuerca con orejas<br />

que tiene la rosca de arriba,<br />

la cual entra en un barreno<br />

hecho en la misma cama ó<br />

garganta. Si esta cuchilla<br />

tiene el filo acerado, puede<br />

servir largo tiempo, sin ne­<br />

Figura 223 cesidad de calzarla.<br />

Detrás de esta cuchilla van colocadas en el<br />

arado Asensio, dos vertederas de chapa de<br />

palastro, dispuestas de modo que, sirviendo<br />

de eje la telera, puedan abrirse ó cerrarse<br />

á voluntad, y fijarse su posición por medio<br />

de unos arcos de hierro, provistos de<br />

agujeros, colocados en la parte posterior y<br />

por encima de la esteva. Con objeto de<br />

que puedan construirse las vertederas por<br />

los herreros de los pueblos y sepan acomodarlas<br />

á los arados de la localidad, da<br />

el Sr. Asensio las siguientes instrucciones:<br />

Se empieza por taladrar el dental y la cama<br />

para colocar una telera ó varilla de hierro<br />

con cabeza por debajo del primero, y con rosca<br />

y tuerca, ó con agujeros y un chavetero<br />

por encima de la segunda; la única condición<br />

es que esté á escuadra con el plano inferior<br />

del dental, esto es, que puesto el arado naturalmente,<br />

quede á plomo dicha telera. Córtense<br />

después dos chapas de palastro de unas<br />

dos líneas de grueso, que formen cuadrilongos<br />

de un pie de altura y de media vara de largo.<br />

Se doblan por uno de sus lados menores, formando<br />

unos cilindros ó tubos, por donde pueda<br />

pasar libremente la telera, y se asegura la<br />

parte doblada con redoblones. Se cierran estos<br />

dos cilindros de manera que se forme con las<br />

dos vertederas una especie de bisagra, que<br />

pueda ponerse y quitarse fácilmente, sirviendo<br />

de eje la telera. A cada una de las dos<br />

chapas se las da á golpes de martillo sobre<br />

el tas ó la bigornia, una curvatura tal, que por<br />

la parte más baja cerca del nudo, ofrezca una<br />

superficie prominente ó convexa que mire<br />

hacia arriba, y que por detrás, en la parte<br />

más alta, forme una cara hueca que mire hacia<br />

tierra. La figura 224 da una idea de las<br />

dos vertederas vistas por encima, y de las dos<br />

patillas remachadas en ellas, que con sus agujeros<br />

sirven para graduar la abertura. Para<br />

acabar de ajustar las vertederas, se las irá haciendo<br />

en los puntos inmediatos al nudo ó<br />

charnela que las une, las escotaduras necesarias<br />

para que se arrimen por abajo al dental,


ARA — 448 — ARA<br />

y por arriba á la cama todo lo posible, para<br />

no dejar pasar por dentro del arado, la tierra<br />

cortada por la reja y la cuchilla.<br />

En el ángulo alto de detrás que más se se-<br />

Fignra 224<br />

para del cuerpo del arado, se le clava á cada<br />

una de las vertederas una patilla de chapa de<br />

hierro angosta, llamada platina, que forma<br />

arco con varios agujeros, los que tienen por<br />

Figura 225<br />

objeto graduar la distancia á que se quiere<br />

que quede la vertedera, más ó menos separada<br />

para voltear la tierra. En un agujero de la<br />

Figura 226<br />

esteva, es donde una clavija que pasa por<br />

aquellos puntos, fija la expresada distancia.<br />

Como que la cama de madera es la pieza<br />

más frágil del instrumento, fragilidad que<br />

aumenta con los taladros que hay que hacerla<br />

para colocar la cuchilla y vertedera, la<br />

sustituye el Sr. Asensio con otra de hierro de<br />

igual peso; completando las reformas del arado<br />

con un regulador que permita graduar fácilmente<br />

su entrada.<br />

Este regulador consiste en un gancho en<br />

que termina la cama, y en vez de sujetarse<br />

con el timón por medio de las belortas, entra<br />

en una ranura practicada en el extremo pos­<br />

terior de dicho timón, pudiendo subirse ó bajarse<br />

á voluntad, y fijarse su posición por medio<br />

de una clavija que encaja en unos agujeros<br />

hechos en el gancho. Esto sin perjuicio de<br />

utilizar el clavijero como en los restantes arados.<br />

La parte posterior del timón que encaja<br />

en el extremo de la cama, se halla convenientemente<br />

reforzada con una chapa de hierro<br />

que le da la necesaria solidez. Cuando se<br />

quiere enganchar una sola caballería, se utiliza<br />

un horcate (figura 225), cuya extremidad,<br />

para que encaje la cama, tiene la misma disposición<br />

que el timón.<br />

La figura 226 representa el arado completo<br />

del Sr. Asensio. Fácilmente se comprende, por<br />

lo que queda dicho, la trascendencia de estas<br />

innovaciones, que constituyen un importante<br />

progreso, y con las que se evitan algunos<br />

de los inconvenientes del arado ordinario.<br />

La vertedera no es, ni con mucho, por su<br />

forma y disposición, la más á propósito para<br />

desempeñar como se debe las funciones de<br />

este órgano del instrumento; pero á pesar de<br />

esto, y pudiendo, como puede, practicarse la<br />

labor sin su auxilio, su eficacia es siempre superior<br />

á la de las orejeras ordinarias.<br />

Las reformas introducidas por D. Tomás<br />

Jaén, consisten en la adición de una vertedera<br />

dispuesta de un modo análogo á la del arado<br />

norte-americano de Grant, y en la disposición<br />

del regulador, sin perder el instrumento<br />

su tipo de arado timonero. La cama, de madera,<br />

se halla sujeta al dental por un montante<br />

que, en vez de presentar una superficie cilindrica<br />

como la telera, es cortante, y hace el<br />

efecto de la cuchilla, cortando verticalmente<br />

la tierra y las raíces. Desde el arranque de<br />

esta pieza, y por debajo de<br />

la cama, parte el timón, que<br />

tiene su movimiento libre de<br />

arriba á abajo por medio de<br />

una charnela. Una pieza ó<br />

barra vertical de hierro, con<br />

agujeros, fija al timón, atraviesa<br />

por una ranura hecha<br />

en el extremo anterior de la<br />

cama, y se sujeta con una<br />

clavija en la posición que se<br />

desea; de suerte que al subir<br />

ó bajar el timón, varía necesariamente<br />

la línea de tiro.<br />

El clavijero se utiliza también<br />

como en los restantes arados. La vertedera,<br />

de hierro fundido, es giratoria, de modo<br />

que se evita al labrar, la pérdida de tiempo<br />

que supone la labor llamada en redondo, de<br />

que á su tiempo nos ocuparemos.<br />

El arado Jaén no puede compararse con los<br />

arados modernos de vertedera fija, pero como<br />

de transición á otros más perfeccionados, es<br />

un instrumento apreciable, en que se hallan<br />

remediados algunos defectos del arado común;<br />

y aunque exige mayor fuerza para su arrastre,<br />

ejecuta mejor labor, por lo cual se explica<br />

el favor que alcanza en algunas provincias,<br />

Navarra, Andalucía y centro de España, en


ARA — 449 — ARA<br />

donde su uso se generaliza. Las diferentes<br />

mareas que en la actualidad se construyen,<br />

según su tamaño y la fuerza que exigen, se<br />

hacen todas de hierro, con lo cual, á más de<br />

, su solidez, se aumenta su duración. La figura<br />

227 representa el arado Jaén.<br />

Figura 227<br />

Las modificaciones introducidas por el entendido<br />

y laborioso agrónomo D. José de Hidalgo<br />

Tablada en el arado español, y que sin<br />

perder su tipo de timonero lo mejoran considerablemente,<br />

merecen también especial mención.<br />

La disposición del timón, que permite<br />

Figura 228<br />

variar el ángulo de tiro combinándolo con el<br />

clavijero; la adición de la cuchilla, que sustituye<br />

á la telera de los arados ordinarios, y la<br />

vertedera, componen un instrumento del que<br />

da idea completa la figura 228, de fácil manejo<br />

, que exige poca fuerza para su arrastre y<br />

Figura 229<br />

que [ejecuta una labor que no puede compararse<br />

en manera alguna con la de los arados<br />

comunes.<br />

ÍTo entramos en más detalles acerca de otras<br />

modificaciones, sin duda alguna apreciadles,<br />

porque se haría interminable este trabajo si<br />

hubiéramos de ocuparnos del sinnúmero de<br />

Día—II.<br />

perfeccionamientos que, sin afectar grandemente<br />

á la esencia del sistema, se han introducido<br />

en nuestros días en el instrumento que<br />

nos ocupa. Estas numerosas variaciones constituyen<br />

otros tantos arados, que llevan el<br />

nombre de sus modificadores.<br />

Arados de timón partido.—D<br />

escritos detalladamente<br />

los órganos de que se<br />

componen los arados de timón<br />

partido, vamos á considerarlos<br />

en su conjunto, advirtiendo<br />

que siendo como<br />

son numerosísimos los que<br />

hoy se conocen, y en la imposibilidad<br />

de describirlos<br />

todos, nos contentaremos<br />

con indicar los más notables<br />

de cada país, sancionados polla<br />

práctica, y cuya bondad<br />

está umversalmente reconocida<br />

y comprobada.<br />

Arado de Dombasle.—El más generalizado<br />

en Francia, y que ha servido de base á posteriores<br />

reformas, es el de Mateo de Dombasle,<br />

el célebre agrónomo fundador de la Escuela<br />

de Roville (figura 229). Su cama y estevas<br />

son de madera, 5' las restantes partes, á excepción<br />

del regulador y de la cadena<br />

de hierro forjado, son de<br />

fundición. Hace buena labor, y<br />

puede utilizarse con antetrén ó<br />

sin él. Las generatrices de su<br />

vertedera son un poco cóncavas<br />

en su parte anterior; la banda<br />

de tierra se cilindra algo, pero<br />

poco á poco las generatrices<br />

vienen á ser rectas, y después<br />

convexas hasta el final de la parte posterior,<br />

no deformándose la banda de una manera sensible.<br />

El apartamiento angular de las generatrices<br />

equidistantes, va creciendo progresivamente<br />

hasta más allá de la porción media de<br />

la parte anterior, y permanece después casi<br />

uniforme hasta el fin de la vertedera.<br />

La parte anterior es de suficiente<br />

longitud, pero la posterior es<br />

muy corta, y no conduce la banda<br />

lo suficientemente lejos en su rotación.<br />

Conviene para bandas anchas,<br />

poco profundas; no aparta la tierra.<br />

Su parte anterior difiere muy poco<br />

de la de una buena vertedera helizoidal.<br />

Arado de Grig-non.—Este instrumento<br />

(figura 230), no menos<br />

célebre que el anterior, y que toma<br />

su nombre de la Escuela de Agricultura<br />

tan conocida en la vecina<br />

Francia, es una modificación del de Dombasle,<br />

hecha por M. Bella, creador de dicho centro<br />

de enseñanza, que consiste en acortar la<br />

cama, disminuir el dental, con lo que se disminuye<br />

naturalmente el rozamiento, y en colocar<br />

las estevas más inclinadas y hacia atrás,<br />

dándole más fijeza y facilitando su manejo. La<br />

29


ARA — 450 — ARA<br />

cama y las estevas son de madera; su vertedera<br />

no voltea mal la tierra; la cuchilla, que parte<br />

desde en medio de la cama, va sujeta por<br />

medio de una fuerte abrazadera de hierro que<br />

Figura 230<br />

evita la necesidad de aquella pieza, lo cual da<br />

mayor solidez ai instrumento. El tiro se verifica<br />

por medio de una cadena que parte desde<br />

la mitad de la cama, por delante de la cuchilla,<br />

Figura 231<br />

y va á parar á la extremidad en que se halla<br />

colocado el regulador, que es unas veces de<br />

cremallera y otras de bola.<br />

El primero se halla formado por una barra<br />

Figura 232<br />

de hierro agujereada, que sube ó baja verticalmente<br />

por un taladro que hay en el extremo<br />

de la cama, subiendo ó bajando á su vez<br />

la cadena, y por consiguiente la línea de tiro.<br />

Otra barra lateral, que forma un ángulo recto<br />

con la primera, y provista de dientes, permite<br />

fijar el eslabón de la cadena, moviéndose más<br />

ó menos á derecha ó á izquierda en sentido<br />

horizontal, con lo cual se varía también la<br />

dirección de la línea de tiro, y por consiguiente<br />

la anchura del surco.<br />

El otro regulador del arado de<br />

Grignon, está formado por una bola<br />

de hierro colocada al extremo de la<br />

cama y que puede girar á voluntad;<br />

en el centro de esta bola hay<br />

una varilla vertical de hierro que<br />

la atraviesa, y en la extremidad de<br />

esta varilla se encuentra la punta<br />

de otra varilla que sustituye á la<br />

cadena de tiro y que parte de un<br />

gancho colocado en la parte inferior<br />

de la cama; de manera que subiendo<br />

ó bajando la varilla vertical,<br />

y dando al propio tiempo vueltas,<br />

ó haciendo girar á la bola á derecha<br />

ó á izquierda, sube ó baja la línea<br />

de tiro, y se varía también á la derecha ó á la<br />

izquierda de la cama. Este regulador se ha<br />

adaptado también á otros arados.<br />

La vertedera del arado Grignon es una superficie<br />

matemática, y tiene la forma<br />

de un helizoide engendrado por<br />

generatrices oblicuas al eje. La parte<br />

anterior, aunque un poco corta,<br />

es aceptable; la posterior es muy<br />

alta y defectuosa. La banda de tierra<br />

no es invertida en los terrenos<br />

consistentes. Tiene los inconvenientes<br />

de la de Dombasle y de los<br />

demás arados, en los que se pretende<br />

obtener vertederas apropiadas<br />

para ejecutar labores á todas profundidades.<br />

Arado Armelin.— Este instrumento<br />

(figura 231) es otra de las<br />

modificaciones del arado Dombasle. La punta<br />

de la reja está sustituida por una larga varilla<br />

de hierro, que puede alargarse á voluntad, á<br />

medida que se desgasta. Esta variación de detalle,<br />

que en nada afecta á la esencia<br />

del sistema, tiene por objeto<br />

evitar en parte los gastos que se<br />

originan para calzar las rejas y herir<br />

ó atacar la tierra, como si la reja<br />

se hubiere ajustado recientemente.<br />

En la Exposición de París, rindiendo<br />

culto á la moda, y sin duda para<br />

llamar la atención, después de conocidos,<br />

por desgracia, los efectos<br />

del fusil de aguja, vimos algunos<br />

instrumentos con este detalle, y á<br />

i¿j* quienes sus constructores deuominaban<br />

arados de aguja.<br />

Arado del Brabante.— Una gran<br />

sencillez de construcción, puesto<br />

que es casi todo de madera y con una sola esteva,<br />

caracteriza este instrumento, representado<br />

en la figura 232 y de general empleo en<br />

aquel país. Se diferencia especialmente de los<br />

demás, por el tarugo ó patín que le sirve de<br />

soporte, qué se utiliza para regular la profundidad<br />

de la labor. En estos íntimos tiempos,


ARA. — 451 — ARA<br />

los constructores sustituyen la madera con el<br />

hierro para darle mayor solidez y duración, y<br />

en los suelos homogéneos de las comarcas<br />

donde se emplea, presta excelentes servicios<br />

y es con justicia apreciado.<br />

El arado Brabante es el que ha servido de<br />

punto de partida á Dombasle y á los buenos<br />

constructores ingleses. Las generatrices de su<br />

vertedera, son primeramente casi rectas y aun<br />

un poco cóncavas, y poco á poco se tornan<br />

ligeramente convexas en la parte operadora<br />

Figura 233<br />

anterior; después son cóncavas en lo alto de<br />

la parte posterior, y permanecen convexas<br />

en la parte baja. De aquí resulta, que en las<br />

tierras consistentes, la banda se cilindra ligeramente,<br />

y al girar viene á invertirse, sin romperse<br />

ni deformarse. En cuanto á su separación<br />

angular para distancias longitudinales<br />

iguales, va creciendo progresivamente y muy<br />

deprisa, hasta la porción media de la parte<br />

anterior, quedando uniforme al final de la<br />

parte posterior; la banda de tierra tiene tendencia<br />

á desmenuzarse, por efecto de la rotación<br />

demasiado brusca de la porción media de<br />

la parte posterior. La parte anterior es demasiado<br />

corta; la posterior tiene poco más ó me-<br />

Figura 23*<br />

nos la dimensión conveniente, pero está mal<br />

engendrada, y empuja más bien que invierte la<br />

tierra.<br />

Arados norte-americanos. — Arado Simjñex.—Este<br />

arado (figura 233), de cama y estevas<br />

de madera, se distingue por su sencillez<br />

y fácil manejo. El cuerpo ó montante del<br />

instrumento, que es de hierro, se sujeta á la<br />

cama por medio de una abrazadera, y puede<br />

subir ó bajar á voluntad, graduándose de una<br />

manera fácil el ángulo de tiro, según la labor<br />

que se quiera ejecutar. El tiro se verifica por<br />

medio de una cremallera colocada verticalmente<br />

en el extremo de la cama, enganchan­<br />

do las boleas ó balancines en uno de sus<br />

dientes, y combinando este enganche con la<br />

posición dada al montante que sujeta la abrazadera.<br />

La cremallera se sujeta por medio de<br />

un pasador de hierro, que á la vez sirve como<br />

botador para sacar los clavos que sujetan la<br />

punta de la reja, y como llave para atornillar<br />

y desatornillar las piezas. La punta de la<br />

reja, sumamente dura, puede invertirse varias<br />

veces, á medida que se desgasta. Este<br />

arado, cuyo privilegio tiene en España M. David<br />

Parsons, cuesta 45 pesetas, y se generaliza<br />

cada vez más entre nuestros agricultores.<br />

La mecánica agrícola en general, y los arados<br />

en particular, han experimentado en los<br />

Estados Unidos, país tan adelantado y en<br />

que el poder industrial se eleva á tan considerable<br />

altura, notables perfeccionamientos,<br />

siendo numerosos los sistemas conocidos y<br />

aplicados, por su sencillez y condiciones verdaderamente<br />

prácticas.<br />

Entre otros, y además áelSimplex, ocupan<br />

un lugar preferente los de los Sres. Collins y<br />

Compañía, de Hartford, en Nueva York.<br />

Uno de los modelos de este constructor, sencillo<br />

por demás, y destinado para los eriales<br />

y tierras encespedadas, tiene la cama y estevas<br />

de madera; el cuerpo de hierro fundido, y<br />

la vertedera corta de acero; el tiro se ejecuta<br />

por medio de una cadena que parte del montante,<br />

y en vez de cuchilla, lleva un disco<br />

cortante giratorio, ingeniosamente dispuesto,<br />

compuesto de cuatro abrazaderas de hierro<br />

que abrazan la cama, las dos anteriores verticales<br />

y las dos posteriores inclinadas, convergiendo<br />

las cuatro por su extremo inferior<br />

en el centro del disco giratorio; de suerte que<br />

por medio de un tornillo que puede correr<br />

sobre dos aberturas longitudinales y fijarse<br />

de una manera fácil,<br />

se gradúa la altura de<br />

dicho disco. El terre-<br />

IBiBUfek^ no queda pulveriza-<br />

^"/"[Tpfejjijx do por la acción de<br />

Z>?-i^_^^?^^^aL t su vertedera corta.<br />

^^^J^^3^—^^ Otros modelos son<br />

JSS^üT'^'^^fcüf ' de hierro, y pareci-<br />

— ^asss¡f ,j o s e n s l ] s f o r m a s £<br />

j ^ a a w a á ^ los arados ingleses,<br />

~ nr^j^.-. —-— y tanto en unos como<br />

en otros, los órganos<br />

que operan la labor<br />

tienen grandísima resistencia, y siendo el acero<br />

maleable, cualquier herrero puede aguzar<br />

la reja á martillazos, sin que se estropee.<br />

La experiencia ha demostrado los inconvenientes<br />

que ofrecen los instrumentos en que<br />

la madera entra como principal material en<br />

su construcción. Aparte de su mayor fragilidad,<br />

y por consiguiente, de su menor duración,<br />

el calor y la humedad, dilatándola y<br />

contrayéndola, deforman las piezas, destruyen<br />

los ensambles y hacen variar la posición de<br />

órganos importantes , de los que depende la<br />

buena marcha del instrumento. Por esto no<br />

vacilamos en dar la preferencia á los arados


ARA — 452 A RA<br />

de hierro, y bajo este punto de vista, y aparte<br />

de otras circunstancias que los hacen ser más<br />

apreciables, es incontestable la superioridad<br />

de los arados ingleses, cuyos constructores<br />

han resuelto por completo el problema,<br />

y han dotado á la agricultura de un •<br />

gran número de instrumentos de perfecta<br />

y sólida construcción, en consonancia<br />

con las prescripciones de la<br />

ciencia.<br />

Arado de Small.—Tiempo ha que<br />

se usa en Escocia uno de los mejores<br />

arados que se conocen, que es el de<br />

Small (figura 234), muy utilizado en<br />

aquel país. Es todo de hierro forjado,<br />

excepto la vertedera, que á veces es de<br />

acero, con lo cual se favorece su trabajo<br />

en los suelos arcillosos; la cuchilla<br />

se sujeta por medio de cuñas planas de hierro<br />

, que el labrador escocés coloca con gran<br />

destreza, dándola la inclinación más favorable.<br />

Trabaja siempre sin antetrén, y sus estevas,<br />

de gran longitud, permiten al obrero<br />

manejarlo sin grandes esfuerzos, á pesar de<br />

su gran peso. Su excesiva solidez, que le permite<br />

resistir sin romperse el esfuerzo de cuatro<br />

caballos, aun cuando no exige de ordinario<br />

más que dos, y su sencilla construcción,<br />

hacen del arado que nos ocupa un instrumento<br />

esencialmente práctico, que explica el aprecio<br />

en que se le tiene.<br />

La reja no corta más que sobre los dos tercios<br />

de la anchura de la banda, y su parte<br />

superior se halla inclinada á 45°, de lo cual<br />

resulta, que en tierras consistentes, se cilindra<br />

la banda y se voltea muy poco. El defecto de<br />

su vertedera, consiste principalmente en la<br />

mala forma de la reja, y en ser muy cortas su<br />

parte anterior y posterior.<br />

Arados de Ransomes, de Hoioard y de<br />

Hornsby.— Entre el gran número de fabricantes<br />

de máquinas ó instrumentos agrícolas<br />

que en Inglaterra existen, figuran en primer<br />

término los Sres. Ransomes, Howard y Hornsby,<br />

que han dado su nombre á los por tantos<br />

conceptos notabilísimos arados , en cuya<br />

construcción no tienen rival. Punto menos<br />

que imposible, sería la tarea de describir uno<br />

por uno la multitud de instrumentos, de diferentes<br />

marcas y dimensiones, y destinados á<br />

diferentes labores, que construyen estos fabricantes,<br />

por lo cual sólo mencionaremos los<br />

principales.<br />

Los arados de Ransomes se distinguen por<br />

su solidez y bien calculadas proporciones, por<br />

sus formas esbeltas y por la figura de su<br />

vertedera, que voltea admirablemente la tierra.<br />

Estos arados ofrecen en su disposición<br />

una particularidad, que los hace superiores<br />

bajo el punto de vista de la fuerza y de la rigidez.<br />

La cama, forjada en la misma pieza que la<br />

esteva izquierda, se bifurca á partir de la parte<br />

anterior del cuerpo, y convenientemente<br />

reforzada, opone una resistencia casi invencible<br />

á toda fuerza lateral que tienda á romperla<br />

ó doblarla. La cuchilla está dispuesta de<br />

manera, que se puede variar á voluntad la<br />

dirección del corte á derecha ó á izquierda, y<br />

su inclinación con respecto al terreno.<br />

Figura 238<br />

El arado más notable de este constructor<br />

está representado en la figura 235, por la que


ARA — 453 — ARA<br />

puede formarse una idea de sus formas. En los<br />

célebres talleres de Ispsuipb, se fabrican instrumentos<br />

apropiados á toda clase de terrenos<br />

y de labores, que exigen una fuerza variable<br />

de tiro, de uno á cuatro y más caballos, con<br />

ruedas y sin ellas, variando sus precios de 300<br />

á 500 reales, sin las rejas sueltas y piezas de<br />

repuesto.<br />

La figura 236 representa uno de los arados<br />

más pequeños, que necesita muy poca fuerza<br />

para su arrastre. En los arados construidos<br />

para labrar toda clase de terrenos, se verifica<br />

el tiro directamente desde el extremo de la<br />

cama en donde va colocado el graduador, y no<br />

desde el arranque de la vertedera.<br />

Rcmsomes construye todavía otros más perfeccionados,<br />

de estevas más sólidas y de gran<br />

poder, en los que se verifica el tiro, no desde el<br />

extremo de la cama, como en los anteriores,<br />

sino desde el arranque de la vertedera, y hacen<br />

una gran labor. Las piezas que se desgasten<br />

ó estropeen, se pueden renovar con facilidad.<br />

La figura 237 manifiesta los arados doblemente<br />

reforzados, á propósito para los terrenos<br />

pedregosos y recién descuajados, que, como se<br />

ve, no tienen antetrén, porque la marcha de<br />

las ruedas se embarazaría con el choque contra<br />

las piedras; sus vertederas son más cortas, y<br />

las estevas mucho más largas, porque como<br />

carece de ruedas que sirvan de punto de apoyo<br />

al levantar el arado, el mayor esfuerzo que<br />

tiene que hacer el labrador, se encuentra compensado<br />

con el poder de las largas palancas<br />

que forman las estevas.<br />

Los arados de Howard (figura 238), parecidos<br />

á los anteriores, son de hierro forjado,<br />

Figura 237<br />

Figura 238<br />

y notables por su ligereza y solidez al propio<br />

tiempo. Sus formas, sus elegantes y bien<br />

estudiadas curvas, al par que sus inmejorables<br />

vertederas, construidas con arreglo á los<br />

más estrictos principios geométricos, y sus<br />

detalles todos, hacen de este arado uno de los<br />

instrumentos más preciosos que se han aplicado<br />

en nuestros días al cultivo del suelo. Una<br />

disposición muy ingeniosa de la reja, permite<br />

modificar á voluntad su posición, sea horizontal<br />

ó verticalmente, lo que da al labrador<br />

una gran facilidad para su graduación. El<br />

ala de la vertedera puede separarse ó acercarse<br />

más ó menos al cuerpo del arado, con<br />

lo cual puede variarse la anchura del surco.<br />

La cuchilla, de mango redondeado, permite<br />

variar á voluntad la dirección del corte, y se<br />

halla sujeta á la cama por una abrazadera<br />

móvil, susceptible de avanzar ó retroceder en<br />

una longitud de unos 13 centímetros. Exige<br />

relativamente poco tiro, y una vez graduado<br />

marcha solo, sin que el labrador tenga que<br />

hacer esfuerzo sobre las manceras. La vertedera<br />

está construida de acuerdo en un todo<br />

con la teoría. Las generatrices son sensiblemente<br />

rectas y convergentes, como las de una<br />

superficie helizoidal matemática; la reja, dispuesta<br />

de modo que la rotación es progresiva<br />

al principio de la vertedera, después es uniforme<br />

sobre la mayor longitud de la parte<br />

anterior y posterior, y se hace un poco decreciente<br />

al final de la vertedera. En sus dos<br />

partes es un poco más larga que la indicada<br />

por la teoría, pero esta circunstancia no ofrece<br />

inconveniente alguno.<br />

En los magníficos talleres de la grandiosa<br />

fábrica de Bedford se construyen arados de


ARA — 454 A RA<br />

todas las marcas y tamaños, apropiados á<br />

toda suerte de terrenos y labores. Son notabilísimos<br />

los llamados Championnes, que han<br />

salido victoriosos en todas las Exposiciones<br />

y en todos los concursos, destinados á ejecutar<br />

labores profundas y que exigen de cuatro<br />

á seis caballos de fuerza. El trabajo que ejecutan<br />

estos arados, no puede ser más perfecto;<br />

la banda de tierra, perfectamente cortada<br />

por la reja y la cuchilla, se desliza sin esfuerzo<br />

alguno á lo largo de la vertedera, que<br />

por su longitud y disposición hace que vuelva<br />

á caer perfectamente volteada; las vertederas<br />

, lisas y pulimentadas, impiden la adherencia<br />

de las tierras tenaces á su superficie.<br />

Los grandes arados de Hoicard, como los<br />

de los restantes constructores ingleses, llevan<br />

además delante de la cuchilla, y detrás del<br />

antetrén, sólidamente sujeta á la cama, una<br />

barra de hierro, en cuyo extremo, y obrando<br />

como si fuera otro pequeño arado, van colocadas<br />

una reja y una vertedera que, actuando<br />

sobre la tierra antes que el arado, hacen una<br />

labor superficial. La adición de esta pieza, sobre<br />

todo en los terrenos abundantes de hierbas,<br />

es muy beneficiosa, puesto que removiendo<br />

y atacando la capa más superficial del<br />

suelo, arranca y voltea las malas plantas, las<br />

cuales quedan enterradas entre la banda de<br />

tierra que voltea á su vez la vertedera principal<br />

que viene detrás.<br />

Además de estos poderosos arados de Howard,<br />

hay otros más pequeños, que son un<br />

anillo de tránsito á los llamados enanos.<br />

Estos últimos, cuyas marcas son D, DD,<br />

Di, D2, etc., son los más á propósito para las<br />

labores ordinarias de nuestro país, en donde<br />

son ya conocidos y apreciados. Un par de<br />

muías los lleva sin gran trabajo; j)esan de.62<br />

á 75 kilogramos, y cuestan de 300 á 500<br />

reales.<br />

Los arados de Ilomsby difieren poco de los<br />

anteriores en sus formas, precios y disposición<br />

de sus órganos, por más que los ensayos<br />

practicados en Inglaterra y la opinión general,<br />

los consideran inferiores álos de Howard.<br />

En los arados ingleses se encuentran, por<br />

consiguiente, todas las circunstancias que debe<br />

reunir un buen instrumento de cultivo movido<br />

por la fuerza del animal, y son los que producen<br />

la labor más parecida á la ejecutada<br />

por el trabajo del hombre, que es la que hemos<br />

considerado como más perfecta. Solidez,<br />

duración, facilidad en su graduación, lo mismo<br />

respecto á la anchura que á la profundidad<br />

del surco, facilidad en su manejo y dirección:<br />

tales son los rasgos más salientes de<br />

estos arados, que se extienden cada vez más<br />

por todas las comarcas en donde los procedimientos<br />

culturales se perfeccionan, como lo<br />

demuestra el número considerable de los que<br />

se construyen en los centros de fabricación.<br />

Procedentes de la fábrica de Bedford, se han<br />

vendido en época no muy remota, y en menos<br />

de diez años, más de 300.000 arados Howard;<br />

cifra que patentiza bien á las claras su bon­<br />

dad, porque, de lo contrario, el fabricante no<br />

comprometería los cuantiosos capitales que<br />

supone la fabricación, si sus productos no encontraran<br />

un mercado seguro y remunerador.<br />

Es cierto que exigen generalmente mayor<br />

fuerza de tiro que los arados ordinarios timoneros,<br />

pero este exceso de fuerza, está más<br />

que compensado con la excelencia de la labor.<br />

Un buen número de estos arados funciona ya<br />

en España, y su uso se irá extendiendo cada<br />

vez más, á medida que nuestros agricultores<br />

vayan convenciéndose de que en nuestro país<br />

no se labra, sino que se araña la tierra, y de<br />

que las labores profundas son el fundamento<br />

de una agricultura perfeccionada.<br />

El manejo de los arados ingleses, es también<br />

mucho más fácil y menos trabajoso para el<br />

gañán, que el del arado timonero. En este,<br />

sobre todo, cuando se labran terrenos duros<br />

y compactos, tiene que apoyarse con frecuencia,<br />

no sólo en la esteva, sino que llega el<br />

caso de subirse encima del dental, á lo cual<br />

hay que agregar, que al menor movimiento<br />

brusco por parte de la yunta, experimenta violentas<br />

sacudidas que dificultan su marcha; al<br />

paso que en los arados perfeccionados, su trabajo<br />

se reduce simplemente á mantener el<br />

equilibrio del instrumento, apoyándose con<br />

la mano izquierda en las manceras, evitando<br />

que la vertedera coja más tierra de la debida,<br />

y por consiguiente, que se vuelque el arado,<br />

contrapesando de este modo el exceso de peso<br />

que con precisión tiene que haber en el lado<br />

derecho á donde va colocada.<br />

Arados de muchas rejas.—Aun cuando eran<br />

conocidos á fines del pasado siglo, sólo en<br />

nuestros días han conseguido llamar la atención<br />

de los agricultores, por más que no se<br />

empleen tanto como los de un solo cuerpo.<br />

Esta clase de instrumentos no difieren, en la<br />

forma y disposición de sus piezas, de los demás<br />

arados, y su única diferencia consiste, en que<br />

en una sola armadura, convenientemente dispuesta,<br />

y de diferente manera según los constructores,<br />

llevan dos, tres ó más rejas y vertederas<br />

, y trazan, por consiguiente, á la vez<br />

dos, tres ó más surcos.<br />

Experiencias repetidas han dejado fuera de<br />

duda, que un arado de dos rejas, labra tan bien<br />

y en menor tiempo la misma superficie, que<br />

dos arados sencillos de idéntica construcción,<br />

y que se obtiene una notable economía en<br />

nombres, animales y tiempo tardado en la<br />

labor.<br />

Para conducir, en efecto, dos arados sencillos,<br />

se necesitan indispensablemente dos hombres,<br />

al paso que un solo labrador puede<br />

manejar y dirigir uno de dos y hasta de. tres<br />

rejas. Hay, por consecuencia, una economía de<br />

un 50 por 100. La tracción es más regular, y<br />

la estabilidad del arado, una vez obtenida la<br />

graduación, facilita su manejo, y evita que el<br />

obrero tenga que maniobrar con tanta frecuencia<br />

sobre las manceras.<br />

Un arado de dos rejas pesa menos que dos<br />

de una, y necesita, por consiguiente, menos


AEA — 455 — ARA<br />

fuerza de tiro, aparte de que las resistencias<br />

presentadas por la tierra á dos ó tres cuerpos<br />

de arado solidarios, oscilan entre límites muy<br />

restringidos, al paso que los arados sencillos<br />

experimentan resistencias alternativamente<br />

muy fuertes y muy débiles. Estas diferencias<br />

se han puesto de manifiesto por los diagramas<br />

de los ensayos dinamométricos; las curvas trazadas<br />

no presentan oscilaciones bien marcadas,<br />

mientras que sucede lo contrario en los<br />

arados sencillos. Tres animales, enganchados<br />

á un arado de dos rejas, hacen el efecto de<br />

Figura 239<br />

cuatro tirando de dos arados sencillos, de las<br />

mismas dimensiones. Con el mismo número<br />

de hombres y de animales que se emplean en<br />

el cultivo de una finca, pueden, pues, ejecutarse<br />

las labores de una misma superficie en<br />

un tiempo dos ó tres veces menor, ó en el<br />

mismo tiempo labrar doble ó triple superficie.<br />

La pérdida de tiempo en las vueltas para una<br />

misma superficie labrada, es próximamente la<br />

mitad menos, con un arado de dos rejas que<br />

con uno sencillo; economía á veces de una<br />

octava ó décima parte; es decir, que si dos<br />

arados sencillos labran de 70 á 90 áreas por<br />

día, uno de dos rejas podrá labrar en el mismo<br />

tiempo de 77 á 99 áreas, ó la misma superficie<br />

en menor tiempo.<br />

Además de la posibilidad de ejecutar en<br />

tiempo y sazón oportuna las labores, y de aplicar<br />

á otros trabajos los animales economizados<br />

con el empleo de los arados de varias rejas,<br />

la economía que resulta en el precio de<br />

producción de la labor, es de verdadera importancia,<br />

puesto que asciende á un 60 por 100.<br />

Los detalles que hemos dado al ocuparnos<br />

de los arados sencillos, nos ahorran extender-<br />

Figura 240<br />

nos en la descripción de estos instrumentos,<br />

contentándonos con citar, entre los muchos<br />

conocidos, los más afamados, que son el de<br />

Grignon, de procedencia francesa, y los ingleses<br />

de Ransomes, y de Iíoward, representados<br />

en las figuras 239 y 240, y cuyas diferencias<br />

se comprenden con sólo su inspección.<br />

El de Grignon (figura 239), difiere esencialmente<br />

de los otros dos, puesto que la cama<br />

es de una sola pieza, dos ó tres veces encorvada,<br />

y de difícil recomposición. Menos sólido<br />

que el de Ransomes, si llega á forzarse uno<br />

de los cuerpos del arado, lo hace también<br />

el otro, deformándose la cama y perdiendo<br />

su curvatura, que no puede devolverse con<br />

facilidad, y de la que depende la posición<br />

de las cuchillas y vertederas. El de Ransomes<br />

es, sin disputa, el más sólido y mejor<br />

construido de los tres, y cuesta 175 pesetas.<br />

En los Estados de la Unión, va siendo<br />

muy frecuente el empleo de arados montados<br />

sobre ruedas, y en los que, sentado el<br />

obrero, va dirigiendo la yunta, lo cual,<br />

además de facilitar su trabajo, da más<br />

asiento y solidez á la posición del instrumento<br />

, una vez graduado.<br />

Estos arados son generalmente de varias<br />

rejas, y entre otros, merece mencionarse el de<br />

los Sres. Collins, de Hartford, en Nueva York.<br />

Se compone de una fuerte armadura, montada<br />

sobre dos ruedas, cada una de las cuales<br />

puede graduarse á voluntad del conductor,<br />

dándolas diferente altura por medio de dos<br />

palancas colocadas al alcance de su mano. En<br />

la armadura van colocadas las dos vertederas<br />

con sus cuchillas, y el tiro se efectúa por medio<br />

de una lanza ó timón, á que se enganchan<br />

los animales. Unas abrazaderas de resorte con<br />

estribo, ingeniosamente dispuestas, permiten<br />

que al actuar el obrero sobre ellas con los<br />

pies, y combinando el movimiento de las palancas<br />

de las dos ruedas, queden colgadas las<br />

vertederas, sin trabajar cuando se conduce al<br />

campo el arado, ó por el contrario, descender<br />

cuando hay que operar la labor. El modelo<br />

llamado plantación, que abre dos surcos, haciendo<br />

una labor de 0,42 de anchura y 0,16<br />

de profundidad, cuesta unas 350 pesetas, y<br />

exige la fuerza de una yunta.


ARA — 456 — ARA<br />

En las localidades en que se hayan aceptado<br />

los arados modernos sencillos, deberían emplearse<br />

los de muchas rejas, sobre todo para<br />

las tierras sueltas y ligeras, y para las labores<br />

superficiales de todos los suelos, aun los más<br />

compactos.^--"<br />

Arado aporeador.—Como su nombre indica,<br />

este arado sirve para aporcar ó recalzar las<br />

plantas alineadas, acumulando tierra á su alrededor<br />

, bien para favorecer en unos casos el<br />

desarrollo de nuevas raíces, ó para aumentar<br />

el espesor de la tierra mueble y conservar la<br />

frescura del suelo, ó bien para abrigar á los<br />

vegetales, y darles mayor solidez y asiento en<br />

el terreno, con objeto de contrarrestar los<br />

efectos de los vientos, que conmueven sus<br />

raíces.<br />

Son los aporeadores unos arados de doble<br />

vertedera, móviles, que, por medio de charnelas,<br />

pueden abrirse y cerrarse á voluntad, y -<br />

acomodarse á la anchura de las líneas en que<br />

estén sembradas las plantas; y aun cuando el<br />

principio en que están construidos es el mismo,<br />

varían en sus formas y en los detalles de su<br />

construcción.<br />

Los de íloward (figura 241), y en general<br />

los de construcción inglesa, son de hierro, y<br />

tienen antetrén de una ó de dos ruedas, con<br />

reguladores exactamente iguales á los de los<br />

restantes arados.<br />

En Francia es muy usado el de Dombasle,<br />

que tiene de madera la cama y las estevas, las<br />

vertederas de fundición y la reja de acero. El<br />

graduador es el llamado de cremallera ó de<br />

Roville. Cada una de las vertederas se une al<br />

antecuerpo, por medio de dos charnelas de<br />

hierro, y su separación ó abertura se regula<br />

por medio de unos ganchos que se fijan á<br />

una placa provista de agujeros y sujeta á la<br />

parte posterior. Esta disposición permite variar<br />

la anchura de 0,35 á 0,70 metros.<br />

Los agricultores de la Sologne emplean con<br />

gran resultado, para formar los pequeños surcos<br />

sobre que siembran los cereales de invierno,<br />

un aporeador generalizado en el país.<br />

Este instrumento está formado por un fuerte<br />

dental de madera, con una reja bastante ancha,<br />

en forma de hierro de lanza, y por dos tablas<br />

de encina, sujetas á la cama y al dental. En<br />

estas tablas, que se unen por delante formando<br />

un ángulo para abrir la tierra con más facilidad,<br />

y que se apartan unos 0,15 metros en<br />

su parte posterior, hay tres agujeros, cuyo eje<br />

se dirige diagonalmente hacia atrás, y en los<br />

cuales encajan tres fuertes listones de madera,<br />

de longitud desigual, que son los que reemplazan<br />

á las vertederas de los aporeadores ordinarios.<br />

El trabajo que ejecuta este instrumento<br />

es perfecto; los listones de madera<br />

levantan la tierra al dividirla, y la arrojan á<br />

derecha é izquierda, sin dejarla lisa, á la manera<br />

de una llana de albañil, como la dejan las<br />

vertederas, por poco húmeda que esté. El<br />

grave inconveniente de este instrumento, es<br />

que no puede aumentarse la anchura de la<br />

acción de los listones, á no ser que se arranquen<br />

y coloquen otros nuevos de mayor longitud,<br />

lo cual, como se comprende, es embarazoso<br />

por demás.<br />

Los aporeadores prestan muy buenos servicios<br />

para abrir las caceras en las huertas al<br />

tajar el terreno para el riego, y también se<br />

emplean para las labores ordinarias; muchos<br />

de ellos van provistos de un punzón de hierro,<br />

llamado marcador, que á medida que avanza<br />

el instrumento, traza una línea que señala la<br />

marcha que ha de seguir al hacer los surcos<br />

siguientes, con lo cual resultan más derechos<br />

y paralelos. Los de Howard pesan de 70 á 100<br />

kilogramos, y cuestan de 400 reales en adelante.<br />

Como que operan ordinariamente sobre<br />

tierra ya removida, necesitan menor fuerza<br />

de tiro, á veces el trabajo de un solo animal.


ARA — 457 — ARA<br />

Arado patatero.'—Este arado, que se destina<br />

al arranque de tubérculos y raíces, se compone<br />

de las mismas piezas y armaduras que<br />

los restantes arados, sino que en lugar de las<br />

vertederas, lleva á uno y otro lado de su larga<br />

reja, una serie de láminas perfectamente<br />

lisas y redondeadas, generalmente ocho, cua-<br />

II<br />

tro á cada lado, las de los extremos más cortas,<br />

y más largas las siguientes, disminuyendo<br />

progresivamente hasta las del otro extremo.<br />

Estas láminas, que parten desde la reja, van<br />

separándose entre sí, y forman una especie de<br />

manopla á uno y otro lado de la armadura en<br />

que va sujeta la reja. Resulta de esta disposición,<br />

que al marchar el arado por las líneas<br />

de patatas, su reja profunda desentierra los<br />

tubérculos, los cuales se deslizan por encima<br />

de las láminas, salen á la superficie, y van á<br />

caer á uno y otro lado del lomo, sin heridas<br />

ni rozaduras de ninguna clase.<br />

Los tubérculos se desentierran ordinariamente<br />

en España, bien por medio del arado<br />

común, cuya reja estropea considerable número<br />

, siendo además preciso pasar varias veces<br />

el arado sobre el terreno, ó bien á brazo con<br />

el azadón, lo cual es caro y lento. Es indudable<br />

que el arado patatero pudiera aplicarse<br />

con éxito en determinadas circunstancias.<br />

Los de Ransomes y Howard desentierran,<br />

con una yunta, de una y media á dos hectáreas<br />

por día. Pesan 88 kilogramos, y cuestan unos<br />

500 reales. / .<br />

Arado de subsuelo.— Cuando se quieren<br />

ejecutar labores profundas en terrenos cuyas<br />

capas inferiores son de mala calidad, y no conviene,<br />

por consiguiente, traerlas á la superficie<br />

, se emplean los arados llamados de subsuelo<br />

ó arados topos. Carecen de cuchilla y de<br />

vertedera, y tienen una reja poderosa, que es<br />

la que remueve las capas inferiores. Suelen<br />

también emplearse combinados con la labor de<br />

un arado ordinario, para lo cual se hace marchar<br />

detrás uno de subsuelo; el primero abre<br />

el surco y voltea la tierra con su vertedera, y<br />

el segundo hace la labor en el fondo del surco<br />

abierto por el primero, y remueve la tierra<br />

en su parte inferior, que á su vez es cubierta<br />

por la tierra volteada al trazar el segundo surco<br />

con la vertedera del primer arado.<br />

La figura 242 representa un arado ordinario<br />

de subsuelo, y la figura 243 el de Ransomes,<br />

llamado de hélice, que lleva en la armadura<br />

ó cuerpo que sustituye á la vertedera,<br />

además de la reja, una espiral, que es la que<br />

remueve la tierra; tanto la reja como la espiral,<br />

pueden subir ó bajar por medio de dos<br />

piezas de hierro, que suben ó bajan á su vez á<br />

través de la cama, del mismo modo que sube<br />

ó baja la rueda del antetrén, con lo cual se<br />

gradúa la entrada del instrumento. Este arado<br />

revuelve la tierra á 6 y 12 pulgadas de profundidad<br />

en la zona inferior, á donde no llegan<br />

los arados ordinarios; pesa 130 kilogramos;<br />

cuesta de 600 á 1.000 reales, y exige la<br />

fuerza de una ó dos yuntas, según la naturaleza<br />

del terreno y profundidad de la labor.<br />

El agricultor puede aprovechar una misma<br />

armadura ó cuerpo del arado, para tener un<br />

instrumento que le sirva para múltiples usos;<br />

ventaja inapreciable, para lo cual los constructores,<br />

los ingleses sobre todo, al ofrecerlos<br />

modelos de sus diferentes marcas, disponen<br />

las piezas de repuesto necesarias para esos<br />

usos diferentes. Un arado ordinario de vertedera,<br />

puede convertirse en aporeador, patatero<br />

ó de subsuelo, con sólo variar las piezas,<br />

colocando las necesarias para el trabajo que<br />

se quiere ejecutar.<br />

Arados de vertedera giratoria.—La fijeza de<br />

la vertedera, colocada invariablemente en los<br />

arados ordinarios, entraña la necesidad de seguir<br />

un procedimiento para ejecutar la labor<br />

diferente del que se emplea con el arado timonero<br />

español, y practicar lo que se llama labor


ARA — 458 — ARA<br />

en redondo, que consiste en labrar el campo<br />

desde fuera hacia adentro, ó desde dentro hacia<br />

afuera, dando vueltas, marchando el arado<br />

por un extremo del campo y volviendo por el<br />

otro extremo, ó dando vueltas alrededor del<br />

primer surco trazado en su parte media, lo<br />

cual ocasiona forzosamente una gran pérdida<br />

de tiempo, tanto mayor cuanto más anchas<br />

son las amelgas en que se ha dividido el terre-<br />

no, puesto que el instrumento marcha sin<br />

trabajar en dichas vueltas.<br />

Trazado un surco con el arado español, y al<br />

terminar la besana, el labrador vuelve trazando<br />

el segundo surco al lado del primero, y así<br />

sucesivamente los demás. En el arado de vertedera<br />

fija, al trazar el primer surco, la vertedera<br />

voltea la tierra al lado derecho, y deja<br />

una especie de zanja en su fondo, en la que<br />

debe caer, para que la labor sea completa, la<br />

tierra dislocada al siguiente surco. Si el arado<br />

volviera al terminar la besana, trazando el segundo<br />

surco al lado del primero, como que<br />

camina en sentido contrario, y la vertedera<br />

ha cambiado de dirección, la tierra sería volteada<br />

en sentido opuesto, y resultarían una<br />

zanja ú hondo y dos grandes lomos alternativamente<br />

, formados por la tierra removida á<br />

uno y otro lado, que caería sobre la tierra sin<br />

remover, quedando, por consiguiente, una<br />

gran porción del campo sin labrar.<br />

La tierra volteada en cada uno de los surcos,<br />

debe venir á ocupar el espacio que ocupaba<br />

la removida en el surco anterior, rellenándolo<br />

para que no quede la más pequeña<br />

cantidad sin remover. A este fin obedece la<br />

labor en redondo, única posible en los arados<br />

de vertedera fija, si ha de quedar el suelo en<br />

Figura 243<br />

Figura 244<br />

las condiciones necesarias que constituyen una<br />

buena preparación. El inconveniente de la labor<br />

en redondo es, como queda dicho, la pérdida<br />

de tiempo inevitable por la fijeza de la<br />

vertedera, que en una amelga de ocho surcos,<br />

lábrese de fuera hacia adentro ó de dentro<br />

hacia afuera, equivale al empleado en recorrer<br />

la anchura de veintiocho surcos, y tanto mayor<br />

cuanto más ancha es la amelga.<br />

Para evitar estos inconvenientes, se han<br />

ideado los arados de vertedera giratoria, que<br />

en lugar de verter la tierra alternativamente<br />

á derecha é izquierda, como hacen los de vertedera<br />

fija, la vierten siempre al mismo lado.<br />

En los terrenos accidentados, además, la<br />

manera de verter la tierra, sea cual fuere la<br />

dirección déla labor, no es indiferente. Cuando<br />

la vertedera voltea la tierra solicitada por<br />

la acción de la gravedad, y en el sentido de<br />

la pendiente ó inclinación del suelo, el prisma<br />

dislocado cae sin dificultad alguna en el fondo<br />

del surco anterior; pero al volver, la vertedera<br />

tiene que voltear la tierra en un sentido<br />

contrario á la pendiente, lo que hace que no<br />

quede invertida en el surco de la manera debida.<br />

Los arados de vertedera giratoria evitan<br />

á su vez este inconveniente, puesto que<br />

invierten la banda de tierra siempre en el mismo<br />

sentido.<br />

Diversos son los sistemas de arados de vertedera<br />

giratoria. En unos, ya sean timoneros,<br />

como el de Jaén, que dejamos mencionado al<br />

ocuparnos del arado español, ó bien de timón<br />

partido, la vertedera gira alrededor del dental<br />

y por debajo de la cama, fijándose su nueva<br />

posición de una manera cualquiera. En este<br />

sistema, el labrador tiene que levantar al final


ARA — 459 — ARA<br />

de cada surco, todo el cuerpo del arado que se<br />

apoya en el yugo ó en el antetrén, para variar<br />

la posición de la vertedera, lo que es en extremo<br />

fatigoso, sobre todo en besanas cortas,<br />

puesto que, además del peso considerable del<br />

instrumento, hay que agregar el de la tierra<br />

adherida.<br />

En otros arados, como en el de Brabante<br />

doble y ahondador de Valleraud, que son de<br />

hierro y con antetrén de dos ruedas, las vertederas,<br />

con sus correspondientes cuchillas, giran<br />

alrededor de la cama, y se colocan verticalmente<br />

y en sentido contrario, una encima<br />

de otra, á la conclusión de cada surco, según<br />

que operen ó no sobre el terreno.<br />

Los hay de báscula, como el representado<br />

en la figura 244, formado por dobles camas,<br />

vertedera, cuchillas y antetrén, en los que,<br />

con sólo cambiar la posición de las estevas á<br />

la conclusión de cada surco, y hacer bascular<br />

al arado, penetran alternativamente en el te-<br />

rreuo las piezas colocadas en sentido contrario.<br />

El arado de vertedera giratoria más ingenioso<br />

es, sin disputa, el de Ransomes, que<br />

evita los inconvenientes que presentan los que<br />

giran por debajo de la cama. Tiene dos vertederas<br />

exactamente iguales á las de los otros<br />

arados, colocadas simétricamente á uno.y otro<br />

lado de la cama, y dispuestas de tal suerte,<br />

que por medio de un pequeño manubrio, al<br />

alcance del obrero, y colocado en las estevas,<br />

al actuar sobre una palanca, se mueven aquéllas,<br />

acercándose al cuerpo del arado la que ha<br />

dejado de trabajar, y separándose la que ha<br />

de operar la labor. Al propio tiempo gira el<br />

dental, y se varía por consiguiente la posición<br />

de la reja colocada en su extremo , vanándose<br />

también, con ayuda de una palanca, la posición<br />

de la cuchilla. Todas estas operaciones<br />

se hacen con gran facilidad á la conclusión de<br />

cada surco. El engranaje colocado al extremo<br />

de la palanca que mueve el obrero para hacer<br />

girar á las vertederas y á las rejas, va al descubierto<br />

, y como hemos tenido ocasión de observar<br />

veces repetidas, se embroza con la hierba<br />

y dificulta el juego del mecanismo. Con<br />

sólo cubrir dicho engranaje, envolviéndole en<br />

una caja que lo guarnezca, puede evitarse<br />

este defecto.<br />

Figura 245<br />

La figura 245 representa otra disposición<br />

ingeniosa de los arados ingleses de vertedera<br />

giratoria, cuj'o mecanismo se comprende fácilmente<br />

con sólo su inspección.<br />

Los arados de vertedera giratoria exigen<br />

mayor fuerza de tiro que los ordinarios, y como<br />

que tienen que acomodarse á la necesidad<br />

de variar de posición para voltear la tierra en<br />

el mismo sentido, sus vertederas se alejan de<br />

ordinario de la perfección que en las formas<br />

de sus superficies y en su disposición, presentan<br />

las vertederas fijas de los buenos arados.<br />

Por estas razones, sin duda, son mucho menos<br />

empleados en el cultivo.<br />

Modo de transportar al campo los arados de<br />

limón partido.—La conducción al terreno de<br />

los arados timoneros, no ofrece dificultad. Unas<br />

veces, armado ya y apoyado sobre el yugo,<br />

arrastrando por el suelo la parte anterior del<br />

timón, y otras quitada la reja, que sobre el<br />

terreno coloca el labrador, y colgado del den­<br />

tal, va con la yunta, sobre la que monta el<br />

obrero, salvando sin ningún tropiezo las distancias<br />

considerables á que á veces se encuentran<br />

las tierras de la casa de labor. Pero la falta<br />

de timón, el peso y disposición de las vertederas<br />

y cuchillas, y las ruedas del antetrén,<br />

dificultan su transporte cuando se trata de los<br />

arados de timón partido.<br />

Para facilitar su conducción se usan unos<br />

pequeños carritos, llamados trineos, sobre los<br />

cuales va montado el arado. Estos carritos se<br />

componen de una armadura de hierro, en cuya<br />

parte posterior, más ancha, van dos pequeñas<br />

ruedas, y de una pieza triangular en su<br />

parte anterior, en donde se introduce la reja<br />

del instrumento. Colocada la reja de esta manera,<br />

el cuerpo del arado viene á descansar<br />

sobre el eje que llevan las dos ruedas, encima<br />

del cual se sujeta; de suerte, que colocado sobre<br />

el trineo, camina tirado por la misma yunta,<br />

enganchada en el instrumento. Las dos<br />

ruedas del trineo, con las del antetrén ó juego<br />

delantero, son las que le conducen en su<br />

marcha.<br />

Este trineo cuesta 40 á 60 reates, y es excelente<br />

para pequeñas distancias y cuando<br />

hay buenos caminos; pero cuando aquéllas<br />

son considerables, y sobre todo en los malos<br />

caminos de nuestro país, no hay más reme-


ARA — 460 — ARA<br />

dio que transportar los instrumentos en un carro<br />

ordinario.,. y<br />

Arados de vapor.—Entre los nuevos inventos<br />

que registran los anales de la agricultura<br />

moderna, ninguno es quizás tan admirable ni<br />

de tanta trascendencia como la aplicación del<br />

vapor al trabajo de los campos.<br />

Mientas que las artes mecánicas perfeccionaban<br />

los aparatos y máquinas agrícolas; mientras<br />

que las fábricas buscaban el medio de<br />

construirlas á bajo precio; y en tanto que el<br />

empleo de las nuevas sembradoras, segadoras,<br />

trilladoras, etc., cambiaba por completo los<br />

procedimientos rurales y simplificaba las prácticas<br />

del agricultor, surgió en la mente de algunos<br />

hombres pensadores la idea de que, habiendo<br />

encontrado la industria una fuerza tan<br />

poderosa y económica como la del vapor, era<br />

muy posible que dicha fuerza pudiera aplicarse<br />

del mismo modo á los aparatos y á las operaciones<br />

de la agricultura.<br />

Las exigencias al propio tiempo, siempre<br />

crecientes, de una agricultura progresiva; la<br />

falta de brazos, y la elevación consiguiente del<br />

precio de los jornales; y la necesidad de disminuir<br />

el coste de producción de los productos<br />

agrícolas, hacían cada vez más necesaria<br />

la intervención de las máquinas; y ante esta<br />

necesidad, el genio creador del hombre, que<br />

todo lo domina, encontró los medios de aplicar<br />

á la agricultura la portentosa fuerza que<br />

había operado 3'a una completa revolución en<br />

los procedimientos industriales, y bien pronto<br />

la incesante respiración de las máquinas de<br />

vapor, resonando en el interior de ¡as granjas,<br />

atestiguaban las conquistas del hombre<br />

sobre la materia y el poder de su inteligencia.<br />

¿Por qué, pues, no se había de aplicar el<br />

vapor al trabajo de los campos, del mismo<br />

modo que se aplicaba ya en lo interior de la<br />

casa de labor? ¿Por qué no sustituir al caballo<br />

vivo el caballo de vapor, que con sus<br />

músculos de hierro despliega fuerza tan considerable?<br />

La solución de este problema es un<br />

hecho fecundo que encierra en sí una completa<br />

revolución en agricultura, porque proporcionará,<br />

á más de una economía de tiempo y<br />

de dinero, un trabajo mejor y más perfecto<br />

que el de los arados comunes movidos con los<br />

motores animados.<br />

Más de un siglo ha, que la Inglaterra, esa<br />

gran nación que marcha á la cabeza del progreso<br />

agrícola, viene ocupándose en emplear<br />

el vapor como fuerza motriz en las operaciones<br />

de la labranza; pero las primeras tentativas<br />

no tuvieron éxito, perteneciendo á nuestros<br />

días la gloria de su invención.<br />

La primera idea, la que naturalmente se<br />

ocurrió á los que se ocuparon de este asunto,<br />

fué el hacer mover la máquina de vapor polla<br />

superficie del campo, remolcando ó llevando<br />

tras de sí los instrumentos destinados á<br />

ejecutar la labor; y partiendo del principio<br />

de que la labor hecha con el azadón es la mejor,<br />

aplicaron detrás de una locomotora un<br />

eje horizontal que, puesto en movimiento por<br />

una cadena sin fin, movida por la máquina, hacía<br />

penetrar en el terreno las rejas y demás,<br />

que cortaban y removían la tierra. En este<br />

principio está fundado el sistema de Rickett;<br />

pero antes era ya conocido el de Lord Willonghby,<br />

que consistía en colocar dos máquinas<br />

de vapor, una en cada extremo del campo,<br />

las cuales hacían ir y venir al arado. El sistema<br />

de Rickett consiste en una locomotora como<br />

las destinadas á marchar por los caminos<br />

ordinarios, la cual lleva detrás unas poderosas<br />

espirales de hierro, que movidas por la<br />

máquina de vapor, penetran en el suelo y remueven<br />

la tierra, haciendo una labor parecida<br />

á la del azadón. Es admirable la facilidad con<br />

que se la dirige en todos sentidos; pero á pesar<br />

de la grande anchura de las llantas de sus<br />

cuatro ruedas, esta máquina, que anda con<br />

facilidad por los buenos caminos, marcha con<br />

dificultad por las tierras labrantías, mucho<br />

más si son húmedas y compactas, en cuyo caso<br />

las ruedas se deslizan y resbalan en vez de<br />

avanzar. Si á esto se agrega el peso enorme<br />

de la máquina, y la gran cantidad de fuerza<br />

que debe consumir , se concebirán los inconvenientes<br />

que presenta.<br />

Parte de estos inconvenientes y dificultades<br />

desaparecen en el arado de Boydell. Este<br />

sistema está fundado en el mismo principio<br />

que el anterior, es decir, que la locomotora, al<br />

marchar por la superficie del campo, arrastra<br />

á los instrumentos destinados á hacer la labor;<br />

pero esta locomotora tiene una ingeniosísima<br />

disposición, que merece mencionarse. JSTO<br />

asienta directamente las llantas de sus ruedas<br />

sobre el terreno, sino que estas mismas ruedas<br />

llevan los rails sobre que han de marchar; de<br />

manera que, á medida que avanza la máquina,<br />

los rails, colocados y sujetos á las llantas de<br />

sus ruedas, van sentándose sobre el suelo, dispuestos<br />

de tal modo que, á cada quinta parte<br />

de vuelta de la rueda, se tiende por tierra una<br />

barra de rails, generalmente de madera; la rueda<br />

se apoya sobre esta barra, mientras que la<br />

barra precedente se eleva y la siguiente toma<br />

una posición inclinada; es decir, que á cada<br />

vuelta completa de la rueda, cinco barras ó<br />

rails, que presentan una gran superficie, se<br />

apoyan sucesivamente sobre el suelo para que<br />

la rueda se apoye y se deslice sobre ellos. Ensayada<br />

en una tierra húmeda, en la que un carro<br />

ordinario se hundía hasta los cubos, la pesada<br />

locomotora de Boydell marchaba sin trabajo<br />

y con desembarazo, sin dejar tras de sí<br />

huellas muy profundas, con la particularidad<br />

notable de que puede acomodarse á los accidentes<br />

del terreno; cuando hay una cacera en<br />

el campo que se va á labrar, el rail movible<br />

se coloca sobre ella, haciendo de puente, por<br />

encima del cual pasa toda la máquina; si se<br />

presenta un obstáculo convexo, el rail se coloca<br />

sobre él, formando un plano inclinado que<br />

la máquina vence sin dificultad. Pero á pesar<br />

de estas circunstancias y de su ingenioso mecanismo<br />

, la máquina de Boydell presenta alguno<br />

de los inconvenientes de la de Rickett,


ARA — 461 — ARA<br />

que dificultan su empleo, por lo cual estos sistemas<br />

se han sustituido por otros más sencillos.<br />

De modo, que el sistema de tracción<br />

directa, moviéndose la locomotora por toda<br />

la extensión del campo, y llevando tras de sí<br />

los instrumentos de cultivo, ha sido abandonado,<br />

por las dificultades é inconvenientes que<br />

ofrece.<br />

Uno de los sistemas más completos é ingeniosos<br />

, el más completo del cultivo por medio<br />

del vapor, es el de Halhetl; pero su enorme<br />

coste le hace tan imposible en la práctica<br />

como los anteriores. En este sistema, la locomotora<br />

no camina por la misma superficie del<br />

terreno, sino por unos rails colocados como en<br />

los caminos de hierro, y espaciados entre sí de<br />

20 en 20 metros. El aparato se compone de<br />

una gran plataforma de madera que va desde<br />

rail á rail; á cada uno de los extremos de<br />

esta plataforma, que tendrá naturalmente<br />

20 metros de longitud, marcha una máquina<br />

de vapor, de manera que andando las dos simultáneamente,<br />

arrastran á la plataforma, á<br />

la cual pueden engancharse todos, absolutamente<br />

todos los instrumentos y máquinas,<br />

sean las que fueren, inclusas las máquinas de<br />

segar. Es el único que aplica la fuerza motriz<br />

del vapor á todas las operaciones agrícolas, y<br />

ha encontrado en Inglaterra entusiastas partidarios<br />

y admiradores, que se han esforzado<br />

en dar á conocer sus ventajas sobre los demás.<br />

Si se colocan, en efecto, detrás déla plataforma,<br />

arados, extirpadores, gradas, rodillos<br />

y segadoras, todas estas operaciones se<br />

ejecutan con gran perfección y rapidez, y<br />

como que las dos máquinas de vapor caminan<br />

sobre los rails sin desviarse lo más mínimo,<br />

resulta una gran precisión en el trabajo,<br />

y pueden marchar los instrumentos por entre<br />

las plantas alineadas para ejecutar las excavas,<br />

limpias y recalces, sin dañar ni á los<br />

tallos ni á las raíces.<br />

La máquina de Halkett puede abrir doce<br />

surcos de la profundidad que se quiera, y presenta<br />

sobre los demás sistemas conocidos, inclusos<br />

los arados ordinarios movidos con fuerza<br />

animal, la circunstancia ventajosa de evitar<br />

la presión que ejercen sobre el terreno los<br />

arados cuya tracción es horizontal, puesto<br />

que se hallan suspendidos en la plataforma,<br />

y ésta es la que soporta el peso del arado y<br />

no la tierra. No hay tampoco frotamiento en<br />

el subsuelo por parte del dental y vertedera,<br />

porque hallándose colgados, la reja y vertedera<br />

se introducen en el suelo, y quedando<br />

más elevado el talón del arado, no ejerce<br />

acción sobre él.<br />

No solamente sirve el aparato de Halkett<br />

para preparar el terreno y dar las labores,<br />

sino también para el transporte de abonos y<br />

de las cosechas. En la plataforma pueden cargarse<br />

hasta 70.000 kilogramos de estiércol, y<br />

como las dos máquinas de vapor tienen de diez<br />

á doce caballos de fuerza, pueden remolcar varias<br />

máquinas de segar, las cuales cortarán la<br />

mies colocada entre los rails con grande eco­<br />

nomía. Además de la distribución de los abonos,<br />

se puede regar á voluntad, bien exterior ó<br />

interiormente. Cuando se quiere, para evitar la<br />

evaporación, que el riego sea subterráneo, se<br />

coloca detrás de la plataforma un sistema de<br />

tubos que tienen en su extremo una punta<br />

hueca, la cual se introduce en tierra á medida<br />

que marchan las máquinas, y va dejando<br />

caer el agua que viene de los depósitos superiores,<br />

colocados en la misma plataforma. Pueden,<br />

pues, practicarse con este sistema todas<br />

las operaciones agrícolas con gran perfección<br />

y sencillez, con la circunstancia de exigir<br />

muy pocos obreros para su servicio, y de<br />

practicarlas con bueno ó mal tiempo, llueva<br />

ó no llueva, y aun de noche, supuesto que,<br />

una vez fijos los instrumentos en la plataforma,<br />

hacen su trabajo con una precisión matemática.<br />

Esta última particularidad es notabilísima,<br />

porque muchas veces, de la rapidez de<br />

una operación que el labrador tiene forzosamente<br />

que interrumpir por la falta de la luz,<br />

depende el buen resultado y el éxito de una<br />

cosecha.<br />

Con un aparato del sistema Halkett, apropiado<br />

á una explotación de 400 hectáreas, pueden<br />

labrarse en diez horas de trabajo 15 fanegas<br />

de tierra, binarse 90, regarse y segarse 45;<br />

pero á pesar de este trabajo, verdaderamente<br />

monstruoso, y á pesar de su perfección y de<br />

sus ventajas, su enorme coste hace punto menos<br />

que imposible su adopción. Basta saber<br />

que, aparte del valor de las máquinas de vapor,<br />

plataforma, instrumentos y demás, sólo<br />

los rails vienen á costar, puestos en el terreno,<br />

si son de hierro, 1.200 francos por hectárea<br />

,' y si de madera creosotada, 600 francos<br />

por hectárea; lo cual supone que para una explotación<br />

de 200 hectáreas de extensión se necesita<br />

un capital de 24 á 48.000 duros. Algo<br />

disminuyen los gastos de instalación sustituyendo<br />

los rails de hierro ó de madera creosotada,<br />

por otros más sencillos, compuestos de<br />

una fila de ladrillos triangulares bien cocidos,<br />

sostenidos entre sí por una varilla de hierro<br />

que los atraviesa. El rail queda formado polla<br />

arista que presenta el ladrillo; pero como el<br />

peso considerable del aparato pudiera destruirlo<br />

, se recubren los ladrillos con una banda<br />

de caucho. Esta modificación reduce los<br />

gastos á 437 francos por hectárea. Este sistema<br />

no se ha generalizado en Inglaterra, siendo<br />

los de Howard y de Fowler los que por<br />

mucho tiempo se han disputado la primacía,<br />

y los que en la práctica han producido mejores<br />

resultados.<br />

El principio en que se fundan los sistemas<br />

de estos dos célebres constructores, consiste en<br />

aplicar la fuerza del vapor, la cual hace marchar<br />

directamente un cable que conduce el<br />

arado, como en el de Fowler, ó indirectamente,<br />

valiéndose de otros aparatos auxiliares , como<br />

en el de Howard.<br />

Las partes esenciales del arado Howard<br />

son: la locomóvil, el cabrestante, el arado y<br />

las poleas horizontales.


ARA — 462 — ARA<br />

La locomóvil es una máquina de vapor, de I za motriz, ó mejor dicho, á producirla. Esta<br />

más ó menos fuerza, que puede utilizarse tam- | fuerza variable es generalmente de ocho á<br />

diez caballos.<br />

El cabrestante<br />

se compone<br />

de un<br />

carro montado<br />

sobre dos<br />

ruedas, y con<br />

varas para enganchar<br />

las<br />

caballerías<br />

que lo han de<br />

transportar<br />

de un campo á<br />

otro. Sobre dichas<br />

ruedas<br />

descansan dos<br />

tambores que<br />

giran en sentid<br />

o contrario<br />

, movidos,<br />

bien por una<br />

correa que<br />

parte de la locomóvil,<br />

ó por<br />

un árbol de<br />

transmisión;<br />

de suerte que<br />

sujeto el cable<br />

en estos d os<br />

S tambores, se<br />

" arrolla en el<br />

3 uno cuando se<br />

g desarrolla en<br />

el otro. Este<br />

cable de hierro<br />

va á parar<br />

desde el cabrestante,<br />

á<br />

dos poleas hori<br />

zon tal e s,<br />

fijas en el suelo,<br />

que sirven<br />

para dirigirlo.<br />

El arado,<br />

que es de báscula,<br />

como<br />

luego detallaremos<br />

al ocuparnos<br />

del de<br />

Fowler, y que<br />

ha sido objeto<br />

de un ruidoso<br />

litigio entre<br />

los dos afamadosconstructores,<br />

puede<br />

sustituirse<br />

con un poderosocultivador,<br />

el cual vimos<br />

funcionar<br />

en Parnhinbién<br />

en todas las demás operaciones de la [ ghan, haciendo una labor admirable. Este<br />

casa de labor, destinada á comunicar la fuer- | cultivador se compone de una armadura rec-


ARA — 463 — ARA<br />

tangular de hierro forjado, sostenida por cuatro<br />

ruedas; en esta armadura van sujetas cuatro,<br />

seis ó más piezas de hierro, que llevan<br />

en sus extremos las rejas destinadas á hacer<br />

la labor; pero estas rejas están colocadas en<br />

sentido opuesto, dos á dos en el extremo de<br />

dichas piezas, resultando de esta disposición<br />

que no hay necesidad de hacer bascular el<br />

aparato á la conclusión de cada surco, sino<br />

hacerle marchar en la dirección contraria,<br />

puesto que las rejas están colocadas dos á dos<br />

y en sentido opuesto. El obrero colocado encima<br />

del instrumento, dirige su marcha por<br />

medio de una palanca. El cultivador se sustituye,<br />

cuando hay necesidad, con una grada<br />

poderosa. Además de las poleas, y como complemento<br />

del sistema, se emplean unos pequeños<br />

carros, que soportan unas poleas verticales,<br />

que sostienen el cable y evitan que roce<br />

con el terreno por su falta de tensión.<br />

La locomóvil y el cabrestante se colocan en<br />

un extremo del campo, el cual se rodea con<br />

el cable de hierro, poniendo en las cuatro esquinas<br />

ó extremos del terreno, cuatro grandes<br />

poleas horizontales, por las que aquél se desliza,<br />

y además en los puntos intermedios los<br />

carritos mencionados, los cuales se quitan y<br />

se ponen alternativamente al marchar el arado.<br />

La figura 246 manifiesta el sistema completo<br />

en estado de funcionar.<br />

Cuando empieza á obrar la locomóvil, el<br />

hilo ó cable de hierro, que conduce el arado, se<br />

desarrolla en uno de los tambores colocados<br />

en el cabrestante situado al lado de la máquina<br />

de vapor, y se desarrolla en el otro; el labrador<br />

se coloca sobre el arado y lo dirige<br />

por medio de unas palancas que actúan sobre<br />

las ruedas; se pone en marcha el instrumento,<br />

y un muchacho va quitando los carritos sobre<br />

que descansa el cable, para que no dificulten<br />

la marcha de aquél. Al llegar al extremo<br />

del campo, en el cual hemos dicho que se halla<br />

colocada una de las poleas horizontales, el labrador<br />

hace la señal de parada con una banderola;<br />

el maquinista para la máquina, y el<br />

obrero colocado al pie de la polea, la levanta<br />

por medio de una palanca, y la coloca á una distancia<br />

del surco anteriormente trazado igual<br />

á la anchura de las rejas del arado; hace bascular<br />

á éste, con lo cual las rejas y vertederas<br />

que venían abriendo la tierra se elevan, bajando<br />

las del lado opuesto; vuelve el labrador<br />

á colocarse sobre el arado; hace una nueva señal;<br />

la máquina de vapor empieza á obrar, y<br />

el arado marcha en dirección contraria á la<br />

que antes había traído, repitiéndose siempre<br />

esta operación al final de cada surco, hasta<br />

que queda labrada toda la parcela. En este<br />

sistema, como se ve, la locomóvil permanece<br />

siempre fija, y el cable de hierro tiene que<br />

rodear todo el campo que se ha de labrar, lo<br />

cual exige naturalmente una gran cantidad<br />

de hilo de hierro.<br />

El arado puede funcionar, sea cual fuese la<br />

forma del terreno, con sólo disponer convenientemente<br />

las poleas por las cuales pasa el<br />

cable, de modo que éste siga la dirección indicada<br />

por los linderos. Si el campo es de<br />

grande extensión, se divide en porciones regulares,<br />

colocando las poleas en los ángulos y<br />

la máquina de vapor en el sitio oportuno.<br />

En los ensayos que nosotros hemos presenciado<br />

en Inglaterra, un aparato de diez caballos<br />

de fuerza ha trabajado admirablemente,<br />

haciendo una labor de 16 á 18 centímetros de<br />

profundidad, tardando cuatro horas y media<br />

en labrar hectárea y media, y consumiendo<br />

285 kilogramos de carbón. El sistema completo,<br />

compuesto de la máquina de vapor de<br />

ocho caballos, cabrestante, poleas, carros y<br />

1.440 metros de cable, ha costado unos 80.000<br />

reales, pudiendo calcularse los gastos diarios<br />

de la manera siguiente:<br />

Francos<br />

Maquinista á,40<br />

Labrador • ^ 3,00<br />

Dos obreros para las poleas 5,00<br />

Tres muchachos para mudar los carros 3,80<br />

Un obrero para el servicio del cabrestante... 3,00<br />

Total de la mano de oirá 20,00<br />

Agua 6,25<br />

A ceite 1,25<br />

Carbón 12,50<br />

Desperfectos y amortización 8,00<br />

Total 48,00<br />

Lo cual viene á dar un gasto de 16,35 francos<br />

por hectárea.<br />

El arado de vapor del sistema Fowler se<br />

compone de la máquina de vapor, de la amarra<br />

ó áncora y del arado.<br />

La máquina de vapor es ingeniosísima. Es<br />

una verdadera locomotora que lleva en su<br />

vientre, digámoslo así, el cabrestante ó aparato<br />

de tiro, el cual se compone de una gran polea<br />

horizontal, de cinco pies de diámetro, por cuya<br />

garganta pasa el cable de hierro. El cuello de<br />

esta polea está formado por una doble serie<br />

de pequeños dientes, que á la menor presión<br />

cogen y retienen el cable, abriéndose libremente<br />

cuando no es necesaria dicha presión.<br />

La fuerza motriz se comunica á la polea por<br />

medio de un árbol vertical, de manera que<br />

girando horizontalmente esta polea, hace marchar<br />

al cable, que va á parar á la amarra<br />

que vamos á describir.<br />

La amarra ó áncora está construida de manera<br />

que pueda resistir la tensión lateral del<br />

cable, y consiste en una especie de cajón colocado<br />

sobre unos discos cortantes de hierro,<br />

de unos dos pies de diámetro, que penetran en<br />

el terreno y oponen una gran resistencia á la<br />

tracción; resistencia que se aumenta llenando<br />

el cajón de piedras ó de arena. Entre los discos<br />

cortantes de hierro hay una polea casi<br />

tangente al suelo, de cinco pies de diámetro,<br />

que gira horizontalmente, y por cuyo cuello<br />

pasa también el cable antedicho, que arrastra<br />

el arado; de modo que el repetido cable parte


ARA — 464 — ARA<br />

desde la polea situada en la parte inferior ó<br />

vientre de la locomotora, y va á parar á la polea<br />

de la amarra colocada en el extremo opues­<br />

to. La tracción se efectúa, por consiguiente,<br />

de una manera directa por medio del cable<br />

sin fin; pero lo que hace verdaderamente no­<br />

table la construcción de la amarra, es un aparato<br />

automático que la permite avanzar á voluntad<br />

, al mismo tiempo que avanza la locomotora<br />

y á medida que el arado ha concluido<br />

de trazar los surcos.<br />

El arado es de equilibrio ó de báscula. Se<br />

compone (figura 247) de dos partes iguales y<br />

simétricas con relación al eje de las ruedas<br />

sobre que basculan, de suerte que cuando las<br />

vertederas de un lado, que suelen ser tres ó<br />

cuatro, suben, las otras tres ó cuatro del lado<br />

opuesto bajan, y operan sobre el terreno y al<br />

contrario. Las cuchillas, rejas y vertederas<br />

están sólidamente sujetas á sus camas, las<br />

cuales se hallan reforzadas por fuertes travesanos<br />

ó cruceros. El obrero, sentado en un<br />

asiento colocado por encima de las últimas<br />

vertederas, arregla la profundidad de la labor<br />

y dirige la marcha del instrumento en línea<br />

recta, valiéndose de dos pequeños volantes<br />

colocados á ambos lados del aparato, los cuales,<br />

actuando sobre las ruedas del arado, lo<br />

hacen desviar á voluntad á la izquierda ó á<br />

la derecha. Para transportarlo al campo, tiene<br />

unas fuertes bridas, que se colocan en la cama,<br />

sirviendo de varas, en donde se engancha el<br />

animal que lo ha de conducir. Para labrar los<br />

terrenos duros y compactos, el arado se sustituye<br />

con un poderoso escarificador, construído<br />

bajo el mismo principio, y como complemento<br />

, unos pequeños carros, por el estilo de<br />

los de Howard, sostienen el cable, evitándose<br />

los rozamientos sobre el terreno.<br />

Fácil es comprender, después de lo dicho, su<br />

manera de funcionar. En uno de los extremos<br />

del campo se coloca la locomotora, y en el extremo<br />

contrario, y enfrente de ella, la amarra<br />

ó áncora; de modo que el cable, sostenido por<br />

los carritos, va directamente de una á otra, remolcando<br />

el arado.<br />

Cuando empieza á obrar la fuerza del vapor,<br />

el labrador sube en el arado; el instrumento,<br />

puesto en marcha por medio del cable sin fin,<br />

que gira por las gargantas de las poleas de la<br />

locomotora y de la amarra, es dirigido por<br />

los volantes mencionados, y llega al otro extremo,<br />

en que se halla la amarra; el labrador,<br />

al llegar, hace una señal para que el maquinista<br />

pare la máquina; á otra nueva señal el<br />

maquinista hace avanzar á la locomotora; la<br />

amarra avanza también p'or medio de su aparato<br />

automático, un espacio igual al que avanza<br />

la locomotora, é igual siempre á la anchura<br />

de los surcos anteriormente trazados. Hecho<br />

esto, hace el labrador bascular al instrumento,<br />

con lo cual las rejas y vertederas que acaban<br />

de trazar los surcos se elevan, bajando las del<br />

extremo opuesto; vuelve á montar en él, hace<br />

una nueva señal, y el arado camina en sentido<br />

contrario, es decir, desde la amarra á la locomotora,<br />

abriendo tres, cuatro ó más surcos,<br />

según las rejas y vertederas que tenga. Un<br />

muchacho va quitando los carrillos que sostienen<br />

el cable á medida que el arado se aproxime<br />

á ellos. De manera, que en este sistema<br />

la máquina de vapor no permanece fija cons-


ARA — 465 — ARA<br />

tantemente como en el de Howard, sino que<br />

avanza á la conclusión de cada surco, al mismo<br />

tiempo que la amarra, una distancia igual á<br />

los surcos anteriormente trazados. No hay<br />

necesidad, pues, como en el de Howard, de<br />

rodear todo el campo con el hilo de hierro,<br />

supuesto que al cable sin fin, le basta teuer<br />

una longitud doble de la que tiene la tierra<br />

que se ha de labrar.<br />

El sistema completo de arado de vapor de<br />

Fowler que acabamos de describir, cuesta unos<br />

116.000 reales, incluyendo la máquina de<br />

vapor, de diez caballos de fuerza, y en los ensayos<br />

comparativos hechos con el de Howard<br />

tardó seis horas en labrar hectárea y media<br />

de tierra, pero haciendo una labor mucho más<br />

profunda que aquél y consumiendo 350 kilogramos<br />

de carbón. Los gastos se calculan de<br />

la manera siguiente:<br />

Francos<br />

Maquinista 4,40<br />

Labrador 3,75<br />

Dos hombres 5,00<br />

Tres muchachos 3,85<br />

Mano de obra 17,00<br />

Agua y aceite 7,50<br />

Carbón 15,50<br />

Desperfectos y amortización 8,00<br />

Total 43,00<br />

Calculando en 2,50 hectáreas el trabajo en<br />

diez horas, da un resultado de 19,20 francos<br />

por hectárea.<br />

Los arados de vapor que en la actualidad<br />

se construyen en la acreditada fábrica de John<br />

Fowler, de Leeds, han sufrido algunas modificaciones.<br />

Se componen de dos máquinas de<br />

vapor de fuerza variable, las cuales van provistas<br />

de unos tambores que giran horizontalmente<br />

, y por los cuales pasa el cable de acero<br />

que conduce el arado. Este es de báscula, como<br />

ya queda dicho, y con varias vertederas; y<br />

colocadas las máquinas de vapor una enfrente<br />

de otra, á los extremos del campo que se va<br />

á labrar, el instrumento va y viene de un lado<br />

á otro, invirtiendo al final de cada surco la<br />

posición de las vertederas, el obrero, que subido<br />

en él, dirige su marcha. Las máquinas<br />

avanzan, colocándose en la posición conveniente<br />

á cada ida y vuelta del arado.<br />

El modelo que el autor denomina Cubano,<br />

destinado al cultivo de la caña de azúcar, y<br />

que hace surcos de 14 pulgadas de profundidad<br />

y 16 de anchura, aplicable á toda suerte<br />

de labores, cuesta unos 7.000 duros, comprendiendo<br />

las dos máquinas de vapor, el arado<br />

de tres rejas, y 800 yardas de cable.<br />

Construye también sistemas de arados movidos<br />

por medio de una sola máquina, que<br />

puede colocarse en el terreno sin variar de<br />

posición, y rodeando el campo con el cable<br />

de un modo análogo al del sistema Howard.<br />

Años ha que funcionaron en España los<br />

Dic—II.<br />

arados de vapor en Caño Gordo, en la finca<br />

del Sr. Marqués de Perales; en la Moncloa;<br />

en la provincia de Málaga, en las propiedades<br />

del Sr. Marqués del Duero; en Castilla, en<br />

las del Sr. Ruiz Zorrilla, y en Extremadura,<br />

en las del Sr. Marqués del Riscal. En la actualidad<br />

es aplicado en la provincia de Huesca<br />

por el Sr. Oliver, en Aranjuez por el señor<br />

Marqués de la Laguna, y en Jerez de la<br />

Frontera por el Sr. Bertemati; de suerte que<br />

ya ha tomado carta de ciudadanía en nuestro<br />

país, por más que su empleo tenga necesariamente<br />

que ser muy limitado, dadas las condiciones<br />

de nuestra agricultura.<br />

En la colonia llamada de San Juan, situada<br />

en el término de Vicien, á pocos kilómetros<br />

de Huesca, de que son propietarios los señores<br />

Oliver y Conde de San Juan de la Violada, se<br />

utiliza con éxito satisfactorio el arado de vapor<br />

para la plantación de vides y para las labores<br />

de cultivo.<br />

Las máquinas de vapor, de fuerza de diez y<br />

seis caballos nominales, pueden producir mucho<br />

mayor número de caballos efectivos, y pesan<br />

unas 20 toneladas. La velocidad que estas<br />

máquinas pueden desarrollar, es de unos 5 kilómetros<br />

por hora. La tracción se verifica por<br />

cables de acero de 35 hilos, los cuales hacen<br />

marchar al arado. El trabajo ordinario es de<br />

unos 80 centímetros de profundidad, que puede<br />

llegar hasta 90, y el gasto diario es de 152<br />

á 125 pesetas, elevándose á unos 20.000 duros<br />

el coste de todos los aparatos que constituyen<br />

el sistema.<br />

En los importantes trabajos de roturación<br />

y cultivo practicados recientemente en la colonia<br />

agrícola de Campano, propiedad del señor<br />

Bertemati, el arado de vapor ha ejecutado<br />

una labor admirable á 0,76 metros de profundidad,<br />

á pesar de la extremada dureza del<br />

terreno, por efecto del calor excesivo de las ardientes<br />

comarcas de Andalucía. El precio diario<br />

de la labor, según los cálculos hechos por<br />

el ilustrado ingeniero agrónomo D. Gumersindo<br />

Fernández de la Rosa, que es quien dirige<br />

dichos trabajos, ha sido el siguiente:<br />

Reales<br />

Jornales de maquinistas y demás operarios. 101,50<br />

Carbón, 40 quintales (ó sean 2 toneladas). ... 320,00<br />

Aceite y agua 35,50<br />

Interés y amortización de las máquinas al 15<br />

por 100 sobre 260.000 rs., repartidos entre<br />

150 días de trabajo anual 280,00<br />

Total 777,00<br />

Habiéndose roturado y agostado una hectárea<br />

por término medio cada día, resulta la<br />

aranzada á 347 reales y 47 céntimos.<br />

La aplicación del vapor á los trabajos del<br />

campo es, pues, un hecho práctico y un problema<br />

resuelto de incalculable trascendencia,<br />

llamado á operar con el tiempo una revolución<br />

completa en los sistemas de cultivo; y aun<br />

cuando sea imposible su aplicación en la ma-<br />

30


ARA — 466 — ARA<br />

yoría de los casos y en la generalidad de España,<br />

¿quién duda, sin embargo, que produciría<br />

incalculables beneficios en los extensos<br />

llanos de Castilla y en comarcas análogas, y<br />

que el espíritu de asociación, reuniendo los<br />

esfuerzos aislados de muchos individuos, pudiera<br />

acometer éstas y otras mayores empresas<br />

todavía?<br />

Si se considera que el esfuerzo dinámico<br />

ejercido sobre una banda de tierra volteada<br />

por el arado, esfuerzo que varía según una<br />

porción de circunstancias, puede calcularse<br />

por término medio en 100 kilogramos para un<br />

caballo, en una labor ordinaria de 20 centímetros<br />

de profundidad, andando con una velocidad<br />

de 2 kilómetros y medio por hora, el esfuerzo<br />

dinámico ejercido por el arado Fowler,<br />

que traza cuatro surcos á la vez, con una velocidad<br />

de 4,50 kilómetros por hora, debe ser<br />

igual al que harían por lo menos doce caballos;<br />

es decir, que serían necesarios doce caballos<br />

enganchados á cuatro arados para ejercer<br />

el mismo esfuerzo que el aparato Fowler.<br />

Pero como éste se mueve con una velocidad<br />

de 4,50 kilómetros, en vez de 2,50 con que se<br />

mueven los caballos, se deduce que para llenar<br />

el mismo trabajo, serían necesarios veinte caballos<br />

por lo menos. Un arado tirado por tres<br />

caballos puede labrar unas 40 áreas por día;<br />

se necesitarían, por consiguiente, siete arados<br />

y veintiún caballos para labrar las 2,50 hectáreas<br />

y más que trabaja el arado de vapor.<br />

Sería, pues, fácil, calculando el número de<br />

yuntas que emplea la agricultura, deducir la<br />

inmensa economía de animales que, á ser posible,<br />

se conseguiría con el arado de vapor; con<br />

la notable particularidad de que esos animales<br />

consumen y gastan aun cuando no trabajen,<br />

al paso que el caballo de vapor no gasta más<br />

que cuando trabaja. De aquí resultaría que,<br />

pudiendo aplicar el vapor al cultivo de los<br />

campos, el considerable número de animales<br />

que hoy se tienen exclusivamente para el trabajo,<br />

se criarían como animales de renta, productores<br />

de carne, abonos y otros esquilmos,<br />

y se obtendrían los resultados fáciles de comprender<br />

, á más de las ventajas de disponer el<br />

agricultor de una fuerza poderosa que no se<br />

cansa, y practicar sus labores con rapidez,<br />

oportunidad y perfección.<br />

Y cuenta que, aun cuando áprimera vista<br />

es grande el coste del instrumento, no lo es<br />

tanto, si se tiene presente que la máquina de<br />

vapor puede ser empleada en otros trabajos y<br />

aplicarse á otras máquinas, como trilladoras,<br />

corta raíces, molinos y demás, indispensables<br />

muchas de ellas, en una explotación bien organizada<br />

y dirigida.<br />

P. ,T. Muñoz y Rubio.<br />

ARAGÓN C Geografía agrícola).—Región<br />

española que constituyó en la Edad media el<br />

reino de su nombre, que mide 46.565 kilómetros<br />

cuadrados de extensión, y está habitada<br />

por un millón de habitantes próximamente.<br />

Confina al N. con Francia; al E., con Cataluña;<br />

al S., con Valencia y Castilla la Nueva, y<br />

al O., con Castilla la Nueva, Castilla la Vieja<br />

y Navarra. Destacan en Aragón: al N., los Pirineos<br />

, las sierras de Jaca y la de Alcubierre;<br />

al O., el Moncayo, los contrafuertes orientales<br />

de la cordillera carpeto-vetónica y las serranías<br />

de Molina; al S., los Montes Universales y<br />

una serie de sierras que se interponen entre el<br />

reino de Aragón y el de Valencia, extendiéndose<br />

por el E. de la provincia de Teruel. El<br />

centro de Aragón está constituido por vastas<br />

llanuras, ligeramente onduladas, que recorre<br />

el caudaloso Ebro de O. á E., dividiendo la<br />

región en dos grandes secciones, septentrional<br />

y meridional, y al cual tributan sus aguas todos<br />

los ríos secundarios de ese feraz país, directa<br />

ó indirectamente. Los principales de<br />

éstos son: al N., el Aragón, Gallego, Iruela,<br />

Cinca y Noguera Ribagorzana, y al S., el Jalón<br />

con el Jiloca, el Huerva, Martín, Guadalupe<br />

y Matarraña.<br />

El clima, frío en las comarcas montuosas,<br />

es templado en las llanuras, si bien la temperatura<br />

desciende y se eleva notablemente durante<br />

las estaciones extremas. Las principales<br />

producciones de esa región, exclusivamente<br />

agrícola, son: el trigo, la cebada, el maíz, el<br />

vino, la aceituna, la seda y la lana. El Canal<br />

Imperial, de 85 kilómetros de longitud, corre<br />

paralelo al Ebro, á partir de Tudela de Navarra,<br />

y fecunda 28.000 hectáreas, habiendo<br />

acrecentado notablemente la riqueza del país.<br />

La principal riqueza de éste consiste en los viñedos,<br />

cuya extensión va aumentando de año<br />

en año, y que ya en 1878 ocupaban 85.900 hectáreas,<br />

de las cuales había 46.600 en la provincia<br />

de Zaragoza, 32.500 en la de Huesca y 6.800<br />

en la de Teruel. El rendimiento de cada hectárea<br />

se calcula en 22 hectolitros de vino por<br />

término medio, y por su gran fuerza alcohólica<br />

y por su mucha capa son muy solicitados por<br />

los franceses para mezclarlos con sus vinos<br />

flojos; de manera que la exportación va adquiriendo<br />

cada vez mayores proporciones. Las<br />

principales vías de comunicación son el ferrocarril<br />

, que penetrando desde la provincia de<br />

Madrid, pasa por Calatayud y Zaragoza, para<br />

dirigirse á Cataluña por Lérida, con un ramal<br />

desde Tardienta á Huesca; el que desciende de<br />

Navarra empalma con el anterior al O. de Zaragoza,<br />

y el de esta ciudad á Escatrón. También<br />

existen en proyecto otros, como el de<br />

Canfranc y Teruel, que han de facilitar notablemente<br />

el movimiento mercantil.<br />

ARALIA. — Género de plantas de la familia<br />

de las Araliáceas. Se encuentran en los<br />

montes de las Islas Filipinas las especies siguientes<br />

:<br />

Aralia bipinnata, P. Blanco. Nombre vulgar,<br />

Potat.—Arbolito silvestre de 6 á 8 metros<br />

de altura. Tiene las hojas dos veces aladas en<br />

impar, y las hojuelas unas veces lanceoladas,<br />

otras irregulares, presentando, ya un lóbulo á<br />

un lado, ya tres ó cuatro, con dientes espinosos<br />

en las márgenes. Las flores están dispuestas<br />

en umbela compuesta, y son todas hermafroditas.<br />

El fruto es una baya de cinco semillas.


ARA — 467 — ARA<br />

Florece en Febrero. Los indios comen cocidas<br />

las hojas tiernas. Hay que advertir que también<br />

se da el nombre de Potat por los indígenas<br />

al árbol silvestre Barringtonia raceniosa,<br />

Blum., de la familia de las Mirtáceas.<br />

(V. Barringtonia.)<br />

Aralia? octophylla? P. Blanco. Nombre vulgar,<br />

Togima.—Es£e árbol tiene las hojas digitadas,<br />

en número de ocho ó más divisiones; las<br />

hojuelas lanceoladas, enteras y lampiñas; los<br />

pecíolos comunes muy largos, los propios cortos,<br />

y las flores en racimos compuestos umbelados,<br />

muy largos. El fruto es una baya formada<br />

por el único cáliz, con tantos aposentos<br />

como son los estigmas (siete á ocho), y en<br />

cada uno una semilla. Florece en Septiembre.<br />

La madera es blanda.<br />

Aralia pendida, P. Blanco. Nombre vulgar,<br />

Bongliu.—Árbol cuyo tronco llega á hacerse<br />

como el cuerpo de un hombre, y cuya altura<br />

alcanza á 6 y 8 metros. Las ramas son hinchadas<br />

en las articulaciones, y están amontonadas<br />

en el extremo del árbol. Hojas insertas<br />

debajo del medio de la rama y cabizbajas,<br />

opuestas, aovadas, muy alargadas, obtusamente<br />

aserradas y lampiñas, con los pecíolos<br />

cortísimos. Flores en racimos, compuestos de<br />

florecitas sésiles muy pequeñas, globosas y<br />

reunidas en grupos esféricos, en cada uno de<br />

los cuales hay siete ú ocho, sobre un pedúnculo<br />

parcial larguito; los pedúnculos comunes están<br />

provistos de una bráctea grande, acorazonada.<br />

Fruto, baya globosa, de olor entre balsámico y<br />

desagradable, del tamaño de un guisante, con<br />

cinco aposentos y semillas huesosas, solitarias.<br />

Florece este árbol en Septiembre. La madera<br />

es blanda, y de ella se hacen zuecos. De este<br />

mismo género se cultivan en los jardines de<br />

Europa numerosas especies de porte gracioso<br />

y elegante. Las que suelen criarse más comúnmente<br />

son las que siguen:<br />

Aralia spinosa, Tu.— Procede de la Carolina.<br />

Arbolillo de 2 á 4 metros de alto, con el<br />

tallo espinoso, las hojas grandes, espinosas,<br />

tripinadas. Las flores aparecen en Agosto y<br />

Septiembre, y son pequeñas, de color blanco<br />

sucio, formando una panícula larga, dividida<br />

en pequeñas umbelas. Se cultiva en tierra ligera<br />

y fresca, y exposición semi-meridional.<br />

Se multiplica por brote ó por medio de pedazos<br />

de raíz.<br />

Aralia sinensis, L.— Oriundo de la China.<br />

Hojas más grandes, pubescentes, espinosas<br />

cuando jóvenes, pero que pierden las espinas<br />

á los tres años. Se cultiva como la anterior.<br />

Aralia papyrifera, Hook.— De la Isla Formosa.<br />

Arbusto de 2 metros de alto, con la<br />

copa redondeada, formada de hojas grandes,<br />

algodonosas, recortadas como las de la vid.<br />

Las flores son pequeñas y verdosas, estando<br />

dispuestas en panículas. Con la médula de esta<br />

'planta se fabrica papel en China. Requiere invernáculo<br />

frío en invierno, y en verano sol y<br />

aire libre. Se multiplica de estaca.<br />

Aralia Sieboldii, Hort.—Especie japonesa<br />

muy linda, más pequeña y rústica que la an­<br />

terior. Se emplea mucho para decorar los jardines<br />

pintorescos. Su follaje es persistente, de<br />

color verde liso y recortado como el del plátano.<br />

En verano resiste bien el aire libre. En<br />

invierno debe abrigarse en invernáculo frío.<br />

Se multiplica de estaca de pies jóvenes, y por<br />

medio de yemas jóvenes en estufa cálida, y con<br />

abrigo de campana de vidrio.<br />

Aralia crassifolia, Soland.—Especie oriunda<br />

de Nueva Zelanda, con el tallo mitescente,<br />

de un metro de alto; hojas gruesas, lisas, alargado-dentadas,<br />

simples en los individuos jóvenes;<br />

en los adultos, temadas y espatuladas.<br />

Las flores aparecen en Mayo, y forman racimos<br />

terminales.<br />

Se cultivan además en los invernáculos otras<br />

especies y variedades, tales como la A. capitata,<br />

A. Brownii, A. Humboldtiana, A. guatemalensis,<br />

A. Ekrembergii, A. elegans, A.palmaia,<br />

A. Jairophmfolia, A. Thibaulii, A. Ghiesbreglitii,<br />

A. speciosa, A. lepíophylla, A. daclylifera,<br />

A. quinquefolia, A. pinnala, A. Duncani,<br />

A. arbórea, A. integrifolia, A. reticulata,<br />

A. Schefferi, A. trifoliata, y algunas<br />

otras.<br />

ARAMIA.—Nombre que dan en Galicia<br />

á la tierra de labor á propósito para sembradura.<br />

ARANCEL.—Tarifa oficial que determina<br />

los derechos que se han de pagar en varios<br />

ramos, como el de costas judiciales, aduanas,<br />

ferrocarriles, etc. En diferentes . artículos,<br />

Honorarios, Derechos arancelarios, etc., trataremos<br />

de los aranceles especiales.<br />

ARÁNDANO ( Vaccinium myrtillus ).—<br />

Planta leñosa, de la familia de las Vaccinieas,<br />

de hojas alternas, sésiles; ramas angulosas y<br />

lampiñas; tallo de 20 á 30 centímetros; cáliz de<br />

cuatro divisiones cortas; flores solitarias, axilares<br />

, pendientes y provistas de un pedúnculo<br />

corto; baya globosa, de color negro azulado,<br />

que madura en Julio, después de haber aparecido<br />

las flores en Abril y Mayo. Esa mata crece<br />

espontáneamente en las comarcas montañosas,<br />

al abrigo de los robles y sabinas; en el centro<br />

de Europa abunda mucho. Las bayas son<br />

comestibles, y contienen un fruto pulposo,<br />

azucarado y un poco ácido, que se emplea en<br />

pastelería, en confitería y para confeccionar<br />

refrescos en tiempo de calor. También se secan<br />

las bayas al sol y á la lumbre, para conservarlas<br />

hasta el invierno. En algunas comarcas<br />

de Francia las emplean para dar color á<br />

los vinos tintos y aun á los blancos demasiado<br />

claros; vinos que dejan sobre los manteles<br />

manchas violáceas, fáciles de reconocer.<br />

Las ovejas y las cabras comen con voracidad<br />

las hojas del arándano, que poseen virtudes<br />

tónicas y astringentes, y comunican á la<br />

carne y á la leche de las reses un sabor muy<br />

grato, siendo de lamentar por lo mismo que<br />

esas hojas no sean más persistentes. La planta<br />

se propaga con rapidez suma, extendiéndose<br />

por el suelo y tendiendo á ahogar las<br />

plantas que halla á su paso. Por lo demás,<br />

esa mata solamente prevalece en los sitios


ARA — 468 — ARA<br />

agrestes, y no se ha conseguido aclimatarla en<br />

los jardines.<br />

Se designa una variedad (Oxicoccus palustris)<br />

con la denominación de arándano agrio,<br />

muy parecida por sus propiedades á la precedente,<br />

que sirve de tipo. Crece en los pantanos.<br />

Otra variedad ( Vaccinium vitis idosa), llamada<br />

vulgarmente arándano encarnado ó punteado,<br />

vegeta en las laderas húmedas y montuosas,<br />

y tiene hojas persistentes. En América se encuentra<br />

otra variedad cuyos frutos son tan<br />

abundantes que se cogen á puñados, y se emplean<br />

para confeccionar conservas secas, moldeadas<br />

en forma de panes cilindricos, que se<br />

guardan durante muchos años, y constituyen<br />

un alimento agradable. De desear es que ese<br />

arándano se introduzca en Europa, porque<br />

sus bayas, como las del indígena, podrían suministrar<br />

una bebida fermentada en las comarcas<br />

donde la vid no prospera. También<br />

podría fabricarse un líquido análogo al kirsch,<br />

manipulándole como la cereza negra. Virgilio<br />

que habla de la Vaccinianigra (Bucoll. Gallus),<br />

pudo referirse al arándano.<br />

ARANDELA.—Especie de embudo de hoja<br />

de lata que aplican los hortelanos á los<br />

troncos de los árboles, ajustándolo con yeso<br />

y llenándolo de agua, para impedir que las<br />

hormigas suban y hagan daño.<br />

ARANDILLO.— Pájaro de unos 10 centímetros<br />

de largo, ceniciento por el lomo y las<br />

alas, blaneo por el vientre y la frente, y con<br />

las piernas rojas. Gusta de mecerse sobre las<br />

cañas y juncos, y se alimenta de semillas ó insectos.<br />

ARANDON.— Ai-bolillo de los montes de<br />

las Islas Filipinas, que corresponde á la especie<br />

Daphne aquilaria, P. Blanco, de la familia<br />

de las Timeleáceas. (V. Daphne.)<br />

ARANEIDOS.— (V. Araña.)<br />

ARANGA.—Árbol frecuente en los bosques<br />

de las Islas Filipinas, correspondiente al<br />

género Homalium, familia Samidáceas.<br />

No se sabe claramente á cuál de las especies<br />

de este género, espontáneas en los montes<br />

filipinos, aplican los indios el nombre de Aran-<br />

_ga. La que más comúnmente recibe esta denominación<br />

tiene la madera de color rojizo, con<br />

vetas amoratadas, textura compacta, consistencia<br />

vidriosa y fibra recta. Se usa en construcción<br />

naval.<br />

ARANZADA.—Medida agraria que consta<br />

de 400 estadales y equivale á 447 deciáreas.<br />

ARAÑA (Zoología y Economía rural).—•<br />

Nombre dado á todo animal articulado provisto<br />

de ocho pies, desprovisto de alas, y de<br />

cuyo cuerpo sale un hilo, mediante el cual<br />

puede mantenerse en suspensión, tejer redes<br />

ó capullos. Los entomologistas prefieren el<br />

nombre de araneidos. Los araneidos forman<br />

una división de la clase de los arácnidos; el<br />

cuerpo de éstos se halla dividido en dos partes;<br />

el céfalotórax, que corresponde á la cabeza<br />

y aí tórax de los insectos, y el abdomen,<br />

generalmente mucho mayor que-la parte anterior.<br />

Los cuatro pares de patas se hallan<br />

adheridos al céfalotórax; no tienen nunca alas<br />

ni antenas. La respiración es aérea, y se efectúa<br />

por tráqueas, como en los insectos, ó por<br />

órganos hojosos, contenidos en bolsas membranosas,<br />

especie de pulmones que reciben el<br />

aire por la parte inferior del abdomen. Los<br />

ojos son simples; se hallan colocados sobre el<br />

céfalotórax; son ordinariamente ocho, y se hallan<br />

diversamente dispuestos, según los géneros.<br />

La reproducción se efectúa casi siempre<br />

por medio de huevos; no sufren metamorfosis,<br />

sino únicamente cambios de piel. Son<br />

carnívoros, y se alimentan unos de insectos<br />

que cogen vivos, y otros de jugos de animales<br />

mayores, sobre los cuales viven como parásitos,<br />

y aun en casos excepcionales consumen<br />

también materias orgánicas en descomposición.<br />

En cambio son ellos presa de otros animales;<br />

algunos son venenosos, pero que en<br />

Europa sólo pueden causar con sus picaduras<br />

la muerte de animales pequeños.<br />

El tipo de los arácnidos es la araña; el<br />

cuerpo de ésta se halla compuesto, por consiguiente,<br />

de dos secciones principales: 1.°, la<br />

cabeza, reunida al tórax, y que constituye el<br />

céfalotórax, y el abdomen, globuloso, blando<br />

y adheiido á la otra porción del cuerpo por<br />

un pedúnculo delgado. Los ojos, que lleva en<br />

su parte anterior el céfalotórax, varían desde<br />

dos á ocho; la boca se halla colocada bajo una<br />

especie de saliente ó labio superior, y por<br />

cima de un labio esternal y de una lengüeta<br />

membranosa y velluda; la boca se halla formada<br />

por dos mandíbulas, especies de pinzas<br />

monodáctilas, provistas de una sola uña, en<br />

dos quijadas y en dos palpos articulados. La<br />

úngula de las mandíbulas es muy dura y<br />

puntiaguda, hallándose horadada para dar<br />

paso al veneno de que se sirve la araña para<br />

adormecer ó matar las presas de que se nutre.<br />

Las mandíbulas, llamadas forcípulas, garras,<br />

antenas-pinzas, etc., son de colores diversos<br />

, moreno obscuro, verde metálico, azul<br />

de acero, etc. Con ellas sujeta el animal la<br />

presa, para chupar sus jugos ó triturarla, reblandeciéndola<br />

con la saliva. Los palpos tienen<br />

cinco artejos; los de los machos, voluminosos<br />

y gruesos, terminan en una masa redonda<br />

ú oval, y siempre ahuecada en forma<br />

de cápsula; los de las hembras son más pequeños,<br />

y llevan en la extremidad un gancho.<br />

Al céfalotórax se hallan adheridas las ocho patas<br />

de los araneidos, compuestas ordinariamente<br />

de siete artejos, y provistas de garras ó<br />

ganchos, siendo sus dimensiones varias, según<br />

que las arañas sean saltadoras, corredoras<br />

ó sedentarias. El abdomen es movible; está<br />

envuelto por una piel muy tenue y cubierta<br />

de fino vello, terminando en un ano y cuatro ó<br />

seis mamelones que constituyen las hiladeras,<br />

y dos tentáculos vellosos. Ese aparato, rodeado<br />

de un círculo membranoso, penetra en el<br />

abdomen, y sale de él rápidamente para formar<br />

la seda y arrojar el hilo al arbitrio de la<br />

araña.<br />

Las arañas desempeñan en agricultura un


ARA — 469 — ARA<br />

importante papel, porque dan caza á muchos<br />

insectos dañosos; sus telas constituyen una<br />

excelente protección contra las filoxeras aladas;<br />

los numerosos hilos y telas que se encuentran<br />

en el campo, sobre el suelo, sobre las<br />

hierbas, en las piedras y en los árboles, hilos<br />

y teias que aglomeran á veces los vientos<br />

y brillan en la atmósfera á menudo con deslumbrante<br />

blancura, constituyen un sistema<br />

de redes tendido por las arañas para limpiar<br />

la atmósfera de infinidad de larvas é insectos.<br />

Las arañas son siempre zoófagas, y merecen la<br />

protección del labrador en la mayoría de los<br />

casos. El número de enemigos que las persigue<br />

es grande; tales son muchas aves, las ardillas,<br />

las lagartijas, las ranas, los sapos y<br />

muchos himenópteros. Se afirma que una oveja<br />

de las estepas de Rusia desentierra las tarántulas<br />

para comerlas. Las arañas viven mucho<br />

tiempo sin comer, y algunas resisten los<br />

más duros inviernos; algunos pueblos salvajes<br />

las comen considerándolas como un manjar<br />

delicado, y al comer uvas puede ocurrir que<br />

se traguen algunos pequeños teridios. En el<br />

Brasil y el Kamtchatka se pulverizan las arañas,<br />

y se toma el polvo como afrodisíaco; las<br />

telas de araña se emplean frecuentemente y<br />

con éxito para contener la sangre de las heridas<br />

pequeñas.<br />

ARAÑA DE MAR—Género de peces que<br />

comprende cuatro especies: el peije araño de<br />

los gallegos (Trachinus draco, Linn.); el Trachinus<br />

araneus, Risso; el T. radiatus, Cuv.<br />

y Valen., y la araña capsuda de Cataluña, ó<br />

T. vípera de Cuv. y Valen. Los individuos de<br />

las cuatro especies son considerados como venenosos,<br />

pero en realidad el daño que producen<br />

con la picadura de sus espinas no es debido<br />

á ningún envenenamiento, sino á que<br />

sufriéndose los pinchazos generalmente en las<br />

manos y en los pies, donde abunda el tejido<br />

fibroso , se enconan fácilmente las heridas. Los<br />

peces, al verse perseguidos, procuran ciertamente<br />

herir con las espinas de los opérculos y<br />

de la aleta dorsal, y de ahí que hayan de adoptarse<br />

precauciones, aun después de muertos.<br />

No obsta ese inconveniente para utilizar la<br />

fina y sabrosa carne. Las arañas de mar viven<br />

especialmente en las playas del Mediterráneo,<br />

y suelen ocultarse entre las arenas de las orillas,<br />

donde desovan en la primavera y comienzan<br />

á correr las crías en los primeros días de<br />

Agosto, formando bandadas. Se pueden multiplicar<br />

esos peces en las cetarias de agua renovada<br />

por el oleaje del mar. Se alimentan<br />

con crustáceos y peces pequeños.<br />

ARAÑÓN.—Nombre con que distinguen<br />

en la provincia de Logroño y en algunas localidades<br />

de Aragón al endrino, Prunus ¡pinosa,<br />

L.(V. Endrino.)<br />

ARAÑUELA (Nigella damascena).—<br />

Planta conocida en algunos países por cabellos<br />

de Venus y barba de capuchino; es anual,<br />

con el tallo ramoso, de 40 á 50 centímetros<br />

de altura; hojas finamente recortadas; flores<br />

terminales, regulares, de un azul claro. Existe<br />

una especie común en las mieses, conocida por<br />

Nigela de España (N. hispánica), de flores<br />

azul lila. Las dos son bonitas plantas, pero su<br />

florescencia tiene muy poca duración para que<br />

se las destine un sitio muy importante. Se reproducen<br />

por semilla.<br />

ARAÑUELO.'—Larva ó gusano de algunos<br />

insectos que destruyen los plantíos. Dásele<br />

esta denominación, porque forman una tela<br />

semejante á la de la araña.<br />

ARAR.— Labrar la tierra con el arado.<br />

ARAR ó ARAAR.— Con este nombre designan<br />

los árabes el Callitris quadrivalvis,<br />

Vent., árbol de la familia de las Coniferas,<br />

llamado más comúnmente en España" alerce<br />

africano.<br />

DESCRIPCIÓN.—Floración monoica; amentos<br />

masculinos y femeninos solitarios, en los<br />

extremos de los ramillos laterales; los primeros,<br />

pequeños, ovales, formados de diez á doce<br />

escamas, en cada una de las cuales nace una<br />

flor, de dos á cuatro sépalos escamosos, y de<br />

cuatro estambres ; los segundos compuestos de<br />

cuatro escamas opuestas dos á dos, extendidas<br />

durante la floración, pero que después se cierran<br />

y sueldan entre sí, las dos externas más<br />

grandes, biovales; las dos internas más pequeñas,<br />

uniovales. Gálbulo del tamaño de una<br />

cereza, con cuatro escamas leñosas, gruesas,<br />

desiguales dos á dos, no peltadas, anchamente<br />

asurcadas en el dorso, las cuales se abren al<br />

llegar la maturación, y encierran seis semillas<br />

irregularmente cónicas, provistas á cada lado<br />

de una ala membranosa que se prolonga desde<br />

el ápice y se ensancha mucho por debajo<br />

de la base. Embrión de tres á cinco cotiledones.<br />

La maturación del fruto es anual; su color<br />

pardo, estando además cubierto de una<br />

eflorescencia glauca, y abundando en canales<br />

resiníferos.<br />

Ramas articuladas, verdes, con hojas muy<br />

pequeñas, escamosas, glandulosas en el envés,<br />

más cortas que los entrenudos y verticiladas<br />

de cuatro en cuatro, siendo desiguales dos á<br />

dos las de cada verticilo.<br />

Arbusto ó árbol de 5 á 6 metros de altura, y<br />

circunferencia de un metro, raras veces 2 metros<br />

, cubierto de ramas desde la base, si bien<br />

con la edad pierde gran número de ellas, adquiriendo<br />

con esto una forma piramidal ó<br />

aparasolada, según los casos; la ramificación<br />

es difusa, y termina por ramillas articuladas,<br />

comprimidas, casi dicotomas, que por su coloración<br />

verde suplen la deficiencia en la nutrición,<br />

causada por la pequenez y escasez de las<br />

hojas. Da este árbol poca sombra, y la floración<br />

la presenta hacia fines de Octubre,<br />

fructificando de Junio á Julio del año siguiente.<br />

ÁREA Y HABITACIÓN.—Esta especie, exclusivamente<br />

africana, se extiende desde el Atlántico<br />

hasta el Este de Argelia, y desde la<br />

zona montañosa más próxima á la costa del<br />

Mediterráneo, hasta las estribaciones septentrionales<br />

del Atlas. Abunda en el centro de<br />

Marruecos por todos los ramales que de aque-


ARA — 470 ARA<br />

lia cordillera parten en dirección al Norte, y<br />

en la región media de la zona montañosa de<br />

Argelia.<br />

BENEFICIO.—-Raras veces forma montes por<br />

sí solo este árbol. En Marruecos vive asociado<br />

al enebro, el argan y algunas otras plantas<br />

leñosas. En Argelia se asocia casi siempre<br />

al pino carrasqueño ó de Alepo, al aeebuche<br />

y otros arbustos. Se da bien en todas las exposiciones,<br />

y requiere suelo ligero. Su vegetación<br />

es muy lenta.<br />

No se ha sujetado hasta el presente el<br />

alerce africano á un método de beneficio propiamente<br />

científico, y son ídesconocidas las<br />

leyes de su crecimiento individual y en rodales.<br />

Los marroquíes lo cortan sin discernimiento<br />

alguno por medio de entresacas, á las<br />

que no preside más idea que la de obtener<br />

buenas maderas con el menor gasto posible.<br />

En Argelia, aun cuando es objeto de más<br />

cuidados, tampoco ha llegado el caso de haberse<br />

llevado á cabo ninguna ordenación sistemática<br />

de los montes donde vive esta especie.<br />

Es de creer, sin embargo, que se le<br />

puede aplicar el método de beneficio de monte<br />

alto, con ciertas modificaciones propias de<br />

la naturaleza de este vegetal y de las localidades<br />

donde se propaga espontáneamente.<br />

Por lo demás, importa mucho advertir que<br />

es ésta una de las pocas coniferas que arroja<br />

abundantes brotes de los tocones, por cuyo<br />

medio forma bien pronto una abundante y<br />

espesa chirpia. Esta rara cualidad puede ser<br />

conveniente para la aplicación del método de<br />

beneficio de monte bajo, cuando sólo se deseen<br />

obtener leñas ó maderijas de cortas dimensiones.<br />

CULTIVO.—La semilla del arar pierde pronto<br />

su vitalidad, y no puede conservarse más que<br />

desde el otoño á la primavera siguiente. La<br />

germinación tiene lugar poco tiempo después<br />

de hecha la siembra. Las plautitas se desarrollan<br />

con tres á seis, más comúnmente cuatro<br />

hojas cotiledonares; las hojas primeras tienen<br />

la forma acicular prolongada, pero las que<br />

nacen más adelante son de cada vez más cortas,<br />

se acaballan unas sobre otras, y se levantan<br />

para adquirir luego su posición y forma<br />

normal, que es la de escamas pequeñas aplicadas<br />

contra las ramillas. Aunque rústico, el<br />

arar no resiste el frío de los inviernos europeos,<br />

necesitando el abrigo de la estufa si<br />

aquél es fuerte. Hacia el Mediodía de Francia,<br />

sin embargo, vegeta bien, pudiendo adquirir<br />

cierta importancia. Su tallo recto, su<br />

copa extendida y redondeada, y sus ramillos<br />

aplanados, le dan un aspecto, si no bonito,<br />

pintoresco al menos.<br />

El conocido naturalista D. Miguel Colmeiro,<br />

en su trabajo Naturalización del alerce<br />

africano, llamado arar en Marruecos, Revista<br />

de los progresos de las ciencias, tomo VI,<br />

Madrid, 1856, dio excelentes noticias sobre<br />

las siembras y plantaciones de este árbol en el<br />

Jardín botánico de Sevilla, recomendando su<br />

propagación.<br />

PRODUCTOS.—La madera del arar tiene la<br />

albura blanca, de poca extensión (quince á<br />

cuarenta capas) y muy igual, adquiriendo<br />

con la edad un tinte rojizo parduzco bastante<br />

obscuro; las capas anuales son delgadas, y están<br />

subdivididas en zonas estrechas, de tejido<br />

de color más intenso, y capas secundarias,-que<br />

dificultan la contada de los años. Esta madera<br />

está muy impregnada de trementina, á la<br />

cual debe el olor fuerte y característico que<br />

despide. Tiene el grano fino y homogéneo, se<br />

trabaja y pulimenta bien; es pesada, y goza<br />

fama de incorruptible. Es muy buena para<br />

carpintería de taller, y da una leña y un carbón<br />

de excelente calidad.<br />

Los incendios', que tan frecuentes son en<br />

Argelia por el afán que tienen los árabes de<br />

mejorar los pastos, destruyen grandes rodales<br />

de arar, con lo cual se producen espesas brotadas<br />

de chirpia que aumentan el volumen<br />

de las cepas. La madera de éstas presenta con<br />

este motivo veteados preciosos, que no tienen<br />

rival para la ebanistería ni aun entre las maderas<br />

finas exóticas. Estas son las piezas á<br />

que los romanos daban tanto valbr, designando<br />

la madera con el nombre de citrus. Constituía<br />

ésta para ellos un objeto de gran lujo,<br />

citándose el caso de una tabla comprada por<br />

Cicerón en un millón de sextercios (45.000 pesos)<br />

, y otra del rey de Juba que se vendió<br />

en 1.200.000 sextercios (54.000 pesos próximamente).<br />

Así lo refiere Plinio; y aun cuando<br />

estos relatos tengan algo de fabulosos, siempre<br />

se prueba al menos la bondad de este<br />

producto bajo la forma indicada.<br />

De todos modos, lo que resulta cierto es<br />

que la madera de hilo del arar ha sido empleada<br />

en las principales construcciones de<br />

la Mauritania, y aun hoy en día se usa mucho<br />

en las casas de los moros ricos, para techos<br />

y artesonados ; preferencia que es debida<br />

á la facilidad de su labra, y á su gran duración<br />

, sostenida ésta en parte por la circunstancia<br />

de no ser atacada por los insectos.<br />

A este propósito conviene recordar que, según<br />

la opinión de algunos naturalistas, en la<br />

mezquita de Córdoba existen maderas de esta<br />

especie en perfecto estado de conservación, y<br />

que también fué empleada por los árabes en<br />

varios edificios de Sevilla.<br />

Sobre este punto pueden leerse los trabajos<br />

del diligente Sr. Colmeiro (D. Miguel), Investigaciones<br />

sobre la antiquísima madera conocida<br />

en Sevilla con el nombre de alerce, Sevilla,<br />

1852, y Nuevas investigaciones sobre los alerces<br />

, Sevilla, 1852.<br />

Las diferentes partes de este árbol contienen<br />

una gran cantidad de trementina, de sabor<br />

amargo, algo acre y de olor alcanforado.<br />

Esta miera, que se obtiene haciendo incisiones<br />

longitudinales en el tronco, penetrando hasta<br />

el leño, se deja evaporar, y perdiendo así el<br />

aceite volátil ó aguarrás, deja un residuo duro<br />

y blanco, que es la sandáraca del comercio.<br />

Por su naturaleza es la sandáraca una substancia<br />

intermedia entre la cera y la miel, tan


ARA — 471 — ARA<br />

to que, según la afirmación de algunos viajeros,<br />

las abejas la buscan con marcado afán.<br />

ARARÁ COMÚN.—Se aplica este nombre<br />

en la Isla de Puerto Rico al árbol Bucida<br />

Buceras, L., de la familia de las Combretáceas.<br />

(V. Jácaro negro ó bravo.)<br />

ARARCÚ.— Madera de color encarnado<br />

pálido que, procedente del tronco unas veces,<br />

y otras de las raíces madres, arrastran las<br />

aguas del río Paraná, en la República Argentina,<br />

durante las grandes crecidas.<br />

Es bastante elástica y flexible, sana, y á<br />

propósito para tablazón de embarcaciones.<br />

Tiene alguna semejanza con la del sauce llamado<br />

allá colorado.<br />

ARAUCARIA.—Género de plantas de la<br />

familia de. las Coniferas. Comprende pocas especies<br />

, pero todas ellas muy vistosas y elegantes,<br />

tanto que desde el punto de vista de la<br />

ornamentación, hay pocos árboles que puedan<br />

competir con los de este género, por su aspecto<br />

, dimensiones y cualidades de su madera.<br />

Tienen las ramas verticiladas, con mucha<br />

regularidad; las hojas lineares ó romboideoagudas,<br />

subtetrágonas, y á veces heteromorfas<br />

en una misma planta; el fruto es un cono<br />

globoso, formado de escamas gruesas, leñosas,<br />

estrechamente imbricadas, la mayor parte<br />

estériles; en las que no lo son se cobija una<br />

semilla invertida, con tegumento grueso, y<br />

provista de un lóbulo á modo de ala. La maduración<br />

del fruto es bianual.<br />

Divídese este género en dos tribus, á saber:<br />

I. COIJYMBEA.-—Escamas de los conos apenas<br />

aladas. Semilla con apéndice basilar poco<br />

visible. Anteras con diez ó doce celdillas. Cotiledones<br />

dos ó cuatro, de germinación hipógea.<br />

Especies americanas:<br />

1." Araucaria brasilensis, A. Rich.—-Forma<br />

grandes montes en los terrenos montañosos<br />

del Brasil, situados entre los 15 y 25°<br />

latitud austral.<br />

Ramas verticiladas, horizontales y ascendentes,<br />

delgadas y de prematura defoliación.<br />

Hojas extendidas, las caulicares imbricadas y<br />

retorcidas hacia fuera, todas muy agudas,<br />

carenadas por debajo, glaucescentes. Escamas<br />

de los conos acuminadas, recurvas. Semillas<br />

con ala casi obliterada en la base, comestibles,<br />

de 5 centímetros de largo.<br />

Árbol de 40 á 50 metros de altura, piramidal<br />

en su juventud y después con la copa<br />

abierto-redondeada. El tronco se desnuda<br />

pronto de ramas, y presenta una corteza de<br />

color gris pardo, en la que aparecen por largo<br />

tiempo hojas marcescentes.<br />

Esta especie fué introducida en Europa el<br />

año 1816. Aunque resiste bien el frío, no forma<br />

nunca, en nuestros climas al menos, un<br />

árbol bonito, á causa de la desaparición de<br />

las ramas inferiores, que se van secando á medida<br />

que el árbol crece; de modo que la copa<br />

queda formada sólo por las superiores, que<br />

afectan la forma de parasol.<br />

Las semillas son muy buenas para comer.<br />

Sácase además de este árbol una resina rojiza,<br />

de agradable olor, que los brasileños emplean<br />

en los mismos usos que entre nosotros tiene<br />

la trementina.<br />

La variedad A. brasil., var. gracilis, tiene<br />

las ramas delgadas, extendidas y reflejas, y<br />

las hojas de color verde claro ó casi glaucas,<br />

más estrechas, y mucho más finas y aproximadas<br />

que el tipo específico.<br />

2. a Araucaria imbricata, Pav.—Abunda<br />

mucho en las montañas meridionales de Chile,<br />

entre los 35 y 50° de latitud austral.<br />

Árbol de 40 á 50 metros de altura, de copa<br />

espesa, piramidal ó cónica; tronco muy derecho;<br />

ramas verticiladas, en número de seis á<br />

ocho, horizontales ó inclinadas, las superiores<br />

derechas. Ramillos alargados, derechos ó reflejos,<br />

cubiertos de hojas ovales-lanceoladas,<br />

de 2 á 4 centímetros de largo, acuminadas en<br />

el ápice, imbricado-agudas, ásperas, verdes,<br />

gruesas y picantes. Conos casi esféricos y ligeramente<br />

deprimidos, de 12 á 15 centímetros<br />

de diámetro, con las escamas terminadas en<br />

punta ó mucrón bracteiforme, inflexo. Semillas<br />

de 4 á 5 centímetros de longitud, comprimidas,<br />

angulosas, de ángulos redondeados,<br />

ensanchados en el extremo, lisas, brillantes,<br />

de color pardo rojizo, con ala basilar muy<br />

pequeña.<br />

Fué introducido este árbol en Europa por<br />

el botánico Loudón, el año 1796. Es especie<br />

muy rústica, que vive bien al aire libre en<br />

nuestros climas, y que es uno de los mejores<br />

adornos de los jardines y parques por su elegancia<br />

y linda forma de su copa. Su madera<br />

es veteada y de buena calidad, como la de la<br />

especie precedente, admitiendo bien el pulimento.<br />

Contiene además este árbol una especie<br />

de resina blanquizca, de olor agradable,<br />

que recuerda el del incienso. Las semillas tienen<br />

el gusto de nuestra castaña, y los indios<br />

las comen con fruición, formando parte de la<br />

base de su alimentación normal.<br />

II. EUTACTA.—Escamas de los conos con<br />

alas anchas. Semillas con apéndice basilar visible.<br />

Anteras con seis á doce celdillas. Cotiledones<br />

cuatro, de germinación epígea. Especies<br />

australianas:<br />

3. a Araucaria Bidwilli, Hook.—Habita en<br />

las montañas de Brisbane y en las cercanías<br />

de Moreton-Bay (Australia oriental).<br />

Árbol de 35 á 50 metros de altura, con el<br />

tronco cilindrico, muy derecho, y las ramas<br />

en verticilos de cincü á siete, extendidas y reflejas<br />

las de la base; los ramillos son opuestos<br />

ó casi dísticos. Hojas planas, de 4 á 5 centímetros<br />

de largo y 10 á 12 milímetros de ancho,<br />

ovales-lanceoladas, acuminadas, picantes en el<br />

ápice, coriáceas, ásperas, brillantes y estrechas<br />

en la base. Conos esféricos ó ligeramente<br />

deprimidos, de 15 á 20 centímetros de diámetro;<br />

escamas de 10 á 15 milímetros de grueso<br />

y de 3 á 5 centímetros de ancho, rugosas, ligeramente<br />

adelgazadas en los bordes, terminadas<br />

por un apéndice bractiforme. Semillas<br />

comestibles, muy buscadas por los indígenas.<br />

Introducida en Europa el año 1849.


AEA — 472 — ARA<br />

Es árbol de menos rusticidad que el anterior<br />

, pero de muy bello aspecto y porte.<br />

4. A Araucaria Cunninghami, Ait.— Vive<br />

casi en las mismas localidades que la anterior,<br />

formando grandes bosques. Árbol de 20 á 23<br />

metros de altura, con el tronco recto, cilindrico<br />

, cubierto por una corteza brillante, parecida<br />

á la de los cerezos silvestres. Ramas en<br />

verticilos de cinco, extendidas y á veces desnudas<br />

de hojas; rámulos á veces colgantes,<br />

con hojas muy ásperas, alternas, extendidas,<br />

más á menudo reflejas, lobuladas, comprimidas,<br />

subtetrágonas, acuminado-agudas. Conos<br />

ovoideo-obtusos, de 6 á 8 centímetros de largo<br />

y 4 á 6 de ancho; escamas de 5 á 6 milímetros<br />

de grueso, transversalmente carenado-agudas<br />

hacia el ápice, con mucrón bracteiforme de 5<br />

á 8 milímetros de longitud y 1 á 2 de anchura<br />

en el medio.<br />

Este árbol se introdujo en los cultivos de<br />

Europa el año 1827. Reúne tan buenas condiciones<br />

de ornamentación como los precedentes.<br />

Se conocen dos variedades: A. Cutí., variedad<br />

longifolia, Aut., y A. Cun., var. glauca,<br />

del mismo autor, cuyos caracteres distintivos<br />

están determinados por sus mismos nombres.<br />

5. a Araucaria excelsa, R. PSr.—Oriunda<br />

de la Isla de Norfolk é islotes adyacentes.<br />

Árbol muy hermoso, de 50 á 60 metros de<br />

altura, con 2 á 3 de diámetro. Tronco muy<br />

derecho; copa cónico-piramidal; ramas verticiladas<br />

con regularidad, delgadas, extendidas,<br />

reflejas y á veces erguidas en el extremo;<br />

ramillos opuestos ó alternos, con las hojas de<br />

color verdegay, de 8 á 15 milímetros de largo,<br />

gruesas, triquetras ó romboidales, encorvadas<br />

sobre las ramillas, marcadas por dentro con<br />

dos líneas glaucas, blandas, acuminadas, obtusas<br />

ó agudas. Conos de unos 12 á 14 centímetros,<br />

casi esféricos ó ligeramente deprimidos;<br />

escamas gruesas en la parte superior y<br />

adelgazadas en los bordes.<br />

Introducido en Europa el año 1793. Parece<br />

que no puede vivir al aire libre en el clima<br />

de la parte central de Francia, si bien resiste<br />

muy bien el de las Islas Hyeres, en el golfo de<br />

León.<br />

Es sin disputa esta araucaria el árbol más<br />

hermoso y esbelto del género, y es lástima<br />

que no resista mejor el frío de nuestros climas.<br />

Su madera es de inferior calidad.<br />

6. A Araucaria Coolái, R. Br.—Vive en la<br />

Nueva Calcedonia, en el promontorio ó cabo<br />

de la Reina Carlota, y en la Isla de los Pinos,<br />

situada al Sur de aquélla.<br />

Tronco que alcanza á veces una altura de<br />

50 metros; corteza delgada, casi brillante;<br />

ramas extendidas, regularmente verticiladas,<br />

con los verticilos distantes, delgado-reflejas,<br />

abultadas en la base. Hojas alternas; las del<br />

tronco gruesas, comprimidas, extendidas ó<br />

reflejas, de 10 á 25 milímetros de largo; las<br />

de las ramas mucho más finas, más numerosas,<br />

más cortas, reflejas, subtetrágonas, acuminadas<br />

en el ápice. Conos laterales, á menu­<br />

do germinados, de 10 á 15 centímetros de<br />

largo y 6 á 8 de ancho, ovoideo-obtusos, redondeados<br />

en el ápice; escamas anchas, coriáceas,<br />

adelgazadas en los bordes, imbricadas y<br />

terminadas en el ápice por un apéndice bracteiforme.<br />

Introducido en Europa el año 1854. Ofrece<br />

la particularidad este árbol de que sus ramas<br />

dejan de crecer pronto en longitud, á causa<br />

del aborto de la yema terminal. De aquí resulta<br />

una bifurcación, que hace que el conjunto<br />

de la planta afecte la forma de columna<br />

estrecha y casi del mismo diámetro en toda su<br />

altura. Por esto llamó Forster á esta especie<br />

A. columnaris.<br />

La madera es muy buena y útil para construcción,<br />

con la circunstancia de tener pocos<br />

nudos, debido esto al escaso desarrollo de las<br />

ramas.<br />

CULTIVO.—Sólo la A. imbricata resiste bien<br />

el aire libre en los climas de la Europa media.<br />

Las demás especies necesitan abrigo durante<br />

el invierno. Multiplícanse estos árboles por<br />

semilla, procurando hacer la siembra así que<br />

se recoge aquélla de la planta, porque si se<br />

guarda pierde pronto su facultad germinativa.<br />

A las plantas jóvenes se les da abrigo en el<br />

invierno especialmente.<br />

Pueden también multiplicarse las araucarias<br />

por estaca é injerto, pero estos procedimientos<br />

son algo inciertos, y sólo deben adoptarse<br />

cuando se carezca de semillas. No hay<br />

que olvidar que, á semejanza de lo que pasa<br />

con las tsuga y abies, empleando estacas procedentes<br />

de ramas laterales, nunca se obtienen<br />

árboles de tronco derecho. Esta circunstancia<br />

es especialmente peculiar de las<br />

araucarias, de modo que únicamente deben<br />

reproducirse por estaca cuando deban ser injertadas<br />

después, ó cuando se trate sólo de<br />

obtener árboles para producir semillas. En<br />

liltimo extremo, si se quieren emplear las estacas,<br />

lo que debe hacerse es cortar la. guía de<br />

un árbol procedente de semilla y emplearle<br />

como tal estaca. El árbol al cual se le quita<br />

la guía no padece por esta amputación, porque<br />

en la base del corte se desarrollan pronto<br />

varias yemas adventicias, entre las que se puede<br />

elegir la ramilla que deba sustituir á la<br />

guía cortada. Este corte debe darse en las<br />

araucarias á la distancia de 8 á 10 centímetros,<br />

por encima del último verticilo de ramas.<br />

La A. Cunninghami se reproduce también<br />

por estacas de raíz de 8 á 10 centímetros de<br />

largo, las cuales se colocan en tiestos en tierra<br />

de brezo, y se cuidan como las estacas de<br />

otras especies de plantas.<br />

El injerto debe hacerse entre especies muy<br />

afines, y esto es de tanta importancia que la<br />

A. excelsa, que prende sobre patrón de todos<br />

los demás árboles del género, sólo se desarrolla<br />

con vigor cuando se injerta sobre patrón<br />

de su misma especie. Injerta sobre la A. imbricata,<br />

se une pronto al tejido del patrón,<br />

pero brota poco y el brote muere en seguida.<br />

Se hacen buenos injertos sobre la A. Cunnin-


ARB — 473 — ARB<br />

ghami, y de todos modos, buscando siempre la<br />

afinidad botánica, los que dan mejores resultados<br />

son los de la A. Bidwilli, sobre patrón de<br />

A. brasilensis; los de la A. Cooltii, sobre la<br />

A. excelsa, y viceversa.<br />

ARAUJA.— Género de plantas de la familia<br />

de las Asclepiadas.<br />

AKAUJA BLANQUIZCA ("Jazmín de Tucumán;<br />

A. albens, Don.; Physiantlms albens, Mart.).—<br />

Planta leñosa, originaria del Brasil, y cultivada<br />

en Europa como planta de adorno; es<br />

trepadora, y de 4 á 5 metros de altura. Se<br />

multiplica por estaca en tierra ligera; al aire<br />

libre florece hasta las primeras heladas. Resiste<br />

perfectamente los inviernos de la mayor<br />

parte de las provincias de España.<br />

ARBITRAJE'.—La acción y facultad<br />

para emitir fallo y sentencia arbitraria ; la<br />

misma sentencia dictada, y los derechos que<br />

se pagan por ella. Esa jurisprudencia, instituida<br />

para casos'particuiares, se confía á personas<br />

que ninguna autoridad ejercen ó que<br />

han de prescindir de ella por los mismos interesados<br />

que adquieren previamente el compromiso<br />

de someterse al fallo. Es un recurso<br />

á que conviene acudir en muchos casos, y de<br />

que no deberán prescindir los labradores para<br />

evitar pleitos.<br />

En términos bursátiles se designa con el<br />

nombre de arbitraje una operación que consiste<br />

en vender títulos cuya baja se teme, para<br />

reemplazarlos con otros cuya cotización propende<br />

al alza.<br />

ARBITRAL.—Perteneciente al arbitrador<br />

ó juez arbitro; calificación de la sentencia que<br />

éste dicta.<br />

ARBITRIO. — Facultad de adoptar una<br />

resolución con preferencia á otra sentencia<br />

del juez arbitro; medio á que se recurre para<br />

realizar algún fin; en plural, derechos que<br />

muchos municipios imponen con competente<br />

facultad sobre ciertos géneros ó ramos, para<br />

satisfacer sus cargas ó cubrir sus gastos.<br />

ARBITRO.—-Designación de las personas<br />

llamadas á dictar sentencia arbitral, ó que son<br />

llamadas por algún magistrado para juzgar<br />

una cuestión en litigio. Persona que realiza<br />

sus actos sin dependencia de ninguna índole.<br />

ÁRBOL (Botánica).—Desígnase con ese<br />

nombre genérico toda planta perenne de tronco<br />

leñoso, desnudo y sencillo en la base, que<br />

se ramifica á mayor ó menor altura del suelo,<br />

y cuyas dimensiones son relativamente considerables.<br />

Los árboles forman dos grandes<br />

grupos naturales y muy distintos, el grupo<br />

de los monocotiledones y el de los dicotiledones.<br />

Los primeros tienen por lo general un aspecto<br />

característico, que permite distinguirlos fácilmente.<br />

Su tallo recto y cilindrico se eleva<br />

como un fuste de columna, y termina ordinariamente<br />

por un penacho de hojas que se extiende<br />

más ó menos, formando una especie de<br />

capitel en la cima. Ese tallo ó tronco se compone<br />

de una masa de tejido celular, especie<br />

de substancia blanda, en la cual se halla implantada<br />

verticalmente una serie de vasos<br />

fibrosos, cuyo conjunto forma el tejido leñoso.<br />

Cada año se desarrolla en el centro del tallo<br />

cierto número de fibras que impulsan hacia la<br />

circunferencia las que se han formado en los<br />

años precedentes, y de este modo se produce<br />

el crecimiento en diámetro. Al terminar el<br />

primer año de su existencia, el tallo es muy<br />

corto y de aspecto carnoso, presentando en<br />

su extremidad libre una yema terminal. Al<br />

siguiente año se desarrolla ésta, pero elevándose<br />

á reducidísima altura, aumentando al mismo<br />

tiempo su grosor, gracias al crecimiento<br />

excéntrico del tallo que la soporta. Así, puede<br />

decirse que el tallo resulta formado por discos<br />

superpuestos, de tal manera que se podrían<br />

determinar los años de vida del árbol, si fuera<br />

dable distinguir exteriormente la línea de<br />

unión entre unos y otros discos. Los árboles<br />

monocotiledones sólo prosperan bien en los<br />

trópicos, y si algunos viven en zonas templadas,<br />

se limitan á vegetar. Entre los más conocidos<br />

citaremos la palmera, el datilero, el cocotero<br />

y el sagú. Al tronco de los árboles monocotiledones<br />

se le denomina estipa, á causa<br />

de su conformación.<br />

Los árboles dicotiledones se distinguen fácilmente<br />

de los monocotiledones, sin recurrir<br />

á los caracteres botánicos que diferencian á<br />

ambos grupos. El tronco de los primeros, en<br />

lugar de ser cilindrico, es más grueso en la<br />

base que en la parte superior, y además aparece<br />

siempre coronado por un gran número<br />

de brazos, que se subdividen en ramas, sobre<br />

las cuales se hallan fijas las hojas generalmente<br />

en orden simétrico. La manera de crecer y<br />

su contextura anatómica son muy diferentes<br />

de las de los monocotiledones. Si se practica<br />

una sección transversal en un punto cualquiera<br />

del tronco, aparecen tres partes concéntricas<br />

muy distintas sobre la superficie circular.<br />

Cerca de la circunferencia, la corteza; en<br />

el centro, el canal medular ó la médula, y en<br />

fin, la madera ó cuerpo leñoso, que ocupa el<br />

espacio comprendido entre la corteza y la<br />

médula.<br />

La corteza, que viene á ser la piel del árbol,<br />

se compone de tejido herbáceo, de las capas<br />

corticales y del líber, que se halla inmediatamente<br />

unido á la masa leñosa. Las capas corticales<br />

y el líber se hallan formadas por una<br />

serie de hojas delgadas, sobrepuestas unas á<br />

otras, como las hojas de un libro. El canal<br />

medular se observa mejor en las plantas jóvenes<br />

ó en las ramas. De año en año se va reduciendo<br />

el diámetro, hasta que acaba por ser<br />

aquel casi imperceptible. Ordinariamente se<br />

halla lleno de tejido utricular y atravesado en<br />

el sentido de la longitud por vasos aéreos, que<br />

sirven para que el aire circule en todas las<br />

partes del vegetal. El cuerpo leñoso se divide<br />

en dos partes, más ó menos distintas según<br />

las especies: una que toca inmediatamente al<br />

líber, y lleva el nombre de albura ó madera<br />

imperfecta; la otra, que se halla completamente<br />

envuelta por la albura, se denomina<br />

madera dura y madera perfecta. Tanto la al-


AEB — 474 — AEB<br />

bura como la madera perfecta se hallan formadas<br />

por una serie de capas concéntricas,<br />

que aparecen como otros tantos estuches ó<br />

conos prolongados, encajados unos en otros.<br />

La manera que tienen de crecer los árboles<br />

dicotiledones, permite que el observador se<br />

dé cuenta fácilmente de la disposición de las<br />

principales partes que constituyen el tallo ó<br />

tronco de esas plantas. La savia elaborada va<br />

formando de año en año entre el líber y la albura<br />

una especie de capa líquida, á la cual se<br />

ha dado el nombre de cambium, y que se puede<br />

considerar como materia leñosa en vías de<br />

formación. Ese cambium, se descompone todos<br />

los años, por una parte en líber y por otra en<br />

albura, al mismo tiempo que el líber del año<br />

precedente se cambia en materia cortical,<br />

mientras que la capa de albura más antigua,<br />

pasa al estado de madera perfecta, al menos<br />

en la mayoría de los casos. Así se ve que todos<br />

los años se desdobla la capa de cambium<br />

y forma dos conos concéntricos, uno de líber<br />

y otro de albura.<br />

Sabido es que la extremidad inferior del<br />

tallo se ramifica en raíces que se hallan provistas<br />

de una multitud de filamentos, á los<br />

cuales se ha dado el nombre de fibrillas; pues<br />

bien, esos filamentos, introduciéndose entre<br />

las moléculas de la tierra, hacen la succión<br />

de los jugos necesarios para la nutrición de<br />

los vegetales. Aspirados por las hojas, éstas<br />

los transforman, los saturan del carbono que<br />

ellas descomponen bajo la influencia de los rayos<br />

solares y del calor, y después de experimentar<br />

esa transformación química los jugos,<br />

descienden y envuelven el cuerpo leñoso con<br />

una capa destinada á conservar su vitalidad<br />

y á acrecentar las dimensiones, apareciendo<br />

primero bajo la forma de cambium la materia<br />

elaborada de esa suerte. Las capas concéntricas<br />

del leñoso pueden servir para determinar<br />

la edad del vegetal (véase Edad). La longevidad<br />

de los arboles varía según las especies<br />

y las condiciones en que viven. Así, mientras<br />

que el abedul y los sauces no viven más de<br />

sesenta ó setenta años, las encinas pueden llegar<br />

á cuatrocientos y quinientos, y el baobad,<br />

según los cálculos de Adanson respecto de<br />

uno monstruoso descubierto en África, alcanza<br />

á veces una edad de cinco á seis mil años.<br />

A medida que los árboles dicotiledones van<br />

adelantando en edad, va aumentando su altura;<br />

las ramas inferiores van recibiendo menor<br />

cantidad de elementos nutritivos, y acaban<br />

por perecer, resultando que la porción inferior<br />

del tronco se desnuda paulatinamente y<br />

llega á formar una columna sencilla de variable<br />

altura, según la talla de las especies, es<br />

decir, un tronco terminado por la masa de ramas<br />

que conservan vigorosa y lozana vegetación,<br />

y que forman la cabeza del árbol, ó sea<br />

la cima ó copa. Cuando se hallan sometidos los<br />

árboles á cultivo, el hombre dirige la formación<br />

del tronco y de la copa en la mayoría de<br />

los casos, obteniendo, según su voluntad, árboles<br />

de tronco bajo, mediano ó alto. Cuan­<br />

do los árboles se hallan agrupados, como es<br />

frecuente en los bosques, los troncos adquieren<br />

elevación muy superior á la que habrían<br />

adquirido viviendo aislados, y es que entonces<br />

las ramas inferiores, faltas de luz y de calor,<br />

gracias á la interposición de un techo de<br />

verdura entre ellas y el astro solar, languidecen<br />

y mueren, descargando de su peso, digámoslo<br />

así, al tronco, que se eleva con mayor<br />

facilidad á las regiones superiores.<br />

Gracias á sus dimensiones, los árboles desempeñan<br />

el papel más importante entre los<br />

vegetales para formar el tapiz vegetal, y contribuyen<br />

á dar una fisonomía especial á las<br />

comarcas. Según que abunden ó escaseen, animan<br />

los paisajes, llegando á formar selvas y<br />

bosques, ó aparecen las perspectivas desnudas<br />

y uniformes. De ahí la conveniencia de que<br />

el número de árboles guarde proporción con<br />

la naturaleza del suelo y las exigencias del<br />

cultivo, y de ahí la importancia de la geografía<br />

botánica, que no nos toca exponer aquí.<br />

Solamente haremos notar de pasada que esa<br />

proporción entre los árboles y la vegetación<br />

de cada país se puede establecer de dos maneras<br />

diferentes: multiplicando las especies, ó<br />

multiplicando los individuos. Una comarca<br />

entera puede hallarse cubierta por un pequeño<br />

número de especies forestales, cual se observa<br />

en las regiones templadas de nuestro<br />

hemisferio, ó en una superficie limitada puede<br />

reunir un considerable número de árboles de<br />

diferente especie, de tal manera que la vegetación<br />

arborescente presente gran diversidad<br />

de formas, cual acontece en las regiones cálidas.<br />

El efecto general de paisaje es casi el mismo<br />

, aun cuando sea producido por elementos<br />

diferentes. Pero baste lo dicho; en otros artículos<br />

se ampliarán las consideraciones que<br />

apuntamos.<br />

ÁRBOL DEL CIELO.—Uno de los nombres<br />

vulgares con que se designa el Ailanthus<br />

glandulosa, Desf., de la familia Terebintáceas.<br />

(Véase Ailanto.)<br />

ÁRBOL DEL PAN.—Se da este nombre<br />

al árbol Artocarpus incisa domestica, de la<br />

familia de las Artocárpeas. (V. Artocarpus.)<br />

ÁRBOL DEL PARAÍSO—Así se llama<br />

en Castilla el Elatagnus angusiifolia, L., familia<br />

Eleágneas, que también recibe el nombre<br />

de panjí, y con notoria impropiedad en<br />

Andalucía el de cinamomo, que corresponde<br />

á otro árbol distinto, el Melia azederach, L.,<br />

bastante generalizado en los paseos. El árbol<br />

del Paraíso es originario de Siria y Capadocia,<br />

donde abunda mucho. En las Islas Filipinas<br />

lo llaman Alingaró.<br />

DESCRIPCIÓN.—Árbol de tercera magnitud,<br />

de hojas lanceoladas, escamoso plateadas, alternas<br />

y enterísimas. Flores con perigonio.<br />

tubuloso en la base y limbo acampanado, numerosas,<br />

pequeñas, amarillas y axilares, que<br />

despiden un olor agradable y penetrante. Fruto<br />

aquenio, de forma de aceituna. Florece en<br />

Junio.<br />

Crece bastante bajo la influencia de un buen


AKB — 475 — ARB<br />

cultivo, llegando á veces á tener 13 metros<br />

de altura por 50 centímetros de diámetro.<br />

Existen diversas variedades, distinguidas<br />

por las hojas, según sean éstas anchas, obtusas<br />

ú ovales. Una de ellas es la variedad hortensis.<br />

APLICACIONES.—En varias provincias del<br />

Mediodía y Levante de España, donde se cría<br />

casi subespontáneo, se aplica este árbol para<br />

setos vivos, especialmente en las regiones cálidas<br />

y montañas de la terraza granadina, en<br />

el valle del río Genil, entre Granada y Guéjar,<br />

cercanías de Adra y alrededores de Guadix.<br />

Para este fin es muy útil, tanto porque viste<br />

y espesa bien, resistiendo mejor que otras especies<br />

la sequedad, cuanto porque el ganado<br />

come su hoja, aun cuando no guste mucho<br />

de ella.<br />

Es de mucho efecto este árbol entre los de<br />

follaje obscuro por el hermoso plateado de<br />

sus hojas, pero la fragancia de sus flores es<br />

tal y transciende á tanta distancia, que en los<br />

bosquetes y jardines de corta extensión se<br />

pone salpicado á fin de hacer soportable el<br />

olor al tiempo de la florescencia.<br />

CULTIVO.—Resiste bien la sequía, y no le<br />

perjudica la humedad, pero requiere en general<br />

tierra arenosa y exposición al Mediodía<br />

en el clima de Madrid. Se multiplica por semilla,<br />

barbados, acodos ó estaca, con bastante<br />

facilidad.<br />

MADEKA.—La madera es porosa, de fibra<br />

basta, veteado obscuro y algo blanda, no sirviendo<br />

más que para quemar.<br />

También son objeto de cultivo las especies<br />

siguientes:<br />

Elceagnus pungens, Thumb.—Ramillos espinocentes;<br />

hojas oblongas, onduladas; flores<br />

axilares de dos en dos. Florece en Septiembre.<br />

Se cultiva en los jardines.<br />

Elceagnus edulii, Siebold. — Oriundo del<br />

Japón. Forma arbustiva; hojas caducas, verdes<br />

por encima, plateadas y un poco rubiginosas<br />

por debajo. Flores axilares muy tubulosas,<br />

blanco amarillentas y de olor agradable. En<br />

el Japón comen sus bayas. Este rústico arbusto<br />

se multiplica por estaca.<br />

Elceagnus reflexa, Duc.—Especie también<br />

japonesa, más delicada que el árbol del Paraíso,<br />

y la más bonita del género por sus hojas verde<br />

obscuras, sembradas de pequeñas verrugas,<br />

blancas por encima, y de color rojo ferruginoso<br />

más ó menos vivo por debajo. Las flores<br />

son numerosas, punteadas de púrpura pálido<br />

y de olor agradable. Exige tierra ligera y pro-,<br />

funda, y exposición cálida.<br />

Ela>agnus Simonii.—Especie originaria de<br />

la China, que también se cultiva en los jardines<br />

de Europa.<br />

AEBOL DE LA CERA.—Se da principalmente<br />

este nombre al Mírica cerifora, árbol<br />

muy común en las regiones templadas de los<br />

Andes. Las bayas de este árbol producen 25<br />

por 100 de una cera verde.<br />

ÁRBOL DE LA LECHE ó ÁRBOL<br />

VACA (BotánicaJ.—Una de las curiosidades<br />

más extrañas que la flora de la América ecuatorial<br />

ofrece, es sin duda alguna el árbol que<br />

Humboldt llamó Galaciodendrum ulile, y que<br />

como la especie del Brossimum galactoden<br />

drum, se clasifica hoy en la familia de las Artocárpeas.<br />

Ese árbol singular, llamado por los<br />

indígenas palo de leche, árbol vaca y árbol de<br />

la leche, abunda en las florestas de Venezuela<br />

hasta en sitios que se hallan á más de 1.100<br />

metros sobre el nivel del mar,.y particularmente<br />

en la región costanera y en las cercanías<br />

de Maracaibo, Puerto Cabello, Nueva<br />

Valencia y Sierra de Ocaña, Barbula y Península<br />

de Cumaria. Esa planta, que el ilustre<br />

Humboldt fué el primero en dar á conocer k<br />

Europa, despertó la curiosidad del sabio alemán<br />

tan pronto como éste supo que practicando<br />

incisiones en el tronco, brotaba un líquido<br />

blanco, viscoso, de sabor agradable, cuyas<br />

propiedades son muy análogas á las de la leche<br />

de los animales.<br />

Cuando M. Boussingault partió para América,<br />

M. de Humboldt le recomendó encarecidamente<br />

que estudiara la leche vegetal, y el<br />

químico francés atendió la excitación. Tocaba<br />

á su término la guerra de la independencia<br />

americana; los españoles conservaban en su<br />

poder únicamente la fortaleza de Puerto Cabello<br />

en toda la costa del mar de las Antillas,<br />

y las tropas americanas se hallaban bloqueando<br />

ese puerto. Entonces M. Boussingault emprendió<br />

una excursión á la vertiente meridional<br />

de la cordillera litoral, partiendo de las<br />

aguas termales de las trincheras, y al llegar al<br />

torrente Naguariaza hallóse jcon algunos soldados<br />

provistos de botas. Aun cuando el viajero<br />

francés creyese que los soldados iban en<br />

busca de agua, preguntóles cuál era él objeto<br />

de su excursión, y les oyó decir que iban á<br />

ordeñar el árbol. Excitada la curiosidad de<br />

M. Boussingault, siguió á los soldados hasta<br />

un bosque situado á 500 ó 600 metros de altitud,<br />

y muy luego observó que abundaban en<br />

él magníficos ejemplares del Brossimum galaciodendrum,<br />

cuyas rastreras raíces cubrían el<br />

suelo. La temperatura oscilaba entre 20 y 22°<br />

Reaumur. Así que llegaron los soldados, practicaron<br />

á sablazos numerosas incisiones en varios<br />

árboles de leche; el líquido surgió abundante,<br />

y á las dos horas estaban llenas las<br />

botas y pudieron regresar á su campamento<br />

los expedicionarios.<br />

El episodio no fué olvidado por el sabio<br />

francés, y éste no tardó en examinar el zumo<br />

y estudiarle científicamente. Las hojas del árbol<br />

, de tamaño regular, son oblongas y alternas;<br />

las flores numerosas, faltas de perfume y<br />

poco ornamentales; el follaje, abundante y<br />

bien dispuesto, da un aspecto agradable al árbol,<br />

algunas veces gallardo, y tan elevado que<br />

se han encontrado ejemplares de 30 metros<br />

de altura, si bien por lo común la talla varía<br />

entre 15 y 20 metros. El tronco es grueso,<br />

proporcionado á la altura, y las bifurcaciones<br />

comienzan generalmente á 2 ó 3 metros de él.<br />

De la base ó parte inferior brotan numerosas


ARB — 476 — ARB<br />

raíces, que se cruzan y enlazan unas con otras.<br />

El árbol requiere calor y humedad paxa su<br />

desarrollo, pero puede vegetar en terrenos<br />

profundos, sueltos y húmedos, aun cuando no<br />

sean feraces ni cálidos. De ahí que los arboricultores<br />

españoles, y particularmente los valencianos,<br />

murcianos y andaluces, deben ensayar<br />

la aclimatación de tan interesante planta,<br />

El líquido que arroja por las incisiones es<br />

Figura 243.—Árbol de la leche ó árbol vaca<br />

muy blanco, ligeramente viscoso y de sabor<br />

parecido al de la leche de vaca, si bien es más<br />

denso y menos azucarado qoe el de esa secreción<br />

animal, La cantidad de jugo segregada<br />

por el árbol es tal, que con utt tolo ejemplar<br />

pnfden atender varias familias á sus necesidades,<br />

con tal de qne se renueven las incisiones<br />

osa frecuencia. La existencia de la planta es<br />

relstíí'auBaeitiie corta: su duración se calcula<br />

por téraúsM medio es setenta añog, y la cantidad<br />

de leche que produce en ese tiempo es<br />

incalculable.<br />

Las propiedades nutritivas de e§a leche son<br />

innegable»: líonasíagaailt la utó mucho tiem­<br />

po con chocolate y con café; es más consistente<br />

que la leche de vacas, y determina una<br />

reacción acida muy débil. Expuesta á la acción<br />

del aire, se coagula muy luego, formando mía<br />

especie de cuajo negruzco, que contiene una<br />

materia grasa, de naturaleza muy compleja<br />

sin duda, y que se funde á los 50°; esa materia<br />

es muy parecida á la cera de abejas, y con<br />

ella preparó excelentes velas M. Boussingault.<br />

Aun conteniendo los mismos<br />

elementos que la leche de vacas,<br />

el jugo del árbol que nos ocupa<br />

los contiene en proporciones<br />

muy diferentes, y ofrece mucha<br />

analogía con la crema ó nata. Se<br />

encuentra también en él una<br />

materia azoada que pudiera<br />

compararse con la albúmina ó<br />

la fibrina vegetal, y completan<br />

su composición substancias azucaradas<br />

, sales de potasa, de cal,<br />

de magnesia, fosfatos y agua.<br />

Del Brossimum galactodendrum<br />

obtienen los naturales del<br />

país en que crece, excelente cera<br />

vegetal, y con el jugo confeccionan<br />

manjares delicados, según<br />

ellos, y que tal vez no sean<br />

aceptables para la mayoría de<br />

los europeos. Mediante la fermentación<br />

de la savia, se prepara<br />

una bebida alcohólica de<br />

aspecto análogo al del aguardiente<br />

anisado cuando se mezcla<br />

con una pequeña cantidad de<br />

agua. La madera, fuerte y fibrosa,<br />

se puede utilizar para diferentes<br />

usos, y especialmente<br />

para la construcción de pilotes.<br />

Habiendo hecho Boussingault<br />

y Rivero un análisis cualitativo<br />

de esa leche vegetal, hallaron<br />

en ella:<br />

1." Una substancia grasa semejante<br />

á la cera de las abejas,<br />

que se funde á 50°, y es muy<br />

soluble en el éter, poco soluble<br />

en el alcohol hirviendo y en<br />

parte saponificable. Una vez<br />

fundida y enfriada, adquiere el<br />

aspecto de la cera virgen, y sirve<br />

para fabricar bujías.<br />

2,° Una substancia azoada, semejante al<br />

cáseo por la estructura fibrosa, que recuerda<br />

la fibrina vegetal encontrada por Vauquelin<br />

en el jugo de la carica papaya.<br />

3.° Algunas materias azucaradas que no<br />

se estudiaron en un principio; sales de potasa,<br />

de cal y de magnesia, y fosfatos.<br />

Evaporando 100 partes, se obtuvieron 42<br />

de materias fijas.<br />

Habiendo proporcionado á Boussingault<br />

M. Goudot una parte de la mencionada leche<br />

obtenida por evaporación en el baño-maría,<br />

y habiéndole enviado un venezolano varias<br />

botellas, prosiguió aquél sus investigaciones,


ARB — 477 — ARB<br />

y de 100 partes del extracto del jugo concentrado<br />

antes de que fermentase, obtuvo:<br />

Cera y materias grasas 81,10<br />

Azúcar invertida y reducible 2,00<br />

Azúcar no invertible 1,40<br />

Goma fácil de sacarificar 3,15<br />

Oaseum y albúmina 4,00<br />

Cenizas alcalinas y fosfatos 1,10<br />

Substancias no azoadas y de indeterminada<br />

naturaleza 4,25<br />

100,00<br />

Admitiendo que 100 partes de ese jugo contengan<br />

42 de materias fijas, resulta que habrá<br />

en él:<br />

Agua 58,0<br />

Substancias sacarinas y otras análogas 2,8<br />

Caseum y albúmina 1,7 )<br />

Tierras, álcalis y fosfatos 0,5 > 4,0<br />

Substancias indeterminadas 1,8 )<br />

Cera y materias saponificables 35,2<br />

100,0<br />

Comparando la leche vegetal con la leche<br />

de vaca, y después de consignar que uno y<br />

otro jugo se hallan compuestos de las mismas<br />

materias, pero en proporciones diferentes, ofreciendo<br />

la más completa analogía con la flor ó<br />

nata de la leche de vacas. En efecto, Jeannier<br />

determinó que en cada 100 partes de una<br />

crema de sabor dulce había:<br />

Manteca 34,3<br />

Azúcar de leche 4,0<br />

Caseum y fosfatos 3,5<br />

Agua 58,2<br />

100,0<br />

No es, pues, de maravillar que la leche<br />

vegetal sea muy nutritiva, ya que no solamente<br />

contiene en disolución caseum, albúmina<br />

y materias sacarinas, sino que son asimilables<br />

sus materias grasas, las cuales se<br />

desdoblan en ácidos y en glicerina. Insistimos,<br />

pues, en que deben emprenderse seriamente<br />

ensayos para aclimatar en España el árbol de<br />

la leche, particularmente en los sitios pantanosos<br />

de las provincias meridionales.<br />

ÁRBOL DE LA SEDA.—Nombre que<br />

dan algunos jardineros al arbusto Gomphocarpus<br />

fruticosus, R. Br., de la familia de las Asclepiádeas.<br />

(V. Gomphocarpus.)<br />

ÁRBOL DE LAS PELUCAS.— Con este<br />

nombre, y también con el de fustete, se conoce<br />

en España el arbolillo cultivado Rhus<br />

coiinus, L., de la familia de las Terebintáceas.<br />

(V. Rhus.)<br />

ÁRBOL PADRE.—Se distinguen con este<br />

nombre todos los que al practicar alguna corta<br />

en los montes, se dejan en pie para que con<br />

la diseminación natural de las semillas de sus<br />

frutos, caídas por su propio peso y arrastradas<br />

á mayor ó menor distancia por el viento,<br />

den lugar al repoblado nuevo que ha de sustituir<br />

al viejo, objeto de la explotación.<br />

En buenos principios dasonómicos, estos<br />

árboles padres, que son los únicos que no se<br />

derriban al practicar la corta diseminatoria, se<br />

apean, sin embargo, más adelante, cuando el<br />

nuevo repoblado cubre ya la superficie explotada<br />

de los rodales.<br />

ARBOLES ENANOS. —La moda, que<br />

todo lo domina, sin hacer alto ante ningún<br />

género de consideraciones ni obstáculos, y aun<br />

salvando vallas impuestas por la naturaleza,<br />

ha mostrado decidido empeño en los últimos<br />

tiempos, y lo ha conseguido, en oponerse al<br />

regular desarrollo de las plantas leñosas, para<br />

utilizar su empequeñecimiento en la ornamentación<br />

de jardines y parques, anticipar<br />

los productos, y ofrecer contrastes de frutos<br />

de gran tamaño pendientes de arbolitos que<br />

les exceden en muy pocos centímetros. Y ha<br />

ido más adelante en su vertiginoso afán de<br />

subordinar la naturaleza á sus caprichos; se<br />

ha propuesto movilizar los árboles, haciéndoles<br />

cambiar de sitio á voluntad, para que<br />

concurran á las aristocráticas fiestas y banquetes,<br />

con el fin de que puedan ofrecer las<br />

más delicadas frutas á los convidados en las<br />

mismas mesas.<br />

Nuestros padres, menos atrevidos, sin dejar<br />

de ser más esforzados y resueltos que nosotros<br />

en todas las empresas que exigían ardimiento<br />

y abnegación, dirigían sus miras en<br />

arboricultura al mayor desarrollo de las plantas<br />

, y á procurarles la longevidad posible, sin<br />

preocuparse de que ocuparan más ó menos<br />

espacio, ni de que sus formas fuesen más ó<br />

menos estéticas, con tal de no sacrificar la<br />

naturaleza al arte. Si se trataba de plantas<br />

maderables, las adaptaban al suelo en que<br />

podían desenvolver mejor sus raíces, para que<br />

cooperaran al mayor porte de su tronco y<br />

ramas; si de frutales, preferían su crecimiento<br />

en bravo, persuadidos que habían de responder<br />

en abundancia de fruta á la extensión<br />

que ganaran sus copas.<br />

Y, sin embargo, la presente generación no<br />

persigue una utopia en la forma que quiere<br />

imprimir á la arboricultura frutal de los jardines<br />

y huertas, por más que respete las<br />

creencias de las que le precedieron, cuando se<br />

trata de verjeles y pomaradas, aunque con<br />

ciertas restricciones que modifican el desarrollo<br />

en bravo, impuestas por la fisiología vegetal<br />

, para establecer el conveniente equilibrio<br />

entre la madera y el fruto, sin oponerse<br />

esencialmente al crecimiento de la planta ni<br />

atentar contra la duración de su vida.<br />

Los tiempos, por otra parte, imprimen su<br />

espíritu por doquiera, y no sería prudente<br />

luchar, contrariando su influjo en lo que tiene<br />

de racional. Si en épocas que pasaron entraba<br />

como principal factor el prolongar en lo posible<br />

la conservación del árbol, hoy se impone<br />

en primer término la conveniencia de utilizar<br />

en el menor plazo la mayor cantidad de fruta,<br />

y que ésta alcance una calidad y un tama-


ARB — 478 — ARB<br />

ño inmejorables para sacar gran partido de la<br />

explotación, antes que cambien las corrientes<br />

del mercado y haya necesidad de emprender<br />

evoluciones de distinta índole, bajo la<br />

presión de fortuitas, pero muy frecuentes<br />

competencias. En el progresivo movimiento<br />

que domina nuestra época, no hay que pedir<br />

estabilidad en nada; se suceden rápidamente<br />

las sorpresas, y lo que aparenta carácter de<br />

perpetuidad, cede su puesto, cuando menos<br />

se piensa, á la novedad, que proporciona mayores<br />

utilidades al cultivador.<br />

Figura 249.—Melocotonero en arbusto<br />

Las formas enanas contribuyen á la precocidad<br />

en la fructificación-y al mejoramiento<br />

de las diferentes especies de frutas; inmensas<br />

ventajas que aceleran el disfrute á que aspira<br />

el arboricultor desde el momento que acomete<br />

la plantación. Se acomodan mejor al cultivo<br />

anticipado y retrasado, por las mayores facilidades<br />

de preservar los árboles contra la acción<br />

de intensos fríos y de sofocantes calores, siquiera<br />

no sea condición indispensable la de<br />

forzarlos. Por último, se prestan admirablemente<br />

á la ornamentación, circunstancia que<br />

se aprecia tanto en la horticultura moderna,<br />

porque tiende á resolver el problema de producir<br />

amenizando.<br />

El cultivo de los árboles enanos, aunque<br />

de reciente introducción en Europa, progresa<br />

y se perfecciona en Inglaterra, Bélgica y<br />

Francia desde que lo estableció el especialista<br />

M. Th. Rivers, en Sawbridge, á quince<br />

leguas de Londres; pero lo ejercieron los chinos<br />

y japoneses desde la más remota antigüedad<br />

, y fué objeto de satisfactorias tentativas<br />

en Rusia y Alemania á fines del siglo XVIII.<br />

También aseguran notables escritores extranjeros<br />

que se practicaba el cultivo de árboles<br />

enanos en España y Portugal mucho antes<br />

que en los dos últimos países.<br />

La condición capital del cultivo de los árboles<br />

enanos consiste en impedir el desarrollo<br />

de las raíces penetrantes, y favorecer, por<br />

el contrario, el de las raíces fibrosas. Las<br />

plantas se nutren, en efecto, por las extremidades<br />

más tenues de sus raíces, que<br />

se designan con el nombre de esp.ongiolas,<br />

resultando que la energía y el vigor de la<br />

vegetación es proporcional á la abundancia<br />

de estas raíces fibrosas, ó sea á lo que<br />

se denomina cabellera. La poda de las raíces<br />

tiene una gran importancia para los<br />

árboles enanos, por lo que es indispensable<br />

recortar las raíces perpendiculares, y<br />

aun suprimirlas muchas veces por completo<br />

cuando se ha desarrollado una copiosa<br />

cabellera, que se encuentra en condiciones<br />

de ocurrir á una nutrición exuberante en<br />

el espacio en que funcionan. La poda de las<br />

raíces se dirige á abreviar la fructificación<br />

de los arbolillos y aumentar su fertilidad,<br />

así como el insistente despunte de las ramas<br />

, á concentrar la acción de la savia ea<br />

los puntos precisos, además de equilibrar<br />

la fuerza de las plantas subterránea y exteriormente.<br />

El espacio limitadísimo en<br />

que absorben los jugos nutritivos las radículas<br />

de los arbolillos enanos, hay que<br />

suplirlo forzosamente con la adición continua<br />

de abonos inmediatamente asimilables<br />

y ricos.<br />

Cultivándose los arbolillos enanos en<br />

macetas, ó en los cuadros de los jardines<br />

y huertas con porte algo mayor, nos ocuparemos<br />

primero del cultivo en macetas y<br />

cajas.<br />

CULTIVO DE LOS ÁRBOLES ENANOS EN MA­<br />

CETAS.—-ES la última expresión de los cultivos<br />

útiles que pueden ser objeto serio de<br />

parte del arboricultor. Bajo el punto de vista<br />

científico, es de grande utilidad, supuesto que<br />

permite aislar completamente los arbolillos<br />

cuando están en flor, pudiéndose por este medio<br />

experimentar toda clase de cruzamientos<br />

artificiales entre dos variedades dadas de una<br />

misma especie ó entre dos especies de un mismo<br />

género.<br />

También permite anticipar ó retardar á<br />

voluntad la madurez de los frutos, toda vez 1<br />

que basta colocar los arbolillos en un punto<br />

de la huerta más ó menos favorecido por los<br />

rayos solares, y en tierra más ó menos cálida.<br />

Muchas son las especies de árboles frutales<br />

y de adorno que son objeto del cultivo en<br />

tiestos; pero en la imposibilidad de poder<br />

ocuparnos de todas, procuraremos iniciar al


AEB — 479 — AEB<br />

lector en la marcha general que debe seguir,<br />

presentando como modelo el melocotonero,<br />

uno de los arbolillos que demandan más minuciosos<br />

cuidados.<br />

Melocotonero.—Por más que se prefieran<br />

el miñón grueso temprano, el teta de Venus, el<br />

reina de los verjeles y otros muchos, pueden<br />

sembrarse la generalidad de los conocidos, y<br />

con especialidad nuestros ricos melocotones<br />

de Aragón.<br />

Elección de plantas.—Si se pueden adquirir<br />

melocotoneros en disposición de dar inmedia-<br />

Figura 250.—Melocotonero en corona<br />

tamente fruto, se preferirán desde luego, pues<br />

así se ahorra un año de tiempo. A falta de<br />

éstos, se elegirán arbolillos que lleven un año<br />

de injerto ó dos á lo más, á contar desde la<br />

siembra.<br />

Se emplean, por último, los llamados melocotoneros<br />

vírgenes, que no son.otra cosa<br />

que pies francos procedentes de cuesco, preparados<br />

del modo siguiente: Se siembran en<br />

Marzo, cada uno en tiesto separado de 10 á 12<br />

centímetros de diámetro y altura, huesos de<br />

melocotón ya germinados por el procedimiento<br />

de estratificación en el otoño, y cuando ya<br />

alcanzan diez ó doce hojas, se les despunta á<br />

siete ó nueve con la uña. Estos arbolillos arrojan<br />

brotes en la parte mutilada, que se despuntan<br />

á su vez á dos hojas cuando ya cuentan<br />

cuatro ó cinco.<br />

A principios de Junio se transplantan con<br />

cuidado en tiestos de 15 centímetros de diámetro<br />

y altura, después de cortadas las raíces<br />

gruesas que se dirigen á la profundidad, volviéndolas<br />

á despuntar en la primavera siguiente.<br />

A últimos de Junio del segundo verdor, ó<br />

antes si han prendido bien, se les transplantará<br />

de nuevo en tiestos de 20 á 22 centímetros,<br />

recortando un poco las nuevas raíces<br />

arrojadas en las suprimidas y recortadas, á fin<br />

de que se subdividan y multipliquen.<br />

Transplante de asiento.—Debe tener lugar<br />

á fin de Octubre en los países meridionales,<br />

tratándose del cultivo al aire libre, ó en Febrero<br />

en los del Centro, Norte, Oeste y Este,<br />

á no disponer de alguna estufa-verjel ó galería<br />

acristalada con exposición al Mediodía,<br />

en cuyo caso podrá plantarse en otoño.<br />

Antes del transplante de asiento se dispondrán<br />

las macetas, que medirán de 28 a 30<br />

centímetros de diámetro y altura. La mezcla<br />

de tierra que se emplee se compondrá de dos<br />

partes de jardín algo calcárea, ni compacta<br />

ni ligera; de una de mantillo de hojas; de<br />

otra de estiércol muy podrido, y de otra de<br />

arena gruesa.<br />

Con anticipación á la tierra se colocarán<br />

sobre el agujero del fondo cuatro ó cinco trozos<br />

de tiesto roto, que se cubrirán con la<br />

parte más gruesa y dura de la mezcla con que<br />

ha de llenarse el tiesto. También se acostumbra<br />

colocar en el fondo de las macetas mayores<br />

una capa de cascote de tiestos ó de guijo<br />

de 2 á 3 centímetros, á fin de que circule libremente<br />

el agua por los agujeros y queden<br />

saneadas.<br />

Llena la maceta hasta la altura en que han<br />

de apoyar las raíces, se sacará de su tiesto<br />

con el mayor cuidado el arbolillo ingerido<br />

que se ha de transplantar, y se asegurará con<br />

la mezcla indicada, introduciéndola entre las<br />

raíces con una espátula de madera ó un palo<br />

puntiagudo, para que forme cuerpo con ellas.<br />

Se acabará de llenar el tiesto hasta 2 centímetros<br />

por bajo del borde, quedando el cuello<br />

de la raíz ó nudo del arbolillo un poco enterrado.<br />

Por último, se comprimirá bastante la<br />

tierra para que no resulten huecos entre ésta<br />

y las raíces, y dispongan de mayor cantidad<br />

de jugos nutritivos en tan reducido espacio.<br />

Suponiendo que se haya de dar al arbolillo<br />

la forma arbustiva (figura 249), que es la<br />

más sencilla, y que cuenta con un brote de<br />

prolongación y varios laterales en la parte<br />

inferior, se procurará arreglar la planta antes<br />

de transplantarla de asiento, cortando los<br />

brotes laterales sobre la séptima hoja, á contar<br />

desde el arranque, y dejando intacto el de<br />

prolongación.<br />

Plantado el árbol, se regará el tiesto con<br />

profusión, dejando correr el agua algún tiempo<br />

por el agujero del fondo.<br />

Cuidados del primer año.—Cada rama debe<br />

producir un brote en el verano inmediato. Si<br />

tuviese siete ramas, tomará el arbolillo la forma<br />

correspondiente sin necesidad de despuntar<br />

el brote de prolongación, pero se cortarán<br />

á tres hojas desde la inserción las ramas late-


ARB — 480 — ARB<br />

rales tan pronto como cuenten 10 centímetros<br />

de longitud.<br />

Al terminar el mes de Agosto, se despuntarán<br />

los segundos brotes á tres hojas y á seis<br />

ó siete el de prolongación, y no se les volverá<br />

á tocar hasta la poda de invierno.<br />

Si el arbolillo echase menos de siete ramas,<br />

se despuntarán todas en el mes de Junio, y<br />

cada una arrojará tres ó más brotes, de los<br />

cuales sólo se dejarán los necesarios para<br />

armar el arbolillo, quedando siete brotes de ordinario,<br />

y hasta nueve si fuese muy robusto.<br />

Figura 251.—Melocotonero en pirámide<br />

Con esto terminará la poda verde ó de verano<br />

en el primer año.<br />

Hacia la base de cada uno de los siete ó<br />

nueve brotes se hallarán cuatro ó cinco yemas<br />

sencillas, puntiagudas, que serán de hojas. Más<br />

arriba, á continuación de éstas, se encontrarán<br />

tres yemas, una menos abultada en el<br />

centro y otra más llena á cada lado y blanquecinas,<br />

que serán de fruto. Se procurará<br />

producir el mayor número posible de estas<br />

triples yemas ó botones en cada brote, y se<br />

acortarán en la proximidad de una yema de<br />

hojas; porque si se mutila en un punto donde<br />

sólo exista yema de flor, irá secándose hasta<br />

la primera yema inferior de hoja.<br />

Cuidados del segundo año.— Suponiendo<br />

que estamos en Febrero, y que disponemos<br />

de un arbolillo con nueve ramas, formadas en<br />

el verano anterior y bien curadas, se cortarán<br />

tres de éstas á cinco yemas, partiendo de la<br />

base, á fin de que arrojen suficientes brotes<br />

para otro año, y se recortarán las otras seis,<br />

de modo que queden diez ó doce yemas triples<br />

en cada rama.<br />

En los años sucesivos se seguirá respetando<br />

las seis ramas fructíferas y cortando las tres<br />

que han de servir de reemplazo.<br />

Es necesario también suprimir con frecuencia<br />

las ramas que han llevado fruto,<br />

para impedir que el arbolillo aumente su<br />

porte sin quedar desnudo, pues las ramitas<br />

se esterilizan después de fructificar.<br />

Se procurará que el arbolillo no quede<br />

despoblado de ramas en la parte inferior<br />

del tronco, ni que abran mucho. Si se<br />

practica la poda verde en verano, se dejarán<br />

de doce á quince brotes principales<br />

en cada arbolillo en condiciones de dar<br />

fruto.<br />

El despunte de verano es el sistema<br />

de poda más sencillo que se emplea en<br />

el cultivo de los árboles frutales en macetas.<br />

Todos los cuidados se reducen<br />

después á suprimir con la navaja la mitad<br />

de las flores producidas y la fruta<br />

en exceso; porque cuanto más cargada<br />

de ella está un arbolillo, más insípida resulta.<br />

Respecto á riegos, se empezará en Febrero<br />

con agua sola, aumentándolos gradualmente<br />

con la temperatura y el desarrollo<br />

de la vegetación, hasta hacerlos<br />

diarios. Cada quince días se dará un riego<br />

con abono líquido en los meses de Junio,<br />

Julio y Agosto. El abono líquido consistirá<br />

en agua de estiércol repodrido, ó en<br />

guano disuelto en el mismo líquido, pero<br />

muy dilatado.<br />

También se aplica con buen éxito el<br />

estiércol en cobertura desde que cuaja el<br />

fruto hasta la recolección, mezclando la<br />

substancia fertilizante con tierra arcillo-<br />

••. — sa. Pero la mejor mezcla consiste en es-<br />

' tiórcol repodrido y ceniza vegetal por<br />

partes iguales, que vienen las raíces á<br />

buscar á la superficie. Por último, se emplea<br />

el abono químico con arreglo á la siguiente<br />

fórmula de M. G-. Ville:<br />

Superfosfato de cal 40,00<br />

Nitrato de potasa (nitro) 33,34<br />

Sulfato de cal 26,66<br />

100,00<br />

Se renovará también la tierra superficial de<br />

los tiestos cuando convenga, y se adicionará<br />

10 por 100 de calcárea á la mezcla si no tuviere<br />

la suficiente.<br />

Los cuidados, podas y despuntes del tercero<br />

y cuarto año, así como los riegos y abonos,<br />

se subordinarán en un todo á los del segundo,


ARB — 481 — ARB<br />

supuesto que desde éste al tercero empiezan á<br />

fructificar los melocotoneros. El número de<br />

frutos no excederá de 10 en los melocotoneros<br />

enanos, y de 5 en los en miniatura, que no<br />

alcanzan por lo regular más de 30 á 40 centímetros<br />

de longitud, no obstante haberlos obtenido<br />

M. Burvenich, profesor de la Escuela<br />

de Horticultura de Vilborde, en Bélgica, de<br />

30 centímetros, incluyendo las macetas. Todos<br />

los años deben renovarse los tiestos en el oto-<br />

Figuru 232.—Peral piramidal<br />

ño, aprovechando esta ocasión para recortar<br />

las raíces, provocar abundante cabellera y debilitar<br />

ó mortificar la planta para que anticipe<br />

el fruto. A fin de que no se reseque demasiado<br />

la tierra de los tiestos, se les podrá enterrar<br />

en arena ó tierra ligera, cuidando de recortar<br />

las raíces que atraviesan los agujeros<br />

del tiesto para abrirse paso al exterior. La<br />

abundancia y calidad del abono, y la supresión<br />

de frutos superabundantes, contribuyen al<br />

mayor tamaño de éstos.<br />

Formas que afecta el melocotonero en tiestos.—;Además<br />

de la forma arbustiva, representada<br />

en la figura 249, se pueden preparar<br />

los melocotoneros enanos de corona, como el<br />

de la figura 250, y en pirámide, como el de la<br />

figura 251.<br />

Perales, manzanos, naranjos, etc.—Se verifica<br />

de la misma manera el cultivo en macetas<br />

de los demás árboles frutales, salvo ligeros<br />

detalles que varían algún tanto del melo­<br />

Dic—ir.<br />

cotonero , y que son debidos á la naturaleza<br />

de las especies, que no todas se prestan á la<br />

supresión de las raíces naviformes y al despunte<br />

insistente.<br />

Respecto á formas, el peral se acomoda con<br />

igual docilidad á la arbustiva (figura 249),<br />

que á la piramidal (figura 252), á la en columnas<br />

múltiples (figura 253), á la en huso<br />

y al cordón espiral (figura 254).<br />

El naranjo prefiere la forma que más se<br />

aproxima á la bola.<br />

Cultivo en cajones.—En vez de tiestos, se<br />

cultivan también en cajones los árboles enanos<br />

cuando alcanzan mucho porte. El señor<br />

Aranguren, de Bilbao, cultiva manzanos en<br />

forma arbustiva en cajones que reciben el riego<br />

por bajo de una caja de cinc, mediante estar<br />

formado el fondo de los cajones de madera con<br />

Figura 253.—Peral en columnas múltiples<br />

listones de la misma materia, que dejan hueco<br />

entre sí para dar paso al agua á través de<br />

la tierra.<br />

CULTIVO DE LOS ARBOLES ENANOS EN LOS JAR­<br />

DINES Y HUERTAS.— Antes de la introducción<br />

del cultivo de los árboles enanos en macetas,<br />

figuraban ya en las explotaciones hortícolas,<br />

y eran objeto de ornamentación muchas plantas<br />

leñosas de reducido porte, que crecían, se<br />

desarrollaban y fructificaban sobre el suelo mismo,<br />

al aire libre ó protegidas por instalaciones<br />

vitreas, que las ponían al abrigo de las intemperies.<br />

La afición cundió progresivamente en<br />

el extranjero y penetró resueltamente en Es-<br />

31


ARJB — 482 — ARO<br />

paña, aunque utilizando los adelantos de los<br />

plantelistas franceses, que se encargaban de<br />

proveer este género de mercancía, explotado<br />

como un secreto.<br />

Hoy, por fortuna, está descorrido el velo<br />

que se interponía para ocultar el misterio del<br />

empequeñecimiento de los árboles, y funcionan<br />

perfectamente establecimientos hortícolas<br />

en la Península, ofreciendo plantas enanas<br />

que no desmerecen de las de fuera.<br />

La reducción de su porte obedece á los mismos<br />

principios expuestos al tratar de los árboles<br />

en macetas, si bien<br />

no exagerando tanto el<br />

recorte de las raíces naviformes<br />

ó penetrantes,<br />

y los despuntes, y suprimiendo<br />

transplantes demasiado<br />

repetidos con<br />

los primeros para acelerar<br />

el advenimiento del<br />

período de la fructificación<br />

mortificándolos.<br />

Conduciendo las operaciones<br />

con más parsimonia,<br />

y procurando dar<br />

cierta solidez al subsuelo<br />

por medio de rellenos de<br />

cascajo apisonado, á fin<br />

de oponer obstáculos á<br />

las raíces en su tendencia<br />

á ganar la profun­<br />

Figura 2M¡<br />

Peral en espiral<br />

didad, se logra empequeñecer<br />

á esos gigantes de<br />

la vegetación, tan ava­<br />

ros de espacio en que extenderse.<br />

La reducción de porte, además de contribuir<br />

á acelerar el disfrute de sus productos,<br />

contribuye á aumentarlos, y á que sean más<br />

sabrosos y de mayor volumen, por el dominio<br />

que ejerce en ellos el arboricultor acudiendo<br />

en su auxilio con abonos abundantes y<br />

apropiados, que sitúa en los puntos en que<br />

pueden ejercer más pronto influjo. Además,<br />

el poco espacio que ocupan, permite obtener<br />

mayor rendimiento en una superficie dada, y<br />

protegerlos más eficazmente del frío y del calor,<br />

para anticipar ó retrasar las cosechas. Los<br />

que deseen más detalles sobre el cultivo de<br />

los árboles enanos, pueden consultar nuestro<br />

Tratado Arboles frutales: cultivo en macetas de<br />

los enanos y miniaturas, ó el huerto en los balcones.<br />

D. Navarro Soler.<br />

ARBORESCENTE.—Dícese de la planta<br />

que va tomando caracteres parecidos á los del<br />

árbol.<br />

ARBORICULTORA—Cultivo de los árboles,<br />

según la misma etimología de la palabra,<br />

que comprende todas las plantas leñosas.<br />

Puede considerarse dividida en cuatro grandes<br />

secciones, á saber: 1.", arboricultura forestal<br />

ó silvicultura, que tiene por objeto cultivar<br />

árboles y arbustos para formar bosques<br />

ó selvas; 2. a , arboricultura frutal, que por<br />

extensión se suele llamar también pomología,<br />

y cuyo fin es obtener frutas dé'mesa, frutos'<br />

oleaginosos y frutos destinados á la obtención<br />

de bebidas fermentadas, comprendiendo la viticultura<br />

por lo tanto; 3. a , arboricultura económica,<br />

que comprende el cultivo de cuantas<br />

plantas leñosas pueden suministrar productos<br />

industriales, como el corcho, la morera, el<br />

zumaque, el alcaparrero, el algodonero, etcétera;<br />

4. a , arboricultura de adorno, que tiene<br />

por objeto obtener especies leñosas para parques,<br />

jardines, estufas y habitaciones. Cada<br />

especie, en las diferentes ramas de la arboricultura,<br />

exige para su desarrollo y propagación<br />

métodos y prácticas de cultivo característicos,<br />

y cuyo conocimiento es indispensable<br />

para obtener buenos resultados en el cultivo.<br />

ARBÓS.—Nombre catalán del madroño,<br />

Arbutus unedo, L. (V. Madroño.)<br />

ARBRE BLANC.—Nombre que aplican<br />

en Cataluña al álamo blanco, Populus alba, L.<br />

(V. Álamo.)<br />

ARBUSTO.—Planta perenne que, como<br />

la lila, arroja de su base varios tallos más ó<br />

menos altos.<br />

ARBUTUS. — Género de plantas de la familia<br />

Ericáceas. (V. Madroño.)<br />

ARCADUZ.— Caño por donde se conduce<br />

el agua, y cada uno de los tubos ó caños de<br />

que se compone una cañería. También se aplica<br />

á cada uno de los vasos ó cangilones de<br />

barro con que se saca agua de las norias (véase<br />

Noria ).<br />

ARCE.—Con este nombre, y con el de Moscón,<br />

se designan colectivamente en España diversas<br />

especies arbóreas del género Acer, familia<br />

Aceríneas, de las cuales se encuentran<br />

algunas espontáneas en los montes de nuestro<br />

país. Las indicadas especies españolas son las<br />

siguientes:<br />

1. a Acer opulifolium, Vill., llamadoraron<br />

en el Pirineo aragonés.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas bastante grandes, cordiformes<br />

en la base; cinco á siete lóbulos cortos<br />

y anchos; apenas acuminadas, y á veces<br />

redondeado obtusas, irregularmente dentadas,<br />

separadas por senos poco profundos, angulosos,<br />

abiertos; coriáceas, verdes, lampiñas encima,<br />

mates y glaucas por debajo, á veces lampiñas,<br />

con los nervios principales vellosos; otras<br />

veces grises tomentosas en toda su superficie.<br />

Flores amarillo verdosas, en cormibos sésiles,<br />

colgantes. Sámaras muy abultadas, gibosas en<br />

la base, con alas levantadas, abiertas ó casi<br />

paralelas, no angostadas inferiormenté. Árbol<br />

de 6 á 7 metros de altura, á veces más pequeño,<br />

de porte irregular y copa abierta; corteza<br />

lisa y gris hasta la mitad de su vida, después<br />

agrietado escamosa, bastante gruesa y de color<br />

pardo amarillento; yemas fusiformes, agudas,<br />

redondeadas, cubiertas por escamas secas<br />

y pardas, gris tomentosas, con los bordes<br />

lampiños; las flores aparecen antes que las<br />

hojas; jugos propios acuosos. Florece en Marzo<br />

y Abril.<br />

ÁREA Y HABITACIÓN.—Esta especie es originaria<br />

de los Alpes, y se encuentra en los


AKC — 483 — ARC<br />

montes del Delfinado, Provenza, Cevennes,<br />

montañas del Jura y Pirineos franceses. En<br />

España es frecuente en el Pirineo aragonés y<br />

Navarra, en la Sierra de Cameros (Logroño),<br />

en las sierras de Segura y Cazorla (Jaén), y<br />

en Guéjar (Granada).<br />

CUMA, SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRENO.—<br />

Se desarrolla mejor en los climas templados,<br />

aunque soporta bien los rigorosos. La mínima<br />

temperatura media anual que más le conviene<br />

es la de unos 10° centígrados. Se encuentra<br />

en los llanos, en los valles, en pendiente y en<br />

las mesetas bastante elevadas. Las dos primeras<br />

situaciones, sin embargo, parecen convenirle<br />

más, y sobre todo los valles sombríos y<br />

frescos, por los que demuestra preferencia.<br />

Las exposiciones meridionales le son desfavorables.<br />

Prefiere esta especie los terrenos de<br />

fertilidad media, frescos y algo sueltos. Le<br />

son contrarios los arcillosos, los arenosos secos<br />

y los pantanosos.<br />

BENEFICIO.—Donde este árbol se encuentra<br />

formando rodales, lo cual es raro en España,<br />

puede beneficiarse en monte alto, á un turno<br />

de ochenta á cien años, cuidando de que las<br />

claras proporcionen cierto espaciamiento á los<br />

brinzales, los cuales exigen, sin embargo, alguna<br />

sombra y abrigo en los primeros años.<br />

De todos modos , en nuestro país al menos, el<br />

beneficio de este árbol, mezclado en escasa<br />

proporción con los grandes rodales de pino,<br />

haya y abeto de los Pirineos, casi puede decirse<br />

que debe quedar reducido á una entresaca<br />

regularizada, cuyo principal objeto sea cortar<br />

los árboles que estén en sazón, conservando<br />

á la vez en el vuelo la espesura que exige<br />

la especie arbórea dominante que lo forma.<br />

PRODUCTOS.— La madera del acirón aquí<br />

descrita es de color rojizo claro en el duramen<br />

, y blanco, con frecuencia amarillo de limón<br />

en la albura, cuyos límites no se presentan<br />

bien definidos. Es además dura y compacta,<br />

apreciándose bastante para carretería, carpintería<br />

y tornería, aun cuando suele estar<br />

expuesta á descomponerse cuando sufre los<br />

efectos de una humedad prolongada. La desecación<br />

muy lenta produce en ella también la<br />

aparición de manchas jaspeadas de amarillo y<br />

pardo, indicio de un principio de desorganización.<br />

Constituye esta madera un buen combustible<br />

de densidad media. El peso específico<br />

de algunos ejemplares perfectamente desecados<br />

al aire, oscila entre 0,677 y 0,739, según<br />

los ensayos hechos en la Escuela forestal de<br />

Nancy. Las hojas de este árbol pueden aprovecharse<br />

como ramón, y las cenizas de la leña<br />

contienen mucha potasa.<br />

VARIEDADES.—A. opulifolium, Will., var.<br />

granatensef Boiss.—Esta variedad se encuentra<br />

en la Sierra Nevada (Guéjar, Barranco de<br />

Guarnón, etc.). Se halla sólo en individuos<br />

aislados ó agrupados en muy corto número.<br />

Llámaula en el país Asar y Acere. Se distingue<br />

del tipo específico por tener las hojas más<br />

pequeñas, los lóbulos más profundos, más<br />

agudos, y con dientes gruesos y desiguales; las<br />

hojas, los pecíolos, los pedúnculos y los ramillos<br />

son algo tomentosos; los frutos, ásu vez,<br />

son pubescentes, y las alas lampiñas, por lo<br />

común algo purpúreas.<br />

2. a A. monspessulanum, L., llamado Acirón<br />

(Pirineo aragonés); Afre, Acere duro y<br />

Sácere (provincia de Logroño); Escarrio en<br />

la Sierra de Besantes (Burgos); Acere en algunos<br />

puntos de Sierra Morena, Extremadura<br />

y Andalucía. En el resto de España se la llama<br />

Arce.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas pequeñas, de pecíolos<br />

delgados, apenas cordiformes en la base f con<br />

tres lóbulos iguales, triangulares obtusos, enteros<br />

ó apenas dentados, separados por senos<br />

angulosos, abiertos casi en ángulo recto; coriáceas,<br />

lampiñas, verdes y brillantes por el<br />

haz, mates y glaucas por debajo. Flores de<br />

color amarillo verdoso, pequeñas, dispuestas<br />

en coriinbos sentados, más adelante colgantes.<br />

Sámaras muy convexas en la base, con<br />

alas levantadas, convergentes, estrechadas<br />

por la parte inferior. Árbol de 15 metros de<br />

altura, y á veces más; en ocasiones no pasa<br />

del tamaño y forma de arbusto; porte abierto<br />

y difuso; ramas delgadas, con hojas verdes, que<br />

persisten hasta el principio del invierno; corteza<br />

lisa, de color gris amarillento, agrietada<br />

longitudinalmente cuando el árbol envejece;<br />

yemas pequeñas, casi lampiñas, con escamas<br />

secas y pardas; las flores aparecen antes de<br />

las primeras hojas. Florece en Abril, y fructifica<br />

en Septiembre.<br />

ÁREA Y HABITACIÓN. —La línea polar de<br />

este arce, propio de la zona meridional, y que<br />

por excepción se extiende por la zona media,<br />

va por el Norte de Francia, pasa por el pie<br />

septentrional de los Vosgos y Selva Negra,<br />

cruza el Danubio, toca al pie de la cadena de<br />

los Alpes, vuelve á cortar aquel río, formando<br />

un gran segmento con él en las estepas de<br />

Hungría, y atravesando los Balkanes, va á terminar<br />

en el Asia menor. Por el Sur llega hasta<br />

la Calabria y el Etna (Italia), y según algunos<br />

autores, alcanza hasta las elevaciones<br />

del Djurdjura, en la Argelia, donde es, sin<br />

embargo, bastante raro. En España se halla<br />

desde el Pirineo hasta más allá de Sierra Morena,<br />

comprendiendo las provincias catalanas,<br />

Aragón, Navarra, Álava, Logroño, Burgos<br />

(Sierra de Besantes), Avila (Valle del Tiétar),<br />

Cuenca, Madrid, Toledo, Castilla la<br />

Vieja, Extremadura y parte de Andalucía.<br />

CUMA, SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRENO.—<br />

En general, puede considerarse este arce como<br />

sujeto á las mismas exigencias de temple, localidad<br />

y exposición que el anterior. En los<br />

Alpes sube á 900 metros sobre el nivel del<br />

mar; en los Pirineos, á 1.100; á 1.300 en los<br />

Abruzzos; á 1.400 en Calabria, y á 1.500 en el<br />

Etna. Se ve, por lo tanto, que no es árbol de<br />

llanura. En nuestro país busca los valles de<br />

las sierras en lo general. Es poco exigente<br />

respecto al terreno, tanto que vegeta bien en<br />

los terrenos secos y aun entre las grietas de<br />

las rocas.


ARC — 484 — ARC<br />

BENEFICIO.—Por lo que toca á su aprovechamiento<br />

en monte alto, puede darse por reproducido<br />

aquí lo que respecto de este método<br />

de beneficio se ha dicho al tratar de la<br />

especie anterior. Es más apropiado para el<br />

beneficio de monte bajo, y así se aprovecha,<br />

según parece, en algunas localidades de España.<br />

PRODUCTOS.—La madera es bastante dura,<br />

pesada, siendo de color más rojizo que la deí<br />

A. campestre, L. Sirve para carpintería, y<br />

proporciona un buen combustible. Su peso<br />

específico, desecada del todo al aire, es de 0,89,<br />

según los ensayos hechos en la Escuela forestal<br />

de Nancy.<br />

APLICACIONES ESPECIALES.—En los bosquetes<br />

de los jardines sirve para formar buenos<br />

espesillos.<br />

VARIEDADES.—A. monspessulanuin, L., var.<br />

villosum. Parece que esta variedad se encuentra<br />

en la Sierra de la Nieve (Ronda),<br />

en la parte alta del famoso Pinsapar. Del<br />

tipo específico se distingue por el vello tomentoso<br />

que cubre sus ramillos, pecíolos y<br />

hojas jóvenes. Fructifica á primeros de Julio.<br />

3." A. campestre, L., conocido con los<br />

nombres de Acirón, Escarrún en el Pirineo<br />

aragonés, con el de Azcarro en la provincia<br />

de Álava, y con los de Escarro, Sácere, Acere<br />

blando y Rompe-caldera, en la provincia de<br />

Logroño.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas más pequeñas que las<br />

del A. opulifolium, Wíll., cordiformes en la<br />

base, de tres á cinco lóbulos, sinuoso-lobadas,<br />

-obtusas, separadas por senos profundos bajo<br />

ain ángulo agudo, ligeramente escotadas en<br />

el ápice, fuertes, algo pubescentes, especialmente<br />

en los nervios por la cara inferior,<br />

verdes apenas lustrosas por las dos caras y<br />

de color más claro por debajo. Flores de color<br />

verde amarillo, pequeñas, en colimbos derechos,<br />

de pocas fibras, brevemente pedunculadas.<br />

Sámaras ligeramente convexas en la base,<br />

con las alas opuestas en línea recta, y no estrechadas<br />

por la parte inferior, generalmente<br />

vellosas en la región de la semilla, á veces<br />

Jampiñas.<br />

Árbol de mediana altura, por lo común de<br />

8 á 10 metros, llegando en las vegas de 15 á<br />

20 metros, con un diámetro de 0,30 á 0,60 metros;<br />

corteza de color pardo amarillento, finamente<br />

agrietada y escamosa; las ramas jóvenes<br />

se cubren más ó menos de una especie de corcho<br />

amarillo parduzco, que las hace presentar<br />

la forma alado-augulosa; en los primeros<br />

años esta cubierta corchosa se desarrolla activamente;<br />

pero á los cinco ó seis años de edad<br />

su producción se detiene; más tarde, ésta y la<br />

cubierta herbácea caen, y se forman láminas<br />

de peridermo amarillento en el grueso del líber,<br />

el cual toma un color moreno, resultando<br />

un ritidoma bastante grueso y escamoso agrietado;<br />

yemas pequeñas, con escamas herbáceas<br />

y verdes en la base, secas y pardas en el ápice,<br />

ligeramente vellosas. Los jugos propios de<br />

este árbol son blanco lechosos. Brota bien de<br />

cepa y de raíz. Florece en Abril y Mayo, y<br />

fructifica desde Julio á Septiembre y Octubre,<br />

según los países y localidades.<br />

ÁREA Y HABITACIÓN.—La mínima temperatura<br />

media anual que puede soportar el arce<br />

campestre es de 0° C. Su límite polar puede<br />

decirse que pasa por Irlanda, Escocia y Escandinavia,<br />

terminando en las orillas del Mar<br />

Caspio. Se halla en el Hartz, Erzgebirge,<br />

Cárpatos, Selva Negra, Alpes, Pirineos, Toscana<br />

y Etna. En España es frecuente en los<br />

Pirineos aragoneses y navarros, y en las Provincias<br />

Vascongadas, Santander (Liébana),<br />

Logroño, Burgos, Serranía de Cuenca y otras<br />

localidades de ambas Castillas.<br />

CLIMA, SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRENO.—<br />

Soporta bastante bien los climas algo fríos<br />

y las alturas. A medida que desciende en latitud<br />

, se eleva más sobre el nivel del mar;<br />

así es que, mientras en Escocia y Hartz no<br />

sube más que 200 y 500 metros respectivamente<br />

sobre el nivel del mar, en los Pirineos<br />

y el Etna se encuentra á 1.300 y 1.600<br />

metros.<br />

Sin mostrar preferencia decidida por una<br />

exposición determinada, parece que se desarrolla<br />

mejor en las que proporcionan un<br />

ambiente fresco y una temperatura moderada.<br />

Como las especies anteriores, es poco exigente<br />

respecto á la naturaleza del terreno,<br />

huyendo, sin embargo, de los de condiciones<br />

extremas.<br />

BENEFICIO.—Tampoco este arce forma verdaderos<br />

rodales eu nuestros montes. Lo más<br />

común es hallarlo mezclado en individuos<br />

sueltos, con otras especies arbóreas que forman<br />

el verdadero vuelo de los bosques; así es<br />

que sólo puede aprovecharse en monte alto<br />

por entresacas algo regularizadas, cuyo objeto<br />

sea sacar los árboles que hayan llegado á<br />

sazón, al paso que se conserva en el vuelo la<br />

espesura que requiera la especie dominante.<br />

Es más apropiado para el beneficio de monte<br />

bajo, porque brota bien de cepa. En algunas<br />

localidades de España es objeto de este tratamiento.<br />

PRODUCTOS.—La madera de este arce es<br />

blanca, teñida ligeramente de amarillo ó rojo,<br />

á veces con aguas de color pardo en el duramen<br />

cuando se trata de árboles viejos; es<br />

además compacta, muy homogénea, de fibras<br />

finas, vasos pequeños y radios medulares delgados,<br />

pesada, dura, y sobre todo muy tenaz.<br />

Por esta última circunstancia principalmente<br />

es buscada para látigos, mangos de herramientas,<br />

carretería, etc. Resiste á la carcoma<br />

y al agrietamiento, y como además admite<br />

buen pulimento, la emplean bastante los<br />

ebanistas, carpinteros y guitarreros. En Sajorna<br />

fabrican con ella peines, hasta el punto<br />

de que este ramo forma un artículo importante<br />

de exportación.<br />

La densidad, según Chevandier, es de 0,674;<br />

coeficiente de elasticidad en sentido del radio,<br />

157,1, y en el de la tangente, 72,7. Por la desecación<br />

pierde esta madera un 9,5 por 100


ARO — 485 — ARO<br />

en volumen cuando es verde y un 29 por 100<br />

de agua, según T. Hartig. Las hojas pueden<br />

servir de ramón para el ganado.<br />

APLICACIONES ESPECIALES.— Este arce es<br />

muy útil para formar setos vivos, á cuyo uso<br />

se destina principalmente en los jardines, cortando<br />

todos los brotes perpendiculares y achaparrando<br />

la planta. Sirve también para los<br />

bosquetes y para las calles angostas si se<br />

guían desde pequeños.<br />

VARIEDADES.—Suelen cultivarse en nuestro<br />

país tres variedades, á saber: Hebecarpum,<br />

Wallr.; Collinum, Wallr., y Austriacum,<br />

D. C.<br />

4." A. platanoides, L., llamado Acirón en<br />

algunos pueblos del partido judicial de Benasque<br />

(Huesca).<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas grandes, raras veces<br />

Figura 255.—Arce aplatanado ó real<br />

enteramente planas, delgadas y de consistencia<br />

herbácea; verdes, lampiñas y brillantes<br />

en las dos caras, cordiformes en la base; de<br />

cinco á siete lóbulos, provistos de algunos<br />

dientes en los bordes; lóbulos y dientes acuminados<br />

agudos, separados por senos bastante<br />

abiertos y redondeados. Plores de color amarillo<br />

verdoso, de perigonio abierto, dispuestas<br />

en corimbos erguidos, casi sentados. Sámaras<br />

planas en la base, con alas abiertas no<br />

estrechadas en la base. Árbol de gran porte,<br />

con la corteza mate cuando joven y gris rojiza<br />

más adelante, formando un ritidoma fino y<br />

longitudinalmente agrietado; yemas gruesas,<br />

las laterales aplicadas, con escamas lampiñas,<br />

herbáceas, rojas ó verdes, con el ápice pardo;<br />

jugos propios blanco lechosos. Florece en<br />

Abril y Mayo, y fructifica en Septiembre.<br />

ÁREA Y HABITACIÓN.—La línea polar de<br />

esta especie principia en Noruega, cruza la<br />

Escandinavia, y sigue por el interior de Rusia.<br />

Se encuentra en el Erzgebirge, los Carpatos<br />

, Vosgos, Selva Negra, Alpes, Calabria y<br />

Etna. En España habita principalmente en<br />

el Pirineo aragonés (Benasque, Senarta, etcétera)<br />

y en el catalán (Valle de Aran, Monte<br />

Mongarrí, desde las Bordas, etc.).<br />

CLIMA, SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRE­<br />

NO.—Puede aplicarse á esta especie cuanto se<br />

ha dicho respecto de la anterior.<br />

BENEFICIO.— También puede aplicarse al<br />

A. platanoides, L., lo que se ha indicado al<br />

tratar del A. campestre, L.<br />

PRODUCTOS.—La madera de la especie aquí<br />

descrita es de fibra fina y homogénea, de color<br />

blanquizco, á veces rojizo, con radios medulares<br />

medianamente gruesos, y algo expuesta<br />

á los ataques de la carcoma. Se emplea para<br />

tablazón, y se usa en la tornería y fabricación<br />

de cajas de fusil. No admite mal el pulimento.<br />

El combustible es bastante bueno.<br />

Según los experimentos hechos en la Escuela<br />

forestal de Nancy, esta madera pesa,<br />

estando verde, 0,936, y bien secada al aire,<br />

0,737. T. Hartig fija en un 9 por 100 la pérdida<br />

en volumen por la desecación, y en un<br />

.24 por 100 la del agua. Las hojas pueden<br />

darse al ganado como ramón. La savia es azucarada,<br />

pero su aprovechamiento no puede<br />

hacerse con buenas condiciones económicas.<br />

APLICACIONES ESPECIALES.—Este árbol da<br />

buena sombra en los paseos y calles de los<br />

Figura 256.—Arce falso plátano<br />

jardines por la abundancia de hojas que produce,<br />

las cuales toman en el otoño un color<br />

entre encarnado y amarillo.<br />

Los setos vivos formados con este árbol se<br />

visten bien de ramas y hojas por la parte inferior,<br />

y se cuidan lo mismo que los del<br />

A. pseudo-platanus, L.<br />

VARIEDADES.—Entre otras se cultivan la<br />

laciniata, Ait.; la crispum, Lanth., y la palmaiifidum.<br />

5. A A. pseudo-platanus, L., denominado<br />

en Asturias Arce ó Plúgano, segiín las localidades.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas grandes, cordiformes<br />

en la base, -5-lobadas, con lóbulos ovales,<br />

apenas acuminados, con dientes desiguales y


ARC — 486 — ARC<br />

grandes; los lóbulos profundamente separados<br />

por senos muy agudos, y las hojas fuertes,<br />

lampiñas, verde-brillantes por encima, mates,<br />

glaucas y pelosas en los nervios por debajo.<br />

Plores verdosas, con limbo patente, que aparecen<br />

con las primeras hojas, dispuestas en<br />

grandes racimos pedunculados, largos y colgantes.<br />

Sámaras giboso-angulosas en la base,<br />

con alas estrechadas interiormente y erectoabiertas.<br />

Árbol de gran talla, de tronco desnudo,<br />

cilindrico, raras veces recto, con una copa<br />

bastante parecida á la del haya, menos ramosa<br />

que ésta, con las ramas opuestas y robustas.<br />

Sus anchas hojas proporcionan una sombra<br />

densa. Corteza de color gris ó amarillo mate,<br />

lisa hasta los treinta ó cuarenta años, y después<br />

escamosa como en el plátano, pero con<br />

menos regularidad, y siendo más pequeñas<br />

las placas. Yemas gruesas, ovoideas, obtusamente<br />

-4-angulares, lampiñas, con escamas<br />

herbáceas, verdes, y con una estrecha faja<br />

de color negro-parduzco; las laterales derechas<br />

y abiertas sobre los ramillos. Raíces en<br />

gran número, largas y adelgazándose rápidamente<br />

, de modo que el arranque de los árboles<br />

es fácil. Florece en Maj r o y fructifica en<br />

Septiembre.<br />

ÁREA Y HABITACIÓN.—Esta especie pertenece<br />

á la zona media de Europa. Su línea polar<br />

principia en Escocia, y remontándose al Norte<br />

, cruza la Escandinavia y atraviesa las estepas<br />

de Rusia, yendo á parar en el litoral del<br />

Mar Caspio. Se encuentra en el Erzgebirge,<br />

los Cárpatos, los Alpes, los Pirineos, los<br />

Abruzzos, la Calabria y el Etna. En España<br />

es frecuente en Cataluña (Monserrat, Monseny,<br />

de Ridaura á San Juan de las Abadesas),<br />

en Aragón (Montes de Hecho), en Asturias<br />

(de Covadonga al lago de Enol), y en Galicia<br />

(Becerrea).<br />

CLIMA, SITUACIÓN, EXPOSICIÓN Y TERRENO.—<br />

La mínima temperatura media anual que puede<br />

soportar es de 6" C. Esta especie y el A.platanoides<br />

son las que soportan mejor el clima<br />

de las situaciones altas. En el Erzgebirge sube<br />

á 900 metros sobre el nivel del mar, á 1.200<br />

en los Cárpatos, á 1.600 en los Alpes, á 1.700<br />

en los Pirineos, á 1.800 en los Abruzzos, á<br />

1.900 en la Calabria y á 2.000 en el Etna. No<br />

muestra marcada preferencia este árbol por<br />

una exposición determinada, ni es muy exigente<br />

tampoco respecto al terreno, conviniéndole<br />

más, sin embargo, los que son frescos y<br />

algo sueltos. Le perjudican mucho los de arena<br />

seca, los de arcilla muy compacta y los<br />

pantanosos.<br />

BENEFICIO.—Crece este árbol con rapidez,<br />

tanto que á los sesenta ó setenta años puede<br />

adquirir, cuando vegeta en buen terreno, una<br />

altura de 20 á 25 metros, con un diámetro de<br />

60 centímetros en la base, y á veces mayores<br />

proporciones. Su longevidad suele fijarse en<br />

ciento cincuenta á doscientos años.<br />

Por lo demás, cuanto queda dicho acerca<br />

del beneficio del A. opulifolium y del A. cam­<br />

pestre es aplicable también á la especie que<br />

nos ocupa, la cual nunca forma verdaderos<br />

rodales en nuestro país, sino que se encuentra<br />

salpicada comúnmente en los pinares, hayedos<br />

y abetares de los Pirineos y cordillera cantábrica.<br />

Podría beneficiarse este arce en monte bajo,<br />

porque rozado á flor de tierra produce brotes<br />

abundantes y vigorosos, pero á la larga pierden<br />

su vitalidad las cepas, y la chirpia se<br />

desmedra.<br />

PRODUCTOS. — La madera de esta especie<br />

tiene las fibras finas y homogéneas; es blanca,<br />

ligeramente rojiza, con los radios medulares<br />

gruesos; admite bien el pulimento; no se tuerce<br />

ni agrieta, y no le ataca la carcoma. Por<br />

esta razón es buscada por los carpinteros, torneros,<br />

fabricantes de instrumentos de música,<br />

carreteros y otros industriales. Para las construcciones<br />

sirve poco, porque se pudre con<br />

facilidad. El peso específico, según T. Hartig,<br />

es de 0,914 cuando está en savia, y de 0,74<br />

secada al aire. La contracción, al pasar de<br />

verde á seca, es de 8,1 por 100 del volumen<br />

verde, que contiene 26 por 100 de agua. La<br />

potencia calorífica, comparada con la del haya,<br />

es de 106 por 100 en peso, y 109 por 100 en<br />

volumen, en sentido ascendente, y de 96 por<br />

100 y 99 por 100 respectivamente por irradiación<br />

; cuyas cifras demuestran el gran valor<br />

de esta especie como leña, la cual arde bien y<br />

hace buena ascua; pero éstas se apagan pronto,<br />

y la combustión, por lo tanto, decrece<br />

rápidamente. Las hojas pueden darse como<br />

ramón al ganado, y la savia es azucarada, pero<br />

la extracción del azúcar que contiene no es<br />

económica.<br />

APLICACIONES ESPECIALES.—Este árbol es<br />

excelente para formar calles en los paseos y<br />

jardines, por la sombra que dan sus grandes<br />

y anchas hojas. Se usa también para setos<br />

vivos, los cuales espesan mucho y se visten<br />

bien de ramas y de hojas, prevaleciendo mejor<br />

si se rozan al ras de tierra todos los troncos<br />

gruesos, y se guían después los renuevos según<br />

se requiere para su objeto.<br />

VARIEDADES.—Se cultiva bastante la variedad<br />

Folici variegatü, Duh., por tener las<br />

hojas matizadas en el haz superior con manchas<br />

de color verde reluciente.<br />

ESPECIES EXÓTICAS MAS INTERESANTES . —<br />

A. saccharinum, L.—Especie del Norte de<br />

América, de la que se obtiene azúcar. (V. Arce<br />

de azúcar.)<br />

A. oblongum, Wall.— Originario de Nepaulia<br />

y cultivado en Europa como planta<br />

de adorno. Adquiere una altura de 6 metros<br />

próximamente.<br />

A. cidtraium, Wall.—Procede del Himalaya.<br />

Es un bonito árbol que se cultiva en Europa<br />

como planta de adorno. Siente bastante<br />

el frío.<br />

A. Tarlaricum, L.— Oriundo de Tartaria.<br />

Introducido en Europa, donde alcanza una altura<br />

de 5 á 7 metros, Por el Norte de Rusia<br />

I llega á la misma latitud que los álamos blanco


ARC — 487 — ARC<br />

y negro. La temperatura mínima anual que<br />

puede soportar esta especie es de 4 á 5 o C. Su<br />

madera es blanquecina, bastante dura y adornada<br />

de algunas vetas negras.<br />

A. striatnm, Lam.—Originario de Pensilvania<br />

y otras localidades de la América boreal.<br />

Sirve de adorno en Europa, en los bosquetes<br />

y espesillos de los jardines. Alcanza<br />

una altura de 5 metros. Florece en Abril, y<br />

madura la semilla en Junio y Julio. La madera<br />

es blanca, compacta y dura, pero un<br />

poco quebradiza. Es útil sólo para tornería y<br />

ebanistería. Se cultiva también una variedad<br />

de esta especie, que se diferencia por tener la<br />

corteza del tronco abigarrada ó jaspeada de<br />

blanco, verde y amarillo, lo cual le da el interés<br />

para la decoración de los jardines.<br />

A. hybridum, Bosc.—Cultivada como planta<br />

de adorno.<br />

A. macropliyllum, Pursh.—Árbol robusto,<br />

originario de la California del Norte. Cultivada<br />

como planta de adorno.<br />

A. opidus, Ait.—Esta especie, cultivada<br />

bastante en España, se cría en Italia, de donde<br />

procede, para sostener las vides. Su madera<br />

es dura, pesada, muy compacta, veteada y<br />

susceptible de un hermoso pulimento. Sirve<br />

para cajas de fusil, tornería y obras de ensamblaje.<br />

A. neapolitanum, Tcu. — Procede de los<br />

montes de Hungría y Croacia. Es un bonito<br />

árbol que puede adquirir una altura de 15<br />

metros. Se cultiva como planta de adorno, á<br />

causa de la rapidez de su crecimiento.<br />

A. creticum, L.—Especie de la zona meridional<br />

de Europa. Habita en Creta y en el<br />

Archipiélago de Grecia. Cultivada en Francia<br />

y otros países. La temperatura mínima media<br />

anual que puede soportar es de 16° C.<br />

A. nigrum, Mich.—Esta especie se cría en<br />

Noveboraco, en el Norte de América, donde<br />

se aprovecha por el azúcar que destila, aun<br />

cuando no es tan productivo como el A. saccharinum,<br />

L.<br />

A. eriocarpum, Michx. — Originario del<br />

Norte de América, y muy cultivado en los<br />

jardines de Europa. Alcanza una altura de 12<br />

á 15 metros. Su madera es dura, elástica,<br />

blanquecina, y útil para la ebanistería y la fabricación<br />

de cajas.<br />

A. rubrnm, L.—Especie que vive en los<br />

terrenos húmedos y encharcados de Virginia<br />

y Carolina. Crece con rapidez, y alcanza una<br />

altura de 12 á 13 metros, si bien su tronco<br />

engruesa poco. Su madera es dura, compacta,<br />

amarillenta y jaspeada. En América se busca<br />

mucho para hacer sillas, muebles y ensambladuras;<br />

es fácil de labrar. En el Canadá<br />

sangran también este arce para sacar azúcar<br />

del jugo que destila, pero es inferior, bajo<br />

este punto de vista, al A. saccliarinum, L.<br />

Hay dos variedades en los Estados Unidos,<br />

una de madera veteada y otra con pequeños<br />

círculos, muy apreciadas por los ebanistas de<br />

aquel país. Cultívase este árbol en Europa.<br />

Es útil para plantíos de calles por la rapidez<br />

de su vegetación y por la mucha sombra que<br />

procura. En los jardines es de mucho adorno<br />

por el color encarnado de sus flores, y por la<br />

diversidad y tintes de sus hojas. Parece que<br />

resiste bien los climas algo cálidos, como el<br />

del centro de nuestra Península, pero en este<br />

caso exige riegos abundantes.<br />

A. circinalum, Pursh.—Originario del Sur<br />

de California. Adquiere una altura de 8 á 12<br />

metros. Se cultiva algo en Europa como planta<br />

de adorno.<br />

CULTIVO DE LOS AKCES.—Quieren los arces<br />

terrenos frescos, ligeros y algo sombríos; las<br />

especies americanas requieren terrenos más<br />

profundos que las europeas, y las asiáticas<br />

son las más delicadas de todas.<br />

Cuando se adopta el método de multiplicación<br />

por acodo, hay que ponerlo con cisura ó<br />

sin ella en las ramas nuevas, durante el otoño<br />

ó á principios de la primavera. Algunos se<br />

pueden sacar en el mismo año, pero á las dos<br />

verduras hay más seguridad, porque entonces<br />

ya tienen mayor número de raíces y se pueden<br />

separar mejor de la planta madre y trasplantarse<br />

á los viveros para que en ellos se<br />

acaben de criar.<br />

Para multiplicar los arces por estaca se<br />

escogen las ramas gruesas del año anterior, se<br />

cortan en trozos de 50 á 80 centímetros de<br />

largo y se introducen dos terceras partes en<br />

la tierra. Esta operación se hace en Octubre<br />

y Noviembre, en paraje sombrío y húmedo. A<br />

los dos años ya se puede sacar la planta.<br />

Las variedades de los arces, además de multiplicarse<br />

por acodo, se pueden ingerir de cachado<br />

ó escudete al dormir sobre sus respectivos<br />

patrones, y en general sobre el arce de<br />

hoja ancha, A. pseudo-platanus, L., con lo cual<br />

se conservan fácilmente todas las variedades.<br />

Estos son los procedimientos generales para<br />

la multiplicación por división, pero como los<br />

árboles francos, al contrario de lo que sucede<br />

con los álamos, olmos, sauces, etc., crecen<br />

con más rapidez que los obtenidos por acodo,<br />

estaca ó injerto, deben preferírselas siembras<br />

á los demás métodos, tanto más cuanto que<br />

por un lado éstas sou fáciles y de buen éxito,<br />

y por otro, los árboles maduran sus semillas<br />

con perfección en nuestros climas.<br />

Es lo mejor de todo coger la semilla de los<br />

arces á mano, pero si se usa el vareo, hágase<br />

siempre en tiempo tranquilo, cuando no<br />

reinen vientos fuertes, para que el aire no se<br />

lleve las sámaras, que como tales son aladas.<br />

Uua vez recogida la semilla, se deja secar un<br />

poco en un sitio ventilado, se amontona en<br />

una cámara cerrada, y de cuando en cuando<br />

se le da vueltas para que no se recaliente. Lo<br />

mejor es estratificarla con arena fina y seca.<br />

Así dispuesta, esta semilla puede conservar<br />

su facultad germinatriz hasta la segunda primavera,<br />

si bien es preferible sembrarla en la<br />

primera.<br />

Se reconoce la bondad de las sámaras del<br />

arce cuando la almendra es fresca, flexible y<br />

de color verde. Hay que advertir que este


ARC — 488 — ARC<br />

color lo conserva la semilla seca, de modo que<br />

dicho carácter uo hasta por sí solo para acusar<br />

la bondad de las sámaras. Un litro de semilla<br />

de buena calidad debe pesar 120 á 130<br />

gramos.<br />

La época más oportuna para la siembra es<br />

á últimos de Octubre y Noviembre, porque<br />

parece que las siembras de Febrero no se dan<br />

bien, y ocasionan por este motivo la pérdida<br />

de mucha semilla; pero algunos escritores, y<br />

entre ellos los más acreditados forestales, recomiendan<br />

las siembras de primavera, porque<br />

las plantas jóvenes sienten bastante las heladas<br />

tardías. En esto, como en muchas cuestiones<br />

de selvicultura, las condiciones del<br />

clima local han de decidir ó determinar la<br />

elección del procedimiento más conveniente.<br />

En los semilleros se riega con regadera, y<br />

no se comienzan, por lo tanto, los riegos de<br />

pie hasta que no está terminada del todo la<br />

germinación. El terreno ha de estar limpio<br />

de malas hierbas, defendido del mucho sol y<br />

regado con frecuencia. Con estos cuidados<br />

crecen los brinzales unos 30 centímetros durante<br />

el primer verano.<br />

En el otoño ó en la primavera, siempre<br />

después de la defoliación, y antes que empiecen<br />

á desplegarse las hojas, se sacan las plantas<br />

del semillero y se trasladan al vivero ó<br />

criadero, poniéndolas á la distancia de 70 á 80<br />

centímetros. En éste permanecen tres ó cuatro<br />

años, y al cabo de este tiempo están<br />

ya bastante crecidas para ser plantadas de<br />

asiento.<br />

En los montes se puede hacer la siembra<br />

directa en los mismos claros ó calveros que se<br />

hayan de repoblar, empleando el sistema de<br />

fajas alternas ó el de golpes. Debe procurarse<br />

que los brinzalitos tengan abrigo, por lo menos<br />

durante el primer año, y con este objeto<br />

se pueden sembrar cereales en las fajas ó superficies<br />

incultas que rodeen los sitios sembrados<br />

, cuidando, sin embargo, de no dejar<br />

tomar mucho vueio á las malas hierbas, para<br />

que no sofoquen las plantitas. Las semillas<br />

no deben enterrarse más que á la profundidad<br />

de 15 á 20 centímetros. La cantidad de semilla<br />

que hay que emplear para las siembras<br />

por fajas es de 40 á 50 kilogramos. Hecha la<br />

siembra á golpes, puede reducirse en un tercio<br />

esta cantidad, y si se hace la siembra completa<br />

del terreno á hecho, entonces hay que<br />

emplear de 60 á 65 kilogramos de semilla; entendiéndose<br />

siempre que estas cantidades no<br />

son absolutas, sino que pueden variar, según<br />

los accidentes del terreno, la anchura de las<br />

fajas, la superficie parcial de los golpes, las<br />

distancias de los surcos y otras causas accidentales.<br />

J. Jordana.<br />

ARCE DE AZÚCAR—La especie á la<br />

cual se aplica más especialmente este nombre<br />

es el Acer sacchurinum, L., familia Aceríneas.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas algo cordiformes, escotadas,<br />

de unos 15 centímetros de ancho,<br />

palmeado -5-lobadas, con lóbulos acumina­<br />

dos, aserrado-dentados, verdes por encima<br />

y glauco-blanquecinas por debajo; pecíolos<br />

rojizos, largos. Flores pequeñas, amarillentas,<br />

con pedúnculo colgante, en corimbos también,<br />

y de pedúnculos cortos y vellosos. Fruto sámara,<br />

con ala membranosa, formado por dos<br />

cápsulas de una semilla cada una, unidas polla<br />

base. Florece en Abril y Mayo, y adquiere<br />

de ordinario una altura de 10 á 12 metros,<br />

llegando á veces hasta 24 metros.<br />

HABITACIÓN.—Se encuentra este árbol en<br />

las montañas del Canadá, y en la parte N. y E.<br />

de los Estados Unidos.<br />

APROVECHAMIENTO.—El beneficio del azúcar<br />

de la savia de este arce se ha desarrollado<br />

Figura 257.—Arce sacarino ó del Canadá<br />

mucho en estos últimos años en la República<br />

norte-americana, hasta el punto de haberse<br />

duplicado la producción de dicho artículo y<br />

sus melazas en varios de los estados que cultivan<br />

el árbol en cuestión. En el decenio de<br />

1860 á 1870 la cantidad de azúcar obtenida<br />

en aquel país fué dé 12.902.000 kilogramos,<br />

y la de melazas de 42.000 hectolitros.<br />

Aunque espontáneo, es allí este árbol objeto<br />

de cultivo, por el que se le mantiene en<br />

las condiciones de vida y frondosidad que<br />

exige el aprovechamiento á que se sujeta. En<br />

el Canadá se explota también el Acer rubrum,<br />

L., muy abundante y frondoso en la<br />

mayor parte de los montes.<br />

La savia se extrae haciendo incisiones ó barrenos<br />

en el tronco, por los cuales mana con<br />

mayor ó menor abundancia, desde que termina<br />

la defoliación hasta la primavera, ó sea desde<br />

Octubre á Mayo, sin embargo de que en la mayor<br />

parte de los casos la época propia del aprovechamiento<br />

se reduce al tiempo que media<br />

desde primeros de Marzo á últimos de Abril.<br />

En el estado de Nueva York se considera como<br />

la estación oportuna para recoger la savia<br />

el mes de Abril, durando tan sólo la recolección<br />

unos quince días; período que ha ido<br />

acortándose de año en año. Tiempo atrás se


ARC — 489 —- ARC<br />

hacía durar esta operación hasta cuarenta días.<br />

La savia no corre siempre con la misma regularidad<br />

, puesto que á veces deja de manar<br />

durante días enteros, para volver luego á salir<br />

con más fuerza. En los días cálidos, neblinosos<br />

y de lluvia aumenta la cantidad de savia,<br />

corriendo ésta hasta por la noche. Es un<br />

hecho indudable que la cantidad de savia está<br />

sujeta á las influencias meteorológicas, y que<br />

varía aun dentro del día, según las horas. Estando<br />

el suelo cubierto de nieve, en días de<br />

sol claro y con vientos del O., precedidos de<br />

hielos fuertes, es cuando se recoge mayor<br />

cantidad. Para que corra la savia son indispensables<br />

las heladas durante la noche y una<br />

temperatura de 0 o en las primeras horas del<br />

día siguiente.<br />

Creen algunos experimentadores que las<br />

perforaciones ó taladros hechos en el lado del<br />

Norte de los troncos dan doble cantidad de savia<br />

que las practicadas en la parte del Sur, así<br />

como que dura dos semanas más en el primer<br />

caso que en el segundo la salida del líquido.<br />

Piensan otros que esto no está bastante comprobado<br />

aún por la práctica, y entienden que<br />

la diferencia en la cantidad de savia obtenida<br />

depende sólo de que los taladros se hayan hecho<br />

por encima de una raíz vigorosa, ó por el<br />

lado donde ésta ú otras bien desarrolladas<br />

atraviesan un terreno húmedo cuando la producción<br />

es grande, sucediendo, por el contrario,<br />

que la producción escasa debe atribuirse<br />

á que la perforación haya tenido lugar por<br />

encima de raíces poco nutridas, y que estén<br />

éstas extendidas por un suelo que carezca de<br />

agua. En lo que todos los pareceres están conformes,<br />

es en que la mayor cantidad de savia<br />

se obtiene haciendo los taladros hasta la altura<br />

de un metro del suelo, pasando la cual, ó<br />

lo que es lo mismo, elevando más en el terreno<br />

las perforaciones , disminuye la cantidad<br />

de aquel líquido.<br />

La producción varía mucho, según la edad<br />

de los árboles, naturaleza del suelo y condiciones<br />

climatológicas de la localidad; pero lo más<br />

común es estimarla en 27 kilogramos de savia<br />

por árbol, de los que se sacan 907 gramos de<br />

azúcar próximamente. Como caso fenomenal,<br />

y por lo tanto curioso, se cita un arce de Leverett,<br />

en el Estado de Massachussetts, que<br />

da 635 kilogramos de savia, que pueden producir<br />

á su vez más de 6 kilogramos de azúcar.<br />

En 1873 se hicieron en el Colegio de Agricultura<br />

de Amherst (Mass.) una serie de curiosos<br />

experimentos para determinar la marcha<br />

de la savia en el arce sacarino y otras<br />

especies que son susceptibles de igual aprovechamiento<br />

, tales como el nogal y la Carya alba,<br />

que dan, como el arce, azúcar de caña; el<br />

abedul, que da el de uva, y otras. De repetidas<br />

observaciones y pruebas se dedujo que la<br />

savia mana en más cantidad perforando hasta<br />

el duramen que atravesando la albura, pero<br />

que en cambio deja más pronto de correr. Así<br />

mismo se notó que se obtiene más cantidad<br />

de savia que en cualquiera de los casos ante­<br />

riores si se quita un pedazo de corteza de 5<br />

decímetros de ancho por 10 de alto. En este<br />

caso el aumento sobre la cantidad que se obtiene<br />

perforando hasta el duramen, es de 5,4<br />

kilogramos, pero en cambio cesa la salida de la<br />

savia once días antes. Del mismo modo se vino<br />

á demostrar, entre otros particulares de menos<br />

interés, los siguientes: 1.°, que si se corta una<br />

raíz por dos partes, la savia brota por los dos<br />

cortes; 2,°, que dos taladros dan más savia que<br />

uno, pero no cantidad doble; y 3.°, que si se<br />

aumentan las perforaciones, se aumenta la<br />

cantidad de savia, pero disminuye la de azúcar,<br />

por ser aquel líquido menos concentrado.<br />

Los experimentos demostraron igualmente<br />

que en ciertas horas, y á veces en días enteros,<br />

en vez de salir la savia, hay, por el contrario,<br />

una fuerte succión ó absorción muy<br />

marcada, á beneficio de la cual el árbol restablece<br />

el equilibrio entre sus funciones de nutrición,<br />

sin que á pesar de todo se haya notado<br />

hasta el presente que la explotación de dicho<br />

líquido perjudique el crecimiento del<br />

árbol.<br />

Una vez recogida la savia en la época que<br />

en cada localidad está de antemano aceptada<br />

por los cultivadores, se da principio á la elaboración<br />

del azúcar, para lo cual se siguen aún<br />

procedimientos bastante imperfectos, puesto<br />

que no se evapora con la rapidez necesaria el<br />

agua que contiene la savia, ni se abrevia tampoco,<br />

como convendría, el tiempo durante el<br />

cual permanece aquélla después á la acción de<br />

la atmósfera en las vasijas ó pailas donde se<br />

coloca. En estos mismos recipientes sufre luego<br />

la ebullición y demás operaciones por las<br />

que se obtiene el azúcar y la melaza. Las imperfecciones<br />

anotadas traen el perjuicio de<br />

convertir casi el azúcar de caña, que es el que<br />

debiera obtenerse, en azúcar de uva, que tiene<br />

menos estima. Es de necesidad, pues, introducir<br />

algunas modificaciones en los aparatos<br />

para hacer más lucrativa esta industria,<br />

muy importante allí por los altos precios á<br />

que se vende el azúcar de la caña dulce.<br />

CULTIVO. — Cuanto se ha dicho acerca del<br />

cultivo de los arces en general, es aplicable á<br />

esta especie. No fuera tal vez desatinado extenderlo<br />

en nuestro país por los Pirineos y la<br />

cordillera cantábrica. En esta región se crían<br />

espontáneas varias especies, y por la semejanza<br />

del clima de estas localidades con el de la<br />

región americana en que vive el arce de azúcar,<br />

es de presumir que su connaturalización<br />

habría de ser fácil, consiguiéndose con ello<br />

abrir una nueva fuente de trabajo, que viniese<br />

en ayuda de las clases más necesitadas de<br />

aquellas pobres comarcas.<br />

El arce de azúcar no es nuevo en España,<br />

y en todas partes se ha propagado bien, por<br />

más que no haya llegado nunca á los montes,<br />

ni salido, por ío tanto, de la categoría de árbol<br />

de adorno. En Araujuez fué introducido<br />

el año 1774, prosperando bien bajo los cuidados<br />

de un cultivo inteligente ; todo lo cual<br />

viene en abono de su propagación, convinien-


AEC — 490 — AEC<br />

do tenerlo presente para el caso en que se intentase<br />

su generalización en la forma aquí recomendada.<br />

CUALIDADES DE LA MADERA.—La madera de<br />

este arce es excelente, pareciéndose bastante<br />

á la del A. rubrum, L. En América es muy<br />

estimada, sirviendo para cajas de fusil, obras<br />

de torno y ebanistería.<br />

J J. J.<br />

ARCE NEGUNDO.—Árbol aclimatado en<br />

nuestro país, que corresponde á la especie<br />

Negando fraxinifolium, Nutt. ( Acer negundo,<br />

L.; Negundo aceroides, Mcench.), familia<br />

Aceríneas.<br />

DESCRIPCIÓN.— Hojas tres ó cinco-foliadas;<br />

foliólos opuestos, con gruesos y espaciados<br />

dientes, el impar por lo común -3-lobo. Flores<br />

dioicas; cáliz muy pequeño, con cuatro<br />

ó cinco dientes desiguales; pétalos 0. Flores<br />

masculinas fasciculadas, con pedicelos filiformes;<br />

las femeninas, verdes, en racimo. Fruto<br />

sámara alada. Florece en Mayo y Junio. Este<br />

árbol es de rápido crecimiento, llegando á tener,<br />

á la edad de veinte á veinticinco años, de<br />

15 á 20 metros de altura, y 0,60 á 0,80 metros<br />

de diámetro.<br />

HABITACIÓN.—Este arce vive espontáneo<br />

en las tierras frescas y pingües de los Estados<br />

del NE. de los Estados Unidos, y en la región<br />

del SE. del Canadá, de donde vino á Europa.<br />

APROVECHAMIENTO.—En los países de donde<br />

este árbol es originario, se beneficia su savia<br />

para la obtención de azúcar, siguiéndose los<br />

mismos procedimientos que se han indicado<br />

al tratar del arce de azúcar. Eivalizando en<br />

producción con esta última especie, aventaja<br />

á todos los demás arces que dan savia azucarada;<br />

siendo, por lo tanto, de bastante interés<br />

la explotación del arce negundo bajo el indicado<br />

punto de vista, prescindiendo del de su<br />

madera, que también merece tomarse en cuenta.<br />

De los experimentos hechos en Europa<br />

resulta que, á pesar de su gran crecimiento,<br />

este árbol no sirve para beneficiarse en monte<br />

alto, pero que brotando mucho y creciendo<br />

con rapidez los renuevos, da en un turno<br />

de quince á veinte años gran cantidad de leña.<br />

CULTIVO. — En Aranjuez se introdujo el<br />

cultivo del arce de hoja de fresno ó negundo<br />

en 1785, y desde sus viveros se propagó á<br />

los plantíos del centro de España por lo rápido<br />

de sus creces, por la belleza de sus hojas,<br />

aunque las pierde algo temprano, y por la<br />

resistencia á los fuertes calores de nuestro<br />

clima. Para su propagación debe tenerse en<br />

cuenta lo que se ha dicho al tratar del cultivo<br />

de los arces en general, debiéndose añadir<br />

aquí que este árbol exige con bastante predilección<br />

terreno fresco, y que el medio más<br />

fácil y seguro de multiplicarlo es el de estaca,<br />

sin que por esto deban excluirse los demás.<br />

MADERA Y LEJÍA.—La madera tiene espejillos<br />

angostos, anillos anuales muy ondeados,<br />

pero cerrados é iguales; 0,543 de densidad y<br />

color amarillento, siendo además compacta,<br />

tenaz, elástica y sonora. Sobrepuja en calidad<br />

á la del fresno común, y se emplea para tablazón<br />

, carruajes y obras de carpintería, porque<br />

se trabaja bien. Su leña es excelente, tanto<br />

que casi iguala á la del haya.<br />

ARCEUTHOBIUM (Oxycedri, M. Bieb.;<br />

Viscum oxycedri, D. C).—Matilla pequeña,<br />

de la familia de las Lorantáceas, de 5 á 20<br />

centímetros ó poco más, sin hojas, ó reducidas<br />

éstas á escamas pequeñísimas, siempre<br />

verde, con ramas articuladas irregularmente,<br />

dicotomas, dando á la planta el aspecto de<br />

una salicornia; flores masculinas amarillentas;<br />

las femeninas blanquizcas, con su ápice<br />

obscuro-verdoso; bayas pequeñas (1 á 3 milímetros),<br />

aovadas, verdosas ó algo azuladas,<br />

poco jugosas. Florece esta planta en verano;<br />

vive parásita sobre los enebros (J. oxycedrus<br />

et communis); se encuentra en la Europa meridional,<br />

en el Norte de África, en Persia y<br />

en el Cáucaso. En España la hemos visto en<br />

las sierras de Credos y de Guadarrama, en los<br />

pinares de Soria, en Burgos (Ontoria) y en<br />

Navarra (Burguí, Aoiz, etc.). (Laguna, Flor,<br />

for. esp.J<br />

Eespecto á las condiciones de ésta y las demás<br />

parásitas de la misma familia que viven<br />

sobre diversos árboles, véase el artículo<br />

Muérdago ó Marojo.<br />

ARCILLA.—La arcilla es una combinación<br />

de 52 partes de sílice, 33 de alúmina y 15<br />

de agua. Generalmente no se encuentra pura<br />

en la naturaleza, y sus caracteres varían muchísimo<br />

, según las substancias que la acompañan;<br />

sin embargo, su presencia en el suelo<br />

la reconocen los prácticos fácilmente.<br />

La arcilla es untuosa al tacto ; cuando está<br />

seca, se pega á la lengua, por la gran avidez<br />

que tiene para el agua; con esta forma pasta<br />

suave, que se trabaja sin dificultad y que adquiere<br />

gran dureza por el fuego.<br />

De los elementos que componen el suelo<br />

laborable, es, sin duda alguna, en unión de la<br />

arena, de los más importantes, hasta el punto<br />

de servir su proporción más ó menos grande<br />

para establecer clasificaciones de terrenos<br />

agrícolas á distinguidos agrónomos de todas<br />

épocas, y de proporcionar ó no condiciones<br />

de cultivo por sí sola.<br />

Entre las diversas propiedades que comunican<br />

á las tierras, estudiaremos solamente<br />

las más importantes, y las de más aplicación<br />

y transcendencia en la práctica. La gran tenacidad<br />

de la arcilla cuando ésta existe en cantidad<br />

en el terreno, dificulta las operaciones del<br />

campo, oponiendo mucha resistencia á los arados<br />

y demás instrumentos] agrícolas, por lo<br />

que entre nuestros labradores reciben estas<br />

tierras el nombre de fuertes, llegando, si lo<br />

son en extremo, por esta sola circunstancia, á<br />

no servir en buenas condiciones más que<br />

para determinados cultivos.<br />

La propiedad de absorber hasta el 70 por<br />

100 de su peso de agua, reteniéndola fuertemente,<br />

y haciéndose impermeable cuando se<br />

encuentra saturada, se refleja también en las


ARC — 491 — ARC<br />

condiciones de los terrenos donde la arcilla<br />

existe; por esta circunstancia los suelos arcillosos<br />

son muy á propósito para hacer balsas ó<br />

depósitos de agua, y el labrador debe aprovechar<br />

cuando se presente esta ventajosa circunstancia.<br />

Estos terrenos, si están en climas<br />

húmedos, ó en años de grandes lluvias, suelen<br />

ser perjudiciales á las vegetaciones por el<br />

exceso de humedad, que puede llegar á podrir<br />

las raíces de las plantas.<br />

En cambio de esta desventaja, como no permite<br />

filtrarse al agua, hace que todas las substancias<br />

que lleve en disolución queden retenidas<br />

entre las moléculas de la arcilla, y en<br />

años ó estaciones secas el agua por ella retenida<br />

mantiene la vida de las plantas, proporcionando<br />

á sus raicillas el grado de humedad<br />

indispensable para elaborar la savia y que<br />

sus funciones puedan hacerse normalmente.<br />

Al desecarse, sobre todo si es rápidamente,<br />

se contrae y agrieta; fenómeno muy conocido<br />

de todos nuestros labradores, que perjudica á<br />

la agricultura por impedir el fácil desarrollo<br />

de las raíces, y por desecarlas, penetrando el<br />

calor y el sol por las grietas, tanto mayores<br />

cuanto más cantidad de arcilla exista en el<br />

terreno y más excesivos los calores.<br />

Todas estas propiedades son de verdadera<br />

importancia en agricultura, pero la más saliente<br />

de la arcilla es la de absorber y retener<br />

los abonos entre sus partículas, sobre<br />

todo el amoníaco, con el que, según Liebig,<br />

forma verdaderas sales amoniacales, en las<br />

que el amoníaco hace el papel de base. Esta<br />

propiedad coincide siempre con un olor particular<br />

que exhalan los terrenos arcillosos al<br />

humedecer, y si queremos cerciorarnos de si<br />

existe ó no el amoníaco, basta humedecer la<br />

tierra arcillosa con una disolución de potasa,<br />

y se verán desprender vapores amoniacales,<br />

que á veces duran dos ó tres días.<br />

Esta propiedad de la absorción y retención<br />

de los abonos es el origen de que los terrenos<br />

arcillosos, esquilmados por continuos cultivos,<br />

aunque se los abone abundantemente, no den<br />

en la cosecha todo el resultado que debieran<br />

hasta que se saturan ó llegan á la fertilidad<br />

inicial. En este caso todos los abonos que se<br />

sigan echando al terreno son directamente<br />

aprovechados; pero si se suspenden las estercoladuras<br />

en años húmedos, el agua lleva á<br />

las raíces el amoníaco contenido entre las<br />

partículas de la arcilla, y ésta queda empobrecida,<br />

necesitando otra vez nuevas substancias<br />

fertilizantes para saturarse. Si los años son<br />

secos y no hay agua bastante para empapar<br />

la arcilla, ese capital queda improductivo en<br />

el terreno; pero en todo caso, esto es lo verdaderamente<br />

práctico; el labrador no debe<br />

perder de vista que los terrenos arcillosos<br />

necesitan estar saturados de abonos para la<br />

buena marcha de la explotación y para no<br />

esquilmarlos, y no tener que gastar doble<br />

cantidad de abono si se quiere volver á colocarlos<br />

en buenas condiciones de cultivo.<br />

En el caso de que los terrenos sean muy ar­<br />

cillosos y las propiedades de la arcilla comuniquen<br />

al suelo los inconvenientes que á la<br />

ligera hemos indicado, conviene modificar sus<br />

condiciones para obtener en ellos buenos resultados.<br />

A este fin se recomiendan las enmiendas de<br />

arena, margas, tierras calcáreas, restos de<br />

tejares, grava, etc.: en una palabra, todo lo que<br />

pueda disminuir la tenacidad de la arcilla.<br />

Este procedimiento, no siempre realizable económicamente<br />

por no haber en la localidad<br />

las substancias necesarias por encontrarlas<br />

lejos ó por las dificultades del transporte, tiene<br />

el grave inconveniente de que la enmienda<br />

no se incorpora al suelo fácilmente ni con<br />

la igualdad necesaria; y sin que nosotros seamos<br />

enemigos de estas prácticas, sí advertiremos<br />

que sólo en ciertos cultivos y en determinadas<br />

condiciones traerá cuenta emplearlas.<br />

En el caso de encontrar un suelo arcilloso,<br />

con un subsuelo compuesto de cualquiera de<br />

esas substancias que puedan modificar favorablemente<br />

sus condiciones, si el suelo no es<br />

de gran profundidad, la enmienda es fácil y<br />

barata; todo se reduce, una vez trabajada la<br />

tierra con el arado ordinario á la mayor profundidad<br />

posible, á introducir el arado subsuelo<br />

, que sacará á la superficie parte de las<br />

materias que componen el subsuelo, y que<br />

mezcladas con el suelo arcilloso mejoran notablemente<br />

sus condiciones; la mezcla, por<br />

otra parte, es muy igual y sencilla; basta después<br />

una labor ordinaria para que todo quede<br />

perfectamente incorporado, y no sólo se conseguirán<br />

los buenos efectos de la enmienda,<br />

sino también los de la labor profunda, pues<br />

sabido es su influencia en el cultivo, que ha llegado<br />

á hacer cierto el adagio del célebre agrónomo<br />

que juzgaba de la riqueza agrícola de<br />

un país por la profundidad de sus labores.<br />

Si los terrenos arcillosos fueran regables, ó<br />

pudieran inundarse en las grandes crecidas,<br />

debe examinarse la natiu-aleza del tarquín ó<br />

sedimento, sus aguas, y si éste no fuera muy<br />

compacto, emplearlo como enmienda. Esta<br />

operación, llamada entarquinado, está bastante<br />

generalizada en muchas de nuestras provincias,<br />

no sólo por la modificación que lleva<br />

á las condiciones físicas de los suelos, sino<br />

también porque los fertiliza, dejando en ellos<br />

gran cantidad de detritus bastante divididos<br />

y descompuestos para servir inmediatamente<br />

de alimento á las plantas. Los detalles que<br />

esta operación necesita varían segúVla situación<br />

del terreno, y no es posible comprenderlos<br />

todos en este sitio; baste decir que la base<br />

principal consiste en recoger las aguas de las<br />

turbias, inundar el terreno, dejando por igual<br />

una capa de agua más ó menos grande, según<br />

las necesidades de la finca, y aguardar á que<br />

se depositen las materias que lleva en suspensión;<br />

una vez hecho esto, se da salida al agua<br />

poco apoco, para que no haya arrastres, y<br />

así que se haya desecado el tarquín, se incorpora<br />

al suelo con las labores ordinarias.<br />

Conocida es de todo el mundo la dureza


ARC — 492 — ARC<br />

que adquieren las pastas de arcilla por el fuego;<br />

propiedad en la que se funda la fabricación<br />

de tejas y ladrillos, y en la que se funda<br />

también la práctica seguida por los labradores<br />

de quemar las tierras fuertes.<br />

Esta operación, como todas, puede hacerse<br />

con más ó menos esmero, reduciéndola algunos<br />

á apilar tierra encima del combustible y<br />

prenderle fuego, dejándolo hasta que se apague;<br />

pero los verdaderos hormigueros, hornos<br />

ó borrones, hay que hacerlos con algún detenimiento<br />

para que den todo el resultado que<br />

de ellos puede esperarse.<br />

Cuando la tierra está húmeda, se sacan con<br />

el azadón capas que con el césped, las raicillas<br />

y la humedad que tienen no se deshacen<br />

fácilmente; con ellas se forma en el terreno<br />

un verdadero horno, dejando en la parte superior<br />

varios respiraderos para graduar el<br />

fuego, y en la inferior una entrada para el<br />

combustible. En estas condiciones, introduciendo<br />

en el hormiguero hierba seca, paja,<br />

leña, etc., en una palabra, toda clase de restos<br />

vegetales, se puede activar á voluntad la<br />

combustión, y llevarla calcinación hasta el<br />

grado que se desee, según la tenacidad del<br />

suelo.<br />

Las grandes ventajas que en los terrenos<br />

arcillosos reporta esta sabia práctica, aumentan<br />

en gran manera si además los terrenos<br />

son húmedos y ácidos, porque gran cantidad<br />

de estos últimos se descomponen por el fuego.<br />

La acción que ejercen los hormigueros destruyendo<br />

gran cantidad de plantas y semillas<br />

que infestan el suelo, haciendo á éste menos<br />

tenaz y más propio para el cultivo, aumentando<br />

el peso específico de las tierras, y la<br />

facultad de absorber y retener el calor atmosférico<br />

, facilitándole su aireación por su mayor<br />

soltura, proporcionando todos los elementos<br />

nutritivos de las cenizas, así como dejando<br />

empapada la tierra de los productos de la<br />

combustión y de la descomposición de los ácidos<br />

orgánicos, son ventajas más que suficientes<br />

para que recomendemos eficazmente, no el<br />

ensayo de esta práctica, entre nosotros muy<br />

conocida, sino la generalidad de su empleo<br />

en los terrenos arcillosos.<br />

Y por si lo dicho no fuera bastante, citaremos<br />

en su apoyo opiniones tan autorizadas<br />

como la de Pierre, que en su Química agrícola<br />

resume las múltiples ventajas de los hormigueros<br />

en los siguientes términos: 1.° Destruyen<br />

por acción del fuego las plantas perjudiciales<br />

que se hallan en posesión del<br />

terreno.—2.° Matan ó por lo menos ahuyentan<br />

los insectos dañinos.—3.° Modifican favorablemente<br />

la composición química de las tierras,<br />

facilitando la descomposición de ciertos elementos,<br />

y especialmente de los álcalis que<br />

contienen las arcillas, aumentando la aptitud<br />

de éstas para la absorción de los gases. De<br />

manera que los hormigueros secundan la benéfica<br />

acción de los abonos minerales, á los<br />

que en muchos casos pueden reemplazar y<br />

con ventaja.—4. a Cuando las plantas que se<br />

queman son abundantes y de diferentes especies,<br />

suministran una cantidad notable de<br />

cenizas, cuya influencia en la vegetación depende<br />

de la cantidad de sulfatos, carbonates,<br />

fosfatos y otras sales que contienen.—5. a Disminuyen<br />

notablemente la consistencia de las<br />

tierras fuertes, haciéndolas más sueltas y<br />

esponjosas, siendo de consignar una excelente<br />

mejora análoga á las arenas.<br />

Para obtener, sin embargo, con los hormigueros<br />

todas estas ventajas, es preciso que la<br />

calcinación no sea demasiado avanzada ni<br />

tampoco incompleta, por lo que insistimos en<br />

la conveniencia de construirlos como antes<br />

se dijo, para que de este modo podamos graduar<br />

el fuego á voluntad, según las circunstancias,<br />

que sólo la práctica enseña á conocer.<br />

El quemar los rastrojos modifica también<br />

las propiedades de los suelos arcillosos en el<br />

mismo sentido, aunque en escala mucho menor<br />

que los hormigueros, y puede ser conveniente,<br />

siempre que haya las precauciones necesarias<br />

y que el ganado haya aprovechado<br />

anteriormente la rastrojera.<br />

La costumbre de quemar la arcilla entre<br />

nosotros es conocida en todas las regiones y<br />

en todos los cultivos; en el cereal se hace<br />

generalmente aprovechando como combustible<br />

la paja del rastrojo, las hierbas y matas secas<br />

de los poyos que limitan las heredades.<br />

En el cultivo de la vid, con gran frecuencia<br />

se ven los hormigueros en La Rioja, en Aragón,<br />

en Cataluña, en el reino de Valencia y<br />

en algunas otras regiones, aprovechando los<br />

sarmientos; costumbre que merece grandes<br />

alabanzas, pues en este caso, además de los<br />

buenos efectos del hormiguero, quedan en el<br />

suelo la gran cantidad de potasa que las cenizas<br />

de los sarmientos contienen, y que como<br />

es sabido es uno de los principios indispensables<br />

para la vid, y de los que toma del suelo<br />

con mayor abundancia.<br />

En los cultivos que necesitan humedad<br />

constante, como el del arroz, también se emplean<br />

con gran éxito los hormigueros, consiguiendo,<br />

entre otros resultados, contrarrestar<br />

los graves perjuicios que el encharcamiento<br />

produce.<br />

En los naranjales producen también maravillosos<br />

resultados, como lo prueban la propagación<br />

de esta práctica en Castellón, en la<br />

ribera de Júcar y en algunos otros puntos, en<br />

los que emplean la palma como combustible.<br />

En las huertas, el empleo de los hormigueros<br />

está ensayado y practicado en muchas regiones<br />

con satisfactorio resultado.<br />

Vemos, pues, que esta práctica, cuyo éxito<br />

garantizan los hombres más eminentes de la<br />

ciencia, ha adquirido entre nosotros la sanción<br />

de la práctica en todas las regiones y en<br />

todos los cultivos.<br />

Para incorporar los productos del hormiguero<br />

con el suelo, se emplean distintos procedimientos;<br />

algunos los extienden inmediatamente<br />

por el suelo para mezclarlos más tarde<br />

con el arado. Otros los dejan depositados


ARD — 493 — ARE<br />

en montones hasta que llega la siembra, pero<br />

esto tiene el inconveniente de que las substancias<br />

alcalinas arrastradas por el agua, sólo producirán<br />

resultado en los sitios ocupados por los<br />

montones, en perjuicio del resto de la tierra.<br />

Autores de la respetabilidad de Sinclais recomiendan,<br />

como se hace en algunos países,<br />

adicionar á los productos del hormiguero 100<br />

kilos de cal por hectárea. Esta mezcla es muy<br />

conveniente para contrarrestar las propiedades<br />

de la arcilla; pero de todos modos, sin cal<br />

ó con ella, lo que debe hacerse es incorporar<br />

al suelo las cenizas, á inmediatamente hacer<br />

la sementera, para aprovechar toda la energía<br />

cáustica de aquellas cenizas, que disminuye<br />

notablemente con el tiempo.<br />

Por lo dicho se comprenderá fácilmente que<br />

sin desechar ninguna de las enmiendas que<br />

pueden utilizarse para modificar la acción de<br />

la arcilla en los suelos laborables, damos<br />

mayor preferencia que á ninguna otra á los<br />

hormigueros, por creerlos más fáciles, más<br />

útiles y más económicos en la inmensa mayoría<br />

de los casos.<br />

C. Eodrigáñez.<br />

ARCO-IRIS.—(V. Iris.)<br />

ARCHILAGA. — Nombre vulgar, usado<br />

en la Sierra de Espadan (provincia de Castellón)<br />

para designar el Ulex australis, Clem.<br />

(U. parviflorus, P.). (V. Aulaga.)<br />

ARDIENTE.—Calificación- con que se designa<br />

en ganadería á los animales dotados de<br />

gran energía y de actividad notable, y á los<br />

cuales es difícil contener. Un caballo ardiente<br />

propende siempre á caminar con mayor rapidez<br />

de la deseada, y un perro de caza ardiente<br />

persigue la caza con excesiva viveza. Deberá<br />

tratarse con consideración, y calmar con<br />

frases cariñosas y halagos á los animales demasiado<br />

ardientes; la violencia los vuelve<br />

irascibles, rebeldes, viciosos y peligrosos. También<br />

se llama ardiente el pelo muy rojo de los<br />

animales.<br />

ARDISIA.— Género de plantas de la familia<br />

de las Mirsináceas. En los montes de las<br />

Islas Filipinas se encuentran las especies siguientes:<br />

Ardisia pyramidalis, Pers. Nombre vulgar,<br />

Tacpong dalaga.—Árbol cuyo tronco adquiere<br />

el grueso del cuerpo de un hombre. Tiene las<br />

hojas amontonadas, doblemente aserradas y<br />

lampiñas; los pecíolos son cortísimos. Las flores<br />

son de un color encarnado muy bello y<br />

pequeñas, estando dispuestas en racimo compuesto.<br />

Forma el fruto una baya globosa, con<br />

una semilla provista de axila. Este vegetal<br />

florece en Agosto.<br />

Ardisia altenuata, Wall. Nombre vulgar,<br />

Malabatoan.— Arbolillo de unos 3 metros de<br />

alto, con las hojas opuestas, lanceoladas, obtusas,<br />

enterísimas y muy lampiñas; pecíolos<br />

casi nulos. Flores en panoja medio umbelada<br />

y de color de rosa, y el pedúnculo primario<br />

con dos filos. Fruto , baya globosa, deprimida,<br />

lampiña, con machos aposentos, y en cada uno<br />

dos ó tres semillas aovadas. Florece en Agos­<br />

to. El sabor de las hojas es un poco ácido y<br />

astringente.<br />

Ardisia pliillippinensis, Presl. — Parecido<br />

al anterior y de igual talla. Ramas hinchadas<br />

en la base. Hojas alternas, lanceoladas, enterísimas,<br />

sin venas y muy lampiñas; pecíolos<br />

cortos. Flores de color encarnado obscuro.<br />

Fruto, drupa globosa, deprimida, con una<br />

nuez delgada y frágil y una semilla.<br />

En los jardines de Europa se cultiva la<br />

Ardisia crispa, D. C.— Arbolillo originario<br />

de las Indias, de unos 60 á 70 centímetros de<br />

alto, con la copa redondeada. Tiene las hojas<br />

ovales-oblongas-, con los bordes acanalados,<br />

glandulosos; las flores en corimbos convexos,<br />

pequeñas y rosadas. Los frutos son rojos, numerosos,<br />

piriformes, de buen efecto. Se cultiva<br />

en invernáculo cálido, conviniéndole la tierra<br />

de brezo mezclada. Se multiplica por medio<br />

de semilla y estaca. Hay una variedad de<br />

frutos blancos. Cultívanse también las especies<br />

A.paniculata, de las Indias, y la A. crenulata,<br />

oriunda de Méjico. Tiene el mismo<br />

porte de la A. crispa, y las dos dan flores rosadas.<br />

ARDÍ VIEJA. — Se da este nombre en algunas<br />

provincias de España al matojo líalimium<br />

umbellatum, S. P., de la familia de las<br />

Cistáceas. (V. Halimium, Tamarilla.)<br />

ÁREA.—Espacio superficial que ocupa un<br />

edificio; espacio comprendido entre los lados<br />

de un polígono cualquiera; medida de superficie<br />

que en el sistema métrico decimal equivale<br />

á un cuadrado que tiene 10 metros de<br />

lado, ó sea á 100 metros superficiales; es la<br />

unidad superficial; de manera que como múltiplos<br />

tiene la hectárea, equivalente á 100<br />

áreas ó 10.000 metros cuadrados; el kilómetro<br />

cuadrado, equivalente á un millón de metros<br />

cuadrados, y como divisores, la centiárea ó<br />

metro cuadrado, el decímetro cuadrado, el<br />

centímetro cuadrado, el milímetro cuadrado<br />

, etc.<br />

Para determinar el área de una superficie,<br />

se siguen procedimientos diferentes, según la<br />

forma que tenga la superficie; pero todos esos<br />

métodos se basan en la medida del área de un<br />

rectángulo. Cómo es bien sabido, es ésta una<br />

figura geométrica, constituida por cuatro líneas<br />

rectas paralelas de dos en dos, y que se<br />

cortan formando ángulos rectos. Uno de los<br />

lados se llama base, y el lateral altura; el área<br />

de la superficie se obtiene multiplicando la<br />

base por la altura. Así, un rectángulo cuya<br />

base mida 9 metros y cuya altura sea de 7,<br />

comprenderá una superficie de 63 metros cuadrados.<br />

Cuando la figura es un paralelógramo,<br />

es decir, cuando los lados son paralelos de<br />

dos en dos, pero no forman ángulos rectos,<br />

el área se determina también multiplicando la<br />

base por la altura, puesto que el paralelógramo<br />

es igual á un rectángulo que tenga la misma<br />

base ó igual altura. En el paralelógramo<br />

la altura es la perpendicular bajada á la base<br />

ó á su prolongación desde un punto del lado<br />

opuesto. El área de un triángulo es igual á la


ARE — 494 — ARE<br />

mitad del producto de la base por la altura, ó<br />

al producto de la longitud de la base por la<br />

mitad de la altura, como prefieren decir muchos<br />

geómetras, puesto que el triángulo puede<br />

considerarse como la mitad de un paralelógramo<br />

de igual base y altura. El área de un<br />

polígono regular se obtiene multiplicando la<br />

longitud del perímetro por la mitad de su<br />

apotegma, ó sea el radio de la circunferencia<br />

inscrita á la perpendicular bajada desde el<br />

centro á uno de los lados. El área de un círculo<br />

está representada por la fórmula TT R -,<br />

siendo 7Tel número 3,141592, y R el radio del<br />

círculo. El área de un polígono irregular se<br />

determina sumando las áreas de los triángulos<br />

en que se pueden descomponer. La medida de<br />

las superficies agrarias es incumbencia de la<br />

agrimensura.<br />

ARECA.— Género de la familia Palmas,<br />

que comprende varias especies de las Antillas,<br />

Isla Borbón, India, Islas Filipinas, Nueva<br />

Zelanda, etc., de las cuales se cultivan algunas<br />

en los invernáculos de Europa. Las más notables<br />

son las siguientes:<br />

I." Areca catecliu, L. Nombre vulgar,<br />

Songa y Luyos.-—Esta palma es común en las<br />

Islas Filipinas.<br />

DESCRIPCIÓN. — Hojas pinatífidas , aladas;<br />

hojuelas de figura de espada, con tres nervios,<br />

por los que se pliegan en diversos sentidos;<br />

oblicuamente aguzadas, enteras y lampiñas;<br />

pecíolos muy anchos por la base, envainando<br />

el extremo del tronco. Flores monoicas; las<br />

masculinas numerosas, en espata monofila,<br />

aguzada, dispuestas en panoja espigada y<br />

laxa; las femeninas salen de la parte inferior<br />

de las ramas de la panoja y debajo de las masculinas,<br />

en corto número, con una escama en<br />

la base. Baya con mesocarpio fibroso, y endocarpio<br />

delgado crustáceo; cicatriz estigmática<br />

terminal; color rojo; semilla de albumen ruminado.<br />

Florece de Abril en adelante.<br />

CUALIDADES Y APLICACIONES.—Esta palma,<br />

muy conocida en Filipinas por su fruto, que<br />

recibe el nombre de bonga, tiene casi la misma<br />

altura que el cocotero. El tronco es de<br />

unos 30 centímetros ó más de diámetro, muy<br />

derecho, con muchos anillos circulares, formados<br />

por los pecíolos de las hojas, á los que<br />

hacen caer las espatas cuando se hacen grandes.<br />

La fruta, menor que un huevo de gallina<br />

y de color rojo en la madurez, sirve para preparar<br />

el buyo, que con tanta delicia y general<br />

afición mascan los indios. Compónese éste de<br />

una bonga envuelta en una hoja de betel, recubierta<br />

de una capa muy delgada de cal. La<br />

masticación de este preparado tiñe de rojo á<br />

la saliva. Los indios suelen rociar el ombligo<br />

de los niños con el buyo mascado, para librarlos<br />

de los cólicos y fuertes impresiones del<br />

aire. Mezclado con caparrosa, forma la fruta<br />

tinta negra, aunque no de muy buena calidad.<br />

La parte inferior del pecíolo de los hojas,<br />

llamada talupac, es muy limpia, ancha, blanca<br />

y correosa, aplicándose para envoltorios y<br />

otros usos, á cuyo efecto la venden los indios.<br />

El cogollo de la bonga se come en ensalada, y<br />

su sabor es mediano. La amputación de dichos<br />

cogollos causa la muerte de los individuos<br />

así mutilados.<br />

VARIEDADES.—Cita el P. Blanco dos variedades<br />

de la especie anterior, espontáneas en<br />

Filipinas, una de hojas más anchas, fruto largo,<br />

almendra más pequeña y la capa estoposa<br />

más gruesa, no tan buena como aquélla, llamada<br />

Eongang-pato, y otra cuyo fruto es<br />

más grueso que largo, presentando el extremo<br />

hundido, y siendo de mejor sabor que la ordinaria.<br />

Los indios la llaman Bongang-santol.<br />

2," Areca catecliu liumilis, P. Blanco. Nombre<br />

vulgar, Mangipod y Sacsic. — Espontánea<br />

también en los montes de Filipinas. Se<br />

distingue por la baya aovada, algo comprimida,<br />

á veces casi globosa, y por su pequeñísima<br />

talla, á veces de primera, á pesar de ser el<br />

fruto tan grande como en la especie anterior,<br />

si bien más apretado, y no se presenta en<br />

tan gran número. Se da en la provincia de la<br />

Laguna y en los montes de Balanga.<br />

3." Areca olerácea, Jacq. (Euterpe cariboba,<br />

Spr.).—Especie originaria de las Antillas,<br />

cultivada como planta de adorno en los<br />

invernáculos cálidos de Europa. Los pecíolos<br />

de las hojas tiernas se comen en las Antillas.<br />

4.' 1 Areca rubra, Bory. S. Vine.—Esta especie<br />

, originaria de Borbón, se cultiva en los<br />

invernáculos cálidos de Europa. Quiere tierra<br />

ligera y substanciosa. Además de las indicadas,<br />

se cultivan también en Europa las especies<br />

A. alba, A. catecliu, A. lutescens y<br />

A. Manihot. Es más reciente la introducción<br />

como planta de adorno de la A. sápida, originaria<br />

de Nueva Zelanda, donde llega á florecer<br />

debajo de la nieve, y por tanto sufre mejor<br />

el clima europeo, sobre todo en la proximidad<br />

del Océano, y en lugares donde el invierno<br />

es benigno y donde la humedad de la<br />

atmósfera modera los ardores del estío. Hay<br />

que advertir, sin embargo, que esta palma es<br />

menos ornamental que las anteriormente indicadas.<br />

AREL. — Criba usada en varios puntos<br />

para limpiar el trigo en la era.<br />

ARENARIA (Linneo).—Género de plantas<br />

que crece en los terrenos areniscos, de los<br />

que toma el nombre. Hay varias especies, y<br />

son de poca importancia para la agricultura.<br />

1." Arenaria setacea, D. G; Arenaria laricifolia,<br />

L.; Lubulina setacea, Reich.—Planta<br />

perenne su cepa, su fruticulora extendida;<br />

hojas aleznadas, vueltas en los tallos<br />

jóvenes hacia un lado; tallos con pocas hojas,<br />

en la parte superior con brácteas anchas; flores<br />

en panoja desparramada; cálices con el<br />

nervio medio que es uniso, y los márgenes<br />

blanco escamosos; corola más larga que él y<br />

blanca; se encuentra en el Escorial.<br />

2." Arenaria verna, L.—Planta perenne,<br />

formando césped, de pocas pulgadas de altura;<br />

hojas trinervadas, lineares-aleznadas, planas;<br />

flores en panoja terminal, blancas; sepa-


ARE — 495 — ARE<br />

los agudos, trinervados; corola más larga, con<br />

pétalos casi faltos de uña; se cría en la sierra<br />

de Guadarrama.<br />

3. a Arenaria tenuifolia, L.—Planta anual,<br />

poco ó muy ramosa, lampiña ó vellosa-viscosa;<br />

hojas setáceas, largas y puntiagudas; flores<br />

blancas pedunculadas; sépalos con tres<br />

nervios muy agudos, con colores y mucho<br />

más largos que los pétalos; se cría en la provincia<br />

de Madrid.<br />

4. a Arenaria ciliata, L.—Planta muy pequeña,<br />

con hojas brevemente pecioladas, con<br />

varios nervios; panojas con pocas flores; cálices<br />

más cortos que la corola.<br />

5. a Arenaria recurva.—Planta alpina, de<br />

cepa leñosa; arroja muchos tallos en césped,<br />

con hojas densas, lineares obtusas, nerviosas<br />

y lampiñas ; pedúnculos velloso-glandulosos<br />

como los cálices, cuyos sépalos son nerviosos,<br />

y se terminan en punta muy aguda, casi aristada;<br />

flores blancas, del largo del cáliz; se cría<br />

en Peñalara.<br />

Hay otras especies que indicaremos sus<br />

nombres y no hacemos su descripción por lo<br />

indicado anteriormente: A. fasciculata, A. tetraqueta,<br />

A. montana, A. trinervia, etc.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ARENARIA. — Género de plantas de la<br />

familia de las Ahíneas. (V. Mancaperro.)<br />

ARENAS.—Reciben este nombre las substancias<br />

minerales que presenta la naturaleza<br />

en forma de granos más ó menos gruesos y<br />

resistentes. Su composición es sumamente variable<br />

para poder fijarla en términos generales,<br />

pues según las rocas que las han dado<br />

origen, las arenas pueden ser cuarzosas, graníticas,<br />

calizas, volcánicas, etc., etc., y también<br />

pueden estar mezcladas dos ó más clases<br />

distintas.<br />

Además de la composición, es distinto en<br />

las arenas su yacimiento ó situación en el terreno<br />

, sirviendo esta circunstancia para dividirlas<br />

en arenas de mar, de río y de mina;<br />

nombres que indican bien á las claras su<br />

procedencia.<br />

El tamaño es otra condición que sirve también<br />

para dividirlas y agruparlas, distinguiéndose<br />

como tipos principales la arena fina,<br />

cuando, suponiendo esféricos los granos, tiene<br />

un diámetro de 0m,0005 á 0m,001; ] a arena<br />

gruesa, cuando varía entre 0m,0075 y 0m,003,<br />

y media la comprendida entre estos dos límites.<br />

Cuando el diámetro aumenta de Om ,003,<br />

deja de llamarse arena, para recibir, según sus<br />

dimensiones, los nombres de gravilla, grava y<br />

canto rodado.<br />

La arena es uno de los principales elementos<br />

que componen los suelos laborables, y<br />

tiene gran importancia en el cultivo, sobre<br />

todo por las propiedades físicas que comunica<br />

á las tierras cuando entra en ellas en proporción<br />

algo importante.<br />

La arena absorbe muy poca ó ninguna humedad<br />

atmosférica, hasta el punto de que en<br />

los diferentes ensayos comparativos que se<br />

•han hecho para estudiar tan importante asun­<br />

to, la arena silícea está representada por 00,<br />

siendo el extremo inferior de la escala como<br />

tipo de tierras que no absorben ninguna humedad<br />

atmosférica.<br />

Fácilmente se comprende los inconvenientes<br />

que esto acarrea en un clima como el<br />

nuestro, que no peca de húmedo ni mucho<br />

menos, que es excesivamente seco y despejado<br />

en el verano, y por lo tanto muy grande<br />

su evaporación y muy necesario que el<br />

vapor de agua suspendido en lá atmósfera sea<br />

absorbido y retenido por el suelo, para contrarrestar<br />

en parte los perniciosos efectos de las<br />

sequías.<br />

La tenacidad de los suelos laborables, ó sea<br />

el grado de cohesión ó enlace con que se<br />

hallan unidas las moléculas de sus componentes<br />

, es una propiedad preciosa y de gran<br />

influencia en la práctica; los terrenos excesivamente<br />

tenaces ó fuertes, como los llaman<br />

los labradores, impiden el desarrollo fácil de<br />

las raíces, y entre otros inconvenientes, presentan<br />

el de oponer gran resistencia á las labores;<br />

cuando pecan por el defecto contrario<br />

y su tenacidad es muy poca, no sirven en buenas<br />

condiciones para el cultivo por varios motivos,<br />

entre ellos por no sujetar las raíces de<br />

las plantas con la fuerza necesaria para impedir<br />

que el viento las arranque ó desarraigue;<br />

en este último caso se encuentran las tierras<br />

que contengan gran cantidad de arena, pues<br />

este elemento es el menos tenaz de todos, ocupando<br />

en la escala el último lugar la arena<br />

silícea y la arena caliza, que están representadas<br />

por 0,0, siendo también su adherencia á<br />

los aperos de labranza la menor de todas, pues<br />

por decímetro cuadrado y en tierras húmedas<br />

la arcilla pura llega hasta 1,200 kilos para el<br />

hierro y 1,320 kilos para la madera, mientras<br />

que la arena caliza no pasa de 0,190 y 0,200<br />

kilos, y la arena silícea de 0,170 y 0,190 kilos<br />

respectivamente.<br />

En,la práctica puede considerarse la tenacidad<br />

en razón inversa con la permeabilidad<br />

y capilaridad, que permiten al agua, al aire<br />

y á los gases, la libre circulación por el suelo<br />

y el fácil acceso á las raicillas de las plantas;<br />

esta propiedad importantísima llega, sin embargo<br />

, á ser un obstáculo para el cultivo cuando<br />

es excesiva, como sucede en la arena, cuya<br />

capilaridad y permeabilidad son las mayores<br />

de todas las de los elementos que constituyen<br />

las tierras laborables. En cambio la absorción<br />

del agua es insignificante comparada con<br />

otras substancias, pues 100 partes de arena<br />

silícea no retienen más que 25 de agua, al paso<br />

que la arcilla retiene 70, llegando el carbonato<br />

de magnesia hasta 456, y entre otras condiciones<br />

dignas de tenerse en cuenta, merece<br />

especial mención esta propiedad, porque merced<br />

á ella la tierra se enriquece de los principios<br />

solubles de los abonos.<br />

Como consecuencia de la permeabilidad excesiva<br />

de la arena, de su escasa absorción por<br />

el agua, la desecación es rapidísima y constituye<br />

en general tierras muy secas. De los


ARE — 496 — ARE<br />

experimentos de Schubler resulta, en el supuesto<br />

de que contienen las tierras 100 partes<br />

de agua, que en cuatro horas y cuatro minutos,<br />

á 18,75° de temperatura, pierde la arena<br />

silícea 88,4, la arena caliza 73,0, perdiendo<br />

la arcilla 31,9, y el mantillo 2,5 solamente.<br />

Por el ligero examen hecho de las principales<br />

propiedades físicas de la arena, vemos que<br />

todas ó la mayor parte las tienen en un grado<br />

tal de exageración, que aun aquellas que son<br />

indispensables para el cultivo, vienen á ser<br />

perjudiciales por exceso.<br />

Si la arena entra á formar parte de los suelos<br />

laborables con otros elementos que modifiquen<br />

esas propiedades, suele formar buenos<br />

terrenos, útiles para la agricultura, y sobre<br />

todo para el cultivo de las raíces y tubérculos,<br />

cuyo desarrollo facilita por la soltura que comunica<br />

al suelo.<br />

En los terrenos formados por arenas solas,<br />

ó en los que éstas entran en una gran proporción,<br />

la vida vegetal se desenvuelve en malas<br />

condiciones, y sólo con el auxilio del riego<br />

podrán obtenerse buenos resultados, teniendo,<br />

si no se dispone del agua necesaria, que recurrir<br />

á otras enmiendas que á continuación describimos.<br />

La mezcla de arcilla ú otras substancias tenaces<br />

que modifiquen la excesiva soltura de las<br />

arenas, presenta el grave inconveniente de la<br />

carestía de los transportes, y además se incorpora<br />

difícilmente al suelo por las labores; por<br />

esta razón sólo en determinadas condiciones<br />

y en pequeñas parcelas podrá resultar económico<br />

este sistema.<br />

El entarquinado, que describimos al hablar<br />

de la Arcilla, es mucho más práctico en<br />

los casos en que pueda ejecutarse, siempre<br />

que los tarquines tengan alguna tenacidad, ó<br />

sea lo que el labrador llama tarquín compacto.<br />

De todas maneras, ninguna de estas<br />

enmiendas podrá practicarse en muchas circunstancias<br />

, sobre todo cuando se presentan<br />

grandes extensiones de arenas, como los médanos,<br />

las laudas, las costas arenosas, etc., etc.;<br />

no por esto, sin embargo, deben considerarse<br />

como inútiles, y los esfuerzos del hombre consiguen<br />

en muchas ocasiones brillantes resuldos<br />

, pudiendo citarse numerosos ejemplos que<br />

demuestran hasta qué punto son susceptibles,<br />

no ya los suelos arenosos, sino los arenales<br />

mismos, de poderse utilizar en el cultivo.<br />

Para conseguir estos resultados, si las arenas<br />

son movedizas ó voladoras, es preciso comenzar<br />

por fijarlas é impedir que avancen á<br />

los terrenos cultivados, pudiendo emplearse á<br />

este objeto diversos procedimientos, de todos<br />

los que consideramos como los más prácticos,<br />

la plantación de líneas paralelas de setos<br />

de espino, aromo, aulaga, etc., en una palabra,<br />

de cualquier planta, prefiriendo las<br />

espontáneas, que puedan vegetar en mejores<br />

condiciones en esos suelos estériles, empleando<br />

las enmiendas entre esas fajas y avanzando<br />

con ellas paulatinamente.<br />

También pueden sembrarse plantas herbá­<br />

ceas adaptables á la esterilidad de las arenas,<br />

empezando por la arando arenaria, los pincos<br />

marinos, el esparto y las plantas barrilleras,<br />

que se dan bien eu el litoral; según los<br />

climas, podrán emplearse en mejores condiciones<br />

la grama, la ortiga ú otras plantas resistentes.<br />

Cuando éstas hayan prosperado, y<br />

merced á ellas se consiga la fijación del suelo,<br />

podrán empezar á propagarse los arbustos,<br />

el espino, la aulaga, etc., etc., concluyendo,<br />

por último, por los árboles, ya sean el pino<br />

marítimo, el ciprés, el pino de Escocia, el<br />

enebro de Virginia, etc., etc.<br />

No pueden determinarse exactamente las<br />

plantas más á propósito, pues en cada caso<br />

varían éstas con las condiciones del clima de<br />

la localidad en que se encuentren los terrenos<br />

arenosos. De todas maneras, por este sistema,<br />

que no tiene otro inconveniente que la lentitud<br />

de su desarrollo, se consigue, en primer<br />

término, la fijación de las arenas; más tarde,<br />

por el detritus de las hojas y restos vegetales,<br />

se va formando el mantillo, que modifica las<br />

condiciones de la arena, permitiendo, gracias<br />

á su influjo, el cultivo de especies de más importancia;<br />

por otra parte, la sombra que esos<br />

mismos vegetales proporcionan, mantienen la<br />

humedad y frescura del suelo, impidiendo la<br />

desecación de la arena, tan rápida sin esta<br />

circunstancia, contribuyendo todo al desarrollo<br />

de las plantas, y con ellas el cambio de las<br />

propiedades físicas del suelo.<br />

En el Centro y Norte de España' se ha<br />

ensayado en algunos arenales el cultivo del<br />

ailanto con éxito tan lisonjero, que creemos<br />

merece citarse y fijar la atención de nuestros<br />

labradores. Este árbol, en efecto, reúne condiciones<br />

excepcionales para este objeto. Su<br />

propagación es sumamente sencilla, como puede<br />

verse en el lugar correspondiente; su rusticidad<br />

le permite aguantar sin resentirse<br />

grandes sequías, y sus largas y superficiales<br />

raíces, así como la propiedad que éstas tienen<br />

de arrojar gran número de tallos, le dan para<br />

la fijación de las arenas cualidades inapreciables.<br />

Algunos pies solamente que arraiguen<br />

en pocos años, ocupan una gran extensión de<br />

terreno, favoreciendo además la propagación<br />

la forma de la semilla, que permite la diseminación<br />

á grandes distancias.<br />

Todos estos procedimientos del desarrollo<br />

lento y paulatino de la vegetación, parecen á<br />

primera vista algo ilusorios é interminables;<br />

por su duración hay pocos propietarios que<br />

los acometan con la decisión y el empeño que<br />

merecen, y, sin embargo, son dignos de tenerse<br />

muy en cuenta.<br />

Eijando bien los términos de la cuestión,<br />

observaremos que se trata de terrenos improductivos,<br />

de suelos que son el tipo de lá esterilidad,<br />

donde ni algunas plantas espontáneas<br />

crecen de trecho eu trecho, no son á propósito<br />

generalmente ni aun para la alimentación<br />

del ganado. Por otra parte, los gastos que la<br />

siembra ó plantacióu proporciona, son insignificantes<br />

y no merecen tenerse en cuenta. En


ARE — 497 — ARE<br />

todas las casas de labranza hay una porción<br />

de días perdidos que pudieran utilizarse para<br />

este objeto, y aunque el éxito no sea muy rápido,<br />

por de pronto, se obtendrán pastos, lefias<br />

más tarde, y hasta maderas, etc., pudiendo<br />

llegar esos terrenos á dar grandes productos,<br />

como sucede en nuestro litoral del Mediterráneo,<br />

en las laudas y médanos de la Gascuña,<br />

en algunos arenales de Rusia y en otra<br />

porción de sitios que sería prolijo enumerar.<br />

C. ííodrig-áñez.<br />

ARENGA.— Género de plantas de la familia<br />

de las Palmas. Las especies que comprende<br />

tienen el tronco limpio, erecto, anillado<br />

irregularmente, 3' con los restos de las<br />

raíces de las hojas persistentes 3 r llenas de<br />

fibras negras; hojas pinadas, más ó menos<br />

blanquizcas en el envés, y con las pinas auriculadas<br />

en su base. El fruto es una drupa<br />

con dos á tres pirenes trígonas. Semillas de<br />

albumen homogéneo.<br />

En los invernáculos cálidos de Europa se<br />

cultiva la especie Arenga saccliarifera, y en<br />

los montes de las Islas Filipinas vive espontánea<br />

otra llamada Canon, de gran importancia<br />

por los variados aprovechamientos de que<br />

es objeto. (V. Cauon.)<br />

ARENQUE (Cl. harengus, L.).—Es un<br />

pez del orden de los malacopterigios abdominales,<br />

y que tiene, por consiguiente, esqueleto<br />

óseo, la mandíbula superior completa y<br />

móvil, las branquias pectiniformes, todos los<br />

radios articulados, excepto á veces el primero<br />

de la dorsal, anal y pectorales, 3' las aletas<br />

abdominales situadas detrás del abdomen. El<br />

cuerpo es escamoso, sin dorsal, adiposo; el<br />

borde de la mandíbula superior formado por<br />

los maxilares ó intermaxilares, y los radios<br />

branquiostomos son numerosos, como en todos<br />

los peces pertenecientes á la familia de los<br />

Clupídeos. Vive principalmente en los mares<br />

del Norte de Europa, á partir del Canal de<br />

la Mancha, siendo tanto ó más abundante que<br />

la sardina y de carne mu3' apreciada.<br />

La pesca del arenque constituye un verdadero<br />

filón para las poblaciones costaneras de<br />

muchos países, y se viene practicando desde<br />

muy antiguo; adquirió gran desarrollo en el<br />

siglo xiv, época en la cual las grandes masas<br />

de ese pescado, en lugar de emigrar hacia las<br />

costas de Noruega, como solían, se dividieron<br />

en dos ramales, que terminaban en las costas<br />

de Holanda 3' de Inglaterra; de ahí una nueva<br />

3' remuneradora industria para los habitantes<br />

de los Países Bajos, que además de preparar<br />

los peces para el consumo, en razón de su<br />

abundancia, hubieron de dedicar grandes cantidades<br />

al abono de tierras. El pescador Jorge<br />

Benkel descubrió un método para ahumar el<br />

arenque y almacenarle en barriles, de manera<br />

que se conservase indefinidamente, 3' desde<br />

entonces se organizó en tal escala una lucrativa<br />

exportación, que en el siglo xv se dedicaban<br />

40.000 barcos á la pesca del arenque.<br />

Agradecido el pueblo holandés, erigió una<br />

estatua al benemérito pescador Benkel, y es<br />

tradición que ciento cincuenta años después,<br />

al pasar por delante de la estatua el emperador<br />

Carlos V, se quitó el sombrero y comió<br />

solemnemente un arenque ante la tumba del<br />

pescador.<br />

La ignorancia y superstición de algunos<br />

pueblos y re3 r es pretendió hallar analogías<br />

entre los caracteres de la escritura y los cambios<br />

de colores de ese pez, y así se cuenta que<br />

á Federico II de Noruega le fueron regalados<br />

dos arenques, en cuyo cuerpo se hallaban<br />

estampados, al parecer, algunos caracteres góticos.<br />

El monarca creyó descubrir en aquellos<br />

caracteres el anuncio de la proximidad de su<br />

muerte y de la dé la reina. Consultó á los<br />

doctos, y éstos tradujeron en este sentido la<br />

supuesta inscripción: «En breve cesaréis de<br />

pescar tantos arenques como los demás pueblos».<br />

No satisfaciéndole al rey tal interpretación,<br />

llamó á otros hombres de ciencia, y<br />

entonces se iniciaron disputas y polémicas<br />

que dieron ocasión á la exposición de los mayores<br />

absurdos al pretender explicar el horóscopo<br />

anunciado por el prodigio zoológico. Si<br />

no hubiera muerto Federico un año después,<br />

Dios sabe dónde habrían llegado los presuntos<br />

sabios con sus divergencias é interpretaciones.<br />

El pueblo noruego, con tal prodigio, abrigó<br />

la firme persuasión de que los dos peces habían<br />

sido dos mensajeros encargados de anunciar<br />

la próxima defunción del monarca.<br />

Prescindiendo de absurdas suposiciones, es<br />

lo cierto que el' pez en cuestión suministra<br />

grandes cantidades de alimento, 3 r sustenta á<br />

muchos pescadores. Del pequeño puerto inglés<br />

de Varmmouth salen anualmente para pescar<br />

arenques 400 embarcaciones de 55 toneladas<br />

por término medio, recogiendo pescados por<br />

valor de 17 millones ó más. En 1852 se recogieron<br />

en Noruega, á pesar de que no puede<br />

competir con Holanda en ese terreno, 764.440<br />

hectolitros de arenques, y se exportaron<br />

573.330 hectolitros, por valor de 10 millones.<br />

Es tanta la importancia de esa pesca, que<br />

últimamente se han tendido hilos telegráficos<br />

en una extensión de 150 kilómetros de costa<br />

para avisar á los pueblos tan pronto como se<br />

presentan las falanges de arenques. Gracias á<br />

ese sistema, y en reducidísimo plazo, los humildes<br />

pescadores consiguen sacar gran partido<br />

de la maravillosa invención del telégrafo,<br />

habiéndole utilizado por vez primera como<br />

auxiliar de las operaciones de pesca.<br />

AREÓMETRO (Física agrícola).—-Etimológicamente<br />

esa palabra significa medida<br />

de lo tenue, y se emplea para designar los<br />

instrumentos con que se mide ó se compara el<br />

peso específico ó densidad de los cuerpos, es<br />

decir, su peso bajo la unidad de volumen. La<br />

base para la construcción de esos aparatos es<br />

el llamado principio de Arquímedes, según<br />

el cual todo cuerpo sumergido en un líquido<br />

pierde de su peso una cantidad igual á la de<br />

la masa que desaloja. Para establecer el equilibrio<br />

del instrumento se podrán emplear aparatos<br />

de volumen constante y peso variable, ó<br />

Día—II. 32


ARE — 498 — ARE<br />

de volumen variable y peso constante. De ahí<br />

que haya dos clases de areómetros.<br />

1." AREÓMETROS DE VOLUMEN CONSTANTE Y<br />

PESO VARIABLE.—El modelo de tales aparatos<br />

es debido á Fahrenheit; sirven para comparar<br />

la densidad de cualquier líquido con la del<br />

agua. Compónese de un cilindro cuya materia<br />

no atacan los líquidos en que haya de operarse,<br />

y de cuya parte superior sale un vastago<br />

terminado por un platillo. En la otra extremidad<br />

hay una esferita que contiene lastre, á<br />

fin de que el instrumento se mantenga en<br />

posición vertical dentro de los líquidos en que<br />

se introduzca. Partiendo de que el instrumento<br />

tenga un peso determinado Q, por ejemplo,<br />

se verá que para conseguir que el punto<br />

de enrase marcado en el vastago coincida con<br />

el plano de la superficie del líquido, será preciso<br />

colocar en el platillo cierto peso, que expresaremos<br />

en general por p. Evidentemente<br />

el peso del agua que haya desalojado el aparato<br />

será igual al de éste, mas el de las pesas colocadas<br />

en el platillo, ó sea igual á Q -hp, y<br />

ese peso indica el volumen del instrumento<br />

hasta el punto de enrase. Cuando después<br />

de limpio se introduce el aparato en , otro<br />

líquido, por ejemplo, en aceite, se verá<br />

que para enrasarle será necesario colocar un<br />

peso p' sobre el platillo; por lo tanto, el<br />

peso del volumen de aceite desalojado indudablemente<br />

será Q -hp'. Siendo d la densidad<br />

ó peso específico del aceite, se tendrá que<br />

Q -+-p'— (Q -i-p) d; de donde se deduce que<br />

2,° AREÓMETROS DE VOLUMEN VARIABLE Y<br />

PESO CONSTANTE.—Esos aparatos se hallan destinados<br />

á medir la densidad, tanto de los líquidos<br />

como de los sólidos; su invención se<br />

atribuye á ííicholson. Difiere ese instrumento<br />

del areómetro de Fahrenheit en que la esfera<br />

que contiene el lastre tiene la forma de vaso<br />

ó cépsula, al cual puede sujetarse el sólido cuya<br />

densidad se pretende determinar con el<br />

aparato. Supongamos que sea necesario emplear<br />

un peso P para enrasar el instrumento<br />

en agua pura. Colocando luego el cuerpo sólido<br />

en el platillo, bastará agregar un peso p<br />

para que el instrumento quede enrasado, es<br />

decir, que el instrumento desempeñará las<br />

funciones de una balanza. Indudablemente el<br />

peso del cuerpo será igual á P—p. Se separa<br />

luego el cuerpo del platillo superior, y se le<br />

sujeta en el pequeño recipiente inferior; se<br />

agregan entonces al platillo superior pesos<br />

determinados hasta que el punto de enrase<br />

coincida con la superficie del líquido, y representando<br />

porp' los pesos agregados, dicho se<br />

está que el volumen del cuerpo será j»'—p, y<br />

por consiguiente, la densidad buscada<br />

p'—p<br />

3.° AREÓMETRO DE BAUME PARA LAS DISO­<br />

LUCIONES SALINAS Y LOS LÍQUIDOS MAS DENSOS<br />

QUE EL AGUA.—Este areómetro, de peso constante,<br />

inventado por M. Baumé, se halla formado<br />

por un tubito cilindrico de cristal, ordinariamente<br />

con lastre de plomo ó de mercurio<br />

en un globito colocado en la parte inferior.<br />

Cuando se sumerge el aparato en un líquido, la<br />

parte de la varilla introducida es tanto mayor<br />

cuanto menor sea la densidad del líquido, puesto<br />

que la masa desalojada ha de tener igual<br />

peso que el aparato. El lastre ha de ser tal<br />

que, introducido el instrumento en agua pura<br />

ó destilada, quede sumergido hasta la extremidad<br />

superior de la varilla, donde se marcará<br />

un cero. Introducido después el aparato en<br />

una mezcla de quince partes en peso de sal<br />

marina y quince de agua, quedará enrasado<br />

por un punto de la varilla situado debajo del<br />

cero; se divide el espacio que separa ambos<br />

puntos de enrase en quince partes iguales, y se<br />

prolongará la división hasta la parte inferior<br />

de la varilla, quedando así el instrumento en<br />

condiciones de ser utilizado y emplearse como<br />

pesa-ácidos, pesa-vinagres, pesa-jarabes, etc.,<br />

ya que ordinariamente se utiliza para determinar<br />

la mayor ó menor concentración de una<br />

disolución salina ó de una combinación de<br />

ácido con agua. El pesa-sales de Baumé marca<br />

el grado 60 en el ácido sulfúrico monohidratado,<br />

el 36 en el ácido nítrico y el 26 en<br />

el muriático ó clorhídrico del comercio.<br />

4.° AREÓMETRO DE PESO CONSTANTE Y VO­<br />

LUMEN VARIABLE DE BAUME PARA LICORES ó-<br />

ESPÍRITUS MENOS DENSOS QUE EL AGUA. Ese<br />

aparato, llamado pesa-éteres y pesa-licores, está<br />

construido de tal manera que, introducido en<br />

una disolución de diez partes en peso de sal<br />

marina y de noventa de agua, resulte situado<br />

el punto de enrase en la parte inferior de la.<br />

varilla, donde se marcará un cero. Después se<br />

coloca el areómetro en agua pura á la temperatura<br />

de 12",5, y se marcará con el número-<br />

10 el nuevo punto de enrase. Se divide en diez,<br />

partes iguales el espacio comprendido entre<br />

los dos puntos de enrase, y se prolongan las divisiones<br />

por la parte superior de la varilla, en<br />

extensión proporcionada á los usos á que se<br />

destina el aparato que se construye. Un areómetro<br />

, graduado de esa suerte, se sumerge<br />

hasta el 65° en el éter anhidro, hasta el 47°, 5en<br />

el alcohol absoluto, hasta el 22°,5 en la disolución<br />

amoniacal ó álcali volátil á 0,92 de<br />

densidad. Las expresiones alcohol á 36°, alcohol<br />

á 40°, indican que el pesa-licores de Baumé<br />

enrasa en las divisiones 36 y 40 en los<br />

alcoholes hidratados ó aguardientes que se:<br />

ensayan.<br />

Como se desprende de lo dicho, los areómetros<br />

de Baumé están graduados convencionalmente.<br />

Las cifras marcadas en sus ramas no<br />

tienen relación alguna con la densidad de los<br />

líquidos en que se sumerge, y solamente indican<br />

el más ó menos aproximadamente. La.<br />

densidad real solamente se puede averiguar<br />

mediante cálculos más ó menos complicados,<br />

que solamente son exactos cuando se opera á<br />

temperaturas determinadas y se refieren á la.


ARG — 499 — ARG<br />

de 4°,1 tratándose de agua, y á la de 0 tratándose<br />

de otros líquidos. Se han redactado<br />

tablas para obtener la densidad aproximadamente<br />

, pero no son de gran utilidad para los<br />

agricultores. También se han construido areómetros<br />

especiales, como los enómetros para<br />

los mostos de vino, los galactómetros para la<br />

leche, los oleómetros para los aceites, y en general<br />

densímetros de tantas clases como líquidos<br />

se han de examinar. De los alcohómelros<br />

hemos hablado detenidamente en el artículo<br />

Alcohometría, página 461 j siguientes del<br />

primer tomo, y de los demás hablaremos en<br />

los lugares correspondientes. Entre otros inconvenientes<br />

de los areómetros de Baumé, es<br />

de notar el de que la escala de los instrumentos<br />

destinados á medir líquidos más densos<br />

que el agua no tengan el mismo punto de partida<br />

que la escala de los areómetros destinados<br />

á líquidos poco densos.<br />

ARESTÍN.—Padecimiento especial de los<br />

solípedos, que se presenta en las regiones inferiores<br />

de las extremidades, y sobre todo en<br />

las cuartillas, y consiste en una secreción serosa<br />

y fétida, á consecuencia de la cual se hinchan<br />

las piernas de los pacientes y adquieren<br />

á veces considerable volumen. Equivocadamente<br />

han denominado algunos fimatosis á esa<br />

enfermedad; es más común en el caballo que<br />

en la muía y el asno, habiéndose observado<br />

también en el buey, aunque raras veces. Los<br />

caracteres de esa afección son: hipertrofia papilar<br />

de la piel en las extremidades inferiores;<br />

leve hinchazón del menudillo y de la corona<br />

en un principio, con frecuencia indolente; secreción<br />

más espesa cada vez; erizado del pelo<br />

, al cual se adhiere la serosidad purulenta, y<br />

agrietamiento de la piel, sobre la cual destacan<br />

granos, de cuyos intersticios surgen pelos<br />

aislados. Esas tuberosidades, más ó menos<br />

voluminosas, forman higos bañados de la secreción<br />

fétida. En ocasiones se esfacelala piel,<br />

y se forman llagas, verrugas y grapas ulcerosas,<br />

sin tendencia á cicatrizarse. La hinchazón<br />

de las extremidades va aumentando, el animal<br />

se inutiliza para el trabajo y suele ir acompañado<br />

de galápago.<br />

Para combatir el padecimiento es necesario<br />

ante todo alojar los animales en cuadras sanas<br />

y limpias, alimentarlos bien y practicar lociones<br />

en la parte enferma. Los astringentes, la<br />

glicerina con extracto de Saturno, la brea pura<br />

ó fenicada, el percloruro de hierro y las<br />

disoluciones de cobre son los medicamentos<br />

á que puede recurrirse.<br />

ARFUEYO—Según el Sr. Teixidor, con<br />

este nombre se designa en algunas localidades<br />

al muérdago, Viscum álbum, L. (V. Muérdago.)<br />

ARGÁN.—Árbol africano de la familia<br />

de las Sapotáceas, distinguido botánicamente<br />

con el nombre específico de Argania sideroxylon,<br />

R. y S.<br />

DESCRIPCIÓN.—Hojas pequeñas, reunidas en<br />

hacecillos en la parte inferior de las ramas,<br />

solitarias, y dispersas en la superior, casi sen­<br />

tadas, lanceolado-aovadas, generalmente obtusas<br />

, enterísimas y lampiñas. Plores laterales<br />

ó axilares, amontonadas y poco vistosas;<br />

cáliz gomosépalo; corola gomopétala, partida<br />

en cinco divisiones; estambres en número de<br />

diez, cinco fértiles y cinco estériles; pistilo<br />

con el germen ú ovario superior de dos ó tres<br />

celdillas; estilo filiforme, y estigma simple. El<br />

fruto es una drupa con el epicarpio membranoso<br />

, mesocarpio carnoso y endocarpio cartilaginoso;<br />

las semillas, en número de dos ó tres<br />

en cada fruto, tienen la testa ó hueso duro,<br />

lustroso y de color rojizo; el albumen es muy<br />

aceitoso y los cotiledones planos.<br />

Las raíces son bastante someras y divididas;<br />

el tronco se eleva á 4 ó 5 metros; es más<br />

ó menos derecho, y tiene la corteza cenicienta<br />

y resquebrajada; la copa alcanza á veces<br />

9 metros de diámetro, y suele estar ahorquillada,<br />

pero más frecuentemente confusa y espesa,<br />

formándola ramas tortuosas terminadas<br />

por una espina fuerte; debajo de las hojas hay<br />

también espinas menores y rectas.<br />

En su primer período suele crecer derecho<br />

este árbol, pero luego sus ramas se multiplican<br />

, formando ángulos rectos. Por lo general,<br />

el tiempo y los animales que salen al pasto se<br />

encargan de darle forma, y en su completo<br />

desarrollo lo componen tres ó cuatro troncos<br />

unidos, que descubren los primitivos ángulos<br />

de sus ramas, pudiéndose subir por cualquiera<br />

de estos árboles, y cual si fuese por escalones,<br />

á derecha é izquierda, sin otro obstáculo<br />

que las púas de que están llenas las ramas<br />

jóvenes. En las cercanías de Mogador<br />

hay uno en cuyos troncos, así formados, pueden<br />

hallar asiento y lugar para su comida<br />

campestre hasta doce personas. No existe<br />

opinión fija sobre el tiempo que el árbol tarda<br />

en dar su fruto, pero puede calcularse entre<br />

cinco y diez años ó más, según la calidad<br />

del terreno. Florece en Junio, y el fruto madura<br />

eñ Marzo del año siguiente.<br />

ÁREA y HABITACIÓN.—Hasta el presente no<br />

parece que se haya encontrado el argán silvestre<br />

más que en Marruecos, abundando en<br />

la provincia de Haba y al S. de Mogador.<br />

Entre la ciudad de Marruecos y la de este<br />

último nombre forma bosques espesos y extensos,<br />

limitados por los ríos Tensift y Sus.<br />

GEIMA , SITUACIÓN , EXPOSICIÓN y TERRENO.—<br />

Dadas las condiciones de las localidades en<br />

que se encuentra el argán, puede asegurarse<br />

que este árbol requiere un clima templado ó<br />

algo cálido, resistiendo mal los fríos del invierno.<br />

Asciende por las estribaciones septentrionales<br />

del Atlas, hasta la mitad de sus faldas<br />

, y no parece mostrar marcada preferencia<br />

por una exposición determinada. Se da bien<br />

en los terrenos pedregosos, areniscos y calizos<br />

, cubiertos por una ligera capa de mantillo.<br />

En general es poco exigente respecto á<br />

este particular.<br />

BENEFICIO.— Abandonado á la naturaleza,<br />

y dado el atraso en que viven los árabes, claro<br />

es que nada se hace en beneficio de los mou-


ARG — 500 — ARG<br />

tes de argán en el imperio marroquí. Su aprovechamiento<br />

es completamente empírico, como<br />

hijo que es de la rutina y de la imprevisión.<br />

El repoblado se obtiene por el esfuerzo natural<br />

de la planta, cuya semilla cae del árbol<br />

en su madurez y se entierra por sí sola, germinando<br />

regularmente cuando encuentra condiciones<br />

adecuadas en el lecho en que se halla<br />

depositada.<br />

CULTIVO.— Aun cuando se asegura por algunos<br />

que los árabes dan cultivo especial y<br />

cuidadoso á algunos arganales, este hecho no<br />

ha sido confirmado. Las noticias que acerca<br />

de la multiplicación artificial de este árbol se<br />

pueden dar, son las obtenidas por los ensayos<br />

de cultivo hechos en algunos países, y especialmente<br />

en el Mediodía de España y en la<br />

Argelia.<br />

Se propaga el argán por semilla y estaca,<br />

debiéndose preferir lo primero en España por<br />

ser más fácil, barato y seguro, además de<br />

obtenerse plantas mejores y más robustas. Los<br />

otros métodos serán sólo aceptables cuando se<br />

sepa que existen variedades superiores que no<br />

se reproduzcan por semilla, y aun en este<br />

caso bastaría tener ramas ó injertar sobre<br />

patrón fresco.<br />

La semilla que haya de emplearse en la<br />

siembra ha de ser muy fresca, pues como oleosa<br />

que es, se enrancia pronto, y en tal estado<br />

no germina. Lo mejor es cascar un poco la<br />

avellana ó ponerla en remojo durante un día,<br />

para facilitar la germinación; pero esto no es<br />

indispensable, si bien entonces se retrasa algo<br />

el nacimiento, que suele tener lugar á las tres<br />

semanas.<br />

La época de lluvias es oportuna para la<br />

siembra, pudiendo hacerse en otoño, si bien<br />

hay que cuidar de que hayan pasado tres ó<br />

cuatro meses desde la maduración del fruto;<br />

pero lo más recomendado es la siembra de<br />

primavera, cuando la localidad es húmeda y<br />

fría. Se hace ésta en semillero bien situado<br />

y dispuesto convenientemente, es decir, que<br />

ha de estar en sitio abrigado y que pueda<br />

regarse. En cada hoyo, que ha de quedar<br />

relleno con la tierra que se sacó, pulverizada<br />

y abonada, se echarán cuatro ó seis semillas,<br />

separadas las unas de las otras, cubriéndose<br />

con dos dedos de tierra buena; inmediatamente<br />

después es necesario regar el sitio de la siembra,<br />

si es que á tiempo no llueve lo suficiente<br />

para hacer innecesario el riego artificial.<br />

Después de nacida la planta, no ha menester<br />

en mucho tiempo más cuidados que ayudarla<br />

con algún ligero riego si se nota que lo<br />

necesita, impidiendo á la vez la entrada de<br />

los ganados. Los riegos sucesivos deben economizarse,<br />

á fin de que las plantitas se acostumbren<br />

desde el principio á la poca humedad<br />

y sigan vegetando bien, sin resentirse cuando<br />

se las transplante.<br />

Al año se sacan las plantas del semillero y<br />

se pasan al vivero, haciéndose el arranque<br />

con mucho cuidado para no estropear las<br />

raíces. El mejor tiempo de hacer el transplan­<br />

te es desde fines de otoño hasta principios de<br />

invierno, en día sereno, que no haga mucho<br />

viento ni excesivo frío. El vivero ha de estar<br />

cavado, abonado y bien dispuesto; en él se<br />

pondrán las plantitas á distancia de medio<br />

metro las unas de las otras. El cultivo del<br />

vivero consistirá en dar un riego en seguida<br />

de hecho el plantío, y repetirlo siempre que<br />

sea indispensable, y en labrar el terreno con<br />

la azada ó el almocafre si ha formado costra,<br />

ó cuando se vea que cría mucha hierba.<br />

Según el crecimiento que hayan tenido las<br />

plantas, á los dos ó tres años podrán estar en<br />

disposición de servir para el plantío de asiento<br />

definitivo. Este ha de tener lugar en otoño ó<br />

invierno, en hoyos de medio metro de profundidad<br />

y ancho, dispuestos á 8 metros de<br />

distancia, poniéndose un plantón en el centro<br />

de cada uno; se echará primero alguna tierra<br />

desmenuzada en el fondo para formar el asiento<br />

ó cama de raíz; y si hubiese ocasión de<br />

mezclar algún mantillo, será de mucho provecho.<br />

Después se coloca el arbolillo extendiendo<br />

sus raíces con cuidado y cubriéndolas con<br />

la tierra necesaria hasta dejar cubierto el hoyo.<br />

Hecho esto, se puede dar un riego para que la<br />

tierra se asiente.<br />

Los cuidados y labores en los años siguientes<br />

serán dar al terreno algunas vueltas de<br />

arado ó una cava; formar al pie de cada planta<br />

una alberquita ó alcorque donde se recojan<br />

las aguas llovedizas, y á principios de verano<br />

cerrarlos, arrimando tierra al pie para contener<br />

la evaporación y conservar la humedad<br />

en el fondo. En estos plantíos no debe entrar<br />

ninguna clase de ganado, porque podría despuntar<br />

y roer las ramillas, destruyendo los<br />

arbolitos. En la época oportuna se deben limpiar<br />

y podarlas plantas, á fin de guiarlas<br />

así formando su copa. En los entreliños se<br />

pueden sembrar frutos y semillas de plantas<br />

estacionales que, sin crecer ni espesar demasiado<br />

, no quiten la ventilación, y cuyas labores<br />

y abonos puedan servir al mismo tiempo<br />

de beneficio al arbolado. A los doce ó quince<br />

años la plantación empezará á dar abundante<br />

fruto, y entonces se continuará su cultivo por<br />

un procedimiento parecido al que se sigue<br />

en España con el olivo.<br />

Parece que el argán est,á connaturalizado<br />

ya en la colonia australiana de Sidney. En<br />

España, á juzgar por los ensayos que se hicieron<br />

á principios de siglo en el Jardín botánico<br />

de Madrid, y en 1863 en el de Sevilla,<br />

donde se dio bien este árbol, es de creer que<br />

podría propagarse con facilidad y provecho<br />

un poco al interior del litoral mediterráneo,<br />

desde el reino de Valencia hasta la provincia<br />

de Cádiz, extendiéndolo también por el centro<br />

de la provincia de Sevilla, parte de la de<br />

Córdoba y región meridional de la de Huelva.<br />

El Sr. Boutelou (D. Esteban) recomendó su<br />

aclimatación con gran eficacia en las Islas<br />

Canarias en el año de 1870.<br />

PRODUCTOS.—La madera del argán es de<br />

grano fino, color amarillento, y tan dura y


ARG — 501. — ARG<br />

pesada que estas cualidades le han valido el<br />

nombre de Sideroxylon, ó sea madera de<br />

hierro. Se emplea para muebles, instrumentos<br />

y aperos. La leña tiene excelentes condiciones<br />

de duración y fuerza, siendo también bastante<br />

bueno el carbón.<br />

Los árabes del campo mezclan las cascaras<br />

del fruto con carbón ó leña para aumentar la<br />

potencia y la duración del fuego. Pero el producto<br />

verdaderamente importante, y con el<br />

cual, satisfechas las necesidades domésticas,<br />

hacen los árabes un comercio respetable, es ei<br />

aceite de argón, que se extrae de las semillas.<br />

Precede á esta operación la recolección del<br />

fruto, que se hace principalmente por medio<br />

de rebaños de ganado cabrío y lanar, que lo<br />

comen con voracidad, tomándole en el monte<br />

y aun de los mismos árboles, sobre los cuales<br />

se encaraman. Algunas horas después devuelve<br />

el animal en los corrales el hueso despojado<br />

de la cubierta, siendo raro que aquél llegue<br />

á pasar del estómago, pero en uno y otro caso<br />

se recoge, limpia y deposita en sitio seco y<br />

ventilado, donde se conserva.<br />

Además del fruto, que con tanta abundancia<br />

come el ganado, se recoge mucho á mano del<br />

suelo por niños y mujeres, mientras que los<br />

hombres sacuden ó varean los árboles. Después<br />

se separa la pulpa del hueso, y éste se<br />

echa eu el montón ó depósito, donde se reúne<br />

para la extracción del aceite. Esta operación<br />

se hace del modo siguiente: la semilla ó almendra<br />

se parte á mano con una piedra, lo<br />

cual ejecutan los naturales con rapidez asombrosa,<br />

separando en dos grupos la almendra<br />

y la cascara; después se tuesta aquélla ligeramente,<br />

sin que llegue á tomar color, y se machaca<br />

en un mortero, resultando una pasta<br />

negruzca, que puesta en anchas vasijas de<br />

barro y bien rociada con agua, se amasa como<br />

si fuera harina. Exprimida luego con las manos,<br />

se separa el aceite, que se guarda en una<br />

vasija, donde, dejado en reposo, se aclara.<br />

Los árabes más industriosos emplean en vez<br />

del mortero ó almirez unas pequeñas piedras<br />

de moler, de las que cae la masa en el recipiente<br />

al efecto preparado.<br />

Como se ve, este procedimiento de elaboración<br />

es imperfecto, pudiéndose asegurar que<br />

se pierde mucha cantidad de aceite en las<br />

diversas manipulaciones de que consta la operación.<br />

Hay que advertir que la. pepita del<br />

fruto contiene gran cantidad de ácido prúsico,<br />

como todas las amargas, tanto que bastarían<br />

veinte de ellas para causar la muerte de la<br />

persona que las comiera. Sirva esto de precaución<br />

para las familias que tengan niños. Es<br />

de observar, por otra parte, que la propiedad<br />

venenosa queda enteramente perdida después<br />

de extraído el aceite, el cual es sano y nuti'itivo<br />

como el que más. Las gentes del país lo<br />

emplean en los guisos, y en su afición lo toman<br />

hasta líquido, siendo bien conocida la circunstancia<br />

de que los que tienen criados ó esclavos<br />

cuyo buen apetito no les conviene, los alimentan<br />

frecuentemente con un bollo de pan ca­<br />

liente abierto por la mitad y bien empapado<br />

en aceite de argán, manjar exquisito que es<br />

devorado por aquéllos, y con el cual pasan<br />

perfectamente un día entero de trabajo sin<br />

necesitar otro alimento.<br />

Sirve también el aceite de argán para el<br />

alumbrado, asegurando el Sr. S. Berthelot,<br />

de Canarias, haber visto en los salones de la<br />

casa consular de Francia, en Mogador, un<br />

brillante alumbrado en lámparas Cárcel, alimentado<br />

con el aceite de argán purificado,<br />

cuya luz era clara y brillante, sin que lastimase<br />

la vista como el.petróleo, teniendo además<br />

la ventaja el empleo de dicho aceite de<br />

no engrasar nunca las lámparas.<br />

Las borras ó residuos de la molienda, solas<br />

ó mezcladas con otras substancias, se dan á los<br />

camellos, buej'es ó cabras, cuyo ganado las<br />

come muy bien. No así los caballos, muías y<br />

asnos,- que manifiestan por este alimento una<br />

marcada repugnancia.<br />

J. J.<br />

ARGANIA.—Género de plantas de la familia<br />

de las Sapotáceas. (V. Argán.)<br />

ARGEL AG A.— Nombre que se aplica en<br />

Cataluña á la Calycotome spinosa, Link. (familia<br />

Leguminosas). Se encuentra en Vallvi-r<br />

drera, Tibidabo, Montalegre, Castell de Fells,<br />

San Llorens del Munt, etc. Las hojas de esta<br />

especie, que forma parte del boscaje de varios<br />

montes, son pecioladas, trifoliadas, con las<br />

foliólas subsesiles, obovales, obtusas, lampiñas<br />

por encima y algo pelosas por debajo. Las<br />

flores son grandes, amarillas, solitarias ó fasciculadas,<br />

en número de dos á cuatro. El fruto<br />

es una vaina de 35 X 8 milímetros, plana,<br />

lisa, brillante y negra cuando está madura.<br />

La altura de este arbusto es de 1,50 á 2 metros.<br />

El tallo es tortuoso, muy ramoso, con<br />

corteza agrietada membranosa, verde ó de un<br />

pardo rojizo. Florece de Mayo á Junio.<br />

La madera es amarillenta, de fibras finas y<br />

hacecillos no muy gruesos. Forman éstos con<br />

la sección perpendicular al eje del tronco una<br />

delicada red de mallas pequeñas que á veces<br />

aparecen incompletas.<br />

ARGELIA.—Antigua regencia musulmana,<br />

é importante colonia francesa hoy, situada<br />

en la zona septentrional de África, y limitada<br />

al O. por el imperio de Marruecos; al N. por<br />

el Mediterráneo, que baña ese territorio en<br />

una extensión de 1.000 kilómetros próximamente;<br />

al E. por la antigua regencia de Túnez,<br />

estado vasallo de Francia en la actualidad, y<br />

por el bajalato turco de Trípoli, y al S. por<br />

el desierto del Sahara, en el cual van penetrando<br />

más y más las fuerzas francesas, sojuzgando<br />

paulatinamente á los habitantes de<br />

los oasis, aun cuando sin establecer de una<br />

manera definitiva la dominación de la república.<br />

La Argelia se halla comprendida entre<br />

los 30 y 37° de latitud Norte, y entre 2° de<br />

longitud occidental del meridiano de Greenwich,<br />

y 8° 20' de longitud oriental. La extensión<br />

superficial de la Argelia mide 470.000<br />

kilómetros cuadrados, ó sean una décima par-


ARG — 502 — ARG<br />

te (58.000 kilómetros cuadrados) menos que<br />

Francia, y 26".000 menos que la parte continental<br />

de España.<br />

Ese vasto dominio, formado por planicies<br />

arenosas, y á veces de nivel inferior al del<br />

Océano en la región meridional ó sahariana,<br />

en una zona de 220 á 400 kilómetros de anchura<br />

y de 800 de longitud, se halla cruzado<br />

en su parte central y septentrional por las<br />

prolongaciones y estribaciones del Atlas, cuyo<br />

principal núcleo se encuentra en Marruecos,<br />

formando dos cordilleras, una llamada generalmente<br />

el Gran Atlas, que dista de 320 á<br />

400 kilómetros de la costa, y en la cual destacan<br />

los montes Amur al Sudoeste y los montes<br />

Ores al Sudeste, unidos entre sí por una<br />

serie de serranías y elevaciones, en las cuales<br />

destacan el Arosh, Bokahil y Sahari; y otra,<br />

el Pequeño Atlas, cadena montañosa, cuyo<br />

eje se halla á unos 60 ú 80 kilómetros de la<br />

costa, limitando la zona septentrional llamada<br />

Tell, y formando un laberinto de feraces<br />

valles, y de crestas, mesetas y picos no tan<br />

elevados como los del Gran Atlas, pero sí<br />

bastante característicos. Por último, sobre los<br />

bordes del mar la costa se levanta en cerros y<br />

colinas cultivables, llamadas Sahel por los<br />

árabes y Sif por los berberiscos, que unas<br />

veces se hallan separadas por las estribaciones<br />

del Pequeño Atlas, otras por feraces planicies,<br />

y en ocasiones se confunden con los contrafuertes<br />

de la cordillera. La altitud de ese sistema<br />

orográfico varía, por lo común, entre 700<br />

y 1.200 metros, y con frecuencia de 1.500 á<br />

1.800. Las cimas culminantes, ó sean las del<br />

Jurjura en la Gran Kabilia y Chellia en el<br />

Aurés, miden respectivamente 2.126 y 2.312<br />

metros; 1.100 menos que el Miltsiu, el monte<br />

más elevado de Marruecos.<br />

Entre las dos grandes cordilleras mencionadas<br />

se extiende la región de las altas mesetas,<br />

de 200 á 250 kilómetros de anchura, separada<br />

de las mesetas intermedias por la cordillera<br />

del Pequeño Atlas, cuyas estribaciones<br />

separan esas entre sí, y también de las mesetas<br />

inferiores, que se hallan más próximas al<br />

Mediterráneo. De las planicies más ó menos<br />

elevadas, y que por su feracidad han sido sometidas<br />

al cultivo moderno desde hace algunos<br />

años, merecen especial mención las llanuras<br />

de Bona, de la Meticha, del Chelif, del Sig y<br />

del Habrá. La línea de las planicies forma<br />

una zona que se prolonga de O. á E., y que<br />

se halla realmente dividida en dos partes de<br />

altura desigual, la occidental y la oriental. La<br />

primera, cuya altitud no excede de 200 metros,<br />

comprende los términos de Lalla-Marguia,<br />

Tafea, Zidur, Melata, Tlelat, Sig, Habrá,<br />

Ullil, Mina y Chelif. La segunda sección,<br />

que comienza en la parte media de la colonia,<br />

al Oriente de Aumale, y en la sierra de Uanuga,<br />

comprende las comarcas de Mechana,<br />

Sedrata, Setif, Eulma, Abden-Nur, Constantina,<br />

Ain-Beida y Tebessa, oscilando su elevación<br />

sobre el nivel del mar entre 500 y<br />

1.000 metros.<br />

Tres vertientes hidrográficas comprende la<br />

Argelia. La mediterránea, generalmente limitada<br />

al Sur por el Pequeño Atlas, y que por<br />

el valle del Chelif penetra hacia el Sur, hasta<br />

los montes Amur y Arosch, y comprende,<br />

además de la meseta de Sersú, el terreno ondulado<br />

que riegan el Rhumel, el Seybussa y el<br />

Mecherda; la interior ó de la meseta central,<br />

privada de salida hacia el mar y hacia el desierto<br />

, y cuyas aguas afluyen á los lagos salados<br />

llamados Sebjas ó Chotis, y la meridional ó sahariana,<br />

que teniendo el Gran Atlas por límite<br />

septentrional, envía sus aguas al gran desierto<br />

del Sahara por el Igharghar ó Siudi y<br />

otras corrientes menos caudalosas, todas las<br />

cuales desaparecen filtrándose por los caldeados<br />

arenales del. Sahara. Cada una de las dos<br />

primeras hoyas hidrográficas comprende unos<br />

130.000 kilómetros cuadrados, y la última<br />

210.000.<br />

Esas grandes cuencas se subdividen en veintinueve<br />

vertientes secundarias, cuyas aguas recogen<br />

algunos ríos bastante caudalosos, entre<br />

los cuales el más importante es el Chelif, del<br />

que es tributaria una hoya de 45.000 kilómetros<br />

superficiales, y que representa por lo<br />

tanto cerca de una décima parte de la extensión<br />

total de la Argelia. Ese río, tan caudaloso<br />

como el Ebro ó el Tajo en invierno, nace<br />

cerca de El Aguad, entre los montes Amur y<br />

Arosch; corre por la parte media de la Argelia<br />

de S. á ÍT., hasta cerca de la costa y al O.<br />

de Medeah; traza una gran curva, y se dirige<br />

hacia el Occidente; pasa por Orleansville y<br />

otras importantes poblaciones agrícolas, y desagua<br />

en el Mediterráneo, al Oriente de Mostaganem.<br />

Siguen en importancia al río mencionado<br />

en el departamento de Oran, el Tafna y<br />

el Mac ta, ó sea el Sig y el Habrá reunidos; en<br />

el de Argel, el Mazafrán y el Isser, y en el de<br />

Constantina, el Seybussa y el TJed-Sahd ó río<br />

de Bugía, navegables todos en la parte inferior<br />

de su curso. Las corrientes y riachuelos<br />

son numerosos, pero de breve curso y de caudal<br />

muy desigual, según las estaciones; de<br />

ahí que los colonos hayan tenido que construir<br />

numerosos pantanos y presas, á fin de poder<br />

utilizar las aguas para el riego durante la<br />

época de los calores. En cambio, gracias al<br />

pronunciado declive del terreno, 800 á 1.000<br />

metros en la reducida extensión de 60 á 80<br />

kilómetros, se pueden utilizar para la industria<br />

numerosos saltos de agua.<br />

Los lagos Sebjas 6 Chotis, que son numerosos<br />

en las tres zonas de Argelia, y cuya extensión<br />

es más considerable en las mesetas<br />

centrales, y sobre todo en la región sahariana,<br />

miden entre todos unos 6.000 kilómetros<br />

cuadrados superficiales; se quedan completamente<br />

secos durante el verano, y suministran<br />

grandes cantidades de excelente sal á los ribereños.<br />

CLTMA.—Bajo el punto de vista climatológico,<br />

la Argelia se divide en dos secciones: el<br />

Tell y el Sahara, diferentes por el relieve del<br />

terreno y por sus producciones. En el Tell,


AEG — 503 — AEG<br />

•de una palabra árabe que significa colina, no<br />

maduran bien los dátiles, y en cambio los cereales<br />

prosperan sin otro riego que las aguas<br />

de lluvia; en el Sahara, denominación que en<br />

árabe significa pasto, y por extensión desierto<br />

y llanura, maduran perfectamente los dátiles,<br />

y los cereales solamente vegetan mediante el<br />

riego. En esa región tienen excepcional importancia<br />

los oasis de Oued, arroyuelo ó lugares<br />

regables. En la zona de las altas mesetas<br />

hay sitios que se pueden asimilar al Tell,<br />

y comarcas que ofrecen condiciones agrícolas<br />

análogas á las del Sahara. La temperatura del<br />

Tell varía según los sitios, á causa de la diferente<br />

elevación de éstos sobre el nivel del<br />

mar. En la costa se eleva la máxima media á<br />

18° centígrados, y desciende la mínima media<br />

á 3 y 8", en tanto que en la región del Setif,<br />

á 1.000 metros sobre el nivel del mar, sólo<br />

llega la máxima á 13° y la mínima desciende<br />

á 3° bajo 0. Las máximas absolutas observadas<br />

pasan de 40°, y las mínimas llegan en ocasiones<br />

á 7° bajo 0, mas no en los mismos sitios,<br />

como es de suponer, puesto que las oscilaciones<br />

termométricas no recorren una escala de<br />

30" centígrados, siendo así que en Madrid la<br />

diferencia entre la temperatura máxima y la<br />

mínima absolutas del año pasa á reces de 46°.<br />

Los calores del estío en Argelia, gracias á la<br />

influencia de los grandes refrigerantes montañosos<br />

, no son tan intensos como en las regiones<br />

centrales y meridionales de España. Con<br />

breves interrupciones, los vientos dominantes<br />

desde Octubre á Mayo son los del Noroeste;<br />

durante el verano, la dirección de las comentes<br />

aéreas depende de causas locales, y solamente<br />

el sirocco ó viento de Sudoeste resulta<br />

•excesivamente molesto para los hombres y los<br />

animales, y dañoso para las plantas, que se<br />

agostan rápidamente á veces.<br />

La escasez de lluvias es la preocupación<br />

constante de los labradores; las primeras caen<br />

en Septiembre algunos años, y generalmente<br />

en Octubre; aumentan hasta el mes de Enero,<br />

y desde Febrero van disminuyendo; de manera<br />

que son escasas en Marzo y cesan por completo<br />

en Abril. Desde el mes de Mayo hasta<br />

el de Septiembre rara vez llueve, y los breves<br />

aguaceros no influyen realmente en las condiciones<br />

del clima. La cantidad de lluvia es muy<br />

variable, según los años, y así se han recogido<br />

en el pluviómetro desde 380 e n Mostaganem<br />

hasta 1047 m m en Argel, pudiendo<br />

fijarse la cantidad media entre 500 y 600 milímetros<br />

anuales; siendo de advertir que aumenta<br />

notablemente á medida que se avanza<br />

hacia el Oriente, á causa probablemente de la<br />

•mayor elevación de las montañas. El número<br />

de días lluviosos oscila entre 52 y 55, lo que,<br />

dada la cantidad de agua que cae, revela que<br />

son torrenciales las lluvias. Su falta durante<br />

el estío se halla compensada por los abundantes<br />

rocíos. Créese que se evapora la mitad del<br />

agua que arrojan las nubes, á causa de la limpidez<br />

del cielo, de la violencia y persistencia<br />

de los vientos en invierno, y de la acción del<br />

sirocco en verano, menos terrible ciertamente<br />

de lo que es de suponer por las exageradas<br />

afirmaciones de algunos viajeros.<br />

La nieve cae rara vez en la costa y en las<br />

planicies; no así en los sitios elevados, donde<br />

son muy frecuentes las nevadas en invierno.<br />

Durante ocho meses pueden contemplar los<br />

habitantes de Argel las nevadas cimas del<br />

Jurjura ó más bien Churchura. En Tremecén,<br />

Milianah, Medeah, Constantina y Batna son<br />

frecuentes las tempestades de nieve únicamente<br />

durante los rigores del invierno; pero la<br />

nieve se funde todos los años aun en las más<br />

altas cimas. Las heladas son también muy raras<br />

en las llanuras, donde los cultivos han<br />

adquirido gran importancia. El barómetro, al<br />

igual del termómetro, oscila poco relativamente;<br />

entre la máxima y la mínima altura<br />

de la columna existe una diferencia de 40 milímetros<br />

únicamente.<br />

El clima de la región sahariana es mucho<br />

más riguroso; durante la época de los calores,<br />

la temperatura se eleva á 45° centígrados á la<br />

sombra, y en invierno desciende á 3° bajo 0.<br />

Los vientos son violentos en demasía; nieva<br />

con frecuencia, sobre todo en las mesetas elevadas<br />

, y no se conoce bien el régimen de las<br />

lluvias. De ahí que no sea tan fácil, como en<br />

las llanuras y vegas del Tell, el cultivo de<br />

plantas intertropicales, á menos de que no<br />

sean protegidas con abrigos durante el invierno.<br />

CONSTITUCIÓN GEOLÓGICA DEL SUELO.—El<br />

territorio argelino se halla formado por una<br />

banda de terrenos primitivos, interrumpida<br />

con frecuencia, y en la cual se encuentra granito,<br />

gneis, micasquistos, pórfidos y rocas anfibólicas.<br />

En algunos puntos se halla cubierta<br />

por terrenos de transición, con capas de gneis<br />

y micasquistos, que alternan con otras calcáreas<br />

cristalinas. La principal parte del suelo se<br />

halla constituida por terrenos á veces de formación<br />

jurásica, pero casi siempre cretáceos.<br />

El terreno terciario llena los huecos que dejan<br />

las rocas secundarias, y cubre algunas llanuras<br />

que no han sido ocupadas por aluviones<br />

más recientes. Algunas erupciones han arrojado<br />

á la superficie islotes de granito, de pórfido<br />

y de basalto. Así, pues, es escasa la importancia<br />

de los terrenos cristalinos eu comparación<br />

de la que alcanzan los de sedimentos<br />

aptos para el cultivo. Se encuentran allí toda<br />

clase de rocas calcáreas, desde las más groseras<br />

calizas hasta los más finos mármoles, margas<br />

arcillosas, dolomías, esquistos arcillosos,<br />

calcáreos y talcosos, é inmensas cantidades de<br />

roca de gypsa, abundando también el cobre,<br />

el hierro y el plomo en condiciones adecuadas<br />

para la explotación minera.<br />

Domina en Argelia el suelo arcilloso calcáreo,<br />

mezclado con variadas proporciones de<br />

arena; constituye las grandes vegas del Mediterráneo<br />

y otros ríos, y cubre las vertientes<br />

montañosas que les envían sus aguas. La arci- t<br />

lia no abunda en ninguna comarca hasta tal<br />

extremo que por su compacidad impida ó di-


ARG — 504 — ARGr<br />

ficulte el cultivo; más bien abundan los terrenos<br />

en que el exceso de arena es perjudicial,<br />

si bien no tanto que no crezcan en ellos las<br />

plantas, con tal de que los fecunde una pequeña<br />

corriente. La capa vegetal es espesa pollo<br />

común, gracias á no haber sido esquilmada<br />

por los naturales. En resumen, en Argelia<br />

abunda la piedra de construcción, caliza y gres;<br />

hay excelentes arcillas para ladrillos, tejas y<br />

vasijas, y son de excelente calidad y bastante<br />

comunes la cal, la gypsa y las puzzolanas.<br />

Por su aspecto, bajo el punto de vista vegetal,<br />

se puede clasificar el suelo de Argelia<br />

en 200.000 hectáreas cultivadas anualmente;<br />

en 1.800.000 que se cultivan con intermitencias;<br />

en 4.200.000 cubiertas de pastos y sin<br />

matorrales; en 6.800.000 que alimentan arbustos<br />

y matorrales; en 1.000.000 pobladas de<br />

bosques, descontando el espacio ocupado por<br />

las lagunas y lagos; en 40.000 que cubren éstos,<br />

y en 960.000 de rocas peladas, arenales,<br />

cauces de las corrientes y caminos. En el Sahara,<br />

poco estudiado hasta ahora, se calculan<br />

100.000 hectáreas de oasis ó tierras de riego,<br />

31.000.000 de páramos destinados á pastos, y<br />

900.000 de rocas, lechos de ríos y lagos. De<br />

los terrenos de pasto han de descontarse los<br />

arenales estériles ó cuyas hierbas son impropias<br />

para el alimento de los ganados, sin olvidar<br />

que aun los que producen buenos pastos<br />

quedan durante el estío completamente privados<br />

de vegetación.<br />

PROCEDIMIENTOS DE CULTIVO.—Los musulmanes,<br />

aficionados á la vida nómaday pastoril,<br />

se han consagrado durante largos siglos á la<br />

cría de ganados, cultivando únicamente algunos<br />

valles feraces,,á reserva de abandonarlos<br />

de vez en cuando para trasladar la tienda á<br />

otros sitios, dentro de la demarcación territorial<br />

de la tribu. La raza berberisca, rechazada<br />

durante la conquista á los sitios más inaccesibles,<br />

como las montañas del Tell, donde han<br />

recibido la denominación de kabiías, se consagró<br />

á labrar los campos, crear huertas y<br />

hasta forjar metales, construyendo el gurbí ó<br />

ca,baña primero, y luego casas de piedra, agrupándose<br />

, por último, en villas, tanto en el Tell<br />

como en el Sahara, cuyos oasis cultiva. Los<br />

colonos europeos, entre los cuales figuran cerca<br />

de 100.000 españoles de nuestras provincias<br />

levantinas, y especialmente de Almería, Murcia,<br />

Alicante y Valencia, han adoptado los<br />

sistemas de explotación usados en Europa,<br />

subdividiendo considerablemente los terrenos<br />

en las inmediaciones de las ciudades y villas,<br />

y organizando algunas granjas en despoblado.<br />

Mientras que en las poblaciones poseen por<br />

término medio los agricultores de 12 á 15<br />

hectáreas, y aun á veces de 3 á 4, en las inmediaciones<br />

las granjas ocupan de 20 á 60, y<br />

en los sitios lejanos de 100 á 300, y aun á veces<br />

500, y en contadas ocasiones 1.000.<br />

Las construcciones urbanas y agrícolas son<br />

muy parecidas á las de nuestras regiones, y<br />

gracias á la suavidad del clima, en el Tell la<br />

extensión de las cuadras y apriscos es bastan­<br />

te reducida; los graneros son reemplazados<br />

por silos subterráneos; en cambio los cultivos<br />

industriales son más exigentes; lo mismo el<br />

algodón que el tabaco requieren secaderos y<br />

locales para almacén, y los gusanos de seda<br />

necesitan también compartimientos especiales.<br />

Los materiales de construcción escasean por<br />

falta de vías de comunicación, y son importados<br />

de Europa.<br />

El origen de la propiedad es muy diverso.<br />

Los berberiscos ó bereberes son los dueños<br />

tradicionales, puesto que representan probablemente<br />

la población aborigen; los árabes<br />

ocuparon el suelo por medio de la conquista<br />

en el siglo vil de nuestra era, pero en realidad<br />

no se han cuidado de adquirir derechos á<br />

la posesión por medio de una ocupación permanente;<br />

además tiene carácter colectivo, y<br />

después de Dios pertenece á la tribu, cuyo<br />

jefe distribuye el suelo á las diferentes familias,<br />

según las necesidades de éstas. Los soberanos<br />

ó deys de Argel se habían apropiado<br />

por la conquista vastas extensiones de terreno,<br />

que en parte entregaron á los favoritos, y<br />

en parte fueron distribuidas por las autoridades<br />

francesas á los colonos que las solicitaban<br />

y aun las solicitan hoy, obteniéndolas á veces<br />

de los indígenas mediante indemnización. Al<br />

conceder tierras el Gobierno de Argelia á<br />

precios ínfimos, en un principio imponía algunas<br />

condiciones y algunas cargas redimibles.<br />

Tales fueron el tributo anual de 1 á 3 francos<br />

por hectárea; la obligación de plantar 25 árboles<br />

por cada una de ellas; de construir una<br />

casa; de someter la mitad del terreno cedido<br />

á cultivo, y de conservar los fosos y canales;<br />

condiciones cuya observación representaba<br />

de 400 á 500 francos de gasto por hectárea,<br />

si hubieran sido cumplidas. Finalmente, concedió<br />

la posesión perpetua á los colonos que<br />

hubieran gastado 100 pesetas por hectárea.<br />

En 1857 se comenzaron á vender tierras<br />

del Estado, algunas de las cuales se pagaron<br />

en la Meticha á 100 francos hectárea, en<br />

otros puntos á 50 y en la vega del Habrá á<br />

150. Partiendo de esabase, se ha calculado<br />

que las tierras de pasto representan, por<br />

término medio, un valor de 5 á 10 francos<br />

por hectárea; las arables y de secano, de 40<br />

á 50 francos; las de riego durante el invierno,<br />

de 100 á 200, y las que se pueden regar en<br />

invierno y verano, de 500 á 1.000, resultando<br />

á 100 francos la hectárea de una posesión en<br />

que haya tierras de todas esas clases en la<br />

proporción normal. Los arrendamientos son<br />

raros, por ser grande el afán de poseer propiedades;<br />

calcúlanse á razón de 2 ó 3 francos<br />

anuales por hectárea los terrenos de pasto; de<br />

10 á 12 los de pan llevar y de secano; de 20<br />

á 25 los de tierras de regadío durante el invierno,<br />

y de 100 á 200 los de tierras que se<br />

pueden regar constantemente. Las posesiones<br />

que ocupan en proporción debida tierras de<br />

las cuatro clases, suelen arrendarse á razón de<br />

10 á 20 francos anuales por hectárea.<br />

Más que el arrendamiento en la forma or-


ARG — 505 — ARG<br />

diñaría, se prefiere en Argelia por indígenas y<br />

europeos el arrendamiento en aparcería. Entre<br />

los primeros, el propietario, ó más bien el poseedor<br />

temporal de un campo, á causa de habérsele<br />

señalado el jefe de la tribu, admite en<br />

él una familia pobre para que le cultive, la proporciona<br />

ganados, semillas, y 20 ó 30 pesetas<br />

en dinero, y contribuye á pagar las costas de<br />

la recolección, atribuyéndose, descontada en<br />

favor siryo la cantidad de semillas, las cuatro<br />

quintas partes del producto, dejando la otra<br />

quinta parte al cultivador; de ahí que los colonos<br />

europeos hayan encontrado fácilmente<br />

aparceros, ofreciéndoles la cuarta, la tercera<br />

parte de los productos y aun la mitad. Esos<br />

contratos suelen ser anuales, y en las tierras<br />

de riego envuelven la autorización de cultivar<br />

después de recolectados los cereales, una<br />

cosecha de maíz, sandías, una especie de mijo<br />

llamado duran y otras plantas análogas.<br />

Sabido es que la población de Argelia se<br />

computa en 2.500.000 habitantes, de los cuales<br />

son árabes 1.178.901, kabilas 677.739,<br />

berberiscos ó bereberes 304.008, kuluglis 251,<br />

judíos 50.000, y franceses, españoles, italianos,<br />

malteses, suizos y alemanes el resto,<br />

siendo casi igual al número de franceses el de<br />

los restantes europeos, entre los cuales ocupan<br />

el primer lugar los españoles, en la provincia<br />

de Oran especialmente. Precisamente<br />

los extranjeros son realmente los que cultivan<br />

principalmente los campos que no pertenecen<br />

á los árabes, ya como braceros, ya<br />

como arrendatarios de los propietarios franceses.<br />

Los obreros escasean, y por lo mismo<br />

perciben excelentes jornales, y obtienen excelente<br />

pan de trigo, carne y vino como base<br />

de alimentación. El salario varía mucho, según<br />

las ocupaciones y circunstancias del cultivo<br />

; por término medio, un capataz recibe de<br />

50 á 60 pesetas mensuales, además de la comida;<br />

un carretero, de 35 á 45; un boyero, de<br />

25 á 35; un mozo de labranza, de 20 á 30; una<br />

criada de granja, de 15 á 20; un muchacho,<br />

de 12 á 18. Los jornaleros cobran de 2,25 á<br />

2,50 francos diarios si son europeos, de 2 á<br />

2,25 siendo kabilas ó marroquíes, de 1,75 á<br />

2 si son negros, y de 1 á 1,50 los árabes. Hay<br />

ocasiones, particularmente en la época de la<br />

recolección, en que los jornales llegan á 5<br />

francos.<br />

La producción de los indígenas se puede<br />

distribuir en cuatro grandes series, á saber:<br />

cereales y aceites en el Tell, dátiles en el Sahara,<br />

y ganadería en ambas regiones. Los<br />

europeos han introducido el cultivo de los forrajes,<br />

del tabaco, de la vid, del ramio, planta<br />

textil excelente, y de algunas otras cosechas<br />

secundarias que, sin carecer de importancia,<br />

no cambian el carácter de la producción.<br />

Los instrumentos de cultivo son primitivos, y<br />

poco numerosos entre los indígenas y los árabes;<br />

redúcense á un arado muy imperfecto, á<br />

una hoz, una pequeña azada para cavar y abrir<br />

zanjas de riego, una plancha de madera para<br />

limpiar los cauces, arrastrándola por medio de<br />

sogas, y una hacha para cortar madera. Puede<br />

agregarse un pequeño molino, movido á brazo,<br />

y que solamente es usado en las tiendas;<br />

una especie de noria en muy raros puntos, y<br />

molinos de agua para harina y aceite. Los<br />

europeos han introducido todos los útiles y<br />

aperos que se emplean en los países cultos,<br />

hasta las máquinas agrícolas más perfeccionadas.<br />

También han enseñado á los indígenas el<br />

manejo de la guadaña y de las tijeras para<br />

cortar ramaje; innovaciones que no carecen á<br />

la verdad de importancia.<br />

Los kabilas y berberiscos trabajan sus jardines<br />

, verjeles y campos con un esmero sólo<br />

comparable al de los valencianos y alicantinos;<br />

los árabes, mucho más indolentes, se contentan<br />

con arañar el suelo, respetando los matorrales<br />

y hasta- los bulbos de escila y las<br />

ramificaciones tuberculosas del asfódelo, hecho<br />

lo cual esparraman la semilla y la cubren<br />

con una segunda vuelta de arado. A poca que<br />

sea su prisa, prescinden de la primera labor, y<br />

se contentan con sembrar y cubrir las semillas.<br />

Antes de la floración inundan dos ó tres<br />

veces las tierras de regadío, y entonces dan<br />

algunos golpes de azada á los cardos y á las<br />

alcachofas silvestres, que se extienden demasiado<br />

por las tierras. Los europeos han adoptado<br />

, por el contrario, todas las buenas prácticas<br />

de cultivo que la ciencia y la experiencia<br />

recomiendan de consuno; así es que multiplican<br />

las labores, binan, escardan, emplean la<br />

grada, el rodillo, no faltando, sin embargo, labradores<br />

abandonados y poco cuidadosos, y<br />

colonos que por falta de capital no siguen las<br />

prescripciones propias de un buen cultivo intensivo.<br />

Generalmente se consumen pocos abonos,<br />

fiando en la natural feracidad del suelo, vivificado<br />

por un sol ardiente y refrescado por<br />

abundantes aguas. Los residuos fecales y los<br />

estiércoles de las grandes poblaciones son generalmente<br />

adquiridos á reducidos precios<br />

por los jardineros de los contornos, siendo no<br />

pequeñas las cantidades que se arrojan al mar<br />

ó que se queman para suprimir focos de infección<br />

y limpiar los cuarteles de caballería.<br />

Es opinión admitida que basta el riego para<br />

obtener cosechas abundantes y de buena calidad;<br />

error que se explica hasta cierto punto<br />

entre los indígenas, que abandonan las tierras<br />

una vez esquilmadas, mas no entre los europeos,<br />

que cultivan constantemente terrenos<br />

reducidos por lo general. El trabajo de desecar<br />

las tierras generalmente queda abandonado al<br />

cuidado de la Administración pública; por lo<br />

demás, no es difícil dar salida á las aguas estancadas,<br />

que cubren unas 40.000 hectáreas en<br />

las zonas dedicadas á la colonización.<br />

Rotación de cosechas.—Hasta el presente no<br />

se ha introducido en Argelia una alternativa<br />

metódica de cosechas. El árabe del Sahara se<br />

limita á cuidar sus ovejas, camellos y caballos,<br />

que conduce desde el N. al S. y desde<br />

el S. al N.; á recoger dátiles, y á expender<br />

éstos y la lana en los confines del Tell. El ara-


ARG — 506 — ARG<br />

be del Tell ha adoptado el régimen de los<br />

barbechos á largo plazo, ó sea el sistema extensivo<br />

en toda su latitud, haciendo escasos esfuerzos<br />

y reducidísimos gastos para el cultivo;<br />

solamente cultiva todos los años las tierras de<br />

regadío; el kabila del Tell y el berberisco de<br />

los oasis, por el contrario, practica el sistema<br />

intensivo con bastante acierto, y el europeo,<br />

no obstante las excitaciones de la Administración<br />

para que siga ese ejemplo, á fin de no<br />

emplear capitales de consideración, ha prescindido<br />

generalmente del cultivo de plantas<br />

industriales, y prefiere los cereales, los forrajes<br />

y la ganadería, absteniéndose también de<br />

cultivar plantas arborescentes, á fin de no<br />

aguardar varios años á recoger el fruto de sus<br />

faenas, es decir, que en Argelia todos viven<br />

al día, y que la agricultura no ha llegado aún<br />

al grado de prosperidad á que podría aspirar,<br />

dadas las condiciones del suelo y del clima.<br />

Plantas cultivadas.—Pertenecen á todas las<br />

categorías de la producción. Entre las cereales<br />

figuran el trigo duro, conocido por los indígenas<br />

desde la antigüedad más remota; el<br />

trigo candeal, cuyas principales variedades<br />

han sido importadas de Francia; la tuzella de<br />

la Pro venza; la cebada de seis carreras; el centeno<br />

común; la avena de invierno; diferentes<br />

variedades de maíz; el durah, especie de mijo;<br />

el urghiffa y el beclina, ambos parecidos al<br />

sorgo; el sorgo azucarado, introducido poco<br />

ha; el sarraceno, si bien en pequeña proporción,<br />

y aun el arroz de secano, á título de ensayo<br />

hasta ahora.<br />

De las plantas leguminosas, comprende el<br />

cultivo en grande escala las habas, dos de cuyas<br />

especies son muy usadas entre los indígenas,<br />

una para los nombres y otra para los<br />

animales; los guisantes, los garbanzos, las<br />

lentejas y las judías. En 1854 ocupaban las<br />

habas una extensión de 13.617 hectáreas, que<br />

produjeron 247.068 hectolitros, cuyo valor se<br />

calculó en 2.713.745 francos. Entre las raíces<br />

y tubérculos figuran el nabo, la patata, á que<br />

se van habituando los indígenas, la remolacha<br />

y la zanahoria; entre las oleaginosas, el olivo<br />

en primer término, los cacahuetes, la colza,<br />

el sésamo y la nabina; entre las tintóreas,<br />

la rubia, el henné, el cártamo, el castus y<br />

la cochinilla, además del zumaque, que se cosecha<br />

sin someterle á cultivo; entre las plantas<br />

textiles, el algodón, el lino, el cáñamo, y<br />

la morera como alimento para gusanos de<br />

seda. El esparto se recolecta en grandes cantidades<br />

sobre las altas mesetas; el tabaco ocupa<br />

el primer lugar entre las plantas industriales,<br />

y siguen el lúpulo y la adormidera á<br />

título de ensayo. Entre las plantas aromáticas<br />

figuran el geranio, la rosa, el jazmín, la<br />

melisa, el heliótropo, la verbena y otras.<br />

Los colonos europeos han introducido los<br />

forrajes verdes y las praderas artificiales, especialmente<br />

la alfalfa, la esparceta ó pipirigallo<br />

y aun el trébol, si bien se ha abandonado<br />

después por no resistir la acción de un sol<br />

ardiente. Con los riegos los prados artificiales<br />

dan portentosos resultados, y en un año se<br />

puede segar ocho ó diez veces la alfalfa.<br />

Animales.—El camello, el caballo, y sobre<br />

todo el buey, el mulo y el asno, son las bestias<br />

de que los indígenas se valen para sus<br />

labores; el buey, la oveja, la cabra, la gallina<br />

y la paloma los animales que crían para el<br />

consumo, y la abeja para obtener miel. Los<br />

europeos han introducido el cerdo, el pato, el<br />

ganso, el pavo, el gusano de seda y la cochinilla.<br />

El buey y el mulo del país son pequeños,<br />

pero vigorosos, lo mismo que el asno ó<br />

borrico. Las ovejas pertenecen á tres castas:<br />

la de Constantina, de cola larga, espesa y<br />

grasa; la del Sahara, de pelo fino y corto, y<br />

la europea. Las lanas son también de muy<br />

diferentes clases. Las estadísticas señalaban<br />

pocos años ha 213.321 camellos, 136.560 caballos,<br />

3.000 asnos, 143.500 mulos, 1.272.408<br />

bueyes, 7.423.683 ovejas, 3.412.000 cabras y<br />

unos 9.000 cerdos. El comercio de ganados se<br />

halla organizado en grande escala, y algunos<br />

europeos han establecido casas de vacas en las<br />

cercanías de las poblaciones.<br />

Riqueza forestal.—Los ingenieros franceses<br />

han calculado que existe en Argelia más de<br />

un millón de hectáreas cubiertas de excelentes<br />

bosques para la explotación, en el Tell especialmente,<br />

y distribuidas del siguiente modo:<br />

208.606 hectáreas en la provincia de Argel;<br />

269.764 en la de Oran, y 630.657 en la de<br />

Constantina. Una extensión seis veces mayor<br />

se halla cubierta de matorrales, á pesar de los<br />

incendios que provocan frecuentemente los<br />

árabes por miras especiales. Las especies forestales<br />

más comunes son: entre las aceríneas,<br />

los arces; entre las terebintáceas, el pistachero<br />

del Atlas, el terebinto y el lentisco; entre<br />

las tamaricíneas, el tamarindo de las Galias y<br />

el de África; entre las oleáceas, el olivo; entre<br />

los cupulíferas, la encina, el roble, el alcornoque,<br />

la encina de Mirbeck (Quercus Mirbecki)<br />

y el castaño; entre las coniferas, el<br />

oxycedro, ia tuya, el if, el pino de Alepo, el<br />

marítimo y el cedro del Líbano, y además el<br />

olmo campestre y la palma datilera. En los<br />

matorrales vegetan numerosos arbustos propios<br />

de aquellos climas. En las márgenes de<br />

los arroyos y ríos, los álamos, fresnos, sauces,<br />

cipreses, acerolos, plátanos, nogales, etc.<br />

En los últimos años, los franceses, que durante<br />

mucho tiempo se creyeron inhábiles<br />

para la colonización, han comenzado á consagrar<br />

cuidados especiales á fomentar los cultivos,<br />

la ganadería y las explotaciones forestales<br />

en Argelia, y gracias al concurso de<br />

300.000 españoles, italianos, malteses y otros<br />

europeos,.han conseguido en la antigua regencia<br />

resultados bastante satisfactorios, y<br />

que alcanzarían mayores proporciones aún si<br />

las autoridades y empleados administrativos<br />

guardasen más consideraciones á los extranjeros<br />

que acuden á Argelia con el propósito de<br />

obtener remuneración para su trabajo., es<br />

verdad, pero también para constituir preciosos<br />

elementos de producción y de riqueza, y


ARG — 507 — ARG<br />

convertir en verjeles y campos fecundos terrenos<br />

que de otra suerte se hallarían abandonados<br />

y eriales.<br />

ARGÉMONA (Botánica).—Género déla<br />

familia de las papaveráceas, que se designa<br />

vulgarmente con los nombres de adormidera<br />

espinosa, argémona mejicana, chicalote de Méjico<br />

y cardo santo del Brasil. La argémona es<br />

una planta herbácea, anual, armada de aguijones,<br />

de tallo ramoso, cubierto de hojas sinuodentadas,<br />

espinosas, lampiñas, de color verdegay,<br />

con manchas blancas, de aspecto marmóreo,<br />

pecioladas las inferiores, y las demás<br />

sésiles y amplexicaules. Las flores son solitarias,<br />

y se hallan sostenidas por pedúnculos<br />

terminales, generalmente cortos y rígidos antes<br />

de la floración. El cáliz es de dos ó tres sépalos<br />

espinosos; la corola de cuatro á cinco<br />

pétalos anchos, blancos ó amarillos; el estilo<br />

casi nulo; el estigma cóncavo y radiado; la<br />

cápsula ovoidea; se abre por la cima en cinco<br />

á siete valvas incompletas.<br />

El género de plantas que nos ocupa solamente<br />

comprende tres ó cuatro especies bien<br />

caracterizadas, que vegetan en las regiones<br />

intertropicales de Asia y América. Segregan<br />

un jugo propio, lácteo y amarillento, que es<br />

drástico y acre; los médicos indios la emplean,<br />

aplicándola al exterior, contra las afecciones<br />

de la piel, y en el Brasil, con razón ó sin ella,<br />

pasa por ser un antídoto excelente contra las<br />

mordeduras de las serpientes. Se ha atribuido<br />

á las hojas la propiedad de curar las manchas<br />

de la córnea y de calmar las inflamaciones de<br />

los ojos. Las flores son anodinas, pectorales y<br />

somníferas; los granos purgantes, y en América<br />

se consideran como un remedio eficaz contra<br />

las diarreas y las disenterías. También se cree<br />

que tienen mayor virtud narcótica que el<br />

opio.<br />

Se cultivan esas plantas en los jardines, á<br />

los cuales comunican variedad por el tamaño<br />

y aspecto de sus hojas. Se pueden sembrar de<br />

asiento en la primavera, ó en tiesto durante<br />

el mes de Marzo, para transplantarlas en<br />

Mayo. En algunas partes se llama al fruto de<br />

la argémona higo del infierno, por hallarse armado<br />

de puntas. Se cultiva también la argémona<br />

amarilla (A. ochroleuca, Sweet); de<br />

flores blancas (A. dlhijíora, Horn.); de flores<br />

grandes (A. Grandiflora, Sweet), y la Barcldeyana,<br />

de Link.; la Mexicana, de Linn., y<br />

la Vulgaris, de Spach, se hallan naturalizadas<br />

en las comarcas meridionales de Europa.<br />

ARGENTINA (Botánica).—Planta de la<br />

especie de la potentila (Polentilla anserina,<br />

de Linn.), que no debe confundirse con la<br />

argéntea ó plateada. La argentina, llamada<br />

también anserina sencillamente, es vivaz, de<br />

raíces rastreras, tallos débiles, tendidos y provistos<br />

de renuevos como el fresal, que arraigan<br />

de trecho en trecho, dando origen á matas<br />

de hojas penadas, cubiertas de un vello blanco,<br />

sedoso, plateado, y que presentan foliólas<br />

ovales, agudas y dentadas en sierra. Las flores<br />

son de hermoso color amarillo de azufre y so­<br />

litarias en la extremidad de los largos pedúnculos<br />

sedosos. Se abren durante todo el<br />

estío.<br />

La planta se encuentra en los parajes arenosos<br />

y un poco húmedos de Europa entera,<br />

en las márgenes de los ríos y de los estanques,<br />

y en las de los arroyos y de las acequias. Es<br />

inodora, y el sabor de sus raíces dulzón y<br />

suculento; el de las hojas un poco acerbo, y<br />

todas las partes de la planta son astringentes.<br />

Ese sabor se pierde por la desecación casi<br />

completamente, pero sobre todo por la ebullición;<br />

de ahí que los campesinos en algunas<br />

comarcas coman las hojas y raíces como verdaderas<br />

legumbres; las últimas se parecen un<br />

poco á la chirivía por su gusto. Naturalmente<br />

, la argentina está especialmente destinada<br />

á pasto de los ganados, sobre todo de los cerdos,<br />

que comen las raíces con voracidad, y los<br />

gansos que devoran las flores, y han dado<br />

motivo á que se le llame anserina á la planta.<br />

También se ha empleado á veces en las tenerías<br />

como astringente que es.<br />

Antiguamente alcanzaba en medicina gran<br />

reputación, y aun hoy día se administra como<br />

tónico el cocimiento de las raíces y de las<br />

hojas, ora al interior contra las diarreas crónicas<br />

ó las hemorragias pasivas, ora al exterior<br />

en inyecciones ó lociones. También se ha<br />

preconizado mucho como vulneraria, astringente,<br />

secante y diurética. Se ha pretendido<br />

que el agua destilada por ella borraba las<br />

manchas ó pecas del cutis; pero en todo caso<br />

fuerza es reconocer que las propiedades de<br />

esta planta son poco enérgicas, y se la reemplaza<br />

ventajosamente con la tormentila ó la<br />

cinco en rama. Esta planta puede utilizarse<br />

para formar el césped de los jardines, siendo<br />

en ocasiones tan abundante en las praderas<br />

húmedas, que perjudica, á la producción de<br />

heno, y es necesario extirparla cuidadosamente.<br />

ARGENTINA (República).—(V. América.)<br />

ARGILAGA.—En Cataluña ( Tibidabo,<br />

Cardó, Horta, etc.) se da este nombre al<br />

TJlex australis, Clem. (U. parviflorus, P.).<br />

(V. Aulaga.)<br />

ARGOMA ( Ulex europcus, L.).—En Galicia<br />

se llama Toxo, y en Asturias Escojo. Esta<br />

planta (figuras 258 y 259), de la familia de las<br />

Leguminosas, es muy abundante, y cubre extensas<br />

superficies en los montes de-las Provincias<br />

Vascongadas, Santander, Asturias, Galicia<br />

y Rioja. Se distingue por sus hojas aciculares,<br />

persistentes, de un verde ceniciento, con anillo<br />

espinoso en las axilas. Las flores son solitarias<br />

o geminadas, de un amarillo claro, grandes,<br />

y con brácteas anchas y ovales; el cáliz es<br />

amarillo, y está cubierto de pelos blandos; corola<br />

con la quilla recta, más corta que las-alas.<br />

El fruto está formado por una vaina de 15 á<br />

20 milímetros de largo por 6 á 7 de ancho; es<br />

muy velloso-sedoso, pardo, y contiene tres á<br />

seis semillas verdosas y escotadas. Tiene este<br />

arbusto 1 á 1,50 metros de altura, con tallo


ARG — 508 — ARG<br />

irregular, de corteza gris, agrietada longitudinalmente.<br />

Las ramas están levantadas, y son<br />

verdes, asurcadas, vellosas y erizadas de espinas<br />

tiesas y divergentes, formando en su<br />

conjunto una masa espesa, compacta, siempre<br />

verde. Florece de Marzo á Abril, y fructifica<br />

Figura 258.—Rama de tojo en floración<br />

en verano. Arraiga mucho, y se apodera pronto<br />

del terreno.<br />

La madera es de color blanco amarillento,<br />

con vetas parduzcas en el centro, dura, pesada<br />

y de grano grueso. Su peso específico medio,<br />

estando seca, puede fijarse en 0,91. El argoma<br />

da buena leña menuda para hornos, y<br />

cultivada puede formar excelentes setos, dóciles<br />

á la tijera. Donde escasea la leña gruesa<br />

se usa también para la lumbre. La más lata y<br />

útil aplicación de esta planta consiste en su<br />

destino á la alimentación del ganado, como,<br />

sucede en Galicia y Asturias, donde es de una<br />

importancia extraordinaria su aprovechamiento.<br />

Generalmente se hace el primer corte en<br />

Diciembre, el segundo después del<br />

invierno y los restantes cuando la<br />

planta se encuentra en disposición;<br />

con este objeto es necesario cuidar<br />

de que no florezca, y mucho menos<br />

de que' eche semilla; cuando esto<br />

sucede, las espinas se endurecen<br />

demasiado y lastiman la boca de los<br />

animales. Este inconveniente lo<br />

suelen tener también los tallos cortos,<br />

pero se evita machacándolos<br />

con un mazo, ó tendiéndolos en el<br />

suelo y quebrantándolos por medio<br />

de un rodillo que se hace pasar por<br />

encima. Convienen á esta planta<br />

los terrenos areniscos y substanciosos.<br />

La semilla se recoge luego que<br />

está madura; para ello se cortan las<br />

extremidades de los ramos, que es<br />

donde se contiene; se ponen á secar<br />

en un cobertizo, y después de secas<br />

se apalean bien, se limpian y se<br />

guardan al abrigo de la humedad<br />

hasta que deban emplearse.<br />

En algunas provincias se cultiva<br />

el argoma para forraje de invierno,<br />

y para suplir la falta de otro mejor<br />

en los años secos. Para la siembra<br />

es necesario romper bien el terreno<br />

durante el verano á fuerza de labores<br />

con el arado, y durante el otoño<br />

ó á fines de invierno se echa la semilla,<br />

verificado lo cual se allana el<br />

terreno pasando la grada. Debe escardarse<br />

con esmero hasta conseguir<br />

que la planta arraigue bien.<br />

Después de encepada, ella misma<br />

ahoga las malas hierbas. Hay que<br />

cuidar de que las ovejas no entren<br />

en los prados de argomas, porque<br />

en poco tiempo estropearían toda<br />

la cosecha.<br />

Cuando después de algún tiempo<br />

de haber rendido pingües productos,<br />

comienza á decaer esta planta,<br />

produciendo sólo tallos pequeños y<br />

en corta cantidad, debe descuajarse<br />

el terreno y sembrarlo muchos años<br />

seguidos de centeno ú otros granos,<br />

hasta que bien empobrecido pueda<br />

volver á sembrarse el argoma.<br />

Sirve también este arbusto y se aprovecha<br />

con mucha utilidad en otros países, especialmente<br />

en Inglaterra, donde por el clima estas<br />

plantas son muy crecidas, para cerrar los campos,<br />

formando setos, evitando así la entrada<br />

de los animales. Para esto es indispensable<br />

sembrarlas de asiento, porque transplantadas<br />

no agarran; una vez señalado el espacio de<br />

terreno que se quiere resguardar ó defender,


ARI — 510 — ARI<br />

pográficas se prestan, el riego, y de consiguiente<br />

la apertura de canales, convierte en<br />

feraces los terrenos áridos; en otros casos es<br />

preferible dejarlos completamente abandonados,<br />

ó cubrirlos de césped, ó dedicarlos á plantaciones<br />

forestales, eligiendo cuidadosamente<br />

las especies arbóreas apropiadas á las condiciones<br />

del suelo. (V. Enmiendas y mejora de<br />

los terrenos.)<br />

ARIETE HIDRÁULICO (Mecánica<br />

agrícola).—Sabido es que los cuerpos, al descender<br />

en virtud de la ley de la gravedad,<br />

adquieren una velocidad que aumenta en razón<br />

del cuadrado de la distancia recorrida, y,<br />

por lo tanto, son capaces de ejercer considerable<br />

acción mecánica, pudiendo determinarse<br />

esa acción con sólo multiplicar el peso del<br />

cuerpo por la altura recorrida. Las ruedas<br />

hidráulicas son movidas precisamente por el<br />

peso del agua corriente, cuya acción es tanto<br />

más enérgica cuanto mayor es el salto, y<br />

por lo tanto la velocidad. A ese género de<br />

máquinas pertenece también el ariete hidráulico,<br />

bastante sencillo en sí, y que se emplea<br />

para elevar á determinadas alturas una cantidad<br />

más ó menos considerable de agua.<br />

La construcción del aparato se funda en que<br />

si cuando circula agua por un tubo se cierra<br />

éste bruscamente, el líquido empujará las paredes<br />

que le retengan con energía tanto mayor<br />

cuanto mayor sea su masa y la velocidad adquirida.<br />

Si no son bastante resistentes, estallarán<br />

las paredes á consecuencia del choque;<br />

pero en el caso contrario el esfuerzo acumulado<br />

se transformará en movimientos moleculares,<br />

abriéndose cualquier parte de esas paredes<br />

que se halle en condiciones de abrirse, y lanzándose<br />

el agua por la abertura con una velocidad<br />

tanto mayor cuanto más reducida sea<br />

la salida; de modo que se podrá elevar el<br />

líquido á alturas más ó menos considerables,<br />

según su cantidad. El ariete hidráulico se<br />

halla dispuesto en tal forma que el agua se<br />

encarga de obstruir y abrir alternativamente<br />

los orificios de salida.<br />

El aparato se compone de un tubo ó cuerpo<br />

del ariete que deberá tener considerable<br />

longitud, y á cuya extremidad habrá de haber<br />

dos válvulas. La de detención se cierra<br />

en el mismo sentido en que corre el agua, y la<br />

de ascensión, por el contrario, se abre al impulso<br />

de la corriente líquida; pero como soporta<br />

el peso del agua contenida en el tubo<br />

de ascensión, se requiere un considerable esfuerzo<br />

para que quede abierta. Toda la parte<br />

del aparato que reúne el cuerpo del ariete al<br />

tubo de ascensión, constituye lo que se llama<br />

la cabeza del ariete.<br />

Ahora bien; supongamos que la válvula de<br />

detención se halla abierta á consecuencia de<br />

una enérgica presión; el agua procedente del<br />

depósito de alimentación escapará por esa<br />

abertura, y es claro que si se ha calculado convenientemente<br />

el peso que la mantiene separada,<br />

el empuje del agua acabará por cerrarla,<br />

y la acción del retroceso del líquido se<br />

ejercerá principalmente sobre la válvula de<br />

ascensión, la cual se abrirá y dejará pasar por<br />

su orificio una cantidad mayor ó menor de<br />

agua. Descargado así el aparato por sí mismo<br />

, se abrirá nuevamente la válvula de salida<br />

en virtud de su propio peso, y se repetirán<br />

los movimientos indicados mientras el aparato<br />

se halle en comunicación con el depósito.<br />

Tal es, reducido á su maj'or sencillez, el<br />

mecanismo del aparato; los que ordinariamente<br />

se construyen son más complicados; el<br />

orificio de ascensión comunica con un depósito<br />

ó cavidad que contiene aire, y que es comprimido<br />

cuantas veces se abre la válvula de<br />

ascensión y reacciona sobre la masa de agua<br />

impulsada, regularizando la corriente de ésta,<br />

al mismo tiempo que por su elasticidad amortigua<br />

la violencia del choque. La presencia<br />

del aire es casi indispensable, y para sustituirle<br />

es necesario dar al aparato especial disposición.<br />

Esa función secundaria del ariete se<br />

realiza por medio de una válvula pequeña colocada<br />

también á la extremidad del cuerpo<br />

principal del aparato, y que se abre de fuera<br />

adentro. Cuando después de un golpe la válvula<br />

de salida deja correr el líquido, y todos<br />

los resortes del mecanismo se ponen en tensión,<br />

esa pequeña válvula deja penetrar un<br />

poco de aire, suficiente para compensar la<br />

pérdida del depósito, y que á veces se hace<br />

pasar por un depósito suplementario en comunicación<br />

constante con el cuerpo del ariete.<br />

Guarneciendo de caucho la válvula principal<br />

, se .amortiguan considerablemente los<br />

golpes y se deteriora menos el aparato.<br />

El ariete hidráulico llega á prestar grandes<br />

servicios á la agricultura, siempre que se<br />

pueda utilizar un pequeño salto de agua, para<br />

elevar el líquido á puntos donde no es posible<br />

llevarle á pie. Hay arietes que elevan el agua<br />

á una altura veinte veces mayor que la de la<br />

caída utilizada, si bien conviene servirse de<br />

aquellos que únicamente la lanzan á una elevación<br />

seis ó siete veces mayor. La energía<br />

del aparato se calcula teniendo en cuenta la<br />

altura y masa del salto , y así un ariete que<br />

gaste por segundo 32,40 litros de agua, ó sean<br />

32,40 kilogramos, y en tales condiciones que<br />

el agua caiga de una altura de 0,979 metros,<br />

representará un trabajo motor de 32,40 por<br />

0,979 = 31,72 kilográmetros, elevará en cada<br />

segundo 4,72 litros ó kilogramos á 4,55 metros,<br />

y utilizará por lo tanto 21,48 kilográmetros;<br />

es decir, que la faena utilizada está con la obtenida<br />

realmente en la relación 21 á 32, es decir,<br />

el 67 por 100 del impulso total. Los perfeccionamientos<br />

que algunos ingenieros han<br />

introducido en el aparato han realzado considerablemente<br />

su valor .bajo el punto de vista<br />

industrial y agrícola, habiéndose llegado á<br />

obtener 8 litros de agua por segundo con arietes<br />

de grandes dimensiones, ó sean 30 metros<br />

cúbicos por hora. (V. Máquinas hidráulicas.)<br />

ARIJA, ARIJO—Calificación de la tierra<br />

delgada, ligera, leve, fácil de cultivar.<br />

ARINGIT— (V. Payanguit.)


APJ — 511 — AEI<br />

ARISTA, BARBA, RASPA (Botánica<br />

).—La punta larga y áspera en que remata<br />

el cascabillo que envuelve el grano de trigo<br />

y de otras plantas gramíneas. Por lo común,<br />

cada cascabillo ó gluma solamente lleva una<br />

arista, la cual en realidad no es otra cosa que<br />

la prolongación del nervio medio, siendo por<br />

lo mismo un carácter especial en el polypogon<br />

y en el atgilops la existencia de varias aristas,<br />

una media y otras laterales. Algunos escritores<br />

han conservado la denominación de arista<br />

para la prolongación de en medio, y han llamado<br />

barbas ó sedas á las otras; diferencia que<br />

en realidad no se funda en ninguna particularidad<br />

verdaderamente esencial é importante.<br />

Trinus, célebre botánico, creyó conveniente<br />

distinguir las aristas propias de las glumas<br />

(seta;) de las propias de las glumillas (subilla<br />

); distinción que en realidad no tiene gran<br />

fundamento.<br />

Las aristas de las gramíneas varían mucho<br />

por su desarrollo, por su situación y por su<br />

forma. Bajo el primer aspecto, unas veces faltan<br />

completamente, otras constituyen una pequeña<br />

punta corta ó un filetito, y otras adquieren<br />

una longitud varias veces mayor que<br />

el de las foliólas de que nacen, como se observa<br />

en los trigos barbudos, etc. Cuanto á la situación<br />

de las aristas, es de notar que en unas<br />

ocasiones constituyen una prolongación completamente<br />

terminal, ó sepáranse un poco más<br />

abajo de la cima de la folióla, cual se observa<br />

en los bromus, ó adhiriéndose á ella hacia el<br />

medio de la longitud de su cara dorsal, cual<br />

se observa en la avena, ó en la base de esa<br />

misma cara.<br />

Bajo el tercer aspecto, ó sea el de la forma,<br />

las aristas constituyen generalmente un filete<br />

rígido, cual se observa en la mayoría de los<br />

cereales barbudos y en otros, particularmente<br />

en fes avenas y en los anilioxanthum; cada<br />

arista se divide, en dos porciones que forman<br />

un recodo ó rodilla, con el ángulo más ó menos<br />

abierto; en las últimas gramíneas se observa<br />

en ocasiones que se arrolla en espiral, y<br />

que se arrolla ó desarrolla ésta según las alternativas<br />

del tiempo, es decir, según que<br />

aumente ó disminuya la humedad. En fin, en<br />

la Stipapennata la arista adquiere un extraordinario<br />

desarrollo, y presenta en sus costados<br />

una serie de barbas que la dan el aspecto de<br />

una ligera pluma, bastante elegante para servir<br />

de adorno á las mujeres. (V. Gramíneas,<br />

Barba, etc.)<br />

ARISTOLOQUIA (Aristolochia, L.).—<br />

Flores por lo común hermafroditas, perigonio<br />

adherente, treslobado, regular ó irregular,<br />

tubuloso y con limbo en lengüeta, generalmente<br />

colorido, ó por lo menos dentro, y de<br />

estivación valvar; estambres seis, doce ó nueve,<br />

insertos en un disco epigino; filamentos<br />

soldados con el estilo y estigma, ó libres, con<br />

anteras extrorsas; ovario infero, de tres á seis<br />

celdas; óvulos insertos en el ángulo central;<br />

estilo único, con seis estigmas radiantes; fruto<br />

capsular ó bacado, con dehiscencia septicida<br />

en el primer caso, coronado ó umbelicado, de<br />

tres a seis lóculos; semillas horizontales ó<br />

ascendentes, con albumen carnoso ó córneo;<br />

embrión muy pequeño, basilar homótropo.<br />

Plantas acaules, herbáceas, tuberosas ó con<br />

rizoma, y también fructicosas, volubles muchas<br />

veces, con hojas alternas, sin estípulas<br />

ó con una opositiva; inflorescencia axilar.<br />

Las aristoloquias, y en particular las exóticas,<br />

han sido muy celebradas, 3' aun tienen<br />

su uso en la medicina por sus propiedades<br />

tónicas, corroborantes, etc., y en especial por<br />

la facultad que se las atribuye de neutralizar<br />

la acción del veneno de muchos reptiles; otras<br />

gozan de crédito en ciertas afecciones uterinas.<br />

Muchas merecen ser cultivadas por la<br />

extraña forma, coloración 3' tamaño de sus flores.<br />

Dioscórides exalta la virtud de esta planta,<br />

usándola interior ó exteriormente, para facilitar<br />

el flujo menstrual 3' la salida del feto en<br />

caso de atonía. El Doctor Geliber dice ser un<br />

remedio precioso contra la clorosis, fiebres<br />

intermitentes, asma,'etc. (1).<br />

Arisioloquia pistolochia, L.—De un verde<br />

blanquecino, velloso, áspero; tallos sencillos<br />

ó ramosos débiles; hojas cordiforme-triangulares,<br />

con festoncitos crespos en la margen;<br />

flores con pedúnculos largos, solitarias, axilares,<br />

amarillentas; fruto esférico; raíz fasciculada;<br />

se cría en la provincia de Madrid.<br />

Aristoloquia rotunda, L.— Tallo casi sencillo,<br />

de 50 centímetros de largo, que apenas<br />

puede sostenerse; las hojas cortas de pecíolo;<br />

flores solitarias, axilares, amarillentas, con el<br />

labio oval lanceolado, pardo-amarillento; la<br />

caja y la raíz redonda.<br />

Aristoloquia longa, L. — Tallo herbáceo,<br />

débil, ramoso; hojas acorazonadas en la base;<br />

pecíolo de mediana longitud; flores solitarias,<br />

axilares; perigonio parduzco, con la garganta<br />

muy obscura, y lengüeta estriada; raíz larga,<br />

sencilla.<br />

Aristoloquia clematilis, L.—Se denomina<br />

también pequeña aristoloquia, porque sus delgados<br />

tallos apenas se elevan del suelo; su raíz<br />

está compuesta de numerosas fibras amarillentas,<br />

fasciculadas.<br />

Aristoloquia anguicida.— Se enreda á los<br />

árboles, y llega hasta 4 ó 5 metros. Las raíces<br />

son ramosas, cilindricas; contienen una<br />

médula blancuzca, impregnada de jugo amargo,<br />

fétido y de color naranja. Jacquin atribuye<br />

á ese olor, muy penetrante 3' difusible, la<br />

facultad de espantar las serpientes 3' hacerlas<br />

retirarse lejos de las raíces de esta planta.<br />

Aristoloquia sifo.—Arbusto rústico de la<br />

América septentrional, de 6 á 10 metros de<br />

altura; su tallo es trepador; se multiplica por<br />

estaca 3' acodo; es planta de invernáculo<br />

cálido.<br />

Aristoloquia de flores grandes ( A. grandiflora).—Originaria<br />

de la Jamaica; se cultiva<br />

por sus flores; tiene el tallo voluble, y es<br />

de invernáculo cálido.<br />

ti) Tui-piu: Fíors Medícale.


ARL — 512 — ARL<br />

Aristoloquia labiosa.—Originario del Brasil;<br />

se cultiva por sus grandes flores, de un<br />

efecto extraordinario, pero que su mal olor<br />

hace repugnar su cultivo.<br />

Aristoloquia de Hética, L.—Habita en Andalucía<br />

, donde se la ve trepar sobre los árboles.<br />

Su raíz se usa para las calenturas intermitentes<br />

y en las mordeduras venenosas.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ARISTOLOQUIA.—Género de plantas de<br />

la familia Aristoloquieas. (V. Balsamina ó<br />

Candiles.)<br />

ARISTOTELIA (Arisloielia) . — Género<br />

de planta de la familia de las Tiliáceas, denominado<br />

así por LTIeritier en honor de<br />

Aristóteles. Entre los chilenos se conoce con<br />

el nombre de maqui (Aristolelia maqui, de<br />

L'Herit.; A. glandulosa, de Poir.) un arbusto<br />

que abunda en las cercanías de la importante<br />

ciudad de la Concepción, y que se encuentra<br />

en casi todas las provincias de la<br />

República trasandina. Se cultiva también como<br />

planta de adorno en muchos jardines de Europa,<br />

donde fué introducida por primera vez<br />

en 1773 por los ingleses, entre los cuales se<br />

dedicaron á cultivarla con especial ahinco<br />

MM. Kennedy y Lee. Después de efectuado<br />

el viaje de Dombey al Perú y Chile, comenzó<br />

á cultivarse en Francia, gracias á las semillas<br />

que facilitó el mencionado sabio, y que sembradas<br />

en el invernadero del duque de Chartres,<br />

en las cercanías de París, produjeron arbustos<br />

que florecieron durante el año de 1783.<br />

Procedente del hemisferio austral, la planta<br />

floreció en invierno, es decir, en la estación<br />

que corresponde al estío de las regiones subamericanas<br />

que hemos mencionado. El arbusto<br />

se fué habituando paulatinamente á la<br />

marcha de las estaciones en el hemisferio<br />

boreal, y actualmente florece al terminar la<br />

primavera.<br />

Desde que se consiguió esta transformación,<br />

se cultiva al aire libre en muchos jardines de<br />

los alrededores de París, en los cuales florece<br />

y fructifica todos los años, habiendo resistido<br />

los rigurosos fríos de 1789, época en que el<br />

termómetro descendió á 17° bajo 0. Los pequeños<br />

frutos de ese arbusto sustituyen en<br />

Chile á las cerezas y grosellas de Europa, y<br />

con ellos se prepara una bebida que los indios<br />

llaman tkecu, y que se considera como un<br />

excelente remedio contra las fiebres contagiosas<br />

y pútridas.<br />

El cultivo de la planta es sencillo en extremo;<br />

los cuidados que exige se reducen á colocaría<br />

en tierras frescas y substanciosas, y en<br />

sitios no muy expuestos á la acción del sol,<br />

pudiendo ser multiplicada por semillas, estacas<br />

y acodos.<br />

ARLERA.—Corresponde este nombre, usado<br />

indistintamente con el arlo, en la provincia<br />

de Guadalajara (Zorrejas, Peñalén, Checa,<br />

Otilia, etc.), al Berberís vulgaris, L. (Véase<br />

Arlo.)<br />

ARLO.—Este nombre se da en España á<br />

las especies leñosas y silvestres que siguen:<br />

Berberís vulgaris, L. (familia Berbcrídeas).<br />

En jardinería se le suele llamar agracejo,<br />

pero en los sitios donde vegeta espontáneo se<br />

le llama arlo ó artera. Encuéntrase en los<br />

montes de las provincias de Guadalajara (Zorrejas,<br />

Peñalén, Checa, Otilia, etc.), Cuenca<br />

(Serranía de Cuenca), Teruel (Sierra del Tremedal),<br />

Huesca (Jaca, Boltaña, Fiscal, etc.),<br />

Barcelona (Berga) y Lérida (Tremp, Gerri,<br />

Sort, etc.). Hojas obovales, obtusas, atenuadas<br />

en la base, en un corto pecíolo, dentadosetáceas,<br />

lisas, alternas en los renuevos, ó<br />

fasciculadas en las axilas de una espina más<br />

corta; esta espina, que es tripartida, se ensancha<br />

á menudo en las partes inferiores de las<br />

Figura 261.— Agracejo de Europa<br />

ramas, transformándose en un limbo seco y<br />

membranoso. Flores amarillas, en racimos laterales,<br />

multifloros, colgantes, de olor poco<br />

agradable, y que salen del centro de las rosetas<br />

de las hojas. Fruto laciforme, oblongo y<br />

rojo. Arbusto de 1 á 2 metros de altura, cuyos<br />

tallos numerosos desde la base, derechos,<br />

fasciculados, grises y ligeramente acanalados,<br />

están provistos de espinas delgadas. Florece<br />

de Mayo á Junio, y fructifica en Octubre.<br />

No está desprovisto el arlo de importancia<br />

forestal. El leño, y especialmente el líber de<br />

la cepa y de las raíces, contiene una substancia<br />

tintórea de color amarillo vivo, la berberina,<br />

que se emplea en la industria; las hojas<br />

son acidas como la acedera, por el bioxalato<br />

de potasa que encierran, y los frutos maduros<br />

son ácidos, ájgausa del ácido cítrico que en<br />

ellos se hallá7 preparándose en conserva y<br />

aplicándose también en confitería. Los frutos<br />

verdes se conservan en vinagre. La madera, á<br />

pesar de sus escasas dimensiones, se usa en<br />

taracea por su lindo color amarillo. Bien seca,


ARL — 513 — ARN<br />

es de una densidad de 0,73 á 0,92 para una<br />

edad de veinte á sesenta años. Los estambres<br />

del arlo son irritables; basta pincharlos en la<br />

base con un alfiler cuando están separados<br />

para que se levanten rápidamente y apliquen<br />

sobre el estigma. Este arbusto entra en la<br />

Figura 262.—Árnica<br />

composición de los bosquetes, porque sus flores<br />

amarillas adornan mucho los jardines de<br />

primavera, y sus frutos encarnados los espesillos<br />

de otoño. Sirve también para hacer setos<br />

impenetrables. Se multiplica por semilla, hijuelos,<br />

estacas y acodos. Estos se hacen en<br />

otoño.<br />

Para el aprovechamiento de los frutos se<br />

suelen cultivar las variedades de bayas gruesas,<br />

blancas y violetas, cuyo sabor es menos<br />

Drc—II.<br />

ácido. Para adorno se da la preferencia á<br />

la variedad de fruto violáceo, á la de hojas<br />

de color de púrpura y á la de fruto grueso.<br />

En las calizas de algunos montes de Sierra<br />

Nevada y Sierra de la Nieve (Ronda), Sierra<br />

de Dilar, Sierra de Alfacar y Sierra de Segura<br />

(Pinar del Risco), llegando á veces<br />

á 2.000 metros de altitud, y no bajando<br />

por lo general de 1.000 metros, se encuentra<br />

con bastante abundancia otra especie<br />

del mismo género, el Berberís hispánica,<br />

B. y R., cuyo nombre más común es el<br />

de arlo, pero al que denominan espino<br />

cambrón en la Sierra de Alfacar. Esta especie<br />

tiene las mismas cualidades forestales<br />

que la anterior. Consúltese, además de<br />

lo dicho aquí, lo que queda expuesto en<br />

el artículo Agracejo.<br />

ARNACHO.— Nombre que se aplica<br />

en la provincia de Zaragoza á una gatuña<br />

que corresponde á la especie Ononis<br />

íridentata, L., de la familia de las Leguminosas.<br />

(V. Ononis.)<br />

ÁRNICA (Árnica montana, L.).—Género<br />

de planta de la familia de las corimbíferas,<br />

que crece en las elevadas montañas<br />

del Mediodía de Europa; en las llanuras<br />

del Norte se encuentra también, aunque<br />

con alguna variación, ya en el ancho<br />

de sus hojas, ya en la longitud del tallo.<br />

Es amarga, acre y aromática. La raíz poco<br />

gruesa y fibrosa; hojas anchas y aovadas,<br />

que brotan en abundancia de la misma<br />

raíz; tallo de 30 centímetros de alto; contiene<br />

otras hojas más pequeñas, mellizas,<br />

opuestas; flor grande, amarilla, radiada,<br />

de olor agradable; fruto una especie de<br />

vilano plumoso, color gris, oculto en un<br />

cáliz común.<br />

De la flor hace gran uso la medicina, y<br />

de las hojas y raíces.<br />

9* Se prefiere el árnica recogida en las<br />

montañas de Bohemia, por su excelente<br />

olor vivo, aromático, agradable, que imprime<br />

á la lengua una sensación amarga y<br />

acre que agrada. Esas cualidades, que se<br />

notan en todas las partes de que se compone<br />

la planta, son más pronunciadas en<br />

la flor, que en las hojas y raíces. Esta última,<br />

mucho tiempo considerada por ineficaz,<br />

ha sido celebrada con entusiasmo<br />

por su virtud antiséptica. Althof la da<br />

con preferencia á la corteza del Perú, en<br />

las enfermedades pútridas, y el ilustre<br />

Stoll la concede el título de quina de los<br />

pobres, de específico en la disentería, aunque<br />

su uso no esté justificado.<br />

En los países que crece, en los Vosgos, Suecia,<br />

etc., la gente del campo usa las hojas<br />

como tabaco. El uso que en general se hace<br />

hoy del árnica es tan sabido de todos que nos<br />

releva de indicarlo.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ARNOSERA—Planta de la familia de Jas<br />

compuestas, que contiene una sola especie, Arnoseris<br />

mínima, L. Planta anual, que crece á<br />

33


ARO — 514 — ARO<br />

la sombra de las matas de trigo, en la generalidad<br />

de Europa.<br />

J. de H. T.<br />

ARO, CERCO (Artes industriales).—Desígnase<br />

con esos nombres el círculo de madera<br />

ó de metal que sirve para mantener reunidas las<br />

tablas ó duelas que forman las cubas, toneles<br />

y barricas, cualquiera que sea la forma del<br />

envase, y cualquiera que sea su destino. Hasta<br />

que los precios del hierro no descendieron<br />

hasta el punto á que han descendido en esta<br />

época, gracias á los perfeccionamientos industriales<br />

y á las explotaciones montadas en<br />

grande escala, los aros solían ser de madera,<br />

y á lo sumo se colocaban dos de hierro á la<br />

extremidad del tonel, cuando éste había de<br />

ser transportado á distancias considerables;<br />

pero en la actualidad, especialmente para las<br />

cubas, se prefieren, por su duración y resistencia,<br />

los aros de hierro dulce, aun cuando sean<br />

muchas las comarcas en que todavía se utilizan<br />

, por ser más baratos los de madera.<br />

Anualmente se preparan muchos miles, y<br />

aun en ciertos países millones de aros para los<br />

envases de vino, cerveza, alcohol, aceites y<br />

otros caldos, y para objetos sólidos, como las<br />

sardinas y pescados salados, cuando se desea<br />

transportarlos á largas distancias. Por término,<br />

medio, se necesitan diez y seis aros para<br />

cada tonel, y de consiguiente, multiplicando<br />

por ese número el de los que se fabrican anualmente,<br />

todavía resulta que se construyen millones<br />

de aros ó cercos, que es necesario renovar<br />

con mucha frecuencia, y que entretienen<br />

gran número de brazos.<br />

Las especies arbóreas que para ello se prefieren,<br />

entre las muchas que pueden utilizarse,<br />

son el castaño, avellano, ojaranzo, tilo,<br />

abedul y el cerezo. El roble se emplea muy<br />

rara vez, porque su albura no resiste bien la<br />

influencia de la humedad, y al contraerse ó dilatarse<br />

deforma los toneles y cubas. En las alamedas<br />

y tallares de diez á doce años es donde<br />

se puede obtener mayor número de latas ó<br />

pértigas para la fabricación de aros; de ahí<br />

que en muchos puntos se exploten importantes<br />

plantaciones dedicadas exclusivamente<br />

á ese objeto. En cierta clase de terrenos,<br />

una hectárea de castaños, convenientemente<br />

cuidados, produce beneficios más considerables<br />

que los obtenidos con la leña y los frutos.<br />

Las latas se dividen en dos, tres ó cuatro<br />

partes, según su grosor; se adhieren á los envases<br />

por el lado del corazón, y se preparan<br />

doblándolas por medio de estacas fijas, que<br />

forman un círculo del radio necesario para el<br />

tamaño de las cubas ó barricas á que se destinan<br />

aquéllas. Generalmente no se separa la<br />

corteza, por creerse necesaria para mantener<br />

la elasticidad del círculo y aumentar su duración.<br />

Veinticuatro aros reunidos forman un<br />

haz, que se sujeta con juncos para ponerle á<br />

la venta. En las comarcas donde es considerable<br />

el viñedo son muchos los obreros que en<br />

la época anterior á la vendimia se dedican al<br />

corte de latas y á la construcción de aros,<br />

sobre todo cuando la cosecha es abundante y<br />

no hay almacenadas existencias por haber escaseado<br />

la demanda en años anteriores. Por<br />

lo común, de cada pértiga se sacan tres aros,<br />

ó sean ocho pértigas para cada haz, cuyo precio<br />

al por mayor varía de una á 2 pesetas, y<br />

como las pértigas ó latas de buenas condiciones<br />

suelen expenderse á 5 pesetas el 100 en la<br />

arboleda, el beneficio neto para los constructores<br />

de aros puede ser cuantioso si tiene salida<br />

la mercancía, y de consiguiente, si la demanda<br />

es cuantiosa por lo abundante de la<br />

cosecha.<br />

El trabajo de los operarios suele resultar<br />

bien remunerado, sobre todo cuando hay prisas,<br />

es decir, en los años en que la cosecha,<br />

de uva es abundante y los vinateros necesitan<br />

muchos envases, y reclaman trabajo extraordinario<br />

de los cuberos, obligándoles á velar.<br />

Si bien las cubas, conservadas convenientemente<br />

, duran mucho tiempo y pueden ser<br />

utilizadas por varias generaciones, no sucede<br />

lo mismo con los toneles de poca cabida, y de<br />

ahí que todos los años sea necesario construir<br />

gran número de ellos, y de consiguiente, millares<br />

de aros. De ahí la importancia de una<br />

fabricación que representa de 3 á 4 millones<br />

de pesetas en jornales anualmente.<br />

Para que se pueda hender y dividir fácilmente<br />

la madera en aros ó cercos, deberá<br />

utilizarse cuando está verde todavía, es decir,<br />

poco después de cortada, y como esta operación<br />

solamente se puede hacer durante la<br />

temporada que media desde Octubre á Abril,<br />

de ahí que el período de trabajo para los que<br />

hayan de preparar los aros sea necesariamente<br />

limitado. Sin embargo, hay muchos medios<br />

para conseguir que la madera se mantenga en<br />

estado verde, y de consiguiente, para poder<br />

convertirla en aros dos ó tres meses después<br />

de haber sido cortada. Entre esos medios<br />

figuran la completa inmersión de aquélla desde<br />

el día en que se cortó hasta el día en que se<br />

la haya de convertir en aros, ó el mantenerla<br />

en tierra y en un punto colocado al abrigo de<br />

la luz y del aire, ó bien formar montones con<br />

ella. De todos modos, es de advertir que, tratadas<br />

de esa manera las pértigas ó latas, duran<br />

poco tiempo y estallan á lo mejor, con<br />

grave pérdida para el cosechero.<br />

Los aros que se han construido en mala<br />

época se conocen en que suelen estar picados<br />

en algunos puntos, y en el color negro de la<br />

madera, cuya blancura es sobrado perceptible<br />

cuando se ha construido el aro á poco de cortar<br />

los árboles. Además, la corteza aparece<br />

arrugada, y salta por algunos puntos, en vez<br />

de mantenerse fuertemente adherida á la madera,<br />

y casi siempre se perciben hendeduras y<br />

algunos desprendimientos de astillas que anuncian<br />

el futuro estallido del aro, ó que éste se<br />

ha de podrir, causando no pocos perjuicios.<br />

Cuando los toneleros aprovechan la ocasión<br />

de darse alguna corta en los montes para escoger<br />

buenas pértigas, suelen fabricar los aros<br />

en el punto donde obtienen la madera, y na-<br />

/


ARO — 515 — ARO<br />

turalmente deben construir algún cobertizo<br />

para evitar que la estropee el calor del sol, la<br />

lluvia y el viento.<br />

ABO—(V. Yaro.)<br />

AROIDEAS.— Plantas monocotiledóneas,<br />

llamadas también aráceas ó aroidáceas, que<br />

constituyen una familia. Comprende vegetales<br />

herbáceos, vivaces, de rizoma generalmente<br />

grueso, tuberoso y carnoso. A veces se hallan<br />

desprovistas de tallo aéreo, y solamente presentan<br />

hojas radicales; otras veces el tallo es<br />

recto ó sarmentoso, y se eleva á grandes alturas.<br />

Las hojas son alternas, enteras ó divididas<br />

, con pecíolo que forma vaina y limbo<br />

marcado por nervios ramificados. Las flores<br />

son unas veces hermafroditas y rodeadas de<br />

algunas escamas dispuestas simétricamente en<br />

forma de perianto, y en otras ocasiones unisexuales,<br />

monoicas, dioicas ó polígamas, dispuestas<br />

en espádice ó racimo sobre un eje que<br />

cubren en todo ó en parte, con las flores hembras<br />

en la base y las flores masculinas en la<br />

parte superior. El espádice está muchas veces<br />

rodeado de una gran bráctea ó esputa ancha,<br />

y arrollada en forma de cuerno, y estrecha - y<br />

retorcida en ocasiones. Los estambres son de<br />

filete corto ó nulo, con anterasextrorsas, que<br />

presentan una, dos ó varias cavidades, las<br />

cuales se. abren de diferente modo. El ovario<br />

es libre, y tiene ordinariamente una sola cavidad,<br />

y en alguna ocasión hasta tres, encerrando<br />

cada cavidad varios óvulos. El estilo,<br />

también muy corto ó nulo, termina en un<br />

estigma sencillo. El fruto es carnoso, con una<br />

ó varias cavidades que contienen un pequeño<br />

número de granos; á veces seco y coriáceo,<br />

pero indehiscente, y en raras ocasiones monosperma<br />

por aborto. Los granos son espesos,<br />

de superficie exterior muchas veces desigual,<br />

y albumen carnoso ó farináceo.<br />

Las flores de las aroideas exhalan un olor<br />

agradable á veces y otras fétido, y emiten un<br />

calor considerable en ocasiones durante la<br />

época de la fecundación. Esta familia tiene<br />

afinidades muy estrechas con las tifáceas, las<br />

pandáneas y las ciclánteas. Abundan las aroideas<br />

en las regiones templadas, y sobre todo<br />

en las cálidas de ambos continentes, vegetando<br />

por lo común en sitios húmedos y pantanosos,<br />

y en los bosques umbríos; algunas de<br />

las especies se cultivan en grande escala.<br />

Casi todas ellas son acres y aun vesicantes,!<br />

pero pierden esa propiedad por la desecación,'<br />

por la torrefacción y por lavaduras sucesivas<br />

á veces. Entonces son comestibles, y los carnosos<br />

rizomas de algunas especies, por lo mismo<br />

que son feculentos, desempeñan un gran<br />

papel en la alimentación de los pueblos que<br />

habitan en las regiones tropicales; tales son<br />

la colocasa, la col caribe, el ñame de la<br />

Nueva Zelanda, etc., etc. Otras veces los rizomas<br />

sirven para la alimentación de los animales<br />

domésticos y aun para extraer féculas<br />

de alguna aceptación entre los industriales.<br />

En este concepto la familia de las aroideas<br />

tiene gran importancia, y se intenta, natura­<br />

lizar en Europa varias especies exóticas. El<br />

jugo cáustico que contienen comunica á las<br />

aroideas propiedades enérgicas, y las convierten<br />

en substancias medicamentosas, pero que<br />

hacen sospechosas á la mayoría de las especies<br />

de esa familia.<br />

Sus géneros, bastante numerosos, se agrupan<br />

en tres tribus, á saber:<br />

Las aroideas verdaderas, con flores desnudas,<br />

sin escamas, fruto carnoso, y que se<br />

designan con los nombres de- Arum, Arisarum,<br />

Caladium, Colocasia, Calla, Richardia,<br />

etcétera.<br />

Las orontiáceas, de flores rodeadas de escamas<br />

en forma de perianto, designadas con los<br />

términos de Dracontium, Potitos, Authurium,<br />

Oruntium, Acorus, etc.<br />

Laspisiiáceas, de fruto seco y capsular, y<br />

que comprenden la Ambrosinia, Cryplocorina<br />

y Pistia.<br />

AROMA.—Sabido es que se llaman aromas<br />

á esas emanaciones penetrantes é invisibles<br />

que exhalan todos los cuerpos olorosos, y que<br />

mezclándose con el aire, acaban por excitar la<br />

sensación del olfato. Esa porción volátil de la<br />

materia se puede fijar por medio de las grasas,<br />

de los aceites, del agua ó del alcohol, ya impregnándose<br />

en las substancias, como decimos<br />

en el lugar oportuno al hablar de los aromas,<br />

ya por medio de la destilación de los líquidos<br />

(véase Aguas aromáticas), ya por medio del<br />

alcohol y por los procedimientos que indicamos<br />

al hablar de las aguas espirituosas.<br />

Tratándose de vinos, los enólogos han suscitado<br />

polémicas apasionadas para precisar la<br />

diferencia que existe entre aroma y bouquet,<br />

de que nos ocuparemos en el artículo Vino.<br />

AROMA. — Flor del aromo. (V. Acacia<br />

farnesiana.)<br />

AROMAS (Química industrial).—Empléase<br />

esa palabra para indicar aquellas substancias<br />

volátiles y olorosas que comunican<br />

fragancia á muchas plantas y aun á varios<br />

animales.. Por su volatilidad se suelen separar<br />

esas substancias mediante la destilación obtenida<br />

con el agua, y entonces reciben el nombre<br />

de esencias (véase). En algunos casos<br />

también se extraen por presión, cual sucede<br />

con el aceite volátil contenido en la parte<br />

amarilla de las auranciáceas, y aun por medio<br />

de un disolvente especial que al evaporarse<br />

deja como residuo menos volátil la substancia<br />

aromática.<br />

Para extraer por medio de la compresión el<br />

aroma de los limones, naranjas, etc., se raspa<br />

ó se corta la parte amarilla y superficial de<br />

dichos frutos, y después se somete £ la acción<br />

de una prensa dentro de sacos de crin. Gomo<br />

producto de la presión se obtiene un líquido<br />

amarillo y turbio que se dejará posar. Decantando<br />

la parte clara, se obtiene un aceite de<br />

olor más suave que el de la esencia preparada<br />

por destilación, pero con el delecto


ARO — 516 — ARO<br />

Milou enseñó otro procedimiento para extraer<br />

el principio oloroso de las flores, obteniendo<br />

así un producto que considera él como<br />

distinto de la esencia correspondiente. Se introducen<br />

las flores en un aparato adecuado, y<br />

se cubren con éter fino. A los diez ó quince<br />

minutos se extrae de la vasija el líquido etéreo,<br />

y se echa éter nuevamente sobre las flores, á<br />

fin de agotarlas y lavarlas. Se mezclan luego<br />

ambos líquidos, y se destilan sin pérdida de<br />

tiempo á un fuego suave, para recoger nuevamente<br />

el éter. Entonces queda en el recipiente<br />

una substancia de consistencia mantecosa<br />

y de diferente color, según la naturaleza de<br />

las flores, que se parece á la esencia de rosas<br />

de los orientales. Se extiende en capas delgadas<br />

, y se mantiene en fusión á una temperatura<br />

poco elevada hasta que se haya evaporado<br />

todo el éter. Entonces se obtiene un residuo<br />

seco que exhala el primitivo olor de las flores<br />

ó de la planta, con su natural pureza é intensidad.<br />

Es inalterable bajo la acción del aire, y<br />

se conserva años enteros en tubos abiertos,<br />

sin perder las propiedades que le son características.<br />

Resulta completamente soluble en el<br />

alcohol, en los aceites y en las grasas.<br />

Millin propuso para la obtención de esos<br />

extractos el empleo del sulfuro de carbono<br />

rectificado; pero sus primeros ensayos no dieron<br />

resultados bastante satisfactorios, por ser<br />

muy difícil procurarse el sulfuro de carbono<br />

en estado de completa pureza. Posteriormente,<br />

en 1868, ayudado por Comaille, reanudó<br />

sus trabajos nuevamente, y habiendo conseguido<br />

purificar perfectamente el mencionado<br />

sulfuro, le recomendó otra vez como disolvente<br />

para la extracción de aromas naturales. El<br />

procedimiento de purificación se reduce á<br />

lavar muchas veces el sulfuro de carbono con<br />

agua destilada, destilando luego en ancha<br />

retorta sobre cal viva, y recogiéndolo en botellas<br />

que contengan buena cantidad de limaduras<br />

de cobre, tostadas precedentemente y<br />

reducidas por el hidrógeno, á fin de que queden<br />

despojadas de las substancias grasas á<br />

ellas adheridas. El sulfuro de carbono, así<br />

que haya sido purificado de la manera descrita,<br />

adquiere un olor etéreo que nada tiene<br />

de ingrato, y que se puede emplear para obtener<br />

los más delicados perfumes.<br />

Tischborne encontró no hace mucho tiempo<br />

que se puede extraer el aroma de las flores<br />

por medio de la glicerina inodora, que se apodera<br />

de él y después le devuelve bajo la<br />

acción de un disolvente volátil, como el cloroformo,<br />

ó le abandona por destilación con<br />

tal de que la substancia aromática sea de tal<br />

índole que no se altere con el calor. Si la experiencia<br />

hubiese demostrado ya que no se<br />

puede separar el aroma destilando, se diluirá<br />

en agua la glicerina, se trata coa el cloroformo,<br />

se separa la capa de éste que se había<br />

apoderado de la substancia aromática, y después<br />

se aguarda á que se disipe por evaporación<br />

espontánea, obteniéndose en el residuo<br />

el apetecido aroma.<br />

AROMAS ARTIFICIALES (Industria).—Los<br />

progresos de la química llevaron<br />

á descubrir esos cuerpos ó substancias de índole<br />

orgánica que poseen olor agradable y<br />

semejante al de las fragancias naturales que<br />

se extraen de algunas plantas, exhalau ciertos<br />

frutos ó se forman por la fermentación de<br />

algunos licores. Por lo mismo que se pueden<br />

fabricar á gusto del consumidor, como vulgarmente<br />

se dice, y por lo mismo que resultan<br />

á precios más inferiores que los de las<br />

esencias naturales, surgió la idea de hacer<br />

uso de ellos, no solamente en perfumería, si<br />

que también en economía doméstica. Daremos<br />

breves noticias acerca de las diferentes substancias<br />

de esa especie que se conocen hoy.<br />

Nitrobencina.—Esta substancia, como indica<br />

su nombre, es un producto de reacción<br />

entre la bencina y el ácido nítrico. De sus<br />

propiedades físicas y químicas no nos toca<br />

hablar aquí. Como ingrediente de perfumería<br />

es útil, porque posee el olor de la esencia de<br />

almendras amargas ó aldehido benzoico, y de<br />

ahí que en la actualidad se emplee mucho<br />

para la fabricación de jabones de tocador y<br />

para perfumar otras muchas substancias.<br />

El éter amilacético es un producto que posee<br />

el olor de las peras; con él se aromatizan<br />

los dulces finos que se venden en Inglaterra<br />

con el nombre de confituras de pera. Para<br />

usos industriales se prepara con facilidad destilando<br />

juntamente una parte de ácido sulfúrico<br />

, una parte de aceite de patata y dos partes<br />

de acetato de potasa. En el refrigerante<br />

se recoge un líquido de olor fuerte á pera,<br />

que diluido con seis volúmenes de espíritu de<br />

vino rectificado, forma la esencia de pera.<br />

Éter valeroamílico.—Es éste un producto<br />

que proporciona un excelente aroma de manzana.<br />

Se prepara para uso de confiteros y perfumistas<br />

poniendo á destilar una mezcla de<br />

aceite de patata con ácido sulfúrico y bicromato<br />

de potasa. La porción destilada posee<br />

un olor pronunciado á manzanas pasadas, y<br />

deberá volverse á destilar en una solución<br />

muy diluida de potasa cáustica, para obtener<br />

un producto que resulta muy delicado cuando<br />

se disuelve en un volumen seis veces mayor<br />

de espíritu de vino rectificado.<br />

Éter butírico. — Constituye el aroma del<br />

ananas, y se prepara destilando dos partes de<br />

ácido butírico disuelto en un peso igual de<br />

alcohol concentrado, y agregando otra parte<br />

igual en peso de ácido sulfúrico. La mezcla se<br />

calienta, y el éter butírico que se haya formado<br />

acaba por sobrenadar en la superficie. Mas<br />

para que la reacción sea completa es necesario<br />

mantener la mezcla por algún tiempo á una<br />

temperatura de 80° centígrados. Formado que<br />

sea el producto, se decanta, se agita durante<br />

algún tiempo con agua, se le agrega carbonato<br />

de cal en polvo fino con cloruro de calcio,<br />

se deja macerar á fin de que el ácido sulfúrico<br />

que contenga quede neutralizado por el carbonato<br />

de cal, y después con cloruro de calcio.<br />

Comúnmente los perfumistas y confiteros


ARO — 518 — ARQ<br />

al fuego dos partes y media de bicromato de<br />

potasa y cuatro y media de agua. Se debe<br />

practicar la operación con una retorta, en la<br />

cual se echan las dos disoluciones para mantenerla<br />

hirviendo, á fin de destilar el líquido<br />

é ir saturando la destilación con carbonato de<br />

potasa y hacer que cristalice el valerianato<br />

de sosa obtenido de esa suerte. Se toma parte<br />

y media de ese valerianato después de estar<br />

bien seco, y se agrega á una mezcla hecha<br />

poco á poco por medio de una parte de alcohol<br />

amílico con un peso igual de ácido sulfúrico,<br />

la cual habrá de mantenerse durante<br />

algún tiempo en el baño-maría, que habrá de<br />

calentarse suavemente. Agregando agua, se<br />

separa el éter valeroamílico que se haya formado,.<br />

y purificado éste con lejía de sosa, se<br />

incorpora con cinco ó seis volúmenes de alcohol<br />

para obtener el aroma de manzana.<br />

Para terminar, hemos de advertir que la<br />

fabricación de aromas artificiales se halla todavía<br />

en el período de la infancia, digámoslo<br />

así, y es necesario que los industriales la dediquen<br />

atención preferente para obtener las<br />

utilidades que no podrán menos de obtener.<br />

Por ejemplo, los éteres de los ácidos grasos<br />

volátiles pueden formar productos de agradable<br />

fragancia y que imiten á los naturales,<br />

siendo de esperar que algún hombre emprendedor<br />

se dedique á perfeccionar y utilizar esa<br />

importante industria en provecho propio, y<br />

de nuestro país.<br />

Como complemento de este artículo, y en<br />

atención á que en la actualidad se están cambiando<br />

las fórmulas de los aromas artificiales,<br />

y se modifican y perfeccionan las preparaciones<br />

adoptadas, hemos de advertir que nuestros<br />

lectores hallarán interesantes indicaciones<br />

en el artículo de este DICCIONARIO en que<br />

hablamos de las esencias, y especialmente de<br />

las esencias aromáticas artificiales.<br />

AROMÁTICO.—Dícese de los cuerpos que<br />

tienen un olor más ó menos pronunciado y<br />

agradable; generalmente son vegetales de virtudes<br />

medicinales, tónicas, estimulantes y<br />

astringentes, razón por la cual se usan mucho<br />

en veterinaria. Tales son la salvia, el romero<br />

, la menta, el perifollo, el espliego, etc.<br />

También el arte culinario utiliza las plantas<br />

aromáticas en grande escala con la denominación<br />

de especias, entre las que figura la pimienta,<br />

la canela, el clavo, la nuez moscada,<br />

etc.<br />

Las plantas aromáticas son las que precisamente<br />

comunican á los forrajes el apetitoso<br />

olor que despierta la voracidad de los ganados,<br />

y las cualidades tónicas que comunican á<br />

esos alimentos energía y fuerza. En las praderas<br />

sanas y elevadas es donde más abundan<br />

las plantas aromáticas, donde los pastos son<br />

finos y substanciosos, y donde comen siempre<br />

con gusto los animales. Hay notables diferencias<br />

entre el forraje grosero é insípido de las<br />

praderas bajas y húmedas, y el de las montañas<br />

y mesetas elevadas. El primero aumenta<br />

notablemente el volumen de los animales,<br />

pero no les comunica vigor, energía y la robustez<br />

necesaria para sobrellevar la fatiga del<br />

trabajo; de ahí la diferencia entre los animales<br />

que se alimentan en las praderas bajas, y<br />

los que se nutren en sitios altos y accidentados.<br />

Estos son vivos, enérgicos, robustos y<br />

sobrios, y resisten perfectamente largas horas<br />

de trabajo; aquéllos son linfáticos, flojos,<br />

y están sujetos á todas las enfermedades propias<br />

de ese temperamento.<br />

Generalmente, en economía rural no se atribuye<br />

toda la importancia que en realidad tiene<br />

á la naturaleza de los pastos y á la clase de<br />

los terrenos en que vegetan, y sin embargo,<br />

la índole de los forrajes ejerce una influencia<br />

decisiva, no solamente en la marcha de la explotación<br />

del ganadero, si que también entre<br />

las gentes que han de consumir las carnes<br />

para su alimentación. Hay una infinidad de<br />

circunstancias en que podrían suministrar excelentes<br />

pastos ciertas praderas de las cuales<br />

sólo se obtienen de mediana ó pésima calidad;<br />

para ello en la mayoría de los casos bastarían<br />

algunos trabajos de saneamiento, el empleo<br />

de abonos y el de semillas debidamente escogidas.<br />

Esta es una cuestión verdaderamente<br />

grave y que generalmente desatienden los<br />

agricultores. Las malas praderas permanecen<br />

abandonadas durante siglos y siglos, cuando<br />

sería tan fácil y poco costoso mejorarlas.<br />

AROMO.—(V- Acacia farnesiana.)<br />

ARQUITECTURA RURAL—Todos los<br />

edificios ó construcciones del campo, cuyo<br />

estudio constituye la arquitectura rural, son<br />

de gran importancia para el labrador, retratando<br />

, generalmente con gran exactitud, la<br />

situación más ó menos próspera de la agricultura<br />

de un país.<br />

No es España, por desgracia nuestra, la excepción<br />

de esta regla, y salvo rarísimos casos,<br />

su construcción agrícola deja tanto que desear<br />

como sus procedimientos y sistemas de<br />

cultivo.<br />

Prescindiendo de la falta de solidez y escasa<br />

duración que á primera vista se observa<br />

en la inmensa mayoría de las casas del campo,<br />

fijándonos exclusivamente en las condiciones<br />

que deben reunir para llenar cumplidamente<br />

su destino, veremos que su forma y dimensiones<br />

á nada obedecen; que no responden á<br />

ninguna necesidad más que al capricho, ó al<br />

bueno ó mal tino del que las dirige, lo que<br />

casi nunca reúne la competencia necesaria.<br />

Sólo así se explica que abunden esas viviendas<br />

húmedas, estrechas, bajas, de escasa luz y<br />

ventilación, que parecen hechas adrede para<br />

contrariarlos preceptos de la higiene, cuando<br />

con el mismo capital pudieran hacerse habitaciones<br />

que reunieran, si no todas, la mayor<br />

parte de las condiciones que exigen las reglas<br />

generales de una buena construcción.<br />

De esta manera únicamente se comprende<br />

el por qué los animales están apiñados en cuadras<br />

y establos que carecen de la extensión<br />

necesaria y del volumen indispensable á la<br />

respiración, donde morirían por asfixia si la


ARQ — 519 — ARQ<br />

falta de esmero con que se ejecutan estas<br />

obras no dejara de antemano numerosos ventiladores<br />

naturales que, á cambio de sus servicios<br />

en los rigores del invierno, diezman el<br />

ganado, contribuyendo á aumentar las pérdidas<br />

que la escasez de alimentos y el mal régimen<br />

ocasionan.<br />

Así solamente se concibe que las cosechas,<br />

cuando son abundantes, queden en parte á la<br />

intemperie; que los aperos de labranza estén<br />

constantemente sujetos á la inclemencia de<br />

los agentes atmosféricos y al deterioro consiguiente;<br />

que las diversas operaciones de la<br />

granja se dificulten por la mala disposición<br />

de los edificios, y en una palabra, que ni remotamente<br />

se conozca, por mucho que se observe<br />

, las trazas de un plan, de una organización<br />

determinada de antemano.<br />

Asunto importantísimo es éste para el hacendado<br />

, por los perjuicios que directamente<br />

le origina , y todavía más importante para la<br />

agricultura del país, pues la buena construcción<br />

es y será siempre uno de los principales<br />

y más poderosos medios de aumentar la población<br />

rural, cuyos beneficios, nunca bien<br />

ponderados, son umversalmente reconocidos.<br />

No es, por lo tanto, tiempo perdido el que<br />

se dedique á estos estudios, ni asunto baladí<br />

el que se popularicen los fundamentos de la<br />

arquitectura rural, para que las construcciones<br />

del campo se hagan con arreglo á las condiciones<br />

que las necesidades de la agricultura<br />

moderna exigen.<br />

Estas condiciones, que al tratar particularmente<br />

de cada dependencia se detallarán todo<br />

cuanto sea preciso, pueden, en términos generales,<br />

concretarse á las que á continuación estudiaremos.<br />

Empezando por el emplazamiento, que es la<br />

primera cuestión á resolver para comenzar<br />

una obra, debe buscarse en primer término la<br />

salubridad delterreno, evitando el acercarse<br />

á sitios malsanos, como lagunas, pantanos,<br />

cultivos que necesiten aguas estancadas ó frecuentes<br />

riegos, y que por lo tanto se desarrollen<br />

en ellos miasmas palúdicos; igual observación<br />

puede hacerse si en las cercanías<br />

existieran hornos de fundición ó industrias<br />

cuyos residuos puedan perjudicar á la salud,<br />

tanto del hombre como de los animales domésticos.<br />

A ser posible, búsquese las inmediaciones<br />

de una fuente ó arroyo, del que pueda derivarse<br />

agua para los abrevaderos y demás<br />

usos domésticos. Si poderosas razones no se<br />

oponen á ello, procúrese emplazar los edificios<br />

en el centro de la finca ó próximos á los<br />

terrenos que lleven un cultivo más intensivo,<br />

para evitar en todo lo posible los transportes;<br />

los sitios altos, si no lo son en exceso, convienen,<br />

por la mayor vigilancia que puede tenerse<br />

observando desde la casa los trabajos y<br />

faenas del campo; pero es preciso armonizar<br />

esta condición con la no menos necesaria de<br />

que las vías de acceso sean fáciles, sin pendientes<br />

exageradas que dificulten el servicio.<br />

Respecto á orientación, una de las cuestiones<br />

más importantes que se presentan para<br />

emplazar los edificios, debemos sujetarnos en<br />

primer término á las condiciones locales, evitando<br />

situarlos de manera que sus puertas y<br />

ventanas estén expuestas á corrientes de aire<br />

insalubre, etc., y aunque en cada caso particular,<br />

y según la dependencia que sea y el objeto<br />

que se dedique, se determinará la orientación<br />

más conveniente, como regla general<br />

aconsejamos preferir la del Mediodía para las<br />

habitaciones del hombre y para alojamiento<br />

de animales, porque de este modo los rayos<br />

solares que penetran en los departamentos<br />

impiden los cambios bruscos de temperatura,<br />

y con ellos infinidad de enfermedades. Además,<br />

bien conocida es por todo el mundo la<br />

benéfica influencia de esos dos factores importantísimos<br />

para la vida, que llaman luz y<br />

calor; factores que deben aprovecharse todo<br />

lo posible, colocando las fachadas principales,<br />

donde hay mayor número de huecos, en la<br />

exposición ya indicada.<br />

Hechas estas indicaciones generales respecto<br />

á la exposición y emplazamiento con relación<br />

á las condiciones higiénicas, y al mejor<br />

y más cómodo servicio de la finca, resta todavía<br />

tener en cuenta, para resolver cumplidamente<br />

el problema de que las construcciones<br />

sean sólidas y baratas, entre otras cosas, elegir<br />

el mejor terreno para la cimentación de la<br />

obra.<br />

Siempre que se pueda, escójanse los terrenos<br />

firmes y seguros, que puedan soportar el<br />

peso de la obra sin ceder á la presión, que no<br />

se desagreguen fácilmente por los agentes exteriores,<br />

ó por las lluvias y corrientes que puedan<br />

existir, procurando además que sean poco<br />

permeables, es decir, que no dejen filtrar fácilmente<br />

el agua. Estos terrenos, que se prestan<br />

á una buena fundación de las llamadas sobre<br />

terreno natural, se componen generalmente<br />

de rocas, margas, arcillas ó arenas muy<br />

compactas, ó tierra virgen que no haya sido<br />

removida muy profundamente ni echadiza;<br />

todo lo que se reconoce fácilmente en los cortes<br />

y pozos si se presenta firme y no cede á<br />

las presiones que por vía de ensayo se ejerzan<br />

sobre él, y por el aspecto general compacto y<br />

unido que en sus paredes se observa.<br />

En estas condiciones, y hecha con esmero la<br />

cimentación, tendremos la seguridad de que<br />

la base principal para la solidez de la obra no<br />

ofrece peligros de ninguna especie; y si á esto<br />

añadimos que el resto se ejecuta bien y con<br />

buenos materiales, la garantía será completa,<br />

reuniendo la obra todas las propiedades que<br />

bajo este punto de vista se pueden desear, es<br />

decir, duración, seguridad y economía. Con<br />

ellas conseguiremos, además de la tranquilidad<br />

de que no ocurran accidentes desagradables,<br />

la ventaja económica de tener mucho más<br />

tiempo para la amortización del capital invertido<br />

y la disminución de los gastos de entretenimiento<br />

; ventajas todas que bien merecen<br />

la pena de elegir con cuidado el terreno para


ARQ — 520 — ARQ<br />

edificar y los materiales, repartiendo éstos según<br />

su resistencia y trabándolos perfectamente<br />

para que haya la mayor homogeneidad posible<br />

en el conjunto.<br />

Por la dificultad ó carestía de los transportes,<br />

en arquitectura rural es muy frecuente<br />

explotar ó fabricar los materiales en la misma<br />

finca, en cuyo caso el propietario debe seguir<br />

rigurosamente todos los consejos que indicaremos<br />

en otro lugar, á fin de obtener aquéllos<br />

de la mejor clase posible, teniendo en<br />

cuenta que en la inmensa mayoría de los casos,<br />

y habiendo condiciones para ello, suelen<br />

ser altamente beneficiosas la explotación de<br />

canteras, fabricación de tejas y ladrillos, cal<br />

y yeso, el aprovechamiento de los árboles maderables,<br />

etc., etc., con lo que, además del<br />

ahorro de los transportes, se consigue la inapreciable<br />

ventaja de utilizar muchos elementos<br />

perdidos y muchos días de trabajo, en los<br />

que no se puede hacer nada en el campo. Y la<br />

bondad de los materiales empleados, no sólo<br />

influye en la solidez y economía de la obra,<br />

sino también en sus condiciones higiénicas, que<br />

son indispensables, sobre todo cuando se dedican<br />

á albergar al hombre ó á los animales.<br />

Los espesores de los muros deben ser tales<br />

que impidan los cambios bruscos de temperatura,<br />

y que las alteraciones atmosféricas se<br />

reflejen directamente en las habitaciones, evitando<br />

al propio tiempo la humedad, cuyos<br />

perjuicios en la salud son de todo el mundo<br />

conocidos; para evitarlo, las plantas bajas de<br />

las casas de campo deben elevarse por lo menos<br />

0,50 metros del suelo, ó mejor aún, hacer<br />

debajo cuevas ó sótanos que, además que sanear<br />

el edificio, pueden utilizarse para bodega,<br />

lechería ú otras dependencias. También<br />

es necesario recoger y dar fácil salida de las<br />

aguas, no sólo de las de la construcción, sino<br />

del terreno que la rodee.<br />

La ventilación de las habitaciones hay que<br />

facilitarla cuanto sea posible, no escatimando<br />

las dimensiones de las ventanas, que por lo<br />

menos deben tener 0,80 metros de ancho por<br />

4,21 de altura, colocándolas á 0,60 ó 0,80 metros<br />

sobre el piso. La altura es variable, según<br />

el destino de la construcción; se detallarán<br />

al tratar particularmente de cada dependencia,<br />

subordinándolas también, no sólo á<br />

las necesidades del servicio, sino al volumen<br />

de aire respirable que cada animal necesita.<br />

La forma y dimensiones de las construcciones<br />

rurales, que en otro lugar estudiaremos<br />

separadamente, pueden, sin embargo, sujetarse<br />

á una regla general en lo que á dimensiones<br />

se refiere. liada más fácil, ni practicado<br />

con menos frecuencia, que calcular el espacio<br />

que cada dependencia necesita. Antes de empezar<br />

una obra, sabiendo la extensión que á<br />

cada cultivo se dedica, el producto medio por<br />

hectárea, y el volumen y peso de ésta, tendremos<br />

exactamente las dimensiones que para<br />

graneros, pajares, silos, etc., se necesitan. Así<br />

como conociendo el espacio preciso para cada<br />

animal, los establos, apriscos, etc., deben ajus­<br />

tarse por completo á los datos que el cálculo<br />

arroje, con lo que tendremos aisladamente las<br />

dimensiones de cada dependencia, y por lo<br />

tanto las del conjunto, sin pecar por exceso<br />

ni por defecto, como actualmente sucede entre<br />

nosotros, donde la fortuna y esplendidez de<br />

los propietarios son los únicos reguladores de<br />

las dimensiones de los edificios rurales.<br />

En la forma ó distribución interior debe<br />

presidir siempre la idea de la sencillez; el reparto<br />

que ofrezca menos complicaciones, dejando<br />

pocos ó ningún departamento obscuros,<br />

puede considerarse desde luego como el mejor,<br />

pues en la práctica de la vida y en las<br />

operaciones de la casa hay que quitar todos<br />

los inconvenientes que dificulten la vigilancia,<br />

la comodidad y rapidez de los servicios. Por lo<br />

demás, el interior de las habitaciones debe estar<br />

perfectamente blanqueado, y asoladas para<br />

que la limpieza sea lo más completa posible.<br />

Respecto á la situación de los departamentos,<br />

según las necesidades de la granja, se distribuirán<br />

de distinto modo, pero sujetándose<br />

siempre á las condiciones generales que deben<br />

satisfacer para la mayor economía de la obra;<br />

para la vigilancia, siempre muy necesaria, y<br />

más en España, donde la seguridad en los campos<br />

es muy problemática; para la distribución<br />

de alimentos ó productos si hay alguna industria<br />

rural aneja á la explotación, etc., etc. Así,<br />

por ejemplo, los depósitos de forrajes, granos,<br />

raíces, tubérculos y pajares, deben estar situados<br />

lo más cerca posible del sitio de consumo<br />

y en la forma más á propósito para que se distribuyan<br />

fácilmente, procurando, sin embargo,<br />

que los departamentos donde haya materias<br />

combustibles estén aislados ó en situación<br />

favorable para aislarlos en caso de un incendio.<br />

Por lo demás, ya que no podemos entrar en<br />

detalles, pueden sujetarse todas las disposiciones<br />

que se adopten á<br />

cuatro tipos principales<br />

: El primero, agrupar<br />

los edificios en<br />

una sola línea, como<br />

se hace generalmente<br />

entre nosotros<br />

(figura 263), que tiene<br />

sus ventajas en<br />

explotaciones de escasa<br />

importancia,<br />

Figura 263<br />

pues cuando ésta aumenta<br />

conviene elegir cualquiera de las tres<br />

restantes. El segundo tipo se reduce á colocar<br />

los edificios paralelamente (figura 264), con<br />

lo que pueden aislarse los heniles y pajares,<br />

alejando los peligros del fuego. Estos edificios<br />

deberán, en todo caso, unirse por paredes, con<br />

lo que queda un espacio cerrado cuya conveniencia<br />

no creemos necesario encarecer.<br />

Si la importancia de la explotación aumenta<br />

y el desarrollo total de la obra llega á 60<br />

ú 80 metros, es preferible adoptar el tercer<br />

tipo (figura 265), en el que las habitaciones<br />

ocupan el fondo y los departamentos las dos<br />

alas de los costados; estas alas tendrán por


ARQ — 521 — ARQ<br />

lo menos 16 metros de longitud interiormente<br />

para que el patio tenga la amplitud necesaria<br />

para que los carros y aperos de labranza puedan<br />

revolverse libremente.<br />

Por último, el cuarto grupo, cuando la<br />

importancia de la explotación 3' el desarrollo<br />

del edificio permiten<br />

adoptar la forma cuadrada<br />

ó rectangular<br />

(figura 266), es el<br />

que debe preferirse,<br />

25.o<br />

porque reúne todas<br />

las condiciones que el<br />

más exigente pueda<br />

desear, seguridad<br />

completa, vigilancia<br />

Figura 261<br />

fácil, servicio dentro<br />

de la finca, sin tener<br />

que salir del edificio,<br />

y facilidad suma para<br />

aislar los incendios en<br />

cualquier parte de la<br />

construcción que se presenten.<br />

El decorado de los edificios rurales puede<br />

ser variadísimo, y su estudio sale por completo<br />

de los límites<br />

de este<br />

Dice ION ARIO ;<br />

pero en términos<br />

generales<br />

podemos consignar<br />

que la<br />

sencillez, la simetría<br />

y la regularidad<br />

son<br />

en las obras<br />

del campo las<br />

que más contribu37 Figura 265<br />

en á su buen aspecto.<br />

Así debe procurarse en todo lo posible que<br />

los edificios tengan proporcionadas sus dimensiones;<br />

que esténperfectamenteaplomados<br />

y establecidos<br />

al<br />

mismo nivel;<br />

que los frisos<br />

y cornisas formen<br />

grandes<br />

Figura 266<br />

líneas, sin muchas<br />

rasantes,<br />

etcétera, etc.<br />

Por lo demás,<br />

el aspecto<br />

de un edificio<br />

no resulta solamente de su forma, depende<br />

también de los materiales empleados en su<br />

construcción, en la manera de ejecutarla y en<br />

el orden que presida la distribución de apoyos,<br />

puertas y ventanas, que deben ser en todo<br />

caso simétricas.<br />

Sirvan estas ideas, que someramente apuntamos,<br />

á fijar la atención de los propietarios<br />

sobre los extremos más importantes que en la<br />

construcción rural deben tenerse en cuenta, y<br />

no pierdan de vista que el detenimiento en el<br />

estudio de dichas obras es la base principal<br />

de la buena marcha de las explotaciones y el<br />

medio más seguro de fomentar la población<br />

rural, cuj'a importancia nadie desconoce.<br />

C. Rodrigáñcz.<br />

ARQUITECTURA RURAL.—Su INFLUJO<br />

EN EL PROGRESO AGRÍCOLA.—La arquitectura<br />

rural puede ser considerada, á nuestro modo<br />

de ver, de dos maneras distintas: en su parte<br />

facultativa, es decir, en todo aquello que se<br />

refiere á la solidez y buena distribución del<br />

edificio, y en su parte social, esto es, en el<br />

influjo que puede tener para aumentar la producción<br />

y los medios de bienestar de la clase<br />

labradora. En el artículo anterior se ha estudiado<br />

bajo el primer punto de vista. Haremos<br />

en éste algunas reflexiones estudiándola bajo<br />

el segundo.<br />

Pocas cosas hay que den idea tan exacta del<br />

estado agrícola de un país como los edificios<br />

rurales. Su belleza arquitectónica, la propiedad<br />

de sus diferentes dependencias para el uso<br />

á que están destinadas, son á la vez efecto y<br />

causa del desarrollo de los intereses agrarios;<br />

pues si por una parte tales circunstancias son<br />

indicio claro del desahogo de los cultivadores,<br />

por otra, en razón á la comodidad que proporcionan<br />

, los convidan á pasar la vida retirados<br />

del vano ruido de los cuidados, y reteniéndolos<br />

en medio de sus posesiones, los<br />

aficionan á introducir en ellas las mejoras de<br />

que son susceptibles. Sabido es lo mucho que<br />

la costumbre modifica los gustos, y cuánto influye<br />

el gusto para estudiar con detenimiento<br />

y plantear con firmeza las reformas agrícolas;<br />

habitúese el propietario á contemplar desde<br />

el dintel de su casa las escenas de la naturaleza<br />

, y de seguro acabará por no hallar espectáculo<br />

más agradable y animado que el de la<br />

salida del sol, ni fenómenos más admirables<br />

que los de la vida de las plantas, ni ocupación<br />

más notable que la del cultivo, ni satisfacción<br />

tan íntima y pura como la de juzgarse en cierto<br />

modo creador del árbol que le da sombra,<br />

de la espiga que alimenta á sus hijos, de las<br />

flores que embalsaman el aire que respira.<br />

Las naciones más adelantadas en agricultura<br />

son cabalmente las que poseen mejores edificios<br />

rurales, y las comarcas en que éstos son<br />

más numerosos, asimismo las cultivadas con<br />

más esmero. Por eso en Francia, y en Bélgica<br />

más que en Francia, y en Suiza más que en<br />

Bélgica, y en Inglaterra más que en ningún<br />

país del mundo, la arquitectura rural es objeto<br />

de un estudio profundo y detenido. ÜSTo satisface<br />

ya al propietario de aquellas naciones<br />

la comodidad de la morada; busca además en<br />

la construcción la belleza, y cada edificio es<br />

un acabado modelo de arte. Sólo habiendo<br />

viajado por las comarcas rurales de los países<br />

nombrados se puede tener una idea de los<br />

magníficos palacios para los grandes señores,<br />

de las hermosas granjas para los arrendatarios<br />

y labradores, de las graciosas al par que sencillas<br />

viviendas para la clase proletaria, que<br />

coronan los cerros, llenan de atractivo las


ARQ — 522 — ARQ<br />

márgenes de los ríos, y dan animación y alegría<br />

á toda la campiña. ¿Qué cosa más natural,<br />

por otra parte, ni de mayor interés para el<br />

terrateniente que esmerarse en la construcción<br />

de su morada, que es lo que más y más largo<br />

tiempo goza, y tanto contribuye á su salud y<br />

á la de los animales de trabajo?<br />

Si allí las villas tienen un risueño aspecto<br />

campestre, también con razón puede decirse<br />

que los campos ofrecen á los ojos el animado<br />

cuadro de una ciudad continuada; tan numerosos<br />

son los edificios y con tanto afán se procura<br />

reunir en ellos ciertas sencillas distracciones<br />

de la vida civilizada.<br />

Las granjas que hemos visitado en Holanda,<br />

por la parte de Maestrik, Ruremond y Venloó,<br />

son lugares encantados por su bellísima<br />

construcción y sus magníficas cercanías. Unas<br />

tienen belvederes en los puntos más elevados,<br />

para recrearse los dueños divisando extensos<br />

horizontes; otras espaciosos terrados, donde<br />

la familia se reúne en las noches serenas y<br />

contempla embebecida la bóveda estrellada; en<br />

otras se fabrican balaustradas sobre las corrientes<br />

de los ríos, desde las cuales se saluda<br />

á los que pasan en los buques, ó en las que las<br />

jóvenes tañen el arpa ó entonan baladas melancólicas.<br />

¡Qué distinto es lo que en España sucede!<br />

Las pocas quinterías que aquí se construyen<br />

sólo sirven para dar abrigo á las yuntas y<br />

conservar algún tiempo las cosechas de cereales.<br />

Eormado comúnmente el plano por un<br />

albañil inexperto é ignorante, todo es en ellas<br />

monstruoso, todo peca en ellas contra las<br />

reglas del buen gusto y de la economía. En<br />

unas provincias el establo sirve de entrada á<br />

las habitaciones; en otras están privadas de<br />

luz y de ventilación las quinterías. Son poquísimas<br />

las dotadas de un cuarto especial para<br />

el amo, y apenas la hay que atraiga Con su<br />

belleza las miradas del caminante. Son monótonas,<br />

y más que alegres casas de recreo, parecen<br />

encierros de campo.<br />

El alejamiento del labrador es la consecuencia<br />

inmediata de este orden de cosas; habítalas<br />

con pena mientras su estancia es indispensable<br />

para atender á ciertas labores;<br />

satisfecha la necesidad ó cumplido el deber,<br />

huye apresurado de aquel aspecto de miseria<br />

que agobia, de aquella lobreguez que llena el<br />

alma de tristeza.<br />

Los inconvenientes señalados han sido conocidos<br />

en todos tiempos; así es que los principales<br />

escritores agrónomos antiguos han<br />

prescrito reglas más ó menos atinadas para<br />

remediarlas. Vitrubio aconsejaba ya en tiempo<br />

de Augusto que «los establos tuviesen la exposición<br />

á Levante, los molinos de aceite al<br />

Mediodía, al Septentrión las bodegas, etc.»<br />

Columela decía que la granja debía constar<br />

de tres cuerpos: el primero destinado á la<br />

habitación; el segundo á los establos, graneros,<br />

guadarnés, etc., y el tercero á la bodega,<br />

el molino de aceite y demás industrias: pars<br />

urbana, rustica et fructuaria.<br />

Un escritor del siglo xvm empezó á ocuparse<br />

de las proporciones del edificio:<br />

J¥e fundus villam, ñeque fundum urbana vicissum<br />

Villa requirat: agro sil par dom us.<br />

Francisco de Neufchateau, comprendiendo<br />

la importancia del asunto, se expresaba de<br />

este modo en sus Comentarios á Olivier de<br />

Sévres: «El arte de edificar para alojamiento<br />

de los hombres y animales, y para guardar<br />

las cosechas con sencillez, solidez y economía,<br />

es el primer problema que hay que resolver<br />

en la ciencia de los campos».<br />

En las construcciones rurales la sencillez no<br />

está reñida con la elegancia, y la elegancia, no<br />

el lujo, es, en nuestro concepto, una condición<br />

precisa de las' casas de campo de los ricos<br />

labradores, á fin de que hasta la vanidad los<br />

incite á pasar en ellas la vida, en lo cual, según<br />

expondremos, tienen de consuno interés<br />

el individuo, la familia y el Estado.<br />

Hay entre el mundo interior y el exterior<br />

una relación íntima é inmediata; por punto<br />

general, el pensamiento toma el sesgo que le<br />

marcan las impresiones. La imaginación influye<br />

en la voluntad tanto como en aquélla<br />

lo que nos sorprende y admira, y á fuerza de<br />

meditar en lo útil, deducimos reglas exactas<br />

para alcanzar lo que más nos conviene. Supongamos<br />

al propietario establecido en su casa<br />

de campo, viendo pasar de continuo los animales,<br />

y examinando la marcha de la vegetación<br />

á todas horas. ¿Cómo se concibe que ha<br />

de pasar el día? Oirá el balido de una oveja,<br />

volverá los ojos al rebaño, y aprenderá sin<br />

esfuerzo cuáles son las propiedades, aptitudes<br />

y dolencias de las reses; llamarale la atención<br />

un olivar cargado de fruto; examinará lleno<br />

de contento la tierra en que está criado, la<br />

poda que se le ha hecho, y acabará por conocer<br />

cuanto concierne al cultivo de árbol tan<br />

precioso; le retendrá de noche el cansancio en<br />

el hogar doméstico, y allí, debajo de la parra<br />

ó al amor de la lumbre, contando lo que ha<br />

visto y oyendo las observaciones de la experiencia,<br />

tranquilo y alegre como si todas las<br />

tempestades se estrellaran en sus linderos, decidirá<br />

la reforma más conveniente á cada<br />

finca, y el modo de plantearla más seguro y<br />

económico. Los grandes agrónomos y ganaderos<br />

han vivido ó tienen su casa principal en<br />

el campo. El eminente ganadero Jonás Webb<br />

vivía en su preciosa quinta, cerca de Cambridge<br />

, y el afamado Mechi pasó casi toda la<br />

vida en su hacienda, que puede llamarse modelo<br />

, cerca de Londres. Así pudo aquél crear<br />

la magnífica raza lanar South-Down, y éste<br />

establecer el abono de lluvia para los prados.<br />

Hemos visitado ambas posesiones, y jamás<br />

olvidaremos, ni la galante hospitalidad de sus<br />

dueños, ni el encanto de aquellas moradas.<br />

Bien se nos alcanza que existe en España<br />

una causa que se opone á que se aumenten<br />

cual fuera menester los edificios rurales: el<br />

fraccionamiento de la propiedad. Los propietarios,<br />

teniéndola en pequeñas fincas despa-


ARQ — 523 — ARQ<br />

rramadas en un extenso término, no ven bastantes<br />

ventajas en construir en una de ellas,<br />

y prefieren vivir en medio del vecindario, en<br />

el cual hallan al fin, en compensación de lo<br />

que por otra parte pierden, pronto socorro<br />

en sus dolencias, mayor facilidad en las compras<br />

y más frecuente trato con las personas<br />

que son objeto de su cariño.<br />

Para evitar el grave inconveniente para la<br />

producción del fraccionamiento, en varias naciones<br />

está dispuesto que sea un tanto forzosa<br />

la reunión de la propiedad en coto redondo.<br />

Mas aun teniéndola dividida en fincas, le conviene<br />

la edificación si posee alguna susceptible<br />

de cultivo intensivo, si puede fijarse más<br />

próximo á ellas que viviendo en la población,<br />

y si se acerca así á un gran mercado ó punto<br />

de consumo. Dos grandes ventajas hallará en<br />

todo caso construyendo la morada en medio<br />

de su hacienda: la de quedar preservado del<br />

ruinoso contagio del lujo, que se propaga cada<br />

día más amenazador en las grandes poblaciones<br />

, y la de tener menos motivos para que se<br />

aviven, destruyendo los buenos sentimientos,<br />

el insoportable orgullo y la devoradora envidia.<br />

El trato frecuente en la soledad crea, con<br />

la solidaridad de intereses, relaciones de intimidad<br />

y benevolencia; el amo, jefe y señor,<br />

sebace querer por los beneficios que dispensa,<br />

y el criado, auxiliar y compañero, es atendido<br />

y apreciado por su adhesión respetuosa.<br />

El rico propietario, lo mismo que el pobre,<br />

debe, pues, construir habitación en medio de<br />

su fundo. La morada conviene que sea un tanto<br />

suntuosa, no sólo por la comodidad que<br />

esto ofrece, como porque así se propaga más<br />

rápidamente el ejemplo de vivir en el campo.<br />

Cuando el alejamiento del propietario de su<br />

hacienda es tan completo como en España, el<br />

primero que se consagre al cultivo ha de procurar<br />

, si quiere que le imiten, excitar la curiosidad<br />

, dar pábulo á la admiración, atraer<br />

con encantos desconocidos, para despertarla<br />

emulación á los que se encuentren en su caso.<br />

La construcción moderna difiere esencialmente<br />

de la antigua en cuanto á la forma. En<br />

España generalmente las casas son cuadradas<br />

, lo cual hace preciso que tengan patios<br />

interiores, y que queden muchos cuartos obscuros.<br />

La mayor parte de las que en el extranjero<br />

hemos visitado son largas y estrechas,<br />

cuya forma se prefiere por lo económica,<br />

y por dar á las habitaciones mayor claridad y<br />

hermosura. El piso superior, un poco abuhardillado<br />

, se destina para dormitorios de criados<br />

y otros usos indispensables.<br />

Suponemos que no habría familia, por apego<br />

que tuviese á los hábitos de la corte, que desdeñara<br />

pasar una estación en semejante morada.<br />

Se van á recorrer otros países durante el<br />

verano, gastando, con perjuicio del propio,<br />

gran parte de sus rentas en esos estériles y<br />

molestos viajes, porque sus posesiones carecen<br />

de casas y palacios con los necesarios atractivos.<br />

Puéblese el campo; embellézcanse los sitios<br />

más amenos, y se despertará la afición á<br />

él, y se disfrutará del inefable gozo que se siente<br />

al decir: «¡Es mía la tierra que piso; son<br />

mías las fuentes que me refrigeran; me pertenecen<br />

los bosques que me halagan con el murmullo<br />

de las ramas agitadas por los vientos!»<br />

Enhorabuena que en otro tiempo juzgasen<br />

poco decoroso ocuparse de las vulgarísimas<br />

prácticas de cultivo los magnates que ocupaban<br />

ciertas elevadas posiciones, y es un tanto<br />

excusable que se sometiesen á vivir en el desierto<br />

, que no otra cosa era habitar en el campo,<br />

ó se acomodaran á las continuas privaciones<br />

de la villa los que tenían medios intelectuales<br />

y pecuniarios para brillar en la región<br />

que se llama gran mundo. Las circunstancias<br />

han cambiado. Hoy la agricultura es algo más<br />

que hacer un barbecho; la profesión de labrador<br />

se ennoblece á medida que se nota su estrecha<br />

relación con las ciencias físicas y exactas<br />

, y la propiedad territorial se apetece y estima<br />

conforme se advierte la gran ventaja que<br />

lleva por su seguridad á los demás ramos de<br />

riqueza. Los más grandes hombres van á descansar<br />

de sus fatigas y saborear sus glorias á<br />

un sitio campestre, y no es uno solo el que<br />

busca inspiración ó medita un gran proyecto<br />

sentado sobre el musgo de una solitaria pradera.<br />

Una circunstancia ha venido en estos últimos<br />

tiempos á dar valor á la tierra y atractivo<br />

á la vida campestre. Los caminos de hierro.<br />

Con ellos no se considera la familia rural aislada;<br />

la ausencia pierde el tinte sombrío con<br />

que sella la eternidad á todo lo que la remeda.<br />

El trato de los habitantes de la ciudad y<br />

de la aldea es poco frecuente, pero no se corta;<br />

los lazos formados por la especulación ó<br />

por el afecto se aflojarían, pero no quedarían<br />

rotos entre el que quedara en la corte y el que<br />

marchare á vivir en el cortijo. Nace de aquí<br />

el afán que se ha despertado en España de adquirir<br />

propiedades, y la vaga esperanza concebida<br />

por todos los propietarios del gran aumento<br />

de valor que han de tener sus fincas. Y<br />

lo tendrán; lo tendrán el día que el vecindario<br />

rompa el ceñidor que lo sujeta al villorrio,<br />

y el rico cortesano tenga más vanidad en<br />

dejar su nombre escrito en un frontispicio de<br />

piedra, que no en que se cite entre el estrépito<br />

de una orgía, ó se repita en voz baja en<br />

los pasillos de un teatro.<br />

Construyan los propietarios españoles en el<br />

campo; que los edificios rurales estén labrados<br />

con arreglo á las reglas arquitectónicas y á las<br />

exigencias del buen gusto, para que sean dignas<br />

viviendas del hombre civilizado, y entonces<br />

comprenderán esta profunda observación<br />

de Guizot: «Instintos más íntimos, y cuyo<br />

imperio es grande sobre el hombre, contra<br />

su voluntad misma, aseguran á la propiedad<br />

territorial una gran preponderancia». La propiedad<br />

moviliaria, el capital en especie, pueden<br />

dar al hombre la riqueza; la propiedad<br />

territorial le da algo más; le da una parte del<br />

dominio del mundo; une su vida á la vida de<br />

toda la espléndida y admirable Naturaleza.


AER — 524 ARR<br />

Crea para la familia la patria doméstica, con<br />

todas las simpatías que se unen á ella en lo<br />

presente, y todas las risueñas perspectivas<br />

que le abre para el porvenir.<br />

Por no extender exageradamente este artículo,<br />

reservamos el ampliar las noticias recogidas,<br />

en los artículos Casas de campo y<br />

Construcciones rurales, donde describiremos<br />

algunos modelos, incluyendo los grabados<br />

convenientes.<br />

Por último, aconsejamos consulten las dos<br />

obras siguientes: Essai on the construction of<br />

eoltages, de Smith; Traite de constructions rurales,<br />

de Louis Bouchard Huzard.<br />

M. López Martínez.<br />

ARRABILLADO.—Califícase de esta suerte<br />

el trigo que presenta de color obscuro ó<br />

con rabillo la extremidad, á consecuencia de<br />

haberse' adherido á ella el polvillo del tizón<br />

que tienen otros granos. El trigo arrabillado<br />

produce una harina morena y un pan algo<br />

gris. De ahí que disminuya el precio de los<br />

trigos que se presentan en el mercado con ese<br />

aspecto. En el artículo que consagramos á hablar<br />

del trigo, trataremos de esa y otras enfermedades.<br />

ARRACACHA (AgriculturaJ.—Arracliaca,<br />

y también Sacliarrocacha y Aracacia,<br />

es un género de plantas de la familia de las<br />

umbelíferas, tribu de las ammíneas, que comprende<br />

muchas plantas de raíz tuberosa, hojas<br />

penicortadas, con pecíolo envolvente;<br />

flores polígamas, dispuestas en umbelas terminales<br />

y de hojas opuestas, con involucro<br />

cerrado por un pequeño número de foliólas<br />

cuando existe, é involucela de tres hojitas;<br />

las umbelas tienen flores hermafroditas en los<br />

bordes, y masculinas ó neutras en el centro.<br />

Viven esas plantas en la América meridional,<br />

y forman únicamente dos especies, una<br />

de las cuales es comestible, la Arracacha esculenta;<br />

A. xanthóriza, Bauer.; Conium arracacha,<br />

Hock. Ese nombre de arracacha es el<br />

empleado en Colombia, de donde es originaria<br />

la planta; se ha llamado también apio por parecerse<br />

algo á esta hortaliza, si bien en realidad<br />

presenta más semejanza con la chirivía.<br />

Las raíces de la arracacha, tuberosas, como<br />

hemos dicho, son vivaces y carnosas, y están<br />

divididas en varias ramas espesas que en suelos<br />

adecuados llegan á adquirir el grosor de<br />

un cuerno de vaca. Del cuello de la planta<br />

brotan algunos tallos que sostienen hojas grandes,<br />

con el limbo dividido en numerosos segmentos;<br />

pecíolo acanalado y muy abierto en<br />

la base. Rara vez se recolecta la semilla, porque<br />

la planta se propaga por medio de las raíces.<br />

Las variedades se distinguen principalmente<br />

por el color de las raíces, que pueden<br />

ser blancas, amarillas ó purpurinas.<br />

Esta planta comestible se cultiva en Venezuela,<br />

Colombia, en casi todas las faldas y en<br />

los valles de los Andes, donde la temperatura<br />

oscila entre 15 y 25° centígrados. En los sitios<br />

demasiado cálidos brotan los tallos con demasiado<br />

vigor, las raíces se quedan raquíticas y<br />

su sabor es menos agradable, cuando no desaparece<br />

por completo. Como regla general,<br />

puede establecerse que la arracacha prospera<br />

en las mismas condiciones que la patata. Reclama<br />

un suelo húmedo, rico y profundo, para<br />

que la raíz pueda adquirir un gran desarrollo.<br />

Se propaga con los cuellos de la raíz en<br />

cualquier estación, siempre que sea lluviosa,<br />

cortando circularmente, antes que se manifieste<br />

el tallo, el eje ó masa carnosa principal inmediata<br />

al cuello, cuidando de que la parte<br />

segregada contenga los pecíolos, en cuyas axilas<br />

, por punto general, hay un ojo ó botón;<br />

se cortan esos pecíolos en trozos de 16 centímetros<br />

próximamente, y después se dividen<br />

los trozos de la raíz en pedazos, cada uno de<br />

los cuales ha de tener por lo menos una yema.<br />

Los mejores de esos fragmentos son los destinados<br />

á ser plantados inmediatamente, ó después<br />

de haber transcurrido algún tiempo,<br />

colocándolos en agujeros separados entre sí<br />

por espacios de 60 centímetros, á una profundidad<br />

de 6 nada más para que no se pudran<br />

, y cubriéndolas con un puñadito de tierra.<br />

La planta sólo exige dos binas ó escardas<br />

durante el tiempo que emplea en la vegetación.<br />

A los tres ó cuatro meses de plantada la<br />

hortaliza, sus raíces se hallan ya en condiciones<br />

de ser destinadas á los usos culinarios, si<br />

bien durante algún tiempo continúan creciendo,<br />

hasta adquirir proporciones monstruosas<br />

sin perder su buen gusto. Siendo la temperatura<br />

media de 22 á 25° centígrados, en seis ó<br />

siete meses acaba la planta el período de su<br />

desenvolvimiento, reconociéndose que ha terminado<br />

éste por el tamaño y el color amarillento<br />

de las hojas más externas. Si no se la<br />

arranca inmediatamente, la planta arroja tallos<br />

que florecen á los ocho ó nueve meses de<br />

plantada aquélla, y muchas raíces se pudren.<br />

Como no se da tregua á que se produzca esa<br />

transformación, los tablares de esa hortaliza<br />

presentan generalmente el mismo aspecto que<br />

los de apio ó zanahorias. Se arranca en la misma<br />

forma que ésta, y entonces la parte que<br />

se hallaba al nivel del suelo presenta una masa<br />

carnosa irregular, redondeada, de un decímetro<br />

de diámetro por lo común, amarillenta<br />

ó blanquizca, cubierta por una epidermis muy<br />

delgada, y coronada por los pecíolos que constituyen<br />

la cepa.<br />

Los pecíolos más exteriores presentan ya<br />

unas hinchazones carnosas en su base y se<br />

separan fácilmente de los demás. La cepa, á<br />

los lados y en la parte inferior, suele llevar<br />

varios ejes secundarios fusiformes, análogos<br />

en estructura, pero desiguales y divergentes,<br />

de 15 á 25 centímetros de longitud por 5<br />

de diámetro próximamente, y que ofrecen<br />

poca parte cabelluda, sobre todo en los terrenos<br />

buenos. El conjunto del eje y de las<br />

ramificaciones presenta una masa de forma<br />

singular, cuyo peso total por término medio<br />

suele ser de 2 kilogramos, siendo de 41,250 el<br />

de una hectárea cuando la masa tuberosa está


A lili — 525 — ARR<br />

fresca. En algunos puntos llega á pesar 4 kilogramos<br />

la raíz de cada planta.<br />

Ese producto constituye la base de la comida<br />

diaria para los habitantes de los países en<br />

que se recolecta, y en donde desempeña los<br />

oficios de la patata. La carne es amarillenta,<br />

más bien compacta que harinosa, de sabor<br />

menos azucarado y menos aromático que el de<br />

la zanahoria, y que no se parece á ninguna<br />

de las legumbres europeas. Por sus propiedades<br />

nutritivas se puede colocar entre la zanahoria<br />

y la patata, sazonándose lo mismo que<br />

ésta, y pudiendo sustituir al pan después de<br />

asada. Es tan delicada que exige poco tiempo<br />

para cocerse, y sustituye á la zanahoria entre<br />

las gentes ricas de los países mencionados.<br />

Alimento sano y de fácil digestión, es recomendado<br />

por los médicos á los convalecientes<br />

y á las personas de estómago débil. La cepa<br />

se abandona generalmente alas gentes pobres;<br />

las ricas sólo comen las ramificaciones principales.<br />

Mediante la adición de azúcar, se obtienen<br />

excelentes conservas de la arracacha, y aun<br />

se extrae fécula para mezclarla con el manioc,<br />

á fin de preparar un pan bastante apetitoso.<br />

Reducida á pulpa, entra en la composición de<br />

ciertos licores fermentados, que se consideran<br />

como estomacales, y se elabora también con<br />

ella una bebida embriagadora, la llamada chicha<br />

de arracacha. También se emplean las<br />

raíces para alimentar animales domésticos, y<br />

sobre todo para el cebo de cerdos. La hoja,<br />

demasiado aromática, no se emplea para ese<br />

fin, gracias á la abundancia de pastos en los<br />

países donde se cultiva la planta.<br />

Las facilidades que su cultivo ofrece, la<br />

cantidad y la calidad del producto que se obtiene,<br />

la facilidad de obtener varias cosechas<br />

sobre el mismo terreno, son circunstancias<br />

que recomiendan la importación de esa planta<br />

en Europa, si es que ese cultivo es posible,<br />

aun en España, que es una de las regiones en<br />

que podrían hallarse comarcas más favorables<br />

para él. En Francia no han dado resultado los<br />

ensayos hechos, tal vez por ser malas las condiciones<br />

de los pies importados, tal vez por<br />

haberla sembrado en grano. De todos modos,<br />

nada se perdería con ensayar su aclimatación<br />

en nuestra península, en donde se cultiva la<br />

caña de azúcar con éxito.<br />

ARRACLÁN, CHOPERA (R amnus<br />

frángula).—Arbusto de 3 á 4 metros, muy<br />

común en las selvas, en los setos y en los sitios<br />

húmedos. El arraclán se reconoce fácilmente<br />

por la corteza de un color obscuro violáceo,<br />

salpicado de pequeñas lentejas grises, y<br />

las hojas alternas, ovaladas, enteras, lineadas<br />

ó rayadas por diez ó doce nervios laterales.<br />

La madera debajo de la corteza tiene un color<br />

amarillento, y las flores, que nacen de los encuentros<br />

de las hojas, son pequeñas, blanquecinas,<br />

y aparecen desde el mes de Abril hasta<br />

el mes de Julio. El fruto es una baya pequeña,<br />

globulosa, blanda, verde al principio, encarnada<br />

después y negruzca al madurar. La madera<br />

del arraclán es de consistencia homogénea y<br />

bastante tierna, siendo buscada particularmente<br />

por su carbón, con el cual se fabrica la<br />

pólvora. Sin embargo, para las pólvoras superiores<br />

se prefiere el carbón de la agramiza.<br />

En las fábricas de pólvora la carbonización de<br />

la madera del arraclán se verifica en vasos cerrados,<br />

aumentando progresivamente el calor,<br />

sin llegar al rojo. De este modo se obtiene un<br />

carbón rojizo, ligero, poroso, que da muy poca<br />

ceniza, y muy rico en hidrógeno y otros<br />

gases; 100 kilogramos de leña de arraclán<br />

producen de 25 á 35 kilogramos de carbón.<br />

Algunos pretenden que la madera destinada<br />

á ser carbonizada debe cortarse en tiempo de<br />

savia, á fin de facilitar la separación de la<br />

corteza, porque ésta daña evidentemente á la<br />

calidad del carbón. Los tallos que mejor car^<br />

bón producen son los que tienen de 1,50 á 3<br />

centímetros de diámetro; dimensión que adquieren<br />

á la edad de seis y ocho años. La corteza<br />

es un purgante muy activo, y contiene<br />

además un principio colorante parecido al de<br />

la rubia. Cocida en vinagre se tiene por antiescorbútica,<br />

y se emplea como preservativo<br />

de la caries. Dividida la madera en tiras, se<br />

hacen de ella canastillos ligeros y pajuelas.<br />

Las hojas gustan mucho á las cabras y á las<br />

vacas, y las flores á las abejas. El arraclán se<br />

multiplica por semillas, que se deben sembrar<br />

así que maduren, por estaca y por acodos.<br />

ARRÁEZAR.— Voz anticuada que se empleó<br />

en sentido de dañarse, viciarse, averiarse<br />

, malearse ó echarse á perder alguna cosa,<br />

ya sean granos, comestibles, líquidos, etc.<br />

ARRAMBLAR, ARROYAR.—Verbo<br />

que se emplea para indicar el estado en que<br />

dejan las tierras por donde pasan las aguas de<br />

los ríos, arroyos y torrentes, al cubrirlos de<br />

capas arenosas y restos fangosos. Los cortes,<br />

surcos ó hendeduras que estas avenidas forman<br />

á su paso, se llaman arroyadas. Al ocuparnos<br />

de las inundaciones expondremos la<br />

manera de evitar esos inconvenientes.<br />

ARRANCADERA.—Esquila grande ó<br />

cencerro que llevan los mansos en los rebaños,<br />

y sirve, entre otras cosas, para levantar y<br />

guiar el ganado.<br />

ARRANCADOR (Mecánica agrícola).—<br />

Empléase ese término para designar varios<br />

instrumentos que se emplean en el descuaje de<br />

los bosques y en el transplante de los árboles<br />

y de algunas plantas. De su construcción y del<br />

modo de usar tales instrumentos hablaremos<br />

con la extensión debida en los artículos correspondientes<br />

del DICCIONARIO.<br />

ARRANCAR, DESARRAIGAR—Desprender,<br />

sacar de raíz lo que está plantado y<br />

fijo, como árboles, plantas, legumbres, etc.<br />

Llámase también arrancar ó descepar la acción<br />

de desarraigar violentamente las malas<br />

hierbas, plantas muertas ó arbolillos. Cuando<br />

se haya de arrancar un vegetal á fin de trasplantarle<br />

, es necesario cuidar mucho de que<br />

no se estropeen sus raíces, y tratándose de árboles<br />

que presenten alguna corpulencia, se


ARE, — 526 — ARR<br />

comenzará á cavar á 6 pies del tronco, se<br />

procurará seguir ó ir descubriendo las raíces<br />

sin lastimarlas, y cuando se hayan descubierto<br />

todas, se ahondará la cava hasta llegar á la<br />

raíz perpendicular, y cortada ésta, se arrancará<br />

el árbol, cuidando de que las raíces conserven<br />

la tierra que las envuelve. No agregamos<br />

nada más en este artículo, porque habiendo<br />

de exponer los procedimientos para arrancar<br />

árboles, remolachas, patatas, etc., en los<br />

artículos referentes á los cultivos especiales<br />

nos ocuparemos de esa operación.<br />

ARRANCASIEGA.—Cuando se siegan<br />

los cereales que por falta de desarrollo no tienen<br />

la altura suficiente para dar la siega alta,<br />

se fuerza la mano izquierda al recogerlos y<br />

con la hoz se ayuda, arrancando las plantas<br />

más bajas y cortando las altas, con lo que se<br />

denomina la operación arrancasiega.<br />

J. de H. T.<br />

ARRAS.—El dinero, llamado también señal,<br />

que cualquier comprador entrega en el<br />

acto de la compra, cuando no lleva dinero suficiente<br />

para hacer el pago total, como garantía<br />

de que habrá de cumplir el contrato convenido.<br />

En el mero hecho de entregar las<br />

arras, queda sobrentendido que el comprador<br />

habrá de perderlas en el caso de que deje de<br />

cumplir el pacto por cualquiera causa. También<br />

se emplea ese término en algunas comarcas<br />

, si bien el más apropiado es el de alboroque<br />

y aun el de robla cuando se trata de vino,<br />

la dádiva, obsequio ó agasajo que el comprador<br />

ó el vendedor, ó ambos á la vez, hacen á<br />

las personas que hayan intervenido en el trato.<br />

Esta costumbre va cayendo en desuso en<br />

muchas provincias de España, conforme se va<br />

regularizando la práctica mercantil.<br />

ARRAYAN—(V. Mirto.)<br />

ARRÉALA.—Derecho que se pagaba por<br />

ciertos rebaños de la Mesta, formados á reala.<br />

, ARREJACAR, ARICAR, DAR SURCO<br />

Á LA SIEMBRA.— Con esos nombres se<br />

conoce una operación de cultivo que, bien<br />

ejecutada, ofrece resultados de importancia<br />

para la siembra y para el suelo.<br />

Cuando se siembra por surcos ó en líneas,<br />

al llegar la siembra á unos 30 centímetros de<br />

alto, ya que está bien arraigada, cuando llueve<br />

y está el suelo jugoso y suelto, se pasa el<br />

arado por el fondo del surco, con las orejeras<br />

más ó menos largas, según la distancia de las<br />

líneas de siembra, con pocos puntos á la reja,<br />

á fin de hacer una labor superficial que arranque<br />

la hierba nacida en el fondo, y que las orejeras,<br />

arrimando tierra á los costados, recalcen<br />

las raíces de las plantas sembradas. Con<br />

esta operación la tierra y las plantas reciben<br />

beneficio, y las simientes adventicias que crecen<br />

entre líneas se destruyen. La operación se<br />

hace dando uno ó dos y más surcos, según<br />

que la siembra está á uno, dos ó más surcos<br />

de distancia entre sí, como tiene lugar cuando<br />

se verifica en bandas (véase Siembra), un surco<br />

sí y otro no, dos no y uno sí, etc.<br />

Igual se efectúa en la siembra de semillas,<br />

que las líneas de siembra quedan tres ó más<br />

surcos equidistantes entre sí. En donde escasean<br />

los trabajadores, es preferible arrejacar,<br />

aricar, etc., con el arado que con el azadón,<br />

que no todas las veces es posible ni económico<br />

, aunque la labor sea mejor.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ARREJADA. — El hierro que tiene la<br />

aguijada ó aijada en su extremo inferior, de<br />

forma de media luna, y que sirve á los labradores<br />

para desbrozar ó limpiar el arado cuando<br />

se llena de tierra. En algunos puntos la<br />

llaman béstola. (V. Aguijada.)<br />

ARRENDADOR, ARRENDATARIO,<br />

ARRENDAMIENTO.—Arrendador es el<br />

que da en arriendo alguna cosa, ya sea finca<br />

rústica, urbana, bienes muebles ó semovientes,<br />

trabajo, etc.; arrendatario, la persona que<br />

recibe ó toma en arrendamiento alguna propiedad<br />

de cualquier clase, y arrendamiento, la<br />

acción y efecto de arrendar, el precio jó suma<br />

convenida y el contrato mismo del arriendo.<br />

Cuando el arrendamiento recae sobre cosas<br />

muebles, semovientes ó fincas urbanas, se llama<br />

alquiler, y si se trata de naves, fletamento;<br />

pero nosotros debemos tener presente con especialidad<br />

cuanto se refiere á las fincas rústicas<br />

y urbanas, para las explotaciones puramente<br />

agrícolas y las industrias que con ellas<br />

se relacionan más íntimamente.<br />

El precio estipulado en el arrendamiento<br />

puede ser en metálico ó en frutos, según las<br />

costumbres que existen en las diversas localidades;<br />

pero hay que advertir, para reducir este<br />

artículo á sus propios límites, que cuando el<br />

cultivador entrega al propietario de la finca,<br />

no una cantidad fija de los frutos obtenidos en<br />

cada anualidad, sino una proporcional á la<br />

recolección, el contrato no se llama entonces<br />

arrendamiento, sino aparcería, del cual se ha<br />

tratado anteriormente.<br />

Las principales leyes que rigen hoy sobre<br />

la materia , además de las comprendidas en el<br />

título VIII de las Partidas, son: la de 8 de<br />

Julio de 1813, puesta de nuevo en vigor por<br />

Real decreto de 6 de Septiembre de 1836; la<br />

de 9 de Abril de 1842, y la de Enjuiciamiento<br />

civil, en los artículos 636 á 762, con las<br />

reformas introducidas en 25 de Junio de 1867.<br />

La ley de 8 de Julio de 1813, conocida generalmente<br />

con el nombre de ley de acotamientos<br />

, entre otras disposiciones importantes que<br />

contiene relativas al fomento de la agricultura<br />

y ganadería, encierra en los artículos 2.°,<br />

3.°, 4.°, 5.°, 6.° y 7.°, prescripciones referentes<br />

á la libertad de los arrendamientos por el precio<br />

que se estipule entre ambas partes, prohibiendo<br />

el subarriendo sin permiso y aprobación<br />

del dueño de la finca, y debiendo durar los<br />

contratos en que no se estipule tiempo limitado<br />

, mientras el arrendador ó el arrendatario<br />

no avisen con un año de anticipación tratándose<br />

de fincas rústicas, pues en cuanto á las<br />

urbanas, habrá de estarse alo acostumbrado<br />

en cada localidad para esta clase de arrendamientos.


ARR — 527 — ARR<br />

De las leyes que hemos citado; de las de<br />

Partida en su título VIII; de la 8. a -, título X,<br />

libro X de la Novísima Recopilación, y de la<br />

Jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo<br />

, se deduce la doctrina legal que debe<br />

tenerse presente en los contratos de arrendamiento,<br />

por cuyo motivo creemos necesario<br />

extractar lo más importante de cuanto se refiere<br />

al asunto, de manera que nuestros lectores<br />

tengan un guía seguro y eficaz en un<br />

punto de tanto interés y de uso constante. Por<br />

el artículo 2.° de la ley de 8 de Junio de 1813<br />

se dispone: que los arrendamientos de cualesquiera<br />

fincas serán libres á gusto de los contratantes<br />

y por el precio en que se convengan,<br />

sin que ni el dueño ni el arrendatario puedan<br />

pretender que el precio estipulado se reduzca<br />

á tasación, si bien podrán usar en su caso del<br />

remedio de la lesión y engaño, con arreglo á<br />

las leyes. Preceptúa el artículo 3.° que los<br />

arrendamientos obligarán del mismo modo á<br />

los herederos de ambas partes, y el 4.°, que<br />

en los nuevos arrendamientos de cualesquiera<br />

fincas, ninguna persona ni corporación podrá,<br />

bajo pretexto alguno, alegar preferencia con<br />

respecto á otra que se haya convenido.<br />

Los artículos 5.°, 6.° y 7.° merecen, por su<br />

importancia, una reproducción literal. Helos<br />

aquí:<br />

«5.° Los arrendamientos de tierras y dehesas,<br />

ó cualesquiera otros predios rústicos<br />

por tiempo determinado, fenecerán con éste sin<br />

necesidad de mutuo desahucio, y sin que el<br />

arrendatario de cualquiera clase pueda alegar<br />

posesión para continuar contra la voluntad<br />

del dueño, cualquiera que haya sido la duración<br />

del contrato; pero si tres días ó más después<br />

de concluido el término permaneciese el<br />

arrendatario en la finca con aquiescencia del<br />

dueño, se entenderá arrendada por otro año<br />

con las mismas condiciones. Durante el tiempo<br />

estipulado se observarán religiosamente los<br />

arrendamientos, y el dueño, aun con el pretexto<br />

de necesitar la finca para sí mismo, no<br />

podrá despedir al arrendatario sino en los<br />

casos de no pagar la renta, tratar mal la finca,<br />

ó faltar á las condiciones estipuladas.<br />

»6.° Los arrendamientos sin tiempo determinado<br />

durarán á voluntad de las partes, pero<br />

cualquiera de ellas que quiera disolverlos, podrá<br />

hacerlo así, avisando á la otra un año<br />

antes, y tampoco tendrá el arrendatario, aunque<br />

lo haya sido muchos años, derecho alguno<br />

de posesión, una vez desahuciado por su<br />

dueño. No se entienda, sin embargo, que este<br />

artículo hace novedad alguna en la actual<br />

constitución de los foros de Asturias y Galicia,<br />

y demás provincias que estén en igual<br />

caso.<br />

»7.° El arrendatario no podrá subarrendar<br />

ni traspasar el todo ni parte de la Jinca<br />

sin aprobación del dueño; pero podrá sin ella<br />

vender ó ceder al precio que le parezca alguna<br />

parte de los pastos ó frutos, á no ser que<br />

en el contrato se estipule otra cosa.»<br />

La ley de 9 de Abril de 1842 se refiere ex­<br />

clusivamente á los arrendamientos de casas y<br />

demás edificios urbanos. En el primer artículo<br />

establece que los dueños, en uso del legítimo<br />

derecho de propiedad', podrán arrendar aquéllos<br />

libremente, arreglando y estableciendo con<br />

los arrendatarios los pactos y condiciones que<br />

les pareciesen convenientes; el segundo dispone:<br />

que si en estos contratos se hubiere estipulado<br />

tiempo fijo para su duración, fenecerá<br />

el arrendamiento cumplido el plazo, sin necesidad<br />

de desahucio por una ni otra parte; pero<br />

si no se hubiese fijado, continuará el arrendamiento<br />

por consentimiento tácito de las partes,<br />

sin que el dueño pueda desalojar al inquilino<br />

, ni éste dejar el predio sin dar aviso<br />

á la otra parte con la anticipación que se hallase<br />

adoptada por la costumbre general del<br />

pueblo, ó no existiendo ésta, con la de cuarenta<br />

días.<br />

De lo expuesto y de la jurisprudencia establecida<br />

por las diferentes sentencias que sobre<br />

esta materia ha dictado el Tribunal Supremo,<br />

se deduce que los contratos de arrendamiento<br />

sólo pueden considerarse terminados: 1.° Por<br />

haber espirado el plazo del arriendo prefijado,<br />

según disponen los artículos 5." y 6.° de la<br />

ley de 1813 y 2.° de la de 1842.-2.° Por mutuo<br />

consentimiento.—3.° Por destrucción ó<br />

pérdida fortuita de la cosa arrendada.—Y<br />

4.° Por no pagar la renta, tratar mal la finca<br />

ó faltar á alguna de las condiciones estipuladas<br />

en el contrato. Debe también tenerse en<br />

cuenta que el contrato no caduca, ni por la<br />

muerte del dueño, ni por la del arrendatario,<br />

ni por necesitar aquél la finca para sí ó su familia,<br />

ni por enajenarla, cuando el contrato<br />

se haya inscrito en el registro; inscripción<br />

que es obligatoria actualmente en todo arriendo<br />

de inmuebles cuya duración exceda de seis<br />

años y se haya anticipado la renta de tres ó<br />

más. Esta disposición es además aplicable á<br />

los contratos de subarriendo, subrogaciones,<br />

cesiones y retrocesiones de arrendamientos<br />

que reúnan las circunstancias referidas, según<br />

preceptúa el artículo 2.°, párrafos 5.° y 6.° de<br />

la ley hipotecaria, y el 5.° del reglamento dictado<br />

para su ejecución.<br />

Cuando el contrato no se haya inscrito en<br />

el registro de la propiedad, la finca ó cosa<br />

arrendada podrá venderse sin que el comprador<br />

tenga obligación de respetar el arriendo;<br />

pero según preceptúan las leyes de 1813 y<br />

1842, habrá de concederse al arrendatario el<br />

plazo establecido en ellas antes de proceder al<br />

desahucio.<br />

Por lo que respecta al pago de la renta, aun<br />

en el caso de la pérdida total ó parcial de los<br />

frutos de las fincas rústicas, se halla vigente<br />

todavía la ley 23, título VIII de la Partida<br />

5. a , en la cual se dispone el pago si en el<br />

contrato de arrendamiento no se ha estipulado<br />

otra cosa; pero cuando la pérdida recae, no<br />

sobre los frutos, y sí sobre la finca ó cosa<br />

arrendada, mientras ésta no se restituya al<br />

estado que tenía al tiempo del arrendamiento,<br />

no estará el arrendatario obligado á pagar la


ARR — 528 — ARR<br />

renta, á no ser en el caso de que al inutilizarse<br />

la finca, estuviesen mostrados los frutos,<br />

porque entonces aquel año toda la pérdida es<br />

del arrendatario, que no tendrá derecho á<br />

pedir rebaja, ni menos á que se le condone la<br />

expresada renta. (Sentencia del Tribunal Supremo<br />

de 8 de Noviembre de 1864.)<br />

Sobre el arrendamiento de trabajo ó industria<br />

rigen todavía las leyes de Partida y de la<br />

Novísima Recopilación. Es obvio que, así<br />

como se arriendan las cosas, se hace lo propio<br />

con la industria y el trabajo de las personas;<br />

arrendamiento que no recae sobre una obra ó<br />

servicio ya hecho, sino sobre el que se ha de<br />

hacer. El arrendador aquí es el que se compromete<br />

á verificar el trabajo, y arrendatario<br />

el que le paga. Como es natural, en el caso de<br />

muerte del trabajador, termina el contrato.<br />

Con respecto á los criados domésticos y<br />

obreros que asientan con sus amos por tiempo<br />

determinado, deben ambas partes cumplir<br />

exactamente los compromisos contraídos, sin<br />

que puedan apartarse de ellos arbitrariamente<br />

, y así como al criado se le reconoce el derecho<br />

de reclamar sus salarios, así el dueño<br />

tiene el de obligar al criado ú obrero que<br />

abandona el trabajo durante el plazo del contrato<br />

, á volver al servicio ó á pagar los perjuicios<br />

ó lo que cueste de más otro criado por<br />

el tiempo convenido. Las leyes 1. a y 2.", título<br />

XXVI, libro VIII de la Novísima Recopilación<br />

, disponen sobre la duración del trabajo,<br />

que sea de sol á sol, y acerca del pago del<br />

jornal, que se verifique diariamente, si bien<br />

sobre estos dos puntos habrá de estarse á lo<br />

que establece la costumbre en cada localidad.<br />

Aunque parece á primera vista que son poco<br />

complicadas y fáciles de conservar las relaciones<br />

entre el arrendador y arrendatario, tratándose<br />

de las fincas rústicas, pueden ocurrir<br />

muchos casos que es bueno tener presentes,<br />

para evitar en lo posible diferencias y litigios<br />

molestos y costosos para ambas partes.<br />

Si se trata del arrendamiento de un trozo de<br />

tierra, dedicado á un cultivo determinado, que<br />

no contenga plantíos ni edificios, no es necesario<br />

adoptar, por parte del dueño ni por la<br />

del arrendatario, las precauciones que exige<br />

un cortijo, un caserío, una alquería ú otra<br />

clase cualquiera de propiedades, en donde<br />

existen tierras dedicadas á distintos cultivos,<br />

edificios de diversas clases, como habitaciones,<br />

establos, cuadras, apriscos, etc., etc. En este<br />

caso, la ley debe prever una porción de pormenores,<br />

á fin de evitar disgustos y enojosas<br />

cuestioues.<br />

En este punto, en Francia, donde existe un<br />

código civil de fecha relativamente moderna,<br />

los contratos pueden establecerse con mayor<br />

regularidad; pero muchas condiciones son<br />

aplicables en los contratos de arrendamiento<br />

en España, con sólo hacerlas constar en los<br />

términos de la escritura. Para el contrato es<br />

preciso que ambas partes tengan la capacidad<br />

legal; pero como no se trata de disponer de<br />

un modo absoluto de los bienes, sino de una<br />

cesión temporal mediante el precio estipulado<br />

, la ley deja cierta latitud á las mujeres<br />

casadas, á los menores emancipados, á los que<br />

por cualquier circunstancia administran bienes<br />

ajenos ó de la familia. Si la necesidad de<br />

proveer al cultivo de las fincas rurales, y por<br />

lo tanto, de arrendarlas en muchos casos, ha<br />

podido impulsar al legislador á mostrarse<br />

menos escrupuloso con los dueños, por lo que<br />

respecta al arrendatario, exige por completo<br />

la capacidad legal, y ni el menor emancipado<br />

puede adquirir esta clase de compromisos, ni<br />

al tutor le es dado aprovecharse de su situación<br />

para tomar en arrendamiento los bienes<br />

de su pupilo, á no ser que el consejo de familia<br />

le autorice para ello.<br />

Corresponde al dueño poner al arrendatario<br />

en pleno goce de la finca ó fincas, sin<br />

obstáculo de ningún género, y en cuanto á la<br />

fecha de la toma de posesión, debe estarse á<br />

lo que determina la costumbre en las distintas<br />

localidades, pues según el clima y la clase<br />

de cultivo, así varía la época de comenzar con<br />

fruto los trabajos. El dueño debe también garantir<br />

al colono de cualquier impedimento<br />

que pueda suscitar un tercero con reclamaciones<br />

más ó menos fundadas, pues, en efecto,<br />

si aquél hubiese arrendado una propiedad<br />

cuyo usufructo corresponda á otro en todo ó<br />

en parte, éste puede, ó pedir la rescisión del<br />

contrato, ó una disminución en la renta, proporcional<br />

á la parte de cuya posesión no goce<br />

con entera libertad. Para esto es preciso también<br />

que el inmueble sea conservado por el<br />

propietario en estado de servir para los usos<br />

á que se destina, y de su cuenta son, por lo<br />

tanto, las reparaciones que necesiten los muros<br />

principales y los techos de los edificios, á<br />

no ser que en el contrato se estipule que<br />

aquéllas han de correr á cuenta del arrendatario;<br />

pero no aconsejaremos á los dueños este<br />

procedimiento, porque rara vez les es ventajoso,<br />

puesto que para ejecutar las obras de<br />

reparación con inteligencia y oportunidad, es<br />

preciso tener un interés más vivo que el que<br />

puede esperarse del poseedor transitorio de<br />

una cosa.<br />

A fin de que el arrendatario pueda gozar<br />

tranquilamente de las fincas, prohíbese al<br />

propietario introducir en ellas cualquier cambio<br />

que las haga impropias para el uso á que<br />

están destinadas; así, por ejemplo, no podrá<br />

éste, sin consentimiento de aquél, convertir en<br />

tierras arables los prados naturales, ni descepar<br />

las viñas, ni plantar otras nuevas en<br />

las tierras destinadas al cultivo de los cereales.<br />

En el caso de que las fincas contengan vicios<br />

ocultos, aun cuando sean desconocidos<br />

del dueño, éste deberá indemnizar al arrendatario<br />

de los perjuicios que por esta causa<br />

experimente. Por ejemplo, si en los establos<br />

hubieren muerto algunos animales de enfermedad<br />

contagiosa, y el colono, ignorando esta<br />

circunstancia, encierra en ellos los suyos, el<br />

dueño es el responsable de los daños causados;<br />

pero si aquél hubiere sido advertido en


AER — 529 — ARR<br />

tiempo oportuno, la reclamación no será procedente.<br />

Si durante el plazo del arriendo sobreviniese<br />

una circunstancia que hiciese imposible<br />

el uso de la cosa alquilada sin culpa<br />

del dueño, el arrendatario podrá exigir la<br />

rescisión del contrato; pero no tendrá derecho<br />

á indemnización alguna por los perjuicios<br />

que haya sufrido.<br />

Generalmente se estipula el precio del<br />

arrendamiento en dinero; pero según las localidades<br />

y los casos, hay costumbres diferentes<br />

, pues á veces se paga en frutos, en trabajo,<br />

etc., etc. Claro es que el pago en numerario<br />

suele ser el más cómodo y más exacto para<br />

ambas partes, pues cada una de ellas sabe con<br />

completa certeza á qué atenerse. Aunque el<br />

propietario desea siempre sacar el mejor partido<br />

de su finca, ha de tener, sin embargo,<br />

presente que no le conviene exagerar el precio,<br />

pues el arrendamiento en estas condiciones<br />

será siempre poco duradero, y el cambio<br />

continuo de arrendatarios redunda al fin y al<br />

cabo en perjuicio de la propiedad. Cuando el<br />

pago se hace en frutos, el propietario no puede<br />

contar con exactitud la cifra de sus ingresos,<br />

ni hacer los cálculos necesarios, y también<br />

se ve expuesto á que el colono se reserve<br />

los productos de mejor calidad, entregándole<br />

los peores. Es indudable que con este sistema,<br />

el año en que la cosecha es más escasa, el<br />

arrendatario da al dueño de la finca más valor,<br />

pues el precio de los frutos sube, y entonces<br />

el sacrificio es más considerable. Este inconveniente<br />

puede subsanarse en parte, aunque<br />

la paga sea en especie, fijando el término<br />

medio de los granos por lo que arrojen las<br />

cifras de un quinquenio; pero siempre este<br />

contrato tieue algo de aleatorio, y además<br />

puede dar ocasión á cuestiones y disgustos.<br />

Con respecto al pago de la renta en jornales,<br />

todavía este sistema tiene mayores inconvenientes<br />

, pues en interés del arrendatario está<br />

el hacer muchos jornales trabajando poco, y<br />

como por lo regular á él no se someten más<br />

que los colonos pobres y poco laboriosos, no<br />

deja de tener inconveniente valerse de semejantes<br />

auxiliares.<br />

Cuando el arriendo se hace por muchos<br />

años y el colono pierde más de la mitad de<br />

una de sus cosechas, puede exigir la condonación<br />

de una parte proporcional de la renta,<br />

á menos que no haya sido indemnizado por<br />

alguna de las cosechas precedentes; pero para<br />

esto es necesario esperar el término del arriendo,<br />

á fin de que pueda hacerse la compensación<br />

entre los buenos y malos años, y lo mismo<br />

preceptúa nuestra legislación, como puede<br />

verse en la ley 23, título VIII, Partida 5. a<br />

Concíbese fácilmente lo difícil que es en la<br />

práctica aplicar estos preceptos, por la imposibilidad<br />

de apreciar con exactitud la pérdida<br />

que haya podido experimentar el colono en<br />

un año de escasez, así como calcular las ganancias<br />

cuando las cosechas son abundantes,<br />

y por esta razón el propietario debe preferir<br />

siempre que el arriendo se estipule á todo<br />

Día—II.<br />

riesgo, aunque sea rebajando algo el precio<br />

de la renta, pues de esta manera se evitan<br />

litigios de solución problemática, y en los<br />

cuales es imposible la mayor parte de las veces<br />

que los fallos sean de todo punto equitativos.<br />

Según el derecho francés, el pago debe<br />

ser efectuado, no solamente el día, sino en el<br />

lugar que ha sido designado, y en caso de no<br />

haberse estipulado nada, en casa del arrendatario,<br />

en lo cual están conformes también<br />

nuestras leyes de Partida.<br />

La parte más interesante de los arrendamientos<br />

es cuanto se refiere al uso de las fincas,<br />

pues de él pueden deducirse consecuencias<br />

de importancia para el propietario. En<br />

general, la legislación francesa, que en este<br />

punto es bastante concreta, impone al arrendatario<br />

la obligación de gozar de las fincas<br />

arrendadas como buen padre de familia, y de<br />

este precepto se desprenden varias obligaciones.<br />

Primeramente, la propiedad no debe servir<br />

para otra cosa que para el uso á que está<br />

destinada. Si el colono ha arrendado viñas, no<br />

le está permitido convertirlas en tierras de<br />

labor, y si ha recibido prados, no debe roturarlos.<br />

En otros tiempos, cuando el cultivo en<br />

Francia estaba reducido á la alternativa trienal<br />

, se prohibía al colono cambiar este sistema;<br />

pero hoy que los métodos de cultivo se<br />

han perfeccionado, se le permite mayor latitud;<br />

pero tratándose de tierras ligeras y poco<br />

profundas, no deberá consentirse que se dediquen<br />

exclusivamente al cultivo de las plantas<br />

que agotan el suelo, á no ser imponiéndole al<br />

colono la condición de devolver á la tierra<br />

por medio de abonos, un peso casi igual al<br />

que el cultivo puede arrebatarle. Por ejemplo,<br />

si el arrendatario hace producir á un terreno<br />

una gran cantidad de remolacha para<br />

venderla á una fábrica de azúcar, y los residuos<br />

no son devueltos á la granja para el alimento<br />

de las bestias, la tierra, á menos de<br />

poseer una extraordinaria fecundidad, se empobrecerá<br />

muy pronto, y por esta causa el dueño<br />

debe adoptar las necesarias precauciones para<br />

evitar este inconveniente. De esto se deduce<br />

también que el propietario ha de imponer la<br />

condición de que los forrajes, paja, heno, etcétera,<br />

han de ser consumidos en la granja, y<br />

sólo en circunstancias rnuy especiales se le<br />

permitirá al colono disponer de parte de los<br />

abonos para la venta, pues de otra manera se<br />

expondría á recibir sus fincas al terminar el<br />

arrendamiento completamente esquilmadas, y<br />

se vería precisado á hacer los nuevos arriendos<br />

en condiciones desfavorables. Como las<br />

leyes no descienden á todos estos pormenores,<br />

es prudente, por regla general, que los contratos<br />

de arrendamiento sean bien explícitos y<br />

terminantes.<br />

La obligación de disfrutar de la finca como<br />

un bueu padre de familia, lleva consigo la de<br />

velar por su conservación, siendo responsable<br />

de las usurpaciones de que sea objeto la<br />

propiedad, dando aviso inmediatamente al<br />

propietario para que evite estas iutrusiones,<br />

34


ARR — 530 — ARR<br />

pues si por su negligencia permitiese la usurpación<br />

de parte del predio ó el establecimiento<br />

de alguna servidumbre, sería responsable<br />

de los daños y perjuicios ocasionados,<br />

así como por la misma causa ha de adoptar, en<br />

ausencia del dueño, las disposiciones y medidas<br />

urgentes que fueran necesarias en el caso<br />

de amenazar ruina los edificios.<br />

Generalmente son de cuenta del arrendatario,<br />

no constando otra cosa en los contratos,<br />

cierta clase de reparaciones. En los campos<br />

ha de conservar en buen estado las cercas y<br />

setos, los fosos y acequias, los árboles y plantíos<br />

, y si bien se debe aprovechar de los despojos<br />

que resulten de las podas, y de las ramas<br />

muertas, cuando se trata de un árbol que<br />

se seque, su.aprovechamiento ha de reservarse<br />

al propietario, porque de no ser así, le sería<br />

fácil al colono hacer perecer los árboles de<br />

que quisiere hacer uso. La recomposición de<br />

los caminos que se hallen dentro de la propiedad<br />

, y que sirvan para su explotación, está<br />

también á cargo del colono, y así mismo conservar<br />

los prados limpios de piedras y de topineras.<br />

En todo tiempo el propietario tiene derecho<br />

á visitar las fincas arrendadas para asegurarse<br />

de que se hallan en buen estado; pero<br />

no debe repetir demasiado estas visitas, porque<br />

pagando puntualmente la renta el colono,<br />

puede considerarse como en su propia casa, y<br />

tendría fundado motivo para oponerse á tal<br />

abuso.<br />

La ley declara al arrendatario responsable<br />

del incendio que destruye las fincas alquiladas,<br />

á no probar que.el fuego ha sido comunicado<br />

por una heredad contigua, ú ocasionado por<br />

causa de fuerza mayor ó por vicio de construcción.<br />

Desde el momento en que el arrendatario<br />

se compromete á entregar al dueño<br />

las fincas al finalizar el contrató en el estado<br />

en que las recibe, claro es que los gastos de<br />

reconstrucción de los edificios incendiados ú<br />

otros perjuicios corren de su cuenta. En muchas<br />

ocasiones, y sería conveniente que esta<br />

práctica se generalizase, los dueños imponen<br />

al colono la obligación de asegurar los edificios<br />

por una cantidad suficiente, y en este<br />

caso es prudente que conste en la póliza la<br />

condición de que el'arrendatario se verá á<br />

cubierto de cualquier riesgo ó responsabilidad,<br />

y con especial aquella en que podría incurrir<br />

si el incendio comenzado en su casa se comunicase<br />

á una heredad contigua.<br />

En lo que se refiere al plan del arrendamiento<br />

, los intereses entre el dueño y el colono<br />

suelen ser contradictorios, pues así como<br />

á aquél le conviene cuando las fincas aumentan<br />

de valor progresivamente por las circunstancias<br />

en que se encuentran, hallarse en<br />

disposición de disponer de ellas en breve espacio<br />

de tiempo, así al cultivador le favorece<br />

un plazo largo, porque los rendimientos serán<br />

mayores conforme pasen los años. En este<br />

caso, á fin de armonizar ambos extremos,<br />

puede establecerse en el contrato el aumento<br />

proporcional de la renta, en consonancia con<br />

el desarrollo de la finca. Por lo que respecta<br />

al punto de que nos ocupamos, los arrendamientos<br />

pueden dividirse ordinariamente en<br />

tres clases: de corta duración, tres, seis ó nueve<br />

años; de duración media, hasta treinta años,<br />

ó á largo plazo, desde esta fecha hasta noventa<br />

y nueve años. Sin embargo, los arrendamientos<br />

á más de treinta años son raros, y<br />

mucho menos los de noventa y nueve, que<br />

constituyen una verdadera eníiteusis.<br />

Es claro que son preferibles los contratos á<br />

corto plazo á aquellos en los cuales no se establece<br />

ninguno, y por lo tanto, el colono depende<br />

del capricho del propietario; pero son<br />

insuficientes cuando se pretende establecer en<br />

el dominio arrendado modificaciones y mejoras<br />

de alguna importancia. Considérese que<br />

los cambios más útiles son los que reclaman<br />

también mayores capitales, cuya indemnización<br />

por lo regular es lenta. Por ejemplo, ciertas<br />

enmiendas del terreno, cuyos resultados<br />

se prolongan una quincena de años, no producen<br />

frecuentemente ningún resultado apreciable<br />

sobre las dos ó tres primeras cosechas.<br />

La primera rotación del cultivo nuevo ocasiona<br />

por lo regular pérdidas al arrendatario;<br />

apenas durante la segunda puede subvenir á<br />

los gastos, y sólo á la tercera entra de lleno<br />

en el disfrute de las ventajas obtenidas del<br />

sacrificio y esfuerzos realizados.<br />

Por esta razón los arrendamientos de quince<br />

á treinta años son en general los más apropiados<br />

á la agricultura; se usan especialmente<br />

en los países bien cultivados, y son los únicos<br />

que deben establecerse cuando se intenta introducir<br />

nuevos procedimientos. Excusado es<br />

decir que en España, excepto en ciertos países<br />

en donde Ja costumbre se rige por la tácita<br />

reconducción, sistema que tiene muchos inconvenientes,<br />

como luego veremos, los propietarios<br />

no gustan de los arrendamientos á<br />

plazo largo, y es difícil persuadirles de las<br />

ventajas que tal procedimiento ofrece. Esta<br />

antipatía reconoce por origen la ignorancia,<br />

y no hay que esperar á que desaparezca, hasta<br />

que la instrucción agrícola se haya difundido<br />

entre la masa de cultivadores. A fin de obviar<br />

este inconveniente, es decir, para hacer compatibles<br />

los plazos cortos con las mejoras del<br />

cultivo, algunos agrónomos proponen el sistema<br />

iniciado en Inglaterra por lord Kames,<br />

y que ha recibido su nombre, el cual consiste<br />

en el compromiso que adquiere el propietario<br />

de pagar al fin del contrato de seis ó nueve<br />

años, diez veces la suma que el colono proponga<br />

aumentar á la renovación del arrendamiento.<br />

Supóngase, por ejemplo, que al terminar<br />

el compromiso, el arrendatario ofrece al<br />

dueño aumentar la renta en la cantidad de<br />

1.000 pesetas; si éste acepta el contrato, se<br />

renueva, pero en caso contrario ha de entregar<br />

al colono, por vía de indemnización, la<br />

suma de 10.000 pesetas. Por medio de este<br />

sistema un arrendatario, aun con un contrato<br />

de corta duración, puede aventurarse á em-


ARR — 531 — ARR<br />

prender operaciones costosas é introducir mejoras<br />

importantes en la propiedad, pues sabe<br />

que al finalizar el arrendamiento el dueño le<br />

deja gozar del fruto de sus afanes ó habrá de<br />

compensárselos en dinero. Este sistema ofrece,<br />

sin embargo, inconvenientes, y se presta<br />

al fraude, porque así como la repugnancia de<br />

pagar una fuerte indemnización obligaría en<br />

muchos casos á un propietario á dejar al colono<br />

en el disfrute de las tierras, disfrute de<br />

que podría éste abusar, así también el colono<br />

que hubiera tenido con su propietario diferencias<br />

bastante graves para presumir que éste<br />

no desea renovar el contrato á ningún precio,<br />

se aprovecharía acaso de esta circunstancia<br />

para exigir una indemnización exagerada. Algunos<br />

agrónomos creen conciliar ambos intereses,<br />

introduciendo ciertas modificaciones<br />

en el método de lord Kames: l." La indemnización<br />

no deberá ser una suma fija que ascienda<br />

á diez veces el valor del aumento de renta<br />

propuesto por el arrendatario, sino una cantidad<br />

variable de cinco á diez veces el valor<br />

del aumento que haya experimentado la propiedad.—Y<br />

2.° Esta indemnización no podrá<br />

exigirse indefinidamente, sino tan sólo hasta<br />

una época determinada, veinte, veinticinco ó<br />

treinta años por ejemplo. El contrato será<br />

renovable cada cinco ó seis años, y en cada<br />

período podría aplicarse las dos máximas de<br />

lord Kames. De este modo se resolverían los<br />

más graves inconvenientes que ofrecen los<br />

arrendamientos de predios rústicos, es decir,<br />

garantizar los intereses de los contratantes y<br />

favorecer los progresos de la agricultura. Por<br />

una parte, los colonos disfrutarán de la seguridad<br />

conveniente, y por otra, la indemnización<br />

que se les diese, reducida á sus justos<br />

límites, no perjudicaría de un modo grave los<br />

intereses de los propietarios.<br />

En algunos países la aparcería (véase esta<br />

palabra) está ligada con la agricultura. Varios<br />

agrónomos consideran dañoso para el progreso<br />

del cultivo el sistema de aparcería, pues el<br />

beneficio que por este medio obtienen los<br />

dueños de los ganados se considera como excesivo,<br />

en atención á la economía, que ha de<br />

presidir siempre en todos los procedimientos<br />

agrícolas; pero la necesidad se impone en<br />

muchas comarcas, y cuando no se puede alcanzar<br />

lo mejor, es preciso contentarse con lo<br />

menos malo. Donde la agricultura está muy<br />

adelantada y los arrendatarios son acomodados,<br />

ó por lo menos cuentan con el capital<br />

suficiente para el desarrollo del cultivo, es<br />

preferible que los ganados sean de su propiedad;<br />

pero esto, por desgracia, ocurre en pocas<br />

localidades, y así se explica que en algunas<br />

provincias, y con especialidad en las del Norte<br />

de España, sean muchos los ganados que<br />

los colonos tienen en aparcería ó comuña, sin<br />

cuyo requisito no disfrutarían de los elementos<br />

indispensables para el cultivo.<br />

El arriendo de tácita reconducción es la<br />

obligación misma que se establece entre el<br />

arrendatario y el colono, por el solo hecho<br />

de la permanencia de éste en el disfrute de la<br />

propiedad después de haber espirado el plazo<br />

estipulado en el contrato. Anteriormente heñios<br />

visto que pasados tres días después de<br />

terminado el plazo, el contrato se entiende<br />

prorrogado por un año más, y por una especie<br />

de tácita reconducción, en ciertas localidades,<br />

como Asturias, Galicia y las Provincias Vascongadas,<br />

los arrendamientos se prorrogan<br />

indefinidamente, y no es raro encontrar todavía<br />

familias que de padres á hijos ocupan el<br />

mismo caserío ó propiedad, sin otras garantías<br />

que la palabra del propietario, la cual tiene,<br />

á causa de la costumbre, la misma fuerza que<br />

el contrato de arriendo. Sin embargo, con<br />

raras excepciones, este sistema no es favorable<br />

á los progresos agrícolas; así es que en todas<br />

partes donde se nota algún mejoramiento en<br />

el cultivo, tiende á desaparecer. En efecto, la<br />

seguridad con que cree contar el colono, le<br />

quita gran parte del estímulo, y como la organización<br />

actual de la propiedad no puede<br />

ni debe fundarse en la buena fe, sino en el<br />

libre uso de la cosa, ni por un lado es lícito<br />

pretender la adhesión del colono, que en otros<br />

tiempos se consideraba como constituyendo<br />

parte de la familia del propietario, ni aquél<br />

puede estar seguro de que éste no vaya elevando<br />

el precio del arrendamiento en consonancia<br />

con las mejoras introducidas en las<br />

fincas, ni con el valor superior que con el<br />

tiempo va adquiriendo la propiedad territorial<br />

, y en mayor escala en las comarcas en las<br />

cuales los arrendamientos se trasmitían de<br />

generación en generación.<br />

Con respecto á la manera de terminar el<br />

contrato, puede decirse que las prescripciones<br />

de nuestro derecho civil tienen gran analogía<br />

y semejanza con lo dispuesto en los demás<br />

países, por cuya razón, y para evitar repeticiones<br />

, nos atendremos á lo que se ha legislado<br />

en España. Si el arrendamiento se hace por<br />

tiempo determinado, concluye cuando éste<br />

termina; pero cuando no se ha fijado el plazo,<br />

espira según la voluntad de cualquiera de las<br />

partes, siempre que haya precedido el aviso<br />

con cierta anticipación, para que el dueño<br />

pueda encontrar otro arrendatario en tiempo<br />

oportuno, y éste otro predio donde colocarse.<br />

También termina el arriendo por consolidación,<br />

es decir, cuando el colono se convierte<br />

en propietario de la finca que hasta entonces<br />

haya cultivado en arrendamiento; por extinción<br />

fortuita del derecho del dueño, cuando<br />

ha sido desposeído por causa de utilidad p\íblica;<br />

por pérdida fortuita de la cosa, por<br />

ejemplo, una isla que haya sido destruida por<br />

el río entre cuyos brazos se encontraba; por<br />

impedimento de su uso, ó por faltar alguna<br />

de las partes á las condiciones esenciales del<br />

contrato, en cuyo caso la que se considere<br />

agraviada tiene derecho á pedir la ejecución<br />

ó rescisión del contrato.<br />

De lo dicho se deduce que, tanto el arrendador<br />

como el arrendatario, han de considerar<br />

la estipulación del contrato como un asunto


ARR — 532 — ARR<br />

de gran interés, que conviene meditar detenidamente<br />

para evitar consecuencias desagradables.<br />

El dueño preferirá siempre la persona<br />

que reúna las condiciones de inteligencia,<br />

honradez, probidad y energía, y en igualdad<br />

de circunstancias, el arrendatario más inteligente<br />

ofrecerá mayores garantías, sobre todo<br />

si se trata de cultivos complicados, y de introducir<br />

mejoras y reformas en la marcha empleada<br />

en la comarca donde radiquen las fincas.<br />

Impórtale al arrendador recoger cuantos<br />

informes pueda aeerca del colono, y siempre<br />

que tenga proporción, examinará por sí mismo<br />

las fincas que anteriormente haya cultivado,<br />

para juzgar si ha empleado el orden, actividad<br />

é inteligencia que son precisas para el buen<br />

éxito del negocio, una de las mejores garantías<br />

para asegurar la renta. Tampoco es indiferente<br />

cuanto se refiere á las condiciones de<br />

la familia del arrendatario, pues por mucho<br />

trabajo que éste emplee, y por grandes que<br />

sean sus desvelos y prudencia, si las personas<br />

que le rodean no le auxilian convenientemente<br />

y tienen hábitos de despilfarro y desorden, es<br />

más que posible un fracaso, y en primer término<br />

, el dueño de la finca arriesga el precio<br />

del arrendamiento.<br />

También debe tener en cuenta el arrendador<br />

si el que pretende explotar las fincas posee<br />

el capital necesario para el cultivo, porque<br />

faltando los recursos indispensables es de todo<br />

punto imposible obtener buenos resultados,<br />

tanto más, cuanto que el capital no puede suplirse<br />

ni en todo ni en parte con la inteligencia<br />

en un país como España, en donde el<br />

crédito en circunstancias aceptables para la<br />

agricultura no existe, y el recurso de los<br />

préstamos es fatal para el labrador, pues los<br />

intereses ascienden siempre á mayor suma<br />

que el beneficio obtenido de las faenas del<br />

campo. Difícil es señalar de un modo concreto<br />

el capital necesario para las explotaciones<br />

agrícolas, pues depende de multitud de circunstancias<br />

que no pueden apreciarse exactamente<br />

de un modo general; pero bueno es<br />

indicar que no ofrece garantías sólidas el<br />

arrendatario que no tenga las sumas necesarias<br />

para verificar las labores en la escala reclamada<br />

por las condiciones de la finca, conservar<br />

los frutos hasta la época más favorable<br />

para la venta, hacer frente á cualquiera de<br />

las eventualidades que puedan sobrevenir y<br />

pagar desahogadamente una anualidad (véase<br />

Capital). El ganado que lleve el colono podrá<br />

servir de guía al arrendatario, y el cálculo se<br />

establece á razón de una cabeza de ganado<br />

mayor ú ocho de lanar en el Norte de España,<br />

y un tercio menos en el Centro y Mediodía<br />

por cada 3 hectáreas de terreno. Cuando el<br />

arrendatario posee también fincas propias, entonces<br />

puede asegurarse el arrendador de<br />

todo riesgo, exigiendo la correspondiente hipoteca.<br />

Por regla generalno deben arrendarse los<br />

plantíos, y cuando el dueño no pueda explotarlos<br />

por sí mismo, ha de adoptar las más ex­<br />

quisitas precauciones, á fin de que al terminar<br />

el contrato la propiedad no haya desmerecido,<br />

sino que, por el contrario, adquiera las mejoras<br />

naturales que el tiempo produce en buenas<br />

condiciones. Tratándose de olivos, ha de<br />

exigirse del arrendatario las labores necesarias<br />

en época oportuna; imponérsele la prohibición<br />

absoluta de sembrar la tierra; la de recoger<br />

el fruto á palos, práctica que ocasiona<br />

graves daños al árbol; la entrada de los ganados<br />

en la finca, debiendo además reservarse<br />

el dueño el derecho de hacer la poda ó tala.<br />

Con respecto á las viñas, se obligará el colono<br />

á reponer las marras, á dar las labores en<br />

tiempo conveniente, dejándose intervenir por<br />

el propietario en lo que se refiere á la poda,<br />

y si se trata de montes y éstos son de los que<br />

se reproducen naturalmente, ha de evitarse<br />

la entrada de los ganados, y al hacer los cortes<br />

intervendrá el dueño, lo mismo que en las<br />

limpias y rozas de los montes bajos ó tallares,<br />

pues de otro modo podrían causarse á las fincas<br />

daños de consideración.<br />

En esta clase de arriendos, y cuando las<br />

tierras tengan edificios de varios géneros, es<br />

muy conveniente que el arrendatario haga la<br />

entrega al colono.por medio del correspondiente<br />

inventario, todo lo completo que sea<br />

posible, así como también ha de constar en<br />

el contrato la parte de conservación que incumbe<br />

al arrendatario, y de este modo se<br />

evitan diferencias y disgustos que suelen surgir<br />

por no establecerse con entera claridad y<br />

de buena fe las bases y pormenores del arrendamiento.<br />

Por su parte, el arrendatario ha de tomar<br />

toda clase de precauciones antes de adquirir<br />

un compromiso del cual puedan resultarle, según<br />

los casos, beneficios ó perjuicios de conr<br />

sideración. No ha de olvidar que en el negocio<br />

compromete su capital, su trabajo y frecuentemente<br />

su porvenir, y esto exige un<br />

estudio previo y detenido antes de resolverse<br />

á verificar el contrato. La fertilidad de las<br />

tierras, las vías de comunicación, la distancia<br />

de los puntos de consumo, la competencia que<br />

pueda temerse en los mercados á causa de la<br />

excesiva afluencia de productos, la salubridad<br />

del sitio, la posibilidad de encontrar braceros<br />

á precios equitativos, la índole de los vecinos<br />

y otra porción de circunstancias que varían<br />

según los casos, son condiciones que debe<br />

tener muy presentes el arrendatario si no ha<br />

de exponerse á sufrir desfavorables consecuencias.<br />

Toda precaución es poca en este punto;<br />

pero fijándose bien en las recomendaciones y<br />

reglas que hemos expuesto, previendo en lo<br />

posible todos los casos, el interés particular,<br />

que es siempre un poderoso estímulo, suplirá<br />

cuanto se refiere á las diferentes circunstancias<br />

y pormenores que en la práctica puedan<br />

ofrecerse, y para las cuales es de todo punto<br />

imposible consignar preceptos fijos y terminantes.<br />

M. González Llana.


ARR — 533 — ARR<br />

ARRIATE (Horticultura).—Es la era que<br />

se eleva sobre el nivel del cuartel en que se<br />

cultivan hortalizas y arbolitos delicados, levantándose<br />

en general mucho más en el centro<br />

, y descendiendo en doble pendiente hacia<br />

los costados, aunque es más general que disponga<br />

sólo de una pendiente. El arriate, ado<br />

délos franceses, es también la banda 6platabanda<br />

de tierra dispuesta en talud, y de longitud<br />

y altura variables, que se emplea especialmente<br />

en horticultura, y que corre en la<br />

longitud de un muro expuesto al Mediodía ó<br />

al Levante, pero con más frecuencia en la<br />

primera situación, que debe seguir la pendiente<br />

del arriate. Y es, por último, la calzada,<br />

camino ó paso de una huerta, y el encañado<br />

ó enverjado que se forma en los jardines.<br />

En los arriates ó platabandas de los cuadros<br />

se toma una faja de tierra bien cavada<br />

de 1,60 metros de anchura, que se corta por<br />

ambos lados con el azadón ó la pala, arreglando<br />

sus líneas con cuerdas. Se rebaja por la<br />

parte que mira al Mediodía, y se recarga hacia<br />

el Norte la tierra que resulta para elevar<br />

el relieve, de modo que presente 40 centímetros<br />

de altura por detrás, 10 por delante y<br />

1,40 metros la pendiente en toda la anchura.<br />

Los 10 centímetros de altura de la delantera<br />

ofrecen la ventaja de facilitar el curso de las<br />

aguas y sanear el arriate en los órdenes inferiores<br />

de plantas.<br />

Se deben multiplicar en los terrenos fríos,<br />

y en los cultivos en que se quiera anticipar las<br />

hortalizas á todo viento. El arriate es muy<br />

frecuente en la parte alta y que mira al Norte<br />

de las inmediaciones de Segovia, donde el cultivo<br />

hortícola es tan esmerado. Pero se establecen<br />

de preferencia en la proximidad de los<br />

muros de buena exposición, de los que se les<br />

aleja lo suficiente para que se pueda circular<br />

entre aquéllos y él arriate, á fin de que no estorben<br />

ni perjudiquen á las espalderas. Los<br />

lados han de estar cortados en talud, como<br />

hemos indicado, y tapizados con céspedes para<br />

sostener bien la tierra.<br />

Los arriates de las inmediaciones de los muros<br />

deben componerse en su fondo de materias<br />

muy permeables, como escorias, cenizas<br />

de hulla, menudos escombros, etc., etc., y en<br />

su superficie de tierra artificial, mezcla de<br />

mantillo y céspedes de pradera descompuestos.<br />

Procurando abrigar las plantas tempranas<br />

cuando se desea obtener productos antes de<br />

la estación normal, sea con campanas, sea esbleciendo<br />

zarzos de paja ó cañizos, se consiguen<br />

tan útiles resultados como con las camas<br />

sordas, que son los medios de que se valen<br />

para forzar los hortelanos de las grandes poblaciones.<br />

Cuando precisa establecer muchos arriates,<br />

los unos delante de los otros, como ocurre<br />

con frecuencia, es necesario que medie un<br />

metro de distancia entre ellos; distancia indispensable<br />

para que los de delante no den sombra<br />

á los de atrás.<br />

Los cuidados que hay que dedicar á los<br />

arriates durante el invierno se reducen á evitar<br />

la humedad y el frío; si el suelo está bien<br />

saneado y mullido, no es de temer la primera;<br />

el segundo es fácil neutralizarlo con abrigos<br />

adecuados, y con recalentamientos de hojas<br />

y estiércol reciente. Si falta éste ó conviene<br />

economizarlo, en vez de un simple talud<br />

por la parte del Norte, se levantará un banco<br />

de tierra que apoye sobre el arriate. Los efectos<br />

de éste consisten en activar la vegetación,<br />

anticipar la madurez y recolección de los productos,<br />

y sanear las plantas que crecen en las<br />

platabandas ó bandas de los cuarteles de la<br />

huerta. Se emplea más especialmente para las<br />

siembras y plantaciones que tienen lugar á fin<br />

de otoño y en el invierno. Pero rara vez quedan<br />

á descubierto las plantas en los climas<br />

fríos.<br />

D. Navarro Soler.<br />

ARRIERO. —Árbol de la Isla de Cuba,<br />

que á veces adquiere una altura mayor de 12<br />

metros. La especie botánica á que corresponde<br />

no está bien determinada. Tiene la corteza<br />

delgada, de color verde blanquecino. La madera,<br />

de igual ó uniforme dureza, tiene el color<br />

amarillo rosado, vetas longitudinales, negras<br />

en el centro, fibra recta sin poros, y admite<br />

un hermoso pulimento. Rompe casi á<br />

tronco en la tensión, y á diagonal y de pronto<br />

en la flexión y torsión. Se puede emplear<br />

en toda clase de construcciones. Su peso específico<br />

es de 0,92.<br />

ARRKI.— Aguardiente de leche que preparan<br />

los kalmukos y otros pueblos de las estepas<br />

del Asia central y de Rusia. Se obtiene<br />

por la destilación de la leche fermentada de<br />

yegua ó de vaca, ó de una mezcla de estas dos<br />

clases de leche. Habiendo de ocuparnos de la<br />

fermentación de la leche en el artículo Kumis<br />

ó vino de leche, á él remitimos al lector para<br />

mayores detalles.<br />

ARROBA.—Peso de 25 libras, equivalente<br />

á 11 kilogramos y 502 gramos. || Pesa de<br />

una arroba. También se ha empleado la arroba<br />

como medida de líquidos, con tanta falta<br />

de discreción que varía según los licores y<br />

las provincias. La arroba marina contiene<br />

de 31 á 32 libras. Por lo mismo que no hay<br />

nada tan perturbador como lo que complica<br />

y dificulta las operaciones mercantiles, y por<br />

lo mismo que solamente las inteligencias estrechas<br />

y las gentes rutinarias se resisten á<br />

la armonía, al orden y á la simplificación,<br />

cuando es el métrico el sistema legal de pesas<br />

y medidas, entendemos que sería un homenaje<br />

tributado á la apatía y la ignorancia el<br />

entrar en detalles acerca de las antiguas pesas<br />

y medidas, y remitimos á los lectores al artículo<br />

especial que las dedicamos.<br />

ARROLLAR (la simiente).—Se dice<br />

cuando entra el agua de los riegos de pie con<br />

tanta fuerza y violencia que arrastra y se lleva<br />

las simientes recién sembradas, dejándolas<br />

todas amontonadas en el paraje más bajo de<br />

la tierra.


ARR — 534 — ARR<br />

ARROMPIDA, ARROMPIDO.—El terreno<br />

ó la tierra que de nuevo se rompe, se<br />

labra y se siembra para que produzca fruto.<br />

(V. Roturación.)<br />

ARROPAR, ARROPE.—La palabra arropar,<br />

en sentido común de nuestra lengua, es<br />

poner ropa, abrigar con ella, tapar, envolver<br />

con ropa. En sentido agrícola, ó mejor dicho<br />

enológico, es echar arrope al mosto para que<br />

tenga más grados, con el fin de que el vino<br />

salga más fuerte ó dulce. (V. Vino.)<br />

ARKOPE.—El mosto hervido hasta que evapora<br />

una parte del agua que contiene, se denomina<br />

arrope. El arrope es un auxiliar poderoso<br />

en la fabricación de vinos en los años muy<br />

lluviosos, que los mostos salen con pocos grados.<br />

En este caso se elige la uva adecuada al<br />

objeto, blanca para los vinos blancos, tinta<br />

Figura 267.—Caldera de báscula<br />

para los tintos, se pisa y recoge el mosto en<br />

sitio separado del en que ha de reunirse el general<br />

de la cosecha. Cuando hay que hervir<br />

mucha cantidad , se usan en los países que es<br />

costumbre echar arrope al mosto para que salgan<br />

los vinos arropados, calderas de báscula,<br />

según representa la figura adjunta: A A, cuerpo<br />

de la hornilla; C, cuerpo circular en que el<br />

fuego da en la caldera O e C e, que se llena<br />

de agua para que se caliente la K II que contiene<br />

el mosto; de esta manera se evita el<br />

contacto del fuego, y el arrope tiene después<br />

cualidades mejores que si se suprime la caldera<br />

O e C e, en cuyo caso queda sólo la que<br />

hemos dicho se pone el mosto, y éste recibe<br />

el fuego directamente, lo cual suele darle<br />

gusto y color de requemado. Construyendo<br />

las dos hay que colocar el punto a, que sirve<br />

de báscula para la caldera K II, si está sola,<br />

en a, en el interior del borde de la caldera C,<br />

haciendo un apoyo en ella á fin de que al elevar<br />

la caldera R R para vaciar el arrope en<br />

N N, y el agua en que está colocada, no caiga<br />

también; á este efecto se quita la parte O. En<br />

la parte e habrá de ponerse otro apoyo para<br />

que siente como adelante la caldera K. Esta,<br />

en todo caso, ya sea sola sobre el fuego ó dentro<br />

del agua que la otra contiene, se varía haciéndola<br />

elevarse, según R R, por la cuerda' y<br />

polea L. La rejilla de la hornilla se presenta<br />

en d d, y F F indica los conductos del humo,<br />

el cual se dirige á la chimenea de cañones de<br />

hierro, que pueden pasar por la bodega, pues<br />

lo común es que los vinos que arrope necesitan<br />

se cosechen en sitios fríos, y sostener cierta<br />

temperatura eu el cocedero para regular la<br />

fermentación, es un auxilio importante.<br />

Con esos medios se fabrica el arrope con facilidad<br />

, pues vaciada la caldera en el recipiente<br />

indicado, se vuelve á llenar de mosto sin<br />

pérdida de tiempo, y se aprovecha el calórico<br />

para continuar. El arrope se gradúa con el<br />

areómetro destinado al efecto, y una vez conocidos<br />

sus grados (véase<br />

Areómetros), se adiciona al<br />

mosto cuando esté tibio. Como<br />

deben saberse los grados<br />

á que el mosto ha de quedar,<br />

se toma una cantidad conocida<br />

, se echa arrope, y cuando<br />

el pesa-mosto indique el<br />

grado, se hace por regla de<br />

proporción la adición conveniente.<br />

Al mosto se añade el<br />

arrope más ó menos caliente,<br />

según convenga para la fermentación.<br />

El mosto hervido<br />

se sabe que debe espumarse<br />

, y que en esa espuma<br />

se retiran los elementos de<br />

fermentación. La concentración<br />

del mosto hecho arrope<br />

no debe pasar de la tercera<br />

parte en volumen.<br />

En la misma forma se hace<br />

el arrope para comer,<br />

aunque en este caso se reduce de volumen<br />

más ó menos, según las localidades; algunas<br />

hay que lo reducen á casi una pasta.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

ARROW-ROOT—Con ese nombre se designan<br />

diversas clases de fécula más ó menos<br />

puras, extraídas de las raíces tuberosas de<br />

algunas plantas propias-de las regiones tropicales.<br />

Casi todo el arrow-root del comercio se<br />

extrae de la Marania arundinacea, de la M. indica<br />

y de la M. nobilis, todas las cuales pertenecen<br />

á la familia de las Cannúceas, y son<br />

originarias de América. Entre las diferentes<br />

clases de arrow-root, es la más estimada la procedente<br />

de las Islas Bermudas. Richardson<br />

analizó el arrow-root del comercio, y halló en<br />

él 16,10 por 100 de agua, y en 100 partes de<br />

materia seca:<br />

Carbono 43,71<br />

Hidrógeno.<br />

Oxígeno.. •<br />

Cenizas. ...<br />

6,35<br />

49,74<br />

0,20<br />

100,00


ARR — 535 — ARR<br />

El arrow-root blanco sé usa unas reces solo,<br />

y otras mezclado con leche y otros alimentos<br />

para sustento de las personas débiles y de los<br />

niños, porque se le atribuyen propiedades alimenticias<br />

especiales y exageradas en realidad.<br />

En la Jamaica se cultira la Maranta indica<br />

(figura 268) en grandes proporciones, y se<br />

emplea su raíz, no solamente para la preparación<br />

del arrow-root, sino que también directamente<br />

como alimento. La extracción de la<br />

fécula se realiza de este modo: se lavan y raspan<br />

las raíces tuberosas; la materia desmenuzada<br />

se diluye en agua, y se cuela á través<br />

de un lienzo, depositándose el arrow-root del<br />

agua lechosa que se recoge. Ese sedimento se<br />

Figura 2C8.—Maranta de la India<br />

lava, se pone á secar y se distribuye en paquetes<br />

para su expendición.<br />

En Europa se conoce el arroic-root de la Muranta<br />

arundinacea desde fines del siglo pasado.<br />

Consiste en un polvo blanco y fino, que<br />

ante la observación microscópica aparece constituido<br />

por irregulares granillos orales, que<br />

hemos representado en la figura 135 y descrito<br />

en el artículo Adulteraciones, página 320<br />

del tomo primero. El arrow-root de las Indias<br />

orientales procede de tres plantas, ó más bien<br />

de sus rizomas, pertenecientes á la familia de<br />

las Zingiberáceas, ó sean la Cúrcuma rubescens,<br />

la C. angustifolia y la C. leuhorrhiza, que<br />

se utilizan para alimentación de las personas<br />

en Malabar, Benarés, Madras y Tikor. La preparación<br />

del arrow-root indio se hace casi del<br />

mismo modo que la preparación del procedente<br />

de la Jamaica. Los granos de la Cúrcuma<br />

leuhorrhiza y angustifolia son grandes,<br />

aplanados, de figura elíptica y con estratificaciones<br />

muy diferentes. El producto ofrece el<br />

aspecto de una sal perfectamente pulverizada.<br />

El arrow-root brasileño se llama también<br />

almidón de Cassava, y proviene casi todo él<br />

de la Manihot ulilissima de Pohl y de la Maranta<br />

arundinacea. Esa fécula se prepara en<br />

grandes proporciones por los habitantes de la<br />

provincia de Santa Catalina. El Manihot utilissima,<br />

vulgarmente llamado manioc, contiene<br />

una substancia venenosa; la planta es<br />

originaria del Brasil, y su cultivo se ha introducido<br />

en la India y en algunas regiones del<br />

África y de la América central; su raíz alcanza<br />

á veces la longitud de un metro ó poco<br />

menos; se emplea en sustitución del pan, y<br />

precisamente para ese fin se la muele y se<br />

cuecen las preparaciones hechas con su harina.<br />

Durante la presión, al mismo tiempo que<br />

el agua, se extrae la substancia venenosa, y<br />

el resto de ésta es destruido por la acción del<br />

calor. Mediante éste, del almidón en estado<br />

húmedo, extraído de la raíz, se obtiene la<br />

llamada tapioca. Es indispensable cocer el<br />

manioc para que pierda la substancia venenosa<br />

que contiene.<br />

Generalmente el arrow-root del Brasil aparece<br />

constituido en polvo blanco y fino por<br />

aglomeraciones de dos á ocho granillos; éstos,<br />

mirados de soslayo, presentan una forma cónica<br />

irregular, esférica por la parte superior<br />

y un núcleo cóncavo; generalmente no se<br />

notan en ellos estratificaciones. El arrow-root<br />

de las Bermudas se prepara del siguiente<br />

modo: Primeramente se despojan de su envoltura<br />

pergaminosa los tubérculos de la Maranta<br />

arundinacea, por contener esa cubierta una<br />

substancia resinosa que podría comunicar á<br />

la fécula color, olor y sabor; después se desmenuzan<br />

mediante el empleo de raspadores.<br />

La materia obtenida se lava repetidas veces<br />

con agua, que habrá de pasar á través de<br />

cedazos finos, y finalmente, se recoge la fécula<br />

en la tina destinada á la sedimentación de esas<br />

aguas.<br />

En algunas islas de los mares del Sur se<br />

extrae una ;*'"s.cü- Jt- - v • del .i '(<br />

macrorhizon, del Ariun exculentam , de Liiin.,<br />

y de la Tarca pimmi{ridü. En la.s colonias inglesas<br />

del África meridional se prepara el<br />

arrow-root en bastante cantidad con la Maranta<br />

arundiane-ea. y en otras comarcas africanas<br />

se prefiere la Tueca púmaiifida y la<br />

Caí::'-: ;.. i,'-:. 1\\ • > y .•:r..í i';,".:las<br />

exóru-i-. ":-.;.Vhr.s.n-^ ei s.?• i:o"K-s ivrrcspoudie:i:e><br />

LV\".ON \r.u-.<br />

ARROTO.—Caudal ó porción de agua, no<br />

muy abuin'uite. o'.ic i-Tre ^vi-iMt-tct-.i-nií<br />

por un lecho i> :n.K : .:v .\T.-.O le? :o>. y que<br />

puede utilizarse por lo r-i-í-no ui i-..uh - Í<br />

casos como motor y en otros para riego. Llámase<br />

también asi !:i de^rc^ió:., s : .'.ú> i» ! , :."\i.V<br />

por doi.de :ui;;él »c t'.e4i.-i. V. h.ih..." d;í<br />

aprovechamiento de las aguas y de los riegos<br />

hablaremos de los arroyos y de su importancia<br />

agrícola.<br />

A R R O Z ( O--:-.<br />

do I. : -KV -IÍ:.I<br />

minea propia de la^ t\;'o:;es veu i¡(>r.. \s y


ARR — 536 — ARR<br />

templadas, que no se puede cultivar en el<br />

continente europeo más allá del paralelo 45.<br />

Conócese el arroz desde tiempo inmemorial en<br />

las regiones asiáticas, y en Europa antes de la<br />

época de Plinio probablemente, puesto que<br />

éste habla de él, siquiera no llegase á ver<br />

la planta.<br />

Es el arroz un cereal de la clase Hexandria<br />

y orden Digynia, según la clasificación de<br />

Linneo, de la familia de las Gramíneas y tribu<br />

Oryza, según el método natural de Jussieu.<br />

La especie comúnmente cultivada, llamada<br />

por Linneo Oryza sativa, comprende<br />

muchas variedades. Presenta una florescencia<br />

en panoja ; las flores son hermafroditas, y se<br />

hallan sostenidas por cortos pedúnculos; el<br />

cáliz bivalvo, unifloro y pequeñísimo; la corola<br />

formada por dos valvas naviculares y<br />

agudas; los estambres en número variable de<br />

tres á seis; el único pistilo corto, bifido, con<br />

estigmas plumosos y dos pequeñas escamas<br />

ovoideas glabras; la raíz fibrosa, larga, delgada<br />

y subdividida en muchas raicillas; el<br />

tallo de forma cilindrica, hueco y con una<br />

médula esponjosa, desarrollado verticalmente,<br />

con nudos rodeados de vello que brota en ei<br />

cuello, y de 0,75 á 1,65 metros de altura; las<br />

hojas lineares, largas, puntiagudas, ásperas<br />

al tacto, abrazadas al tallo, con estípulas<br />

largas y dentadas, y de color verde claro; las<br />

espigas, en fin, subdivididas en varios ramitos,<br />

cada uno de ellos formado por tres granos,<br />

escalonados ordinariamente y sujetos á un<br />

hilillo ó pecíolo sutil. Cada espiga contiene<br />

cien granos próximamente, cuya forma varía<br />

notablemente en algunas sub variedades, habiéndolas<br />

con cascarillas y raspas negruzcas.<br />

Despojadas las semillas de su envoltura,<br />

aparecen más ó menos blancas, oblongas y<br />

redondeadas. En muchas variedades, en la extremidad<br />

libre del involucro aparece una punta<br />

á veces del mismo color de las escamas,<br />

otras de color más subido, y algunas veces<br />

de color más bajo. Esta punta se llama arista<br />

ó barba, cuya longitud es distinta según las<br />

variedades, sin que sea gradual y bien determinada<br />

la diferencia, habiendo algunas variedades<br />

desprovistas de arista. Precisamente en<br />

los caracteres de las semillas, que pueden ser<br />

redondeadas ú oblongas, eon aristas ó sin<br />

ellas, se funda la clasificación botánica de las<br />

variedades de arroz, y se dividen en orizas<br />

oblongas, aristadas ó inaristadas, y en orizas<br />

globosas, con aristas ó sin ellas.<br />

Con esta clasificación botánica están conformes<br />

los agricultores prácticos que caracterizan<br />

las variedades de arroz por la presencia<br />

ó falta de las aristas. También distinguen los<br />

labradores las variedades por la procedencia<br />

de las semillas, y así distinguen fácilmente el<br />

arroz de Valencia, Sueca, Calasparra, Cullerà,<br />

de Francia, del Piamonte, de Lombardia,<br />

de la Pulla, de Grecia, de Egipto, de la India,<br />

de la China, de la Oceania y de los Estados<br />

Unidos. En las transacciones comerciales<br />

se prefiere conocer el origen de la semilla,<br />

por ser bastante perceptibles las diferencias,<br />

según las comarcas en que se cosecha.<br />

La composición química del arroz difiere<br />

notablemente de la del trigo; el primero contiene<br />

mayor cantidad de partes amiláceas,<br />

gluten en muy reducida cantidad, por lo cual<br />

no se purifica fácilmente y es menos alimenticio<br />

que el trigo. Si se tiene en cuenta que el<br />

almidón, al igual de la celulosa, consta de los<br />

elementos que contiene el agua, unidos al<br />

carbono, compréndese que se puede formar<br />

de principios tomados al aire y á las substancias<br />

vegetales, y de ahí que se obtengan cosechas<br />

remuneradoras de arroz hasta en suelos<br />

impropios para el cultivo del trigo.<br />

ESPECIES Y VARIEDADES DE ARROZ.—A cinco<br />

especies pertenecen los arroces cultivados, á<br />

saber:<br />

El arroz ordinario (Oryza saliva de L.),<br />

que es el más difundido y el que ha originado<br />

mayor número de variedades.<br />

El arroz glutinoso ( Oryza glutinosa) , cuyos<br />

granos son glutinosos después de cocidos;<br />

carácter que no poseen las semillas de otras<br />

especies acuáticas.<br />

Arroz del Japón (Oryza japónica), de<br />

granos cortos siempre, y globosos ú oblongos,<br />

según los casos.<br />

Arroz sin aristas (Oryza mutica), cuya<br />

panícula está desprovista de aristas.<br />

Arroz de monte (Oryza montana) , propio<br />

de los climas cálidos y muy húmedos.<br />

Los naturalistas y botánicos suelen enumerar<br />

una larga serie de variedades de la planta<br />

que nos ocupa, distinguiéndolas por la forma,<br />

por el color, por los caracteres de las hojas y<br />

de las flores, y por el aspecto exterior del<br />

tallo. Pero tales distinciones y diferencias no<br />

son ciertamente las que pueden interesar á<br />

los agricultores, quienes clasifican las semillas<br />

por su distinto valor comercial, y por la suma<br />

ó cantidad de calor que cada variedad exige<br />

para llegar á perfecta madurez. Precisamente<br />

esta condición influye en la época de la siembra<br />

y de la recolección. También clasifican<br />

los labradores las variedades de arroz por su<br />

propensión á crecer y prosperar en diferentes<br />

terrenos, y por necesitar mayor ó menor cantidad<br />

de agua para vegetar, puesto que unos<br />

exigen riegos intermitentes y otros riegos<br />

continuados. Tiénese igualmente en cuenta<br />

la mayor ó menor facilidad con que se desarrollan<br />

en ciertas variedades las plantas criptógamas<br />

que dan origen á las enfermedades<br />

del arroz. Por último, á más de las variedades<br />

de riego intermitente ó continuo, se distinguen<br />

en la práctica las llamadas forrajeras,<br />

entre las que se prefieren la Oryza lalifolia ó<br />

perennis, planta trienal, procedente del centro<br />

de América, y que ya se ha propagado en<br />

Australia.<br />

Las variedades de arroz que se cultivan en<br />

Europa, Asia y América son tantas que pasan<br />

de doscientas, en sentir de algunos botánicos;<br />

en nuestro continente, todas las cultivadas<br />

en grande escala hasta ahora proceden


ARR — 537 — ARR<br />

de dos especies tínicamente, el arroz común<br />

y el arroz sin aristas.<br />

En la Península española se cultivan preferentemente<br />

los arroces chamorros , ó sean sin<br />

Figura 269.—Arroz mocho<br />

aristas, Oryza sativa mulica (figura 269); los<br />

arroces barbillas, O. sativa aristata (figura270),<br />

abundando más los largos que los redondos;<br />

el Pubescens ó de glumas vellosas, que prefieren<br />

explotar la mayoría de los cultivadores.<br />

Estos emplean para designar sus productos<br />

denominaciones meramente locales muchas<br />

veces, y así, entre los arroces cosechados en<br />

España, figuran el llamado Roig y el arroz<br />

pera, los más precoces entre cuantos se cultivan<br />

en la parte derecha del delta del Ebro;<br />

el pasacasa temprano y sabroso de Valen-<br />

¡fi cia; el más hermoso, que es muy productivo;<br />

el común aristoso, el blanco de plata,<br />

el blanco valiente, el indiano aristoso, el<br />

Buenos Aires, desprovisto de aristas y muy<br />

tardío, y el moscado, caracterizado por sus<br />

manchitas obscuras y de seguro rendimiento.<br />

Esta variedad se importó hace medio<br />

siglo de la Isla de Cuba, y está llamada<br />

á extenderse más y más, es decir, que<br />

América ha sabido sacar también gran partido<br />

de un producto que Colón dio á conocer<br />

en 1493 al Nuevo Mundo, que Cortés<br />

propagó en Méjico y los jesuítas en el<br />

Paraguay. También se ha conseguido aclimatar<br />

en España dos variedades de Italia,<br />

donde introdujeron los españoles el cultivo<br />

del arroz, las llamadas Bertone y Ostiglio,<br />

cultivadas en nuestra Península desde hace<br />

cuarenta años, y no falta quien ensaye explotar<br />

aquí las que en Filipinas producen<br />

excelentes resultados.<br />

Los arroceros clasifican también los<br />

arroces en dos grupos, aristados y sin arista,<br />

comprendiendo en el segundo los arroces<br />

de China, de África, y el mutico ó bertone,<br />

menos apreciados por no ofrecer los<br />

granos el brillo que tanto se celebra; de<br />

modo que sus cotizaciones suelen ser inferiores<br />

en un 10 por 100. También se denominan<br />

tempranos esos arroces por madurar<br />

antes que las otras variedades, aun<br />

cuando se siembren á la vez; se prestan á<br />

un cultivo tardío, y pueden suceder á las<br />

cosechas de invierno en los últimos días<br />

de Mayo ó primeros de Junio, como se<br />

practica en Lombardía, donde sazonan á<br />

mediados de Agosto. Esos arroces producen<br />

excelentes rendimientos, tanto en terrenos<br />

turbosos y recién roturados, como<br />

en los silíceos y muy absorbentes. De ahí<br />

que se cultiven en los terrenos feraces y<br />

ricos en principios orgánicos. El arroz<br />

franco, muy cultivado en nuestro país, se<br />

considera como variedad intermedia entre<br />

el bertone y los de arista, por la forma de<br />

sus espigas y por las exigencias del cultivo.<br />

De arista (que en ocasiones falta), corta y<br />

negra á veces, las cañas son muy elevadas,<br />

el color verde obscuro en la paja, y la espiga<br />

con ramificaciones, más inclinada y<br />

abierta. Es necesario anticipar la sementera,<br />

porque se retrasa la madurez, y se<br />

siembra en tierras fértiles, en prados recién<br />

roturados ó después de una cosecha<br />

abonada. Es variedad tan estimada como las<br />

mejores, ya porque no abortan sus flores, ya<br />

porque los granos adquieren brillo; su denominación<br />

científica es O. saliva carolinaria<br />

varietas.<br />

Entre las aristadas considérase como la más<br />

propia para obtener arroz pulimentado la va-


ARE, — 538 — ARR<br />

riedad de arista blanca, llamada Ostiglia, por<br />

la localidad italiana de que procede, hoy muy<br />

Figura 270.—Arroz aristado<br />

generalizada en Europa. Es tan exigente respecto<br />

de la humedad, que ha de vegetar en<br />

campos constantemente inundados de agua, y<br />

la falta de ésta ó los cambios de temperatura<br />

desarrollan en ella muchas enfermedades. Ha<br />

de sembrarse á fines de Marzo ó mediados de<br />

Abril lo más tarde, en terrenos pantanosos,<br />

para poder segar las plantas antes del mes de<br />

Noviembre, ó á fines de Septiembre si son los<br />

temporales propicios.<br />

El cultivo del arroz ostiglio ó de Novara<br />

se halla muy extendido en Italia y España,<br />

por ser más temprano y resistente á la enfermedad<br />

llamada brusone en Italia, y suministrar<br />

generalmente mayor cantidad de semilla.<br />

El precio de esta variedad está naturalmente<br />

en relación con las condiciones del grano, y<br />

en cuanto á la calidad del terreno y á los<br />

riegos, es de advertir que sólo en suelos feraces<br />

y muy adecuados para el cultivo del arroz<br />

se obtienen grandes cosechas. Por lo común<br />

se cultiva esta variedad al segundo año de<br />

formarse los arrozales, sucediendo al mutico ó<br />

al franco, por lo mismo que no produce grandes<br />

rendimientos en los arrozales antiguos, y<br />

llega á perfecta madurez antes que la especie<br />

común.<br />

El arroz japonés ( Oryza sativa japónica)<br />

no procede, como pudiera deducirse por el<br />

nombre, del extremo Oriente; es más bien una<br />

variedad obtenida en Europa por el cultivo y<br />

la selección provocada por un inteligente cultivador<br />

lombardo, siendo considerada en la<br />

actualidad como una de las especies más productivas,<br />

y muy buscada por lo mismo. Su<br />

valor mercantil iguala al de las más estimadas<br />

variedades, y se considera muy resistente contra<br />

las enfermedades más comunes.<br />

AKROZ DE SECANO.—Esta variedad, llamada<br />

también arroz de montaña, se considera<br />

originaria de la Cochinchina, y se cultiva en la<br />

China, el Japón, algunas montañas de la India<br />

oriental, siendo completamente desconocida<br />

en la cuenca del Indus, en no pocas islas<br />

de la Oceanía, en Madagascar y en algunas<br />

comarcas montañosas de América. Para que<br />

dé resultados, es preciso que el clima sea caluroso<br />

y húmedo, de tal suerte que las lluvias<br />

torrenciales y cotidianas sustituyan á los riegos.<br />

El grano resulta de sabor más delicado y<br />

apetitoso que los procedentes de terrenos anegados.<br />

Aseguran algunos autores que esta clase de<br />

arroz se cultiva en China desde el siglo x; que<br />

los árabes le cultivaron en grande escala, y<br />

que para sembrarle en el mes de Marzo comenzaban<br />

por echarle en remojo, y desde los<br />

criaderos formados durante dos meses, le transplantaban<br />

en Mayo para regarle primero dos<br />

veces en semana hasta el mes de Agosto y una<br />

sola después, si el cereal indicaba la necesidad<br />

de riego, hasta que, llegado el mes de Septiembre,<br />

se hacía la recolección. En nuestros<br />

días se ha intentado aclimatar esta variedad<br />

en España, y D. J. Salvador aseguraba en<br />

una Memoria publicada el año 1845 que había<br />

obtenido excelentes resultados en el llano<br />

de Llobregat; pero el no haberse difundido el<br />

cultivo es una demostración palmaria de que


ARR — 539 — ARR<br />

los rendimientos no debieron ser suficientemente<br />

remuneradores. Tampoco han dado resultado<br />

satisfactorio los ensayos hechos en<br />

Figura 271 Mucigomé mocho<br />

Italia, en Sicilia (Palermo) y Argelia pocos<br />

años ha; pero últimamente , tanto en la península<br />

citada, como en Portugal y en el Jardín<br />

botánico de Valencia, se ha conseguido<br />

demostrar que puede aclimatarse en Europa<br />

el arroz de riego intermitente, originario del<br />

Japón. A este propósito he aquí lo que escri­<br />

bía el Sr. Arévalo y Baca en el número 33 de<br />

La Agricultura valenciana, correspondiente al<br />

mes de Diciembre de 1880:<br />

«Verificada la siembra á mediados<br />

de Abril en un terreno convenientemente<br />

cavado y preparado<br />

con mantillo, se observó que la<br />

germinación se retrasaba demasiado,<br />

sin duda por las condiciones de<br />

los granos, algunos de los cuales<br />

habían perdido por completo la facultad<br />

germinativa, siendo necesario,<br />

para acelerar dicho fenómeno<br />

en los que la conservaban, repetir<br />

el riego que se dio después de la<br />

siembra.<br />

»De las cinco variedades que se<br />

sembraron, sólo nacieron algunas<br />

plantas, correspondientes á las tres<br />

siguientes:<br />

»1." Mucigomé mocho (figura<br />

271).<br />

»2. a Mucigomé aristado (raspas<br />

pardo rojizas) (figura 272).<br />

»3. a Urusciné precoz, de aristas<br />

doradas.<br />

»Una vez asegurada la vida de<br />

las plantas á beneficio de una corta<br />

cantidad de guano del Perú, el cultivo<br />

y cuidados subsiguientes no<br />

han podido ser más sencillos. Siempre<br />

limpio el terreno de malas hierbas,<br />

se ha dado un riego cada ocho<br />

días durante la primavera y el verano,<br />

y aun se ha dejado transcurrir<br />

más tiempo, consiguiéndose<br />

plantas de gran lozanía y abundante<br />

fruto.<br />

»Por término medio, cada planta<br />

ha producido doce cañas, y cada<br />

una de éstas una panoja, alcanzando<br />

aquéllas la altura media de 0,80<br />

metros, sin embargo que las de la<br />

variedad de aristas rojizas llegaron<br />

hasta 0,92 metros, y alguna planta<br />

contaba diez y ocho cañas.<br />

»La variedad Mucigomé mocho<br />

llegó á su completa madurez á fin<br />

de Agosto, siendo su grano el de<br />

mejores condiciones por su forma<br />

y desarrollo. Distingüese esta variedad<br />

por los caracteres siguien-<br />

^ tes: panojas largas y nutridas; fruto<br />

ovoideo, poco comprimido lateralmente,<br />

algo ensanchado en su<br />

parte neutral y terminal, y provisto<br />

á cada lado de una quilla prominente<br />

y aguda hacia la parte neutral<br />

, y que corre á todo lo largo del<br />

grano, paralela á su contorno, y de un surco<br />

profundo, también longitudinal, á cada lado,<br />

hacia la parte dorsal; glumillas amarillentas<br />

algo rojizas, pubescentes, una de las cuales<br />

suele algunas veces presentar un rudimento<br />

de arista de la misma coloración; grano adaptado<br />

exactamente á las glumillas, y cuya su-


ARE. — 540 — ARR<br />

perflcie tiene los mismos surcos y quillas que<br />

aquéllas, suave al tacto, y de color blanco brillante.<br />

Peso medio de las panojas, 5 gramos.<br />

Figura 272.—Mucigomé aristado<br />

»La variedad Mucigomé de raspa pardo-rojiza<br />

es más tardía, pues su recolección no ha<br />

podido efectuarse hasta fin de Septiembre; las<br />

matas de esta variedad han sido las más robustas<br />

y las que han dado panojas de mayor tamaño;<br />

peso medio de éstas, 8 gramos. Dichas<br />

panojas son muy nutridas y algo apretadas;<br />

el fruto es amarillo rojizo, pubescente, con<br />

surcos y quillas semejantes á los de la anterior,<br />

pero más aplastado lateralmente; una de<br />

las glumillas se termina en arista<br />

brillante pardo rojiza; el grano<br />

es blanco perla, suave al tacto<br />

y más pequeño que el de la<br />

variedad anterior.<br />

»La variedad Urusciné precoz<br />

ha producido las matas más<br />

cortas y las panojas menos nutridas;<br />

se recolectó á principios<br />

de Septiembre; peso medio de<br />

las panojas, 55 decigramos. Estas<br />

son flojas, con frutos pubescentes,<br />

muy ásperas al tacto, de<br />

contorno oval y comprimidas<br />

lateralmente; presentan las glumillas<br />

dos surcos y dos quillas<br />

muy marcadas á cada lado, y<br />

una arista fina, amarillenta y<br />

algo escamosa; el grano es pequeño,<br />

opalino y suave.<br />

»Que el problema fisiológico<br />

del cultivo del arroz con riegos<br />

periódicos está resuelto en esta<br />

comarca, no hay la menor duda;<br />

pero falta resolver el problema<br />

económico, que en agricultura<br />

tiene tanta importancia como<br />

el primero.<br />

»Para plantear dicho problema,<br />

tenemos los siguientes<br />

datos:<br />

y>A. Datos positivos:<br />

»1.° La vegetación de algunas<br />

variedades de la O. montana<br />

es completa con riegos dados<br />

de ocho en ocho días.— 2.° La<br />

cantidad de estos arroces es excelente,<br />

y puede competir con<br />

la de las especies acuáticas.<br />

y>B. Datos dudosos:<br />

»1.° ¿Sería posible la vegetación<br />

de algunas variedades<br />

con riegos menos frecuentes,<br />

dado el clima de Valencia?—<br />

2.° ¿Se aumentaría la producción<br />

de dichas variedades usando<br />

el guano del Perú en cantidades<br />

semejantes á las que se<br />

emplean para el arroz cultivado<br />

en terrenos cubiertos constantemente<br />

de agua?<br />

»Con estos datos el problema<br />

puede formularse del modo siguiente:<br />

Dadas las condiciones<br />

naturales del clima de Valencia<br />

y la cantidad de aguas de que se<br />

dispone para los riegos, ¿el cultivo actual del<br />

arroz podría económicamente sustituirse por el<br />

de algunas variedades que sólo exigen riegos<br />

periódico sf»<br />

La contestación sólo puede obtenerse después<br />

de cierto número de ensayos que deben<br />

realizar los interesados en el cultivo.


ARE — 541 — ARR<br />

CULTIVO DEL ARROZ COMÚN.—Esta planta<br />

necesita para prosperar terrenos de condiciones<br />

verdaderamente especiales; es muy voraz,<br />

pero consume pocos elementos tórreos, y de<br />

ahí que cualquier suelo, con tal de que no esté<br />

muy esquilmado, la suministre elementos para<br />

llegar á la madurez completa. Los principales,<br />

sin embargo, los extrae del agua que la circunda,<br />

y la fertilidad de los terrenos aumenta en<br />

relación con el número de cosechas suministradas.<br />

El exceso de calor y de frío son igualmente<br />

perjudiciales para la planta; es tanta la humedadque<br />

necesita, que los bancales ó cuadros<br />

en que se cultiva han de estar perfectamente<br />

nivelados y cubiertos por una capa de 3 pulgadas<br />

de agua, poco más ó menos, puesto que<br />

de ser mayor la masa líquida el arroz se ahogaría,<br />

y no se desenvolvería tampoco siendo<br />

menor. Esos cuadros, de mayor ó menor extensión,<br />

según las condiciones topográficas<br />

del terreno, son más ó menos extensos, y han<br />

de estar separados entre sí por calzadas de<br />

una vara de anchas y una tercia de altura, habiendo<br />

dos boquetes en cada uno de aquéllos,<br />

para que pueda entrar y salir el agua sin embalsarse<br />

ni acumularse desigualmente.<br />

La primera labor para preparar las tierras<br />

consiste en nivelarlas por medio de la trajilla,<br />

aparato bien conocido entre los arroceros. La<br />

siembra se efectúa en la provincia de Valencia<br />

á mediados de Marzo, destinando á almáciga<br />

una de cada diez fanegas de tierra, y depositando<br />

8 ó 9 celemines de grano. Estercolada<br />

la tierra, se inunda de agua para ararla con<br />

unas rejas estrechas y agudas que penetran<br />

bien en la tierra, sin fatigar á las caballerías;<br />

se la dan cinco ó seis rejas, se iguala con la<br />

tabla luego, se esparce el grano á puño ó á<br />

voleo, y con igualdad por todo el semillero, y<br />

una vez precipitado en el fondo, se le deja<br />

germinar hasta que alcancen los brotes cuatro<br />

dedos. Entonces se limpia de hierbas extrañas<br />

la almáciga, y mientras las plantitas<br />

llegan á un palmo de altura, cuidando de que<br />

nunca les falte agua, se preparan las tierras á<br />

que hayan de transplantarse. Algunos aconsejan<br />

que se mantenga la semilla dos ó tres<br />

días en agua antes de sembrarla, pero los valencianos,<br />

amaestrados por la experiencia, prefieren<br />

arrojarla seca, porque así no se hunde<br />

inmediatamente y se distribuye con mayor<br />

igualdad.<br />

Los arrozales antiguos no necesitan tanto<br />

abono como los nuevos, porque en aquéllos se<br />

habrán descompuesto muchas plantas acuáticas<br />

y gran número de ranas é insectos, además<br />

de haber quedado las cenizas de la paja<br />

de arroz quemada y de haber quedado un remanente<br />

de abono, si se han sembrado habas<br />

como es de costumbre. De todos modos, se echa<br />

agua á las tierras y se dan tres rejas consecutivas,<br />

dejándolas inundadas durante diez ó doce<br />

días, procurando que al fin de ese período<br />

luede poca agua en los cuadros para dar otras<br />

dos rejas, y á fin de que se puedan ver los surcos<br />

y sea fácil arar con igualdad. Después se<br />

inundan las tierras nuevamente. AI arrancar<br />

después el arroz del semillero, se forman manojitos<br />

como el grueso de la muñeca, separando<br />

bien las malas hierbas, y se forman montoncitos<br />

para trasladarlos á los bancales en<br />

que han de transplantarse. Una vez allí, se<br />

distribuyen los manojos de manera que equidisten<br />

unos de otros, y colocados los operarios<br />

en un extremo del bancal, van desatando<br />

aquéllos, andando hacia atrás y plantando con<br />

la mano y sin instrumento -alguno, dos ó tres<br />

plantas juntas, á unos 30 centímetros de distancia<br />

y en línea recta. De ese modo las plantas<br />

disponen de suficiente espacio para desarrollarse,<br />

nutrirse y arraigar bien. Para ejecutar<br />

la operación, la sábana de líquido debe<br />

ser muy delgada, porque de tal suerte, aun<br />

cuando éste se enturbie, se ve bien la dirección<br />

y situación de los surcos; inmediatamente<br />

después de terminado el replante, se procura<br />

cubrir el bancal con una capa de 4 ó 5<br />

centímetros de agua corriente, que no habrá<br />

de disminuir hasta que haya granado el cereal.<br />

Poco antes de aparecer las espigas, se escardan<br />

y limpian á mano los arrozales, cuidando<br />

de no tocar á las plantas, y constantemente<br />

deberá inspeccionar la plantación el cultivador,<br />

para tapar inmediatamente las salidas por<br />

donde pudiera escapar el agua, y evitar que<br />

por falta de ella se pierda la cosecha. Cuando<br />

el arroz esté bien granado y en sazón, es decir,<br />

cuando la paja ó caña tenga ya el color<br />

amarillo, se cierran los boquetes de entrada y<br />

salida del líquido y se aguarda á que se seque<br />

el suelo para segar el cereal en la misma forma<br />

que el trigo, y cuidando de no sacudir violentamente<br />

las plantas y hacer caer las semillas.<br />

En esa época es cuando se corrompen las<br />

aguas, se llenan de ranas y otros bichos, y se<br />

desarrollan los miasmas palúdicos que tantos<br />

accesos febriles producen, y que han hecho<br />

necesaria en España la prohibición de sembrar<br />

arroz fuera de coto.<br />

A medida que se va segando, se atan las<br />

cañas de arroz por la parte inmediata á las<br />

espigas para formar haces; éstos se dejan tendidos<br />

en el campo, y se desbardan ó cortan<br />

con una hoz muy afilada, de modo que quede<br />

atada la paja y las espigas caigan en una espuerta,<br />

en que las conducirán dos obreros á<br />

las eras. Formada la parva, se cubre después<br />

y se circunda con la paja que había quedado<br />

en los bancales. En vez de desgranar el arroz<br />

con trillos, se pasan sobre la parva tres ó cuatro<br />

caballerías con los ojos vendados y guiadas<br />

por una cuerda desde el centro, y dos obreros<br />

irán arrojando al mismo tiempo la paja y<br />

el grano con bieldos hacia el centro de la parva,<br />

sin cuidarse de que la paja quede desmenuzada<br />

ó no. Esta se ahueca; una vez desprendido<br />

el grano, se sacude en pequeñas brazadas<br />

, se trilla después, y se aventa como el trigo<br />

y demás cereales. Llevado el arroz á los<br />

graneros, se vuelve á trillar y á sacudir la<br />

paja, y de esa suerte no se desperdicia grano<br />

apenas.


ARR — 542 — ARR<br />

Después de trillada la paja de arroz, resulta<br />

muy flexible, y se emplea para embalar géneros<br />

comerciales frágiles, como la loza, el<br />

vidrio y el cristal, ó se quema en las tierras<br />

para beneficiarlas con sus cenizas. Como en<br />

Valencia no se deja descansar ningún año á<br />

las tierras arroceras, se las dan dos rejas después<br />

de quemar la paja, el más excelente de<br />

los abonos, y se siembran habas, para cortarlas<br />

cuando están crecidas; se aran luego nuevamente<br />

los bancales, y quedan en disposición<br />

para sembrar arroz en ellos, sin necesidad de<br />

agregar gran cantidad de abono, y aun sin<br />

ninguna nueva adición de éste.<br />

Limpia del arroz.—Después de seco y zarandeado<br />

el arroz-cebada ó arroz bruto, que<br />

deberá almacenarse siempre en graneros bien<br />

secos ó sometidos á calefacción, es necesario<br />

someterle á ciertas manipulaciones antes de<br />

entregarle al consumo, con objeto de despojarle<br />

de la cascarilla y de la envoltura membranosa<br />

que le cubre. Tales operaciones se suelen<br />

ejecutar en molinos fáciles de instalar en las<br />

comarcas arroceras, gracias á la abundancia<br />

de agua que ha de existir siempre en ellas.<br />

Las piedras de esos molinos suelen tener de<br />

1,50 á 1,70 metros de diámetro y 30 centímetros<br />

de grueso. La muela inferior se reviste<br />

en su cara superior con una capa de corcho, y<br />

la superior ó giratoria se coloca en el eje, de<br />

tal suerte que no gravite sobre el corcho con<br />

toda su pesada mole, pero de modo que al girar<br />

haga rodar los granos, y los descascarílle<br />

y limpie sin romperlos. Para que la operación<br />

se haga con la perfección necesaria, los molineros<br />

examinan el grano que la piedra vaya<br />

arrojando en el recipiente, y templan la muela<br />

levantándola ó bajándola, según que el<br />

arroz salga desmenuzado ó sin descascarillar<br />

por completo. También es necesario sustituir<br />

el corcho en cuanto se halle desgastado, para<br />

que el arroz no se convierta en fragmentos y<br />

pierda su valor considerablemente, ó sólo se<br />

pueda utilizar para convertirle en harina ó cebar<br />

animales.<br />

Descascarillado el arroz, es necesario limpiarlo<br />

en una pieza situada generalmente en<br />

el piso bajo del molino, con el testero liso,<br />

ventanas en las dos paredes laterales, y de 50<br />

á 60 metros de longitud por 16 ó 20 de latitud,<br />

con las alambreras necesarias en las aberturas<br />

para impedir la entrada de los gorriones.<br />

Formados dos montones á derecha é<br />

izquierda de la entrada con el arroz descascarillado<br />

y sin limpiar, dos obreros ó garbilladores<br />

acriban el producto con unas zarandas de<br />

cuero de vaca de una vara de diámetro y de<br />

orificios tan pequeños que no pase por ellos<br />

grano alguno, y desde los mencionados montones<br />

van lanzando el producto hasta el otro<br />

extremo del recinto, á fuerza de brazo, de<br />

manera que se forman poco á poco en medio<br />

de la pieza cuatro montones perfectamente<br />

distintos, y según el peso de las cuatro materias<br />

contenidas en la mezcla arrojada, ó sean<br />

montones de granos enteros y limpios, de<br />

granos quebrantados y vestidos, de salvado y<br />

de cascarilla. Los granos enteros llegan hasta<br />

la pared de enfrente; los quebrantados y vestidos<br />

forman otro montón inmediato al arroz<br />

blanqueado y entero; el salvado se queda delante<br />

de éste, y la cascarilla, como más liviana,<br />

se queda junto ,á los operarios, que se<br />

quema después con los residuos de corcho para<br />

abonar las tierras con las cenizas. El salvado<br />

se destina á cebar el ganado de cerda mezclándole<br />

con la bebida; los granos quebrantados<br />

se criban, convirtiendo en harina los que caen<br />

por los agujeros, ó destinándolos á pasto de<br />

las aves domésticas, y los vestidos se vuelven<br />

á moler. A veces los arrieros y traficantes<br />

compran el arroz quebrantado por las dos<br />

terceras partes del valor del entero, y le mezclan<br />

con éste.<br />

Terminadas esas operaciones, se barre bien<br />

la pieza y se acriba el arroz blanqueado para<br />

separarle de granos extraños ó quebrantados,operación<br />

que suelen ejecutar los garbilladores<br />

con perfección maravillosa. La blancura del<br />

arroz difiere según los años, aun en las cosechas<br />

de una misma tierra; el bien granado<br />

adquiere una especie de transparencia que le<br />

hace aparecer algo moreno; necesita más tiempo<br />

para cocerse, y absorbe mayor cantidad de<br />

agua, pero es con justicia el preferido. Cuando<br />

partidos los granos con los dientes no están<br />

transparentes como la ágata, y el corazón es<br />

blanco, opaco y harinoso, debería ser desechado<br />

por el consumidor; el muy blanco, preferido<br />

por el comercio, se deshace al cocerse,<br />

ó se abre y resulta duro.<br />

Molinos perfeccionados.—El sistema de descascarillado<br />

del arroz, á pesar de los buenos<br />

resultados que con él se obtienen, ha sido objeto<br />

de modificaciones muy convenientes y<br />

ventajosas. Entre todas ellas, merece especial<br />

mención la que consiste en presentar el corcho<br />

fijo é inferior del sistema descrito, por la<br />

parte superior de la piedra giratoria, es decir,<br />

que se opera al revés. Al efecto, el corcho se<br />

coloca en la parte inferior de una plataforma,<br />

y ésta sobre la muela giratoria, de modo<br />

que aquél roce con la cara superior de ésta.<br />

Esta plataforma se apoya y sujeta en montantes<br />

de hierro, ó por cualquier otro medio<br />

conveniente, y merced á otros montantes, se<br />

impide á la misma que siga el movimiento de<br />

la muela, pero cuidando que la sujeción sea<br />

de modo que pueda ceder á las oscilaciones de<br />

ésta; por lo demás, la plataforma puede subir<br />

ó bajar sobre dicha muela, para que el roce<br />

del corcho se efectúe siempre por medio de<br />

un tornillo. Esta modificación, á pesar de ser<br />

sencilla, entraña varias é importantísimas<br />

ventajas, que vamos á enumerar:<br />

1. a Exige menos fuerza motriz para blanquear<br />

triple cantidad de arroz, porque el corcho<br />

de la plataforma cede á las oscilaciones<br />

de la muela y no opone la resistencia que<br />

cuando está colocado sobre el registro.<br />

2." Las operaciones todas necesarias al<br />

blanqueo se hacen en la nueva disposición


ARR — 544 — ARR<br />

de clasificación y separación del salvado y<br />

medianos, y después la mezcla de cascarilla<br />

y arroz sufren la acción de un ventilador,<br />

que separa la primera y deja limpio al grano.<br />

Descascarilladores.—El descascarillado del<br />

arroz se hace, y con ventaja, por medio de<br />

máquinas especiales llamadas descascarilladores,<br />

entre las cuales figuran en primera línea<br />

las dos que vamos á describir. La figura 273<br />

Figura 274.—Descascarillador Gamieron<br />

representa el aparato llamado generalmente<br />

descascarillador universal (sistema Pili y Barraba),<br />

porque se presta admirablemente á la<br />

descortización ó separación de la película exterior<br />

del trigo, cebada, etc., y al descascarillado<br />

del arroz, avena, cañamones, etc., pasando<br />

de la limpia al descascarillado, según<br />

que se le da al aparato más ó menos velocidad<br />

y alimentación ó carga.<br />

El descascarillador universal emplea como<br />

órganos de trabajo dos series de conos metálicos,<br />

unos fijos y otros movibles. Los primeros<br />

están retenidos entre círculos de fundición<br />

en la pared cilindrica que les envuelve,<br />

mientras que los segundos ó de revolución,<br />

intercalados entre aquéllos, van montados en<br />

el árbol vertical que atraviesa el aparato. La<br />

superficie de las dos series de conos es escabrosa<br />

por motivo de estar picado el palastro,<br />

presentando la escabrosidad los conos móviles<br />

encima, y los flojos, por el contrario, debajo,<br />

para que se correspondan las escabrosidades.<br />

Por lo demás, estos conos pueden hacerse, no<br />

tan sólo de palastro, sino de alambre de acero<br />

ó de fundición.<br />

Este aparato está fundado en principio en j<br />

la fuerza centrífuga; puede marchar por cual- |<br />

quier motor; el movimiento transmitido á la<br />

polea correspondiente, según la velocidad necesaria<br />

al trabajo que se desea hacer, se comunica<br />

en seguida al árbol vertical, que tiene<br />

los conos de revolución por el intermedio de<br />

conos de fricción, como indica la figura, ó<br />

tiene lugar directamente por una polea horizontal.<br />

La alimentación ó carga se hace por la<br />

tolva ó cono invertido que la misma figura<br />

indica con sobrada claridad, ocupando la cavidad<br />

superior del cilindro que dejan los conos.<br />

Cuando el aparato está trabajando, el<br />

grano penetra por el centro, sobre eí primero<br />

de los conos movibles, donde recibe la acción<br />

de la fuerza centrífuga, que le arrastra hacia<br />

la circunferencia, siguiendo la inclinación del<br />

cono de abajo arriba, y sufriendo la acción entre<br />

las dos superficies estriadas de los palastros<br />

fijos y móviles; los granos caen entonces<br />

en un segundo compartimiento, entre el primer<br />

cono móvil que se encuentra debajo y un<br />

nuevo cono fijo inferior, que atraviesan rápidamente,<br />

porque no encuentran sino superficies<br />

lisas que no pueden detener la caída; llegan<br />

á la abertura dejada bajo del cono fijo, y<br />

entran en el tercer compartimiento, para ser<br />

sometidos á la acción centrífuga, y seguir la<br />

misma marcha que antes. Compréndese por<br />

lo dicho, que si el número de conos es de cinco,<br />

por ejemplo, para cada serie, otras tantas<br />

veces sufrirán los granos este movimiento alternativo<br />

de subida y bajada, acompañado de<br />

una serie de choques, debidos al estriado ó asperezas<br />

de los conos y á los cambios de dirección.<br />

Con un aparato como el descrito, y consumiendo<br />

solamente 1,5 caballos de fuerza, se<br />

puede reemplazar, según Ronna, el trabajo de<br />

las muelas que exigirán una potencia de ocho<br />

á diez caballos, sin obtener nada de harina.<br />

El otro aparato que debemos describir es<br />

el llamado descascarillador Ganneron, que<br />

representamos en la figura 274. Consta este<br />

aparato de tres partes esenciales: 1. a , una<br />

tolva, que contiene el arroz con cascarilla;<br />

2.", un armazón que sostiene dos pares de cilindros<br />

superpuestos, entre los cuales pasa el<br />

grano al caer de la tolva; 3.", un ventilador<br />

que aspira las cascarillas en el momento en<br />

que se desprenden del grano que revisten.<br />

Una compuerta reguladora que se maneja<br />

por un tornillo, establece la comunicación entre<br />

la tolva y los cilindros. La manivela da<br />

una velocidad de 35 á 40 revoluciones por<br />

minuto, que es la necesaria para la operación,<br />

que regulan los volantes manivelas, que actúan<br />

sobre el eje de los cilindros; una correa<br />

mantiene la separación obtenida con estos dos<br />

volantes.<br />

El grano descascarillado se escapa por la<br />

parte inferior, mientras que la cascarilla es<br />

proyectada fuera. La aspiración se regula con<br />

dos tornillos de presión.<br />

Cuando se trabaja á mano, un solo hombre<br />

puede, en un aparato combinado al efecto, descascarillar<br />

100 litros de arroz próximamente<br />

por hora. En los aparatos mayores movidos


ARE, — 545 — AEE<br />

al vapor ó por un salto de agua, se pueden<br />

deseascarillar hasta 1.000 kilogramos en el<br />

mismo tiempo de una hora.<br />

PERLADO ó BLANQUEO.—Pilones y cardas.—<br />

Así que el grano de arroz ha quedado libre<br />

de su cascarilla y completamente limpio de<br />

salvado, polvo, medianos, etc., se procede á<br />

darle cierto brillo, ó sea al perlado, satinado ó<br />

abrillantado, que consiste en quitarle la película<br />

rojiza ó pericarpio que todavía conserva.<br />

Esta operación puede también verificarse<br />

de varios modos, pero nosotros sólo nos ocuparemos<br />

de los principales.<br />

Antiguamente, y aun hoy en algunos puntos,<br />

el perlado del arroz se verifica por-medio<br />

Figura 275.—Aparato Taagye<br />

de pilones ó en las cardas. Los pilones con levas<br />

determinan un frotamiento enérgico de<br />

los granos sanos en el interior de los potes ó<br />

morteros de fundición de forma esferoidal; el<br />

arroz sufre una grande y repetida fricción sin<br />

romperse.<br />

Las cardas, compuestas de platos de madera<br />

provistos de puntas oblicuas ó acodadas,<br />

sujetas sobre cuero, reemplazan en ciertas fábricas<br />

al trabajo de los pilones y limpiadoras.<br />

Uno de los platos es fijo, mientras que el otro<br />

gira á razón de ciento cincuenta vueltas por<br />

lo menos al minuto. El arroz estrujado entre<br />

los dientes de los dos platos pierde su película<br />

como en los pilones.<br />

Aparato Tangye.—Los reputados constructores<br />

Sres. Tangye, Brothers y Holman, de<br />

Birmingham, construyen un aparato para<br />

perlar el arroz, muy empleado en la India, y<br />

•Día—IL<br />

también en algunos puntos de Europa, cuyo<br />

aparato representamos en la figura 275. Consiste<br />

este aparato en una piedra ordinaria,<br />

montada sobre un eje horizontal que pasa por<br />

el centro del tambor cubierta. Este tambor<br />

gira despacio y en sentido inverso al de la<br />

piedra, y está forrado en su interior con tela<br />

metálica para que pueda escapar el polvillo.<br />

El grano entra por una tolva, pasa por el<br />

agujero de la piedra, y se coloca entre ésta y<br />

la tela metálica. Merced al rápido movimiento<br />

de la piedra, y al contrario, y lento del<br />

tambor, se produce una fricción que hace<br />

que el arroz se dilate y rompa el pericarpio,<br />

que sale en forma de polvo por entre las mallas<br />

de la tela metálica.<br />

Estos aparatos<br />

se pueden<br />

cargar y descargarautomáticamente<br />

ó á mano,<br />

y sirven también,<br />

modificando las<br />

velocidades, para<br />

descortezar el trigo<br />

ó cualquier<br />

otro cereal semejante.<br />

Procedimiento<br />

val ene iano.—En<br />

Valencia hacen<br />

esta operación<br />

por medio de pequeñas<br />

muelas<br />

que frotan el<br />

arroz por la parte<br />

exterior y cilindrica,<br />

y contra<br />

una plancha de<br />

hierro picada, que<br />

constituye una<br />

envolvente. Esta<br />

fricción la experimenta<br />

el grano<br />

descascarillado en<br />

el espacio ó corona<br />

circular que<br />

queda entre la piedra corredera ó muelecita, y<br />

la superficie interior y picada del cilindro de<br />

palastro. El ancho de esta corona es de unos<br />

0,025 metros, y el arroz entra en ella por la<br />

parte superior y sale por la inferior, por un<br />

agujero lateral que tiene la plancha de hierro,<br />

escapándose el polvillo que se desprende<br />

por los agujeros de la plancha.<br />

Como se comprende á la simple vista, la<br />

fricción que sufre el arroz en este aparato es<br />

función de tres variables principalmente: la<br />

velocidad que lleva la muela , que se eleva á<br />

300 y 400 revoluciones por minuto; el ancho<br />

del espacio circular ó corona, que influyen en<br />

la velocidad con que desciende el arroz, y por<br />

consiguiente, en el tiempo que éste sufre dicha<br />

fricción; por último, se gasta naturalmente<br />

con el uso, y el espacio se va ensanchando<br />

; para llevarlo de nuevo á las dimen-<br />

35


ARR — 546 — ARR<br />

siones convenientes, hay en los molinos arroceros<br />

una colección de cilindros de plancha<br />

de hierro, formando escala de 0,70 metros<br />

hasta 0,40, que se van cambiando á medida<br />

que la muelecita se achica, desechándola cuando<br />

disminuye el diámetro á 0,40 metros.<br />

El arroz sale bastante bien de este aparato,<br />

pero en algunas fábricas le someten todavía á<br />

la acción de un ventilador, que separa hasta<br />

la última partícula pulverulenta. A igual<br />

operación debe, por lo tanto, sujetarse el producto<br />

del aparato Tangye, antes descrito.<br />

Aparato Ganneron.—El Sr. Ganneron verifica<br />

el perlado del arroz con una máquina<br />

especial muy sencilla, formada de un cilindro<br />

de palastro picado, que gira por una manivela<br />

en determinado sentido, mientras que el eje<br />

de dicho cilindro gira en sentido opuesto ó<br />

contrario con una velocidad mayor por medio<br />

de otra manivela. El eje giratorio está armado<br />

con paletas que sacuden sin cesar el grano<br />

y le blanquean rápidamente.<br />

Según Ronna, con el descascarillador y perlador<br />

Ganneron se obtienen 60 por 100 próximamente<br />

de arroz intacto perlado y 10 por<br />

100 de polvo, mientras que por los antiguos<br />

procedimientos de los pilones y cepillos de<br />

cáñamo, sólo se obtiene, en Italia especialmente,<br />

un 50 por 100 de arroz blanqueado.<br />

Aparato Moret.—Antes de dar por terminado<br />

este punto, vamos á describir lo más extensamente<br />

posible un procedimiento de blanqueo<br />

ó perlado, por el que pidió privilegio de<br />

invención D. Cayetano Moret, de Valencia.<br />

El aparato de este inventor tiene por objeto<br />

aprovechar todas las superficies de la muela,<br />

á saber: las dos caras planas y la superficie<br />

cilindrica para el perlado del arroz, lo que no<br />

puede conseguirse en los aparatos antiguos.<br />

La piedra se fija invariablemente al árbol<br />

como las ordinarias; es sensiblemente cilindrica,<br />

y está rodeada lateralmente por un cilindro<br />

de chapa metálica agujereada, con las<br />

rebabas en su parte cóncava como en el sistema<br />

conocido; la distancia de la chapa á la piedra<br />

es de 6 milímetros próximamente, pero<br />

puede aumentarse y disminuirse á voluntad<br />

esta distancia; á la misma distancia de 6 milímetros<br />

está colocada, bajo la base inferior de<br />

la muela, una chapa de hierro agujereada, plana.<br />

Como el cilindro exterior tiene mayor altura<br />

que la piedra, queda sobre ésta un espacio<br />

que se cierra por una tapa de madera que<br />

descansa sobre aquél; esta tapa va revestida<br />

interiormente de una tela metálica de malla<br />

fina. El ojo de la muela es bastante grande, y<br />

la tapa de madera lleva ó sostiene un cilindro<br />

metálico, abierto por ambos lados, que tiene<br />

hacia el medio un diafragma de madera, en el<br />

que se han practicado dos aberturas, con un<br />

tubo de hoja de lata cada una; al diafragma<br />

van fijadas dos paletas planas de hierro, y<br />

tanto éstas, como los extremos inferiores de<br />

aquellos tubos, penetran en el ojo de la muela.<br />

El cilindro de palastro agujereado se fija por<br />

medio de ocho tornillos de presión, que á su<br />

vez engranan con tuercas colocadas en las<br />

columnas, estando éstas sujetas en las cruces<br />

de madera sobre que descansa toda la parte<br />

inmóvil del aparato.<br />

La muela merece una descripción especial<br />

para que se pueda comprender bien el efecto<br />

que produce. Supongámosla torneada de modo<br />

que afecte una superficie cilindrica; trácense<br />

sobre ella dos hélices cuyos pasos sean dobles<br />

de la altura de la piedra; hágase en seguida<br />

una incisión en las hélices que tengan, por<br />

ejemplo, 3 milímetros de profundidad; rebájese<br />

ó lábrese la piedra desde las hélices hasta<br />

la base superior de la misma, pero no por<br />

igual, porque así se obtendría una superficie<br />

cilindrica que tendría 3 milímetros menos de<br />

radio que la anterior, sino disminuyendo el<br />

espesor ó profundidad de la labra desde las<br />

hélices, donde ésta es de 3 milímetros, hasta<br />

la circunferencia de la baee superior de la<br />

muela, donde es de 0 milímetros, ó sea nula.<br />

Compréndese de este modo que la piedra, después<br />

de este labrado especial, ofrecerá—si se<br />

considera una generatriz del cilindro—un resalto<br />

brusco de 3 milímetros, donde la generatriz<br />

encuentra la hélice, ó lo que es lo mismo,<br />

la muela presentará dos planos inclinados helizoidales<br />

ó en espiral.<br />

Sobre el aparato va, como en todos los<br />

otros, una tolva donde se carga el arroz, que<br />

cae en el cilindro metálico, pudiéndose graduar<br />

esta caída á voluntad. Penetra este arroz<br />

en el ojo de la muela por los tubos de hoja de<br />

lata, y como en seguida que sale de ellos participa<br />

en cierto modo del movimiento de rotación<br />

de la muela, y se une á las paredes interiores<br />

del ojo de la misma, se hacen necesarias<br />

las paletas que antes hemos dicho, que lo<br />

separan y evitan la aglomeración. 1 El arroz<br />

cae de la tolva sobre la chapa agujereada;<br />

unos cuchillos-fijos al árbol de la piedra hacen<br />

que el grano penetre bajo de ésta, empezando<br />

aquí la acción del aparato, que obra en<br />

toda la base de la muela como las ordinarias<br />

de descascarillar arroz. La muela gira con una<br />

velocidad de 500 -vueltas por minuto; la fuerza<br />

centrífuga impele al grano hacia la circunferencia,<br />

y allí empieza éste á ascender por los<br />

planos inclinados espirales de dicha muela,<br />

sufriendo al propio tiempo la acción lateral<br />

de ella. Así que el grano ha llegado á la base<br />

superior de la muela, continúa girando con<br />

ésta y golpeándose continuamente contra la<br />

tela metálica de que va revestida la tapa del<br />

aparato, hasta que, por último, encuentra la<br />

salida.<br />

En realidad, aquí debiera darse por terminado<br />

el trabajo del arroz para expenderlo al<br />

comercio; pero en muchas partes aun le someten<br />

á otro tratamiento, que vamos á describir<br />

sucintamente, pues en nuestra opinión<br />

debiera prescindirse de él.<br />

PULIMENTADO. — Pulimenlador Tangye. —<br />

La figura 276 representa un aparato muy moderno,<br />

empleado para esta operación. Consiste<br />

el aparato en un cono hueco vertical, dentro


ARR — 547 — ARR<br />

del cual gira otro cono montado sobre un eje<br />

también vertical. Las superficies de ambos están<br />

forradas con una piel de carnero, y en<br />

la parte baja hay un ventilador y cernedero.<br />

El grano, después de entrar por la tolva á lo<br />

alto del cilindro, pasa entre las pieles y se<br />

le pule por la fricción que sobre él ejercen<br />

éstas. El ventilador quita el polvo, y el cernedor<br />

clasifica el grano y separa si hay algún<br />

mediano.<br />

Aunque muy poco usados ya, se suelen todavía<br />

emplear para esta operación del pulimen-<br />

Figura 276.—Pulimentador Tangye<br />

tado, los cilindros de cepillos de pelo de jabalí;<br />

pero deben desecharse en nuestra opinión,<br />

porque además de ser muy caros de reparación,<br />

no son necesarios después del tratamiento<br />

en las muelecitas, según hemos visto,<br />

pues podremos graduar el tratamiento en<br />

éstas de manera á obtener el producto que<br />

deseemos, y de una sola vez, cosa que difícilmente<br />

se consigue en los aparatos de cerda de<br />

jabalí.<br />

Pulimentador Moret.—El Sr. Moret ha modificado<br />

también este último aparato, dándole<br />

la forma cilindrica ó ligeramente cónica, y<br />

está formado por un tambor de madera erizado<br />

de cepillos sobre todas sus caras, y rodeado<br />

por una envolvente de chapa metálica que<br />

afecta la misma forma que el tambor de cepillos.<br />

Sobre la superficie lateral de dicho<br />

tambor van fijadas dos bandas de corcho en<br />

hélice, que forman sobre la superficie de los<br />

cepillos el resalto necesario para la subida<br />

del arroz. El pulimentador presentará, por<br />

consiguiente, los mismos planos inclinados<br />

helizoidales que la muela, y se hará el puli­<br />

mento según los mismos principios que explicamos<br />

en el blanqueo.<br />

Como no conocemos prácticamente ni el<br />

pulimentador ni el blanqueador del Sr. Moret<br />

, nos hemos limitado á dar su descripción,<br />

sin atrevernos á recomendarlos.<br />

LEGISLACIÓN.— Por razones de higiene se<br />

han limitado en todos los países cultos las<br />

zonas destinadas al cultivo del arroz, por medio<br />

de acotamientos oficiales, reservándose la<br />

Administración además la facultad de prohibir<br />

el cultivo de ese cereal, cuando sea perjudicial<br />

á la salud pública en una población cualquiera,<br />

por desarrollarse alguna epidemia. He<br />

aquí las disposiciones vigentes:<br />

«.Real orden de 10 de Mayo de 1860.—He<br />

dado cuenta á la reina (q. D. g.) del expediente<br />

general relativo al cultivo del arroz, y<br />

de las reiteradas reclamaciones hechas en solicitud<br />

de que se aprueben por la Superioridad<br />

los acotamientos de tierras arrozales ejecutados<br />

provisionalmente el año 1842, con autorización<br />

de ese Gobierno de provincia, en los<br />

pueblos de su costa de Levante; y deseando<br />

S. M. conciliar el interés público con el de<br />

los labradores, y fijar reglas para lo sucesivo<br />

que den mayor garantía de acierto y de ejecución<br />

de lo mandado acerca de tan importante<br />

ramo de la agricultura, se ha servido<br />

dictar las disposiciones siguientes:<br />

«Primera. Desde esta fecha serán objeto<br />

de concesión real, expedida por el Ministerio<br />

de Fomento, las autorizaciones para acotar<br />

terrenos destinados al cultivo del arroz, previa<br />

formación de expedientes instruidos con<br />

la formalidad y requisitos que se establecerán<br />

en un reglamento especial.<br />

«Segunda. El que en adelante contraviniese<br />

á esta Real disposición haciendo plantaciones<br />

de arroz en terrenos no acotados legalmente<br />

, sufrirá las penas señaladas en las leyes<br />

y prescripciones vigentes sobre la materia,<br />

inclusa la pérdida de la cosecha, que será<br />

arrancada por su cuenta, y satisfará además<br />

otro tanto del valor de ella y todos los gastos<br />

que con tal motivo se originen.<br />

«Tercera. Queda también reservada al<br />

Gobierno la facultad de prohibir el cultivo<br />

del arroz aun eu los terrenos acotados ó que<br />

en lo sucesivo se acoten, siempre que, en virtud<br />

de reclamaciones bastantemente justificadas,<br />

y del expediente que por efecto de ellas<br />

habrá de instruirse, resulte plenamente probado<br />

que las plantaciones del arroz causan<br />

notorios perjuicios á la salud pública en cualquiera<br />

comarca ó pueblo.<br />

«Cuarta. Se aprueban los acotamientos de<br />

tierras arrozales hechos el año de 1842 en los<br />

pueblos de la costa de Levante de esa provincia,<br />

con sujeción á lo que resulte de los respectivos<br />

expedientes, en cuanto á la extensión<br />

de los terrenos que se hallen acotados provisionalmente.<br />

«Quinta. Se aprueban igualmente los acotamientos<br />

hechos después de la época citada<br />

en la disposición anterior, siempre que se


ARR — 548 — ARR<br />

hayan, ejecutado con autorización de ese Gobierno<br />

civil, concedida con arreglo á las prescripciones<br />

vigentes.<br />

»Sexta. Se levantará en cada distrito municipal<br />

un plano expresivo de todos los acotamientos<br />

que haya en él, separando éste de<br />

los terrenos limítrofes por medio de azarbes<br />

ó salvadaños de la correspondiente anchura y<br />

profundidad. Para el cumplimiento de esta<br />

disposición se observarán las reglas siguientes:<br />

»1." Nombrará V. S. un perito, que deberá<br />

ser precisamente arquitecto, maestro de<br />

obras ó director de caminos vecinales, para<br />

cada pueblo en que haya plantaciones de<br />

arroz.<br />

»2." Este perito se asociará de dos agrimensores,<br />

y en su defecto, de dos prácticos<br />

conocedores del país, nombrados por el Ayuntamiento<br />

respectivo, y de un individuo de la<br />

municipalidad ó de otro representante de ésta,<br />

á elección de la misma.<br />

»3. a Constituida esta Comisión, y con presencia<br />

de todos los datos que obren en el<br />

Ayuntamiento ó que faciliten los interesados<br />

por orden de éste, se ocupará ante todo de<br />

levantar un plano general que comprenda en<br />

globo todo el terreno que hay en el pueblo<br />

acotado para cosechar arroz, en el que se<br />

marque la línea divisoria entre las tierras<br />

acotadas y las que no lo están.<br />

»4. a Este plano se expondrá al publico por<br />

término de un mes en la casa de Aj'untamiento,<br />

á fin de que los que se crean con derecho<br />

para hacer alguna reclamación, lo verifiquen<br />

dentro de aquel plazo, exhibiendo precisamente<br />

el título de acotamiento en que la<br />

funda.<br />

»5." Pasado el término referido, la Comisión<br />

hará en el plano las rectificaciones que<br />

sean procedentes, y en seguida fijará sobre<br />

el terreno, con señales permanentes, los puntos<br />

que ha de recorrer la zanja, azarbe ó salvadaño<br />

que ha de dejar aislado y separado del<br />

que no lo está todo el terreno acotado.<br />

»6." Verificada esta operación, remitirá<br />

el expediente íntegro á ese Gobierno de provincia,<br />

con un informe ó Memoria razonada,<br />

en que cuidará de expresar muy particularmente<br />

las dimensiones que debe tener la zanja.<br />

»7." Tomando V. S. los mayores conocimientos<br />

que estime necesarios, y acordando<br />

las nuevas rectificaciones que á su juicio exijan<br />

las reclamaciones que se hayan presentado,<br />

resolverá en definitiva el expediente dentro del<br />

mes siguiente á su remisión, mandando se<br />

proceda acto continuo á la apertura de la<br />

zanja por los dueños de las tierras arrozales ó<br />

por el Ayuntamiento respectivo, pero sujetándose<br />

siempre al resultado de la inspección<br />

que deberá practicar la Comisión después de<br />

que el alcalde dé parte de quedar aquélla concluida.<br />

»8." Verificada dicha inspección , y hallada<br />

conforme la zanja ó rectificada, según proceda,<br />

pasará la misma Comisión á demarcar,<br />

bien en el mismo plano general ya formado,<br />

bien en otros complementarios de éste, conforme<br />

sea la extensión del terreno, todos los<br />

campos que constituyen el acotamiento general.<br />

A estos planos acompañará una lista ó<br />

relación expresiva de la cabida de cada campo<br />

y del dueño del mismo.<br />

»9." El plano general y los demás que<br />

sean necesarios, según lo dispuesto anteriormente<br />

, se formarán por duplicado. Un ejemplar<br />

quedará unido al expediente de su referencia<br />

en el Gobierno de la provincia; el otro<br />

se remitirá al Ayuntamiento para que lo conserve<br />

en su archivo.<br />

»10. La zanja divisoria en los acotamientos<br />

deberá quedar abierta dentro de un año,<br />

contado desde la fecha de esta Real orden.<br />

Transcurrido este plazo, no se considerará<br />

acotado, ni se permitirá la cosecha del arroz<br />

en terreno ninguno en que no se haya llenado<br />

aquel requisito.<br />

»11. Todos los gastos que ocasionen las<br />

operaciones mandadas en las reglas anteriores<br />

serán de cuenta de los dueños de las tierras<br />

arrozales respectivas. El Gobernador señalará<br />

las dietas, ú honorarios que ha de percibir<br />

cada uno de los individuos de la Comisión, y<br />

su importe será satisfecho, tan luego como<br />

terminen su cometido, de los fondos de cequiaje<br />

ó destinados para el riego, sin perjuicio del<br />

reintegro por los respectivos propietarios.<br />

»De Real orden lo digo á V. S. para su<br />

cumplimiento y efectos consiguientes. Dios<br />

guarde á V. S. muchos años. Aranjuez 10 de<br />

Mayo de 1860.— Comerá. — Sr. Gobernador<br />

de la provincia de Valencia.»<br />

Por Real orden de 13 de Abril de 1861 se<br />

nombró una Comisión para que estudiara y<br />

propusiera al Gobierno las ventajas é inconvenientes<br />

que pueda ofrecer el cultivo del<br />

arroz en los términos municipales de Tortosa<br />

y Amposta.<br />

En 15 de Abril del mismo año se publicó<br />

el Reglamento para la ejecución de la Real<br />

orden de 10 de Mayo de 1860 relativa al acotamiento<br />

de terrenos con destino al cultivo<br />

del arroz. Dice así:<br />

«Artículo 1.° De conformidad con la Real<br />

orden de 10 de Mayo de 1860, queda prohibido<br />

dicho cultivo fuera de coto, bajo las<br />

penas que se expresarán.<br />

sArtículo 2.° No se admitirán peticiones<br />

de acotamientos para el cultivo de arroz que<br />

no se refieran á terrenos naturalmente pantanosos,<br />

improductivos para otra cosecha, y en<br />

los que el estancamiento de sus aguas pueda<br />

ser perjudicial á la salud pública.<br />

«Artículo 3.° La instrucción de los expedientes<br />

de acotamientos de terrenos para el<br />

cultivo de arroz se verificará con sujeción á<br />

las reglas siguientes:<br />

»L" La solicitud se presentará al gobernador<br />

de la provincia, y en ella se expresará<br />

si el terreno reúne las circunstancias de que<br />

habla el artículo 2.°, determinando su cabida,<br />

linderos, partido y término en que radique.


ARR — 549 — ARR<br />

A esta solicitud se acompañará documento que<br />

justifique que el recurrente cuenta con el<br />

agua necesaria para el cultivo de arroz en el<br />

campo cuyo acotamiento se pretenda.<br />

«2. a El gobernador publicará en el Boletín<br />

oficial de la provincia la referida petición,<br />

para que en el término de quince días se interpongan<br />

las reclamaciones que se estimen<br />

conducentes por parte de los que se crean<br />

perjudicados, así en cuanto al acotamiento<br />

como en cuanto al riego.<br />

«3. a Transcurrido el plazo referido, se remitirá<br />

el expediente, con las reclamaciones<br />

que se hubiesen presentado, al alcalde del<br />

pueblo en cuyo término se pida el acotamiento.<br />

El alcalde nombrará un arquitecto, maestro<br />

de obras, director de caminos vecinales ó<br />

agrimensor que mida la distancia que existe<br />

desde el extremo del campo que se pretende<br />

acotar más cercano á la población, al caserío<br />

de la misma. Si resultase ser menos de kilómetro<br />

y medio, se sobreseerá en el expediente<br />

en virtud del dictamen del facultativo que<br />

hubiese practicado la medición, anchura, profundidad<br />

y demás circunstancias de los salvadaños<br />

que convenga construir, caso de autorizarse<br />

el acotamiento.<br />

»4." Si la distancia fuese mayor de la designada<br />

como mínimum, dispondrá el alcalde<br />

que una Comisión, compuesta del mismo ó del<br />

teniente que delegue, del secretario del Ayuntamiento<br />

y dos peritos agrícolas ó prácticos<br />

conocedores del país, elegidos por la Municipalidad,<br />

reconozcan el terreno con presencia<br />

del dictamen referido anteriormente, examinando<br />

si tiene algún arbolado, qué cosechas<br />

se han hecho en él hasta entonces, cuáles son<br />

sus circunstancias agronómicas, su desnivel<br />

respecto á los terrenos colindantes, la humedad<br />

que en él se observe, los medios de desagüe<br />

que se hayan establecido, y qué planta<br />

cría naturalmente. El resultado de este reconocimiento<br />

se hará constar en el expediente<br />

por declaración de los peritos, que firmarán<br />

también con el alcalde ó teniente y el secretario.<br />

«5. a Para el acto del reconocimiento marcado<br />

en la regla anterior, se citará personalmente<br />

á los propietarios de los terrenos colindantes<br />

, sus apoderados ó representantes, para<br />

que manifiesten si consideran que el acotamiento<br />

ó riego puede perjudicar á su propiedad<br />

, y se les admitirán las justificaciones que<br />

produzcan en apoyo de la oposición. Además<br />

de esta citación, dispondrá el alcalde que se<br />

haga pública por medio de bandos ó anuncios,<br />

según costumbre en el pueblo, fijando el día<br />

y la hora del reconocimiento, por si cualesquiera<br />

otros interesados tuvieran derechos ó<br />

perjuicios que aducir.<br />

«6. a Pasado este plazo, acordará el alcalde<br />

que dos facultativos en medicina, uno del<br />

pueblo en cuyo término esté situado el campo<br />

que se trata de acotar, y el otro del más inmediato<br />

á éste, informen si el acotamiento<br />

podrá perjudicar ó no á la salud pública.<br />

«7. a Practicadas estas diligencias, se remitirá<br />

el expediente al gobernador de la provincia,<br />

quien, previo informe de la Junta ó Corporación<br />

encargada de la administración de<br />

las aguas que hayan de fertilizar el campo de<br />

que se trata, del de la Junta de Sanidad de la<br />

provincia, Sección de Agricultura y demás que<br />

considere necesarios, lo remitirá con el suyo<br />

al Ministerio de Fomento para la resolución<br />

definitiva.<br />

«Artículo 4.° Las nuevas concesiones de<br />

acotamiento se anotarán é incluirán en los<br />

planos parcelarios formados en cumplimiento<br />

de la Real orden de 10 de Mayo del año último<br />

, en las relaciones de los mismos y en el<br />

padrón de riego que debe llevarse en cada<br />

acequia.<br />

«Artículo 5.° A tenor de la Real orden<br />

antes citada, queda reservada al Gobierno<br />

de S. M. la facultad de prohibir el cultivo de<br />

arroz en los terrenos acotados, ó que en lo<br />

sucesivo se acoten, siempre que en virtud de<br />

reclamaciones bastantemente justificadas, y<br />

del expediente que por efecto de ellas habrá<br />

de instruirse, resulte plenamente probado que<br />

las plantaciones de arroz causan notorios perjuicios<br />

á la salud pública en cualquier comarca.<br />

Se instruirán también de oficio expedientes<br />

de averiguación de dichos perjuicios, siempre<br />

que lo estimen necesario los Ayuntamientos<br />

y gobernadores.<br />

«Artículo 6.° Dispondrán estos últimos lo<br />

conveniente para que desde el 20 de Junio al<br />

20 de Julio de cada año se reconozcan los términos<br />

de los pueblos en que se cultiva arroz,<br />

á fin de averiguar si se ha plantado fuera de<br />

coto, y el estado en que se encuentran los<br />

azarbes ó salvadaños construidos. Si del reconocimiento<br />

resultaren infracciones de este reglamento<br />

, exigirá al cultivador fuera de coto<br />

la responsabilidad que se determina en el artículo<br />

8.°; y si los azarbes ó salvadaños no estuvieren<br />

en buen estado, dispondrá que se<br />

hagan en ellos por quien corresponda las obras<br />

necesarias para dejarlos corrientes.<br />

«Artículo 7.° Terminado un expediente<br />

por la concesión ó negativa del coto, se reunirá<br />

al general del término á que pertenezca.<br />

La resolución se publicará en el Boletín oficial<br />

de la provincia, y se dará de ella certificación<br />

al interesado, aun cuando no la pida.<br />

«Artículo 8.° El cultivador de arroz fuera<br />

de coto sufrirá las penas señaladas en las leyes<br />

y prescripciones vigentes sobre la materia,<br />

inclusa la pérdida de la cosecha, que será<br />

arrancada por su cuenta, y satisfará además<br />

otro tanto del valor de ella, y todos los gastos<br />

que con tal motivo se originen, según lo mandado<br />

en la Real orden de 10 de Mayo del año<br />

último.<br />

«Artículo 9.° Por estar incluido un campo<br />

dentro de los límites de acotamiento de un<br />

pueblo ó partido, no se considerará acotado<br />

si no tiene concesión.<br />

«Artículo 10. Tampoco se considerará acotado<br />

un campo en el cual, con posterioridad


ARR — 550 — ARR<br />

al año 1855, no se haya cosechado arroz, aun<br />

cuando esté comprendido en acotamiento general<br />

ó parcial de fecha anterior, si en él se<br />

hubieren hecho con buen éxito otra clase de<br />

cultivos y hubieren desaparecido por consiguiente<br />

las condiciones señaladas en el artículo<br />

2.°<br />

y>De los planteles de arroz.— Artículo 11.<br />

No se permitirá la cría de planteles de arroz<br />

en terrenos que no estén acotados para ella.<br />

La concesión de acotamientos para planteles<br />

se hará por el gobernador de la provincia.<br />

«Artículo 12. En los pueblos donde no haya<br />

coto señalado para dichos planteles, se procederá<br />

á designarlo mediante la instrucción<br />

del oportuno expediente, dando la preferencia<br />

á las partidas más hondas, cuyas filtraciones<br />

puedan perjudicar menos, y á las más distantes<br />

de poblado en la dirección de los vientos<br />

dominantes.<br />

«Artículo 13. Se instruirán los expedientes<br />

de que se trata ante el Ayuntamiento respectivo,<br />

oyendo el dictamen de la autoridad<br />

ó corporación que en el pueblo esté encargada<br />

de la administración de las aguas que han de<br />

utilizarse, el parecer de los facultativos en<br />

medicina elegidos por el Ayuntamiento, y el<br />

informe de un perito agricultor nombrado por<br />

el mismo, pero que no tenga interés en la partida<br />

que se trate de acotar. No podrán comprenderse<br />

en los acotamientos los huertos de<br />

ninguna clase, ni los terrenos que estén á distancia<br />

menor de medio kilómetro desde la última<br />

casa del casco de la población. El término<br />

para la instrucción del expediente será<br />

desde el 15 de Agosto al 15 de Septiembre;<br />

para este último día se remitirán las diligencias<br />

al gobernador de la provincia para su<br />

resolución definitiva.<br />

«Artículo 14. Si en los dos primeros años<br />

de acotado un terreno para la cría de plantel de<br />

arroz, apareciese que sus filtraciones causan<br />

perjuicio á tercero, éste será estimado por dos<br />

peritos agricultores que nombre el alcalde, y<br />

satisfecho su importe por los cultivadores de<br />

los campos de que emane el perjuicio. Si los interesados<br />

pidieren la certificación del perímetro<br />

de coto y el que se dejen fuera del mismo<br />

los campos supuestos causantes del perjuicio,<br />

el expediente deberá remitirse al gobernador<br />

para su resolución, observándose los mismos<br />

trámites que para el de señalamiento de cotos.<br />

«Artículo 15. Se permitirá el acotamiento<br />

para cría de planteles de arroz en varias partidas<br />

de un mismo término, con sujeción á lo<br />

prescrito en los artículos anteriores. Siendo<br />

más de una las partidas acotadas, el Ayuntamiento,<br />

oyendo á los peritos agricultores,<br />

acordará el turno que debe guardarse entre<br />

las mismas para la cría de plantel, y el número<br />

de años que puede hacerse en cada una. La<br />

que no esté en turno, se considerará durante<br />

este período como no acotada.<br />

«Artículo 16. Siempre que se creyera que<br />

las partidas destinadas á hacer plantel de arroz<br />

en cada término son insuficientes para sumi­<br />

nistrar el que necesite el cultivo en el mismo,<br />

los Ayuntamientos, de oficio ó á instancia<br />

de algún interesado, procederán á la instrucción<br />

del expediente de acotamiento de otras<br />

partidas, haciendo constar en él el número de<br />

hectáreas que en cada término hubiere destinadas<br />

al cultivo de arroz, el de las que estuviesen<br />

acotadas para plantel, y el de las que<br />

por término medio se destinen á éste cada<br />

año, expresando también las que se necesiten<br />

acotar de nuevo con la alternativa correspondiente.<br />

«Artículo 17. Del 10 al 15 de Junio de<br />

cada año mandarán los alcaldes de los pueblos<br />

en cuyo término haya planteles de arroz, que<br />

para el 30 del mismo mes queden arrancados<br />

y desaguados los campos. Transcurrido dicho<br />

día, se procederá por los alcaldes, de oficio, á<br />

costa de los contraventores, al arranque de<br />

los planteles que estuviesen aún en pie, y al<br />

desagüe de los campos que permanecieren embalsados.<br />

El contraventor pagará por cada 8<br />

áreas 31 centiáreas (una hanegada) en que estuviese<br />

subsistente el plantel ó el embalse, la<br />

multa de 20 reales, satisfecha en el papel correspondiente.<br />

En los días del 1." al 15 de Julio<br />

procederán los alcaldes á llevar á efecto lo<br />

mandado en este artículo, y al que omitiese el<br />

cumplimiento de este servicio, se le exigirá la<br />

responsabilidad en que incurra.<br />

«Artículo 18. A los cultivadores que críen<br />

plantel fuera de coto, se les exigirá la misma<br />

responsabilidad que determina el artículo 8.°<br />

de este Reglamento.<br />

«Artículo 19. El gobernador dictará las<br />

providencias que crea convenientes para averiguar<br />

si los alcaldes han cumplido con denunciar<br />

los abusos que se cometan, ó arrancado los<br />

planteles que quedasen existentes dentro de<br />

los límites del coto, después del 30 de Junio.<br />

También acordará que se reconozcan los mojones<br />

de la línea del acotamiento, para saber<br />

si han sufrido alteración.<br />

«Artículo 20. Los guardas rurales y los<br />

regadores darán cuenta al alcalde de los cultivadores<br />

que preparan tierras para plantel<br />

y cría de arroz fuera de coto, designando el<br />

punto donde estén situados los campos. Si no<br />

lo hiciesen, se les. exigirá la multa de 40 reales<br />

por hanegada, y en caso de reincidencia<br />

serán separados de su destino.<br />

«Artículo 21. Los alcaldes pondrán en conocimiento<br />

del gobernador las denuncias que<br />

se les presenten por hacer plantel ó criar arroz<br />

fuera de coto, y no haciéndolo, incurrirán en<br />

la multa de 100 reales por cada 8 áreas 31<br />

centiáreas (una hanegada) que oculten, satisfecha<br />

en el papel correspondiente.<br />

«Artículo 22. A excepción de los derechos<br />

periciales, serán gratuitas todas las actuaciones<br />

que se practiquen en los expedientes relativos<br />

al cultivo y planteles de arroz, tanto por<br />

la Administración provincial, como por la<br />

local, sin exigir cantidad alguna á los interesados<br />

en concepto de impresión de licencias ú<br />

otros cualesquiera.


ARE, — 551 — ARS<br />

7)Artículos adicionales. — 1." Aun cuando<br />

principalmente se refiere este Reglamento á<br />

la provincia de Valencia, donde está más generalizado<br />

el cultivo del arroz, se entenderán<br />

aplicables todos sus artículos á las demás<br />

provincias del reino donde se cultiva ó intente<br />

cultivar dicha planta en terreno de regadío,<br />

con la diferencia de que para cada caso<br />

se determinarán, según se estimen convenientes,<br />

las distancias que con respecto á Valencia<br />

indican los artículos 3.° y 13.<br />

»2.° Quedan derogadas las disposiciones<br />

gubernativas reglamentarias dadas sobre la<br />

materia con anterioridad á la Real orden de<br />

10 de Mayo del año último.»<br />

La Real orden de 10 de Junio de 1864, dando<br />

autorización para acotar ciertos terrenos<br />

del término de Alcira, con destino al cultivo<br />

del arroz, y modificando el artículo 2.° del<br />

Reglamento de 15 de Abril de 1861, dice así:<br />

«limo. Sr.: Visto el expediente instruido en<br />

el Gobierno civil de Valencia á instancia de<br />

D. Joaquín Peris y otros vecinos de Alcira<br />

con objeto de obtener autorización para cultivar<br />

arroz en 770 hanegadas de tierra que<br />

los interesados poseen en la partida de Mar<br />

Roig, término de dicha villa: Considerando<br />

que dichos terrenos, aun cuando no son realmente<br />

pantanosos, se hallan rodeados en su<br />

mayor parte de arrozales que, si no los inutiliza<br />

enteramente para otra clase de cosechas,<br />

á lo menos los desvirtúa bastante por las<br />

considerables filtraciones que tal estado les<br />

ocasiona: Considerando que, aparte de esta<br />

circunstancia, reúnen las de distancia de la<br />

población, posesión del agua necesaria para dicho<br />

cultivo, informes favorables de los facultativos<br />

de medicina, y demás que exige el<br />

Reglamento vigente: Considerando que la prohibición<br />

de cultivar arroz debe ser sostenida<br />

por el Gobierno solamente en los casos de resultar<br />

perjuicios á otros particulares ó á la salud<br />

pública: Atendiendo á que todos los informes<br />

emitidos en este expediente son favorables<br />

á la concesión del coto, excepto el de la Junta<br />

de Agricultura que, fiel observadora del Reglamento,<br />

es de parecer que ínterin éste no se<br />

modifique no puede informar que se acceda á<br />

la petición, si bien en otros expedientes de<br />

igual naturaleza indica la conveniencia de la<br />

modificación para todos los casos como el que<br />

queda expuesto, á fin de no establecer chocantes<br />

anomalías entre unas y otras concesiones,<br />

S. M. la Reina (q. D. g.) se ha servido<br />

resolver que se acceda á la pretensión de los<br />

interesados, y que en todos los casos en que<br />

los terrenos que se pretendan acotar para el<br />

cultivo del arroz se hallen en su totalidad ó<br />

eu su mayor parte, como los de que se trata,<br />

rodeados inmediatamente de otros en que se<br />

verifique el mismo cultivo con la debida autorización,<br />

puedan admitirse las solicitudes que<br />

se entablen al efecto, modificándose en este<br />

sentido el artículo 2.° del actual Reglamento,<br />

continuando el expediente en todo lo demás<br />

con sujeción al mismo, y proponiendo en<br />

cada caso particular la resolución que parezca<br />

más acertada, tanto sobre la concesión ó<br />

negativa del acotamiento solicitado, como sobre<br />

las condiciones especiales que en ciertos<br />

casos pudieran ser indispensables. Es asimismo<br />

la voluntad de S. M. que al otorgarse el<br />

acotamiento solicitado por Peris y consortes,<br />

lo sea con la obligación de hacer en la parte de<br />

Levante, y entre el Río de los Ojos y los primeros<br />

campos de los actuales arrozales, único<br />

lado por el cual no se cultiva arroz en dichos<br />

terrenos, un salvadaños tan ancho y profundo<br />

como sea menester para evitar filtraciones ulteriores<br />

que puedan perjudicar á las tierras<br />

inmediatas, y con la condición, que deberá<br />

consignarse siempre, de que el Gobierno podrá<br />

retirar la autorización concedida cuando<br />

por cualesquiera causas lo estime conveniente,<br />

sin que los interesados tengan derecho á<br />

reclamación alguna.<br />

»De Real orden lo digo á V. I. para su inteligencia<br />

y efectos consiguientes. Dios guarde<br />

á V. I. muchos años. Madrid 10 de Junio<br />

de 1864.— TJlloa.—Sr. Director general de<br />

Agricultura, Industria y Comercio.»<br />

ARRUGAS.—(V. Matricaria.)<br />

ARRURRUZ.— (V. Arrow-root.)<br />

ARSENIATOS (Química).—Desígnanse<br />

con ese nombre las sales que resultan de la<br />

combinación del ácido arsénico con las bases.<br />

En medicina se emplean varios arseniatos, especialmente<br />

el arseniato de sosa. Esta sal se<br />

administra disuelta en agua para combatir<br />

ciertas afecciones de la piel, las fiebres intermitentes<br />

y algunas enfermedades crónicas.<br />

ARSÉNICO.—Cuerpo simple, dotado de<br />

ciertas propiedades metálicas, que constituye<br />

el elemento radical de los compuestos arsenicales,<br />

notables todos ellos por sus virtudes<br />

tóxicas. Cuando el arsénico se halla libre ó<br />

puro, es quebradizo, volátil, del color gris de<br />

acero, y no es venenoso al parecer. En realidad,<br />

ingerido en el estómago, provoca síntomas<br />

de envenenamiento, pero esto es debido<br />

á que se transforma paulatinamente en ácido<br />

arsenioso. De todas maneras, es muy digna de<br />

mención la particularidad de que esos síntomas<br />

solamente se advierten cuando ha transcurrido<br />

bastante tiempo después de haber<br />

sido introducido en el aparato digestivo el<br />

arsénico metálico.<br />

Reducido á polvo muy fino, ese cuerpo se<br />

emplea con la denominación de polvo de moscas<br />

para matar insectos. Cuando se desea conseguir<br />

ese fin, se le coloca en un plato con un<br />

poco de agua, y el ácido arsenioso que se forma<br />

bajo la influencia del aire, basta para que<br />

queden muertas las moscas ú hormigas que se<br />

introducen en el plato. No se debe emplear<br />

ese producto, porque además de ser peligroso<br />

para todos los animales domésticos, al evaporarse<br />

el agua del plato deja un polvo deletéreo<br />

que cualquier corriente de aire puede impulsar<br />

hacia las substancias que emplea el hombre<br />

para su alimentación, y originar terribles in-<br />

1 toxicaciones. Precisamente ha de tomarse esta


ARS — 552 — ARS<br />

observación en cuenta con tanto mayor motivo,<br />

cuanto que en las cocinas y alhacenas de<br />

los campesinos especialmente es donde abundan<br />

las moscas y las hormigas, y donde algunos<br />

han establecido la mala costumbre de<br />

utilizar el arsénico reducido á polvo y en la<br />

forma dicha. Por lo demás, ya se va generalizando<br />

la costumbre de sustituir ese insecticida<br />

con otros fijados en papel, que no ofrecen,<br />

ni mucho menos, los peligros que el arsénico.<br />

Entre la generalidad de las gentes se designan<br />

con el nombre de arsénico unos polvos<br />

blancos que en realidad no son otra cosa que<br />

el resultado de la oxidación del arsénico puro<br />

de los químicos, y cuyo nombre científico es<br />

el de ácido arsenioso, substancia que se emplea<br />

con alguna frecuencia en medicina, sobre todo<br />

para matar piojos. Con ese objeto se asocia<br />

con grasa y harina, á las cuales se agregan á<br />

veces algunas semillas de hinojo, cuyo olor<br />

atrae á los animalillos. Los naturalistas se<br />

sirven de ese preparado para preservar de los<br />

ataques de los insectos las pieles de los animales<br />

disecados. El célebre químico M. Boussingault<br />

preconizó una disolución de ácido<br />

arsenioso en un líquido alcalino (carbonato de<br />

sosa) para rociar los granos y poner de esa<br />

manera al agricultor á cubierto de los considerables<br />

gastos que le producen con frecuencia<br />

la caries, y la voracidad de las ratas y ratones.<br />

La gran semejanza que tienen con la harina<br />

los polvos de arsénico, y la frecuencia con que<br />

se emplean en algunas comarcas, no solamente<br />

ocasiona equivocaciones terribles, sino que<br />

facilita la perpetración de crímenes espantosos.<br />

De ahí que con razón sobrada se haya<br />

recomendado á los expendedores que tiñan<br />

con color azul de Prusia esa substancia venenosa;<br />

de todos modos, bueno es tener presente<br />

que en caso de duda, para determinar si son<br />

arsenicales los polvos que se manejan, basta<br />

echar algunas pizcas de los polvos blancos<br />

sobre las brasas para asegurarse de si existe ó<br />

no el arsénico, porque en el primer caso se<br />

desprenderán humos blancos bastante densos,<br />

de olor aliáceo, es decir, de olor á ajos. En el<br />

caso de que ocurra algún envenenamiento<br />

con los polvos blancos, es necesario provocar<br />

ante todo vómitos en la víctima y hacer que<br />

trague cuanto antes hidrato de peróxido de<br />

hierro que presente la consistencia del agua<br />

clara, y aun es preferible el protosulfuro de<br />

hierro hidratado.<br />

El ácido arsenioso se emplea en medicina y<br />

en veterinaria para la curación de enfermedades<br />

internas y de afecciones cutáneas, ora<br />

en polvo, ora asociado á pomadas ó pastas,<br />

ora-en soluciones acuosas, brebajes, electuarios,<br />

mixturas, pildoras, bolos, etc. Con él se<br />

combaten muchos tumores farináceos, granos,<br />

induraciones ganglionares, úlceras de<br />

mal aspecto, el arestín del caballo, el dartrix<br />

del pene, la zapera del carnero y la sarna<br />

en los animales todos. Agente cáustico enérgico,<br />

se absorbe con suma rapidez, especial­<br />

mente por las partes que sangran. Administrado<br />

al interior, combate afecciones rebeldes,<br />

la tisis, la elefantiasis, etc., pero no debemos<br />

considerarle como una panacea universal, siguiendo<br />

á ciertos declamadores.<br />

M. Strebel dio, poco tiempo hace, á luz un<br />

trabajo acerca del empleo del ácido arsenioso en<br />

medicina veterinaria, recomendándole contra<br />

las siguientes afecciones :1. a Catarro crónico del<br />

aparato respiratorio.— 2. a Enfisema, pulmonía.—3.<br />

a Atonía del estómago y del canal intestinal,<br />

digestiones difíciles y perezosas, alteraciones<br />

en la nutrición.—Y 4. a Alteraciones<br />

en el sistema linfático, muermo, etc.<br />

Tratándose . de caballos, el citado autor<br />

prescribe durante los primeros cinco días, 35,<br />

38 y 40 centigramos, para ser administrados<br />

tres veces al día, aumentando después la dosis<br />

hasta 50 centigramos durante cuatro ó cinco<br />

días, después de lo cual suspende el tratamiento<br />

por dos ó tres días, para volver á administrar<br />

nuevamente durante ocho días la<br />

última dosis indicada ó una más elevada dosis.<br />

Después se suspende nuevamente la medicación<br />

durante otros ocho días, y se prosigue<br />

después. M. Strebel no ha examinado el arsénico<br />

bajo el punto de vista vermífugo intestinal<br />

, pero es indudable que produce resultados<br />

excelentes manejado con cordura. La<br />

práctica ha patentizado que debe administrarse<br />

en ayunas á los caballos y á la dosis de un<br />

gramo al día, si bien basta en muchos casos<br />

administrar medio gramo.<br />

Muchos han recomendado el uso del arsénico<br />

en pequeñas dosis para favorecer el engorde<br />

de los animales; en este caso es necesario<br />

suspender de vez en cuando la administración<br />

del arsénico, á fin de que no se habitúe<br />

á él la naturaleza, y aun en Alemania se ha<br />

preconizado tan exageradamente la eficacia,<br />

del arsénico, que la coquetería ha llevado á<br />

algunas jóvenes despreocupadas á provocar<br />

por medio del arsénico el desenvolvimiento de<br />

algunas partes del cuerpo humano, que cada<br />

vez va siendo más reducido. También ejerce<br />

el arsénico una influencia favorable en los<br />

órganos de la respiración, y de ahí que en algunas<br />

comarcas montañosas se haya adoptado,<br />

usándole á pequeñas dosis, para poder resistir<br />

mejor á la fatiga del trabajo y á la que produce<br />

el recorrer terrenos muy accidentados.<br />

Precisamente por inducción analógica se ha<br />

aplicado como medicamento en algunos casos<br />

de asma, y se han obtenido en caballos curaciones<br />

verdaderamente sorprendentes, gracias<br />

al tratamiento arsenical.<br />

Cuando se abrigue la sospecha de que ha<br />

ocurrido un envenenamiento por el arsénico,<br />

si este cuerpo no produce los vómitos por sí<br />

mismo, es necesario provocarlos como primera<br />

medida de precaución. Esos vómitos se pueden<br />

facilitar con tártaro emético, con disoluciones<br />

de sulfato de cinc ó de sulfato de<br />

cobre, ó con ciertas bebidas mucilaginosas,<br />

con líquidos albuminosos, leche, el mucílago<br />

de linaza, etc. Cuando no se consigue el vómi-


ART — 554 — ART<br />

forma de pildoras y bolos, de 4 á 8 gramos; en.<br />

agua destilada, en extracto hidroalcohólico, y<br />

en las dosis de 2 á 3 decigramos; en tintura, de<br />

6 á 8 gramos, y en jarabe á la dosis de 30<br />

gramos.<br />

La acción de la artanta ó matico es muy<br />

análoga á la de la pimienta negra, la cubeba<br />

y el bálsamo de copaiba. Su acción sobre<br />

la mucosa intestinal es tónica y estimulante,<br />

transformándose en irritante cuando se<br />

exagera la dosis. Entonces se producen perturbaciones<br />

digestirás, diarrea, cefalalgias y<br />

aumento de calor. Los principios activos se<br />

eliminan por la orina especialmente; particularidad<br />

que explica los efectos que producen<br />

en el aparato génito-urinario. El paso de esos<br />

principios por el aparato cutáneo determina los<br />

exantemas sudorales. En contacto con una llaga<br />

reciente, ora en cocimiento, ora en infusión,<br />

ora en polvos, el matico disminuye ó detiene<br />

el flujo sanguíneo, coagula la fibrina, oblitera<br />

los pequeños vasos y acelera la cicatrización.<br />

De ahí que exteriormente se emplee para detener<br />

la sangre, aglutinar las úlceras de las encías<br />

y de la nariz, y cerrar las picaduras de las<br />

sanguijuelas. Se ha propuesto su empleo contra<br />

las úlceras simples del estómago, y contra<br />

* el cáncer de esta viscera; para disminuir la<br />

hiperemia y favorecer la formación del epitelio,<br />

y también se ha recomendado su uso<br />

en la hematemesis y en la hemoptisis. Es el<br />

succedáneo de la cubeba y del copaiba en la<br />

blenorragia uretral y en la leucorrea. Por<br />

otra parte, el estudio terapéutico y fisiológico<br />

de ese medicamento no está todavía completo,<br />

por ser muy reciente su introducción en la<br />

medicina europea. El nombre de hierba del<br />

soldado que se da en el Perú al matico, es<br />

debido á sus propiedades estípticas y vulnerarias.<br />

El artanta adunca, de Miq., y el A. ancifolia,<br />

á más de algunas otras especies, pueden<br />

suministrar hojas adecuadas para reemplazar<br />

á las del verdadero matico.<br />

ARTEMISIA.—Género de plantas de la<br />

familia de las Compuestas, que comprende algunas<br />

especies leñosillas que forman parte de<br />

la maraña de varios montes de España, pero<br />

que carecen de verdadero interés forestal.<br />

Dichas especies son las siguientes:<br />

A. Barrelieri, Bess. (Provincia de Granada<br />

y Murcia).<br />

A. aragonensis, Lam. (Rioja, Aragón, Cataluña).<br />

A. gallica, W. (Cataluña, Cardona).<br />

A. hispánica, Lam. (Provincia de Murcia).<br />

A. glutinosa, Gay. (Andalucía, Castillas,<br />

Galicia, Cataluña, etc.). En Castilla se llama<br />

Escobilla.<br />

ARTESA.—Especie de arca en que se<br />

amasa el pan, ó que se destina á otros usos;<br />

es un cajón cuadrilongo, cuyos cuatro lados<br />

ó caras forman declive más ó menos pronunciado,<br />

aproximándose por la base ó parte<br />

inferior más que por la superior. De las modernas<br />

artesas mecánicas hablaremos al ocuparnos<br />

de la panificación.<br />

ARTESIANO.—(V. Pozo.)<br />

ARTHROCNEMON—Género de planta!<br />

de la familia de las Salsoláceas. Mata barri<br />

llera de la región mediterránea. (V. Sapini<br />

ó Sosa grosa.)<br />

ARTICULACIÓN (Fisiología).—Uniói<br />

de dos ó más partes de un animal ó vegetal<br />

En los hombres y en los animales superiores<br />

solamente presentan articulaciones las partei<br />

óseas, pudiendo ser movibles, inmóviles (<br />

mixtas, y de varios géneros en cada grupo<br />

En los vegetales se llaman articulaciones loi<br />

puntos en que se separan dos órganos ó do;<br />

partes de un mismo órgano. La articulaciói<br />

se marca á veces por una estrechez que 1¡<br />

hace muy perceptible, á veces por un abulta<br />

miento más ó menos pronunciado. Vulgarmente<br />

se dice que los puntos de separaciói<br />

constituyen nudos cuando existe abultamien<br />

to. Ciertas articulaciones de los vegetales eje<br />

cutan movimientos más ó menos extensos, es<br />

pecialmente en la sensitiva, en el Bedysarui,<br />

girans y en varias leguminosas.<br />

En los animales domésticos las articulaeio<br />

nes pueden estar afectadas por numerosas lia<br />

gas y afecciones, anquilosis, artritis, etc., pa<br />

ra cuya curación es preciso recurrir al facul<br />

tativo.<br />

ARTICULADO—Dícese del animal cuy<br />

esqueleto exterior está dispuesto en forma d<br />

anillos, que rodean el cuerpo y se articula:<br />

unos con otros. En plural, una de las cuatr<br />

grandes divisiones zoológicas, comprensiv<br />

de los animales articulados ó antropodarioí<br />

ARTIFICIAL.— Lo que se obtiene po<br />

medio del arte. En agricultura se denomina<br />

prados artificiales los que no están constituí<br />

dos por plantas que crezcan espontáneament<br />

y que es necesario sembrar de vez en cuand(<br />

El trébol, la alfalfa y la esparceta son la<br />

plantas más usadas para formar tales prado<br />

Amamantar artificialmente es dar á las cría<br />

la leche con aparatos, en lugar de dejar que 1<br />

chupen de las tetas de sus madres.<br />

ARTIGA (Agricultura). — Rompimient<br />

ó rotura practicada en un campo para labra]<br />

lo, quemando con antelación el monte bajo<br />

las ramas de los árboles que hay en él.<br />

ARTO.—Este nombre se suele aplicar Í<br />

arbusto espinoso Lycium mediterraneum. (Véí<br />

se Cambronera.)<br />

ARTO NEGRO—En algunas provincií<br />

de España se llama así al Prunus spinosa, 1<br />

(V. Endrino.)<br />

ARTOCARPUS.—Género de plantas c<br />

la familia de las Artocúrpeas. Vegetan en 1<<br />

montes de las Islas Filipinas las especies s<br />

guientes:<br />

Artocarpus odoratissima, P. Blanco. Non<br />

bre vulgar, Loloi.—Tiene este árbol las hojí<br />

con siete á nueve lóbulos lanceolados, que m<br />

ran hacia arriba, vellosas por debajo y ce<br />

pelillos en los nervios del haz. Las flores se<br />

. dioicas; las masculinas están colocadas <<br />

gran número en un receptáculo común, larj<br />

y cónico. El fruto es una baya compuesta


ART — 555 — ART<br />

otras muchas, pequeño, globoso, con muchas<br />

semillas. Es tan oloroso que uno solo de ellos,<br />

dice el Padre Blanco, es capaz de llenar una<br />

casa. Parece ser que se come cocido. Las semillas<br />

las han empleado algunas personas en<br />

el chocolate, asegurando que puede servir de<br />

equivalente de la vainilla.<br />

Artocarpus Rima, P. Blanco. Nombre vulgar,<br />

Rima.—Este árbol es á la vez objeto<br />

de cultivo en los huertos de Manila. Tiene<br />

las hojas anchas, semi-lanceoladas, hendidas<br />

en las orillas, con lóbulos lanceolados que se<br />

dirigen hacia arriba, y algo ásperas por entrambas<br />

caras. Las flores son dioicas; las masculinas<br />

forman á modo de una espata dífila<br />

que encierra un receptáculo largo (20 á 30<br />

centímetros), de figura de maza; las femeninas,<br />

también en espata, que contiene un receptáculo<br />

semi-globoso erizado de puntas obtusas.<br />

Las semillas son pequeñas, como las de<br />

la manzana. Sólo se distingue esta especie<br />

del A. Camansi, en las hojas. Del fruto se<br />

hace dulce, y en algunas islas del mar del<br />

Sur se tuesta al fuego y se guarda para ir<br />

después comiendo de él.<br />

Artocarpus integrifolia, L. Nombre vulgar,<br />

Nangea y Jaca en las Molucas. — Este árbol,<br />

de jugo lechoso, alcanza una altura de 5 á 6<br />

metros. Sus hojas son abiertas, alternas, ovales,<br />

aguzadas por ambos extremos, serpenteadas,<br />

tiesas, lampiñas por arriba y algo ásperas<br />

por abajo.; los pecíolos cortos. Las flores apa-'<br />

recen con las raíces y ramas, y son monoicas,<br />

cobijándose en una espata de dos hojuelas; las<br />

masculinas ocupan un receptáculo común, muy<br />

apretado, de figura de maza; las femeninas se<br />

hallan en un receptáculo oblongo, grandísimo<br />

en la madurez, erizado de puntas oblongas de<br />

tres lados. El fruto es una poma oval, hasta<br />

de 40 centímetros de largo y 30 de grueso,<br />

con muchas semillas ovales, rodeadas por un<br />

arilo grueso, y éste envuelto en unas láminas<br />

á modo de cintas lineales y correosas.<br />

Los indicados arilos y los envoltorios de las<br />

semillas tienen un olor confuso de limón, y se<br />

comen por los europeos, si bien algunos no<br />

pueden sufrir el olor penetrante que tienen.<br />

También se comen las semillas tostadas. La<br />

madera del árbol es fina, de color amarillo,<br />

y sirve para escribanías é instrumentos de<br />

música.<br />

Artocarpus ovata, P. Blanco. Nombre vulgar,<br />

Anobing.— Flores monoicas; las masculinas<br />

axilares, en amento ó receptáculo común<br />

globoso; pedúnculo común larguísimo;<br />

las femeninas axilares, reunidas también en<br />

receptáculo común casi globular; pedúnculo<br />

común más largo y grueso que en la inflorescencia<br />

masculina ; fruto sincarpio, carnoso,<br />

con muchas nueces globosas, del tamaño de<br />

una avellana, colocadas hacia la orilla, cubiertas<br />

con dos membranas y un núcleo frágil, de<br />

las cuales aborta una gran parte. Hojas de<br />

unos 30 centímetros de largo, alternas, algo<br />

acorazonadas, aovadas, oblongas y aguzadas<br />

en el ápice, ligeramente aserradas y cubiertas<br />

de pelo corto en las dos caras; pecíolos cortísimos.<br />

Florece en Marzo. Es árbol de segundo<br />

orden, de madera amarillenta parduzca, de<br />

textura fina y poros poco marcados; rompe en<br />

astilla corta. Elasticidad, 0,005 metros; límite<br />

de resistencia á la carga, 25,765 kilogramos;<br />

peso en el aire (pulgada cúbica), 6,99 gramos,<br />

y peso específico, 0,593.<br />

Los indígenas emplean esta madera bastante<br />

para los pilares (harigues) de sus casas,<br />

porque enterrada es de mucha duración.<br />

Artocarpus lamellosa, P. Blanco. Nombre<br />

vulgar, Anobing caguiosing.—Flores monoicas;<br />

las masculinas axilares, en receptáculo<br />

común globoso; las femeninas axilares, en un<br />

receptáculo muy pequeño, sentado, oval y con<br />

muchas flores pequeñas; sincarpio carnoso, con<br />

muchas semillas rodeadas de piel membranosa<br />

como las de las diferentes especies del mismo<br />

género. Hojas de 12 centímetros de largo y 5<br />

de ancho, alternas, aovadas, alargadas, aguzadas,<br />

con los bordes revueltos hacia abajo,<br />

enteras, coriáceas y lampiñas. Florece en<br />

Abril.<br />

Es árbol de segundo orden, á veces bastante<br />

alto y grueso, de madera dura, que emplean<br />

los indios como la anterior, porque dura<br />

muchos años debajo de tierra. La corteza se<br />

vuelve fácilmente negra, sin comunicar al agua<br />

este color.<br />

Artocarpus incisa, L. Nombre vulgar, Antipolo.—<br />

Flores monoicas; las masculinas en<br />

cabezuela densa; las femeninas reunidas en<br />

número infinito sobre un receptáculo globoso,<br />

erizado de puntas huecas, de las que cada<br />

una contiene un estilo; sincarpio de 3 á 9<br />

centímetros de diámetro, con pocas semillas,<br />

porque casi todas abortan, rodeadas de piel<br />

membranosa. Hojas casi ovales, con grandes<br />

lóbulos, y llenas de vello muy corto y tieso en<br />

ambas caras; su longitud es de 1 á 1,10 metros.<br />

Florece en Marzo.<br />

Este árbol, de más de 16 metros de altura,<br />

es común en los bosques de aquellas islas; su<br />

madera es de color variable, pero siempre de<br />

tintas amarillentas, desde el amarillo de paja<br />

y canario hasta el dorado tostado y parduzco;<br />

á veces presenta manchas blanquizcas; su textura<br />

es estoposa, y los poros se marcan mucho;<br />

rompe en astilla larga. Elasticidad, 0,007 metros;<br />

ruptura al peso, de 34,235 kilogramos;<br />

peso en el aire (pulgada cúbica), 7,590 gramos,<br />

y peso específico, 0,593.<br />

Los indios hacen de esta madera canoas, y<br />

también se emplea en la construcción urbana,<br />

durando mucho, con tal que no esté expuesta<br />

á la lluvia.<br />

La corteza del antipolo está llena de un jugo<br />

pegajoso, como sucede en casi todos los Ficus<br />

y Artocarpus, del cual se sirven los muchachos<br />

como de liga para coger pájaros. Para la preparación<br />

del betel usan los indígenas la corteza<br />

de este árbol cuando les falta la bonga.<br />

El abate Prevost dice que los chinos fijan<br />

las hojas de oro en los dibujos con el jugo del<br />

antipolo, dorado que así puesto jamás se


ART — 556 — ART<br />

quita. En la Isla de Cuba se cultiva por sus<br />

frutos harinosos el árbol del pan, A. incisa<br />

domestica, y el castaño del Malabar, A. incisa,<br />

según las observaciones de D. Ramón de la<br />

Sagra. Este último se coloca entre las exóticas,<br />

y su fruto sirve de pasto á los ganados,<br />

especialmente á los cerdos. En el Mediodía de<br />

España también se ha cultivado.<br />

Artocarpus Camansi, P. Blanco. Nombre<br />

vulgar, Dalangian, Camongsi, Pacac.—Hojas<br />

anchas, de 50 centímetros de largo, semilanceoladas,<br />

algo ásperas en entrambas caras<br />

y con pelillos en las venas, con diez ó más lóbulos<br />

lanceolados que miran hacia arriba.<br />

Plores masculinas, en espata monotila, hendida<br />

en dos partes, que encierran un receptáculo<br />

común, oval y globoso, erizado de puntas cónicas<br />

que cubren los gérmenes. Fruto compuesto<br />

de infinitas semillas, rodeadas cada<br />

una de una piel membranosa. Se hace tan<br />

grande ó más que la cabeza de un hombre;<br />

está rodeado de aposentos, y en cada uno se<br />

aloja una semilla oval. Florece en Mayo. Es<br />

árbol muy grande. Las semillas, del tamaño<br />

de bellotas, se comen crudas ó cocidas, y tienen<br />

un sabor agradable, parecido al de las castañas,<br />

y así las llaman algunos. De las flores<br />

masculinas se hace dulce.<br />

ARTOS.— Se suele dar este nombre en la<br />

provincia de Huesca (Graus, Boltaña) al arbusto<br />

Rkamnus infeetoria, L., de la familia de<br />

las Rhamneas, y en otras provincias al Rhamnus<br />

lycioides, L. (V. Rhamnus.)<br />

ARTRITIS ('Medicina veterinaria).—Enfermedad<br />

inflamatoria de los tejidos fibrosos<br />

y serosos de las articulaciones. Contraen esa<br />

afección los animales de trabajo y los caballos<br />

especialmente, á consecuencia de la fatiga ó<br />

esfuerzo extremado. Manifiéstanse por cojeras<br />

de curación lenta y difícil, y aun pueden ser<br />

el resultado de una lesión exterior, limitándose<br />

el padecimiento á la articulación en que<br />

la causa exterior haya obrado. Las artritis<br />

son fijas, continuas, regulares. Se combaten<br />

con astringentes y emolientes, y por medio de<br />

cauterizaciones cutáneas con hierro calentado<br />

hasta el rojo si tiende la enfermedad á hacerse<br />

crónica. Se ha confundido sin razón la<br />

artritis con el reumatismo articular y la gota,<br />

dos padecimientos que también afectan á las<br />

articulaciones, pero que son generales y originadas<br />

por causas internas. En la artritis<br />

simple los dolores pueden ir acompañados de<br />

fiebre, y entonces se administran calmantes<br />

al interior.<br />

ARTROTAXIS—Género de plantas de la<br />

familia de las coniferas. Comprende únicamente<br />

tres especies de la talla de simples arbolillos,<br />

los cuales presentan un aspecto particular,<br />

algo parecido al de los Lycopodium, por<br />

efecto de la pequenez y grueso de sus hojas,<br />

imbricadas y apretadas sobre las ramillas, que<br />

son delgadas y flexibles. La maduración de su .<br />

fruto es anual.<br />

He aquí ahora la descripción abreviada de<br />

dichas especies:<br />

1. a Artrotaxis selaginoides, Don.—Arbusto<br />

ó arbolillo deprimido, siempre verde, con<br />

las ramas y ramillos tricótomos y á veces dicótomos;<br />

tronco y ramas adultas, cubiertas de<br />

hojas persistentes, imbricadas, un poco flojas,<br />

derechas, incurvas, convexas en el dorso,<br />

carenadas, de unos 12 á 15 milímetros de largo.<br />

Estróbilos casi redondos, del tamaño de<br />

una nuez, con escamas gruesas, leñosas, pediculadas,<br />

ovales en el ápice, agudas, coriáceas.<br />

Semillas tres, ó con más frecuencia sólo dos<br />

por aborto de la otra, ferruginosas, con el borde<br />

más exterior dilatado en ala, y el otro más<br />

derecho, apenas alado; texta delgada y crustácea.<br />

La madera de este arbolillo es blanca y<br />

compacta, presentando vasos marcados sólo<br />

con una línea de puntos pequeños y orbiculares.<br />

Vive cerca de las cataratas de Meandro,<br />

en la Tasmania.<br />

2. a Artrotaxis cupressoides, Don.— Arbolillo<br />

recto, muy ramoso, siempre verde, que<br />

llega á tener 10 metros de altura en su país natal,<br />

pero mucho más pequeño en los individuos<br />

cultivados en Europa, los cuales tienen las ramillas<br />

cilindricas, delgadas, extendidas y colgantes.<br />

Las hojas están estrechamente imbricadas,<br />

son de 8 á 10 milímetros de largo y 4<br />

de ancho , ligeramente carenadas al exterior,<br />

cóncavas por la cara interna, carnosas, gruesas,<br />

adelgazadas en los bordes , ovales, sentado-decurrentes<br />

en la base , adelgazadas en el<br />

ápice, que es redondeado ú obtuso. Estróbilos<br />

la mitad más pequeños que en la especie anterior,<br />

casi redondos, con escamas lanceoladas<br />

, leñosas, pediciladas, casi peltadas, trígonas,<br />

de superficie desigual. La madera es semejante<br />

á la de la especie precedente, si bien<br />

los vasos presentan á veces dobles líneas de<br />

puntos. Fué introducida esta conifera en Europa<br />

el año 1844. Es oriunda de las inmediaciones<br />

del lago de Santa Clara y río de los Pinos,<br />

en Tasmania.<br />

3. a Artrotaxis laxifolia, Hook. — Ramas<br />

delgadas y algo colgantes. Hojas imbricadas,<br />

flojas, derechas, ovales-lanceoladas, agudas,<br />

carenadas, convexas por el dorso y cóncavas<br />

por la base. Se distingue de la especie A. cupressoides<br />

por ser las hojas más acuminadas, y<br />

estar más distantes y más flojamente inbricadas,<br />

y de la especie A. selaginoides por sus<br />

ramas más delgadas y menos cubiertas de hojas.<br />

Vive en las inmediaciones de las cataratas<br />

de Meandro, en la Tasmania.<br />

CULTIVO.— Requieren estas plantas el abrigo<br />

de la estufa durante el invierno. Se cultivan<br />

en tierra de brezo, en tiestos algo pequeños,<br />

porque las raíces, que son poco numerosas<br />

, no deterioran casi nada el suelo que las<br />

alimenta. Hay que tener mucho cuidado con<br />

los riegos, especialmente en invierno, procurando<br />

siempre que los tiestos tengan espedito<br />

el conducto ú orificio de la salida del agua.<br />

A falta de semillas se multiplican los Arthrotaxis<br />

por estaca é injerto. Para este último<br />

se elige patrón de Cryptomeria japónica, pero<br />

á causa de la delicadeza y del poco grueso de


ASA — 557 — ASA<br />

las ramas, se aplica el injerto de escudete, valiéndose<br />

de instrumentos bien afilados. En<br />

cuanto á las estacas, deben elegirse de ramas<br />

que tengan bien formados los tejidos, con sus<br />

crecimientos de verano completos.<br />

ARTUÑA.— Entre pastores, oveja que<br />

parió y á quien se le murió la cría.<br />

ARUM —(Y- Alim.)<br />

ARUNDINACEO (Botánica). — Con ese<br />

vocablo se designan los tallos entrecortados<br />

de nudos, propios de ciertas plantas monocotiledóneas,<br />

cuya forma es parecida á la de las<br />

cañas. Todas las de las gramíneas son en rigor<br />

tallos arundináceos; pero esa calificación se<br />

aplica especialmente á los tallos huecos que<br />

miden cierto calibre, como los de la caña de<br />

azúcar, los bambúes, etc. Algunas palmas, especialmente<br />

entre las pertenecientes á la tribu<br />

de las arecíneas, presentan también tallos<br />

arundináceos, es decir, exteriormente semejantes<br />

á los de las gramíneas.<br />

ARUNDINÁCEAS (Botánica) .—Así se<br />

llama una tribu de la familia de las gramíneas,<br />

de la cual forma parte el género arundo.<br />

ARVEJA—;(V. Lenteja y Veza.)<br />

ARVEJONA.—En Andalucía llaman así<br />

á la algarroba.<br />

ARVENSE.—Aplícase á toda planta que<br />

crece en los sembrados.<br />

ARZOLLO.— Corresponde este nombre al<br />

almendro silvestre, Amigdalus communis, L.<br />

En uso en Sierra-Morena (Umbría de Alcudia),<br />

según el Sr. Laguna.<br />

ARZÓN.—El fuste ó piezas de madera que<br />

dan la forma y sostienen la silla del caballo,<br />

formando su armazón. Se distinguen en arzón<br />

delantero y trasero. De su buena ó mala<br />

disposición depende que la silla incomode<br />

ó no al animal, hiriéndole ó dejándole andar<br />

desembarazadamente. De aquí que deba hacerse<br />

siempre la silla á la medida. En el artículo<br />

Montura hablaremos más detenidamente<br />

de este punto.<br />

ASAPETIDA (Férula assafcelida de Linneo;<br />

Assafcelida disgunensis de Koempf; Scorodosma<br />

fcetidum de Osunge; Nartliex assafaitida<br />

de Palc).—Pertenece alas umbelíferas (figura<br />

277), y es una planta de olor á puerro, y<br />

de sabor amargo muy desagradable. La raíz<br />

es voluminosa, perpendicular, simple ó bifurcada,<br />

con gran número de ramas oblicuas ú<br />

horizontales, negruzca por su parte exterior,<br />

lisa ó rugosa según la clase de terrenos en<br />

que vegeta, carnosa y de jugo lechoso. El<br />

cuello, que sobresale siempre de la tierra, se<br />

halla cargado de gran número de filamentos<br />

fibrosos. Las hojas radicales, de 5 á 6 decímetros<br />

de longitud, son pinaticortadas, con segmentos<br />

pinatífidos, sinuosos, y lóbulos oblongos<br />

y obtusos ; escapo de 2 á 4 metros de<br />

elevación, muy voluminoso en la base, con<br />

largas vainas escamosas, alternas y separadas<br />

unas de otras; se adelgaza en la cima, y se divide<br />

en ramas que sostienen las flores. Estas<br />

se hallan dispuestas en umbelas de color amarillo<br />

pálido, cada una de las cuales tiene de<br />

diez á doce radios, que á su vez soportan de<br />

cinco á seis flores. No existe involucro, y el<br />

cáliz es tan rudimentario que apenas se distingue.<br />

La corola es de cinco pétalos iguales,<br />

ovales y planos; los estambres en número de<br />

cinco y más largos que la corola; el ovario<br />

infero, con dos estilos; el fruto oval, aplastado<br />

, de color moreno rojizo, algo rudo ó peludo<br />

, con las líneas dorsales poco salientes y las<br />

laterales casi imperceptibles, y veinte ó veintidós<br />

tiritas resinosas.<br />

Crece esta planta en Persia, en el Tibet y<br />

en el Belukistan, y sólo es cultivada por los<br />

europeos en los<br />

•ils «IWJI«ÍÍ«.*»»»ÍS^ jardines botánicos.<br />

Se multiplica<br />

por medio de<br />

las semillas así<br />

que éstas han<br />

llegado á la madurez<br />

, y deberá<br />

sembrarse en<br />

tierra ligera, seca<br />

y profunda,<br />

transplantándose<br />

las plantas<br />

jóvenes así que<br />

hayan adquirido<br />

fortaleza. Se<br />

podría cultivar<br />

con no poco éxito<br />

en algunas<br />

comarcas meridionales<br />

de España.<br />

De ella se<br />

extrae para preparacionesfarmacéuticas<br />

la<br />

gomo-resina<br />

que con el nombre<br />

de asafétida<br />

Figura 277.—Asafétida<br />

es empleada frecuentemente.<br />

Ese producto se extrae de la raíz, para lo<br />

cual se abre un hoyo en derredor de la planta<br />

durante la primavera, se corta el tallo, se separan<br />

los filamentos del cuello, y cuando se<br />

tiene preparada la raíz de esa suerte, se cubre<br />

con tierra convenientemente mullida y con los<br />

restos del follaje, con objeto de preservarla de<br />

los rayos solares. Durante mes y medio escaso<br />

se deja entonces abandonada á sí misma, y<br />

al descubrirla, transcurrido ese tiempo, aparece<br />

la cima de la raíz cubierta de gomo-resina,<br />

que se separa con una espátula de hierro. Después<br />

se refresca la sección con un instrumento<br />

cortante para que queden abiertos los vasos<br />

otra vez, y fluirá nuevamente el jugo<br />

gomoso, que podrá recogerse pasados algunos<br />

días. Hasta fines del mes de Julio podrá repetirse<br />

varias veces la operación; llegada esa<br />

época, la planta queda esquilmada por completo.<br />

Sólo en muy contados casos se expende ese<br />

producto en lágrimas separadas; casi siempre<br />

aparece en masas irregulares, blandas, aglu-


ASA — 558 — ASA<br />

tinadas, de color moreno rojizo, con algunas<br />

manchas opalinas. La rotura se vuelve roja<br />

rápidamente al contacto del aire y de la luz;<br />

el olor es aliáceo, fuerte', fétido, y de ahí que<br />

en otros tiempos se haya denominado stercus<br />

diaboli. El sabor es acre, amargo y muy desagradable.<br />

Los persas, que emplean como condimento<br />

ese producto, le han llamado manjar<br />

de los dioses, porque obtienen de él los resultados<br />

culinarios que nosotros obtenemos del<br />

ajo. La verdad es que hervida la carne con<br />

pequeñas cantidades de asafétida, resulta más<br />

sabrosa. La asafétida se disuelve en el alcohol<br />

á 80° en la proporción de dos tercios. La<br />

planta llamada Férula orientalis produce también<br />

esa gomo-resina.<br />

La asafétida se administra como gomo-resina,<br />

en el estado en que la naturaleza la presenta,<br />

á las dosis de 5 decigramos á un gramo,<br />

en pildoras, poción ó emulsión, siendo preferible<br />

la forma pilular, á causa del sabor desagradable<br />

del producto. También se aplica en<br />

lavativas ó enemas, á la dosis de 4 á 8 gramos;<br />

en tintura alcohólica, de 1 á 4 gramos; en<br />

tintura etérea, de 1 á 8 gramos; en hidrolato,<br />

de 20 á 100, y como uno de los ingredientes<br />

en las pildoras antihistéricas de la farmacopea.<br />

A pesar de su olor desagradable, ya hemos<br />

dicho que la asafétida es empleada en condimento<br />

por los persas; los animales herbívoros,<br />

y particularmente los bueyes, la comen<br />

bien, siendo de advertir que ofrece pocos ó<br />

ningún peligro, puesto que los experimentadores<br />

la han llegado á ingerir en dosis de 15 gramos,<br />

sin otro inconveniente que el hedor que<br />

comunica á los excrementos. Sin embargo, es<br />

indudable que produce efectos fisiológicos;<br />

que activa la digestión á la manera de los<br />

aromáticos amargos; que retarda la circulación<br />

como un antiespasmódico y modera la<br />

actividad del sistema nervioso, y que modifica<br />

las secreciones bronquiales á consecuencia de<br />

ser eliminadas por las vías respiratorias. Precisamente<br />

se usa este agente medicinal para<br />

obtener alguno de esos tres efectos. Durante<br />

la Edad Antigua la consumía el hombre en<br />

Grecia, y era llamada manjar de los dioses,<br />

así como en la Edad Media era conocida con<br />

el nombre de estiércol del diablo.<br />

De aquí que por su acción antiespasmódica<br />

y digestiva se emplee en los constipados tenaces<br />

y en los cólicos flatolentos de los histéricos<br />

ó hipocondríacos. Se preconizaba antes<br />

con gran entusiasmo en las enfermedades nerviosas<br />

de los órganos respiratorios, en el asma,<br />

en la tos espasmódica, en la angina estridulosa,<br />

en el espasmo de la glotis, en la coqueluche,<br />

en los catarros sofocantes para favorecer<br />

la espectoración, y en los diferentes accidentes<br />

del histerismo; en los últimos tiempos han<br />

comenzado los médicos á prescindir en la<br />

mayoría de los casos de ese medicamento,<br />

sustituyéndole con otros de análoga eficacia<br />

y que no ofrezcan el grave inconveniente del<br />

hedor. También se ha indicado la asafétida<br />

como antihelmíntico, y como emenagogo en<br />

ciertas cloróticas y anémicas, y como sedativo<br />

y calmante en las palpitaciones del corazón<br />

en las cloróticas; en veterinaria se emplea<br />

como antiespasmódico.<br />

Del mismo género que la asafétida es la<br />

Férula erubescens de Bois., que produce la<br />

gomo-resina llamada gálbano, importada en<br />

Europa de la Siria y de la India, ora en lágrimas,<br />

ora en masas aglutinadas. La designada<br />

con el nombre de sagapeno ó goma seráfica,<br />

fluye de la Férula pérsica de Wild., ó<br />

férula de Persia. De una y otra hablaremos<br />

en el lugar correspondiente.<br />

ASANA.—Nombre que se da en las Islas<br />

Filipinas al árbol silvestre Pterocarpus pallidus,<br />

Blum., de la familia de las Leguminosas,<br />

subfamilia de las Papilionáceas (V. Pterocarpus.<br />

)<br />

ASAR.—En Guejar, Barranco de Guarnón<br />

y otros puntos de Sierra Nevada, dan este<br />

nombre al Acer granatense, Boiss. (A. opulifolium,<br />

Vill., var. granatense?) (V. Arce.)<br />

AS ARO (Asarum, de Tour.; Asarum europeum,<br />

L.; Officinale, de Moench).—Es llamado<br />

también oreja de fraile, oreja de hombre<br />

Figura 278.—Asaro<br />

y asarabácara, y debe esa denominación, derivada<br />

del griego aseros, á que los antiguos la<br />

rechazaban y no se adornaban nunca la cabeza,<br />

con ella. Es una planta indígena (figura 278),<br />

muy común en los montes de Cataluña, Burgos,<br />

Lióbana y Asturias, que constituye un género<br />

de la familia de las aristoloquias. Siempre<br />

verde y de olor desagradable, su rizoma es<br />

tortuoso, del grosor de una pluma de escribir,<br />

de forma cuadrangular, de color moreno<br />

gris en el exterior y amarillento en el interior,<br />

con abultamientos de trecho en trecho, de los<br />

cuales salen unas raicillas blancas. Los tallos<br />

que nacen de ellas alcanzan una longitud de


ASA — 559 — ASO<br />

2 á 4 centímetros; se mantienen tendidos sobre<br />

el suelo, y terminan por un par de hojas, sostenidas<br />

por pecíolos acanalados de 8 á 10 centímetros<br />

y lanosos; algo coriáceas, verdes y<br />

lisas en la parte superior, descoloridas y algo<br />

vellosas en la inferior, reniformes, redondeadas,<br />

uu poco escotadas en la parte alta, encorvadas<br />

hacia el interior, y que semejan<br />

groseramente una oreja de hombre. Las flores,<br />

que brotan durante los meses de Abril y<br />

Mayo, son de color púrpura obscuro, y aparecen<br />

en la cima de los tallos, entre dos pecíolos,<br />

sostenidas por pedúnculos sumamente<br />

cortos. El perigonio es velloso por ambos lados,<br />

campanulado, con tres divisiones puntiagudas<br />

é inclinadas hacia el interior. Los doce<br />

estambres son inclusos, y se insertan en un<br />

disco perigino; los filetes libres y cortos; las<br />

anteras también libres, y coronadas por una<br />

prolongación del conectivo. El ovario es oblongo,<br />

y presenta seis cavidades; el estilo exágono,<br />

y el estigma de seis lóbulos. El fruto,<br />

por consiguiente, es también una cápsula<br />

exágona de seis cavidades, que lleva los restos<br />

del perigonio en la parte superior, y que<br />

contiene granos grises, rugosos é insertos en<br />

dos hileras, dentro de cada una de las cavidades.<br />

Es necesario cuidar de que no se confunda<br />

esta planta con la asarina (Anlirrhinuin<br />

asarina, de Linn.), que pertenece á la familia<br />

de las escrofularias, y cuyas hojas tienen<br />

cierto parecido con las del ásaro. Se cría en<br />

sitios umbríos y bosques montañosos.<br />

Se reproduce por trozos de los rizomas,<br />

que habrán de separarse durante la primavera<br />

ó el otoño, y vegeta bien en todos<br />

los terrenos, con tal de que se hallen sombreados.<br />

Las hojas se recogen durante el estío<br />

, y las raíces en el otoño y la primavera,<br />

á condición de que exhalen un olor fuerte,<br />

alcanforado, y su sabor sea amargo y parecido<br />

al de la pimienta. Antiguamente se usó<br />

mucho en medicina; posteriormente se ha ido<br />

sustituyendo por productos similares y más<br />

enérgicos. Se ha llamado en Francia hierba de<br />

tabernas, á causa de la costumbre de mascarla<br />

y tragar su jugo que adoptaron los aficionados<br />

á licores fuertes, á fin de provocar vómitos<br />

y poder beber durante largo tiempo.<br />

Los farmacéuticos la preparan en hojas<br />

frescas, maceradas en agua durante doce horas,<br />

á razón de cinco á veinte hojas por cada<br />

200 gramos de agua; en polvos, obtenidos de<br />

la raíz ó de las hojas, como vomitivo, en la<br />

dosis de 5 decigramos á 2 gramos; como excitante<br />

y alterante, en proporciones de 5 á 20<br />

centigramos; en extracto acuoso, de 1 á 4<br />

gramos; en extracto alcohólico, de 5 decigramos<br />

á un gramo, y en vino, hoy poco recomendado<br />

por los médicos. Todas las partes de<br />

la planta son irritantes, y el polvo introducido<br />

en las narices provoca el estornudo y<br />

la secreción de moco por lo tanto, y aun á<br />

veces epistaxis. Administrado al interior, es<br />

un emético catártico, que produce arcadas,<br />

náuseas, vómitos y numerosas deposiciones, y<br />

en ocasiones flujos urinarios. Esos efectos,<br />

propios de las hojas y de las raíces, desaparecen<br />

con la desecación, una cocción prolongada<br />

en agua y la maceración en vinagre.<br />

En la actualidad se ha sustituido con la<br />

ipecacuana como vomitivo, y en dosis alterantes<br />

aún se utiliza en las bronquitis, pneumonías<br />

, coqueluches y diarreas; como diurético,<br />

en ciertas hidropesías; como esciático, en<br />

algunas dermatosis, y también como antihelmíntico.<br />

Como enérgico estornudatorio se ha<br />

usado para combatir las cefalalgias procedentes<br />

del habitual flujo de las narices. Entre<br />

sus especies se citan el A. canadense ó del<br />

Canadá, que se cultiva en Europa como planta<br />

de adorno; el Virginicum, Lin., ó de Virginia,<br />

planta también vivaz como la anterior<br />

y de adorno; el A. japonicum, procedente del<br />

Japón, y que se encuentra en el mismo caso.<br />

AS-AS.—Nombre que se da en las Islas<br />

Filipinas al árbol Ixora arbórea, P. Blanco,<br />

de la familia de las Rubiáceas. (V. Ixora.)<br />

AS-IS.—Con este nombre se distinguen en<br />

las Islas Filipinas dos especies de baletes, que<br />

corresponden á los Ficus hispida Unearis,<br />

P. Blanco, y Ficus helerophylla, P. Blanco,<br />

entrambas de la familia de las Urticáceas, tribu<br />

de las Fíceas. (V. Ficus.)<br />

ASBESTO.—(V. Amianto.)<br />

ASCÁRIDES (Zoología).—Género de<br />

vermes intestinales de la clase de'los helmintos<br />

, y que son muy semejantes á las lombrices.<br />

Los más conocidos son la lombriz de los<br />

intestinos, que se desarrolla lo mismo en los<br />

del hombre que en los del caballo, el asno,<br />

el buey, el cerdo, etc.; es blanquizca, y puede<br />

causar enfermedades graves, sobre todo<br />

en los niños. También es un ascáride el oxyuro<br />

vermicular, que se fija particularmente en<br />

la margen del ano y causa una insoportable<br />

comezón. Se destruyen ó se expelen los ascárides<br />

por medio de purgantes, tales como el<br />

aceite de ricino, por medio de lavativas de<br />

infusiones de ajenjo, de semencontra y de<br />

gran número de plantas vermífugas, con medicamentos<br />

mercuriales ó arsenicales, empleados<br />

siempre bajo la dirección del facultativo, y<br />

recurriendo á lociones locales con vermífugos<br />

minerales ú orgánicos. (V. Helmintos).<br />

ASCARRO.—Nombre que en las Provincias<br />

Vascongadas dan al arce. (V. Arce.)<br />

ASCITIS (Medicina veterinaria) (Hidropesía<br />

del vientre).—Enfermedad consistente<br />

en una acumulación de líquido seroso dentro<br />

de la cavidad del peritoneo. Se caracteriza por<br />

una tumefacción del bajo vientre, igual y regular,<br />

pero susceptible de fluctuación bajo la<br />

presión ó el cambio de posición, que hace variar<br />

el sitio de colocación del líquido. Ese padecimiento,<br />

bastante raro en el caballo y el<br />

buey, es frecuente en el carnero, el conejo, el<br />

perro y el gato. En ocasiones es un mero síntoma<br />

de la enfermedad de alguua viscera importante,<br />

y entonces desaparece al desaparecer<br />

ésta. Otras veces es esencial, es decir, que<br />

no se relaciona con la lesión de ningún órga-


ASC — 560 — ASC<br />

no, y entonces se atribuye á la acción de enfriamientos<br />

repentinos. Se cura provocando la<br />

reabsorción del líquido derramado empleando<br />

los purgantes y diuréticos; también se recurre<br />

de vez en cuando á las punciones, que solamente<br />

deberán encargarse de practicar los veterinarios.<br />

ASCLEPIADEAS (Botánica é Industria<br />

).—Estas plantas herbáceas son tanto más<br />

útiles cuanto que crecen en terrenos arenosos<br />

y áridos, en que pocos vegetales pueden prosperar.<br />

De ahí las ventajas que podría ofrecer<br />

su cultivo en muchas comarcas españolas, en<br />

las cuales, además de abandonar muchos detritus,<br />

producirían sombra y conservarían por<br />

consiguiente la humedad; de manera que en<br />

un reducido período de años acabarían por<br />

convertir en cultivables terrenos hoy completamente<br />

estériles, además de suministrar productos<br />

aplicables en medicina y en la industria<br />

, y aun determinar la aparición de hierbas<br />

para los ganados. Por otra parte, es de advertir<br />

que ese cultivo exige muy pocos cuidados.<br />

Las especies y variedades que importa conocer<br />

á los agricultores españoles son las<br />

Calotropis, originarias del Indostán, de Persia,<br />

de Siria y de Egipto, y entre ellas la<br />

asclepiade de Siria (Asclepias syriaca de<br />

Linn., A. cornuti de Decaisne), especie espontánea<br />

en Virginia, en Filipinas y aun en<br />

España, y de la cual dice el P. Blanco que se<br />

llevó la semilla desde Manila al pueblo de<br />

Baubang, y que gracias á los indios se ha<br />

extendido por todas partes. Se utiliza el penacho<br />

de las semillas cortando antes de que<br />

maduren los frutos y separando aquél así que<br />

se han secado. Con la pelusa se hacen terciopelos,<br />

bayetas, franelas, medias, gorros, etc.,<br />

se acolchan mantas, y de los tallos, tratándolos<br />

como el cáñamo ó el linó, se obtiene una<br />

hebra larga, fina y de brillante blancura.<br />

La asclepiade gigantesca (A. gigantea)<br />

es común en las provincias meridionales de la<br />

India; la Calotropis hamiltlonii en las del Norte,<br />

y la C. procera en Persia y Egipto. La<br />

corteza de la raíz de ese vegetal es un medicamento<br />

muy enérgico, de frecuente uso entre<br />

los médicos indios, y que tal vez adoptaría<br />

la farmacia europea si fuese mejor conocido.<br />

Casi todas las asclepiadeas (precisamente<br />

su nombre está tomado del nombre griego de<br />

Esculapio) ofrecen productos medicinales.<br />

El valor industrial de todas las asclepiadeas<br />

nace precisamente de su carácter como plantas<br />

textiles, es decir, de la posibilidad de extraer<br />

fibras de los tallos de algunas especies,<br />

y singularmente de la Calotropis gigantea, de<br />

la Orthantera viminea y aun de la hierba de<br />

guatear (Asclepias cornuti). Las fibras de la<br />

Calotropis gigantea poseen gran tenacidad > y<br />

en ese concepto son superiores á todos los<br />

demás filamentos textiles. Según el doctor<br />

Wight, mientras que las fibras del cocotero<br />

soportan 224 libras inglesas, las del algodonero<br />

316, las del agave 362 y las de la Crotalaria<br />

júncea 407, las de la Calotropis gigantea<br />

soportan 552 sin romperse. Naturalmente, la<br />

preparación de esas fibras es bastante difícil,<br />

y poco económica sobre todo. En la India se<br />

preparan á mano; se cortan los tallos en trozos<br />

de 12 á 18 pulgadas; se separa la corteza de<br />

éstos cuidadosamente, y de ella se extraen<br />

después las fibras textiles. En cuanto á enriar<br />

ó empozar la asclepiade de Siria que propusiera<br />

Ivart, se ha notado que es perjudicial á<br />

la buena calidad de los filamentos. En cambio<br />

es de presumir que el empleo de máquinas<br />

favorecería singularmente la separación de las<br />

fibras del mudar ó Calotropis gigantea, y que<br />

se obtendrían filamentos más finos.<br />

También proporcionan las asclepiadeas otra<br />

materia textil. Nos referimos á las borlas de<br />

pelo sedoso que envuelven las semillas del asclepiade<br />

cornutus, y que también se observan<br />

más ó menos desarrollados en otras especies.<br />

Esos filamentos pueden servir para el enguatado<br />

de todas clases, para cojines, almohadones,<br />

etc., etc., y aun para hilos y tejidos de<br />

diferentes clases. Sola ó mezclada con algodón,<br />

se ha empleado en Europa esa borra para la<br />

fabricación de sombreros y telas desde hace<br />

un siglo, ya que toma el tinte perfectamente,<br />

y en el Indostán se emplean para la fabricación<br />

de productos análogos los filamentos de<br />

las semillas del mudar, y aun ha habido quien<br />

intentara fabricar papel con ellos.<br />

No hace muchos años anunciaron los periódicos<br />

y las Revistas comerciales que el jugo<br />

lechoso, gomoso y resinoso obtenido de la Calotropis<br />

gigantea, haciendo en ella incisiones,<br />

podía sustituir al caucho y á la gutapercha.<br />

El doctor Riddel ha calculado que cada diez<br />

pies de la C. gigantea, cuyo tronco se halle<br />

regularmente desarrollado, producen próximamente<br />

la materia necesaria para sustituir á<br />

una libra de gutapercha. Esta substancia se<br />

obtiene haciendo evaporar el jugo del mudar<br />

al sol ó la sombra, y manipulándole después<br />

de seco en agua caliente, con objeto de conseguir<br />

que desaparezca la acritud de la goma.<br />

La materia, que aparece flexible en tanto que<br />

se mantiene en agua caliente, se endurece al<br />

sumergirla en agua fría. El ácido sulfúrico la<br />

carboniza, y el nítrico la convierte en una especie<br />

de substancia resinosa amarillenta, que<br />

apenas atacan el ácido muriático, el acético y<br />

el alcohol. Disuelta en aceite de trementina,<br />

forma una liga viscosa, se presta bien á ser<br />

modelada y puede revestir todas las formas<br />

posibles. También se une perfectamente á la<br />

gutapercha.<br />

Consignado esto, hemos de agregar que el<br />

jugo de las asclepiadeas se emplea con frecuencia<br />

entre los orientales como medicamento,<br />

y el de la A. procera es tan corrosivo que<br />

sirve como depilatorio del cuero en Egipto.<br />

Los ladrones se sirven de él para cambiar el<br />

pelaje de las bestias que roban. El análisis<br />

químico confirma las observaciones empíricas<br />

respecto de la importancia terapéutica ó industrial<br />

de las asclepiadeas. Los Sres. Duncan<br />

y Casanova, de Cádiz, reconocieron en la


ASC — 561 — ASC<br />

raíz del mudar la existencia de un alcaloide<br />

que llamaron mud'arina, soluble en el agua y<br />

en el alcohol, además de haber hallado en proporciones<br />

considerables goma, resina, almidón,<br />

albúmina, un poco de aceite y fibra vegetal.<br />

De cada 50 gramos, M. Eicord Mediana<br />

obtuvo por término medio 9 gramos de<br />

resina pura (ó sea un 18 por 100), 4 de aceite<br />

craso (8 por 100), 9 de bálsamo sólido (18<br />

por 100), 12 de cerina (24 por 100), 8 de caucho<br />

mucoso (16 por 100), 6 de substancia leñosa<br />

(12 por 100) y unos 7 gramos de pérdida,<br />

ó sea un 14 por 100.<br />

El jugo de la asclepiade apocina (A. cornuti),<br />

analizado por M. John, dio 26,50 por 100<br />

de resina, 12,50 de substancia elástica, 4 de<br />

substancia glutinosa vegetal, 4 de extracto y<br />

53 de ácido tártrico y albúmina. Las cenizas<br />

contienen carbonato de potasa, fosfato de cal,<br />

fosfato de magnesia, sílice, hierro y óxido de<br />

manganeso.<br />

También en América se hilan, mezclados<br />

con otras fibras, los pelos de las semillas de<br />

las Asclepias curassavica, syriaca y Douglassi.<br />

Son sedosos, y de color blanco ó amarillo claro;<br />

su longitud es de 1 á 3 centímetros; el<br />

diámetro, de 0,016 á 0,04 milímetros. Los<br />

americanos del Sur emplean para usos análogos<br />

á los del cáñamo entre nosotros, las<br />

fibras liberianas de las Asclepias exaltata, syriaca,<br />

obavata, amaina, tomentosa, phytalasvides<br />

y quadrifolia.<br />

En Francia se ha ensayado el cultivo de la<br />

Asclepia syriaca, y ha dado resultados bastante<br />

satisfactorios, sobre todo dedicando su<br />

producto á la preparación de guatas, no ala<br />

de telas de pelo. La planta no tiene nada de<br />

exigente; se puede cultivar en tierras pobres,<br />

poco profundas, pedregosas y de subsuelo impermeable<br />

, si bien la son favorables también<br />

las tierras calizas. Se multiplica por medio de<br />

semillas ó de raíces; en el primer caso las<br />

plantas no dan flores hasta el tercer año; en<br />

el segundo, las producen desde el segundo.<br />

La recolección se hace cuando las vainas ó<br />

cascaras están maduras, y las crestas son muy<br />

visibles. A medida que se cortan los frutos, se<br />

los va guardando en cestos ó sacos, para exponerlos<br />

más tarde al sol, á fin de que se sequen<br />

y separar fácilmente el pelo ó borrilla<br />

del desgrane; operación que se hace á mano,<br />

y colocando las cápsulas en una cubeta. Una<br />

hectárea, sembrada de plantas de esa especie,<br />

produce al año, por término medio, de 450 á<br />

500 kilogramos de vello ó borrilla. La guata,<br />

no solamente se emplea en los vestidos y otros<br />

objetos, como lo hacen los turcos, si que también<br />

en hilas.<br />

ASCHISCH.—Con este nombre, y con<br />

los de haschisch ó hasckish, se indica á veces<br />

una planta, la Cannabis indica, y á veces<br />

alguno de los diferentes preparados que<br />

con la planta se forman. Los árabes y otros<br />

pueblos orientales usan mucho esas preparaciones,<br />

dotadas de propiedades excitantes<br />

y embriagadoras especiales y verdaderamente<br />

extraordinarias. La palabra aschisch es de<br />

origen árabe, y significa hierba, aplicándose<br />

por antonomasia, al cáñamo indio. Los indios<br />

emplean la denominación bangh; los persas la<br />

de bliang ó bangie; los turcos la de esrar, y<br />

los argelinos la de aschisc de los fakires. En<br />

otras regiones se designan la planta y los<br />

productos con otros nombres.<br />

El cáñamo índico, como indica el calificativo<br />

, es originario de la India y de algunas comarcas<br />

de África, cultivándose en Egipto<br />

para uso de los aficionados á las preparaciones<br />

de esa hierba. En Europa se desarrolla la<br />

planta, pero no adquiere las especiales propiedades<br />

que la hacen tan buscada en Oriente.<br />

Es tan parecida al cáñamo común, Canapa<br />

sativa de Linneo, del cual se distingue<br />

por ser algo más delgados los tallos, que en<br />

sentir de algunos botánicos ambas plantas<br />

son únicamente variedades de una misma familia.<br />

;.<br />

El cáñamo común posee en grado muy débil<br />

algunas de las propiedades del cáñamo<br />

indio; así es que se citan muchos efectos dañosos<br />

producidos por la prolongada estancia<br />

en terrenos donde existían cañamares, principalmente<br />

en la época de la flor, y ha habido<br />

casos en que han sufrido violentos vértigos<br />

algunos que habían dormido sobre haces de<br />

cáñamo verde. El indio es más activo en la<br />

época de la floración, y de aquí que se utilicen<br />

las flores, las cuales, después de secas,<br />

tienen un olor característico; sus emanaciones,<br />

respiradas durante largo tiempo, causan<br />

vértigos; su sabor apenas es perceptible.<br />

Desde tiempo inmemorial se hace en Oriente<br />

uso, y se abusa de esa planta y sus preparados;<br />

así que es uno de los narcóticos mencionados<br />

con varios nombres en los más antiguos<br />

libros del mundo. Muchos astutos jefes<br />

de tribu y muchos sacerdotes indios han hecho<br />

uso de él, ya para sí mismos, ya para sus<br />

secuaces, con objeto de imponerse á los ignorantes.<br />

De esa manera pudo mantener su supremacía<br />

el famoso Viejo de la montaña durante<br />

las Cruzadas, y mantener la fanática<br />

devoción de sus secuaces, llamados aschischini,<br />

porque se servían de la planta que nos ocupa;<br />

palabra que se transformó en la de asesino,<br />

tan usada hoy en muchos pueblos.<br />

Preobraschensky, que acompañó á la expedición<br />

rusa dirigida contra Khiva en 1873,<br />

dio cuenta de sus observaciones acerca deí<br />

aschisch. En las grandes poblaciones del Asia<br />

central se vende en barras de 5 á 15 pulgadas<br />

de longitud y 1 á 3 de grueso. Son de color<br />

moreno obscuro en la superficie, y verdoso ú<br />

obscuro en el interior; son de consistencia<br />

dura; se rompen con dificultad, y solamente<br />

se parten fácilmente y mediante la acción del<br />

calor, las barras delgadas. En la Bukharia, durante<br />

la primavera y antes de que haya llegado<br />

el fruto de la planta al estado de madurez,<br />

se recoge el jugo resinoso de los cogollos<br />

de la planta, se mezcla con arena y agua para<br />

obtener una pasta, que se extiende luego en<br />

Dic—II. 36


ASC — 562 — ASC<br />

capas sobre un lecho de arcilla, y se corta<br />

después en barras de diferente longitud y<br />

tamaño.<br />

En Turquía, Egipto, Marruecos y Argelia<br />

se hace uso de los cocimientos y de las bebidas<br />

preparadas directamente con el cáñamo<br />

indio, y aun se suele masticar ó fumar como<br />

si fuera tabaco, solo ó mezclado con otras<br />

substancias. Por lo común, se utilizan y emplean<br />

en el comercio, en vez de la planta, diversas<br />

preparaciones con ella obtenidas. La<br />

más enérgica que usan los árabes es el extracto<br />

crasso, que se obtiene haciendo hervir con<br />

manteca y agúalas sumidades del cáñamo verde.<br />

Así que se evapora el agua, se cuela por<br />

una tela la manteca fundida, y se obtiene de<br />

esa manera un ungüento de color amarillo<br />

verdoso, tenaz, de olor nauseabundo, característico<br />

del aschisch, y de manteca rancia.<br />

Generalmente se toman 2 ó 4 gramos del preparado<br />

en infusión de café, ó en pildoras.<br />

Con objeto de disfrazar el ingrato sabor<br />

del aschisch, se suele mezclar con varias especies<br />

de aromas, en cuyo caso se usa aquél en<br />

más elevadas cantidades. El dava ó kavamesk,<br />

ó sea una droga almizclada, de sabor agradable,<br />

se obtiene mezclando el extracto crasso<br />

con azúcar, canela, vainilla, alhócigo y almizcle.<br />

A veces se adiciona también una<br />

pequeña dosis de polvos de cantárida ó de<br />

nuez vómica. Con el extracto crasso se obtiene<br />

también una tintura alcohólica que se<br />

utiliza para elaborar pastillas azucaradas. La<br />

mayoría de esas preparaciones se fabrican<br />

secretamente, y solamente se sabe que su<br />

más importante ingrediente es el cáñamo.<br />

El madjum, ó mejor madschum de los argelinos,<br />

es una mezcla de miel con polvos del cáñamo<br />

indiano, tostado ligeramente.<br />

Todavía no se conoce bien cuál sea la composición<br />

química del aschisch; sábese que<br />

contiene una substancia resinosa llamada cannabina<br />

ó aschischina, de la cual depende la<br />

acción del cáñamo índico sobre el organismo.<br />

En sentir de Personne, el aschisch contiene<br />

también un aceite volátil, al cual se debe<br />

atribuir parte de la acción que la planta ejerce;<br />

pero esta última aserción había sido contradicha<br />

por el hecho de que el agua destilada<br />

del cáñamo es completamente inerte. Ese aceite<br />

está formado por dos carburos de hidrógeno,<br />

uno líquido, llamado cannábena, y otro<br />

más rico en hidrógeno, y que es designado<br />

con el nombre de hidruro de cannábena.<br />

En estos últimos tiempos ha descubierto el<br />

ya citado doctor Preobraschensky un cuerpo<br />

que posee la propiedad de asimilarse el alcaloide.<br />

Peltz ha hecho expresamente otras indagaciones,<br />

de las cuales ha deducido que<br />

existe en el aschisch una pequeña cantidad<br />

de nicotina. Tratando el preparado de los<br />

orientales con alcohol frío, extrajo una substancia<br />

blanda y viscosa, en cantidad de un 30<br />

por 100, y con el éter una resina casi semejante<br />

á la substancia precedente, en la proporción<br />

de 28 por 100. La nicotina reapare­<br />

ció en el extracto acuoso, en los productos de<br />

la destilación con el agua sola ó con agua<br />

alcalizada, y en los de la destilación seca. De<br />

150 gramos de sumidades floridas de la planta<br />

obtuvo un hidrolato que contenía 25,4 miligramos<br />

de nicotina. De 50 gramos destilados<br />

con cal ó con potasa cáustica obtuvo un hidrolato<br />

con 335,28 miligramos de nicotina. De<br />

5 gramos de extracto de la Cannabis indica<br />

disueltos en alcohol y destilados después, extrajo<br />

91,44 miligramos de la base volátil. De<br />

2 gramos del mismo producto, destilados con<br />

cal y lejía de potasa, obtuvo 63,5 miligramos<br />

de la base.<br />

Los efectos del aschisch se manifiestan á la<br />

media hora, ó á lo sumo á la hora de haber<br />

sido ingerido en el estómago, según el temperamento<br />

de las personas, del cual depende<br />

también la intensidad de la acción, que es<br />

mucho más enérgica cuando se toma el preparado<br />

en ayunas, ó mezclado con café ó te.<br />

Cual ocurre con todas las substancias de origen<br />

vegetal que ejercen una acción muy pronunciada<br />

sobre el organismo, el aschisch es<br />

mucho más activo en los carnívoros y omnívoros<br />

que en los herbívoros; de manera que<br />

en éstos solamente con dosis elevadísimas se<br />

obtienen los efectos apetecidos. Al igual del<br />

opio y de otros muchos narcóticos, es á la vez<br />

estimulante y embriagador á pequeñas dosis,<br />

en tanto que á más elevadas dosis es calmante<br />

y provoca el sueño.<br />

La embriaguez voluptuosa (kief ó kif de<br />

los árabes) producida por el aschisch es diferente<br />

de la producida por el vino, el opio, y<br />

en general de todos los narcóticos. Durante<br />

el período de exaltación el individuo conserva<br />

sus facultades intelectuales, y percibe y distingue<br />

los objetos que le circundan, soporta<br />

largo tiempo el ayuno y no experimenta las<br />

incomodidades ocasionadas por otras substancias<br />

embriagadoras. De Luca experimentó por<br />

sí mismo la acción de ese alimento excitador<br />

del sistema nervioso, y observó las mismas<br />

sensaciones descritas por otros autores que<br />

trataron del mismo asunto.<br />

La primera acción del aschisch consiste en<br />

una sensación especial de movimiento en las<br />

extremidades del cuerpo; movimiento que se<br />

propaga de fuera á dentro; parece que se percibe<br />

la impresión de algo que penetra por los<br />

dedos, y va propagándose y penetrando sin<br />

interrupción hasta el cerebro, sin producir el<br />

menor disturbio en las facultades intelectuales<br />

ni la sensación más mínima de dolor. De Luca<br />

compara esa sensación con la que producirían<br />

muchas hormigas que recorriesen el cuerpo<br />

del observador sin causarle mordeduras, ó á<br />

la que se experimenta cuando se roza suave y<br />

ligeramente la planta del pie, ó cualquiera<br />

otra parte del cuerpo muy sensible y excitable.<br />

Tales comparaciones, empero, solamente<br />

dan una idea aproximada; el movimiento en<br />

cuestión es continuo, progresivo y nada molesto<br />

, conservando el hombre en los primeros<br />

momentos el deseo de atender á sus habitúa-


ASC — 563 — ASE<br />

les faenas, en tanto que las manos se resisten<br />

á moverse; después se experimenta propensión<br />

al ocio y á la contemplación.<br />

En ese momento comienza el segundo período<br />

de la acción del aschisch, durante el cual<br />

parece que cambian nuestras relaciones con<br />

el mundo exterior que nos circunda. Al parecer<br />

aumentan considerablemente las distancias<br />

de los objetos que se hallan á la vista,<br />

cual si se alejaran respetuosamente del que<br />

los observa; y si el hombre embriagado de ese<br />

modo echa á andar, se siente á gran distancia<br />

del suelo, cual si caminase por los aires, en<br />

tanto que ve á los demás tocar con los pies<br />

la tierra en la forma ordinaria. El embriagado<br />

se siente satisfecho de sí mismo y se cree superior<br />

á los demás. Las voces de las gentes y<br />

toda clase de rumores se perciben muy débilmente,<br />

pareciendo que llegan desde lejos á<br />

los oídos. Si se recuesta sobre la cama el que<br />

ha tomado el preparado en cuestión, cree que<br />

las sábanas y mantas se mantienen alejadas,<br />

cual si no osasen tocar al cuerpo, en tanto<br />

que el embriagado siente una especie de desdén<br />

y abandono hacia todo lo que le circunda;<br />

las ideas son precisas y claras, y se recuerdan<br />

cosas desde mucho tiempo antes olvidadas,<br />

experimentándose cierta complacencia en los<br />

propios actos y una satisfacción de carácter<br />

particular.<br />

Después de haber ido aumentando la intensidad<br />

de esas sensaciones, comienzan á debilitarse<br />

paulatinamente, desaparece el movimiento<br />

ó más bien agitación nerviosa, se<br />

acortan las distancias, las voces de los demás<br />

se sienten con más fuerza, todo vuelve al estado<br />

primitivo, y se conserva la memoria de<br />

la exaltación en que se ha permanecido. Fácilmente<br />

se comprende que despierte gran<br />

afición ese estado de embriaguez, especialmente<br />

entre los pueblos orientales, y no es<br />

raro hallar entre ellos muchas personas que<br />

abusan del aschisch, á la manera que muchos<br />

abusan en Europa de los líquidos alcohólicos.<br />

Sin embargo, á poco que sea el exceso en el<br />

uso de esa preparación, sobrevienen graves<br />

perturbaciones del sistema nervioso, y se cae<br />

en un estado continuado de marasmo é imbecilidad,<br />

ó se pasa á un estado de locura furiosa.<br />

ASCHISCHINA (Química y Farmacia).—Es<br />

una substancia resinosa designada<br />

también con el nombre de Cannabina, según<br />

queda indicado, que se obtiene de la Cannabis<br />

indica. Se conocen dos maneras ó procedimientos<br />

para prepararla. Según Smith, se obtiene<br />

del siguiente modo: Se ponen en maceración<br />

varias veces en agua templada las sumidades<br />

de la planta, comprimiéndolas fuertemente<br />

hasta que el agua obtenida resulte clara. En<br />

seguida se pone á macerar con una disolución<br />

de carbonato sódico en cantidad igual á la mitad<br />

del peso de la planta después de seca; á<br />

los dos ó tres días se decanta, se exprime el<br />

residuo, se lava con agua hasta que ésta resulte<br />

casi incolora, se pone á secar, y una vez seco<br />

el producto, se macera en una cantidad de alcohol<br />

cinco veces mayor en peso y de una<br />

graduación de 86° centígrados. Se filtra luego<br />

con el líquido, se agrega una lechada muy<br />

densa de hidrato de cal, en la proporción<br />

de treinta partes de este hidrato por quinientas<br />

del residuo seco; se filtra el líquido,<br />

y de él se precipita la cal mediante el ácido<br />

sulfúrico; se agrega una pequeña cantidad de<br />

negro animal; se agita la mezcla para filtrarla<br />

nuevamente; se destila el líquido filtrado para<br />

recuperar el alcohol, y se diluye el residuo<br />

con agua, la cual determina la precipitación<br />

de la resina. Este precipitado se recoge sobre<br />

un filtro, se lava y se pone á secar.<br />

Según Gastinel, también se obtiene la misma<br />

resina con el color verdoso y el perfume<br />

de la planta del siguiente modo: Se prepara<br />

un extracto con alcohol de 85°, macerando en<br />

él cáñamo seco de la especie dicha; se disuelve<br />

el extracto en agua, la cual precipita la resina,<br />

y ésta se pone á secar.<br />

En muchos puntos se extrae la aschischina<br />

mediante procedimientos mecánicos, teniendo<br />

en cuenta la propiedad que tiene la planta de<br />

trasudarla espontáneamente y de ser pegajosa<br />

la substancia. Así en Persia se extrae comprimiendo<br />

el cáñamo machacado entre capas de<br />

tela, á la cual se adhiere fácilmente la resina.<br />

En el Nepaul se recoge meneando entre las<br />

sumidades del cáñamo algunas tiras de cuero,<br />

al cual se pega la resina trasudada.<br />

Disolviendo una parte de aschischina en<br />

nueve de alcohol, se obtiene una tintura usada<br />

en medicina á veces. La aschischina ejerce la<br />

misma acción que el aschisch, pero es más<br />

activa, y 5 centigramos de esa substancia<br />

equivalen á 3 gramos de aschisch en extracto<br />

crasso, ó á 25 de dawamesk. Es un buen auxiliar<br />

contra muchos padecimientos nerviosos,<br />

contra los reumatismos, el tétanos, la hidropesía,<br />

y acaso también contra la hidrofobia y<br />

las enfermedades mentales.<br />

ASEN JO ó ASENSIO.—(V. Absintio.)<br />

ASENTADURA ( Veterinaria).— Contusión<br />

que sufre la palma por estar comprimida<br />

con la herradura, por estar ésta mal colocada.<br />

Se remedia este accidente quitando la herradura,<br />

y ahuecándola lo necesario antes de volverla<br />

á poner. También se da el nombre de<br />

asentadura á la contusión producida por la<br />

presión de la silla, de la albarda, etc.<br />

ASERRAR.— Cortar, hender, partir ó dividir<br />

con sierra la madera ú otra materia. El<br />

aserrado, de que nos ocuparemos en el artículo<br />

Sierra para describir los diversos instrumentos<br />

que han venido á sustituir en muchos<br />

casos á la sierra común y las aplicaciones que<br />

de esa operación se obtienen, se ha convertido<br />

en una industria importantísima, y se aplica<br />

á toda clase de maderas, para batisfacer las<br />

exigencias de la ebanistería, que ha progresado<br />

pasmosamente en estos últimos tiempos, al<br />

igual que la carpintería, y que prepara maderas,<br />

tablas de todas dimensiones, que reciben<br />

diferentes nombres, según los casos; nom-


ASE — 564 -- ASE<br />

bres que daremos á conocer al hablar de las<br />

maderas.<br />

El aserrado se emplea principalmente para<br />

preparar las maderas de carpintería; los que<br />

de él hacen su profesión deben saber distinguir<br />

bien las maderas, y elegirlas en el estado<br />

más adecuado para dividirlas convenientemente<br />

por medio de la sierra. Así, por ejemplo,<br />

no deberá aserrarse toda clase de maderas,<br />

sino únicamente las que sean aceptables para<br />

los consumidores. Para las construcciones navales<br />

no sirve la madera tierna de encina, que<br />

se divide con harta facilidad, y que en cambio<br />

es buscada por los carpinteros y ebanistas.<br />

No deben cortarse las maderas en el momento<br />

de la vegetación activa, sino más bien<br />

en el período de la decrepitud, para que sean<br />

resistentes. Naturalmente, en este caso se hallan<br />

en oposición los intereses del consumidor<br />

y del industrial.<br />

Para los entarimados expuestos á frotamientos<br />

que los gastan, deberán emplearse<br />

únicamente maderas de robles jóvenes y duros;<br />

pero en este caso ofrecen inconvenientes no<br />

menos graves que el apuntado, á saber: el ser<br />

demasiado impresionable con los cambios de<br />

humedad y de sequedad, á consecuencia de<br />

los cuales la madera se contrae ó se dilata. El<br />

aumento de volumen generalmente no es tan<br />

sensible, y de consiguiente, es menos perjudicial,<br />

porque los clavos que sujetan las maderas<br />

impiden que sea tan considerable como lo sería<br />

en otro caso, mientras que la sequedad prolongada,<br />

y sobre todo la acción del sol, son<br />

causa de que se separen las tablas y formen<br />

hendeduras que constituyen la desesperación<br />

de los propietarios, y sobre todo de los aserradores,<br />

á quienes se acusa de no haber elegido<br />

bien las maderas ó de haberlas dividido<br />

en malas condiciones, siendo así que en realidad<br />

el mal estriba en las propiedades de esas<br />

mismas maderas, y en la facilidad con que se<br />

dilatan y contraen cuando son jóvenes. Sin<br />

embargo, no hemos de negar que el aserrado<br />

influye también notablemente en la condición<br />

•de las maderas de roble ó encina. Esa operación<br />

debe practicarse de tal manera que la<br />

sierra cruce, á ser posible, siempre sobre las<br />

partes en que la madera aparece más lustrosa,<br />

y que ha servido á la planta de vía por sus<br />

conductos celulares para la circulación de la<br />

savia desde las raíces á las ramas. Cuando el<br />

operario sabe seguir el hilo, el corte presenta<br />

facetas brillantes, y.en la superficie de la madera<br />

se observan venas y ondulaciones que<br />

avaloran las tablas, y que se esfuerza la pintura<br />

en vano por imitar. Además, el roble ó<br />

encina aserrado de esa suerte no forma grietas,<br />

conserva la forma que se le da, y de ahí<br />

que para la construcción de muebles se pague<br />

por él un 50 por 100 más.<br />

El aserrado es más fácil y produce resultados<br />

más satisfactorios tratándose de árboles<br />

corpulentos, los cuales, precisamente por poseer<br />

esta condición, son mucho más apreciados<br />

en el mercado. De aquí que los aserradores<br />

busquen con preferencia los troncos que se<br />

pueden cuartear, es decir, que se pueden dividir<br />

en cuatro partes sensiblemente iguales,<br />

de cada una de las cuales se obtengan tablas<br />

de dimensiones considerables, después de despojadas<br />

de la albura. Un árbol de 2 metros de<br />

circunferencia producirá una tercera parte de<br />

desechos menos que un árbol de un metro. Si<br />

la circunferencia mide de 2,50 á 3 metros,<br />

aun disminuirán relativamente más los desechos,<br />

el aserrado resulta mejor y se practica<br />

con mayor facilidad. También ha de procurarse<br />

que las piezas aserradas tengan cuanta longitud<br />

sea posible, porque en ciertos casos se<br />

necesitan tablas ó maderos largos, y- de una<br />

sola pieza, los cuales dan también menos desechos<br />

para el aserrador en proporción de la<br />

longitud que miden.<br />

Generalmente en los mercados ó almacenes<br />

la longitud de las tablas y maderos no es menor<br />

de 2 metros; sin embargo, también se<br />

aprovechan los troncos que sólo dan piezas<br />

de menor longitud, pero al comprar por lotes<br />

todos aquellos en que figuran piezas de menos<br />

de 2 metros de largo, se expenden á precios<br />

relativamente bajos, así como los trozos de<br />

madera que miden de 3 metros en adelante<br />

de longitud, aumentan notablemente el precio<br />

del lote. Las medidas ó dimensiones más co-.<br />

muñes en la madera de roble son las de 2,30,<br />

2,50, 2,66 y 3 metros, y al venderse la madera<br />

al por mayor ó en grandes lotes, generalmente<br />

cada uno de éstos contiene tres quintos de<br />

tabla cuya longitud es de las dimensiones<br />

indicadas, un quinto á lo sumo de menos de 3<br />

metros, y otra quinta parte de 3 á 5 metros.<br />

Como se ha de seguir una marcha análoga con<br />

toda clase de maderas, no tenemos para qué<br />

hablar separadamente de cada una de ellas.<br />

La madera de haya no se emplea ni se estima<br />

generalmente tanto como la del roble ó<br />

encina, y, sin embargo, cuando no se halla<br />

expuesta á la influencia de la humedad del<br />

aire, dura tanto como aquélla. Su grave inconveniente<br />

estriba en ser más impresionable que<br />

ninguna otra madera á los cambios atmosféricos,<br />

y en dilatarse y contraerse de una manera<br />

verdaderamente excepcional con la humedad<br />

ó la sequedad. Sólo desnaturalizando la madera<br />

en cierto modo se puede obviar ese inconveniente.<br />

La haya serrada poco después de<br />

cortada, se conserva bastante bien, pero se<br />

deforma transcurridos unos cuantos años. Por<br />

eso es preferible dejar las vigas, una vez cortadas,<br />

tendidas y expuestas á la intemperie antes<br />

de aserrarlas, porque en ese caso fermenta<br />

la savia contenida en los poros y. se convierte<br />

en una materia inerte que evita las dilataciones<br />

y contracciones de la madera, y permite<br />

hacer con ésta las más delicadas labores, de<br />

tal manera que pintándola con colores obscuros<br />

que imiten el de la encina ó roble, se pueden<br />

vender á precios elevados los muebles esculpidos.<br />

Se puede abrigar la certeza de que<br />

las vigas de haya han fermentado bastante<br />

cuando se desprende la corteza por sí misma;


ASE — 565 — ASE<br />

entonces es cuando se somete al aserrado en<br />

las mejores condiciones posibles, y cuando ya<br />

ha perdido su impresionabilidad.<br />

Ninguna de las precauciones que han de<br />

adoptarse para el aserrado de maderas de roble<br />

, encina ó haya es necesaria tratándose de<br />

maderas tiernas de abeto y olmo. Esas especies<br />

arbóreas pueden ser sometidas al aserrado<br />

inmediatamente después de cortada la planta,<br />

y no corren el peligro de adquirir deformidades,<br />

aun cuando se hallen expuestas durante<br />

mucho tiempo á la acción de las lluvias<br />

y del aire; en todo caso, deben amontonarse<br />

cuidadosamente, ó debe preservárselas de la<br />

acción directa de los rayos solares cuando comienza<br />

el calor estival. Las tablas y maderas<br />

de abeto se aprecian especialmente por su extraordinaria<br />

longitud y por las formas especiales<br />

que se pueden dar á las tablas. El álamo<br />

negro en muchos casos, y cuando no se ha<br />

desmochado y se ha desarrollado sin impedimentos<br />

en sentido longitudinal, es también<br />

bastante apreciado por su gran resistencia y<br />

porque dura mucho tiempo en determinadas<br />

condiciones. Las tablas de abeto que proporciona<br />

el comercio miden de 4 á 5 metros de<br />

longitud por 22 á 33 centímetros de anchura y<br />

27 milímetros de espesor, y de ahí que se puedan<br />

aplicar á los usos más comunes de la construcción<br />

y de la carpintería. De la madera de<br />

álamo se pueden obtener vigas y tablas de considerables<br />

dimensiones, si bien los ebanistas<br />

la emplean generalmente en placas delgadas<br />

para cubrir los muebles y poderlos dar elegante<br />

aspecto por medio del barnizado. De<br />

aquí que sea una rama importaute y especial<br />

del aserrado la fabricación de placas, á veces<br />

tan delgadas y flexibles como el papel, por<br />

medio de las sierras mecánicas; hojas que se<br />

pegan encolándolas á la superficie de los<br />

muebles.<br />

La manera de serrar tiene una gran importancia,<br />

porque influye notablemente en el precio<br />

del producto, y de ahí que se hayan organizado<br />

fábricas en que se emplea el vapor como<br />

fuerza motriz ó los saltos de agua, y en<br />

que, gracias á los progresos mecánicos, se obtienen<br />

resultados verdaderamente sorprendentes<br />

por la rapidez con que. se alcanzan y pollas<br />

condiciones en que aparecen las piezas. En<br />

los mismos bosques, á fin de no luchar con<br />

los inconvenientes de transportar maderas ó<br />

vigas de considerables dimensiones, se utilizan<br />

hoy también mecanismos sencillos y que se<br />

mueven con el agua de cualquier arroyuelo ó<br />

de un manantial, por insignificante que sea,<br />

con tal de que pueda detenerse en un depósito<br />

ó presa, y formar saltos de alguna elevación.<br />

Cuando la sierra es mecánica, como el<br />

motor impulsa con regularidad y constancia,<br />

dicho se está que el trabajo resulta más acabado,<br />

siendo menores los esfuerzos que del<br />

obrero exige. Hay sierras de dos, tres ó cuatro<br />

hojas, que por consiguiente separan dos,<br />

tres ó cuatro tablas á la vez, en una anchura<br />

que puede llegar á un metro, pero que gene­<br />

ralmente se reduce á la mitad del diámetro de<br />

los árboles más corpulentos.<br />

En las fábricas mejor acondicionadas, las<br />

sierras circulares, girando con una rapidez vertiginosa,<br />

hacen el trabajo más pronto, pero<br />

exigen constantemente la presencia del obrero<br />

para que vaya empujando hacia la sierra<br />

la pieza que haya de dividirse. La sierra de<br />

cintas representa un nuevo progreso para<br />

separar planchas muy delgadas. Todos esos<br />

aparatos, en cambio, por muy perfeccionados<br />

que estén, ofrecen el inconveniente de exigir<br />

el transporte de las piezas á un punto determinado<br />

, y no pueden llevarse, de consiguiente,<br />

como las sierras de mano, al punto en que<br />

se encuentran los árboles maderables.<br />

De aquí que muchas fábricas de aserrar que<br />

eran movidas por saltos de agua, y de consiguiente<br />

que no habían de gastar dinero apenas<br />

en adquirir la fuerza motriz, no hayan<br />

podido competir con los antiguos aserradores,<br />

cuyo equipo, digámoslo así, cuesta 50 pesetas,<br />

y los cuales arreglan su primitivo aparato en<br />

que han de trabajar. Por lo mismo, sólo en<br />

dos circunstancias puede ser preferible el aserrado<br />

mecánico: cuando la fábrica de aserrar<br />

se instala en el mismo monte, pinar, bosque,<br />

etcétera, en que haya de cortarse la madera, ó<br />

cuando el mecanismo haya de funcionar en<br />

un centro de gran consumo. En otros casos,<br />

la experiencia ha acreditado que suelen ser<br />

ruinosas esas fábricas de aserrar y los mecanismos<br />

que en ellas se emplean, y cuyos efectos<br />

asombran al observador superficial.<br />

ASFALTO, BETÚN ASFÁLTICO<br />

(Material de construcciónJ.—Especie mineralógica<br />

que comprende casi todas las substancias<br />

bituminosas salidas del reino mineral. El<br />

asfalto de los minerálogos se asemeja mucho<br />

por sus caracteres externos al carbón fósil,<br />

pero se distingue de éste por su rotura homogénea<br />

, concoide, y dotada siempre de un brillo<br />

especial. Ordinariamente es de color muy<br />

negro, si bien á veces pardea un poco en los<br />

bordes. También posee muchos de los caracteres<br />

que distinguen á la pez, y de ahí que se<br />

le haya denominado también al asfalto pez<br />

mineral.<br />

Bajo el punto de vista tecnológico, se llama<br />

así cualquiera substancia calcárea naturalmente<br />

impregnada de una substancia bituminosa,<br />

y que ordinariamente suele estar en la<br />

proporción de siete á ocho partes de betún<br />

por noventa y tres ó noventa y dos de materia<br />

calcárea. Usase igualmente la palabra<br />

asfalto, en sentido muy lato, para designar<br />

cualquier roca bituminosa, ora sea calcárea,<br />

arcillosa ó cuarzosa. El calcáreo aparece ordinariamente<br />

dispuesto en capas alternas con<br />

caliza blanca; su color varía entre el moreno<br />

y el negro; su fractura es granugienta<br />

é irregular; su consistencia varía según la<br />

temperatura; durísima y sonora bajo la acción<br />

del frío, se reblandece notablemente y llega á<br />

disgregarse á los 50 ó 60° centígrados. En<br />

invierno se rompe fácilmente con el martillo


ASF — 566 — ASF<br />

como si ftíese una caliza ordinaria, pero en<br />

verano se reduce á pasta por percusión en<br />

lugar de romperse. La densidad es de 2,235,<br />

y la estructura varía según los yacimientos.<br />

El asfalto propiamente dicho es una substancia<br />

mineral combustible é hidrófuga, procedente<br />

de cuerpos orgánicos, y compuesta de<br />

carbono é hidrógeno en proporción considerable,<br />

y de una pequeña cantidad de oxígeno.<br />

Arde con llama muy olorosa, da un humo<br />

espeso, y casi no deja ningún residuo terroso,<br />

ni produce amoníaco mediante la destilación.<br />

Su densidad media es de 1,06. Sus caracteres<br />

físicos muy varios; el llamado malta es glutinoso<br />

por su consistencia; el asfalto verdadero<br />

es negro y sólido, del mismo aspecto que la<br />

pez, como hemos indicado. La mezcla de esos<br />

cuerpos es lo que se conoce comúnmente en<br />

la industria con el nombre de asfalto, único<br />

de que habremos de ocuparnos entre los varios<br />

betunes naturales, que son: la nafta, líquido<br />

muy fluido, incoloro y transparente; el<br />

petróleo, substancia también líquida, viscosa<br />

y un poco teñida de color, y los dos ya mencionados.<br />

Los betunes se encuentran únicamente en<br />

las formaciones geológicas secundarias y terciarias,<br />

sobre capas calcáreas, arcillosas; en<br />

las arenas de transporte, y en los terrenos volcánicos.<br />

Abunda en toda la superficie del<br />

globo, y especialmente en Asia, donde se vienen<br />

utilizando desde la más remota antigüedad.<br />

En los alrededores de Nainnanghon (Persia)<br />

existen más de 500 fuentes de petróleo en<br />

actividad. Casi todo el asfalto del comercio<br />

procede del Mar Muerto, á cuyas riberas<br />

arroja el oleaje enormes cantidades de ese<br />

betún. Cerca de los volcanes de las Islas de<br />

Cabo Verde, en las cercanías del Vesubio, y<br />

en otros diversos puntos donde baña el mar<br />

las faldas de montañas volcánicas, aparecen<br />

frecuentemente cubiertas las aguas de betún<br />

líquido. El yacimiento conocido con el nombre<br />

de Lago de la pez en la Isla de la Trinidad,<br />

es el depósito más notable del mundo<br />

entero. Circular por su forma y de insondable<br />

profundidad, mide 2 kilómetros de diámetro.<br />

También se recoge asfalto en Méjico, la<br />

California, el Canadá, Egipto, España, Portugal,<br />

Italia, Francia, Holanda é Inglaterra,<br />

en una de cuyas comarcas, cerca de<br />

Castletown (Derbysbire), se recoge un betún<br />

elástico muy curioso, que se ha denominado<br />

caucho mineral, por su analogía con la substancia<br />

de que toma nombre.<br />

La industria moderna utiliza en grande escala<br />

el asfalto; con él y la brea obtenida de<br />

la destilación de la hulla, se preparan mastics<br />

especiales que tienen por base la roca calcárea<br />

bituminosa, secada, pulverizada y aglutinada<br />

con el betún liquidado por el calor, y<br />

se venden en panes de 30 á 34 kilogramos.<br />

El metro cúbico pesa de 1.800 á 2.000 kilogramos.<br />

Las preparaciones bituminosas son<br />

muy importantes para las obras hidráulicas<br />

de cualquiera especie. Ya los antiguos las<br />

apreciaron mucho como'cemento, por ser impermeables<br />

é inalterables, para la construcción<br />

de edificios y trabajos subterráneos. Los<br />

muros de Babilonia se fabricaron con ladrillos<br />

pegados por medio de betún caliente.<br />

Los egipcios construían también y revestían<br />

sus cisternas con asfalto. Aun hoy día se encuentran<br />

cisternas y silos perfectamente conservados.<br />

Después de haber sido olvidados<br />

durante muchos siglos, los betunes comenzaron<br />

á emplearse nuevamente en el pasado siglo<br />

y á principios del presente, generalizándose<br />

sus aplicaciones de día en día.<br />

Con ellos se aislan y conservan los hilos<br />

telegráficos, los mosaicos, los colores, los<br />

barnices, las esencias, los cables, cuerdas,<br />

telas, cestos, maderas, yesos, cementos, etc.<br />

Se emplean para pinturas hidrófugas ó impermeables<br />

en las habitaciones; para los vehículos<br />

ó instrumentos de cultivo ; para los<br />

cimientos de los edificios, cañerías, cisternas,<br />

silos, aceras y otros fines que es ocioso<br />

enumerar detalladamente, bastando consignar,<br />

como observación general, que debe prepararse<br />

el betún ó asfalto en caliente, mas sin elevar<br />

la temperatura más de lo necesario para<br />

fundirle y mantenerle en estado líquido.<br />

Telas y cuerdas empapadas de asfalto.—<br />

Para impregnar esos objetos de betún se habrán<br />

de poner á macerar en un baño caliente,<br />

compuesto de betún de Seyssel ó de Lobsann,<br />

en la proporción de cuatro partes; de aceite<br />

de linaza cocido, en la proporción de dos partes,<br />

y de subacetato de plomo y de manganeso,<br />

en la proporción de media parte de cada una<br />

de estas dos substancias. Después de fundida<br />

la mezcla, habrán de agregarse dos partes de<br />

esencia de trementina. Para operar con mayor<br />

economía cuando se trata de objetos groseros,<br />

se puede agregar una cuarta parte de alquitrán<br />

de hulla, que expenden á bajo precio los<br />

fabricantes de gas. Al extraerla de la caldera<br />

se pasará la tela por dos cilindros, á fin de<br />

substraer el exceso de betún que haya recogido,<br />

y hacer que los hilos se impregnen perfectamente.<br />

Esta operación es inútil cuando<br />

son cuerdas ó sogas los objetos que se preparan<br />

con betún. Después de bien escurridas,<br />

se bañan con cola, que completa la desecación,<br />

impide la adherencia de substancias extrañas<br />

y facilita de consiguiente el manejo de los objetos.<br />

Las telas y cuerdas no pierden su flexibilidad<br />

ni mucho menos, aumenta su resistencia<br />

, y son inaccesibles á la humedad.<br />

Safios y pinturas de betún. — El alquitrán<br />

de hulla en los enlucidos ofrece el inconveniente<br />

de desecarse demasiado bajo la acción<br />

del aire, de henderse y de deslavarse al cabo<br />

de algún tiempo. El betún presenta precisamente<br />

los defectos contrarios, penetra poco<br />

en los cuerpos, se adhiere á ellos con dificultad<br />

y forma una capa espesa. La mezcla de<br />

esas dos substancias hace desaparecer precia<br />

sámente los defectos de una y otra, y produce<br />

los mejores resultados. Para obtener esa<br />

mezcla en las condiciones más ventajosas se


ASF — 567 — ASF<br />

emplean dos tercios ó una mitad de betún, y<br />

se extiende en caliente con el pincel ó la brocha<br />

sobre la superficie que se haya de cubrir.<br />

Si se aplica sobre metales que estén calientes,<br />

los preserva completamente de la oxidación.<br />

Tratándose de maderas, basta generalmente<br />

extender dos capas; en las piedras, los yesos<br />

y otras substancias análogas, generalmente<br />

es preciso extender tres capas de betún, debiendo<br />

tenerse presente en este último caso<br />

que solamente se obtienen buenos resultados<br />

si los cuerpos se hallan completamente desprovistos<br />

de humedad cuando se aplica el barniz,<br />

porque en caso contrario el betún sería<br />

rechazado por la fuerza capilar. El alquitrán<br />

piroleñoso, obtenido por la destilación de las<br />

maderas resinosas, se aplica á veces sólo sobre<br />

las maderas secas, y se embebe completamente<br />

aun cuando se aplique varias veces.<br />

La preparación que anteriormente se ha<br />

indicado para las telas y cuerdas, pero sin<br />

incorporar á ella el alquitrán de hulla, es<br />

muy conveniente para las pinturas hidrófugas<br />

ó impermeables de las estancias que hayan<br />

de ser posteriormente cubiertas con pinturas<br />

al óleo. Sin embargo, ofrece un grave<br />

inconveniente, el de no admitir las tintas claras.<br />

Cuando se desee obtener fondos blancos,<br />

es necesario reemplazar esa mezcla con mastic<br />

blanco de Dihl, que se extiende con aceite<br />

de linaza cocido. Los vehículos, los instrumentos<br />

de cultivo, las puertas y ventanas,<br />

los enverjados de madera, los rodrigones, las<br />

estacadas, los postes de los puentes, los barcos<br />

, etc., no exigen tantas precauciones para<br />

ser embetunados. La preparación que se emplea<br />

para las cuerdas, con una proporción variable<br />

de coaltar, basta para conseguir la conservación<br />

de estos objetos, á más de resultar<br />

muy económica. Aun resulta, empero, más<br />

económica una mezcla en caliente de 10 kilogramos<br />

de alquitrán de hulla, un kilogramo<br />

de resiua de abeto, 750 gramos de sebo de carnero<br />

y 500 gramos de litargirio ; mezcla que<br />

penetra profundamente, cubre bien los objetos<br />

dando dos capas de ella, se seca rápidamente<br />

sin formar hendeduras, y comunica un<br />

hermoso color negro de barniz.<br />

Construcciones.—Indudablemente el procedimiento<br />

más eficaz contra las filtraciones es<br />

el seguido por los antiguos al emplear como<br />

cemento el betún; pero resulta sumamente<br />

dispendioso, y en la mayoría de los casos le<br />

sustituyen sin gran desventaja las cales, las<br />

argamasas y los cementos hidráulicos. Aquél<br />

debe emplearse principalmente en los silos<br />

destinados á conservar los cereales, para evitar<br />

que la humedad altere los granos. Si se<br />

prescinde de la cuestión de economía, nada<br />

puede sustituir para ese objeto al betún. El<br />

rellenar sencillamente con mástic bituminoso<br />

las junturas, exige menos dispendios y es también<br />

muy útil. Para ello han de rasparse y<br />

limpiarse perfectamente, lavar y desecar bien<br />

los huecos, y el mástic se ha de extender en<br />

caliente, y ha de ser comprimido y alisado<br />

con una espátula también previamente calentada.<br />

Embaldosados, aceras.—Es de advertir desde<br />

luego que el espesor de los enlosados de<br />

asfalto depende del objeto á que se hallan<br />

destinados, ó más bien del desgaste y tráfago<br />

á que se hallan expuestos. Han de extenderse<br />

siempre sobre un suelo bien apisonado y plano<br />

, cubierto con una argamasa hidráulica de<br />

20 centímetros de espesor, sobre la cual habrá<br />

de extenderse una capa de mortero que<br />

deje la superficie bien igual, y que ha de secarse<br />

perfectamente antes de proceder á la<br />

extensión del asfalto. En las aceras de las<br />

grandes poblaciones generalmente se echa una<br />

pequeña capa de grava fina para aplanar el<br />

piso y rellenar las depresiones. En todo caso,<br />

cualquiera que sea el método de preparación<br />

adoptado, se funden después en una caldera<br />

los panes de mástic, tales como los suministra<br />

el comercio, agregando guijo menudo, lavado<br />

y tamizado, con lo cual se obtiene una substancia<br />

espesa y semilíquida. Después de establecer<br />

marcos de hierro sobre la superficie en<br />

que haya de extenderse el asfalto, á fin de<br />

determinar bien el espesor de la capa y evitar<br />

que se extienda más de lo conveniente, se<br />

va sacando la amalgama de la caldera, después<br />

de estar bien caliente, por medio de una<br />

cuchara de hierro, y se la extenderá entre las<br />

reglas metálicas con una espátula de madera,<br />

para espolvorear después encima guijo ó arena<br />

un poco gruesa, lavada y seca por medio de<br />

un tamiz adecuado. Los granos de arena se<br />

introducirán en la masa, apisonando ésta con<br />

palas pesadas y provistas de un largo mango.<br />

Terminado un cuadro ó división, se trasladará<br />

el marco ó las reglas metálicas al espacio<br />

inmediato que ha de ocupar el siguiente, y se<br />

procede de ese modo hasta cubrir el espacio<br />

señalado de antemano, cuidando de rellenar<br />

bien las separaciones que marcan los puntos<br />

en que estuvieron colocadas las reglas. Para<br />

que el plano de asfalto quede bien adherido á<br />

las paredes, se limpian éstas bien y se da<br />

tiempo á que se sequen después de raspadas.<br />

Cuando haya de proseguirse la tarea interrumpida<br />

, deberán calentarse los bordes de la<br />

última sección que anteriormente se extendiera.<br />

Las aceras y enlosados que solamente hayan<br />

de soportar el paso del hombre, sólo requieren<br />

una capa de asfalto de un centímetro<br />

ó centímetro y medio de espesor. En el primer<br />

caso se necesitan 17 kilogramos de asfalto<br />

y 10 de guijo para cubrir un metro cuadrado,<br />

y en el segundo 24 y 14 respectivamente,<br />

no incluyendo naturalmente el guijo empleado<br />

para allanar el piso. En los enlosados<br />

de las cuadras es necesario formar sobre el<br />

guijo y la cal una capa de 2 centímetros de<br />

espesor, con la mezcla de 40 kilogramos de<br />

mástic por cada 60 de guijo incorporado con<br />

él, y 4 kilogramos de alquitrán mineral, y sobre<br />

esa capa se echa otra de asfalto puro que<br />

tenga centímetro y medio de espesor, y antes


ASF — 568 — ASF<br />

de que se endurezca se imprime sobre ella<br />

una serie de ranuras cruzadas, por medio de<br />

un rodillo adecuado ó de otro instrumento, á<br />

fin de que los ganados puedan hacer hincapié<br />

en el piso, que deberá ofrecer el aspecto de<br />

los que se obtienen empedrando con adoquines<br />

de pequeñas dimensiones.<br />

Páralos establos, cocheras y otros puntos<br />

accesibles á los carruajes cargados, pueden<br />

emplearse piedras ordinarias y rellenar las<br />

junturas con asfalto. Para utilizar éste se pueden<br />

colocar los adoquines á una distancia de<br />

10 á 12 milímetros; se llenan las junturas<br />

con arena apretada por medio de cuñas, hasta<br />

que se eleve á 5 o 6 centímetros del plano del<br />

piso, y se rellena con asfalto el espacio que<br />

queda. De ese modo se gastan de 20 á 25 kilogramos<br />

de asfalto por cada metro superficial.<br />

También se pueden emplear guijarros en<br />

lugar de piedras calizas.<br />

Terrados y cubiertas de edificios.—Las terrazas<br />

pueden establecerse, ó sobre bóvedas de<br />

mampostería, ó sobre cubiertas de madera. En<br />

ambos casos se opera la aplicación del betún<br />

en la misma forma que si se tratase de formar<br />

aceras y pasadizos; pero si bien cuando se ha<br />

de extender sobre bóvedas se puede emplear<br />

el asiento de guijo, cuando se ha de extender<br />

sobre techos de madera es necesario adoptar<br />

otras precauciones. El maderamen debe colocarse<br />

de manera que resista al peso, y que presente<br />

la menor elasticidad posible. Establecida<br />

bien la solidez del piso y embreadas las maderas<br />

, se extiende el asfalto mezclado con heno<br />

ó paja menuda, porque de esa manera resulta<br />

bastante flexible, y se amolda á las oscilaciones<br />

y movimientos del techo. Naturalmente, para<br />

que las aguas de lluvia no queden estacionadas<br />

en el terrado, es preciso procurarlas salida,<br />

ya que de otra suerte acabarían por filtrarse<br />

y podrir las maderas. Una pendiente de<br />

5 por 100 basta para que escurran las aguas.<br />

En los países cálidos deberá emplearse un guijo<br />

muy blanco, á fin de que refleje los rayos<br />

del sol. Si al sobrevenir los fríos se abriesen<br />

algunas hendeduras en los terrados, se harán<br />

desaparecer pasando por ellas un hierro caliente.<br />

Cuando se coloquen balaustradas de<br />

mampostería ó abrigos de cualquier especie<br />

en los terrados, es necesario evitar que queden<br />

separaciones entre la capa de asfalto y los<br />

muros, para que no se filtre el agua, á la,cual<br />

es necesario dar salida, según queda dicho.<br />

Las cubiertas de las terrazas, fabricadas con<br />

asfalto, exigen siempre gastos de consideración;<br />

en cambio, tratándose de habitaciones<br />

para labradores, permiten dar igual altura á<br />

los techos de los desvanes, y utilizar de consiguiente<br />

para paneras ó graneros mayor espacio.<br />

En los edificios rurales la economía que<br />

procura el empleo del asfalto es por lo tanto<br />

muy notable. Para que el asfalto resulte en<br />

las mejores condiciones apetecibles, se clavarán<br />

sobre los machones tablas de chilla, montadas<br />

unas sobre otras, que se habrán de bañar con<br />

una mezcla compuesta de tres cuartas partes<br />

de alquitrán y una cuarta parte de betún, la<br />

cual se cubrirá con papel, tela ó cartón embetunado<br />

que expende el comercio. El mismo<br />

labrador puede preparar esos materiales por<br />

sí y ante sí en el momento de emplearlos,<br />

puesto que basta empaparlos en la mezcla. El<br />

papel y la tela se aplican por paños en toda<br />

la extensión del techo; se cubren sus junturas<br />

con bandas de 8 á 10 centímetros de la misma<br />

naturaleza, é impregnadas también de betún,<br />

y se fijan por medio de una lata de madera,<br />

que se habrá clavado convenientemente, y<br />

hecho esto, se extenderá la capa de asfalto, en<br />

la cual habrá de incrustarse arena seca y menuda<br />

antes de que se enfríe y endurezca.<br />

Este sistema, para que los techos se mantengan<br />

en excelente estado de conservación,<br />

solamente exige de tres en tres ó de cuatro en<br />

cuatro años la aplicación de una nueva capa<br />

de asfalto mezclada con arena gruesa, y como<br />

es de muy poco peso, se pueden economizar<br />

gastos en maderamen, y sobre todo en machones.<br />

No es, pues, de maravillar que por lo<br />

menos en el centro de Europa y en las campiñas<br />

próximas á las grandes poblaciones, se<br />

vaya sustituyendo la teja de las construcciones<br />

agrícolas con el asfalto, que tantas ventajas<br />

ofrece cuando se prepara cuidadosamente<br />

y se extiende con las debidas precauciones.<br />

ASFIXIA (Patología).—La palabra asfixia<br />

no ha sido bien definida; los antiguos empleaban<br />

esta palabra, derivada del griego, y<br />

que significa falta de pulso, para designar la<br />

falta de circulación; generalmente se considera<br />

como sinónima de sofocación, ora provenga<br />

ésta de la falta de aire, ora de la inspiración<br />

de gases impropios para que los pulmones<br />

realicen la función que les está encomendada;<br />

gases que, como el ácido carbónico, el ázoe, el<br />

hidrógeno sulfurado, el cloro, etc., producen<br />

la muerte. En los animales rumiantes, como<br />

la oveja y el buey, las asfixias generalmente<br />

son producidas por la timpanitis, y en tal<br />

caso los accidentes son producidos por una<br />

causa mecánica, cuyos efectos se explican con<br />

facilidad suma.<br />

Los gases que se desarrollan en la panza á<br />

consecuencia de la fermentación de la hierba<br />

que contiene, empujan el diafragma violentamente<br />

hacia adelante, y los pulmones á su vez<br />

son impelidos hacia la punta del cono que<br />

forma la cavidad torácica por la disposición<br />

especial de las costillas. Ahora bien, como las<br />

costillas de esa región gozan de poco movimiento<br />

de dilatación, y como la parte anterior<br />

del pecho es muy estrecha, los pulmones se<br />

encuentran en ella muy oprimidos por todos<br />

los lados, no pueden dilatarse para recibir el<br />

aire que la realización de la hematosis exige,<br />

y los animales mueren asfixiados rápidamente.<br />

Para salvarlos es necesario hacer desaparecer<br />

la timpanitis ó meteorización por los medios<br />

que indicaremos oportunamente.<br />

En éste, como en los demás casos que después<br />

enumeraremos, el primer efecto de la<br />

asfixia es sumergir á los animales en' un esta-


ASF — 569 — ASF<br />

do de sopor parecido á ia anestesia ó muerte<br />

aparente; estado de duración variable, y que<br />

de prolongarse acaba indefectiblemente con<br />

la existencia del animal. Generalmente resisten<br />

tanto menos á la asfixia cuanto más complicado<br />

es su organismo y más activa su<br />

circulación. Los llamados de sangre caliente,<br />

como el caballo, el asno, el buey, el perro,<br />

las aves, etc., perecen en algunos minutos,<br />

mientras que los de sangre fría, reptiles,<br />

batracios ó ranas, insectos, gusanos, etc., resisten<br />

durante horas enteras y aun días á<br />

ese género de muerte.<br />

Teniendo en cuenta el modo que tiene de<br />

funcionar el aparato respiratorio, se comprenderá<br />

fácilmente que la asfixia puede ser debida<br />

á causas que se agrupan en dos series: en la<br />

primera figuran las acciones que impiden la<br />

entrada y circulación del aire en los pulmones,<br />

y en la segunda las que hacen el aire impropio<br />

para la respiración por la substracción del<br />

oxígeno, ó por la sustitución de éste, ó la simple<br />

adición de gases y fluidos no respirables.<br />

La compresión circular del cuello por medio<br />

de ligaduras, que obstruye la tráquea ó reduce<br />

sus dimensiones; la presión ejercida en el pecho,<br />

impidiendo el movimiento de las costillas<br />

y del diafragma; el envenenamiento con la nuez<br />

vómica y la estricnina, que paralizan los movimientos<br />

del aparato respiratorio; la oclusión<br />

de las cavidades por las cuales penetra el aire,<br />

y de consiguiente la hinchazón de las partes<br />

próximas á la laringe y á la parte superior de<br />

la tráquea, como en las anginas graves; las<br />

sanguijuelas que penetran en la boca de las<br />

reses; la timpanitis ó meteorización de que<br />

antes hemos hablado; la introducción en la<br />

tráquea y en los bronquios de un líquido mal<br />

dirigido; la sumersión del animal en un líquido,<br />

dando lugar á que se ahogue; el vacío,<br />

ó sea la privación de aire, y el paso brusco de<br />

una temperatura baja y de un ambiente denso<br />

á otro más enrarecido por la acción del calor,<br />

son las principales causas que se pueden enumerar<br />

entre las que figuran en la primera<br />

serie de las que provocan la asfixia.<br />

La última es tanto más activa cuanto mayor<br />

es la diferencia que existe entre ambos medios<br />

respirables, cuanto menos habituados están<br />

los animales á esos cambios, cuanto mejor<br />

cebados se hallan, y cuanto más violento es el<br />

ejercicio á que se los somete. Los caballos, los<br />

bueyes de trabajo, los carneros y los cerdos<br />

sucumben fácilmente á esta clase de asfixia,<br />

sobre todo si los últimos pertenecen á razas<br />

perfeccionadas y se hallan ya cebados. Este es<br />

el accidente de que hemos hablado en el artículo<br />

Acaloramiento.<br />

En la segunda categoría de causas de asfixia<br />

se incluyen: la escasez de aire respirable por<br />

hallarse herméticamente cerrado ó ser demasiado<br />

reducido el local en que se hallan las<br />

reses, y la mezcla del ambiente con gases impropios<br />

para la respiración. En el primer caso,<br />

el aire se altera más ó menos rápidamente, según<br />

el número y el vigor de los animales que<br />

le respiran. La proporción de oxígeno que<br />

contiene va disminuyendo continuamente y<br />

se va sustituyendo por un volumen igual de<br />

ácido carbónico; circunstancias ambas que<br />

contribuyen á hacerle impropio para la respiración.<br />

En situación tal, la asfixia se va determinando<br />

con todo el acompañamiento de<br />

fenómenos precursores excesivamente penosos,<br />

comenzándose á producir tales manifestaciones<br />

en cuanto pierde el aire tres de las<br />

veintiuna partes de oxígeno que normalmente<br />

contiene. Análogos son los efectos que determina<br />

la mezcla del aire con gases impropios<br />

para la respiración; así, diez partes de ácido<br />

carbónico ó de hidrógeno mezcladas con él,<br />

reducen la proporción de oxígeno del aire á<br />

un 19 por 100, haciéndole impropio para la<br />

respiración. Tales mezclas pueden producirse<br />

accidentalmente en las habitaciones, ya polla<br />

fermentación de la uva, y& por la acumulación<br />

de forrajes verdes ó á medio secar. La<br />

asfixia será más rápida si se sustituye el aire<br />

que han de respirar los animales con ácido<br />

carbónico, hidrógeno, ázoe, gas del alumbrado,<br />

gas de los pantanos, etc., que no son propios<br />

para la respiración. El padecimiento se<br />

complicará con un envenenamiento cuando<br />

el aire se vicia ó es reemplazado por el ácido<br />

sulfuroso, las emanaciones de las letrinas,<br />

el cloro, el óxido de carbono, los vapores nitrosos,<br />

etc.<br />

Síntomas.—Antes de llegar al estado de<br />

insensibilidad, y de inmovilidad ó muerte aparente,<br />

los pacientes experimentan una serie<br />

de sensaciones y de modificaciones tanto más<br />

fáciles de analizar ó de observar, cuanto más<br />

lentamente se van desenvolviendo los fenómenos<br />

de la asfixia. Comienza ésta á iniciarse por<br />

una especie de malestar que se anuncia por<br />

frecuentes bostezos y suspiros, efecto de la<br />

gran absorción de aire que se hace para suplir<br />

el empobrecimiento de oxígeno, ó la insuficiente<br />

cantidad de fluido que llega á los pulmones.<br />

Ordinariamente, á ese primer estado<br />

acompañan dolores de cabeza; ai malestar suceden<br />

muy luego las angustias, el atolondramiento<br />

y la perturbación de la sensibilidad.<br />

Entonces entran en gran actividad todos los<br />

músculos del aparato respiratorio para comunicar<br />

mayor amplitud á los movimientos de<br />

inspiración y de espiración. Al acelerarse estos<br />

movimientos, los ijares se agitan considerablemente;<br />

los hipocondrios se elevan y descienden<br />

de una manera extraordinaria; la respiración<br />

se hace ruidosa y va acompañada con<br />

frecuencia de ayes de angustia; el paciente se<br />

mantiene en extraordinaria agitación, y procura<br />

adoptar posiciones que faciliten el juego<br />

de los órganos respiratorios; los cuadrúpedos<br />

se mantienen de pie y separan las extremidades<br />

delanteras con el mismo objeto. Todos los<br />

movimientos tienen entonces un doble objeto:<br />

prolongar la vida por la amplitud y frecuencia<br />

de la respiración, y evitar el peligro destruyendo<br />

el obstáculo que se opone á la entrada<br />

del aire vivificador; los actos de desesperación


ASF — 570 — ASF<br />

varían según las causas que determinan la<br />

asfixia.<br />

Sucédense las acciones musculares con la<br />

vehemencia y rapidez que da el presentimiento<br />

de un peligro inminente, y tal vez se hacen<br />

desordenadas por la insuficiente hematosis de<br />

la sangre, para calmarse muy luego y cesar<br />

en absoluto, conservando únicamente el corazón<br />

su acción durante algún tiempo todavía.<br />

En el período de gran agitación se hinchan<br />

las venas superficiales del cuerpo, toman<br />

un tinte azulado la piel y las mucosas visibles,<br />

aparecen extraviados los ojos y girando violentamente<br />

en sus órbitas, y la faz adquiere<br />

un aspecto de angustia que conserva después<br />

de la muerte. Al terminar ese período de lucha,<br />

los orines, los excrementos y la espuma<br />

son expelidos fuera con mucha frecuencia.<br />

Cuando se calman las agitaciones musculares,<br />

la sensibilidad ha quedado ya suspendida desde<br />

algún tiempo antes, y el cuerpo no presenta<br />

ya otra señal de vida que algunos latidos del<br />

corazón, que desaparecerán muy luego; pero el<br />

enfriamiento es lento siempre, salvo en el caso<br />

de que la asfixia sea determinada por la sumersión<br />

en agua fría.<br />

Cuando un animal muere por asfixia, como<br />

lesión patológica general y constante, se observa<br />

en el cadáver una sangre ennegrecida y<br />

sin coagular, acumulada en las venas, y muy<br />

especialmente en las superficiales y en algunos<br />

órganos parenquimatosos, tales como el pulmón<br />

y el bazo; por lo regular, las arterias no<br />

la contienen. Abandonada esa sangre al aire<br />

libre, se vuelve roja por la acción del oxígeno.<br />

Otras lesiones se advierten también, relacionadas<br />

todas con la causa determinante de la asfixia<br />

, tales como la inyección de la cabeza, el<br />

mantener ó conservar abierta la boca, las<br />

equimosis en el cuello, la rigidez de las extremidades<br />

en los animales muertos por extrangulación,<br />

la frialdad y la hinchazón de los<br />

ahogados, la dilatación de las pupilas, carácter<br />

común á todos los vivientes muertos por<br />

asfixia, y otros síntomas que fuera ocioso enumerar.<br />

Tratamiento.—El primer socorro que debe<br />

prestarse á los asfixiados es el de substraerlos<br />

á la causa que determina la asfixia, hallándose<br />

indicado en muy contados casos el practicar<br />

una abertura en la tráquea; operación que, si<br />

siempre es grave en el hombre, no suele ser<br />

en los animales peligrosa por punto general.<br />

La segunda indicación á que se ha de atender<br />

es la de restablecer la respiración, provocar<br />

los latidos del corazón y calentar al paciente.<br />

Esta última precaución es muy importante<br />

respecto de los ahogados ó asfixiados por sumersión<br />

, que ordinariamente se han quedado<br />

fríos por la acción del líquido en que se han<br />

bañado. En las demás especies de asfixia el<br />

calor se conserva durante largo tiempo, y no<br />

es prudente esperar que vuelvan á la vida los<br />

individuos que se hayan quedado ya demasiado<br />

fríos.<br />

Para restablecer la .respiración se deberá<br />

insuflar aire durante largo rato por las narices<br />

del paciente ó por la tráquea, si se ha practicado<br />

la abertura de ésta; la insuflación se puede<br />

practicar con la boca si se trata de una<br />

persona ó de un animal pequeño, ó por medio<br />

de un fuelle si la res es mayor. En el perro se<br />

adapta el cañón á la boca, se le tapan las narices<br />

y se introduce el aire, imitando cuanto<br />

sea posible los movimientos de la respiración;<br />

en el caballo y en el buey se introduce una<br />

cánula de plomo por una de sus narices, se<br />

tapa la otra y se ajusta al extremo que queda<br />

fuera el cañón del fuelle, haciendo lo mismo<br />

que en el caso anterior. Al mismo tiempo que<br />

se trata de introducir el aire en los pulmones,<br />

es necesario provocar el movimiento de las<br />

paredes del pecho, practicando sobre las últimas<br />

costillas y sobre el vientre maniobras<br />

apropiadas á ese fin. La circulación se despierta<br />

ó activa por medio de fricciones irritantes<br />

ejercidas sobre la piel con lúas ó brochas<br />

ásperas, con manojos de paja empapados<br />

en vinagre caliente, con cataplasmas de harina<br />

de mostaza aplicadas sobre los ríñones y con<br />

lociones hechas con esencia de trementina. La<br />

insuflación en las narices de algunos vapores<br />

amoniacales, de vapores sulfurosos, de humo<br />

de tabaco y las titilaciones sobre el velo del<br />

paladar, son medios de curación que no deberán<br />

desatenderse en ningún caso. En fin, para<br />

conseguir que el cuerpo entre en calor, se le<br />

deberá cubrir con mantas de lana calentadas<br />

al fuego ó al sol, si no hubiera otro medio á<br />

mano.<br />

Cuando la asfixia es originada por alguna<br />

compresión experimentada en el pecho, polla<br />

extrangulación ó por la sumersión, casi<br />

siempre es útil el practicar una sangría, y<br />

también se halla indicado este recurso cuando<br />

es muy enérgica la reacción que se provoca al<br />

volver el animal á la vida. Muchos escritores<br />

aconsejan que no se sangre á los asfixiados<br />

sino cuando hayan comenzado ya á reanimarse<br />

y hayan vuelto en sí.<br />

Como resumen de lo dicho, podemos establecer<br />

que hay seis clases de asfixia, á saber:<br />

1. a Por sofocación, originada por la presencia<br />

de cuerpos extraños, tumores ó inflamaciones<br />

que obstruyen los conductos aéreos, y que<br />

exigen siempre la operación de la traqueotomía,<br />

ó sea la abertura de la tráquea, á fin de<br />

facilitar la entrada del aire.—2. a Por extrangulación,<br />

es decir, por una acción violenta de<br />

que resulta ahorcado el animal, en cuyo caso<br />

habrá de cortarse el cordel que provoque la<br />

suspensión de la respiración, se ejecutará una<br />

sangría moderada, se echará agua fría sobre<br />

la cabeza y se practicarán friegas estimulantes<br />

en las extremidades.—3. a Por sumersión, ahogados;<br />

para salvar al animal se comenzará por<br />

colocarle en un terreno igual, sobre el lado<br />

derecho, con la cabeza un poco levantada, y<br />

emplear en seguida los medios indicados.—<br />

4. a Por la acción de gases no respirables, como<br />

el hidrógeno, el ácido carbónico, el hidrógeno<br />

sulfurado, etc., que se desarrollan en multitud


ASI — 571 — ASI<br />

de circunstancias que enumerar fuera ocioso;<br />

en los incendios se asfixian los animales por<br />

el humo. Lo primero que se ha de hacer es<br />

alejar á los animales de la influencia de la<br />

causa productora, colocándolos al aire libre,<br />

y después se excitará la nariz con amoníaco,<br />

echando agua fría sobre el cuerpo, para practicar<br />

luego una ó dos sangrías.—5." Por el<br />

rayo, que algunas veces no mata, en cuyo<br />

caso se emplearán los recursos generales aconsejados<br />

contra las asfixias.—Y 6. a Por la acción<br />

del frío, que en algunos casos se hace sentir<br />

en los animales con violencia, si bien éstos le<br />

resisten, por lo común, de una manera admirable.<br />

En la asfixia producida por el frío no<br />

conviene al principio calentar los animales,<br />

sino frotarlos todo el cuerpo con nieve, después<br />

con pedazos de manta mojados en agua<br />

helada, y luego en agua templada, dirigiendo<br />

las fricciones por las partes laterales del pecho<br />

y por las extremidades, pero con suavidad y<br />

sin compresión. Cuando ya se percibe algún<br />

calor en la piel y los miembros empiezan á<br />

perder la rigidez, conviene trasladar el animal<br />

á un paraje templado, continuando siempre<br />

las fricciones, y cuando ya todas las funciones<br />

están en su estado natural, se aplicarán los<br />

estimulantes, como el álcali volátil, á las narices,<br />

y algunas infusiones aromáticas en bebida.<br />

ASFIXIA fSelvicultura).—Consiste esta<br />

enfermedad á que están expuestos los árboles,<br />

en la falta del aire necesario á la vegetación.<br />

En este caso, no asimilando la planta la cantidad<br />

de carbono necesaria para su buen desarrollo,<br />

va perdiendo su vigor más ó menos<br />

rápidamente, según sea mayor ó menor la escasez<br />

de aire.<br />

Con esta enfermedad las hojas presentan el<br />

limbo más grueso y de un color verde blanquecino<br />

muy claro. La madera de estos árboles,<br />

cuyas fibras no pueden adquirir la dureza<br />

y tenacidad suficientes, á causa de la falta del<br />

carbono necesario para la formación del leñoso,<br />

no puede tener aplicación ninguna á la<br />

construcción rural. (V. Vicios y enfermedades<br />

de los árboles y de sus maderas.)<br />

ASFÓDELO—(V. Gamón.)<br />

ASIA.—Una de las cinco partes del mundo,<br />

que también se ha denominado cuna de la<br />

humanidad, porque en ella aparecieron los<br />

primeros estados que alcanzaron un notable<br />

desarrollo en la cultura, y porque en ella colocan<br />

sus orígenes casi todas las razas civilizadas,<br />

y sobre todo las familias europeas. Prescindiendo<br />

de las islas que se consideran como<br />

dependencias de Asia, esta parte del mundo<br />

forma la mayor extensión continental del globo<br />

terráqueo, y comprende unos 163° de longitud,<br />

ó sean 3.260 leguas de 20 al grado,<br />

entre los 30 y 193° del meridiano de Madrid,<br />

ó 24 y 187° del de París, de tal manera que<br />

cuando anochece en las regiones occidentales<br />

de Asia comienza á amanecer en las orientales.<br />

De Norte á Sur, ó sea desde el cabo<br />

Severo-Vostochnoi, en la Siberia, que penetra<br />

hasta los 78° 26' de latitud septentrional, y<br />

que se encuentra entre el helado Océano ártico<br />

, hasta la punta más meridional de la península<br />

de Malaca, próxima al Ecuador, la<br />

extensión longitudinal es de 77° 50', es decir,<br />

de 1.550 leguas de 20 al grado próximamente.<br />

La extensión superficial de Asia se aproxima<br />

á 43 millones de kilómetros cuadrados, y es<br />

casi cinco veces mayor que la extensión de<br />

Europa; su inmensa extensión es causa de que<br />

se observen en esa parte del mundo todos los<br />

climas, como que hallándose la mayor parte<br />

de ella en la zona templada, otra considerable<br />

está comprendida entre el trópico de Cáncer<br />

y el Ecuador, y una bastante pequeña rebasa<br />

el círculo polar ártico.<br />

También contribuye á la variedad de climas<br />

lo accidentado del terreno, como que alternan<br />

vastísimas planicies con gigantescas cordilleras<br />

de montañas. El centro se halla constituido<br />

por una meseta ó altiplanicie, la más elevada<br />

del globo, de la cual nacen, al parecer, las diferentes<br />

sierras que constituyen la armazón<br />

orográfica de aquel continente. Esa región se<br />

halla circundada de montañas en que se encuentran<br />

los picos más inaccesibles, y está<br />

habitada por numerosa y nómada población,<br />

cuya pobreza y cuyo belicoso espíritu sería<br />

una amenaza para la cultura, como ha sido un<br />

peligro en diversos períodos históricos, á no<br />

ser inmensa la superioridad militar de las naciones<br />

civilizadas. En medio de esa meseta<br />

central de la Tartaria surgen algunas montañas<br />

que van á morir en los límites orientales<br />

de Asia. Al Sur se levanta la cordillera del<br />

Himalaya y la del Thibet, de donde proceden<br />

ríos tan caudalosos como el Indo, el Ganges,<br />

el Bramaputra, el Irauady, el Mekon y el<br />

Saluem, al Mediodía; otros que se pierden en<br />

las llanuras y vegas del Occidente, el Amu-<br />

Daria y Sir-Daria, que desaguan en el Caspio;<br />

el Aral y el Obi, Lena y Jeninea, que se dirigen<br />

al Océano glacial ártico, y el Seghalien ó<br />

Amor, el Yang-Tse-Kiang, y otros que vierten<br />

sus aguas en los mares orientales y riegan el<br />

vasto imperio chino. Por último, á partir del<br />

Altai y de los montes Kuen-Long, que constituyen<br />

las fronteras septentrional y occidental<br />

de la meseta, el terreno va descendiendo en<br />

suave declive hacia el Norte y el Oeste, formando<br />

los llanos de Siberia y las estepas del<br />

Turquestán, cuyo fondo ocupan el lago Aral<br />

y el Caspio, el nivel de cuyas aguas es sensiblemente<br />

inferior al del Océano; en resumen,<br />

los detalles corresponden, por su grandiosidad,<br />

á la magnitud del conjunto, y el continente<br />

asiático resulta caracterizado por el enorme<br />

relieve de su parte central y por el gradual<br />

descenso de las regiones que se extienden entre<br />

la altiplanicie tártara y los diferentes mares<br />

que bañan las asiáticas costas.<br />

Con sólo tener en cuenta las precedentes<br />

indicaciones generales, ya lo hemos anticipado<br />

, se comprende que se observe en Asia una<br />

gran variedad de climas y de temperatura.<br />

Así el termómetro, durante la excursión del<br />

doctor Nordenskjol por las costas de Siberia,


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descendió á más de 60° bajo cero; hay quien<br />

ba observado una temperatura de —67° en la<br />

península de Kamchatka; en Yakutsk ha bajado<br />

á —58°, y en cambio en algunas comarcas<br />

de la Arabia, de Persia, de la India y de<br />

la Indo-China pasa de 40° centígrados á la<br />

sombra con mucha frecuencia, y llega á los<br />

50° en ocasiones. Digna de notarse es también<br />

la particularidad de que las oscilaciones de la<br />

temperatura sean bruscas y violentas en sumo<br />

grado; localidades hay en la región del Himalaya<br />

donde no pueden resistir las personas la<br />

intensidad del calor durante el día, y donde<br />

hiela por la noche, y en muchas llanuras y<br />

desiertos arenosos, á un día de calor tropical<br />

sigue otro en que se hace sentir el viento glacial<br />

del Norte. Cuánta sea la diferencia entre<br />

la temperatura media del invierno y del verano,<br />

no es necesario hacerlo resaltar después de<br />

lo dicho. Aun en Siberia, donde los ríos quedan<br />

cubiertos de hielo á partir del mes de<br />

Septiembre, y donde con el prolongado invierno<br />

hasta el hombre siente la vida entorpecida<br />

y las facultades intelectuales embotadas<br />

bajo la acción constante de los rayos<br />

solares durante los días estivales y sin noche,<br />

ó en que la noche dura una, dos ó tres horas,<br />

la temperatura se eleva tanto que aun para<br />

las personas habituadas á climas templados<br />

resulta incómoda y molesta. En la ciudad ya<br />

mencionada de Yakutsk, donde desciende en<br />

invierno á —58°, se eleva en verano hasta 25°<br />

centígrados á la sombra. De ahí la posibilidad<br />

del cultivo y la rapidez verdaderamente asombrosa<br />

con que se desarrollan las plantas, y<br />

aun en comarcas determinadas los cereales,<br />

no obstante helarse el suelo hasta 3 pies de<br />

profundidad.<br />

Gracias á su elevación sobre el nivel del<br />

mar y á las altas montañas que la circundan,<br />

en el Asia central, donde no penetran los<br />

vientos calientes del Sur, se sienten durante<br />

el invierno temperaturas extremadas, y á veces<br />

se congela el mercurio. En el Thibet, colocado<br />

bajo la misma latitud que el África<br />

septentrional y la Andalucía meridional, son<br />

tan rigurosos los inviernos, que los habitantes<br />

tienen que hacer provisiones para tres meses,<br />

y conservan la carne helada. Hace llevadero<br />

ese frío el estado de la atmósfera, gracias á<br />

influencias que estudió y señaló el ilustre<br />

Humboldt, y gracias á la irradiación calorífera<br />

de las masas de aire que se hallan sobre<br />

las cálidas tierras de la India, y á la acción<br />

del astro-rey sobre llanuras de vastísima extensión.<br />

Durante el estío, en cambio, la temperatura<br />

se eleva notablemente, y alternan<br />

los días calurosos con días casi invernales. Los<br />

huracanes que esas diferencias de temperatura<br />

provocan causan terribles desastres y arrebatan<br />

muchas reses, sucediéndoles aguaceros y<br />

nublados que destruyen las cosechas, inundándolas<br />

y cubriéndolas de sedimentos y arrastres<br />

de toda especie. A esas alternativas son<br />

debidos los estragos que causa el hambre en<br />

ocasiones.<br />

En las comarcas situadas al Occidente de la<br />

meseta central, se observan análogos fenómenos,<br />

es decir, en la llanura del Irán ó Persia<br />

y en las del Turquestán. En la Bukharia ó<br />

Bujaria, por mejor decir, las corrientes permanecen<br />

durante tres meses heladas; las caravanas<br />

cruzan sobre el hielo, y en cambio<br />

durante el verano es casi insoportable el calor.<br />

De ahí la irregularidad de las cosechas, la<br />

mortandad de los ganados y la afición á emigrar<br />

que siempre se manifestó en los pueblos<br />

que ocuparon esas regiones, y que se derramaron<br />

por el Asia meridional y por la Europa<br />

oriental, para penetrar hasta el Atlántico,<br />

en diferentes épocas.<br />

La región verdaderamente tropical del continente<br />

asiático se halla constituida por la<br />

Arabia, la Persia en su parte meridional, el<br />

Belukistán, el Indostán y la Indo-China ó<br />

India transgangética. Todo concurre á convertir<br />

esas comarcas en cálidas y ardientes.<br />

La configuración de los continentes mantiene<br />

estancadas en cierto modo las aguas del Océano<br />

de las Indias, cuyas corrientes giran constantemente<br />

sobre sí mismas, en lugar de dirigirse<br />

á templar los mares polares, cual sucede<br />

con el Gulf-Stream, y aportan á las costas<br />

aguas cada vez más caldeadas por el sol. La<br />

península arábiga es la región asiática más<br />

castigada por el calor; en ella no se suceden las<br />

estaciones con la misma regularidad que en la<br />

India. Tal vez se explica esa diferencia por la<br />

acción de los vientos llamados monzones, que<br />

durante seis meses soplan en dirección de<br />

Sudoeste á Nordeste, y en dirección opuesta<br />

durante los otros seis meses del año, extendiendo<br />

su influencia sobre los países que se<br />

encuentran entre el Indo y los mares de la<br />

China. Los monzones siguen el curso del sol;<br />

el de Sudoeste se inicia en los primeros días<br />

de Junio en las islas del Océano de las Indias;<br />

desde ellas pasa al continente y se detiene<br />

en las infranqueables cadenas montañosas<br />

del Asia central. Cada cambio de dirección<br />

de los monzones se anuncia por terribles y<br />

desastrosas tempestades. En la mayoría de las<br />

comarcas donde reinan esos vientos sólo hay<br />

dos estaciones, la seca y la lluviosa. Esta comienza<br />

en Abril con el monzón del Sudoeste,<br />

llega á su apogeo durante el mes de Julio, y<br />

los aguaceros van disminuyendo hasta el mes<br />

de Septiembre, cayendo por término medio un<br />

metro de agua anual, que refresca y fecunda la<br />

abrasada tierra. Tal es el carácter del clima y<br />

tal la marcha de las estaciones en toda el Asia<br />

tropical, excepto en la Arabia, donde no llega<br />

la acción de los monzones, y donde las lluvias<br />

revisten el carácter de lluvias de invierno y de<br />

primavera, que solamente en las partes montañosas<br />

alcanzan alguna intensidad.<br />

La agricultura en Asia.—Las someras indicaciones<br />

hechas bastan para revelar cuan variada<br />

es la fauna, y cuan diversa la flora en<br />

esa parte del mundo, de la cual son originarios<br />

casi todos nuestros animales domésticos<br />

y casi todas las plantas que en Europa se


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cultivan. La agricultura en cambio no ha alcanzado<br />

gran florecimiento en aquellas regiones<br />

orientales; la tan celebrada de China desconoce<br />

la importancia de la ganadería, y se<br />

sirve de instrumentos groseros y primitivos,<br />

aun cuando es muy honrada esa profesión<br />

por los emperadores y se atribuya la invención<br />

del arado á uno de ellos, así como á una<br />

emperatriz el hilado de la seda. Lo templado<br />

del clima, la regularidad de las estaciones, la<br />

fecunda combinación de la acción solar y de<br />

la humedad, favorecen el cultivo de toda clase<br />

de plantas agrícolas en el celeste imperio, y<br />

para que la agricultura alcanzase todo su desarrollo<br />

sería necesario, á más del cuidado de<br />

recoger cuantos desperdicios produce la fabricación<br />

y el estiércol de las ciudades, que<br />

se dedicasen los chinos á la ganadería.<br />

Aún es mayor en la India que en China la<br />

imperfección de los útiles de labranza; además<br />

, allí no se conocen los abonos, ni se tiene<br />

idea de la rotación de cosechas; el estiércol<br />

es sagrado para los supersticiosos indios, ó se<br />

emplea después de seco como combustible;<br />

ejemplo que siguen los tártaros con las boñigas.<br />

En la vega del Ganges las inundaciones<br />

anuales del caudaloso río fertilizan el suelo;<br />

en las provincias meridionales se desparraman<br />

á veces cenizas en las tierras y vegetales desecados.<br />

En cambio no se descuida el riego en<br />

ninguna de las comarcas asiáticas; muchas<br />

provincias chinas se hallan cubiertas de una<br />

red de canales; en la India recomiendan su<br />

construcción las prescripciones religiosas, y<br />

en todas partes se pone especial cuidado en<br />

sacar partido de un agente sin el cual se convierte<br />

en árido el terreno de los países ardientes.<br />

Desde el liquen, que aparece entre nieves<br />

perpetuas, hasta los espléndidos productos de<br />

una vegetación tropical, todas las plantas que<br />

clasifica el naturalista hallan en Asia condiciones<br />

apropiadas para desenvolverse. Entre<br />

los cereales cultivados figura en primer término<br />

el arroz, que constituye la base de la alimentación<br />

para los habitantes de la India, de<br />

la Indo-China y de la China, y cuya falta determina<br />

desoladoras carestías y mortíferas epidemias.<br />

El maíz sirve de alimento á las poblaciones<br />

del Noroeste de la India, y aun el mijo<br />

llamado dura también, y algunas legumbres<br />

desconocidas en Europa. Persia es celebrada<br />

por sus trigos, sus cebadas y su mijo; apenas<br />

se conoce el maíz y la avena, y en pocos puntos<br />

se cultiva el arroz. En gran parte de la Arabia,<br />

en la Siria y en toda la Anatolia ó Asia<br />

menor prosperan el trigo, el centeno, la cebada<br />

y las habas, que también constituyen la<br />

base del cultivo en los países situados al<br />

Oriente del Caspio, ó sea en el Turquestáu.<br />

Más allá del paralelo 55 sólo á fuerza de<br />

esmero y cuidados se puede obtener algún<br />

producto de esos cereales, si bien la avena y<br />

la cebada se cosechan en algunas comarcas<br />

situadas bajo 60° de latitud. Rebasado ese límite,<br />

resisten los rigores invernales algunos<br />

árboles resinosos, y la vegetación se empobrece<br />

de tal manera que solamente se halla representada<br />

más al Norte por arbustos casi<br />

herbáceos, y praderas de liqúenes, semejantes<br />

á blancos vellones, donde buscan su alimento<br />

los renos ó rengíferos. La misma gradación<br />

se advierte cuando se va ascendiendo por las<br />

montañas del Asia central.<br />

Entre las plantas de lujo, digámoslo así,<br />

merecen especial mención el te, que en tan<br />

considerables cantidades envía la China á Europa<br />

por mar y por tierra, y que los ingleses<br />

han comenzado á cultivar en la provincia india<br />

de Assam, donde el árbol crece espontáneamente.<br />

La caña de azúcar, originaria de la<br />

India, transportada luego á la Arabia, más<br />

tarde á Europa y África, y posteriormente á<br />

América, se cultiva en el Indostán con más<br />

comodidad que en las Indias occidentales, si<br />

bien es un producto precario que unas veces<br />

da excelentes cosechas y otras origina grandes<br />

pérdidas á los cultivadores. La vid proporciona<br />

excelentes rendimientos en las pedregosas<br />

alturas de la Palestina y de la Siria, y sobre<br />

todo en Armenia y Persia. El vino es<br />

sustituido en muchas regiones de Asia con<br />

diferentes bebidas fermentadas; en China y<br />

el Japón, con el arroz cocido y fermentado; en<br />

la India, con el zumo del datilero salvaje, la<br />

corteza de la mimosa y otras hierbas; en<br />

Tartaria, con leche fermentada de vacas ó de<br />

yeguas.<br />

Desde tiempo inmemorial se cultiva el algodón<br />

en la India y crece espontáneamente<br />

en la Arabia, en la Persia y en el Asia menor.<br />

En la Armenia, en la Siria y en la Mesopotamia<br />

se cultiva con éxito la morera para<br />

los gusanos de seda; China produce una tercera<br />

parte de toda la seda que se consume en<br />

el mundo, y el resto de ese continente otra<br />

tercera parte. El lino y el cáñamo abundan en<br />

el Mediodía y en el Occidente, y prosperarían<br />

en el Centro y en el Norte si se aplicaran<br />

buenos procedimientos de cultivo. La nuez<br />

moscada, el laurel, el alcanfor, el árbol de la<br />

canela y otras plantas tropicales, con muchas<br />

medicinales y olorosas, son exportadas en<br />

grandes cantidades de Asia por el comercio<br />

indígena, y sobre todo por el europeo. También<br />

abundan las maderas preciosas y todo género<br />

de especies arbóreas, pareciéndooos ocioso<br />

enumerar todos los animales útiles que viven<br />

en las varias regiones de ese inmenso<br />

continente. Tampoco nos ocuparemos de la<br />

variada organización de la propiedad territorial<br />

y de la influencia beneficiosa que está llamada<br />

á mostrar en Asia la dominación europea,<br />

ya la ejerzan los tolerantes rusos, rivales<br />

de los romanos por su instinto de colonización,<br />

ya los ingleses, abandonando las viciosas<br />

y violentas prácticas que la abolida Compañía<br />

de las Indias orientales estableciera en<br />

el Indostán, ya los franceses abriendo al comercio<br />

y á la cultura la región meridional y<br />

oriental de la Indo-China por el Canibocha,<br />

el Anuam y el Tonkin, ya. en fin, todos los


ASI — 574 — ASI<br />

europeos acudiendo á comunicar en los puertos<br />

chinos abiertos por los tratados ó en los<br />

del Japón, estado que cada vez se aficioua<br />

más y más á la cultura europea, y que ha<br />

acometido con seriedad el planteamiento de<br />

atrevidas reformas, una vez vencida la revolución<br />

de 1869, que pretendía substraer el país<br />

á la influencia de los extranjeros.<br />

ASIMAO.—Arbusto silvestre de las Islas<br />

Filipinas que corresponde á la especie Paliarus<br />

perforatus, P. Blanco, de la familia de las<br />

Rámneos. (V. Pqliurus.)<br />

ASIMILACIÓN (Fisiología general).—<br />

Desígnase con ese nombre el acto en virtud<br />

del cual los seres vivientes de ambos reinos<br />

agregan á su propia substancia los principios<br />

necesarios para su desarrollo y sostén, que<br />

adquieren mediante la nutrición. Indudablemente<br />

en el aire, en el suelo, en las aguas naturales<br />

, en los abonos ó los cuerpos organizados<br />

muertos y en vías de descomposición, es<br />

donde los vegetales encuentran los elementos<br />

de las secreciones orgánicas y minerales que<br />

contienen sus tejidos, así como los de las<br />

exhalaciones gaseosas que envían á la atmósfera.<br />

Precisamente en la concatenación establecida<br />

por la Providencia entre los seres,<br />

los elementos acumulados en las plantas suministran<br />

á los animales herbívoros las substancias<br />

asimilables que aumentan ó mantienen<br />

su peso, y las que al ser transformadas por la<br />

combustión húmeda en las funciones de la respiración<br />

, les proporcionan el calor necesario<br />

para el juego de los órganos. Más favorecidos<br />

resultan iududablemente los animales carnívoros,<br />

que en la carne, tejidos adiposos, etc.,<br />

de los herbívoros encuentran mejor preparados<br />

para asimilárselos los elementos que necesitan<br />

para su alimento y para conservar la<br />

temperatura media de su cuerpo. Cuanto á<br />

los animales omnívoros, su campo de acción es<br />

más vasto, puesto que pueden recurrir á los<br />

dos reinos de seres organizados para nutrirse,<br />

habiendo muchos individuos de ese orden que<br />

suministran á su vez substancias asimilables<br />

á los animales exclusivamente carnívoros.<br />

No siempre es fácil distinguir á primera<br />

vista las propiedades y funciones propias de<br />

los vegetales y animales; pero el agricultor<br />

realmente no tiene gran interés en correr el<br />

velo de esos misterios, y lo que más le conviene<br />

conocer es cuáles sean las substancias<br />

asimilables, cuáles los principales fenómenos<br />

y condiciones de la alimentación en los vegetales.<br />

Desde luego bueno será consignar que<br />

la asimilación directa solamente se ejerce en<br />

muy débil proporción con relación al volumen<br />

que las substancias ocupan en las disoluciones<br />

acuosas, en los vapores, y en los gases<br />

que alimentan las raicillas y órganos foliáceos.<br />

En efecto, solamente en estado aeriforme ó<br />

en disoluciones muy extendidas es posible<br />

que penetren útilmente las materias nutritivas<br />

en las vías de asimilación por las espongiolas<br />

de las raíces y por las hojas. El labrador<br />

debe tener constantemente en cuenta las<br />

condiciones más favorables á la asimilación en<br />

las plantas, aparte de la índole de los alimentos<br />

y el estado en que hayan de ser facilitados;<br />

esas condiciones son:<br />

1. a Un suelo bastante permeable para que<br />

el aire y el agua, al renovarse, pero sin excluirse<br />

mutuamente, puedan proporcionar el<br />

oxígeno indispensable para la respiración de<br />

las raíces y la humedad no menos necesaria<br />

para que se realice la aspiración, que conserva<br />

la savia ascendente. Los abonos, los riegos y<br />

el drenaje son los medios á que ha de recurrirse<br />

para determinar la aparición de esas<br />

condiciones favorables cuando no las brinda<br />

naturalmente el terreno.<br />

2. a Una insolación convenientemente distribuida<br />

entre las plantas, y útil siempre para<br />

favorecer los importantes actos de la respiración<br />

por las hojas, de la absorción de los gases,<br />

de la asimilación ó fijación del carbono y<br />

del ázoe, y de la exhalación de los gases y vapores<br />

acuosos. Privando de una luz abundante,<br />

por hallarse los vegetales muy espesos, ó<br />

próximos los unos á los otros, ó situados á la<br />

sombra de grandes árboles, setos y muros, es<br />

como se impide que se desarrollen bien y produzcan<br />

buenas cosechas.<br />

Los alimentos directa y provechosamente<br />

asimilables por las plantas son muy reducidos<br />

en número, siendo digno de observarse<br />

que únicamente, mediante el auxilio de las sales<br />

amoniacales, tal vez del ázoe atmosférico,<br />

de los nitratos, fosfatos, clorhidratos, sulfatos,<br />

silicatos y carbonatos de cal, magnesia,<br />

potasa y sosa, las plantas producen los innumerables<br />

principios inmediatos que proporcionan<br />

al hombre y á los demás animales variados<br />

alimentos, gran número de medicamentos, primeras<br />

materias industriales, y también peligrosos<br />

venenos. La ciencia, con sus progresos,<br />

ha modificado en ese punto de una manera<br />

profunda y trascendental las teorías en que<br />

Cuvier se basara para comparar entre sí los<br />

dos reinos, animal y vegetal, afirmando que «la<br />

composición química de los vegetales es también<br />

más sencilla que la de los animales; que<br />

sus elementos se reducen casi exclusivamente<br />

al oxígeno y á las dos substancias combustibles,<br />

el hidrógeno y el carbono; que el ázoe<br />

escasea en aquéllos, y el fósforo más, en tanto<br />

que los animales coutienen siempre ázoe y<br />

muchas veces fósforo, siendo el primero causa<br />

de que proporcionen todos ellos amoníaco<br />

á granel, en tanto que son muy pocos los vegetales<br />

de que se puede obtener esa substancia».<br />

Precisamente hoy está demostrado que<br />

esos cuerpos abundan en los vegetales tanto<br />

más cuanto más jóvenes son y mayor es su<br />

energía vegetativa. De ahí que se señalen en<br />

los cuerpos cuaternarios ó azoados, acompañados<br />

siempre de azufre, de fósforo y de bases<br />

minerales, las partes vivas en los vegetales<br />

dotados de la facultad de secretar la celulosa<br />

que los envuelve, y los demás principios inmediatos.<br />

Ejerce, pues, en la nutrición vegetal nota-


ASI — 575 — ASI<br />

ble influencia la asimilación de los compuestos<br />

azoados. Las sales amoniacales empleadas<br />

directamente ó formadas bajo la influencia de<br />

las alteraciones espontáneas de las substancias<br />

animales, pueden bastar 4 esa alimentación.<br />

Cuanto á los compuestos ternarios, celulosa,<br />

almidón, inulina, azúcares, etc., proceden<br />

principalmente del ácido carbónico, que absorben<br />

los órganos foliáceos teñidos de color<br />

verde, los cuales, bajo la influencia de los rayos<br />

del sol, lanzan al aire ambiente el oxígeno<br />

que se hallaba unido al carbono, formando el<br />

ácido carbónico absorbido por las hojas.<br />

La asimilación en los animales se realiza de<br />

muy distinta manera, porque los compuestos<br />

alimenticios que les son propios nunca se encuentran<br />

bajo la forma de sales amoniacales,<br />

ni bajo la forma del ácido carbónico, que es<br />

exhalado para ellos en gran cantidad. Los<br />

productos vegetales ó la carne de los animales<br />

que consumen ó se asimilan, transformándolos<br />

, se componen principalmente de las materias<br />

azoadas ó plásticas que, modificadas<br />

sencillamente después de ser desagregadas é<br />

introducidas en la circulación por los órganos<br />

digestivos, se agregan parcialmente á los tejidos<br />

del animal; materias grasas que emulsionadas<br />

en órganos especiales, pasan también<br />

á la circulación para ser acumuladas en los<br />

tejidos adiposos, ó quemadas en agua y ácido<br />

carbónico, para proporcionar calor en el acto<br />

déla respiración; y por último, substancias<br />

ternarias, formadas de carbono, hidrógeno y<br />

oxígeno, azúcares, almidones, lactosa, etc.,<br />

que son los llamados alimentos respiratorios,<br />

cuyo principal papel consiste en proporcionar,<br />

bien calor por su combustión húmeda que los<br />

trueca en agua y ácido carbónico, bien los elementos<br />

para la formación y acumulación de<br />

substancias grasas en los tejidos adiposos, según<br />

hiciera observar el ilustre Payen, exponiendo<br />

doctrinas relativas á la asimilación de<br />

los alimentos.<br />

ASIMINA ó UVARIA TRILOBA (Botánica<br />

y Jardinería) (Chirimoyo de La Florida<br />

).—Arbusto de 2 á 5 metros de altura,<br />

originario de la América meridional, y uno<br />

de los más rústicos de la familia de las anonáceas.<br />

Se puede cultivar en la Europa central,<br />

pero no da frutos; en las provincias meridionales<br />

de España no reclama los cuidados del<br />

invernadero. Sus flores, del tamaño de las del<br />

melocotonero, se componen de un cáliz con<br />

tres lóbulos, de una corola con seis pétalos, y<br />

de un número infinito de estambres, en medio<br />

de los cuales se encuentran seis cárpelas que<br />

en los climas favorables al desarrollo de la<br />

planta se transforman en drupas del grosor<br />

de una endrina, con carne suculenta y ligeramente<br />

azucarada. Probablemente esos frutos<br />

mejorarían notablemente con el cultivo, y<br />

darían excelentes resultados en nuestra España.<br />

Además de la asimina de tres lóbulos, se<br />

cultivan también en Europa, como plantas<br />

de adorno, la asimina grandiflora, así llamada<br />

por el notable tamaño de sus flores; la rhombifolia,<br />

cuyos frutos constituyen la pimienta<br />

malagueta; la neglecla ó yaya de Cuba, y la<br />

parviflora, cuyo cultivo en Europa reclama<br />

análogos cuidados al de la magnolia. Se multiplica<br />

por medio de grana ó semilla, y también<br />

por división de las raíces.<br />

ASISTASIA (Asyslaiia de Blum.).— Género<br />

de planta de la familia de las Acantáceas.<br />

Asistasia de Coromandel (A. coromandeliana,<br />

Nees.; Juslitia gangetica, L.).—Esta planta,<br />

de tallo ramoso, originaria de las Indias<br />

orientales, se cultiva en los invernáculos de<br />

Europa, en tierra ligera y substanciosa; se<br />

multiplica por estaca; florece desde Agosto á<br />

Noviembre, y requiere riegos frecuentes durante<br />

la vegetación.<br />

Asistasia trepadora (A. scandens).— Arbusto<br />

trepador del África ecuatorial; hojas<br />

grandes, ovales, enteras; flores dispuestas en<br />

panículos terminales, infundibulifbrmes, de<br />

un blanco de crema, con un tinte azul. Se cultiva<br />

como planta de adorno en los invernáculos<br />

de Europa en tierra substanciosa.<br />

ASISTENCIA (Economía rural) .—Ayuda,<br />

concurso, auxilio, socorro que se da á una<br />

persona para realizar un trabajo ó empresa, ó<br />

para suplir la falta de medios de subsistencia,<br />

ó para cuidarla durante alguna enfermedad.<br />

Entre los campesinos la asistencia espontánea<br />

y mutua es frecuente ó hija de nobles sentimientos,<br />

y así se reúnen muchas veces todos<br />

ó gran número de los labriegos de una localidad<br />

para trabajar los campos de algún vecino<br />

imposibilitado, de huérfanos ó de viudas. Mas<br />

como la iniciativa individual no es suficiente<br />

en la mayoría de los casos, y no debe abandonar<br />

la sociedad á los necesitados y enfermos,<br />

la asistencia deberá ser prestada por los<br />

Municipios, las Diputaciones provinciales y<br />

auD el Gobierno, sobre todo cuando se persigue<br />

y castiga la mendicidad como delito, cual<br />

ocurre en Inglaterra y Dinamarca, donde<br />

tienen derecho á ser asistidos los necesitados<br />

todos; en Italia y Suecia, donde le poseen los<br />

enfermos, ancianos y niños. En tal sentido se<br />

denomina en España Beneficencia publica á<br />

los auxilios prestados. Bealmente con la palabra<br />

asistencia también se indica entre nosotros<br />

el concurso y ayuda que se concede á<br />

las personas perjudicadas en sus intereses por<br />

alguna desgracia, calamidad ó descuido.<br />

ASMA (Medicina veterinaria).—Enfermedad<br />

ó alteración patológica de los pulmones,<br />

propia de los solípedos, y muy frecuente<br />

en el caballo adulto, que examinaremos con<br />

detenimiento en los artículos Ijar y Huérfago,<br />

limitándonos aquí á recomendar un remedio<br />

muy preconizado en Inglaterra, y. que si<br />

no la cura radicalmente, por lo menos atenúa<br />

de un modo notable sus efectos. Sencillo y<br />

poco costoso, se puede ensayar sin riesgo alguno,<br />

porque aun cuando sea ineficaz, no pone<br />

en peligro la salud. También se aplica al tra-


ASN — 576 — ASN<br />

tamiento de las toses crónicas. Se prepara ese<br />

remedio macerando durante diez ó doce horas,<br />

en 20 litros de agua limpia y potable, brea en<br />

granos del grosor de huevos de gallina. Se<br />

agita el líquido y se presenta al caballo en las<br />

horas en que ordinariamente se le da de beber.<br />

Para habituar los caballos delicados al líquido,<br />

se hará con éste un brebaje mezclando<br />

salvado, harina de cebada ó harina de trigo, y<br />

pronto desaparece la repugnancia á tomar el<br />

remedio.<br />

ASNALLO.—Mata silvestre de los montes<br />

de España, que corresponde á la especie<br />

Ononis tridentala, L., de la familia de las Leguminosas.<br />

(V. Ononis.)<br />

ASNO (Zootecnia).—Animal de la clase<br />

de los mamíferos y orden de los paquidermos<br />

ó de piel gruesa, familia de los solípedos, próximo<br />

pariente del caballo, de un solo estómago,<br />

como éste, y que se denomina también<br />

jumento, burro, borrico y pollino. Durante el<br />

período de la lactancia se le llama buche, y<br />

asnillo ó borriquillo cuando su alzada es reducida.<br />

El asno semental es conocido con el<br />

nombre especial de garañón.<br />

El asno (Equus asinus de L.) es oriundo<br />

de la Arabia, donde sus bellezas y cualidades<br />

se desarrollan de una manera sorprendente;<br />

prospera en los países cálidos, como la península<br />

citada, Persia, el Indostán, Egipto y la<br />

parte septentrional de África, y degenera en<br />

las regiones frías, hasta el punto de que algunos<br />

han supuesto que perdía en ellas su fecundidad.<br />

Al decir de Aristóteles, los escitas<br />

no conocieron los asnos, y todo hace presumir<br />

que importados desde el Oriente en Grecia, se<br />

propagaron por la Albania, Italia y Francia<br />

en Europa, antes de que los árabes importasen<br />

en España una raza más vigorosa. El asno,<br />

dice Buffon, sería para el hombre el primero,<br />

el más hermoso, el mejor conformado y el más<br />

distinguido de los animales, si no hubiera<br />

caballos en el mundo; lo que le degrada es la<br />

comparación; al fijar la atención en .el asno,<br />

pensamos únicamente en la estampa y en las<br />

cualidades del caballo, que faltan á ese caballo<br />

del pobre, y que no conviene que posea.<br />

El asno, si bien pierde en vigor á medida que<br />

se acerca á las regiones polares, y en proporción<br />

con el descenso de temperatura, resiste<br />

mejor que el caballo las alternativas del calor<br />

y el frío, y especialmente el exceso del primero.<br />

Vive, por término medio, de quince á<br />

veinte años, pero su existencia puede prolongarse<br />

hasta los treinta, siempre que se halle<br />

bien cuidado el animal. Las hembras viven<br />

generalmente más tiempo que los machos.<br />

El asno tiene la cabeza relativamente voluminosa;<br />

las orejas anchas, largas, espesas y<br />

muy movibles, cual si estuvieran destinadas<br />

á proteger la parte anterior del cuerpo contra<br />

los ataques de los insectos; la línea dorsal<br />

desde la cabeza hasta el sacro es recta, y de<br />

ahí la poca gallardía del tosco herbívoro; no<br />

forma saliente la cruz; la grupa es poco ancha<br />

y corta; las extremidades voluminosas y rela­<br />

tivamente largas; la piel, espesa y dura, se<br />

halla cubierta de pelos tupidos y bastante<br />

largos, de color blanco, gris más ó menos<br />

claro, sucio á veces y en ocasiones negro,<br />

presentando una raya negra que se extiende<br />

por el medio del lomo, desde 1a cabeza á la<br />

cola, y otra que forma ángulo recto con ella<br />

en la cruz. A veces el color de esas rayas es<br />

algo rojizo. En la parte superior de la cabeza,<br />

en la nuca y en el cuello solamente aparece<br />

una serie de crines ralas, sedosas y cortas. La<br />

cola se halla desprovista de crines en la mitad<br />

superior de su longitud por lo menos. Los<br />

pelos del derredor de los labios son generalmente<br />

de color gris plateado, al igual de los<br />

de la parte posterior del vientre, y de la cara<br />

interior de las manos y de los muslos. El casco,<br />

tiene forma cilindrica ó ligeramente cónica,<br />

con la base hacia la parte superior. Las placas<br />

córneas de la cara interior de los antebrazos<br />

son de color negro muy subido, y se<br />

presentan solamente en las extremidades anteriores;<br />

los corvejones son poco salientes; los<br />

músculos de las extremidades son delgados,<br />

pero muy resistentes y tendinosos. Los órganos<br />

genitales se hallan muy desarrollados en<br />

el macho, y la vulva es estrecha en la hembra;<br />

los ojos son más claros y menos salientes<br />

que los del caballo; la arcada de la órbita muy<br />

pronunciada; la frente ancha y plana; las<br />

narices poco dilatadas, y muy consistentes los<br />

cartílagos que circundan esos orificios exteriores<br />

de los órganos respiratorios; indicio de<br />

que el animal no está destinado á correr con<br />

rapidez; la boca pequeña, y los dientes, cubiertos<br />

de un esmalte muy duro, son más<br />

estrechos; están más separados que los del<br />

caballo, y sirven, como en éste, para determinar<br />

la edad del animal.<br />

Comparando el asno con el caballo bajo el<br />

punto de vista de las formas exteriores, resulta<br />

que el asno tiene la cabeza más baja y voluminosa,<br />

la frente más ancha, los ojos más<br />

claros y menos prominentes, la boca más pequeña,<br />

los dientes más pequeños y más separados,<br />

la mandíbula inferior más estrecha, las<br />

orejas más largas y más velludas, la espaldilla<br />

menos inclinada, el cuello más estrecho, la<br />

cruz menos elevada, el dorso más recto, la<br />

espina dorsal más cortante, menos prolongada<br />

la cadera, la grupa y el pecho más estrechos,<br />

los cascos más reducidos, duros y altos;<br />

los músculos menos desarrollados y más resistentes,<br />

y el cuero más espeso. En igualdad<br />

de alzada y de volumen, es más resistente el<br />

pollino que el caballo, principalmente como<br />

bestia de carga; su paso es más largo y menos<br />

rápido; rara vez galopa, y solamente trota<br />

cuando se le aguija. La carne del asno es más<br />

delicada que la del caballo. Desde los tiempos<br />

de Mecenas, época en que se presentaba la<br />

carne de pollino en los más fastuosos festines,<br />

ha sido estimada en determinadas comarcas<br />

de Italia, y precisamente á ella deben su renombre<br />

los embutidos de Bolonia.<br />

Aun cuando haya habido algún insigne na-


ASN — 577 — ASN<br />

turalista que ha negado el parentesco entre el<br />

caballo y el pollino, no es dable desconocerle,<br />

teniendo en cuenta, no solamente las analogías<br />

exteriores ya apuntadas, sino principalmente<br />

las que ofrece la conformación interior de<br />

ambos animales, y la circunstancia de ser fecundante<br />

la cópula entre los individuos de<br />

una y otra especie. Las partes principales son<br />

casi idénticas, y los esqueletos, visceras y<br />

entrañas tan parecidos, que á ello se debe el<br />

haber formado del asno una especie del género<br />

caballo, fundándose sus caracteres distintivos<br />

en modificaciones del tamaño y de las<br />

formas. El asno generalmente se distingue<br />

por su índole humilde, sufrida, tranquila y<br />

por su sobriedad, que le permite comer alimentos<br />

poco nutritivos,-y á veces los que no<br />

admiten los caballos y bueyes. Solamente es<br />

exigente respecto del agua, que ha de ser muy<br />

límpida para que el asno la beba, resistiéndose<br />

á beber aguas turbias, aun cuando haya permanecido<br />

uno ó dos días sin bebería. Introduce<br />

el hocico con sumo cuidado en la masa<br />

líquida para no rizar la superficie, ó según la<br />

fábula, porque se resiste á contemplar su<br />

fealdad en el transparente líquido. Si el asno<br />

tiene la costumbre de beber aguas corrientes,<br />

no bebe en herradas ó pilas y viceversa. También<br />

prefiere escoger por sí mismo los alimentos<br />

, inclinándose siempre á las plantas leñosas<br />

y duras. El caballo relincha y el asno rebuzna,<br />

produciendo un ruido disonante en''que<br />

alternan las notas bajas y las altas, en tal forma<br />

que producen una ingrata impresión en<br />

el oído. Cuando envejece el asno, se vuelve á<br />

veces indócil y testarudo, mostrándose únicamente<br />

solícito para satisfacer sus gustos.<br />

Es tal la paciencia del pollino, que obedece<br />

sin resistencia alguna en la mayoría de los<br />

casos; ejecuta cuantos esfuerzos se exigen de<br />

él, y únicamente se niega á trabajar ó á sostener<br />

cargas cuando siente agotadas sus fuerzas,<br />

y eso á pesar de que no se le somete á<br />

educación de ningún género. Cuando no obedece<br />

con facilidad, es casi siempre porque se<br />

le manda brutalmente, y de ahí el pollino<br />

estúpido y atolondrado que los molineros presentan<br />

por doquier, á fuerza de palos y de<br />

abrumar á los animales con costales pesadísimos.<br />

Por lo común, el asno se deja guiar con<br />

una vara, con que suelen golpear muchos<br />

las partes en que más se siente el animal, y<br />

que algunos sustituyen por punzones para<br />

lograr que camine deprisa. Sólo á fuerza de<br />

hostigarle se disgusta y defiende, sin irritarse,<br />

y apea en ocasiones al jinete por las orejas;<br />

nunca tira coces con intento agresivo. En<br />

algunas comarcas atribuyen á los pollinos<br />

rencorosa memoria, y dicen que aguarda durante<br />

mucho tiempo la pcasión para dar una<br />

coz al amo que le ha maltratado; pero la verdad<br />

es que no es ese el caso general ni mucho<br />

menos.<br />

Lo innegable es que los asnos prestan excelentes<br />

servicios como bestias de carga y aun<br />

como animales de paso en determinadas cir­<br />

Dic—II.<br />

cunstancias , tanto en las cercanías de las ciudades,<br />

como en los terrenos ásperos y montañosos<br />

, que cruzan con paso seguro, reuniendo<br />

á la seguridad la fuerza y energía necesarias<br />

para recorrer vericuetos, y constituyendo<br />

una verdadera especialidad para bajar pendientes<br />

escarpadas. Es innegable que en proporción<br />

al volumen el asno es más fuerte que<br />

el caballo; éste solamente soporta de 100 á<br />

150 kilogramos sobre el lomo, y en tales condiciones<br />

sería peligroso exigirle que ande más<br />

de 50 kilómetros al día, mientras que un mal<br />

borriquillo lleva por vericuetos y sierras á<br />

veces 100 kilogramos de peso sin mostrarse<br />

extenuado al fin de la jornada. Cuando ha de<br />

recorrer trayectos cortos, la carga suele ser<br />

mayor, y en la región de los Alpes hay muchos<br />

pollinos que descienden con 70 á 80 kilogramos<br />

de peso de altitudes de 2 kilómetros.<br />

Un asno de mediana talla, mediante ciertos<br />

mecanismos, puede desarrollar de 300 á<br />

400.000 kilográmetros al día. La alzada de<br />

los pollinos oscila entre 1,30 y 1,50 metros,<br />

siendo poco numerosos los de gran talla.<br />

Pero, como hemos indicado anteriormente,<br />

el asno de Europa, bastardeado, degenerado<br />

y desnaturalizado á consecuencia del menosprecio<br />

con que se le trata y de las inclemencias<br />

del clima, ha perdido en alzada y en vigor, y<br />

no constituye, ni mucho menos, el tipo de su<br />

especie; en el Oriente de África y en el Sudoeste<br />

de Asia es donde se ha de estudiar el<br />

asno, y donde se hallan los representantes<br />

genuinos de su raza. Allí es donde se encuentran<br />

asnos en la plenitud de su desarrollo; el<br />

onagro del desierto, dice un escritor, es el tipo<br />

natural ó salvaje del asno doméstico, con la<br />

diferencia de tener los remos más largos y<br />

más finos, el pecho estrecho, la frente plana<br />

entre los ojos, estrecha también la terminación<br />

de la cara, el cuello más erguido, la<br />

oreja un tercio más corta, móvil y atenta, el<br />

pelo largo y sedoso en el invierno, la cruz<br />

negra de las espaldas muy palpable en los<br />

machos, y el mechón de pelo en que termina<br />

la cola, de más de 4 pulgadas de largo. La<br />

rapidez de su carrera es célebre en toda la<br />

Arabia, de donde es originario, y en cuyas<br />

comarcas se le encuentra errante formando<br />

piaras numerosas, lo mismo que en otras regiones<br />

del Asia meridional. El onagro fué<br />

llevado por los romanos á los juegos del circo,<br />

combatiendo más de una vez con un valor que<br />

parece desmentir la reputación de cobardía<br />

que tiene el asno doméstico.<br />

Esa descripción del onagro conviene á la<br />

mayoría de los asnos domésticos del Oriente,<br />

á los cuales no han hecho degenerar los rigores<br />

del clima y los malos tratos con que se<br />

ven abrumados los europeos. Tratados con<br />

igual cariño y respeto que el caballo, no se<br />

ha depravado su carácter, ni alterado la elegancia<br />

de sus formas, ni ha disminuido la<br />

celeridad en la marcha, sino que han conservado<br />

sus cualidades nativas, y aun las han<br />

desarrollado, y completado, gracias á un exce-<br />

37


ASÍT — 578 — ASN<br />

lente régimen de vida. De ahí que sean las<br />

cabalgaduras preferidas por los príncipes y<br />

señores de distinción, y que no estén expuestos<br />

á golpes y castigos exagerados, con que se<br />

los hostiga y maltrata en Europa. En la Biblia<br />

se mencionan las piaras de asnos que poseían<br />

los patriarcas ricos antes de emplearse<br />

el caballo.<br />

El asno, que se propagó por la Europa<br />

meridional en la época griega y romana, no<br />

fué introducido en Inglaterra hasta el reinado<br />

de Isabel, y en Alemania, Dinamarca, Suecia<br />

y demás regiones del septentrión hasta un siglo<br />

después. Los pollinos españoles proceden realmente<br />

de África y aun de Arabia, y fueron<br />

importados por los musulmanes. Durante mucho<br />

tiempo mantuvieron los reyes de España<br />

la prohibición de exportarlos bajo severísimas<br />

penas; solamente se derogó cuando Luis XIV<br />

pudo exclamar ya no hay Pirineos, á consecuencia<br />

de haber ocupado su nieto Eelipe V<br />

el trono de España. Desde esa época comenzaron<br />

los franceses á fomentar la cría de sus<br />

reses asnales, gracias al concurso de los pollinos<br />

importados de la Península.<br />

Se conocen muchas variedades de asnos, que<br />

se suelen agrupar en dos secciones: razas salvajes<br />

y razas domésticas. Las razas salvajes,<br />

cuyo tipo es el onagro, se enouentran en las<br />

regiones septentrionales de África, en la Arabia,<br />

en Persia, en la India y en la Tartaria,<br />

y sus individuos son unas veces lentos, pesados<br />

y de formas macizas, y otras ligeros, esbeltos<br />

y vivos, á la manera del caballo, al cual<br />

los comparó Jenofonte. El color de los asnos<br />

salvajes es muy vario, pero siempre poco<br />

obscuro; se destacan constantemente en ellos<br />

las rayas cruciales sobre el dorso y las espaldas;<br />

son fuertes y vigorosos; se defienden con<br />

valor, y aun á veces acometen á sus enemigos.<br />

También son numerosas las variedades domésticas<br />

que se han ido presentando, á pesar<br />

del poco cuidado con que los hombres han<br />

mirado al animal en todas las épocas. Ya hemos<br />

indicado cómo se propagó el asno por<br />

Europa, y cuánto ha perdido de sus cualidades<br />

en los países fríos y con los malos tratos á<br />

que constantemente se le ha sometido. Gracias<br />

á la fortaleza y resistencia del animal, han<br />

conservado algunas variedades cualidades estimables<br />

, y así los del Mediodía de España, de<br />

la Guinea, de Marruecos, Argel, Túnez,<br />

Egipto, el Yemen, Persia, India, y aun los de<br />

Malta y Toscana, son notables por sus hermosas<br />

formas, su elevada alzada, su fuerza y<br />

agilidad, la dureza de sus cascos y la firmeza<br />

del paso; de manera que son empleados como<br />

montura, y recorren con bastante rapidez largos<br />

trayectos, pudiendo hacer muchas jornadas<br />

consecutivas.<br />

En España existen algunas variedades muy<br />

vigorosas, y hubieran podido perfeccionarse<br />

notablemente las razas, si se hubiera puesto<br />

en ello el debido empeño. Generalmente sólo<br />

utilizan los asnos las gentes pobres, que en<br />

ocasiones le imponen el penoso trabajo de arar<br />

y acarrear, alimentándole y cuidándole mal,<br />

abrumándole á golpes, imponiéndole excesiva<br />

carga y abusando verdaderamente de la paciencia,<br />

de la resignación y de la sobriedad de<br />

los jumentos. Un proverbio vulgar: el amo<br />

cuanto más cargado va mejor, autoriza al parecer<br />

esa dureza, cual si al apresurar el paso<br />

no revelase la perspicacia del instinto, el cual<br />

le advierte que cuanto más pronto llegue á la<br />

meta más pronto se desembarazará de la carga.<br />

Los molineros, yeseros y arrieros son los<br />

que mayor partido sacan de los asnos, y tal<br />

suele ser la impaciencia por utilizarle, que no<br />

se da tiempo á que adquiera el necesario desarrollo<br />

, y de ahí que se hunda su espinazo, se<br />

encorven sus piernas y se vuelvan zancajosos<br />

ó cerrados de corvejones. En las serranías y<br />

países montañosos el asno suele ser de poca<br />

alzada, pero en cambio sus cascos suelen ser<br />

tan duros que podrían ser comparados al acero<br />

, y camina entre precipicios con una seguridad<br />

admirable. En las comarcas llanas y de<br />

vega de nuestra Península, siempre que se le<br />

cuide convenientemente, llega á adquirir gran<br />

alzada.<br />

Por no haberse reunido los datos que únicamente<br />

pueden obtener los centros oficiales<br />

de una manera regular y completa, no se han<br />

descrito aún con la precisión y amplitud necesarias<br />

las distintas variedades de asnos que en<br />

España existen; por lo mismo habremos de citar<br />

únicamente de una manera vaga las comarcas<br />

cuyos pollinos gozan de merecida estimación.<br />

Esas comarcas son las andaluzas y murcianas,<br />

las Baleares, el Ampurdán, la de Zamora,<br />

y algunas otras de Castilla la Vieja, la<br />

Mancha, Extremadura y las Canarias, no siendo<br />

raro hallar asnos de 7 cuartas y 5 ó 6 dedos<br />

de alzada. En Córdoba se ha mejorado tanto la<br />

raza, que pueden considerarse los asnos procedentes<br />

de esa provincia como los mejores de<br />

España; la casta de Aranjuez procede del Ampurdán,<br />

y ocupa el segundo lugar. Los garañones,<br />

que se han vendido cuarenta años hace<br />

á 5 y 6.000 pesetas, se obtienen en la actualidad<br />

por precios más reducidos, aun cuando<br />

considerables todavía.<br />

También los franceses poseen muchas variedades<br />

de asnos, cuyos individuos difieren<br />

por el pelaje y aun por la alzada, pero entre<br />

todas ellas, no muy bien estudiadas y caracterizadas<br />

, las que merecen especial mención<br />

son las del Poitou y de la Gascuña, de Cataluña<br />

ó de España, que así la llaman también<br />

nuestros vecinos. Las variedades de pequeña<br />

talla prestan los mismos servicios .y son tan<br />

sobrios como los asnos españoles de pequeña<br />

talla, y son preferibles para ciertos trabajos á<br />

los pollinos de hermoso aspecto.<br />

La raza asnal de Gascuña alcanza una altura<br />

de 1,55 metros; su cuerpo es delgado; el<br />

pelo corto y de color bayo, bayo-obscuro ó negro.<br />

Es muy ágil; ha conservado bien sus cualidades<br />

originarias, gracias á los cuidados de<br />

que es objeto, y procede de la Cerdeña española.<br />

Debería preferirse tal vez para mejorar las


castas europeas. Extiéndese únicamente por<br />

la provincia francesa.que la da nombre. La<br />

raza del Poitou es indudablemente la más hermosa<br />

de las razas francesas; el macho alcanza<br />

una talla de 1,54 metros; su cuerpo es amplio,<br />

grueso, cuadrado y bien armado; la cabeza<br />

fuerte y elevada; las orejas grandes; el cuello<br />

grueso; abierto el pecho; la cruz baja; recto<br />

el dorso; ancha la grupa; planos los costados;<br />

largos los muslos; la cola casi desnuda, y provista<br />

únicamente de algunos pelos sedosos; los<br />

remos fuertes, y las articulaciones gruesas.<br />

Los pelos son largos, finos, rizados, lisos á<br />

ja Figura 270.-G£<br />

v


ASN — 580 — ASN<br />

liva viscosa. La alzada oscila entre 1,40 y 1,54.<br />

Los garañones cuyo escroto es de color gris<br />

como el pelaje, son menos estimados, por suponerse<br />

que representan una degeneración<br />

de la casta, y aun son menos estimados los de<br />

pelo liso.<br />

Se ha pretendido constituir una variedad<br />

separada, en atención á ser objeto de singulares<br />

preferencias, con los asnos llamados en el<br />

Poitou bourailloux y guenilloux; denominación<br />

con que se los designa á causa de cubrirlos<br />

desde la cruz á la cola una especie de capa,<br />

cuyo aspecto es parecido al del fieltro , que<br />

desciende hacia el suelo en largas vedijas de<br />

longitud lesiguaí, y está formada realmente<br />

por los pelos que se mantienen adheridos en<br />

tiempo de la muda, y que uniéndose con aquellos<br />

que están llamados á reemplazar, forman,<br />

gracias á la humedad de la cama y á la secreción<br />

cutánea, esa especie de fieltro, que adquiere<br />

mayor extensión de año en año. Ese adorno<br />

singular, y cuya importancia es convencional<br />

seguramente, puede aparecer en todos los garañones<br />

de pelo largo y rizado, y no es, ni<br />

mucho menos, carácter de una variedad especial.<br />

Generalmente se paga por cada uno de<br />

esos animales de 5 á 8.000 francos.<br />

El garañón llega á una edad muy avanzada,<br />

y conserva sus facultades prolíficas hasta<br />

los veinticinco ó treinta años. Durante los<br />

dos primeros años de su existencia, es decir,<br />

antes de que entre en funciones como semental,<br />

suele ser muy dócil, gracias á las ca-<br />

Figura 280.—Burra muletera del Poitou<br />

ricias que suelen prodigársele; pero en cuanto<br />

es dedicado á las especiales funciones á<br />

que se le destina, se desarrollan en él los instintos<br />

salvajes y trata de morder; rara vez dispara<br />

coces á cuantas personas se le acercan.<br />

Ese cambio se explica por el aislamiento á<br />

que se le somete, porque entonces se acaban<br />

para él todos los ejercicios, y cesan las distracciones<br />

y esparcimientos. Nadie le ve ni le habla,<br />

y solamente al conducirle ante la yegua<br />

se le dirigen algunas voces ó entona el conductor<br />

canciones extrañas para excitarle. El animal<br />

se entrega en ese largo período de su vida<br />

á movimientos de impaciencia, destroza cuanto<br />

se halla al alcance de sus dientes y despe-<br />

daza con frecuencia las maderas del pesebre.<br />

Si alguna vez se ve en libertad, su primera<br />

operación consiste en revolcarse por tierral y<br />

en rascarse, con lo que revela cuan grato le<br />

sería que le limpiaran y cepillasen, despojánV<br />

dolé de las suciedades que forman la manta <br />

fieltro en que se ve envuelto por una preocuY<br />

pación falta de base. i<br />

Casi todos los garañones padecen aguadurasí<br />

crónicas que cambian la dirección del casco.l<br />

de manera que el animal anda con dificultad!<br />

suma. Esos accidentes son debidos á que al pe-1<br />

ríodo de la monta y de la abundancia en la alimentación<br />

sigue un período de reposo absoluto.<br />

También sufren todos esos sementales una<br />

enfermedad de la piel, que acaba por cubrir<br />

todo el cuerpo cuando llegan á una edad avanzada.<br />

Comunica á las extremidades un aspecto.<br />

\


ASJST — 581 — ASN<br />

repugnante, y determina abultamientos, de los<br />

cuales se desprende una secreción especial,<br />

cuyo olor es verdaderamente infecto. Esa, afección,<br />

de naturaleza dartrosa, que los ganaderos<br />

no procuran extirpar mediante cuidados higiénicos<br />

y un aseo mejor entendido, forma al parecer<br />

hoy un rasgo característico de la especie<br />

asno-mular del Poitou. Los garañones no son<br />

conducidos nunca á las ferias para ser vendidos;<br />

el comprador acude á casa del vendedor,<br />

y una vez cerrado el trato, observando prácticas<br />

un tanto extravagantes, se lleva el animal<br />

al nuevo domicilio en una carreta. Generalmente,<br />

como base para la venta de los garañones<br />

, se toma el precio de 100 francos por cada<br />

mes de edad que el garañón cuente, naturalmente<br />

hasta cierto límite, porque no se había<br />

de entregar más dinero que por un garañón<br />

joven por uno viejo.<br />

Exceptuando los asnos de las ya mencionadas<br />

comarcas españolas, los del Poitou, de<br />

Gascuña y de Toscana, las otras variedades<br />

de asnos que se encuentran en Europa, y que<br />

suelen ser menos numerosas y más raquíticas<br />

á medida que aumentan los grados de latitud,<br />

es decir, á medida que la temperatura media<br />

es más baja, no merecen especial mención;<br />

aun la gris del Saintonge, intermedia entre la<br />

del Poitou y la de los Pirineos, no es muy<br />

apreciada entre nuestros vecinos, aun siendo,<br />

como es, muy superior á la generalidad de las<br />

variedades de asnos que utilizan los europeos.<br />

Multiplicación de los asnos.—Generalmente<br />

antes de los tres años no tienen, tanto los pollinos<br />

como las pollinas, aptitud para la reproducción.<br />

A los ocho años de edad se encuentra<br />

el macho en todo su vigor, y generalmente<br />

le conserva hasta los doce. Para obtener<br />

buenos productos es necesario escoger<br />

cuidadosamente el macho y la hembra que<br />

hayan dé engendrar, rechazando los animales<br />

que carezcan de vigor, de agilidad y de viveza,<br />

y cuyo cuerpo no esté bien conformado.<br />

Es necesario alimentarlos bien durante la época<br />

de la monta con los mejores forrajes, granos<br />

, salvado, pan y abundante ración de cebada<br />

ó avena, guardándose de obligarlos á<br />

trabajar, á no ser en casos excepcionales y<br />

sin fatigarlos con exceso. Del régimen á que<br />

son sometidos los garañones del Poitou; de<br />

su ferocidad, que solamente permite aproximarse<br />

al encargado de distribuirlos el pienso,<br />

hemos hablado precedentemente. En su furor<br />

serían capaces de destrozarse unos á otros si<br />

se reunieran en un mismo recinto varios garañones;<br />

de manera que por mantenerlos aislados<br />

y no fortalecerlos con un moderado ejercicio,<br />

tal vez son esos reproductores menos<br />

vigorosos de lo que podrían ser.<br />

En todo caso, y cualquiera que sea la variedad<br />

á que el garañón ó semental pertenezca,<br />

su alzada ha de ser elevada, nunca inferior<br />

á 1,46 metros; su cuerpo bien conformado; la<br />

cabeza alta; el cuello largo; ancho el pecho;<br />

alta la cruz relativamente; redondeados los<br />

costados; el flanco vacío corto; los ríñones<br />

firmes; los remos fuertes; los jarretes gruesos<br />

y muy amplios; los tendones bien marcados;<br />

los pies grandes; separados los talones; el pelo<br />

de color obscuro; los pelos largos; las orejas<br />

llenas de sedas, y los ojos vivos, brillantes y<br />

rasgados. La burra deberá ser además de cuerpo<br />

y vientre anchos.<br />

En algunas paradas tienen la costumbre de<br />

dar sopa en vino á los garañones antes del salto;<br />

excitante que no necesita en realidad, porque<br />

naturalmente su ardor es verdaderamente<br />

excepcional, comparando ese animal con otros.<br />

Algunos de ellos se exceden realmente sin ser<br />

estimulados; se citan casos de haber muerto<br />

encima de la hembra, y hay algunos que dan<br />

diez ó doce saltos sin tomar entre copula y<br />

cópula otra cosa que agua. De ahí que los antiguos<br />

considerasen á los garañones como favoritos<br />

del dios semita Bahalpehore y del dios<br />

Priapo, á cuyo lado se suele representar aquél.<br />

Cuando el garañón no manifieste ardor, según<br />

Hartmann, competente en esta materia, basta<br />

darle de palos para que monte á la hembra.<br />

Las señales del celo, si bien más pronunciadas<br />

, son idénticas á las que revelan ese estado<br />

en la especie caballar. Tanto el asno como la<br />

burra, son muy prolíficos; la segunda lo demuestra<br />

por deseos vehementes, y después de<br />

la cópula suele arrojar mucho fluido fecundante,<br />

siendo inútiles para evitarlo las mil prácticas<br />

absurdas á que se entregan los mozos de<br />

las paradas, los golpes, los cubos de agua<br />

fría en los ríñones, etc., siendo así que basta<br />

cansarlas á fuerza de ejercicio antes de que<br />

las cubra el garañón, y dejarlas después tranquilas<br />

en un paraje obscuro, en la seguridad<br />

de que bastará para fecundarlas la pequeña<br />

cantidad de semen que lleguen á retener. Precisamente<br />

por ser tan ardiente se suele llevar<br />

la burra á la parada casi inmediatamente después<br />

del parto, consintiéndola únicamente<br />

siete ú ocho días de descanso. Debilitada la<br />

hembra por el parto, es entonces menos ardiente;<br />

las partes genitales no han recobrado<br />

toda su rigidez, y de ahí la mayor probabilidad<br />

de que conciba. Respecto del garañón, ha<br />

de cuidarse de que no dé más que uno ó dos<br />

saltos diarios, y no seis ú ocho como á veces<br />

se permite con harta imprudencia y abusando<br />

de su extraordinario ardor.<br />

De la monta.— Para esta operación se deja<br />

al macho y á la hembra en completa libertad,<br />

ó bien si se destina al contrario, se conduce<br />

al garañón de la brida, sujetando á la yegua<br />

si fuese preciso. El garañón entra en funciones<br />

á los tres años, y comienza por cubrir una<br />

ó dos hembras por semana; más tarde, á los<br />

tres años y medio, salta una ó dos veces al<br />

día; á los cuatro años y medio hace cinco, seis<br />

y á veces siete saltos diarios, número á que<br />

no se debe llegar sino en contadísimos casos,<br />

para que la salud del animal no se resienta.<br />

Casos ha habido en que un garañón había cubierto<br />

once yeguas, resultando la última preñada.<br />

El garañón se mantiene en una estancia<br />

espaciosa y donde nunca penetra la luz; se le


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saca de ella para que cubra alguna hembra, á<br />

la cual se coloca junto á la puerta de la cuadra<br />

de aquél, entre una armazón de madera<br />

fija en el suelo y en la pared. Para que sea<br />

más cómodo al garañón el salto, el nivel del<br />

piso en que se coloque la yegua deberá estar<br />

25 ó 30 centímetros más bajo que el del punto<br />

en que haya de aparecer el garañón.<br />

Terminado un salto, se administra al semental<br />

un pienso reducido de avena ó de cebada.<br />

La época de la monta comienza á mediados de<br />

Febrero y termina en el mes de Agosto. Debe<br />

evitarse todo cambio brusco en la alimentación,<br />

para que no surjan accidentes más ó menos<br />

graves y no se determinen esas apoplegías<br />

de los pies que producen la deformación de<br />

los cascos.<br />

Como los buches son muy sensibles al frío,<br />

mucho más que los potros, es necesario regular<br />

su nacimiento de tal manera que se efectúe<br />

en los meses de primavera ó estío, porque<br />

en caso contrario languidecen ó perecen, como<br />

dice Buffon, por no desarrollarse y adquirir<br />

el vigor necesario para resistir á ios rigores<br />

invernales. Como el período de gestación<br />

dura en la burra de once á doce meses, es fácil<br />

señalar la época en que habrá de parir. La<br />

hembra se conducirá á la parada tantas veces<br />

como sea preciso, hasta que rechace al garañón;<br />

conviene fatigarla antes de presentársela<br />

á éste, para que no expela el líquido seminal.<br />

Sabido es que los más estimados garañones<br />

son dedicados al salto de yeguas por las cualidades<br />

que caracterizan á los productos híbridos<br />

que de tal asociación resultan, es decir, á los<br />

mulos, de que se hablará en el lugar oportuno<br />

del DICCIONARIO, así como se destinan<br />

también algunas borricas á ser cubiertas por<br />

caballos sementales, á fin de que engendren<br />

los llamados burdéganos ó machos romos. Los<br />

celebrados garañones del Poitou son precisamente<br />

muy apreciados, porque constituyen la<br />

base para la cría de excelente ganado mular.<br />

Deberá presentarse á los garañones primero<br />

las yeguas y después las burras, porque después<br />

de cubrir á alguna de, las segundas, se<br />

resiste á cubrir á las primeras. También han<br />

adoptado en algunas partes la costumbre de<br />

presentar las yeguas primero al garañón y después<br />

al caballo semental, lo que da en ocasiones<br />

origen á anomalías como la observada en<br />

Francia en la noche del 14 al 15 de Abril de<br />

1856, noche en que una yegua, cubierta el 7<br />

de Marzo de 1855 por un garañón y el 28 por<br />

un caballo, parió á las ocho un potro y á las<br />

once un muleto. Las burras entran generalmente<br />

en calor algún tiempo después que las<br />

yeguas.<br />

Gestación de la burra.—Ya hemos dicho<br />

que el período de gestación oscila en las borricas<br />

entre once y doce meses. Donde se concede<br />

gran importancia á la cría de asnos, sobre<br />

todo cuando se utilizan para procrear<br />

mulos, las burras preñadas son objeto de especiales<br />

cuidados. Consisten éstos en dispensarlas<br />

de todo trabajo así que transcurran<br />

seis meses á partir de la concepción, y en tanto<br />

que se hallen amamantando á la cría, ó<br />

cuando se utiliza su leche, que tan excelentes<br />

resultados produce para combatir el desarrollo<br />

de ciertas afecciones; en imponerlas trabajo<br />

muy moderado durante los seis primeros<br />

meses de embarazo, cuando lo crea conveniente<br />

el facultativo; en aguardar durante<br />

todo el tiempo que dura la gestación á que<br />

salga el sol, para enviarlas á pastar, y evitar<br />

que beban aguas frías ó crudas en ayunas,<br />

porque á falta de esta precaución podría presentarse<br />

el aborto; en preservarlas hasta donde<br />

sea dable de las caídas, de los golpes violentos<br />

, de todo género de fatigas, y por lo<br />

tanto, de las carreras largas y aun de cualquier<br />

viaje; en mantenerlas constantemente<br />

separadas de los asnos, caballos y mulos adultos,<br />

á menos de que estén castrados, y por<br />

último, en vigilarlas constantemente cuando<br />

se acerque el momento del parto.<br />

Parlo.—Anunciase éste por el hundimiento<br />

de la grupa, el desarrollo del vientre, la<br />

aparición de la leche en los pezones de las<br />

mamas, la tumefacción ó dilatación de la vulva,<br />

y en fin, por la expulsión de materias<br />

viscosas y sanguíneas. Cuando se observen<br />

todos esos síntomas es necesario preparar á la<br />

burra una copiosa y mullida cama, para que<br />

el hijuelo no se hiera ó mate al caer, y es indispensable<br />

que el dueño de la madre ó una<br />

persona cuidadosa duerma cerca de la burra,<br />

por si se presentase el parto de noche, y se<br />

mantenga al lado del animal cuando ese caso<br />

llegue, bien para auxiliar á la parturienta en<br />

su importante acto, b^en para extraer la placenta<br />

, ó sean las secundinas, y evitar que las<br />

devore, como hacen algunas burras, con grave<br />

perjuicio para su salud. Inmediatamente<br />

después del parto, y durante algunos días consecutivos<br />

, habrá de administrarse á la madre<br />

una bebida de agua tibia en que se haya desleído<br />

harina de trigo ó de cebada, y se la<br />

preservará de las corrientes de aire, de la<br />

humedad y del frío. Ha de procurarse igualmente<br />

que mame sin pérdida de tiempo el<br />

buche, el cual se mantendrá en pie poco<br />

tiempo después. Por último, durante el período<br />

de la lactancia se proporcionará á la<br />

madre una alimentación abundante'y nutritiva.<br />

Observando esas precauciones, se obtendrán<br />

crías excelentes, siempre que procedan<br />

de buena casta y los padres gocen de excelente<br />

salud. La hinchazón de las mamas se presenta<br />

en las burras antes que en las yeguas.<br />

Los partos laboriosos con inversión de la matriz<br />

son muy frecuentes, contribuyendo á ello<br />

la insuficiencia de la alimentación de la madre,<br />

que se refleja después en el engendro<br />

débil y raquítico, gracias á la absurda suposición<br />

de que las burras no conciben y paren en<br />

buenas condiciones cuando se hallan bien nutridas.<br />

Cría de los buches.—Por lo común las burras<br />

son excelentes madres; amamantan complacidas<br />

á sus hijos, y los acarician y cuidan


ASN — 584 — ASN<br />

tímido, poltrón y testarudo, alimentándole<br />

mal, tratándole con rudeza, golpeándole sin<br />

ton ni son, y exigiendo de él esfuerzos superiores<br />

á sus bríos. ¿Se comprende, como dice<br />

Buffon, que los hombres desprecien á los animales<br />

que mejor y á menos coste les sirven?<br />

¿Por qué no han de cuidar, educar, ejercitar<br />

é instruir al asno lo mismo que al caballo,<br />

haciendo más llevadero el estado de servidumbre,<br />

y obteniendo la recompensa en la<br />

mayor aptitud del asno para los servicios que<br />

entonces podrían exigirse de él?<br />

Que la utilidad del asno es grande, si bien<br />

sólo en circunstancias nada halagüeñas por lo<br />

común, nadie lo pone en tela de juicio; antes<br />

lo hemos dicho; se emplea principalmente<br />

como bestia(de carga, pero también se unce<br />

en algunas comarcas pobres al arado y al<br />

carro, siendo tan inteligente, obediente y dócil,<br />

que un niño puede conducir una yunta de<br />

pollinos. Empléase también como montura<br />

para personas que no tienen medios con que<br />

adquirir caballos ó muías, ó para personas débiles<br />

y que no podrían sujetar á los últimos,<br />

y los persas y los griegos emplearon también<br />

los burros en la guerra. Para montura presenta<br />

el asno, sin embargo, algunos inconvenientes;<br />

su cruz es demasiado baja, y sus espaldas<br />

salientes molestan en la marcha al que<br />

cabalga. Para evitar esa molestia es necesario<br />

colocar la silla muy atrás y alargar las riendas<br />

mucho. El animal tiene las apófisis espinosas<br />

de ¡as vértebras dorsales demasiado largas,<br />

de manera que la espina es muy saliente, y<br />

de ahí la necesidad de aparejos abultados, bien<br />

mullidos, pesados é incómodos por su anchura.<br />

Además, el pecho del asno es muy estrecho,<br />

las extremidades torácicas están muy<br />

juntas, y de ahí que le sea difícil mantenerse<br />

en dos pies, y que el trote sea desigual y molesto<br />

para el que cabalga. De ahí que se utilice<br />

especialmente para transportar cargas al<br />

paso, ya que por terrenos accidentados y pedregosos<br />

camina con tal seguridad que no<br />

puede comparársele ninguna res doméstica.<br />

Poco exigente en los alimentos, como se ha<br />

dicho ya„ devora las plantas ásperas y espinosas,<br />

y ha dado nombre por lo mismo á las<br />

ononis, onanas, onopardas, etc., nombres derivados<br />

ó compuestos del griego onos, que significa<br />

asno. Come poco, pero es necesario alimentarle<br />

bien cuando se hayan de exigir de él<br />

trabajos pesados y violentos. Para rascarse se<br />

revuelca en tierra, lo que se podría evitar limpiándole<br />

con la bruza de un modo conveniente.<br />

Productos del asno.—Durante el sitio de<br />

Malta por los ingleses, á fines del pasado siglo,<br />

y el de París por los prusianos, se reconoció<br />

que la carne del asno es preferible á la del<br />

caballo, y que se puede equiparar con la del<br />

buey. Se cuece, se asa, se estofa, y no ofrece<br />

más inconveniente que el ser de color demasiado<br />

obscuro y muy amarillento el sebo. El<br />

canciller Duprat consiguió, sin embargo, que<br />

se_ aceptase como manjar de moda, y que<br />

mientras se mantuvo en el Ministerio, consi­<br />

derasen los cortesanos esa carne como una de<br />

las más deliciosas. En nuestra época los salchicheros<br />

de Lyon, en competencia con los<br />

de Boloña, fabrican celebrados embutidos con<br />

carne de asno, y especialmente con la de<br />

buche.<br />

No solamente se utiliza la carne de burro;<br />

también figura entre los productos estimados<br />

por la industria moderna la piel, que se emplea<br />

para fabricar cribas, abarcas, zapatos,<br />

tambores y tamices. Barnizada con una capa<br />

de yeso, entra en la composición de los libros<br />

de memoria; con ella se prepara el chagrín.<br />

El estiércol de asno es muy ardiente, y al<br />

igual del estiércol del caballo, se emplea para<br />

camas calientes por los hortelanos y calentar<br />

los terrenos fríos.<br />

El asno bajo el punto de vista económico.—<br />

Generalmente se muestran celosos partidarios<br />

suyos todos los autores, y hacen grandes<br />

alabanzas de su buena condición para diversos<br />

servicios, especialmente en los países meridionales.<br />

Nuestra opinión le es poco favorable,<br />

pues aunque comprendemos que hay casos<br />

en que puede ser útil, considerado bajo<br />

un punto de vista económico, su valor, como<br />

animal de trabajo, es sumamente escaso, tan<br />

escaso que ocupa el último lugar entre todos.<br />

En agricultura, tratándose de cuestiones de<br />

aplicación, suele ser desacertado establecer<br />

principios absolutos; por eso nos guardaremos<br />

bien de decir de un modo absoluto que el asno<br />

es perjudicial; que el servicio del asno es malo;<br />

que el ganado asnal debe proscribirse por el<br />

agricultor. El asno puede prestar un buen<br />

servicio al infeliz pordiosero, al jornalero, al<br />

pastor de un rebaño poco numeroso, todos los<br />

cuales carecen de recursos para adquirir bestias<br />

de más elevado precio, y no necesitan, por<br />

otra parte, de animales de gran fuerza para<br />

transportar su pequeño ajuar ó sus utensilios<br />

de trabajo. Pero en esto justamente estriba la<br />

razón de nuestro dictamen desfavorable. Cierto<br />

es que es bajo su precio y cuesta poco su<br />

manutención; pero la baratura no es la circunstancia<br />

más digna de estimación, económicamente<br />

hablando, sino el grado de bondad ó<br />

excelencia con relación al precio.<br />

En agricultura no son más recomendables<br />

las plantas y los animales que cuestan poco si<br />

son de escasa utilidad, sino las de utilidad<br />

mayor, aunque sean de precio más alto. La<br />

baratura sólo es apreciable relacionándola con<br />

la utilidad de las cosas.<br />

En este supuesto, el ganado asnal es la expresión<br />

del atraso social y de la pobreza agrícola,<br />

viniendo en apoyo de esta aseveración<br />

la estadística con sus datos irrecusables. Las<br />

naciones más adelantadas son las que tienen<br />

menos ganado asnal; sucede en ellas lo que<br />

con las clases sociales de España, según hemos<br />

manifestado; las más pobres son las que se<br />

sirven de él con preferencia. No hay más que<br />

una nación en Europa en que la cría de esta<br />

especie constituya una industria lucrativa,<br />

Francia; pero en Francia se considera al ga-


ASN — 585 ASO<br />

nado asnal, más bien que como especie animal<br />

de trabajo, como elemento de producción mular,<br />

así como la producción mular la tienen<br />

más bien que para uso propio, como ramo de<br />

comercio con España. Así sucede que se dedican<br />

en el Mediodía, más bien que á criar asnos<br />

de tiro y carga, garañones de elevado precio.<br />

Los de buenas cualidades no se venden por<br />

menos de 20.000 reales.<br />

El África francesa es el punto en que el<br />

ganado asnal se ha desarrollado más en los últimos<br />

años. En 1851 existían solamente 3.000<br />

cabezas; en la actualidad llegan á 250.000.<br />

Nos parece no ser ocioso dar á conocer lo<br />

que arroja el censo verificado en España en<br />

24 de Septiembre de 1865. Según él, existían<br />

1.298.334, clasificadas en la forma siguiente:<br />

Por razón de sexo:<br />

,, . (Enteros 442.610<br />

M a c h o s -! Castrados 112.289<br />

Hembras 743.435<br />

Según la edad:<br />

Hasta seis meses 66.387<br />

De seis á treinta meses 141.211<br />

De treinta meses á cuatro años 119.053<br />

De cuatro á seis años 179.612<br />

De más de seis años 792.071<br />

En cuanto á la movilidad:<br />

Estante 1.234431<br />

Trasterminante 51.998<br />

Trashumante 11.905<br />

Según el destino:<br />

Á los trabajos agrícolas 711.564<br />

Al movimiento de máquinas y artefactos.. 3.970<br />

Al tiro y transporte 426.505<br />

Á la reproducción, granjeria, ete 156.295<br />

De suerte que el número de cabezas destinadas<br />

á ¡os trabajos agrícolas representan el<br />

55 por 100. Las dedicadas al tiro y transporte<br />

constituyen el 33 por 100.<br />

El número de cabezas de ganado asnal existentes<br />

en cada una de las provincias de España<br />

era en 1865 el siguiente:<br />

Provincias Cabezas<br />

Álava 2.17*<br />

Albacete 30.022<br />

Alicante 27.125<br />

Almería 44.509<br />

Ávila 23.277<br />

Badajoz 61.478<br />

Baleares 20.023<br />

Barcelona 15.206<br />

Burgos 35.104<br />

Cáceres 40.508<br />

Cádiz 35.264<br />

Canarias •• 16.128<br />

Castellón. 20.647<br />

Ciudad Real 35.067<br />

Córdoba 37.188<br />

Coruña..... 2.222<br />

Provincias<br />

Cabe:<br />

Cuenca 42.971<br />

Gerona 8.960<br />

Granada 47.111<br />

Guadalajara 22.133<br />

Guipúzcoa 6.204<br />

Huelva 22.909<br />

Huesea 38.486<br />

Jaén , 38.787<br />

León 29.066<br />

Lérida 43.294<br />

Logroño 11.363<br />

Lugo 1.509<br />

Madrid 24.445<br />

Málaga 35.513<br />

Murcia 51.432<br />

Navarra 22.106<br />

Orense 7.322<br />

Oviedo 3.205<br />

Palencia 19.325<br />

Pontevedra 1.978<br />

Salamanca 34.475<br />

Santander 1.793<br />

Segovia 26.349<br />

Sevilla 49.596<br />

Soria 18.418<br />

Tarragona 20.443<br />

Teruel 26.386<br />

Toledo 54.797<br />

Valencia 36.418<br />

Valladolid..... 29.514<br />

Vizcaya 2.643<br />

Zamora 37.129<br />

Zaragoza 36.309<br />

Por todo lo expuesto juzgamos que será un<br />

gran bien, porque será una incontestable prueba<br />

de progreso agrícola, que poco á poco se<br />

vaya reemplazando el ganado asnal por otros<br />

de más velocidad y de más fuerza. Decimos<br />

reemplazando y no extinguiendo, porque son<br />

un ramo de la riqueza pública, y no es conveniente<br />

desaparezca sino en cuanto esto se verifique<br />

, para que lo sustituya en el orden pecuario<br />

otro más importante.<br />

La muía es superior al asno para la carga;<br />

el buey, para la labor de la tierra; el caballo,<br />

para silla; cada una de esas especies representa<br />

un grado más elevado en la escala del adelanto.<br />

El traginero llevará más peso con la<br />

muía; el labrador labrará más hondo con el<br />

buey; el jinete aprovechará mejor el tiempo<br />

con el caballo.,<br />

ASOCIACIÓN.—Reunión de varias personas<br />

para un objeto determinado y ligadas por<br />

un interés común. El resultado de la asociación<br />

es la formación de sociedades de diversas<br />

clases y con muy diferentes tendencias; asunto<br />

que ha de tratarse naturalmente en distintos<br />

artículos, cuando llegue la ocasión oportuna;<br />

pero es conveniente que nos ocupemos<br />

ahora en general de la asociación en cuanto<br />

se relaciona con las industrias agrícolas, y de<br />

las ventajas que se obtienen con este poderoso<br />

medio de unión de los esfuerzos individuales,


ASO — 586 — ASO<br />

para alcanzar resultados importantísimos, en<br />

beneficio de los asociados.<br />

Cuando la asociación excede los límites<br />

razonables, destruye el impulso individual,<br />

produciendo una organización perniciosa para<br />

el desarrollo de la riqueza, así como el aislamiento<br />

prescinde de la palanca más poderosa<br />

para la explotación de industrias que exigen<br />

esfuerzos poderosos, capitales relativamente<br />

respetables, y la unión y concordia de intereses<br />

comunes. Para el pormenor del cultivo<br />

agrícola en sus diversos ramos, se exige la<br />

más prudente economía, la vigilancia inmediata<br />

y constante del cultivador, interesado en<br />

los productos de sus fincas, ya propias, ya<br />

arrendadas, y bajo este punto de vista la asociación<br />

ha de tener ciertas limitaciones, pues<br />

la administración en las compañías numerosas<br />

reclama mayores dispendios, no ejerce su acción<br />

y vigilancia con el interés que despliega<br />

el cultivador particular, ni produce la variedad<br />

de esfuerzos y tentativas en consonancia<br />

con las exigencias del consumo; pero hay muchos<br />

extremos en todo cuanto se roza con las<br />

industrias agrícolas, que no pueden realizarse<br />

sin el poderoso concurso de la asociación, convenientemente<br />

organizada, y reducida á su órbita<br />

propia y especial.<br />

Para la explotación inmediata de productos<br />

agrícolas, no es prudente ni adecuado constituir<br />

numerosas asociaciones; y esto que á<br />

priori resulta innegable, porque es imposible<br />

exigir en este caso el interés y la economía<br />

que reclaman los asuntos de conveniencia<br />

individual, lo ha demostrado la experiencia,<br />

manifestando que cuando por medio de asociaciones<br />

más ó menos vastas, se ha intentado el<br />

cultivo de determinados productos, los resultados<br />

no han correspondido, ni á los esfuerzos<br />

practicados, ni á los medios invertidos.<br />

Y sin embargo, la agricultura no puede<br />

desarrollarse en un país en la escala necesaria,<br />

cuando en él falta ó se halla poco desarrollado<br />

el espíritu de asociación, mucho más<br />

en los tiempos modernos, en que el cultivo<br />

ha variado por completo, por la introducción<br />

de poderosos elementos que acrecientan la<br />

producción, como exige el aumento constante<br />

del consumo.<br />

En España, desgraciadamente, el espíritu de<br />

asociación entre los agricultores no ha dado<br />

todavía señales de vida, y por eso principalmente<br />

arrastra el cultivo una existencia lánguida<br />

y precaria, víctima de la usura, de la<br />

rutina y del aislamiento egoísta en que instintivamente<br />

yacen los más interesados en<br />

hallar con oportunidad un remedio á conflictos<br />

pasajeros y á urgencias del momento, fácilmente<br />

vencidos cuando se organizan instituciones<br />

de crédito sobre bases convenientes<br />

y bien meditadas. En este terreno, no puede<br />

ni debe pedirse todo á la entidad Estado,<br />

pues extendiendo este criterio, se llega á la<br />

práctica del socialismo, y desaparece el sentimiento<br />

de individualidad, tan fecundo en las<br />

sociedades modernas cuando toma direccio­<br />

nes legítimas, y es preciso , por lo tanto, que<br />

los labradores se acostumbren á distinguir lo<br />

que deben pedir al propio esfuerzo y lo que<br />

reclama el concurso de la colectividad, por hallarse<br />

en armonía con las exigencias del interés<br />

general.<br />

La asociación entre los agricultores puede<br />

abarcar muchos extremos, y tanto las experiencias<br />

que se han realizado en otros países,<br />

como las que diariamente se ensayan, demuestran<br />

que este principio es fecundo en resultados<br />

beneficiosos para el porvenir de la agricultura.<br />

Hoy no le queda al labrador en España<br />

ni aun el recurso de los pósitos, que con ciertas<br />

condiciones le adelantaban en épocas críticas<br />

los recursos necesarios para la siembra;<br />

y como no existen bancos agrícolas, se ve obligado<br />

á recurrir á la usura, que le lleva la<br />

parte más saneada de los productos, ó lo que<br />

es más funesto todavía, le ocasiona la ruina<br />

completa.<br />

Para evitar tan grave inconveniente, adquirir<br />

los elementos necesarios á la mejora del<br />

cultivo, ensayar nuevos métodos, introducir<br />

especies de ganado que perfeccionen por el<br />

cruzamiento las del país, facilitar la adquisición<br />

y empleo de las máquinas, desecar los<br />

terrenos pantanosos, regar los que se encuentren<br />

en circunstancias idóneas, mejorar los<br />

caminos vecinales, á fin de poder realizar la<br />

explotación agrícola en condiciones más ecor<br />

nómicas que las presentes, es indispensable<br />

recurrir á la asociación, la cual, bien organizada<br />

y dirigida, produce ventajas considerables<br />

en aquellos países en que se ha ensayado.<br />

En algunas localidades de Alemania se han<br />

asociado los labradores para evitar las consecuencias<br />

desfavorables de la excesiva división<br />

de las fincas, á fin de obtener un solo predio,<br />

en vez de multitud de parcelas que poseían<br />

en diversos puntos del distrito, y evitar los<br />

inconvenientes que ofrece esta circunstancia.<br />

Estas asociaciones se han establecido con entera<br />

libertad, y el Estado se limita á favorecerlas<br />

con disposiciones adoptadas á fin de<br />

determinar los trabajos necesarios á la distribución<br />

de las fincas, cuando una parte muy<br />

considerable de los propietarios de un distrito<br />

prestan su consentimiento. En Baviera, por<br />

ejemplo, se exige el acuerdo de las tres cuartas<br />

partes de los interesados que posean las<br />

tres cuartas partes del territorio, y además<br />

es necesario que paguen los tres cuartos de la<br />

contribución; pero en Prusia es suficiente<br />

que el 25 por 100 de los propietarios la reclame.<br />

De todas maneras, el principio de estas<br />

asociaciones temporales ha producido ventajas<br />

de consideración en los puntos donde la<br />

división territorial era excesiva, y las parcelas<br />

de los diversos propietarios se hallan encajadas<br />

unas dentro de otras , con lo cual se embarazan<br />

todas las operaciones del cultivo, surgen<br />

multitud de litigios sobre servidumbres,<br />

y no es posible trazar vías de comunicación<br />

adecuadas para el empleo de las máquinas,


ASO — 587 — ASO<br />

transporte de los abonos y acarreo de los frutos<br />

en la época de la recolección.<br />

Además de las asociaciones oficiales de que<br />

dispone la agricultura en Francia, existen en<br />

todos los departamentos sociedades agrícolas,<br />

y en algunos hay organizados lo que se llaman<br />

comicios, que se extienden á varios cantones,<br />

mientras otros comprenden un departamento<br />

completo. Estas asociaciones son<br />

completamente libres, limitándose la acción<br />

de la autoridad á la aprobación de los estatutos.<br />

La propagación de los mejores reproductores<br />

de cada raza dé animales, la vulgarización<br />

de los más perfectos instrumentos<br />

aratorios, el cultivo de las especies y variedades<br />

de plantas útiles más adecuadas á las condiciones<br />

económicas de cada localidad, son<br />

los puntos más principales á que dedican su<br />

actividad y sus medios las asociaciones de<br />

que nos ocupamos. Algunas veces la acción<br />

de estas sociedades se extiende sólo á un cantón,<br />

pero á veces abraza un departamento<br />

entero, y distribuyen primas para el empleo<br />

inteligente y eficaz de los nuevos procedimientos,<br />

y para la conveniente explotación<br />

de las tierras. Los recursos de estas asociaciones<br />

se componen de la cuota que satisface<br />

cada socio; de la subvención con que contribuye<br />

el Estado, y á fin de cumplir con los<br />

fines de su instituto, celebran una ó dos veces<br />

por año una fiesta agrícola, que consiste en<br />

una exposición de ganados, de productos del<br />

suelo y de instrumentos aratorios.<br />

Pero además de esta clase de asociaciones,<br />

que existen en casi todos los países de Europa,<br />

y que dirigen su principal acción á la<br />

parte técnica del cultivo y de la explotación<br />

rural en sus diversas fases, falta mucho para<br />

que el principio de asociación, en cuanto se<br />

roza con la numerosa clase labradora, se considere<br />

como desarrollado en la escala.que reclama<br />

la conveniencia.<br />

El comercio tiene sus bancos y establecimientos<br />

de crédito, constituidos por el principio<br />

de la asociación; pero en España se<br />

desconoce completamente esta institución dedicada<br />

al auxilio de la agricultura, y como el<br />

precio del dinero en la mayor parte de las localidades<br />

excede de lo que razonablemente<br />

puede esperarse del producto del cultivo, el<br />

labrador que recurre al préstamo, puede considerarse<br />

como arruinado dentro de un período<br />

más ó menos largo. De esto y de la carencia<br />

de capitales suficientes para el desarrollo<br />

de las faenas agrícolas, se desprende la necesidad<br />

apremiante de la asociación para crear<br />

bancos agrícolas (véase esta palabra) que<br />

puedan suplir á las nuevas necesidades del<br />

cultivo y á la falta de otras instituciones hoy<br />

totalmente abandonadas. (V. Pósitos.)<br />

La cooperación, extendida ya en toda Europa<br />

entre las clases obreras, comienza á introducirse<br />

én España. Algunos de los ensayos<br />

realizados han producido beneficiosos frutos,<br />

sobre todo donde el monopolio y un excesivo<br />

deseo de lucro han elevado los precios de los<br />

artículos de primera necesidad á un nivel puramente<br />

artificial; pero todavía este elemento<br />

de asociación no se ha extendido á la agricultura<br />

, pues el aislamiento entre los labradores<br />

, desparramados en pequeños centros de<br />

población ó en granjas separadas, es un inconveniente<br />

que retarda siempre la introducción<br />

de todas las mejoras y reformas, aun<br />

aquellas de más inmediata conveniencia. (Véase<br />

Sociedades cooperativas.)<br />

La gran masa de cultivadores sólo puede<br />

obtener de sus esfuerzos, después de la satisfacción<br />

de las necesidades de la vida en una<br />

escala muy restringida, pequeñas utilidades,<br />

y cuando esto ocurre, bien puede decirse que<br />

los esfuerzos empleados han obtenido toda la<br />

recompensa que razonablemente puede esperarse.<br />

Sería, por lo tanto, conveniente que, á<br />

semejanza de lo que ocurre en otros países<br />

más adelantados que el nuestro, se difundiesen<br />

las Cajas de Ahorros en las poblaciones<br />

rurales, puesto que las establecidas hasta ahora<br />

en centros de población de alguna importancia<br />

han dado por lo regular excelentes<br />

resultados. Es preciso que la iniciativa parta<br />

del Gobierno, ó por lo menos del centro provincial<br />

, pues establecimientos permanentes y<br />

que ofrezcan las indispensables garantías, no<br />

podrán crearse en donde falta la costumbre<br />

de la asociación; pero fácilmente se concibe<br />

que estos institutos pueden responder á dos<br />

fines de igual modo útiles, es decir, á acumular<br />

y acrecentar los pequeños ahorros por<br />

medio de un rédito moderado, y á suministrar<br />

capitales á la agricultura, que responderá<br />

con sus tierras, si es que se busca el modo<br />

de que las hipotecas para esta clase de fines no<br />

sean gravosos ni exijan formalidades interminables,<br />

que hoy dificultan y hasta impiden en<br />

la mayor parte de los casos esta clase de operaciones.<br />

(V. Cajas de Ahorro.)<br />

Nadie más interesados que los labradores á<br />

recurrir á los seguros, pues casi siempre se<br />

hallan expuestos á las eventualidades del porvenir,<br />

pudiendo decirse que no han de considerarse<br />

tranquilos y satisfechos hasta que ven<br />

realizados los frutos obtenidos, y colocado el<br />

producto que, no necesiten para los gastos<br />

normales, en establecimientos de crédito de<br />

verdaderas garantías. Sabido es que las sociedades<br />

de seguros á prima fija alcanzan, cuando<br />

se hallan bien administradas, respetables<br />

rendimientos, que podrían quedar á beneficio<br />

de los agricultores si se asociasen con el fin<br />

de asegurarse respectivamente sus fincas y<br />

cosechas sobre bases adecuadas y oportunas.<br />

Esta clase de asociaciones han de ser naturalmente<br />

numerosas, para que los sacrificios de<br />

cada asociado sean de poca consideración y<br />

queden compensados con la seguridad de disponer<br />

en su día del fruto de afanes continuos.<br />

(V. Sociedades de Seguros.)<br />

La asociación puede producir también beneficiosos<br />

resultados dirigiendo sus miras al<br />

establecimiento de centros de enseñanza. No<br />

conviene continuar las prácticas de un culti-


ASO — 588 — ASO<br />

vo rutinario, hoy que todos los países algún<br />

tanto adelantados se aprovechan del concurso<br />

eficaz de las ciencias naturales para la mejora<br />

de los procedimientos agrícolas, y el capital<br />

intelectual es el más importante de todos,<br />

puesto que no es posible reemplazarle. El<br />

Estado, la provincia ni el Municipio no han<br />

hecho todavía ni una mínima parte de lo<br />

que les incumbe en este punto, y con profundo<br />

dolor hemos visto muchas veces que por<br />

las Diputaciones y Ayuntamientos se han<br />

dedicado cantidades considerables á la construcción<br />

de plazas de toros, por ejemplo, mientras<br />

que se descuidaba de todo punto cuanto<br />

se refiere á la enseñanza agrícola, y á veces<br />

hasta la elemental y rudimentaria que interesa<br />

á todos los ciudadanos. Bueno fuera que<br />

los labradores se acostumbrasen á bastarse á<br />

sí mismos en este punto, aunando sus esfuerzos<br />

para el fin de que tratamos, y con el<br />

tiempo, se indemnizarían con creces de los sacrificios<br />

que hoy hiciesen, pues el desarrollo<br />

agrícola de los países más adelantados se halla<br />

en armonía y en proporción directa del<br />

progreso y difusión de los institutos dedicados<br />

á la enseñanza de las ciencias que se relacionan<br />

con la agricultura.<br />

En el presente artículo hemos debido limitarnos<br />

á las consideraciones que dejamos expuestas<br />

, porque las ideas apuntadas han de<br />

tener su natural desarrollo y su conveniente<br />

confirmación en los escritos destinados á las<br />

diferentes sociedades, que por su índole y<br />

tendencias pueden ser de práctica aplicación<br />

para la agricultura en sus diferentes y múltiples<br />

aspectos.<br />

M. González Llana.<br />

ASOCIACIÓN GENERAL DE GANA­<br />

DEROS.—I. OKIGEN Y NECESIDAD DE ESTA<br />

CORPORACIÓN.—La Asociación general de Ganaderos<br />

es, según los términos de la legislación<br />

vigente, la Corporación encargada de<br />

defender los derechos colectivos de la ganadería;<br />

de procurar el fomento y mejora de las<br />

razas, y de cuidar que sean fielmente observadas<br />

las leyes y disposiciones gubernativas<br />

concernientes al ramo.<br />

La creación de esta Asociación es de fecha<br />

reciente. Suprimido en 1835 el Honrado Concejo<br />

de la Mesta, se dispuso en 31 de Enero<br />

de 1836 la institución de un Centro encargado<br />

especialmente de proteger los intereses pecuarios.<br />

Muchos creyeron, inducidos por las<br />

fundadas prevenciones que existían contra los<br />

privilegios mesteños, que sería posible fomentar<br />

la ganadería en España con el apoyo oficial<br />

directo; pero bien pronto comprendieron<br />

todos los hombres de Estado que, teniendo<br />

en cuenta las condiciones de nuestra cabana,<br />

y no siendo dado ni á hombre ni á Gobierno<br />

variar radicalmente en breve plazo costumbres<br />

seculares, se hacía indispensable, para que no<br />

sufriese menoscabo el ramo de ganadería, de<br />

palmaria utilidad para la nación entera, organizar<br />

el servicio pecuario de un modo especialísimo.<br />

La empresa fué muy ardua en los primeros<br />

momentos; por una parte había que prescindir<br />

de los privilegios derogados, causa, según<br />

unos, de la rivalidad entre las clases agrícola<br />

y ganadera, efecto, según sostienen otros, de<br />

la necesidad impuesta por las circunstancias;<br />

por otra era de urgencia atender á la conservación<br />

de las vías pecuarias de una manera<br />

conforme al espíritu de las instituciones. Las<br />

disposiciones legales dictadas desde 15 de Julio<br />

de 1836 en adelante indican claramente las<br />

dudas y vacilaciones del nuevo régimen respecto<br />

á la cuestión de que se trata; pero poco<br />

á poco se fué advirtiendo que la concordia<br />

entre las clases antiguamente rivales era posible,<br />

al par que necesaria, y poco á poco se<br />

fueron convenciendo los más decididos adversarios<br />

de la Mesta de que la Asociación general<br />

de Ganaderos se diferenciaba esencialmente<br />

de aquélla en su índole, en su conducta y<br />

en sus propósitos.<br />

La Mesta era un tribunal de excepción, y<br />

la Asociación general de Ganaderos es parte<br />

de la Administración pública y corporación<br />

consultiva; la Mesta se fundaba en los privilegios<br />

sobre las personas y los ganados contra<br />

los propietarios terratenientes, y la Asociación<br />

general de Ganaderos procura desde un<br />

principio establecer una perfecta armonía entre<br />

los derechos ó intereses de la agricultura<br />

y de la industria pecuaria. (V. Mesta.)<br />

Contradictorias fueron muchas disposiciones<br />

gubernativas de aquel tiempo, pero al fin<br />

triunfó un principio prudente de conciliación<br />

entre los que parecían irreconciliables adversarios.<br />

Con el fin de extirpar privilegios, á la vez<br />

que evitar abusos, conciliando así intereses<br />

íntimamente relacionados, se publicó una Real<br />

orden en 23 de Septiembre de 1836 para que<br />

no se impidiese á los ganados de cualquier<br />

clase, trashumantes, estantes ó merchaniegos,<br />

el paso por las vías pecuarias, ni pastar en<br />

los bienes comunales de los pueblos, en tanto<br />

conservasen esa cualidad; otra Real orden en<br />

17 de Mayo de 1838, reglamentando el uso y<br />

mancomunidad de pastos públicos y los acotamientos;<br />

otra en 8 de Enero de 1841, confirmando<br />

el derecho de los particulares á<br />

cerrar sus heredades; otra de 6 de Diciembre<br />

del mismo año, aboliendo el privilegio de los<br />

ganaderos de yeguas para llevarlas á pastar<br />

á las dehesas ajenas y propiedades particulares;<br />

otra en 30 de Mayo de 1842, para que se<br />

abstengan los Ayuntamientos de subastar ó<br />

utilizar los pastos de propiedad particular;<br />

otra de 29 de Enero de 1844, manteniendo á<br />

los carreteros en el derecho de usar los pastos<br />

públicos, abrevaderos y sueltas; otra de 13<br />

de Noviembre de 1844, previniendo á las autoridades<br />

protejan á la ganadería en el disfrute<br />

de sus derechos; otra en 25 de Noviembre<br />

de 1847, aclarando la inteligencia de las palabras<br />

cerrados y acotados con relación á los<br />

terrenos; otra de 9 de Junio de 1848, asegurando<br />

á los propietarios el libre y exclusivo


ASO — 589 — ASO<br />

uso de su propiedad; otra en 20 de Marzo de<br />

1851, disponiendo que si parala construcción<br />

de caminos vecinales es necesario ocupar parte<br />

del terreno de las cañadas, debe resarcirse<br />

la parte ocupada con otra igual por uno y<br />

otro lado; otra en 15 de Noviembre de 1853,<br />

prohibiendo las derrotas; otra en 16 de Agosto<br />

de 1854, exponiendo que la presunción<br />

legal está siempre de parte de la propiedad<br />

legal; otra en 28 de Febrero de 1855, sobre<br />

libertad del propietario para arrendar las rastrojeras;<br />

otras en 16 de Febrero de 1848, 12<br />

de Junio de 1849, 10 de Marzo de 1852, 4 de<br />

Febrero de 1857, 12 de Mayo de 1861 y 9 de<br />

Marzo de 1870, encomendando á la Administración<br />

el conocimiento de los asuntos concernientes<br />

al disfrute de los derechos y servidumbres<br />

pecuarias; otra en 1851, encargando<br />

á la Guardia civil y á los guardas de campo<br />

repriman los abusos contra las vías pecuarias,<br />

y encargando se trace el plano de las mismas.<br />

Además, los artículos 147 al 151 de la ley<br />

de 3 de Agosto de 1866 regulan la servidumbre<br />

de abrevadero, y el decreto de 3 de Julio<br />

de 1869 declara completamente libre la industria<br />

de la cría caballar.<br />

Entre todas estas disposiciones, casi todas<br />

parciales y nacidas de circunstancias de localidad,<br />

la más importante fué el decreto de 31<br />

de Marzo de 1854, instituyendo definitivamente<br />

la Asociación general de Ganaderos. Esta<br />

disposición legal puede considerarse como un<br />

pacto de alianza entre los que recordaban<br />

con horror las franquicias mesteñas, y los que<br />

sobreponiéndose á un espíritu vengativo de'<br />

escuela, aspiraban á salvar la antigua cabana<br />

española, para bien de todas las clases.<br />

El reglamento de 31 de Marzo de 1854 estableció<br />

el orden jerárquico de todos los dependientes<br />

de la Corporación, y las relaciones<br />

de cada uno de ellos con los funcionarios administrativos.<br />

Fueron sus redactores D. Francisco<br />

Santa Cruz y D. Francisco Cabello,<br />

aquél posteriormente ministro de la Gobernación<br />

y de Hacienda, y siempre de grata<br />

memoria para la clase ganadera.<br />

En 3 de Marzo de 1877 se publicó por Real<br />

decreto la reforma del reglamento de 1854,<br />

basando la existencia de la Corporación en<br />

bases solidísimas. Permítase al Presidente de<br />

la misma, que es el que traza estas líneas, la<br />

satisfacción de que no haya producido el menor<br />

conflicto la Corporación en el ejercicio de<br />

sus funciones con las autoridades ni con los<br />

terratenientes, con frecuencia por codicia sus<br />

rivales, y de que aplicando las reglas establecidas<br />

, haya podido vencer la ganadería las dificultades<br />

nacidas de la desamortización, y<br />

del tránsito de la trashumación á la estancia.<br />

II. SERVICIOS BE LA ASOCIACIÓN GENERAL<br />

DE GANADEROS Y EXTENSIÓN DE SUS FACULTA­<br />

DES—La esfera de la Asociación general de<br />

Ganaderos se ha ensanchado extraordinariamente<br />

,. y es gloria suya haber logrado afirmar<br />

su existencia, haciendo que le sirvan de base<br />

la confianza que inspira á la clase que repre­<br />

senta , y el convencimiento de las demás de<br />

que usa de sus atribuciones con celo, con abnegación<br />

y con prudencia.<br />

Digamos cuál es la verdadera índole de esta<br />

Corporación, según la legislación vigente, y<br />

hasta dónde llega el límite de sus facultades.<br />

Pertenecen á la Asociación general de Ganaderos<br />

todos los del reino, sea la que quiera<br />

la especie de ganado que críen y el sistema de<br />

pastoreo que sigan. Entiende principalmente<br />

en todo lo concerniente á lá conservación de<br />

los caminos pastoriles y demás servidumbres<br />

pecuarias, á la sanidad de los ganados, á la<br />

extinción de animales dañinos, á las contribuciones<br />

impuestas á la ganadería, á la importación<br />

y exportación de ganado y sus esquilmos,<br />

al disfrute de pastos de aprovechamiento<br />

común, y á la protección especial debida á<br />

los rebaños en camino. La Asociación general<br />

de Ganaderos tiene carácter administrativo,<br />

por versar su acción sobre asuntos de interés<br />

público. En sus gestiones obra siempre como<br />

delegada del Gobierno, y muy especialmente<br />

al. dirigirse á las autoridades y á los jefes de<br />

la Administración, reclamando su auxilio en<br />

favor de los derechos é intereses de la clase, y<br />

es representante de ésta en las contiendas que<br />

acerca de unos y otros se promuevan con los<br />

particulares; todos los ganaderos tienen derecho<br />

á disfrutar de los beneficios de la Asociación,<br />

sin preferencia ni privilegios, y cuantos<br />

se utilicen de tales beneficios, quedan obligados<br />

á su sostenimiento. Se compone para el<br />

servicio de la clase, de las Juntas generales;<br />

de un presidente, propuesto en terna por las<br />

mismas, nombrado por el Rey; de una Comisión<br />

permanente en Madrid; de una oficina<br />

central; de visitadores provinciales, de partido,<br />

municipales, extraordinarios, y de trashumación<br />

y cañadas.<br />

Los ganaderos de los pueblos quedan facultados<br />

para constituirse en junta, y el presidente<br />

de la Corporación promoverá la reunión<br />

de los ganaderos donde lo estime conveniente,<br />

ora para representar de un modo permanente<br />

á la Asociación, ora para tratar de alguno ó<br />

algunos asuntos especiales.<br />

El presidente de la Asociación es individuo<br />

nato del Consejo superior de Agricultura; los<br />

visitadores provinciales lo son de las Juntas<br />

provinciales de Agricultura; los visitadores<br />

municipales lo son de las Juntas de Sanidad de<br />

los pueblos. Las vías y servidumbres pecuarias<br />

estarán bajo la vigilancia y cuidado de los delegados<br />

de la Asociación, de los ganaderos y<br />

de la Guardia civil, la cual prestará especial<br />

protección á los pastores en sus marchas con<br />

los ganados. (V. Deslindes y Vías pecuarias.)<br />

El arbolado que se críe en las vías pecuarias<br />

y en los abrevaderos pertenece al Estado,<br />

y queda bajo la inspección del Cuerpo<br />

de Ingenieros de montes. Los pastores tienen<br />

derecho en sus marchas á tomar la leña rodada<br />

para encender lumbre, y cortar palos para<br />

fijar redes.<br />

En los proyectos de ferrocarriles y carre-


ASO — 590 — ASP<br />

teras que se hubiese de cortar por algún punto<br />

una servidumbre pecuaria, se salvarán los<br />

intereses y derechos de la ganadería, bien<br />

construyendo puentes ó pasos de nivel si el<br />

corte es horizontal, bien construyendo en una<br />

orilla é indemnizando en la otra si es longitudinal<br />

la ocupación. La Asociación hará las reclamaciones<br />

oportunas si no se observasen en<br />

los trazados las reglas establecidas sobre la<br />

materia.<br />

Cuando los dueños de rebaños residentes<br />

en terrenos fronterizos tuviesen motivo de<br />

queja ó razón para reclamar contra ganaderos<br />

ó autoridades extranjeras, la Asociación<br />

se dirige al Gobierno á fin de que procure, del<br />

modo que juzgue oportuno, se cumplan los<br />

tratados vigentes. Si se promoviera cuestión<br />

ó se suscitasen dudas entre los aduaneros y<br />

los dueños de rebaños que pastan dentro de<br />

la zona fiscal sobre la aplicación de las órdenes<br />

expedidas para evitar el contrabando, el<br />

visitador de la localidad podrá acudir en defensa<br />

del ganadero, si lo creyese en razón y<br />

éste reclamase su apoyo. Si no fuesen atendidas<br />

las observaciones del visitador, la presidencia,<br />

considerándolas justas, acudirá en<br />

apelación á las autoridades.<br />

Si ocurriese duda sobre la aplicación de un<br />

artículo arancelario, bien por no conocerse el<br />

estado de la lana, bien por no estar claramente<br />

definida la especie ó raza del ganado, ó por<br />

otro motivo, ó sobre clasificación y adeudo<br />

del producto pecuario, la Asociación instruirá<br />

el oportuno expediente con objeto de que se<br />

expidan por la Administración las órdenes<br />

aclaratorias necesarias. La Asociación tiene el<br />

deber de contestar á ¡as consultas que se le<br />

dirijan sobre asuntos pecuarios, siendo de su<br />

cuenta los gastos que se originen, los estudios,<br />

ensayos y pruebas que haya de hacer con tal<br />

motivo, y siempre que necesite noticias sobre<br />

razas de ganados, precios de reses y lanas, y<br />

estado de los mercados extranjeros, podrá dirigirse<br />

al Ministerio de Fomento, el cual hará<br />

las reclamaciones en debida forma.<br />

La Asociación general de Ganaderos cuenta<br />

para sostenerse con el recurso de que habla el<br />

artículo 5.°; con el valor de las reses mostrencas;<br />

con la cuarta parte de las multas impuestas<br />

á los ganaderos por infracciones de las leyes<br />

de policía pecuaria, y de las condenaciones<br />

por roturaciones y daños causados en las<br />

servidumbres pecuarias; por exacciones y<br />

agravios hechos á los ganados y á sus conductores,<br />

y con el rendimiento de sus propias<br />

fincas. En equivalencia de estos valores, puede<br />

celebrar la Asociación conciertos con los pueblos.<br />

Se reserva el Estado la décima parte de<br />

todo lo que recaude la Asociación por estos<br />

diferentes conceptos, según, de antiguo se<br />

practica, en virtud de las disposiciones legales.<br />

La Asociación dispone libremente de las nueve<br />

décimas partes restantes, tanto para administrarlas,<br />

como para invertirlas.<br />

Los ganaderos de los pueblos pueden reunirse<br />

en Junta local, bajo la presidencia del<br />

alcalde ó de un presidente especial ganadero,<br />

donde así es costumbre ó lo consideren conveniente<br />

para tratar de los negocios de particular<br />

interés del ramo en la localidad; para lapresentación,<br />

reconocimiento, restitución y<br />

aplicación de las reses extraviadas, y para<br />

acordar lo que convenga á la defensa de los<br />

derechos de la clase, al fomento de la ganade^<br />

ría, á la extinción de animales dañinos y la<br />

observancia de las leyes de policía pecuaria.<br />

Se comprenderá por lo expuesto que la<br />

Asociación general de Ganaderos cuadra perfectamente,<br />

por su espíritu y por sus tendencias,<br />

á las necesidades y exigencias de la época<br />

presente. Cierto es que no impide muchos<br />

abusos de que son víctimas los ganaderos, sobre<br />

todo en las servidumbres de paso y de<br />

aguas (véase Abrevadero); pero de ello no hay<br />

que culparla; el mal radica en otra parte. El<br />

mal está en que, siendo usurpadores en muchas<br />

partes los vecinos más poderosos é influyentes,<br />

las autoridades municipales, por causas que<br />

no decimos, pero se comprenden, no tienen<br />

voluntad ó valor para poner remedio. La Asociación<br />

general de Ganaderos se limita á vigilar<br />

y denunciar en defensa de la clase que representa,<br />

y en esto es incansable. En prueba<br />

de ello se puede citar la creación de un cuerpo<br />

de visitadores permanentes, cuya medida<br />

trascendentalísima es de fecha de este mismo<br />

año.<br />

Como cuerpo consultivo, la Asociación presta<br />

á la ganadería servicios frecuentes, y tan<br />

útiles como ignorados del público. Y esto, y el<br />

ser gratuitos los cargos de presidente, de vocales<br />

de la Comisión permanente y de visitadores,<br />

son títulos suficientes para que la nación,<br />

sin distinción de clases ni partidos, le<br />

dispense la confianza y el apoyo, que nacen del<br />

convencimiento profundo de su idoneidad, de<br />

su desinterés y de su amor á la industria pecuaria.<br />

El Marqués de Perales.<br />

ASOLANAR. — Dañar, perjudicar, desvirtuar<br />

ó echar á perder el viento solano alguna<br />

cosa, como frutas, legumbres, mieses,<br />

vino, etc. Del viento solano y de los desastrosos<br />

efectos que produce, nos ocuparemos al<br />

hablar de los vientos en general y del clima<br />

de España. Los efectos del solano se pueden<br />

reducir á los siguientes: endurecimiento de la<br />

tierra, la cual forma una costra que impide el<br />

brote de los tallos y de las cañas de los cereales;<br />

desecación y caída de las hojas; paralización<br />

de la floración y de la fructificación; asuramientos<br />

y desgranado de las espigas. En<br />

algunos países de África, Asia y aun en Sicilia,<br />

la acción del aire solano, sirocco, kamsin<br />

ó simoum, es tan violenta, que las hojas de los<br />

árboles quedan completamente secas y se convierten<br />

en polvo al cogerlas con las manos.<br />

ASPERILLA (Asperula de Linn.) (Botánica).—Género<br />

de la familia de las rubiáceas,<br />

que comprende plantas herbáceas, de<br />

tallos cuadrados, con hojas verticiladas; cáliz<br />

adherente, con cuatro dientes cortos; corola


AST — 591 — AST<br />

acampanulada ó en embudo, con cuatro divisiones;<br />

cuatro estambres de anteras oblongas<br />

y rígidas; ovario de dos cavidades uniovuladas;<br />

estilos más ó menos soldados, y con un<br />

estigma en la cabeza. El fruto es seco ó un<br />

poco carnoso, con dos cascaras dehiscentes.<br />

Este género, propio de las regiones templadas<br />

del antiguo continente, comprende unas cua-'<br />

renta especies, que vegetan en la región mediterránea<br />

por lo general. Las más importantes<br />

son las siguientes:<br />

La asperilla de los campos (A. arvensis de<br />

Linn.), planta anual, de flores azules, muy<br />

abundante en los barbechos, y apetitosa para<br />

los ganados. Su raíz contiene una substancia<br />

tintórea, y puede suministrar un hermoso color<br />

rojo, si bien no en el grado que las dos<br />

especies que siguen.<br />

La asperilla tintórea (A. tincioria de Linn.),<br />

llamada también rubilla, de flores blancas,<br />

vegeta principalmente en los suelos calcáreos,<br />

y en las colinas áridas y pedregosas, es muy<br />

buscada por los ganados, y su raíz suministra<br />

también un color rojo.<br />

La asperilla de la esquinencia (A. cynanchica,<br />

Linn.), llamada también vulgarmente<br />

hierba de la esquinencia, abunda en los pastos<br />

secos y en los suelos cretosos, y ha pasado<br />

como específico contra las inflamaciones de la<br />

garganta. Participa de las propiedades de la<br />

precedente.<br />

La asperilla olorosa (A. odorata, Lin.),<br />

llamada también reina de los bosques, tiene<br />

las flores blancas bastante olorosas, y es muy<br />

apetitosa para el ganado, principalmente para<br />

el caballar. Cuando está seca, exhala un grato<br />

olor á melisa, y comunica al heno un sabor<br />

muy agradable para los ganados. En Alemania<br />

se perfuman con ella los vinos; su reputación<br />

como planta medicinal ha decaído mucho.<br />

Se cultiva en los jardines, así como la<br />

taurina de Linneo, y algunas otras que vegetan<br />

bien en los países secos y cálidos. Se multiplican<br />

por medio de semillas ó por la separación<br />

de hijuelos durante la primavera y el<br />

otoño.<br />

También es conocido con el nombre de<br />

asperilla el Asperugo procumbens, que no pertenece<br />

al género aspérula.<br />

ASPERÓN.—(V. Lithospermum.)<br />

ASTENIA (Medicina veterinaria).—Voz<br />

derivada de la griega asihenos, fuerza, con el<br />

prefijo privativo a. Denota un estado de depresión,<br />

de languidez, de postración, de atonía,<br />

y por consiguiente, falta de vigor en las<br />

funciones orgánicas de los animales á consecuencia<br />

de algunos padecimientos llamados<br />

asténicos ó adinámicos. En todo tejido modificado<br />

por la astenia, de manera que no tiene<br />

energía para el ejercicio de sus funciones, disminuye<br />

la irritabilidad, los líquidos afluyen en<br />

cantidad menor que cuando se hallan en estado<br />

normal los órganos, y se retardan y debilitan<br />

los movimientos de composición y descomposición.<br />

Éntrelas diversas causas, que provocan<br />

la astenia, se pueden mencionar: 1." Los J<br />

excitantes y todas las substancias que activan<br />

momentáneamente la acción de los órganos,<br />

porque la energía del sistema muscular se fatiga<br />

y agota con el inmoderado ejercicio de sus<br />

funciones, y queda inútil para la acción durante<br />

algún tiempo.—2. a La inflamación de los<br />

tejidos, que en muchas reacciones deja debilitados<br />

á éstos y exige el empleo de estimulantes,<br />

si bien ese-estado no suele ser muy<br />

duradero.—3. a La acción directa del frío húmedo,<br />

la falta de luz, los alimentos mucosos é<br />

insípidos, el prolongado uso délos emolientes,<br />

el opio, el ácido hidrociánico, la digital, es<br />

decir, todos los agentes capaces de disminuirla<br />

irritabilidad.—4. a Las hemorragias excesivas,<br />

las supuraciones, y en general todas las<br />

secreciones abundantes.—5. a A veces la falta<br />

de los estimulantes, si bien por lo general la<br />

sensibilidad de los órganos aumenta cuando<br />

durante mucho tiempo no han estado sometidos<br />

á la acción de esos agentes.—6. a También<br />

puede ser hereditaria la astenia.<br />

En los animales viejos principalmente el<br />

padecimiento se hace general con frecuencia<br />

suma; las funciones se verifican con lentitud<br />

mayor cada vez; se retardan las digestiones;<br />

disminuye el apetito; la reparación llega á ser<br />

incompleta; el enflaquecimiento grande, y los<br />

movimientos muy lentos. Los excesos en el<br />

coito, en la lactación, la falta de alimento<br />

debilitan á los animales y determinan la astenia<br />

general. La enfermedad se reconoce fácilmente<br />

por la languidez de todas las funciones,<br />

sin que se presenten síntomas de irritación;<br />

en ocasiones ataca el padecimiento á algún<br />

sistema elemental, pero, casi siempre es efecto<br />

simpático de la irritación de algún órgano<br />

importante. De aquí que el enflaquecimiento<br />

sea uno de los efectos comunes de las inflamaciones<br />

prolongadas. La disminución de la sensibilidad<br />

indica un estado patológico del cerebro<br />

ó de la prolongación raquidiana y la<br />

anemia, resultado de algunas flegmasías crónicas.<br />

Los grados de la astenia son varios, y<br />

su intensidad varía desde la mera disminución<br />

en la actividad de un órgano, hasta su parálisis<br />

completa en los de la vida animal, pues en<br />

los de la vegetativa llevaría consigo la muerte.<br />

Solamente se presenta en la vejiga y en el<br />

recto, órganos que pertenecen á la vida animal<br />

tanto como á la vegetativa. Solamente en<br />

ocasiones contadísimas es intermitente la astenia.<br />

Cualquiera que sea el tejido á que afecte,<br />

los efectos locales de la astenia se pueden reducir<br />

á cuatro, á saber: 1.° La frialdad y palidez<br />

del tejido, ó la disminución de la masa<br />

de la sangre.—2." La pérdida de la sensibilidad<br />

y del movimiento, astenias nerviosas.—3.° La<br />

disminución de la nutrición en la parte que<br />

padece la astenia, astenias nutritivas ó atrofias.—Y<br />

4.° Disminución de la secreción natural<br />

en algunas circunstancias, astenias secretorias.<br />

Generalmente la astenia en un órgano<br />

no determina la de los demás, cualquiera<br />

que sea la importancia de aquél, mas puede


AST — 592 — AST<br />

perturbar las funciones; así un estómago debilitado<br />

no excita un estado simpático de<br />

astenia en los demás órganos, pero acarrea<br />

desarreglos por no suministrar á éstos los indispensables<br />

elementos de nutrición.<br />

Los síntomas de la astenia, poco numerosos,<br />

se limitan por lo común al órgano afectado;<br />

son pasivos siempre; consisten en la debilidad<br />

de un sistema, en la suspensión de una ó muchas<br />

funciones, ó en la falta de nutrición de<br />

un órgano. Jamás aumenta el calor general<br />

ni el número de contracciones del corazón el<br />

padecimiento que nos ocupa; cuando esos síntomas<br />

se presentan, deberá deducirse que la<br />

astenia es consecuencia de una enfermedad<br />

que produce la irritación. La astenia se combate<br />

con la medicación estimulante directa ó<br />

indirecta, comprendiendo todos los medicamentos<br />

capaces de despertar la energía de los<br />

tejidos, como son los espirituosos, el éter,<br />

todas las substancias de olor fuerte y excitante,<br />

los tónicos propiamente tales, como el<br />

calórico, la electricidad, la acupuntura, los<br />

agentes irritantes y aun los diaforéticos, los<br />

eméticos, los purgantes, los diuréticos, los<br />

emenagogos, cuando la estimulación haya de<br />

hacerse directamente. La indirecta consiste<br />

en aplicar remedios propios para irritar un<br />

tejido distante del órgano que padece la astenia,<br />

ó sean los rubefacientes, los cáusticos,<br />

las irritaciones de las aberturas de las membranas<br />

mucosas en la asfixia, las fricciones<br />

irritantes en la piel de los miembros paralizados<br />

, con objeto de despertar mediante el dolor<br />

la acción cerebral entorpecida. La medicación<br />

estimulante es especialmente útil en la convalecencia<br />

de las irritaciones agudas é intensas,<br />

que han debilitado considerablemente al<br />

animal; en muchas astenias sanguíneas y secretorias,<br />

y como medio profiláctico cuando<br />

sea preciso balancear el influjo de las causas<br />

debilitantes que obran en los animales. Completan<br />

el régimen los alimentos sanos y nutritivos,<br />

el ejercicio moderado, la habitación<br />

en puntos secos y poco elevados, y las fricciones<br />

secas y aromáticas sobre todas las partes<br />

del cuerpo. Entre las astenias que merecen<br />

especial mención, citaremos la estomacal, la<br />

intestinal, la del recto, la de la vejiga y la de<br />

los órganos genitales.<br />

Por lo común resulta una astenia más ó<br />

menos considerable de la gastro-enteritis aguda,<br />

y se manifiesta en la convalecencia, particularmente<br />

cuando á la enfermedad ha acompañado<br />

abundante secreción de mucosidades.<br />

En tales casos disminuye el calor de la piel; el<br />

pulso se deprime y vuelve lento; las carnes<br />

se ponen blandas, y la lengua y los labios pálidos;<br />

hay inapetencia, y se desea comer substancias<br />

estimulantes. Las reses lamen las tapias<br />

á veces; su digestión es lenta, casi siempre<br />

incompleta, y frecuentemente acompañada de<br />

desprendimiento de gases. Este afecto suele<br />

ser idiopático, y presenta los mismos síntomas<br />

que en el caso anterior. Amargos,, preparaciones<br />

marciales, ración reducida al principio<br />

y progresivamente aumentada, aire seco, fricciones<br />

secas sobre la piel y paseos, contribuirán<br />

á la curación eficazmente. La astenia intestinal<br />

, consecuencia de la gastro-enteritis y<br />

primitiva á veces en los animales viejos, se<br />

manifiesta por constipaciones, sin fenómenos<br />

de irritación gastro-intestinal; por dolores de<br />

la región lumbar y suciedad en la lengua, sin<br />

estar roja en su punta ni en sus bordes; se<br />

cura con purgantes y buen régimen alimenticio.<br />

La astenia del recto, cuando es sintomática,<br />

desaparece con la lesión principal, y cuando<br />

idiopática, reclama el uso de lavativas estimulantes<br />

y tónicas, preparadas con el cocimiento<br />

de genciana, de ajenjo, de corteza de<br />

roble, etc. La astenia de la vejiga, rara en los<br />

animales, se caracteriza en los perros por la<br />

continua salida de orinas. Se combate con<br />

tónicos, ferruginosos y astringentes. La astenia<br />

de los órganos genitales, pasajera á veces y<br />

resultado de los deseos inmoderados del coito,<br />

permanente en ocasiones á causa de los abusos<br />

y de la vejez, y aun de la continencia y pobre<br />

alimentación, se manifiesta por la falta de<br />

erección del miembro en el macho, y se cura<br />

con un buen régimen, tónicos, reposo absoluto<br />

de los órganos genitales, ó si es local, con<br />

los estimulantes directos, como las cantáridas<br />

y las fricciones de fósforo sobre los órganos<br />

genitales.<br />

ÁSTER (Jardinería).—Planta que ha dado<br />

el nombre á la tribu de las asteroideas, perteneciente<br />

á la familia de las compuestas. Comprende<br />

especies indígenas y exóticas ó de<br />

América. Todas ellas son vivaces por sus raíces<br />

subterráneas, pero de tallos anuales que<br />

forman matas más ó menos tupidas, y se elevan<br />

á una altura de 40 á 80 centímetros ó<br />

más, según las especies. Las hojas son alternas,<br />

sencillas ó dentadas; los capítulos de mediano<br />

grandor; disco amarillo, y radios azules ó violados<br />

, y á veces rosados ó blancos por decoloración.<br />

Cultívanse varias especies de ásteres<br />

en los jardines de Europa; florecen desde mediados<br />

de Julio hasta fines de otoño, y constituyen<br />

un hermoso adorno por la profusión<br />

de sus flores. Las especies más estimadas son<br />

el A. álpinus, el A. amellus, ambas indígenas<br />

de las montañas de Europa, el A. aspectabilis<br />

ó de flores azules, el A. sericeus ó sedoso y el<br />

A. californicus; las tres últimas de la América<br />

del Norte. Todas ellas se multiplican de<br />

semilla ó por división de raíces. Antiguamente<br />

se incluía entre las asteroideas la planta llamada<br />

reina-margarita, originaria de China, y<br />

que se ha incluido con razón en el género<br />

Callisteplius. Los ásteres prefieren un terreno<br />

ligero, profundo, algo substancioso y fresco,<br />

aun cuando gracias á su rusticidad pueden<br />

vegetar en toda clase de suelos y exposiciones,<br />

sin abrigos ni cubiertas; algunas especies son<br />

casi acuáticas, y otras viven en terrenos áridos.<br />

ASTERNAL (Anatomía).—Se llaman costillas<br />

asternales las que no se articulan directamente<br />

con el' esternón.<br />

ASTIL. ^—Del latín haslile. Palo delgado,


AST — 593 ATA<br />

de madera recia y más ó menos flexible, que<br />

se coloca de mango en muchas herramientas,<br />

como machos, hachas, picos, zapapicos, azadones<br />

y otras de igual especie.<br />

Las maderas más usadas para este fin son la<br />

encina, el fresno, el haya, el nogal y el olmo.<br />

ASTILLA.—Pedazo de madera que se saca<br />

al labrarla, ó que se desprende de la leña<br />

partirla ;on éste ú otro fin.<br />

ASTRAGALO.—(V. Tragacanto.)<br />

ASTRAGALO (Anatomía).—Hueso corto<br />

en la parte superior y media del tarso, articulado<br />

con los huesos de la pierna y enclavado<br />

entre los dos tobillos.<br />

ASTRAGALUS. —Género de plantas de<br />

la familia de las Leguminosas, que comprende<br />

algunas especies leñosillas, espontáneas en varios<br />

montes de España, pero que tienen escaso<br />

interés forestal. Dichas especies son las siguientes:<br />

A. tumidus, Wild. (Mancha baja);<br />

A. creiicus? Lam. (Sierra Nevada y Serranía<br />

de Ronda); A. aristalus, L'Her. (Pirineos<br />

de Huesca); A. arist., var. australis, Boiss.<br />

{Serranía de Ronda y Rincón de Orea, en la<br />

provincia de Guadalajara).<br />

ASTRANCIA (Botánica) . — Género de<br />

plantas umbelíferas, de la tribu de las sanicáleas.<br />

(V. Sanícula.)<br />

ASTRAPEA (Aslrapea de Lindl.).—Género<br />

de plantas de la familia de las bitneriáceas,<br />

cuya denominación se ha tomado del<br />

griego astrape (relámpago), por el vivo color<br />

de las flores. Son árboles de hojas sencillas,<br />

flores en ramillete, con veinte estambres monodelfos,<br />

de ellos cinco estériles. La aslrapea<br />

de flores gigantes (A. penduliflora) es un<br />

-árbol oriundo de Madagascar, que se cultiva<br />

en algunos invernaderos por su aspecto realmente<br />

notable, y que se multiplica por estacas.<br />

Otra especie es la astrapea viscosa.<br />

ASTRINGENTE— Palabra procedente<br />

del verbo astringir, que significa apretar, estrechar<br />

y contraer alguna substancia los tejidos<br />

orgánicos. Califícanse así ciertos medicamentos<br />

que tienen la propiedad de provocar<br />

una especie de crispación en los tejidos con<br />

que se hallan en contacto, ó detener cualquiera<br />

evacuación reduciendo ó cerrando los orificios<br />

por los cuales se produce. Cuando se<br />

aplican los astringentes al exterior, se llaman<br />

medicamentos estípticos. Tales son ciertos<br />

ácidos muy disueltos, como el sulfúrico y el<br />

acético; varias sales, como' el alumbre, el<br />

acetato de plomo, el sulfato de hierro, el<br />

sulfato de cinc, el tanino, el ácido gálico y<br />

todas las substancias vegetales que le contienen;<br />

las agallas, las hojas de nogal, el catecú,<br />

la goma kino, la cascara verde de las nueces,<br />

los membrillos, las raíces de tormentila, de<br />

fresa y de bistorta, las cortezas de granado y<br />

de encina, etc., etc. Los astringentes se emplean<br />

en medicina veterinaria contra las lujaciones,<br />

terceduras, contusiones, hemorragias,<br />

etcétera. Los astringentes se propinan también<br />

en gargarismos, pildoras y ungüentos.<br />

ASTROCARIO (Aslrocaryum de W.).—<br />

Drc—n.<br />

Género de plantas de la familia de las palmas.<br />

Los más comunes son los Asirocaryuns airi,<br />

chonta, murumurn, lúcuma del Brasil y de la<br />

Bolivia; pequeños árboles de 4 á 8 metros, de<br />

fruto comestible, y de cuya madera hacen los<br />

indios armas y se sirven de las hojas para cui<br />

brir las cabanas. r<br />

ASTRONOMÍA. — Ciencia que trata de<br />

cuanto se refiere á los astros, y especialmente<br />

á las leyes de sus movimientos. Nos limitamos<br />

aquí á esa definición, porque en el artículo<br />

Cosmografía se expondrán las nociones de astronomía<br />

que los agricultores deben conocer.<br />

ASTRUCH — Según elSr. Costa, en elPlá<br />

do Bages (Cataluña) dan este nombre al Torvisco,<br />

Daphne Cnidium, L., de la familia de<br />

las Timeláceas. (V. Daphne.)<br />

ASTURIAS.— (V. Oviedo.)<br />

ASURAMIENTO—Acción ó efecto de<br />

asurar, ó sea de abrasarse los sembrados por<br />

el excesivo calor.<br />

ASURCANO.—Dícese de un labrador respecto<br />

de otro, cuando están contiguos los<br />

surcos ó labores de ambos. Aplícase también<br />

á las mismas labores ó tierras contiguas.<br />

ASURCAR.—Hacer surcos en la tierra ya<br />

sembrada para sacar las raíces de la hierba y<br />

abrigar los panes.<br />

ATABANADO—Dícese del caballo ó yegua<br />

que tiene pintas blancas en los ijares y<br />

en el cuello.<br />

ATABLADERA—Tabla que puesta de<br />

plano y tirada por caballerías, sirve para allanar<br />

la tierra ya sembrada.<br />

ATABLAR. —Allanar' con la atabladera<br />

una tierra ya sembrada.<br />

ATACAR (Equitación).—Dícese con relación<br />

al caballo, cuando emplea el jinete<br />

todos los medios de que dispone para hacerse<br />

obedecer del animal. Un jinete ataca bien al<br />

caballo, según que sabe ó no hacer buen uso<br />

de sus medios de acción. Atacar al caballo es<br />

también detenerle y no darle libertad cuando<br />

se le castiga, en cuyo caso se encabrita ó fuerza<br />

la mano del caballero.<br />

ATALANTIA (Botánica). — Género de<br />

plantas de la familia de las auranciáceas, arbustos<br />

inermes ó con espinas del Asia ecuatorial.<br />

ATALAYA (Botánica).— Género de sapindáceas,<br />

árboles ó arbustos de las regiones<br />

cálidas de Oceanía, de hojas alternas y flores<br />

dispuestas en racimo.<br />

ATALEA (Attalea de Kunth).—Género<br />

de plantas de la familia de las palmas, cuyo<br />

nombre se deriva del de tres reyes de la antigua<br />

monarquía asiática de Pergamo. Las ataleas<br />

son árboles de dimensiones variables, algunos<br />

de ellos desprovistos de tallo; cuando<br />

éste existe, presenta cicatrices irregulares. Las<br />

hojas, en forma de palma, son siempre terminales;<br />

las flores, amarillas, unisexuales; las<br />

masculinas y las femeninas se hallan reunidas<br />

en el mismo espádice, que se halla provisto de<br />

una espata simple; los frutos son ovales, de<br />

color amarillo. Entre las variedades se pue-<br />

38


ATA — 594 — ATA<br />

den citar: la A. speciosa, Mart.; la excelsa, la<br />

compta, la maripa, la maracaibensis, la magdalena,<br />

de Lind, y la speclábilis ó magnífica,<br />

de Mart., originaria de Brasil, con el tronco<br />

de un metro, hojas numerosas de 6 á 7 metros<br />

de longitud, rígidas, un poco abiertas, de<br />

numerosas pínulas lanceoladas, y de color<br />

verde obscuro. Algunas de estas variedades se<br />

cultivan en los invernaderos de Europa.<br />

ATAQUE (Medicina veterinaria).—Invasión<br />

súbita de una enfermedad que se presenta<br />

con sus síntomas característicos y con toda<br />

su intensidad. Aplícase el término especialmente<br />

á los síntomas de las afecciones periódicas,<br />

como la epilepsia. El ataque puede ser único<br />

ó fulminante, ó repetirse varias veces y en<br />

intervalos más ó menos separados. El ataque<br />

se diferencia del acceso en que éste comienza<br />

siempre por calofríos, seguidos de calor.<br />

ATAQUIZA (Agricultura). — Operación<br />

que consiste en enterrar un sarmiento largo<br />

sin separarlo de la cepa, de modo que la<br />

punta libre quede saliente en el sitio donde<br />

se quiere haya otra cepa.<br />

ATAQUIZAR.—Aumentar el número de<br />

cepas de una viña por medio de ataquizas.<br />

(V. Amugronar.)<br />

ATAVISMO (Botánica).—Tendencia de<br />

los seres organizados á reproducir los caracteres<br />

distintivos de sus antecesores. Esa tendencia<br />

tiene una gran importancia, tanto en<br />

botánica como en zoología, puesto que gracias<br />

á ella se restablece la pureza del tipo en<br />

las diferentes especies, á pesar de las diferencias<br />

ó variaciones accidentales que puedan<br />

existir en los inmediatos antecesores de la<br />

planta ó el animal. M. Vilmorin, que hizo estudios<br />

especiales acerca del atavismo en las<br />

plantas, con objeto de obtener nuevas variedades<br />

entre las cultivadas, expuso observaciones<br />

interesantes que conviene resumir. Comenzó<br />

por sentar que cuando una semilla depositada<br />

en tierra se halla á punto de germinar,<br />

está solicitada por dos fuerzas contrarias y<br />

opuestas, de cuyo equilibrio resultará la fijeza<br />

de la especie.<br />

La primera de esas fuerzas, ó centrípeta,<br />

es el resultado de la ley de semejanza entre<br />

los yadres y los hijos, ó sea del atavismo, é<br />

impide que se acentúen mucho las diferencias<br />

entre el futuro individuo y la especie. La<br />

segunda fuerza, ó fuerza centrífuga, es expresión<br />

de la ley que determina las diferencias<br />

individuales ó idiosincrasia. A ella se deben<br />

los caracteres que distinguen á cada individuo<br />

, y que determinan una variedad infinita<br />

dentro de la unidad. Puede considerarse el<br />

atavismo á primera vista como una sola fuerza,<br />

pero no es difícil advertir, apoco que se<br />

reflexione, que presenta un conjunto de fuerzas<br />

obrando en el mismo sentido próximamente;<br />

conjunto debido á la influencia ó atracción<br />

que ejercen todos los antepasados del<br />

ser individualmente. Para comprender la acción<br />

de esa fuerza compleja, es necesario tener<br />

en cuenta ante todo la tendencia á la se­<br />

mejanza con la masa de los progenitores, que<br />

puede considerarse como la atracción del tipo<br />

de la especie, y á la cual se aplica especialmente<br />

el nombre de atavismo. Aparece después,<br />

por orden de importancia, la herencia, es<br />

decir, la atracción ó fuerza que lleva á los<br />

seres á parecerse á los padres, fuerza menos<br />

poderosa, pero más inmediata, y que propende<br />

á perpetuar en el hijo los caracteres propios<br />

del progenitor inmediato.<br />

Cuando el padre no se ha desviado sensiblemente<br />

del tipo de la especie, esas dos fuerzas<br />

obran paralelamente y se confunden, pudiendo<br />

presentarse indiferentemente en todas<br />

direcciones, sin propender exclusivamente á<br />

ninguna, las variaciones que en tal caso aparezcan<br />

por efecto de la ley de idiosincrasia.<br />

ÜTo ocurre lo mismo cuando el padre aparece<br />

ya desviado del tipo de la especie de una manera<br />

muy perceptible. La tendencia á la semejanza<br />

con el padre se combina entonces<br />

con la tendencia á las variaciones individuales,<br />

y surge una desviación en el sentido de la<br />

resultante de ambas fuerzas, es decir, que las<br />

nuevas variaciones no irradian entonces en<br />

derredor del tipo, como centro, sino en derredor<br />

de un punto situado en la línea que separa<br />

el tipo de la primera desviación obtenida.<br />

Si las variaciones individuales quedan abandonadas<br />

á la acción de la naturaleza, generalmente<br />

perecen entre la gran masa de individuos<br />

que aquélla constantemente sacrifica, explicándose<br />

así la gran fijeza de las especies<br />

naturales. Mas cuando el hombre dirige y<br />

auxilia esas desviaciones, multiplícase la descendencia,<br />

obedeciendo á las más complejas<br />

leyes que la rigen y producen esas numerosas<br />

variaciones que el hombre ha conseguido fijar<br />

en beneficio propio. Es decir, que para la<br />

formación de nuevas razas ó variedades, es<br />

necesario combatir el atavismo, fuerza que tal<br />

vez obra con mayor persistencia, aun cuando<br />

menos directamente que la tendencia á semejar<br />

al progenitor inmediato. Por lo tanto, la<br />

obtención de variedades vegetales que llenen<br />

las exigencias impuestas por la industria ó la<br />

moda, es obra harto complicada y difícil, limitada<br />

siempre, y que reclama el estudio de las<br />

condiciones de localidad y de la acción del<br />

atavismo y de la herencia, como hiciera notar<br />

M. L. Vilmorin, que tan acertadas consideraciones<br />

expuso acerca de esos interesantes,<br />

problemas.<br />

ATAVISMO (Zootecnia).—Indicado queda<br />

que no se manifiesta el atavismo solamente<br />

en los vegetales. Bien sabido es que entre<br />

los animales de la misma especie ó de igual<br />

raza aparecen en ocasiones individuos, algunos<br />

de cuyos caracteres, ó por lo menos el más saliente<br />

, los distinguen de sus progenitores inmediatos,<br />

y los comunican gran parecido con<br />

los antepasados remotos. Los criadores consideraron<br />

ese hecho como una verdadera degeneración<br />

antes de que fuese estudiado por<br />

los científicos, y otros le llamaron salto atrás ó<br />

tendencia retrógrada, revelando que no com-


ATA — 595 — ATA<br />

prendían con bastante exactitud la influencia<br />

de los reproductores en sus engendros, atribuyendo<br />

una acción demasiado exclusiva á<br />

los animales, macho y hembra, que emparejaban,<br />

y suponiendo que tenían una fuerza indefectible<br />

de transmisión, y que era dable establecer<br />

una separación absoluta entre los<br />

individuos perfeccionados y sus antepasados<br />

remotos. El salto atrás parece un accidente<br />

inexplicable cuando se echan en olvido los<br />

principios y leyes que rigen la formación y<br />

consolidación de las razas, pero en realidad es<br />

una particularidad que se presenta en un conjunto<br />

de fenómenos del mismo orden. De ahí<br />

que una vez reconocido el hecho como regular,<br />

aun cuando no se presente con frecuencia,<br />

se haya empleado la palabra atavismo para<br />

indicar una de las leyes que presiden á la<br />

perpetuidad de las razas y de las especies.<br />

Es indudable que en la reproducción, considerada<br />

bajo el punto de vista de la transmisión<br />

de cualidades y caracteres, el reproductor<br />

desempeña un doble papel: obra en virtud<br />

de su propia potencia, de su estado constitucional,<br />

de su edad, de sus antecedentes y de<br />

cuantas influencias ha experimentado, y también<br />

obra como representante de sus ascendientes,<br />

que en cierto modo han depositado en<br />

él todos los gérmenes vivaces que ellos habían<br />

recibido de sus antepasados. Puede considerarse<br />

que esta doble acción corresponde á dos<br />

principios, á dos fuerzas, que se pueden distinguir<br />

con los nombres de atavismo y herencia,<br />

expresando con el primero una influencia<br />

colectiva y con el segundo una influencia individual.<br />

Esas fuerzas obran en el mismo sentido<br />

cuando no es contrariada la acción de la<br />

naturaleza; la oposición que puede surgir es<br />

momentánea, y el atavismo reduce al tipo<br />

común las veleidades de la herencia.<br />

De ahí se ha inducido que todas las especies<br />

animales proceden de una sola pareja, con aptitudes<br />

y caracteres definidos, y en relación con<br />

el medio en que había de vivir. En ella el atavismo<br />

era completamente nulo; solamente influiría<br />

la herencia en las primeras generaciones,<br />

y se transmitirían las tendencias orgánicas<br />

y fisiológicas de los reproductores, es decir,<br />

que la herencia se confundiría con el atavismo.<br />

Posteriormente, gracias al cambio en<br />

las condiciones externas, á la abundancia de<br />

la alimentación y á muchos fenómenos que influyen<br />

en el desarrollo de los animales, se manifestarían<br />

diferencias individuales, no muy<br />

marcadas, porque los individuos desaparecen<br />

así que rebasan la esfera ó cuadro asignado por<br />

la naturaleza á la habitación de la especie. De<br />

todas maneras, las modificaciones, cuando los<br />

animales viven abandonados á sí mismos, desaparecen<br />

en virtud de las leyes que presiden<br />

á la reproducción; los más fuertes se sobreponen<br />

á los más débiles, y así eligen y disputan<br />

las hembras más adecuadas para la conservación<br />

de la especie, es decir, que la perpetuidad<br />

de la especie queda realmente confiada á<br />

los mejores reproductores, y se conservan y<br />

transmiten perfectamente los caracteres de la<br />

primera pareja. Desapareciendo los individuos<br />

débiles, la especie se mantiene constantemente<br />

idéntica á sí misma, adquiriendo mayor<br />

energía el atavismo, conforme van sucediéndose<br />

las generaciones. En resumen, la naturaleza<br />

apela al procedimiento de la selección para<br />

afirmar las especies.<br />

El estado de los animales domesticados un<br />

tiempo y libres después, como los caballos<br />

independientes de la América meridional, patentiza<br />

la fuerza del atavismo, que tiende á<br />

confundir é identificar los animales por sus caracteres<br />

y hasta por la manta que forma el<br />

pelo. Precisamente en virtud de análogas leyes<br />

se han ido formando las variedades verdaderamente<br />

constantes de las especies domésticas.<br />

Dotadas éstas de la facultad de acomodarse al<br />

medio en que viven, han adquirido caracteres<br />

peculiares, conservando en lo esencial el tipo de<br />

su especie, y los reproductores que se han conservado<br />

vigorosos han transmitido las particularidades,<br />

que se han consolidado, digámoslo<br />

así, por la persistencia de las condiciones y la<br />

elección de reproductores de la misma sangre.<br />

En casos tales, se confunden el atavismo y la<br />

herencia; ésta es absorbida por aquél.<br />

De las precedentes observaciones se desprende<br />

que las razas no se presentan hoy á<br />

nosotros tales como eran en un principio; que<br />

el atavismo se ha fortalecido, y que es empresa<br />

difícil provocar modificaciones y perfeccionar<br />

las razas. De esas verdades se desprenden<br />

consecuencias prácticas de gran alcance. La<br />

primera y más importante, la que realmente<br />

supone y contiene á todas, es que, cualquiera<br />

que sea el objeto perseguido, jamás deberá<br />

elegirse un reproductor por las peculiares cualidades<br />

suyas, cual si fuera posible contar únicamente<br />

con el individuo y la herencia, y<br />

prescindir del atavismo. «Juzgar un semental,<br />

escribe un publicista, únicamente por su conformación<br />

o por su acción en una sola prueba,<br />

y hacer abstracción de su pasado, del pasado de<br />

su raza y de su valor como representante de sus<br />

progenitores, es exponerse voluntariamente á<br />

los más imprevistos resultados y fiar locamente<br />

una partida á la casualidad. Aun diré más:<br />

que un individuo perteneciente á una excelente<br />

raza bien conformada, pero que discrepa<br />

de su raza por algunas ligeras diferencias,<br />

completamente accidentales, ofrecerá menos<br />

inconvenientes como reproductor que un individuo<br />

completamente irreprochable por sí<br />

mismo, mas procedente de una raza inferior,<br />

débilmente constituida. En el primer caso, el<br />

atavismo corregirá lo que tenga la herencia<br />

de completamente personal, y en el segundo<br />

la influencia de la herencia.no podrá luchar<br />

útilmente contra la acción preponderante de<br />

los antepasados, es decir, que no perderá el<br />

atavismo sus derechos.»<br />

Compréndese, por lo tanto, que se tenga<br />

en gran estima la buena genealogía de los sementales,<br />

y que hayan sufrido numerosos<br />

desengaños los que se han pagado únicamente


ATA — 596 ATA<br />

de la superioridad individua^ que en muchos<br />

casos no adquiere por el atavismo vigoroso<br />

poder de transmisión. La teoría expuesta lleva<br />

también á otras consecuencias relativas á las<br />

diversas modificaciones que la zootecnia pretende<br />

imponer á las razas.<br />

En el sistema de mejorar las razas por sí<br />

mismas, sin recurrir á la cooperación de una<br />

raza extraña, es decir, en la selección, el atavismo<br />

aparece como un obstáculo á las modificaciones<br />

que se pretende introducir en las<br />

razas. El obstáculo es de poca importancia<br />

cuando no está fijada la raza, y es muy resistente<br />

cuando la raza se halla bien determinada<br />

de antiguo. En efecto, en el segundo caso<br />

la raza es lo que es, á consecuencia de la acción<br />

prolongada de gran número de influencias<br />

, que constituyen el indigenado, y en particular<br />

á consecuencia de la influencia de los<br />

ascendientes, que han propagado precisamente<br />

aquellos defectos que el mejoramiento trata<br />

de corregir. Entonces ha de ser muy reñida<br />

y tenaz la lucha si los defectos afectan á partes<br />

ó funciones muy importantes de la economía,<br />

y si los agentes exteriores locales han influido<br />

en la formación de la raza más que las<br />

faltas cometidas por la ignorancia, la negligencia,<br />

el abandono y la miseria de los ganaderos.<br />

Es innegable, empero, que en toda raza, así<br />

en las muy homogéneas y constantes, como en<br />

las menos caracterizadas y fijas, existen siempre<br />

individuos que poseen las cualidades propias<br />

de la raza en más alto grado, y en los cuales<br />

se revelan menos las imperfecciones, al mismo<br />

tiempo que se manifiesta ya una tendencia<br />

á las modificaciones fisiológicas que se desea<br />

obtener. Tales individuos servirán indudablemente<br />

de base á una raza perfeccionada, y<br />

para asegurar el éxito convendrá cuidar de ir<br />

modificando progresivamente las condiciones<br />

de cría y de régimen alimenticio, al mismo<br />

tiempo que se combatan con orden racional<br />

los defectos cuya desaparición se pretende.<br />

Dedúcese, pues, de lo dicho, que el atavismo<br />

es solamente un obstáculo parcial. Con tal<br />

de que los elementos de modificación empleados<br />

para combatirla no introduzcan en la raza<br />

elemento alguno que sea desconocido, ninguno<br />

de esos gérmenes latentes cuya aparición súbita<br />

y perturbadora se pueda temer, los progresos<br />

realizados serán efectivos, reales, profundos<br />

y definitivos. Las operaciones del ganadero<br />

marchan de acuerdo con la acción del<br />

cultivador; las modificaciones del ganado se<br />

acomodan á las mejoras del suelo; no es necesario<br />

hacer grandes desembolsos, y las razas<br />

se van desenvolviendo gradualmente y sin esfuerzo<br />

alguno. Las ventajas de ese método estriban<br />

ante todo en la seguridad del resultado;<br />

sus inconvenientes, en la lentitud con que la<br />

transformación se realiza. De lo dicho se desprenden<br />

las razones y causas á que esas facilidades<br />

y esos entorpecimientos obedecen, y<br />

que los ganaderos deben tener siempre presentes<br />

para no exponerse á desengaños.<br />

El cruzamiento, verdadera absorción de<br />

una raza en otra por el empleo continuo y exclusivo<br />

de los machos puros de la raza que<br />

cruza con las hembras obtenidas en cada generación,<br />

exige precisamente que se favorezca<br />

el atavismo de la raza que se emplea para<br />

cruzar sobre el de la raza local. Tanto más<br />

rápida y seguramente se llegará al resultado,<br />

cuanto más intenso sea el poder del atavismo<br />

y la herencia que importe la raza de cruce,<br />

cuanto más constante y especial sea en sus<br />

aptitudes y cuanto mayor sea la superioridad<br />

fisiológica de los sementales empleados. Será<br />

también más rápido el trabajo de absorción<br />

siempre que las condiciones sean menos favorables<br />

á la raza indígena que á la intrusa. Cómo<br />

ha de procederse por el empleo exclusivo<br />

y único del macho de la raza mejoradora, y<br />

cómo cada generación fortalece la influencia<br />

de ese tipo y disminuye la del tipo local, fácil<br />

es de preveer que llegará un día en que el<br />

éxito coronará los esfuerzos del ganadero , si<br />

no se renuncia á la serie de cruces hasta ese<br />

momento. De todas maneras, el mejoramiento<br />

solamente se obtiene al cabo de mucho tiempo,<br />

es decir, que se requiere gran perseverancia.<br />

En ese momento se realiza un fenómeno del<br />

mismo género que el producido por la unión<br />

de dos razas diferentes, cuando no son infecundos<br />

los productos desde la primera generación.<br />

La especie más vigorosa por su atavismo<br />

hace desaparecer muy luego la especie más<br />

débil, hasta el extremo de que andando el<br />

tiempo no aparezcan huellas de la última.<br />

Cuando se trata de obtener mestizos, ó sean<br />

productos intermedios entre dos reproductores<br />

, con objeto de destinar á la reproducción<br />

los nuevos individuos así que posean y puedan<br />

transmitir la combinación de aptitudes que<br />

se desee comunicar, es sumamente delicado é<br />

incierto el apreciar la influencia propia de<br />

cada uno de los atavismos que se ponen en<br />

contacto, y la que ha de ejercer la herencia<br />

de cada uno de los progenitores.<br />

Por lo común, el producto intermedio oscila<br />

por sus cualidades entre ambas reses componentes<br />

, y comúnmente acaba por imponerse<br />

la raza cuyo atavismo es más pronunciado, á<br />

menos de que las condiciones locales no favorezcan<br />

especialísimamente el desarrollo de la<br />

otra. Ese resultado final es tanto más rápido<br />

cuanto menos se cuide el ganadero de acudir<br />

en auxilio de la raza llamada á desaparecer.<br />

Por el contrario, será más lenta la modificación<br />

siempre que se adopten medidas para<br />

debilitar más y más la sangre del elemento<br />

más vigoroso. Así, en los casos en que se<br />

asocia un macho poderoso por su atavismo á<br />

una hembra cuya acción haya sido previamente<br />

anulada, digámoslo así, el engendro recibirá<br />

del padre un sello más acentuado y duradero<br />

, que le aproximará más al padre que á<br />

la madre. Para debilitar á éstas es necesario<br />

introducir en ellas sangre de diferentes razas,<br />

mediante cruzamientos preparatorios, y en<br />

ese caso puede ocurrir que predomine en el<br />

producto de la mezcla alguno de los tipos con-


ATE — 597 — ATE<br />

fundidos en el tronco de la madre, cuya brusca<br />

aparición corta, digámoslo así, la marcha<br />

de la modificación.<br />

ATAXIA (Fisiología).—Irregularidad y<br />

desorden grave en los fenómenos ó funciones<br />

orgánicas. Estos fenómenos son en general<br />

turbación de las funciones de los sentidos, debilidad<br />

de la fuerza muscular, soñolencia, estupor,<br />

y aun á veces delirio frenético. La ataxia<br />

anuncia siempre gravedad en la marcha de un<br />

padecimiento. Hay ataxia del movimiento<br />

muscular ó locomotriz, cuando se desordenan<br />

los movimientos de los diversos órganos locomotores<br />

ó motores.<br />

ATEJE (Coralia, Plum. ).—Género de<br />

planta de la familia de las cordiáceas, muy<br />

parecida á las borragíneas, y que se distingue<br />

de éstas por tener un solo ovario de cuatro<br />

cavidades, que en la época de la madurez se<br />

convierte en un fruto carnoso. La denominación<br />

del género recuerda al botánico Cordier.<br />

El ateje es un arbusto de hojas sencillas y alternas;<br />

flores dispuestas en racimos simples ó<br />

paniculados; cáliz monosépalo, acampanulado,<br />

con cuatro ó cinco dientes por lo común, y en<br />

ocasiones con siete ú ocho; corola en forma<br />

de embudo ó tubulosa, con limbo abierto, y<br />

tantos lóbulos como dientes presenta el cáliz;<br />

número que iguala también al de los estambres.<br />

Cultivados cuidadosamente esos vegetales,<br />

tienen gran valor como plantas de adorno,<br />

pero requieren mucho espacio para desarrollarse;<br />

espacio que rara vez se les concede en<br />

los invernáculos. Por lo conrún, los colocan en<br />

tiestos demasiado pequeños y en tierra de<br />

brezo, demasiado ligera para ellos, siendo así<br />

que exigen, por el contrario, un suelo rico y<br />

substancioso, y sobre todo una exposición cjálida<br />

y bien bañada de luz. Debe dejárselos descansar<br />

en invierno, trasladando las especies<br />

de invernadero caliente á un invernadero templado<br />

, y las de invernadero templado á invernadero<br />

frío, cual se practica con el C. uímifolia,<br />

que ha de ponerse en el sitio más iluminado.<br />

Los árboles se multiplican por yemas ó<br />

retoños en estufa caliente en las comarcas<br />

frías, y han de mantenerse bajo una campana<br />

y bajo la acción de la luz. Hay muchas especies<br />

de atejes; las más conocidas son:<br />

1. a El Ateje gerascanthoides, Kunth, llamado<br />

también baria, árbol grandioso y de<br />

hermoso aspecto, que crece en las islas de<br />

Cuba y Pinos, y que á los treinta años mide<br />

de 15 á 20 metros de elevación, con tronco<br />

de 6 á 8 metros y un grosor de 0,75 á un metro.<br />

Con los años los troncos llegan á medir<br />

de 15 á 16 metros, y la circunferencia de 2 á 3.<br />

La madera es correosa, dura, de color ceniciento<br />

claro, con vetas blancas; se rompe verticalmente<br />

en fibras delgadas y de bastante<br />

longitud. El peso específico de la madera es de<br />

0,84. De ella se obtienen vigas, soleras, catres,<br />

camas de arados, tablas para barcos, mas no<br />

para horcones; sirve en los parques de artillería<br />

para cajas de fusil y palancas de dirección.<br />

2. a Aleje de brácteas, análogo al anterior;<br />

crece en los alrededores de la Habana, y se<br />

utiliza para los mismos usos.<br />

3. a Ateje hermoso ( C. speciosa de Willd.;<br />

C. sebestena de Linn.) ; se conoce en Cuba<br />

con el nombre de vemitel encarnado ; en Filipinas<br />

se eleva á 10 metros de altura; su corteza<br />

es medicinal; la madera se utiliza para<br />

instrumentos de música.<br />

4. a Atteje de Galeqlii (C. galeottiana,<br />

Rich.); abunda en los montes de Cuba y<br />

en las cercanías de la Habana, y florece en<br />

Mayo.<br />

5. a Ateje hembra (C. valenmelara, Rich.),<br />

propio también de la Isla de Cuba, y abundante<br />

en el Occidente de este país, como el<br />

llamado ateje de Cuba, que se halla distribuido<br />

por toda la región, y que algún botánico ha<br />

denominado C. collococea y otros adnata.<br />

6. a Ateje angiocarpo, que al igual del rarifloro<br />

se halla en el mismo caso que los anteriores<br />

.<br />

7. a Ateje de hoja de olmo (C. ulmifolia,<br />

Jussieu; Varronia lineata, Linn.; C. linéala,<br />

Desv.); abunda en los montes de la Gran<br />

Antilla; lo mismo puede decirse del ateje globoso<br />

(C. globosa, Kunth., y búllala de Lin.).<br />

8. a Ateje de Brown (C. Brownii, D. C.;<br />

C. dichotoma del P. Blanco). Esta especie habita<br />

en Filipinas.<br />

9. a Ateje báñalo (C.f báñalo, P. Blanco);<br />

es un árbol que crece en Patangas y en San<br />

Mateo (Islas Filipinas); que se eleva bastante,<br />

adquiriendo su tronco grosor considerable, y<br />

que algunos botánicos excluyen del género<br />

que nos ocupa. Su madera es olorosa, de color<br />

negro y fácil de trabajar; sirve para cajas de<br />

escopetas.<br />

10. a Ateje de hortalizas ( C.f olitoria,<br />

P. Blanco); vegeta en Filipinas; pueden comerse<br />

cocidas sus hojas, y no es incluido en el<br />

género cordia por Alph. D. C.<br />

ATELABIDOS (Entomología). — Tribu<br />

de la familia de los rhincóforos, incluida en el<br />

orden de los insectos coleópteros. Los rhincóforos<br />

, muchos de los cuales son denominados<br />

gorgojos, y también curculios, son esencialmente<br />

fitófagos, y animales de los más dañinos<br />

para la agricultura. El número de tribus y<br />

especies que esa familia comprende es muy<br />

considerable; de ahí las confusiones en la clasificación<br />

, y la necesidad de caracterizar bien<br />

los atelabidos, que tienen las antenas rectas,<br />

la faz más ó menos prolongada y siempre cilindrica<br />

, y el cuerpo oval. Esa tribu comprende<br />

cinco géneros, á saber:<br />

1.° El género Apoderus, que contiene el<br />

insecto de hermoso color rojo, con la cabeza<br />

y los apéndices negros, que arrolla las hojas<br />

del avellano.<br />

2.° El género Attelabus, cuyo .tipo es el<br />

atelabo curculio, causa muchos daños en las<br />

encinas; es negro, y tiene el coselete y los élitros<br />

de color rojizo. Su cabeza es prolongada;<br />

las antenas tienen once artejos; la hembra deposita<br />

un huevo en la extremidad de una hoja


ATE — 598 — ATE<br />

de encina, y atacando después el gran nervio<br />

medio á cortas distancias, encorva esa hoja en<br />

forma de rollo, y asegura así á la larva un<br />

retiro.<br />

3.° El género Rhincliiles, cuyas diversas<br />

especies viven en los álamos, en los árboles<br />

frutales y en la vid; es el insecto conocido<br />

con el nombre de atelabo, y de él nos ocupamos<br />

en artículo especial.<br />

4.° El género Rhinomacer, que vive sobre<br />

las flores.<br />

5.° El género Apion, que comprende numerosas<br />

especies de insectos muy pequeños,<br />

que se fijan en las plantas á manera de pulgones,<br />

y que se recogen con mucha dificultad<br />

á causa de su pequenez. Cuando son muy numerosos<br />

en una finca, es necesario cambiar la<br />

clase de cultivo, con objeto de que perezcan<br />

de hambre, porque generalmente viven sólo<br />

en una planta.<br />

Entre las diferentes especies deben citarse<br />

el apion del trébol, que causa grandes estragos<br />

, vive como larva en la base del cáliz de<br />

las flores, y roe el grano que encuentra en<br />

ellas; el apión de la alverja silvestre, que deposita<br />

sus gérmenes en la semilla; el Apion<br />

flavipes, ó de patas amarillas, que vive á expensas<br />

de las hojas y semillas del trébol blanco;<br />

el apión de la veza cultivada (Apion vicia<br />

), que también ataca las lentejas; el apión<br />

de muslos amarillos (Apion fiavofemuraium),<br />

que vive devorando los granos del trébol encarnado;<br />

el apión del guisante ('Apion pisij,<br />

que ataca los granos de esa planta y de la alverja;<br />

el apión de la alcachofa (Apion carduorum),<br />

que se fija en los involucros de la<br />

alcachofa; el apión delgado (Apion tenue),<br />

que devora la alfalfa y muchas plantas bajas,<br />

de las huertas, además de las lilas y varios<br />

árboles frutales; el apión bronceado (Apion<br />

aneurn), propio de las malvas; el apión voraz,<br />

que ataca los guisantes, las alverjas y muchos<br />

árboles; el apión violado (Apion violaceum),<br />

que ataca la acedera; el apión rojo (Apion<br />

hcemalodes), que vive también en la acedera,<br />

produciendo agallas en los tallos; el apión de<br />

Pomona, azul negruzco, que vive en los perales<br />

y manzanos, y el apión del trigo (Apion<br />

frum.entarium), de color rojo, y que se alimenta<br />

de la planta cuyo nombre sirve para distinguirlo.<br />

ATELABO. — Insecto del género de los<br />

Rhyncliites, descrito en la palabra Atelabidos,<br />

y que se designa también con el nombre de<br />

gorgojo de la vid y de corta hojas, perteneciente<br />

á la familia de los coleópteros, y tamaño<br />

de un grano de trigo grueso. Es de color verde<br />

dorado (figura 281); está armado de una pequeña<br />

trompa, que utiliza para picar el pecíolo<br />

de las hojas, á la extremidad de los sarmientos,<br />

durante los primeros días de la vegetación.<br />

Desde los comienzos de la primavera<br />

se ceba en las ramas tiernas, si no están<br />

bastante desarrolladas las hojas. Muchas veces<br />

hace en las bayas un agujerito redondo, por<br />

un sitio colocado debajo del racimillo, re-<br />

sultando que perece toda la parte colocada<br />

sobre el taladro, quedando perdida la cosecha<br />

que prometían los primeros brotes, en algunos<br />

casos, afortunadamente, poco frecuentes. El<br />

insecto se ceba preferentemente en las hojas,<br />

las cuales se ajan una vez horadado el pecíolo,<br />

y adquieren la necesaria flexibilidad para que<br />

el insecto las arrolle en la forma que indica<br />

la figura 282, á fin de depositar en ellas tres ó<br />

cuatro huevecillos.<br />

Hecha la primera puesta, desaparecen los<br />

insectos, generalmente á principios de Julio,<br />

echándose á volar durante<br />

los días de gran calor y traslada<br />

ndose á considerables<br />

distancias; de modo que apai<br />

recen en viñedos que hubie-<br />

* ran podido creerse á cubier­<br />

Figura 281<br />

Atelabo<br />

to de la invasión. En el Mediodía<br />

de Europa no suelen<br />

causar daños de considera­<br />

ción; sin embargo, en los últimos años ha sido<br />

necesario combatir su desarrollo en algunas<br />

comarcas, porque si bien respetan estos insectos<br />

los racimos, por ser demasiado duro el<br />

pedúnculo, como<br />

hacen desaparecer<br />

la hoja y queda<br />

el fruto al descubierto,<br />

éste no<br />

madura y la cosecha<br />

se pierde.<br />

Figura 283.—Hoja atacada<br />

por el atelabo<br />

Durante el estío<br />

se desenvuelven<br />

las larvas en<br />

las arrolladas hojas,alimentándose<br />

con los tejidos<br />

de éstas, atravesándolas<br />

después<br />

y dejándose caer<br />

sobre el suelo,<br />

para convertirse<br />

en ninfas, y á fin de Septiembre, por lo común,<br />

en insectos perfectos. Estos se nutren<br />

entonces del parénquima de las hojas, hasta<br />

que éstas caen al terminar el otoño. Los insectos<br />

invernan al pie de las plantas y á unos<br />

5 centímetros de profundidad, reapareciendo<br />

en los primeros días de Abril. El atelabo ó<br />

coquillo se persigue en la misma forma que la<br />

altica, empleando los sacos con platos ó embudos<br />

de hoja de lata; se queman los rollos en<br />

que anidan, y se procura que las gallinas devoren<br />

esos enemigos de la vid á fines de Junio,<br />

donde sea dable apelar á ese recurso. También<br />

los gorriones destruyen muchos atelabos,<br />

y de ahí que éstos no se multipliquen considerablemente<br />

en los puntos donde aquéllos<br />

abundan.<br />

Para que se comprenda mejor la forma en<br />

que ha de ser perseguido el atelabo, advertiremos<br />

que la persecución se ha de realizar en<br />

dos épocas distintas y de diverso modo, ó sea<br />

cuando el insecto se halla en estado perfecto,<br />

y cuando las hojas aparecen arrolladas en


ATE — 599 — ATM<br />

forma de cigarro y contienen huevecillos ó<br />

larvas. Para perseguir el insecto en estado<br />

perfecto precisa tener en cuenta que durante<br />

las primeras horas de la mañana permanece<br />

en las vides, y que durante las horas de calor<br />

se esconde bajo tierra ó en cualquier sitio adecuado<br />

, para evitar la acción abrasadora de los<br />

rayos solares. De ahí que hayan de adoptarse<br />

dos procedimientos distintos para perseguir<br />

el atelabo en estado perfecto.<br />

Cuando se recojan los insectos durante las<br />

primeras horas de la mañana, bastará extender<br />

una tela bajo la planta y sacudir ésta suavemente.<br />

Entonces caerán sobre la tela cuantos<br />

insectos se hallen en el follaje; se cogerán<br />

y se destruirán por medio del fuego ó de la<br />

cal viva, si es que no se prefiere sumergirlos<br />

en agua hirviendo. Si se desea proseguir la<br />

persecución durante las horas de calor, será<br />

necesario hacer salir los insectos de los puntos<br />

en que se cobijen', y apoderarse de ellos<br />

para destruirlos en la forma dicha. Este procedimiento<br />

ofrece muchas dificultades, que se<br />

salvan fácilmente colocando bajo las vides<br />

pámpanos, ramitas cubiertas de hojas verdes<br />

ú otros objetos que formen escondrijo para los<br />

atelabos durante las horas de calor, y al medio<br />

día ó en las primeras horas de la tarde se<br />

podrán recoger muchos insectos.<br />

La recolección de los cigarros formados por<br />

las hojas ofrece pocas dificultades. Fácil es<br />

divisarlos por su color amarillento, sobre todo<br />

si se han secado ya, y separarlos de los vastagos<br />

para quemarlos en seguida ó escaldarlos<br />

en agua caliente, matando las larvas que contengan.<br />

Dicho se está que la caza de los insectos<br />

perfectos, no solamente tiene por objeto libertar<br />

la vid de un enemigo, sino que también<br />

salvar parte de la cosecha del año. Por<br />

lo mismo debe emprenderse esa persecución<br />

antes que la otra. La recolección de los insectos<br />

de la primera generación contenidos<br />

en los cigarros satisface también á ese fin,<br />

puesto que así se impide ó limita por lo menos<br />

el desarrollo de la segunda generación.<br />

La recolección de los cigarros de la segunda<br />

generación, es decir, de la que aparece en<br />

Septiembre y Octubre, va encaminada á impedir<br />

el desarrollo del insecto en el siguiente<br />

año. Por grande que sea el número de los atelabos<br />

que invadan un campo, no deben amilanarse<br />

los viticultores, porque luchando con<br />

resolución obtendrán la victoria. Si resultan<br />

destruidas por el insecto algunas yemas, en<br />

cambio se salvarán siempre muchas, para que<br />

no se pierda completamente la cosecha de uva.<br />

ATELAJE.—(V. Tiro.)<br />

ATEMPA.—Del latín tempm. En Asturias<br />

, pastos en llanuras ó lugares bajos y descampados<br />

, por contraposición á las breñas,<br />

que están en las cumbres ó alturas. También<br />

dicen lempa (Diccionario Acad. His.).<br />

ATENUANTES—Medicamentos á que se<br />

atribuye la virtud de hacer más fluidos los<br />

humores, como son la felandria y la polígala.<br />

_ ATES.—Nombre que se da en las Islas Filipinas<br />

al Anona sguamosa, L., familia Anonáceas,<br />

que es una especie de chirimoya indígena<br />

de la América meridional, cultivada en<br />

aquel archipiélago por sus frutos, que son muy<br />

sabrosos. (V. Anona.)<br />

ATETILLAR—Hacer una excava alrededor<br />

de los árboles, dejando un poco de tierra<br />

arrimada al tronco.<br />

ATMÓMETRO ó ATMIDÓMETRO.—<br />

Llámase así un instrumentó que sirve para medir<br />

la cantidad de líquido convertida en vapor<br />

en un momento dado. Precisamente una de<br />

las observaciones meteorológicas de mayor<br />

alcance es la determinación de la cantidad de<br />

agua que anualmente se evapora en un país;<br />

pero en cambio es difícil colocar un atmómetro<br />

en condiciones de suministrar datos seguros,<br />

ya que tantas son las causas que pueden<br />

influir en la marcha de la evaporación, figurando<br />

entre ellas los vientos en primer término.<br />

El aparato ha de tener dimensiones suficientes<br />

para contener un volumen considerable<br />

de agua, porque cuanto más pequeño es<br />

el recipiente, más pronto se calienta y se evapora<br />

el agua contenida en él.<br />

Puede emplearse como atmómetro un vaso<br />

de cinc, de forma cuadrada y de 50 centímetros<br />

de lado por 35 de profundidad, que habrá<br />

de colocarse en una caja de madera guarnecida<br />

de arena, siendo protegida su superficie<br />

por una red de alambre bastante cerrada para<br />

que no puedan penetrar los pájaros á través<br />

de ella. Para determinar diariamente la cantidad<br />

de agua evaporada pueden seguirse varios<br />

procedimientos. Uno de ellos consiste en<br />

utilizar un flotador de cristal, cuya rama graduada<br />

se deslice por dos anillos fijos, el más<br />

elevado de los cuales servirá de índice. Al evaporarse<br />

el agua desciende el flotador, y la<br />

diferencia entre el nivel del día y el de la víspera<br />

indicará la evaporación en milímetros,<br />

pudiéndose fijar á cierta distancia del fondo<br />

una punta de platino ó de cobre dorado para<br />

calcular la evaporación diaria por la cantidad<br />

de líquido que es necesario adicionar para que<br />

quede al nivel de la punta el agua. En ese<br />

caso se establecerá una escala que indique la<br />

altura del agua evaporada en un vaso graduado.<br />

Naturalmente, en los días de lluvia ha de<br />

tenerse en cuenta el agua que caiga de las<br />

nubes, y de ahí la necesidad de colocar un<br />

pluviómetro al lado del atmómetro. (Véase<br />

Pluviómetro y Evaporación.)<br />

ATMÓSFERA (Física).—Masa gaseosa<br />

que envuelve por todas partes un cuerpo sólido<br />

ó líquido, ó también masa de gases que<br />

existen en un recinto cualquiera. Así se dice<br />

atmósfera de una habitación, atmósfera de una<br />

ciudad, atmósfera de una comarca. Cuando no<br />

se precisa la acepción en que se toma la palabra<br />

, se designa con ella la atmósfera terrestre,<br />

es decir, la masa gaseosa que envuelve por<br />

doquier el globo terráqueo, como envuelven<br />

también otras atmósferas á diversos cuerpos<br />

celestes; de manera que se puede hablar de la


ATM — 600 — ATE,<br />

atmósfera de Marte, de ía atmósfera del sol,<br />

etcétera, etc.<br />

La composición de las atmósferas de diferentes<br />

cuerpos ó recintos varía según la naturaleza<br />

de ellos y las circunstancias. La atmósfera<br />

terrestre es de composición muy compleja.<br />

Generalmente es transparente, mas puede<br />

hallarse obscurecida ó empañada por las nubes<br />

y las nieblas, y por polvillos de diferente<br />

naturaleza. La transparencia varía con los<br />

diversos sitios; los hay en que brilla el sol<br />

constantemente y en que no se forman nubes<br />

jamás, mientras que en otros no se presenta<br />

nunca la atmósfera completamente límpida, ó<br />

en que las nubes ocultan casi constantemente<br />

el astro del día. Según queda expuesto al tratar<br />

del aire, los elementos que normalmente<br />

entran en la constitución de la atmósfera son:<br />

el oxígeno, el ázoe, el ácido carbónico, el<br />

amoníaco, varios nitratosel yodo, diversas<br />

sales de cal, de sosa y de potasa, el hidrógeno<br />

carbonado, ciertos miasmas, organismos muy<br />

distintos entre sí, materias orgánicas y vapor<br />

de agua en proporciones muy considerables, y<br />

que varían con frecuencia, según las localidades<br />

y la dirección de las corrientes atmosféricas.<br />

Para conocer la composición química de<br />

la atmósfera, debe consultarse el artículo Aire<br />

atmosférico.<br />

,La atmósfera terrestre es el campo en que<br />

se desarrollan muchos fenómenos que ejercen<br />

una influencia decisiva en la agricultura: las<br />

nieblas, la lluvia, la nieve, el granizo, el rocío,<br />

la escarcha, los vientos, las trombas, las<br />

tempestades, los relámpagos y el trueno. Esa<br />

región sólo rara vez ha sido visitada por el<br />

hombre mediante el auxilio de los globos aerostáticos<br />

, y en cambio es recorrida por las aves<br />

en sus zonas más próximas á la tierra. También<br />

se realizan en la atmósfera terrestre muchos<br />

fenómenos luminosos, á saber: los crepúsculos,<br />

la aurora, el arco iris, los halos, los<br />

paraselenes, las auroras boreales y la deflagración<br />

de las estrellas erráticas. Generalmente la<br />

temperatura de la atmósfera va disminuyendo<br />

desde el suelo hasta las capas superiores con<br />

gran rapidez.<br />

No se ha conseguido determinar con exactitud<br />

el espesor de la capa atmosférica, que unos<br />

suponen de 100 kilómetros y otros de 300. En<br />

cambio su peso se ha fijado con precisión; al<br />

nivel del mar es de 1.033 gramos por centímetro<br />

cuadrado, y disminuye, conforme nos<br />

elevamos, en proporciones que se determinan<br />

aproximadamente por medio del barómetro;<br />

instrumento que ha servido para averiguar<br />

que el peso de la atmósfera es igual á una columna<br />

de mercurio de 76 centímetros de altura.<br />

El peso que ejerce sobre los cuerpos todos<br />

es, por lo tanto, muy considerable, y se halla<br />

equilibrado por las presiones laterales. Precisamente<br />

por la disminución de ese peso á<br />

medida que la altura es mayor; por los fenómenos<br />

de refracción observados durante los<br />

crepúsculos, y por la incandescencia de las estrellas<br />

erráticas al cruzar éstas las capas su­<br />

periores, se ha determinado aproximadamente<br />

el espesor de la capa atmosférica. Esta capa,<br />

hace posible la vida sobre la tierra, protege á<br />

todos los seres organizados, influye en la formación<br />

de sus tejidos y en sus transformaciones,<br />

así como en la conservación del calor que<br />

del sol recibe la tierra.<br />

ATOCHA.— Sinónimo de esparto; planta<br />

que corresponde á la especie Macrochloa tenacissima,<br />

Kunt., de la familia de las Gramíneas^<br />

(V. Esparto.)<br />

ATOCHADA. — Terraplén ó lomo que se<br />

forma con capas alternadas de atocha y de<br />

tierra para contener las corrientes de las aguas<br />

ó mantenerlas embalsadas. (V. Esparto.)<br />

ATOCHAR.— Se dice de los terrenos que<br />

crían atocha ó esparto. (V. Esparto.)<br />

ATOMICIDAD ( Química) . — Capacidad<br />

de los átomos para combinarse, y también propiedad<br />

que poseen los átomos de atraer mayor<br />

ó menor número de otros. El hidrógeno,<br />

el cloro, el bromo y yodo, por ejemplo, son<br />

monoatómicos, porque los segundos se unen<br />

al primero de átomo en átomo. El oxígeno es<br />

diatómico, porque un átomo de este cuerpo<br />

se apodera de dos átomos de hidrógeno para<br />

formar el agua. El ázoe es triatómico cuando<br />

se combina con tres átomos de hidrógeno, por<br />

ejemplo, para formar el amoníaco. El carbono,<br />

es tetratómico cuando se une á cuatro átomos<br />

de amoníaco para formar el gas de los pantanos.<br />

,<br />

ATÓMICO (Química).—Lo perteneciente<br />

á los átomos, y así se dice pesos atómicos,<br />

volúmenes atómicos y teoría atómica. Los.<br />

pesos atómicos son los pesos de los átomos, ó<br />

bien las proporciones ponderales constantes,<br />

según las cuales se combinan los cuerpos. Los<br />

volúmenes atómicos son los volúmenes de los<br />

átomos de los cuerpos, ó los volúmenes que<br />

ocupan cantidades de esos cuerpos proporcionales<br />

á los pesos atómicos. Teoría atómica es<br />

la doctrina en virtud de la cual se explican<br />

los fenómenos químicos por las propiedades<br />

de los átomos. Usase también el adjetivo atomístico<br />

para calificar lo referente á los átomos.<br />

ÁTOMO ( Química).—Ultima partícula de<br />

un cuerpo, que no se puede dividir mecánicamente,<br />

y que se supone tener la forma característica<br />

ó esencial del cuerpo á que pertenece.<br />

Los átomos de los cuerpos simples se<br />

combinan entre sí en proporciones definidas,<br />

para formar las moléculas de los cuerpos compuestos.<br />

ATONÍA.—Estado de reblandecimiento y<br />

de relajación de las fibras, que se manifiesta<br />

por su incapacidad para contraerse ó retraerse.<br />

Para restablecer la tonicidad se emplean<br />

los astringentes, los cocimientos de corteza<br />

de quina y de encina, y la disolución del sulfato<br />

de hierro.<br />

ATÓNICO.—Estado de atonía en un animal<br />

ó en sus órganos.<br />

ATRAFASIS (Atraphaxis). — Nombregriego<br />

empleado por Teofrasto para designar<br />

arbustos de ramas generalmente espinosas y


ATR' — 601 — ATU<br />

hojas muy pequeñas. Las flores son blancas ó<br />

rosadas; el cáliz de cuatro sépalos, de los cuales<br />

los dos exteriores son grandes; los estambres<br />

en número de seis; el fondo queda envuelto<br />

por los sépalos interiores, que están coloreados.<br />

La A. spmosa de Linn. es la especie<br />

más conocida, originaria de Asia, y forma un<br />

arbusto pequeño, cuyos frutos se hallan rodeados<br />

por dos sépalos persistentes que se coloran<br />

de rosa. Se cultiva mucho en los jardines de<br />

Europa; se multiplica por semillas y acodos;<br />

vegeta al aire libre, pero durante el invierno<br />

es necesario resguardarla de la intemperie.<br />

ATRIPLEX — Género de plantas de la familia<br />

de las Salsoláceas. Las especies leñosas<br />

de este género que viven en España, pertenecientes<br />

al grupo de las barrilleras ó esteparias,<br />

son las siguientes:<br />

Atriplex halimus, L. Nombres vulgares, Orgaza,<br />

Osagra, Salgado, Salado (Alicante),<br />

Salado blanco (Almería), Marisma (Sevilla),<br />

Sosa salobre (Aragón).—Mata ó arbustillo<br />

de 1 á 2 metros de alto, de tronco rollizo pero<br />

frágil, muy ramoso, con ramas erectas ó ascendentes,<br />

de corteza blanquizca ó cenicienta,<br />

que se separa con facilidad. Hojas aovadooblongas<br />

ó aovado-deltoideas, enteras, ó algo<br />

dentadas en la base del limbo, con pecíolo<br />

corto, cubiertas por lo común de escamillas<br />

blanquecinas, algo lustrosas; flores en espiga,<br />

sin hojas, formando panoja; brácteas fructíferas<br />

aovadas , acorazonadas, unidas sólo en<br />

la base. Florece en verano y otoño. Se extiende<br />

por las costas del Mediterráneo y del Océano<br />

(Portugal). Se halla también en el África<br />

austral, y se cita en América.<br />

En España vive principalmente en los setos<br />

y barrancos húmedos y salobres, en suelos<br />

yesosos y en las playas, extendiéndose por toda<br />

la región marítima, desde Cataluña á Portugal,<br />

y por varios puntos del interior, Lérida,<br />

Tudela,' Zaragoza, Aranjuez, Jaén, etc.<br />

Atriplex glauca, L. Nombres vulgares, Saladilla,<br />

Salado, Sosa blanca.—Matita tendida,<br />

ramosa; ramas redondeadas, blanquecinas,<br />

casi lampiñas; hojas alternas, sentadas, pequeñas,<br />

ovales ó casi redondas, obtusas, enteras,<br />

garzas; flores en espigas hojosas; brácteas<br />

fructíferas deltoideas, dentadas, unidas<br />

en la base. Florece la saladilla casi todo el<br />

año, pero principalmente en estío y otoño.<br />

Habita en las costas de Portugal, Italia, Norte<br />

de África, Arabia y Turquía, y en España<br />

vive en las arenas y terrenos salados, húmedos<br />

y secos de Cataluña, Aragón, Valencia,<br />

Murcia,. Alicante, Granada y Almería. Se ha<br />

hallado también cerca de Toledo y de Tarancón.<br />

Atriplex portulacoides, L. Nombres vulgares,<br />

Sayón, Sabonera, Cenizo blanco, Verdolaga-marítima.—<br />

Mata tendida, ramosa; ramas<br />

por lo común opuestas, angulosas; hojas<br />

lanceoladas ó casi espatuladas, enteras y con<br />

pecíolo corto, opuestas las inferiores y alternas<br />

las superiores; garzas ó cenizosas como toda<br />

la planta. Flores en espigas terminales, sin<br />

hojas; brácteas fructíferas soldadas, simulando<br />

una cápsula que encierra el utrículo. Florece<br />

el sayón en estío y otoño. Es especie cosmopolita,<br />

extendida por las costas del Mediterráneo<br />

y del Océano, llegando hasta las del<br />

Mar Báltico, y viviendo también en las del<br />

Cabo de Buena Esperanza y en las de la América<br />

del Norte. En España se halla en las<br />

costas del Mediterráneo y del Océano, viviendo<br />

en las arenas, saladares y marismas; se<br />

halla también en las salinas cerca de Murcia.<br />

ATROFIA (Fisiología).—Estado de un<br />

órgano cuya nutrición es ó ha sido insuficiente<br />

durante algún tiempo, lo que provoca unas<br />

veces la sustitución de sus elementos ordinarios<br />

por elementos de otra especie, la paralización<br />

en el desarrollo del órgano, la disminución<br />

de su volumen y aun su completa descomposición.<br />

Es antitética de la hipertrofia,<br />

resultado de un exceso de nutrición, y casi<br />

siempre constituye un estado enfermizo ó patológico.<br />

La atrofia se divide en natural y patológica.<br />

La primera, que se manifiesta en todo<br />

el organismo ó en un órgano solamente, es<br />

frecuente, tanto en el reino animal como en<br />

el vegetal. En éste se atrofian y perecen gran<br />

número de individuos, ya por nacer en malas<br />

condiciones, ya porque otros más robustos y<br />

favorecidos les arrebatan los elementos de nutrición.<br />

También son en los vegetales muchísimos<br />

los órganos atrofiados. En los animales<br />

superiores la atrofia solamente se manifiesta<br />

en los embriones y fetos de una manera indudable<br />

, de modo que los segundos mueren<br />

antes de nacer ó dan origen á individuos raquíticos.<br />

Algunos órganos se atrofian con regularidad<br />

en el período embrionario y juvenil,<br />

cual ocurre con los cuerpos de Wolf, el canal<br />

arterial, el venoso, el thymus, etc.<br />

La atrofia patológica puede ser local ó general.<br />

La primera se manifiesta por la disminución<br />

del volumen de un tejido, hasta provocar<br />

casi la desaparición; la atrofia general se<br />

extiende á mayor número de órganos, pero no<br />

abarca todos los sistemas á la vez. La acción<br />

se manifiesta primeramente en el tejido adiposo<br />

y en el conjuntivo ó celular, que disminuyen<br />

de volumen, determinando el enflaquecimiento.<br />

Después se extiende la acción de la<br />

causa al tejido muscular, cuyos elementos son<br />

reabsorbidos, disminuyendo el volumen y<br />

produciéndose el fenómeno llamado demacración.<br />

Créese que la atrofia general comienza<br />

por la absorción de las materias menos indispensables<br />

para la conservación de la salud<br />

normal en el individuo, y para la constitución<br />

de los órganos, agentes y funciones; tales son<br />

las materias grasas y respiratorias, y después<br />

prosigue el desarreglo con la absorción de<br />

principios plásticos y solidificantes, como las<br />

materias salinas y la pro teína, habiendo sistemas,<br />

como el nervioso y el óseo, que se substraen<br />

á la influencia de la atrofia en general.<br />

Las causas de ésta son la inanición, la<br />

alimentación insuficiente, la anemia, las afecciones<br />

que perturban las funciones digestivas,


ATU —- 602 — AUC<br />

las reacciones febriles prolongadas, ciertos tóxicos,<br />

etc., etc. El tratamiento estriba en combatir<br />

las causas y suministrar alimentos reparadores.<br />

Comúnmente la atrofia general<br />

guarda estrecha relación con el empobrecimiento<br />

de la sangre; á veces el ejercicio metódico<br />

y regular evita ó contiene la atrofia.<br />

La atrofia local suele ser debida á determinadas<br />

lesiones; provoca primero el enflaquecimiento<br />

, y después la demacración de algún<br />

órgano. Es atrofia por degeneración si se manifiesta<br />

la induración ó reblandecimiento del<br />

órgano por sustitución de elementos de orden<br />

superior. La induración puede ser debida á la<br />

disminución de volumen, conservándose la<br />

misma cantidad de materia, ó por incrustación<br />

de sales en los tejidos. El reblandecimiento<br />

puede ser debido á la distensión de los tejidos,<br />

que acaban por convertirse en una especie de<br />

pulpa, ó por su progresiva transformación en<br />

grasa. Las causas de la atrofia local pueden<br />

ser la falta de ejercicio ó el ejercicio inmoderado<br />

de un órgano, los dolores locales, la disminución<br />

ó supresión de la inervación y del<br />

aflujo local de sangre, la compresión interior<br />

ó exterior, etc., etc. Para curar la afección<br />

es necesario ante todo hacer desaparecer las<br />

causas.<br />

ATRONADO.—Dícese del casco de las caballerías<br />

, cuando el tejido reticular ha sufrido<br />

una fuerte contusión.<br />

ATRONADURA.—Paja más ó menos larga<br />

sufrida por una madera en el sentido de la<br />

longitud de las fibras, ocasionada por choques<br />

ó grandes sacudidas. (V. Vicios y enfermedades<br />

de los árboles y de sus maderas.)<br />

ATRONAMIENTO—Dolor que experimenta<br />

el caballo en todo el casco por haber<br />

recibido en él algunos choques ó encuentros<br />

al caminar por malos pisos ó empedrados desiguales.<br />

ATTACUS.—(V. Bomhicíneas.)<br />

ATÚN (Thynnus vulgaris, Cuv.).—Género<br />

de peces, pertenecientes á la familia de los<br />

Escómbridos y al orden de los Acantopterigios,<br />

y por consiguiente de esqueleto óseo; mandíbula<br />

superior completa y móvil, branquias<br />

pectiniformes, sencillos los primeros radios<br />

de la aleta dorsal, algunos de la anal, y generalmente<br />

uno de los abdominales; cola y aleta<br />

caudal muy robustas, y cuerpo desnudo ó<br />

cubierto por pequeñas escamas y de bordes<br />

lisos. El atún se distingue de otros peces de<br />

la misma familia por tener en la parte anterior<br />

del cuerpo, y detrás de la cabeza, una especie<br />

de coraza, formada por escamas mayores<br />

que las demás; estar las dos aletas dorsales<br />

casi unidas, y ser cartilagínea la línea saliente<br />

de los lados de la cola. El atún común, voraz<br />

como todos los de su especie, llega á medir<br />

4 metros de longitud; es de color negro azulado<br />

por encima y gris plateado por la parte<br />

inferior.<br />

Indudablemente es uno de los peces que<br />

dan origen á importantes beneficios, y cuya<br />

pesca se remonta á las más lejanas épocas.<br />

Los fenicios se dedicaron ya á esa faena en<br />

las costas de España, y en tiempos de Aristóteles,<br />

de Estrabón, de Plinio y Eliano eran<br />

celebradas las pesquerías de Bizancio, hoy<br />

Constantinopla, gracias alas cuales se denominó<br />

cuerno de oro á una de las entradas que<br />

forma el mar en la capital de Turquía. Con la<br />

desaparición de la cultura y de la influencia<br />

griega cesó también de explotarse esa fuente<br />

de riqueza, y el nombre de cuerno de oro es<br />

hoy un recuerdo no más.<br />

También alcanzó gran desarrollo la pesca<br />

del atún en las costas de España, pero fué<br />

decayendo paulatinamente; los atunes cesaron<br />

de acudir en tan considerables masas como<br />

antes, y se dirigieron en sus emigraciones<br />

hacia las costas de Sicilia, Cerdeña é Italia, y<br />

actualmente la pesca del atún es una industria<br />

casi exclusivamente italiana, y en la cual<br />

muestran especial habilidad los habitantes de<br />

las costas de la península hermana, que se<br />

consagran allí ó en el extranjero á esa faena.<br />

Antiguamente se creía que los atunes emigraban<br />

durante la primavera desde las regiones<br />

polares y penetraban en el Mediterráneo<br />

por el estrecho de Gibraltar, caminando á lo<br />

largo de las costas de España, Francia, Italia,<br />

Grecia y Turquía europea hasta los Dardanelos,<br />

y volviendo por las de África, hasta<br />

salir nuevamente por el estrecho mencionado.<br />

En nuestros tiempos se ha desechado esa opinión<br />

, en vista de que los atunes no siguen una<br />

dirección constante, y se presentan á veces<br />

en el centro del Mediterráneo antes que en<br />

los puntos próximos al estrecho de Gibraltar.<br />

El atún se pesca por medio del artificio llamado<br />

almadraba, ó sea un laberinto de redes<br />

verticales colocadas cerca de la costa. La gente<br />

de mar hostiga á los atunes para que se<br />

dirijan hacia la almadraba y penetren hasta<br />

un punto donde hay una red horizontal en la<br />

parte inferior, red que se puede elevar á voluntad.<br />

Cerrando después la entrada, quedan<br />

aprisionados los atunes por millares, y los<br />

pescadores los cogen por medio del harpón ó<br />

los echan vivos en las barcas. La circunstancia<br />

de caminar los atunes formando bancos<br />

numerosos, compensa perfectamente los grandes<br />

desembolsos que exige la preparación y<br />

organización de las almadrabas. Son parecidos<br />

al atún la toñina, la albacora y el bonito.<br />

AUBÁ.—En Mallorca, según el Sr. Barceló,<br />

se denomina así el álamo blanco, Populus<br />

alba, JJ. (V. Álamo.)<br />

AUCUBA.—Nombre vulgar en el Japón.<br />

Arbustos de flores unisexuadas, dioicas, es<br />

decir, que son diferentes los pies en que se<br />

apoyan las flores de estambres y las flores de<br />

ovarios. La especie japónica, Thnmb., mide<br />

2 ó 3 metros de altura; la corteza de las ramas<br />

jóvenes es verde; las hojas son ovales, acuminadas,<br />

muy dentadas, coriáceas, gruesas, de<br />

color verde sombrío y brillante, pálido en el<br />

envés. Los frutos, que son muy abundantes,<br />

son rojos y persistentes hasta el fin de la primavera.<br />

Se conocen muchas variedades; la


AUL — 603 — AUL<br />

más esparcida es la Maculata /cernina, con<br />

hojas dispuestas en penacho blanco amarillento;<br />

la Latimaculata, cuyos penachos son más<br />

amarillos todavía; la Maculata (Másenla),<br />

cultivada en Europa de poco tiempo á esta<br />

parte; la Bicolor (Mascula), con una gran<br />

mancha amarillenta en el limbo de las hojas;<br />

la Pida (Fcemina), de hojas empenachadas;<br />

la Himalaica, en fin, bastante rara aún, con<br />

hojas sinuosas, obtusas, poco dentadas, no<br />

coriáceas y de color verde del naranjo. Reclaman<br />

tierra poco húmeda, exposición sombría,<br />

y se multiplican por acodos y estacas.<br />

AULAGA. — Bajo esta denominación se<br />

•comprenden diferentes especies de dos géneros<br />

de plantas forestales por lo menos, entrambos<br />

de la familia de las Leguminosas, á saber:<br />

el género TJlex y el género Oenista.<br />

Descritas ya las dos especies TJlex europeus,<br />

L., y U. nanas, Sin., bajo el nombre vulgar<br />

de Argomas, Escajos ó Toxos, se indican<br />

á continuación las restantes especies del mismo<br />

género, espontáneas en los montes de España,<br />

y ordinariamente distinguidas á su vez<br />

•con el nombre de aulagas. Son éstas las siguientes<br />

:<br />

TJlex australis, Clem. ( TJ, parviflorus, P.).—•<br />

Se encuentra en las provincias de Granada,<br />

Málaga y I-Iuelva (Tojo en esta última), Jaén<br />

(Sierra de Cazorla), Alicante (Sierra de Mariola),<br />

Aulaga blanca; Valencia (Murviedro,<br />

Mogeute), Castellón (Sierra de Espadan), Ar-<br />

•chilaga; y Cataluña (Tibidabo, Cardó, Horta,<br />

etc.), Argilaga. Parecido al TJ. europeus<br />

por su porte y coloración verde cenicienta, y<br />

al TJ. nanus por la pequenez de las flores. Cáliz<br />

ligeramente pubescente, con pelos cortos y<br />

tendidos; corola sin venas, de quilla recta,<br />

más ancha y larga que las alas. Vaina más<br />

larga que el cáliz, con semillas sin escotadura<br />

y ombligo orbicular. Mata de espinas robustas<br />

, hojas cortas, tallos casi lampiños y<br />

raíz no rastrera. Florece hacia el mes de Abril,<br />

y fructifica al mes siguiente. Vuelve á fructificar<br />

en otoño.<br />

TJ. bceticus, Boiss. Nombre vulgar, Aulaga<br />

vaquera, TViUk. y Lang.—^Se encuentra en<br />

la costa malagueña (entre Estepona y Marbella),<br />

Sierra de Estepona, Ronda, Gaucín,<br />

Puerto de Martínez (Málaga), etc. Mata espesa,<br />

con espinas cortas, pubescentes; brácteas<br />

más largas que los pedúnculos; cálices<br />

abultados en la base; labio superior de la corola<br />

bidentado; el inferior con tres dientes<br />

muy cortos. Las alas y la quilla ciliadas en la<br />

parte inferior, y el estandarte elíptico oblongo<br />

emarginado. Florece de Febrero á Junio.<br />

TJ. janthocladusf TV.—Se encuentra comúnmente<br />

entre los pastos de los pinares que viven<br />

en terrenos arenosos, Chiclana, Puerto<br />

Real, Aracena, etc. Mata ramosísima, de<br />

poco más de medio metro de altura, con ramas<br />

verde-cenicientas; foliólos lanceolados,<br />

aovados y agudos; brácteas lineares; pedicelos<br />

tomentosos; cáliz oval, con labios redondos;<br />

estandarte subromboideo, hilobado; quilla<br />

recta y alas oblongas. Legumbres más cortas<br />

que el cáliz. Florece de Marzo á Julio, y á veces<br />

hasta Septiembre y Octubre.<br />

TJ. Boivini, TVbb.—De poco más de medio<br />

metro; ramillas surcado-aladas; foliólos anchos,<br />

ovales en la base y acuminados; brácteas lineales<br />

oblongas, asurcadas; cáliz con el labio<br />

superior redondo, cortamente bidentado, y<br />

los dientes aovados y agudos; el inferior con<br />

lacinias obtusas; estandarte aovado-redondeado,<br />

escotado; alas obtusas; asurcadas, quilla<br />

recta; legumbres romboideo-oblongas; semillas<br />

aovadas, rojizas.<br />

Se encuentra en las provincias de Málaga<br />

(Gaucín, Atájate, Ronda), Cádiz (Sierra de<br />

Algeciras, dehesa de la Almoraima) y Granada.<br />

Florece hasta Septiembre y Octubre.<br />

Stauracanthus sparlioides, TV. (TJ. genistoides,<br />

Clem.).—Esta aulaga es también andaluza<br />

como las anteriores. Vive en Vejer, Chiclana,<br />

San Roque, Algeciras, Sanlúcar de<br />

Bárrameda y otros puntos del litoral del Sur<br />

de la Bética occidental. Ramas jóvenes, blanquizco-sedosas;<br />

foliólos lineares, lanceolados<br />

y agudos; brácteas rojizo-sedoso-tomentosas;<br />

labio inferior del cáliz asurcado longitudinalmente;<br />

estandarte aovado-redondeado , escotado;<br />

quilla no muy larga, y alas lanceoladas;<br />

legumbres rojizo-sedosas. Florece en Marzo y<br />

Abril.<br />

Oenista triacantlios, Brot. Nombre vulgar,<br />

Aulaga morisca (Willk y Lang.).—Vegeta en<br />

las provincias de Cádiz (Chiclana, Vejer, Barbate,<br />

Sierra de Algeciras, etc.), Málaga (Sierra<br />

¿e Estepona), Huelva (Alajar, Linares,<br />

Aroche, Aracena, etc.), Salamanca (Agallas<br />

á Monsagro) y Galicia (Santiago: Texidor!).<br />

Fruticosa, erecta; ramos filiformes, angulosos,<br />

lampiños y espiníferos; espinas cortas, divaricadas;<br />

foliólos lineares, oblongos, lampiños,<br />

algo crasos, planos ó cóncavos; racimos<br />

de tres á quince flores, laxos: cálices casi lampiños,<br />

rojizos; pétalos rojizo-dorados; alas<br />

cortas; estandarte aovado-redondo, lampiño;<br />

quilla con la margen inferior pubescente; legumbre<br />

de una ó rara vez dos semillas. Florece<br />

de Marzo á Agosto.<br />

La vai'iedad Galliodes, Sp., parece que ha<br />

sido hallada en Algeciras y Aracena por el<br />

Sr. Laguna.<br />

G. Gibraltarica, D. C.— Fruticosa, erecta,<br />

ramosísima y con muchas espinas; foliólos lineares,<br />

coriáceos, crasos; estípulas cortas, pelosas;<br />

racimos de siete á treinta flores, con el<br />

raquis espinoscente; brácteas pinchudas; cáliz<br />

de tubo corto, con las lacinias superiores triangulares,<br />

pinchudas y aristadas; estandarte<br />

acorazonado-aovado y escotado; quilla corta.<br />

Florece de Mayo á Junio. Espontánea en Cádiz,<br />

Chiclana, Alcalá de los Gazules, Algeciras,<br />

San Roque, Gibraltar, etc.<br />

G. hirsuta, Vahl. — Andalucía, Extremadura,<br />

Montes de Toledo, donde es muy frecuente;<br />

Cartaya (Tojo alfilerero) y Cabezas<br />

Rubias (Aulaga ó Tojo), localidades estas<br />

dos últimas de la provincia de Huelva. Como


AUL — 604 — AUL<br />

la anterior en su aspecto general; ramas angulosas;<br />

espinas afilas, rígidas y patentes; las<br />

inferiores trifurcadas; foliólos aovado-oblongo<br />

lanceolados, mucronados, trinerves; racimos<br />

densos, multifloros; pétalos subtomentoso-vellosos;<br />

estandarte acorazonado-aovado, agudo;<br />

quilla corta; legumbre aovada, corta, pubescente,<br />

negruzca, monosperma. Florece de<br />

Marzo á Junio.<br />

G. anglica, L.—Espontánea en varios montes<br />

de las provincias de Álava, Logroño, Soria,<br />

Guadalajara, Cuenca, Teruel, Toledo,<br />

Cáceres y Salamanca. Arbusto de 4 á 10 decímetros<br />

de alto, lampiño, muy ramoso; ramas<br />

con espinas sencillas y corteza pardo-membranosa;<br />

ramillas verdes y estriadas, las florales<br />

inermes. Hojas sencillas, de 5 á 8 milímetros,<br />

subsesiles, lanceoladas, agudas las de las ramas<br />

estériles, y ovovales las de las fértiles; estípulas<br />

nulas; flores pequeñas, de 9 á 10 milímetros,<br />

pediciladas, solitarias ó laterales, formando<br />

racimos pequeños. Legumbre de 12 á 15 milímetros<br />

por 5 de ancho, encorvada en forma<br />

de S, casi cilindrica, lampiña, parda y mate,<br />

con seis á diez semillas ovales, negras y brillantes.<br />

Florece de Mayo á Junio.<br />

G. scorpius, D. C. Nombres vulgares, Aulaga,<br />

Aliaga, TJlaga, Aulaga negra (Sierra<br />

de Mariola).— Común en Cataluña, Aragón,<br />

Navarra, Provincias Vascongadas, ambas<br />

Castillas, Valencia, Alicante, Jaén, Granada<br />

y Gibraltar. Arbusto de 1 á 2 metros de alto,<br />

lampiño, muy hojoso; tallo recto; ramas abiertas,<br />

estriadas, espinosas en el ápice y con muchas<br />

espinas laterales, divaricadas. Hojas pequeñas,<br />

de 4 á 5 milímetros, subsesiles, con dos<br />

estípulas espinosas; las de las ramas estériles<br />

lineares lanceoladas, y las de las fructíferas,<br />

ovales. Flores pediciladas, de 12 milímetros, en<br />

haces axilares, numerosas, dispuestas en la extremidad<br />

de las ramas y sobre las espinas laterales<br />

, en racimos compuestos. Cáliz y corola<br />

lampiños; estandarte un poco más grande que<br />

la quilla. Legumbre de 20 á 35 milímetros<br />

por 5 de ancho, con tres á siete semillas ovales,<br />

comprimidas, dé color aceitunado. Florece<br />

de Mayo á Junio.<br />

G. polyanthos"? Eoem.—Vegeta en la provincia<br />

de Huelva (entre el arroyo de Mesa y<br />

el Alosno). Mata muy ramosa, casi de la altura<br />

de un hombre, de tronco grueso, lampiña;<br />

espinas cartilaginosas; foliólos pequeños,<br />

oblongos, pubescentes; flores abundantes, con<br />

pedúnculos cortos, dispuestas en racimos laxos;<br />

cáliz con labios cortos y las lacinias superiores<br />

aovado-triangulares, las inferiores tridentadas;<br />

corola cuatro veces más larga que<br />

el cáliz; estandarte aquillado; alas y quilla deflexas;<br />

legumbre lineal, alargada, recta, comprimida<br />

y aguzada, muy sedoso-vellosa. Florece<br />

de Febrero á Marzo.<br />

G. hispánica, L.—En la provincia de Logroño<br />

(Sierra de Yerga, etc.), la llaman Ulaguino;<br />

se encuentra además en Cataluña, Aragón,<br />

Navarra, Provincias Vascongadas, Asturias<br />

y Santander. Mata de 1 á 2 decímetros<br />

de alto, de tallo derecho, muy ramoso; ramillas<br />

delgadas, grises, sin hojas, terminadas por<br />

otras verdes estriadas, vellosas y con pocas<br />

hojas; éstas son subsesiles, oblongo-lineares,<br />

agudas ú obtusas, de 10 á 12 milímetros, muy<br />

vellosas; carecen de estípulas. Espinas delgadas,<br />

terminadas por una punta fina, dispuestas<br />

en los ramillos florales. Flores pequeñas, de 7<br />

á 8 milímetros, pediceladas, dispuestas en número<br />

de seis á doce en capítulos umbelíferos<br />

terminales; cáliz muy velloso; estandarte lampiño,<br />

casi igual á la quilla, que es pubescente.<br />

Legumbre de 9 á 10 milímetros por 5 de<br />

ancho, pelosa, negra, con una ó dos semillas<br />

ovales, de color pardo. Florece de Mayo á<br />

Julio.<br />

G. Tournefortii, Sp.— Vegeta en la Sierra<br />

Morena y en los montes de Toledo, donde se<br />

la llama Aulaga fina. Planta subfruticosa,<br />

con las ramas florales angulosas, todas con espinas<br />

; foliólos aovado-oblongo-lanceolados,<br />

agudos, lampiños por encima; racimos densos,<br />

de muchas flores, de pedúnculo corto, con<br />

brácteas en la base; lacinias superiores del cáliz,<br />

triangulares; tubo corto; labio inferior<br />

tres veces más corto que aquél; estandarte<br />

acorazonado-aovado ; quilla corta; legumbre<br />

romboideo-aovada, blanquecino-vellosa. Florece<br />

en Mayo.<br />

G. aspalathoides? Poir.— Se halla en Sierra<br />

Morena, Sevilla (Pedroso de la Sierra) y Soria<br />

(Ventosilla). Mata de 1 á 5 decímetros de<br />

alto, de tallo tortuoso, ramosa, con las ramas<br />

muy estriadas, tuberculosas y terminadas en<br />

ramillas verdes, espinoscentes en el ápice, formando<br />

en su conjunto una mata espesa, casi<br />

desprovista de hojas y erizada de espinas por<br />

todas partes. Hojas raras, pequeñas, subsesiles,<br />

no estipuladas, ovales ó lineales, oblongas,<br />

pubescentes. Flores solitarias, en hacecillos<br />

de dos á cuatro, pedunculadas, dispuestas<br />

lateralmente hacia la extremidad de los<br />

ramillos espinosos. Cáliz velloso; estandarte<br />

pubescente, igual á la quilla, que también es<br />

vellosa. Legumbre de 10 á 15 milímetros por<br />

4 de ancho, cubierta de pelos extendidos, conteniendo<br />

de dos á cuatro semillas globulosas,<br />

comprimidas y de color pardo. Florece en<br />

Junio.<br />

Tal vez puedan incluirse en el grupo de las<br />

aulagas algunas especies más de las indicadas,<br />

pero con lo dicho se dejan descritas las más<br />

importantes y características cuando menos.<br />

Las restantes del género genisla corresponden<br />

más bien al grupo de las relamas, bajo cuyo<br />

nombre se especificarán más adelante.<br />

Los TJlex del presente grupo pueden servir,<br />

como los argomas, para la alimentación del<br />

ganado, pero su más provechosa aplicación<br />

la encuentran, con las aulagas del género genista,<br />

en los hornos de cal, yeso, ladrillo y<br />

teja, donde se emplean como leña menuda,<br />

muy apreciada por cierto, porque arde bien<br />

y con mucha llama.<br />

En los montes conviene á veces conservar<br />

estas plantas para abrigar las siembras de es-


AUR — 605 — ATJS<br />

pecies arbóreas, cuando se ejecutan aquéllas<br />

á golpes ó por el sistema de fajas.<br />

La madera de las aulagas se parece bastante<br />

á la de los piornos; tiene las fibras más finas<br />

que la de los argomas, dispuestas en hacecillos<br />

menos apretados; en la sección transversal<br />

se presentan éstos formando un dibujo reticulado,<br />

de mallas pequeñas y á veces incompletas.<br />

AURAN.—Al decir del Sr. Costa, este es<br />

el nombre con que se distingue en el Valle de<br />

Aran (provincia de Lérida) el avellano silvestre,<br />

Corylus avellana, L. (V. Avellano.)<br />

AURANCIÁCEAS (Botánica y Horticultura<br />

).—Interesante familia de árboles y arbustos,<br />

extranjeros todos ellos á Europa, y<br />

algunos de los cuales desempeñan un importante<br />

papel en los cultivos de los países meridionales.<br />

Son alternas y pinadas sus hojas,<br />

con impar terminal, á veces reducidas á una<br />

sola folióla; circunstancia que á simple.vista<br />

hace creer que son sencillas á veces, cual se<br />

observa en los naranjos y limoneros. Generalmente<br />

son hermafroditas las flores, de cáliz<br />

corto y de corola muy desarrollada por el<br />

contrario, y formada por cuatro ó cinco pétalos<br />

caducos, algo carnosos, firmes y generalmente<br />

de color blanco. Los estambres son<br />

libres, hipoginos, dobles ó múltiples con relación<br />

á las piezas de la corola. Él ovario es<br />

libre en el centro de la flor, y se halla generalmente<br />

sostenido por una especie de prolongación<br />

del receptáculo ó rodeado de un disco<br />

carnoso, y sobre el cual hay un solo estilo.<br />

Está dividido por lo menos en cinco celdillas,<br />

cada una de las cuales contiene dos ó varios<br />

óvulos. El fruto es una baya suculenta, más<br />

ó menos voluminosa, según las especies, y<br />

dulce, acida ó amarga.<br />

Todas las partes de las auranciáceas están<br />

llenas de glándulas, y particularmente las<br />

hojas, los pétalos y la corteza del fruto, que<br />

contiene un aceite esencial muy aromático y<br />

de suave olor en las especies cultivadas. Casi<br />

todas son originarias del Indostán y de la China;<br />

la mayoría pertenece á la región intertropical;<br />

algunas viven bien en las regiones más<br />

templadas de las zonas llamadas así. Entre<br />

las especies clásicas figuran el naranjo ( Cilrus<br />

aurantium) y el limonero (C. medica), cultivados<br />

desde muy antiguo en las regiones<br />

meridionales de Europa, y que se han extendido<br />

á América. Bajo climas un tanto rigurosos<br />

no llega á madurar el fruto, y se cultivan<br />

como plantas de adorno muy estimadas.<br />

Los naranjos, limoneros y cidros, con sus<br />

numerosas variedades, no son los únicos árboles<br />

de la familia que nos ocupa. Entre los<br />

diversos géneros de ésta se pueden citar el<br />

Glycomis, Traphasia, Feronia, CEgle, Bergera,<br />

etc., cultivados en la India á causa de<br />

sus frutos y de los aromas que de ellos se<br />

extraen. Esas especies reclaman temperaturas<br />

demasiado elevadas, y son poco rústicas para<br />

resistir á los descensos considerables de temperatura<br />

, y de ahí que sea imposible cultivar­<br />

las fuera de la zona intertropical, y que sean<br />

desconocidas en los campos de Europa, y sólo<br />

se encuentren en algunos invernáculos. (Véase<br />

Naranjo, Limonero, Cidro, etc.).<br />

AUSCULTACIÓN (Medicinaveterinaria<br />

).—Método de investigación médica, consistente<br />

en emplear el sentido del oído para<br />

apreciar las modificaciones que ocurren en<br />

diferentes partes del cuerpo bajo la influencia<br />

de causas morbosas. La auscultación, que han<br />

comenzado á emplear los veterinarios, á imitación<br />

de los médicos, suministra importantes<br />

datos para el diagnóstico de las enfermedades<br />

del corazón y del aparato respiratorio. Por la<br />

circunstancia de hallarse el corazón en los<br />

animales á mayor profundidad que en el hombre<br />

, y por ser las paredes del pecho más espesas,<br />

no se perciben los ruidos tan bien como<br />

en aquél al auscultar. En todo caso, para que<br />

las observaciones sean precisas, conviene aplicar<br />

la oreja á la menor distancia posible.<br />

La auscultación puede ser inmediata ó mediata;<br />

la primera se reduce á la aplicación directa<br />

de la oreja, y es la que más se practica<br />

en los animales; la auscultación mediata exige<br />

un sencillo instrumento, llamado estetóscopo, 6<br />

sea un cilindro de madera hueco, que termina<br />

por una extremidad en forma de embudo para<br />

aplicarla al pecho, y por la otra en un disco<br />

plano de marfil ó de hueso, es decir, que el<br />

estetóscopo viene á ser una especie de trompetilla<br />

acústica. La auscultación supone tres<br />

series de conocimientos, á saber:<br />

1. a Conocimiento exacto de la composición<br />

y del espesor de las paredes ú órganos que<br />

los ruidos han de atravesar para llegar á la<br />

oreja, y conocimiento de la estructura y de<br />

las funciones en que han de producirse esos<br />

ruidos.<br />

2. a Conocimiento de los ruidos normales,<br />

es decir, de los ruidos que se producen durante<br />

el estado de salud, y de las modificaciones<br />

que esos ruidos experimentan, según<br />

las diferentes condiciones de edad, de reposo<br />

ó de trabajo.<br />

3. a Conocimiento de las modificaciones que<br />

imprimen á los ruidos los diferentes estados<br />

patológicos que pueden aparecer en los órganos<br />

en que se producen los ruidos.<br />

Las dos primeras series de conocimientos<br />

se pueden adquirir doquiera que sea posible,<br />

ó estudiar anatomía y explorar animales que<br />

gocen de cabal salud; para ser iniciado en la<br />

tercera serie es necesaria la dirección de un<br />

profesor práctico, y el examen frecuente de<br />

lesiones que reclamen la auscultación. Naturalmente<br />

esto sólo se consigue allí donde haya<br />

muchos animales enfermos.<br />

AUSTRALIA (Geografía agrícola).—<br />

Uno de los países indudablemente más dignos<br />

de estudio, tanto por su rápido desarrollo,<br />

que en lo portentoso aventaja á los Estados<br />

Unidos de América, como por la especialidad<br />

y riqueza de sus producciones, es indudablemente<br />

la mayor de las islas ó el menor de los<br />

continentes que, llamado un tiempo Nueva


AUS — 606 — AUS<br />

Holanda, se designa con el nombre de Australia<br />

en la actualidad. Ese país del porvenir<br />

mide 7.592.600 kilómetros cuadrados , y solamente<br />

ha sido colonizado hasta el presente en<br />

su región litoral, donde se han constituido en<br />

provincias autónomas, bajo la alta soberanía<br />

de Inglaterra: la Nueva Gales del Sur en la<br />

costa oriental, Victoria en el Sudeste, la Australia<br />

meridional en el Sur y la Australia occidental<br />

ó colonia del río de los cisnes, que cuentan<br />

con ciudades de 70.000, 100.000 y 300.000<br />

almas, y reúnen entre todas ellas 3 millones<br />

de habitantes, casi todos ellos de raza<br />

blanca y educados á la europea.<br />

Sin cordilleras gigantescas, y con una meseta<br />

central, la Australia cuenta con serranías<br />

que hacen muy accidentado el terreno y dan<br />

origen á gran número de ríos navegables en<br />

su curso inferior. Créese que es terciario el<br />

terreno del Centro; es el primitivo de las mon-<br />

- tañas que forman el cinturón de la meseta;<br />

secundario el del Norte, con yacimientos cretáceos<br />

que llegan hasta el interior. En la costa<br />

oriental es de transición el terreno, y comprende<br />

varias cuencas carboníferas. Entre el<br />

golfo de Carpentaria y la antigua Australia<br />

feliz, y limitada por rocas cristalinas, existe<br />

una zona secundaria de la misma naturaleza<br />

que la parte superior del curso del Murray y<br />

del valle del Perth ó río de los cisnes. Cerca<br />

del cabo del Noroeste, del cabo Levéque, y<br />

en las islas Northumberland, existen formaciones<br />

volcánicas.<br />

Gracias á su inmensa extensión, la Australia<br />

, que se halla en parte bajo la zona ecuatorial,<br />

posee variadísimos climas; mientras la<br />

temperatura es tropical en el Norte, la del<br />

Sur. es análoga á la de España, con vientos<br />

irregulares y lluvias en todas las estaciones.<br />

La zona central, cuya temperatura<br />

media es más elevada, se presta, entre los 20<br />

y 27° de latitud Sur, al cultivo de las plantas<br />

tropicales. Las producciones espontáneas de<br />

la Australia son sumamente curiosas y originales,<br />

si bien existen pocas variedades útiles,<br />

tanto en el reino animal como en el vegetal;<br />

los marsupiales y el canguro reemplazan allí<br />

á nuestros paquidermos y rumiantes. La naturaleza<br />

toda se halla marcada allí con un sello<br />

característico que la distingue de las zonas<br />

cálidas y de las templadas, y que la da cierto,<br />

aspecto sombrío, gracias á las plantas que<br />

apenas proyectan sombra, por la disposición<br />

especial de su follaje.<br />

A pesar de la distancia que separa á la Australia<br />

de Europa, como que en esas regiones<br />

de la Oceanía se encuentran los antípodas de<br />

los europeos, son muy fáciles las comunicaciones<br />

, gracias á la actividad mercantil. Una<br />

línea telegráfica cruza todo el continente australiano,<br />

desde Adelaida á Puerto Darwin, de<br />

donde parte un cable submarino hasta Singapoore,<br />

donde se enlaza con todo el sistema telegráfico<br />

asiático-europeo. También la isla de<br />

Tasmania y la Nueva Zelanda se hallan en comunicación<br />

telegráfica con Europa, mediante<br />

cables que desde esas islas se dirigen á Australia.<br />

Las comunicaciones marítimas se hallan<br />

también regularizadas, gracias á cuatro compañías<br />

inglesas, cuyos vapores parten de Londres<br />

dos veces al mes, y ala Peninsular Oriental,<br />

cuyos barcos parten de Brindis (Italia)<br />

dos veces al mes; á la Orienl-Line, cuyo punto<br />

de partida es Ñapóles; á las Méssageries<br />

maritimes, que envía sus buques desde Marsella<br />

á Adelaida, Melboume y Sidney, con,<br />

escalas en Suez y Aden; á la Californiam Mail<br />

(vía de Nueva York y San Francisco), y á la<br />

Queensland Royal Mail. Los vapores de las<br />

últimas zarpan una vez al mes. Existen además<br />

otras líneas de vapores y veleros.<br />

Bajo la denominación de Australia, ó más<br />

bien de Australasia, comprenden los ingleses<br />

varias colonias que se preparan á formar una<br />

confederación, y son las siguientes: Nueva<br />

Gales del Sur, Victoria, Nueva Zelanda, Australia<br />

meridional, Queensland, Tasmania y<br />

Australia occidental, enumerándolas por el<br />

orden de su importancia. Para formar idea<br />

aproximada de los elementos de riqueza que<br />

encierran, las examinaremos separadamente, y<br />

con toda la posible brevedad.<br />

La Nueva Gales del Sur es de sencilla constitución<br />

geológica; se halla formada por un<br />

gres silíceo y á veces arcilloso, blando y friable,<br />

que descansa sobre terrenos hulleros, y<br />

está limitada al Occidente por masas montañosas<br />

de rocas antiguas, cristalinas y sedimentarias<br />

, en que abundan el cuarzo, el granito y<br />

los esquistos de todas las variedades. Bajo el<br />

punto de vista agrícola, esa colonia comprende<br />

cuatro clases de tierras: tierras de gres,<br />

que sólo producen matorrales; tierras con base<br />

granítica, donde abundan las maderas de construcción<br />

y excelentes pastos; en las llanuras<br />

de Bathurst, O'Connell, Goulburn, Yass, etc.r<br />

tierras de base trapeana y calcárea, propias<br />

para pastos y montes, y aun para el cultivo<br />

agrícola, y tierras de aluvión, excelentes para<br />

los cultivos intensivos, situadas en la parte<br />

baja de las cuencas fluviales y expuestas á<br />

inundaciones. El clima es salubre y delicioso<br />

desde Marzo á Noviembre; el cielo despejado,<br />

y el aire seco. Los vientos soplan en todas<br />

direcciones, y el del interior ó Noroeste es<br />

una especie de solano que aumenta la temperatura<br />

en verano y seca las cosechas, y<br />

aun agosta toda la vegetación en algunos puntos.<br />

La primavera y el otoño son estaciones<br />

muy cortas; de manera que en realidad sólo<br />

hay dos estaciones, invierno y verano, cuyas<br />

temperaturas medias son de 12° parala primera<br />

y de 22° para la segunda. No es húmedo el<br />

país, aun cuando cae gran cantidad de agua,<br />

porque la evaporación es considerable, gracias<br />

á la intensidad calorífera de los rayos<br />

del sol y á la limpidez de la atmósfera. El<br />

clima va aumentando en calor y sequedad,<br />

habiéndose notado en los últimos veinte años<br />

una sensible disminución en el enriaje de los<br />

ríos, y la desaparición de pantanos y fuentes,


ART — 607 — ART<br />

á pesar de la poca extension de los cultivos.<br />

Tal vez ha influido en el cambio la desaparición<br />

de la abundante y alta hierba' que cubría<br />

el país antes de propagarse la ganadería y formarse<br />

inmensos rebaños.<br />

El gran problema de la agricultura australiana<br />

estriba en retener la humedad, ya que<br />

la configuración del suelo se presta á la formación<br />

de depósitos. El suelo no es tan feraz<br />

como el del Canadá, de los Estados Unidos,<br />

de la Plata, etc., por falta de álcalis y de sales,<br />

y aun de alumbre, predominando la sílice;<br />

circunstancia que le hace impropio para conservar<br />

la humedad. Tal vez por esa razón la<br />

agricultura verdadera no ha adquirido notable<br />

desarrollo, y se halla restringida á algunas<br />

granjas de limitados recursos y de anticuados<br />

procedimientos, desconociendo los barbechos<br />

y la rotación de cosechas, y limitándose, como<br />

en América, á obtener productos inmediatos,<br />

siquiera la tierra quede completamente esquilmada.<br />

En un principio se concedían las tierras<br />

gratuitamente, y de ahí su poco aprecio, y en<br />

1832 se dieron en subasta pública. Señalado<br />

primero como precio del acre el de 6,25 pesetas,<br />

subió pronto á 75,100 y 125, y después de<br />

algunas oscilaciones ha vuelto á subir en estos<br />

tiempos, gracias al descubrimiento de los<br />

filones de oro, á ciertos perfeccionamientos en<br />

la explotación y á la gran emigración que en<br />

los años de 1832 á 1856 fué fomentada mediante<br />

el gasto de 48.982.000 pesetas para<br />

109.286 individuos; es decir, que por término<br />

medio gastó la colonia 450 pesetas por cada<br />

emigrante.<br />

Han sido considerables los trabajos hechos<br />

para el descuaje de los montes, adoptándose<br />

procedimientos diversos, según que se trate de<br />

destruir montes altos ó bajos. La importancia<br />

de los cultivos varía tanto más, según los años,<br />

cuanto que la población no es todavía sedentaria,<br />

digámoslo así. Desde 1832 á 1856 los<br />

cereales ocuparon de 71.800 á 145.000 acres;<br />

los forrajes, 30.000; las patatas, de 960 á<br />

8.000; el tabaco, 218; siendo de notar que el<br />

rendimiento de todos los cultivos va disminuyendo<br />

en razón inversa de la extensión de los<br />

terrenos que se dedican á la producción.<br />

El trigo se siembra en Marzo, Abril y Mayo,<br />

y se recolecta en Noviembre, gracias á la inversión<br />

de las estaciones con relación á nuestro,<br />

hemisferio; las tierras elevadas del interior<br />

son más tardías, pero en cambio producen<br />

mejor calidad de grano; el charançon no causa<br />

allí estragos á 2.000 pies de elevación como<br />

en la costa. Por término medio se cosechan<br />

de 10 á 12 hectolitros por hectárea. Las mejores<br />

tierras proceden de la descomposición<br />

de rocas ígneas, dioritas, traps una especie<br />

de gres calcárea. Feraces á veces en sumo<br />

grado, son tan escarpadas que no siempre se<br />

las puede trabajar con el arado. Es el grano<br />

tan excelente que generalmente pesa 80 kilogramos<br />

el hectolitro, y á veces 84,5. En cambio<br />

se deteriora fácilmente.<br />

El cultivo del maíz sigue en importancia al<br />

del trigo, y se halla más perfeccionado, si<br />

bien solamente produce buenos rendimientos<br />

en las mesetas del interior, donde se cosechan<br />

desde 18 hasta 30 hectolitros por hectárea, y,<br />

en casos excepcionales hasta 70. El grano se<br />

emplea principalmente para cebo de los ganados,<br />

y bajo la forma de puding, hominy, para<br />

el hombre también. La avena y la cebada sólo<br />

se cultivan en escala reducida, para pienso de<br />

los caballos la primera y para las cervecerías<br />

y fábricas de destilación la segunda. Rinden<br />

de 7 á 18 hectolitros por'hectárea. Las patatas<br />

se cultivan, en el interior, porque en la costa<br />

resultan de mala calidad, y producen de 5.000<br />

á 10.000 kilogramos de tubérculos por hectárea.<br />

Sabido es que á principios del siglo preconizó<br />

con empeño Perón el cultivo de la vid,<br />

y en la actualidad adquiere cada día mayor<br />

desarrollo, especialmente en el condado de<br />

Durham, en la ribera izquierda del Hunter y<br />

en el Cumberland, variando los rendimientos<br />

desde 18 á 36 hectolitros por hectárea, si bien<br />

los vinos dejan bastante que desear, tal vez<br />

por no conocerse los procedimientos de la fabricación,<br />

y porque solamente los viñedos<br />

viejos producen vinos de primera calidad.<br />

Entre los cultivos industriales han adquirido<br />

notable desarrollo el del algodón y el del<br />

tabaco, si bien la producción de éste se halla<br />

limitada por los elevados precios de la mano<br />

de obra; generalmente se cosechan desde 1.600<br />

á 2.400 kilogramos por hectárea, que representan<br />

un valor de 3 á 4.000 pesetas. El cultivo<br />

del algodón puede llegar á revestir inmensa<br />

importancia, máxime existiendo en la<br />

Nueva Gales grandes extensiones de terrenos<br />

de aluvión como en la Georgia. Sembradas<br />

las plantas en los comienzos de Octubre, florecen<br />

á mediados de Diciembre, y la recolección<br />

se practica desde Febrero hasta Junio,<br />

sucediéndose unas flores á otras, hasta que comienzan<br />

los fríos. Se ha deducido que la preparación<br />

del suelo, el cultivo y la recolección,<br />

calculando el sueldo de los obreros en 500<br />

pesetas, ascienden á 312,50 pesetas por hectárea,<br />

y el producto medio obtenido es de 920<br />

libras de algodón bruto, que deja 600 pesetas<br />

por hectárea de beneficio. Los fabricantes ingleses<br />

califican esos algodones entre los de la<br />

clase superior. También el lino, la caña de<br />

azúcar y el olivo pueden ser cultivados en<br />

Nueva Gales.<br />

La ganadería, que ha adquirido extraordinario<br />

desarrollo desde que á principios del<br />

siglo se dificultaran las relaciones comerciales<br />

de España con Inglaterra, época aquélla en que<br />

esta nación exportaba anualmente de nuestra<br />

Península lanas por más de 200 millones de<br />

valor al año, es la industria que constituye<br />

actualmente la riqueza de Australia y la base<br />

futura de su riqueza cuando se agoten las<br />

minas hoy explotadas. Desde 1792, mediante<br />

cruzamientos entre carneros ingleses y carneros<br />

del Cabo y de Bengala, que ya existían<br />

en la Australia, y mediante la introducción


ATJS — 608 — AÜS<br />

de merinos en 1796, el capitán Arthur supo<br />

sobreponerse al ridículo y consiguió sentar la<br />

base de la importantísima explotación, pudiendo<br />

presentar ya en 1804 excelentes muestras<br />

en Inglaterra y conseguir permiso para<br />

llevar á Nueva Gales varios carneros de gran<br />

valor procedentes de la cabana regia. En 1820,<br />

abandonado el servicio militar, poseía 6.800<br />

cabezas, y entre ellas 300 de raza merina<br />

pura.<br />

Pronto se discutió si había de obtener ésta<br />

ó la electoral la preferencia, y elegida la segunda<br />

por la finura de sus lanas, la ganadería<br />

ha continuado desenvolviéndose de una manera<br />

asombrosa. En efecto, en 1788 había<br />

29 reses lanares; en 1807 se exportaron 245<br />

libras de lana, y en 1856 existían 7.736.000<br />

cabezas de ganado, y se exportaron 19.200.000<br />

libras de lana, gracias á las especiales condiciones<br />

del continente australiano para que no<br />

se convierta en cerda la lana de los carneros<br />

aun dentro del 25° de latitud.<br />

El sistema seguido por los ganaderos es<br />

poco dispendioso. Cada pastor puede guiar<br />

600 reses, porque se limita á conducirlas por<br />

la mañana al pasto y por la noche á la estación<br />

ó aprisco, junto al cual hay una cabana<br />

de 8 pies de elevación y 12 de anchura en que<br />

se cobija el pastor. Tampoco ofrece complicaciones<br />

el arreglo de los pastos. Los dueños de<br />

ganado que poseen grandes extensiones territoriales<br />

establecen en ellas sus rebaños, y<br />

aquéllos cuyo capital se reduce á reses lanares,<br />

tienen la costumbre de establecerse en las propiedades<br />

de la corona, obteniendo permiso<br />

especial para la ocupación, y cambiando de<br />

sitio cuando se agotan los pastos, si bien es<br />

de advertir que desde hace algunos años van<br />

escaseando los pastos y no es fácil encontrar<br />

sitios adecuados para establecer estaciones pastoriles<br />

, á no ser en los distritos sin colonizar<br />

que se extienden al Norte de. la Nueva Gales<br />

del Sur.<br />

Los corderos nacen en la primavera ó en el<br />

otoño, siendo preferible la segunda época, por<br />

ser la de las lluvias, y por consiguiente la del<br />

brote de los pastos, si bien suelen ser más<br />

robustos los pocos que sobreviven durante la<br />

primavera, que como pueden suponer nuestros<br />

lectores, corresponde á nuestro otoño. El<br />

esquileo se practica por cuadrillas de obreros<br />

que se distribuyen por las comarcas laneras,<br />

y que perciben de 15 á 20 francos por cada<br />

100 vellones; trabajo que algunos ejecutan<br />

en un solo día. La escasez de brazos es causa<br />

de ese elevado salario, y la escasez de agua, de<br />

que no siempre se puedan lavar las reses antes<br />

de ser esquiladas, y de que la lana se venda<br />

muy sucia. Los vellones se guardan en sacos<br />

de 123 á 136 kilogramos;.se transportan á los<br />

puntos de embarque, y se clasifican aquí en<br />

dos categorías, según que sean lanas de carda<br />

ó de peine, cada una de las cuales se subdivide<br />

en cinco clases á su vez.<br />

Los terrenos dedicados á. la explotación<br />

de lanas en Nueva Gales del Sur son de dos<br />

especies: explotaciones en pequeño y explotaciones<br />

en grande. Entre las primeras se<br />

incluyen aquellas que toman por base un rebaño<br />

de 500 ovejas y 8 moruecos, cuyo valor<br />

es de 3.900 pesetas, á razón de 7,50 la oveja<br />

y 18,75 el morueco, y que al cabo de diez<br />

años, estando bien dirigidas y utilizando convenientemente<br />

todos los productos, llegan á<br />

constituir una propiedad de 337.500 pesetas,<br />

y producen ya desde el quinto año un rendimiento<br />

anual de 23.472 pesetas por lo menos.<br />

Las grandes explotaciones, ó sean las que<br />

cuentan 15.000 reses, producen beneficios relativamente<br />

mucho mayores, como es fácil<br />

suponer, á pesar de que las enfermedades<br />

causan no pocos estragos.<br />

También se practica en grande escala la<br />

cría y cebo de ganado mayor, importado de<br />

Inglaterra, del Cabo de Buena Esperanza y<br />

de la India, utilizándose además los bueyes<br />

para las faenas agrícolas. En las cercanías de<br />

las ciudades existen muchas casas de vacas de<br />

leche. También se prestan perfectamente el<br />

suelo y el clima de la Australia al desarrollo<br />

de la raza caballar, allí representado por una<br />

casta excelente, aun cuando descuidada, y<br />

que utilizan los ingleses para sus regimientos<br />

de caballería. Para mostrar cuan rápido desarrollo<br />

ha adquirido allí la cría de ganados,<br />

reproducimos el siguiente cuadro, donde se<br />

indica el número de reses vacunas, caballares<br />

y de cerda que existían en diferentes años:<br />

Años Caballos Reses vacunas Cerdos<br />

7 7 »<br />

*SIO 1.Ш Ц.276 ,,<br />

*8»в 12.479 262.868 »<br />

ÍS4S 73.014 1.116.450 56.022<br />

íSftO 111.458 1.374.96S 52.371<br />

«854 H8.851 1.576.750 63.255<br />

«856 169.000 2.023.000 106.000<br />

También constituye un importantísimo artículo<br />

de exportación el sebo extraído de las<br />

reses que anualmente se matan, y cuyos aumentos<br />

indica el siguiente cuadro:<br />

Carneros Reses<br />

muertos vacunas<br />

obte n i d o s<br />

«*44 127.280 16.881 28.901<br />

«84© 393.071 35.744 85.675<br />

«854... 69.229 21.120 48.268<br />

*SSe 266.720 » 77.314<br />

Provincia de Victoria.—Esta región comprende<br />

toda la parte Sudeste de Australia, á<br />

partir del curso del Murray, entre los 34 y<br />

39° de latitud meridional, y los 141 y 150 de<br />

longitud oriental del meridiano de Greenwich.<br />

Se calcula que ocupa una extensión superficial<br />

de 80.000 millas cuadradas; su población es<br />

de 940.000 almas. El suelo es muy irregular,<br />

gracias á las elevaciones y depresiones; los<br />

principales ríos corren hacia el Norte y desaguan<br />

en el Murray; los que se dirigen hacia<br />

el mar tienen un curso muy breve, y algunos


AXIS — 609 — AUS<br />

forman extensos lagos sin desagüe. Al Oeste<br />

se encuentran los montes Grampians y los<br />

Pirineos australianos; al Este los montes<br />

Warrazong ó Alpes australianos; el clima es<br />

niás húmedo que el de Nueva Gales del Sur,<br />

y no tan frío como corresponde á la latitud,<br />

gracias á que en invierno predominan los<br />

vientos ecuatoriales y en verano los polares.<br />

Aun cuando llueve poco, no escasea la humedad,<br />

por ser la evaporación poco intensa.<br />

La temperatura media anual es en Melbourne<br />

de 15°,5 centígrados; durante el estío, de 20,75,<br />

y durante el invierno, de 11,80. A 50 millas<br />

de las áridas costas el suelo es muy fértil, y<br />

alimenta una magnífica vegetación, que no<br />

agostan las sequías y la falta de agua.<br />

Ocupada esa hermosa comarca en 1833 con<br />

la denominación de Port-Philipp, fué una dependencia<br />

de Nueva Gales hasta que se descubrieron<br />

las minas y acudieron numerosos<br />

emigrantes, entre ellos más de 60.000 chinos,<br />

á pesar del impuesto anual de 150 pesetas por<br />

persona y del pago de 250 á la entrada. El<br />

número total de habitantes se acerca hoy á un<br />

millón. El valor de las tierras aumentó con la<br />

inmigración de una manera exorbitante, y<br />

pasa de 100 pesetas el acre. Los jornales oscilan<br />

entre 7 y 10, además de la ración; los<br />

boyeros y pastores ganan de 700 á 1.250 pesetas<br />

anuales, con alojamiento y comida; los<br />

mozos de granja, de 1.250 á 1.500.<br />

La agricultura en todo país recién organizado<br />

no ofrece nada estable, y de ahí que los<br />

datos no revelen un desarrollo gradual y uniforme<br />

, si bien el incremento de la agricultura<br />

ha sido verdaderamente admirable, principalmente<br />

en los primeros años. Así la ganadería<br />

adquirió el desarrollo que revelan las cifras<br />

que recogemos, y que comprenden un período<br />

muy limitado.<br />

Eazi binar....<br />

Raza vacuna..<br />

Baza caballar.<br />

Raza de cerda.<br />

«843 «854<br />

782.283<br />

50.837<br />

2.372<br />

,.332.007<br />

481.340<br />

27.033<br />

9.273<br />

La exportación de reses que en 1837 representó<br />

un valor de 17.508.100 reales, ascendió<br />

ya en el año económico de 1854 á 1855 nada<br />

menos que á 153.600.000 reales.<br />

También los viñedos van adquiriendo notabilísimo<br />

desarrollo en esa colonia, y llegarán<br />

á constituir la principal riqueza del país si se<br />

consigue dominar las plagas que amenazan á<br />

ia vid, tales como la filoxera, que ha causado<br />

bastantes destrozos. La producción media se<br />

eleva á 250 galones por área, ó sean 28 hectolitros<br />

por hectárea, y los naturales- pretendan<br />

que sus vinos pueden sostener la competencia<br />

con los europeos.<br />

En 1868 había en la colonia 4.046 acres, ó<br />

sean 1.600 hectáreas plantadas de viñas; en<br />

1871 se elevó ya la extensión de éstas á 5.523<br />

aires, para descender en 1879 á 4.284 acres,<br />

es decir, á la situación en que se encontraba<br />

diez años antes. Después se ha iniciado un<br />

Día—II.<br />

nuevo movimiento progresivo, y as! en 1882<br />

poseía esa colonia 5.732 acres de viñedo. La<br />

cosecha máxima se obtuvo en 1871, puesto<br />

que produjo 713.589 galones, ó sean 32.450,<br />

descendiendo después en 1881 y 1882 á 539.191<br />

y á 516.763 galones respectivamente, es decir,<br />

á 24.500 y 23.500 hectolitros. Como producción<br />

accesoria á la del vino, las estadísticas<br />

indican que en 1881 se obtuvieron 37.000<br />

quintales métricos de vinagre de alcohol y<br />

153 hectolitros (3.377 galones) de aguardiente<br />

indígena.<br />

Por lo común, el vino de Victoria se consume<br />

en la colonia misma, siendo en todo caso<br />

muy insignificante la exportación, por lo mismo<br />

que las demás colonias australianas poseen<br />

también viñedos. Es más, siendo insuficiente<br />

en realidad la cosecha para atender las exigencias<br />

del consumo, se importan cantidades<br />

no despreciables de vino en la provincia que<br />

nos ocupa. El siguiente cuadro comparativo<br />

pone de manifiesto las oscilaciones de la producción<br />

y de la importación durante los últimos<br />

años á partir de 1868:<br />

Valor<br />

Años Recolección Importación en libras<br />

esterlinas<br />

Galones Galones<br />

«86* 418.547 316.519 139.084<br />

*8G» 577.287 343.720 135.223<br />

«83« 629.219 333.987 128.983<br />

«891 713.589 188.150 61.766<br />

«893 527.592 261.979 111.058<br />

«8 9 3....... 562.713 409.290 173.283<br />

«894 577.493 3S8.646 170.779<br />

«895 755.000 270.583 134.464<br />

»89« 431.588 342.125 179.167<br />

«893......... 137.535 326.301 109.983<br />

«8 9 8 410.333 271.950 147.569<br />

«89» 574.143 168.796 97.778<br />

«88« 434.028 172.394 97.582<br />

«88* 539.191 210.303 131.426<br />

«8SS 516.763 255.651 152.531<br />

Como se ve por las precedentes cifras, á<br />

pesar del aumento de producción, la importación<br />

aumentó desde 1868 á 1871; la excelente<br />

cosecha de este año hizo descender notablemente<br />

la importación, puesto que casi<br />

fué inferior en una mitad (188.150 galones);<br />

pero si bien en 1873 sube á 409.000 galones,<br />

gi-acias á la elevación de los precios del vino<br />

en Europa, volvió á descender notablemente<br />

la importación en los años subsiguientes, aun<br />

en épocas de mala cosecha, lo que revela que<br />

los habitantes de la colonia han restringido<br />

el consumo, puesto que en 1868-69, siendo<br />

los habitantes 700.000, consumieron 845.000<br />

galones, y en 1881 solamente consumierou<br />

760.000 galones de vino, á pesar de haberse<br />

elevado la población á 862.000 almas. Sin<br />

embargo, la importación de vinos en Victoria,<br />

ó más bien en su capital Melbourne, durante<br />

los últimos años, ha sido todavía de bastante<br />

consideración, puesto que se ha efectuado por<br />

valor de más de 3 millones y medio de pese-<br />

39


AUS — 610 — AUS<br />

tas. También lia disminuido la importación<br />

de cervezas y de licores espirituosos, lo que<br />

indica, ó el aumento de la destilación, en el<br />

interior, ó reducciones en el consumo.<br />

Australia meridional. — Se halla situada<br />

esta región entre los 132 y 142°, y está limitada<br />

al Norte por inmensos desiertos; su clima<br />

es muy parecido al de la provincia Victoria;<br />

llueve frecuentemente, gracias á la influencia<br />

de los vientos del Noroeste, que reinan<br />

'durante una tercera parte del año. La temperatura<br />

máxima en Adelaida es de 26°,6; la mínima<br />

de 15°,25, y la media de 19°,9, recogiéndose<br />

en el pluviómetro de 17 á 24 metros de<br />

agua por año, y oscilando el número de días<br />

lluviosos entre 90 y 110. Esta provincia, limítrofe<br />

con las dos antes descritas, cuenta<br />

300.000 habitantes.<br />

Las montañas de esa región son poco elevadas,<br />

y contienen poco arbolado; de ahí las<br />

facilidades para extender el cultivo, que puede<br />

ocupar una tercera parte del terreno, mientras<br />

que otra, formada por colinas montuosas,<br />

se puede dedicar á la ganadería, abandonando<br />

el resto á la minería, ya que constituido<br />

por rocas y tierras estériles, contiene grandes<br />

cantidades de cobre. El Murray, cuya desembocadura<br />

se halla obstruida por una peligrosa<br />

barra, es el único río navegable; pero abundan<br />

los ríos pequeños, en cuyo aparentemente<br />

seco álveo se abren pozos durante el verano.<br />

El agua tiene un sabor especial, gracias á la<br />

abundancia de alúmina, pero es sana.<br />

El valor de la tierra es superior á 25 pesetas<br />

el acre; pasan de 30.000 las millas cuadradas<br />

arrendadas para la ganadería por más de<br />

500.000 pesetas de renta anual. La agricultura<br />

de esa provincia se desarrolla á medida que<br />

aumentan las necesidades de la colonia, ya<br />

que á falta de minas de oro vende sus productos<br />

á precios remuneradores en la provincia<br />

de Victoria. El carácter de las tierras arables<br />

varía bastante; en las vegas abundan las arcillas<br />

y los compuestos calcáreos más que la<br />

arena; en las llanuras abiertas predomina un<br />

loam arenoso rojizo, que descansa sobre piedra<br />

calcárea, en medio del cual destacan algunas<br />

zonas arenosas y estériles, procedentes<br />

de la descomposición de los gres y rocas cuarzosas.<br />

Én la base de las colinas aparece generalmente<br />

una capa bastante espesa de loam,<br />

muy adecuada para la vegetación de la vid.<br />

La falta de brazos dio origen á que se ofreciera<br />

valiosa recompensa al inventor de una<br />

segadora, y en 1843 presentó Bidley la que<br />

lleva su nombre, y que cortando únicamente<br />

la espiga, siega un acre en hora y media y deja<br />

limpio el grano. La cosecha de trigo por término<br />

medio varía por acre de 20 á 35 bushels,<br />

y el peso del hectolitro asciende á veces á 84<br />

kilogramos. La agricultura va adquiriendo de<br />

día en día notable desarrollo , á pesar de la<br />

carestía de los jornales, que ascienden á 10 ó<br />

12 pesetas diarias para los cultivadores, á 5<br />

y 7 para los simples braceros, á 25 y 38 por<br />

cada ICO vellones para los esquiladores, y las<br />

soldadas con alimentos oscilan entre 875 y<br />

1.750 pesetas anuales.<br />

También se cultiva la vid, habiéndose desarrollado<br />

notablemente esa rama de la agricultura<br />

en los últimos años. En 1868 poseía<br />

esa colonia en viñedos casi tanta riqueza como<br />

las otras colonias reunidas. Había 6.063 acres<br />

plantados de vides, que producían nada menos<br />

que 812.118 galones (37.000 hectolitros),<br />

y ya en 1870 llegó la cosecha á 40.000 hectolitros<br />

(895.000 galones). Desde esa época comenzó<br />

á disminuir la producción, y así en<br />

1874 había solamente'5.000 acres de viñedo,<br />

en 1879 unos 4.117 y en 1883 algunos más,<br />

4.312, ó sean 1.720 hectáreas, que dieron una<br />

cosecha de 347.340 galones (15.700 hectolitros).<br />

La cosecha en vinos de la Australia meridional<br />

es relativamente mucho menos importante<br />

que la de las demás colonias, puesto que<br />

con un viñedo casi igual al de Nueva Gales<br />

del Sur, aquélla recolecta 200.000 galones<br />

menos al año. Sin embargo, hay excedente,<br />

por ser menor el número de habitantes, y así<br />

puede exportar hasta 68.246 galones (3.102<br />

hectolitros). En 1883 produjeron los viñedos<br />

además 18.000 quintales métricos, ó 36.260<br />

quintales ingleses de uva fresca y 416 quintales<br />

de pasa. Los derechos de importación sobre<br />

los vinos son 10 chelines si son espumosos, y<br />

5 si son ordinarios. He aquí ahora un cuadro<br />

de la producción indígena y de la exportación<br />

durante un período de quince años:<br />

Valor<br />

Años Producción Importación de la<br />

importación<br />

Guiones Galones Libs. esterl,<br />

1SG8 812.118 32.2*5 18.919<br />

iSSJ» 895.795 45.227 19.404<br />

1890 801.094 17.612 ' 23.116<br />

18)1.. 852.315 39.656 18.889<br />

189* 657.604 31.616- 14.604<br />

Término medio. S03.905 35,271 18.925<br />

1893 733.478 34.882 16.333<br />

«»»94 648.186 45.956 20.317<br />

189.1 727.979 68.694 20.193<br />

1S9G 493.217 55.440 22.920<br />

«899 339.277 52.333 26.841<br />

Término medio. 588.427 49.001 21.321<br />

«898 458.303 40.125 24.414<br />

189© 459.408 47.961 27.722<br />

18SO 500.955 54.341 29.660<br />

«881 313.060 46.022 28,264<br />

1888 i 345.340 58.240 36.744<br />

Término medio. 415.825 48.738 29.361<br />

Como la producción de vino es constantemente<br />

superior á las exigencias del consumo,<br />

las variaciones en la cosecha no ejercen sensible<br />

influencia en la importación de vinos extranjeros.<br />

Así, el aumento observado en las


AUS — 611 — AUS<br />

importaciones desde el primer quinquenio,<br />

1868-72, hasta el segundo, 1873-77, se explica<br />

únicamente por el acrecentamiento de la<br />

prosperidad de la colonia. Ese movimiento de<br />

importación se sostiene durante el tercer quinquenio,<br />

el de 1878-82, yes más, los australianos<br />

del Sur han podido soportar el aumento<br />

en los precios y dedicar 200.000 pesetas más<br />

al año á la compra de vinos europeos. Sin embargo<br />

, la cantidad de vino importado se ha<br />

mantenido casi igual, siendo de 2.216 hectolitros,<br />

en vez de 2.230. En 1882 esa cantidad<br />

ascendió á 2.647 hectolitros, que representan<br />

un valor de 918.600 pesetas.<br />

Todo hace suponer que no se elaboran<br />

aguardientes en la Australia meridional; la<br />

importación extranjera en 1868 se elevó á<br />

65.318 galones, ó sea á unos 3.000 hectolitros,<br />

evaluadas en 846.000 pesetas. Esas cifras se<br />

aumentaron notablemente en 1880, puesto<br />

que "se importaron 161.000 galones, ó 7.308<br />

hectolitros de aguardiente, que exigieron un<br />

desembolso de 2 millones de pesetas. Dedúcese<br />

de eso que el mercado de Adelaida es mucho<br />

más favorable para los. aguardientes que<br />

para los vinos extranjeros, siquiera en los últimos<br />

años se haya determinado una baja en<br />

las importaciones, puesto que se importaron<br />

en 1881 121.607 galones, por valor de 68.487<br />

libras esterlinas, y en 1882 109.304 galones,<br />

por valor de 58.149 libras esterlinas.<br />

El progreso se ha acentuado mucho más<br />

para los whiskies, cuya importación ha duplicado,<br />

llegando en 1882 á 104.381 galones, evaluados<br />

en 42.000 libras esterlinas. Por el contrario<br />

, entran en el país solamente 14.000<br />

galones anuales de ginebra, es decir, 6.000<br />

menos que quince años antes. Las entradas<br />

de las cervezas extranjeras están sometidas á<br />

considerables fluctuaciones,'y han progresado<br />

menos que las de bebidas espirituosas."<br />

También en esa provincia va adquiriendo<br />

extraordinario desarrollo la ganadería, habiendo<br />

sido tan notable como revelan las siguientes<br />

cifras el aumento de las cabezas de<br />

reses domésticas en pocos años. En diez y seis<br />

años el número de ovejas se elevó desde 28.000<br />

hasta 1.768.724, y eso en los comienzos de la<br />

explotación; el de reses vacunas, desde 2.500<br />

á 74.220; el de caballos, desde 480 á 10.184;<br />

el de cabras y cerdos, desde 780 á 17.343.<br />

Australia occidental. — Esta es la región<br />

de Nueva Holanda que más lentamente se<br />

desarrolla, á pesar de que su suelo es muy<br />

feraz. Por faltas cometidas al iniciarse la colonización,<br />

no han afluido tantos inmigrantes<br />

como á las demás provincias y no se ha manifestado<br />

iniciativa tan fecunda. Cuenta 30.766<br />

habitantes, á pesar de ser la colonia más extensa;<br />

su capital es Perth.<br />

Esa colonia se halla situada casi á la misma<br />

latitud que la Nueva Cíales del Sur, y de<br />

consiguiente se halla comprendida en la zona<br />

de la vid, pero las plantaciones no han adquirido<br />

aún notable desarrollo, y el mercado<br />

de Perth se halla todavía muy restringi­<br />

do. Los vinos en barriles pagan 4 chelines de<br />

derechos de entrada por galón, y de 8 á 12<br />

chelines si se importan en cajas. Los licores<br />

espirituosos pagan 15 chelines por galón, sin<br />

deducción de ninguna especie para los de<br />

poca graduación. Las cervezas en barriles pagan<br />

un chelín'por galón, y en cajas 2 chelines.<br />

Durante los tres últimos años hasta 1882 se<br />

han importado las siguientes cantidades de<br />

cerveza en barriles:<br />

r. i Libras<br />

Galones . ..<br />

esterlinas<br />

«SSO 3.480 12.633<br />

*S8f 2.430 7.492<br />

488* 3.678 14.312<br />

Tasmania ó Isla de Van Diemen.—Situada<br />

al Sudeste de Australia, mide 7 millones de<br />

hectáreas superficiales ; cuenta con montañas<br />

de 1.000 á 1.200 metros de elevación, y magníficas<br />

y bien regadas vegas. El suelo, producto<br />

de la desagregación de rocas, es muy adecuado<br />

para el cultivo. El espacio ocupado por<br />

las rocas triásicas está en la relación de 7 ál<br />

con el ocupado por las rocas sedimentarias, y<br />

la superficie de las rocas que contienen menos<br />

de 60 por 100 de sílice, euritas, feldespatos,<br />

basaltos y dioritas está en la relación de 3 á 1<br />

con el de las que contienen más de 60 por<br />

100 de sílice, como son el granito, protógeno,<br />

cuarzo, sienita, arcilla silícea, gres, conglomerados,<br />

etc.<br />

El clima de la Tasmania es muy sano; el<br />

aire puro; la estación más agradable y menos<br />

lluviosa, el otoño; los inviernos son, por el<br />

contrario, muy lluviosos, más que fríos, y solamentenieva<br />

en los sitios elevados; las variaciones<br />

atmosféricas son bastante bruscas, gracias<br />

al cambio de dirección de los vientos. El<br />

número de días de lluvia varía de 90 á 130.<br />

Gracias á esas condiciones, las cosechas son<br />

bastante seguras, y han venido acreditando<br />

durante largos años la feracidad del suelo, que<br />

comprende vastos depósitos de aluvión, y se<br />

halla en gran parte formado por inmensas llanuras<br />

de composición uniforme, como en Australia.<br />

Está poblada por 122.479 almas.<br />

Se halla mucho más adelantado que en ésta<br />

el sistema de cultivo, gracias á la alternativa<br />

de los cereales con las cosechas forrajeras y<br />

con las raíces. También se ha adoptado el<br />

barbecho para limpiar y preparar la tierra.<br />

De esta manera se han aumentado considerablemente<br />

los rendimientos, y así se cosechan<br />

hoy 18 bushels de trigo por acre en lugar<br />

de 10 que se cosechaban en un principio,<br />

advirtiéndose idéntica progresión en las demás<br />

cosechas, exceptuando los forrajes, cuya<br />

producción es insignificante en sumo grado.<br />

La planta indígena de los kanguros, el trébol<br />

y el ra'y-grass inglés constituyen la base de<br />

los pastos.<br />

En esa extensa isla se puede cultivar la vid<br />

en grande escala, y sólo se explica que los habitantes<br />

hayan descuidado esa explotación á<br />

causa de la indolencia de que generalmente se


A US — 612 —<br />

AUS<br />

los acusa. Los derechos aduaneros sobre los<br />

vinos son uniformes, 4 chelines si se importan<br />

en barriles y 12 si se importan en cajas. Como<br />

la población se halla constituida por ricos ganaderos<br />

, consume grandes cantidades de vino.<br />

A partir de 1868 ha duplicado la importación,<br />

que de 9.666 libras esterlinas se ha elevado<br />

en 1882 á 19.192, es decir, que consume ese<br />

país casi 500.000 pesetas en vinos. Los aguardientes<br />

pagan 12 chelines sin distinción por<br />

galón. La cerveza paga en barriles. 0,945 de<br />

peseta por galón y 1,565 pesetas en cascos.<br />

En el año de 1.882 entraron 1.071 barriles de<br />

cerveza, evaluados en 5.666 libras esterlinas.<br />

La ganadería ha adquirido notable desarrollo<br />

también. Las primitivas reses lanares<br />

fueron importadas de Bengala ; posteriormente<br />

se han introducido los reproductores ingleses<br />

y los merinos electorales. Los caballos<br />

proceden de cruzamientos de raza árabe con<br />

raza inglesa. Para dar idea del grado de desenvolvimiento<br />

á que ha llegado á estas fechas<br />

la ganadería en la tierra de Van Diemen,<br />

.basta examinar el cuadro adjunto, en que se<br />

.consignan los progresos realizados durante el<br />

¡primer período:<br />

ISÍO 4855<br />

Ganado caballar 3.968 18.358<br />

¡Ganado de lana 182.918 1.835.902<br />

Oanado vacuno 71.570 110.304<br />

'Ganado de cerda 25-367 22.331<br />

Ganado cabrío • » 3.055<br />

Las lanas constituyen el principal artículo<br />

•de exportación de la Tasmania, pero además<br />

• exporta anualmente una no despreciable cantidad<br />

de productos agrícolas, tales como trigo,<br />

avena, patatas, heno y además ganado vivo.<br />

Queensland.—Esta colonia, cuya capital es<br />

Brisbane, cuenta 250.000 habitantes, y se hailla<br />

algo más al ISTorte de las precedentes, y de<br />

• consiguiente su clima es más cálido por estar<br />

«nás inmediata al Ecuador. Sin embargo, partte<br />

de su terreno es adecuado para la mayoría<br />

•íle las producciones que se explotan en las regiones<br />

meridionales del continente europeo, y<br />

de consiguiente, para el cultivo de la vid. Los<br />

progresos de éste se han iniciado desde 1876,<br />

de manera que en 1882 se contaban 1.093 acres<br />

de viñedo, siendo así que desde 1868 á 1874<br />

.solamente existían de 300 á 500 acres dedicados<br />

al cultivo de esa planta. Los 1.093 acres<br />

se subdividían en tres grupos en la época á<br />

que venimos refiriéndonos, á saber: uno de 408<br />

acres, que producían 88.476 galones de vino;<br />

otro dé 423 acres, destinado á emparrados, cuyo<br />

fruto, vendido fresco, proporcionó 785.472<br />

libras esterlinas, y un tercero, compuesto de<br />

261 acres, que todavía permanecían improductivos<br />

por no hallarse desarrolladas las cepas.<br />

La cosecha de vino, de que se tomó nota<br />

por primera vez en 1871, fué de 16.762 galomes,<br />

ó sean 650 hectolitros: en 1876 se reconectaron<br />

ya 93.841 galones; en 1879 nada memos<br />

que 104.674 (4.755 hectolitros), y en 1882,<br />

.por circunstancias especiales, solamente 4.121<br />

hectolitros. De esa manera se ha acrecentado<br />

la producción de ese país de una manera bastante<br />

importante, aun tratándose de un cultivo<br />

que no será el predominante nunca, por las<br />

condiciones especiales de aquel clima tropical.<br />

El comercio de vinos en el Queetisland representa<br />

cantidades de alguna consideración,<br />

á pesar de que se exigen 6 chelines por galón<br />

como derechos de aduana. En 1868 entraron<br />

57.000 galones de vino extranjero en<br />

la colonia, que dedicó á su adquisición 23.241<br />

libras, ó sean 650.000 pesetas. La importación<br />

fué aumentando de una manera regular<br />

hasta 1875, año en que se importaron 700.000<br />

galones (4.540 hectolitros), evaluados-en<br />

un millón de pesetas aproximadamente, y á<br />

partir de ese año fué descendiendo el consumo<br />

de vino á consecuencia del acrecentamiento<br />

de las cosechas indígenas, y en 1882 se importaron<br />

únicamente 46.000 galones, cuyo valor<br />

fué de 37.786 libras esterlinas.<br />

En el Queensland se consume casi tanto<br />

aguardiente como vino, habiendo permanecido<br />

la importación estacionaria entre 140 y<br />

150.000, si se comparan los años anteriores á<br />

1870, y los de 1881 y 1882. El máximum de<br />

las importaciones se obtuvo desde 1874 á<br />

1877, puesto que durante ese período importó<br />

el Queensland desde 200 á 213.000 galones<br />

(de 9.100 á 9.700 hectolitros), evaluados<br />

en 97 y en 115.000 libras esterlinas, es decir,<br />

en más de 2.600.000 pesetas. La elevación<br />

de los precios ha sido causa de que la importación<br />

descienda después y de que no exceda<br />

de 148.000 galones, ó sean 7.000 hectolitros,<br />

evaluados en 83 á 86.000 libras esterlinas k ó<br />

sean unos 2.300.000 pesetas.<br />

También se aprecian mucho en la colonia<br />

el gin y la ginebra, aun cuando no tanto<br />

como el aguardiente; las entradas de esos artículos<br />

se han elevado desde 56.000 á 80.000<br />

galones en el espacio de quince años. El ron,<br />

que era antes preferido al gin, ha perdido<br />

mucho terreno, y se explica ese cambio por<br />

cultivarse en la colonia la caña de azúcar y<br />

destilarse ron; de manera que entre las seis<br />

fábricas de destilación que funcionaron en el<br />

país durante 1882, obtuvieron 168.000 galones<br />

de ron; producto que se exportó en la cantidad<br />

de 28.246 galones, que representan doble<br />

cantidad que las importaciones de ese licor.<br />

El derecho de aduanas sobre los espirituosos<br />

se eleva á 16 chelines por galón. Además del<br />

derecho específico, pagan un derecho de 5 por<br />

100 ad valorem. También los vinos y las cervezas<br />

pagan un impuesto de esa última especie.<br />

Las cervezas pagan un chelín por cada<br />

doce botellas de una pinta de contenido.<br />

En 1883 aumentó notablemente la importación<br />

de las bebidas espirituosas, puesto que<br />

habiendo alcanzado en 1882 un valor total de<br />

320.925 libras esterlinas, en 1883 ascendió á<br />

402.000, ó sea un aumento de 25 por 100. La<br />

importación indígena de ron descendió de<br />

6.865 libras á 2.252.<br />

Nueva Zelanda.—• Situadas estas islas en


AÜS — 6 13 — AUS<br />

el Océano Pacífico, hállanse comprendidas entre<br />

los 34 y 48° de latitud Sur, al Sudeste de<br />

Australia. Las tres islas, del Norte, del Mediodía<br />

y de Stevart miden 62 millones de<br />

acres, ó sean 25.833.833 hectáreas de superficie;<br />

poco más que la mitad de España. El clima<br />

es de temperatura igual, pero excesivamente<br />

lluvioso, aunque no tanto como se ha pretendido,<br />

puesto que se cuentan anualmente,<br />

por término medio, doscientos diez días de<br />

tiempo seco. La temperatura media es de<br />

14°,44 en Wellington, y las extremas, 11<br />

y 18°; los vientos excesivamente impetuosos<br />

soplan del Sudoeste y del Nordeste principalmente.<br />

En 1882 contaba el Archipiélago<br />

517.000 habitantes de procedencia europea, y<br />

además 43.000 indígenas mauris. La colonia<br />

fué fundada en 1840.<br />

La formación geológica de Nueva Zelanda<br />

es eminentemente volcánica, como lo patentizan<br />

los frecuentes temblores y el gran número<br />

de volcanes apagados. Bajo el punto de<br />

vista agrícola, el suelo se puede dividir en tres<br />

porciones: una tercera parte comprende las<br />

montañas, los montes y ¡las colinas arenosas<br />

de la costa, los lagos y los ríos; otra tercera<br />

parte los bosques susceptibles de ser sometidos<br />

á cultivo y los matorrales, y otra tercera<br />

comprende el suelo propio para ser arado.<br />

La fertilidad de las tierras de Nueva<br />

Zelanda y su lujuriosa vegetación no deben<br />

atribuirse á la riqueza de los elementos constitutivos<br />

del suelo, sino ala humedad de la atmósfera,<br />

cargada de sales marinas; de ahí que<br />

aun las tierras flojas produzcan cosechas abundantes<br />

de trigo. La generalidad de las tierras<br />

en la Isla del Norte se compone de una capa<br />

de 8 á 10 pulgadas de profundidad, procedente<br />

de la disgregación de los materiales volcánicos,<br />

y que descansa sobre un subsuelo amarillo,<br />

poroso y privado de piedras, conchas y<br />

arcilla. En la isla más meridional hay muchas<br />

tierras formadas de detritus vegetales, que<br />

descansan á veces sobre una arcilla mezclada<br />

con grava.<br />

Perturbada durante mucho tiempo la colonización<br />

por las disensiones entre los inmigrantes<br />

y los indígenas, éstos se han resignado<br />

á trabajar los campos y criar ganados, y<br />

las dos terceras partes de ellos saben leer y<br />

escribir. El precio de las tierras ha subido<br />

considerablemente; el rendimiento anual por<br />

acre es de 6, 12 y 25 pesetas respectivamente<br />

en los siete primeros años, en los siete segundos<br />

y en los siete últimos, adoptando una<br />

serie de veintiuno. Calcúlase que todo colono<br />

debe disponer de 250 pesetas de capital por<br />

cada acre que cultive. Pero la principal industria<br />

continúa siendo la cría de ganados, lo que<br />

no obsta para que exporte Nueva Zelanda patatas<br />

por valor de 4 millones de pesetas anualmente<br />

y granos por valor de 2 millones. La<br />

importancia del lino va disminuyendo de día<br />

en día; nos referimos al un tiempo celebrado<br />

Fhormiuln ienax.<br />

La humedad y la suavidad del clima de la<br />

Isla del Norte favorece excepcionalmente la<br />

cría de ganados y vacas lecheras, que encuentran<br />

pastos abundantes; la del Mediodía es<br />

preferible para la cría de ovejas, gracias á la<br />

sequedad del clima. Los cruzamientos de merinos<br />

y souht-down, excelentes por sus carnes<br />

para el consumo y por la finura de las lanas,<br />

han constituido la base de esa ganadería. Los<br />

vellones pesan generalmente 4 libras, mientras<br />

que los de Nueva. Holanda pesan sólo<br />

2,50 por lo común y 3 á lo sumo. Las tierras<br />

más adecuadas para pastos de reses lanares<br />

son las que tienen el gres por base; las volcánicas<br />

producen lanas muy burdas, teñidas<br />

de amarillo y rojo; las calcáreas, lanas menos<br />

brillantes que las primeras. La sarna causa<br />

bastantes estragos; el número de reses lanares<br />

asciende á 2 millones, el de bueyes á<br />

300.000 cabezas, el de cerdos á 200.000 y el<br />

de'caballos á 20.000.<br />

El movimiento comercial en vinos es sumamente<br />

importante. Los derechos de entrada<br />

son 5 chelines por galón para los importados<br />

en barriles, y de 8 á 12 chelines para los importados<br />

en cajas. Los licores espirituosos pagan<br />

por término medio 14 chelines por galón,<br />

según el grado de alcoholización que cuenten.<br />

El consumo de vinos se halla casi estacionario;<br />

en 1868 entraban por valor de 91.000 libras<br />

esterlinas, cantidad que fué superada en 1882.<br />

Durante el período sexenal de 1869 á 1874, el<br />

máximum de las importaciones fué de 116.882<br />

libras esterlinas, más de 2.500.000 pesetas; el<br />

mínimum (1871) de 62.153 libras esterlinas, ó<br />

sea poco más de 1.500.000 pesetas. Desde 1875<br />

á 1879, la importación aumentó, oscilando entre<br />

94 y 103.000 libras esterlinas. En los últimos<br />

años de que tenemos noticias exactas, la<br />

importación disminuyó primero para elevarse<br />

después, y así fué en 1880 de 52.009 libras esterlinas;<br />

en 1881 de 77.321, y en 1882 de<br />

93.694. Aun cuando no continúa en progresión<br />

ascendente, no deja de ser importante el mercado<br />

de Nueva Zelanda.<br />

También halla salida el aguardiente en los<br />

puntos de esa isla, según patentiza el siguiente<br />

cuadro:<br />

Libs, esteri. Libs, esteri.<br />

«««8..... 113.461 106.259<br />

«86» 130.839 97.575<br />

«890 95.680 80.795<br />

«89« 84.462 61.100<br />

«89« 93.662 63.153<br />

Totales 523.104 407.982<br />

«89.1 107.135 74.277<br />

«89 4 188.592 98.713<br />

«895 142.948 102.867<br />

«8 96 177.955 109.176<br />

«89 9 142.200 105.473<br />

Totales 759.130 490.505


AUS — 614 — AUS<br />

Años Aguardiente<br />

«S9S 134.457<br />

4S9©. 126.261<br />

«в8© 109.574<br />

126.313<br />

tees 110.775<br />

Totales 607.332<br />

Otros<br />

espirituosos<br />

122.136<br />

101.865<br />

102.835<br />

160.046<br />

170.112<br />

646.196<br />

Durante el primer quinquenio la importación<br />

de aguardientes excedió en un 30 por 100<br />

á la de las otras bebidas alcohólicas; durante<br />

el segundo gana terreno todavía el aguardiente<br />

, puesto que por término medio representa<br />

4.750.000 pesetas por año, mientras que los<br />

demás licores ganan solamente 20 por 100 sobre<br />

el primer período. Por el contrario, la<br />

demanda de aguardientes ha mermado desde<br />

1878 á 1882, época en que la baja efectiva<br />

fué de 20 por 100, mientras que el gin y el<br />

whiskey aumentan en una tercera parte. A<br />

consecuencia de ese movimiento de inversión,<br />

el valor de esas importaciones de brandies ó<br />

aguardientes fué inferior en 6,50 por 100 al<br />

de los demás espirituosos.<br />

Esas bebidas son extraídas principalmente<br />

de Inglaterra, y así entre este país é Irlanda,<br />

expidieron á Nueva Zelanda en los años que<br />

se citan las cantidades siguientes:<br />

Años Galones V b<br />

, r<br />

? s<br />

esterlinas<br />

«ввО 256.330 68.412<br />

"»S»Í 309.093 96.177<br />

*SS8 302.550 86.917<br />

Sin embargo, la importación de aguardientes­supera<br />

todavía en valor, puesto que en<br />

1882 ascendía á 110.775 libras esterlinas, ó<br />

sean 2.760.000 pesetas.<br />

No es posible precisar la procedencia de los<br />

vinos y espirituosos importados en Auckland;<br />

lo indudable es que representan el respetable<br />

valor de 5.075.000 pesetas. De España no se<br />

envía cantidad alguna; de Francia en 1882 se<br />

enviaron por valor de 16.530 libras, y casi<br />

todo el resto de Inglaterra y Victoria. En<br />

1883 se han establecido importantes relaciones<br />

mercantiles entre Alemania y el puerto de<br />

Lyttelton; en Christchurch se ha instalado<br />

una casa alemana y ha colocado importantes<br />

cantidades de vinos del lihin y de vinos espumosos<br />

elaborados en el imperio germánico,<br />

dándose el caso de que algunos negociantes<br />

británicos hacen sus adquisiciones en ese estado<br />

3' conducen directamente los productos á<br />

Nueva Zelanda sin tocar en Inglaterra. También<br />

se importan de Alemania cervezas de las<br />

denominadas Lagerbeer. Christchurch es una<br />

población importante del distrito de Canterbury,<br />

y Lyttelton exporta por valor de 45 millones<br />

de mercancías.<br />

Como conclusión de las precedentes observaciones,<br />

consignaremos que la exportación<br />

para Inglaterra es muy considerable, y que<br />

la importación de ese país en Australia excede<br />

de 400 millones de pesetas anuales.<br />

AUSTRIA­HUNGRÍA (Geografía agrícola<br />

).—Estado que comprende una extensión<br />

superficial de 624.196 kilómetros cuadrados,<br />

que ocupan varios pueblos de raza, lengua é<br />

historia diferente, incluyendo la Hungría ó<br />

país de los magyares. Ese imperio se halla<br />

cruzado al Sur por los Alpes orientales y sus<br />

estribaciones con el Wiener Wald; al Norte,<br />

por los montes de Silesia, el Bóhmer­Wald, el<br />

Erzgebirge, el Eiesen­Gebirge y los Karpathos,<br />

y al E. por los montes de Transilvania,<br />

Los ríos principales son el caudaloso Danubio,<br />

que penetra en el imperio por el O., corre en<br />

dirección de O. á E. hasta las llanuras de<br />

Hungría, y dirigiéndose hacia el S., formando<br />

un ángulo recto con su dirección primitiva,<br />

penetra en la antigua Turquía europea,<br />

para desaguar en el Mar Negro. Recibe por<br />

la derecha el Inn y el Sava, con el Drava entre<br />

otros, y por la izquierda el Leitha, el<br />

Theis, el Saros, el Kamosyotros, que descienden<br />

de los montes de Moraría, de los Karpathos<br />

y de los Alpes de Transilrania, recogiendo<br />

las aguas de 520.000 kilómetros cuadrados,<br />

ó sean las cinco sextas partes del territorio<br />

austro­húngaro. En Bohemia el Elba<br />

tiene por tributario el Moldau, con otras corrientes<br />

de menor importancia, y se llera sus<br />

aguas, cruzando la Alemania septentrional, al<br />

Mar del Norte; en Galitzia nace el Vístula,<br />

que desagua en el Báltico.<br />

Bajo el aspecto geológico, Austria se halla<br />

diridida en cuatro regiones. La primera está<br />

formada por la Bohemia, la Moraria 3 r la Silesia;<br />

la base de sus terrenos es el granito, el<br />

gneis, el basalto, el pórfido 3­ los esquistos,<br />

procediendo todos los aluviones de aguas dulces.<br />

La segunda comprende los Alpes y sus<br />

contrafuertes; en ellos se distinguen tres zonas:<br />

una de colinas poco elevadas; otra de<br />

sierras calizas, elevadas y abruptas, 3' la de<br />

gres y coliñas de suave pendiente. La tercera<br />

región se halla dominada por los Karpathos,<br />

bastante análogos por su naturaleza á los Alpes,<br />

3­ que, como éstos, se pueden dividir en<br />

tres zonas. La cuarta región es la de las llanuras<br />

3 r terrenos terciarios de arrastre. Ha3 r en<br />

ella cuatro cuencas ó secciones, á saber: el<br />

valle superior del Danubio; el valle de Viena,<br />

formado primero por terrenos de aluvión,<br />

después por arcilla amarilla, 3­ en último término<br />

por arena, gres y otras formaciones; el<br />

gran valle inferior del Danubio, casi todo él<br />

feraz. En la provincia del Theis se extiende<br />

una llanura de arenas movedizas, 3' más allá<br />

una serie de pantanos que ocupan considerable<br />

extensión, y la planicie de Galitzia, con<br />

formaciones terciarias , arenas, gres y arcilla<br />

amarilla.<br />

Austria­Hungría se extiende entre los pa 1<br />

ralelos 42 y 51 de latitud septentrional, y en<br />

casi todo su territorio son las condiciones favorables<br />

para el desarrollo de la agricultura;<br />

según las últimas estadísticas, el imperio com­


AUS — 616 — AUT<br />

Según las más recientes estadísticas, existen:<br />

Austria Hungría Total<br />

Beses caballares.. 1.456.000 2.2C0 000 3.056.000<br />

Reses asnales y<br />

mulares 43.000 31.000 77.000<br />

Reses vacunas 7.500.000 5.300.000 12.800.000<br />

Reses ovinas 5.200.000 15.000.000 20.200.000<br />

Reses cabrias 1.000.000 600.000 1.600.000<br />

Reses de cerda.... 2.600.000 4.500.000 7.1CO.00O<br />

Los asnos y los mulos tienen alguna importancia<br />

en Dalmacia, en el litoral ilírico y en<br />

.el Tirol meridional. La especie bovina es muy<br />

numerosa y notable en casi toda la monarquía,<br />

distinguiéndose tres clases: la especial,<br />

la de las llanuras y la de las montañas. El<br />

desarrollo de la ganadería bovina ha llegado<br />

á grado tal, que la exportación para el extranjero<br />

es muy considerable, así como la exportación<br />

de la manteca de vacas y la de pieles<br />

curtidas. En Hungría existen algunos millares<br />

de búfalos. La especie bovina, en cambio,<br />

no tiene excepcional importancia, como que<br />

solamente existen 5 millones de cabezas en<br />

Austria y 15 millones en Hungría, valuándose<br />

en 25 millones de kilogramos la lana, fina<br />

y muy estimada por cierto, que se obtiene en<br />

toda la monarquía. En la actualidad se ha<br />

abandonado el sistema de la trashumancia,<br />

antiguamente muy generalizado en Hungría,<br />

y sólo se practica en algunas sierras de la<br />

Transilvania. En Dalmacia son numerosos los<br />

rebaños de ganado cabrío. En Hungría hay doble<br />

número de cerdos que en Austria, constituyendo<br />

una importante fuente de riqueza,<br />

sobre todo la raza mangalicza ó de Milosch, la<br />

más apta para el cebo, la de Szalonta y la raza<br />

alemana. Los animales de corral, ramo que<br />

se explota en grande, proporcionan gran cantidad<br />

de huevos para el consumo y para la<br />

fabricación de albúmina.<br />

También tiene mucha importancia en ambas<br />

mitades de la monarquía el cultivo de<br />

frutales y la vid, si bien la última ocupa en<br />

Hungría doble extensión que en Austria. En<br />

los últimos años se han cosechado 3.800.000<br />

hectolitros de vino en Austria, ó sean 18 por<br />

hectárea; en Hungría el clima es especialmente<br />

favorable para el cultivo de la vid, sobre<br />

todo en las vegas del Danubio y del Bulatra,<br />

hasta el monte Martra, y por el Tokay<br />

hasta los valles que conducen á Transilvania,<br />

obteniéndose 24 hectolitros por hectárea<br />

generalmente, si bien hay pagos cuyo rendimiento<br />

es de 44. En varios puntos de la Baja<br />

Austria y en la Stiria, cerca de Gratz, se elaboran<br />

vinos espumosos. En las comarcas alpestres<br />

se preparan grandes cantidades de<br />

sidra y de perada para el consumo doméstico,<br />

y en Galitzia el hidromiel. También se destilan<br />

muchos orujos. En Viena, Moravia, Silesia,<br />

Bohemia, Galitzia y Dalmacia tiene<br />

bastante importancia la fabricación del rosoli,<br />

del ron y de diferentes espirituosos. La<br />

producción de frutas es objeto de especiales<br />

cuidados,}' alimenta la exportación, prosperando<br />

todo género de frutales, como el ciruelo<br />

(en Hungría sobre todo), el cerezo, el<br />

albaricoquero, el melocotonero, los perales y<br />

manzanos, las grosellas y las fresas, y en algunos<br />

distritos meridionales los naranjos y limoneros,<br />

los granados, las higueras y los almendros<br />

, y aun el algarrobo en las islas del<br />

litoral ilírico. El olivo tiene gran importancia<br />

en el Tirol meridional, en Stiria y en Dalmacia,<br />

y produce unos 30 millones de kilogramos<br />

de aceite anualmente. Se exportan pollas<br />

vías férreas también grandes cantidades<br />

de melones. La morera prospera en Hungría<br />

y en las provincias meridionales de Austria,<br />

habiéndose desarrollado en grande escala la<br />

sericultura.<br />

La producción forestal, cuidadosamente<br />

reglamentada, alimenta un gran movimiento<br />

comercial de exportación, escaseando los bosques<br />

únicamente en. las grandes planicies de<br />

Hungría, en las estepas de Galitzia y en las<br />

costas. En los Alpes y en los Karpathos dominan<br />

las coniferas y especialmente el pino; las<br />

hayas y encinas en las llanuras. Hay muchos<br />

millares de fábricas de aserrar, hidráulicas ó<br />

de vapor, obteniéndose por término medio 3 á<br />

4 metros cúbicos de madera por hectárea cada<br />

año, y una cantidad algo mayor de carbón y<br />

leña. Una cuarta parte de los bosques pertenece<br />

al Estado, otra al clero y los municipios,<br />

y las otras dos á los particulares, algunos de<br />

los cuales poseen montes de 100.000 hectáreas<br />

de extensión.<br />

Por el gran número de centros para la enseñanza<br />

agrícola, por la inteligencia y esmero<br />

con que se practican todos los procedimientos<br />

de cultivo, según las exigencias de<br />

cada localidad, y por lo mucho que se ha generalizado<br />

el empleo de máquinas agrícolas á<br />

partir de 1860, pero especialmente después<br />

de celebrarse en Viena la Exposición universal<br />

de 1873, la monarquía austro-húngara es<br />

uno de los países europeos donde la agricultura<br />

alcanza mayor prosperidad y desarrollo,<br />

siendo Hungría tal vez el Estado en que se<br />

emplea mayor número de máquinas para el<br />

cultivo.<br />

AUSUBO.-—Se llama así en Puerto Rico<br />

al árbol Achras dissecta, Forst., de la familia<br />

de las Sapotáceas, que también se cría en<br />

Cuba. Este vegetal se halla en varios puntos<br />

de ¡a América intertropical. Es un árbol elevado,<br />

que da frutos comestibles y una madera<br />

dura, sólida, durable, susceptible de un hermoso<br />

pulimento, empleada en las construcciones<br />

civil y rural.<br />

AUTOPSIA.—Voz derivada de dos griegas<br />

que significa acción de ver uno por sí<br />

mismo. Examen de un cadáver, bien sea con<br />

el exclusivo objeto de estudiar anatomía general,<br />

bien para descubrir las lesiones que<br />

han determinado la muerte del animal en que<br />

se practica. La autopsia comprende la inspección<br />

metódica de la superficie exterior del<br />

cadáver, y además el examen de las partes.


AYA — 617 — AVE<br />

interiores, lo que únicamente se consigue<br />

abriendo aquél. Precisamente mediante las<br />

autopsias es como se ha podido constituir la<br />

anatomía patológica, cuyo estudio es indispensable<br />

á los médicos y á los veterinarios<br />

para conocer los desórdenes y las alteraciones<br />

ocasionadas por las enfermedades en los órganos<br />

de los pacientes. La palabra autopsia es<br />

sinónima de necropsia. La autopsia, como es<br />

sabido, tiene también gran importancia en las<br />

investigaciones judiciales.<br />

AUXILIAR (Economía rural).— Obrero<br />

que no se halla empleado constantemente en<br />

los trabajos de la granja ó explotación agrícola,<br />

y cuyo concurso se busca cuando hay<br />

que ejecutar trabajos apremiantes. Llámanse<br />

animales auxiliares aquellos que se utilizan<br />

como motores en las labores de agricultura,<br />

en el transporte y manipulación de las cosechas<br />

dentro de las granjas, los que sirven para<br />

la caza y los que se emplean en la guarda de<br />

las explotaciones y de los ganados. Los principales<br />

son el caballo, el asno, el mulo, el<br />

perro y el gato. Por el contrario, animales de<br />

renta son los que se crían y alimentan para<br />

obtener productos naturales, tales como carne,<br />

leche, lana, etc.<br />

AVALANCHA Ó ALUD.—Masa considerable<br />

de hielo ó de nieve que desciende por<br />

su propio peso, á consecuencia del deshielo ó<br />

de otra causa, desde lo alto de las montañas,<br />

aumentando en volumen con frecuencia durante<br />

la caída, arrasando los sitios por donde<br />

pasa, y sepultando á veces chozas, apriscos,<br />

casas y hasta poblaciones enteras. En los Pirineos<br />

y en los Alpes, donde los aludes causan<br />

á menudo terribles estragos, se suelen levantar<br />

muros de contención en los sitios por donde<br />

se prevee que puedan pasar, ó se plantan<br />

bosques de especies arbóreas. En las laderas<br />

cubiertas de monte, los troncos de los árboles<br />

retienen la nieve y evitan la formación de<br />

avalanchas, ó por lo menos el acrecentamiento<br />

de éstas durante la vertiginosa caída y la<br />

destrucción de muchos objetos.<br />

AVALEIRO.—Nombre gallego del avellano<br />

silvestre, Corylus avellana, L. (V. Avellano.)<br />

AVANCE.—Acción de avanzar. Anticipo<br />

de dinero para cualquier explotación. Entre<br />

los avances los hay absolutamente necesarios,<br />

como los destinados á comprar aperos, instrumentos<br />

de trabajo, reses de labor, abonos<br />

y semillas, y pago de obreros y dependientes.<br />

En tal sentido los avances constituyen el mínimum<br />

del capital inmovilizado durante el<br />

tiempo que transcurre entre las ventas de dos<br />

cosechas sucesivas de la misma especie. Las<br />

mismas consideraciones se pueden aplicar á<br />

los avances en ganadería para alimentación y<br />

sostenimiento de las reses. Además de los avances<br />

de explotación, todo agricultor previsor<br />

é inteligente debe tener en cuenta los avances<br />

de previsión para el caso de malas cosechas,<br />

inundaciones, epizootias, etc., etc. De ahí que<br />

sea necesaria una cantidad mayor de la que<br />

un espíritu superficial pudiera suponer para<br />

asegurar la buena marcha de las explotaciones.<br />

Y como es necesario pensar, no solamente<br />

en asegurar las cosechas, sino en aumentarlas<br />

mediante perfeccionamientos y mejoras, de ahí<br />

la precisión de contar con avances, cuya cuantía<br />

varía según los casos, el estado de los<br />

cultivos, la índole de las explotaciones y las<br />

exigencias del consumo (véase Mejoras). Todo<br />

encargado de dirigir una explotación agrícola<br />

debe calcular bien los rendimientos que puede<br />

prometerse de la operación que emprende,<br />

distinguiendo si la mejora ha de ser permanente,<br />

ó si durará sólo algún tiempo, porque<br />

en el seguudo caso el capital deberá producir<br />

más que en el primero. A los propietarios toca<br />

hacer los avances para las reformas cuyo efecto<br />

ha de durar mucho tiempo; á los arrendatarios<br />

, si han de producir resultados inmediatos,<br />

y reintegrarles pronto el capital y los intereses.<br />

Sería injusto exigir al colono anticipos<br />

que tal vez no está llamado á utilizar él, máxime<br />

si el arrendamiento es á corto plazo. De<br />

todos modos, ha de renunciarse á sacar todo el<br />

partido posible de la explotación agrícola,<br />

cuando no se dispone de fondos ó crédito para<br />

los avances indispensables ó que permitan<br />

introducir mejoras en los cultivos.<br />

AVE.—(V. Aves.)<br />

AVELLANA.—Fruto del avellano, redondo<br />

, de media pulgada de diámetro y de corteza<br />

dura, delgada y de color de canela ó castaño<br />

claro, dentro de la cual, y cubierta de una<br />

película del mismo color, está la carne, que es<br />

blanca, aceitosa y de agradable gusto.<br />

En el feraz y admirable campo de Tarragona,<br />

bañado por el Francolí, se ha llevado al<br />

más alto grado de perfección el cultivo del<br />

avellano. Este arbusto, que generalmente<br />

crece abandonado en otros países, es esmeradamente<br />

cuidado en la mencionada campiña.<br />

De ahí que no tengan rival en el mundo las<br />

avellanas que se cosechan en ella y en los fecundos<br />

collados de la Selva, de Alforja, de<br />

Vilaplana, de Alcover y del partido de Falset.<br />

En efecto, las avellanas allí cosechadas gozan<br />

el inapreciable privilegio de no enranciarse en<br />

muchos años, ni aun transportadas al extranjero<br />

ni á clima de la más diversa índole.<br />

En Inglaterra, principal mercado para el<br />

consumo de las avellanas y para regular sus<br />

precios , en tanto que las de Asturias, Sicilia<br />

y Turquía se expenden generalmente á 25<br />

chelines los 50 kilogramos, las de Tarragona<br />

se venden á 35. No es, pues, de maravillar<br />

que los agradables y valiosos bosques de<br />

avellana se cultiven en la provincia catalana<br />

con tal esmero que no se deje crecer nunca en<br />

ellos el menor tallo, y que se aprecien muchísimo<br />

las tierras adecuadas para el desarrollo<br />

del árbol y regadas por medio de las llamadas<br />

minas, ya que los avellanos, para prosperar,<br />

necesitan ocupar terrenos húmedos en<br />

las montañas, ó ligeros y areniscos en los valles,<br />

y no abundan ciertamente los que llenan<br />

esos requisitos. En ese ramo de la arboricultu-


AVE — 618 — AVE<br />

ra, los tarraconenses no tienen competidores<br />

indudablemente, y de ahí que la exportación<br />

de ese artículo constituya una importantísima<br />

rama de riqueza, y que desechando infundados<br />

prejuicios, deban instalarse plantaciones<br />

en otras provincias peninsulares, previo el estudio<br />

de las especiales condiciones del clima y<br />

del suelo.<br />

AVELLANA AMERICANA ó DE VA­<br />

LENCIA.— Con estos nombres se conoce el<br />

Arachis hypogcea, planta de la familia de las<br />

leguminosas, que se designa vulgarmente en<br />

España con el nombre de cacahuete (véase).<br />

A VELLANEIRO—Nombre usado en Galicia<br />

para distinguir el avellano silvestre, Corylus<br />

avellana, L. (V. Avellano.)<br />

AVELLANER.—Nombre catalán del avellano<br />

silvestre y cultivado, Corylus avellana,<br />

L. (V. Avellano.)<br />

AVELLANERA.—Así llaman en Aragón<br />

al avellano silvestre y cultivado, Corylus avellana,<br />

L. Es común allí el formar los nombres<br />

de algunos árboles frutales añadiendo<br />

á la raíz del que designa los frutos respectivos,<br />

la terminación femenina era, por ejemplo:<br />

de pera, perera; de manzano, manzanero;<br />

de oliva, olivera; de endrina, endrinera, etc.<br />

(V. Avellano.)<br />

AVELLANILLO. — En la provincia de<br />

Cádiz (Algeciras, Tarifa) designan con este<br />

nombre al Hediondo (Fraugula vulgaris,<br />

Rchb.). (V. Hediondo.)<br />

AVELLANO (Corylus de T. L.).—Género<br />

de planta de la familia de las cupulíferas.<br />

Liuneo la denomina Corylus avellana, cuyo<br />

nombre procede de Avella ó Ahella, pueblo<br />

de la campanía, donde existían en abundancia.<br />

Silvestre ó cultivado el avellano, no forma<br />

árbol; se cría en mata, que la forman los infinitos<br />

retoños que brotan de su pie, que sirven<br />

para reproducirlo. Cuando se le obliga á formar<br />

copa y se tiene cuidado de quitarle las<br />

sierpes ó retoños, rara vez deja el tronco de<br />

cuartearse, la terminación de las ramas de<br />

secarse y el conjunto de envejecer prontamente.<br />

Nosotros hemos hecho lo posible para formar<br />

copa á varias plantas de avellano, y no<br />

lo hemos podido conseguir.<br />

El avellano es árbol, de los climas fríos;<br />

vive en sitios situados hasta los 65° de latitud<br />

Norte. En los sitios cálidos prefiere los puntos<br />

que por su altura hagan bajar la temperatura.<br />

El avellano contiene hasta veinte variedades,<br />

pero las más útiles son:<br />

Avellano común; de éste se conocen las variedades<br />

:<br />

Avellana tubulosa; de ésta hay el avellano<br />

de fruto blanco, avellano de fruto rojo y de<br />

fruto púrpura; tiene la cascara algo dura.<br />

Avellano de fruto grande; cascara blanda y<br />

película blanca.<br />

Avellano español, que contiene dos variedades,<br />

una de fruto redondo y blanco; otra de<br />

fruto largo y rojizo; ambos son de buen tamaño,<br />

pero de cascara algo dura.<br />

Avellano de Prouenza; fruto grande, cascara<br />

blanda y película rojo claro.<br />

Avellano de fruto pequeño; hay dos variedades<br />

, una de película blanca y otra de roja;<br />

fruto redondo, algo prolongado;-cascara dura.<br />

Los terrenos pantanosos, como los secos, son<br />

contrarios al desarrollo del avellano, que desenvuelve<br />

todas sus cualidades en suelos frescos,<br />

moderadamente húmedos, ventilados y libres<br />

de sombra, aunque en los sitios de mucho<br />

calor la sombra le permite prosperar. En las<br />

lindes de las caceras y bordes de los paseos de<br />

los terrenos de riego, en las corrientes de agua<br />

de manantiales, etc., el avellano permite formar<br />

macizos y poblar suelos, que otros árboles<br />

no admiten.<br />

Se multiplica por la siembra de las avellanas<br />

ó por los retoños que en abundancia produce<br />

su cepa, y que deben quitarse con<br />

frecuencia para dirigirlo. Los retoños se plantan<br />

de asiento; las avellanas en almáciga ó<br />

vivero; las eras se preparan como de ordinario,<br />

cubriendo las avellanas con una pulgada poco<br />

más de tierra, sembrándolas en otoño. El cultivo<br />

es el general.<br />

La poda del avellano, como planta de monte,<br />

es distinta que como frutal; en este caso<br />

se propende á formar árbol de pequeño porte,<br />

lo que es difícil conseguir.<br />

Como planta de monte, se forma en mata,<br />

y en las riadas, caceras, etc. La poda, para<br />

obtener fruto, se hace teniendo en cuenta que<br />

la flor aparece en los tallos de un año, y al<br />

año siguiente se pueden cortar para que se<br />

renueven.<br />

La avellana es hoy motivo de infinitos usos:<br />

para salsas, confiterías, horchatas, perfumería,<br />

pintura y para comer su almendra, á la<br />

que debe quitarse la película que la cubre,<br />

porque su astringencia reseca y pega las fauces,<br />

excita la tos, en particular á los asmáticos.<br />

Del avellano americano y otras especies se<br />

hablará en el artículo Corylus.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

' AVENA SATIVA,, L.—Planta monocotiledónea,<br />

de la familia de las gramíneas.<br />

I. Indudablemente M. Gustavo Henzé es<br />

el escritor que mejor ha expuesto los caracteres<br />

de la avena y clasificado sus variedades; su<br />

clasificación nos sirve de base en el presente<br />

trabajo.<br />

ESPECIES Y VARIEDADES DE AVENA.—Especies<br />

cultivadas: Avena sativa.—Variedades de<br />

granos grises, amarillentos, negruzcos y rojizos:<br />

Avena orienlalis.—Variedades de granos<br />

amarillentos y negruzcos: Avena brevis, avena<br />

nuda.—Variedades de pequeños ó grandes<br />

granos: Avena trisperma.<br />

Se cultivan cuatro especies de avena, que<br />

difieren bastante las unas de las otras: 1.", Avena<br />

sativa, Lin; 2. a , Avena orientalis, Schrer.;<br />

3. a , Avenanuda, Lin; 4. a , Avena brevis, Roth.<br />

El género avena tiene los siguientes caracteres:<br />

raíz fibrosa que acepeda mucho; tallos<br />

rectos, de 80 á 160 centímetros de alto, fistu-


AVE — 619 — AVE<br />

losos; hojas planas, ásperas al tocar; lígulas<br />

cortas y truncadas; panícula que se manifiesta<br />

por todos los costados, cerradas ó unilaterales;<br />

espiguillas de dos á cinco flores, que la<br />

superior aborta de ordinario; glumas de dos<br />

hojuelas membranosas, cóncavas, sin raspa ni<br />

arista, con varias nervuras; glumas ó lentejuelas,<br />

la inferior bífida en la parte superior,<br />

y con una arista pequeña retorcida; ovario<br />

abultado, alargado, velloso, surcado longitudinalmente<br />

en la faz interna, cubierto con<br />

una envoltura ó completamente desnudo.<br />

La Avena sativa y la Avena orientalis son las<br />

especies más cultivadas. Todas son anuales.<br />

II. El cultivo de la avena pertenece á la<br />

zona septentrional. Resiste mal la sequedad<br />

de la primavera; requiere un clima templado,<br />

pero brumoso; por esto se produce en grande<br />

escala en Inglaterra, Francia y países del<br />

JSíorte de Europa, hasta los 69° de latitud.<br />

Hay entre las avenas la de invierno y la de<br />

primavera, es decir, que esas especies se siembran<br />

en las épocas que indican sus nombres.<br />

La avena de invierno es más rústica que la<br />

otra; se siembra hasta el mes de Diciembre, y<br />

es la que generalmente se cultiva en la región<br />

central y septentrional de España.<br />

La avena de primavera se cultiva en los<br />

países montañosos y sitios altos fríos, en que<br />

no resiste la siembra de otoño. Sembrada en<br />

Marzo ó Abril, madura poco después que la<br />

de invierno, si el tiempo de lluvias y calor<br />

acude á su desarrollo.<br />

Para madurar la simiente necesita la avena<br />

de 1.500 á 2.000 grados de calor, sumados en<br />

los días despejados, mientras está en la tierra.<br />

AVENA DE INVIERNO (Avena hyémalis).—<br />

Sinonimia : Avena de Bretaña; avena gris;<br />

avena parda; avena de Provenza; Winter oat,<br />

de los ingleses: avena de otoño, en España.<br />

Esta especie de avena no resiste las heladas<br />

fuertes, y su cultivo es apropiado en la región<br />

del olivo para obtener buenas cosechas. Nosotros<br />

la sembramos en primeros de Enero, y<br />

lo conseguimos, pues nos da mejor resultado<br />

para alimento de las aves de corral y ganado<br />

caballar que la cebada. Hemos observado que<br />

soporta mejor la sequedad de' la primavera,<br />

y que lloviendo en Mayo grana bien y rinde<br />

buena cosecha.<br />

III. AVENA AMARILLA DEL NORTE (Avena<br />

verna).— Sinonimia: Avena amarilla, en España;<br />

avena de Saint-Ló, avena blanca dé Roville,<br />

avena de Barbachlaw, avena dorada,<br />

en Francia; golden oat, flemish oat, sandy oat,<br />

en Inglaterra.<br />

Esta variedad produce una paja alta y fuerte;<br />

su panícula es grande; sus glumas son largas;<br />

su grano largo, grueso y con arista larga.<br />

Cultivada en tierras de buena calidad, produce<br />

más que la anterior, si bien su envoltura<br />

es más dura y la hace de calidad secundaria.<br />

Esta se siembra también en otoño.<br />

IV. AVENA NEGRA (Avena nigra).—Sinonimia:<br />

Avena negra, en España; avena de<br />

Meaux, avena colummiers, avena de Soissons,<br />

avena noir de Saint-Ló, avena pard,a tardía,<br />

avena noir de Champagne, en Francia.<br />

Esta especie, que hemos cultivado, tiene<br />

el grano corto, abultado, reluciente, pesado,<br />

corteza fina, color negro, negruzco ó negro<br />

rojizo, según el terreno y su fertilidad, pues<br />

exige tierra buena, bien cultivada y fecunda.<br />

Produce bien, aunque es tardía, y se desgrana<br />

fácilmente. Macolla mucho; se desarrolla<br />

bastante más que las otras en extensión de las<br />

matas. Su paja es de mediano grueso yaltura.<br />

Tiene bastante harina y envoltorio poco espeso,<br />

y su valor es tanto mayor, cuanto más<br />

intenso es su color negro. Soporta mal la sequedad<br />

y el calor, y más si está sembrada en<br />

tierras ligeras.<br />

La avena negra de Beauce es una variedad<br />

más precoz que la precedente; su paja más alta,<br />

pero su panícula menor; su grano es negro<br />

y gordo. Es productiva en tierras fértiles.<br />

La avena Joanete es muy precoz; su paja<br />

fina y derecha, pero corta; su panícula grande;<br />

el grano fácilmente se cae; es pardo ó negruzco<br />

en su base, y rojizo en la parte superior;<br />

es de buena calidad. Se puede sembrar<br />

tarde si se cultiva en sitios fríos. Vegeta con<br />

vigor.<br />

La avena negra de Rusia ó avena negra de<br />

Arabia es una variedad de la Rusia meridional;<br />

su panícula es de poco desarrollo; su<br />

grano negro y de corteza basta; es inferior á<br />

las ya citadas.<br />

V. AVENA ROJIZA, AVENA ROJA.—Esta especie<br />

tiene la panícula corta y cerrada. Su grano<br />

es rojizo y brillante en una de sus extremidades,<br />

y casi rubio en la otra; es bastante lleno.<br />

Es tardía y con poca fuerza en la caña, lo<br />

cual la hace tenderse en los terrenos de buena<br />

calidad, si el tiempo es cálido y húmedo.<br />

Es muy útil para el ganado lanar en el invierno<br />

darla en el aprisco.<br />

VI. AVENA TEMPRANA (Avena de Georgia<br />

).— Sinonimia: Avena del Canadá; avena<br />

blanca de Rusia; avena Bannal; avena de<br />

América; avena del Kamchatka.<br />

Esta especie, propagada en Europa por<br />

V. Yvart en 1823, es productiva; su paja es<br />

alta, finamente acanalada, aunque poco estimada<br />

por ser dura. Su panícula es grande; sus<br />

glumas .blancuzcas, acanaladas ; su grano<br />

grueso, corto., amarillento y de buena calidad.<br />

Esta avena llama la atención por su vigor,<br />

precocidad y abundancia de sus largas hojas.<br />

Es una variedad robusta y productiva.<br />

VIL AVENA DE POLONIA (Avena Anglica).—<br />

Sinonimia: Avena de Escocia, en España;<br />

barley oat, polaud oat, en Inglaterra; avena<br />

blanca de Roville, avena de España, avena,<br />

blanca de Polonia, en Francia. . .<br />

Esta avena es tardía, pero vigorosa y productiva.<br />

Su paja es alta , fuerte, poco acanalada;<br />

su panícula grande, recta y bien guarnecida;<br />

su grano lleno, gordo, pero el espesor<br />

de su corteza lo hace de calidad secundaria.<br />

En tierras arcillosas, frescas y fértiles, se desarrolla<br />

esta planta perfectamente.


AVE —.620 — AVE<br />

Hay una variedad llamada avena negra de<br />

Polonia, que cultivan los ingleses con estimación<br />

, por ser más temprana que la anterior.<br />

VIH. AVENA DESNUDA (Avena nuda, L.).<br />

Hay dos variedades, una de grano pequeño y<br />

otra de grano grande. La primera tiene: Sinonimia:<br />

Avena china; avena de Tartaria; naked<br />

oai de los ingleses.<br />

La avena desnuda pequeña tiene los tallos<br />

poco altos y poco vigorosos; panícula unilateral,<br />

y espiguetas con barbas; grano pequeño,<br />

liso y amarillo. Es poco productiva, pero con<br />

mucha harina en el grano; éste se cae fácilmente.<br />

Se cultiva en las partes montañosas y<br />

frías de Europa,<br />

La avena desnuda gruesa es vigorosa, robusta<br />

y más productiva que la pequeña; su grano<br />

tiene doble tamaño que ella, pero tiene el inconveniente<br />

de degenerar, y entonces produce<br />

el grano vestido. La epidermis del grano<br />

desnudo es muy delgada.<br />

En 1864 el Sr. Marqués de Castro Serna<br />

nos remitió desde Cáceres una colección de<br />

especies de trigos, celadas, centenos y avenas<br />

numerosísima, y entre las avenas existen las<br />

que hemos .mencionado, é indicado las que<br />

cultivamos; en su lugar hablaremos de los<br />

otros cereales.<br />

IX. La avena, en la alimentación de los<br />

animales, está tenida por la generalidad de<br />

nuestros labradores como inferior á la cebada,<br />

lo cual es un error que trataremos de demostrar,<br />

pues importa y muy mucho, toda vez<br />

que la cebada se produce con más gastos y en<br />

mejores tierras que la avena, y ésta, en no<br />

pocas circunstancias, puede venir en auxilio<br />

de aquélla con ventajas.<br />

La composición de la cebada, el grano, y el<br />

de avena, según Boussingault, á cuyas lecciones<br />

de química asistimos en la Escuela de<br />

Artes y Manufacturas de París, es:<br />

Cebada Avena<br />

13,1 11,90<br />

61,50<br />

2,8 5,50<br />

4,10<br />

3,00<br />

13,0 14,00<br />

100.0 100,00<br />

La paja de cebada y de avena, analizadas<br />

por el mismo señor, ofrecen el resultado sir<br />

guíente:<br />

Cebada Avena<br />

43,8 41,00<br />

4,80<br />

2,10<br />

35,40<br />

.4,0 4,00<br />

12,70<br />

100,0 100,00<br />

No es éste el sitio de tratar de la alimenta­<br />

ción de los animales (véase esta palabra); pero<br />

diciendo que la avena contiene más principios<br />

respiratorios, almidón, fécula, goma, azúcar<br />

y grasas que la cebada, según queda demostrado<br />

, su acción á peso igual es más alimenticia<br />

que la de la cebada.<br />

X. La avena llamada de invierno no debe<br />

sembrarse en el otoño, cuando los otros cereales,<br />

en los sitios de frecuentes heladas, pues<br />

los sienten, y sembrada en primeros de Enero,<br />

se desarrolla perfectamente; en los terrenos<br />

situados en la zona estival, se preferirá la avena<br />

de primavera.<br />

El terreno para sembrar la avena se dice<br />

por la generalidad que puede ser de inferior<br />

calidad, y que con poca labor es suficiente; á<br />

los que tal creencia tienen, les aconsejamos<br />

que siembren la avena en buen barbecho y buena<br />

tierra para cereales, y entonces conocerán<br />

el producto á que puede alcanzar la avena, y<br />

más si al sembrarla se echan en la tierra abonos<br />

fosfatados, como nosotros hemos hecho,<br />

en diferentes ocasiones.<br />

La cantidad de semilla que debe sembrarse<br />

por hectárea es de 250 á 300 litros, siendo la<br />

semilla buena y bien granada, de lo cual se<br />

tendrá mucho cuidado; así como si la tierra es<br />

propensa á empradizarse, y no tiene buen barbecho,<br />

en cuyo caso hay que echar más simiente.<br />

Se sembrará en líneas, para después darle<br />

un surco. (V. Rejacar.)<br />

La recolección de la avena debe hacerse<br />

desde el momento que el tallo y la panícula<br />

tienen un color amarillo, y el grano ha llegado<br />

al que le sea característico, aunque el resto<br />

de la planta esté aun verdoso; cuando esto sucede,<br />

se deja segada sin hacerla haces, en la<br />

tierra algunos días, á fin de que se sequen las<br />

partes verdes y la hierba si la tiene, para evitar<br />

que se pudra el interior de los haces. Seca<br />

la planta, se hacen éstos, se llevan á la era, y<br />

se hacinan para que se regrane la avena, lo<br />

cual responde perfectamente en todos los cereales.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AVENAS FORRAJERAS .—Califícanse<br />

así naturalmente las avenas que se suelen utilizar<br />

para praderas artificiales. La misma<br />

avena común, y especialmente la avena de<br />

invierno, se puede cultivar también mezclada<br />

con alverjas, guisantes, titos, habas, etc.,<br />

para obtener un forraje verde de muy buena<br />

calidad, que puede constituir un excelente<br />

recurso durante la primavera para los labradores<br />

que no hayan almacenado bastante heno<br />

en el otoño precedente. Ese forraje verde es<br />

muy adecuado para ser distribuido á las reses<br />

en el establo, debiendo tenerse presente que<br />

si se cultivase sola la avena, el forraje resultaría<br />

demasiado caro por los gastos que exige;<br />

en cambio son de gran valor para ese fin diferentes<br />

avenas forrajeras, cuyas principales<br />

variedades son las siguientes:<br />

,1. a Avena elevada (Avena clatior) (figura<br />

283), planta vivaz, algo parecida al trigo,<br />

y por lo mismo ha sido denominada fromental


AVE — 622 — AVE<br />

cañas. En los terrenos de buena calidad se obtienen<br />

tres ó cuatro cortes; en los de mediana<br />

solamente dos, siendo más abundante el<br />

primero. En un limo arcilloso obtuvo Sinclair<br />

dos siguientes rendimientos por hectárea:<br />

En verde ' l^n seco<br />

En flor lftO quintales 71 quintales<br />

Retoño 152 — 55 —<br />

Pinkertk cosechó en dos cortes 144 quintales<br />

por hectárea, y Karmrodt 226 quintales<br />

por término medio, en el período de cuatro<br />

años. Ese forraje ofrece el inconveniente de<br />

tener un sabor amargo bastante acentuado,<br />

principalmente cuando está verde; de ahí la<br />

conveniencia de mezclarle con otras gramíneas<br />

ó leguminosas, para que el ganado lo<br />

coma con gusto.<br />

De todas las gramíneas forrajeras la avena<br />

elevada es aquella cuya semilla requiere ser<br />

enterrada á profundidad mayor; ésta ha de<br />

ser de 2 á 3 centímetros en suelos frescos, y<br />

de 3 á 4 en los secos, siendo conveniente hacer<br />

la siembra durante el mes de Septiembre<br />

en países secos, y durante la primavera en los<br />

húmedos. En la mezcla de los demás forrajes<br />

con los cuales se combine, debe figurar en la<br />

proporción -de 20 por 100, y gana mucho si<br />

se mezcla con el trébol para que vegete durante<br />

dos ó tres años; no así cuando ha de<br />

durar uno sólo.<br />

En Francia llaman fromentul mejorado de<br />

Tourves á una variedad de la avena elevada<br />

obtenida en la Provenza por el cultivo, y que<br />

excede en una tercera parte de elevación á la<br />

avena elevada común. En tierras de regadío se<br />

obtienen de ella cuatro cortés al año, y aun<br />

en las cercanías de París obtuvo M. Vilmorin<br />

dos, uno en Junio, y otro en Agosto ó Septiembre.<br />

Del análisis hecho en cuatro cortes de<br />

fromental mejorado, obtenido en una pradera<br />

de Saint-Kemy (Bocas del Ródano), el año<br />

1876, resultó que contenían por cada 100 partes:<br />

el heno del primer corte, 1,48 de ázoe,<br />

el del segundo, 1,49; el del tercero, 1,64, y<br />

el del cuarto, 1,74; y después de la desecación<br />

respectivamente, 1,69, 1,69, 1.86 y 2,03;<br />

es decir que el heno del tercero y cuarto corte<br />

es más azoado y nutritivo. También las cenizas<br />

de esos cortes contenían mayor cantidad<br />

de potasa.<br />

La avena amarilla ó dorada (Avena flavescens,<br />

L., ó Triseium flaoescens, Beauv.), llamada<br />

también pequeña avena de los prados, y<br />

en París heno fino, da un forraje de excelente<br />

calidad, apetitoso para el ganado y abundante<br />

en los dos primeros cortes. Es una planta vivaz<br />

, de mucha duración , que se puede cultivar<br />

en todas las tierras que no sean demasiado<br />

ligeras ó excesivamente fuertes, y que da excelentes<br />

cosechas, lo mismo en los años secos<br />

que en los húmedos. No forma césped tupido;<br />

los brotes laterales, intravaginales siempre,<br />

aparecen muy luego, y los tallos, ordinariamente<br />

pubescentes en los nudos, alcanzan una<br />

elevación de 40 á 70 centímetros. Las hojas<br />

son planas, blandas, estriadas ligeramente, más<br />

ó menos pubescentes, sobre todo en la parte<br />

superior; la lígula corta y truncada; la inflorescencia<br />

en panícula, difusa y dorada en el<br />

período de la floración, y morena y mate después.<br />

Las espiguillas son numerosas, pequeñas,<br />

de tres flores ordinariamente , casi cilindricas<br />

en el momento de la floración, y muy abiertas<br />

después, de color plateado amarillo y aun á veces<br />

violáceo. El'eje de la espiguilla es velloso,<br />

y las dos glumas más cortas que las flores, la<br />

inferior uninervada, y la mitad que la superior<br />

en longitud, siendo trinervada la segunda.<br />

En el momento de la floración se abren<br />

por lo común dos flores á la vez; el falso fruto<br />

ó cariópside está envuelto en glumillas, y<br />

mide 5 á 6 milímetros y 10 con la arista. El<br />

cariópside es oblongo, en forma de huso; está<br />

algo comprimido lateralmente, y no presenta<br />

surco en la faz interna.<br />

Los botánicos distinguen tres variedades de<br />

esa especie: la avena amarilla común (A. flaoescens<br />

oulgaris); la grande (A. flaoescens<br />

major), y la abigarrada (A. flaoescens variegataj;<br />

las dos últimas aun no explotadas pollos<br />

agricultores.<br />

Crece esa gramínea en todas las regiones<br />

europeas, con excepción de la Laponia; en la<br />

Argelia, en el Cáucaso, la Georgia, la Armenia,<br />

la Siberia y la Península de Kamchatka,<br />

y no se ha encontrado en la América septentrional.<br />

Abunda en los sitios herbosos, en<br />

los prados y en las orillas de los caminos, y<br />

aun en las más elevadas laderas y cimas de<br />

los Alpes y del Jura, anunciando la buena calidad<br />

de las praderas en que abunda. Prospera<br />

ante todo en la región de la vid, cuando<br />

es adecuada la naturaleza del terreno; soporta<br />

bien las sequías, pero sin adquirir desarrollo,<br />

y el exceso de humedad, y sobre todo las<br />

aguas estancadas, impiden su vegetación y<br />

desenvolvimiento.<br />

Como se desprende de lo dicho, la avena<br />

amarilla prospera en los suelos frescos, profundos<br />

, ricos en humus y calientes, y sobre<br />

todo eu los calcáreos y margosos, en los limos<br />

y arcillas de buena calidad, y en los arenosos<br />

ricos en limo, alcanzando á veces un<br />

metro de altura y destacando en las praderas<br />

artificiales. No se, amolda á los terrenos<br />

áridos, y su producto es escaso en los flojos<br />

y secos. Según Wolff y Ogoston, 1.000 libras<br />

de heno exportan del suelo 10,1 de ázoe,<br />

4,2 de ácido fosfórico, 16,4 de potasa, 0,6 de<br />

sosa, 1,4 de magnesia, 3,5 de cal, 1,8 de ácido<br />

sulfúrico y 16 de silíce.<br />

Los riegos son muy beneficiosos para la<br />

planta, á condición de que las aguas no se<br />

estanquen; prefiere al abono fresco el depositado<br />

en el terreno con mucha anterioridad;<br />

respecto de los abonos líquidos, no le convienen,<br />

al parecer, tanto como á las demás<br />

gramíneas, pero no se han hecho experiencias<br />

concluyen tes.<br />

Florece esa planta, cuyas cañas son altas y


AVE — 623 A VK<br />

abundantes en hoja, sin formar espesa mata,<br />

á mediados de Junio, siendo poco precoz.<br />

Arroja muchos retoños para el segundo corte,<br />

más abundante que el primero, según<br />

algunos. Sinclair obtuvo en un suelo arcilloso<br />

y por hectárea:<br />

En verde En seco<br />

Hallándose la planta en flor. 183 qnint. 64 quint.<br />

Hallándose maduro el grano. 271 — 110 —<br />

De retoño , , 91 — 33 -<br />

Vianne, en una tierra de mediana calidad,<br />

fresca y fértil, 114 quintales de heno por hectárea,<br />

obteniendo de cada 100 libras de hierba<br />

de 32 á 34 de heno, es decir, que con relación<br />

al rendimiento de otras gramíneas, no<br />

es muy considerable el de la avena amarilla.<br />

Es útil asociarla á otras gramíneas.<br />

3.° Avena vellosa (Avena pubescens); es<br />

una planta vivaz, cuyo tallo mide de 60 centímetros<br />

á 1,10 metros de altura. Las hojas son<br />

cortas, planas y vellosas; la panícula algo recogida;<br />

los pedicelos inferiores reunidos de<br />

dos en dos y algo verticilados; las glumas de<br />

dos á tres flores, y muy vellosos los pedicelos.<br />

Vegeta en casi todos los países montañosos y<br />

en todos los terrenos que no son demasiado<br />

húmedos, pero sin extenderse mucho al<br />

Norte ni al Mediodía, y sobre todo en las<br />

praderas sometidas á riego. Requiere abono<br />

para dar abundante producto, y resulta<br />

muy algodonosa en los suelos flojos. Debe<br />

sembrarse durante la primavera en terrenos<br />

ricos y bien mullidos, mezclándola con otras<br />

gramíneas y con leguminosas, en caso de ser<br />

posible, y desparramando de 50 á 60 kilogramos<br />

de semilla por hectárea cuando se cultiva<br />

sola. Produce un forraje de mediana calidad,<br />

algo duro, pero que comen bien los caballos 1<br />

y las reses vacunas. Es planta muy temprana,<br />

y retoña fácilmente una vez pastada ó segada.<br />

Según Wblff, contiene ese heno en estado normal<br />

1,09 por 100 de ázoe y 1,27 después de<br />

desecado á la temperatura de 100. De cada<br />

100 partes de forraje obtuvo ese químico:<br />

Agua 14,3<br />

Materias azoadas 6,8<br />

Materias grasas y otras hidrocarbonadas. 44,7<br />

Leñoso 29,7<br />

Materias minerales 4,5<br />

4. a Avena de los prados (Avena pratensis).—Planta<br />

muy abundante en los prados<br />

algo elevados y en los eriales, vivaz también,<br />

de 30 á 60 centímetros de altura; hojas lampiñas,<br />

más estrechas y largas que las de la<br />

avena vellosa; panoja un tanto espigada, y<br />

glumas matizadas de blanco y violeta, que<br />

encierran de cinco á ocho flores, dispuestas<br />

en dos filas opuestas la una á la otra. Esa avena,<br />

aunque inferior á las anteriores, da un<br />

buen forraje, que comen con gusto las bestias<br />

y dura mucho. Resiste bien á la sequedad,<br />

y prospera en la mayoría de los suelos, sobre<br />

todo en los calcáreos, siempre que estén bien<br />

mullidos. Se siembra empleando de 30 á 40<br />

kilogramos de simiente por hectárea; suele<br />

cortarse en Julio, y como produce mucho<br />

retoño y vegeta tarde, puede ser pastada hasta<br />

el invierno. De todas maneras, lo más ventajoso<br />

es sembrarla mezclada con otras plantas.<br />

5." Avena sempervirens.— Abunda en las<br />

vertientes de los Pirineos y de los Alpes expuestas<br />

al sol; forma céspedes de hermoso color<br />

verde, recurso importante para las ovejas<br />

al comenzar la primavera y aun durante el<br />

invierno, porque brota temprano, y sus hojas,<br />

que persisten todo el año, pasan el invierno<br />

sin ajarse, á pesar de la nieve y de las<br />

brumas. Como son algo duras las cañas, prescinden<br />

de ese pasto Jas ovejas cuando brotan<br />

las demás plantas análogas. Es vivaz, de cañas<br />

apretadas y espesas, que acepedan mucho;<br />

hojas largas, rígidas, arrolladas por la parte<br />

superior, estriadas en la inferior, y glumas lustrosas,<br />

que contienen tres flores lanosas, una<br />

de ellas estéril y desprovista de arista.<br />

6." Avena abigarrada (Avena versicolor,<br />

Avena Scheuchzerii).— Planta vivaz que<br />

se encuentra sobre las rocas de la región alpina<br />

superior, en Peña-blanca y en las pendientes<br />

de otras montañas, y particularmente<br />

en los terrenos de brezo. Mide de 20 á 40 centímetros<br />

de altura; sus hojas son planas; la<br />

panícula recta, prolongada y formando un<br />

penacho con colores moreno, violeta, amarillo<br />

y blanco, y las espiguillas contienen cinco<br />

flores. Las hojas de esa planta son apetitosas<br />

para los ganados; no así las panículas, por sus<br />

aristas.<br />

7." Avena setácea (Avena setacea., avena<br />

ovata; avena subulata).—Planta vivaz también,<br />

de cañas delgadas, hojas arrolladas, setáceas,<br />

tan largas como ¡a caña, de vainas vellosas<br />

y panícula recogida; se extiende formando<br />

césped por las montañas de diferentes<br />

comarcas. Es precoz, fina y muy sabrosa para<br />

las ovejas.<br />

8. A Avena de dos carreras (Arena éisfichophylla).—Planta<br />

vivaz, que tapiza las colinas<br />

y los bordes de los torrentes de la región<br />

alpina, de matas verdes y acepadas, y apetitosa<br />

para las ovejas. Sus hojas se hallan ea<br />

dos hileras opuestas; la panícula brillante,<br />

mezclada de color blanco y violeta, y las espiguillas<br />

de dos y tres flores vellosas en la<br />

base. Florece en Agosto.<br />

9." A"C)n; /'-iig-" i .1:'.'... '.—<br />

Planta anual, que abunda en el Mediodía de<br />

Francia, en liaíi.t y •„!_ llsivifa. v - :-,.<br />

cuentra en Maüriri. ctveí (L-l p.-nl.k-ó.o<br />

man. Las cañas son ramosas; las hojas vellosas<br />

y blandas: la espiga articulada y frágil: las espiguillas<br />

de cinco flores apretadas, alternas,<br />

aproximadas y sentadas: Ja. arista doble larga<br />

que la paja que la sostiene. Durante Su. primavera<br />

la despuntan las ovejas, pera la abandonan<br />

en cuanto'espiga.<br />

10. .4vence itroimn'iies.—-Especie i|ue kan<br />

reunido muchos autores con la «irta.» • .Y; -


AVE — 624 — AVE<br />

en el Paular. Sus flores son casi espigadas, con<br />

las espiguillas de dos en dos, y una de ellas<br />

pedicelada; las aristas desparramadas, y las<br />

glumas de ocho flores". Florece en Mayo y Junio.<br />

También abunda en la provincia de Madrid<br />

y en el Guadarrama la avena sulcata, que<br />

es vivaz.<br />

AVENAS INÚTILES.—Algunas especies del<br />

género avena no pueden ser utilizadas por la<br />

agricultura, y conviene, por consiguiente, hacerlas<br />

desaparecer. Entre ellas figuran en primer<br />

término las siguientes:<br />

1. a Avena, loca (Avena fatua), llamada<br />

también ballueca, cugula; tiene la caña muy<br />

elevada, hojas estriadas y largas; panícula<br />

desparramada, con pedicelos híspidos y delgados<br />

; espiguillas de dos flores aristadas y<br />

fértiles; glumas más largas que las flores; raquis<br />

peloso; pajas lanceoladas, barbudas en la<br />

base, peludas en el dorso; la externa bidentada,<br />

y cariópside adherido á las pajas. Es una<br />

planta anual, común en los sembrados, y que<br />

se encuentra á veces en las praderas; es muy<br />

vigorosa y precoz; florece en Mayo y en Junio,<br />

y estorba el desarrollo de los cereales y<br />

aun de la alfalfa. Prospera en suelos arenosos<br />

é incultos de España, y es muy común en el<br />

Retiro y las cercanías de Madrid. No se cultiva,<br />

aun cuando la comen los ganados; maduran<br />

sus granos en poco tiempo, y caen al<br />

suelo antes de la siega, protegiéndolos contra<br />

la glotonería de los pájaros los pelos<br />

que los cubren. Las semillas conservan durante<br />

muchos años su facultad germinativa;<br />

de manera que reaparece cuando se creía<br />

que el campo y las semillas de grano estaban<br />

completamente limpias de esa cizaña. Para<br />

limpiar un terreno de esa plaga, se escardan á<br />

mano las matas de avena loca en la primavera<br />

, debiendo fijarse mucho los obreros para<br />

no arrancar pies de cereales, con los cuales<br />

se confunde cuando es joven. En las labores<br />

de barbechera ha de procurarse que la reja no<br />

penetre á más de 10 centímetros, por no enterrar<br />

los granos de ballueca, que no germinarían<br />

y podrían multiplicar esta planta en los<br />

años sucesivos; por lo que la primera labor se<br />

hará superficial con el arado ó con el escarificador,<br />

para que las semillas de la avena loca<br />

germinen, y puedan destruirse fácilmente las<br />

tiernas plantas con auxilio de la grada y.rastrillo.<br />

Las labores que se dan á los cultivos escardados<br />

destruyen también muchas semillas de<br />

avena loca. El procedimiento más eficaz para<br />

que desaparezca esa planta nociva consiste eu<br />

la incineración de los montones que se forman<br />

después del rastreo, una vez terminada<br />

la siega. Para facilitar la incineración de los<br />

montones formados se mezclan con ellos brezos<br />

y diversas plantas secas, habiendo de esparcir<br />

las cenizas por el terreno antes de prepararle<br />

para los futuros cultivos.<br />

2. a Avena estéril ó animada (Avena sterilis.<br />

Avena sensitiva, Avena rnacrocarpa), parecida<br />

á la avena loca, distinguiéndose de ella.<br />

porque la cascarilla está cubierta, de pelusa,<br />

blanca y no de pelos rojizos. Vive en las mismas<br />

localidades que aquélla, y prospera más<br />

en las templadas. Es de panoja unilateral; espiguillas<br />

de cuatro á cinco flores fértiles; raquis<br />

lampiño; glumas más largas que las fio-,<br />

res; pajas lanceoladas, peludas en el dorso en<br />

las dos flores inferiores, y lampiñas en las superiores,<br />

y cariópside adherido á las pajas.<br />

Florece al mismo tiempo que ia avena loca,<br />

y se la destruye del mismo modo.'<br />

3. a Avena bulbosa ó de rosario (Avena<br />

bulbosa, Avena pr&caloria).—Es una planta<br />

difícil de destruir, y que se propaga de asombrosa<br />

manera; el tallo, con nudos pubescentes,<br />

es anual y vivaz la raíz; en la base de aquél se<br />

observan de tres á seis bulbos superpuestos,<br />

en forma de rosario, que es necesario destruir<br />

para que no se propague con ellos la<br />

dañina planta. Se coilsigue eso dando después<br />

de la siega una labor superficial, y una vuelta<br />

de grada para poner los bulbos al descubierto,<br />

recogerlos á mano ó con un rastrillo, y<br />

quemarlos después de secarlos al sol. Los cerdos<br />

comen algunos, mas no los destruyen por<br />

completo, como durante algún tiempo se creyó.<br />

AVENIDA. — Creciente impetuosa de un<br />

río ó arroyo. De los perjuicios que causan las<br />

avenidas en los campos y poblaciones, se trata<br />

en los artículos Aluvión, Inundaciones, etc.<br />

AVENIDA (Arboricultura). — Alameda,<br />

calle ó gran vía de comunicación plantada de<br />

árboles en ambos lados y que conduce á un<br />

recinto ó habitación. Generalmente se emplean<br />

árboles de adorno para formar tales calles,<br />

plátanos , tilos, acacias, castaños, olmos, etc.<br />

También se denomina así la calle que forman<br />

los árboles ó arbustos en las posesiones donde<br />

se cultivan.<br />

AVENTAR.—En lo general de las provincias<br />

de España, se trillan las mieses al aire<br />

libre en la época normal de la recolección, y<br />

una vez trilladas, se separa el grano de la<br />

paja auxiliándose con el aire, y los limpiadores,<br />

con el horquillo, pala y un rastro, verifican<br />

con prontitud y limpieza la operación de aventar<br />

, ó sea la separación del grano de la paja.<br />

Pero Ocurre alguna vez, y hay localidades<br />

más propensas que otras, que si bien el tiempo,<br />

despejado en el estío, permite la trilla de<br />

las mieses, la falta de aire para limpiar ó<br />

aventar lo trillado entorpece la recolección,<br />

y da lugar á que llueva ó alguna tormenta<br />

moje lo que está detenido por falta de aire.<br />

Para salvar este inconveniente grave, que en<br />

algunas ocasiones acarrea perjuicios imposibles<br />

de evitar, se ha recurrido á la mecánica,<br />

que tantos progresos ha proporcionado á la<br />

agricultura, y nosotros, que algo hemos hecho<br />

en este sentido, discurrimos la construcción<br />

de una aventadora, que teniendo que<br />

servir para apartar la paja trillada del grano,<br />

tuviese analogía con nuestras prácticas de<br />

la era.<br />

En Francia, excepto en el Mediodía que hemos<br />

visto trillar como en España; en Alema-.


AVE — 625 — AVE<br />

nia é Inglaterra, las máquinas desgranan la<br />

espiga, y el grano, revuelto con la cascarilla de<br />

ella y de la raspa, se limpia ó ventea con las<br />

1 -^W&m<br />

Figura 281,—Turara<br />

máquinas d e aventar ó tararas (véase la figura<br />

284). Esta máquina, cuya utilidad es innegable<br />

para limpiar el grano de los restos de la<br />

Figura 28'i.—Aventadora<br />

espiga desgranada, no tiene sus órganos dispuestos<br />

para verificarlo estando envuelto en<br />

el gran volumen que la paja y el grano trillado<br />

en la era necesita.<br />

Nuestra aventadora tenía la facilidad de<br />

Día—II.<br />

poderse variar sus órganos, según la clase de<br />

semilla más ó menos gruesa, por medio del<br />

mecanismo H C, que permitía abrir más ó<br />

menos la parte de salida F E E".<br />

La rueda B, movida por un doble<br />

manubrio, y que en su caso se podía<br />

aplicar un malacate, movía un piñón<br />

y éste las paletas D D D, metidas<br />

en el tambor, cuya única salida de<br />

aire era E, la cual se puede bajar ó<br />

subir por C. En la parte superior del<br />

aparato se coloca una tolva, en que<br />

con los horquillos se echa la paja y<br />

grano; éste, como más pesado, al salir<br />

por E cae, y la paja es proyectada<br />

á gran distancia de él. Para fijar la<br />

máquina en la era tiene los ganchos<br />

/ /, y para transportarla las ruedas.<br />

La máquina descrita, ejecutada en<br />

Madrid, en la fábrica de los Sres. Bonaplata,<br />

y ensayada en las eras inmediatas,<br />

fué adoptada como una mejora,<br />

y de utilidad innegable para aventar<br />

á falta de aire, que facilitará á los<br />

limpiadores su faena. Llevada á la<br />

Calzada de Calatrava, provincia de<br />

Ciudad Real, el entendido agrónomo<br />

Sr. de Sagartumen dio un excelente informe<br />

de ella, por la facilidad en la ejecución del<br />

trabajo y economía de un 100 por 100 en los<br />

gastos. La economía de los gastos alarmó<br />

á los aventadores de oficio, y entre<br />

ellos, y los trabajadores de la era, rompieron<br />

una noche la máquina; se achacó<br />

á falta de construcción, y nosotros<br />

perdimos su importe, no sin tener graves<br />

disgustos con los encargados de la<br />

fábrica. En España la falta de instrucción<br />

de la clase trabajadora agrícola,<br />

que hace imposible toda mejora, y en<br />

particular las máquinas, será por algún<br />

tiempo aún un perjuicio para el<br />

progreso de la agricultura; progreso<br />

necesario, si no hemos de ver que nos<br />

hagan concurrencia las producciones<br />

extranjeras, á costa de la ruina del<br />

cultivo agrario español.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AVERRHOA.— Género de plantas<br />

de la familia de las Oeraniáceas. Se<br />

cultivan en los huertos de Manila y<br />

otros puntos del Archipiélago filipino<br />

las especies siguientes:<br />

Averrhoa Bilimbi, L. Nombre vulgar,<br />

Calamias.—Arbolillo de 2 á 3<br />

metros de alto, con las hojas aladas,<br />

con impar, y las hojuelas, en número<br />

de doce pares, aovadas, lineales, aguzadas,<br />

blandas y vellosas. Son dichas<br />

hojas irritables, y se doblan hacia abajo<br />

al sacudirlas. Plores en el tronco<br />

y ramas; fruto, poma oblonga, obtusa en el<br />

extremo y con cinco ángulos grandes. Es estimado<br />

de los indios por lo agradable de su<br />

sabor ácido y para hacer dulce.<br />

Averrhoa carambola, L. Nombre vulgar,<br />

40


AVE — 626 — AVE<br />

Bilimbín.— Arbolito con las hojas aladas, con<br />

impar, y las hojuelas, en número de tres á cuatro<br />

pares, oblicuamente aovadas, aguzadas.<br />

Plores en el tronco, ramas y axilas de las hojas.<br />

Fruto poma oblonga, con los cinco ángulos<br />

muy salientes. Florece en Enero. Con los<br />

frutos, que son ácidos, se hace jarabe. Las<br />

hojas son sensitivas y se mueven hacia abajo,<br />

sacudiéndolas con un poco de fuerza. Dícese<br />

que el zumo de la planta quita las manchas de<br />

la ropa. La decocción de las flores trituradas<br />

da al líquido un color morado bellísimo, que<br />

pasa á violado añadiéndole vinagre.<br />

Averrhoa pentandra, P. Blanco.—Hojas, ya<br />

opuestas, ya alternas, aladas con impar, y las<br />

hojuelas, en número de tres á cuatro pares,<br />

oblicuamente aovadas, aguzadas, enteras y<br />

lampiñas; pecíolos propios, cortísimos. Flores<br />

axilares, encarnadas, colocadas en el tronco y<br />

en los ramos , en racimos compuestos. Fruto<br />

cajilla con cinco aposentos. Florece en Octubre.<br />

Las especies primera y segunda se cultivan<br />

en Europa. Exigen invernáculo con calor<br />

constante y tierra buena, mezclada con una<br />

parte de la de brezo. Se multiplican por semillas<br />

puestas en cama caliente, y por estaca.<br />

AVES.—Clase de vertebrados cuyos individuos<br />

son ovíparos, están cubiertos de plumas,<br />

y provistos de dos pies y dos alas. La cabeza<br />

termina en un pico córneo, que envuelve los<br />

huesos de las mandíbulas y sustituye á los<br />

dientes. Se conocen unas 5.000 especies de<br />

aves, que Cuvier clasificó en seis órdenes, á<br />

saber: aves de presa ó rapaces, pájaros, trepadoras,<br />

gallináceas, zancudas y palmípedas.<br />

Las aves son indudablemente animales muy<br />

dignos de atención. El melodioso canto de las<br />

unas, las elegantes formas, el brillante plu-'<br />

maje, la gracia y ligereza de los movimientos,<br />

y ciertos instintos verdaderamente maravillosos,<br />

debieron convertir las aves en objeto de<br />

curiosidad para los primeros humanos, y han<br />

continuado despertando la curiosidad y el interés.<br />

Pero no solamente son esos seres ornamento<br />

de la naturaleza; aun prescindiendo de<br />

las aves domésticas, la utilidad de muchos es<br />

tan innegable, que algunos pueblos los colocaron<br />

en la antigüedad bajo la salvaguarda de<br />

las leyes. Entre las aves favorecidas de tal<br />

suerte figuran algunas zancudas, que limpian<br />

la tierra de reptiles venenosos; ciertas aves de<br />

presa, que persiguen á los dañinos roedores, y<br />

no pocos pájaros, que destruyen á centenares<br />

los insectos. El ibis, la cigüeña y el buitre<br />

eran para los egipcios animales sagrados; en<br />

Chile, y el Perú son respetados los urubus<br />

y los catartas, porque limpian de inmundicias<br />

y piltrafas los alrededores de las habitaciones;<br />

el marabú es respetado en el Indostán por<br />

análogas razones, y el martín, en la Armenia<br />

y en la Arabia, es tenido por ave sagrada, á<br />

causa de la implacable guerra que hace á las<br />

langostas y otros insectos destructores.<br />

Ño es necesario recordar el hecho, repetido<br />

y presente á la memoria de todos, de que la<br />

mayoría de las aves en nuestros climas huyen<br />

al aparecer el invierno y regresan en cuanto<br />

se anuncia el buen tiempo, para auxiliar hasta<br />

cierto punto al hombre en la tarea de destruir<br />

insectos dañinos. No todas las aves son, empero,<br />

útiles al agricultor; muchas de ellas se alimentan<br />

de granos, si bien en cambio son las<br />

más adecuadas para la alimentación del hombre.<br />

Aun los mismos pájaros llamados granívoros<br />

se alimentan también de insectos, larvas,<br />

gusanos y otros seres inferiores, cuya<br />

multiplicación constituiría un verdadero azote<br />

para la agricultura, como se patentizó en alguna<br />

comarca de Alemania, donde los agricultores<br />

echaron muy luego de menos hasta<br />

los voraces gorriones, que se habían apresurado<br />

á matar ó ahuyentar, creyendo libertarse<br />

de verdaderos enemigos. Un sabio francés,<br />

M. Florent Prevost, durante treinta años de<br />

concienzudas investigaciones, llegó á patentizar<br />

que la mayoría de las aves son útiles á<br />

la agricultura, y que compensan sus estragos<br />

las granívoras con la destrucción de insectos<br />

en ciertas épocas. Se ha calculado que cada<br />

gorrión destruye diariamente cuatrocientos<br />

insectos para alimentar sus crías. De ahí que<br />

al abrirse la caza debiera vigilarse cuidadosamente<br />

para que no se destruyan aves útiles, algunas<br />

de las cuales constituyen un solo bocado<br />

para el glotón, y realmente representan<br />

muchos hectolitros de grano y muchas frutas<br />

salvadas de la voracidad de los insectos en caso<br />

de que aquéllas conservaran su existencia.<br />

Para comprender el alcance de los servicios<br />

que los pájaros insectívoros prestan á la agricultura,<br />

basta tener en cuenta que cada hembra<br />

de insecto pone los huevos á centenares, y<br />

que éstos se transforman muy luego en voraces<br />

gusanos y orugas. El respeto y la cariñosa<br />

acogida que las golondrinas obtienen por doquier,<br />

se hallan sobradamente justificados,<br />

como que cada individuo de esa especie de<br />

aves devora al día trescientos insectos por término<br />

medio, y precisamente de los más dañinos<br />

á las plantas, como son las piralas, abejorros,<br />

gorgojos y otros. Lo más extraño es que<br />

algunos labradores tengan á gala el clavar en<br />

sus habitaciones mochuelos y buhos, que tan<br />

activamente persiguen á los insectos nocturnos<br />

y á los ratones, que tantos daños causan.<br />

La al parecer inocente afición de los muchachos<br />

á coger nidos es otra de las costumbres<br />

perjudiciales para el agricultor, y la desaparición<br />

del arbolado causa de que no acudan<br />

las aves, por no hallar refugio y condiciones<br />

para establecer sus nidos.<br />

Ya hemos indicado que las aves se distinguen<br />

principalmente por tener el cuerpo cubierto<br />

de plumas, por sus alas, por sus mandíbulas<br />

córneas formando pico. Tienen las dos<br />

fosas nasales y las orejas abiertas al exterior,<br />

y desprovistas de pabellón las últimas. El cuello<br />

, más ó menos largo, está compuesto de un<br />

número de vértebras que varía entre nueve y<br />

veintitrés, facilitando los movimientos de la<br />

cabeza. El aparato respiratorio presenta un<br />

desarrollo particular; los pulmones son muy


AVE — 627 — AVE<br />

voluminosos, y se hallan perforados y llenos<br />

de cavidades, de manera que puede conducir<br />

á ellos la traquearteria grandes cantidades de<br />

aire, que auxilian poderosamente el vuelo y<br />

facilitan las modulaciones de la voz. Gracias<br />

á esa respiración enérgica y activa, la temperatura<br />

media del cuerpo de las aves oscila entre<br />

37 y 50° centígrados, es decir, que es muy<br />

superior á la del cuerpo de los mamíferos.<br />

También el esqueleto se distingue por su ligereza<br />

en proporción al volumen del cuerpo;<br />

los huesos son delgados y huecos, hallándose<br />

llenos de aire; circunstancia que facilita también<br />

el vuelo; el esternón está muy desarrollado,<br />

y presenta una quilla longitudinal, la ternilla,<br />

á cuya cima se adhiere el ángulo de la<br />

horquilla que forman las clavículas soldadas<br />

por sus extremidades anteriores.<br />

Por lo general, las plumas constan de una<br />

parte inferior ó tubo córneo, agujereado en<br />

su extremidad; de un tallo, prolongación del<br />

tubo, y de barbas que guarnecen los dos lados<br />

del tallo. El crecimiento y nutrición de las<br />

plumas se realiza por la parte inferior de éstas,<br />

mediante diversos vasos que penetran en un<br />

bulbo, donde se forma la substancia de la<br />

pluma, y después de nutrir ésta, deja en su<br />

interior una serie de conos membranosos que<br />

se llaman alma de la pluma. Bajo las plumas<br />

grandes existen en muchas aves unas plumitas<br />

blandas y finas, que se llaman plumón ó edredón,<br />

y que impregnadas de una materia grasa,<br />

son impermeables en las aves acuáticas. El<br />

plumaje se renueva en otoño pelechando las<br />

aves, en muchas de las cuales se diferencian<br />

notablemente el plumaje de verano y el plumaje<br />

de invierno. La reproducción de las<br />

aves se verifica por medio de huevos cubiertos<br />

de una cascara calcárea, y que son incubados<br />

en número de seis á doce, y en raras<br />

ocasiones veinte ó más, dentro de nidos construidos<br />

hábilmente. Para que se desarrollen<br />

es necesario mantenerlos á una temperatura<br />

de 37° centígrados durante tres semanas próximamente.<br />

Los padres protegen y cuidan vigilantes<br />

á los polluelos.<br />

Las aves se han distinguido por la conformación<br />

de las patas y del pico; el muslo es<br />

siempre corto, y queda oculto bajo las plumas,<br />

así como la parte alta de la pierna, que se compone<br />

de una tibia y un peroné y un solo hueso<br />

, llamado tarso, prolongación de aquélla, y<br />

equivalente al tarso y metatarso de otros animales.<br />

En ese hueso se insertan los dedos, cuyo<br />

número no pasa nunca de cuatro; en las zancudas<br />

ó aves de ribera las patas son largas,<br />

delgadas y desnudas hasta por cima de la rodilla.<br />

La conformación de los pies difiere notablemente<br />

según las aves y su género de vida.<br />

En las llamadas corredoras, como el casuar<br />

y el avestruz, el pie, desprovisto de dedo<br />

posterior ó pulgar, es pequeño, y la pierna<br />

robusta; en las trepadoras los dedos se dividen<br />

en dos paquetes, hallándose dirigido uno de<br />

ellos, ó sea un par, hacia atrás y otro hacia<br />

adelante; las rapaces se caracterizan por las<br />

garras ó uñas fuertes de que se hallan provistos<br />

los dedos, y uno de éstos se halla dirigido<br />

hacia la parte posterior; en las gallináceas<br />

y gorriones la disposición de los dedos es<br />

igual, pero las uñas son más débiles que las<br />

garras; en las aves acucdicas los dedos se<br />

hallan unidos entre sí, mediante una membrana<br />

que se llama natatoria por las aplicaciones<br />

que tiene. El pico es largo, delgado y<br />

puntiagudo en los pájaros subulirostros; cónico,<br />

grueso y corto en los conirostros; fuerte y<br />

con la mandíbula superior ganchuda en los<br />

rapaces, ora en su extremidad solamente (milano<br />

), ora en toda su longitud, (halcón), y<br />

largo y aplanado, ó estrecho y comprimido lateralmente.<br />

También se presenta á veces revestido<br />

en su base por una membrana amarilla,<br />

denominada cera.<br />

Pueden dividirse las aves en dos grandes<br />

grupos: las que tienen al salir del huevo los<br />

ojos cerrados y la piel desnuda, permanecen<br />

en el nido mucho tiempo, reciben el alimento<br />

del pico de sus padres, y más tarde consumen<br />

una sola clase de alimentos, andan á saltos, y<br />

vuelan con rapidez y durante mucho tiempo,<br />

de manera que viven en el aire más tiempo<br />

que sobre la tierra; tales son las palomas, rapaces,<br />

trepadoras, gritadoras y cantoras; y las<br />

que salen del huevo con los ojos abiertos y el<br />

cuerpo revestido de plumón, corren y buscan<br />

alimento así que nacen, consumiendo diversas<br />

substancias animales y vegetales, andan paso<br />

á paso y vuelan poco, por lo cual han sido<br />

llamadas aves de vuelo bajo; tales son las<br />

gallináceas, zancudas, palmípedas y corredoras.<br />

Nosotros creemos preferible, por la índole<br />

de esta obra, seguir la antigua clasificación de<br />

Cuvier en seis órdenes.<br />

RAPACES.—Divídense éstas, bajo el punto de<br />

vista agrícola, en dañinas y útiles. Entre las<br />

primeras figuran el águila, que causa estragos<br />

en rebaños y corrales casi impunemente<br />

, porque rara vez consigue el cazador herirla<br />

con sus disparos ó llegar á su nido; el pigargo,<br />

parecido á aquélla, y que en ocasiones<br />

ha conseguido arrebatar niños; el sanguinario<br />

azor, que devora las palomas, muchos pájaros<br />

pequeños y ratones, y se adiestra para la<br />

caza; el águila pescadora, ó balbuzardo, que<br />

se alimenta de peces; la harpía ó águila de<br />

alas cortas; el halcón, que se empleaba antiguamente<br />

en la caza de cetrería, y ataca á los<br />

faisanes, las perdices y los conejos; el gavilán,<br />

enemigo de las aves de caza y peligroso<br />

vecino, aun cuando se halle adiestrado, y<br />

otras muchas aves que sería largo enumerar.<br />

Figuran entre los rapaces útiles, el buitre,<br />

de cabeza pequeña y cuello desnudo, uñas<br />

poco ganchudas, pico largo y encorvado en<br />

su extremidad, ojos á flor de la cabeza y aspecto<br />

repugnante, caracterizado por su estupidez,<br />

y útil porque consume las carnes corrompidas;<br />

el cóndor ó gran buitre de los<br />

Andes, que se eleva cual ninguna ave y desciende<br />

produciendo ruido terrible; el uruburu,<br />

que penetra en las poblaciones americanas,


AVE — 628 — AVE<br />

donde consume desperdicios y substancias en<br />

estado de putrefacción; el milano, que devora<br />

reptiles, ratas, ratones, topos é insectos, y á<br />

veces caza y pollos de gallinas ó patos; el serpentario<br />

, mensajero 6 secretario del Cabo, que<br />

destruye muchas culebras; el mochuelo, ave<br />

nocturna; el buho; la cabra salvaje, así llamada<br />

por su graznido, y otros muchos rapaces<br />

nocturnos y diurnos.<br />

PÁJAROS.—Este orden es el menos caracterizado<br />

y el que más especies comprende, tanto<br />

dañinas como útiles. Como xítiles se pueden<br />

enumerar las siguientes: la corneja, que<br />

algunos confunden con el cuervo; es omnívora<br />

como éste, come cerezas y nueces, destruye<br />

la caza menuda y los huevos de la perdiz,<br />

pero también los ratones, topos, limacos, gusanos<br />

é insectos dañinos; la negra habita en<br />

los bosques y la cenicienta en los campanarios,<br />

siendo cinco las clases conocidas; la de pico<br />

blanco acude á los puntos invadidos por las<br />

langostas y destruye éstas á millares, haciéndolas<br />

desaparecer á veces completamente. Las<br />

golondrinas, conocidas y estimadas en todas<br />

partes, cual todos los pájaros fisirostros, tienen<br />

un pico débil, que se abre hasta por debajo<br />

de los ojos, y destruyen á centenares,<br />

unos 300 por día ó 50.000 en toda la temporada<br />

de su estancia en estos climas, los insectos,<br />

moscas, mosquitos, etc.; según los puntos<br />

que prefieren para construir sus nidos, las<br />

golondrinas se llaman golondrinas de chimenea,<br />

de ventana, de roca y de ribera; el martinete,<br />

el pipí, el troglodita, la aguzanieve 6<br />

pastorcilla, el cuco, el ruiseñor y otras aves,<br />

destruyen también infinidad de insectos. Entre<br />

los pájaros dañinos se pueden citar la picaza<br />

, el grajo y el cuervo, que come granos y<br />

frutos cuando no encuentra carnes en descomposición.<br />

Entre los pájaros cantores unos<br />

son granívoros, y dañinos por lo tanto, y<br />

otros insectívoros y útiles.<br />

TREPADORAS.-—Distínguense estas aves especialmente<br />

por la conformación de sus patas<br />

y de sus dedos, divididos en dos pares opuestos<br />

, es decir, que unos se dirigen hacia adelante<br />

y otros hacia atrás. Casi todas ellas son<br />

útiles, porque destruyen los insectos subiendo<br />

por los troncos y ramas de los árboles. En este<br />

orden figuran muchas que comen frutas. Entre<br />

las trepadoras se pueden citar los picos,<br />

los tucanes, los papagayos, cotorras y cacatoas.<br />

GALLINÁCEAS.—Este orden comprende las<br />

aves más útiles y más difundidas en todos los<br />

países civilizados. Son esencialmente granívoras,<br />

y generalmente su carne es delicada; por<br />

su falta de aptitud para volar, exceptuando<br />

las palomas, parecen destinadas á la domesticidad<br />

por la naturaleza. Las gallináceas se dividen<br />

en dos familias:<br />

Primera familia: Palomas.—Son éstas más<br />

parecidas á los pájaros que las demás gallináceas<br />

, y pueden volar sin fatiga durante un período<br />

de tiempo considerable.<br />

Segunda familia: Gallináceas propiamente<br />

dichas. — En algunas comarcas las denomi­<br />

nan ganado volátil, y efectivamente constituyen<br />

las llamadas aves de corral. Varias hembras<br />

viven bajo la protección de un solo<br />

macho, y nunca forman parejas, como las palomas.<br />

Es digno de notarse el hecho de que tan<br />

preciosos animales domésticos sean extraños<br />

á nuestra zona, y hayan sido adquiridos en su<br />

gran mayoría mediante la aclimatación. Los<br />

principales géneros de la familia son los pavos<br />

reales, los faisanes, los pavos, las pintadas, las<br />

perdices, las codornices y las gallinas. (Véanse<br />

estos artículos en su orden alfabético.)<br />

ZANCUDAS.—Las aves de este orden, según<br />

queda indicado, tienen las patas muy prolongadas,<br />

y desprovistas de plumas por cima de<br />

la rodilla; pueden vadear por lo mismo aguas<br />

poco profundas. Las principales zancudas son<br />

las cigüeñas, las grullas, las becazas, los ibis,<br />

las gallinas de agua, los flamencos, las avutardas<br />

, los avestruces y los chorlitos. El orden<br />

de las zancudas comprende cinco familias y un<br />

género aislado, los flamencos.<br />

Primera familia.—Los brevipennes, de alas<br />

demasiado cortas para volar; tales son, entre<br />

otros, los avestruces y los casoares.<br />

Segunda familia. — Los pressirostros, con<br />

largas piernas y pico de mediana longitud y<br />

ligeramente aplanado en sentido horizontal.<br />

Los chorlitos, las avutardas, las avefrías y las<br />

ostreras, pertenecen á esta familia.<br />

Tercera familia.—Los cultirostros, de pico<br />

grueso, largo, fuerte, y á veces cortante y puntiagudo:<br />

cigüeñas, marabúes, espátulas, grullas,<br />

garzas, garcetas, etc.<br />

Cuarta familia.—Los longirostros, aves de<br />

ribera, con pico largo y delgado, cuales los<br />

ibis, becazas, caballeros, etc.<br />

Quinta familia. — Los macrodactilos, de<br />

largos dedos: pollas de agua, cercetas y rascones.<br />

PALMÍPEDAS.—Las aves de este orden se<br />

caracterizan por tener las patas colocadas en<br />

la parte posterior del cuerpo; los tarsos cortos,<br />

y terminados en una aleta ó remo. Su plumaje<br />

es muy denso, y cubre un espeso plumón<br />

que protege el cuerpo contra el agua y el frío,<br />

hallándose las plumas impregnadas además de<br />

una materia grasa que las hace impermeables.<br />

Casi todas las especies palmípedas viven en el<br />

agua, exceptuando el período de la incubación<br />

, y se alimentan principalmente con peces,<br />

por lo cual adquiere su carne un sabor desagradable<br />

á aceite de pescado. Son las aves<br />

menos gallardas y esbeltas; algunas especies<br />

de patas cortas y alas rudimentarias andan y<br />

vuelan con gran trabajo; otras, en cambio, sólo<br />

nadan rara vez, vacilan al andar por ser sus<br />

patas muy débiles, y en cambio vuelan con<br />

gran soltura, cerniéndose casi constantemente<br />

en el aire. Son aves muy útiles para el hombre,<br />

puesto que le suministran carne en<br />

abundancia, manteca, huevos, plumón, plumas<br />

de escribir y guano ó estiércol. Constituyen<br />

un recurso inapreciable para los habitantes<br />

de las regiones polares, donde se presentan<br />

en innumerables bandadas. Ese orden de las


AVE — 629 — AVE<br />

aves acuáticas comprende cuatro familias, á<br />

saber:<br />

Primera familia.—Las colimbidas, que se<br />

distinguen por su habilidad en sumergirse,<br />

generalmente provistas de alas impropias para<br />

el vuelo; por tener implantadas las patas en la<br />

parte posterior del cuerpo, se ven obligadas<br />

á mantenerse en una estación casi vertical;<br />

tales son los pingüinos, los colimbos, los somormujos,<br />

etc.<br />

Segunda familia.—Las longipennes, las más<br />

voladoras de todas las aves, como las golondrinas<br />

de mar, la gaviota, el albatros, el petrel,<br />

etc.<br />

Tercera familia.—Las lotipalmas, de pies<br />

completamente planos, por lo cual son excelentes<br />

nadadoras, como el pelícano, la fragala,<br />

el faetón etéreo, el cormorán ó carbo cormoranus,<br />

etc.<br />

Cuarta familia.— Las lamellirostras, cuyo<br />

pico, revestido de una substancia esponjosa,<br />

está provisto de láminas que parecen dientes;<br />

tales son los cisnes, los patos, los gansos, el<br />

eider ó anas mollissima, etc.<br />

AVES DE CORRAL (Economía rural).—No<br />

es necesario encarecer la importancia<br />

que tiene en toda casa de labranza y en<br />

toda granja la explotación de los pequeños<br />

animales domésticos, y entre ellos de las aves<br />

de corral. La cría de éstas tiene por principal<br />

fin producir carne, huevos y pluma. Ocupan<br />

el primer lugar entre esos volátiles las gallinas,<br />

los pavos, los faisanes, las pintadas, los pavos<br />

reales, los patos, los gansos y los cisnes. También<br />

se pueden criar otras aves, más bien como<br />

adorno que como objeto de especulación, cuales<br />

son el hocco, el marall, el gura, el agami,<br />

etc. El palomar puede estar anejo al corral,<br />

pero nunca se identifica con él, á no ser<br />

que se halle destinado á palomas mansas.<br />

Antiguamente no se aseaban los gallineros<br />

y palomares; se instalaban en los últimos rincones<br />

de las dependencias de las granjas, y<br />

solamente se limpiaban para extraer el excremento;<br />

de ahí que las aves sufrieran no pocas<br />

enfermedades y que no produjeran utilidades<br />

apenas. Las dueñas de casa ó las encargadas<br />

de dirigir los quehaceres domésticos, limitábanse<br />

á procurarse la satisfacción de recoger<br />

huevos para el consumo de la familia, y la<br />

de presentar de vez en cuando sobre la mesa<br />

alguna ave convenientemente condimentada.<br />

En la actualidad se ha comprendido que la<br />

cría de aves de corral puede convertirse en<br />

una explotación provechosa, y de ahí que se<br />

cuiden más los gallineros y se instalen las<br />

aves en las condiciones que la higiene prescribe.<br />

Para que picoteen las aves se establecen<br />

en los corrales céspedes, se plantan árboles,<br />

y se echan cenizas y minerales que las permitan<br />

escarbar. Nadie pone en duda que el<br />

aseo es necesario para la salud de las aves y<br />

para su cebo; hasta se han instalado los gallineros<br />

como las pajareras, en los jardines y parques,<br />

considerando las aves de corral como<br />

adorno adecuado para esos sitios de recreo. En<br />

todo caso, es necesario vigilar los corrales<br />

para impedir la entrada de garduñas, comadrejas<br />

y otros animales dañinos, y convendrá<br />

mantener en él constantemente un perro que<br />

guarde el gallinero, y evite pérdidas y destrozos.<br />

No expondremos aquí los procedimientos<br />

que han de seguirse para criar y explotar las<br />

aves de corral á fin de obtener de ellas las mayores<br />

utilidades posibles; en el artículo correspondiente<br />

á cada una de ellas detallaremos la<br />

marcha que debe adoptarse; mas para hacer<br />

resaltar la importancia de esa rama de la industria<br />

agrícola, resumiremos algunos datos<br />

cuya elocuencia salta á la vista de cuantos se<br />

fijen en ellos. Sabido es que en los Estados<br />

Unidos, gracias á las condiciones excepcionales<br />

de aquella república, todas las industrias<br />

se montan en grande escala. Tal sucede con<br />

la que tiene por objeto criar aves de corral.<br />

Así un gran establecimiento, sin duda el mayor<br />

de Norte-América, situado en la Virginia<br />

y dedicado á la cría de gansos, comprende<br />

cerca de 3.000 acres, ó sean 1.260 hectáreas<br />

próximamente, viviendo en él 5.000 gansos,<br />

divididos en diez grupos. Cada uno de éstos<br />

es conducido á pastar por un guarda; todos<br />

los gansos son blancos, es decir, de raza americana,<br />

de manera que producen sorprendente<br />

contraste con el verdor de los prados<br />

á que son llevados al careo. Se los despoja<br />

de la pluma de seis en seis semanas; ponen<br />

las hembras de seis á diez huevos, haciendo<br />

la mayoría de ellas dos puestas por año,<br />

realizando el establecimiento referido más de<br />

50.000 pesetas de producto limpio por año.<br />

Esa explotación revela cuánta importancia, y<br />

con razón sobrada ciertamente, atribuyen los<br />

americanos á la cría de aves de corral, el rey<br />

de los productos, Poultry is kingin producís,<br />

según ellos. Para que nuestros lectores formen<br />

idea de la importancia de las aves de corral<br />

en la gran república, reproducimos una estadística<br />

oficial de 1884, en que se señala el valor<br />

aproximado de los principales productos<br />

agrícolas de aquel país:<br />

Trigo 500.000.000 dollars.<br />

Heno 436.000.000 —<br />

Algodón 410.000.000 —<br />

Legumbres y lacticinios 254.000.000 —<br />

Aves de corral 560.000.000 —<br />

Es decir, que el producto de las aves de<br />

corral excede en 60 millones de dollars al valor<br />

de los cereales, que tanto se encomia, siendo<br />

además el único producto de la industria<br />

agrícola que no exportan los norte-americanos.<br />

En un solo año ha vendido un gallinero<br />

huevos por valor de 125.000 pesetas.<br />

AVESTRUZ (Zootecnia).—La mayorde<br />

las aves que aun viven, y que ya fué conocida<br />

en la más remota antigüedad, puesto que aun<br />

antes de llegar al refinamiento los romanos<br />

se consumía ya la carne de ese animal. Moisés<br />

la prohibió porque la voracidad de esa ave<br />

es causa de que propague muchos padecí-


AVE — 630 — AVE<br />

mientos, y los dominadores del mundo consideraron<br />

los sesos de avestruz como uno de los<br />

más delicados platos. Pertenece al género<br />

Struthio camelus, familia de las brevipennes<br />

y orden de las zancudas. Entre las aves que<br />

no pueden volar por tener las alas cortas, es<br />

la que tiene piernas más largas; mide á veces<br />

hasta 2,50 metros de alzada, y pesa de 40 á 50<br />

kilogramos. Su cabeza es pequeña, calva, callosa<br />

, con pico deprimido y redondeado por la<br />

punta; la lengua es también corta; el cuello<br />

tan largo que suele medir un metro de desarrollo,<br />

y los ojos parecidos á los humanos. El<br />

orificio de las orejas está descubierto y guarnecido<br />

de pelos únicamente en su base, ó sea<br />

por el punto de donde parte el conducto auditivo.<br />

El cuerpo es recogido, y se halla guarnecido<br />

de pelos más bien que de plumas, y los<br />

alones están armados de dos puntas con que<br />

se defiende el animal. Todas las plumas, las<br />

de las alas lo mismo que las de la cola, son<br />

afiladas, y sus barbas están constituidas por<br />

sedas suaves, sin consistencia y sin adherencia<br />

entre sí; se emplean como adorno esas<br />

plumas, y son impropias para volar. El pico<br />

se abre considerablemente; la faringe es ancha,<br />

y deja pasar alimentos del tamaño del puño;<br />

los órganos de la digestión y de la secreción<br />

están muy desarrollados, y entre los últimos<br />

figura un aparato excepcional, propio de esas<br />

aves, destinado á la orina. Los muslos son grandes<br />

y musculosos; los pies muy carnosos; solamente<br />

presentan dos dedos, de los cuales el<br />

externo, una mitad menos largo que el otro, carece<br />

de uña. Una coz de avestruz puede romper<br />

un brazo ó una pierna á un hombre. Se<br />

echa lo mismo que el camello; dobla una pierna<br />

primero, se apoya sobre la parte callosa del esternón,<br />

y deja caer luego la parte posterior del<br />

cuerpo. El avestruz puede llevar á un hombre<br />

cabalgando , y se utiliza como bestia de paso<br />

ó de carga, una vez adiestrado. En cuanto<br />

siente el peso del jinete, echa á andar al trote,<br />

y extendiendo después las alas, acaba por correr<br />

con una rapidez tal, que al parecer no<br />

posa los pies en el suelo; de manera que, según<br />

M. Livingstone, un avestruz cargado<br />

puede recorrer 43 kilómetros en una hora.<br />

Es estimado este animal, más que por sus<br />

servicios como animal de arrastre, por sus<br />

plumas, su grasa, su carne y sus huevos. Estos<br />

pesan hasta 1.500 gramos, y equivale cada<br />

uno á veinticuatro de gallina, teniendo sólo<br />

en cuenta la yema y la clara, y á 30 si se computa<br />

también la cascara, que con el tiempo se<br />

endurece y adquiere la apariencia del marfil.<br />

Esos huevos son comestibles y excelentes; cada<br />

ave pone quince por término medio, uno cada<br />

cuarenta y ocho horas; los pollos son delicados,<br />

y hasta los cuatro años no suministran plumas.<br />

Esas aves son muy sociables; forman en los desiertos<br />

del África austral y central, y del Sudoeste<br />

de Asia, bandadas en que se mezclan los<br />

cuagas y las cebras; solamente se reproducen<br />

bien en los climas ardientes. Se caza el avestruz<br />

por procedimientos ingeniosos, que no<br />

describimos por no extender este artículo, y<br />

desde que en 1865 se comenzó á domesticarle,<br />

ha aumentado de tal modo el número de los<br />

criados en las colonias británicas del África<br />

del Sur, que ya en 1875 había en las granjas<br />

100.000; suministraron 90.000 kilogramos de<br />

pluma, y se vendieron éstas por 24.300.000 pesetas,<br />

ó sea á razón de 270 pesetas por kilogramo<br />

, calculándose en 200 millones el capital<br />

empleado en las explotaciones.<br />

Para obtener resultados de la cría es necesario<br />

ante todo elegir un terreno arenoso, que<br />

no sea árido, de modo que haya agua clara y<br />

vegeten plantas entre las cuales se puedan<br />

ocultar las parejas de avestruces. Cada una de<br />

éstas suele tener á su disposición de 10 á 20<br />

hectáreas de terreno en las grandes explotaciones<br />

, pero basta en último término una hectárea<br />

por pareja. Se rodean los parques de<br />

avestruces con empalizadas de 1,50 á 2 metros<br />

de altura, empleándose por lo común postes<br />

de hierro y alambres fuertes como armazón, y<br />

tablas para que las aves no se lancen sobre el<br />

obstáculo. No debe permitirse que se aproximen<br />

los perros al parque, á fin de que los<br />

avestruces no se lancen aterrorizados sobre<br />

las empalizadas y se causen graves heridas.<br />

Los especuladores del Cabo dejan casi en completa<br />

libertad a los pollos hasta la edad de tres<br />

años, y los dirigen hacia el sitio que les parece<br />

agitando una rama de árbol. Los comerciantes<br />

distinguen por la edad cuatro clases<br />

de avestruces: pollos, ó sean los que no tienen<br />

más de ocho meses de edad; los de ocho<br />

á doce meses (young birds); los de un año á<br />

cuatro, cuyas plumas han llegado á sazón, y<br />

los de más de cuatro años ó reproductores.<br />

Todas esas aves necesitan alimentarse bien;<br />

generalmente se las nutre con hierba cortada<br />

y alfalfa, especialmente con huesos molidos<br />

y cebada, avena ó maíz, debiendo tener<br />

agua clara y abundante á su disposición, porque<br />

nunca beben la turbia.<br />

Hasta los cuatro años de edad no se reproducen<br />

los avestruces; las hembras sacan hasta<br />

tres polladas por año si las favorece el clima,<br />

incubando de 12 á 18 huevos cada vez. Para<br />

hacer el nido practican un agujero en la arena<br />

los machos, y ruedan hacia él los huevos<br />

que la hembra pone fuera. Durante esa época<br />

el macho se manifiesta muy irritable; el pico<br />

y la parte inferior de las piernas adquieren<br />

color rojo; no debe el hombre presentarse<br />

ante él sin necesidad, y ha de echarse á tierra<br />

en cuanto se vea acometido, á menos de que<br />

pueda sujetar por el cuello al animal. Cuando<br />

se desee recoger huevos, ha de tenerse en<br />

cuenta que los primeros ofrecen menos garantías<br />

de fecundidad. Durante la incubación el<br />

macho sustituye á la hembra cuando ésta se<br />

aleja del nido para comer. Cuando se incuban<br />

artificialmente los huevos, se pueden colocar<br />

en cada recinto dos hembras por cada macho.<br />

La temperatura de los huevos no puede pasar<br />

de 35°,5, aun cuando la del avestruz sea de 38,8.<br />

La incubación natural ofrece el inconvenien-


AVE — 631 — AVE<br />

te de ocasionar una considerable pérdida de<br />

plumas. Es necesario cuidar mucho á los pollos<br />

durante el primer año de su existencia.<br />

Al día siguiente de nacer se los puede dejar<br />

libres ya, en sitio abrigado y guijoso; al tercer<br />

día comienzan á picotear el suelo y las<br />

siembras, y debe suministrárseles pasta preparada<br />

con hierba y huesos molidos, y renovar<br />

todos los días el agua de la pila. Es necesario<br />

evitar que se aproximen á los excrementos<br />

de otros avestruces, de las vacas y de<br />

diversos animales, porque los picotean y contraen<br />

con frecuencia enfermedades peligrosas.<br />

Por las tardes se recogen los pollos en un local<br />

bien caliente, y se mantienen en él durante<br />

los días frescos ó lluviosos, hasta que llegados<br />

á los seis meses puedan resistir las intemperies<br />

, y solamente necesitan estar recogidos en<br />

días de lluvia. A medida que envejecen resisten<br />

mejor los cambios de temperatura.<br />

El avestruz nace viable, según se ha indicado<br />

, y comienza á comer á los tres ó seis días<br />

de haber nacido; después, y hasta los dos meses,<br />

le ataca una debilidad especial, que afecta<br />

singularmente á los órganos digestivos. El pequeño<br />

avestruz come, pero digiere mal y poco;<br />

así es que se van depositando los alimentos en<br />

el estómago, donde concluyen por podrirse, y<br />

lo poco que pasa á los intestinos es duro, compacto<br />

, casi seco, y da origen á inflamaciones<br />

en estos órganos. Pero lo que más sufre es el<br />

estómago, cuyas paredes, dilatadas por la<br />

aglomeración del alimento, se hacen impotentes<br />

para obrar sobre éste, y concluyen por<br />

presentar un estado completo de desagregación,<br />

La descomposición de estas materias da<br />

lugar con frecuencia al desarrollo de algunos<br />

gusanos que suelen encontrarse en los intestinos.<br />

En los avestruces sanos, dice M. L. Merlato,<br />

no he observado nunca gusanos intestinales,<br />

y cuando se encuentran algunos, éstos no<br />

son de tal naturaleza que puedan producir la<br />

muerte del animal. En cuanto á la comida, se<br />

puede decir que nunca será bastante, por mucha<br />

que sea la que se le dé á un avestruz sano,<br />

pues no hace otra cosa que comer desde la<br />

mañana hasta la noche, y la primera regla<br />

que hay que observar en su alimentación es<br />

que no falte nunca, ni un solo instante, comida.<br />

Para combatirla anemia se debe emplear:<br />

el hierro en sus diversas preparaciones; la<br />

quinina y sus derivados; el alimento animal y<br />

el ruibarbo, siendo éste el que ha producido<br />

mejor resultado, pues no sólo es un remedio,<br />

sino un preservativo eficaz. No se debe esperar<br />

á la aparición ostensible del mal, sino que<br />

á las cuarenta y ocho horas después de que<br />

los pollos hayan comenzado á comer, y durante<br />

veinte ó treinta días, se les debe dar á razón<br />

de un decigramo por día. Durante los<br />

primeros días se diluye el ruibarbo en polvo<br />

en el agua que han de tomar, y se les hace<br />

tragar á la fuerza. Más tarde, cuando ya comen<br />

sin dificultad, basta con rociarlo sobre el<br />

pan ó sobre el salvado, siempre en la misma<br />

proporción de un decigramo por cabeza y<br />

por día.<br />

Al cabo de veinte ó treinta días, según el<br />

vigor del animal, se puede abandonar ya este<br />

régimen, en la seguridad de haber evitado el<br />

desarrollo de la enfermedad; sin embargo, no<br />

debe suprimirse de repente y por completo<br />

la aplicación de la medicina, sino que en el<br />

momento que se juzgue oportuno se comienza<br />

por darle el ruibarbo cada dos días durante<br />

una semana, después cada tres días, y luego<br />

cada cuatro, hasta suprimirlo completamente<br />

al cabo de quince días; de todo lo cual resulta<br />

que cada animal habrá consumido en totalidad<br />

unos 3 gramos de ruibarbo.<br />

Para los animales más débiles se pueden emplear<br />

como auxiliares del ruibarbo el hierro y<br />

la quinina, poniendo en los abrevaderos algunos<br />

trozos de dicho metal, ó una decocción de<br />

30 gramos de quinina por 10 litros de agua.<br />

El raquitismo es la principal enfermedad<br />

que hay que combatir en los avestruces; enfermedad<br />

que no se manifiesta por lo general<br />

dentro de los dos ó tres meses, pero á partir<br />

del tercer mes, y hasta que pasa el quinto<br />

celo, están muy expuestos á contraerla los<br />

avestruces.<br />

Todos los que se dedican á la cría de estos<br />

animales saben, y los que sobre ello han escrito<br />

lo dicen, que los avestruces jóvenes tienen<br />

las patas muy endebles, y en efecto, por<br />

los miembros de la locomoción es por donde<br />

principia á indicarse la enfermedad de un<br />

modo más ostensible, por manifestaciones exteriores<br />

que producen inevitablemente la muerte<br />

del animal. Estudiando la manera de combatir<br />

ese desarreglo, M. L. Merlato ha hecho<br />

las siguientes observaciones:<br />

1. a El tratamiento del raquitismo en los<br />

avestruces por el fósforo puro previene la<br />

aparición de la enfermedad, sin que ejerza la<br />

menor influencia sobre la economía general.<br />

2." El mal no se produce, y si existía ya,<br />

se logra detenerlo al cabo de veinte días de<br />

tratamiento, es decir, cuando el animal ha<br />

absorbido 2 centigramos de fósforo.<br />

3." Aumentando la dosis diariamente, no<br />

por eso es más rápido el efecto; lo que induce<br />

á creer que el fósforo obra más bien por su<br />

prolongada presencia que por la cantidad acumulada.<br />

Hasta ahora se considera que para que el<br />

tratamiento sea suficientemente eficaz, debe<br />

conseguirse durante treinta ó cuarenta días.<br />

Cuando la acción del fósforo no obra ya sobre<br />

el sistema de osificación, obra sobre el plumaje<br />

del avestruz, y hace cambiar en color<br />

de chocolate muy pronunciado el amarillo de<br />

los extremos de las plumas de los pollos.<br />

Este cambio de color muy visible tiene lugar<br />

en seis ú ocho días, y al cabo de treinta ó<br />

cuarenta de tratamiento, siendo entonces el<br />

momento de cesar en la administración del<br />

fósforo.<br />

Cuando los avestruces han cumplido tres ó<br />

cuatro años, es cuando se comienza á despo-


AVE — 632 — AVI<br />

jarles de las plumas, obteniéndose anualmente<br />

450 gramos, por término medio, y cuyo valor<br />

se computa en 250 pesetas, cuando los<br />

animales se hallan en la fuerza de la edad.<br />

Las plumas se clasifican en blancas de las<br />

alas del macho, blancas de las alas de la hembra,<br />

blancas de la cola, plumas de fantasía,<br />

blancas y negras, plumas negras (largas, medianas<br />

y cortas) y plumas grises (largas, medianas<br />

y cortas). Las diferencias de precio<br />

son tan enormes que oscilan entre 6 francos<br />

y 1.650 el kilogramo, dominando generalmente<br />

las mejores clases. Antes del año es difícil<br />

distinguir los machos de las hembras; entonces<br />

comienzan á volverse negras las plumas<br />

de los machos, en tanto que las de las hembras<br />

conservan el tono gris, manteniendo el<br />

color blanco las de la parte inferior de las<br />

alas.<br />

Las plumas se separan arrancándolas ó<br />

cortándolas; las primeras pesan más, pero<br />

hoy se prefiere el segundo procedimiento, aun<br />

cuando sea necesario sacar las raíces á las<br />

seis semanas de haber cortado las plumas,<br />

porque se quedan secas y atormentan al animal<br />

de tal suerte que éste no opone resistencia<br />

á que se las arranquen como en el primer<br />

caso, y porque no se le causan heridas, gravísimas<br />

á veces. Cuando un especulador quiera<br />

recurrir al procedimiento, habrá de comenzar<br />

por asegurarse de que las plumas están en sazón.<br />

Colocará después el ave en un compartimiento<br />

aislado y semejante á los vagones de<br />

ferrocarriles en que se conduce á los caballos,<br />

ó se hace que la sujeten hombres vigorosos,<br />

para dominar los esfuerzos del animal por quedar<br />

libre. Gracias á la cría de los avestruces<br />

en domesticidad, se ha conseguido evitar una<br />

exagerada elevación en los precios de las plumas,<br />

que habían comenzado á escasear á consecuencia<br />

de las cazas exterminadoras. En<br />

todos los países cálidos, en Natal, Buenos Aires,<br />

Montevideo, Mauricio y Australia se ha<br />

comenzado á criar avestruces como en el Cabo,<br />

de manera que en 1881 se exportaron de esta<br />

colonia 1.000 avestruces, al precio medio de<br />

1.100 francos.<br />

De los ensayos hechos en el Parque del<br />

Buen Retiro de Madrid para aclimatar los<br />

avestruces, ha dado cuenta el Sr. D. Mariano<br />

de la Paz y Graells. Según este entendido y<br />

diligente escritor, á principios de 1852 regaló<br />

á doña Isabel II el general Pellissier una pareja<br />

de avestruces procedentes de Argelia. A<br />

mediados de Septiembre de 1858 se recibieron<br />

otro macho y otra hembra perfectamente desarrollados,<br />

y se concibió el proyecto de ensayar<br />

su aclimatación y propagación. Las hembras<br />

pusieron huevos, pero los empollaron<br />

con poca fortuna. En la incubación, que comenzó<br />

el 29 de Marzo de 1860, se echó el<br />

macho sobre los huevos efectivamente, pero<br />

á los pocos días se observó que todos estaban<br />

hechos fragmentos que no medían una pulgada<br />

de longitud, por lo que se dedujo que no<br />

había sido casual su rotura. Habiendo puesto<br />

la hembra ocho huevos desde el 4 al 18 de<br />

Junio del mismo año, comenzó la incubación<br />

inmediatamente, prolongándose hasta el 31 de<br />

Julio, día en que nació el único pollo obtenido<br />

, que vivió y se aclimató como sus padres.<br />

. Esa incubación duró cuarenta y tres días, incubando<br />

la hembra dos horas diariamente y el<br />

macho veintidós, es decir, que en realidad<br />

quedó demostrada la posibilidad de propagar<br />

el avestruz en España, previos los cuidados<br />

consiguientes, y que tal vez en ciertas comarcas<br />

cálidas se podrían obtener importantes<br />

rendimientos de la cría de esas aves. De lamentar<br />

es que no se hayan hecho ensayos en<br />

las costas valencianas, murcianas y andaluzas<br />

del Mediterráneo, y aun en algunas llanuras<br />

de la provincia de Sevilla.<br />

AVICENNIA.— Género de plantas de la<br />

familia de las Verbenáceas. En nuestras Antillas<br />

y en la Isla de Santo Domingo vive silvestre<br />

la Avicennia nítida, L., llamada mangle<br />

hembra, y también mangle negro ó prieto<br />

en la Isla de Cuba. Este árbol adquiere una<br />

altura de 10 metros, con diámetro de 50 centímetros.<br />

Abunda como el mangle colorado en<br />

las playas, y de sus ramas flexibles, altas y<br />

extendidas, salen raíces adventicias que al tocar<br />

en el suelo arraigan en él y producen nuevos<br />

árboles. Las ramas y troncos que se hallan<br />

dentro del agua se suelen cubrir de ostras.<br />

La corteza de este árbol es obscura, reticulada<br />

y poco adherente. Las hojas son ovales y<br />

con nervios por debajo. Las flores son pequeñas,<br />

y el fruto péndulo, con la pulpa interior<br />

amarga. La madera es de color pardo-amarillento,<br />

de fibra ondulosa, pesada, compacta,<br />

algo más elástica que la del mangle colorado,<br />

y muy resistente dentro y fuera del agua, por<br />

lo que es muy apreciada para pilotes, obras<br />

hidráulicas, embarcaciones, etc. Rompe en la<br />

flexión y tensión casi á tronco, y en la torsión<br />

en diagonal astillando. Su peso específico es<br />

de 1,02 á 1,19. En las playas del mar es común<br />

á su vez en las Islas Filipinas la Avicennia<br />

alba, Blum., cuyo árbol vive allí mezclado<br />

con los mangles ó hacaos. Recibe el nombre<br />

vulgar de pipisic, miapi ó piapi. Alcanza una<br />

altura de 4 á 5 metros, y tiene las hojas opuestas,<br />

obtusamente lanceoladas, enteras, lampiñas<br />

por arriba y borrosas por debajo, con los<br />

pecíolos cortos. Las flores huelen como el membrillo,<br />

y son amarillas y axilares, formando<br />

umbelas compuestas. El fruto es una cajilla<br />

coriácea, que no se rompe, acorazonada, comprimida,<br />

de 2 á 3 centímetros de largo, con<br />

una semilla doblada en dos partes y de figura<br />

de corazón. Florece en Abril. Cuando es viejo<br />

tiene este árbol el corazón muy duro y córneo.<br />

Quemado estando verde, da cenizas muy buenas<br />

para las tinas del añil, haciéndose también<br />

de ellas buen jabón. El fruto se come cocido,<br />

añadiéndole azúcar ó miel.<br />

AVILA.—Provincia española que confina<br />

al N. con ia de Valladolid; al E. con las de<br />

Segovia y Madrid; al S. con las de Toledo y<br />

Cáceres, y al O. con la de Salamanca. Esta


ASE — 633 — ASE<br />

provincia se halla comprendida entre los 41°<br />

13' y 40° 5' de latitud septentrional, y 0° 25'<br />

y 2° 5'de longitud occidental del meridiano<br />

de Madrid. Ocupa una extensión de 7.722 kilómetros<br />

cuadrados, poblados por 180.457 habitantes,<br />

distribuidos en 471 poblaciones. Corresponden<br />

23,4 habitantes á cada kilómetro<br />

cuadrado, y la provincia ocupa el trigésimo<br />

lugar entre las cuarenta y nueve de la metrópoli<br />

por la densidad de su población. Antiguamente<br />

formaba parte del reino de Castilla<br />

la Vieja, y hoy pertenece á la capitanía general<br />

de ese nombre, y á la audiencia y distrito<br />

universitario de Madrid.<br />

ASPECTO TOPOGRÁFICO. — La provincia de<br />

Avila se puede considerar dividida en dos zonas<br />

muy diferentes por sus condiciones topográficas:<br />

la meridional, accidentada y montañosa,<br />

y la septentrional, de suelo llano, por lo<br />

general ó con leves ondulaciones. Esas dos secciones<br />

formaron durante varios siglos, hasta<br />

la época constitucional, las llamadas tierra de<br />

Avila al Mediodía y de Arévalo al Norte, que<br />

dividían respectivamente en siete y seis secciones.<br />

La última de esas secciones se conoció<br />

durante mucho tiempo en parte con el nombre<br />

especial de Morana, y en parte con los de<br />

tierra de Arévalo y campo de Pajares.<br />

Las sierras de la zona meridional constituyen<br />

una sección importante de la cordillera<br />

carpeto-vetónica, y forman dos series principales<br />

muy próximas, y cuyos ejes son sensiblemente<br />

paralelos, dejando entre sí dos depresiones<br />

bastante marcadas, por cuyas hondonadas<br />

corren el Alberche en dirección de O. á E.,<br />

y el Tormes de E. á O. La sierra más septentrional,<br />

continuación del Guadarrama, toma<br />

eu su parte oriental las denominaciones de Sierra<br />

de Malagón, cerros de la Cepeda, del Avellano<br />

y de Cancho de Lobo, Cuerda de los<br />

Polvisos, Paramera de Avila, Baldíos de<br />

Avila, Lá Serrota y Altos del Castaño, desde<br />

los cuales se destaca un elevado ramal, con el<br />

nombre de Sierra de Villanueva de Avila, al O.<br />

de esta ciudad, y en dirección. de SO. á NE.,<br />

formando la hoya superior del Adaja, con la<br />

estribación que, partiendo del cerro de Gorria,<br />

llega hasta la misma ciudad de Avila, dirigiéndose<br />

constantemente hacia el E. En los<br />

confines de las provincias de Madrid y Toledo,<br />

en las cercanías de San Martín de Valdeiglesias,<br />

se alza una serie' de elevadas montañas,<br />

la segunda y más meridional á que antes hemos<br />

aludido, que se conoce con el nombre de<br />

Sierra de Gredos, y contiene las más altas<br />

cimas de la cordillera carpeto-vetónica, como<br />

los Altos de Almanzor, que se elevan á 2.650<br />

metros sobre el nivel del mar, en el límite meridional<br />

de la provincia, al E. del Trampal y<br />

Tornavacas. La Sierra de Gredos llega hasta<br />

el puerto del Pico, por donde pasa la carretera<br />

que pone en comunicación á Avila con Plasencia<br />

y Extremadura, se extiende al S. del<br />

Barco de Avila, cuyas aguas vierten por el<br />

Tormes á la cuenca del Duero, y al S. también<br />

de Piedrahita, Cepeda, Navalmoral, Ce-<br />

breros y El Tiemblo, que envían sus aguas al<br />

Tajo por el Alberche, y por último, mediante<br />

los altos llamados las Cabreras, que se encadenan<br />

con las de Eobledo de Chávela, dependientes<br />

de la Sierra de Avila.<br />

Desde el pueblo de Peguerinos se alza otra<br />

sierra que se dirige al O. hacia el puerto del<br />

Descargadero, entre Cebreros y el límite de<br />

la provincia de Segovia; en el término de Navalperal<br />

se halla el puerto del Iierradón,<br />

desde el cual parten las cumbres denominadas<br />

Cabeza de la Parra y Cuatro-Manos. Los picos<br />

que destacan" entre ese laberinto de profundos<br />

valles y crestas elevadas son, además<br />

de algunos ya mencionados, en la Sierra de<br />

Gredos, la Gargantilla y el Sanchivieso; en<br />

la de Piedrahita, la Peña Negra; en las de Villafranca<br />

y Villatoro, las de Navallejado, Hortigal,<br />

Serrota ó Selrota y Pico-Cabezo; en la<br />

Serrezuela de Avila, los Itueros; en los Baldíos,<br />

el Pico-Zapatero, Lanchan, la Pinosa, el<br />

Cuchilla, los de los Gavilanes, los Aventerazos<br />

y la Lancha del Cuervo; en las Sierras de<br />

las Navas, el Alto de Cartagena; en las de El<br />

Tiemblo y Casillas, Bocacumbre, Frontesón,<br />

y sobre todos el Cabezo de la Parra, desde el<br />

cual se divisa Madrid en días despejados y<br />

una parte de la Mancha.<br />

Los puertos más frecuentados por los viajeros<br />

y tragineros son el del Pico, el de Chia, el<br />

de Menga, el de Bargallante, el del Arenal,<br />

el de Villatoro, la Paramera, el de San Bartolomé<br />

de Pinares, el de Santa Cruz, el del<br />

Herradón y el de Serranillos. Los únicos valles<br />

de consideración son el de Ambles, en<br />

cuyo límite inferior y oriental se encuentra<br />

Avila, y el Valdecorneja, que comprende el<br />

señorío de este nombre, y las cuatro villas de<br />

Barco de Avila, La Horcajada, Piedrahita y<br />

El Mirón, con sus dependencias. Se dirige<br />

de NO. á SE.; mide una legua de anchura y<br />

5 de longitud; su terreno es de buena calidad,<br />

y se halla formado por las vertientes de las<br />

Sierras de Villafranca, Bonilla y Piedrahita.<br />

El valle del Alberche es verdaderamente delicioso<br />

y feraz, si bien no tan circunscrito<br />

como los anteriores; el de Escarabajosa, Casillas,<br />

Sotillo y La Adrada, de cuyos manantiales<br />

se forma el Tiétar, es de menor importancia<br />

y de mayor extensión que otros varios<br />

que también pudieran citarse, y entre los<br />

cuales figura el Herradón.<br />

CONSTITUCIÓN GEOLÓGICA DEL SUELO. —En<br />

la zona septentrional, y que podríamos denominar<br />

zona agrícola, en contraposición á la<br />

meridional ó ganadera, el suelo es gredoso y<br />

fuerte en algunos parajes, pedregoso en las<br />

inmediaciones de las vertientes de las sierras,<br />

y sembrado de amigdaloides de granito, casi<br />

siempre en descomposición y formando la capa<br />

superior del terreno. Si bien la descomposición<br />

del granito forma una buena tierra vegetal,<br />

el desnivel del suelo es causa de que<br />

las aguas arrastren los residuos del feldespato,<br />

y quede el cuarzo como materia dominante,<br />

formando capas de tierra arenisca, floja y


AVI — 6S4 — AVI<br />

poco feraces, por lo tanto; esterilidad que<br />

sería mayor aún si no fuese el clima húmedo<br />

naturalmente. Los labradores han comprendido<br />

por instinto ó por experiencia que les<br />

convenía evitar esas pérdidas, y generalmente<br />

cercan de paredes las fincas que se hallan en<br />

las vertientes de las colinas, y mantienen de<br />

esa manera la feracidad. En las cercanías de<br />

los ríos hay grandes extensiones de tierras de<br />

aluvión en las comarcas septentrionales de la<br />

provincia, no faltando parajes en que predomina<br />

la arcilla.<br />

En la zona meridional ó montañosa domina<br />

exclusivamente el granito, que se compone<br />

en muchos parajes de cuarzo, feldespato y<br />

mica; en otros sólo aparece el chorlo negro<br />

diseminado, no faltando rocas que carezcan<br />

de él. La sierra, que se extiende desde San<br />

Bartolomé á Cebreros y Tiemblo, es muy variada.<br />

Desde San Bartolomé de Pinares á Cebreros<br />

, aun cuando toda la base sea de granito,<br />

domina en las dos leguas de puerto la<br />

pizarra en la capa superior, en grandes masas,<br />

unas veces con mezcla de mica y otras<br />

veces sin ella. También abunda el cuarzo blanco,<br />

y si no fuese tan sencilla la estratificación<br />

de esas montañas, podría creerse que se hallan<br />

constituidas por cuarzo- exclusivamente. Este<br />

mineral se presenta en capas y vetas paralelas<br />

y perpendiculares, y en masas enormes y<br />

de gran extensión. A partir del arroyo llamado<br />

del Hoyo, que baja del puerto , cambia la<br />

sierra de naturaleza y aparece la roca arenisca<br />

, el granito y pizarra llena de óxidos metálicos<br />

, que aumentan en toda la sierra llamada<br />

Marina y las demás meridionales, donde se<br />

observan más cristalizaciones de cuarzo y gran<br />

cantidad de óxidos de hierro, hallándose sobre<br />

terrenos de esa especie los partidos judiciales<br />

de Arenas de San Pedro, Cebreros, Barco de<br />

Avila, y gran parte de los de Piedrahita y la<br />

capital.<br />

Ríos y arroyos.—Gracias á lo accidentado<br />

de la zona meridional, y á la humedad de la<br />

atmósfera, la provincia de Avila cuenta con<br />

numerosas corrientes de agua perennes, ya<br />

que no caudalosas, y con numerosos saltos que<br />

podría utilizar la industria. Atendiendo á la<br />

topografía general de España, eso ríos vierten<br />

sus aguas á dos cuencas hidrográficas, la<br />

del Tajo y la del Duero; pero si limitamos<br />

nuestra mirada á la provincia de que venimos<br />

ocupándonos, podemos señalar en ella cuatro<br />

hoyas hidrográficas principales, de las,cuales<br />

parten otros tantos ríos y algunos accesorios:<br />

1." La hoya del Tiétar, de la cual solamente<br />

pertenece la parte septentrional á la<br />

provincia de Avila, como que forma su límite<br />

meridional el mencionado río, el cual nace al<br />

pie del llamado Cerro del Castañar; riega los<br />

términos de Escarabajosa, Sotillo, La Adrada,<br />

Casa vieja, Pedro Bernardo, Lanzahita,<br />

Arenas de San Pedro, Poyales del Hoyo y<br />

Candeleta, penetrando luego en la provincia<br />

de Cáceres por Vado Conejo, después de<br />

recoger en su curso de E. á O. las aguas de<br />

muchos arroyos procedentes de las faldas meridionales<br />

de la Sierra de Gredos, y entre los<br />

cuales debemos mencionar el Garganta, Buitraguillo,Rejuelos,<br />

Torres, Gavilanes, Pedro<br />

Bernardo, Lanzahita, Bantega, el de La Torre<br />

, el de La Arena, Pelayo, Albillas, Garganta<br />

de Muelas, el arroyo del Avión, el de<br />

Garganta Blanca, Garganta de Chilla, y el<br />

Alardos ó Madrigal.<br />

2. a La cuenca del Alberche, que comenzando<br />

en la Loma de la Cañada Alta, al E. de<br />

Piedrahita, se halla limitada al S. por la Sierra<br />

de Gredos, y al N. por la Serrota, los Baldíos<br />

de Avila, la Paramera, el Cancho del<br />

Lobo y la Sierra de Malagón, corriendo el<br />

río de O. á E., para penetrar en la provincia<br />

de Madrid, formar una curva y dirigirse luego<br />

hacia el Tajo por el territorio de Toledo,<br />

siguiendo la dirección NE. SO. Cruza el Alberche<br />

por las jurisdicciones de Piedrahita,<br />

Avila y Cebreros; riega los términos de San<br />

Martín de la Vega, Navadijos, Cepeda y La<br />

Mora, desde donde se dirige al Sur por el término<br />

de Hoyos de Miguel Muñoz, para recobrar<br />

su dirección primitiva por el inmediato<br />

de San Martín del Pimpollar, y continuar por<br />

los de Hoyo Casero, Navalosa, Navarrevisca,<br />

Navatalgordo, Burgohondo, Navaluenga,<br />

El Tiemblo y Cebreros, penetrando en la<br />

provincia de Madrid por un sitio próximo á<br />

la ermita de Santa María la Nueva. Entre los<br />

riachuelos y arroyos que afluyen desde la<br />

Sierra de Gredos al Alberche, por su margen<br />

derecha, citaremos el Garganta de San Martín<br />

, el Pigallo, la Garganta de Navarrevisca,<br />

los de Povedilla, Mijares, Rolbar, San Millán,<br />

Cabrera, Avellanos, Palomo, Sagrazas, Láxelas,<br />

Peña-Tajada, Yedra y el Arroyo de<br />

Tortoles. Por la margen izquierda recibe los<br />

riachuelos de Astillera, Pinar, Navaquema,<br />

Anguila, Napapalba, Puente y el Beraco; el<br />

río Garnata y el río Cofia, que forma el límite<br />

de la provincia de Madrid en gran parte de<br />

su curso.<br />

í}. a La hoya del Tormes, limitada al O.<br />

por la Sierra de Béjar y el Trampal, al S. por<br />

la Sierra de Gredos, al E. por la de Navarredonda,<br />

y al N. por la Loma de Cañada Alta<br />

primero, y"después por los cerros del Castaño<br />

y la Serrezuela, que con aquélla forman la<br />

hoya secundaria del Corroja; se halla situada<br />

en el SO. de la provincia, y se prolonga después<br />

por la de Salamanca, hasta que confluye<br />

el río con el Duero en la frontera de Portugal.<br />

Nace el Tormes al pie de la Peña del<br />

Mediodía, en la Sierra de las Quebradas; riega<br />

los términos de Hoyos del Espino, Navacepeda<br />

del Tormes, Navalperal y Zapardiel<br />

de la Ribera, Alisedo, Bohoyo, Los Llanos,<br />

Navatejares, Barco de Avila, El Losar y El<br />

Tejado, entrando por el último en la provincia<br />

de Salamanca. Los afluyentes más importantes<br />

por la derecha son los arroyos y<br />

riachuelos siguientes: Navarredonda, Cañalengua,<br />

Horguijuela, el río Caballeruelo, que recoge<br />

aguas de las sierras del Sabucal, Cabeza


AVI — 635 — AVI<br />

de los Lobos, Peñanegra y Peña del Oso, y el<br />

río Corneja, que descendiendo de la hondonada<br />

occidental del puerto de Chía, recoge aguas<br />

de la Cañada del Ortigal, de la Serrota, de la<br />

Sierra de Villanueva, del Cerro del Castaño,<br />

del Cerro del Collado, pasando por los términos<br />

de Mesegar, Piedrahita, Palacio, Hoyoredondo<br />

y Villar, para desaguar en el Tormes,<br />

enfrente del Cerro de San Cristóbal.<br />

4." La vertiente hidrográfica septentrional<br />

es regada por varios ríos que corren en<br />

dirección sensiblemente paralela hacia el Duero,<br />

al cual tributan sus aguas, pasado el límite<br />

de la provincia de Avila. Entre esos varios<br />

ríos, el más oriental es el Voltoya, que nace<br />

en las Sierras de Campo Azálvaro, y cruza<br />

por los términos de Mediana de la Calzada,<br />

Tolbaños, Aldeaelgordo y Maella, penetrando<br />

después en la provincia de Segovia, no sin<br />

recibir el tributo de numerosos arroyos, el<br />

más importante y de más largo curso el Adaja,<br />

que nace en la hondonada oriental del<br />

puerto de Villatoro, se dirige primero de O.<br />

á E., recogiendo por su margen derecha aguas<br />

de la Serrota, los Baldíos de Avila, la Paramera<br />

y la Cuerda de los Polvisos, y por la<br />

izquierda, de la Sierra de Villanueva ó de Avila,<br />

del Cerro de Gorria, de los Piscos de Montefrío<br />

y de Peña Aguda; pasa por las jurisdicciones<br />

de Villatoro, Poveda, Amavida, Blancha,<br />

Solosancho, Niharra, Gemuño, El Fresno,<br />

situadas en el valle de Ambles; se acerca á<br />

la muralla occidental de Avila, y después toma<br />

la dirección de S. á N., y recorre los términos<br />

de Narrillos de San Leonardo, Mingorria,<br />

Pozanco, Gotarrendura, Hernán-Sancho, Villanueva<br />

de Gómez, El Bohondón, Pajares,<br />

Gutiérrezmuñoz, Espinosa de los Caballeros,<br />

Arévalo, Donhierro, penetrando luego en la<br />

provincia de Valladolid, para desembocar en<br />

el Duero, cerca de Villanueva, á 45 kilómetros<br />

del límite de la provincia de Avila. El<br />

Adaja recibe por la derecha las aguas de los<br />

arroyos de Pradosegar, Rejoncillo, Los Arroyuelos,<br />

El Fresno, Sotalbo, el río Frío, el de<br />

la Serna, el Grajal, el Chico, el arroyo Zurra,<br />

el Tostadores, la reguera del Negrillo, el<br />

arroyo de los Carcabones, el de Fuente Sosa,<br />

el de las Maras y otros más insignificantes;<br />

por la izquierda, los de Amavida , Veguillos,<br />

Torre, el de la Careaba, el Zao, el Sequillo,<br />

el del Egido, el Carasoso, el de Prado<br />

Lando, el de la Cañada, el de Garoza y<br />

otros menos importantes, y por último, el río<br />

Arevalillo, que nace en la aldea de su nombre,<br />

al N. de la Sierra de las Cabezas, pasa<br />

por los términos de' Muñogrande, Alornos,<br />

Müñoner del Peco, Papatrigo, Cabizuela, Pe- •<br />

dro Rodríguez, Nava de Arévalo, Viñaderos,<br />

Gómez Román, y por último Arévalo, recibiendo<br />

por la derecha las aguas del Horcajuelo,<br />

que desciende del cerro de Gorria; las<br />

del Alameda, que recoge aguas de Sanchorreja,<br />

el Risco de la Zorrera y de los cerros de<br />

Bularros, y por último, el río Burlanas, llamado<br />

también Seco. Por la izquierda recibe el<br />

Arevalillo las aguas del río Cordobilla y del<br />

arroyo de la Veracruz.<br />

Al O. del anterior corre el Zapardiel, que<br />

nace en los cerros de Parral, pertenecientes<br />

al mismo núcleo que los de Arevalillo; pasa<br />

por los términos de Vita, Crespos, Rivilla,<br />

Muñosancho, Fontiveros, Cisla, Mamblas,<br />

Bercial, Barromán, Castellanos y San Esteban,<br />

y desagua en el Duero, cerca de Tordesillas,<br />

sin recoger aguas de afluyen tes importantes.<br />

Del cerro de Gorria, en la Sierra de<br />

Villanueva ó de Avila, y término de Narrillos<br />

del Rebollar, desciende el río Trabancos, siguiendo<br />

la dirección de S. á N., pasando por<br />

los términos de Cillán, Solana de Rivalmar,<br />

Grandes, Herreros de Suso, Narros del Castillo,<br />

Salvadiós, Flores de Avila, El Ajo, Cebolla,<br />

Rasueros y Horcajo de las Torres, cruzando<br />

luego una extensión de 28 kilómetros<br />

por la provincia de Valladolid, para desaguar<br />

en el Duero, entre Castronuño y Pollos, después<br />

de recibir el tributo del arroyo Regamón.<br />

De la vertiente septentrional de la Sierra<br />

de Villanueva descienden también el río<br />

Almar, que pasa por las jurisdicciones de<br />

Grajos, Manjabálago, Muñicos, Solana, Blascomillán<br />

y Mancera de Arriba, el cual recoge<br />

por su margen izquierda, en la provincia de<br />

Salamanca, las aguas del Arroyo del Valle, las<br />

del río Margañán, las del Gamo y Gudín, que<br />

tiene su origen en la misma sierra y al Ó. de<br />

aquél. En la parte más occidental de la sierra<br />

nace el arroyo Trampeles, que desagua en el<br />

Tormes y en la provincia de Salamanca.<br />

CLIMA.—La diversidad en la disposición topográfica<br />

de la provincia de Avila es causa de<br />

que se observen en ella en realidad tres climas<br />

diferentes, húmedos todos ellos. En la<br />

limitada zona meridional, situada al S. de la<br />

Sierra de Gredos, y regada por el Tiétar, y en<br />

parte de los campos que el Alberche cruza, el<br />

clima es templado; en la región montañosa, y<br />

especialmente en las llamadas Sierras de Avila,<br />

comprendiendo en esa denominación las<br />

que se hallan al S., al O. y NO. de la capital,<br />

el clima es excesivamente frío, y en la tierra,<br />

de la Morana y tierra de Arévalo, muy frío<br />

en invierno y bastante ardiente en verano. La<br />

temperatura media respecto de la región montañosa<br />

es de 3° centígrados en invierno, de 8<br />

en primavera, de 17 en verano y de 10 en<br />

otoño; la máxima media de 31, y la mínima<br />

de 11° bajo 0. Caen al año 612 milímetros de<br />

lluvia, durante 31 días en invierno, 30 en<br />

primavera, 19 en verano y 25 en otoño; la<br />

temperatura media de la zona septentrional<br />

en invierno es de 4 O , en primavera de 10,<br />

en verano de 20, y en otoño de 12; la máxima<br />

media de 37, y la mínima de 9 bajo 0. En<br />

la zona meridional no se han practicado observaciones<br />

precisas, y por lo temprano de los<br />

frutos se puede decir que goza un temple análogo<br />

al de la provincia de Toledo.<br />

PRODUCCIONES.—Esa variedad de climas es<br />

un presente de la naturaleza, de que los avileses<br />

no han sabido sacar partido; de ahí la


AVI — 636 — AVI<br />

diversidad de producciones; de ahí la diferencia<br />

entre la flora de la zona meridional, de la<br />

septentrional y de la montuosa, y de ahí la<br />

diferencia que se advierte entre las épocas en<br />

que sazonan los frutos, pudiendo decirse que<br />

hay un mes de diferencia entre la zona del<br />

Tiétar y la de la Morana, y dos entre aquélla<br />

y la montuosa, en la cual naturalmente el<br />

número de productos vegetales es mucho más<br />

reducido.<br />

Esto sentado, no es de maravillar que en la<br />

provincia de Avila se coseche trigo, cebada,<br />

centeno, garbanzos, judías secas ó aluvias,<br />

guisantes, habas, lentejas, patatas, nabos, legumbres<br />

, hortalizas, frutas de hueso, melocotones,<br />

ciruelas, aceitunas, nueces, castañas,<br />

bellotas, frutas de pepita, peras, manzanas,<br />

granadas, lino, forrajes, etc.<br />

También son importantes, aun cuando no<br />

tanto como en otras épocas, los productos animales,<br />

propios de la provincia de Avila. No<br />

existen ya los numerosos rebaños de ovejas<br />

merinas que constituyeron en algún tiempo el<br />

orgullo de los avileses, pero existen numerosos<br />

hatos bien cuidados, piaras de cerdos y<br />

numerosas reses vacunas, muy apreciables<br />

para las labores y para los esquilmos, y carne<br />

bastante exquisita; también abunda la caza<br />

mayor y menor, es decir, que hay ciervos,<br />

gamos, venados, jabalíes, conejos, liebres, perdices,<br />

palomas torcaces de gran tamaño, aves<br />

acuáticas de muchas variedades, y también<br />

lobos y raposas. En los ríos predomina la trucha,<br />

y en Madrid se celebra mucho, por la<br />

finura y delicadeza, la procedente del Barco de<br />

Avila.<br />

Respecto de la riqueza pecuaria de Avila,<br />

el recuento oficial verificado el 24 de Septiembre<br />

de 1865, dio los siguientes resultados: ganado<br />

caballar, 13.985 cabezas; mular, 11.066;<br />

asnal, 23.170; vacuno, 66.150; lanar, 685.137;<br />

cabrío, 106:178, y de cerda 94.440, ó sea un<br />

total de 1.000.126.<br />

VÍAS DE COMUNICACIÓN.—La más importante<br />

es la sección del ferrocarril del Norte, que<br />

corresponde á la provincia de Avila y que recorre<br />

la parte oriental de ésta. Penetra desde<br />

la provincia de Madrid por el túnel de Peña<br />

Rubia, y no sin cruzar numerosos túneles y<br />

atrevidos viaductos, sigue la dirección de<br />

E. á O. por las estaciones de Las Navas, Navalperal<br />

y La Cañada hasta Avila, desde cuya<br />

estación se dirige la línea hacia el N., poniendo<br />

á la capital de la provincia en comunicación<br />

directa con Mingorría, Velayos, San<br />

Chidrian, Adanero y Arévalo, estaciones pertenecientes<br />

á la provincia; Medina del Campo,<br />

Valladolid, Palencia, Burgos, las Provincias<br />

Vascongadas y Francia.<br />

Entre las carreteras, las más importantes<br />

son la de Madrid á Galicia, que, como el ferrocarril,<br />

recorre la parte oriental de la provincia,<br />

sin aproximarse á la capital, la que,<br />

separándose de la de Galicia, desciende por el<br />

Campo Azálvaro hasta Avila, pasando por<br />

Urraca, Miguel y Bermuy Salinero, y conti­<br />

núa después hasta Salamanca por La Alamedilla,<br />

Aveinte, San Pedro del Arroyo, Muñogrande,<br />

Nanos del Castillo y Gimialeón, dirigiéndose<br />

desde este punto á Peñaranda de<br />

Bracamonte; la que, procedente de El Espinar,<br />

en la provincia de Segovia, pasa por Aldeavieja,<br />

Mediana, Berrocalejo, Vizcolozano y<br />

Avila, dirigiéndose luego por el valle de Ambles<br />

al puerto de Villatoro, pasando cerca de<br />

La Colilla y La Serrada, Padiernos, Muñogalindo,<br />

La Torre, Ama vida y Villatoro, y prolongándose<br />

al OSO. del puerto de este nombre<br />

, por Casas del Puerto, San Miguel de Corneja,<br />

Piedrahita, La Aldehuela, Santa María<br />

de los Caballeros y San Lorenzo hasta Barco<br />

de Avila, villa desde la cual se dirige un camino<br />

hasta el puerto de Tornavacas, para descender<br />

luego al valle del Jerte y á Plasencia,<br />

siendo de lamentar que no tenga las condiciones<br />

necesarias para facilitar el tráfico entre<br />

Castilla la Vieja y Extremadura. A poca distancia<br />

de Avila, en el sitio denominado Cruz<br />

del apartadero, y entre La Colilla y La Serrada,<br />

se separa de la carretera de Villatoro otra<br />

que, inclinándose hacia el S., pasa por Salobrallo,<br />

Sosancho, La Hija de Dios, Mengamuñóz,<br />

cruza el puerto de Menga, y por el<br />

valle del Arroyo Astilleros y término de Cepeda<br />

de Mora, desciende á la vega del Alberche,<br />

para abandonarla en el término de San<br />

Martín del Pimpollar, continuar en dirección<br />

al S., ascender al puerto del Pico por la garganta<br />

del Arroyo Pigallo, y descender por la<br />

falda meridional de la Sierra de Gredos, pasando<br />

por Cuevas del Valle, Mombeltrán, La<br />

Parra y Ramacastañas, cruzar el Tiétar y dirigirse<br />

después por la provincia de Toledo á<br />

Tala vera de la Reina. Desde Piedrahita, por<br />

Hoyorredondo y Villar de Corneja, se halla trazada<br />

una carretera á Salamanca, que sigue al<br />

principio el curso del Tormes.<br />

En la parte septentrional de la provincia<br />

existen muchos caminos practicables para carros,<br />

que facilitan las comunicaciones entre<br />

los diferentes pueblos y el acarreo de mercancías<br />

hasta las estaciones del ferrocarril; en la<br />

zona montuosa solamente existen caminos de<br />

herradura que durante el invierno cubren las<br />

nieves, imposibilitando el tráfico; solamente<br />

por el valle del Alberche existe un camino carretero,<br />

llamado á convertirse en una carretera<br />

provincial de bastante importancia, como<br />

continuación de la que desde Madrid llega á<br />

San Martín de Valdeiglesias, en los confines de<br />

ambas provincias.<br />

A VINAR UN TONEL. —Empapar las<br />

paredes del envase con vino antes de servirse<br />

de aquél.<br />

AVIVAS (Veterinaria).—Nombre con<br />

que se designan las glándulas parótidas del<br />

caballo y la hinchazón que en ellas puede presentarse.<br />

Creíase que los caballos contraían<br />

esa afección bebiendo aguas vivas, y para<br />

curarlos se les sometía antes á una operación<br />

bárbara, que consistía en golpear las parótidas<br />

enfermas con un palo ó un martillo, ere-


AYR — 637 — AYR<br />

yendo lograr así la curación. Esa operación<br />

se llamaba batir las avivas, y en ocasiones se<br />

recurría á ellas para curar cólicos, en la suposición<br />

de sustituir la inflamación intestinal<br />

con la inflamación de las avivas.<br />

AXILA CBotánica).—Interior del ángulo<br />

formado por una hoja con una rama, ó de un<br />

ramo con el tallo.<br />

AXILAR.—Lo que nace en la axila. Las<br />

flores son axilares solitarias si en cada axila<br />

nace una sola, y axilares agregadas si son numerosas.<br />

AYA.— Este árbol, que se cría en los bosques<br />

de la República Argentina, adquiere una<br />

altura de 5 á 8 metros y un diámetro de 24 á<br />

28 centímetros. Las hojas son parecidas á las<br />

del naranjo. La corteza es blanquizca, y suele<br />

tener el grueso de un centímetro. Apreciase<br />

bastante la madera, que es blanca, para remos<br />

, palos de baldeo y mangos de herramientas.<br />

Busca este árbol las orillas de los ríos,<br />

bajíos y otros sitios húmedos.<br />

AYANGAO—(V. Adaan.)<br />

AYLESBURY (Pato de).—Hermosa palmípeda,<br />

notable por su gran volumen; su<br />

plumaje de hermoso color claro, con plateados<br />

reflejos; su sonrosado pico; sus fuertes patas,<br />

de color amarillo claro; su desarrollado saco<br />

abdominal, y lo corto de las alas, impropias<br />

para el vuelo. Forma una raza precoz muy<br />

adecuada para el cebo, y proporciona una carne<br />

muy delicada y fina. Pone numerosos y<br />

gruesos huevos la hembra. Es originaria esa<br />

ave de la comarca que la da nombre, en el<br />

Condado de Buckingam (Inglaterra). Esa casta<br />

es muy antigua, y ha existido en todas las<br />

épocas de que se conserva memoria, habiéndose<br />

extendido en la actualidad por toda Europa,<br />

por el Canadá y por los Estados Unidos,<br />

gracias á la facilidad con que se aclimata. Es<br />

muy apreciado ese pato por la excelencia de<br />

su carne, la rapidez de su desarrollo y su<br />

gran talla. Con sus individuos se realiza un<br />

importante movimiento comercial en la comarca<br />

de Aylesbury, siendo muy frecuente<br />

que se envíe en un solo día á Londres una tonelada<br />

de pollos que cuentan de cinco á ocho semanas<br />

de existencia. El comercio es muy activo<br />

desde el mes de Febrero hasta fines de<br />

Julio. El peso de los pollos á las seis semanas<br />

es, por término medio, de 1.500 gramos, y se<br />

vende el par á precios que oscilan entre 11 y<br />

38 pesetas, aumentando á medida que la estación<br />

avanza, para descender bruscamente<br />

en el mes de Agosto. La particularidad que<br />

más se aprecia en esos patos es la blancura<br />

del plumaje, considerándose la menor mancha<br />

como señal de que la casta es impura. Las<br />

patas son siempre de color amarillo; el de los<br />

huevos es muy variable: unos son casi blancos<br />

, otros de color crema y muchos de un brillante<br />

color verde.<br />

AYR (Vacas de) (Zootecnia).—Se ha denominado<br />

así á esos animales, porque en el<br />

condado escocés de Ayr es donde se ha desarrollado<br />

esa raza, admirable por sus cualidades<br />

lecheras, que saltan á la vista al contemplar<br />

aquellos pequeños animales cargados con voluminosas<br />

ubres. Esa casta, que una vez<br />

transportada á las cercanías de Londres deja<br />

de producir leche en abundancia para adquirir<br />

carnes y engordar de una manera considerable,<br />

es indudablemente una de las variedades<br />

de la raza vacuna que mayores rendimientos<br />

puede producir al agricultor, siempre que<br />

sepa sacar partido de ella.<br />

Precisamente con la. leche de esas vacas se<br />

fabrica en Escocia el queso llamado de Dunlop,<br />

y que es muy estimado en Inglaterra, y la<br />

ciudad de Glasgow es surtida abundantemente<br />

de leche por el condado de Ayr, donde se<br />

han transformado en pastos considerables extensiones<br />

de terreno, y se obtienen alimentos<br />

para mantener muchos millares de vacas.<br />

Estas son cariñosas y dóciles, y según<br />

M. David Low, cada una de ellas puede suministrar<br />

de 3 á 4.000 litros de leche al año,<br />

ó sean 2.750 por término medio, contando con<br />

las jóvenes y menos productivas. Al igual de<br />

las demás vacas lecheras, engordan rápidamente<br />

cuando cesan de segregar el preciado<br />

líquido, y se pueden utilizar, por lo tanto, en<br />

la carnecería.<br />

Son sumamente graciosas las formas de esos<br />

animales; el color de su pelo es rojo obscuro<br />

manchado, y la raza se distingue por su cabeza<br />

ligera, por sus cuernos retorcidos ligeramente,<br />

por el morro rojo y negruzco, por el<br />

cuello fino, por lo gracioso de las extremidades,<br />

lo delgado de los muslos, la anchura de los<br />

lomos, la longitud del cuerpo y lo pequeño de<br />

la estatura, sin que por eso deje de ser el cuerpo<br />

proporcionado. Por lo mismo que la raza<br />

es eminentemente lechera, se crían especialmente<br />

las hembras, y los machos se venden<br />

para la carnecería.<br />

Puede decirse que las vacas de Ayr son los<br />

animales que más se cuidan en Escocia. La<br />

afición á poseer animales de esa casta es tal,<br />

que en lugar de malgastar sus ocios en distracciones<br />

inútiles bajo el punto de vista del<br />

interés social, los escoceses acomodados, banqueros,<br />

comerciantes, médicos, abogados, etc.,<br />

no dejan de tener una posesión en que, no solamente<br />

se consagran al cultivo agrícola y á<br />

la jardinería, si que también crían una ó varias<br />

vacas de la especie que nos ocupa. A facilitar<br />

esa provechosa distracción contribuye<br />

el especial modo de ser de la agricultura en<br />

Escocia. Allí, en efecto, no se hallan las casas<br />

agrupadas cual en nuestras poblaciones y<br />

aldeas, sino desparramadas por los campos;<br />

las operaciones del cultivo se hallan tan simplificadas<br />

y organizadas tan excelentemente,<br />

que es sumamente sencillo ejercer la profesión<br />

de agricultor. El más pequeño industrial<br />

posee al menos 2 ó 3 hectáreas contiguas á su<br />

morada, ó las toma en arriendo, puesto que<br />

casi todo el suelo pertenece á los lores, y casi<br />

siempre organiza su pequeña explotación del<br />

modo siguiente:<br />

Generalmente tiene dos vacas, y con fre-


AYU — 638 — AYU<br />

cuencia un poney ó caballo de pequeña talla,<br />

destinado á la silla, y como adopta por lo común<br />

la alternativa de los cultivos en el país,<br />

siempre dispone de hectárea y media de pasto.<br />

Desde el 15 de Mayo hasta el 1." de Noviembre<br />

las vacas permanecen en la pradera<br />

durante día y noche, sin guardián alguno y<br />

sin imponer otros cuidados que el de ordeñarlas<br />

cotidianamente. Con ellas vive también el<br />

poney, que se busca en el pasto cuando es necesario<br />

utilizar sus servicios.<br />

Ordinariamente el dueño ó inquilino de la<br />

heredad siembra 50 áreas de avena, que en<br />

menos de dos días prepara un hombre auxiliado<br />

por dos caballos. Lo mismo puede decirse<br />

del terreno destinado á la cebada. Como<br />

este cereal es posterior á los turneps, todo el<br />

trabajo de rejas para 50 áreas de siembra y de<br />

rastrilleo cruzado se puede ejecutar en un<br />

solo día, con tal de que se halle encargado de<br />

él un labrador diligente. No debe olvidarse<br />

que después de cosechados los nabos, la tierra<br />

queda muy suelta y que se trata de un suelo<br />

granítico. Para hacer la recolección, incluyendo<br />

en ella la siega, el agavillado y la formación<br />

de los haces, bastan un hombre y una<br />

mujer dedicados á esas faenas durante dos<br />

días, ó sean cuatro jornales, cinco á lo sumo<br />

cuando se coseche avena y cebada á la par.<br />

Los turneps son los que exigen más trabajo.<br />

Para sembrarlos ha de darse una vuelta<br />

y á veces dos al rastrojo de avena; se abren<br />

los surcos para echar el estiércol, y se cubre<br />

luego formando caballones de 75 centímetros<br />

de anchura. Total dos jornales para ejecutar<br />

esas labores. En las granjas donde existe un<br />

poney, éste es el encargado de conducir el estiércol<br />

á las tierras, y de llevar la avena y la<br />

cebada al depósito. La trilla, motivo de distracción<br />

para la mayoría de los colonos, se<br />

practica generalmente con máquinas movidas<br />

por agua. La sementera, empleando la sembradora,<br />

se hace en muy poco tiempo. Para<br />

entresacar los turneps en las 50 áreas bastan<br />

seis jornales de mujer y uno de hombre para<br />

esparcir el estiércol.<br />

En resumen, con cinco ó seis jornales de<br />

un hombre y dos caballos á lo más, tres de<br />

hombre y nueve de mujer, de una extensión<br />

de una hectárea y 50 áreas, pueden obtenerse<br />

15 hectolitros de cebada, 20.000 kilogramos<br />

de nabos, 20 hectolitros y aun.más de avena.<br />

Los turneps se toman durante el invierno en<br />

el campo á medida que se necesitan. Pero á<br />

esos productos es necesario agregar los 3 ó<br />

4.000 litros de leche que produce anualmente<br />

cada vaca, es decir, de 16 á 20 litros diarios<br />

cuando se tienen dos hembras de esa especie,<br />

que se pueden utilizar directamente, ó convertirse<br />

en queso, manteca, etc. Así, pues, gracias<br />

á que generalmente la tierra cultivada se<br />

halla inmediata á la casita, los colonos no solamente<br />

obtienen los rendimientos de aquélla<br />

sin gran esfuerzo, sino que gozan de los atractivos<br />

propios de la vida del campo.<br />

AYÚAó AYUDA (Zanlhoxyllum de<br />

Kunt.) (Botánica).—Planta de la familia de<br />

las rutáceas y tipo en su género. Se conocen<br />

muchas variedades, entre las cuales son las<br />

más importantes las siguientes: Ayúa coriácea<br />

(Z. coriaceum de A. Rich.), especie arbórea<br />

muy abundante en Guanizinar, comarca de<br />

Vuelta Abajo, Isla de Cuba; la dwnosa abunda<br />

en la misma provincia de Pinar del Río;<br />

la ayúa amarilla (Z. bombacifolium, A. Rich.)<br />

se llama así por el color amarillo de su madera,<br />

que es muy resistente y apta para toda<br />

clase de construcciones; también abunda en<br />

la Gran Antilla; la ayúa temada (Z. ternatum,<br />

Swartz) es un arbusto del litoral y que crece<br />

en las cercanías de la Habana; la cayutana<br />

(Z. pterota, Kunth; fagara plerota, Linn.;<br />

Schimus fagara, Linn.; Bagara lentiscifolia,<br />

Willd.), es un árbol que vegeta en diferentes<br />

parajes de la Isla de Cuba y en las Islas Filipinas,<br />

donde se eleva á 6 ó más metros, y es<br />

muy conocido. Su corteza y su madera se<br />

aprecian mucho en Oriente como medicinales.<br />

La ayúa apimentada (Z. piperiium, Fagara<br />

piperita, Linn.) es un árbol de las Filipinas,<br />

que se eleva á unos 8 ó 10 metros, y es muy<br />

celebrado por sus virtudes medicinales en las<br />

enfermedades sifilíticas, y por lo precioso de<br />

su madera blanquecina y dura, aun cuando no<br />

tanto como la de la raíz, de grano tan fino y<br />

tan resistente que sustituye al boj sin desventaja.<br />

La ayúa macho (Z, lanceolatum, Poiret)<br />

es un árbol hermoso y grande que abunda<br />

en las provincias occidentales de la Isla de<br />

Cuba. A los diez y seis años mide de 12 á 18<br />

metros de altura total, con un tronco de 6 á<br />

8, y un grosor de medio á un metro. Su madera<br />

es blanda; duramen de color de caña; se<br />

raja con facilidad, y se emplea en construcciones<br />

interiores y para fabricar cajas de azúcar.<br />

La ayúa blanca ó hembra (Z. juglandifolium,<br />

Willd.), es también un árbol de considerable<br />

elevación que se cría en las comarcas occidentales<br />

de Cuba y alcanza iguales dimensiones<br />

que el anterior. La madera es blanda, se raja<br />

con facilidad, de color blanco y menos apreciada<br />

que la del ayúa macho, porque suele<br />

picarse; se emplea para vigas, varas y soleras;<br />

para cajas de colmenas por su buen olor, que<br />

es grato á los enjambres, y destila una goma<br />

semejante á la arábiga.<br />

AYUDA (Equitación).—Dase ese nombre<br />

á todo medio empleado para dar á entender al<br />

caballo el deseo del jinete y conseguir que el<br />

primero obedezca. La cuestión de ayudas es<br />

una de las más delicadas de la equitación, y<br />

exige que la teoría se vea auxiliada por la<br />

práctica. Para resolverla se necesita cierto<br />

instinto y cierto espíritu de observación que<br />

el ejercicio despierta y que no todas las personas<br />

logran adquirir, ó más bien desarrollar.<br />

De ahí que muchos jinetes, no obstante su<br />

aplicación y buen deseo, no consigan manejar<br />

bien los caballos, como se advierte fácilmente<br />

en los regimientos de caballería, donde los<br />

profesores de equitación procuran instruir de<br />

igual manera y dan las mismas explicaciones


AZA — 639 — AZA<br />

á todos los soldados, obteniendo, sin embargo,<br />

resultados enteramente diversos.<br />

Las ayudas principales son las piernas del<br />

jinete y el freno, cuya acción secunda la presión<br />

sobre los riñones. Gracias al freno, se<br />

provocan y regularizan los movimientos de la<br />

parte anterior del caballo; las piernas obran<br />

principalmente sobre la parte posterior. El<br />

animal cede á la presión de los muslos, de las<br />

pantorrillas y de la espuela. Cuando bailándose<br />

el animal en marcha, por ejemplo, el jinete<br />

ejerce una presión con la pierna derecha,<br />

conseguirá que el animal se incline hacia la<br />

izquierda; si al mismo tiempo lleva la mano á<br />

la rienda derecha, obtendrá una presión del<br />

bocado, que hará cambiar al animal de dirección,<br />

y éste continuará operando su movimiento<br />

hacia la derecha, hasta que al cesar la<br />

presión, recupere el animal la posición normal<br />

y prosiga su marcha.<br />

Precisamente combinando todos los medios<br />

de acción de que el jinete dispone, se obtiene<br />

esa rapidez y esa limpieza en los movimientos<br />

de que alardean con razón los jefes de los escuadrones<br />

de caballería, y los que presentan<br />

caballos amaestrados en los circos. Pero nunca<br />

se debe olvidar que á fuerza de dulzura se<br />

puede obtener solamente la obediencia de los<br />

caballos jóvenes; precisamente los arrebatos<br />

y violencias de los jinetes desnaturalizan el<br />

carácter de los animales, y acaban por llenarlos<br />

de vicios y resabios verdaderamente peligrosos,<br />

causa de lamentables desgracias.<br />

AYÚN (Botánica).—Árbol de las Molucas,<br />

cuyos frutos agridulces, parecidos á ciruelas<br />

, son buenos de comer y sirven para<br />

teñir.<br />

AZACAYA.—Así se llama en la provincia<br />

de Granada una especie de ramal, canal ó<br />

conducto de aguas. También se da este nombre<br />

á una noria grande.<br />

AZADA, AZADILLA, AZADÓN.—Estos<br />

instrumentos varían de peso y forma en<br />

la pala, y de longitud y abertura en la colocación<br />

del astil, según el terreno y labores de<br />

cultivo á que se destinan; así es que en la palabra<br />

Cultivo nos extenderemos en dar grabados<br />

que representen las distintas formas de<br />

los azadones y azadillas, pues las palabras<br />

azada y azadón son sinónimas.<br />

Los azadones los hay de boca cuadrada, de<br />

boca estrecha, de gavilanes, de dientes, y con<br />

pala y pico. Los hay de astil largo ó corto,<br />

sentado ó abierto, según las costumbres y<br />

clase de tierra de cada localidad.<br />

Las azadillas son de menor tamaño y peso<br />

que los azadones, convenientes y necesarias,<br />

como demostraremos en el artículo Cultivo.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AZAFRÁN DE OTOÑO (Agricultura).—<br />

Planta industrial tintórea, condimenticia y<br />

medicinal, perteneciente á la familia de las<br />

irídeas, y denominada por los botánicos Crocus<br />

sativus. Vulgarmente azafranera, azafrán<br />

cultivado, oficinal, zafrán, aleroco, alzardach,<br />

alzardagi; en catalán y valenciano safra; en<br />

vascuence azafraya, y en portugués assafrao.<br />

HISTORIA.—Es originario de Oriente (azafrán<br />

oriental), aunque parece haberse encon-<br />

Figura 286.—Planta de azafrán en flor<br />

trado también en los Alpes y Pirineos, y en<br />

varios otros puntos. Plinio habló ya del azafrán<br />

que se cultivaba en Asia, África y Sici-


AZA — 640 — AZA<br />

lia; Silthorp encontró la planta en Grecia;<br />

Allioni y Tenore, en Italia; Bertolini, en<br />

Ancona, cerca de Ascoli, y los árabes la introdujeron<br />

en España. El nombre de azafrán<br />

se deriva del árabe zahafaran ó de asofar, que<br />

significa amarillo, por ser éste el color que<br />

proporcionan á la tintorería los estigmas de<br />

esta planta.<br />

DESCRIPCIÓN DE LA PLANTA.-—LOS caracteres<br />

botánicos del azafrán cultivado (figura 286)<br />

son: flores de color purpúreo violáceo, coetáneas<br />

con las hojas; nacimiento de un bulbo ó<br />

cebolla maciza y achatada por la parte inferior,<br />

y de renuevos ó búlbulos sobrepuestos en la<br />

superior; dicho bulbo está cubierto de túnicas<br />

filamentosas, que los cultivadores llaman bollizas,<br />

perifolla ó camisa'; hojas lineares, con un<br />

nervio blanco, y margen revuelta y pestañosa,<br />

denominada vulgarmente esportillo; escapo<br />

corto; espata monofila, membranosa y blanca;<br />

perigonio con el tubo muy prolongado, y ei<br />

limbo con las seis divisiones ovales, oblongas;<br />

estambres de anteras asaeteadas, más cortos<br />

que los estigmas; éstos, en número de tres,<br />

son denticulados en el ápice, muy olorosos y<br />

de color rojo, y desecados constituyen el azafrán<br />

del comercio.<br />

CLIMA Y TERRENOS.—Las regiones de la vid<br />

del olivo son las que más le convienen. En<br />

spaña se cultiva en la Mancha (Albacete,<br />

Ciudad Real, Toledo y Cuenca), Alcarria<br />

(Guadalajara), Murcia (Bullas), Valencia<br />

(partido de Requena), Aragón (Teruel, Zaragoza,<br />

partido de Daroca) y en algunas localidades<br />

de Andalucía y Cataluña.<br />

Los terrenos más apropiados para este cultivo<br />

son los substanciosos de algún fondo; los<br />

calcáreo-arenisco-arcillosos, y los frescos y<br />

sueltos; pero como la inteligencia y el trabajo<br />

vencen muchas de las dificultades que la naturaleza<br />

presenta, con el auxilio de profundas<br />

j'frecuentes labores, pueden cultivarse buenos<br />

azafranales en los suelos arcillosos, como<br />

se observa en la provincia de Albacete, en<br />

muchas tierras del Bonillo, Casas de Ves y<br />

Alborea, y en las de Campiñana, donde son<br />

tan compactas que sólo pueden ararse con<br />

bueyes. También en los suelos yesosos, y con<br />

un cultivo esmerado, se reproduce bien esta<br />

planta, como se nota en los de Casas del Río,<br />

aldea del partido de Requena, y en muchos<br />

de los de Tobarra (Albacete), teniendo la<br />

particularidad los primeros de que sobre ser<br />

su azafrán de buena calidad, la cebolla se conserva<br />

muy sana, se pierde poco y se reproduce<br />

mucho, cosa que por regla general no sucede<br />

con la de los inmediatos azafranales del<br />

Estado de Jorquera. En las zonas cálidas<br />

(región dejg^caña dulce, Málaga), y en todos<br />

los suelos-WfSonde no se producen bien ó degeneran<br />

las cebollas-de flor (jacintos, marimonas,<br />

etc.) píio se nteproducen los búlbulos<br />

ó renuevos, y la plantación concluye por<br />

extinguirse, así como por el exceso de humedad,<br />

que es muy perjudicial para esta planta.<br />

El cultivo del azafrán puede ser intensivo<br />

y extensivo, de secano y de regadío; mas respecto<br />

del cultivo en pequeña ó grande escala,<br />

hay que advertir que la depreciación y oscilaciones<br />

que experimenta este producto en el<br />

mercado, y lo muy costoso de los cuidados y<br />

labores que exige, hacen que en la actualidad<br />

sea casi exclusivamente intensivo, en pequeña<br />

escala, y practicado por la clase jornalera ó<br />

por labradores de pequeña fortuna, de aquéllos<br />

que cultivan por sí sus heredades. Por<br />

regla general, en la Mancha, que es la localidad<br />

de su mayor producción, la clase jornalera<br />

suele arrendar por cuatro ó cinco años ó<br />

verduras los rastrojos y resiembros de tres<br />

años de cereales, ó tomar gratuitamente las<br />

tierras que están empradizadas de grama ó<br />

de otras malas hierbas, ó bien los terrenos<br />

pedregosos destinados para viñas, sin más<br />

labor que el boyo ó zanjilla para plantar el<br />

sarmiento. En este último caso, después de<br />

plantada la viña, se cede el terreno al que lo<br />

quiera cultivar de azafrán, con la obligación<br />

de sacar los cantos á las lindes del plantío y<br />

formar con ellos lo que en el Bonillo llaman<br />

pedrizas. De esta manera se suple con la asiduidad<br />

del cultivo lo desventajoso de la calidad<br />

de los terrenos, porque el azafranal es<br />

para la gente pobre de la Mancha su codiciada<br />

esperanza y el sueño dorado con que adormece<br />

y mitiga sus aflicciones. Por eso, esperanzados<br />

en la utilidad de este producto, se<br />

ve al bracero y su familia ocupados en el<br />

cultivo del azafranal, con el incansable afán<br />

del que produce para sí, no sólo los días de<br />

fiesta, sino también aquellos en que no tiene<br />

donde ganar su jornal. El hombre cava ó bina;<br />

la mujer, sin desatender los quehaceres domésticos,<br />

roza las malas hierbas ó ayuda al<br />

marido á regar, cuando abriendo un pozo en<br />

el haza, la transforma de secano en regadío, y<br />

los pequeñuelos, jugueteando, van recogiendo<br />

la broza y sacando á las lindes los cantos de<br />

estos terrenos, que llegan á estar tan limpios<br />

y bien cuidados como jardines.<br />

LABORES DE PREPARACIÓN.— Teniendo ya<br />

elegido el terreno, se saca de suelo cavándolo<br />

á pala de legona, cuanto más profundo mejor,<br />

pulverizando bien la tierra y limpiándola perfectamente<br />

de cantos y malas hierbas. Las<br />

herramientas usadas para esta operación varían<br />

de forma, según las localidades y naturaleza<br />

de los terrenos. En la redonda de Albacete<br />

se usa la legona que representa la figura<br />

287; en los terrenos pedregosos, azada de<br />

pala boquiestrecha; en la provincia de Cuenca,<br />

azadas con cotillo ó mocho, unas con pala<br />

recta y otras con gavilanes; en Valencia (partido<br />

de Requena), legona de pala ancha y<br />

astil corto, representada en la figura 288, con<br />

la cual cavan los viñedos y patatares en las<br />

tierras fuertes y arcillosas, azadones de pala<br />

estrecha y con picola. En el cultivo extensivo<br />

se ha usado como más económico el arado ordinario,<br />

dando primero dos labores yuntas y<br />

profundas, y para la tercera se ha solido usar<br />

una reja de hechura de bacalada, cor. una ó


AZA — 641 — AZA<br />

dos cuchillas colocadas á los lados; con este<br />

mismo arado se daban después todas las labores<br />

de los entrehilos, equivalentes á las cavas,<br />

binas y rozas. Esta primera labor ó sacado de<br />

Figura 287. -Legona para cavar<br />

del azafrán en Albacete<br />

suelo se practica en el mes de Enero, fundándose<br />

en el adagio agrícola del país que dice<br />

respecto de este cultivo la lajbor de Enero para<br />

mí la rpdero, aunque también puede efectuar­<br />

se en Febrero, Marzo 6 Abril. Con todo, para<br />

que este terreno mullido se meteorice por el<br />

mayor tiempo posible, debe cavarse durante<br />

las lluvias del otoño, por si en Enero »1 tiem-<br />

Dtc—II.<br />

po demasiado frío imposibilitase el poder trabajar<br />

en un terreno excesivamente endurecido<br />

por las heladas. La segunda labor preparatoria<br />

para la plantación consiste en una<br />

bina ó roza profunda, dada<br />

en Marzo ó Abril,<br />

cuando el terreno se suele<br />

Cubrir de hierba. Sin<br />

embargo, siempre que<br />

las tierras sean muy<br />

fuertes ó arcillosas, se<br />

dará una bina ó entrecava<br />

en Abril ó principios<br />

de Mayo, poco antes de<br />

plantar la cebolla.<br />

El abono que para este<br />

cultivo se ha de emplear<br />

es el de cuadra, reducido<br />

á mantillo, al cual conviene<br />

mezclar cierta cau-<br />

^f^2 ''dad de cenizas del hogar.<br />

Para confeccionar<br />

este abono, cuando se recorte<br />

el basurero, en la<br />

óltima vuelta se pondrán<br />

ara cada diez espuertas<br />

de basura una de ceniza,<br />

mezclándola perfectamente,<br />

amontonándola<br />

^ _^ —después y guardando la<br />

.^—^^"^ mezcla el mayor tiempo<br />

abrir caña ó zanjilla para la plantación posible en sitio fresco,<br />

umbrío y resguardado de<br />

la humedad. De ningún<br />

modo se usarán basuras enterizas, porque pudrirían<br />

la cebolla, ó como vulgarmente dicen<br />

los labradores, la abonarían. Cuando se dispone<br />

de mucho abono, se distribuye á manta<br />

por toda la superficie,<br />

incorporándolo bien con<br />

la tierra en la última entrecava<br />

; mas si se quiere<br />

economizar este mantillo<br />

repodrido, se estercolará<br />

al tiempo mismo de ejecutar<br />

la plantación, como<br />

inmediatamente indicaremos.<br />

PLANTACIÓN DEL AZA­<br />

FRANAL.—Arrancadas en<br />

el mes de Maj'o las cebollas<br />

que se han de plantar,<br />

se limpiarán de sus<br />

cubiertas ó camisas, separando<br />

las picadas y<br />

desmedradas, eligiendo<br />

las más sanas y de mediano<br />

tamaño, es decir,<br />

cebolla de buena postura,<br />

porque no siendo muy<br />

Figura288.— Legona del partido de Requería para binar y cavar gruesasXpero sí muy<br />

iguales, loiNbúlbulos ó<br />

hijuelos que producen al segundo año, si<br />

bien son en menor número, engordan más,<br />

arrojan mayor número de tallos y llegan en<br />

el tercero á encepar el terreno de mucha y<br />

41


AZA — 642 — AZA<br />

buena cebolla, aumentando considerable y<br />

gradualmente la floración. Si hubiese necesidad<br />

de criar cebollas, se cavará el terreno y<br />

se distribuirá en el número de canteros nece-<br />

sarios, en los cuales se plantarán los bulbos<br />

más gruesos, con el fin de que produzcan el<br />

mayor número posible de aumentos ó hijuelos,<br />

para después transplantarlos. La cantidad de<br />

cebolla empleada en la plantación se calcula<br />

para cada 5 áreas de tierra (un celemín), 5<br />

hectolitros (unas 10 fanegas de cebolla). Para<br />

llevar á cabo esta operación se clavan dos<br />

estacas en uno de los extremos del terreno, á<br />

las cuales se ata y atiranta una cuerda; el<br />

trabajador se coloca al frente de ella, no al.<br />

hilo, sino un poco sesgado, y guiándose por<br />

la cuerda, clava fuertemente la legona ó azadón,<br />

abriendo ó rompiendo la tierra hacia atrás,


AZA — 643 AZA<br />

y volviendo de costado la herramienta, con<br />

lo que separando y arreglando el terreno, va<br />

resultando una pequeña zanjilla de unos 25<br />

centímetros de profundidad y de un ancho<br />

poco mayor que el de la legona; á esta operación<br />

se llama abrir caña, y al hacerlo es ocasión<br />

de verificar el abono, si antes no se hizo<br />

á manta, vertiendo á chorrillo en la zanja la<br />

basura reducida á mantillo. A medida que el<br />

operador va abriendo caña, las mujeres que<br />

le ayudan en esta operación, llevando cestos<br />

ó espuertas llenas de cebollas, las van colocando<br />

á marco real ó al tresbolillo, y á distancia<br />

de unos 3 centímetros (cosa de dos dedos unas<br />

de otras), allanando ó emparejando- con las<br />

manos el fondo ó suelo de la zanjilla antes de<br />

distribuir la cebolla, como representa el grabado<br />

289.<br />

Así que el trabajador ha llegado abriendo<br />

zanja hasta el extremo del terreno, y medida<br />

y señalada por medio de un marco ó palo de<br />

unos 45 á 50 centímetros (18 ó 20 pulgadas)<br />

la distancia á que se ha de abrir la segunda<br />

caña, arranca las estacas y las clava en el sitio<br />

que les corresponde para el nuevo atirantado<br />

, después de lo cual comienza otra vez á<br />

abrir caña; pero con la particularidad de que<br />

con la tierra que saca de la segunda zanjilla<br />

va tapando y cubriendo la cebolla colocada<br />

en la primera. Estas operaciones se van repitiendo<br />

sucesiva y ordenadamente, hasta terminar<br />

la plantación del azafrán, allanando<br />

inmediatamente el terreno recién plantado. Si<br />

por circunstancias particulares no se pudiese<br />

plantar en Mayo, se guardará la cebolla limpia<br />

hasta Septiembre, que es la segunda época<br />

en que se puede verificar la plantación,<br />

por más que la primera sea ¡a más oportuna.<br />

Tanto én una como en otra estación, al<br />

limpiar las cebollas de sus túnicas, no se les<br />

despojará de todas, sino que se les dejará la<br />

última película ó envoltura.<br />

LABOEES DE CULTIVO.—En el mes de Junio<br />

se da una bina ó entrecava, no al hilo, sino<br />

atravesada; á últimos de Septiembre se cavan<br />

los entrehilos, si es que antes no se les han<br />

dado dos binas para destruir las malas hierbas<br />

, en cuyo caso á principios de Octubre se<br />

dará una ligera entrecava para facilitar la<br />

floración. Si llueve por esta época y la tierra<br />

forma costra, se ganchean los azafranales,<br />

usando unos rastros de madera con dientes<br />

de hierro. La operación de gauchear, no sólo se<br />

repite en Octubre, cuando la cebolla está á<br />

punto de florecer, y cuantas veces llueva, sino<br />

en tiempo seco y en los primeros días de la<br />

floración, y aun después de recogida la rosa<br />

por la mañana, se gancheapor la tarde con el fin<br />

de facilitar el brote de la flor si la tierra está<br />

endurecida. Las labores de cultivo del segundo<br />

año principian con una cava profunda, que se<br />

da en Noviembre, después que se ha recolectado<br />

la rosa, y cuando ya el espartillo está<br />

crecido. Esta operación, llamada de cava por<br />

hilos ó entrehilos, la ejecuta el cultivador marchando<br />

hacia adelante y apoyando un pie en<br />

cada hilo, cavando alternativamente á derecha<br />

é izquierda, y labrando dos hilos á la vez.<br />

La segunda labor es una cava-bina, también<br />

al hilo, que se ejecuta en Abril ó primeros<br />

días de Mayo, después de segado el espartillo.<br />

A la tercera labor se le da tal importancia,<br />

que ha dado origen al aforismo agrícola de<br />

bina por San Juan todos la saben y pocos la<br />

dan; se practica á mediados de Junio, y es la<br />

única labor que se da atravesada; pues habiéndose<br />

ya secado el espartillo que no se<br />

pudo segar por estar junto al suelo, se roza<br />

al mismo'tiempo que se hace esta labor, cortándolo<br />

entre dos tierras sin perjudicar á la<br />

cebolla, lo cual se llama cortar ó rozar el penacho.<br />

La cuarta y última se da,.como ya hemos<br />

dicho, por Septiembre, para facilitar la<br />

floración, así como en Octubre se ganchea<br />

para conseguir el mismo objeto. Estas mismas<br />

labores se repiten durante el tercer año, que<br />

es el tiempo que dura en un mismo terreno la<br />

plantación del azafranal.<br />

En los cultivos de regadío es más segura,<br />

abundante y temprana la cosecha, siendo suficientes<br />

dos riegos de pie, uno en Marzo para<br />

nutrir y facilitar el crecimiento de los hijuelos<br />

óbúlbulos, y el otro por Septiembre, para<br />

facilitar la florescencia.<br />

RECOLECCIÓN DE LA EOSA.—Época de gran<br />

animación es para los pueblos donde el azafrán<br />

se cosecha, la de la recolección de este<br />

producto. Mujeres, hombres y muchachos de<br />

ambos sexos y diferentes edades salen de la<br />

población, cantando alegremente antes del<br />

amanecer, y se dispersan en distintas direcciones<br />

por los campos. Una vez en el azafranal<br />

estas alegres cuadrillas, se distribuyen y colocan<br />

en fila, alternando los hombres y los<br />

chicos; pero más comúnmente las mujeres,<br />

las cuales poniendo un pie en cada entrehilo,<br />

y la espuerta ó cesto entre las piernas, y cogido<br />

con la mano izquierda, van recogiendo con<br />

la derecha la rosa, que con destreza y prontitud<br />

quiebran por debajo de su base, como se<br />

demuestra en el grabado 290. Según está hecha<br />

la plantación de la cebolla, así cada rosera va<br />

recogiendo la flor de tres hilos, si está puesta á<br />

marco real ó en dos carreras, y de cuatro si lo<br />

está al tresbolillo, porque siempre estas plantaciones<br />

resultan un poco más estrechas que<br />

las primeras. Así que han concluido de coger<br />

la flor de los primeros hilos, continúan por los<br />

inmediatos, subiendo y bajando alternativamente,<br />

y llevándolo todo á hecho, hasta terminar<br />

por aquel día la recolección. Las horas<br />

de ésta son desde el amanecer hasta el medio<br />

día, porque por la tarde se amustia un poco<br />

con el calor del sol, y únicamente se recoge á<br />

estas horas, ó cuando hay mucha, por no ser<br />

conveniente dejarla hasta el otro día, ó cuando<br />

el tiempo está fresco y queda alguna por<br />

coger. Si sobrevienen escarchas y las mañanas<br />

son muy frías, la recolección de la rosa<br />

no debe principiarse hasta después de la salida<br />

del sol. La fuerza .de la floración dura de<br />

quince á veinte días, no siendo igual eu todos


AZA — 644 —" AZA<br />

ellos, porque las circunstancias climatológi- hacerlo. La floración va sucesivamente aucas<br />

que se suceden en el transcurso de la co- mentando, hasta llegar á su máximum de prosecha<br />

la modifican notablemente. En los años ducción, que dura dos ó más días, según la<br />

secos, especialmente por la primavera. pues el calidad de la cosecha: se denomina el día del<br />

azafranal agradece mucho las aguas de Marzo manto aquel en que mayor número de flores<br />

y Abril, la cosecha disminuye y tarda más en han abierto.<br />

florecer; mas, por lo general, poco antes de Monda de la rosa, ó separación de los estigmedfetfos<br />

de Octubre es cuando principia á I mas ó azafrán.—Cuando se contratan rose


AZA — 645 — AZA<br />

ras para la cogida de la flor, así que llegan á<br />

la casa del labrador, se pesa la que cada una<br />

ba recogido, para después pagarla, según usos<br />

y costumbres. Lo primero que hay que hacer<br />

es separar la flor de cada una de las cogidas,<br />

para limpiarla por riguroso turno, porque lo<br />

más que puede resistir sin deteriorarse y sacar<br />

el azafrán, son dos días, y para esto no ha de<br />

estar ni muy extendida ni muy amontonada.<br />

Figura 291.—Hornilla con cedazo<br />

Si se hubiese cogido durante los días lluviosos,<br />

porque aun cuando llueva no se puede dejar<br />

de recoger, hay que extender la rosa sobre una<br />

estera, y removerla de cuando en cuando para<br />

que se oree antes de mondarla: De modo que<br />

cuando ya está en disposición, y comenzando<br />

por la que primero se ha cogido, se extiende<br />

sobre una mesa larga, alrededor de la cual se<br />

sientan hombres, chicos y mujeres, teniendo<br />

cada cual á su frente una cazuela limpia y<br />

vidriada, para ir echando en ella los mazos,<br />

ó sean los estigmas que constituyen el azafrán.<br />

Así que se ha terminado la monda de la<br />

rosa por aquel día, se pesa el azafrán que cada<br />

uno ha sacado, y se continúan las operaciones<br />

en los sucesivos hasta finalizar la cosecha, que<br />

es cuando se ajustan cuentas y se pagan los<br />

jornales devengados, si es que diariamente no<br />

se han satisfecho. ¡<br />

TOSTADO DEL AZAFRÁN.—Esta importante"<br />

operación, de la cual dependen en gran parte<br />

sus cualidades comerciales, es propia de la mujer<br />

del labrador, á cuyo cuidado y dirección<br />

suelen estar todas las manipulaciones subsiguientes<br />

ala recolección, y con especialidad<br />

la del tostado, al que se procede inmediatamente<br />

, reuniendo por tandas el azafrán obtenido.<br />

Para tostar el azafrán verde se usa en Albacete<br />

un barreño ó cazuela-hornilla, representada<br />

en la figura 292, al que denominan tostador,<br />

en cuyo fondo se coloca un poco de ceniza y<br />

encima una capa de lumbre bien pasada, y no<br />

muy fuerte, que regularmente es el resultado<br />

de quemar separadamente en el hogar una<br />

gavilla de leña. En esta disposición se coloca<br />

encima de la hornilla, tapándola, un cedazo<br />

ordinario, dentro del cual se pone bien exten-<br />

dido el azafrán, como lo demuestra la figura<br />

291. Cuando ya se ha desecado lo necesario<br />

por la parte expuesta al fuego, se coge otro<br />

cedazo, y colocándole encima del primero, se<br />

levanta de la hornilla y se vuelve el de arriba<br />

abajo, dejando caer dentro del segundo el azafrán<br />

contenido en el primero', quedando encima<br />

la parte del azafrán que se hallaba expuesta<br />

á la acción directa de la lumbre. Así<br />

Figura 292.—3arreño-hornilla ó tostador<br />

que se ha desecado por esta parte, se separa de<br />

la hornilla y se envuelve en un trapo negro,<br />

que se guarda cuidadosamente dentro de un<br />

arca, en sitio obscuro, pues la acción de la luz<br />

descolora el azafrán, lo que hace disminuir<br />

su valor en el mercado. En Pequeña y otros<br />

Figura 293.—Hornilla usada en el partido de Requena<br />

para tostar el azafrán<br />

puntos usan para el tostado del azafrán la<br />

hornilla que figuramos en el grabado 293, pero<br />

en otros pueblos la reemplazan por el hueco<br />

que forman dos ladrillos de canto, arrimados<br />

á la pared, en el que echan la lumbre y colocan<br />

encima el cedazo.<br />

ENFERMEDADES Y ENEMIGOS.—Entre las alteraciones<br />

morbosas que puede experimentar<br />

esta planta, se encuentra el monstruoso desarrollo<br />

que al lado de los búlbulos ó cebolla<br />

nueva adquiere algunas veces el bulbo llamado<br />

por los cultivadores tumor, impidiendo su nutrición.<br />

La caries ó podredumbre, que ataca y


AZA — 646 AZA<br />

gangrena la parte carnosa de la cebolla, y que<br />

cuando se presenta contagia á las inmediatas.<br />

Las plantas parásitas que destruyen la cebolla,<br />

comunicando el contagio á todas las demás.<br />

Entre estas criptógamas, la más común y la<br />

que causa mayores estragos es el Sclorotiurn<br />

crocorum ó Rhizoctonia crocorum, vulgarmente<br />

llamado hongo del azafrán. Esta parásita se<br />

manifiesta rodeando circularmente la cebolla,<br />

á expensas de la cual vive, y por último destruye,<br />

reduciéndola á una materia terrosa. El<br />

mal se propaga á las inmediatas por medio de<br />

unas hebritas moradas, celulares y vellosas, que<br />

no son más que el mycelio de la criptógama,<br />

que hace en estas plantas parásitas el oficio de<br />

raíces. Esta terrible enfermedad se inicia ó<br />

aparece en el otoño, y á la siguiente primavera<br />

llega á su mayor grado de incremento; pero<br />

afortunadamente es casi desconocida en nuestras<br />

zonas azafraneras. La consunción de la cebolla<br />

y su putrefacción por el exceso de hume-<br />

la, que por lo regular suelen estar á unos 16<br />

centímetros de profundidad, siguen unas veces<br />

la dirección de los hilos de la plantación,<br />

y en este caso minan á la profundidad de la<br />

cebolla, ó suben hasta el nacimiento de los tallos<br />

, que roen y cortan, para después buzar y<br />

marchar por la dirección primitiva. Otras veces<br />

cortan transversalmente los hilos, marchando<br />

en todas direcciones y pasando de unos<br />

á otros plantíos. Con la tierra que sacan de estas<br />

galerías forman montoncitos de tierra mucho<br />

más pequeños que los que construyen los<br />

topos, habiendo en ocasiones tres y hasta cuatro<br />

reunidos. Entre esta tierra se encuentra<br />

parte de la perifolla ó cubierta del bulbo que<br />

han destruido, así como en el interior de las<br />

galerías se ven los nidos de sus hijuelos, construidos<br />

con esta misma materia. El animal en<br />

el campo, y fuera de sus galerías, es torpe, á<br />

no ser que encuentre pronto el agujero de su<br />

guarida, por el cual rápidamente se desliza;<br />

Fig-ura 29-to -Arvícola de los azafranales (copia del natural)<br />

dad ó por encharcamiento producido por las<br />

lluvias, tormentas y granizadas, son enfermedades<br />

más comunes, y que suelen destruir muchos<br />

azafranales. En cuanto á los enemigos<br />

que en estas plantaciones ocasionan daños de<br />

consideración, minando el terreno y alimentándose<br />

de la cebolla, figura como el más dañino<br />

el arvícola de los azafranales, denominado<br />

impropiamente topo por los cultivadores,<br />

y que representamos en el grabado 294. Tiene<br />

este pequeño roedor unos 11 á 12 centímetros<br />

de largo, de los cuales corresponden 2 ó 3 á<br />

la cola; el lomo pardo obscuro, y el vientre<br />

blanquecino; hocico obtuso, y con cerdas á los<br />

lados, formando bigote; además de los pequeños<br />

molares, á simple vista se distinguen cuatro<br />

largos incisivos, dos en cada mandíbula,<br />

los de la superior más cortos, formando por<br />

la parte interna un hueco ó desgaste en forma<br />

de cuchara , y terminados con borde recto y<br />

cortante los de la inferior, aparentemente más<br />

largos que los de la superior, y con el desgaste<br />

de su parte interna en bisel, con poco hueco y<br />

terminados en punta. Tiene cuatro dedos en<br />

las extremidades anteriores y cinco en las posteriores<br />

; los externos más cortos, y todos<br />

ellos terminados en uñas sumamente finas; la<br />

cola de 2 á 3 centímetros de larga, bastante<br />

blanquecina, y cubierta de pelo hasta la<br />

punta. Las galerías que construye este arvíco-<br />

es débil, y el más ligero golpe le quebranta y<br />

le ocasiona la muerte.<br />

Varios son los medios empleados para la<br />

destrucción de este dañino roedor. Unas veces<br />

se procura ahogarlo en el interior de sus galerías<br />

ahumándolo, para lo que se usa guindilla<br />

pulverizada, pimentón picante ó puntas de cigarro<br />

quemadas. Este sistema da buenos resultados<br />

en algunas ocasiones, porque, ó se<br />

asfixian en el interior, ó se les obliga á salir,<br />

y entonces se les destruye. Cuando la longitud<br />

y sinuosidades de las galerías imposibilitan<br />

el darles humazo, entonces se les busca<br />

por las direcciones que siguen las minas, salvando<br />

la plantación, y cavando por los entrehilos,<br />

hasta acorralarlos en el último rincón de<br />

su madriguera. Otro de los medios muy generalizados<br />

consiste en la colocación de cepos<br />

construidos con alambre, simulando unas especies<br />

de tenacillas, los cuales se disponen en<br />

las bocas de las últimas galerías que va construyendo<br />

el animal, y por las cuales saca la<br />

tierra al exterior.<br />

DATOS ECONÓMICOS Y ESTADÍSTICOS.—En el<br />

supuesto ya expresado de que el, cultivo puede<br />

ser de secano ó regadío, éste suele pagar en<br />

Albacete por celemín de tierra 40 reales al<br />

año; los de secano, según calidad y clase de<br />

tierras, pagan desde 10 reales en las más inferiores<br />

hasta 50 en las superiores. Unos pa-


AZA — 647 — AZA<br />

gan el rento adelantado, otros por el día de<br />

Todos los Santos, y la mayoría á fines de Noviembre<br />

, ó sea por San Andrés. Las tierras se<br />

dejan por Mayo, que es cuando se arranca la<br />

cebolla, y si en el haza se ha abierto un pozo,<br />

ó es de regadío, se suelen dar á medio rento<br />

hasta fines de otoño, para ponerlas de patatas,<br />

verduras ó legumbres.<br />

El tiempo que tiene que descansar la tierra<br />

para volver á plantarla de azafranal es de<br />

diez y seis á veinte años, procurando, siempre<br />

que es posible, establecer su cultivo donde<br />

nunca lo haya habido; por esta causa, en las<br />

poblaciones azafraneras van turnando en este<br />

cultivo los terrenos situados á más de 4 kilómetros<br />

alrededor de las aldeas y quinterías.<br />

La duración del azafranal es de tres á cuatro<br />

años, al cabo de los cuales hay que trasplantarlo<br />

á otro terreno. En tierras vírgenes de<br />

primera dura en buena producción cinco ó<br />

seis; en cambio, en muchos terrenos al tercer<br />

año deja de producir con ventaja. En el primer<br />

año de plantado un azafranal rinde poco; mas<br />

en el segundo y tercero llega al máximum<br />

de producción.<br />

Ya indicamos que las tierras ligeras, las<br />

frescas sin ser húmedas, las fuertes cuando se<br />

las labra con frecuencia y las llanuras frías,<br />

mejor que las templadas, son las que convienen<br />

para este cultivo. Dependiente de estas<br />

causas, podemos observar que en la provincia<br />

de Albacete, en dirección al Mediodía, no llega<br />

más que hasta Hellín, que es su límite con<br />

la de Murcia, en la cual sólo se cultiva en<br />

Bullas, siendo éste el preferido para.la especiería<br />

como condimenticio, por tener más cortos<br />

y delgados sus estigmas. Mas el azafrán<br />

que se cosecha en Tobarra y Hellín es inferior<br />

al que se produce en el centro de la provincia.<br />

Por la parte del Este llega hasta Almansa, no<br />

cultivándose en la de Alicante. Por la del<br />

Nordeste se comunica por el Estado de Jorquera,<br />

en cuya casi totalidad se cultiva, con<br />

el de Pequeña, perteneciente hoy á Valencia,<br />

y con el de la Motilla del Palancar, Campillo<br />

de Alto Buey y demás puntos de la zona azafranera<br />

de la de Cuenca, no cultivándose en<br />

la parte quebrada de su serranía. Por la del<br />

Norte y Poniente, Madrigueras, Tarazona,<br />

La Gineta, La Roda, Minaya, Villarrobledo<br />

y otros pueblos pequeños que no enumeramos.<br />

En el partido de Alcázar, en El Bonillo,<br />

y cerrando el perímetro hacia el Mediodía, en<br />

el de Yeste, donde apenas se cultiva. En Ciudad<br />

Real se encuentra establecido, entre otros<br />

puntos, en Socuéllamos, Campo de Criptana,<br />

Alcázar, Herencia, Camuñas, Madridejos,<br />

Tembleque, Consuegra, Villarrubia de los<br />

Ojos, Malagón, Daimiel, Manzanares y otros.<br />

En la de Toledo, Quintanar de la Orden, Miguel<br />

Esteban, Puebla de Don Fadrique, Toboso<br />

, Villacañas y demás. En Aragón (Teruel)<br />

podemos citar, entre otros, Singra, Villafranca,<br />

Monreal, Caminreal y Fuentes Claras,<br />

pueblos situados en las márgenes del río Celia<br />

é inmediatos á la sierra de Albarracín. Es de­<br />

cir , que próximamente se pueden calcular en<br />

España sobre unos 300 pueblos que se dedican<br />

al cultivo del azafrán.<br />

El mínimum que suele plantar el bracero<br />

cultivador es de 20 á 30 fanegas de cebolla, y<br />

aun 40 según sus ahorros. El de los pequeños<br />

propietarios, de 50 á 80, hasta 100 ó más. Pero<br />

hay que tener presente que, si se quiere llevar<br />

á cabo este cultivo en grande escala, se<br />

suele tropezar con el gran inconveniente de<br />

que por no encontrar brazos bastantes para las<br />

entretenidas manipulaciones de la recolección,<br />

resulten caros con relación á las oscilaciones<br />

del mercado.<br />

En cada celemín de tierra se suelen plantar<br />

unos 10 celemines de cebolla, cuyo precio corriente<br />

varía, según la demanda, de 10 á 14 reales<br />

fanega, aunque en localidades donde el<br />

producto no es de primera, vale por término<br />

medio á 6 reales, y aun hay ocasiones en que<br />

es tal la abundancia, que se vende hasta á peseta.<br />

Por limpiar cada fanega de cebolla para<br />

la plantación se paga un real ó real y medio,<br />

utilizando en ocasiones la cubierta ó perifollo<br />

las mujeres que la limpian, pues 6 fanegas de<br />

buena cebolla les suele dar un capacho de estos<br />

residuos, y la clase bracera, que lo utiliza en<br />

lugar de lana para rellenar colchones, paga por<br />

cada capacho una peseta.<br />

El precio de los jornales para la plantación<br />

son en Albacete 5 reales y vino á cada una de<br />

las tres mujeres que ponen la cebolla, y 14 reales<br />

y vino al hombre que abre la zanjilla. En<br />

otros puntos se paga por este trabajo 3 reales<br />

ó una peseta, comida y vino, ó 7 sin manutención.<br />

Los gastos de labores y plantación se calculan<br />

en unos 10 duros cada celemín, sin incluir<br />

el rento; el cultivo, en cada uno de los<br />

años que dura la plantación del azafranal, se<br />

gradúa en 40 ó 50 reales por celemín de tierra,<br />

y el rento aparte. Cuando se trata de extinguir<br />

el arvícola que destruye los azafranales, se<br />

emplean cepos de alambre, que cuestan á real,<br />

y se paga un real por cada ratón que presentan<br />

al dueño.<br />

Los precios de la cogida de la rosa varían<br />

según que la rosera tenga ó no tomado dinero<br />

adelantado, pues en el primer caso no cobra<br />

más que un cuarto por cada libra y tres ochavos<br />

por cada onza de azafrán en verde; pero<br />

las que no están empeñadas, que son muy pocas,<br />

cobran tres ochavos por libra de rosa y<br />

dos cuartos por onza de azafrán en verde, y á<br />

todas se las da aguardiente-, almuerzo y comida,<br />

y si trabajan en la velada, hay que darlas<br />

de cenar. En Requena y en varios pueblos de<br />

la zona azafranera de Cuenca, además de dar<br />

de comer á las roseras, se las paga un cuarto<br />

por libra de flor y dos por libra de azafrán en<br />

verde. Una buena rosera puede coger hasta<br />

medio día, habiendo abundancia de flor, de<br />

25 á 30 libras, y sacar ó mondar de 10 á 12<br />

onzas de azafrán en verde y hasta una libra<br />

velando hasta media noche; éstas son pocas.<br />

Un celemín de tierra produce por término<br />

medio 5 libras de azafrán en verde, ó sea


AZA — 648 — AZA<br />

una de tostado. Una libra de rosa suele tener<br />

unas 100.000 flores, y produce en las primeras<br />

floraciones del azafranal poco más de una onza<br />

en verde, al paso que en las últimas da un<br />

poco menos de la onza. En Teruel, un cabiz<br />

de cebolla plantada produce una libra (de 12<br />

onzas) de tostado.<br />

Los precios varían según la cosecha, existencias<br />

de la anterior, demanda de los mercados<br />

extranjeros y cosecha de los cultivadores<br />

franceses; así es que, en ocasiones, se<br />

vende á 7 ú 8 duros libra de tostado; en otras<br />

ha llegado á 12, y por los años del 39 al 41<br />

y anteriores al primero, en que el cultivo<br />

no estaba tan extendido, se pagaba á 14 y<br />

16. El valor de la cosecha de 1866, que fué<br />

muy buena en la provincia de Albacete, se<br />

calculó en unos 7 millones de reales. En los<br />

buenos años se puede calcular la cosecha en<br />

España en unas 200.000 libras, y como el<br />

consumo en nuestra Península llegará á unas<br />

40.000, se lleva el resto al extranjero, y aun<br />

á Filipinas y hasta á la China.<br />

El principal mercado donde llevan á cabo<br />

todas las contrataciones de este producto es la<br />

plaza de Valencia. Por último, el azafrán en el<br />

comercio se clasifica de la manera siguiente:<br />

Clase selecta (extra), el escogido de la superior<br />

de Albacete y Cuenca.<br />

Primera clase ó superior, el de Albacete y<br />

Cuenca.<br />

Clase segunda ó clase media, el de la provincia<br />

de Teruel y otros puntos de Aragón.<br />

Clase tercera ó corriente, el llamado de<br />

Manzanares, ó sea el de Ciudad Peal, Toledo<br />

y Alcarria.<br />

Usos Y APLICACIONES.—El azafrán tiene la<br />

propiedad de teñir el agua de amarillo, efecto<br />

de una materia colorante que los químicos<br />

llaman policroita, la cual experimenta diversas<br />

coloraciones al contacto de varios reactivos,<br />

tiñendo de un medio color rojizo el alcohol;<br />

de modo que, además de servir para la<br />

tintorería en general, iluminación de estampas,<br />

lavado de planos, colores á la aguada y á la<br />

miel, es casi de universal uso y consumo como<br />

condimento. En cuanto á las variadas composiciones<br />

alimenticias, sirve para la coloración<br />

de fideos y demás pastas, para cuyo objeto se<br />

llevan grandes cantidades á las fábricas de<br />

Alemania y otros puntos; en repostería y confitería,<br />

para la coloración de bizcochos, cremas,<br />

tortadas, pastillas y demás dulces, así<br />

como para colorear la manteca imitada á la de<br />

Flandes, y para teñir los vinos y licores, especialmente<br />

la composición del escubac ( licor<br />

muy estimado en el extranjero), pues el azafrán<br />

figura en las Ordenanzas de higiene pública<br />

de París y Consejo de Sanidad de Francia<br />

entre los colores inofensivos.<br />

En medicina humana y veterinaria tuvo<br />

tal importancia en lo antiguo, que le denominaron<br />

panacea vegetal, rey de los vegetales y<br />

alma de los pulmones.<br />

Su acción fisiológica se manifiesta en el sistema<br />

nervioso, notándose que á algunos que<br />

han dormido en pequeñas habitaciones en donde<br />

había grandes cantidades de azafrán en<br />

verde, en tiempo de la cosecha, les ha ocasionado<br />

adormecimiento y hasta profundas<br />

alteraciones cerebrales, como la risa sardónica,<br />

fiebres soporosas ó convulsiones espasmódicas.<br />

Cuando está seco y en alguna cantidad, produce<br />

el sueño ó un estado soporoso algo parecido<br />

á la acción del opio, si bien no tan enérgica.<br />

La terapéutica y materia médica sacan<br />

ventajoso partido propinándole interiormente<br />

como tónico y estimulante, antiespasmódico,<br />

antihistérico, antiepiléptico y emenagogo; para<br />

combatir el tedio de hipocondríacos y biliosos,<br />

y para facilitar el sueño y hacer desaparecer<br />

los insomnios, usándolo en pildoras, infusiones<br />

ó jarabes, y aun más frecuentemente en<br />

polvo, á la dosis de 10 á 50 granos, según<br />

los sexos, edades y temperamentos. Al exterior<br />

se prescribe como resolutivo y emoliente,<br />

mezclado en las cataplasmas; la tintura<br />

en fricciones contra el dolor de estómago, y<br />

hasta en colirios contra los infartos escrofulosos<br />

de los párpados, y finalmente, forma<br />

parte de varias composiciones farmacéuticas,<br />

entre las cuales la más principal y usada es el<br />

láudano líquido.<br />

En veterinaria se le considera también<br />

como antiespasmódico, anodino, narcótico y<br />

emenagogo. Interiormente y á pequeñas dosis,<br />

se propina para comunicar actividad al estómago<br />

de los animales de temperamento linfático;<br />

para aumentar la secreción urinaria y<br />

activar la circulación de la sangre, y se administra<br />

en opiata, pildoras, y sobre todo en<br />

polvo. Al exterior se aplica para combatir los<br />

dolores agudos; en colirios, contraías inflamaciones<br />

é infartos de los párpados, toses y asmas,<br />

á la dosis de un escrúpulo á una draema<br />

para los animales pequeños, y de media á dos<br />

onzas para los mayores. Por último, forma la<br />

parte principal de la cataplasma anodina,<br />

compuesta de 16 onzas de leche, en la cual<br />

se cuecen 6 de miga de pan blanco y después<br />

se añaden cuatro yemas de huevo , y<br />

una á dos dracmas de azafrán pulverizado.<br />

Esta cataplasma se aplica tibia sobre los tumores<br />

que van acompañados de inflamaciones<br />

y grandes dolores.<br />

El espartillo que se siega en Abril ó Mayo<br />

se utiliza como pasto para la alimentación<br />

del ganado, y la perifolla ó cubierta del bulbo,<br />

para rellenar colchones, como dejamos indicado.<br />

ADULTERACIÓN DEL AZAFRÁN.—Como consecuencia<br />

inmediata del elevado precio que ha<br />

conseguido este producto en diferentes épocas<br />

, de lo poco que abulta y pesa, de lo limitada<br />

que es la zona de su cultivo, lo entretenido<br />

y costoso de sus labores, la exposición<br />

á las malas cosechas y la reconocida utilidad<br />

por sus diversas aplicaciones, los especuladores<br />

de poca conciencia han tratado, desde hace<br />

mucho tiempo, de adulterar el azafrán,<br />

usando para ello diferentes substancias. Estas<br />

materias, que son de distinta naturaleza, han


AZA — 649 — AZA<br />

ido variando según se ha ido descubriendo esta<br />

superchería y según se ha aguzado el ingenio<br />

de los malos especuladores, de continuo estimulados<br />

por la codicia. El esparto, bien machacado<br />

y reducido á suaves, delgadas y cortas<br />

hebrillas, que después de teñidas se mezclan<br />

con el verdadero azafrán; los filamentos de las<br />

flores del cardo; las flores de la caléndula y<br />

del cártamo alazor, ó azafrán romi ó bastardo<br />

, y hasta las fibras de carne de caballo desecadas<br />

y teñidas, se han utilizado para esta<br />

defraudación. Todas estas adulteraciones son<br />

fáciles de conocer á beneficio de una buena<br />

lente, y sobre todo del microscopio, cuyo uso<br />

debiera estar generalizado entre los agricultores<br />

, pues en este instrumento se marca perfectamente<br />

la diferencia de forma de cada<br />

una de estas substancias, distintas en un todo<br />

de las que afecta el azafrán. Así es que, en vez<br />

de los hilitos entrelazados, muy delgados por<br />

su base, formando macitos de tres, y un poco<br />

claviformes, que es la forma en que se nos<br />

presenta el azafrán, se verán en su lugar, en<br />

el primer caso, las hebritas planas, aisladas y<br />

uniformes del esparto; así como cuando la<br />

adulteración se verifique con las flores del cardo<br />

, alazor ó caléndula, observaremos la figura<br />

tubulosa de los filamentos, y en su interior<br />

restos de los órganos de la reproducción. Para<br />

mejor llevar á cabo estas observaciones, se<br />

deberá mojar ó macerar en agua el azafrán<br />

que queramos examinar. Otra de las substancias<br />

empleadas para avivar el color de esta<br />

materia tintórea, á la vez que para aumentar<br />

su peso, es el aceite. Para conocer este fraude<br />

no habrá más que colocar dicha substancia<br />

entre papeles y prensarla con una plancha caliente,<br />

én cuyo caso quedará estampada la<br />

mancha en el papel; ó ponerla en un vaso que<br />

contenga éter, pues como esta substancia disuelve<br />

muy poco los principios inmediatos del<br />

azafrán, separa con facilidad el aceite. La<br />

mezcla del azafrán añejo, disipado y sin color<br />

con el fresco, es otra de las adulteraciones<br />

empleadas, la cual se conoce en lo obscuro de<br />

su color, en que tiñe poco el agua, y apenas<br />

tiene olor ni sabor, y si se masca y paladea,<br />

tiñe muy débilmente la saliva. Por último, la<br />

mezcla más fraudulenta y más comúnmente<br />

usada hoy, porque es la que aumenta más el<br />

peso, es la que se verifica con tierras y materias<br />

minerales finamente tamizadas; habiendo<br />

llegado la codicia al exagerado extremo de<br />

mezclarlo con arenas del mar y hasta con el<br />

crémor tártaro.<br />

Esta adulteración, que los no prácticos difícilmente<br />

reconocen á simple vista, se hace<br />

patente poniendo á macerar en agua el azafrán<br />

, pues las partículas minerales se irán depositando<br />

en el'Tbndo .de la vasija, ó bien<br />

quemando una porción' de la partida sospechosa,<br />

que en la incineración de los materiales<br />

tórreos acusará la existencia de éstos.<br />

CULTIVO DE ADÓMO.'—Los bulbos del azafrán<br />

pueden también utilizarse como planta<br />

de adorno, por lo que figura entre las cebollas<br />

de flor, para perfilar los arriates, platabandas,<br />

taballetes, canastillos y macizos, combinándolos<br />

con los del cólchico de otoño, villorita ó<br />

quitameriendas, en las praderas de raygrás ó<br />

violeta. La belleza de su flor, así como también<br />

el hermoso color verde de sus hojas, que<br />

dura todo el invierno y principios de primavera,<br />

justifica esta aplicación; también las podemos<br />

colocar en el mes de Septiembre sobre<br />

la boca de una botella llena de agua, á semejanza<br />

de lo que se ejecuta con los jacintos y<br />

demás cebollas de flor, dentro de la cual desarrollará<br />

las raíces, florecerá mucho antes que<br />

si estuviese plantada en tierra y brotarán sus<br />

finas hojas. Del mismo modo pueden disponerse<br />

las cebollas de esta especie y de las diferentes<br />

variedades de la de primavera, entre musgo<br />

humedecido y colocado dentro de un plato ó<br />

de otra vasija cualquiera.<br />

M. Atienzn y Sirvent.<br />

AZAFRÁN DE PRADOS: azafrán bastardo,<br />

cólchico, quitameriendas, villorita ( Colchicum<br />

autumnale), cólchico de otoño (Jardinería<br />

).—Planta bulbosa, medicinal y de adorno,<br />

con flores que nacen del bulbo, precursoras á<br />

las hojas; bulbo aovado triangular, del grueso<br />

de una castaña; flores rojizas, parecidas á las<br />

del azafrán, las cuales se decoloran según la<br />

naturaleza química de los terrenos; son venenosas<br />

, como también el bulbo, por lo cual<br />

se denominan matacán; se multiplica por semillas<br />

y bulbos, que se renuevan todos los<br />

años. Las variedades jardineras son dobles y<br />

de varios colores; se cultivan en los mismos<br />

sitios que el azafrán de otoño y primavera, y<br />

como los bulbos de éstos, florecen en aquella<br />

estación entre musgo, y aun dejándolos sobre<br />

una mesa, por lo cual se le suele también llamar<br />

por algunos flor del aire. Hay una especie<br />

que florece todos los meses. Con el cólchico<br />

de los prados se confecciona un vinagre y<br />

tintura alcohólica, usado contra las neuralgias<br />

y reumatismos.<br />

AZAFRÁN NAPOLITANO (Crocus<br />

neapolitanus).—Planta bulbosa de Italia, con<br />

flores tardías mayores que las del azafrán común<br />

, violado purpúreas. Se cultiva como el<br />

anterior.<br />

AZAFRÁN SILVESTRE, azafrán de<br />

•primavera C Crocus vernus) (Jardinería).—<br />

Especie distinta del azafrán tintóreo; planta<br />

indígena, bulbosa, con hojas radicales cortas,<br />

lineales, de color verde lustroso, y una raya<br />

blanca longitudinal en su centro; flores encarnadas<br />

, azules, amarillas, blancas, rosa, listadas,<br />

jaspeadas, moradas y de otros distintos<br />

colores, según las variedades, pues también<br />

las hay dobles, cuyo color es blanco, amarillo<br />

caña y de hueso. Florecen en primavera; se<br />

plantan en las praderas, guarniciones, perfiles<br />

y arriates; se cultivan en el interior de las<br />

habitaciones en pequeñas macetas, entre musgo,<br />

lana, algodón ó papel, y en botellas con<br />

agua. Se multiplican por semillas para conseguir<br />

nuevas variedades, ó por bulbos ó cebollas,<br />

que se sacan de la tierra cada tres años


AZA — 650 AZA<br />

para transplantarlos á otros terrenos. Se conocen<br />

sobre cuarenta variedades, siendo las más<br />

generalizadas entre nosotros el Crocus aureus,<br />

originario de Europa; el Crocus susianus; el<br />

C. sulfureus, del Asia Menor; el C. luteus; el<br />

C. biflorus de Oriente, y otras muchas. Los floricultores<br />

belgas y holandeses son especialistas<br />

en éste y demás cultivos de las cebollas de flor.<br />

M. Atienza y Sirvent.<br />

AZAGADOR.—Vereda ó paso de ganado.<br />

Se da especialmente este nombre á la servidumbre<br />

pecuaria que pone en comunicación<br />

para los rebaños varios puntos ó fincas dentro<br />

de un término jurisdiccional. No tiene señalada<br />

anchura legal fija. En las dudas que ocurran<br />

sobre este punto, las autoridad.es habrán<br />

de atenerse á la costumbre, oyendo á los ancianos.<br />

(V. Deslindes.)<br />

Muchos creen que los azagadores son servidumbres<br />

de privilegio en favor de la clase<br />

ganadera, y sólo útiles á ella, y no es así. A<br />

la ganadería son necesarios sin duda, pero á<br />

la agricultura son también de utilidad inmensa,<br />

y claro es que siendo convenientes á esos<br />

dos ramos de producción, lo son á la sociedad<br />

en general.<br />

Si los rebaños de un municipio no pudieran<br />

pasar de unos cuarteles del término jurisdiccional<br />

á otros, la mayor parte de las fincas no<br />

podrían ser pastadas, y los dueños estarían<br />

privados de la utilidad correspondiente. No<br />

hay pérdida de producción, por pequeña que<br />

sea, que no pase en daño de la sociedad, y siendo<br />

así, la hierba que no se aprovecha, la libra<br />

de carne que pierde la res por falta de alimento,<br />

son un perjuicio para el consumidor, por<br />

lo cual todos los vecinos tienen vivo interés<br />

en que los azagadores no sean menoscabados.<br />

AZAHAR.— Dase este nombre á la flor<br />

del naranjo, que es olorosísima, embalsama el<br />

ambiente de los jardines y se usa como aroma,<br />

condimento y medicina, según se verá detalladamente<br />

en el artículo Naranjo.<br />

AZAHAR (Agua de).—(V. Aguas aromáticas.)<br />

AZAL (Ampelografía).—Variedad negra<br />

de vid portuguesa, llamada así entre los viticultores<br />

de la cuenca del Miño; los de la cuenca<br />

del Duero la llaman louriga.<br />

AZALEA.— Género de plantas de la familia<br />

de las Ericáceas, que comprende una<br />

especie leñosilla, espontánea en algunos montes<br />

de Cataluña (Ull. de Ter, Puigmal, Coll<br />

de Jou), la Azalea procumbens, L., que carece<br />

de verdadero interés forestal, y que llama<br />

la atención por sus hojas coriáceas, de color<br />

verde intenso, y sus flores de corolas rosadas.<br />

AZALEA (Jardinería).—Género de plantas<br />

de la familia de las ericáceas, y de la tribu<br />

de los rododendros, cuyos caracteres tienen,<br />

pero que los jardineros consideran como grupo<br />

separado, y cuyas flores son pequeños ramilletes,<br />

cuando no aparecen solitarias, situadas<br />

á la extremidad de los ramos. La corola es<br />

monopétala, campanulada ó en embudo, y dividida<br />

más ó menos profundamente en cinco<br />

lóbulos redondeados, y siempre de forma irregular.<br />

Los estambres, en número de cinco ó<br />

diez, son adherentes por la base de los filetes<br />

al tubo de la corola, de anteras biloculares y<br />

abiertos en la cima por dos poros redondeados.<br />

El fruto es una cápsula de cinco celdas, con<br />

numerosos granos menudos. Las azaleas forman<br />

dos secciones bastante diferentes una de<br />

otra. Las pertenecientes á la primera son muy<br />

rústicas; vegetan en el Centro y Norte de Europa,<br />

y son de hojas caducas; son originarias<br />

del Norte de América y del Cáucaso; y las<br />

segundas de la India y la China meridional.<br />

La altura de esos arbustos ó matas oscila entre<br />

50 centímetros y un metro á lo sumo.<br />

Las azaleas ocupan un lugar tan importante<br />

en los jardines, que son objeto de un cultivo<br />

especial por parte de muchos horticultores,<br />

y se construyen exprofeso invernaderos<br />

para multiplicarlas. Lo .cierto es que son dignas<br />

de los cuidados de que son objeto por la<br />

abundancia de sus flores y el brillo de sus colores.<br />

En este sentido no tienen rivales, pero<br />

en cambio son muy pobres en perfume y casi<br />

inodoras.<br />

Las especies que vegetan á cielo descubierto<br />

más dignas de mención son: 1. a , la azalea<br />

póntica, del Cáucaso y del litoral del Mar Negro<br />

, de flores amarillas ó amarillo-anaranjadas<br />

, que destilan en el fondo de su corola un<br />

jugo venenoso, el cual comunica frecuentemente<br />

á la miel sus cualidades en las comarcas<br />

en que la planta vegeta; á esa miel se atribuye<br />

el envenenamiento de los soldados de Jenofonte,<br />

cuando acampaban en las costas del<br />

Ponto-Euxino, al regresar de Persia en la célebre<br />

retirada de los diez mil; 2. a , la azalea<br />

viscosa; 3. a , la azalea amarilla (A. glauca);<br />

4. a , la A. nudiflora; todas ellas originarias de<br />

América, y de flores blancas, rosadas ó completamente<br />

rojas; 5. a , la A. calendulácea, también<br />

indígena del Norte de América, y cuyas<br />

flores están teñidas de rojo escarlata. Él cultivo<br />

de estas cinco especies reclama tierra de<br />

brezo, como casi todas las plantas de la familia<br />

de las ericáceas. Florecen al comenzar la primavera,}'<br />

maduran bien los granos, que sirven<br />

para multiplicarlas, lo mismo que los acodos ó<br />

injertos. Han producido numerosas variedades<br />

con el cultivo, y dan fácilmente plantas<br />

híbridas por el cruzamiento.<br />

Las azaleas persistentes ó de invernáculo<br />

templado en países fríos, son dos: la azalea<br />

de la China (A. sinensis) y la azalea de la<br />

India (A. indica), ambas de flores cuyo color<br />

varía desde el blanco hasta el rojo escarlata,<br />

y aun hasta el rojo violado. Son las plantas<br />

más importantes del género, 'y las que más<br />

adornan los jardines por el número de sus flores<br />

y por su asombroso color. Con el cultivo<br />

han dado origen á un inmenso mímero de variedades.<br />

El cultivo de estas plantas es muy<br />

delicado, y exige muchos cuidados cuando se<br />

tienen buenos modelos.<br />

Solamente deben plantarse en tierra de<br />

brezo de la clase más substanciosa, á la cual


AZÜ — 651 AZI'<br />

debe agregarse mantillo de hojas descompuestas.<br />

Las plantas se deben mantener en tiestos<br />

constantemente , y durante el invierno encerradas<br />

en un invernáculo bajo, bien iluminado<br />

y cuya temperatura se mantenga constantemente<br />

elevada algunos grados sobre cero.<br />

Sólo deben regarse los tiestos con gran circunspección,<br />

es decir, cuando sea absolutamente<br />

necesario para que no se sequen las<br />

raíces. Siempre que el aire sea templado, se facilitará<br />

su circulación en el invernadero, pero<br />

cuidando de que no descienda la temperatura<br />

notablemente. Dirigidas y cultivadas de tal<br />

manera, en los primeros días de la primavera<br />

se inicia la vegetación en las especies que nos<br />

ocupan, y entonces conviene sacarlas al aire<br />

libre, ó llevarlas á los compartimientos á los<br />

cuales se hallen destinadas. Ño las daña mucho<br />

el sol, si bien conviene evitar que en los días<br />

estivales las hieran directamente los rayos de<br />

ese astro; entonces deberán regarse con bastante<br />

frecuencia, y conviene más que nada rociar<br />

las hojas para que no se pongan lacias.<br />

Poco después de la floración debe cambiarse<br />

el tiesto y la tierra de las azaleas, y colocarlas<br />

durante algunos días ala sombra, en sitios<br />

adecuados. La tierra que se emplee ha de ser<br />

muy substanciosa, y los tiestos agujereados<br />

para que se filtre bien el agua de los riegos,<br />

los cuales no deberán ser muy abundantes<br />

nunca. En otoño, cuando ya han recuperado<br />

todo su vigor, se las abriga en los invernáculos<br />

, á no ser en las provincias de Levante<br />

y en las meridionales de España, donde<br />

resisten los inviernos al aire libre. Se<br />

multiplican las azaleas por injerto, estacas,<br />

acodos y por medio de semillas, que dan<br />

muchas veces origen á nuevas variedades.<br />

AZAMBOO, AZAMBOERO ó AZAM-<br />

BOGO (Botánica).—Suele darse este nombre<br />

á una variedad del cidro cuyo fruto es la azamboa.<br />

Azamboa se aplica también al membrillo.<br />

AZANORIA.—(V. Zanahoria.)<br />

AZAOLA.— Género de plantas de la familia<br />

de las Sapotáceas, que comprende una especie<br />

arbórea importante, que vive espontánea<br />

en los montes de las Islas Filipinas. (V. Belis.)<br />

AZAR.— En algunos puntos de Andalucía<br />

aplican este nombre al Acer monspessulanum,<br />

L. (V. Arce.)<br />

AZARA.—Nombre vulgar de árboles y<br />

arbustos originarios de Chile, de hojas alternas<br />

, provistas de estípulas foliáceas; flores<br />

muy olorosas, hermafroditas, dispuestas en<br />

corimbo ó en espiga; cáliz monosépalo, de cuatro<br />

á. siete lóbulos; corola nula; numerosos<br />

estambres; ovario con un estilo, y frutos en<br />

baya. Las especies más importantes son la<br />

A. dentata (Ruiz y Pav.), de flores pequeñas<br />

en umbela, hojas dentadas en pares, de las<br />

cuales una es redonda y otra oval; la A. integrifolia,<br />

llamada también madera de Chile,<br />

como la anterior, arbusto de hojas enteras,<br />

dispuestas también en pares, de las cuales una<br />

hoja es oboval, y la otra más pequeña y redondeada,<br />

y flores en espiga. La A. ovata y la<br />

A. gilliesi son arbustos raros y poco conocidos.<br />

Todas esas especies son muy rústicas, y piden<br />

una tierra suave, ligera y cálida. La dentata<br />

sólo prospera en Europa con exposición<br />

al Mediodía y abrigada por un muro; la integrifolia<br />

resiste más la intemperie, pero también<br />

es necesario abrigarla durante el invierno.<br />

AZARBE.—Cauce á donde van á parar<br />

por las azarbetas los sobrantes ó filtraciones<br />

de los riegos.<br />

AZARBETA.—Cada una de las acequias ó<br />

cauces pequeños que recogen los sobrantes ó<br />

filtraciones de un riego, y los llevan al azarbe.<br />

AZARE Ó AZARERO.—Nombre que se<br />

aplica al Cerasus lusilaniea, Juss., de la familia<br />

de las Rosáceas. (V. Cerasus.)<br />

AZAROLLO— (V. Acerolo.)<br />

AZCARRO.—En la provincia de Álava<br />

parece que recibe este nombre el Acer campestre,<br />

L. (V. Arce.)<br />

AZEDERAQUE —(V. Acederaque.)<br />

ÁZIMA. —Género de plantas de la familia<br />

de las Salvadoráceas. En los montes de las<br />

Islas Filipinas se cría la Ázima nova, P. Blanco,<br />

arbusto tieso, hasta de 4 metros de alto<br />

cuando está apoyado á otros árboles. Tiene el<br />

tronco cuadrado; las hojas opuestas, aovadas,<br />

enteras, lampiñas, con una espina en el ápice;<br />

pecíolos cortísimos, con dos espinas en la base;<br />

las flores axilares y terminales, en racimo, y<br />

el fruto, que es una baya jugosa, del tamaño<br />

de una cereza pequeña, blanca y medio transparente<br />

, tiene un aposento y de una á tres semillas<br />

medio acorazonadas, comprimidas, fijas<br />

en un eje .central. Florece en Marzo.<br />

AZNACHO (Botánica).—Pino rodeno,<br />

generalmente achaparrado.<br />

AZOAR.—Impregnar de ázoe ó nitrógeno.<br />

AZOATOS— (V. Nitratos.)<br />

ÁZOE—(V. Nitrógeno.)<br />

AZOICO (Acido).—Es el agua fuerte, llamada<br />

generalmente ácido nítrico.<br />

AZOLLA (Botánica).—Género de plantas<br />

acuáticas flotantes en las aguas estancadas en<br />

América y en Oceanía.<br />

AZORELLA.—Género de plantas umbelíferas<br />

de las regiones antarticas de la América,<br />

de la Nueva Zelanda y de la Australia.<br />

AZUA.— Bebida espirituosa que los indios<br />

hacen ,de la harina del maíz.<br />

AZÚCAR.—Los antiguos dieron el nombre<br />

genérico de azúcar á toda materia de sabor<br />

dulce, comprendiendo bajo esta denominación<br />

cuerpos muy diversos, tanto en su origen,<br />

cuanto en sus propiedades y caracteres.<br />

Más tarde dividiéronse los azúcares en tres<br />

clases:<br />

La primera comprendía los azúcares propiamente<br />

dichos, caracterizados porque bajo<br />

la influencia de la levadura de cerveza pueden<br />

experimentar la fermentación alcohólica. Son<br />

todos ellos cuerpos neutros, ternarios, compuestos<br />

de carbono, mas el oxígeno y el hidrógeno<br />

en las proporciones para formar el<br />

agua. A esta clase corresponde el azúcar de<br />

caña ó sacarosa con sus diferentes isómeros,


AZU — 652 — AZU<br />

tales como la parasacarosa, trehalosa, etc.;<br />

la glycosa, con sus diversas variedades; la levulosa,<br />

la lactosa, la maltosa, la manitosa, la<br />

dulcita, la paraglycosa, etc.<br />

En la segunda clase estaban incluidas todas<br />

aquellas substancias, también ternarias y neutras,<br />

de la misma composición química que las<br />

anteriores, pero que no sufren inmediatamente<br />

la fermentación alcohólica en contacto con<br />

la levadura de cerveza. Son menos estables,<br />

destruyéndose entre 150 á 200° del centígrado.<br />

En este grupo se incluían la inosita, sorbina,<br />

eucalina, etc.<br />

La tercera clase encerraba aquellos cuerpos<br />

azucarados que no fermentan bajo la influencia<br />

de la levadura de cerveza. Algo volátiles<br />

, resistiendo sin destruirse temperaturas<br />

hasta 260°. Substancias ternarias, pero que<br />

contienen un exceso de hidrógeno sobre el<br />

necesario para formar agua. De aquí el que<br />

se les denominara materias azucaradas sobrehidrogenadas.<br />

Comprendía esta clase la glicerina<br />

ó principio dulce de los aceites, la dulcita,<br />

pinita, manita, quercita, etc.<br />

Hoy las materias azucaradas forman un<br />

grupo donde están incluidas gran número de<br />

substancias grasas saturadas, de función alcohólica<br />

ó mixta, sean ó no fermentescibles,<br />

conteniendo seis átomos de carbono ó sus múltiples<br />

(C ( ; ) n , y casi siempre el hidrógeno y<br />

el oxígeno en las proporciones necesarias para<br />

formar el agua, siendo, por tanto, estos últimos<br />

verdaderos hidratos de carbono.<br />

Algunos químicos forman tres grupos con<br />

las materias azucaradas.<br />

Primero, el de la glycosa (C G II 1 2 0°) =<br />

С» (Н2 0)в.<br />

Segundo, el de la sacarosa (С 1 2 H 2 2 O 11 ).<br />

Puede considerarse como un anhídrido de la<br />

glycosa de este modo: 2(C S H 1 2 O 6 ) — H 2 O =<br />

С и PI22 ои.<br />

Tercero, el de la amilosa (C° H 1 0 O 5 ) n, el<br />

MATERIAS AZUCARADAS<br />

QUE CONTIENEN UN EXCESO<br />

DE HIDRÓGENO<br />

I<br />

Alcohol<br />

e x av ale lite<br />

C


AZU — 653 — AZU<br />

Concretándonos á los que pudiéramos llamar<br />

azúcares propiamente dichos, se han dividido<br />

en cuatro especies bien caracterizadas,<br />

comprendiendo cada una de ellas diferentes<br />

variedades, no todas de igual valor industrial,<br />

y son á saber:<br />

Primera especie: azúcar de caña, azúcar<br />

prismática, científicamente sacarosa, caracterizada<br />

por su sabor muy dulce y grato; por<br />

cristalizar en el sistema clinhorómbico; su gran<br />

solubilidad en el agua caliente; ser dextrogira;<br />

fosforecer en la obscuridad por el frotamiento,<br />

y reducir muy débilmente las soluciones cúprico<br />

alcalinas; sus variedades más importantes<br />

son la de caña, remolacha, sorgo, palmera,<br />

arce, maíz, melón, etc. Su fórmula empírica<br />

C^H^ O<br />

Segunda especie: azúcar de uva ó glycosa,<br />

de sabor fresco, aun cuando menos dulce y<br />

menos soluble que la anterior; dextrogira;<br />

cristalizable en pequeños mamelones, parecidos<br />

á las eflorescencias de la coliflor; reduce<br />

en frío, y mejor á 100°, el óxido cúprico de<br />

las sales cúprico alcalinas. Variedades más<br />

importantes, la contenida en el zumo de las<br />

uvas y en el de todos los frutos ácidos, la de<br />

miel, almidón, leñoso, diabetes, etc. Su fórmula<br />

cristalizada C 8 H 1 2 0 6 , IT 2 O, y anhidra<br />

C 6 IÍ12 0°.<br />

Tercera especie: azúcar líquida ó incristalizable,<br />

de sabor marcadamente azucarado;<br />

levógira; jamás afecta la forma sólida; reduce<br />

(C° H8)VI ( ( H °)°<br />

(C«H°)vi¡P H Ó ) 5<br />

Sacarosa<br />

Algunos químicos admiten que la sacarosa<br />

resulta formada por la concatenación de dos<br />

moléculas, una de dextrosa y otra de levulosa;<br />

concatenación que se efectúa por el intermedio<br />

de dos residuos, uno aldehídico (CHO)<br />

y otro alcohólico (CH 2 . HO). Esta hipótesis<br />

puede demostrarse de un modo gráfico del<br />

modo siguiente:<br />

CH 2 110<br />

(CH.<br />

HO) 3<br />

CH. HO<br />

¿H^<br />

I > CH'<br />

h I<br />

CH. HO<br />

I<br />

HO<br />

CH.<br />

I HO<br />

CH.<br />

I<br />

cCIPHO o<br />

Saca rosa<br />

+ HJ 0_(C«HO)vi i0„ ( C H ^ U<br />

- CH 2 HO<br />

I<br />

CH. HO<br />

CI-I 2 HO I<br />

I CH. HO<br />

+ H 2 0=(CH.HO)*-f-l<br />

I CH. HO<br />

CHO |<br />

Dextrosa<br />

c o<br />

las sales cúprico alcalinas, siendo sus principales<br />

variedades la existente en los frutos y<br />

en la miel, así como la originada por la inversión<br />

de la sacarosa. Su fórmula C 6 Hi 2 0°.<br />

Y cuarta especie: lactosa, lactina ó azúcar<br />

de leche, poco soluble, cristalizables en prismas<br />

rómbicos, con apuntamientos octaédricos<br />

muy duros; dextrogira. Única variedad, la<br />

contenida en la leche de los mamíferos. Su<br />

fórmula Ci' 2 H 2 4 O i 2 = 2 (C 6 Hi" 2 0°).<br />

Tenemos, pues, que- los azúcares propiamente<br />

dichos son hidratos de caí-bono fermentescibles,<br />

referidos á dos tipos principales, el<br />

de la sacarosa y el de la glycosa.<br />

Pero dejando á un lado el estudio de la<br />

glycosa (véase Glycosa) y el de la lactosa<br />

(véase Lactosa), ocupémonos de la sacarosa.<br />

Constitución química de la sacarosa.—Atendiendo<br />

á una serie de hechos y de reacciones,<br />

cuya discusión estaría aquí fuera de lugar,<br />

háse considerado á la sacarosa como un éter<br />

derivado de la glycosa, guardando con esta<br />

substancia la misma relación que la que existe<br />

entre el óxido de etilo y el alcohol etílico.<br />

Podemos, pues, considerarla como el resultado<br />

de la concatenación ó condensación de<br />

dos moléculas de la misma glycosa ó de dos<br />

gbyeosas diferentes, según parece deducirse<br />

del hecho de que, bajo la influencia de los<br />

ácidos, ó de los fermentos y del agua, se desdoble<br />

en dextrosa y levulosa, como lo demuestra<br />

la siguiente ecuación:<br />

H } u— a* } u lie \ v •<br />

CH 2 .HO<br />

Levulosa<br />

Otros suponen la existencia de dos residuos<br />

Dextrosa Levulosa ^<br />

aldehídicos en la molécula de sacarosa, representándola<br />

por la siguiente fórmula:<br />

CHO<br />

(CH. HO)*<br />

CH 2<br />

a I O<br />

CH 2 ^<br />

í<br />

(CH. HO)' 4<br />

CHO<br />

Pero admitiendo esta constitución de la<br />

sacarosa, debería originar, bajo la influencia<br />

de los ácidos y de los fermentos, una misma<br />

glycosa, lo que no sucede. Por otra parte,<br />

si encerrara dos residuos aldehídicos, tendría<br />

que poseer necesariamente un poder reductor<br />

mucho más enérgico que la glycosa, cuando<br />

la experiencia demuestra todo lo contrario.<br />

Es claro que la unión de las dos moléculas<br />

de glycosa, para originar una de sacarosa,<br />

puede interpretarse de varios modos:<br />

Primero, por la unión de dos grupos alcohólicos,<br />

en cuyo caso la sacarosa poseería<br />

una función aldehídica. (Fórmula a.)<br />

Segundo, por la unión de un grupo alcob.ó -<br />

üco y otro aldehídico. (Fórmula b.J


AZTJ — 654 — AZÜ<br />

Y tercero 1 , por el intermedio de dos residuos<br />

aldehídicos, según la siguiente formula:<br />

CHA HO<br />

I<br />

(CH. HO) 3<br />

I<br />

CI-I^<br />

I ^ °<br />

c i r c<br />

i a<br />

CIIC<br />

i z& cn^<br />

i<br />

HO . CH - — COH<br />

I<br />

CH. HO<br />

¿II 2 . HO<br />

Entiéndase bien que son posibles otras muchas<br />

fórmulas de estructura, según las dife-<br />

CHO<br />

I<br />

(CH. HO)' 1 + II Cl<br />

CH 2 HO<br />

CHO CHO<br />

(CH. HO) 4 + (CH. HO)* = H Cl •<br />

I I<br />

CIRCI CIP.HO<br />

¿Cómo actuaría en este caso el ácido clorhídrico?<br />

íío puede admitirse que ejerza su<br />

acción sobre el oxidrilo secundario del grupo<br />

(CH. HO) 4 , sino sobre el oxidrilo primario<br />

, dado que la química nos enseña que en<br />

los alcoholes polivalentes mixtos, el mencionado<br />

ácido obra siempre primero sobre el<br />

oxidrilo primario, cual sucede con el propilgricol,<br />

glicerina y demás alcoholes polivalentes;<br />

así:<br />

CIP CH 3<br />

CH. HO 4- H Cl = CH. HO<br />

CHAHO CH 2 . Cl<br />

•H 2 O<br />

Tal es la interpretación más racional y científica<br />

de cuanto acabamos de exponer.<br />

AZÚCAR DE CAÑA.— Obtención industrial.—<br />

Histórico. — El azúcar de caña, del propio<br />

modo que esta planta, procede de la India<br />

y de la China. Para encontrar la etimología<br />

de la palabra azúcar hay que remontarse<br />

al Thibetano, donde hallamos la voz sa-liar,<br />

que significa tierra, polvo blanco, y que ha<br />

servido de raíz á dicho nombre en todos los<br />

idiomas, como lo demuestran las palabras<br />

charkara, en sánscrito; suncharon, en griego;<br />

succhurum, en latín; eheker, en persa; soukker,<br />

en árabe; zucher, en alemán; sugar, en inglés;<br />

sucre, en francés, y zuchero, en italiano.<br />

De la India pasó la caña de azúcar á la<br />

rentes glycosas de las cuales hayamos de derivar<br />

la sacarosa.<br />

Además, como la sacarosa contiene en general<br />

ocho átomos de hidrógeno, capaces de<br />

ser sustituidos por radicales ácidos, se la puede<br />

representar por el compuesto hipotético<br />

C 12 II 1 4 (K)8 O 11 .<br />

Dada la tendencia de los químicos á sintetizar<br />

los compuestos orgánicos, no debe extrañarnos<br />

que Gotier haya ideado un medio<br />

racional de explicar la síntesis de la sacarosa.<br />

Según este autor, podría considerarse formada<br />

por la acción del ácido clorhídrico sobre la<br />

glycosa; reacción que se considera como una<br />

eterificación verdadera por muchos hombres<br />

de ciencia.<br />

Entonces tendríamos que la reacción se<br />

podría representar del siguiente modo:<br />

CHO<br />

(CH. HO)* + II 2 0<br />

CH 2 Cl<br />

Compuesto clorado<br />

intermedio<br />

C H O<br />

I<br />

CHO<br />

(CH. HO)*<br />

( C H . H O ) *<br />

C H 2 CH<br />

— o -<br />

2<br />

Sacarosa de Gotier<br />

Arabia, la Siria, Egipto y el resto de África,<br />

donde fué conocida desde los más remotos<br />

tiempos. Humboldt refiere haber visto antiquísimos<br />

bustos de porcelana representando<br />

los primitivos trapiches empleados en la India.<br />

En 1099, durante la primera cruzada, los<br />

compañeros de Godofredo de Bouillon fueron<br />

los primeros europeos que en Siria hicieron<br />

uso del azúcar, sin intentar siquiera introducirla<br />

en Europa, donde no fué conocida hasta<br />

las conquistas de Alejandro Magno, desde<br />

cuya fecha los egipcios comenzaron á efectuar<br />

un comercio importante con este producto.<br />

Dioscórides, Plinio el Joven y Galeno le<br />

apellidaron sal índica. Theophrasto, Lucano,<br />

Séneca y Varrón hablan de la miel dulce y<br />

de la azúcar producida por la caña índica.<br />

Hacia la segunda mitad del siglo xn, los<br />

árabes trajeron la caña dulce de la India<br />

oriental, siendo cultivada en Chipre, Gandía<br />

y Morea, desde donde pasó á Sicilia y Calabria.<br />

Los mismos árabes, no tan sólo cultivaron<br />

tan rica planta en nuestras provincias del Mediodía<br />

y de Levante, sino que fueron los primeros<br />

que establecieron los trapiches, ora movidos<br />

por fuerza animal, ora por saltos de<br />

agua. En los comienzos del siglo xv se contaban<br />

en el término de Motril catorce fábricas,<br />

con una producción anual media de 3.400.000<br />

arrobas de azúcar, á pesar de lo rudimentario<br />

é imperfecto de los métodos de elaboración<br />

empleados entonces.


AZU — 656 — i AZU<br />

Estado natural.—Hállase la sacarosa muy<br />

repartida en todos los órganos de las plantas,<br />

pero abunda especialmente en los tallos de algunas<br />

gramíneas, tales como los de la caña<br />

dulce (Saccharum officinarum), del sorgo<br />

(Sorghum saccaratum), del maíz (Zea mais),<br />

á cuyas cañas se hace refluir la savia cortando<br />

la espiga antes de madurar; en el de<br />

ciertas palmeras (Sagnerus liumphii y Arenga<br />

saccharifera), en los troncos del arce<br />

sacarino (Acer saccharinum), el abedul (Ligias<br />

alba), en algunas raíces, como las de<br />

remolacha (Veta vulgaris), zanahoria (Daucus<br />

carota), en los tubérculos de las batatas<br />

(Convolvulus batatas), de la chufa (Cyperus<br />

esculetus), y por ultimo, en varios frutos,<br />

como castañas, dátiles, higos chumbos, el fruto<br />

del algarrobo, el melón (Cucumis meló),<br />

las ananas (Ananassa sativa), etc.<br />

Creemos excusado ocuparnos aquí del estudio<br />

biológico y formación del azúcar en el organismo<br />

vegetal; sólo consignaremos que<br />

durante la maturación de los frutos se presenta<br />

siempre el fenómeno de la mencionada<br />

metamorfosis, originándose á expensas del<br />

mucílago, de los ácidos y de la celulosa, y que<br />

aquélla unas veces no sufre alteración sensible,<br />

y otras se hidrata, pasando al grupo de<br />

los glicósidos.<br />

Propiedades físicas y químicas del azúcar<br />

prismático.—Como quiera que la industria que<br />

nos ocupa tiene por rínico fin aislar de un<br />

modo económico la sacarosa de las múltiples<br />

y complejas substancias que en mayor ó en<br />

menor cantidad acompañan siempre á los zumos<br />

naturales; como quiera que para conseguir<br />

dicho objeto se hace indispensable echar<br />

mano de procedimientos y de cuerpos que ejercen<br />

funciones físicas y químicas asaz complejas<br />

sobre la sacarosa; como quiera que en<br />

último término el problema queda reducido á<br />

tina verdadera análisis inmediata con carácter<br />

industrial, y como quiera que el azúcar, por<br />

su composición molecular, es susceptible de<br />

cambios y mudanzas que el cosechero debe<br />

evitar á toda costa, infiérese de todo ello la imprescindible<br />

necesidad de poseer un perfecto<br />

conocimiento de las propiedades físicas y químicas<br />

del azúcar prismática y de los jugos azucarados.<br />

De otro modo caminaremos á ciegas,<br />

cayendo en la más fatal de las rutinas.<br />

Con ser muchas las industrias á quienes la<br />

química informa y sirve de sólido fundamento,<br />

acaso no exista ninguna otra que haya<br />

sacado tanto partido de los progresos químicos<br />

como la azucarera. La mayoría de sus<br />

portentosos adelantos se deben ante todo y<br />

sobre todo á los perseverantes trabajos de laboi'atorio.<br />

Estamos, pues, conformes con Basset<br />

cuando afirma que la industria que nos<br />

ocupa es esencialmente química, y los fabricantes<br />

deben esperar más de estos conocimientos,<br />

y no confiarlo todo á los mecanismos,<br />

echándose en brazos de los constructores de<br />

aparatos.<br />

Eazones son éstas que nos obligan á entrar<br />

en la exposición de aquellas propiedades físicas<br />

y químicas más importantes de la sacarosa.<br />

El azúcar refinado, tal cual circula en el<br />

comercio, con el nombre de azúcar de pilón,<br />

carece de color y de olor, ofreciendo sabor<br />

grato. Pulverizado mecánicamente, pierde algo<br />

de su dulzura, comunicando al paladar cierto<br />

deje fácil de percibir. Si entonces se vierte en<br />

el agua, nótase que una parte de ella tarda más<br />

en esparcirse dentro del líquido. Para explicar<br />

estos fenómenos suponen los químicos que el<br />

aumento de temperatura, ocasionado por el<br />

choque en la pulverización, origina un principio<br />

de carbonización. De todos modos, el hecho<br />

es cierto y debe tenerse en cuenta.<br />

Dos pedazos de azúcar, frotados en la obscuridad,<br />

fosforescen. El aire no le altera. Su<br />

peso específico real es de 1,606, pero su mayor<br />

ó menor porosidad hace creer á muchas personas<br />

que ciertos azúcares refinados endulzan<br />

más que otros, cuando si lo están bien no<br />

existe la menor diferencia en su poder dulcificante.<br />

El hecho es sólo verdadero cuando se<br />

comparan volúmenes iguales; pero como quiera<br />

que las transacciones comerciales se hacen<br />

siempre al peso, es evidente que la misma<br />

riqueza azucarada tiene, por ejemplo, un kilo<br />

denso y compacto, que otro kilo ligero y poroso.<br />

Cuando se evapora el agua azucarada hasta<br />

que marque 37° Baumé, dejándola expuesta<br />

á 30° durante quince días, después de haber<br />

tendido unos bramantes al través del líquido,<br />

se obtienen por enfriamiento y reposo gruesos<br />

cristales, conocidos con el nombre de azúcar<br />

candi; pero si se agita la solución, enfriándola<br />

con mayor rapidez, lógranse cristales blancos<br />

menudos, semejantes á los del azúcar de pilón.<br />

Esta cristalización la impiden ó dificultan la<br />

presencia de multitud de cuerpos, entre los<br />

que debemos citar el cloruro sódico, el potásico,<br />

el sacarato calcico monobásico, la albúmina,<br />

mucílago, y en general los cuerpos<br />

delicuescentes ó viscosos. Las soluciones concentradas<br />

se denominan jarabes, teniendo,<br />

cuando alcanzan en frío el máximum de saturación,<br />

una densidad de 1,321, en cuyo caso<br />

marcan 35° del areómetro de Baumé, hierven<br />

á 105°, y á esta temperatura acusan, con el<br />

mismo areómetro, 31,5 y un peso específico<br />

de 1,267.<br />

La sacarosa se disuelve en un tercio de su<br />

peso de agua fría, y puede decirse que en todas<br />

proporciones en caliente, siendo insoluble en<br />

el éter, y en alcohol anhidro y frío. A la temperatura<br />

de la ebullición este último cuerpo<br />

disuelve 1,4 por 100 de su peso, que abandona<br />

por enfriamiento. En las mezclas de alcohol<br />

y de agua el azúcar es tanto más soluble cuanto<br />

mayor es la cantidad de esta última substancia.<br />

Este carácter de la sacarosa puede representarse<br />

por medio de curvas gráficas en las<br />

cuales se compare la solubilidad de dicho<br />

cuerpo en las mezclas de alcohol y agua, con


AZU — 657 — AZÜ<br />

la misma solubilidad en el agua pura á 14<br />

y 40° de temperatura.<br />

Solubilidad del azúcar en mezclas de agua<br />

y de alcohol<br />

Riqueza \ O" A 14" A 40<br />

alcohólica<br />

del<br />

disolvente<br />

Densidad<br />

á 17 o ,5<br />

Azúcar<br />

en<br />

100 ce.<br />

Densidad<br />

á 17 o<br />

Azúcar<br />

en<br />

100 ce.<br />

Azúcar<br />

en<br />

100 ce.<br />

Gram. Gram. Gram.<br />

0 1,3248 85,8 1,3258 87,5 105,2<br />

10 1,2991 80,7 1,3000 81,5 95,4<br />

20 1,2360 74,2 1,2662 74,0 90,0<br />

30 1,2293 65,5 1,2327 67,9 82,2<br />

40 1,1823 56,7 1,1848 58,0 74,9<br />

50 1,1294 45,9 1,1305 47,1 63,4<br />

60 1,0500 32,9 1,0582 33,9 49,9<br />

70 0.9721 18,2 0,9746 18,8 31,4<br />

80 0^8931 6,4 0,8953 6,6 13,3<br />

90 0,8369 0,7 0,8376 0,9 2,3<br />

97,4 0,8062 0,08 0,8082 0,36 0,5<br />

El peso específico de las soluciones de sacarosa<br />

varía á una misma temperatura coa<br />

la cantidad de azúcar disuelta; á continuación<br />

trasladamos el siguiente cuadro, debido á<br />

Gerlach:<br />

Cantidad Cantidad<br />

de azúcar Peso de azúcar Peso<br />

en 100 partes<br />

de solución<br />

específico<br />

en TOO partes<br />

de solución<br />

específico<br />

0 1.000.000 30 1.129.586<br />

1 1.003.080 31 1.134.406<br />

2 1.007.788 32 1.139.261<br />

3 1.011.725 33 1.144.150<br />

4 1.015.691 34 1.149.073<br />

5 1.019.686 35 1.154.032<br />

6 1.023.710 36 1.159.026<br />

7 1.027.764 37 1.164.056<br />

8 1.031.848 38 1.169.121<br />

9 1 035.961 39 1.174.221<br />

10 1.040.104 40 1.179.358<br />

11 1.044.278 41 1.184.531<br />

12 1.048.482 42 1.189.740<br />

13 1.052.716 43 1.194.986<br />

14 1.056.982 44 1.200.269<br />

15 1.061.278 45 1.205.589<br />

16 1.065.606 46 1.210.945<br />

17 1.069.965 47 1.216.339<br />

18 1.074.356 48 1.221.771<br />

19 1.078.779 49 1.227.241<br />

20 1.083.234 50 1.232.748<br />

21 1.087.721 51 1.238.293<br />

22 1.092.240 52 1.243.877<br />

23 1.096.792 53 1.249.500<br />

24 1.101.377 54 1.255.161<br />

25 1.105.995 55 1.260.861<br />

26 1.111.646 56 1.266.600<br />

27 1.115.330 57 1.272.379<br />

28 1.120.048 58 1.278.197<br />

29 1.124.800 59 1.284.054<br />

Drc—If.<br />

Cantidad<br />

de azúcar<br />

en 100 partea<br />

de solución<br />

Peso<br />

específico<br />

Cantidad<br />

de azúcar<br />

en 100 partes<br />

de solución<br />

Peso<br />

específico<br />

60 1.289.952 68 1.338.594<br />

6i 1.295.890 69 1.344.860<br />

62 1.301.868 • 70 1.351.161<br />

63 1.307.887 71 1.357.918<br />

64 1.313.946 72 1.363.910<br />

65 1.320.046 73 1.370.345<br />

66 1.326.188 74 1.376.822<br />

67 1.332.370 75 1.383.342<br />

Balliug y Brix han determinado también<br />

la densidad de las soluciones acuosas de azúcar<br />

á la misma temperatura de 17 con 5. Los números<br />

obtenidos por estos autores difieren<br />

muy poco de los que acabamos de trasladar;<br />

así que sólo nos limitaremos á consignar aquellas<br />

soluciones en que la cantidad de azúcar<br />

es superior á 75 por 100:<br />

80 1,4159<br />

85 1,4499<br />

90 1,4849<br />

95 1,5209<br />

99 1,5504<br />

Las soluciones de sacarosa son dextrogiras,<br />

sin que la temperatura influya en su poder<br />

rotatorio. El agua azucarada disuelve el sulfato<br />

calcico en tanta mayor cantidad cuanto<br />

está más concentrada, el contacto es más prolongado<br />

y mayor la temperatura.<br />

Acción del calor.—Funde la sacarosa á 160°,<br />

afectando la forma de un líquido viscoso é<br />

incoloro, que se solidifica por enfriamiento en<br />

una masa transparente, amorfa, denominada<br />

científicamente azúcar de cebada, y que no es<br />

otea cosa más que el caramelo ordinario, el<br />

cual no debe confundirse con el caramelo de<br />

los químicos. Al cabo de algún tiempo se<br />

vuelve opaca, cristalizando. Para retardar este<br />

fenómeno sueleu añadir los confiteros, á la<br />

masa fundida, unas gotas de ácido acético, de<br />

vinagre, de glycosa ó melaza.<br />

Cuando se le mantiene á la temperatura,<br />

de 180°, se convierte, sin perder peso, en una<br />

mezcla de dextrosa y levulosa:<br />

fJ12 H"22 O" = C (i II 12 0 G + 0« II 10 O r ><br />

Dextrosa Levulosa<br />

Entre 210 y 220° se colora primero de amarillo,<br />

obscureciéndose después, hinchándose<br />

y desprendiendo olor picante y vapor acuoso,<br />

hasta tornarse en un líquido negro, rojizo, muy<br />

soluble y amargo, llamado caramelo, que los<br />

cocineros emplean para colorar los caldos. Evaporando<br />

este caramelo hasta sequedad, resulta<br />

una masa negra, insoluble é hidroscópica, de<br />

la fórmula C- H 1 8 O 9 . A mayor temperatura<br />

se descompone totalmente, desprendiendo<br />

óxido de carbono, anhídrido carbónico é hidruro<br />

de metilo, destilando aceites obscuros,<br />

42


AZU — 658 — AZU<br />

ácido acético, aldehido, acetona y pequeñas<br />

porciones de ácido butírico.<br />

Por último, calentando los jarabes mucho<br />

tiempo á más de 110°, y lo propio cuando se<br />

les mantiene al fuego algunas horas sin hacerles<br />

hervir, se coloran, invirtiéndose en parte<br />

y adquiriendo reacción acida. De aquí el que<br />

jamás deban hervirse, ni quedar los jarabes<br />

mucho tiempo á la acción del fuego.<br />

Propiedades químicas.— Si importante es el<br />

conocimiento de las propiedades físicas de la<br />

sacarosa, no lo es menos el de las químicas.<br />

La ebullición prolongada con agua la transforma<br />

en una mezcla de dextrosa y levulosa,<br />

denominada azúcar invertida, disminuyendo<br />

gran parte su dulzor; en este caso se invierte,<br />

siendo pérdida para el fabricante, cosa que<br />

debe tenerse muy en cuenta á fin de dirigir la<br />

concentración de los zumos de un modo racional.<br />

Si hacemos hervir, durante veintisiete<br />

horas, una solución de agua azucarada que<br />

contenga 20 por 100 de esta última substancia,<br />

su poder rotatorio desciende á 0 o , formándose<br />

varios productos, entre los cuales uno<br />

de ellos ofrece carácter ácido suficientemente<br />

enérgico para formar con el hidrato de calcio<br />

un compuesto salino, que resiste sin desdescomponerse<br />

la acción del anhídrido carbónico.<br />

A más 170°, las soluciones acuosas de azúcar<br />

se descomponen por completo, precipitándose<br />

una masa carbonosa, con formación de<br />

ácido carbónico, fórmico y úlmico.<br />

Según Closen, la sacarosa, disuelta en agua<br />

pura á la temperatura ordinaria, se hidrata<br />

poco á poco, convirtiéndose en glycosa; pero<br />

Bechamp afirma que dicha transformación<br />

sólo tiene efecto cuando en su seno se desarrollan<br />

vegetaciones criptogámicas que obran<br />

como fermentos, y nunca en el agua pura. Lo<br />

que parece fuera de toda duda es que, colocadas<br />

dichas disoluciones en tubos cerrados, libres<br />

del contacto del aire y de la luz, no se<br />

alteran; pero bajo la acción de este último<br />

agente, efectúase ¡a hidratación de la sacarosa.<br />

La influencia de las soluciones salinas varía,<br />

no tan sólo con la especie y género de<br />

sal, si que también con el estado de saturación<br />

y de neutralización de las mismas. Los<br />

cloruros cíncieo y calcico impiden en todas<br />

ocasiones el paso de la sacarosa á glycosa.<br />

El sulfato magnésico lo retarda. El sulfato<br />

calcico, el cloruro amónico y el nitrato potásico<br />

en frío, lo impiden, pero no así en caliente.<br />

Sometida á 88° una solución azucarada,<br />

á la que hayamos añadido yeso, nitro ó sulfato<br />

magnésico, fórmase al cabo de algunos días<br />

cierta cantidad de glycosa.<br />

Acción de los ácidos.—Varía de naturaleza<br />

é intensidad, según sean los ácidos minerales<br />

ú orgánicos, concentrados ó diluidos, y obren<br />

en frío ó en caliente.<br />

Por regla general, la acción de los ácidos<br />

minerales es mucho más enérgica, existiendo<br />

tan sólo dos ácidos orgánicos, el acético y el<br />

tártrico, cuya acción es completamente nula.<br />

Todos los demás ácidos diluidos convierten<br />

la sacarosa en una mezcla de glycosa y de levulosa,<br />

con lentitud en frío y con gran rapidez<br />

en caliente. El sulfúrico, el nítrico y clorhídrico<br />

, realizan esa transformación en pocos<br />

minutos, sobre todo el primero, cuando la<br />

temperatura se eleva á 100°. Sometida la sacarosa<br />

á una larga ebullición, con los ácidos<br />

minerales diluidos, la invierten primero, originando<br />

después una materia obscura, compuesta<br />

de ulmina, ácido úlmico y fórmico.<br />

El ácido sulfúrico concentrado descompone,<br />

tanto en frío como á una temperatura elevada,<br />

el azúcar y los jarabes. En caliente se<br />

desprende ácido sulfuroso, formándose además<br />

ácido úlmico y fórmico (CU 2 O 2 ), quedando<br />

en último término como residuo un<br />

carbón negro.<br />

El ácido nítrico caliente, y no muy concentrado,<br />

transforma la sacarosa en ácido sacárico<br />

(C 3 H 3 O*) y oxálico (C 2 H 4 O 4 ). Aumentando<br />

más la temperatura, se obtiene sólo ácido<br />

oxálico. Concentrado ó mezclado con ácido<br />

sulfúrico, la transforma en ácido nitro-sacárico<br />

(O'SH'! 0»4JS t 0 2 ).<br />

Acción de los álcalis.— Las soluciones de<br />

sacarosa no cambian de color cuando se hierven<br />

con lejía cáustica de sosa ó de potasa;<br />

carácter que distingue aquel cuerpo de la glycosa,<br />

cuyas soluciones en las mismas circunstancias<br />

toman un tinte obscuro. Si el hervor<br />

dura poco, experimenta una disminución notable<br />

en su poder rotatorio, pero sin que por<br />

ello sufra la menor alteración, puesto que neutralizado<br />

el álcali, adquiere de nuevo el mismo<br />

poder que tenía antes del experimento. Tratando<br />

con alcohol ó con éter las soluciones<br />

alcalinas y concentradas de azúcar, se separan<br />

éstas bajo la forma de una materia oleosa.<br />

Fundida la sacarosa con el hidrato potásico, en<br />

presencia de un poco de agua, da ácido fórmico,<br />

acético y propiónico. Destilada con el<br />

hidrato calcico, produce acetona y metacetona.<br />

Los compuestos sódicos de sacarosa pueden<br />

desecarse, mientras que los potásicos,<br />

cáusticos ó carbonatados, quedan siruposos.<br />

SACARATOS.—En la industria azucarera importa<br />

mucho el conocimiento de algunos de<br />

estos cuerpos, pues aun cuando el azúcar es<br />

substancia completamente neutra, se combina,<br />

no obstante, con los óxidos metálicos, formando<br />

compuestos muy curiosos que reciben el<br />

nombre de sacaratos. Entre ellos merecen especial<br />

mención y prolijo estudio, por el importante<br />

papel que desempeñan en la industria<br />

azucarera, los de cal, barita, estronciana, cobre,<br />

hierro y plomo.<br />

Sacaratos calcicos.—-Existen diferentes sacaratos<br />

calcicos, siendo solubles los monometálicos,<br />

é insolubles ó muy poco solubles los<br />

básicos, en particular á la temperatura de la<br />

ebullición. La cantidad de cal disuelta en los<br />

líquidos azucarados depende de la densidad<br />

y de la temperatura de éstos. Según Soubeiran,<br />

100 partes de azúcar disuelven 25 de cal, y<br />

según Ure y Osann, 50 á 55. Un líquido com-


AZU — 659 — AZU<br />

puesto de 100 partes de agua y 16 de azúcar<br />

disuelve á 0 o , 32 por 100 de cal y sólo 4 por<br />

100 á la ebullición. Estas cifras corresponden<br />

á las combinaciones siguientes:<br />

Ci2H22 0»-r-CaO yá 4(C 1 2H22 0"). CaO.<br />

Según Peligot, las soluciones de sacarosa<br />

concentradas, cuando se las trata por el hidrato<br />

calcico hasta saturación, forman un<br />

compuesto que contiene 19,7 de cal y 80,3 de<br />

azúcar, ó sea 4 moléculas de CaO por 3 de<br />

q 12 pj22 qsi_ L a g soluciones diluidas encierran<br />

9,8 de cal por 90 con 2 de azúcar, ó lo<br />

que es lo mismo, 2CaO por 3C 12 H 2 2 O 11 .<br />

Las soluciones de sacarato calcico poseen<br />

un sabor amargo y alcalino. Muy diluidas, se<br />

vuelven opacas y gelatinosas por el calor;<br />

pero enfriadas, ó con nueva adición de azúcar,<br />

adquieren su primitiva limpidez.<br />

Todos los sacaratos calcicos solubles son<br />

descompuestos por el anhídrido carbónico, que<br />

precipita la cal bajo la forma de carbonato,<br />

dejando libre el azúcar con sus propiedades características.<br />

Las soluciones acuosas de sacarato<br />

calcico, que contienen exceso de azúcar,<br />

disuelven los óxidos de cobre, de hierro, de<br />

cinc y algunos otros metálicos. De aquí la necesidad<br />

de ejercer exquisita vigilancia en la<br />

limpieza de las calderas de defecación.<br />

Hoy se conocen los siguientes sacaratos<br />

calcicos:<br />

Primero. El monometálico, C 1 3 H 2 2 1 1 O<br />

CaO. Cuando se satura poco á poco por el<br />

hidrato calcico una solución concentrada de<br />

azúcar en frío, hasta tanto que dicho hidrato<br />

deje de disolverse, y se trata después esta disolución<br />

límpida y brillante por el alcohol, se<br />

precipita el sacarato monocálcico, que desecado<br />

ofrece los siguientes caracteres: amorfo<br />

, blanco, resinoso, quebradizo, soluble en<br />

el agua fría y conteniendo 0,14 de cal. Esta<br />

disolución, hervida, deposita un sacarato tricálcico,<br />

que se redisuelve añadiendo nueva<br />

cantidad de azúcar.<br />

Segundo. El sesquibásico, 2C12 II 2 2 1 1 O<br />

3CaO. Puede obtenerse añadiendo un exceso<br />

de cal á una solución diluida de azúcar, filtrando<br />

y evaporando á sequedad. Recógese así<br />

un cuerpo amorfo y blanco, correspondiente á<br />

la fórmula transcrita.<br />

Tercero. El bibásico, C 1 2 II 2 2 O11 . 2CaO<br />

72 H 2 O. Se obtiene precipitando por el alcohol<br />

agua azucarada que encierre exceso de cal.<br />

Cien partes de agua fría disuelven sólo tres<br />

de este sacarato, pero su solubilidad aumenta<br />

en presencia de un exceso de azúcar. Según<br />

Boivin y Loiseau, el compuesto C12Jí22On 2CaO puede lograrse por cualquiera de los<br />

métodos siguientes:<br />

1.° Agitando el hidrato calcico, reducido á<br />

polvo fino, con agua azucarada y sometiendo<br />

después la solución á 0 o .<br />

2.° Tratando el sacarato tribásico por el<br />

azúcar y la cal.<br />

3.° Precipitando en frío, mediante el alcohol<br />

de 65° centesimales, una solución de saca-<br />

rato calcico. El agua hirviendo descompone<br />

este cuerpo en sacarato tribásico y azúcar.<br />

Cuarto. El tribásico, C 1 2 H 3 2 O 3CaO.<br />

Se prepara sometiendo á la ebullición y filtrando<br />

á la misma temperatura, una solución<br />

de azúcar saturada en frío por el hidrato calcico.<br />

Operando así, se recoge el sacarato trieálcico<br />

en masas amorfas, parecidas á coágulos<br />

albuminosos, siendo poco soluble en el<br />

agua fría é insoluble en la caliente.<br />

He aquí la reacción que se opera:<br />

3012 H 2 2 O ». CaO = 2C12 H 3 3 Qii<br />

-t-Ci2 H 2 2 O". 3CaO.<br />

Por' último, según Horsin-Deon, se obtiene<br />

un sacarato sexabásico (C 1 2 H 2 3 OH6CaO)<br />

tratando el tetrabásico por el alcohol.<br />

íTo es menos interesante para la industria<br />

azucarera el estudio del suero-carbonato calcico-.<br />

Boivin y Loiseau nos dicen que cuando se<br />

pasa una corriente de anhídrido carbónico sobre<br />

el agua azucarada que contenga cal, dicho<br />

gas es absorbido, y si el líquido ofrece bastante<br />

densidad, se forma al cabo de algún tiempo<br />

una masa gelatinosa de suero-carbonato calcico<br />

, la que bajo la influencia de un exceso de<br />

anhidrido carbónico, concluye por destruirse,<br />

precipitando toda la cal. El suero-carbonato<br />

gelatinoso se descompone también de un modo<br />

análogo cuando se le calienta, quedando cierta<br />

cantidad de cal en disolución.<br />

Existen distintos sucro-carbonatos. El compuesto<br />

3CO 8. Ca-f- C12 H 2 2 O ii. 3CaO -4- 2H 3 O<br />

(hidro-sucro-carbonato de Boivin y Loiseau)<br />

se obtiene por la acción del ácido carbónico<br />

en presencia del agua sobre el sacarato sexabásico.<br />

Asegura Horsin-Deon que el suero-carbonato<br />

de la fórmula 3C0 3 . Ca-f-C12 H 2 3 0«<br />

CaO -f- 211 3 O se produce en los demás casos<br />

, y siempre que las proporciones de agua,<br />

de cal y de azúcar sean diferentes. Por último,<br />

los sucro-carbonatos gozan de la propiedad<br />

de unirse con ciertos sacaratos calcicos, formando<br />

combinaciones dobles muy complejas.<br />

Sacarato bórico. — Combinaciones análogas<br />

á las de la cal forma también la barita con el<br />

azúcar. Se prepara el sacarato monobárico,<br />

C 1 2 H22 on. BaO, bajo la forma de un precipitado<br />

cristalino, cuando se mezclan dos disoluciones<br />

concentradas é hirviendo, de azúcar<br />

y de hidrato ó de sulfuro bárico. Del propio<br />

modo que el sacarato de cal, es el barítico<br />

descompuesto por el anhidrido carbónico y<br />

en general por todos los ácidos, tanto orgánicos<br />

como minerales, dejando libre la sacarosa,<br />

con todos sus caracteres, de cuyas propiedades<br />

se saca un gran partido en la defecación<br />

de los guarapos y en el aprovechamiento del<br />

azúcar contenida en las melazas.<br />

N0 hay para qué decir que de análoga manera<br />

se comporta la estronciana, formando<br />

también sacaratos insolubles, cuando sus soluciones<br />

se tratan por el agua azucarada.<br />

Sacaratos de cobre.—El cobre, del propio<br />

modo que el carbonato cúprico, se disuelve


AZU — 660 — AZU<br />

lentamente en el agua azucarada al contacto<br />

del aire. La solución concentrada de azúcar<br />

y de sulfato cúprico deposita por reposo un<br />

precipitado blanco azulado de la fórmula<br />

SO4 . Cu. C" H22 O 1 1 -f- 4H 2 O.<br />

También el hidrato cúprico se disuelve con<br />

facilidad en el agua azucarada. Evaporando<br />

esta solución y añadiendo potasa durante la<br />

evaporación, deposítase una masa azul resinosa<br />

de la fórmula CuO.KAO. 2C 1 2 H 2 2 O ». _<br />

Existe además el sacarato calcico cúprico<br />

de la fórmula CuOCaOC12 H 2 2 0 1 1 + 3H 2 O.<br />

Se le prepara evaporando sacarato calcico en<br />

el que se haya disuelto de antemano óxido<br />

cúprico.<br />

Sacarato ferroso.—Forma el hierro con<br />

1 2<br />

el azúcar el siguiente compuesto: FeO. C<br />

jj22Qii ; q U e g e origina cuando el agua azucarada<br />

queda en contacto del hierro y del aire.<br />

Entonces se forma un líquido rojo obscuro que<br />

contiene dicho sacarato.<br />

Sacaralos plúmbicos.—Hirviendo agua azucarada<br />

con litargirio, se precipita un cuerpo<br />

que, desecado, ofrece la fórmula siguiente:<br />

C 1 2 H 1 8 . Pb 2 O 1 1 . Lógrase también este compuesto<br />

precipitando el azúcar por una solución<br />

de acetato plúmbico adicionada de amoníaco.<br />

Insoluble en el agua fría y en el alcohol, puede<br />

disolverse en el agua hirviendo. Además,<br />

una solución de sacarato plúmbico tribásico en<br />

el agua azucarada, deposita con el tiempo cristales<br />

de sacarato bibásico del modo siguiente:<br />

2 C. 13 HB. PbSO» + C 1 2 H 2 ' 2 O » =<br />

3012 H 18. p D2 o".<br />

Respecto al tribásico, se origina añadiendo<br />

en frío ó en caliente hidrato sódico ó potásico<br />

á una mezcla de azúcar y de acetato neutro de<br />

plomo. El precipitado que se forma es blanco,<br />

insoluble en el agua fría y poco soluble en caliente.<br />

Combinaciones de la sacarosa con algunas<br />

sales.—Merece especial mención la formada<br />

con el cloruro sódico, dado que, si bien el azúcar<br />

unida á esta sal, conserva su misma constitución<br />

y todas sus propiedades, se resuelve<br />

en pérdidas de importancia para el fabricante,<br />

pues siendo un compuesto delicuescente en<br />

alto grado, pasa en la purga con las melazas.<br />

El daño es tanto mayor, cuanto que por cada<br />

unidad de peso de cloruro sódico se pierden<br />

seis de azúcar. Con efecto, el cuerpo delicuescente<br />

de que nos ocupamos corresponde á<br />

la fórmula NaCl. C^H^O 1 »; es decir, que<br />

una molécula de cloruro sódico que pesa 58,50<br />

se combina con otra de azúcar cuyo peso es de<br />

342. Si á esta pérdida añadimos el sabor excesivamente<br />

amargo y las dificultades de conseguir<br />

la cristalización de los jarabes que contienen<br />

dicha sal, se comprenderá hasta qué<br />

punto son grandes los perjuicios que irroga.<br />

Por lo demás, el mencionado compuesto<br />

se produce en toda solución azucarada que<br />

contenga cloruro sódico. Puede afectar la<br />

forma de pequeños cristales prismáticos muy<br />

delicuescentes, encerrando cierta cantidad de<br />

agua que pierde con facilidad entre 60 á 70°<br />

de temperatura. Es poco soluble en el alcohol<br />

anhidro. Cuando se añade éter á la solución<br />

alcohólica de 75° centesimales, sepárase una<br />

capa oleaginosa, en cuyo seno se forman poco<br />

á poco cristales correspondientes á la fórmula<br />

C 1 2 H 2 2 0". NaCl. 2H 2 0.<br />

Existe otro compuesto 2(C 1 2 H 2 2 O 1 1 )<br />

3NaCl. 4H 2 0, que se origina hirviendo<br />

agua azucarada con exceso de cloruro sódico.<br />

También el cloruro potásico forma una<br />

combinación cristalizable en el sistema clinhorómbico,<br />

y por tanto isomorfa con la sacarosa;<br />

pero esta combinación no es en modo<br />

alguno delicuescente, ni causa tantos perjuicios<br />

como los compuestos sódicos.<br />

Conocidas ya las principales propiedades<br />

físicas y químicas de la sacarosa, los cambios<br />

profundos que los distintos cuerpos y agentes<br />

determinan en su constitución molecular y la<br />

facilidad suma con que puede hidratarse ó<br />

descomponerse, digamos dos palabras acerca<br />

de los jugos sacarinos.<br />

Fijándonos por el momento en los de la<br />

caña dulce, llamados guarapos, mucho más<br />

puros que los de remolacha, veremos que<br />

contienen agua de vegetación, sacarosa, indicios<br />

de glycosa, albúmina, goma, almidón,<br />

clorofila, materias grasas, pécticas, resinosas,<br />

restos de celulosa, cloruros, fosfatos y sulfates<br />

de potasio, sodio , calcio, etc.<br />

Ahora bien; dada la composición de estos<br />

zumos, compréndese desde luego que si una<br />

vez extraídos, y puestos al contacto del aire,<br />

no se procura separar sin pérdida de tiempo,<br />

y por procedimientos racionales, la sacarosa<br />

de las demás substancias que le acompañan,<br />

ésta tiene que sufrir necesariamente profundas<br />

alteraciones, pei'diéndose en todo ó en parte.<br />

Y con efecto; el guarapo es un líquido de<br />

los más idóneos para experimentar la fermentación<br />

alcohólica y aun la láctica, viscosa,<br />

butírica y acética. Todas las materias solubles<br />

que contiene,, aun cuando en pequeña<br />

proporción, favorecen más ó menos las<br />

mencionadas metamorfosis; y como quiera que<br />

la sacarosa antes de fermentar se hidrata,<br />

pasando á glycosa, y este cambio se efectúa<br />

con extraordinaria rapidez en los zumos naturales<br />

, si la temperatura favorece, cual sucede<br />

en las Antillas, de aquí el que nunca estarán<br />

demás cuantas precauciones se tomen<br />

para impedir tan funestas metamorfosis, ora<br />

castrando, sin pérdida de tiempo, la nociva<br />

acción de los fermentos, ora transformando el<br />

azúcar en sacarato calcico, ora eliminando<br />

todas esas materias nitrogenadas y ternarias<br />

más ó menos alterables.<br />

Por otra parte, el calor, los ácidos y los<br />

álcalis, actúan por regla general de una manera<br />

más enérgica sobre las soluciones de<br />

sacarosa cuando contienen las mencionadas<br />

substancias proteicas y ternarias. En los zumos<br />

de las remolachas, mucho más impuros<br />

que los guarapos, tales alteraciones son<br />

asaz temibles y peligrosas, asi como muy di-


AZU — 661 — AZU<br />

fícil y complejo el problema del aislamiento<br />

completo del azúcar. He aquí por qué razón,<br />

antes de entrar en el detalle de los procedimientos<br />

industriales, hemos juzgado necesario<br />

exponer, con la posible brevedad,<br />

cuantas causas pueden influir en las transformaciones<br />

de las sacarosas, y por tanto,<br />

en el éxito de la industria que nos ocupa.<br />

Operaciones industriales.— La fabricación<br />

del azúcar de caña dulce, la zafra, según expresión<br />

antillana, comprende las operaciones<br />

siguientes:<br />

1. a Recolección de las cañas.<br />

2. a Conservación de las mismas.<br />

3. a Extracción del guarapo.<br />

4. a Su defecación ó purificación.<br />

5. a Filtración.<br />

6. a Concentración.<br />

7. a Cristalización.<br />

8. a Escurrido ó purga.<br />

9. a Lavado.<br />

Recolección.— Aun cuando esta operación<br />

puede considerarse más bien como límite y<br />

fin de los trabajos culturales, importa, sin<br />

embargo, bajo el punto de vista industrial,<br />

conocer el momento oportuno de efectuarla.<br />

Desde luego debe practicarse cuando las cañas<br />

alcanzan la madurez económica, es decir,<br />

cuando adquieren el máximum de azúcar cristalizable;<br />

período que varía según multitud<br />

de circunstancias climatológicas, culturales,<br />

agrológicas y biológicas, cuyo estudio detenido<br />

se hará al tratar del cultivo de la caña<br />

dulce. Por de pronto, mencionaremos que á<br />

medida que se aproxima dicha época, los canutos<br />

superiores brotan,flechando, y adelgazándose<br />

cada vez más, hasta terminar en punta.<br />

Entonces los cubanos dicen que las cañas<br />

han guiñado, y encierran, según acredita la<br />

experiencia, el máximum de azúcar cristalizable.<br />

Merece consignarse que si llegado este<br />

período, el tiempo se torna lluvioso, entonces<br />

las cañas, después de haber arrojado algunos<br />

canutos cortos, brotan sobre éstos otros mayores<br />

, tomando la vegetación nuevo impulso,<br />

que sólo le detiene el período de los fríos. Semejante<br />

fenómeno origina siempre una gran<br />

minoración de azúcar cristalizable; minoración<br />

que puede llegar hasta la mitad del que<br />

se habría producido de seguir madurando<br />

normalmente las cañas, cuando por vez primera<br />

comenzaron á guiñar. Efecto análogo<br />

producen á veces las labores tardías.<br />

Fuera del accidente mencionado, cualquiera<br />

que sea la variedad de caña y la naturaleza<br />

del terreno, éstas llegan á la madurez económica<br />

ó industrial tan luego como los diferentes<br />

órganos de la planta dejan de crecer,<br />

adquiriendo completo desarrollo la parte del<br />

tallo comprendida entre el cuello de la raíz y<br />

los nudos de donde arrancan las primeras hojas<br />

verdes.<br />

Claro es que, tanto la edad de los cañaverales,<br />

como su procedencia, clima, terreno, labores,<br />

etc., influyen en el tiempo que tarda la<br />

maturación; tiempo que oscila entre ocho y<br />

quince meses. Cuando llega dicho momento,<br />

los meritallos dejan de crecer, los canutos toman<br />

tinte amarillento y las hojas caen en<br />

parte, conservándose sólo las de flecha. Asegura<br />

Reinoso que las cañas plantadas por el<br />

mes de Mayo en Cuba, sobre terrenos bajos,<br />

llegan á flechar algunas veces en Noviembre<br />

y Diciembre, es decir, á los siete ú ocho meses<br />

de vegetación.<br />

Y para que se comprenda hasta qué punto<br />

importa recolectar las cañas sazonadas, trasladamos<br />

los siguientes ensayos, practicados por<br />

Peligot-, de la variedad llamada Otaiti:<br />

Caña Caña Caña<br />

, de madurez al tercio<br />

madura . , . , , „<br />

incompleta de desarrollo<br />

Agua 71,01 76,03 79,70<br />

Azúcar cristalizable<br />

18,00 14,28 9,06<br />

Leñoso 10,96 9,64 11,24<br />

100,00 100,00 100,00<br />

Por otra parte, cuando los fenómenos meteorológicos<br />

se suceden de un modo normal,<br />

sin detenciones ni retrocesos en la vegetación,<br />

las cañas rinden mayor producto recolectadas<br />

á los quince meses, que si se practica dicha<br />

operación al año del corte, como podemos<br />

convencernos pasando la vista por el siguiente<br />

cuadro, debido á M. Payen:<br />

Una hectárea Producto Producto<br />

cultivada de caña álos 15 meses á los 12 meses<br />

Martinica 2.500 2.000<br />

Guadalupe 3.000 2.400<br />

Reunión 5.000 4.000<br />

Brasil 7.500 6.000<br />

Háse discutido mucho en Cuba si las cañas<br />

encamadas ó tendidas, cuyos nudos vitales, por<br />

el mero hecho de tocar en tierra, arrojan raíces<br />

en sus yemas, son más pobres en sacarosa<br />

y más ricas en glycosa. Los ensayos practicados<br />

al objeto nos dicen que las cañas arraigadas<br />

contienen, con pequeñísima diferencia, la<br />

misma cantidad de azúcar que las que están<br />

derechas, y que la inversión, por este movimiento<br />

vegetativo radicular caulino, es tan<br />

insignificante que no merece se le tome en<br />

cuenta.<br />

He aquí los datos que demuestran la veracidad<br />

de nuestros asertos:<br />

Ensayos hechos en Cuba durante los días 12<br />

y 16 de Diciembre de 1875<br />

Cañas Cañas<br />

buenas arraigadas<br />

Azúcar crietalizable.. •. 10,0 9,6<br />

2,0 2,3<br />

Gradas en el areómetro<br />

0,6 0,7<br />

87,4 87,4<br />

100,0 100,0<br />

7" 7"


AZTJ — 662 — AZÜ<br />

Ensayos hechos el 6 de Enero de 1876<br />

Cañas Cañas<br />

buenas arraigadas<br />

Azúcar crisfcalizable . .. 13,0 13,6<br />

1,0<br />

1,3<br />

1,0 1,1<br />

- 85,0 84,0<br />

Grados en el areómetro<br />

100,0 100,0<br />

8°,4 8°,8<br />

Como quiera que sea, tanto este punto como<br />

el importantísimo problema de fijar la madurez<br />

económica, sólo podrán resolverse de un modo<br />

exacto, practicando cada cuatro ó seis días, y<br />

desde que comienzan las cañas á flechar, ensayos<br />

sacarimétricos (véase Sacarimetría) en<br />

las distintas localidades y con cada variedad<br />

de caña.<br />

Los propietarios cubanos clasifican los cañaverales<br />

en de plantas de primavera, de plantas<br />

de frío, socas de plantas y socas.<br />

Los primeros son todos aquellos de reciente<br />

plantación cuyo producto, escaso ó nulo durante<br />

el primer año, aumenta en los consecutivos.<br />

Los segundos se llaman así por haber<br />

sido plantados desde Octubre á Enero , ofreciendo<br />

en la época de la zafra diez y seis á<br />

veinte meses de vegetación. Estos son los más<br />

productivos.<br />

Las socas de plantas rinden por lo general<br />

buena cosecha, pero del propio modo que las<br />

socas y resocas, va disminuyendo con el tiempo.<br />

Estos últimos cañaverales reciben este nombre<br />

por proceder de estacas y haber sufrido<br />

dos ó más cortas. Es clase que abunda mucho<br />

en los ingenios y la de rendimiento más uniforme;<br />

sin embargo, los cubanos suponen que<br />

la soca y resoca produce un 10 por 100 menos<br />

cada año y á medida que van envejeciendo.<br />

La recolección se efectúa cortando las cañas<br />

en bisel, cerca de su nacimiento, con el auxilio<br />

de machetes. Después se dividen en trozos<br />

de 0,95 metros de longitud, separándoles la<br />

flecha ó punta terminal, que se destina al alimento<br />

de los ganados ó á nuevas plantaciones,<br />

por no contener nada de azúcar cristalizable<br />

y sí algo de glycosa, clorofila, mucílago, peetina,<br />

sales, etc., cuyos cuerpos, de ser extraídos<br />

y mezclados con los guarapos, les tornarían<br />

de muy difícil tratamiento. Por análogas causas<br />

conviene practicar un espulgo, separando<br />

las cañas roídas, las rotas por el viento, tostadas<br />

por el sol, huecas, y en general todas<br />

las defectuosas.<br />

Conservación de las cañas.—Se han propuesto<br />

muchos métodos para conservar las<br />

cañas cortadas, pero sin resultados prácticos<br />

que sepamos. Su división en láminas ó discos<br />

con el auxilio del cortapajas, y el desecado<br />

de éstas en estufas aerotermas, á semejanza<br />

de lo que se practica con las remolachas, ofrecería<br />

serias dificultades prácticas, dada la<br />

escasez de combustible con que tienen que<br />

luchar los cosecheros antillanos. La inmersión<br />

de la base de las cañas en una solución de<br />

sulfito monocálcico, propuesta por Payen,<br />

tampoco ha dado resultados prácticos. Sólo<br />

el aumento de los trapiches para extraer en<br />

pocos días todo el guarapo, conservándole<br />

después, hasta el instante de la defecación, en<br />

cisternas adecuadas y bajo la forma de sacarato<br />

calcico, evitaría la pérdida que de prolongar<br />

la zafra resulta siempre; pero entendemos<br />

que los gastos que tal innovación tendría<br />

que producir, tanto en fuerza motora como<br />

en maquinaria y depósitos, acaso no compensaría<br />

las ventajas del mayor rendimiento.<br />

Por lo demás, el producto de una hectárea<br />

de cañas es muy variable, dependiendo, como<br />

es consiguiente, de multitud de causas climatológicas<br />

y culturales (1). En Cuba la producción<br />

oscila entre 38 á 70.000 kilos de caña<br />

por hectárea, considerándose como buena una<br />

cosecha de 50.000 kilos.<br />

Entre las numerosas variedades de caña<br />

dulce cultivadas, la China parece ser la más<br />

rica en azúcar, siguiendo después la de Otaiti<br />

ó americana, que con la variedad Criolla, llamada<br />

Algarrobeña en Málaga, la Cristalina y<br />

la de Sarangore, prefieren los cosecheros cubanos.<br />

En cuanto á la composición de la caña, es<br />

muy variable; Dupin da para la cultivada en<br />

Guadalupe la siguiente:<br />

Agua 72,0<br />

Azúcar 17,8<br />

. Cerulosa 9,8<br />

Salea 0,4<br />

100,0<br />

Según Peligot, las cañas de Martinica contienen:<br />

Agua 72,1<br />

Azúcar 18,0<br />

Tejidos 9,9<br />

100,0<br />

Casaseca asigna á las de Cuba el término<br />

medio siguiente:<br />

Agua 77,8<br />

Azúcar 16,2<br />

Leñoso 6,0<br />

100,0<br />

Por último, Abequin, que hace muchos<br />

años analizó las variedades llamadas de Otaiti<br />

y de Cinta, encontró en ellas mucha menos<br />

cantidad de azúcar que el término medio hallado<br />

por los autores precedentes, sin duda<br />

(1) Las heladas, por ligeras quesean, causangrandes<br />

daños, transformando la sacarosa en incristalizable,<br />

haciendo más difícil el tratamiento de los<br />

guarapos y dando siempre un azúcar de inferior calidad.


AZU — 663 — AZU<br />

porque no operaría sobre cañas en perfecto<br />

estado de madurez. De todos modos, he aquí<br />

el resultado de estos análisis:<br />

Caña Otaiti Caña Cinta<br />

76,080 76,720<br />

10,120 9,840<br />

] 4,160 3,542<br />

0,046 0,047<br />

0,081 0,080<br />

j 0,085 0,092<br />

0,128 0,140<br />

0,075 0,030<br />

8,857 9,071<br />

0,042 0,048<br />

Sulfato de potasio. 0,056 0,082<br />

0,115 0,098<br />

0,145 0,155<br />

Indicio 0,005<br />

Como puede verse por los análisis que acabamos<br />

de trasladar, entre todos los zumos naturales<br />

de sacarosa, ninguno tan puro como los<br />

guarapos. Prescindiendo de los restos celulósicos<br />

que puedan arrastrar en suspensión, casi<br />

resultan mezclas de agua y de azúcar con un<br />

4 por 1.000 de substancias extrañas.<br />

Según Peligot y.Plague, los guarapos contienen<br />

por término' medio:<br />

O en otros términos:<br />

Peligot Plague<br />

21,30 21,45<br />

78,70 78,55<br />

Azúcar cristalizable.... 209,00 208,00<br />

ídem incristalizable. •. • 0,00 7,05<br />

2,03 0,08<br />

787,00 783,07<br />

1,07 Indicio.<br />

Fundándose en el resultado de varios análisis<br />

hechos por Peligot, supone este autor<br />

que el leñoso, cuerpo que constituye el esqueleto<br />

de las cañas dulces, está en la proporción<br />

de 9 á 11 por 100 del peso de éstas.<br />

Extracción del guarapo Separadas en el<br />

campo las cañas defectuosas, según queda<br />

dicho, y divididas en trozos, se conducen á los<br />

molinos para proceder ala extracción del guarapo<br />

ó zumo, primer trabajo industrial de cuyo<br />

perfeccionamiento depende mucho el éxito de<br />

toda empresa azucarera.<br />

El guarapo puede obtenerse:<br />

1.° Por trituración y presión directa de<br />

las cañas en los trapiches.<br />

2." Por dislaceración y presión en potentes<br />

prensas hidráulicas.<br />

Y 3.° Por maceración ó difusión.<br />

Las primitivas máquinas empleadas para<br />

•extraer el guarapo consistían en unas muelas<br />

cilindricas de piedra, parecidas á las de nuestros<br />

molinos aceiteros. González de Velosa<br />

fué el primero que construyó el trapiche de<br />

cilindros verticales, de madera dura, que se<br />

emplean aún en algunos puntos de la América<br />

del Sur para la fabricación de los azúcares<br />

prietos, pegajosos y saturados de melaza, que<br />

bajo los nombres de raspadura ó chancanca,<br />

dulce y panela,. se les destina . á preparar<br />

aguardientes.<br />

Concéntrase el zumo extraído en una, y<br />

raras veces tres calderas de fundición ó de<br />

palastro, calentadas á fuego directo. Cuando<br />

comienza á hervir, añaden cierta cantidad de<br />

lejía de cenizas para defecar, separando las<br />

espumas con el auxilio de un cazo agujereado,<br />

al propio tiempo que facilitan la evaporación,<br />

agitando constantemente el líquido, que se<br />

espesa poco á poco, tornándose obscuro y<br />

viscoso. Cuando adquiere punto aquella masa<br />

negruzca, la vacían en una canoa de madera,<br />

de la cual se saca llenando unos moldes semiesféricos<br />

ó cónicos, hechos también de madera.<br />

Una vez cuajada dicha masa, se extrae de<br />

estos moldes y se conduce al almacén, donde<br />

el contenido de dos de ellas forman un atado,<br />

que envuelven con hojas de caña. Una carga<br />

de muía consta de 64 atados, variando su precio<br />

entre 6 y 10 pesos.<br />

No hemos de detenernos en hacer la crítica<br />

de tan grosera elaboración, seguida también<br />

aún, con ligeras variantes, en Filipinas, ni mucho<br />

menos indicar las innumerables causas de<br />

pérdida que forzosamente ocasiona, pues sólo<br />

nos hemos propuesto delinear un esbozo de los<br />

primitivos métodos usados desde los más remotos<br />

tiempos, á fin de que puedan apreciarse<br />

mejor las innumerables ventajas de los procedimientos<br />

modernos.<br />

Posteriormente, estos trapiches se perfeccionaron<br />

algo, sustituyendo el hierro por la madera<br />

y dándoles mayor potencia. La figura 295<br />

representa uno de dichos trapiches puestos en<br />

función. Consta de tres cilindros laminadores<br />

verticales, colocados sobre un plano horizontal<br />

de madera, que sirve de recipiente al guarapo<br />

que va escurriendo, el cual fluye á una<br />

canalita circular, y de aquí á los aclaradores.<br />

Estos cilindros van atravesados en toda su longitud<br />

por ejes de madera, terminados en pivote<br />

para el giro. El cilindro central, puesto en<br />

movimiento mediante una fuerza cualquiera,<br />

y por el intermedio de la gran rueda dentada,,<br />

lo comunica á los laterales, que se ven obligados<br />

á girar en sentido contrario. Mientras dos<br />

obreros conducen los haces de caña á la tolva,<br />

otro los empuja contra los cilindros, siendo<br />

cogidos por sus extremidades y arrastrados<br />

por éstos hasta pasar al opuesto lado, sufriendo<br />

así la primer trituración ó molido. Otro<br />

obrero recibe en el lado opuesto las cañas á<br />

medio estrujar, sometiéndolas á una segunda<br />

presión, entre el cilindro motor y el lateral<br />

izquierdo; de manera que los tres cilindros<br />

bastan para practicar dos laminados.<br />

El guarapo que escurre de esta deficiente<br />

operación, hay aún la malísima costumbre en<br />

algunos puntos de recibirlo en grandes depósitos<br />

aclaradores, donde le dejan reposar


AZU — 664 — AZU<br />

por espacio de sesenta á setenta minutos antes<br />

de que pase á las calderas de defecación y de<br />

concentración.<br />

Estas calderas, en número de tres, y más<br />

Figura 295.—Trapiche puesto en función<br />

generalmente de cinco, son de fundición, y raras<br />

veces de cobre. Todas están calentadas<br />

por el mismo hogar, recibiendo su conjunto<br />

el nombre de trenes. La primera, más amplia<br />

que las restantes, se denomina grande ó paila<br />

de recibo; encuéntrase situada á la mayor<br />

distancia del hogar, y sirve para la defecación.<br />

En ella se tratan los guarapos con 5 á 9 litros<br />

de lechada de cal por cada 15.000 de guarapo,<br />

elevando la temperatura hasta la ebullición.<br />

Separadas las espumas, se vierte el zumo en la<br />

segunda caldera, llamada limpia, donde continúan<br />

espumando y defecando. De ésta pasa á la<br />

tercera, denominada brillante, á causa de que<br />

por la transparencia y el color del líquido se<br />

viene en conocimiento de si la defecación está<br />

bien' ó mal hecha, para en este último caso terminar<br />

dicho trabajo adicionando nueva dosis<br />

de hidrato calcico. Viértese el zumo en la cuarta,<br />

llamada de jarabe, donde adquiere la consistencia<br />

de dicha substancia; y por último, se<br />

recibe en la quinta, denominada batería, k<br />

causa del ruido que al hervir produce el líquido<br />

muy concentrado. Hay que continuar<br />

evaporando ó cociendo hasta que adquiere<br />

punto.<br />

Muchas, y de no escasa monta, son las pérdidas<br />

que los fabricantes experimentan siguiendo<br />

el procedimiento que sumariamente acabamos<br />

de describir. De 18 á 20 por 100 de azúcar<br />

cristalizable que por término medio hemos<br />

visto que contienen las cañas, apenas si se logra<br />

un 6 á un 7 por 100.<br />

Estas sensibles pérdidas reconocen por<br />

causas:<br />

Primera. La poca potencia de losstrapiches,<br />

puesto que de los 90 por 100 de zumo<br />

contenidos en las cañas, sólo se obtiene un 50<br />

á 60, quedando el resto en los bagazos, es<br />

decir, un tercio de la azúcar cristalizable.<br />

Segunda. La lentitud del trabajo, que pro­<br />

longando la zafra, aumenta las contingencias<br />

de la inversión de la sacarosa.<br />

Tercera. La absurda práctica de recibir<br />

los guarapos que fluyen de ios trapiches en<br />

depósitos aclaradores, con el fin de<br />

eliminar las substancias que llevan en<br />

suspensión; costumbre funestísima,<br />

puesto que, dada la temperatura que<br />

reina en la época de la zafra, los zu-.<br />

mos tienden á fermentar con extraordinaria<br />

rapidez.<br />

Cuarta. Porque durante la defecación<br />

y separación de las espumas, llevadas<br />

á cabo por métodos imperfectos,<br />

se pierde próximamente un quinto de<br />

azúcar.<br />

Y quinta. Porque concentrando los<br />

mostos á fuego directo, hay merma de<br />

la materia azucarada, tanto por inversión<br />

y caramelización de la misma,<br />

cuanto por quedar una gran parte de<br />

la sacarosa en las melazas, cuya excesiva<br />

viscosidad impide la cristalización.<br />

Esta pérdida puede elevarse hasta dos<br />

tercios de sacarosa.<br />

En resumen, tenemos:<br />

Azúcar que queda en el bagazo 6 por 100<br />

Perdido en los aclaradores, defecación<br />

y espuma 3 —<br />

En las melazas 3 —<br />

Azúcar bruto obtenido 6 —<br />

Total. 18 por 100<br />

Payen consigna que de cada 1.000 kilogramos<br />

de caña, encerrando 160 á 190 de azúcar,<br />

sólo obtiene el fabricante, por los antiguos<br />

procedimientos de trapiches verticales y concentración<br />

á fuego directo en los equipajes,<br />

60 k 65 kilos de azúcar, calculando del modo<br />

siguiente los resultados de la operación:<br />

Azúcar obtenida 55 á 65<br />

Que queda en las melazas entre invertida<br />

y cristalizable 25 á 20<br />

En el bagazo , 80 á 75<br />

Total 160 á 160<br />

Tan extraordinaria pérdida de 56 por 100,<br />

término medio, lo atribuye dicho autor á la<br />

deficiencia de las máquinas de presión, á las<br />

alteraciones causadas por la lentitud de todos<br />

los trabajos, á la temperatura elevada, etc.<br />

Natural era, pues, qne químicos y fabricantes<br />

aunaran sus esfuerzos para mejorar tan<br />

viciosa elaboración, disminuyendo las causas<br />

de pérdida señaladas, ora perfeccionando los<br />

procedimientos de extracción de los guarapos,<br />

ora defecando y concentrando con más<br />

sano criterio y mejor conocimiento de las<br />

propiedades de los zumos y de la sacarosa,<br />

ora, en fin, acelerando todas las manipulaciones<br />

de tan importante industria.<br />

Para conseguir en parte un agotamiento<br />

más acabado del zumo de las cañas, hace ya<br />

algunos años que los Sres. Derosne y Cail in-


AZU — 665 — AZU<br />

trodujeron en las Antillas potentes trapiches,<br />

compuestos de cilindros horizontales, cuya<br />

disposición permite introducir y prensar las<br />

cañas más fácilmente que en los verticales. La.<br />

figura 296 representa el corte transversal de<br />

uno de estos molinos, constando de tres cilindros<br />

de fundición huecos a b c, de 1,30 metros<br />

de longitud por 0,60 metros de diámetro,<br />

sólidamente colocados sobre un basamento<br />

de la misma substancia, sujetos con armaduras<br />

de hierro. Para aumentar ó disminuir la distancia<br />

de los cilindros lleva la máquina dos<br />

tornillos de presión i i. Esta separación es,<br />

por regla general, de centímetro y medio entre<br />

el a y c, y de medio centímetro entre<br />

b y c, con lo cual se logra un laminado más<br />

gradual y perfecto.<br />

Uno de los cilindros recibe el movimiento<br />

Figura 298.—Corte transversal de un molino<br />

mediante una gran rueda movida por un piñón,<br />

que no aparece en la figura, y le transmite<br />

á los otros dos por el intermedio de tres<br />

ruedas de engranaje iguales, montadas en los<br />

ejes de los tres cilindros. Dispuestas las cañas,<br />

cortadas en trozos, sobre un tablero sin fin,<br />

caen al plano inclinado dd,y deslizándose, son<br />

cogidos entre los dos primeros cilindros a c, sufriendo<br />

la primera presión y laminado. Retenidos<br />

por la placa curva de palastro e e, marchan<br />

entre el segundo cilindro c y el tercero<br />

b, que estando más próximos, aumentan<br />

gradualmente la presión, resultando así más<br />

completa y acabada. El bagazo cae por el plano<br />

inclinado f, mientras que el zumo, escurriendo<br />

porg-g-, sale por la abertura Ti. Para<br />

dar tiempo á que éste fluya, háse calculado,<br />

como más conveniente, que la velocidad de la<br />

rotación sea de 3 á 4 metros por minuto. Estas<br />

máquinas rinden un 65 por 100 de guarapo,<br />

pudiendo trabajar 150 toneladas de caña<br />

en veinticuatro horas.<br />

En los ingenios centrales, es decir, en aquellos<br />

á donde concurren varios propietarios<br />

para trabajar sus cañas, se han instalado trapiches<br />

mucho más poderosos, teniendo sus<br />

cilindros un metro de diámetro, por 2 con<br />

10 de longitud; máquinas que producen de<br />

300 á 400.000 litros de guarapo al día con<br />

una fuerza de 90 caballos de vapor, y rinden<br />

del 70 al 75 por 100 del zumo contenido en<br />

las cañas.<br />

Con el fin de evitar las contingencias de la<br />

rotura de algún órgano importante, cuando<br />

por cualquier causa se interpone un cuerpo<br />

duro entre los laminadores, los Sres. Derosne<br />

y Cail han ideado una disposición muy ingeniosa,<br />

que consiste en colocar uno de los engranajes<br />

en forma de círculo móvil á frotamiento<br />

sobre la gran rueda alisada, con lo<br />

cual, al hacer girar el círculo que conduce el<br />

engranaje, la prensa no funciona momentáneamente,<br />

entonces sé puede desembragar,<br />

quitar el obstáculo y continuar el trabajo. El<br />

mismo objeto lo han conseguido también construyendo<br />

una de las piezas de la máquina, por<br />

ejemplo, el eje que transmite el movimiento<br />

del piñón de la gran rueda, de menos resistencia,<br />

resultando que cualquier esfuerzo accidental<br />

demasiado grande, produce la rotura<br />

de dicha pieza, que puede reemplazarse<br />

. con otra de repuesto.<br />

Para acrecer aún el rendimiento del<br />

zumo y elevarlo á 80 por 100, M. Payen<br />

propone un método bastante racional, que<br />

consiste en la inyección de vapor acuoso<br />

en el interior de los cilindros laminadores,<br />

con lo cual la caña calentada durante la<br />

presión pierde una parte de su elasticidad,<br />

dejando escurrir más fácilmente el guarapo,<br />

é hinchándose menos después de la<br />

primera presión, reabsorbe menor cantidad<br />

de zumo que cuando estas operaciones<br />

se hacen en frío. Propone además cubrir<br />

con una montera ó camisa de palastro<br />

toda la máquina, á fin de concentrar el<br />

calor y que el zumo se mantenga á 60° de<br />

temperatura hasta el momento de su defecación,<br />

con lo cual evítase todo peligro de que<br />

acontezcan fermentaciones.<br />

También ha propuesto prensas de cinco<br />

cilindros, á fin de que las. cañas sufran cuatro<br />

presiones en vez de dos, aumentando el rendimiento<br />

por una especie de osmosis, para lo<br />

cual inyecta vapor mezclado con gotitas de<br />

agua sobre las cañas antes de que lleguen á<br />

los dos últimos cilindros laminadores.<br />

Los trapiches de cinco cilindros, con las<br />

modificaciones indicadas, no han tenido hasta<br />

el día, que sepamos, aceptación en las Antillas,<br />

sin duda á causa de que, dada la escasez de<br />

combustible, los cosecheros emplean el bagazo<br />

para dicho objeto, que naturalmente tiene<br />

qne quedar entero y menos agotado, lo que<br />

no sucede cuando sufre cuatro poderosas presiones<br />

consecutivas.<br />

Por otra parte, aumentando el rendimiento<br />

del mosto, y saliendo éste menos denso á causa<br />

de la inyección del vapor acuoso, hay que<br />

evaporar y concentrar mayor cantidad de<br />

guarapo; de suerte que por un lado se disminuye<br />

la potencia calorífica del combustible, y<br />

por otro resulta más zumo, creando esto una<br />

situación difícil para el fabricante antillano.<br />

Si á las razones expuestas agregamos la enorme<br />

fuerza que las mencionadas prensas exigen,<br />

no podrá extrañarnos la poca aceptación<br />

que estas mejoras han tenido hasta el día.


AZU — 666 — AZU<br />

En aquellos puntos donde el combustible<br />

sea barato, cuantas reformas tiendan á facilitar<br />

la extracción y aumento de los guarapos,<br />

deben ser objeto de meditado estudio. A este<br />

género pertenece la idea de desfilacbar las<br />

cañas, reduciéndolas á una especie de pasta,<br />

semejante á la que se obtiene del esparto en<br />

las fábricas de papel, dislacerando las celdillas<br />

y vasos donde se aloja el zumo, á fin de<br />

que, una vez conseguido esto, pueda extraerse<br />

el máximum de guarapo con el auxilio de<br />

poderosas prensas hidráulicas.<br />

Tal es el método propuesto por los señores<br />

Mignon y Rouart, inventores de una máquina<br />

desfibradora, cuyo órgano principal<br />

consiste en un árbol de 0,20 metros de diámetro<br />

por 2 metros de longitud, el cual lleva<br />

calados en toda su extensión, y en forma de<br />

hélice, gran número de dientes de tres ramas,<br />

hechos de fundición, hierro ó acero, cada uno<br />

de los cuales constituye al girar un poderoso<br />

desgarrador. Obtenida así la pasta de caña<br />

dulce, pasa á la platina de una potente máquina<br />

hidráulica, donde sufre una presión<br />

gradual, que puede elevarse hasta 80 atmósferas.<br />

De los ensayos practicados en Guadalupe,<br />

resulta, que siguiendo el método de los autores<br />

arriba mencionados, puede lograrse de una<br />

sola presión el 77 por 100 de guarapo, y que<br />

los bagazos procedentes de fabricaciones consideradas<br />

como buenas, dieron, después de desfilachados,<br />

el 25 por 100 de su peso de zumo.<br />

Por las mismas razones expuestas, al tratar<br />

de los trapiches de einco cilindros, dudamos<br />

mucho que este método llegue á tomar carta<br />

de naturaleza en las Antillas. He aquí por qué<br />

hemos sido parcos en su exposición.<br />

Obtención del guarapo por difusión.— Cualesquiera<br />

que sean los procedimientos ideados<br />

para extraer los guarapos mediante la presión,<br />

jamás quedan las cañas totalmente agotadas,<br />

resultando siempre bagazos con una cantidad<br />

mayor ó menor de zumo. Por otra parte, las<br />

prensas son aparatos costosos, cuya marcha<br />

exige mucha mano de obra y no pequeño entretenimiento.<br />

Sólo por medio de la maceración<br />

puede lograrse un agotamiento total y<br />

completo, y verdadera economía en los artefactos.<br />

Todos los métodos de maceración están fundados<br />

en los bellos trabajos de Granan y Dutrochet,<br />

acerca de los fenómenos de difusión<br />

osmósica, habiéndose aplicado hasta el día, bajo<br />

distinta forma, y á veces con excelente éxito,<br />

á la extracción del zumo de las remolachas,<br />

como veremos al ocuparnos de la azúcar de<br />

esta planta; por de pronto, parece justo dejar<br />

consignado que entre los escritores que más<br />

ilustraron la materia, merecen figurar en primera<br />

línea los nombres de Dombasle, Dubrunfaut,<br />

Schützenbach, Robert, Rousseau, Bromouniski,<br />

Urbanek y otros.<br />

La teoría de estos procedimientos es por<br />

demás sencilla, fundándose en la difusión. Si<br />

colocamos en contacto del agua cañas dulces,<br />

ó remolachas reducidas previamente á pulpa,<br />

ó cortadas en láminas finas, prolongando dicho<br />

contacto el tiempo necesario, puede observarse<br />

que el agua desaloja, no tan sólo el<br />

zumo que se encuentra fuera de las células,<br />

sino también el contenido en las mismas. Las<br />

paredes ó membranas celulares son permeables,<br />

y en virtud de cierta fuerza molecular<br />

que les es propia, y cuya causa no está bien<br />

conocida, se determina un cambio entre los<br />

líquidos, estableciéndose dos corrientes, una<br />

de fuera adentro y otra de dentro á fuera, que<br />

no cesan hasta tanto que las soluciones interiores<br />

y exteriores se hacen homogéneas, adquiriendo<br />

la misma concentración. Esta tendencia<br />

al equilibrio de dos líquidos de distintas<br />

densidades á través de membranas orgánicas,<br />

se denomina endosmosis y exosmosis. Aplicada<br />

á la extracción de los zumos azucarados,<br />

recibe el nombre de maceración ó difusión.<br />

La intensidad de las osmosis, ó sea del movimiento<br />

en sentido inverso de los líquidos, es<br />

variable según la naturaleza de las membranas<br />

que los separan y la especial constitución<br />

de aquéllos. De los experimentos practicados<br />

por Jolle resulta que, para que una parte de<br />

cloruro sódico atraviese, por ejemplo, la membrana,<br />

es necesario que pasen 4,3 de agua en<br />

sentido inverso. En las mismas condiciones,<br />

una parte de azúcar necesita siete de agua;<br />

por lo demás, sabido es que Granan, atendiendo<br />

á la mayor ó menor facilidad con que<br />

los cuerpos efectúan el fenómeno osmósico,<br />

los ha dividido en cristaloides y coloides, siendo<br />

aquéllos en general muy difusibles y éstos<br />

poco ó nada.<br />

La maceración bien dirigida, en condiciones<br />

de temperatura y espacio conveniente,<br />

constituye, pues, un procedimiento racional,<br />

que permite extraer la casi totalidad del azúcar<br />

de las plantas sacarinas. Para ello se hace<br />

indispensable comenzar por el empleo, bien<br />

de máquinas dislaceradoras que reduzcan á<br />

pulpa la materia prima, bien echar mano de<br />

corta-pajas ó de corta-raíces que la dividan en<br />

rebanadas ó discos de poco espesor.<br />

Todo buen aparato macerador ha de cumplir<br />

con las condiciones siguientes:<br />

Primera. Que la materia prima azucarada<br />

muy dividida, marche en sentido del líquido<br />

más débil.<br />

Segunda. Que á medida que el líquido se<br />

va enriqueciendo , encuentre materia azucarada<br />

cada vez más rica.<br />

Tercera. Que la operación dure el tiempo<br />

necesario para que la materia sacarina quede<br />

completamente agotada.<br />

Cuarta. Que se haga con la rapidez suficiente<br />

y en condiciones de temperatura tales,<br />

que no se alteren los líquidos.<br />

Quinta. Que el trabajo sea automático y<br />

continuo.<br />

Entre las numerosas disposiciones propuestas<br />

, más ó menos aceptadas por los industriales<br />

, merece citarse la de los Sres. Bromouniski<br />

y Urbanek; la batería de estos autores consta


AZU — 667 — AZU<br />

de diez vasijas como la representada en la figura<br />

297, y de dos calentadores de serpentín.<br />

Son de palastro, con una cabida de 3m3,680, y<br />

van montadas sobre soportes á la conveniente<br />

gamos que uno de los difusores, que acaba.de<br />

ser vaciado, se ha llenado de nuevo. Las diez<br />

vasijas se encontrarán entonces llenas de rajas<br />

de caña dulce que contienen cierta cantidad<br />

Figura 297.—Batería de loa Sres. Bromouniski y Urbanek<br />

altura del pavimento. Tanto en su parte superior<br />

como en la inferior, llevan agujeros de<br />

hombre para la carga, descarga y limpia.<br />

He aquí cómo describe JBalaguer la marcha<br />

del aparato:<br />

«Para comprender mejor su marcha, supon-<br />

de jugo á extraer. Numerando las vasijas de<br />

1 á 10, y representando por 100 la cantidad de<br />

jugo que se puede extraer por este procedimiento<br />

, la vasija número 1 contendrá las rajas<br />

de las que se habrá extraído 90 por 100 de<br />

guarapo, quedando aún 10 por 100 por ex-


AZTJ — 668 — AZTJ<br />

traer; el número 2 contiene las rajas alas que<br />

se puede extraer aún 20 por 100 de jugo, y<br />

así sucesivamente hasta el número 10, que contiene<br />

las rajas frescas. De este modo contiene<br />

cada vasija un líquido que tiene una capacidad<br />

de absorción por la materia cada vez más sacarina,<br />

en razón inversa de la cantidad de<br />

materia restante á extraer de las rajas. Así, el<br />

vaso número 1 contiene agua pura calentada á<br />

la temperatura conveniente, pero desprovista<br />

de jugo; el número 2 contiene agua con 10<br />

por 100 de jugo; el número 3 con 20 por 100,<br />

y así sucesivamente hasta el número 10, que<br />

contiene el agua á 90 por 100 de jugo, tanto<br />

como puede contener antes de pasar á la signiente<br />

operación. En menos de quince minutos<br />

el agua pura del número 1 absorbe los 10<br />

por 100 de jugo dejado en el vaso; el líquido<br />

del número 2 habrá absorbido 10 por 100 de<br />

los 20 por 100 de jugo restante en este segundo<br />

vaso; del mismo modo no quedará en<br />

el número 3 más que 20 por 100 de jugo por<br />

extraer, y así sucesivamente hasta el número<br />

10, en donde las rajas frescas habrán perdido<br />

10 por 100 de su jugo.<br />

»En tal situación, se hace que comuniquen<br />

los vasos 1 al 7, el último con una de las calderas<br />

de calentamiento, y el número 1 con el<br />

depósito de agua, colocado á 10 ó 12 metros<br />

de altura; los recalentadores están instalados<br />

á 3 ó 4 metros sobre la batería; las diferencias<br />

de altura dan un salto de 7 á 9 metros, suficiente<br />

para conducir el líquido de cada caldera<br />

á la siguiente, es decir, el número 1 al 2,<br />

el número 2 al 3, etc., y el jugo del número<br />

7 á los recalentadores. Desde el momento en<br />

que sólo quedan en el número 1 las rajas desprovistas<br />

de azúcar y el agua pura, se aisla<br />

este vaso del resto de la batería, se vacía en<br />

seguida y se llena de nuevo con rajas frescas,<br />

quedando dicho vaso, con relación al resto de<br />

la batería, en la posición del vaso número 10<br />

al empezar la operación. Mientras se hace la<br />

última operación y los vasos 1 al 7 están comunicando,<br />

se abre otra comunicación separada<br />

entre uno de los recalentadores, nunca<br />

aquel en el cual se han vaciado el número 7 y<br />

el número 8; los vasos 8 al 10 se ponen en comunicación,<br />

y el 10 se abre al tubo de descarga.<br />

La altura de caída del líquido en los recalentadores<br />

basta para llenar el vaso número 8<br />

de jugo fresco calentado, y para trasladar el<br />

contenido al número 9, el del número 9 al nú-.<br />

mero 10, y el del número 10 á los saturadores.<br />

Entonces se establece la comunicación en toda<br />

la batería; el número 2 se enlaza con el depósito,<br />

y el número 10 con el número 1, que se<br />

llena de nuevas rajas y no contiene líquido.<br />

»E1 contenido de cada vaso es expulsado al<br />

siguiente (2 al 3, 3 al 4, 10 al 1), y en cada<br />

operación la batería se encuentra exactamente<br />

en el punto en que hemos empezado la descripción,<br />

exceptuando que el vaso número 2<br />

está en la posición del número 1, el número 3<br />

en la del número 2, y el número 4 en la del<br />

número 10. La operación recomienza, y como<br />

al final el contenido del número 2 no tiene<br />

más jugo que extraer, se vacía como lo fué el<br />

número 1. En tal estado, se introducen nuevas<br />

rajas y se repite la misma operación, tomando<br />

esta vez el número 3 el turno del número 1,<br />

y así sucesivamente. De este modo el jugo<br />

pasa diez veces por cada vaso antes que se<br />

vacíe el último.<br />

«Cada operación dura veinte minutos próximamente;<br />

por consiguiente, se llenarán sesenta<br />

á ochenta veces los vasos por día, y<br />

si observamos que toda la operación se para<br />

mientras se vacían dichos vasos, la ventaja del<br />

aparato descrito es bien evidente. Por lo demás,<br />

para vaciar cada uno de los vasos de la<br />

caldera, se interrumpe la comunicación con el<br />

resto de la batería; se abre la llave de descarga<br />

hasta que se obtenga el equilibrio entre<br />

la atmósfera y la columna de agua, lo que se<br />

consigue en algunos segundos; se abren después<br />

simultáneamente, por medio de un movimiento<br />

de tornillo, los agujeros de hombre<br />

superior é inferior, y se vacía el vaso instan-<br />

Figura 208.—Aparato para calentar<br />

táneamente; en cuanto á las rajas que pudieran<br />

quedar adheridas á las paredes de éste, se<br />

desprenden por la acción de un chorro de<br />

agua que se envía después de haber llenado<br />

de nuevo dicho vaso.<br />

sDesde hace algunos años se emplea en<br />

algunas fábricas de Alemania un aparato para<br />

calentar, más cómodo y menos embarazoso<br />

que el aparato de serpentín. Se compone el<br />

nuevo aparato de un recipiente cilindrico<br />

(figura 298), dividido interiormente por tabiques<br />

verticales, cuya superficie de caldeo es de<br />

unos 20 metros cuadrados para un trabajo<br />

diario de 10 toneladas de plantas sacarinas;<br />

la comunicación con los vasos de difusión se


AZU — 669 — AZU<br />

establece por medio de tubos de llegada a y<br />

de salida b de los jugos; el vapor entra por el<br />

tubo e y sale por /; un pequeño grifo de desabogo<br />

c, impide que se establezca una tensión<br />

demasiado fuerte en el depósito; un termómetro<br />

g, indica á cada momento la temperatura<br />

del interior del aparato; por fin, un tubo d<br />

comunica con el depósito de agua y sirve para<br />

limpieza después de cada operación.»<br />

El procedimiento de difusión de Robert, fundado<br />

en el primitivo de Dombasle, se reduce<br />

al empleo de una batería de maceración formada<br />

por 6 á 20 cilindros de palastro, que se<br />

colocan verticalmente en gradería, y cuyas<br />

extremidades llevan obturadores bombeados<br />

con su correspondiente abertura de hombre.<br />

En el fondo de cada cilindro va un serpentín<br />

de cobre en espiral, donde se inyecta vapor<br />

acuoso para el caldeo, y sobre éste un falso<br />

fondo agujereado, encima del cual se coloca<br />

la materia prima azucarada. En el costado, y<br />

á 3 ó 4 centímetros más arriba de este falso<br />

fondo, se encuentra una abertura para la descarga.<br />

Los cilindros comunican entre sí por<br />

tubos que conducen el líquido macerador de<br />

la parte inferior de cada uno de ellos á la<br />

superior del siguiente. Además, cada cilindro<br />

va provisto de una cámara de aire, de un tubo<br />

para la llegada del agua á la parte de arriba,<br />

y de una llave de desagüe abajo.<br />

He aquí su manera de funcionar:<br />

Llenos los vasos de laminillas ó rodajas por<br />

el agujero de hombre superior, y bien obturados<br />

, se hace llegar el agua al primer cilindro;<br />

el jugo débil, así producido, se reúne en el<br />

fondo, y sube por el tubo de comunicación,<br />

vertiéndose sobre las laminillas del segundo<br />

cilindro; aquí se enriquece más y más de mosto,<br />

pasando del propio modo á macerar las<br />

laminillas del tercero, y así se continúa hasta<br />

tanto que el líquido adquiere casi igual densidad<br />

á la del guarapo natural. Llegado este<br />

momento, se vacía el líquido concentrado del<br />

último cilindro en la caldera de defecación.<br />

Eu el entre tanto, las rodajas ó laminillas del<br />

primer cilindro han quedado agotadas por<br />

completo, gracias á la corriente continua de<br />

agua que penetró y circuló en su interior.<br />

Entonces se sacan dichas rodajas, se lava bien<br />

por dentro el macerador con una lechada de<br />

cal débil, y acto continuo se le carga de nuevo<br />

con laminillas frescas. Desde este instante<br />

viene á constituir el último cilindro de la<br />

serie, pasando el segundo á primero, y recibiendo<br />

como tal la comente de agua pura,<br />

continuando del propio modo cargando y<br />

descargando el correspondiente en la serie. Durante<br />

la operación la temperatura debe mantenerse<br />

á 85°, siendo preciso evitar una circulación<br />

muy rápida, debida á la demasiada<br />

carga del líquido, bastando la presión producida<br />

por una columna de agua de 2 metros de<br />

altura.<br />

Háse objetado al procedimiento Robert y á<br />

la maceración en general, la dificultad que<br />

ofrece de impedir la fermentación de los gua­<br />

rapos , especialmente los de caña, cuya acidez<br />

facilita dicha metamorfosis; pero esta contingencia<br />

desaparece desde el momento en que<br />

se mantiene la temperatura de los maceradores<br />

á los grados de calor necesario para matar<br />

todo género de gérmenes. Más seria y digna<br />

de tomarse en cuenta es la del gasto considerable<br />

de combustible que la gran masa de<br />

zumo de los maceradores exige para su concentración<br />

, así como la fuerza enorme que es<br />

preciso emplear en reducir las cañas á discos<br />

ó laminillas.<br />

Defecación del guarapo.—Obtenido el guarapo,<br />

debe procederse sin la menor demora á<br />

eliminar el mayor número posible de las substancias<br />

extrañas que siempre le acompañan,<br />

sin que permanezcan ni un solo momento á<br />

la temperatura ordinaria en contacto del aire.<br />

Esta depuración, conocida con el nombre de<br />

defecación, difícil siempre, pero mucho más<br />

en los mostos de remolacha que en los de<br />

caña, exige grandes cuidados por parte del<br />

fabricante. El problema se reduce, pues, á<br />

separar de los zumos, con el auxilio de ciertos<br />

cuerpos y del calor, la albúmina, pectina,<br />

materias colorantes, grasas, ácidos libres, y<br />

en una palabra, todas aquellas substancias<br />

que no sean sacarosa y agua. Por desgracia,<br />

y no obstante los grandes perfeccionamientos<br />

introducidos en esta parte de la industria azucarera,<br />

se está muy lejos de haber alcanzado<br />

el desiderátum, que consistiría en obtener una<br />

solución de agua y de sacarosa completamente<br />

pura, sin alterar en lo más mínimo este<br />

ríltimo cuerpo. Todos los métodos de defecación<br />

conocidos hasta el día resultan deficientes,<br />

y mucho más aún los que se fundan sólo eu<br />

acciones mecánicas y físicas. Son el grande<br />

escollo de la industria azucarera. Con una<br />

defecación racional y bien dirigida, se tiene<br />

mucho adelantado para lograr azúcares de<br />

primera calidad, con gran economía de tiempo<br />

y de dinero.<br />

Hánse preconizado multitud de procedimientos<br />

con dicho objeto; ya vimos que la<br />

antigua fabricación colonial empleaba sólo<br />

las cenizas; pero esta substancia, si bien neutraliza<br />

los ácidos, saponifica las grasas, se une<br />

con el tanino, clorofila y pectina, y descompone<br />

la albúmina, en cambio ofrece el grave<br />

inconveniente de colorar los mostos de un matiz<br />

más ó menos obscuro, según la cantidad<br />

de glycosa que éstos encierren; al propio tiempo<br />

que, combinándose con el azúcar prismático<br />

, forma compuestos delicuescentes de difícil<br />

concentración, y que originan una pérdida de<br />

cuatro partes de sacarosa por cada una de<br />

álcali.<br />

Hoy puede asegurarse que los fabricantes<br />

se sirven casi exclusivamente del hidrato calcico,<br />

substancia fácil de preparar, al alcance<br />

de todo el mundo, abundante, barata y que<br />

se elimina de un modo completo y nada difícil<br />

, sin que aun en el caso de quedar alguna<br />

pequeña porción eu los azúcares, resulten éstos<br />

perjudiciales á la salud. Por lo demás, úsase


AZU — 670 — AZU<br />

en dosis más ó menos elevada, según la naturaleza<br />

de los mostos, y según también los<br />

métodos adoptados para separarla después.<br />

¿Cómo obra el hidrato calcico en la defecación?<br />

En primer término, neutraliza los ácidos<br />

libres, saponifica las materias grasas, forma<br />

compuestos insoluoles con la clorofila, mucílago,<br />

tanino, pectina y albúmina, originando<br />

tanatos, pectatos, albuminatos, etc., de calcio.<br />

Lentamente en frío, y con más rapidez á<br />

la temperatura de la ebullición, descompone<br />

también en parte las materias proteicas, con<br />

desprendimiento de amoníaco. Cuando la cal<br />

se emplea en exceso, después de ejercer las<br />

mencionadas acciones, combínase con el azúcar,<br />

formando sacaratos monocálcicos ó tricálcicos,<br />

delicuescentes ó insolubles, según la<br />

temperatura á que se opere. Todas estas<br />

acciones son provechosas, dado que concurren<br />

á la depuración de los guarapos; pero al<br />

propio tiempo el hidrato calcico, actuando<br />

sobre las sales alcalinas de ácidos orgánicos,<br />

deja en libertad los álcalis, que atacarán la<br />

glycosa en caso de existir, y siempre existe,<br />

coloreando los mostos de un tinte persistente,<br />

difícil de eliminar, y produciendo además ¡os<br />

perjuicios ya mencionados.<br />

En los antiguos trenes jamaiquinos el defecado<br />

se practica en la caldera grande llamada<br />

paila de recibo, hecha de fundición ó de palastro<br />

y calentada á fuego directo, con todos los<br />

inconvenientes de este método de calefacción.<br />

En los trenes modernos, la defecación se efectúa<br />

en calderas especiales, generalmente de<br />

cobre, mucho mejor dispuestas, cuya forma,<br />

mecanismo y magnitud varían al infinito, las<br />

cuales reciben el calor de un generador de<br />

vapor, pudiendo regularse á voluntad la temperatura.<br />

La figura 299 representa el corte de una<br />

de estas calderas, construida por los señores<br />

JBrissonneau, de Nantes. Compónese de una<br />

parte cilindrica F, de base semiesférica F',<br />

toda de cobre, cuyo fondo va envuelto en un<br />

casquete de fundición ó de palastro F" sujeto<br />

con redoblones, y de tal modo arreglado, que<br />

deja un espacio ó doble fondo para la inyección<br />

del vapor. Ambos fondos están atravesados<br />

en su centro por una tubuladura J, la<br />

cual se cierra ó se abre á voluntad, merced á<br />

la llave K de dos aguas, lo que permite extraer<br />

los guarapos defecados por el tubo / y<br />

los residuos semifluidos por el El vapor se<br />

inyecta en el doble fondo por M, y al entrar<br />

expulsa el aire, que escapa por la llave colocada<br />

en la parte superior del doble fondo, y<br />

que puede verse en la figura, al paso que el<br />

vapor condensado sale por N', tubo que lleva<br />

en su parte curva una válvula N denominada<br />

de purga. De la tubuladura central J arranca<br />

un tnbo P, que se eleva hasta el<br />

borde superior de la caldera, y que<br />

sirve para verter dentro la lechada<br />

de hidrato calcico, que, escapando<br />

por los agujeros practicados en la<br />

parte ensanchada del mismo, se<br />

mezcla con el guarapo.<br />

La defecación en estas calderas<br />

es sencilla, ó sea sin carbonatado;).<br />

De todos modos, importa mucho<br />

fijar, según los procedimientos empleados<br />

: primero, la dosis de hidrato<br />

calcico; segundo, la temperatura<br />

del líquido en el momento de adicionar<br />

en la paila esta substancia;<br />

tercero, el tiempo que debe ejercer<br />

su acción, y cuarto, los medios de<br />

eliminarla cuando se usa en exceso.<br />

Respecto al primer punto, interesantísimo<br />

como todo cuanto se<br />

relaciona con esta materia, la dosis<br />

empleada para defecar los guarapos<br />

es siempre muy pequeña, sobre<br />

todo tratándose de la defecación sencilla, ó<br />

sea sin eliminar la cal por ciertos agentes químicos,<br />

caso el más común en los ingenios de<br />

Cuba. Allí la cantidad de este hidrato limítase<br />

alo estrictamente preciso para neutralizar los<br />

ácidos, precipitar la albúmina, clorofila, materias<br />

proteicas, grasas y demás cuerpos extraños,<br />

sin que realmente llegue á formarse<br />

el sacarato monocálcico. Pero aun así y todo,<br />

es muy difícil, por no decir imposible, fijar<br />

datos numéricos desde el momento en que<br />

tienen que variar con la composición del guarapo,<br />

tiempo que dura la zafra, edad de los<br />

cañaverales, labores, abonos, etc. Por ejemplo,<br />

la dosis de 37 centímetros cúbicos de<br />

lechada espesa por hectolitro de guarapo, será<br />

suficiente en muchos casos y excesiva en<br />

otros.<br />

Partiendo de que los zumos deben quedar<br />

neutros en la defecadora, hay quien propone<br />

el uso del papel tornasol; pero en honor de la<br />

verdad este reactivo no ha dado resultados<br />

prácticos por mil razones, y entre otras, porque<br />

la experiencia demuestra que puede muy<br />

bien acusarnos una reacción alcalina, un ex-


AZU — 671 — AZU<br />

ceso de cal, cuando por el contrario, se empleó<br />

poca cantidad de este cuerpo.<br />

Basset propone practicar de tiempo en tiempo,<br />

durante el defecado, ensayos previos operando<br />

del modo siguiente:<br />

Dada una porción determinada de cal viva,<br />

se divide en fracciones de medio gramo. Cuando<br />

se quiere ensayar el guarapo, se apaga y<br />

deslíe una de esas fracciones con la suficiente<br />

cantidad de agua en un mortero ú otra vasija<br />

apropiada, y luego la lechada espesa así formada,<br />

se echa, removiéndola con cierta cantidad<br />

conocida del jugo que se ensaya. Esta primera<br />

adición de cal hidratada produce en el<br />

licor sacarino un precipitado más ó menos<br />

abundante, según su calidad. Se deja la mezcla<br />

reposar un corto rato, y después se decanta, ó<br />

mejor se cuela por un lienzo. Al líquido claro<br />

se le añade otro medio gramo de cal hidratada<br />

como anteriormente; se remueve y se deja<br />

reposar de nuevo, para filtrarlo luego y ver si<br />

todavía queda depósito en el filtro, en cuyo<br />

caso se repite la operación hasta que la adición<br />

de un medio gramo de cal no dé precipitado,<br />

es decir, no deje heces ó poros. Una<br />

simple proporción dará luego para cada caso<br />

la cantidad de cal que debe ponerse en la defecadora,<br />

conocida la capacidad de ésta (1).<br />

Algunos fabricantes opinan que los guarapos<br />

deben quedar algo alcalinos, con un pequeño<br />

exceso de hidrato calcico: pero en este<br />

caso, para que más tarde concentren y cristalicen<br />

de un modo regular y sin pérdida de<br />

sacarosa, se hace preciso eliminar dicho exceso<br />

de materia defecante. Antiguamente se conseguía<br />

mezclando dentro de la defecadora el<br />

mosto alcalino con nueva cantidad de guarapo<br />

, pero en el día se han recomendado multitud<br />

de cuerpos con dicho objeto, según tendremos<br />

ocasión de exponer.<br />

Por lo demás, algunos autores opinan que<br />

en la defecación sencilla la cantidad de hidrato<br />

calcico no debe pasar de 5 milésimas de la del<br />

guarapo, cifra que así expresada en crudo entendemos<br />

expuesta á grandes errores.<br />

El modo de operar es el siguiente: Elegida<br />

la cal grasa de buena calidad, prepárase una<br />

lechada que se tamiza para separar los cuerpos<br />

extraños; hecho esto, se va vertiendo dentro<br />

de las defecadoras, cuya temperatura debe<br />

mantenerse á 75° según unos, ó á 90° según<br />

otros, agitando bien el líquido á fin de conseguir<br />

un completo esparcimiento, y que su<br />

acción sea más rápida y eficaz. Entonces se<br />

inyecta en el falso fondo nueva cantidad de<br />

vapor acuoso hasta conseguir la ebullición del<br />

líquido; llegado este momento, se interrumpe<br />

la entrada del vapor, y después de un reposo<br />

de quince á veinte minutos, se extrae la parte<br />

clara de la defecadora, vertiendo los turbios<br />

en un depósito especial. Píltranse éstos por<br />

sacos de muletón, denominados filtros de Taylor,<br />

y cuando han escurrido, se les prensa para<br />

extraerles las últimas porciones de guarapo.<br />

(1) Basset: Guide pratique du fabricant de sucre.<br />

En la actualidad los depósitos turbios se someten<br />

desde luego á la acción de los filtroprensas<br />

(véase Refino). El zumo así obtenido<br />

pasa de nuevo á las defecadoras, donde se le<br />

mezcla con el guarapo procedente de otra<br />

molienda, mientras que el límpido y transparente,<br />

ya defecado, se conduce á los filtros de<br />

carbón animal, llamados de Dumont, con el<br />

objeto que después se dirá.<br />

Tal es, en definitiva y sumariamente expuesto,<br />

el método de defecación seguido en las<br />

Antillas; pero los progresos y perfeccionamientos<br />

que sin tregua ni descanso se suceden<br />

en ésta, como en las demás operaciones industriales<br />

de la fabricación que nos ocupa, sobre<br />

todo en los azúcares de remolacha, han contribuido<br />

á recomendar para el defecado de los<br />

guarapos algunos de los muchos procedimientos<br />

propuestos y aceptados en la depuración<br />

de los zumos de aquella planta, si bien<br />

no pocos han dado resultados negativos, ya<br />

sea por la distinta naturaleza de los mencionados<br />

mostos, ya por otras causas aun no bien<br />

conocidas.<br />

Sin embargo, entre estos métodos juzgamos<br />

conveniente decir algo acerca de la defecación<br />

con carbonatación, procedimiento que tan<br />

buenos resultados viene dando en el depurado<br />

del zumo de la remolacha, y sobre todo en el<br />

refino de los azúcares. Fúndase en los trabajos<br />

de laboratorio hechos en 1812 por Barruel.<br />

Decía este químico que poniendo un exceso<br />

de hidrato calcico, á más de las acciones ya<br />

mencionadas, se combina con el azúcar, formando<br />

sacarato monocálcico, el cual, descompuesto<br />

después por el ácido carbónico, deja<br />

en libertad la sacarosa con todas sus propiedades,<br />

resultando los mostos mucho más decolorados<br />

y depurados.<br />

En 1838, Federico Kuhlmann probó que<br />

el azúcar de los zumos naturales, unida á la<br />

cal, se conserva sin la menor alteración, y<br />

propuso también el mismo gas carbónico para<br />

descomponer el sacarato, esperando, con un<br />

optimismo exagerado, lograr de este modo<br />

suprimir por completo el carbón animal, que<br />

tan caro cuesta á los fabricantes.<br />

Más tarde Rousseau dio á este procedimiento<br />

un carácter verdaderamente industrial, determinando<br />

la proporción más conveniente de<br />

cal que debía añadirse, así como la temperatura<br />

á que era preciso operar. En cuanto al ácido<br />

carbónico, propuso Schatten obtenerlo industrialmente<br />

por medio de la combustión del<br />

carbón vegetal ó mineral; Michaelis, tratando<br />

la creta, desleída en agua, por el ácido sulfúrico;<br />

y, por último, Ozouf, calcinando el bicarbonato<br />

sódico.<br />

Hoy puede decirse que el gas carbónico se<br />

obtiene casi exclusivamente por la combustión<br />

del carbón vegetal ó mineral. La figura 300 representa<br />

la sección de uno de estos hornos, muy<br />

usado en Alemania. Por el orificio b, provisto<br />

de una tapadera de hierro, se introduce el combustible;<br />

el aire penetra en el hogar por a,<br />

alimentando la combustión, mientras que los


AZÜ — 672 — AZÜ<br />

gases (ácido carbónico, nitrógeno, etc.) entran<br />

en la cámara ce, que contiene piedra caliza.<br />

Estos gases se purifican y se enfrían al<br />

pasar por debajo de las cubas de palastro e e,<br />

llenas de agua fría. De esía cámara llegan por<br />

un 'tubo encorvado al lavador d, con agua<br />

Figura 300.—S jeción de un horno<br />

hasta la mitid de su cabida, y de aquí los<br />

msncionados gases son absorbidos por una<br />

bo:nba que, enlazando con el tubo t, los conduce<br />

á la caldera defecadora.<br />

He aquí el midas operandi propuesto por<br />

Rousseau. Se comienza por emplear una cantidad<br />

de cal seis veces mayor que la ordina-<br />

Figuras 301 y 302—I<br />

ria, es decir, bastante considerable, no tan<br />

sólo para que obre sobre todas las substancias<br />

extrañas contenidas en el guarapo, sino también<br />

para que se combine con el azúcar, formando<br />

sacarato monocálcico. Por cada 1.000<br />

litros de zumo emplea 25 kilos de cal hidratada<br />

y desleída en cinco ó seis veces su peso de<br />

agua calieute. Preparada esta lechada, se añade<br />

al guarapo, que debe estar ala temperatura<br />

de 60 á 65°, elevando en seguida la misma<br />

hasta 95°, pero sin que hierva. Decantado<br />

y filtrado por una tela de muletón, sobre la<br />

cual se pone una capa de 25 centímetros de<br />

carbón animal en grano, resulta un líquido<br />

transparente, algo amarillo, que se recibe<br />

en la paila de saturación, á donde se hace llegar<br />

la corriente de ácido carbónico. Una de<br />

estas pailas, usada también en Alemania, la<br />

representamos en las figuras 301<br />

y 302, preferible bajo todos conceptos<br />

á la caldera cíe defecación<br />

descrita más arriba. El guarapo<br />

se calienta en ella introduciendo<br />

el vapor acuoso por los serpentines<br />

a a, en condiciones<br />

mucho más racionales que con<br />

los dobles fondos, los cuales<br />

dejan perder el calor por la mitad<br />

de su superficie exterior,<br />

mientras que la otra mitad interior<br />

se encuentra, como es<br />

sabido, dada su forma, en las<br />

condiciones más desfavorables á<br />

la transmisión del calor. Por<br />

otra parte, los serpentines son<br />

más económicos y se instalan<br />

más fácilmente. Como los tubos a están bañados<br />

en toda su extensión por el guarapo,<br />

se aprovecha mucho mejor la transmisión<br />

del calor, que llega á ser por esto mismo<br />

más rápida y completa. El ácido carbónico<br />

penetra por el gran tubo b, que puede desmontarse<br />

con facilidad para su limpieza; c c<br />

a usada en Alemania<br />

son dos placas de palastro agujereadas, sujetas<br />

con charnelas á los lados de la caldera, y<br />

que puestas en posición horizontal, aseguran<br />

una división más completa, y por consiguiente,<br />

un aprovechamiento mejor del gas carbónico.<br />

La llave d, llamada de prueba, sirve para<br />

extraer una cantidad de líquido cuando se desee,<br />

y apreciar su grado de saturación. El. termómetro<br />

e, para regular la marcha de la temperatura.<br />

La válvula/, de volante, para abrir<br />

ó interceptar la entrada de vapor. La llave g,<br />

para evacuar el vapor condensado. Por últi-


AZU — 673 — AZU<br />

mo, h es otra llave de prueba que sirve para<br />

tener certeza de que el guarapo no penetra<br />

en el serpentín, y que las junturas están bien<br />

unidas. El vaciado del líquido se efectúa por<br />

la llave i.<br />

En esta caldera se inyecta la corriente de<br />

ácido carbónico hasta lograr la descomposición<br />

completa del sacarato calcico; pero como<br />

la corriente no se interrumpe hasta saturación,<br />

resulta que parte del carbonato se disuelve á<br />

beneficio del exceso de ácido carbónico, siendo<br />

necesario, al final de la operación, suspender<br />

la entrada del gas y hervir el zumo para<br />

que se precipite todo el carbonato calcico. Se<br />

deja reposar, decantando la parte clara, que<br />

pasa á los filtros de Dumont. Pero antes de<br />

ocuparnos de éstos, digamos dos palabras<br />

acerca de otros medios propuestos para sustituir<br />

con mejor ó peor éxito el ácido carbónico<br />

en la eliminación del hidrato calcico.<br />

Entre los muchos que podríamos citar merecen<br />

especial mención los siguientes: Dada la<br />

insolubilidad del oxalato calcico en las soluciones<br />

de sacarosa, háse propuesto el ácido<br />

oxálico; pero á más de su elevado precio, el<br />

precipitado que origina ofrece el grave inconveniente<br />

de ser por extremo tenue y fino, tardando<br />

mucho en depositarse, lo cual obliga á<br />

una filtración por los filtros de Taylor. Más<br />

ventajas ofrecería el ácido fosfórico, por cuanto<br />

el fosfato calcico originado se deposita con<br />

suma facilidad y puede separarse cómodamente<br />

mediante una filtración al través del carbón<br />

animal.<br />

El Sr. Reinoso recomendó el empleo del fosfato<br />

monocálcico, hasta provocar en los mostos<br />

una ligera reacción acida, que neutralizaba<br />

en seguida con amoníaco, hirviendo acto seguido<br />

y filtrando. De este modo esperaba obtener<br />

guarapos tan depurados que hicieran<br />

poco menos que inútil el carbón animal. Sin<br />

embargo; como el uso de las substancias acidas,<br />

aun empleadas en frío, podría invertir<br />

la sacarosa, entendemos preferible bajo todos<br />

conceptos el fosfato amónico, el cual, al<br />

propio tiempo que precipita el hidrato calcico,<br />

neutraliza también los álcalis, cuya presencia<br />

, como ya digimos, ofrece siempre graves<br />

inconvenientes, al paso que el amoníaco<br />

desalojado se desprende después por la calefacción<br />

del líquido.<br />

El mismo Sr. Reinoso recomendó la separación<br />

de la cal por medio del fosfato alumínico,<br />

el cual pasa al estado de fosfato calcico insoluble;<br />

los álcalis se transforman en fosfatos<br />

inofensivos, y el hidrato alumínico, puesto<br />

en libertad, se precipita, arrastrando consigo,<br />

bajo la forma de laca, la materia colorante.<br />

Pero entendemos que este método ha de ofrecer<br />

el inconveniente de originar un precipitado<br />

alumínico muy voluminoso, difícil de separar.<br />

Del propio modo han sido preconizados los<br />

ácidos oléico, esteárico y el ortoxilícico. Todos<br />

estos cuerpos, cuando se les agita con una solución<br />

de sacarato de calcio, precipitan com-<br />

Dic—II.<br />

pletamente la cal, aun operando en frío. Lo<br />

mismo decimos del ácido péctico propuesto<br />

por Acar, y del fluorhídrico recomendado por<br />

Frickenhaus. Desde que con el auxilio de la<br />

kieserita de Stassfurt se ha conseguido fabricar<br />

á bajo precio el sulfato de magnesia, los<br />

fabricantes alemanes emplean esta sal con<br />

gran éxito en la separación del hidrato calcico<br />

y clarificación de los zumos, por cuanto lo<br />

mismo el sulfato calcico formado que la magnesia,<br />

al precipitarse, arrastran una gran parte<br />

de las materias extrañas y colorantes, produciendo<br />

una magnífica depuración.<br />

Nada diremos de otras substancias tales<br />

como el jabón, la caseína de la leche, etc., etc.,<br />

por cuanto sus resultados prácticos han sido<br />

nulos ó negativos.<br />

Pero independientemente de los cuerpos<br />

que acabamos de enumerar, existen algunos<br />

otros que, añadidos á los mostos antes de la<br />

adición de la cal ó al mismo tiempo que esta<br />

substancia, tienen por fin, según pretenden sus<br />

autores, efectuar una defecación más completa<br />

que con la cal sola, obteniendo grande economía<br />

de negro animal; citaremos entre éstas el<br />

anhídrido sulfuroso.<br />

Proust, en 1810, recomendó el sulfrto de<br />

calcio para impedir la fermentación de los<br />

guarapos. Dubrunfaut, en 1829, obtiene un<br />

privilegio de invención para el tratamiento de<br />

los zumos de la remolacha por el anhídrido<br />

sulfuroso, antes de la defecación con la cal.<br />

Melsens, en 1849, recomienda el empleo del<br />

bisulfito de calcio, en proporción de 1 por 100<br />

del guarapo de caña antes de la defecación;<br />

según dicho químico, operando á 100° de temperatura<br />

, el mencionado bisulfito posee la propiedad<br />

de eliminar la mayor parte de las materias<br />

proteicas contenidas en los mostos naturales;<br />

de suerte que no tan sólo se opone á<br />

las fermentaciones, sino que constituye un poderoso<br />

agente de defecación. Si bien es cierto<br />

que las materias colorantes contenidas en los<br />

mostos no son destruidas por el ácido sulfuroso<br />

, quedando sólo enmascaradas, no lo es menos<br />

que se opone de una manera completa y<br />

poderosa á la coloración ulterior de los jugos,<br />

bajo la influencia del aire. Asegura Melsens<br />

que empleando su procedimiento en la extracción<br />

del azúcar de caña, se está á cubierto de<br />

todo género de fermentaciones. Además, la<br />

calefacción de las calderas podrá sustituirse<br />

por una verdadera graduación, disponiendo<br />

las cosas de un modo análogo á lo que se practica<br />

con las aguas saladas para evaporarlas y<br />

obtener la sal común; sin embargo, el método<br />

de Melsens ofrece el inconveniente de comunicar<br />

á los azúcares un olor sulfuroso, que<br />

sólo se consigue eliminar mediante lavados<br />

por medio de tierras arcillosas, lo que disminuye<br />

el rendimiento en un 10 por 100, ó bien<br />

por una larga exposición al aire ó en una atmósfera<br />

amoniacal.<br />

El Sr. Reinoso dirigió á la Academia de<br />

Ciencias de París una nota relativa al empleo<br />

del bisulfito de calcio en un mosto alcalino<br />

43


AZU — 674 — AZU<br />

introducido separadamente, ó lo que es mejor,<br />

preparándolo en el seno mismo del guarapo,<br />

haciendo pasar la corriente de anhídrido sulfuroso<br />

después de la saturación por la cal;<br />

operando así, en presencia siempre de un ex-,<br />

ceso de cal, se evita todo temor de que el bisulfito<br />

invierta el azúcar durante la ebullición<br />

ni produzca compuestos úlmicos. En los<br />

ingenios que concentran al aire libre introducen<br />

4 gramos de bisulfito por cada 100° de<br />

guarapo en frío, hirviendo después, evaporando,<br />

y teniendo cuidado de separar las espumas.<br />

En las fábricas que trabajan con calderas<br />

cerradas, no siendo posible el espumado,<br />

se clarifica el jugo antes de evaporar, añadiendo<br />

de una á cuatro partes de arcilla caliza<br />

por dos de sulfito sódico y 5.000 litros de<br />

guarapo.<br />

También se ha propuesto sustituir la cal<br />

por la barita en la defecación de los guarapos.<br />

Fundados en la propiedad que posee la<br />

barita de formar con la sacarosa un compuesto<br />

insoluble de sacarato bárico á la temperatura<br />

de la ebullición, Dubrunfaut y Massy<br />

propusieron tratar los zumos, calentados á la<br />

temperatura de la ebullición, con la suficiente<br />

cantidad de hidrato bárico para precipitar<br />

todo el azúcar. Este precipitado se separa del<br />

líquido, en cuyo seno quedan disueltas todas<br />

las demás substancias. Recogido y lavado este<br />

sacarato, y puesto en suspensión en el agua<br />

pura, se le descompone por el ácido carbónico,<br />

precipitándose la barita bajo la forma<br />

de carbonato, y quedando la sacarosa disuelta<br />

en el agua; pero este procedimiento,<br />

que tan buenos resultados parece dar en el<br />

aprovechamiento de las melazas (véase Refino<br />

del azúcar), no ¡os ha producido hasta el día<br />

en la obtención de los azúcares de caña.<br />

Filtración de los zumos en los filtros de Dumont.—Decíamos,<br />

que una vez defecados los<br />

guarapos, cualquiera que sea el método que<br />

se adopte, se hace necesario someterlos á la<br />

acción purificadora y descolorante del carbón<br />

animal en grano, si deseamos obtener azúcares<br />

de primera calidad.<br />

Sabido es que el carbón animal tiene la<br />

propiedad de retener entre sus poros, tanto<br />

las materias colorantes, cuanto las sales y<br />

óxidos metálicos; de donde resulta que si los<br />

guarapos defecados se someten á la acción<br />

de dicho cuerpo, concluirán por despojarse,<br />

más ó menos perfectamente, según la mayor<br />

ó menor cantidad de carbón empleado,<br />

de todos aquellos cuerpos que escaparon á la<br />

defecación; llegando así á la solución del problema<br />

que, cual digimos en un principio, se<br />

reducía á conseguir soluciones de agua y sacarosa.<br />

Esta depuración, pues, tiene lugar en los<br />

filtros de Dumont. Consiste en un gran cilindro<br />

de palastro A, figura 303, que puede contener<br />

hasta 4.000kilogramos denegro animal<br />

granulado. En la parte inferior lleva un doble<br />

fondo con agujeros, sobre el cual se coloca una<br />

tela de mnletón humedecida, y encima se echa<br />

por capas apretadas el negro, también humedecido.<br />

Cargado el filtro, se cubre el negro<br />

con otra tela húmeda, y encima de ésta se coloca<br />

un diafragma lleno de agujeros c c, sobre<br />

el que cae el zumo, graduando su salida por<br />

medio de la llave r del flotador /. Las telas<br />

de muletón y los diafragmas tienen por objeto<br />

que el mosto caiga y se reparta uniformemente<br />

á través de la capa de carbón, sin que<br />

se formen falsas vías, saliendo por la llave r',<br />

límpido y casi totalmente descolorado. Un<br />

tubo g g, que parte del doble fondo y que sube<br />

hasta lo alto del cilindro, sirve para dar salida<br />

al aire interpuesto en la masa del negro.<br />

Figura 303.—Filtro Dumont<br />

Por último, el agujero de hombre h está destinado<br />

á la limpia del aparato.<br />

Concentración de los guarapos.— Defecados<br />

los guarapos y filtrados á través del negro<br />

animal,.se procede sin pérdida de tiempo á<br />

su concentración hasta obtener líquidos suficientemente<br />

densos para que por enfriamiento<br />

cristalice la sacarosa, es decir, que se evaporan<br />

los zumos hasta transformarlos en meladura.<br />

En las fábricas de azúcar de remolacha, así<br />

como en los procedimientos perfeccionados<br />

seguidos en algunos ingenios, este trabajo se<br />

efectúa en dos tiempos: durante el primero<br />

se evapora el zumo hasta 27° Baumé, filtrándole<br />

una segunda vez por el negro. En el segundo<br />

se concentra hasta obtener meladura<br />

con el punto necesario.<br />

Ya digimos que en ¡a primitiva fabricación<br />

colonial, así como en la más perfeccionada de<br />

trenes jamaiquinos, dicho trabajo se efectuaba<br />

en calderas calentadas á fuego directo, con<br />

todos los inconvenientes de este género de<br />

calefacción, tales como dificultades prácticas<br />

en la manera de aplicar y conducir el fuego,<br />

pérdida no despreciable de calor, y lo que es<br />

aún más digno de tomarse en cuenta, cara-


AZTJ — 675 — AZTJ<br />

melización por un lado, transformación en<br />

gl ycosa de una gran parte del azúcar por otro,<br />

y coloración, en fin, de la meladura, por cuyo<br />

motivo se obtienen siempre productos menguados,<br />

obscuros, pegajosos y de inferior calidad.<br />

Dado el conocimiento que ya poseemos de<br />

la sacarosa y de sus soluciones, la influencia<br />

nociva que sobre ellas ejerce tanto el aire<br />

Figura 801.—Caldera Pecqueur<br />

como la ebullición prolongada, con especial<br />

á altas temperaturas, se comprende sin esfuerzo<br />

las ventajas de que la concentración<br />

se ajuste á los preceptos siguientes:<br />

1.° Que sea rápida.<br />

ÌJ<br />

Figura 305.—Caldera Euban<br />

2.° Que se efectúe á la temperatura más<br />

baja posible.<br />

3.° Que mientras dure, el aire no tenga<br />

libre acceso.<br />

Y 4.° Que se aproveche el máximum de<br />

calorías del combustible empleado.<br />

Fácilmente se comprende que ninguna de<br />

estas circunstancias puede lograrse con la calefacción<br />

á fuego desnudo; en cambio es dado<br />

alcanzarlas de un modo más ó menos completo,<br />

empleando el vapor acuoso y mejor aún<br />

evaporando en el vacío á baja presión, debiendo<br />

en todo caso preferirse aquellos apara­<br />

tos que en más alto grado reúnan las condiciones<br />

mencionadas.<br />

Prescindiremos, pues, de las calderas calentadas<br />

á fuego directo, y por lo que toca á<br />

la aplicación de corrientes de aire para evaporar<br />

los zumos, que recomienda Peclet, hemos<br />

de limitarnos á consignar que Brame y<br />

Chevalier propusieron hace algún tiempo concentrar<br />

los guarapos inyectando al través de<br />

su masa una corriente dé aire calentado; pero<br />

bien pronto pudo notarse que los mostos se<br />

obscurecían, parte del azúcar se transformaba<br />

en glycosa, resultando meladuras de inferior<br />

calidad y difícil tratamiento, sin ventaja alguna<br />

en el gasto de combustible. Melsens, deseando<br />

economizar esta materia prima, que<br />

tan cara cuesta en las Antillas, aconsejó exponer<br />

los guarapos, previamente tratados por<br />

el bisulfito calcico para impedir su alteración,<br />

en capas delgadas á la influencia del aire y<br />

del calor tropical, pero sus resultados fueron<br />

poco satisfactorios.<br />

En la evaporación en calderas abiertas, la<br />

superficie del líquido azucarado se encuentra<br />

protegida del .aire exterior por la capa de vapor<br />

acuoso formada.<br />

Por lo demás, importa dejar consignado<br />

que los generadores de vapor convenientemente<br />

dispuestos, utilizan hasta el 75 y más<br />

por 100 del calor teórico'<br />

desarrollado en<br />

el hogar.<br />

Calderas de concentración.<br />

— Variadas<br />

en su forma y<br />

manera de funcionar<br />

son las calderas de<br />

concentración al vapor<br />

que hoy se usan<br />

en los ingenios bien<br />

montados; sin embargo,<br />

todas ellas<br />

pueden reducirse á<br />

dos tipos:<br />

Primero. Aparatos<br />

que trabajan á la<br />

presión ordinaria de<br />

la atmósfera.<br />

Segundo. Calderas<br />

en que la evaporación<br />

se realiza á<br />

baja presión, llamadas<br />

por esto de concentración<br />

al vacío. En todas ellas, ó bien el<br />

vapor penetra en dobles fondos, ó lo que es<br />

preferible, circula por tubos encorvados, dispuestos<br />

en el seno de los zumos, con lo cual<br />

se aumenta considerablemente la superficie<br />

de caldeo, con las ventajas que le son inherentes.<br />

Entre los muchos aparatos que trabajan á<br />

la presión ordinaria, séanos permitido citar<br />

los de Hallette, Crespel, Bour, Pecqueur y<br />

Ruban.<br />

La caldera de Pecqueur, bastante generalizada<br />

en los ingenios, la representamos en la


AZU — 676 — AZU<br />

figura 304; su forma es prismática, rectangular,<br />

y va montada sobre soportes de fundición;<br />

el caldeo se efectúa merced á un serpentín<br />

colocado en su fondo, en el que circula vapor<br />

acuoso á una presión de cinco atmósferas, con<br />

una temperatura de 153°. Esta caldera puede<br />

bascular en uno de sus extremos, tomando la<br />

posición que indican las líneas de puntos; disposición<br />

que permite inclinar el fondo para<br />

vaciarla completa y rápidameute, saliendo el<br />

líquido por el tubo de descarga que cierra la<br />

llave g. Este movimiento de báscula se logra<br />

mediante la palanca m, y permite la limpia<br />

de los tubos del serpentín, dando salida por a<br />

al agua condensada.<br />

La. caldera de Ruban se compone (figura<br />

305) de un cilindro rotatorio que gira<br />

horizontalmente sobre su eje, y que se intro-<br />

mo va la segunda rueda, hueca también, que<br />

lleva todas las aguas condensadas á su eje,<br />

cayendo de aquí á un espacio divisorio que<br />

permite al aparato vaciarse completamente.<br />

Se comprende que si inyectado el vapor acuoso<br />

se imprime al cilindro una velocidad de<br />

doce á quince vueltas por minuto, agitarán la<br />

masa, comunicando su calor y acelerando la<br />

evaporación; por su parte, las cucharas arrastrarán<br />

el líquido, llevándolo ala parte superior<br />

del cilindro. Si consideramos que el número<br />

de cucharas puede variar á voluntad, se comprenderá<br />

fácilmente que el trabajo resulte<br />

considerable, siendo su efecto continuo en<br />

toda la superficie superior é inferior de los<br />

cilindros.<br />

Por lo demás, el empleo del vapor acuoso<br />

ofrece, entre otras ventajas, las siguientes:<br />

Figura 303.—Corte de un aparato sencillo usado en Alemania<br />

duce en el recipiente que contiene la rSateria<br />

que se trata de evaporar. Dicho cilindro está<br />

formado de dos concéntricos, por cuyo espacio<br />

anular circula el calor, consiguiendo de<br />

este modo una doble superficie de caldeo, tanto<br />

en el exterior como en el interior del cilindro.<br />

Además, sobre estas dos superficies, y en<br />

toda la longitud de los cilindros, hay una especie<br />

de cucharas ó cangilones godet, que<br />

constituyen una de las principales ventajas del<br />

aparato.<br />

El vapor acuoso penetra por dos ruedas<br />

de radios curvos y huecos, fijos en la extremidad<br />

de los cilindros, con los cuales están<br />

unidos, entrando por el eje, que es también<br />

hueco; llega á la primera rueda, desde donde<br />

se extiende por todos los radios, así como en<br />

la capacidad que forman los dos cilindros, que<br />

constituyen el aparato rotatorio; en el extre-<br />

Primera: aplicación más regular y unifor"<br />

me del calor.<br />

Segunda: conseguir una temperatura constante,<br />

sin que jamás pase de los grados necesarios.<br />

Tercera: invertir menos los azúcares.<br />

Cuarta: regularizar la marcha, aumentando<br />

ó disminuyendo á voluntad el acceso de los vapores<br />

á los serpentines.<br />

Y quinta: que un solo hogar sirva para todas<br />

las calderas del ingenio.<br />

Sin embargo de todas estas ventajas, la fabricación<br />

moderna pide aún más. Importa<br />

ante todo y sobre todo abreviar en lo posible<br />

el tiempo que dura la concentración, así como<br />

reducir la temperatura durante el trabajo. Estos<br />

dos extremos, que parecen antagónicos,<br />

lógranse satisfactoriamente empleando calderas<br />

de concentración al vacío y distribuyendo


AZU — 677 — AZU<br />

el calor por serpentines que circulen en la de aquélla por la presión atmosférica. Mas en<br />

masa de los guarapos y meladuras.<br />

la práctica suele preferirse la siguiente inge­<br />

Howar, en 1812, fué el primero que logró niosa disposición: El cilindrog, destinado á<br />

ambas mejoras, reducidas á efectuar la evapo­ medir con toda exactitud la cantidad de guaración<br />

en espacios donde el aire y el vapor se rapo , de jarabe ó de agua que deba introdu­<br />

extraen constantemente, quedando así estos cirse en la caldera, está en comunicación con<br />

gases eliminados ó muy enrarecidos, con lo la misma mediante los tubos a i, colocados en<br />

cual, no tan sólo se acelera la evaporación, la parte superior é inferior, y llevando ade­<br />

sino que la temperatura del líquido se puede más un indicador de nivel n. Con el auxilio<br />

mantener muy baja (46 á 47°), evitándose to­ de los tres tubos b c d.se puede introducir á<br />

do peligro de caramelización é inversión. voluntad guarapo, jarabe ó agua en el cilin­<br />

Estos aparatos constan de dos partes prindro, y por medio del tubo u inyectar vapor<br />

cipales: primera, de una caldera evaporadora; en la caldera de evaporación y en el con­<br />

segunda, de los mecanismos necesarios para densador, á fin de ayudar á la bomba para<br />

extraer el aire y los vapores desprendidos de que sea más rápida la extracción del aire. La<br />

los zumos.<br />

sonda e, sirve para sacar muestras de jara­<br />

En Francia prefieren los aparatos construíbes y poder apreciar su punto. Una llave de<br />

dos por la casa Derosne, pero en Alemania y grasa g, está destinada á introducir en la cal­<br />

en algunas colonias inglesas se emplean medera un poco de manteca ó mejor de parafina,<br />

canismos más sencillos y menos costosos, cons­ al objeto de evitar la formación de la espuma<br />

truidos todos bajo un plan análogo, estriban- durante el trabajo é impedir que el líquido<br />

suba, rebose, y obstruya los tubos y<br />

conductos de la caldera. El agujero de<br />

hombre/'está destinado á la limpia del<br />

aparato. Hacia la mitad próximamente<br />

de la altura de la caldera, se encuentra<br />

engastado un disco grueso de cristal, y<br />

frente por frente otro análogo que recibe<br />

la luz de un reflector para poder<br />

observar la marcha de la concentración.<br />

El condensador A, está arreglado<br />

de modo que el mosto ó jarabe, en el<br />

caso de rebosar, caiga dentro de él sin<br />

mezclarse con el agua; tan luego como<br />

ocurre este accidente, puede notarse,<br />

merced al indicador de nivel x; entonces<br />

el líquido allí acumulado se saca<br />

por la llave y. El agua fría, para condensar<br />

los vapores, llega por el tubo ra<br />

Fisura 307. -Perspectiva de un aparato sencillo y sale por el extremo de este tubo, dis­<br />

usado en Alemania<br />

puesto en forma de regadera. Un termómetro<br />

z indica la temperatura del interior<br />

de la caldera durante la evaporación y cocción.<br />

do sus diferencias en detalles de poca monta,<br />

y muy especialmente en la manera de efectuar<br />

y mantener el vacío. Las figuras 306 y 307<br />

representan la perspectiva y corte de uno de<br />

estos aparatos. Consta de una caldera evaporadora<br />

B, compuesta de dos segmentos de esfera,<br />

unidos íntimamente, terminando el superior<br />

en chapitel. Este y la caldera están en<br />

comunicación con el condensador A, mediante<br />

el tubo l. El aparato se calienta con los vapores<br />

que le suministran los tubos r y s, los<br />

cuales circulan por el serpentín colocado en<br />

su interior. Abriendo la válvula/, con el auxilio<br />

de una palanca, el jarabe saldrá por el tubo<br />

de descarga, cayendo en un recipiente circular<br />

colocado más abajo, y que no aparece<br />

en las figuras. Evacuada la caldera después<br />

que termina la meladura, y antes de cargarla<br />

de nuevo, se la pone en comunicación por el<br />

intermedio de los tubos l m, con una bomba<br />

aspirante de aire. Cuando este gas está suficientemente<br />

enrarecido, lo cual se aprecia mediante<br />

el manómetro h, se abre el tubo que<br />

une el interior de la caldera con el depósito<br />

del guarapo; éste penetrará entonces dentro<br />

Puesta en movimiento la bomba de aire, se<br />

abre el tubo c, que comunica con el depósito<br />

donde está el guarapo, para que penetre en el<br />

cilindro aforador G, y de aquí pase á la caldera,<br />

cerrando el tubo m y abriendo la llave z. Tan<br />

luego como ésta se llena hasta la mitad próximamente<br />

de su cabida, se abre el tubo de vapor<br />

r, á fin de que el guarapo entre rápidamente<br />

en ebullición, poniendo al propio tiempo el<br />

condensador en actividad. Los vapores desprendidos<br />

del guarapo salen por l, llegan al<br />

condensador, se liquidan y son lanzados fuera,<br />

en unión del agua condensadora. Según Bagner,<br />

algunos constructores prefieren la disposición<br />

recomendada por Trapper, en la que se<br />

hace uso del vacío de Tonricelli, dando al condensador<br />

una altura de 10,60 á 11 metros sobre<br />

el pavimento de la fábrica. De este condensador<br />

arranca un tubo abierto por su parte inferior,<br />

que viene á sumergirse en un depósito<br />

de agua. Esta, en unión de la condensada, escapa<br />

de este depósito, desde el cual sólo se<br />

eleva en el tubo á un nivel proporcionado al


AZU — 678 — AZU<br />

grado de rarefacción del aire en el aparato.<br />

Según que se emplee ó no la disposición Trapper,<br />

efectúase la condensación con una bomba<br />

de aire seco ó con una de aire húmedo. En el<br />

primer caso la bomba sólo tiene que expulsar<br />

el aire que se desprende poco á poco del agua<br />

de condensación; en el segundo tiene que eliminar<br />

también el agua condensada. Adoptando<br />

la disposición Trapper, se logra economía<br />

en la fuerza de impulsión. La bomba de aire<br />

húmedo exige una fuerza de dos ó tres caballos<br />

de vapor, al paso que á la de aire seco le<br />

basta con un caballo, siendo más fácil de manejar<br />

y dirigir.<br />

La concentración de los guarapos, hasta conseguir<br />

meladuras en condiciones de cristalizar,<br />

comprende dos períodos, lo mismo en los ingenios<br />

bien montados que en las fábricas de azúcar<br />

de remolacha. Sin embargo, como el zumo<br />

de la caña es mucho más puro que el de aquella<br />

planta, si no se desea obtener productos casi<br />

refinados, pueden efectuarse ambas operaciones<br />

de una sola vez en los mismos aparatos,<br />

prescindiendo también hasta de la segunda filtración<br />

por el carbón animal.<br />

Evaporación.— Tiene por objeto concentrar<br />

los guarapos lo suficiente para que puedan<br />

sufrir en buenas condiciones una nueva<br />

purificación desde el momento en que, á pesar<br />

del defecado y del filtrado por el negro, contienen<br />

aún albúmina, materias colorantes mucilaginosas,<br />

á veces sacarato calcico, cloruros,<br />

nitratos, sulfatas, fosfatos alcalinos, etc., cuyos<br />

cuerpos se oponen más ó menos enérgicamente<br />

á que cristalice después una parte no<br />

despreciable de la sacarosa.<br />

En la práctica dicha evaporación debe efectuarse<br />

con la mayor rapidez posible y siempre<br />

á baja temperatura, dado que el azúcar prismático<br />

se altera tanto más fácilmente durante<br />

la concentración, cuanto los zumos quedaron<br />

peor defecados. Para ello empléanse las calderas<br />

calentadas al vapor, y que funcionan á la<br />

presión atmosférica, pero pueden también<br />

utilizarse ventajosamente las que trabajan al<br />

vacío.<br />

Como quiera que sea, la evaporación, una<br />

vez comenzada, se prosigue hasta que los guarapos<br />

marcan 16° B. según unos, ó 25° según<br />

otros. Desde este momento, el líquido puede<br />

considerarse como un jarabe poco concentrado<br />

, que en las Antillas recibe el nombre de<br />

miel de punto. Durante esta evaporación fórmase<br />

en el interior de las calderas un depósito<br />

salino, llamado vulgarmente cal, y que según<br />

Avequin ofrece la composición siguiente:<br />

Fosfato calcico 92,43<br />

Fosfato cúprico (1) 1,41<br />

Carbonato calcico 1,35<br />

Sílice 4,71<br />

Total 99,90<br />

(1) Si la caldera es de palastro, el depósito contiene<br />

fosfato férrico en lugar del cúprico.<br />

Esta materia adhiere de tal modo á las paredes<br />

y serpentines de la caldera, que á veces<br />

hay que calentarlas en seco para resquebrajar<br />

la incrustación, y que sea después fácil<br />

arrancarla con el cincel. En las calderas calentadas<br />

al vapor, estos depósitos, ni son tan<br />

compactos, ni tan adherentes, pudiendo quitarse<br />

con facilidad mediante un lavado de<br />

agua acidulada con ácido clorhídrico.<br />

Terminada esta primera evaporación, la<br />

miel de punto se conduce á los filtros de Dumont,<br />

donde sufre una segunda filtración á<br />

través del negro, cuyo cuerpo absorbe las<br />

materias colorantes, la cal, los álcalis y demás<br />

substancias orgánicas ya mencionadas,<br />

resultando líquidos bastante puros para sufrir<br />

en buenas condiciones la cocción.<br />

Sin embargo, cuando se desea obtener azúcares<br />

más blancos aún, azúcares casi refinados,<br />

antes de la filtración por el negro se somete<br />

la miel de punto al tratamiento de clarificación<br />

siguiente: Se comienza por añadir medio<br />

litro de sangre desfibrinada, por hectolitro de<br />

miel, agregando de 1 á 2 kilos de polvo de<br />

carbón animal; se agita el todo para que la<br />

mezcla sea completa, y acto seguido se eleva<br />

la temperatura de 60 á 75°. Entonces se suspende<br />

la agitación, el carbón se precipita en<br />

parte , la albúmina va poco á poco coagulándose<br />

, formando gruesas espumas que aprisionan<br />

los cuerpos extraños y algo del polvo<br />

carbonoso, viniendo todo ello á formar una<br />

espesa costra en la superficie del líquido. Llegado<br />

este momento, se aumenta la temperatura<br />

hasta que la miel comienza á hervir, en<br />

cuyo caso las espumas se agrietean, se hacen<br />

más compactas y pueden separarse con una<br />

espumadera. El líquido así depurado se conduce<br />

á los filtros de Taylor.<br />

Cuando las mieles son neutras, operando<br />

como acabamos de describir, se logra una<br />

perfecta clarificación; pero si son acidas, parte<br />

de la albúmina queda sin coagular y el trabajo<br />

resulta deficiente. Si, por el contrario, son<br />

alcalinas, sucede lo propio, formándose en<br />

uno y otro caso, durante la cocción, espumas<br />

abundantes que embarazan este trabajo. Para<br />

apreciar la reacción de las mieles puede echarse<br />

mano del papel tornasol. Si es acida, se la<br />

corrige con un poco de lechada de cal, y si alcalina<br />

, mezclándola con miel acida. De todos<br />

modos, esta clarificación ó refino se efectúa en<br />

las calderas de defecación ya descritas.<br />

Cocción.—Llevados los guarapos al grado de<br />

concentración indicado más arriba, y después<br />

de filtrar la miel de punto resultante por el<br />

negro, se conduce á los aparatos de cocción,<br />

donde se continúa evaporando hasta obtener<br />

la meladura dispuesta para cristalizar.<br />

Este trabajo puede efectuarse en calderas<br />

que funcionen al aire libre ó en el vacío, siendo<br />

éstas preferibles por las razones ya expuestas.<br />

El obrero encargado de la cocción se<br />

llama puntero, el cual debe vigilar constantemente<br />

la marcha del jarabe dentro de las<br />

calderas. Cuando la cocción es normal, se per-


AZU — 679 — AZU<br />

cibe un ruido particular, ocasionado por la<br />

ruptura de las burbujas gaseosas en la superficie<br />

del líquido; en este caso se dice que la<br />

cocción es seca; si, por el contrario, se originan<br />

burbujas gruesas, pesadas y turbias, se<br />

dice que la cocción es grasa; entonces el trabajo<br />

es defectuoso, debido á la presencia de álcalis<br />

libres; pero este accidente se presenta<br />

con más frecuencia en los jarabes de remolacha<br />

que en los procedentes del zumo de las<br />

cañas.<br />

De cualquier modo, la cocción debe proseguirse<br />

hasta tanto que los jarabes, á la<br />

temperatura de la ebullición, marquen 40<br />

á 42° B.; pero como este ensayo físico es<br />

poco práctico, tanto por la dificultad de emplear<br />

el areómetro mencionado á dicha temperatura,<br />

cuanto porque la densidad puede<br />

variar por la existencia de substancias extrañas,<br />

de aquí que en los ingenios se eche mano<br />

de procedimientos empíricos para averiguar<br />

cuándo los jarabes adquieren el grado de<br />

cocción necesario.<br />

El puntero, para conocer esto, se vale de<br />

diferentes pruebas, denominadas prueba de<br />

hilo, de corchete, de soplo, de bolita y de<br />

diente.<br />

La primera se reduce á tomar una gota de<br />

jarabe entre el dedo índice y el pulgar; separándolos<br />

en seguida, fórmase una hebra que,<br />

por su longitud, y por la manera de romperse,<br />

se aprecia el estado de concentración. Si no ha<br />

alcanzado el punto necesario, el hilo se rompe<br />

prontamente; si la meladura está más concentrada,<br />

separando los dedos cuanto es posible,<br />

no hay rotura. Cuando se rompe la hebra<br />

próximamente hacia la mitad de la longitud<br />

que puede alcanzar y se encorva por la rotura<br />

en forma de corchete, entonces el jarabe ofrece<br />

la concentración deseada y se dice que está<br />

á prueba de corchete. Sin embargo, muchos<br />

prefieren como más exacta la de soplo; para<br />

ello introducen en la caldera una espumadera<br />

plana, que sacan rápidamente, á fin de que<br />

sólo se adhiera á su superficie una capa delgada<br />

de jarabe; hecho esto, el puntero sopla á<br />

través de los agujeros de la espumadera, produciéndose<br />

en la superficie opuesta esferitas<br />

huecas, cuya duración, magnitud y espesor<br />

permiten conocer si el jarabe alcanzó la debida<br />

concentración. Según que se desprenden tan<br />

sólo algunas burbujas, ó por el contrario,<br />

vuelan muchas á la vez, la cocción se denomina<br />

de soplo ligero ó de soplo fuerte. Cuanto<br />

menos densas y más numerosas son las esferitas<br />

, tanto más concentrado está el jarabe.<br />

La prueba de agua ó de bolita se reduce á<br />

poner en un vaso, lleno de agua fría, cerca de<br />

15 gramos de miel, sacarla en seguida, y ver<br />

si arrollada entre los dedos, produce una bolita<br />

sin disolverse y sin formar hebra. Otros<br />

dividen, y llaman á esta prueba de pequeña<br />

rotura, de gran rotura y de rotura sobre los<br />

dedos; términos más frecuentemente empleados<br />

en la preparación de caramelos. La primera<br />

consiste en coger con los dedos mojados<br />

un poco de jarabe, sumergirlos en agua fría, y<br />

frotando unos con otros, ver si se logra una<br />

bolita que, tirada contra el pavimento, se deforma<br />

y rompe. En la prueba de gran rotura,<br />

la bolita, al chocar, estalla en menudos fragmentos<br />

sin deformarse; y en cuanto á la de<br />

rotura sobre los dedos, tiene lugar cuando el<br />

azúcar se solidifica, formando en la extremidad<br />

de éstos una especie de caperuza delgada y<br />

quebradiza; por último, la prueba al diente<br />

se reduce á tomar un poco de jarabe, mascarlo<br />

y ver si ofrece resistencia, en cuyo caso la<br />

cocción está á punto de terminar.<br />

He aquí, según Payen, la composición y<br />

temperatura á que hierven los jarabes con<br />

arreglo á su grado de cocción:<br />

Pruebas Temper. a<br />

Hilo 109°<br />

110° 110° ,5<br />

^<br />

«<br />

•<br />

-<br />

(<br />

{<br />

t<br />

f<br />

e<br />

S<br />

112° 112°<br />

116°<br />

121°<br />

122°<br />

128°,5<br />

Rotura sobre los dedos. 132°, 5<br />

EN loo PARTES<br />

Azúcar<br />

85<br />

87<br />

88<br />

90<br />

92 92<br />

92,67 92,67<br />

95,75<br />

96,55<br />

Agua<br />

15<br />

13<br />

12<br />

10<br />

8<br />

7,33<br />

4,25 4,25<br />

3,45<br />

Durante la cocción pueden ocurrir algunos<br />

accidentes en la marcha del trabajo, que conviene<br />

consignar.<br />

Sucede á veces que los jarabes, al hervir, se<br />

vuelven espumosos, debido, bien á insuficiencia<br />

de cal en la defecación, bien á alteraciones<br />

del líquido, bien á una incompleta depuración.<br />

Se corrige este defecto abriendo la<br />

llave de grasa de la caldera, y dejando caer<br />

una pequeña porción de dicha substancia. Un<br />

fenómeno inverso acontece cuando contienen<br />

exceso de cal; entonces no hierven, recibiendo<br />

en la práctica el nombre de cocciones inmóviles,<br />

siendo en tal ca30 punto menos que imposible<br />

terminar la concentración. Para corregir<br />

este defecto se filtran las meladuras por carbón<br />

animal nuevo; pero á decir verdad, todos<br />

estos entorpecimientos sou más frecuentes en<br />

los jarabes de remolacha, menos puros y casi<br />

siempre alcalinos, que en los de caña.<br />

Con buenos aparatos al vacío, la cocción<br />

tarda doce á catorce minutos en alcanzar el<br />

punto necesario. Llegado este momento, se<br />

vacía la caldera, recibiendo la masa en depósitos<br />

, donde se la enfría dulcemente, si la cocción<br />

se efectuó al aire libre, ó bien se la calienta<br />

si dicho trabajo tuvo lugar en aparatos<br />

de concentración al vacío y por tanto á baja<br />

temperatura. En el primer caso, dichos depósitos<br />

reciben el nombre de enfriadores, y en<br />

el segundo de calentadores. Todas estas precauciones<br />

tienen por principal objeto mantener<br />

la masa cocida á cierta temperatura, á fin<br />

de evitar que un enfriamiento rápido ocasione<br />

una mala cristalización.<br />

Concentración de los guarapos por la congelación.—Partiendo<br />

del hecho anunciado ya


AZU — 680 — AZU<br />

por Nainne en 1876, de que las soluciones<br />

salinas al congelarse abandonan las sales que<br />

contienen, M. Dufour practicó en 1855 varios<br />

experimentos encaminados á comprobar si de<br />

análoga manera podrían concentrarse los zumos<br />

azucarados, separando parte del agua<br />

por medio de la congelación. Los resultados<br />

no correspondieron á las esperanzas concebidas,<br />

siendo muy pequeñas las diferencias entre<br />

la riqueza sacarina de la parte congelada y<br />

de la parte líquida. En 1862 Stammer repite<br />

los experimentos con jugos de remolacha, sin<br />

obtener mejor éxito. Pocos años después, don<br />

Alvaro Reinoso presentó á la Academia de<br />

Ciencias de París una Memoria relativa al<br />

mismo asunto, y en la que el reputado químico<br />

cubano, alumno á la sazón de la Escuela<br />

Central, pretendía haber resuelto el problema<br />

de un modo satisfactorio, achacando el nial<br />

éxito de las tentativas de sus predecesores á<br />

defectos en la manera de operar. He aquí<br />

cómo se expresaba entonces el Sr. Reinoso:<br />

«Es un grande error el creer posible la separación<br />

inmediata, directa, del agua de los<br />

jugos azucarados, dejando helar las disoluciones,<br />

esperando separar en seguida el hielo<br />

puro, coherente y transparente, del jarabe que<br />

lo baña. La operación no es tan sencilla: El<br />

agua, al solidificarse, retiene entre sus poros<br />

una parte de las disoluciones azucaradas; es<br />

preciso extraerla, sea por medio de la turbina,<br />

sea por la prensa hidráulica. Si los observadores<br />

precedentes se hubiesen tomado el trabajo<br />

de lavar el hielo con agua á0°, hubieran<br />

obtenido el hielo puro, que daría por fusión<br />

agua pura.»<br />

A pesar de las seguridades del Sr. Reinoso,<br />

y del tiempo transcurrido desde que propuso<br />

la congelación para concentrar los guarapos<br />

é hizo las oportunas observaciones apuntadas<br />

más arriba sobre el modus operandi, el hecho<br />

es que en la práctica han debido surgir grandes<br />

dificultades, cuando no obstante la perfección<br />

y extraordinaria economía con que se<br />

obtiene hoy el hielo artificial, dicho decantado<br />

procedimiento no ha tomado, que sepamos,<br />

carta de naturaleza, ni en los ingenios antillanos,<br />

ni en las fábricas europeas; razones por<br />

las que nos abstenemos de entrar en más<br />

detalles.<br />

Cristalización.—Al poco tiempo de recibirse<br />

los jarabes en los enfriadores ó calentadores,<br />

comienzan á formarse los primeros cristales,<br />

que se adhieren á las paredes de estos depósitos.<br />

Entonces un obrero, provisto del correspondiente<br />

cuchillo de madera, separa dichos<br />

cristales, removiendo al propio tiempo la masa,<br />

á fin de repartirlos en su seno, y que sirvan<br />

de núcleo á los nuevamente formados, con lo<br />

que se consigue también una cristalización<br />

más regular y uniforme.<br />

Cuando la temperatura de la masa en los<br />

cristalizadores alcanza 50 á 55°, y casi todo<br />

el jarabe ha granado, se saca de éstos para<br />

proceder á la<br />

Purga ó escurrido.—Los jarabes cristali­<br />

zados se reciben en cajas, formas ó centrífugas,<br />

á fin de separar del modo más rápido y<br />

completo las melazas de los cristales de sacarosa.<br />

Esta operación recibe el nombre de<br />

purga. Antiguamente se^ efectuaba en toneles<br />

ó cajas de madera<br />

con el<br />

fondo acribillado<br />

de agujeros<br />

, las cuales,<br />

colocadas<br />

sobre cisternas<br />

ó depósitos,<br />

iban escurriendo<br />

poco<br />

á poco las melazas.<br />

Figura 308<br />

Caja con fondo agujereado<br />

Schutzenbach<br />

propuso<br />

primero el<br />

empleo de cajas<br />

pequeñas<br />

con el fondo<br />

agujereado, y<br />

de forma prismática (figuras 308, 309 y 310),<br />

prefiriendo en definitiva otras mayores, donde<br />

caben hasta 100 kilos de meladura, y cuyo<br />

fondo carece de agujeros,<br />

desempeñando<br />

el oficio de cristalizadores.<br />

Una vez llenas<br />

de jarabe, se espera á<br />

que éste cristalice, y<br />

entonces se quita el<br />

tapón que obtura un<br />

f HI'B ft fi IR t U D 0 P o r donde corre<br />

tíllílílllH W la melaza.<br />

Figura 309<br />

Caja con fondo agujereado<br />

Otras veces la purga<br />

, y hasta el lavado<br />

con disoluciones saturadas<br />

de azúcar pu­<br />

ro, se efectúa en moldes cónicos de distinta<br />

magnitud y naturaleza, operando análogamente<br />

á lo que se practica en las fábricas de<br />

refino (véase Refino del azúcar); pero entre<br />

Figura 310.—Caja con fondo agujereado<br />

todos estos métodos de purga, ninguno tan<br />

completo, rápido y perfecto como el que se<br />

logra en las turbinas ó peonzas, aplicando la<br />

fuerza centrífuga; razón por la cual entendemos<br />

conveniente entrar en algunos detalles<br />

acerca de su fundamento.<br />

Hace muchos años que dichos aparatos vie-


AZU — 681 — AZU<br />

nen empleándose ventajosamente en multitud<br />

de industrias, al objeto de separar los líquidos<br />

mezclados con los cuerpos sólidos. En 1849<br />

Seyrig los introdujo en las fábricas de refino.<br />

Schoettler, en Sudembourg-Magdebourg, los<br />

aplicó por vez primera para la extracción de<br />

Figura 311.—Corte de una turbina<br />

los zumos de remolacha, pero hasta 1858 no<br />

se generalizaron. Hoy son ya de un uso<br />

frecuente, tanto para extraer el zumo de las<br />

remolachas, como para las purgas de toda<br />

suerte de azúcares; sólo se diferencian en su<br />

Figura 312.—Perspectiva de una turbina<br />

magnitud, siendo en general mayores las destinadas<br />

á aquellos trabajos que las que se<br />

emplean en el escurrido de los azúcares.<br />

En general, constan de un eje vertical que<br />

sostiene un tambor de cobre ó de palastro,<br />

abierto por la parte superior. El fondo de<br />

este tambor se eleva por un centro en forma<br />

de cono, dejando un seno circular periférico.<br />

Las paredes laterales del tambor están aguje­<br />

readas, y sobre su superficie interior se adapta<br />

un tejido doble de tela metálica. En la<br />

primera linterna las mallas son de gran magnitud<br />

, pero en la exterior ó externa el tejido<br />

metálico es mucho más cerrado. Puesto en<br />

movimiento el eje, lo hace también el tambor<br />

con quien está unido.<br />

Entonces se vierte dentro<br />

la pulpa ó el azúcar<br />

que se desea escurrir, cayendo<br />

sobre el cono que<br />

forma el fondo del tambor;<br />

pero bien pronto la<br />

fuerza centrífuga les lanza<br />

en todas direcciones,<br />

viniendo á formar contra<br />

las paredes verticales<br />

una capa de espesor uniforme<br />

y muy apretada.<br />

La materia sólida queda<br />

retenida por las mallas,<br />

al paso que los líquidos,<br />

obligados á alejarse por<br />

la fuerza centrífuga de la<br />

rotación, salen despedidos<br />

al exterior, cayendo<br />

dentro de una envoltura<br />

de palastro que rodea el<br />

tambor giratorio.<br />

Para que las turbinas<br />

trabajen satisfactoriamente es indispensable<br />

que su marcha sea regular y uniforme, sin que<br />

experimenten trepidaciones ni oscilaciones.<br />

Muchos ensayos se han hecho, encaminados á<br />

conseguir dicho objeto. Creyóse en un principio<br />

resolver el problema<br />

dando al eje de<br />

rotación gran estabilidad<br />

, para lo cual se<br />

sujetaba en sus dos<br />

extremidades por sólidos<br />

apoyos, con<br />

abrazaderas metálicas;<br />

así hubiera sido<br />

si las turbinas salieran<br />

de los talleres<br />

matem áticamente<br />

perfectas, y además,<br />

si la carga sometida<br />

á su acción se repartiera<br />

uniformemente<br />

en toda la circunferencia,<br />

á fin de que<br />

el centro de gravedad<br />

del sistema quedara<br />

siempre invariable<br />

sobre el eje<br />

ideal de rotación; pero en realidad este equilibrio<br />

es imposible de conseguir, pues que el<br />

tambor tiende constantemente á inclinarse del<br />

lado en que se acumula el exceso de peso; claro<br />

es que en tales condiciones el eje, mantenido<br />

por sus puntos de apoyo, tiene que resistir<br />

esta tendencia de desequilibrio, unas veces<br />

en una dirección, otras en diferente, resultando<br />

resistencias sobre los soportes, que se tra-


AZU — 682 — AZU<br />

ducen en vibraciones y conmociones para todo<br />

el aparato, cuya marcha irregular ocasiona<br />

desperfectos, exigiendo continuas reparaciones.<br />

En Alemania se sigue para la construcción<br />

de las turbinas un principio diametralmente<br />

opuesto. El eje reposa en la parte inferior sobre<br />

una crapodina móvil, y en la superior se<br />

suprime el ajuste que le aprisionaba de un<br />

modo invariable. Por bajo del tambor, se dispone<br />

sólo como guía una guarnición circular,<br />

susceptible de ceder en todos sentidos á la<br />

presión, lo que permite al eje tomar por sí<br />

mismo la posición conveniente durante la<br />

marcha, según que el centro de gravedad se<br />

aleja más ó menos del eje de simetría.<br />

' Las figuras 311 y 312 representan el corte<br />

y la perspectiva de una de estas turbinas.<br />

Consta de un tambor a de palastro bastante<br />

espeso (6 á 7 milímetros) y pesado, á fin de<br />

acrecer el momento de inercia del aparato, y<br />

que su marcha sea regular, comportándose<br />

entonces como el volante de una máquina de<br />

vapor; y así como éste tiene por objeto vencer<br />

los puntos muertos, regularizando la velocidad<br />

tanto mejor cuanto mayor es su peso,<br />

del propio modo, siendo pesado el tambor de<br />

la turbina, anula mejor las sacudidas y variaciones<br />

que se producen en su rotación, sobre<br />

todo al verter dentro los azúcares.<br />

Por lo demás, el tambor está unido al eje<br />

mediante una ensambladura circular y un<br />

anillo colocado por bajo del cono c. Cuando el<br />

tambor necesita reparación , puede separarse<br />

fácilmente mediante una palanca. La envoltura<br />

e que rodea al tambor giratorio, y que<br />

en la figura 312 aparece levantada, es de palastro<br />

delgado, articulándose con un canal de<br />

fundición, cuya pared interior está inclinada<br />

al objeto de recoger el líquido turbinado que<br />

sale por /. Todo el aparato está montado y<br />

sostenido sobre un prisma hueco de fundición<br />

g g', y éste á su vez va sujeto con gruesos<br />

tornillos á la placa de fundición i, que<br />

descansa sobre unos durmientes de madera de<br />

encina, empotrados en el suelo.<br />

En este sistema de turbinas, para que el<br />

árbol no se deforme, importa que pueda inclinarse<br />

fácilmente, tanto en un sentido como<br />

en otro, y que sus soportes sigan también estos<br />

movimientos.<br />

Además, como quiera que la carga gravita<br />

toda ella sobre un solo pivote, es de necesidad<br />

que éste sea de una substancia muy dura y<br />

de poco desgaste, lo cual se consigue disponiendo<br />

en la extremidad h, del eje b, una mortaja<br />

cónica, en la que enchufa otra pieza metálica<br />

formada de una aleación de antimonio;<br />

pieza que á su vez reposa sobre la crapodina<br />

del mismo metal. Las superficies de contacto<br />

de estas dos piezas tienen de 25 á 30 milímetros<br />

de diámetro. Hoy se les da la forma plana<br />

, en lugar de convexa á la una y cóncava á<br />

la otra, o ambas convexas, cual se efectuaba<br />

en otro tiempo.<br />

Como todo el peso del aparato gravita so­<br />

bre estas piezas, y además la velocidad de la<br />

rotación es enorme (1.000 á 1.500 vueltas por<br />

minuto), se desgastan pronto, siendo necesario<br />

reemplazarlas dos ó tres veces en cada<br />

campaña. La crapodina tiene la forma de una<br />

copa, y se apoya por su superficie exterior esférica,<br />

en una pieza hueca de la misma forma,<br />

colocada sólidamente sobre la placa de fundición<br />

i i; de este modo el soporte puede seguir<br />

los desplazamientos del eje y tomar en<br />

cada momento la disposición más conveniente<br />

á la marcha regular del aparato. En cuanto á<br />

la guarnición superior que guía al eje, está<br />

formada, en parte, por dos charnelas de hierro,<br />

y en parte, por dos cilindros de caucho vulcanizado<br />

y espeso, siendo bastante móvil y elástico<br />

para que el eje en su rotación pueda inclinarse<br />

y volver á su primitiva posición tan<br />

luego como cesa la causa que produce el desvío.<br />

El aparato se mueve mediante correas<br />

cruzadas que pasan por la polea directriz n.<br />

Un sencillo mecanismo de palancas permite<br />

transportar la correa á la polea loca cuando se<br />

quiere detener la marcha de la turbina.<br />

De los experimentos hechos por Walkhoff<br />

en las turbinas que acabamos de describir,<br />

respecto á su velocidad, resulta:<br />

Durante el primer minuto.<br />

— el segundo<br />

— el tercero<br />

— el cuarto<br />

— el quinto<br />

— el sexto<br />

100 revoluciones.<br />

250 —<br />

550 —<br />

725 -<br />

850 —<br />

950 á 1.000 —<br />

Lavado.—Purgados los azúcares brutos en<br />

las cajas, formas ó turbinas, se hace necesa.rio,<br />

si se desea obtener aún productos más<br />

blancos y libres en un todo de melaza, recurrir<br />

á un lavado con disoluciones saturadas de<br />

sacarosa pura; líquido que no disuelve la prismática,<br />

pero sí la glycosa y demás cuerpos<br />

solubles que hayan quedado interpuestos entre<br />

los cristales.<br />

En las fábricas de refino, donde este trabajo<br />

ofrece particular interés, practícase primero<br />

en las turbinas y después en las formas;<br />

pero en los ingenios se emplean sólo aquellos<br />

aparatos que, á decir verdad, han producido<br />

una completa revolución en la industria azucarera.<br />

Sorprende ver cómo azúcares prietos,<br />

de pésimo aspecto y pegajosos, no bien caen<br />

en las turbinas y comienza el rápido movimiento<br />

giratorio, van apareciendo cada vez<br />

más y más claros, hasta quedar casi blancos,<br />

en el breve espacio de quince á veinte minutos.<br />

Ahora bien; si llegado este momento, adicionamos<br />

á la turbina unos cuantos litros de<br />

agua saturada de azúcar, ésta arrastrará los<br />

restos de melaza, de materias colorantes y<br />

sales solubles, dejando intacta la sacarosa en<br />

un estado de pureza próximo á la que ofrece<br />

el azúcar refinada de pilón.<br />

Por lo demás, cualquiera que sea el método<br />

de purga, una vez secos los azúcares, se colocan<br />

en cajas ó toneles de madera, y se expiden


AZTJ — 683 — AZU<br />

al comercio, que los paga según su riqueza en<br />

sacarosa y la cantidad de residuo fijo que dejan<br />

por incineración.<br />

-No terminaremos esta materia sin presentar<br />

(figura 313) el conjunto de los aparatos<br />

perfeccionados que han merecido gran aceptación<br />

en las colonias francesas, en las Indias<br />

occidentales, y en toda la América central y<br />

meridional. He aquí cómo funcionan: El guarapo<br />

, al salir de los trapiches, se recibe en el<br />

depósito h, de doble fondo, calentado por el<br />

vapor, donde la temperatura se mantiene á<br />

50° C., á fin de evitar todo género de fermentaciones.<br />

Lleno dicho depósito, pasa el mosto<br />

al monta-zumos i, que lo eleva á la defecadora<br />

m por el tubo K. Terminada la defecación,<br />

cae el líquido alcalino en el cilindro n, donde<br />

se filtra á través de carbón que sirvió ya para<br />

1; U r*K*T<br />

Figura 313.—Conjunto de aparatos perfeccionados para fabricar azúcar<br />

descolorar los jarabes de una operación precedente.<br />

En este momento el mosto descolorado<br />

que marca 9 o Baumé, se conduce á un depósito<br />

, que no aparece en la figura, para caer<br />

desde aquí, en forma de lluvia, sobre los serpentines<br />

p, calentados mediante los vapores<br />

desprendidos de la caldera de concentración S,<br />

y que son aspirados mediante una bomba destinada<br />

á efectuar el vacío en dicha caldera.<br />

Este paso sobre los serpentines basta para que<br />

los guarapos adquieran 16° Baumé. Entonces<br />

se les recibe en otro monta-zumos QJ, que le<br />

conduce á la caldera S, de doble fondo, en<br />

comunicación con la bomba aspirante por el<br />

intermedio de la columna S', destinada á recibir<br />

el jarabe en caso de que rebose, y de los<br />

serpentines p. Aquí se concentra hasta 25°<br />

Baumé, conduciendo el jarabe nuevamente al<br />

monta-zumos Q', que le eleva al depósito R,<br />

desde donde pasa al cilindro n, lleno esta vez<br />

de negro nuevo. La concentración y cocción,<br />

hasta darle punto, se efectúa en calderas ai<br />

vacío. Llegado este momento, el jarabe se<br />

vierte en enfriadores, donde granula, colocándole,<br />

por líltimo, dentro de las formas ó<br />

en las cajas cristalizadoras, terminando con<br />

la purga en las centrífugas.<br />

Azúcar de remolacha.—Histórico.—-En<br />

1747, el farmacéutico de Berlín, Marggraf,<br />

descubrió la existencia del azúcar prismática<br />

en la raíz de la remolacha común (Beta cicla),<br />

llamando muy particularmente la atención de<br />

la Academia de Ciencias acerca de las grandes<br />

ventajas que sin duda podrían obtenerse de<br />

su cultivo como planta azucarera; pero este<br />

feliz descubrimiento quedó por entonces reducido<br />

á una noble y entusiasta aspiración.<br />

Más tarde, en 1772, su discípulo Carlos<br />

Achard volvió sobre el mismo asunto. Después<br />

de perseverantes trabajos, tuvo la gloria,<br />

en 1796, de establecer la primera fábrica en<br />

las tierras de Connere, cerca de Steinau, con<br />

el apoyo moral y material del rey de Prusia.<br />

Algunos industriales siguieron el buen ejemplo,<br />

mereciendo especial mención, entre otros,<br />

los nombres de Koppy, Nathusius y Althalbensleben,<br />

quienes montaban<br />

también fábricas de<br />

azúcar. Rápidamente extendióse<br />

la nueva industria por<br />

Francia, Alemania y Rusia.<br />

Mientras Napoleón I sostuvo<br />

el bloqueo continental,<br />

le fué imposible á los azúcares<br />

coloniales penetrar en<br />

los mercados europeos, surgiendo<br />

la necesidad de producir<br />

en el continente una<br />

materia que hasta entonces<br />

había sido exclusivo monopolio<br />

de los países cálidos.<br />

Todos los soberanos otorgaron<br />

su más decidida protección<br />

á la naciente industria.<br />

El 29 de Marzo de 1811, por<br />

un decreto del emperador<br />

Napoleón, se dispuso que 32.000 hectáreas de<br />

tierra pertenecientes al Estado, se destinasen<br />

al cultivo de la remolacha, concediendo al<br />

propio tiempo un millón de francos para proteger<br />

la nueva industria. De un modo análogo<br />

obró el rey de Prusia, y lo mismo hizo<br />

el emperador de Rusia, señalando una pensión<br />

de 50.000 rublos anuales al general Blankennagel<br />

en recompensa á sus patrióticos trabajos<br />

por haber fundado la primera fábrica<br />

en dicho país. El 2 de Enero de 1812, con<br />

ocasión de una visita hecha por el emperador<br />

Napoleón á la fábrica montada y dirigida<br />

por Benjamín Delessert, concede á este último<br />

el cordón de la Legión de Honor, como<br />

alta y merecida recompensa otorgada al modesto<br />

industrial que, gracias á sus perseverantes<br />

trabajos, logra establecer una de las<br />

mejores fábricas, existente á la sazón en<br />

Francia.<br />

Tan luego como terminó el régimen prohibitivo,<br />

los azúcares coloniales se presentaron<br />

de nuevo en los mercados europeos, haciendo<br />

terrible competencia á los de remolacha; pero<br />

bien pronto nuevos perfeccionamientos, tanto<br />

en el cultivo de esta planta, creando variedades<br />

más sacarinas, como en los métodos de<br />

elaboración, pusiéronla en circunstancias de


AZU — 684 — AZU<br />

luchar y vivir con independencia y ventaja;<br />

lucha que hoy ha cambiado de aspecto, amenazando<br />

á los azúcares coloniales, si éstos no<br />

entran de lleno en el ancho camino de las reformas,<br />

en cuyo caso nada tendrán que temer.<br />

Digna es de mención la marcha progresiva<br />

de la industria que nos ocupa. Nacida en los<br />

laboratorios, bien pronto pasó al dominio industrial<br />

, realizando progresos verdaderamente<br />

notables. El 3 de Abril de 1811, Descostils<br />

publica sus primeros trabajos acerca de la defecación<br />

por la cal y la depuración por alcohol.<br />

Al propio tiempo Derosne recomienda también<br />

el empleo de la cal cáustica y del alumbre<br />

para defecar los zumos. En pocos años<br />

los más renombrados químicos é industriales,<br />

Chaptal, Dubrunfaud, Bary, Payen, Kuhlmann,<br />

Dombasle, Pelouze y otros que sería<br />

prolijo enumerar, ilustran la materia, publicando<br />

numerosos escritos que contribuyen<br />

poderosamente al mejoramiento de la industria<br />

azucarera.<br />

El descubrimiento de las propiedades descolorantes<br />

y absorbentes del carbón animal,<br />

y su empleo en el tratamiento de los zumos<br />

y jarabes, produjo una verdadera revolución.<br />

Hasta entonces en las fábricas mejor montadas<br />

apenas se conseguía obtener un 3 por 100<br />

de azúcar, lográndose desde este instante elevar<br />

el producto hasta un 6 por 100.<br />

Y para que se vea la importancia actual y<br />

el desarrollo que ha tomado la fabricación de<br />

azúcar de remolacha, trasladamos el siguiente<br />

cuadro:<br />

Países<br />

Francia...<br />

Alemania.<br />

Rusia<br />

Polonia. •.<br />

Austria . •<br />

Bélgica....<br />

Holanda..<br />

Suecia....<br />

Italia<br />

Inglaterra<br />

América..<br />

Número<br />

de<br />

fábricas<br />

487<br />

304<br />

318<br />

»<br />

220<br />

117<br />

29<br />

6<br />

2<br />

1<br />

2<br />

Peso<br />

de las<br />

remolachas<br />

Kilos<br />

3.500.645.600<br />

2.140.000.000<br />

2.135.000.000<br />

Cantidad<br />

de azúcar<br />

Kilos<br />

400.000.000<br />

260.000.000<br />

150.000.000<br />

205.000.000<br />

80.000.000<br />

20.000.000> as.ooo.ooo<br />

Respecto á nuestro país, la primera y única<br />

fábrica de azúcar de remolacha de que tenemos<br />

noticia, fué establecida hace pocos años<br />

por el Conde de Torres Cabrera en su colonia<br />

agrícola Santa Isabel, situada á orillas del<br />

Guadalquivir, á unos 12 kilómetros de Córdoba.<br />

Dicha fábrica, montada con todos los<br />

adelantos modernos y dirigida por el ingeniero<br />

agrónomo Sr. Martí, se nos dice que ha<br />

tenido que suspender sus trabajos, ignorando<br />

las causas que hayan podido contribuir á tan<br />

sensible resultado.<br />

Ventajas del cultivo de la remolacha como<br />

planta industrial.—Es innegable que al cultivo<br />

de esta preciosa planta debe la agricultura<br />

del Centro y Norte de Europa no pequeña<br />

I<br />

parte de su floreciente estado. Cual ningún<br />

otro vegetal, préstase la remolacha á alternar<br />

con los cereales: primero, porque sus enormes<br />

raíces, hasta de 2 metros de longitud, toman<br />

el alimento en zonas más prqfundas, donde<br />

nunca alcanzan las de aquellas plantas; segundo<br />

, por la diferente naturaleza de los principios<br />

minerales que absorben; tercero, porque<br />

dejan la tierra mullida y preparada, así<br />

como libre de malas hierbas; y cuarto, porque<br />

aprovechándose todos los residuos como abono,<br />

sólo vendiendo el industrial el azúcar,<br />

substancia compuesta de elementos tomados<br />

á la atmósfera, vuelven al campo todos los<br />

principios minerales, acrecentados por los<br />

combustibles.<br />

Elección de las variedades.—Acerca de este<br />

importante punto hemos de limitarnos á consignar<br />

que de la elección de las variedades<br />

más azucaradas, así como del conocimiento<br />

exacto de la suma mayor ó menor de sales<br />

Ajas contenidas en su jugo, puede depender<br />

el éxito ó la ruina de la industria, dado que<br />

dicha riqueza oscila entre 6 á 13 por 100 de<br />

azúcar, y que además una parte de sales minerales<br />

alcalinas impiden la cristalización de<br />

cuatro de sacarosa. Entre las variedades más<br />

recomendadas citaremos la blanca imperial,<br />

la blanca de Silesia y la globosa roja, debiendo<br />

preferirse, en igualdad de circunstancias,<br />

las que den zumos menos coloreados.<br />

Por lo demás, la composición química media<br />

de las remolachas es la siguiente:<br />

Agua 82,7<br />

Azúcar U,3<br />

Celulosa 0,8<br />

Albúmina, caseína y otras substancias proteicas<br />

1,5<br />

Materia grasa 0,1<br />

Substancias orgánicas, tales como ácido cí-\<br />

trico, pectina y ácido péctico, materia co- I<br />

lorante, asparragina, ácido asparrágico, I<br />

hetaína, etc I g ^<br />

Sales orgánicas (oxalato y peetato de calcio, í<br />

oxalato y peetato de potasio y sodio) 1<br />

Sales minerales (nitrato, sulfato y cloruro de<br />

potasio, fosfato calcico y magnésico) /<br />

Las remolachas de las cercanías de Magdebourg<br />

contienen:<br />

Máxima de azúcar 13 con 3 por 100.<br />

Mínima 9 con 2 —<br />

Media 11 con 2 —<br />

Las remolachas cultivadas por el Sr. Conde<br />

de Torres Cabrera en su colonia agrícola, analizadas<br />

por el Sr. Pequeño, dieron:<br />

Máxima de azúcar 13,585 por 100.<br />

Mínima 6,785 —<br />

Media 10,185 -<br />

Arranque.— Debe practicarse cuando adquieren<br />

todo su desarrollo y encierran el máximum<br />

de sacarosa (véase Sacarimetría), procurando<br />

efectuar con cierto esmero este<br />

trabajo, á fin de no herirlas ni estropearlas.


AZU — 685 — AZU<br />

Sabido es que la campaña suele durar algunos<br />

meses, mientras que el arranque debe hacerse<br />

en pocos días, pues de lo contrario las heladas<br />

causarían gran minoración de sacarosa.<br />

Tan luego como el aire seca la superficie<br />

de las remolachas, se guardan íntegras en silos,<br />

convenientemente dispuestos, al abrigo de la<br />

humedad, del calor y del frío; pero por bien<br />

acondicionados que éstos estén, á medida que<br />

se prolonga la campaña, el rendimiento de<br />

azúcar va siendo menor, llegando hasta un 2<br />

por 100 de minoración para les meses de Febrero<br />

y Marzo. Esta minoración es debida<br />

principalmente al movimiento germinativo,<br />

• imposible de evitar. Los siguientes análisis<br />

dan una idea de los cambios que experimentan<br />

las remolachas durante su permanencia en los<br />

silos:<br />

Octubre Febrero<br />

Fibras vege tales y substancias<br />

pécticas 3.49 por 100 2,52 por 100<br />

Agua S2,06 — 84,36 —<br />

Azúcar 12,40 — 10,60 —<br />

Azúcar incristalisable.. 0,00 — 0,65 —<br />

Sales minerales 0,75 — 0,63 —<br />

Ácidos orgánicos, albúmina,<br />

betaína y extracto<br />

1,30 — 1,24 —<br />

Como se ve, la pérdida puede elevarse , aun<br />

eii las mejores condiciones, á un 2 por 100:<br />

de aquí que se haya propuesto suprimir el<br />

ensilado, ora obteniendo todo el zumo en<br />

Figura 314.—Lavador comúnmente usado<br />

pocos días, conservándole en cisternas bajo la<br />

forma de sacarato calcico, ora dividiendo las<br />

remolachas en laminillas, que, desecadas en<br />

estufas aerotermas, puedan conservarse sin<br />

alteración hasta el instante de extraerles el<br />

azúcar.<br />

De todos modos, como quiera que según<br />

los clásicos estudios de Payen, la parte superior<br />

de la raíz donde se insertan las hojas carece<br />

en absoluto de sacarosa, encerrando en<br />

cambio gran cantidad de substancias que impurifican<br />

el zumo, es indispensable separar,<br />

por medio de un cuchillo, dicha parte antes<br />

de la pulpación.<br />

Por lo demás, la extracción del azúcar de remolacha<br />

comprende las operaciones siguientes:<br />

Primera. Lavado de las raíces.<br />

Segunda. Extracción del zumo: a, por<br />

dislaceración y presión; b, por dislaceración,<br />

fuerza centrífuga, y lavado ó presión; c, por<br />

maceración; d, por difusión.<br />

Tercera. Defecación.<br />

Cuarta. Filtración.<br />

Quinta. Concentración y cocción.<br />

Sexta. Cristalización.<br />

Séptima. Purga.<br />

Octava. Lavado.<br />

Lavado de las raíces.—Al llegar del campo<br />

ó de los silos, las remolachas contienen siempre<br />

cierta cantidad de tierra adherida, que<br />

varía según la naturaleza del terreno en que<br />

vegetó, su grado de humedad y la forma de<br />

las raíces; tierra que es indispensable eliminar,<br />

pues de otro modo causaría desperfectos<br />

en los dislaceradores, corta-raíces y demás<br />

utensilios.<br />

Uno de los lavadores más comúnmente usados<br />

le representamos en la figura 314. Las<br />

remolachas se vierten en la tolva a, cayendo<br />

al interior de un cilindro hueco b, hecho de<br />

listones de madera ó de hierro, ó bien cubierto<br />

de agujeros, que permiten en uno y otro<br />

caso la entrada del agua, á fin de que arrastre<br />

la tierra, impidiendo la salida de las raíces.<br />

Estos cilindros suelen tener 3 metros 10 centímetros<br />

de longitud, y 1 á 1,20 metros de<br />

diámetro, sumergiendo por la parte más baja<br />

hasta unos 20 ó 30 centímetros en la caja c,<br />

llena de agua. Puesto en movimiento rotatorio<br />

, las raíces son arrastradas por las paredes<br />

interiores, elevándose<br />

en ellas<br />

hasta cierta altura<br />

para caer de<br />

nuevo, produciéndose<br />

así un<br />

frotamiento continuo,<br />

mediante<br />

el cual se limpian<br />

de la tierra que<br />

pasa por los agujeros<br />

ó claraboyas,depositándose<br />

en el fondo de<br />

la caja. Al extremo<br />

opuesto del<br />

cilindro existen unas paletas inclinadas i, que<br />

cogiendo las raíces las lanzan sobre un plano<br />

inclinado d, pasando de aquí á sufrir los tratamientos<br />

ulteriores.<br />

La tierra, restos celulósicos y radiculares,<br />

ensucian el agua, y por lo tanto debe renovarse<br />

ésta de cuando en cuando, limpiando el<br />

fondo de la caja; operación fácil de ejecutar<br />

mediante un agujero de hombre. Un lavador<br />

de estas dimensiones, trabajando veinticuatro<br />

horas, limpia de 50 á 60.000 kilogramos de<br />

remolacha, exigiendo una fuerza de 2 caballos<br />

de vapor.<br />

En muchas fábricas prefieren los lavadores<br />

con tornillo de Arquímedes, que facilitan y<br />

simplifican bastante el trabajo. De cualquier<br />

modo, las remolachas lavadas y descabezadas


AZU — 686 — AZU<br />

deben someterse á los tratamientos ulteriores<br />

sin la menor dilación.<br />

EXTRACCIÓN DEL ZUMO.—Primero: Por dislaceración<br />

y presión.—Aun cuando no es éste<br />

el método con el cual se logre obtener la mayor<br />

cantidad de zumo, es, sin embargo, el más<br />

generalizado.<br />

Las remolachas, prensadas enteras, producirían<br />

escasa cantidad de zumo, siendo, pues,<br />

preciso romper las células que le contienen;<br />

pero esta operación, al parecer sencilla, es, por<br />

el contrario, difícil y complicada á causa de<br />

Figura 315.—Dislacerador simple<br />

la excesiva pequenez de las mencionadas células.<br />

Observaciones microscópicas demuestran<br />

que en una longitud de un milímetro<br />

existen 10 de éstas, lo que supone 1.000 por<br />

milímetro cúbico y 1.000.000 por centímetro<br />

cúbico.<br />

Es, pues, indispensable desgarrar el mayor<br />

número posible de celdillas, y para ello se<br />

emplean los dislaceradores. La figura 315 re-<br />

Figura 316.—Disco para sujetar las láminas dentadas<br />

presenta el dislacerador simple. Los dos discos<br />

a a son de fundición, formando cuerpo con<br />

el eje hueco b. Estos discos están torneados<br />

en su circunferencia, y llevan en el borde interno<br />

una ranura para sujetar las láminas dentadas<br />

(figura 316), las cuales quedan separadas<br />

por listones de madera. El eje b enchufa con un<br />

árbol de hierro adornado de dos poleas, destinadas<br />

á la transmisión del movimiento. Todo<br />

el aparato va montado sobre una armadura<br />

de fundición, de la cual arrancan dos soportes<br />

con cojinetes que sostienen el árbol del tambor.<br />

Si se pusiera en movimiento por una sola<br />

correa, iría éste tomando poco á poco la posición<br />

oblicua, y de aquí un trabajo defectuoso<br />

é imperfecto.<br />

Para montar el dislacerador se colocan sobre<br />

los discos a las láminas dentadas (figuras<br />

317y318), que deben sobresalir del diámetro<br />

de los discos toda la altura de los dientes.<br />

Entre cada dos laminillas se coloca un listón<br />

de madera para sujetarlas. Estas pueden ser<br />

de hierro ó de acero, ofreciendo ambas sus<br />

ventajas é inconvenientes. Las primeras no se<br />

rompen; cuando por un accidente cualquiera<br />

encuentran gran resistencia que vencer, entonces<br />

ceden y se doblan, pudiendo enderezarse<br />

y sufrir mayor número de reparaciones. Las<br />

de acero cortan mejor y originan pulpas más<br />

finas, pero saltan y se rompen con frecuencia.<br />

Las representadas difieren por la profundidad<br />

y anchura de los dientes; desígnanse por el<br />

número de éstos en pulgada lineal. Así la<br />

figura 317 representa una de doce dientes<br />

por pulgada, teniendo solamente diez la figura<br />

318.<br />

Pero el efecto útil de un dislacerador no<br />

1 1 !<br />

í 2 3 í 5 ¡i 7 8 9 10 ÍI jj 13<br />

:i> ;f G" ¡i* \2"<br />

Figuras 317 y 318.—Láminas dentadas<br />

depende sólo del número de dientes, sino también<br />

de la forma y longitud de los mismos.<br />

Los largos y agudos muerden con rapidez y<br />

profundamente, dando una pulpa poco fina, y<br />

exigiendo menos fuerza que los cortos y obtusos<br />

de la figura 318. Los de ésta, siendo<br />

poco prominentes, dislaceran más, originando<br />

pulpas finísimas; pero en cambio demandan<br />

un trabajo mecánico más considerable. De<br />

cualquier modo, el consumo de fuerza va<br />

siendo mayor á medida que los dientes se<br />

desgastan por el uso.<br />

Durante el trabajo se cubre el tambor con<br />

una camisa de palastro, á fin de evitar las<br />

proyecciones de pulpa. Las remolachas sometidas<br />

á su acción deben ser empujadas contra<br />

los dientes de un modo regular y uniforme.<br />

En un principio este trabajo se efectuaba á<br />

mano, pero bien pronto se hizo uso de empujadores<br />

mecánicos, los cuales suelen funcionar<br />

con movimiento alternativo comunicado<br />

por un excéntrico. El esfuerzo para empujar<br />

las raíces se gradúa con el auxilio de un contrapeso<br />

, suficiente para vencer el frotamiento<br />

de las remolachas contra las paredes de la<br />

tolva. El empujador está dispuesto de modo


AZU — 687 — AZU<br />

que actúa sobre las remolachas durante tres<br />

cuartos de revolución del excéntrico, verificándose<br />

el movimiento de retroceso en el último<br />

cuarto de revolución. Por último, para<br />

hacer el trabajo continuo úsanse dos empujadores<br />

que obran alternativamente.<br />

Figura 319.— Dislacerador Thierry<br />

La disposición que acabamos de describir<br />

ofrece, entre otras ventajas, la de detener á voluntad<br />

el movimiento de empuje sin tocar al<br />

Figura 320.—Dislacerador Joly<br />

dislacerador, pudiendo llegar hasta el tambor,<br />

en caso de que sea preciso extraer las piedras<br />

y cuerpos extraños que hubieran entrado con<br />

las raíces.<br />

El dislacerador Thierry (figura 319) pertenece'<br />

á este género ; consta de un cilindro de<br />

50 á 60 centímetros de longitud por 0,80 á un<br />

metro de diámetro, cuya periferia va guarnecida<br />

de láminas dentadas, pudiendo llevar<br />

hasta 250 de éstas, alternando con listones de<br />

madera.<br />

El cilindro dislacerador se pone en movimiento<br />

por la polea a, y se le cubre al propio<br />

tiempo con la camisa de palastro u, á fin de<br />

evitar las proyecciones de pulpa. Por el embudo<br />

t cae un hilito de agua para facilitar el<br />

dislacerado, siendo i la tolva en forma de<br />

caja donde se echan las remolachas.<br />

Con el auxilio de la polea a, y del<br />

piñón b, la rueda c y del excéntrico<br />

d, se ponen en movimiento; entonces<br />

el excéntrico actúa sobre la<br />

palanca g, la biela h y el empujador<br />

f, el cual retrocede cuando<br />

cesa la acción del excéntrico. La<br />

presión sobre las remolachas se<br />

produce más bien por el contrapeso<br />

h, que por el mecanismo del excéntrico.<br />

La pulpa cae en el cajón<br />

m. Con una velocidad de 1.000<br />

á 1.500 vueltas por minuto, y una<br />

fuerza de 8 á 10 caballos, se obtienen<br />

en veinticuatro horas de 40 á<br />

50.000 kilogramos de pulpa.<br />

Todavía es más sencillo el mecanismo de los<br />

dislaceradores Joly (figuras 320 y 321); como<br />

puede verse en ellos, el<br />

empujador está constituido<br />

por una compuerta<br />

de palastro móvil en la<br />

parte superior mediante<br />

charnelas sólidamente<br />

fijas sobre la armadura<br />

del dislacerador. Dicha<br />

compuerta está encorvada<br />

de modo que jDueda<br />

ofrecer un ancho orificio<br />

para la admisión de las<br />

remolachas, aproximándose<br />

después más y más<br />

al tambor, al cual llega<br />

á ser tangente en la parte<br />

inferior. Esta compuerta<br />

mantiene las raíces<br />

contra los dientes<br />

con un esfuerzo regulado<br />

por el contrapeso D<br />

D'. La pieza L ofrece<br />

la misma forma que el<br />

tambor, á quien abraza<br />

en toda su extensión con<br />

un arco de 40 á 50 centímetros<br />

de desarrollo, y<br />

del que puede separarse<br />

ó aproximarse á voluntad<br />

con el auxilio de la<br />

palanca B, movida por la manivela C. Como<br />

esta pieza es de madera tierna, puede aplicarse<br />

exactamente contra el tambor, cuyos dientes<br />

la desgastarán de un modo regular; disposición<br />

que permite obtener el mínimum de separación<br />

con un rigor casi matemático. La<br />

pulpa cae á un depósito, y de aquí pasa á los<br />

tableros para formar el cargo, á las turbinas, ó<br />

á los maceradores, según el método seguido.<br />

El aparato está dispuesto de modo que las<br />

láminas dentadas puedan arreglarse ó susti-


AZU — 688 — AZU<br />

tuirse en caso necesario, para lo cual lleva<br />

dos puertas P, colocadas una enfrente de otra.<br />

Presión de las pulpas.—Reducida la remolacha<br />

á pulpa fina, hemos dicho que cae sobre<br />

un gran tablero de madera en forma de mesa,<br />

donde obreras provistas de un cucharón de<br />

hoja de lata, la toman, vertiéndola sin pérdida<br />

de momento sobre servilletas ó dentro de<br />

sacos generalmente de lana, substancia prefe-<br />

rible por su elasticidad, formando paquetes<br />

cuadrados de 50 centímetros de lado para las<br />

pequeñas prensas de tornillo, y de 80 centímetros<br />

para las grandes hidráulicas. Algunos<br />

industriales prefieren los sacos á las servilletas,<br />

á causa de que teniendo éstas que plegarse<br />

por sus cuatro lados para formar el paquete<br />

, la superficie del cargo queda desigual,<br />

resultando una presión deficiente en los puntos<br />

más bajos, lo que no sucede con los sacos;<br />

pero en cambj^ éstos se vacían con más<br />

dificultad, se limpian peor y duran menos.<br />

De todos modos, los paquetes se colocan<br />

unos encima de otros sobre la platina de la<br />

prensa, separados entre sí por placas de palastro<br />

agujereadas. La primer presión tiene casi<br />

siempre lugar en pequeñas prensas de tornillo,<br />

donde se extrae hasta el 40 por 100 de zumo.<br />

Terminada ésta, se desmonta el cargo, se<br />

invierten los paquetes y las placas interpuestas,<br />

y se les vuelve á someter á una fuerte<br />

presión de 800.000 kilos en potentes prensas<br />

hidráulicas, de forma variada, siendo hoy<br />

preferibles las automáticas construidas por la<br />

casa Cail y Alot, de París, las cuales permiten<br />

disponer el cargo mientras otro recibe la presión<br />

, con una maniobra tan sencilla, que has-<br />

ta un niño puede, en el espacio de un minuto,<br />

separar la pila prensada y colocar otra nueva,<br />

al paso que con las antiguas prensas se invertían<br />

diez minutos para la misma faena.<br />

Por lo demás, tanto en las pequeñas como<br />

en las prensas hidráulicas, hay que dirigir la<br />

presión lenta y paulatinamente al principio,<br />

para dar tiempo á que el mosto fluya, evitando<br />

la rotura de los sacos.<br />

Figura 321.—Dislacerador Joly<br />

El cuadro siguiente indica el rendimiento<br />

de jugo de cinco en cinco minutos, en una<br />

prensa hidráulica de las más perfeccionadas:<br />

^ . . . . ., . Cantidad por IOO<br />

Duración de la presión en minutos d e -¡ag0 o l ) t e u i d o<br />

De 1 á 5 63,0 á 75,0<br />

De 5 á 10 7,5 á 3,0<br />

De 10 á 15 4,5 á. 2,3<br />

De 15 á 20 2,6 á 1,1<br />

De 20 í 25 1,6 á 1,0<br />

De 25 á 30 0,8 á 0,6<br />

De 30 á 35 0,4<br />

Total • 83,4 á 83,0<br />

En cuanto á la duración del trabajo total<br />

de las prensas, se reparte del modo siguiente:<br />

Colocación de la pulpa en sacos... 10 minutos.<br />

Primera presión 10 —<br />

Vaciado de los sacos y desmuñecado<br />

de la pulpa 5 ó más.<br />

Segunda colocación en los sacos... 10 minutos.<br />

Segunda presión 10 —<br />

Total.. 45 á 50 minutos.


AZU — 689 — AZU<br />

Las servilletas y los sacos demandan el mayor<br />

esmero en su limpieza, á fin de evitar<br />

wwiwrf<br />

las alteraciones de la parte de pulpa y zumo<br />

que quedan entre las mallas y los ángulos de<br />

estos últimos; de aquí la necesidad de lavar-<br />

Dio.— II.<br />

los al cabo de algunas horas de servicio con<br />

agua templada si se efectúa á mano, ó hirviendo<br />

si tiene lugar<br />

en máquinas lavadoras.<br />

A fin de neutralizar<br />

los ácidos y<br />

disolver mejor las<br />

materias pécticas, albuminoideas,ruuciaginosas,<br />

etc., conviene<br />

adicionar al<br />

agua un poco de sosa<br />

ó de cal; pero estas<br />

substancias atacan el<br />

tejido de lana de los<br />

sacos, los cuales se<br />

vuelven rígidos y<br />

menos resistentes;<br />

por esto en las fábricas<br />

bien montadas<br />

prefieren el uso de<br />

"as aguas amoniacales<br />

procedentes de la<br />

condensación de los<br />

vapores de las defecadoras<br />

y calderas de<br />

concentración. De<br />

cualquier modo, el<br />

último lavado siempre<br />

se efectúa con<br />

agua pura. Además,<br />

cada vez que se vacían<br />

los sacos, es<br />

conveniente, por varias<br />

razones, sumergirlos<br />

en una solución<br />

de tanino.<br />

El elevado coste<br />

de las prensas hidráulicas,<br />

la mano de<br />

obra y cuidados de<br />

todo género que exigen,<br />

el rompimiento<br />

de sacos que ocasionan,<br />

el trabajo intermitente<br />

que ejecutan<br />

y otras causas que<br />

sería prolijo enumerar,<br />

han contribuido<br />

á proponer su sustitución<br />

por las llamadas<br />

prensas continuas<br />

, las cuales funcionan<br />

de un modo<br />

algo parecido á los<br />

trapiches perfeccionados.<br />

Sigl y Liebert<br />

se ocuparon ya de resolver<br />

este interesante<br />

problema, ltobert<br />

y Pecqueur propusieron<br />

el uso de cilindros<br />

laminadores.<br />

Champounois y Lebec lograron construir buenas<br />

prensas continuas. Por último, la casa<br />

Savalle, de París, vende aparatos de este gé-<br />

44


AZU — 690 —• AZU<br />

ñero, preferibles, según parece, á todos los<br />

demás. Las figuras 322, 323 y 324 representan<br />

una de estas prensas. La pulpa de remolacha<br />

lanzada por una bomba, entra por d, pasa sobre<br />

el eje de la hélice e, y avanza disminuyendo<br />

progresivamente el volumen, para salir al<br />

extremo de la prensa por/. A su vez el zumo<br />

sale de la envolvente de la superficie filtradora<br />

por los conductos g h, pasando á un tamiz<br />

donde abandona la poca pulpa fina que haya<br />

podido arrastrar.<br />

No obstante el efecto útil de estos aparatos,<br />

la pulpa prensada se la humedece, sometiéndola<br />

á una segunda presión.<br />

La composición de las pulpas prensadas va­<br />

Figura 323,—Prensa Savalle<br />

ría con la naturaleza de las remolachas de que<br />

proceden , y con la mayor ó menor presión á<br />

que se las somete.<br />

Con presión Con presión<br />

débil fuerte<br />

Albúmina<br />

pectosa<br />

Azúcar<br />

Celulosa (leñoso)....<br />

Cenizas ó sales<br />

Agua<br />

0,652<br />

3,312)<br />

8,362<br />

5,050J<br />

6,444<br />

1,205<br />

83,358<br />

100,000 100,030<br />

La pulpa desecada á 100° contiene:<br />

Albúmina.<br />

Pectosa<br />

Azúcar<br />

Celulosa (leñoso)..<br />

Sales<br />

1,338<br />

d,4S7j<br />

11,482<br />

4,945»<br />

11,922<br />

1,180<br />

74,130<br />

Presión débil Presión fuerte<br />

3,915<br />

1 9 ' 8 7 S ¡50183<br />

30,305Í°°' 183<br />

38.670<br />

7,232<br />

5,167<br />

19,113' №<br />

46,084<br />

4,561<br />

100,000 100,000<br />

En cuanto á la composición de las cenizas<br />

de las pulpas, el análisis da el resultado siguiente:<br />

Potasa 25,050<br />

Sosa 16,050<br />

Cal.. 4,532<br />

Magnesia 3,250<br />

Oxido de hierro 0J41<br />

Acido fosfórico 4,754<br />

Acido sulfúrico 1,542<br />

Sílice 9,221<br />

Cloruro sódico 11,479<br />

Arena 5,928<br />

El análisis que acabamos de trasladar demuestra<br />

la necesidad que tienen las<br />

remolachas del alimento potásico.<br />

Con objeto de impedir las alteraciones<br />

de las pulpas durante el<br />

prensado, hay quien aconseja se les<br />

adicione cierta porción de hidrato<br />

calcico; pero esta práctica, entre<br />

otros, tiene el inconveniente de que<br />

pierden su valor como alimento del<br />

ganado: en todo caso, nos parece<br />

preferible tratarla con un poco de<br />

disolución de tanino.<br />

En las granjas se conservan las<br />

pulpas dentro de fosas, mezclándolas<br />

con paja, salvado ó heno, substancias<br />

que absorben el exceso de<br />

humedad y acrecen su valor nutritivo,<br />

apisonándolas fuertemente<br />

después, para evitar el libre acceso<br />

del aire. Poco á poco experimentan<br />

una fermentación alcohólica primero,<br />

y más tarde acida, ventajosa á<br />

todas luces, puesto que se hacen<br />

más sápidas y digestibles, prefiriéndolas<br />

el ganado.<br />

Extracción del zumo por la fuerza<br />

centrífuga.— Ya digimos, al hablar<br />

de las turbinas empleadas en la purga de<br />

los azúcares, que estos notables aparatos se<br />

habían también propuesto para extraer ¡os<br />

1<br />

ij 1 I i i \<br />

///<br />

4<br />

L'.a Y><br />

\ /<br />

Figura 324.—Prensa Savalle<br />

mostos de las pulpas de la remolacha; sin embargo,<br />

hay que tener presente que en las mayores<br />

y mejor construidas, el rendimiento no<br />

pasa del 65 por 100 de zumo; razón por Ja :tue


AZU — 691 — AZU<br />

hay que terminar el agotamiento, bien con<br />

prensas hidráulicas, bien macerando, ó bien<br />

por lavados en las mismas turbinas; pero téngase<br />

en cuenta que en este último caso tienen<br />

que resultar mostos muy débiles, que exigen<br />

mayor gasto para su concentración, y que<br />

nunca el agotamiento es completo.<br />

Las turbinas, pues, se emplean sólo ventajosamente<br />

para reemplazar á las pequeñas<br />

prensas.<br />

Según Bagner, uno de estos aparatos, de un<br />

metro de diámetro y 0,50 de altura, trabaja<br />

5.000 kilos en veinticuatro horas. He aquí<br />

los experimentos practicados por Walkhoff<br />

acerca del trabajo de las turbinas:<br />

Con Duración<br />

carga de en minutos Jugo extraído Residuo<br />

50 kilos 4<br />

75 — 0<br />

100 - 8<br />

125 — 10<br />

150 — 12<br />

175 - 14<br />

66,70 por 100 33,30 por 100<br />

65,30 — 34,70 —<br />

63,35 — 36,65 — .<br />

65,20 — 34,80 —<br />

63,22 — 36,78 —<br />

62,00 — 38,00 —<br />

Siendo la duración fija de cinco minutos,<br />

con carga variable encontró:<br />

Con una carga de Jugo Residuo<br />

50 kilos.<br />

75 — .<br />

100 - .<br />

125 - .<br />

150 — .<br />

175 - .<br />

64,5 por 100<br />

67,4 —<br />

65,0<br />

62,4<br />

57,0<br />

55,7<br />

35.5 por 100<br />

32.6 —<br />

35,0<br />

37,6<br />

43,0<br />

44,3<br />

La mayor parte del jugo es desalojado en<br />

el primer minuto de la rotación. He aquí la<br />

prueba:<br />

En el primer minuto 40,45 por 100 de jugo.<br />

En el segundo 8,50 —<br />

En el tercero 5,20 —<br />

En el cuarto. 2,75 —<br />

En el quinto 2,10 —<br />

Prolongando la operación tenemos:<br />

De cinco á diez minutos 3,70<br />

De diez á catorce 0,30<br />

Total en catorce minutos. 05,00 por 100 de jugo.<br />

Depurando las pulpas por el agua, demuestran<br />

los experimentos que pasando de cierto<br />

límite su acción es nula, sin que se logre agotarla<br />

por completo.<br />

M'aceración.—Al ocuparnos del azúcar de<br />

caña expusimos los fundamentos de este método,<br />

preconizado por Schutzenbach; método<br />

que se generaliza de día en día en Alemania.<br />

Dicha maceración efectúase, bien operando<br />

sobre las pulpas, bien sobre las remolachas,<br />

bien sobre éstas mismas previamente desecadas.<br />

En cuanto á la pulpación ó dislacerado, indicada<br />

que dala manera de operar. Si se adopta<br />

el segundo procedimiento, las remolachas,<br />

después de lavadas, pasan á unos corta-raíces,<br />

donde se reducen á laminillas, y de aquí á<br />

los maceradores automáticos colocados en<br />

gradería.<br />

El mismo Schutzenbach, con el fin de evitar<br />

la minoración gradual que en el rendimiento<br />

de azúcar producen las remolachas á<br />

medida que llevan más tiempo de ensiladas,<br />

propuso aumentar el número y potencia de<br />

los corta-raíces, y desecar las laminillas á una<br />

temperatura que no exceda de 50°. De este<br />

modo, conteniendo sólo 3 á 4 por 100 de humedad,<br />

pueden conservarse casi indefinidamente.<br />

Cuando llega el momento de extraerles el<br />

azúcar, unas veces se maceran conservando su<br />

forma, otras se las reduce á polvo. En este<br />

último caso colócanse dentro de los maceradores<br />

en la proporción de cuatro partes de las<br />

mismas por nueve de agua acidulada con ácido<br />

sulfúrico ó sulfuroso ; ácidos que se neutralizan<br />

acto seguido con lechada de cal.<br />

Otras veces se comienza por tratarlas con<br />

5 por 1.000 de hidrato calcico, dentro de<br />

grandes cilindros de palastro envueltos con<br />

una camisa de madera, con objeto de impedir<br />

la pérdida de calor. En la parte superior llevan<br />

éstos un agujero de hombre para la carga<br />

; agujero que puede cerrarse á voluntad.<br />

Un tubo sirve para introducir el agua, y otro<br />

para aspirar el aire con una bomba neumática.<br />

Debajo del falso fondo agujereado, un tercer<br />

tubo pone en comunicación la parte inferior<br />

de cada cilindro con la superior del inmediato<br />

, quedando así montada la batería. Las<br />

llaves de estos aparatos son de sección ancha<br />

y de válvula circular, á fin de impedir las obstrucciones.<br />

Colócanse las rebanadas ó laminillas<br />

en los cilindros, llegando el agua á la<br />

temperatura de la ebullición, con una carga<br />

de 5 metros de altura. Transcurridos algunos<br />

minutos, el líquido pasa del primer cilindro<br />

al segundo, de éste al tercero, y así sucesivamente<br />

hasta el número 14. Con estos macerados<br />

metódicos, el jarabe va actuando sobre<br />

laminillas más y más ricas, operándose la última<br />

sobre rebanadas nuevas. El líquido que<br />

sale del último vaso marca 22° B.; se le saca<br />

y continúa extrayendo más jarabe de los maceradores<br />

mientras marquen 18°; entonces se<br />

reúnen y se conducen á las calderas de defecación.<br />

Según parece, este último procedimiento<br />

ha dado malos resultados en Alemania, entre<br />

otros motivos, porque el gasto que exigen<br />

las dos operaciones de desecación y lexiviación<br />

es mayor que operando sobre remolachas<br />

verdes ó sin desecar.<br />

El método de difusión de Robert, llamado<br />

osmósico por Dubrunfaut, tiene su origen<br />

en el de maceración de Schutzenbach, basado<br />

en la diálisis, que consiste en poner á digerir<br />

las laminillas frescas y verdes de 1 á 2 milímetros<br />

de espesor por 5 de longitud, en agua<br />

á 50°; condición precisa en este método, y<br />

todo ello sin necesidad de romper las paredes<br />

del tejido celular. El azúcar, como cuerpo<br />

cristaloide, atraviesa las membranas célula-


AZU — 692 — AZU<br />

res y sale al exterior, mezclándose con el agua<br />

en unión de las sales del zumo, al paso que<br />

los cuerpos coloides quedan dentro de las células.<br />

Ya digimos que este procedimiento es racional<br />

y científico; que con él se logran mostos<br />

más puros y un agotamiento perfecto de<br />

las remolachas; razones por las que le van<br />

prefiriendo cada día los industriales , aumentando<br />

el número de fábricas.<br />

Por otra parte, siguiendo los métodos de<br />

maceracióu ó difusión, las fábricas de azúcar<br />

pueden funcionar como destilerías, transformando<br />

á poca costa en alambiques las defecadoras,<br />

y sirviéndose de los maceradores para<br />

fermentar los mostos; de suerte que el industrial<br />

se encuentra en las circunstancias más<br />

favorables para obtener azúcares ó alcoholes,<br />

según las exigencias del mercado.<br />

Contra estos métodos se objeta: primero,<br />

que los mostos resultan muy diluidos, exi-<br />

giendo mayor gasto de combustible para su<br />

concentración; segundo, que las pulpas salen<br />

muy acuosas, conteniendo hasta el 93 por 100<br />

de agua y sólo 7 por 100 de materia seca, no<br />

pudiendo utilizarse como alimento del ganado;<br />

y tercero, que es necesario emplear buenos<br />

maceradores y gran vigilancia para conseguir<br />

una perfecta depuración, sin que sea fácil evitar<br />

las alteraciones de los líquidos macerados.<br />

Defecación del mosto.— Cuanto digimos al<br />

tratar del azúcar de caña es aplicable á los<br />

zumos de remolacha, sin otra diferencia que<br />

exigir éstos una defecación más completa y<br />

acabada. El método generalmente seguido<br />

tiene por base el empleo de la cal con carbonatación<br />

sencilla ó doble.<br />

Según ya digimos, desde 1812 data la fecha<br />

en que se propuso por vez primera el uso de<br />

dicha materia defecante en dosis elevadas; sin<br />

embargo, el conocimiento científico de este<br />

importante asunto débese á los clásicos trabajos<br />

de laboratorio de Pelouze, Peligot y<br />

Kahíman, los cuales han servido de base á<br />

tocios los progresos más tarde realizados.<br />

Figura 325.—Aparata Kousseau para la defecación.<br />

Partiendo de dichos trabajos, Rousseau, en<br />

1848, asociado con el constructor de aparatos<br />

Cail y el fabricante Lequime, generalizó el<br />

método de carbonatación, dándole carácter<br />

industrial.<br />

He aquí la manera de operar: Extraído el<br />

zumo por cualquiera de los métodos conocidos,<br />

se le conduce á las defecadoras, donde se le<br />

trata con 25 kilogramos de cal desleída en cinco<br />

ó seis Teces de su pesó de agua caliente poicada<br />

1.000 litros de zumo, calentado también<br />

á 60°. Acto continuo elévase la temperatura<br />

hasta 95°, sin que llegue á hervir. Entonces el<br />

mosto se decanta y filtra á través de una tela<br />

de muletón cubierta de 25 centímetros de negro<br />

en grano, dispuesto todo en una caja P<br />

(figura 325) con doble fondo agujereado. El<br />

líquido resultante, de color amarillento, transparente<br />

y alcalino, se recibe en la defecadora<br />

G, la cual comunica con el aparato productor<br />

de ácido carbónico. Este gas se forma<br />

en el horno B de palastro, revestido interiormente<br />

de. manipostería refractaria, cargado<br />

de cok. La bomba impelente horizontal<br />

A, movida por el vapor, inyecta una corriente<br />

continua de aire, el cual, pasando por<br />

el tubo encorvado a á a', penetra en el horno<br />

un poco por encima de la rejilla, avivando la<br />

combustión, En ésta se produce gas carbónico,<br />

cargado del nitrógeno del aire y algo de oxígeno<br />

no consumido, y todo ello pasa por el<br />

tubo c sumergido en el refrigerante C, yendo<br />

á parar á la caja lavadora D, por el tubo E, que<br />

termina en forma de flor de regadera, despojándose<br />

de las cenizas que haya podido arrastrar<br />

mecánicamente. De aquí escapa por el tubo F,<br />

cuya extremidad, que penetra hasta el fondo<br />

de la defecadora, lleva unos golpes de sierra<br />

en toda la parte encorvada, para el mejor esparcimiento<br />

del gas, y que actúe de un modo<br />

más completo sobre la cal y el sacarato calcico.<br />

Como el mosto de la defecadora es viscoso,<br />

se produce una abundante espuma en la superficie<br />

del líquido; y á fin de evitar su. desbordamiento<br />

, se le adiciona un poco de man-


AZU — 693 — AZU<br />

teca. A medida que el ácido carbónico va<br />

actuando, desaparece la espuma; entonces,<br />

abriendo la llave L, se inyecta en el falso fondo<br />

de la defecadora un chorro de vapor, hasta<br />

que el líquido entra en ebullición, con lo que<br />

el ácido carbónico se desprende, interrumpiendo<br />

su llegada mediante la llave F'. El<br />

zumo turbio se saca con el auxilio de la llave<br />

d, puesta en movimiento por el vastago H,<br />

cayendo en un canal /, que la conduce á los<br />

filtros llenos de negro nuevo K.<br />

Preferible es efectuar esta primera filtración<br />

en los filtros de Taylor (véase Refino),<br />

y después en los de Dumont.<br />

La doble carbonatación, así como la carbonatación<br />

turbia, fundada esta última en la teoría<br />

del estado naciente, del propio modo que<br />

el método de Perier y Possoz, serán descritos<br />

y discutidos al tratar del refino del azuear.<br />

Todas las substancias indicadas al ocuparnos<br />

de la defecación de los guarapos, se han<br />

aplicado con mejor ó peor éxito á la purificación<br />

de los zumos de la remolacha ; razón polla<br />

cual no entramos aquí en más detalles.<br />

Evaporación y concentración.—Poco hemos<br />

de añadir á lo ya manifestado acerca de este<br />

punto, limitándonos á consignar que en las<br />

fábricas de azúcar de remolacha se han empleado<br />

las calderas de doble y triple efecto<br />

(véase Refino), así como la cocción en grano,<br />

más seguida en el refino.<br />

Respecto á ¡a purga y lavado, nada tenemos<br />

que añadir á lo ya expuesto, y en cuanto<br />

al aprovechamiento de las espumas, de las<br />

melazas, del negro animal servido, y de su<br />

rehabilitación, asuntos son que se tratarán<br />

en el artículo Refino de los azúcares.<br />

D. Pequeño.<br />

AZUCENA (Botánica).—Esta planta pertenece<br />

al género Lilium, que puede considerarse<br />

como el tipo más perfecto de la familia<br />

de las Liliáceas, de las cuales nos ocuparemos<br />

al describir esta familia. (V. Liliáceas.)<br />

AZUD.— Máquina con que se saca agua de<br />

los ríos para regar los campos. Es una gran<br />

rueda afianzada por el eje en dos fuertes pilares,<br />

y la cual, movida por el impulso de la<br />

corriente, da vueltas y arroja el agua fuera. ||<br />

También se llama así la presa construida en<br />

los ríos con objeto de derivar aguas para el<br />

riego ó para otros objetos. En los artículos relativos<br />

á inundaciones, riegos y construcción<br />

de malecones, presas, etc., expondremos las<br />

condiciones en que han de construirse las presas<br />

ó azudes, y los requisitos que ha de llenar<br />

el terreno sobre que se asienten.<br />

AZUPAIPO (Zizyphus de Tourn.).—El<br />

nombre de Zizyphus es de origen árabe.<br />

Planta de la familia de las Rhamneas de<br />

Brffwn (figura 326). Su nombre vulgar es azofaifo<br />

ó azufaifo; en la provincia de Murcia<br />

y otros sitios le llaman ginjolero.<br />

Flores pentámeras, regulares, hermafroditas,<br />

axilares, pequeñas, amarillentas, fasciculadas;<br />

cáliz gomosépalo, de cuatro ó cinco<br />

divisiones triangulares, que llegan cerca de<br />

la base; corola de cuatro ó cinco pétalos, de<br />

forma de espátula, enroscada hacia adentro;<br />

alternas; pequeñas; estambres opuestos é insertos<br />

con los pétalos en un disco adherido<br />

al tubo calicinal; anteras introrsas, biloculares<br />

y longitudinalmente dehiscentes; dos estilos;<br />

ovario redondo y soldado al disco.<br />

Fruta ovoideo, casi sentado, de 2 centímetros<br />

de largo; pericarpio carnoso, fofo, mucilaginoso,<br />

blanco-amarillento; sabor dulce y<br />

agradable; superficie lisa, brillante, pardorojiza,<br />

encarnado-obscura en la madurez; hueso<br />

de la forma del fruto, con punta en ambos<br />

extremos; en él se encierra el embrión. Florece<br />

Figura 326.—Azufaifo<br />

á mediados de Mayo en el Mediodía de España,<br />

y en la región central, donde lo cultivamos,<br />

en Junio, donde el fruto se coge en Octubre.<br />

Hojas elipsoideas, oblicuas, algo obtusas,<br />

brillantes por la parte superior, festoneadas, de<br />

color verde agradable por ambas caras, con<br />

tres nervios principales, uno en el centro<br />

y dos laterales, convergentes hacia el ápice;<br />

acanalado y corto el pecíolo; estípulas caducas;<br />

tardan en caer hasta que hiela ó llegan<br />

los grandes fríos.<br />

Es árbol de 8 á 10 metros de altura, de<br />

tronco tortuoso; las ramas igualmente largas<br />

y flexibles, con muchas ramificaciones. Corteza<br />

gris plateada, lisa en las plantas jóvenes,<br />

cuarteada en las viejas y con escamas pardoobscuro.<br />

Madera dura, compacta, amarillenta,<br />

de grano fino; el duramen presenta color<br />

rojo; radios medulares, iguales y delgados.<br />

Requiere terrenos sueltos, substanciosos,<br />

frescos ó de regadío; en los secos, compactos<br />

ó muy húmedos no prevalece bien.<br />

Las raíces rastreras se extienden á mayor<br />

distancia que la que su copa ocupa, y conviene<br />

darle anchura en su plantación, oponerlos<br />

junto árboles de poca vida, melocotones, por<br />

ejemplo. Se cultiva como los árboles frutales.


AZU — 694 — AZU<br />

La poda la siente mucho este árbol, y se<br />

debe obrar con precaución, quitándole lo seco<br />

y cortar los retoños del tronco y de las raíces.<br />

La madera recibe el pulimento perfectamente<br />

, y sirve para los torneros y ebanistas.<br />

Se reproduce de semilla, y por barbados, estacas<br />

y ramas.<br />

El principal objeto del cultivo del azufaifo<br />

es su fruto. En algunos sitios se cogen algo<br />

antes de madurar, pues gusta el agrio agradable<br />

que tiene; en otros maduro, y en ambos<br />

casos, si se dejan algún tiempo, se seca la parte<br />

carnosa, el pericarpio se endurece y pega al<br />

hueso y queda el fruto sin gusto; en su estado<br />

normal refrescan, calman la sed, pero su carne<br />

no es de fácil digestión. La azufaifa es pectoral,<br />

y algunos autores la indican para calmar<br />

las fiebres ardientes. Se emplea en el tratamiento<br />

de los catarros y toses producidas por<br />

el calor. La medicina se sirve de ella para<br />

confeccionar jarabe, y la industria para hacer<br />

una bebida que por medio de la fermentación<br />

resulta ser alcohólica.<br />

J. de Hidalgo Tablada.<br />

AZUFRADO (Agricultura y Viticultura).<br />

Entre los agricultores, desde hace treinta años<br />

se emplea esta palabra para indicar una operación<br />

encaminada á distribuir el azufre sobre<br />

las plantas ó sobre substancias orgánicas, para<br />

prevenir efectos perjudiciales. Se azufran los<br />

mimbres con que se atan los aros de las cubas<br />

y barricas; se azufra el interior de los toneles;<br />

se azufran las vides, y aun pudiera darse el<br />

caso dé azufrarse otras plantas atacadas de algún<br />

padecimiento. El efecto deseado no se obtiene<br />

directamente del azufrado pulverulento<br />

ó sólido, sino de los vapores que desprende<br />

bajo la acción de los rayos solares, ó de su<br />

combinación con otros cuerpos; combinación<br />

en que el azufre es el ingrediente principal.<br />

La experiencia ha patentizado que el azufre<br />

no exhala vapores cuya acción sea perceptible<br />

sino á la temperatura de 16° centígrados<br />

sobre 0, si bien se evapora también á temperaturas<br />

más bajas en cantidades realmente inapreciables.<br />

Ese cuerpo se funde á 110° y arde<br />

á 150, combinándose con el oxígeno del aire,<br />

para transformarse en ácido sulfuroso. En estado<br />

de vapor ó de gas sulfuroso es cuando<br />

presta grandes servicios á la agricultura. Quemándole<br />

es como se opera para blanquear los<br />

sombreros de paja y para limpiar la ropa blanca<br />

de las manchas que en ella determinan los<br />

jugos de ciertas frutas.<br />

También se hace arder el azufre para preparar<br />

los baños de gas en que mueren el acaro<br />

de la sarna, las larvas de varios insectos, así<br />

como algunos hongos microscópicos sumamente<br />

perjudiciales. El ácido sulfuroso ejerce<br />

su acción sobre esos y otros seres débiles,<br />

arrebatándoles para formarse el oxígeno que<br />

aquéllos necesitan para su respiración, ó transformando<br />

en substancias incapaces de ser asimiladas<br />

las que habían de nutrirlos. No expondremos<br />

aquí todas las aplicaciones de que<br />

el azufre es susceptible en agricultura, mas<br />

no dejaremos de dar á conocer las más importantes<br />

y las que la experiencia ha acreditado.<br />

Desde luego es de advertir que el azufre<br />

destinado á ser quemado como remedio ó preservativo<br />

agrícola, debe someterse en la mayoría<br />

de los casos á una preparación especial.<br />

Se funde á fuego lento, y se fija en ese estado<br />

sobre listas de tela de 20 centímetros de longitud<br />

por 4 de anchura, bastando para conseguirlo<br />

pasar la tela por la masa de azufre fundido.<br />

Esas tiras constituyen lo que se llama<br />

mechas, y á veces se perfuman con clavillo de<br />

especias, benjuí, vainilla, etc., si bien no debe<br />

darse al vino ningún aroma artificial cuando el<br />

característico le avalora bastante. En vez de<br />

emplear tela ó papel para preparar las mechas<br />

azufradas, se puede utilizar el amianto blanco<br />

y fibroso, que deberá sumergirse en azufre<br />

puro y fundido. Como el amianto no arde y<br />

no se funde sino á elevadísimas temperaturas,<br />

las mechas en cuestión sirven eternamente,<br />

pudiera decirse, y además no tienen los inconvenientes<br />

de las telas, las cuales por la<br />

combustión originan sulfuro de carbono y<br />

otras substancias de mal olor. Ocioso es advertir<br />

que consumido el azufre de la mecha,<br />

bastará sumergirla nuevamente en azufre fundido<br />

para poder quemarla otra vez.<br />

I. Azufrado de las vides.—Esta operación,<br />

que tan considerables estragos ha evitado en<br />

los treinta años últimos, tiene por principal<br />

objeto evitar que el oidium altere los órganos<br />

verdes del arbusto, y para alejar de él ciertos<br />

insectos dañinos, además de obrar en la planta<br />

como verdadero reconstituyente. Para combatir<br />

con éxito el oidium, es necesario adoptar<br />

determinadas precauciones, cuyo olvido puede<br />

influir en que no se obtengan de la operación<br />

los excelentes resultados que son de esperar.<br />

1. a Desde luego es necesario que el azufre<br />

sea completamente puro y se halle en el más<br />

completo estado de división, lo que en la actualidad<br />

se consigue triturando y tamizando<br />

ese cuerpo mediante procedimientos que le<br />

reducen* á polvo casi impalpable. Sin embargo,<br />

siempre que sea posible optar entre ellos,<br />

deberá preferirse el azufre sublimado al pulverizado,<br />

porque el primero se adhiere con<br />

mayor energía, su acción es más duradera y<br />

la cantidad que gastan los aparatos menor.<br />

Por la dificultad de procurarse grandes cantidades<br />

de azufre sublimado, y por la de descubrir<br />

los fraudes, se emplea generalmente el<br />

azufre en polvo.<br />

Para que nuestros lectores tengan confianza<br />

en la eficacia del azufrado de las vides, parécenos<br />

conveniente explicar su acción, advirtiendo<br />

que por medio de esa operación se<br />

forma ácido sulfhídrico en gran cantidad, y<br />

que este ácido tiene la propiedad dé matar el<br />

oidium. Esto se comprueba de muy diferentes<br />

modos; así, por ejemplo, poniendo el oidium<br />

en contacto con una disolución acuosa de ácido<br />

sulfhídrico, y manteniéndole durante cierto<br />

tiempo en contacto con éste, acaba por morir<br />

el moho. El mismo resultado se obtiene echan-


AZU — 695<br />

do hígado de azufre alcalino, aun cuando sea<br />

en trozos gruesos, dentro de un frasco grande<br />

de vidrio, ó introduciendo dentro de él un<br />

racimo atacado, sin necesidad de separarle del<br />

sarmiento de que se halla pendiente. Otras<br />

muchas experiencias se han hecho por los químicos<br />

antes de aconsejar la práctica del azufrado<br />

; experiencias que no enumeraremos para<br />

no dar extensión desmedida á este artículo.<br />

De ellas se ha deducido, según hemos apuntado<br />

precedentemente, que bajo temperaturas<br />

inferiores á 16" centígrados, no se produce una<br />

cantidad de ácido sulfhídrico bastante apreciable;<br />

que la desarrollada entre los 18 y 28°, no<br />

es excesiva, y que desde los 28 á los 38° la<br />

cantidad del mencionado ácido es verdaderamente<br />

considerable. De aquí que el azufrado<br />

no deba practicarse en las viñas sino cuando la<br />

temperatura es bastante elevada, y de consiguiente,<br />

durante la estación cálida; es decir,<br />

que se pueden establecer como bases de esa<br />

importante operación agrícola las siguientes:<br />

(a) En el azufrado ordinario de las viñas se<br />

forma una gran cantidad de ácido sulfhídrico<br />

con notable rapidez.—(h) Ese ácido goza del<br />

poder de matar el oidium.—(c) A consecuencia<br />

de tales propiedades principalmente, el<br />

azufre es eficacísimo para combatir el oidium.<br />

Se establece la restricción anterior al indicar<br />

que obra principalmente á consecuencia<br />

de tales propiedades, porque el azufre ejerce<br />

también acción mecánica como polvo mineral,<br />

y en virtud precisamente de su inercia; si bien<br />

es de advertir que si su acción quedase limitada<br />

en esa forma, no se salvarían las vides<br />

ni mucho menos de la terrible infección, puesto<br />

que nada se consiguió al combatirla con<br />

barnizados ó embetunados de arcilla, de cal,<br />

cola, etc., ó con polvos que ejercieran acción<br />

mecánica nada más.<br />

2. a Para proceder á la operación es necesario<br />

disponer de aparatos convenientes, y<br />

así es preciso servirse de fuelles de tubo encorvado<br />

, que sean de fácil manejo por hallarse<br />

construidos con madera poco pesada.<br />

3." Una vez preparado el azufre y dispuestos<br />

los fuelles, será necesario conocer cuál es<br />

el momento en que habrá de operarse para<br />

que no resulte inútil el dinero y el tiempo que<br />

se gasta. Por las indicaciones anteriores respecto<br />

de la temperatura bajo la cual se desprenden<br />

los vapores que han de originar el<br />

ácido sulfhídrico, se comprende perfectamente<br />

que es ocioso practicar el azufrado durante la<br />

estación fría ó en días lluviosos, es decir, cuando<br />

el agua se encargaría de lavar las hojas, racimos<br />

y tallos, arrastrando al suelo el polvillo<br />

que sobre ellas vaya arrojando el operador.<br />

De aquí que después de inspeccionadas las<br />

viñas, y después de adquirida la certidumbre<br />

de que se hallan atacadas por el oidium, á mediados<br />

de Mayo, ya que el moho parasitario<br />

se desarrolla generalmente en cuanto la temperatura<br />

se eleva á 20° centígrados durante el<br />

día, se deberá proceder al azufrado, siempre<br />

que se advierta la existencia del moho en cual­<br />

quiera parte verde de la cepa, no debiendo<br />

dejarse de azufrar aun cuando la infección parezca<br />

completamente localizada en un punto<br />

de la cepa, porque si la invadida se abandona,<br />

muy luego se comienzan á notarlas huellas de<br />

la invasión en todas las cepas que se hallan<br />

en condiciones análogas por la edad, el suelo<br />

en que viven y el método de cultivo á que se<br />

hallan sometidas.<br />

En todos los viñedos y en todas las castas<br />

de vid existen individuos en los cuales se presenta<br />

el oidium visible á simple vista, antes<br />

de poder ser distinguido en las demás cepas<br />

de la misma especie; de ahí que se hayan denominado<br />

esas cepas monitorias, puesto que<br />

avisan con antelación que va á manifestarse<br />

la infección en breve, y que ha llegado el momento<br />

de azufrar la viña, aun cuando no se<br />

adviertan gérmenes ni rastros del oidium en las<br />

' demás cepas.<br />

El oidium se desarrolla y produce semillas<br />

en el período de veinticinco á treinta días, y el<br />

azufre á su vez solamente produce resultados<br />

eficaces durante un período de análoga extensión.<br />

De ahí que no siempre acabe cen el oidium<br />

un solo azufrado, y que convenga practicar<br />

la operación hasta tres veces en un mismo<br />

año y en el mismo viñedo, si bien por lo<br />

común basta practicar dos veces el azufrado.<br />

Operando con oportunidad, se economiza tiempo<br />

y desembolsos, porque en un viñedo de cierta<br />

extensión no todas las cepas se hallan expuestas<br />

á contraer ese verdadero padecimiento,<br />

y aun la misma clase de vid no está sujeta siempre<br />

al oidium, ni éste la invade todos los años<br />

ni con la misma fuerza en todas las exposiciones<br />

y con todos los sistemas de cultivo.<br />

4. a Por lo común basta azufrar por vez<br />

primera las viñas con tal de que se aproveche<br />

el momento de la floración y la operación se<br />

practique en las condiciones necesarias, y<br />

repetirla en el espacio de quince á veinte días<br />

para que desaparezca el moho y queden las<br />

vides en satisfactorias condiciones. Naturalmente,<br />

no basta disponer de los medios necesarios<br />

y azufrar sin ton ni son; es indispensable<br />

que los granillos de azufre se distribuyan<br />

con igualdad, y queden los unos bastante próximos<br />

á los otros para que resulte bien protegida<br />

la planta. Se obtiene eso dirigiendo el<br />

tubo del fuelle desde abajo arriba, por el interior<br />

del follaje y en derredor de la vid. En los<br />

majuelos aliñados el azufrador deberá operar<br />

sobre todas las cepas de una misma línea, primero<br />

por un lado y luego por el otro de la<br />

hilera, porque de esa suerte se distribuye mejor<br />

el azufre y se puede proseguir la operación<br />

ordenadamente. No es necesario que sea<br />

muy espesa la capa de azufre distribuida; basta<br />

que cubra todos los puntos de las partes verdes.<br />

Ya hemos indicado que el estado de la atmósfera<br />

puede ejercer gran influencia en el<br />

resultado de la operación; un día sereno y<br />

caluroso, y un sol penetrante, y cuya acción<br />

no sea aminorada por la del viento, son las<br />

condiciones atmosféricas que deben elegirse


AZU — 696 — AZU<br />

para azufrai' las vides. Sin embargo, así que<br />

se reconozca la conveniencia de azufrar, no<br />

debe renunciarse á esa operación salvadora,<br />

aun cuando llueva, siempre que la lluvia no<br />

sea verdaderamente torrencial y copiosa. Cuando<br />

sobrevenga nna lluvia abundante después<br />

de haber azufrado las vides, será necesario<br />

repetir la operación así que aclare el tiempo,<br />

debiendo tenerse presente que en calentando<br />

el sol durante unas cuarenta horas, queda asegurado<br />

el éxito del azufrado, es decir, que el<br />

éxito de la operación es simplemente cuestión<br />

de oportunidad, y ese éxito tiene tal importancia,<br />

que representa una buena cosecha sin<br />

que los vinos contraigan ningún sabor ni cualidad<br />

desagradables ó que los haga desmerecer.<br />

Ese éxito, no nos cansaremos de repetirlo,<br />

es seguro, si se distribuye el azufre sobre las<br />

partes verdes de las vides que se desee proteger<br />

en el momento en que comienza la germinación<br />

del parásito ó durante las primeras<br />

fases de su desarrollo. Cuando la invasión<br />

data de larga fecha, y siempre que haya adquirido<br />

grandes proporciones, deberá operarse<br />

en días de mucho calor y repetir el azufrado<br />

de quince en quince días, es decir, que el<br />

propietario no deberá desanimarse nunca, por<br />

grande que sea la intensidad de la infección,<br />

debiendo tener en cuenta únicamente que los<br />

azufrados tardíos comunican al vino el sabor<br />

característico de la substancia ó remedio empleado.<br />

Este inconveniente se evita sometiendo<br />

los caldos y los envases á un tratamiento<br />

especial, consistente en enjuagar los segundos<br />

con agua caliente, después de quemar dentro<br />

de ellos 5 centímetros de mecha azufrada, y en<br />

trasvasarlos veinte días después, cuidando de<br />

que el vino no arrastre las heces que se hayan<br />

sedimentado en el fondo de la cuba ó tinaja.<br />

Esto sentado, y para el caso en que sea<br />

necesario azufrar tres veces las vides, como<br />

pudiera ocurrir en contados casos que no bastara<br />

ese número, véase cómo ha de procederse,<br />

al decir de los prácticos más inteligentes.<br />

El primer azufrado, que habrá de extenderse<br />

á toda la viña y en todas las partes de las<br />

cepas, se practicará tan pronto como aparezcan<br />

los primeros brotes y hayan adquirido de<br />

4 á 6 centímetros de longitud, se manifieste<br />

ó no la enfermedad en todas las cepas. Este<br />

azuframiento preventivo, como hizo observar<br />

M. Lawley, es el más importante, y de ahí<br />

que no deba dejarse descuidada ninguna cepa,<br />

y de ahí que convenga arrojar el azufre aun<br />

sobre las partes viejas, cuando aun no aparezcan<br />

brotes en algún arbusto cuya vegetación<br />

se halle un poco retrasada. Sabido es que el<br />

azufre obra como preservativo y curativo á<br />

la vez, y que si las viñas se azufran perfectamente<br />

al iniciarse la vegetación activa, quedan<br />

completamente preservadas de la infección;<br />

ventaja ésta muy grande aun bajo el punto<br />

de vista de la conservación de la planta.<br />

El segundo azufrado deberá practicarse después<br />

que haya caído la flor, y podrá limitarse<br />

á las partes verdes de las vides, ó sea á los<br />

tiernos racimos, á las hojas y á los nuevos<br />

vastagos. También es muy importante esta<br />

operación por lo mismo que va encaminada á<br />

impedir que el oidium ofenda las partes tiernas<br />

y delicadas de la planta, y sobre todo las<br />

uvas en formación. Precisamente durante ese<br />

período son mucho más peligrosos los estragos<br />

del oidium, y si no se evitan á tiempo, ponen<br />

la cosecha en peligro.<br />

El tercer azufrado habrá de hacerse cuando<br />

los granos de la uva hayan adquirido el tamaño<br />

de un guisante, poco más ó menos, es decir,<br />

en los climas templados á mediados de Julio,<br />

época en que algunas veces reaparece la infección.<br />

En esa época podrá limitarse el azufrado<br />

al racimo, siempre que presenten buen aspecto<br />

las demás partes de la vid; si sucediera lo contrario,<br />

es decir, si apareciesen también invadidas<br />

por el oidium, será conveniente azufrar<br />

abundantemente, no debiendo olvidarse el carácter<br />

contagioso de esa verdadera enfermedad<br />

, que se propaga de los tallos á las hojas,<br />

y á los racimos y viceversa, y además que el<br />

azufrado no se practica únicamente por salvar<br />

la cosecha, sino también para salvar y fortalecer<br />

la planta, no bastando, de consiguiente,<br />

azufrar la uva. También sucede á veces que<br />

unos -racimos aparecen sin madurar cuando<br />

otros han llegado á perfecta sazón, y esa particularidad,<br />

tratándose de viñedos invadidos por<br />

el oidium, debe atribuirse á la acción de este<br />

moho, máxime cuando esa diferencia se observa<br />

entre los sarmientos verdes y los atacados.<br />

Si las estaciones y los cambios atmosféricos<br />

se suceden de una manera regular y no surgen<br />

fenómenos meteorológicos que interrumpan<br />

la acción del azufre, basta siempre practicar<br />

tres veces la operación; en todo caso<br />

deberán examinarse las viñas de vez en cuando,<br />

para renovarla si se advirtieran huellas ó<br />

indicios de nueva invasión. En caso de ser<br />

así, se practicarán azufrados parciales, dirigidos<br />

especialmente contra las cepas que se<br />

hallen invadidas y contra las que se hallen<br />

en las inmediaciones de éstas.<br />

Tampoco es completamente indiferente<br />

practicar la operación á una ú otra hora del<br />

día. Teniendo en cuenta lo que hemos dicho<br />

respecto de la energía con que obra el azufre<br />

según los grados de la temperatura y el estado<br />

de la atmósfera, fácilmente se comprende<br />

cuáles son los momentos del día más adecuados<br />

para el azufrado de las vides. Puesto que el<br />

ácido sulfhídrico que se forma mediante la evaporación<br />

del azufre ejerce su acción en tanto<br />

que el calor sea considerable y exista oidium<br />

en las partes á que se dirige cuando se halla<br />

en la parte inferior, para aprovechar todas<br />

las horas de sol, y además para evitarse molestias<br />

que los rayos de éste causan, convendrá<br />

operar en las primeras horas de la mañana,<br />

porque si se practica el azufrado por la<br />

tarde, muy bien pudiera suceder que habiendo<br />

de permanecer durante toda la noche el<br />

azufre sobre la planta, surgiese algún inconveniente<br />

y no ejerciera acción alguna al si-


AZU — 697 — AZU<br />

guiente día sobre la infección que ha de combatir.<br />

Por lo regular, para que la operación<br />

produzca el apetecido resultado, basta que el<br />

azufre se halle expuesto durante tres horas á<br />

la acción de los rayos solares en días completamente<br />

serenos. Si las vides están cargadas<br />

de rocío, habrán de sacudirse bien para que<br />

despidan la humedad, ó se deberá aplazar la<br />

operación hasta que haya entrado el día, caso<br />

que por otra parte se presenta rara vez durante<br />

los meses estivales en que ha de practicarse<br />

la operación de que nos venimos ocupando.<br />

Algunos han propuesto que el azufrado se<br />

ejecute al medio día. A este propósito hace<br />

observar algún viticultor que cuando el sol<br />

calienta, el aire se halla generalmente en<br />

movimiento más ó menos acentuado, y que<br />

las partes verdes de la vid se hallan más ó<br />

menos resecas á consecuencia de la acción de<br />

los rayos solares, y de consiguiente, se agitan<br />

también con facilidad bajo la acción del fuelle.<br />

En tales circunstancias, al arrojar el polvillo<br />

de azufre, gran parte de él es arrastrado por<br />

el viento, y el que se posa en las hojas no se<br />

adhiere á ellas, y por lo tanto, no produce resultados<br />

en el día en que se aplica, es decir,<br />

que se pierde tiempo y se aumenta el gasto,<br />

además de hallarse expuesto el operador, durante<br />

las horas calurosas, á absorber el polvillo<br />

y aun el ácido á que da origen, por las narices<br />

y la garganta, exponiéndose á experimentar<br />

trastornos en su salud. El autor aludido recomienda,<br />

una vez expuestas esas consideraciones,<br />

que se practique el azufrado por la<br />

mañana temprano ó por la tarde; pero respecto<br />

del último período señalado hubiera<br />

debido tener en cuenta que durante la noche,<br />

y gracias al fresco y á la humedad, es inerte<br />

el azufre, y que fácilmente puede levantarse<br />

una ventolera, cuando no una brisa bastante<br />

fuerte, que haga caer el polvillo de las hojas,<br />

y sobre todo de la cara inferior de éstas.<br />

Algunos viticultores han recomendado que<br />

se mezcle el azufre con cenizas, porque puestos<br />

los dos cuerpos en contacto, y mediante<br />

la influencia del calor solar, se determina la<br />

formación del sulfuro de potasio, que ejerce<br />

también una acción perjudicial para el desarrollo<br />

y propagación del oidium. Para obtener<br />

buenos resultados y al mismo tiempo<br />

economías de consideración, cuando se trata<br />

de grandes explotaciones, conviene emplear<br />

para la mezcla partes iguales de cenizas y de<br />

azufre. De todos modos, lo innegable es que<br />

el azufrado en una tí otra forma ha sido beneficiosísimo<br />

para la viticultura, y que gracias<br />

á él se ha conseguido dominar una plaga que<br />

tantas ruinas causara hace poco más de treinta<br />

años en todas las comarcas vitícolas de Europa<br />

, y especialmente en aquellas que mayores<br />

rendimientos obtenían del cultivo de la vid.<br />

II. Azufrado de los ataderos ó mimbres de<br />

los aros de madera.—-Aun cuando en España<br />

se van sustituyendo los aros de madera por<br />

los de hierro en los toneles, barricas y cubas,<br />

como en muchas partes aun se conservan ó se<br />

construyen envases del antiguo sistema, y<br />

precisamente los mimbres que se emplean<br />

para sujetar los aros sirven de refugio á la<br />

infección, advertiremos que es necesario azufrar<br />

esos mimbres, y para ello se colocan de<br />

manera que queden sujetos á las paredes interiores<br />

de una barrica desfondada, y que previamente<br />

se haya asentado boca abajo sobre<br />

soportes de piedra, y en la parte inferior del<br />

recipiente se hará quemar una mecha de azufre,<br />

de manera que el ácido sulfuroso se elevará<br />

en el interior de la barrica; á medida que<br />

vaya ejerciendo su acción sobre los mimbres,<br />

éstos irán tomando un color amarillento, y á<br />

más de adquirir una gran flexibilidad, que los<br />

hace más adecuados para el objeto á que se destinan<br />

, quedarán inutilizados para servir de refugio<br />

á insectos ó mohos de cualquier especie.<br />

III. Azufrado de los toneles.—El azufrado<br />

produce resultados excelentes, tanto en los<br />

toneles y demás envases que hayan de conservarse<br />

vacíos y que corren el riesgo de enmohecerse,<br />

como en aquellas cubas, tinajas ó<br />

barricas que hayan de destinarse inmediatamente<br />

á la conservación de los vinos, ó aquellas<br />

de las cuales haya de trasvasarse el caldo<br />

transcurrido algún tiempo. Los envases, después<br />

de vaciados, están expuestos á acedarse<br />

ó contraer lo que algunos cosecheros denominan<br />

el fuego, sobre todo si conservan alguna<br />

pequeña cantidad de vino y de heces. En ese<br />

caso la cuba adquiere por lo pronto un olor<br />

agradable, mezcla del característico de los<br />

vapores de alcohol, de ácido acético y de éter<br />

acético, pero después, aun cuando se lave<br />

bien el envase, los vinos que en él se depositan<br />

propenden á adquirir el ácido del vinagre, y<br />

de consiguiente se vuelven con facilidad suma.<br />

Desde luego es de advertir que en todos<br />

los casos, antes de proceder al azufrado délos<br />

envases, deberán lavarse éstos con el mayor<br />

cuidado, y habrá de darse tiempo á que escurra<br />

bien el agua y se sequen las cubas, porque<br />

de lo contrario podrían resultar graves<br />

inconvenientes. Para proceder al azufrado es<br />

también preciso tener preparadas las mechas<br />

en alguna de las formas indicadas anteriormente,<br />

y colocado el envase en la posición conveniente,<br />

es decir, de manera que sea fácil<br />

introducir la mecha en el interior, se suspende<br />

ésta por medio de una cadena, y una vez<br />

encendida, se dará tiempo á que se queme por<br />

completo, y á las cuatro horas, poco más ó<br />

menos, se sacará el aparato que haya servido<br />

para mantener ardiendo la mecha, y se cerrará<br />

herméticamente el envase, para no abrirle<br />

sino en el caso de que sea preciso cerciorarse<br />

de si ha sido ó no suficiente el azufrado. Podrá<br />

abrigarse la convicción de que la operación<br />

se ha hecho en buenas condiciones y de que<br />

no es necesario repetirla, cuando al levantar<br />

la tapa se advierta un olor muy pronunciado<br />

á azufre quemado; en el caso contrario será<br />

preciso proceder á una segunda operación.<br />

Cuando la mecha se mantiene suspendida<br />

sencillamente de la cadena ó gancho destina-


AZU — 698 — AZU<br />

do á ese fin, resulta el inconveniente de que<br />

caigan las cenizas de la mecha al fondo del<br />

envase y algunas gotas de azufre, cuando aquélla<br />

está muy cargada principalmente, pudiendo<br />

comunicar más tarde á los vinos un sabor<br />

nada agradable, ya que el azufre reacciona<br />

sobre las substancias albuminoideas del vino,<br />

y da origen al ácido sulfhídrico y á productos<br />

mercaptánicos de olor aliáceo y desagradable<br />

por lo tanto.<br />

El azufre quemado se apodera del oxígeno<br />

del aire contenido en la cuba ó tinaja, y se<br />

convierte en ácido sulfuroso, el cual se disuelve<br />

en el agua que humedece las paredes<br />

del envase, á más de ser absorbido por la madera<br />

de la barrica. Gracias á esa circunstancia,<br />

destruye los esporos ó gérmenes de los microdennos,<br />

impide su desarrollo, y de consiguiente<br />

el de los seres microscópicos que tan enérgicamente<br />

influyen en las alteraciones que<br />

experimentan los vinos. Como el ácido sulfuroso<br />

destruye también los fermentos que provocan<br />

la acetificación, dicho se está que el<br />

azufrado impide también que se vuelvan los vinos.<br />

No basta azufrar únicamente el interior de<br />

los envases, sino que conviene azufrarlos también<br />

por la parte exterior cuando no hayan<br />

sido barnizados con aceite de linaza bien cocido<br />

ó con aceite ordinario en que se haya fundido<br />

un poco de pez. Ocioso es advertir que<br />

el barnizado deberá ejecutarse algún tiempo<br />

antes de echar el vino, á fin de que se seque<br />

y pierda el olor que le es característico. También<br />

ofrece el barnizado la ventaja de impedir<br />

la evaporación del vino á través de la madera<br />

de las cubas, y de consiguiente, no es necesario<br />

rellenarlas con tanta frecuencia como<br />

aquellos envases que no han sido barnizados,<br />

además de no hallarse expuesto el líquido á<br />

contraer el ingrato sabor a moho que contrae<br />

en las bodegas demasiado húmedas. Algunos<br />

objetan contra el embarnizado, que gracias á<br />

él el vino tarda más en formarse y en añejarse;<br />

pero no todos tienen en cuenta ese reparo,<br />

de que nos ocuparemos con el detenimiento<br />

necesario al hablar de la vinificación.<br />

Para evitar que caigan en el fondo del envase<br />

cenizas de la mecha cuando no se ha optado<br />

por emplear el amianto ó asbesto, ni gotas de<br />

azufre, se puede adoptar un sencillo aparato,<br />

que no disminuye ni mucho menos los efectos<br />

de la operación que venimos recomendando.<br />

Ese aparatito consiste en una especie de cápsula<br />

prolongada en forma de dedal, de hierro<br />

ó de tierra cocida, con agujeros en derredor<br />

y no en el fondo, de 12 centímetros de altura<br />

y no muy ancha, á fin de que pueda introducirse<br />

fácilmente en las cubas por la boca de<br />

éstas. La cápsula deberá estar sostenida por<br />

tres ó cuatro alambres que la enlacen con una<br />

cadena, mediante la cual se podrá manejar<br />

fácilmente el aparato, colocándole dentro de la<br />

cuba á la altura que se crea oportuno, para que<br />

se difunda por todo el ambiente de ella el gas<br />

sulfuroso que se va formando al arder la mezcla.<br />

Los Sres. Darré y Mathet inventaron un<br />

aparato para azufrar el vino y los toneles, que<br />

representa la figura 327, y que se compone de<br />

las partes siguientes:<br />

1.° De un tapón de madera a, torneado,<br />

terminado en la parte superior por una esfera<br />

con que poderle agarrar. La parte inferior<br />

forma un tronco de cono, cuya base superior<br />

tiene un diámetro de 66 milímetros, y su base<br />

inferior de 35 milímetros.<br />

2.° Una placa de hierro b, de un milímetro<br />

Figura 327.—Aparato para azufrar<br />

el vino y los toneles<br />

de espesor próximamente, y de igual diámetro<br />

que la parte inferior del tapón. Esta placa<br />

está fija en la parte inferior del tapón por<br />

medio de cuatro clavos de unos 15 milímetros<br />

de longitud, dispuestos como indica el dibujo.<br />

La placa está taladrada en su centro para que<br />

pueda pasar el vastago ó varilla del gancho.<br />

3.° Un gancho de alambre c, de 2 milímetros<br />

de diámetro, fijo en el centro de la parte<br />

inferior del tapón. La varilla del gancho termina<br />

en punta, para que pueda penetrar en la<br />

madera, y para que no pueda salirse lleva<br />

unas muescas dicha varilla.<br />

4.° Un alargador de alambre d, de 2 milímetros<br />

de diámetro, terminado en forma de


AZU — 699 — AZU<br />

gancho en cada uno de sus extremos; este<br />

alargador debe variar de longitud, según la<br />

cabida de los toneles. Uno de los extremos<br />

se sujeta al gancho del tapón, mientras que<br />

el otro al asa del cangilón del aparato.<br />

5.° Una asa de cangilón de alambre e, de<br />

2 milímetros de diámetro. La parte superior<br />

del asa forma un pitón que se une al gancho<br />

de la parte inferior. El asa termina con los<br />

ganchos, que entran en dos agujeros abiertos<br />

hacia la parte superior ó borde del cangilón.<br />

6." Un cangilón de hierro f, que afecta la<br />

forma de un tronco de cono hueco, cuya parte<br />

superior tiene 40 milímetros de diámetro y<br />

la base inferior 20 milímetros. El cangilón<br />

está abierto por su parte superior. En la inferior<br />

va ajustado un tapón de hierro con un agujero<br />

en el centro, de 4 milímetros de diámetro.<br />

Las paredes laterales del cangilón tienen 3<br />

milímetros de espesor.<br />

A 10 milímetros del borde superior van<br />

abiertos dos agujeros diametralmente opuestos,<br />

y en los cuales entran los ganchos del<br />

asa. Una pequeña ranura practicada sobre<br />

estos agujeros hasta el borde superior del cangilón,<br />

permite al asa alojarse en parte en el<br />

espesor del metal del cangilón. A 40 milímetros<br />

del borde superior se han practicado<br />

cuatro agujeros de 4 milímetros de diámetro,<br />

á iguales distancias entre sí.<br />

En cuanto á la manera de emplear el aparato,<br />

es bien sencilla. Se coloca en el cangilón f<br />

la cantidad de azufre necesaria, y se la prende<br />

fuego; en el momento mismo se coloca dentro<br />

del tonel, de manera que el tapón a ajuste perfectamente<br />

y cierre el agujero superior de la<br />

vasija. En tal estado, el azufre continúa ardiendo,<br />

merced al oxígeno del aire encerrado<br />

en el tonel, formándose una atmósfera de gas<br />

ácido sulfuroso, que es el agente azufrador.<br />

El azufrado es muy ventajoso para conservar<br />

los envases, pero no lo es menos para<br />

mantener el vino sin alteraciones, especialmente<br />

cuando propenda á volverse. De ahí<br />

que convenga azufrar las vasijas en el momento<br />

en que haya de echarse el vino , cuando<br />

haya de trasvasarse después de la fermentación<br />

tumultuosa, repitiendo la operación<br />

tantas veces como el trasiego. Si el vino que<br />

haya de conservarse es tal por naturaleza que<br />

no se altere demasiado pronto, podrá reducirse<br />

á dos veces el azufrado, practicando una<br />

de ellas ligeramente al trasegar por primera<br />

vez el vino y la otra al trasvasarle en el mes<br />

de Diciembre. Cuando haya peligro de que el<br />

vino se vuelva, se ejecutará tres y aun cuatro<br />

veces el azufrado, cargando más en la primera<br />

que en las subsiguientes, ya que excepto<br />

en el caso del calentamiento, el azufrado de<br />

los vinos es el medio más eficaz para conservar<br />

y fortalecer éstos. Algunos han combatido<br />

el azufrado, porque come el color de los<br />

vinos, y porque cuando es excesivo comunica<br />

al caldo un gusto bastante ingrato de azufre<br />

quemado. Pero es de advertir que la decoloración<br />

es sólo momentánea y el vino adquiere<br />

más tarde un color limpio y transparente,<br />

acaso más intenso que el que le es peculiar;<br />

fenómeno que se explica perfectamente teniendo<br />

en cuenta la acción que ejercen los<br />

ácidos sobre los colores vegetales. Con regular<br />

bien el azufrado se evitan completamente los<br />

dos inconvenientes indicados. En todo caso<br />

podrá reservarse una cantidad determinada<br />

de vino para echarla en el envase cuando se<br />

haya recargado mucho con ácido sulfuroso,<br />

puesto que al adicionar la nueva masa de líquido<br />

éste contendrá aire ú oxígeno suficiente<br />

para transformar el ácido sulfuroso. Por lo<br />

demás, si el vino azufrado exhala un olor más<br />

ó menos pronunciado á ácido sulfuroso, no<br />

debe alarmarse el cosechero, puesto que ese<br />

olor se va desvaneciendo con el tiempo, bastando<br />

á veces un corto número de días para<br />

que se verifique esa transformación.<br />

El azufrado de los vinos en la forma que le<br />

acabamos de exponer, tiene por fin únicamente<br />

matar los gérmenes de los seres microscópicos<br />

que pudieran provocar en los vinos alteraciones<br />

y fermentaciones anormales; mas no<br />

propenden á impedir la fermentación normal,<br />

y lo más que se consigue es que retarden un<br />

poco ésta. Pero se dan casos en que le conviene<br />

al cosechero provocar el mutismo, esto es,<br />

suspender por algún tiempo el proceso fermentativo,<br />

ora con objeto de mantener el<br />

vino más dulce, ora con el de transportarle<br />

más entero á grandes distancias, sin que se<br />

provoque la fermentación durante el transporte.<br />

Ese objeto se logra con un azufrado<br />

más abundante que el ordinario, es decir,<br />

quemando mayor cantidad de azufre dentro<br />

de las barricas ó cubas.<br />

Maumené, que se dedicó á precisar bien las<br />

condiciones en que la operación debía ser practicada,<br />

entiende que deberá quemarse una<br />

mecha de 4 centímetros cuadrados para cada<br />

barrica de 200 litros, y que inmediatamente<br />

después de haberla quemado se deberán echar<br />

en el envase de 25 á 30 litros de vino. Después<br />

se obstruirá la boca con el tapón y se moverá<br />

en todos sentidos la barrica, á fin de que se<br />

diluya en el líquido el ácido sulfuroso que se<br />

haya ido fijando en las paredes. Hecho esto,<br />

se levantará la tapa y se quemará una nueva<br />

mecha de las mismas dimensiones indicadas<br />

dentro del envase; se echarán después otros<br />

25 ó 30 litros de vino; se agitará la barrica<br />

nuevamente, y se procederá de esa suerte<br />

hasta que se haya llenado completamente el<br />

recipiente. Si después de quemada la segunda<br />

mecha no ardiese la tercera por haber perdido<br />

el aire contenido en la cuba la cantidad de<br />

oxígeno necesaria para la combustión, será<br />

necesario introducir aire del exterior por medio<br />

de un fuelle, para que desaloje el ácido<br />

carbónico que se opone á que' arda la mecha.<br />

A veces ocurre que al ir á separar la tapa,<br />

ésta salta despedida con alguna violencia, y<br />

puede causar contusiones al operador; de aquí<br />

que sea necesario proceder con cautela, ya<br />

que el ácido carbónico desprendido en el in-


AZU — 700 — AZU<br />

terior, al agitar el vino y mezclarle con el ácido<br />

sulfuroso, puede adquirir una tensión considerable.<br />

El vino azufrado en la forma dicha<br />

exhala un pronunciado olor á ácido sulfuroso,<br />

y conserva mucho tiempo ese sabor desagradable;<br />

sin embargo, paulatinamente va perdiendo<br />

uno y otro, gracias al oxígeno que en<br />

pequeñas cantidades penetra en el envase, por<br />

muy herméticamente cerrado que se crea haber<br />

mantenido éste.<br />

Mediante la sencilla operación descrita, se<br />

puede retrasar cuanto se quiera la fermentación,<br />

siempre que se introduzca en la barrica<br />

la cantidad necesaria de ácido sulfuroso, puesto<br />

que la cantidad de éste y el retraso de la<br />

fermentación se hallan en razón directa. El<br />

sabor de los vinos mudos es tan ingrato que<br />

no hay quien los beba en un principio, y de<br />

ahí que sea necesario dar tiempo á que desaparezca<br />

el sabor característico para entregarlos<br />

al consumo, es decir, á que fermente el<br />

caldo en condiciones tanto mejores cuanto que<br />

con el azufrado se han hecho desaparecer todos<br />

los fermentos que pudieran alterar las<br />

condiciones naturales del vino.<br />

También se ha notado que los vinos mudos,<br />

á más del sabor á ácido sulfuroso, contraen<br />

frecuentemente un sabor característico del<br />

azufre puro, bastante desagradable, y que difícilmente<br />

desaparece; catándolos ú oliéndolos<br />

se advierte un sabor y una fetidez muy parecidos<br />

á los de las aguas sulfurosas. Créese que<br />

tal inconveniente es debido á la persistencia<br />

del sulfuro de carbono producido por la combustión<br />

del azufre y el carbono de las mechas;<br />

explicación tanto menos satisfactoria cuanto<br />

que la fetidez desaparece sin descomponerse<br />

en el agua el sulfuro de carbono. Si realmente<br />

se originase este compuesto, habría de ser necesariamente<br />

en pequeñas cantidades, y debería<br />

desaparecer durante el período en que<br />

desaparece el ácido sulfuroso. Tal vez la fetidez<br />

sea debida al hidrógeno sulfurado, originado<br />

probablemente por la reducción de una<br />

parte del ácido sulfuroso mediante la acción<br />

de las substancias azoadas; de manera que<br />

convertido en azufre libre, éste obraría sobre<br />

el hidrógeno que se va desarrollando paulatinamente<br />

en las fermentaciones, y puede darorigen<br />

al hidrógeno sulfurado.<br />

Cuando sea necesario convertir en mudas<br />

grandes masas de vino, se empleará el aparato<br />

ideado por el abate Rozier, que consta de un<br />

hornillo de palastro, de una gran tina que<br />

lleva una llave en el fondo. El hornillo se pone<br />

en comunicación con la tina mediante un tubo<br />

que va á parar al fondo del recipiente; se quema<br />

en el hornillo azufre, y el gas que se vaya<br />

formando irá á disolverse en el vino que habrá<br />

de contener la tina. Este vino, por medio de<br />

una llave, habrá de ir cayendo á una barrica<br />

convenientemente situada, y como puede<br />

echarse vino en la tina á medida que se vaya<br />

extrayendo el ya azufrado, la operación podrá<br />

prolongarse todo el tiempo que se quiera,<br />

siempre que se disponga de bastantes barricas<br />

y bastante cantidad de vino, sin correr el peligro<br />

de que las cenizas de la mecha se mezclen<br />

con el caldo.<br />

En algunas comarcas de España, en el departamento<br />

del Iiérault y otros de Francia se<br />

azufra á veces enérgicamente el mosto echándole<br />

en el aparato descrito, antes de que comience<br />

el líquido á fermentar y después de<br />

clarificado con cola de pescado. Procediendo<br />

de esta suerte, se consigue que el líquido se<br />

conserve sin fermentar durante muchos años,<br />

con tal de que el azufrado sea bastante cuantioso.<br />

Ofrece un sabor dulzón y olor á azufre,<br />

y se emplea para adicionarle á los vinos que<br />

están algo picados, á fin de evitar que se<br />

aceden, empleándose en la proporción de dos<br />

ó tres botellas por cada barrica.<br />

También se han recomendado los bisulfitos,<br />

y una disolución acuosa de ácido sulfuroso<br />

para conservar y transformar en mudos los<br />

mostos y los vinos. Proust ensayó el bisulfito<br />

de cal y dedujo que con 15 gramos por cada<br />

hectolitro de mosto se puede retrasar la fermentación<br />

durante un período de diez á once<br />

días, con tal de que se haya calentado hasta 20<br />

ó 25° centígrados. Pero posteriormente se ha<br />

reconocido que el bisulfito no produce siempre<br />

buenos resultados, lo mismo que la mencionada<br />

disolución acuosa, la cual se preserva difícilmente<br />

de la descomposición. De ahí que<br />

después de algunos experimentos se prefiriese<br />

continuar empleando las mechas para el azufrado.<br />

En todo caso, no dejaremos de insistir<br />

en que no debe confundirse el azuframiento<br />

destinado á impedir ó retardar la fermentación<br />

de los vinos, con el destinado á evitar que<br />

experimenten alteraciones perjudiciales.<br />

Dos ó tres azufrados, ejecutados en períodos<br />

distintos y separados entre sí, sirven para<br />

matar los gérmenes que originan las fermentaciones<br />

anormales, sin alterar la materia colorante<br />

ni las substancias azoadas que producen<br />

y alimentan la fermentación normal.<br />

Tampoco conservan de esa manera los vinos<br />

el sabor desagradable, que desaparece al cabo<br />

de algún tiempo, según hemos dicho. Por el<br />

contrario, cuando se recargan los vinos considerablemente<br />

de ácido sulfuroso, disminuye<br />

la cantidad de materia colorante, dura mucho<br />

tiempo el sabor desagradable, las materias<br />

azoadas se modifican también, y de ahí<br />

que resulten menos aptas para engendrar el<br />

fermento útil, y que tarden en añejarse los vinos<br />

más de lo conveniente. Algunos han aconsejado<br />

también las fumigaciones de azufre en<br />

las bodegas para mantener el ambiente en<br />

mejores condiciones; práctica que en realidad<br />

no ofrece ningún inconveniente, y que puede<br />

producir no pocas ventajas, especialmente en<br />

las bodegas, donde, gracias á la mucha humedad,<br />

encuentran los micodermos condiciones<br />

favorables para desenvolverse y provocar de<br />

consiguiente fermentaciones perjudiciales en<br />

los vinos.<br />

AZUFRADOR.—Instrumento ó aparato<br />

con que se aplica el azufre á las plantas. Des-


AZU — 701 — AZU<br />

de la época en que se difundió el oidium por<br />

los viñedos de Europa, se han inventado numerosos<br />

azufradores que fuera enojoso describir.<br />

Generalmente, para practicar el azufrado<br />

, se prefieren los fuelles y los tubos de<br />

latón en salvilla ó con flecos. Uno de los más<br />

Figura 328—Fuelle Gaffé<br />

usuales es el fuelle azufrador de M. Gautier,<br />

perfeccionado por M. Gaffé (figura 328). No<br />

es otra cosa que un fuelle ordinario A, al<br />

Figura 329.—Fuelle Gaffé (interior)<br />

cual va unida una caja de latón B, donde se<br />

deposita el azufre, y que se adapta á la boca<br />

del fuelle. Esa caja lleva tres aberturas. La<br />

Figura 330.—Fuelle azufrador de M. Vergu<br />

primera C (figura 329), da acceso al aire despedido<br />

por el fuelle; la segunda, provista de<br />

su correspondiente tapón E, permite introdu-<br />

Figura 331.—Fuelle azufrador de M. "Vergne (interior)<br />

cir el azufre, y la tercera /, deja salida al aire,<br />

que arrastra consigo cierta cantidad de azufre<br />

F. En el interior de la caja hay dos tabiques<br />

de alambre, O y H, que comprenden<br />

entre sí un espacio de un centímetro. El modo<br />

de manejar ese aparato se comprende perfectamente<br />

teniendo los grabados á la vista.<br />

Por juzgarse que ese aparato no permite<br />

operar con rapidez, han preferido muchos el<br />

inventado por M. de la Vergne (figuras 330<br />

y 331), de iguales dimensiones que los fuelles<br />

ordinarios. Sus dos caras son dos planchas de<br />

madera de álamo, que terminan en un tubo<br />

de 7 centímetros de longitud, y cuyo canal se<br />

envasa del interior al exterior.<br />

En la superior existe un agujero<br />

redondo, de 4 centímetros<br />

de diámetro, que se cierra con<br />

un tapón de corcho. No habiendo<br />

válvula en el aparato,<br />

el aire entra y sale por el tubo<br />

encorvado A, cuyo diámetro<br />

es de 3 centímetros; está fijo<br />

el pico del fuelle por medio de<br />

dos ganchos paralelos. En su<br />

extremidad anterior se halla ajustada una tela<br />

de cobre con mallas que miden 2 milímetros<br />

de lado. El azufre se deposita en el interior<br />

del fuelle por la abertura B.<br />

El aparato se maneja sin fatiga,<br />

por hallarse bien distri-<br />

.^j^^ buido el peso, y para que la<br />

piel no se deteriore rápidamente,<br />

deberá embadurnarse<br />

por la cara interior con resina.<br />

Como complemento del aparato,<br />

se ha de emplear un saco<br />

(figura 332) capaz de contener<br />

2 ó 3 kilogramos de azufre; es de lienzo,<br />

cuelga por delante, tiene en su base 33 centímetros<br />

de ancho y 20 en la parte superior,<br />

siendo su altura de 28 centímetros.<br />

En uno de los ángulos<br />

inferiores lleva un cono de latón,<br />

destinado á introducir el<br />

azufre en el fuelle, y que se<br />

tapa con un corcho. Algunos<br />

sustituyen el saco con una caja<br />

de latón, igual en capacidad<br />

á aquél, que se sujeta por medio<br />

de correas, y de la cual se<br />

extrae el azufre con una cuchara.<br />

Un azufrador en forma de salvilla (figura<br />

333) , muy recomendado también, ha sido<br />

inventado por M. Laforgue. Consiste en un<br />

cono de latón de 20 centímetros<br />

de altura y con una base<br />

i? de 9 de diámetro, convexa<br />

y taladrada por numerosos<br />

y pequeños orificios. Una<br />

tapadera A, de 5 centímetros<br />

de diámetro, permite introducir<br />

el azufre, y los alambres C<br />

(figura 334), cruzados en el<br />

interior cerca del fondo, sirven<br />

para dividir el azufre al esparcirle. Los<br />

Sres. Ouin y Franc han perfeccionado el aparato<br />

(figura 335), añadiendo unos flecos de<br />

lana ó crin que se fijan en el fondo B (figura<br />

336), agujereado también, porque así sale<br />

el azufre más dividido. Para operar con ese<br />

útil es necesario aguardar á que se haya evaporado<br />

el rocío, porque en humedeciéndose los


AZÜ — 702 — AZU<br />

flecos funciona mal. Es de advertir que, si para<br />

azufrar los racimos es preferible la salvilla,<br />

para las cepas son más ventajosos los fuelles.<br />

Figura 332.—Saco para el azufre<br />

La azufradora Fojadelli consta, como<br />

hace ver la figura 337, de un manubrio ó<br />

manivela A, situado en la extremidad del<br />

eje, alrededor del cual gira la rueda dentada<br />

B. Esta rueda engrana con un pequeño<br />

piñón, dispuesto en el árbol de un ventilador,<br />

que se mueve en el interior de la<br />

caja C con un movimiento rotatorio más<br />

ó menos acelerado, según lo sea el del<br />

manubrio exterior A. Próximo á la caja C<br />

y al ventilador, se halla el recipiente ó<br />

depósito de azufre JE, que contiene en su capacidad<br />

un distribuidor apto para repartir y<br />

proyectar convenientemente la cantidad de<br />

Figura 333.—Azufrador de salvilla<br />

azufre necesaria; y por último, completa el ^j^^-—¿j<br />

mecanismo un canal ó tubo de hierro, dispues- T — r==<br />

to en su extremo anterior, que sirve para ver-<br />

Figura 33i.—Azufrador de salvilla (interior)<br />

ter el azufre sobre las viñas y vegetales que<br />

se trate de azufrar. Este canal ó conducto de<br />

salida termina en un anillo de madera, que<br />

recibe en su superficie los tubos que á aquél<br />

se unan cuando se trate de alargarle, ó cuando<br />

se deseen azufrar las parras y los vegetales<br />

de alguna elevación. Acompañan á esta máquina,<br />

como piezas accesorias, dos tubos rectos<br />

y uno encorvado, para poder azufrar las parras<br />

de alguna elevación; una aceitera ó depósito<br />

de aceite para el engrasado de los engranajes<br />

que forman parte de tal máquina, y un<br />

destornillador, á propósito para armarla y<br />

desarmarla, facilitando así su limpieza y recomposición.<br />

El manejo de la azufradora que nos ocupa<br />

es de los más sencillos y rudimentarios, bastando<br />

tan sólo un solo día de trabajo para<br />

que el más torpe gañán aprenda su uso y<br />

manera de funcionar. Una vez lleno de azufre<br />

tamizado y pulverulento el depósito JE, el<br />

obrero coge la azufradora, y colgándola al<br />

cuello, obra sobre la manivela A, imprimiéndola<br />

un movimiento de rotación en el sentido<br />

que indica la flecha. Este movimiento de rotación<br />

, cuya velocidad puede variar de setenta<br />

á ciento diez vueltas por minuto, se transmite á<br />

la rueda dentada y al piñón mencionados, que<br />

á su vez le comunican al ventilador y al distri-<br />

Figura 335.—Azufrador de salvilla perfeccionado<br />

buidor encerrado en el depósito de azufre JE.<br />

Este órgano~proyecta el azufre bajo la forma<br />

de lluvia ó hube sobre las cepas y vegetales<br />

que se deseen someter al tratamiento. Cuando<br />

haya de azufrarse á mayor distancia que la<br />

que permite la longitud del tubo abductor ó<br />

de salida, se unen á éste los que acompañan<br />

de repuesto á la máquina, y así se practica la<br />

operación. En uno y otro caso debe procurar-<br />

Figura 338.—Azufrador de salvilla perfeccionado<br />

(interior)<br />

se que el orificio de salida esté por lo menos<br />

á 0,30 metros de los cuerpos que se quiera<br />

azufrar, para que las corrientes de aire que<br />

se producen no levanten el azufre depositado<br />

ya en las plantas.<br />

AZUFRE (Química agrícola y Viticultura<br />

).—Metaloide conocido desde la más remota<br />

antigüedad, que se encuentra en los tres reinos<br />

de la naturaleza; combinado (sulfuros,<br />

piritas y sulfatas) en todos los terrenos, y en<br />

estado nativo sobre muchos terrenos volca-


AZU — 703 — AZU<br />

nicos, cristalizado ó amorfo, puro ó mezclado<br />

con materiales terrosos, formando depósitos<br />

considerables en las sulfataras. Sus propiedades<br />

tóxicas contra ciertos parásitos vegetales<br />

han sido causa de que hoy sea considerado<br />

como un importante elemento en la agricul-<br />

Figura 837.—Azufradora Fojadelli<br />

tura, según se patentiza al hablar del azufrado.<br />

Todos los azufres, cualquiera que sea su estado,<br />

su estructura y su forma, se expenden<br />

generalmente impuros, aun cuando los azufres<br />

del comercio generalmente han sido ya<br />

sometidos á la operación del refinado, que<br />

dura generalmente veinticuatro horas, y que<br />

da por resultado, según la temperatura de la<br />

cámara de condensación, azufre en estado líquido,<br />

que se pasa á los moldes para que se<br />

solidifique mediante enfriamiento rápido y forme<br />

canutillos, ó azufre en estado sólido, que<br />

se presenta en estado sublimado ó flor de azufre,<br />

en granos duros ó en cristales, con el<br />

nombre de azufre candí, etc. La flor de azufre<br />

suele tener mayor finura que ningún otro<br />

polvo obtenido por la trituración más activa.y<br />

prolongada; sin embargo, en el comercio se<br />

expende también flor de azufre, más grosera<br />

que los azufres triturados.<br />

La flor de azufre se reconoce con el microscopio<br />

por la forma de sus moléculas, que es la<br />

de glóbulos, que se ven aislados ó aglomerados<br />

unos con otros, formando grupos ó series.<br />

Los azufres triturados contemplados mediante<br />

el mismo instrumento, aparecen formados<br />

por partículas planas y angulosas, que no tienen<br />

entre sí adherencia bien perceptible. A<br />

simple vista la flor de azufre es amarilla, de<br />

color canario, sin brillo cristalino; oprimida<br />

entre el pulgar y el índice, no parece resistente<br />

ni dura, sino suave y casi untuosa al tacto.<br />

Los azufres triturados, por el contrario, presentan<br />

un color amarillo tanto más bajo cuanto<br />

más pulverizados están; los azufres brutos<br />

sen más pálidos que los refinados y mucho<br />

menos untuosos que la flor. El grado de finura<br />

de un polvo se mide por el número de granos<br />

que entran en un volumen dado. Como el<br />

azufre se vende al peso, es importante que el<br />

propietario de viña sepa que le conviene más<br />

el azufre que ocupe mayor espacio relativamente,<br />

porque podrá<br />

azufrar mayor extensión<br />

de terreno. El<br />

medio á que generalmente<br />

se recurre para<br />

apreciar la finura de<br />

la flor de azufre, consiste<br />

en echar en un<br />

decilitro de hoja de<br />

lata, sin amontonarle,<br />

el polvo que se<br />

pretenda ensayar,<br />

después de haberle<br />

desagregado por medio<br />

de unahojade cuchillo<br />

sobre un papel.<br />

Un decilitro de buena<br />

flor ha de pesar de<br />

35 á 40 gramos.<br />

Indudablemente el<br />

tacto no basta para<br />

juzgar acerca de la<br />

mayor ó menor finura<br />

de una substancia<br />

pulverizada y máxime de los azufres, que<br />

producen la misma sensación cuando<br />

la pulverización pasa de ciertos<br />

límites. Quien necesite formar un<br />

juicio exacto debe adoptar el tubo<br />

inventado por el Sr. Chancel (figura<br />

338), ó sea un tubo de vidrio<br />

capaz de contener 25 centímetros<br />

cúbicos y con una escalajlividida en<br />

cien partes iguales: Preparado el<br />

tubo, se pesan con la mayor exactitud<br />

5 gramos de azufre; se echan<br />

en el tubo, cuidando de que no se<br />

pierda ninguna partícula; se vierte<br />

encima éter sulfúrico hasta que se<br />

7crr llene la tercera parte del tubo, cerrado,<br />

como es consiguiente, por<br />

6o# una de sus extremidades y abierto<br />

por la otra, y después de tapar bien<br />

ésta con el dedo pulgar, se agitará<br />

5oel<br />

tubo violentamente, se agrega<br />

éter nuevamente hasta que llegue<br />

al número 100 de la escala, y se<br />

agita con fuerza durante algunos<br />

3o- minutos. Hecho esto, se colocará el<br />

tubo en posición vertical y se mantiene<br />

en reposo para que el azufre<br />

2o f<br />

se deposite por sí mismo y sin que<br />

sea sacudido el tubo.<br />

A los diez minutos, poco más ó<br />

••«¡ss- menos, habrá acabado de acumular-<br />

Fig. 33S s e el azufre; entonces se observará<br />

Cha'ncel hasta qué grado de la escala llega<br />

la columna de azufre, y el número<br />

que se halle en él marcará el grado de finura<br />

y pulverización del cuerpo examinado. Para

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