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Guardamar, Torrevieja y la Horadada, hasta
•el límite de la provincia de Murcia, por otra;
«1 de Santa Pola por Dolores á Orihuela, y
el que pone esta ciudad en comunicación con
Guardamar por la vega del Segura. También
es vía de algún tráfico el camino que desde
Almansa(Albacete), y cruzando por Yecla, en
la provincia de Murcia, desciende por El Pinoso,
Albanilla y Callosa de Segura hasta
Orihuela, para penetrar nuevamente en la
provincia de Murcia y terminar en la de Cartagena.
B. Fernández Miguel.
ALIENACIÓN (Enajenación) (Jurisprudencia).—
Venta de una posesión, de una tierra,
de la propiedad sobre una finca cualquiera.
Todas las personas no inhabilitadas por la
ley tienen el derecho de enajenar. El menor y
el inhabilitado no pueden enajenar sus inmuebles;
el tutor no puede tampoco enajenar los
bienes del menor sin consentimiento del consejo
de familia; la persona declarada pródiga
no puede enajenar sin consentimiento judicial;
la mujer, sin consentimiento del marido ó
autorización del tribunal de primera instancia.
El marido puede enajenar los bienes de la
comunidad sin el consentimiento de la mujer,
pero no los inmuebles personales de ésta. Una
persona puede enajenar sus bienes en todo ó
en parte á uno de sus herederos presuntivos,
pero á condición de que esa alienación no
oculte liberalidades en perjuicio de otro heredero,
que en momento oportuno podría anular
la enajenación ó reducirla al menos de
manera que no redunde eu su perjuicio. Por
lo mismo, la alienación no debe exceder en
ningún caso la cuota disponible entre el heredero
y aquel á quien herede, sin originar reclamaciones
por parte de los demás herederos
forzosos.
ALIENTO.—'Voz que se emplea en equitación
para indicar el valor y resistencia del
caballo en el trabajo, y también la libertad
de su respiración, si bien en este caso se emplea
preferentemente la palabra resuello.
ALIGERAR EL CABALLO (Equitación
).—-Convertir al bruto, gracias á la educación
á que se le somete en el picadero, en
más ágil de adelante que de atrás, aplomándole
y consiguiendo que se reparta la fuerza
por igual en todos los remos, y que adquiera
la agilidad y libertad que requieren las espaldas
y brazos, y toda la flexibilidad necesaria
para que el jinete le maneje sin esfuerzo. Una
de las más difíciles tareas de los profesores de
equitación es aligerar los caballos, por lo mismo
que éstos tienen naturalmente pesado el
cuarto delantero y propenden á caminar abocinados
sobre los brazos ó abandonados sobre
las espaldas.
ALIGÓNERO.—Llaman así al almez ó alatonero
en la provincia de Valencia. (Véase
Almez.)
ALIGUSTRE ó ALHEÑA (Ligustmm
de T.).—Existen cuatro variedades de esta
planta, que usan mucho-en la jardinería, por
ser de hoja persistente y se presta con facilidad
á los recortes de la tijera.
1. a Aligustre vulgar.—Arbusto de 2 metros,
poco más ó menos, de alto, y en el que
se distinguen: una variedad de hojas anchas;
otra que las tiene abigarradas, y otra que las
presenta entre lanceoladas y agudas. Se presta,
por medio de la poda, á dar formas variadas,
bolas y otros adornos en el jardín. Los
ramos tiernos los come el ganado. Su madera
es muy resistente. Se multiplica por semilla,
por renuevos, barbados y estaca.
2." Aligustre del Japón.—Arbusto mayor
que el anterior y que se multiplica de igual
manera.
3." Aligustre de Nepalia.—Exige abrigos
de invierno, en cuya época florece. Se puede
injertar en el número primero.
4." Aligustre de cuatro aposentos.—Es un
arbolillo que se cría en Filipinas, que se eleva
á 2 metros. Tiene las hojas verdes por abajo
y moradas por encima.
J. H. T.
ALIJAR.—En el concepto propiamente
forestal, vale tanto como terreno inculto, y
aun cuando no sea posible fijar los verdaderos
límites de la vegetación espontánea de los
alijares en clase y espesura, es lo cierto que,
por punto general, envuelve dicha palabra la
idea de erial, ó lo que es lo mismo, la de una
extensión de tierra mayor ó menor, cubierta
de hierbas y matas espontáneas, pero no de
plantas arbóreas, en cuyo caso se suele aplicar
el nombre de monte, bosque, selva, etc.
Se sobrentiende también, tratándose de alijares,
aun cuando no creemos que haya ley
alguna cuyo texto pueda servir de apoyo, que
la propiedad de dichos terrenos es colectiva,
esto es, que pertenecen á los pueblos ó al Estado
, pero no á particulares.
Que alijar equivalga á ejido, según antigua
significación española, cosa es que no puede
admitirse. Son los ejidos los terrenos comunales
contiguos á los pueblos, donde se establecen
las eras de trillar, y donde estaciona accidentalmente
el ganado de los vecinos, al paso
que los alijares tienen de ordinario mucha
mayor extensión, están más lejos de los centros
poblados, alimentan sedentariamente con
sus pastos la ganadería de toda clase, y aun
surten de leñas menudas á los vecinos de las
poblaciones á las cuales pertenecen.
Para evitar confusiones, creemos que la voz
en cuestión no debe emplearse nunca en sentido
jurídico. Bastará reservar su uso para
cuanto se trate de materias dasonómicas.
ALILAILA.—Con este nombre, y también
con el de lilaila, se distingue en Puerto Rico
la especie Melia sempervirens, M. D., árbol de
la familia de las Meliáceas, de hojas alternas,
flores con cinco pétalos oblongo lineares, extendidos
, y estambres monodelfos formando
un tubo. El fruto es una drupa aovada, con el
núcleo quinque-locular y las celdillas monospermas,
de albumen carnoso. Llega á tener la
altura de 8 metros, con un diámetro de 3 decí-